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nuestras vidas, resaltando que la mente es el centro de la batalla espiritual y que la renovación
de la mente es clave para experimentar la victoria en esta batalla. El proceso de renovación de la
mente incluye eliminar los pensamientos negativos y las creencias limitantes, que adoptamos en
el desarrollo de nuestra vida fuera de cristo o como parte de nuestra cultura, y reemplazarlos con
la verdad de Dios. Lo cual trae como consecuencia que podamos experimentar la vida plena,
satisfactoria y sobrenatural que Dios obtuvo para nosotros, a través del sacrificio de Jesús en la
cruz del calvario.
La clave para vivir una vida sobrenatural es tener una mente transformada por el Espíritu
Santo, que nos revela la verdad de Dios y nos capacita para hacer su voluntad. Una mente
transformada implica: Una relación de intimidad que nos libera de las limitaciones religiosas, el
miedo, la incredulidad y el pecado, conectándonos con el propósito y el destino de Dios para
nosotros. Renovar nuestro entendimiento, mostrándonos el poder del acuerdo con la verdad
del reino de los cielos y la continua batalla que hay en nuestra mente. Desarrollar nuestro rol
de embajadores del cielo en la tierra, manifestando el poder y la autoridad de Dios en nuestra
vida cotidiana.
Una relación de intimidad con propósito: Cambiar nuestra forma de pensar, alineando
nuestros pensamientos con los de Dios y declarando sus promesas sobre nuestra vida, nos
motiva a vivir con expectativa, fe y obediencia, sabiendo que Dios está con nosotros y que
quiere hacer grandes cosas a través de nosotros. La relación a la que Dios nos llama es una
relación de intimidad, no solo para que lo obedecemos con el objetivo de servirle, sino que Él
está muy interesado en mostrarnos los secretos que hay en su corazón, motivándonos a
buscar su presencia, su voz y su unción, y a ser sensibles a su dirección y guía.
La justificación que Jesús nos dio representa un punto clave en nuestra identidad y el acceso
que tenemos a creer en las promesas que Dios tiene para nosotros, ya que cambia la forma en
que nos acercamos a Dios y el vínculo de confianza que construimos con Él. Buscar la dirección
de Dios en nuestro día a día, es fundamental para experimentar de forma plena nuestra vida
como cristianos y contribuir con nuestro crecimiento espiritual, ya que reconocer nuestra
dependencia de Dios nos permite identificar las oportunidades que Él tiene para nosotros y
tener acceso a la sobrenaturalidad en la que desea que vivamos.
Pude identificar que dos de los puntos más importantes en los cuales tenía que trabajar son: El
acceso que tenemos a aprender de las experiencias sobrenaturales que Dios nos permite vivir,
y como Él quiere renovar nuestra mente cambiando nuestro razonamiento humano con la
sabiduría de los principios bajo los cuales opera el reino de los cielos. El otro punto que
considere más importante está relacionado a comenzar a caminar en Fe ante las
circunstancias, aun sin sentirme completamente preparado o capaz, entendiendo que es parte
del crecimiento espiritual aprender de los errores, pero que comenzar a caminar nos permite
tener acceso a vivir la sobrenaturalidad de Dios en nuestras vidas.
Entre varios de los puntos que considero que renovaron mi forma de pensar es el cambio de la
perspectiva que tenía acerca de la frecuencia en la que tenemos que vivir la sobrenaturalidad
de Dios en nuestra vida, ya que la transformación de nuestra naturaleza e identidad afecta lo
que para nosotros es natural o lo que aceptamos como “habitual” en nuestra vida. Deseo
fuertemente tener un corazón entendido y dispuesto para aprender también de cada una de
las experiencias que Dios me permita vivir y crecer en la renovación de los principios de su
reino, ya que el proceso de enseñanza en la que Dios expande nuestra mente no es en una sola
instancia sino progresivo. Creo que esto no solo cambiará mi relación con Dios y la forma en la
que vivo, sino que me permitirá ser de testimonio en la vida de las personas que me rodean, lo
cual le dará gloria a Dios.