LA VIDA

EN ROMA

AINHOA MONCAYO 2ºC

ÍNDICE
• Introducción
• Adriano
• Cultura
• Conclusión
• Bibliografía

DINASTÍA DE LOS ANTONINOS

Dinastía imperial romana que reinó en los años de máximo esplendor del Imperio
romano (desde el año 96 hasta el 192 d.C.). Casi todo el siglo II fue el escenario
en el que transcurrió la dinastía Antonina o de los Antoninos, en la que se aprecian
unas características generales a lo largo del período. Fue una época de gran
estabilidad interior, basada en un total consenso con el senado, en el que
destacaron los senadores de origen provincial y municipal. Trajano descolló como
gran militar y desarrolló una práctica exterior de conquistas frente a la política
defensiva de épocas anteriores. La población de las provincias quedó integrada
como un todo en el Imperio, y el poder imperial se fortaleció en el ámbito de la
ideología política y de la burocracia imperial.
Los emperadores de esta dinastía eran elevados al trono por adopción del anterior
emperador reinante, en función de sus méritos propios. El triunfo del principio de
la adoptio sobre el hereditario, a la hora de escoger la mayoría de los emperadores
de esta dinastía, aseguró a Roma un largo período de buenos gobernantes y supuso
un razonable compromiso entre los deseos del Senado de Roma y las ideas del
ejército y de una buena parte del Imperio. La soberanía imperial se basó en
principios que la propaganda oficial difundió: respeto a la libertad y al juego
institucional, transmisión del poder al más capacitado mediante la adopción,
imagen del príncipe ideal, que usa moderadamente sus potestades. Aquella
ficticia restauración de los principios republicanos fue ensalzada -y popularizada-
usando temas tradicionales, alegorías y personificaciones (Pax, Concordia,
Felicitas, Pietas).
Casi todos los Antoninos se afanaron en una intensa romanización de las
provincias y sirvieron como modelo, en lo sucesivo, de valores morales y
políticos. El fundador de la dinastía Antonina fue Nerva (Narni, 26 - Roma, 98),
emperador del 96 al 98, a quien sucedieron Trajano (98-117), Adriano (117-138),
Antonino Pío (138-161), Lucio Vero (161-169) y Marco Aurelio (161-180).
Cerró la dinastía el hijo de este último, Cómodo (180-192), que realizó, en
cambio, una pésima obra de gobierno y se distinguió por sus crueldades. Estos
siete emperadores sumaron 96 años de reinado, siendo la dinastía más longeva
del Imperio.

ADRIANO

Adriano fue el emperador romano del 117 al 138 EC y es conocido como el

tercero de los cinco buenos emperadores (Nerva, Trajano, Adriano, Antonino Pío
y Marco Aurelio) que gobernaron con justicia. Nacido como Publio Elio Adriano,
probablemente en Hispania, Adriano es notablemente reconocido por sus
importantes proyectos de construcción en todo el Imperio romano, especialmente
el Muro de Adriano en el norte de Gran Bretaña.
Cuando era joven, Adriano recibió una buena educación en su ciudad natal Itálica
Hispania (en la actual Sevilla, España) y se fue a Roma alrededor de los 14 años.
Su primer servicio militar lo hizo como tribuno bajo el emperador Nerva (r. 96-
98 EC). Cuando Nerva murió, Trajano ascendió al trono. El emperador Trajano
(r. 98-117 EC) fue el primer gobernante romano de origen provincial. Biógrafos
posteriores intentarían que Trajano y Adriano naciera en Roma, pero ambos eran
de etnia hispana y algunos han asumido que esta similitud es por la que Trajano
adoptó a Adriano como sucesor (aunque la mayoría de los académicos lo
discuten).
Trajano murió en una campaña en Cilicia en el 117 EC, con Adriano al mando de
su retaguardia, y se cree que no nombró a un sucesor. La esposa de Trajano,
Plotina (que estimaba a Adriano) firmó los papeles de la sucesión y se cree que
ella, y no el emperador, fue la responsable de la adopción de Adriano como
heredero. Sea como fuere, se sabe que Trajano respetaba a Adriano y que lo había
considerado como sucesor, aunque no lo nombró oficialmente como tal. El
servicio de Adriano a Trajano está bien documentado en los puestos importantes
que ocupó antes de convertirse en emperador de Roma.
Su popularidad como emperador se atestigua porque Adriano estuvo ausente de
Roma casi todo su reinado. Los primeros gobernantes romanos, como Nerón,
fueron duramente criticados por pasar poco tiempo fuera de la ciudad. Al
respecto, el profesor D. Brendan Nagle escribe lo siguiente:
[Adriano] pasó la mayor parte de su reinado (doce de veintiún años) viajando por
todo el Imperio visitando las provincias, supervisando la administración y
controlando la disciplina del ejército. Era un administrador brillante que se
preocupaba por todos los aspectos del gobierno y la administración de justicia.
(278)
Su devoción por el ejército era tal que dormía y comía entre los soldados
comunes, y habitualmente se lo representa con atuendo militar a pesar de que su
régimen estuvo marcado por una paz relativa.
Los proyectos de construcción de Adriano son quizás su legado más perdurable.
Estableció ciudades en toda la península balcánica, Egipto, Asia Menor y Grecia.
Su amor por Grecia y la literatura griega era tal, que en su juventud fue conocido
con el apodo de "Graeculus" y su filo helenismo no se disipó con la edad. Visitó
Grecia al menos dos veces (probablemente más) y participó en los misterios de
Eleusis, en los cuales fue iniciado. El Arco de Adriano, construido por los
ciudadanos de Atenas en el 131 o el 132 EC, honra a Adriano como fundador de
la ciudad. Las inscripciones en el arco nombran a Teseo (el fundador tradicional),
pero añaden a Adriano debido a las contribuciones sustanciales de este último a
Atenas (por ejemplo, el Templo de Zeus).
Dedicó varios sitios en Grecia a su joven amante Antínoo, quien se ahogó en el
río Nilo en el 130 EC. Adriano estaba profundamente unido a Antínoo y la muerte
de aquel joven afectó tanto al emperador, que este decidió deificarlo (de allí
surgió el culto mistérico en honor a Antínoo). En Egipto, fundó la ciudad de
Antinoópolis en su memoria. En Roma, reconstruyó el Panteón (que había sido
destruido por el fuego) y el Foro de Trajano, además de financiar la construcción
de otros edificios, baños y villas. Muchas de estas estructuras sobrevivieron
intactas durante siglos, algunas hasta el siglo XIX EC, y el Panteón que se
conserva, puede visitarse actualmente. Adriano tenía un gran interés en la
arquitectura y parece haber aportado ideas o incluso planos a los arquitectos,
aunque los estudiosos no creen que haya sido el arquitecto principal de ningún
proyecto.

EL MURO DE ADRIANO
De todos sus monumentos y edificios importantes, el Muro de Adriano en el norte
de Gran Bretaña es el más famoso. La construcción del muro, conocido en la
antigüedad como Vallum Hadriani, se inició alrededor del año 122 EC y
correspondió con la visita de Adriano a la provincia. Marcó el límite norte del
Imperio romano en Gran Bretaña, pero la longitud y la amplitud del proyecto (que
se extendía, como lo hizo, de costa a costa) sugiere que el propósito más
importante del muro era una demostración del poder de Roma. El muro tenía
originalmente 9,7 pies de ancho (3 m) y 16 - 20 pies de alto (6 m) al este del río
Irthing, todo construido de piedra y con 20 pies de ancho (6 m) por 11 pies de
alto (3,5 m) al lado oeste del río, compuesto de piedra y césped, se extendía a lo
largo de un terreno irregular de 73 millas (120 km).
Fue construido en seis años por las legiones que estaban estacionadas en Gran
Bretaña. Había entre 14 y 17 fortificaciones a lo largo del muro y un vallum (una
zanja construida a propósito con movimientos de tierra) que corría paralelo al
muro. El vallum medía 20 pies (6 m) de ancho por 10 pies (3 m) de profundidad,
estaba flanqueado por grandes montículos de tierra compacta. Como la política
exterior de Adriano era "la paz a través de la fuerza", se cree que el muro, que
originalmente estaba enyesado y encalado, habría representado claramente la
fuerza del Imperio romano.

LA CULTURA
Acomete grandes obras en Roma, así como en el occidente como en oriente del
imperio, se aprecia rápidamente en Atenas, el Norte de África y Asia menor.
Acaba Lo sabemos gracias a los sellos latericios, que aparecen en los ladrillos
del panteón, y que llevan el año inscrito. La inscripción alusiva a Agripa parece
ser que también es de la época de Adriano, que no quiere que su nombre
aparezca en ningún edificio salvo en el templo dedicado a su padre. El anillo
cilíndrico del Panteón mide 43,50 metros de diámetro y se cubre con una
bóveda semiesférica que también se alza a 43,50 metros. Nunca se había
cubierto una superficie tan grande con cúpula. En lo más alto de la cúpula existe
un óculo de 8,92 metros de diámetro para iluminar el interior, iluminando así
durante las horas del día los diferentes altares y hornacinas de los dioses. Hay
que decir que la semiesfera de cubrimiento arranca a la mitad del edificio y está
adornada por cinco hileras de casetones, salvo antes del óculo, que la dejan lisa.
El muro es de 6 metros de ancho, aligerado por exedras cuadradas y circulares
y da lugar a que destaquen 8 gruesos pilares que reciben el peso de la cúpula. La
entrada principal se destaca del cilindro por dos cuerpos que avanzan como
propileos, pórticos de 8 columnas en el frontis con otras tantas detrás. Tras el
Panteón existieron edificios adosados para sostener el peso de la cúpula, aunque
no era necesario. En la parte externa hay cada 1,5 metros arcos de descarga para
recibir el peso de la cúpula, que recaía en los 8 pilares en el arranque de la
cúpula además de los arcos de descarga. Hay que decir que la cúpula pierde
espesor conforme sube en altura. Se refuerza también en su base por anillos que
forman unos escalones. El edificio se proyectó de una vez, pero se realizó en
tres fases: primero el anillo, luego la cúpula y finalmente el pórtico de entrada.
lodo estaba revestido de mármol y estuco, mientras que la cúpula se cubría de
chapas de bronce, así como la puerta.
De la época de Adriano es también el templo dedicado a Venus, como
protectora y progenitora de la Gens Iulia, y a Roma, como cabeza del mundo.
Se comenzó en el año 121 pero sus proporciones hicieron que fuera terminado
por Antonino Pio. Para edificarlo se traslada el coloso de Nerón a las cercanías
del Anfiteatro Flavio. El templo se levantaba sobre una plataforma que en los
lados más largos tenía unos pórticos con columnas en el centro de los cuales se
abrían sendos propileos. Por delante y por detrás el espacio quedaba libre. El
templo se alzaba a su vez sobre un estilóbato de varias gradas; el templo era
pseudoperíptero de 10 columnas en sus frentes menores y 20 en los mayores
(siendo así de proporción más corta que la de los templos griegos normales). La
cella se eleva sobre una plataforma.
El espacio se dividía en dos independientes cerrados por ábsides tangentes de
manera que las dos esculturas se daban la espalda. Los muros de las celdas se
ornaban con nichos y revestimientos de mármoles. La bóveda era de casetones y
ocupaba la mitad de la altura total del templo. Este templo atípico en Roma se
debe quizás a la de la altura total del templo. Este templo atípico en Roma se
debe quizás a la helenización del imperio que se da en estos momentos, ya que
Adriano era un hombre culto y refinado admirador de la cultura griega.
Adriano se construyó en Tivoli (Tibur) una Villa donde reunir todo lo que
había visto en sus viajes por el imperio y que constituye uno de los conjuntos
más importantes de ruinas del mundo antiguo. Era una residencia de recreo. Se
inició en el año 120 d.C. pero seguirá creciendo hasta la muerte del emperador
en el año 138 d.C.
En ella se levantaron edificios residenciales, palacetes, estadios, teatros (hasta 3
hubo), bibliotecas griegas y latinas, odeón, pórticos, exedras, palacetes, etc..;
todo ello decorado con esculturas, estucos, pinturas, mármoles, mosaicos,
relieves, etc..; según gustos exóticos o escuelas pretéritas de los más distintos
tiempos y artes. Lo más destacable del conjunto es el estanque llamado
Canopus, navegable y rodeado por un porche de columnas con estatuas de
mármol copias de originales griegos. Al fondo en el eje longitudinal, se levanta
el Serapeum, una monumental exedra cubierta con gran bóveda de lunetos
rampantes que estuvo recubierta de mosaico; recogía estatuas egiptizantes y de
allí manaba agua que caía en cascada e iba a alimentar el Canopus. Las
construcciones de la Villa Adrianea se levantaron formando distintos grupos,
recibiendo nombres de lugares griegos o egipcios. Se aprecia en las plantas
como la curva aparece como nunca antes lo había hecho en los edificios
romanos.
Finalmente, tenemos el Mausoleo de Adriano, que sigue la forma tradicional de
esta tipología iniciada por Augusto. Forma hoy parte del Castillo de Sant'
Ángelo en Roma. Tenía un túmulo cónico que se alzaba sobre un basamento
cuadrado y terminaba de forma cilíndrica. A la cámara funeraria se accede
mediante una rampa helicoidal, estando enterrados allí el emperador y su
familia, así como miembros de los segundos Antoninos, los Severos. Su interior
y exterior era muy rico en mármoles y estatuas.
EL TEMPLO DE ADRIANO
EL ARCO DE ADRIANO

VILLA ADRIANA
 Los procedimientos usados en esta pintura debieron ser el encausto, el temple y
el fresco. Aunque se sabe que los romanos desarrollaron la pintura sobre tabla,
los restos pictóricos conocidos más importantes son de tipo mural, frescos
protegidos con una capa de cera que avivaba los colores.
CONCLUSIÓN
Supuestamente esta época fue una de las mejores ya que Adriano hizo mucho
por su pueblo y aportó un montón de novedades ya sea a la arquitectura, a la
escultura o al arte, también aportaciones políticas y mejoras en la sociedad. Por
estos y muchos factores más, es uno de los miembros pertenecientes s la época
de los emperadores buenos.

BIBLIOGRAFÍA
https://www.biografiasyvidas.com/biografia/a/antoninos
.htm
https://www.worldhistory.org/trans/es/1-102/adriano/
https://www.google.com/search?sca_esv=598447089&rlz=1C
1YTUH_esES1068ES1069&hl=es&sxsrf=ACQVn08NK1C6j
H-
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