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Los secretos del panteón subterráneo

del cementerio de la Chacarita: la joya


oculta de Buenos Aires que es única en
el mundo
Durante años hubo confusión sobre quién había sido su
arquitecto y se lo atribuyó a Clorindo Testa; la mujer
detrás de la mole y los recovecos que pocos conocen
28 de diciembre de 202320:09
Patricio Mecozzi

Sexto Panteón: una vista desde arriba del cementerio de la Chacarita. Foto: Léa Namer
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Para muchos, Buenos Aires es -o por lo menos fue- la París de Sudamérica, y
posiblemente razones no le faltan para poder asegurar esto. Las fachadas de los
edificios de San Telmo, con su estilo art nouveau parisino, sumados a los edificios
neoclásicos de Recoleta convierten a la ciudad en un legado de la gran arquitectura que
el mundo vio nacer a fines del Siglo XIX y a inicios del XX. Sin embargo, en los puntos
menos turísticos de la ciudad se esconden algunas joyas modernistas que podrían
considerarse únicas en todo el mundo.

Es que en el fondo del Cementerio de la Chacarita se encuentra el Panteón Subterráneo


(conocido también como el Sexto Panteón), el sueño de la arquitecta Itala Fulvia Villa
que se convirtió en uno de los lugares más especiales de Buenos Aires.
Sexto Panteón: las escaleras y su lógica terminan formando un laberinto

“No existe en ningún otro lugar del mundo una arquitectura funeraria similar”, asegura
a LA NACION la arquitecta e investigadora francesa Léa Namer, quien encabeza el
proyecto Chacarita Moderna, que abarca una investigación arquitectural
pluridisciplinar que tiene como objetivo compartir la magia de este lugar escondido e
identificar el Sexto Panteón como una referencia de arquitectura moderna argentina.

“Lo que lo hace tan único al Panteón Subterráneo es sin dudas su escala, combinada
con su organización subterránea: una necrópolis organizada sobre una parcela de
90 000 m² con galerías subterráneas que se organizan hasta en dos niveles y 12 metros
de profundidad”, explica Léa antes de ponderar la figura de su arquitecta, Itala Fulvia
Villa.

El "Sexto Panteón" o "Panteón subterráneo" es un rincón desconocido para muchos porteños.


Foto: Léa Namer
Nacida en 1913, Itala Fulvia Villa es una de las arquitectas más importantes de la
historia argentina, sin embargo, como le ha pasado a muchas de las mujeres de su
época, su legado quedó invisibilizado. Fue parte del primer núcleo del Grupo Austral
(junto a Juan Kurchan, Jorge Ferrari Hardoy, Antonio Bonet) e influenció el urbanismo
en la Argentina.

“Discípula de uno de los primeros urbanistas argentinos, el ingeniero Carlos María


Della Paolera, ella era muy consciente de que los cambios sociales de la Argentina de la
primera parte del siglo XX actuarían como una importante influencia en la evolución de
la ciudad, por lo que dedicó una gran parte de su carrera a la reflexión sobre el futuro
de Buenos Aires dentro de sus oficinas públicas”, explica Léa.

Sexto Panteón: si bien muchos pensaron que Clorindo Testa había sido su creador, lo cierto es
que la realizadora fue la arquitecta Itala Fulvia Villa. Foto: Léa Namer

Cuando hablan del Sexto Panteón muchos piensan que fue Clorindo Testa quien estuvo
a cargo del proyecto, sin embargo, Itala fue la verdadera jefa del proyecto. Fue la
Dirección General de Arquitectura y Urbanismo de la ciudad de Buenos Aires (en la
cual trabajaban entonces Itala Fulvia Villa y Clorindo Testa) la que encargó a Itala
Fulvia Villa el diseño y coordinación de la obra que incluía dos panteones en dos
cementerios porteños, el sexto Panteón de Chacarita y el Gran Panteón de Flores.
El Sexto Panteón es una verdadera mole: está hecho en una parcela de 90 000 m² con galerías
subterráneas que se organizan hasta en dos niveles y 12 metros de profundidad. Foto: Léa
Namer

“Clorindo no trabajó mucho tiempo sobre el proyecto porque enseguida ganó el


concurso del Banco de Londres con el SEPRA y armó su propio estudio. La única
publicación sobre el proyecto se registró en la revista Nuestra Arquitectura, de junio
1961. La misma menciona que Clorindo estuvo realizando ‘el bajorrelieve del vestíbulo
de acceso en Flores’. Nada más”, detalla antes de agregar: “Juan Fontana, el ex-socio de
Clorindo Testa, me dijo que Clorindo mencionaba una ‘participación mínima’ en el
proyecto”.Chacarita”, cuenta ella sobre ese primer, se podría decir, “cara a cara”.

Un panteón único en el mundo: moderno,


brutalista... y subterráneo
Como su nombre lo indica, el Sexto Panteón no es el primer experimento de
arquitectura subterránea en el cementerio de Chacarita, sin embargo, el resto no
alcanza la importancia que tiene este, ya que posee una escala mucho más reducida, un
solo subsuelo y una estética mucho más clásica. “Además la estética brutalista del
proyecto insuflada por la arquitecta Itala Fulvia Villa le da todavía más
monumentalidad a la obra”, aclara Léa.

“En 2010-2014, estuve haciendo un intercambio en la FADU. Pero fue recién en 2014,
de vacaciones por Buenos Aires, que un amigo me llevó a visitar el Sexto Panteón de
Chacarita”, cuenta ella sobre ese primer, se podría decir, “cara a cara”.
Moderno, brutalista y subterráneo, el panteón es único en su especie. Foto: Léa Namer

“Fue un impacto profundo, me emocioné frente a la espectacular e insólita organización


del lugar, su estética brutalista, la luz y el silencio imperantes en ese inframundo. Ha
sido la emoción más fuerte que he tenido como arquitecta visitando un edificio”, relata
a LA NACION desde Francia, donde vive actualmente mientras investiga el Sexto
Panteón.

“Tuve la impresión ese día de descubrir algo importante y algo que iba a cambiar mi
vida. Cuando me di cuenta de que (casi) nadie conocía esta arquitectura increíble o si
algunos la conocían no le atribuía valor, y cuando después descubrí que era no era un
arquitecto sino una arquitecta y que su aporte había sido invisibilizado, pensé que
había una historia para contar ahí”, agrega.

El Sexto Panteón regala un estilo brutalista inconfundible. Foto: Léa Namer


Vanessa Bell es periodista, escritora y divulgadora cultural. Nacida en Inglaterra, pero también
con ADN argentino, decidió hace años instalarse en el país. Desde entonces, se encarga de
contar en medios de todo el mundo cómo es la Buenos Aires que está fuera de los circuitos
turísticos más comunes, tanto es así que creó el primer Mapa Brutalista de Buenos Aires
(elaborado por una editorial inglesa y que puede encontrarse en los mejores museos del mundo
como el MoMA o el MET) que cuenta con el Sexto Panteón con uno de sus paradas
obligatorias.

Sexto Panteón: desconocido para muchos, es una suerte de laberinto construido para resolver
una demanda por espacio en su época. Foto: Léa Namer

“El tema es que está como muy implantado todos la idea de Recoleta como único cementerio
para visitar, pero lo que tiene esta Chacarita es muy increíble: tiene toda esa parte muy decorosa
y rococó de la entrada; toda esta parte antigua... y de repente te encontrás con este mega
laberinto que puede abrumar un poco a la gente porque es realmente como una ciudad bajo
tierra, es como una ciudad subterránea”, explica Bell. “Lo interesante es que, por mucho tiempo,
se pensó que Clorindo fue el que lo hizo, la gente no sabía que en realidad la persona que llevó
el diseño y llevó a cargo del proyecto fue una mujer”, señala.

Un panteón pensado para responder una necesidad


muy específica
Si el de Recoleta era el cementerio de la clase alta, el de la Chacarita era el de la clase
media porteña. Por lo que el Sexto Panteón se construyó para tratar de solucionar la
necesidad de sepulturas, aprovechando al máximo del espacio disponible en el
cementerio en medio de una época de crecimiento poblacional de la ciudad en donde
había una gran demanda de lugares para el descanso eterno.

“Aparentemente, apenas se terminaban de construir los nichos de una nueva galería ya


ingresaban ataúdes. Puedo imaginar que el lugar representaba el progreso y la
modernidad del país en su época y que la gente quería que sus seres queridos
descansaran ahí, con todo en confort moderno: luz, jardines, ascensores. Hoy en día,
con la falta de mantenimiento del lugar por parte de las autoridades públicas,
obviamente la situación es muy diferente y la gente elige cada vez más ir a los
cementerios privados”, explica Léa Namer.

Escaleras más angostas lo diferencian, entre otros aspectos, de los otros panteones de la
Chacarita. Foto: Léa Namer

Cuándo se erigió es, también, una suerte de misterio: se creía que entre 1950 y 1958 había sido
levantado pero la investigación de Léa Namer lo ubica más bien entre 1949 y 1966.

La protección del Sexto Panteón es uno de los grandes objetivos de Chacarita Moderna, el
proyecto que encabeza Lea Narmer: “Logramos un primer paso con los colectivos de mujeres
arquitectas como NuestrasArquitectas y Soyarquitecta en marzo 2022 donde el Sexto Panteón se
declaró patrimonio cultural de la Ciudad de Buenos Aires”.
Sexto Panteón: lejos de ser lúgubre, tiene luz y verde a su alrededor. Foto: Léa Namer

Buenos Aires, ¿la París de Sudamérica?


Si bien la imagen popular que se tiene de Buenos Aires es la de una ciudad cargada de
nostalgia, la versión sudamericana de París suele terminarse cuando los turistas que
llegan a la Ciudad se animan a salir de los circuitos más habituales. Y así, la creencia,
se esfuma.

“El cliché está como tan establecido, este cliché del París de Sudamérica, que es como...
No se esperan o no se imaginan que hubo un trasfondo y una historia tan rica del
modernismo acá”, asegura Bell y agrega: “No lo pueden creer. Como que hablás de
modernismo y piensan en Brasil, pero no piensan que Buenos Aires y Argentina sigan
teniendo ese legado”.

“Creo que el hecho de que Chacarita se está abriendo y que se está poniendo como de
moda puede ayudar. Como que se va armando un circuito para que la gente lo
descubra. Cuando yo vine a vivir acá hace 14 años, Chacarita era otra cosa, no había
mucha propuesta, se está saliendo un poco de Recoleta y Palermo y los turistas quieren
conocer otras cosas”, explica antes de comentar que está preparando tours
brutalistas para turistas, pero también para vecinos de todo Buenos Aires.

“Buenos Aires es sumamente ecléctica (lo veo sobre todo viniendo de París, donde hay
tanta homogeneidad) y yo percibo el gigante cementerio de Chacarita como un doble de
la ciudad donde las tipologías funerarias son también increíblemente eclécticas
(diversidad única de tipología, materialidades, épocas de construcciones) y donde el
estilo brutalista del Sexto Panteón es un estilo dentro otros”, concluye también
Léa.
Patricio Mecozzi

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