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Las variedades lingüísticas

en la comunicación

La frontera (in)dómita
oral y escrita

Sobre el español de Graciela


Montes en la traducción

Graciela Villalba

I.E.S. en Lenguas Vivas “Juan Ramón Fernández”


Conicet

En el Chiribitil a nadie se le habría ocurrido hablar de “tú”,


como se hacía en los “libros para niños”.
Graciela Montes*

E
ste artículo presenta ción editorial se muestra fran-
resultados parciales de camente tuteante. Una de las
una investigación sobre hipótesis que la guían sostiene
el uso del español rioplatense en que ambas prácticas de la escri-
la traducción editorial argentina tura de la traducción (tuteante o
contemporánea, que busca in- voseante) se basan en –y son el
dagar en las razones que hacen basamento de– representaciones
que algunos textos sean tradu- sociales (sobre la traducción, el
cidos con elementos del español traductor, los géneros literarios)
de la Argentina (como el voseo y lingüísticas (sobre el español
* Testimonio de Graciela Montes en Gociol o los argentinismos), mientras de la Argentina, el español lla-
(2007). que el paradigma de la traduc- mado “neutro”, la norma de co-

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rrección o la lengua coloquial) sentido, Gideon Toury, al esbo- fundación de ALIJA o la revis-
(Jodelet 1989; Boyer 1990). Otra zar un terreno de los estudios de ta La Mancha) hasta el carácter
de las hipótesis sugiere que el traducción dedicado a las nor- atrevido de su proyecto estético
estatuto ancilar de la traducción mas, señala que “[u]n campo in- (explicitado en su producción
y el traductor respecto de los teresante de investigación será ensayística y materializado en
originales y sus autores afecta el comparativo: la naturaleza de la literaria), pasando por un nú-
la escritura de la traducción, so- las normas de traducción com- mero significativo de reconoci-
metiéndola a prácticas lingüís- parada con aquellas que rigen mientos nacionales e interna-
ticas menos creativas o lúdicas, todo tipo de producción textual cionales (premio Pregonero de
más distantes de los usos habi- no traductiva” (1999: 244). Honor de la Fundación El Libro,
tuales para un mismo género en De este modo, nos propone- Diploma al Mérito de la Funda-
textos escritos originalmente en mos realizar un análisis de las ción Konex, candidaturas al pre-
español, pero consideradas más características lingüísticas (en mio Hans Christian Andersen),
correctas o más adecuadas a las particular en lo que respecta a la mucho es lo que la convierte en
leyes del mercado. variación diatópica) de una serie protagonista indiscutida de la
Para poner a prueba ambas de textos originales y traducidos escena de la literatura argentina
hipótesis, consideramos per- de la escritora Graciela Montes, para niños y jóvenes.
tinente realizar un trabajo de estableciendo relaciones con sus Al observar esta trayecto-
comparación entre la escritura propios presupuestos estilísticos, ria inusual, podemos considerar
de originales y la escritura de explicitados en los ensayos re- que se encuentra al servicio de
traducciones en una serie de cogidos en La frontera indómi- una conceptualización central
autores de nuestro corpus, com- ta [LFI], para intentar poner de de su poética, lo que ella llama
puesto, entre otros, por textos manifiesto los vínculos que se “la frontera indómita”, un terri-
destinados al público infanto- establecen, en ambos grupos de torio donde coloca a la verda-
juvenil. En esta ocasión, nos textos, entre lenguaje, estética y dera literatura, una tercera zona
ocuparemos de la producción de mercado. entre el mundo subjetivo y el
Graciela Montes, dada la centra- objetivo, la zona no domestica-
lidad de su figura dentro de este Una escritora indómita da de las manifestaciones estéti-
campo. cas humanas.
Graciela Montes es una escrito-
Partimos de la base de que
ra, ensayista, editora y traduc- La frontera indómita de las pa-
el análisis comparativo con tex-
tora de heterogénea y prolífica labras incluye una gama muy
tos originalmente escritos en la
trayectoria que ha mantenido amplia de variantes, algunas
lengua a la que se traduce y per-
una coherencia estética e ideo- más canonizadas y prestigiosas
tenecientes al sistema literario
lógica poco habitual. Desde su que otras; las exploraciones go-
meta resulta imprescindible para
desempeño en editoriales auda- zosas del balbuceo durante la
establecer las características dis-
ces (Centro Editor de América primerísima infancia, la delibe-
tintivas del lenguaje utilizado
Latina, Libros del Quirquincho) rada y obsesiva reiteración de
en textos traducidos. En este
y proyectos ambiciosos (como la una sílaba sabrosa, los insultos

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rituales, las adivinanzas popula- cultura o, sencillamente, la de blemas. La facilidad y la fluidez1
res, los chistes o La Divina Co- la exploración y el juego, resul- son lo que manda. No hay tiem-
media de Dante. Es el lugar de tan francamente irritantes en po para tejidos exquisitos. [LFI:
los gestos, de los símbolos, de su estado cerril. Conveniente- 101 y 103]
los caprichos, de las marcas per- mente colonizadas, en cambio,
sonales, de los estilos (por eso pueden terminar por ser muy
Y propone, como modo de
de Buffon), y puede llegar a ser, útiles. [LFI, p. 59]
combatir la homogeneización,
o no, el lugar donde se instale
la resistencia –ética y política–
gran parte de lo que transita por
Aquí Montes muestra su de conservar, ampliar y volver
las aulas o por los programas de
preocupación específica por la más densos los espacios de es-
estudio, es decir la tradición he-
capacidad feroz del mercado de critura indómitos: “Resistencia.
redada, el acervo literario de la
homogeneizar los discursos, de Resistirse a que le limen a uno
humanidad, que viene a ser algo
volverlos regulares y fluidos, de las puntas. A volverse romo,
así como la frontera indómita de
despersonalizarlos o, también bovino, inofensivo. Defensa del
la especie, construida a fuerza
podemos decir, justamente, de propio territorio. Escribir mejor,
de decantaciones. [LFI, p. 53]
“desdiscursivizarlos”: de desdi- con costo personal, a fondo. Dar
bujar su “quién-cómo-dónde- sorpresas a los que esperan más
Dicha frontera es amenaza- cuándo-por qué”. Su posición de lo mismo”. [LFI: 105] Una re-
da de modo constante y peligro- ante el mercado, por lo tanto, es sistencia que, consideramos, ella
so, dice Montes, por tres “achi- categórica: efectivamente ha llevado a cabo,
cadores”: los fantasmas de la tanto en su obra, con un trabajo
Porque el mercado no es blando
escolarización, la frivolidad y el con el lenguaje obsesivo, com-
sino duro. Por debajo de la pro-
mercado. El más peligroso, y el plejo y lúdico, como en su labor
fusión y de la variedad aparen-
que aquí más nos interesa, por editorial, coordinando coleccio-
te, corren las reglas verdaderas
su poder sobre la factura formal nes memorables que sacudieron
de la rueda del consumo, que
de los textos, es el del mercado: la escena de la literatura para
no son muchas sino pocas, y
niños y jóvenes en Argentina.
Pero ni el fantasma tradicional muy severas. […] Es importante
de la escolarización ni el más entender esto para notar que,
Una escritura indómita, ¿una
novedoso fantasma de la fri- por debajo de la aparente mul-
traducción dómita?
volidad le llegan siquiera a los tiplicidad, hay unificación; por
talones al fantasma más temi- debajo de la aparente elección, En nuestro análisis compara-
ble y poderoso: el del mercado y rigor; por debajo de la variedad, tivo, centraremos la atención
su ley de rédito máximo: lo que homogeneización progresiva. en relevar tres usos concretos:
vende, manda. Para las leyes Clonación, en cierto modo. […] el uso de la segunda persona
del mercado, las fronteras ce- Nadie tiene tiempo para sentar- del singular, el uso de voces y
rriles, todas las fronteras, la de se a construir con cuidado una
la palabra, la del arte, la de la trama. Ni para meterse en pro- 1 Todos los resaltados del texto son
nuestros.

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modismos del español argenti- la mención de otros elementos laciones, traducciones (literarias
no y el uso de coloquialismos estilísticos pertinentes. y de ensayo), versiones de rela-
(limitamos el relevamiento a Asimismo, revisaremos la tos tradicionales (nacionales y
elementos léxicos por ser fácil- presencia de algunos de esos extranjeros), libros escolares y
mente cotejables con materiales elementos en los corpora lexi- textos de divulgación científica,
de referencia). Para el caso de la cográficos en línea de la RAE, histórica y cívica– que resulte
segunda persona del singular, CORDE (Corpus diacrónico del ilustrativo de las similitudes y
relevaremos por qué forma de español) y CREA (Corpus de disimilitudes que se pueden es-
pronombre personal (tú o vos) y referencia del español actual), tablecer en el plano diatópico
qué formas de conjugación ver- para verificar que usos conside- entre la escritura de sus tex-
bal (tuteantes, voseantes u ho- rados argentinos efectivamente tos literarios originales y la de
momorfas2) optan los textos. En no tengan apariciones en textos sus traducciones. Entendemos
el caso de las voces y modismos de otras latitudes.3 por “escritura” no solo los tex-
del español argentino, seguire- En cuanto al corpus, reali- tos originales de un autor sino
mos el criterio del Dicciona- zaremos un recorte dentro de la también los textos traducidos y
rio del habla de los argentinos abundante producción de la au- adaptados, en la medida en que
[DHA], de la Academia Argenti- tora –que abarca textos críticos, forman parte de su producción,
na de Letras, es decir, relevare- teóricos y literarios (dirigidos a circulan en las sociedades en
mos los usos contrastantes con su vez a lectores de diferentes que son gestados como parte
los peninsulares recogidos en el rangos etarios), estudios preli- del acervo literario y cumplen
Diccionario de la Real Academia minares y anotaciones, compi- una función dentro de su con-
Española [DRAE], que no nece- texto sociocultural (Even-Zohar
sariamente constituyen argenti- 1978). Así pues, trabajamos con
nismos (voces y expresiones de 3 Estas dos herramientas padecen el tres grupos de textos: originales,
problema de la desproporción entre las
uso exclusivo en nuestro país) muestras de textos de España y América, traducciones literarias (es decir,
y por tanto pueden hallarse en de modo que sólo consideraremos las exceptuando la traducción de La
estadísticas para observar la aparición
producciones de otros países la- concreta de los elementos analizados literatura para niños y jóvenes,
tinoamericanos. Para el caso de en países distintos a la Argentina, pero de Marc Soriano)4 y adaptacio-
no para hacer afirmaciones respecto
los coloquialismos, seguiremos de su frecuencia de uso. “En ‘los rasgos nes de relatos importados.
las clasificaciones de los men- generales de CREA’ se dice que la Entre los textos originales,
proporción de los textos es de 50% y
cionados diccionarios. Acom- 50%. Pero si un usuario curioso examina seleccionamos un conjunto de
pañaremos la descripción con con cuidado las estadísticas, descubrirá obras consagradas de la autora
que esta cifra no es precisa: hay
aproximadamente 84 millones de palabras representativo de la variedad de
procedentes de recursos españoles y 67 proyectos literarios de Montes
2 Tomamos este término del análisis millones hispanoamericanos, formando
realizado por Norma Carricaburo en El una proporción de 56% y 44%. En CORDE, dirigidos al público infantil y
voseo en la literatura argentina (1999). que es un caso especial, encontramos juvenil, desde la serie “Anita”,
Se refiere a las formas de conjugación aproximadamente 58 millones de palabras
verbal de segunda persona del singular textuales de Hispanoamérica y casi 237
válidas para los dos pronombres, como por millones de palabras textuales de España.”
ejemplo viniste (vos viniste o tú viniste). (Svacinová 2008). 4 Buenos Aires, Colihue, 1995.

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destinada a pre-lectores hasta muy dialogada conlleva un uso te fijás bien en este dibujo vas a
Otroso, destinado a adolescentes abundante de la segunda perso- ver que el chupete está colgado
(el listado y las referencias com- na del singular (como es el caso, solo del aire y que el bebé llora
pletas se encuentran al final). en particular, de las novelas y llora muy fuerte. Y, si mirás
Entre las adaptaciones, to- para adolescentes). En otros, un mejor, vas a ver que en el sue-
mamos las agrupadas en tres se- narrador omnisciente relata una lo hay unas chinelas con dibujo
ries de la colección “La mar de historia breve o describe una si- de osito. ¿Las viste? Bueno, es
cuentos”, dedicada a los grandes tuación exclusivamente en ter- Clarita, la Invisible”), para luego
conjuntos de relatos universales cera persona, como sucede en el continuar con el relato en terce-
de tradición popular, actualmen- caso de los textos para prelecto- ra persona, en un sugerente jue-
te en el sello Gramón-Colihue: res desde un año, como la serie go narrativo acerca del punto de
“Cuentos de la Mitología Grie- Anita o Y se voló el sombrero. vista y la invisibilidad (el narra-
ga”, “Caballeros de la Mesa Re- En el caso de la serie Fede- dor propone entender el punto
donda” e “Historias de la Biblia”. rico, destinada a la primera in- de vista de la niña que se vuelve
Entre las traducciones litera- fancia, el protagonista atraviesa invisible y guía al lector para
rias, consideramos las que hoy distintos conflictos que tienen que afine la mirada y descubra,
se encuentran disponibles para que ver con el crecimiento. Allí, método inductivo mediante, lo
la venta, todas ellas publicadas en los pocos casos en los que que a simple vista no se ve).
por la editorial Colihue: Ali- hay diálogos en segunda perso- En Historia de un amor exa-
cia en el país de las maravillas, na del singular, los personajes gerado, también se dirige al lec-
Cuando Alicia atravesó el espe- vosean (“Si viene el pis me avi- tor, pero incorporándolo a un
jo, Las aventuras de Huckleberry sás” [Federico se hizo pis, p. 10] conjunto de primeros lectores,
Finn y Los cuentos de Perrault o utilizan formas homomorfas tratándolo de ustedes. El libro
(Gramón-Colihue). (“Baltazar: mañana vuelvo. No comienza con “Queridos chicos:
me vayas a extrañar” [Federico Me dieron ganas de compartir
va a la escuela, p. 14]): un secreto con ustedes, por eso
La obra literaria
En Clarita se volvió invisible, les mando esta foto [reproducida
En lo que se refiere al primer no sólo se utiliza el voseo para el en la parte superior de la pági-
elemento que buscamos analizar trato entre los personajes dentro na]. Casi seguro que no me reco-
–el uso de la segunda persona del relato (“¿Qué hacés ahí des- nocen, así que los voy a ayudar:
del singular–, se puede obser- nuda, Clarita? Andá a ponerte el yo soy la gordita que está en el
var que en el conjunto de textos camisón que te vas a resfriar”), medio” y luego los personajes
originales de la autora se utiliza sino que también apela al lec- vosean (“—¿Qué decís? —chilló
abiertamente el voseo prono- tor-niño tratándolo de vos: así, Gualberto. —¿En qué hablás? —
minal y verbal, de acuerdo con por ejemplo, la narración utiliza rugió Damián).
las necesidades estilísticas que la tercera persona hasta que, en Hay dos casos, sin embar-
plantee cada relato. En algunos un cambio de párrafo, el narra- go, que contradicen estos usos
casos, una narración compleja y dor se dirige al interlocutor (“Si del voseo. En Cuatro calles y un

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problema y Valentín se parece (“Creí que no venías ya” [p. 57]) modo directo: “Había una vez un
a..., dos libros de la colección y en la segunda apelación se chico que se parecía a. Precisa-
“El barco de Vapor”, de la edi- utiliza una expresión sin verbo mente en esta página hemos de-
torial española SM, en su serie conjugado (“Suerte con el ra- cidido dibujarlo de espaldas para
“Primeros lectores”, las contra- toncito, Panchito” [p. 58]). Hacia evitar problemas. Si lo hubiése-
tapas rezan: “GRACIELA MON- el final del relato también se lee mos dibujado de frente, algunos
TES (Buenos Aires, Argentina) un leísmo (“y el doctor Ruiz le empezarían con que se parece a.
es una de las autoras para ni- dejó jugar con el agua” [p. 59])5, Y otros, con que se parece a. O
ños más conocidas de su país, indicio quizá del paso de un re- a. Y sería casi imposible que nos
donde ha publicado numerosos visor español en la versión final. pusiésemos de acuerdo” [p. 4].
libros”. Con ello se incluye ex- En Valentín se parece a... Así como el lector queda inclui-
presamente a la autora desde su se observan los mismos proce- do en un “algunos” impersonal
extranjería y la propia colección dimientos, al tiempo que existe del que puede o no hacerse cargo
presenta otros títulos de auto- un juego con el lenguaje y los (y ya no se lo interpela con un
res de otros países, valorando, parecidos (como antes con la in- vos dirigido a captar la complici-
en principio, la diversidad geo- visibilidad de Clarita y el punto dad inmediata de un compañero
gráfica. Sin embargo, en ambas de vista), pero con el lenguaje de juegos), del mismo modo el
obras se puede observar o bien estándar y sin apelar al lector de narrador decide poner de espal-
una neutralización del lenguaje das al personaje, para no verlo,
de Montes o bien una elección a la inversa de lo que sucede en
5 El Diccionario Panhispánico de Dudas
por parte de los editores de re- deja lugar a dudas sobre lo que considera Clarita, donde se devela lo invi-
correcto en este caso: “Los verbos
latos que ya carecían de marcas sible. Una bella metáfora –nos
hacer y dejar, cuando tienen sentido
locales. Estos dos textos no es- causativo, esto es, cuando significan, permitimos conjeturar– de las
tán localizados geográficamen- respectivamente, ‘obligar’ y ‘permitir’, dos posiciones respecto de la es-
siguen la misma estructura que los
te y presentan lo que conside- verbos de influencia: «verbo causativo critura que estamos observando:
ramos estrategias de evitación + complemento de persona + verbo una en la que el narrador toma
subordinado». Tanto hacer como dejar
del uso del voseo. En el primer tienden a construirse con complemento de la mano al lector para mos-
caso leemos “La ciudad de Pan- directo si el verbo subordinado es trarle una invisibilidad, mientras
intransitivo: «Él la hizo bajar a su estudio y le
chito” o “Nadó tanto que llegó mostró el cuadro» (Aguilera: Caricia [Méx. habla de vos; otra en la que el
al Uruguay” [p. 17] (sin saber 1983]); «Lo dejé hablar» (Azuela: Tamaño narrador explicita la decisión de
[Méx. 1973]); y tienden a construirse
desde dónde) o “Por suerte pasó con complemento indirecto cuando el invisibilizar a un personaje, para
por ahí una lancha que lo llevó segundo verbo es transitivo: «Alguien lo ocultar su identidad, mientras
ayudó a incorporarse, lo estimuló y hasta
de vuelta hasta el puerto de la le hizo tomar café» (Jiménez Emán: Tramas habla neutro.
ciudad” [p. 18] y solo hay dos [Ven. 1991]); «El alcaide de la cárcel le Los textos voseantes están
dejaba tocar el banjo todas las mañanas»
apelaciones al personaje niño: (Cela Cristo [Esp. 1988])”. En principio lo acompañados de una multitud
en la primera un médico utiliza consideraría incorrecto, al no tratarse el de coloquialismos, tanto en el
segundo verbo de un transitivo, pero los
un verbo conjugado en segun- dos “tienden a” no dan certeza acerca de habla de los personajes como en
da persona, pero es homomorfo cuál sería la norma preferida para el caso la voz del narrador, muchas ve-
del verbo dejar.

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ces de primera persona (“Mi tía revoleaba sus antenas enrula- serva, en manuales escolares del
Raquel siempre dice que ni mi das [...] [Betina, la máquina del área de lengua, que:
mamá ni yo tenemos la culpa de tiempo, p. 18]
[L]os rasgos propios de la va-
que mi papá gane una miseria”,
El primero de nosotros que con- riedad geográfica son interpre-
Tengo un monstruo en el bolsi-
siguió conchabo fue la Ñata, tados como formas coloquiales,
llo), pero también al adoptar la
como era de imaginar. [Aventu- propias del habla familiar. La
tercera (“Pero un día Nicolodo
ras y desventuras de Casiperro asociación entre registros in-
quiso viajar. Y, como los odos
del Hambre, p. 23] formales y variedad dialectal
hacen siempre lo que les da la
refuerza la representación que
gana, viajó” [Nicolodo viaja al
vincula la lengua popular con
País de la Cocina]; “La mujer Esta conjunción de voseo,
la oralidad y la lengua culta con
de don Pablo se pescó un resfrío voces argentinas y coloquialis-
las formas escritas. Esta oposi-
tan fuerte [...]” [Betina, la má- mos acompaña en los textos de
ción es parte de una represen-
quina del tiempo, p. 10]) e in- Montes a todo otro conjunto de
tación de la lengua en la Argen-
cluso en los textos predominan- recursos propios de la lengua
tina que, por un lado, relaciona
temente descriptivos (“¿Nunca coloquial (el uso de la primera
la lengua escrita con el modelo
vieron un sapo? Los sapos son persona, diminutivos y aumen-
escolar, el que debe ser enseña-
más bien rechonchos. Tienen tativos afectivos, apelaciones al
do y que es considerado correcto
una boca enorme y ojos en for- lector, repeticiones, onomato-
y, por otro, vincula la lengua oral
ma de globo. Saltan bien y sa- peyas, interjecciones, entre mu-
y los registros coloquiales (atra-
ben cazar moscas con la lengua” chos otros) y a la localización
vesados necesariamente por las
[Un sapo]). de numerosos relatos en espa-
marcas de la variedad regional)
En cuanto a las voces y ex- cios geográficos reconocibles,
con el desvío y la incorrección,
presiones argentinas, se encontró en especial en Florida, el barrio
que deben ser depurados en pos
una frecuencia mucho menor: de la autora. De este modo, el
de fijar y limpiar la lengua. Por
lector infiere que se trata de un
Además –siempre según mi tía otra parte, es práctica común
“texto argentino”, no tanto por
Raquel–, hizo lo peor que podría de la RAE y la correspondiente
la cantidad de argentinismos o
haber hecho: meterse a trabajar Academia Argentina de Letras,
de voces particulares del espa-
en ese Boliche Maldito. [Tengo tomar como ejemplos de uso
ñol rioplatense que se utilizan,
un monstruo en el bolsillo, p. 29] cotidiano de la lengua los em-
sino a raíz del voseo, de las refe-
pleos literarios del registro co-
Y la cosa no quedó en charcos, rencias geográficas, autobiográ-
loquial. La construcción de un
porque siguió lloviendo, y junto ficas y culturales, por un lado, y
“lenguaje argentino” a través de
al cordón de la vereda empe- por la asociación que establecen
la literatura, que tuvo su razón
zaron a correr riachos apura- los hablantes argentinos entre
estético-política a comienzos
dos [...]. [Betina, la máquina del habla coloquial y variedad dia-
del siglo XX, continúa como re-
tiempo, p. 6] lectal, por otro. En este sentido,
presentación transmitida a tra-
María López García (2010) ob-
Desde el patio [...] Betina [...] vés del aparato escolar.

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LV;
La obra adaptada la Mesa Redonda8 (Gociol 2007: los dos formatos, aunque sin ac-
Las series de la colección La 337-338). tualizar las ediciones.
Mar de Cuentos con las que Gramón-Colihue completa Los volúmenes de la colec-
trabajamos fueron preparadas esta última con otros cuatro re- ción presentan a los adaptado-
inicialmente para la colección latos9 y agrega otras seis series10, res e ilustradores con mención
Los Libritos del Centro Editor, de las que solo tomaremos, para en tapa, con la leyenda “Relato
del CEAL, y luego editadas por analizar junto con el corpus de de”, “Adaptación de” o “Versión
Gramón-Colihue a partir de traducciones, Los cuentos de Pe- de” y “Dibujos de”. Cuando se
1997. También a partir de ese rrault. Los títulos cuentan con trata de las traducciones de Pe-
año, la editorial La Página, en ilustraciones de Liliana Menén- rrault, en cambio, la mención
asociación con Odo/Gramón- dez y Oscar Saúl Rojas y fueron desaparece, invocando sola-
Colihue, publica una edición lanzados en dos formatos: fas- mente al autor. En el caso de Los
idéntica para ser distribuida cículos individuales de 32 pá- viajes de Gulliver, que también
con el diario Página/12. Se ginas, idénticos a los del CEAL tiene un autor mencionable (Jo-
trata de series de ocho peque- y los contemporáneos de Pági- nathan Swift), se nombra tanto
ños volúmenes (12x19 cm.) de na/12, y volúmenes colectivos al autor como a Rogelio Paredes,
32 páginas, concebidos para la de 256 páginas (un volumen por su traductor, pero con la fórmu-
venta en fascículos económi- cada serie), llamados La Mar de la “Adaptación de”. La diferencia
cos. Según el trabajo de catalo- Cuentos (Serie Mayor). Actual- con los cuentos de Perrault re-
gación que realizó el equipo de mente, la editorial comercializa side en que se presentan como
Judith Gociol para la Biblioteca traducción del “texto original”,
Nacional, el CEAL llegó a publi- 8 Arturo, el dueño de la espada, El con lo cual el papel de Graciela
car 20 títulos a partir de 1988, mago Merlín, Tristán e Isolda, El Montes es definido como el de
Caballero del León.
con la dirección de la propia traductora y no ya de adaptado-
9 Percival y el Caballero Rojo,
Montes: ocho títulos de la se- Lancelote, el caballero enamorado, La ra. Además, la traducción de los
rie Mitología Griega6, ocho de hija del rey, El misterio del Santo Grial. textos perraultianos no fue pen-
la serie Historias de la Biblia7 y 10 Las Mil y Una Noches (16 relatos, sada originalmente como parte
cuatro de la serie Caballeros de en adaptación de Graciela Montes e de aquella colección de 1988
ilustraciones de Liliana Menéndez),
Los Cuentos de Perrault (8 relatos, de adaptaciones infantiles del
en traducción de Graciela Montes e CEAL, sino que formó parte de
ilustraciones de Oscar Saúl Rojas),
Andanzas de Juan el Zorro (8 relatos, las traducciones de la Biblioteca
6 Jasón y los argonautas, Hércules,
en adaptación de Horacio Clemente e Básica Universal (2ª edición) con
el forzudo, El caballo de Troya, Teseo,
ilustraciones de Tabaré, 1999), Los Viajes
Ariadna y el Minotauro, Perseo, el matador el título Cuentos completos (nú-
de Gulliver (8 relatos, en adaptación
de monstruos, Las peleas de los dioses,
de Rogelio C. Paredes e ilustraciones mero 201, 1982).
Dédalo, el hombre que aprendió a volar, El
de Oscar Saúl Rojas, en el año 2000),
largo viaje de Ulises. A pesar de la ausencia del
Más Cuentos de la Mitología Griega (8
7 Adán y Eva en el paraíso, El arca de Noé, relatos, en adaptación de Graciela Montes nombre en tapa, el capital sim-
La torre de Babel, José, el que sabía leer e ilustraciones de Liliana Menéndez) y
los sueños, Moisés y el Faraón de Egipto, Fábulas de Esopo (8 relatos, en adaptación bólico de la autora no deja de
Sansón y Dalila, David y Goliat, Salomón, de Heber Cardoso e ilustraciones de María pesar en el aparato paratextual
el juez más justo. Giuffra, 2001).

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–mención en la presentación quizá no nos diría nada nuevo utilizan exclusivamente formas
y la contratapa– y comercial en cuanto al estatuto del tra- homomorfas y ninguno tutea,
–página web, reseñas–, que no ductor respecto del autor, puesto salvo un error en Lancelote, el
omite señalar que se trata de que es bien conocida la práctica caballero enamorado, donde
una traducción “de escritor” y extendida de no colocar el nom- Lancelote, que vosea en el resto
no de una traducción de simple bre del traductor en tapa (salvo de los diálogos, dice en la pá-
traductor. Así puede leerse en que se trate de un traductor-es- gina 26: “Vengo por mi reina y
las reseñas de Roberto Sotelo y critor y que además la editorial mi señora y te destrozaré si no
Ariel Saidón, publicadas en las considere que con ello se presti- quieres dármela”, sin que haya
revistas Imaginaria y Planetario, gia la publicación), pero sí el de en el relato ninguna causa para
respectivamente: los adaptadores (con un estatuto el cambio de conjugación.12 Los
más cercano al de la autoría). tres relatos que solo contienen
Las versiones originales de Pe-
Sin embargo, el gesto se formas verbales homomorfas re-
rrault fueron traducidas por la
vuelve elocuente al observar lo curren escasamente al diálogo y
escritora Graciela Montes y, de
que sucede dentro de los vo- a la segunda persona del singu-
esta manera, los relatos “sue-
lúmenes a cargo de Graciela lar (una o dos en cada caso) y
nan” más familiares a nuestros
Montes: los personajes de las poseen los mismos rasgos esti-
oídos argentinos que las edicio-
adaptaciones vosean y los de lísticos que los demás, de modo
nes españolas precedentes. (So-
las traducciones tutean... Y esto que se los puede considerar par-
telo 1999)
nos sirve a nosotros para esta- te de un conjunto voseante.
Graciela Montes reúne y re- blecer una correlación entre los El relevamiento de voces y
nueva cuentos conocidos y tra- aspectos “autoral” y “dialectal” expresiones del habla argenti-
dicionales del célebre Charles y fortalecer nuestra segunda na y de coloquialismos pone de
Perrault [...]. La traducción de hipótesis: cuanto más estable- manifiesto un uso muy limitado
Montes acerca a los chicos a cido está el plano autoral, más de estos elementos (el promedio
las versiones originales, ya que libertad de escritura y libre op- no supera uno por relato; ver ta-
normalmente circulan reelabo- ción por la variedad lingüísti- bla en página siguiente).
radas. [...] El encanto de estas ca; cuanto más cercano al pla- Así como la obra litera-
narraciones reside en volver a no traductivo, más limitaciones ria original de Graciela Montes
leerlas. Aún con el peso de ha- de escritura y adecuación a los está anclada en el habla colo-
ber transitado y polemizado la usos elegidos o alentados por el quial, estos relatos adaptados se
historia de la literatura infantil, campo editorial. construyen en torno a recursos
nos vuelven a deleitar. (Saidón De los 24 fascículos rele- de la literatura oral (Ong 1987).
2000a) vados, 21 tienen al menos una No solo recuperan componentes
forma de voseo explícito, tres11
El hecho de que en La Mar
12 Difícilmente sea este un error
de Cuentos se mencione en tapa 11 El misterio del Santo Grial [p. 15], inmotivado: gracias a la tradición
al adaptador y no al traductor Tristán e Isolda [p. 8] y El caballero del traductora existe un largo pasado de
León [pp. 16 y 20]. héroes literarios tuteantes.

50
LV;
tradicionales que provienen de entonces, aparece en el marco es que...”, “Bueno,...”, “Lo cierto
su pasado oral, como las repe- de este objetivo global. es que”, “Cuentan los hebreos”.
ticiones estructurales, las agru- Mencionamos a continua- “Esta historia que vamos a con-
paciones numéricas formulares ción algunos pocos ejemplos de tar acá” [José p. 6].
(las siete plagas de Egipto, los estos recursos, que se repiten
Reflexiones metanarrativas:
doce trabajos de Hércules) o la abundantemente a lo largo de
“Pero es inútil que trate de
densidad de los personajes,13 los distintos relatos:
contarles todo lo que tenía que
sino que constituyen la princi-
Apelaciones al lector: “como meter Noé adentro del arca, ni
pal estrategia narrativa elegida
se podrán ustedes imaginar” diez hojas me alcanzarían” [Noé,
para captar la atención del pú-
[La hija del rey, p. 5]; “Ustedes p. 11]; “Es una casualidad muy
blico infantil. La coloquialidad,
se preguntarán” [Jasón, p. 20]; grande que Lunita e Yvain se
“tal vez ustedes no sepan tanto hayan encontrado —ya lo sé—,
13 “Las personalidades incoloras no acerca de Medusa como Perseo” pero de casualidades así están
pueden sobrevivir a la mnemotécnica [Perseo, p. 8]. hechos los cuentos” [Caballero
oral. A fin de asegurar el peso y
León, p. 16].
la calidad de notables, las figuras Organizadores del relato: “Y
heroicas tienden a ser genéricas: el
así fue...”, “Resulta (ser) que”, Léxico recurrente a lo largo de
sabio Néstor, el aguerrido Aquiles, el
astuto Odiseo [...]” (Ong 1987: 74). “Ahí fue cuando”, “La cuestión los relatos: “atareado(s)”, “to-

Coloquialismos Voces argentinas


a un tris [Arturo, p. 7; Troya, p. 6] Andá, nomás [Percival, p. 19]
avispado [Salomón, p.14] atado como un matambre [Sansón, p. 11]
bajarles los humos [Babel, p.15] cañadón [Lancelote, p. 22]
canturreando [Percival, p. 6] revolear [David y Goliat, p. 29]
chamuscado [Merlín, p. 26] un momentito nomás [Hércules, p. 28]
charla [Adán y Eva, p. 18]
compinche [Caballero del León, p. 22]
cortar por lo sano [Perseo, p. 5]
meter la pata [Salomón, pp. 8 y 11]
orondos [David y Goliat, p. 5]
peliagudo [Moisés, p. 22]
sabihondo [Adán y Eva, p. 20]
tomar el pelo [José, p. 8]
un montón de [Dédalo, p. 5; Percival, p. 22]

51
LV;
dos”, “tan”, “tanto”, “mucho”, p. 27]; “No hay en toda la Biblia dad que no sea la propia, rom-
“muchísimo”, “rabia” (“rabia ne- una historia más llena de magia pería la ilusión de inmediatez,
gra”, “una rabia bárbara”, “tanta y de maravillas” [Moisés, p. 5]. de relato presencial, de traer
rabia”, “rojo de rabia”), “al fin el pasado al presente concreto
Expresiones fijas: “Dicho y he-
de cuentas”, “rugir”, “el asunto”, (Ong 1987), quebraría la volun-
cho”, “¡Para qué!”, “A mi juego
“enorme”. tad del narrador de acercar el
me llamaron” [Arturo, p. 21];
relato al niño. El tuteo estaría
Aclaraciones del narrador: “había más reyes que flores en
remitiendo, así, a la literatura
“Quince años era una edad ade- el campo” [La hija del rey, p. 5].
canónica escrita.
cuada para que una doncella
Reflexiones metalingüísticas: “Y Atribuimos también este
medieval se casase” [La hija del
así fue como se salvó Moisés, tipo de escritura a la circula-
rey, p. 14]; “así eran algunos
lo cual es una verdadera suerte ción amplia (a través de la ven-
amores en esos tiempos” [Lan-
porque, si no se hubiese salvado, ta en fascículos) para la que fue
celote, p. 10]; “—¿Y quién va a
no podríamos ahora contar esta diagramada la colección y a su
ganar? —preguntó el rey (era un
historia y tampoco llamaríamos origen tradicional, ya que los
apostador empedernido).” [Mer-
‘moisés’ a las canastitas en las relatos carecen de “autor” –en
lín, p. 22]; “una promesa rota es
que ponen a los recién nacidos” su sentido más romántico– y,
una promesa rota” [Caballero
[Moisés, p. 8]. por ende, aportan un material
León, p. 25]; “Era una mañana
maleable y abierto a reformula-
de primavera, de esas en que uno Actualizaciones: “tampoco dijo
ciones, donde solo se debe con-
siente deseos muy fuertes de que esas eran puras fantasías
servar la matriz del relato. El
respirar hondo” [Percival, p. 6]. y cosas de chicos, como diría
estilo de la colección se inscribe
cualquier adulto de hoy, porque
Aumentativos: “gigantón”, “gran- asimismo en una tradición de
en esos tiempos los dragones
dote”. adaptaciones iniciada décadas
eran cosas muy serias y nadie
antes en otra colección surgida
Superlativos absolutos: “poqui- podía reírse de ellos” [Merlín, p.
bajo la órbita de Boris Spiva-
tísimo”, “intrigadísima”, “her- 17]; “Pero, claro está, a los de-
cow, Los Cuentos de Polidoro,
mosísimo”, “rarísimo”, “muchí- más hermanos –como también
de fines de la década del sesen-
simo”. suele suceder en las familias–
ta, pero con varias reediciones
no les hacía ninguna gracia que
Superlativos relativos + marca- que la vuelven actual.
José fuese el favorito y, poco a
ción temporal: “Era la espada
poco, le fueron tomando rabia”
más hermosa y más brillante que La obra traducida
[José, p. 7].
se haya visto nunca” [Arturo, p. Al contrario de lo que sucede en
30]; “el más grande y glorioso los dos grupos de corpus ante-
monarca de todos los tiempos” El uso del voseo, entonces, riores, las cuatro traducciones
[La hija del rey, p. 5]; “el amor se puede relacionar con esta con las que trabajamos optan
más intenso que se conoció en impronta oral: no se puede con- por la forma tú, en consonancia
la Edad Media” [Tristán e Isolda, tar una historia en una varie- con el paradigma de traducción

52
LV;
vigente en Argentina, que tam- nes (“Bueno, ...”, “así que”, “La flaca y con anteojitos que se
bién siguen en términos genera- cuestión es que”), el resultado había venido a vivir con ella, se
les. Así, en la dos Alicias y en es que en esos tramos el tex- puso con la cartilla: quería ense-
Los cuentos de Perrault el uso de to da la impresión de ser una ñarme a leer a toda costa. Estu-
la lengua coloquial no difiere de traducción voseante14 y que, vimos trabajando bastante duro
la propuesta estilística de cada por tanto, contradice no solo el una hora, y entonces la viuda le
uno de los textos (asociada a al- mandato de tutear sino también dijo que se lo tomase con calma.
gunos elementos de la literatura el mandato de invisibilidad de Yo ya no podía aguantar más.
popular, en el caso de Perrault, la traducción que este uso trae Después pasó otra hora, que
y a algunos elementos del habla aparejado: fue aburridísima, y yo ya no me
infantil, en el caso de Carroll), podía quedar más quieto. La se-
Su hermana, la señorita Watson,
predomina la lengua estándar ñorita Watson decía “No pongas
que era una solterona más bien
y hay pocos casos de léxico ar- los pies ahí, Huckleberry”, y “No
gentino (como la recurrencia de te desparrames así, Hucklebe-
“nomás”) y de coloquialismos. 14 De una serie de entrevistas rry... hay que sentarse derecho”,
Ahora bien, en el caso de exploratorias que realizamos con y al ratito nomás decía “No te
hablantes argentinos, extranjeros y
Las aventuras de Hucleberry quedes ahí con la boca abierta,
traductores sobre un recorte de los
Finn, se encuentran extensí- textos en análisis (que describiremos Huckleberry. No te despereces,
simos tramos (decenas de pá- más extensamente en otra parte), Huckleberry.” [pp. 11-12]
surge que, aleatoriamente, algunos de
ginas) donde no aparece una
los entrevistados los consideran textos
sola forma tuteante y donde la tuteantes, y otros, voseantes, pero
segunda persona del singular alegan las mismas razones para dar Los propios Twain y Montes
respuestas diferentes: un mismo texto
se expresa con formas homo- echan luz sobre este hecho. Al
puede ser considerado traducción por
morfas. Si a esto se le suma el un entrevistado y original por otro, inicio de la novela, el autor pre-
hecho de que aparecen voces al tiempo que la fundamentación de senta una “Nota aclaratoria”:
su respuesta versa sobre el mismo
del habla argentina (“nomás”,
argumento (porque “fluye” o porque En este libro se usan una serie
“boliche”, “felpear”, “Opa”, “ca- “no fluye”; porque “hablan como
de dialectos, a saber: el dialecto
ñada”, “flor de desbande”, “flor nosotros” o porque “no hablan como
nosotros”), confirmando en principio negro de Missouri; las variantes
de negocio”), que hay un uso
la idea de en los textos traducidos más alejadas del dialecto que se
abundante de coloquialismos argentinos hay una oscilación y una
habla en los bosques del sudoes-
–que los hablantes asocian al tensión entre prácticas de escritura
tuteantes y voseantes. Asimismo, los te; el dialecto más difundido en
habla dialectal– (“un montón
entrevistados extranjeros también el condado de Pike, y cuatro va-
de”, “piropo”, “piropear”, “cha- perciben las traducciones de Montes
riantes de este último. Los mati-
veta”) y que se recurre a mu- como textos originales propios, es decir
que no las consideran, en una primera ces no son casuales o azarosos,
chos de los mismos elementos
lectura, ni traducciones ni argentinas, sino deliberados y basados en un
léxicos (como los superlativos con lo cual se refuerza la hipótesis de
conocimiento confiable y en el
absolutos) y gramaticales que que los hablantes argentinos asimilan
lo coloquial a lo dialectal. contacto personal y directo con
relevamos en las adaptacio-
todas estas formas de habla.

53
LV;
Aclaro esto ya que tal vez haya consciente y deliberada por par- primera colección para niños
lectores que imaginen que todos te del traductor: que dirigiera Graciela Montes,
los personajes están tratando de a nadie se le habría ocurrido
Si bien en la operación de tra-
hablar en el mismo idioma sin hablar de tú, como se hacía en
ducción efectuada por un agen-
lograrlo.* [AHF, p. 7] los “libros para niños”. El uso
te se ejerce un poder, se trata de
del tuteo –queda claro– remite
un poder que sólo en apariencia
A lo que Montes agrega: a una práctica anquilosada y
puede ser interpretado como
de corte didáctico asociada a la
*No he intentado imitar, en es- teleológico. Activamente some-
literatura para niños, conside-
pañol, la rica variedad dialectal tido a la doxa en vigor dentro
rada “menor”. En la concepción
a que alude el autor; llevaría a de un campo específico, el tra-
de Montes, la escritura “mayor”
resultados grotescos. Me esforcé, ductor es el agente dinámico y
vosea y cambia de estatuto con
sí, por reflejar del mejor modo el operador práctico de la cons-
la intervención de los autores
posible el matiz social mediante trucción de lo real en el campo
que surgen en la década del se-
un giro o una palabra más sabro- y su acción está lejos de ser de-
tenta. De hecho, ese es uno de
sa. (N. de la T.) [AHF, p. 7] liberada (Gouanvic 2000: 268).15
sus papeles como agente más
destacados por el campo de
Esta nota de traducción re- Volvamos a la frase del la literatura infantil y juvenil:
sulta muy interesante: aclara epígrafe: en el Chiribitil, la “En su paso por distintas edito-
la estrategia global de escritu- riales –afirma Saidón (2000b)–
ra, dejando entrever que la va- dirigió diversas colecciones y
15 La traducción es nuestra. Aquí
riación diatópica del texto será promovió el desarrollo de una
Gouanvic retoma los señalamientos de
sustituida por variación dias- Bourdieu a la noción de estrategia: “Una literatura local y con lenguaje
trática (pero a través de la va- vez más debo insistir en el hecho de que rioplatense”. En esos mismos
el principio de las estrategias filosóficas (o
riación diafásica, como se pudo literarias, etc.) no es el cálculo cínico, la años, trabajando para la misma
observar en el texto). La confu- búsqueda inconsciente de la maximización editorial, con los mismos fines
de la ganancia específica, sino una
sión se da en un doble sentido: relación inconsciente entre un habitus y comerciales y para un mismo
cuando sustituye expresiones un campo. Las estrategias de las que hablo público, Graciela Montes tra-
son acciones objetivamente orientadas
dialectales por expresiones co- respecto de fines que pueden no ser los duce de tú. Años después vuel-
loquiales y cuando utiliza ele- fines subjetivamente perseguidos. Y la ve a publicar sus traducciones
teoría del habitus apunta a fundar la
mentos dialectales (censurados posibilidad de una ciencia de las prácticas y adaptaciones con la misma
en principio para la práctica de que escapen a la alternativa del finalismo lógica: traducciones tutean-
y el mecanismo. [...] El habitus, sistema
la traducción) dentro de una es- de disposiciones adquiridas a través del tes y adaptaciones voseantes
trategia global coloquial. aprendizaje implícito o explícito que (incluso cuando pertenezcan a
funciona como un sistema de esquemas
Por supuesto que, como generadores, es generador de estrategias una misma colección).
señala Jean-Marc Gouanvic que pueden ser adecuadas a los intereses Lo que buscamos no es seña-
objetivos de sus autores sin haber sido
(2000), al hablar de estrategias expresamente concebidas para tal fin” lar prescriptivamente un quiebre
no nos referimos a una práctica (Bourdieu 1984: 114). [La traducción es o una fisura en las prácticas de
nuestra]

54
LV;
escritura de Montes, sino de- sobre el estatuto devaluado de la (1995) Aventuras y desventuras de
mostrar que, si una escritora con traducción, en la medida en que Casiperro del Hambre. Buenos Aires:
tal versatilidad para adaptarse – queda demostrado que Mon- Colihue.
porque conoce en profundidad tes planta batalla dialectal des- (1995) Betina, la máquina del tiempo.
sus reglas– a diferentes géneros, de la posición de autora (donde Buenos Aires: Gramón-Colihue.
temáticas, formatos y rangos está autorizada y se siente más (1996) Cuatro calles y un problema.
etarios y con una postura tan fuerte) y no desde la posición de Madrid: SM.
clara, en sus obras y su ensa- traductora. Para decirlo con sus
yística, respecto del lenguaje propias metáforas: resiste los
Obra traducida por Graciela
y el mercado, adopta esta mo- embates del mercado y la escola-
Montes
dalidad, es porque está respon- rización contra la frontera indó-
diendo a una práctica instalada, mita desde la escritura autoral, Carroll, Lewis (1997): Cuando Alicia atra-
socialmente normada y natura- pero no llega a problematizar vesó el espejo. Buenos Aires: Colihue.
lizada (que sostiene que en Ar- algunos territorios tradicionales Carroll, Lewis (2009 [1997]): Alicia en
gentina la traducción literaria se de la traducción, donde no logra el País de las Maravillas. Buenos Aires:
escribe tuteando). “dar sorpresas a los que esperan Colihue.
En este marco, entonces, más de lo mismo”. Perrault, Charles (1999): Los cuentos de
nuestro análisis permite afirmar Perrault, Buenos Aires: Colihue. Incluye:
que en los textos de Montes hay La Bella Durmiente del bosque; Caperucita
usos marcadamente diferentes Roja – Las hadas; Barba Azul; El Gato con
a nivel diatópico según se trate B i b l i o g r a f í a botas – Los deseos ridículos; Cenicienta;
de textos originales de edición Fuentes citadas Riquete el del Copete; Pulgarcito; Piel de
nacional, de textos originales de Asno.
Obra literaria de Graciela Montes
edición española, de adaptacio- Twain, Mark (2008 [1997]): Las aventuras
nes o de traducciones, y según (1977) Nicolodo viaja al País de la Cocina. de Huckleberry Finn. Buenos Aires: Colihue.
al menos dos determinaciones: Buenos Aires: CEAL.
la primera concierne a la auto- (1984) Serie Federico Crece. Buenos Aires:
Obra adaptada por Graciela
ría del texto (cuanto menos “au- Kapelusz.
Montes
tora” del texto aparece, más se (1984) Un sapo. Buenos Aires: Kapelusz.
desdibujan los rasgos dialectales (1987) Historia de un amor exagerado. Colección La Mar de Cuentos (Buenos
y se pierde el voseo) y la segun- Buenos Aires: Gramón-Colihue. Aires: Gramón-Colihue, 1997):
da a la distribución comercial (1988) Serie Anita. Buenos Aires, Libros del Serie Mitología Griega: Jasón y los
(mayor neutralidad en las obras Quirquincho. argonautas, Hércules, el forzudo, El
publicadas en España, ya sea por (1988) Tengo un monstruo en el bolsillo. caballo de Troya, Teseo, Ariadna y
adaptación de la escritura o por Buenos Aires: Libros del Quirquincho. el Minotauro, Perseo, el matador de
selección editorial). Esta confir- (1989) Clarita se volvió invisible. Buenos monstruos, Las peleas de los dioses,
mación nos autoriza a dar espe- Aires: Libros del Quirquincho. Dédalo, el hombre que aprendió a volar,
sor especialmente a la hipótesis (1994) Valentín se parece a…. Madrid: SM. El largo viaje de Ulises.

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