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HECHO RELIGIOSO Y DERECHO

CAPÍTULO VI. DERECHO A LA INFORMACIÓN Y LIBERTAD DE EXPRESIÓN.


SISTEMA VIGENTE.

I. PRECISIONES CONCEPTUALES. II. PRINCIPIOS INFORMADORES. III. EL


DERECHO A LA INFORMACIÓN. IV. EL CONTROL DEMOCRÁTICO DE LOS
MEDIOS DE COMUNICACIÓN. V. CONTENIDO Y LÍMITES DE LAS
LIBERTADES DE EXPRESIÓN E INFORMACIÓN.

I. PRECISIONES CONCEPTUALES.

El derecho a la información es el derecho a conocer informaciones que permitan a la


persona, madurar su conciencia, y formarse sobre los acontecimientos del entorno una opinión
que posibilite su participación real y efectiva en la vida política, económica, social y cultural en
condiciones de igualdad.

Cabe distinguir:
1) Derecho a recibir información: noticias y opiniones.

2) Derecho a comunicar la interpretación de su contenido: creencias ideas y opiniones.


Objeto:
1) De la libertad de información: es la noticia.
2) De la libertad de expresión: es la opinión.

Como ha señalado el Tribunal Constitucional, en la realidad 1) y 2) no se encuentran en


estado químicamente puro:
1) Pues la narración de los hechos casi siempre viene acompañada de elementos
valorativos.

2) La manifestación y difusión de opiniones suele venir apoyada en hechos.


Artículo 20 de la Constitución Española:
1. Se reconocen y protegen los derechos:
a) A expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la
palabra, el escrito o cualquier otro tipo de producción.
b) A la producción y creación literaria, artística, científica y técnica.
c) A la libertad de cátedra.
d) A comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de
difusión. La Ley regulará el derecho a la cláusula de conciencia y al secreto profesional en
el ejercicio de estas libertades.
2. El ejercicio de estos derechos no puede restringirse mediante ningún tipo de censura
previa.
3. La Ley regulará la organización y el control parlamentario de los medios de
comunicación social dependientes del Estado o de cualquier ente público y garantizará el
acceso a dichos medios de los grupos sociales y políticos significativos, respetando el
pluralismo de la sociedad y de las diversas lenguas de España.

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4. Estas libertades tienen su límite en el respeto de los derechos reconocidos en este


Título, en los preceptos de las leyes que los desarrollen y, especialmente, en el derecho al
honor, a la intimidad, a la propia imagen y a la protección de la juventud y de la infancia.
5. Sólo podrá acordarse el secuestro de publicaciones, grabaciones y otros medios de
información, en virtud de resolución judicial.
El artículo 10.2 C.E. obliga a interpretar las normas de derecho interno sobre derechos
fundamentales, de conformidad con los tratados internacionales, y el 10.1 C.E. recoge la dignidad
de la persona.
El artículo 1.1 C.E. señala el principio del pluralismo, el 16.1 la libertad de conciencia y el
14 y 9.2 el principio de igualdad formal y material.
El artículo 149.27 C.E. establece la competencia exclusiva del Estado para dictar las
normas básicas del régimen prensa, radio y televisión.

II. PRINCIPIOS INFORMADORES.


II. 1. LAS LIBERTADES DE INFORMACIÓN Y EXPRESIÓN COMO GARANTÍAS
INSTITUCIONALES.

Son derechos fundamentales de los que son titulares todos los ciudadanos.
Destaca aquí el aspecto subjetivo de estos derechos, que están al servicio de la realización
de la persona.
El sujeto primario y originario de las libertades de expresión e información, no sólo en
sentido pasivo, como destinatario, sino también en sentido activo, es la colectividad misma y, en
última instancia, cada uno de sus miembros.

II. 2. PRIORIDAD EN CUANTO GARANTÍA INSTITUCIONAL, DEL DERECHO A


RECIBIR INFORMACIÓN VERAZ Y A CONOCER DIFERENTES OPINIONES SOBRE
LOS TEMAS DE INTERÉS GENERAL.
El sujeto primario y originario de las libertades de información y expresión, no sólo en
sentido pasivo como destinatario, sino también en sentido activo, es la colectividad misma y, en
última intancia, cada uno de sus miembros.
Estas libertades sólo constituyen garantía institucional, con los efectos de protección
reforzada de ella derivados, en la medida en que efectivamente su ejercicio contribuya al
aseguramiento del sistema democrático.

II. 3. VERACIDAD DE INFORMACIÓN.

Artículo 20.1.d) C.E.: Todos tienen derecho a recibir información veraz.


Sólo la trasmisión de informaciones veraces goza de protección constitucional.

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II. 4. PLURALISMO INTERNO Y EXTERNO DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN.

El pluralismo es uno de los valores superiores del ordenamiento democrático (Art. 1.1
C.E.) y elemento esencial del sistema democrático.
Poco importa que existan muchos medios de comunicación diferentes, si las opiniones e
informaciones desde ellos ofrecidas obedecen a una única ideología.

II. 5. NEUTRALIDAD E IMPARCIALIDAD IDEOLÓGICAS Y LA LAICIDAD EN LOS


MEDIOS DE COMUNICACIÓN.

Los medios de comunicación de titularidad privada están obligados por los principios de
tolerancia y pluralismo, y una “cierta” imparcialidad, pero no por los de neutralidad y laicidad.
Se trata de empresas ideológicas o de tendencia, caracterizadas por tres elementos:
1) Son consecuencia directa del pluralismo político y religioso.

2) Constituyen cauce de expresión de un derecho fundamental de su titular, sea éste


individual o colectivo.

3) Están destinadas directa o predominantemente a la pública difusión de una cierta


ideología, de ahí la importancia que en el desarrollo de una actividad empresarial tiene la fidelidad
a unos determinados principios ideológicos.

La laicidad es una característica y una actitud obligada del Estado, pero no de los
particulares con tal que se respete el pluralismo religioso y se tenga una actitud de respeto a otras
creencias religiosas:
1) Las empresas informativas privadas:
a) No sólo pueden tener "ideario" o principios editoriales como derecho implícito en el
derecho de creación de empresas informativas …
b) … Sino que deberán estar obligadas a hacerlos explícitos, de manera que el destinatario
de la información pudiera disponer de ese punto de referencia a la hora de valorar críticamente la
información y opiniones recibidas, cosa que hoy día no sucede.
2) La neutralidad ideológica y la laicidad, en cambio, sí obligan a los medios públicos de
comunicación.

II. 7. LAS NORMAS DE CONVIVENCIA DEMOCRÁTICAS Y EL RESPETO DE LOS


DERECHOS FUNDAMENTALES COMO LÍMITE Y CONTENIDO POSITIVO DE LAS
LIBERTADES DE INFORMACION Y EXPRESION.

El respeto a los derechos fundamentales de los demás, (por ejemplo el derecho a la vida,
el derecho al honor o la propia libertad de expresión de terceros), opera como límite a nuestros
propios derechos fundamentales, el que un derecho se califique como fundamental, no quiere
decir que sea ilimitado, pues fundamental no equivale a carente de límites.

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III. EL DERECHO A LA INFORMACIÓN.


III. 1. INTRODUCCIÓN.

El artículo 20.1.d) C.E., recoge los derechos a comunicar y recibir libremente información
veraz.
No son dos aspectos del mismo derecho, tal y como en ocasiones se ha afirmado,
colocando el derecho a recibir información veraz como un mero reflejo del derecho a comunciar
esa misma información. Muy al contrario, al menos en cuanto garantía institucional, es el primero
el que se justifica en el segundo.

III. 2. EL DERECHO A COMUNICAR NOTICIAS O A DIFUNDIR CONVICCIONES U


OPINIONES RELIGIOSAS Y NO RELIGIOSAS.
III. 2. A. LIBERTAD DE EXPRESIÓN DE LOS PERIODISTAS Y LIBERTAD DE
EMPRESA. LA CLÁUSULA DE CONCIENCIA.

Distinguiremos dos supuestos:

1) Medios públicos:
- Los principios de neutralidad y laicidad que deben informar la actividad de los medios
públicos de comunicación sujetan también a los periodistas que desde ellos ejercen sus labores
informativas.
- Duda: si en estos medios es posible el ejercicio de la cláusula de conciencia, pues la
cláusula se activa cuando se produce un cambio sustancial en la orientación ideológica del medio,
lo que teóricamente no cabe en los medios públicos, neutrales por definición.

2) Medios privados:
-La titularidad del derecho a establecer los principios editoriales no le otorga al empresario
un poder omnimodo sobre la orientación ideológica de su empresa.
- Consistiendo el trabajo del periodista en una actividad de contenido intelectual a través
de la cual se transmiten los principios editoriales de la empresa informativa, éstos y la libertad de
conciencia del informador deben ser armonizados, siempre que sea posible, de la manera que
mejor garantice la formación de una opinión pública libre y plural.
- No se debe olvidar, sin embargo, que existen medios de comunicación privados distintos
de los llamados "independientes": los pertenecientes a agrupaciones ideológicas o confesiones
religiosas, con una marcada orientación ideológica, marcadamente definida y cuya principal
finalidad es la de levantar adhesiones a la propia ideología o creencia por la vía del
convencimiento.
Estos medios no están obligados a la objetividad, ni a la imparcialidad, ni al pluralismo.
Ello implica una gran homogeneidad interna, como condición para la extensión externa de
la ideología o creencia.
Cláusula de conciencia: Es el derecho que asiste al periodista para rescindir
unilateralmente el contrato que le une a la empresa informativa con los mismos efectos que si ésta
fuera la que lo rescindiera (indemnización por despido improcedente), en el caso de que cambiara
sustancialmente la orientación informativa o la línea ideológica del medio de comunicación para
el que trabaja.

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Su fundamento está en:


1) La libertad de conciencia individual del periodista.

2) El pluralismo político, base de la formación de una opinión pública libre.


Sus titulares lo son sólo los profesionales de la información, que mantienen una relación
laboral estable con la empresa informativa, lo que implica
1) Regularidad:
a) En la actividad.
b) En la remuneración.
2) Realización de una actividad a la que es atribuible un contenido ideológico.

Supuestos de hecho que dan lugar al ejercicio de la cláusula: Es preciso que concurran dos
circunstancias:
1) Colisión entre los principios editoriales del medio de comunicación y la libertad de
conciencia del periodista.
2) Que de esa colisión se derive un menoscabo para el pluralismo interno del medio y, en
consecuencia, para la formación de una opinión pública plural y libre.

El supuesto de hecho por antonomasia es el cambio sustancial en la orientación ideológica


del medio de comunicación, pero a él son reconducibles otros:
1) Cambio ideológico sustancial en el seno de la empresa, exista o no cambio en la
dirección o en la titularidad del medio.

2) La L.O. reguladora de la cláusula de conciencia de los profesionales de la información


equipara al cambio ideológico sustancial el hecho de que la empresa traslade al profesional de la
información a otro medio de comunicación del mismo grupo que por su género o línea suponga
una ruptura patente con la orientación profesional del informador.

3) La Ley olvida el caso de utilización del trabajo realizado por el informador para ser
publicado en otro medio de orientación ideológica distinta de la de aquel para el que trabaja, sin
su consentimiento.

4) Podría asimilarse a un cambio sustancial en la orientación ideológica el obligar al


periodista a realizar un trabajo en contra de los principios deontológicos básicos de la profesión
periodística.

5) Debería asimismo asimilarse a la modificación unilateral, por parte de la dirección, de


la información u opinión elaborada por el periodista que pueda implicar una variación en la
orientación ideológica de la misma, siempre que no se modifique la firma del artículo.

6) Cualesquiera hechos que evidencien una pretensión empresarial de la que se deduzca


impedimento o limitación del pluralismo político y social en un Estado de Derecho.
El principal efecto que se deriva del ejercicio de la cláusula de conciencia es la rescisión
del contrato de trabajo por parte del informador, con una indemnización como mínimo igual a la
establecida para el despido improcedente.
Esta solución es insufiente para garantizar el pluralismo interno de los medios de
comunicación, porque en la actual situación del mercado laboral, el ejercicio de la cláusula puede

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suponer un grave sacrificio al periodista que pierde su trabajo, mientras que el empresario, por el
contrario, puede estar deshaciéndose de un redactor molesto.

III. 2. B. EL SECRETO PROFESIONAL.

Concepto: es el derecho a no revelar la identidad de sus fuentes de información a terceros,


ni a su empresa, ni a las autoridades públicas, ni siquiera las judiciales, salvo respecto a éste
último caso en ciertas ocasiones, en que sea necesario para prevenir delitos, o contribuir a su
esclarecimiento.
Se trata de un derecho fundamental, pero en ocasiones se ha dicho que es además un deber
jurídico del informador.
Con su reconocimiento se persigue la protección del derecho a recibir información veraz
por parte de los ciudadanos y, en definitiva, favorecer la formación de una opinión pública libre.
Titulares de este derecho lo son sólo los profesionales de la información.
Para dejar a salvo el contenido esencial del derecho, éste sólo se podrá limitar por
resolución judicial motivada, sólo para prevenir delitos contra la vida o contra la seguridad del
Estado democrático, y siempre, claro está, que previamente se hayan agotado todos los otros
recursos posibles para prevenir tales delitos.

III. 2. C. PARTICIPACIÓN DE LOS DEMÁS TITULARES DEL DERECHO DE


INFORMACIÓN, EN SU EJERCICIO.
III. 2. C. 1.- EL DERECHO DE RECTIFICACIÓN.

Concepto:1 es el derecho de toda persona natural o jurídica a que se rectifique la


información difundida por cualquier medio de comunicación social, de hechos que le aludan, que
considere inexactos, y cuya divulgación pueda causarle perjuicio.

Implica una obligación correlativa para el director del medio que haya publicado las
informaciones en cuestión que, en cuanto sujeto pasivo del derecho, deberá publicar íntegra y
gratuitamente el escrito de rectificación con relevancia semejante a la que se dió a la información
que se rectifica.

Objeto del derecho son los hechos publicados considerados inexactos por el titular del
derecho, siempre que le aludan y perjudiquen.

Fundamento:
1) El principio de participación de todos los ciudadanos en la vida política, económica,
cultural y social, que los poderes públicos deben facilitar por mandato del artículo 9.2 C.E.
2) El derecho a recibir información veraz.
3) El derecho al honor, (artículo 18 CE).

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Artículo 1 de la L.O. 2/1984, de 26 de marzo, del Derecho de Rectificación.
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III. 2. C. 2.- EL DERECHO DE ACCESO DE ASOCIACIONES IDEOLÓGICAS Y


RELIGIOSAS.

Concepto:2 es la facultad reconocida a los grupos sociales y políticos significativos, de


utilizar los medios de comunicación de titularidad pública para, en el ejercicio de sus libertades de
expresión e información, transmitir y difundir gratuitamente sus y ideas y sus doctrinas.

Este derecho actúa como corrector de las desigualdades, económicas o no, que
inevitablemente surgen en el ejercicio de las libertades de información y expresión.
En la base del derecho de acceso encontramos también el principio de igualdad, y no sólo
la igualdad formal del artículo 14 C.E., sino, sobre todo, la igualdad material del artículo 9.2 C.E.

Tanto el artículo 20.3 C.E. como el artículo 24 del Estatuto de R.T.V.E., atribuyen la
titularidad del derecho de acceso a los grupos, lo que quiere decir que implícitamente excluyen a
los individuos, pero no todos los grupos, sino sólo los que reúnan tres condiciones:
1) Que su naturaleza sea política o social:
a) Partidos políticos.
b) Asociaciones culturales, asistenciales, sindicales, profesionales, religiosas, etc.
2) Que esos grupos estén válidamente constituidos y gocen de personalidad jurídica en
cuanto a tales.
3) Que merezcan el calificativo de "significativos".
Distinguimos:
1) Grupos políticos:
Artículo 60 de la LOREG: No pueden contratarse espacios de publicidad electoral en los
medios de comunicación de titularidad pública ni en las emisoras de televisión privada. Durante la
campaña electoral los partidos, federaciones, coaliciones y agrupaciones que concurran a las
elecciones tienen derecho a espacios gratuitos de propaganda en las emisoras de televisión y de
radio de titularidad pública conforme a lo establecido en los artículos siguientes.
Artículo 61 de la LOREG: La distribución de espacios gratuitos para propaganda electoral
se hace atendiendo al número total de votos que obtuvo cada partido, federación o coalición en las
anteriores elecciones equivalentes.
Situaciones:
a) En períodos no electorales o de propaganda para la celebración de un referendum en sus
distintas modalidades:
- Se exige que sean grupos con representación parlamentaria.

b) En periodos de campaña electoral, el art. 64 de la L.O.R.E.G. establece una regulación


detallada:
- No es necesaria la representación parlamentaria.
- Basta que el grupo concurra a las elecciones presentando candidatos en más del 75% de
las circunscripciones comprendidas en el ámbito de difusión, e incluso si no cumplen ese requisito
tendrán derecho de acceso si en las anteriores elecciones equivalentes obtuvieron el 20% de los
votos de una Comunidad Autónoma (en cuyo caso la emisión se limitará al ámbito de esa
Comunidad).

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Artículo 20.3 C.E.
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- El art. 66 de la LOREG señala que el respeto al pluralismo político y social, así como a
la igualdad, proporcionalidad y la neutralidad informativa en la programación de los medios de
comunicación de titularidad pública en período electoral, serán garantizados por la organización
de dichos medios y su control previstos en las Leyes. Las decisiones de los órganos de
administración de los referidos medios en el indicado periodo electoral son recurribles ante la
Junta Electoral competente de conformidad con lo previsto en el artículo anterior y según el
procedimiento que la Junta Electoral Central disponga. Durante el periodo electoral las emisoras
de titularidad privada deberán respetar los principios de pluralismo e igualdad. Asimismo, en
dicho periodo, las televisiones privadas deberán respetar también los principios de
proporcionalidad y neutralidad informativa en los debates y entrevistas electorales así como en la
información relativa a la campaña electoral de acuerdo a las Instrucciones que, a tal efecto,
elabore la Junta Electoral competente.

- La Instrucción 1/2015, de 15 de Abril de la Junta Electoral Central, de modificación de


la Instrucción 4/2011, de 24 de marzo, de interpretación del artículo 66 de la Ley Orgánica de
Régimen Electoral General, sobre la consideración como grupo político significativo en los planes
de cobertura informativa de los medios públicos de comunicación, establece que se reconocerá la
condición de grupo político significativo a aquellas formaciones políticas concurrentes a las
elecciones de que se trate que, pese a no haberse presentado a las anteriores equivalentes o no
haber obtenido representación en ellas, con posterioridad, en recientes procesos electorales y en el
ámbito territorial del medio de difusión, hayan obtenido un número de votos igual o superior al 5
% de los votos válidos emitidos. En el caso de coaliciones electorales, éstas sólo podrán tener la
consideración de grupo político significativo cuando alguno de los partidos políticos que la
componen cumpla por sí solo lo dispuesto en el párrafo anterior. La cobertura informativa de las
candidaturas de formaciones políticas que no concurrieron a las anteriores elecciones equivalentes
o que no obtuvieron representación en ellas no podrá ser igual o superior a la dedicada a las que
vean reconocida la condición de grupo político significativo

2) Grupos religiosos:
Respecto a las confesiones religiosos, su significación se determina conforme a otros
criterios:
a) La L.O.L.R. En su artículo 7.1 habla del notorio arraigo:
1.- Evangélicos, judíos y musulmanes, que suscribieron los Acuerdos de 1992.
2.- Y además:
a) Mormones: 23 de abril de 2003
b) Testigos de Jehová: 29 de junio de 2006.
c) Budistas: 18 de octubre de 2007.
d) Ortodoxos: 15 de abril de 2010.
b) La doctrina ha señalado que basta esa condición para que la Confesión Religiosa en
cuestión goce del derecho de acceso, sin que sea exigible que además hayan celebrado acuerdo
previo con el Estado. No es legítimo subordinar el desarrollo de un derecho fundamental a un
acuerdo del Estado con la Confesión.
La C.E. se refiere como sujeto pasivo a los medios de comunicación social dependientes
del Estado, por lo que sólo los medios de titularidad estatal están obligados a conceder a los
grupos sociales y políticos significativos espacios para la difusión de sus ideas y opiniones, lo cual
escluye de su ámbito de aplicación a la prensa escrita.

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IV. EL CONTROL DEMOCRÁTICO DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN.


IV. 1. CONCEPTO:

El control democrático de los medios de comunicación puede ser definido como el


conjunto de potestades ejercidas por los poderes públicos o por los propios medios (autocontrol)
tanto para establecer, siempre dentro de determinados parámetros y principios constitucionales,
las condiciones en que debe desarrollarse la actividad de esos medios (control previo), como para
verificar que su actuación se desarrolla conforme a los referidos parámetros y principios (control
posterior).

IV. 2. EL CASO PARTICULAR DEL CONTROL DEMOCRÁTICO DE R.T.V.E.

La Ley 5/2017, de 19 de septiembre,3 modificó el artículo 10.1 de la Ley 17/2006, de 5 de


junio, de la radio y la televisión de titularidad estatal, en virtud del cual, El Consejo de
Administración de la Corporación RTVE estará compuesto por diez miembros, todos ellos
personas con suficiente cualificación y experiencia profesional, respetando el principio de
presencia equilibrada de mujeres y hombres en su composición, tal y como establece la Ley
Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres.
Asimismo, La Ley 5/2017, daba nueva redacción al art. 11 de la citada Ley 17/2006, en
virtud del cual, los miembros del Consejo de Administración serán elegidos por las Cortes
Generales, a razón de seis por el Congreso de los Diputados y cuatro por el Senado.
Los candidatos propuestos deberán comparecer previamente en audiencia pública en el
Congreso y el Senado, en la forma que reglamentariamente se determine, con el fin de que ambas
Cámaras puedan informarse de su idoneidad para el cargo. Su elección requerirá una mayoría de
dos tercios de la Cámara correspondiente.
El Congreso de los Diputados designará, de entre los diez consejeros electos, al que
desempeñará el cargo de Presidente de la Corporación RTVE y del Consejo. Tal designación
requerirá una mayoría de dos tercios de la Cámara.

Con anterioridad a la Ley 17/2006, de 5 de junio, de la Radio y la Televisión de


titularidad estatal, el Director General de RTVE, era nombrado por el Gobierno, estando en
excesiva dependencia del ejecutivo, algo muy criticado).
Además hay que tener en cuenta del papel desempeñado por la Comisión Mixta
Congreso-Senado de control parlamentario de la Corporación RTVE, que ejerce un control
externo sobre la actividades del Ente.
Es una Comisión de naturaleza Mixta Congreso-Senado.
No se trata de un control jurídico, sino político.
Es un control a posteriori, de naturaleza meramente informativa, sin capacidad
sancionadora o ejecutiva.

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BOE de 30 de septiembre de 2017.
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V. CONTENIDO Y LÍMITES DEL EJERCICIO DE LAS LIBERTADES DE EXPRESIÓN


E INFORMACIÓN.
V. 1. INTRODUCCIÓN.

Los derechos fundamentales no son ilimitados, como tampoco lo son los límites a los que
están sujetos.
La dignidad de la persona es, a decir del T.C., fundamento lógico y ontológico de todos los
derechos fundamentales, y es la persona, como radical libertad, el objetivo último de nuestro
ordenamiento jurídico.
Las libertades de expresión e información, no pueden perder nunca de vista que, sea
posible la realización libre y en libertad de cada persona individual, limitándose ese objetivo en la
medida en que lo requiere la libertad de los demás.

V. 2. CLASIFICACIÓN.

El artículo 20.4 C.E. establece:


4. Estas libertades tienen su límite en el respeto de los derechos reconocidos en este
Título, en los preceptos de las leyes que los desarrollen y, especialmente, en el derecho al honor, a
la intimidad, a la propia imagen y a la protección de la juventud y de la infancia.
A este catálogo cabe añadir :

1) Límites derivados del ejercicio de derechos fundamentales, entre los que merecen
especial mención:
a) Los derechos del artículo 18.1 C.E.
b) La libertad ideológica y religiosa del art. 16.1 C.E.

2) Los límites derivados de la salvaguarda de la seguridad pública:


a) Excepciones al principio general de publicidad: secreto judicial, secretos oficiales y
secreto parlamentario.
b) Limitaciones derivadas de los estados de excepción y sitio.
c) Limites derivados de las normas penales: especialmente de los delitos de apología del
terrorismo y del genocidio.

3) Límites derivados de la salvaguardia de la moralidad pública.

4) Límites derivados de la salvaguardia de la salud pública: normas penales que tipifican


como delito el ejercicio de las libertades de expresión e información cuando pone en peligro la
salud pública.

V. 3. TIPOLOGÍA.
V. 3. A. LOS DERECHOS FUNDAMENTALES DE LOS DEMÁS.
V. 3. A. 1.- LAS LIBERTADES IDEOLÓGICA Y RELIGIOSA.

Desde la perspectiva de la garantía del pluralismo y de la libertad de conciencia no tendría


sentido que el ejercicio de los derechos de libre expresión e información se extendiera aun a costa
de las libertades ideológica y religiosa.

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El ordenamiento penal otorga protección a las libertades ideológica en general y religiosa


en particular frente ataques de las libertades de expresión e información tipificando como delitos:
1) La provocación a la discriminación, al odio o a la violencia contra grupos o
asociaciones en relación con su ideología, religión o creencias.
2) La difusión de informaciones injuriosas sobre esos mismos grupos o asociaciones en
relación a su ideología, religión o creencias.
3) El escarnio público de los dogmas, creencias, ritos o miembros de las distintas
religiones, o de quienes no profesan creencia alguna.
4) Se califica como ilícita aquella asociación que promueva o incite a la discriminación, al
odio o la violencia contra personas, grupos o asociaciones, por razón de su ideología, religión o
creencias.
5) Especiales problemas plantea la interpretación del artículo XIV del Acuerdo entre el
Estado español y la Santa Sede sobre Enseñanza y Asuntos Culturales de 1979, que obliga al
Estado a velar para que sean respetados en sus medios de comunicación social los sentimientos
de los católicos, dado que:
a) El propio precepto subordina dicho mandato a los principios de libertad religiosa y de
libertad de expresión.
b) Una posible interpretación de esta norma en el sentido de que la actividad de los medios
públicos de comunicación debiera estar informada por ideas de inspiración católica chocaría
frontalmente con el principio de laicidad contenido en el artículo 16.3 C.E.

V. 3. A. 2.- LA PROTECCIÓN DE LA JUVENTUD Y DE LA INFANCIA.


Es una subespecie del anterior.
Esa especial protección encuentra fundamento en el derecho a la libre formación de la
conciencia.
Hay que entender el concepto de juventud e infancia referido a quienes no han cumplido
los 18 años, según el tenor del artículo 12 C.E.
Los supuestos en que se agrupa este límite se pueden clasificar en dos grandes grupos:

1) Aquellos en que el menor se contempla como objeto de la información, tales como:


a) La prohibición de obtención o difusión de imágenes de un menor que esté siendo
juzgado como presunto delincuente.
b) O la difusión de datos que pudieran facilitar su identificación.
... que pudieran provocar su aislamiento personal y familiar.

2) Aquellos en que el menor es el consumidor de la información: se protege al menor en


cuanto destinatario de ideas, opiniones o informaciones que pueden influir en la libre formación
de su conciencia y en el libre desarrollo de su personalidad:
a) Prohibición de publicidad de juguetes que inspiren situaciones susceptibles de inspirar
actuaciones violentas, injustas, insolidarias o antipedagógicas.
b) Normas reguladoras de los espectáculos violentos o pornográficos.

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V. 3. A. 3.- LOS DERECHOS AL HONOR, A LA INTIMIDAD PERSONAL Y FAMILIAR


Y A LA PROPIA IMAGEN.

Son los derechos que más frecuentemente colisionan.


El Tribunal Constitucional señala que al ser las libertades de expresión e información, en
cuanto garantías de la opinión pública libre, portadores de una carga colectiva de la que carecen
los derechos del artículo 18.1 C.E., las primeras adoptan una posición prevalente frente a los
segundos, que se sacrificarán en caso de conflicto:
1) S.T.C. 20/1990, de 15 de febrero, F.J. 4.
2) S.T.C. 159/1986, F.J. 8.
Pero para que los derechos del artículo 20.1.a) y d) C.E. actúen revestidos por el plus de
protección que implica su configuración como garantía institucional, es necesario que su ejercicio
se ajuste a unas condiciones determinadas.
Estas condiciones serían 3:

1) Interés general de las informaciones u opiniones:


- Se trata de un requisito exigible del:
a) Ejercicio de la libertad de expresión.
b) Ejercicio de la libertad de información.
- Si lo que justifica la prevalencia de un derecho con una vertiente institucional sobre un
derecho cuya naturalea se agota en su aspecto subjetivo personal, es la garantía del pluralismo
político y del propio sistema democrático, el sacrificio del derecho personal sólo es justificable en
tanto en cuanto vaya encaminado a conseguir esa finalidad.
- El interés general de una opinión o información puede encontrase en un doble plano:
a) El del objeto: materia sobre la que versa la información.
b) El del sujeto: persona a la que se refiere la información.
- Respecto al interés general de una información por razón del sujeto, el T.C. ha
establecido que se da especialmente cuando versa sobre personas públicas, aquellas en que existe
una cierta relevancia social en el ejercicio de sus actividades, contribuyendo en consecuencia las
circunstancias que les atañen a la formación de la opinión pública libre y plural.
No cualquier información sobre persona pública está revestida de interés general, sino sólo
aquellas que sirvan a los fines de la garantía institucional.
La satisfacción de la curiosidad de los ciudadanos sobre determinados asuntos de la vida
privada de los personajes públicos, que no afectan a sus actuaciones públicas y que en nada
contribuyen a la formación de la opinión pública, no puede en ingún caso justificar el sacrificio de
su derecho al honor, a la intimidad o a la propia imagen.

2) Veracidad de las informaciones.


- La veracidad es predicable cuando entre en juego la libertad de información, pero no
cuando entre en juego la libertad de expresión.
- La Constitución sólo reconoce el derecho a comunicar libremente información veraz.
- Esta exigencia de veracidad:
a) No se traduce en total adecuación a la verdad, no estamos en el caso de los fedatarios
ante “fedatarios públicos”.
b) Ni en la objetividad absoluta de las informaciones.

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c) Sino en un especial deber de diligencia del informador en la comprobación de la certeza


de la información. Este nivel alcanzará su máxima intensidad cuando la noticia que se divulga
pueda suponer un descrédito en la consideración de la persona a que se refiere.
- La exigencia de veracidad encuentra su fundamento en la trascendencia que tiene la
libertad de información para la formación de la opinión pública.
- El requisito de veracidad no es predicable de las opiniones, que serán más o menos
fundadas, pero no ciertas o falsas.

3) Exigencia de que las expresiones utilizadas sean adecuadas al contenido de la


noticia u opinión que se pretende difundir.
El tono de las expresiones utilizadas deberá ser apropiado para comunicar esas
informaciones o esas opiniones.
Las expresiones insultantes o vejatorias son innecesarias y no contribuyen a la formación
de una opinión pública libre.
No tienen que darse los tres en todo caso, eso depende de los términos del conflicto
planteado.

V. 3. B. EL LÍMITE DE LA MORAL PÚBLICA.

No se contempla expresamente en la Constitución.


El T.C. se ha apoyado en diferentes textos constitucionales sobre derechos humanos.
¿A qué se está haciendo alusión? No es fácil determinar:
a) Sería el mínimo ético acogido por el Derecho.
b) Pública, es expresión de la conciencia colectiva y, en ese sentido, forma parte de la
identidad del grupo.
c) En un ordenamiento como el nuestro, informado por el principio de laicidad, debe
interpretarse como una moral laica.

V. 3. C. LÍMITES DERIVADOS DE LA SEGURIDAD PÚBLICA.


V. 3. C. 1.- EXCEPCIONES AL PRINCIPIO GENERAL DE PUBLICIDAD.

1) Regla: La Constitución Española consagra el principio general de publicidad de las


actuaciones públicas:
a) Artículo 80: Cortes Generales.
b) Artículo 105: Gobierno y Administración Pública.
c) Artículo 120: Administración de Justicia.

2) Excepciones:
a) Secretos oficiales.
b) El secreto de las sesiones parlamentarias.
c) El secreto judicial.

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V. 3. C. 1.- A.- SECRETOS OFICIALES.

El artículo 105.b) C.E. establece el derecho de acceso de los ciudadanos a los archivos y
registros administrativos, salvo en lo que afecte a la seguridad y defensa del Estado, la
averiguación de los delitos y la intimidad de las personas.
La Ley 48/1978, de Secretos Oficiales, establece la posibilidad de que determinadas
materias que afecten a la seguridad y defensa del Estado puedan ser clasificadas como secretas o
reservadas.
El Código Penal de 1995 tipifica el delito de revelación de secretos oficiales, y en su
artículo 599.2 establece como circunstancia agravante la publicidad a través de medios de
comunicación social o por alguna otra vía que asegure su difusión.

V. 3. C. 1.- B.- SECRETO DE LAS SESIONES PARLAMENTARIAS.

Los Reglamentos del Congreso y del Senado establecen la posibilidad de que las sesiones
plenarias y las Comisiones sean secretas.
Caben tres categorías:

1) Sesiones y trabajos de Plenos y Comisiones que discutan asuntos relacionados con el


Estatuto del Diputado y del Senador.

2) Sesiones y trabajos de las Comisiones de Investigación, salvo que se trate de


comparecencias informativas que no versen sobre materias declaradas reservadas o secretas
conforme a la legislación vigente o sobre asuntos que coincidan con actuaciones judiciales que
hayan sido declaradas secretas.

3) Sesiones de Plenos y Comisiones cuyo secreto sea acordado por la mayoría absoluta de
sus miembros.
En la medida que los Diputados y los Senadores son los representantes de los ciudadanos,
sería recomendable exigir la máxima publicidad a sus actuaciones, con el fin de incentivar la
confianza de los representados en sus representantes.

Cierto es que ello no implica total y absoluta publicidad:


1) No es exigible la publicidad de aquellas sesiones que versen sobre asuntos de cuyo
general conocimiento pudiera derivarse un peligro para el Estado democrático.

2) O tampoco para los derechos fundamentales y muy especialmente la integridad física o


los derechos fundamentales del artículo 18.1 C.E.
De ahí que no se justifique el secreto de las sesiones que traten asuntos relacionados con el
Estatuto del Diputado o Senador (salvo que el asunto estuviera sometido a secreto judicial), que
sólo sería admisible en caso de que su celebracióin pudiera derivarse un daño para el derecho al
honor o a la intimidad personal y familiar de un parlamentario.

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V. 3. C. 1.- C.- SECRETO JUDICIAL.

El artículo 120.1 C.E. que establece el principio general de publicidad de los juicios,
guarda estrecha relación con el derecho fundamental a un proceso público, (Art. 24.2 C.E.).
Cabe la posibilidad de decretar el secreto de la fase sumarial o instrucción judicial para
facilitar el descubrimiento de un delito.

V. 3. C. 2.- SUSPENSIÓN DE LOS DERECHOS FUNDAMENTALES EN LOS ESTADOS


DE EXCEPCIÓN Y SITIO.

Dicha suspensión sólo puede ser decretada con la finalidad prevista, esto es, restaurar la
normalidad alterada por la situación de crisis.
La declaración del estado de excepción o de crisis supone una extraordinaria
concentración de poderes, por lo que sólo puede ser utilizada en defensa del orden constitucional
y no para su destrucción.
Decretados los estados de excepción, la autoridad gubernativa está habilitada:
1) Para suspender todo tipo de publicaciones, emisiones de radio y televisión,
proyecciones cinematográficas y representaciones teatrales.
2) Ordenar el secuestro de publicaciones.
Son por tanto los estados de excepción y sitio los únicos supuestos en que nuestro
ordenamiento admite la suspensión y el secuestro administrativos.
El fundamento legal de la suspensión de estos derechos está:
1) En los estados de excepción:
- En una grave alteración del libre ejercicio de los derechos y deberes de los ciudadanos, o
del normal funcionamiento de las instituciones democráticas, o del funcionamiento de los
servicios públicos esenciales para la comunidad, o de cualquier otro aspecto del orden público.
2) En los estados de sitio:
- Los actos de fuerza contra la soberanía o independencia de España, o contra su integridad
territorial, o contra el ordenamiento constitucional.

V. 3. C. 3.- LÍMITES DERIVADOS DE LA DEFENSA DEL ESTADO DEMOCRÁTICO


ESTABLECIDOS EN LAS NORMAS PENALES.

Se trata de conductas que, en el ejercicio legítimo de las libertades de expresión e


información, lejos de contribuir a la formación de una opinión pública libre, y al sostenimiento y
desarrollo del Estado democrático, tienden a lesionar este bien jurídico, serían:
1) Los delitos contra las instituciones del Estado.
2) Los delitos de provocación y apología del delito: apología del terrorismo y del
genocidio.
3) Los delitos que atenten contra la paz e independencia del Estado.

V. 3. D. LÍMITES DERIVADOS DE LA SALUD PÚBLICA.


Su fundamento está:
1) En el derecho a la vida.
2) En el derecho a la integridad física.
Ambos límites se apoyan en el artículo 15 C.E.

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