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El arquitecto y teórico de la educación estadounidense Clarence Perry (1872-1944) articuló una filosofía para

mantener vecindarios a escala humana en regiones urbanas modernas autocéntricas. Perry fue autor de “The
Neighborhood Unit”, volumen 7 del enorme Plan Regional de Nueva York y sus alrededores (1929). Resultó ser
una de las partes más influyentes del plan. Perry buscó crear comunidades funcionales, seguras y atractivas
para familias nucleares de ingresos medios y altos con niños. No prestó mucha atención a los hogares sin
niños ni a las comunidades de vecinos por motivos de raza, etnia u orientación sexual. Una escuela primaria y
parques infantiles ocuparían cinco acres en el centro de un barrio típico de entre 800 y 1.500 personas. La
escuela sería un verdadero centro comunitario que reuniría a las personas en una Asociación de Padres y
Maestros (PTA), clases de educación para adultos y eventos culturales, políticos, caritativos y deportivos,
además de educar a los niños. La mayor parte de la unidad del vecindario de Perry consistiría en casas
unifamiliares independientes. Propuso ubicar los negocios que prestan servicios al vecindario en el borde de la
unidad del vecindario para que los residentes del vecindario pudieran llegar a ellos en las calles interiores y a
través del tráfico en las arterias. Esta combinación generaría suficientes ventas para que los negocios sean
económicamente viables. Las arterias permitirían a los transeúntes moverse rápidamente sin alterar la unidad
vecinal cerrada. Las calles principalmente para residentes estarían en el interior diseñadas para que los niños
pudieran caminar a la escuela sin tener que cruzar calles concurridas. Los parques y los espacios abiertos
mejorarían la unidad del vecindario. Todo el diseño facilitaría la interacción humana basada en el lugar. Las
ideas de Perry resultaron enormemente influyentes en Estados Unidos y Europa. Resonaron en la Rusia
soviética y muchos países socialistas adaptaron las ideas de Perry.

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