Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
AMÉN
La palabra amén es, sin duda, una de las palabras más populares y recitadas
en la historia humana.
Es interesante notar que el poder, antigüedad y universalidad de Kabbalah se
comprueba, sin duda alguna, a través del secreto antiguo que tiene que ver con
esta antigua y duradera palabra. ¿Cómo es que el amén comprueba la
antigüedad de Kabbalah? Lo explicaré en breve.
El Zohar nos dice que aquellos que pronuncian la palabra amén después de
una oración son profundamente más importantes que aquellos que recitan la
oración..
Dice el Zóhar:
Aquel que responde Amén es más valioso que aquel que hace las bendiciones.
ZOHAR VOL 22 7:36
¿Por qué?
¿Cómo es que una única palabra y afirmación es mucho más importante que
aquel que recita páginas y páginas de plegarias?
Responderemos esto en un momento.
El Zohar también dice que aquellos que pronuncien ”amén” y comprendan su
verdadero significado, serán bendecidos, salvados y protegidos de sus
enemigos que buscan aplastarlos. Las personas que conocen y utilizan el
poder del “Amén” reciben Luz y bendiciones en este mundo y en el paraíso
futuro.
Increíble.
Los ojos corresponden al reino del 99%. Así que cuando vemos el Nombre de
Dios llamado el Tetragrámaton, estamos conectando nuestro cuerpo y alma al
reino del 99% Estamos enchufándonos, por así decirlo. Esto no es diferente de
enchufar una lámpara a la toma de la pared para conectar a la corriente
eléctrica invisible.
La boca humana corresponde al reino del habla, nuestro mundo físico llamado
el 1%, en donde nuestra conciencia, mente y pensamiento se manifiestan por
medio del poder del habla y las palabras. Las letras y palabras son el vestido,
la ropa que nuestros pensamientos usan.para que nuestras ondas cerebrales
invisibles y pensamientos puedan ser transportados y transmitidos a otro ser
humano.
Ahora presta atención: cuando nuestros ojos ven el Tetragrámaton, estamos
enchufándonos a la corriente de energía del 99%. Cuando nuestras bocas
hablan, estamos trayendo esa corriente de energía a este mundo físico, al
expresarlas por medio del habla. Por lo tanto, pronunciamos el Nombre de
Dios Adonai para atraer esta corriente a nuestra dimensión física, porque este
Nombre de Dios único, representa y encarna el mundo físico.
Utilizando nuestros ojos y boca y los dos Nombres de Dios, unificamos los
dos reinos.
Entonces, imagina el Nombre de Dios conocido como el Tetragrámaton,
siendo una estación de Poder Nuclear generando electricidad. Ahora imagina
el Nombre de Dios conocido como Adonai como los cables que van de la
estación de Poder a nuestra casa.
¿Entendido? Bien. Así que ahora ya tenemos una conexión completa, a la
fuente de energía, establecida, y hemos traído exitosamente este poder y
energía a nuestro hogar personal.
Pero aún no hay luz en la casa. Aún no hay energía en funcionamiento ¿Por
que?
Aquí es en donde entra el amén.
Amén es el interruptor de encendido y apagado en la pared. Amén es el botón
de encendido en el sistema de calefacción. Amén es el control remoto que
enciende la televisión y la perilla que enciende tu aire acondicionado,
permitiéndote expresar todo este poder diverso de maneras prácticas,
generando calor o frío o entretenimiento.
Amén es el botón de encendido y apagado de la vida.
Es por esto que el Zóhar dice, aquellos que reciten la palabra amén son
mejores que aquéllos que recitan las oraciones. Profundo. Amén es incluso
más importante que todas las oraciones.
Después de todo, ¿de qué sirven todas las oraciones (electricidad) si no
tenemos ningún aparato en nuestra casa e interruptores para encenderlos y
enriquecer nuestras vidas? Las oraciones son prácticamente inútiles, hablando
sin el amén que encienda.el interruptor.
Y estos secretos detrás de la palabra amén son encontrados en una pieza de
evidencia simple pero profunda.
LOS NÚMEROS NO MIENTEN
El antiguo Zóhar explica que el nombre de Dios Tetragramatón, tiene valor
numérico de 26. Es por esto que el número 26 representa la realidad espiritual
del 99%.
El Nombre de Dios conocido como Adonai tiene un valor numérico de 65. Por
eso el número 65 es un código que representa a todo nuestro mundo físico.
Asegúrate que esto quede firmemente implantado en tu mente y que lo
entiendas claramente. Sólo por si acaso, vamos a repetirlo.
26 es el valor numérico del nombre de Dios que conecta al 99%. La fuente de
toda Luz y bendiciones.
65 es el valor numérico de nuestro mundo físico del caos. El mundo que
desesperadamente necesita de la Luz y bendiciones que radican en el 99%.
El propósito de orar es conectar y unir el 99% y el 1%. Como pueden ver,
Dios no contesta nuestras oraciones. Nosotros contestamos nuestras oraciones
al conectarnos a la realidad del 99%, el reino de energía divina y Luz de Dios,
donde todas las respuestas a nuestras oraciones radican. Dios es la fuente de
milagros y bendiciones, pero no es el hacedor de milagros y bendiciones. Ese
es nuestro trabajo.