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RODRIGO RIOFRÍO JIMÉNEZ

HISTORIA
DE LA POLICÍA NACIONAL DEL ECUADOR

INSTITUTO DE ESTUDIOS HISTÓRICOS DE LA POLICÍA NACIONAL

QUITO - MARZO - 2018

1
Doctor Rodrigo Riofrío Jiménez
Obtuvo su doctorado en la Universidad
Central del Ecuador.

Ha desempeñado varias funciones públicas:


Prefecto Provincial de Bolívar;
Asesor del H. Congreso Nacional,
Asesor del Ministerio de Trabajo y
Asesor del Ministerio de Bienestar Social;
Subsecretario de Trabajo,
Subsecretario de Gobierno;
Subsecretario General de la Administración
Pública. Subgerente del Banco
Central del Ecuador.

Llevan su nombre la Avenida de ingreso


a la parroquia La Magdalena y la Unidad
Educativa del Milenio “Rodrigo Riofrío
Jiménez”, en San Miguel de Bolívar. Es
Miembro de Número del Instituto de
Estudios Históricos de la Policía Nacional
de Ecuador.

Participa en actividades comerciales,


financieras y agrícolas.

2
Rodrigo Riofrío Jiménez
Historia de la Policía Nacional del Ecuador. 2017

Registro Derecho de Autor: IEPI-QUI-051992


ISBN: 978-9942-30-202-1

Fotografías: Google, INEHPOL, Comandancia General de la Policía y Colección


Privada Mayor Lenín Vinueza Noboa.

Diseño y Programación: Julio Flores

3
A Martha,

Fausto, María Belén y

Andrés que me acompañaron

en el trayecto de mi existencia

y supieron llenar

los vacíos de mi alma.

4
AGRADECIMIENTO
Mi reconocimiento al Instituto de Estudios Históricos de la
Policía Nacional por haberme brindado la oportunidad de
escribir, rebuscando pacientemente en los vericuetos de la
historia y en el transcurrir inevitable del tiempo, la existencia de
una de las más importantes instituciones del país.
Mi agradecimiento profundo a los integrantes del Directorio y
de la Comisión Editora del INEHPOL, por su aporte valioso que,
lleno de sabiduría, experiencia y vivencias, contribuyó a la
materialización de esta Obra.

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La Historia debe ser,

sobre todo, la pintura de un tiempo,

el retrato de una época.

Joseph Joubert

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CONTENIDO
Presentación 09

Introducción 13

1 FUNCION POLICIAL EN LA ANTIGUEDAD 17

2 MANIFESTACIONES POLICIALES EN EL INCARIO 37

3 FUNCION POLICIAL EN LA COLONIA 48

4 LA POLICIA EN LA GRAN COLOMBIA 125

5 LA POLICIA EN LA REPUBLICA 175

6 INSTITUCIONALIZACION DE LA POLICIA EN EL ECUADOR 238

7 LA PROFESIONALIZACION DE LA POLICIA 316

8 FORTALECIMIENTO DE LA POLICIA NACIONAL 423

9 LOS SERVICIOS POLICIALES 492

10 INEHPOL – MISIONES INTERNACIONALES – LA MUJER

EN LA POLICIA ECUATORIANA – HEROES POLICIALES 580

ÍNDICE GENERAL 609

BIBLIOGRAFÍA 621

7
8
PRESENTACIÓN
“La POLICÍA es una institución social cuyos orígenes se remontan a las primeras
aglomeraciones urbanas, siendo comúnmente considerada como una de las formas
más antiguas de protección social y el principal modo de expresión de la autoridad.
Íntimamente ligada, pues, a la sociedad que la ha creado, su filosofía general, su forma
de organización y las funciones específicas que ha de cumplir dependerán
fundamentalmente de las características socio-políticas y culturales de la comunidad en
que deba actuar.”

José María Rico

El Instituto de Estudios Históricos de la Policía Nacional (INEHPOL) se complace en


presentar a la sociedad ecuatoriana esta obra, que procura difundir el devenir histórico
de la institución policial, a la que muy pocos se han preocupado por estudiarla y
conocer más a fondo, pese a ser un importante organismo de la estructura social.

Nuestros connotados escritores e historiadores, escasamente se refieren a la policía


ecuatoriana, probablemente debido a la peculiar situación social, política, económica y
militar que nuestro país ha vivido durante la época colonial y su independencia; las
diferentes formas de explotación y situación de esclavitud que los colonizadores
españoles mantuvieron a indios, negros y mestizos; los disturbios, protestas y hechos
sangrientos como la Revolución de las Alcabalas, de Los Estancos; la lucha por la
independencia y el valor de nuestros héroes ocuparon y con razón grandes espacios
en obras históricas que nos llenaron de emoción y levantaron el civismo de los
ecuatorianos.

La época republicana no fue menos conflictiva, la intervención de la policía como


institución del orden y seguridad en los numerosos acontecimientos, agitaciones y la
inestabilidad política que vivió y sigue viviendo nuestra Patria, son escasamente
investigadas, sobresalen, eso sí, las críticas suscitadas por la intervención policial con
motivo de los mismos.

En 1956 se publica un primer libro denominado “Historia de la Policía Nacional del


Ecuador”, escrita por el Prefecto de Policía Hugo Naranjo Puente, contiene datos
importantes extraídos de leyes y reglamentos publicados en los registros oficiales,
desde 1830 hasta 1956. En 1985 el Capitán de Policía Mario Villalobos Molina presenta
en tres tomos la obra intitulada “Cronología Histórica de la Policía Ecuatoriana”, que
recoge fechas y hechos del pasado remoto hasta el inicio de la profesionalización
policial, obra meritoria que se convirtió en importante fuente de consulta.

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Es a partir de 1997, cuando varios oficiales en servicio pasivo de la Policía Nacional y
miembros fundadores del Instituto, comenzaron a interesarse por escribir varios hechos
históricos en forma documentada y a narrar sus propias vivencias institucionales,
investigaciones que han sido plasmadas en varias obras patrocinadas por el Instituto,
que constituyen no solamente un medio de difusión de la historia policial, sino también
una constante motivación a continuar escribiendo nuestra historia.

Han sido y son también escasas las ocasiones en que la institución policial es
analizada con seriedad y detenimiento, y menos aún las destinadas a contribuir a la
eventual reforma de las fuerzas de orden público. Pronunciarse sobre este tema parece
incómodo, poco rentable políticamente hablando y de escaso interés en medios
intelectuales, universitarios y periodísticos. Hay que romper con estas actitudes fáciles
y reconocer que en un Estado democrático y de derechos es necesaria la policía, que
se impone además un profundo debate sobre este tema, dejando ya a un lado la
dialéctica pendular de las grandes adhesiones y las grandes condenas.

El estudio sobre la institución del orden público es vital para la consolidación de la


democracia y el indispensable fortalecimiento y capacitación para la aplicación de
diversas disposiciones constitucionales referentes a la descentralización político-
administrativa del Estado y la resolución de los problemas planteados por la
inseguridad ciudadana. En general, se refieren a los nuevos modelos de gestión para el
accionar policial, a la potenciación de los servicios, a la educación y la formación
profesional.

A nuestro parecer, el sistema policial ecuatoriano de los años ochenta ha tenido un


cambio sustancial, diferente del aparato tradicional, la policía ha ido encontrando su
propia identidad y razón de ser, demostrando un particular interés a la democratización
de sus estructuras y de su funcionamiento, a la formación general y especializada de
su personal apoyado por la tecnología moderna y, a la obtención de un alto grado de
profesionalismo.

Consciente de esta realidad el Instituto de Estudios Históricos de la Policía Nacional,


decidió contribuir a la necesaria difusión del devenir histórico de la policía en el Estado
ecuatoriano, se propuso hacer un esfuerzo de investigación y preparar una obra que
aborde los principales aspectos de la problemática policial en cualquier tipo de
sociedad democrática contemporánea, sin dejar de mencionar los orígenes de la
función policial en la antigüedad y en las primeras sociedades que habitaron en el
territorio que hoy es el Ecuador.

Para tal efecto, propusimos al doctor Rodrigo Riofrío Jiménez, académico de


reconocida solvencia, miembro de número de nuestro Instituto, para que escriba y
resalte la presencia histórica de la Policía Nacional en la sociedad ecuatoriana, desde

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sus orígenes hasta la época contemporánea, en una nueva edición renovada y
aumentada que visualice el pasado, presente y futuro de la institución, que clarifique y
nos acerque a la verdad de los hechos históricos de nuestro país que influenciaron en
el desarrollo institucional, teniendo como base el esfuerzo de investigación, los
testimonios y el archivo histórico que nos acerque a la verdad.

Salvo contadísimas excepciones no existe ninguna obra moderna en lengua española


sobre la policía, y en especial sobre la policía en una sociedad democrática. Los libros
que se pueden encontrar en el mercado sobre esta institución social suelen ser
traducciones relativamente recientes de obras americanas escritas en los años
cincuenta y referidas a aspectos concretos y técnicos de la policía de este país y una
que otra obra de historia de policías latinoamericanas.

La obra consta de 10 capítulos y 622 páginas que a continuación se presentan, pueden


interesar a un público numeroso y variado. En primer lugar, a todos los miembros de la
Policía Nacional, pudiendo incluso servir de material básico para la enseñanza
dispensada en las escuelas policiales de formación y perfeccionamiento y, por cierto, al
conjunto de la población, poco informada sobre el verdadero papel de la institución
policial en una sociedad democrática, pero cuyo apoyo y colaboración son
indispensables para que dicho servicio pueda cumplir satisfactoriamente la funciones
que la comunidad les ha confiado.

Para escribir este libro sobre la historia de la Policía Nacional del Ecuador se requiere
un delicado equilibrio entre el mundo teórico y el conceptual de los estudiosos de la
organización policial y sus entornos, y las necesidades prácticas y más inmediatas de
los administradores de la policía. Para escribir se requiere también de sensibilidad y
entender la complejidad de las actividades policiales y su administración.

El ambiente histórico, comunitario y político configura todas las organizaciones, en


especial de la policía. Nuestra nación, que empezó con una serie de comunidades
agrícolas aisladas, ha evolucionado hasta constituir una sociedad compleja de la era
tecnológica y de la información. La mayor parte de su población vive ahora en áreas
metropolitanas que constan de numerosas comunidades suburbanas independientes
alrededor de las ciudades centrales, que son más grandes. Esta transformación ha
ocasionado amplios cambios económicos y sociales en nuestra sociedad.

En esta obra se examinará una serie de acontecimientos históricos que ponen de


relieve los orígenes de la función policial y el desarrollo de la actual Policía Nacional del
Ecuador, así como la evolución del concepto de policía, orden público y seguridad
ciudadana. Su propósito es contribuir a que se comprenda la evolución de la
administración de la policía contemporánea y el debate actual.

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Esperamos que esta obra contribuya al patrimonio cultural y a la mejor comprensión de
una institución que nació con la sociedad y debe progresar a la par con ella.

Dr. Jorge H. Villarroel Merino


General Superior de Policía (sp)
PRESIDENTE DEL INEHPOL

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INTRODUCCIÓN
La presente Obra, producto del esfuerzo y voluntad por investigar y recopilar datos
históricos, anecdóticos, reales de los acontecimientos que paralelamente, a través de la
historia política de nuestro país, se han ido desarrollando en el campo de la Institución
Policial, ha sido redactada en un lenguaje desprovisto de tecnicismos a fin de que sea
asequible a la comprensión de los lectores.

La investigación ha sido realizada desde los albores de nuestra civilización, permitiendo


sean los documentos y las circunstancias históricas los que identifiquen, apoyen y
guíen este trabajo; procurando ofrecer aportaciones novedosas a concepciones y
líneas de interpretación del pasado; y, garantizando el concurso eficaz de la palabra y
la imagen en la representación de los hechos acaecidos y de la realidad policial actual.

La historia se desarrolla a través del tiempo y del espacio y podemos reconocer en ella
unas épocas en las que se divide a grandes rasgos: partiendo de los primeros
pobladores de América, quienes indudablemente llegaron de Asia, a través de Alaska,
por el Estrecho de Bering, al término de la última glaciación de nuestro planeta, en
sucesivas oleadas humanas, siendo lo más probable, que estos primeros habitantes
desarrollaron un buen número de aptitudes encaminadas a dominar fogatas, trabajar la
piedra, procurarse los mejores lugares para protegerse del frío y aprovecharse de
pieles de animales para su vestimenta.

En un segundo momento, encontramos a los primeros pobladores del actual territorio


ecuatoriano, ubicado en la Cordillera de los Andes considerada como uno de los rasgos
fisiográficos más notables de América del Sur, que se extiende desde Venezuela hasta
Chile, con una increíble variedad de climas lo que ha permitido que parte de nuestra
historia sea el cúmulo de los esfuerzos humanos de sus pobladores para adaptarse con
éxito a esta gama de climas, ambientes y relieves geográficos.

En un tercer momento, encontramos la Invasión Inca, la fusión de tribus que dieron


origen a los Quitus-Caras y la Fundación del Reino de Quito. Las primeras tribus no
tenían el concepto de poderío o Imperio por cuanto para ellos la autoridad no se
basaba en el poder, sino en el ejemplo; sin embargo, al ser sometidos por los Incas se
establecieron ciertas formas de vigilancia y control.

Siguiendo el orden cronológico de los acontecimientos históricos llegamos a la etapa


del descubrimiento o conquista española, más conocida como la Colonia, con los viajes
de Colón, los primeros asentamientos en el Nuevo Mundo, la fundación de ciudades, la
organización administrativa y control social con la intervención total de ciudadanos
españoles.

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Luego entramos a la Gran Colombia, que si bien fue una etapa corta pero intensa de
luchas por la emancipación política del Ecuador, en la cual se dictaron una serie de
decretos, resoluciones y normas para organizar a la sociedad y brindarle orden y
seguridad.

Posteriormente, a partir de 1830, desde el inicio de la vida republicana hasta la


actualidad, para fines de esta historia, se ha subdivido en diferentes momentos acorde
con los acontecimientos más relevantes en la constante relación entre la política
nacional y la institución policial.

De esta época encontramos manifestaciones policiales muy concretas en los acápites


relacionados con la Policía en la República, su Institucionalización, Profesionalización,
Fortalecimiento y, en los Símbolos, Héroes y Manifestaciones Culturales de la actual
Policía Nacional; además, en este largo período, se han incorporado; pequeñas
semblanzas de aquellos personajes del mundo político y policial que se han vinculado
con la Institución a través de sus ideales y acciones; las diferentes Leyes Orgánicas,
empezando por la primera de 1936, seguida de las de los años 1938, 1939, 1944,
1946, 1964, 1973, 1975, 1998 y, la última de 2011 llamada “Reorganización de la
Estructura Organizacional de la Policía Nacional”; así como también las bases legales
para sus continuos cambios de denominación que, a través de los años, ha ido
evolucionando desde Policía Nacional, Fuerzas de Policía, Cuerpo de Carabineros,
Guardia Civil Nacional, Policía Civil Nacional y actualmente Policía Nacional del
Ecuador.

En el campo educativo se ha especificado la evolución paulatina, empezando por la


creación de la Escuela de Policía, en el año 1921, en la Presidencia de José Luis
Tamayo, con personal técnico extranjero; la organización de la Escuela de Policía y
Detectivismo, en 1935, en la administración de José María Velasco Ibarra, con
docencia de una comisión técnica chilena; la Escuela del Cuerpo de Carabineros, en
1938, en la administración del General Enríquez; la Escuela Fundamental de Policía,
en el Gobierno de Arroyo del Río, en el año 1941; y, en los últimos tiempos la Escuela
Superior de Policía que lleva el nombre del “General Alberto Enríquez Gallo”, la
Escuela de Estado Mayor, la Escuela de Especialización y Perfeccionamiento de
Oficiales, el Instituto Superior Tecnológico y las Escuelas de Formación de Policías.

Uno de los objetivos de este trabajo investigativo ha sido poner a disposición de los
miembros policiales, sus familias, y ciudadanía en general, una visión de conjunto, la
más completa posible y, a la vez, contribuir al conocimiento de cuáles han sido los hitos
en los caminos recorridos, desde hace mucho tiempo, hasta llegar a este momento en
que con orgullo se puede afirmar que la Policía Nacional del Ecuador es una
Institución organizada, respetada y apoyada por su pueblo.

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Debo manifestar que los datos y la información general para la estructuración de la
Obra han sido obtenidos, en primer lugar, en la Bibliografía que consta al final del libro,
y todo aquello que ha sido posible encontrar en las diferentes Constituciones de la
República, en Leyes, Decretos, Acuerdos Ministeriales, Reglamentos, Acuerdos,
Resoluciones, Órdenes Generales de la Policía Nacional, como también en revistas,
periódicos, internet, google y otras publicaciones institucionales.

Finalmente, comprendiendo que la historia nace cuando la suma de hechos ocurridos


forma un inmenso tesoro de riquezas históricas, culturales y anecdóticas, que se hace
indispensable reunirlas, catalogarlas y obviamente publicarlas, se aspira que
innúmeras apreciaciones e inclusive variadas críticas permitan a la Obra cumplir su
misión final, la de lograr un cálido diálogo con el lector.

15
……el reconocimiento
y garantía de los derechos
de las personas,
así como su seguridad
son parte del Orden público
tutelado por las Leyes,
garantizado por el Gobierno
y respaldado por la Policía……..

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1
FUNCIÓN POLICIAL EN LA ANTIGUEDAD

Allá por el año 63 antes de Cristo, Marco Tulio Cicerón escribió: “Si en una sociedad no
se reparten equitativamente los derechos, los cargos y las obligaciones, de tal manera
que los magistrados tengan bastante poder, los grandes bastante autoridad y el pueblo
bastante libertad, no puede esperarse permanencia en el orden establecido”.

Al no garantizarse la permanencia y respeto al orden establecido en una sociedad,


tenemos que reconocer que el Poder político, es decir, el Poder del Estado, es el único
que tiene el monopolio de la coacción física legítima para hacerse obedecer; lo cual
significa que solamente el Estado está en capacidad de acudir a la amenaza o al uso
de la fuerza a fin de dar eficacia a sus disposiciones.

Uno de los instrumentos más importantes para lograr este objetivo es la Policía,
integrada por el cuerpo de hombres y mujeres armados por la sociedad, bajo una férrea
disciplina y adiestramiento, cuya misión es respaldar con el uso de la fuerza los
mandatos de la Ley, las órdenes de la autoridad y salvaguardar con ello el Orden
público.

El Orden público es la disposición de las cosas en función de las jerarquías


establecidas de modo peculiar por cada sistema social. Es la colocación jerárquica de
las distintas partes de la sociedad con miras a alcanzar la vida y operación del todo.
Comprende grados, niveles y planos en la organización y ejercicio de la autoridad, la
estructuración de sus poderes, el escalonamiento de sus órganos de Mando, la
regulación de los derechos y deberes de las personas, la disciplina social, la
disposición funcional de todos los elementos estatales. En una palabra: la organización
jurídica, política y administrativa del Estado.

El reconocimiento y garantía de los derechos de las personas, así como su seguridad,


son parte del Orden Público tutelado por las Leyes, garantizado por el Gobierno y
respaldado por la Policía. Cabe mencionarse que ha variado, sin embargo, el sentido
de la palabra Policía a lo largo del tiempo.

Podemos decir, inicialmente, que la Policía es una institución eterna, ha existido


siempre, aunque con diferentes manifestaciones, a lo largo de la historia de la
humanidad. La función de Policía remonta su origen al primer grupo social prehistórico
que lógicamente fue una comunidad familiar, social, mística y defensiva denominada
Clan, que se regía por normas no escritas que se trasmitían oralmente generación tras
generación.

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Cada Clan tenía un Jefe vitalicio que acaparaba las funciones de administrador, de
religioso y juez. La función de Policía nace en esta función de Gobierno, Seguridad y
Justicia. En la práctica de la Seguridad, el Orden y la Justicia existía siempre una
característica policial. Por ello, podemos señalar que la función policial nace de la
necesidad primaria de seguridad tanto individual cuanto de sus bienes materiales.

En los primeros tiempos, en la Edad Antigua o en la Antigüedad, la función policial,


entendida como la defensa o protección de la vida y los bienes de los individuos, ha
existido desde los albores mismos de la humanidad. Los pueblos primitivos tenían una
colección de leyes de la más diversa índole en las que coexistían sin orden ni método
alguno. Disponían de leyes de carácter penal, civil y administrativo con normas sociales
y preceptos religiosos debido a que el fundamento de la sociedad en los pueblos
antiguos fue la religión. En esta época la acción policial se realiza por parte del propio
individuo, en una especie de autodefensa, preocupándose poco el Estado de los
peligros que acechaban a la sociedad.

El Antiguo Egipto

En el antiguo Egipto, por ejemplo, se encuentran los primeros vestigios de la existencia


de instituciones destinadas a asegurar la tranquilidad del Estado, la vida y los bienes de
los individuos, lo que supone una incipiente función policial. Al Faraón Amasis se le
atribuye la elaboración de leyes que obligaban a todos los habitantes de Egipto a
declarar anualmente ante las autoridades, cuál era su oficio y medios de subsistencia, y
al que no lo hacía o no demostraba que los bienes que poseía eran lícitos se le
condenaba a muerte. Esta medida, encaminada a precaver los delitos contra las
personas y la propiedad fue sin duda, en su esencia, una función policial.

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De todos los magistrados de la administración egipcia, el más importante era el Visir,
quien ejercía una alta jurisdicción según inscripciones halladas en las tumbas de
algunos de ellos, a quienes el Faraón se dirigía diciéndoles que, por radicar el honor
del Rey en ser justo, lo que se esperaba de la función del Visir era, en primer lugar, el
ejercicio de la justicia.

La policía no es un invento de la modernidad, de hecho, en el antiguo Egipto los


Faraones la consideraban absolutamente necesaria para poder controlar los impuestos,
las grandes construcciones, vigilar el comportamiento de los habitantes de los
poblados; guardias en las tumbas, en los mercados, para controlar los conflictos en
épocas de hambruna, conformando varias especialidades.

En la India, en el siglo V antes de Cristo, ya se dictan Leyes para poner a las gentes de
bien al abrigo de todo temor. Existían individuos encargados de mantener el Orden y la
Seguridad interior del país. Una disposición del Código de Manú ordenaba: “Para
mantener el buen orden en sus Estados, el Rey debe conformarse siempre a las reglas
siguientes: para dos, tres o cien pueblos, según su importancia, establezca una
compañía de guardias mandados por un Oficial de confianza y encargados de vigilar la
seguridad del país; para cada comuna designaba un Jefe de veinte, un Jefe de cien, un
Jefe de mil individuos”. Obviamente, estas actividades eran funciones policiales y los
individuos encargados de cumplirlas eran en esencia Policías.

En la Biblia, concretamente en el Éxodo, uno de los libros que conforman el Pentateuco


del Antiguo Testamento, podemos observar que el pueblo Hebreo tenía un Código de
Conducta con regulaciones de carácter político, social y penal recogidas en el “Código
de la Alianza”, que es un conjunto de preceptos de carácter civil, penal, cultural y
humanitario en favor del pobre y del desheredado.

Moisés, como órgano de la voluntad del Dios de Israel, para la aplicación de la Ley,
reservó para sí el conocimiento de los asuntos verdaderamente importantes y para
hacer justicia, en casos de menor importancia, eligió entre su pueblo a hombres sabios
e íntegros y los instituyó como Jefes de su gente, a unos, sobre mil individuos, a otros,
sobre cien, a otros, sobre cincuenta, a otros sobre diez, ordenándoles hacer justicia
ante quienes acudieran a ellos, escuchando a los pobres lo mismo que a los grandes,
sin hacer diferencia entre ellos y sin temor a nadie.

La Ley mosaica regulaba entre otros aspectos la instrucción de los procesos. En el


momento de resolver los juicios no bastaba con un solo testigo para probar la
culpabilidad de un hombre, cualquiera fuese la falta o delito de que se tratase,
debiendo la sentencia apoyarse en la palabra de dos o tres testigos (Deuteronomio).

A Babilonia se debe el Código más antiguo de que se tenga conocimiento en la historia:


el Código de Hamurabi. El Rey Hamurabi, quien gobernó entre 1728 y 1686 a. de C. es
considerado el fundador del imperio babilónico. Con este Código Hamurabi se

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proponía, como declara en la introducción, disciplinar a su pueblo “para que el fuerte no
oprima al débil, para proteger huérfanos y viudas”.

Con este propósito el Código describía en forma minuciosa una gran cantidad de
posibles abusos, que eran castigados con penas severísimas. La acción punitiva no
sólo recaía sobre quienes habían efectivamente cometido un delito, sino también sobre
aquellos cuya conducta se prestaba para suponerles intención dolosa. Por ejemplo,
era condenado a muerte el que, habiendo concurrido a colaborar en la extinción de un
incendio declarado en la casa de alguien, se apoderase de algún objeto del dueño de la
misma, pues disponía la Ley que debía ser arrojado al fuego.

El Código de Hamurabi establecía un sistema de castigo basado en una justicia


estricta, según la cual se debía devolver como castigo al culpable exactamente el
mismo mal que él había ocasionado a la víctima con su delito, y que se enuncia con la
fórmula “ojo por ojo, diente por diente”, más tarde llamada, en la época romana, “Ley
del Talión”.

En Grecia, el significado estricto de Politeia, es el de constitución, régimen político o


forma de vida de la ciudad, y el de los derechos de los ciudadanos en ella. Las
constituciones o politeias eran las existentes en diversas ciudades. Aristóteles, en su
obra titulada “Política”, concibe al régimen político “como la organización de las
magistraturas en las ciudades, cómo se distribuyen, cuál es el elemento soberano y
cuál el fin de la comunidad en cada caso y más adelante dice que “politeia” es la forma
de vida de la ciudad”, aludiendo a los caracteres de la unidad política y a las normas o
leyes que le daban su fisonomía propia.

De acuerdo al sentido que Aristóteles da al vocablo Politeia a lo largo de toda su obra,


éste no es otro, en resumen, que el de organización de la ciudad. Por consiguiente, la
policía debe a Grecia sólo la raíz etimológica de su nombre, ya que el concepto de
policía difiere notablemente del significado conceptual que tuvo el vocablo politeia. No
se puede, por lo tanto, hablar de Grecia como un todo orgánico, pues cada ciudad
o polis, constituía una unidad política soberana por cuanto eran ciudades estado. Las
ciudades estado más importantes fueron Esparta y Atenas.

En Grecia la represión de los delitos contra las personas, igual como ocurría en otros
pueblos contemporáneos del Asia, quedaba librada al arbitrio del propio afectado, o de
sus parientes. Sin embargo, a diferencia de aquellos, en los cuales los deudos que
abdicaban a su derecho de venganza eran reprobados por la opinión pública. En
cambio, en Atenas, los culpables para escapar a la venganza, tenían la posibilidad de
ofrecer una indemnización a la familia de la víctima, y si ésta la aceptaba, el derecho de
venganza desparecía.

La composición, o pago de una indemnización en dinero para resarcir los efectos


dañinos del delito por parte del culpable, fue otra forma de hacer justicia que existió en
los pueblos de la Antigüedad, lo que significó un paso más en la modernización de la
rigurosa justicia arcaica, que sólo tenía una pena, la muerte.

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Era deber de todo ciudadano denunciar los delitos de que tuviera conocimiento, pero
además de esta acción penal pública, existían numerosos magistrados a quienes
correspondía fiscalizar los más diversos asuntos o transgresiones a la Ley. Entre ellos
estaban el arconte epónimo, encargado de hacer castigar a los que atentasen contra
los derechos de los huérfanos y viudas; los proedros, quienes presidían la Asamblea
del Pueblo y entregaban a la justicia a los que perturbaban el orden durante el
transcurso de ella; los logistas, que perseguían los fraudes e irregularidades cometidos
por los administradores en el manejo de dinero público; los sitofílacos, quienes estaban
encargados de la represión de los acaparadores de trigo y otras ventas de cereales, y
los metrónomos, que fiscalizaban el uso de pesas y medidas falsas. Había también
encargados de la vigilancia de las prisiones y de hacer ejecutar las penas capitales,
correspondiéndoles, además, llevar ante los tribunales a los autores de robos y
asesinatos.

En Roma, Civitas y res pública, son dos conceptos que se desarrollaron en la


península itálica. Civitas como el conjunto de individuos con calidad de ciudadanos y
las prerrogativas anexas a dicha calidad, o como la ciudad misma considerada como
República, cuyo significado es el de cosa o propiedad pública: res pública.

“Un Estado o República, dice Cicerón, es una propiedad del pueblo, pero un pueblo no
es cualquiera agrupación de seres humanos reunidos de cualquier manera, sino una
aglomeración de gentes en gran número, asociadas según un acuerdo o
consentimiento común en lo que respecta a la justicia y derechos, y a la comunidad de
ciertos beneficios”. República, por tanto, es equivalente a polis en cuanto ciudad
políticamente organizada y teniendo como finalidad el bien común. Esta equivalencia
de conceptos se refuerza con la traducción que se hizo del título de la obra de Platón
que conocemos como “La República”. El buen orden y gobierno de la cosa pública –res
pública- es la politia.

Es conocida la “Ley de las Doce Tablas” redactada por diez magistrados romanos y
aprobada en el año 450 a. de C. que tenía por objeto establecer la igualdad de
derechos entre patricios y plebeyos, asegurar a los ciudadanos más humildes la
protección de la ley, y poner límite al poder arbitrario de los magistrados. Fue esta ley
el resultado de un acuerdo entre el patriciado y la plebe. Las penas contempladas en el
Derecho Romano eran de gran dureza, y la de muerte ejecutada de diversas formas.

Los ediles en Roma fueron las primeras manifestaciones de una policía en ciernes en
algunas instituciones destinadas a cumplir funciones que son de carácter netamente
policial. La primera y más embrionaria de ellas fue la Edilidad, creada durante la
República, los ediles tuvieron la responsabilidad de la vigilancia diurna de Roma bajo la
superior dirección de los Cónsules. En suma, desempeñaban las funciones de
seguridad pública, para mantener la religión y las costumbres, evitando que se
introduzcan cultos o religiones extrañas, de salubridad para controlar los baños
públicos y las fuentes de agua, acueductos, vialidad para la conservación del
empedrado de las calles y plazas; edificación para proteger los templos y edificios
públicos, con autorización para demoler los edificios privados en ruinas y con peligro

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sin perjuicio de la indemnización correspondiente. Las funciones que cumplían los
Ediles eran propias de régimen de gobierno municipal como en la actualidad.

Bajo el imperio de Augusto, el año 27 a. de C., las funciones de los Ediles pasaron a
manos del Emperador y, para tal efecto, delegó a funcionarios nombrados por él,
denominados Prefectos, término cuyo significado es precisamente el de delegado o
representante.

Para la policía de la ciudad, Augusto creó el Prefecto de la ciudad (Praefectus Urbis)


en materia de policía diurna, para cubrir la vigilancia de los diversos barrios de la urbe
para mantener el orden y tranquilidad de la población. Vigilaban también los
espectáculos públicos, las casas de juego, la moralidad de las costumbres y otras
vigilancias. A veces tenían que enfrentar y reprimir motines, originados por diversas
causas, especialmente económicas, pues había en Roma una gran cantidad de
vagabundos y ociosos, siendo en ocasiones necesaria la intervención de las tropas
militares para reprimirlas debido a la gravedad que alcanzaban; y, el Prefecto de los
Vigiles (Praefectus Vigilium) que desempeñaban doble función, de policía nocturna y la
prevención y combate de los incendios.

Los encargados de practicar los arrestos en Roma eran los frumentarii y


los statores, adscritos al servicio del Prefecto del Pretorio. También se les encargaba la
vigilancia de algunos individuos sospechosos o peligrosos y realizar investigaciones,
por lo que podemos tenerlos como embrión de una policía de seguridad o judicial. El
cuartel de los frumentarii era el principal lugar de detención en Roma. Para el servicio
estrictamente de policía había dos modalidades: una fija, formada por los retenes o
puestos; y otra móvil, a cargo de rondas y patrullas.

Ni etimológica ni conceptualmente se podría, por lo que hemos visto, llamar policía o


función policial a institución alguna de las que existieron en los pueblos de la
Antigüedad. Sin embargo, función policial, entendida como la defensa o protección de
la vida y los bienes de los individuos, si bien innominada aún e indistinta, ha existido
desde que en los albores de la civilización algunos grupos sociales alcanzaron cierto
grado de organización y desarrollo y sus gobernantes se preocuparon de su protección,
para lo cual dictaron Leyes imponiendo normas de conducta destinadas a evitar
conflictos y garantizar la seguridad personal y el libre goce de la propiedad particular de
sus súbditos.

Dichas Leyes para ser eficaces y no convertirse en letra muerta necesitaron,


obviamente, de individuos investidos de autoridad para velar por su cumplimiento y
llevar a los infractores ante los magistrados encargados de juzgarlos. Esta fue,
incuestionablemente, cualquiera fuese las diversas formas que pudo haber revestido,
una función policial. Indistinta todavía, pues en los primeros tiempos esta función de
policía no existió netamente diferenciada de otras funciones del Estado. De hecho,
hasta el siglo XVII las funciones de justicia y policía fueron desempeñadas por los
mismos funcionarios con caracteres esenciales.

22
Derecho penal, ley, justicia y policía, estuvieron originalmente asimilados, por lo que la
historia de la función policial en la Antigüedad es inseparable de aquéllos.

Esta legislación de los pueblos primitivos no debe entenderse en la forma de Códigos


sistematizados similares a los existentes hoy en día, pues se trataba de colecciones de
leyes de la más diversa índole, en las que se mezclaban, sin orden ni método alguno,
leyes de carácter penal, civil y administrativo, con normas sociales y, principalmente,
preceptos religiosos. Tales leyes no eran sino parte del dogma teológico, la ley y el
derecho fueron, en sus orígenes, inseparables de la religión.

Debemos referirnos también a la época Feudal. El Feudalismo es un sistema político,


social y económico que se formó en Europa Occidental luego del imperio Carolingio,
entre los siglos IX y XIII. Este sistema se basa en las relaciones personales entre el
Señor Feudal y su vasallo.

Es así como nace un Señor poderoso que protegía a los más débiles a cambio de
tierras. A su vez, el noble exigía la obediencia de los campesinos, a cambio de la
protección que les daba frente a los ataques de los invasores. Con esto la autoridad de
estos nobles terminó reemplazando a la de los Reyes.

Las ciudades desaparecieron y toda la actividad económica y social se desarrolló en el


Feudo, por lo que se produjo un estancamiento del comercio y poca circulación de
moneda. Se practicó una economía de tipo agrícola y de auto subsistencia, es decir,
debían satisfacer sus necesidades con lo que producía el Feudo.

Gracias a la inseguridad, la pérdida del Poder central y las protecciones, se crea una
sociedad dividida en Estamentos, en los cuales se distinguían grupos privilegiados
conformados por Nobles, Caballeros y Clero; y no privilegiados, integrados por
campesinos y siervos y que constituían la llamada pirámide feudal.

Los Campesinos eran familias que se ponían bajo el amparo de los señores feudales,
trabajando sus tierras. Por esto ellos pagaban con parte de sus cosechas y algunos
días prestaban servicios exclusivos. Los Siervos eran la mayor parte de la población.
Sin embargo, en esa época, había una sensación de pérdida de libertad debido a que
las comunidades de la Edad Media en Europa eran bastante cerradas y viajar suponía
pasar de una comunidad cerrada a otra igual por unos malos caminos y en constante
peligro de ataque y el siervo tenía la obligación del servicio prioritario a su Señor.

23
Castillo del señor Feudal

Cabe destacarse que en esta época, la primera nación que se constituyó como tal fue
Francia en la Dinastía de los Capeto, considerada como la más importante dinastía de
Europa; ésta incluye todos los descendientes de Hugo Capeto, nacido en el año 938 y
muerto en el 993, que fue a la vez Duque de París, Rey de Francia y fundador del
linaje.

Fue durante la administración de esta Dinastía que se logró la unidad política del
Reino, con la organización administrativa que creó instituciones propias de un Estado
moderno en reemplazo del antiguo régimen feudal.

A la dinastía de los Capeto le sucedió en el poder la Dinastía de los Valois, una rama
de la dinastía de los Capeto. Los Valois reinaron desde el año 1328 hasta el año 1589
y fue precisamente en el reinado de los Valois, siglo 14, cuando en la ciencia jurídica se
introdujo por primera vez el término “Police” para designar la actividad total del Estado,
comprendiéndose en ella no sólo lo que se entiende por administración anterior sino
también justicia, hacienda, guerra y asuntos exteriores.

Fue una época en que nada quedaba al margen de la Police que, dentro de sus
funciones, ejercía el Gobierno para asegurar el desarrollo económico, intelectual y
moral de la nación y para prevenir y erradicar los peligros que amenazaran la vida
social. En definitiva, Policía era un equivalente a situación de normalidad y eficiencia
en los negocios públicos, o sea, a la buena y ordenada administración del Estado. En
buenos términos, la Policía que englobaba toda la administración, se atribuyó, de esta

24
manera, en el Estado, la dirección de todos los actos de la vida pública y privada de los
ciudadanos.

Dinastía de los Valois en Francia

En una tercera época, cuando los Reyes y Príncipes consiguieron una mayor autoridad
al concentrar en su mano todo el poder gubernativo, surgiendo el concepto de Policía
como ciencia de los deberes del Estado, hermana de la política o arte de gobernar, si
bien hay que reconocer que al lado de este concepto ideal aparece el real de la Policía
como fuerza organizada por el Gobierno del Rey para mantener el Orden y el Poder,
sujetando a los cuerpos autónomos en nombre de la idea del Estado. En esta época el
Príncipe era el custodio de todos los bienes comunes, era prácticamente dueño y señor
y podía inclusive hacer la felicidad de los súbditos. El Príncipe representaba al Estado y
sus actividades eran manifestaciones policiales, por ello se equiparaba al Estado
Policía con el Estado del Rey.

En este momento de la historia, se derivó el derecho que se atribuyó al Estado para


vigilar todas las esferas de la vida pública por intermedio de la Policía que, en principio,
se dividió en dos ramas: la Policía del bien público y la Policía de la seguridad.

En la Edad Moderna, cuyo período va desde el siglo XV hasta el año 1789, con la
Revolución Francesa, al nacer el Estado, su sentido fue muy amplio y comprendió toda
la actividad de la administración pública. El primer deber de la administración de un
Estado, como factor de su propia existencia, es impedir los atentados contra el Orden
público y proteger a la sociedad brindándole completa seguridad contra toda clase de
peligros. Para ello, el Estado requiere de organismos destinados a ejercer una
vigilancia permanente y efectiva, es decir, de un cuerpo policial, adecuadamente

25
armado para intervenir por la fuerza donde quiera que la paz y la seguridad pública se
encuentren amenazadas.

La Revolución Francesa de 1789

La Policía por su propia naturaleza está en la obligación moral y legal de oponerse con
toda su fuerza, en representación de la comunidad, a toda voluntad o acción humana
que constituya un peligro para la vida colectiva de la comunidad, debiendo al mismo
tiempo, preocuparse de usar de esa fuerza con oportunidad y sólo en cuanto sea
necesario.

De cualquier manera, la Institución policial organizada en forma piramidal, regida por


jerarquías y mandos muy estrictos, con vinculaciones verticales entre ellos, tiene
diversas especializaciones operativas y se descompone en diferentes cuerpos, todos
los cuales coadyuvan al propósito de dar seguridad a la comunidad y a sus miembros,
puesto que la seguridad es una condición para alcanzar la paz pública y para que los
seres humanos puedan cumplir, con base en libres decisiones, sus objetivos vitales.

A mediados del siglo 19, se inicia la cuarta época, en la cual la Policía, abandonando
su antigua injerencia en la legislación, aparece como una parte del Poder Ejecutivo.
Restringiéndose la comprensión del concepto, significó más precisamente la actividad
encaminada a defender a la comunidad ante los peligros internos, de ahí que el
concepto de Policía se asoció al de seguridad pública. Este concepto ha persistido
hasta nuestros días pero con grandes variaciones en concordancia con los regímenes
políticos que lo han manejado, puesto que los totalitarismos acentuaron hasta extremos

26
condenables la función represiva de la Policía, mientras que los regímenes
democráticos le han entregado un papel tutelar de los derechos de las personas.

En la actualidad prevalece el concepto de Policía como un órgano de la administración


encargado de velar por el mantenimiento del Orden público y la Seguridad ciudadana,
así como por la observancia del Orden jurídico establecido por la Constitución y las
Leyes.

La función pública representa siempre el ejercicio de una potestad, entendida ésta


como una esfera de la capacidad específica del Estado, o sea, de su soberanía. La
actividad policial es una función pública que cumple dentro de su campo de acción un
rol importantísimo, haciendo posible la convivencia social dentro de un ambiente de
paz, de armonía, de libertad y de respeto mutuo. Por policía se entiende, al mismo
tiempo, un importante servicio público.

En lo que respecta al concepto de policía, éste tuvo su origen en Francia en el siglo


XIV, al empezar a usarse en el lenguaje jurídico francés el término police para designar
el fin y la actividad total del Estado, esto es, lo que se entiende hoy día por
Administración. Comprendía el concepto de policía la administración global,
considerados en ella el gobierno interior, hacienda, justicia, guerra y relaciones
exteriores. En sentido estricto, policía expresaba la buena y ordenada situación de los
asuntos públicos.

Se suele confundir la función con el órgano que lo realiza. En este caso, la acepción
de la palabra policía llegó a adquirir también, con el transcurso del tiempo, el
significado de órgano competente para cumplir una función policial.

En cuanto al término pólice, lo acuñaron los franceses tomándolo del latín politia, “el
buen orden de la cosa pública”. Politia deriva a su vez del vocablo griego politeia, cuyo
significado es el de constitución, ordenamiento o régimen político de la ciudad, y los
derechos de ciudadano de los griegos en ella.

De esta manera, etimológicamente la palabra policía tiene su raíz en la voz griega


politeia, y su concepto, que no es exactamente el de su sentido etimológico, tiene su
principio en Francia.

Con estos breves antecedentes que hacen relación a la metamorfosis que ha sufrido la
Institución Policial, a través de las diferentes etapas en la historia de la humanidad,
vamos a incursionar en los antecedentes históricos de nuestra Policía ecuatoriana,
acudiendo para ello a los orígenes que la investigación ha permitido encontrar.

PRIMEROS POBLADORES DE AMERICA

Respecto a los pobladores de América, cabe destacar la apreciación del Padre jesuita
José de Acosta, que nació en 1540 y murió en 1600; natural de Medina del Campo, en

27
España, quien vivió en el continente americano 16 años y escribió su obra fundamental
“Historia Natural y Moral de las Indias” publicada en Sevilla en el año 1590. El
manifestaba: “Por una parte sabemos de cierto que ha muchos siglos que hay hombres
en estas partes que pasaron acá los hombres de allá, de Europa, Asia o de África, pero
el cómo y por qué camino vinieron todavía lo inquirimos y deseamos saber”. “Y tengo
para mí que el nuevo Orbe e Indias Occidentales, no ha muchos millares que las
habitan hombres y los primeros que entraron en ellas, más eran hombres salvajes y
cazadores que no gente de república y pulida”.

Estrecho de Bering

En el campo netamente investigativo, existen varias tesis sobre el poblamiento en


América. Una de ellas, la del científico Jesse Jennings, de la Universidad de Utah,
quien sostiene, basado en la Teoría de la Glaciación Wisconsin, que el Estrecho de
Bering fue la ruta principal por donde se pobló América.

La Glaciación Wisconsin toma este nombre por el lugar, en Norte América, que sufrió la
mayor afectación glacial en la era del hielo. La Glaciación, en términos generales es un
período de larga duración en el cual baja la temperatura global del clima de la tierra,
dando como resultado una expansión del hielo continental de los casquetes polares y
los glaciares.

La propuesta de Jennings, sostiene que en cierta época las temperaturas fueron muy
bajas ocasionando el descenso del nivel del mar, convirtiéndose, por esta
circunstancia, el Estrecho de Bering en un corredor de tierra de aproximadamente dos
mil kilómetros de ancho llamado Puente de Beringia, por el que migraron plantas,
animales y seres humanos, desde la Siberia, en el Asia Oriental, a Alaska y fueron los
primeros pobladores de América.

28
Los Clovis

La otra, la Teoría Clovis, preconizada por los científicos Griffin, Haynes y Martin,
señala que los Clovis, seres humanos dedicados a la caza de mamuts o elefantes
lanudos extinguidos, fueron los primeros pobladores de América hace 12.000 años. De
acuerdo con esta teoría, los Clovis habrían ingresado al Continente americano por el
estrecho de Bering hacia Alaska, en el período en que bajó el nivel de las aguas
durante la era de hielo y, posteriormente, se dirigieron hacia el sur de América a través
de un corredor libre de hielo al este de las Montañas Rocosas y el Valle del río
Mackenzie, en la zona oeste de la actual Canadá, para constituir la Cultura Clovis, de la
cual, a su vez, descienden todos los demás pueblos originarios de América.

El Profesor de Arqueología, Charles Hale, de la Universidad de Texas, en Estados


Unidos, también dice que hallazgos arqueológicos recientes permiten entender mejor
cómo nacieron y cómo evolucionaron desde sociedades agrícolas simples hasta crear
civilizaciones urbanas con redes de transporte complejas, jerarquías sociales bien
definidas, tradiciones artísticas y religiosas de una gran riqueza y unos sistemas de
escritura que sólo muy recientemente han podido ser descifrados.

Desde el México precolombino y la región de Yucatán hasta las cumbres andinas,


América atesora un patrimonio histórico de una riqueza sólo comparable a la del
antiguo Egipto. Hoy podemos ver cómo al otro lado del Atlántico existían civilizaciones
que seguían un camino paralelo e independiente a los del Viejo Mundo.

Entre los pueblos, recién nacidos a los ojos de los conquistadores, algunos habían
alcanzado un impresionante desarrollo técnico y social, en la arquitectura, el
urbanismo, la astronomía, las matemáticas, la ingeniería agrícola. Debido a la densidad
poblacional se crearon, entre otras, grandes civilizaciones como la Azteca y Maya,
ubicadas al sur de México y Centroamérica y la Inca, situada en la región andina,
próxima a la Cordillera de los Andes de Ecuador, Perú, Bolivia y Chile.

Esto demuestra que anterior a la llegada de Cristóbal Colón existió una gran diversidad
de formas de vida y cultura de sus habitantes, algunos eran cazadores, recolectores y
pescadores nómadas, mientras otros, a través de la agricultura y ganadería,
adquirieron una forma de vida sedentaria.

29
El historiador ecuatoriano Enrique Ayala Mora en su obra “Resumen de la Historia del
Ecuador”, cuando aborda la Época Aborigen, escribe:

“Para los conquistadores, los pueblos conquistados no tienen historia. Por ello, para las
concepciones tradicionales, la época anterior a la invasión hispánica es la “Prehistoria”.
Pero, la Historia de lo que hoy es el Ecuador no comenzó con la conquista. Los pueblos
aborígenes no fueron menos receptores, sino actores de un proceso iniciado milenios
antes. De allí que deba recobrarse la historicidad de lo que correctamente se ha
llamado Época Aborigen”.

PRIMEROS POBLADORES DEL ECUADOR

Es un hecho verdadero que el origen del hombre ecuatoriano es el resultado de las


generaciones descendientes de los primitivos cazadores nómadas que llegaron hace
más de diez mil años al continente americano desde el Asia, atravesando el hoy
llamado Estrecho de Bering.

Estos cazadores, al desplazarse hacia el Sur del continente, arribaron hasta el actual
territorio ecuatoriano, recorriendo a lo largo y ancho de las tres regiones naturales:
Costa, Sierra y Oriente. Al respecto, se han encontrado evidencias materiales que
demuestran la actividad fundamental a la que estuvieron dedicados los primitivos
hombres del Ecuador en los primeros tiempos: se trata de instrumentos de roca
volcánica de la cual elaboraron puntas de flecha y lanzas, hachas de mano,
raspadores y cuchillos, que fueron utilizados para la cacería de animales muy grandes
como los mastodontes, osos de las cavernas, armadillos gigantes, caballos y llamas
andinos; que pertenecieron a la mega fauna continental ya desaparecida hace algunos
miles de años.

En realidad la nación ecuatoriana, al inicio, fue habitada por grupos humanos nómadas
que caminaron por todo el continente. De esta manera, llegaron aquellos primeros
cazadores primitivos desde diferentes direcciones, naturalmente lo hicieron por el
Norte, el Este, la región Amazónica, y el Sur del continente.

Hasta la actualidad, los restos humanos más antiguos del Ecuador, generalmente
cráneos en la Sierra, se han encontrado en Otavalo, Cotocollao, Punín, Paltacalo y
Real Alto y Las Vegas en la Costa. Los cráneos humanos fósiles de Punín, Paltacalo y
Otavalo tienen rasgos físicos muy parecidos entre sí: caja craneana poco elevada y
alargada hacia atrás. El rostro posee un abultamiento horizontal en la base de la frente
y dientes grandes. Estas características son semejantes a los cráneos hallados en
Brasil, en varios lugares de América y otras partes del mundo,

Varios milenios después de la presencia de aquellos primeros pobladores del territorio


ecuatoriano, fueron llegando por el Oeste, desde numerosas islas del Océano Pacífico,
aprovechando épocas cuando los vientos y las aguas superficiales venían con
dirección a nuestro país, audaces navegantes, en frágiles embarcaciones, siguiendo
corrientes marinas de 5000 Km, encontrándose con el continente americano.

30
Primeros Pobladores del Ecuador

En los objetos de cerámica de varias culturas precolombinas ecuatorianas, hay


evidencias que indican la probabilidad de este hecho. Luego, con el paso del tiempo,
hubieron contactos por tierra y por mar entre nuestras culturas ancestrales y otras del
continente Sur y Centroamericano, lo que hizo robustecer el contingente aborigen e
indígena.

Finalmente, podemos manifestar que, gracias a descubrimientos e investigaciones


arqueológicas, se ha tratado de establecer aproximadamente que el actual territorio
ecuatoriano recibió los primeros pobladores hacia los años 8000 y 5000, antes de
Cristo, estimándose que lo hicieron en lo que en la actualidad es la Península de Santa
Elena.

Como era obvio, estos primeros pobladores por su naturaleza intrínseca de nómadas,
tuvieron que dispersarse a otros territorios en la Costa ecuatoriana, en la Sierra y en el
Oriente. Sus actividades de supervivencia estaban determinadas por la caza, pesca,
agricultura y consumo de varios frutos espontáneos que ya existían.

PRIMERAS TRIBUS DEL ECUADOR

Numerosas culturas indígenas habitaron el territorio que actualmente comprende el


Ecuador durante miles de años antes de que fuera conquistado por los Incas. De todas
ellas, la que ofrece registros más antiguos es la cultura Valdivia en la costa del
Pacífico, donde se han encontrado antiguos artefactos que datan del año 3500 antes
de nuestra era, particularmente en la ciudad de Santa Elena, capital de la provincia del
mismo nombre.

31
Otras culturas como los Quitucaras y los Cañaris, emergieron en otras regiones de
Ecuador, en épocas posteriores a la de los Valdivias. Existen sitios arqueológicos
importantes en las provincias costeras de Manabí y Esmeraldas y en las provincias
andinas de Tungurahua y Chimborazo. Gracias a las evidencias arqueológicas que han
sido sacadas a la luz, se sabe actualmente que en el Ecuador ha habido asentamientos
humanos desde al menos 4500 años antes de la llegada de los Incas. Algunos
estudiosos afirman que el territorio estuvo poblado desde hace unos 10000 años antes
de nuestra era.

Primeras tribus ecuatorianas

Grandes zonas del Ecuador, incluyendo casi todo el Oriente, permanecen aún
desconocidas para los arqueólogos; un hecho que añade credibilidad a la teoría que
afirma que el territorio pudo haber estado poblado desde épocas anteriores al 3500
antes de nuestra era. Recientemente ha aumentado la atención sobre la Amazonía,
pero se trata de una región tan remota y densa que tomaría años para que un equipo
de científicos logre investigarla exitosamente.

Entre las primeras tribus podemos citar a los Huancavilcas que vivían en las márgenes
del río Guayas; a los Cañaris, que poblaban la parte meridional de la región
interandina; a los Quitus, en la actual provincia de Pichincha; a los Caras que en
principio poblaron la provincia de Manabí y luego Quito. En el sector norte de la costa
se desarrollaron las culturas de los Mantas, La Tolita y Atacames. En la Amazonía
vivían los pueblos Quijos y Jíbaros.

Los Quitu-Cara

En su plan de conquista, los Caras, luego de la muerte del Régulo Quitu, llegaron a
apoderarse del Reino de los Quitus. Esta situación produjo la fusión de Quitus y Caras
y la formación de una nueva nación identificada como Quitu-Cara.

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La nueva nación tuvo su esplendor bajo el Gobierno de Carán Shyri. Se conoce que
ejercían el derecho a la propiedad y herencia de bienes raíces, lo que hace suponer
que debían existir ciertas formas de control policial.

Esta nación duró aproximadamente 500 años. Para mantener la hegemonía de cinco
siglos fue necesaria la mantención de Leyes establecidas y observadas y alguna militar
pericia para solventar y mantener en tanto tiempo una Monarquía.

Los Quitu - Cara

El gobierno político de los Quitu-Caras tenía como autoridad suprema al Shyri, la


justicia la ejercía la comunidad con la anuencia inevitable de éste. Cuando se
producían quebrantamientos de las Leyes intervenía la acción policial y aplicaba
castigos que generalmente consistían en destierros y pena de muerte.

La Ley, la Justicia y los Castigos tenían como base una especie de normas o
mandamientos que se circunscribían en tres lemas: Ama-Lulla, Ama-Kella y Ama-Jellu,
que significaban No mentir, no ser ocioso y no robar, respectivamente. Se dice que a
los mentirosos los llevaban a un barranco y lo arrojaban al vacío y a los desterrados los
enviaban a los páramos de Angamarca, en la actual provincia de Cotopaxi.

REINO DE QUITO

Reino de Quito es la denominación que se le da en idioma español a un supuesto


Gobierno andino preincaico, cabecera de diversas tribus que ocupaban los actuales

33
territorios de Tungurahua, Chimborazo y Pichincha, cuya hipotética capital, llamada
Quitu, es la actual ciudad de Quito, Capital de la República del Ecuador.

El nombre de Reino de Quito fue dado por los invasores españoles de la época. La
ciudad tenía una posición estratégica para controlar esa región de la Cordillera de los
Andes. El valle donde está situado Quito estuvo poblado desde el 900 a.C. La ciudad,
fue refundada por los Quitus, luego de arrebatarla a las tribus que tenían la jurisdicción
de la región. Más tarde habría sido refundada nuevamente por los Caras, que dejaron
intacto el nombre de Quitu. La mezcla de razas de los Quitus y los Caras tendrían el
poder hasta la invasión de los Incas, que provenían de las estepas del sur de los
Andes. Los Quitus-Caras no tenían ejército. El Reino de Quitu fue absorbido por el
Imperio Inca, que se asentó en el territorio por alrededor de 40 años.

La existencia del "Reino de Quito" fue recopilada por varios cronistas e historiadores no
solo ecuatorianos sino también extranjeros. El sacerdote jesuita, Juan de Velasco, en
su obra “Historia Moderna del Reino de Quito y Crónica de la Provincia de la
Compañía”, escrita en el año 1767, recogió varias crónicas, según las cuales se cree
pudo haber sido una confederación militar con fines defensivos contra los
conquistadores Incas. Velasco explica que el Reino de Quito lo habrían formado los
pueblos precolombinos Shyris Quitus-Caras. Caranquis y Puruháes, que se unieron
para enfrentar a los Incas cuando llegaron a la región de Quito que, en ese entonces,
tenía una extensión territorial de 50 leguas de oriente a poniente y de norte a sur, entre
las dos cordilleras de los Andes.

LOS SHYRIS

Hacia el año 1300 ya habían gobernado un total de 11 Shyris Carán. El Shyri Carán XI
sintiéndose viejo y sin un hijo varón ni un sobrino que le sucediese en el trono, propuso
a Condorazo, Régulo de los Puruháes, el matrimonio de su hija Toa con Duchicela,
Príncipe Puruhá, para que éste asumiese el Mando después de su muerte y fuera Rey
de Quitus y Puruháes reunidos en un solo reino. El rey Shyri Carán XI, derogando la
Ley de la dinastía, declaró heredera legítima de Quito a la Princesa Toa ante la
Asamblea de los Grandes del Reino. En cuanto al marido, ella debía elegirlo, después,
de mutuo entendimiento.

Los principales pueblos andinos que integraban el Reino de Quito, al momento de la


conquista de los Incas, eran los siguientes: Pastos, Quillacingas, Tulcanes, Huacas,
Caranquis, Pimampiros, Otavalos, Cayambis, Cochasquies, Quitus, Panzaleos,
Latacungas, Mochas, Puruhaes, Chimbos, Cañaris, Tomebambas, Paitas, Zarzas,
Huancabambas y Ayabaca.

Los siguientes Reyes Shyris sometieron a otros pueblos como los Cayambi, Otavalo,
Huaca y Tusa, hasta llegar al territorio de los Quillacingas, y, por el sur, sometieron a
los de Latacunga y Ambato. También intentaron vencer, sin éxito, a los poderosos
Régulos Puruháes.

34
Los Shyris

Aproximadamente por el año 1450, por voluntad de su padre y sus vasallos, subió al
Trono Hualcopo, con el título de Duchicela-Shyri XIII. Gobernó pacíficamente al inicio
de su administración, pero luego tuvo que, comandando a su ejército, hacer frente a la
invasión de los Incas, que tenían un ejército de 40.000 hombres dirigido por Túpac
Yupanqui. Como consecuencia de esta derrota tuvieron que integrarse al Imperio Inca.

De acuerdo con los estudios realizados no existen evidencias en esta época que nos
permitan asegurar la existencia de manifestaciones policiales; sin embargo, cabe
señalar que estos pueblos debieron organizarse en forma primaria para su subsistencia
y defensa; por lo que es de suponer igualmente que el “Señor” o Cacique ejercía cierto
control y tomaba acciones para la defensa de sus intereses y de la propia comunidad.

35
…..en mitos y leyendas se guardaron
el recuerdo de sus orígenes y
de su trayectoria, imponiendo
un criterio unificador que
determinaba los hechos que
debían ser considerados
dignos de mantenerse
en la memoria de la gente…

36
2
MANIFESTACIONES POLICIALES EN EL INCARIO

El Imperio Inca fue un estado sudamericano con el dominio más extenso en la Historia
de la América precolombina. A este territorio se le denominó Tahuantinsuyo que quería
decir las cuatro regiones o divisiones. Al período de su dominio se le conoce además
como Incario. Floreció en la zona andina del subcontinente entre los siglos XV y XVI.
Abarcó cerca de dos millones de kilómetros cuadrados entre el océano Pacífico y la
selva amazónica; por el norte, desde las cercanías de Ipiales, en Colombia y, por el sur
hasta los ríos Maipo, Cachapoal y Maule, en Chile.

El Imperio abarcó los actuales territorios correspondientes al extremo suroccidente de


Colombia en la frontera, pasando por Ecuador, principalmente por Perú, el oeste de
Bolivia, la mitad norte de Chile y el norte, noroeste y oeste de Argentina. El Imperio
estuvo subdividido en cuatro regiones o suyos: el Chinchaysuyo, al norte; el Collasuyo,
al sur; el Antisuyo, al este; y, el Contisuyo, al oeste. La capital del Imperio fue la ciudad
de Cuzco, en el actual Perú.

Los orígenes del Imperio se remontan a la victoria de las etnias cuzqueñas lideradas
por Pachacútec. Luego de la victoria, el Curacazgo Incaico fue reorganizado por este
Inca, con quien el Imperio Incaico inició una etapa de continua expansión, que
prosiguió con su hermano Cápac Yupanqui, luego por parte del Inca Túpac Yupanqui y

37
finalmente por el Inca Huayna Cápac, quien consolidó los territorios. En esta etapa la
civilización Incaica logró la máxima expansión de su cultura, tecnología y ciencia,
desarrollando los conocimientos propios y los de la región Andina, así como asimilando
los de otros pueblos conquistados.

Luego de este período de apogeo el Imperio entró en declive por varios problemas,
siendo el principal la confrontación por el Trono entre los hijos de Huayna Cápac, los
hermanos Huáscar y Atahualpa que derivó, inclusive, en una guerra civil.

Atahualpa triunfó en las guerras contra su hermanastro Huáscar, sin embargo su


ascenso al Poder coincidió con la llegada de las tropas españolas al mando de
Francisco Pizarro, quienes capturaron al Inca y luego lo ejecutaron. Con la muerte de
Atahualpa, en 1533, culminó el Imperio Incaico.

Enrique Ayala Mora sostiene que, “aunque la presencia inca duró algo así como
ochenta años en el sur y cuarenta en el norte del actual Ecuador, la influencia del
Incanato en nuestra historia ha sido enorme, no solamente porque el idioma y varios
rasgos de la organización social y política fueron adoptados; sino también porque el
Norte Andino, con sus centros urbanos de primera importancia como Tomebamba y
Quito, se transformó muy pronto en uno de los ejes políticos de todo el inmenso
Tahuantinsuyo. Hablar, por tanto, de la “conquista” inca como un hecho de
sometimiento sin más es un error, puesto que significó una integración al gran imperio,
en el que los pueblos de nuestro actual país cumplieron un papel protagónico”.

Los pueblos originarios no tenían el concepto de poderío o Imperio, como era


entendido por los españoles. Para ellos la autoridad no estaba basada en el poder, sino
en el ejemplo. Así, en la época del Incario, el Curaca era el Jefe Político y
Administrativo del Ayllu, que posteriormente con la conquista de los españoles pasaron
a denominarse Caciques.

El Ayllu en el Incario

38
En la época de los Incas, el Ayllu constituía la base de la organización social. Venía a
constituir el conjunto de individuos o de familias unidas por ciertos vínculos, con un
origen común, real o ficticio, descendientes de un antepasado común mítico y que
vivían en un lugar determinado.

El Ayllu fue la célula familiar sobre la cual descansaba todo el sistema organizativo
imperial Inca. Esta unión de los parientes en un Ayllu, con sus costumbres y creencias,
los impulsaba al progreso y desarrollo bajo la dirección y Gobierno del Jefe local o
Curaca, marcando con ello, al mismo tiempo, el avance de la civilización en la época
Inca.

En cuanto a la economía, esta descansaba en el cultivo intensivo de la tierra, lo que


tuvo, en el Ayllu, su expresión más digna ya que a través del vínculo económico todos
estaban obligados a trabajar el territorio que habitaban para procurarse el sustento
diario y común. La tierra era activamente laborada y de ella, sea por cualquiera de las
formas de trabajo imperante, se sacaban los productos destinados tanto para la
comunidad como para el Inca y el culto religioso.

También practicaban el Ayni, que consistía en que los miembros del Ayllu se ayudaban
entre sí para proyectos privados como la construcción de casas o trabajos de campo.
Es decir, este sistema consistía en brindar apoyo a una determinada familia pero con la
condición de que se retribuyera la ayuda en el futuro, o sea, se condicionaba la
reciprocidad entre ellos. En estos trabajos se brindada alimentos y bebidas.

La minga o minka, era una tradición para trabajar juntos para fines sociales. Durante el
Imperio Inca era la forma básica en que se producía el trabajo al interior de los Ayllus o
comunidades campesinas, pero también se practicaba para el beneficio de territorios
mayores, como parte de los servicios que cada Ayllu prestaba al conjunto de la
sociedad. Las familias participaban en la construcción de locales, canales de riego, así
como la ayuda para la siembra de chacras de personas incapacitadas, ancianos y
huérfanos.

A pesar de haber transcurridos varios siglos, y siendo los Ayllus de origen pre inca,
sobrevivieron a la conquista española, llegando hasta nuestros días en que se les
conoce como Comunidades rurales o campesinas, amparadas por las Leyes y la
Constitución del Estado.

El Curaca

El Curaca que en la voz quecha se traduce como “el de mayor edad o hijo primogénito”,
significaba el primero o mayor entre todos los de su Ayllu. Originariamente debió ser el
más anciano, sabio y gobernaba de manera paternalista, pero como su autoridad la
podía heredar a un hijo que denotaba especial capacidad, es obvio, que el criterio de la
edad no fue siempre seguido.

39
La mayoría eran antiguos Jefes de Tribus a quienes se les conservaba su Poder por
haberse sometido al vasallaje y sumisión al Inca. Desempeñaban las funciones de
Jefes de Ayllu, encargados de recoger los tributos y entregárselos a los Ticuy Ricoc
para su traslado al Cuzco.

El Curaca

Era el personaje que estaba en contacto directo con la Comunidad y era su obligación
velar por el orden, trabajo y producción. Los Curacas adquirían muchos privilegios por
parte del Inca por su sometimiento y fidelidad; muchos fueron recompensados con las
virtuosa Acllas.

Las Acllas eran jóvenes vírgenes escogidas para ser esclavizadas en Talleres Textiles
y en la preparación de brebajes para el Inca y el Templo. Los Ticuy Ricocs tenían
obligación de buscar a las mujeres más bonitas de entre 12 y 14 años para enviarlas al
Cuzco y, la mayoría de ellas, era escogida para concubinas de los nobles.

Los Incas, a su vez, nombraron Curacas para reemplazar a los que hubiesen
demostrado resistencia tenaz contra su dominación. Las funciones que debían ejecutar
los Curacas eran:

 Reparto de topos o lotes de tierras agrícolas.


 Protección de los pobres o huacchas.
 Labores de mantenimiento de la red hidráulica (limpieza y reparación de canales
de riego).
 Resguardo de los linderos de la comunidad.
 Organización de la minga o trabajo comunal.
 Redistribución de los excedentes almacenados en pirguas o collcas

40
El Curaca, sin embargo, no actuaba solo, compartía su poder con un yanapaque o
segunda persona, como lo conocieron los españoles. Éste generalmente era un
pariente cercano o usualmente su hermano, quien lo reemplazaba cuando se
enfermaba, envejecía, estaba incapacitado físicamente o se ausentaba. El símbolo
supremo de su autoridad era la Tiana, o sea, un asiento de madera, piedra o metal,
de apenas 20 cm de altura aproximadamente, objeto del cual tomaban posesión el
día de su asunción al mando.

Delitos y Vigilancia Policial en el Incario

Al carácter absoluto y teocrático del Inca o Monarca y a lo bárbaro y drástico de las


penas que, por su fiera aplicación, se convertía en cruel, sanguinaria y sádica, se
sumaba la estricta vigilancia policial, la que se adentraba hasta lo más profundo de
los hogares y para la que no había resistencia ni reclamos de ninguna clase.

El delito no prosperaba por cuanto los Capuc Apu, Capitanes Mayores del Inca, los
indios Mitimaes y las fracciones del Ejército, hacían acatar las Leyes civiles y
penales; eran fieros en la persecución y en el castigo aplicado a los que violaban las
Leyes penales.

El Inca para castigar los delitos enviaba cada año a sus Visitadores para conocer si
los defectos y delitos eran castigados, para ver cómo lo hacían los Curicos y
Gobernadores. Estos Visitadores cumplían muy bien sus funciones, con mucha
fidelidad y sin soborno porque, el que recibía algo y el que lo daba, era castigado
fuertemente por el propio Inca.

Por estas circunstancias, en el Imperio Inca, prácticamente no existían bandoleros


ni criminales por temor a lo inflexible de la Ley penal de aquel entonces, ya que el
Inca, celoso y justiciero, no confiaba en nadie para administrar justicia y tan delicada
misión la asumía de lleno y era tan recto y drástico que no dejaba de mandar
ejecutar el castigo aunque fuera en sus propios hijos. El juicio se realizaba en la
plaza pública y en forma verbal.

Además, la población tenía miedo de cometer delitos por el terror que le inspiraban
las cárceles y los castigos. Varios cronistas de la época cuentan la existencia de
cárceles en el Imperio Inca cuya sola mención hacía temblar a las gentes. Las
cárceles constituían un lugar de expiación más que de rehabilitación o seguridad.

Apunchi Apu

Fueron Gobernadores regionales sujetos a su vez a la vigilancia y fiscalización de


los Tucuy Ricoc, que cuidaban el Orden y el cumplimiento de las normas de
conducta social más deseables para una convivencia ideal a base de la
reciprocidad, con miras siempre a obtener una buena producción para redistribuir.

41
Los Apunchi Apu eran nombrados entre los guerreros más valientes y distinguidos,
ya que tenían tanto atribuciones políticas como militares. Habitaba, generalmente,
en una fortaleza y viajaba al Cuzco para las festividades del Inti Raymi y rendían
culto y cuenta de su labor solo al Inca y al Consejo Imperial.

Los Tucuy-Ricoc

El Inca Pachacútec, que gobernó el Imperio desde 1438 hasta 1471, creó los Tucuy
Ricoc, que significaban “los que todo lo ven y oyen”, y los Michues, que eran una
especie de Agentes encubiertos y, además, la famosa Guardia Imperial, cuya
misión era la de salvaguardar el frente interno del Imperio.

Los Ticuy Ricoc

Eran funcionarios estatales que viajaban de incógnitos por las diferentes regiones
del Imperio, observando la forma como se aplicaban las Leyes y disposiciones del
Inca. En el momento preciso se identificaban ante los habitantes por medio de unos
hilos de la mascaypacha del Inca, luego de lo cual empezaban su labor visitando
los lugares de su responsabilidad para recoger el tributo y remitirlo al Cuzco;
además, visitaban también las obras públicas y recomendaban las medidas a tomar
sobre determinados trabajos.

Es decir, en el Incario, se contaba con cierto tipo de organización policial, integrada


por estos dos grupos, los Tucuy Ricoc y los Michues, con los cuales se conformaba
la Guardia Imperial. Todos estos Cuerpos Policiales tenían como misión velar por el
Orden y el cumplimiento de las Leyes del Soberano.

Los Tucuy Ricoc, eran los Supervisores imperiales y eran los ojos y oídos del Inca.

42
Eran funcionarios que periódicamente visitaban una determinada provincia del
Imperio, por expreso mandato del Inca; aunque carecían de poder militar, en el
cumplimiento de su labor, eran apoyados por los Michues que actuaban como
Inspectores, Consejeros y Pesquisidores.

Tanto los Tucuy Ricoc como los Michues eran una especie de Policía secreta que
con astucia e inteligencia se infiltraban entre aquellas personas que iban o podían
cometer delitos o conspirar contra el Imperio. Los delitos eran castigados con
mucho rigor y con fidelidad porque el Inca lo sabía y castigaba la falta de
cumplimiento cabal de su función, inclusive con la muerte.

Su función principal era verificar si las disposiciones del Inca se cumplían y si las
autoridades desempeñaban fielmente su labor; en caso contrario, podían destituir y
nombrar Curacas y disponer castigos, tomar cuentas a los Curacas, a los cuales
podían inclusive castigarlos sin miramientos por cualquier falta contra el Estado.
Tenían su sede de vigilancia en un lugar determinado con toda su jurisdicción que
abarcaba, a veces, hasta cincuenta leguas.

Tenían, además, otras funciones que les permitían casar parejas y ejercer justicia al
punto de poder condenar a muerte a los culpables. Como autoridad casamentera
tomaban el nombre de Huarmicoco o Repartidor de mujeres.

El éxito del Tucuy Ricoc radicó en su independencia, puesto que su única autoridad
era el Inca. Con tan omnímodo poder tenía visos de tiempo y criterio para cambiar a
los Curacas, a los Lugartenientes o Michues, para que apreciasen de cerca los
Tambos y almacenes, los ganados y sementeras, la integración de las mitas y todo
lo relativo al Orden y buen funcionamiento del Ayllu.

No tenía cargo perpetuo, tampoco hereditario, sin embargo, entre sus privilegios
estaba viajar en hamaca; su persona era respetada por cuanto representaba al
mismo Inca. Tenía relación directa solo con el Inca y únicamente de él recibía
órdenes y sólo a él le daba cuenta de lo observado y actuado.

En la confederación Quitu-Cara los Policías eran los Cari, varones con mayoría de
edad, que tenían como obligación moral organizar grupos de defensa, cuidado y
vigilancia de la población.

Los Catucamayuc

En el Incario, el espionaje estuvo a cargo de los Mercaderes llamados Catu


Camayuc, que luego se convertían en Chapacs, es decir, espías. Los Mercaderes
mientras mercaban también espiaban y se preocupaban de recorrer los caminos,
calcular la riqueza del país, medir las posibilidades de defensa.

Revisando las crónicas españolas, se encuentra menciones sobre la existencia de


Mercaderes que básicamente eran habitantes de las costas, que se dedicaban al

43
intercambio de productos. Según la investigadora, María Rostworowski, la palabra
“mercader”, en la época del Imperio Inca, no debe entenderse en el entorno de una
economía ajena al uso de la moneda, por cuanto únicamente existía el “trueque”
para el intercambio de bienes y servicios.

Mercaderes en el Incario

En el Incario existieron dos grupos de Mercaderes de importancia, los llamados


tratantes chinchanos y los tratantes norteños. Los chinchanos tenían dos rutas, una
marítima por la que iban hacia el norte en balsas llevando cobre y trayendo mullu,
esta ruta llegaba hasta Manta y Portoviejo. La otra ruta era terrestre que se dirigía
desde Chincha hacia el Cuzco, en el Perú.

Los Chapacs

Chapacs, es una palabra proveniente del quechua “Chapac” que significa vigilante,
que constituían un Cuerpo Policial comandado por el Chapac-Camayuc, quien tenía

44
el mando y la dirección. Dentro de esta organización se incluía al Chunga-Chapac-
Camayuc, al mando de 10 hombres; al Pachac-Chapac-Camayuc, a cargo de 100
hombres; y al Guaranga-Chapac-Camayuc, que tenía bajo su responsabilidad a
1000 hombres. También trajeron a los Coptra-Camas, quienes eran los Cuidadores
de Bodegas, Trojes y Almacenes, bajo el mando del Coptra-Camayuc.

También existían varios cuidadores denominados Superintendentes para el cuidado


de los siguientes bienes:

De los Canales, los Yacu Camayuc; de la Vía Real, los Hatun-Camayuc; de los
Puentes, los Chaca-Camayuc; de las Hosterías Reales, los Tambu-Camacuy; de
los Sembrados, los Chagra-Camacuy; de los ganados del Sol, los Uyhua-Camacuy;
de los Archivos y Cordeles, los Quipoo-Camayuc; de las Viudas, Pupilos y
Huérfanos, los Huaccha-Camayuc; de los Enfermos, los Ungue-Camayuc; y, de la
Marina y Pesca, los Huampu-Camayuc.

Sin embargo de la vigilancia y control que los Incas realizaban a las personas y a
sus diferentes actividades, trataban en lo posible de imponer valores y costumbres
cuzqueñas, pero también respetaban y practicaban ciertas manifestaciones
culturales y hábitos de los Quitus-Caras, especialmente en lo atinente a la
aplicación de la justicia y al sistema Policial.

Vestigios Incas en el Ecuador

Piedras poligonales incas en el Palacio de Carondelet

45
Aproximadamente por el año 1487 se inicia la conquista de nuestro territorio por
parte de los Incas. Los Incas preservaron su historia a través de la tradición oral. En
mitos y leyendas guardaron el recuerdo de sus orígenes y de su trayectoria,
imponiendo un criterio unificador que determinaba los hechos que debían ser
considerados dignos de mantenerse en la memoria de la gente.

El avance de la ocupación Inca significó la anexión y fundación de nuevas ciudades


importantes, entre ellas, la de Quito y Tomebamba, en las cuales iniciaron los
trazados de estas ciudades de formas similares a las del Cuzco, de cuatro en
cuatro, o sea, cuatro calles principales y cuatro transversales.

Vestigios de esta influencia arquitectónica es posible encontrar en la actualidad en


Quito, por ejemplo: las paredes del Colegio Sagrados Corazones ubicado en las
calles Sucre y Guayaquil; la pared perimetral del Claustro interior y la escalinata del
atrio de San Francisco; los muros en los zócalos del Colegio La Providencia, en las
calles Benalcázar y Espejo; esculturas de piedra representando al sol y a la luna en
el Convento de Santa Catalina; tumbas en el sector de El Dorado; canales en las
calles Chimborazo, Bolívar y Alianza, tras el Convento de San Francisco; y, piedras
poligonales propias de las construcciones Incas, en los bajos del Palacio de
Gobierno o de Carondelet..

46
……en el lugar
donde se encontraba
el Cofre de plata
conteniendo las
sagradas formas,
se levanta la actual
Capilla del Robo…..

47
3
FUNCION POLICIAL EN LA COLONIA
EL DESCUBRIMIENTO

El descubrimiento y conquista por parte de los españoles, se inicia con los viajes
inciertos de Cristóbal Colón y los nuevos asentamientos en el llamado Nuevo Mundo.
En lo que se refiere a nuestro país empezaría por el año 1526, con la primera
expedición de Francisco Pizarro al descubrir las costas ecuatorianas. Esta época
concluye en el año 1542, con la fundación de Guayaquil por parte de Francisco de
Orellana.

Cristóbal Colón descubre América

LA COLONIA

Luego de este tiempo denominado Descubrimiento viene el período conocido como


“La Colonia”, es decir, ese lapso que duró la dominación española en nuestro país y
que concluye en el año 1822.

Los españoles trajeron al Nuevo Mundo el caballo, armas de fuego, un nuevo idioma y
un símbolo religioso, la Cruz. Con estos pocos instrumentos los españoles lograron
dominar a los indígenas y establecer las Colonias. El 6 de diciembre de 1534, a 42
años de la llegada de las Carabelas españolas a tierras americanas, Sebastián de
Benalcázar fundó la ciudad de Quito.

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La Cruz símbolo religioso

En la primera etapa de la colonización se produjo el sojuzgamiento y el inicio del


despojo de los pueblos indígenas. Al mismo tiempo se resolvió, en beneficio del
centralismo metropolitano, el conflicto creado por los primeros colonos que intentaron
reproducir aquí el sistema de explotación feudal europeo. La institución básica de esta
etapa fue la llamada “encomienda”, que consistía en el encargo o “encomienda”, de allí
su nombre, que hacía la Corona a un colono español -el encomendero- de un grupo de
indígenas, para que los catequizara y les cobrara el tributo que estaban obligados a
pagar.

La disputa del botín que generaron sangrientos enfrentamientos entre los propios
conquistadores, terminó con el triunfo militar de la causa de la Corona, luego se dio un
lapso de tiempo en que se consolidó ésta con la institucionalización del poder colonial.
Las ciudades hispanas se fundaron desde el inicio: Quito (1534), Portoviejo y
Guayaquil (1535), Popayán y Cali (1536), Pasto (1539), Loja (1548), Zaruma y Zamora
(1550), Cuenca (1557), Baeza (1559), Tena (1560), Riobamba (1575).

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Inicios de la Construcción de la ciudad de Quito

En todas estas villas o ciudades propiamente dichas, se estableció un Cabildo


representante de los intereses dominantes locales, que cumpliría un papel crucial en el
hecho colonial, como afirma el historiador ecuatoriano Enrique Ayala Mora, en su obra:
“Resumen de Historia del Ecuador”

LA REAL AUDIENCIA DE QUITO

En el año 1539, Gonzalo Pizarro llega a Quito, nombrado Gobernador por su hermano
Francisco, e inició de inmediato su expedición, en busca de la canela, a las selvas
orientales. “La Plaza Mayor se llenó aquella mañana de marzo de 1541 con la
cabalgata de doscientos veinte españoles, mientras en el Ejido se había congregado a
los indios “tamenes” o portadores en número de cuatro mil con sus mujeres y `perros
amaestrados, de los que no volvió uno solo dejando sus huesos como hitos en el
camino del descubrimiento del Gran Río llamado Río de Quito en los primeros años y
luego de las Amazonas”, como lo describe el historiador Ricardo Descalzi en su
“Historia de la Real Audiencia de Quito”.

Su administración duró hasta la creación de la Real Audiencia de Quito, la misma que


se produjo veintinueve años después de la fundación de la villa española de Quito,
cuando el Rey Felipe II de España, en la ciudad de Guadalajara, el 29 de agosto de
1563, dictó la Real Cédula mediante la cual la Gobernación de Quito, bajo el mando de
Gonzalo Pizarro, es elevada a la Categoría de Audiencia Real. Esta Real Audiencia fue
inaugurada el 18 de septiembre de 1564.

La Audiencia y Cancillería Real de Quito que duró desde el año 1563 hasta el año
1822, fue el más importante Tribunal de la Corona española en los territorios de la
Presidencia de Quito, dentro del Virreinato del Perú, que después formaron parte del
Virreinato de Granada.

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El antiguo Gobierno de Quito, bajo la administración de Gonzalo Pizarro, había
ensanchado su territorio notablemente: por el norte, llegaba hasta Cali y Popayán; por
el sur, hasta los desiertos de Piura; y gracias al descubrimiento del Río Amazonas por
Francisco de Orellana, hasta el océano Atlántico. Esta circunstancia motivó a los
quiteños para, un 4 de julio de 1560, solicitar al Rey de España, la creación de la Real
Audiencia.

La Real Audiencia y Cancillería ejercían jurisdicción ordinaria sobre los territorios que
pertenecían a la provincia de Quito, tenía un Presidente letrado que era, a su vez,
Miembro del Tribunal, subordinado al Superior Gobierno ejercido por el Virrey del Perú.

En el año 1565 fueron establecidos los Corregimientos de Indios, bajo la dependencia


de los Corregimientos de españoles. Del Corregimiento de Quito que había sucedido a
la Gobernación, dependían hacia el año 1620, los Corregimientos de Riobamba,
Otavalo, Chimbo, La Facunda, Paita, Guayaquil, Jaén, Cuenca, Loja y Zamora.

“Pero la Quito colonial no fue un remanso de paz. La revolución de las Alcabalas, en


1592, alcanzó tales proporciones de rebeldía que más de 200 indios y mestizos
murieron en la refriega y el Virrey de Lima se lamentaba de que la ciudad no hubiera
sido arrasada. En la Revolución de los Estancos de 1765 se llegó a asaltar el Palacio
de Gobierno y se expulsó de la ciudad a los españoles solteros. Luego seguiría la
Revolución del 10 de agosto de 1809, la masacre del 2 de agosto de 1810, y la gesta
libertaria del 24 de mayo de 1822”, como lo narra el historiador Ricardo Descalzi, en su
“Historia de la Real Audiencia de Quito”.

CLASES SOCIALES EN LA REAL AUDIENCIA DE QUITO

La estructuración social, en la Real Audiencia de Quito, estaba conformada, en orden


de valía, de la siguiente manera: en primer lugar los hidalgos, a falta de nobles; luego
los funcionarios públicos y clérigos; seguidos por los encomenderos, empresarios,
mercaderes, prestamistas, dueños de medios de explotación y transporte, propietarios
de plantaciones y ganado. En los niveles inferiores de la sociedad, en esta época, se
encontraban los técnicos mineros, empleados, criados, artesanos, aventureros y
vagabundos.

Además, durante la Colonia las clases sociales se establecieron en base a la situación


económica y al poder de Mando que ejercían sobre los demás, por lo que existían,
básicamente, dos clases sociales: la Dominante y la Dominada.

La Clase Dominante, que ejercía el poder económico de Mando sobre las demás,
estaba constituida por los españoles y criollos que se habían concentrado en las recién
fundadas ciudades de la Audiencia de Quito.

51
Clases sociales en la Colonia

Españoles, eran los nacidos en España que llegaron al Continente Americano, al


principio como Conquistadores, luego en calidad de Colonos y de Autoridades. Al poco
tiempo de llegados se apoderaron de tierras y del trabajo de muchos indígenas,
convirtiéndose en amos y señores de las otras clases sociales.

Criollos, que se denominaban así por ser hijos de los españoles que habían nacido en
América y, en este caso, en la Real Audiencia de Quito quienes, por el hecho de haber
nacido en territorio Colonial, no tenían el mismo poder que los españoles y no podían
ocupar cargos públicos. Sin embargo, los Criollos eran adinerados, dueños de grandes
extensiones de tierra heredada a los conquistadores y colonizadores; muchos criollos
estudiaron en Europa y tenían supremacía y Mando sobre la clase dominada.

La clase dominada, realizaba todo tipo de trabajos y obedecía las órdenes de la clase
dominante. Esta clase la constituían: mestizos, negros esclavos, mulatos, zambos e
indígenas.

Los Negros en la Colonia

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Los mestizos, eran los más numerosos después de los Indígenas. Vivían pobres,
dedicados al trabajo, mal vistos y mal tratados por los españoles por considerarlos la
resultante de la degeneración de su raza al haberse mezclado con la indígena. No
tenían ninguna protección y difícilmente podían educarse en la Colonia. La mayoría de
mestizos vivía en todas las ciudades y lugares donde se encontraba españoles.

Los negros, por las gestiones del padre Bartolomé de las Casas, los Reyes de España
permitieron el tráfico de negros esclavos de África a las posesiones americanas, con el
propósito de que éstos reemplacen a los indígenas en los trabajos agrícolas de los
trópicos y en las minas.

La provincia en la que más negros existieron durante la Colonia fue Esmeraldas,


debido a que en el siglo XVI frente a esta provincia naufragó un buque cargado de
esclavos y los que lograron salvarse fugaron a las montañas quedando libres
definitivamente.

En esa época, la existencia de los negros en el territorio era motivo de preocupación,


debido a que se producían constantes huidas desde las casas y propiedades de sus
amos y, ello ponía en dura prueba a los Alguaciles para capturarlos.

El 17 de abril de 1574, en la administración de la Real Audiencia de Quito, presidida


por Diego del Corro Carrascal, todos los negros, aun habiendo salido de la esclavitud
para ser libres, debían pagar un impuesto al Estado. La disposición determinaba que
todo negro, sea hombre o mujer, pague un tributo anual consistente en un marco de
plata y pueda vivir en estas tierras y ser mantenido en ellas en paz y justicia.

Durante la Colonia, al negro le ocupaban en la agricultura, minas y en servicios


domésticos; eran caros, su precio dependía de la edad y sexo. Las negras encinta y los
jóvenes con experiencia en trabajos agrícolas estaban cotizados en los más altos
precios.

Los Indígenas, fueron los más numerosos y se les encontraba en todas partes de la
Real Audiencia de Quito, aunque muchos murieron por las enfermedades traídas de
Europa y durante la Conquista. La población indígena de la sierra se mantuvo
numerosa debido a que los españoles preferían vivir en las ciudades y tener
intermedios con los indígenas que habitaban los campos.

El Baquiano

Un tipo social de gran importancia tanto en la Conquista como en la Colonización de


América fue la figura del Baquiano, el veterano que conocía bien el terreno, los
caminos, las trochas y los atajos. Eran personajes que se habían quedado en América

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luego de expediciones anteriores y, por lo tanto, conocían ya el país, de modo que eran
de gran utilidad para dirigir, guiar y orientar a los recién llegados de España.

El Baquiano, el conocedor del terreno, comenzó siendo cazador de esclavos para los
trabajos en las minas; eran odiados y temidos por los indígenas, despreciados por
rudos y crueles por muchos españoles, pero al final terminaron por ganarse el respeto
de no pocos de sus socios, amigos, cómplices y aun enemigos.

TRIBUNALES DE LA REAL AUDIENCIA DE QUITO

Al año 1767, siendo Presidente de la Real Audiencia de Quito, Juan Antonio Zelaya y
Vergara, ya se contaba con un total de siete Tribunales de Justicia:

1.- De la Real Audiencia de Quito, compuesto por un Presidente como cabeza de ella,
cuatro Oidores, Fiscal Real y Protector de Indianos. Todos togados y se intitulaban
Ministros Reales, siendo adjuntos a los Oidores los títulos de Alcaldes de Cortes y
Jueces criminales. La jurisdicción de estos Tribunales se extiende a todas las
provincias y Gobiernos de Quito y Popayán, y de su sentencia sólo puede apelarse al
Supremo Consejo de Indias o al Rey.

2.- Del Juzgado Eclesiástico, cuyos despachos los hace el Obispo y su Provisor o
Vicario General, con Promotor Fiscal, Asesor y dos o más Notarios.

3.- De la Inquisición, compuesto de Comisario, Alguacil Mayor y familiares,


dependientes del Tribunal de Lima.

4.- De la Cruzada, integrado de Tesorero, Comisario y Contador, por quienes corrían


los intereses y negocios relativos a la Cruzada.

5.- De las Cajas de Difuntos, compuesto de un Contador, un Tesorero y un


Depositario, con la finalidad de asegurar en un Tesorero los bienes de aquellos
difuntos cuyos herederos estaban en Europa.

Tribunales en la Real Audiencia

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6.- De la Cámara de Cuentas y Cajas Reales, compuesto de Tesorero, Contador y
Fiscal. En estas Cajas entran los ramos de Tribunales Reales de los Corregimientos de
Ibarra, Otavalo, Quito, Latacunga, Riobamba y Chimbo; los Quintos del Metal, y los
productos de las Alcabalas, Estancos, Aduanas y Gabelas de dichas provincias.

7.- Del Cabildo o Ayuntamiento de la ciudad, que se componía de un gran número de


Regidores, presididos por el Corregidor. Se elegía anualmente dos Alcaldes
Ordinarios; dos de la Hermandad y un Procurador; los dos primeros y el Corregidor
tenían la jurisdicción ordinaria en la ciudad; fuera de ella y en su Distrito el Corregidor,
los dos de la Hermandad y el Alcalde Provincial. En Quito se incluyen los Jueces de
Barrio, que eran cuatro.

PRESIDENTES DE LA REAL AUDIENCIA DE QUITO

Con el fin de conocer y comprender el papel que los españoles cumplieron en la


Colonización y en el establecimiento de su Poder en la Real Audiencia de Quito,
vamos a referirnos a los personajes que ocuparon la Presidencia de este alto
organismo administrativo, dentro de tres aspectos: el primero, recordando quienes
fueron los Presidentes de la Real Audiencia de Quito, desde su fundación en 1563
hasta 1822, en que se inicia el proceso de Independencia; el segundo, a través de
pequeñas semblanzas de aquellos que han tenido mayor influencia tanto en el campo
político cuanto en la ejecución de obras que contribuyeron paulatinamente al desarrollo
y progreso de la ciudad de Quito y del país; y, tercero, las acciones, influencias,
resoluciones, providencias, etc., que tuvieron con relación a la función policial..

Presidentes Período Rey

Hernando de Santillán y Figueroa 1563 – 1571 Felipe II de España

Lope Diez Aux de Armendáriz 1571 - 1574 “

Pedro García de Valverde 1575 - 1578 “

Diego de Narváez 1578 - 1586 “

Barros de San Millán 1587 - 1589 “

Julio Narváez de Mendoza 1589 - 1592 “

Esteban Marañón 1592 - 1593

Miguel de Ibarra 1600 - 1608 Felipe III de España

Juan Fernández de Recalde 1609 - 1612 “

Antonio de Morga 1615 - 1636 “

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Alonso Pérez de Salazar 1637 - 1642 Felipe IV de España

Juan de Lizarazu 1642 - 1645 “ “

Martín de Arriola 1647 - 1652 “

Pedro Vásquez de Velasco 1655 - 1661 “

Antonio Fernández Heredia 1662 - 1665 “

“Diego del Corro Carrascal 1670 - 1677 Carlos II de España

Lope Antonio de Munive 1678 - 1689 “

Mateo de la Mata Ponce de León 1691 - 1701 “

Francisco López Di Castillo 1703 - 1706 Felipe V de España

Juan de Sosaya 1707 - 1714 “

Santiago de Larraín 1715 - 1718 “

Dionisio de Alcedo y Herrera 1728 - 1736 “

José de Arévalo y Río 1736 - 1743 “

Manuel Rubio de Arévalo 1743 - 1745 “

Fernando Félix Sánchez de Orellana

(Marqués de Solanda) 1745 - 1753 “

Juan Pío Montúfar y Frasso

(Primer Marqués de Selva Alegre) 1753 - 1761 Felipe VI de España

Manuel Rubio de Arévalo 1761 - 1765 Carlos III de España

Juan Antonio Zelaya y Vergara 1765 - 1767 “

José Diguja 1767 - 1678 “

José García de León y Pizarro 1778 - 1784 “

Juan José de Villalengua y Marfil 1784 – 1790 “

Antonio Mon y Velarde 1790 - 1791 Carlos IV de España

Luis Muñoz de Guzmán 1791 - 1797 “

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Francisco Luis Héctor de Carondelet

((Barón de Carondelet) 1799 - 1806 “

Manuel de Urriés 1806 - 1809 “

Toribio Montes Orozco 1812 - 1816 Fernando VII España

Juan Ramírez Orozco 1816 - 1819 “

Melchor de Aymerich 1819 - 1821 “

Juan de la Cruz Mourgeon y Achet 1821 - 1822 “

SEMBLANZA DE HERNANDO DE SANTILLAN

Nació en el año 1519. Contrajo matrimonio, en 1540, con Ana Dávila Bahamonde y
Sandoval, con quien procreó tres hijos: Hernando, Antonio y Ana Santillán Dávila.

Licenciado en Leyes y funcionario español que ocupó el cargo de Relator de las Reales
Chancillerías de Granada y Valladolid, en España. En 1550 lo enviaron al Virreinato
del Perú como Oidor de la Real Audiencia de Lima, durante el reinado de Felipe II.

Hernando de Santillán

Por orden del Rey Felipe II de España, fundó la Real Audiencia de Quito y, a la vez, fue
designado su Primer Presidente, el 27 de septiembre de 1563, con un sueldo de 4000
pesos de oro.

En 1571, regresó a Europa. Enviudó en Sevilla y, a los 53 años, decidió hacerse


Sacerdote y fue nombrado Obispo de Charcas, en Bolivia, pero al viajar a Sudamérica,
falleció antes de tomar posesión de su cargo, en Lima, el 8 de junio de 1574.

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LA TASA DE SANTILLAN

La Tasa de Santillán establecía el Sistema de Mita, que consistía en la obligación del


Cacique de un grupo de enviar un indígena de cada seis, a las Minas y uno de cada 5,
al trabajo agrícola.

Se eximía del trabajo a las mujeres y a los hombres menores de 18 años y mayores de
50 y, al mismo tiempo, se ordenaba que los indígenas fueran mantenidos por los
Encomenderos, quienes, además, debían curarlos en la enfermedad, cuidar de su
evangelización y no ocuparlos como bestias, ni hacerlos trabajar los días domingos y
festivos.

EL HOSPITAL DE CARIDAD

Hernando de Santillán realizó, entre otras, las siguientes obras importantes:

 Construcción y reparación de caminos próximos a Quito.


 Fundó la Cofradía “Hermandad de Caridad”.
 Fundó el primer Hospital de Caridad, que se llamaba “De la Misericordia de
Nuestro Señor Jesucristo” inaugurado solemnemente el 9 de marzo de 1565,
bajo la protección del Rey Felipe II de España.

Respecto a la fundación de este Hospital, nuestro insigne historiador ecuatoriano,


Federico González Suárez, en su obra Historia del Ecuador, nos dice: “Su memoria
debe ser bendecida por la posteridad, pues dejó en Quito, un monumento
imperecedero al fundar el primer Hospital de Caridad”

LA REVOLUCION DE LAS ALCABALAS

Fue una de las primeras manifestaciones políticas del pueblo quiteño en


contra de las autoridades españolas. Se desarrolló entre julio de 1592 y
abril de 1593, en época en que don Barros de San Millán desempeñaba el
cargo de Presidente de la Real Audiencia de Quito; y tuvo su origen
cuando Felipe II, Rey de España, expidió la Cédula Real por medio de la
cual dispuso el pago de un nuevo impuesto del 2% sobre las ventas y
permutas.

Este impuesto había sido creado con el propósito de equipar una armada
que vigilara los mares de las Indias y protegiera el comercio, las ciudades
y puertos españoles de América, que constantemente sufrían el ataque de
corsarios y piratas que las saqueaban y quemaban para apoderarse de
sus riquezas.

La Cédula, expedida en noviembre de 1591, fue recibida en Quito el 22 de


julio del año siguiente y en ella se establecía que el nuevo impuesto debía

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empezar a cobrarse desde el 15 de agosto de 1592. La Audiencia le
concedió al Ayuntamiento de Quito quince días de plazo para que
resolviera la aceptación del impuesto, pero apenas transcurridos dos días
esta Corporación decidió no aceptar dicha imposición y elevar al Monarca
una petición que la exonerara de dicho tributo.

La Revolución de las Alcabalas

Como el Gobierno de la Audiencia no les prestó atención, los miembros


del Ayuntamiento acudieron ante el Procurador, don Alonso Moreno y
Bellido, para que sea él quien dirija las acciones que debían adoptarse
para impedir la aplicación de dicho impuesto. A partir de entonces se
realizaron varias reuniones secretas en las que por primera vez se oyó
hablar de la ”insurgencia”, concepto que en esa época era castigado con
la horca.

Por su parte, Fray Pedro Bedón, sacerdote dominico quiteño a quien el


pueblo admiraba y respetaba por su talento, realizó importantes
declaraciones defendiendo la obligación de que se escuche a los
representantes del pueblo. Al poco tiempo las autoridades españolas
aceptaron la mediación del padre Bedón y ofrecieron escuchar a los
quiteños, por lo que el pueblo depuso su actitud armada y permitió la
llegada de las fuerzas de Arana sin oponer la menor resistencia.

Sucedió entonces un hecho verdaderamente vergonzoso, cuando las

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autoridades españolas, faltando a su palabra, desataron una feroz
persecución en contra de los caudillos y líderes quiteños. Esta actitud
traicionera hizo que el pueblo vuelva a levantarse en armas, pero
lamentablemente ya era demasiado tarde, pues los españoles se habían
hecho fuertes en la ciudad ocupando sitios estratégicos de la misma, e
impidiendo que los quiteños puedan actuar. Inmediatamente las
autoridades realistas organizaron un Tribunal Especial y ordenaron la
prisión de los dirigentes y partidarios de la Revolución, a los que juzgaron
muy ligeramente y condenaron a muerte.

El 28 de diciembre de 1592, en la noche, en medio del silencio habitual de


la ciudad se escucharon varios disparos de arcabuz, y cuando el pueblo
acudió para ver qué había sucedido, se descubrió el cuerpo del Procurador
Moreno Bellido que, herido de muerte, señaló que le habían disparado
desde la casa de la Audiencia.

Ese fue el inicio de la represión. A los patriotas se los ahorcaba por la


noche para que a la mañana siguiente sus cadáveres pudieran ser
contemplados por los vecinos de la ciudad como un escarmiento en contra
del pueblo y la revolución. Los revolucionarios, por su parte, cometieron
también varios atropellos y crímenes en contra de los realistas.
Al conocer el Rey de España y el Real Consejo de Indias lo que estaba
sucediendo en Quito, desaprobaron airadamente dichos crímenes, pero
desgraciadamente las noticias tardaban mucho tiempo en llegar y fueron
muy pocos los que pudieron escapar de la persecución.

Al respecto, Jorge Núñez Sánchez en su obra, “Pueblos, ciudades y


regiones en la Historia del Ecuador”, Colección Centenario, auspiciada por
la Academia Nacional de Historia del Ecuador, menciona los antecedentes
y epílogo de esta rebelión contra las Alcabalas, cuyo resumen
transcribimos a continuación:

“Las medidas fiscales de la corona, bautizadas con el nombre genérico de


“alcabalas”, provocaron graves tensiones e intentos de amotinamiento en
la sierra sur peruana y finalmente el problema cobró su mayor dimensión
en Quito, donde el cabildo de la ciudad se convirtió, en el eje de la
resistencia contra las nuevas imposiciones del fisco.

El conflicto comenzó en Quito con varios memoriales que el Cabildo elevó


a la Corona, explicando la grave situación económica que vivía la ciudad a
consecuencia del peso del sistema y reivindicando una vez más los
derechos históricos de los beneméritos, a cuyo esfuerzo se debía la
conquista de estos reinos, el aplastamiento de las rebeliones de los
encomenderos y las campañas de penetración emprendidas contra los
indios jíbaros, logros alcanzados, según decían, “con poca o ninguna

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ayuda de vuestro real patrimonio, sino con solo el sudor, trabajo, vidas y
haciendas de las personas que le conquistaron”.

Poco después, en una nueva carta, los munícipes argumentaban con


dolida expresión el peso que había tenido para el pueblo el “donativo
gracioso” de 140 mil pesos que el presidente Barros de San Millán había
colectado en ella el año anterior. Detrás del conflicto aparecía, una vez
más, la sombra de las encomiendas y las quejas de los encomenderos,
puesto que la resistencia a la Alcabala estaba también vinculada con la
antigua idea de que la encomienda era un reconocimiento del rey al
esfuerzo y sacrificio de los conquistadores, y que por ende debía ser
perpetua (y no solo por dos vidas) y no debía ser gravada con ningún
impuesto, como el de la Alcabala. Algunas autoridades locales también
escribieron al Rey apoyando esta idea y aconsejando que se la aprobara y
así evitar nuevas protestas de los Encomenderos. En el mismo sentido se
pronunció finalmente el Consejo de Indias en 1593 tras la rebelión de las
Alcabalas.

Pero la corona española y sus autoridades en América se mantuvieron


firmes en la decisión de imponer el Impuesto de la Alcabala, lo que llevó a
un creciente enfrentamiento entre la Audiencia, máximo representante del
poder real en Quito, y el Cabildo, máximo representante de la ciudadanía,
que convocó multitudinarias manifestaciones para que acompañaran sus
protestas. Se distinguió en todo el curso de los acontecimientos el
Procurador de la ciudad, Alonso Moreno de Bellido, que actuó primero
como portavoz del Cabildo y de la ciudadanía quiteña y, más tarde, como
líder de la rebelión cívica contra las Alcabalas.

Durante una primera etapa del conflicto, el Cabildo buscó tomar contacto
con sus similares de otras ciudades del país quiteño, como Cuenca y
Guayaquil, y también con los municipios de las principales ciudades
peruanas (Lima y Cuzco), en busca de coordinar acciones de resistencia
frente a la imposición de la Alcabala. Lamentablemente, todas sus
gestiones resultaron frustradas. Entre tanto, el Virrey del Perú enviaba
desde Lima una fuerza pacificadora contra Quito, al mando del Capitán
Pedro Arana, quien desembarcó en Guayaquil a fines de noviembre de
1592 y avanzó luego hacia la sierra. Al conocer la llegada de esta fuerza,
el pueblo de Quito, por orden del Cabildo, se armó y preparó para el
combate, cercando al Presidente y Oidores; logrando así que Arana no
pasase de Latacunga y, más tarde, inclusive le forzaron a retroceder a
Riobamba.

Este pulso entre el poder real y el poder municipal duró largos meses,
durante los cuales Quito permaneció gobernada internamente por el
Cabildo y cercada exteriormente por las tropas de Arana. Al fin, tras largos
meses de poder “dual”, en los que sucedieron variados acontecimientos

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políticos, la rebelión fue desactivada y Arana logró entrar en Quito el 10 de
abril de 1593.

En la represión que siguió fueron ahorcados diecisiete cabecillas de la


rebelión y apresados un gran número de rebeldes. Los regidores Francisco
de Arcos, Antonio Morán, Martín de Aizaga y Miguel de Sandoval fueron
también condenados a morir por decapitación, pero el Virrey del Perú,
considerando su nivel social, dispuso que fueran enviados a Lima en
donde les mantuvo prisioneros por un tiempo, liberándolos después.
Varios funcionarios municipales, entre otras personas, fueron condenados
al destierro como los escribanos Juan de León y Sebastián Hidalgo y el
procurador Hernán González Rengel.

SEMBLANZA DEL III MARQUES DE SOLANDA

Félix Sánchez de Orellana y Rada, nació en Latacunga el 9 de mayo de 1715 y falleció


en la ciudad de Quito el 5 de noviembre de 1784. Fue un aristócrata y político quiteño
de la época Colonial de la actual República del Ecuador. Poseyó el título de III Marqués
de Solanda. Fue además el Primer Presidente, quiteño, de la Real Audiencia de Quito.

Nació en Latacunga, cuando su padre desempeñaba el cargo de Corregidor de los


Asientos de Latacunga y Ambato. Fue hijo de Pedro Javier Sánchez de Orellana y
Góngora, II Marqués de Solanda y de la dama cuencana Francisca de Rada y
Alvarado hija, a su vez, del General santanderino Juan Francisco de Rada y Alvarado,
Corregidor y Justicia Mayor de la ciudad de Cuenca.

Estudió humanidades en el Seminario San Luis de Quito; además Filosofía y


Jurisprudencia Civil y Canónica en el Convictorio de San Fernando. Para sus 27 años
de edad ya había desempeñado cargos al servicio de la Corona Española como
Teniente de Corregidor y Justicia Mayor de la ciudad.

Se convirtió en el primer Presidente realmente quiteño de la Real Audiencia de Quito,


entre 1745 y 1753. Durante su administración se produjeron algunos de los primeros
enfrentamientos entre Chapetones y Criollos, que derivarían años más tarde en los
primeros movimientos independentistas del actual Ecuador.

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III Marqués de Solanda

Su Gobierno terminó exactamente el 21 de noviembre de 1753, luego de lo cual,


abrazó el estado eclesiástico cuando contaba con 41 años de edad; fue nombrado
Dean, es decir, párroco de la parroquia más importante de la ciudad, en la Catedral de
Quito. Después fue designado Comisario Subdelegado General de la Santa Cruzada
en la Provincia de Quito. Murió al servicio de Dios el 5 de noviembre de 1784, a la
edad de 69 años, mientras caminaba por una calle aledaña al Convento del Carmen
Bajo, en la ciudad de Quito.

Heredó de su padre el título de Marqués de Solanda, tras la muerte de éste en 1753.


Debido a que jamás tuvo hijos, el título de Marqués pasó entonces a manos de su
hermano Diego, IV marqués de Solanda, quien lo ostentó hasta su propia muerte,
acaecida sin descendencia en 1791. El título debió pasar entonces a su única hermana
viva Mariana, V marquesa de Solanda, tía abuela de Mariana Carcelén y Larrea, quien
murió también sin descendencia en 1803, heredando el marquesado su sobrino Felipe
Carcelén, hijo de su hermana Isidora.

La Marquesa de Solanda

Mariana Carcelén y Larrea, nació en la Hacienda Solanda a las afueras de la ciudad


de Quito, hija de Felipe Carcelén y Sánchez de Orellana, VI Marqués de Solanda y de
Teresa Larrea y Jijón. Recibió sus nombres en honor a su tía abuela, Mariana Sánchez

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de Orellana y Rada, V Marquesa de Solanda, quien, al morir sin descendencia en
1803, testó el título y el Mayorazgo a su sobrino Felipe, padre de Mariana.

Se supone que fue educada en algún Convento quiteño en manualidades, aunque


nunca descolló en ciencias o en artes, como era común en las mujeres en ese periodo
histórico. Tras la muerte de su padre, el 8 de agosto de 1823, Mariana heredó sus
títulos nobiliarios, que le sirvieron como armas para influir en el pensamiento político y
cultural de la época.

Sucre y la Marquesa de Solanda

Contrajo matrimonio con el Mariscal Antonio José de Sucre. En su condición de esposa


del Mariscal, Mariana se convirtió en la Primera Dama de Bolivia. Luego de enviudar
por el asesinato de Sucre en las selvas de Berruecos, volvió a contraer dos
matrimonios más, el segundo con Isidoro Barriga y López de Castro, subalterno del
Mariscal en la campaña de independencia de Perú y, el tercero con el abogado José
Baltazar Carrión Torres, oriundo de Loja. Falleció el 15 de diciembre de 1861, a los 56
años de edad.

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SEMBLANZA DE JUAN PIO MONTUFAR

Juan Pío Montúfar y Frasso, nació en Granada, España, el 18 de julio de 1702. Fue un
noble español que ejerció como Vigésimo Presidente de la Real Audiencia de Quito,
entre los años 1753 y 1761. Sus padres fueron Sebastián de Montúfar y Porras y doña
Josefa Frasso-Apietto del Corro.

Juan Pío Montúfar

Con sólo 10 años de edad, Juan Pío ingresó en la Orden de Santiago, en la que
llegaría a ser Caballero. El 2 de octubre de 1728 el Virrey del Perú, José de
Armendáriz, le nombró Comisario General de Caballería del Batallón de Arequipa. Fue,
además, Procurador General del mismo territorio arequipeño ante la Corte de España,
y por tres años también Corregidor y Justicia Mayor de la provincia peruana de
Camaná. Montúfar era el heredero de un Mayorazgo constituido por casas que se
alquilaban a viajeros y transeúntes en Madrid, mientras que en Arequipa poseía
valiosas haciendas que le permitían obtener rentas muy altas.

Obtuvo el Marquesado de Selva Alegre, mediante Real Cédula emitida el 13 de julio de


1747, y firmada por Fernando VI en el Palacio del Buen Retiro, en la que se le
concedió también el Vizcondado previo de Tacar. Montúfar y Frasso constituyó,
además, un Mayorazgo para vincular sus propiedades tanto en España como en
América, autorizado mediante Real Cédula expedida por el rey Carlos III, el 24 de
noviembre de 1759.

En 1721, mientras vivía en Arequipa, Montúfar se casó con la dama Martina Aldonza de
Taborga y Durana, dos años mayor que él y de quien enviudó al poco tiempo sin haber
engendrado descendencia. En 1755 conocería a la quiteña Rosa de Larrea-Zurbano y
Santa Coloma, de 23 años de edad y treinta menos que él, con quien decidió contraer
segundas nupcias sin esperar la debida dispensa de Madrid, pues su condición de

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Presidente de la Real Audiencia no le permitía casarse con mujeres del lugar donde
tuviera mando.

Un fraile instó al Marqués a exponerse a las reprimendas de la Corte española antes


que lesionar el honor de la joven Marquesa y de sus descendientes, por lo que el
matrimonio fue registrado y hecho público poco antes del nacimiento del segundo hijo
de la pareja. Rosa de Larrea-Zurbano, murió el 5 de agosto de 1761, causándole un
dolor tan grande al Marqués, que le siguió a la tumba menos de dos meses después
dejando en la orfandad cuatro hijos varones.

Asignado a América desde temprana edad, Montúfar había regresado a España y


consignó treinta y dos mil pesos fuertes en la Tesorería Real como servicio a Su
Majestad, aunque en realidad se trató de un pago para que le fuera concedido el cargo
de Presidente de la Real Audiencia de Quito.

Fue una autoridad que en el plano ejecutivo se ocupó de absolutamente todos los
temas concernientes al territorio y al Cabildo, mientras que en lo económico se mostró
austero, reduciendo significativamente los egresos destinados a recepciones vanas de
las autoridades civiles y eclesiásticas. Durante su mandato debió enfrentar los
devastadores efectos de los terremotos de 1757 y 1760, que destruyeron varios
edificios de la ciudad de Quito, por lo que donó su sueldo de Presidente para la
reconstrucción de la iglesia de Santa Catalina, que se había venido abajo casi en su
totalidad.

Tras el terremoto de 1757 y las continuas erupciones del Cotopaxi, que dejaron a
Latacunga en deplorable estado, Montúfar solicitó a la Corona que se exonere a dicha
ciudad del pago de tributos y que se rebajara el rédito anual de los capitales impuestos
a censo. Por causa del mismo sismo, el Presidente debió reedificar el Palacio Real en
1758. El Marqués había mandado a traer de Europa y Lima docenas de finos muebles
y tapices, suficientes para adornar unas cuarenta habitaciones, pero se quedó sin tener
dónde poner más de la mitad.

A su muerte acaecida el 24 de septiembre de 1761, el Marqués de Selva Alegre


contaba con 59 años de edad y había sido promovido a una Plaza como Consejero en
el Real Consejo de Indias. Los solemnes funerales de Montúfar fueron presididos por el
Sacerdote Fernando Sánchez de Orellana, que por azares del destino había sido su
predecesor en la Presidencia de la Real Audiencia de Quito antes de abrazar los
hábitos eclesiásticos. Fue sepultado junto a su segunda esposa, en las bóvedas de la
Iglesia de la Merced.

LA REVOLUCION DE LOS ESTANCOS

En los primeros días de mayo de 1765, en la Presidencia de Manuel Rubio de Arévalo,


se produjo una verdadera conmoción en la capital de la Real Audiencia por cuanto se
trató de aplicar la Cédula Real que ordenaba el estanco del aguardiente y la prohibición
absoluta de la destilación particular.

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Ante esta situación y como una reacción lógica del pueblo quiteño ante los nuevos
impuestos a los víveres, los abusos cometidos por los recaudadores de impuestos y el
profundo odio que sentían contra los Chapetones, españoles recién venidos a América
y que ocupaban la mayoría de los cargos administrativos en la Colonia, se produjo un
levantamiento popular que se inició a las primeras horas de la mañana del 22 de mayo
de 1765, cuando en las esquinas, calles principales y plazas, aparecieron pegados
grandes cartelones que anunciaban para las siete de la noche una airada
manifestación en contra de las autoridades españolas, para reclamar por el monopolio
estatal que se intentaba implementar a la producción de aguardiente y a la aduana con
la que se pretendía cobrar los nuevos impuestos con que habían sido gravados los
víveres.

El tañido de las campanas de San Roque y de San Sebastián pareció ser la señal que
llamó a la reacción; pues en ese momento, los habitantes de esos dos importantes
sectores de la ciudad confluyeron en la plaza de Santo Domingo y, desde allí, al grito
de ¡Viva el Rey! ¡Mueran los Chapetones! ¡Abajo el mal Gobierno!, la marejada
humana llegó hasta la Casa de Estancos, situada en Santa Bárbara, y luego de
destruirla totalmente regó el aguardiente e incendió el edificio.

Revolución de los Estancos

Para aplacar la furia popular acudieron los Jesuitas, entre ellos Juan Bautista Aguirre,
quienes con gran elocuencia se hicieron oír por el pueblo quiteño prometiendo que el

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Estanco y la Aduana serían abolidos, y que las autoridades perdonarían el
amotinamiento.

Pero el pueblo, saboreando el triunfo obtenido, buscó pretextos para continuar con los
desmanes y, en la noche del 24 de mayo, asaltó el Palacio de la Real Audiencia de
Quito. Enardecido, sin mostrar temor ante las armas de fuego, atacó el edificio con
decisión inalterable, y luego de vencer a más de doscientos soldados que lo defendían,
se apoderó de él.

La ciudad volvió a la calma luego de que el 28 de junio capitularan las Autoridades y


fueran expulsados todos los españoles solteros; inclusive el Presidente de Real
Audiencia, Don Manuel Rubio, fue obligado a abandonar la ciudad.

El 17 de septiembre de ese mismo año, una comunicación oficial dirigida por el Virrey
de Santa Fe declaró el indulto general de todos los comprometidos en la revuelta.
Pocos días después y enviado por los Virreyes del Perú y Nueva Granada, en calidad
de pacificador llegó a Quito el Gobernador de Guayaquil don Antonio Zelaya, quien
cumplió a satisfacción su cometido.

Con respecto a este acontecimiento, Federico Gonzáles Suárez escribe, en su


”Historia General de la República del Ecuador”, lo siguiente: “la sublevación de los
Barrios de Quito fue obra de la ínfima plebe”.

Sobre este mismo tema, el historiador Jorge Núñez Sánchez, en su libro “Pueblos,
ciudades y regiones en la historia del Ecuador”, apunta lo siguiente:

“Este creciente apetito de poder de la aristocracia criolla de la sierra central llegaría a


su climax en 1765, año en que algunos de sus líderes estimularon el levantamiento de
los Barrios de la capital conocido como “Revolución de los Estancos”.

La causa directa de la rebelión fue el establecimiento de una Fábrica real de


Aguardientes y una Casa de Aduanas en la ciudad de Quito, destinadas a incrementar
significativamente los ingresos de la corona mediante la monopolización de la
producción licorera y un efectivo combate al contrabando, a través de un renovado
control sobre las importaciones mercantiles. Estas medidas eran obviamente
perjudiciales para los terratenientes y conventos que producían aguardiente y también
para los comerciantes que evadían impuestos. Pero perjudicaban también al pueblo,
por la elevación de costos que producían en el aguardiente y otros artículos de
consumo. En síntesis, se trataba de que las reformas borbónicas destinadas a
“reconolizar económicamente” a una Hispanoamérica cada vez menos dependiente de
España, hacían su arribo a territorio quiteño con toda su fuerza de exacción y
amenazaban con afectar a la debilitada economía local, que se hallaba en plena crisis.

Empero, detrás de las causas obvias existían otras más profundas, que estimulaban la
animosidad criolla contra los chapetones, siendo la principal la envidia que provocaba
en la aristocracia terrateniente el rápido enriquecimiento de los comerciantes españoles

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y de los corruptos funcionarios reales, que contrastaba con la creciente ruina de sus
propiedades a causa de la crisis. Eso explica la saña con que los revoltosos
persiguieron a los chapetones solteros (es decir, a los que no se habían “criollizado”
por vía matrimonio, quienes a su vez, tomaron las armas y participaron activamente en
los esfuerzos represivos del poder colonial, antes de ser expulsados de la ciudad por
los insurrectos”.

SEMBLANZA DE JUAN JOSE DE VILLALENGUA

Funcionario español nacido en la ciudad de Vélez, en la provincia de Málaga, por el


año 1748. A los 26 años de edad llegó a Quito acompañando a su suegro, don Ramón
García de León y Pizarro, que venía a ocupar la Presidencia de la Audiencia, quien
había conseguido para él el cargo de Fiscal de la Audiencia.

Diez años más tarde, gracias a las gestiones realizadas por su suegro, fue nombrado
Presidente de la Real Audiencia de Quito, y asumió dicho cargo el 4 de mayo de 1784.
El nuevo Presidente era ilustrado y estaba deseoso de adquirir méritos haciendo obras
que redundaran en beneficio de los pueblos confiados a su dirección y autoridad.

Juan José de Villalengua

Villalengua fue quien mandó empedrar todas las calles de la ciudad; pues, hasta esa
época, no lo estaban sino las del centro; dispuso se blanquearan las paredes exteriores
de todas las casas y estableció carretas urbanas destinadas a recoger la basura y
servir para el aseo de la población. Varón de ánimo generoso, formó paseos públicos,
donde los vecinos gozaran de honesto recreo y esparcimiento; y, de acuerdo con el

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Cabildo Civil de Quito, plantó la primera Alameda y el primer jardín público que hubo en
esta capital.

Desarrolló una intensa actividad destinada a impulsar la instrucción pública y procuró


una ordenada distribución de la caridad en pro de los mendigos y pordioseros. Otra de
sus preocupaciones fue la de brindar protección a los indios de la provincia
correspondiente, que constantemente eran maltratados no sólo por los ciudadanos
comunes sino también por las autoridades españolas.

Fue un tenaz detractor de Eugenio Espejo, a quien inclusive, en 1787, ordenó


investigar, detener, y trasladarlo a Quito, cargado de grillos, cual vulgar delincuente,
para ser encerrado en húmeda celda, donde permaneció durante largo tiempo.

Finalmente, luego de haber redactado una Memoria para su sucesor en el Mando, cosa
que ningún gobernante había hecho con anterioridad, su Gobierno terminó en el año
1790. Posteriormente fue trasladado a Guatemala con los mismos cargos y honores
que había disfrutado en Quito.

El Hospital de San Lázaro

El Hospital de San Lázaro

La trayectoria del San Lázaro está íntimamente relacionada con el desarrollo histórico
social de los siglos 18, 19 y 20. Esta ciudad pequeña plagada de indigentes,
vagabundos, pordioseros, mendigos, huérfanos que deambulaban por las calles de la
Real Audiencia motivó a personajes como el Ilustrado Juan José de Villalengua, en
ese entonces, Presidente regente de la Real Audiencia de Quito, y al prelado doctor

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Blas Sobrino y Minayo, Obispo de la Diócesis, a tomar un remedio eficaz y duradero a
la situación.

En este contexto se origina el Hospicio y Manicomio “Jesús, María y José”, mediante


un Acta que se firma el 15 de marzo de 1784. Es a partir del año de l812 en que el
Hospicio y el Hospital San Lázaro de Quito, cuentan con el primer profesional médico
de planta, doctor Juan Pablo Arévalo, graduado en 1801 en la Universidad de Santo
Tomás, quien moriría más tarde contagiado de lepra.

SEMBLANZA DE FRANCISCO HECTOR DE CARONDELET

Francisco Luis Héctor de Carondelet, V Barón de Carondelet, nació en la Villa de


Novelles-sur-Selle, en el territorio flamenco que anteriormente había pasado a control
francés tras la guerra Franco-Holandesa. Fue noble, militar y Gobernador Colonial al
servicio de España. Fue Presidente de la Real Audiencia de Quito, desde 1797 hasta
1806.

En 1777 contrajo matrimonio con María Concepción Castaños Aragorri Uriarte y


Olavide, nacida el 8 de agosto de 1759 en La Coruña y fallecida el 13 de septiembre de
1831, hermana del I Duque de Bailén. Procrearon dos hijos: Luis Ángel y María Felipa
Cayetana.

Palacio de Carondelet

El Barón se resistió originalmente a su traslado a Quito. Se encontraba en México y


solicitaba más bien la Presidencia de Guatemala. Consideraba largo y penoso su viaje
a Quito, sobre todo por su esposa con excesiva gordura y poca salud. Sin embargo, el

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Barón era miembro de una logia masónica actuante al interior del ejército español, y
por ello aceptó trasladarse finalmente, a instancias de un alto directivo de la Orden
Masónica en España, el ministro don Gaspar Melchor de Jovellanos, quien le insistió
en su traslado con el argumento “importando mucho al real Servicio su presencia en
Quito”.

No se conoce instructivo metropolitano alguno respecto a determinada misión en Quito


encargada a Carondelet por el ministro español, pero dadas las circunstancias y una
variedad de hechos obrantes en varios documentos, esa misión no pudo tener otros
objetivos que los siguientes:

 Proteger y fortalecer la acción de la primera Logia quiteña, la famosa “Escuela


de la Concordia”, contra la que la Inquisición limeña y el Presidente Múñoz de
Guzmán habían desatado una selectiva represión, la primera encausando a su
Venerable Maestro, el Conde de Casa Gijón, y la segunda apresando a su
secretario, el sabio doctor Eugenio Espejo y,
 Respaldar los proyectos de modernización y desarrollo del país quiteño
planteado por la expresión pública de esa Logia, la “Sociedad Económica de
Amigos del País”, como medio de ir sustituyendo la antigua y desgastada
relación “metrópoli-colonias” por otra más moderna y prometedora: “metrópoli-
provincias ultramarinas”.

Barón de Carondelet

Tras instalarse en Quito, el nuevo gobernante entabló rápidamente muy fraternales


relaciones con los también ilustrados líderes de la élite quiteña y muy especialmente
con don Juan Pío Montúfar, segundo Marqués de Selva Alegre y cabeza de una de las
familias locales con más alta conciencia política.

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Una variedad de hechos demuestran que Carondelet se integró efectivamente a la
fraternidad masónica llamada “Escuela de la Concordia”, que tras la huida de Gijón y la
muerte de Espejo había pasado a ser dirigida por el liberal Montúfar. Gracias a ello, el
Presidente de Quito pudo rodearse públicamente de un selecto círculo de intelectuales
y comerciantes criollos, muchos de ellos graduados en la joven Universidad de Santo
Tomás de Aquino. Entre estos figuraban los doctores Juan de Larrea, José Mejía
Lequerica (cuyo viaje a España propició), Juan de Dios Morales (al que hizo Secretario
General de la Presidencia de Quito), Francisco Xavier Salazar (al que nombró asesor),
Manuel Rodríguez de Quiroga, Víctor Félix de San Miguel, José Javier de Ascázubi y
Andrés Fernández Salvador.

Desde 1799 se desempeñó como Presidente de la Real Audiencia de Quito, cargo que
ejerció hasta su muerte en 1807. En Quito, promovió varias obras urbanas, como la
reedificación del viejo Palacio Real, sede de los Presidentes de la Audiencia, que
encargó al arquitecto español Antonio García en 1801. El nuevo edificio es conocido
como Palacio de Carondelet, en su honor y actualmente es el Palacio Presidencial
ecuatoriano.

En su administración dispuso la suspensión de la contribución de 2.000 pesos anuales


que las Cajas de Quito hacían a la Universidad de San Marcos de Lima y reasignó esos
fondos a la Universidad Santo Tomás de Aquino.

Atrio de la Catedral Metropolitana de Quito

Dio otras demostraciones de su interés por el desarrollo del urbanismo, las artes y las
ciencias. Se empeñó en la conclusión de la catedral, financiando y dirigiendo
personalmente la construcción de sus hermosos atrio y fachada de la entrada

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occidental. Además, instituyó un sistema de Serenos para la vigilancia nocturna de la
ciudad

El sábado 4 de febrero de 1797, la ciudad de Riobamba, ubicada a 200 kilómetros al


sur de Quito, fue destruida por un terremoto. Carondelet emprendió durante su
Gobierno la reconstrucción de la ciudad, ubicándola en su actual emplazamiento en la
llanura de Tapi, al sur del volcán Chimborazo.

Durante la etapa de Carondelet se fue fraguando lo que posteriormente sería la


Revolución del 10 de agosto de 1809, que dio como resultado el Primer Gobierno
Autónomo en la América española.

Tras su muerte, sucedida en la ciudad de Quito, el 10 de agosto de 1807, fue sepultado


en la bóveda de Canónigos de la Catedral Metropolitana de Quito.

RIñAS DE GALLOS EN LA REAL AUDIENCIA DE QUITO

Durante su Presidencia, el Barón de Carondelet, a través de un Auto de Buen


Gobierno, expidió un Reglamento para normar las peleas de gallos, especialmente la
designación de un Juez con suficiente prestigio y autoridad para absolver los difíciles y
dudosos casos que se presentan en estas riñas.

Con el fin de garantizar la total independencia del Juez de Gallos, éste tenía prohibido
por sí o a través de terceros de intervenir en las apuestas; inclusive, cuando habían
peleas de gallos, un soldado, en calidad de ordenanza, le acompañaba para atestiguar
el cumplimiento de las órdenes y decisiones que debían tomarse.

El Reglamento, disponía:

Art. 1.- Un Alcalde de Barrio presidirá precisamente el Juego de Gallos, alternando esta
delegación entre los cuatro nombrados, quienes no podrán apostar ni por sí ni por
interpósita persona, y para hacer obedecer sus órdenes y decisiones tendrá un soldado
de ordenanza, que le estará sujeto en un todo.

Art. 2.- El Juego de Gallos está absolutamente prohibido en los días de trabajo,
debiendo quedar cerrada la Casa a todo concurso de cualquier calidad que sea, so
pena de veinte pesos de multa al Asentista, y de seis a cada concurrente.

Art. 3.- Los domingos y días festivos, el juego se abrirá de las diez de la mañana hasta
las doce, y por la tarde a las tres, hasta el toque de oración.

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Pelea de Gallos

Art. 4.- El Asentista cobrará un medio de cada persona que entrare, sea amo, sea
sirviente o criada, sin más excepción que los Jueces Ordinarios y criaturas hasta la
edad de doce años. De este producto el Asentista satisfará la dieta del Alcalde de
Barrio, Juez del Juego, que será de dos pesos; y pagará dos reales al soldado de
ordenanza.

Art. 5.- No se admitirán apuestas que pasen de quince pesos, y tampoco las de
criaturas que bajen de quince años, borrachos evidentes, indios, sirvientes conocidos y
esclavos.

Art. 6.- El Alcalde, Juez del Juego, resolverá definitivamente cualquier duda o discordia
entre los jugadores, mandando que salga de la Casa en el momento a cualquiera que
se resista a su sentencia, alborote el juego, injurie a otro o cometa alguna indecencia;
pero si se propasase el agresor hasta el maltrato de hecho, lo remitirá preso al Principal
con su ordenanza; y siendo sujeto decente lo enviará con la misma a disposición de
este Gobierno, a quien dará parte personalmente del hecho después de acabado el
juego.

Art. 7.- Toda bebida capaz de embriagar, como aguardiente, mistela y demás licores,
quedan prohibidas en la Casa. Pena de diez pesos de multa al Asentista.

Art. 8.- Cualquiera que se resistiere a salir de la Casa del Juego de Gallos cuando se lo
mandare el Alcalde Juez del Juego, será multado en veinte pesos siendo noble, y
castigado con ocho días de cárcel siendo plebeyo; pero si mediara algún insulto de

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palabra contra el Juez quedará a disposición del Gobierno el semejante delito, que será
tenido como un desacato contra su providencia y la quietud pública.

Art. 9.- Cada Alcalde de Barrio tendrá el cuidado de enviar, cerrado por la ordenanza,
el Reglamento presente al que le siga según el turno que se señala, y en el mismo día
que concluya su comisión, a saber: 1) Alcalde de los Barrios de San Blas y Santa
Bárbara; 2) Alcalde del Barrio de San Marcos; 3) Alcalde del Barrio de San Sebastián;
y, 4) Alcalde del Barrio de San Roque.

Art. 10.- Las multas prescriptas en este Reglamento, se aplicarán por mitad a Penas de
Cámara y a Obras Públicas.

Para que este Reglamento tenga su debido efecto, como igualmente para que esté a la
vista de los concurrentes a la Casa de Juegos de Gallos, se remitirá un testimonio a los
Alcaldes Ordinarios, y se fijará en el paraje más aparente de la expresada Casa, de
cuya conservación será responsable el Asentista. f) Barón de Carondelet.

DISFRACES EN LA REAL AUDIENCIA DE QUITO

En el afán de precautelar la seguridad, tranquilidad y buen orden de los habitantes de


la ciudad, en la época de la Real Audiencia de Quito, su Presidente el Barón de
Carondelet, en Autos de Buen Gobierno, expide dos Providencias relacionadas con
el uso de máscaras y disfraces.

Disfraces en la Colonia

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La primera Providencia, sobre el uso de máscaras, se dicta el 25 de enero de 1802,
con motivo de las Corridas de Caballos y Toros, que era un evento muy concurrido y de
mucha expansión y trascendencia en la vida colonial de esa época. La Providencia
dice:

Primero.- Que las máscaras sean decentes en sus trajes, hechos y palabras, quedando
prohibido todo traje eclesiástico y religioso, de monja y cualquier otro que pueda
ridiculizar a los Ministros y demás individuos destinados al culto divino.

Segundo.- Que las máscaras no puedan andar por las calles antes de las doce, ni
después de la oración de la tarde.

Tercero: Que ningún traje ni máscara pueda entrar en casa alguna que no sea la de su
habitación sin licencia del dueño de dicha casa, solicitada desde el umbral de la puerta
de entrada, y tampoco llevar armas, navajas ni instrumento cortante ni punzante.
Cualquiera que contraviniere a alguno de los artículos arriba indicados, será multado
con veinte pesos, sin distinción de clase ni sexo, y siendo insolvente en quince días de
prisión, debiendo ser arrestado y llevado al Principal por cualquier Patrulla, Alcalde,
Comisario de Barrio o Ministro de Justicia que lo encontrare. Y para que llegue a noticia
de todos se publicará por Bando en la forma acostumbrada, pasándose copias a los
Alcaldes Ordinarios y de Barrio a fin de que en su inteligencia celen de su
cumplimiento.

La segunda Providencia, lo dicta el 24 de diciembre de 1805, con motivo de las


festividades de los Santos Inocentes, con la finalidad de evitar desórdenes y actos
ofensivos a Dios y a la Sociedad. El texto es el siguiente:

“Se permite toda especie de disfraz en las ropas y trajes, a excepción de los
eclesiásticos y religiosos, pero desde luego se prohíbe estrechísimamente el del rostro,
sea con careta, pañuelo, carbón u otra cosa que no deje la cara en su conocimiento y
esta natural, de día ni de noche, bajo la inteligencia de que el que usare de esta última
especie de máscara será multado con cincuenta pesos, y en un mes de prisión los
insolventes, sin distinción de clases. Los Alcaldes, Comisarios de esta ciudad y de
Barrios, y Patrullas, celarán el cumplimiento más exacto de esta providencia, debiendo
rondar las calles de día y de noche, prendiendo a los infractores y llevándolos al
Palacio en el mismo acto. Cualquiera que insulte a los mencionados Alcaldes y
Comisarios será castigado con todo rigor, en la inteligencia de que las Patrullas usarán
libremente de las armas en caso de resistencia”.

PLAN DE POLICIA DE TORIBIO MONTES

Toribio Montes nació en España y poco se conoce de su niñez y juventud, solamente


que adquirió una brillante instrucción y realizó la carrera militar ganando sus grados por
méritos y antigüedad.

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En 1791 ya era Teniente Coronel. En 1995, Coronel del Regimiento acantonado en
Murcia. En 1812 Mariscal y fue designado para ocupar la Capitanía General de la Isla
de Puerto Rico, donde permaneció cinco años, distinguiéndose por su buen Gobierno.

Por mandato de la Regencia de Cádiz, subió a Teniente General de Ejército y a


Presidente de la Real Audiencia de Quito. Una vez en Guayaquil, se movilizó por
Guaranda, pues Quito seguía ocupada por las fuerzas patriotas. La expedición de
Montes dio su primer combate en San Miguel de Chimbo, actualmente San Miguel de
Bolívar, con resultados ventajosos. Los realistas también avanzaban desde Cuenca
con los Generales Melchor de Aymerich y Juan Samano.

El 6 de noviembre de 1812, se situó en las cercanías de Quito y lanzó una intimidación


llena de sentimientos de humanidad si es que le entregaban la ciudad sin combate.
Montes ocupó intempestivamente el Panecillo y la tomó el 7 de noviembre casi sin
disparar, pues hubo muy pocas bajas de parte y parte. Al día siguiente dispuso que no
hubiera actos de violencia y saqueo y llamó a los ausentes a reintegrarse a sus
hogares. Tal política le granjeó la estimación del vecindario.

El resto del tiempo Montes gobernó en paz. Dejó el Gobierno al Teniente General Juan
Ramírez. Fue condecorado con la Cruz de Isabel La Católica y, con su esposa, siguió
rumbo a España, donde falleció años después.

Pedro Fermín Cevallos, el historiador de la Independencia y los primeros años de la


República, califica a Toribio Montes como “hombre de mundo, acertado estadista y
excelente magistrado”.

Siendo Presidente de la Real Audiencia Toribio Montes, los Serenos tenían otros
nombres: se les llamaba Rondas, Rondines, Vigilantes Nocturnos, etc. El Rondín
Quiteño llevaba vestido de indio y un instrumento musical, que entonces era el
rondador y posteriormente el rondín, o un simple pito o silbato que anunciaba su paso
por cada esquina de la ciudad.

El Presidente Toribio Montes, el 26 de junio de 1814, aprobó el Nuevo Plan de Policía


para Quito, que incluía, para el cumplimiento de sus objetivos, a los Alcaldes Ordinarios
y Regidores del Cabildo, a quienes se les obligó a no ausentarse de la ciudad por
ningún concepto, bajo multa de 200 pesos.

El Plan disponía:

 Que los Alcaldes y Regidores ronden la ciudad por turno todas las noches, uno
en cada una, auxiliados por una patrulla de 16 soldados.
 Que su fatiga empiece a las nueve de la noche y termine a las doce.
 Que para completar la ronda, sucedan a los capitulares desde la media noche
hasta las cuatro de la mañana los individuos que ejercitan el comercio y tienen
grave interés en la seguridad; haciéndose una matrícula de ellos por un
Diputado y entregándose a los Alcaldes para que nombre a los del turno.

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 Que sea obligación de los mencionados detener al soldado que encontraren en
la calle, llevarlo al Cuartel y dar parte con su nombre al día siguiente.
 Que si en alguna tienda percibiesen borrachera, la exploren, y encontrando
soldados hagan lo mismo.
 Que encontrando a los reos huidos de las cárceles, los arresten, deteniéndolos
en la cárcel a todos los que llevaren instrumentos o estuvieren tomando
disposiciones para hurtar, o que fueren gravemente sospechosos.
 Que en cuanto a los que llevasen armas, se guarde lo dispuesto en las Leyes y
Autos de la Audiencia.
 Que conviniendo saber qué personas de recelo hay en el centro y los Barrios y
comenzar a dar forma a la Policía, se nombren 6 Regidores en calidad de
Diputados de ella para la parroquia Matriz y las 5 restantes, para que exploren a
las personas sospechosas que hayan en sus distritos y que, haciendo de
Comisarios, ayuden a su vez a los Rondas y estén a la mirada de los ladrones y
demás perturbadores del orden público, para dar aviso inmediato a la Real
Audiencia o a la Justicia, y precaver a tiempo cualquier daño.

REGLAMENTO PROVISIONAL DE MELCHOR AYMERICH

Melchor Aymerich fue el último Presidente de la Real Audiencia de Quito, fue uno de
los militares españoles que intentaron defender las Colonias de la emancipación
acaecida a principios del siglo XIX. Aunque no destacó demasiado por sus acciones
militares, lo hizo por su gran gestión y por el respeto que se ganó por parte de los
independentistas, cosa que la mayoría de la Oficialidad española no consiguió obtener.

Melchor de Aymerich

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Aymerich nació en Ceuta, el 5 de enero de 1754. Muy joven ingresó con grado de
Cadete en el Regimiento de Infantería del ejército español acuartelado en Sevilla. Su
primera misión fue el desembarco en Argel en 1775 y, tan solo dos años después, ya
se había trasladado al otro lado del océano para reconquistar la Colonia de
Sacramento. En 1800, logró el rango de Comandante del Cuerpo de Artillería de Sevilla
y fue enviado de nuevo a América.

Durante la Presidencia de Melchor Aymerich en la Real Audiencia de Quito, se expidió


el Reglamento Provisional de Policía, que previamente fue revisado y aprobado por el
Cabildo Constitucional de Quito. Entró en vigencia y duró mucho tiempo, a pesar de la
anexión definitiva de todo el territorio de la Real Audiencia de Quito a la República de
Colombia, en mayo de 1822, luego de la Batalla de Pichincha.

El texto del Reglamento es el siguiente:

Art. 1.- El Excelentísimo señor Comandante General, Jefe Político de la provincia es el


Superior Nato de Policía de ella y, por su ausencia el Alcalde de Primer Voto.

Art. 2.- Habrá siete Comisarios de Cuartel, que la tarde de cada lunes celebrarán
sesiones en la casa de S.E. o Alcaldes para acordar los medios de conservar y mejorar
la Policía.

Art. 3.- En cada manzana se elegirá un Cabo de ella, con dependencia al Comisario de
su respectivo Cuartel, y no de otro.

Art. 4.- Los siete Cuarteles en que se divide la ciudad serán los cinco Barrios;
formándose dos en el centro separados por la calle recta que va desde la esquina de
Santa Bárbara a la Cruz de Piedra.

Art. 5.- Los Comisarios de los Cuarteles gozarán los honores de Comisarios de Guerra,
debiendo recaer su nombramiento en personal de buena opinión y pudientes, por
informaciones que se hagan respecto a que no disfrutan sueldo.

Art. 6.- Son objetos de la Policía:

1º. Enterarse de la llegada de todo forastero y su destino, anotándolo en el Libro de


Entradas. El Cabo de manzana dará aviso al Comisario de Cuartel, que lo comunicará
al Comandante General para que lo practique al Gobierno Superior si el caso lo
requiere, resolviendo los Comisarios por sí en materias de poca calidad.

2º. Formar el Censo mediante la razón de los Cabos de Manzanas y Cuarteles, con
distinción de sexo y edades, y noticia de la profesión y modo de vivir, y cuando se
muden a otro Barrio llevarán papel del modo con que se hayan comportado.

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3º. Instruirse de las inclinaciones, vida y moral pública de los vecinos para la corrección
de los ociosos y mal entretenidos; pero sin entrometerse a examinar la vida, genio y
costumbres domésticas de ningún modo.

4º. No consentir vagamundos, ni gente alguna sin destino y aplicación al trabajo, y


procurar que los de esta clase se apliquen a obras públicas o al Presidio Correccional
que debe establecerse; siendo inútiles o mendigos de profesión, sean recluidos en el
Hospicio de Caridad, o siendo inquietos, poco seguros y de mal vivir, sean juzgados
conforme a derecho y escarmentados con las penas establecidas por las
Municipalidades.

5º. Velar sobre el reposo público informándose de cuanto pueda turbarlo, para dar
cuenta al Gobierno.

6º.Tener un Registro fiel de los carpinteros y albañiles para obligarlos que en el caso
de algún incendio concurran inmediatamente a sofocarlo, interín de formar compañía al
efecto, y al que faltare exhibirá la multa de cuatro pesos; y si no los tuviere sufrirá
quince días de cárcel haciendo la limpieza para que no decaiga su salud.

7º. Impedir que por las calles se corran caballos, mulas, toros o novillos, en inteligencia
de que el ganado mayor destinado a la provisión pública debe entrar a la ciudad antes
de las seis de la mañana, y después de las oraciones, y no a diversas horas. El
contraventor pagará veinticinco pesos de multa a beneficio de las obras públicas, y
siendo pobre estará dos meses en la cárcel, resarciendo además el agravio que
hubiere recibido cualquier persona; si alguna bestia anduviere suelta y sin custodia
será llevada a la puerta de la cárcel, de donde podrá ser retirada pagando un peso que
se aplica al mismo destino.

8.- No permitir desproporciones en las fábricas que se hicieren de nuevo, y obligar a los
dueños de edificios o casas particulares, que amenazan ruina, a repararlos en el
término correspondiente que de Ley señalare, y de no hacerlo mandarlo ejecutar a
costa de los mismos dueños.

9º. Disponer que si los propietarios de las casas arruinadas no las edificaren, se les
obligue a vender sus solares a justa tasación para que los compradores lo ejecuten.

10º. No permitir alares ni balcones desquiciados ni que se pongan macetas en éstos. El


que intimado por los Ministros de Policía de quitar un balcón o un alar que amenaza
ruina, no lo hiciere dentro de veinticuatro horas, sufrirá la multa de veinticinco pesos.
La Policía quitará estos estorbos a costa de los mismos dueños, que satisfarán con
arreglo a la Ley el daño que recibiere cualquier vecino.

11º. Dar parte a la Junta de Sanidad de cualquier enfermedad contagiosa que se


manifestare en el pueblo; remitiendo a los leprosos sin contemplaciones al Hospital de
San Lázaro, lo mismo se ejecutará con los heridos para averiguar el agresor o
agresores.

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12º. Impedir que se vendan alimentos o bebidas nocivas a la salud, y mandarlos arrojar
a donde no las puedan recoger.

13º. Cuidar de la pureza del aire haciendo que los animales muertos se saquen de la
ciudad, y que los cadáveres humanos que suelten tierra en las puertas de las Iglesias
se les sepulten inmediatamente en el cementerio que se ha de mandar construir a la
mayor brevedad.

14º. Estar a la mira de que los sepulcros que hay en los templos se conserven bien
tapados, oficiando a los prelados y párrocos para el reparo de cualquier descuido, y
dando parte al Gobierno en caso de resistencia.

15º. Cuidar del aseo de la ciudad. Cada dueño de casa tendrá limpio el frente de ella, y
hará que todo inquilino de tienda barra la parte que le toca hasta el arroyo del caño. Si
en alguna calle se encontrará inmundicias pagarán los moradores de ella dos pesos de
multa, a menos que se descubra quien es el culpado, que entonces sufrirá él toda la
pena del costo de asear la calle.

16º. Prohibir que se mantenga cerdos en la ciudad y sus Barrios. Se concede el término
de quince días para que puedan sacarse o consumirse, y el que contraviniere pagará
dos pesos de multa para obras públicas.

17º. Cuidar del aseo y conservación de las fuentes y acueductos, procurando que
corran las aguas que están sin uso, y que se limpien en períodos señalados los canales
y cajones, cerrando éstos con todo esmero.

18º. Cuidar de los empedrados de las calles, reparando cualquier deterioro conforme a
lo prevenido en la Ordenanza Municipal.

19º. Cuidar asimismo de que se conserven los puentes de las calles, fabricándolos de
nuevo donde convenga.

20º. Prohibir que las tenderas saquen a los enlozados, no a otra parte de la calle los
efectos que forman su comercio, exigiendo dos pesos de multa a la infractora.

21º. Celar que todos los comestibles entren libremente y sin estorbo a la ciudad. El
paisano que saliere a los caminos para interceptar sufrirá quince días de cárcel, y el
soldado quince de calabozo.

22º. Atender a la mejor dirección de las aguas destinadas a la limpieza de la ciudad,


evitando los extravíos.

23º. Cuidar el cumplimiento de la Real Cédula que prohíbe el toque inmoderado de las
campanas, pues su incesante estruendo ofrende a la comunidad pública causando
insoportables molestias a los tribunales, juzgados, oficinas y particulares que se
ocupan en negocios que demandan atención.

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24º. Mantener las calles y las plazas desembarazadas para el tránsito común, sin
consentir que haya algún estorbo, sin que se formen colinas en ellas, y mucho menos
arrimadas a los edificios que dan ornato a la ciudad.

25º. Procurar que los gremios de artesanos se ocupen en sus respectivos oficios,
evitando las faltas y retardos con que se han hecho notables. El Comisario General de
Policía extenderá su vigilancia sobre estas ramas a toda la ciudad. El de Cuartel se
limitará a su recinto, y respectivamente el de Manzana. Los Cabos de Manzana podrán
ser de la clase de Oficiales subalternos retirados o Sargentos, y los dos soldados que
debe tener cada uno de ellos para ejecutar las órdenes pueden ser de los mismos, a
quienes aumentándoles una gratificación sobre su haber pueden hacer el servicio con
utilidad, debiendo instruirlos que todos han de estar sujetos al Comisario de cada
Barrio, auxiliando a las justicias en cuanto necesiten. A los Cabos de Manzana y los
soldados o paisanos se les destinará una habitación con puerta a la calle, para que día
y noche estén prestos a cuanto ocurra.

Fin de la administración de Aymerich

A manera de antecedente cabe mencionarse que Aymerich se encontraba


desempeñando las funciones de Comandante Militar de Cuenca, en la Real Audiencia
de Quito. Estuvo allí durante nueve años, hasta que el 10 de agosto de 1809 se
sublevaron los habitantes de Quito, formando una Junta Soberana y arrestando al
conde Ruiz de Castilla, Presidente de la Audiencia.

En el tercer aniversario de la muerte del Barón de Carondelet, estalló en Quito el primer


grito de la independencia americana y se constituyó una “Junta Soberana”, presidida
por el Marqués de Selva Alegre. La junta estaba integrada, entre otros, por los doctores
Juan de Dios Morales, como secretario del Interior, y Manuel Rodríguez de Quiroga,
como secretario de Gracia y Justicia. Los demás miembros de esta fraternidad
masónica integraban el Senado revolucionario.

La hora y forma del pronunciamiento, la simbología implícita de aquel aniversario y la


nómina de sus participantes, parecen indicar que la fecha de ese primer grito de la
independencia americana fue deliberadamente escogida por la primera Logia quiteña,
como un homenaje a la memoria del difunto presidente Carondelet, que en su hora
abanderizaba los sueños de la patria criolla.

La consecuencia de este alzamiento fue que Aymerich tuvo que salir en defensa de los
realistas y aplicar una fuerte represión militar contra la Junta Soberana de Quito. No
obstante, el prócer Carlos de Montúfar y Larrea proclamó el Estado de Quito, lo que
hizo que el Gobierno español se trasladase a Cuenca. Los gobernantes le pidieron a
Aymerich que atacase a Montúfar y que se hiciese con el control de la zona.

Recordemos que Pasto y Cuenca, se habían convertido en los más activos centros
contra revolucionarios; se sumó también Guayaquil. En Quito se había formado
tempranamente la toma de conciencia y la formulación de “conciencia criolla”, primera

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versión histórica de una nación independiente; lo que no sucedía en las demás
sociedades regionales. Fue entonces cuando las contradicciones regionales se
manifestaron en su mayor amplitud, pues la resistencia colonialista de Pasto y el
Azuay, estimulada por el Clero devino en que ambas regiones dieron apoyo decidido
con sus milicias locales a las tropas reales que contaban con abundante financiamiento
por parte del Clero y los terratenientes, pues defendía los intereses del Rey; eran
sociedades en donde la dependencia colonial ofrecía todavía perspectivas para el
desarrollo de los intereses locales.

Después de la Batalla de Paredones, el experimentado militar estuvo cerca de un año


luchando contra los sublevados. En 1813, logró imponerse y conquistar Quito, ob
teniendo así el rango de Mariscal de Campo.

Un año más tarde, los independentistas volvieron a perder contra Aymerich. Aquí es
cuando se inicia la etapa dorada del militar español, quien ocupa la Presidencia de la
Real Audiencia de Quito de forma interrumpida entre 1816 y y 1822. Su gestión al
frente del Gobierno fue muy destacada, ya que trabajó para mejorar el bienestar de los
habitantes de la zona.

Pero el 24 de Mayo de 1822, tuvo lugar la decisiva Batalla de Pichincha, en la que


Aymerich sucumbió ante Antonio José de Sucre. En el Acta de Capitulación que
firmaron ambos dirigentes, se le garantizó al español la posibilidad de dejar territorio a
través de Guayaquil y Panamá. Fue tratado por Sucre con los máximos honores, lo que
provocó que Aymerich lo respetara y, de la forma más solemne, retirase la bandera
española y las armas en un acto oficial para que Sucre pudiera proclamar la Conquista
de la Gran Colombia.

ACTA DE CAPITULACION

El Acta de Capitulación celebrada entre el Mariscal de Campo, General del Ejército


Español, Melchor Aymerich y el General de Brigada del Ejército de Colombia y
Comandante General de la División del Sur de la República, Antonio José de Sucre,
dice:

“Los señores D. Melchor Aymerich, Mariscal de Campo del Ejército Español y Capitán
General del Reino de Santa Fe y Antonio José de Sucre General de Brigada del
Ejército de Colombia y Comandante General de la División Unida al Sur de la
República, convencidos de la necesidad de terminar la guerra que aflige estas
provincias, después que la victoria obtenida ayer por las armas de la Patria, las pone,
por consecuencia, en posesión del territorio ocupado por las tropas españolas,
atendiendo, el primero, a la falta de comunicaciones con la Península, la opinión
general del país en favor de la independencia, teniendo presente las instrucciones del
Ministerio al Excmo. General de Murgeón en 3 de abril de 1821 y deseando conciliar su
situación con el honor del ejército de su mando; y considerando, el segundo, que la paz
y el reposo de estos pueblos exige cualquier transacción que los cubra de los males de
la guerra, convinieron en nombrar comisionados que suficientemente facultados,

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arreglasen una Capitulación, que posesione a la República de Colombia de estos
territorios y salve el honor militar y los intereses del Ejército Español; y en efecto,
nombraron, el Excmo. Señor General Aymerich, a los señores coronel D. Francisco
Gonzáles, Coronel D. Manuel María Martínez de Aparicio, Ayudante General y Jefe del
Estado Mayor de la División española y el Teniente Coronel Patricio Bray, ayudante
del mismo cuerpo y el señor General Sucre a los señores Coroneles D. Andrés de
Santa Cruz, Jefe de las Tropas del Perú y Coronel Antonio Morales, Jefe del Estado
Mayor de la División libertadora, los cuales después de reconocer y canjear sus
poderes, convienen en la siguiente capitulación:

Proposiciones del Ejército Español y Contestación

1° Será entregada a los Comisionados del señor General Sucre la fortaleza del
Panecillo, esta ciudad y los almacenes militares existentes en el territorio, y todo cuanto
esté bajo la dominación española al Norte y Sur de dicha ciudad.

Firma del Acta de Capitulación entre Aymerich y Antonio José de Sucre

1° Concedido: el territorio al norte de la ciudad se entiende, cuanto está comprendido


en la demarcación del Departamento de Quito.

2° Las tropas españolas saldrán de dicha fortaleza con los honores de guerra, y en el
sitio y hora que determine el Señor General Sucre, entregarán sus armas, banderas y
municiones.

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2° Concedido: a las 2 de la tarde se recibirá la fortaleza, y en el puente se entregarán
banderas y municiones.

3° Los señores oficiales conservarán sus espadas, caballos y equipaje.

3° Concedido.

4° En consideración a la bizarra conducta que han observado ayer las tropas


españolas, y a sus comprometimientos particulares que pueda haber en algunos
individuos así europeos como americanos, se permitirá que los Oficiales y Tropas que
quieran pasar a España, lo hagan por los puntos que estime a bien el Gobierno de
Colombia, pudiendo quedarse aquellos que gusten hacerlo, bien a la clase de
ciudadanos, bien al servicio si son admitidos.

4° Se permitirá el pase a España de los Oficiales y Tropa que gusten hacerlo,


pero considerados como prisioneros de guerra, prestarán antes el juramento de no
tomar las armas contra los Estados independientes del Perú y Colombia en tanto no
sean canjeados. Su viaje lo harán por Guayaquil y Panamá.

5° De cuenta del Gobierno de Colombia correrán los gastos para conducir a La


Habana, o al primer puerto español, los Oficiales y Tropa que por el artículo anterior
sigan a Europa, siendo obligación del Gobierno español, pagar estos gastos en el
primer punto de su dominación, al comisionado conductor de los Oficiales y Tropa.

5° Concedido.

6° Como las tropas españolas que cubren Pasto y se hallan en todo el territorio desde
esta ciudad a aquella, están comprendidas en esta Capitulación, y son prisioneros de
guerra, se nombrarán dos Comisionados por el Excmo. Señor General Aymerich, y
dos por el General Sucre, para que vayan a entregarse las armas, municiones y
almacenes de los prisioneros, y de todo cuanto allí exista; pero en la atención a las
circunstancias de aquel país, el Gobierno español no puede garantizar la obediencia de
este artículo; y por tanto, en caso de resistencia, el de Colombia obrará según se dicte
su prudencia y su justicia.

6° Se nombrarán, los Comisionados de uno y otro Gobierno para entregar y recibir


todos los artículos de guerra, etc., En la dirección de Pasto y en aquella ciudad, que
llevarán las órdenes más circunstanciadas y terminantes para que todo se ponga a
disposición del Gobierno de la República, conforme al artículo propuesto.

7° Se permitirá que los empleados públicos y eclesiásticos, y los particulares que


quieran pasar a Europa, lo hagan costeándose de su cuenta.

7° Concedido.

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8° El señor General Aymerich queda en libertad de marchar cuándo y por donde quiera
con su familia, para lo cual será atendido con todas las consideraciones debidas a su
clase, representación y comportamiento.

8° Concedido.

9° Se concederá una amnistía general en materia de opiniones.

9° Concedido.

10° Después de la ratificación por ambas partes del presente tratado, el señor General
Sucre podrá ocupar la ciudad, y fortalecerá a la hora y día que guste.

10° Será ratificada esta Capitulación en el término de dos horas, y las tropas
libertadoras se posesionarán de la ciudad a las tres de la tarde.

Cuyos artículos para la ratificación de las partes contratantes firmaron dichos señores
comisionados, en el Palacio de Gobierno de Quito, a 25 de Mayo de 1822.

C. Francisco González.- Manuel María Martínez de Aparicio. Patricio Bray.- Andrés


Santa Cruz.- Antonio Morales.

Cuartel General en Quito, 25 de Mayo de 1822.

Ratificado y aprobado por mí, se cumplirá en todas sus partes fiel y rigurosamente.

MELCHOR AYMERICH

Cuartel General frente a Quito en 25 de Mayo de 1822

Aprobado y ratificado.

ANTONIO JOSÉ DE SUCRE

NIVELES DE ADMINISTRACION EN LA COLONIA

La Monarquía española, con el fin de mantener el orden y el control en los pueblos


colonizados de América, designó a funcionarios de alto nivel para que los representen y
administren sus jurisdicciones. Estos altos funcionarios fueron los Virreyes,
Adelantados, Gobernadores y Capitanes Generales.

Virreyes

El Virrey fue la figura administrativa durante la Colonia española en América,


responsable de administrar y gobernar en representación de la Corona, un país o una
provincia.

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La figura de Virrey tuvo especial importancia en la Corona española a partir de los
Reyes Católicos, por la enorme acumulación de territorios que, por su dispersión y la
imposibilidad de comunicaciones rápidas no podía gestionarse de forma centralizada.

Virrey

Adelantados

Eran una especie de Gobernador, con mando militar y político sobre una provincia,
cargo que se le concedía en propiedad y de por vida a un sujeto en recompensa de los
servicios prestados en la Conquista de algún territorio.

La importancia que dio Carlos I a la Conquista y ocupación efectiva de América lo llevó


a confiar la empresa a hombres provistos de poderes especiales, superiores a los
Conquistadores de la primera hora como Cortez y Pizarro.

En el marco de la organización política de la época, no encontró el Monarca otro título


mejor que el de Adelantado. Remontaba ese cargo al siglo X, en las guerras de
reconquista contra los Moros, lo desempeñaban hombres munidos de poderes civiles y
militares muy amplios. Su función principal consistía en hacer justicia en
nombre del Rey, sobre todo en los casos en que éste no podía atender por sí
mismo.

Adelantado significaba, pues, destacado o favorecido; sus funciones


judiciales, en tiempos de paz, eran militares en caso de guerra por tratarse
de lugares fronterizos.

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Al organizar la Conquista y el poblamiento de las tierras de Indias la Corona
juzgó necesario recurrir al mismo sistema, adecuándolo a las especiales
características del escenario americano.

Gobernadores

Cuando se descubrió América, ante la necesidad de gobernar a los habitantes del


Nuevo Mundo, se trasplantaron las Leyes e Instituciones españolas, por cuanto la
Corona, en un principio, no nos consideró Colonias, sino parte integrante de la
Monarquía, pero luego debió adaptarlas a las necesidades y características de estas
tierras. Entre las principales autoridades se encontraban los Gobernadores.

En los primeros tiempos de la Conquista actuaron los Adelantados. Más tarde


aparecieron los Gobernadores que eran nombrados por el Rey a propuesta
del Consejo de Indias; no había período determinado para su Gobierno,
duraban tanto como el Monarca desease, por lo común de uno a cinco años.

Tenían a su cargo un área reducida, dentro de un Virreinato o de una


Capitanía General, generalmente en regiones fronterizas, que necesitaban
defensa Sus facultades eran amplias y desempeñaban funciones civiles,
militares y en algunos casos, judiciales. Dependían directamente del Virrey.

Capitanes Generales

El rango de Capitán General data de los Reyes Católicos. En la América Colonial, eran
Autoridades máximas en las guarniciones militares de frontera.

Capitán General en la Colonia

89
Un Capitán General es un grado del Ejército, como lo son Teniente General, Coronel,
Alférez o Sargento; de hecho es el grado supremo. Pero también era el mando,
función, destino o cargo que se ostentaba, como el más alto de una región militar,
llamada también Capitanía General.

El empleo de Capitán General apareció en España durante el siglo XVI, poseyendo


funciones tanto militares como de Gobierno. En América este cargo solía pertenecer a
los Virreyes, aunque debido a la extensión de los Virreinatos, fue necesario nombrar
Capitanes Generales para que actuasen en determinadas áreas de menor extensión.
Sus funciones eran muy similares a las del Virrey.

CABILDOS EN LA COLONIA

Los Cabildos fueron Corporaciones Municipales creadas en la Colonia por el Imperio


español para la administración de las ciudades. Fueron creados por una adaptación a
una nueva forma de los Ayuntamientos medievales de España, que en ocasiones
también habían sido llamados Cabildos, en similitud con los Cabildos eclesiásticos de
las iglesias catedrales. Cuando se referían a los Cabildos, su nombre completo era: el
Muy Ilustre Cabildo.

Reuniones de los Cabildos en la Colonia

El Cabildo, también llamado Ayuntamiento o Concejo, era el representante legal de la


ciudad o Villa, por medio del cual los vecinos velaban por los problemas judiciales,
administrativos, económicos y militares del Municipio. Su estructura y composición fue
semejante a la que tuvieron los Concejos de España, pero sus atribuciones variaron y
también su importancia política, debido a las condiciones especiales que tuvo la
sociedad de los Reinos y provincias de ultramar.

90
A partir de los primeros años de la Conquista constituyeron un eficaz mecanismo de
representación de las élites locales frente a la burocracia real. Diversas disposiciones
reales pretendieron someterlas a la autoridad de los representantes de Rey de España,
pero la lejanía con la metrópoli obligó a admitirles un alto grado de autarquía, al menos
hasta fines del siglo XVIII, cuando las Reformas Borbónicas avanzaron sobre las
atribuciones de los Cabildos, principalmente por la creación de las Intendencias.

Génesis de los Cabildos

La Institución del Cabildo provino de España, donde los habitantes de cada ciudad
elegían a sus Regidores y Alcaldes para que administraran y reglamentaran sus
comunidades. Para el momento de la llegada de los conquistadores a América, los
Cabildos españoles habían perdido parte de su poder, ya que muchas de sus
atribuciones habían sido asumidas por la Monarquía.

El origen del Cabildo en América guarda relación con la fundación de las primeras
ciudades hispánicas en el siglo XVI. Cuando se fundaba una ciudad, el fundador
designaba entre los soldados que lo habían acompañado en la fundación a los
Regidores y Alcaldes que integrarían el Cabildo de la nueva población. De acuerdo con
una de las Leyes de Indias, el nombramiento de los Regidores era atribución privativa
del Adelantado que fundara la ciudad por sí mismo o por medio de un enviado suyo,
por los días de su vida, de un hijo o heredero.

Las primeras Leyes pretendieron someter enteramente los Cabildos a la autoridad


nombrada desde España, intentando colocar a los Cabildos de ultramar en la misma
situación de los Ayuntamientos peninsulares, los cuales en el siglo XVI ya habían
perdido gran parte de su autonomía. No obstante, los Reyes terminaron por reconocer
que esta situación no se podía extender a los lejanos e inmensos territorios de
ultramar, de modo que admitieron que los Cabildos adquiriesen una gran autarquía (no
eran autónomos, pues la legislación era potestad exclusiva del rey). En efecto, los
Cabildos asumieron amplias atribuciones de Gobierno y Justicia, llegando en algunos
casos a nombrar directamente al Gobernador.

Desde finales del siglo XVII, el Rey de España dispuso una serie de medidas
desesperadas para aumentar los ingresos de la Corona. Entre estas medidas se
contaba la venta de por vida de los cargos públicos, entre ellos los de Regidores, que
pasaron a ser conocidos como "Regidores perpetuos". Muchas veces esos cargos se
vendían fuera de la ciudad donde estos ejercerían su cargo, y fueron repetidamente
acusados de pretender recuperar rápidamente la inversión abusando de su autoridad.
Pero, por otro lado, los Regidores perpetuos debían residir en la ciudad, y a largo plazo
lograron una mayor identificación con el medio en que actuaban que los Regidores
Transitorios, nombrados directamente desde España.

De modo que, a fines del siglo XVII, los Cabildos americanos mantenían un alto grado
de autarquía respecto de la Corona y sus Gobernadores, aunque en muchos casos los
propios Regidores eran autónomos respecto del pueblo a quien debían representar.

91
.

Otro cambio importante se había producido con el aumento de la población y el


enriquecimiento de nuevas familias locales; en el caso de las ciudades portuarias, se
trataba de familias ligadas al comercio, mientras en las ciudades ubicadas cerca de
regiones mineras, eran familias ligadas al tráfico de minerales. Como resultado del
lento y gradual pero efectivo cambio social, los descendientes de los fundadores fueron
reemplazados por los Cuerpos de "vecinos" conformados por los nuevos grupos
enriquecidos, muchas veces admitidos por acuerdos con los Regidores perpetuos

En cualquier caso, el proceso llevó a que la institución de los Cabildos perdiera todo
carácter popular y democrático y se convirtiera en un organismo dominado por la
oligarquía criolla. No obstante, los Cabildos más importantes mantuvieron una alta
cuota de Poder en el sistema americano, convirtiéndose en las Instituciones más
representativas de la élite criolla. Por su parte, los cargos en los Cabildos de las
localidades menores no fueron puestos en venta, aunque cabe resaltar que muchas
veces quedaban vacantes sin cubrir.

En un principio, el Gobernador de la ciudad o el Virrey debían presidir las sesiones del


Cabildo de su sede de Gobierno. Con el paso del tiempo, estos funcionarios terminaron
por considerar demasiado locales y poco importantes los asuntos que se trataban en el
Cabildo, de modo que dejaron de asistir a las sesiones del mismo. Sus decisiones no
eran consultadas con la autoridad real, sino apenas informadas. La elección de los
funcionarios más importantes era consultada con la autoridad local, que muchas veces
vetaba alguno de los candidatos electos, aunque no fuera más que para hacer sentir su
autoridad. No obstante, los Gobernadores y Virreyes generalmente se esforzaban por
no entrar inútilmente en conflictos con los Cabildos, que serían los primeros
consultados al producirse su juicio de residencia al final de su mandato.

Hasta fines del siglo XVII, los Cabildos debieron hacer frente al establecimiento de la
burocracia real, que gradualmente fue mermando la jurisdicción y las atribuciones de
los Cuerpos municipales.

Un factor positivo fue la gradual eliminación de la venta de cargos públicos,


reemplazados por Regidores electos, que se presuponía que serían para reducir la
corrupción. Pero hubo un incremento del número de Regidores nombrados por las
autoridades locales, e, incluso, desde España. Por otro lado, se repitieron las
providencias reales en el sentido de investir funcionarios que sustituirían,
automáticamente, a los gobernantes ausentes en caso de vacante, quitándoles ese
privilegio a los Cabildos.

El desarrollo de las Ordenanzas de Intendentes, en el último cuarto del siglo, completó


el proceso a fines del período imperial, mientras se instauraba el sistema centralista a
imagen del sistema francés.

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CABILDO ABIERTO

Consistía en la reunión de la parte más "sana" y principal de cada población,


convocada por el Cabildo Ordinario, que la presidía, para tratar asuntos de grave
importancia. La reunión solía celebrarse en el recinto del Cabildo o en alguna Iglesia.

Los Cabildos Abiertos atribuían a la parte representativa de la ciudad el derecho a


deliberar sobre cuestiones que por su naturaleza requerían una solución extraordinaria.
Las personas convocadas eran designadas por el Cabildo invitante sin intervención del
pueblo y constituían la aristocracia local; pero, con todo, la circunstancia de llamarlas
para deliberar con el Cabildo ordinario daba a estas Asambleas un carácter más
democrático.

Durante los primeros siglos de la dominación española los Cabildos Abiertos no


tuvieron importancia política y fueron convocados con fines diversos, entre ellos:

 Acordar donativos.
 Adoptar medidas contra los indios.
 Contratar los servicios de un médico.
 Escuchar la lectura de una Cédula Real.

Aunque en los años de la conquista abundaron los Cabildos Abiertos, esta


manifestación de soberanía popular se hizo cada vez menos frecuente, en la medida
que las corporaciones se burocratizaron y pasaron a ser controladas de manera
monopólica por la aristocracia criolla.

La vieja tradición de los Cabildos Abiertos volvió a ser recuperada en 1810, con motivo
del arresto en Francia, por parte de Napoleón, del Monarca español Fernando VII y
tuvo lugar el nombramiento de Juntas de Gobierno para gobernar en ausencia del
Monarca, desencadenando de esta manera el proceso de Independencia.

Al producirse en España los hechos derivados de la invasión napoleónica y la


deposición del rey Fernando VII, los Cabildos reasumieron repentinamente sus
antiguas prerrogativas: depusieron a sus Gobernantes, incluidos los Virreyes y
Capitanes Generales, y asumieron la representación del pueblo de cada ciudad. Ese
fue el comienzo de las distintas revoluciones que iniciaron a su vez la Independencia
hispanoamericana. En general se recurrió a Cabildos Abiertos para recabar la opinión
de la parte sana y principal de los vecinos.

En todos los casos en que tuvo éxito, el Cabildo no asumió el Gobierno directamente,
sino que lo delegó en Juntas de Gobierno, reservándose un cierto control sobre las
mismas, que no siempre logró ejercer. Cuando el Gobierno pasó a magistrados que
reemplazaron a las Juntas, el Cabildo perdió el control sobre el Gobierno nacional,
aunque conservó cierto grado de primacía a nivel local.

93
COMPOSICION DE LOS CABILDOS

En la Colonia los Cabildos estaban constituidos por varios Regidores, dos Alcaldes
Ordinarios, el Alférez Real y el Alguacil Mayor, como cargos electivos. Los empleados
permanentes del Cabildo eran: el Fiel Ejecutor, el Procurador, el Escribano, el
Mayordomo, el Depositario, el Almotacén y un escaso personal subalterno.

Al dejar de asistir a sus sesiones los Gobernadores o Virreyes, los Cabildos ganaron
cierto grado de autonomía. La elección de los funcionarios más importantes era
consultada con la autoridad central, pero esta no tenía derecho a proponer reemplazos.
Únicamente a fines del siglo XVIII se produjo un aumento de la presión para que los
funcionarios fueran electos a gusto del Gobernador. A su vez, éste solía apadrinar a
personajes recién llegados de la metrópoli, en un gesto más hacia la centralización
administrativa del Imperio y el reforzamiento de la dependencia de los territorios de
ultramar respecto a la Metrópoli.

REGIDORES

Los Regidores formaban, en conjunto, el llamado "regimiento". Como su nombre


indicaba, eran quienes regían, gobernaban y controlaban la vida del Cabildo.
Usualmente, el Regidor de primer voto ocupaba el cargo de Alférez, otro era defensor
de menores, un tercero defensor de pobres y, el cargo de Fiel Ejecutor se rotaba entre
los restantes.

El número de Regidores variaba según la importancia de las ciudades: las cabezas de


los grandes Virreinatos como Lima y México, tenían derecho a tener doce Regidores.
Las capitales de provincia podían tener ocho y las ciudades subalternas seis. Las
Villas, de categoría inferior a las ciudades, tenían cuatro regidores, y se los
denominaba frecuentemente como medios Cabildos.

Regidor

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Los asentamientos de naturales y las misiones jesuísticas tuvieron un número reducido
de Regidores, y, en general, contaban también con un Alcalde. Su autonomía municipal
era muy inferior.

Fuera de los pueblos de indios, podían acceder a los cargos de Regidores y, por ende,
a cualquier otro cargo en el Concejo, solamente los vecinos, es decir, los blancos, de
más de 20 años de edad, que tuvieran casa en la ciudad y no ejercieran "oficios viles",
que en esa época eran considerados, en términos generales, los oficios manuales
ejercidos por los comerciantes, artesanos o labriegos.

ALCALDES ORDINARIOS

Los Alcaldes Ordinarios eran dos funcionarios elegidos por los Regidores el primer día
de enero de cada año. Esta elección debía hacerse entre los vecinos y naturales de la
ciudad. Como en el caso de los Regidores, al menos en teoría, se debía preferir a los
primeros pobladores y sus descendientes. Se los denominaba Alcalde de Primer Voto
y Alcalde de Segundo Voto.

Inicialmente los Alcaldes eran autoridades exclusivamente judiciales, que llevaban


adelante los juicios en primera instancia. Entre ambos se ocupaban de los pleitos
comunes; el Alcalde de Primer Voto era el Juez privativo de los juicios criminales, y el
Alcalde de Segundo Voto, en segunda instancia ejercía como Juez de Menores.

Pasada la época de la Conquista y las fundaciones, los Virreyes, Gobernadores o


Tenientes de Gobernador dejaron de asistir a las sesiones de los Cabildos, de los
cuales eran presidentes natos. De modo que los Alcaldes de Primer Voto pasaron a
presidir las sesiones del Cabildo, y en su ausencia los Alcaldes de Segundo Voto. En
todos los casos, era el Alcalde de Primer Voto quien votaba primero, seguido por el
Alcalde de Segundo Voto. Recién a continuación votaban los Regidores. El primer voto
que se emitía solía condicionar el resto de la votación, especialmente en un régimen
político que no se guiaba por la regla de la mayoría, sino por la búsqueda prioritaria de
alguna forma de consenso.

De este modo, la importancia del Alcalde de Primer Voto se incrementó


considerablemente, llegando a ser el funcionario más importante del Cabildo y
extendiendo sus atribuciones mucho más allá de sus funciones judiciales.

Los Alcaldes Ordinarios dirigían la vida de la ciudad, presidían el Cabildo colonial y


eran la primera autoridad municipal. Dado que el Cabildo tenía la facultad de ejercer el
Gobierno interinamente en caso de muerte o ausencia del Gobernador de la provincia,
esa atribución recayó principalmente en los Alcaldes.

ALFEREZ REAL

Inicialmente era el Oficial que comandaba las milicias de la ciudad, elegido anualmente.
Con el paso de tiempo, el cargo militar pasó a Oficiales profesionales y permanentes,

95
mientras el cargo de Alférez Real derivó en un puesto honorario de gran prestigio
social, cuya responsabilidad era principalmente ceremonial, siendo el encargado de
llevar el pendón real en los actos públicos.

Alférez Real

Asimismo, el prestigioso cargo conllevaba la obligación de solventar fiestas, agasajos y


limosnas locales de su propio bolsillo, por lo que comúnmente recaía en alguien de
fortuna suficiente.

ALGUACILES MAYORES

Los Alguaciles Mayores tenían la función de mantener el orden y ejecutar las


ordenanzas del Ayuntamiento, esta labor era ayudada por los Alguaciles Menores que
también eran conocidos como Tenientes de Alguacil. En definitiva la tarea de los
Alguaciles era guardar el Orden, velar por las buenas costumbres, realizar rondas
nocturnas y tener el control de la cárcel. Con el fin de extender la seguridad más allá de
la ciudad, se crearon también los Alguaciles de Campo, quienes vigilaban los caminos,
pequeños poblados y campos.

Además debían vigilar la ciudad haciendo rondas nocturnas, ellos mismos o también a
través de Alguaciles Menores, Tenientes y Auxiliares que habían nombrado. Su labor
era secundada por otros funcionarios como los Alguaciles Menores y Alguaciles de
Campo y estos tenían jurisdicción en los Caminos, Tambos y Pueblos aledaños. Tenían
que rendir cuentas de las pendencias que por juego o bebida se daban, así como
acabar con los duelos, capturar a los fugados, además de vigilar la cárcel.

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Una de las principales funciones del Alguacil Mayor era vigilar los juegos y diversiones
que practicaban entre los vecinos de las ciudades. Los juegos más usuales eran los
naipes y dados, pero también se jugaban tablas, ocas, biribís, cubiletes, corregüela,
bolos, peleas de gallos, etc. Las autoridades debían controlar las apuestas que se
hicieran en el juego y en el orden público. Era el responsable de arrestar a los
delincuentes, vagos y beodos, y conducirlos a la cárcel que estaba por lo general en el
mismo edificio del Cabildo.

Tenía el particular privilegio de que era la única persona habilitada a ingresar con
armas al edificio del Cabildo, aún durante las sesiones del mismo. Su cargo era
también vendible.

FIEL EJECUTOR

Era un funcionario permanente del Cabildo, encargado de los abastos de la ciudad. Su


responsabilidad principal consistía en fijar los precios y controlar las pesas, medidas y
monedas que utilizaban los comerciantes. También era responsable del aseo y ornato
de la ciudad.

PROCURADOR

El Procurador, Síndico Procurador o bien Personero del Común, era el representante


legal del municipio, nombrado por los Regidores. Lo representaba en cualquier juicio
que se llevara ante la Real Audiencia, en solicitudes ante los Gobernadores y/o
Virreyes. Para impetrar ante la Corte, el Rey o el Consejo de Indias, en cambio, había
que enviar diputaciones especiales a la Península.

También era responsable de recibir y examinar las peticiones de los vecinos; al


respecto, tenía la facultad de desestimar o de elevar al Cabildo. El Procurador debía
intervenir en todos los casos de venta, composición y repartimiento de tierras y solares.

Era nombrado anualmente por los Regidores, aunque no estaba prohibido que ocupara
el cargo en años consecutivos. De hecho, la mayoría de los Procuradores permanecía
muchos años en sus cargos.

ESCRIBANO

El escribano se encargaba de llevar el Libro de Acuerdos del Cabildo, tanto de las


Resoluciones políticas cuanto de las sentencias judiciales. Llevaba también el Libro de
Asiento de los depósitos que se hicieran. En las localidades de menor población,
ejercía como Notario de los Convenios particulares, funciones que en las ciudades
mayores ejercían Notarios privados, aunque registrados ante el Cabildo.

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El Escribano

MAYORDOMO

El Cabildo o Ayuntamiento Colonial, que en la actualidad equivaldría al Concejo


Municipal, surgió inmediatamente después de la fundación de las ciudades con la
finalidad de regir los pueblos que tenían la categoría de Villa o ciudad. Una vez
originada dicha Institución, evidentemente, se nombraron Alcaldes Ordinarios,
Regidores, Escribanos, Alguaciles, entre otros cargos importantes como el de
Mayordomo o Tesorero, quien manejaba los fondos del Municipio, es decir, durante la
época Colonial, el Mayordomo tenía otra connotación social que le permitía asumir
funciones importantes.

Tratándose de una Institución civil era propio que dicho cargo se eligiera entre los
cabildantes de la localidad. La mayordomía como oficio fundamental de la Institución
más trascendental de todos los tiempos: el Cabildo; fortificó y ayudó a regular,
controlar, administrar y ejercer el sistema económico hispano en los pueblos del
territorio americano. Regulaba y controlaba,

Ciertamente, la mayordomía no solo existía en el Cabildo; también en las Iglesias solía


nombrarse a alguien, de entre los habitantes y asiduos a la religión, en calidad de
Mayordomo, quien aparte de realizar las gestiones que requerían dicho menester,

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también debía controlar y dar cuenta de las limosnas.

En el ámbito religioso, cabe mencionar que como existían varias Cofradías y Ermitas
en la ciudad, se estableció a un “Mayordomo General” sobre los otros que manejaban
el aspecto administrativo en su respectiva competencia.

DEPOSITARIO

El Depositario, dentro de la estructura administrativa de los Cabildos en la Real


Audiencia de Quito, tenía bajo su responsabilidad la custodia de todos los bienes que
se hallaren en litigio, de todos los embargos y secuestros judiciales y, además era el
encargado de recaudar los ingresos del Cabildo.

ALMOTACEN

Desde principios del siglo IX encontramos en Bagdad, República de Iraq, y en otras


ciudades del oriente musulmán a un importante funcionario llamado el Almotacén. Del
mantenimiento del orden público cuidaba un Comandante de Policía y, a su lado, se
hallaba el Almotacén que era una especie de representante de la comunidad o Policía
de las costumbres, especialmente del mercado. Inicialmente, la Policía, en este país,
habría correspondido a la obligación religiosa consistente en que todo creyente debía
“ordenar el bien y prohibir el mal”. Posteriormente, el Almotacén se transformaría en
una magistratura especial destinada a controlar el comportamiento de los musulmanes
dentro del marco urbano.

Este funcionario, en la España medieval cristiana, sobrevivió como un Oficial concejil


de aquellos que estaban bajo las órdenes de los magistrados superiores del Concejo.
Conservó el nombre y las funciones del Almotacén hispano musulmán, lógicamente sin
contar las que tenían una implicación religiosa.

Sin embargo la tarea fundamental del Almotacén era el control del mercado, ante todo
debía verificar los pesos y medidas, vigilar las tretas y engaños de los comerciantes y
controlar los diversos gremios de artesanos y la calidad de sus productos.

Cabe señalarse que el Almotacén sólo aparece en algunos Cabildos americanos, como
el de Quito, que designó tanto al Alarife como al Almotacén para medir solares y
tiendas y afinar pesos y medidas y señaló, además, entre las obligaciones propias del
Almotacén: ver y visitar las calles de la ciudad que estén limpias todas, que requiera y
diga a cualquier vecino y morador de la ciudad que en ninguna calle, ni cerca a su casa
o a su solar, se consienta echar estiércol ni basura alguna y si algún morador desacata
esta norma el Almotacén puede exigirle una prenda o una multa.

Conviene referirnos a otros funcionarios del Cabildo, que tenían importancia e


influencia en la política y en la administración, en época de la Real Audiencia de Quito,

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entre otros personajes, tenemos:

OIDORES

Las Audiencias Reales fueron Tribunales Supremos establecidos en América desde los
primeros años de la Conquista, para conocer, en última instancia, de los asuntos
civiles, criminales y eclesiásticos de no mayor cuantía.

Toda audiencia estaba compuesta por Magistrados togados, llamados Oidores, cuyos
fallos, al dictarse en común, tomaban el nombre de Real Acuerdo. De sus sentencias
había apelación ante el Consejo de Indias.

El período de los Oidores era indefinido y, a fin de librarlos de influencias ilegítimas, les
estaba prohibido, en el territorio donde ejercieran sus funciones, contraer matrimonio,
sacar niños de pila, apadrinar bodas, adquirir propiedades, salvo dos o tres esclavos
para su servicio.

En la Real Audiencia de Quito, en su creación, el 29 de agosto de 1563, cuando inició


sus funciones como Primer Presidente, Hernando de Santillán, se instauraron los
Oidores lo cual significó, sin duda, un gran adelanto para la buena marcha y
organización de la provincia, así como solución para mejorar su sistema en todo lo
relacionado con la administración de justicia.

ALGUACILES

Con el inicio de la vida cotidiana en las ciudades, en la época Colonial, fue evidente la
necesidad de conseguir el orden y la seguridad que garantizaran el control de los actos
delictivos y el cumplimiento de las Leyes. Para resolver esta situación, ya desde la
época anterior al asentamiento en América, existía el cargo de Alguacil quien realizaba
la función Policial en ese tiempo, encargándose de hacer cumplir las sentencias de las
justicias ordinarias; su autoridad se aplicaba a las disposiciones emitidas por los
Tribunales que presidían los Alcaldes Ordinarios y el Corregidor, atendiendo también
las disposiciones de las Juntas de Policía, y en el caso de que el Ayuntamiento lo
requiera, debía hacer cumplir las Ordenanzas municipales.

Además de estas funciones, el Alguacil tenía autoridad para detener a los delincuentes
que fueran sorprendidos al momento de cometer un delito. En principio restringieron su
tarea Policial a la población española, ampliando con posterioridad su labor a mestizos,
indios y castas.

El 29 de agosto de 1563, se creó la Real Audiencia de Quito, conformada por un


Presidente, cuatro Oidores y un Oidor Fiscal, como Justicias. Se establecieron: Alguacil
Mayor y Menor de Audiencia y, como subalternos de estos, se crearon los Corchetes.

100
Se le atribuye a Martín Pizarro la organización de la policía de aquel entonces con la
creación de los cargos de Alguaciles Mayores, Alguaciles Menores y Alguaciles de
Campo.

ALCALDES DE BARRIO

Fueron establecidos en Quito el 31 de diciembre de 1777 mediante la previsión de un


Auto de Buen Gobierno, durante la Presidencia de la Real Audiencia de Quito de José
Diguja, dándoles instrucciones para su buen arreglo.

Estos funcionarios dependían directamente del Cabildo, pero eran designados por el
Gobierno y su función era ayudar a los Alcaldes Ordinarios de la ciudad, en su trabajo
que día a día aumentaba de acuerdo con la densidad poblacional y, a la vez, el
aumento de problemas judiciales y de policía.

Los Alcaldes de Barrio fueron designados en todas las ciudades de los Virreinatos,
Capitanías Generales, Reales Audiencias y Gobernaciones españolas en América con
la categoría de funcionarios judiciales, policiales, a semejanza de los existentes en
España.

ALCALDES DE BARRIO BAJO DEPENDENCIA DEL CABILDO

En la Presidencia de la Real Audiencia de Quito, de Francisco Héctor, Barón de


Carondelet, concretamente el 31 de agosto de 1799, se crearon en Quito los Cuerpos
de Serenos y, por otra parte, se expidió el Reglamento que disponía que los cuatro
Alcaldes de Barrio que existían a la fecha, pasaran bajo la vigilancia y dependencia del
Cabildo, el mismo que les encargó, además, la responsabilidad de tener bajo su
mando a los Comisarios de Distritos y a los Serenos.

El texto del mencionado Reglamento es el siguiente:

1º. Considerando las dificultades que se pueden ofrecer, en que los vecinos de cada
barrio elijan su Alcalde; se observará la costumbre de nombrarlos el Gobierno. Pero
dichos Alcaldes, el día de su recepción, harán el juramento acostumbrado en el Cabildo
de esta ciudad, mediante Orden y Comisión del señor Presidente.

101
Alcaldes de Barrio

2º. Los Alcaldes de Barrio, en los casos en los que se les permite aprehender; lo
deberán hacer en la Real Cárcel de Corte o en la de la ciudad, dando cuenta en la
mañana inmediata al señor Presidente o al señor Alcalde de Corte, a quien pertenezca
aquel Barrio, cuando se haga la distribución de ellos.

3º. Para usar de la jurisdicción pedánea cada uno de los Alcaldes de Barrio podrán
valerse de un Escribano Real y en su defecto de un Receptor de los que vivan en su
Barrio, para que les asista en algunas diligencias que ocurran en la entidad, y en
sumarias, pagándose por las partes las costas que se fijen según el arancel; y todo
Escribano Real y Receptor, pena de suspensión de su oficio, estará obligado a
requerimiento de cualquier Alcalde de Barrio a asistirle y a actuar en las diligencias que
se le ofrezcan, aunque sea transeúnte.

4º. En caso de no haber Escribano que ponga fe y diligencia del delito, suplirá este
defecto la relación jurada del Alcalde de Barrio ante el Alcalde de Corte, cuando de
cuenta de la prisión, quien examinará los demás testigos que fueren necesarios y
asistentes al suceso.

5º. Los Alcaldes de Barrio excusarán procesos en todo lo que no sea grave; y cada
Alcalde llevará un Libro de hechos, en que exhibirá los casos como pasaren y la
providencia que tomó por sí, dando cuenta después al señor Presidente o señor
Alcalde de Corte, o con aprobación de éste en los que admitiesen dilación.

102
6º. Tales Libros de hechos harán fe y servirán para puntualizar los Informes, o
reincidencias que ocurran, y así cualquier suposición que se advirtiese en ellos, sería
castigada, aunque pasase mucho tiempo, como crimen de falsedad, debiendo cada
uno tener presente la gran confianza de este oficio, para desempeñarlo como vecino
honrado.

7º. Estos Libros deben ser mensualmente visitados por el señor Alcalde de Corte,
poniendo en ellos mismos decreto de haberlo hecho, haciendo al propio tiempo las
prevenciones que resulten de la serie de los hechos.

8º. Han de celar los Alcaldes de Barrio que los vecinos cumplan los Bandos de Policía y
limpieza, exigiendo las multas que se previenen en la Ordenanza, con la aplicación
que se les da en ella, para cuyo caso tendrá jurisdicción económica, y darán cuenta al
Corregidor directamente para que con vista del Auto de Buen Gobierno tenga pronto
efecto la aplicación de la multa.

9º. En la misma forma han de cuidar del ramo de Policía, visitando y reconociendo las
tiendas y oficinas públicas, como las tabernas y bodegones, para la observancia de
precios arreglados o corrientes, corrigiendo provisionalmente y evitando los excesos
que hallaren dignos de remedio, dando cuenta al señor Alcalde de Corte y Fiel Ejecutor
para las providencias mayores.

10º. También cuidarán de la limpieza y buen orden de los puentes y empedrados,


penando a los contraventores con arreglo a los Bandos y órdenes publicados en estos
asuntos, y si en ambos notaren alguna necesidad de reparos lo participarán al
Corregidor y Alcalde de Aguas, para lo que dispongan.

11º. Como por la matrícula que deben formar dichos Alcaldes de Barrio, de todos los
vecinos del suyo, y de los demás que entren y salgan de ellos, y por las visitas
frecuentes que en horas excusadas han de hacer en todas las posadas públicas y
secretas, adquirirán forzosamente un perfecto conocimiento de todos los habitantes de
su respectivo Barrio; es preciso que descubran las personas que estuviesen enfermas,
sin disposición de curarse en sus casas, de lo que llama mal de San Lázaro, fuego de
San Antón, tiña y otros accidentes contagiosos, y los harán recoger en el Hospital, sin
permitirles que anden por las calles ni pedir limosna.

12º. Con toda esta vigilancia que se somete a los Alcaldes de Barrio, no se les deja
facultad para ingerirse caseramente en la conducta privada de los vecinos, pues no
dando éstos ejemplo exterior escandaloso, con sus manejos ni ruidos visibles a la
vecindad, queda reservado a los Alcaldes de Corte y demás Jueces Ordinarios,
cualquier examen de sus circunstancias. Y así como se conceden tantas facultades a
los Alcaldes de Barrio, para velar sobre la pública tranquilidad y buen orden de los

103
habitantes del suyo, se permite a cualquier individuo o vecino, que tenga su recurso
abierto al señor Alcalde de Corte, para justificar su razón, en queja del Alcalde de
Barrio, debiéndose en todo dirigir los vecinos a dicho señor Alcalde de Corte, para que
providencie lo que convenga, y únicamente al señor Presidente cuando no se les
administre justicia prontamente y sin agravios, o en asuntos de tal reserva y gravedad
que requieran semejante superior autoridad.

13º. Habiéndose nombrado, en el citado Auto de 1767, a los señores Alcaldes de


Corte, que debían tener la superioridad de cada Barrio, y a quienes debían concurrir,
los Alcaldes de ellos, no existiendo alguno de dichos señores, se nombra para los
Barrios de San Roque y San Sebastián al doctor Nicolás Vélez, y para los de San
Marcos, Santa Bárbara y San Blas, al señor Conde de Cumbres Altas; esto hasta que
se complete el número de Ministros de que se ha de componer esta Real Audiencia.

14º. Lo referido deberán observar los Alcaldes de Barrio, procediendo con uniformidad
en el ámbito de esta ciudad, llevando por norte de sus operaciones la seguridad y
confianza del vecino, contra toda especie de agravios, porque si emplean en un año
sus fatigas a tan importantes fines, otras se subrogarán en los futuros años que les
aseguren el mismo beneficio.

Para que tenga su debido efecto, cuanto aquí queda nuevamente prevenido, separo un
legal testimonio al Ilustre Cabildo y otro igual a cada uno de los señores Ministros, para
que enterados de los Barrios que les están encargados, hagan que los Alcaldes
cumplan con sus obligaciones y les den las Providencias que fuesen oportunas.

MILICIAS DE COMERCIO

Como los delitos aumentaban, el Cabildo Colonial buscó otra forma de Policía, o mejor
dicho, creó un cuerpo policial al que se le dio el nombre de Milicia de Comercio, sin
perjuicio a que subsistan los Rondas y Serenos.

La falta de Comisarios y Serenos para la vigilancia nocturna de la ciudad, incidió en la


conformación del Cuerpo de Milicias de Comercio. En la Colonia, en principio, se
organizó por iniciativa particular, un Cuerpo de Milicias de Comercio, cuya misión era
velar por los intereses y cuidar las tiendas y almacenes de quienes los contrataban.

104
Milicias de Comercio

Este Cuerpo estaba integrado por voluntarios y por los dueños, empleados y
dependientes de los locales comerciales que preocupados por defender sus bienes y
negocios respondieron favorablemente al pedido del Gobierno para su creación.

Las Milicias de Comercio se implementaron en las ciudades de Quito y Guayaquil. Una


de las características negativas de estos Cuerpos era la falta de dotación de armas lo
que incidía en el cumplimiento cabal de sus funciones y cuya falencia era aprovechada
por delincuentes y malhechores.

ALCALDES DE LA HERMANDAD

En la Colonia no sólo las ciudades tenían necesidad de vigilancia y protección, también


requerían los campos. Los habitantes conformados por españoles, mestizos, indios,
negros y mulatos vivían en pequeños caseríos en donde los asaltos y robos se
sucedían con frecuencia, creando alarma e inseguridad en la gente.

Fue una entidad creada en España el año 1476 por los Reyes Católicos Isabel I de
Castilla y Fernando II de Aragón. Esta institución pasó a América y la mayoría de las
nuevas ciudades la adoptaron con las características de Policía Rural. En Ecuador, la
Santa Hermandad se instauró el 14 de octubre de 1573 y tenía funciones como un
órgano Policial para castigar robos, hurtos, salteamiento de caminos, asaltos,
violaciones, muertes y heridas cometidas en zonas rurales y despoblados.

En definitiva, esta institución ha sido entendida como un instrumento que busca


garantizar el Orden público y los Alcaldes de la Hermandad estaban facultados para
conocer y sentenciar todas las causas, tanto civiles como criminales que se incoaran
en aquellos lugares donde no hubiera justicia ordinaria. Es decir, su principal función
consistía en juzgar y castigar los delitos cometidos a cielo abierto, fuera de los pueblos

105
y ciudades.

Para el cumplimiento de sus funciones, los Alcaldes de la Hermandad, podían designar


a los Cuadrilleros como Oficiales Auxiliares en todo procedimiento policial.

La gestión de los Alcaldes de la Hermandad comenzó su decadencia a partir del año


1809 por el aparecimiento de brotes de libertad y prácticamente se extinguió en el año
1822 dando paso a nuevas estructuras policiales encuadradas en las Leyes de la Gran
Colombia.

JUECES DE AGUA

En el Gobierno de Antonio de Morga, Presidente de la Real Audiencia de Quito, desde


1615 hasta 1636, concretamente el 16 de febrero de 1615, se estableció el Juez de
Aguas, por la aparente ausencia de Instituciones para la gestión y control de este
servicio, quien se encargaba del control y vigilancia de las acequias y conductos que
abastecían de agua a la ciudad.

Analizando la legislación que ya existía sobre este tema en España, en la Recopilación


de Leyes de los Reinos de las Indias, en el año 1681, encontramos que había la
siguiente disposición del Rey, que decía:

“Ordenamos, que los Acuerdos de las Audiencias nombren Jueces si no estuviere en


costumbre, que nombre el Virrey, o Presidente, Ciudad y Cabildo, que repartan las
aguas”

No obstante la legislación común, en otras regiones del Imperio Español


aparentemente los Jueces de Agua tuvieron autoridad sobre espacios hidráulicos más
amplios, de tal manera que el Juez de Aguas encabezaba una Institución encargada de
la gestión del agua que englobaba haciendas, comunidades y Villas. Cabe señalar que
estos Jueces eran autoridades administradoras del agua nombradas por algún nivel de
Gobierno.

En la ciudad de Quito, en época de la Colonia, el Procurador General del Ayuntamiento


de la ciudad, sugirió el nombre del Capitán Cristóbal Troya para que se le designe
como Juez de Aguas, con el fin de que se preocupe de ver, visitar y aprehender a los
que ensuciaren el agua. El Cabildo aceptó la sugerencia y nombró al Capitán Troya con
el sueldo de 50 patacones de la renta del Cabildo y otros 50 de las multas a imponerse
por el desacato de la ordenanza.

TENIENTES PEDANEOS

En el territorio de la Real Audiencia de Quito, en el mes de julio del año 1818, fueron
instituidos los llamados Tenientes Pedáneos, quienes debían realizar las funciones de
administradores de justicia, realizar actividades de vigilancia y seguridad propias de la

106
Policía, en pueblos y áreas rurales.

En la práctica la labor de los Tenientes Pedáneos fue deficiente debido al incremento


de la delincuencia en los campos por cuanto los malhechores huían de la ciudad
perseguidos por los Alcaldes de Barrios, Comisarios y Alguaciles.

A pesar de haberse consolidado la Independencia en el territorio del actual Ecuador, en


el año 1822, luego de la Batalla de Pichincha, la actividad de los Tenientes Pedáneos
continuó durante los primeros años del llamado período Gran Colombiano.
Posteriormente, el Congreso de Colombia, expidió la Ley sobre Organización y
Régimen Político de los Departamentos y Provincias de la República que, entre otras
Resoluciones, cambió el nombre de Tenientes Pedáneos por el de Tenientes
Parroquiales y que luego eran identificados como Alcaldes Parroquiales y estaban
encargados de promover el orden, la tranquilidad y la moral pública, así como la
salubridad, ornato y Policía, debiendo inclusive conformar en cada parroquia una Junta
de Policía, encabezada precisamente por el Teniente Parroquial, para la ejecución
inmediata de los Bandos y Reglamentos de Policía.

El 13 de noviembre de 1861, al sancionarse la Ley de Régimen Político y Económico


de las provincias, se cambió en forma definitiva el nombre de Tenientes Pedáneos al
de Tenientes Políticos, con las mismas funciones anteriores.

SERENOS

En la época Colonial la característica de la vida de sus habitantes era la ociosidad y la


monotonía. La siesta, la visita y los oficios religiosos eran los menesteres cotidianos. A
las nueve de la noche, en invierno y a las diez, en verano, se tocaba la campana de la
hora de queda y todos se recogían apresuradamente a sus casas, las puertas se
cerraban y las calles quedaban desiertas, obscuras y pavorosas. Había penas para los
que transitaban después de esas horas. El Sereno, del latín serenum, tarde o noche,
guardianes de ronda nocturna que custodiaban durante la noche las calles de la
ciudad. A intervalos regulares interrumpían el silencio con la voz original de este
personaje que iba y venía alumbrado de un farol, pregonando la hora y el estado del
tiempo.

107
El Sereno en la Colonia

El 31 de agosto de 1799, cuando se encontraba en la Presidencia de la Real Audiencia


de Quito, Francisco Luis Héctor de Carondelet, conocido como el Barón de Carondelet,
se formó en Quito el Cuerpo de Serenos para la vigilancia nocturna de la ciudad
conformado por Comisarios en los Distritos y Serenos en las Manzanas. Los Serenos
eran reclutados para la vigilancia del comercio y las residencias; éstos recorrían las
calles para advertir a los noctámbulos de la conveniencia de acogerse al refugio de sus
casas, y para vocear periódicamente la hora y los caprichos del clima.

Cuando los Serenos salían a rondar las calles por las noches para velar por la
seguridad del vecindario y de la propiedad privada, portaban un palo largo a manera de
lanza, llamado báculo, que en su extremo tenía un mechero o farol en el cual se
encontraba una vela de cebo encendida.

La ronda de los Serenos se iniciaba a las nueve de la noche y concluía al amanecer. El


Sereno cada hora decía en voz alta para que escuchen los habitantes: “las doce de la
noche han dado, tiempo sereno es”. También se encargaban de apagar los faroles de
las esquinas.

Los Serenos eran personajes conocidos y muy populares y, debido a sus funciones
cotidianas, estaban en capacidad de dar información hasta de los más ínfimos detalles

108
sobre la vida de sus conciudadanos.

Siendo Presidente de la Real Audiencia Toribio Montes, los Serenos tenían otros
nombres: se les llamaba Rondas, Rondines, Vigilantes Nocturnos, etc. El Rondín
Quiteño llevaba vestido de indio y un instrumento musical, que entonces era el
rondador y posteriormente el rondín, o un simple pito o silbato que anunciaba su paso
por cada esquina de la ciudad.

RONDAS

Las Rondas estaban conformadas por los vecinos a cargo de vigilancia y seguridad.
Era una entidad que existió en los comienzos de casi todas las ciudades colonizadas
por los españoles.

El Ronda en la Colonia

Los Cabildos, en esta época, tenían facultades casi omnímodas y por ello disponían
que las funciones de vigilancia y seguridad las cumplieran los propios vecinos de la
ciudad.

La acción de las Rondas, en el campo de la vigilancia, debía extenderse a todos los

109
sectores de la ciudad y aun a sus extramuros, cuando se presentaba la amenaza de un
peligro próximo. No estaban sujetas a horarios precisos. Durante el día la ciudad no
presentaba mayor peligro, casi todo el mundo se conocía y era muy fácil individualizar
a quienes delinquieran a plena luz, pues bastaba la presencia de los Alguaciles.

En los campos, donde Bandas de salteadores no vacilaban en presentar verdaderos


combates, las Rondas tenían facultad para ahorcar a cuanto bandolero fuese
encontrando con las armas en la mano.

El Cabildo facultaba a los Alguaciles Mayores la organización de este tipo de guardias


y, además, le autorizaba para que él mismo o a través de su Teniente, designara a las
personas que debían efectuar las Rondas para la vigilancia de las ciudades.

Cabe resaltar que la obligación de acudir al llamado del Alguacil Mayor alcanzaba a
todas las personas, de cualquier estado o condición que sean, así de los vecinos y
habitantes en general de las ciudades, es decir, el Alguacil Mayor podía recurrir a los
vecinos, a los simples moradores e inclusive a quienes sólo estuviesen de paso en la
ciudad, para enviarles a rondar, ya sea a caballo o a pie, en los lugares que él estimaba
conveniente.

Finalmente, el Alguacil Mayor podía imponer las penas que estimare de justicia aplicar
a quienes al haberles solicitado realizar la ronda o vigilancia no lo hubieren hecho,
podía arrestarlos y mantenerlos presos con grillos y cadenas hasta que pagasen la
multa impuesta. Sin embargo, los Rondas hacían lo que podían, sin armas e
insuficiente paga, para conservar la paz en la Villa o ciudad. Eran hombres de honor y
de buenas costumbres.

ESCOPETEROS

El Escopetero, en España, fue un soldado de infantería o caballería armado con una


escopeta. La escopeta, a principios del siglo XVI, era un arma de fuego accionada con
llave de mecha y en el siglo XVIII un arma accionada con llave de chispa.

Durante el reinado de los Reyes Católicos y en el reinado del Emperador Carlos, de la


misma manera que hubo ballesteros y espingarderos a caballo, también hubo
escopeteros a caballo que luego fueron sustituidos por los arcabuceros a caballo.

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Escopeteros en la Colonia

Los Escopeteros tenían como labor perseguir y capturar a los indios conspiradores y
velar por la seguridad de los españoles y la estabilidad de su Gobierno y, además,
someter a los Indígenas a la religión cristiana.

CUADRILLEROS

Luego de los Escopeteros se crearon los llamados Cuadrilleros. Recibían esta


denominación porque formaban Cuadrillas para los asuntos en que intervenían, como
simples Agentes de los Alcaldes de la Hermandad.

Los Alcaldes de la Hermandad tenían atribuciones para designar a los Cuadrilleros


como Oficiales Auxiliares que cooperaban en sus procedimientos y eran además una
especie de Policía montada que recorría los caminos persiguiendo y castigando a los
que cometían crímenes, robos, asaltos, saqueos, excesos brutales y atentados
sacrílegos.

Los Cuadrilleros recibían su remuneración del valor de las costas a que fueran
condenados los reos de los delitos de Hermandad; también era obligatorio pagar a
cualquier persona que sin cargo oficial, a la voz de “Hermandad”, les prestara auxilio
para efectuar una detención, perseguir a un delincuente y aun para la simple denuncia
de un hecho o de un delito.

ALARIFE

En el año 1541, el Rey Carlos V emitió una Cédula Real declarando a Quito como
ciudad, en la cual se dio lugar al nacimiento de funciones y actividades Policiales. En
esa época, el 22 de julio de 1536, se estableció el Alarife, que era un funcionario
Policial encargado del control de la limpieza de las calles.

Tenía algunas funciones. Una de ellas, quizá la más importante, era visitar las calles y
comprobar su limpieza. En el cumplimiento de su labor, este funcionario, podía ingresar
a cualquier casa que tuviere basura dentro de ella o en sus cercanías; de ser así, podía
imponer una multa que debía pagarse en cada ocasión que no mantenga la limpieza.

111
La función era medir y colocar mojones en los terrenos y estancias para lo cual debía
disponer de las herramientas necesarias y de indios para ejecutar el trabajo manual.

Además, el Alarife, debía vigilar y dejar en buenas condiciones los implementos para
las medidas de peso mediante la afinación respectiva. Por las labores que
desempeñaba el Alarife cobraba a las personas que habían desobedecido las normas
de limpieza o el afinamiento de las medidas para el pesaje de mercancías.

CORCHETES

Eran ayudantes inferiores de la justicia con atribuciones Policiales. También se les


llamaba “porquerones”. Con el establecimiento de la Real Audiencia fue creado un
nuevo grupo de Alguaciles para la ejecución policial, al menos en la ciudad de Quito;
este Cuerpo estaba formado por un Alguacil Mayor, dos Alguaciles Menores y varios
Corchetes, en calidad de Ayudantes.

PRIMER REGLAMENTO DE POLICIA DE LA REAL AUDIENCIA DE QUITO

El Presidente de la Real Audiencia de Quito, Luis Múñoz de Guzmán y Montero, el 9 de


agosto de 1791, expidió bajo el título de Capítulos de Buen Gobierno, el Primer
Reglamento de Policía de la Colonia en Ecuador.

En la Introducción al Reglamento de Policía, se decía: “que las medidas adoptadas


tengan el mejor y más puntual cumplimiento, conducentes a la tranquilidad, limpieza,
aseo, concierto y Gobierno político de la República, arreglando los usos y costumbres
que necesitan de remedio”.

El texto del Reglamento dice:

Capítulo 1. Primeramente que nadie sea osado con pretexto ni motivo alguno de
blasfemar ni decir mal de Dios Nuestro Señor, Madre Santísima Nuestra Señora,
Santos ni Santas, ni de cosa sagrada bajo las penas establecidas por las Leyes del
Reino.

Capítulo 2. Que nadie diga, ni cante versos ni palabras obscenas ni de mal ejemplo de
noche ni de día en poblado ni en camino, so pena de cien azotes y desterrado un año
de la ciudad conforme a las Leyes Reales, y que cualquier Alguacil o Ministro de
Justicia, y Alcaldes de los Barrios, sean obligados de aprehender al que las dijere o
contare, y cualquiera particular pueda denunciarlo.

Capítulo 3. Que nadie se atreva a estar amancebado, ni ser alcahuete, y los que lo
fueren salgan de esta ciudad y su jurisdicción dentro de tres días, so pena que se
proceda contra ellos como hay lugar por Derecho, para lo cual averiguarán los
Ministros de Justicia y Alcaldes de Barrio las vidas de aquellas personas que se

112
sospechan tocadas de estos vicios.

Luis Múñoz de Guzmán

Capítulo 4. Que todos los vagamundos, gente de mal vivir y rufianes, salgan de esta
jurisdicción dentro del tercer día, y pasados por el mismo hecho de hallarse sin oficio,
destino ni aplicación servible y honesta, serán destinados al servicio de obras públicas
por cinco años, a ración y sin sueldo. Y ninguna persona de cualquier estado o calidad
que sea, los reciba, abrigue ni oculte en sus casas o ajenas, con pretexto alguno. Pena
de veinticinco pesos y treinta días de cárcel, sin que sirva de refugio la entrada de los
referidos en casa de algún maestro de arte liberal o mecánica pretextando ir a
ejecutarlo, si con efecto no lo usa continuamente y si sólo en fraude de esta
Providencia; de que se encarga usen puntual cumplimiento a los Justicias y Alcaldes de
Barrio de esta ciudad.

Capítulo 5. Que todas las personas que hubieren servido en la Tropa y hayan obtenido
licencia para su retiro, salgan de esta ciudad, no siendo naturales o hijos de vecinos de
ella, o no tengan aplicación honesta en oficio establecido, dentro de quince días para
que le tomen, y elijan en su país o donde les convenga, pena de servicio por cinco
años a obras públicas, como a los vagamundos y mal entretenidos. Y ninguna persona
los tenga en su casa, ni abrigue, sino antes bien los denuncie a los Jueces de la ciudad

113
o Alcaldes de los Barrios, donde corresponda.

Capítulo 6. Que todas las personas que se hallaren en esta ciudad siendo casados en
España, Perú, México u otros lugares, aunque sean de esta provincia, se restituyan a
su vecindario luego que haya ocasión oportuna con tal que no exceda de un año al
cuidado y cumplimiento de sus obligaciones, sean del Estado o calidad que fuesen. So
pena que no haciéndolo serán remitidos por los Jueces sin que se sirva de excusa el
que no han recogido sus bienes, ni que se les haya otorgado permiso por sus mujeres,
a menos que manifiesten expresa licencia del Gobierno, para cuya observancia se
hace particular encargo a las Reales Justicias por convenir así al servicio de ambas
Majestades; y a los vecinos de esta ciudad se les apercibe que los denuncien a los
Jueces, para que procedan contra ellos, por convenir así el servicio de Dios y del Rey.

Capítulo 7. Que ninguna persona de cualquier Estado y calidad que sea tenga juegos
de naipes, dados ni otros prohibidos, en sus casas, las ajenas, y sitios extramuros de
esta ciudad, pena de diez pesos y quince días de cárcel y perdimiento de las mesas e
instrumentos de juego por la primera vez, y por su reincidencia serán castigados con
mayor rigor; y siendo soldados con las que les corresponden por Ordenanza y última
Pragmática. Y por cuanto además de no guardarse ni observarse la Ley se sigue el
perjuicio de que los hijos de familia, esclavos y sirvientes sustraigan de sus casas,
dinero, alhajas y otros muebles para llevar al juego, se encarga el mayor celo y exacto
cumplimiento de los Jueces y Ministros para que procedan a su exterminio,
principalmente a los Alcaldes de Barrio y Alguaciles Mayores y sus Tenientes;
aprehendiendo igualmente a los ociosos que se entretienen y ocupan en juegos, a los
vagos y muy entretenidos para destinarlos al servicio de su Majestad, para lo que
dando cuenta reservaría su Señoría darles destino. Y que toda casa de juego de
diversión permitido, no pueda abrirse ni exista sin la licencia precisa, que nuevamente
deberán sacar de este Gobierno y la tendrán los Caymeros a vista de todo el que
concurriere a éstas, bajo las mismas penas arriba expuestas. Previniéndose así mismo
a dichas Justicias Ordinarias, Alcaldes de Barrio, Alguaciles Mayores y sus Tenientes,
asistan a las casas donde haya juegos de gallos, y no permitan que los hijos de familia,
esclavos y sirvientes jueguen, apuesten ni pongan más que dos reales, ni que se
formen discordias, riñas ni peleas, pena a los dueños de dichas casas que lo
consintieren de doscientos pesos de multa aplicados en la forma que al fin de este Auto
se dirá. Y a los dichos Jueces y Ministros que no celaren, vigilaren y estorbaren
semejantes desórdenes, de otros tantos aplicados en la misma forma.

Capítulo 8. Que ninguna persona de cualquier Estado, calidad ni condición que sean
usen ni tengan armas prohibidas, y ningún maestro de armas las haga, ni las
componga, pena de su perdimiento y de incurrir en las otras personales y pecuniarias
establecidas por derecho y Autos de Buen Gobierno. Y para las que se ofrecieren

114
hacer o componer para los Ministros de Justicia, dará su Señoría la correspondiente
licencia por escrito, y de otro modo hallada se incurrirá en las dichas penas.

Capítulo 9. Que nadie saque ni use espada de marca ni desnuda, o de vaina abierta; ni
ande por las noches en cuadrillas ni de tres arriba, ni dadas las diez de la noche anden
sin luz, ni silbando, pena de que a los nobles se les sacarán veinticinco pesos de multa,
aplicados en la forma ordinaria que al fin de este Auto se dirá, y a los plebeyos
cincuenta azotes y un mes de cárcel, y en caso de reincidencia se duplicará la pena, y
a la tercera vez serán desterrados de la provincia.

Capítulo 10. Que los pulperos, estanqueros, bodegoneros y demás tenderos donde se
venden licores y comestibles, pongan precisamente faroles en las puertas de sus
tiendas desde las oraciones hasta las nueve de la noche, y desde esta hora las cierren
hasta las cinco de la mañana sin excepción de día de fiesta, ni otra alguna, pena de
cuatro pesos. Y si reincidieren reserva su Señoría imponer las más que halle por
convenientes, y lo mismo se entiende con los trigueros y demás tiendas en que se
venden licores y comestibles. Y se encarga y previene a los Jueces Ordinarios,
Alcaldes de Barrios, Alguaciles Mayores y demás Ministros de Justicia, y al Alguacil
Ronda Mayor de Comercio velen sobre su cumplimiento. Pena de que si se advierte
omisión, se les sacará cuatro pesos de multa por cada vez que lo contrario se notare.

Capítulo 11. Que ninguna persona de cualquier estado y calidad que sea arroje a las
calles agua, ni barros inmundos, animales muertos, ni cosas fétidas, y que las que se
vertieren limpias sea con la precaución de avisar con tiempo, para que los transeúntes
no reciban daño ni molestia, pena de cuatro pesos y de pagar el daño que
ocasionaren. Que las inmundicias que produce la purificación y la limpieza de las
casas, se arrojen a las quebradas y no a las plazas y calles, como se advierte, bajo la
misma pena. Que se tenga igual cuidado en que ninguna persona se ensucie en las
calles ni en lo alares, bajo de la antedicha pena. Que los que fabricaren o refaccionaren
sus casas cuiden de que no se arrojen desde lo alto la tierra y demás fragmentos de la
construcción, y sí de que éstos desciendan en zurrones y con cuerdas; poniendo
igualmente cuidado en que no queden amontonados en las calles y en que
necesariamente se arrojen en las quebradas. Y que no se permita criar sueltos, ni
mantengan en las calles cerdos, cabras ni ovejas, atendiendo a su mayor aseo y
limpieza, so pena de perderlas, a cuyo fin se manda a cualquier Ministro de Justicia
que los encontrare, que los haga matar, y se aplica desde ahora al que los matare,
para que así tenga efecto lo que tanta veces se ha mandado y nunca se ha obedecido;
a cuya observancia deberán estar a la mira principalmente los Alcaldes de Barrios,
Alguaciles Mayores y sus Tenientes y el Mayordomo de Propios.

Capítulo 12. Que los plateros, mercaderes, estanqueros, pulperos y oficiales de los
otros oficios, no compren plata, ropa ni otra especie que se les llegue a vender por hijos

115
de familia, esclavos o sirvientes, sin que los conste formal consentimiento de su padre
o amos, ni de persona alguna, que no tengan bastante conocimiento y satisfacción y
traigan precisamente licencia por escrito del Juez de ser seguros, ni les vendan al
fiado, pena de perder lo que dieren, y pagar el daño que resulte en caso de queja, y
además de las penas corporales y pecuniarias impuestas en los Autos de Buen
Gobierno serán castigados conforme a las circunstancias, que en cada caso ocurriese,
y que toda pieza de plata que se venda tenga ley, y esté reconocida por el contraste,
pena de perderla haciendo lo contrario. Igualmente se previene y manda a los maestros
y oficiales, batiojas, viscochoeleros, pulperos y mercaderes, y maestros de escuela,
que con ningún motivo ni pretexto compren de persona alguna autos, ni otros papeles
judiciales, sino antes bien estén obligados a entregarlos a los Jueces, para que se
averigue a qué Juzgados, Secretarios y Oficios tocan; pena al que no lo hiciere de
cincuenta pesos de multa, un mes de cárcel y pagar el daño que se ocasionare. Sobre
que se hace particular encargo a todos los Jueces para efectivo cumplimiento de ello.

Capítulo 13. Que los médicos y cirujanos estén obligados siempre que se les llame a la
curación de algunas heridas que provengan de riña, o al reconocimiento de algún
cadáver cuya muerte haya sido repentina, de dar prontamente parte a su Señoría e
igualmente a cualquiera de los Jueces Ordinarios, con expresión de las personas que
curasen, o reconociesen, y juntamente de las que hubiesen asistido de enfermedad
contagiosa para que se practiquen las diligencias convenientes a fin de impedir se
contagie el daño, y poder calar la salud pública, en inteligencia que no cumplir lo
mandado precisa y puntualmente, se tomará la más severa Providencia.

Capítulo 14. Que los pulperos, chagros, regatones, covacheros, hierbateras, ni otra
persona alguna salgan a los caminos a comprar los efectos y comestibles, y los dejen
entrar libremente para que hasta las doce del día logren los vecinos y moradores de
esta ciudad, comprar lo que necesitaren a precios cómodos y de primera mano, y
después de las doce podrán comprar todo lo que sobrase para revenderlo según
arancel, peso y medida; pena al que hiciere lo contrario de ser castigado con un mes
de cárcel, y otras arbitrarias, según la calidad del sujeto, y su reincidencia. Y se
apercibe a los covacheros, que no compren cosa alguna hasta después de las doce del
día, como queda dicho. Que tampoco se pongan de concierto en los precios de las
ventas, haciendo monopolios, porque además de perder los efectos, se les dará
puestos en la argolla cincuenta azotes, y la misma pena se impone a los pulperos que
vendan con maridaje precisando a los vecinos a que por darles el mercado de queso,
cuartillo o medio lleven pan, raspadura u otras cosas, sino que se les ha de dar con el
medio real los cuatro mercados que pidiesen de lo que tengan en la pulpería, sin
ponerle coto ni obligación alguna.

Capítulo 15. Que para el mayor aseo y limpieza de la ciudad, cada vecino empedre y

116
tenga cuidado de hacer barrer y limpiar dos días en la semana el frente de su casa, o
puerta tienda hasta la medianía de la calle, perteneciendo lo restante a la casa del
frente, y donde no la hubiere al Mayordomo de Propios y rentas, o la persona que
recibiese las multas impuestas por obras públicas. Lo cual se observará con la mayor
exactitud, en suposición de que debiendo estar la ciudad y sus Barrios constituidos en
el mayor aseo, se velará éste, bajo la pena de que al contraventor se le empedrará, y
limpiará la calle por el Mayordomo de Propios, o persona que destinasen las Justicias
Ordinarias para este efecto, cobrándoles el costo con el duplo aplicado a la
composición y limpieza del frente que no hubiere casa. Y para su cumplimiento se les
asigna el preciso término de dos meses. Y no permitirán los dueños de los accesorios
de las calles reales, vivan en ellas personas que tengan ejercicios sucios, como
bodegoneros, chicheros y otros que tengan tiendas desaseadas ni que arrojen a las
calles lavazas de pescado que causan mal olor, ni de carnes, pena de cuatro pesos de
multa verificándose lo contrario, ni se pongan carnes ni maíz que se llaman de jora a
orear en las calles, y mucho menos en los pretiles y columnas de los templos. Y que los
dueños de casa tenga especial cuidado de registrar los alares de ellas y deshacer con
tiempo los que amenazaren ruina, pena de veinticinco pesos de multa, y de que
resarcirán los daños que causaren, sobre todo lo cual vigilarán los Justicias.

Capítulo 16. Que para la permanencia del empedrado y aseo de las calles, no se
arrastren por ellas las maderas, y que sólo se conduzcan hasta la plazuela de la
Recoleta de Santo Domingo, San Diego y la parroquia de Santa Prisca, bajo pena de
perder las maderas y bueyes, aplicados a la composición de las calles.

Capítulo 17. Que no se permita por los Guardas de la Alcabala que a deshoras de la
noche salgan personas sospechosas, y las que pretendieren salir las asegurarán y
darán cuenta al Gobierno para averiguar si son reos, y procederá contra ellos sin
alterar la costumbre que ha habido de que cualquier persona salga con libertad a la
hora que le acomode, y se les ordena a dichos alcabaleros, que si reconocieren que
salen o entran a esta ciudad bestias robadas, ganados, fardos, maletas y otras
cualesquiera cargas, con personas sospechosas, las detengan y aseguren, y den
cuenta al amanecer a este Gobierno o a las Justicias, pena al que así no lo hiciere de
veinte pesos de multa, aplicados en la forma que se prevendrá al fin de este Auto.

Capítulo 18. Que todo dueño de casa o alquilón, esté obligado a dar aviso a las
Justicias de la ciudad o Alcaldes de Barrio, a quien toque, de la persona o personas
que se hospedasen en sus casas, no siendo vecinos de esta ciudad o sus cinco
leguas, o sus criados y familiares de casa, o de sus haciendas, pues siempre que sean
de los Corregimientos de afuera, estarán obligados a dar aviso, sin exceptuar persona
de cualquier estado, calidad y condición que se releve de ejecutarlo, so pena de que no
haciéndole se le sacarán al que hubiese por ello veinticinco pesos de multa, y al que

117
fuese sobre un mes de cárcel, aumentándose la pena según la calidad del sujeto que
hubiese abrigado, para evitar de este modo los muchos ladrones que vienen de fuera
con capa de honrados, y se ocultan en las mismas casas para robar de los vecinos y
hacerlos otras extorsiones como cada día se experimentan. Y se les encarga a los
Alcaldes de Barrio tengan muy particular cuidado en orden a este capítulo para su
observancia.

Capítulo 19. Que en cuanto a los semaneros de carnicería, administradores o


mayordomos de haciendas, y otras personas que conduzcan ganados de ceba,
novillos, vacas o toros para el abasto de esta ciudad o de las religiones o monasterios,
se previene y manda que tengan el particular cuidado y precaución de asegurarlos con
buenos y fuertes cabestros o cuerdas, y tocar bocina para evitar con la anticipación del
sonido las fatalidades, y que esto sea de día en horas competentes y de ninguna
manera por la noche, pena al que lo contrario hiciere cincuenta pesos de multa, y de
pagar el daño que ocasionare; y a los indios conductores de un año de obraje; con
prevención que precisamente debe venir una persona adelante con bastante distancia
avisando a los caminantes, a fin de que tengan tiempo de asegurar sus personas, sus
bestias, cabalgaduras o cargas.

Capítulo 20. Que igualmente se ordena, y manda, a los vendedores de raspaduras,


azúcar y demás víveres, y a las industrias mantequeras y panaderas vendan dichas
especies sin levantar los precios regulares, y en el peso y medidas que está señalado
por el arancel, pena de cuatro pesos por cada vez que se advirtiere lo contrario, sobre
cuya puntual observancia deberán celar y vigilar diariamente el Regidor, Fiel Ejecutor,
sus Tenientes, Alcalde de Barrio, Alguaciles Mayores, y demás Justicias de esta
ciudad, castigando con el rigor que requiere a los contraventores e inobedientes, y
dando parte a su Señoría de todo para que tome las más severas y oportunas
providencias, pena de otros cuatro pesos a dichos Ministros por cada vez que no
celaren, como se previene principalmente al fiel Ejecutor a fin de que diariamente visite
los pesos y medidas en que se vende el azúcar, el pan y demás especies de peso y
medida, haciéndosele saber por separado este capítulo para su inteligencia.

Capítulo 21. Que de ninguna manera se consienta a los vendedores que llaman
chagros, graneras, fruteras, torteras, panaderas y demás indias que tienen sus
vendimias en las puertas, tiendas y portales, salgan con sus canastos y efectos a
ocupar los alares de las calles y dentro de los portales, porque con esta ocupación
impiden el paso y molestan a los transeúntes; sino que los acomoden de suerte que
dejen el paso libre; y más en tiempo de invierno, a cuya puntual observancia se
encarga vigilen diariamente a los Alguaciles Mayores, sus Tenientes, Mayordomo de
Propios y demás Ministros de Justicia, como también que dichas vendedoras tengan el
particular cuidado de limpiar y barrer sus pertenencias, y acequias y principalmente el

118
portal, dos días en cada semana, bajo la pena que por cada vez que no lo hagan y
cumplan con lo mandado, se le sacarán irremisiblemente cuatro reales para pagar a los
indios que las limpiaren, asimismo se manda al Alcalde los indios cargadores de esta
Plaza Mayor, tengan la obligación y cuidado de barrerla dos días en cada semana,
haciendo llevar las barreduras a la quebrada más inmediata en junta de los demás
indios de su gremio, pena veinticinco azotes por cada vez que no lo practicaren, de que
deberá estar a la mira el Mayordomo de Propios y el Gobernador de indios de esta
ciudad.

Capítulo 22. Que para que se exterminen los abusos de los artesanos en el manejo de
sus oficios, especialmente los carpinteros, sastres, zapateros, albañiles, herreros y
otros, sin perjuicio propio y de los interesados que se valen de ellos, los maestros de
cada gremio cuiden de que todos sus oficiales concurran a sus tiendas y talleres
públicos diariamente desde las seis de la mañana, poniendo el más activo esmero en
que ninguno falte el día lunes como lo han acostumbrado, manteniéndose embriagados
desde el domingo; en el entendido que los que faltaren serán conducidos por la primera
vez a obras públicas con grillete, por espacio de veinte días; por la segunda
continuarán dicho servicio por dos meses, y si no obstante reincidieren serán
castigados a discreción de este Gobierno, que en la misma pena incurrirán los que en
día de trabajo fueren hallados en bebesona o fandango en sus tiendas, casas u otra
parte, ya sean oficiales o cualquiera otros individuos, indios o mestizos, aunque
pretexten casamiento, función lúgubre u otros semejantes, en que para tenerlos
deberán concurrir al respectivo Alcalde de Barrio, quien con conocimiento de las
ocurrentes circunstancias podrá permitirlas como su prudencia le dictare; y que los
maestros mayores de los gremios celen que en los días de guardar queden cerradas
las tiendas, advirtiendo a sus dueños que por el hecho de no cerrarlas, o que al menos
por vivir en ellas no las tuvieren entornadas, o medio abiertas, manifestando así que
no venden, ni trabajan, se les castigará en la propia forma, y también a los oficiales que
vendieren o trabajaren, expidiéndoseles dos pesos de multa, debiéndose entender la
misma prohibición respecto de las tiendas de los mercaderes.

Capítulo 23. Que se guarde y cumpla lo prevenido por Auto por esta Real Audiencia, a
los cinco días de junio del año pasado de 1779, sobre la repulsa que generalmente se
experimentan en esta capital con grave dispendio del público, y bien común de las
gentes, por no querer admitir los vendedores medios reales, reales sencillos y de a dos
de la moneda antigua de plata, que a causa del continuo uso y manejo ordinario ha
llegado a envejecerse y borrarse en parte el sello, y número del Real Cuño, por cuyo
motivo revisan al recibirla; y que en consecuencia todas las personas de cualquier
estado y calidad que sean no rechacen ni repulsen dicha moneda del cuño antiguo de
medios reales, reales sencillos y de dos, que por razón de hallarse gastado el sello de
las Armas y Cruz, no estén enteramente borrados sus caracteres, y signos visibles del

119
cuño, y no esté reducida a pura pasta; entendiéndose esta orden con todos los
mercaderes, pulperos, estanqueros, panaderos, indios e indias, y demás que en esta
República comercio de sus géneros, vendimias comestibles y otros mecánicos e
inferiores. Todo lo cual se quiere y cumpla individualmente bajo la pena de que se les
exigirá la multa impuesta en otro Auto, y cuatro pesos más aplicados en la forma que al
fin de este Auto se dirá a los que fuesen capaces de sufrirla, a los que no, se les
aplicará otras más severas a arbitrio de su Señoría, encargándose su particular
observancia a todos los Jueces, Alcaldes de Barrio y demás Ministros de Justicia de
esta ciudad, pena de otros cuatro pesos a cada Ministro si se advierte negligencia en lo
prevenido.

Capítulo 24. Conviniendo para la quietud pública que no haya alboroto, ni ruido alguno
en la ciudad, desde el toque de queda hasta que al salir el sol se toque la Diana en los
Cuarteles; prohíbe su Señoría lo que llaman albazos, toques de tambor y clarín a
deshoras de la noche, como también que se disparen morteretes a cualquier hora del
día o de la noche, por el perjuicio que pueden ocasionar a los edificios, particularmente
a los ya viejos, y los Ministros de Justicia los celarán.

Capítulo 25. Que todos los capítulos de este Auto no solo se deben entender con la
ciudad si también con todos sus Barrios, para que sus Alcaldes los hagan ejecutar
como se les previene y manda en cada capítulo de este Auto.

Capítulo 26. Y para fomentar la aplicación de los Ministros de Justicia y demás, a


quienes está cometida la ejecución y cumplimiento de lo dispuesto en todos y cada uno
de los antecedentes capítulos, y que estén siempre vigilantes a su exactísima
vigilancia, ejecutándose las penas pronta y sucesivamente a las contravenciones.
Desde luego aplica su Señoría la cuarta parte de las penas y sucesivamente a las
contravenciones. Desde luego aplica su Señoría la cuarta parte de las penas
pecuniarias a dichos Ministros de Justicia y denunciados. La tercera a los pobres de
las cárceles, y las dos restantes para obras públicas de esta ciudad, para que así celen
y no disimulen, pena que de lo contrario serán castigados separadamente con todo el
rigor que se requiere, previniendo su Señoría a todo género de personas comprendidas
en este Auto, que éstas y otras cualesquiera Providencia, Órdenes y Prohibiciones que
dispone, o dispusiere en cumplimiento de sus encargos, sin que de ellas y su puntual
observancia en la parte que les corresponda, se exceptúe su Señoría, ni a sus
subalternos ni servidores, para ejemplo de los súbditos los ha procurado primero
meditar, y reflexionar con maduro acuerdo para el mayor acierto del servicio de ambas
Majestades, beneficio y utilidad pública a que propende su deseo, por cuyos
respectivos motivos se está en la cierta y segura inteligencia de que eso excitará sus
facultades con el mayor conocimiento, y rigor en sostener la puntual exactitud y debido
respeto de estas gubernativas providencias, prometiéndose su Señoría el conocido

120
celo, y honor de todos los Ministros de Justicia le asistirán y contribuirán con el mayor
esmero al exacto cumplimiento de cuanto contiene este Auto. A cuyo fin se publicará
por Bando con la formalidad correspondiente para que nadie alegue ignorancia, y se
tomará razón para su perpetuidad en los Libros del Ilustre Cabildo de ella; cuyo
Escribano sacará prontamente dos testimonios públicos, y entregará uno a cada
Alcalde Ordinario con la prevención de que lo hayan de tener a la vista para los casos
que continuamente se les ofrezcan, y que cuando concluyan dichos empleos les
entreguen a los que se eligieren en su lugar, sacándose cuatro copias más por el
presente Escribano para los cuatro Alcaldes de Barrios, con igual prevención. Y así lo
proveyó, mandó y firmó su Señoría, de que yo el presente Escribano de su Majestad, y
Teniente de la Cámara y Gobierno doy fe. f) Luis Múñoz de Guzmán. Por mandato del
señor Presidente, Gobernador y Comandante General, f) Juan Ascaray, Escribano de
su Majestad y de la Cámara y Gobierno. Doy fe que hoy día de la fecha, yo el
Escribano hice publicar por voz de pregonero público, en las calles acostumbradas de
esta ciudad, y con todo el aparato de granaderos, cajas y pitos el Auto precedente en
concurso de muchísima gente; lo que pongo por diligencia y firmo en Quito, a nueve de
agosto de mil setecientos noventa y un años. f) Ramón de Maya, Escribano y Receptor.

ACOGERSE A SAGRADO

Convento religioso

Este Acogerse a Sagrado podría, en términos actuales, considerarse como un Asilo en


Sagrado, que tuvo origen en una Ley medieval por la cual cualquier perseguido por la
justicia podía acogerse a la protección de Iglesias o Monasterios. Se basaba en el
concepto jurídico de que cualquier oprimido por las Leyes de su país podía ser
protegido por otra autoridad, fuese civil o religiosa, y derivaba de la antigua costumbre

121
de la hospitalidad.

La influencia de la religión católica hacía que cualquiera que cometía un delito se


refugie en un Convento o en una Iglesia, acción que se denominaba “Acogerse a
Sagrado”, práctica que fue frecuente en toda la Real Audiencia de Quito, de esa
manera se burlaba la acción de la Policía y quedaba impune a la acción de la justicia,
ya que ninguna autoridad podía sacar al delincuente de un recinto religioso.

Revisando la historia encontramos que desde el Medioevo y casi hasta el final del siglo
18, la Iglesia gozó del privilegio de mantener los recintos eclesiásticos fuera de la
jurisdicción civil. Esta prerrogativa fue utilizada con frecuencia por quienes tenían
cuentas pendientes con la Ley.

Quizá podríamos decir que esta costumbre del Medioevo y practicado en la época
Colonial, a veces se refleja en nuestro país en los actuales momentos, cuando vemos
que, por situaciones políticas, las organizaciones sociales o grupos indígenas acuden a
refugiarse en las Iglesias para exigir atención de los Gobiernos de turno a sus
planteamientos colectivos.

LA CAPILLA DEL ROBO

El miércoles 20 de enero de 1649, delincuentes robaron de la Iglesia provisional de las


Monjas Clarisas, en Quito, el Tabernáculo y los vasos sagrados llenos de hostias. El
templo estaba ubicado al pie de la quebrada de Jerusalén, en la actual Avenida 24 de
Mayo, en la cual, en esa época, terminaba la ciudad.

La noticia fue comunicada al Obispo Ugarte y Saravia, quien dispuso repicaran las
campanas de todas las Iglesias. El pueblo entero se trasladó hasta Santa Clara con el
fin de indagar sobre los sacrílegos delincuentes e, inmediatamente la muchedumbre
fue convocada a ir a la Catedral en donde se le informó sobre el robo cometido.

Días después, en la quebrada de Jerusalén, se encontró el Sagrario y fue llevado


hasta Santa Clara. El obispo dio tres días de plazo para que aparezcan los copones y
excomulgó a los ladrones. Igual condena recibieron los encubridores.

En el Quito de esa época era obligación ir a misa todos los días a las seis de la tarde.
El Obispo ordenó a la gente vistiera de luto, por lo que todos hacían sus tareas vestidos
de negro y nadie conversaba, porque había un pánico general, debido a que se creía
que Dios iba a mandar una pertinaz lluvia de fuego para destruir la ciudad.
A las cinco de la tarde, la gente salía en procesión por las calles. Los quiteños pedían
al cielo misericordia, debido a que estaba muy cercano el día en que el fuego acabaría
con Quito.

122
La Capilla del Robo en Quito

Después de la procesión, el pueblo entero entraba a la Catedral, en donde escuchaban


los sermones de los sacerdotes. Uno de ellos, muy emocionado, echó a llorar mientras
predicaba y preguntó a la multitud: “¿Quién fue?". Varios de los feligreses comenzaron
a golpearse el pecho, otros golpearon su cabeza contra la pared y lloraban. Hubo
mujeres que se desmayaron. Las Monjas cantaban todos los días una plegaria que
decía: "Quién se robó los copones". Cuenta la tradición que un Sacristán, tras escuchar
cientos de veces esa frase, se subió al púlpito y respondió: "Los ladrones".

Un copón apareció tirado en la iglesia de San Francisco. Después de tres meses, los
delincuentes fueron atrapados en Conocoto. Nunca se supo cuántos eran, pero la
tradición habla de que los llevaron a la ciudad y los descuartizaron, en señal de justicia
divina.

En el lugar donde se encontraba el cofre de plata conteniendo las sagradas formas, e


que luego fueron devueltas, se levantó la actual Capilla del Robo.

123
…..a los setenta años de su asesinato,
el cuatro de junio de 1900,
sus restos fueron trasladados desde
El Carmen hasta la Catedral,
acompañados por el presidente Eloy Alfaro,
monseñor Pedro Rafael González y
una gran procesión compuesta
por miles de quiteños……….

124
4
POLICIA EN LA GRAN COLOMBIA

Napoleón Bonaparte, en el año 1808, invadió España. El rey español Fernando VII, fue
apresado y en su lugar asumió José de Bonaparte, hermano de Napoleón. El pueblo
español se sublevó contra la invasión francesa y, en ausencia del Rey, se formaron
Juntas de Gobierno, reunidas luego en un Consejo de Regencia. Mientras tanto, en
América se formaron dos Bandos: Realistas y Patriotas.

Los Realistas, grupo formado en su mayoría por españoles, querían mantener las
mismas autoridades españolas existentes en América y acatar al Consejo de Regencia.

La Gran Colombia

Los Patriotas, en cambio, se negaban a reconocer el Consejo de Regencia y a las


autoridades españolas y propiciaron la formación de Juntas de Gobierno con la
participación de Criollos con el fin de gobernarse mediante dichas Juntas,
implementando reformas que terminaran con las injusticias que vivían las Colonias.

125
Las primeras Juntas de Gobierno que se formaron en América fueron en La Paz y en
Quito en el año 1809. Luego en 1810 se instalaron en Caracas, Buenos Aires, Bogotá,
Cartagena y Santiago de Chile.

Toma de la Bstilla en Paris en 1789

A esto se sumaban las ideas liberales que surgieron con fuerza luego de la Revolución
Francesa de 1789 que llegaron a América y se diseminaron por todas las ciudades y
que habrían de llegar a subvertir el Orden y provocar movimientos libertarios que a
partir de 1809, culminarían en 1822 con la derrota del ejército español y la formación de
la Gran Colombia.

LA GRAN COLOMBIA

Después de haber cruzado los Andes al frente del Ejército republicano y de haber
libertado a Nueva Granada, actual Colombia, en los Campos de Boyacá, el Libertador
regresó a Angostura, donde el 14 de diciembre de 1819 propuso al Congreso la
creación de la Gran República de Colombia, cuyo territorio habría de comprender los
territorios de Venezuela, Nueva Granada, incluido Panamá, y luego Ecuador. Aquel
poderoso Estado fue fundado el 17 de diciembre de 1819 y se disolvió once años
después con la muerte de su creador.

La Gran Colombia fue creada por la Ley Fundamental del Congreso de Angostura y
organizada por el Congreso de Cúcuta, según la Constitución de 1821.

126
Tras la incorporación del país de Quito a la República de Colombia, los municipios
debieron abocarse al inevitable cambio de su régimen político y a una sustancial
renovación de su estructura y funciones. Hasta entonces habían sido parte del aparato
administrativo de la monarquía española y de su organización interna y sistema de
cooptación de munícipes que se habían basado en el doble mecanismo de la “merced
real” y la venta de cargos. Como consecuencia de ello, se convirtieron de modo
inevitable en cotos cerrados de las élites locales y, más aún, de reducidas oligarquías
municipales que se valían de todos los medios posibles para perpetrar su presencia en
el Cabildo y privilegiar la defensa de sus intereses familiares o de grupo.

Con la instauración del sistema republicano de gobierno, todo eso debía cambiar y
cambió en efecto. En primer lugar, advino un período de transición impuesto por las
necesidades de la guerra, durante la cual la generalidad de los Cabildos conservó su
antigua estructura y continuó encargándose de sus tradicionales responsabilidades
administrativas. Empero, también hubo muchas municipalidades que fueron
intervenidas por las nuevas autoridades, en razón de que habían sido fieles al bando
realista o porque no respondían adecuadamente a los requerimientos de la nueva
hora. En gran medida, para la reorganización de los Cabildos tuvieron un papel
preponderante las facultades extraordinarias que el Congreso confirió al Libertador-
Presidente, para que organizara el gobierno de la república en los nuevos territorios
que fuera liberando.

Pero el primer marco legal para las nuevas instituciones municipales fue dado por la
Constitución de Cúcuta, suscrita el 12 de julio de 1821, por la que se consagró la
existencia de una república con un gobierno popular y representativo, se declaró que el
territorio del país era el que correspondía a la antigua Capitanía General de Venezuela
y al antiguo Virreinato de Nueva Granada. Este territorio debía dividirse
administrativamente en seis o más departamentos, cada uno de los cuales tendría una
administración subalterna dependiente del gobierno central. Aún antes de que se
dictase esta nueva Ley, el gobierno dictó varias disposiciones administrativas, entre
otras, la Ley de Naturalización de Extranjeros que permitía, previa voluntad de los
extranjeros, obtener su carta de naturalización. Un decreto del Vicepresidente,
Francisco de Paula Santander, encargado del poder ejecutivo, dispuso la supresión de
los cargos municipales de Alcaldes de la Hermandad, por no existir estos en el nuevo
orden constitucional, y el cese de los funcionarios ya nombrados para ellos.

Como parte de las reformas al sistema municipal, el 28 de marzo de 1822, Santander


dictó un decreto ejecutivo orientado a reglamentar, según el mandato constitucional, las
atribuciones y funcionamiento de las Secretarías o Ministerios del Estado. Por el
artículo 2 se hizo constar que correspondía a la Secretaría de Estado y del despacho
del Interior los siguientes negocios públicos:

127
 Todo lo perteneciente al gobierno político y económico de la República, la
Policía (administración) de todos los pueblos, tanto la de salubridad, como la de
ornato, de abundancia y de costumbres
 Lo respectivo a la instrucción pública
 Lo correspondiente a construcción de caminos, canales y puentes, limpieza de
ríos, desecaciones de lagunas, pantanos y toda obra pública de utilidad y ornato
 El ramo de sanidad
 Los hospitales, cárceles, casas de misericordia, de beneficencia y de corrección
 La fijación de límites de las provincias y pueblos, etc.

Como puede verse, este reglamento acababa por delinear el esquema centralista de
gobierno que había creado la Constitución de Cúcuta – bajo los imperativos de una
guerra todavía no concluida – en el cual correspondía a las municipalidades un peldaño
inferior de la administración republicana, bajo la autoridad del Poder Ejecutivo, la
Secretaría de Estado de lo Interior, el Jefe Superior del Distrito, el Jefe Superior del
Departamento y el Intendente de la Provincia. De este modo, se constituían en un
órgano dependiente del Estado central y perdían su tradicional autonomía en el manejo
de los asuntos de salubridad, ornato, abastos y Orden público urbano.

Quito fue considerada como una ciudad prócer, que había sido la primera en luchar por
la independencia nacional, por lo que las relaciones con el poder central fueron más
fáciles que, por ejemplo, con Pasto cuyas autoridades y pobladores miraban con recelo
el poder republicano. En Cabildo Abierto celebrado el 29 de mayo de 1822, cuatro días
después de la Batalla de Pichincha, la municipalidad, las autoridades religiosas, los
propietarios y comerciantes, los padres de familia y los notables del país manifestaron
su alegría por la independencia definitivamente conquistada y resolvieron: “reunirse a la
República de Colombia como el primer acto espontáneo dictado por el deseo de los
pueblos, por la conveniencia, y por la mutua seguridad y necesidad, declarando las
provincias que componían el antiguo Reino de Quito como parte integrante de
Colombia bajo el pacto expreso y formal de tener en ella la representación
correspondiente a su importancia política”.

A partir del segundo semestre de 1822, el Distrito del Sur fue integrándose
progresivamente al sistema republicano de Colombia. Así, el Intendente del
Departamento de Quito, general Antonio José de Sucre, informó al gobierno de Bogotá,
el 21 de agosto de ese año, que “todas las provincias, y cantones del Departamento
han jurado la Constitución de la República, y han celebrado este acto como el día
fausto que en que fijaron sus destinos”.

Finalmente, el 23 de junio de 1824, el Congreso General de Colombia dictó la nueva


Ley de División Territorial del país, por la cual se establecieron doce departamentos, se

128
fijaron las autoridades políticas que debían estar a cargo de cada nivel administrativo y
se delineó definitivamente el nuevo régimen seccional, incluido el régimen municipal.
En el territorio de Quito, se establecieron los Departamentos del Ecuador, de Guayaquil
y del Azuay. La nueva ley, indicaba que se integraban del siguiente modo:

“Art. 11.- El departamento del Ecuador comprende las provincias: 1. de Pichincha, su


capital Quito, 2. de Imbabura, su capital Ibarra; 3. de Chimborazo, su capital
Riobamba”.

CONSTITUCION DE 1821

La Constitución de 1821, también llamada de Cúcuta, es el Acta fundacional de la Gran


Colombia. Entre la diversidad de temas que se discutieron hay que señalar aquellos
que se relacionan: primero, con el Impuesto Único; segundo, con la definición del futuro
de la Hacienda Pública; y, tercero, con préstamos indispensables para la guerra.

Cabe destacar que los Constituyentes de Cúcuta se abstuvieron de mencionar en la


Constitución a Quito, para no herir susceptibilidades hasta antes de que este
Departamento pudiera ser consultado.

El 12 de julio de 1821, fue promulgada esta Constitución que contenía, entre otros, los
siguientes principios fundamentales: el Poder Ejecutivo estará integrado por el
Presidente y Vicepresidente, quien reemplaza al primero en faltas obsoletas o
transitorias; el Legislativo, es bicameral; se reafirma la Soberanía de la Nación; se
tendrá Unidad Política; se divide, para la administración, en Departamentos y éstos en
Cantones y Parroquias; y, el Sufragio será indirecto.

De los textos de la Constitución de 1821, se puede extraer algunos artículos que hacen
relación con la Seguridad y las personas:

Art. 1.- Los empleados son responsables de su conducta pública y pueden ser
juzgados.

Art. 3.- Es un deber de la Nación proteger por Leyes sabias y equitativas la libertad, la
seguridad, la propiedad y la igualdad de todos los colombianos.

En la Sección Segunda: De las funciones, deberes y prerrogativas del Presidente de la


República, estipula que: “El Presidente es el Jefe de la Administración General de la
República. Promulga, ejecuta y manda a cumplir las Leyes”.

En el Capítulo de la Organización Interior de la República, manifiesta: “El Congreso


dividirá el territorio de la República en seis o más Departamentos”. Además el
articulado menciona cómo se administrarán. El Gobernador será nombrado por el

129
Presidente, así como los Intendentes. Y subsisten los Cabildos o Municipalidades de
los Cantones.

La Gran Colombia unificó la Capitanía General de Venezuela y el Virreinato de Nueva


Granada, cuyos territorios quedaron divididos en tres secciones con los nombres de
Departamentos de Venezuela, Cundinamarca y Quito. Los países que conformaban
esta gran nación fueron: Colombia, Panamá, Venezuela, Ecuador, Perú y Bolivia. La
Gran Colombia fue una República Centralista con un Presidente que duraba cuatro
años en sus funciones y podía ser reelegido por una sola vez. En mayo de 1830, se
disolvió la Gran Colombia, luego de once años y después del fallecimiento del
Libertador Simón Bolívar.

IDEARIO DE BOLIVAR

En el Discurso pronunciado por el Libertador ante el Congreso de Angostura, el 15 de


febrero de 1819, conocido como el “Discurso de Angostura”, plantea una síntesis
completa de su Ideario político. En virtud de la profundidad de conceptos y de la
filosofía de sus ideas, a continuación transcribimos algunas partes de este famoso
documento:

“El Sistema de Gobierno más perfecto es aquel que produce mayor suma de felicidad
posible, mayor suma de seguridad social y mayor suma de estabilidad política”

“En un Gobierno Republicano, las bases deben ser la soberanía del pueblo: la división
de poderes, la libertad civil, la proscripción de la esclavitud, la abolición de la
monarquía y de los privilegios. Necesitamos de la igualdad para refundir en un todo la
especie de hombres, las opiniones políticas y las costumbres públicas”

“Es preciso que en todos los Gobiernos exista un Cuerpo neutro que se ponga siempre
de parte del ofendido y desarme al ofensor. Este Cuerpo neutro, para que pueda ser
tal, no ha de deber su origen a la elección del Gobierno, ni a la del pueblo; de modo
que goce de una plenitud de independencia que ni tema ni espere nada de estas dos
fuentes de Autoridad”

“Todos los pueblos del mundo han pretendido la libertad; los unos por las armas, los
otros por las Leyes, pasando alternativamente de la anarquía al despotismo o del
despotismo a la anarquía, muy pocos se han contentado con pretensiones moderadas,
constituyéndose de un modo conforme a sus medios, a su espíritu y a sus
circunstancias”

”Hagamos que la fuerza pública se contenga en los límites que la razón y el interés
prescriben; que la voluntad nacional se contenga en los límites que un justo poder le
señala; que una legislación civil y criminal, análoga a nuestra Constitución, domine

130
imperiosamente sobre el Poder Judiciario, y entonces habrá un equilibrio, y no habrá el
choque que embaraza la marcha del Estado, y no habrá esa complicación que traba,
en vez de ligar la sociedad”

El Libertador Simón Bolívar

”“Al proponeros la división de los ciudadanos en activos y pasivos, he pretendido


excitar la prosperidad nacional por las dos más grandes palancas de la industria: el
trabajo y el saber. Estimulando estos dos poderosos resortes de la sociedad, se
alcanza lo más difícil entre los hombres, hacerlos honrados y felices”

“Dignaos conceder un Gobierno eminentemente popular, eminentemente justo,


eminentemente moral, que encadene la opresión, la anarquía y la culpa. Un Gobierno
que haga reinar la inocencia, la humanidad y la paz. Un Gobierno que haga triunfar,
bajo el imperio de Leyes inexorables, la igualdad y la libertad”

131
ORGANIZACIÓN DE LA ADMINISTRACION PÚBLICA

Al inicio de la Gran Colombia, el Libertador Simón Bolívar, con el fin de organizar la


Administración Pública, emitió el 30 de octubre de 1817, el presente Decreto, del cual
se extraen los aspectos relacionados con la Policía:

Cuartel General de Angostura, octubre 30 de 1817

Considerando que es imposible establecer por ahora un buen Gobierno representativo


y una Constitución eminentemente liberal, a cuyo objeto se dirigen todos mis esfuerzos
y los votos más ardientes de mi corazón, mientras no se halle libre y tranquila la mayor
parte del territorio de la República, especialmente la Capital, y deseando que las
providencias importantes, las Leyes, reglamentos e instituciones saludables, que deben
entretanto publicarse para la administración y organización de las Provincias ya libres o
que se liberten, sean propuestas, discutidas y acordadas en una Asamblea que, por su
número y por la dignidad de los que la compongan, merezca la confianza pública, he
venido en decretar y decreto lo siguiente:

Artículo 1º - Tendrá el Jefe Supremo de la República un Consejo Provisional de Estado,


que residirá por ahora en la capital de la Provincia de Guayana y será compuesto del
Almirante, del Jefe de Estado Mayor General, del Comisario General del Ejército, del
Presidente y Ministros de la Alta Corte de Justicia, del Presidente y Ministros del
Tribunal de Secuestros, de los Secretarios del Despacho y de los empleados siguientes
de esta Provincia mientras residan en su capital, a saber: el Gobernador Comandante
General, los Generales y Coroneles que estén en actual servicio en esta ciudad, el
Intendente, los Ministros, Contador y Tesorero, y el Gobernador político.

Artículo 2° - El Consejo se dividirá en tres Secciones: primera, Estado y Hacienda;


segunda. Marina y Guerra; y, tercera, Interior y Justicia.

Artículo 3° - El Gobierno nombrará los Miembros del Consejo de Estado que deben
componer cada Sección y elegirá entre ellos los que deban presidirlas.

Artículo 5º - Todo individuo de una Sección puede proponer en ella cuantos planes,
reglamentos, providencias, etc., le parezcan convenientes al bien público en el ramo de
sus atribuciones; pero sólo el Presidente de la Sección puede hacerlo en Consejo de
Estado, siempre que el proyecto haya sido aprobado por la Sección.

Artículo 7º - Las comunicaciones que se ofrezcan entre dos Secciones se harán por
medio de uno o dos individuos comisionados para la discusión; pero las Secciones
mismas no podrán reunirse entre sí, sino por disposición del Jefe Supremo.

Artículo 8º - Sin embargo de que las Secciones indican bastantemente el objeto de sus
atribuciones, se especifican. La primera, abraza las relaciones exteriores, todos los
negocios de Estado y alta policía, arreglo de contribuciones directas e indirectas,
administración de rentas, etc. La segunda, todo lo concerniente a la organización y

132
movimiento de las fuerzas de tierra y mar, y a la administración militar, armas, víveres,
vestuarios, pertrechos y municiones, etc. La tercera, la administración civil y de justicia,
la policía municipal, todo lo relativo al fomento interior, comercio, agricultura, industria,
instrucción pública, establecimientos de beneficencia, caminos, puentes y calzadas,
etc.

Artículo 11º - Para los asuntos que el Jefe Supremo quiera consultar en particular,
habrá un Consejo Privado compuesto del Almirante, de los Gobernadores militar y
político, de los Presidentes de las Secciones y de los Secretarios del Despacho.

Dado, firmado de mi mano, sellado con el sello provisional de la República y refrendado


por el Secretario del Despacho, etc.

Sucre en el Ecuador

Sucre tuvo una corta administración en Quito. Luis Andrade Reimers, en su libro
“Sucre en el Ecuador”, a los pocos meses de librada la Batalla de Pichincha que nos
otorgó la independencia definitiva, revela lo siguiente:

“No es nuestra intención entrar a analizar aquí a fondo el caos económico, social y
político en que Sucre recibió el territorio que había correspondido a la Real Audiencia
de Quito ni el ordenamiento que en esos ramos consiguió al cabo únicamente de seis
meses de administración, sin usar la violencia para nada. Tocaremos estos puntos
únicamente en forma superficial y sintética, para no cansar la paciencia de nuestros
lectores. Sin embargo, queremos dejar constancia de que, quien desee conocer en
forma exhaustiva y de primera mano el sistema tributario español durante la Colonia y
el estado desastroso en que dejó el erario nacional, la hambruna en que vino a parar el
país al cabo de doce años de encuartelar a la juventud y esquilmar la producción, el
peligro de un militarismo extranjero más numeroso de lo que sus capacidades
financieras podrían alimentar, así como también la forma de salir de tan incomparable
caos a base de trabajo, afecto sincero a la gente y total desinterés personal, debe
examinar con cuidado las cartas escritas por este infatigable mandatario durante
aquellos seis meses, que hoy día se encuentran contenidas en 300 páginas del Tomo II
del Archivo de Sucre, efectuado por la Fundación Lacuna de Caracas.

Nos parece muy revelador y de extraordinario valor el Oficio, que con fecha 10 de julio
de 1822 Sucre envía al Cabildo de Quito, respecto a la creación de un Cuerpo de
Policía. El Oficio al que nos referimos dice así: “Deseando este Gobierno dedicar una
parte muy especial de su atención y desvelos al establecimiento de una buena policía,
objeto importante que desgraciadamente se observa tan abandonado en esta capital y
demás lugares del Departamento, trata de poner en práctica el reglamento de policía
propuesto a V.S.M.I. por el General Mourgeón, que se está procurando. V.S. se servirá,
sin embargo, hacerme en el particular las observaciones que crea oportunas,
ilustrándome sobre los arbitrios que pueden ejecutarse, para que el público disfrute de
esta ventaja tan propia de un Gobierno liberal y de un pueblo ilustrado.”

133
Asesinato de Sucre en la Selva de Berruecos

Este texto nos parece muy revelador por algunos detalles de su contenido. De él se
deduce que, al menos en los últimos años, el régimen colonial de Quito dispuso de una
Policía aunque “tan abandonada”. Recordemos que en Europa durante la Edad Media
no existió una Policía propiamente dicha, encargada de velar el orden público dentro de
las ciudades y los campos. Sin embargo, esta institución era tan vieja como Egipto en
su período de decadencia. En la Edad media la vigilancia del Orden, sobre todo en los
campos, se hacía en forma voluntaria por medio de la célebre institución de los
“caballeros andantes”. En esos tiempos la religión, tomada en su sentido pragmático,
se había constituido dentro de cada ciudadano en el policía interior leal, pues se
encargaba de cada individuo en particular, velaba día y noche dentro de él, no ganaba
sueldo del Estado y era finalmente insobornable. A medida que la religión fue
perdiendo influencia en la conducta ciudadana, fue siendo cada vez más necesaria la
Policía estatal.

La Revolución francesa dio a esta institución una estructura formal de cuerpo


militarizado, establecido por la Administración pública para velar por el Orden interno
de la Nación. De acuerdo a este Oficio, en esta parte de las colonias españolas de
América la policía había existido desde antes, si bien era una institución abandonada.
El Presidente de la Real Audiencia recién venido de España, Juan de la Cruz
Mourgeón y Achet, había traído un plan moderno para reorganizarla; pero su
inesperada y prematura muerte había dejado este proyecto en el papel. Sucre se
propuso, pues, aprovechar de él lo bueno que podía contener, para crear un Cuerpo
Policial de acuerdo a las normas de la nueva República ideada por Bolívar.

Lamentablemente Sucre fue vil y cobardemente asesinado en la Selva de Berruecos.


Su cadáver había permanecido abandonado por aproximadamente 24 horas debido a

134
que los miembros de la Comitiva que le acompañaba tuvieron que huir para salvar sus
vidas. Fue asesinado el 4 de junio de 1830. Por disposición de su esposa, la Marquesa
de Solanda, sus restos fueron traídos a Quito. La Historia nos recuerda que
precisamente a los 70 años de su asesinato, el 4 de junio de 1900, sus restos fueron
trasladados desde el Carmen hasta la Catedral, acompañados por el presidente Eloy
Alfaro, Monseñor Pedro Rafael González Calisto y una gran procesión compuesta por
miles de quiteños.

JUNTA SOBERANA DE QUITO

El 10 de agosto de 1809, se organizó la Junta Soberana de Quito, la cual se proclamó


independiente en relación con las autoridades que Francia había impuesto en Madrid, y
pasaron a reconocer la soberanía del depuesto Rey español Fernando VII. Sus
integrantes fueron, sobre todo, ricos Criollos pertenecientes a la aristocracia quiteña y,
como sucedió en otras partes del continente, declararon fidelidad absoluta a los
derechos de la Monarquía Española, su orden legal y su religión, proclamando, al igual
que su similar de Sevilla, la “guerra a muerte contra los franceses” y las autoridades
que emanaran de la invasión. Esta primera forma de Gobierno autónoma fue reprimida
por los ejércitos procedentes de Bogotá y Lima, y sus integrantes ejecutados por las
autoridades españolas un año después.

Junta Soberana de Quito

Hubo que esperar hasta el 9 de octubre de 1820 para que se presentara un nuevo
movimiento por la Independencia de Ecuador, y éste tuvo como centro la ciudad de
Guayaquil. Dirigida por José Joaquín de Olmedo, la revuelta congregó a civiles y
militares Criollos y llegó a organizar la Provincia Libre de Guayaquil. Previendo la

135
reacción española, los revolucionarios pidieron ayuda a Simón Bolívar quien
inmediatamente mandó un ejército comandado por Antonio José de Sucre. Sabedor de
que el poderío español en Ecuador se concentraba en Quito, hacia allá dirigió su
fuerza principal y a pesar de la lentitud en sus movimientos y de un inicial fracaso en
mayo de 1821, el ejército libertador logró imponerse en la Batalla de Pichincha, el 24
de mayo de 1822. Esta fecha es considerada en la actualidad como el Día de la
Independencia del Ecuador.

La derrota de las fuerzas españolas en Quito, trajo consigo la expulsión definitiva del
dominio Colonial del territorio ecuatoriano, generándose así la oportunidad de organizar
un Estado independiente. Pero los afanes integracionistas de Simón Bolívar, más la
debilidad de las autoridades ecuatorianas, llevaron a que la Audiencia de Quito,
primero y luego Guayaquil, se incorporaran a la Gran Colombia.

Los años siguientes fueron de profundas rivalidades entre los mismos líderes de la
emancipación y los caudillos surgidos en los distintos territorios que formaban la Gran
Colombia. La consecuencia fue la desintegración de ésta y el surgimiento de tres
nuevos Estados, entre ellos el de Ecuador, que se organizó como Independiente el 13
de mayo de 1830, y tuvo como Primer Presidente al venezolano Juan José Flores. Se
iniciaba así la vida política independiente del país.

DISTRIBUCION DE LA CIUDAD DE QUITO EN SECCIONES Y CUARTELES

En los temas relacionados con la Policía, en estos primeros tiempos de la Gran


Colombia, cabe destacar que el Presidente, Juan Ramírez Orozco, expidió un nuevo
Plan mediante Auto de Buen Gobierno, el 24 de septiembre de 1818, mediante el cual
distribuía a la ciudad de Quito en cuatro Sectores o Cuarteles, designando Oidores
como Alcaldes Mayores de cada uno de éstos para que se encarguen de mejorar el
servicio de vigilancia y reducir las actividades delictivas de la ciudad.

Con relación al país, la Policía estuvo conformada por Comisarios con jurisdicción
cantonal, Alcaldes Municipales y Alcaldes parroquiales, con responsabilidades en
materia de seguridad, aseo, ornato y salubridad. En cuanto a la ciudad, el 27 de marzo
de 1822, se expidió un Reglamento Provisional de la Policía, estableciendo Comisarios
de Cuartel, conformados por soldados y paisanos, en los Barrios y en las Manzanas de
la urbe.

En esa época se crearon también las Jefaturas de Policía en las capitales de


Departamento, con jurisdicción cantonal y Cuerpos de Milicia de Comercio tanto en
Quito como en Guayaquil pero con dependencia de la Jefatura de Policía.

Recordemos que Melchor Aymerich, a la sazón Capitán General del Reino o Presidente
de la Real Audiencia de Quito, acordó el 27 de marzo del año 1822 elaborar y poner en

136
práctica un Nuevo Plan de Policía que, previa revisión del Cabildo Constitucional de
Quito, entrara en vigencia con el título de Reglamento Provisional de Policía. Este
Reglamento continuó vigente hasta años más tarde de la Capitulación española y la
instauración de la Gran Colombia.

LEY DE REGIMEN POLITICO Y ECONOMICO

En virtud de la necesidad de contar con Leyes especiales para toda la administración


de la República de Colombia en sus diferentes ramos de justicia, hacienda, economía
de guerra y gobierno político y económico de los Departamentos, el Congreso
colombiano decreta, el 8 de marzo de 1824, la Ley sobre la Organización y Régimen
Político de los Departamentos y Provincias de la República. De esta Ley se extracta lo
concerniente a las funciones de Policía:

Capítulo I: De los funcionarios encargados de la administración gubernativa y


económica de los Departamentos.

Art. 1.- La administración y Gobierno de los Departamentos está encargado a los


Intendentes, el de las provincias corresponde a los Gobernadores, el de los cantones a
los Jefes Municipales y el de las parroquias a los Alcaldes Parroquiales.

Capítulo II: De los Intendentes

Art. 2.- Los Intendentes son Agentes naturales e inmediatos del Poder ejecutivo en sus
respectivos departamentos.

Art. 3.- Cuidarán de la tranquilidad general, del buen Orden, de la seguridad de las
personas y bienes de los habitantes, de la ejecución de las Leyes y órdenes del Poder
Ejecutivo, y de todo lo que pertenece a la Policía y prosperidad del Departamento.

Art. 24.- Puede exigir el auxilio de la fuerza armada que necesiten para conservar o
restablecer la tranquilidad de las provincias, la seguridad de los caminos y los demás
objetos de su resorte, y los Comandantes de Armas impartirán dicho auxilio sin examen
ni reparo alguno.

Capítulo III: De los Gobernadores

Art. 30.- En cada capital de provincia reside un Gobernador a quien toca su


administración bajo la inmediata dependencia y subordinación del Intendente del
Departamento.

Capítulo IV: De los Jefes Políticos Municipales

137
Art. 53.- Los Jefes Políticos Municipales tienen en el cantón o cantones que
administren la autoridad gubernativa y económica; dependen inmediatamente de los
Gobernadores, a cuya propuesta los nombra el Intendente por el término de un año.

Art. 61.- Los Jefes Municipales no permitirán: primero, que haya cuestores de limosnas
en sus cantones sin expresa licencia del Intendente; segundo, que haya vagos ni mal
entretenidos y al efecto los destinarán al servicio de las armas, si fueren útiles para ello,
a la de la Policía del lugar, con ración sin sueldo por un tiempo determinado, y que no
podrá pasar de tres meses, ni que ningún mendigo pida limosna públicamente sin
patente o licencia por escrito del Juez local, quien deberá concederla solamente a las
personas que no puedan ganar el sustento con su trabajo; y, tercero, que las
diversiones públicas y permitidas nunca sean contrarias a la moralidad, o que se vicien
con juegos de suerte y azar, perjudiciales siempre al honor y bien de los ciudadanos.

Art. 62.- Cuidarán de que no se corrompan las buenas costumbres, ni se ofenda la


decencia pública con estampas o cualesquiera otros objetos que perviertan la
inocencia, y destruya por sus cimientos la sana y religiosa educación que debe
promoverse de todos modos entre todos los colombianos, para cuyo fin recogerán y
harán quemar las expresadas estampas u objetos.

Capítulo V: De los Alcaldes Municipales y Parroquiales

Art. 64.- Habrá Alcaldes Municipales en las cabeceras de cantón, y Alcaldes


Parroquiales en cada una de las parroquias, y en todos los pueblos o lugares de su
Distrito, en que convenga los haya. Todos serán elegidos anualmente.

Art. 65.- Los Alcaldes deben promover el Orden y tranquilidad, la decencia y moralidad
pública, cuidando de la observancia de la Constitución, de las Leyes y de las órdenes
superiores que les comunique el Jefe Municipal, a quien están inmediatamente
subordinados.

Art. 66.- Los Alcaldes Municipales cuidarán de todo lo que mira a la salubridad,
comodidad y ornato, o a la Policía de los respectivos cuarteles en que se dividirán las
villas y ciudades. Los Alcaldes de las Parroquias o Barrios, dependerán
inmediatamente del Alcalde Municipal, a cuya inspección correspondan el Cuartel o
Cuarteles expresados. Los Alcaldes de las Parroquias y Barrios tienen respectivamente
esta misma atribución y deber bajo la dependencia inmediata de los Alcaldes
Municipales. Los Alcaldes Parroquiales tienen la inmediata ejecución de los Bandos o
Reglamentos de Policía, para cuyo fin a cada uno de ellos se comunicará un ejemplo
de dichos Bandos o Reglamentos.

Art. 67.- Cada Alcalde Municipal visitará sus respectivos Cuarteles al menos una vez en
cada semana. El Jefe Político Municipal, en el pueblo de su residencia, reconocerá

138
todos los meses los cuarteles y las entradas públicas para notar las omisiones en que
hayan incurrido los encargados de la Policía y hacer efectiva su responsabilidad.

Capítulo VI: De las Juntas de Sanidad

Art. 68.- En la capital de cada provincia se formará una Junta de Sanidad, compuesta
del Intendente, Gobernador, del Obispo o su Vicario General, y por su defecto del Cura
Párroco, del Procurador Municipal, de dos Regidores o vecinos elegidos anualmente
por la Municipalidad, y del facultativo o facultativos que nombre la Junta. La de la
Capital del Departamento será la superior de todas las que haya en el mismo
Departamento.

Capítulo VII: De las Municipalidades y Juntas Parroquiales

Art. 73.- En las ciudades y villas como cabeceras de cantón residen las
Municipalidades compuestas de los Alcaldes Municipales, Municipales y Procurador
Municipal. Los Municipales serán dos a lo menos y doce a lo más.

Art. 87.- Las Municipalidades están encargadas de todo lo relativo a la Policía de


Salubridad. En consecuencia han de cuidar: primero, del aseo y limpieza de las calles,
mercados, plazas públicas, y la de los hospitales, cárceles y casas de beneficencia;
segundo, de la calidad de los alimentos de toda clase; tercero, del pronto
establecimiento de cementerios en cada parroquia del cantón convenientemente
situados; cuarto, de hacer secar o dar curso a las aguas estancadas o insalubres; y,
quinto, de remover todo lo que en los términos del cantón pueda alterar la salud pública
y la de los ganados.

Art. 88.- Toca a las Municipalidades procurar la comodidad de los pueblos, y para ello
cuidarán : primero, de la libertad del tráfico de los mercados; segundo, que se arreglen
las pesas, pesos y medidas, sin permitir que se haga uso de pesos falsos o medidas
sisadas o rebajadas; tercero, que estén bien conservadas las fuentes públicas y con
buenas aguas de modo que abunden para el servicio de los habitantes y para uso de
los animales; cuarto, que estén enlosadas las aceras, empedradas y alumbradas las
calles en las ciudades y poblados que pudieren verificarse; y, quinto, que estén
hermoseados los paseos y parajes públicos, cuando lo permitan las circunstancias de
cada pueblo.

Art. 89.- Para procurar la misma comodidad a todo el Cantón cuidarán las
Municipalidades: primero, de la Policía Rural acordando la composición de los caminos
del territorio bajo la inspección y responsabilidad de los Alcaldes Parroquiales con
arreglo a lo que disponga la Ley sobre el establecimiento y administración de rentas
municipales; segundo, cuidarán de todas las obras públicas de utilidad, beneficencia y
ornato, que pertenezcan al término de su jurisdicción; y, tercero, darán los informes

139
necesarios y propondrán los arbitrios que estimen oportunos para que se empedre los
caminos, y calzadas, acueductos u otras cualesquiera obras públicas pertenecientes al
Departamento en general.

Art. 98.- En toda Parroquia que no sea de las en que se dividen las villas y ciudades
habrá una Junta de Policía, compuesta a lo menos de los Alcaldes Parroquiales, y de
un Síndico; pero si lo permitiere la población, o si ésta excediere de mil almas, se
aumentarán dos Comisarios Parroquiales a dicha Junta.

Capítulo IX: De la Responsabilidad de los Empleados en el Gobierno Político de los


Departamentos y Provincias y en la Administración de Hacienda.

Art. 127.- Se derogan la Ley, de 2 de octubre de 1811, la Ordenanza de Intendentes e


instrucción de Corregidores, e igualmente todas las demás Leyes, Cédulas, Órdenes y
Decretos en cuanto tratan de facultades y atribuciones de los Intendentes,
Gobernadores, Corregidores, Jueces Políticos y Municipales, debiéndose arreglar los
empleados de que habla esta Ley en el ejercicio de sus respectivas funciones,
únicamente a lo que por ella se establece.

CLASIFICACION DE SECRETARIAS DE ESTADO

Con el fin de agilitar los despachos y la administración en los Departamentos del


Gobierno, el Congreso Colombiano dicta, el 4 de abril de 1825, la Ley mediante la
cual se asignan funciones específicas a todos y cada uno de los cinco Ministerios de
que se halla conformado el Poder Ejecutivo. Dichas Secretarías de Estado eran:
Relaciones Exteriores, Interior, Hacienda, Guerra y Marina.

Art. 1.- Cada Secretaría de Estado en su respectivo Departamento es el órgano preciso


e indispensable por donde el Poder Ejecutivo libra sus órdenes a las Autoridades que le
están subordinadas en la extensión de la República.

Art. 13.- Corresponde a la Secretaría de Estado del despacho Interior:

1.- Todo lo perteneciente al Gobierno político y económico de la República, la Policía


de todos los pueblos, tanto la de Salubridad como la de Ornato, de Abundancia y de
Costumbre.

2.- Lo respectivo a la instrucción pública en que se comprende los establecimientos de


ciencias y bellas artes.

3.- Lo correspondiente a construcción de caminos, canales y puentes, limpieza de ríos,


desecaciones de lagunas, y pantanos y toda obra pública de utilidad y ornato.

4.- El ramo de Sanidad.

140
5.- Todo lo que por las Leyes toca al Poder Ejecutivo para promover y fomentar la
agricultura, comercio interior e industria nacional en todos ramos y en los respectivos
establecimientos públicos.

6.- La Policía de la navegación interior.

7.- Los hospitales, cárceles, presidios, casas de misericordia, de beneficencia y de


corrección, y todo lo relativo a la fundación y conservación de dichos establecimientos.

8.- La fijación de límites de las provincias y pueblos con arreglo a las Leyes del
Congreso.

9.- La estadística y censo de la población de los mismos.

10.- Las presentaciones y nombramientos de las piezas eclesiásticas y los


nombramientos de las plazas de Judicatura y Magistratura con arreglo a la Ley.

11.- Las órdenes y resoluciones que convengan para promover y activar la recta
administración de justicia.

12.- Las que se dieren sobre asuntos de patronato, Policía superior eclesiástica y
establecimientos regulares.

13.- Avisar y comunicar sus nombramientos a todos los Secretarios del despacho.

14.- Redactar y comunicar a las demás Secretarías los Decretos que acuerde el Poder
Ejecutivo para su mejor organización.

15.- La provisión de todos los empleos correspondientes a los diversos ramos que
están encargados a esta Secretaria.

16.- Expedir las cartas de naturaleza.

17.- La guarda del sello de la República.

18.- El registro de las consultas y acuerdos del Consejo de Gobierno.

19.- Presentar, en fin, a la Secretaría de Hacienda el Presupuesto de los gastos


necesarios en los diferentes ramos de su despacho y cuidar de su legítima inversión.

RENTAS MUNICIPALES

El Congreso de Colombia en la consideración de que sin rentas municipales no se


puede promover la Policía interior y exterior y la comodidad y tranquilidad de la
población, con fecha 11 de abril de 1825, dicta la Ley que establece y arregla las rentas

141
Municipales de las ciudades, Villas y parroquias. A continuación se transcriben los
artículos de mayor relevancia sobre esta temática:

Capítulo I: Del Establecimiento de Rentas Municipales

Art. 1.- Todas las ciudades, Villas y parroquias de Colombia tendrán rentas municipales
para ocurrir con ellas a los gastos de la Policía, tanto urbana e interior, como exterior o
rural.

Art. 2.- Las rentas para la Policía Urbana e Interior se establecerán con el producto de
los derechos municipales siguientes:

1.- Con lo que se impongan sobre los ganados, carnes y víveres que se consuman en
cada pueblo.

2.- Sobre todos los almacenes, tiendas, pulperías y bodegas, en que se vendan efectos
de comercio o bebidas comestibles.

3.- Sobre los pesos y medidas, y multas que deban exigirse a los que usaren de pesos,
pesas y medidas sin los requisitos prevenidos en el artículo octavo.

4.- Sobre los trucos, villares, galleras y otros juegos permitidos por la Ley.

5.- Sobre las aguas que se tomen de los acueductos públicos para las casas de los
habitantes del pueblo.

6.- Se aplican para la Policía Urbana las multas que los Intendentes, Gobernadores y
Jefes Políticos impongan con arreglo a la Ley, por faltas o transgresiones de los
Bandos de Policía.

Art. 3.- Las rentas para la Policía Rural o exterior se establecerán con los productos de
los pontazgos, peajes y pasajes siguientes:

1.- Con el de todas las cargas de comercio, de frutos y víveres; y el de las caballerías
que las conduzcan por los caminos y puentes.

2.- Con el de todos los ganados que se conduzcan por dichos caminos y puentes para
su venta y consumo.

3.- Con el pasaje de todos los ríos que necesiten barqueta o cabuya sea cual fuere su
actual aplicación.

4.- Con los molinos de trigo.

Art. 4.- Cada Municipalidad formará tarifas de los derechos que correspondan a la
Policía Urbana sobre los objetos designados en el artículo segundo. Las mismas

142
Municipalidades formarán también las tarifas que deben observarse en las parroquias
de su territorio para el cobro de los derechos sobre su consumo destinados para la
Policía de la parroquia.

Art. 10.- Los derechos sobre los juegos de trucos, de villares, galleras y otros
permitidos por la Ley se fijarán conforme a las circunstancias y prácticas de cada
pueblo. En ningún caso se permitirán ni pondrán derechos sobre juegos prohibidos de
suerte y azar.

Art. 11.- El cobro y administración de las rentas destinadas para la Policía Rural toca
exclusivamente a las Municipalidades de la Capital de cada circuito.

Capítulo II: Destino e inversión de las rentas Municipales Urbanas y Rurales

Art. 15.- Las rentas de Policía Urbana se destinarán a los objetos siguientes:

1.- Al pago de los réditos de censos y otras cargas que graven legítimamente estas
rentas.

2.- A la construcción de buenas cárceles, o su mejora y para alimento de los


encarcelados pobres.

3.- Al preciso gasto de las fiestas nacionales, y de las festividades del Santísimo,
Corpus Cristi y del Santo Patrono de los pueblos, si se acostumbrase costearlas de los
fondos municipales.

4.- Al pago del maestro de escuela de primera letra, si no tuviera otra dotación docente,
del vacunador y de un médico cirujano que asistan a los pobres.

5.- A todo lo que mire a la salubridad, comodidad, ornato y embellecimiento de los


pueblos, el aseo y adorno de sus calles, fuentes, plazas, entradas públicas, paseos o
alamedas y puentes.

6.- Al costo de bombas en los lugares donde haya riesgo de incendios y para
impedirlos oportunamente.

7.- A la refacción de las casas municipales, carnicerías y demás edificios públicos


propios de los pueblos.

Art. 17.- Las rentas de Policía Rural se destinarán a la satisfacción de los censos y
otras cargas que graven legítimamente estas rentas, al reparo de los caminos públicos
y de la navegación de los ríos de cada respectivo circuito y para construir o reparar los
puentes, las barquetas, los tambos, caneyes y demás edificios que pertenezcan a las
rentas municipales, y cuanto mire a la mejora de la Policía Rural.

143
Capitulo III: De la administración de las rentas municipales de Policía Urbana y Rural

Art. 30.- La vigilancia e inspección de las rentas de la Policía Urbana corresponde a las
Municipalidades, y a las de circuito exclusivamente las de la Policía Rural. Pero el
manejo y administración de unas y otras toca a una Junta especial y privativa con el
título de Junta Administrativa Municipal o de Rentas Municipales.

CREACION CARGO DE JEFE DE POLICIA EN CIUDADES DE LA REPUBLICA

El Libertador, el 2 de octubre de 1827, sancionó el Decreto expedido por el Congreso


de Colombia con el fin de crear el Cargo de Jefe de Policía en las diferentes ciudades
de la República, para que se encargue de manera exclusiva de los asuntos atientes a
este ramo.

Considerando:

1.- Que el atraso de la Policía en esta capital exige la creación de un empleado


especialmente encargado de este ramo;

2.- Que algunas otras de Colombia pueden hallarse en iguales circunstancias; y,

3.- Que es necesario proveer de arbitrios para sostener este empleado,

Decreta:

Art. 1.- Se autoriza al Poder Ejecutivo para que pueda nombrar un Jefe de Policía,
encargado de la seguridad, ornato, aseo y salubridad, en esta Capital y sus
alrededores, que será subalterno del Intendente.

Art. 2.- Podrá igualmente hacer el mismo nombramiento en las demás ciudades de
Colombia en que lo juzgue necesario.

Art. 3.- El Poder Ejecutivo asignará a este empleado un sueldo que no exceda de dos
mil pesos, el cual se satisfará de las rentas municipales, pudiendo aumentarse éstas
con un pequeño gravamen desde un cuartillo hasta dos reales mensuales, que
impondrá el Poder Ejecutivo sobre algún objeto de fácil percepción, en las ciudades
donde se establezcan los Jefes de Policía.

Art. 4.- En defecto de las rentas municipales se suplicará de los fondos públicos con
calidad de reintegro.

Art. 5.- El Poder Ejecutivo formará el Reglamento detallando las atribuciones y


responsabilidad del empleado, dando cuenta al próximo Congreso para su aprobación
o reforma.

144
CONTROL DE JUEGOS PROHIBIDOS

El Libertador expide, el 29 de septiembre de 1827, el Decreto para controlar la


situación relacionada con los juegos prohibidos, en virtud de la proliferación de los
mismos en toda la República.

Considerando:

Siendo repetidas las quejas que ha recibido el Gobierno sobre el escándalo que se da
en algunos lugares de la República, tolerándose que en varias casas haya juegos
prohibidos, quedando impunes los que cometen estos delitos con el pretexto que no se
puede allanar la casa de un colombiano, y considerando que si no se remedia este mal,
puede ocasionar funestos resultados con la desmoralización de las costumbres y la
ruina de muchos ciudadanos, he venido en decretar y,

Juegos Prohibidos

Decreto:

Art. 1.- Estando encargado a los Jefes Municipales por el artículo 61, de la Ley de 11
de marzo del 1815, que arregla el Gobierno político de los Departamentos, y por el 35,
de 3 de mayo del año 1816, sobre procedimiento en las causas de hurto y robo, que
no permitan haya en sus cantones vagos ni mal entretenidos y debiendo refutarse por
esta última clase todos aquellos que se dedican a juegos prohibidos, procederán a
indagar quienes son los que en sus cantones se ocupan habitualmente de este vicio, y
a seguirles el correspondiente sumario.

Art. 2.- Pudiendo ser castigados hasta con la pena de presidio con arreglo al parágrafo
quinto de la Ley 15, del Título 23, libro 12 de la novísima Recopilación que es la
pragmática de 6 de octubre de 1771, los dueños de las casas en que se jugaren juegos
prohibidos, los Jefes Políticos procederán a la prisión de todos aquellos que por una
sumaria información de dos testigos idóneos resultare que permiten en sus casas tales
juegos y para verificarlos allanarán sus casas conforme al artículo 1, parágrafo cuarto,

145
de la ley de 3 de agosto de 1824, hecha ésta pasarán inmediatamente los procesos a
los jueces respectivos para que los continúen conforme a derecho.

Art. 3.- En el mismo estado de sumario pasarán a los citados jueces los procesos que
formen contra los que se ocupen habitualmente en juegos prohibidos, para que se les
imponga pena que merezcan según las leyes.

REGLAMENTO DE POLICIA DEL LIBERTADOR

Durante la Gran Colombia, presidida por el Libertador Simón Bolívar, con fecha 22 de
diciembre de 1827, se expidió el Reglamento de Policía, conocido también como el
Reglamento de Policía del Libertador, que en primer lugar clasificaba a la Policía en
dos grandes estamentos: el Urbano o Interior y el Rural o Exterior. En este Reglamento
se estipulaban las funciones de los Jefes de Policía, Comisarios y demás empleados
del ramo. Las misiones que debían cumplir eran, entre otras, el cuidado de la seguridad
pública, de la vida, del honor y de los bienes de los ciudadanos, que no existan vagos,
que se cuiden a los pordioseros, pobres y enfermos.

La vigencia de este Reglamento de Policía, al menos en nuestro territorio, terminó el 13


de mayo de 1830, cuando una Asamblea integrada por los personajes más
representativos de la ciudad proclamó en Quito el establecimiento de la República del
Ecuador, encargando el Mando de ella al General Juan José Flores.

REGLAMENTO

Capítulo I.- De los Jefes de Policía

Art. 1.- Los Jefes de Policía serán nombrados en propiedad con arreglo a la Ley, más
los Intendentes podrán nombrarlos interinamente donde quiera que el gobierno hubiere
decretado su establecimiento, y cualquier caso de vacante o falta temporal que lo
juzguen conveniente. Entonces harán el nombramiento a propuesta de los
gobernadores cuando no fuere en la provincia de que ellos lo sean.

Art. 2.- Las faltas accidentales de los Jefes de Policía se suplirán por los Jefes
Políticos o por los que debían reemplazar a éstos.

Art. 3.- Son subalternos de los Jefes de Policía:

1. Los Alcaldes municipales en todas las funciones de policía que les han sido
encargadas por los artículos 65, 66 y 67 de la ley de 11 de marzo de 1825;

2. Los Alcaldes parroquiales y Comisarios de policía elegidos por las Municipalidades,


conforme al artículo 85 de la citada ley;

146
3. Los Comisarios de policía que nombraren los gobernadores a propuesta de los
Jefes, y en el número que éstos indiquen. Párrafo único: Los comisarios tendrán bajo
su inmediato cuidado la parte de la ciudad, villa o parroquia que asigne a cada uno el
Jefe de Policía.

Art. 4.- Los Jefes de Policía extenderán su jurisdicción a todo el cantón para el cual se
les haya nombrado o nombre en lo venidero.

Capítulo II.- De la Policía de Seguridad

Art. 5.- Los Jefes de Policía deben cuidar de la seguridad pública, de la vida, del honor
y de los bienes de los ciudadanos.

Art. 6.- Para conservar la seguridad y tranquilidad pública deberán:

1. Impedir y disipar aun por la fuerza cualesquiera reuniones tumultuarias, riñas y


alborotos por las calles y plazas de las ciudades, villas y parroquias, especialmente a
horas indebidas;

2. Velar muy cuidadosamente para impedir toda conjuración que se quiera tramar con
el Estado o contra la tranquilidad pública, por medio de reuniones, espías, carta u otro
cualquiera. Luego que tengan pruebas suficientes para proceder, estarán facultados
para formar el sumario que compruebe los hechos que han llegado a su noticia, y el
cuerpo del delito cuando lo haya; verificado esto, si resultare motivo bastante, reducirán
los reos a prisión conforme a las Leyes, y con el sumario los pondrán a disposición del
juez o tribunal competente.

Art. 7.- Los Jefes de Policía cuidarán que en su jurisdicción no haya vagos ni mal
entretenidos; para conseguirlo, tendrán facultad:

1. De destinarlos gubernativamente al servicio de las armas si fueren útiles para él;

2. Al de la policía, a ración y sin sueldo por un tiempo determinado;

3. A las nuevas poblaciones donde haya tierras en que trabajen, a lo que les obligarán
por medio de los Comisarios respectivos y bajo las reglas que prescribirán los
Gobernadores de las provincias;

4.- De concertarlos y obligarlos a trabajar por su jornal en los campos, haciendas y


otras ocupaciones semejantes.

Art. 8.- Los Jefes de Policía podrán destinar a los vagos que juzguen conveniente al
servicio de la marina, siempre que ésta los necesite, precediendo las diligencias que la
Ley de 3 de mayo de 1826 prescribe a los jueces letrados y Alcaldes municipales por
los artículos 29 hasta el 34.

147
Art. 9.- Tendrán facultad para purgar en lo posible de mendigos, a su cantón, bien
poniendo a trabajar a los que sean aptos para alguna especie de trabajo o de industria,
bien prescribiendo reglas según las cuales deben distribuirse las limosnas.

Art. 10.- Los Jefes de Policía deberán tener una súper vigilancia inmediata sobre los
establecimientos para mendigos, pobres y enfermos. Cuidarán pues, de que se
cumplan los reglamentos y disposiciones vigentes, y que las rentas se inviertan en los
objetos a que hayan sido destinadas.

Art. 11.- Los Jefes de Policía mandarán formar, precisamente dentro de los cuatro
meses después de comenzar sus funciones, en lo venidero cada tres años o antes si
fuere necesario un censo exacto de la población del territorio que les estuviere sujeto,
dividendo las ciudades, villas o parroquias en los barrios y manzanas que estimen
convenientes, según los Alcaldes y Comisarios de policía que tengan. El censo
contendrá una noticia del número de personas que componga cada familia, lugar de su
nacimiento, estado, profesión u oficio de que se mantengan, cuidando de que se haga
con la mayor escrupulosidad como un medio eficaz para averiguar los vagos, ociosos y
mal entretenidos que haya; en caso de duda respecto de algunos, los Jefes de Policía
practicarán después las correspondientes averiguaciones.

Art. 12.- En el archivo de los Jefes de Policía habrá un libro general del censo de la
población, cuyo extracto clasificado se pasará al Gobierno por conducto del Intendente
respectivo; los Alcaldes y Comisario de Policía formarán un cuaderno que comprenda
la porción de la ciudad, villa o parroquia que se les hubiere señalado, en el que
anotarán las variaciones que ocurran en las habitaciones de los ciudadanos, o los que
de nuevo se establezcan.

Art. 13.- Los extranjeros que lleguen a cualquier lugar, después de haberse presentado
a las autoridades superiores a quienes se acostumbre, deberán presentarse con su
pasaporte al Jefe de Policía a lo más tarde el segundo día, y por su falta al Alcalde o
Comisario de la parroquia. Para residir en el cantón, deberán sacar de nuevo la boleta
de seguridad de que habla el Decreto de 24 de noviembre de 1826, sobre extranjeros,
en la que se expresará el tiempo que piensan permanecer; el que no cumpla lo
prevenido en este artículo, incurrirá en la multa de ocho pesos, quedando sujeto a las
demás providencias que la Policía juzgue convenientes.

Art. 14.-También deben presentarse con sus pasaportes, que han de llevar
necesariamente todos los colombianos, los que de otra provincia vayan a residir a
cualquier lugar en que haya un Jefe de Policía, quien tomará razón de sus nombres y
tiempo que piensa permanecer allí. El que no lo haga dentro del segundo día, incurrirá
en la multa de cuatro pesos.

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Art. 15.- Todos los que siendo de la misma provincia llegaran a la villa o ciudad en que
resida un Jefe de Policía, deberán dar dentro del segundo día a lo más tardar, noticia
de su arribo, objeto de su viaje y tiempo de su residencia probable al Alcalde o
Comisario del barrio o manzana, quien tomará razón en sus libros del nombre y demás
conducentes para la Policía.

Art. 16.- Será obligación precisa de los dueños de posadas, cafés, fondas, mesones,
casas y tiendas de las ciudades o villas en que se alojen algunas personas, en dar
noticia al Jefe de Policía, de los extranjeros y colombianos de otras provincias, y a los
Alcaldes y Comisarios, de los ciudadanos de la misma provincia que lleguen a su
alojamiento, y el advertir a los interesados la obligación de presentarse. Cualquier
dueño de posada, café, fonda, mesón, casa o tienda en que alguno se aloje, que no
diere las noticias prevenidas en este artículo a lo más tardar el segundo día después de
haber recibido un huésped, incurrirá en la multa de ocho pesos.

Art. 17.- Para cuidar los Jefes de Policía de la vida de los ciudadanos, tendrán facultad:

1. De perseguir y aprehender a los asesinos, salteadores, ladrones, desertores y


cualesquiera otros reos que puedan hacer violencia a los ciudadanos;

2. De impedir cualquier insulto que se haga o se pretenda hacer a la persona de un


ciudadano o extranjero residente en Colombia, por vías de hecho;

3.- De formar el Sumario, comprobar el cuerpo del delito y aprehender a los reos arriba
mencionados, pasándolo todo al Juez competente para el seguimiento y sentencia del
proceso;

4.- De impedir los desafíos, a cuyo efecto, cualquiera persona que lo sepa antes, o en
el acto de verificarse, deberá participarlo al Jefe de Policía, en la inteligencia de que su
nombre será reservado, y bajo la multa de diez y seis pesos a cada uno de los
contraventores. Inmediatamente dictarán los Jefes las providencias necesarias, y aún
podrán exigir a los sindicados fianza o caución de que no habrá desafío.

Art. 18.- Los Jefes de Policía tendrán facultad para mandar descargar a costa de los
dueños todos los edificios que amenacen una inminente ruina, y para prohibir:

1. Que haya en las calles, caminos y puertos cualquiera cosa que pueda hacer perjuicio
a los transeúntes, quitando las que haya;

2. Que se ande por las calles corriendo a caballo, o en carruajes, o que haya personas
furiosas o animales feroces o de cualquier modo dañinos a los ciudadanos;

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3. En fin, que en los recintos de las ciudades y en las casas particulares no se guarde
más de un quintal de pólvora, o de otras materias inflamables, que pueden hacer daño
con su incendio o explosión.

Art. 19.- Los Jefes de Policía tendrán autoridad para impedir todo insulto público que
trate de hacer a cualquier ciudadano o extranjero residente en Colombia, y para
aprehender a sus autores, siempre que el insulto sea grave y lo exija por su naturaleza.
Deberán también arrancar todo aviso o papel injurioso que se fije contra alguna
persona y comprobar el hecho, a fin de que sean castigados conforme a las Leyes el
autor o autores.

Art. 20.- Los Jefes de Policía no permitirán que haya casas destinadas para la
prostitución u otros excesos semejantes que destruyan la moral pública, el honor y los
bienes de los ciudadanos. Si resultaren alguna o algunas, las suprimirán
inmediatamente, formando causa a las personas de uno u otro sexo que las hayan
establecido o mantengan, y con las pruebas del delito pasarán los procesos en estado
de sumario juntos con los reos al Juez competente de primera instancia.

Art. 21.- Cuidarán los Jefes de Policía de perseguir a las prostitutas públicas, cuyas
costumbres mejorarán poniéndolas en reclusión y dándoles oficios. Las que sean de
otros lugares se remitirán a sus domicilios, o a las nuevas poblaciones a todas las que
convenga, encargando a los Jueces velen sobre su conducta. En el cumplimiento de
este encargo usarán al mismo tiempo de celo y prudencia.

Art. 22.- Los Jefes de Policía tendrán la mayor vigilancia según se ha encargado por la
Ley a los Jefes Políticos, para no se corrompan las buenas costumbres, ni se ofenda la
decencia pública con canciones obscenas, estampas y cualesquiera otros objetos que
perviertan la moral, y destruyan la sana y religiosa educación que debe promoverse de
todos modos entre los colombianos. Recogerán, pues, y harán quemar o destruir las
expresadas estampas u objetos lúbricos, aun cuando aquellas estuvieren unidas a
libros.

Art. 23.- Los Jefes deberán cuidar que de ningún modo se turbe ni ofenda el culto
divino en las procesiones, en las iglesias y otros lugares destinados a él. Impedirán
también que se altere la tranquilidad pública con sermones en lugares indebidos o
sediciosos, procediendo en este caso contra los autores.

Art. 24.- Los Jefes de Policía deben poner el mayor cuidado en mantener la seguridad
de los bienes de los ciudadanos impidiendo por los medios más eficaces que le sugiera
su prudencia, los hurtos y robos en los campos, caminos y poblados. Si alguno se
hiciere, cuidará de descubrir los autores, aprehenderlos y comprobando el delito,
castigarlos si fuere de su resorte y si no ponerlos a disposición del Juez competente
para la imposición de la pena.

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Art. 25.- Los Jefes de Policía perseguirán muy activamente a todos los que falsifiquen o
de cualquier modo alteren la moneda; destruirán las monedas falsas y harán que sean
castigadas según las Leyes, las personas que se justifique haberla falsificado o
alterado.

Art. 26.- Los Jefes de Policía comprobarán que sean exactos los pesos y medidas en
las tiendas y mercados y cualesquiera otros lugares públicos y que de ningún modo
se comentan fraudes.

Art. 27.- Contribuirá también a la seguridad de los bienes, la aprehensión que se


encarga a los Jefes de Policía de todos los reos procesados por cualesquiera delitos,
especialmente por ladrones. Aprendidos que sean los pondrán a disposición de los
Jueces que hayan conocido, o conozcan de sus causas. En cuanto a los ladrones que
estuvieren sentenciados definitivamente, los Jefes de Policía celarán el que se cumplan
las sentencias.

Art. 28.- Los hurtos de menor cuantía que serán todos aquellos en que el valor de las
cosas o efectos hurtados baje de 25 pesos, quedan sujetos al conocimiento de los
Jefes de Policía. Estos los castigarán sumaria y económicamente en los varones con
trabajos en los presidios urbanos, caminos y otras obras públicas, y en las mujeres con
reclusión y trabajos en ella. Según el delito se graduará la duración de la pena, y
concluido el tiempo se les podrá enviar a las nuevas poblaciones, donde haya tierras
en que trabajen, poniéndolos bajo la súper vigilancia los respectivos Jueces.

Art. 29.- Los hurtos domésticos, que los hechos por los criados, sirvientes y otras
personas de las familias, quedan también sujetos al conocimiento de los Jefes de
Policía; ellos procederán contra los autores, encubridores y fautores; si practicado el
sumario, resultare que los hurtos son de mayor cuantía, o que es necesario seguir la
causa por todos sus trámites, la pasarán al Juez a quien corresponda.

Art. 30.- Para impedir los hurtos domésticos, ninguno comprará frutos de ninguna
especie a peones o jornaleros de las haciendas, ni cosa alguna a los sirvientes de
cualquiera clase, sin que el vendedor pruebe con certificación de aquel a quien sirve,
del dueño de la cosa que se vende, o del respectivo Alcalde, si el peón o jornalero
trabajare por su propia cuenta, que puede vender lo que ofrece, y si fueren frutos sin
que se exprese el lugar donde se cosecharon.

Art. 31.- Contribuyendo sobre manera a la seguridad de los bienes el arreglo del
servicio doméstico, los Jefes de Policía quedan especialmente encargados de mandar
aprehender y poner en lugar de seguridad a los esclavos que hayan huido del poder de
sus amos; sin perjuicio de que puedan aquellos intentar las acciones que les
correspondan sobre mal trato o variación de dueño. También obligarán a los criados
libres y jornaleros a que cumplan exactamente el tiempo a que se hayan comprometido

151
a servir; a fin de que esto se pueda comprobar, se harán siempre por escrito los
contratos de servicio, y si los amos faltaren a ellos, también se les obligará a su
cumplimiento.

Art. 32.-Los Jefes de Policía cuidarán de poner a servir o aprender oficios a todos los
muchachos y muchachas que anden por las calles abandonados de sus padres, o que
sean vagos. Podrán también destinarlos a trabajos análogos a su edad y robustez.

Art. 33.- Los Jefes de Policía tendrán facultad de prevenir que ningún artesano de
cualquier oficio que sea, abra tienda ni trabajo como jefe, sin primero haber sido
examinado y aprobado por tres examinadores que anualmente nombrarán los Jefes de
Policía entre los peritos del arte y oficio, y sin dar una fianza proporcionada a los
intereses que se ponga a su cuidado, o en su defecto sin presentar personas que
abonen su conducta; en caso de que alguno se queje de una reprobación injusta podrá
ocurrir al Jefe de Policía, quien reparará el agravio, decretando un nuevo examen que
se hará en su presencia por otros peritos del todo imparciales.

Art. 34.- Los Jefes de Policía tendrán facultades de obligar a los que no poseen las
cualidades prescritas en el artículo anterior a trabajar por su jornal bajo la dependencia
de otro, bien sea maestro, bien propietario de cualquiera rama de industria. Asimismo
compelerán gubernativa y económicamente a los artesanos a que cumplan con
exactitud sus contratos y comprometimientos, ya sea de aprendizaje o servicio con los
maestros y propietarios, ya de obras que hayan quedado de hacer, o hayan hecho mal.

Art. 35.- Los Jefes de Policía pondrán el mayor cuidado en impedir los juegos
prohibidos. Para esto tendrán bajo su inspección todos los lugares públicos que sean:

1. Los caminos, calles, plazas y portales;

2. Las tiendas destinadas para trucos y villares, las posadas, cafés, mesones, bodegas,
tiendas de licores, y otros lugares donde entra todo el que quiere, y por el tiempo que
estén abiertos;

3. Las casas que se destinen públicamente para juegos prohibidos, mientras que
tengan tal destino.

Art. 36.- En todos los lugares arriba mencionados pueden entrar libremente los Jefes
de Policía para impedir los abusos que en ellos se comentan.

Art. 37.- Las faltas graves sobre transgresión de las leyes que prohíben los juegos de
suerte y azar, se castigarán con arreglo a ellos por los Jueces de primera instancia, a
quienes los Jefes de Policía pasarán el sumario con los reos. Las leyes se corregirán
por los Jefes sumaria y económicamente, imponiendo a los contraventores las penas
decretas por la pragmática española de 1772.

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Art. 38.- Cuidarán los Jefes de Policía que en los juegos permitidos nunca se admitan
hijos de familia, criados ni esclavos, y que tampoco se admitan artesanos en los días y
horas de trabajo. Para conseguirlo visitarán con frecuencia los lugares donde haya
juegos permitidos, prescribirán las reglas que han de observarse en ellos y castigaran
a los infractores teniendo presentes las disposiciones de la Ley.

Art. 39.- Será uno de los cuidados de los Jefes de Policía impedir los incendios,
prescribiendo para conseguirlo todas las reglas y precauciones que estimen
convenientes. Dictarán igualmente las más activas para apagar los que ocurrieren.

Art. 40.- Los Jefes de Policía quedan también encargados de evitar las inundaciones de
las ciudades, villas y parroquias, que se hallen a su cuidado, construyendo para este fin
los diques, canales y demás obras, que juzguen precisas, oyendo el dictamen de
personas inteligentes. Si a pesar de esto ocurriere alguna inundación, dictarán
providencias eficaces para dar curso a las aguas estancadas o que hayan salido fuera
de su cauce, para que no se arruinen los edificios, ni sufran detrimento los campos y
sementeras.

Art. 41.- Impedirán igualmente los derrumbamientos que se hagan en el terreno de las
poblaciones, ya sean originados por el curso lento del tiempo, ya por las aguas de los
ríos y arroyos, ya en fin, por otros accidentes. Si hubiere algunos, procurarán
contenerlos inmediatamente por los medios que se juzguen más adecuados.

Art. 42.- Cuidarán que no se degraden, maltraten ni destruyan los edificios públicos, los
puentes y calzadas de su jurisdicción, o que se refaccionen los que hubieren sufrido
algún daño.

Capítulo III.- De la Policía de Aseo

Art. 43.- Los Jefes de Policía dispondrán:

1. Que a las calles, plazas y demás lugares públicos no se arrojen basuras, cadáveres
de animales y otras cosas que puedan obstruirlos o ensuciarlos; lo que se arrojare, se
quitará a costa del culpado o culpados;

2. Que las materias y escombros que caigan a las calles de los edificios arruinados, o
que de nuevo se construyan, se quiten tan pronto como sea posible por los dueños o
por los que habiten en ellos;

3. Que las aceras, calles, caminos, puertos y ríos navegables no se obstruyan


indebidamente con carros, caballerías, obras, represas y cualesquiera otros obstáculos
que impidan el libre tránsito;

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4. Que por medio de las personas o carros destinados a la limpieza se quite de las
calles, plazas y demás lugares públicos todo aquellos que los ensucie; que estén
corrientes las aguas, que se cubran todas las que a juicio de la Policía sean
perjudiciales al aseo y a la salud pública, como los desagües de las fuentes de casas,
conventos y otros edificios;

5. Que se mantengan las calles sin yerbas ni arbustos, y que dos veces a la semana se
barran en las villas y ciudades a una determinada hora los frentes de cada casa, tienda
o accesoria por los que en ella habiten, de cualquiera clase y denominación que sean;

6. Que las paredes exteriores de las casas que caigan a las calles y plazas públicas,
estén aseadas, blanqueándola o pintándola de algún color que las hermosee.

Art. 44.- Los Jefes de policía cuidarán especialmente que las calles de las ciudades y
villas se mantengan bien empedradas; y donde no lo estuvieren, que al menos se
terraplenen conforme a alguno de los métodos que se han inventado últimamente, de
manera que sea firme el piso y que se evite el lodo.

Art. 45.- Los Jefes de Policía dispondrán también la pronta refacción y conservación de
los caminos públicos que se hallaren dentro de su jurisdicción, y prohibirán a que a
ellos se arroje tierra de las aceras o fosos contiguos, escombros, árboles, aguas
corrientes y cualquiera otra cosa que los dañe o deteriore. Parágrafo Único:
Proyectarán y procurarán la abertura de los nuevos caminos que se juzguen más útiles
al cantón a que presidan; cuando un camino haya de atravesar dos o más cantones,
procederán de acuerdo con los Jefes respectivos.

Art. 46.- Contribuirá al aseo de las villas y ciudades, el que no se fabriquen sino en los
barrios y de modo que no perjudiquen al público, la chicha, guarapo, cerveza y
aguardiente, lo que dispondrán los Jefes de Policía. Igualmente prohibirán que en el
centro de las mencionadas poblaciones haya tiendas en que se venda por menor,
chicha, guarapo o cerveza.

Capítulo IV: De la Policía de Ornato

Art. 47.- Los Jefes de Policía cuidarán que se establezca en las ciudades un alumbrado
lo mejor posible. Sus gastos se harán por los que habiten las casas de cada cuadra,
haciéndose el repartimiento, bajo las reglas que fijará la Policía conforme a las
circunstancias locales.

Art. 48.- Cuidarán igualmente que las casas que se construyan de nuevo en los
poblados sigan un orden regular y que se edifiquen según las reglas que haya
establecido, o establezca en lo venidero el Gobierno de la provincia para dar salubridad
y hermosura a las poblaciones, una de las cuales será, que todas nuevas calles tengan

154
por lo menos doce varas de ancho . Dispondrán que se quiten y edifiquen mejor las
casas ruinosas, las de paja en las calles del centro de las ciudades y otras
construcciones semejantes, que pueden ser causa de incendio, o que deformen las
poblaciones.

Art. 49.- También deberán establecer, conservar y adornar los paseos públicos, que
son de tanta importancia para la salud y desahogo de los habitantes de las villas y
ciudades, procurando que se establezcan donde no los haya.

Art. 50.- En las ciudades, villas y grandes parroquias harán numerar las casas y
tiendas, de modo que en cada calle los números sigan por su orden desde el principio
hasta el fin de ella, aun cuando se componga de varias manzanas; pondrán también
nombres con acuerdo de la Municipalidad a las calles no los tengan; a cada calle se
dará un solo nombre, lo mismo que una sola numeración. Tanto los números como los
nombres se pondrán a costa de los que habiten las casas y tiendas, quienes cargarán
el gasto a los propietarios.

Art. 51.- Vigilarán que las ferias y mercados se hagan con orden y regularidad, que el
público sea provisto de víveres de buena calidad y con abundancia, cuidando que no
haya monopolio, ni se cometan abusos en su venta; para evitarlos fijarán horas, antes
de las cuales no será permitido hacer ventas por mayor.

Capítulo V: De la Policía de Salubridad

Art. 52.- Los Jefes de Policía cuidarán:

1- Que construyan fuera de poblado el cementerio o cementerios precisos;

2. Que todos los cadáveres se entierren en los cementerios y que ninguno sea
sepultado en las iglesias, ni dentro de las poblaciones;

3. Que los cadáveres sean sepultados con decoro, en tiempo oportuno, con la
profundidad y demás precauciones necesarias a evitar la infección;

4. Que se dé curso a las aguas detenidas y que se limpien los puertos y caños cerca
de las villas y ciudades; como también que los bosques y Ciénegas se aparten de los
poblados donde se juzgue dañan a la salud públicas;

5. Que las tenerías y otras fábricas semejantes que pueden infeccionar el aire, se
pongan fuera de las ciudades y villas, teniéndose especial cuidado que no corrompan
las aguas con las materias, animales o vegetales que de ellas se arrojen.

Art. 53.- Siempre que se declare alguna enfermedad contagiosa, los Jefes de Policía,
previa consulta con algunos médicos acreditados, oyendo el informe que las Juntas de
Sanidad deben dar, dictarán las más activas providencias para evitar la propagación

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del contagio, sea de la clase que fuere . Estarán, pues, facultados para recoger y poner
fuera del lugar a los enfermos que pueden ser causa de que se propague la
enfermedad contagiosa, para hacer guardar cuarentena a los buques, y para tomar las
demás precauciones que se juzguen convenientes, según las circunstancias locales,
aunque sea buque de guerra el lugar en que se haya aparecido el contagio. Si este
quisiere más bien salir del país, de ningún modo se lo impedirán.

Art. 54.- Los Jefes de Policía tendrán cuidado que no se venda al público carnes,
granos y otros alimentos corrompidos, que harán destruir siempre que resulten ser
tales por el reconocimiento jurado de tres peritos, de los cuales uno será médico.

Art. 55.- Procurarán impedir la propagación de cualquiera enfermedad contagiosa que


se declare en los animales, haciendo matar los apestados.

Art. 56.- No permitirán que en las fuentes destinadas para la provisión de los lugares
falten las aguas, a cuyo efecto harán que inmediatamente se pongan corrientes por los
encargados de este ramo, ni que se ensucien lavando ropa o arrojando en ella
cualesquiera otras materias que perjudiquen a la salud pública.

Art. 57.- Tampoco permitirán que las cajas de distribución de aguas se dejen
destapadas por las noches, ni que se abran las cañerías en las casas particulares por
donde pasen, sin noticia de la Policía, a cuyo efecto castigarán a los contraventores
con multas proporcionadas a su falta.

Art. 58.- Todo el que abra una cañería, construya andamios o haga otra obra en que
puedan tropezar y caer los transeúntes, deberá poner por la noche un farol que indique
el peligro, y establecer un cerco que lo remueva; de lo contrario, incurrirá en la multa de
ocho pesos, fuera de quedar obligado a reparar los daños que se orige a cualquier
ciudadano.

Art. 59.- Los Jefes de Policía asistirán a las visitas anuales que la facultad debe hacer a
las boticas conforme al artículo 221, del Decreto de 3 de octubre de 1826, orgánico de
la enseñanza pública y harán destruir todos los medicamentos corrompidos o dañados.
Podrán también decretar visitas extraordinarias de las boticas, cuando hay motivos
fundados, y castigarán correccionalmente las faltas leves sobre equivocaciones de
medicamentos. En las graves justificarán el hecho y pasarán el proceso al Juez
competente.

Capítulo VI: De los Comisarios de Policía

Art. 60.- Tendrán facultades los Comisarios de Policía:

1. De ejecutar todas las órdenes, bandos, reglamentos y Leyes de Policía, que se les
comuniquen por el Jefe respectivo para su cumplimiento;

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2. De aprehender a todos los reos que hubiere en su respectivo territorio, sea que los
hallen infraganti, o que sepan haber cometido algún delito que merezca prisión, lo que
harán conforme a las Leyes;

3. De formar el sumario y verificar el cuerpo del delito en los casos en que


aprehendieren los reos infraganti, o en que se hubiere cometido dentro de su
jurisdicción algún hurto, robo, muerto u otro delito. Sin perjuicio de la formación del
sumario darán siempre cuenta al Jefe de Policía a quien lo pasarán después. Si
mandare practicar otras diligencias, las harán inmediatamente;

4. En fin, de cuidar de los demás ramos de Policía de Seguridad, Aseo, Ornato y


Salubridad en el barrio, manzana o parte de la parroquia que estuviere asignada a cada
uno, sujetándose a las órdenes de los Jefes de Policía, a quienes darán cuenta con
frecuencia y en los períodos que ellos fijen de todo lo que ocurra de importancia para
que dispongan lo conveniente.

Art. 61. Los Jefes de Policía podrán revocar las providencias de los Comisarios cuando
no sean justas o arregladas a las Leyes.

Capítulo VII: Disposiciones Generales

Art. 62.- Los Jefes de Policía tendrán facultad para imponer multas, que no excedan de
cincuenta pesos, detenciones, encierros y trabajos, que no pasen de seis meses, para
destinar a las nuevas poblaciones dentro del departamento por un término que no
exceda de tres años, y para concertar a los vagos y mal entretenidos hasta por un
término igual.

Art. 63.- Después de los Gobernadores de las provincias, los Jefes de Policía serán la
autoridad superior inmediata y ocuparán este lugar en las concurrencias públicas, les
seguirán los Jefe Políticos Municipales, los que deben auxiliar en las materias de
Policía el cumplimiento de las órdenes y demás disposiciones de los Jefes de este
ramo.

Art. 64.- Los Jefes de Policía siempre que lo necesiten pedirán el auxilio de la fuerza
armada o de la milicia, de cualquiera clase que sea, y los jefes respectivos impartirán
dicho auxilio sin examen ni reparo alguno..

Art. 65.- Los Jefes y Comisarios de Policía actuarán los procesos judiciales que formen
con cualquiera de los escribanos numerarios que elijan, los que tendrán obligación de
concurrir cuando se les llame; donde no haya escribanos actuarán con testigos.

Art. 66.- Las multas que exijan los Jefes de Policía se destinarán para los gastos de
ésta; y mensualmente se publicará una lista de ellas. Las que se impongan a personas

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pobres que no puedan satisfacerlas, se cobrarán en trabajo, dándoles ración y
calculando cada día el precio medio de los jornales en la ciudad respectiva.

Art. 67.-Los productos líquidos de la industria de las personas destinadas por la Policía
a encierros, detenciones y trabajos, deducidos los gastos de sus alimentos, se les
entregarán religiosamente cuando los haya y estuviere cumplida su condena; los que
se destinen a las nuevas poblaciones, dispondrán libremente en ellas del producto de
su industria.

Art. 68.- Los Jefes de Policía podrán mandar publicar de nuevos las Leyes y
reglamentos de Policía. Tendrán también facultad de publicar bandos para asegurar su
ejecución, los que someterán a la aprobación del Gobernador de la provincia.

Art. 69.- A los Jefes de Policía se podrán dar por las autoridades superiores las
comisiones que se estimen convenientes, y tendrán la especial de celar por sí y por
medio de los Alcaldes y Comisarios cualesquiera fraudes que se quieran hacer contra
las rentas públicas, y de aprehender a los reos y contrabandos.

Art. 70.- Los Jefe de Policía tendrán un libro formado de papel de oficio, en que asiente
las multas, encierros, trabajos públicos y cualquiera otras penas que impongan
gubernativa y económicamente, en que no hayan formado procesos por escrito. En la
diligencia quedarán extractados brevemente los fundamentos que haya habido para la
condena, y el día en que principia a cumplirse; estará firmada por el Jefe de Policía y
por el escribano que éste elija. Si alguno de los interesados pidiere copia legalizada de
dicha condena se le dará.

Art. 71.- Los Jefes Políticos Municipales serán Jefes de Policía, y ejercerán las
funciones expresadas en este Decreto, en todas aquellas ciudades y villas en que el
Gobierno lo juzgue necesario y en que haya nombrado Jefes Especiales de Policía.

Art. 72.- Los Jefes de Policía usarán el uniforme que corresponda a la respectiva
municipalidad, y además llevarán bastón, espada y cucarda nacional en el sombrero.

Capítulo VIII: De la Responsabilidad de los Jefes de Policía

Art. 73.- Todos los que se juzgaren agraviados de las providencias que dictaren los
Jefes de Policía, podrán elevar su queja en el término de la distancia al Gobernador de
la provincia con los documentos del caso, quien deberá reformar la providencia si no la
hallare arreglada a las Leyes y disposiciones vigentes. En caso de no hacerlo, si la
parte insistiere en su queja, podrá ocurrir con el expediente y en el mismo término de la
distancia al Intendente del Departamento. Cualquiera resolución que éste diere será
cumplida.

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Art. 74.- En las materias de Policía, no habrá recurso alguno a las Cortes o Tribunales
de Justicia.

Art. 75.- Estas conocerán también en primera y segunda instancia de las causas por
delitos comunes y de la responsabilidad que por mal desempeño en el ejercicio de sus
funciones se formen a los Jefes de Policía.

Art. 76.- El Secretario de Estado del Despacho del Interior queda encargado de la
ejecución de este Decreto.-

f) Simón Bolívar.

JEFES DE POLICIA POLITICOS MUNICIPALES

Con el objeto de designar a los Jefes de Policía Políticos Municipales para que ejerzan
funciones en las ciudades y Villas en lugar de los Jefes de Policía, el Libertador Simón
Bolívar expide el Decreto correspondiente, con fecha 29 de enero de 1928, que dice:

Art. 1.- En cada una de las capitales de las provincias de la República en que no haya
nombrado Jefes Especiales de Policía, ejercerán sus funciones los Jefes Políticos
Municipales.

Art. 2.- Con el fin de que el Gobierno pueda hacer extensiva la misma autorización a los
Jefes Políticos de otras ciudades y villas en que sea conveniente, los Intendentes
informarán cuáles puedan ser éstas en sus respectivos Departamentos.

PROHIBICION DE SOCIEDADES Y CONFRATERNIDADES SECRETAS

El 8 de noviembre de 1828, el Libertador expide un Decreto prohibiendo la existencia


de Sociedades y Confraternidades Secretas por considerar que estas auspician
trastornos políticos y alteran la tranquilidad pública y el Orden establecido:

Considerando:

Habiendo acreditado la experiencia, tanto en Colombia como en otras naciones, que


las sociedades secretas sirven especialmente para preparar los trastornos políticos,
turbando la tranquilidad pública y el Orden establecido, que ocultando ellas todas sus
operaciones con el velo del misterio, hacen presumir fundamentalmente que no son
buenas ni útiles a la sociedad, y por lo mismo existen sospechas y alarman a todos
aquellos que ignoran los objetos de que se ocupan; oído el dictamen del Consejo de
Ministros,

Decreta:

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Art. 1.- Se prohíben en Colombia todas las sociedades o confraternidades secretas,
sea cual fuere la denominación de cada una.

Art. 2.- Los Gobernadores de las provincias, por sí y por medio de los Jefes de Policía
de los cantones, disolverán e impedirán las reuniones de las sociedades secretas,
averiguando cuidadosamente si existen algunas en sus respectivas provincias.

Sociedades Secretas

Art. 3.- Cualquiera que diere o arrendare su casa o local para una sociedad secreta
incurrirá en una multa de 200 pesos, y cada uno de los que concurran, en la de 100
pesos por la primera vez y segunda vez dos meses de prisión; por la tercera y demás
será doble la pena.

Parágrafo 1.- Los Gobernadores y Jefes de Policía aplicarán la pena a los


contraventores haciéndoles breve y sumariamente sin que ninguno pueda alegar fuero
en contrario.

Parágrafo 2.- Las multas se destinan para gastos de Policía, bajo la dirección de los
Gobernadores de las provincias.

SUSPENSION DE LAS MUNICIPALIDADES

El 17 de noviembre de 1828, Simón Bolívar decreta la suspensión de las


Municipalidades por considerarlas una carga para la ciudadanía y por producir muy
poca utilidad para el público y, por tanto ser absolutamente necesario darles una nueva
organización.

160
“Art.1. Se suspenden todas las Municipalidades de la República por el tiempo que el
Gobierno juzgue necesario para su reorganización, y para el examen de sus propios
arbitrios.

Las municipalidades se pondrán en receso, a lo más tarde, el 15 de enero próximo, o


antes si hubiere completado la elección que abajo se expresarán”.

Art.7. Los Jefes Políticos y de Policía donde los haya, quedarán encargados de todas
las atribuciones que tenían las Municipalidades, las que desempeñarán por sí o por sus
agentes, siempre que por otras disposiciones no se hallen encargadas a una autoridad
diferente.

El ministro Secretario de Estado del despacho del Interior queda encargado de la


ejecución de este decreto”.

Para mayor comprensión y alcance del Decreto, a continuación insertamos este


documento, que reposa en el archivo histórico de la Asamblea Nacional, y en el que
también consta un Decreto del mismo Libertador sobre el régimen político y económico
de la República, otorgando funciones a los Gobernadores de las provincias, quienes a
su vez serán jefes de policía.

Decreto
17 de noviembre de 1828

Simón Bolívar

Considerando:

1.- Que las Municipalidades bajo de su forma actual son una verdadera carga para los
ciudadanos, y producen muy pocas utilidades al público;

2.- Que por estos motivos las personas aptas para desempeñar los empleos concejiles
procuran eximirse de ellos con diferentes pretextos;

3.-Que es absolutamente necesario reformar las Municipalidades dándoles nueva


organización, de modo que sean más útiles, con menor gravamen de los ciudadanos, y
que entretanto deben suspenderse eximiendo a éstos de los perjuicios que ellas les
causan, cuya medida producirá también la ventaja de que se conozcan con exactitud
sus propios y arbitrios, oído el dictamen del Consejo de Estado,

Decreto:

Artículo 1. Se suspenden todas las Municipalidades de la República por el tiempo que


el Gobierno juzgue necesario para su reorganización y para el examen de sus propios y

161
arbitrios. Las Municipalidades se pondrán en receso a lo más tarde el 15 de enero
próximo, o antes si hubieren completado las elecciones que abajo se expresarán.

Artículo 2. Donde quiera que a la publicación de este decreto no se hubiere hecho,


según la ley de 11 de marzo de 1825, las elecciones de empleos concejiles para el
siguiente año de 1829, las Municipalidades elegirán el 1 de enero a los Alcaldes
Municipales y Parroquiales, y al Síndico Procurador Municipal del Cantón, y éstos
continuarán ejerciendo sus funciones legales; lo mismo sucederá si ya estuvieren
elegidos cuando se reciba el presente decreto.

Artículo 3. Los empleos concejiles arriba expresados que nombraren las


Municipalidades conforme al artículo anterior, necesitarán de la confirmación de los
respectivos Gobernadores, quienes la darán por sí o por la persona que
anticipadamente hayan delegado para darla.

Artículo 4. Los Secretarios de las Municipalidades que actualmente desempeñen tales


destinos continuarán ejerciendo las funciones legales anexas a sus empleos de
Secretarios; ellos cuidarán de los archivos de las Municipalidades, de los edificios y
enseres que a éstas correspondan, todo bajo inventario formal, y darán a los
Gobernadores las noticias e informes que les pidan.

Parágrafo único: Los Gobernadores de las respectivas Provincias moderarán las


asignaciones de los Secretarios, para que sean proporcionadas al trabajo que se
les deja, haciendo la debida distinción entre las antiguas y nuevas Municipalidades.

Artículo 5. Las rentas municipales serán recaudadas y custodiadas previa la


competente fianza por la persona o personas que los Gobernadores de las provincias
nombren para Tesoreros, con la asignación de un tanto por ciento; los mismos
Gobernadores librarán los gastos ordinarios muy precisos para la policía y
administración de cada Cantón; los extraordinarios se decretarán por el Gobierno
Supremo previos los informes necesarios.

Artículo 6. Durante el receso de las Municipalidades los Gobernadores de las


provincias examinarán por sí o por medio de personas de toda su confianza:

1.- Cuáles son los ramos de propios y de arbitrios, unos y otros con la debida
separación.

2.- Si se cobran o no, y si han producido lo que debieran.

3.- Cuál ha sido su origen, y si la inversión que se les daba es o no legítima.

4.- Cuáles son los gastos ordinarios, expresando con claridad los que se impenden
en festividades, dotaciones de empleados, y las funciones que estos tengan.

5.- Qué ahorros pueden hacerse en los gastos mencionados.

162
6.- De qué mejoras serán susceptibles los propios y arbitrios de cada Municipalidad
en la administración, manejo e inversión de sus rentas; las que propondrán al
Gobierno Supremo para que las decrete.

7.- Exigirán y harán fenecer conforme a la Ley las cuentas de las rentas
municipales que haya pendientes.

8.- Ejecutivamente llevarán a efecto el cobro de las cantidades que se adeuden a


los fondos de propios y arbitrios.

9.- En fin, darán cuenta al Gobierno de los resultados de estas averiguaciones para
que pueda dictar las providencias convenientes.

Artículo 7. Los Jefes Políticos y los de Policía, donde los haya, quedarán encargados
de todas las atribuciones que tenían las Municipalidades, las que desempeñarán por sí
o por sus Agentes, siempre que por otras disposiciones no se hallen encargadas a una
autoridad diferente.

El Ministro Secretario de Estado del Despacho del Interior queda encargado de la


ejecución de este decreto.

Dado en el Palacio del Gobierno, en Bogotá, a 17 de noviembre de 1828. f) Simón


Bolívar.

f) El Ministro Secretario de Estado del Despacho del Interior, Juan Manuel Restrepo
Vélez.

JUNTA PROVINCIAL DEL DISTRITO DEL SUR

El 11 de abril de 1829, el Libertador Simón Bolívar, dicta el siguiente Decreto sobre la


conformación de la Junta Provisional de Distrito:

Decreta:

1.- Se Reunirá en Quito una Junta Provisional de Distrito, compuesta por dos miembros
de cada una de las siete provincias que actualmente comprenden los Departamentos
de Ecuador, Guayaquil y Azuay. Las atribuciones de esta Junta, entre otras cosas, son
recibir las ponencias que los colombianos del Sur dirijan relativamente a las reformas
administrativas y arreglos municipales, para extractar de ellas solo que sea útil al país y
pasarlo al Gobierno Supremo con el respectivo informe.

2.- Formar y elevar al Gobierno las minutas de Decretos y Reglamentos que juzgue
conveniente para mejorar el régimen municipal de los Departamentos y demás ramas
administrativas de las provincias.

163
3.- Evacuar los informes que le pida el Gobierno sobre las personas capaces de
desempeñar los destinos públicos dentro del Distrito, y denunciar aquellos que por
incapacidad y mala conducta no merezcan obtenerlos.

NUEVO PLAN DE POLICIA DEL DISTRITO DEL SUR

Al terminar sus funciones la Junta Provisional de Distrito acordó, con fecha 12 de


noviembre de 1829, dictaminar las siguientes Resoluciones referentes al Nuevo Plan
de Policía para su aplicación en los Departamentos de Quito, Guayaquil y Azuay, o
sea, en todo el territorio ecuatoriano:

Primero.- Que dicho Plan comience a efectuarse en el cantón Quito para que de él se
extienda a todo el Departamento, pues faltan los fondos suficientes para dotar por
ahora todos los empleados que exige.

Segundo.- Que conviene nombrar al Prefecto General, su Secretario, los Comisarios de


la ciudad y los de las parroquias foráneas.

Tercero.- Que al Prefecto se le contribuya con 600 pesos el sueldo por ahora; al
Secretario el de 300; y, a los tres Comisarios de la ciudad a 100 cada uno.

Cuarto.- Que de estos tres Comisarios reúna cada uno dos parroquias urbanas, en esta
forma: el primero La Matriz y San Marcos; el segundo, San Sebastián y San Roque, y
el tercero, Santa Bárbara y San Blas.

Quinto.- Que las Comisarías de las parroquias rurales sean servidas por los Alcaldes
Pedáneos sin dotación fija.

Sexto.- Que si hasta la Pascua de Resurrección del año inmediato no se encuentra


reformada la Policía de este cantón hayan de cesar por el mismo hecho los empleados;
y pasando a proponer a éstos por la vía del escrutinio obtuvo la pluralidad de sufragio
para Prefecto General Miguel Carrión y para Secretario F. Pelriamal, reservando al
primero la facultad de nombrar los Comisarios y Dependientes; y encargándole procure
introducir en todo el Departamento la observancia del Plan por los medios que él
mismo sugiere; pero con la sabiduría conveniente para que todos conozcan de las
ventajas comunes y particulares que debe procurar su adopción.

FONDOS PARA CONSTRUCCION DE PANTEON Y MALECON EN GUAYAQUIL

En el año 1829, el General Juan José Flores, se encontraba desempeñando las


funciones de Prefecto General del Departamento del Sur, es decir, del actual Ecuador,
en la época de la Gran Colombia.

164
En dicha condición expidió un Decreto con el fin de disponer que fondos disponibles de
la Policía sean utilizados tanto en la conclusión del Cementerio cuanto en la
construcción del Malecón en la ciudad de Guayaquil. El texto es el siguiente:

Considerando:

Que el primer objeto de una buena policía, después de asegurar la tranquilidad interior,
es promover la comodidad y riqueza de los habitantes, y el ornato de las poblaciones;

Que estos importantes objetos, si ventajosos en todas partes, son de primera


necesidad en la provincia de Guayaquil por la naturaleza del suelo y del clima;

Que el abandono en que hasta el presente se halla la ribera es causa de la deformidad


y poco aseo de la población, de la dificultad del abasto, y desembarque, y de las
enfermedades endémicas que cada día se hacen más frecuentes; y,

Que por lo que ha sufrido este Departamento, y especialmente esta provincia y su


Capital con la guerra que acaba de terminar felizmente, merece una particular atención
del Gobierno para reparar sus graves pérdidas, y promover su bienestar, y prosperidad.

He venido en decretar y,

Decreto:

Art. 1.- Todos los fondos disponibles de Policía se invertirán por ahora exclusivamente
en la conclusión del Panteón, y en la importante obra del Malecón; a que con
preferencia debe consagrarse la Policía, deducidos los sueldos y gastos indispensables
como presidio, cárcel, acequias, etc.

Art. 2.- Cuando ocurriere alguna obra de urgente necesidad, se procederá a ella con
consulta y aprobación de la Prefectura General.

Art. 3.- El Prefecto del Departamento vigilará sobre los trabajos del Malecón, allanará
las dificultades que se presenten, y prestará todos los auxilios necesarios al
adelantamiento y pronta conclusión de la obra.

Art. 4.- Cada mes se publicará, por medio del periódico, lo que se vaya avanzando en
el trabajo, y los gastos del mes, con especificación de jornales, salarios, etc.

Parágrafo 1. Mientras se empieza la obra, se publicará mensualmente la calidad y


cantidad de acopios, y materiales que se hicieren.

Parágrafo 2. Estos estados se formarán por Director nombrado por el Jefe de Policía y
con el Visto Bueno de éste se harán públicos.

165
Art. 5.- Los servicios de dinero, o personales que hicieren los vecinos en beneficio de
esta obra, serán una recomendación de su mérito, y se tendrán presente como un
servicio público; y,

Art. 6.- Comuníquese a quien corresponda para su puntual cumplimiento.

PRESIDIOS CORRECCIONALES

A manera de antecedente debemos hacer notar que el Imperio español en la América


Colonial no implementó un sistema de castigo fundamentado en la pérdida de la
libertad, sino que se aplicaron otros medios de castigo diferentes como la muerte, los
azotes, la vergüenza pública, el destierro y las penas que afectaban el patrimonio
económico.

En el siglo XIX en Colombia surgió un nuevo sistema judicial de corte republicano


caracterizado por el uso generalizado de la cárcel como forma esencial de castigo para
el delito. Los Legisladores expresaron el interés del Gobierno por hacer del castigo un
instrumento intimidatorio y ejemplarizante, al más claro estilo Colonial, que interiorizara
en la población el supremo respeto a la Ley y la punición a quien se atreviera a
quebrantarla. La cárcel fue una institución que generó desconfianza e inquietudes en
los albores del Orden republicano y fue bastante criticada por su fragilidad,
evidenciando un defecto de la nueva administración de justicia.

Por ello, con la disolución de la Gran Colombia, en la década de 1830, se produce un


gran avance en la organización del sistema penitenciario y carcelario, cuando el nuevo
régimen neogranadino expidió una serie de Leyes tendientes a regular y organizar
los aspectos penales y penitenciarios del ordenamiento jurídico republicano, y en este
sentido, se sentaron las bases para construir toda una red carcelaria en el país. La
producción de normas por parte del Poder Legislativo relacionadas con el
ordenamiento judicial, implicaba necesariamente definir el asunto de los centros de
reclusión; cuestión que tuvo mucha importancia en los Gobiernos de Francisco Paula
de Santander y José Ignacio de Márquez.

El Estado republicano creó un sistema penitenciario dependiente del Poder Ejecutivo y


estrechamente conectado con la administración de justicia, que consistía en una serie
de distritos penales conformados por centros de reclusión diseñados para atender las
necesidades punitivas locales, cantonales y regionales. La local era la cárcel municipal
en cada poblado con categoría de Distrito municipal; la cárcel del cantón o de circuito
comprendía un conjunto de cárceles locales; y, el Presidio era el organismo de máxima
jerarquía.

166
Presidios en la Gran Colombia

Por estas circunstancias, Simón Bolívar, Presidente de Colombia, el 14 de marzo de


1828, dispone a través de Decreto Ejecutivo el establecimiento de Presidios
Correccionales de uno y otro sexo en todas las Capitales de provincia donde se hayan
establecido Jefaturas de Policía, encargando la responsabilidad de su control y
administración a la Policía. El texto del Decreto dice:

Art. 1.- En cada una de las Capitales de provincia habrá un Presidio Correccional para
el castigo de todos los varones que infrinjan las reglas de Policía, o que cometan otros
delitos que merezcan la pena de trabajos públicos.

Art. 2.- Donde quiera que sea posible según las circunstancias locales se establecerán
también casas de corrección para mujeres a las que se harán trabajar en manufacturas
y otras obras análogas a la debilidad del sexo, que produzcan alguna utilidad al
establecimiento.

Art. 3.- Los varones que se destinaren a dichos Presidios se ocuparán a ración y sin
sueldo en los trabajos que sean más convenientes para la seguridad, aseo, limpieza y
salubridad de la población, como también en los que pueden ser productivos como
algunas manufacturas, que al menos indemnicen parte de los gastos, todo a juicio del
Jefe de Policía con aprobación del Gobernador respectivo.

Art. 4.- Las rentas municipales de los cantones de las Capitales de Provincia,
contribuirán con las raciones precisas para los alimentos de los reos de uno y otro
sexo; mas a juicio del Gobierno auxiliarán al Presidio y a las casas de corrección, las
Rentas municipales de los otros cantones de la Provincia, siempre que a dichos
Presidios y Casas de Corrección se destine reos de su distrito.

167
Art. 5.- El establecimiento de Presidios no se llevarán inmediatamente a efecto donde
no haya rentas de propios para sostenerlos, pero se encarga a los Gobernadores
escojan medios para que se realicen tan pronto como sea posible.

Art. 6.- Los Presidios y Casas de Corrección estarán bajo la autoridad inmediata de los
Jefes de Policía y los súper vigilarán los Gobernadores; éstos formarán el Reglamento
para su completa organización con arreglo a las circunstancias de cada provincia, el
que será aprobado por los Intendentes respectivos.

SUPRESION DE INTENDENTES

El Libertador, el 23 de diciembre de 1828, expide un Decreto para que el territorio de la


República se divida en Prefecturas en lugar de Intendencias. Es decir, se produce un
cambio de denominación de los Jefes, que antes se llamaban Intendentes pasen a
llamarse Prefectos, y las funciones serían las mismas.

Entre las funciones de los nuevos Prefectos estaban también las atinentes a:

 Súper vigilar a la Policía en todo el territorio a su mando.


 Hacer cumplir los Reglamentos de la materia.
 Dictar medidas oportunas para que los Reglamentos se perfeccionen
asegurando tanto la tranquilidad del Estado cuanto la completa seguridad de las
personas y sus propiedades.
 Reducir a prisión o arrestar a las personas que juzgaren conveniente.
 Cuando a los reos les sigan causas deben ponerles a disposición del Juez o
Tribunal competente, dentro de tres días o máximo quince.

Por su parte los Gobernadores de las provincias tenían que cumplir con los deberes y
funciones que estaban estipuladas en las Leyes y, además, eran Jefes Superiores de
Policía en todo el distrito de su jurisdicción, gozando por lo tanto de las atribuciones
concedidas a los Jefes de Policía por los Decretos en vigencia.

En cuanto a los Jueces de Policía, que también formaban parte del Cuerpo Policial,
debían ejercer las facultades concedidas a los Jefes de Policía, por los Reglamentos
pertinentes.

SEMBLANZA DE FRANCISCO DE PAULA SANTANDER

Francisco de Paula Santander nació el 2 de abril de 1792, en Villa del Rosario de


Cúcuta. Sus padres fueron Juan Agustín Santander Colmenares, quien había sido
Gobernador de la Provincia de San Faustino de los Ríos y cultivador de cacao en sus
posesiones rurales y Manuela Antonia de Omaña Rodríguez, ambos pertenecientes a
familias Criollas descendientes de funcionarios Coloniales llegados al entonces Nuevo
Reino de Granada. Su infancia transcurrió en las haciendas de café, caña de azúcar y

168
cacao que poseía su padre, quien descendía de una antigua familia de militares y
funcionarios.

En 1805 viajó a Bogotá a estudiar en el Colegio Mayor de San Bartolomé donde obtuvo
la beca bartolina en 1805 y el grado de Bachiller en Filosofía en 1808. Al terminar sus
estudios de Derecho en la Universidad Santo Tomás, en el año 1810, le sorprende la
Guerra de Independencia.

Fue un militar y político colombiano, célebre por su participación en la emancipación


americana frente al Imperio Español. Santander participó en la guerra que se libró
contra las fuerzas centralistas en 1813. Más tarde fue uno de los principales
organizadores de la campaña de resistencia contra la Reconquista española, que dio la
libertad definitiva a la Nueva Granada. También, intervino en las concluyentes batallas
del Pantano de Vargas y de Boyacá, en 1819.

Conocido como El Hombre de las Leyes y el Organizador de la Victoria, Santander fue


Vicepresidente de la Gran Colombia en el período de 1819 a 1827; Encargado del
Poder Ejecutivo; y, Presidente de la República de la Nueva Granada entre 1832 y
1837. Santander construyó el primer sistema de educación pública de Colombia al
impulsar la creación de escuelas y universidades.

Francisco de Paula Santander

Rechazando la reelección en la Presidencia, cuando terminaba su mandato, no logró


unir a sus seguidores en torno de un solo candidato y el triunfo fue para José Ignacio
de Márquez. En este periodo Santander se quejaba de fuertes cólicos y los doctores no
encontraban razón de sus dolores. Se convirtió entonces en Senador y Presidente del
Congreso de Nueva Granada; así mismo lideró la oposición a Márquez y cuando se
preparaba para iniciar su campaña por la reelección, el mismo día de pronunciar un
discurso cayó gravemente enfermo y falleció en Bogotá, el 6 de mayo de 1840, a los
48 años de edad.

169
La autopsia reveló, además de dos heridas de bala y una de lanza, que murió a causa
de cálculos biliares, razón por la cual sentía fuertes cólicos. Al hacer su testamento,
expresó: "Ojalá hubiera querido a Dios tanto como quise a mi patria".

LEY DE ALLANAMIENTO

Francisco de Paula Santander, Vicepresidente de Colombia, en su calidad de


Encargado del Poder Ejecutivo, sancionó la Ley dictada por el Senado y la Cámara de
Representantes, el 31 de junio de 1824, referente a los casos de Allanamiento de
domicilios, exceptuando aquellas de propiedad de ciudadanos colombianos. De esta
Ley, transcribimos el artículo 1, por considerarlo de relevancia:

Art. 1.- La casa de un colombiano podrá ser allanada en los casos siguientes:

Primero.- De incendio o inundación y cuando se advierta asfixia o muerte aparente


causada por el rayo, los vapores del carbón, o de otras sustancias, y no será necesario
que se pida auxilio.

Segundo.- Cuando se oigan voces dentro de la casa que anuncien estarse cometiendo
algún delito, como robo, asesinato o violación, o estar en riesgo de perder la vida
violentamente alguna persona, o cuando sin oírse voces dentro de la casa se denuncie
por testigos haber visto personas que han asaltado o introducido en ella por medios
irregulares, o en el silencio de la noche. En estos casos no se esperará a que se
solicite directamente el auxilio.

Tercero.- Cuando un marido, padre, madre, abuelo, hermano, tío, tutor, curador u otro
individuo que tenga alguna persona bajo su inmediata inspección, reclamen la
extracción de su esposa, hijo, nieto, hermano, pupilo, sobrino o menor que han sido
robados, o seducidos, y están ocultos en alguna casa.

Cuarto.- Cuando haya de extraerse un reo contra quien se ha decretado prisión, por
causa criminal, que merezca pena capital.

Quinto.- Cuando resulte que en la casa se hacen Juntas Secretas en que se trata de
conspirar contra la República para destruir su Gobierno.

Sexto.- Cuando resulte que en la casa hay fábrica de moneda falsa o depósito de
muchas armas propias para la guerra, y que no estén en venta pública, o bienes
robados de que se esté haciendo averiguación, o efectos de comercio prohibidos, o
que siendo de los permitidos se han introducido sin guía.

Séptimo.- Cuando conforme a la Ley deba hacerse examen de los papeles y


correspondencia privada de alguna persona, tendrá lugar el allanamiento de la casa en
que conste hallarse los dichos papeles y correspondencia.

170
LEY SOBRE CORRESPONDENCIA PRIVADA

Tanto la Ley cuanto la ética y moral públicas amparan el derecho a la privacidad de los
mensajes y correspondencia privada o personal. La Ley parte de que, al menos, haya
un mínimo de confidencialidad entre quien envía y quien recibe una correspondencia,
de ahí que se produce una violación de ella cuando alguien se hace conocedor de la
información privada de otra persona sin el consentimiento de ésta.

Correspondencia privada

Pero, en la Gran Colombia, el 30 de julio de 1824, el Congreso de la República, expide


una Ley para normar los casos en que el Estado puede interceptar y examinar
correspondencia particular.

La mencionada Ley consta de seis artículos, de los cuales, el primero dice:

Art. 1.- En conformidad de lo dispuesto en el artículo 170 de la Constitución, los


papeles privados y correspondencia epistolar de los colombianos y residentes de

Colombia son inviolables, y sólo podrá examinarse, registrarse e interceptarse en los


casos siguientes:

Primero.- Cuando haya tenido lugar el allanamiento conforme al caso quinto del artículo
de la Ley de la materia.

Segundo.- Cuando de los dichos papeles, planes o cartas resulten citas que son
necesarias sean evacuadas para el descubrimiento de la verdad.

Tercero.- Todas las cartas y papeles que vengan, siendo procedentes directa o
indirectamente de países enemigos.

171
Cuarto.- Cuando éstos se dirijan de Colombia, directa o indirectamente, a los enemigos
de la República, o a personas que han dado pruebas de su desafección al sistema de
independencia del país o las que residan en territorio enemigo; y,

Quinto.- También se podrá registrar, examinar e interceptar los papeles y


correspondencia de cualquier colombiano u otra persona residente, estante, o
habitante en Colombia a quien se le justifique por dos testigos o por un documento
bastante un acto de espionaje, de traición o infidelidad a la República, o se le pruebe
por testigos singulares dos o más actos de la misma clase.

MUERTE DE SIMON BOLIVAR

Con la desmembración de la Gran Colombia, Bolívar renunció al Poder en el mes de


marzo de 1830. El Libertador, amargado y decepcionado por la ingratitud de los
hombres, resolvió viajar a Europa.

Muerte de Simón Bolívar

En espera de un barco y rodeado por la consideración de pocos de sus amigos,


permaneció tres meses en Cartagena; allí supo del asesinato de su gran amigo y
compañero de luchas, el Mariscal Antonio José de Sucre, en las montañas de
Berruecos, cerca de la población de Pasto; el inmenso dolor que le causó este crimen
afectó profundamente su salud y su espíritu. La salud de Bolívar se fue agravando y, en
busca de algún alivio, fue conducido primero a Barranquilla y luego a la Quinta San
Pedro Alejandrino, ofrecida cariñosamente por su dueño el español Joaquín de Mier.
Allí fue atendido por el médico francés Alejandro Prospero Reverand, pero su salud
siguió empeorando.

172
El Obispo de Santa Martha y párroco de Mamatoco, le administró los últimos
sacramentos. El Libertador hizo su testamento y dictó su última proclama a los
Colombianos, expresando estas palabras:

“Me separé del Mando cuando me persuadí que desconfiaban de mi


desprendimiento…..mis enemigos abusaron de vuestra credulidad y hollaron lo que me
es más sagrado: mi reputación y mi amor a la libertad. He sido víctima de mis
perseguidores, que me han conducido a las puertas del sepulcro. Yo los perdono…..no
aspiro a otra gloria que la consolidación de Colombia…..Colombianos, mis últimos
votos son por la felicidad de la Patria. Si mi muerte contribuye para que cesen los
partidos y se consolide la unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro”.

El día 17 de diciembre de 1830, a la una de la tarde, murió el Libertador Simón Bolívar.

173
“existieron dos candidatos
presidenciales:
José Joaquín de Olmedo y
Vicente Ramón Roca.
Fue elegido Roca a pesar de la
diferencia académica
e intelectual con el abogado,
político y poeta de Olmedo.
Vcente Rocafuerte a este
respecto expresó:
“se ha preferido la vara
del mercader
a la musa de Junín”

174
5
LA POLICIA EN LA REPUBLICA

ANTECEDENTES
El Ecuador nació constitucionalmente en 1830. La Constitución Política de ese año es
la partida oficial de nacimiento de la República del Ecuador, que había sido Reino de
Quito por cerca de tres siglos, Real Audiencia de Quito y Distrito del Sur de Colombia.

Acta de Nacimiento de la República

Previamente, a la elaboración de la Constitución Política de 1830, se reunieron en


Quito, acatando la convocatoria del General Prefecto del Departamento, varias
corporaciones y ciudadanos con el fin de pronunciarse a favor de una nueva forma de
Gobierno, disolviendo la Unión, existente hasta esa fecha, con la Gran Colombia.

En esta reunión se acordó una declaración que venía a constituir el Acta de nacimiento
de la República del Ecuador, contenida en los siguientes puntos:

Reunión para formular una nueva forma de Gobierno

1.- Que, en ejercicio de su Soberanía, se pronuncian por constituir un Estado Libre e


Independiente con los pueblos comprendidos en el Distrito Sur, y los más que quieran
incorporarse inmediatamente por las razones de la naturaleza y recíproca convivencia;
2.- Que, mientras se reúna la Convención del Sur, y se nombre a los altos
funcionarios, queda encargado del mando supremo, civil y militar, el Señor General
Juan José Flores, en quien deposita toda su confianza convencidos por los respectivos
testimonios que les ha dado propensión de conservar el orden y tranquilidad, por haber

175
salvado tan gloriosamente al Sur en las circunstancias tan difíciles por el acierto,
integridad y tino con que se ha conducido en la carrera de su mando, conciliándose con
su talento y virtudes el aprecio general de estos pueblos, que son los deudores de
inmensos beneficios;
3.- Que, en ejercicio del citado Poder que se le confiere, se le autoriza para que
nombre los funcionarios que estime necesarios y haga cuanto crea conducente al mejor
régimen del Estado, manteniéndose lo empleado y Leyes vigentes, con modificaciones
que sean indispensables;
4.- Que, en quince días después de haber recibido las Actas de los pueblos que deban
formar con Quito un solo Estado, convocará el Congreso Constituyente, conforme al
Reglamento de Elecciones que expedirá para el efecto;
5.- Que, si dentro de cuatro meses no se hubiere instalado la Convención, se reunirá al
pueblo para deliberar sobre sus destinos.
6.- Que, el Ecuador reconocerá siempre los eminentes servicios que ha prestado a la
causa de la libertad S.E. el Libertador, cuyas glorias, que son las de Colombia, se
conservarán entre nosotros como depósito sagrado y se transmitirán a la
posteridad para su gratitud y admiración;
7.- Que, se eleve esta Acta a S.E. el Jefe Supremo, por medio del Señor Presidente de
la Asamblea para su conocimiento que tenga a bien dirigirla a los demás
Departamentos por medio de una diputación que nombrará al efecto.

Constitución del Ecuador de 1830

La Constitución de Ecuador de 1830 fue la primera Constitución Política que sentó las
bases legales para la creación de la República del Ecuador. Fue redactada por el
Congreso Constituyente de 1830 reunido en la ciudad de Riobamba, el 14 de agosto de
1830.
La Constitución fue aprobada el 11 de septiembre de 1830 por el Congreso
Constituyente y su texto completo es el siguiente:
“23 de septiembre de 1830
EN EL NOMBRE DE DIOS, AUTOR Y LEGISLADOR DE LA SOCIEDAD
Nosotros los Representantes del Estado del Ecuador, reunidos en Congreso, con el
objeto de establecer la forma de Gobierno más conforme a la voluntad y necesidad de
los pueblos que representamos, hemos acordado la siguiente:

CONSTITUCIÓN DEL ESTADO DEL ECUADOR


Título I - Del Estado del Ecuador
Sección I - De las relaciones políticas del Estado del Ecuador
Artículo 1.- Los Departamentos del Azuay, Guayas y Quito quedan reunidos entre sí
formando un solo cuerpo independiente con el nombre de Estado del Ecuador.

176
Artículo 2.- El Estado del Ecuador se une y confedera con los demás Estados de
Colombia, para formar una sola Nación con el nombre República de Colombia.
Artículo 3.- El Estado del Ecuador concurrirá con igual representación a la formación de
un Colegio de Plenipotenciarios de todos los Estados, cuyo objeto sea establecer el
Gobierno general de la Nación y sus atribuciones, y fijar por una ley fundamental los
límites, mutuas obligaciones, derechos y relaciones nacionales de todos los Estados de
la Unión.
Artículo 4.- El Gobierno del Estado del Ecuador admitirá y establecerá relaciones con
otros gobiernos amigos de Colombia, celebrando con ellos tratados de amistad y
comercio.
Artículo 5.- Los artículos de esta carta constitucional que resultaren en oposición con el
pacto de unión y fraternidad que ha de celebrarse con los demás Estados de Colombia,
quedarán derogados para siempre.
Sección II. Del territorio del Estado del Ecuador, de su gobierno y religión.
Artículo 6.- El territorio del Estado comprende los tres departamentos del Ecuador en
los límites del antiguo Reino de Quito.
Artículo 7.- El Gobierno del Estado del Ecuador es popular, representativo, alternativo,
y responsable.
Artículo 8.- La Religión Católica, Apostólica, Romana es la Religión del Estado. Es un
deber del Gobierno en ejercicio del patronato protegerla con exclusión de cualquiera
otra.
Sección III - De los ecuatorianos, de sus deberes y derechos políticos
Artículo 9.- Son Ecuatorianos:
1. Los nacidos en el territorio y sus hijos;
2. Los naturales de los otros Estados de Colombia, avecindados en el Ecuador;
3. Los militares que estaban en servicio del Ecuador al tiempo de declararse en Estado
independiente;
4. Los extranjeros, que eran ciudadanos en la misma época;
5. Los extranjeros, que por sus servicios al país obtengan carta de naturaleza; y,
6. Los naturales, que habiéndose domiciliado en otro país, vuelvan y declaren ante la
autoridad que determine la ley, que desean recuperar su antiguo domicilio.
Artículo 10.- Los deberes de los ecuatorianos son: obedecer a las leyes y a las
autoridades; servir y defender la patria; y ser moderados y hospitalarios.
Artículo 11.- Los derechos de los ecuatorianos son: igualdad ante la Ley y opción igual
a elegir y ser elegidos para los destinos públicos teniendo las aptitudes necesarias.
Artículo 12.- Para entrar en el goce de los derechos de ciudadanía, se requiere:
1. Ser casado, o mayor de veintidós años;
2. Tener una propiedad raíz, valor libre de 300 pesos, o ejercer alguna profesión, o
industria útil, sin sujeción a otro, como sirviente doméstico, o jornalero; y,

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3. Saber leer y escribir.
Artículo 13.- Los derechos de ciudadanía se pierden por entrar al servicio de una
nación enemiga, por naturalizarse en país extranjero, y por sentencia infamante. Y se
suspenden, por deber a los fondos públicos en plazo cumplido; por causa criminal
pendiente; por interdicción judicial: por ser vago declarado, ebrio de costumbre, o
deudor fallido; y por enajenación mental.
Título II - De las Elecciones
Sección I - De las Asambleas Parroquiales
Artículo 14.- En cada parroquia habrá una asamblea parroquial cada cuatro años el día
que designe la Ley. Esta asamblea se compondrá de los sufragantes parroquiales; la
presidirá un juez de la parroquia, con asistencia del cura y tres vecinos honrados
escogidos por el juez entre los sufragantes.
Artículo 15.- La asamblea votará por los electores que correspondan al cantón.
Artículo 16.- Para ser elector se requiere:
1. Ser sufragante parroquial;
2. Haber cumplido veinticinco años;
3. Ser vecino de una de las parroquias del Cantón; y,
4. Gozar de una renta anual de doscientos pesos que provenga de bienes raíces, o del
ejercicio de alguna profesión o industria útil.
Artículo 17.- Los que tuvieren mayor número de votos, serán nombrados electores; la
suerte decidirá en igualdad de sufragios.
Sección II. De las Asambleas Electorales
Artículo 18.- La Asamblea Electoral se compone de los electores parroquiales, que se
reunirán en la capital de la provincia cada dos años, en el día señalado por la ley, con
los dos tercios, cuando menos, de los electores.
Artículo 19.- El cargo de elector dura cuatro años; las faltas por vacante o impedimento
serán suplidas con los que hayan tenido más votos en el registro de elecciones.
Artículo 20.- Las Asambleas Electorales eligen los diputados de la provincia y los
suplentes. Una Ley especial arreglará el orden y formalidades de estas elecciones.
Título III - Del Poder Legislativo
Sección I. Del Congreso
Artículo 21.- El Poder Legislativo lo ejerce el Congreso de Diputados, que serán diez
por cada departamento. Esta igualdad de representación deberá observarse mientras
pende el juicio del arbitrio designado, sobre si los tres Departamentos han de ser
representados en el Congreso según el censo de su población, o si han de concurrir
con igual representación.
Artículo 22.- Los Diputados podrán ser elegidos indistintamente siempre que
pertenezcan al Estado del Ecuador.

178
Artículo 23.- Los Diputados conservarán su representación por cuatro años; no serán
jamás responsables de las opiniones que manifiesten en el Congreso; y gozarán de
inmunidad hasta que regresen a su domicilio.
Artículo 24.- Para ser Diputado se requiere:
1. Ser ecuatoriano en ejercicio de la ciudadanía:
2. Tener treinta años de edad; y,
3. Tener una propiedad raíz, valor libre de cuatro mil pesos, o una renta de quinientos,
como producto de una profesión científica, de un empleo, o de una industria particular.
Artículo 25.- El Congreso se reunirá cada año el día 10 de septiembre, aunque no haya
sido convocado. Se renovará cada dos años por mitad; podrá comenzar sus sesiones
con los dos tercios de la totalidad de los diputados; éstas durarán treinta y cinco días,
podrán prorrogarse por quince días más.
Artículo 26.- Las atribuciones del Congreso son:
1. Decretar los gastos públicos en vista de los presupuestos que presente el Gobierno,
y velar sobre la recta inversión de las rentas públicas;
2. Establecer derechos e impuestos; y contraer deudas sobre el crédito público;
3. Crear tribunales y empleos, asignar sus dotaciones y suprimir, si conviniese,
aquellos que hayan sido creados por una Ley especial;
4. Conceder premios y recompensas personales por grandes servicios a la patria, y
decretar honores a la memoria de los grandes hombres;
5. Fijar el pie de fuerza de mar y tierra para el año siguiente, y decretar su organización
y reemplazo;
6. Decretar la guerra en vista de los informes del Gobierno, requerir a éste para que
negocie la paz, y aprobar los tratados de paz, alianza, amistad y comercio;
7. Promover la educación pública;
8. Conceder indultos cuando lo exija la conveniencia pública;
9. Elegir el lugar en que debe residir el Congreso y el Gobierno;
10. Permitir, o negar el tránsito de tropas extranjeras por el territorio o la estación de
escuadra extranjera en los puertos;
11. Formar el Código de Leyes civiles, interpretar, y derogar las establecidas, y dar los
decretos necesarios a la administración general;
12. Elegir el Presidente, y Vicepresidente del Estado, con el voto de los dos tercios de
los Diputados presentes; y admitir o rehusar la dimisión que hicieren de sus destinos; y,
13. Nombrar los Plenipotencias al Congreso General de la República.
Sección II - De la formación de las Leyes
Artículo 27.- La iniciativa de las Leyes se hará por cualquier Diputado o por el
Gobierno. El proyecto de Ley no admitido se deferirá hasta la legislatura siguiente, si
fuere admitido se discutirá conforme al reglamento.

179
Artículo 28.- Las Leyes no tienen fuerza sin la sanción del Gobierno. Si éste las
aprobare, se mandarán publicar y ejecutar; mas si hallare inconveniente para su
ejecución, las devolverá al Congreso dentro de nueve días con sus observaciones.
Artículo 29.- El Congreso examinará estas observaciones: si las hallase fundadas, se
archivará el proyecto y no podrá renovarse hasta la siguiente legislatura; y si no las
hallase fundadas, a juicio de los dos tercios de los Diputados presentes, después de
una discusión formal, se remitirá nuevamente el proyecto al Gobierno para su sanción,
que no podrá negar en este caso.
Artículo 30.- Si el Gobierno no devolviere el proyecto sancionado dentro de nueve días,
o se resistiese a sancionarlo después de observados todos los requisitos
constitucionales, el proyecto tendrá fuerza de ley, y como tal se mandará promulgar.
Artículo 31.- El Congreso, oída la acusación, que se introduzca por dos Diputados
contra el Presidente y Vicepresidente en los casos de responsabilidad, resolverá su
admisión o repulsa. Si la acusación fuere admitida, someterá a una comisión de su
seno la instrucción del proceso, reservándose el juicio y la sentencia; harán sentencia
los votos de los dos tercios de los Diputados presentes sin concurrencia de los
acusadores. Admitida la acusación, queda de hecho suspenso el acusado; en los
delitos comunes decretados, la suspensión, pasará la causa al tribunal competente.
Una Ley especial arreglará el curso y orden de estos juicios y determinará las penas.
Título IV - Del Poder Ejecutivo
Sección I - Del Jefe de Estado
Artículo 32.- El Poder Ejecutivo se ejercerá por un magistrado con el nombre de
Presidente del Estado del Ecuador: y por su muerte, dimisión, inhabilidad física o moral
o por cualquier impedimento temporal, por el Vicepresidente; y en defecto de éste, por
el Presidente del Congreso; y, si éste no estuviere reunido, por el último que ejerció en
él la presidencia. En este caso el próximo Congreso elegirá nuevo Presidente y
Vicepresidente del Estado.
Artículo 33.- Para ser Presidente o Vicepresidente se requiere:
1. Ser ecuatoriano de nacimiento. Esta disposición no excluye a los colombianos que
hubiesen estado en actual servicio del país al tiempo de declararse en Estado
independiente, y que hayan prestado al Estado del Ecuador servicios eminentes, y que
estén casados con una ecuatoriana de nacimiento, y que tengan una propiedad raíz
valor de treinta mil pesos;
2. Tener treinta años de edad; y,
3. Gozar de reputación general por su buena conducta.
Artículo 34.- El Presidente durará en sus funciones cuatro años, y no podrá ser
reelegido sino pasados dos períodos constitucionales.
Artículo 35.- Las atribuciones del Presidente del Estado son:
1. Conservar el orden interior y seguridad exterior del Estado;
2. Convocar el Congreso en el período ordinario; y extraordinariamente cuando lo exija
la salud de la patria;

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3. Sancionar las leyes y decretos del Congreso, y dar reglamentos para su ejecución;
4. Disponer de la milicia nacional para la seguridad interior, y del ejército para la
defensa del país, y mandarlo en persona con expreso consentimiento del Congreso;
5. Tomar por sí, no hallándose reunido el Congreso, las medidas necesarias, para
defender y salvar el país, en caso de invasión exterior o conmoción interior que
amenace probablemente; previa calificación del peligro, por el Consejo de Estado, bajo
su especial responsabilidad;
6. Nombrar agentes diplomáticos; y celebrar tratados de paz, amistad y comercio;
7. Nombrar y remover libremente al Ministro Secretario del Despacho;
8. Nombrar a propuesta en terna del Consejo de Estado, los Ministros de las Cortes de
Justicia, y los Obispos, las dignidades y canónigos de las catedrales, los Generales y
Coroneles: todos estos nombramientos deberán ser aprobados por el Congreso.
Nombrará por sí solo a los racioneros y medios racioneros;
9. Nombrará a propuesta del Consejo los Prefectos, Gobernadores, y el Contador
General de Rentas;
10. Proveer interinamente en el receso de las Legislaturas las vacantes de los empleos
que son de provisión del Congreso; dándole cuenta en la próxima reunión;
11. Nombrar los demás empleados civiles, militares y de hacienda;
12. Cuidar que se administre justicia por los tribunales, y que las sentencias de éstos
se cumplan y ejecuten;
13. Cuidar de la exacta recaudación e inversión de las rentas públicas;
14. Conmutar la pena capital, cuando lo exija la conveniencia pública, previo informe
del tribunal respectivo; y,
15. Suspender los empleados con acuerdo del Consejo de Estado, y consignarlos sin
demora al Tribunal competente, con los motivos y documentos de la suspensión.
Artículo 36.- La responsabilidad del Jefe del Estado se contrae en los delitos siguientes:
1. Por entrar en conciertos contra la independencia y libertad del Estado, o de cualquier
otro Estado de la República;
2. Por infringir la Constitución; atentar contra los otros poderes; impedir la reunión y
deliberaciones del Congreso; negar la sanción a las Leyes formadas
constitucionalmente; y provocar una guerra injusta: y,
3. Por abuso del Poder contra las libertades públicas, y captar votos para su elección.
Artículo 37.- El Jefe del Estado no puede salir del territorio durante el tiempo de su
administración, y un año después.
Sección II - Del Ministerio de Estado
Artículo 38.- El Ministerio de Estado se desempeñará por un Ministro Secretario: se
dividirá el despacho en dos secciones:
1. De Gobierno interior y exterior; y,

181
2. De Hacienda. El negociado de Guerra y Marina estará a cargo del Jefe de Estado
Mayor General.
Artículo 39.- El Ministro Secretario, y el Jefe de Estado Mayor General son el órgano
del Gobierno, y autorizarán todas sus órdenes y decretos, que no serán obedecidos sin
esta autorización.
Artículo 40.- El Ministro Secretario, y el Jefe de Estado Mayor General presentarán al
Congreso, en los primeros días de sus sesiones, memorias documentadas del estado
de los negocios públicos en los diferentes ramos de su administración, y podrán asistir
a las discusiones de los proyectos de Ley que presente el Gobierno, o cuando fuesen
llamados por el Congreso.
Artículo 41.- El Ministro Secretario, y el Jefe de Estado Mayor General son
responsables en los mismos casos del artículo 36: y además por soborno, concusión y
mala versación de fondos públicos. No salva esta responsabilidad la orden verbal, o por
escrito del Jefe del Estado.
Sección III - Del Consejo de Estado
Artículo 42.- Para auxiliar al Poder Ejecutivo en los diversos ramos de la administración
habrá un Consejo de Estado compuesto del Vicepresidente, del Ministro Secretario y
del Jefe de Estado Mayor General, de un Ministro de la Alta Corte de Justicia, de un
eclesiástico respetable; y de tres vecinos de reputación nombrados por el Congreso.
Por falta del Vicepresidente presidirán los Consejeros por el orden designado.
Artículo 43.- Para ser Consejero de Estado se requieren las mismas calidades que para
ser Diputado. Los Consejeros nombrados por el Congreso no pueden ser destituidos
por el Gobierno, ni suspensos sin justa causa. Los Consejeros electivos duran cuatro
años en sus funciones. Unos y otros son responsables de sus dictámenes al Congreso.
Artículo 44.- Corresponde al Consejo de Estado dar dictamen para la sanción de las
leyes; en todos los negocios graves en que fuere consultado: sobre los proyectos de
Ley que presentare el Gobierno; y llenar las demás funciones que le atribuye la
Constitución.
Título V - Del Poder Judicial
Sección I - De las Cortes de Justicia
Artículo 45.- La Justicia será administrada por una alta Corte de Justicia, por Cortes de
apelación, y por los demás tribunales que estableciere la Ley.
Artículo 46.- Para ser magistrado de la Alta Corte se requiere:
1. Tener cuarenta años; y,
2. Haber sido Ministro en alguna de las Cortes de apelación.
Artículo 47.- Para facilitar a los pueblos la administración de justicia se establecerá en
la capital de cada departamento una Corte de apelación.
Artículo 48.- Para ser magistrado de las Cortes de apelación se requiere:
1. Ser abogado en ejercicio,
2. Tener treinta años de edad; y,

182
3. Haber sido juez de primera instancia, o asesor por cuatro años; o haber ejercido con
buen crédito su profesión por seis años.
Sección II - Disposiciones generales en el orden superior
Artículo 49.- En ningún juicio habrá más de tres instancias. Los tribunales y juzgados
fundarán siempre sus sentencias.
Artículo 50.- La responsabilidad de los Ministros de la Alta Corte de Justicia se exigirá
en el Congreso: la de los Ministros de las Cortes de apelación, en la Alta Corte: la de
los Prefectos, Gobernadores y jueces, en las Cortes de apelación. Una ley especial
determinará las atribuciones, el orden y forma de las Cortes de justicia y demás
tribunales.
Título VI - De la Fuerza Armada
Artículo 51.- El destino de la fuerza armada es defender la independencia de la patria,
sostener sus Leyes y mantener el orden público. Los individuos del ejército y armada
están sujetos en sus juicios a sus peculiares ordenanzas.
Artículo 52.- La milicia nacional que no se halle en servicio no estará sujeta a las Leyes
militares, sino a las Leyes Comunes, y a sus jueces naturales. Se entenderá que se
halla en actual servicio, cuando esté pagada por el Estado, aunque algunos sirvan
gratuitamente. No será destinado sino a la defensa interior, y no saldrá a campaña sino
en el peligro del Estado.
Título VII - De la administración interior
Artículo 53.- El territorio del Estado se divide en departamentos, provincias, cantones y
parroquias. El gobierno político de cada departamento reside en un Prefecto, que es el
agente inmediato del Poder Ejecutivo. El Gobierno de cada provincia reside en un
Gobernador; cada cantón o la reunión de algunos de ellos en circuito por disposición
del Gobierno, será regido por un Corregidor; y las parroquias por Tenientes. Una Ley
especial organizará el régimen interior del Estado y designará las atribuciones de los
funcionarios. La autoridad civil y militar de los departamentos y provincias jamás estará
unida, en una sola mano.
Artículo 54.- Los Prefectos, Gobernadores y Corregidores ejercerán sus funciones por
cuatro años, y los Tenientes por dos años, pudiendo ser reelectos según su buen
comportamiento.
Artículo 55.- Habrá en la capital del Estado una Contaduría general, que revisará las
cuentas de las Contadurías departamentales. Una Ley especial designará la forma y
orden de estas Contadurías.
Artículo 56.- Habrá Concejos Municipales en las capitales de provincia. La Ley
organizará estos Concejos, designando sus atribuciones, número de sus miembros,
duración de su empleo, y la forma de su elección. Un reglamento especial formado por
el Prefecto, con acuerdo del Concejo Municipal, y aprobado por el Congreso arreglará
la policía particular de cada departamento.
Título VIII - De los derechos civiles y garantías

183
Artículo 57.- Los magistrados, jueces y empleados no pueden ser destituidos sino en
virtud de sentencia judicial: ni suspensos sino por acusación legalmente intentada.
Todo empleado es responsable de su conducta en el ejercicio de sus funciones.
Artículo 58.- Ningún ciudadano puede ser distraído de sus jueces naturales, ni juzgado
por comisión especial, ni por Ley que no sea anterior al delito. Se conserva el fuero
eclesiástico, militar y de comercio.
Artículo 59.- Nadie puede ser preso o arrestado sino por autoridad competente, a
menos que sea sorprendido cometiendo un delito, en cuyo caso cualquiera puede
conducirle a la presencia del juez. Dentro de doce horas a lo más del arresto de un
ciudadano, expedirá el juez una orden firmada, en que se expresen los motivos. El juez
que faltare a esta disposición, y el alcaide que no la reclamare, serán castigados como
reos de detención arbitraria.
Artículo 60.- A nadie se exigirá juramento en causa criminal contra sí mismo, contra su
consorte, ascendientes, descendientes y parientes dentro del cuarto grado de
consanguinidad, y segundo de afinidad.
Artículo 61.- Ninguna pena será trascendental a otro que al culpado. Queda abolida la
pena de confiscación de bienes, excepto la de comisos y multas en los casos que
determine la Ley.
Artículo 62.- Nadie puede ser privado de su propiedad, ni ésta aplicada a ningún uso
público sin su consentimiento y sin recibir justas compensaciones a juicio de buen
varón. Nadie está obligado a prestar servicios personales que no estén prescritos por
Ley. Todos pueden ejercer libremente cualquier comercio o industria que no se oponga
a las buenas costumbres.
Artículo 63.- Los militares no podrán ser alojados en casas particulares, o de
comunidad sin avenimiento de los dueños. Se prepararán conforme a las Leyes,
Cuarteles y alojamientos para oficiales y tropa que vayan en servicio en tiempo de paz
o de guerra. Queda proscrita la ley marcial.
Artículo 64.- Todo ciudadano puede expresar y publicar libremente sus pensamientos
por medio de la prensa, respetando la decencia y moral pública, y sujetándose siempre
a la responsabilidad de la Ley.
Artículo 65.- La casa de un ciudadano es un asilo inviolable, por tanto no puede ser
allanada sino en los casos precisos, y con los requisitos prevenidos por la Ley.
Artículo 66.- Todo ciudadano puede reclamar respetuosamente sus derechos ante la
autoridad pública, y representar al Congreso y al Gobierno cuando considere
conveniente, al bien general; pero ningún individuo o asociación particular podrá
abrogarse el nombre de pueblo, ni hacer peticiones en nombre del pueblo colectando
sufragios sin orden escrita de la autoridad pública. Los contraventores serán presos y
juzgados conforme a las Leyes.
Artículo 67.- Se garantiza la deuda del Estado.
Artículo 68.- Este Congreso constituyente nombra a los venerables Curas párrocos por
tutores y padres naturales de los indígenas, excitando su ministerio de caridad en favor
de esta clase inocente, abyecta y miserable.

184
Título IX - De la observancia y reforma de la Constitución
Artículo 69.- Todo funcionario prestará juramento de fidelidad a la Constitución y a las
Leyes, y de cumplir los deberes de su ministerio. No se admitirá juramento con
modificaciones. La persona que no jurase libremente la Constitución, no será reputada,
como miembro de esta sociedad.
Artículo 70.- El Presidente y Vicepresidente juran ante el Congreso; y si no estuviere
reunido, en presencia del Consejo de Estado y demás funcionarios públicos. Las
demás autoridades juran ante el Gobierno, o ante la autoridad que éste designase.
Artículo 71.- Como en la época en que se debe abrir el primer Congreso constitucional,
o los siguientes, ya estará determinada la situación y forma de la República, y
establecido el pacto de unión entre todos los Estados de Colombia; el mismo Congreso
o los siguientes declararán las alteraciones que deba sufrir esta Constitución en
conformidad de lo dispuesto en el artículo 5.
Artículo 72.- Pasados tres años, en cualquiera Legislatura se puede proponer la
reforma de alguno, o algunos artículos constitucionales: y calificada de necesaria la
reforma por el voto de los dos tercios de los Diputados presentes, después de tres
diversas discusiones, se reservará con el informe del Gobierno y demás documentos
para el próximo Congreso con encargo de ocuparse de la materia en sus primeras
sesiones. Si éste después de tres discusiones calificase de justa la reforma por el voto
de los dos tercios de los Diputados presentes, se tendrá como parte de esta
Constitución, y se pasará al Gobierno para su promulgación.
Artículo 73.- Se conservarán en su fuerza y vigor las Leyes civiles y orgánicas que
rigen al presente en la parte que no se opongan a los principios aquí sancionados, y en
cuanto contribuyan a facilitar el cumplimiento de esta Constitución.
Artículos Transitorios:
Artículo 74.- Este Congreso Constituyente nombrará por esta sola vez, y con el objeto
de establecer el sistema constitucional, todos los funcionarios públicos, cuyo
nombramiento y aprobación corresponden a los Congresos Ordinarios por la
Constitución.
Artículo 75.- Como el Congreso General de la Unión puede instalarse antes de que
abra sus sesiones la próxima Legislatura; este Congreso Constituyente nombrará los
Plenipotenciarios que deban concurrir en representación del Estado del Ecuador.
Dada en la sala de las sesiones del Congreso Constituyente en Riobamba, a 11 de
septiembre de 1830.
El Presidente del Congreso, José Fernández Salvador. El Vicepresidente del Congreso,
Nicolás Joaquín de Arteta. El Diputado por Cuenca, Ignacio Torres. El Diputado por
Cuenca, José María Landa y Ramírez. El Diputado por Cuenca, José María Borrero. El
Diputado por Cuenca, Mariano Veintimilla. El Diputado por Chimborazo, Juan Bernardo
León. El Diputado por Chimborazo, Nicolás Báscones. El Diputado por Guayaquil, José
Joaquín Olmedo. El Diputado por Guayaquil, León de Febres Cordero. El Diputado por
Guayaquil, Vicente Ramón Roca. El Diputado por Guayaquil, Francisco Marcos. El
Diputado por Loja, José María Lequerica. El Diputado por Loja, Miguel Ignacio
Valdivieso. El Diputado por Manabí, Manuel Ribadeneyra. El Diputado por Manabí.

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Miguel García Moreno. El Diputado por Manabí, Cayetano Ramírez y Fita. El Diputado
por Pichincha, Manuel Matheu. El Diputado por Pichincha, Manuel Espinoza. El
Diputado por Pichincha, Antonio Ante. Pedro Manuel Quiñones, Secretario. Pedro José
de Arteta, Secretario.
Palacio de Gobierno en Riobamba, a 23 de septiembre de 1830. Cúmplase, publíquese
y circúlese.
Dado, firmado de mi mano, sellado con el gran sello del Estado, y refrendado por el
Ministro Secretario del Despacho.
f) JUAN JOSÉ FLORES
El Ministro Secretario, Esteban Febres Cordero
El Gral. Juan José Flores, en principio fue nombrado Jefe Supremo del Gobierno, y
luego ratificado en el Poder como Primer Presidente de Ecuador, para el período 1830
– 1834, acompañado por el guayaquileño, José Joaquín de Olmedo, como
Vicepresidente. En su segundo período presidencial de 1939 – 1943, tuvo como
Vicepresidente a Francisco Aguirre y, en la tercera administración de 1843 a 1845, el
Vicepresidente fue Francisco de Marcos.

GOBIERNO DEL PRESIDENTE FLORES

Presidente Juan José Flores

PRIMER PERIODO PRESIDENCIAL


Juan José Flores Aramburu, fue un militar y político de origen venezolano. Nació el 19
de julio de 1800 en Puerto Cabello, perteneciente en esa época a la Capitanía General
de Venezuela y falleció el primero de octubre de 1864, en la Isla Puná, en Ecuador.

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Se destacó como estratega del Ejército de la Gran Colombia, habiendo alcanzado el
Grado de Coronel a los 23 años de edad. Una vez consolidada la Independencia del
Ecuador, fue designada, por el Libertador Simón Bolívar, Gobernador del Sur de la
Gran Colombia.
Llegó a ocupar los puestos más destacados en la vida militar por su heroicidad, lealtad
y talento. A los 23 años fue designado Comandante General de Pasto. En el año 1823
llegó al Ecuador en calidad de Comandante General del Ejército. Durante los años
1828 y 1829, tuvo una brillante participación en la defensa de los Derechos Humanos
del Distrito del Sur frente a las pretensiones del Perú. Contribuyó con su pericia militar
al triunfo del Mariscal Sucre sobre las Tropas peruanas en Tarqui, lo que le valió el
ascenso al Grado de General de División.
Al principio, el Presidente de la República estaba acompañado de dos Ministros: uno,
encargado de la seguridad externa e interna del país y, el otro, a cargo de la
recaudación de los impuestos, es decir, desde el inicio de la República, la Policía
estuvo presente como garante de la seguridad interna.
ACCIONES POLICIALES EN EL GOBIERNO DE FLORES
Durante sus tres administraciones presidenciales, el General Juan José Flores, se
preocupó por la Policía, a través de las siguientes acciones:
 Subsistencia de los Sistemas Administrativos de la Gran Colombia
 Los Reglamentos Particulares de Policía
 El Reglamento de Policía de Quito
 Juez de Incendios para Guayaquil
 Milicia Protectora de la Capital
 Aprobación del Reglamento de Policía de Guayaquil
 Nuevo Reglamento de Policía de Quito

SUBSISTENCIA DE LOS SISTEMAS ADMINISTRATIVOS DE LA GRAN COLOMBIA


Cabe destacarse que durante los primeros años de la República continuaba la vigencia
de muchos sistemas administrativos que fueron implementados en la corta duración
que tuvo la Gran Colombia, y que obviamente tenían influencia en la vida, conducción y
desarrollo de los pueblos. A continuación varios de estos sistemas que también tienen
vinculación con la Policía.

 Administración de la tierra, o sea, la distribución agraria para fines de población


o colonización.
 Reglamento del Trabajo y defensa del Obrerismo, señalando tiempos máximos
de labor, aranceles y salarios.
 Administración de Justicia, en primera instancia.
 Súper vigilancia general del Orden público, con la organización y sostenimiento
de la Policía.
 Control de la entrada y salida de vecinos, o sea, la inmigración y emigración.

187
 Establecimiento de servicios de salubridad y de cultura, nombrando y rentando
Médicos y Maestros.
 Cuidado de calles y caminos, dictando Ordenanzas sobre tránsito nocturno de
caballeros y esclavos de la ciudad.
 Restricción y suspensión del porte de armas a los vecinos en guarda de la
tranquilidad pública.
 Determinación en los casos de Justicia a civiles y criminales.
REGLAMENTOS PARTICULARES DE POLICIA
Los Municipios presentaron al Poder Ejecutivo varios Proyectos de Reglamento de
Policía, que fueron debatidos y aprobados por el Congreso y puesto el respectivo
ejecútese por parte del Presidente General Juan José Flores. El Decreto dice:
26 de octubre de 1832
EL CONGRESO CONSTITUCIONAL DEL ESTADO DEL ECUADOR
Considerando:
1.- Que los Reglamentos de Policía formados por los Concejos a virtud de lo dispuesto
en el artículo 56 de la Constitución, no han podido aprobarse por su tendencia a
introducir un sistema contrario a nuestras instituciones; y,
2.- Que es necesario se fijen bases para que sobre ellas se formen y eviten que la
Policía tome un carácter hostil y vejatorio, como en Guayaquil, cuyos reclamos se han
dejado oír en el Congreso.
Decreta:
Art. 1.- Los Concejos Municipales de las capitales de Departamento, formarán de
acuerdo con los Prefectos el Reglamento Particular de Policía que debe regir en cada
uno de ellos.
Art. 2.- No tendrá otra intervención la Policía que la que le atribuyen las Leyes con
respecto a la educación, comodidad, ornato y salubridad pública.
Art. 3.- La Policía queda a cargo de los Concejos Municipales, bajo su inspección y
responsabilidad.
Art. 4.- Podrán nombrar Comisarios y los dependientes que crean necesarios para el
cuidado, aseo y limpieza de las calles, plazas y fuentes públicas. Parágrafo 1. Los
Concejales podrán turnarse y desempeñar las funciones de Comisarios cuando no se
crea conveniente el nombramiento de estos empleados. Parágrafo 2. Los dependientes
de la Policía nunca estarán armados y sólo serán empleados en los objetos que
designa esta Ley.
Art. 5.- Las rentas de Policía serán las mismas que estuvieron establecidas antes de la
publicación del Reglamento de Caracas, puesto en observancia en este territorio en el
año de 1829.

188
Art. 6.- Dichas rentas se cobrarán por administradores nombrados por los Concejos a
su satisfacción y con las fianzas requeridas por las Leyes. Parágrafo 1. Los Tesoreros,
Administradores o Jefes de Policía a cuyo cargo haya corrido el manejo de los fondos,
rendirán inmediatamente sus cuentas en la Contaduría General, y en lo sucesivo, los
Concejos Municipales publicarán mensualmente el estado claro y sencillo de los
ingresos y egresos de los diferentes ramos municipales.
Art. 7.- Entre tanto se presenten los Reglamentos conforme a las bases de la presente
Ley, regirá la de 11 de mayo de 1825, en todo lo que no se oponga a la del 25 de
septiembre de 1830.
Art. 8.- Quedan abolidos los nombres de Juez de Policía, Jefe de Policía, Súper
vigilantes, Gendarmes y Celadores, y sólo subsistirán los de Comisarios y
Dependientes.
Art. 9.- Todos los empleados actuales en este Ramo, cesarán en sus funciones, en el
acto de la publicación de esta Ley, y los Concejos Municipales procederán a hacer los
nombramientos que le son peculiares y para los que están autorizados.
Art. 10.- Se derogan todas las Leyes y Decretos que se opongan a la presente.
Dado en Quito, a 26 de octubre de 1832. Firman, Salvador Ortega, Presidente del
Congreso; Mariano Miño, Secretario del Congreso. Palacio de Gobierno, en Quito, a 30
de octubre de 1832, Ejecútese. Firma, Juan José Flores.
REGLAMENTO DE POLICIA DE QUITO
El 23 de junio de 1831, el Presidente Juan José Flores, expidió el Reglamento de
Policía para Quito, en base al proyecto presentado por el Concejo Municipal de Quito,
con reformas practicadas por el Ejecutivo y que debían observarse hasta la reunión del
próximo Congreso.
Cuando fue publicado el Reglamento, el Prefecto del Departamento de Quito explicaba:
“Deseando el Gobierno contribuir a mejorar la policía del país que desgraciadamente
ha estado en un sensible desgreño ha dispuesto se observe hasta la próxima reunión
del Congreso Constitucional, el Reglamento siguiente…”

JUEZ DE INCENDIOS PARA GUAYAQUIL


El 21 de agosto de 1831, el Presidente Juan José Flores, con el fin de evitar posibles
incendios en la ciudad de Guayaquil, dictó el siguiente Decreto, del cual extraemos los
aspectos más relevantes:
21 de agosto de 1831
JUAN JOSE FLORES
Presidente de la República del Ecuador
Considerando:

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Que de la unidad de acción, del orden en el modo de prestar los auxilios necesarios en
estos casos angustiosos, depende el feliz éxito de extinguir o cortar los incendios,
como igualmente las disposiciones convenientes para precaverlos, he venido en
decretar, y

Incendio en la ciudad de Guayaquil

Decreto:
Art. 1.- El Concejo Municipal elegirá cada dos años un Juez de Incendios, dentro o
fuera de su seno, podrá ser reelecto.
Art. 2.- Este Juez dividirá la ciudad en diez o más Cuarteles que serán servicios por
jefes de Cuartel, y estos Cuarteles se subdividirán en manzanas, bajo el cargo de un
celador para cada una.
Art. 4.- Los Celadores serán nombrados por el Jefe de Cuartel y también tendrán un
suplente; todos obtendrán este cargo mientras dure su buen comportamiento, debiendo
ser vecinos de la manzana.
Art. 11.- El Jefe de Policía de acuerdo con el Concejo Municipal mandará abrir pozos a
distancias proporcionadas principiando por la calle del Congreso para lo interior de la
ciudad.
Art. 14.- Toda casa deberá tener dos cubos a cargo del dueño o arrendatario que la
ocupe, sea hombre o mujer, bajo la multa de dos pesos por falta de cada uno.

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Art. 15.- El cubo debe ser de suela de buen estado y los Celadores formarán un
registro de ellos, anotando el número, nombre del interesado y tienda o casa a que
pertenecen.
Art. 17.- Los Celadores cuidarán del buen estado de los cubos visitando sus depósitos
mensualmente y todos los demás del vecindario dando parte al Comisario de Policía de
las faltas que noten para la aplicación de la pena.
Art. 19.- Los Celadores llevarán un registro de los hombres útiles, libres o esclavos de
su manzana, para cuidar de su puntual asistencia a los incendios.
Art. 25.- El Jefe de Policía levantará dos compañías de los vecinos que no sean útiles
para otra fatiga cuya obligación será concurrir al acto de un incendio y dividirse en
patrullas por la ciudad para obligar a concurrir al fuego a todos los hombres que no lo
hiciesen espontáneamente arrestándolos en caso de emergencia.
Art. 26.- La tropa solo concurrirá a cumplir las órdenes del Prefecto o Jefe de Policía,
bajo sus respectivos Oficiales.
Art. 29.- Luego que se note el fuego, los Serenos, y todas las personas que
lo adviertan deberán gritar a fuego, recordando a todos los vecinos si fuere por la
noche, las campanas anunciarán con igual presteza, bajo la multa de veinte pesos u
ocho días de cárcel.
Art. 35.- Cuando sea necesario demoler un edificio para cortar el incendio, el Juez lo
acordará con el Jefe de Policía.
Art. 39.- El Celador de la Policía en cuya jurisdicción haya ocurrido un incendio,
investigará su origen por un sumario, aprehendiendo a los culpables para que sean
castigados por la autoridad competente.
MILICIA PROTECTORA DE LA CAPITAL
Con fecha 14 de octubre de 1831, el Presidente Juan José Flores, expide el
Reglamento Provisional para la Organización de la Milicia Protectora de la Capital. El
texto es el siguiente:
14 de octubre de 1831
JUAN JOSE FLORES
Presidente de la República del Ecuador
Decreta:
Art. 1.- La milicia protectora se divide en barrios y manzanas. El Gobierno nombra a los
Jefes de Barrios, y éstos a los Capitanes de manzanas y a un ayudante de confianza
para comunicar sus órdenes.
Art. 2.- Los Capitanes de manzanas luego que hayan sido nombrados procederán
inmediatamente a formar listas de los propietarios que vivan en las suyas y de los

191
varones desde catorce hasta cincuenta años que ejerzan algún oficio o industria, por la
cual disfruten de una renta equivalente al producto anual de una propiedad de cuatro
mil pesos. Estas listas serán presentadas inmediatamente a los Jefes de barrios, a
quienes se les confiere la facultad de calificar a los que deban o no incluirse en el
número de propietarios.
Art. 3.- Los Jefes de barrios harán comparecer ante sí a todos los alistados, bien sea
reuniéndole por medio de los Capitanes de manzanas, o bien llamándoles de uno en
uno para mejor instruirlos de la conveniencia que reportan ellos mismos con la creación
de un Cuerpo que vela por la conservación del orden público y garantiza al mismo
tiempo la seguridad de las vidas y propiedades.
Art. 4.- Los Jefes de barrios exigirán de los alistados una noticia por escrito de los
sirvientes o personas de su confianza a quienes deban alistarse bajo su
responsabilidad, y harán formar por separado listas de ellos, en las cuales se
expresarán los nombres y edad, los países de su naturaleza, los nombres de sus
padres y las señales físicas de cada uno.
Art. 5.- Los Jefes de barrios con vista de las listas de propietarios y sirvientes pedirán al
Jefe del Estado Mayor General bajo su recibo, los fusiles y municiones que sean
necesarios para armarlos, y exigirán igualmente de los propietarios recibos de los
fusiles y municiones que dieren para ellos y sus sirvientes.
Art. 6.- Los Jefes de barrios harán entender a los propietarios que el Gobierno los
constituye personalmente responsables del mal uso que hicieren de las armas, tanto
ellos como sus sirvientes y que están obligados a recomponer los fusiles que se dañen,
y a reponer los cartuchos que se pierdan o deterioren.
Art. 7.- El Jefe de Gobierno manda en persona la Milicia Protectora cuando se halla
reunida. Los Jefes de barrios dependen exclusivamente de él; las órdenes que les
comunique por conducto del Estado Mayor General, y las tramiten a los Capitanes de
manzanas a fin de que se hagan extensiva a los propietarios y sirvientes.
Art. 8.- La señal de alarma será la de un cañonazo disparado en cualquier punto de la
ciudad, o el toque de arrebato en las campanas de los templos, siempre que las
circunstancias impidan el tiro de cañón. A cualesquiera de las dos señales, los
Capitanes de manzanas procederán a reunir los individuos de las suyas en la plaza del
barrio que anticipadamente designe su Jefe, quien conducirá su Cuerpo en el mejor
orden a la plaza principal donde reside el Gobierno, más en el caso de peligro expreso,
los Jefes de barrios obrarán por sí como lo pide el interés público.
Art. 9.- Los propietarios y sirvientes que en los casos de alarma no concurran con la
debida prontitud a las plazas designadas, sufrirán los primeros una multa a juicio del
Gobierno, y los últimos serán destinados a los Cuerpos permanentes del Ejército.
Además se publicarán sus nombres en la Gaceta del Gobierno para que la opinión
pública pronuncie contra ellos el fallo que merecen los desleales a su Patria y los
cobardes que niegan sus servicios en los momentos de peligro.

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Art. 10.- La misma pena se impone a los propietarios y sirvientes que rehúsen alistarse
notificados que sean por los Capitanes de manzanas y después que los Jefes de
barrios les hayan leído el presente reglamento.
Art. 11.- Quedan exceptos de todo servicio militar en el Ejército los propietarios y
sirvientes que formen la milicia protectora. Los Jefes de barrios extenderán al efecto
bajo su firma boletas impresas y manuscritas en ella N.N: miliciano protector.
Art. 12.- El Jefe del Estado Mayor General queda encargado de hacer cumplir el
presente Reglamento.
REGLAMENTO DE POLICÍA DE GUAYAQUIL
El Congreso Constitucional expidió el siguiente Decreto para aprobar el Reglamento de
Policía de Guayaquil, el 19 de octubre de 1833, en base al proyecto elaborado por el
Concejo Municipal de Guayaquil, que fuera aceptado y promulgado por el Presidente
Juan José Flores.
19 de octubre de 1833
EL CONGRESO CONSTITUCIONAL DEL ESTADO DEL ECUADOR
Considerando:
1.- Que la falta de Policía en la provincia de Guayaquil, ocasiona abusos y desórdenes
de la más grave trascendencia; y,
2.- Que entre tanto se forme un Reglamento adaptable a los principios republicanos y
circunstancias particulares de aquel país, conviene proveer de algún remedio en una
rama tan importante de la Administración,
Resuelve:
Art. 1.- El Reglamento de Policía que trabajó el Concejo Municipal de Guayaquil el
primero de julio de 1831, y lo sometió a la aprobación del Congreso de conformidad de
lo dispuesto por el artículo 56 de la Constitución, rija provisionalmente en la provincia
de Guayaquil, bajo las modificaciones siguientes:

 Que sólo en la capital de la provincia haya empleados de Policía, cuya acción se


extienda a toda ella;
 Que el número de Celadores o individuos de las rondas que se establezcan, sea
de acuerdo con el Prefecto y Concejo Municipal;
 Que todos los gastos que se inviertan, sean con las formalidades que previene
la Ley, que detalla las que corresponde a las Juntas Administrativas, para los
fondos municipales;
 Que no sea del resorte de los empleados de Policía el conocimiento, calificación
y castigo de conspiradores, papeles sediciosos y otras materias políticas, sino
que éstas correspondan al Gobernador de la provincia y demás autoridades
designadas por las Leyes;

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 Que los peones y jornaleros no estén obligados a sacar boletas de seguridad, ni
a pagar este impuesto;
 Que no se cobren las contribuciones expresadas en las calificaciones 15 y 16
del artículo 214 del Resumen de Fondos;
 Que las asignaciones para gastos de las Oficinas de Policía se hagan por el
Concejo Municipal;
 Que para los allanamientos de casas, se observen estrictamente las
disposiciones legales comunes;
 Que se supriman los Comisarios creados por el parágrafo tres del Capítulo
primero: y,
 Que la Policía no tendrá sello particular, sino que en los asuntos de oficio use el
papel sellado del Estado, observando la Ley de la materia.
Art. 2.- Con arreglo a estas modificaciones, formará la Municipalidad de Guayaquil, de
acuerdo con la Prefectura, un nuevo Reglamento de Policía que lo presentará al
próximo Congreso.
Dado en Quito, a 19 de octubre de 1833. Firman, Francisco Marcos, Presidente del
Congreso; Guillermo Pareja, Secretario del Congreso. Palacio de Gobierno, en Quito, a
26 de octubre de 1833, Ejecútese, firma José Modesto Larrea, Vicepresidente de la
República y Víctor Félix Sanmiguel, Ministro de lo Interior.

GOBIERNO DEL PRESIDENTE VICENTE ROCAFUERTE

Presidente Vicente Rocafuerte

Vicente Rocafuerte Bejarano fue hijo de Juan Antonio Rocafuerte y de doña Josefa
Bejarano. Perteneció a una familia aristocrática del Guayaquil colonial. Nació en
Guayaquil el primero de mayo de 1783 y falleció en Lima – Perú, el 16 de mayo de

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1847. Escritor, político y diplomático ecuatoriano que ocupó la Presidencia de la
República del Ecuador desde el 31 de enero de 1835 hasta el 31 de enero de 1839.
Estudió en Colegios para nobles en Madrid y en París y abogacía en Saint-Germain-in-
Laye, cerca de Paris, Francia. Rocafuerte fue uno de los propulsores de la
Independencia de Hispanoamérica y uno de los más importantes protagonistas de los
cambios políticos dentro de la era política conocida como el Floreanismo.
RESTABLECIMIENTO DE LA POLICIA
En el Gobierno de Vicente Rocafuerte Bejarano se buscó alguna solución a los
problemas que tenía la Policía en el país y, por ello, expidió el Decreto Ejecutivo de 30
de abril de 1835, que en el fondo disponía el restablecimiento de la Policía en los
mismos términos en que se encontraba en el año 1830, y de acuerdo a lo estipulado en
el Decreto, sobre este tema, por el Libertador Simón Bolívar.

30 de abril de 1835
VICENTE ROCAFUERTE
Jefe Supremo Provisorio del Ecuador
Considerando:
1.- Que en la actual situación de los negocios públicos, es de necesidad vital arreglar la
Policía;
2.- Que el Proyecto de Decreto expedido sobre este particular por el Libertador, que
estuvo en práctica en este Departamento en el año de 1830, llena cumplidamente
todos los objetos a que por ahora debe contraerse el Gobierno.
Decreta:
Art. 1.- Se restablece la Policía al mismo estado en que estuvo en 1830, observándose
en adelante el precitado Decreto, con las modificaciones que he tenido a bien hacer.
Art. 2.- El Ministro de Estado en el Despacho del Interior queda encargado de la
ejecución de este Decreto.
Dado en Quito, a 30 de abril de 1835. f) Vicente Rocafuerte.
SUSPENSION REGLAMENTO DE POLICIA DEL LIBERTADOR
Por disposición del Cuerpo Constituyente se suspende en esta fecha, 6 de julio de
1835, la vigencia del Reglamento de Policía que había sido expedido por el Libertador y
que se encontraba, por orden del Gobierno de Vicente Rocafuerte, en pleno vigor para
el Departamento de Quito. En consecuencia, la Policía de Quito, estaría sujeta a un
Reglamento Provisional elaborado por el Concejo Municipal en el año 1831, que fuera
realizado por disposición de la Asamblea Constituyente reunida en la ciudad de
Riobamba.

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Esto significaba que la Municipalidad reasumía sus antiguas atribuciones, con la
adopción de medidas pertinentes para desarrollar su actividad y sus funciones
ubicando los recursos económicos necesarios para cumplir este objeto.
Sin embargo, esta situación fue superada unos meses después cuando se expide la
nueva Ley de Régimen Político y Económico de las provincias de la República, por la
cual se suprimían los Departamentos y se asignaban funciones a los Concejos
Municipales, contando con los fondos suficientes para sus actividades.
LEY DE REGIMEN POLITICO Y ADMINISTRATIVO
La Convención Nacional reunida en la ciudad de Ambato, el 14 de agosto del
año 1835, dictó la Ley que norma el Régimen Político y Económico de las provincias
de la República, en consideración de que era necesaria de acuerdo con la nueva
división territorial diseñada por la Constitución.
La Ley, de la cual vamos a extraer los articulados que, de una u otra forma, tiene
relación con la Policía:
Art. 1.- En cada capital de provincia residirá un magistrado con el nombre de
Gobernador y sus atribuciones serán las mismas que por las Leyes tenían los antiguos
Intendentes o Prefectos departamentales.
Art. 2.- Los Corregidores de los cantones o circuitos dependerán inmediatamente del
Gobernador de la provincia a que corresponda el cantón o circuito, y ejercerán las
mismas funciones que las Leyes designan a los Jefes Políticos o Corregidores.
Art. 4.- En las capitales de provincia, los Concejos Municipales se compondrán de
ocho Concejeros, un Alguacil Mayor, un Procurador Síndico y dos Alcaldes
Municipales.
Art. 5.- Habrá también Concejos Municipales en las cabeceras de cantón o circuito, que
el Poder Ejecutivo considere necesarios, y se compondrá de cuatro Concejeros, un
Alguacil Mayor, un Procurador Síndico y dos Alcaldes Municipales.
Art. 10.- Son atribuciones de los Concejos Municipales:
1.- Cuidar de la Policía de seguridad, salubridad, comodidad y ornato.
4.- Cuidar de los hospitales, hospicios y casas de expósitos, cárceles, casas de
corrección y reparo de los caminos, calzadas, puentes y de todas las obras públicas de
necesidad, utilidad y ornato.
16.- Nombrar los Comisarios y dependientes que considere necesarios para el cuidado
de la Policía, bajo los reglamentos que formare al efecto y obtuvieren la aprobación del
Ejecutivo.
18.- Auxiliar a los Jueces en todo lo que pertenezcan a la seguridad de las personas y
bienes de los vecinos y a la conservación del orden público.

196
REGLAMENTO DE POLICIA PARA QUITO
El Presidente Vicente Rocafuerte aprueba, el 24 de octubre de 1835, el Reglamento de
Policía elaborado por el Concejo Municipal de Quito. Por la extensión del mismo,
extraeremos los aspectos más relevantes:
24 de octubre de 1835
VICENTE ROCAFUERTE BEJARANO
Presidente de la República
Decreta:
Capítulo I: De los Empleados de Policía, su jurisdicción y Deberes
Art. 1.- El ramo de Policía está bajo la inspección del Concejo Municipal.
Art. 2.- Habrá en la capital un Jefe de Policía nombrado por el Gobierno, y un
Comisario que nombrará el Concejo Municipal, como a los demás funcionarios
subalternos de este ramo.
Art. 3.- En cada cabecera de cantón habrá un Comisario de Policía que lo será el
Corregidor.
Art. 4.- En cada parroquia, fuera de la capital, habrá un Comisario de Policía que lo
será el Teniente Pedáneo bajo las órdenes del Jefe general.
Art. 6.- Para el servicio de las aguas, habrá en la capital un Juez de aguas, un
Sobrestante para las obras públicas y un Teniente de carnicería, bajo las órdenes del
Jefe de Policía, y serán nombrados por el Concejo Municipal.
Art. 7.- Para celar el buen orden y ejecutar las órdenes de los Agentes de Policía,
habrá en la capital un piquete de gendarmes compuesto de doce hombres, dos Cabos
y un Sargento. Bajo las órdenes inmediatas del Jefe de Policía y nombrados por él.
Art. 8.- Habrá en la capital un Tesorero de Policía, a cuyo cargo estarán todas las
rentas del ramo.
Art. 9.- En cada parroquia de la capital habrá un Celador que lo será el Teniente de la
parroquia, bajo las órdenes de Jefe de Policía.
Art. 10.- Para la conservación de las aguas y el aseo de las calles, el Concejo Municipal
nombrará los Celadores que crea necesarios a propuesta del Jefe.
Art. 11.- El Jefe tendrá jurisdicción para arrestar correccionalmente por tres días, e
imponer multas que no pasen de seis pesos.
Art. 14.- Dar las licencias por escrito para las diversiones públicas.

197
Art. 15.- Está obligado a conservar la seguridad, tranquilidad, moral y orden público, y
como funcionario de Policía a reprimir los abusos de sus subalternos.
Art. 20.- Podrá arrestar por 24 horas, y poner multas que no pasen de dos pesos, a los
infractores de este Reglamento.
Art. 26.- El Comisario de Policía estará bajo las inmediatas órdenes del Jefe.
Art. 29.- Cada Celador en su parroquia cuidará del aseo, alumbrado, comodidad,
seguridad y orden de las calles que le componen.
Art. 30.- Los Celadores están facultados a arrestar a los infractores de este
Reglamento, y presentarlos al momento al Jefe para que les imponga el castigo
correspondiente.
Art. 32.- Los dependientes de Policía y Gendarmes por turno harán patrullas todas las
noches por el centro y barrios de la ciudad, en las horas, número y forma que ordenare
el Jefe.
Art. 36.- Los Gendarmes de Policía estarán siempre a las órdenes del Jefe, sin que
ninguna otra autoridad pueda disponer de ellos.
Art. 38.- Se prohíbe estrechamente a los Gendarmes el que entren en las tabernas o
ventas públicas, a no ser por orden del Jefe de Policía, o en persecución de algún
delincuente.
Capítulo II: De la Salud Pública
Art. 40.- Se prohíbe estrechamente la inhumación en las iglesias, debiendo sepultarse
los cadáveres humanos en los panteones y cementerios establecidos, bajo la multa de
200 pesos.
Art. 41.- Velará la Policía sobre que estos panteones y cementerios tengan el mayor
orden y limpieza, bajo la multa de diez pesos.
Art. 47.- Se prohíbe a todo boticario vender sin receta de médico, soliman, arsénico y
otras drogas venenosas, bajo la multa de 25 pesos.
Art. 54.- El Jefe de Policía mandará arrojar los víveres y bebidas corrompidos,
exigiendo de los tenedores la multa de dos hasta diez pesos.
Capítulo III: Del Orden Público en General
Art. 58.- Todos los habitantes deben impedir la ejecución de los delitos y aprehender a
los delincuentes infraganti.
Art. 59.- Es un deber de la Policía hacer guardar a todos reverencia y acatamiento a
los objetos sagrados de adoración y honestidad, bajo la multa de dos hasta diez pesos.
Art. 60.- Se prohíbe todo juego de envite y azar, bajo la multa del artículo anterior.

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Art. 61.- Toda reunión de personas que se dirija contra el Gobierno constituido, sus
disposiciones, sus Ministros o Agentes serán dispersados por la Policía, procediendo
inmediatamente a la aprehensión de los individuos para entregarlos a la justica
competente.
Art. 62.- Es un deber de la Policía aprehender a todo individuo que se profiera contra el
Gobierno constituido, trame alguna conspiración, o excite a ella, o ponga pasquines,
entregándole a la justicia competente con los datos que haya recogido.
Art. 63.- El Jefe de Policía aprehenderá a todos los vagos y los condenará al servicio
de las obras públicas hasta por tres meses, probada su vagancia.
Art. 64.- Se prohíbe el uso de las armas sin licencia del Gobernador de la provincia,
como son trabuco, pistolas, pistolas de faldiquera, puñales, cuchillos de punta, bajo la
multa de dos hasta cuatro pesos a más de perder las armas.
Art. 69.- Los que de propósito causen daño a los objetos de servicio y ornato público,
como casas, fuentes, acequias, puentes, faroles de alumbrado, y cualesquiera otras
obras de utilidad común, a más de reparar el daño, incurrirán en la pena de dos pesos
hasta diez, y el que no sufrirá un arresto a la cárcel a juicio del Jefe de Policía.
Art. 73.- Ninguna persona podrá vender o distribuir escritos o estampas que ofendan la
honestidad pública, bajo la multas de cinco pesos hasta veinticinco.
Art. 80.- Ninguna persona podrá comprar a los soldados sus vestidos, armas ni
municiones de guerra, bajo la pena de devolver lo que compre si existe, o de no su
valor, a más de la multa de diez pesos que le exigirá la Policía.
Capítulo VII:: De la Comodidad Urbana
Art. 104.- Las calles públicas estarán libres y expeditas para el tráfico de los vecinos a
pie y a caballo.
Art. 106.- Si por necesidad se pusieren andamios en la calle, el dueño de la obra
colocará durante toda la noche un farol que ilumine aquel puesto, bajo la multa de dos
pesos.
Art. 108.- Nadie podrá correr a caballo dentro de poblado, bajo la multa de dos hasta
seis pesos.
Art. 111.- No se quemarán fuegos artificiales sin la licencia correspondiente del Jefe,
bajo la multa de dos pesos hasta seis, y la licencia valdrá tres pesos.
Capítulo IX: Del Aseo Público
Art. 122.- Cada vecino deberá hacer barrer el frente de su casa o tienda todos los días,
bajo la multa de dos reales, si se encuentra sucia y al frente de los edificios del Estado
y de personas particulares donde no haya tiendas cuidará la Policía del aseo.
Capítulo X: Del Ornato Público

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Art. 130.- Todo vecino hará blanquear su casa y pintar sus balcones dentro de tres
meses después de publicado este Reglamento, bajo la multa de dos pesos.
Capítulo XII: De las Penas en que incurren los Funcionarios de Policía
Art. 146.- El Jefe de Policía que faltare por omisión o negligencia al desempeño de las
funciones que por este Reglamento se le encomiendan, bien sea por sí, o tolerando las
faltas de sus subalternos y dependientes será suspenso del empleo por el Gobernador
de la provincia.
Art. 147.- El Jefe de Policía que maliciosamente infrinja alguna o algunas de las
disposiciones contenidas en el Reglamento, bien sea contraviniendo manifiestamente a
ellas, o traspasando los límites de su autoridad, será suspenso del propio modo que
previene el artículo anterior y depuesto del empleo
Art. 148.- Los Agentes de Policía serán removidos de sus destinos cuando incurran en
las mismas faltas que se señalan en los artículos anteriores.
Art. 149.- Los Gendarmes de Policía que abusaren de sus facultades arrestando o
vejando a algún habitante sin las formalidades prescriptas en este Reglamento, serán
depuestos y destinados a obras públicas por tres días hasta quince.
Art. 150.- El Comisario si incurriese en las mismas faltas de los artículos anteriores será
depuesto de su destino por el Jefe con conocimiento del Concejo Municipal, y pagará
la multa de cuatro hasta diez pesos.
Art. 151.- El Tesorero de Policía que tuviese mal manejo o incurriese en las faltas de
los artículos anteriores, será suspendido y quitado en el acto por el Gobernador de la
provincia.
Capítulo XVI: Disposiciones Generales
Art. 172.- Todos los que fueren conducidos por la Policía a la cárcel deberán tener la
boleta prevenida por la Constitución.
Art. 178.- Los Gendarmes y cualquier otro Agente de Policía, pueden en todo caso
implorar el auxilio público; en su virtud, en el momento que éstos, revestidos de su
peculiar uniforme, pronuncien en alta voz “favor a la ley”, todo individuo que se halle
presente es obligado bajo las penas que señalan las leyes, a prestarles asistencia y
protegerlos.
Art. 181.- El Comisario procurará mejorar la música por cuantos medios estén a sus
alcances, formando al efecto Academia un día de cada semana.
Art. 182.- Queda abolido el juego de carnestolendas como peligroso y opuesto a las
luces del siglo; y en su lugar se subrogarán la diversión o diversiones que el Gobierno
crea convenientes.

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Art. 187.- El primero de enero de cada año, presentará el Comisario de Policía una
Memoria que comprenda todos los trabajos ejecutados en el anterior, y las reformas
que considere necesarias para el adelantamiento del ramo.

NUEVO REGLAMENTO DE POLICIA PARA QUITO: SEGUNDA Y TERCERA


PRESIDENCIA DE FLORES
El Presidente Juan José Flores, el 28 de mayo de 1842, sancionó el Reglamento de
Policía formulado por la Municipalidad de Quito. Este nuevo documento, cuya vigencia
abarca a la provincia de Pichincha, está dividido en 21 Capítulos, la mayoría de los
cuales ya constaban en el Reglamento anterior; sin embargo, transcribimos lo más
importante:
28 de mayo de 1842
JUAN JOSE FLORES
Presidente de la República
Decreta:
Capítulo I: De los Objetos de la Policía
Art. 1.- El ramo de Policía estará bajo la inmediata inspección y cuidado del Concejo
Municipal, en ejercicio de las atribuciones que le concede el artículo 10 de la Ley de 18
de agosto de 1835.
Art. 2.- Son objetos de la Policía:

 La seguridad y tranquilidad general


 La disciplina de las costumbres
 La represión de los juegos y uso de armas prohibidas, la del ocio y holgazanería
 La salubridad pública
 La limpieza de las calles
 La solidez y hermosura de los edificios
 El cuidado de las plazas, teatros, espectáculos y diversiones públicas.
 El reparo y conservación de los caminos, puentes y calzadas
 La exacta provisión de las subsistencias y reforma de los abusos que puedan
cometerse en su comercio.
 La fidelidad y uniformidad de los pesos y medidas.
 El puntual cumplimiento de las obras que conciertan los artesanos.
 La ejecución de las leyes, decretos y reglamentos concernientes a estos fines.
Art. 3.- En los negocios y causas de Policía, no hay fuero ni distinción; todos los
ecuatorianos de cualquier clase y condición, y los extranjeros estantes o habitantes,
estarán sujetos a sus preceptos y a las autoridades que dirijan este ramo de servicio
público.

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Capítulo II: De los Empleados Públicos
Art. 18.- Para cuidar del buen orden y ejecutar las disposiciones de las Agentes de
Policía, habrá en la capital un piquete de Gendarmes compuesto de un Comandante
Vice-Comisario, un Sargento, un Cabo, doce Soldados de a pie y cuatro de a caballo.
Estos individuos estarán bajo las órdenes del Comisario, por quien serán propuestos al
Concejo Municipal para que los designen, pudiendo el mismo Concejo aumentar el
número en caso necesario.
Art. 19.- En los cantones de Ambato y Latacunga habrá en cada uno un Cabo y tres
Gendarmes a las órdenes del Vice-Comisario.
Art. 21.- Si el Concejo Municipal considerase necesario emplear algunos soldados para
que sirvan de Gendarmes, lo solicitará del Gobierno por conducto de la Gobernación;
los destinados en este caso, estarán sujetos a los mismos deberes que este
Reglamento impone a los Gendarmes.
Art. 22.- El Comisario hará la distribución conveniente de los Gendarmes en el centro
de la ciudad y las parroquias urbanas, para el mejor servicio y puntual cumplimiento de
las órdenes de Policía.
Capítulo III: De las Atribuciones y Deberes del Comisario
Art. 33.- Cuidará de que los Celadores cumplan exactamente con sus deberes siendo
responsable de las faltas que cometieren, cuando éstas resulten de su descuido o
negligencia en velas sobre su conducta.
Art. 34.- El Comisario es Jefe inmediato de todos los Agentes de Policía; reprimirá los
abusos que éstos cometieren, y resolverá las quejas que se susciten contra ellos en lo
tocante al ramo, imponiéndole las penas que detalla este Reglamento. Para evitar todo
abuso, visitará el Comisario frecuentemente las parroquias urbanas, observando si hay
orden y aseo.
Capítulo IV: De los Celadores
Art. 39.- Los Tenientes Parroquiales en calidad de Celadores deben velar sobre la
exacta observancia de este Reglamento en las parroquias de su mando.
Art. 41.- Están obligados estrictamente a perseguir y aprehender a los delincuentes que
se encuentren en su parroquia, entregándolos a la autoridad competente con el
sumario respectivo.
Capítulo VI: De los demás Empleados de Policía
Art. 59.- El Comandante Vice-Comisario cumplirá puntualmente las órdenes del
Comisario, que es su Jefe inmediato, poniendo especial cuidado en que los Gendarmes
sean muy exactos en la observancia de sus deberes; se arregle su disciplina y
conserven buena moral. Será responsable de las faltas que ellos cometieren, cuando
su descuido o negligencia hubiese dado lugar a ellas. El Comandante no permitirá que

202
los Gendarmes ni otra cualquier persona exijan arbitrariamente de los indígenas y de
otro individuo, servicio personal a que no obligue la Ley.
Capítulo VII: Del Orden, Tranquilidad y Seguridad Pública
Art. 63.- Debiendo los empleados de Policía conservar el orden y tranquilidad pública,
impedirán y dispersarán, aun con la fuerza, los tumultos, riñas o alborotos que se noten
en las calles, plazas de la ciudad y sus confines. Con tales objetos concurrirán con
solicitud a donde quiera que se presente alguno de aquellos desórdenes para poner el
más pronto y oportuno remedio.
Art. 73.- La Policía cuidará diligentemente de que haya patrullas por la noche,
ocurriendo a la autoridad militar, donde haya tropa, para mantener el buen orden y
evitar todo desorden en el circuito de su cargo, y el Comisario recorrerá la ciudad
cuando lo crea conveniente. Los Gendarmes nunca están solos en esta ocupación, sin
el Comandante o un Celador, Sargento o Cabo en su cabeza.
Art. 96.- Se prohíbe el uso de camaretas y chamizas dentro de la ciudad, pena de
cuatro pesos de multa, y el que se haga tiros con armas de fuego en lo interior de las
casas o en las calles y demás lugares públicos, pena de dos pesos. Los albazos que se
acostumbran en algunas festividades de las iglesias, no se permitirán antes de las
cinco de la mañana, pena de uno a cuatro pesos.
Capítulo VIII De la Decencia Pública y Buenas Costumbres
Art. 107.- Los encargados de la Policía no permitirán que haya casas de prostitución, ni
otros lugares destinados al desenfreno y libertinaje. Los dueños o inquilinos y los
cómplices culpables serán penados con una multa de diez a cincuenta pesos. El
procedimiento de este particular será lo más breve y sumario que fuere posible.
Capítulo IX: De la Salubridad Pública
Art. 120.- Los Agentes de Policía harán conducir a los panteones o cementerios
públicos los cadáveres humanos que se encontraren en las calles o plazas después de
practicado el reconocimiento judicial.
Capítulo XIV: Del Alumbrado
Art. 171.- El alumbrado de la capital estará en lo sucesivo a cargo de la Policía, con
cuyo objeto el Comisario mandará construir el conveniente número de faroles dando un
modelo, los cuales serán distribuidos y colocados donde lo crea necesario, tomando
las medidas precautorias para que no sean rotos o robados, y se conserven con aseo.
El alumbrando en las noches que no sean de luna, empezará a las seis y media, y
durará, por lo menos, hasta las doce de la noche.
Capítulo XXI: Disposiciones Comunes
Art. 221.- La persona que ofendiere a los Gendarmes u otros Agentes de Policía en el
ejercicio de sus funciones, pagará una multa de dos reales a dos pesos.

203
Art. 227.- Quedan derogadas las disposiciones que han regido hasta la presente en
materia de Policía; y para las mejoras que la experiencia aconseja acerca de este
importante ramo, el Concejo Municipal propondrá al Gobierno las reformas que deban
hacerse en este Reglamento.
CONSTITUCION DE 1843

A finales de 1842, próximo a culminar su segundo Gobierno constitucional, Flores


creyó que su Poder estaba sólidamente consolidado en toda la República y resolvió
convocar a una nueva Convención Nacional con el propósito de anular la de 1835, en
vigencia, y dictar una nueva que se ajustara a su voluntad.

Entre enero y junio de 1843 se reunió en la ciudad de Quito una nueva Asamblea
Constituyente que, en su mayoría, estuvo integrada por personajes de su entera
confianza. Bajo la influencia dominante del General Flores, la Asamblea redactó una
nueva Carta Política, la tercera, que fue aprobada y sancionada el 31 de marzo, ante el
rechazo de un minúsculo grupo de diputados que se oponían a ella. En todo caso, el
General fue reelegido por una mayoría de votos. Al siguiente día, el primero de abril de
1843, Flores sancionó con su firma la Nueva Constitución.

La marea de la oposición no tardó en subir de tono. La Nueva Carta Magna fue llamada
“Carta de la Esclavitud”, lo que molestó al pueblo ya indignado por la reelección, por la
extensión de los períodos: 12 años los senadores, 8 el Presidente, 8 los
representantes, que les parecía eternos y, por el Presidente Flores que prácticamente
se había convertido en el dueño del país, dueño de los poderes Ejecutivo, Legislativo y
Judicial, dueño del Ejército y deseaba inclusive adueñarse del Clero.
Ante estas circunstancias, la fuerza comercial de Guayaquil recibió con desagrado la
Nueva Carta Magna y empezaron a aparecer los primeros movimientos en contra de
Flores. El 6 de marzo de 1845, se inició la Revolución Marcista, la cual concluyó con la
derrota de Flores, y prosiguió con la promulgación de la cuarta Constitución, la de
1845.

GOBIERNO DEL PRESIDENTE VICENTE RAMON ROCA

204
Presidente Vicente Ramón Roca

Vicente Ramón Roca Rodríguez nació en Guayaquil el 30 de diciembre de 1792 y


falleció en Cuenca el 12 de enero de 1858. De lo que se conoce sobre su educación se
puede afirmar que se educó en su hogar y se ignora si asistió a la secundaria. Fue un
comerciante y político ecuatoriano que asumió la Presidencia del Ecuador desde el 8
de diciembre de 1845 hasta el 15 de octubre de 1849. Fue uno de los personajes que
lideró la Revolución Marcista junto a José Joaquín de Olmedo y Diego Noboa.
Con motivo de su designación presidencial, cabe destacarse que en la Convención
Nacional reunida en Cuenca, el 3 de octubre de 1845, existieron dos candidatos
presidenciales: José Joaquín de Olmedo y Vicente Ramón Roca. Fue elegido Roca a
pesar de la diferencia académica e intelectual con el abogado, político y poeta de
Olmedo. Vicente Rocafuerte a este respecto expresó: “Se ha preferido la vara del
mercader a la musa de Junín”

NUEVO REGLAMENTO DE POLICIA PARA GUAYAQUIL


En la Presidencia de Vicente Ramón Roca se expide un Reglamento con el carácter de
urgente en virtud de que los encargados de elaborar los Proyectos de Reglamento para
sus jurisdicciones municipales tardan demasiado tiempo en preparar y remitir al
Ejecutivo para su aprobación.
DECRETO DE LA CONVENCIÓN NACIONAL 13 - ENERO - 1846
Durante este Gobierno, la Convención Nacional emite un Decreto organizando los
Ministerios de Estado y otorgándoles funciones específicas. En su artículo 2 expresa lo
siguiente:
“Al Ministro del Interior le corresponde todo lo perteneciente al gobierno político y
económico de la República, a la policía general, a la instrucción pública”. En este
Decreto constan las funciones de cada uno de los ministros de ese entonces,
otorgándole todas las facultades al Ejecutivo para emitir los decretos que sean
necesarios para su mejor organización.

205
El Decreto expedido en Cuenca, el 13 de enero de 1846, está firmado por el Presidente
de la Convención, Vicente Rocafuerte, Manuel Bustamante, Diputado Secretario y
Francisco Montalvo, Diputado Secretario; el Ejecútese tiene fecha 2 de febrero de
1846, firmado por el Presidente Vicente Ramón Roca, siendo el “Ministro General”,
José María Urbina.
Este Decreto marca un importante hecho histórico en el desarrollo de la actual Policía
Nacional del Ecuador, toda vez que es el poder ejecutivo el que toma la iniciativa,
seguramente apremiado por la situación de inseguridad que vivía nuestro país, ordena
establecer en toda la República los reglamentos de policía de orden y seguridad, “bajo
la inmediata inspección del Gobierno”, a cargo de un jefe nombrado por el Gobierno,
quien dependerá del Gobernador de la provincia, sin perjuicio de reportar directamente
al Ministro del Interior, en los casos que considere de importancia.
Del análisis de este Decreto se puede evidenciar que las funciones atribuibles a los
Celadores son netamente de carácter policial, con normas de procedimiento, de
coordinación con los juzgados para el cumplimiento de las sentencias y persecución de
los reos que se fuguen de la justicia, control de armas entre otras normas; es de
anotar que a diferencia de anteriores reglamentos de policía de provincias, en este
Cuerpo de normas se discriminan las funciones de carácter netamente policial, de
aquellas que son propias de los Municipios como el ornato, salubridad, aseo, etc.

El 24 de noviembre de 1847
VICENTE RAMON ROCA
Presidente de la República del Ecuador
Considerando:
Que es de urgente necesidad establecer en toda la República los Reglamentos de
Policía de Orden y Seguridad, bajo la inmediata inspección del Gobierno y sus agentes
para precaver los delitos que puedan cometerse, y atendiendo a que los proyectos que
deben presentar los concejos municipales sobre los ramos de Policía en general
demandan una larga y madura deliberación,
Decreta:
Art. 1º Mientras se examinan los expresados reglamentos y se ponen en observancia,
la policía de Seguridad y Orden en la provincia de Guayaquil estará a cargo de un Jefe
nombrado por el Gobierno y su residencia será en la capital de dicha provincia.
Art. 2º Este Jefe dependerá inmediatamente del Gobernador de la provincia en los
casos designados por el presente decreto sin perjuicio de dirigirse directamente al
Ministerio de lo Interior en todos los asuntos que considera de importancia, quedando

206
obligado a dar mensualmente un parte sucinto al Ministerio de todo lo ocurrido en su
provincia.
En los numerales que a continuación se observan, se le otorga a este Jefe Policial una
serie de atribuciones sobre la Policía de Orden y Seguridad relacionadas al control y
supervisión sobre las actuaciones de Comisarios y Celadores, podía incluso
incrementar este personal en las parroquias mayormente pobladas; vigilar la Seguridad
y el Orden público reprimiendo los abusos de todos los habitantes
Art. 3º Aparte de las órdenes y disposiciones que les sean comunicadas como
adicionales a este Reglamento serán sus atribuciones: realizar un trabajo de
prevención coordinando con las autoridades civiles y militares para el descubrimiento
de los delitos, y aprehensión de los delincuentes y malhechores; perseguir a los
defraudadores de las rentas públicas, a los ladrones contrabandistas deberán
remitírselos a los jueces; y, a los ladrones y asesinos de los ríos, costas y esteros,
deberán ser juzgados como piratas y entregados inmediatamente a la Comandancia
General.
En el acápite “De la Seguridad Pública” se dispone que el Jefe de Policía auxiliará al
Gobernador proveyendo a la seguridad pública por todos los medios que le dictase la
prudencia para precaver los delitos que la puedan comprometer. Los delitos a turbar y
comprometer la tranquilidad de la provincia son de conocimiento privativo de la Policía
y adoptar las medidas que corresponda, de ser necesario dispersar y aprehender
inmediatamente a quienes se reúnan para conspirar en contra del Gobierno, para tal
efecto contarán con la ayuda de las rondas de los vecinos y de la fuerza armada para
ser entregados a los jueces competentes.
Se dispone rondas y Patrullas permanentes dentro y fuera de la ciudad, si las personas
encargados de la ronda faltaren se les descontará de sus sueldos. Habrá también
otras rondas de serenos para cuidar el alumbrado y evitar robos e incendios y demás
desórdenes que se intenten por las noches en la ciudad y poblaciones sujetándose al
Reglamento particular del ramo.
La oficina del despacho para el Jefe de Policía será en una de las piezas de la Casa
Municipal que se le asignará por el Gobernador.
El Reglamento establece Procedimientos en Materia de Policía de Orden y Seguridad,
otorgando límites a las atribuciones de Celadores y Comisarios para imponer multas,
arrestos y penas correctivas en primera instancia. Cuando se procediese al arresto de
algún militar por algún delito infraganti será según su graduación y con arreglo a
ordenanza, dándose inmediatamente parte a la autoridad militar. Si se arrestare a algún
eclesiástico, será en algún convento, seminario o Casa Municipal dándose parte al
Juez eclesiástico. La fuerza militar prestará auxilio a la Policía haciéndose responsable
de cualquier dilación, omisión o indiferencia. Igualmente, toda persona debe prestar al
momento auxilio a la Policía siendo invocada por ella, y el que sin imposibilidad física
se niegue sufrirá una multa de cuatro hasta veinticinco pesos.

207
Los sospechosos, estarán bajo la especial vigilancia de la policía, por el tiempo que lo
merezcan. El Poder Ejecutivo dictará otras medidas con el mismo carácter de
provisionales conforme lo requieran las circunstancias que formarán parte de
Reglamento.
NUEVO REGLAMENTO DE POLICIA PARA EL CONCEJO MUNICIPAL DE QUITO
El Vicepresidente de la República, Manuel de Ascázubi, aprobó el 28 de febrero de
1848, el Nuevo Reglamento de Policía elaborado por el Concejo Municipal de Quito.
Reproducimos los primeros artículos que nos permitirán confirmar que el Poder
Ejecutivo, haciendo uso de las atribuciones que le otorgó el Congreso en lo atinente a
la policía, dispuso que los Concejos Municipales tengan ciertas facultades en materia
policial, - siempre bajo la dependencia de los Gobernadores - a proponer nombres para
el desempeño de funciones estrictamente policiales, una estructura organizativa y
jerárquica que conformaba un cuerpo policial que mantenía funciones tanto de carácter
policial como aquellas propias de una administración municipal, es decir, que en el
capítulo correspondiente a “Son objetos de Policía”, encontramos aspectos de salud,
ornato, aseo, etc.
Este Reglamento contiene 200 artículos, de los cuales mencionaremos los más
relevantes.
En el capítulo primero “De la Policía y de los objetos que la conciernen”, se establece
que la Policía del Cantón está a cargo de un Jefe de Policía, de un Comisario y de los
Celadores, y más empleados que designa este Reglamento.
Art. 2.- Son Objetos de la Policía

 El orden, seguridad y tranquilidad general


 La moral y salubridad pública
 La mejora y aseo de las calles, el ornato y solidez de los edificios.
 El reparo y conservación de las fuentes, jardines y alamedas del común y de
los caminos, puentes y calzadas.
 El abasto público
 La legalidad y uniformidad de las monedas, pesos y medidas.
 La vigilancia y protección de los indígenas, artesanos, criados y jornaleros.
 La ejecución de las Leyes, decretos y reglamentos concernientes a estos
objetos.
Capítulo II: De los Empleados de la Policía
Sección 1.- Del Jefe de Policía
Art. 3.- El Jefe de Policía es la autoridad inmediata de todos los agentes del ramo; y
será nombrado por el Poder Ejecutivo, a propuesta en terna del Concejo Municipal y
previo informe del Gobernador de la provincia, pudiendo ser removido por el mismo
Poder Ejecutivo, a propuesta del Concejo Municipal e informe del Gobernador.

208
Art. 4.- El Jefe de Policía depende inmediatamente del Gobernador de la provincia
y del Concejo Municipal en los negocios que a cada uno están atribuidos, pudiendo
entenderse directamente con el Ejecutivo en los asuntos importantes relativos al
Orden y Seguridad.
Art. 5.- Son obligaciones del Jefe de Policía:

 Observar y hacer observar este Reglamento


 Nombrar los Gendarmes y removerlos, con aprobación del Concejo
Municipal.
 Perseguir y aprehender a los delincuentes, poniéndolos inmediatamente a
disposición del Juez respectivo con los datos que tenga acerca del delito, sus
autores, cómplices y testigos.
Art. 9.- De las resoluciones del Jefe o Comisario en materias de Policía, no habrá
otro recurso que el de queja ante el Gobernador de la provincia, quien previo
informe del acusado, sea o no militar, decidirá como estime legal.
Art. 10.- Ninguna autoridad podrá suspender las providencias del Jefe de Policía en
materias de mera Policía, ni sacar de la prisión a las personas condenadas por él, o
alzar los trabajos a que los hubiese destinado por ese respecto, siempre que todo
esto se haya ejecutado con arreglo a lo dispuesto en este Reglamento, a juicio del
Gobernador de la provincia, y sin perjuicio del recurso de queja establecido en el
artículo anterior.
Los subsiguientes artículos tienen que ver con el nombramiento de Comisarios de
Policía a cargo del Concejo Municipal, responsables de la moral de los gendarmes
del aseo y alumbrado de las calles, y del cuidado y protección de los indígenas.
También se dispone que todo Juez Parroquial será Celador de Policía en su
respectiva parroquia y como tal le corresponde varias obligaciones, como impedir
todo desorden en la parroquia a su cargo. Castigar con multas de dos reales a un
peso a los que sin derecho alguno rompan las zanjas y vallados para abrirse paso o
transitar por sementeras o potreros. Se dispone que en esta capital a más de los
Tenientes parroquiales, habrá cuatro Celadores de Policía, dividiendo para este
efecto la ciudad en cuatro secciones, y tales Celadores desempeñarán las
obligaciones del artículo 5, y además las que se expresan en el mismo artículo 14.
Cuando las multas no puedan hacerse efectivas por la insolvencia o resistencia de
los que deben pagarlas, los Celadores los obligarán a trabajar en los caminos
públicos, aseo de calles u otra obra de utilidad común, por los días que
corresponda.
La Policía tendrá para su servicio dos Amanuenses, entre los cuales repartirá el
Jefe los trabajos de la oficina. Tendrá ocho Gendarmes, un Cabo y un Sargento
nombrados por el Jefe; y la autoridad militar, le remitirá diariamente treinta hombres
armados, los que están a las órdenes del Jefe y Comisario; en el día que hagan
este servicio llevarán en la gorra la escarapela de la Policía, a la que al salir
entregarán a los que los reemplace. Los Gendarmes y soldados de Policía, nunca
irán en comisión sin el Jefe o Comisario, Celador, Sargento o Cabo a su cabeza.

209
Parágrafo único.- El Gobierno ordenará que de la fuerza permanente, se destinen
los individuos que en calidad de Gendarmes deban hacer el servicio a la Policía,
siempre que hay tropa en la capital.
La Policía perseguirá activamente las sociedades secretas y sospechosas de
cualquier crimen, imponiendo a cada uno de sus miembros, y a los propietarios que
las toleren en sus casas, la multa de cincuenta a doscientos pesos. Los empleados
de Policía deben prestar con prontitud el auxilio que pidieren las demás autoridades,
y aun el que solicite algún ciudadano para dentro de su casa o fuera de ella, a fin de
evitar un daño particular, o para algún otro objeto que conduzcan al interés público.
La Policía cuidará diligentemente que haya patrullas por la noche para mantener el
orden, evitar los delitos y proteger a los ciudadanos.
La persona desconocida que después de las diez de la noche fuere encontrada por
las calles, será reconocida por los Agentes de Policía, y si resultare sospechosa,
será arrestada hasta que se desvanezca la sospecha.
En cuanto a la moral pública, los encargados de la Policía, no permitirán que haya
casas, ni tiendas, ni otros lugares destinados al desenfreno ni libertinaje. Los
dueños o inquilinos, y los cómplices y culpables, serán penados con la multa de
diez a cien pesos.
No se permitirá ningún espectáculo ni diversión pública sin licencia de la Policía y
conocimiento de la Gobernación, y sí obligar a los empresarios a dar una función en
beneficio de cualquiera de los establecimientos de beneficencia, a elección del
Gobernador; el producto de la función se entregará al establecimiento designado,
deducidos únicamente los gastos hechos en ella, y la cuota señalada en la tarifa
formada por el Concejo. Al concederse la licencia se designará el número de
funciones, y cada vez que se prorrogue, será con la misma calidad de dar una
función a beneficio de cualquier establecimiento público.
La Policía permitirá las corridas de toros, previo el permiso de la Gobernación,
mandando que se despunten las astas, y que se hagan las corridas en sitios
perfectamente cercados; los transgresores de esta disposición serán castigados con
la multa de tres a diez pesos, a más de resarcir el daño causado.
En las disposiciones generales de este Reglamento consta que la persona que
ofendiere a los Agentes de Policía en el ejercicio de sus funciones, pagará la multa
de dos reales a dos pesos.
Finalmente, el Art. 200 deroga todos los Reglamentos y disposiciones que han
regido antes en materia de Policía.
GOBIERNO DEL PRESIDENTE DIEGO NOBOA

210
Presidente Diego Noboa

Diego Noboa nació en Guayaquil el 15 de abril de 1789, fue uno de los líderes de la
Revolución Marcista (por haberse realizado en el mes de marzo) junto a José
Joaquín de Olmedo y Vicente Ramón Roca, que derrotaron al General Juan José
Flores.
Su ejercicio Presidencial fue relativamente corto, del 10 de junio de 1850 hasta el 12
de septiembre de 1851. Antes fue Senador en varias ocasiones y presidió el
Senado en el año 1839. En su Gobierno, se promulgó la Quinta Carta Política,
inspirada en un Proyecto elaborado por su sobrino Pedro Carbo y Noboa.
Posteriormente el General Urbina le acusó de haber comprometido la integridad
nacional y se proclamó, apoyado por la Guarnición de Guayaquil, Jefe Supremo de
la República, el 19 de julio de 1851 y, de esa manera, terminó el Gobierno de Diego
Noboa.
Cuando viajaba a Guayaquil, no alcanzó a llegar a la ciudad por cuanto le apresaron
en un pequeño barco en que había zarpado desde Babahoyo y lo llevaron sin
contemplaciones a un Buque norteamericano que lo dejó en Callao, Perú. Cuatro
años más tarde regresó del destierro, pero nunca más volvió a la política. Murió a
los 83 años de edad.
LEY QUE PROHIBE LOS DUELOS Y DESAFIOS
Durante la administración muy corta del Presidente Diego Noboa y Arteta se
registran algunas acciones en relación al Orden y Seguridad.
El Decreto expedido el 26 de junio de 1851 por la Convención Nacional de la
República del Ecuador, en consideración a que en el Código Penal no se
encontraba expresamente determinada la prohibición de los duelos y, ante el
reclamo de varias autoridades por este vacío legal, el legislador de la época
establece:

211
“Que la persona sea civil, militar o eclesiástico que desafiare a pelear a otra, sea
por escrito o de palabra, con cualquier arma, se le impondrá como sanción la
pérdida del cargo público y la inhabilidad por espacio de ocho años; y, si el
desafiante no fuera empleado, sufrirá la pena de seis años de prisión o dos mil
pesos de multa. Igual pena tendrán los cómplices. En estas causas queda abolido
todo Fuero”.

NUEVA LEY DE REGIMEN POLITICO Y ECONOMICO DE PROVINCIAS


La Convención Nacional de la República del Ecuador, el 5 de julio de 1851, emitió la
siguiente Ley, en reemplazo de la Ley del 23 de enero de 1846, mediante la cual se
establece que en la capital de cada provincia residirá un Magistrado con el nombre
de Gobernador, como agente natural e inmediato del Poder Ejecutivo y durará en
sus funciones el mismo período que el Presidente de la República.
El Art. 3 textualmente expresa lo siguiente: “En todo lo perteneciente al Orden y
Seguridad de la provincia y a su Gobierno político y económico, los Gobernadores
son Jefes superiores de ella, y les están subordinados todos los funcionarios
públicos, corporaciones y personas de cualquier clase y denominación que sean,
así civiles como militares y eclesiásticos; exceptuando en la capital de la República
las autoridades supremas de las que dependen los expresados Gobernadores.”

Corresponde a los Gobernadores:

 Cuidar de la tranquilidad, del buen orden y de la seguridad de las personas y


bienes de los ciudadanos de la provincia;

212
 Velar y promover la observancia de la Constitución, Leyes, decretos y
órdenes del Poder Ejecutivo;
 El cumplimiento y ejecución de las sentencias de los Tribunales y Juzgados;
 Nombrar, a propuesta en terna de la Municipalidad del cantón capital de la
provincia, al Comisario de Policía en la cabecera del mismo cantón;.
 Imponer y hacer efectivas las penas señaladas por las Leyes de Policía y
bandos de Buen Gobierno, para lo que procederá una diligencia breve y
sumaria en que conste el hecho por el que se imponga la corrección. La
providencia del Gobernador en este caso se hará saber la pena antes de
ejecutarla; y,
 Exigir el auxilio de la fuerza armada que necesiten para conservar o
restablecer la tranquilidad pública de la provincia, para proteger la seguridad
y los bienes de sus habitantes, para impedir o perseguir los delitos, y para
ejecutar todas las providencias que sean de su resorte. Los Jefes militares de
la plaza concederán dicho auxilio sin examen ni reparo alguno.
Cada cantón será regido por un Jefe Político, que es el Agente natural e inmediato
del Gobernador, y será nombrado por el Poder Ejecutivo, quien podrá suspenderlo
con causa. Su duración es la de cuatro años, pudiendo ser reelegido y para entrar
en posesión del destino, prestará el juramento correspondiente ante el Gobernador.
En todo lo perteneciente al Orden y Seguridad del cantón y a su gobierno político y
económico, los Jefes Políticos son Jefes de él y les están subordinados los
funcionarios públicos de cualquier clase y condición que sean, excepto aquellos que
en la capital de la provincia dependen inmediatamente de la Gobernación, los
cuales solo están sometidos al Jefe Político en cuanto al buen orden y policía del
cantón.
Son atribuciones de los Jefes Políticos:

 Nombrar, previa propuesta en terna de la Municipalidad, los individuos que,


fuera del Comisario, deban nombrarse para los destinos de Policía del
cantón.
 Cuidar del estricto cumplimiento del Reglamento de Policía.
 Mandar aprehender a los delincuentes que hayan en el territorio de su mando
y entregarlos a la autoridad competente.
En cada parroquia y sus anexos habrá uno o más Tenientes Parroquiales a juicio de
la Asamblea Cantonal. Los Tenientes Parroquiales son Agentes inmediatos de los
Jefes Políticos, a quienes estarán subordinados en lo político.
Deben promover el orden y la tranquilidad, la decencia y la moral pública, ciuidando
de la observancia de la Constitución, de las Leyes y demás órdenes superiores que
les comunique el Jefe Político.
En cuanto a las Municipalidades o Concejos Municipales se les otorga la atribución
de “Formar el Reglamento de Policía que debe regir en el cantón, y remitirlo al

213
Poder Ejecutivo, para su aprobación, por conducto y con informe del Gobernador
respectivo”
GOBIERNO DEL GENERAL URBINA

General José María Urbina

El General José María Urbina Viteri, nació en Pillaro, provincia de Tungurahua, el 19


de marzo de 1804 y falleció el 4 de septiembre de 1891. Muy joven, a los catorce
años de edad, ingresó en la Escuela Náutica y participó en las últimas luchas
emancipadoras.
Cuando el Presidente de la República, Diego Noboa, se dirigía a Guayaquil en una
pequeña barcaza, fue tomado preso por el General Francisco Robles, quien cumplía
órdenes de Urbina, y enviado al destierro en el Perú. De inmediato, el General
Urbina, apoyado por Destacamentos Militares, se declaró Jefe Supremo, función
que desempeñó desde el 14 de septiembre de 1850 hasta el 16 de julio de 1852.
Posteriormente manipuló las elecciones y fue elegido Presidente de la República
para el cuadrienio desde el 17 de julio de 1852 hasta el 31 de julio de 1856. En su
Gobierno se expidió el Decreto sobre la Abolición de la Esclavitud.
La Esclavitud en el Ecuador se mantuvo hasta el 25 de julio de 1851, día en que el
Jefe Supremo del Ecuador, General José María Urbina, en la Casa de Gobierno de
Guayaquil, expidiera uno de los Decretos de mayor contenido humano y proyección
social dentro de la evolución jurídica ecuatoriana: La Abolición de la Esclavitud.
NUEVO REGLAMENTO DE POLICIA PARA EL CANTON QUITO
En la Presidencia del General José María Urbina Viteri, en materia policial
encontramos algunas acciones, una de ellas es el Reglamento de Policía para el

214
cantón Quito, de 18 de diciembre de 1854, cuyo proyecto fue elaborado por el
Concejo Municipal y aprobado por el Ejecutivo a través del correspondiente
Decreto.
Este nuevo Reglamento de doscientos artículos establece que la Policía del cantón
está a cargo de un Jefe de Policía, dos Comisarios, Celadores y demás empleados
que designa este Reglamento. Que los empleados de Policía serán: El Jefe de
Policía como autoridad inmediata de todos los agentes del ramo y será nombrado
por el Poder Ejecutivo; a su vez, este funcionario dependerá del Gobernador de la
provincia, debiendo entenderse en asuntos relativos al Orden y Seguridad
directamente con el Ejecutivo
Entre las obligaciones del Jefe de Policía consta el velar porque los empleados de
Policía cumplan con sus deberes y reprimir sus abusos; nombrar y remover los
gendarmes.
A los Comisarios de Policía se les responsabiliza de la moral de los Gendarmes, del
aseo y alumbrado de las calles y del cuidado y protección de los indígenas.
Todo Juez parroquial es Celador de Policía en su respectiva parroquia, y como tal le
corresponde las obligaciones, entre otras, impedir todo desorden en la parroquia
de su cargo. Como empleados de Policía se tendrá también a los amanuenses.
Para el cuidado del Orden, Seguridad y tranquilidad general la Policía cuidará
diligentemente de que haya patrullas por la noche para mantener el orden, evitar los
delitos y proteger a los ciudadanos.
Para la mejora y aseo de las calles, ornato y solidez de los edificios, se dictan
algunas normas que prohíben soltar voladores o cohetes, correr a caballo o
amansar bestias en las calles; se obliga a colocar un farol en la parte exterior de las
casas desde las seis hasta las once de la noche. Los portales y edificios públicos
serán alumbrados por cuenta de la Policía con el producto de la contribución que
para este objeto seguirán pagando la masa decimal las cajoneras, tenderos,
estanquilleros, Casa de Moneda, Conventos, Monasterios y Casa de Educación.
GENDARMERIA DEDICADA A LOS OBJETIVOS DE LA POLICIA
En razón a las frecuentes convulsiones políticas de la época, se llegó a intentar la
disgregación de los Estados que componían la nación ecuatoriana, y que la Policía
de cada uno de estos fuese utilizada para fines localistas, distintos de lo que en
verdad le correspondía, por ello el Congreso Nacional dictó el correspondiente
Decreto, el 28 de noviembre de 1857.
Actualmente encontramos que este tipo de organización policial basada en los
principios de la Gendarmería existe en varios países, aunque en algunos casos,
llevan otros nombres, como por ejemplo: Gendarmería Nacional de Francia,
Guardia Civil Española, Gendarmería Nacional Argentina, Policía Militar de Brasil,
Carabinieri de Italia, Carabineros de Chile, Guardia Nacional de Venezuela, Policía

215
Montada de Canadá, Guarda Nacional Republicana de Portugal, Gendarmería de la
ciudad del Vaticano, etc.
28 de noviembre de 1857
EL SENADO Y LA CAMARA DE REPRESENTANTES DEL ECUADOR
Considerando:
Que el servicio de policía exige que los Gendarmes se ocupen, exclusivamente, en el
cumplimiento de las disposiciones convenientes a la conservación del orden público, de
la moral y más objetivos importantes,
Decreta:
Artículo Único.- La Gendarmería de la Capital se consagrará únicamente a los objetivos
de Policía, sin que pueda ser distraída a otros servicios militares, excepto en los casos
de urgente necesidad.
Comuníquese al Poder Ejecutivo para su publicación y cumplimiento. Dado en Quito,
Capital de la República, a 28 de noviembre de 1857. Firman, Manuel Bustamante,
Presidente del Senado; Pablo Guevara, Presidente de la Cámara de Representantes.
Palacio de Gobierno, en Quito, a 5 de enero de 1857, Ejecútese. Firma, Marcos Espinel
y Gabriel Urbina, Ministro de Guerra y Marina.
MEDIDAS PREVENTIVAS ANTE MANIFESTACIONES POPULARES
El año 1852, el país se encontraba políticamente convulsionado por molestias con el
desenvolvimiento de la administración pública bajo la Jefatura Suprema del General
José María Urbina, con la presencia constante de manifestaciones populares,
particularmente en la ciudad de Quito.
Ante estas circunstancias el Gobernador de la provincia de Pichincha, Francisco
Montalvo, dicta un Decreto, con fecha 1 de mayo de 1852, prohibiendo transitar a las
personas de cualquier clase o condición después de las ocho de la noche, y por las
calles inmediatas a los Cuarteles desde las seis. Se exceptúan de esta condición los
individuos que pertenecen a la fuerza armada siempre que estén alistados en los
Cuerpos que la forman.
Los que infringieren el presente Decreto serán en el acto reducidos a prisión y sufrirán
la multa de 25 a 500 pesos que será exigida por los Agentes de Policía.

216
Manifestaciones Populares

Con posterioridad a este Decreto, el 6 de octubre del mismo año, el señor Antonio
Cevallos, a la sazón Gobernador de la provincia de Pichincha, dicta otro Decreto similar
al anterior, que prohíbe propagar rumores que tiendan a perturbar la tranquilidad
pública, quienes así actúen serán en el acto reducidos a prisión y juzgados como reos
de rebelión y sedición.
Las reuniones de más de tres personas en las calles o en cualquier otro lugar público
se considerarán como verdaderos tumultos, serán disipados por la fuerza y castigados
los individuos que las compongan en la forma dispuesta en el artículo anterior.
Todo individuo que fuere encontrado después de las ocho de la noche, será conducido
a uno de los Cuarteles de la capital, para sea considerado como indiciado en el crimen
de conspiración.

DISTRIBUCION DE LOS SERVICIOS POLICIALES EN CUENCA


En vista de que el Gobierno dispuso que la Guarnición de la Plaza de Cuenca
debía ausentarse de la ciudad, el Gobernador de la provincia, José Manuel Rodríguez
Lara, dictó un Decreto el 11 de febrero de 1854, siendo Presidente de la República el
General Urbina, considerando que la Gobernación reconoce como uno de sus más
altos y principales deberes, cuidar de la tranquilidad, del buen orden y de la seguridad
de las personas y bienes de los habitantes de la provincia; el clamor público por los
males que causan al país los asesinos, a quienes no ha podido aún aprehender la
mano de la Ley, los reos prófugos, los condenados a penas judiciales, los ladrones,
vagos, desertores y otros criminales que ofenden en diferentes sentidos a la moral
pública; y, que corresponde a las autoridades políticas y judiciales tomar
inmediatamente contra tales malhechores las providencias que estén en sus
facultades, para que les persiga, aprehenda y castigue, valiéndose del auxilio de

217
cualquier fuerza pública, y aun de la cooperación de los Distritos circunvecinos, ordena
que la ciudad de Cuenca, capital de la provincia de este nombre, se divida en cuatro
Cuarteles centrales, que llevarán la denominación numérica que les corresponde, así:
El Cuartel No. 1 se compone de la extensión que hay desde la calle de la
Independencia hasta la de Ayacucho, sobre la longitud que existe desde el río
Matadero hasta los límites de la parroquia de Sinincay;
El Cuartel No. 2 se forma de la extensión que hay desde la citada calle de Ayacucho
hasta la de Boyacá, sobre la misma longitud;
El Cuartel No. 3 comprende la extensión que hay desde la referida calle de Boyacá
hasta la de Pichincha, sobre la propia longitud; y,
El Cuartel No. 4 abraza la extensión que existe entre la mencionada calle de Pichincha
y la de la Libertad, sobre la misma longitud.
El Cuartel No. 1 está al cargo, cuidado y responsabilidad de los Tenientes Parroquiales,
ciudadanos Juan Merchán e Ignacio Tapia; el Cuartel No. 2 corre al cuidado, cargo y
responsabilidad de los Tenientes, ciudadanos Manuel Vivas y Manuel Paredes; el
Cuartel No. 3 está al cuidado, cargo y responsabilidad de los Tenientes, ciudadanos
Patricio Márquez y Prudencio Velasco; y en fin, el Cuartel No. 4 corre al cuidado, cargo
y responsabilidad de los Tenientes, ciudadanos Manuel Neyra y Andrés Ordóñez.
Parágrafo Único.- Por la autoridad competente se aumentará el número de los
Celadores de Policía en cada Cuartel.
En consecuencia les corresponde velar y cuidar con todo celo de la Policía de
Salubridad y Ornato Públicos, y con más especialidad de la Policía de Seguridad de las
personas y bienes de los habitantes, persiguiendo y aprehendiendo a los asesinos,
ladrones, reos prófugos, condenados a penas judiciales, vagos, desertores y otros
criminales que ofenden a la moral pública y presentando a estos malhechores ante la
Gobernación o Comisaría de Policía, para que se les dé el destino que prescriben la
Ley u órdenes superiores.
Los cómplices, auxiliadores o encubridores de los malhechores serán irremisiblemente
castigados con arreglo al Código Penal.
Todo parroquiano, que se negare a prestar el auxilio que soliciten los Agentes de
Policía para la captura de algún criminal o para contener algún exceso, será condenado
a trabajar en obras públicas, o a pagar una pena pecuniaria, conforme al Reglamento
de Policía.
El Comisario de Policía, bajo la inmediata inspección y dependencia del Gobernador de
la provincia y del Ilustre Concejo Municipal de este cantón, ejercerá una vigilancia
general sobre los Cuarteles de la ciudad, sirviéndose para ello de la Gendarmería y
otros auxilios legales.

218
Para que la Gendarmería preste cumplidamente los servicios a que está destinada, se
halla desde este acto armada y municionada por el Poder público y en forma
competente.
Todas las autoridades dependientes de esta Gobernación en el orden político y
gubernativo, quedan encargadas de la ejecución del presente Decreto.
Posteriormente, a manera de complemento del Decreto que antecede, el Gobernador
dicta otro, el 21 de febrero de 1854, relativo a la conformación de Patrullas, en el que
se dispone que en cada uno de los cuatro Cuarteles en que se halla dividida esta
ciudad para el mejor servicio de la Policía, habrá todas las noches una Patrulla
competente, que será mandada por un Teniente principal y un suplente, por turno.
Los Tenientes que han de comandar las Patrullas respectivas, serán los que nombren
los vecinos de que deben formarse. Los Jefes de cada Patrulla recibirán órdenes e
instrucciones de la Gobernación antes de iniciar sus funciones, y darán parte a la
misma Gobernación de todas las ocurrencias que hubiesen tenido lugar.
GOBIERNO DEL PRESIDENTE GARCIA MORENO – PRIMER PERIÓDO

Presidente Gabriel García Moreno

Gabriel García Moreno nació en la ciudad de Guayaquil el 24 de diciembre del año


1821 y falleció en Quito, el 6 de agosto de 1875, en el seno de una familia aristocrática
de propietarios latifundistas. Los estudios superiores los realizó en la Universidad de
Quito, en donde obtuvo su doctorado en jurisprudencia.
En agosto de 1875, casi al final de su período presidencial, convocó a elecciones, tal
como lo estipula la Constitución vigente. García Moreno volvió a ganar la Presidencia y
debía asumir el Poder el 30 de agosto de ese año. Sin embargo, por los designios del
destino, cayó asesinado el 6 de agosto de 1875, frente al Palacio Presidencial.
LEY DE REGIMEN MUNICIPAL

219
En las Presidencias de Gabriel García Moreno, en lo que se refiere a la Policía,
auspició la expedición de varios Decretos y Resoluciones, destacándose quizá la más
importante de su administración la Organización de la Policía de Seguridad.
El 13 de junio de 1861, la Convención Nacional expide la Ley de Régimen Municipal,
de la cual se recogen aquellos aspectos de mayor interés:
Todos los que residan en una provincia, cantón o parroquia, y los que tienen en ella sus
propiedades, forman el común de la provincia, cantón o parroquia a que pertenecen.
Para la organización municipal, el territorio de la República se divide en provincias,
cantones y parroquias. La administración municipal comprende todo lo que concierne a
las funciones de los empleados del común y al manejo de sus intereses.
La administración de cada común estará a cargo de una Corporación municipal.
El Gobernador en la provincia, el Jefe político en el cantón y el Teniente Político en la
parroquia, son los encargados de la sanción, promulgación y ejecución de los
acuerdos que conforme a la Constitución y las Leyes dicten las Corporaciones
municipales; y en el ejercicio de tales funciones se considerarán como empleados
municipales.
Se crean las Juntas Provinciales que se compondrán de nueve individuos elegidos el
primero de enero por el sufragio de los Concejos cantonales.
La Junta provincial tiene como atribuciones: Aprobar y reformar los Reglamentos de
Policía de los cantones. Los Concejos Cantonales cuya población exceda de treinta mil
habitantes, se compondrán de nueve Concejales, y de cinco los Concejos de los demás
cantones. Son atribuciones de los Concejos todo lo relativo a la Policía, muy
especialmente al aseo, ornato y la salubridad.
La construcción y aseo de los cementerios, costeados de las rentas del cantón, y la
Policía e inspección de los demás.
A los Concejos parroquiales se les otorga las funciones de cuidar del aseo y limpieza
de las calles, plazas y mercados; de la calidad de los alimentos; del pronto
establecimiento de cárceles; de la provisión de agua potable y de lo que concierne al
orden, ornato y salubridad de la parroquia.
Los Actos de las Corporaciones Municipales que deban tener fuerza obligatoria en el
común, se denominarán acuerdos u ordenanzas.
Finalmente se establecen los bienes y rentas municipales, como los impuestos sobre
casas, comercio, pesas y medidas, teatros, casas de juego, aguas, matanzas de reses,
patentes y multas.
NUEVA LEY DE REGIMEN MUNICIPAL
En virtud de que en la aplicación de la Ley de Régimen Municipal aprobada por la
Convención Nacional, el 13 de junio de 1861, se presentaron varios problemas en la

220
práctica, por un lado, y por otro, en acatamiento a lo dispuesto en el artículo 96 de la
Constitución, que dispone debe existir Municipalidades cantonales y parroquiales,
cuyas atribuciones, en lo concerniente a la Policía, educación e instrucción de los
habitantes que viven en sus localidades, sus mejoras materiales y funciones a que
deben contraerse, el 22 de octubre de 1863, el Congreso de la República expide un
nuevo Decreto para la Nueva Ley de Régimen Municipal, en el cual se establece que
todos los Municipios o Comunes comprendidos en el coto o demarcación que la misma
Ley llama cantón, constituyen un Municipio o Común Cantonal; y todos los Municipios o
Comunes Cantonales comprendidos en el coto o demarcación que la misma Ley llama
provincia, constituyen un Municipio o Común Provincial.
Las autoridades del Régimen Municipal estarán a cargo, en lo que a cada cual
corresponda según las disposiciones de esta ley, de las Municipalidades Parroquiales,
de las Municipalidades Cantonales, de las Municipalidades Provinciales, de los
Tenientes Políticos, de los Jefes Políticos y de los Gobernadores.
Las Municipalidades Parroquiales, Cantonales y Provinciales tendrán concejales,
quienes intervendrán en la elaboración de proyectos de reglamento de policía y el
procedimiento para su discusión y aprobación; seguidamente lo pasarán al Gobernador
de la provincia a fin de que le de fuerza obligatoria.
Art. 104.- Los objetos de la Policía Especial y, por consiguiente, los únicos que deben
comprender los Reglamentos Municipales son los siguientes:

 El orden público del Municipio Cantonal, comprendiéndose lo que convenga


acerca de reuniones o maquinaciones ilegales, los tumultos y alborotos
populares y el uso de armas prohibidas y municiones.
 La seguridad y el orden doméstico, o sea el auxilio que deba prestar la Policía a
la potestad doméstica.
 Lo relativo a sirvientes, aprendices y jornaleros, procurando destruir o impedir la
vagancia.
 Todo lo perteneciente a la seguridad personal, como la represión y castigo de
las provocaciones, duelos y amenazas, ultrajes o injurias, riñas y heridas.
 Lo que mira a la seguridad de la propiedad como hurtos, robos y estafas, daños
ejecutados en las propiedades y la toma y ocupación de cosas ajenas en que se
hiciere uso de la fuerza sin ánimo de robar.
 Lo que corresponde a la propiedad e industria rurales, como hatos y pastos
comunes, mantenimiento y cuidado de animales, seguridad de sementeras, caza
y pesca, quemas de pajonales, tráfico de bestias y ganado, en los casos no
previstos por las Leyes.
 Lo que tienda a proteger y facilitar el comercio interior; los monopolios de
víveres; el arreglo de expendios y mercados, y la circulación de moneda, y el
uso de pesas y medidas.
 La conservación del uso común, libertad y seguridad, comodidad y ornato de las
vías públicas.
 La salubridad y, por consiguiente, lo relativo a venta de medicamentos
peligrosos, a las epidemias, contagios e infecciones, el aseo de las casas,

221
plazas, plazuelas y calles; a la vacunación y a la inhumación y exhumación de
cadáveres.
 Lo que concierna a la beneficencia y moralidad, como niños abandonados y
adolescentes sin domicilio, indigencia y mendicidad; locos o dementes; y
vagancia, decencia pública y buenas costumbres.
 Los puentes y acueductos púbicos, su uso, conservación y aseo; los daños en
obras o establecimientos públicos.
 Los espectáculos, diversiones y juegos públicos y las rifas, casas y sitios de
juego; y,
 Todo lo relativo a los procedimientos de Policía en lo administrativo y
económico.
Art. 107.- Como medida de Policía, pueden ser obligados los dueños de casa en los
poblados al alumbrado en las noches oscuras.
Art. 108.- La Gendarmería podrá componerse de individuos de la fuerza armada
terrestre, para lo cual se pondrán las Municipalidades Cantonales de las provincia de
Quito, Guayaquil y Cuenca de acuerdo con los Comandantes Generales, y las de las
otras provincias con los Comandantes Militares, o de individuos de las Guardias
Nacionales, a cuyo efecto las Municipalidades se pondrán de acuerdo con los primeros
Jefes.
En la Constitución de la República del Ecuador de 1861, decretada por la Convención
Nacional, se le otorga al Poder Ejecutivo la atribución y deber de: “Conservar el Orden
interior y la Seguridad exterior de la República”. En el Título del Régimen Administrativo
Título IX, del Régimen Administrativo Interior, en el artículo 95 se dispone: “En cada
provincia habrá un Gobernador que será el agente inmediato del Poder Ejecutivo, en
cada cantón un Jefe Político y en cada parroquia un Teniente: la Ley determinará sus
atribuciones.”

El Art. 96 dispone que habrá Municipalidades provinciales, cantonales y parroquiales.


La ley determinará sus atribuciones en todo lo concerniente a la policía,
educación e instrucción de los habitantes de su localidad, sus mejoras materiales,
recaudación, manejo e inversión de las rentas municipales, fomento de
establecimientos públicos y demás objetos y funciones que deban contraerse.

DECRETO CONCEDIENDO FACULTADES EXTRAORDINARIAS AL EJECUTIVO


En el Gobierno del Presidente Plácido Caamaño, el Senado y Cámara de Diputados del
Ecuador emite un Decreto concediendo al Poder Ejecutivo facultades extraordinarias
contenidas en el artículo 71 de la Constitución, teniendo como antecedente una
conjuración que ha sido sofocada en la “provincia de Guayaquil” y “para salvar la
República y responder del orden interior”. Este Decreto se emite el 14 de abril de 1884
y en la misma fecha en el Palacio de Gobierno se pone el Ejecútese.

222
LA POLICÍA DE SEGURIDAD PÚBLICA
A sólo dos días de emitido este Decreto, esto es, el 16 de abril de 1884, el Senado y
Cámara de Diputados de la República del Ecuador, reunidos en Congreso, expiden el
“Decreto facultando al Poder Ejecutivo para Organizar la Policía de Orden y
Seguridad”. Por ser de trascendencia y de pocos articulados, a continuación se
transcribe del original que reposa en el Archivo Histórico de la Asamblea Nacional.

EL SENADO Y CAMARA DE DIPUTADOS


DE LA REPÚBLICA DEL ECUADOR, REUNIDOS EN CONGRESO,
CONSIDERANDO:

Que la policía jeneral de órden y seguridad corresponde al Poder Ejecutivo, y


que, por el artículo 2º del decreto lejislativo de 2 de febrero de 1846; toca al Ministerio
del Interior lo relativo á la policía,
DECRETAN:

Art. 1º El Poder Ejecutivo organizará la policía de seguridad pública, y podrá


nombrar tres jefes jenerales de distrito; uno en el de la Capital, otro en el de Guayaquil
y otro en el de Azuai, teniendo á su disposición cada uno de ellos, dos ó tres
comisarios y los jendarmes suficientes.
Art. 2º Podrá también nombrar en la capital de cada provincia un jefe de policía,
uno ó dos comisarios y los jendarmes que tenga á bien; y en cada canton un comisario
con los jendarmes convenientes.
Parágrafo único.- Miéntras el Poder Ejecutivo se halle en uso de facultades
estraordinarias tendrá directamente bajo sus órdenes á los empleados de la policía
municipal, y podrá, durante el mismo tiempo, separarlos y nombrar á otros.
Art. 3º La policía de seguridad se ocupará esclusivamente en vijilar todo lo que
se oponga al mantenimiento del órden público y en prevenir las revoluciones políticas.
Art. 4º Cuando los ajentes de policía tuvieren datos de que conspira alguna
persona, pueden arrestarla é instruir el correspondiente sumario, el cual será elevado al
Gobernador de la provincia para que proceda conforme al mérito que arrojaren las
pruebas recogidas y á las facultades de que estuviere investido.
Art. 5º El reglamento de policía tendrá por base fundamental la constitución y
las leyes, y no podrá traspasar las facultades que ejerciere el Poder Ejecutivo.
Art. 6º Se faculta al Poder Ejecutivo para que señale provisionalmente los
sueldos que deben disfrutar del Tesoro Nacional los ajentes de policía de seguridad
pública hasta que la próxima Legislatura lo apruebe ó la reforme.
Comuníquese al Poder Ejecutivo para su publicación y cumplimiento.

223
Dado en Quito, capital de la República, á diez y seis de abril de mil ochocientos
sesenta y cuatro.
Como se puede observar, en un primer Decreto expedido el 14 de abril de 1864, el
Senado y Cámara de Diputados reunidos en Congreso, en virtud de las graves
alteraciones del orden público en la ciudad de Guayaquil le otorga al Poder Ejecutivo
facultades extraordinarias para superar este peligro y “Salvar a la República”. Y,
seguidamente, el 16 de abril del mismo año, expide otro Decreto “facultando al Poder
Ejecutivo para organizar la policía de Orden y Seguridad”, así consta escrito al inicio de
este Decreto, mientras que en el considerando del mismo, se dice que “la policía
general de Orden y Seguridad corresponde al Poder Ejecutivo”, y que por el artículo 2º
del decreto legislativo de 2 de febrero de 1846, corresponde al Ministerio del Interior lo
relativo a la Policía; sin embargo en el artículo 1º del Decreto se dispone que el Poder
Ejecutivo “organizará la policía de Seguridad pública”, por lo que se podría pensar que
la decisión de los legisladores fue crear una policía de seguridad pública con el carácter
de especial, toda vez que se le otorgó la misión exclusiva de vigilar todo lo que se
oponga al mantenimiento del orden público y en prevenir las revoluciones políticas
como una de las funciones de la policía general de Orden y Seguridad como en ese
entonces se denominaba a las tareas netamente policiales.
En todo caso, lo importante es resaltar que definitivamente es el Poder Ejecutivo el
facultado para organizar lo atinente a Policía a nivel nacional; que por primera vez se
nombra a tres Jefes Generales de Distrito en las tres capitales de provincias, Quito,
Guayaquil y Cuenca, específicamente para el control del orden público; que el Ejecutivo
ejerce autoridad sobre los policías municipales.
Este Decreto Legislativo por razones que se desconocen se pone en vigencia recién el
19 de enero de 1869 como más adelante observaremos.
SEGUNDA PRESIDENCIA DE GARCÍA MORENO: SE ORGANIZA LA POLICÍA DE
ORDEN Y SEGURIDAD
Don Manuel de Ascázubi, Vicepresidente Interino de la República, en ejercicio de las
funciones que se hallaba investido y en consideración a que era necesario organizar la
Policía General de Orden y Seguridad, expidió el 19 de enero de 1869 el Decreto
mediante el cual declara vigente el Decreto Legislativo de alta policía de 16 de abril de
1864, sobre la creación de esta policía, que por su importancia y contener un artículo y
un parágrafo únicos, a continuación los transcribimos:
“Art. Único.- Se declara vigente el decreto legislativo de alta policía de 16 de abril de
1864 en todo lo que sea conforme con las actas populares.
Parágrafo único.- Los Jefes Generales de policía en la capital de cada Distrito podrán
nombrar hasta seis Celadores en lugar de uno, o de los dos Comisarios de que habla el
artículo 1, y los Gendarmes que demande el buen servicio público; y en cada cantón un
Comisario con los Gendarmes correspondientes.
Queda reformado así el expresado Decreto.

224
El Ministro del Interior queda encargado de la ejecución del presente decreto.”
REFORMAS POLICIALES CON EL PRESIDENTE GARCÍA MORENO
Con García Moreno iniciamos una nueva etapa republicana, pues esta figura política
dominó la escena nacional durante tres lustros, de 1860 a 1875, en la que se consolida
el Estado Oligárquico Terrateniente a través de una alianza de consolidación estatal, se
produce una vinculación estrecha del país al mercado mundial, especialmente con las
exportaciones de cacao. Se logró centralizar y administrar las rentas públicas con
mayor eficiencia. El crecimiento de las obras públicas fue asombroso, se crearon
nuevas escuelas y colegios, se creó la Escuela Politécnica Nacional, se fundó el
Observatorio Astronómico. El Ejército fue reorganizado y modernizado.
El 30 de agosto de 1869 la Convención Nacional dicta la Ley de Régimen
Administrativo Interior de la República, en la que consta la nueva División Territorial del
Ecuador y se establecen las funciones de los Ministros de Estado, Subsecretarios,
Gobernadores, Jefes políticos, Tenientes políticos, Tenientes parroquiales, etc.
En el artículo 21 de la citada Ley, se establece que corresponde al Ministro del Interior
y Relaciones Exteriores “todo lo perteneciente al Gobierno político y administrativo de
la República, a la policía general. Al culto y demás asuntos eclesiásticos, a la
instrucción pública, al fomento de la agricultura, comercio e industria, a las casas de
seguridad, castigo y corrección, a las de beneficencia pública y a la administración de
justicia”.
En el artículo 121 se dice: “El Poder Ejecutivo dictará el correspondiente reglamento
que ha de regir en toda la República; y lo concerniente al ornato, aseo de las
poblaciones y demás asuntos de policía local, se arreglará por las ordenanzas que al
efecto expidan los concejos cantonales.”

El 6 de mayo de 1871, el Presidente de la República Gabriel García Moreno nombra al


Doctor Juan Maldonado, Director de la Policía del cantón Quito, asignándole un sueldo
de setenta pesos mensuales.
Siguiendo con nuestra búsqueda de la historia policial encontramos un Decreto para
combatir “el abominable vicio de la embriaguez, expedido el 18 de julio de 1871 por el
Presidente Gabriel García Moreno, en consideración de que ninguna disposición de los
Reglamentos de Policía ha sido suficiente para contenerlo y,
Decreta:
Art. 1.- Los que fueren encontrados ebrios en cafés, neverías, tabernas, tiendas de
venta de licores, calles, plazas, caminos o en cualquier lugar público, serán arrestados
en la Policía por 3 a 8 días y pagarán una multa de 8 reales a 25 pesos.
Art. 2.- Si reincidieren duplicarán la multa y arresto por cada reincidencia; mas si pasan
de seis veces y reconociere la Policía que no hay esperanza de enmienda, los
trasladará a otro cantón o provincia, previa aprobación del Poder Ejecutivo.

225
Art. 3.- Los que por absoluta pobreza no pudieren pagar la multa anterior, la
devengarán trabajando en las obras públicas a que los destinare la Policía, a razón de
dos reales por cada día de trabajo y sin perjuicio del arresto.
Art. 4.- Los dueños de tabernas, cafés, neverías y tiendas de licores donde fueren
encontrados uno o más ebrios, pagarán por cada uno de ellos una multa de dos a
veinticinco pesos, a no ser que éstos hayan entrado a dichos establecimientos en
estado de embriaguez, y allí no se les hubiese continuado dando licor, lo que se
justificará por el dueño del café.
Art. 5.- Los Jefes y Comisarios de Policía y los Celadores, en sus respectivas
parroquias, procederán contra los ebrios en virtud de la atribución que les da la Ley de
17 de noviembre de 1846, sobre fomento de población, sin otros trámites que la
aprehensión de los culpables.
Art. 6.- De estas resoluciones no habrá otro recurso que el de queja ante el Gobernador
de cada provincia.
Cabe destacar, que con posterioridad a la expedición de este Decreto, concretamente
el 22 de mayo de 1872, el Presidente de la República, Gabriel García Moreno, dispuso
en uso de la facultad que tenía para Reglamentar el ramo de Policía, “que todo ebrio
que se encuentre en la calle y se le conduzca a la Policía, sea sometido al tratamiento
del agua fría durante el tiempo de su prisión, sin perjuicio de la multa”
UNIFORMES PARA POLICIA DE QUITO
El 15 de mayo de 1872 el Presidente García Moreno conociendo que el número de
Celadores asignados a la ciudad de Quito no era el suficiente y que debían usar
uniformes decentes como garantía y respeto a su función policial, expidió un Decreto
que contiene 8 artículos, en los cuales se dispone que se aumente a diez el número de
Celadores costeados por el Supremo Gobierno, pagándoles a veinte pesos mensuales
en vez de los doce que disfrutaban.
Todos los Celadores, tanto los costeados por el Supremo Gobierno como los que
pagaba la Municipalidad, usarán uniforme, costeado por cada uno de ellos, que
consistiría en levita y pantalón de pana azul, chaleco cerrado de paño. En ambas
solapas de la levita llevarán la letra P de tres centímetros de largo bordada de lana o
seda colorada; podrán usar también pantalón blanco.
El Director y Comisario de Policía a más del mismo uniforme con estrellas en vez de P
usarán, como distintivo de su destino, una banda tricolor encima del chaleco y debajo
de la levita, quedando prohibido el uso de la capa, a no ser por enfermedad, o en las
horas de mayor frio.
También se ordena, que de los caballos del Ejército se entregarán diez a la Policía para
el servicio de los Celadores costeados por el Supremo Gobierno, los mismos que serán
armados de revólveres y espada y sables “cuando lleguen estos pedidos de los
Estados Unidos de América”.

226
Ordena que los Jefes de Policía pasen revista diaria de las prendas de los Celadores
haciéndoles responsables de las pérdidas o deterioro que notaren. Del mismo modo
cuidarán que éstos se presenten al despacho, limpios, y sin que en sus personas y
vestuarios den lugar a reprensión alguna.
Finalmente dispone se divida la ciudad en Cuarteles y que la custodia de cada uno de
ellos se entregue a un Celador.

Asesinato de Gabriel García Moreno

Gabriel García Moreno fue asesinado el 6 de agosto de 1875. Es interesante


mencionar que luego del asesinato, el Vicepresidente de la República Encargado del
Poder Ejecutivo, Francisco Javier León, en vista del propio hecho y de otros atentados
y desmanes que se producían en la ciudad, el 10 de agosto de 1875 decreta las
siguientes medidas preventivas:

 Nadie circulará por las calles y plazas después de la nueve de la noche.


 Todo grupo que llegue a tres personas sospechosas o desconocidas será
arrestado.
 Nadie podrá andar armado ni aun de estoque, palo, bastón ni otro instrumento
punzante, cortante ni contundente sin permiso de la Gobernación o de la
Comandancia General, y el que lo verificare será juzgado en Consejo de Guerra
como conspirador.
 En ninguna fonda, café o nevería se permitirá reuniones, ni menos que se tome
licor hasta embriagarse.

227
 Todo el que mandado hacer alto por una patrulla se pusiere en fuga será
perseguido, y en caso necesario se le hará fuego.

COMPETENCIA DE JEFES, COMISARIOS Y TENIENTES PARROQUIALES


Después de ocurrida la muerte de García Moreno, el 22 de septiembre de 1875, el
Congreso de la República conformado por el Senado y Cámara de Diputados procedió
a dictar un Decreto asignándoles a los Jefes y Comisarios de Policía y a los Tenientes
Parroquiales en sus respectivas parroquias, la competencia para conocer de la fuga a
falta de cumplimiento de obra, cometida por jornaleros y artesanos. Y también para
conocer de las obligaciones contraídas por los patronos o interesados con los
jornaleros y artesanos.
Cuando los Jefes, Comisarios o Tenientes recibieren la demanda de parte del patrón o
interesado, procederán a la captura del jornalero prófugo o artesano moroso, y
comprobada la infracción en juicio verbal sumario, retendrán al infractor hasta que
cumpla con la entrega de su obra y rinda fianza competente a satisfacción del patrón o
del interesado. Igualmente, en juicio verbal sumario, condenarán al patrón o interesado
a pagar la cantidad que adeuda al jornalero o artesano, reteniéndole hasta que cumpla
su obligación.
Pero también se dispone que si el demandante no comprobare en el juicio verbal
sumario la legitimidad de su crédito o la morosidad del deudor, a la fuga del jornalero,
será castigado con una multa de cuatro pesos y la indemnización de perjuicios a favor
del demandado.
De estas competencias se dispuso comunicar al Poder Ejecutivo para su ejecución y
cumplimiento. Consta la firma de José Javier Eguiguren, Ministro de Gobierno, de ese
entonces.
Muerto García Moreno se convocó a elecciones y triunfó el Doctor Antonio Borrero,
quien más tarde fue depuesto por la dictadura del General Ignacio de Veintimilla,

GOBIERNO DE IGNACIO DE VEINTIMILLA

228
General Ignacio de Veintimilla

Ignacio de Veintemilla y Villacís, militar y político ecuatoriano, nació en Quito el 31 de


julio de 1828 y falleció el 19 de julio de 1908. Fue hijo de Ignacio de Veintemilla
Espinosa y de doña Josefa Villacís. Respecto a su educación, su padre lo envió al
colegio “Vicente León” de Latacunga y posteriormente asistió una corta temporada al
colegio “San Fernando” de Quito.
La Convención Nacional Constituyente, reunida en Ambato, el 31 de marzo de 1878,
por mayoría eligió al General Veintemilla, Presidente Constitucional del Ecuador. Los
cuatro años de su Gobierno Constitucional fueron de sobresalto continuo para él y para
los ciudadanos de todo el país. La animosidad contra el Régimen seguía creciendo
conforme avanzaba el período constitucional y se vio agravada ante la pretensión de
Veintemilla, dos meses antes de las elecciones presidenciales, de retornar a la
Dictadura. El 10 de enero de 1883 finalizó el Gobierno de Ignacio de Veintemilla.
El Gobierno de Veintimilla se caracterizó por ser una dictadura y posteriormente como
Jefe Supremo, gobernó con dureza en contra de sus enemigos políticos, fue un periodo
de agitación política, de violencia y duros enfrentamientos entre militares que apoyaban
a uno y otro bando que pugnaba por el poder.

NUEVO REGLAMENTO DE POLICIA PARA CUENCA

229
En el Gobierno del General Ignacio de Veintemilla, quien fue Jefe Supremo y
Presidente de la República desde el año 1876 hasta 1883, encontramos algunos
Decretos referidos a la policía, de los cuales transcribimos los aspectos más
sobresalientes.
En un Nuevo Reglamento expedido por el General Veintemilla, el 14 de junio de 1878,
se incorporan por primera vez, cuatro clases de contravenciones estipuladas en el
Código Penal vigente.
Este Reglamento dispone que la jurisdicción de la Policía se extienda a todo lo
concerniente al orden, tranquilidad, seguridad, salubridad, comodidad, el aseo y ornato
públicos.
El deber de todos de prestar el auxilio que la Policía le pidiere en el ejercicio de sus
atribuciones, y el que no cumpliere con este deber, incurrirá en la pena que le señala
este Reglamento.
Art. 4.- Los funcionarios encargados del ejercicio de las respectivas atribuciones, en
materias de Policía, son el Comisario, en todo el cantón, el Teniente Político, en la
parroquia correspondiente, y los Celadores y Gendarmes, que dependen, según los
casos, del primero o del segundo.
Art. 5.- Todo ciudadano puede exigir el cumplimiento exacto de las disposiciones de
este Reglamento, y poner en noticia del Gobernador de la provincia o Municipalidad del
cantón la incuria o parcialidad de los funcionarios de que habla el artículo precedente.
Capítulo II: Del Comisario de Policía
Art. 6.- El Comisario de Policía del cantón es funcionario de libre nombramiento y
remoción del Concejo Municipal.
Art. 9.- El Comisario de Policía es Agente inmediato del Concejo Municipal, y
desempeñará sus atribuciones, bajo la autoridad, dirección e inspección del Jefe
Político y del Gobernador de la provincia, en su caso.
Art. 12.- Son deberes y atribuciones del Comisario de Policía, los siguientes:

 Cumplir y hacer que se cumplan las disposiciones de este Reglamento, las de la


Municipalidad del cantón y las de las autoridades judiciales, civiles y políticas
que las expidieren, conforme a la Ley, en asuntos conexionados con el orden
público.
 Cuidar de la tranquilidad, seguridad y orden de las poblaciones del cantón.
 Nombrar y remover libremente a los Celadores y Gendarmes.
16.- Recorrer a caballo la población y sus alrededores, a lo menos una vez por
semana, acompañado de algunos Agentes, a fin de examinar el estado de ellas y
reprimir o evitar los desórdenes.
17.- Organizar patrullas que, durante la noche, recorran la población, en varias
direcciones, con el objeto de velar por la conservación del orden público.

230
Art. 13.- El Comisario tendrá su oficina en un local que, de ningún modo, esté fuera de
la plaza mayor; y asistirá al despacho, desde las diez de la mañana hasta las tres de la
tarde, sin perjuicio de concurrir a él en cualquiera otra hora del día o de la noche,
cuando lo requiera el servicio público.
Capítulo III: Del Secretario Amanuense
Art. 16.- El Comisario tendrá un Secretario Amanuense, que será nombrado y removido
libremente por aquel.
Capítulo IV: De los Tenientes Políticos
Art. 19.- Los Tenientes Políticos desempeñarán las funciones de Comisarios de Policía
en sus respectivas parroquias.
Capítulo V: De los Celadores y Gendarmes
Art. 26.- Los Celadores de Policía ejercerán sus funciones como subalternos del
respectivo Comisario o Teniente Político, según el número que fije la Municipalidad.
Art. 27.- Estos Agentes usarán el uniforme y llevarán el arma que designe la
Municipalidad.
Art. 28.- Son deberes de los Celadores:

 Recorrer diariamente la población y sus alrededores con los Gendarmes


necesarios, para cuidar de que no se altere la tranquilidad pública, no se turbe la
moral pública, se cumplan las prescripciones relativas a la limpieza, ornato y
alumbrado, se conserven surtidas y puras las fuentes públicas, se evite el
desorden en los mercados, se impida el monopolio de los víveres en las
inmediaciones de la ciudad y se cuide de todos los demás objetos sometidos a
la vigilancia de la Policía.
 Cuidar de la subordinación y disciplina de los Gendarmes, comunicando al
Comisario o Teniente Político las faltas que cometieren aquellos.
Art. 31.- Los individuos que desempeñen los destinos de Celadores o Gendarmes,
estarán exceptos del servicio militar, de los ejercicios doctrinales en la Guardia
Nacional y de las contribuciones municipales que pagan los demás ciudadanos.
Este Reglamento contiene un amplio apéndice relativo al título de Contravenciones del
Código Penal, de primera, segunda, tercera y cuarta clase y al título de Juicios por
contravención del Código de Enjuiciamientos en materia de contravenciones.
El 13 de junio de 1861, la Convención Nacional expide la Ley de Régimen Municipal,
de la cual se recogen aquellos aspectos de mayor interés:
Todos los que residan en una provincia, cantón o parroquia, y los que tienen en ella sus
propiedades, forman el común de la provincia, cantón o parroquia a que pertenecen.

231
Para la organización municipal, el territorio de la República se divide en provincias,
cantones y parroquias. La administración municipal comprende todo lo que concierne a
las funciones de los empleados del común y al manejo de sus intereses.
La administración de cada común estará a cargo de una Corporación municipal.
NUEVO REGLAMENTO DE POLICIA PARA QUITO
En el Gobierno de Ignacio de Veintemilla, el 14 de marzo de 1881, se expide un nuevo
reglamento de Policía para Quito, en el cual se determinan las atribuciones de
autoridades y subalternos con jurisdicción municipal, observando que en el Capítulo I:
“De los Objetos de Policía” se mencionan tanto los asuntos de tipo policial como los
estrictamente de carácter municipal.
En el Art. 9. Se dispone: “En todo lo concerniente a la Policía de Orden y Seguridad, el
Director dependerá directamente del Ministerio de lo Interior y estará bajo las
inmediatas órdenes del Gobernador de la provincia.”
Los aspectos más importantes de este Reglamento son:
En el Capítulo I se establece que los Objetos de Policía son: El orden y tranquilidad
general; la moral y salubridad pública; la mejora y aseo de las calles, plazas y lugares
públicos; el ornato y solidez de los edificios; el reparo y conservación de las fuentes,
jardines, alamedas, caminos, puentes y calzadas del común; el abasto público;
legalidad y uniformidad de las monedas, pesas y medidas; protección de los habitantes
del Municipio; el juzgamiento y castigo de los contraventores.
La jurisdicción de los empleados de Policía es legal y la ejercerán de conformidad con
lo dispuesto por las leyes, decretos, ordenanzas y reglamentos concernientes a los
objetos expresados. En los asuntos y causas de Policía, no se reconoce fuero ni
privilegio.
Art. 6.- La persona que siendo llamada por boleta, o por los Agentes de Policía, no
obedezca inmediatamente, será penada con una multa de cuatro reales a dos pesos,
sin perjuicio de ser conducida por la fuerza ante la autoridad que la llamó.
El Director de Policía es la autoridad superior respecto de todos los Agentes de Policía,
a quien estarán subordinados.
El Poder Ejecutivo nombrará los Comisarios que sean pagados del Tesoro Nacional, y
el Concejo Municipal los que subvencione con sus propias rentas.
El número de Comisarios Municipales, será el que estime conveniente el Concejo
Municipal, siendo por ahora uno.
Los Comisarios estarán sujetos inmediatamente al Director, y le ayudarán a
desempeñar sus deberes.

232
Los Tenientes Políticos en virtud de lo dispuesto en el artículo de la Ley de régimen
interior, son los Comisarios de Policía en las parroquias de su jurisdicción, y como tales
tienen las mismas atribuciones que los Comisarios del Municipio.
En calidad de Comisario de Policía, los Tenientes Parroquiales dependen del Director y
cumplirán las órdenes que de éste reciban en asuntos de Policía. En cada parroquia,
los Tenientes Políticos nombrarán de dos a cuatro Gendarmes, para que estén bajo de
su dependencia.
Hasta que los Gendarmes puedan ser pagados con rentas municipales, cada uno de
ellos tendrán el derecho de cobrar, al que los ocupe, un real por cada boleta de
comparendo que entreguen a los demandados; así como por hacerlos comparecer ante
el Teniente Político, en cumplimiento de orden escrita que se les haya dado.
El Reglamento determina también que habrá dos Médicos de Policía que residan en la
ciudad, nombrados por el Concejo Municipal, con la renta que éste les señale, con
atribuciones para practicar los reconocimientos que corresponden a su ciencia, cuando
sean ordenados por las autoridades a quienes se atribuye levantar los sumarios.
La Policía tendrá para su servicio el número de Celadores necesario a juicio del
Supremo Gobierno y el Concejo Municipal; así como el de Amanuenses; y estarán bajo
las órdenes del Director.
Entre las Disposiciones Generales de este documento se establece que el Jefe Director
de Policía y los Comisarios podrán imponer por penas las determinadas en este
Reglamento, en las contravenciones del Código Penal y en las Leyes, decretos y
ordenanzas que les autoricen.
Art.195.- Los Celadores usarán el uniforme y llevarán el arma que disponga el Director
de Policía. Los Capitanes y más Oficiales de Milicias, en sus respectivas parroquias,
prestarán en el acto, los auxilios que les pidan los Tenientes Políticos para servicios de
Policía.
El Art. 205 del Reglamento termina ordenando que se imprima dos mil ejemplares, para
repartirlos entre las autoridades respectivas y ponerlos al expendio público.

233
GOBIERNO DEL GENERAL JOSE MARIA SARASTI

General José María Sarasti

José María Sarasti, fue un destacado militar nacido en Pupiales, Colombia, el año 1837
y falleció en el año 1936. Sus padres fueron don Manuel Sarasti y doña Gertrudis
Ladrón de Guevara. Muy joven llegó con sus padres a Ecuador para radicarse en
Guano y Riobamba. Ya en su mayoría de edad, adoptó la nacionalidad ecuatoriana.
En enero de 1883, entró en Quito luchando contra las fuerzas comandadas por la
“Generala”, Marieta de Veintemilla, sobrina del Dictador Veintemilla, y luego de vencer
la resistencia de los gobiernistas fue nombrado el 14 de enero de 1883, Jefe Principal y
Director de Guerra y Presidente del Pentavirato que conformaron en Quito junto a los
ilustres ciudadanos, Pablo Herrera, Luis Cordero, Pedro Lizarzaburu, Rafael Pérez

234
Pareja y el General Agustín Guerrero. Este Pentavirato fue conocido también como el
Gobierno de la Restauración. A continuación se transcribe el mencionado Decreto por
contener un solo artículo.
VIGENCIA DE LA POLICIA DE SEGURIDAD PÚBLICA
En el corto período de Gobierno Provisional de José María Sarasti, el 19 de febrero de
1883, se dicta un Decreto para poner en vigencia el Decreto emitido por el Congreso
Extraordinario de la República, el 16 de abril de 1864, por medio del cual se creó la
Policía de Seguridad Pública ante las graves alteraciones al orden público que sufría el
país, especialmente en Guayaquil, documento que fuera comentado en líneas
anteriores.
EL GOBIERNO PROVISIONAL DEL ECUADOR
Considerando:
Que es de absoluta necesidad poner en observancia la Policía General de Orden y
Seguridad Pública,
Decreta:
Art. Único.- Se declara en vigor el Decreto legislativo de alta Policía, de 16 de abril de
1864, en todo lo que no se oponga a la presente transformación política.
Dado en el Palacio de Gobierno, en Quito, el 19 de febrero de 1883. Firman, José
María Sarasti, Agustín Guerrero, Pedro Ignacio Lizarzaburu, Rafael Pérez Pareja y
Pablo Herrera.
CUERPO DE GENDARMERIA PARA PICHINCHA
El Gobernador de la provincia de Pichincha a nombre del Gobierno Supremo mediante
Decreto expedido el 15 de octubre de 1883, considerando que la Policía es la
salvaguardia y garantía del ciudadano, crea el Cuerpo de Gendarmería para la
provincia y, hace un llamamiento a los ciudadanos que deseen postularse e ingresar a
este Cuerpo policial, con exigencias mínimas y un salario determinado. Transcribimos
el mencionado Decreto.
MANUEL J. ZALDUMBIDE
Gobernador de la Provincia de Pichincha
Considerando:
1.- Que la Policía es la salvaguardia y garantía del ciudadano; y,
2.- Que para llenar ésta sus importantes y múltiples deberes, es necesario crear un
Cuerpo de Gendarmería, por disposición del Supremo Gobierno,
Decreta:

235
Art. 1.- Todo individuo que voluntariamente quiera ser Gendarme, puede presentarse
ante el señor Intendente de Policía, con certificado de buena conducta.
Art. 2.- Desde la edad de veinte hasta cincuenta años, serán admitidos para destino, y
se les asignará quince pesos de sueldo.
INCREMENTO DE PERSONAL Y FONDOS PARA LA POLICIA DE LA CAPITAL
El Concejo Municipal de Quito, ante la difícil situación de la Policía de la Capital, tanto
en referencia al personal y a los fondos asignados, el 13 de diciembre de 1883 expide
el siguiente Decreto:
EL CONCEJO CANTONAL DE QUITO
Considerando:
Que para mejorar este servicio es indispensable crear mayor número de empleados de
los que existen actualmente,
Decreta:
Art. 1.- Se establecen veinte Celadores aparte de los que, según disposiciones
anteriores, paga la Ilustre Municipalidad.
Art. 2.-Cada Celador gozará de veinte pesos mensuales.
Art. 3.- La Tesorería Municipal pagará diez a los empleados antedichos, y los restantes
el Supremo Gobierno, por cuenta de lo que debe a los Fondos del Municipio. Este
arreglo subsistirá mientras el Ayuntamiento no resuelva lo contrario.
Art. 4.- Lo necesario para sostener los diez Celadores, se sacará, en el presente mes,
de lo asignado para gastos extraordinarios. El señor Jefe Político queda encargado de
la ejecución de este acuerdo.
PROHIBICION DE PORTAR ARMAS
El Gobernador de la provincia de Pichincha con el fin de evitar atropellos, heridos y
crímenes, por portar armas, el 3 de enero de 1884, expide el siguiente
Decreto.
MANUEL J. ZALDUMBIDE
Gobernador de la Provincia de Pichincha
Considerando:
Los gravísimos males que se siguen de llevar armas prohibidas por las Leyes,
Decreta:

236
1.- Se prohíbe llevar revólver, pistolas, manoplas y otras armas prohibidos por las
Leyes, sin permiso de la Policía; los contraventores serán castigados con una multa de
cuatro a seis pesos, y con una prisión de uno a cinco días, o con una de estas penas
solamente.
2.- El Intendente y Comisarios de Policía quedan encargados de los ejercicios y
cumplimiento de este Decreto.
PRHIBICION DE OFENDER A CELADORES
El Gobernador de la provincia de Pichincha Manuel J. Zaldumbide, en el afán de evitar
que los ciudadanos ofendan de palabra o de obra a los Celadores de la Policía, con
fecha 1 de febrero de 1884, expide un Decreto mediante el cual dispone:
“Todo individuo que con palabra o acciones ofenda a los Celadores y demás
empleados de Policía, por razón del ejercicio de sus funciones, será castigado con una
multa de dos a diez pesos y de dos a siete días de prisión o con una estas penas
solamente.
Los Intendentes y Comisarios de Policía quedan encargados de la ejecución y
cumplimiento del presente Decreto”.

237
…..acepté el cargo
y no me atrevo a asegurar que lo
hice de modo muy consciente.
Mi sorpresa era infinita
y no me repuse de ella
sino más tarde.
En verdad todo lo hice
maquinalmente,
pues de haber conservado
mi serenidad no lo
hubiera hecho jamás……..

238
6
INSTITUCIONALIZACION DE LA POLICIA EN EL ECUADOR
En todos los procesos histórico-políticos del Ecuador la vida institucional de la Policía
ha ido desarrollándose paulatina y paralelamente a los cambios sociales y políticos. Se
puede afirmar que en los inicios de la República el trabajo policial fue realizado por
personas sin la debida formación profesional. Fue una época en que la Policía estaba
integrada, en su mayoría, por militares retirados. A pesar de la existencia de
Reglamentos, la labor policial se circunscribía al cumplimiento de órdenes emanadas
de quienes sufragaban sus sueldos, o sea, de las autoridades del Gobierno nacional o
local de turno.

Esta nueva etapa, enmarcada en la Institucionalización de la Policía Nacional,


analizaremos el lapso que va desde el 7 de febrero de 1884 con la asunción al Poder
del Presidente José María Plácido Caamaño hasta el 23 de octubre de 1937 en que,
por resolución de las Fuerzas Armadas, asume la Presidencia el General Alberto
Enríquez Gallo.

GOBIERNO DE PLACIDO CAAMAÑO

239
Presidente José María Placido Caamaño

José María Plácido Caamaño, abogado, político y escritor nació el 5 de octubre de


1837 y falleció en Sevilla, España, el 31 de diciembre de 1900. Fue Presidente del
Ecuador desde el 18 de febrero de 1884 hasta el 30 de junio de 1888. Su ideología
política fue de corte conservador.

El Conservadorismo

Cabe anotarse que en el fondo de la actitud conservadora gravitan intereses


económicos y sociales concretos. El Conservadorismo como doctrina política es la
expresión de las clases o capas sociales dominantes, que ocupan un lugar de privilegio
en el ordenamiento social y que, por lo tanto, no desean ningún cambio que pueda
poner en peligro su posición hegemónica, sus intereses económicos, sus valores
morales, sus usos y costumbres sociales y, en definitiva, su modo de vida, tan
generosamente protegido por el orden social Imperante.

CREACION DE LA POLICIA DE ORDEN Y SEGURIDAD

Con fecha 14 de junio de 1884, el Presidente José María Plácido Caamaño, crea la
Policía de Orden y Seguridad. En el Decreto del Presidente Plácido Caamaño, se
señalaba el Orgánico y el establecimiento de la Policía en las quince provincias que a
esa fecha existían en el país. En cada provincia, de acuerdo con su densidad
poblacional, realizaba sus funciones bajo la responsabilidad de un Intendente General
o de un Comisario.

240
Por su importancia histórica para la génesis de la Policía Nacional del Ecuador,
transcribiremos a continuación los articulados relevantes.

JOSÉ MARÍA PLÁCIDO CAAMAÑO

Presidente Constitucional de la República

Considerando:

Que es menester organizar la Policía en la República, fijando los sueldos de los


empleados con arreglo a la ley de 25 de abril último; y,

Que la Asamblea Nacional ha tomado en consideración la renta de un solo Comisario,


Inspector, Celador y amanuense en cada provincia, excepto la de Guayaquil; de lo cual
resulta una grave inexactitud en el cálculo del presupuesto;

Decreto:

Art.1º.- En la Policía de la provincia del Carchi habrá: Un Comisario, con 360 sucres
anuales de renta; dos Inspectores con 192 cada uno; y, Ocho Celadores con 144 cada
uno. La Policía de esta provincia tendrá, para gastos de escritorio, 36 sucres anuales.

Art. 2º.- En la Policía de la provincia de Imbabura habrá:… (En los siguientes


articulados, hasta el número 15º, se continúa determinando en las quince provincias a
las autoridades policiales y los agentes de la autoridad, con pequeñas diferencias en
las rentas a percibir y algunas provincias con incremento de este recurso humano
incluyendo intendentes, seguramente por la importancia y el número de habitantes que
existían a la época).

Art. 16º.- La diferencia entre la suma total de las cantidades señaladas en este Decreto
y la calculada en la respectiva sección de la Ley de Gastos, se aplica al artículo 171 de
la misma ley.

Art. 17º.- Los Concejos Municipales continuarán atendiendo con sus rentas a la Policía
de Salubridad y Ornato Público en los respectivos cantones, capitales de provincia, y a
la misma y a la de Orden y Seguridad en los otros.

Art. 18º.- La Policía de Orden y Seguridad en los cantones que no son capitales de
provincia, está subordinada a la de los que lo son, respectivamente.

Dado en el Palacio de Gobierno en Quito, a 14 de junio de 1884.

Firma el Ministro de lo Interior, J. Modesto Espinosa,

241
Al analizar el Decreto que antecede, buscando la génesis de la actual Policía Nacional
del Ecuador, encontramos varias características que marcan e identifican hasta los
actuales momentos a la Institución Policial, como por ejemplo:

 Dependencia del Poder Ejecutivo, a través del Ministerio de Gobierno o del


Interior con plenas facultades para los asuntos policiales, jurisdicción nacional y
mando centralizado, funciones específicas de Orden público y Seguridad
ciudadana, separadas de aquellas que mantenían los cabildos y concejos
provinciales;
 Estructura orgánica jerarquizada en la cual se determinan las autoridades y los
agentes de la autoridad; y,
 Presupuesto necesario para el pago de sueldos y mínima subsistencia
administrativa y operativa.

En los subsiguientes años podemos constatar que las autoridades tanto ejecutivas
como legislativas emiten sendos Decretos buscando una mejor organización de la
policía de Orden y Seguridad que, más tarde, en el devenir histórico institucional va
cambiando de nombre según los momentos de la vida política azarosa de nuestro país,
pero manteniendo las características descritas en líneas anteriores que la definen
orientada al servicio a la comunidad, inicialmente ideadas por el legislador como
representante del pueblo.

Con fecha 15 de agosto de 1885, el Congreso de la República del Ecuador, presidido


por Rafael Quevedo como Presidente del Senado y el Vicepresidente de la Cámara de
Diputados, Carlos Mateus, dictan un Decreto con el propósito de organizar militarmente
a la Policía de Orden y Seguridad, bajo la dependencia inmediata del Poder Ejecutivo.
El Presidente de la República, José María Plácido Caamaño, el 28 de agosto de 1885,
puso el Ejecútese al mencionado Decreto.

Este documento histórico para la vida institucional ratifica que la Policía de Orden y
Seguridad estará bajo la dependencia del Poder Ejecutivo, se encuentra organizada en
cada una de las provincias, es decir, tiene jurisdicción nacional, se determina con
claridad la misión de Orden y Seguridad, separando las funciones propias de la
administración municipal como son: Aseo, Ornato y Salubridad de las de Orden y
Seguridad, estrictamente policiales, atenta a cumplir disposiciones de las autoridades
designadas por la Ley; ordena que se encargue del sumario de crímenes y delitos, la
sanción de las contravenciones relativas a la Seguridad y el Orden público y ser auxiliar
de la justicia.

Para hacer efectivo el derecho le faculta el conocimiento de las contravenciones


establecidas en el Código Penal, determinando para ello una larga y variada lista de

242
contravenciones que tienen relación con el Orden público y la Seguridad de las
personas y sus bienes.

Otro punto importante en este Decreto es que por primera vez se dispone que la Policía
de Orden y Seguridad preste su auxilio en la época de elecciones a la Junta
Parroquial, para los menesteres que ésta conceptuare necesario, según el artículo 71
de la Ley Electoral.

Delimita las atribuciones de la policía municipal otorgándole el conocimiento de ciertas


contravenciones, por ejemplo: omisión en contribuir al alumbrado público; falta de
limpieza en las calles de las poblaciones, abandono, echamiento de inmundicias,
animales muertos, etc., y otras propias de una administración municipal.

En definitiva este Decreto establece funciones netamente policiales que se mantienen


hasta la actualidad; se dispone la colaboración mutua entre ambas policías (de Orden y
Seguridad y Municipal) y la actuación de una de ellas sin importar la materia a su
cargo, siempre y cuando a la que le corresponde no actuare o no concurriere con
prontitud; y, en caso de problemas de competencia, el Gobernador será el que dirima
este problema.

Si observamos detenidamente este Reglamento vemos que, en sí, no se da una


organización de tipo militar como se menciona en el primer artículo del Decreto, pues,
lo que se dispone es la colaboración de efectivos militares a la Policía de Orden y
Seguridad en sus tareas; ser auxiliar de las fuerzas militares en caso de conflictos
internos graves o para defender la soberanía. En lo concerniente a los asuntos de
disciplina militar, será dependiente del Ministerio de la Guerra y, del Ministerio del
Interior, en cuanto a su organización y dirección administrativa, como así termina
disponiéndose en este Decreto.

Sin embargo de esta síntesis del Decreto, por su trascendencia lo transcribimos a


continuación:

EL CONGRESO DE LA REPÚBLICA DEL ECUADOR

Decreta:

Art. 1.- La Policía de Orden y Seguridad se organizará militarmente y estará bajo


inmediata dependencia del Poder Ejecutivo.

Art. 2.- La existencia de la Policía de Orden y Seguridad en una Provincia, no exonera


a sus Municipalidades de sostener la Policía de Aseo, Ornato y Salubridad.

Art. 3.- En los Cantones que no fueren capitales de Provincia, y en donde no pudiera el
Poder Ejecutivo establecer la Policía de Orden y Seguridad, la Policía Municipal

243
desempeñará las funciones de aquella y estará en los asuntos que a ésta pertenece,
bajo la dependencia del Jefe Político como Agente que es del Poder Ejecutivo.

Art. 4.- Corresponde a la Policía de Orden y Seguridad formar a prevención con las
autoridades determinadas por la Ley, el sumario de crímenes y delitos; castigar las
contravenciones relativas a la Seguridad y al Orden público; y, en su carácter de
vigilante sobre esta materia, auxiliar al Poder Judicial en las prácticas de las diligencias
necesarias para la pesquisa de los crímenes y delitos.

Art. 5.- Pertenece a la Policía de Orden y Seguridad el conocimiento, en los términos


del Código Penal, de las contravenciones relativas a los puntos siguientes:

Art. 6.- La Policía de Orden y Seguridad prestará su auxilio en la época de las


elecciones a la Junta Parroquial, para los menesteres que ésta conceptuare necesario,
según el artículo 71 de la Ley Electoral.

Art. 7.- Pertenecen a la Policía Municipal el conocimiento, en los mismos términos de la


Ley, de las contravenciones relativas a los puntos siguientes:

Art. 8.- Los Agentes de entre ambas Policías estarán estrictamente obligados, en los
casos en que sorprendieren una infracción que debiere ser castigada por la otra, a
consignar al infractor ante el respectivo Comisario, según la materia sobre que versare
la infracción, sin perjuicio de emplear las medidas urgentes que el caso requiriere, de
las que informarán con la prontitud posible a la Autoridad respectiva.

Art. 9.- Si la Policía a la que perteneciere el juzgamiento de una infracción lo


descuidase, demorare o se negare a efectuarlo, lo hará la otra bajo su responsabilidad,
sin perjuicio de la que debe exigirse a la que hubiese descuidado el cumplimiento de
sus deberes.

Art. 10.- En los casos de competencia entre la Policía de Orden y Seguridad y la


Municipal, resolverá el Gobernador de la Provincia, sin perjuicio de que antes del fallo y
bajo la responsabilidad de que previniere en el conocimiento, se cumplan las medidas
precautelatorias que fuesen necesarias.

Sin embargo, de este pequeño resumen, para mayor comprensión y visualización de


este importante de Decreto en el que se consolida la función policial con un Cuerpo
organizado y jerarquizado, transcribimos los siguientes articulados:

Art. 11.- Las penas de Policía se impondrán sin perjuicio de las que corresponda en el
caso de que el hecho constituya delito o crimen.

Art. 12.- Para el mejor servicio de la Policía de Orden y Seguridad, las Guarniciones
Militares le suministrarán el auxilio que aquella necesitare en casos dados.

244
Art. 13.- Por las noches habrá siempre de servicio y recorriendo las calles y suburbios,
una o más Patrullas de la Policía de Orden y Seguridad; prohíbese llamar para ello a
ciudadanos que no pertenezcan a la Parroquia o Parroquias Urbanas del lugar vigilado.

Art. 14.- Para regularizar el servicio de la Policía de Orden y Seguridad serán


destinados a él, en el orden enunciado:

 Los soldados de Policía de Orden y Seguridad;


 Los soldados de la Guarnición en tiempo de paz, según lo establecido en el
artículo 12;
 Los individuos de la Guardia Nacional; y,
 Los que hubieren obtenido Boleta de Exención de los ejercicios de la misma

Art. 15.- En tiempo de conmoción interior o de guerra internacional, se asociarán a los


soldados de la Policía por riguroso turno, o los sustituirán cuando salieren a campaña,
los demás ciudadanos del lugar, en la forma prescrita en el Reglamento.

Art. 16.- A fin de extender la vigilancia de la Policía de Orden y Seguridad por los
centros pequeños de población, en cada Parroquia se establecerá la Guardia Civil que,
en las cabeceras de Parroquias, se compondrá de 15 individuos; en las vice parroquias
de 8, y en los caseríos distantes de las poblaciones de 5.

Art. 17.- La Guardia Civil de Parroquia tendrá dos Inspectores: Primero y Segundo. Y
uno la vice parroquia o caserío, nombrados por el Gobernador de la Provincia a
propuesta del Teniente Político.

Art. 18.- El Teniente Político desempeñará, respecto de la Guardia Civil, las funciones
de Comisario de Policía.

Art. 19.- Los cargos de la Guardia Civil se proveerán con ciudadanos elegidos por los
Gobernadores de Provincia.

Art. 20.- Los individuos que formen la Guardia Civil están exentos de todo servicio
militar y del pago de la contribución subsidiaria.

Art. 21.- Facúltase al Poder Ejecutivo a dar el Reglamento General de Policía Urbana y
Rural conforme a esta Ley, y para expedir Reglamentos Especiales que sin alterarla
sean necesarios según las peculiares condiciones de los pueblos.

Art. 22.- Los Concejos Municipales armonizarán los Reglamentos de su Policía con la
presente Ley, sin excederse de las materias ni de las penas a que se refiere el Tratado
de Convenciones del Código Penal, ni contravenir a las Leyes Civiles.

245
Art. 23.- La Policía Municipal estará, en tiempo de campaña, bajo la dependencia del
Poder Ejecutivo para la custodia del Orden y Seguridad interiores de las respectivas
Provincias.

Art. 24.- La Policía de Orden y Seguridad, en lo concerniente a los asuntos de disciplina


militar, será dependiente del Ministerio de la Guerra y, del de lo Interior, en cuanto a su
organización y dirección administrativa.

Comuníquese al Poder Ejecutivo para su cumplimiento.

Dado en Quito, Capital de la República, a 15 de agosto de 1885.

(Este Decreto se publicó en el periódico oficial “EL NACIONAL”, Registro Oficial de la


época, No. 184 del viernes 14 de septiembre de 1885).

De la lectura del contenido del Decreto que antecede se puede sacar las siguientes
conclusiones:

 Establece la institucionalización de la Policía de Orden y Seguridad, la misma


que antes de esta norma legal, dependía de los Municipios;
 Se instituye la Policía de Orden y Seguridad con carácter nacional; y,
 A partir de esta fecha, la Policía Nacional depende totalmente de la función
ejecutiva.

DECRETO CREANDO LA POLICÍA EN GALÁPAGOS

El 15 de agosto de 1885, el Senado y Cámara de Diputados del Ecuador, al considerar


que el Archipiélago de Galápagos no puede ser regido por las Leyes comunes, expide
un Decreto en el cual se determina que este territorio es parte integrante de la provincia
del Guayas y, por tanto, los agentes de la Administración del Archipiélago estarán
inmediatamente subordinados a los empleados superiores de la mencionada provincia.

Dispone que el territorio de Galápagos se regirá por un Jefe territorial, que será la
primera autoridad, un Secretario de éste y un Inspector de Policía. Se le otorgan
atribuciones y deberes tales como:

 Informar al Poder Ejecutivo de los abusos que se cometieren por nacionales o


extranjeros a su integridad territorial;
 Proteger la inmigración de nacionales y extranjeros, procurando formar
poblaciones útiles, designándoles un asiento en el lugar que eligieren;
 Fomentar la agricultura, la industria, la navegación y el comercio; y,
 Cuidar la tranquilidad y el buen orden del territorio y de la seguridad de las
personas y de sus bienes, y hacer respetar las garantías constitucionales, las
Leyes y las resoluciones judiciales.

246
También se crea el cargo de Inspector de Policía que será nombrado por el Ejecutivo,
con el deber de cuidar el orden y la moral, quien podrá imponer multas a los infractores
y ordenar arrestos de uno a tres días; conocer y resolver demandas de injurias, de
robos, cuidar el respeto a las propiedades. Se dispone, además, que los colonos
gocen por cinco años del privilegio de no estar sujetos a ningún gravamen ni a servicio
militar o marítimo. El Ejecútese de este Decreto fue puesto el 20 de agosto de 1885 por
el Presidente José María Plácido Caamaño.

REFORMAS A LA LEY DE POLICÍA DE ORDEN Y SEGURIDAD

21 de agosto de 1886

El Congreso de la República del Ecuador

Considerando:

Que para mayor actividad y armonía en la acción de la Policía de Orden y Seguridad,


conviene que sus agentes estén en inmediata dependencia del Poder Ejecutivo; y,

Que la acción de la Policía Municipal en los casos de los artículos 3 y 26 de la Ley de


26 de agosto de 1885, no corresponde a la prontitud debida al ramo respectivo, por las
dificultades que se originan de ser ocasional el servicio de Orden y Seguridad en los
comisarios municipales.

Decreta:

Artículo Único.- Refórmase el artículo 3º de la citada Ley de 26 de agosto en los


términos siguientes: “En los cantones donde el Poder Ejecutivo no pudiere establecer la
Policía de Orden y Seguridad, el Comisario Municipal, nombrado por el Poder Ejecutivo
de una terna presentada por la respectiva Municipalidad, ejercerá las funciones de
Comisario de Policía general, bajo la dependencia del Poder Ejecutivo, quien no podrá
remover a dicho empleado.

Este empleado será nombrado en la misma época que los Alcaldes Municipales, y
durará un año en su destino, pudiendo ser reelegido indefinidamente”.

Esta disposición no comprende a los Comisarios Municipales de las ciudades de Quito,


Guayaquil y Cuenca.

CREACION DE LA POLICIA RURAL

El Gobierno del Presidente José María Plácido Caamaño consideró necesaria la


creación de una Policía encargada exclusivamente de mantener el Orden y la
Seguridad en los campos, de manera preferente en algunas zonas del litoral
ecuatoriano, en las cuales, debido a la falta de vías de comunicación y por el

247
temperamento e idiosincrasia de sus habitantes, se producían con mucha frecuencia el
cometimiento de crímenes y delitos que eran necesarios reprimir y castigar.

1950 – Pelotón de Policías Rurales patrullando el sector de rio Daule

Con estas consideraciones, el 21 de agosto de 1886, el Congreso de la República del


Ecuador, presidido por Juan León Mera, en su calidad de Presidente del Senado y Julio
Castro como Presidente de la Cámara de Diputados, se crea por primera vez en el país
la Policía Rural del Ecuador. El 24 de agosto de 1886, el Presidente de la República,
José María Plácido Caamaño, suscribió el correspondiente Ejecútese.

Existía preocupación en el país por el aparecimiento, desde 1884, de partidas de


montoneros en las provincias del Guayas, Manabí y Los Ríos, cometiendo crímenes de
toda especie; los mismos que se han acrecentado hasta poner en riesgo la tranquilidad
pública, causando enormes gastos al erario nacional y numerosas víctimas.

Estos hechos delictuosos obligaron a las autoridades nacionales a establecer


definitivamente la Policía Rural en las provincias de Guayas, Manabí y Los Ríos para
combatir los crímenes que cometan las partidas de montoneros en las poblaciones
rurales de dichas provincias. La creación de la Policía Rural estará a cargo de los
gobernadores, de acuerdo con la Comandancia General del Distrito a que pertenecen.

Para cumplir con este propósito se dispone organizar en cada una de las provincias
señaladas un piquete de caballería al mando de un Capitán, un Teniente, dos
Subtenientes, Sargentos, Cabos, un Corneta y un número determinado de policías.
Una vez organizados estos piquetes, actuarán bajo la dependencia inmediata de la
Comandancia General del Distrito del Guayas, quien reglamentará el modo como

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ejercerán su comisión, pudiendo dichos piquetes movilizarse a las demás provincias del
litoral, caso de ser necesario.

Los Jefes, Oficiales y Soldados que formen estos grupos de Policía, ganarán un 20%
sobre los sueldos militares, en atención a la continua movilidad en que deben estar y a
los inconvenientes que ofrecen la intemperie de los campos y la estación del invierno.

Se autoriza a los Gobernadores de las respectivas provincias para que establezcan el


relevo de caballos, de acuerdo con los propietarios de cada uno de ellos.

GOBIERNO DE ANTONIO FLORES JIJON

Presidente Antonio Flores Jijón

Antonio Flores Jijón fue Presidente del Ecuador desde el 17 de agosto de 1888 hasta el
30 de junio de 1892, hijo del General Juan José Flores, Primer Presidente del Ecuador
y de doña Mercedes Jijón. Nació en el Palacio de Carondelet, el 23 de octubre de 1833
y falleció en Ginebra, Suiza, el 30 de agosto de 1915, a la edad de 82 años.

Se posesionó del cargo identificándose como miembro del Partido Unión Republicana,
de marcada ideología liberal conservadora. Su Programa de Gobierno hacía énfasis en
cuatro puntos: educación, comunicaciones, recuperación del crédito público e
inmigración extranjera y, obviamente, el respeto a los derechos humanos y civiles y a la
Ley.

El Partido fundado por Antonio Flores, llamado Unión Republicana, conocido también
como Progresista, trataba de unir los intereses de la Costa y de la Sierra bajo una
nueva fórmula política que no fuera ni liberal ni conservadora, es decir, un partido
político que se hallaba en el centro de los dos extremos políticos representados, en
ese entonces, por el conservador Camilo Ponce Ortiz de Cevallos y por el liberal Eloy
Alfaro.

REGLAMENTO PARA EL SERVICIO DE LA GUARDIA DE POLICÍA URBANA

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El 15 de marzo de 1889, el Presidente de la República, Antonio Flores Jijón, expidió el
Reglamento para el Servicio de la Guardia de Policía Urbana, en el cual dispone que
ésta se divida en dos: Guardia Urbana y Guardia Rural.

En la Sección 1ª del mencionado Decreto se señala que la Guardia de Policía se divida


en Urbana y Rural. La organización y deberes de la Guardia Rural se “determinará por
un decreto especial”.

En la Sección 2ª, se establece el objeto de la Guardia de la Policía Urbana:

 La conservación del orden público, de la tranquilidad, decencia y compostura en


las calles de las poblaciones y cuatro kilómetros en contorno de éstas.
 La protección de las personas y de las propiedades dentro del poblado y sus
inmediaciones.
 El auxilio que reclame la ejecución de las Leyes y de los reglamentos del Poder
Ejecutivo y de las Municipalidades.
 El completar ó suplir cuando fuere necesario, a juicio de los respectivos
Gobernadores o Intendentes de Policía, el servicio de la Guardia de Policía
Rural”.

La Sección 4ª dispone que la Guardia de la Policía Urbana dependa del Ministerio de


lo Interior en cuanto al servicio al que está destinada y, del Ministerio de Guerra en lo
concerniente, “a su arreglo militar, personal, disciplina, material y percibo de los
haberes de sus Jefes, Oficiales y Tropa”.

El Ministro de Justicia y las autoridades judiciales podrán requerir su cooperación


directamente de los respectivos Jefes de ella, en los casos urgentes que indique este
Reglamento, y por medio de la autoridad política en los demás.

El Ministro de lo Interior es el único conducto por el cual se transmiten las órdenes del
Poder Ejecutivo, relativas al servicio de la Guardia de Policía.

En los artículos 6, 7, 8 y 9 se determina que el Ministerio de lo Interior podrá suspender


las funciones al Jefe u Oficial de la Guardia de Policía por razones de mala conducta;
los Intendentes de Policía dispondrán el servicio de Guardia de Policía sin que se
inmiscuyan en asuntos de personal y disciplina; pues estos menesteres corresponderá
a los Jefes y Oficiales del Cuerpo. Los Gobernadores por sí o a petición de los
Intendentes de Policía podrán suspender del ejercicio de sus funciones a los jefes y
oficiales que no cumplieren sus órdenes; el personal de Tropa puede ser suspendido y
aún destituido por el Gobernador o el Intendente; los Tenientes Políticos podrán
requerir el auxilio de la Guardia de Policía para controlar los desórdenes.

250
En la Sección 5ª se dispone el auxilio a las autoridades judiciales. Será obligación de
los directores de la casa penitenciaria, alguaciles y alcaldes de las cárceles dar parte
de cualquier reo o detenido que se escape de ellas al Jefe de Guardia de Policía, quien
le comunicará al Intendente y éste al Gobernador.

En la Sección 6ª los articulados se circunscriben a otorgar obligaciones y facultades al


Cuerpo Policial, como la obediencia estricta a las órdenes de las autoridades, cooperar
con el sostenimiento del Orden público, sin que sea necesaria la orden de autoridad
alguna. Se establece un procedimiento policial para dar cumplimiento a ciertas normas
expresadas en el Código Penal en relación a los perturbadores del orden, actuando de
manera prudente y persuasiva, pero si a pesar de las advertencias los amotinados
persisten en su desobediencia, restablecerá “a viva fuerza” la tranquilidad y el imperio
de la Ley. Se faculta el empleo de armas si los sediciosos o rebeldes hicieran uso de
sus armas; detendrá a los que porten armas o disparen ilegalmente; evitará riñas en las
calles, plazas y mercados, aprehendiendo a los causantes.

La distribución del servicio será de seis de la mañana a seis de la tarde; en caso


necesario se auxiliarán mutuamente con la Policía Municipal. Auxiliarán a las personas
que corran peligro o sufran un accidente; tomará noticia de cualquier hecho delictivo o
contrario a las Leyes; recogerán a los vagos que anden por la calle pública y los
prófugos de las cárceles y establecimientos penitenciarios; perseguir y detener a los
criminales contra los que se haya dictado prisión o detención; aprehender a los
desertores del Ejército y entregarlos a la autoridad militar; acudir a los sitios donde han
sido denunciados robos para perseguirlos; cuidar de que las carretas vayan guiadas y a
un lado de la calle por su derecha, que no lleven más rapidez que la prevenida por los
reglamentos ni se detengan más que el tiempo preciso para cargar y descargar;
detener a las que hagan mucho ruido; presentar a las autoridades de policía a quienes
maltraten a los animales a los que estuvieren azuzando a los perros o no hubieren
contenido a sus perros furiosos; impedir el tránsito de animales que no vayan
amarrados; hacer que se cierren las tiendas con despachos de licores fuertes a altas
horas de la noche; detener a los que causaren desorden en un espectáculo público y
en general a quienes violen las normas legales, reglamentarias y las buenas
costumbres; auxiliar a sus vecinos cuando lo requieran seguridad y protección de sus
bienes.

Ningún Guardia de Policía podrá ingresar a una casa particular sin permiso del dueño,
salvo lo contemplado en el artículo 116 del Código de Enjuiciamiento en materia
criminal. La Guardia de Policía debe auxiliar a las autoridades judiciales para asegurar
en todas sus partes la buena administración de justicia y, prestará el servicio necesario
para asegurar el orden y la libertad en la celebración de los juicios de los tribunales y
juzgados.

251
La Sección 7ª está destinada a la conducta del Guardia de Policía, es una especie de
Código de Ética, en donde la buena conducta ha de ser la principal divisa del Guardia
de Policía, “y el que no la tuviere constante y sin mancha que le haga desmerecer será
despedido del cuerpo, como indigno de éste”; el Guardia de Policía debe distinguirse
siempre por su compostura, aseo, circunspección, buenos modales y reconocida
honradez; procurará granjearse el respeto y aprecio de sus conciudadanos, siendo
siempre fiel a su deber, sereno en el peligro, digno y esmerado en el desempeño de
sus funciones. Únicamente podrá hacer uso de sus armas en caso de absoluta
necesidad.

Siempre que tenga que exigir la presentación de algún documento, disipar algún grupo,
hacer despejar algún establecimiento o impedir la entrada en él lo hará con las
expresiones de “haga usted el favor o tenga usted la bondad”. Cuando sean Jefes u
Oficiales del Ejército u otras personas de categoría lo verificará además dándoles el
tratamiento y haciéndoles el saludo que corresponda.

En la Sección 8ª, correspondiente a las “Disposiciones Generales”, encontramos


algunas normas que hasta este momento son parte de la doctrina policial, “La Guardia
de Policía no podrá distraerse del objeto de su instituto, y la autoridad que lo hiciere
será responsable de este abuso”.

En cada Gobernación de provincia se destinará diariamente un ordenanza de Guardia


de Policía para comunicar las órdenes relativas al servicio del cuerpo.

“Por ningún título ni pretexto se empleará al Guardia que desempeñe este cargo de
ordenanza en asuntos domésticos ni en ocupación alguna que pudiera rebajar el lustre
de esta Institución.”

Cuando las autoridades de Policía en sus diferentes niveles observen cualquier defecto
acerca del material y personal de la Guardia de Policía, podrán advertirlo al Jefe de
Cuerpo de la provincia a su cargo, si éste no tomare los correctivos necesarios debían
dirigirse al Comandante General respectivo, quien deberá remediarlo. Los
Comandantes Generales en cada provincia estaban facultados para velar por el
cumplimiento del servicio, para lo cual se entenderán directamente con el Ministro de lo
Interior y los Gobernadores de dichas provincias.

“La Guardia de Policía como parte de la fuerza armada no puede deliberar ni


representar en Cuerpo sobre ninguna clase de asuntos”.

Este Decreto conteniendo el Reglamento se publicó en el Diario Oficial de la República


del Ecuador No. 32, en Quito, el día miércoles 20 de marzo de 1889.

REGLAMENTO PARA EL SERVICIO DE LA GUARDIA RURAL

252
Con Decreto Ejecutivo, el Presidente Antonio Flores Jijón, expidió el 7 de junio de 1889,
el siguiente Reglamento de la Policía Rural, del cual mencionamos los aspectos más
sobresalientes:

La Guardia de Policía Rural ejerce su acción en los campos, aldeas, villorios, caseríos,
haciendas y demás establecimientos rústicos y tiene por objeto:

 La conservación del Orden público, y


 La Seguridad de las personas, propiedades e intereses de todos, sean
nacionales o extranjeros.

El Servicio de la Guardia de la Policía Rural se encargará de mantener el Orden


Público, perseguirá activamente a las partidas de malhechores que con cualquier
pretexto político, o sin él, se den al robo y al pillaje, haciendo oficio de salteadores,
ladrones o incendiarios en los campos, caminos, hatos, haciendas y villorios, hasta
asegurarse de que los delincuentes sean entregados a la autoridad política, según lo
dispusiere el Gobernador de la respectiva provincia, o el Comandante General.

La Guardia de Policía Rural se preocupará por la Seguridad de las personas,


manteniendo un continuo patrullaje en los caminos, especialmente en los parajes que
ofrezcan alguna inseguridad, arreglando su distribución de manera que haya dos
patrullas constantes en un mismo camino, las cuales recorrerán una misma línea, pero
en dirección opuesta. Para una mejor vigilancia de las patrullas se establecerán en los
caminos puestos de la Guardia de Policía, en los puntos o pueblos en que se considere
necesario; y, habrá siempre en las ferias y romerías una patrulla de la Guardia de
Policía Rural que no baje de tres individuos. El comandante respectivo cuidará de la
conservación el orden interior y la seguridad personal en los caminos inmediatos.

Una tercera obligación se le otorga a la Guardia de Policía Rural, la Seguridad de las


propiedades, que lo realizará a través de la vigilancia de los caminos, portazgos,
pontazgos y barcajes; la conservación de los bosques del Estado, de los pueblos y de
los particulares; la observancia de las leyes sobre uso de armas, caza y pesca; la
conservación de las propiedades que formen parte de la riqueza pública o comunal; la
conservación de las propiedades de los particulares; y, la conservación de telégrafos y
teléfonos.

DESMILITARIZACIÓN Y DELIMITACIÓN DE FUNCIONES PARA LA POLICÍA DE


ORDEN Y SEGURIDAD

El antecedente de este hecho histórico constituye el Informe de Actividades presentado


al Congreso por el Presidente de la República Antonio Flores Jijón, el 10 de junio de
1892, en el cual se manifestaba respecto de la Policía lo siguiente: “Hemos procurado
la mejora de la Policía urbana en cuanto lo permite la Ley, cuya reforma es necesaria a

253
fin de consultar la unidad de acción, incompatible con la dualidad de Policía Civil y
Militar, a más de la otra división en nacional y municipal”.

GOBIERNO DEL PRESIDENTE LUIS CORDERO CRESPO

Doctor Luis Cordero Crespo y parte de su Gabinete

El doctor Luis Cordero Crespo, nació en Déleg, provincia del Cañar el 6 de abril de
1833 y falleció en Cuenca, el 30 de enero de 1912, a la edad de 78 años. Sus padres
fueron el hacendado Gregorio Cordero Carrión y doña Josefa Crespo Rodríguez.

Fue uno de los líderes del Progresismo, humanista, poeta, escritor y naturalista. Cabe
destacarse que el Progresismo había adquirido en esta época una potencia electoral la
cual se puso de manifiesto al llevar al poder al doctor Cordero Crespo, eligiéndole por
votación popular. Tomó posesión de su cargo de Presidente de la República el 10 de
agosto de 1892.

Desde el comienzo de su gestión, se caracterizó por su afán de ilustración en todos los


campos: intelectual, artístico, docente, artesanal, profesional, etc.; fomentó la
enseñanza, creando nuevas escuelas, locales escolares e instituciones educativas de
segunda enseñanza. No en vano era escritor, académico de la lengua, investigador de
la historia, además fue Rector de la Universidad de Cuenca.

SE DESMILITARIZA LA POLICIA DE ORDEN Y SEGURIDAD

254
El 3 de agosto del mismo año 1892, una vez posesionado de la Presidencia de la
República Luís Cordero Crespo, el Congreso haciéndose eco de este informe del
presidente Flores, expide el Decreto mediante el cual se desmilitariza la Policía de
Orden y Seguridad.

EL CONGRESO DE LA REPUBLICA

Decreta:

Art. 1.- El Artículo 1 de la Ley de Policía, sancionado el 28 de agosto de 1885, dirá: “La
Policía de Orden y Seguridad estará bajo la inmediata dependencia del Poder
Ejecutivo”.

Art. 2.- En el numeral 1 del artículo 14, y en el 15, cámbiese la palabra Soldado por la
de “Celador”.

Art. 3.- El artículo 24 dirá: “La Policía de Orden y Seguridad será dependiente del
Ministerio de lo Interior, el que dictará el correspondiente Reglamento”.

Dado en Quito, Capital de la República, a 3 de agosto de 1892. Firman, el Presidente


de la Cámara del Senado, Vicente Lucio Salazar; el Presidente de la Cámara de
Diputados, Santiago Carrasco. Ejecútese, firma el Presidente Luis Cordero Crespo.

Como se puede observar se suprime la frase “se organizará militarmente” que constaba
en el artículo 1 del Decreto expedido por el Congreso el 15 de agosto de 1885, cuyo
ejecútese fue puesto por el Presidente J. M. Plácido Caamaño, el 28 de agosto del
mismo año; también se dispone cambiar la palabra “soldado” por “celador”, en los
articulados que así conste; y, finalmente, como en el artículo 24 del Decreto original se
decía: “La Policía de Orden y Seguridad, en lo concerniente a los asuntos de disciplina
militar, será dependiente del Ministerio de la Guerra y de lo Interior en cuanto a su
organización y dirección administrativa”, se dispone que el citado artículo únicamente
diga que la “Policía de Orden y Seguridad será dependiente del “Ministerio de lo
Interior”

En la administración del doctor Luis Cordero Crespo, a los pocos días de asumir el
Poder de la República auspició la expedición del Decreto relacionado con la función y
orientación policial, demostrando su afán por crear un ambiente de confianza y
tranquilidad hacia las Fuerzas Policiales. El Decreto fue aprobado por la función
Legislativa y puesto el Ejecútese por el Presidente Cordero.

Desgraciadamente, el Gobierno del Presidente Cordero no tuvo el tiempo suficiente


para probar la eficacia o desacierto de las medidas tomadas con el fin de cambiar
fundamentalmente la organización de la Policía, por cuanto la Revolución del 5 de
Junio de 1895, terminó violentamente con su Gobierno.

255
ORIENTACION Y FUNCION POLICIAL

Al haberse dictado la Ley anterior que organizaba la Policía de Orden y Seguridad por
parte del Congreso de la República, el Presidente de la República, Luis Cordero
Crespo, expide el 24 de junio de 1893 un Decreto reglamentando la nueva estructura
de la Policía de Orden y Seguridad, que establece el orgánico del personal de Policía y
las principales funciones de cada cargo, con el límite de sus atributos, derechos u
obligaciones, y se fija sus respectivos sueldos. Algunos de los articulados más
importantes de este Reglamento, lo señalamos a continuación:

“En uso de la facultad concedida por el artículo 21 de la Ley de 15 de agosto de 1885;


y, en cumplimiento de la Ley de 6 de agosto de 1892, que deroga los artículos 1, 14, 15
y 24 de la citada Ley de 1885, artículos que organizaban militarmente el servicio de
Policía,

Decreta:

Art. 1.- La Policía de Orden y Seguridad constará de Personal Administrativo y


Personal Activo.

Art. 2.- El Personal Administrativo se compondrá:

 Del Intendente de Policía que será su Primer Jefe.


 De los Comisarios respectivos.
 De los Secretarios, Amanuenses y demás empleados

El Intendente designará el Comisario o Comisarios que hagan sus veces como


segundo o tercer Jefe. El Comisario de un cantón que no fuere capital de Provincia
será el Jefe de la Policía de dicho cantón.

Art. 3.- El Personal Activo constará:

 De los Jefes de Inspectores


 De los Inspectores
 De los Subinspectores y
 De los Vigilantes.

En los subsiguientes artículos se establece las funciones de los Intendentes,


destacando la obligación de velar por la disciplina del Cuerpo de Policía, cuando lo
exijan el orden y el servicio público “poner sobre las armas” a esta fuerza de Policía;
armar de igual modo a la Policía Municipal, incorporándola a la Nacional y ejerciendo
autoridad sobre aquella, cuando así lo ordenare el Poder Ejecutivo, conforme a la Ley;
y, cuidar la instrucción técnica del Cuerpo de Policía.

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Se designa Jefes de Inspectores con la misión de mantener la disciplina y moralidad en
sus respectivas secciones, recorrer los puestos de guardia, distribuir el servicio de los
Inspectores y supervisar el cumplimiento de sus obligaciones.

Para el cuidado de las ciudades los “Vigilantes” se distribuirán en tantas secciones


cuantas fueren necesarias; procurando que nunca falte por lo menos uno en cada
intersección. Se mantendrá en su puesto cuando deba cumplir comisiones.

Seguidamente consta en este Reglamento los sueldos y gastos anuales del personal,
distribuidos en cada una de las provincias del país, que por ser extenso, transcribimos
únicamente la provincia del Carchi:

Art. 12.- La provincia del Carchi tendrá:

Un Comisario, con………………………………………… …. $. 360

Un Secretario de la Comisaría, con…………………… ……… $. 288

Un amanuense de id., con…………………………………… . $. 192

Un Inspector, con…………………………………………… $. 192

Treinta vigilantes, cada uno con…………………………… $. 144

Gastos de escritorio y alumbrado………………………… $. 60

Tanto el número de personal como los sueldos y gastos anuales se incrementan


dependiendo del número de habitantes de las provincias.

El 12 de julio de 1894, durante la administración del doctor Luis Cordero Crespo, en lo


atinente a la Institución Policial, auspició la expedición de dos Decretos por parte del
Congreso de la República: el uno, relacionado con la suspensión de la Policía Rural; y,
el otro, con la Orientación y Función Policial.

Por esta época de la política ecuatoriana se presumía que la Policía Rural había sido
creada con objetivos políticos y no funcionales y en el afán de que haya tranquilidad y
cooperación pública y ciudadana para el Gobierno, la Legislatura del año 1894,
resuelve suspender las actividades de este organismo mediante un Decreto.

Un hecho importante de nuestra historia merece resaltarse. El 14 de noviembre de


1894, el Ministro de lo Interior le dice al Gobernador de Pichincha lo siguiente: “Por
razones de conveniencia y a fin de evitar múltiples dificultades que suscitan
frecuentemente a causa de las Policías Municipal y de Orden y Seguridad en un solo
establecimiento; desea el Jefe del Estado se ponga de acuerdo con el Concejo

257
Municipal de Quito para que arbitre las medidas que crea conveniente a fin de llevar a
cabo dicha separación”.

Según comenta Mario Villalobos, historiador policial, al parecer, la gestión no dio


resultado y el Ministro ordena al Gobernador, con fecha 7 de enero de 1895: “Que
disponga al Ilustre Concejo de Quito que la Policía Municipal salga de la casa en que
se encuentra con la Policía Nacional, pues surgen muchos inconvenientes”.

Días más tarde se cumple la orden y la Policía Municipal abandona el local ubicado en
un costado del convento San Francisco, compartido por muchos años con la Policía
Nacional.

REGLAMENTO PARA LA POLICÍA DE ORDEN Y SEGURIDAD

El 8 de julio de 1897, Manuel B. Cueva, mientras ejercía la Vicepresidencia y en


calidad de Encargado del Poder Ejecutivo expide el Reglamento para la Policía de
Orden y Seguridad en toda la República. En los considerandos del documento se dice:

“1º Que es preciso organizar cuanto antes y de la manera más conveniente la Policía
de Orden y Seguridad en toda la República, a fin de uniformar en cuanto fuere posible
este servicio; 2º Que la Ley de sueldos vigente sancionada el 4 de junio último, signa la
cantidad de $600.000 para sueldo y más gastos de este servicio, y autorizado por
Decreto de 19 de Mayo del presente año.”

El documento original consta de dos grandes Secciones y 49 artículos; en la primera


sección “De la Organización”, se establece que la Policía de Orden y Seguridad
constará de personal administrativo conformado por el Intendente, los Comisarios, los
Secretarios y Amanuenses, y de personal activo por Ayudantes, Inspectores,
Subinspectores y Celadores. A los Intendentes se les otorga la calidad de Jefes de
Policía, a quienes se subordinan los Comisarios y demás empleados de Policía.

A continuación se determinan algunas atribuciones orientadas a mantener la disciplina


del Cuerpo de Policía, la utilización de las armas cuando así lo exijan el orden y
servicios públicos, cuidar de la instrucción técnica del personal, cumplir estrictamente
las órdenes del Ejecutivo concernientes al orden público, señalar las atribuciones de los
comisarios y distribuir el trabajo a los demás empleados de policía; y, otras atinentes a
la correcta administración del personal.

Para los Comisarios, entre otros deberes que se les impone están las de ejecutar las
órdenes impartidas por los Intendentes relativas al servicio público; pasar informes
sobre sus actividades propias del servicio, en caso de incumplimiento serán
sancionados; los Secretarios y Amanuenses cumplirán sus funciones bajo la inmediata

258
inspección de los Comisarios y, además, se encargarán de conservar el Archivo de la
Comisaría con el arreglo debido.

En cuanto a los Ayudantes se les encarga velar por la disciplina y moralidad de los
Inspectores y Celadores del Cuerpo; instruir y recorrer los puestos de guardia, realizar
informes y partes sobre las novedades encontradas en su servicio; realizar los relevos
de acuerdo a las disposiciones emanadas por los superiores; prestar inmediato auxilio
a los particulares que lo necesiten; sancionar a los Celadores que cometan abusos
contra los mismos.

A los Inspectores les corresponde cuidar del buen servicio de Policía en las respectivas
secciones; hacer la guardia de prevención en los casos que le corresponda, y más
atribuciones propias de este cargo para el correcto desempeño del personal.

Los Subinspectores tenían el deber de informar sobre los abusos que cometieren los
Celadores; conducir a la Policía a los infractores del Orden público, la prohibición de
maltratos de palabra u obra; los agentes de Policía harán uso de sus armas sólo en el
caso de defensa propia.

Por su parte los Celadores cumplirán estrictamente sus deberes y órdenes dictados por
sus superiores, deberán mantener un adecuado comportamiento, propio de un
encargado de la vigilancia del Orden público; para cumplir con el servicio se distribuirán
en cuantos sectores sean necesarios para el cuidado de las ciudades. Cada Celador en
su puesto de servicio tendrá las atribuciones y deberes de un centinela.

Es importante señalar también, que en las “Disposiciones Generales” de este


documento, el Ejecutivo tenía la atribución de ordenar cuando lo crea conveniente, que
cualquier Cuerpo de Policía en la República se organice militarmente, con los Jefes y
Oficiales necesarios; se prohíbe ocupar a los empleados de Policía en asuntos que no
sean concernientes al cargo que desempeñan.

Se faculta a los Gobernadores para que de acuerdo con los Intendentes donde haya o
con el Comisario formulen el Reglamento local de cada establecimiento de Policía en
su Provincia, adaptado a sus costumbres y necesidades de la respectiva sección
territorial en que debe funcionar la Policía de Orden y Seguridad. El Reglamento será
presentado al Ministro del Ramo para la aprobación del Ejecutivo.

Se hace extensivo a los Médicos de la Policía del Guayas el Decreto expedido por el
Ejecutivo, el 26 de febrero del presente año.

En los artículos 25 y 26 se dispone que continúen vigentes el Decreto Legislativo de 24


de Agosto de 1886, acerca de los Comisarios de Policía General en los cantones

259
donde no estuviese establecida la Policía de Orden y Seguridad y, el Decreto de 25 de
Julio de 1894, acerca del establecimiento de la Policía Rural, respectivamente.

En la Sección Segunda de este Decreto, bajo el título, “Del personal y sueldos”,


comenzando por la Provincia del Carchi constan los Intendentes, Comisarios
Amanuenses, Inspectores, Subinspectores, Celadores con sus respectivos sueldos
mensuales y anuales; en algunas provincias por razones lógicas en mayor número y
con mayor sueldo, a más de médicos y los respectivos gastos de escritorio, son 17
provincias incluidas “La Provincia del Oriente y el Archipiélago de Colón”; en las
provincias de Loja, el Oro y Manabí se incluyen varios cantones.

Se designa personal y sueldos para la Oficina de Pesquisas y Estadística de Quito y


Guayaquil, especialmente se incrementa “Agentes Investigadores”.

Para la sala de Policía, en el Hospital Militar en Quito, habrá también un alumno interno
con la dotación de $20 mensuales. En el Valle de Catamayo (Loja) habrá un Comisario
de Orden y Seguridad.

Finalmente, el Art. 49 deroga todos los decretos expedidos anteriormente sobre la


materia, y el señor Ministro de lo Interior y Policía será el encargado de la Ejecución del
presente Reglamento.

El Decreto de 8 de julio de 1897 firmado por Manuel B. Cueva en calidad de


Vicepresidente y Encargado del Poder Ejecutivo, fue claro y categórico en cuanto a la
voluntad de mantener a la Policía de Orden y Seguridad y dar plena vida institucional a
este organismo con atribuciones claras de Orden y Seguridad públicos, y corroboró la
misión encomendada a este Cuerpo Policial como entidad dependiente del Ejecutivo,
consolidándose así su institucionalidad.

LA REVOLUCION LIBERAL

La Revolución Liberal con Eloy Alfaro está considerada como uno de los episodios más
importantes de la historia ecuatoriana, debido al impacto en la política y en la sociedad.
Entre los principales aspectos de esta Revolución está la implementación del Laicismo
en el Ecuador, con lo cual la iglesia y el Estado fueron formalmente separados.

El Laicismo, es el régimen político que establece la independencia estatal frente a la


influencia religiosa y eclesiástica. Basado en esta independencia, el Estado prescinde
de todo credo religioso, no profesa religión alguna, observa una absoluta neutralidad
ante el fenómeno religioso y considera que todas las creencias, como expresión de la
íntima conciencia de las personas, son iguales y poseen idénticos derechos y
obligaciones.

260
Por lo tanto, el Laicismo en la medida en que asegura que el Estado no profesa
ninguna religión, es la garantía para cada persona de que ninguna coacción política la
obligará a abrazar un credo religioso o a renegar del que profesa.

La Revolución Liberal

Por su parte el Liberalismo, es una filosofía política que defiende la libertad individual,
la iniciativa privada y limita la intervención del Estado y de los poderes públicos en la
vida social, económica y cultural. También se identifica como una actitud que propugna
la libertad y la tolerancia en las relaciones humanas. En fin, constituye la corriente en
que se fundamenta tanto el Estado de Derecho, como la democracia participativa y la
división de poderes.

Las características principales del Liberalismo son:

 El individualismo, que considera al individuo primordial, como persona única y en


ejercicio de su plena libertad, por sobre los aspectos colectivos.
 La Libertad, como un derecho inviolable que se refiere a diversos aspectos
como: la libertad de pensamiento, de culto, de expresión, de asociación, de
prensa, etc., cuyo único límite consiste en no afectar la libertad y el derecho de
los demás y que debe constituir una garantía frente a la intromisión del gobierno
en la vida de los individuos.
 El Principio de Igualdad ante la Ley, es decir, para el Liberalismo todos los
ciudadanos son iguales ante la Ley y ante el Estado.
 El Derecho a la Propiedad Privada, como fuente de desarrollo e iniciativa
individual y como un derecho inalterable que debe ser salvaguardado y
protegido por la Ley.

261
 El establecimiento de Códigos Civiles, Constituciones e Instituciones basadas
en la división de poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) y en la discusión y
solución de los problemas por medio de Asambleas y Parlamentos.
 La Libertad de Cultos y la separación del Estado y la Iglesia en un Estado Laico.

En conclusión el Liberalismo, en el campo político, ha dejado un legado de principios


saludables para la convivencia social. La teoría de la división de poderes, el Estado de
Derecho, la limitación jurídica de la autoridad pública, el deber de obediencia
condicionado de los gobernados, la Doctrina de los Derechos Humanos son principios
que aún tienen plena vigencia en nuestros días y que defienden al individuo y a la
sociedad de los abusos del autoritarismo.

PRESIDENCIA DEL GENERAL ELOY ALFARO

General Eloy Alfaro Delgado

Eloy Alfaro Delgado es un militar y político ecuatoriano, considerado como una de las
personalidades más fuertes que han gobernado al Ecuador. Nació en Montecristi,
provincia de Manabí, el 25 de junio de 1842, y falleció en Quito, el 28 de enero de
1912. Sus padres fueron el comerciante español Manuel Alfaro y la dama manabita
Natividad Delgado.

Fue Presidente del Ecuador por dos períodos, el primero desde 1895 hasta 1901 y, el
segundo desde 1906 hasta 1911. Fue uno de los máximos representantes del
Liberalismo Radical.

CREACION DEL CARGO DE DIRECTOR GENERAL DE POLICIA

262
En el campo de la Policía Nacional, el Presidente Alfaro, impulsó una verdadera
innovación al dar un Comando Único a la Policía, lo cual se materializó en el Decreto
Ejecutivo de primero de noviembre de 1898, por el cual se crea, por primera vez, el
cargo de Director General de Policía.

1º de noviembre de 1898

ELOY ALFARO

Presidente de la República del Ecuador

Vista la necesidad de crear una autoridad superior de Policía, para atender


debidamente este servicio en toda la República y, en uso de la atribución concedida por
el artículo primero del Decreto Legislativo de 19 de mayo de 1897,

Decreta:

Art.1.- Créase un Director General de Policía, con la asignación de trescientos sucres


anuales.

Art. 2.- Las atribuciones y deberes de esta Autoridad se determinarán en el Reglamento


General respectivo.

Art. 3.- El Ministro de lo Interior queda encargado de la ejecución del presente Decreto.

Dado en el Palacio de Gobierno, en Quito, a primero de noviembre de 1898. F) Eloy


Alfaro, Presidente y Lino Cárdenas, Ministro de lo Interior y Policía.

Concomitantemente, con el Decreto Ejecutivo que antecede, se expidió el siguiente


Decreto:

10 de noviembre de 1898

ELOY ALFARO

Presidente de la República del Ecuador

Mientras se expida el nuevo Reglamento General de Policía, en el cual de determinará


así el personal como los sueldos de los empleados de este Ramo y a fin de que el
Director General pueda ejercer sus funciones,

Decreta:

Art.1.- La Dirección General de Policía tendrá para sus trabajos:

263
 1 Secretario con la asignación de 80 sucres mensuales y 960 sucres anuales.
 Dos Amanuenses, a 30 sucres cada. Es decir 60 mensuales y 720 sucres
 Anuales.
 Gastos de escritorio, 10 mensuales y 120 sucres anuales.

Art. 2.- Para gastos de instalación de la mencionada Oficina, destínase la suma de cien
sucres.

Art. 3.- Créase un Segundo Jefe para la Policía de esta ciudad, el cual debe ser militar
y gozar el sueldo de su grado.

Art. 4.- Organízase en Santo Domingo de los Colorados una Comisaria de Orden y
Seguridad compuesta de:

 Un Comisario con 40 sucres mensuales y 480 sucres anuales


 Un Secretario Amanuense, con 32 sucres mensuales y 384 sucres anuales
 Un Inspector con 24 sucres mensuales y 6 Celadores con 16 sucres mensuales.
 Para gasto de escritorio, 3 sucres mensuales y 36 sucres anuales.

Dado en el Palacio de Gobierno, en Quito, a 10 de noviembre de 1898. F) Eloy Alfaro y


Lino Cárdenas, Ministro de lo Interior y Policía.

Durante el período republicano de la Revolución Liberal, es decir, de 1895 a1912, se


encontraba en vigencia la Constitución de la República de 1897, en el artículo 84
establecía que el Poder Ejecutivo se ejerce por el Presidente de la República del
Ecuador y, entre sus múltiples atribuciones constaba el “Supervigilar el ramo de
instrucción pública; y todo lo concerniente a la policía de Orden y Seguridad”.

En 1906 se dicta una nueva Constitución Política de la República en la cual se


mantiene, a través del artículo 80, numeral 14, la atribución de supervigilar todo lo
concerniente a la policía de Orden y Seguridad; y en el numeral 17, conservar el Orden
interior y cuidar de la Seguridad exterior de la República.

En el Título XIII de la Constitución de 1906: “De la Fuerza Armada” se menciona por


primera vez la expresión “fuerza pública”, cuando en su artículo 117 dice: “El objeto de
la fuerza pública” es asegurar los derechos de la Nación en el Exterior; y, en el interior,
la ejecución de las Leyes y el mantenimiento del orden público”. De lo que se puede
colegir que la idea o el espíritu del legislador de esa época era el que existan dos
fuerzas, la una con la misión específica de la defensa de la soberanía y otra, que en el
orden interno se encargue del mantenimiento del Orden público; misiones diferenciadas
que más tarde se plasma en la Constitución de 1945, en los siguientes articulados:

264
“Art. 112.- Las Fuerzas Armadas y la Policía constituyen la Fuerza Pública. Su
organización y servicios se regulan por las Leyes respectivas.”

“Art. 120.- La Policía es una institución civil destinada principalmente a garantizar el


Orden interno y la Seguridad individual y colectiva. Sus miembros no tienen fuero
especial”.

PRESIDENCIA DEL GENERAL LEONIDAS PLAZA

Leonidas Plaza Gutiérrez

El Presidente Leonidas Plaza Gutiérrez nació en Bahía de Caráquez, provincia de


Manabí, el 18 de abril de 1865 y falleció en Huigra, parroquia rural del cantón Alausí, en
la provincia de Chimborazo, al sufrir un vahído y bajado al andén de la estación del
tren, el 17 de noviembre de 1932, a la edad de 67 años.

Militar y político ecuatoriano, fue en dos ocasiones Presidente de la República, 1901 –


1905 y 1912 – 1916. Liberal y Reformista, en el año 1901 alcanzó la Presidencia del
país a pesar de haber estado inmiscuido en la Revolución del General Eloy Alfaro.

Fue Presidente de la República, la primera ocasión, desde el primero de septiembre de


1901 hasta el 31 de agosto de 1905. Comenzó por desplazar a los notables de la
administración anterior y quería demostrar que su liberalismo alcanzaría mayores
éxitos que los alcanzados por Alfaro y, por ello, se adelantó en ideas y en obras.

REGLAMENTO Y PRESUPUESTO DE LA POLICIA

En vista de que el Gobierno del General Alfaro, en el campo policial, había alcanzado
un nivel bastante elevado para aquella época, especialmente al crear la Dirección
General de Policía, el Gobierno del General Leonidas Plaza Gutiérrez no se vio en la

265
necesidad de dictar muchas disposiciones con relación a la institución policial, sin
embargo, habría que destacar que en su administración se promulgó el Reglamento y
Presupuesto, el 16 de mayo de 1902, a través del correspondiente Decreto, que venía
a llenar un vacío que, en este campo, había dejado el Gobierno de Alfaro.

El Decreto en referencia, expedido el 16 de mayo de 1902, señala: “La Dirección


General de Policía tendrá su Despacho en el lugar donde lo exija la organización del
Ramo, ocupando las Oficinas de Policía en las capitales de provincia, cantones,
parroquias, y tendrá a su servicio: Un Secretario, un Contador y el número de
Amanuenses que fueren necesarios, a juicio del Ministro.

Corresponde al Director General todo lo concerniente al mejoramiento del servicio


público; la disciplina de los Cuerpos; las propuestas para nombramientos de
empleados; el estudio e información respecto de los Reglamentos especiales que
deben ser sometidos al Ministerio; y la vigilancia para la honrada administración de los
fondos y de las rentas de Policía en toda la República.

El Secretario de la Dirección será de libre remoción y nombramiento del Director


General, quien comunicará dicho nombramiento al Ministerio para su aprobación….”

El Reglamento y Presupuesto significaron un paso más en el desarrollo de la historia


policial, por el hecho mismo de señalar como ciertos acontecimientos han ido
paulatinamente modificando sus facciones, su organización y sus responsabilidades.

Según el Reglamento, correspondía a la Policía: Mantener la tranquilidad pública;


perseguir y aprehender a los delincuentes; realizar las gestiones pertinentes para el
esclarecimiento de los juicios e investigación de crímenes, delitos y contravenciones y
la súper vigilancia sobre los criminales.

Al Director General le correspondía los aspectos relacionados al mejoramiento del


servicio público; la disciplina de los Cuerpos policiales; las propuestas para la
expedición de nombramientos para los empleados; estudio e información sobre los
Reglamentos especiales que debían ser sometidos al Ministerio; la vigilancia
permanente que permite garantizar una honrada administración de los fondos y rentas
de la policía, en toda la República; velar por el cumplimiento de llevar en forma nítida y
oportuna el libro de ingresos y egresos generales en base a las Actas de Arqueo.

En la administración del General Plaza, también se expidió un Decreto, suscrito el 17


de febrero de 1903, que contenía el Reglamento Interno para el Cuerpo de Policía de
Orden y Seguridad de Quito.

Entre otras disposiciones de este Reglamento Interno, se puede destacar las


siguientes:

266
A los Jefes de Sección les corresponde vigilar constantemente el servicio y actividad de
sus inferiores; cuando la Sección esté de Retén, el Jefe no podía abandonar ni un solo
momento el local de la policía; pasar lista, a las cinco de la mañana, a su Sección
cuando estuviera franca; a los Capitanes se les preveía que cuando estén de guardia,
tengan especial cuidado en que ningún miembro salga del interior del Cuartel; los
servicios de los Agentes de Investigaciones eran estrictamente reservados; para ser
empleado del Cuerpo de Policía debía probarse mediante certificación escrita, su
honradez y conducta y presentar de puño y letra una solicitud de estos informes, en
papel sellado. Todos los empleados de policía eran custodios de la Seguridad y Orden
públicos, por lo que su conducta tenía que ser irreprochable.

TRANSITO EN QUITO A PRINCIPIOS DEL SIGLO 20

La historia del primer auto que rodó por las calles de Quito se remonta a una extensa
aventura en la que Carlos Álvarez Gangotena, nacido en 1875 y fallecido en 1947,
viajó a la Exposición Mundial de París en 1900 y trajo su auto hasta Ecuador en barco,
cruzando el Atlántico, el estrecho de Magallanes, y desembarcándolo en Guayaquil.

Debido a una fuerte estación invernal, el señor Alvarez tuvo que esperar algún tiempo
para disfrutar de su adquisición. El invierno en la Sierra ecuatoriana en ese año 1900,
obligó a que las cajas conteniendo las piezas del auto tengan que permanecer
almacenadas en una bodega en la ciudad de Babahoyo. Posteriormente éstas fueron
transportadas, en hombros y a lomo de mula, hasta Quito, en el año 1901.

En Quito se encargó al mecánico Manuel Bucheli la tarea de ensamblar el flamante


auto marca De Dion-Bouton Vis-á-Vis, de origen francés, modelo 1900. El coche tenía
un motor de 402 centímetros, funcionaba con un cilindro y generaba una potencia
equivalente a 3.5 caballos. Podía alcanzar una velocidad máxima de 20 kilómetros,
tenía dos velocidades y fue uno de los primeros autos construidos con marcha en
reversa.

El Dion-Bouton, contaba con un espacio abierto para cuatro personas, con los asientos
forrados de piel de elefante, dispuestos en forma de carruaje, de tal manera que dos
pasajeros iban de espaldas al frente del auto, mientras que el conductor y el copiloto
tenían visibilidad frontal.

Revisando la historia de este primer coche en Quito, encontramos que el primer paseo,
desde la Plaza Grande hasta la Casa Azul, hoy Museo Casa de Sucre, ubicado en las
calles Venezuela y Sucre, estuvo reservado para el entonces Presidente de la
República, don Leonidas Plaza Gutiérrez y su Edecán. El señor Alvarez, hizo las veces
de copiloto y la conducción estuvo a cargo del mecánico Manuel Bucheli.

267
El primer coche en Quito

En la época en que Carlos Álvarez Gangotena trajo el primer auto que circuló por las
calles de Quito, la compañía francesa Dion-Bouton, era considerada como la fábrica
más grande del mundo de automóviles, con una producción de 400 autos.

Al comenzar el siglo XX, concretamente en el año 1901, el transporte en Quito


funcionaba gracias a la existencia de coches y caballos. Los relatos anotan que, en ese
entonces, existían siete Agencias urbanas y una interprovincial de coches. Una de
ellas, denominada “La Reina”, era propiedad de los hermanos Jorge y Carlos Mantilla
Jácome.

Otra de las Agencias, “La Veloz”, de propiedad de Manuel Jijón Azcázubi, Enrique
Gantotena y Nicanor Correa, trajo cinco automóviles de la misma marca Dion-Buoton,
para realizar viajes desde Quito hasta Ambato y Riobamba, conducidos por choferes
franceses, capitaneados por Louis Pegeaud.

En 1899, Manuel B. Cueva, Vicepresidente de la República, encargado del Poder


Ejecutivo, expidió el Reglamento General para la Policía de Orden y Seguridad, en el
cual se estipulaba que el control de las actividades del tránsito animal y vehicular
estaba bajo la responsabilidad de Inspectores, Subinspectores y Celadores de los
Cuerpos de Policía.

La mayor concentración de estos medios de transporte se encontraba en las ciudades


de Quito y Guayaquil, en las cuales se contaba con un significativo número de carretas,
carrozas, coches de todo tipo, diligencias, birloches, bicicletas, carretones y carretillas
de mano, como bestias de silla, tiro y carga.

Entre las funciones, relacionadas al Tránsito, de acuerdo al mencionado Reglamento,


se pueden destacar las siguientes:

268
 Prohibir que por las aceras caminen bestias o individuos que conduzcan bultos,
así como que en ellas ni en las esquinas permanezcan personas que dificulten el
tránsito.
 Impedir que se deposite, en las calles, maderas o cualquier otro objeto que
estorbe el tránsito, salvo el caso de licencia concedida por el Intendente de
Policía.
 Indicar a los transeúntes, cuando lo necesitaren, la dirección de casas y calles.

Carretas a principio del siglo 20 en Quito

El 22 de diciembre de 1900, el Ministro del Interior, don Abelardo Moncayo, con el fin
de normar la problemática de la movilidad en la ciudad de Quito, dictó, entre otras, las
siguientes disposiciones que debían ser ejecutadas por el Intendente General de
Policía de Pichincha, en ese entonces, el señor Carlos Gándara:

 Realizar por parte de la Policía la numeración de todos los carruajes.

 Impedir que los empresarios puedan emplear como cocheros a personas que no
hayan recibido para ello autorización de la Policía.

 Prohibir el uso de animales no acostumbrados a este servicio o que estuvieren


enfermos o demasiado viejos.

 Obligar a que, cuando vayan en rotación dos o más coches, unos tras otros, el
cochero que fuere adelante no pare su coche sin dar aviso al siguiente.

269
 Cuidar de que siempre que se encontraren dos carruajes, cada uno tome su
derecha, cediendo su izquierda al contrario y dejando libre la mitad de la calle.

 Vigilar que en las bajadas, puntos peligrosos, esquinas y puentes se disminuya


el movimiento o andar de los carruajes.

 Obligar a que, desde las seis de la noche, todo carruaje en servicio lleve sus
lámparas encendidas.

 Disponer que, en todo carruaje público, se admita a los empleados de Policía,


cuando lo exijan la Seguridad y el Orden públicos.

 Imponer una multa de 3 a 20 centavos y cuatro días de prisión a los infractores


de cualquiera de las prescripciones mencionadas.

En lo atinente con el Tránsito a principios del Siglo 20, el Intendente General de Policía
de Pichincha, el 23 de enero de 1901, expidió un Reglamento para el Servicio de
Coches en Quito. En este Reglamento se ordenaba la conformación del Gremio de
Cocheros, el mismo que debía ser presidido por un Maestro Mayor y un Suplente. Los
requisitos y obligaciones para desempeñar las funciones de Cochero eran las
siguientes:

 Tener buena reputación moral

 Ser apto para el servicio, a juicio de dos personas idóneas en la materia

 Ser mayor de 18 años

 Haber obtenido la matriculas de tal en la Intendencia General de Policía.

 Llevar un reloj y una cartera para anotar el momento en que el viajero tomaba y
dejaba el coche.

 Llevar Uniforme y una Placa de metal con el número del cochero y de la


empresa.

Entre otras cosas, un tanto anecdóticas de la época, cabe señalar las siguientes:

 Se debía llevar, de manera obligatoria, por parte de las Intendencias de Policía,


libros de registro de matrículas de coches, carretas, empresas de transporte
público y conductores de vehículos.

 Dotar de un coche para uso oficial de los Intendentes de Policía.

270
 Los Celadores y más empleados de Policía tenían la obligación de cuidar que
los coches que hacían viajes largos no partan antes de las cinco de la mañana y
que no lleven galopando a los caballos.

En los primeros años del siglo 20, ya comenzaba el incremento de un singular y


heterogéneo conjunto de medios de transporte, que obviamente ocasionaban
problemas y afectaciones físicas a las personas y propiedades, por lo cual se hizo
necesaria la estructuración de un mejor servicio policial para el control de esta
situación, por lo cual, en el Reglamento General para la Policía Nacional, expedido el
12 de diciembre de 1923, el Servicio de Tránsito, pasó bajo la responsabilidad de las
Intendencias de Policía, con las siguientes funciones específicas:

 Organizar el tráfico de la ciudad de acuerdo con las prescripciones del


Reglamento pertinente.

 Obligar a transitar por la mitad derecha de la calle al conductor de cualquier


vehículo que transporte pasajeros, sea cual fuere la dirección que llevare.

 Prohibir que cualquier vehículo marche a mayor velocidad de la que en cada


caso señale el Reglamento.

 Obligar que los autos lleven encendidos, por la noche, los faros y luces
reglamentarias.

 Exigir que todo vehículo lleve adelante y atrás, en sitios visibles y en buen
estado, su numeración correspondiente.

 Prohibir el tráfico de vehículos tirados por animales enfermos o estropeados, de


los manejados por menores de edad o inexpertos, de los no patentados y
numerados y de aquellos conductores que se encontraren en estado de
embriaguez.

 Vigilar en las intersecciones de las calles la marcha de los vehículos, para


prevenir los choques y accidentes, haciendo la señal de parada cuando el caso
lo requiera.

 Prohibir que los recuantes se estacionen en la vía pública para descargar sus
acémilas.

 Cuidar que ningún vehículo lleve un número de personas mayor del que lo
permita su capacidad y la comodidad de los pasajeros.

 Prohibir que los conductores maltraten exagerada e inútilmente a los animales.

271
 Impedir que los jinetes lleven sus caballos al galope, que los hagan encabritar o
asustar y que los picadores ensayen sus caballos en la vía pública.

 Cuidar que por las aceras no circulen carretas de mano, vayan o no con niños.

 Dar parte a la autoridad respectiva de las infracciones al Reglamento cometidas


por los conductores de vehículos, anotando su número y de ser posible el
nombre de los infractores.

 Vigilar que se cumplan estrictamente las disposiciones del Reglamento de


Tráfico.

HOMOLOGACION DE BENEFICIOS ENTRE MILITARES Y POLICIAS

En el segundo período de la administración del General Eloy Alfaro, se dictaron una


serie de disposiciones ejecutivas con relación a la Policía, con el fin de crear, aumentar
o reforzar Repartos Policiales en diferentes lugares del país.

Posteriormente, en el año 1908, el Congreso Nacional, tratando de hacer justicia a la


Policía expidió la Ley para conceder a la institución policial los beneficios que tenían los
militares. El texto completo de la mencionada Ley expedida el 30 de octubre de 1908
es el siguiente:

EL CONGRESO DE LA REPUBLICA DEL ECUADOR

Considerando:

Que la Policía de Orden y Seguridad presta importantes servicios a la Nación y que,


por lo mismo, es acreedora a iguales garantía y prerrogativas que las concedidas al
Ejército,

Decreta:

Art. 1.- Las Autoridades o Agentes de Policía que, en acciones de servicio o de guerra,
sufrieren pérdida de uno o más miembros de su cuerpo, o adquirieren enfermedad
crónica proveniente del desempeño de sus funciones, gozarán de Cédula de Invalidez
en las mismas condiciones que el Ejército.

Art. 2.- Para los efectos del artículo precedente, y si los empleados de Policía no
tuvieren despachos de Oficiales del Ejército, se asimilarán a los grados siguientes: El
Intendente a Teniente Coronel; el Subintendente a Sargento Mayor; los Comisarios,
Jefes de Pesquisas y Jefes de Sección a Capitanes; los Inspectores a Tenientes; los
Subinspectores a Subtenientes; los Agentes de Investigaciones a Sargentos Primeros,
y los Agentes a Soldados.

272
Art. 3.- Los comprobantes relativos a obtener Cédula de Invalidez serán presentados
en la Gobernación de la Provincia, en donde se practicarán todas las diligencias
concernientes, de acuerdo a la Ley, debiendo el Gobernador elevar la solicitud al
Ministerio de Guerra, para se conceda dicha Cédula, siempre que de la documentación
aparezca ser acreedor a ella el peticionario.

Art. 4.- Los Gobernadores mandarán reconocer, anualmente, por medio de dos
facultativos a todos los empleados de Policía que se encuentren en el goce de Letras
de Invalidez y les privarán de sus pensiones a todos aquellos, respecto de quienes se
comprobare no subsisten las causas que hubo para la concesión de la Cédula. Estos
hechos serán puestos, inmediatamente, en conocimiento del Poder Ejecutivo.

Art. 5.- Los Gobernadores, previa autorización del respectivo Ministerio, suspenderán
hasta por 90 días del goce de las pensiones de invalidez a los de mala conducta
notoria, plenamente comprobada, y a los que cambien de residencia sin permiso de la
autoridad correspondiente. Caso de reincidencia por tres veces, serán canceladas las
Cédulas definitivamente.

Art. 6.- Las Cédulas de Invalidez se conferirán atendiendo a la clase, al sueldo de que
gozaba y fecha en que fue invalidado el que lo solicite. Para el pago correspondiente se
establecerán depósitos de invalidez en las capitales de provincia, a juicio del Poder
Ejecutivo.

Art. 7.- Tendrán derecho a sueldo íntegro los empleados comprendidos en el artículo 1
de la presente Ley, previa comprobación legal de la pérdida de miembros y de lesiones
sufridas.

Art. 8.- Gozarán de las dos terceras partes del sueldo los que se inutilizaren por heridas
graves recibidas en algún combate en el desempeño de sus deberes, o que hubieren
adquirido enfermedad o lesión incurable. Esta clase de invalidez se comprobará con
informes o declaraciones de dos Jefes u Oficiales o de testigos presenciales; y,
además, con el Certificado de dos Cirujanos, el que deberá obtenerse dentro de los
ciento ochenta días de haber aparecido el mal.

Art. 9.- El Poder Ejecutivo expedirá la Cédula de Invalidez expresando el caso o casos
que favorezcan al solicitante y hará publicar la concesión en el Registro Oficial.

Art. 10.- Los Oficiales y Gendarmes que presten sus servicios en la Policía de Orden y
Seguridad, serán considerados como en servicio activo para los efectos de la Ley de
Retiro que favorece al Ejército.

273
Art. 11.- Para la calificación del tiempo de servicio, el Tribunal de Cuentas, tomará nota
de los vales de raciones, en cuyo respaldo figuren los nombres del personal que
compone el Cuerpo de Policía.

Dado en Quito, Capital de la Republica, a 30 de octubre de 1908. F) el Presidente de la


Cámara del Senado, Genaro Larrea; el Presidente de la Cámara de Diputados,
Abelardo Montalvo.

En esta segunda administración del General Alfaro, también se expidió un Decreto


tendiente a elevar el nivel de cultura de los miembros de la Policía. Parte de este
Decreto dice:

“A fin de que el servicio de Policía sea correcto, los Cuerpos de Policía a más de
instrucción militar, recibirán la cívica reglamentaria, por lo menos, una vez al día. Esta
instrucción la dará el Oficial Mayor de la Intendencia y comprenderá:

La Constitución Política del Estado; el Código y Reglamento de Policía; la Estadística


de la Población; Nociones de Lenguaje; Aritmética y Urbanidad”

“Para ser Policía, a más de lo prescrito en el artículo 87 del Reglamento General, se


requiere: Ser mayor de edad y en ejercicio de los derechos ciudadanos; tener conducta
intachable; y, rendir fianza a satisfacción del Intendente, para asegurar los resultados
del servicio en el empleo”.

El Decreto Legislativo que antecede aprobado por el Congreso de la República y


promulgado por el Presidente Alfaro, viene a constituir el primer paso en firme del
acceso de la Institución Policial a beneficios sociales y a la seguridad social.

LA POLICIA SE ORGANIZA MILITARMENTE PARA LA DEFENSA DE LA PATRIA

Un hecho histórico que conviene resaltar, en esta segunda administración del General
Alfaro, es el relativo al fallo que se le había encomendado al Rey de España sobre el
problema limítrofe entre Ecuador y Perú. La situación se iba tornando peligrosa tanto
que el Perú movilizó su ejército a las fronteras y, por su parte, el Ecuador tuvo que
tomar de inmediato aprestos de defensa.

Ante esta emergencia internacional, el Gobierno procedió a movilizar militarmente al


país, organizando fuerzas militares efectivas en las que la Policía no podía quedar al
margen de esta gran movilización y el Presidente de la Cámara de Diputados,
encargado del Poder ejecutivo, a esa fecha, dictó el siguiente Decreto:

Considerando:

Que la defensa de la República exige el aumento de las Unidades del Ejército Activo;

274
Que el artículo 7 del Código de la materia faculta al Poder Ejecutivo para organizar
militarmente la Policía Nacional; y,

De acuerdo con el Decreto Legislativo de 30 de octubre de 1908,

Decreta:

Art. 1.- Organízase militarmente a las Policías de Orden y Seguridad de Quito y


Guayaquil y, por tanto, considéraselas como Unidades de Infantería.

Art. 2.- La Policía de Quito se denominará “Batallón No. 235” y la de Guayaquil


“Batallón No. 236”.

Art. 3.- Los Intendente y Subintendente hará de Primero y Segundo Jefe,


respectivamente; el Instructor del Cuerpo será un Tercer Jefe; los Jefes de Pesquisas,
Ayudantes Mayores; los Jefes de Sección se asimilarán a Capitanes de Compañía; los
Inspectores a Tenientes y los Subinspectores a Subtenientes.

Art. 4.- Los Comisarios, Jefes de Antropometría, Secretarios de Intendencia,


Comisarios, Oficiales de Pesquisas y de Antropometría, Ayudantes y Agentes
Investigadores, Oficiales y Amanuenses de los Despachos de Policía, no formarán
parte de las unidades militares organizadas según este Decreto.

Art. 5.- No se disminuirá el personal de las Policías mencionadas, aunque exceda del
número de quinientas plazas, fijadas para cada unidad del Ejército activo.

Art. 6.- Los empleados de las Policías organizadas militarmente, continuarán


percibiendo los sueldos con arreglo al Presupuesto Especial del ramo, expedido el 31
de diciembre de 1909, para el año actual. Caso de movilización y desde la fecha en
que se dictare la orden, los sueldos serán los señalados en el artículo 275 de la Ley
General de Gastos.

Art. 7.- Los Jefes, Oficiales y Tropa de estas Policías quedan, desde esta fecha, sujetos
a las Leyes y Ordenanzas que obligan al Ejército permanente.

Art. 8.- Los señores Ministros Secretarios de Estado en los Despachos de lo Interior y
Policía, de Guerra y Marina y de Hacienda, quedan encargados de la ejecución y
cumplimiento del presente Decreto.

Dado en el Palacio Nacional, en Quito, a 18 de mayo de 1910. F) Abelardo Montalvo,


Presidente de la Cámara de Diputados, encargado del Poder Ejecutivo; Octavio Díaz,
Ministro de lo Interior y Policía; J. Martínez Aguirre, Ministro de Guerra y Marina; Luis
A., Dillon, Ministro de Hacienda.

275
Este Decreto, si se le mira por el lado positivo, es interesante por cuanto la Policía
como Institución armada, ante una emergencia nacional, se encuentre como un apoyo
auxiliar para la defensa efectiva de la nación; sin embargo, hay sectores que tratan de
encontrar que esta auxiliaridad le convierte en una entidad subalterna de las Fuerzas
Armadas ecuatorianas, lo que es lo más alejado de la verdad.

ASESINATO DEL GENERAL ELOY ALFARO DELGADO

Ocurrió el 28 de enero de 1912, cuando una turba fanática atacó al líder del Liberalismo
ecuatoriano. Sucedió en medio de la lucha política entre conservadores y liberales
donde el General Eloy Alfaro, junto a sus hermanos los Generales Medardo y Flavio
Alfaro y otros liberales fueron detenidos y llevados al Penal García Moreno en la ciudad
de Quito.

Penal García Moreno en Quito

Con la complicidad de algunas autoridades y Guardias de turno de la cárcel, un grupo


de hombres y mujeres asaltó la celda en que se encontraban recluidos y se inició la
masacre. José Cevallos, se encargó de acabar, con un disparo, la vida del Viejo
Luchador.

Los cadáveres fueron arrastrados hasta el Parque del Ejido e incinerados a la vista de
un pueblo enfurecido que gritaba: “Viva la religión y mueran los masones”. A este
lamentable episodio de nuestra vida republicana, se le denominó “La Hoguera Bárbara”

El asesinato de Eloy Alfaro fue la resultante de una confabulación en la que


participaron varios sectores del mismo Partido Liberal y de los Conservadores.

276
RESTABLECIMIENTO DE LA POLICIA RURAL

En la relación gobierno-policía, cabe destacarse algunos Decretos expedidos por el


General Plaza Gutiérrez, en su segundo mandato. Uno de ellos fue el atinente al
restablecimiento de la Policía Rural, cuyo texto decía:

1º de enero de 1913

LEONIDAS PLAZA GUTIERREZ

PRESIDENTE DE LA REPUBLICA DEL ECUADOR

Considerando:

Que la criminalidad acrece de una manera alarmante hasta poner en riesgo la


tranquilidad pública, en las provincias de Guayas, Manabí, Los Ríos y Loja; y,

Que dicho acrecentamiento tiene por causa la impunidad de las infracciones, ya por la
dificultad de pesquisar éstas, ya porque los criminales han infundido pavor en las
poblaciones rurales de la provincias,

Decreta:

Art. 1.- Establécese en las provincias del Guayas, Manabí, Los Ríos y Loja, la Policía
Rural encargada de prevenir y castigar las infracciones comunes que se cometieren en
los respectivos territorios de las parroquias de las expresadas secciones territoriales.

Art. 2.- Esta Policía se compondrá del personal establecido en el Presupuesto General
del Ramo.

Art. 3.- En cada una de las cuatro provincias mencionadas, el Intendente de la Policía
Rural será el Jefe de ella y a él estarán subordinados todos los demás empleados.

Art. 4.- El Intendente, que estará sometido a la autoridad del Gobernador de la


Provincia respectiva, ejercerá su jurisdicción a prevención de los Tenientes Políticos de
las parroquias.

Art. 5.- Al Secretario le corresponde redactar los oficios, informes y demás actuaciones
relativas a la Intendencia de Policía.

Art. 6.- Los Subinspectores harán cumplir las órdenes impartidas por el Intendente y
tomarán, en casos urgentes, las providencias que estimaren más oportunas, cuidando
de poner lo ocurrido en conocimiento del superior inmediato.

277
Art. 7.- Para ser Gendarme se necesita observar conducta intachable y tener, a juicio
del Intendente, la instrucción necesaria.

Art. 8.- Los Gendarmes están obligados a cumplir fielmente las órdenes relativas al
servicio impartidas por los superiores ejerciendo, especialmente, escrupulosa vigilancia
en los lugares a donde fueren destinados.

Art. 9.- Las faltas cometidas en servicio por los Gendarmes podrán ser penadas con
amonestación, arresto disciplinario, con o sin suspensión del servicio, hasta por ocho
días, privación, hasta por el mismo tiempo del todo o parte de su sueldo y, finalmente,
destitución. Las dos últimas penas solo podrán ser impuestas por el Intendente de
Policía, y las dos primeras por éste y por el Subinspector.

Art. 10.- Son causas para la destitución:

 Embriaguez repetida;
 Conducta inmoral;
 Desobediencia o insubordinación;
 Incumplimiento o abandono de los deberes de su cargo;
 Violación de las disposiciones del presente Reglamento; y,
 Incapacidad física, mental o de educación.

Art. 11.- El Gendarme destituido queda inhabilitado para ingresar en los otros Cuerpos
de Orden y Seguridad de la República.

Art. 12.- La Policía Rural en cada una de las provincias del Guayas, Los Ríos y
Manabí, ejercerá jurisdicción en todo el territorio, con excepción de las capitales de las
provincias y de los cantones, en los que se ejercitará por la autoridad correspondiente.

Art. 13.- En la provincia de Loja la jurisdicción de la Policía será la misma, pero cuidará
especialmente el territorio comprendido entre los cantones de Paltas, Celica y Calvas.

Art. 14.- La Policía Rural está obligada a atender a las denuncias que de palabra o por
escrito lo hicieren los particulares y a tomar todas las providencia que el caso requiera
sin necesidad de orden de las otras autoridades de la provincia.

Art. 15.- En las visitas que hicieren a las poblaciones de la provincia tendrán especial
cuidado de presentarse a las autoridades, con el objeto de que estas les comuniquen
cualquier orden impartida por el Gobierno o les dieren las indicaciones que estimaren
convenientes.

Art. 16.- A fin de evitar los contrabandos, los Agentes de la Policía Rural, tomarán las
medidas preventivas que juzgaren más adecuadas, y en caso de infracción pondrán a
los culpables a disposición de la autoridad competente de la población más inmediata.

278
Art. 17.- El Ministerio del Ramo, con vista del informe de las autoridades respectivas y
tomando en cuenta las necesidades del servicio, determinará el lugar donde debe
hallarse en cada una de las mencionadas provincias el asiento principal de la Policía
Rural.

Art. 18.- El mismo Departamento de Estado, al cual deberá remitir el respectivo


Intendente los proyectos de reformas formulados en virtud de las necesidades del
servicio, podrá modificar en cualquier tiempo el presente Reglamento, de cuya
ejecución queda encargado el señor Ministro de lo Interior, Policía, etc.

Dado en el Palacio Nacional, en Quito, a primero de enero de mil novecientos trece. F)


Leonidas Plaza G.

Cabe señalar que durante la historia política de nuestro país, especialmente en el


período de la República, con argumentos varios, los Gobiernos creaban, suspendían,
volvían a restablecer y nuevamente a suspender a la Policía Rural, lo que en cierta
manera afectó a la institución policial por el obvio debilitamiento que causaba.

En el siglo 19, desde que se habló de una Policía de Orden y Seguridad o de la


República, también se referían a una Policía Montada, es decir, Unidades para ser
empleados en el campo como Policía Rural.

Inicialmente estas formaciones policiales se emplearon en la Costa, para combatir el


cuatrerismo y a los grupos armados que se habían levantado contra los gobiernos
constituidos.

Ya en el siglo 20, la Policía Montada es empleada en las ciudades principales como


Quito y Guayaquil para el mantenimiento del Orden público y con mayor frecuencia en
eventos deportivos.

En los Regimientos de Quito y Guayaquil se estructuraron escuadrones de caballería


donde surgió el espíritu propio del jinete: aguerrido, elegante y audaz.

Pero, fue en el año 1954, siendo Comandante General un ex Oficial de Caballería del
Ejército, el Capitán Arturo Suárez Nieto, que se creó la Escuela de Equitación, cuya
sede era el Rancho San Vicente. Después de un año de internado se graduaron los
primeros Oficiales Instructores de Equitación, bajo la dirección del maestro Capitán
Federico Gortaire Viteri, hijo del primer Comandante General del Cuerpo de
Carabineros, Coronel Federico Elías Gortaire Jácome

La Primera promoción de Oficiales de la Escuela fueron el Subinspector Primero, Luis


Villagómez y los Subinspectores Segundos, José Vargas Vacacela, Enrique Jácome
M., Jaime Venegas S., Oswaldo Navarro, Rodrigo Solano y Raúl Chávez C.

279
AMPLIACION DE BENEFICIOS DE INVALIDEZ Y MONTEPIO

Con fecha 24 de septiembre de 1914, el Congreso de la República, expidió el Decreto


ampliando la Ley expedida por Eloy Alfaro sobre Invalidez y Montepío, cuyo texto es el
siguiente:

24 de septiembre de 1914

EL CONGRESO DE LA REPUBLICA DEL ECUADOR

Decreta:

Art. 1.- Facúltase al Poder Ejecutivo para conceder pensiones de invalidez a los
miembros de la Policía Nacional que se invalidaren en actos de servicio o en acción de
guerra, así como también pensiones de montepío a los deudos de los mismos que
murieron en iguales circunstancias.

Art. 2.- Para la concesión de dichas pensiones, los miembros de la Policía serán
considerados como Oficiales y soldados del Ejército. El Poder Ejecutivo se sujetará a lo
dispuesto en las Leyes militares relativas a Invalidez y Montepío, y reglamentará el
grado de asimilación correspondiente a cada empleo.

Art. 3.- Este Decreto surtirá sus efectos hasta que se dicten Leyes y reglamentos
especiales.

Dado en Quito, Capital de la República, a 24 de septiembre de 1914.

F) Alfredo Baquerizo Moreno, Presidente de la Cámara del Senado; Agustín Cabezas,


Presidente de la Cámara de Diputados. Ejecútese, firman, Leonidas Plaza G., en el
Palacio de Gobierno, en Quito, a 2 de octubre de 1914 y J.F. Intriago, Ministro de
Guerra y Marina.

Es interesante que los Gobiernos se preocuparan de ampliar la cobertura de los


beneficios sociales, en consideración a los riesgos que a diario se exponen los
miembros de la institución policial.

CREACION DE SERVICIOS DE SEGURIDAD DE LA POLICIA

En el año 1915, el Gobierno del General Plaza, dictó el Decreto que permitía la
ampliación de los Servicios de Seguridad de la Policía de Quito que, sin constituir una
innovación trascendental, ha servido para observar como la Institución policial ha ido
progresando paulatinamente conforme a las políticas de los diferentes mandatarios que
ha tenido el Ecuador.

14 de enero de 1915

280
LEONIDAS PLAZA GUTIERREZ

PRESIDENTE CONSTITUCIONAL DE LA REPUBLICA

Decreta:

Art. 1.- Establécese en la Policía de Orden y Seguridad de esta Capital una sección de
Seguridad con los siguientes empleados:

7 Oficiales de Primera Clase, con la asignación mensual de ochenta sucres cada uno.

5 Oficiales de Segunda Clase, con la asignación mensual de setenta sucres cada uno.

Art. 2.- Créanse, además, para la referida Policía, los siguientes cargos:

1 Inspector Civil, con la asignación mensual de sesenta sucres.

1 Jefe de Talleres, con la asignación mensual de ochenta sucres.

1 Fotógrafo, el que tendrá la obligación de proveer todo el material necesario, con la


asignación mensual de sesenta sucres.

4 Porteros: tres para las Comisarias Nacionales y uno para Oficina de Investigaciones y
Pesquisas, con la asignación mensual de veinte sucres cada uno.

1 Chofer, para el automóvil de la Oficina de Investigaciones y Pesquisas, con la


asignación mensual de cuarenta sucres.

Art. 3.- El Ayudante de la Oficina de Investigaciones y Pesquisas de la antedicha


Policía, percibirá el sueldo de ciento veinte sucres mensuales, en vez de cien sucres
que se le asigna en el ordinal 14 del artículo 6, del presupuesto Provincial dictado para
el presente año.

Art. 4.- El gasto que ocasione el cumplimiento de este Decreto se aplicará la Partida
determinada en el No. 257 del Presupuesto Nacional vigente.

Art. 5.- Queda en este sentido adicionado el artículo 6 del Decreto Ejecutivo dictado el
28 de diciembre próximo pasado, y encargados de la ejecución del presente, que rige
desde el primero del mes en curso, los señores Ministro de lo Interior, Policía, etc., y de
Hacienda.

Dado en el Palacio de Gobierno, en Quito, a 14 de enero de 1915. F) Leonidas Plaza


Gutiérrez, Presidente de la República, Modesto A. Peñaherrera, Ministro de lo Interior,
Policía, etc., y J. F. Intriago, Ministro de Guerra y Marina, encargado del Despacho de
Hacienda.

281
Este Decreto constituye uno de los inicios para la implementación en el futuro de los
servicios en las áreas de la Investigación Criminal y de la Seguridad Pública.

PRESIDENCIA DE ALFREDO BAQUERIZO MORENO

Presidente Alfredo Baquerizo Moreno

El doctor Alfredo Baquerizo Moreno, fue un político, abogado y escritor ecuatoriano.


Nació en la ciudad de Guayaquil el 28 de septiembre de 1859 y falleció, en Nueva York,
el 20 de marzo de 1951. Fue Presidente del Ecuador desde el primero de septiembre
de 1916 hasta el 31 de agosto de 1920.

Durante su administración la prensa gozó de libertad y el país vivió en relativa


tranquilidad. Gobernó con tendencia plutocrática y dones de un verdadero caballero,
concedió amnistía a los Conchistas y más presos políticos y devolvió la paz interna al
país.

REGLAMENTO DE VIATICOS DE LA ADMINISTRACION PÚBLICA

El Presidente de la República, doctor Alfredo Baquerizo Moreno, en Decreto de 14 de


noviembre de 1916, expide el Reglamento General de Viáticos, aplicable al artículo 140
de la Ley Orgánica de Hacienda.

282
14 de noviembre de 1916

ALFREDO BAQUERIZO MORENO

Presidente de la República del Ecuador

Decreta:

El artículo primero del citado reglamento dice: “Los funcionarios que se trasladaren de
un lugar a otro de la República, en comisión de servicio público, en los cuales se
encuentran clasificados funcionarios de las distintas entidades del Estado y también de
la Policía, tendrán opción al viático siguiente, por cada cinco kilómetros”, de acuerdo a
la siguiente tabla:

 Dos sucres, el Presidente de la República y los Ministros de Estado.


 Un sucre con sesenta centavos, los Gobernadores de provincia y otros.
 Un sucre cincuenta centavos, el Director de Obras Públicas y otros.
 Un sucre, los Intendentes de Policía y otros.
 Ochenta centavos, los Jefes de Sección de los Ministerios y otros.
 Sesenta centavos, los Comisarios de Policía y otros.
 Cincuenta centavos, los Secretarios de las Comisarías de Policía y otros.
 Cuarenta centavos, los Amanuenses de los Ministerios y demás oficinas y otros.
 Treinta centavos, los Inspectores y Subinspectores de Policía y otros.
 Veinte centavos, los Celadores de Policía.

CREACION DE LA POLICIA SANITARIA

El Presidente de la República, doctor Alfredo Baquerizo Moreno, expidió el Decreto


para la creación, en la ciudad de Quito, de la Policía Sanitaria.

25 de noviembre de 1918

ALFREDO BAQUERIZO MORENO

Presidente de la República

Vistos el oficio del señor Director de Sanidad Pública, de primero de los corrientes, No.
312, y del señor Subdirector de Sanidad de la provincia de Pichincha, No. 332, del 9 del
mismo mes; y,

Considerando:

Que la amenaza de la invasión de la gripe y el recrudecimiento de la fiebre tifoidea


hacen necesario la práctica de medidas sanitarias especiales que pongan a esta

283
Capital y sus poblaciones adyacentes, en condiciones de disminuir los efectos de
dichas enfermedades; y,

En uso de la facultad que le concede la primera parte del artículo 9, de la Ley


reformatoria de la de Sanidad, sancionada el 4 de octubre del año 1914,

Decreta:

Art. 1.- Créase la Policía Sanitaria para el cantón Quito, adscribiéndola a la


Subdirección de Sanidad.

Art. 2.- Dicha Policía contará con el personal siguiente: Del Comisario Nacional, creado
por Decreto Ejecutivo No. 44, de 19 del mes en curso; de un Secretario que será
nombrado por el Subdirector; del personal de oficina necesario; y de los cuatro
Inspectores de Sanidad.

Art. 3.- Los Agentes de la Policía Nacional cooperarán en lo que fuere compatible con
el ejercicio de su cargo, a los servicios sanitarios, a cuyo efecto se les dará las
instrucciones correspondientes por la Oficina de Sanidad.

Art. 4.- El Subdirector de Sanidad someterá a la aprobación del Ministerio del Ramo, el
Reglamento Interno de la Policía Sanitaria.

Art. 5.- El señor Ministro de Sanidad queda encargado de la ejecución del presente
Decreto.

Dado en el Palacio Nacional, en Quito, a 25 de noviembre de 1918.

F) Alfredo Baquerizo Moreno.

MENSAJE DEL PRESIDENTE BAQUERIZO MORENO AL CONGRESO

Cabe destacarse el Mensaje del Presidente de la República, doctor Alfredo Baquerizo


Moreno, al Congreso, del 10 de agosto de 1918, en el cual se refiere a la Institución
Policial:

“Los Cuerpos de Policía de la República han contribuido grandemente a la acción del


Ejecutivo en el mantenimiento del Orden público, desplegando actividad incesante para
descubrir las conspiraciones que ha fraguada día a día el tesón revolucionario, y para
perseguir y combatir las montoneras que lograron organizarse en algunas comarcas”.

“En este sentido, cábeme el deber de mencionar especialmente los Cuerpos Policiales
de las provincias del Guayas, Los Ríos, Manabí, Esmeraldas, Carchi, Loja, El Oro y
Pichincha, que han vivido en permanente campaña, operando como fuerzas de línea,

284
combatiendo aquí, persiguiendo allá, y siempre en afanosa tarea protectora de los
intereses públicos y sociales”. “Os manifesté el año próximo pasado, Honorables
Legisladores, que había necesidad de considerables reformas en la organización de la
Policía Urbana y Rural. Hoy insisto en la conveniencia de esos propósitos, pues, con la
nueva experiencia adquirida, he llegado a convencerme aún más de la bondad de
aquellas reformas insinuadas”.

“La organización racional de una Policía Rural, numerosa, es de importancia vital para
la tranquilidad de las regiones de la costa, amparo de los funcionarios judiciales y
respeto y cumplimiento de las decisiones de la justicia. Necesitamos disponer de
Cuerpos Policiales bien montados, equipados, armados e instruidos, en cada una de
las provincias, a fin de que desempeñen en ellas una misión análoga a la que tienen a
su cargo en su país los Reales Carabineros Italianos, y puedan guardar campos y
ciudades, manteniendo una serie de retenes en los puntos convenientes de ese
territorio. Esa Policía Rural, pondrá coto a la criminalidad asombrosa que allí reina;
aprehenderá a los criminales y delincuentes, que hoy se enseñorean en esas
comarcas, en la más asustante impunidad; sería un factor de primer orden en la
conservación de la paz interna, por la rapidez con que podría obrar sobre quienes se
alzaren en armas, gracias al conocimiento que ella tendría del terreno; y, pasaría a ser,
por estas circunstancias, el elemento auxiliar más poderoso de la administración de
justicia”

“Un cometido más o menos igual cumpliría a las Policías Montadas de las fronteras
norte y sur; y en las provincias centrales de la Sierra, donde los efectivos podrían ser
de dotación inferior, además de ser al mantenimiento de la tranquilidad pública,
atenderían, en primer término, a la necesidad de amparar la propiedad rural contra los
desmanes de los cuatreros, convertidos en verdadera plaga”

“No se me oculta que la creación de este servicio, demandaría la inversión de fuertes


cantidades de dinero; pero, también se me alcanza, por una parte la sobrada
compensación de ese sacrificio, y, por otra, la fuerte economía que podría hacerse en
los efectivos del ejército de línea”.

“Una de las cargas más onerosas que impondría el mantenimiento de la Policía


Montada, sería la del suministro de forrajes, empero, considerando los servicios
inmensos que ella prestaría a los dueños de la propiedad rural, se me ocurre que acaso
no fuera posible obtener de esos propietarios una ayuda eficaz al respecto”

“De otro punto de vista, conviene advertir que transcurrirá mucho tiempo antes de que
podamos organizar las unidades de caballería que deben integrar nuestros efectivos
militares; y esos Cuerpos de Policía Rural Montada, en circunstancias extraordinarias

285
de nuestra política externa, que impusieran una movilización del ejército nacional,
podrían ser transformados rápidamente en caballería de línea”.

“En mi mensaje de 1914, os dije, Honorables Conciudadanos, que para acometer la


organización de la Policía Rural, debíamos pensar en establecer una contribución
sobre la propiedad rural; así como para la reorganización y sostenimiento de la Policía
Urbana, que en verdad, debiera ser un renglón del Presupuesto Municipal, también
convendría establecer un gravamen sobre la propiedad de ese carácter. No he
modificado mi criterio acerca de este asunto, es condición inseparable de la realización
de aquellos propósitos”.

“Si en la actualidad se hace indispensable la centralización del servicio de Policía,


mediante la creación de una Dirección General adscrita al Ministerio de lo Interior, con
mayor razón lo será mañana; y, de igual manera, mientras más tiempo transcurra,
mayormente se irá acentuando la necesidad de organizar la carrera del Oficial de
Policía, con escalafón propio, ascensos metodizados, retiros y montepíos, a base,
estas últimas garantías, de la creación de una Caja de Pensiones, con fondos de los
interesados y tal vez con un tanto por ciento de las multas y otro tanto de los valores
recaudados por la Policía y cuyos dueños no se presentan a reclamarlos; pero, en
ningún caso, con erogaciones del Erario Público”.

“Estamos por organizar lo que nos falta y reorganizar lo que tenemos en nuestro
incipiente servicio policial. Al advenimiento de la paz pública, deberá seguir una
poderosa iniciativa de los Poderes Públicos dirigida a dar impulso a esos trabajos, ya
que, por circunstancias que nadie ignora, mi Gobierno no ha estado en condiciones de
emprender en ellos. Confiemos, pues, en que, en un tiempo más o menos próximo, el
Ejecutivo podrá dar forma práctica a estos justísimos anhelos”.

El Mensaje del Presidente Baquerizo a más de constituir una interesante pieza literaria,
nos demuestra la preocupación, valoración de su labor e interés que él y varios
Mandatarios han tenido por la Policía Nacional.

En su alocución ante el Congreso, toca temas interesantes como la necesidad de hacer


reformas, organizar la carrera policíal, fortalecer los servicios de Montepío, Caja Policial
y, en definitiva la necesidad de fortalecer la Profesionalización de la Policía Nacional.

PRESIDENCIA DE JOSE LUIS TAMAYO

286
Presidente José Luis Tamayo

El doctor Tamayo, nació en Chanduy, provincia del Guayas, el 29 de julio de 1858.


Cuando apenas tenía un año de edad quedó huérfano de padre y madre. Sus padres
fueron el Coronel Manuel Tamayo y doña Delfina Terán Martínez.

Se graduó de abogado en el año 1883. Fue un liberal convencido y un hombre muy


honesto en sus actuaciones. Fue Presidente de la República desde el primero de
septiembre de 1920 hasta el 31 de agosto de 1924.

Dejó el poder con las manos limpias más pobre que nunca. Perdió a su esposa y se
retiró a su vida de filósofo desengañado de la política y con el juramento de no volver a
aceptar ningún cargo político. Falleció en Guayaquil el 7 de julio de 1947.

CREACION DE LA ESCUELA DE POLICIA

En el año 1921, el Congreso expide un Decreto que da vía libre a la creación de una
Escuela de Policía, contratando personal técnico necesario en el extranjero. Este
decreto contó con el auspicio y ejecútese del Presidente de la República José Luis
Tamayo.

7 de octubre de 1921

287
EL CONGRESO DE LA REPUBLICA DEL ECUADOR

Decreta:

Art. 1.- Proceda el Ejecutivo a establecer una Escuela de Policía y a contratar en


Europa o Estados Unidos de Norte América, una Misión especial encargada de la
preparación del personal del Ramo, y de la organización de la Policía Nacional.

Art. 2.- Esta Misión se compondrá, a lo más de catorce miembros y funcionará, por
partes iguales, en Quito y Guayaquil; de ellos, por lo menos, 4 serán Detectives.

Art. 3.- Los gastos que demande el funcionamiento de la Escuela y la contratación y


sostenimiento de la Misión, se tomarán de la partida de Policía del Presupuesto
Nacional, y si hubiere déficit en esta partida, se tomará lo que falte de la partida de
Gastos Extraordinarios.

Dado en Quito, Capital de la República, a 7 de octubre de 1921. Firman, José J.


Andrade, Presidente dela Cámara del Senado, Juan de Dios Martínez Mera, Presidente
de la Cámara de Diputados.

Palacio Nacional, en Quito, a 8 de octubre de 1921. Ejecútese. Firman, José Luis


Tamayo, Presidente de la República y Delfín B. Triviño, Ministro de lo Interior, Policía,
etc.

EL 15 DE NOVIEMBRE DE 1922

En el año 1922, Ecuador atravesaba una crisis económica producto del brusco
descenso del precio internacional del cacao que, en esa época, era el principal rubro de
exportación del país. Por otro lado, el encarecimiento del costo de la vida por la falta de
divisas, la devaluación de la moneda frente al dólar y la inflación, trajeron como
consecuencia el descontento de la población que veía reducir el poder adquisitivo de
sus ingresos y salarios.

Ese mismo año, se había fundado en Guayaquil, la Federación Regional de


Trabajadores del Ecuador. Cabe mencionarse que el ambiente socio- económico de la
ciudad, en ese momento, esstaba caracterizado por una gran desigualdad económica y
política entre las élites de la urbe y los trabajadores.

288
El conflicto comenzó en el sector de Durán, con la huelga de los trabajadores
ferroviarios, las protestas de los trabajadores de los carros urbanos de la ciudad que
paralizaron sus actividades, igual los trabajadores de la Empresa Eléctrica se sumaron
a los reclamos y pedidos de la población.

Ante esta situación la Federación Regional de Trabajadores del Ecuador convocó a una
Huelga General, a la que se unieron todos los empleados de la ciudad. El movimiento
huelguístico se fue extendiendo y llegó a contar con el respaldo de un pequeño sector
empresarial antigubernamental y, obviamente, de grupos influyentes interesados en
derrocar al Presidente Tamayo.

A las dos de la tarde del 14 de noviembre de 1922, más de treinta mil manifestantes
desfilaban por las calles y se dirigían hacia la Gobernación del Guayas y le entregaron
al Gobernador de la provincia, Jorge Pareja, un manifiesto con sus peticiones dando un
plazo de 24 horas para una respuesta del Presidente de la República.

289
El Presidente, por su parte, dispuso al Comandante de la Zona Militar de Guayaquil,
General Enrique Barriga, mediante un telegrama, lo siguiente:

“Espero que mañana a las seis de la tarde me informará que ha vuelto la tranquilidad a
Guayaquil, cueste lo que cueste, para lo cual queda usted autorizado”

El día 15 de noviembre de 1922, se realizaron dos mítines masivos de huelguistas en


diferentes puntos de la ciudad. Luego varios manifestantes decidieron desarmar a la
fuerza pública, mientras otros incitaban a realizar saqueos de almacenes. La población
pedía a la fuerza pública ponga freno a la ola de vandalismo que se había desatado
ese día.

Los Militares tomaron control de la ciudad reprimiendo a las multitudes en la que


fallecieron, según algunos historiadores, aproximadamente mil quinientos personas y
un número indeterminado de cuerpos que fueron arrojados al río Guayas.

Al percatarse de la magnitud de la represión, el General Enrique Barriga, Comandante


de la Zona de Guayaquil, declaró virilmente: “Yo soy el único responsable de esos
sucesos”.

REGLAMENTO PARA LA ORGANIZACIÓN DE LA POLICIA NACIONAL

Merece destacarse el Reglamento para la Organización y Servicio de la Policía


expedido por el doctor Tamayo y que ha constituido un instrumento jurídico institucional
complejo y minucioso que contempla disposiciones de trascendental significado para la
organización policial, como es poner bajo el Comando Único del Director General a
toda la Policía de la República.

Este Reglamento, a pesar de haber transcurrido casi un siglo, ha tenido disposiciones


tan importantes que muchas de ellas aún están vigentes por considerarlas normas
eficientes. A continuación, los articulados más relevantes del texto del mencionado
Decreto:

Antes, recordemos que se encontraba vigente la Constitución de 1906; entre las


atribuciones y deberes que se otorgaba al Poder Ejecutivo constaba: “14º.- Supervisar
el Ramo de Instrucción Pública y todo lo concerniente a la Policía de Orden y
Seguridad; 17º. – Conservar el Orden interior y cuidar de la Seguridad exterior de la
República.

En el Título III “De la Fuerza Armada”, se menciona por primera vez la expresión
“fuerza pública”, en la siguiente redacción: “Art. 117.- El objeto de la fuerza pública es
asegurar los derechos de la Nación en el Exterior; y, en el interior, la ejecución de las
Leyes y el mantenimiento del Orden público.”

290
El Presidente de la república José Luis Tamayo, expide el Decreto No. 77 de 12 de
diciembre de 1923, mediante el cual la Policía de Orden y Seguridad cambia de
nombre y pasa a denominarse oficialmente Policía Nacional.

El Decreto tiene por objeto establecer normas reglamentarias “para la organización y


servicio de la Policía Nacional de la República”. Depende del Poder Ejecutivo al que
corresponde el nombramiento y remoción del personal.

En los primeros articulados se determina que el Ejecutivo nombrará un Director


General, quien será el encargado de organizar, dirigir y vigilar siguiendo las
instrucciones del Ministerio del Ramo, el servicio de la Policía Nacional de la República.
El Personal de la Dirección General se compondrá: Del Director General, de
Ayudantes, de un Secretario, de Revisores de Cuentas, de un Oficial Amanuense, de
Amanuenses y de Porteros.

Los Cuerpos de Policía Nacional en cada provincia, estarán integrados según las
necesidades del servicio, los mismos que en cada caso, serán apreciados por el
Ministro del Ramo, de acuerdo con el siguiente personal:

En calidad de autoridades: Intendente General, Subintendente y Comisarios.

En calidad de Agentes constan: Jefe de Investigaciones, Jefes de Sección, Inspectores,


Subinspectores y Celadores. Tanto en la Intendencia como en las comisarías se
designa personal administrativo (Amanuenses, Secretarios, Ayudantes, Ayudante-Jefe
de Tráfico).

Se crean las siguientes dependencias policiales: la Oficina de Investigaciones con un


Subjefe, Secretario. Ayudantes, Oficiales, Agentes especiales, Agentes de primera y
segunda clase. La Oficina de Seguridad y Estadística con un Jefe, un Ayudante, un
Inspector de la Oficina, Oficiales, Amanuenses, Anotadores de pases y agentes.

El Servicio Médico tendrá un cirujano, practicantes enfermeros, porta camillas y más


personal auxiliar.

La Caja y Almacén de Guerra, con un Cajero, Guarda Parque y Almacén y más


personal necesario. Habrá también instructores del servicio policial, un instructor militar
para las armas de infantería, un instructor de caballería, profesor de esgrima, box, etc.
Dentro del área logística se contempla el Servicio de Movilización con un Jefe de
choferes y cocheros, choferes, cocheros, un veterinario, picador, herrero y caballerizo.

El Personal de la Policía Nacional en los cantones y parroquias se compondrá a juicio


del Ministerio, de Comisario, Secretario, Amanuenses, Inspectores, Subinspectores y
Celadores.

291
El Jefe Político tendrá el mando de la fuerza de Policía de su respectivo cantón. En las
parroquias rurales los Tenientes Políticos tendrán a sus órdenes la fuerza de Policía
que se destinare para el servicio de Orden y Seguridad en dichas secciones
territoriales. Tanto los Jefe como los Tenientes Políticos, en tratándose del servicio
policial, estarán bajo las órdenes del Director General de Policía y del Intendente
General de la Provincia.

Cuantas veces el Ejecutivo juzgare necesario, organizará militarmente la Policía


Nacional. En tal caso, si los empleados de Policía no tuvieren despachos de Oficiales
del Ejército, se asimilarán a los grados siguientes:

 El Intendente General a Teniente Coronel


 El Subintendente a Sargento Mayor
 Los Comisarios a Capitanes
 Los Jefes de Investigaciones a Capitanes
 Inspectores a Tenientes
 Los Subinspectores a Subtenientes
 Los Agentes Investigadores a Sargentos Primeros, y
 Los Celadores a Soldados.

La Policía Nacional cuando se militarizare, dependerá del Ministerio de la Guerra en lo


relacionado con los asuntos netamente militares y del de lo Interior en cuanto a la
función policial.

Del Director General

Es el Jefe inmediato superior de la Policía Nacional y, consecuentemente, le están


subordinados los Intendentes Generales, los Subintendentes, los Comisarios y, en
general, todos y cada uno de los empleados de este ramo de la administración pública.

Entre las atribuciones y deberes del Director General están la de organizar la Policía
Nacional y dictar las disposiciones más convenientes para el mejor servicio; proponer al
Ministerio del Ramo, por órgano del Gobernador de la provincia, el nombramiento y la
remoción del personal de Policía de la República, excepto de Celadores, los cuales
serán nombrados libremente y removidos por causas justas, por el respectivo
Intendente General; imponer a los empleados de Policía que no cumplieren sus
deberes, los castigos que se acordaren en este Reglamento y dar cuenta al Ministerio
tanto de éstos como los que impusieren los Ayudantes del Director y, en su respectiva
provincia, el Intendente General.

Pedir la destinación de los empleados que no cumplieren sus deberes.

292
Elevar, mensualmente, al Ministerio del Ramo, un memorándum detallado acerca de la
marcha de la policía de su mando, de las necesidades locales y más novedades que
juzgare necesario hacer conocer a dicho Departamento.

Vigilar cuantas veces estime necesario las diversas dependencias de la Institución


Policial de la República y practicar, a menudo, “cortitanteos” a los fondos de las Cajas
de Policía.

Exigir que los Gobernadores, Intendentes Generales y los Jefes y Tenientes Políticos,
en su respectiva jurisdicción, practiquen arqueos a las Cajas de Policía cuando menos
una vez al mes. Copias de tales diligencias se remitirán al Ministerio del Ramo y a la
Dirección General. Los Jefes y Tenientes Políticos enviarán, además, otro ejemplar a la
Gobernación de la provincia.

Ordenar la movilización de los Ayudantes de la Dirección, dándoles las instrucciones


necesarias para el mejor éxito de las comisiones que recibieren.

Del Secretario

Este empleado que, necesariamente será Abogado, estará bajo las órdenes del
Director General. Sus atribuciones y deberes son propias de sus funciones específicas

De los Revisores de Cuentas

Estos empleados tienen el deber de examinar las cuentas de las Cajas de Policía, a
cargo de los Inspectores Habilitados. El resultado de los estudios que hicieren se dará
a conocer al Director General para los efectos del fallo, en la forma y en el tiempo
determinados por los artículos 86 y 91 de la Ley Orgánica de Hacienda.

Del Intendente General

Los Intendentes Generales son los Jefes de Policía con jurisdicción en sus respectivas
provincias, y tienen el mando e inspección de toda la fuerza de Policía fijada en el
Presupuesto del Ramo, como la que atenderán al servicio policial.

Para desempeñar el cargo de Intendente se necesita, además, de los requisitos


exigidos por el artículo 67 de la Ley de Régimen Administrativo Interior, ser de notoria
buena conducta y no haber sido penado por crimen o delito.

Los Intendentes son responsables de la conducta de sus subordinados, de quienes


exigirá el cumplimiento de sus deberes. Velarán por la seguridad y protección de los
ciudadanos.

Podrá nombrar libremente y remover con justa causa a los Gendarmes o Celadores, y
proponer a la Dirección General o a falta de ésta, al Ministro de Policía, por conducto

293
del Gobernador de la provincia, el nombramiento de todos los demás empleados de su
Dependencia.

Fiscalizar mediante la práctica de Arqueos las cuentas de la Caja del Cuerpo cuantas
veces juzgare conveniente o cuando lo ordenaren sus superiores.

Dictar los Reglamentos necesarios para el servicio interior de la Policía, los cuales no
surtirán efecto, sino cuando hayan merecido la aprobación del Ejecutivo.

Expedir las órdenes necesarias para garantizar la recta inversión de los fondos
destinados al servicio de Policía.

Cumplir y hacer que sus subordinados cumplan estrictamente la Ley de Policía, los
Reglamentos y las órdenes expedidas por la Superioridad.

Velar por la disciplina de los empleados de su Dependencia por las faltas que
cometieren, aplicando el Reglamento respectivo.

Exigir diariamente los Partes que, acerca de las novedades del servicio, deben
pasarles sus subordinados.

Poner en conocimiento del Ministro del Ramo y de la Dirección General, por conducto
de la Gobernación de la provincia, todos los asuntos de interés que requieran su
conocimiento o demanden su resolución.

Elevar mensualmente al Ministerio correspondiente, por el órgano regular, informe


acerca del servicio de Policía y el movimiento de altas y bajas habidas en el curso del
mes, expresándose los motivos de cada caso.

Cuidar de la instrucción técnica que diariamente debe darse al personal del Cuerpo de
Policía.

Velar porque se cumplan todas las Leyes, Reglamentos y órdenes concernientes al


ramo de Policía; poner sobre las armas a los empleados de Dependencia cuando lo
exijan el Orden y Seguridad públicos, con previa autorización del Ministerio respectivo.

Ejercer mando sobre la Policía Municipal cuando los Concejos Cantonales y el


Ejecutivo acordaren incorporarla a la Policía Nacional.

Señalar el orden en que los Cirujanos, Practicantes, Porteros, etc., de la policía han de
hacer el servicio diurno y nocturno.

Acordar con la Autoridad Sanitaria o Municipal, el orden y forma en que las Boticas
deben prestar al público el servicio nocturno y en los días feriados.

Asistir y cuidar que sus subalternos asistan al Despacho a las horas reglamentarias.

294
De los Subintendentes

Estos funcionarios tendrán las atribuciones y deberes que las Leyes le señalan. El
Subintendente de la provincia de El Oro ejercerá las atribuciones y cumplirá los
deberes que corresponden al Intendente, dentro de la jurisdicción del cantón Zaruma,
de conformidad con lo dispuesto en el Decreto Legislativo sancionado el 23 de octubre
de 1920.

De los Comisarios

Estas autoridades, que son de libre nombramiento y remoción del Ejecutivo, además de
las atribuciones y deberes que tienen por Ley, están obligados a ejecutar las órdenes
impartidas por el Ministro del Ramo, la Dirección General, la Gobernación de la
provincia, el respectivo Intendente General y el Jefe Político, en los Cantones que son
cabecera de provincia, relativos al servicio público.

Los Comisarios de Policía están bajo la inmediata dependencia del Gobernador y del
Intendente General de la respectiva provincia y del Jefe Político en los cantones que
son cabecera de provincia.

Los Comisarios de Policía que hubieren formado un sumario por crimen o delito, están
obligados a poner en conocimiento del respectivo Juez Letrado, en los primeros días de
cada mes, la fecha en que han iniciado el juicio; el estado en que se encuentre y la
naturaleza y más circunstancias de la causa. Esta comunicación se dirigirá a la
Judicatura Primera de Letras si hubiere dos o más en la provincia.

Para ser Comisario Nacional se necesitan los mismos requisitos que para Intendente;
serán preferidos para estos cargos los Abogados, o los que hubieren hecho estudios de
jurisprudencia.

De los Jefes de Investigaciones

Este Agente será nombrado y removido libremente por el Ejecutivo y estará a las
inmediatas órdenes del Intendente General.

De los Jefes de Sección

Los Cuerpos de Policía se dividirán en las Secciones que demanden las necesidades
del servicio y cada uno de dichas Secciones estará a cargo de un Jefe, el que será
directamente responsable de la instrucción técnica, subordinación y disciplina de sus
subalternos; de la conservación del orden en la sección territorial encomendada a su
vigilancia y del cumplimiento de las órdenes que reciba de sus superiores.

De los Inspectores

295
Los Inspectores cuando hacen la guardia de prevención, son responsables de todos
los presos y del buen orden en el Cuartel de Policía; por tanto, dictarán las providencias
para asegurar unos y otros.

Los Inspectores son los inmediatos superiores de los Subinspectores y de los


Celadores. En consecuencia, éstos acatarán las disposiciones que impartieren
aquellos, relacionados con el servicio.

De los Subinspectores

En cada sección de Policía habrá el número de Subinspectores que requiera el buen


servicio.

De los Celadores

Los Celadores capturarán por sí mismos y sin necesidad de orden y conducirán a la


Policía: a los delincuentes infraganti, a los que infundan graves sospechas, a los
desertores; a los que de cualquier manera alarmaren a los habitantes, a los locos
furiosos, a los que mendigaren sin previo permiso de la autoridad de Policía; a los que
fueren encontrados en estado de ebriedad y a los ebrios escandalosos; a los
vendedores de ropa o alhajas que no exhibieren el permiso escrito de la Policía; a los
comerciantes que a pretexto de facilitar las transacciones expidieren contraseñas,
billetes o fichas en calidad de moneda convencional, y en general a todo el que
perpetre una infracción.

Penetrarán los Celadores en las casas particulares, sólo en caso der ser llamados y no
de otra manera; sin embargo, cuando las circunstancias lo exijan, procederán a entrar
avisando al dueño de casa y solicitando permiso. De ser negado éste, se constituirá el
Celador en centinela de la puerta, hasta que pueda dar cuenta a su Jefe, quien
adoptará las medidas convenientes.

Los Celadores no podrán abandonar la línea de vigilancia sino con permiso del Oficial
que haga la ronda de la carrera y siempre que sea relevado. Durante las horas de
servicio permanecerán de pie o paseándose sin sentarse ni entrar en las tiendas,
establecimientos de licores, ni otros lugares públicos o privados, a no ser en los casos
de cumplimiento de sus deberes.

Al toque de auxilio, acudirán a lugar donde se ha pitado y contestarán la pitada de


ronda y atención. Es prohibido pitar sin motivo.

Fuera de los casos en que los particulares pidan el auxilio de la Policía dentro de sus
propias casas, no podrá allanarse el domicilio particular sino de acuerdo con las
disposiciones del Código de Enjuiciamiento en material criminal.

296
Los Celadores siempre que encuentren a sus superiores y a los Jefe y Oficiales del
Ejército los saludarán y, a los primeros, le darán parte de las novedades ocurridas.

De los Ayudantes Jefes de Tráfico

A estos empleados como Jefes inmediatos del servicio de tráfico, les corresponde:

 Organizar el tráfico en la ciudad de acuerdo con las prescripciones de este


Reglamento.
 Prohibir que cualquier vehículo marche a mayor velocidad de la que, en cada
caso, señale el Reglamento.
 Prohibir el tráfico de vehículos tirados por animales enfermos o estropeados; de
los manejados por menores de edad e inexpertos; de los no patentados y
numerados, y de aquellos cuyos conductores se encontraren en estado de
embriaguez, aun cuando fueren matriculados, etc.

En el artículo 296 de este Reglamento se dispone que el Ministro de lo Interior, quede


encargado de la Ejecución del presente Decreto que regirá desde el 1 de enero de
1924.

El Decreto expedido en Quito, el 12 de diciembre de 1923, se encuentra firmado por


José Luis Tamayo, Presidente dela República y Francisco Ochoa Ortiz, Ministro de lo
Interior.

Luego de la fase revolucionaria (1912-1925) el país se vio conmocionado por el


movimiento militar del 9 de julio de 1925 que derrocó al Presidente Gonzalo Córdova,
proclamó un movimiento político con ideas socialistas, exigía una transformación
política que asegure los principios liberales y democráticos en el país, en
contraposición a los caudillismos y oligarquías tradicionales; una revisión de los
sistemas bancarios y fiscales del país, el establecimiento del Banco Central y la
búsqueda de soluciones a los problemas sociales, principalmente de las clases menos
favorecidas.

El Dr. Isidro Ayora tomó el poder en 1926 luego de dos gobiernos plurales, fue el
ejecutor de las principales reformas. Luego de que fuera nombrado Presidente
Constitucional en 1929 gobernó casi tres años, hasta que cayó en 1931, dejando al
país debatiéndose en una completa inestabilidad. Este es el escenario político,
económico y social, dentro del cual ocurrieron varios hechos históricos y se debatía el
desarrollo institucional de la actual policía ecuatoriana, como veremos más adelante.

PRESIDENCIA DE ISIDRO AYORA

297
Presidente Isidro Ayora con su Gabinete

Nació en la ciudad de Loja el 2 de septiembre de 1879 y falleció en la ciudad de Los


Ángeles, Estados Unidos de América, el 22 de marzo de 1978, a la edad de 98 años.
La educación primaria la efectuó con los Hermanos Cristianos y la secundaria en el
colegio “Bernardo Valdivieso”, ambas entidades educativas de Loja. Se graduó de
médico cirujano, a los 26 años de edad, en la Universidad Central del Ecuador.
Posteriormente realizó un postgrado gracias a una beca en Alemania.

El doctor Isidro Ayora Cueva, fue un médico y político ecuatoriano, quien estuvo a
cargo de la administración del país por dos ocasiones; la primera como Presidente
Provisional, desde el 3 de abril de 1926 hasta el 17 de abril de 1929 y, la segunda,
como Presidente Constitucional desde el 17 de abril de 1929 hasta el 24 de agosto de
1931. También fue Alcalde Quito, en el año 1925.

DEROGACION PENSIONES DE INVALIDEZ, RETIRO Y MONTEPIO

El Presidente Ayora, en relación con la institución policial, dictó con fecha 31 de


diciembre de 1927, el Decreto número 382 derogando las Pensiones de Invalidez,
Retiro y Montepío de la Policía Nacional, que irrogó perjuicio a los miembros policiales.

LA GUERRA DE LOS CUATRO DIAS

Con la salida del doctor Isidro Ayora se convocó a elecciones, no hubo candidato oficial
y triunfó el más popular, Neptalí Bonifaz Ascázubi. Según el historiador Oscar Efrén
Reyes, en su obra “Breve Historia del Ecuador” manifiesta: “fue elegido por las masas
trabajadoras, principalmente de la sierra, bajo las inspiraciones y dirección de un
organismo electorero creado para esos días llamado Compactación Obrera Nacional,
también votaron por él muchos elementos del liberalismo ecuatoriano y con mayor

298
fuerza los sectores plutocráticos y grandes propietarios agrarios del país. A los
partidos, liberal y de izquierda no satisfizo la elección del señor Bonifaz y comenzó a
desarrollarse una campaña violenta y tenaz contra el Presidente electo.

La Guerra de los Cuatro Días

La principal acusación que los opositores señalaban con alarma de que era un
extranjero, un peruano, y que demostraba públicamente estar satisfecho y orgulloso de
serlo durante los largos años que permaneció en Europa. De esta acusación hicieron
bandera y gestionaron ante el Congreso la “descalificación presidencial”.

Finalmente, el Congreso lo descalificó a pesar de su triunfo electoral como “no apto


para ejercer la Presidencia de la República”. Ante semejante veredicto, se sublevaron
cuatro batallones de la guarnición de Quito, juzgándolo atentatorio a la libertad de
sufragio, a la voluntad mayoritaria y a la Constitución. El Congreso a su vez recibió el
apoyo de otras fuerzas militares que venían de provincias y, la guerra civil denominada
también “La Guerra de los Cuatro Días” se presentó, con una carnicería. Quito pasó por
largas horas de incertidumbre y sacrificio, parecía una ciudad sitiada. La matanza entre
los dos bandos, militares y civiles, en las calles y hasta dentro de las casas de Quito,
solamente llegó a su término gracias a intervenciones del Cuerpo Diplomático. Como
resultado del sangriento episodio, quedaron, por calles y suburbios, más de mil
cadáveres, y un número de heridos o desaparecidos que nunca se supo precisar.

En relación a la intervención policial en este trágico acontecimiento, el General de


Policía Jaime Sáenz Segovia en su libro “Carabineros Punto de Partida”, narra que
cuando frisaba los catorce años fue testigo de este doloroso hecho histórico; vivía con
sus padres en Quito en el tradicional barrio central de La Victoria y su hermano Eliecer
era cadete del Colegio Militar “Eloy Alfaro”. En la última semana de agosto de 1932 el

299
Congreso descalificó al señor Neptalí Bonifaz como Presidente legítimamente elegido
en votación popular, haciéndose eco de las denuncias sobre su nacionalidad, se le
acusó por su origen peruano, se había comprobado que tenía un pasaporte peruano en
sus continuos desplazamientos al exterior.

Con la adopción de esta resolución sucedió lo inesperado: El Estado Mayor de las


Fuerzas Armadas y algunas unidades del Ejército abandonaron la ciudad de Quito y
tomaron posesión en Latacunga dispuestos a operar sobre las tropas que se habían
quedado en la capital y que defendían a Neptalí Bonifaz.

Las tropas que defendían la ciudad de Quito estaban compuestas por “dos unidades de
Infantería, una de Artillería, la Policía Nacional y numerosos grupos civiles que
conformaban la autodenominada “Compactación Obrera”. Quien dirigía las operaciones
sobre la capital era el General Ángel Isaac Chiriboga; a diferencia de quienes
comandaban las tropas que defendía Quito, que eran apenas dos tenientes: Rueda y
Mariscal.

Según el señor Sáenz Segovia: “Los fuegos se rompieron el 29 de agosto. Fueron


cuatro días de incesante martilleo de fusiles, ametralladoras y armas de artillería cuyas
constantes descargas se escuchaban a la distancia. Se conoció que un disparo de
artillería había impactado a una de las locomotoras en marcha que venía desde
Latacunga, causando numerosos muertos y heridos. Los combates fueron cruentos,
esta guerra fratricida concluyó gracias a la intervención de las embajadas en Quito,
especialmente la de Francia, firmándose un armisticio”.

Fue enorme la impresión que le causó al joven quiteño que más tarde abrazaría la
carrera policial, estos acontecimientos y manifiesta: “Yo jamás había visto ni me podía
imaginar siquiera lo que significaban cuatro días de incesante combate, el tableteo de
las ametralladoras, el estruendo de las explosiones, el toque de cornetas ordenando
ataque o retirada, gritos desesperados, carreras enloquecidas, ulular de sirenas, tensa
calma”. Cuando ya se había terminado la confrontación, el Joven Sáenz que vivía cerca
del Cementerio San Diego salió con otros muchachos a “darse una vuelta”, tenían
curiosidad de observar cómo había quedado la ciudad y, “se espantaron terriblemente
al mirar que las callejuelas al interior de dicho cementerio estaban cubiertas de
cadáveres de soldados, policías, obreros, de mujeres y de niños que habían sido
impactados por las balas.”

“Vimos enterrar en fosas comunes a hombres del pueblo, a miembros de las Fuerzas
Armadas; vimos también una gran cantidad de policías muertos, sin precisar su
número.”

Este hecho doloroso marcara la tradición histórica de la Policía Nacional de defensa de


la Constitución y del gobierno legítimamente constituido.

300
ADMINISTRACION DEL PRESIDENTE VELASCO IBARRA

Presdiente José María Velasco I barra

El doctor José María Velasco Ibarra nació en Quito, el 19 de marzo de 1893 y falleció
en esta misma ciudad el 30 de marzo de 1979. Fue Presidente del Ecuador por
elección popular durante cinco ocasiones, dos de ellas, se auto proclamó Dictador. En
una ocasión completó su mandato.

Los estudios secundarios los hizo en el Seminario Menor San Luis y en el Colegio San
Gabriel de los Jesuitas, en Quito. A los 29 años se graduó de doctor en Jurisprudencia
en la Universidad Central del ecuador. En 1930 viajó a Francia a estudiar Filosofía del
Arte y Derecho Internacional en la Sorbona de París y en el Colegio de Francia.

La primera Presidencia la ejecutó desde el primero de septiembre de 1934 hasta el 20


de mayo de 1935. La segunda, desde el 28 de mayo de 1944 hasta el 24 de agosto de
1947. La tercera, desde el primero de septiembre de 1952 hasta el 31 de agosto de
1956. La cuarta, desde el primero de septiembre de 1960 hasta el 7 de noviembre de
1961. La quinta y última, del primero de septiembre de 1968 hasta el l5 de febrero de
1972.

Sobre el doctor Velasco Ibarra y su ideología Velasquista, el historiador Alfredo Pareja


Diezcanseco, lo define de manera magistral cuando dice: “es muy difícil definir

301
ideológicamente a Velasco Ibarra. En general se trataba de un liberal católico, con afán
de reformas y pasión constructora, muchas veces improvisada”

Por un lado, el Velasquismo es, en parte, una continuación del Bonifacismo, expresado
en la base popular quiteña de los “Compactados” y, por otro, es una agrupación
independiente de los partidos, ansiosa de cambio, pero sin una orientación doctrinaria.

Terminada la “Guerra de los cuatro días, (así denominada popularmente), surgió un


Encargado del Poder Ejecutivo, el doctor Alberto Guerrero Martínez y el 5 de diciembre
de 1932 asume la Presidencia Constitucional Juan de Dios Martínez Mera, en
momentos de convulsión política y enseguida se levantó un ciclón político en contra del
recién nombrado. Surge entonces en el Congreso de la República de 1933 una nueva
figura política; el diputado doctor José María Velasco Ibarra, orador apasionado y
fogoso, quien contribuyó en el ataque al Presidente Martínez Mera, a quien se le
acusaba de todo, pero que lo soportó, hasta que al fin, para diciembre de 1933
abandonado por sus coidearios partió a Guayaquil.

ORGANIZACIÓN DE LA ESCUELA DE POLICIA Y DETECTIVISMO

Siendo Presidente Constitucional de la República, el doctor José María Velasco Ibarra,


en relación a la Institución Policial, dispuso la Contratación de una Misión Técnica
Chilena para la Organización de la Escuela de Policía y Detectivismo. Mediante
Decreto de 15 de agosto de 1935, autorízó a los señores Ministros de Gobierno y
Policía, Previsión Social y de Hacienda para que, a nombre y en representación del
Gobierno del Ecuador, suscriban con los señores Oswaldo Miranda Pinto, Clodomiro
Cabezas Cabezas y Humberto Lagne Aguilar, ciudadanos chilenos, contrato de
prestación de servicios personales en sustitución del celebrado el primero de mayo
último entre el señor don J. Modesto Larrea Jijón, Ministro Plenipotenciario del
Ecuador, y los prenombrados señores, quienes se comprometen a organizar y dejar en
funcionamiento una Escuela de Policía y Detectivismo en la capital de la República, de
acuerdo y conformidad con las cláusulas siguientes:

PRIMERA: Los señores Oswaldo Miranda Pinto, en su calidad de Jefe, y

Clodomiro Cabezas Cabezas y Humberto Lagne Aguilar, como auxiliares, se obligan a


prestar sus servicios personales como Técnicos en el Ramo de Policía y Detectivismo
en Quito, de acuerdo con las Leyes y reglamentos vigentes, y los que posteriormente
se expidieren sobre la materia.

El Plan de Estudios comprenderá las siguientes Asignaturas:

Reglamentación y Organización Policial; Policía Técnica, Peritajes, Revelaciones de


Huellas;

302
Procedimientos para las investigaciones de infracciones; Identificación y Antropometría;
Ética Profesional; Trabajos de experimentación práctica;

Topografía; Educación Física; Medicina Legal y Antropología Criminal; y, Cultura


General e Idiomas.

SEGUNDA: La duración de los Cursos, condiciones y requisitos para la admisión de


alumnos y demás normas de funcionamiento de la Escuela de Policía y Detectivismo,
serán materia de Reglamento orgánico, y de las demás reglamentaciones y Plan de
Enseñanza que expedirá el Poder Ejecutivo. Los Proyectos respectivos serán
elaborados por los citados señores.

TERCERA: En la prestación de servicios a que se obligan los señores Miranda Pinto,


Cabezas Cabezas y Lagne Aguilar, se comprenden también los de organizar
científicamente los servicios de Identificación e Investigaciones, con la cooperación del
personal ecuatoriano que el Gobierno destine al efecto.

CUARTA: La duración del presente Contrato será de un año a partir del primero de
mayo último, pudiendo prorrogarse indefinidamente por consentimiento expreso de las
partes.

QUINTA: El lugar de residencia habitual de los antedichos técnicos será la ciudad de


Quito, sin perjuicio de que el Ministro del Ramo los destine para que presten sus
servicios en cualquier otro lugar dela República. El señor Miranda Pinto no podrá ser
obligado, por motivo de salud, a prestar servicios sino en Quito u otro lugar de clima
análogo.

SEXTA: El Gobierno del Ecuador pagará en moneda nacional y con cargo a la


correspondiente Partida del Presupuesto del Estado, por concepto de sueldos y
honorarios mensual, al señor Miranda Pinto la cantidad de mil quinientos sucres; y a los
señores Cabezas Cabezas y Lagne Aguilar, la de mil sucres a cada uno, por
mensualidades vencidas.

SEPTIMA: Como el Gobierno del Ecuador ha anticipado la suma de 10.500 sucres


correspondientes a tres mensualidades a los señores Miranda Pinto, Cabezas Cabezas
y Lagne Aguilar, cantidad que declaran haber recibido y se obligan a rendir garantía
solidaria ante la Contraloría General, por el expresado valor recibido en anticipo.

El reintegro de la antedicha cantidad se obliga a hacerlo a los señores Miranda Pinto,


Cabezas Cabezas y Lagne Aguilar, dentro del término del Contrato, mediante el
descuento mensual del 25% del sueldo de cada uno de ellos, descuento que deducirá
la Contraloría al expedir los Acuerdos de Transferencia para el pago de sueldos.

303
OCTAVA: El Gobierno del Ecuador cubrirá el valor de siete pasajes de primera Clase
de Santiago de Chile a Quito, para los señores Miranda, Cabezas y Lagne y sus
miembros de familia, así como los de igual número de pasajes para el regreso de los
mismos a Santiago de Chile, a la terminación del Contrato.

NOVENA: los señores Miranda, Cabezas y Lagne, tratándose de las relaciones y


efectos civiles del presente Contrato celebrado en Santiago de Chile el primero de
mayo último entre el Ministro Plenipotenciario del Ecuador, señor don Modesto Larrea
Jijón y los prenombrados señores, debiendo regir el presente.

Art. 2.- Los sueldos de los nombrados Técnicos se pagarán durante el presente año,
con aplicación a las Partidas No. 94605 y 94606 del vigente Presupuesto del Estado, y
a las cuales se refiere el Decreto No. 216, de 2 de mayo último.

Art. 3.- Los Ministros de Gobierno y Policía, Previsión Social, etc., y de Hacienda,
encárguense de la ejecución de este Decreto.

Dado en el Palacio Nacional, en Quito, a 15 de agosto de 1935.

Firman, J.M. Velasco Ibarra, Presidente Constitucional del Ecuador; Carlos Arízaga
Toral, Ministro de Hacienda; Dr. Antonio Pons, Ministro de Gobierno y Policía.

CAIDA DEL GOBIERNO DEL DOCTOR VELASCO IBARRA

La anarquía y de la inestabilidad política comenzó, en esta vez, también a intranquilizar


al país. Para agosto de 1935, ya la situación entre Congreso y Ejecutivo tomó
caracteres violentos. El Velasquismo callejero agredía de palabra y obra a los
legisladores contrarios. El Presidente de la República disolvió el Congreso, encarceló a
los legisladores adversos y luego promulgó un decreto convocando una Asamblea
Constituyente para el 12 de octubre del mismo año, o sea, para después de 35 días.

A la promulgación del decreto acompañaba un batallón. De repente, a media lectura los


soldados lanzaron un grito: ¡Viva la Constitución!. Abajo la Dictadura! Luego,
blandiendo sus fusiles al aire, el batallón volvió a su Cuartel. Al conocer el episodio, los
demás batallones de la guarnición secundaron la actitud constitucionalista. Cayó el
Gobierno del doctor J.M. Velasco Ibarra. Y, al marchar éste al destierro, declaraba: “me
caí sobre las bayonetas” como lo recoge el historiador Oscar Efrén Reyes, en su
“Breve Historia General del Ecuador”.

Caído el Presidente Velasco Ibarra, asumió el poder el Ministro de Gobierno doctor


Antonio Pons, en cumplimiento a los mandatos constitucionales vigentes a esa fecha,
quien convocó a elecciones presidenciales. Pero, alegando una posible guerra civil si la
izquierda perdía las elecciones como era probable, según el historiador citado, se
pronunció por un Golpe de Estado desde la propia Presidencia de la República. Pons

304
pidió la renuncia de todos sus ministros y convocó a una Junta de Oficiales de la
guarnición militar de la Capital, y renunció ante dicha Junta, de espaldas al Congreso.

Una vez que la Junta de Oficiales conoció la renuncia de Antonio Pons, haciendo caso
omiso también del Congreso Nacional, nombró como Encargado del Mando Supremo
de la República a un civil, el Ingeniero Federico Páez.

PRESIDENCIA DEL INGENIERO FEDERICO PAEZ

Ingeniero Federico Páez y su Gabinete

Ingeniero y político ecuatoriano. Nació en Quito en el año 1877 y falleció en esta


misma ciudad en el año 1974. Estudio tanto la primaria cuanto la secundaria en el
afamado Lycee Hoche en París, Francia; y la educación superior la efectuó en las
Universidades de Gante y Bruselas, en Bélgica, donde obtuvo el título de Ingeniero.
Fue Ministro de Obras Públicas y simpatizante del Socialismo, lo que le llevó a intentar
llevar a cabo una administración con tintes socialistas
El Socialismo

305
La palabra Socialismo fue utilizada por primera vez, en el año 1832, por el político y
pensador francés Pierre Leroux, defensor de la clase obrera y partidario de un
socialismo místico contrario totalmente al individualismo. A propósito de esta teoría
política, el escritor irlandés, ganador del Premio Nobel de Literatura en el año 1925 y
del Oscar en 1938, decía que el Socialismo “es una opinión respecto a cómo debe
distribuirse la renta nacional puesto que su distribución no es un fenómeno natural: es
una cuestión de ordenamiento, sujeta a cambiar como cualquier otro ordenamiento”.
Pero en definitiva, existe una característica común de todas las ideologías socialistas
que es la disconformidad con los regímenes sociales injustos y de ahí nace la
necesidad de cambiarlo, emancipar la fuerza del trabajo humano considerada como
una mercancía y la responsabilidad social de la propiedad, la solidaridad y la
distribución equitativa de los ingresos.
Designación del Ingeniero Páez
En el año 1935, una Junta Militar que había derrocado a José María Velasco Ibarra, le
nombró Dictador o Jefe Supremo, al Ingeniero Federico Páez. Parece que esta
designación le tomó por sorpresa al Ingeniero Páez, quien en sus propias palabras
expresó:
“Me encontraba acostado leyendo tranquilamente, cuando sonó el teléfono. Era el
doctor Aurelio Bayas, quien me comunicaba que había asistido a la sesión de la Junta
Militar ante la cual renunció el doctor Pons a la Presidencia de la República; y que la
Junta, habiéndome elegido para lo sustituyera, mandaba una comisión a mi casa a
comunicármelo.
Sin darme teimpo a contestar, cerró la comunicación. A los pocos momentos en efecto
llegó la comisión presidida por el señor Comandante César Plaza, y con ella me
trasladé a la Casa Presidencial a donde encontré un gran número de Oficiales, que
según se me avisó en ese momento, representaban a todas y cada una de las
reparticiones del Ejército.
Acepté el cargo y no me atrevo a asegurar que lo hice de modo muy consciente. Mi
sorpresa era infinita, y no me repuse de ella sino mucho más tarde. En verdad, todo lo
hice maquinalmente, pues de haber conservado mi serenidad no lo hubiera aceptado
jamás. Demasiado conocía a mi país…”
Fue Encargado del Mando Supremo de la República y Presidente Interino del Ecuador
desde el 26 de septiembre de 1935 hasta el 22 de octubre de 1937.

OFICINAS DE IDENTIFICACION DACTILOSCOPICA

306
En la administración del Ingeniero Páez, se dictó el Decreto que disponía la
implementación de las Oficinas de Identificación Dactiloscópicas para que funcionen en
todo el país adscritas a la Policía.

25 DE NOVIEMBRE DE 1935
FEDERICO PAEZ
Encargado del Mando Supremo de la República
Considerando:
Que la identificación, por las impresiones digitales, constituye un poderoso auxiliar para
la administración de justicia y una garantía cierta para los ciudadanos; y,
Que la Cédula de Identidad está considerada como el documento público que
establece de modo indudable, la personalidad de los individuos.
Decreta:
Art. 1.- La identidad personal de los habitantes de la República se acreditará
legalmente mediante una cédula que expedirán las respectivas Oficinas de
Identificación, a base del sistema de impresiones digitales.
Art. 2.- La identificación de las personas es función privativa del Estado.
Art. 3.- Los habitantes de la República obtendrán la cédula de identidad personal en la
forma y fechas que el Reglamento del servicio determine.
Art. 4.- En cada capital de provincia funcionará una Oficina de Identificación, que
ajustará sus procedimientos técnico-administrativos, a las directivas de la Oficina
Central establecida en la capital de la República. El Gobierno podrá establecer Oficinas
de Identificación en otros lugares que los determinados en el inciso precedente,
cuando lo exijan las necesidades del servicio. La Oficina de Guayaquil tendrá además,
a su cargo, el Registro General de extranjeros.
Art. 5.- Corresponde a las Oficinas de Identificación:

 Otorgar a las personas que lo soliciten la cédula de identidad, el certificado de


antecedentes y los pasaporte para salir del país.
 Hacer la filiación de todos los reos y detenidos.
 Remitir, recibir y custodiar los documentos relativos a la formación del Registro
General de condenas y la estadística de la delincuencia.
 Verificar la identidad de las personas en cuántos casos necesiten estos ejercer
algún derecho y se dudare de dicha identidad.
 Suministrar los informes que soliciten las autoridades judiciales, administrativas,
policiales, o de otro orden, y
 Ejercer las demás atribuciones que les confieran las Leyes y reglamentos.

307
Toma de muestras dactiloscópicas

Art. 6.-Las libretas de identidad, según el material de que estén confeccionadas, se


clasifican en cédulas de primera, segunda, tercera y cuarta clases; las de primera
acostarán cinco sucres, las de segunda, tres sucres, las de tercera un sucre. Las de
cuarta clase se conferirán gratuitamente a las personas que carecen de medios
económicos.
Art. 7.- El certificado de antecedentes se conferirá a quien lo solicite, recabándose
previamente, aún por telégrafo, los que existen en la Oficina Central respecto del
interesado. El valor de tal certificado será el de cinco sucres.
Art. 8.- Los pasaportes para viajar fuera de la República se extenderán con arreglo a la
siguiente escala de precios:

 Para pasajeros de primera clase, en los vapores, y en aeronaves, cien sucres.


 Para los de segunda y tercera clase en los vapores y para los viajeros por tierra,
veinte sucres.
Art. 9.- Los pasaportes y certificados de antecedentes serán válidos por un año, y la
cédula de identidad por cinco años.
Art. 10.- Los extranjeros transeúntes están obligados a registrar sus impresiones
digitales en cualquiera de las Oficinas de Identificación establecidas en el país, previo
el pago de tres sucres. La Oficina les otorgará un comprobante de haber cumplido esta
obligación. Los extranjeros cuya permanencia en el Ecuador excediere de dos meses,
estarán obligados a obtener la correspondiente cédula de identidad.
Art. 11.- El precio de la cédula y demás documentos a que se refiere este Decreto,
puede ser modificado en cualquier tiempo por el Ejecutivo.

308
Art. 12.- Todo antecedente de orden civil o criminal que registre una Oficina de
identificación, será enviado a la Central de Quito, en los respectivos formularios.
Art. 13.- El servicio de identificación dactiloscópica será supervigilado por la primera
autoridad de Policía del lugar y la dirección técnica estará a cargo del Jefe de la Oficina
central de Quito.
Art. 14.- Las personas que no obtuvieren la cédula de identidad dentro del plazo que se
fijare en Reglamento respectivo, serán sancionadas por la respectiva autoridad de
Policía con multa de diez a cien sucres, o presión de uno a diez días, sin perjuicio de la
obligación de obtener la cédula.
Art. 15.- Los gastos que demanden la instalación y funcionamiento de las Oficinas de
identificación Dactiloscópica, la adquisición de materiales, etc., se harán con cargo a la
partida que consulte el Presupuesto del Estado para Gastos Generales de Policía. El
producto total que recaudaren las oficinas por concepto de extensión de cédulas de
identidad y demás documentos, ingresará al Tesoro y con él se incrementará la
antedicha Partida de Gastos Generales de Policía.
Art. 16.- La Policía de Orden y Seguridad velará por el fiel cumplimiento de esta Ley y
queda facultado para exigir a cualquier persona la presentación de la cédula de
identidad. En caso de negativa impondrá al infractor la pena señalada en el Código de
Policía para las contravenciones de tercera clase.
Art. 17.- En el Reglamento que se expide para la debida aplicación de esta Ley, se
determinará las atribuciones y deberes del personal de identificación, las normas
técnicas que regirán el funcionamiento del servicio, el plazo dentro del cual se debe
obtener la cédula de identidad, y las penas para los que violaren las disposiciones de
dicho Reglamento.
Art. 18.- Los Ministros de Gobierno, Policía, etc., y de Hacienda, encárguense de la
ejecución de este Decreto, que regirá en toda la República, desde el primero de
diciembre del presente año.
Dado en el Palacio Nacional, en Quito, a 27 de noviembre de 1935. Firman, Federico
Páez, Encargado del Poder; Aurelio .A. Bayas, Ministro de Gobierno; J. Avilés A,
Ministro de Hacienda.
PRIMERA LEY ORGANICA DE LA POLICIA NACIONAL

El Ingeniero Páez, Encargado del Mando Supremo de la República, en su interés por


mejorar las instituciones y organismos del Estado, expide 11 de enero de 1936 un
Decreto Ley para la Reorganización de la Policía. Cabe anotarse que ésta es la
Primera Ley Orgánica de la Policía Nacional dictada en la administración del Ingeniero
Páez, siendo Ministro de Gobierno el doctor Aurelio Bayas.

309
De conformidad con esta Primera Ley Orgánica, la Policía era considerada como una
Institución del Estado, de carácter civil, encargada de mantener el Orden, de velar por
la tranquilidad, moralidad y seguridad de los ciudadanos.

Además debía encargarse de la investigación y esclarecimiento de las infracciones


punibles, el juzgamiento y sanción de contravenciones, aprehensión de delincuentes y
conducción y súper vigilancia de los encarcelados.

La Policía debía hacer cumplir las Leyes, Decretos, Ordenanzas, Reglamentos,


Disposiciones, Mandatos y Decisiones de las Autoridades y de todo aquello relacionado
con la Policía Nacional, Municipal y Sanitaria.

La Institución Policial dependía del Poder Ejecutivo y su accionar se encontraba


subordinado a la Dirección General de Policía, adscrita al Ministerio de Gobierno. En
cuanto a la jurisdicción de Policía, ésta era ejercida únicamente por los Comisarios en
los Cantones y por los Tenientes Políticos en las parroquias rurales.

La Policía Nacional estaba conformada por las Secciones: Urbana Sanitaria, Rural y
Judicial, ésta última encargada de las investigaciones. Estas Secciones estaban
Comandadas por un Jefe responsable de la organización técnica y administrativa del
servicio.

Para viabilizar el servicio policial, el territorio de la República fue distribuido en ocho


Divisiones, cada una bajo la responsabilidad de un Jefe subordinado a la Dirección
General de Policía. La Primera División comprendía las provincias del Carchi e
Imbabura; la Segunda, la provincia de Pichincha; la Tercera, la provincias de Cotopaxi,
en ese entonces conocida como la provincia de León, y las de Tungurahua y
Chimborazo; la Cuarta, las provincias de Bolívar y Los Ríos; la Quinta, las provincias de
Azuay y Cañar; la Sexta, las provincias de Loja y El Oro; la Séptima, la provincia del
Guayas; y, la Octava, las provincias de Manabí y Esmeraldas.

La Ley Orgánica disponía, además, que en cada una de las ocho Divisiones se
implementarían el número necesario de Destacamentos Policiales y, a su vez, en cada
uno de los Destacamentos las suficientes Guarniciones para garantizar el servicio de
vigilancia en todos los cantones y parroquias del país.

De acuerdo con esta Ley, la Policía Rural conformada por el Cuerpo de Policía
Montada, por su característica de movilidad, debía fijar residencias temporales en
aquellos lugares en los cuales ameritaba su presencia.

Esta Ley suprimió las Policías Sanitarias, de Ferrocarriles, de Estanco y de Fronteras


para que los servicios que prestaban a la ciudadanía fueran asimiladas paulatinamente
por la Policía Nacional.

310
Por la importancia histórica de este cuerpo legal, transcribimos los considerandos en
los cuales constan los motivos que impulsaron al Poder Ejecutivo a expedir la Ley en
referencia, la organización y funciones que le otorgaba a la Institución que estrenaba
una nueva denominación, dejando la tradicional de Orden y Seguridad, nombre con el
cual se le identificaba, que más bien se convierte en su misión fundamental, hasta la
actualidad como “Orden Público y Seguridad Ciudadana” con sus nuevas
concepciones.

Considerando:

Que es deber del Estado mejorar las instituciones encargadas del mantenimiento del
orden público;

Que la falta de estructura homogénea en los distintos organismos de la Policía afecta a


la unidad y eficacia de sus funciones;

Que la moderna organización policial tiende a la centralización, bajo una directiva


responsable que oriente, coordine y supervigile la marcha dl Instituto; y,

En ejercicio de las atribuciones de que se halla investido,

Decreta:

Art. 1.- La Policía Nacional –Administrativa y Judicial – es Institución del Estado, de


carácter civil, encargada de mantener el Orden, de velar por la tranquilidad, moralidad y
salubridad públicas y de garantizar la libertad, la propiedad, y la seguridad de los
asociados.

Art. 2.- Corresponde también a la Policía Nacional: la investigación y esclarecimiento


de las infracciones punibles; el juzgamiento y sanción de las contravenciones y de los
demás hechos que le atribuyen las Leyes; la aprehensión de los delincuentes y la
conducción y súper vigilancia de los presos. Igualmente le compele hacer cumplir las
Leyes, decretos, ordenanzas, reglamentos, disposiciones, mandatos y decisiones de
las autoridades y, en general, todo lo que concierne a la Policía Nacional, Municipal y
Sanitaria, de acuerdo con los Códigos de Policía y Sanitario, las Leyes y Ordenanzas
Municipales y las otras Leyes y reglamentos.

Art. 3.- La Policía Nacional depende del Poder Ejecutivo, subordinada en su acción y
funcionamiento a la Dirección General, adscrita al Ministerio de Gobierno.

Art. 4.- La jurisdicción de la Policía se ejerce únicamente por los Comisarios en los
cantones, y por los Tenientes Políticos en las parroquias rurales.

311
Art. 5.- Las autoridades, agentes y empleados de Policía ejercerán las funciones y
llenarán los deberes conforme a lo dispuesto en este Decreto y en los Códigos, Leyes,
Ordenanzas y Reglamentos respectivos.

Art. 6.- La Policía Nacional comprende las siguientes secciones, dependientes de la


Dirección General: Urbana y Sanitaria, Rural y Judicial. Cada una de estas secciones
estará a cargo de un Jefe, a quien le corresponde la organización técnica y
administrativa del servicio.

La Ley continúa otorgando funciones a cada una de las secciones:

Corresponde a la Policía Urbana y Sanitaria: El mantenimiento del orden y tranquilidad


públicos; la seguridad de los habitantes y sus intereses; la reglamentación y súper
vigilancia del tránsito; la conservación de la moralidad pública; el ornato, salubridad e
higiene de las poblaciones; y, la vigilancia y el control de las subsistencias y, en
general, todo aquello que cae dentro de la función policial en sus aspectos preventivo,
represivo y correccional, de acuerdo con las Leyes, ordenanzas y disposiciones que
determinan las atribuciones y deberes de las Policías Nacional, Municipal y Sanitaria.

Corresponde especialmente a la Policía Rural: La seguridad y vigilancia de las costas y


fronteras; la persecución y represión del abigeato y contrabando; la vigilancia de los
ramos de Aduanas, Estancos, Ferrocarriles, etc.; la seguridad y cuidado de los caminos
y vías férreas, telégrafos, teléfonos, etc.; y, la persecución, captura y conducción de los
delincuentes.

Corresponde especialmente a la Policía Judicial: Descubrir e identificar a los


delincuentes y poner a éstos, justo con la prueba respectiva, a disposición del juez
competente; perseguir y aprehender a las personas halladas en flagrante delito y
aquellas contra quienes se hubiere dictado orden de captura por la autoridad
respectiva; y, prestar el auxilio que le demande el Poder Judicial.

La Ley dispone que en reglamento especial se determinará las secciones que ha de


subdividirse la Policía Nacional Urbana, Sanitaria, Rural y Judicial, en relación con los
distintos servicios que le concierne, así como las atribuciones y deberes de las
autoridades, agentes y empleados policiales.

Para la repartición de la fuerza de Policía, el territorio de la República se distribuye en


ocho divisiones, cada una a cargo de un Jefe, subordinado a la Dirección General,
quien repartirá el personal a sus órdenes según las necesidades y situación geográfica
de las diversas circunscripciones territoriales.

En cada División habrá tantos Destacamentos cuantas provincias la integren. Cada


Destacamento, a su vez, tendrá guarniciones para el servicio de vigilancia en cada uno

312
de los cantones y parroquias, así como en los parajes que, por su situación geográfica,
o por la densidad de su población, demanden dicho servicio; guarniciones o
contingentes que serán movilizados cuando las necesidades así lo exijan.

La Policía Rural, que comprende el Cuerpo de Policía Montada, es esencialmente


movible. Su residencia temporal, cuando las necesidades del servicio lo determinen,
será fijada por el respectivo Jefe del Escuadrón, de acuerdo con el Jefe de División.

Las atribuciones concedidas a los Intendentes de Policía por las Leyes y reglamentos
vigentes, ejercerán los Comisarios en su respectivo cantón y, a prevención entre ellos,
en los cantones que hubiere más de un Comisario.

Mientras se expidan los reglamentos respectivos, el Director General de Policía, las


autoridades, agentes y empleados policiales desarrollarán sus actividades teniendo en
cuenta las disposiciones contenidas en los vigentes reglamentos de Policía Urbana,
Rural y de Ferrocarriles, en todo aquello que no estuviere en oposición con el presente
Decreto que regirá desde el 16 de los corrientes y que modifica, en su parte pertinente,
el Código de Policía y las demás Leyes, ordenanzas y reglamentos.

Se encarga al Ministro de Gobierno, Policía, Justicia, Municipalidades, la ejecución del


presente Decreto.

Dado en el Palacio Nacional, en Quito, a 11 de enero de 1936. Firman, Federico Páez,


Encargado del Mando Supremo de la República, Aurelio A. Bayas, Ministro de
Gobierno, Policía, Justicia, Municipalidades, etc.

CONTROL Y REGULACION DE PRECIOS

El 12 de junio de 1936, Federico Páez, Encargado del Mando Supremo de la


República, con el fin de encargar a la Policía altas responsabilidades ante la
comunidad, expide el Decreto detallado a continuación, por medio del cual faculta a la
Policía a controlar y regular los precios de los artículos de primera necesidad:

Teniendo en cuenta que es necesario adoptar medidas para impedir los abusos de los
hacendados y acaparadores de los artículos de primera necesidad,

Decreta:

Las autoridades de Policía, bajo su más estricta responsabilidad, sancionarán toda alza
inmoderada e inmotivada de los artículos de primera necesidad y tomarán medidas
para impedir esa alza.

Los productos que se conserven en trojes o en establecimientos de expendio de


víveres, con el fin de encarecerlos o alterar su precio normal, serán incautados por las
autoridades de Policía y puestos a la venta al precio de plaza.

313
El producto de la venta será entregado a los dueños del artículo incautado, deducido el
valor de la multa de ciento a mil sucres, que será impuesta de plano, según la gravedad
del caso, por la autoridad de Policía del lugar en que se cometa la infracción, para el
denuncio de la cual se concede acción popular. Estas multas se entregarán a la Cruz
Roja Ecuatoriana.

RECONOCIMIENTO A LOS MIEMBROS DE LA INSTITUCION POLICIAL

El 28 de noviembre de 1936 tuvo lugar la sublevación del Regimiento Calderón en


Quito, en la llamada “Guerra de las cuatro horas”, hecho que el Ing. Federico Páez,
Jefe Supremo de Gobierno, atribuyó a una conspiración de varios intelectuales de
izquierda auspiciada por Moscú.

En el combate entre fuerzas militares participó en forma activa personal de la Policía


Nacional en defensa del orden constituido.

En un acto que le honra reconoció a los miembros de la Policía que actuaron en


defensa del Gobierno, a través del Decreto emitido el 26 de febrero de 1937,

Considerando:

Que por Decreto Supremo No. 1214, de 11 de diciembre de 1936, se declaró Acción de
Armas para los efectos de abono del tiempo de servicio consultado en el artículo 63 de
la Ley de Retiro Militar, el Combate de Quito, habido el 28 de noviembre del indicado
año con motivo de la rebelión a mano armada del Grupo de Artillería No. 1 “Calderón”;

Que dicho Combate contó con la participación activa del personal de Policía Nacional
de Quito, y varios empleados civiles de la Administración Pública y que, por lo mismo,
debe considerárseles el derecho que fue reconocido a los miembros de la institución
Militar; y,

En ejercicio de las facultades de que se halla investido,

Decreta:

Artículo Único.- Para la concesión de Letras de Retiro o de Jubilación se computará,


por quien corresponda, como tiempo de servicio activo y efectivo, en orden al
acrecimiento de la respectiva pensión, el abono de un año y medio a los Jefes,
Autoridades, Agentes y Empleados del Ramo Policial de Quito que tomaron parte en
defensa del Gobierno Constituido, en la Acción de Armas a que se refiere el
Considerando de este Decreto, de cuya ejecución he encargado el Ministro de
Gobierno, Policía y Justicias, etc.

314
Dado en el Palacio Nacional, en Quito, a 26 de febrero de 1937. Firman, Federico
Páez, Encargado del Mando Supremo de la República, Aurelio A. Bayas, Ministro de
Gobierno, Policía, Justicias, etc.

SUPRESION DE LA DIRECCION GENERAL DE POLICIA Y CREACIÓN DE LA


INSPECTORÍA GENERAL DE POLICÍA.

En la administración del ingeniero Páez se expidió el Decreto de fecha 23 de mayo de


1937 a través del cual se suprimía la Dirección General de Policía y se creaba la
Inspección General de Policía adscrita al Ministerio de Gobierno, organismo que
desempeñaría las funciones de la Dirección suprimida; tales como vigilancia y control
del servicio de policía y las atribuciones que le otorgue el reglamento respectivo.

CURSOS DE PREPARACION PARA OFICIALES DE POLICIA

Cabe destacar que el 27 de agosto de 1937, en la administración del doctor José María
Velasco Ibarra, se expidió un Decreto relacionado con el Proyecto para crear la
Escuela Técnica de Policía y Detectivismo y, en el Gobierno del Ingeniero Páez se
impulsó la implementación de Cursos de Preparación para Oficiales de Policía, con la
expedición del siguiente Decreto:

FEDERICO PAEZ

Encargado del Mando Supremo de la República

Considerando:

Que es deber del Poder Público levantar el nivel cultural del personal encargado de
cuidar y mantener el Orden y Seguridad del conglomerado social.; y,

Que quienes están encargados de esta delicada misión deben poseer conocimientos
sobre las Leyes y reglamentos que competen a la función policial, para de este modo
conseguir una mayor eficacia en el desempeño de los cargos a ellos encomendados,

Decreta:

Art. 1.- Créase anexo a la Policía Nacional de Pichincha un Curso de preparación para
Oficiales de Policía.

Art. 2.- El primer Curso estará formado por todo el personal de Inspectores y
Subinspectores que actualmente tiene la Policía de Quito, el cual durará seis meses, a
partir del 15 de septiembre próximo, fecha de su inauguración.

315
Art. 3.- Los Cursos subsiguientes, que funcionarán con el Personal de Inspectores y
Subinspectores de la Policía de las diferentes provincias, tendrán la misma duración y
se abrirán después de 30 días de terminado el anterior.

Art. 4.- El Jefe Provincial de Policía de Pichincha formulará los Programas y


Reglamentos correspondientes y nombrará al personal docente para los antedichos
Cursos.

El Ministro de Gobierno y Policía, etc., será el encargado de la ejecución del presente


Decreto.

Dado en el Palacio Nacional, en Quito, a 27 de agosto de 1937. Firman, Federico Páez,


Encargado del Mando Supremo de la República, Coronel H. Salgado R., Ministro de
Gobierno, Policía, etc.

Federico Páez cuando convocó la Constituyente que lo nombró Presidente Interino, y


que luego supuestamente, le habría de nombrar Presidente Constitucional, una
sublevación militar apoyada por algunos elementos de izquierda fue reprimida
duramente por el Ministro de Defensa, Coronel Alberto Enríquez Gallo; personaje que
más adelante se convertiría en el principal protagonista de la profesionalización policial,
marcando una etapa de su historia.

Páez confinó a sus enemigos políticos. A unos les envió a Galápagos, a otros desterró
o metió en las cárceles y, a buen número les sacó de sus cargos burocráticos. En 1937
convocó a una Asamblea Constituyente destinada a consagrarle Presidente Titular de
la República, según las tradicionales prácticas de Jefes Supremos en el Ecuador;
despidió a sus ministros civiles y nombró un gabinete militar. Pero entre los ministros se
encontraba desde los principios de la dictadura, precisamente su Ministro de Defensa,
el Comandante de Caballería Alberto Enríquez Gallo, amigo suyo, “a quien había
ascendido, prevalido de sus atributos supremos, a Coronel y, enseguida, a General”.

Según el Historiador Oscar Efrén Reyes, en su obra “Breve Historia del Ecuador”, el
General Enríquez, dio al traste con los ensueños de su amigo Páez; lo defenestró del
poder, y asumió la Jefatura Suprema con tendencias reformadoras y constructivas.
Seleccionó su personal colaborador, y pudo, así, a pesar de la celeridad de su
mandato, expedir decretos – leyes de importancia como el Código de Trabajo, la Ley
de Enseñanza Superior, demostrando un avanzado espíritu de justicia social.

316
…..fue el punto de quiebre para
la Institución,
pues a partir de entonces
fue la carrera profesional
permanente y única
que escogieron los ecuatorianos
para servir a sus conciudanos,
defender sus derechos y
proteger sus vidas y bienes……

317
7
PROFESIONALIZACION DE LA POLICIA
Las primeras manifestaciones para convertir a la carrera policial en una profesión y no
un empleo, entendiéndose por tal que sus miembros sean especialistas en una rama
del saber humano, que se guíen por un Código de Ética y dediquen todo el tiempo a
una sola actividad, se puede encontrar en el Decreto del Congreso Nacional, de fecha
7 de octubre de 1921, que dispone al Presidente de la República, José Luis Tamayo,
proceda a contratar una Misión Técnica en Europa o en los Estados Unidos para
organizar una Escuela de Policía encargada de la preparación del personal del Ramo.
Posteriormente, el 15 de agosto de 1935, el Presidente Velasco Ibarra, mediante
Decreto Ejecutivo, autoriza a los Ministros de Gobierno y Policía, Previsión Social y de
Hacienda para que suscriban, con una Misión Chilena presidida por el ciudadano
Oswaldo Miranda Pinto, un contrato de prestación de servicios para organizar y dejar
en funcionamiento una Escuela de Policía y Detectivismo en la ciudad de Quito; el
convenio determinaba el plan de estudios, su financiamiento, pasajes, sueldos y más
detalles para su cumplimiento.

El ingeniero Federico Páez, encargado del Mando Supremo de la República, mediante


Decreto de 27 de agosto de 1937, creó el curso de preparación de Oficiales que
estuvo integrado por los inspectores y subinspectores de la guarnición de Quito.

318
Pero el momento culminante para el desarrollo y profesionalización policial se produjo
gracias a la visión de estadista de uno de los importantes militares que ha tenido la
república, el General Alberto Enríquez Gallo, quien realizó muchas obras en beneficio
del país y algunas acciones que cambiaron positivamente la estructura y formación
policiales.

SEMBLANZA DEL GENERAL ALBERTO ENRIQUEZ GALLO

General Alberto Enríquez Gallo

Militar y político ecuatoriano. Nació el 24 de julio de 1895, en la Hacienda Santa Rosa


Grande, de propiedad de su padre, en la parroquia Tanicuchí, cantón Latacunga,
provincia de Cotopaxi. Falleció el 13 de julio de 1962, en la ciudad de Quito. Fueron sus
padres don Luis Cornelio Enríquez y Gallo y doña Carmen Amelia Gallo Almeida.
Estudio la educación primaria en la Escuela de los Hermanos Cristianos en Latacunga
y los tres primeros cursos de la secundaria en el Colegio “Vicente León”; luego cursó el
cuarto año en el Colegio “Mejía”, en Quito.

Anécdotas que reflejan la personalidad del General Alberto Enríquez Gallo

El 15 de enero del año 1900, con apenas 15 años de edad, al salir de clases con sus
compañeros de aula, presenció el paso de las Tropas Alfaristas que se dirigían a
combatir al ejército del Presidente Lizardo García, en el Tambo del Chasqui. De
regreso a su casa, pasó con seis amigos a recoger casquillos en este sitio, pero el

319
Comandante Rafael Ramos lo increpó duramente por esa irresponsabilidad. Sin
embargo, el General Eloy Alfaro, que se encontraba cerca, se aproximó y acariciándole
la cabeza puso una moneda de oro en sus manos y le dijo: “Tus parientes han sido
conservadores, pero tú serás liberal”, a lo que el joven Enríquez solo atinó a
contestarle: “Si, mi General”.
En 1935, el en ese entonces, Coronel Enríquez desempeñaba las funciones de Jefe
del Batallón de Caballería “Yaguachi”. El 29 de agosto de ese año, se encontraba al
mando de uno de los Escuadrones el Mayor Pablo Borja Larrea, encargado de
controlar y disolver las protestas, en la ciudad de Quito, contra el Gobierno.

El senador guayaquileño, Adolfo Gómez Santistevan tuvo fuertes desavenencias con


el Mayor Borja, quien no pudo tolerar las groserías e insultos del Senador. La situación
se agravó debido a que el sable del militar rozó la piel del Senador y esa ofensa debía
dilucidarse en el campo del honor. Como antecedente, el Senador, por una ofensa
anterior se había batido a duelo con pistola con el doctor Fausto Navarro Allende.

En una de las sesiones del Congreso Nacional, el Senador Gómez Santistevan


desafió al mayor Borja a duelo. El Mayor Borja aceptó y se dispuso a nombrar a los
padrinos del mismo. El Coronel Enríquez, Jefe inmediato del Mayor Borja, no le
permitió aduciendo que la orden que él le había dado era disolver la manifestación
siendo, por lo tanto, el responsable de aquella acción y por ende le correspondía a él
aceptar el duelo propuesto por el Senador de la República.

Relacionado con este impase, Alberto Enríquez envía una carta abierta al Director del
Diario El Comercio en la cual da a conocer los pormenores de tan engorroso asunto,
entre otras aseveraciones dice:

“Se observó que un grupo de legisladores, entre los cuales pudimos ver al señor
Gómez Santistevan, avanzaban por la carrera Guayaquil en dirección Sur en completo
estado anormal…Como no se contentaba dicho señor con venir tambaleándose por
media calle, sino que se pusiera a provocar montonera, lanzando gritos subversivos
contra el Gobierno e intentando enardecer al pueblo, el mayor Borja en cumplimiento
de su deber, se acercó al señor Gómez Santistevan para decirle cultamente y en
nombre de un favor para el amigo, que no hiciera alborotos de esa naturaleza,
haciéndole notar que una mediana educación y mucho más su categoría de Senador
de la República, le impedían tales actos. La respuesta que recibió el Mayor Borja fue
por demás grosera, impropia de cualquier patán ignorante y tosco, no digamos de un
representante de la Nación”.

Al encontrarse el Coronel Enríquez, en el Casino de Oficiales, festejando su


cumpleaños, ingresaron al salón el Comandante Luis Alberto Dueñas y Rafael Dillon
Valdez, para manifestarle que habían aceptado ser padrinos del Senador Gómez y
querían ultimar los detalles del duelo.

320
El Coronel Enríquez nombró sus padrinos al Coronel Alfonso Darquea y al Comandante
Augusto Cobo, para el duelo con el Senador Gómez Santistevan a quien no había
tenido el gusto de conocerle personalmente. Para el duelo salió a relucir el Código de
Cabriñana y se afinaron los detalles de la contienda.

Se pactó el encuentro para el primero de septiembre de 1933, en el campo de aviación,


lugar desolado, en las afueras de la ciudad, que prestaba todas las garantías para la
realización del evento sin testigos. Se sortearon el uso de las dos armas que
presentarían cada uno de los duelistas; coincidió que les tocó las propias, es decir, dos
revólveres calibre 38. Luego se procedió a sacar los paquetes sellados de balas,
conviniéndose que la distancia sea de veinte pasos regulares de un hombre.

Los Caballeros, dirigidos por sus padrinos y colocados a la distancia convenida,


debían dispararse recíprocamente tres tiros simultáneos después de contar tres
tiempos, dando un cuarto de vuelta y bajando la mano, que la tenían levantada. El
médico nombrado, que asistía al duelo, era el mayor de Sanidad doctor Miguel Ángel
Iturralde.

El Comandante Enríquez alcanzó a disparar tres tiros, pero sistemáticamente todos al


suelo. El señor Gómez Santistevan solo logró disparar el segundo tiro, que según decía
la prensa del día siguiente, pasó muy cerca del rostro del Comandante Enríquez.

Terminado el duelo se acercaron los dos Caballeros. Enríquez le dijo: “Mucho gusto
Senador, a lo que Gómez Santistevan contestó: “El gusto es mío Comandante
Enríquez. Quisiera rogarle que rectifique sus conceptos de mí”.

Con el ceño fruncido Enríquez contestó: “Cómo ¡jamás! Si me he batido con usted es
precisamente porque jamás rectifico un concepto que he meditado. Si usted persiste en
exigirme alguna rectificación, estoy listo a batirme de nuevo”.

El asunto de nuevo se ponía feo. Los padrinos intervinieron, explicando al Comandante


Enríquez que lo que estaba pidiendo el Senador Gómez, no era una rectificación de
las palabras que vertió al desafiarlo, sino una rectificación del concepto que tendría
sobre su persona en el futuro. Entonces Enríquez le dijo: “En este caso es muy
distinto, tenga mi mano de amigo, Senador”. Sellaron este impase con un abrazo. Sin
embargo el ministro fiscal, doctor Manuel María Sánchez, ordenó que se levante el
sumario correspondiente por el delito de batirse a duelo, pero la Cámara del Senado
negó el permiso para que se efectúe este proceso legal.

Nos cuenta el historiador Héctor Coral Patiño en su libro: “Vida y obra del General
Alberto Enríquez Gallo”, que Alberto Enríquez era campeón de tiro en el Ejército. El
revólver era su arma predilecta y continuamente se ejercitaba en este deporte. La
mañana del duelo, se le vio disparar contra dos cajitas de fósforos colocadas a una
distancia de veinte metros, derribándoles al primer disparo.

321
Un clásico rasgo de la personalidad del General Alberto Enríquez Gallo fue pagar con
bien el posible mal que le hubiere causado una persona. Son algunos de los casos
dentro de su vida pública y privada, que demostraba claramente que la venganza no
tenía asidero en su alma; nunca ejerció retaliaciones contra nadie que le hubiere
ocasionado algún daño, lo cual corroboraba que en realidad no quiso matar al
Senador, pese a los insultos que habría proferido en contra de los miembros del
Ejército que controlaban las manifestaciones en contra del Gobierno.

Vida Militar del General Enríquez

En el año 1911, con motivo de la Revolución del General Pedro J. Montero,


abandonando definitivamente sus estudios, ingresó como Cabo Primero del Ejército
gobiernista de los Generales Leonidas Plaza Gutiérrez y Julio Andrade y avanzó a la
población de Huigra para participar en el ataque a las fuerzas de Flavio Alfaro.
El once de enero de 1912, recibió la orden de resistir con tres reclutas más, al pie de un
puente, y allí se mantuvo pese al peligro. Después de la acción fue abrazado y
felicitado por el General Julio Andrade. Al concluir esta campaña se le licenció como
Sargento Primero. Años después, el General Andrade contaba esta anécdota: “Un
recluta muy joven me preguntó antes de la acción que había que hacer para no huir,
porque estaba con mucho miedo. Yo le contesté en broma: “Amárrate las piernas”. El
recluta así lo hizo y resistió en su puesto de combate. Al finalizar la acción se lo
llevaron en una camilla, porque había sido herido, pero mostraba en su rostro la
satisfacción del deber cumplido”
En los años 1912 y 1913, asistió a un Curso en la Escuela de Aplicación para Militares
Inferiores bajo las órdenes del Coronel Luis Cabrera y al concluir recibió el Grado de
Subteniente. En el año 1915, fue ascendido al Grado de Teniente y era considerado el
mejor caballista y jinete del país. En 1918, recibió los despachos de Capitán y fue
enrolado en el famoso Escuadrón “Cazadores de Los Ríos”. En esa época participó y
triunfó en varios concursos hípicos.
En el año 1924, asistió al Curso de Caballería organizado por una Misión Italiana y,
luego fue destinado al Grupo de Caballería No. 1, llamado “Yaguachi”. En el año 1925,
se sumó a la Revolución que depuso al Presidente Gonzalo S. Córdova y, la Junta
Militar de Gobierno Provisional, le ascendió al Grado de Mayor de Caballería.
En 1928, viajó a Chile a finiquitar una compra de caballos. En 1930 ascendió al Grado
de Teniente Coronel y encontrándose como Segundo Jefe del Escuadrón “Yaguachi”
conjuró una sublevación contra el Presidente Isidro Ayora, quien le tenía en gran
estima. Luego fue designado Primer Comandante del Regimiento de Caballería
“Yaguachi”.

322
Participación Política del General Enríquez

Convertido en uno de los hombres fuertes del Régimen de Alberto Guerrero Martínez,
controló el orden en las elecciones del año 1933, en las que fraudulentamente triunfó
Juan de Dios Mera. En esa época colaboró con los Ministros de Defensa Juan
Francisco Orellana, Luis A. Jaramillo y Enrique Barriga.
En 1934, apoyó al Encargado del Poder, Abelardo Montalvo, y posteriormente al
Presidente José María Velasco Ibarra, quien trató de proclamarse Dictador y el General
Enríquez Gallo participó en su derrocamiento y propició el ascenso del Ministro del
Interior doctor Antonio Pons Campuzano para que ocupe la Presidencia de la
República. Meses después, el General Enríquez y otros Miembros del Alto Mando
Militar convencieron al doctor Pons que su ascenso al Poder había sido provisional con
el fin de evitar la anarquía que amenazaba al país y, que debía renunciar.
El 26 de septiembre de 1935, el doctor Pons dimitió ante el Ejército, en una histórica
reunión realizada en Baños y, el propio General Enríquez influenció para que se
designe Dictador a su padrino de bautizo, el Ingeniero Federico Páez Chiriboga, quien
en reconocimiento lo designó General de la República y, además, le nombró Ministro
de Defensa.
El Ingeniero Páez convocó a una Asamblea Nacional Constituyente con el fin de que le
designen Presidente de la República por cuatro años más. Ante esta circunstancia, los
Militares disolvieron la Constituyente y asumieron el Poder en la persona del General
Luis Alberto Enríquez Gallo.
En gesto muy honroso y cumpliendo su promesa de retirarse del Poder y del Ejército,
se acogió a una modesta jubilación, luego de 25 años de servicio, y se retiró a su vida
privada y familiar.

ACCIONES EN BENEFICIO DE LA POLICIA

LEY ORGANICA DE LAS FUERZAS DE LA POLICIA NACIONAL

En la administración del General Alberto Enríquez Gallo, siendo Ministro de Gobierno


L.E. Escudero y Comandante General de Carabineros, el Coronel del Ejército, Federico
Elías Gortaire Jácome, el 4 de enero de 1938, se expidió la Ley Orgánica de las
Fuerzas de la Policía Nacional. Como era obvio, la característica de la administración
del General Enríquez era militar y, por ello, expide el Decreto Supremo en el cual
dispone que la Policía, en caso de guerra, forme parte integrante de las Fuerzas
Armadas.

323
Una parte medular de esta Ley Orgánica es la relacionada con la supresión de la
denominación de Policía Nacional y la sustitución con el nombre de “Fuerzas de
Policía”, dotándole a la Institución estructura y características militares.
La Nueva Ley, estipulaba que quienes conformaban las Fuerzas de Policía eran “todos
los ciudadanos ecuatorianos hábiles, que voluntariamente ingresen a prestar sus
servicios en la Institución de Policía, para el
mantenimiento del Orden y Seguridad Interna de la Nación”.
También disponía que, en tiempos de paz, el Mando de las Fuerzas de Policía, lo tenía
directamente el Presidente de la República o su delegado, mediante órdenes y
Decretos autorizados por el Ministerio de Gobierno y Policía, siendo por lo tanto el
propio Ministro de Gobierno el responsable del Orden y Seguridad Internos del país, de
la organización y preparación de la Institución, ejerciendo sus atribuciones a través del
Inspector General de Policía. En tiempos de guerra las Fuerzas de Policía estarían bajo
el Mando directo del Ministerio de Defensa.
La Ley Orgánica expedida por el General Enríquez Gallo, suprimió las Divisiones y
Destacamentos Policiales que constaban en la anterior Ley Orgánica expedida por el
Ingeniero Federico Páez y, en su reemplazo, se implementaron las Jefaturas
Provinciales bajo el mando directo de la Inspección General de Policía, adscrita al
Ministerio de Gobierno.
Las nuevas Jefaturas Provinciales estaban Comandadas por un Intendente y se
encontraban clasificadas en Batallones y Compañías, al estilo militar, de acuerdo con el
numérico asignado. De esta manera, fueron conformados los Batallones con las
Jefaturas Provinciales de Pichincha, Guayas, El Oro y Manabí; y, las Compañías, con
las provincias del Carchi, Imbabura, Cotopaxi, Tungurahua, Chimborazo, Bolívar,
Azuay, Loja, Los Ríos y Esmeraldas.
También se dividió al Personal Policial en dos grupos: Oficiales y Tropa. A los Oficiales
se los clasificó en las denominaciones de Profesionales y Asimilados. A su vez, a los
Profesionales se los subdividió en Oficiales de Guerra y Oficiales de Servicio.
La jerarquía de los miembros de la Institución tenía los siguientes grados: los Oficiales
Generales, con el grado de Coronel; los Oficiales Superiores, Tenientes Coroneles y
Mayores; los Oficiales Inferiores, Capitanes, Tenientes y Subtenientes. En cuanto a la
Tropa, los Suboficiales eran Sargentos Primero y Segundo; Clases, los Cabos Primero
y Segundo; y, finalmente los Gendarmes.
Esta Ley preveía que en las Fuerzas de Policía intervinieran tres entidades: el Consejo
Superior, los Tribunales de Justicia Militar y la Junta Calificadora de Servicios. El
Consejo Superior debía calificar y garantizar la vida profesional y la situación de
Oficiales en todos los grados y denominaciones. Los Tribunales de Justicia Militar eran
los prescritos en los respectivos Códigos y Leyes que regían para el Ejército

324
ecuatoriano. En tanto la Junta Calificadora de Servicios, debía proceder de
conformidad a lo señalado en las Leyes de Retiro y Montepío del Ejército.

CURSO DE PERFECCIONAMIENTO DE OFICIALES DE POLICIA

Con decreto de 28 de febrero de 1938, se organiza en la ciudad de Quito el Curso de


Perfeccionamiento de Miembros de la Policía Nacional. Para esa época se encontraba
en el Ecuador una misión militar italiana presidida por el Coronel Giacomo Negroni,
personaje a quien se le nombró Director Técnico del Curso y como sus colaboradores
al Teniente Coronel Juan Francisco Gallegos Toledo y al Teniente Gerardo Rosero.
Comandante del Curso fue el Capitán Alberto B. Gómez; su duración fue de 8 meses y
se cumplió en el local de la Academia de Guerra.
A los egresados de este Curso, en el futuro, se les identificó como “Los Andinos” ya
que sus instructores italianos pertenecían a una unidad militar que guarnecía los Alpes
italianos y, por lo mismo, se los denominaba “alpinos”.

CREACION ESCUELA DE CARABINEROS

El General Alberto Enríquez Gallo, valorando la importancia y trascendencia de la


misión policial, advirtió que debía estar en manos de hombres de conducta intachable y
con formación académica especializada.
Fue el punto de quiebre para la Institución, pues a partir de entonces fue la carrera
profesional permanente y única que escogieron los ecuatorianos para servir a sus
conciudadanos, defender sus derechos y proteger sus vidas y bienes.
El Decreto dice lo siguiente:

2 de marzo de 1938

GENERAL G. ALBERTO ENRIQUEZ

Jefe Supremo de la República

Considerando:

Que es urgente necesidad mejorar el servicio de la Policía Nacional en la República,


con Oficiales que respondan a las funciones del Ramo de Orden y Seguridad, y,
En uso de las supremas facultades que se halla investido,

325
1940. Cadetes de la Escuela de Carabineros

Decreta:

Art. 1.- Créase la Escuela de Carabineros que funcionará en la Capital de la República,


bajo la dirección del personal docente que se nombrará previa petición del Ministro de
Gobierno, Policía, etc. La antedicha Escuela principiará a funcionar desde el primero
de abril próximo.
Art. 2.- El personal de Cadetes, en número de sesenta con que funcionará la Escuela,
será dado de alta en el Cuerpo de Policía, para lo que se aprovecharán las vacantes
que se suscitaren en adelante, hasta completar el indicado número.
Art. 3.- Los gastos que demande la instalación y funcionamiento de este
Establecimiento, se tomarán de las Partida de Imprevistos Departamentales del
Ministerio de Gobierno. La adquisición de los útiles necesarios se hará prescindiendo
del requisito de licitación.
Art. 4.- Encárguese de la ejecución de este Decreto, que regirá desde hoy, los señores
Ministros de Gobierno, Policía, etc., Hacienda y Defensa.
Dado en el Palacio Nacional, en Quito, a 2 de marzo de 1938.

CREACION CUERPO DE CARABINEROS

Otra de las obras importantes del General Alberto Enríquez Gallo, fue la creación del
Cuerpo de Carabineros, hecho ocurrido el 8 de julio de 1938 con la expedición del
correspondiente Decreto.

326
Se asegura que el General Enríquez conoció, años atrás, el Cuerpo de Carabineros de
Chile, impresionándole su organización y prestigio y, quizá por ello, quiso darle al
Ecuador una Institución con parecidas características.

El Decreto dice:

8 de julio de 1938

GENERAL ALBERTO ENRIQUEZ GALLO

Jefe Supremo de la República

Considerando:

Que es necesario dar a la Policía Nacional del país una nueva Organización para la
mejor eficiencia del servicio de orden y seguridad; y,
En uso de las facultades de que se halla investido,

Decreta:

Art. 1.- Denomínase Cuerpo de Carabineros al personal de Jefes, Oficiales y Tropa y


más Dependencias que en la actualidad componen las Fueras de Policía Nacional.
Art. 2.- El Cuerpo de Carabineros se compondrá del siguiente personal de Jefes,
Oficiales, Tropa y Empleados Civiles: Un General; Tres Coroneles; Cinco Tenientes
Coroneles; Ocho Mayores; Sesenta y un Capitanes; Setenta y dos Tenientes; Ciento
dos Subtenientes; Cuarenta y siete Sargentos Primeros, Ciento treinta y un Sargentos
Segundos; Ciento veintisiete Cabos Primeros; Ciento sesenta Cabos Segundos; Dos
mil setecientos diez y siete Carabineros; Diez y nueve Amanuenses y cinco Choferes y
siete Carabineros.
Art. 3.- El Comandante General del Cuerpo de Carabineros será un General con sede
en la Capital de la República.
Art. 4.- Los Comandantes de División serán Coroneles con sede en Quito, Cuenca y
Guayaquil, respectivamente.
Art. 5.- Deróganse los Decretos Supremos número 13 y 14, de 12 de enero de 1938.
Art. 6.- Encárguense de la ejecución del presente Decreto, que regirá desde el primero
de julio del presente año, a los señores Ministros de Gobierno, Policía, etc., y de
Defensa Nacional.

327
Dado en el Palacio Nacional, en Quito, a 8 de julio de 1938. Firman, General Alberto
Enríquez, Jefe Supremo de la República; L.E. Escudero, Ministro de Gobierno; y
General G. Freile, Ministro de Defensa Nacional.

LEY ORGANICA DEL CUERPO DE CARABINEROS

En su Gobierno, el General Enríquez Gallo, siendo Ministro de Gobierno L.E. Escudero


y Comandante General de Carabineros, el Coronel del Ejército, Federico Elías Gortaire
Jácome, el 8 de julio de 1938, se expidió el Decreto Supremo de la Ley Orgánica del
Cuerpo de Carabineros de la República que, básicamente, mantenía la estructura y
organización de tipo militar contempladas en la anterior Ley Orgánica de las Fuerzas de
Policía.

Esta Ley Orgánica determina una nueva denominación para la Policía, que antes se
denominaba Fuerzas de Policía y pasó a llamarse “Cuerpo de Carabineros”, el mismo
que se integra por todas las Entidades de Policía organizadas en el país y por los
ciudadanos hábiles que ingresen a prestar sus servicios en ella, para el mantenimiento
del Orden y la Seguridad de la nación; en caso de guerra constituye parte integrante
del Ejército Nacional y en consecuencia corresponde el mando al Ministro de Defensa
Nacional.
Los Órganos Centrales de Mando estaban bajo la responsabilidad de: Ministerio de
Gobierno, Comandancia General de Carabineros, Comandos de División y las

328
Jefaturas Provinciales. En el Ministerio de Gobierno se integraba la Sección de
Carabineros.
En cuanto a las Jerarquías, se mantuvieron, con excepción de la creación del grado de
General en la escala de los Oficiales Generales y en la Tropa se incorporó al Cadete y
se sustituyó el grado de Gendarme por el de Carabinero.
También se mantuvieron el Consejo Superior, los Tribunales de Justicia Militar y la
Junta Calificadora de Servicios,
En cuanto a las jurisdicciones territoriales, con la nueva Ley Orgánica, se establecieron
tres Divisiones: la Primera, con las provincias de Carchi, Imbabura, Pichincha,
Cotopaxi, Tungurahua, Chimborazo y Bolívar; la Segunda, con las provincias de
Cañar, Azuay y Loja; y, la Tercera, con las provincias de Guayas, El Oro, Los Ríos,
Manabí y Esmeraldas. Las sedes de las Divisiones eran las ciudades de Quito, Cuenca
y Guayaquil, respectivamente.

Primera Promoción de Carabineros

La Primera Promoción de Carabineros, conformada por 14 Cadetes, concluyó sus


estudios en el año 1940, obteniendo cada uno de ellos el Grado de Subteniente de
Carabineros, estuvo integrada por los señores:
1. Luis Bolívar Abad Abad
2. Carlos Isaac Cobo Rodríguez
3. Carlos Alfonso Camacho Estrella
4. Manuel Emilio Cisneros Paredes
5. José Ernesto Cañizares Díaz
6. Hugo Leopoldo Guevara Sánchez
7. Alfonso Narváez Montalvo
8. Carlos Humberto Orbea Pacheco
9. Sebastián Efraín Paredes Oñate
10. Gustavo Eduardo Robelly Moncayo
11. Jaime Antonio Sáenz Segovia
12. César Augusto Guillermo Solórzano Hidrobo
13. Ángel Cristóbal Urbina Carvajal
14. Luis Augusto Vásconez Cifuentes

Segunda Promoción de Carabineros

En el mes de febrero del año 1941, egresó la segunda promoción de Oficiales de la


Escuela Militar de Carabineros, cuya nómina es la siguiente:
Jaime Durán Arias

329
Eduardo Serrano Yépez
Gustavo de los Reyes Arias
Humberto Jouve Buendía
Jorge A. Proaño Chalén
Oswaldo Dávila
Leopoldo Torres
Gonzalo Rodríguez
Amado Humberto Ochoa Loayza
Julio R. Cordero
Raúl N. Santos
Federico Albornoz
José A. Jaramillo
Humberto A. Parra
Gerardo Armas R.
César de la Cruz
Juan R. Rodríguez
Luis F. Rodríguez
Víctor Sosa
César Madrid
Rómulo Merchán
Bolívar Camacho Estrella
Víctor V. Franco
José Luis Cordero
Ernesto Espinoza
Arturo Arias
Holger Polanco.

Tercera Promoción de Carabineros

El 28 de julio de 1942, egresó la Tercera Promoción de la Escuela de Carabineros,


graduándose como Subtenientes de Carabineros, los siguientes alumnos:
Carlos Napoleón Barona
Jorge Francisco Andrade Crespo
Manuel Tamayo Salgado
Héctor René Gómez Vargas
César Posso Esquetini
Carlos Salinas Villacreses
Aníbal J. Ulloa Ulloa
Servando Egas Medrano
Rodrigo G. Narváez

330
Víctor Manuel Aguirre Quijano
Napoleón Santamaría
Jaime Godoy
Carlos Moncayo
Marco Ulloa Meza
Gastón E. Jaramillo
Fortunato Pino Suárez
Julio César Chico Vásquez
Octavio Gómez.

Cuarta Promoción de Carabineros

En el mes de agosto de 1943 egresó de la Escuela Militar de Carabineros la Cuarta


Promoción de Subtenientes de Carabineros:
Jorge H. Torres Bonilla
Ángel B. Guerrero B.
Rafael Rivadeneira
Luis F. Pitarqui Shafrey
Galo Flor Pinto
Marco Aníbal Rosales Corella
Gustavo Galindo Jaramillo
Carlos A. Serrano Olmedo
Ángel Saltos Martínez
Galo Flor Pinto
Rodrigo A. Rodríguez
Jorge Tomás Costa Jaramillo
Gonzalo Espinoza
Galo Víctor Gómez
Guillermo Narváes Montalvo
Jaime Burbano
Héctor Holguín
Adolfo P. Vasco
Victoriano Toledo
Aníbal Arroyo
Galo Naranjo Hurtado
Joffre Navarro
Jaime Luna C.
Jorge Robayo
Carlos Donoso M.
Wilson Noboa

331
Guillermo Lombeida L.
José Leopoldo Larrea Cañizares

Quinta y Última Promoción de Carabineros

Por esas coincidencias históricas que nos ha brindado nuestra política nacional, cabe
registrar un hecho curioso: El 27 de mayo de 1944, los alumnos de la quinta promoción
de Carabineros, terminaron sus estudios, o sea, un día antes del 28 de mayo de 1944,
en que se produjo la transformación política, conocida como la “Asonada” que terminó
con el Gobierno del doctor Carlos Alberto Arroyo del Río y, una de sus consecuencias
inmediatas fue la desaparición del Cuerpo de Carabineros y el inicio de la Guardia Civil
Nacional.
Los 27 alumnos de la quinta y última promoción de Carabineros que optaron por el
Grado de Subteniente de Carabineros, fueron:
Manuel Gómez Vargas
Galo Reinoso
Guillermo Carrión
Jaime Vejar Quintana
José María de la Vega
Marco Solano Chávez
Alfonso Carrera
Jorge Rivadeneira
Federico Armas
Gustavo Vejar Quintana
Washington Martínez
Holger Lombeida Arguello
Miguel Vásquez
Jorge Chávez Estrella
Estuardo Silva del Pozo
Jaime García
Gustavo Félix
Luis A. Larrea
Guillermo Benalcázar
Hernán Vásconez
Hugo Ruales Lara
Gustavo Fiallos
Germán Dávila
Jorge H. Freire
Enrique Andrade
Jaime Guerrero

332
Fabián Durán

La administración del General Alberto Enríquez Gallo fue relativamente corta pero
suficiente para dejar una profunda huella de conquistas sociales para el país y un
cambio radical en la policía ecuatoriana que ha honrado su memoria designando con
su nombre a la Escuela Superior de Policía e inculcando en cada uno de sus miembros
el sentimiento de gratitud imperecedera por su obra creadora.

PRESIDENCIA DE AURELIO MOSQUERA NARVAEZ

Presidente Aurelio Mosquera y su Gabinete Ministerial

El Presidente Aurelio Mosquera Narváez, nació en Quito el 2 de agosto de 1883 y


falleció en esta misma ciudad el 17 de noviembre de 1939. Fue un político ecuatoriano
que dirigió el Partido Liberal Radical Ecuatoriano. Fue elegido presidente de la
República en 1938 y, con apoyo del ejército, disolvió la Asamblea Nacional y
restableció la Constitución de 1906.

Estudió medicina en la Universidad Central del Ecuador. Viajó a París para continuar
estudios en su misma profesión. Al regresar al país alcanzó gran prestigio como
Profesor, Decano y Rector de la Universidad Central del Ecuador. En su vida política
fue Diputado y Vicepresidente de la Cámara de Diputados y del Senado.

333
La Botica Alemana en Quito

El doctor Aurelio Mosquera murió repentinamente el 17 de noviembre de 1938. Las


malas lenguas de los quiteños decían que se había suicidado al ingerir una medicina
fatal que él mismo se había recetado y hecho preparar en la tradicional Botica Alemana
de Quito.

NUEVA LEY ORGANICA DE LA INSTITUCION DEL CUERPO DE CARABINEROS

En el Gobierno del doctor Aurelio Mosquera Narváez, siendo Ministro de Gobierno


José María Ayora y Comandante General de la Policía, el Coronel Héctor Eduardo
Salgado Ruiz, el Congreso, el 17 de febrero de 1939, dictó una nueva Ley Orgánica
para el Cuerpo de Carabineros.
En esta nueva Ley se ratifica que es una Institución de carácter militar, con cobertura
nacional y tiene como misión el mantenimiento de la Seguridad y el Orden públicos; en
tiempo de paz dependerá del Ministerio de Gobierno y, por disposición del Presidente
de la República podrá, temporalmente estar a órdenes del Ministerio de Defensa.

334
Para fines de organización, instrucción y distribución del Cuerpo de Carabineros, así
como para temas de jurisdicción y Mando, el territorio de la República, se dividió en tres
Zonas, de acuerdo al siguiente detalle:
Primera Zona, conformada por las provincias de Carchi, Imbabura, Pichincha, Cotopaxi,
Tungurahua, Chimborazo, Bolívar y Napo Pastaza; Segunda Zona, por las provincias
de Cañar, Azuay, Loja, El Oro y Santiago Zamora; y, Tercera zona, con las provincias
de Guayas, Los Ríos, Manabí, Esmeraldas y el Archipiélago de Galápagos. Las
cabeceras sedes de las tres Zonas fueron designadas las ciudades de Quito, Cuenca y
Guayaquil, respectivamente. Cabe observarse, que con la expedición de esta Ley
Orgánica ya se toma en cuenta al Archipiélago de Galápagos.
Cada provincia según su importancia estaba servida por un Batallón o Compañía, así:
 Batallón de Carabineros Quito
 Batallón de Carabineros Guayaquil
 Batallón de Carabineros Machala
 Batallón de Carabineros Manabí
 Compañía de Carabineros Tulcán
 Compañía de Carabineros Imbabura
 Compañía de Carabineros Cotopaxi
 Compañía de Carabineros Tungurahua
 Compañía de Carabineros Chimborazo
 Compañía de Carabineros Bolívar
 Compañía de Carabineros Cañar
 Compañía de Carabineros Azuay
 Compañía de Carabineros Loja
 Compañía de Carabineros Los Ríos
 Compañía de Carabineros Esmeraldas
Otra innovación de esta Ley fue que el Personal del Cuerpo de Carabineros sujeto al
fuero militar, por lo que sus miembros serán juzgados por los Códigos y Leyes del
Ejército y, en cuanto a la Jefatura Calificadora de Servicios dispone se tome en cuenta
para determinar el tiempo de servicio a aquellos que se hubieren prestado en la policía,
en la administración pública o en el ejército.
Finalmente esta Ley dispone que los Comandantes Provinciales dependan de la
Comandancia General administrativa y disciplinariamente y como Intendentes de

335
Policía, función que también desempeñaban obligatoriamente, dependerán de las
autoridades judiciales.

GOBIERNO DE ANDRES F. CORDOVA

Presidente Andrés F. Córdova

El doctor Andrés F. Córdova nació en Cañar el 8 de mayo de 1892. En el año 1922 fue
electo Diputado por la provincia de Cañar. Finalizado el período de la diputación fue
designado Rector del Colegio Benigno Malo, en Cuenca. Fue catedrático de Derecho
Penal en la Universidad de Cuenca, Presidente del Concejo Cantonal, y Senador por la
provincia de Cañar.

En el año 1938 lo eligieron, por segunda vez, Diputado y, en ese período, le


encargaron la Presidencia del Congreso y de ahí pasó a ocupar la Presidencia de la
República. El momento cumbre de su vida política fue en el año 1968, cuando fue
candidato a la Presidencia, perdiendo por un escaso margen ante el doctor José María
Velasco Ibarra.

CREACION DE LA ESCUELA DE CLASES DE CARABINEROS

En el Gobierno del Presidente Andrés F. Córdova y atendiendo la petición del


Comandante General, Coronel Héctor Salgado Ruiz, y con el objeto de propender al
adelanto cultural y capacitación profesional de los miembros de Tropa de la Institución
se expidió, el 20 de mayo de 1940, el Decreto Ejecutivo que creó la Escuela de Clases
de Carabineros que funcionó en Quito, con una duración de 8 meses y con un número

336
de 50 alumnos. Esta escuela llenó un vacío importante ya que estaba destinada a
profesionalizar y mejorar al personal de clases y policías que son quienes más en
contacto están con la ciudadanía.

DIA DEL CARABINERO

El doctor Andrés F. Córdova, en su administración expidió el siguiente Decreto


Ejecutivo para declarar el Día del Carabinero. El texto es el siguiente:

20 de mayo de 1940

ANDRES F. CORDOVA

Encargado del Poder Ejecutivo

Considerando:

Que es deber de los Poderes Públicos perpetuar las fechas memorables para ciertas
instituciones que por su rango e importancia desempeñan un papel de indudable
trascendencia en el desenvolvimiento político social de la República; y,
Que el 17 de febrero de 1939 fue aprobado por el H. Congreso Nacional de la
República, a iniciativa del Poder Ejecutivo del Ecuador, sentándose así bases firmes y
seguras para el ulterior desarrollo de dicha Institución.

Decreta:

Art. 1.- Declarar el 17 de febrero de cada año “Día del Carabinero del Ecuador”
Art. 2.- Facultar al Ministerio de Gobierno y Policía „para que, por medio de la
Comandancia General, formule anualmente los programas de celebración del “Día del
Carabinero”
Art. 3.- Encárguese al Ministro de Gobierno, Policía, etc., la ejecución de este Decreto.
Dado en el Palacio Nacional, en Quito, a 17 de febrero de 1940.
Firman, Andrés F. Córdova, Encargado del Poder Ejecutivo; César Augusto Durango,
Ministro de Gobierno, Policía, etc.
Siguiendo el curso de los acontecimientos políticos, el doctor Andrés F. Córdova,
Encargado del Poder Ejecutivo, convocó a las elecciones presidenciales para el
período 1940- 1944. A esta lid electoral se presentaron tres candidatos: el doctor José
María Velasco Ibarra, por la Fuerza Popular Independiente; el doctor Carlos Alberto
Arroyo del Río, por el Partido Liberal Radical; y, don Jacinto Jijón Caamaño, por el
Partido Conservador. Triunfó el doctor Arroyo del Río e inició su gestión el primero de
septiembre de 1940,

337
GOBIERNO DE CARLOS ALBERTO ARROYO DEL RIO

El Presidente Arroyo del Río con los ex Presidentes de la República: Carlos


Julio Arosemena Tola, Juan de Dios Martínez Mera y Alfredo Baquerizo Moreno

Carlos Alberto Arroyo del Río era un hombre de formación universitaria, de gran
inteligencia, vasta experiencia, político, orador, literato y jurista. Nació en Guayaquil el
27 de noviembre de 1893 y falleció en la misma ciudad el 31 de octubre de 1969.
Estudió la educación primaria en la Escuela “San Luis Gonzaga”. El bachillerato lo
concluyó en el Colegio San Felipe, en Riobamba. Luego ingresó a la Facultad de
Derecho de la Universidad de Guayaquil en la cual obtuvo el título de Doctor en
Jurisprudencia, el 3 de agosto de 1914.
Comenzó su vida pública en el año 1915, trabajando a favor de la candidatura
presidencial del doctor Alfredo Baquerizo Moreno. Luego fue elegido Diputado por la
provincia del Guayas, por cuatro ocasiones. Además, fue Presidente del Congreso y
Presidente Constitucional del Ecuador, siendo derrocado por la Rebelión del 28 de
mayo de 1944.
Le correspondió conducir los destinos del país en los momentos más dramáticos de su
historia y, hay que reconocer, que lo hizo con valor, decisión y coraje, imponiendo su
responsabilidad patriótica e histórica por encima del cálculo político y los intereses
personales. En su administración se firmó el Protocolo de Río de Janeiro y estalló la
Asonada del 28 de mayo de 1944.
Algunos sectores políticos contrarios a Arroyo del Río manifiestan que ese gobierno
entregó prebendas al Cuerpo de Carabineros a cambio de que éste le respaldara, pero

338
los hechos desmienten esa afirmación. Si se revisa los Decretos firmados por él no se
encuentra que se haya construido Cuarteles ni se haya adquirido armamento o equipo,
ni que se haya incrementado sueldos, ni señal alguna que confirme haber dado un trato
preferencial a esta Institución.

REGLAMENTO SERVICIO RURAL DE CARABINEROS

Como hemos podido percibir en la lectura de los capítulos anteriores, en forma cíclica
los Gobiernos creaban y suprimían el Servicio de la Policía Rural a su capricho y sin
ningún análisis de las necesidades ciudadanas.

Carlos Alberto Arroyo del Río, con fecha 17 de enero de 1941, aprueba un nuevo
Reglamento para el Servicio Rural en la República y dispone que en todas las
provincias y en función de las necesidades se creará el Servicio Rural en las cabeceras
cantonales y parroquias rurales con unidades policiales que se denominarán Retenes y
con un número de policías acorde con las disponibilidades y necesidades.

Sus tareas, aparte de las generales, debía ser el patrullaje preventivo para evitar
asaltos en los caminos, haciendas y fincas; impedir el robo de productos del campo y
animales; cuidar líneas férreas y telegráficas y garantizar la tranquilidad de los
campesinos.

Un hecho curioso es que el Reglamento también disponía la obligación de los


Carabineros de notificar a los padres de familia de los niños indígenas en edad escolar
para que los matriculen en las escuelas fiscales y conceder alojamiento en los Retenes
policiales a las personas enfermas o necesitadas.

CREACION ESCUELA FUNDAMENTAL DE POLICIA

El Presidente Carlos Alberto Arroyo del Río, siendo Ministro de Gobierno y Policía, A.
Aguilar Vásquez y Comandante General de Carabineros el Coronel del Ejército, Héctor
Eduardo Salgado Ruiz, dictó un importante Decreto con el fin de crear la Escuela
Fundamental de Policía en la ciudad de Quito, como un Plantel de enseñanza
secundaria, previa a la carrera policial, que debía despertar la vocación e inculcar
valores y principios que preparara a los alumnos para el ingreso a la Escuela de
Carabineros.
17 de enero de 1941

CARLOS ALBERTO ARROYO DEL RIO

Presidente Constitucional del Ecuador

Considerando:

339
Que es deber fundamental de los Poderes Públicos procurar la mejor preparación
profesional de los miembros que forman el Servicio de Orden y Seguridad del país;
Que la mayor eficiencia de dicha preparación requiere que se tenga en cuenta el
aspecto vocacional, técnico y educativo de los mismos; y,
Que de acuerdo con lo manifestado en los anteriores considerandos es necesaria la
existencia de un Organismo Educacional que permita una preparación sistemática e
integral de los elementos que están llamados para este servicio.

Decreta:

Art. 1.- Créase en esta ciudad la Escuela Fundamental de Policía, la misma que
constará de un Curso de tres años de cultura general y un Curso de dos años de
especialización concerniente a los Ramos de Policía y cuya organización y
funcionamiento estarán determinados en los respectivos Reglamentos, Plan de Trabajo
y Programas Analíticos, que los dictará la Comandancia General de Carabineros,
previa aprobación del Ministerio de Gobierno y Policía.
Art. 2.- El alumnado de esta Escuela estará integrado, especialmente, por los hijos o
pupilos del personal de Oficiales y Tropa de la Institución de Carabineros, y de sus
Servicios Anexos que hubieren terminado el ciclo de educación primaria.
Art. 3.- Las materias que se dictarán en el Curso de Cultura General son las siguientes:
Castellano, Matemáticas, Historia y Geografía Patria, Historia y Geografía Universal,
Moral y Cívica, Ciencias Naturales, Física y Química, Higiene y Urbanidad, Idiomas y
Dibujo, etc. En el Curso de Especialización se dictarán las siguientes materias:
Castellano y Literatura, Matemáticas, Moral y Cívica, Idiomas, Sociología y Estadística,
Legislación Obrera y Mercantil, Organización Administrativa y Policial, Dactiloscopia,
Comunicaciones: Telegrafía, Radio – telegrafía, Correos, Ferrocarriles, Tránsito en
general, Física, Química y Mecánica Aplicada, Organización y Prácticas Militares.
Art. 4.- Los gastos que demanden el establecimiento y organización de la mencionada
Escuela, se tomarán de la Partida No. 2477 del vigente Presupuesto del Estado.
Art. 5.- El Personal de Profesores y el Adiestramiento será designado por el Ministerio
de Gobierno y Policía, previa petición del Comandante General de Carabineros.
Art. 6.- Quedan encargados de la ejecución del presente Decreto, los señores Ministros
de Gobierno y Policía y de Hacienda.
Dado en el Palacio Nacional, en Quito, a 5 de julio de 1943. Firman, Carlos Alberto
Arroyo del Río, Presidente Constitucional del Ecuador; Aurelio Aguilar Vásquez,
Ministro de Gobierno; y, Alberto Wright Vallarino, Ministro de Hacienda.

340
A manera de comentario huelga decir que esta Escuela Fundamental de Policía
funcionó poco tiempo y luego de suspendió y nunca volvió a funcionar para continuar
su importante aporte a la motivación de la carrera profesional policial.
EL 28 DE MAYO DE 1944

Movimiento popular del 28 de mayo de 1944

Los historiadores, en nuestro país, al referirse a los acontecimientos suscitados en


Guayaquil, el 28 de mayo de 1944, lo hacen utilizando los términos: revolución,
rebelión, revuelta, asonada y, algunos como “La Gloriosa”.

Analizando semánticamente los términos, encontramos, que al referirse a la palabra


“revolución”, el doctor Rodrigo Borja Cevallos, autor de la Enciclopedia de la Política,
dice: “en el campo político, se refiere a la transformación profunda, violenta, acelerada,
irreversible de la organización estatal, que subvierte totalmente la estructura social”

El mismo doctor Borja, al hablar de la “rebelión” manifiesta: “solamente persigue la


sustitución de los titulares del Gobierno y supone un cambio de carácter personal en el
Estado”

La “revuelta”, es sinónimo de rebelión, o sea, es un movimiento insurgente de escasa


profundidad que, en el fondo, no aspira a modificar los sistemas de organización o la
estructura misma del Estado, sino únicamente aspira a sustituir a quienes ejercen el
Poder. De ahí, que la revuelta en sí, no tiene por objetivo final la transformación
estructural del Estado, sino el derrocamiento del Gobierno para reemplazarlo con otros
personajes políticos.

341
La revuelta siempre tiene, a manera de antecedente, la existencia de un conflicto, con
cierta gravedad, entre los Gobernantes y la opinión pública, que cuando logra su fin lo
único que hace es interrumpir parcialmente la vigencia del Orden constitucional, al
reemplazar arbitraria e ilegalmente a los titulares del Poder y conformar un nuevo
Gobierno de facto.

Finalmente, el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, sobre la


“asonada” expresa “es una reunión o concurrencia numerosa para conseguir tumultaria
y violentamente cualquier fin, por lo común político”

Esta investigación semántica, permite desechar el uso inadecuado, para los


acontecimientos del 28 de mayo de 1944, de la palabra “revolución”, por cuanto no se
produjeron cambios estructurales a la organización del Estado como tal. Más bien
conviene referirse utilizando términos como: rebelión, revuelta o asonada, que en fondo
tienen similitudes conceptuales.

Antecedentes de la Asonada del 28 de Mayo de 1944

Para hacer un análisis pormenorizado de este hecho histórico, traigo a colación el


planteamiento que hace en su libro “Sincrodestino” el escritor y filósofo hindú Deepak
Chopra cuando sostiene que en la vida de los seres humanos no existen coincidencias
sin sentido, que la sincronicidad yace en el núcleo de la existencia humana y, por ello,
una causa produce un efecto y así se van generando los hechos concatenándose unos
a otros de manera interminable.

Con esta premisa, podemos referirnos a las causas que originaron la Asonada del 28
de mayo de 1944, en concreto, a cinco de ellas: la inestabilidad política del país; el
posible fraude que llevó al Gobierno al Presidente Arroyo del Río; Gobierno de corte
autoritario, la Invasión Peruana; y, la suscripción del Protocolo de Río de Janeiro.

Inestabilidad Política

En el Ecuador, entre los años 1932 y 1945, se habían venido estimulando muchos
conflictos sociales, a pesar de que, por otra parte, el país vivía un auge exportador
debido a la Segunda Guerra Mundial. Paradójicamente, en esta época, la inestabilidad
política fue tan evidente que, en este corto tiempo, ocuparon la Presidencia de la
República un total de 8 personajes políticos en calidad de: Presidentes
Constitucionales, Presidentes Provisionales, Encargados del Poder y Dictadores.

Anteriormente, entre 1892 y 1935 hubo los siguientes gobernantes: Luis Cordero
Crespo, Eloy Alfaro, Manuel B. Cueva, Leonidas Plaza Gutiérrez, Alfredo Baquerizo
Moreno, José Luis Tamayo Terán, Isidro Ayora Cueva y José María Velasco Ibarra.

342
En esta carencia de gobernabilidad, aparecen como principales responsables los
terratenientes conservadores, la iglesia, los militares, los liberales, que habían
entronizado el fraude electoral como el mecanismo ágil para ganar las elecciones.
También contribuyeron, con su participación, a la inestabilidad sectores populares
integrados por campesinos, artesanos y desocupados que, en la política nacional han
existido siempre y, obviamente, han sido utilizados por políticos demagogos y audaces
que aprovechan la pobreza, la falta de educación, de salud, de bienestar de estos
colectivos humanos, para llegar al Poder.

Para canalizar la oposición contra el Presidente Arroyo del Río se creó la Alianza
Democrática Ecuatoriana conformada por los Partidos Conservador, Socialista,
Comunista, una fracción disidente del Liberalismo y los movimientos Vanguardia
Revolucionaria Socialista y Frente Democrático. Una gran unidad política para derrocar
a un Gobierno legítimamente constituido. Qué bueno hubiera sido que una Unidad de
esta naturaleza se hubiera conformado para defender al país de los invasores
peruanos.

Estas son las circunstancias del país, de las instituciones y de los líderes políticos que
se activaron como antecedente a la revuelta del 28 de mayo de 1944 y que costó
decenas de muertos y centenares de heridos.

Posible Fraude Electoral

Al doctor Carlos Alberto Arroyo del Río, se le conoce como un hombre de una gran
formación académica e intelectual, un orador destacado, un profesional honesto del
derecho, un abogado brillante y, en el plano político como un ser humano capaz, serio,
un tanto autoritario.

En noviembre del año 1939, falleció de manera repentina el Presidente de la República,


doctor Aurelio Mosquera Narváez y, el doctor Carlos Alberto Arroyo del Río se
desempeñaba como Presidente del Congreso Nacional que, en acatamiento a las
estipulaciones de la Constitución vigente, debía asumir la Presidencia de la República.

La intención del doctor Arroyo del Río era candidatizarse a la Presidencia de la


República y, por ello, renunció a la Presidencia del Congreso el 10 de diciembre de
1939, encargándose el Poder Ejecutivo al doctor Andrés F. Córdova, quien según
algunos historiadores ecuatorianos facilitó la perpetuación de un colosal fraude
electoral a favor del doctor Arroyo del Río.

En las elecciones de 1940, participaron: Carlos Alberto Arroyo del Río, por el Partido
Liberal, José María Velasco Ibarra, apoyado por diversos sectores populares y, Jacinto
Jijón y Caamaño, por el Partido Conservador. Triunfó, de acuerdo al pronunciamiento
oficial, el doctor Arroyo de Río, a pesar de que gran parte de la población ecuatoriana
juzgó que no era un triunfo transparente ni legal y que más bien era producto del
tradicional fraude electoral liberal.

343
Gobierno de corte autoritario

Según opinión de sectores de la oposición el Presidente Arroyo del Río, durante su


administración desató una represión violenta que terminó por incrementar el
descontento, generando un odio exacerbado a su persona y a su Gobierno.Arroyo del
Río, en su libro “Por la Pendiente del Sacrificio”, justifica su acción expresando, entre
otros argumentos, los siguientes:

“Encontré al Ecuador económicamente quebrado y políticamente destruido. Que desde


el año 1911 hasta 1940 que suman 29 años, si el proceso democrático habría sido
normal, o sea cuatro años de duración para cada Presidente, el país debió tener ocho
mandatarios, sin embargo los tuvo 59, es decir uno cada seis meses” “Que él fue,
durante 20 años, es decir de 1924 a 1944, el Presidente Constitucional que pudo
ejercer mayor tiempo el Poder, pues, llegó a gobernar tres años, ocho meses y
veintiocho días. Esto explica mi empeño por consolidar la vida política de la nación,
para darle mayor firmeza y seriedad”. “Lo dicho explicará porque mi preocupación,
como la de cualquier ciudadano que tomara en serio la misión que se le había
encomendado, tenía que dirigirse, preferentemente, a lograr dos objetivos: estabilidad
política y firmeza económica”. “Pensé, y sigo pensando hasta hoy que tras esa
vorágine de mandatarios que se sucedían atropelladamente en el ejercicio de la función
ejecutiva, era indispensable dar al mundo, la sensación de que éramos un país serio,
con instituciones estables…. Volver por el prestigio del país, reivindicar su buen
nombre como estado en condiciones de madurez cívica, darle seriedad gubernativa.
Bastaba ya ese quita y pon de mandatarios, que convertía nuestra vida política en una
comedia”.

La Invasión Peruana

En los años 40, del siglo pasado, el mundo se encontraba viviendo las consecuencias
de la Segunda Guerra Mundial. Aparentemente, se avizoraba el triunfo de Adolfo Hitler
y, el Perú creyó encontrar su oportunidad de declarar la guerra al Ecuador para no sólo
saciar viejas ambiciones, como arrebatar las provincias orientales sino más bien
extender sus límites hasta la Cordillera de los Andes y apropiarse de Guayaquil y el
Litoral ecuatoriano.

La Guerra se dio finalmente. Nuestros pocos soldados defendieron a la Patria y


cayeron heroicamente. Se peleó con escasez de municiones, sin aviación, sin un buen
Estado Mayor que organice la defensa, sin aprovisionamientos, sin dinero, sin armas
modernas, en una proporción de uno contra diez, con pésimas comunicaciones, con
hambre, sin amparo en la selva, en la provincia de El Oro y en el Sur de Loja.

La derrota final no pudo evitarse. El Perú contaba con un presupuesto fiscal más de
nueve veces mayor que el de Ecuador, con una población más numerosa y con mayor

344
cantidad de armas. Durante veinticinco días, los soldados ecuatorianos resistieron con
sólo medios de fusilería y escasez de municiones.

Arroyo del Río, refiere en su Obra que, luego de la derrota, recibió la renuncia del
Ministro de Defensa Coronel Carlos A. Guerrero, con fecha 24 de enero de 1942, y
que en uno de sus párrafos le decía: “Nuestro ejército, regado en el cordón en toda la
frontera marítima y terrestre de occidente, sur y oriente, sin reservas, sin armamentos
ni equipo adecuado, es débil en todas sus partes. Propiamente, sólo hace acto de
presencia y de soberanía. En consideración a la debilidad militar del Ecuador y a fin de
salvar su existencia he opinado y sigo opinando que el país debe resueltamente
sacrificar sus aspiraciones sobre el Marañon y aceptar sin regateos la línea oriental que
los países mediadores consigan del Perú, cualquiera sea”.

La situación del Presidente Arroyo del Río se agravó con la derrota militar de 1941,
hacia allá fueron orientadas todas las críticas y responsabilidades, sin comprender que
las guerras ganan o pierden los Estados por la intervención de sus Ejércitos y, quizá,
la derrota fue la resultante de años de falta de previsión no sólo de los estamentos
militares sino también de la sociedad civil, de las autoridades que más bien se habían
preocupado de la política.

El Protocolo de Río de Janeiro

Firma del Protocolo de Río de Janeiro

345
Como consecuencia de la Invasión peruana, en 1941, los diplomáticos ecuatorianos
bajo la égida del Canciller de la República, Julio Tobar Donoso, tuvieron que acceder a
reconocer las pretensiones del Estado peruano sobre un territorio también reclamado
por el Ecuador. Este acontecimiento generó el rechazo y la desaprobación del
Presidente Carlos Alberto Arroyo del Río, de parte de varios sectores de la población y
de las Fuerzas Armadas del Ecuador, que vieron en la suscripción del Protocolo de Río
de Janeiro, una traición a la Patria.

Ante esta situación donde el único pilar en el que se sostenía el Gobierno era la
burguesía costeña, Arroyo del Río trató de colmarles de privilegios y, por otro lado,
tratar de disminuir o acabar con los Sindicatos, con los sectores de oposición, lo que
acarreó y acrecentó la animadversión del pueblo, de los Sindicatos, de las
organizaciones sociales, de los estudiantes y militares hacia el Gobierno.

Al Presidente Arroyo del Río, sólo le quedaba la protección del Cuerpo de Carabineros
por su vocación de respeto a la Constitución de la República.

Estalla la Asonada del 28 de Mayo

La Policía, por su propia naturaleza, dispone de un eficiente servicio de inteligencia


que, en el caso que nos ocupa, permitió con la debida anterioridad conocer tanto las
conversaciones y acuerdos que se realizaban entre dirigentes de la Alianza
Democrática Ecuatoriana y algunos Oficiales subalternos del Ejército, comandados por
el Capitán del Ejército Sergio Enrique Girón, cuanto la fecha aproximada de la
Asonada programada para el mes de junio de 1944.

Pero se presentaron algunos acontecimientos que adelantaron la fecha, entre los que
se puede citar:

 Descubrimiento y requisa de armas, explosivos, bombas molotov en cantidades


considerables, por parte de Carabineros, que estaban listas para ser usadas
por los civiles en el asalto.
 El mando militar había establecido que el Capitán Girón era el líder del
levantamiento, por lo que dispusieron su arresto previo al proceso de
enjuiciamiento y baja.
 El 26 de mayo, Francisco Arízaga Luque, cabecilla de la Acción Democrática
Ecuatoriana y de la oposición, fue detenido y, en ese momento, tuvo un
altercado con el Comandante Manuel Carbo Paredes, que a la sazón era el Jefe
de Seguridad e Investigaciones en Guayaquil. Curiosos que presenciaban la
captura de Arízaga impidieron el arresto y atacaron al Comandante Carbo y sus
colaboradores tratando de lincharles, felizmente y de manera coincidente la
presencia de una patrulla de caballería impidió el ataque y dispersó a la multitud.

346
Por otro lado, el Capitán Girón fue liberado por sus hombres del arresto que cumplía y
adelanta la Asonada y subleva a su Unidad militar. Además, ordena la detención de los
Comandantes de los Batallones: “Carchi”, “Chimborazo” y “Villamil”, así como la del
Comandante de la Marina, César Mogollón y también del propio Jefe de Zona Coronel
Alberto Cantos, manteniéndoles presos en las instalaciones del Grupo “Villamil”.

Los militares golpistas expiden una Proclama que decía:

“En estos momentos se ha sublevado toda la guarnición militar de esta plaza, con el
apoyo del pueblo entero, principalmente estudiantes, trabajadores, empleados e
intelectuales, para dar fin a la odiosa tiranía de traidores que no podemos tolerar por
más tiempo. El Gobierno de Arroyo ha sido una ola interminable de crímenes, de robos
e infames errores que han llevado al país a la ruina. Bastó, como ejemplo, la
vergonzosa componenda del 24 de mayo, día sagrado de la Patria, escogido para
hacernos más humillante la afrenta con que se entregó estúpidamente un nuevo jirón
del sueldo nacional y todavía su siniestra camarilla se alistaba para retener el poder
burlando la voluntad del pueblo mediante el terror que han desencadenado con el más
escandaloso de los fraudes en las próximas elecciones. Estaban dispuestos a asesinar
al pueblo. Que no haya más víctimas inocentes. Estar en guardia de cualquier desmán,
robo, asalto o incendio que pueden cometer estos bandidos. Detener y apresar a los
delincuentes y provocadores y entregarlos a los grupos de soldados. Se pide a la
ciudadanía mantenerse tranquila y no realizar manifestaciones de júbilo antes que sean
desarmados todos esos delincuentes y provocadores. Mantener el orden a toda costa.
El Ejército no tiene ansia de Poder. Este será puesto en manos civiles que garanticen
la inmediata vuelta a la normalidad. Tan pronto esté pacificada la República se llamará
a elecciones presidenciales, que iniciará una era de bienestar y progreso para nuestra
amada Patria. Viva la Patria Libre. La guarnición militar de Guayaquil. Mayo 28 de
1944”.

Finalmente, la situación explota, el pueblo guayaquileño con sus Sindicatos se vuelca a


las calles, los militares le retiran el respaldo al Régimen. El Gobierno, por su lado,
ordena a los Carabineros que repriman a la población y se dan choques armados con
los militares.

La Rebelión va tomando un matiz popular y espontáneo y, por su parte, los dirigentes,


especialmente del Partido Comunista, dirigidos por Pedro Saad Niyaim y los escritores
Joaquín Gallegos Lara y Enrique Gil Gilbert, consiguen que en los Cuarteles militares
se entreguen armas a los civiles para que se enfrenten a los Carabineros.

La revuelta duró pocos días y finalmente el pueblo guayaquileño logró cercar a los
Carabineros, el 28 de mayo de 1944, en el Cuartel General de la ciudad de Guayaquil.
Toda la noche se producen enfrentamientos hasta que, en horas de la madrugada, la

347
población civil logra ingresar violentamente al Cuartel produciéndose el ajusticiamiento
y la incineración de los Policías que se encontraban adentro e inclusive caballos y
enseres.

Entre los héroes hay que distinguir a quienes perecen en su puesto de lucha y aquellos
que llegan al sacrificio consciente y voluntariamente, impulsados por el juramento que
realizan comprometiéndose definitivamente y para siempre con la causa de la Ley y la
Justicia, frente al estandarte, sus superiores y compañeros, sus familiares y amigos y,
básicamente, ante su conciencia cuando dice:

“Juro por Dios y por esta Bandera respetar la Constitución y las Leyes de la República,
proteger a la sociedad ecuatoriana y sus bienes, velar por el honor y prestigio
institucional, ofrendando mi vida si fuere necesario”.

Cabe destacarse que, para un Policía ecuatoriano, este es el acto y el momento más
trascendente y solemne en su vida profesional, solo superado por aquel en que cumple
ese juramento y se inmola por servir a la Patria y a sus semejantes o defendiendo la
Constitución y las Leyes.

La víspera de la Asonada, por razones desconocidas el Comandante del Regimiento


Guayaquil, Coronel Rosales, no tiene una participación destacada en estos hechos, por
lo que le correspondió al Teniente Coronel Ludgardo Proaño asumir el Comando y la
defensa del Cuartel, teniendo como su inmediato colaborador al Mayor Sergio Pérez
Velasco.

Una vez que se conoció el inicio de la Asonada, Ludgardo Proaño reúne a sus Oficiales
y les dice:

“Compañeros, ha llegado el momento de probar a nuestro país y a nosotros mismos lo


que somos los Carabineros; al ingresar a la Escuela Militar de Carabineros en pos de
una profesión adquirieron el solemne compromiso con la Patria de ofrendar vuestras
vidas para defender la Constitución, las Leyes y al Gobierno legalmente constituido.
Yo, por mi parte, sabré cumplir con mi promesa y si debo morir, lo haré en mi puesto”.

Una vez que se inició el ataque al Cuartel, varios Policías pretendieron desertar, por lo
que Proaño les arenga a defender su Unidad con honor y entrar en combate.

Ludgardo Proaño, cuando conoció que se había producido la Asonada y que el número
de militares y civiles eran de una proporción de diez a uno, así como las armas en
poder de los revoltosos era de cien a uno, optó por defender lo que su conciencia y su
honor le dictaban y dedicó toda la tarde y parte de la noche a organizar sus fuerzas, su
equipo y armamento. Planificó la defensa y asignó tareas a los Oficiales subalternos y
a la Tropa.

348
En esta acción murieron los Oficiales: Teniente Coronel Ludgardo Proaño; los
Capitanes Pedro Molina, Luciano Fabara, Aquiles Zambrano y Santiago Hernández; el
Teniente Aníbal Serrano; y varias decenas de miembros de Tropa.
Los principales miembros y dirigentes de este movimiento, en Guayaquil, fueron:
Francisco Arízaga Luque, Pedro Saad, Alfonso Larrea, Ángel Felicísimo Rojas, Alfredo
Vera, Pedro Jorge Vera, Enrique Barrezueta y Franklin Pérez Castro. El Presidente
Arroyo del Río, fue derrocado y los manifestantes convocaron a una Junta de Gobierno.

La Junta de Gobierno, en la llamada “Alianza Democrática Ecuatoriana”, en la cual


asume del Poder del Estado, bajo la figura de “Encargo del Poder”, el militante del
Partido Comunista del Ecuador, Gustavo Becerra Ortiz, por un lapso de dos semanas.
En ese tiempo se redactó una Constitución de corte socialista, un poco revolucionaria,
debido a que el movimiento obrero y los comunistas no fueron los únicos que
participaron en la Asonada.

GOBIERNO DE JOSE MARIA VELASCO IBARRA

Presidente Velasco Ibarra visitando el País

José María Velasco Ibarra nació en Quito el 19 de marzo de 1893 y falleció es esta
misma ciudad el 30 de marzo de 1979, a los 86 años de edad. Sus padres fueron Juan
Alejandrino Velasco Sardá y Delia Ibarra Soberón. Contrajo matrimonio por dos
ocasiones: la primera con la señora Esther Silva Burbano y, la segunda con la dama
argentina Corina del Parral Durán. No tuvo descendencia.

349
Estudió la secundaria en el Seminario Menor San Luis y en el Colegio San Gabriel, en
Quito. A los 29 años se graduó de jurisconsulto en la Universidad Central del Ecuador
con una Tesis doctoral sobre el Sindicalismo.

Posteriormente, en el año 1930, estudió Filosofía del Arte y Derecho Internacional en la


Universidad de la Soborna y en el Colegio de Francia.

Fue Diputado y por cinco veces Presidente de la República. De ellas, tan solo una logró
concluir su período cuando tuvo la colaboración, en el Ministerio de Gobierno, del
doctor Camilo Ponce Enríquez.

En el año 1968, regresó del exilio y ganó las elecciones presidenciales de ese año. Su
pensamiento social se había radicalizado. Al cabo de dos años de Gobierno,
desconoció la Constitución y asumió todos los poderes a fin de cumplir el mandato que
le había dado el pueblo. A cinco meses de terminar este quinto mandato fue depuesto
por las Fuerzas Armadas en el mes de febrero de 1972.

Sin embargo, hubieron simpatizantes del doctor Velasco Ibarra que le propusieron
comandar el sexto Velasquismo, pero la respuesta fue tajante: “Yo tengo 84 años,
tengo un riñón menos, mi memoria e imaginación retentiva están fallando. Mi edad me
obliga a proceder austeramente renunciando a la fatua vanidad”.

En febrero de 1979 murió su esposa en un accidente de tránsito en Buenos Aires y, por


ello, regresó al Ecuador, según sus propias palabras a: “Meditar y a Morir”. Al mes de
su regreso falleció.

TRANSFORMACION DEL CUERPO DE CARABINEROS EN GUARDIA CIVIL


NACIONAL

Se afirma que un estadista es la persona con gran saber y experiencia en los asuntos
del Estado y que por lo mismo sus acciones no deben ni pueden estar influenciadas por
intereses personales ni de grupo, por afecto o desafecto hacia personas o instituciones,
sino que deben orientarse a satisfacer las necesidades de la nación y por lo mismo de
su pueblo, es decir, conseguir el bien común.

En el caso del Cuerpo de Carabineros una de las primeras acciones de Velasco Ibarra
en su condición de Jefe Supremo de la República y seguramente presionado por los
integrantes de la coalición que le designó como tal, fue cambiar el nombre de Cuerpo
de Carabineros por Guardia Civil Nacional, pero en la práctica esa acción, destruyó lo
más preciado que para esa época tenía la Institución y que era su capital humano;
habían sido 6 años de fructífera labor de la Escuela de Carabineros que había
entregado los primeros 130 subtenientes profesionales a la Patria, así como, un
proceso de profesionalización sostenido de su tropa a través de una escuela de
formación; inclusive disponía de un centro educativo denominado Escuela Fundamental

350
de Carabineros que incluían 5 años de estudios secundarios previos al ingreso a la
Escuela de Carabineros, que ofrecía una formación de nivel superior.

Por una decisión política equivocada, de un solo plumazo terminaron con toda una
realidad pujante y una esperanza promisoria para el futuro Institucional: se disolvió el
Cuerpo de Carabineros del Guayas, se persiguió y encarceló a muchos de sus
integrantes, se dio de baja a buena parte de la oficialidad y especialmente a los
profesionales y se incorporó a las filas de la Guardia Civil a individuos sin ningún mérito
moral, profesional o cultural; cualquier sujeto, sin cumplir con el mínimo requisito fue
asimilado a la Institución con grado de Oficial, con la única condición de ser afecto al
gobierno.

El doctor Velasco Ibarra, siendo Ministro de Gobierno Aparicio Plaza Sotomayor y


Comandante General de la Guardia Civil Nacional, Rafael Ulbio Astudillo Guerra,
expidió el siguiente Decreto Ejecutivo, transformando al Cuerpo de Carabineros en
Guardia Civil Nacional, debiéndose puntualizar que el Considerando del mencionado
Decreto no corresponde a la realidad, ya que se le acusa al Cuerpo de Carabineros de
cometer actos criminales, atentar contra los derechos humanos, ponerse al servicio del
supuesto fraude electoral y al servicio de las oligarquías políticas y, lo más grave,
sembrar en el país el terror y la corrupción, cuando la verdad histórica demuestra a las
claras que el Cuerpo de Carabineros, al igual que lo ha hecho la Policía por siempre,
defendió el Régimen constituido, la propia Constitución de la República y, además,
ofrendaron sus vidas por defender la Ley.
6 de junio de 1944

JOSE MARIA VELASCO IBARRA

Presidente de la República

En ejercicio de los Poderes que se halla investido,

Considerando:

Que es necesario organizar la tranquilidad y el orden ciudadano, y que el Cuerpo de


Carabineros de la República no ha respondido a los fines para los que fue creado, sino
que se hecho responsable de atentados criminales contra la Democracia y los
derechos ciudadanos, poniéndose al servicio del fraude electoral y de las oligarquías
políticas que han sembrado en el país el terror y la corrupción,

Decreta:

Art. 1.- Transfórmase el Cuerpo de Carabineros en un organismo de Policía Civil y


responsable, designado con el nombre de Guardia Civil Nacional.

351
Art. 2.- La preparación y organización técnica de la nueva Institución Policial, estará
sujeta a las disposiciones que al efecto expida el señor Ministro de Gobierno y Policía,
teniendo en cuenta que el único fin de la Policía es el de amparar la seguridad de los
ciudadanos.
Art. 3.- Encárguese de la ejecución del presente Decreto el señor Ministro de Gobierno
y Policía.
Dado en Guayaquil, a los seis días del mes de junio de 1944.
Firman, José María Velasco Ibarra, Presidente de la República y Aparicio Plaza
Sotomayor, Ministro de Gobierno y Policía.
Este Decreto en la práctica denigró a la Institución Policial, afectó su dignidad, eliminó
una Institución noble que defendía al Poder constituido; cambiar su nombre, cambiar
los grados militares por grados civiles, afectó a los procesos de Profesionalización que
estaban en marcha.

DIA DE LA GUARDIA CIVIL

Con fecha 6 de junio de 1944, Velasco Ibarra, en la práctica, crea la Guardia Civil y,
esa misma fecha, quiso se convierta en el “Día de la Guardia Civil”, para lo cual expidió
el siguiente Decreto:
6 de junio de 1944

JOSE MARIA VELASCO IBARRA

Presidente de la República

En ejercicio de los Poderes que se halla investido,

Considerando:

Que es deber de los Poderes Públicos perpetuar las fechas memorables para ciertas
Instituciones que, como la Guardia Civil Nacional, por sus funciones eminentemente
sociales, desempeñan un papel de importancia vital en el desenvolvimiento y progreso
de la República; y,
Que el 6 de junio de 1944 el Poder Ejecutivo expidió el Decreto por el cual fue creado
el Organismo Policial Ecuatoriano con la denominación de “Guardia Civil Nacional”, que
con su nueva orientación constituye el amparo y la seguridad de la ciudadanía,

352
Decreta:

Art. 1.- Declárase el 6 de junio de cada año: “Día de la Guardia Civil”

Art. 2.- Facúltase al Ministro de Gobierno y Policía para que por intermedio de la
Comandancia General de la Guardia Civil elabore anualmente Programas previos para
la celebración del “Día de la Guardia Civil”.
Art. 3.- Encárguese de la ejecución del presente Decreto al señor Ministro de Gobierno
y Policía.
Dado en Guayaquil, a los seis días del mes de junio de 1944.
Firman, José María Velasco Ibarra, Presidente de la República y Aparicio Plaza
Sotomayor, Ministro de Gobierno y Policía.

NOMBRAMIENTOS DE INTENDENTES DE POLICIA

Velasco Ibarra dictó un Decreto para disponer que los Nombramientos de Intendentes
de Policía sean realizados mediante Acuerdos expedidos por el Poder Ejecutivo a
petición de la Comandancia General de la Guardia Civil.

26 de julio de 1944

JOSE MARIA VELASCO IBARRA

Presidente de la República

En ejercicio de los Poderes que se halla investido,

Considerando:

Que la organización y buena marcha de la Institución de Guardias Civiles de la


República, requiere cierta autonomía administrativa en lo referente al personal superior
integrante de la misma, y con el objeto de mantener el nexo disciplinario entre la
Comandancia del Cuerpo y las diferentes Reparticiones Provinciales,

Decreta:

Art. 1.- Los nombramientos de Intendentes de Policía y personal de empleados de su


Dependencia, serán expedidos por Acuerdo Ejecutivo y a petición de la Comandancia
General de Guardias Civiles.

353
Art. 2.- Los nombramientos y cancelaciones del personal superior de la Institución de
Guardias Civiles, serán efectuados por el Ministerio de Gobierno y Policía, a petición de
la Comandancia General de Guardias Civiles.
Art. 3.- Facúltase a la Comandancia General de Guardias Civiles, para que efectúe los
movimientos del personal de la Institución según las necesidades que requiera la
organización de la misma, en lo referente a destinaciones, pases, licencias, permisos,
etc.
Art. 4.- El personal inferior y empleados del Cuerpo de Guardias Civiles, serán
nombrados y removidos directamente por la Comandancia General de la misma, de
acuerdo con las necesidades del servicio de la Institución.
Art. 5.- Este Decreto entrará en vigor a partir del primero de agosto próximo, y de su
ejecución encárguese el señor Ministro de Gobierno y Policía.
Dado en Quito, a los veintiséis días del mes de julio de 1944.
Firmán, José María Velasco Ibarra, Presidente de la República y Aparicio Plaza
Sotomayor, Ministro de Gobierno y Policía.
LEY ORGANICA DE LA GUARDIA CIVIL NACIONAL
El 12 de septiembre del año 1944, en la Presidencia del doctor José María Velasco
Ibarra, la Honorable Asamblea Nacional, presidida por Francisco Arízaga Luque y
teniendo como Secretario General, a Pedro Jorge Vera y en la Comandancia General
de la Guardia Civil Nacional al Capitán del Ejército, Jorge Eduardo López Valdivieso,
dictó la Ley Orgánica de la Guardia Civil Nacional.
A través de esta Ley Orgánica y con base en el Decreto Ejecutivo expedido por el
Presidente Velasco Ibarra, se extinguió el Cuerpo de Carabineros y la Policía tomó el
nombre de Guardia Civil Nacional. Esta acción ejecutiva fue tomada como
consecuencia de los sucesos del 28 de mayo de 1944.
La Ley Orgánica definió a la Institución como un organismo de carácter policial bajo
cuya responsabilidad estaba la conservación del Orden público, la protección de las
personas y propiedades y la vigilancia de la Seguridad ciudadana, cumpliendo la
Constitución y las Leyes de la República. Además disponía que la Guardia Civil
Nacional dependa del Ministerio de Gobierno y Policía.
Según esta nueva Ley, el Comandante General de la Institución Policial era de libre
nombramiento y remoción del Ejecutivo. Por otro lado, el Ministro de Gobierno, a
propuesta del Comandante General, debía designar, bajo la modalidad de
nombramiento, al personal de Oficiales. Las designaciones del personal de Tropa debía
hacerlas el Comandante General a propuesta del Jefe del Cuerpo respectivo.

354
El Personal de la Guardia Civil Nacional se dividía en dos categorías: Superior e
Inferior. El Personal Superior agrupaba a los Oficiales Superiores y a los Oficiales
Inferiores. En el grupo de Oficiales Superiores se encontraban el Comandante General
de la Institución, Ayudantes Mayores, Ayudante General de la Comandancia y los Jefes
de Cuerpo. Los Oficiales Inferiores lo conformaban los Ayudantes, Inspectores,
Subinspectores Primeros y Segundos. El Personal Inferior o de Tropa estaba integrado
por los alumnos de la Escuela Técnica de Subinspectores, Aspirantes Primeros,
Aspirantes, Sub Aspirantes, Guardias Civiles Urbanos y Rurales y los Sirvientes.
Los Órganos Centrales de Mando estaban conformados por el Ministerio de Gobierno,
la Comandancia General de la Guardia Civil Nacional y las Intendencias de Policía. La
Comandancia General fue estructurada de la siguiente forma: Despacho del
Comandante General, Secretaría, Ayudantía, Sección de Personal y Archivo, Sección
Técnica, Sección Jurídica, Sección Médica, Sección Tránsito, Sección Contabilidad,
Sección Almacén, Institutos Educacionales como la Escuela Técnica para
Subinspectores y Escuela de Aspirantes y Guardias Civiles, Intendencia y Cuerpos de
Guardias Civiles Urbanos y Rurales.
Continuaron vigentes el Consejo Superior, la Junta Calificadora. En cuanto al fuero del
personal de la Guardia Civil Nacional se determinó que estaría sujeto al fuero común.
Extractos de esta Ley Orgánica, a continuación:

LA H. ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE


Considerando:
Que por Decreto Ejecutivo de 6 de junio de 1944, se transformó el Cuerpo de
Carabineros en organismo de Policía Civil, denominado “Guardia Civil Nacional”,
Decreta:
LA SIGUIENTE LEY ORGANICA DE LA GUARDIA CIVIL NACIONAL
SECCION PRIMERA
Art. 1.- El Cuerpo de la Guardia Civil Nacional, es un organismo de carácter policial a
cuyo cuidado estará la conservación del Orden público, la protección a las personas y
propiedades y la vigilancia de la seguridad colectiva, cumpliendo y haciendo cumplir la
Constitución y las Leyes dela República.
Art.2.- El Cuerpo de la Guardia Civil Nacional, dependerá directamente del Ministerio
de Gobierno y Policía.
Art. 3.- El Comandante General de la Guardia Civil Nacional es de libre nombramiento y
remoción del Ejecutivo. El Ministro de Gobierno, a propuesta del Comandante General
de la Guardia Civil Nacional, hará los nombramientos del personal superior. El personal

355
inferior será nombrado por el Comandante de la Guardia Civil Nacional a propuesta del
Jefe del Cuerpo respectivo.
Art. 9.- El Ministerio de Gobierno en lo referente al Cuerpo de la Guardia Civil Nacional,
está organizado como sigue:
 Despacho del Ministro
 Despacho del Subsecretario y,
 Sección Policía
Art. 10.- La Comandancia General del Cuerpo de Guardia Civil Nacional, está
organizada como sigue:
 Despacho del Comandante General
 Secretaría
 Ayudantía
 Sección de Personal y Archivo
 Sección Técnica
 Sección Jurídica
 Sección Médica
 Sección Tránsito
 Sección Contabilidad
 Sección Almacén
 Intendencias
 Cuerpos de Guardias Civiles
 Institutos Educacionales
-Escuela Técnica para Subinspectores y,
-Escuela de Aspirantes y Guardias Civiles

SECCION CUARTA
Entidades que interviene en el Cuerpo de Guardias Civiles
CONSEJO SUPERIOR

356
Art. 11.- El Consejo Superior tiene por objeto calificar y garantizar la vida
profesional y la situación de los Oficiales en todos los grados y denominaciones.
Su dictamen será de carácter consultivo.
Art. 12.- El Personal del Consejo Superior se compondrá de cinco miembros, los
cuales se dividen en natos y de elección. Son Natos:
 El Comandante General de la Guardia Civil Nacional
 El Jefe de la Sección Policía del Ministerio de Gobierno y Policía y,
 El Ayudante General de la Comandancia General de Guardia Civil.

Son miembros de elección dos Oficiales Superiores, nombrados por la Comandancia


General de la Guardia Civil cada año, en representación de los organismos
pertenecientes a la Comandancia del Cuerpo de Guardia Civil Nacional.

SECCION QUINTA
Fuero del Cuerpo de la Guardia Civil Nacional
Art. 13.- El Cuerpo de Guardia Civil Nacional está sujeto al fuero común.
Junta Calificadora de Servicios
Art. 14.- La Junta Calificadora de Servicios tiene por objeto calificar los servicios del
personal superior e inferior, de conformidad con las atribuciones que señalan las Leyes
de Pensiones del Ejército.
Esta Junta residirá en la Capital de la República y constará del siguiente personal:
 El Comandante General de la Guardia Civil Nacional
 Abogado Asesor del Departamento Jurídico de la Comandancia General
 Jefe de la Sección Policía del Ministerio de Gobierno
 Jefe de la Sección Técnica de la Comandancia General y,
 El Secretario del Departamento Jurídico.
SECCION SEXTA
Art. 15.- Facúltase al Poder Ejecutivo para que dicte los Reglamentos de esta Ley
Orgánica para la marcha interna del Cuerpo de Guardias Civiles.
Art. 16.- Quedan derogadas todas las Leyes que se opongan a la presente.
Dado en Quito, en la Sala de Sesiones de la H. Asamblea Nacional, el día martes 12 de
septiembre de 1944.

357
f) Francisco Arízaga Luque.- Presidente H. Asamblea Nacional
f) Pedro Jorge Vera – Secretario General H. Asamblea Nacional.

CODIGO PENAL Y DE PROCEDIMIENTO PENAL DE LA GUARDIA CIVIL


NACIONAL

Un hecho histórico que no puede dejar de mencionarse, es el relacionado con los


Decretos números 1142, 1143 y 1144, de 26 de junio de 1946, con los cuales, el
Presidente de la República, José María Velasco Ibarra, expide la Ley de la Función
Judicial de la Guardia Civil, con el objeto de administrar justicia en materia penal;
Códigos Penal y de Procedimiento Penal para la Guardia Civil Nacional,
respectivamente.

Recordemos que el 6 de junio de 1944, la Asamblea Nacional Constituyente expidió,


mediante Decreto, la “Ley Orgánica de la Guardia Civil”; y en el artículo 13 se establece
que: “El Cuerpo de Guardia Civil Nacional está sujeto al fuero común.

En el Código Penal se determinan los delitos y las faltas disciplinarias que cometieren
los miembros de la Guardia Civil y las respectivas sanciones, con aplicación de
principios fundamentales que hasta ahora perduran en las Leyes penales comunes.
De su extensa normatividad destacamos el Capítulo II del Código Penal. Artículo 116,
en el que constan los delitos considerados contra el “Derecho Internacional”, reprimidos
con reclusión mayor extraordinaria, cuando “hubieren incendiado, destruido o atacado
a mano armada, los hospitales o casas en que estuvieren refugiados o curándose los
heridos o enfermos…”

Con la expedición de estos cuerpos legales se inaugura la administración de justicia


policial y el reconocimiento del fuero policial, toda vez que, el ejercicio de la jurisdicción
penal corresponde a los Juzgados y Tribunales de la Guardia Civil.

LEY ORGANICA Y DE REGIMEN ADMINISTRATIVO DE LA GUARDIA CIVIL


NACIONAL
En la Presidencia del doctor José María Velasco Ibarra, siendo Ministro de Gobierno
Carlos Guevara Moreno y Comandante General de la Guardia Civil Nacional el Coronel
del Ejército Jorge Eduardo López Valdivieso, se expide la Ley Orgánica y de Régimen
Administrativo de la Guardia Civil Nacional, mediante Decreto número 1239, de 4 de
julio de 1946.
Esta Ley define a la Guardia Civil Nacional como una organización de carácter Policial
al servicio de la sociedad ecuatoriana encaminada a garantizar sus derechos. Se le
asigna las funciones de: mantenimiento del Orden y tranquilidad de las poblaciones, la
seguridad de las personas y de sus intereses, la investigación y esclarecimiento de
infracciones, la aprehensión y vigilancia de infractores y el juzgamiento y sanción de
contraventores.

358
Según esta Ley, la Guardia Civil Nacional constituye la fuerza pública para la
prestación de servicios a la nación, en representación de la autoridad, como una
Institución unitaria dividida en Distritos y en Cuerpos Provinciales. Por primera ocasión
se establecen oficialmente los servicios de: Vigilancia Urbana, Tránsito, Investigación y
Vigilancia Rural.
En lo atinente a su organización general, la Guardia Civil Nacional depende del
Ministerio de Gobierno y se encuentra estructurada por la Sección de Policía del
Ministerio de Gobierno, la Comandancia General, la Ayudantía y la Secretaría, los
Departamentos de Personal, Técnico y de Escuelas, de Tránsito, de Investigaciones,
Jurídico, de Sanidad y Comisariato, Distritos, Intendencias y Subintendencias, Cuerpos
Provinciales, Sectores y Precintos.
El Comandante General y los Jefes de Departamento tenían jurisdicción nacional, los
Jefes de Distrito, regional, los Intendentes de Policía y los Jefes de Cuerpo, provincial.
Esta Ley suprime el Consejo Superior de la Institución, pero continuó vigente la Junta
Calificadora de Servicios.
Para efectos de repartición de la fuerza de la Guardia Civil Nacional, el territorio de la
República se dividió en cuatro Distritos. El Distrito 1, conformado por las provincias de
Carchi, Imbabura, Pichincha y Cotopaxi, con sede en Quito; el Distrito 2, integrado por
las provincias de Tungurahua, Chimborazo, Bolívar, Los Ríos y Napo Pastaza, con
sede en la ciudad de Riobamba; el Distrito 3, con las provincias de Cañar, Azuay, Loja
y Santiago Zamora., con sede en la ciudad de Cuenca; y, el Distrito 4, formado por las
provincias de Esmeraldas, Manabí, Guayas, El Oro y el archipiélago de Galápagos, con
asiento en Guayaquil.
Del texto íntegro de la Ley Orgánica mencionada, se extraen los articulados más
relevantes:
JOSE MARIA VELASCO IBARRA
Presidente de la República
Decreta:
La siguiente Ley Orgánica y de Régimen Administrativo de la Guardia Civil Nacional
TITULO PRIMERO
De las funciones de la Guardia Civil Nacional
CAPITULO UNICO
Art. 1.- La Guardia Civil Nacional es una organización de carácter policial, al servicio de
la sociedad ecuatoriana, para garantizar los derechos de ésta.
Art. 2.- Son funciones dela Guardia Civil Nacional:

359
 El mantenimiento del Orden y de la tranquilidad de las poblaciones
 La seguridad de las personas y de sus intereses
 La conservación de la moralidad pública
 La investigación y el esclarecimiento de las infracciones
 La aprehensión y vigilancia de los infractores
 El juzgamiento y la sanción de los contraventores y,
 Las demás determinadas en la Ley
Art. 3.- Son autoridades de Policía: el Ministro de Gobierno, los Intendentes, el
Subintendente, los Comisarios y los Tenientes Políticos. Les corresponde administrar
justicia en lo penal, de acuerdo con las Leyes. En lo administrativo, los Intendentes y el
Subintendente están sujetos a la Comandancia General de la Guardia Civil Nacional.
Art. 5.- La Guardia Civil Nacional es una institución unitaria, dividida en Distritos y en
Cuerpos Provinciales. Los Jefes Provinciales, según las disposiciones impartidas por
los Jefes de Distrito, por los Jefes de Departamento o por los Intendentes de Policía,
prestarán los siguientes servicios:
 De Vigilancia Urbana
 De Tránsito
 De Investigaciones y,
 De Vigilancia Rural
El Servicio de Vigilancia urbana comprende: el patrullaje urbano en las ciudades, el
mantenimiento de la seguridad en las prisiones, el control del orden en los
espectáculos públicos, las guardias en el Cuartel y el patrullaje de emergencia.

El Servicio de Tránsito comprende el control de vehículos, de conductores y de


controladores, de señaleros de tránsito en puestos fijos, de casetas, recorridos y
estacionamientos y la intervención en los casos de accidentes.

El Servicio de Investigaciones comprende el arresto, el control y la vigilancia de los


delincuentes; el esclarecimiento de los delitos y la recaudación de la propiedad mueble
robada, hurtada o extraviada.

El Servicio de Vigilancia Rural comprende el patrullaje constante en los pequeños


poblados, en los campos y en las vías de comunicación, para atender, de acuerdo con
las necesidades y circunstancias, a los servicios previstos en los tres párrafos
anteriores.

360
Art. 8.- El personal de la Guardia Civil Nacional se divide en Oficiales e individuos de
Tropa.

Art. 9.- El grado determina la función del personal, de acuerdo con la clasificación
siguiente:

 Oficiales Superiores que son el Comandante General, los Prefectos y


Subprefectos.
 Los Oficiales Inferiores que son los Inspectores, Subinspectores Primeros y
Subinspectores Segundos.
 Individuos de Tropa, que son los Cadetes, los Sargentos Primeros, los
Sargentos, los Cabos y los Guardias Civiles.

Art. 18.- El Comandante General es la primera autoridad en el Comando de la Guardia


Civil Nacional, a su cargo se encuentran la dirección y control de sus miembros y es el
responsable ante el Ejecutivo de la disciplina y de la eficiencia de los servicios de la
Institución.

Art. 20.- El Prefecto o cualquier otro Oficial designado por el Comandante General será
directamente responsable ante éste de la buena marcha administrativa y disciplinaria
del Departamento a su cargo. Velará por el cumplimiento de los reglamentos internos
de su Departamento y dictará las disposiciones apropiadas para la mejor realización de
los servicios.

Art. 22.- El territorio nacional se divide en cuatro Distritos:

 Distrito No. 1, que comprende las provincias de Carchi, Imbabura, Pichincha y


Cotopaxi, y cuyo asiento es la ciudad de Quito.
 Distrito No. 2, que comprende las provincias de Tungurahua, Chimborazo,
Bolívar, Los Ríos y Napo Pastaza, y cuyo asiento es en la ciudad de Riobamba.
 Distrito No. 3, que comprende las provincias de Cañar, Azuay, Loja y Santiago
Zamora, y cuyo asiento es la ciudad de Cuenca.
 Distrito No. 4, que comprende las provincias de Esmeraldas, Manabí, Guayas, El
Oro y el Archipiélago de Galápagos y cuyo asiento es la ciudad de Guayaquil.

Art. 23.- Ejercerá las funciones de Jefe de Distrito un Prefecto o cualquier otro Oficial
designado por el Comandante General, y responderá ante éste y ante el Jefe del
Departamento correspondiente del cumplimiento de las órdenes que haya recibido.

Art. 25.- Sin perjuicio de lo dispuesto en el numeral 21 del artículo 52 de la Ley de


Régimen Administrativo, el Intendente es la primera autoridad policial de la provincia y
el Subintendente, de la circunscripción para la que fue instituido. Responderán ante el
Ministro de Gobierno y ante el Comandante General por el funcionamiento de sus
oficinas, de las Comisarías y de las Tenencias políticas de su jurisdicción.

361
Por intermedio del respectivo Jefe de Cuerpo impartirán las órdenes que creyeren
oportunas para el mejor servicio policial. Las atribuciones y deberes judiciales que les
corresponden, están determinadas en las Leyes respectivas.

Art. 26.- Cada Cuerpo Provincial estará Comandado por un Jefe de Cuerpo que será un
Prefecto o cualquier otro Oficial designado por el Comandante General.

Art. 29.- Ejercerá las funciones de Jefe de Sector un Subprefecto u otro Oficial
designado por la superioridad inmediata; tendrá la súper vigilancia de los Precintos que
hubiere dentro de su jurisdicción y guardará, con criterio amplio, relaciones de
cooperación con las autoridades de Policía y más funcionarios de la administración
pública.

Art. 31.- Precinto es la división territorial más pequeña para la prestación del servicio
policial, urbano o rural.

Art. 32.- Para Comandar un Precinto se designará a un Subinspector, o a un Sargento


o Cabo, que responderá ante la superioridad, de la buena marcha administrativa, de la
disciplina y de la eficiencia en las tareas policiales.

Art. 34.- Los miembros de la Guardia Civil Nacional gozan de fuero especial, están
sujetos a los Tribunales y Juzgados establecidos en la Ley de la Función Judicial de la
Institución. Para su juzgamiento se aplicarán los Códigos Penal y de Procedimiento
Penal de la Guardia Civil Nacional.

Art. 35.- El personal de la Guardia Civil Nacional tiene el carácter de profesional y sus
miembros no podrán ser removidos sino de acuerdo con la Ley de Situación Policial y
Ascensos, o por sentencia judicial.

Art. 37.- La Ley de Pensiones de las Fuerzas Armadas se aplicará al personal de la


Guardia Civil Nacional.

Firma, J. M. Velasco Ibarra, Presidente de la República

Firma, Carlos Guevara Moreno, Ministro de Gobierno y Policía.

LEY DE SITUACIÓN POLICIAL Y ASCENSOS

Con Decreto número 1267, de 6 de julio de 1946, el Presidente de la República, José


María Velasco Ibarra expide este Cuerpo legal, otorgándole caracterización profesional
a la Guardia Civil.

El artículo 1 establece que, “el grado caracteriza a los Oficiales y se le acredita con el
correspondiente título legal”. Seguidamente, el artículo 2 determina que “el título de los
Oficiales profesionales, debe ser precedido por el Decreto Ejecutivo que concede el
grado; llevará las firmas del Presidente de la República, del Ministro de Gobierno y

362
Policía y del Secretario de este Ministerio, certificando la anotación en el Libro,
pertinente…”

Además, se establecen atribuciones de la Comandancia General de la Guardia Civil y


entre otras normas que determinan la estructura orgánica de la Institución, constan las
referidas a: La situación de: actividad, transitoria y retiro; el reclutamiento de Oficiales
profesionales y de la Tropa; licencias, pases, reincorporaciones, tiempo de servicio,
ascensos y requisitos; y, finalmente, normas para la selección.

PRESIDENCIA DE GALO PLAZA LASSO

Presidente Galo Plaza Lasso

Galo Plaza Lasso, político y diplomático ecuatoriano, fue Presidente del Ecuador entre
el primero de septiembre de 1948 y el 31 de agosto de 1952.Nació en Nueva York en el
año 1906. Sus padres fueron el General Leonidas Plaza Gutiérrez y doña Avelina
Lasso. Contrajo matrimonio con doña Rosario Pallares Zaldumbide, el 7 de marzo de
1933. Tuvo 5 hijos y 21 nietos.

La educación primaria recibió en el Pensionado Borja y la secundaria en el Colegio


Mejía, donde obtuvo su Bachillerato. Los estudios superiores los hizo en los Estados
Unidos de América: Agricultura en la Universidad de Maryland; Economía en Berkeley,
California; y, Derecho Internacional en la Universidad Georgetown.
Su vida pública en Ecuador comienza en 1937, como Concejal y luego Presidente del
Concejo Municipal de Quito. En el año 1939, el Presidente Aurelio Mosquera Narváez

363
le nombra Ministro de Defensa. En 1944 asume la Embajada del Ecuador en
Washington; Senador de la República; Presidente del Grupo de Observadores de las
Naciones Unidas en Líbano, Congo y Chipre; Secretario General de la Organización
de Estados Americanos (OEA). Triunfó en las elecciones de junio de 1948 y asumió la
Primera Magistratura del país.
Plaza fue un gobernante conciliador en lo político y desarrollista en lo económico. En su
Gobierno participaron personajes del Liberalismo y del Socialismo. Respetó la
separación de la Iglesia y el Estado, abrió las puertas a las Misiones Protestantes y
profesionalizó la burocracia con la Ley de Servicio Civil y Carrera Administrativa.
Cabe recordar que en esta época renació el anhelo institucional de tener como
Comandante General a un Oficial profesional, lo que fue escuchado por el Presidente
Plaza y nombró, por primera vez para tan importante cargo, al Prefecto Manuel Emilio
Cisneros Paredes, de la primera promoción del Cuerpo de Carabineros, en el año
1941.

ORGANIZACIÓN DE LA POLICIA RURAL

Para la organización de la Policía Rural, el Presidente Plaza recurrió a ciudadanos


comunes para la Tropa y a miembros del Ejército en servicio pasivo para el personal de
Oficiales y expidió el Decreto correspondiente para su organización:
12 de enero de 1949

GALO PLAZA LASSO

Presidente de la República

Considerando:

Que por prescripción constitucional el Gobierno debe mantener el Orden, y que es una
necesidad impostergable la organización de la Policía Rural que proteja a las personas
y sus bienes;
Que por Decreto Legislativo de 28 de octubre de 1948, promulgado el 19 de noviembre
del mismo año, el H. Congreso Nacional ha señalado fondos para el sostenimiento de
la Policía Rural; y,
De acuerdo con las Leyes vigentes sobre la materia,

Decreta:

Art. 1.- Organízase el Cuerpo de Policía Rural en la República, de conformidad con el


Orgánico correspondiente.

364
Art. 2.- El Cuerpo de Policía Rural, sujeto a las Leyes respectivas, administrativamente
funcionará con la independencia que requiere el servicio. Su Autoridad máxima es el
Ministerio de Gobierno.
Art. 3.- El Personal de Jefes, Oficiales y Tropa del Cuerpo de Policía Rural, tendrá las
mismas garantías y estará sujeto al mismo fuero que el Personal de la Guardia Civil
Nacional. Los Oficiales del Servicio Pasivo de las Fuerzas Armadas del Ejército que
fueren llamados al servicio de la Policía Rural, se acogerán a los beneficios de la Ley
de Pensiones vigente, y para la nueva calificación se tomarán en cuenta los servicios
prestados en la Policía Rural, y el último sueldo percibido al tiempo de su baja.
Art. 4.- Los fondos para el mantenimiento del Cuerpo de Policía Rural se tomarán de
los destinados para este servicio, de conformidad con el Decreto Legislativo de 28 de
octubre de 1948.
Art. 5.- Por lo pronto, la Policía Rural iniciará sus labores en las cinco provincias de la
Costa, teniendo como asiento la Jefatura General en la ciudad de Guayaquil.
Art. 6.- De la ejecución del presente Decreto encárguense los señores Ministros de
Gobierno y Policía y del Tesoro.
Dado en el Palacio Nacional, a 12 de enero de 1949. Firman, Galo Plaza Lasso,
Presidente de la República; Manuel Díaz Granados, Ministro de Defensa Nacional,
encargado de la Cartera de Gobierno; y, C. Martínez Quirola, Ministro del Tesoro.

ORGANIZACIÓN DEPARTAMENTO DE SERVICIO DE POLICIA NACIONAL

En la práctica el afán y el espíritu del Decreto, sobre el tema anterior, dictado el 12 de


enero de 1949, sobre la Organización de la Policía Rural, no surtió los efectos
esperados, por ello el Gobierno dictó un Decreto más explícito que señalaba:
4 de febrero de 1949

GALO PLAZA LASSO

Presidente de la República

Considerando:

Que por prescripción constitucional, el Gobierno debe mantener el Orden, y que es una
necesidad impostergable la organización de la Policía Rural, que proteja las personas y
los bienes;
Que por Decreto Legislativo de 28 de octubre de 1948, promulgado en el Registro
Oficial del 19 de noviembre del mismo año, el H. Congreso Nacional ha señalado
específicamente fondos para el sostenimiento de la Policía Rural;

365
Que los servicios prestados en la Guardia Civil no son militares, ni el llamamiento de
Militares Retirados al servicio de la Guardia Civil puede considerarse como
reincorporación, al tenor de lo dispuesto en el Decreto Legislativo de 20 de febrero de
1947, publicado en el Registro Oficial No. 834 de 15 de marzo del propio año,
interpretativo del Decreto Legislativo de 24 de febrero de 1945, siendo, en
consecuencia, servicios civiles en cargos públicos, que pueden prestarse por
nombramiento o por Alta; y,
De acuerdo con las Leyes vigentes sobre la materia,

Decreta:

Art. 1.- Organízase el Departamento del Servicio de Policía Rural en la República, de


conformidad con la Ley Orgánica y el Régimen Administrativo de la Guardia Civil y
demás Leyes vigentes, relacionadas a dicha Institución, y con el Presupuesto Especial.
Art. 2.- Los Jefes, Oficiales y Tropa de la Policía Rural, tendrán las mismas garantías y
estarán sujetos al mismo fuero que el Personal de la Guardia Civil. Mientras se
establezcan las Escuelas Especiales de Capacitación de la Policía Rural, sus
elementos serán llamados al servicio por nombramiento, entre los Militares en servicio
pasivo, quienes se acogerán para los beneficios de Retiro a la Ley de Pensiones de las
Fuerzas Armadas.
Art. 3.- Los fondos para el sostenimiento de la Policía Rural se tomarán de los
destinados para este servicio en el Decreto Legislativo de 28 de octubre de 1948.
Art. 4.- Por lo pronto, la Policía Rural iniciará sus labores en las cinco provincias de la
Costa. La sede de la Jefatura del Departamento funcionará en la ciudad de Guayaquil.
Art. 5.- Reconócense los llamamientos al servicio de la Policía Rural efectuados por los
Decretos Ejecutivos números 52 y 98 de 14 y 20 de enero del año en curso.
Art. 6.- Derógase los decretos Ejecutivos números 43 y 46 de 12 y 13 de enero del
presente año, respectivamente.
Art. 7.- De la ejecución del presente Decreto encárguense los señores Ministros de
Gobierno y Policía y del Tesoro.
Dado en el Palacio Nacional, a 4 de febrero de 1949. Firman, Galo Plaza Lasso,
Presidente de la República; Manuel Díaz Granados, Ministro de Defensa Nacional,
encargado de la Cartera de Gobierno; y, C. Martínez Quirola, Ministro del Tesoro.

CREACION SERVICIO SOCIAL SIMILAR AL DEL EJÉRCITO

Al concluir el Gobierno de Galo Plaza Lasso, triunfó en las elecciones el doctor José
María Velasco Ibarra, con el apoyo del Velasquismo, Concentración de Fuerzas

366
Populares (CFP) Acción Nacionalista Revolucionaria Ecuatoriana (ARNE) y disidentes
Conservadores.
La tercera administración de Velasco Ibarra se caracterizó por una labor creativa, el
afán de enmendar errores cometidos en las dos presidencias anteriores. Las dos
ocasiones anteriores en que administró el país, no pudo concluir sus periodos
presidenciales. En esta vez, es decir, en el tercer Gobierno, de 1952 a 1956, gracias a
la designación del doctor Camilo Ponce Enríquez como Ministro de Gobierno, pudo
permanecer en el Poder los cuatro años para los cuales fue elegido.
Además, restauró las libertades de sufragio, culto y educación, fortaleció el sentimiento
nacional venido a menos por la firma del Protocolo de Río de Janeiro, desplegó una
gran obra educativa, fundó la Universidad Católica del Ecuador (PUCE), y varias
escuelas y colegios, entre ellos el Colegio 24 de Mayo, en Quito; construyó varias
carreteras en la geografía nacional.
En su tercera administración, el doctor Velasco Ibarra, se preocupó por realizar un
reajuste administrativo en los Servicios Policiales y en la Creación del Servicio Social,
en parecidas condiciones al Ejército Nacional y expidió el siguiente Decreto:
19 de diciembre de 1955

JOSE MARIA VELASCO IBARRA

Presidente de la República

Considerando:

Que dada la estrechez presupuestaria, los sueldos y remuneraciones de la Policía


Nacional en Servicio Activo, no han subido al nivel de los altos costos de la vida,
registrados por diferentes circunstancias nacionales e internacionales;
Que se hace indispensable buscar por todos los medios la manera de que los
miembros de la Policía Nacional puedan satisfacer, por lo menos, las más imperiosas
necesidades de la vida, a fin de poder asegurar un mayor rendimiento en sus tareas y
un continuo mejoramiento profesional;
Que al Estado le corresponde velar porque las Instituciones fundamentales para la vida
republicana se vigoricen moralmente y se encuentren en lo económico en condiciones
de subsistir en concordancia con las funciones que desempeñan y con las
necesidades que implica la convivencia social; y,
A pedido del señor Ministro de Gobierno y Policía,

Decreta:

367
Art. 1.- Créase adscrito al Ministerio de Gobierno y Policía y directamente dependiente
del señor Ministro del ramo, el Departamento de Servicio Social de la Policía, destinado
a cumplir obra tangible que tienda a la atención y mejoramiento del estándar de vida
del personal de la Policía Civil en servicio activo.
Art. 2.- El Departamento de Servicio Social de la Policía Nacional funcionará con la
organización determinada para el efecto por el Ministerio de Gobierno y Policía.
Art. 3.- El Ministerio de Gobierno y Policía queda encargado de la elaboración del
respectivo reglamento para el funcionamiento del Departamento de Servicio Social de
la Policía Nacional.
Art. 4.- Los señores Ministros de Gobierno y Policía y del Tesoro quedan encargados
de la ejecución del presente Decreto.
Dado en el Palacio Nacional, en Quito, a diecinueve de diciembre de mil novecientos
cincuenta y cinco.
Firman, José María Velasco Ibarra, Presidente de la República; Federico Intriago
Arrata, Ministro de Gobierno; y, José Gabriel Terán Varea, Ministro del Tesoro. El
Comandante General de la Guardia Civil Nacional, en este momento, era el Coronel del
Ejército, Segundo César Montúfar Bastidas.

SUBSIDIOS ADICIONALES PARA EL PERSONAL POLICIAL

Gracias al empeño e insistencia del Comandante General de Policía, Coronel de


Ejército, Segundo César Montúfar Bastidas, el Presidente Velasco Ibarra, expidió el
siguiente Decreto para establecer Subsidios similares a los del Ejército, de acuerdo a
escalas elaboradas con base al Rango y al número de hijos menores a su cargo.
4 de junio de 1956

JOSE MARIA VELASCO IBARRA

Presidente de la República

Considerando:

Que la Constitución Política de la República ha instituido la Fuerza Pública formada por


la Fuerza Militar y por la Policía Civil;
Que el Subsidio Familiar se encuentra establecido solamente para los Jefes y Oficiales
de la Fuerza Armada Militar y que carece de este beneficio la Policía Civil Nacional;
Que debe procurarse un equilibrio en las justas conquistas de las dos Instituciones;
A pedido del señor Ministro de Gobierno y Policía, en cumplimiento de la obligación
constante en la letra c) del artículo 185 de la Constitución Política vigente; y,

368
Que el Consejo Nacional de Economía ha emitido el correspondiente dictamen según
consta en el oficio No. 23-P, de 19 de mayo del presente año, de acuerdo con lo
dispuesto en el artículo 80 de la Constitución Política,

Decreta:

Art. 1.- Los Jefes y Oficiales de la Policía Civil Nacional, en Servicio Activo, tendrán
derecho a un Subsidio Adicional al sueldo de su grado, por cada uno de los hijos
menores de edad que tuvieren a cargo. La escala de Subsidio será la siguiente:
$ 100,00 para el Jefe u Oficial que tenga un hijo
$ 180,00 para el Jefe u Oficial que tengo a su cargo dos hijos
$ 250,00 para el Jefe u Oficial que tenga a su cargo tres hijos
$ 310,00 para el Jefe u Oficial que tenga a su cargo cuatro hijos
$ 360,00 para el Jefe u Oficial que tenga a su cargo cinco hijos
$ 400,00 para el Jefe u Oficial que tenga a su cargo seis hijos
$ 430,00 para el Jefe u Oficial que tenga a su cargo siete hijos
$ 450,00 para el Jefe u Oficial que tenga a su cargo ocho hijos
$ 460,00 para el Jefe u Oficial que tenga a su cargo nueve hijos
$ 470,00 para el Jefe u Oficial que tenga a su cargo diez hijos

Para el efecto, harán los trámites correspondientes, con la presentación de los


respectivos documentos, ante el Departamento Jurídico de la misma Institución Policial.
Si los hijos estuvieren al cuidado de otra persona, ésta presentará, con los
correspondientes documentos, la solicitud, que será puesta en conocimiento del Jefe y
Oficial; si no hubiere oposición y se comprobare el derecho, previo el respectivo
informe, se ordenará el pago. Caso de oposición las partes presentarán en el
Departamento Jurídico la prueba necesaria para comprobar su derecho, y éste,
apreciando el valor de la misma dictará la resolución.
Art. 3.- El pago de las gratificaciones del Subsidio Familiar se hará con cargo a los
fondos de la Partida No. 2069-89, del vigente Presupuesto de la Institución, a partir del
primero de junio del año en curso, fecha en la cual entrará en vigencia el presente
Decreto, de cuya ejecución se encarga a los Ministros de Estado en las Carteras de
Gobierno y Policía y del Tesoro.
Dado en el Palacio Nacional, en Quito, a cuatro de junio de mil novecientos cincuenta
y seis.
Firman, José María Velasco Ibarra, Presidente de la República; Rafael Arízaga Vega,
Ministro de Gobierno; y, José Gabriel Terán Varea, Ministro del Tesoro.

369
CAMBIO DE DENOMINACION DE LA POLICIA

El Congreso de la República expide, el 31 de octubre de 1951, el Decreto Legislativo


por el cual se realizan varias reformas a los Códigos y Leyes de la Guardia Civil
Nacional.

Una de las Reformas que se considera importante es la constante en el artículo 6,


estableciendo el cambio de denominación de la Guardia Civil a Policía Civil Nacional. El
texto respectivo dice:
“En todas las Leyes de la República en donde se diga Guardia Civil sustitúyase por
Policía Civil”.
En acatamiento a esta disposición legislativa, una vez sancionada por el Poder
Ejecutivo, hecho que ocurrió el seis de noviembre del mismo año, la institución adopta
el nuevo nombre de Policía Civil Nacional.

REFORMANSE CODIGOS Y LEYES INSTITUCIONALES

En concordancia con el Decreto expedido por el Congreso Nacional cambiando la


denominación de la Guardia Civil a Policía Civil Nacional, este mismo órgano
legislativo, con fecha 31 de octubre de 1951, procede a la Reforma de los Códigos y
Leyes de la Institución Policial, a través del siguiente Decreto:
EL CONGRESO NACIONAL,

Decreta:

Art. 1.- Refórmase la Ley de la Función Judicial de la Guardia Civil Nacional, el Código
Penal de la Guardia Civil Nacional y el Código de Procedimiento Penal de la Guardia
Civil Nacional, así como las Reformas a estas Leyes, en el sentido de que el fuero de
los miembros de la Policía Civil Nacional, es únicamente respecto de infracciones
cometidas en ejercicio de la función que les corresponde específicamente como
miembros de esta Institución.
Art. 2.- Los Jueces comunes serán competentes para juzgar las infracciones cometidas
fuera del servicio por los miembros de la Policía Civil Nacional, en cualquiera de sus
ramos: Servicio de Orden y Seguridad, Rural y de Tránsito, aplicando el Código Penal
común y de Procedimiento Penal. Para éste y los demás efectos legales se declara que
la Policía Civil Nacional forma una sola Unidad Institucional y Jurídica.
Art. 3.- Las infracciones cometidas por miembros de la Guardia Civil Nacional o de la
Policía Rural o de la Policía de Tránsito que se hallaren en trámite de juzgamiento,

370
seguirán el curso normal hasta su terminación, de acuerdo con las Leyes que rigieron a
la época de la infracción, inclusive en cuanto a la concesión de recursos.
Art. 4.- Los servicios de Seguridad Nacional y Defensa Continental serán considerados
como ramos de la Policía Civil Nacional, excepto en cuanto al fuero especial, quedando
subordinados a esta Institución; y todas las Leyes y Decretos especiales que rigen esta
materia, se entenderán modificados por este Decreto en lo concerniente a este aspecto
de su organización.
Art. 5.- Refórmase la Ley de Situación Policial y Ascensos en el sentido de que los
Oficiales que fueren absueltos por enjuiciamientos penales, de acuerdo con el artículo
33 no estarán sujetos a las condiciones establecidas para reincorporaciones en los
artículos 54, 55 y 56 de la propia Ley; y en el que se refiere a los pases de Prefectos,
Subprefectos, Inspectores y Subinspectores primeros y segundos, que serán dados
mediante Acuerdos Ministeriales.
Art. 6.- En todas las Leyes de la República en donde se digna “Guardia Civil”
sustitúyase por “Policía Civil”.
Art. 7.- En el artículo 454 del Código de Procedimiento Penal después de “Los Jefes de
Sección”, agréguese “Prefectos y Subprefectos”.
Art. 8.- Facúltase al Ministerio de Gobierno y Policía para que dicte un Reglamento
Nacional de Tránsito.
Art. 9.- La Comisión Legislativa procederá a la Codificación de todas las Leyes
referentes a Policía Civil, Policía Rural, de Tránsito, de Seguridad, etc., tomando en
cuenta este Decreto; y esa codificación será obligatoria desde su publicación en el
Registro Oficial.
Art. 10.- El presente Decreto entrará en vigencia a partir de su publicación en el
Registro Oficial y se declaran reformadas o derogadas todas las Leyes sobre la
materia, generales o especiales que se opusieren a estas reformas.
La aprobación de estas Leyes institucionales y la reforma de Códigos, vienen a
significar el inicio de la administración de Justicia Policial y el Fuero Policial.

ESTABLÉCESE LA COOPERATIVA DE CESANTIA DE LA POLICIA CIVIL


NACIONAL

Mediante Decreto Legislativo de 14 de diciembre de 1953, el Congreso de la República


crea la Cooperativa de Cesantía de la Policía Civil Nacional con el fin de beneficiar a
los miembros de la Policía que hayan servicio a la institución:
EL CONGRESO DE LA REPUBLICA

Considerando:

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Que los Poderes Públicos están obligados a prestar apoyo a todo aquello que significa
mejoramiento colectivo, velando por la situación económica del personal que integra la
Policía Civil Nacional; y,
Que el mentado personal en servicio activo ha resuelto establecer en forma legal la
Cooperativa de Cesantía para sus miembros,

Decreta:
Art. 1.- Establécese la Cooperativa de la Policía Civil Nacional para el personal de
Oficiales y Tropa que, habiendo estado en servicio activo, estuvieren comprendidos en
los mandatos de la presente Ley.
Art. 2.- Son fondos de la Cooperativa de Cesantía:
 El aporte personal y mensual del 5% de los sueldos que perciban los Oficiales y
miembros de Tropa amparados por este Seguro.
 El producto de los descuentos por concepto de subsistes, y,
 Las herencias, legados y donaciones.

Art. 3.- La remisión de los aportes personales y los descuentos que correspondan a la
Cooperativa de Cesantía de la Policía Civil Nacional, serán remitidos a la Caja de
Pensiones, de acuerdo con las disposiciones legales, estatutarias y reglamentarias
que rigen o rigieren para el envío de aportes y descuentos al Seguro Social Obligatorio.
Art. 4.- Gozarán de los beneficios de la presente Ley los Oficiales y miembros de Tropa
que teniendo por lo menos sesenta imposiciones mensuales a la Cooperativa de
Cesantía, dejaren de pertenecer a la Policía en calidad de miembros activos.
Art. 5.- En caso de fallecimiento de un Oficial o miembros de Tropa en servicio activo
que tuviere sesenta o más imposiciones mensuales tendrán derecho a la prestación
que esta Ley establece, los siguientes beneficiarios en orden de prelación:
 Los hijos menores de 21 años y los mayores de esta edad que estuvieren
incapacitados para el trabajo, siempre que hayan vivido a cargo del fallecido; las
hijas solteras de cualquier edad y las hijas viudas o divorciadas que no tengan
los medios necesarios para su subsistencia
 La cónyuge sobreviviente en concurrencia con los hijos indicados en la letra
anterior
 A falta de hijos y cónyuge con derecho, la madre, y a falta de ésta el padre que
se hallare incapacitado para el trabajo y siempre que hubiere vivido a cargo del
fallecido, y
 A falta de hijos, cónyuge y padres con derechos, los hermanos varones menores
de 21 años y las hermanas solteras de cualquier edad que hubieren vivido a
cargo del fallecido.

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A falta de todos los beneficiarios enumerados anteriormente, la cuota del fallecido
acrecerá al fondo general de la Cooperativa. En concurrencia de hijos legítimos con
ilegítimos, la cuota de los primeros será el doble de la de cada ilegítimo. En
concurrencia de hijos ilegítimos y cónyuge, ésta será considerada como hija legítima y
recibirá el doble de cuota de cada hijo ilegítimo. En concurrencia de hermanos
legítimos con ilegítimos, la cuota de las primeras será el doble de los segundos. En
concurrencia de hijos legítimos con la cónyugue, la cuota de ésta será igual a la de
cada hijo legítimo.
Art. 6.- La cuantía de la prestación que corresponde a cada miembro de la Policía Civil
Nacional, estará en relación con el número de imposiciones consignadas y con el grado
que tenga el Oficial o miembro de Tropa al separarse.
La Caja de Pensiones fijará anualmente la cuantía de las prestaciones teniendo en
cuenta el promedio de los egresos efectuados por este concepto en los últimos años, el
promedio de los ingresos, la cuantía necesaria para formar el fondo de emergencia y el
desarrollo que acuse el índice de la mortalidad y cesantía.
Art. 7.- La Caja de Pensiones podrá efectuar inversiones con los fondos creados por
esta Ley, en las mejores condiciones de seguridad y rendimiento, cuidando de
conservar cantidades suficientes para el pago de las prestaciones y necesidades
inmediatas. Las utilidades de estas inversiones, acrecerán el Capital de la Cooperativa
de Cesantía.
Art. 8.- La prestación creada por esta Ley no es susceptible de cesión, embargo o
retención, salvo los casos de alimentos debidos por la Ley y no estará sujeta al pago de
impuestos fiscales o municipales.
Art. 9.- La prestación de Cesantía recibirá un miembro de la Policía Civil Nacional
cuantas veces quedare cesante, siempre que en cada vez reúna los requisitos
puntualizados en esta Ley.
Art. 10.- El Consejo de Administración de la Caja de Pensiones al conocer el Balance
Anual de la Caja, asignará a esta Cooperativa de Cesantía, el porcentaje de utilidades
que le corresponde, en proporción al promedio de sus fondos, calculado con su valor
existente al principio y al fin de cada ejercicio, previa deducción de los gastos
administrativos que se calculará en proporción al monto de los ingresos por concepto
de aporte personales.
En ningún caso los gastos anuales de administración podrán sobrepasar del 10% de
todos los ingresos que la Cooperativa de Cesantía de la Policía Civil Nacional recaude
en el año respectivo.
Art. 11.-El Reglamento de esta Ley será formulado por el Instituto Nacional de
Previsión y una Delegación de la Policía Nacional, formada por un representante de la

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sección Oficiales y un representante de la sección Tropa, y será aprobado por la
Función Ejecutiva.
Art. 12.- Los aportes de la Cooperativa de Cesantía se comenzarán a descontar y
depositar desde el primero de enero de 1954.
Art. 13.- Hasta el 31 de diciembre de 1958 los Prefectos que se separaren por cualquier
causa, o los Oficiales y miembros de Tropa de la Policía Civil Nacional que se
separaren del servicio activo por límite de edad o por invalidez, tendrán derecho a la
prestación de Cesantía con sólo 24 imposiciones mensuales y con las demás
condiciones estatuidas en la presente Ley. A partir del primero de enero de 1959, todos
los Oficiales de cualquier graduación y miembros de Tropa, deberán cumplir las
condiciones establecidas en el artículo cuarto y las demás de esta Ley, para tener
derecho a la presentación de Cesantía.
El monto de la prestación, en este caso, guardará relación con el número de
imposiciones en los términos del artículo 6.
Esta Ley fue dictada por el Legislativo el 4 de noviembre de 1953, y sancionada
Ejecutivo el 14 de diciembre del mismo año y vino a constituir el inicio de un nuevo e
importante Servicio en favor de la familia del Policía Nacional que busca asegurar el
futuro de los miembros familiares de los Policías, que con su aporte contribuyen a este
Servicio y, que en acatamiento a las normas legales pasan a retiro.

SERVICIO RURAL PASA A LA POLICIA CIVIL NACIONAL

La autonomía de la que gozaba la Policía Rural concluye con la aprobación del


Orgánico de la Policía Civil, el 5 de enero de 1956, y de conformidad con el
Presupuesto expedido, se procede a la unificación de los Servicios Urbano y Rural, es
decir, suprimiendo la Jefatura de Servicio en Guayaquil, cuyo personal también pasa a
integrarse a la Policía Civil Nacional.
Con este antecedente, la Comandancia General de la Policía Civil Nacional, en el
Gobierno del doctor Camilo Ponce Enríquez, dicta las directivas para la mencionada
Unificación, señalando además que del cumplimiento de esta disposición se
encargarán los Jefes de Distrito, Jefes Provinciales y Jefes de Unidad.

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PRESIDENCIA DE CAMILO PONCE ENRIQUEZ

Presidente Camilo Ponce Enríquez

El doctor Camilo Ponce Enríquez nació en Quito, el 31 de enero de 1912. Sus padres
fueron don José Ricardo Ponce y doña Ana Luisa Enríquez Vélez. Contrajo matrimonio
con doña Dolores Gangotena con quien procreó cinco hijos: Camilo, Enrique,
Margarita, Inés Clara y Dolores Ponce Gangotena. Falleció en Quito, el 13 de
septiembre de 1976.
Fue un político ecuatoriano, abogado y dirigente del Partido Conservador. Fue el primer
Presidente de ideología conservadora que llegó al Poder luego de 64 años de
regímenes liberales, pro socialistas y populistas.
Terminados los estudios secundarios en el Colegio San Gabriel, de los Jesuitas de
Quito, continuó estudios superiores en la Universidad Central del Ecuador y las
complementó en la Universidad de Santiago de Chile, donde obtuvo en el año 1938, el
título de Abogado. Posteriormente realizó estudios en la Universidad Southerm, en
California, Estados Unidos de América, obteniendo su doctorado en Leyes.
Fue Miembro Fundador de la Alianza Democrática Ecuatoriana y, en 1952 organizó el
Movimiento Social Cristiano que luego se convirtió en partido político. Ejerció la cátedra
de Derecho Constitucional en la Pontificia Universidad Central del Ecuador (PUCE);
Diputado y Senador por la provincia de Pichincha; Ministro de Obras Públicas en el
Gobierno de Mariano Suárez Veintimilla; Ministro de Gobierno en una de las
administraciones del doctor José María Velasco Ibarra; Canciller de la República;

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Vicepresidente de la Asamblea Constituyente; Vicepresidente del Concejo Municipal de
Quito; y, finalmente Presidente de la República desde el primero de septiembre de
1956 hasta el 31 de agosto de 1960.
El doctor Ponce Enríquez administró el país con austeridad y pudo realizar una
considerable obra pública y especialmente en la Capital de la República, con motivo de
la XI Conferencia Interamericana que debía realizarse en Quito, en el año 1959.

SUBSIDIO FAMILIAR PARA MIEMBROS DE LA POLICIA CIVIL NACIONAL

El Presidente Ponce Enríquez a través de Decreto Ejecutivo, crea el Subsidio Adicional


al sueldo de los Jefes y Oficiales de la Policía Civil, lo que constituyó un hecho
importante que venía a cubrir una de las aspiraciones de los miembros de la Policía,
beneficiando y otorgándoles un mayor nivel económico a sus familiares.
Durante el Gobierno del doctor Ponce Enríquez encontramos una serie de Decretos
Ejecutivos, Legislativos, Acuerdos Ministeriales, Resoluciones de la Comandancia
General y un sinnúmero de acciones relacionadas con la Institución policial.
El texto del Decreto es:

Considerando:

Que la Constitución Política de la República ha instituido la Fuerza Pública formada por


la Fuerza Armada Militar y por la Policía Civil.
Que el Subsidio Familiar se encuentra establecido solamente para los Jefes y Oficiales
de la Fuerza Armada Militar y carece de este beneficio la Policía Civil Nacional.
Que debe procurarse un equilibrio en las justas conquistas de las dos Instituciones.
A pedido del señor Ministro de Gobierno y Policía, en cumplimiento de la obligación
constante en la letra c) del artículo 185 de la Constitución Política vigente; y,
Que el H. Consejo Nacional de Economía ha emitido el correspondiente dictamen
según consta en el oficio No. 23-P, de 19 de mayo del presente año, de acuerdo con lo
dispuesto en el artículo 80 de la Constitución Política,

Decreta:

Art. 1.- Los Jefes y Oficiales de la Policía Civil Nacional, en servicio activo, tendrán
derecho a un subsidio adicional al sueldo de su grado, por cada uno de los hijos
menores de que tuvieren a cargo. La escala de Subsidio será la siguiente:
$ 100,00 para el Jefe u Oficial que tenga un hijo.

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$ 180,00 para el Jefe u Oficial que tenga cargo dos hijos.
$ 250,00 para el Jefe u Oficial que tenga a su cargo tres hijos.
$ 310,00 para el Jefe u Oficial que tenga a su cargo cuatro hijos.
$ 360,00 para el Jefe u Oficial que tenga a su cargo cinco hijos.
$ 400,00 para el Jefe u Oficial que tenga a su cargo seis hijos.
$ 430,00 para el Jefe u Oficial que tenga a su cargo siete hijos.
$ 450,00 para el Jefe u Oficial que tenga a su cargo ocho hijos
$ 460,00 para el Jefe u Oficial que tenga a su cargo nueve hijos.
$ 470,00 para el Jefe u Oficial que tenga a su cargo diez hijos.

Para el efecto, harán los trámites correspondientes, con la presentación de los


respectivos documentos, ante el Departamento Jurídico de la misma Institución Policial.
Art. 2.- Si los hijos estuvieren al cuidado de otra persona, ésta presentará, con los
correspondientes documentos, la solicitud, que será puesta en conocimiento del Jefe u
Oficial; si no hubiere oposición y se comprobare el derecho, previo el respectivo
informe, se ordenará el pago. Caso de oposición, las partes presentarán en el
Departamento Jurídico la prueba necesaria para comprobar su derecho, y éste,
apreciando el valor de la misma, dictará la resolución.
Art. 3.- El pago de las gratificaciones del Subsidio Familiar se hará con cargo a los
fondos de la Partida No. 206989, del vigente Presupuesto de la Institución, a partir del
primero de junio del año en curso, fecha en la cual entrará en vigencia el presente
Decreto, de cuya ejecución se encarga a los Ministros de Estado en las Carteras de
Gobierno y Policía y del Tesoro.
Con este Decreto del Presidente Ponce Enríquez se robustece el derecho de los
miembros de la Institución Policial, al Bienestar Social y Familiar.

CODIGO DE ETICA PROFESIONAL DE LA POLICIA CIVIL NACIONAL

En el Gobierno del Presidente Ponce Enríquez, concretamente el 26 de septiembre de


1956, el Comando General de la Policía Civil Nacional, aprueba el Código de Ética
Profesional a aplicarse en toda la Institución, con el texto siguiente:
 Anteponer el interés de los demás al de uno mismo, tanto en la vida Institucional
como fuera de ella.
 Ser leal con los criterios adoptados, y sobre todo, ser leal con la verdad.
 No aprovechar de la calidad de Policía para obtener ventaja, conseguir
privilegios o satisfacer venganzas.
 Proteger al débil y auxiliar moral y materialmente al necesitado.

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 Denunciar el delito, cuando después de serena investigación, se ha llegado al
convencimiento de su existencia.
 Perseguir al delincuente, identificándole y colocándole bajo el imperio de la Ley.
 Ayudar al inocente cuando las apariencias le son adversas y sufre de falsa
acusación.
 Dar buen ejemplo a los semejantes, sobre todo en el aspecto moral.
 Guardar reserva sobre los hechos de la vida privada de los demás, y no hablar
de ellos sino del procedimiento judicial.
 Ser tolerante con el criterio de los demás, y no guardar prejuicios de ninguna
clase.
El mismo Comando General con la finalidad de que el Código de ´Ética Profesional sea
conocido, comprendido y practicado por los miembros de la Institución Policial, dispone
a los Comandantes de los Repartos de la República las siguientes medidas:
 Publicarlo en la Orden del Cuerpo y exigir que todos los miembros dispongan de
una copia del Código.
 Exigir que todo el personal subordinado se aprenda de memoria.
 Ordenar que un Oficial, por turno, dicte una conferencia explicativa sobre el
contenido de cada uno de los diez puntos del Código, y
 Ordenar que se elaboren cuadros murales que lleven como leyenda los
enunciados del Código en conjunto, y otros para cada uno de sus numerales, los
mismos que deben ser colocados, en el plazo de diez días, en comedores,
casinos, cuadras, corredores y más lugares apropiados de cada Cuartel.

DOS DE MARZO FIESTA PATRONAL ESCUELA DE POLICIA

El Presidente de la República doctor Camilo Ponce, atendiendo una solicitud formulada


por el Comandante General de la Policía Civil Nacional, el Teniente Coronel del Ejército
Félix Abdón Guerrero Zárate, expide el 28 de febrero de 1957, el correspondiente
Decreto Ejecutivo declarando el 2 de marzo de cada año la Fiesta Patronal de la
Escuela de Policía. El texto es el siguiente:

Considerando:

Que el dos de marzo de 1938 fue fundada la Primera Escuela de Policía en el Ecuador,
con el nombre de Escuela Militar de Carabineros, Instituto básico para la formación de
los futuros Oficiales de Policía; y,

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Que es deber del Poder Público relievar el espíritu patriótico de las Instituciones que
como la Policía Civil Nacional, son garantía de la sociedad, de la paz y el Orden
público,

Decreta:

Art. 1.- Declárase el dos de marzo de cada año la Fiesta Patronal de la Escuela de
Policía Nacional.
Art. 2.- De la ejecución del presente Decreto, encárguese el señor Ministro Secretario
de Estado en la Cartera de Gobierno y Policía.

Fiestas Patronales Escuela Superior de Policía

LA COLONIA PENAL “ISABELA” EN GALAPAGOS

En el Archipiélago de Galápagos, la isla Isabela lleva este nombre en honor a la Reina


Isabel I de Castilla, quien patrocinó el viaje de Cristóbal Colón a América. Es la mayor
isla del archipiélago, con una superficie de 4588 km² y ocupa el 58% de la zona
terrestre de las islas.

En el siglo anterior, el Archipiélago de Galápagos era visto como un sitio muy lejano y
abandonado, donde incluso llegó a asentarse una Colonia Penal para delincuentes de
todo el Ecuador, bautizada con el nombre de Isabela. Se trataba de una cárcel a cielo
abierto, una Colonia Penal agrícola, que funcionó desde 1946 durante 13 años, y que
albergó a alrededor de tres centenares de reos trasladados desde el Ecuador
continental para cumplir sus penas.

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En la actualidad el único vestigio físico de los 13 años de funcionamiento de la Colonia
Penal en la Isla Isabela es el llamado "Muro de las Lágrimas", una instalación de
piedras volcánicas de basalto que fue construida por reos de la Colonia Penal y que
hoy es visitada por turistas que llegan al Archipiélago, en el que hubo sufrimiento y
muerte y que escribe un capítulo triste en medio de la historia de este paraíso natural.

Entrada al Muro de las Lágrimas de la Colonia Penal “Isabela”

La Isla Isabela funcionaba como base militar norteamericana pero, tras finalizar la
Guerra Mundial, las fuerzas se retiraron. Así, el gobierno ecuatoriano, en la Presidencia
del doctor José María Velasco Ibarra, el 9 de mayo de 1946, estableció la Colonia
Penal “Isabela” en el Archipiélago de Galápagos con la finalidad, por una parte, de
velar por la readaptación de delincuentes a la vida social y, por otra, en el
convencimiento de que la existencia e incremento de Colonias Penales era positivo
para la seguridad de la ciudadanía.

Según el Decreto de creación de esta Colonia Penal, su capacidad era de 300 penados
y su custodia y vigilancia estaba bajo la responsabilidad de la Guardia Civil, para lo cual
debía implementarse un Destacamento conformado por 36 elementos de acuerdo con
el siguiente detalle: Un Ayudante, Jefe de la Colonia; un Inspector; un Subinspector
Primero; un Subinspector Segundo; un Oficial Pagador; un Aspirante Primero; dos
Aspirantes; dos Sub aspirantes y 25 Guardias Civiles, un Médico y un Enfermero; su
primer Director fue el Mayor de Policía Jaime Durán Arias.

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La historia recuerda que el primer contingente de penados que llegó a Puerto Villamil,
en Galápagos, fue en el mes de junio de 1946, a bordo del Buque Cañonero
“Calderón”. El último embarque, de regreso al Continente, se produjo el 15 de marzo de
1959.
Esta Colonia Penal, fue suprimida en la Presidencia del doctor Camilo Ponce Enríquez,
a través del Decreto Legislativo de 12 de noviembre de 1957, en consideración a que a
esta fecha no se justificaban los motivos por la que fue creada y se dispone la
supresión inmediata y definitiva de la Colonia.

INAUGURACION DE LA ESCUELA DE LA POLICIA RURAL “LAS PEÑAS”

Cabe recordar que en el local que antiguamente funcionaba la Destilería “Las Peñas”,
ubicado en las cercanías de la ciudad de Babahoyo, el 8 de julio de 1962, luego de
haber concluido las adecuaciones del caso, se inauguró la Escuela de Policía Rural,
que actualmente lleva el nombre de “Cabo Segundo de Policía Sócrates Manrique
Arboleda Sanabria”.
Al respecto en la revisión histórica encontramos que la Destilería había venido
funcionando desde el año 1931 y que en la administración del doctor Camilo Ponce
Enríquez, se expide un Decreto Ejecutivo, el 21 de marzo de 1958, en el cual en
consideración de haberse suprimido la Destilería “Las Peñas”, se traspasa dicha
propiedad a favor de la Policía Civil Nacional. El Decreto dice:

Considerando:
Que por haberse suprimido la Destilería “Las Peñas”, de la ciudad de Babahoyo, el
edificio en que funcionada esta factoría de los Monopolios del Estado, se encuentra
desocupado;
Que el Ministerio de Gobierno ha gestionado la destinación del inmueble en referencia,
para funcionamiento de la Institución de policía Civil Nacional; y,
De conformidad con el numeral 13 del artículo 92, de la Constitución Política de la
República,

Decreta:

Art. 1.- Traspásase el edificio donde funcionaba la Destilería “Las Peñas”, de la ciudad
de Babahoyo, y que está bajo la administración de los Monopolios del Estado, al
Ministerio de Gobierno, para el funcionamiento de la Institución de Policía Civil
Nacional, de esa jurisdicción.
Art. 2.- Encárguense de la ejecución del presente Decreto los señores Ministros de
Estado en las Carteras de Gobierno y del Tesoro.

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CENTRAL DE RADIO PATRULLAS

Durante la Presidencia del doctor Camilo Ponce Enríquez, el 3 de agosto de 1958, se


inicia la instalación de equipos, a cargo de la Compañía Marconi, para establecer el
servicio de Radio-Patrullas, en la Dirección de Tránsito de la Policía Civil Nacional. Las
pruebas de funcionamiento resultaron exitosas y se procedió a la inauguración de este
importante y novedoso sistema de comunicaciones.
Según datos recogidos por el Capitán Mario Villalobos Molina, en su “Cronología
Histórica de la Policía Ecuatoriana”, con respecto a la Central de Radio Patrullas de la
Policía, nos cuenta que:
“Con la asistencia del Presidente de la República, del Comando General y más Jefes,
Oficiales y Tropa de la Institución, el 19 de enero de 1960, se inaugura la Central de
Radio Patrullas en la ciudad de Quito. Inicialmente la Central funcionó en un local del
cuarto piso de la Comandancia General de la Cuenca y Mideros, y se hallaba dotada
de un equipo de radio Motrac-Motorola de un solo canal, por el que se distribuían a los
diferentes patrulleros enlazados los llamados de auxilio telefónicos que se receptaban
al teléfono asignado, el 16-555. Los 17 patrulleros con enlace a la Central estuvieron
distribuidos en la forma siguiente: Un Jefe de Control, dos en el sector Sur, dos en el
sector Central, dos al Norte, uno en Carretas, uno en Los Chillos, uno en Tambillo, uno
en Tumbaco, tres pertenecientes al Servicio de Investigación Criminal y tres patrulleros
de reserva”

ADQUISICION DE EDIFICIOS PARA LA POLICIA NACIONAL

Mediante Decreto Ejecutivo del Presidente Camilo Ponce Enríquez, el 26 de mayo de


1959, se dispone el traspaso de los edificios de “El Batán” y “Chimbacalle”, en que
funcionaba la fábrica de Fósforos de los Monopolios del Estado. El texto del Decreto
dice:

Considerando:

Que por Decreto Ejecutivo número 13, de 5 de junio de 1957, publicado en el Registro
Oficial 232, de 10 de junio de mismo año, se declara abolido el Monopolio de Fósforos
y libre, en consecuencia, la producción, distribución, venta y exportación de fósforos y
sus similares;
Que por esta razón los edificios de “El Batán” y “Chimbacalle”, de esta ciudad capital,
en que funcionaba esta factoría de los Monopolios del Estado, se encuentran
desocupados;
Que es necesidad vital para la Capital de la República la construcción y establecimiento
de Seccionales o Recintos Policiales en los sitios más poblados; y,

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Que la Policía Civil Nacional no dispone de locales adecuados para su normal
funcionamiento,

Decreta:
Art. 1.- Derógase el Decreto Ejecutivo 1006, de 26 de junio de 1958, publicado en el
Registro Oficial 566, del 17 de julio del mismo año.
Art. 2.- Transfiérese al Ministerio de Gobierno el edificio en que funcionaba la Fábrica
de Fósforos “El Batán”, para que sea utilizado por la Policía Nacional.
Art. 3.- Traspásase asimismo al Ministerio de Gobierno para destinarlo a la Policía Civil
Nacional, el edificio de “Chimbacalle” situado en la calle Maldonado 1263 y
perteneciente al Ministerio del Tesoro.
Art. 4.- En los trámites para la legalización del traspaso intervendrán los señores
Procurador y Contralor General de la Nación.
Art. 5.- Encárguense de la ejecución del presente Decreto los señores Ministros
Secretarios de Estado en las Carteras de Gobierno y Policía y del Tesoro.

CREACION DE CONDECORACIONES

El Presidente de la República, doctor Camilo Ponce Enríquez, con fecha 20 de mayo


de 1958, expide un Decreto Ejecutivo creando las Condecoraciones para los miembros
de la Policía Civil Nacional, en servicio activo, de acuerdo con los siguientes grados: “Al
Mérito”, “Al Valor” y “A la Antigüedad”.
El Decreto dice:

Considerando:

Que el artículo 74 de la Ley de Situación Policial y Ascenso de la Policía establece que


todos los miembros de la Institución tienen derecho a obtener las Condecoraciones que
señalaren los respectivos Reglamentos; y,
Que los miembros de la Policía Nacional, al cumplir sus funciones propias, garantizan
el bienestar social y que es deber del Estado reconocer sus méritos y sacrificios.

Decreta:

Art. 1.- La Condecoración “Al Mérito” será de tres clases y podrá otorgarse también a
los Jefes y Oficiales de Policías Extranjeras y a funcionarios y personas que hubieren
prestado relevantes servicios a la Policía del Ecuador.

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Art. 2.- La aplicación de este Decreto regirá desde el 6 de junio de 1958,”Día de la
Policía Nacional”.

CREACION DEL CONSEJO SUPERIOR DE POLICIA

El Congreso Nacional, el 5 de noviembre de 1960, expidió el Decreto Legislativo,


sancionado por el Presidente José María Velasco Ibarra, en su Cuarta Presidencia,
para crear el Consejo Superior de la Policía Nacional y, de esa manera, materializar las
Leyes Orgánica, de Situación Policial y Ascensos de la Institución y, además,
garantizar la carrera Profesional de los miembros Policiales.
Al terminar su período constitucional de 4 años, el Presidente Camilo Ponce Enríquez,
se realizaron las elecciones presidenciales de 1960, triunfando ampliamente el doctor
José María Velasco Ibarra, sobre sus contendores Galo Plaza Lasso, Gonzalo Cordero
Crespo y Antonio Parra Velasco.
El Cuarto Velasquismo no duró sino quince meses. Una serie de males lo abatieron,
siendo el alzamiento de los estudiantes en las calles de Guayaquil el comienzo de su
fin. A pesar de haber asumido el Poder con una abrumadora mayoría, se cayó
fácilmente. A finales de 1961, el país era una hoguera, debido a la imposición de
nuevos impuestos y a una alarmante subida del costo de la vida.
En los momentos más álgidos de la agitación social, el Presidente Velasco Ibarra
ordenó el apresamiento de su Vicepresidente doctor Carlos Julio Arosemena Monroy,
pero el Congreso Nacional se pronunció en contra del Presidente de la República y al
perder el apoyo militar salió del Palacio para buscar el apoyo de las Fuerzas Armadas
y el Congreso declaró vacante el cargo de Presidente de la República por abandono y
llamó para que asuma el Poder al doctor Arosemena Monroy, quien de inmediato
abandonó el Penal García Moreno para asumir el cargo. Por su parte Velasco Ibarra
salió desterrado a Buenas Aires, Argentina, el 11 de noviembre de 1961.
A pesar del corto tiempo que permaneció en el Poder el doctor Velasco Ibarra, en su
cuarta Presidencia que duró desde el primero de septiembre de 1960 hasta el 11 de
noviembre de 1961, encontramos algunas acciones relacionadas con la Institución
Policial:
Uno de los Decretos Legislativos, dice:

Considerando:

Que hasta la presente fecha no ha tenido correcta aplicación, tanto la Ley Orgánica de
la Policía Nacional, como la Ley de Situación Policial y Ascensos, con la consiguiente
irregularidad en la vida de dicho servicio del Estado; y,

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Que es necesario garantizar la carrera profesional de los miembros de la Policía
Nacional, mediante la creación de un Organismo que se encargue de hacer efectivas
las Leyes de la materia,

Decreta:

Art. 1.- Para hacer efectiva la Ley Orgánica de la Policía Nacional, la Ley de Situación
Policial y Ascensos y garantizar la carrera profesional de los miembros de la Policía
Nacional, créase en la Capital de la República el Consejo Superior de la Policía
Nacional, el mismo que estará integrado por los siguientes miembros: Ayudante
General de la Comandancia, quien lo presidirá; el Jefe del Departamento Técnico; el
Jefe del Departamento del Personal; el Director General de Tránsito; el Director de la
Escuela de Policía. El Auditor General, será el Asesor Jurídico del Consejo Superior.
Presentará el informe previo para toda resolución de este Consejo. A falta de los
indicados miembros, serán reemplazados transitoriamente por quienes hagan sus
veces en sus respectivos cargos.
Art. 2.- Las funciones del Consejo Superior son:
 Calificar la antigüedad y mérito de Oficiales y Tropa de la Institución y elaborar
anualmente los respectivos Escalafones; siendo requisito indispensable para el
ascenso la calificación de idóneo en el curso obligatorio para Oficiales previo al
grado inmediato superior;
 Determinar sobre ascensos, transitorias, bajas y reincorporaciones de los
Oficiales y Tropa de Fila;
 Dictaminar sobre llamamientos al servicio, ascensos, transitorias, bajas y
reincorporaciones de oficiales y Tropa de Servicios;
 Determinar sobre reclamaciones que hicieren los miembros d la Institución
respecto a asuntos de su vida profesional;
 Velar por el cumplimiento de las Leyes y Reglamentos Institucionales en cuanto
se refiera a la materia; y,
 Dictaminar sobre la concesión de las condecoraciones institucionales.

Art. 3.- La Función Ejecutiva resolverá previo el dictamen del Consejo Superior de la
Policía Nacional.
Art. 4.- La Función Ejecutiva dictará el Reglamento Interno del Consejo Superior.
Art. 5.- En el Orgánico constará el número y grado de Oficiales que prestarán sus
servicios a disposición de la Comandancia General de la Policía Nacional. El Consejo
Superior vigilará que exista un mayor número de Oficiales en tal situación que el
contemplado en el Orgánico. No podrá permanecer un Oficial a disposición de la
Comandancia General por más de un año. Podrá prorrogarse esta situación por el

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tiempo necesario para que los Oficiales que estuvieren efectuando cursos de
especialización, puedan terminarlos, previo el dictamen del Consejo Superior.
Art. 6.- Quedan derogadas todas las disposiciones que se opongan al presente
Decreto.
Art. 7.- El presente Decreto entrará en vigencia desde la fecha de su promulgación en
el Registro Oficial.

NUEVO CUARTEL DE POLICIA DE RIOBAMBA

El Presidente José María Velasco Ibarra, con fecha 16 de febrero de 1961, dicta el
Decreto Ejecutivo que dispone el traspaso al Ministerio de Gobierno, de la Quinta
ubicada en la calle Primera Constituyente, en la ciudad de Riobamba, de propiedad del
Ministerio de Educación, para en ella construir el Cuartel del Cuerpo de Policía
“Chimborazo” No. 5, de dicha ciudad.
El texto del Decreto es el siguiente:

Considerando:

Que por Decreto Ejecutivo No. 1249, de junio de 1952, se autorizó a los Ministerios de
Gobierno y Policía y al de Educación, para que procedan al cambio de locales ubicados
en la ciudad de Riobamba, provincia del Chimborazo, a fin de que en el local de
propiedad del Ministerio de Educación y destinado al Colegio “Carlos Cisneros”
funcione el Cuartel de Policía “Chimborazo” No. 5 y el Colegio en mención ocupe la
Quinta que siendo de propiedad del Ministerio de Gobierno se halla en la calle Primera
Constituyente;
Que el Cuartel de Policía “Chimborazo” No. 5, afronta serias dificultades, porque el
local que actualmente ocupa no reúne las características específicas para el efecto; y,
Que actualmente la Quinta que fue materia del cambio, según Decreto Ejecutivo
número 1249, de 26 de junio de 1952, y que está ubicada en la calle Primera
Constituyente, de la ciudad de Riobamba, se encuentra abandonada,

Decreta:

Art. 1.- Traspásase al Ministerio de Gobierno y Policía la Quinta que siendo de


propiedad del Ministerio de Educación se encuentra ubicada en la calle Primera
Constituyente, carretera que conduce a Chambo, con una superficie total de 26.976,68
metros cuadrados, para que en ella se construya el edificio desinado al Cuartel de
Policía del Cuerpo “Chimborazo” No. 5.

386
Art. 2.- De la ejecución del presente Decreto, encárguense los señores Ministros
Secretarios de Estado en las Carteras de Gobierno y Policía y de Educación Pública.

VEHICULOS PARA PATRULLAJE POLICIAL EN QUITO CON AUSPICIO DEL


PUNTO CUARTO

Con el auspicio del Punto Cuarto y en el marco de la Alianza para el Progreso, ambos
organismos de los Estados Unidos de América, se incorporaron, el 29 de marzo de
1961, al parque automotor de la Institución, varios vehículos Patrulleros para el Servicio
Policial en Quito. La Comandancia General de la Policía Nacional, por su parte, realizó
la adquisición de repuestos para los Patrulleros y herramientas para implementar un
Taller de mantenimiento en el Regimiento Quito.

Vehículos Willys para Patrullaje Policial

Cabe recordarse, a este respecto, que el Gobierno Nacional solicitó ayuda al Gobierno
de los Estados Unidos para fortalecer la Fuerza Pública y prevenir situaciones
peligrosas. Se convino en que una Comisión de la Institución Policial viaje a tratar con
altas autoridades del Gobierno americano sobre la ayuda requerida.

La Comisión que básicamente se encargó de coordinar la ayuda y priorizar las


necesidades policiales, en esta materia, estuvo integrada por el Comandante General
de la Policía Nacional, Prefecto Comandante Eduardo Serrano Yépez, el Director de
Seguridad, Prefecto Gustavo Isch Chiriboga y, el Subinspector Primero, José Vargas
Vacacela.

387
La ayuda material del Punto Cuarto mejoró la preparación de la Policía Nacional, a
través de Cursos sobre Investigación, entrega de uniformes, equipos, armamento,
donación de miles de obras policiales, vehículos Willys, Radio Patrullas, etc.

El Punto Cuarto

El Presidente Harry Truman, con motivo de su posesión como Presidente de los


Estados Unidos de América, el 12 de marzo de 1947, en el discurso de rigor hizo,
entre otras afirmaciones, la siguiente: “Creo que la política de los Estados Unidos debe
ser apoyar a los pueblos libres que están resistiendo intentos de agresión”.
Esta interesante afirmación vino a constituir una política de Estado que se empezó a
conocerse como la “Doctrina Truman”, que fue la primera expresión importante de la
política norteamericana de contención del comunismo durante la guerra fría.
La Doctrina Truman, fue una medida creada por los Estados Unidos de América, que
pretendía dar apoyo a “pueblos libres que están resistiendo los intentos de subyugación
por minorías armadas o por presiones exteriores”, ya que estos regímenes
representaban una amenaza al capitalismo de los Estados Unidos, siendo estas
directrices de ferviente tendencia anticomunista dado el contexto en el que se hallaba,
hasta el punto de un fanatismo persecutorio de cualquier movimiento en el marco de la
izquierda política.
El Discurso del Presidente Truman, conocido también como de Los Cuatro Puntos, fue
de impacto en un mundo que recién salía de la sombra de la segunda Guerra Mundial,
en la cual la libertad y los Derechos Humanos parecían estar por debajo de la amenaza
en muchos rincones del mundo.
Los Cuatro Puntos de la Doctrina Truman eran:
 Punto Uno: Vamos a seguir dando apoyo inquebrantable a las Naciones Unidas
y Organismos conexos, y vamos a seguir buscando formas de fortalecer su
autoridad y aumentar su eficacia.
 Punto Dos: Vamos a continuar nuestros programas de recuperación económica
mundial.
 Punto Tres: Vamos a reforzar las naciones amantes de la libertad contra los
peligros de agresión.
 Punto Cuarto: Tenemos que iniciar un Programa nuevo y audaz para logar que
los beneficios de nuestros avances científicos y el progreso industrial disponible
para la mejora y el crecimiento de las regiones subdesarrolladas.

388
La Alianza para el Progreso

La Alianza para el Progreso era un Programa de ayuda económica, política y social de


los Estados Unidos, para América Latina, cuya vigencia fue desde 1961 hasta 1970.
Su origen está en la propuesta oficial del Presidente John F. Kennedy, en su Discurso
de 13 de marzo de 1961, ante una recepción ofrecida, en la Casa Blanca, a los
Embajadores Latinoamericanos.
En el Discurso, John Kennedy, dijo:
“Construir un hemisferio en el que todos los hombres puedan tener la esperanza de un
estándar de vida apropiado, en el que todos puedan vivir su vida con dignidad y
libertad”
“A todo lo ancho de América Latina, un Continente rico en recursos y logros espirituales
y culturales de sus pueblos, millones de hombres y de mujeres padecen la diaria
degradación de la pobreza y el hambre”
“Si queremos resolver un problema de dimensiones grandes, nuestro enfoque también
debe ser valiente”
La Alianza para el Progreso fue creada en la Conferencia de Punta del Este realizada
del 5 al 17 de agosto de 1961, con la asistencia de delegados de todos los países
miembros de la Organización de los Estados Americanos (OEA). El objetivo general era
“Mejorar la vida de todos los habitantes del Continente”.
Entre los Objetivos Específicos se encontraban los siguientes:
 Establecimiento de Gobiernos democráticos.
 Eliminación del analfabetismo de adultos.
 Estabilidad de precios, eliminación de la inflación o deflación.
 Equitativa distribución del ingreso, reforma agraria.
 Planificación económica y social.

Para cumplir estos objetivos, los Estados Unidos de América, se comprometían a


cooperar en aspectos técnicos y financieros.
La opinión pública recibió con entusiasmo la Declaración de la Alianza para el
Progreso, pero el Programa fracasó debido a que, tras el asesinato de John Fizgerald
Kennedy, sus sucesores limitaron la ayuda financiera estadounidense en América
Latina, prefiriendo acuerdos bilaterales en los que primaba la cooperación militar.
La Alianza para el Progreso duró 10 años. Se proyectó una inversión de 20.000
millones de dólares. Sus fuentes eran de los Estados Unidos, por medio de sus
Agencias de Ayuda, las Agencias Financieras Multilaterales (BID) y otros, y el sector
privado canalizado a través de la Fundación Panamericana de Desarrollo.

389
La Interpol en el Ecuador

Con el fin de gestionar el ingreso del Ecuador a la Organización Internacional de Policía


Criminal, INTERPOL, vino a Quito, el 21 de octubre de 1961, Jean Nepote, a la sazón,
Secretario General de este Organismo, para entrevistarse con funcionarios del
Gobierno Nacional, en ese entonces bajo la administración del doctor José María
Velasco Ibarra, siendo Ministro de Gobierno Víctor Chiriboga Terán y Comandante
General de la Policía, el Prefecto Jefe, Cristóbal Oswaldo Saá Sevilla.
La visita de Jean Neponte fue positiva y en el año 1962, el Ecuador envío una
Delegación a la Asamblea General de Interpol, a celebrarse en Madrid, España. La
solicitud del país fue aceptada por unanimidad y, siguiendo los procedimientos de rigor,
en el año 1963, se afilió oficialmente a esta importante organización internacional.
La Interpol tiene sus orígenes en el año 1914, en el marco del Primer Congreso
Internacional de Policía Criminal, celebrado en Mónaco. Los Agentes de Policía,
Abogados y Magistrados de 14 países se reunieron para discutir los procedimientos de
detención, técnicas de identificación y los procedimientos de extradición.
La Organización Internacional de Policía Criminal, es la mayor organización
internacional con 190 países miembros, por lo cual es la segunda organización
internacional más grande del mundo, después de las Naciones Unidas.
Creada en el año 1923 bajo el nombre de Comisión Internacional de Policía Criminal,
tomó el nombre común de Interpol a partir de su dirección telegráfica. La sede central
de la Organización está en Lyon, Francia.
La misión de la Interpol es la comunicación policial para un mundo más seguro y, por
ello, apoya y ayuda a todas las organizaciones, autoridades y servicios cuyo objetivo es
prevenir o combatir la delincuencia internacional.
Debido al papel políticamente neutral que debe jugar, la constitución de la Interpol
prohíbe, en su artículo 3, cualquier tipo de relación con crímenes políticos, militares o
raciales. Su trabajo se centra en la seguridad pública, terrorismo, crimen organizado,
tráfico de drogas, tráfico de personas, lavado de dinero, pornografía infantil, crímenes
económicos y corrupción.
La Interpol es una organización autónoma gracias a la recaudación de cuotas de los
países miembros y hace de las inversiones su principal medio de pago. En 1971, las
Naciones Unidas reconocen a la Interpol como una Organización Intergubernamental.
Interpol inauguró la Oficina de enlace con las Naciones Unidas, en Nueva York, y el
Primer Representante Especial fue nombrado en 2004.

390
PRESIDENCIA DE CARLOS JULIO AROSEMENA MONROY

Presidente Arosemena Monroy con el Presidente John F. Kennedy

El doctor Carlos Julio Arosemena Monroy, nació en Guayaquil el 24 de agosto de 1919


y falleció en esta misma ciudad el 5 de marzo de 2004. Sus padres fueron, el también
Presidente de la República, Carlos Julio Arosemena Tola y Laura Monroy Garaicoa.
Contrajo matrimonio con doña Gladys Peet Landín, con quien procreó dos hijos: Carlos
Julio y Sandra Arosemena Peet.
Ingresó a la política en el año 1952, al ser elegido Diputado por la provincia del
Guayas. Ya en el Congreso Nacional fue elegido Presidente de la Cámara de
Diputados. En ese mismo año, el Presidente Velasco Ibarra lo nombró Ministro de
Defensa.
En los años 1958 y 1959 fue elegido nuevamente Diputado. Posteriormente fue
designado Director del partido Velasquista y formó binomio como candidato a
Vicepresidente de la República con el doctor José María Velasco Ibarra, resultando
electos en 1960.
La relación con Velasco Ibarra se fue deteriorando cada vez más hasta que el 7 de
noviembre de 1961, el doctor Velasco Ibarra, rompió la Constitución y se declaró
Dictador. Ese mismo día, junto a doce legisladores fue apresado y encarcelado en el
Penal García Moreno. La reacción popular no se hizo esperar: Velasco fue derrocado y

391
desterrado a la Argentina y el doctor Arosemena Monroy asumió la Presidencia de la
República.
Desgraciadamente, luego de algunos meses de Gobierno, especialmente por la
conducta alegre del Presidente, ocasionaron el desmembramiento de su Gabinete y
seguidamente las Fuerzas Armadas le exigieron el rompimiento de relaciones con
Cuba y los países socialistas. Su popularidad se vio seriamente afectada por su
conducta atípica para un Presidente.

CREASE LA CAJA POLICIAL

En la corta administración del doctor Arosemena Monroy, en lo relacionado con la


Institución policial, se expidieron únicamente dos Decretos, uno de ellos, de 17 de Julio
de 1962, atinente a la Creación de la Caja Policial separándola de la Caja Militar y
asignando fondos para cubrir las pensiones de los miembros de la Policía Civil en
servicio pasivo y, el otro, sobre la fijación de las Primeras Cuantías de la Cesantía de
la Policía.
El Decreto de Creación de la Caja Policial dice:

Considerando:

Que por Decreto Legislativo de 9 de marzo de 1959 se organizó la Caja Militar;


Que de conformidad con el Decreto Supremo 624, promulgado en el Registro Oficial
70, de 24 de agosto de 1944, y el artículo 37 de la Ley Orgánica y de Régimen
Administrativo de la Policía Civil, se manda aplicar la Ley de Pensiones de las Fuerzas
Armadas para la calificación y concesión de pensiones que se otorgaren a miembros
de la Policía Civil Nacional;
Que con tal razón las pensiones concedidas a los miembros de la Policía Civil Nacional
se están imputando a los fondos de la Caja Militar, lo que viene en perjuicio de la
administración, contabilización y los mismos capitales de la Caja Militar; y,
Que dicho procedimiento resulta anti técnico y no se compagina con la independencia
administrativa y económica que debe existir en cada institución estatal,

Decreta:

Derógase el artículo 1 del Decreto Supremo 624 y refórmase el artículo 37 de la Ley


Orgánica y de Régimen Administrativo de la Policía Civil Nacional, separándose los
fondos que la Policía Civil tiene en la Caja militar, llevándose una cuenta especial e

392
independiente denominada “Cuenta de la Caja de Policía Civil Nacional”, con cargo a la
cual se verificará el pago de las pensiones que se concedan a sus miembros.
La Caja Policial se crea con la finalidad de agilitar los trámites administrativos para la
obtención de los beneficios que el IESS concede a los miembros de la Policía Civil,
cuyos dineros administra; esta Sección depende administrativamente del IESS, para lo
cual esta Institución organiza y reglamenta sus funciones; orgánicamente y en el
aspecto disciplinario depende directamente de sus funciones personal policial y
personal civil con nombramiento del IESS.
La Caja Policial guarda independencia en el aspecto económico y tiene a su cargo el
pago de pensiones de retiro, invalidez y montepío, controlando además el pago de
otras pensiones, como mejoras civiles de retiro y montepío.
Respecto a su actual estructura, cuenta con organismos de dirección, ejecución y
asesoramiento; de Dirección, la Jefatura y Ayudantía; de Ejecución, las secciones de
Aportes, Crédito y Prestaciones; de Asesoría Técnica, las secciones Actuarial,
Estadística, Económica, Legal y de Procesamiento de Datos.

PRIMERAS CUANTIAS DE CESANTIA DE LA POLICIA CIVIL

En la Presidencia del doctor Carlos Julio Arosemena Monroy, mediante Decreto


Ejecutivo de primero de noviembre de 1962, se fijan las Primeras Cuantías de Cesantía
tanto para los Oficiales cuanto para la Tropa de la Policía Civil Nacional, que
correspondían a los años 1961 y 1962. El Texto del Decreto, dice:

Considerando:

Que el señor Comandante General y Presidente de la Junta Calificadora de Cesantía


de la Policía Civil Nacional, en oficio número 63-CPN, de fecha 31 de octubre del año
en curso, me da a conocer que en la sesión de dicha Junta, celebrada el 30 de octubre
de 1962, previa presentación de los cálculos actuariales, ha fijado los valores de las
prestaciones de Cesantía que deben pagarse a los Oficiales y Tropa de la Policía Civil
Nacional que han cumplido con los requisitos de la Ley y Reglamento de la Cooperativa
de Cesantía; y,
De acuerdo con la facultad por los artículos 7, de la Ley de Cesantía, y 21 del
respectivo Reglamento,

Decreta:

Art. 1.- Los valores de las prestaciones de Cesantía que la Cooperativa de Cesantía de
la Policía Civil Nacional debe pagar a los Oficiales y Tropa, son los siguientes:

393
 Para 1961 - Oficiales: Sesenta mil sucres
Tropa: Veinte mil sucres

 Para 1962 - Oficiales: Sesenta y cinco mil sucres

Tropa: Veinte y un mil setecientos sucres.

Art. 2.- Cuando se haga efectivo el Aporte Patronal que debe satisfacer el Estado,
según lo dispuesto por el artículo 3, letra d), de la Ley de la Cooperativa de Cesantía,
promulgada en el Registro Oficial número 91, de 20 de diciembre de 1960, la
Cooperativa pagará a los beneficiarios las diferencias existentes a su favor con dichos
cálculos actuariales.
Art. 3.- De la ejecución del presente Decreto, encárguese el señor Ministro Secretario
de Estado en la Cartera de Gobierno y Policía.

JUNTA MILITAR DE GOBIERNO

Miembros de la Junta Militar de Gobierno

La Junta Militar que gobernó el Ecuador, desde el 11 de julio de 1963 hasta el 29 de


marzo de 1966, estuvo integrada por el Contralmirante Ramón Castro Jijón, quien la
presidió, General Marcos Gándara Enríquez, General Luis Cabrera Sevilla y Coronel
Guillermo Freile Posso.

394
Contralmirante Ramón Castro Jijón

Ramón Castro Jijón nació en la provincia de Esmeraldas el 11 de julio de 1915 en la


Hacienda Vuelta Larga. Sus padres fueron don Luis Castro Lemus y doña Mercedes
Jijón Bonne. Contrajo matrimonio con la señora Piedad Gabela Reyes y con ella
procreó seis hijos.
Los estudios primarios los realizó en Esmeraldas. Los secundarios en el Colegio Mejía,
en Quito. En principio inició estudios superiores en la Facultad de Ingeniería de la
Universidad Central del Ecuador, pero un año después cambió su decisión y optó por
seguir la carrera militar.
Ingresó a la Escuela Naval y poco tiempo después obtuvo una beca para estudiar en la
Escuela Naval “Arturo Prat”, en Valparaíso, en Chile. Culminó los estudios militares en
el año 1940 y regresó a Ecuador, ocupando diferentes dignidades militares.
En el Gobierno del doctor Carlos Julio Arosemena Monroy es nombrado Comandante
General de la Marina y permaneció en ese cargo hasta el 11 de julio de 1963, en que
pasa a formar parte de la Junta Militar que derrocó del poder al doctor Arosemena
Monroy.
Castro Jijón presidió la Junta Militar por ser el Oficial de mayor antigüedad. El
Contralmirante Ramón Castro Jijón, falleció en Quito, el primero de noviembre de 1984,
a la edad de 68 años.
Administración de la Junta Militar
La Junta Militar derrocó al Presidente Carlos Julio Arosemena Monroy, debido, entre
otros aspectos, por su política pro castrista. La Junta Militar recibió el apoyo de la
población por las reformas que hizo del Estado, en especial la atinente con la Reforma
Agraria que abolió el huasipungo que constituía una forma precaria de explotación en
contra del indígena ecuatoriano. Sin embargo, hay que decir que fue un Gobierno de
corte autoritario y represor.
En el Gobierno de la Junta Militar, se expidieron los siguientes Decretos relacionados
con la Policía:

CREASE SUBSIDIO MATRIMONIAL PARA LA TROPA POLICIAL

El 3 de octubre de 1963, la Junta Militar, expide el Decreto Ejecutivo para beneficiar


con el Subsidio Matrimonial tanto al personal de Tropa de las Fuerzas Armadas cuanto
al de la Policía Civil Nacional. El Decreto dice:

Considerando:

395
Que es obligación de los Poderes Públicos velar por el bienestar familiar de los
servidores del Estado:
Que sin embargo de las circunstancias económicas por las que atraviesa
especialmente el personal de Tropa de las Fuerzas Armadas, Ejército, Marina y
Aviación, y de la Policía Civil Nacional, sus sueldos no se han modificado desde hace
muchos años, mientras el costo de la vida ha subido notablemente;
Que los Gobiernos no se han preocupado de igualarles con los sueldos de los demás
servidores públicos; y,
Que los aumentos deben ser a base de la función social familiar,

Decreta:

Art. 1.- Créase desde el primero de octubre corriente, el Subsidio por Matrimonio,
equivalente al 10% del sueldo básico, que será abonado a todo el Personal casado de
Tropa, de Ejército, Marina y Aviación y Policía Civil Nacional.
Art. 2.- El pago de este Subsidio se hará aplicando a la Partida “Reintegros del Ejército,
Marina y Aviación y de la Policía Civil Nacional”, hasta el 31 de diciembre de este año y
en lo posterior, a la Partida Especial, que para el efecto se hará constar en el
Presupuesto del Estado.
Art. 3.- Para este Subsidio, el Personal de Tropa presentará en los Departamentos
Jurídicos de los respectivos Ministerios de Gobierno y de Defensa Nacional, una
solicitud en papel simple, acompañada de la partida de matrimonio, y la Auditoría de
Guerra y Auditoría de la Policía Civil Nacional, en su caso, vista dicha Partida emitirá su
resolución y ordenará el pago.
Art. 4.- Incorpórase a los Reglamentos de Bonificaciones de las Fuerzas Armadas y
Policía Civil Nacional, el presente Decreto que rige desde esta fecha.
Encárgase de su ejecución a los señores Ministros en las Carteras de Gobierno,
Defensa Nacional y Tesoro.

PRIMERA LEY DE TRANSITO

La Junta Militar de Gobierno, el 18 de octubre de 1963, dictó la Primera Ley de Tránsito


con el objeto de organizar y controlar el tránsito terrestre en el país y, además, tratar de
prevenir accidentes e infracciones de tránsito y su juzgamiento.
Cabe resaltar que esta Ley crea la Junta General de Tránsito y las Comisiones
Provinciales, cuyas denominaciones, a la fecha, correspondían al Consejo Nacional de
Tránsito y a los Consejo Provinciales de Tránsito.

396
Según esta Ley, la Junta General de Tránsito, estaba constituida por los siguientes
miembros:
 Ministro de Gobierno y Policía o su Delegado, quien la presidirá;
 El Director General de Tránsito;
 Un Representante de las Fuerzas Amadas Nacionales y un Representante del
Ministerio de Obras Públicas, que serán nombrados por el respectivo Ministro;
 El Asesor Jurídico del Ministerio de Gobierno;
 Un Representante de la Federación Nacional de Choferes del Ecuador;
 Un Representante de ANETA;
 Un Representante de los Choferes no profesionales legalmente autorizados; y,
 Un Representante de los Transportes Terrestres.

POLICIAS DE BARRIO AD-HONOREM

Previa autorización del Ministerio de Gobierno y Policía, la Comandancia General de la


Institución Policial, con fecha 12 de febrero de 1964, organiza en todo el país la Policía
de Barrio, integrada por vecinos de buena voluntad.

Por lo tanto, el Comando General dispone:


Primero.- Los Comandos Provinciales organizarán en las Capitales de provincia, con
proyecciones futuras a los Cantones, Parroquias, Recintos o Anejos, núcleos de
Policías Ad.honorem, que coadyuven en la vigilancia y protección del Barrio o sector
determinado.
Segundo.- Se interesará a personas, vecinas del lugar, que sean calificadas y
merezcan crédito y aceptación dentro del conglomerado barrial, designando Líder o
Jefe de Núcleo a la persona de mayor capacidad y solvencia.
Tercero.- Se tomará en cuenta a los Clubes Culturales, Sociales, Deportivos, Comités
de Barrio, etc., a fin de que contribuyan para estas organizaciones.
Cuarto.- Con la estructuración de estos Núcleos de Barrio, a más de las finalidades
enunciadas anteriormente, la Policía aspira a responder al concepto moderno de
incrementar las relaciones públicas.
Quinto.- Se designará un señor Oficial responsable de la organización, instrucción,
distribución de turnos y control de estos Núcleos, bajo las directivas del Comando
Provincial.
Sexto.- Este Comando procurará las tarjetas pertinentes a fin de establecer los ficheros
kárdex en los respectivos Comandos Provinciales con sus duplicados en el
Departamento de Personal de la Comandancia General.

397
Séptimo.- Igualmente, proporcionará los Carnets que los identifique como miembros de
esta Policía Ad-honorem, y permita lograr el respaldo necesario por parte de nuestro
personal para la satisfacción del cometido exclusivamente policial; Carnets que serán
otorgados luego de tres meses de prueba.
Octavo.- Por lo pronto, como distintivo, se usará un brazalete con la inscripción “Policía
de Barrio”, con el número correspondiente al Núcleo al que pertenece.
Noveno.- Posteriormente procuraremos proyectores de cine y películas, ya de orden
cultural – profesional, como de aspecto cultural general y festivo que permita cimentar
las relaciones públicas a las que nos referimos, respondiendo así al axioma de: “Policía
es vida de relación”.

Décimo.- A partir de la fecha, se concede el plazo máximo de treinta días para que los
Comandos Provinciales envíen a la Comandancia General los Informes, nóminas y más
detalles que digan del cumplimiento de estas Disposiciones y de que tales Organismos
son ya operantes.

Esta acción fue positiva y demostró que la Policía Nacional tomó la iniciativa de lograr
la participación ciudadana como un deber de todos para precautelar el Orden y la
tranquilidad.

CAMBIO DE DENOMINACION DE LA POLICIA

Con motivo de la expedición de la Ley Orgánica de la Policía Nacional que sustituye a


la anterior Ley Orgánica y de Régimen Administrativo de la Policía Civil Nacional,
desde el 9 de noviembre de 1964, en la administración de la Junta Militar, se cambia el
nombre de Policía Civil Nacional a Policía Nacional.

LEY ORGANICA DE LA POLICIA NACIONAL

La nueva Ley Orgánica de la Policía Nacional, aprobada el 9 de noviembre de 1964, a


través de Decreto Supremo por la Junta Militar, presidida por el Contralmirante Ramón
Castro Jijón, siendo Ministro de Gobierno, Agustín Mora Bowen y Comandante General
de la Policía Nacional, el Prefecto Jefe Wilfrido Oswaldo Lugo Quijano, tiene como
finalidad organizarla y determinar sus funciones, así como los deberes y atribuciones
asignados a las dependencias y repartos en todo el país.

En lo fundamental esta nueva Ley Orgánica suprime la denominación de Policía Civil


Nacional y la sustituye con el nombre de Policía Nacional. Según esta Ley la Policía
Nacional es una Institución de servicio público del Estado, organizada en base a un
sistema semi – militar, centralizado y unitario para el mantenimiento del Orden y la
Seguridad sociales en la República.

398
Para el cumplimiento de su misión, la institución se conformaba con los siguientes
servicios: Vigilancia Urbana y Cárceles, Vigilancia Rural, Tránsito, Investigación
Criminal y los demás que se crearen de acuerdo a las necesidades.

En relación con el personal, éste se clasificaba en Oficiales, Aspirantes a Oficiales,


Tropa y Empleados Civiles, todos ellos sujetos al sistema disciplinario militar, de
conformidad con lo estipulado por la Constitución y las Leyes pertinentes.

En cuanto al Mando se determinaba que en tiempos de paz lo tenía el Ministerio de


Gobierno y en caso de emergencia pasaría al Estado Mayor General de las Fuerzas
Armadas en su condición de fuerza armada militar, sujetándose el personal policial, en
este caso, a la planificación vigente en las Fuerzas Armadas.

La preparación y perfeccionamiento profesional de los miembros de la Institución debía


realizarse en la Escuela Superior, en la Escuela de Perfeccionamiento y
Especialización de Oficiales, en la Escuela de Formación para Oficiales, en la Escuela
de Perfeccionamiento y Especialización para Tropa y en las Escuelas de Formación de
Tropa.

En las Disposiciones Generales, respecto del personal de la institución policial se


ratificó su carácter profesional y la posibilidad de su remoción únicamente con apego a
la Ley de Personal o por sentencia judicial. Además, los miembros de la Policía
Nacional cuando incurran en infracciones, en el cumplimiento de sus funciones
específicas, debían ser juzgados con las Leyes Penales de la Policía Nacional; y,
cuando cometa infracciones en el cumplimiento de labores como fuerza armada auxiliar
debía ser juzgado de acuerdo con las Leyes Penales Militares.

PRESIDENCIA DE CLEMENTE YEROVI

Presidente Clemente Yerovi Indaburu

399
El Presidente Interino de la República, Clemente Yerovi Indaburu, nació el 10 de agosto
de 1904 en Barcelona – España, cuando sus padres residían transitoriamente en esta
ciudad, murió en Guayaquil el 19 de julio de 1981. Sus padres fueron Clemente Yerovi
Matheus y María Indaburu Seminario, se casó con Victoria Gómez Icaza, con quien
tuvo cuatro hijos.

En su vida pública fue Ministro de Economía entre 1948 y 1950 durante el Gobierno de
Galo Plaza Lasso; Senador de la República entre 1951 y 1955; Senador Funcional por
la Agricultura de la Costa; y, Presidente de la Junta Monetaria

Al concluir su administración como Presidente Constitucional Interino del Ecuador, el


Congreso Nacional, aprobó una declaración que decía: El señor Clemente Yerovi
Indaburu, que hasta hoy ha ejercido la Presidencia Interina, ha cumplido con rectitud y
decisión la función fundamental de llevar la República al restablecimiento del Orden
jurídico, mediante la reunión de la Asamblea Constituyente, y por ello es acreedor al
reconocimiento nacional”.

NUEVA LEY DE TRANSITO Y TRANSPORTE TERRESTRE

En la administración de Clemente Yerovi Indaburu se expidió la nueva Ley de Tránsito


y Transporte Terrestre, que establecía como organismos el Consejo Nacional, la
Dirección General de Tránsito, las Comisiones Provinciales, las Jefaturas Provinciales y
los Juzgados Provinciales de Tránsito.

Según esta Ley, la Dirección General de Tránsito y Transporte Terrestre, es el


Organismo Técnico con jurisdicción nacional y sus deberes y atribuciones, a más de
aquellas establecidas en la Ley Orgánica de la Policía Nacional, son las siguientes:

 Planificar la actividad del Tránsito y Transporte en escala nacional, y ponerla en


ejecución previa la aprobación del Consejo Nacional de Tránsito y Transporte
Terrestre;
 Organizar y reglamentar sus respectivos Departamentos para el cumplimento de
sus funciones;
 Extender los documentos habilitantes para conducción y circulación de
vehículos, creados o que creare el Consejo Nacional de Tránsito, previa la
presentación de los certificados de capacitación conferidos por los Organismos
correspondientes;
 Cumplir y hacer cumplir esta Ley y sus Reglamentos; y,
 Las demás atribuciones y deberes que por las Leyes y reglamentos le
corresponden.

Las Jefaturas Provinciales de Tránsito tienen los mismos deberes y atribuciones que la
Dirección General, dentro de sus límites jurisdiccionales. La Policía Nacional deberá
ejecutar las resoluciones del Consejo Nacional y de las Comisiones Provinciales de
Tránsito.

400
LEY DE PERSONAL DE LA POLICIA NACIONAL

Mediante Decreto Ejecutivo, de 28 de octubre de 1966, Clemente Yerovi Indaburu,


Presidente Interino del País, expide la Ley de Personal de la Policía Nacional del
Ecuador. Esta Ley derogó la Ley anterior sobre Situación Policial y Ascensos de la
Policía Civil Nacional.

El espíritu de la Ley de Personal tiene como finalidad regular la profesión policial de los
miembros de la institución, garantizando su estabilidad y propendiendo a su
perfeccionamiento y superación.

Los Miembros de la Institución Policial se clasifican en:

Oficiales Generales: Prefecto Comandante

Prefecto Jefe

Oficiales Superiores: Prefecto

Subprefecto

Oficiales Subalternos: Inspector

Subinspector Primero

Subinspector Segundo

Aspirantes a Oficiales: Cadetes

Tropa: Suboficial Primero

Suboficial Segundo

Sargento Primero

Sargento Segundo

Cabo Primero

Cabo Segundo

Policía

Respecto a los empleados civiles, estos dependen, para efectos del mando y
administración, del Comandante o Jefe del Reparto o Servicio en el que presten sus
servicios; disciplinaria y judicialmente están sujetos al Régimen Policial.

401
PRESIDENCIA DE OTTO AROSEMENA GOMEZ

Presidente Otto Arosemena Gómez

Otto Arosemena Gómez, fue Presidente Interino de la República desde el 16 de


noviembre de 1966 hasta el primero de septiembre de 1968.Nació en Guayaquil el 19
de julio de 1925, sus padres fueron Luis Alberto Arosemena Tola y doña Mercedes
Gómez Santistevan.

Su carrera política se inicia al ser elegido Diputado por la provincia del Guayas al
Congreso Nacional. Fue elegido Presidente de la Cámara de Diputados. En 1960,
Senador por el Comercio del Litoral y Vocal de la Junta Monetaria en representación
del Congreso. En 1961, Presidente de la Junta Monetaria y Vicepresidente de la
Cámara del Senado.

En 1962, fue elegido Diputado a la Asamblea Constituyente convocada por el


Presidente Interino Clemente Yerovi Indaburu, la misma que el 16 de noviembre de
1966, lo eligió Presidente Interino de la República. En su administración se ejecutó el
Plan Una Escuela Diaria, a través del DECE, Departamento Ecuatoriano de
Construcciones Escolares. Terminó su mandato el 31 de agosto de 1968. Falleció en
Salinas, provincia del Guayas, el 20 de abril de 1984.

LA ESCUELA DE ESTADO MAYOR

En el Gobierno Interino de Otto Arosemena Gómez, se expidieron dos Decretos


relacionados con la Policía Nacional, que los vamos a citar a continuación:

En el año 1968, en la administración del doctor Otto Arosemena Gómez, el Consejo

402
Técnico de la Institución policial, solicitó al Comandante General de la Policía, Prefecto
Comandante, Manuel Tamayo Salgado, disponga la organización de Cursos de
Promoción, amparados en lo dispuesto en la Ley de Personal y, además, como un
requisito indispensable para el ascenso.

El Comandante General atendió favorablemente la solicitud, y dispuso la realización de


Cursos de Escuela Superior; el primero de ellos, se inauguró el 29 de enero de 1968.
Cabe señalar que estos Cursos dieron origen a la creación de la Escuela de Estado
Mayor de la Policía Nacional, con el nombre de Escuela Superior.

DIA CLASICO DE LA POLICIA NACIONAL

El Presidente Otto Arosemena Gómez, expidió el Decreto Ejecutivo, de 29 de febrero


de 1968, a través del cual dispone que la Policía Nacional celebre su Día Clásico el dos
de marzo de cada año, derogando el Decreto de febrero de 1945, por el cual se había
instituido el Día de la Guardia Civil, el 6 de junio de cada año.

El Decreto Ejecutivo, señala:

Considerando:

Que mediante Decreto Ejecutivo número 299, de 27 de febrero de 1945, publicado en


el Registro Oficial No. 281, de 11 de mayo del mismo año, se instituyó el 6 de junio de
cada año como Día de la Guardia Civil.

Que el día 2 de marzo de 1938, mediante Decreto Supremo No. 64, expedido por señor
General Alberto Enríquez Gallo, y publicado en el Registro Oficial No. 106, de 4 de
marzo del mismo año, se creó la Escuela para Oficiales, iniciándose en esta forma la
era del profesionalismo en la Institución Policial;

Que es deber de los Poderes Públicos perpetuar las fechas memorables que, como
ésta, constituyen para la Policía Civil Nacional del Ecuador un factor determinante de
superación técnica de sus miembros, en positivo beneficio de la colectividad; y,

En uso de sus atribuciones de que se halla investido,

Decreta:

Art. 1.- La Policía Civil Nacional del Ecuador, a partir de la vigencia del presente
Decreto, conmemorará su Día Cásico el Dos de Marzo de cada año.

Art. 2.- Derógase, en consecuencia, el Decreto Ejecutivo No. 299, de 27 de febrero de


1945, publicado en el Registro Oficial No. 281, de 11 de mayo del mismo año.

Art. 3.- De la ejecución del presente Decreto, encárguese el señor Ministro Secretario

403
de Estado en la Cartera de Gobierno y Policía.

DECIMO CUARTO SUELDO PARA LA POLICIA NACIONAL

El Presidente Velasco Ibarra, en consideración a que el elevado costo de la vida, por


un lado y, por otro, que los actuales sueldos y salarios de los trabajadores y empleados
ecuatorianos resultan insuficientes para la satisfacción de las necesidades básicas,
expide, el 8 de octubre de 1968, la Ley a través de la cual establece el décimo cuarto
sueldo para todos los trabajadores y servidores públicos del Estado, en los que se
incluye a la Policía Nacional.

Para materializar esta Ley, en lo que se refiere a la Institución policial, el Comandante


General, en ese entonces, Prefecto Comandante Manuel Tamayo Salgado, dio las
instrucciones del caso para el pago de esta bonificación a nivel nacional.

JUNTA CALIFICADORA DE SERVICIOS

En la administración del doctor Velasco Ibarra, el 8 de noviembre de 1968, el


Comandante General de la Policía Nacional, Prefecto Comandante, Galo René Flor
Pinto, con respecto a la calificación de expedientes, por parte de la Junta Calificadora
de Servicios de la Institución, emite las siguientes disposiciones:

Con el objeto de dar término a la explotación que muchos intermediarios han estado
ejerciendo con los miembros de la Institución que inician el trámite para acogerse al
Retiro, este Comando General dispone que, a partir de la presente fecha la Junta
Calificadora de Servicios conozca y resuelva los expedientes en estricto orden de
puntaje, hasta cuando dicha Junta elabore el Reglamento respectivo de acuerdo con la
Ley de la materia.

Para la determinación del puntaje se tomará en cuenta:

 Un punto por cada año de servicio activo y efectivo, sin abonos;


 Un punto por cada año de abono en casos de invalidez parcial; y,
 Un punto por cada año de edad.

Los miembros de la Institución que obtuvieren invalidez total y definitiva tendrán


derecho a que se califique sus expedientes de inmediato, en el primer turno, sin
considerar el puntaje.

El día primero de cada mes, la Comandancia General publicará como anexo a la Orden
General, la lista de los miembros de la institución cuyos expedientes deben ser
calificados, en razón de tener los mayores puntajes.

Se autoriza a todos los miembros de la Policía Nacional, para que denuncien ante este

404
Comando General todo intento de cobro de dinero, bajo cualquier pretexto, pues todas
las diligencias y trámites que se efectúen en cualquier dependencia de esta
Comandancia son absolutamente gratuitos.

REGLAMENTO PARA ESTUDIOS PARTICULARES DEL PERSONAL POLICIAL

En la Presidencia del doctor Velasco Ibarra, siendo Comandante General de la Policía


Civil Nacional el Prefecto Comandante, Galo René Flor Pinto, mediante Resolución, de
11 de noviembre de 1968, se aprueba el siguiente Reglamento para Estudios
Particulares de los Miembros de la Policía Civil Nacional:

Art. 1.- La Comandancia General de la Policía Civil Nacional, reconoce el derecho a


todos los miembros de la Institución para realizar estudios secundarios, especiales o
superiores, en Colegios, Institutos, Universidades, etc., en el territorio de la República,
siempre que dichos estudios versen sobre materias relacionadas con la profesión
policial o que sean necesarios para la mayor eficiencia del servicio policial.

Art. 2.- Todos los miembros de la Institución que deseen estudiar en las condiciones
establecidas en el artículo anterior, deben presentar una solicitud escrita, por Órgano
Regular, al Consejo Superior, especificando la clase de estudios que pretenden seguir.
El Consejo Superior determinará si los estudios a realizarse son relacionados con la
profesión policial, en cuyo caso concederá la autorización solicitada.

Art. 3.- Una vez concedida la autorización, se procederá a realizar un Contrato entre la
Comandancia General y la persona que desea estudiar, Contrato en el cual constarán
como cláusulas lo señalado en los artículos siguientes.

Art. 4.- En virtud del Contrato mencionado, la Comandancia General adquiere la


obligación de mantener al Oficial o miembro de Tropa en la plaza donde realizará sus
estudios, por el tiempo que duren éstos, o a no darle el pase sino a otra plaza donde
pueda continuarlos, salvo los meses de vacaciones finales de cada Curso.

Art. 5.- Los Comandantes de los Repartos a los que pertenezcan los miembros
estudiantes, concederán las facilidades necesarias a efecto de que ellos asistan a las
clases y más actividades estudiantiles, previa presentación de los horarios respectivos
debidamente certificados.

Art. 6.- Los estudiantes adquieren la obligación de reponer las horas utilizadas en sus
actividades estudiantiles, ora dando clase al personal en calidad de instructores o
profesores, ora cumpliendo comisiones especiales que se relacionen con los estudios
que están realizando.

Art. 7.- Asimismo, los estudiantes adquieren la obligación de servir en la Policía

405
Nacional, después de terminados sus estudios, por un tiempo igual al empleado en
ellos, o a devolver los sueldos que hubieren recibido durante este tiempo, o por el
tiempo que falta para el cumplimiento de este plazo.

Art. 8.- Los estudiantes no adquieren privilegio ni ventaja alguna por su calidad de
tales, ni después de terminados los estudios, respecto a los demás miembros de la
Institución. En consecuencia, seguirán sujetos a las Leyes y Reglamentos de la misma,
en iguales condiciones que los demás.

Art. 9.- La obligación de la Comandancia General establecida en el artículo 4, se


entiende supeditada por el Orgánico respectivo. En caso de competencia de
estudiantes para permanecer en una misma plaza, se dará preferencia al que tenga las
mejores notas.

Art. 10.- Asimismo, tanto la obligación de la Comandancia General, establecida en el


artículo 4, como las de los Comandantes de Repartos, establecida en el artículo 5, no
tienen validez en caso de declararse el estado de emergencia en la plaza, en la zona o
en todo el territorio nacional.

Art. 11.- Todo problema que surja respecto de la materia de este Reglamento será
resuelta en primera instancia por el Comandante General y en segunda y última, por
el Consejo Superior.

Disposición Transitoria:

Lo dispuesto en el presente Reglamento es válido para todos los miembros de la


Institución que al momento se encuentren estudiando. En consecuencia, deben
proceder a hacer sus solicitudes y a celebrar los Contratos respectivos en el plazo de
15 días contados desde la fecha de la publicación en la Orden General.

Esta Resolución aprobada por la Comandancia General de la Policía Nacional, es muy


positiva por cuanto la ciudadanía ha venido exigiendo siempre que la autoridad policial
tenga el mayor nivel académico y de preparación y, por otro lado, incentiva a Oficiales y
miembros de Tropa a la superación educativa, cultural y personal.

JUSTO RECLAMO POLICIAL

En la Presidencia del doctor Velasco Ibarra, en el año 1969, el Congreso Nacional


aprobó la disminución, en el Presupuesto de la Policía Nacional, la cantidad de 420 mil
sucres, recortándose la Partida destinada al pago del Subsidio Familiar del personal de
Tropa.

Ante esta circunstancia, el 4 de enero de 1969, aproximadamente 1200 elementos


policiales subalternos del Regimiento Quito decidieron declararse en Paro en contra de

406
la medida adoptada por el Congreso de la República, negándose a salir del Regimiento
a cumplir sus labores habituales.

Ante la gravedad de la situación policial, el propio Presidente de la República, doctor


José María Velasco Ibarra, intervino para buscar solución y que el personal policial
retorne a sus actividades normales.

Entre los planteamientos formulados por el personal en Paro, estaban los siguientes:

 Elevación del sueldo básico de 144 a 1000 sucres mensuales;


 Reintegro de los valores recortados en el Presupuesto; y,
 Incremento del Subsidio y mejora del Rancho.

El Presidente ofreció atender los pedidos y se retiró del local y los miembros policiales
retornaron a sus actividades normales.

NUEVAS CONDECORACIONES PARA LA POLICIA NACIONAL

El doctor Velasco Ibarra, Presidente de la República, el 31 de julio de 1969, siendo


Comandante General de la Policía, el Prefecto Comandante, Washington Gerardo
Martínez Torres, expidió el Decreto Ejecutivo creando Nuevas Condecoraciones para la
Policía Nacional a conferirse a los miembros en servicio activo de la Institución. El
Decreto mencionado dice:

Considerando:

Que el artículo 100 de la Ley de Personal de la Policía Nacional establece que todos
los miembros de la Institución tienen derecho a obtener las Condecoraciones que
señalaren los respectivos Reglamentos;

Que los miembros de la Policía Nacional, al cumplir sus funciones específicas,


garantizan el bienestar social y que es deber del Estado reconocer sus méritos y
sacrificios;

Que es conveniente estimular y fomentar el espíritu de superación y cumplimiento del


deber de los Policías del Ecuador; y,

En uso de las facultades legales de que se halla investido,

Decreta:

Art. 1.- Créanse las Condecoraciones de la “Gran Cruz del Orden y Seguridad
Nacional]”; “Al Mérito Profesional”; “Al Valor”; y. “”Policía Nacional”, que serán
conferidas a los miembros en servicio activo de la Policía Civil Nacional.

407
Art. 2.- La Condecoración de la “Gran Cruz del Orden y Seguridad Nacional”, será
conferida a los altos Funcionarios del Estado, que hayan prestado relevantes servicios
a la Institución Policial.

Art. 3.- La Condecoración al “Mérito Profesional”, se la clasifica en las siguientes


categorías, en orden jerárquico ascendente: Caballero, Oficial y Gran Oficial.

Art. 4.- La Condecoración “Policía Nacional”, será de Primera, Segunda y Tercera


Categoría, según el tiempo de servicio acreditado en la Institución Policial y de acuerdo
a la correspondiente reglamentación.

Art. 5.- El Ministro de Gobierno y Policía preparará el Reglamento para la aplicación de


este Decreto que regirá a partir de la presente fecha.

Art. 6.- Derógase el Decreto Ejecutivo No. 813, de 20 de mayo de 1958.

Art. 7.- De la ejecución del presente Decreto, que entrará en vigencia desde la fecha de
su publicación en el Registro Oficial, encárguese el señor Ministro Secretario de Estado
en la Cartera de Gobierno y Policía.

ESCUELA DE FORMACION DE TROPA DE PUSUQUI

El doctor José María Velasco Ibarra, Presidente de la República, mediante Decreto


Ejecutivo, de 11 de mayo de 1970, siendo Ministro de Gobierno el Licenciado Galo
Martínez Merchán y Comandante General de la Policía, el Prefecto Comandante,
Washington Gerardo Martínez Torres, destina “al servicio, uso, goce y utilización del
Ministerio de Gobierno, en los fines que estime conveniente por parte de la Policía
Nacional”, el inmueble ocupado anteriormente por el Campamento Militar de
Paracaidistas en la zona de Pusuquí, parroquia Pomasqui, cantón Quito, de propiedad
del Ministerio de Defensa.

Ante esta circunstancia, la superioridad policial, luego de tomar posesión del inmueble,
lo asigna para el establecimiento de la Escuela de Formación de Tropa de la Policía
Nacional, la misma que inició sus labores en el mes de marzo del mismo año, con 80
alumnos y bajo el mando del Subprefecto Tarquino Núñez de la Torre, que a la sazón
fue su Primer Director.

Con el transcurrir del tiempo, y en virtud del incremento de personal y la necesidad de


impartir varios Cursos de Profesionalización, Especialización y Perfeccionamiento, la
Escuela va transformándose lentamente con la construcción de diferentes obras, tales
como: dormitorios, aulas, piscina, coliseo cerrado, polígono de tiro, canchas deportivas,
etc., además, la implementación de servicios y equipos apropiados para su
funcionamiento.

408
En febrero de 1978, a la Escuela de Formación para Tropa, se le asignó el nombre del
“Sargento Primero de Policía José Emilio Castillo Solís”, en reconocimiento a su acción
policial y haber ofrendado su vida en el cumplimiento del deber.

A manera de anécdota se recuerda que al Comandante General de la Policía Nacional,


General Washington Martínez Torres, el en ese entones Ministro de Gobierno, Jaime
Nebot Velasco, le había entregado la chequera de Gastos Reservados de esa Cartera
de Estado y, el General Martínez la utilizó para adquirir una Hacienda para la Unidad
de Equitación y Remonta y los terrenos para la construcción de instalaciones policiales
en Pusuquí.

ADQUISICION HACIENDA PARA LA REMONTA POLICIAL

El Poder Ejecutivo, ante la necesidad de la Policía Nacional de contar con terrenos


apropiados para el funcionamiento de la Escuela de Caballería y la Remonta para la
cría y mantenimiento de ganado caballar, mediante Decreto autorizó a los Ministros de
Gobierno y de Finanzas, el 16 de julio de 1970, para que a nombre del Gobierno
Nacional se suscriban las escrituras públicas para la compra de la Hacienda “San
Vicente”, ubicada en el kilómetro 25 de la carretera Panamericana Sur, en la parroquia
Tambillo, cantón Mejía.

Niños Especiales en la Unidad de Equitación y Remonta

La Hacienda cuya extensión total es de 60 hectáreas, de propiedad del señor Lewis


Sidney y su esposa doña Beatriz Velalcázar, fue vendida al Gobierno en la suma de
dos millones quinientos mil sucres.

409
CUARTEL PARA LA POLICIA DE GUARANDA

En la administración del doctor Velasco Ibarra, el 23 de marzo de 1971, se autorizó al


Ministro de Gobierno, doctor Galo Martínez Merchán, para que por sí o por delegación
al Jefe Provincial de la Policía de Bolívar, intervenga a nombre del Gobierno Nacional
para la celebración de la escritura de compra del inmueble de propiedad de Monseñor
Cándido Rada Senosian, Obispo de la Provincia de Bolívar, de una extensión de 14 mil
metros cuadrados, para dedicarlos a la construcción del Cuartel de la Policía Nacional
en la ciudad de Guaranda. La adquisición del terreno se pactó en 100 mil sucres.

Monseñor Cándido Rada Senosian suscribió la


compra venta del inmueble para la construcción
del Cuartel de Policía en Guaranda

MUERTE DE JOSE MARIA VELASCO IBARRA

Su esposa Corina Parral de Velasco Ibarra falleció en Buenos Aires, al caer de un bus
público, ya que no tenían vehículo, ni ningún otro bien material. Este hecho adelantó la
muerte de Velasco Ibarra, quien con su avanzada edad no soportó la pérdida de su
esposa. Después retornó al Ecuador, al llegar dijo: "Vengo a meditar y a morir". Pocos
días después, el 30 de marzo de 1979, falleció en Quito, a los 86 años de edad.

410
Sepelio del doctor José María Velasco Ibarra en el Cementerio de San Diego

GOBIERNO DEL GENERAL GUILLERMO RODRIGUEZ LARA

411
El General Guillermo Rodríguez Lara, nació en Pujilí, provincia de Cotopaxi, el 4 de
noviembre de 1924. Contrajo matrimonio con doña Aída Judith León, con quien procreó
5 hijos: Nancy, Guillermo, Geoconda, Myriam y Antonio.

Militar y gobernante ecuatoriano. Nombrado Jefe de la Junta Militar en el golpe de


Estado del 15 de febrero de 1972, se declaró Dictador, y protagonizó la más larga
dictadura de la historia del país.

Tras el intento de golpe militar de marzo de 1971, Rodríguez Lara fue nombrado
Comandante General del Ejército por Velasco Ibarra, quien a la sazón cumplía su
quinto mandato presidencial. Finalmente, cuando las Fuerzas Armadas derrocaron a
Velasco Ibarra, en febrero de 1972, Rodríguez Lara fue designado Presidente del
Consejo Militar de Gobierno; fue entonces cuando adoptó el título de Presidente de la
República, desde el 15 de febrero de 1972 hasta el 11 de enero de 1976, y desplazó a
los integrantes de ese organismo para convertirse en Dictador.

CURSOS PARA ASCENSO EN LA POLICIA NACIONAL

Mediante Decreto Supremo del General Guillermo Rodríguez Lara, el 11 de septiembre


de 1972, se dispone nuevamente la realización de Cursos como requisito previo al
ascenso dentro de la Institución Policial.

El General, Rodríguez Lara se comportó como un administrador sagaz y prudente.


Guiado por un gran sentido común y un instinto populista, era conocido cariñosamente
con el apelativo de "Bombita". Tras dejar el poder, se retiró a su hacienda de Tigua
Centro, a unos 40 km de Pujilí, donde se dedica a la agricultura y a la cría de ganado.

El Decreto dice:

Considerando:

Que es indispensable tecnificar y perfeccionar debidamente los conocimientos de los


Oficiales de la Policía Nacional para una mayor eficacia en el cumplimiento de sus
funciones;

Que la Ley de Personal de la Policía Civil Nacional, contempla como requisito previo a
los ascensos, la aprobación de los Cursos de oficiales Subalternos, Superiores y
Generales, a pesar de lo cual no se ha podido cumplir con ese Reglamento, por
razones de servicio y organización;

Que el actual Gobierno está empeñado en que las Instituciones públicas cuenten con

412
personal capacitado; y,

En uso de las facultades de que se halla investido,

Decreta:

Art. 1.- Establécense nuevamente los Cursos para Oficiales Subalternos, Superiores y
Generales de la Policía Civil Nacional, los mismos que funcionarán todos los años, de
conformidad con las disposiciones de la Ley de Personal de la Institución y del
Reglamento que dicte el Ministerio de Gobierno en el plazo de sesenta días, a contarse
desde la fecha de expedición del presente Decreto.

Art. 2.- Para los ascensos de los Oficiales de la Policía Civil Nacional necesariamente
deberá tomarse en cuenta como requisito legal indispensable, el rendimiento y
aprobación de los Cursos mencionados en el artículo anterior y lo establecido en la Ley
de Personal.

Art. 3.- De la ejecución del presente Decreto que entrará en vigencia desde esta fecha,
sin perjuicio de su publicación en el Registro Oficial, encárguese el señor Ministro
Secretario de Estado en la Cartera de Gobierno.

Cabe señalarse que el Ministro de Gobierno, en esta época, era el señor Wilfrido
Latorre Sierra y Comandante General de la Policía, el Prefecto Comandante Carlos
José Durán Arcentales.

NUEVO LOCAL PARA REGIMIENTO QUITO

Regimiento Quito No. 1

413
El General Guillermo Rodríguez Lara, Jefe Supremo de Gobierno, con fecha 28 de
diciembre de 1972, faculta al señor Ministro de Gobierno, Wilfrido Latorre Sierra, para
que sin los requisitos establecidos en la Ley de Licitaciones, celebre Contrato de
compra venta del inmueble denominado “La Granja”, de propiedad de la Fundación
Mariana de Jesús, ubicado en el Barrio Las Casas, de la ciudad de Quito. El Coronel
Luis Andrade López se encargó de la habilitación para Cuartel de Policía y la
construcción de varias instalaciones nuevas y funcionales.l

El monto de la compra venta fue de 9 millones doscientos cincuenta mil sucres, de los
cuales el Gobierno cubrió en efectivo un millón doscientos cincuenta mil, y, el resto con
Bonos del Estado.

En el año 1973, desde el antiguo local situado en la calle Montúfar, se trasladó el


Regimiento Quito al nuevo sitio. El local de la calle Montúfar fue ocupado por el
Servicio de Investigación Criminal de Pichincha.

FONDOS PARA LA CONSTRUCCION DE HOSPITALES POLICIALES

El Gobierno del General Rodríguez Lara, el 29 de diciembre de 1972, en consideración


a que la Institución Policial no dispone de los servicios médicos indispensables para
atender la salud de sus miembros, decreta que los Valores depositados en el Banco
Central por concepto de fianzas carcelarias de tránsito pasen al Ministerio de Gobierno
para financiar la construcción y mantenimiento de Hospitales para la Policía Nacional.

El Decreto, manifiesta:

Considerando:

Que los miembros de la Policía Civil Nacional se ven constantemente expuestos al


peligro, en el cumplimiento de sus funciones;

Que hasta la actualidad la Institución no dispone ni siquiera de los indispensables


servicios médicos que requiere para atender la salud e integridad física de sus
componentes;

Que es indispensable establecer en el país por lo menos tres hospitales destinados a la


rehabilitación física de los policías, así como tecnificar y ampliar los servicios médicos
legales y demás dependencias sanitarias de la Policía Civil Nacional;

Que es obligación ineludible del Estado buscar la solución a estos problemas; y,

En uso de las atribuciones de que se halla investido,

414
Hospital de la Policía en Quito

Decreta:

Art. 1.- Los valores depositados en el Banco Central del Ecuador en concepto de
fianzas carcelarias por los juicios de tránsito que se tramiten en los Juzgados de
Tránsito de la República y que no han sido reclamados por los depositantes en el
tiempo determinado para la prescripción de las acciones, más seis meses posteriores,
pasarán a disposición del Ministerio de Gobierno, en una cuenta corriente que se abrirá
en el Banco Central y que se denominará “Fondos para la Construcción y
mantenimiento de Hospitales Policiales”.

Art. 2.- En adelante, todos los depósitos realizados por concepto de fianzas carcelarias
en los juicios de tránsito y que no fueren reclamados durante el tiempo que prescribe la
acción, más seis meses, pasarán a disposición del Ministerio de Gobierno, a la cuenta
del Banco Central denominada “Fondo para la construcción y mantenimiento de
Hospitales Policiales”.

Art. 3.- El Ministro de Gobierno queda facultado para invertir esos valores en la
construcción de Hospitales Oficiales en las ciudades de Quito, Guayaquil y Cuenca, en
su equipamiento y mantenimiento de Policlínicos, consultorios médicos y centros de
salud para el personal policial. Asimismo se invertirán estos valores en el
mantenimiento y equipamiento de los Departamentos médicos legales de la Policía
Civil Nacional.

Art. 4.- El Banco Central del Ecuador, transcurrido el tiempo mencionado en los
artículos anteriores, automáticamente acreditará esos valores a la cuenta “Fondos para
la construcción y mantenimiento de Hospitales Policiales”.

Art. 5.- De la ejecución del presente Decreto, que entrará en vigencia desde esta fecha,
sin perjuicio de su publicación en el Registro Oficial, se encargará el señor Ministro

415
Secretario de Estado en la Cartera de Gobierno.

LEYES ORGANICAS DE LA POLICIA NACIONAL

Es necesario destacar que en la administración del General Guillermo Rodríguez Lara,


se expidieron sendos Decretos Supremos para, entre otros, aprobar dos Leyes
Orgánicas de la Policía. La primera, expedida el 21 de marzo de 1973, para la Policía
Civil Nacional y, la segunda, el 28 de febrero de 1975, para la Policía Nacional.

En la Administración del General Guillermo Rodríguez Lara le acompañaron como


Comandantes Generales los Generales de Policía: el Prefecto Comandante Carlos
José Eduardo Durán Arcentales; el Prefecto Comandante Jorge Hernán Mera Mier; y,
el General de Policía Julio Alberto Amores Tovar.

En la Ley Orgánica de la Policía Civil Nacional, de 21 de marzo de 1973, entre otros


aspectos cabe destacar que en el artículo 3, en las funciones de la Policía Civil
Nacional, se dispone la responsabilidad Institucional para las siguientes acciones:

 Mantenimiento del Orden, la paz y la seguridad públicas;


 La protección de las personas, tanto naturales como jurídicas, así como de sus
bienes;
 La conservación de la moralidad pública y sus buenas costumbres;
 La ejecución de las normas de Tránsito Terrestre y la prevención de accidentes
en esta materia;
 La prevención, investigación y esclarecimiento de las infracciones comunes;
 La aprehensión y vigilancia de los delincuentes comunes;
 El control y movimiento migratorio del país;
 El control y represión del tráfico ilícito de drogas o estupefacientes y el
cumplimiento de las obligaciones relacionadas con la Organización
Internacional de Policía Criminal, Interpol;
 La seguridad política, tanto interna como externa;
 La participación en la defensa militar del país, como elemento coadyuvante de
las Fuerzas Armadas; y,
 Las demás que le asignen o asignaren las Leyes y Reglamentos.

En la Ley Orgánica de la Policía Nacional, de 28 de febrero de 1975, cabe destacarse


que se habla, en el parágrafo segundo, de la Subsecretaria de Policía del Ministerio de
Gobierno, estipulando:

 La Subsecretaría de Policía será ejercida por un Oficial General de Policía, en


servicio activo, nombrado por el Ministro de Gobierno;
 La Subsecretaría de Policía es el Organismo Asesor Administrativo y Técnico del

416
Ministerio de Gobierno para asuntos fundamentales de la Policía Nacional y de
Coordinación entre esta Secretaría de Estado y la Institución Policial; y,
 La Subsecretaría de Policía estará fuera de la línea de Comando.

CREASE SUBSECRETARIA DE POLICIA

En virtud de la nueva Ley Orgánica de la Policía Nacional, el 28 de febrero de 1975,


cuando se encontraba al frente de la Institución Policial, el Prefecto Comandante Jorge
Hernán Mera Mier, se crea la Subsecretaría de Policía, cargo que debía ser ocupado
por un Oficial General de Policía en servicio activo, designado por el Ministro de
Gobierno, Contralmirante Alfredo Poveda Burbano.

El Primer Subsecretario de Policía fue nombrado, mediante Acuerdo Ministerial, por el


Ministro de Gobierno Contralmirante Alfredo Poveda Burbano, el 2 de abril de 1975, el
General de Policía, Luis Fernando Alarcón Arguello.

CÁMBIASE DENOMINACION JERARQUICA AL PERSONAL DE LA POLICIA


NACIONAL

Con base en el Decreto Supremo expedido por el General Guillermo Rodríguez Lara,
en la Ley de Personal de la Policía Nacional, el 28 de febrero de 1975, se cambia la
denominación jerárquica de todos los miembros de la Institución, en los siguientes
términos:

Prefecto Comandante General de Policía

Prefecto Jefe Coronel de Policía

Prefecto Teniente Coronel de Policía

Subprefecto Mayor de Policía

Inspector Capitán de Policía

Subinspector Primero Teniente de Policía

Subinspector Segundo Subteniente de Policía

Cadete Cadete de Policía

Suboficial Primero Suboficial Primero de Policía

Suboficial Segundo Suboficial Segundo de Policía

Sargento Primero Sargento Primero de Policía

417
Sargento Segundo Sargento Segundo de Policía

Cabo Primero Cabo Primero de Policía

Cabo Segundo Cabo Segundo de Policía

Policía Policía

Aspirante a Policía Aspirante a Policía

ADMINISTRACION DEL CONSEJO SUPREMO DE GOBIERNO

Consejo Supremo de Gobierno

El Consejo Supremo de Gobierno, fue una Junta Militar que ejerció, de facto, la
Jefatura de Estado y de Gobierno de la República del Ecuador, desde el 11 de enero
de 1976 hasta el 9 de agosto de 1979, considerada la última dictadura en la historia
política del Ecuador.

Estuvo conformada por tres miembros, representando las ramas de las Fuerzas
Armadas: el Almirante Alfredo Poveda Burbano, representante de la Fuerza Naval y
Presidente del Consejo, General de División Guillermo Durán Arcentales
representante de la Fuerza Terrestre y General del Aire, Luis Leoro Franco,
representante de la Fuerza Aérea.

Las Fuerzas Armadas habían tomado el poder desde hacía casi cuatro años atrás. El
Consejo Supremo de Gobierno reemplazó en la Función Ejecutiva al General de
División Guillermo Rodríguez Lara, quien lideró un gobierno de izquierda moderada,
bajo la denominación de "revolucionario y nacionalista".

418
Almirante Alfredo Poveda Burbano

Nació en el cantón Píllaro de la provincia de Tungurahua, el 24 de enero de 1926 y


falleció en la ciudad de Miami, Estados Unidos, el 6 de junio de 1990.

Estudió en el Colegio Nacional Mejía de la ciudad de Quito, y luego pasó a la Escuela


Naval donde inició una brillante carrera al servicio de la Marina de Guerra del Ecuador.

Posteriormente realizó estudios de preparación profesional en los Estados Unidos de


Norteamérica, y de Comando de Estado Mayor en Argentina y Brasil, gracias a los
cuales adquirió la experiencia necesaria para poder ejercer, con mano firme y segura,
diferentes cargos y responsabilidades dentro de la Institución armada.

Fue Comandante del BAE «El Oro», instructor de la Escuela de Especialidades de la


Armada, segundo Comandante del Arsenal Naval, Jefe del Departamento de Logística
de la Escuadra, segundo Comandante del BAE «Guayas», Jefe de Estado Mayor de la
Armada, Agregado Naval del Ecuador en Madrid, acreditado también en Francia,
Alemania e Inglaterra; Comandante de la Primera Zona Naval y Comandante General
de la Marina.

Lucía las insignias de Vicealmirante cuando presidió el Consejo Supremo de Gobierno,


que junto a los Generales Guillermo Durán Arcentales de las Fuerzas Armadas y Luis
Leoro Franco, de la Fuerza Aérea, continuó con la dictadura militar instaurada por el
General. Guillermo Rodríguez Lara el 15 de febrero de 1972.

Durante su gestión gubernativa fue ascendido al grado máximo dentro del escalafón
militar de la Marina de Guerra, convirtiéndose en el primer Almirante de la República.

COMITÉ DE LICITACIONES DE LA POLICIA NACIONAL

Durante la administración del Consejo Supremo de Gobierno, mediante Acuerdo


Ministerial suscrito por el entonces Ministro de Gobierno y Policía, General Bolívar
Jarrín Cahueñas, el 15 de septiembre de 1976, se conforma el Comité de Licitaciones
y Concurso de Ofertas de la Policía Nacional, integrado de la siguiente forma:

 El Ministro de Gobierno o su delegado, quien lo presidirá.


 El Contralor General de la Nación o su delegado.
 El Subsecretario de Policía o su delegado.
 El Auditor General de la Policía Nacional.
 Dos Técnicos en el correspondiente ramo, uno designado por el Presidente del
Comité y otro perteneciente a las Asociaciones Profesionales legalmente
reconocidas; y,
 Como Secretario, actuará un Oficial de Policía designado por el Comité.

419
REFORMA A LA LEY ORGANICA DE LA POLICIA NACIONAL

El Consejo Supremo de Gobierno presidido por el Almirante Alfredo Poveda Burbano,


siendo Ministro de Gobierno el General de Brigada, Bolívar Jarrín Cahueñas y
Comandante General de la Policía Nacional, el General de Policía, Alberto Virgilio
Villamarín Ortiz, se expidió la Reforma a la Ley Orgánica de la Policía Nacional, el
primero de septiembre de 1978.

En los aspectos fundamentales, esta Reforma sustituyó la denominación de Organismo


Superior Asesor de la Policía Nacional por la de “Estado Mayor de la Policía Nacional”.

El texto del Decreto Supremo dice:

EL CONSEJO SUPREMO DE GOBIERNO

Considerando:

Que la Ley Orgánica de la Policía Nacional, expedida mediante Decreto 189, publicado
en el Registro Oficial No. 757, de 7 de marzo de 1975, en el Título II, al tratar de la
Organización y Estructura de esta Institución entre los Organismos de Asesoramiento,
crea el “Organismo Superior Asesor”;

Que en el tiempo que tiene vigencia la referida Ley, se ha observado lo inadecuado,


inconveniente e inapropiado de la denominación de “Organismo Superior Asesor”, para
el máximo Organismo de Asesoramiento de la Policía Nacional, por ser ajeno a la
realidad Institucional y sus necesidades;

Que es obligación del Gobierno Nacional, actualizar las disposiciones legales, a fin de
que respondan a los requisitos e imperativos que viven las Instituciones; y,

En uso de las facultades de que se halla investigo,

Decreta:

Las siguientes Reformas a la Ley Orgánica de la Policía Nacional:

Art. 1.- Sustitúyase la denominación de “Organismo Superior Asesor”, por la de “Estado


Mayor de la Policía Nacional”, en virtud, en todos los Títulos y artículos que hablan de
este Organismo, cámbiese la nomenclatura en este mismo sentido.

Art. 2.- La organización, estructura, funciones y atribuciones del “Estado Mayor de la


Policía Nacional”, serán las mismas que la Ley señalaba para el “Organismo Superior
Asesor” y sus Departamentos.

Art. 3.- De la ejecución del presente Decreto, que entrará en vigencia desde su
promulgación en el Registro Oficial encárguese el señor Ministro Secretario de Estado

420
en la Cartera de Gobierno y Policía.

Dado en el Palacio Nacional, en Quito, a 1 de septiembre de 1978.

ASÍGNASE NOMBRE A LA ESCUELA DE FORMACION PARA OFICIALES

A través de Decreto Supremo del Consejo Supremo de Gobierno, se asigna el nombre


de “General Alberto Enríquez Gallo” a la Escuela de Formación para Oficiales de la
Policía Nacional.

Escuela Superior de Policía “Alberto Enríquez Gallo”

El Texto es el siguiente:

Considerando:

Que es deber institucional perpetuar la memoria de personajes ilustres como el señor


General Alberto Enríquez Gallo;

Que durante la gestión administrativa del señor General Alberto Enríquez Gallo, como
Jefe Supremo de la República, se realizaron actos de trascendental importancia,
tendientes a mejorar la situación de determinados Organismos del Estado;

Que gracias al dinamismo y espíritu creador de tan preclaro ciudadano, el 2 de marzo


de 1938, se creó en la ciudad de Quito la Escuela de Carabineros; y,

En uso de las atribuciones de que se halla investido,

Decreta:

Art. 1.- Asígnase a la Escuela de Formación para Oficiales de la Policía Nacional, que

421
fue creada mediante Decreto No. 64, de 2 de marzo de 1938, el nombre de: “General
Alberto Enríquez Gallo”, la misma que continuará funcionando en la ciudad de Quito.

Art. 2.- El presente Decreto entrará en vigencia desde el dos de marzo del presente
año, sin perjuicio de su publicación en el Registro Oficial, y de su ejecución encárguese
el señor Ministro Secretario de Estado en la Cartera de Gobierno y Policía.

NOMBRES PARA LAS ESCUELAS DE TROPA

Mediante Decreto del Consejo Supremo de Gobierno, con fecha 21 de febrero de 1978,
se asignan nombres a las Escuelas de Formación de Tropa, existentes hasta la fecha
en el país:

Considerando:

Que constituye un deber fundamental de los representantes del Poder Público,


reconocer los méritos de quienes se han esforzado por el cumplimiento del deber como
servidores públicos;

Que la misión encomendada a los miembros de la Policía Nacional, origina muchos


riesgos y peligros;

Que en cumplimiento de misiones específicas, ofrendaron sus vidas los señores:


Sargento Primero de Policía José Emilio Castillo Solís, Cabo Segundo de Policía
Sócrates Manrique Arboleda Sanabria y Cabo Segundo de Policía José Lizandro
Herrera Calderón; y,

En uso de las atribuciones de que se halla investido,

Decreta:

Art. 1.- A la Escuela de Formación para Tropa que funciona en Pusuquí, se le asigna el
nombre de: “Sargento Primero de Policía José Emilio Castillo Solís”.

Art. 2.- Asígnase a la Escuela de Perfeccionamiento de Clases del Litoral, Fumisa, la


denominación de: “Cabo Segundo de Policía José Lizandro Calderón Herrera”.

Art. 3.- Desígnase a la Escuela de Policía Rural, cuyo asiento está en el lugar conocido
como Las Peñas, la denominación de: “Cabo Segundo de Policía Sócrates Manrique
Arboleda Sanabria”.

Art. 4.- El presente Decreto entrará en vigencia desde el dos de marzo del presente
año, sin perjuicio de su publicación en el Registro Oficial, y de su ejecución encárguese
el señor Ministro Secretario de Estado en la Cartera de Gobierno y Policía.

422
DENOMÍNASE “POLICIA NACIONAL” A CENTRO EDUCATIVO

El Consejo Supremo de Gobierno, presidido por el Almirante Alfredo Poveda Burbano,


con Decreto de 21 de febrero de 1978, designa el nombre de un Centro Educativo de la
Policía Nacional, cuyo texto es el siguiente:

Considerando:

Que en la ciudad de Quito viene funcionando el Centro Educativo de la Policía


Nacional;

Que constituye un imperativo de la Institución, asignar un nombre que le distinga de


sus similares, a fin de que se lo pueda individualizar;

Que es deber de quienes ejercen el Poder Público, propender a la ejecución de actos


administrativos, encaminados a determinar los nombres de los Establecimientos
Educacionales; y,

En uso de las facultades de que se halla investido,

Decreta:

Art. 1.- Al Centro Educativo de la Policía Nacional que funciona en la parroquia La


Magdalena, de la ciudad de Quito, se le asigna la denominación de: “Centro Educativo
Policía Nacional”.

Art. 2.- El presente Decreto entrará en vigencia desde el dos de marzo del presente
año, sin perjuicio de su publicación en el Registro Oficial, y de su ejecución encárguese
el señor Ministro Secretario de Estado en la Cartera de Gobierno y Policía.

ASÍGNASE NOMBRE AL GRUPO DE TRANSITO DE PICHINCHA

Con Decreto Supremo, de 3 de marzo de 1978, se agina la denominación de “Coronel


Jorge Quintana Dueñas” al Grupo de Tránsito de Pichincha. El Decreto dispone:

Considerando:

Que es obligación del Gobierno Nacional enaltecer la obra de aquellas personas que
en una u otra forma prestaron servicios relevantes en beneficio del País;

Que el señor Coronel en servicio pasivo, Jorge Quintana Dueñas, durante el


desempeño de sus funciones como Ministro de Gobierno, en la administración del
señor General Alberto Enríquez Gallo, contribuyó en forma positiva para la creación de
la Policía Nacional; y,

423
A pedido del Ministerio de Gobierno y Policía, de acuerdo a la Resolución del H.
Consejo Superior de la Policía, y en vista del oficio No. 054-DP, de fecha 3 de marzo
del presente año, del señor Comandante General de la Policía Nacional,

Decreta:

Art. 1.- Denomínase al Grupo de Tránsito de Pichincha de la Policía Nacional, con sede
en la ciudad de Quito, “Coronel Jorge Quintana Dueñas”,

Art. 2.- De la ejecución del presente Decreto, que entrará en vigencia desde la fecha de
su publicación en el Registro Oficial, encárguese el señor Ministro Secretario de Estado
en la Cartera de Gobierno y Policía.

REGLAMENTO ESCUELA DE ESTADO MAYOR DE LA POLICIA NACIONAL

El Ministro de Gobierno, Contralmirante Víctor Hugo Garcés Pozo, suscribió el Acuerdo


Ministerial, de 13 de febrero de 1959, a través del cual se aprueba el Reglamento de la
Escuela de Estado Mayor de la Policía Nacional,

De conformidad con la Ley Orgánica de la Institución Policial, la Escuela de Estado


Mayor de la Policía Nacional depende del Estado Mayor de la Policía, en todo lo
atinente a los aspectos técnicos, educativos, administrativos y disciplinarios.

De acuerdo con el Reglamento expedido, la Escuela de Estado Mayor de la Policía


Nacional, está constituida por:

 La Dirección, con sus Secciones de Relaciones Públicas y Secretaría.


 La Subdirección.
 El Consejo Técnico Pedagógico.
 La Jefatura de Estudios, con sus Secciones de Biblioteca y Ayudas Audio –
visuales.
 La Junta de Profesores.
 El Cuerpo Docente
 El Alumnado
 La Pagaduría, y
 Los Servicios y los demás que se crearen.

Además, el Reglamento contempla los deberes y atribuciones de cada una de las


dependencias internas de la Escuela de Estado Mayor, así como lo relativo a los
exámenes y calificaciones, a los títulos y Certificados, a las Insignias y Distinciones y,
finalmente, al Régimen económico.

424
…..este hecho marco un hito histórico
en la vida institucional de la
Policía Nacional del Ecuador,
toda vez que fue la primera vez que el
Estado facilitó a que mujeres ecuatorianas
ingresen a la Escuela para Ofiiales,
que antes era para varones…….

425
FORTALECIMIENTO DE LA POLICIA NACIONAL

En 1978, concluyen en el país las dos últimas dictaduras militares presididas por el
General Guillermo Rodríguez Lara y Almirante Alfredo Poveda Burbano,
respectivamente.

La dictadura militar estableció un calendario para el retorno a la democracia que


incluía la celebración de un Referéndum para escoger entre la nueva Constitución y la
reformada de 1945, triunfando la de 1978, con la organización de un sistema de
partidos y la conformación de una Comisión de personalidades civiles para que redacte
el Proyecto de Ley, que para muchos politólogos y estudiosos de las ciencias sociales y
políticas le han dado en llamar “el Retorno a la Democracia”.

El mecanismo fundamental de participación de la ciudadanía es el sufragio universal,


libre, igual, directo y secreto, a través del cual elige a sus dirigentes o representantes
para un período determinado. Las elecciones se llevan a cabo por los sistemas de
mayoría o representación proporcional, o combinación de ambos.

El máximo representante de los ciudadanos en un país y en una democracia, es quien


ejerce el Poder Ejecutivo, es decir, el Presidente de la República. En este sentido, la
democracia es también el gobierno de las mayorías, pero sin dejar de lado los
derechos de los individuos ni desatender a las minorías.

426
La mayoría de las Democracias cuenta con una Carta Magna, Constitución o Ley
Suprema como guía para los legisladores y el Ejecutivo como garantía para hacer valer
los derechos de los ciudadanos.

PRESIDENCIA DE JAIME ROLDOS AGUIILERA

1980 - Presidente Jaime Roldós Aguilera

Jaime Roldós Aguilera, nació en Guayaquil el 5 de noviembre de 1940 y falleció en


forma trágica la tarde del 24 de mayo de 1981 en un accidente aéreo en el Cerro
Huayrapungo, cerca de la población de Celica, en la provincia de Loja, con toda su
comitiva incluida su esposa.

Fue un abogado y político ecuatoriano, Presidente Constitucional de la República


desde el 10 de agosto de 1979, hasta el 24 de mayo de 1981. Contrajo matrimonio con
doña Martha Bucaram Ortiz, con quien procreó tres hijos: Martha, Diana y Santiago
Roldós Bucaram.

Lideró el proceso de retorno al sistema democrático luego de casi una década de


dictaduras civiles y militares. Impulsó, en su corto mandato, el proceso del Pacto
Andino, una Doctrina de respeto a los Derechos Humanos, que se cristalizó en la
Carta de Conducta de Riobamba firmada el 11 de septiembre de 1980.

LA AMPLIACION DEL PRESUPUESTO PARA LA CONSTRUCCION DE LOS


HOSPITALES DE LA POLICIA NACIONAL

427
Siendo Comandante General de la Policía Nacional, el General Joel Zaldumbide Sosa y
Ministro de Gobierno, Roberto Dunn Barreiro, se gestiona la ampliación del
presupuesto para la construcción de los Hospitales de la Policía en Quito y Guayaquil,
en consideración a que la cantidad inicialmente asignada para la construcción de los
mismos, que fueran autorizados mediante Decreto de 22 de mayo de 1978, emitido por
el Consejo Supremo de Gobierno, presidido por el Almirante Alfredo Poveda Burbano,
siendo Ministro de Gobierno el General Bolívar Jarrín Cagüeñas y el General Alberto
Villamarin Ortiz, Comandante General de la Policía Nacional, fue únicamente de 300
millones de sucres.

El 12 de agosto de 1980 el presidente Jaime Roldos Aguilera emite un nuevo Decreto


Ejecutivo, ampliando el presupuesto hasta 600 millones de sucres para la construcción,
mantenimiento, equipamiento de los Hospitales Policiales, ratificando, además, la
autorización al Ministro de Gobierno para que pueda continuar con el proceso de
Licitación.

El 23 de septiembre de 1980, se adjudicó el Contrato para la construcción de los


Hospitales Policiales a la Compañía “Hosp. Ital”, de nacionalidad Italiana, elevándose a
escritura pública el 16 de noviembre de 1981.

El 3 de septiembre de 1982, se firmó el Contrato de financiamiento con la misma


compañía para el equipamiento del 85% y el 15% restante, se realizaría tan pronto el
Gobierno Nacional obtenga un préstamo con un Consorcio de Bancos Extranjeros.

Lamentablemente esta aspiración no tuvo feliz término en estos Gobiernos.

PARTICIPACION DEL PERSONAL POLICIAL EN EL CONFLICTO DE LA


CORDILLERA DEL CONDOR

A fines de enero y principios de febrero de 1981, se produjo una confrontación bélica


con Perú, en la Cordillera del Cóndor. Los enfrentamientos se dieron en la zona de
Paquisha, Mayaycu y Machinaza.

428
1985 - Personal Policial y Militar en el conflicto bélico en la Cordillera del Cóndor

Frente a esta grave situación el General Francisco Freire del Castillo, Comandante
General de la Institución, dispuso que el personal policial se traslade a cubrir áreas
estratégicas establecidas en el Plan de Guerra en el Oriente, en los yacimientos
petroleros y en Puerto Bolívar.

Por esta causa, ciertas ciudades quedaron disminuidas de personal policial y para
enfrentar este inconveniente el Comandante General, amparado en la Ley de
Seguridad Nacional, llamó a servicio al personal policial en servicio pasivo y, a la vez
responsabilizó del Mando a Oficiales Generales y Coroneles para atender esta
emergencia nacional y garantizar el Orden y la Seguridad ciudadanas. Esta labor la
realizaron de manera satisfactoria.

PRIMERAS SUBTENIENTES DE POLICIA

Como antecedente, es importante recordar que en el año 1977, siendo Comandante el


General Alberto Villamarin Ortiz, fueron seleccionadas tres mujeres policías para
realizar un curso de dos años en la Escuela de Carabineros, en Chile.

En la administración del Consejo Supremo de Gobierno, presidido por el Almirante


Alfredo Poveda Burbano, siendo Comandante General de la Policía Nacional el

429
General Humberto León Polo, mediante Decreto Supremo de 5 de enero de 1979, se
asciende al Grado de Subteniente de Policía de Línea, a las Cadetes:

 Rosario del Carmen Vega Vega


 Mónica de Lourdes Calero Menéndez
 Teresa Carranza Carrillo

Cabe destacar que estas nuevas Oficiales de la Institución alcanzaron esta jerarquía,
previa la realización de dos años de estudios teórico – prácticos, en la especialización
policial, en la Escuela de Carabineros de Chile, constituyéndose en las Primeras
Oficiales Femeninas de la Policía ecuatoriana.

1979 - Subtenientes Mónica Calero, Rosario Vega y María Teresa Carranza, primeras Oficiales de
la Policía Nacional

En 1983, siendo Comandante General el General Jorge Humberto Castro Pavón,


consiguió la autorización del Ministro de Gobierno, Vladimiro Álvarez Grau, para el
funcionamiento de una sección Femenina en la Escuela de Formación para Oficiales
“General Alberto Enríquez Gallo”, para la formación de Oficiales de Línea mujeres,
dentro de la estructura orgánica de la Institución Policial, la misma que desde el año
1938 había formado promociones de oficiales varones en un total de 45 a la fecha.

El 17 de octubre del mismo año, ingresaron a la Escuela de Formación de Oficiales de


Policía, en calidad de Cadetes, 32 mujeres bachilleres ecuatorianas, cuyas edades
fluctuaban entre los 17 y 22 años, luego de haber cumplido un proceso riguroso de
selección como determina los manuales y protocolos establecidos en el Reglamento
Interno,

430
1984 - Pelotón Femenino de la Escuela de Formación de Oficiales de la Policía Nacional

Este hecho, marcó un hito histórico en la vida institucional de la Policía Nacional del
Ecuador, toda vez que fue la primera vez que el Estado facilitó a que mujeres
ecuatorianas ingresen a la Escuela para Oficiales, que antes solo era para varones y,
por lo tanto, este grupo de 32 Cadetes se convirtieron en las primeras mujeres Oficiales
de Línea de la Policía Nacional, graduadas en el Ecuador y las primeras de la Fuerza
Pública.

NIVELACION DE LOS SUELDOS CON FUERZAS ARMADAS

En consideración a que los miembros de la Institución Policial, en esa época,


percibían sueldos inferiores a los de Fuerzas Armadas, el General Jorge Castro Pavón
siendo Comandante General, amparado en las Leyes pertinentes, conformó
Comisiones integradas por miembros policiales de todas las jerarquías y niveles,
presididas por su ayudante, el Mayor Gabriel Constante Gavilanes, con el objetivo de
elaborar un Proyecto para enviar al Congreso Nacional, a fin de lograr dicte una Ley
orientada a nivelar dichos sueldos. Obviamente fue una labor difícil y dura, frente a la
resistencia del Presidente de la Republica, pero gracias a la sensibilidad del Ministro de
Gobierno, doctor Vladimiro Álvarez Grau y los diputados Galo Bayas Salazar y Wilfrido
Lucero, se consigue la aprobación de dicho Proyecto y su publicación en el Registro
Oficial número 659, de 11 de enero 1984, como un justo reconocimiento a la labor
policial.

431
GOBIERNO DE OSWALDO HURTADO LARREA

1982 - Presidente Oswaldo Hurtado Larrea con la cúpula policial

Oswaldo Hurtado Larrea, nació en Chambo, provincia del Chimborazo, el 26 de junio


de 1939, es un político y cientista social ecuatoriano. Asumió el cargo de Presidente de
la República del Ecuador entre el 24 de mayo de 1981 y el 10 de agosto de 1984,
después del accidente aéreo del Presidente Jaime Roldós Aguilera, del cual era su
Vicepresidente.

Contrajo matrimonio con doña Margarita Pérez Pallares con quien procreó cinco hijos:
Sebastián, Andrés, Cristina, Isabel y Felipe Hurtado Pérez. Los dos últimos mellizos
nacieron en el Palacio de Carondelet,

Con otros sectores progresistas fundó el partido Democracia Popular, del que fue
varias veces Director. Apoyó el anuncio del Triunvirato Militar sobre un pronto retorno a
la democracia y colaboró en el proceso de retorno en los años 1977 y 1978, con la
preparación de los proyectos de Leyes del Referéndum, de Partidos Políticos y de
Elecciones, que sirvieron de base para la restauración de la democracia.

Fue electo en las elecciones presidenciales de Ecuador, en binomio con Jaime Roldós
Aguilera, en la Alianza Concentración de Fuerzas Populares – Democracia Popular.
Mantuvo buenas relaciones con el Presidente Roldós, hasta su muerte el 24 de mayo
de 1981.

432
ADQUISICION DE RADIODIFUSORA

En la presidencia del doctor Hurtado Larrea, la Policía Nacional adquirió la


Radiodifusora “Punto 83”, en Quito, para destinarlo de manera exclusiv a a la emisión
de Programas Culturales y Educativos, particularmente en el campo de la educación
vial.

El 15 de marzo de 1983, previa autorización de la Dirección Nacional de Frecuencias


del Estado, la emisosra de la Policía Nacional, cambió su frecuencia de amplitud
modulada a 840 Kcs y adoptó el nombre de Radio Vivía, la Voz del Tránsito Nacional.

LA POLICIA MONTADA

En el Gobierno del Presidente Oswaldo Hurtado Larrea, siendo Comandante General el


General Jorge Humberto Castro Pavón, se dispone el reinicio de la actividad de la
Policía Montada que había sido suspendida hace varios años.

1980 - Policía perteneciente al Escuadrón Sables del Regimiento Quito No.1, en su ronda diaria

El patrullaje montado se efectuaba bajo la responsabilidad y supervisión de un Jefe de


control general y un Capitán de compañía, especialmente en horas de la noche. Esta
labor policial dio resultados positivos por cuanto, aparte de brindar seguridad a los
habitantes de los sectores de la ciudad, contribuyó a la disminución de los índices de
delincuencia.

433
PRESIDENCIA DEL INGENIERO LEON FEBRES CORDERO

Presidente León Febres Cordero Ribadeneira

El ingeniero León Febres Cordero Ribadeneira nació en Guayaquil el 9 de marzo de


1931. Sus padres fueron don Agustín Febres Cordero Tyler y doña María Ribadeneira.
Sus estudios primarios y secundarios los efectuó en el Colegio “Cristóbal Colón” de
Guayaquil; los superiores en Kean University, New Jersey, Estados Unidos de América,
donde obtuvo el título de Ingeniero Mecánico.

Contrajo matrimonio por dos ocasiones: el primero con doña María Eugenia Cordovez
con quien procreó cuatro hijos; el segundo con Cruz María Massuh, con quien
permaneció casado hasta el día de su fallecimiento, el 15 de diciembre de 2008, en
Guayaquil, a la edad de 77 años.

El Ingeniero León Febres Cordero Ribadeneira fue Presidente de la República desde el


10 de agosto de 1984 hasta el 10 de agosto de 1988. Durante su gestión se produjeron
varios hechos políticos, sociales y naturales.

En 1983 surge la actividad subversiva del Grupo “Alfaro Vive Carajo” con acciones
violentas mediante asaltos, robos, secuestros, atentados. Ante esta realidad el
Presidente Febres Cordero declaró la «lucha contra el terrorismo» como política oficial
del régimen.

Este tema, se desarrolló de conformidad con los hechos acaecidos, de manera


cronológica, en diferentes tiempos y gobiernos. Comienza en la Presidencia del
ingeniero León Febres Cordero, continúa con la desmovilización del grupo Alfaro Vive
Carajo en el Gobierno del doctor Rodrigo Borja Cevallos y, concluye con la toma de
varias decisiones en la administración del economista Rafael Correa Delgado. En todo
caso cabe destacarse que los gobiernos citados, a pesar de sus diferencias políticas
afrontaron, en su oportunidad, esta grave situación nacional.

434
Para el análisis es importante revisar las páginas de la historia sobre la subversión en
el mundo, entendiéndose que sea cual fuere la orientación ideológica y el grado de
organización de los grupos civiles que participan en una acción subversiva, su finalidad
está encaminada siempre al derrocamiento de los Gobiernos constituidos y la
implantación de un nuevo sistema político, realizando cambios sustanciales en los
sistemas económico, social e ideológico del país.

SUBVERSION EN AMERICA LATINA Y CENTROAMERICA

La Subversión en América Latina y Centroamérica, nace como extensión del Castrismo


o de alguna otra de las variantes del Comunismo, especialmente en el marco de la
llamada Guerra Fría, influenciada por la ideología política de la izquierda revolucionaria
y de las guerrillas de extrema izquierda y derecha que, a lo largo de la historia,
tuvieron las corrientes ideológicas de corte marxista, leninista.

En América Latina, se conformaron los siguientes grupos subversivos:

 Argentina: Montoneros, ERP, FAR, FAP


 Bolivia: ELN, EGTK
 Colombia: ELN, EPL, FARC, M-19
 Costa Rica: La Familia
 Chile: ELN, FPMR, MIR, MJL, VOP
 Ecuador: Alfaro Vive ¡Carajo!
 El Salvador: FMLN
 Guatemala: Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca
 Honduras: Unificación Democrática
 México: Liga Comunista 23 de Septiembre, EZLN, EPR, y ERPI
 Nicaragua: FSLN
 Paraguay: EPP
 Perú: ELN, MIR, MRTA, PCP-SL
 Uruguay: MLN-Tupamaros
 Venezuela: FALN

SUBVERSION EN EL ECUADOR

El Ecuador considerado en el pasado una isla de paz, a pesar de encontrarse en sus


fronteras, tanto del norte como del sur, con naciones en las cuales se formaron y se
encontraban en plena vigencia grupos guerrilleros como las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia y Sendero Luminoso, en Perú; no estuvo exento de este
escenario de polarización política.

El país había pasado en pocos meses del populismo de José María Velasco Ibarra,
quien había sido derrocado el 7 de noviembre de 1961, al Gobierno de Carlos Julio
Arosemena Monroy, y comenzaron a escucharse en el país términos como:
“comunismo”, “maoísmo” y que, poco a poco, se iban convirtiendo en uso común de las
personas.

435
Sin embargo, en esa época, existía obviamente un rechazo y temor creado alrededor
de estas nuevas tendencias políticas y, hay que convenir en que la Revolución Cubana
fue el detonante para una serie de acciones vinculadas a la instauración de nuevos
regímenes en Sudamérica.

En la presente historia vamos a referirnos a los tres principales grupos subversivos que
atentaron y alteraron el orden interno del Ecuador:

Unión Revolucionaria de Juventudes Ecuatorianas (URJE)

En marzo de 1962, en una Convención Nacional realizada en Guayaquil, los miembros


de esta agrupación denominada Unión Revolucionaria de las Juventudes Ecuatorianas
(URJE) fraguaron el inicio de la lucha armada, convocando a los ciudadanos a unirse a
un grupo de tipo guerrillero para hacer campamento en las selvas de Santo Domingo,
en ese entonces, de los Colorados, a orillas del río Toachi.

Atendiendo la invitación, desde diferentes puntos del país, cerca de 50 jóvenes, que
oscilaban entre 18 y 25 años, partieron hacia las orillas del Toachi. La operación
guerrillera inició en marzo. Sin embargo, parece que, desde el principio, al interior del
conglomerado existían rivalidades y diferencias ideológicas abismales que complicaron
los planes.

Muchas versiones se han regado a través de la historia sobre los motivos por los
cuales, solo después de unas dos semanas de haber llegado a las orillas del Toachi, el
campamento instalado por los seguidores de la URJE sucumbió ante un operativo
militar que se extendió por cerca de cuatro días, con la intervención de cuadros
especiales de paracaidistas.

Una de estas versiones, narra que la derrota del incipiente grupo subversivo, radica en
la consideración de que el movimiento fue penetrado por agentes de la Central de
Inteligencia de los Estados Unidos (CIA), que creían que de lograrlo convertirían al
Ecuador en una segunda Cuba.

Así, el 12 de abril de 1962, el Ministro de Defensa, Francisco Tamariz, hizo público a


los medios de comunicación sobre “la detención de 38 guerrilleros que preparaban una
ofensiva armada aupados por ideas comunistas”. Además, las autoridades informaron
sobre el decomiso de panfletos y lectura comunista, marxista y maoísta que,
supuestamente, eran impresos en una prensa que se halló en las cercanías del
campamento. El armamento, que pocos de los detenidos sabían usar, según
confesaron días después, era el básico para el tipo de misiones que se pretendía
lograr: Fusiles Máuser, Manglicher, carabinas Winchester, Bereta y Subametralladoras.
A los pocos meses, para julio exactamente, la mayoría de los implicados recobró su
libertad.

Después del fracaso de la URJE en el Toachi, se expulsaron a los mejores cuadros de


la organización, que posteriormente fue asumida por elementos que no compartían la

436
esencia radical del movimiento al que terminaron por volverlo parapléjico y hacerlo
sucumbir. Sin embargo, hay que recordar que la URJE es un punto de inflexión en la
historia político-militar de la segunda mitad de nuestro siglo 20.

Grupo Subversivo Alfaro Vive Carajo (AVC)

Alfaro Vive Carajo, fue un grupo terrorista que operaba en varias ciudades del país, y
aparece en 1983 en la reunión de los miembros del MRIC, MIR, y algunos miembros
del Partido Socialista Revolucionario, formándo una directiva, la misma que acordó
crear un grupo a nivel nacional con el nombre de Montoneras Alfaristas y tomar como
Grito de Guerra, el de “Alfaro Vive Carajo” slogan similar al que tenían los Montoneros
Alfaristas de 1894.

Su ideología se fundamenta en el marxismo, leninismo, siguiendo una línea


tradicionalista antiimperialista, antimonopólica y anti oligárquica, hacia un futuro
nacionalista, democrático y bolivariano. Los iniciadores de AVC fueron, entre otros,
Fausto Basantes Borja, Arturo Jarrín, Hamet Vascones, Juan Cuvi, Juan Carlos Acosta
y Edgar Frías, que se dieron a conocer, el 20 de enero de 1983, con una campaña
nacional de pinta de paredes bajo el lema “1983 Año del Pueblo Alfaro Vive Carajo”, y
en sus primeros comunicados se encuentran impresos: “Montoneras Alfaristas-
Juramos Vencer” posteriormente cambian por el de “Libertad o Muerte - Alfaro Vive
Carajo” y alternan con “Montoneras Alfaristas-Alfaro Vive Carajo“.

La Primera Conferencia Nacional de AVC fue en febrero de 1983, en Esmeraldas,


donde asistieron alrededor de 60 guerrilleros. En esta convención eligieron un
Comando Central formado por tres personas, incluyendo a Arturo Jarrin. Al respeto,
Darío Villamizar Herrera, en su Libro “Insurgencia, Democracia y Dictadura” asevera
que “la verdad es que militantes de Alfaro Vive Carajo sí recibieron entrenamiento en
Libia y, posteriormente, en el Batallón América, en Colombia, pero que la mayor parte
de las actividades de formación la realizaron en Ecuador con personal nacional”.

Sus primeras acciones armadas y delictuales datan del 11 de agosto de 1983, con el
asalto y robo de las Espadas de los Generales Eloy Alfaro y Pedro José Montero, del
Museo Municipal de Guayaquil, así como el busto del General Alfaro. Las Espadas
fueron devueltas, veintinueve años después, al Presidente Rafael Correa, en enero de
2012.

El 22 de septiembre de 1983, en el balneario de Pululahua, al norte de Quito, Arturo


Jarrín, Mireya Cárdenas y Edgar Frías dieron una rueda de prensa en la que
anunciaron la existencia de su organización. A esta rueda de prensa asistieron los
periodistas Carlos Vera, Marcelo Cevallos y Félix Narváez, además de los medios de
comunicación: Noti 10, los Diarios: El Telégrafo, El Comercio, Expreso, La Hora,
Periódico del Medio Día, Revista Siempre, Ecuador- radio y las Radios Quito y Unión
de la UNP.

437
Montoneras Patria Libre (MPL)

Este grupo subversivo terrorista, nace a principios de 1985, por desacuerdos ocurridos
entre los integrantes de Alfaro Vive Carajo (AVC), debido a que el 9 de enero de 1985,
ocurre una explosión en el sector de Cochapamba, en una casa de seguridad donde
fallecen dos subversivos y empiezan a dividirse los criterios de sus integrantes; un
grupo quería reconocer a los muertos como Alfaristas y otros se oponían porque
perdían mucho a nivel del pueblo.

El grupo que quería reconocer a los fallecidos como auténticos Alfaristas se separan
del AVC y forman Montoneras Patria Libre (MPL), dándose a conocer, el 22 de enero
de 1986, con la toma del Monumento a la Libertad en Quito. Hecho realizado por los
denominados comandos “Simón Bolívar y General Rumiñahui” de la organización MPL,
en la cual robaron armas veneradas como históricas parte de patrimonio histórico
ecuatoriano.

Su ideología se fundamenta en el marxismo, igual que AVC y se definen como


Demócratas Nacionalistas, con objetivos de Democracia, Justicia y Libertad quedando
claro que tanto AVC como MPL tienen un mismo origen y que sus acciones
delincuenciales son subversivas.

Estrategias utilizadas por los Grupos Subversivos

Estos grupos subversivos conscientes de que sus operaciones estaban reñidas con la
Ley, adoptaron ciertos mecanismos de autodefensa como estrategias para que cuando
sean detenidos puedan forjar respuestas en los interrogatorios, compartimentarse;
cada uno debía conocer lo menos posible, es decir, lo básico, utilizar seudónimos y
nombres de combate, para evitar su identificación real; utilizar claves para comunicarse
y victimizarse indicando que habían recibido maltratos físicos y torturas.

Acciones delictuales de los grupos subversivos.

Son múltiples los actos delincuenciales que cometieron con violencia y terror los
integrantes de los grupos subversivos, tales como:

Asaltos y robos

El 12 de enero de 1983, miembros de AVC, asaltan la Sucursal del Banco de Fomento


en Lago Agrio, llevándose más de dos millones de sucres y causando heridas a los
Policías: José Julio Fajardo Arcentales y Patricio Valenzuela.

El 2 de noviembre de 1983 fueron tomadas las instalaciones de las emisoras de radio:


Noticia, La Fabulosa y Universal ubicadas en la ciudad de Guayaquil para condenar la
intervención de Estados Unidos en Nicaragua.

438
El 19 de mayo de 1984, miembros del AVC, asaltan las instalaciones de la
Comandancia General de la Policía Militar Aduanera en la ciudad de Quito
sustrayéndose gran cantidad de armamento.

12 junio de1984 asalto y robo de dinero al Banco de los Andes en la Agencia Kennedy
y al Banco de Pacifico en la Agencia Villa Flora.

El 2 de enero de 1985 asalto al blindado del Banco de Descuento en la ciudad de


Guayaquil, en el cual murió un Policía.

El 9 junio de 1985 asalto y robo al Banco la Previsora en Guayaquil y el asesinato al


Policía Luis Felipe Cali Guasqui quien prestaba servicios en la Dirección Nacional de
Seguridad Publica en la ciudad de Quito y también hirieron al cabo Calvache.

El 29 enero del 1986 asalto y robo al Banco del Pacifico, Sucursal Naciones Unidades
en la ciudad de Quito; el 31 enero 1986 atentado terrorista al Sistema Nacional de
Interconexiones en Santa Rosa con tacos de dinamita; el jueves 11 de septiembre 1986
asalto al Banco de la Producción por parte de siete individuos fuertemente armados del
AVC. Personal del Servicio de Investigación Criminal siguió los pasos hasta una casa
de seguridad en la ciudadela Altamira, donde lograron refugiarse y verse rodeados. Al
no entregarse, los subversivos abrieron fuego, hiriendo al Teniente Euclides Mantilla y
a dos policías y asesinando al Capitán Galo Miño.

En septiembre de 1986 se produce el asalto a mano armada al destacamento militar de


la Bermeja, donde robaron armamento; el 15 junio de 1989 asesinato al Capitán
Eduardo Zea López, por una ráfaga vertical de 14 proyectiles desde la cabeza hasta los
pies mientras que otro policía gravemente herido fue conducido al hospital.

Secuestro y Asesinato de José Antonio Briz Sánchez

El 29 de noviembre de 1977, el grupo subversivo URJE, liderado por Gil Leonardo


López Monsalve secuestra al empresario Briz López. Fracasa en los intentos para
obtener rescate y ordena eliminarle y decapitarle. La Policía Nacional los capturó en
distintos sitios del país y fueron puestos a órdenes de las autoridades para su
juzgamiento.

Explosión de bomba en la Embajada de Israel

El 26 de noviembre de 1982, integrantes de AVC hacen explotar una bomba en la


Embajada de Israel, en Quito, como consecuencia de este hecho terrorista mueren dos
Policías, Gustavo Rúales Ipiales y Víctor Ramón Jiménez Torres, que se encontraban
de servicio en la embajada, quienes optaron por cubrir con su cuerpo e inmolarse para
evitar que tanta gente inocente muriera en el acto, ellos volaron en pedazos y algunas
personas resultaron heridas; su valor y coraje pudo más que su propia vida.

439
Asalto al Rastrillo de la Policía Nacional

El 12 de marzo de 1985, a la 1H30 a.m., siete guerrilleros del AVC vestidos de policías,
uno con insignias de Teniente, sorprendieron y maniataron a los cinco policías de
guardia, cortaron las líneas telefónicas, desconectaron el sistema de radio y robaron las
armas de la bodega en las instalaciones de la ex Central de Radio Patrullas, ubicada
en Quito, en el Barrio El Batán, Avenida 6 de Diciembre, sustrayéndose 631 revólveres
calibre 38, 40 carabinas y varias cajas de balas. Días después la Policía Nacional
recuperó el armamento abandonado en un lote baldío de la ciudad.

Escape del Penal García Moreno

El domingo 28 de abril de 1985, a las 06H30 se produce un escape del Penal García
Moreno a través de un túnel de 100 metros, cavado desde un local comercial que
desembocó en el patio del Penal escapándose Arturo Jarrín y Hamet Váscones y otros
dos miembros de AVC.

Secuestro y Muerte de Nahim Isaías Barquet

El 7 de Agosto de 1985, guerrilleros de AVC secuestraron al banquero Nahim Isaías


Barquet, dueño de Filanbanco, quien permaneció secuestrado 25 días en una casa
ubicada en el barrio La Chala de Guayaquil; los secuestradores esperaban obtener 5
millones de dólares de rescate para invertir en el entrenamiento de los guerrilleros con
el M-19 colombiano y formar una guerrilla rural en el Ecuador.

El Presidente Constitucional de la época, Ingeniero León Febres Cordero, el 2 de


septiembre, autoriza a la Unidad Antiterrorista de la Brigada de Fuerzas Especiales del
Ejército ecuatoriano realice una operación para rescatar a Isaías. Como resultado,
tanto Isaías como sus secuestradores murieron.

Secuestro fallido a Eduardo Granda Garcés

El 19 de diciembre de 1985, en Quito, guerrilleros de AVC intentaron secuestrar al


empresario Eduardo Granda, de 45 años, heredero de la familia propietaria de la
cadena de televisión Tele Amazonas.

La operación fracasó dándose un intercambio de fuego. Granda resultó levemente


herido y escapó a pie hacia una lubricadora situada a una cuadra de su casa, ubicada
en la avenida América de Quito y el guerrillero Leonardo Vera también herido fue
arrestado por la policía después de que sus compañeros que fugaron lo dejaran en el
Hospital Eugenio Espejo.

Secuestró al doctor Enrique Echeverría

El 21 de mayo de 1986, el grupo de Montoneras Patria Libre MPL, se adjudica el


secuestro del doctor Enrique Echeverría, miembro del Tribunal de Garantías

440
Constitucionales y el 24 de Mayo de 1986, la comisión mediadora logró la negociación
con los secuestradores conformada por 8 hombres y dos mujeres, para que entregasen
al secuestrado. Los secuestradores son trasladados al Cuartel Militar el 25 de mayo
garantizando su seguridad y un juicio imparcial.

En la operación de rescate no se produjeron derramamientos de sangre a pesar del


arsenal que mantenían los secuestradores. Las autoridades destacaron el
profesionalismo con el que actuó la Policía Nacional, poniendo en evidencia el interés
de preservar la vida de la víctima y de los secuestradores.

Asesinato de tres policías en el Hospital Eugenio Espejo

El 19 de agosto de 1986 se produce un hecho criminal en el Hospital Eugenio Espejo,


cuando seis integrantes del AVC disfrazados como médicos ingresaron a la casa de
Salud, y cobardemente dispararon a tres policías: Julio César Lara, Alfonso Prebítero
Dávila Ordóñez y Kléver Villalba Sánchez quienes se encontraban custodiando al
subversivo Leonardo Vicente Vera Viteri miembro del AVC. La Policía logró recapturar
a Vera, en Ipiales, junto con Alberto Torres Zambrano, Luis Román Chávez César
Fabián Moreno y ponerle a órdenes de la justicia.

Toma de emisoras

El 26 de enero de 1988, guerrilleros de AVC y MPL, asaltaron diez emisoras de radio


en Quito y otras ciudades y obligaron a emitir una proclama a la nación sobre la
situación política que atravesaba el país.

La organización MPL, envió un comunicado a la televisión ecuatoriana en el que


aseguraban tener en su poder al empresario español Pablo Martín Berrocal,
secuestrado el pasado día 9 de agosto de 1989, en Quito. El comunicado incluía una
cláusula en la que se exigía al Gobierno difundir, a través de los medios de
comunicación de Ecuador, una amplia declaración política de la citada organización.

ACTUACION DE LA POLICIA NACIONAL FRENTE A LA SUBVERSION

Para facilitar la lectura de este libro y tener mejor comprensión es importante resaltar,
que la lucha frontal que ofreció la Policía Nacional a la subversión en el Ecuador, fue
digna de todos los reconocimientos por la forma oportuna y eficaz con la que actuó
para que prevalezca el derecho a la vida que garantiza el Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos, toda vez que el terrorismo, en cualquiera de sus formas,
es contrario a los Derechos Humanos y a la razón humana.

La estrategia que adoptaron los grupos subversivos no fue el enfrentamiento armado


tradicional contra las fuerzas del orden, sino a través de actos terroristas,mediante
asesinatos, secuestros, extorsiones, explosiones, asaltos a bancos, robos, es decir,
utilizando métodos crueles en contra de la sociedad.

441
Ante esta cruda realidad de violencia criminal con la que operaban los grupos
subversivos en el Ecuador, la Policía Nacional tuvo un enorme compromiso y desafío
profesional ya que en el pasado no había enfrentado este tipo de actos delictivos y, por
lo mismo, debió entrenarse y organizar unidades especializadas para poder enfrentar
con profesionalismo el cumplimiento de la misión constitucional, la ley y la doctrina
policial, utilizando todas las estrategias y medios a su alcance para identificar, enfrentar
y neutralizar los actos delictuales de estos grupos criminales, con el uso progresivo y
diferenciado de la fuerza, como determinan los manuales nacionales e internacionales,
poniéndoles luego a órdenes de las autoridades competentes a numerosos miembros
de las organizaciones terroristas para su respectivo enjuiciamiento conforme a derecho.

La Policía Nacional, como Institución del Estado, responsable de precautelar la


Democracia, el Orden y la Seguridad interna, enfrentó como siempre sabe hacerlo: con
decisión, coraje, determinación democrática y respeto a los derechos humanos; no
persiguió a personas por su ideología política ni por sus principios, sino que tenía la
obligación constitucional y moral de identificar a los individuos que en la clandestinidad
cometían delitos y que eran requeridos por la justicia para ser sancionados por la Ley.

1987 - Personal del Grupo de Intervención y Rescate, una de las primeras unidades
especializadas, creadas para identificar, enfrentar y neutralizar los actos delictuales de grupos
criminalies

Consecuentemente, la Policía Nacional cumplió de manera oportuna y eficiente las


expectativas de la sociedad ecuatoriana y de la región para detener la violencia con los
únicos recursos que existe, la Ley y la razón de la convivencia humana, logrando
derrotar así a los grupos subversivos en el Ecuador, de forma temprana para devolver
al país un futuro de seguridad, paz y tranquilidad a pesar de los riesgos que esto
representaba por la violencia y crueldad con la que operaban estos grupos.

442
El saldo de esta época trágica para el Ecuador, fue de 28 fallecidos entre los que
constan subversivos, civiles y policías como los Capitanes Galo Miño Jarrín y Eduardo
Zea López, los Policías Julio César Lara y Alfonso Prebítero Dávila Ordóñez, Kléver
Villalba Sánchez, Luis Felipe Cali Guasqui, Gustavo Rúales Ipiales y Víctor Ramón
Jiménez Torres, entre otros, así como civiles: el empresario quiteño Antonio Briz López
y el banquero guayaquileño Nahim Isaías Barquet.

LA PARTICIPACION POLICIAL EN LA VISITA DE JUAN PABLO II A ECUADOR

El 29 de enero de 1985, Juan Pablo II, visitó por primera vez el Ecuador. Karol Józef
Wojtyla, Juan Pablo II, de nacionalidad Polaca y uno de los líderes más influyentes del
siglo XX, incluyó además de Quito, en su periplo a las ciudades de Latacunga, Cuenca
y Guayaquil en su decimoquinto viaje apostólico.

Juan Cruz, historiador ecuatoriano, entendido en el tema, dice que el Papa Juan Pablo
II, fue un personaje que influyó en la caída del Comunismo y el Muro de Berlín. Además
contactó con el resto de religiones como la Judía, Musulmana, Ortodoxa y fue
mediador de conflictos internacionales en Irán, Líbano e Irak.

1985 - Visita del Papa Juan Pablo II a Ecuador

Su llegada coincidió con los 450 años de la primera evangelización en Ecuador y con
los dos mil años del nacimiento de la Virgen María y que constituyeron actos
inolvidables en familias, religiosos, indígenas, trabajadores y fieles católicos del país.

La Institución Policial, liderada por el Comandante General, General Edison Garcés


Pozo, desarrolló un vasto Plan de Operaciones que incluyó la acción permanente de

443
todos sus Servicios policiales con la participación activa de aproximadamente 13.000
mil policías, para brindar seguridad y protección al Santo Padre, así como a las
autoridades civiles, eclesiásticas y a la multitudinaria presencia de devotos que asistían
a los recorridos y a las Misas Campales celebradas por el Papa, acompañadas de las
más altas autoridades del Clero ecuatoriano, acciones que se cumplieron con eficacia
en las ciudades de Quito, Guayaquil, Cuenca y Latacunga a las que visitó Juan Pablo
II.

Hay que resaltar que la Policía Nacional para este evento preparó a 1200 estudiantes
de los quintos y sextos cursos de colegio como brigadistas, para que hicieran calle de
honor a la llegada del Santo Padre, quien emocionado al ver a los jóvenes encargados
de su protección los felicitó.

NUEVO FINANCIAMIENTO PARA CONSTRUCCION DE HOSPITALES PARA LA


POLICIA DE QUITO Y GUAYAQUIL

En el periodo presidencial del Ingeniero León Febres Cordero, el mando Policial vuelve
a gestionar el financiamiento para la construcción de los Hospitales de la Policía en
Quito y Guayaquil, obra que venía aprobándose desde los Gobiernos de la Junta Militar
y de los doctores Jaime Roldós Aguilera y Oswaldo Hurtado Larrea, lográndose recién
en la administración del Ing. León Febres Cordero, siendo Comandantes Generales los
Generales Édison Garcés Posso y Milton Andrade Dávila, se consolida esta vieja
aspiración de la Policía Nacional, de construir los hospitales de Quito y Guayaquil,
declarados como obras prioritarias por el Consejo Nacional de Desarrollo, CONADE, y
constando en el Plan Nacional de Desarrollo, dentro del capítulo de Salud Urbana.

El Banco Ecuatoriano de Desarrollo, BEDE, aprobó un Préstamo de 1.100 millones de


sucres para financiar la construcción; dicho valor comprendía el 100% de las obras
civiles y el 15% de la dotación de equipo médico, toda vez que el restante 85% de los
equipos médicos a instalarse serían financiados por la firma Italiana Hosp – Ital, a la
cual se adjudicó, en el mes de septiembre de 1980, el respectivo contrato de
construcción y equipamiento.

El Hospital de Quito se construyó en los terrenos de propiedad de la Institución Policial,


situados junto al Cuartel del Regimiento Quito No. 1, en el sector aledaño a la Avenida
Mariana de Jesús. El Hospital de Guayaquil se edificó junto al Regimiento Guayaquil
No. 2, en la Avenida de las Américas, para atender los derechos de salud de los
miembros de la Institución y de sus familiares, con servicios de tercer y cuarto nivel de
salud como había mentalizado el doctor Alfredo Von Reckow, Coronel de Sanidad, uno
de los primeros Directores de esta rama.

444
Hospital de la Policía en Guayaquil – Fuente: Diario EL COMERCIO

Además, el Comandante General Milton Andrade Dávila, realizó diligencias para la


adquisición del edificio de las calles Calama y Reyna Victoria para la Dirección
Nacional de Investigaciones; la adquisición de un inmueble en las calles Rio Topo y
Amazonas para la Jefatura Provincial de Estupefacientes e Interpol; la adquisición del
edificio Madrid ubicado en las calles 10 de Agosto y Ramírez Dávalos a través del
Consejo Nacional de Tránsito para que el funcionamiento, en principio de la
Comandancia General de la Policía Nacional y la Dirección Nacional de Tránsito y
Transporte Terrestre y luego únicamente de la Dirección de Tránsito. El acto de
inauguración contó con la presencia del Presidente Febres Cordero.

PRESIDENCIA DEL DOCTOR RODRIGO BORJA CEVALLOS

445
Rodrigo Borja Cevallos nació en Quito el 19 de junio de 1935. Sus padres fueron don
Luis Felipe Borja del Alcázar y doña Aurelia Cevallos Gangotena. Contrajo matrimonio
con doña Carmen Calisto Ponce, con quien procreó cuatro hijos: Gabriela, María del
Carmen, Rodrigo y Verónica Borja Calisto.

Realizó sus estudios primarios y secundarios en el Pensionado Borja y en el Colegio


Americano de Quito, respectivamente. En la Universidad Central del Ecuador siguió la
carrera de Ciencias Políticas y Sociales, en la que obtuvo la Licenciatura en 1958 y,
dos años más tarde, el doctorado en Jurisprudencia. Cuando aún era estudiante fue
Presidente de la Asociación de Derecho de la Universidad Central y ejerció el
periodismo en la radio HCJB, la Voz de los Andes, y en el diario El Comercio de Quito.

El doctor Borja Cevallos fue el fundador ideológico y figura máxima del


partido socialdemócrata Izquierda Democrática, que le llevó al poder el 10 de agosto
de 1988, con objetivos encaminados al desarrollo económico, social, a la vinculación de
la seguridad nacional con el respeto a los Derechos Humanos. El Presidente Borja,
afirmaba que un “Estado es seguro cuando es capaz de garantizar los derechos
humanos de sus habitantes”.

Decadencia, Desmovilización y Entrega de armas de Alfaro Vive Carajo (AVC)

En definitiva en el año 1988, las Fuerzas de Seguridad ecuatorianas derrotaron a la


insurgencia, por lo que el Grupo subversivo quedó prácticamente liquidado, perdió
fuerza y, el remanente del Alfaro Vive Carajo, el 7 de marzo de 1989 en el Gobierno del
doctor Rodrigo Borja Cevallos, firmó el Acuerdo, para la entrega de Armas, en los
siguientes términos:

 Que la organización Alfaro Vive Carajo expresa su voluntad de participar en la


vida legal y política del país sin el empleo de las armas como medio de acción
política.
 Que como prueba fehaciente de esa decisión, la organización AVC, anuncia al
país que cancela todo tipo de acción armada.
 Que el Gobierno Nacional garantizará los derechos constitucionales de los
miembros de AVC, en los términos en que está obligado a garantizar los
derechos de todos los ciudadanos.
 Que el Gobierno reafirma su compromiso de avanzar, con la premura que la
crisis demanda, en el diálogo nacional para alcanzar un acuerdo que permita la
reactivación de la economía, la realización de la justicia social, la profundización
de la democracia, la afirmación de la soberanía y la consolidación de la paz; y,
 Que el Gobierno Nacional deja expresa constancia de que cualquier violación
por parte de los miembros de AVC a cualquier aspecto de lo anteriormente
anotado, lo liberará moral y políticamente del cumplimiento de esta declaración”.

446
El acto de entrega de armas se realizó el 27 de febrero de 1991 a la Iglesia Católica,
dos años después de haber llegado a un acuerdo con el Gobierno del doctor Rodrigo
Borja, con una Comisión de observadores internacionales, de la cual formaron parte el
constituyente colombiano Antonio Navarro Wolf, el ex presidente de Uruguay, Julio
María Sanguinetti, representantes del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), del
Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) de Nicaragua y del Movimiento 19 de
Abril (M-19) de Colombia, entre otros.

En esta ocasión los dirigentes de AVC reiteraron la voluntad de su grupo de integrarse


a la vida legal y trabajar para lograr una democracia total, manifestando que se
encontraban abiertos al diálogo con todas las fuerzas democráticas del país y
deseaban evitar que nuevamente se produzcan hechos de violencia.

LEY SOBRE SUSTANCIAS ESTUPEFACIENTES Y PSICOTRÓPICAS

El 17 de Septiembre de 1990, siendo Ministro de Gobierno Andrés Vallejo Arcos y


Comandante General de la Policía Nacional el General Gilberto Alfredo Molina
Espinosa, se consigue la aprobación y publicación de la nueva Ley sobre Sustancias
Estupefacientes y Psicotrópicas, en el Registro Oficial No. 523, como un instrumento
legal que recogió varias recomendaciones de las Convenciones de las Naciones
Unidas, sobre este tema, y que le sirvió a la Policía ecuatoriana para encontrar los
caminos idóneos para llegar a descubrir y desmantelar las organizaciones involucradas
en el tráfico ilícito de drogas y poner a órdenes de las autoridades competentes a los
delincuentes.

PUESTO DE AUXILIO INMEDIATO (PAI)

1992 - Patrullero perteneciente al Puesto de Auxilio Inmediato de la “Coca Cola” sector el Inca -
Quito

447
El 26 de enero de 1991, el General Gilberto Alfredo Molina Espinosa, Comandante
General, logra la aprobación del Presidente doctor Rodrigo Borja Cevallos para la
implementación de los Puestos de Auxilio Inmediato (PAI) con el fin de acercar los
servicios de la seguridad en los principales centros urbanos de las ciudades del país,
ubicados en sitios estratégicos, y prestar el auxilio inmediato a los ciudadanos que
fueran víctimas de agresión por parte de los delincuentes y disminuyan los robos y la
violencia.

Este Proyecto tuvo la aceptación y valiosa colaboración de las instituciones y


básicamente de la población.

CREACIÓN DE LA POLICÍA JUDICIAL

Como antecedente hay que recordar que en el Gobierno Revolucionario Nacionalista


de las Fuerzas Armadas, presidido por el General Guillermo Rodríguez Lara (16 de
febrero de 1972 a 12 de enero de 1976), mediante Decreto Supremo No. 891,
publicado en el Registro Oficial No. 636, de 11 de septiembre de 1974, se expide la Ley
Orgánica de la Función Jurisdiccional, en la cual se crea la Policía Judicial.

Por su importancia, transcribimos los artículos pertinentes de este cuerpo legal.

Art. 169.- Créase la Policía Judicial para el cumplimiento de los fines de la


Administración de Justicia.

Art. 170.- La Policía Judicial es un organismo especializado de la Policía Nacional y sus


componentes estarán a órdenes de los tribunales y juzgados que forman la Función
Judicial, mientras se encuentre en el cumplimiento de sus funciones específicas.

Art. 171.- La organización, deberes y atribuciones, adiestramiento, orgánico,


presupuesto y todo lo concerniente a la Policía Judicial, será establecido en el
Reglamento Orgánico Funcional que elaborará la Policía Nacional en coordinación con
el Presidente de la Corte Suprema de Justicia y será aprobado por el Presidente de la
República.

Art. 172.- Las infracciones cometidas por los miembros de la Policía Judicial en el
cumplimiento de sus funciones serán juzgadas por los competentes jueces de la
Policía.

Igualmente, la Ley Orgánica de la Policía Nacional, publicada en el Registro Oficial No.


757, de 7 de marzo de 1975, confirma la existencia de la Policía Judicial como servicio
y organismo auxiliar de la administración de Justicia.

448
Oficinas del Antiguo Servicio de Investigación Criminal – Guayas Fuente: EL Telegrafo

Con Decreto Ejecutivo No. 2693, expedido por el Dr. Rodrigo Borja Cevallos,
Presidente de la República, publicado en el Registro Oficial No. 761, de 3 de
septiembre de 1991, se suprime el Servicio de Investigación Criminal (SIC) de la Policía
Nacional, y se pone en operación a la Policía Judicial, “como cuerpo auxiliar de la
administración de justicia, y confiarle la función investigativa del delito…”. De esta
manera se cumple con lo previsto tanto en el Decreto Supremo del General Guillermo
Rodríguez Lara cuanto en lo estiipulado en la Ley Orgánica de la Policía Nacional
publicada en el año 1975.

En el artículo 2 del mencionado Decreto, se dispone que se encargue de manera


provisional a la Comandancia General de Policía la organización del trabajo de
investigación del delito y la adopción de las medidas que garanticen la seguridad
personal mientras se cumpla el proceso de estructuración y funcionamiento de la
Policía Judicial.

Finalmente se ordena que el Ministerio de Finanzas, destine seis millones de dólares


del Fondo de Estabilización para financiar la compra de equipos y la formación de
recursos humanos de la Policía Judicial; y cien millones de sucres del Presupuesto
Nacional para las actividades de investigación.

En cumplimiento del Decreto citado, el Ministro de Gobierno y Policía dispuso la


ejecución del Primer Curso de Detectives Civiles con aspirantes que posean título de
nivel universitario, contando con profesores de nacionalidad francesa.

Mediante Decreto No. 3585 expedido por el Dr. Rodrigo Borja Cevallos, publicado en el
Registro Oficial No. 995 de 7 de agosto de 1992, se publica el Reglamento de la Policía
Judicial, en el cual se establece la estructura orgánica, funciones y atribuciones de este
Organismo Policial.

449
OPERATIVO CICLON

Uno de los más importantes operativos antidrogas ejecutados por la Policía ecuatoriana
fue el denominado Operativo Ciclón. Vale recordar, a manera de antecedente, que el 8
de marzo de 1989, en Londres, autoridades aduaneras incautaron un contenedor
remitido desde el Puerto de Guayaquil que contenía madera de balsa y, en su interior,
de manera camuflada y muy hábil, se había introducido 154 kilos de clorhidrato de
cocaína y 2.000 kilos de marihuana.

Esta situación llevó a la Interpol del Ecuador a descubrir una poderosa organización
internacional de narcotraficantes conformada por delincuentes colombianos, chilenos,
brasileños y ecuatorianos. Por su parte, a nivel nacional, este caso que se denominó
“Palo de Balsa”, condujo a la Policía Nacional a través de la Unidad de Investigaciones
Especiales (UIESS), a efectuar importantes trabajos de inteligencia antinarcóticos por
el lapso de tres años que condujeron a la preparación y ejecución del Operativo Ciclón.

El Operativo Ciclón respondió a la minuciosa investigación realizada por la UIES, que


llegó a determinar una poderosa organización de narcotraficantes, con resultados
importantes como la detención de 62 personas, entre las que se incluía al líder de la
organización, el abogado, el equipo financiero y un grupo de testaferros y empleados.
Se incautaron 21 inmuebles, armamento automático, 16 kilos de cocaína, 37 vehículos,
3 avionetas, depósitos de 15 hilos y 5 onzas de oro y, además, se congelaron varios
millones de dólares tanto en Ecuador como en el Caribe, Europa y Estados Unidos.

La Unidad de Investigaciones Especiales UIES, fue por dos décadas la encargada de planificar y
ejecutar operativos para desmantelar a las más importantes bandas de narcotráfico que han
operado en el país.

450
CENTRO DE CAPACITACION ANTIDROGAS

El Comandante General de la Policía Nacional, General Superior, Lenin Vinueza


Mideros, dispone al, en ese entonces, Coronel Gustavo Gallegos Balarezo, Subdirector
Nacional de Investigaciones, proceda a la planificación, organización y funcionamiento
de un Centro de Capacitación Antidrogas, que funcione de manera permanente en
coordinación con la Drug Enforcement Administration (DEA) y el Departamento de
Estado de los Estados Unidos en el Ecuador.

En acatamiento a esta disposición del Comando General, procedió a elaborar el


Manuel de Organización y Funcionamiento del Centro de Capacitación Antidrogas.El
Manual fue aprobado el 3 de agosto de 1992, con la función esencial de capacitar y
especializar a los miembros de la policía ecuatoriana, mediante la transmisión de
conocimientos y técnicas modernas que les permita ejercer eficientemente la lucha
contra el narcotráfico, como también lograr la unificación de procedimientos
antinarcóticos.

De igual manera, el General Lenín Vinueza, en su calidad de Comandante General,


creó con el apoyo del Ministro de Gobierno, economista César Verduga Vélez, el “Día
del Policía Nacional en Servicio Pasivo” que debía celebrarse cada 8 de julio, como un
homenaje de reconocimiento y gratitud a los servidores policiales que habían entregado
gran parte de su vida a cuidar la de sus compatriotas.

2010 - Instructor y alumnos del Centro de Capacitación Antidrogas

451
Formó la Asociación de Generales como un Organismo de defensa de la Institución y
sus miembros ante ataques injustificados y como un espacio de reflexión y asesoría
profesional y nexo para acrecentar la amistad y solidaridad profesional entre sus
miembros.

Creó la Fundación “Polinal” con el objetivo de atender las necesidades sociales y


humanas del personal policial.

Aprobó y puso en vigencia el Código de Ética Profesional para que sirviera como
orientación y guía moral en todos los actos y procedimientos de los policías
ecuatorianos. Asimismo impulsó la creación del Liceo Policial para facilitar la educación
primaria y secundaria de los hijos de los policías de la ciudad de Quito.

Restituyó la entrega de juguetes a los hijos menores de los policías con ocasión de la
Navidad que había sido una costumbre tradicional en la Institución y fuera suspendida
por razones políticas en el año 1981.

Consiguió del Ministro de Finanzas, en ese entonces, doctor Pablo Better, el


incremento del Presupuesto para la Policía Nacional del año 1992, en el cien por ciento
por ciento de su monto, lo que permitió atender las necesidades institucionales
largamente postergadas.

Participó en la organización de la Policía Judicial y en el robustecimiento del


Laboratorio de Criminalística adquiriendo equipamiento nuevo y propiciando la
especialización de técnicos y peritos en la república Argentina.

GOBIERNO DE SIXTO DURAN BALLEN

El Presidente Sixto Durán Ballén convocó a Ex – Presidentes para tratar sobre la Guerra en el Alto Cenepa

452
Sixto Durán Ballén nació en la ciudad de Boston, Estados Unidos de América, el 14 de
julio de 1921 y fue inscrito en el Consulado ecuatoriano de esa ciudad, por lo que
recibió nacionalidad ecuatoriana. Falleció en Quito el 15 de noviembre de 2016.

Sus padres fueron Sixto Durán Ballén Romero y doña Eugenia Cordovez Caicedo.
Contrajo matrimonio con doña Josefina Villalobos Páramo, con quien procreó ocho
hijos: Jorge, Alicia, Susana, Isabel, Cristina, Josefina, Sixto y Antonio Durán Ballén
Villalobos.

Sus estudios primarios los realizó en el colegio “San José La Salle” en Guayaquil, los
secundarios en el colegio “San Gabriel” en Quito y, los de arquitectura en el Stevens
Institute of Technology de Hoboken en New Jersey, en la Universidad de Wisconsin-
Madison y en la Universidad de Columbia, en Nueva York, donde obtuvo su título de
Arquitecto.

Fue Presidente de la República desde el 10 de agosto de 1992 hasta el 10 de agosto


de 1996.

PARTICIPACION POLICIAL EN LA GUERRA DEL ALTO CENEPA

1995 - Personal policial brindando proteccion a los pozos petroleros Tarapoa (Pacayacu)

En el Gobierno del Presidente Sixto Durán Ballén,ante el conflicto armado en el Alto


Cenepa, la Policía Nacional como fuerza auxiliar de las Fuerzas Armadas,
fundamentada en los artículos 126, 128 y 136 de la Constitución de la Republica de
1978, en vigencia en 1995, y en atención a la orden fragmentaria No.02-95, emitida por
el Jefe del Comando Conjunto de las FF.AA., General de Ejército Víctor Bayas, dirigida
al General Miguel Rosero Barba, Comandante General de la Policía Nacional, dispone

453
al Teniente Coronel Jorge Poveda Zúñiga comandar 200 hombres,(100 del GIR y 100
del GOE), con todo el armamento, equipo y vituallas, y trasladarlos a Nueva Loja, a
apoyar a las FF.AA en el Conflicto Armado del Alto Cenepa, en Operaciones Policiales,
especialmente en protección a la población, la propiedad pública y privada y al
patrimonio nacional, empleando todos los medios posibles de defensa, así como lograr
el compromiso ciudadano para la consecución del mantenimiento de la Seguridad
Interna en todas las zonas de frontera con el Perú y de las provincias en riesgo.

Conflicto en la Cordillera del Cóndor

El personal policial se presentó ante el General del Ejército, René Yandún, quien
dispuso la misión de apoyar a las Fuerzas Armadas dando protección a las
instalaciones del complejo petrolero de la región, organizando a la población y
desarrollando acciones de inteligencia contra posibles infiltrados o lanzamientos de
paracaidistas peruanos, evitando cualquier tipo de sabotaje en el oleoducto e
instalaciones petroleras que era un objetivo estratégico del enemigo.

La misión fue cumplida a cabalidad con patrullajes en todas las áreas, consiguiendo
toda la información que pedían desde el puesto de mando militar. Además de organizar
a la población civil, trabajaron en Operaciones Psicológicas, repartiendo
hojas volantes, trípticos, folletos en los cuales se pedía la unidad del pueblo y el apoyo
para las fuerzas que estaban combatiendo. También enseñaron a construir trincheras,
acondicionaron albergues y levantaron el civismo de la población mediante charlas y
sin descuidar las estrictas seguridades de las instalaciones petroleras. Se ejecutaron
una serie de maniobras para detectar la presencia de ciudadanos peruanos y de
manera especial se apoyó a las operaciones militares en los puntos de defensa
antiaérea.

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El Teniente Coronel Jorge Poveda Zúniga recibió la orden de formar un equipo de
combate con misión ofensiva para ser enviado al Destacamento de Zancudo, ubicado
frente al destacamento peruano de Teniente Clavero, misión cumplida por el Mayor
Víctor Hugo Cozar con 40 hombres del GIR, quienes parten desde el puerto de
Chiritza en canoas hasta el lugar, en espera de una orden para atacar conjuntamente
con las Fuerzas Militares que se encontraban al mando del Mayor Samaniego del
Ejército.

El 27 de marzo del 1995, el Teniente Coronel Jorge Poveda recibió el telegrama Nro.
95.308- CG, del Comando General de la Policía Nacional disponiendo que retorne con
todo el personal del GIR y del GOE a Quito, habiendo recibido las correspondientes
felicitaciones por parte del Comandante Yandún por la labor cumplida.

OFICINA DE DEFENSA DE LOS DERECHOS DE LA MUJER ODMU

El 6 de mayo de 1994, siendo Comandante General de la Policía Nacional, el General


Guido Gualberto Núñez Baño, se creó la Oficina de Defensa de los Derechos de la
Mujer, con la misión de garantizar el respeto a los derechos humanos de las mujeres y
sus familias, con base, tanto en los fundamentos de la Convención Interamericana para
Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer cuanto en lo estipulado por
la legislación ecuatoriana, a través de la Ley 103 contra la Violencia a la Mujer y la
Familia y, especialmente, con el fin de dar una respuesta positiva a las mujeres
ecuatorianas que denunciaban ser víctimas del maltrato familiar.

2016 – Personal Policial, garante del respeto a los Derechos Humanos de las familias

455
ADMINISTRACION DEL PRESIDENTE ABDALA BUCARAN ORTIZ

Abdalá Bucaram Ortiz nació en Guayaquil el 20 de febrero de 1952. Sus padres fueron
Jacobo Bucaram Elmhalin, inmigrante libanés y doña Rina Ortiz Caicedo. Contrajo
matrimonio con doña María Rosa Puley Vergara con quien procreó cuatro hijos:
Jacobo, Abdalá, Linda y Michel Bucaram Puley.

Presidente Abdalá Bucaran Ortiz

Estudió en el colegio “Cristóbal Colón” en Guayaquil donde se graduó de Bachiller


destacándose en los deportes. Se graduó de abogado en la Universidad Estatal de
Guayaquil. Fue Presidente de la República desde el 10 de agosto de 1996 hasta el 6
de febrero de 1997, en que finalizó su mandato a través de su destitución, en el
Congreso con 44 votos, aduciendo incapacidad mental para gobernar y sin que se le
hubiera practicado ninguna evaluación psiquiátrica.

En esta corta administración del presidente Bucarán, y frente a la situación de


conmoción interna, el General Marco Hinojosa Arauz, Comandante General, tuvo que
organizar y manejar las operaciones policiales del control del Orden Público de manera
profesional frente a la protesta social hasta el último día de la caída del presidente
Bucarán Ortiz, defendiendo la democracia y la paz social, siendo importante resaltar

456
que frente a esta situación el Comandante General por primera vez fue invitado a
participar en las reuniones del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas.

BRIGADAS BARRIALES

En diciembre de 1997 durante la Comandancia General del General Superior Marco


Hernán Hinojosa Arauz, se da inicio al funcionamiento de las Brigadas Barriales por
iniciativa del Mayor Mario Segovia quien para ese entonces ejercía un gran liderazgo
Policial. Se emitió el Plan de Operaciones para la conformación de estas Brigadas
para brindar seguridad a la Comunidad ecuatoriana.

Unidad de Policía Comunitaria 24 de Mayo - Quito

Las Brigadas Barriales cuentan con la valiosa colaboración de ciudadanos de buena


voluntad, a quienes la Policía les prepara en lo atinente a Patrullaje preventivo, defensa
personal y seguridad integral. Luego de su capacitación, los brigadistas realizan
patrullaje preventivo, junto a los policías, en calles, avenidas, parques, alrededor de las
iglesias, en sus respectivos Barrios. Basan su efectividad en el trabajo coordinado entre
las autoridades locales, la institución policial y la ciudadanía, para garantizar a la
comunidad una convivencia pacífica. Obviamente, las Brigadas Barriales constituyen la
primera fuente de información de lo que acontece en sus Barrios.

457
PRESIDENCIA DE FABIAN ALARCON RIVERA

Presidente Fabián Alarcón Rivera con el Presidente de Chile Eduardo Frei

El Presidente Fabián Alarcón Rivera nació en Quito el 14 de abril de 1947. Sus padres
fueron el doctor Fabián Alarcón Falconí y doña María Antonieta Rivera Larrea. Fue
Presidente Interino del Ecuador entre el 6 de febrero de 1997 y el 10 de agosto de
1998.

Fue Presidente de la Asociación Escuela de Derecho y miembro de Partido Patriótico


Popular fundado por su padre. Elegido Concejal del Municipio de Quito, en la época del
Alcalde arquitecto Sixto Durán Ballén. Integró la Comisión de Reestructuración Jurídica
del Estado que redactó el proyecto de nueva Constitución aprobada en el Referéndum
de 1978, durante el proceso de retorno a la vida democrática, impulsado por el Consejo
Supremo de Gobierno presidido por el Almirante Alfredo Poveda Burbano.

Fue elegido Diputado por la provincia de Pichincha y también Nacional. Presidente del
Congreso Nacional en los períodos 1991 – 1992; 1995 – 1996 y 1996 – 1997. En el
ejercicio de su profesión de abogado y jurisconsulto, representó a Ecuador en los

458
Congresos Interamericanos de Abogados en Brasil, Puerto Rico y Quito y se integró a
la Federación Interamericana de Abogados como Miembros Mayor.

NUEVA LEY ORGANICA Y LEY DE PERSONAL DE LA POLICIA NACIONAL

Estos proyectos de Ley fueron elaborados años atrás por los mandos Institucionales
sintiendo la necesidad de proponer una normativa legal que se ajuste a los avances
institucionales de la época en los campos operativo, técnico y administrativo, a través
de una Comisión integrada con Oficiales de alta graduación y asesores jurídicos
quienes luego de varias y largas reuniones y, de haber recogido criterios y sugerencias
a nivel nacional, fueron presentados al Mando Policial.

Le correspondió al General Jorge Villarroel Merino, siendo Comandante General,


impulsar la aprobación de los proyectos de Ley que por algún tiempo habían
permanecido en el Congreso Nacional, toda vez que era una Ley muy esperada,
considerando: “Que la Policía Nacional requiere de una nueva estructura orgánica y
funcional acorde con las necesidades crecientes de la sociedad moderna que exige
mayores niveles de eficiencia y capacidad de los organismos de Seguridad Pública del
Estado, para afianzar la paz social y el desarrollo de la comunidad”.

La Ley Orgánica es aprobada por el Congreso Nacional, el 17 de Julio de 1998 y


sancionada por el Presidente Constitucional Interino de la República doctor. Fabián
Alarcón Rivera, el 24 de Julio de 1998 y publicada en el Registro Oficial No. 368,
definiéndole a la Policía Nacional en el artículo 2, como una “Institución profesional y
técnica, dependiente del Ministerio de Gobierno, con personería jurídica, autonomía
administrativa y financiera, organizada bajo el sistema jerárquico disciplinario,
centralizada y única. Tienen por misión fundamental garantizar el orden interno y la
seguridad individual y social”.

Además se incorporan oficialmente las Unidades Especiales de la Policía Nacional que


venían operando con éxito en la lucha contra el crimen organizado, tomando así vida
jurídica y legitimando su accionar el Grupo de Intervención y Rescate, más conocido
como GIR; la Unidad de Investigaciones Especiales UIES: El Grupo de Operaciones
Especiales GOE; La Unidad Antisecuestros UNASE; la Unidad de Equitación y
Remonta UER; la Unidad de Protección del Medio Ambiente UPMA; y, la Unidad de
Acción Comunitaria UNACO, facultándole a la Policía Nacional a establecer los
servicios que considere necesarios para el cumplimiento de sus funciones específicas.

La Ley de Personal de la Policía Nacional es aprobada por el Congreso Nacional el 16


de julio de 1998 y, un mes después, el 7 de agosto del mismo año el Presidente de la
República, doctor Fabián Alarcón Rivera, sanciona mediante Ley No. 123, y se publica
en el Registro Oficial No. S-378, considerando, que las disposiciones contenidas en la
Ley de Personal anterior dificultaban regular adecuadamente la carrera policial, siendo

459
necesario una nueva norma legal que permita alcanzar los objetivos de la Institución
Policial respecto a la carrera policial, establece derechos y obligaciones de sus
miembros, garantiza su estabilidad, propende la especialización y perfeccionamiento; y,
asegura la selección a base de un sistema de evaluación por capacidad y méritos en el
ejercicio de la función determinada por la Constitución Política de la República y las
Leyes.

1985 - Ceremonia de ascenso – cambio de palas

También se toma en cuenta el tiempo de la carrera profesional de 32 a 36 años, se


modifica el término Tropa por el de Clases y Policías en la clasificación de los
miembros de la Policía Nacional , y se crea nuevos grados en la escala de Generales:
General Superior 2 años, como máxima jerarquía, General Inspector 2 años y General
de Distrito, 2 años; de igual manera regula el tiempo de permanencia en cada grado de
5 años hasta el grado de Coronel en el escalafón de los Oficiales, sumando 30 años
más 6 años de los grados de Generales dando un total de 36 años; asimismo en el
escalafón de Clases y Policías, de 5 años del grado Policía hasta Suboficial Segundo,
cifra 30 años de servicio, más 4 años de Suboficial Primero y 2 de Suboficial Mayor,
completan los 36 años de servicio.

460
GOBIERNO DE JAMIL MAHUAD WITT

Presidentes Mahuad y Fujimori en la firma de la Paz entre Ecuador y Perú, en Brasilia

Jamil Mahuad Witt nació en la ciudad de Loja el 29 de Julio de 1949. Sus padres Jorge
Antonio Mahuad Chalela, hijo de inmigrantes libaneses y doña Rosa Witt García, hija
de inmigrantes alemanes. Contrajo matrimonio con Tatiana Calderón, quien fue Reina
de Quito en el año 1971. De esta unión nació su hija única Paola Mahuad Calderón.

Sus estudios primarios los realizó en la escuela “La Salle de los Hermanos Cristianos”.
Los secundarios en el Colegio “San Gabriel” de Quito. Posteriormente ingresó a la
Pontifica Universidad Católica del Ecuador donde se graduó de doctor en
Jurisprudencia y Abogado de los Tribunales de la República. Continuó sus estudios en
la School of Goverment, en la Universidad de Harvard, Estados Unidos de América,
donde obtuvo una Maestría en Administración Pública.

Asumió la Presidencia de la República desde el 10 de agosto de 1998 hasta el 22 de


enero de 2000, en que fue derrocado por la movilización de organizaciones sociales y
el retiro del apoyo por parte de las Fuerzas Armadas Ecuatorianas.

ADIESTRAMIENTO DE CANES PARA LA DETECCION DE DROGA

Este adiestramiento se inicia en agosto de 1988, previa la capacitación de cinco


Oficiales de la Policía Nacional del Ecuador en Alemania y dos Policías con instructores
ingleses en Quito. En el adiestramiento de Canes para la detección de drogas se

461
emplean siete canes, dando inicio al funcionamiento de la Primera Unidad Canina en
las instalaciones de la Escuela Superior de Policía, en Pusuqui.

2016 - Canes detectores de Droga en el Puerto Marítimo de Guayaquil

Es importante recodar que en Diciembre de 1992, el Programa de las Naciones Unidas


para la Fiscalización de Drogas, comunicó al General Jaime Terán Pavón, Comandante
General de la Policía, la asignación y entrega de una ayuda de 30.000 dólares para la
construcción del Centro de Adiestramiento Canino (CAC), junto con la ayuda y
cooperación de la República Federal de Alemania, Gran Bretaña y Estados Unidos, que
hicieron posible disponer de este importante Centro para la lucha contra las drogas,
con personal técnico especializado a través de asesoramiento y cursos a nivel
internacional en los Estados Unidos, Alemania, Inglaterra, Colombia, Chile, entre otros,
para el adiestramientos de canes en las diferentes especialidades.

El resultado, en el ámbito nacional, ha sido exitoso, por cuanto ha permitido la


aprehensión de considerables cantidades de estupefacientes como marihuana, cocaína
y heroína y la captura de personas de diferentes nacionalidades y el descubrimiento e
inmediato desmantelamiento de poderosas bandas y mafias internacionales dedicadas
a este acto criminal.

CREACION DE LA SECCION DE INFORMACIÓN PORTUARIA Y AEREA SIPA

En la presidencia del doctor Jamil Mahuad, siendo Ministro de Gobierno, Vladimiro


Álvarez Grau y Comandante General de la Policía, el General Superior Jorge Villarroel
Merino, frente a descubrimientos de grandes cargamentos de cocaína y marihuana y
que eran enviados clandestinamente, desde el Ecuador, a países europeos y los

462
Estados Unidos, el Gobierno ecuatoriano, el 24 de noviembre de 1998, inaugura
oficialmente la Sección de Información Portuaria y Aérea (SIPA).

Esta nueva entidad policial tenía como misión mejorar la cooperación, comunicación e
intercambio de información referente al narcotráfico, recolectadas en los aeropuertos y
puertos marítimos tanto del Ecuador como de los Estados Unidos. Además debía
ofrecer información a diversas agencias antidrogas sobre las disposiciones legales
ecuatorianas constantes en la Ley de Sustancias Estupefacientes y Sicotrópicas, que
permitían descubrir y desarticular organizaciones criminales de narcotraficantes.

A la fecha, la SIPA mantiene enlaces con Agencias de Alemania, Inglaterra y Estados


Unidos y una excelente coordinación con España. De igual manera en julio de 1999, se
aprueba el Proyecto para la creación de la Sección de Investigaciones Antinarcóticos,
adscrita a la Dirección Nacional Antinarcóticos, para enfrentar el problema del
narcotráfico, con personal especializado y equipado. Cuya misión es la localización,
identificación y destrucción de organizaciones de narcotráfico que se encuentren
operando en el Ecuador y sus conexiones a nivel internacional; apoyar a las Jefaturas y
Subjefaturas provinciales Antinarcóticos y Unidades operativas de la Dirección Nacional
Antinarcóticos en todo el territorio nacional; y, coordinar e intercambiar inteligencia con
sus similares de otros países, con el objeto de realizar operaciones conjuntas.

2017 – Policiclos – Santa Cruz - Galápagos

El General Jorge Villarroel en su administración impulsa la creación del Departamento


de Protección del Medio Ambiente, los Policiclos, la Oficina de Coordinación entre el
Ministerio de Relaciones Exteriores y la Policía Nacional, y asumió las operaciones

463
policiales del control del orden público y la seguridad ciudadana con ocasión de la
caída del presidente Jamil Mahuad producto de la reacción social por el feriado
bancario, logrando con éxito sin que existiera ninguna baja, y fundamentalmente
garantizando el sistema democrático, robusteciendo así su vieja tradición democrática
que caracteriza a la Policía Nacional del Ecuador de respeto a la constitución y no
intervención en asuntos políticos

ADMINISTRACION DE GUSTAVO NOBOA BEJARANO

Presidente Gustavo Noboa Bejarano

Gustavo Noboa Bejarano nació en Guayaquil el 21 de agosto de 1937. Sus padres


fueron don Luis Noboa Icaza y doña Laura Bejarano Icaza. Estudió en el colegio
“Cristóbal Colón” y luego en la Universidad Católica de Guayaquil, donde obtuvo la
Licenciatura en Ciencias Políticas y Sociales. Más tarde, en 1965, obtuvo el doctorado
en Derecho. Contrajo matrimonio con doña María Isabel Baquerizo con quien tiene seis
hijos: María Isabel, Laura María, Pablo, Carmen Elena, Susana y Diego Noboa
Baquerizo.

Después de la caída del Presidente Jamil Mahuad, por un Golpe de Estado, asumió la
Presidencia el Doctor Gustavo Noboa Bejarano con el respaldo de 87 de los 96
diputados presentes en la sesión del H. Congreso Nacional, que declararon cesante al
Presidente Mahuad por abandono de sus funciones. Fue Presidente del Ecuador desde
el 21 de enero de 2000 hasta el 15 de enero de 2003,

464
REGLAMENTO DE LA POLICIA JUDICIAL DEL ECUADOR

|En la administración del doctor Noboa Bejarano, siendo Ministro de Gobierno el doctor
Francisco Huerta Montalvo, y Comandante General de la Policía el General Superior
Jorge Molina Núñez se alcanza del Presidente Noboa la expedición del Reglamento de
la Policía Judicial del Ecuador,el 13 de Junio de 2001,con Decreto Ejecutivo 1651,
considerando que el Reglamento de la Policía Judicial expedido mediante Decreto
Ejecutivo No. 3585, publicado en el R.O. No. 995 del 7 de agosto de 1992, se
encuentraba desactualizado por reformas introducidas a varios cuerpos legales.

2014 - Policía frustra robo de casa y captura a supuestos ladrones – fuente Diario el Universo

Este nuevo Reglamento, establece que la Policía Judicial es un cuerpo auxiliar del
Ministerio Público, integrado por personal especializado de la Policía Nacional que
jerárquica, disciplinaria, administrativa y operativamente dependen de la Policía
Nacional; y su funcionamiento se sujetará a las disposiciones contempladas en la
Constitución Política de la República; a la Ley Orgánica del Ministerio Público; a la Ley
Orgánica de la Policía Nacional; la Policía Judicial realizará la investigación de los
delitos de acción pública de instancia oficial y de instancia particular, bajo la dirección
jurídica y control del Ministerio Público, a fin de reunir o asegurar los elementos de
convicción y evitar la fuga u ocultamiento de los sospechosos, en el tiempo y según las
formalidades previstas en el Código de Procedimiento Penal; comprenden también
todas las diligencias investigativas que realicen los diferentes servicios de la Policía
Nacional bajo la dirección y control del Ministerio Público, como el de antinarcóticos,

465
investigación de accidentes de tránsito, de secuestros y extorsión, y otros dedicados a
prevenir y combatir el delito.

De igual manera el General Jorge Molina Núñez, realiza gestiones con las autoridades
del Gobierno y con entidades Estatales y particulares para obtener la infraestructura y
la logística necesaria para la Institución. Consigue del Presidente de la Republica
doctor Gustavo Noboa Bejarano que la compañía brasileña COGEFAR entregue a la
Policía Nacional el campamento ubicado en la provincia de Manabí, Cantón Bolívar,
recinto Severino, km 92 vía Quevedo Portoviejo, para el funcionamiento de una
Escuela de Formación de 400 alumnos, la misma que posteriormente fue denominada
“Doctor Gustavo Noboa Bejarano” en honor a su benefactor.

2014 - Escuela de Formación “Doctor Gustavo Noboa Bejarano”

Además consiguió del Ministerio de Bienestar Social las instalaciones ubicadas en el


Cantón Baños para el funcionamiento de la Escuela de Formación de Policías “Baños”
y del Ministerio de Medio Ambiente y del Municipio del DMQ, la entrega de 14 has. en
el barrio la Armenia de la Ciudad de Quito, donde se instaló la Escuela de Formación
de Policías femeninas y la Unidad de Protección del Medio Ambiente,

466
Actual edificio de la Comandancia General de la Policía Nacional del Ecuador,

También en su administración consiguió del Banco Central del Ecuador la adquisición


de varios bienes inmuebles a nivel nacional, entre ellos, el edificio del “Banco del
Progreso” ubicado en la ciudad de Quito, en la avenida Amazonas frente al parque la
Carolina para que funcione la Comandancia General y sus Direcciones Generales con
un costo de $ 7´974.497,35 pagaderos en cuotas anuales.

Adicionalmente consiguió del Banco Central las instalaciones en Manta para el GIR, así
como la adquisición de 1500 vehículos a través de un crédito directo del Gobierno con
el Gobierno de Brasil por 33 millones de USD y otro de 5 millones de dólares otorgado
por el Gobierno de España para la adquisición de vehículos blindados antimotines, y
del presidente Gustavo Noboa, el Decreto Ejecutivo mediante el cual se incrementa el
Orgánico de la Policía Nacional en 24 mil policías en un periodo de 6 años con la
asignación del presupuesto correspondiente al incremento del orgánico en cada año.

467
GOBIERNO DE LUCIO GUTIERREZ BORBÚA

Presidente Lucio Gutiérrez Borbúa y el Comandante General Edgar Vaca Vinueza

Lucio Gutiérrez Borbúa nació en Quito el 23 de marzo de 1957. Hijo de Jorge Lucio
Gutiérrez Rueda y de doña María Fanny Borbúa Bohórquez. Contrajo matrimonio con
la señora Ximena Bohórquez con quien procreó dos hijas: Karina y Viviana Gutiérrez
Bohórquez.

Estudió la primaria en la escuela “Santo Domingo Savio”, en Tena; la secundaria en el


colegio “San José”. A los 15 años ingresó al Colegio Militar “Eloy Alfaro”, en Quito.
Además realizó estudios en la Escuela Politécnica del Ejército donde obtuvo el título de
Ingeniero Civil. También es Licenciado en Educación Física y en Administración y
Ciencia Militares.

El Coronel Lucio Gutiérrez Borbúa fue electo Presidente de la República con el apoyo
de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador, CONAIE y partidos
políticos de izquierda y ejerció el poder del 15 de Enero del 2003 al 20 de abril del 205,
fecha en la que fue destituido.

468
LEY DE SERVICIO CIVIL, CARRERA ADMINISTRATIVA Y HOMOLOGACION
SALARIAL

Durante la Presidencia del Coronel Gutiérrez Borbúa, siendo Ministro de Gobierno el


doctor Luis Felipe Mantilla y Comandante General de la Policía, el General Inspector
doctor Edgar Gonzalo Vaca Vinueza, en octubre del 2003, el Congreso aprobó la Ley
de Servicio Civil, Carrera Administrativa y Homologación Salarial para frenar los
excesos de la burocracia dorada y mejorar la situación de una mayoría de servidores
públicos que recibían modestas remuneraciones”.

La Ley establece, expresamente, que “la homologación se efectuará a partir del 1 de


enero del 2005”. Lamentablemente esta disposición no se cumplió.

REGLAMENTO A LA LEY DE TURISMO

El 5 de enero del 2004, en la Presidencia del Coronel Lucio Gutiérrez Borbúa, siendo
Ministro de Gobierno el ingeniero Raúl Baca Carbo y Comandante General de la
Policía, el General Inspector licenciado Jorge Poveda Zúñiga, se expide el Reglamento
a la Ley de Turismo mediante Decreto Ejecutivo No. 1186, publicado en el Registro
Oficial No. 244, en el que, en la parte final, contempla aspectos referidos a la Policía
Nacional, como:

“Los propietarios, representantes o administradores de discotecas, salas de baile,


restaurantes, bares, tiendas, farmacias y demás locales o centros comerciales que se
encontraren explotando, directa o indirectamente, máquinas tragamonedas u otros
juegos en los que intervenga el azar, tienen un plazo de treinta días contados desde la
expedición de este decreto para retirarlas de los sitios no autorizados. Vencido el plazo
antes señalado, dentro del área de sus competencias, el Ministerio de Turismo y el
Ministerio de Gobierno, por intermedio de la Fuerza Pública y las Intendencias de
Policía, clausurarán los locales en los que se mantengan funcionando juegos en los
que intervenga el azar, a la par que decomisará y ordenará la destrucción de las
máquinas tragamonedas, de conformidad con la ley”.

ADMINISTRACION DE ALFREDO PALACIO GONZÁLEZ

Luis Alfredo Palacio González nació en Guayaquil el 22 de enero de 1939. Sus padres
fueron Alfredo Palacio Moreno y doña Ana María González. Contrajo matrimonio con la
señora María Beatriz Paret, con quien procreó cuatro hijos: Alfredo, Ana María, Carola
y Linka Palacio Paret.

469
Presidente Alfredo Palacio González

Realizó sus estudios primarios en el Instituto Particular “Abdón Calderón”. Los


secundarios en el colegio “La Salle” en Guayaquil. Alfredo Palacio se graduó de doctor
en Medicina, en el año 1967, en la Universidad de Guayaquil, especializándose
posteriormente en medicina interna, cardiología y cirugía en los Estados Unidos de
América. Ha publicado varias obras científicas en el área de su especialización.

Fue Presidente de la República desde el 20 de abril de 2005 hasta el 15 de enero de


2007, sucediendo en el poder al Coronel Lucio Gutiérrez Borbúa del cual fue su
Vicepresidente.

PAGO DEL 10% DE HOMOLOGACION SALARIAL

En la Presidencia del doctor Alfredo Palacio, siendo Ministro de Gobierno el doctor


Mauricio Gándara Gallegos y Comandante General de la Policía, el General Inspector
José Vinueza Jarrín, al cumplirse más de un año de Gobierno del presidente Palacio,
es decir, el mes de junio del 2006, ordenó al Ministro de Economía y Finanzas que de
cumplimiento a la Ley de Homologación Salarial que no se había ejecutado en el
Gobierno anterior, Ante esta disposición Presidencial, el Ministerio de Economía y
Finanzas se comprometió a implementar la Homologación de Salarios a las Fuerzas
Armadas, indicando que en dicho año, se aplicará la equiparación en el equivalente al

470
10% del costo total y, la diferencia se prorrateará en partes iguales entre los años 2007
y 2010.

En cambio el 21 de enero del 2008, el presidente Rafael Correa,a través del Decreto
Ejecutivo Nro. 881, dispone la Homologación Salarial para los uniformados de las tres
ramas de las Fuerzas Armadas. El Decreto 916 incluye al 881.

Dispone: “Aplicar al personal en servicio activo y pasivo de la Policía, las disposiciones


previstas en el Decreto Ejecutivo 881 del 21 de enero de 2008 (en este se refería a la
homologación salarial en las FF.AA.), para que la equiparación de sus remuneraciones
se cumpla hasta el año 2009”.

Luego de los sucesos del 30 de septiembre, el Presidente Correa decretó la


Homologación Salarial de los cuatro grados que habían sido excluidos. El Decreto
establecía que debía ser retroactivo desde enero.

En Conclusión, podemos decir que:

1. En el Gobierno del Coronel Lucio Gutiérrez Borbúa, se expidió el Decreto de


Homologación Salarial, que no se materializó debido a la falta de financiamiento.

2. En el Gobierno del Presidente Alfredo Palacio González, se estableció el


Procedimiento de cómo se debía dar cumplimiento a la Ley de Homologación Salarial,
iniciándose con un porcentaje inicial del 10% en su mandato y el resto debía concluir
hasta el año 2010.

3. En el Gobierno del Presidente Rafael Correa Delgado, se continuó con el


cumplimiento de la Ley, incluso dispuso que la Homologación concluya el año 2009, es
decir un año antes de lo previsto; desgraciadamente se excluyó a cuatro grados, dos
de Oficiales y dos de Suboficiales, tanto de militares cuanto de policías.

4. Coincidencia o no esta decisión del Ejecutivo se dio cumplimiento dos días después
de la revuelta policial.

471
PRESIDENCIA DEL ECONOMISTA RAFAEL CORRERA DELGADO

Rafael Correa Delgado nació en Guayaquil el 6 de abril de 1963. Sus padres: don
Rafael Correa Icaza y doña Norma Delgado Rendón. Contrajo matrimonio con la
ciudadana belga, Anne Malherbe Gosseline, con quien procreó tres hijos: Sofía
Bernardette, Anne Dominique y Rafael Miguel Correa Malherbe.

Realizó sus estudios primarios y secundarios en el Colegio Católico “San José La


Salle”, en Guayaquil. Obtuvo una beca para estudiar en la Universidad Católica de
Santiago de Guayaquil, en la cual se graduó de economista, en el año 1997.

Una nueva beca le permitió cursar una Maestría en Economía en la Universidad


Católica de Lovaina, en Bélgica. Posteriormente, gracias a un intercambio académico
auspiciado por la Universidad San Francisco de Quito estudió en la Universidad de
Illinois Urbana – Champaing, donde obtuvo su doctorado.

El 15 de enero de 2007 asume la Presidencia de la República el Economista Rafael


Correa Delgado hasta el 24 de mayo de 2017, auspiciado por el Movimiento Alianza
País, su primer mandato debía concluir el 15 de enero de 2011, pero la nueva
Constitución redactada por la Asamblea Nacional ordenó adelantar los comicios para
todas las dignidades del país, por lo que fue reelecto Presidente del Ecuador, iniciando
su segundo mandato el 10 de agosto de 2009, hasta el 2013, año en que nuevamente
fue reelecto por tercera ocasión, asume la Presidencia de la República iniciando su
último período presidencial el 24 de mayo de 2013 hasta el 24 de mayo de 2017.

El gobierno de Rafael Correa no ha sido uno más en la historia ecuatoriana, cuando


se asienten las pasiones y se juzgue con objetividad los diez años de su mandato, los
ecuatorianos podremos opinar con fundamento los acontecimientos; por hoy se puede
decir que ha sido una administración con seguidores y opositores apasionados y
radicales a nivel nacional.

472
En el campo policial, el 16 de enero de 2007, siendo Ministro de Gobierno el doctor
Gustavo Larrea Cabrera mediante Decreto Ejecutivo No. 22, nombra Comandante
General de la Policía Nacional del Ecuador al General Inspector Carlos Rodrigo
Calahorrano Recalde, quien posterior a su designación, solicita al Ministro de Gobierno
y Policía, proceda a designar al Jefe de Estado Mayor de conformidad con lo estipulado
en la Ley de Personal de la Policía Nacional, y, de esa manera, permitir al Comandante
General reestructure el Mando Institucional con las designaciones correspondientes.

El Dr. Gustavo Larrea Ministro de Gobierno y Policía, convoca a una reunión de todos
los Generales en su Despacho, en la cual solicita que, como una buena práctica y con
el fin de estructurar debidamente el Mando Policial, soliciten la disponibilidad los
Generales del Alto Mando. Esta petición del Ministro no fue aceptada por considerar
que no se encontraba apegada a los procedimientos legales.

Ante esta situación, el Comandante General Carlos Calahorrano Recalde, expresa al


Ministro de Gobierno su inconformidad, tanto por la falta de nombramiento del Jefe de
Estado Mayor, cuanto por el pedido de disponibilidad a los Generales, por considerar
una figura no contemplada en la Ley de Personal de la Policía Nacional. Transcurren
ocho días de espera, suspenso e incertidumbre sin obtener respuesta alguna, por lo
que el General Carlos Calahorrano, toma la decisión de presentar su renuncia a tan
alta función, en términos que dignifican su imagen y proyecta hacia la Institución
Policial y la ciudadanía un claro ejemplo de altivez y dignidad.

Aceptada la renuncia del General Carlos Rodrigo Calahorrano Recalde, por parte del
Presidente de la República, se nombra a través de ternas al General Ángel Bolívar
Cisneros Galarza, como nuevo Comandante General prescindiendo de 7 generales de
mayor antigüedad.

COMISIÓN PARA EL APOYO A LA MODERNIZACIÓN DE LA POLICÍA NACIONAL.

El 1ro de Marzo del 2007, siendo Ministro de Gobierno el Dr. Gustavo Larrea y
Comandante General el General Bolívar Cisneros, el Presidente Constitucional de la
República Eco. Rafael Correa, con Decreto Ejecutivo 152, RO, 045, crea la Comisión
para el Apoyo a la Modernización de la Policía Nacional, para formular iniciativas y
elaborar propuestas que tiendan a optimizar la planificación, organización, supervisión,
control y evaluación de la Policía Nacional.

La comisión lo integraron los Generales en servicio pasivo: Lenin Vinueza Mideros,


Jorge Villarroel Merino, Carlos Calahorrano Recalde, Carlos Grijalva Ortiz, Dr. Alfredo
Paredes Santos, Decano de la Facultad de Ciencias Administrativas de la PUCE, Lcda.
Nelsa Curbelo, Defensora de los DD.HH., Andrés Cordovez Dávalos, Presidente de la
Fundación Marcha Blanca, un representante de la Asociación de Municipalidades y
uno por los Consejos Provinciales; la Comisión funcionó adscrita al Ministerio de
Gobierno y Policía, quien designará al presidente de la comisión, y que su

473
organización y funciones estarán en el reglamento que se dictará mediante acuerdo
ministerial.

La Comisión de Modernización dela Policía Nacional realizó varias gestiones ante el


gobierno central pero no tuvo el apoyo esperado.

DECRETO DE EMERGENCIA PARA LA INSTITUCIÓN POLICIAL

El 1 de Abril del 2008, el Presidente Rafael Correa Delgado, firma el Decreto Ejecutivo
Nro. 1002, expedido en RO. 317, Declarando el estado de emergencia para la Policía
Nacional, en las áreas de: infraestructura, comunicaciones y medios logísticos,
investigación científico forense, policía comunitaria de bienestar y seguridad social de
la Institución Policial, disponiendo que el Fiduciario del Fideicomiso Mercantil “Fondo
de Ahorros y Contingencias “transfiera al Ministerio de Gobierno y Policía recursos por
la suma de 135 millones de dólares, los cuales se destinarán exclusivamente a
financiar los requerimientos institucionales, establecidos en el “Plan Nacional de
Seguridad Ciudadana”, considerando que la Seguridad Pública y Ciudadana deben
ser entendidas, no sólo como una condición en la que se garantizan y defienden los
derechos y libertades ciudadanas frente a los agresores individuales, sino que deben
incluir todo los mecanismos que las organizaciones delictivas y de crimen organizado
se aprovechan.

UNIDAD DE EJECUCIÓN ESPECIALIZADA DEL PLAN DE SEGURIDAD


CIUDADANA.

Para asegurar la ejecución ágil, eficiente y oportuna de las acciones contempladas en


el “Plan Nacional de Seguridad Ciudadana”.

El 22 de mayo del 2008 el Presidente Rafael Correa Delgado expide el Decreto


Ejecutivo Nº 1107 creando la Unidad de Ejecución Especializada, adscrita al Ministerio
de Gobierno, Policía y Cultos, que se encargará de la ejecución de las acciones
contempladas en el “Plan Nacional de Seguridad Ciudadana”.

RENOVACIÓN DEL ESTADO DE EMERGENCIA

El 30 de Mayo del 2008, el Presidente de la República, Rafael Correa, con Decreto


Ejecutivo Nro. 1118, determina Renovar el Estado de Emergencia en las áreas de
infraestructura, comunicaciones y medios Logísticos, Investigación Científica Forense,
Policía Comunitaria, de bienestar y Seguridad Social de la Policía Nacional del
Ecuador y de la Unidad Ejecutora Especializada del Plan de Seguridad Ciudadana. Y
que de su ejecución se encargue a los Ministerios de Gobierno y Policía y de
Finanzas.

474
LA CONSTITUCIÓN DE MONTECRISTI - 2008 -

El 20 de octubre del 2008, se aprueba la nueva Constitución de la República, que


determina que el Ecuador es un Estado constitucional de derechos y justicia, social,
democrático, soberano, independiente, unitario, intercultural, plurinacional y laico. Se
organiza en forma de república y se gobierna de manera descentralizada. La soberanía
radica en el pueblo, cuya voluntad es el fundamento de la autoridad, y se ejerce a
través de los órganos del poder público y de las formas de participación directa
previstas en la Constitución.

Esta Constitución en sus artículos 158 y 163 determina que la Policía Nacional es una
Institución protectora de los derechos, libertades y garantías de los ciudadanos; es una
institución estatal, de carácter civil, armada, técnica, jerarquizada, disciplinada,
profesional altamente especializada, cuya misión es atender la seguridad ciudadana y
el orden público y proteger el libre ejercicio de los derechos y la seguridad de las
personas dentro del territorio nacional. Los miembros policiales tendrán una formación
basada en derechos humanos, investigación especializada, prevención, control,
prevención del delito y utilización de medios de disuasión y conciliación como
alternativas al uso de la fuerza y que para el desarrollo de sus tareas la Policía
Nacional coordinara sus funciones con los diferentes niveles de gobiernos autónomos
descentralizados.

De igual manera, la Carta Magna estable que los uniformados tienen derecho al voto,
se suprime la Función Judicial Policial, organismos que juzgaban a los uniformados
acusados de delitos de función, trasladándose la competencia a la administración de
justicia ordinaria, creando salas especializadas de lo penal, militar y policial; y se
eliminan las expresiones, “Fuerza Pública” y “Fuerza Auxiliar de las Fuerzas Armadas”.

LEY DE SEGURIDAD PÚBLICA Y DEL ESTADO

El 21 de septiembre del 2009, el Pleno de la Asamblea Nacional, en cumplimiento al


numeral 11 de la Disposición Transitoria Primera de la Constitución de la República,
aprueba la Ley de Seguridad Pública y del Estado, que se publica en el R.O. Nro.
35 del 28 de Septiembre del mismo año.

En la Ley se determina que el Ministerio de Gobierno, Policía y Cultos y la Policía


Nacional se encargarán de la protección interna, el mantenimiento y control del orden
público, puntualizando que a la Policía Nacional le corresponde desarrollar sus tareas
constitucionales de forma desconcentrada a nivel local y regional, en estrecho apoyo y
colaboración con los gobiernos autónomos descentralizados.

475
También determina a la seguridad ciudadana, como una política de Estado,
destinada a fortalecer y modernizar los mecanismos necesarios para garantizar los
derechos humanos, la solidaridad y la reconstitución del tejido social, se orientará a la
creación de adecuadas condiciones de prevención y control de la delincuencia; del
crimen organizado; secuestro, trata de personas; contrabando; coyoterismo;
narcotráfico, tráfico de armas, tráfico de órganos y de cualquier otro tipo de delito; de la
violencia social; y, de la violación a los derechos humanos.

El 9 de junio del 2014 en el Registro Oficial 263 se introduce un artículo agregado que
se refiere a la complementariedad de acciones de Fuerzas Armadas a la Policía
Nacional, para precautelar la protección interna, el mantenimiento y control del orden
público y la seguridad ciudadana, y que en casos de grave conmoción interna, será
expedida mediante Decreto Ejecutivo que declare el Estado de Excepción, de
conformidad con la Constitución y la ley.

Finalmente esta Ley deroga la Ley de Seguridad Nacional, promulgada en 1979, el


Reglamento General a la Ley de Seguridad Nacional, promulgada en 1991 y, el
artículo 7 y las letras d) y l) del artículo 16 de la Ley Orgánica de la Defensa Nacional,
promulgada en el Registro Oficial No. 4 de 19 de enero del 2007.

CAMBIO DE DENOMINACIÓN DE MINISTERIO DE GOBIERNO POR MINISTERIO


DEL INTERIOR

El 14 de Julio del 2010 el Presidente de la República expide el Decreto Ejecutivo 410,


publicado en el Registro Oficial 235, que dice: “Cámbiese la denominación del
Ministerio de Gobierno, Policía, Cultos y Municipalidades, por la de "Ministerio del
Interior, quien tendrá a su cargo el ejercicio de las facultades legales y reglamentarias,
y el cumplimiento de las funciones, atribuciones, responsabilidades y competencias
asignadas al Ministerio de Gobierno, Policía, Cultos y Municipalidades, excepto en lo
referente a cultos que pasan a ser competencia del Ministerio de Justicia y Derechos
Humanos y, en lo referente a municipalidades, demás gobiernos autónomos
descentralizados, que pasan a ser competencia del Ministerio de Coordinación de la
Política”.

El 30 de septiembre del 2010 el Presidente de la República expide el Decreto Ejecutivo


Nro. 486, publicado en R.O. Nro. 290, el Reglamento a la Ley de Seguridad Pública y
del Estado. El presente reglamento es modificado el 14 de Julio del 2014

LEY ORGÁNICA DE SERVICIO PÚBLICO (LOSEP)

El 29 de septiembre de 2010, el Pleno de la Asamblea Nacional aprueba La Ley


Orgánica de Servicio Público, publicada el 06-oct.-2010 en el Registro Oficial 294. La

476
Ley determina que el servicio público y la carrera administrativa tiene por objetivo
propender al desarrollo profesional, técnico y personal de las y los servidores públicos,
para lograr el permanente mejoramiento, eficiencia, eficacia, calidad, productividad del
Estado y de sus instituciones, mediante la conformación, el funcionamiento y desarrollo
de un sistema de gestión del talento humano sustentado en la igualdad de derechos,
oportunidades y la no discriminación.

Además determina que los preceptos de esta ley son de aplicación obligatoria en
materia de recursos humanos y remuneraciones de toda la administración pública, a
excepción de los miembros activos de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, que
se regirán por sus leyes específicas y subsidiariamente por esta ley en lo que fuere
aplicable. Y que los servidores públicos de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional
en servicio activo y de los cuerpos de bomberos que, por sus peculiaridades y
particularidades en el ejercicio de la profesión militar, policial y de bomberos no
perciban horas extraordinarias o suplementarias, subrogación, encargo u otros
beneficios económicos por los conceptos previstos en esta ley para las servidoras y
servidores públicos, percibirán por compensación los valores a que hubiere lugar, con
base a la resolución que emita el Ministerio de Relaciones Laborales para tal efecto.

Finalmente, el tercer párrafo de la disposición transitoria séptima, dice: “Las


instituciones educativas que se encuentran administradas por las Fuerzas Armadas y la
Policía Nacional, Aviación Civil, Comisión de Tránsito del Guayas, pasarán a funcionar
bajo la rectoría del Ministerio de Educación. El personal administrativo y de servicio que
al momento de la expedición de la presente ley, se encuentre laborando en las
instituciones antes mencionadas, se le respetará su estabilidad. El personal directivo
deberá cumplir con los requisitos que rigen para el sistema educativo público para
continuar desempeñando sus funciones”.

EL 30 DE SEPTIEMBRE (EL 30 – S)

477
En esta administración gubernamental, siendo ministro de Gobierno del Dr. Gustavo
Jalkh y Comandante General, el General Freddy Martínez Pico, se produjeron los
acontecimientos conocidos como el “30-S”. Ante el motín policial iniciado en el
Regimiento Quito No. 1, el General Martínez concurrió al sitio e intentó sofocar la
sublevación de los Policías, pero éstos se negaron a escucharlo y, en esas
circunstancias, el Comandante General, debió abandonar dicha Unidad, renunciando a
su cargo y pidiendo al Gobierno la revisión de la Ley de Servicio Público que ocasionó
el malestar y manifestando expresando: “Un Comandante que ha sido irrespetado,
maltratado y agredido por sus subalternos, no puede quedarse frente a ellos y, en este
momento, renunció a la Comandancia General de la Policía Nacional”.

En el pasado la seguridad y el mantenimiento del orden público de nuestro país no fue


tema que interesó mayormente ni a la sociedad ni a los gobiernos de turno; se dio por
sentado que dado el carácter pacífico de nuestro pueblo y algunas reformas sociales
en favor de la clase trabajadora, nuestro país podría ser siempre una isla de paz en
América. Este supuesto llevó a que casi ningún gobierno incluyó en sus planes de
acción el robustecimiento y modernización de la Policía Nacional, en la medida de lo
necesario, que por mandato constitucional es la encargada del cumplimiento de esta
fundamental misión.

Se afirma y con razón que las instituciones armadas y jerarquizadas, para conseguir la
atención de sus derechos, no pueden ni deben recurrir a acciones de hecho, como si
pueden hacerlo los ciudadanos civiles amparados en la Constitución y las Leyes, y, por
lo mismo es la gestión de los Mandos y la sensibilidad de los Gobiernos quienes deben
conseguir y atender esos requerimientos.

En el caso de la Policía este razonable equilibrio entre el goce de derechos y el


cumplimiento de deberes, en algunas veces se ha roto y como consecuencia se ha
producido acciones de hecho. En enero de 1969 en una de las presidencias del Dr.
Velasco Ibarra, el Congreso disminuyó el presupuesto destinado al pago del subsidio
familiar de los policías por lo que el personal del Regimiento Quito y otras unidades
suspendieron sus actividades por algunas horas. El 5 de enero de 1979 en la
presidencia del Dr. Jaime Roldós, los Regimientos Quito y Guayaquil suspendieron el
servicio por 14 horas, reclamando la nivelación de sueldos con los miembros de las
Fuerzas Armadas, la dotación de uniformes y atención médica básica, nunca se incluyó
en estos pedidos, que habría sido legítimo, por ejemplo la disminución del tiempo de
trabajo, que para esa época era de 14 horas diarias obligatorias, mientras para todo el
resto de ecuatorianos era de 8 horas, como tampoco el pago por horas extras de
trabajo. Producidos los hechos y cuando los representantes de los policías solicitaban
la presencia del Comandante General y un representante del Gobierno para
entregarles directamente su pliego de aspiraciones, una comisión mixta, luego de

478
propuestas y contrapropuestas, encontraba una solución que resolvía el problema
pacíficamente.

En el caso del 30 de Septiembre del 2010 las circunstancias, los acontecimientos y los
resultados fueron diferentes. En la mañana de ese día se produjo un paro de
actividades y luego una sublevación del personal policial del Regimiento Quito y en
otras unidades del país se impidió por parte de la guardia policial, el ingreso de los
Asambleístas al Congreso; simultáneamente ocurrió hechos semejantes con el
personal militar del Ministerio de Defensa y cuatrocientos soldados de la FAE se
tomaron el Aeropuerto Mariscal Sucre y paralizaron su funcionamiento; todos estos
actos, hay que convenir, fueron concertados y coordinados por sus actores, pero en el
caso del Ministerio de Defensa y el Aeropuerto fueron superados a través del diálogo.

Para entender, aunque nunca justificar, la conducta de algunos sectores de la policía,


especialmente del personal del Regimiento Quito es necesario señalar algunos hechos
que se produjeron meses antes del levantamiento: desmembramiento de la policía de
algunos de sus servicios tradicionales (tránsito y migración); cambio injustificado de
uniformes; integración al servicio nacional de salud de los hospitales policiales con el
consiguiente deterioro de la atención médica para los policías y sus familiares;
concentración del Mando Policial Operativo en manos del Ministro del Interior,
pretendiendo capitalizar los éxitos profesionales de la institución en logros políticos del
gobierno; creación de la Comisión de la Verdad con algunos integrantes que no
garantizaban imparcialidad, objetividad ni independencia y una comisión de apoyo
integrada por ex miembros del grupo subversivo Alfaro Vive Carajo o sus familiares que
cumplieron las funciones de denunciantes, testigos, investigadores y fiscales y que
todos juntos debían indagar los presuntos delitos cometidos por los miembros de la
policía en la represión a la subversión y terrorismo, especialmente en el período del
gobierno del Ing. Febres Cordero (1984-1988); supresión de la entrega de juguetes a
los hijos menores del personal policial con ocasión de la navidad, acto que se cumplía
sin costo para el presupuesto nacional y que era una tradición que se había mantenido
en los últimos 50 años; supresión de la UIES, unidad especializada en inteligencia de
reconocida utilidad y prestigio nacional e internacional, con el argumento que era
financiada por la Embajada de los Estados Unidos, olvidando que esa colaboración se
ha dado desde 1960 a través del programa Alianza para el Progreso y que gracias a
ella la policía ha progresado, se ha especializado y equipado para servir mejor a su
pueblo; criticas injustificadas, públicas y no probadas, por parte del presidente Correa a
la policía del pasado para intentar probar que era competente, útil y honesta solo a
partir de su gobierno y finalmente la expedición de la Ley Orgánica de Servicio Público
que eliminaba el reconocimiento de bonificaciones, comisiones y estímulos económicos
al personal policial y militar.

479
Producida la paralización en el Regimiento Quito, sus miembros profirieron gritos a
favor de su movimiento y quemaron llantas en el interior y en las calles aledañas. En
conocimiento de los hechos el Comandante de esa unidad y sus oficiales, y luego el
Mando Institucional y su Comandante General hicieron acto de presencia e intentaron
controlar la situación, sin lograrlo. El Ministro del Interior que habría sido la autoridad
política que le correspondía intervenir en este momento no tuvo tiempo de hacerlo ya
que los acontecimientos se precipitaron; el Presidente de la República Rafael Correa,
en un acto imprudente y temerario, impulsado por su temperamento y desoyendo las
recomendaciones de su personal de seguridad, del servicio de inteligencia y de alguno
de sus más cercanos colaboradores decidió intervenir personalmente e ingresó al
cuartel; los ánimos se caldearon, los policías insubordinados lanzaron gritos en su
contra y él desde una ventana les desafió a que le maten y luego, en un acto
repudiable, algunos policías le agredieron físicamente. El caos cundió en el
Regimiento Quito y finalmente el Presidente logró ingresar al Hospital de la Policía que
se encuentra junto al cuartel, donde fue atendido en su salud.

A partir de ese momento las versiones difieren radicalmente; según el Presidente


permaneció secuestrado en el Hospital, pero según declaraciones el mismo día de los
hechos, de sus más íntimos colaboradores como los ministros coordinador de
Seguridad Interna y Externa y de Turismo, el Presidente no estuvo secuestrado y
comandaba la nación desde el hospital. El Comandante General de Policía, el Director
Administrativo de esa casa de salud, algunos médicos y personal administrativo
afirmaron que no hubo ningún secuestro.

Lo que sí está probado por los hechos es que el Presidente ejerció sus funciones y
dictó el Estado de Excepción, se comunicó con sus colaboradores personalmente o por
teléfono y dispuso su liberación al jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas
Gral. Ernesto González, según el mismo lo relata en su obra “Testimonio de un
Comandante”, cuando afirma: “en efecto escuché la voz de intranquilidad del
Presidente. Me manifestó que él era el Presidente de la República, que ha
permanecido vejado, ultrajado y retenido por más de 10 horas; que no podía continuar
en esa situación, ante lo cual ordenó que se le rescate lo más rápido posible”.

En las primeras horas de la noche por medio de un gran operativo militar fuerzas del
ejército que sumaban 900 hombres armados realizaron una incursión al hospital policial
produciéndose un enfrentamiento violento con los policías sublevados que duró
aproximadamente 30 minutos. Luego el Presidente Correa salió del hospital en un
vehículo particular conducido por un policía y escoltado por dos columnas de policías
del Grupo de Intervención y Rescate y al tomar la caravana la Avenida Mariana de
Jesús, fue abatido el Cabo Froilán Jiménez miembro de esa escolta. Ese aciago día
según declaraciones del Ministro de Salud, fallecieron 8 personas entre policías,
militares y civiles, y resultaron 274 heridos.

480
Posteriormente el Gobierno afirmó que la sublevación policial fue parte de un complot
planificado por la oposición para derrocar al gobierno y lo calificó como un golpe de
estado. Para quienes conocemos por dentro a la Institución por haber sido parte de ella
el 30S se inició como una paralización de actividades, se convirtió en una sublevación
pero nada tuvo que ver con un intento de desestabilizar al gobierno. Lo que se produjo
fue el resultado de importantes niveles de indisciplina de algunos sectores policiales,
estimulados e incitados por el propio Presidente que públicamente invitaba a la tropa
de la fuerza pública a revelarse contra las injusticias (disciplina, subordinación,
jerarquización), que según él cometían los Oficiales. Cierto es, que recalcitrante
sectores de la oposición pretendieron, felizmente sin conseguirlo, aprovechar los
hechos e intentaron tumbar al gobierno, pero no se ha probado que haya existido
ninguna relación entre los policías sublevados y los políticos oportunistas e
irresponsables.

En el caso de la policía el juramento que hacen sus miembros al momento de su


graduación, de respetar la Constitución subordinarse y defender al gobierno legítimo y
entregar la vida cuando la Patria y el Deber lo exijan no es un acto protocolario sino un
compromiso total y definitivo con la patria, con su institución y con su conciencia que
han sabido cumplir a raja tabla; nadie como la policía ha entregado tantas vidas
defendiendo la de sus conciudadanos, sus bienes y sus derechos. A la policía le
corresponde ese raro privilegio y honor de jamás haber participado en un golpe de
estado, rebelión o atentado contra la democracia, a pesar de ser una fuerza armada. El
28 de mayo de 1944 es la demostración más acabada de como la Institución sabe
cumplir su deber y juramento; cuando la sublevación civil-militar se produjo en
Guayaquil para derrocar al Presidente Arroyo del Río Carabineros defendieron a ese
Gobierno, siendo atacados por los sublevados y civiles armados; no se trató de un
enfrentamiento sino de una masacre por la desproporción entre el número de atacantes
y los Carabineros que defendían su Cuartel y peor aún por la calidad y potencia del
armamento. En ese triste suceso fallecieron algunas decenas de Carabineros
defendiendo lo que su conciencia y la ley les imponía.

Cuando las pasiones se hayan atenuado la historia ecuatoriana escribirá la verdad de


los hechos ocurridos en el 30S. Por el bien de la Patria, por el prestigio del buen
nombre de las instituciones armadas, días negros y aciagos como aquel no deben
repetirse y para eso se requiere la participación de todos los ecuatorianos, el respeto,
la prudencia y el conocimiento del espíritu y la Doctrina de las instituciones armadas
por parte de los gobernantes; una justicia que investigue y juzgue por igual a todos los
responsables de los hechos ocurridos sean del bando que fueren y especialmente a
quién ordenó la incursión armada a un hospital civil y a quién o quienes cumplieron esa
orden, que según el derecho internacional podría constituir un delito de lesa
humanidad; se necesita también de altos mandos capaces, desprendidos y

481
responsables, leales con la patria, los ecuatorianos y sus subalternos, que no
defiendan sus cargos y tengan la hidalguía de renunciar a sus funciones cuando la
Institución sea ultrajada o se pretenda subordinarla a una causa política y finalmente la
disciplina y subordinación de la tropa para cumplir el juramento de servir a su pueblo
por sobre cualquier otro interés, aún si fuera legítimo.

LEY PARA LA REPARACIÓN DE LAS VÍCTIMAS

La Ley para la reparación de las víctimas y la judicialización de graves violaciones de


Derechos Humanos y Delitos de Lesa Humanidad ocurridos en el Ecuador entre el 4 de
octubre de 1983 y el 31 de diciembre de 2008, fue publicada en el Registro Oficial No.
143, el 13 de diciembre del 2013, en evidente apresuramiento por reconocer la
responsabilidad del Estado sobre las supuestas violaciones de los derechos humanos y
supuestos delitos de lesa humanidad garantizando la reparación de las víctimas,
descritas en el Informe de la Comisión de la Verdad, como si este organismo fuera
jurisdiccional y con capacidad jurídica para tipificar los supuestos delitos, sin antes
esperar que sean los organismos judiciales los que determinen la procedencia de las
indemnizaciones.

Es notorio también que la Comisión fue conformada para investigar únicamente los
supuestos delitos cometidos por miembros de la Fuerza Pública, durante el
enfrentamiento con el grupo subversivo “Alfaro Vive Carajo” (AVC), luego de haber
transcurrido 25 años de la entrega de parte de las armas y haber llegado a un acuerdo
de paz con el Gobierno de la Izquierda Democrática presidido por el doctor Rodrigo
Borja Cevallos, con la presencia de observadores internacionales que asistieron al
acto.

ESTATUTO ORGANICO POR PROCESOS DEL MINISTERIO DEL INTERIOR.

El 10 de Noviembre del 2010, el Dr. Gustavo Jalkh Roben, Ministro del Interior expide
el Acuerdo Ministerial 1784, publicado en Registro Oficial Nro. 102, con el Estatuto
Orgánico de Gestión Organizacional por Procesos del Ministerio del Interior, para
Ejercer la rectoría, formular, ejecutar y evaluar la política pública para garantizar la
seguridad interna y la gobernabilidad del Estado, en el marco del respeto a los
derechos humanos, la democracia y la participación ciudadana para contribuir al buen
vivir garantizando la seguridad interna y el orden público.

Dentro de esta Estructura básica lo conforman:

Ministerio del Interior


Viceministerio de Seguridad Interna
Subsecretaría de Seguridad Interna.
Dirección de Seguridad Ciudadana.
Unidad de Gestión Territorial de la Seguridad Ciudadana.
Unidad de Gestión de Políticas de Armas y Materiales Controlados.

482
Unidad de Control de Empresas de Seguridad Privada.
Dirección de Estudios de la Seguridad Interna.
Dirección de Control de Drogas Ilícitas.
Dirección de Control y Orden Público.
Subsecretaría de Policía.

MINISTERIO DEL INTERIOR ASUME LA REPRESENTACIÓN LEGAL DE LA


POLICÍA NACIONAL

El 17 de enero de 2011, el Presidente Rafael Correa Delgado, mediante Decreto


Ejecutivo 632; Decreta:

Art. 1.- Reorganícese la Policía Nacional, disponiendo que la representación legal,


judicial y extrajudicial de la Policía Nacional sea asumida por el Ministerio del Interior,
quien a su vez, podrá delegar dichas atribuciones de conformidad con la Ley.

Art. 2.- El Personal Policial de Línea se dedicará exclusivamente a las actividades


operativas contempladas en el artículo 4 de la Ley Orgánica de la Policía Nacional, sin
que deba realizar funciones administrativas dentro de la Institución, las mismas que
serán prestadas por el personal civil que contrate o designe el Ministro del Interior.

Exceptúese de esta disposición al personal de servicios quienes continuarán en sus


actuales funciones, y a aquellas unidades que por su especialización requieran la
dirección de personal policial.

Art. 3.- El Ministrio del Interior en el plazo de hasta noventa días dispondrá las acciones
administrativas que fueren necesarias, con el fin de reorganizar la estructura
organizaciónal de la Institucion.

Mediante acuerdo ministerial el titular del Ministerio del Interior, podrá restructurar los
segmentos administrativos y opertivos de la institución policial.

Disposición Transitoria Primera.- Todo el personal civil que labora en la Policía


Nacional, pasará al Ministerio de Interior, el mismo que podrá evaluar y seleccionar al
personal necesario para el cumplimiento de las nuevas funciones que asume.

En caso de existir cargos innecesarios el Ministerio podrá aplicar un proceso de


supresion de puestos para lo cual observará las normas contenidas en la Ley Orgánica
de Servicio Público, y las Normas Técnicas pertinentes expedidas por el Minsiterio de
Relaciones Laborales.

483
Disposición Transitoria Segunda.- Todas las obligaciones y derechos de carácter
económico que se encontraren a cargo de la Policía Nacional, serán asumidas por el
Ministerio del Interior. Asi mismo, los créditos que tuviere la Policía Nacional pasarán al
Ministerio del Interior.

Los bienes muebles e inmuebles de propiedad de la Policía Nacional con los que
cumplía las atribuciones que por este Decreto se asignan al Ministerio del Interior, se
trasparán también a esta entitdad.

Disposición Transitoria Tercera.- Los ingresos, gastos corrientes y de inversión que


actualmente ejecuta la Policía Nacional de conformidad con los artículos 88 y 89 de su
Ley Orgánica, pasarán al Presupuesto del Ministerio del Interior y serán destinados,
exclusivamene, a las necesidades de la Policía Nacional.

ESTRUCTURA ORGÁNICA DE LAS UNIDADES OPERATIVAS


DESCONCENTRADAS DE LA POLICÍA NACIONAL

El 16 de Mayo del 2012, el Ministro del Interior Dr. Jose Serrano Salgado, con Acuerdo
Ministerial No. 2626, aprueba la Nueva Estructura Orgánica de las Unidades Operativas
desconcentradas de la Policía Nacional, conformado por los niveles de desconcentración
operativa bajo el principio de territorio y responsabilidad, dividido en Comandos del
Servicio para la Zona de Planificación, Distritos Metropolitanos, Sub-Zonas, Distritos,
Circuitos y Subcircuitos de Policía, estableciendo las funciones y atribuciones de los
comandantes de cada uno de los niveles de responsabilidad en el territorio.

El 18 de mayo del 2012, el Consejo de Generales de la Policia Nacional ,


considerando el Decreto Ejecutivo No. 357 de 20 de mayo de 2010, con el que
reforma el sistema nacional de planificacion, en 9 zonas administrativas de
planificación, a nivel nacional, y el Acuerdo Ministerial 2626 del 16 de mayo del 2012, el
Consejo con Resolución No. 2012-361-CsG-PN implementa la nueva estructura
orgánica de las unidades operativas desconcentradas de la Policía Nacional, con 9
Zonas, 29 Subzonas, 140 Distritos, 1134 Circuitos y 1871 Subcircuitos.

La nueva política pública de seguridad interna y externa desde un nuevo enfoque en


los ámbitos estratégicos de la previsión, prevención, y respuesta, articula cinco ejes
programáticos: un nuevo modelo de gestión, la mejora del talento humano, la creación
de nuevos servicios, la ampliación y mejoramiento de infraestructura, el aumento al
acceso y uso de la información y la tecnología.

MODELOS DE GESTIÓN DE LOS SERVICIOS DE SEGURIDAD CIUDADANA.

484
Siendo Ministro del Interior el Dr. José Serrano Salgado y Comandante General el
General Patricio Franco López, Rodrigo Suarez Salgado y los subsiguientes
comandantes Generales en sus respectivos periodos de gestión, impulsan el proceso
de cambio de la estrategia de Seguridad con reformas técnico jurídica y operacionales
para la reestructuración integral del sistema policial y así fortalecer la operatividad de la
institución, a través de: la Implementación del Modelo de Desconcentración de los
servicios de Seguridad Ciudadana; el mejoramiento de los procesos de selección y
profesionalización del talento humano; el fortalecimiento de los servicios
especializados; el mejoramiento de la infraestructura física; el incremento del uso de la
información y la tecnología.

La aplicación del Nuevo Modelo de Desconcentración y despliegue de los efectivos a


nivel nacional ha sido la política operativa de mayor significación institucional, ya que
permite asignar responsabilidades a todos los niveles desconcentrados, zonas,
Subcomandos Zonales, Distritos, Circuitos, y Subcircuitos, este último, representa el
nivel más básico del despliegue. Con objetivos puntuales como: acercar los servicios
policiales a la Comunidad, Fortalecer la relación Policía – Ciudadanía, alcanzar mayor
efectividad operativa, Generar espacios de rendición de cuentas, Optimizar los
recursos.

De igual manera, en el desarrollo del talento humano se implementó el nuevo


modelo educativo de la Policía Nacional, con una formación en seguridad ciudadana
como política pública. La carrera profesional del policía consta dentro del sistema de
educación superior, reconocida por la Secretaria Nacional de Educación Superior,
Ciencia, Tecnología e Innovación (SENESCYT), en los niveles de Técnico Superior,
Tecnólogos, Licenciatura, Maestría y en el futuro el PHD en Investigación Científica
Policial, hasta que se implemente la Universidad de las Ciencias Policiales y Ciencias
Forenses.

El 16 de septiembre del 2013, el H. Consejo Directivo del Instituto Tecnológico Superior


de la Policía Nacional, aprueba la creación de la Unidad Académica de Detectives y
Ciencias Forenses dentro del Departamento de Educación Continua de citado Instituto,
suscrita en Acta No. 006-2013

El 3 de Junio del 2014, los Ministros del Interior y de Educación firman el Acuerdo
Interministerial Nro. 0011-14, con el que acuerdan fijar el procedimiento administrativo
concreto para la aplicación de la Disposición Transitoria Octava de la Ley de Educación
Intercultural, en relación a los establecimientos educativos policiales del Ministerio del
Interior, pasen al Ministerio de Educación y Cultura. Disposición legal que afectó al
bienestar social del personal policial y su familia, toda vez que estos centros educativos
fueron creados para atender la educación de sus hijos, en virtud de que sus padres,
cumpliendo su misión deben desplazarse a diferentes ciudades de la patria.

485
En cuanto al equipamiento se ha invertido una importante suma de dinero para la
formación profesional, la construcción de las unidades de Policía Comunitaria,
unidades de Vigilancia Comunitaria, Vivienda Fiscal para la Policía, patrulleros,
motocicletas, radios, chalecos, armamento, entre otros materiales. En materia de
informática ha operado un avance tecnológico a través de la aplicación del sistema de
información denominado DAVID con una aplicación web que permite almacenar y
representar información de manera estadística, gráfica o referencial en tiempo real. El
análisis de los datos permite identificar y estudiar el comportamiento criminal común y
organizado, en base de lo cual se generan intervenciones policiales y políticas públicas
de seguridad.

Además, actualmente la Policía Nacional cuenta con un sistema informático para medir
la productividad del personal policial, para efectos de evaluación, promoción y
recompensas.

VISITA DEL PAPA FRANCISCO AL ECUADOR

La Policía Nacional a través de los órganos estratégicos preparó el Plan Integral de


Seguridad y protección del Santo Padre, antes, durante y después de la visita Oficial
del Papa Francisco al Ecuador del 5 al 8 de Julio del 2015 en las ciudades de Quito y
Guayaquil.

El operativo de seguridad puso a prueba la capacidad operativa de la Policía Nacional,


puso en ejecución el plan de seguridad denominado “PONTÍFICE”, con la participación
de los servicios de inteligencia, urbano y el de investigaciones, con el fin de garantizar
la seguridad del Santo Padre, sin descuidar la protección de las autoridades civiles,
eclesiásticas y de los miles de feligreses que asistieron a los diferentes eventos que
realizó el Papa Francisco.

LEY DE FORTALECIMIENTO A LOS REGÍMENES ESPECIALES DE SEGURIDAD


SOCIAL DE LAS FUERZAS ARMADAS Y DE LA POLICÍA NACIONAL.

486
El 17 de octubre del 2016, la Asamblea Nacional aprobó el proyecto de Ley de
Fortalecimiento a los Regímenes Especiales de Seguridad Social de las Fuerzas
Armadas y de la Policía Nacional, publicado en el R.O. Nro. 867, de 21 de octubre del
2016, considerando que, es necesario actualizar diversas disposiciones relacionadas
con las prestaciones en las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, que derogó la Ley
de Seguridad Social de la Policía Nacional publicada en el Registro Oficial No. 707 de
01 de junio de 1995.

Con esta ley se elimina la aportación del 60% que le correspondía al Estado, se amplía
el tiempo de servicio a 25 años para tener derecho a la pensión jubilar y se crea un
nuevo régimen especial con aportes diferenciados del 11.45% de aporte personal y el
9.15% de aporte patronal; se establece una nueva fórmula de cálculo para pensiones
en función del promedio de los últimos haberes policiales.

CODIGO ORGÁNICO DE LA ENTIDADES DE SEGURIDAD CIUDADANA

El 13 de junio de 2017, la Asamblea Nacional, aprobó el proyecto de Código Orgánico


de las Entidades de Seguridad Ciudadana y Orden Público y es remitido al Presidente
de la República, el mismo que vetó la Creación de la Universidad Policial y la
homologación de las pensiones jubilares. Cuerpo legal que se publicó en el Registro
Oficial Nro. 19, del 21 de junio del 2017.

El presente Código tiene por objeto regular la organización, funcionamiento


institucional, regímenes de carrera profesional y administrativo disciplinario del personal
de las entidades de seguridad ciudadana y orden público, con fundamento en los
derechos, garantías y principios establecidos en la Constitución de la República.

Este Código consta de cuatro libros , el primero se refiere a la Policía Nacional, el


segundo a las Entidades del Sistema Especializado Integral de Investigación, Medicina
Legal y Ciencias Forenses, el tercero El Servicio de Protección Pública. Y el cuarto libro
a las Entidades complementarias de seguridad como el Cuerpo de Vigilancia
Aduanera, Cuerpo de Vigilancia de la Comisión de Tránsito del Ecuador; Agentes
metropolitanos, Agentes penitenciaria, Bomberos profesionales y voluntarios entre
otros.

Finamente con la promulgación del presente Código se deroga la Ley Orgánica de la


Policía Nacional, 24 de julio de 1998; Ley de Personal de la Policía Nacional, de 7 de
agosto de 1998; Reglamento Sustitutivo al Reglamento de Disciplina de la Policía
Nacional, de 7 de febrero de 2017; Decreto Ejecutivo No. 759 de 27 de agosto del
2015, y, las demás leyes, reglamentos y resoluciones que se le opongan.

El presente Código entrará en vigencia ciento ochenta días contados a partir de su


publicación en el Registro Oficial.

487
……en los años noventa,
los índices de secuestros en el país eran
preocupantes, crecía en cifras y estadísticas
a lo largo de todo el territorio ecuatoriano,
siendo una de las zonas más azotadas
por este delito la zona Oriental…….

488
9
LOS SERVICIOS POLICIALES

La Constitución de la República establece la Misión de la Policía Nacional y la Ley


Orgánica determina la Organización, Funciones y Servicios Policiales. En materia de
Servicios Policiales encontramos los atinentes a: Servicio Urbano, Servicio Rural,
Servicio de Tránsito, Policía Comunitaria, Servicio de Investigación Criminal, Servicio
de Antinarcóticos, Servicio de Migración y Servicio Aeropolicial..

EL SERVICIO URBANO

Servicio Urbano en control Reactivo

El Servicio Urbano es el más antiguo que no ha perdido su vigencia en las policías


actuales.Revisando la historia policial, encontramos que ya en el año 1923, con motivo
del cambio de denominación de la institución a Policía Nacional y la expedición del
Reglamento General para el Servicio de Policía de la República, expedido por el
Presidente José Luis Tamayo, el Servicio Urbano estuvo conformado por Intendentes,
Jefes de Sección, Inspectores, Subinspectores, Celadores y más empleados policiales.

En el año 1938, en el Gobierno del General Alberto Enríquez Gallo, se emitió una
nueva Ley Orgánica transformando a la Policía Nacional, en una entidad militar bajo el
nombre de “Fuerzas de Policía”; en esta nueva estructura constaba los Servicios
policiales Urbano y Rural.

489
El objetivo del Servicio Urbano es de carácter preventivo y de atención inmediata a los
problemas que se presentan en la cotidianidad. Para el cumplimiento de esta labor
existen varios sistemas, entre otros: patrullaje, a pie, motorizados, en helicópteros,
patrullas marinas, puestos fijos y puestos móviles de control.

En la praxis, la Policía Nacional, se ha preocupado de capacitar a los miembros


policiales, a través del PON - Procedimientos Operativos Normales - para la
intervención profesional y oportuna en la solución de problemas que se le presentan a
la ciudadanía en general.

Protección a adultos mayores

Modernamente el Servicio Urbano debe preocuparse prioritariamente de:

 Ser parte activa de la comunidad y considerar al ciudadano como usuario del


servicio policial.
 Ampliar la presencia policial en los barrios y más sectores a través de patrullajes
permanentes.
 En lo atinente al Patrullaje policial debemos destacar que éste tiene como
objetivo contribuir al mantenimiento de las condiciones necesarias para la
preservación de la convivencia y seguridad ciudadanas, en una jurisdicción
determinada mediante la prevención, la disuasión y la reacción.
 La acción policial supone una mayor calidad y una mayor frecuencia de los
contactos con la comunidad. En consecuencia, es imperativo que exista un
aumento del patrullaje a pie, o de otras formas de presencia o interacción
constante de la policía con el público.

490
 El patrullaje es una forma o manera eficaz de prestar el servicio de vigilancia,
utilizada para neutralizar la comisión de delitos y contravenciones e incrementar
la percepción de seguridad.

Existen las siguientes modalidades de patrullaje:

Preventivo.- Es aquel que se realiza con el fin de identificar y neutralizar causas,


factores de riesgo y en general condiciones sociales relacionadas con el origen de los
delitos, contravenciones y conflictos ciudadanos. En este caso se debe partir de un
diagnóstico de convivencia y seguridad ciudadana para el mejoramiento del servicio
policial.

1972, Patrullaje urbano preventivo

Disuasivo.- Se realiza con el fin de desestimular la amenaza o ante la probabilidad de


ocurrencia de un delito, contravención o conflicto ciudadano. En este caso no es
indispensable partir de un diagnóstico de convivencia y seguridad ciudadanas.

Reactivo: Es aquel que se realiza con el fin de restablecer las condiciones de


convivencia y seguridad ciudadana luego de la ocurrencia de un delito, contravención o
conflicto.

En definitiva el patrullaje, cuando es motorizado es continuo en acciones de prevención


y respuesta y, cuando es de apoyo, utiliza personal de patrullaje en servicio de
disuación y reacción en horas y lugares críticos de la ciudad.

491
1988 - Servicio Urbano en el control disuasivo

Dada la complejidad de las acciones policiales para mantener y restablecer el orden


público, los miembros de la institución destinados a esta delicada labor deben tener
presente los parámetros de aquellas funciones que, entre otras, son las siguientes:

 Estar familiarizados con su Código de Conducta Policial.


 Manejar técnicas de solución pacífica de conflictos.
 Tener permanente entrenamiento en demostración de fuerza, formaciones
tácticas y en el empleo de equipos defensivos.
 Mantener una actitud reflexiva, ecuánime y moderada con la finalidad de
diferenciar y reconocer durante la operación a las personas que no participan de
manera violenta en las manifestaciones.
 Estar debidamente familiarizado con los posibles comportamientos y las
reacciones de los manifestantes.

UNIDAD DE EQUITACION Y REMONTA UER

El 14 de Junio de 1884, en la Presidencia de José María Plácido Caamaño, de manera


simultánea a la creación de la Policía de Orden y Seguridad, en consideración al azote
de Bandas organizadas en pandillas en las zonas rurales de algunas provincias de la
Costa, se establece la Policía Rural, el 21 de agosto de 1886,

Con este antecedente, asoma por primera vez en el país, la Caballería Institucional que
con el transcurrir del tiempo, se ha ido arraigando por su necesidad, eficacia y apoyo a
la ciudadanía. Esta nueva modalidad de Patrullaje policial desarrolló una importante
actividad con preferencia en el campo costeño.

492
Policía en terapia con un niño en la UER

La Escuela de Equitación de la Policía, se creó el 15 de julio de 1954, siendo


Comandante General de la Policía el General Antonio Álvarez Nieto. La Unidad de
Equitación y Remonta funcionó en principio en el Rancho San Vicente, ubicado en la
avenida La Prensa, en el norte de Quito. En el año 1970, el General Washington
Martínez Torres, Comandante General de la Policía Nacional, consiguió del Poder
Ejecutivo, autorice a los Ministros de Gobierno y Finanzas, a proceder a suscribir la
escritura pública de compra – venta de la Hacienda “San Vicente”, ubicada en el
kilómetro 25 de la Panamericana Sur, en la parroquia Tambillo, cantón Mejía, para
destinarla al funcionamiento de la Escuela de Equitación y Remonta y a la cría y
mantenimiento de su ganado caballar.

La Unidad de Equitación y Remonta, brinda los siguientes servicios a la comunidad:

 Patrullaje Montado

493
 Banda Montada
 Sección de hipoterapia
 Profesionalización de Policías
 Cursos de Especialización

La UER profesionaliza a Policías a través de cursos de Especialización, tanto a nivel


nacional cuanto internacional. Los Cursos duran cuatro meses y en ellos se prepara al
jinete mediante un entrenamiento exigente. Se exige al jinete-policía el completo
dominio del caballo que monta y a éste, obediencia, resistencia y destreza. En el
picadero, lugar donde se entrena al jinete y al caballo, se enseña los fundamentos
necesarios para obtener el dominio absoluto del caballo en el terreno. Posterior a la
terminación de los Cursos de Especialización, los alumnos intervienen en Concursos
que contribuyen a perfeccionar la destreza hípica necesaria para brindar un excelente
servicio a la ciudadanía.

1954 - Oficiales a Caballo

A lo largo del tiempo los jinetes policiales aparte de cumplir con sus obligaciones
profesionales han incursionado en la equitación en competencias nacionales e
internacionales con notable éxito habiendo obtenido triunfos importantes.

Uno de los servicios con responsabilidad social que realiza la Unidad de Equitación y
Remonta es el Programa para Niños Especiales, quienes acuden con sus padres a
recibir terapias de rehabilitación y psicomotricidad. Otra de las actividades cumplidas
por la UER, con el fin de brindar recreación a la ciudadanía, desde el año 1950 del siglo
anterior, creó al interior de la Institución Policial, un Grupo Acrobático en el campo de la
hípica. Uno de los gestores y fundador del mencionado Grupo fue el Coronel en
Servicio Pasivo, Galo Gómez Mancheno.

494
En el año 1946, el Capitán Reinaldo Varea Donoso, quien pertenecía a la rama de
Caballrería del Ejército, fue designado Ayudante del Comandante General de la Policía,
y gracias a esta circunstancia dio un gran impulso a la conformación del Escuadrón de
Acrobacia Hípica. Las primeras presentaciones se hicieron al interior de la Institución
Policial, luego en otros sitios de la ciudad de Quito y, posteriormente, en varios lugares
del país.

En algún momento se le bautizó al Grupo con el nombre de “Cuadro Rojo” y tuvo la


participación inicial de 20 policías y entre ellos había tres mujeres alumnas del Colegio
“Manuela Cañizares” de Quito.

1968 – Tnte. Otto Torres participando en concurso hípica

Los primeros caballos utilizados en las presentaciones eran criollos, de ascendencia


nacional, pero gracias a la preparación y asistencia tanto de los palafreneros cuanto del
personal responsable de su cuidado, los resultados fueron halagadores.

El auge del Cuadro Rojo se dio en el año 1952, cosechando éxitos y aplausos de los
asistentes a las presentaciones. El primer curso de Acrobacia Hípica, con la
participación de 8 Oficiales, se realizó en el Rancho San Vicente en donde, en esa
época funcionaba la Escuela de Policía.

En la actualidad, los integrantes del Cuadro Rojo laboran en la Unidad de Equitación y


Remonta, en el sector de Tambillo y, periódicamente se presentan en revistas de
acrobacia hípica en diferentes sitios del país en representación de la Institución Policial.

495
En estas presentaciones, los policías demuestran su dominio del caballo y la habilidad
para superar obstáculos. Cada año en las competencias se destacan policías y
deportistas aficionados a la hípica de otras entidades y de la ciudadanía en general.

Las presentaciones de acrobacia hípica son patrocinadas por la Unidad de Equitación y


Remonta, la asistencia del público es gratuita, y en ellas se disputan, en categorías que
incluyen a jinetes menores de edad, premios en dinero, en artículos de hípica y también
seguros de vida.

UNIDAD DE MANTENIMIENTO DEL ORDEN UMO

Compañía de Mantenimiento del Orden (UMO)

496
El mantenimiento y el restablecimiento del Orden público alterado siempre requirió
personal especializado en tácticas y en técnicas específicas y, especialmente, en
respeto a los derechos humanos. En el pasado esta tarea estuvo destinada a los
escuadrones de caballería de la república y luego se crearon Compañías policiales
destinadas básicamente a esta labor.

En virtud de la demanda ciudadana se creó la Unidad de Mantenimiento del Orden con


el fin de cuidar y mantener el Orden Público. Está integrada por un grupo humano con
un alto nivel de capacitación y preparación, con actuaciones basadas en el respeto a
los Derechos Humanos.

La UMO, funciona a través de labores preventivas, controlando y, de ser del caso,


restableciendo el Orden Público en todas sus formas.

La Unidad busca convertirse en un baluarte del Orden, Seguridad y Democracia, para


lo cual se ha estructurado como una Unidad táctica con recursos humanos técnicos y
logísticos acorde a estándares internacionales y necesidades operativas de su misión
específica, garantizando a los ciudadanos su derecho a ejercer sus libertades legales
sin infringir los derechos de los demás y tratando de que todos respeten la Ley.

1985 - Personal de la “Compañía Anti Motines del Regimiento Quito No.1 que era la encargada de
mantener el orden público específicamente en las denominadas “manifestaciones”, siendo esta
Compañía la base de la actual U.M.O

La Unidad ofrece las garantías necesarias para el desarrollo de actividades con la


presencia masiva de personas y como reacción ante los acontecimientos de conmoción
social que conlleven a alteraciones del Orden Público.

497
LA POLICIA COMUNITARIA

El modelo de Policía Comunitaria, es una filosofía de servicio policial, de trabajo y de


vida, puesto que los argumentos que sostienen la existencia de la Filosofía en sus
orígenes, desde la antigua Grecia en la Polis, hasta los momentos actuales, se
encuentran en el tejido social y en el mundo en que se desarrolla la vida de los
ciudadanos.

Es un modelo inclusivo, que se sustenta en el ejercicio de los derechos humanos, los


valores y principios fundamentales, como la dignidad, entendida como un valor
inherente a todo ser humano; la libertad, no solamente como el derecho a la movilidad,
a la expresión y todo lo que tiene que ver con los derechos civiles y políticos, sino ante
todo y sobre todo como el don inviolable, inalienable que posee todo ser humano por el
hecho de serlo; la igualdad en la diversidad, igualdad de vivir, igualdad de desarrollarse
interiormente, igualdad de poder pensar con libertad, igualdad de saber que es lo
bueno y que es lo malo; esa igualdad que hace posible que el ser humano se desarrolle
con todas sus potencialidades.

LA POLICIA COMUNITARIA EN EL MUNDO

Basta revisar cómo se crearon en varios países, donde alcanzaron altos niveles de
desarrollo, se perfeccionaron y se difundieron por todo el mundo, adaptadas a las
necesidades y realidades propias de cada nación. La creación de Policía Comunitaria
parte del concepto según el cual la institución policial es clave para la estabilidad social
y, donde la reforma policial, constituye un importante instrumento de democratización y
desarrollo económico.

El término policía comunitaria, surgió en el Siglo XIX, en Inglaterra, cuando Sir Robert
Peel creó la Policía Metropolitana de Londres. Estableció que los policías forman parte
de la sociedad y al mismo tiempo son ciudadanos que están al servicio de la misma. Su
opinión en cuanto al trabajo policíaco era que los agentes no pueden hacer todo el
esfuerzo, pues deben contar con la comunidad, ya que ellos son los ojos y los oídos de
la policía.

Cabe citar a uno de los estudiosos de la seguridad ciudadana, Javier Gomero Kinosita,
quien en su estudio “Globalización del modelo de Policía Comunitaria”, destaca la
implementación de este modelo en varios países del mundo, denotando como
fundamentos para su creación los elevados índices de criminalidad, la necesidad de
tomar distancia con el tradicional modelo de corte militar y consensuar con la
comunidad nuevas estrategias de seguridad ciudadana. Este mismo autor, para
demostrar la importancia de este modelo y la gran efectividad en el mundo dice:
“preguntar a los ciudadanos de los países de la Unión Europea, si están a favor de la
policía comunitaria, sería lo mismo que preguntarles si están a favor de la Navidad”.

498
En definitiva, con cualquier nombre con el que se conozca este modelo de servicio
policial, sea como Policía de Proximidad, Policía de la Comunidad, o Policía
Comunitaria, sabemos que actualmente está en plena vigencia en el mundo, lo cual
garantiza que la Policía ecuatoriana está en el camino correcto, desarrollando un
modelo de policía más efectivo.

LA POLICIA COMUNITARIA EN EL ECUADOR

En el año 1999 él, en ese entonces, Coronel Carlos Calahorrano Recalde, mientras se
desempeñaba como Agregado de Policía en la Embajada del Ecuador en Colombia,
entre otras actividades propias de su función, tuvo la oportunidad de incursionar en el
conocimiento del modelo de Policía Comunitaria puesto en ejecución por la Policía
colombiana que, para ese tiempo, se encontraba en su mejor momento, liderado por el
Director General de la Policía, General Roso Serrano.

Policía Comunitaria con niños de la Comunidad

Las experiencias de Brigadas Barriales, Puestos de Auxilio Inmediato (PAI) y el estudio


de este modelo exitoso en otras policías del mundo, contribuyeron a su idea de
elaborar el proyecto de creación de la Policía Comunitaria en el Ecuador.

La Policía Comunitaria en el Ecuador, se creó el 12 de Diciembre del 2002, mediante


Resolución No 2002-640-CG-PN del Honorable Consejo de Generales de la Policía
Nacional, publicado en Orden General N° 246 de 20 de diciembre del 2002, como un
proyecto piloto para ser ejecutado en el Distrito Metropolitano de Quito, y luego ser
replicado a escala nacional. Es un modelo de servicio policial que permite romper los
paradigmas tradicionales, a partir de una mayor interacción con la comunidad,
construyendo vigorosos canales de comunicación entre policía, comunidad y
autoridades locales, para procurar una mejor convivencia ciudadana.

499
Un equipo de policías comprometidos con los destinos de la institución, iniciaron la
importante etapa de ejecución de este proyecto emblemático, entre los que se
destacan el Capitán, en ese entonces y ahora Teniente Coronel Ángel Zapata Villares,
quien se distinguió por sus brillantes iniciativas en todo el proceso de implementación y
vinculación con la comunidad. Por ventura, es uno de los oficiales que ha permanecido
por largo tiempo en la implementación y consolidación del nuevo modelo.

La Policía Comunitaria, es una modalidad de servicio de la Policía Nacional del


Ecuador, creado para construir una cultura de convivencia pacífica y de seguridad
ciudadana, mediante acciones de carácter preventivo, proactivo y educativo;
propiciando la participación solidaria cívica y patriótica de las autoridades,
organizaciones sociales y la comunidad.

En el modelo de Policía Comunitaria, la Policía es preventiva y a la vez proactiva,


cuando orienta su esfuerzo a detectar anticipada y oportunamente, cualquier acto que
pueda generar un daño o pérdida, con la finalidad de controlar, reducir y de ser posible
eliminar la condición de peligro; a la vez, emplea mecanismos de disuasión como
medidas para evitar la intención de delinquir. Por último, cuando llega a materializarse
una amenaza o peligro, reacciona rápida y eficientemente, para minimizar, mitigar y de
ser posible neutralizar los daños generados por la ruptura del equilibrio, y así,
restablecer el orden y la paz ciudadana.

2016 - Pedernales, luego del terremoto, Cadetes de la ESP realizando labores de Policía
Comunitaria

Realiza también una función educativa, cuando provee y facilita los conocimientos
teóricos y prácticos a los ciudadanos para la resolución de problemas y el desempeño
de tareas específicas, tomando en cuenta la diversidad cultural y la realidad social de la

500
comunidad.

Por otra parte, cabe destacarse que la implementación de este modelo, determinó un
cambio profundo en la prestación del servicio policial, significó una reversión del
modelo reactivo-represivo imperante, hacia un nuevo modelo enfocado a la resolución
de problemas, participativo e incluyente, sustentable y sostenible en un Estado de
Derecho, que significaba realmente dar un paso importante hacia un proceso de
reforma policial, para lo cual era necesario contar con el compromiso de los policías
desde el interior de la misma Institución para definir el perfil del policía que la
ciudadanía aspiraba: altamente profesional, técnico y científico, solidario y sensible a
los requerimientos ciudadanos.

2016 - Pedernales, luego del terremoto, personal de Policía Comunitaria

La organización, misión y conducción de la Policía Comunitaria, determinó importantes


modificaciones en la estructura y funcionamiento de la policía urbana sobre la base de
la desconcentración de las Unidades operativas y del mando policial, concediéndole al
Policía Comunitario la autonomía para resolver pequeños conflictos dentro de la
comunidad, practicando mecanismos alternativos de solución de problemas mediante
acciones de mediación, conciliación y negociación; prestando auxilio oportuno,
desarrollando programas de prevención situacional y social contra el delito en el Barrio,
efectuando diagnósticos e investigaciones de carácter socio-delincuencial,
coordinando permanentemente con autoridades locales y organizaciones comunitarias
para elaborar planes operativos consensuados, conforme a las necesidades
ciudadanas.

501
Luego de 15 años transcurridos desde la creación de la Policía Comunitaria en el
Ecuador, y de haber experimentado un proceso continuo y sostenido en el ámbito
educativo y de formación integral del policía, la Policía Comunitaria está inserta en el
Nuevo Modelo de Gestión de la Policía Nacional, apoyada por modernos sistemas
estadísticos y tecnológicos que permiten una evaluación al instante de la productividad
del personal, así como la información georeferenciada oportuna para realizar el
diagnóstico y la actualización permanente de los planes de seguridad en los territorios.

El nuevo modelo educativo contempla la titulación de policías de Tropa que se


gradúan de Técnicos Superiores en el Instituto Técnico Superior de la Policía Nacional
y, de Licenciados en Ciencias Policiales y Seguridad Ciudadana, los Oficiales de
Policía, en el marco de un convenio con la Universidad Central del Ecuador. Estas
innovaciones sustanciales, garantizan la concreción de un nuevo policía al servicio de
la comunidad.

El personal policial asignado a las Unidades de Policía Comunitaria,


está suficientemente capacitado para interactuar, generar y desarrollar conjuntamente
con la comunidad planes y programas orientados a solucionar la inseguridad
ciudadana, tales como “Escuela Segura”, “Barrio Seguro”, “Local Seguro”, entre otros,
los mismos que tienen una amplia aceptación ciudadana.

Policía Comunitaria

502
EL SERVICIO RURAL

En el siglo 19, con alcance nacional, la Policía Nacional tenía un carácter Rural puesto
que fue creada para combatir las montoneras y para proteger la producción agrícola
que se veía muy afectada por la presencia de cuatreros.

1957- Personal de la Policía Rural, en el sector de Daule

En cuanto se refiere al Servicio Rural, hay que señalar que éste es uno de los servicios
de vigilancia encaminado a resolver los problemas de Orden y Seguridad en el campo.
A lo largo de la historia policial encontramos que algunos Gobiernos la crearon, la
suprimieron y otros la restablecieron de acuerdo a sus intereses políticos y no a las
necesidades ciudadanas; sin embargo, es un servicio especializado de la Policía
Nacional para garantizar el Orden y la Seguridad ciudadana, especialmente de los
habitantes del sector rural.

Con relación a la Policía Rural, a pesar de los vaivenes políticos, cabe destacarse que
el 12 de enero de 1949, en el Gobierno de Galo Plaza Lasso, se organiza la Policía
Rural descentralizada con mando propio y dependiente del Ministerio de Gobierno,
formando seis escuadrones para las provincias de la costa y de Loja.

En el año 1953, mediante Decreto, el Presidente José María Velasco Ibarra, cambia la
denominación de Guardia Civil Nacional a Policía Nacional y, entre otras acciones
relativas a la Policía estuvo aquella que disponía la unificación de la Policía Rural a la
Policía Nacional, bajo un Comando unificado.

503
El área de operaciones de la Policía Rural se encuentra generalmente en sectores
alejados de las ciudades, zonas selváticas, desérticas, rodeadas de ríos de aguas
profundas o tormentosas, por lo que el Policía rural previamente a su desempeño debe
someterse a un Plan de entrenamiento especializado que le permite convertirse en un
eficaz agente de la Ley.

|
1979 - Servicio Rural Esmeraldas Rio Verde

Es importante el Servicio Rural para evitar o solucionar problemas que se presentan en


las interrelaciones humanas de los habitantes de los campos ecuatorianos; estos
problemas, muchos de ellos de índole delictivos, entre otros son:

 Abigeato
 Salteadores de caminos
 Cuidado de caminos vecinales
 Homicidios
 Violaciones
 Violencia intrafamiliar

504
 Robo a casas
 Robos y asaltos a fincas, haciendas, ranchos.
 Control de movilización de semovientes
 Control de transporte de madera

Además, el Policía Rural, aparte de cumplir con su misión netamente policial, se


adentra en el conocimiento de la zona rural a la cual ha sido designado y colabora con
los moradores, Junta Parroquial, Tenencia Política, Iglesia, en la ejecución de labores
tendientes al desarrollo del sector.

EL SERVICIO DE TRANSITO

La creación del Servicio de Tránsito como tal fue ratificada oficialmente el 4 de julio de
1946 al expedirse la Ley Orgánica y Régimen Administrativo de la Guardia Civil
Nacional, asignándole como función específica “el control de vehículos, de conductores
y controladores, de señaleros de Tránsito en puestos fijos, casetas, recorridos y
estacionamientos; y de la intervención en caso de accidentes”.

A través de la anterior Dirección Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre, tenía bajo


su responsabilidad brindar a la ciudadanía, entre otros, los siguientes servicios:

 Control de Tránsito en el país


 Entrega de matrículas
 Emitir las licencias de conducir vehículos de motor, así como, renovar las
mismas
 Autorizar cambios de categoría u origen en las Licencias de conducir.
 Realizar la revisión técnica anual de los vehículos de motor para la expedición
de la revista vehicular correspondiente.
 Inspeccionar y aprobar para el cambio en la placa de privada a pública y
viceversa
 Inspeccionar todo tipo de remolque para otorgamiento de placas.
 Supervisión de los Centros de Capacitación de Choferes Profesionales

CONTROL DE TRÁNSITO

En acatamiento, tanto a la Ley cuanto al Reglamento mencionados, la Dirección


Nacional de Control de Tránsito y Seguridad Vial, se encuentra comprometida en
garantizar la seguridad de la ciudadanía en el Tránsito y, a la vez, modernizar y
fortalecer la capacidad operativa de los servicios policiales, en esta materia.

505
También está empeñada en crear una cultura de seguridad vial acorde a las demandas
del nuevo siglo, adoptando nuevos modelos de actitud y comportamiento de los
miembros policiales con el fin de incrementar el nivel de satisfacción de la comunidad.
El objetivo es lograr que, desde la atención del oficial de policía hasta la toma de
conciencia en conductores y peatones, se disminuya los índices de accidentabilidad y
muerte en el país, que hasta hace poco ocupaba la primera causa de muerte violenta
en el Ecuador.

Control de Tránsito en 1950

La Dirección Nacional de Tránsito, ha desarrollado algunas Campañas tendientes a


disminuir las estadísticas de siniestralidad en el país, entre las cuales podemos citar:

 “Maneja con la Cabeza”, que es una campaña de prevención, ya que una gran
mayoría de ciudadanos conduce distraída.
 “No más corazones azules en las vías” que ha obtenido resultados positivos en
el ámbito nacional y ha despertado gran interés en países como España, Chile,
Argentina, Colombia y Costa Rica quienes han solicitado asesoría para
implementar este tipo de campañas en sus respectivos territorios.
 “No más peatones imprudentes en las vías” otra de las Campañas que ha tenido
gran acogida.
 “El conductor elegido” con la finalidad de disminuir tantos y fatales accidentes
que se dan en el país.
 ”Paquito, el Educador”, que busca llegar con su mensaje a los niños del país.

506
1960, Policía de Transito

Hasta fines 1994, Uniforme característico del servicio de Transito, el uso del casco blanco,
cordones azules, equipo blanco, guantes blancos y cordones de las botas blancos

En el afán de llegar a la mayor parte de la población, la Dirección Nacional de Tránsito


y Seguridad Vial, ha encomendado a Radio Vigía “La voz de la Policía Nacional”, sea la
portavoz en la transmisión de mensajes relacionados con el Tránsito a la sociedad con
el fin de concientizar la necesidad de conocer y adoptar una verdadera cultura de
Tránsito y Seguridad Vial que permita salvaguardar su vida y la de los demás.

El Departamento de Educación Vial, por su parte, trabaja conjuntamente con los


estudiantes de los quintos cursos de los colegios para a través de un enfoque
preventivo y transformador, impulsando en ellos cambios de actitud, convertirles en
portavoces de este gran empeño atinente a salvar vidas.

507
SERVICIO DE INVESTIGACIONES DE ACCIDENTES DE TRANSITO SIAT

El Servicio de Investigación de Accidentes de Tránsito de la Policía Nacional del


Ecuador, es un pilar fundamental para la administración de justicia en delitos de
Tránsito al determinar las causas que generaron el accidente.

El SIAT viene desarrollando sus actividades desde hace 17 años. Es una de las
entidades policiales más nuevas y con mayor crecimiento en el ámbito técnico-
científico y de credibilidad a nivel nacional e internacional. El SIAT, en la actualidad
brinda su servicio con una cobertura en 17 provincias del país.

2016 Personal del SIAT, realizando el trabajo técnico de reconstrucción de los hechos

Las principales funciones del Servicio de Investigación de Accidentes de Tránsito son


las siguientes:

 Determinar las causas de los accidentes de Tránsito.


 Identificar y estudiar los focos de peligrosidad de accidentes de Tránsito.
 Recopilar, procesar y evaluar la información de los accidentes de Tránsito.

508
 Proveer información en materia de accidentabilidad a otras Unidades del
Subsistema de Tránsito.

Uno de los Objetivos del SIAT es proporcionar a los Tribunales de Justicia informes
técnico-científicos acerca de las causas que generan el accidente de Tránsito y el
grado de participación de cada uno de los involucrados, para contribuir con la
administración cabal de la Justicia mediante el empleo de tecnologías aplicadas.

PROGRAMAS DE EDUCACION VIAL

Cabe recordar que los Programas de Seguridad Vial se iniciaron en los años 1960,
cuando era Director de Tránsito el General Manuel Tamayo Salgado. Las actividades
fueron exitosas a tal punto que generó el aprecio al policía de tránsito a quien en las
navidades el pueblo de Quito entregaba fundas conteniendo galletas y confites, a partir
de las seis de la tarde.

1965, Oficial dictando charla de seguridad vial

Durante la administración del doctor Oswaldo Hurtado Larrea, el Ministerio de


Educación, el 8 de abril de 1983, expide un Acuerdo Ministerial, para normar los
Programas de Educación Vial, para los niveles pre-primario y primario del sistema
educativo en todo el país. Los Programas fueron elaborados por expertos en educación
y la participación de miembros de la Policía Nacional.

Los objetivos generales incorporados en las áreas de estudios sociales, fueron:

 Comprender la importancia de la preparación del ser humano en el campo


de la Educación Vial, dentro de su formación integral.
 Conocer los diferentes elementos que intervienen en la circulación terrestre.

509
 Preparar futuros peatones y conductores, conscientes de su responsabilidad
dentro de la circulación terrestre.
 Alcanzar, mediante la Educación Vial, la reducción a un mínimo posible de
los accidentes de Tránsito, en la presente y futuras generaciones.
 Mejorar las relaciones entre peatón, policía y conductor para establecer
armonía y convivencia social.
 Contribuir al ordenamiento y bienestar individual de la institución educativa
y la comunidad.

CAMPAÑA CUIDANDO DE TI

La Campaña Cuidando de Ti, busca el empoderamiento de la Comunidad en el trabajo


diario que realizan los miembros policiales en los campos de la Seguridad Ciudadana,
con el fortalecimiento de los canales de comunicación externos.

Las actividades que ejecuta la Campaña Cuidando de Ti, está enfocada a fortalecer las
acciones preventivas de Seguridad Ciudadana y aumentar la confianza y credibilidad
de la Comunidad en los servicios que ofrece la Institución Policial.

Además, la Campaña trata de informar a la Comunidad sobre el trabajo profesional que


ejecutan las diferentes Direcciones y Unidades Policiales, tales como: la Dirección
Nacional de Policía Especializada en Niños, Niñas y Adolescentes (DINAPEN); Unidad
de Mantenimiento del Orden (UMO); Departamento de Violencia Intrafamiliar (DEVIF);
Grupo de Operaciones Especiales (GOE); Criminalística; Unidad de Equitación y
Remonta (UER); Unidad de Protección del Medio Ambiente (UPMA); Centro Regional
de Adiestramiento Canino (CRAC); Paquito, Pájaros Azules, etc.

También la Campaña Cuidando de Ti, ofrece Capacitación en temas de Seguridad y


Servicios policiales como: la prevención ante delitos, protección del Barrio, prevención
de drogas, violencia intrafamiliar, etc.

En la Capacitación, la Comunidad conocerá los resultados de la gestión policial en las


Zonas y Subzonas en lo relacionado con operativos, bandas desarticuladas, detenidos
por delitos, armas decomisadas, droga incautada, extorsión, recuperación de vehículos,
etc., con el fin de que la Comunidad tenga un conocimiento y una apreciación clara del
trabajo policial.

Además, dentro del mismo campo de la Capacitación, la Campaña prevé refrescar en


los miembros policiales el conocimiento y la práctica en temas como: Transparencia,
solidaridad, colaboración, respeto y responsabilidad como valores que sirven para
sustentar los procedimientos policiales.

510
2014 - Campaña Cuidando de Ti.

Durante las presentaciones de la Campaña Cuidando de Ti, ya sea en ferias de


Seguridad o Ferias Policiales, las diferentes Unidades realizan actividades
demostrativas a la Comunidad. Así, por ejemplo, el personal de Criminalística realiza
demostraciones sobre la forma cómo se levanta un cadáver; el Servicio Aeropolicial
junto a Comandos del Grupo de Operaciones Especiales efectúa descensos desde los
aires para deleitar a la ciudadanía que asiste a estas Campañas.

Finalmente, cabe señalarse, que en las Campañas Cuidando de Ti, en las


Comunidades, se presentan grupos de Teatro y Danza, la Banda Sinfónica, la Orquesta
de la Policía y, para los más pequeños, el Show de Paquito, Caritas Pintadas, Mimos,
etc.

Los objetivos de la Campaña se sintetizan en los siguientes:

 Incrementar el posicionamiento positivo de la imagen institucional mediante el


fortalecimiento de vínculos con públicos estratégicos.
 Fortalecer el trabajo policial a través de la gestión comunicacional en medios de
comunicación, difundiendo logros y resultados selectivos de la gestión
institucional.

511
SHOW DE PAQUITO

Paquito, el Niño Policía, nace en Quito, en el año 2005, en la Dirección Nacional de


Tránsito y Transporte Terrestres, de la Policía Nacional, como parte de la Campaña de
Difusión de Educación Vial para Niños:

Paquito representa simbólicamente a un niño policía de 8 años, que habla español y


quechua. A través de presentaciones artísticas matizadas de humor y sonrisas busca
transmitir mensajes para cultivar en los niños los conceptos y valores de la Seguridad
Ciudadana con el fin de ir, desde temprana edad, cultivando actitudes para logar que
en el futuro tengamos una juventud libre de violencia y de género.

2015 - Paquito Policía

Paquito representa a un niño tierno, sincero, puro, pero a la vez con una cierta dosis de
madurez. Es el aconsejador de los niños, brinda seguridad y confianza a los menores.
Se presenta siempre con su Uniforme A4 y su chaleco reflectivo, que son símbolos
representativos de la Institución Policial.

Para la ejecución de este proyecto interactivo, se consideró a los diferentes


establecimientos educativos del país, especialmente a aquellos en los cuales, por
varias causas, se elude el reconocimiento de los derechos y garantías de los menores
para desarrollarse en un ambiente familiar, social y escolar, seguro y libre de riesgos,
fomentando una cultura de Seguridad Ciudadana y pueda, en el transcurrir del tiempo,
ir fortaleciendo el concepto de Comunidad.

En virtud de la acogida que Paquito ha tenido en sus presentaciones en las


Comunidades, sus actuaciones han sido solicitadas por otros servicios policiales como

512
la Dirección Nacional Especializada en Niños, Niñas y Adolescentes, Antinarcóticos,
Policía Comunitaria, etc.

PAJAROS AZULES

Los Pájaros Azules, del Grupo de Operaciones Motorizadas, de la Policía Nacional del
Ecuador, están considerados como los únicos en América Latina. Su destreza y
equilibrio son complementos de la conducta de los integrantes del GOM.

A más de cumplir con su función específica de patrullar y brindar seguridad a la


ciudadanía, los Policías del Grupo de Operaciones Motorizadas, se preparan para
demostrar una serie de ejercicios acrobáticos en ferias o festivales de la Institución
Policial.

1965, Presentación de los Pájaros


Azules en el antiguo aeropuerto Mariscal Sucre

Los inicios del Grupo Pájaros Azules, data allá por el año 1950, en que surgió al
interior de la Institución Policial. Por el año 1949, viajó una delegación policial a la
República de Guatemala, atendiendo una invitación y, al finalizar la visita, la Policía de
este país, les ofreció, a manera de despedida, una presentación de acrobacia en
motocicleta.

Esta experiencia motivó a la creación de un Grupo de Policías para practicar y ejecutar


acrobacia en motocicleta. De lo que se conoce, fue un 14 de junio de 1951, la primera
presentación en este sentido. En principio se llamaba “Grupo Motorizado”, y luego por

513
iniciativa de un periodista se los denominó “Pájaros Azules”, en virtud del color azul del
uniforme y porque en ciertos ejercicios parecía que los integrantes salían volando con
las motocicletas.

1951 – Capitán Arias, integrante de los Pájaros Azules en el Estadio del Arbolito

Uno de los más destacados miembros de “Los Pájaros Azules” fue el Coronel de
Policía Gonzalo Daza Hernández que con 20 uniformados deleitaba a la comunidad
de Quito y de algunas ciudades del país con movimientos y ejercicios que realizaban
con agilidad y destreza sobre una motocicleta en movimiento.

1992 - Presentación de los Pájaros Azules con las Subtenientes Ivonne Daza y Jesica Menéndez,
primeras mujeres pilotos de motocicleta

514
Algunos integrantes de los Pájaros Azules se capacitaron en España y Panamá para
perfeccionar estrategias, para la realización de ejercicios complejos y llamativos. Entre
las pruebas que realizan los Pájaros Azules se encuentran: el salto de la muerte; el
paso de las estacas humanas; la toma del banderín; el paso del arco de fuego; la vuelta
contra reloj; el túnel humano; las golondrinas, etc.

Los Pájaros Azules desafían la gravedad y demuestran gran agilidad en la pista. Su


nombre coincide con el de un licor famoso y delicioso de la provincia de Bolívar, el
Pájaro Azul.

CAMPAÑA CORAZONES AZULES

La Campaña nació con el propósito de contribuir a la concientización, educación y


revención de accidentes de tránsito, mediante el desarrollo y diseño de proyectos
educativos y de comunicación con la finalidad de salvar vidas.

La Visión de la Campaña es consolidarse como una entidad promotora orientada a


generar verdaderos cambios de conducta en la sociedad y mejorar la convivencia
social en el Ecuador.

Uno de los principales objetivos de la Campaña Corazones Azules es incentivar en las


nuevas generaciones un cambio de visión, con pensamiento constructivo y
multiplicador dirigido a un enfoque de convivencia ciudadana; aprovechando las
capacidades locales del país, encaminadas a fortalecer la creatividad que impulse la
recuperación y aplicación de las mejores prácticas de calidad humana, para asegurar
un cambio sustentable y sostenible en la ciudadanía.

La Campaña “Corazones azules” fue promovida por la Dirección Nacional de Tránsito y


Seguridad Vial de la Policía Nacional, en virtud de que las estadísticas señalaban que
los accidentes de tránsito en el Ecuador eran la cuarta causa de mortalidad. Por ello,
comenzó buscando concientizar a la población, a través de spots publicitarios en radio
y televisión, sobre la necesidad de evitar que se pinten más Corazones Azules en la
Vías.

515
Campaña Corazones Azules

El Departamento de Educación Vial, de la Dirección Nacional de Tránsito, ha trabajado


con estudiantes de los quintos cursos de colegios, cuyo campo de acción apuesta por
un enfoque preventivo y transformador que no esté solo centrado en el aprendizaje de
conceptos o procedimientos, sino más bien impulsar un cambio de determinadas
actitudes por parte del alumnado y que ellos sean portavoces de ese gran trabajo por
salvar vidas, coadyuvando a construir una sociedad más segura en tránsito y el
compromiso de peatones, conductores, autoridades responsables.

La campaña “Corazones Azules”, que busca frenar las muertes por accidentes de
tránsito en el país, ha tenido un gran éxito, no solo en el Ecuador, sino además, en
Panamá, Perú y Uruguay, que han visto en esta idea una excelente estrategia para
detener el aumento del nivel de víctimas fatales por irresponsabilidad vehicular. En la
práctica la Campaña incentiva a que los familiares de personas que fallecieron en las
vías, pinten Corazones Azules en el mismo sitio del siniestro y, de esa manera,
prevenir nuevas siniestralidades.

516
ADQUISICION DE RADIODIFUSORA PARA LA POLICIA NACIONAL

En la presidencia del doctor Oswaldo Hurtado Larrea, el 21 de mayo de 1982, La


Policía Nacional del Ecuador a través del Coronel Edison Garcés Poso, Director
Nacional de Transito, gestiona la adquisición de la Radiodifusora “Punto 83”, en Quito,
destinada de manera específica a la emisión de Programas Culturales y Educativos,
particularmente en el campo de la Educación Vial con énfasis en orientación del
tránsito vehicular y peatonal, en prevención de los accidentes de tránsito.

Entrevista en Radio Vigía

El 15 de marzo de 1983, alcanzan de la Dirección Nacional de Frecuencias del Estado,


la autorización para que la Emisora de la Policía Nacional, cambie su frecuencia de
amplitud modulada a 840 kilociclos y adopta el nombre de Radio Vigía, la Voz del
Tránsito Nacional.

En las circunstancias que vive el mundo en los actuales momentos, las sociedades,
empresas, instituciones públicas, entidades privadas, inclusive a nivel individual, se ha
hecho necesaria e indispensable la adopción de tecnologías de última generación, de
nuevos retos, y paradigmas para coadyuvar al desarrollo del país.

Ante esta evidencia del mundo moderno, de la globalización, la Policía Nacional del
Ecuador no se ha quedado al margen de aquello y considerando a la comunicación
un pilar fundamental de toda Institución organizada, ha querido a través de la
Dirección Nacional de Comunicación Estratégica, posicionar a la Policía como una
verdadera identidad corporativa, que cumpliendo su misión y visión materializan las
expectativas comunicacionales tanto al interior de la institución cuanto a la comunidad.

Uno de los servicios son los programas que a diario se emiten a través de Radio Vigía,
“La Voz de la Policía Nacional”, a través de la información precisa, actualizada y
confiable que permite adentrarse en el corazón de todos los hogares con el mensaje

517
del policía ecuatoriano, mismo que está impregnado de valor y trabajo constante con el
afán de conseguir y mantener la paz y lograr el bienestar que todos los ecuatorianos
anhelamos.

En la actualidad Radio Vigía FM, matriz Quito, en su dial 90.5 cuenta con 10
repetidoras en diferentes provincias del país, que le han convertido en un medio de
comunicación de cobertura nacional y en nexo entre la institución policial y la
ciudadanía.

SERVICIO DE INVESTIGACION CRIMINAL

Revisando la historia encontramos que el 12 de septiembre de 1923 se expide el


Reglamento para la Organización y Servicio de la Policía Nacional de la República,
cuya vigencia se prolongó hasta el 10 de enero de 1923. Este Reglamento crea la
Oficina de Investigaciones, con un Jefe, Secretario, Ayudantes, Oficiales, Fotógrafo,
Agentes especiales de primera y segunda clase. El 26 de abril de 1924 se aprueba el
Reglamento para la mencionada Oficina, cuyo objetivo era auxiliar a las autoridades
judiciales y de policía en la identificación de los autores y cómplices de atentados
contra las personas, la propiedad, la legalidad de la moneda, entre otros delitos.

La primera Ley Orgánica de la Policía Nacional fue sancionada el 11 de enero de


1936, mediante Decreto expedido por Federico Páez, Encargado del Mando Supremo
de la República. En este cuerpo legal se establece tres secciones: Urbana-Sanitaria,
Rural y Judicial (Investigaciones); a esta última le correspondía la investigación y
esclarecimiento de las infracciones punibles y la aprehensión de los delincuentes.

En las subsiguientes leyes orgánicas de las Fuerzas de Policía (4-enero-1938) y de la


Institución del Cuerpo de Carabineros (17-febrero-1939), se mantienen las actividades
de la investigación de los delitos como función netamente policial, bajo el nombre de
oficinas de Seguridad, Identificación y Dactiloscopia. En la Ley Orgánica de la Guardia
Civil Nacional expedida el 12 de septiembre de 1944 y específicamente en la Ley
Orgánica y de Régimen Administrativo de la Guardia Civil emitida el 4 de julio de 1946,
se establece, entre otras funciones, “La investigación y el esclarecimiento de las
infracciones; la aprehensión y vigilancia de los infractores”. Se determinan Jefes
Provinciales para cada uno de los servicios policiales, entre los cuales consta el
“Servicio de Investigaciones”.

Con la Ley Orgánica y de Régimen Administrativo de la Policía Civil Nacional expedida


el 11 de marzo de 1959, en lo atinente a las funciones se determina “la investigación y
esclarecimiento de las infracciones comunes; la aprehensión y cuidado de los
delincuentes comunes”. El 18 de mayo de 1961 se pone en vigencia el reglamento para
el Servicio de Investigación Criminal. El 21 de marzo de 1973 se expide una nueva Ley

518
Orgánica de la Policía Civil Nacional, manteniendo las mismas funciones de la Ley
anterior y manteniendo el “Servicio de Investigación Criminal”.

La Ley Orgánica de la Policía Nacional, expedida el 24 de junio de 1998, elimina el


nombre de Dirección Nacional de Investigaciones, Estupefacientes e Interpol con el
cual venía funcionando desde el año 1975, asignándole la nueva identidad de Dirección
Nacional de Policía Judicial e Investigaciones, definiéndola como un organismo que
tiene por finalidad fundamental la prevención e investigación de las infracciones
penales y la aprehensión de presuntos infractores.

En las investigaciones de carácter penal el rol de la investigación fiscal se cumple en la


etapa pre-procesal que también se la conoce como fase de indagación previa y, en la
primera etapa del proceso penal denominada etapa de instrucción fiscal. La
investigación, como tal, es un trabajo muy serio y planificado con base en el Plan de
Investigación elaborado por el Fiscal que guía el avance de los casos, enfoca las
diligencias que deben realizar y el tiempo en que deben cumplirse.

Policía Judicial en Operativo

En la actualidad la Misión de la Dirección Nacional de Policía Judicial, consiste en


realizar la investigación técnico – judicial y científica de los delitos, en estricto
cumplimiento de la Constitución, Leyes y Reglamentos, bajo la dirección de la Fiscalía
General del Estado, que garanticen la resolución de casos, evitando la impunidad y
respetando los Derechos Humanos. Su trabajo lo hace a través de las siguientes
Unidades:

 De Delitos Tributarios y Aduaneros


 Departamento de Violencia Intrafamiliar
 Contra el Delito de Trata de Personas y tráfico de Migrantes
 Delitos Energéticos e Hidrocarburíferos y,
 Por intermedio de las Subdirecciones de Criminalística y Medicina Legal.

519
De igual manera el Reglamento establece que la Policía Judicial es un cuerpo auxiliar
del Ministerio Público, integrado por personal especializado de la Policía Nacional que
jerárquica, disciplinaria, administrativa y operativamente dependen de la Policía
Nacional; y su funcionamiento se sujetará a las disposiciones contempladas en la
Constitución Política de la República, en la Ley Orgánica del Ministerio Público y en la
Ley Orgánica de la Policía Nacional.

La Policía Judicial realizará la investigación de los delitos de acción pública de instancia


oficial y de instancia particular, bajo la dirección jurídica y control del Ministerio Público,
a fin de reunir o asegurar los elementos de convicción y evitar la fuga u ocultamiento de
los sospechosos, en el tiempo y según las formalidades previstas en el Código de
Procedimiento Penal. Comprenden también todas las diligencias investigativas que
realicen los diferentes servicios de la Policía Nacional bajo la dirección y control del
Ministerio Público, como Antinarcóticos, Investigación de accidentes de tránsito,
Secuestros y extorsión y otros que fueren necesarios para prevenir y combatir el delito.

En este instrumento legal constan los deberes y atribuciones de la Policía Judicial


como: Trabajar bajo la dirección del Fiscal y el Juez competente para el descubrimiento
de los hechos delictivos y la individualización e identificación de sus responsables;
requerir al Fiscal la ejecución de allanamientos y detenciones en colaboración con el
personal especializado en vigilancias, seguimientos y otras operaciones de campo;
recibir las denuncias que sean presentadas por delitos de acción pública; proceder a la
aprehensión de las personas sorprendidas en delito flagrante y ponerlas dentro de las
veinticuatro horas a órdenes del Juez competente, junto con el parte informativo, entre
otros como las armas u otros instrumentos con los que se hubiere cometido el delito,
los bienes, valores materia de la incautación serán puestos a conocimiento de la
autoridad competente.

También, determina la Organización de la Policía Judicial con el Consejo Directivo de la


Policía Judicial y la Dirección Nacional de la Policía Judicial, determinando que el
Consejo Directivo de la Policía Judicial es el órgano de decisión de la Policía Judicial,
integrado por: el Ministro Fiscal General o su delegado, quien lo presidirá; el Presidente
de la Corte Suprema de Justicia o su delegado; el Ministro de Gobierno o su delegado;
el Ministro de Justicia y Derechos Humanos o su delegado; el Comandante General de
la Policía Nacional o su delegado; y, el Director Nacional de la Policía Judicial, quien
actuará como Secretario, con voz informativa, sin voto. Las resoluciones se tomarán
por mayoría de votos.

520
En cambio, la Dirección Nacional de la Policía Judicial es el órgano ejecutivo de la
Policía Judicial, que establecerá procedimientos, planificará y ejecutará acciones y su
titular será un Oficial General de la Policía Nacional encargado de organizar cursos
para especialización técnica del personal, en coordinación con la Dirección Nacional de
Educación de la Policía Nacional y la Escuela de Capacitación de Fiscales del
Ministerio Público; además gestionará la concesión de becas, ante los países y
organismos pertinentes, para la tecnificación de los miembros de la Policía Judicial; y
coordinara acciones con la Dirección Nacional de Registro Civil, Identificación y
Cedulación; la Dirección Nacional de Rehabilitación Social y, otras instituciones que
fueren necesarias para el cumplimiento de sus funciones específicas.

Al Comité Consultivo le corresponde el desempeño de funciones de consultoría,


asesoramiento y recomendación al Director Nacional de la Policía Judicial en asuntos
relacionados con las políticas institucionales, el cumplimiento de actividades tendientes
a la prevención y/o represión del delito y, la evaluación de las mismas, en las unidades
que integran la Policía Judicial y estará integrado por el Subdirector de Investigaciones
de la Policía Judicial, quien lo presidirá; el Subdirector Técnico Científico; el Jefe de la
Oficina Central Nacional Interpol; un oficial superior delegado del Director Nacional
Antinarcóticos; y, el Jefe del Servicio de Investigación de Accidentes de Tránsito.

A la Subdirección de Investigaciones de Policía Judicial, le corresponde realizar la


investigación pre-procesal y procesal penal bajo la dirección y control de los
representantes del Ministerio Público y recomendar la organización de las jefaturas y
subjefaturas de la Policía Judicial, de acuerdo con la densidad poblacional e incidencia
delictiva; proponer la adopción de políticas y procedimientos para el mejor
cumplimiento de las funciones de Policía Judicial; y, coordinar el funcionamiento y las
actividades de las jefaturas y subjefaturas de la Policía Judicial.

Dependerán de la Subdirección el Departamento de Inteligencia Antidelincuencial; el


Departamento de Coordinación y Planificación Operacional; el Centro de Información
Interinstitucional; el Centro de Coordinación y Control de Sustracción de Vehículos; el
Departamento de Investigación de Delitos Económico Financieros; y, el Departamento
de Violencia Intrafamiliar.

A la Subdirección Técnico-científica le corresponde coordinar y asesorar las actividades


de los diferentes niveles de apoyo criminalístico y técnico científico de las jefaturas y
subjefaturas de la Policía Judicial, tutelando el recto cumplimiento de las normas
legales en la actividad pericial y administrativa para prestar apoyo técnico científico a
los magistrados, jueces, fiscales y funcionarios del Ministerio Público por medio de sus

521
departamentos, unidades y peritos y, contará con los departamentos de Criminalística,
Medicina Legal y Archivo Central Nacional.

El Departamento de Criminalística contará con las secciones de Inspección Ocular


Técnica; Audio, Vídeo y Afines; Fotografía Pericial; Dibujo y Planimetría; Identidad
Física Humana; Registro de Detenidos; Balística; Biología; Química Analítica;
Toxicología Analítica; Física; Documentología; Identificación de Grabados y Marcas
Seriales; Incendios y Explosivos: Análisis Informático y Telecomunicaciones; Centro de
Acopio y Conservación de Evidencias.

Al Departamento de Medicina Legal le corresponde realizar peritajes médico legales


utilizando los protocolos estandarizados que hayan sido aprobados por el Ministro
Fiscal General, sobre lesiones, delitos sexuales, cálculo de edad, accidentes de
trabajo, de tránsito, enfermedades profesionales, determinación de incapacidades
definitivas y permanentes, autopsias médico legales, entre otros estudios de genética y
biología molecular y dictámenes criminológicos, psicológicos y psiquiátricos, a través
de la Sección de Clínica Forense, y otras como Criminología para realizar los estudios
tendientes a determinar el estado mental en el momento de la acción delictuosa y la
peligrosidad criminal.

1995 – Archivo Central Nacional

El Archivo Central Nacional y los archivos provinciales son dependencias técnicas


adscritas a la Subdirección Técnico Científica y tienen por finalidad mantener en forma
reservada registros Policiales y penales actualizados referidos a personas que por

522
diversos motivos han sido incursas en causas procesales judiciales o investigaciones
Policiales no resueltas o que han merecido sentencia condenatoria, para concederla a
autoridades judiciales o Policiales en forma legal y coordinar con la Función Judicial y
Dirección Nacional de Rehabilitación el envío oportuno y periódico de la información
concerniente a sentencias condenatorias, cumplimiento de la pena y libertades;
actualizando en forma coordinada con la Dirección General de Registro Civil,
Identificación y Cedulación los datos de filiación y de fallecimiento; estableciendo un
banco de datos centralizado respecto de personas desaparecidas con las unidades de
investigación policial, organismos gubernamentales y no gubernamentales encargadas
de estas actividades y, conferir los certificados de antecedentes personales, de
conformidad con el reglamento respectivo; y, las demás actividades que se le
asignaren.

Finalmente, contempla a la Oficina Central Nacional de INTERPOL, como la


dependencia que representa a la Organización Internacional de Policía Criminal
(O.I.P.C.) del Ecuador, como miembro de dicha organización, que se encarga de la
asistencia recíproca de las autoridades de la Policía Criminal.

En idéntica forma el Reglamento determina que en cada Provincia habrá una Jefatura
de la Policía Judicial con los niveles directivo, asesor, de apoyo y operativo y que esté
conformado por las unidades Técnico Científica, Investigación de Policía Judicial e
Inteligencia Antidelincuencial de acuerdo con la densidad poblacional e incidencia
delictiva. También habrá subjefaturas de Policía Judicial en los cantones que estimare
necesario el DNPJ, como órganos ejecutivos de investigación, de conformidad con las
Leyes, reglamentos y demás disposiciones emanadas de autoridad competente

CREACION DE LA DINAPEN

Capacitación masiva de la DINAPEN

523
Tras la caída del presidente Abdalá Bucarán Ortiz, asume el poder el Dr. Fabián
Alarcón Rivera como Presidente Interino del Ecuador del 6 de febrero de 1997, hasta
10 de agosto de 1998.

El 3 de diciembre de 1997, el General Superior Marco Hernán Hinojosa Aráuz,


Comandante General de la Policía Nacional, alcanza del señor presidente Interino,
Fabián Alarcón la creación de la Dirección Nacional de Policía Especializada para
Niños, Niñas y Adolescentes (DINAPEN) mediante Decreto Ejecutivo No. 908 publicado
en el Registro Oficial 207, para proteger y garantizar los derechos humanos de la
población infantil y juvenil, realizando actividades de prevención, intervención y
capacitación operando a través de sus jefaturas provinciales, adoptando medidas
preventivas dirigidas a disminuir la condición de vulnerabilidad,

Inicialmente, esta entidad formaba parte de la Policía Judicial como Brigada de


Menores, pero ante la imperiosa necesidad de brindar una atención integral a Niños,
Niñas y Adolescentes, que constituyen un grupo vulnerable en la sociedad ecuatoriana,
el Estado creó la Unidad Especializada en la ejecución de procedimientos de acuerdo
con las estipulaciones legales del Código de la Niñez y Adolescentes y con base en
Acuerdos, Convenios y Tratados internacionales.

2016 – Personal de la DINAPEN, cumpliendo programa de recreación infantil

La DINAPEN es un servicio de la Policía Nacional que orienta sus esfuerzos a


desarrollar planes, programas y proyectos de prevención, intervención y capacitación a
favor de los niños, niñas y adolescentes. Con la finalidad de proteger a estos grupos
vulnerables de la sociedad, la DINAPEN ha desarrollado en el personal policial las
habilidades y estrategias que permitan capacitar a este colectivo humano de las

524
amenazas presentes en su entorno social, y poder desenvolverse dentro de la
sociedad, permitiéndoles tener un buen vivir de calidad y calidez sin que su
seguridad e integridad personal se encuentren en riesgo.

La DINAPEN, en la actualidad tiene cobertura nacional por su presencia en las 24


Subzonas del país, cuenta con 644 servidores policiales especializados en
procedimientos para Niños, Niñas y Adolescentes. Anualmente capacita a más de
327.600 personas, de las cuales 1.398 son estudiantes de diferentes jardines, escuelas
y colegios a nivel nacional. Los procesos de Capacitación y charlas de sensibilización,
impartidas a las comunidades, son muy importantes ya que están encaminados a
generar una cultura de respeto y ejercicio de los derechos.

La DINAPEN junto a sus Jefaturas Provinciales y Subjefaturas Cantonales, a nivel


nacional, supervisa la vigencia y el ejercicio pleno de los derechos de los niños, niñas y
adolescentes consagrados en la Constitución Política de la República del Ecuador, la
Convención de los Derechos del Niño, el Código de la Niñez y Adolescencia, su
Reglamento General y demás legislaciones especializadas.

Asimismo, coordina con otros organismos públicos y privados, adopta y ejecuta


medidas que prevengan acciones u omisiones atentatorias a la integridad física y
psíquica de niños, niñas y adolescentes e interviene en los procesos investigativos con
estricto respeto a los Derechos Humanos

DIRECCION NACIONAL DE DELITOS CONTRA LA VIDA, MUERTES VIOLENTAS,


DESAPARICIONES, EXTORSION Y SECUESTROS DINASED

El Estado ecuatoriano empeñado en reducir la cantidad de personas desaparecidas,


homicidios, secuestros y extorsiones, se empeñó en contar con el recurso logístico y
con el mejor talento humano que posee la Institución Policial, para dar inicio a la
creación de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas,
Desapariciones, Extorsión y Secuestro (DINASED), con el propósito de dar pronta
solución a los requerimientos de la sociedad ante los hechos antes descritos.

La normativa legal está fundamentada, en la Resolución No.- 2013-431- CSG-PN, de


fecha 08 de julio del 2013, a través de la cual el Honorable Consejo Ampliado de
Generales solicita al Ministro del Interior la creación de la DINASED. La petición fue
aceptada y mediante Acuerdo Ministerial No.- 3338-A, de 19 de julio de 2013, se la
crea con sede en la ciudad del Distrito Metropolitano de Quito.

525
En sus inicios contó con el apoyo tanto logístico como talento humano por parte de la
Policía Judicial. Posteriormente, debido a las funciones que iba a cumplir esta nueva
Unidad, se buscó instructores policiales de países hermanos como Colombia y Chile,
especialistas en investigación y que fueron de utilidad para respaldar el trabajo de
acuerdo a las necesidades propias del país.

La DINASED se encuentra distribuida operativamente en: Unidad de Delitos contra la


Vida y Muertes Violentas, Unidad de Desapariciones y Unidad Anti Extorsión y
Secuestro.

En primera instancia se creó la Unidad de Personas Desaparecidas con la finalidad de


resolver la problemática del país en lo relacionado con casos de personas
desaparecidas. Luego, a través de la Unidad de Delitos contra la Inviolabilidad de la
Vida, se enfoca en la investigación de muertes violentas y tentativas de Homicidios,
Asesinatos, Femicidios y Sicariatos.

Finalmente se adhiere a la Dirección de la DINASED, la Unidad Anti Secuestro y


Extorsión “UNASE”, con amplia experiencia investigativa y una trayectoria obtenida
desde su creación y que la mantiene como una de las mejores Unidades de
Sudamérica en investigación de secuestros y extorsiones de personas ecuatorianas y
extranjeras.

Entre los logros alcanzados por la DINASED, con la participación activa de sus
Unidades de apoyo, podemos señalar, los siguientes:

 Registro de 3906 muertes violentas de las cuales fueron resueltas 1852, con la
identificación y detención de autores, coautores que participaron en estos
delitos.

 Se obtuvieron un total de 461 boletas de detención con fines investigativos de


aquellas personas consideradas sospechosas.

 En proceso de investigación y resolución se encuentran un total de 1593 casos,


de los cuales ya existen resultados que sobrepasan el 50% de efectividad.

 De acuerdo a estadísticas registradas se determina que existe un alto índice de


efectividad en la resolución de casos en flagrancia con un promedio de 72 %
resueltos por las tres Unidades que componen las DINASED.

526
Obviamente, estas acciones exitosas emprendidas por la DINASED han incidido en la
notable disminución en el cometimiento de muertes violentas, lo que la posiciona como
una Unidad referente de la Policía Nacional ante la visión internacional.

2016 - Personal de DINASEP en Operativo Policial

Objetivos Estratégicos de la DINASED

 Desarrollar Planes orientados a contar con una óptima infraestructura,


equipamiento y tecnología de última generación, para garantizar la investigación
técnica, judicial y científica específica.
 Elaborar e implementar eficaces formas de recolección de información
antidelicuencial, para mejorar los resultados investigativos y la resolución de
casos.
 Desarrollar Programas integrales para la administración del personal, a través
del reclutamiento, selección, formación y desarrollo, salud ocupacional y gestión
por competencias del talento humano.
 Diseñar políticas transversales para la atención y tratamiento de las víctimas de
los delitos inherentes a la función que cumple esta Dirección, propendiendo a
evitarla impunidad y revictimización.

527
UNIDAD DE PROTECCION DEL MEDIO AMBIENTE UPMA

La UPMA es una Unidad Especial de la Policía Nacional que cumple funciones


específicas en los diferentes tipos de delitos y contravenciones ambientales, colabora
en la prevención, disuasión, investigación y judicialización de las infracciones
ambientales. Actualmente se ha convertido en auxiliar de la administración de Justicia,
a fin de que se sancionen a quienes incumplen con las normas constitucionales y
legales que protegen el buen vivir, la soberanía alimentaria, la biodiversidad y el medio
ambiente.

Esta Unidad funciona desde 1998, y entre sus principales actividades se encuentran las
siguientes:

 La preservación del medio ambiente, la conservación de los ecosistemas, la


biodiversidad y la integridad del patrimonio genético del país.
 La prevención de la contaminación ambiental, la recuperación de los espacios
naturales degradados, el manejo sustentable de los recursos naturales y los
requisitos que para estos fines deberán cumplir las actividades públicas y
privadas; y,
 El establecimiento de un sistema nacional de áreas naturales protegidas, que
garantice la conservación de la biodiversidad y el mantenimiento de los servicios
ecológicos de conformidad con los convenios y tratados internacionales.

La Misión de la Unidad de Protección del Medio Ambiente es “Velar por el cumplimiento


de las disposiciones legales que tiendan a la conservación de la naturaleza y al medio
ambiente, de los recursos hidráulicos, así como de la riqueza cinegética, piscícola,
forestal y de cualquier otra índole relacionada con la naturaleza”

Esta misión incluye:

 La protección del soporte físico natural, suelo, agua y atmósfera.


 La protección de las especies vivas que pueblan aquel soporte, tanto en el
territorio nacional, como a su salida o entrada al mismo.
 La verificación de la situación de los niveles de contaminación en el medio
natural.
 La denuncia de las infracciones descubiertas ante las Autoridades competentes
y, en su caso, la investigación a las violaciones graves, inmediatas e irreparables
que se produzcan, en coordinación con los demás servicios técnicos
especializados de la Policía Nacional.

La UPMA colabora y coordina acciones con el Ministerio del Ambiente del Ecuador
para, entre otras actividades, ayudar al rescate y devolución de especies a lugares más
acordes a su habitat ubicados en diferentes sitios de país, como por ejemplo: el Centro
de tenencia silvestre San Isidro, en la provincia del Guayas, el Zoológico de
Guallabamba, el Centro de vida silvestre en la Isla Santay, etc.

528
Animales disecados y embalsamados en el Museo de Interpretación de la UPMA

La Unidad de Protección del Medio Ambiente dispone de un Museo de Interpretación


que contiene elementos constitutivos de diferentes animales silvestres decomisados
por la Policía en diferentes lugares del país, en aeropuertos, puertos marítimos, etc., en
el cual se encuentran pieles, carteras, botas, instrumentos musicales y animales que
han sido embalsamados o disecados que pertenecen a las diferentes regiones del
Ecuador.

UNIDAD ANTISECUESTROS Y EXTORSION UNASE

La Unidad Antisecuestros y Extorsión de la Policía Judicial, UNASE, fue creada el 15


de agosto de 1994, mediante Decreto Ejecutivo, publicado en el registro oficial Nº 368,
el 24 de Julio del 2005. Lleva este nombre similar al de Colombia, debido a la influencia
que tuvo en los Oficiales Mayor Fausto Terán, Comandante del Grupo y Mayor Galo
Moreno, Jefe Operativo, quienes viajaron a Bogotá, para observar y conocer de cerca
el trabajo y experiencia de la UNASE, en ese país.

La Misión de la UNASE es prevenir, reprimir e investigar el delito de secuestro y


extorsión en el territorio ecuatoriano y sus implicaciones en el exterior, teniendo como
premisa fundamental proteger en todo momento la vida del plagiado en cautiverio,
procurando de igual forma la captura de los delincuentes gestores de estos actos
ilícitos. Además, brinda, en forma oportuna, asistencia, asesoramiento, apoyo

529
profesional, psicológico y moral estableciendo un compromiso compartido entre
víctimas, policía y familares.

En los años 90, los índices de secuestros en el país eran preocupantes, crecía en cifras
y estadísticas a lo largo de todo el territorio ecuatoriano, siendo una de las zonas más
azotadas por este delito la región Oriental, debido a la actividad petrolífera y la llegada
al país de técnicos extranjeros de prestigiosas empresas petroleras. También se
incrementaron los secuestros y extorsiones en las provincias de Pichincha,
Tungurahua, Carchi, Guayas.

1996- septiembre -UNASE- Rescate de John Heideman - Lago Agrio

La UNASE, está conformada por un grupo humano idóneo, calificado, profesional,


seleccionado y especializado en la lucha contra el secuestro y la extorsión, obedece a
una respuesta de la Institución Policial y el Estado ante el aparecimiento del delito de
secuestro y extorsión en el país, teniendo como antecedentes una serie de secuestros
ejecutados en varias zonas del país como el de Antonio Briz Sánchez, Enrique
Echeverría, Martín Berrocal, Nahím Isaías Barquet, entre otros, ocurridos en los años
setenta, ochenta y parte de los noventa, siendo la mayoría de estos secuestros de tipo
político realizados, en ese entonces, por grupos subversivos.

Actualmente la Unidad Antisecuestros y Extorsión, mediante un Acuerdo Ministerial del


Ministerio del Interior, es una Unidad de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida,
Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestros, que opera a nivel nacional,

530
con sede en el Distrito Metropolitano de Quito y se encarga de aportar con las
evidencias suficientes para la resolución de casos de desaparición.

Los principales objetivos de la UNASE se sintetizan en los siguientes:

 Precautelar en lo posible la integridad física y vida de secuestrado en cautiverio.


 Rescatar sana y salva a la víctima.
 Identificación, localización y aprehensión de autores, cómplices y encubridores.
 Asesoramiento en la negociación como técnica de investigación.
 Asistir a los miembros de la familia de la víctima con personal de investigación y
de asesoramiento que le darán apoyo moral, legal y psicológico.

La creación de esta Unidad especializada ha permitido que un alto porcentaje de


secuestros se hayan resuelto sin derramamiento de sangre o entrega de rescate y con
la liberación de la víctima y la detención de los secuestradores.

LABORATORIO DE CRIMINALISTICA Y CIENCIAS FORENSES

Al revisar la historia Policial nos encontramos que el primero de diciembre del año
1961, la División de Seguridad Pública del Punto Cuarto, entregó a la Policía
ecuatoriana modernos equipos para la implementación de un Laboratorio Central de
Investigación Criminal en la ciudad de Quito y otro en Guayaquil, además una serie de
instrumentos para identificación y dactiloscopia que fueron destinados a todas las
Oficinas de Investigación Criminal existentes en el país.

1964, Oficial del Laboratorio Central y Peritajes

531
En el año 1992 el Comandante General de la Policía, con visión de futuro, se propone
tecnificar la investigación criminal en el Ecuador, y realiza personalmente las gestiones
para obtener por parte de la Policía Federal Argentina, diez becas para que Oficiales de
Línea de la Policía Nacional se especialicen en las diferentes aéreas de la
criminalística.

Al finalizar los estudios, retornaron al país los primeros cinco Oficiales: Tenientes
Enrique Espinoza de los Monteros Borja, Patricio Cevallos Iglesias, Fausto Olivo Cerda
y los Subtenientes José Serrano López y Lenín Vinueza Noboa.

Al año siguiente se incorporó el Capitán Héctor Mejía Araque, Licenciado en


Criminalística, quien también realizó sus estudios en el Instituto Universitario de la
Policía Federal Argentina. En ese mismo año regresaron del Instituto Universitario de
la Policía Federal Argentina, los cinco Oficiales restantes, obteniendo el Titulo de
Licenciados en Seguridad: Tenientes Gustavo Zárate Barreiro, Marcelo Cevallos
Sandoval, Carlos Cabrera Ron, Roosevelt Campos Hinojosa y Telmo Erazo Gavilanes.
Con este contingente humano y profesional empezó a funcionar criminalística de forma
técnica, eficaz y eficiente.

1993. Grupo de Oficiales Peritos y Licenciados en Criminalística, graduados en la Universidad de


la Policía Federal Argentina

En la actualidad, el Laboratorio de Criminalística y Ciencias Forenses “María Eugenia


Carrera Ramírez”, está considerado como uno de los Centros más modernos para la

532
investigación criminal y forense de América Latina y se halla ubicado en la Avenida
Mariana de Jesús y Avenida Occidental, frente al Hospital de la Policía Nacional, en
Quito, en un moderno edificio.

1994 - Área de Documentología del Laboratorio Central y Peritajes

El Laboratorio busca brindar los servicios oportunos y eficientes en cuanto a


investigaciones sobre varios tipos de delitos y, además, ser apoyo a otras instituciones
ligadas al tema de Seguridad y Justicia.

Las áreas más destacadas de este Laboratorio son: Inspección Ocular, Balística
Forense, Química, Toxicología, Medicina Legal, Identidad Humana, Microscopia
Electrónica, Informática Forense y Sistema de Identificación de Voz.

El Laboratorio, con el objetivo de asegurar y garantizar altos estándares de calidad a


escala internacional en la emisión de los resultados que genera en materia de
Criminalística y Ciencias Forenses, lleva adelante un proceso de aplicación de
procedimientos y técnicas establecidas por la Norma ISO – IEC 17025, para solicitar
una Acreditación de calidad a escala internacional.

533
Edificio del Laboratorio de Criminalística y Ciencias Forenses

Además busca afianzar una cultura de autoevaluación, autorregulación, mejora


continua y elevar el prestigio como institución de alta calidad para fortalecer las
relaciones científicas académicas con otras instituciones acreditadas.

UIESS UNIDAD DE INVESTIGACIONES ESPECIALES

Se inició como Unidad orgánica del servicio de investigaciones de Pichincha, del que
pasó, en principio, a depender de la Dirección Nacional de Investigaciones y
posteriormente de la Dirección General de Operaciones de la Policía Nacional.

1988. Jefes, Oficiales y Clases de la UIESS

534
Esta Unidad contaba con un Oficial superior con el grado de Mayor, como Jefe, un
Capitán, un Teniente, dos Subtenientes, un Sargento Primero, un Sargento Segundo,
dos Cabos p rimeros, tres Cabos Segundos y 15 policías, con la misión de planificar y
realizar la búsqueda de información, el procesamiento de la misma y su utilización con
el fin de descubrir y combatir las células terroristas; identificar, neutralizar y
desarticular a las organizaciones del narcotráfico nacional, colaborar con el control de
la subversión y la delincuencia organizada para garantizar el orden público y la
seguridad de las personas y sus bienes y cumplir funciones educativas impartiendo
cursos de inteligencia policial en los diferentes niveles de la policía nacional.

La Unidad logró nutrirse de talento humano altamente especializado que le permitió, a


través de sus años de vida, cumplir labores exitosas en la lucha contra la delincuencia
organizada en todas sus formas, la subversión, neutralizando las acciones de los
grupos sediciosos.

El 22 de noviembre de 1989, a la Unidad de Investigaciones Especialesl, se le designó


con el nombre de “Mayor Eduardo Zea López”, en reconocimiento y homenaje a este
Oficial héroe policial que laboró en la Unidad y que falleció heroicamente en actos de
servicio, víctima de un enfrentamiento a la delincuencia Organizada transnacional.

Esta Unidad de Investigaciones, desde el año 1986, trabajó coordinadamente con la


Embajada de los Estados Unidos. El Mayor Edgar Vaca Vinueza, considerado uno de
los Oficiales de la Policía Nacional con más experiencia en trabajos de inteligencia,
laboró en esta Unidad desde su creación el 14 de febrero de 1986. Fue su Primer
Comandante y permaneció como tal hasta el año 1995, con el grado de Coronel.

Durante su administración la UIES fue considerado como un Grupo Élite de la Policía


Nacional experto en la lucha contra la subversión, el crimen organizado y el
narcotráfico y se abrieron caminos de superación, capacitación y especialización de los
miembros policiales que la conformaban, abriendo espacios y contactos internacionales
en el afán de alcanzar la excelencia de la organización y sus elementos.

Con el transcurrir del tiempo, Edgar Vaca Vinueza, en el Grado de General Inspector
de Policía fue designado por el Presidente Lucio Gutiérrez Borbúa, como Comandante
General de la Policía Nacional.

Luego de 23 años de existencia la Unidad de Investigaciones Especiales (UIES)


cambio de denominación a Unidad de Lucha contra el Crimen “Mayor Eduardo Zea
López” y desde el 8 de agosto de 2012 pasó a integrar la Dirección Nacional
Antinarcóticos.

535
Las políticas y lineamientos estratégicos de esta Unidad, tienden a prevenir y controlar
la delincuencia común y organizada, para lo cual se empeña en:

2015. Operativo de la ULCO contra el Crimen Organizado

 Fortalecer la formación y profesionalización del talento humano y modernizar la


infraestructura, el equipamiento y la tecnología, para mejorar el servicio y la
capacidad de respuesta.
 Coordinar estrategias interinstitucionales que permitan reducir la vulnerabilidad
social, la violencia y la delincuencia en el territorio.
 Promover y consolidar la integración y la cooperación internacional para la lucha
contra el delito transnacional.

SERVICIO DE ANTINARCOTICOS

En la administración del Dr. Fabián Alarcón, siendo Comandante General el General


Superior Jorge Humberto Villarroel Merino, solicitó la aprobación y publicación del
Reglamento Orgánico Funcional de la Dirección Nacional de Antinarcóticos, que
organizó el servicio por niveles: Directivo, Asesor, de Apoyo y Operativo, bajo un
concepto actualizado a las circunstancias de la época, con sus Unidades
especializadas para combatir las drogas.

Para lo cual realizó una importante coordinación con el Departamento para la Lucha
Antidrogas del Departamento de Estado de los Estados Unidos, Sección de Asuntos
Narcóticos (NAS) y con la Dirección Nacional de Antinarcóticos para dar resultados
importantes en el combate a este flagelo de la humanidad.

536
La problemática de las drogas se ha convertido en uno de los temas más preocupantes
para la sociedad ecuatoriana debido, entre otros factores, a la proximidad geográfica
del Ecuador con sus vecinos, Colombia y Perú, conocidos como países productores de
substancias estupefacientes, como la cocaína, la marihuana, el canabis, etc. Según
estudios de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, la mayor
parte de la cocaína mundial se produce en Colombia, Perú y Bolivia.

2014. Bloques de droga encontrados en una vivienda

Para tratar de combatir esta lacra social, la Policía Nacional del Ecuador, a través de la
Dirección Nacional Antinarcóticos, y la Fiscalía General del Estado, por intermedio de
sus agentes fiscales, desarrollan acciones conjuntas y efectivas para neutralizar y
reducir el tráfico Ilícito de drogas en nuestro país. Además, en acatamiento a las
disposiciones legales y constitucionales, en su gestión, enfrenta el tráfico ilícito de
drogas mediante una adecuada y oportuna planificación, dirección, coordinación y
supervisión de las operaciones policiales a realizarse en este campo, garantizando,
obviamente, los derechos humanos de las personas.

En la práctica, la Dirección Nacional de Antinarcóticos, para enfrentar este fenómeno,


cuenta con una estructura operativa especializada en contra del tráfico Ilícito de drogas
y Delitos Conexos integrada por las siguientes Unidades Policiales:

 Unidad de Investigación Antidrogas (UIAN)


 Centro Regional de Adiestramiento Canino (CRAC),
 Grupo Especial Móvil Antinarcóticos (GEMA),
 Unidad de Investigación Portuaria y Aeroportuaria (UIPA),

537
 Unidad de Lavado de Activos (ULA),
 Unidad de Químicos (UQ.),
 Unidad de Lucha Contra el Crimen Organizado (ULCO)
 Unidad contra el tráfico de Drogas para consumo interno (UCTCI).

CENTRO DE ADIESTRAMIENTO CANINO CAC

En el año 1969, el Comando General de la Policía Nacional gestionó el viaje de tres


miembros policiales a Colombia para una visita a la “Escuela de Carabineros de Suba”,
con el fin de recibir capacitación como guías de perros auxiliares de Policía.

En el año 1970, en el Cuartel Modelo de la ciudad de Guayaquil, se formó la Escuela


de Adiestramiento de Canes. El primer Curso se realizó con la participación de 20
Policías y 20 Canes de la raza Pastor Alemán, que fueron adquiridos en Colombia.

Exhibición del Centro Canino de la Policía Nacional

A mediados del mismo año 1970, se adecuó otra Unidad Canina, en la Escuela de
Formación de Tropa “Sargento Primero José Emilio Castillo Solís”, que, en ese
entonces estuvo ubicada en Pusuquí. Los perros pertenecientes a las Unidades
Caninas fueron dados de Alta en las filas Policiales y percibían un salario que era
utilizado para su alimentación y mantenimiento.

538
2016 - Exhibición del Centro Canino de la Policía Nacional

El 6 de septiembre de 1988, cinco Oficiales de la Policía Nacional fueron escogidos


para realizar un Curso de Guías de Perros Antidrogas, en Alemania. La Capacitación
tenía dos campos: el teórico y el práctico, el primero lo efectuaron en Alemania y, el
segundo, en Ecuador.

Por gestiones de varios Oficiales de la Policía Nacional asignados al Centro de


Adiestramiento Canino se consigue que el Ilustre Municipio de Quito, mediante
escritura pública, entregue en Comodato a favor de la Policía Nacional, un terreno de
12.650 metros cuadrados ubicado en el Barrio Ponceano Bajo, Urbanización Dalmau,
al norte de la ciudad de Quito. En este predio se construyó luego las edificaciones para
el Centro, gracias a la suscripción de un Convenio, el 5 de mayo de 1992, entre la
Policía Nacional del Ecuador y el Fondo de las Naciones Unidas para la Fiscalización
Internacional de Drogas (UNDCP),

CENTRO REGIONAL DE ADIESTRAMIENTO CANINO CRAC

Debido al éxito alcanzado por el Centro de Adiestramiento Canino de la Policía


Nacional, se crea el Centro Regional de Adiestramiento Canino el 18 de Diciembre de
1.988, iniciando sus primeras operaciones en el ex Aeropuerto Internacional Mariscal
Sucre de la ciudad de Quito. Los resultados que se obtuvieron en el campo operativo
demostraron que la utilización de canes detectores de drogas resultó efectivo y
confiable para el cumplimiento del control Antinarcóticos.

El Centro Regional de Adiestramiento Canino está conformado por un equipo humano


altamente especializado, responsable de planificar, dirigir, coordinar, supervisar,

539
ejecutar y evaluar las políticas y planes de acción, en lo correspondiente a prevenir,
reprimir y controlar todo tipo de actividades delictivas relacionadas al tráfico ilícito de
drogas. Estas actividades, el CRAC, lo realiza a través de 17 unidades ubicadas en 12
provincias, distribuidas estratégicamente en 22 puestos de control para los diferentes
Puertos Marítimos, Aeropuertos Internacionales, carreteras y puestos de frontera.

Además, el CRAC brinda atención a la Seguridad Ciudadana, al Orden Público y


contribuye con actividades de servicio comunitario, mediante las Escuadras de Guarda
y Defensa, Agilidad Canina, Canoterapia, Búsqueda y Localización de Restos
Humanos.

Al interior del Centro Regional de Adiestramiento Canino funciona el Centro de


Capacitación que, en base a cinco ejes temáticos: planificación, investigación,
enseñanza, evaluación y educación, oferta Cursos a Policías de varios países amigos
de la región.

El perro se ha constituido más que en un amigo, en compañero y gran apoyo en


múltiples actividades y, en la actualidad su colaboración de servicio a la Comunidad es
muy importante para la Institución Policial ecuatoriana. Entre otros, el Centro Regional
de Adiestramiento Canino, ofrece los siguientes servicios:

 Escuadra de Relaciones Públicas y Show


 Terapia asistida con animales
 Adiestramiento gratuito a la ciudadanía en general
 Asesoramiento y asistencia en el campo médico veterinario para la ciudadanía
en general,
 Asesoramiento técnico y práctico a empresas en materia de seguridad y manejo
de cargas exportables
 Cursos gratuitos de Capacitación y Adiestramiento Básico de mascotas a la
comunidad.
 Certificados de comportamiento y temperamento de los Canes solicitada por
autoridad competente.

GRUPO ESPECIAL MOVIL ANTINARCOTICOS GEMA

El 10 de Agosto de 1992 asume la Presidencia de la Republica el Arquitecto Sixto


Duran Ballén, quien gobernó hasta el 10 de Agosto de 1996, en esta administración
siendo Comandante General de la Policía Nacional, el General Jaime Alberto Terán
Pavón se crea el Grupo Especial Móvil Antinarcóticos (GEMA), de conformidad con el
Acuerdo Bilateral No. 93-2, suscrito el 31 de agosto de 1993, entre los Gobiernos de

540
Estados Unidos y Ecuador, para apoyar y promover esfuerzos mutuos para combatir el
narcotráfico en el Ecuador.

Con este antecedente, el Gobierno Ecuatoriano, a través de la Policía Nacional, con su


servicio específico de la Dirección Nacional de Investigaciones y el Gobierno de los
Estados Unidos, por intermedio de la Sección de Asuntos Narcóticos (NAS), resolvieron
formar y establecer un Grupo Especial Móvil Antinarcóticos, (GEMA), con el fin de
fortalecer la lucha antinarcóticos, establecer controles móviles y fijos sorpresivos para
las operaciones de interdicción en carreteras, y apoyar a las labores operativas
antidrogas en todo el territorio nacional.

1992 – Patrulla Fluvial, el origen del actual GEMA

El G.E.M.A comienza a operar el día 17 de abril de 1995, estableciendo su base de


operaciones en el antiguo control de la ex Policía Militar Aduanera, ubicada en
Tabacundo, Provincia de Pichincha.

El GEMA o Grupo Especial Móvil Antinarcóticos es una rama auxiliar de la Policía


Nacional del Ecuador especializada en combatir el narcotráfico. Tiene un puesto fijo en
Baeza, provincia de Napo y el resto son patrullas móviles motorizadas que recorren las
carreteras del país combatiendo el narcotráfico.

Este Grupo Especial, planifica y ejecuta operaciones tácticas de alto riesgo en la lucha
contra el narcotráfico en todas sus formas y demás delitos conexos en el territorio
nacional, en estricto apego a los Derechos Humanos.

541
2013. Grupo Especial Móvil Antinarcóticos GEMA

SERVICIO DE MIGRACION

El 5 de enero de 2017, el Pleno de la Asamblea Nacional del Ecuador, aprobó la Ley de


Movilidad Humana, que contempla la normativa para regular el ingreso de extranjeros y
garantizar los derechos y obligaciones para los ecuatorianos que viven en el exterior.
El texto, que supera las 90 páginas, integra toda la normativa dispersa en materia de
movilidad humana que rige en el país desde 1970. También actualiza términos como la
ciudadanía universal, concepto creado en la Constitución del 2008.

De igual forma establece procesos para regular el estado migratorio de los extranjeros
en situación de riesgo, refugio y víctimas de redes de tráfico de personas o trata de
personas, reconociendo los principios de la ciudadanía universal y el de la libre
movilidad humana y garantizando la igualdad entre ecuatorianos y extranjeros que
ingresan al país.

La Ley estipula que ningún ser humano puede ser calificado como ilegal por su
condición migratoria. También topa aspectos relacionados con turistas, apátridas,
refugiados, víctimas de trata, etc.

Las obligaciones que se dispone a los extranjeros que lleguen al Ecuador son:

 Registrar el ingreso y salida a través de los puntos de control migratorio oficiales.


 Permanecer en el Ecuador con una condición migratoria regular.

542
 Respetar las leyes, cultura y naturaleza.
 Portar sus documentos de identidad durante su estadía en el país.
 Cumplir con las obligaciones tributarias de conformidad con la ley.
 Registrar su domicilio en el Registro Civil.

2008. Control migratorio Quito

En cuanto a los ecuatorianos, en otros países, esta Ley establece los siguientes
derechos:

 Derecho a la convalidación de títulos y estudios realizados en el extranjero.


 Derecho al acceso o reinserción a la educación.
 Derecho a la homologación de documentos que permitan la conducción de
vehículos.
 Derecho al acceso del sistema financiero. En este punto, los bancos no podrán
pedir el historial crediticio de las personas retornadas.
 Derecho a la pensión jubilar.
 Derecho a la reducción de aranceles para la importación de menaje de casa,
equipos de trabajo y vehículos.

En lo atinente a la Migración, la Policía Nacional con el apoyo operativo de las


Unidades descentralizadas, en un trabajo conjunto con el servicio de Migración, tiene
como misión fundamental el control del movimiento migratorio de entrada y salida de
ciudadanos nacionales y extranjeros al territorio nacional; de los extranjeros, prevenir y
reprimir la migración clandestina al Ecuador.

543
Para el control migratorio, la Policía Nacional a través de sus miembros, tiene las
siguientes facultades y obligaciones:

 Inspeccionar las naves o vehículos de transporte local o internacional en que se


presuma la concurrencia de personas sujetas al control migratorio.
 Interrogar a todo extranjero sujeto al fuero territorial y revisar sus efectos
personales cuando se presuma la existencia de alguna causa de exclusión o
deportación del país.
 Rechazar la admisión o salida de personas que no se sujeten a las normas
legales y reglamentarias.
 Impedir la salida de naves o vehículos de transporte internacional, mientras no
se haya practicado la inspección migratoria.
 Limitar y controlar la permanencia de extranjeros al fuero territorial y,
 Arrestar y poner a órdenes del Juez competente a las personas sujetas al fuero
territorial que en su presencia o vista infringieren o pretendieren infringir las
Leyes, reglamentos u órdenes de autoridad de migración y pudieren evadir la
acción policial.

En conclusión, el personal policial está en la obligación de colaborar con el control


migratorio en: carreteras de todo el país, lugares turísticos, mercados, zonas de
tolerancia y en todo lugar en donde se presuma la existencia de extranjeros.

SERVICIO AEROPOLICIAL

En la administración del Comandante General, Marco Hinojosa Aráuz; se realiza la


adquisición de un helicóptero para apoyar el patrullaje en la ciudad de Quito.

El Servicio Aeropolicial de la Policía Nacional del Ecuador, fue creado mediante


Decreto Ejecutivo No. 904, expedido por el Presidente de la República, doctor Fabián
Alarcón Rivera, siendo Ministro de Gobierno el economista César Verduga Vélez, el 8
de septiembre de 1997; con la finalidad de brindar a la ciudadanía otra alternativa de
servicio y protección en el país.

La adquisición de primer helicóptero marca Bell 206 B, se efectuó a la Empresa


Aeromaster Airways, y cabe destacar las gestiones del Mayor Mario Segovia, con
características para volar hasta una altura de 9.230 pies. El primer vuelo de la
aeronave policial se efectuó el 6 de Septiembre de 1997, con una tripulación integrada
por el Mayor Jaime Dávila Cisneros, Piloto de la Policía Nacional y el Capitán Edwin
Auz, Piloto de la Empresa Aeromaster.

544
El helicóptero policial fue matriculado como PN-112, en reconocimiento al número de
Brigadas Barriales, organizadas por el Mayor Segovia que contribuyeron para la
adquisición de la aeronave que lleva los colores azul y plomo de la Policía Nacional.

Helicóptero Bell 206 con matrícula PN-112 (primer helicóptero de Aeropolicial) hizo su primer
vuelo el 6 de Septiembre de 1997

El Comando del Servicio Aeropolicial se preocupa por cumplir con los estándares
internacionales de seguridad aérea mediante la capacitación y formación en la Escuela
de Aviación del Ejército ecuatoriano de Oficiales del Servicio Aeropolicial de la Policía
Nacional en Mantenimiento Aeronáutico, para garantizar la operación continua de las
aeronaves policiales y, además, asegurar máxima seguridad.

El Servicio Aeropolicial cuenta con 10 Helicópteros y 3 Aviones. El personal está


conformado por aproximadamente 93 miembros policiales con rangos de Teniente
Coronel, Mayores, Tenientes, Policías y Pilotos, de los cuales 31 Pilotos de Alas
Rotatorias comandan los Helicópteros y 7 Pilotos de Alas Fijas comandan los Aviones y
55 especialistas realizan el Mantenimiento de las naves. Además, colaboran en el área
administrativa 26 personas.

545
2011. Apoyo aéreo operativo policial sector de Limones al Norte de Esmeraldas

El Servicio Aeropolicial, desde siete lugares del país: Quito, Guayaquil, Cuenca, Santo
Domingo de los Tsáchilas, Portoviejo, Shell-Mera y Riobamba, cubren el territorio
ecuatoriano cumpliendo varios roles, de manera gratuita, a favor de los ciudadanos,
entre los que se destacan: patrullaje aéreo, traslado de recursos, movilización
ambulatoria de pacientes, rescate y búsqueda de víctimas, ayuda en la reducción de
incendios y apoyo en aire a las fuerzas del Orden.

Cabe destacarse que en casi 20 años de trayectoria, esta Unidad no registra ni una
sola víctima mortal por accidentes aéreos, gracias a la destreza, entrenamiento y
pericia de sus pilotos.

Los principales Servicios Aeropoliciales son los siguientes:

 Patrullaje Sector Urbano, rural, vial, ecológico y/o turístico.


 Entrenamiento y vuelos de prueba.
 Alarma y asalto bancos y otros.
 Búsqueda, rescate y salvamento: personas y/o naves por
accidentes, extraviados.
 Transporte Autoridades Gobierno, Policía, logístico y administrativo.
 Seguridad aérea a dignatarios.
 Operativos policiales y/o antinarcóticos.
 Filmación y/o fotografía aérea.
 Operaciones de Apoyo Municipio, 911.
 Operaciones helitransportadas, paracaidismo y demostraciones aéreas.

546
 Correo, abastecimiento y acción comunitaria.

La Sede principal del Servicio Aeropolicial se encuentra en la ciudad de Guayaquil, en


consideración, por una parte, a que todas las unidades aéreas de las Fuerzas Armadas
tienen sus Comandos en esta ciudad y, por otra, que en Guayaquil se realiza la mayor
cantidad de operaciones en la lucha contra el narcotráfico y la violencia criminal.

UNIDADES ESPECIALES DE LA POLICIA NACIONAL

Según la Ley número 109, publicada en el Registro Oficial número 368, de 24 de julio
de 1998, denominada Ley Orgánica de la Policía Nacional, en el artículo 49, se dispone
que:

“La Unidades Especiales son Comandos tácticos de reacción inmediata, flexibles y de


gran capacidad de maniobra y movilización, con adiestramiento especializado y aptos
para utilizarlos en diversas acciones policiales y sin perjuicio de otras que se crearen,
son las siguientes:

1. GIR – Grupo de Intervención y Rescate


2. UIES – Unidad de Investigaciones Especiales
3. GOE - Grupo de Intervención y Rescate
4. UER – Unidad de Equitación y Remonta
5. UNASE – Unidad Antisecuestros
6. UPMA – Unidad de Protección del Medio Ambiente
7. UNACO – Unidad de Acción Comunitaria

Estas Unidades dependen operativamente de cada Comando de Distrito y


administrativamente de la Comandancia General”

GRUPO DE INTERVENCION Y RESCATE GIR

El 28 de junio de 1984, por resolución del Consejo Superior de la Policía Nacional se


aprueba el establecimiento del Grupo de Intervención y Rescate (GIR), para que en
base a los lineamientos dispuestos en la Ley Orgánica de la Policía Nacional en
vigencia, cumpla la misión de enfrentar los diferentes tipos de la delincuencia
organizada y además ayudar a solventar situaciones relacionadas con desastres
naturales, incendios, inundaciones, deslaves, accidentes, con personal técnicamente
preparado y capacitado,

El Grupo de Intervención y Rescate (GIR), de la Policía Nacional del Ecuador, nace


oficialmente como Unidad de Fuerzas Especiales en el año 1977. Posteriormente, el 4
de julio de 1984, mediante Orden General del Comando General de la Policía Nacional,

547
se le denomina “Grupo de Intervención y Rescate”, constituyéndose históricamente en
la primera Unidad Elite de la Policía Nacional del Ecuador, encaminada a cumplir
funciones distintas al resto de Unidades Policiales, en acatamiento a lo dispuesto en el
artículo 100 de la Ley Orgánica de la Policía Nacional.

El artículo 100, estipula: “Corresponde al Grupo de Intervención y Rescate (GIR) la


protección de dignatarios, personalidades importantes y visitantes ilustres al país, la
localización, neutralización, transporte y destrucción de artefactos explosivos o
sospechosos, la prevención de actos terroristas, el rescate y evacuación de personas y
bienes en caso de desastre natural o provocado por el hombre. Constituirá grupo de
apoyo de los demás servicios policiales”.

En nuestro país, entre los años I976 y 1977, empezaron a formarse, principalmente en
las provincias de Manabí, Pichincha y Guayas, Bandas delincuenciales organizadas y
bien equipadas, que atentaban contra la seguridad del Estado y la sociedad, por lo que
la Policía Nacional decidió crear un Grupo de hombres especializarlos en el combate a
estas actividades delincuenciales.

Grupo de Intervención y Rescate GIR

La finalidad de este Grupo es controlar todas las organizaciones delincuenciales,


movimientos armados clandestinos, grupos extremistas dedicados a sembrar el caos,
la intranquilidad, tratando de establecer definitivamente el terrorismo y la presencia

548
permanente de grupos irregulares, como el Grupo guerrillero de las FARC en
Colombia.
Al inicio de las actividades del Grupo, se realizó un Curso de adiestramiento sobre
técnicas especiales, durante 7 meses, en las instalaciones del Rancho San Vicente y
otras prácticas en la Hacienda Mena y en las piscinas de El Sena y Cunuyacu.

En septiembre de 1977, con la colaboración del Servicio Técnico Internacional de


Policía, (SCTIP) de la Policía Francesa, encargado de proporcionar formación,
asistencia y consejo técnico a instituciones policiales, se escogió a un grupo de 21
Oficiales de diferentes jerarquías, de los cuales se graduaron 14, para entrenarlos en
técnicas especiales.

En el año 1979, se realizó el Primer Curso denominado “Fuerzas Especiales”, dirigido


por el Inspector, de origen francés, Valery Carmona, que luego permitió a varios
Oficiales asistir a Francia en calidad de becarios, como por ejemplo, los Oficiales Jorge
Poveda Zúniga, quien con el transcurrir del tiempo, llegó a ocupar la Comandancia
General de la Policía Nacional y, Galo Miño Jarrín, héroe policial, cuyo nombre lleva, en
la actualidad, el Grupo de Intervención y Rescate.

1979. Curso de Fuerzas Especiales, con la colaboración del Servicio Técnico Internacional de
Policía (SCTIP)

En 1981, en la provincia de Manabí, el asesinato de un funcionario del Banco Central


del Ecuador en Manta, obligó al Comando General a disponer que un Oficial del Primer
Curso de Fuerzas Especiales, acompañado de dos Oficiales y doce Policías se
trasladaran a dicha ciudad a investigar este crimen, que había sido cometido por
integrantes de la Banda liderada por uno de los mayores delincuentes del país,
conocido como “Cartucho García”; esta Banda de delincuentes, gracias a un intenso
trabajo de inteligencia policial, fue ubicada y desarticulada definitivamente.

549
En los años subsiguientes se realizaron varios cursos de similares características a los
anteriores, con técnicas de Policía cada vez más modernas y nuevas especialidades,
como las de explosivos, paracaidismo, Rescate y Evacuación de Personas, Derechos
Humanos, Tiro de Combate Policial, etc., con la colaboración, asesoramiento y apoyo
de los Gobiernos de Venezuela, Colombia, Chile, España, Bolivia, Panamá, Perú,
Israel, Brasil y Estados Unidos de América.

En el transcurso del tiempo, hubo muchos actos delictivos de connotación a nivel


nacional, como asaltos a Bancos, atentados con explosivos, secuestros, asesinatos,
etc., por lo cual el Gobierno de turno impulsó la capacitación especial de los integrantes
del Grupo a nivel nacional e internacional.

Se produjeron enfrentamientos entre la Policía y varios grupos subversivos armados,


que cegaron la vida de civiles y policías, entre ellas, la del en ese entonces, Capitán
Galo Miño Jarrín, miembro del GIR. Estos grupos armados, en años posteriores,
depusieron sus armas y se inició un clima de paz en el país.

1989. Curso de Selva en el Sector de Esmeraldas

En el año 1989, en la presidencia del doctor Rodrigo Borja Cevallos, siendo Ministro de
Gobierno, Andrés Vallejo Arcos y Comandante General de la Policía Nacional, el
General Superior, Gilberto Molina Espinosa, habiendo eliminado a los movimientos
subversivos del país, a esta Unidad se le encargó el combate al narcotráfico habiendo
obtenido iguales éxitos que en el combate al terrorismo para bien del país.

550
Uno de los días trágicos para el GIR y, obviamente, para el país, fue el 16 de diciembre
de 1993, en que tropas militares y policiales que patrullaban el Río Putumayo, fueron
cobardemente atacadas. En el enfrentamiento cayeron abatidos los siguientes
miembros del Grupo de Intervención y Rescate de la Policía Nacional: Capitán
Tuesman Garcés, Teniente Manuel Arteaga, Subteniente Patricio Lasso, Cabo Primero
José Rosero, y los Policías Freddy Carranco y Víctor Ushca.

En el año 1995 la mayoría de los hombres del GIR prestaron su contingente en el


conflicto bélico con el Perú, pues su adiestramiento y capacitación les permitían
enfrentar situaciones de riesgo.

Cabe destacarse que en la ciudad de Guayaquil, gracias al apoyo de entidades,


empresas privadas y comunidad, se pudo construir el Cuartel del GIR, ubicado en el
kilómetro 18 de la vía a la Costa, con una infraestructura para 150 hombres, en un área
de 17 hectáreas y con acceso al Estero Salado, el mismo que fue inaugurado, en julio
de 1997, en la Presidencia del doctor Fabián Alarcón Rivera, siendo Ministro de
Gobierno el economista César Verduga Vélez y Comandante General de la Policía
Nacional, el General Superior, Marco Hinojosa Aráuz.

1992 - Patrullaje en el Río Putumayo

El GIR, indudablemente es una Unidad Policial, altamente técnica y capacitada en


operaciones tácticas, demostrando los más altos niveles de profesionalismo, moral y

551
calidad humana, para mantener el gran prestigio alcanzado en el ámbito nacional e
internacional.

En la actualidad el GIR, gracias a las acciones realizadas a lo largo de estos años, ha


sido considerado como uno de los mejores Grupos Policiales Especializados de
Latinoamérica. Su lema es: “En el alma Dios, en el corazón la Patria y en la sangre
Policía”.

Entre las funciones y servicios que brinda a la sociedad ecuatoriana el Grupo de


Intervención y Rescate, podemos destacar las siguientes:

2016. Personal del GIR, en la ciudad de Portoviejo, realizando labores de rescate luego del
terremoto

 Intervenir en desastres naturales


 Proteger a la Nación de ataques terroristas
 Proteger a la Nación de operaciones extranjeras de espionaje e inteligencia
 Combatir el Crimen de estafas corporativas, fraudes financieros, robo de
identidad, etc.
 Combatir organizaciones y empresas de carácter criminal nacionales
 Combatir crímenes violentos de conmoción pública
 Combatir la delincuencia organizada nacional e internacional.
 Desactivación de artefactos explosivos.
 Apoyo a Unidades Policiales y Operaciones policiales avanzadas
 Protección de dignatarios y seguridad de instituciones
 Operaciones antisecuestro y extorsiones.

552
Finalmente debemos reconocer que en el año 2017, el Grupo de Intervención y
Rescate, cumple 40 años de existencia y en ese lapso un total de 11 sus miembros
han ofrendado sus vidas en diferentes actos de servicio en el afán de defender y
resguardar la seguridad de la ciudadanía. Estos héroes son: Mayores Galo Miño
Jarrín y David Díaz Félix, Subtenientes Patricio Lasso Sandoval y Raúl Eduardo
Beltrán Mesías; Suboficiales Segundos Rodrigo Amable Alquinga Concha y
Geovanny Romeo Molina; Cabos Primeros Froilán Jiménez Granda, Fermín Alava
Alava y José León y Policías Víctor Usca Paschacama y Freddy Carranco Torres.

GRUPO DE OPERACIONES ESPECIALES GOE

El GOE es una Unidad Especial de la Policía Nacional del Ecuador, conformada por
Policías con un alto nivel de preparación especializada y eficiente que garantice éxito
en el cumplimiento de su misión.

En el año de 1982 ante el crecimiento delictivo que atravesaban las principales


ciudades de Quito y Guayaquil, el escalón superior de la Policía Nacional preocupado
por este fenómeno social, dispone se entrene y capacite a un grupo de Oficiales y
Policías para luchar frontalmente contra esta problemática.

1998, Personal del Grupo de Reacción del RQ. No.1

El 11 de marzo de 1992, mediante memorando 595 - CG y por disposición del


Comandante General, se dispone que dada la utilidad e importancia de esta Unidad se
cree en todos los Comandos provinciales de la república grupos especializados del
GOE.

553
El12 se septiembre de 1998 este grupo recibe el nombre de "Grupo de Reacción",
nombre otorgado por la Institución por su actividad netamente de apoyo inmediato a los
servicios policiales con los que contaba en ese entonces la Policía Nacional.

El GOE realiza operaciones tácticas en apoyo a los diferentes servicios y unidades


policiales, en todas circunstancias de tiempo y lugar, a fin de garantizar la seguridad y
el orden constituido.

El talento humano de esta Unidad ha recibido y recibe capacitación en unidades


especiales a nivel mundial, tales como: el GOPE de Carabineros de Chile; el GEO de
la Guardia Civil Española; la Policía Federal Argentina; GARRAS de la Policía Nacional
Boliviana; Rescate en Montaña en Francia; y, Salvataje Acuático en Perú, lo que hace
que el personal sea cien por ciento efectivo y profesional en sus tareas y misiones.

Corresponde al GOE prestar servicios de seguridad de excelencia con el empleo de


técnicas, tácticas y tecnología moderna en apoyo a las demás Unidades Policiales,
convirtiéndose en una fuerza proactiva de reacción inmediata en la prevención del
delito y en situaciones de alto riesgo; a través de operativos anti-delincuenciales,
rescates, manejo de crisis, protección de personas importantes e instalaciones, con
oportunidad y eficiencia hacia la comunidad.

1995 - Grupo de Operaciones Especiales (GOE)

El GOE tiene cobertura en 13 provincias del país. De acuerdo a la Georeferenciación


del delito se han dividido en dos Sectores: Tipo A o de Alto Riesgo y Tipo B o de Bajo
Riesgo.

554
Entre las labores que ejecuta el GOE, tenemos:

 Patrullaje preventivo en áreas de mayor incidencia delictiva.


 Operativos anti delincuenciales focalizados de acuerdo a la geo referenciación
del delito e informes de inteligencia.
 Impartir cursos, seminarios, talleres, conferencias al personal policial en técnicas
y tácticas policiales en coordinación con la Dirección Nacional de Educación.
 Instruir a la ciudadanía en autoprotección y seguridad ciudadana, con la finalidad
de crear una cultura de seguridad, como una actitud preventiva y defensiva ante
posibles amenazas o peligros que puedan ocurrir a las personas o bienes dentro
de sus actividades diarias.

1994. Personal del GOE, realizando el curso de paracaidismo

 Elaborar estudios de seguridad de instalaciones.


 Evaluaciones teóricas y prácticas de las personas que se encuentran en el
proceso de recalificación para la tenencia de armas de fuego.
 Emitir Certificados de Idoneidad en medidas de seguridad, conocimiento del
arma de fuego, manejo y aptitud de disparo.

555
LA FORMACION PROFESIONAL DEL POLICIA

A manera de introducción vamos a referirnos a la Evolución Histórica del Sistema


Educativo de la Policía Nacional. Su evolución ha sido paulatina, iniciándose con la
creación de la Escuela de Policía, en el año 1921, en la Presidencia del doctor José
Luis Tamayo a través de la contratación de personal técnico extranjero. Luego, en el
año 1935, en la Presidencia del doctor José María Velasco Ibarra se organiza la
Escuela de Policía y Detectivismo, bajo la docencia de una Comisión Técnica Chilena.
En el año 1938, en el Gobierno del General Alberto Enríquez Gallo, se creó la Escuela
del Cuerpo de Carabineros. Años más tarde, en 1941, durante la administración del
doctor Carlos Alberto Arroyo del Río, funciona la Escuela Fundamental de Policía.

Alumnas Escuela Superior de Policía

El 28 de febrero de 1975, al cambiarse la denominación de la Institución a Policía Civil


Nacional, se desarrolla el Programa denominado “Monseñor Leonidas Proaño”, que
permitía a Clases y Policías obtener el título de Bachiller.

En la década de los años noventa se suscribió un Convenio con la Universidad Técnica


Particular de Loja, para facilitar tanto a Oficiales cuanto a Clases y Policías, acceder a
estudios superiores previos a la obtención de títulos universitarios para mejorar la
formación académica policial.

Ya en el año 1998, se creó la Dirección Nacional de Educación, con la misión de


“planificar, dirigir, normar, supervisar y evaluar los procesos de formación, capacitación,
perfeccionamiento y especialización del personal policial a través de la estructura que
conforma el Sistema Educativo”.

556
En la actualidad la Institución policial cuenta con un Sistema Educativo integral, sólido a
través de Centros de Formación, Perfeccionamiento y Especialización, como las
Escuelas de Formación de Policías ubicadas en diferentes provincias del país, el
Instituto Superior Tecnológico, la Escuela de Especialización y Perfeccionamiento de
Oficiales, la Escuela de Estado Mayor y, fundamentalmente, la Escuela Superior de
Policía “General Alberto Enríquez Gallo”.

2012. Alumnos en instrucción de terreno

ESCUELA DE ESTADO MAYOR

La Escuela de Estado Mayor de la Policía Nacional del Ecuador inició sus actividades
el l9 de enero de 1968. El Primer Curso denominado, en ese entonces, Curso de
Escuela Superior, fue inaugurado el 29 de enero del mismo año. La Escuela de Estado
Mayor adopta este nombre definitivo el primero de septiembre de 1978, a diez años de
su creación. Finalmente, el 13 de febrero de 1979, se aprobó el Reglamento de la
Escuela de Estado Mayor.

Consciente de su rol, la Escuela de Estado Mayor ha asumido las políticas dictadas por
el Alto Mando Institucional en todo lo atinente a incorporar, dentro de su planificación,
las demandas y requerimientos sociales. Permanentemente la Escuela se encuentra
actualizando el perfil de sus egresados dando preeminencia al respeto irrestricto a los
Derechos Humanos y a las libertades individuales.

557
1987. Alumnos Escuela de Estado Mayor

Así, la Escuela de Estado Mayor, al tener la responsabilidad de brindar una formación


especializada en los ámbitos de la seguridad ciudadana, orden público y gestión, en los
niveles de mayor jerarquía institucional, ha debido asumir este nuevo reto social; para
lo cual al interior de sus aulas existe una formación eminentemente pluralista dirigida a
consolidar estos nuevos requerimientos y visiones en los Oficiales Superiores que, en
el mediano y largo plazo, asumirán la dirección institucional.

Su Misión es contribuir al desarrollo de la sociedad ecuatoriana a través de la


consolidación y mejoramiento de la formación académica de los Oficiales Superiores de
Policía, tanto nacionales cuanto extranjeros, de Línea y de Servicios, que en el futuro
se desempeñarán como Directores Regionales, Nacionales y de Policía, en áreas de
Seguridad Ciudadana, administración, etc., para lo cual deben incorporar todas las
corrientes del pensamiento y ser capaces de contribuir a los cambios institucionales
impuestos por el ritmo de los tiempos modernos.

ESCUELA DE ESPECIALIZACION Y PERFECCIONAMIENTO DE OFICIALES

La Escuela de Especialización y Perfeccionamiento de Oficiales, inicia sus labores el


29 de enero de 1968, por Resolución dictada por el Consejo Superior de la Institución
Policial. El Primer Curso tuvo la participación de 7 Inspectores, 7 Subinspectores
Primeros y 10 Subinspectores Segundos, con una duración de 6 meses.

558
La Ley Orgánica de la Policía Nacional Civil, expedida el 21 de Marzo de 1973, ratificó
la dependencia de la Escuela al Instituto Nacional de Policía. En el artículo 24 de la
mencionada Ley se estipula: “El Instituto Nacional de Policía, es el organismo que tiene
como finalidad el perfeccionamiento y la formación Integral de los oficiales y personal
de tropa de la Institución “.

A partir del año 1980, los Oficiales cursantes de la Escuela de Especialización de


Oficiales, fueron autorizados a realizar giras de observación profesional en el exterior,
como parte del pensum de estudios.

El 31 de octubre de 1984, se expide el Reglamento Interno de la Escuela y su


denominación fue nuevamente cambiada por “Escuela de Especialización y
Perfeccionamiento de Oficiales de la Policía Nacional”.

La Escuela de Especialización y Perfeccionamiento de Oficiales Subalternos de Línea y


Servicios de la Policía Nacional, tiene como misión fundamental: perfeccionar,
especializar y capacitar a los Oficiales Subalternos Nacionales y/o extranjeros en forma
permanente en las instalaciones establecidas para el efecto, a fin de alcanzar el
ejercicio eficiente de sus funciones asignadas en el Comando de Unidades
Subordinadas, asesoramiento a nivel Plana Mayor de los Comandos Provinciales y las
contempladas en la Constitución de la República del Ecuador y las demás Leyes y
Reglamentos institucionales.

Alumnos Escuela de Especialización y Perfeccionamiento de Oficiales

559
El modelo de enseñanza y capacitación de la Escuela establece lineamientos de
planificación curricular macro y micro de la carrera policial, con el fin de dar una
respuesta valedera a la sociedad que requiere, cada día, de la presencia y actuación
de Policías capacitados, preparados y profesionales.

ESCUELA SUPERIOR DE POLICIA

Como antecedente conviene recordar que mediante Decreto Supremo No, 64, el
General Alberto Enríquez Gallo, el 2 de marzo de 1938, crea la Escuela de
Carabineros, que indiscutiblemente marcó el inicio de la etapa de Profesionalización de
la Policía Nacional del Ecuador.

2015, Cadetes de la Escuela Superior de Policía

El Presidente de la República, doctor Camilo Ponce Enríquez, atendiendo una solicitud


formulada por el Comandante General de la Policía Civil Nacional, el Teniente Coronel
del Ejército Félix Abdón Guerrero Zárate, expide el 28 de febrero de 1957, el
correspondiente Decreto Ejecutivo declarando el 2 de marzo de cada año la Fiesta
Patronal de la Escuela de Policía. El texto es el siguiente:

Por su parte, el Gobierno presidido por el Almirante Alfredo Poveda Burbano, expidió el
Decreto correspondiente para la designación del nombre de las Escuela Superior de
Policía. El texto, en su parte medular, dice: “El Consejo Supremo de Gobierno,

560
presidido por el Almirante Alfredo Poveda Burbano, a través del Decreto Supremo, de
21 de febrero de 1978, asigna a la Escuela de Formación para Oficiales de la Policía
Nacional, el nombre de “General Alberto Enríquez Gallo”, aduciendo que es un deber
institucional perpetuar la memoria de un personaje ilustre como el mencionado
General”.

Desde su creación a la Escuela Superior de Policía le ha correspondido velar por el


proceso de formación de los futuros Oficiales de Policía, transformando a jóvenes,
hombres y mujeres, en Policías preparados, especializados para servir, con
profesionalismo, legalidad y legitimidad a los ciudadanos.

1953. Cuerpo de Instructores y Campania de Cadetes de la Escuela de Formación de Oficiales de


la Policía Nacional

Objetivo General de la Escuela Superior:

 Alcanzar un alto nivel de formación personal y profesional polivalente del


Subteniente, dentro de un proceso dinámico y continuo, que permita la
consolidación de una carrera policial orientada al correcto ejercicio del Mando, a
fin de contribuir al cumplimiento de la Misión Institucional.

Objetivos Específicos de la Escuela Superior

 Lograr una formación científico – técnica, fundamentada en una Pedagogía


moderna que le permita al futuro oficial, ser analítico y crítico con capacidad
resolutiva de los diferentes problemas operativos y administrativos policiales.

561
 Iniciar la profesionalización y tecnificación del Subteniente, mediante el ejercicio
de la investigación cualitativa, experimentación y praxis policial en las diferentes
asignaturas.
 Alcanzar una formación cultural superior que le permita actuar con criterio
personal y humanista que garantice permanentemente el ejercicio de sus
funciones en el marco de respeto a la Ley.
 Interiorizar el amor al trabajo, la honestidad, la responsabilidad, el valor, el
honor, la disciplina, la lealtad, el compañerismo y el sacrificio como sublimes
valores que deben caracterizar a todo Oficial de Policía.
 Propender a que el Oficial sea un factor de apoyo para el desarrollo de la
comunidad.

La Escuela Superior “General Alberto Enríquez Gallo”, ha asumido la necesidad de


profundizar cambios en los aspectos pedagógicos, metodológicos, culturales, con
enfoque técnico profesional y especializado en servicios de seguridad ciudadana y
orden público a favor de la comunidad. En definitiva, la Escuela Superior fortalece la
gestión del talento humano y mejora los niveles de formación cultural y técnica de los
miembros de la Institución Policial.

1990. Cadetes de la ESP

Por su parte, en lo concerniente a los niveles superiores de la enseñanza, la Dirección


Nacional de Educación de la Policía Nacional, ha desarrollado una reingeniería en su
sistema educativo policial con el fin de promover procesos de enseñanza – aprendizaje
de calidad que sean reconocidos por los estamentos de Educación Superior del

562
Estado, con la aprobación de la Carrera de Ciencias Policiales en Seguridad
Ciudadana por parte de la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia,
Tecnología e Innovación (SENESCYT para aspirantes a Oficiales de Policía, previo la
firma de un Convenio con la Universidad Central del Ecuador, institución académica
que otorgará el Título de Licenciado.

2016. Instructora y familiares del Cadete de la ESP, obteniendo su título de Licenciado en


Ciencias Policiales en la Universidad Central del Ecuador

INSTITUTO SUPERIOR TECNOLOGICO

Hace 24 años, el 15 de diciembre de 1993, se crea el Instituto Tecnológico Superior


“Policía Nacional”, mediante Acuerdo del Ministerio de Educación No. 6617. Desde sus
inicios hasta la presente fecha ha coadyuvado de manera eficiente a la formación y
especialización, tanto de miembros de la Institución Policial cuanto de la sociedad civil,
como Técnicos Superiores y Tecnólogos Superiores, en los ámbitos preventivo,
investigativo y de inteligencia policial, en respuesta a los requerimientos institucionales
y a las necesidades y evolución de la sociedad ecuatoriana.

Gracias a su dedicación y eficacia, calidad de la docencia, currículo, infraestructura y


ambiente institucional, el Instituto se ha ubicado entre los mejores Institutos Técnicos y
Tecnológicos Superiores de Ecuador, habiendo alcanzado la máxima Acreditación por
parte del Consejo de Evaluación, Acreditación y Aseguramiento de la Calidad de la
Educación Superior (CEAACES).

563
Las carreras que inicialmente se aprobaron son:

 Vigilancia y Seguridad Pública y Privada


 Investigación Criminal Investigación de Accidentes de Tránsito
 Búsqueda y Rescate Personal
 Vigilancia y Seguridad de Bosques

El Instituto Tecnológico Superior es la instancia del Sistema de Educación Superior de


la Policía Nacional, que procura brindar a sus estudiantes preparación académica de
excelencia y la capacidad para realizar investigación con miras a la innovación técnica
y tecnológica enfocada básicamente al saber hacer, que busca satisfacer las
necesidades y solucionar los problemas inherentes a la seguridad ciudadana en el
contexto social, cultural y económico actual.

2014. Alumnos del Instituto Tecnológico Superior, Curso de Seguridad Ciudadana

La responsabilidad social del Instituto es inherente a una Institución de Educación


Superior, que se debe inscribir en la misión, visión, principios y valores de la Policía
Nacional, sin menoscabar su autonomía académica, financiera y administrativa.Sus
principales Valores son: Honestidad, Respeto a los Derechos Humanos, Puntualidad,
Vocación de Servicio, Disciplina, Responsabilidad y Solidaridad.

La Misión del Instituto es formar y especializar a los miembros de la Institución Policial


y de la Sociedad Civil, en los niveles técnicos y tecnológicos, en carreras estratégicas
de Seguridad, Prevención, Investigación e Inteligencia Policial, acorde a las

564
necesidades del Orden Público y Seguridad Ciudadana, promoviendo el liderazgo, la
excelencia académica y coadyuvando con el desarrollo integral del Ecuador.

EFP ESCUELAS DE FORMACION DE POLICIAS

La Policía Nacional del Ecuador, a través de la Dirección Nacional de Educación, se


encarga de la formación a los futuros miembros de la Institución Policial, en las
Escuelas de Formación de Policías, en las cuales se les imparte formación académica,
profesional y personal a los aspirantes, tanto hombres y mujeres, que han sido
seleccionados previamente para iniciar su formación en calidad de Aspirantes a Policía
de Línea o Servicios.

1993. Escuela de Formación de Policías Socrates Arboleda Sanabria “La Peñas”

Al concluir los estudios, obtienen el Título Profesional de Policía de Línea o Servicio y,


además, el Título de Técnico en Seguridad Ciudadana y Orden Público, que es
reconocido y acreditado por el Instituto Tecnológico Superior de la Policía Nacional y
avalado por la Secretaria Nacional de Ciencia y Tecnología (SENESCYT).

565
1988 - Escuela de Formación de Policías Sgto. José Emilio Castillo Solis “Pusuqui”

Al momento existen Escuelas de Formación de Policías en varias provincias del país.


Algunas de ellas han sido designadas con los nombres de policías venerables que
entregaron su vida en el cumplimiento del deber.

EL BIENESTAR SOCIAL EN LA POLICIA NACIONAL

La Constitución de la República del Ecuador estipula que la Salud es un derecho


inalienable de todo ser humano, por ello los niveles de salud individuales y colectivos,
dentro de la sociedad tienden a contribuir al desarrollo intelectual, económico,
productivo y social.

Al igual que otros servicios policiales el Servicio de Salud ha experimentado cambios


positivos a lo largo de los años. El Servicio médico policial empieza en el año 1893
cuando en el Orgánico del Cuerpo de Policía de Orden y Seguridad, en la ciudad de
Guayaquil, se incorporó un médico para brindar atención a los miembros policiales.
Más tarde, en la administración del General Eloy Alfaro se creó partidas
presupuestarias para la designación de 2 médicos para el Cuerpo de Policía de Quito.

En la Presidencia del General Leonidas Plaza Gutiérrez, en el año 1902, se reglamentó


las obligaciones que debían cumplir médicos y practicantes que laboraban en los
destacamentos policiales de Quito y Guayaquil y posteriormente para Cuenca.Ya en el
año 1923, el Gobierno dispuso que todos los Cuerpos de Policía debian contar con
servicio médico integrado con cirujanos, enfermeras, practicantes, parteras, jefes de
botiquín y camilleros.

566
Por otro lado, en el año 1925, se brindaba atención médica a los policías en el Hospital
Militar de Quito, pero debido al incremento de pacientes, el Gobierno entregó los
recursos económicos necesarios para la construcción, dentro del mismo centro de
salud, de un Pabellón exclusivo para la atención a los policías. En el año 1938, en el
Gobierno del General Alberto Enríquez Gallo, el Servicio Médico contaba con 22
Oficiales de Sanidad y 80 miembros de Tropa, distribuidos en todo el país.

En el año 1950, se creó el Policlínico Policial gracias a las gestiones del doctor Carlos
Mosquera que, en ese entonces, desempeñaba las funciones de Director del
Departamento de Sanidad de la Guardia Civil Nacional y al apoyo decidido del
Comandante General de la Policía Nacional, Mayor del Ejército Carlos Alberto Albán
Velasco, en la presidencia de Galo Plaza Lasso.

Atención odontológica

Este Policlínico inicialmente contaba con los servicios de consulta externa y luego
disponía de una Sala general. Además, se creó el Laboratorio y la adquisición de
insumos e implementos médicos. Casi de inmediato, el Policlínico tuvo éxito y amplió
su cobertura a los servicios de laboratorio clínico, traumatología, medicina interna,
cirugía general, cardiología, odontología, urología, pediatría, cirugía vascular y
neurocirugía.

567
Cabe mencionarse que el Policlínico inició sus actividades en el actual edificio que
ocupa el Instituto de Estudios Históricos de la Policía Nacional, ubicado en la esquina
de las calles Cuenca y Mideros, en la ciudad de Quito.

A principios del año 1951, se conforma un Comité Pro-construcción del Hospital de la


Policía en Quito que en principio debía edificarse en los terrenos del Rancho San
Vicente, al norte de Quito. Desgraciadamente esta idea no prosperó.

Gracias al apoyo de varios Gobiernos, especialmente en la administración del ingeniero


León Febres Cordero, se cuenta en la actualidad con dos Hospitales Modernos en las
ciudades de Quito y Guayaquil.

La Dirección Nacional de Salud, a través de su trabajo responsable y eficiente ha


logrado estabilidad en las prestaciones médicas, en la optimización de sus recursos
humanos, técnicos y financieros, en el diseño y administración eficiente de los servicios
de salud en forma integrada en los niveles de atención dentro de los Programas de
Promoción, Prevención, Recuperación y Rehabilitación de la Salud tendientes a
garantizar servicios de calidad a los usuarios de la Institución Policial.

Atención Hospitalaria

La Dirección Nacional de Salud a través de su Sistema de Salud conformado por dos


Hospitales y 58 establecimientos de salud de nivel primario, ofrece servicios de salud
integral a los miembros de la Institución Policial y sus familias, beneficiarios del Seguro
de Enfermedad y Maternidad del ISSPOL. Cabe mencionarse que en el Gobierno del
Presidente Correa se dispone que los servicios de salud de la Policía Nacional se
integren al Sistema Nacional de Salud, decisión que en cierta forma ha afectado a la

568
excelente atención y servicio que se venía ofreciendo a los miembros policiales a
través de los siguientes servicios de salud:

 Hospital Quito Nº 1.
 Hospital Guayaquil Nº 2.
 Unidad de Atención al Personal Policial con Discapacidad.
 Centro Integral de Especialidades Centro (CIEC)
 Brigadas Médicas.
 Preparación para exámenes.

SERVICIO DE LA SEGURIDAD SOCIAL POLICIAL

La Dirección Nacional de Bienestar de la Policía Nacional del Ecuador, tiene como


misión brindar servicios de excelencia a través de beneficios a los miembros activos,
pasivos y derecho habientes de la Institución Policial. Buscando, además, la
optimización de los recursos asignados por el Estado y, aquellos producto de la
suscripción de Convenios o Coordinaciones con instituciones afines, para
conjuntamente alcanzar el objetivo de una mejor condición y calidad de vida de los
miembros Policiales.

La Dirección tiene una cobertura nacional, de aproximadamente 120.000 personas a


quienes busca servir con eficiencia y buena voluntad.

Familia Policial

569
INSTITUTO DE SEGURIDAD SOCIAL DE LA POLICIA NACIONAL ISSPOL

Como antecedente se señala que el 17 de junio de 1962, mediante Ley de Emergencia,


fue creada la Caja Policial, adscrita al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social para
atender el pago de pensiones a los Policías en servicio pasivo; así, el IESS era el
depositario y administrador del ahorro obligatorio del personal policial. Esta situación no
satisfizo a ninguna de las partes involucradas ya que el Seguro tenía que administrar
dinero ajeno y no rendía cuentas y, para la Policía, este no era un sistema de seguridad
eficiente, por lo que aspiraba a disponer de un servicio que respondiera a sus
características y peculiaridades propias.

Esta aspiración se concretó gracias a la iniciativa del General Edgar Naranjo Yerovi,
auspiciado y respaldado por el General Miguel Rosero Barba, Comandante General de
esa época. El Proyecto contó con la comprensión y apoyo del Presidente de la
República, Arquitecto Sixto Durán Ballén y especialmente de su Vicepresidente Alberto
Dahik Garzozi, quien dispuso al Ministerio de Finanzas la entrega de un aporte
económico de 20.000 millones de sucres, para el Fondo de Reserva del ISSPOL.

Sede del ISSPOL en Quito

El primero de junio de 1995, se aprueba la Ley de Seguridad Social de la Policía


Nacional que, en su artículo primero define los principios básicos y los objetivos cuando
dice: “La seguridad social policial es un servicio público, obligatorio y un derecho
irrenunciable del profesional policial. Se sustenta en los principios de universalidad,
cooperación, solidaridad, justicia, equidad, previsión, integridad y especificidad”. El

570
artículo 3 define al ISSPOL como un organismo autónomo, con personería jurídica,
patrimonio propio. Sus recursos son propios, distintos a los del Fisco y no estaría sujeto
a la intervención de la Contraloría del Estado.

Publicada la Ley, se organizó el Consejo Superior con la tarea de hacer caminar al


Instituto y entregar en forma inmediata todas las prestaciones que la norma
contemplaba y que eran:
 Pensiones de Retiro
 Invalidez y Muerte
 Seguros de Enfermedad, Maternidad, Vida, Accidentes Profesionales
 Mortuoria
 Fondos de Reserva, e
 Indemnizaciones profesionales

La aprobación de esta Ley con la dirección del ISSPOL por miembros de la Institución
cumplió a plenitud las aspiraciones del personal policial y por lo mismo constituye un
hito importantísimo en su seguridad social. La Policía recuerda con agradecimiento y
gratitud a sus gestores.

Esta Ley estuvo vigente hasta el 19 de octubre de 2016, en que fue promulgada y
publicada la Ley de Fortalecimiento a los Regímenes Especiales de Seguridad Social
de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional, que reforma totalmente a la antigua y
afecta al personal policial en todos los aspectos de su seguridad social.

COOPERATIVA DE AHORRO Y CREDITO POLICIA NACIONAL

Esta entidad de servicio social fue creada por el General Gabriel Constante Gavilánez,
Oficial que desde sus grados inferiores tuvo inclinación por atender las necesidades
básicas del personal policial.

Encontrándose como Jefe del Servicio Rural en la provincia de Bolívar, creó la


Cooperativa de Ahorro y Crédito “Policía Nacional Bolívar No. 11 Ltda”, constituida
legalmente mediante acuerdo ministerial No. 11356, inscrito en el Registro General de
Cooperativas con el número de Orden 272, de 10 de junio de 1968, y domiciliada en la
ciudad de Guaranda. El objetivo de esta iniciativa fue: “Sueldos al Día”, pues según su
autor, el personal no recibía sus sueldos oportunamente por lo que para solventar sus
gastos debía acudir a usureros.

En el año 1976 con el grado de Mayor y en la función de Coordinador de Bienestar


Social de la Comandancia General organizó la “Cooperativa de Ahorro y Crédito Policía

571
Nacional” que adquirió vida jurídica con acuerdo No. 1008, firmado por el Consejo
Supremo de Gobierno, el 28 de junio de 1976.

La Cooperativa gracias al esfuerzo y entusiasmo de sus dirigentes y funcionarios ha


constituido un soporte y apoyo para el desarrollo social y económico de sus
integrantes; cuenta con más de 70.000 socios, un capital de 590 millones de dólares,
edificios en la ciudad de Quito y en algunas provincias del país; Sucursales en todas
las provincias y brinda los siguientes servicios:

Oficinas de la Cooperativa Policía Nacional

 Cuenta de ahorros a la vista


 Depósito a Plazo Fijo con las mejores tasas de interés
 Crédito ordinario hasta 80 mil dólares
 Plan Mi Futuro
 Préstamos para Vivienda de hasta 150 mil dólares
 Préstamos para vehículos de hasta 80 mil dólares
 Préstamo Empresarial hasta 300 mil
 Entrega ayuda económica por enfermedad y a los hijos de policías
fallecidos y organiza Cursos Básicos para Viudas y entrega el Fondo
Mortuorio.

572
LA CESANTIA DE LA POLICIA NACIONAL DEL ECUADOR

El Servicio de Cesantía de la Policía Nacional es una persona jurídica con


autonomía económica y administrativa con finalidad social, encargada de
recaudar los aportes personales y patronales, para ser administrados de manera
eficaz y solidaria a fin de otorgar equitativamente el seguro de Cesantía o
devolución de aportes a todos los miembros cesantes de la Policía Nacional.

En un principio la Cesantía de la Policía Nacional fue creada con el nombre de


Cooperativa de Cesantía de la Policía Civil Nacional, mediante Ley expedida por
el Congreso Nacional, el 4 de noviembre de 1953. La mencionada Ley disponía
que la Cooperativa de Cesantía acepte como sus miembros a aquellos policías,
Oficiales o de Tropa, que habían dejado de pertenecer al servicio activo policial.
Finalmente, el 16 de mayo de 1962, obtuvo la personería jurídica con la
denominación de “Servicio de Cesantía de la Policía Nacional”.

La Cesantía de la Policía Nacional basa su existencia en los siguientes aspectos


y valores:

Liderazgo.- Los funcionarios del servicio de Cesantía de la Policía Nacional


deberán asumir un rol proactivo al realizar sus actividades diarias, demostrando
iniciativa y liderazgo; respetando siempre las disposiciones generales emitidas
por las autoridades.

Solidaridad.- Promover en los miembros del SCPN un espíritu de colaboración y


ayuda mutua buscando siempre brindar un mejor servicio a los beneficiarios.

Honestidad.- Los miembros de la SCPN deberán actuar con total rectitud e


integridad, además de mantener un cuidado profundo y minucioso en la
administración de los fondos confiados a la Institución.

Confidencialidad.- Los funcionarios de la SCPN deben adoptar todas las


medidas necesarias, a fin de que las inquietudes se manejen de manera
confidencial.

La Cesantía de la Policía Nacional brinda a sus miembros los siguientes


servicios:

 Devolución de aportes
 Seguro de Cesantía

573
 Préstamos
 Financiamiento

CLUBES DE OFICIALES Y TROPA

Tanto el Club de Oficiales como el de Tropa tienen como su gestor y ejecutor al


Comandante General, Luis Suárez Landázuri.

Club de Oficiales

CLUB DE OFICIALES

En el caso del Club de Oficiales cuando ejercía la Dirección de la Escuela de Tropa


“José Emilio Castillo Solís”, ubicada en la ciudad de Quito, él en ese entonces Teniente
Coronel Luis Suárez planificó con sus Oficiales instructores la organización de esta
entidad y, el 8 de diciembre de 1978, con la autorización del mando institucional se
realizó la primera Asamblea con representantes de todas las provincias, resolviendo la
creación del Club.

El 20 de marzo de 1979 se aprueban los Estatutos con acuerdo del Ministerio de


Educación. El Comandante General, Alberto Villamarín Ortiz, entregó para uso de los
socios las canchas deportivas, piscina, sauna, turco y bar de la Escuela “José Castillo
Solís”, una casa y terreno de dos hectáreas a orillas del lago Yaguarcocha en la ciudad

574
de Ibarra y una asignación económica mensual para las primeras adecuaciones en las
diferentes instalaciones.

En la actualidad el Club se ha convertido en una entidad de carácter social, deportivo y


cultural que brinda servicios de recreación a sus socios y familiares; es un organismo
de derecho privado, de carácter social, sin fines de lucro, con personería jurídica y con
autonomía administrativa y financiera. Mantiene escuelas deportivas permanentes en
las áreas de futbol, volley, básquet, natación, artes marciales, gimnasio y bailoterapia y
cuenta con sedes en Quito, Tonsupa y Yaguarcocha.

CLUB DE TROPA

Club de Clases y Policías en Tonsupa

En cuanto al Club de Tropa este fue organizado cuando el General Luis Suárez se
desempeñaba como Comandante General y tuvo el acierto de disponer que todos los
policías fueran sus socios consiguiendo un soporte económico sólido que, a través del
tiempo, le ha permitido tener instalaciones de primera clase en casi todas las provincias
del país, siendo las más importantes las ubicadas en Quito y en el balneario de
Tonsupa, en la provincia de Esmeraldas.

Este Club ha sido administrado por sus propios socios y ha contribuido al bienestar y
recreación de sus integrantes y sus familiares.

575
……en la Institución policial
es necesario
el reconocimiento y el recuerdo
a aquellos miembros que
escribieron páginas de gloria y sacrificio,
que deben permanecer
indelebles en el
alma y en la mente
de quienes los sobreviven…….

576
10
INSTITUTO DE ESTUDIOS HISTORICOS
COOPERACION INTERNACIONAL DE POLICIA
LA MUJER EN LA POLICIA ECUATORIANA
HEROES POLICIALES

INSTITUTO DE ESTUDIOS HISTORICOS DE LA POLICIA NACIONAL INEHPOL


|
Con el loable objetivo de crear un organismo que investigue, redacte y difunda la
Historia de la Policía Nacional y el aporte que ella ha prestado al país, en materia de
seguridad interior, defensa de la democracia y desarrollo del país, el General Jorge
Humberto Villarroel Merino, cuando se desempeñaba como Director de Educación, en
el año 1997, convocó a un grupo de Oficiales en servicio activo y pasivo a una reunión
preparatoria para la creación del Instituto de Estudios Históricos.

Antiguo Edificio de la Policía Nacional donde funciona el INEHPOL

El Consejo de Generales, con Resolución número 97-129- CGPM, de 14 de octubre de


1997, aprobó el Estatuto. El Ministerio de Educación y Cultura, mediante Acuerdo

577
número 5056, de 28 de octubre del mismo año, aprobó y ratificó el Estatuto con lo que
adquirió vida jurídica.

Los Objetivos del Instituto son:

 Contribuir al enriquecimiento cultural de los miembros de la Institución policial,


mediante el conocimiento documentado y profundo de la Historia Policial
Ecuatoriana.
 Realizar investigaciones y estudios para conocer y preservar la historia policial
en el Ecuador y sus relaciones con el Estado y la sociedad ecuatoriana y,
publicar sus resultados.
 Promover el Inventario de asuntos históricos de la policía nacional (Archivo,
Museo, Biblioteca, Documentos, etc.)
 Formar un Índice Bibliográfico sobre temas, autores e investigadores
relacionados con la historia policial.
 Velar por la conservación de las obras y documentos de interés institucional.
 Proyectar hacia la ciudadanía el pasado, presente y futuro institucional a través
del Museo policial en Quito y exhibiciones itinerantes en el resto de ciudades del
país.
 Promover estudios, conferencias, coloquios, congresos, seminarios y talleres
relacionados con la vida institucional y su historia.
 Velar por la conservación permanente del acervo histórico-institucional a través
de procesos de conservación y restauración respectivos.
 Procurar la colaboración mutua e intercambio con instituciones análogas
nacionales y extranjeras que persigan idénticos fines.

Los Socios fundadores fueron: Generales Jorge Villarroel Merino, Galo Flor Pinto, Luis
Suárez Landázuri, Milton Andrade Dávila, Edison Garcés Pozo, Lenin Vinueza Mideros,
Federico Mera Cevallos y Gustavo Gallegos Balarezo; Capitanes José Vargas
Vacacela y Mario Villalobos Molina y doctor Amilcar Tapia.

Una de las actividades del primer Directorio fue la consecución de un local para su
funcionamiento y, para ello, el mando institucional entregó en préstamo dos bloques en
el Club de Oficiales.

Posteriormente, el General Jorge Poveda Zúniga, cuando ejercía el Comando General,


entregó al INEHPOL el local emblemático de la Policía ubicado en las calles Cuenca y
Mideros. Gracias a la preocupación de todos los Directorios, ese edificio ha sido
restaurado paulatinamente y hoy alberga al Museo, Biblioteca, Archivo, Salón Auditorio
y oficinas administrativas.

578
Museo de INEHPOL

En el Museo se exhiben aproximadamente 500 objetos museables tales como: armas,


condecoraciones, uniformes, fotografías, insignias, documentos, implementos,
distintivos policiales que, en forma didáctica y fácil, reflejan la evolución histórica
policial y su proceso de estructuración y transformación desde su creación, incluyendo
además una secuencia de las actividades desarrolladas actualmente por cada una de
las Unidades policiales.

La Biblioteca cumple la tarea de recopilar, clasificar y mantener bajo su custodia los


libros, revistas y más documentos que contengan información referencial sobre asuntos
de carácter histórico policial facilitando su uso como fuente de consulta y
enriquecimiento cultural.

El Instituto cuenta con sus símbolos: Escudo, Bandera e Himno y, en cuanto a


producción literaria, ha publicado 12 libros sobre temas históricos, biografías, novela,
doctrina policial, poder de policía y ética policial y 18 números de su revista anual.

Además ha realizado 8 concursos de relatos policiales que hacen referencia a


experiencias y actuaciones policiales reales narradas por sus actores, parientes o
amigos y que han merecido gran acogida por parte de los lectores. Dentro de esta
temática, el Inehpol ya ha publicado 5 tomos con las mejores narraciones.

579
COOPERACION INTERNACIONAL DE POLICIA

Misiones Policiales Internacionales

En este campo vamos a analizar dos aristas: la una, relacionada con la presencia de
Misiones Policiales Extranjeras en nuestro país y, la otra, sobre la Misión Internacional
de la Policía Nacional a través de sus Agregadurías Policiales.

A través de los años, muchas Misiones extranjeras han llegado a Ecuador para brindar
asesoría y asistencia técnica en la organización y desarrollo de la Policía Nacional.
La primera, en el año 1897, estuvo conformada por tres ciudadanos norteamericanos:
Joseph Pratt y dos Ayudantes, para colaborar en la organización de la Policía de Orden
y Seguridad, creada por el Presidente José María Plácido Caamaño.

En el año 1921, en la administración del Presidente José Luis Tamayo, siendo Ministro
de lo Interior, Delfín B, Triviño, el Gobierno, a través de su Embajada en Francia,
procedió a contratar en París a 13 miembros de la Policía Francesa en calidad de
Instructores del Cuerpo de Policía de Quito, con el encargo, por una parte, de dar un
carácter técnico a la Institución Policial y, por otra, crear las primeras Escuelas de
Policía de Quito y Guayaquil para capacitación de Tropa.

580
En el año 1938, en el Gobierno del General Alberto Enríquez Gallo, siendo Ministro de
Gobierno, el Teniente Coronel J. Quintana y Comandante General de Carabineros, el
Coronel del Ejército, Federico Elías Gortaire Jácome, se contrató una Misión Italiana
integrada por el Coronel Giacomo Negroni, Teniente Coronel Alejandro Bruttini, Mayor
Amadeo Micciani, Capitán Igilio Perott, Teniente Renzo del Monte y Teniente Ricardo
Pratti, quienes participaron, en calidad de docentes del Curso de Perfeccionamiento
para Oficiales en los grados de Capitán, Teniente, Subteniente y Aspirante, de la
Policía ecuatoriana.

Misiones policías internacionales en Ecuador

Esta Misión Italiana también participó en la organización y asesoramiento técnico para


el funcionamiento de la Escuela Militar de Carabineros, creada el 2 de marzo de 1938,
y que en la actualidad es la Escuela Superior de Policía “General Alberto Enríquez
Gallo”. El Coronel Negroni fue designado por el Gobierno nacional como Director
Técnico de la Escuela.

En el año de 1990, el General Superior, Lenín Vinueza Mideros, en su calidad de


Director del Instituto Nacional de Policía, (Dirección de Educación), consiguió a través
de la vía diplomática la presencia, en el país, de una Misión de Carabineros de Chile
con el objetivo de diseñar un nuevo Sistema Educativo para la Policía Nacional y
transformar el régimen interno de las Escuelas emulando lo existente en Chile.

581
El Ministro de Gobierno y el Comandante General, Patricio Franco López en el año
2012 consiguieron del Gobierno Chileno la presencia de una misión asesora de
Carabineros de Chile y de la Policía de Investigaciones, integrada por el Coronel de
Carabineros Ramiro Rosales, Patricio Dugeth, N. Chaval y los señores Prefecto Darío
Ortega, Subprefecto Víctor Nacada y el Subprefecto Manuel Aguila. La misión
permaneció en nuestro país hasta el 2017, relevándose con nuevos oficiales de las dos
Instituciones. El objetivo de esta misión fue brindar asesoría en los procesos de
modernización de la Policía Nacional en los ejes: preventivo, investigativo y educativo.

En acatamiento a las estipulaciones de la Constitución Política del Ecuador, el 24 de


Julio de 1998, se creó el Departamento de Asuntos Internacionales de la Policía
Nacional, con la misión primordial de coordinar e intercambiar actividades
profesionales, técnicas, sociales y culturales con otros Gobiernos, Organismos e
Instituciones Nacionales e Internacionales, relacionados con la actividad policial.

El Departamento de Asuntos Internacionales ha coordinado la celebración de


Convenios, entre otras, con las siguientes Instituciones:

 Alianza Francesa

 Carabineros de Chile.

 Policía Nacional del Perú.

 Policía del Reino de España.

LA MUJER EN LA POLICIA NACIONAL DEL ECUADOR

Debemos reconocer que ha existido una serie de prejuicios o quizá mitos en lo atinente
a que las mujeres no tienen las capacidades y aptitudes para desempeñar ciertas
profesiones u ocupaciones que generalmente cumplen los hombres. Felizmente con la
evolución de los tiempos, de la ciencia, la tecnología, etc., observamos cómo estos
mitos han ido desapareciendo paulatinamente en el mundo entero.

Veamos en pocos ejemplos, como la mujer ha incursionado con verdadero éxito en las
diferentes disciplinas del saber humano. Así, en la ciencia, encontramos a Marie Curie,
única mujer galardonada dos veces con el Premio Nobel de Física; a Irene Joliot-Curie,
hija de la célebre Marie Curie, quien recibió el Premio Nobel de Química; Gerty Cori, de
nacionalidad Checa que en 1947 obtuvo el Premio Nobel de Medicina; en la política
tenemos a grandes figuras como: la Reina Elizabeth II y Margaret Tacher, en Inglaterra;

582
Indira Ghandi, en India; Benazir Bhutto, Primera Ministra de Pakistán; Angela Merkel,
en Alemania; Dilma Rousseff, en Brasil; Michelle Bachelet, en Chile, Laura Chinchilla
Miranda, Presidenta de Costa Rica.

2015. Cadetes de la Policía Ecuatoriana y Peruana

Por estas consideraciones parece extraño que los ejércitos y policías modernas
tomaron tanto tiempo para permitir oficialmente a las mujeres a ingresar o a servir en
sus filas junto a los hombres. En las últimas décadas de la época contemporánea
podemos destacar a varios países del mundo en los cuales se reconoce el valor y la
valentía de soldados y policías del sexo femenino.

En Estados Unidos de América, las mujeres han servido en el ejército desde el año
1775. Sus primeros papeles consistieron en funciones de apoyo, tales como
enfermeras, costureras, cocineras o encargadas de la limpieza; pero en este país, ya
desde el siglo 20, las mujeres cumplen roles similares a los de los hombres.

En el Reino Unido encontramos que cerca de 17.500 mujeres laboran en las fuerzas
armadas británicas y 3.760 en la policía. En el 2008, una quinta parte del personal de
servicio en Afganistán eran mujeres y muchas de ellas prestaron servicios en puestos
de primera línea.

En Rusia, durante la segunda guerra mundial más de 800.000 mujeres lucharon en el


ejército ruso, muchas de ellas en puestos de primera línea, como francotiradoras,
aviadoras, ametralladoras, médicas, conductoras de tanques de guerra.

583
En Alemania las mujeres fueron por primera vez alistadas en el Bundeswehr, el ejército
alemán en el 2001. En la actualidad existen más de 17.000 mujeres que sirven y
representan el 9% de todas las fuerzas alemanas.

Israel, es la única nación en el mundo, que tiene como requisito obligatorio el servicio
militar para las mujeres y han sido parte de las Fuerzas Armadas Israelíes. En el 2011,
Orna Barbivai, se convirtió en la primera mujer Comandante General de las Fuerzas de
Defensa Israelí (FDI).

En Suecia, existe el Lottorna, Servicio de la Mujer Sueca Voluntaria de Defensa, y


forman parte de la Guardia Nacional de Suecia. En la actualidad, las mujeres
representan el 5 % de las Fuerzas Armadas de este país.

En Canadá, en la segunda guerra mundial, 45.000 mujeres fueron reclutadas para


funciones militares y, desde los años 80, todas las ocupaciones militares se han abierto
a las mujeres.

PRIMERA MUJER POLICIA ECUATORIANA

La Policía Nacional del Ecuador, se adelantó a otras instituciones semejantes en la


incorporación de la mujer a sus filas, en principio desempeñando funciones de servicios
como Secretarias, Bibliotecarias, Enfermeras, Ayudantes de Pagaduría, Comisariato,
etc., y luego como Policías de Línea, tanto Oficiales como de Tropa.

Revisando la Historia de la Policía Nacional del Ecuador encontramos que la Primera


Mujer Policía, fue la Cabo Primero doña Rosario Angélica Espinoza Jurado. Al ser
consultada sobre la motivación para ser policía, manifiesta:

“Escogí esta profesión por amor a la Institución. Ingresé el 5 de abril de 1956, al inicio
en el Servicio Social y luego en el almacén del Comisariato. Obtuve una Condecoración
que me fue entregada por el Comandante General de la Policía Nacional, General
Alberto Villamarín Ortiz. Me separé de la Institución, luego de 21 años de trabajo, un 31
de marzo de 1977”.

Según estadísticas de la Policía, al año 2015, existían en el Orgánico policial 44.600


miembros, de los cuales 4922, son mujeres, lo que significa un porcentaje aproximado
del 11 %. La Institución Policial aspira en el año 2017, contar con 8000 mujeres en sus
filas.

584
CADETES FEMENINAS EN LA ESCUELA DE FORMACION DE OFICIALES

A manera de antecedente hay que señalar que mediante Decreto Supremo de 5 de


enero de 1979, se asciende al Grado de Subteniente de Policía de Línea, a las
Cadetes: Rosario del Carmen Vega Vega, Mónica de Lourdes Calero Menéndez y
Teresa Carranza Carrillo, quienes alcanzaron esta Jerarquía luego de haber realizado
sus estudios en la Escuela de Carabineros de Chile.

En la Presidencia del doctor Oswaldo Hurtado Larrea, siendo Comandante General de


la Policía Nacional el General Jorge Humberto Castro Pavón, previa autorización del
Ministerio de Gobierno, el Comando General de la Institución dispone el funcionamiento
de una Sección Femenina en la Escuela de Formación para Oficiales “General Alberto
Enríquez Gallo”, la misma que hasta ese momento y tradicionalmente había formado,
desde el año 1938 un total de 45 promociones únicamente de Oficiales de Policía
varones.

En acatamiento a esta disposición del Comando General, el 17 de octubre del año


1983, ingresaron a la Escuela de Formación de Oficiales de Policía, en calidad de
Cadetes, previo el cumplimiento de los requisitos establecidos en el Reglamento
Interno, 32 mujeres ecuatorianas, bachilleres, cuyas edades fluctuaban entre los 17 y
22 años,

1983. Cadetes de primer año del Pelotón Femenino de la Escuela de Formación de Oficiales

La institución policial permitió, por primera vez, el acceso de la mujer ecuatoriana a


cursar estudios para Oficiales de Línea en la Policía Nacional, en el año lectivo 1993 –

585
1994, con el ingreso a la Primera Promoción de Policías de Línea de un total de 156
aspirantes. Este grupo obtuvo el grado de Subteniente en el año 1986.

Por otra parte, el 13 de diciembre de 1993, un grupo de señoritas bachilleres de entre


18 y 25 años, ingresaron al Primer Curso Femenino de Policías de Línea, en la Escuela
de Formación “Sargento Primero José Emilio Castillo Solís”, ubicada en el sector de
Tambillo, al sur de la ciudad de Quito.

El 8 de septiembre de 1994, 156 mujeres asistieron a los salones de la Unidad de


Equitación y Remonta para la ceremonia de graduación que contó con la presencia del
Ministro de Gobierno y el Alto Mando Policial. Luego de la graduación este grupo de
mujeres policías fueron designadas a los Comandos, Servicios y Unidades Policiales.
En el año 2006, encontramos que 115 mujeres policías se encuentran en el grado de
Cabo Primero y continúan en la institución.

PRIMERAS MUJERES GENERALES DE POLICIA

Por primera vez, en los anales de la Policía Nacional Ecuatoriana, dos mujeres
Oficiales de Policía fueron ascendidas al grado de Generales de Distrito.

Ellas son: Ivonne Estrella Daza Anchundia y María Fernanda Tamayo Rivera,
pertenecientes a la cuadragésima octava promoción de Oficiales de Línea y primera
promoción de mujeres Oficiales de Línea.

2017. Generales Ivonne Daza y María Fernanda Tamayo

586
Cabe resaltar que es la primera vez en la Historia de la Policía Nacional ecuatoriana
que la mujer llega a la más alta jerarquía institucional, materializándose, de esta
manera, los preceptos de inclusión e igualdad y, constituyéndose la Policía ecuatoriana
en el primer ente jerarquizado en abrir las puertas a la equidad de género.

HEROES POLICIALES

Capilla Ardiente de un Héroe Policial

El respeto a los muertos se fundamenta en la creencia de la supervivencia del espíritu y


de la personalidad del fallecido y por lo tanto se reconoce en ellos sus virtudes y
hazañas que dan origen al recuerdo, a la veneración y al ejemplo de las generaciones
que le sobreviven.

En la Institución Policial es necesario el reconocimiento y el recuerdo a aquellos


miembros policiales que escribieron páginas de gloria y sacrificio, que deben
permanecer indelebles en el alma y en la mente de quienes los sobreviven.

El homenaje a los Héroes Policiales, constituye uno de los actos de mayor


trascendencia y como Institución no debe dejar de mencionarlos y recordarlos a través
de sus acciones de vida.

TENIENTE DE CARABINEROS HECTOR CORDOVEZ OLMEDO

587
Obviamente se tiene que rescatar el valor de los Carabineros, predecesores de la
actual Policía ecuatoriana, quienes supieron defender con honor y dignidad la
soberanía territorial, como es el caso de todos quienes participaron en la Guerra de
1941 con el Perú, ocupando la primera línea de defensa de la frontera.

Entre ellos, el Teniente de Carabineros Héctor Guillermo Cordovez Olmedo, quien


conformó el Batallón de Carabineros “Guayaquil No. 2” y, junto a otras Unidades
militares, combatieron en Quebrada Seca, en la provincia de El Oro.

En la Orden General de la Comandancia General de Policía para el día 22 de julio de


1966, en el programa general elaborado para recordar el XXV aniversario de la
invasión peruana, en el cual también debía colocarse la primera piedra del Templete a
los Héroes Policiales caídos en 1941, a construirse al interior de la Escuela de Policía
ubicada en el Rancho San Vicente, se inserta la nómina de los señores Jefes, Oficiales
y Tropa de Carabineros a quienes se debía rendir tributo de admiración y
reconocimiento por su actuación durante la campaña de julio y agosto de dicho año,
reconocidos oficialmente por la Comisión Investigadora del Ministerio de Defensa

Teniente Héctor Cordovez Olmedo


|
Nacional. En la nómina de oficiales, constan siete por “mérito de guerra”, doce por
“actuación recomendable” y uno solo “recomendando su memoria por mérito de
guerra”, lo que correspondió al Teniente de Carabineros Héctor Guillermo Cordovez
Olmedo.

TENIENTE CORONEL LUDGARDO PROAÑO GUERRERO

588
En la Asonada del 28 de mayo de 1944, en Guayaquil, hecho de infausta recordación
tanto para la Policía Nacional cuanto para el pueblo ecuatoriano, no faltaron razones,
especialmente de orden político, para gestar todo tipo de consideraciones por parte de
los opositores para poner en marcha un plan desestabilizador para derrocar al
Gobierno presidido, en esa fecha, por el doctor Carlos Arroyo del Río, acusándolo de la
grave situación económica que atravesaba el país, de ser el responsable del fracaso
militar en la defensa territorial en el año 1941 y, por supuesto, la identificación a la
Institución de Carabineros como una fuerza afecta al Gobierno.

Monumento a los Héroes Policiales en Quito

El Teniente Coronel de Carabineros Ángel Ludgardo Proaño Guerrero, se encontraba


como Segundo Comandante del Regimiento de Carabineros “Guayaquil”, cuando en
horas de la tarde del fatídico 28 de mayo de 1944, el Teniente Sergio Enrique Girón, de
la Escuela de Aviación, uno de los principales cabecillas de la Asonada contra el
Gobierno, desconoció a sus propios Jefes y los apresó; entregaron armas a los civiles y
al mando de soldados y conscriptos y, con el apoyo de una turba enardecida armada
de palos, machetes y armas de fuego atacaron el Cuartel, como una medida para
derrocar al Gobierno legítimamente constituido.

El Teniente Coronel Proaño comandaba y dirigía las acciones de defensa del Cuartel
de Carabineros. Antes de enfrentar las inminentes acciones, arengó a sus policías para
que en cumplimiento de su promesa y compromiso con la Patria defiendan, si fuera

589
necesario con la vida misma, la Constitución. Mermada la resistencia de los
Carabineros, la turba incendió el Cuartel, penetró violentamente destruyendo todo. Se
estima que murieron alrededor de 300 Carabineros.

Bomba en la Embajada de Israel

El 26 de noviembre de 1982, se había colocado una bomba en la Embajada de Israel


en Quito. Los Policías en servicio en dicho lugar, Cabo Segundo Víctor Jiménez Torres
y Luis Ruales Ipiales, identificaron una maleta sospechosa que presumieron se trataba
de una bomba explosiva. Al no ser factible su desactivación y ante una inminente
explosión, optaron por cubrir con su cuerpo e inmolarse para evitar que gente inocente
muriera en el acto. Sus cuerpos volaron en pedazos por cuanto pudo en ellos más su
valor y coraje que su propia vida.

CABO SEGUNDO DE POLICIA VÍCTOR RAMÓN JIMÉNEZ TORRES

Nació en la parroquia Olmedo, cantón Paltas, provincia de Loja, hijo de Miguel Ángel
Jiménez Jiménez y de doña María Torres Jiménez.

El 30 de noviembre de 1980, ingresa a la Policía Nacional y, luego de aprobar el Curso


de Profesionalización en el Regimiento Quito, se le designa a laborar en el Servicio
Urbano del Comando Provincial “Pichincha” No. 1.

El día viernes 26 de noviembre de 1982, un sujeto ingresa a las Oficinas de la


Embajada de Israel, en Quito, con un maletín que lo deposita en el sueldo del segundo
piso y enciende una mecha. En ese momento, personas que se hallaban cerca dan
aviso a la Policía, la misma que acude de inmediato, por intermedio de los Policías
Víctor Jiménez y Gustavo Ruales.

Encuentran el maletín y observan que la mecha estaba cerca de consumirse y deciden


tomar el maletín y tratar de sacarlo fuera de la oficina y del edificio y, en el trayecto
explota, vuelan paredes, vidrios, maderas y los trozos de los cuerpos de los dos
Policías. El Policía Ruales fallece instantáneamente y el Policía Ramón Jiménez se
encontraba gravemente herido por lo que le trasladan urgentemente al Hospital Militar
donde fallece dos días después.

En consideración a su heroico fallecimiento, el Comando General de la Policía


Nacional, le asciende postmorten al grado de Cabo Segundo de Policía y le concede la
Condecoración “Al Valor”.

590
CABO PRIMERO LUIS GUSTAVO RUALES IPIALES

Nació en la ciudad de Ibarra, provincia de Imbabura, el 23 de septiembre de 1953.


Fueron sus padres José Antonio Ruales Santacruz y doña María Romelia Ipiales,

Terminado el Curso de Profesionalización en la Escuela de Formación de Tropa “Cabo


Segundo de Policía Sócrates Manrique Arboleda Sanabria”, en las Peñas, es dado de
alta como Policía de Línea y destinado a prestar sus servicios en el Comando
Provincial de Policía Pichincha No. 1, Servicio Urbano, el 31 de octubre de 1978.

En el mes de diciembre de 1978, es trasladado conjuntamente con su compañero


Víctor Ramón Jiménez Torres a desempeñar las funciones de servicio permanente en
la Embajada de Israel en Quito, en la cual explotó una bomba que le causó la muerte
instantánea y en la que también falleció su compañero Víctor Jiménez Torres.

Posteriormente a su deceso, el H. Consejo Superior de la Policía Nacional recomendó


se le otorgue la Condecoración “Al Valor”, por sus actos de valor, entrega y
profesionalismo, el 17 de diciembre de 1982. Además, el Comando resolvió ascenderle
al grado inmediato superior de Cabo Primero de Policía.

MAYOR DE POLICÍA GALO EDMUNDO MIÑO JARRIN

Nació en la ciudad de Guaranda el 6 de febrero de 1956 y falleció el 11 sde septiembre


de 1986. Sus padres fueron don Galo Miño, oriundo de Latacunga y la dama
guarandeña Carolina Jarrín. Contrajo matrimonio con la señora María Dolors Carrera el
13 de diciembre de 1979, con quien procreó una hija, María Alexandra.

El Mayor Galo Edmundo Miño Jarrín, cuyo nombre lleva actualmente el Grupo de
Intervención y Rescate, GIR, el 11 de septiembre de 1986, a pesar de encontrarse
franco, acudió a prestar ayuda a sus compañeros policías para capturar a una Banda
de delincuentes fuertemente armada que asaltó la Sucursal del Banco de la
Producción.

Al ubicar la casa donde se encontraban los antisociales, en la ciudadela Altamira, al


verse rodeados abrieron fuego hiriendo al, en ese entonces, Teniente Euclides Mantilla
y a dos Policías. El Mayor Miño, a pesar de no estar cubierto su cuerpo con chaleco
antibalas, ingresó en medio del tiroteo y, al intentar tomar posición estratégica en la
segunda planta de la casa, fue alcanzado por una bala que terminó con su vida.

591
Al día siguiente, 12 de septiembre de 1986, luego de una Misa Campal, sus restos
fueron inhumados en el Cementerio Parque del Recuerdo. A su velación asistieron
personalidades del Gobierno, entre otros, el Ingeniero León Febres Cordero,
Presidente de la República, el Ministro de Gobierno y Policía, Luis Robles Plaza y
varios Ministros de Estado, Autoridades eclesiásticas, el Alto Mando de la Policía
Nacional, la Cúpula de las Fuerzas Armadas, varios dirigentes políticos de diferentes
ideologías, Policías en servicio activo y pasivo, dirigentes deportivos, familiares y
numerosos amigos.

Mayor Galo Miño Jarrín

Galo Miño Jarrín fue ascendido post-morten al grado de Mayor de Policía de Línea,
otorgándole además la Condecoración “Al Valor”. En homenaje a este héroe policial,
existe un Busto colocado en la Avenida de los Héroes de la Policía Nacional, en la
Escuela Superior “General Alberto Enríquez Gallo”, Pusuquí.

MAYOR CESAR EDUARDO ZEA LOPEZ

Nació el 26 de julio de 1951, en Guachapala, un pequeño pueblo, en el cantón Paute,


provincia del Azuay. Fue hijo de don César Guillermo Zea Jaramillo y de doña María
Angélica López López. Contrajo matrimonio con la señora Cecilia Cruz, con quien
procreó dos hijos, Césaar Eduardo y Viviana.

Ya en su trabajo en la Policía Nacional y luego de un severo proceso de entrenamiento,


especialización y selección, el entonces Capitán Zea se incorporó a la Unidad de
Investigaciones Especiales (UIES).

592
En los primeros días de junio de 1989, la Policía descubrió una Banda internacional de
delincuentes y planificó la captura de sus miembros que se habían refugiado en la casa
No. 50, de la calle Naula, en Quito.

Mayor César Eduardo Zea López

Desde el exterior el Capitán César Eduardo Zea López y sus hombres tomaron
posición, los delincuentes salieron, desatándose una locura de violencia y una ráfaga
vertical de 14 proyectiles, desde la cabeza hasta los pies, acabó con la vida del Capitán
Zea.

LOS HÉROES DEL PUTUMAYO

El 16 de diciembre de 1993, aproximadamente a las dos de la tarde, treinta hombres de


la Policía Nacional, pertenecientes a la Patrulla Fluvial y ocho soldados de las Fuerzas
Armadas Ecuatorianas, especializados y equipados para tareas de alta reacción,
regresaban al Puesto Base de Operaciones de Puerto Carmen, en el Putumayo.

Durante su trayecto fueron emboscados y atacados con metralletas y cohetes anti-


tanque por insurgentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC),
en el sector Peña Colorada, Puerto El Carmen, Putumayo, provincia de Sucumbíos.
Las balas y los cañonazos destruyeron dos embarcaciones y arrasaron con sus
ocupantes que en su mayoría resultaron muertos.

593
Tanto la Policía como el Ejército ecuatoriano realizaron un operativo de emergencia en
el sector de la tragedia con el apoyo logístico de un avión, cinco helicópteros y cinco
lanchas. El Gobierno Nacional decretó 3 días de duelo nacional por los caídos.

Uno de los uniformados policiales sobrevivientes, que en principio se hallaba


desaparecido y que luego fue rescatado de la zona, fue el, en ese entonces Capitán
Fausto Alejandro Tamayo Cevallos, quien con el pasar del tiempo llegó a ocupar la
Comandancia General de la Policía Nacional.

El 21 de diciembre de 1992, el entonces Subteniente de Policía Carlos Blanco Dávila,


Jefe del Equipo de Inteligencia en la Operación Tiburón IV, segunda Fase, remite un
Informe a través del cual hace conocer al Comandante de la Unidad de Investigaciones
Especiales que la operación se realizó en una época en la cual se vivía una situación
de alarma en la provincia de Sucumbíos por el repliegue de la guerrilla colombiana
hacia territorio ecuatoriano.

El 15 de octubre de 1993, se elabora el anexo de inteligencia al Plan de Operaciones


“Amanecer”, en que se determina la situación regional de la provincia de Sucumbíos,
especificando su constitución geográfica, topográfica y naturaleza, así como vías de
comunicación fluviales especialmente que la hacen propicia para el tráfico ilícito de
drogas y precursores químicos, sumando a esto la falta de control oficial en la zona,
donde existen indicios de plantaciones de coca y amapola en las riberas de los ríos
Putumayo y San Miguel.

El 19 de octubre de 1993, se elabora el Plan de Operaciones “Amanecer” para el


control, represión del tráfico ilícito de drogas y precursores químicos en las provincias
de Napo y Sucumbíos, cuya situación indicaba que los datos de inteligencia obtenidos
determinaban que en la provincia de Sucumbíos, desde Cascales, Nueva Loja, General
Farfán, sobre el río San Miguel, hasta Puerto El Carmen del Putumayo, sobre el río
Putumayo, desde el destacamento Coembí hasta Puerto Rodríguez, en esa temporada
se había incrementado el tráfico ilícito de drogas y precursores químicos, desde y hacia
el Ecuador, especialmente por las vías fluviales, situación que preocupó al Gobierno
Nacional, lo que ameritaba la presencia de la Policía Nacional en ese sector de la
provincia.

En la planificación pertinente se explica que esta actividad se realizará con el empleo


de fuerzas combinadas de la Policía Nacional con los servicios de Estupefacientes e
Interpol, Grupo de Intervención y Rescate (GIR), Grupo de Operaciones Especiales
(GOE) y su Unidad Fluvial de la Brigada No. 19 Napo, el Grupo Aéreo BAE-15 del
ejército ecuatoriano; la Fuerza Aérea Ecuatoriana, el ejército y la policía Antidrogas de

594
la República de Colombia y el apoyo logístico de la Embajada de los Estados Unidos
en el Ecuador.

En la emboscada de las FARC, fallecieron 14 personas, 2 desaparecidos y 11 heridos.


Entre los policías caídos en el Putumayo, están: Capitán Tuesman Garcés Robles,
Teniente Manuel Arteaga Oñate, Subteniente Patricio Lazo Sandoval, Cabo Primero
José Rosero León, Policía Freddy Carranco Torres, Policía Víctor Ushca Pachacamac
y Policía Carlos Zambrano Delgado.

Entre los heridos se encuentran: Mayor Carlos Velasteguí Basantes, Capitán Fausto
Tamayo Cevallos, Subteniente Fausto Buenaño Castillo, Policías José Saavedra
Delgado, Adalberto Estupiñán Ortiz, Federico Chancay Pincay, Luis Rojas Chaves,
Julio Mendoza Barragán y Segundo Chacha Tixe. Entre los desaparecidos: Policía
Galo Morán Zambrano.

Ante estas circunstancias dolorosas e impactantes, el 18 de diciembre de 1993, en la


Orden General de la Institución Policial, se tomó las siguientes Resoluciones:

1.- Declarar ocho días de duelo Institucional, en homenaje póstumo a los miembros de
la Policía Nacional, caídos en el cumplimiento de su deber;

2.- Exaltar sus nombres como ejemplo de valor, lealtad y dignidad en el ejercicio de sus
funciones específicas, para quienes integran la Institución Policial y para sus nuevas
generaciones;

3.- Hacer presente a los familiares de los compañeros fallecidos, el más sentido
testimonio de pesar del Mando Policial y de la Institución en general; y,

4.- Publicar la presente resolución en la Orden General Institucional.

HEROES POLICIALES NACIONALES

Actualmente, en el Ecuador, existe la Ley de Reconocimiento a Héroes y Heroínas


Nacionales, publicada en el Registro Oficial No. 399, el 9 de marzo de 2011, la misma
que a través de la Comisión de Verificación y Calificación de Héroes y Heroínas
Nacionales, califica a quienes cumplen los requisitos establecidos en la mencionada
Ley. Entre los miembros policiales, podemos citar a:

595
MAYOR DE POLICIA DAVID WLADIMIR DÍAZ FÉLIX

Participó en calidad de Capitán de policía al mando del Equipo Alpha del Grupo de
Intervención y Rescate (G.I.R) que ingresó al Hospital de la Policía Nacional.
Participó en la evacuación del primer mandatario, Rafael Correa, el 30 de
septiembre de 2010 disponiendo la conformación de los equipos de cobertura con
personal policial del GIR con escudos balísticos.

Mayor de Policía David Díaz Félix

Asumió la dirección del operativo y aseguró el escudo balístico sobre el vehículo no


blindado. Cubrió con su cuerpo la ventana expuesta posterior izquierda de vehículo. Se
mantuvo en dicha ubicación, a pesar de la velocidad que llevaba el automotor, con el
fin de asegurar la evacuación. Esta acción le llevó a su fallecimiento.

CAPITAN DE POLICIA SANTIAGO XAVIER ORDOÑEZ ROSENBERG

Durante las manifestaciones ocurridas el día 30 de septiembre de 2010, participó en


la estrategia para lograr una efectiva evacuación del presidente de la República.
Conformó una cápsula de seguridad inmediata alrededor del primer mandatario y
condujo el vehículo no blindado en el cual se realizó dicha evacuación, afrontando
los disparos en contra del vehículo.

596
Gracias a la formación de un escudo balístico procedieron a colocarse de tal forma que
cubrieron las ventanas con sus cuerpos y equipos logrando el objetivo de evacuar del
sitio de peligro al Primer Mandatario.Fue declarado por la Comisión de Verificación y
Calificación de Héroes y Heroínas como Héroe Nacional.

SARGENTO PRIMERO DE POLICIA RODRIGO AMABLE ALQUINGA CONCHA

Capilla ardiente del Sargento Primero Rodrigo Alquinga Concha

Nacido en la Provincia de Pichincha-Quito. Ingreso a la institución policial el 15 de


septiembre de 1993. Fue reconocido como héroe nacional en base a la documentación
presentada por el General Inspector Fausto Alejandro Tamayo Cevallos, Comandante
General de la Policía Nacional.

En los hechos ocurridos el 26 de marzo de 2014, el Policía Alquinga no rehuyó


enfrentar a delincuentes a pesar de constituir una amenaza inminente para su vida y
su integridad física.

CABO PRIMERO DE POLICIA CRISTIAN BYRON BONILLA LESCANO

En los acontecimientos suscitados el día 30 de septiembre de 2010, llegó al Regimiento


Quito Número 1 y fue parte del Equipo de Seguridad Inmediata o “Cápsula de
Seguridad”. Realizó el reconocimiento del área. Una vez que se decidió evacuar al
Presidente de la República, Rafael Correa, fue el encargado de la conducción de la
silla de ruedas en la que se trasladó el primer mandatario hasta el estacionamiento

597
donde fue embarcado en un vehículo no blindado. Protegió al presidente con su cuerpo
creando de esta manera un escudo balístico.
|

Cabo Primero Cristián Bonilla Lescano

Por esta acción, la Comisión de Verificación y Calificación de Héroes y Heroínas


Nacionales determinó que el Policía Bonilla participó de una acción de alto riesgo y
aprobó su calificación como héroe nacional.

CABO PRIMERO DE POLICIA VITERI FROILAN JIMÉNEZ GRANDA

Participó como miembro del Grupo de Intervención y Rescate (GIR), en su calidad


de Cabo Segundo de policía, durante los hechos del 30 de septiembre de 2010.
Estuvo expuesto a alta vulnerabilidad al ser parte de un escudo balístico. Se
posicionó sobre la ventanilla del conductor del vehículo de manera tal que su
protección lo asegure de cualquier disparo. Como consecuencia de esta acción
fallece en el cumplimiento de su deber.

Héroe Policial Froilán Jiménez Granda

598
Por este hecho heroico la Comisión de Verificación y Calificación de Héroes y Heroínas
Nacionales concluye que el policía Froilán Jiménez, participó de una acción que
suponía un alto riesgo sin escatimar arriesgar su vida para proteger la vida del Jefe de
Estado.

CABO PRIMERO DE POLICIA HECTOR RAÚL CHANGOLUISA IZA

El 19 de noviembre de 2006 salvó la vida de la señora María Olimpia Changoluisa


Arias, quien iba a ser atropellada por un vehículo, mientras cruzaba la vía en el
sector El Progreso, cantón Latacunga. Esta acción provocó que él fuera atropellado
y quedara con incapacidad física.

Con este antecedente la Comisión de Verificación y Calificación de Héroes y


Heroínas Nacionales determinó que el policía Changoluisa participó en una acción
sin escatimar riesgos para proteger la vida e integridad de una ciudadana y lo
declaró héroe nacional.

HEROES POLICIALES DE LA PAZ

Es necesario destacar que antes de la promulgación de la Ley de Héroes y Heroínas


Nacionales, han existido verdaderos actos heroicos y, aunque no hayan sido
reconocidos como tales, ellos ya fueron calificados y legitimados como Héroes de la
Paz por la Institución Policial, en homenaje póstumo a su sacrificio para tratar de
salvar vidas.

599
Todos los pueblos tienen sus héroes, aquellos seres humanos que con sus acciones
valerosas y sacrificadas, arriesgaron sus vidas para socorrer o salvar a los demás, en
terremotos, incendios, inundaciones, accidentes de tránsito, aéreo o fluvial, asaltos, en
manifestaciones callejeras o políticas, etc.

En el alma nacional fluye la sangre y el fervor patrio, sin distinción de raza, condición
social, económica o color del uniforme y por ello recuerdan y veneran a sus héroes que
entregaron sus vidas en las guerras, rebeliones políticas, combate a la delincuencia
común, al narcotráfico, a la trata de blancas, al lavado de dinero y otras lacras sociales
que asolan a nuestra comunidad ecuatoriana.

Policía rindiendo homenaje póstumo a un héroe de la paz

A este respecto, la Policía Nacional del Ecuador, se ha preocupado de rendir homenaje


a sus héroes. En la década de los años sesenta se construyó e inauguró el Templete a
los Héroes, en la anterior Escuela Superior de Policía “General Alberto Enríquez Gallo”,
en la avenida de la Prensa en donde en la actualidad funciona el Club de Oficiales de la
Policía.

En la década de los años 90 se inauguró la Avenida de los Héroes y de los Prohombres


policiales en la Escuela Superior de Policía, ubicada en Pusuquí y, en el año 2005 se
inauguró el Monumento público a los Héroes Policiales, en el parque La Carolina, frente
a las oficinas actuales de la Comandancia General de Policía.

600
En el Ecuador, los niveles de riesgo para los policías son muy altos. Se observa que la
cultura de violencia de los grupos delincuenciales que operan en el país y el uso de
armas sofisticadas provocan la muerte de policías que, sin escatimar los peligros,
arriesgan su vida por servir a la Comunidad.

La profesión policial en sí es muy arriesgada y los peligros que le acechan están en las
ciudades, en los campos, en las calles, en Centros Comerciales, Bancos, Cooperativas,
etc., y, por ello, al caer en cumplimiento del servicio es justo que se les considere como
Héroes de Paz.

A continuación una nómina de los héroes policiales reconocidos por la Institución. Se


lo ha estructurado, salvo algún error u omisión, de manera cronológica en base al año
de fallecimiento:

Año1965

Cabo Segundo de Policía José Humberto Barrionuevo Osorio


Cabo Primero de Policía Francisco Artidoro Ortiz Infante

Año 1969

Sargento de Policía José Rafael Araujo Vinueza

Año 1971

Teniente de Policía Marco Antonio Mier Burbano


Cabo Segundo de Policía Jaime Homero Torres Sánchez

Año 1973

Sargento Primero de Policía José Emilio Castillo Solís

Año 1978

Cabo Segundo de Policía Sócrates Manrique Arboleda Sanabria

Año 1979

Mayor de Policía Marco Alonso Narváez Camacho

601
Año 1987

Cabo Segundo de Policía Dulfo Cristóbal Gómez Mora


Teniente de Policía Víctor Manuel Martillo Merchán

Año 1988

Cabo Segundo de Policía Luis Oswaldo Cabrera Pasquel

Año 1989

Sargento Segundo de Policía Luis Antonio Chanaluisa Morales

Año 1990

Teniente de Policía Rommel Antonio Tapia Espinoza

Año 1993

Mayor de Policía Tuesman Esgardo Garcés Robles


Capitán de Policía Manuel Gabriel Arteaga Oñate
Teniente de Policía Patricio Hernán Lasso
Teniente de Policía Diego Aníbal Rueda Fonseca
Sargento Segundo de Policía José Luis Rosero León
Cabo Segundo de Policía Freddy Leopoldo Carranco Torres
Cabo Segundo de Policía Francisco Polivio Rojas Leiva
Cabo Segundo de Policía Víctor Hugo Usca Pachacama
Cabo Segundo de Policía Carlos Alfredo Zambrano Delgado
Cabo Primero de Policía Galo Nicolás Morán Zambrano
Cabo Primero de Policía Fermín Eulogio Alava Alava

Año 1995

Mayor de Policía Juan Manuel Chávez Múñoz


Cabo Segundo de Policía Luis Enrique Sampedro Navarrete
Cabo Primero de Policía Jorge Vicente Córdova Veintimilla

602
Año 1996

Teniente de Policía Darwin Patricio Cabrera Pallo


Cabo Segundo de Policía Elías Ramírez Tarira
Cabo Segundo de Policía Dimas Evangelio Rojas Jiménez

Año 1997

Suboficial Primero de Policía Carlos Antonio Toapanta Larrea


Cabo Segundo de Policía Edison Wilfrido Asimbaya Cruz
Cabo Segundo de Policía José Reinaldo Carrión Puetate
Cabo Segundo de Policía Fausto Armando Tenelema Iza

Año 1998

Subteniente de Policía Carlos Ramiro Orozco Allauca


Cabo Segundo de Policía Johnny Marcelo Córdova Ocaña
Cabo Primero de Policía Víctor Hugo Endara Amagua

Año 1999

Sargento Segundo de Policía Galo Antonio Masache


Sargento Segundo de Policía Miguel Ángel Múñoz Orellana
Sargento Segundo de Policía Manuel Oswaldo Namicela Contento
Cabo Primero de Policía Walter Isidro Ordóñez López
Cabo Primero de Policía Jorge Washington Vergara Borja

Año 2001

Teniente de Policía Víctor Humberto Moya Galárraga


Sargento Segundo de Policía Víctor Alfonso Oñate Guevara

Año 2011

Cabo Segundo de Policía Diego Armando Armendáriz Pacheco

Año 2013

Cabo Primero de Policía Hugo Alexander Pachacama Ayala

603
Año 2015

Mayor de Policía René Michele Morales Suárez

HIMNO A LOS HEROES POLICIALES

La letra y música del Himno a la Héroes de la Policía Nacional fue escrita por el doctor
Aulo Gelio Ávila Cartagena. El Himno tiene un coro y tres estrofas:

CORO

Despertad nobles héroes, la Patria


viene hoy plena y henchida de gloria
pregonando orgullosa la Historia
vuestro temple, coraje y valor.

ESTROFAS

I
Noble mártir tu sangre vertida
inmolada por paz y justicia
un heroísmo mató la codicia
tu holocausto es suprema verdad
tu valor servirá como ejemplo
tu memoria será como un templo
sacrosanta virtud y heredad.

II

Con tu ejemplo viril, marcharemos


por Costa, la Sierra y el Oriente
por las islas, tu nombre presente
será guía y perenne sostén
por haber protegido a tu pueblo,
a la madre, al niño, al anciano
ofrendaste tu vida, no en vano
tu holocausto es la ruta del bien.

III

604
Velador, patrullero incansable
tu misión siempre fue la defensa
a la vida, al honor no a la ofensa
al derecho sublime razón
en la calle, en el parque, en el barrio
tu recuerdo estará muy presente
porque diste la vida valiente
sois del pueblo infinito blasón.

605
INDICE
1 FUNCION POLICIAL EN LA ANTIGÜEDAD

Primeros Pobladores de América 27


Primeros Pobladores del Ecuador 30
Primeras Tribus del Ecuador 31
Los Quitu – Caras 32
Reino de Quito 33
Los Shyris 34

2 MANIFESTACIONES POLICIALES EN EL INCARIO

El Curaca 39
Delitos y Vigilancia en el Incario 41
Apunchi Apu 41
Los Tucuy Ricoc 42
Los Catucamayuc 43
Los Chapacs 44
Vestigios Incas en el Ecuador 45

3 FUNCION POLICIAL EN LA COLONIA

El Descubrimiento 48
La Colonia 48
La Real Audiencia de Quito 50
Clases Sociales en la Real Audiencia de Quito 51
El Baquiano 53
Tribunales de la Real Audiencia de Quito 54
Presidentes de la Real Audiencia de Quito 55
Semblanza de Hernando de Santillán 57
La Tasa de Santillán 58
El Hospital de Caridad 58
La Revolución de las Alcabalas 58
Semblanza del III Marqués de Solanda 62
La Marquesa de Solanda 63
Semblanza de Juan Pío Montúfar 65
La Revolución de los Estancos 66
Semblanza de Juan José de Villalengua 69
El Hospital de San Lázaro 70
Semblanza de Francisco Héctor de Carondelet 71

606
Riñas de Gallos en la Real Audiencia de Quito 74
Disfraces en la Real Audiencia de Quito 76
Plan de Policía de Toribio Montes 77
Reglamento Provisional de Melchor Aymerich 79
Fin de la Administración de Aymerich 83
Acta de Capitulación 84
Proposiciones del Ejército Español y Contestación 85
Niveles de Administración en la Colonia 87
Virreyes 87
Adelantados 88
Gobernadores 89
Capitanes Generales 89
Cabildos en la Colonia 90
Génesis de los Cabildos 91
Cabildo Abierto 93
Composición de los Cabildos 94
Regidores 94
Alcaldes Ordinarios 95
Alférez Real 95
Alguaciles Mayores 96
Fiel Ejecutor 97
Procurador 97
Escribano 98
Mayordomo 98
Depositario 99
Almotacén 99
Oidores 100
Función Policial en la Colonia 100
Alguaciles 100
Alcaldes de Barrio 101
Alcaldes de Barrio bajo dependencia del Cabildo 101
Milicias de Comercio 104
Alcaldes de la Hermandad 105
Jueces de Agua 106
Tenientes Pedáneos 106
Serenos 107
Rondas 109
Escopeteros 110
Cuadrilleros 111
Alarife 111

607
Corchetes 112
Primer Reglamento de Policía de la Real Audiencia de Quito 112
Acogerse a Sagrado 121
La Capilla del Robo 122

4 LA POLICIA EN LA GRAN COLOMBIA

La Gran Colombia 125


Constitución de 1821 129
Ideario de Bolívar 130
Organización de la Administración Pública 132
Sucre en el Ecuador 133
Junta Soberana de Quito 135
Distribución de la Ciudad de Quito en Secciones y Cuarteles 136
Reglamento Provisional de Policía 137
Ley de Régimen Político y Económico 137
Clasificación de Secretarias de Estado 140
Rentas Municipales 141
Creación Cargo de Jefe de Policía en ciudades de la República 144
Control de Juegos Prohibidos 145
Reglamento de Policía del Libertador 146
Jefes de Policía Políticos Municipales 159
Prohibición de Sociedades y Confraternidades Secretas 159
Suspensión de las Municipalidades 160
Junta Provincial del Distrito del Sur 163
Nuevo Plan de Policía del Distrito del Sur 164
Fondos para construcción de Panteón y Malecón en Guayaquil 164
Presidios Correccionales 166
Supresión de Intendentes 168
Semblanza de Francisco de Paula Santander 168
Ley de Allanamiento 170
Ley sobre correspondencia privada 171
Muerte de Simón Bolívar 172

5 LA POLICIA EN LA REPUBLICA

Antecedentes 175
Acta de Nacimiento de la República 175
Constitución del Ecuador de 1830 176
Gobierno del Presidente Flores 186
Acciones Policiales en el Gobierno de Flores 187

608
Subsistencia de los Sistemas Administrativos de la Gran Colombia 187
Reglamentos Particulares de Policía 188
Reglamento de Policía de Quito 189
Juez de Incendios para Guayaquil 189
Milicia Protectora de la Capital 191
Reglamento de Policía de Guayaquil 193
Nuevo Reglamento de Policía para Quito 194
Constitución de 1843 197
Gobierno del Presidente Vicente Rocafuerte 198
Restablecimiento de la Policía 198
Suspensión Reglamento de Policía del Libertador 199
Ley de Régimen Político y Administrativo 199
Reglamento de Policía para Quito 200
Gobierno del Presidente Vicente Ramón Roca 204
Nuevo Reglamento de Policía para Guayaquil 205
Nuevo Reglamento de Policía para el Concejo Municipal de Quito 207
Gobierno del Presidente Diego Noboa 210
Ley que prohíbe los Duelos y Desafíos 211
Nueva Ley de Régimen Político y Económico de Provincias 212
Gobierno del General Urbina 213
Nuevo Reglamento de Policía para el cantón Quito 214
Gendarmería dedicada a los objetivos de la Policía 215
Medidas Preventivas ante Manifestaciones Populares 215
Distribución de los Servicios Policiales en Cuenca 217
Gobierno del Presidente García Moreno 218
Ley de Régimen Municipal 219
Nueva Ley de Régimen Municipal 220
Decreto concediendo facultades extraordinarios al Ejecutivo 222
La Policía de Seguridad Pública 222
Se organiza la Policía de Orden y Seguridad 223
Reformas Policiales con el Presidente García Moreno 224
Uniformes para Policía de Quito 225
Competencia de Jefes, Comisarios y Tenientes Parroquiales 227
Gobierno de Ignacio de Veintimilla 228
Nuevo Reglamento de Policía para Cuenca 229
Nuevo Reglamento de Policía para Quito 231
Gobierno del General José María Sarasti 233
Vigencia de la Policía de Seguridad 234
Cuerpo de Gendarmería para Pichincha 234
Incremento de Personal y Fondos para la Policía de la Capital 235

609
Prohibición de portar armas 235
Prohibición de Ofender a Celadores 236

6 INSTITUCIONALIZACION DE LA POLICIA EN EL ECUADOR

Gobierno de Plácido Caamaño 238


El Conservadorismo 239
Creación de la Policía de Orden y Seguridad 239
Decreto creando la Policía en Galápagos 245
Reformas a la Ley de Policía de Orden y Seguridad 245
Creación de la Policía Rural 246
Gobierno de Antonio Flores 247
Reglamento para el Servicio de la Guardia de Policía Urbana 248
Reglamento para el Servicio de la Guardia Rural 251
Desmilitarización y Delimitación de Funciones para la
Policía de Orden y Seguridad 252
Gobierno del Presidente Luis Cordero Crespo 252
Se desmilitariza la Policía de Orden y Seguridad 253
Orientación y Función Policial 254
Reglamento para la Policía de Orden y Seguridad 256
La Revolución Liberal 259
Presidencia del General Eloy Alfaro 260
Creación del Cargo de Director General de Policía 261
Presidencia del General Leonidas Plaza 263
Reglamento y Presupuestos de la Policía 264
Tránsito en Quito a principios del siglo 20 265
Homologación de Beneficios entre Militares y Policías 270
La Policía se organiza militarmente para la defensa de la Patria 272
Asesinato del General Eloy Alfaro Delgado 274
Restablecimiento de la Policía Rural 275
Ampliación de Beneficios de Invalidez y Montepío 278
Creación de Servicios de Seguridad de la Policía 279
Presidencia de Alfredo Baquerizo Moreno 280
Reglamento de Viáticos de la Administración Pública 281
Creación de la Policía Sanitaria 281
Mensaje del Presidente Baquerizo Moreno al Congreso 283
Presidencia de José Luis Tamayo 285
Creación de la Escuela de Policía 286
El 15 de Noviembre de 1922 286
Reglamento para la Organización de la Policía Nacional 288

610
Presidencia de Isidro Ayora 296
Derogación Pensiones de Invalidez, Retiro y Montepío 296
La Guerra de los Cuatro Días 296
Administración de José María Velasco Ibarra 299
Organización de la Escuela de Policía y Detectivismo 300
Caída del Gobierno del doctor José María Velasco Ibarra 302
Presidencia del Ingeniero Federico Páez 303
El Socialismo 304
Designación del Ingeniero Páez 304
Oficinas de Identificación Dactiloscópicas 305
Primera Ley Orgánica de la Policía Nacional 307
Control y Regulación de Precios 311
Reconocimiento a los Miembros de la Institución Policial 312
Supresión de la Dirección General de Policía y Creación
de la Inspectoría General de Policía 313
Cursos de Preparación para Oficiales de Policía 313

7 LA PROFESIONALIZACION EN LA POLICIA

Semblanza del General Alberto Enríquez Gallo 317


Anécdotas que reflejan la personalidad del General Enríquez 317
Vida Militar del General Enríquez 320
Participación Política del General Enríquez 321
Acciones en Beneficio de la Policía 321
Ley Orgánica de las Fuerzas de la Policía Nacional 321
Curso de Perfeccionamiento de Oficiales de Policía 323
Creación Escuela de Carabineros 323
Creación Cuerpo de Carabineros 324
Ley Orgánica del Cuerpo de Carabineros 326
Primera Promoción de Carabineros 327
Segunda Promoción de Carabineros 327
Tercera Promoción de Carabineros 328
Cuarta Promoción de Carabineros 329
Quinta y última Promoción de Carabineros 330
Presidencia de Aurelio Mosquera Narváez 331
Nueva Ley Orgánica de la Institución del Cuerpo de Carabineros 332
Gobierno de Andrés F. Córdova 334
Creación de la Escuela de Clases de Carabineros 334
Día del Carabinero 335
Gobierno de Carlos Alberto Arroyo del Río 336
Reglamento Servicio Rural de Carabineros 337

611
Creación Escuela Fundamental de Policía 337
El 28 de Mayo de 1944 339
Antecedentes Asonada del 28 de Mayo de 1944 340
Inestabilidad Política 340
Posible Fraude Electoral 341
Gobierno de corte autoritario 342
La Invasión Peruana 342
El Protocolo de Río de Janeiro 343
Estalla la Asonada del 28 de Mayo de 1944 344
Gobierno de José María Velasco Ibarra 347
Transformación del Cuerpo de Carabineros en Guardia Civil Nacional 348
Día de la Guardia Civil 350
Nombramientos de Intendentes de Policía 351
Ley Orgánica de la Guardia Civil Nacional 352
Código Penal y de Procedimiento Penal de la Guardia Civil Nacional 353
Ley Orgánica y de Régimen Administrativo de la Guardia Civil 353
Ley de Situación Policial y Ascensos 360
Presidencia de Galo Plaza Lasso 361
Organización de la Policía Rural 362
Organización Departamento de Servicio de la Policía Nacional 363
Creación Servicio Social similar al del Ejército 364
Subsidios adicionales para el personal policial 366
Cambio de Denominación de la Policía 368
Refórmanse Códigos y Leyes Institucionales 368
Establécese la Cooperativa de Cesantía de la Policía Civil Nacional 369
Servicio Rural pasa a la Policía Civil Nacional 372
Presidencia de Camilo Ponce Enríquez 373
Subsidio Familiar para miembros de la Policía Civil Nacional 374
Código de Ética Profesional de la Policía Civil Nacional 375
Dos de Marzo Fiesta Patronal Escuela Superior de Policía 375
La Colonia Penal “Isabela” en Galápagos 377
Inauguración de la Escuela de la Policía Rural “Las Peñas” 379
Central de Radio Patrullas 380
Creación de Condecoraciones 381
Creación del Consejo Superior de Policía 382
Adquisición de edificios para la Policía Nacional 384
Vehículos para el patrullaje policial en Quito con auspicio del Punto Cuarto 385
El Punto Cuarto 386
La Alianza para el Progreso 387

612
La interpol en el Ecuador 388
Nuevo Cuartel de Policía de Riobamba 388
Presidencia de Carlos Julio Arosemena Monroy 389
Créase la Caja Policial 390
Primeras Cuantías de Cesantía de la Policía Civil 391
Junta Militar de Gobierno 392
Contralmirante Ramón Castro Jijón 393
Administración de la Junta Militar 393
Créase Subsidio Matrimonial para la Tropa Policial 393
Primera Ley de Tránsito 394
Policías de Barrio Ad – honorem 395
Cambio de denominación de la Policía 396
Ley Orgánica de la Policía Nacional 396
Presidencia de Clemente Yerovi 397
Nueva Ley de Tránsito y Transporte Terrestre 398
Ley de Personal de la Policía Nacional 399
Presidencia de Otto Arosemena Gómez 400
La Escuela de Estado Mayor 400
Día Clásico de la Policía Nacional 401
Décimo Cuarto Sueldo para la Policía Nacional 402
Junta Calificadora de Servicios 402
Reglamento para estudios particulares del Personal Policial 403
Justo Reclamo Policial 404
Nuevas Condecoraciones para la Policía Nacional 405
Escuela de Formación de Tropa de Pusuquí 406
Adquisición Hacienda para la Remonta Policial 407
Cuartel de Policía de Guaranda 408
Muerte de Velasco Ibarra 408
Gobierno del General Guillermo Rodríguez Lara 409
Cursos para Ascenso en la Policía Nacional 410
Nuevo local para el Regimiento Quito 411
Fondos para la construcción de Hospitales Policiales 412
Leyes Orgánicas de la Policía Nacional 414
Creación de la Policía Judicial 415
Créase Subsecretaría de Policía 415
Cámbiase denominación jerárquica al personal de la Policía Nacional 415
Administración del Consejo Supremo de Gobierno 417
Almirante Alfredo Poveda Burbano 417
Comité de Licitaciones de la Institución Policial 417
Reforma a la Ley Orgánica de la Policía Nacional 418

613
Asígnase nombre a la Escuela de Formación para Oficiales 419
Nombres para las Escuelas de Tropa 420
Denomínase “Policía Nacional” a Centro Educativo 421
Asígnase nombre al Grupo de Tránsito de Pichincha 421
Reglamento Escuela de Estado Mayor de la Policía Nacional 422

8 FORTALECIMIENTO DE LA POLICIA NACIONAL

Presidencia de Jaime Roldós Aguilera 425


La Ampliación del Presupuesto para la construcción
de los Hospitales de la Policía Nacional 426
Participación del Personal Policial en el Conflicto
de la Cordillera del Cóndor 426
Primeras Subtenientes de Policía 427
Nivelación de Sueldos con Fuerzas Armadas 429
Gobierno de Oswaldo Hurtado Larrea 430
Adquisición de Radiodifusora 431
La Policía Montada 431
Presidencia del Ingeniero León Febres Cordero 432
Subversión en América Latina y Centroamérica 433
Subversión en el Ecuador 433
Unión Revolucionaria de Juventudes Ecuatorianas (URJE) 434
Grupo Subversivo Alfaro Vive Carajo (AVC) 435
Montoneras Patria Libre (MPL) 436
Estrategias utilizadas por los grupos subversivos 436
Acciones delictuales de los grupos subversivos 436
Asaltos y Robos 436
Secuestro y asesinato de José Antonio Briz Sánchez 437
Explosión de Bomba en la Embajada de Israel 437
Asalto al Rastrillo de la Policía Nacional 438
Escape del Penal García Moreno 438
Secuestro y Muerte de Nahín Isaías Barquet 438
Secuestro fallido a Eduardo Granda Garcés 438
Secuestro al doctor Enrique Echeverría 438
Asesinato de tres policías en el Hospital Eugenio Espejo 439
Toma de Emisoras 439
Actuación de la Policía Nacional frente a la subversión 439
La Participación Policial en visita del Papa Juan Pablo II a Ecuador 441
Nuevo Financiamiento para construcción Hospitales 442
Presidencia del doctor Rodrigo Borja Cevallos 443

614
Decadencia, desmovilización y entrega de armas de Alfaro Vive Carajo 444
Ley de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas 445
Puesto de Auxilio Inmediato (PAI) 445
Creación de la Policía Judicial 446
Operativo Ciclón 448
Centro Capacitación Antidrogas 449
Gobierno de Sixto Durán Ballén 450
Participación Policial en la Guerra del Alto Cenepa 451
Oficina de Defensa de los Derechos de la Mujer 453
Administración del Presidente Abdalá Bucaram 454
Brigadas Barriales 455
Presidencia de Fabián Alarcón Rivera 456
Nueva Ley Orgánica y Ley de Personal de la Policía Nacional 457
Gobierno de Jamil Mahuad Witt 459
Adiestramiento de Canes para la detección de Drogas 459
Creación de la Sección de Información Portuaria y Aérea (SIPA) 460
Administración de Gustavo Noboa Bejarano 462
Reglamento de la Policía Judicial 463
Gobierno de Lucio Gutiérrez Borbúa 466
Ley de Servicio Civil, Carrera Administrativa y Homologación 467
Reglamento a la Ley de Turismo 467
Administración de Alfredo Palacio González 467
Pago del 10% de Homologación Salarial 468
Administración del Presidente Correa 469
Comisión de Modernización de la Policía Nacional 472
Comisión de la Verdad conformada por el Presidente Correa 472
Motín Policial en el Regimiento Quito o 30 – S 473
Ley par la reparación de Víctimas 478
Cambio de denominación del Ministerio de Gobierno y Policía 479
Reorganización de la Estructura de la Policía Nacional 481
Operativo Policial para la visita del Papa Francisco 484
Reducción de sueldo a Burocracia con excepción de la Policía Nacional 484
Igualdad de derechos para Oficiales y Tropa de la Policía Nacional 486
La Policía Nacional en el Desarrollo Histórico Constitucional 486
Constitución de 2008 489

9 LOS SERVICIOS POLICIALES

El Servicio Urbano 492


Unidad de Equitación y Remonta UER 495

615
Unidad de Mantenimiento del Orden UMO 499
La Policía Comunitaria 501
La Policía Comunitaria en el Mundo 501
La Policía Comunitaria en el Ecuador 502
El Servicio Rural 506
Servicio de Tránsito 508
Control de Tránsito 508
Servicio de Investigaciones de Accidentes de Tránsito SIAT 511
Programas de Educación Vial 512
Campaña Cuidando de Ti 513
Show de Paquito 515
Pájaros Azules 516
Campaña Corazones Azules 518
Radioemisora para la Policía Nacional 520
Servicio de Investigación Criminal 521
Creación de la DINAPEN 526
DINASED 528
Unidad de Protección del Medio Ambiente UPMA 531
Unidad Antisecuestros y Extorsión UNASE 532
Laboratorio de Criminalística y Ciencias Forenses 534
Unidad de Investigaciones Especiales UIES 537
Servicio de Antinarcóticos 539
Centro de Adiestramiento Canino CAC 541
Centro Regional de Adiestramiento Canino CRAC 542
Grupo Especial Móvil Antinarcóticos GEMA 543
Servicio de Migración 545
Servicio Aeropolicial 547
Unidades Especiales de la Policía Nacional 550
Grupo de Intervención y Rescate GIR 550
Grupo de Operaciones Especiales GOE 556
La Formación Profesional del Policía 559
Escuela de Estado Mayor 560
Escuela de Especialización y Perfeccionamiento de Oficiales 561
Escuela Superior de Policía 563
Instituto Superior Tecnológico 566
EFP Escuelas de Formación de Policías 568
El Bienestar Social en la Policía Nacional 569
Servicio de la Seguridad Social Policial 572
Instituto de Seguridad Social Policial ISSPOL 573
Cooperativa de Ahorro y Crédito de la Policía Nacional 574

616
La Cesantía de la Policía Nacional del Ecuador 576
Clubes de Oficiales y Tropa 577
Club de Oficiales 577
Club de Tropa 578

10 INEHPOL- COOPERACION POLICIAL INTERNACIONAL – LA


MUJER EN LA POLICIA ECUATORIANA – HEROES POLICIALES

Instituto de Estudios Históricos de la Policía Nacional INEHPOL 580


Cooperación Policial Internacional 583
La Mujer en la Policía Nacional del Ecuador 585
La Primera Mujer Policía Ecuatoriana 587
Cadetes Femeninas en la Escuela de Formación de Policías 588
Primeras Mujeres Generales de la Policía Nacional 589
Héroes Policiales 590
Los Héroes del Putumayo 596
Héroes Policiales Nacionales 598
Héroes Policiales de la Paz 602
Himno a los Héroes Policiales 607

617
BIBLIOGRAFIA
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 Bolivar para Todos. Luis José Acosta Rodriguez. Caracas-Venezuela.1991
 Biblioteca Minima Ecuatoriana. Varios autores. Quito – Ecuador. 1960
 Breve Historia del Ecuador. Oscar Efrén Reyes. Quito - Ecuador.1938
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 Cronología Histórica de la Policia Ecuatoriana. Mario Villalobos.- Quito-Ecuador.
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 Caso Restrepo.Gilberto Molina/Gustavo Gallegos. Quito – Ecuador. 2012
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 Leyes Orgánicas de la Institucion Policial. Mario Villalobos. Quito – Ecuador.
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 Ley de Tránsito y Transporte Terrestre. Quito – Ecuador. 2008.
 Mentira Siniestra. Gilberto Molina y Gustavo Gallegos. Quito – Ecuador. 2013
 Mi vision del 30 – S. Fausto Vásconez Naranjo. Quito – Ecuador. 2016
 No me importa el juicio de la Historia. Carlos Calderón. Quito-Ecuador. 2003
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 Por la Pendiente del Sacrificio. Carlos Alberto Arroyo del Rio.Banco Central del
Ecuador. Guayaquil – Ecuador. 1996
 Putumayo Sacrificio y Valor. Fausto Fuentes García. Quito-Ecuador. 1993
 Policía en el Reino de Chile. Diego Miranda Becerra. Santiago-Chile. 1992
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 Recovecos de la Historia. Rodrigo Borja Cevallos. Quito-Ecuador. 1992
 Resumen de Historia del Ecuador. Enrique Ayala Mora. Quito–Ecuador. 2008
 Revistas Inehpol números 15-16 y 17. Quito-Ecuador.
 Reflexiones Jurídicas sobre Delitos de Lesa Humanidad. Asociación de
Generales de la Policía Nacional del Ecuador. Quito – Ecuador. 2015
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 Terrorismo y Subversion. Comisión Juridico Institucional de la Policia Nacional.
Quito – Ecuador. 2009
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