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Las prácticas agrícolas como herencia indígena y como identidad

El agricultor desbrozaba su pequeña parcela de maíz con reverencia, pues sabía que la
necesidad de quemar la tierra y roturarla era parte del modelo de su existencia, y que
la tarea solo debía hacerse en armonía con los dioses que habitaban la tierra y con los
árboles y las cosechas que iban a ser afectadas. La oración de los mayas, antes de
limpiar la tierra para plantar maíz, expresa este sentimiento intimo entre el labrador y
la tierra que usa:

“Oh dios, mío abuelo, mi abuela, dios de las colinas, dios de los valles, mi sagrado
dios. Así te hago mi ofrenda con toda mi alma.

Sé paciente conmigo y con lo que hago… Necesito que me des todo lo que voy a
sembrar aquí donde tengo mi trabajo, mi maizal.

Cuídamela, guárdamela, no dejes que nada le ocurra, desde el tiempo en que lo


siembro hasta que lo coseche”. (David Browning, 1975, pág. 33-33)

En las líneas anteriores el autor aborda una de las prácticas realizadas por los indígenas
antes de la llegada de los españoles a territorio del actual El Salvador. La principal
actividad productora de los antiguos pobladores era la agricultura, el maíz era el principal
grano en su dieta alimenticia. Para la época colonial debido a que este territorio carecía de
los recursos minerales como los de la Nueva España o el Virreinato del Perú, fue la
agricultura y la propiedad de la tierra el principal motor económico del Reino del
Guatemala. A la llegada de la época republicana a la provincia de San Salvador, se produjo
el nacimiento de una república agrícola, por un lado la producción de exportación y por el
otro la de subsistencia. En la actualidad El Salvador es un país que enfrenta problemas para
el desarrollo agrícola pero que cuenta con una larga tradición en el trabajo de la tierra.

Es por eso que en esta investigación se logró identificar un poco esa tradición agrícola por
parte de los entrevistados, esto es importante para conocer las maneras y el medio en que se
desarrolla esta importante labor productora. Adán Vásquez (2023) agricultor de Tacuba
habla sobre la influencia de la luna en las siembras:

Si prácticamente lo que es el ciclo de la luna sí, ese si siempre lo mantenemos desde


cómo nos lo han enseñado nuestros padres por decirle así, ya nuestros abuelos ellos si
tenían otro tipo de creencia, pero de igual manera ellos influyeron bastante para que
esas enseñanzas llegara a nuestros padres y ya eso nosotros lo ponemos en práctica,
esa enseñanza de los que es de nuestros padres a nosotros, eso sí lo mantenemos, ya
en lo que es el ciclo de la luna, ya cuando nosotros sabemos que va a empezar el
efecto de la luna tierna, ese efecto si nosotros lo mantenemos y decidimos no labrar la
tierra, sino hasta después de seis días ya de la luna. Por ejemplo cuando eh, se va a
sembrar por decirlo así, si se siembra en, luna tierna, prácticamente el maíz no nace,
tiene que estar por lo general, nuestros, ya nuestros padres ellos si decían que por lo
general tienen que tener un 11 de luna para poder empezar a trabajar o por decirlo así,
tiene que estar en una luna sazona prácticamente ya lista para llena, allí se puede
decir que el efecto de la luna si puede funcionar en lo que es el efecto del crecimiento
y el desarrollo de las plantas, así mismo funciona también, ya cuando es la
recolección de los cultivos, porque si el cultivo se recoge cuando la luna esta tierna, el
cultivo como le dijera, tanto el maíz como el frijol, cuando uno lo recoge se pica.

Para poder entender las creencias y prácticas que existen dentro de los datos recogidos en
las entrevistas primero entenderemos que es cosmovisión siendo esta: un sistema de ideas y
significados sobre el mundo y el universo así como de la espiritualidad, los mitos y todo lo
que rodea el imaginario de la una sociedad y una cultura. En este sentido los pueblos
indígenas tenían todo un sistema de creencias y ritos que estaban presentes en la vida
cotidiana. En este caso Adán Vásquez expresa que el uso del ciclo de la luna es herencia de
sus padres y abuelos. Él expresa que estas enseñanzas se remontan a las antiguas
civilizaciones prehispánicas y que aun en la actualidad ellos lo mantiene debido a que lo
toman como una verdad.

El uso del siclo de la luna en la agricultura es un elemento en común en los agricultores


entrevistados. Existe un consenso en cuanto a que esto es herencia indígena y que ellos si
guardan estas prácticas a pesar de la influencia de los métodos modernos. En la época
prehispánica la quema para tratar la maleza de la tierra a cultivar era una práctica implícita
en la actividad agrícola en la actualidad se observa que al menos para la región de
Ahuachapán Sur ya no se está implementando o que se está buscando que otros ya no
recurran a ella y en lugar de eso se guarde la maleza para fertilizante natural. Sobre esto
Rafael Soriano (2023) nos comenta:

Una de las cosas que el abuelo nos enseñó que eso lo que hace es erosionar más la
tierra, porque cuando llueve, una tierra cuando se le da fuego se quema, entonces el
agua que cae la lluvia, esa agua se va, no la absorbe, entonces, aparte de eso que la
tierra se va erosionando, va saliendo más piedra, y cada año esa tierra se va volviendo
más dura. En cambio, sí, por ejemplo yo ahí tengo una parte que sí hay basura,
entonces ahí sí la tierra, o sea aunque llueva, no le digo que no se va a lavar verdad,
pero sí va toda la tierrita ahí queda, y sí llueve y pasa unos 8 días sin llover, o sea hay
humedad por que la basura la mantiene.

Santos Martínez (2023) agricultor de Jujutla nos menciona:

Quizás en el caso, nuestra zona, es una zona agrícola lo que se a tratado bastante es de
no quemar, no quemar los rastrojos para que eso les sirva, cae una lluvia, se pueda
guardar la humedad.

Se tienen dos casos en cuanto a la práctica de la quema por un lado Rafael Soriano que
expresa que no realiza esta actividad por un consejo de su abuelo. Por el otro lado está el
Santos Martínez quien es líder de una ADESCO en el municipio de Jujutla expresa que
dentro de su comunidad se está llegando al consenso de no aplicar la práctica de la quema.
Al parecer en este último caso esta situación se viene desarrollando desde hace unos
cuantos años, debido a la toma de conciencia de la conservación den los recursos naturales.

En el caso de Tacuba la formación de una asociación de indígenas para el rescate de los


conocimientos ancestrales, la auto sostenibilidad y el uso de prácticas agrícolas que abonen
a la preservación de la naturaleza es parecido a la forma de organización de la comunidad
Kuna es Panamá. En el caso de este país hermano esta comunidad se dedican a sus labores
tanto agrícolas como de pesca para su consumo y para vender a extranjeros, sin alterar los
modos de vida de la comunidad (DEBORAH LEAL Y ÓSCAR BONILLA, 2005, pág. 27).
Volviendo a Tacuba Germán García (2023) nos comenta:
Yo si como de unos diez años empecé a trabajar esos cultivos y desde ese tiempo que
trabajamos eso, pero antes si se vía que se cosechaba mas poco porque casi no se le
echaba nada, a la fuerza la tierra y quemábamos la basura y con eso más pobre la
tierra y por eso es que poco producían. desde que vimos que hacía falta la basura, de
ahí se vio que daba más, antes todos quemaban para sembrar pero ahora ya se tiene
como unos 25 años que ya no se quema la basura, así que si vemos que da resultado.

Otra de las actividades que se desarrollan dentro de esta organización indígena es el uso de
abonos químicos, Francisco García (2023), nos explica:

Digamos que esta institución dijo, porque más antes hubieron muchas instituciones
que se manejaban así dándoles charlas de como poder trabajar la tierra. Pero no había
una responsable que dijera “vaya practiquémoslo”, el que quería lo hacía el que no,
no. venían de otros países a dar esos conocimientos, ya mencionaban lo de los abonos
orgánicos pero no lo agarrábamos en serio, hasta que hubo esta organización que sí lo
estamos practicando lo de los abonos y foliares orgánicos y vemos que sí porque yo el
año pasado no compre químicos solo me quede con el “bocache”, es una mesclase
que se hace y se le va a poner.

Existe una actualización de las prácticas ancestrales sobre la agricultura en cuanto a lo que
manifiesta la organización indígena de Tacuba. En la época prehispánica se practicaba la
quema pero actualmente esta organización ha dejado de hacerlo debido a los daños que esta
le ocasiona a la tierra.

En cuanto a la práctica del uso de abonos organicos, hay discrepancia por parte de los
miembros, Adolfo García Castro (2023), manifiesta:

Pues no, no pega igual le voy a ser sìncero no es igual vea. Porque, la mayoría de
gente que siembra sus milpas hay que ser uno honesto verdad, donde abonan solo son
químicos las milpas son buenísimas va. Buenísimas las, entonces el Bocache en el
primer año le ayuda porque le ayuda, pero lo bueno es el siguiente año, si yo por lo
menos hago uno con bocacho digamos para este en este año, se ve un poco el
resultado va porque le da color a la milpa y crece bonito verda, pero no es igual el
resultado como el siguiente año porque como ya la tierra queda abonada va para el
siguiente año, entonces ya el siguiente año ya se le ve la diferencia. Por lo menos yo
donde he retirado bocache digamos y he sembrado la milpa va con todo, bien
verdecita como sí que estuviera abonado. Y no está abonada pues, siento que lo que le
da levante es el siguiente año donde se tira bocache, porque desde que nace la milpita
ya va verdecita, verdecita vea.

El entrevistado expresa que no se producen los mismos resultados al utilizar los


fertilizantes químicos que los orgánicos. Se mencionó que esta es una dificultad para
integran a mas miembros a la organización debido a que muchos no quieren arriesgarse a
no usar abonos químicos.

Otra las expresiones que se mantienen en el caso de los agricultores que manifiestan una fe
cristiana es la forma de pedir el agua. Rafael Soriano nos habla al respecto:

Bueno lo que los enseñaron a nosotros es bueno, pero eso es siento que está, pero
aquí bueno en estos días muchos hermanos lo que hacemos es bañar la cruz, como en
mayo nosotros o todos los creyentes sembramos una cruz en nuestro hogar verdad y
la adornamos y él siempre nos decían ellos va, que si no llueve siempre hay que
echarle agua para que llueva, entonces eso sí se hace aquí en Guaymango hay muchos
que lo hacen en esta zona, eso es lo que hacemos.

Ana María Gómez habla de otra tradición:

Ah, vaya, hay una fíjese, que esto viene de generación en generación, y cuando no
llueve, hay un santo, San Martín de Porres, algo así, que corresponde a la iglesia
redonda, pero allí en San Martín está esa iglesia. Cuenta la leyenda que en un tiempo,
nuestros antepasados encontraron este, a este santo, allí por donde está esa iglesia,
pero por el lado de un río, en una cueva dicen; yo nunca he ido, yo vivo cerca pero
nunca he ido a ese lugar, solo he visto el santo y todo eso. Y como lo encontraron, lo
que hicieron es llevárselo para la iglesia, la parroquia de Jujutla, estuvo un gran
tiempo en la parroquia, pero dicen que el santo no le gustaba estar allí dice, no sé
cómo cuenta la leyenda que se venía, y todo eso; al final el padre que estuvo en ese
entonces dijo a construir la iglesia redonda, allí en San Martín y Larín, y la costumbre
que tenían nuestros abuelos, nuestros antepasados es que ese santo cuando no llovía,
lo prestaban de la parroquia de Jujutla y lo paseaban por toda la comunidad, lo
paseaban por todo Cauta Arriba, San Antonio, regresaban por Cauta Abajo, a modo
de venirse por esta calle de Guaymango y llevarlo de vuelta. Contaban nuestros
abuelos que antes solo lo sacaban y comenzaban aquellos grades aguajes, y el
mojándose el santo y los demás de la gente que lo andaban en la espalda, también
mojándose.

Se puede observar cómo se mesclan las dos tradiciones en cuanto a la actividad para pedir
el agua. Por un lado la prehispánica y por el otro la cristiana ya que se asocia, se pide agua
a un ser divino en este caso dios y se asocia la cruz y a santos católicos como los medio
para pedir el agua. Los informantes afirman que es una cuestión verídica, pero en el caso de
Guaymango que era una tradición compartida con Jujutla, esta se ha dejado de practicar. La
actividad de bañar la cruz no es algo que se haga en colectivo más bien en privado.

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