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FIELES “COMUNIDAD
PENTECOSTÉS”
ESCUELA DE FORMACIÓN DE
SERVIDORES
ANA CADENA
PRESENTACIÓN
Es para mí un honor servir al Señor a través de estas enseñanzas, doy gracias a Dios porque
en mis inicios, los 5 primeros años de este caminar, recibí la ayuda del Padre Alberico Zanella
y cuando le dieron el envió a Bogotá, el Señor permitió que el hermano Reynaldo Endara
continuará en mi proceso de ayuda espiritual y sobre todo de sanación interior por 5 años
más.
Ahora cabe indicar que no fui solo yo sino algunos de los hermanos y hermanas que hoy por
gracia de Dios formamos el consejo comunitario; considero que, si no hubiéramos tenido este
acompañamiento que nuestro caminar no hubiera llegado a la madurez de los miembros
responsables de la comunidad y al crecimiento de nuestra comunidad con pastorales,
misterios, grupos de oración; además un agradecimiento especial al Señor por haber puesto
como asesor de la comunidad al Padre Francisco Ramos, quien contribuyó con los
lineamientos para que la comunidad pueda constituirse como Asociación Privada de Fieles
“Comunidad Pentecostés” y por su ayuda espiritual para muchos hermanos de nuestra
comunidad y para hermanos de la renovación a nivel nacional puesto que el Padre Ramitos
era el asesor nacional.
INTRODUCCIÓN
Para ello es necesario indicar que este libro sobre el acompañamiento es de autoría del Padre
Francisco Ramos o Padre Ramitos como lo conocíamos todos.
Dentro de esta formación espiritual de cada hermano y con la finalidad de seguir creciendo
se ve la necesidad de dar este tema como complemento a las exhortaciones de la Palabra de
Dios y de las enseñanzas de los maestros espirituales, ¿en qué sentido?, en el sentido de que
el hermano debe ayudar al hermano animándolo y apoyándolo en el camino de crecimiento
hacia la santificación personal se dice que gracias a la renovación como movimiento de la
iglesia, esa gracia que nos ha abierto un camino de crecimiento y que nos ha llevado de la
niñez a la adolescencia y la madurez.
¿Cuáles son estos signos de la madurez?
1) La formación de la comunidad.
2) La capacidad de evangelizadora. Siendo uno de los medios de crecimiento en general
y especialmente en la formación de comunidades es este acompañamiento espiritual.
1
Para muchos de nosotros ha sido de gran ayuda para llegar a la formación que el Señor
espera de cada uno de nosotros; esta ayuda se la hace mediante el pastoreo o discípulo
que se describe así: La esencia del carisma del pastoreo es el servir a nuestros
hermanos acompañándolos en su caminar. En este camino de fe y ayudando a que
esta fe crezca cuál.
En el año de 1981 Monseñor Carlos Talavera que publica en México un libro cuyo
título es “Crecimiento” donde escribe como ayudar a los demás a crecer; es con la
finalidad que podamos crecer espiritualmente, para cumplir este objetivo se necesita
además de la enseñanza esa relación interpersonal que es el acompañamiento al
hermano en su caminar en la fe.
Según monseñor Talavera estamos en la posibilidad de renovar una antigua tradición
de nuestra iglesia, en este momento en el que escasean sacerdotes, es la dirección
espiritual de parte de seglares con una sólida formación en la fe la que contribuyen a
ayudar a sus hermanos de comunidad y su respondemos con generosidad a este
llamado de Dios se transformará en una gran riqueza para nuestra iglesia católica nos
dice monseñor en la página 56 de su libro.
En el cristianismo este servicio del creyente hacia otro creyente que fue enseñado por
los apóstoles también es practicado en comunidades primitivas monásticas muchos
santos a lo largo de la historia de la iglesia se han caracterizado como maestros de
vida espiritual, este servicio se dio también en los seminarios e instituciones
religiosas, en movimientos de acción católica laicales y los seculares en general. Hoy
se siente la exigencia de volver a esta insustituible práctica del ejercicio de la
dirección del amor fraterno cómo se le llama en comunidad; para esto vamos a ver
unos puntitos.
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Contenido
PRESENTACIÓN ............................................................................................................................1
INTRODUCCIÓN............................................................................................................................1
CAPITULO 1: GENERALIDADES DEL ACOMPAÑAMIENTO .............................................6
A. ¿QUÉ ES ACOMPAÑAMIENTO? ....................................................................................6
B. NECESIDAD DEL ACOMPAÑAMIENTO ......................................................................6
1. Al proceso de cualquier vida natural: .............................................................................7
2. Puede compararse también a un camino ........................................................................7
3. El Evangelio usa también la comparación del discípulo ................................................7
C. OTROS NOMBRES: SU DIFERENCIA CON EL ACOMPAÑAMIENTO ...................7
1. Dirección espiritual y acompañamiento: ........................................................................7
2. Pastoreo, discipulado y acompañamiento: ......................................................................8
3. Consejería y acompañamiento: .......................................................................................9
D. EL ACOMPAÑAMIENTO EN LA BIBLIA Y EN LA IGLESIA ....................................9
1. Antiguo Testamento .........................................................................................................9
2. Nuevo Testamento: .........................................................................................................10
3. Historia de la Iglesia .......................................................................................................10
E. IMPORTANCIA DEL ACOMPAÑAMIENTO...............................................................11
1. Biblia: ..............................................................................................................................11
2. Santos Padres: ................................................................................................................11
3. Los autores espirituales: ................................................................................................11
4. Nos lo recomienda también la propia experiencia .......................................................12
5. Autores espirituales modernos ......................................................................................12
F. MODALIDADES DE ACOMPAÑAMIENTO ................................................................12
a. EN RELACIÓN CON EL CRECIMIENTO DEL ACOMPAÑADO: .......................12
b. EN RELACIÓN A LA CONTINUIDAD: .....................................................................13
c. EN RELACIÓN CON EL NÚMERO DE ACOMPAÑADOS: ...................................13
CAPITULO DOS: EL ACOMPAÑAMIENTO EN LOS COMIENZOS ..................................14
A. ACOMPAÑAMIENTO EN SENTIDO AMPLIO ...........................................................14
B. ACOMPAÑAMIENTO EN LOS DOS PRIMEROS NIVELES DE LA VIDA
ESPIRITUAL .............................................................................................................................15
C. ETAPAS DEL CRECIMIENTO ESPIRITUAL INDIVIDUAL .....................................17
D. TRIPLE ENCUENTRO O EXPERIENCIA. ...................................................................17
3
E. EL EQUIPO RESPONSABLE Y EL PROCESO DE DESARROLLO DEL GRUPO .18
F. CARACTERÍSTICAS DEL SERVIDOR O DEL EQUIPO RESPONSABLE. ............20
Las deficiencias que puede caer el equipo responsable del grupo .........................................20
CAPÍTULO 3: EL ACOMPAÑAMIENTO EN LOS SEMINARIOS ........................................23
Meta: Motivar a los responsables de grupos de la importancia de un acompañamiento inicial a
todos y cada uno de los miembros del grupo y facilitarles cómo debe hacerlo. ............................23
A) INTRODUCCIÓN ................................................................................................................23
B) ACOMPAÑAMIENTO EN LOS GRUPOS DEL SEMINARIO DE LA VIDA DEL
ESPÍRITU ...................................................................................................................................23
C) ACOMPAÑAMIENTO EN LOS GRUPOS DE LOS SEMINARIOS DE
CRECIMIENTO. .......................................................................................................................25
D) METAS A CONSEGUIR EN ESTOS SEMINARIOS. ......................................................28
CAPÍTULO 4: CONTENIDO O TEMAS A TRATARSE EN EL ACOMPAÑAMIENTO ...30
Meta: Dar una idea de cuáles pueden ser los temas o contenidos a tratarse en el acompañamiento
en los grupos maduros y/o comunidades, para ir consiguiendo una madurez, cada vez más
profunda de los acompañantes. .....................................................................................................30
A) INTRODUCCIÓN ..........................................................................................................31
B) JESÚS Y LOS DISCÍPULOS DE EMAÚS MODELO DE ACOMPAÑAMIENTO 32
C) TEMAS TRATADOS POR JESÚS Y LOS DE EMAÚS ............................................34
D) TEMAS CONCRETOS EN LAS REUNIONES DE ACOMPAÑAMIENTO ...........38
CAPÍTULO 5: COMO DEBE SER EL ACOMPAÑANTE ........................................................40
A. INTRODUCCIÓN ..............................................................................................................40
B. TRES ACTITUDES BÁSICAS DEL ACOMPAÑANTE ................................................41
C. DEFICIENCIAS EN EL ACOMPAÑAMIENTO POR PARTE DEL
ACOMPAÑANTE ......................................................................................................................45
D. LA RESPUESTA DEL ACOMPAÑANTE ......................................................................46
E. CONCLUSIÓN ...................................................................................................................48
CAPÍTULO 6: DEL ACOMPAÑADO .........................................................................................48
A. TOMA DE CONCIENCIA DEL VALOR DEL ACOMPAÑAMIENTO ......................48
B. DISPOSICIONES EN EL ACOMPAÑADO ....................................................................50
C. RELACIÓN ACOMPAÑADO - ACOMPAÑANTE .......................................................51
D. RELACIÓN DE AUTORIDAD (ACOMPAÑANTE Y DE SUMISIÓN
(ACOMPAÑADO) .....................................................................................................................52
E. VAMOS A INSERTAR TAMBIÉN COMO RESPUESTA DEL ACOMPAÑANTE:
LA CORRECCIÓN FRATERNA .............................................................................................54
4
CAPÍTULO 7: ¿QUÉ ES LA ENTREVISTA? ............................................................................55
A. DIÁLOGO INTERPERSONAL........................................................................................55
B. ACTITUDES CORRECTAS DE UNA ENTREVISTA ..................................................56
C. REALIZACIÓN DE LA ENTREVISTA ..........................................................................58
D. LA RESPUESTA ................................................................................................................60
E. LA ENTREVISTA DE JESÚS CON LOS DE EMAÚS-MODELO DE ENTREVISTA
(LUCAS 24, 13-33) .....................................................................................................................62
F. DEFICIENCIAS EN LA ENTREVISTA .........................................................................62
CAPÍTULO 8: ACOMPAÑAMIENTO Y SANTIDAD ..............................................................65
A) RELACIÓN ENTRE SANTIDAD Y ACOMPAÑAMIENTO ....................................65
B) RELACIÓN ENTRE SANTIDAD, IGLESIAS Y MINISTERIOS ............................68
C) LA AYUDA DEL ACOMPAÑAMIENTO Y SU IMPORTANCIA ...........................70
CAPÍTULO 9: ACOMPAÑAMIENTO Y BIBLIA .....................................................................80
A) DIFERENCIA DEL ACOMPAÑAMIENTO CON EL PASTOREO ........................80
D. DIFERENCIA DEL ACOMPAÑAMIENTO CON DISCIPULADO.............................82
D) DIRECCIÓN ESPIRITUAL DE ACOMPAÑAMIENTO. .........................................84
E) DIFERENCIA DEL ACOMPAÑAMIENTO CON MINISTERIOS O SERVICIOS
DE GOBIERNO. ........................................................................................................................90
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CAPITULO 1: GENERALIDADES DEL
ACOMPAÑAMIENTO
A. ¿QUÉ ES ACOMPAÑAMIENTO?
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1. Al proceso de cualquier vida natural:
“Para hablar de crecimiento es conveniente fijarnos en el símil de la planta
(animal, ser humano) que crece. El crecimiento de la planta empieza cuando la
semilla germina y de alguna manera podemos decir que no termina hasta que la
vida finalice. La planta crece cuando tiene buena tierra, agua, sol y abonos; pero
la razón fundamental es porque tiene vida. Los medios propician el crecimiento,
pero no son la vida, la cual es lo único que crece” (Monseñor Talavera).
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“Se da el nombre de director a un sacerdote que tiene a su cargo promover el
adelantamiento en la fe; para ello el dirigido manifiesta lo bueno y lo malo que en
sí mismo descubre.
Se distingue del consejero en que éste solo tiene por objeto perdonar en nombre
de Dios los pecados, mientras el director encamina el alma hacia la perfección
cristiana.
Se diferencia del consejero en que éste se limita a dar su parecer en casos aislados,
pero no toma por su cuenta la promoción en el adelanto espiritual” (Curso de
Teología Acética y Mística, Madrid, 1955, pág. 355-356)
Aunque el acompañamiento tiene cierta semejanza con la relación padre-hijo,
como vamos a ver más adelante, sin embargo, hay también una diferencia porque
el acompañamiento se parece más a la relación hermano-hermano.
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Tampoco se identifica “acompañamiento” con “discipulado”. La relación
maestro-discípulo es primariamente una relación de enseñanza, que va
complementado, al menos en el tiempo de Jesús, por su acompañamiento para
poder asimilar prácticamente la enseñanza impartida. El discípulo camina detrás
del maestro, el acompañado al lado de su acompañante.
3. Consejería y acompañamiento:
Otros de los nombres consignados al comienzo de este numeral, para el
acompañamiento es el de consejería. La diferencia entre ambos es que la
consejería es un acompañamiento ocasional y esporádico, que se realizad cuando
se tiene necesidad de recibir un consejo sin tener una continuidad o seguimiento;
mientras el acompañamiento es continuo, realizado periódicamente, aun cuando
al acompañado le parezca que no necesita de consejo.
Las diferencias entre estas denominaciones y sus funciones específicas respecto
al acompañamiento aparecerán más claramente al final de todas las conferencias,
donde se volverá a tratar, del específico de cada una de estas relaciones: pastor-
oveja, maestro-discípulo, padre-hijo, consejo-aconsejado, acompañante-
acompañado.
Hoy día se prefiere denominar a esta práctica como “acompañamiento”. La
elección de nombre no es un capricho, sino que ayuda a comprender mejor de lo
que se trata.
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En verdad que estas funciones eran muy generales y se descendía poco al trato
personal o individual; pero se encuentran también ejemplos de ayuda para individualmente
fueran creciendo en la fe.
2. Nuevo Testamento:
En el nuevo testamento el acompañamiento está relacionado con:
Los maestros y discípulos, en especial Jesús en relación con sus
discípulos. La misión de los maestros no sólo era enseñar, sino que los
discípulos debían imitar a sus maestros. Otro ejemplo de maestro-
discípulo fue Gamaliel-Pablo (Hech. 5, 34; 22, 3)
Los pastores (de ahí la denominación pastoreo) cuya mención aparece
repetidas veces en el nuevo testamento. (Ef. 4, 11; Heb. 13, 20; 1 Ped. 2,
25; Hech. 20, 20). No se sabe con exactitud cómo se ejercía este ministerio
en las primitivas comunidades cristianas, pero se puede suponer que tenía
cierta relación con el acompañamiento. Como ejemplos de
acompañamiento o sea de ayudar a hacer crecer en la fe y en el caminar
de la fe:
Jesús y los doce
Pablo respecto a Timoteo, Tito y algunos otros.
3. Historia de la Iglesia
Además de los anteriormente expuesto referente a las primeras comunidades
cristianas, aparece el acompañamiento de una manera especial en las primeras
comunidades religiosas. Además, ha sido tradicional en las personas que han
querido progresar en la vida de santificación en lo que se ha denominado dirección
espiritual.
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Este ministerio se calificó siempre más con el pasar del tiempo en los seminarios,
en las instituciones religiosas y, después, dentro de los movimientos de acción
católica, laicales y a los seglares en general.
Por otro lado, en la Iglesia en general y marcadamente dentro de los círculos de
renovación espiritual, se siente la exigencia de volver a esta insustituible práctica.
1. Biblia:
“Pide siempre consejo al hombre sabio” (Tob. 4, 19)
“Hijo, no hagas cosa alguna sin consejo y no tendrás que arrepentirte después de
hecha” (Eclo. 32, 24)
2. Santos Padres:
San Agustín: “Como un ciego sin guía, así es el hombre sin doctor para seguir el
recto camino”
San Bernardo: “Oigan esto, aquellos que no temen andar los caminos de la vida
espiritual sin guía ni maestro”
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En las terceras moradas escribe:
“Lo que me parece haría mucho provecho a los que por la bondad del Señor están
en este estado es la prontitud de la obediencia. Y aunque no sean “religiosas” sería
gran cosa, como lo hacen muchas personas tener a quien acudir, para no hacer en
nada su voluntad, que es lo ordinario en que nos dañamos.
Por el acompañamiento se ha de ir aplicando a cada persona individual, no en
abstracto y en general, como se hace en los libros, sermones, conferencias; sino
en particular y concreto, es decir, en el tiempo, forma y dosis que vaya siendo
más oportuno a cada persona y cada circunstancia” (Etapas de la vida en el
Espíritu)
F. MODALIDADES DE ACOMPAÑAMIENTO
a. EN RELACIÓN CON EL CRECIMIENTO DEL ACOMPAÑADO:
1. A los comienzos de la vida espiritual
La ayuda que se presta se pudiera denominar con el término acogida,
realizada por un equipo de servidores.
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2. En los primeros niveles
La ayuda que se presta se hace a través de los grupos. La realiza el
responsable (o mejor el equipo responsable) del grupo.
3. En la comunidad
A este nivel ya se puede dar el verdadero acompañamiento
b. EN RELACIÓN A LA CONTINUIDAD:
Acompañamiento esporádico y acompañamiento metódico, según que las
entrevistas de acompañamiento estén programadas de una manera periódica o no.
1. El acompañamiento esporádico
Más bien se podría llamar consejería espiritual y las entrevistas se tendrían
cada vez que la persona acompañada lo necesite. No es aconsejable para un
crecimiento gradual de la vida espiritual, sino más bien para casos especiales
en los que el acompañado necesite ayuda. Se pudiera comparar a los enfermos
que buscan al médico.
2. El acompañamiento metódico
Supone un compromiso serio de entablar encuentros periódicos y
sistematizados. Esto es lo que se ofrece en los “crecimientos”. Son
“periódicos” porque cada semana se tiene un encuentro. Y “sistematizados”
porque cada semana se entrega un “tema” general para conversar en el
encuentro y a propósito del cual se susciten otras cuestiones más personales
que necesiten orientación y ayuda.
Solo a este acompañamiento metódico se le puede llamar propiamente
“acompañamiento”
En los crecimientos se hace un primer ensayo de acompañamiento. El ideal
sería que después del crecimiento se continuara. Ello se puede realizar en una
comunidad; difícilmente se logrará fuera de ella.
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Con grupos grandes: Las reuniones de los grupos de renovación se pueden
denominar con este nombre si el responsable (o el equipo de responsables) se
preocupan de una ayuda individual a los miembros del grupo. Se diferencia
de las asambleas porque en éstas los asistentes son “anónimos”, es decir, no
hay quien se preocupe individualmente de cada asistente.
Con los grupos pequeños: Es el que se hace con pocos acompañados. Se
pudiera incluir en esta modalidad a los grupos con “guías de reflexión” de los
Seminarios de Vida en el Espíritu y a los grupos de pastores en los
“crecimientos”. Donde se realiza en su sentido pleno es en el
“acompañamiento grupal comunitario”.
2. Acompañamiento individual:
Es el que se hace de persona a persona. Supone, por tanto, una entrevista
personal. Es el acompañamiento propiamente dicho. Los otros dos
acompañamientos (grupal y comunitario) son complemento del
acompañamiento personal. Por eso se hace necesario que en los
“crecimientos” se tenga alguna entrevista personal con cada uno de los
acompañados.
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Se dijo en la primera clase que el acompañamiento se fundamenta en la necesidad
que todos tenemos de que alguien nos ayude para ir creciendo en la vida espiritual, o
para recorrer el camino de la santidad o para irte haciendo cada vez más discípulo.
Es necesario en todas las etapas de la vida espiritual. En cada una de estas etapas tiene
su propia modalidad porque el acompañamiento está en función del acompañado.
Como en una familia, la ayuda recibe el hijo de sus padres está en función de la edad
del hijo.
Por eso el acompañamiento se puede y se debe tomar en un sentido muy amplio desde
el primer momento que una persona comienza a frecuentar un grupo de oración, es
decir, desde que se integra a un grupo para empezar a recorrer el camino de Dios.
Pero en su sentido estricto el término acompañamiento se reserva para el momento
en que, por su crecimiento espiritual, está en disposición de recorrer ese camino muy
decidido a avanzar por sí mismo “acompañado” por su hermano mayor que con amor
va a su lado animándolo a recorrerlo. A éste se llama propiamente
“acompañamiento”.
A lo que hemos llamado acompañamiento en sentido “amplio” corresponde la
denominación de “responsable” de grupo, “guía” de reflexión, incluso en algún
sentido “pastoreo” o “consejero” pastoral.
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Su misión en relación con las personas que comienzan se resume así:
“Serán iniciados en los conocimientos básicos indispensables de la Palabra de
Dios, de la Vida de la Iglesia y del espíritu de la Renovación, a través de
enseñanzas adecuadas y del testimonio personal de los servidores.” Es más
importante el testimonio del “servidor responsable” es una acogida amorosa y
cierta preocupación para que siga asistiendo al grupo para eso debe informarse
dónde vive y su teléfono, el servidor responsable debe ir preparando a la persona
o personas hasta que puedan recibir el seminario de vida en el espíritu que es el
comienzo de su caminar en la vida espiritual.
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etapas; personas que en sentido muy amplio podrían denominarse
“acompañantes” deben conocer bien estas etapas para ir ayudando a cada uno a
recorrerla; por eso les vamos a exponer como desarrollarlo.
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El descubrimiento, el encuentro y la experiencia de la persona de Jesús como el
valor fundante que reordena, estructura y da consistencia a todo su ser y a toda su
vida.
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crecimiento cristiano y a tener y profundizar la triple experiencia o encuentro
primero con Jesús, segundo consigo mismo y tercero con los temas; en el caminar
de un grupo son 3 los protagonistas: El espíritu que mueve los corazones y sopla
como y donde quiere, segundo los componentes del grupo con sus búsquedas,
altibajos, servicios, etc. El grupo ayuda para animar, motivar, conocerse uno
mismo a través de las vivencias que los otros integrantes del grupo y lograr un
comienzo de hábitos cristianos como cuáles la lectura de la palabra, la oración
personal, asistir a misa, el rezo del Santo Rosario, entre otras. Los responsables
que animan el proceso y con oportunas indicaciones ayuda a la conversión y al
discernimiento, estos desde su vivencia interior deben ayudar a madurar a los
integrantes del grupo.
2. El proceso del desarrollo del grupo de oración
A medida que el grupo avanza y en sus miembros quiero decir en el crecimiento
de sus miembros el mismo grupo va pasando por las 3 etapas de su desarrollo:
I. De formación: Es la etapa de iniciación del grupo la mayoría de sus miembros
apenas están evangelizadas por eso es necesario una “ayuda” en la dirección y
responsabilidad del grupo, esta “ayuda” es del equipo del equipo de servidores o
por lo menos un servidor, cuando se comience el grupo debe haber esta ayuda y
debe continuar todo el tiempo que sea necesario; se puede dividir las personas que
asisten a los grupos al menos inicialmente en los siguientes: los que asisten por
sentirse bonito, pero que después de un tiempo ya no vienen más; los
desorientados y en tercer lugar los que van aprovechando. El responsable maduro
sabes que la meta del grupo no es sentirse bonito ni bien sino crecer en la vida
espiritual y que en este crecimiento se pasa por momentos de sequedad, soledad
y purificación.
II. De estabilización
III. De maduración: el recorrido de estas etapas supone la profundización en sus
miembros de esta triple experiencia anteriormente citada, fáciles de comprender
para quienes la han vivido, la persona y el grupo viven la misma experiencia. El
grupo ese el lugar privilegiado para que se dé y potencie el encuentro con Jesús
para que se dé su testimonio y además el compromiso; el grupo posibilita y
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actualiza. La calidad del grupo depende en gran manera de la calidad y la
experiencia que tengan sus integrantes como también de la dirección acertada y
de la ayuda del equipo de responsable.
1. Preparación inmediata.
El equipo responsable debe tener la suficiente preparación inmediata o práctica
para cumplir su cometido inmediato de responsable del equipo; este cometido del
responsable es el siguiente:
- Procurar que la reunión del grupo resulte provechosa o sea que se realice bien,
este es el pasto para esas personas es la comidita con la que se alimenta.
- Debe preparar la reunión.
- Orar por la reunión.
- Repartir responsabilidades si acaso el grupo está ya maduro para esto, caso
contrario si todos son novatos no se puede.
- Después de la reunión debe evaluarla ya sea el servidor sólo si no tiene quien
le acompañe o con otros servidores que se le vayan asociando.
- De vez en cuando al menos una vez al año, tener alguna convivencia con el
grupo.
- Debe preocuparse si alguno de los miembros no va a la reunión o no está
asistiendo al grupo, es decir el pastoreo, es la actividad propia de lo que
significa dirigir o hacer vivir un grupo; si se tiene un rebaño saberse
preocupar, responsabilizarse con amor de cada una de las ovejitas del rebaño
y del todo para que se vayan alimentando, creciendo y madurando.
La manera que tiene el responsable del grupo debe ser el liderazgo y la dirección de los demás
con frecuencia debe de ser paternalista y mantiene a los adultos en la inmadurez porque todo
lo quieren hacer ellos; es una tentación de casi toda persona en una posición de autoridad
tomar decisiones por los demás; como el responsable con frecuencias sabe más, cree que
debe decidir todo ara que las cosas lo mejor posible. En estos casos se sacrifica el proceso de
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maduración del grupo para lograr una solución eficaz del momento pero no se deja que
avance el grupo en su madurez, por otra parte el responsable finca su autoridad en la
inmadurez del grupo cuando esto sucede lo más natural es querer mantener al grupo en su
inmadurez, porque si el grupo comienza a tomar decisiones responsables a lo mejor va a
llegar a superar al líder y a hacerlo a un lado, los responsables son los que más se quejan de
la falta de madurez del grupo sin embargo muchas veces ellos son los directamente
responsables de esta situación.
2. Madurez espiritual.
Además de las responsabilidades inmediatas anteriormente y explicadas tienen
que ir adquiriendo el responsable y su equipo una preparación más profunda tanto
en el crecimiento de su vida espiritual como en lo específico de su función esto
quiere decir en ser una persona de responsabilidad.
En el acompañamiento no existen soluciones prefabricadas, se ayuda
principalmente con lo que uno es, es decir con el propio itinerario espiritual que
uno ha recorrido; se deben superar el egoísmo y tener una actitud de ayuda la cual
debe vivirse con gozo profundo y paz interior; se debe ser un “testigo de la fe”
que acompañe al principiante hacia la maduración de la fe; acompañar es respetar
y clarificar la acción del Espíritu en los acompañados, es llevar a cada uno a
situarse bajo la acción del Espíritu que es renovador de la iglesia suscitando
testigos del reino, este equipo realiza al mismo tiempo la función de dirección y
de acompañante, se debe percatar si el grupo avanza o está estancado, si se puede
pedir un paso más si es necesario consolidar, revisar. El equipo dirige al grupo
para asegurar que al mismo tiempo el grupo ayude a madurar a los componentes
del mismo grupo.
Acompañar en esta maduración consiste en ayudar a las personas que lo integran
a:
I. Cuestionar su vida, profundizar en su experiencia de su encuentro
con Cristo resucitado y realizar un compromiso al servicio de la
iglesia y del mundo conforme a las 3 etapas del “proceso
cristiano”.
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II. Conseguir que el grupo y cada uno de sus miembros vayan
consiguiendo en su caminar dichas 3 etapas del proceso de
crecimiento.
III. Suscitar la disponibilidad interior que permita recibir de forma
personal la llamada de Dios.
IV. Facilitar la respuesta libre y madura a Dios.
3. Acompañamiento espiritual
La visita personal del responsable a cada miembro ayuda mucho al grupo y a cada uno de los
miembros evita desánimos y autoengaños anima y ayuda a clarificar.
El tema del diálogo puede ser las situaciones más significativas que requiere de ayuda,
dificultades inesperadas que causa un profundo desánimo o excesivas alegrías o tristeza
como: la enfermedad de un ser querido, quedarse sin trabajo, cosas parecidas, el acompañante
debe hacer comprender que esos momentos purifican el sentimiento y la experiencia de Dios
siempre para animar. Contraste entre el entusiasmo por Jesús y la falta de compromiso en su
seguimiento como Pedro en la última cena le dijo el Señor yo daré mi vida y cuando apresaron
al Señor no lo conozco a ese hombre; así nosotros podemos compararnos con personajes
bíblicos que la manera de vivir de ellos tiene mucha similitud con la nuestra.
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CAPÍTULO 3: EL ACOMPAÑAMIENTO EN LOS
SEMINARIOS
Meta: Motivar a los responsables de grupos de la importancia de un acompañamiento
inicial a todos y cada uno de los miembros del grupo y facilitarles cómo debe hacerlo.
A) INTRODUCCIÓN
Para ayudar en la maduración de los grupos se hacen los “seminarios” que, aunque se trata
de “enseñanzas” requieren para su asimilación de un acompañamiento en su sentido amplio,
el cual se obtiene en las mismas reuniones de los seminarios. Los “seminarios” sirven para
abrir perspectivas o metas que se tienden a alcanzar después de recibir el seminario; por eso
entre cada seminario debe darse un tiempo razonable aproximadamente de un año entre uno
y otro seminario, para dar tiempo a la maduración del grupo y del individuo, también durante
este tiempo intermedio pueden recibirse otros cursos que ayuden a la mejor formación y
avance en su caminar espiritual.
Se le puede clasificar como acompañamiento grupal esporádico, porque solo dura 2 meses,
aunque durante esos 2 meses debe asistir puntualmente a las 8 o 9 reuniones del seminario
en donde se tiene este acompañamiento. Vamos a considerar la finalidad u objetivo de este
acompañamiento primero y segundo la preparación del acompañante o guía de reflexión.
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ayudado por las preguntas que se formulan en la conferencia, esto va tomando confianza y
se va disponiendo para compartir otras inquietudes, sentimientos u otras cosas que talvez
sean más profundas, como las vivencias que han tenido en la semana. En el “proceso
espiritual” anteriormente descrito se supone que los que están en el seminario están
“comenzando” y se preparan para llegar a la convección profunda que es el comienzo de este
caminar espiritual.
El acompañante debe ser preparado para cumplir su misión, esta preparación se realiza a 2
niveles exterior e interior.
A nivel exterior
A nivel interior
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Debe transmitir por contagio más que por la palabra la propia escala de valores que
está viviendo.
El acompañante debe ser intermediario entre el Espirito Santo y los acompañados
debe llegar a una interrelación Espíritu Santo - acompañado.
Sabe de acoger a todos y mostrar amor a todos
Observaciones:
Fecha y firma.
Se le puede clasificar como acompañamiento grupal esporádico por las mismas razones del
anterior, pero de alguna manera se aproxima ya bastante a un acompañamiento “grupal
metódico” aunque sólo dura 2 o 3 meses; sin embargo el acompañamiento tiende a conseguir
la necesidad de un acompañamiento metódico; ya sea por el objeto que se propone ya sea por
la necesidad que crea de seguir “acompañado” en el crecimiento es también de alguna forma
intermedio entre el acompañamiento grupal y el personal porque además de la ayuda grupal
se orienta a una ayuda personal. Vamos a considerar también como en el anterior los 2 puntos
la finalidad u objetivo de este acompañamiento segunda la preparación del acompañante.
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1. Finalidad
El objetivo de estos crecimientos es mostrar las pautas básicas del crecimiento
cristiano, estos lineamientos, orientaciones que podemos encontrar en la página
11. Para seguir adelante en el camino del crecimiento espiritual por tratarse de un
proceso llevado a la vida personal y comunitariamente, se requiere de un cierto
tiempo como se advirtió al comienzo de esta lección; debe darse un tiempo
razonable desde el final del seminario de vida en el espíritu aproximadamente de
un año hasta iniciarse el crecimiento uno e igualmente otro año para el
crecimiento 2.
El objetivo del crecimiento 1 es que se llegue a formar hábitos en la oración, la
lectura de la palabra, lectura de libros formativos, vencimiento o espíritu de
sacrificio se refiere al ayuno u otro forma de ayudarse personalmente, si es en la
mentira, si es ver demasiada televisión o algo que este causando un prejuicio a la
persona; también en ayudarnos en el servicio a los demás, servicios de
misericordia o de ayuda al prójimo y otros hábitos que den testimonio de que soy
un cristiano que está caminando con un propósito de madurez.
El objetivo del crecimiento 2 es proseguir en la maduración de la fe,
especialmente en su relación con los demás: en familia, en grupo, en la parroquia,
en el trabajo o donde quiera que me desenvuelva, el objetivo del acompañamiento
de los seminarios es ayudar a que acojan la indicación de Jesús a seguir
caminando ya con un deseo consciente de la perfección o santidad perfección que
se va consiguiendo poniendo en práctica lo que se va explicando en cada lección
de los seminarios.
2. Preparación del acompañante que como dijimos anteriormente el
acompañante debe tener una preparación exterior, práctica “con las
instrucciones necesarias para poder cumplir su ministerio” en los seminarios
de crecimiento y debe tener también una preparación interior profunda
remota.
26
A nivel Exterior
Hay que distinguir entre la práctica grupal que se tiene terminada la conferencia y la práctica
individual que se tiene en otro tiempo distinto al anterior. En la práctica grupal vamos a tomar
en cuenta que:
A nivel interior
Que se refiere a la “madurez” espiritual de los “pastores”, estos deben tener las siguientes
actitudes básicas:
1. Discernimiento
2. Humildad
3. La obra es de Dios, Confianza en el Señor
4. El amor a los acompañantes
3. Observaciones
1. Para una mayor comprensión de todo lo anterior podemos consultar el manual del
equipo de aprendiendo a caminar en el crecimiento 1 y 2 de la colección fuente de vida.
27
lectura formativa, los sacramentos, comunión semanal y entre semana en cuanto pueda, la
confesión periódica, el amor y devoción a María, esfuerzo por dar testimonio de mi vida,
alguna privación como ayuno, dejar de ver televisión, etc. hago este compromiso confiando
en el amor del Padre, en los méritos de Jesucristo y el poder del Espíritu Santo, invocando
también en la intercesión de María.
Fecha y firma.
Fecha y firma.
1. Integrar la personalidad
Hay personas que suelen ser de una manera con su familia, de otra manera en su
trabajo, de otra con sus amigos y de otra con las personas de su grupo de oración
28
o con las de su parroquia; estas personas no son aún maduras en su personalidad,
pueden aceptar a Jesús como Señor, pero en su “trabajo”, en su “curso”, en sus
“relaciones” puede tender criterios y actuaciones no tan cristianos. La maduración
en la fe se interrelaciona con la maduración de la personalidad y viceversa. El
acompañante tiene que ir ayudando con discreción y tino a que realmente Jesús
entre en todas las áreas de la vida y que los criterios de Jesús entre todas las arias
de la vida y que los quite y en que los criterios de Jesús, que son los del evangelio
se conviertan en los criterios teóricos y prácticos de cada uno de los acompañados
en todos los terrenos. El acompañante ayuda más con el ejemplo de su vida que
con sus observaciones y advertencias al acompañado.
Hay personas que actúan de una manera aparentemente muy positiva por razones
no tan positivas; por ejemplo, actúan así “para quedar bien”, “para dar gusto a
alguna persona”, “para sacarle lo que uno quiere”. El acompañante debe ayudar a
descubrir esas motivaciones más profundas y q que ellos tomen decisiones cada
vez más libre y responsables aceptando las consecuencias de las mismas. El
acompañante no debe tomar las decisiones por los acompañados sino ayudar a
que las descubran y las tomen por sí mismos.
3. Ayudar a caminar en la fe
29
Espíritu Santo que con su poder nos ayude a cumplirla; de todo esto se trata en
los “crecimientos” y el acompañante debe ayudar a vivir este proceso con su
ejemplo y palabra. Buscar la voluntad de Dios en las decisiones que relaciones
con Él, en las decisiones familiares, de trabajo, económicas, etc. El auténtico
crecimiento de la vida espiritual es el crecimiento de la vida de la fe; la cual nos
permite aceptar, celebrar y vivir la salvación de Jesucristo nuestro Señor; la lleva
a actuar conforme a lo que se cree, la madurez cristiana que poco a poco se va
fraguando va exigiendo decisiones cada vez más profundas que afectan al futuro
que se fundamenta en el amor fiel de Dios que es un amor gratuito y premio a
toda respuesta humana.
Meta: Dar una idea de cuáles pueden ser los temas o contenidos a tratarse en el
acompañamiento en los grupos maduros y/o comunidades, para ir consiguiendo una
madurez, cada vez más profunda de los acompañantes.
30
A) INTRODUCCIÓN
1. El acompañamiento en la comunidad:
3. Que lleva a la formación de un “cuerpo” una cohesión una unidad una común unidas,
es decir, una relación con el Señor no es solo a nivel individual sino comunitario.
31
4. Para eso hace falta una organización con una “cabeza” o “autoridad” pastoral o una
subordinación u obediencia.
5. Esto lleva a tener además un “gobierno” pastoral común, una visión común y un
compromiso común.
7. Un compromiso para vivir todo esto que es la alianza, pues bien para poder vivir todos
estos elementos tiene un papel importante el acompañamiento, el ayuda a mantenerse en este
deseo de santidad y animarse a seguir adelante. El acompañamiento alimenta la fraternidad,
es decir, el amor y la unión entre hermanos; en el acompañamiento grupal e individual se van
conociendo y tratando más va habiendo mayor confianza.
1. Jesús en persona se acercó y se puso a caminar con ellos. (Lucas 24,16). Se trata por
lo tanto de “hacer juntos el camino” de “acompañar” en el proceso interior a otra persona, no
de sustituirla o suplantar “un acompañamiento serio es el compromiso de entablar encuentros
32
periódicos y sistematizado”. Es una decisión que presupone la voluntad de querer ser
ayudado. El acompañamiento personal es terapéutico, pero no puede confundirse con una
terapia porque va más allá de la ayuda psicológica; entra el dato de la fe, la acción de Dios
en la persona y ello requiere nuevas actitudes y más amplias perspectivas.
2. “Pero estaban cegados” versículo 17. “Nosotros esperábamos, pero” versículo 21;
discernir los espíritus que ha sido una de las tareas clásicas del acompañamiento espiritual,
los grandes maestros del espíritu se han destacado por su capacidad de discernimiento. El
acompañamiento espiritual se sitúa en el corazón de las experiencias de lucha de espíritus
que se desata en el corazón del hombre tratando de ayudar a discernir la voz de Dios en medio
de los griteríos de otras voces. Las reglas del discernimiento de espíritus de San Ignacio son
un manual imprescindible para cualquiera que asuma el servicio de acompañar a un hermano
en su proceso de fe.
3. “¿No tenía que padecer?” versículo 26. Seguir a Jesús como discípulo es, en síntesis,
el camino del cristiano seguirlo de manera radical haciendo propios los valores de la persona
de Jesús y de su evangelio, eso trae consigo la experiencia de la cruz y de la muerte así
mismo; muerte como renuncia continua a todo lo que se opone, como aceptación en paz de
las pruebas purificadoras de la fe, como opción también a vivir y ponerse al lado de los
pobres.
El acompañante tiene que saber esperar el lado del discípulo de Cristo y protegerlo con la
palabra de Jesús. ¿No tenía el Mesías que padecer todo esto para entrar en su gloria?
4. “Quédate con nosotros” versículo 29. El unirse a Jesús y querer permanecer con Él
ofrece el verdadero sentido del camino espiritual. Esta opción básica supone romper las
cadenas de la “afecciones desordenadas” que disminuyen la libertad de la persona, y el
despojarse de las ataduras afectivas que dividen el corazón.
33
5. Se les abrieron los ojos versículo 31. Captaron la presencia de Dios logrando así
capacidad contemplativa y comprendieron lo diferente que es vivir sin conocerlo. El
acompañante espiritual ayudar a su acompañado en la integración de las dimensiones
contrarias: Fe y vida; acción y contemplación; comunidad y servicio; mística y política. Las
tentaciones al radicalismo deben así superarse en la integración de la capacidad
contemplativa y de la capacidad crítica el indicador de que el camino está en buena dirección
será: La capacidad de oír el clamor de los problemas del mundo, unidas con la estructuración
de una vida personal de oración y de participación en los sacramentos.
Estos temas son los propios del “crecimiento espiritual” de lo que se trató en la clase anterior.
En la lección anterior como en esta se los proponen como “fines o metas” que se han de ir
consiguiendo poco a poco; es bueno tenerlo presente desde el principio y por eso lo vamos a
tratar más ampliado, porque en crecimiento en la madurez humana y en el camino de la fe,
que debió comenzar desde el seminario de vida en el espíritu, se continua siempre como la
santidad.
1. Madurez humano-cristiana
a. Origen de la inmadurez: Comencemos por este principio que explica porque hay que
unir madurez humana con madurez cristiana “la vida divina o espiritual” crece no eliminando
capacidades y cualidades humanas, sino llevándolas hasta sus más dilatados límites y
34
posibilidades; la inmadurez se origina por la falta de integración de los diversos elementos
de la persona o personalidad, así hay inmadurez cuando la persona no sé guía por la razón,
sino por el capricho o por el gusto como sucede por ejemplo en los niños y pone de manifiesto
así su egoísmo, hay así mismo inmadurez en el hecho de no saber renunciar al placer
inmediato. La inmadurez procede también de dejarse llevar por las emociones o
afectividades, por ejemplo, por simpatías o antipatías.
b. ¿Quién es inmaduro?
El que se deja llevar por afectos desordenados, por ejemplo, de vanagloria de quedar bien
para que lo alaben, no existe entonces la madurez afectiva. El que tienen reacciones
exageradas; en los acontecimientos ocasionales o se dejan llevar por impulsos; el que
mantiene una actitud de pedir o exigir; al que le falta responsabilidad en el cumplimiento de
compromisos; y el ultimo el que no logra la integración de dimensiones contrarias como: fe
y vida, oración y acción, religión y política.
c. Rasgos de inmadurez
d. Síntomas de inmadurez
Convencimiento de saberlo todo sin tener necesidad de maestros el actuar sin reflexión;
reacciones de independencia a cualquier autoridad, egocentrismo, superficialidad,
ostentación de seguridad; el seguir otros modelos o ciertas modas; son signos también de
inmadurez si se nota por ejemplo nostalgia, insatisfacción general, excesiva necesidad de
recibir amor, deseo de estar en el centro de la atención general, sentido de abandono,
inseguridad y desconfianza, crónico complejo de inferioridad, victimismo, búsqueda de
protección.
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e. Signos de madurez
- El equilibrio que evita los humores altos y bajos y nos hace actuar
simplemente siempre después de reflexionar ponderada.
- El saber tomar decisiones pero evitando sea la precipitación de juicio como la
perenne la indecisión, esto a nivel personal y comunitario.
- Saber examinar serenamente las razones profundas de las cosas encontrando
siempre motivaciones lógicas.
- Juzgar con objetividad, inmaduro seria quien juzga superficialmente, lanza
fáciles juicios, acusa a todos menos que así mismo, hace tragedias por pequeñas
cosas, lo ve siempre todo desde lo negativo, emite sentencias como si fuera
infalible.
- Autocontrol saber mandarse a sí mismos.
- Saber insertarse en el círculo de los demás, superando todo individualismo.
- Saber esperar y sufrir con fortaleza.
- “Se ha afinado la conciencia”.
- El discernimiento del bien y del mal se han hecho connatural.
- Son las bienaventuranzas van apareciendo como un modo normal de vivir.
- Las relaciones con los demás están basadas en Cristo.
- Saben hacer frente a los problemas de la vida en paz y serenidad, buscan ante
todo la voluntad de Dios.
- Tienen el libre dominio de sí mismos, en la paz de quien proceden por amor.
- Toman decisiones libres y responsables, compromisos estables aceptando las
consecuencias de las mismas.
- Se responsabilizan de la fe de otros y les ayudan para que en ellos se desarrolle
la vida de Dios.
- Avanzar en la interiorización de sí mismo y en la apertura de conciencia.
- Irse capacitando para captar las mociones del Espíritu que surgen en su
interior e ir mostrando más fidelidad al Espíritu.
- Distinguir los estados de ánimo psicológicos.
36
- Mantenerse firme en las decisiones tomadas previamente cuando arrecia la
crisis.
- Ser cada vez más conscientes de sus puntos débiles y reconocer las artimañas
del mal espíritu para atacarlo.
- Enfrentarse con sus debilidades personales por medio de las actitudes
contrarias.
- Vivir en paz interiormente a pesar de la lucha de la vida diaria.
- Ir consiguiendo una auténtica educación y dominio de los sentimientos.
2. Libertad interior
LIBERTAD DE: Es quitar toda coacción interior que nos condicione llevándonos a actuar lo
que no se quiera, en Romanos 7, 15 “No hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero”,
porque la libertad esta coaccionada por las fuerzas del pecado que hacen actuar contrario a
la voluntad. En el acompañamiento hay que ayudar a liberar el corazón.
LIBERTAD PARA: “la libertad de” o sea toda dependencia interior o exterior es para así
poder amar y vivir la verdad, es decir tomar decisiones libres y responsables aceptando las
consecuencias de las mismas. Jesucristo nos liberó de todo lo que impide ser plenamente
hombres “para permitirnos amar sin límites”. Gálatas 5, 1.
3. Discernimiento
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comunitarias, familiares, de trabajo, sociales, económicas y otras más, según el criterio de
Monseñor Talavera:
2) Este don viene de la intimidad con Dios, con su palabra, por Él llega a saber distinguir
sus rasgos en cada situación, a la vez que descubre la pobreza y mezquindad del corazón
humano.
4) Al caminar en la fe con una persona acompañándolo hay que ayudarle a descubrir sus
motivaciones y a progresar hacia una pureza de corazón cada vez más radicales.
1) El Grupal tiene más la “revisión de vida” aquí vamos a ver que ha ayudado el método
de ver, de juzgar y de actuar que es lo que nos ayuda a nivel grupal. El acompañante grupal
realiza esta función de revisión de vida en cada reunión se trata un punto de los compromisos
y se aplica el ver, juzgar y actuar. El acompañante recuerda brevemente en que consiste el
compromiso y motiva su cumplimiento “se ve” como se está cumpliendo, exponiendo cada
uno como está practicando dicho compromiso. Se analizan los motivos que esto sería
“juzgar” que han ayudado a practicarlo y lo que han sido obstáculo para ello y se animan
mutuamente a tomar resoluciones para poner más empeño en practicarlo (esto es actuar)
38
3) Al principio será necesario insistir en ambos acompañamientos en los “compromisos
o áreas ordinarias” de la vida en la comunidad o pre-comunidad al principio se pudiera ir
tratando en conjunto para ver cómo se van cumpliendo hasta que se vayan haciendo hábitos.
5) Siempre que sea necesario en el acompañamiento individual hay que tratar las
emergencias que vayan surgiendo:
- Emergencias familiares
- Emergencias económicas
- Emergencias de interrelación.
39
CAPÍTULO 5: COMO DEBE SER EL ACOMPAÑANTE
A. INTRODUCCIÓN
Para comprender cada vez mejor la función de acompañante hay que recurrir al modelo que
es Jesús, así por ejemplo la acogida y cordialidad con que el acompañante recibe al
acompañado tiene que aparecer al mismo tiempo superior a su actitud personal porque en él
esta y actúa el amor de Jesús y como acogida del mismo Jesús que está en el corazón del
acompañante; el acompañante acoge al acompañante, pero el acompañante lo acoge Cristo
sólo que también que el acompañante lo acoge verdaderamente aunque no con el yo humano
carnal sino con el yo humano divino lleno del amor que se conoce como ágape de Dios,
aparece en el (acompañante) “la benignidad y humanidad de Dios” se hace humanamente
visible la bondad divina no simplemente la bondad humana que subyace a “la vida de gracia”
es que el acompañante tiene que ser personificación existencial de Jesús perpetuando en sí
40
las exactitudes de Jesús que durante su vida mortal realizó en ese mismo oficio, esas actitudes
las comunica el espíritu al acompañante.
Para ayudar en este servicio vamos a exponer las actitudes o cualidades del acompañante, así
como las deficiencias en que puede caer, tanto las cualidades como las deficiencias del
acompañante podrían afectar a la única relación verdaderamente importante la del Espíritu
Santo discípulo más que la de acompañante acompañado lo fundamental no son las técnicas
que utilice el acompañante sino sus actitudes personales por eso la persona que acompaña
espiritualmente a otra debe ser una persona imbuida de las actitudes básicas que se pueden
resumir en 3: Congruencia, aceptación incondicional y empatía actitudes son tendencia
contante que se adhieren como hábitos a la personalidad.
41
terceros planos es lo que se llama “el acuerdo interno de la persona”. El
desacuerdo es que no coincidan las vivencias profundas, (por ejemplo,
agresividad, cariño, ternura) con lo que conscientemente se está captando por
ejemplo conscientemente se está captando cariño, pero en el fondo lo que se siente
es agresividad.
“Por tanto todo ayudador o acompañante tiene que ser una persona
fundamentalmente sana sin padecer represiones que le impidan conectar con su
yo más profundo” si el acompañado despierta un gran rechazo en el acompañante
mejor que no se comprometa el acompañamiento, es decir que si no nos vamos a
llevar bien que si yo siento fastidio molestia por este acompañado es mejor que
suspenda ese encuentro que se podría dar, todo esto no significa que el
acompañante debe manifestarse sus sentimientos solamente si impide la
comunicación o empatía; hágase pero no en forma de desahogo, sino con el deseo
de aclarar y profundizar sacando a la luz lo que está pasando entre ambos.
Deficiencias
Respecto a esta primera cualidad del acompañante a saberse madurez y equilibrio se podrían
dar las siguientes deficiencias:
42
aceptar su realidad de una manera fría e impersonal sino al contrario con calor y cordialidad
que nacen del aprecio y estima reales como hermano querido precisamente este amor y
respeto lleva a no evaluar sus conductas concretas. Hay que tener estima, cariño, aprecio a la
persona acompañada y a la vez neutralidad frente a sus hechos y actuaciones concretas; este
aprecio y estima que tiene el acompañante por el acompañado tiene que mostrarlo por los
medios oportunos y manifestar una confianza plena en la sincera voluntad del acompañado
como lo expresó Jesús con Natanael en Juan 1, 47. Si se deja transparentar la menor
desconfianza se acabó el acompañamiento si el acompañado se siente acogido y juzgado con
benignidad se expresará con más facilidad, así se permite al “acompañado” el descubrirse
desde si mismo sin estar influenciado por “prejuicios” del acompañante y así también del
“acompañado” sintiéndose ciertamente aceptado aceptará también las orientaciones,
sugerencias del acompañante.
Como consecuencia de esta actitud básica se siguen la siguiente regla de San Ignacio que
enseñaba que no hay que llevar necesariamente por su propio camino personal el proceso
espiritual de los demás; hay que ayudar a los demás para que sean suficientemente autónoma
y procurar, aunque sea difícil lograrlo se vea realmente imparciales saber adaptarse a cada
persona.
3. “La empatía” es captar el mundo del otro desde el otro desde su marco de referencia,
desde su perspectiva personal, ser capaz de ponerse en la situación de la otra persona
captando en cuanto sea posible su mundo interior su manera de sentir y vivir lo que está
contando. No es por consiguiente simpatía (identificación emocional) sentir lo mismo que
siente el otro (si el otro está alegre sentir alegría). No es entender las vivencias del otro a
partir de las vivencias propias la empatía es como una escucha activa así captando la realidad
del acompañado puede orientar para esto el acompañante necesita el don de cierta intuición
espiritual fruto de dos elementos finura de percepción psicológica (igual a tener antenas)
incierta con naturalidad con el sentir y actual del Espíritu Santo. La primera quizás es un don
de la naturaleza, pero la segunda no es posible sin el hábito de la oración y la renuncia de sí
mismo.
43
4. “Otras cualidades del acompañamiento” son:
1. Su disponibilidad tiene que ser localizable por decir si estoy en otro país y
aquí son las 8 de la mañana allá son las 4 de la tarde va a ser un poco difícil que
nos podamos encontrar.
2. Su capacidad de auto-evaluación periódica; tener conciencia de que la “obra”
es de Dios el acompañante solo es instrumento por eso tener total confianza en el
Señor.
3. Al ejercer su ministerio en una gran humildad sin engreírse por los éxitos
reales o aparentes.
4. Saber estar junto al acompañado en las pruebas purificadoras de la fe.
5. Hacer que el acompañado sepa leer su propia vida como entre comillas
“historia de salvación”.
Muchas cosas más pueden decirse un autor enumera 25 características propias de
quien este llamado a este ministerio podría ser interesante enumerarlas, pero con
todo añadimos algunas más:
- Capacidad de inspirar animando.
- Sentido realista y equilibrio de las cosas.
- Personalidad suficiente para no dejarse conducir y manejar por aquellos
mismos a quienes tratan de ayudar.
- Espíritu de fe con convicciones serenamente radicales.
- Madurez afectiva que le haga ocupar su puesto legalmente.
- Capacidad de comunicarse.
- Entender mucho, hablar poco, escuchar.
- Enseñar más con su ejemplo que con sus palabras.
- Don de ganarse la confianza favoreciendo la apertura de corazón.
- Acomodación a las disposiciones del acompañado, tanto en sus intervenciones
y en la medida de sus consejos.
- Suma reserva sobre las confidencias que reciben sabiendo guardar el secreto.
- Recordamos finalmente que UNO es el maestro y que todos tenemos que
aprender de Él.
44
C. DEFICIENCIAS EN EL ACOMPAÑAMIENTO POR PARTE DEL
ACOMPAÑANTE
2. No caer en actitud de creerse el que lo sabe todo. No se trata de hacernos los expertos,
los únicos capaces de discernir hay de nosotros si tratamos de acaparar el discernimiento y
además hay de nosotros si tratamos de discernir con puros criterios humanos sin estar en una
actitud continua de apertura al Espíritu de Dios.
4. No creerse por ser acompañante padre de nadie. La vida espiritual que tiene que
cuidar y ayudar a crecer el acompañante no es trasmitida por él sino por el Espíritu Santo por
eso no es correcto hablar y menospreciar o sentir que el acompañante “se reproduce” en otros
o que logra una “transferencia de vida” este sentido hay que aplicar las palabras de Jesús:
“Uno solo es vuestro padre el del cielo” Mateo 23, 9. No sólo se transmite la vida sino ni
siquiera el crecimiento que es solo de Dios. 1 Corintios 3, 5-9. Si al director espiritual se le
llama “padre” no es por transmitir la vida sino por cuidar la vida como hacen los padres de
la tierra con sus hijos y que van creciendo por sí mismos y no por los cuidados del padre,
tampoco los acompañantes son “vendedores ambulantes” con “recetarios” por cuenta propia.
45
D. LA RESPUESTA DEL ACOMPAÑANTE
46
3. Objetivo de la respuesta
La respuesta del acompañante tiene un doble objetivo para con sus acompañados el de
informar y proponer cuando el acompañado:
47
acompañante no es tanto informar (solo lo mínimo necesario, más bien la
información se tendrá en el acompañamiento grupal) cuanto de proponer
conforme a lo consultado; proponer no es sinónimo de imponer es más bien
“aconsejar”.
E. CONCLUSIÓN
Finalmente, la figura del acompañante se podría sintetizar diciendo que debe ser acogedor
como el Padre, hermano como el Hijo porque se refiere al Padre celestial y al hijo que es
Jesús y estimulante como el Espíritu aquí vemos la acción del Padre del Hijo y del Espíritu
Santo.
El acompañante debe imitar la acción de la santísima trinidad en los hombres cuando del
Padre debería tomar la idea de que “el otro (el acompañado) debe ser más “si mismo” en el
deseo que llegue a forjarse un proyecto personal; de Jesús tomar la idea de que su humanidad
debe hacerse hermano en camino “humano acompañante” nunca Jesús provoco dependencias
que alteraran la personalidad de cada discípulo “ustedes han sido llamados a la libertad en el
amor, háganse esclavos el uno del otro” Gálatas 5, 13; del Espíritu la idea que Dios es
suscitador de vida el acompañante puede asemejarse en lo de alentar y suscitar vida interior
y así se podría considerar el acompañamiento a modo de “sacramento de la comunidad” como
dicen los teólogos ósea “signo y causa” de lo que el Espíritu de Dios realiza, instrumento
para que Cristo se forme más profundamente en otros hermanos.
Lo principal que debe conseguir el acompañado para que el acompañamiento sea eficaz en
él, es el convencimiento del valor del acompañamiento debe sentir el acompañamiento no
48
como una imposición sino como un instrumento del Señor para su santificación, el verdadero
agente de su santificación como varias veces has oído es el Espíritu Santo el que “da el
incremento”. Tu verdadero acompañante es Jesús por su Espíritu a quien tienes que ver en tu
hermano acompañante tienes que profundizar en lo que significa el acompañamiento para ti
en esta etapa de tu vida espiritual.
49
2) Tienes que recordar que el acompañamiento es importante para la restauración
de la vida comunitaria.
3) Ser acompañado significa una parte de tu compromiso con Dios y la
comunidad para poder avanzar en el camino de fe y de santidad por tanto forma
parte de tu compromiso o alianza comunitaria.
4) Una sana relación de acompañamiento te ayuda a conocerte en la forma
correcta, te edifica, te hace sentir el aprecio de los hermanos, permite que te
observan y corrijan con amor.
5) Permite una identificación en penas y alegrías brinda mucho apoyo y te libera
de las autocompasiones, permite relaciones fuertes en la comunidad.
6) Debe tener en cuenta que en el acompañamiento entra además de la terapia
natural el “dato de la fe”, es decir la acción de Dios en la persona algo análogo al
sacramento de la reconciliación.
b) Conclusión
Por eso la figura de un hermano que se pone a tu lado como acompañante del
camino se impone incluso como necesidad se puede decir en general que todos
los hombres necesitamos de algún pedagogo espiritual que nos acompaña en el
camino hacia la perfección, pero tratándose de una exigencia de perfección deben
nacer de ti el deseo de hacerte ayudar; este deseo es fruto de humildad cuando
este deseo no existe conviene aconsejar.
B. DISPOSICIONES EN EL ACOMPAÑADO
Una vez convencido del valor del acompañamiento se requieren ciertas disposiciones que te
faciliten la práctica de optar por el acompañamiento es una decisión que libremente elegirá
y supone.
50
3) Ser fiel y asistir puntualmente a la reunión de acompañamiento grupal o
individual esta fidelidad al ritmo de los encuentros será otro dato para calibrar el
deseo de seguir en el crecimiento personal, humano y cristiano.
4) Estar sujeto a tu acompañante respetando el compromiso adquirido no
siempre significa obediencia, pero si una actitud de docilidad a sus orientaciones;
es por tanto algo importante dentro de las normas o lineamientos de la comunidad
que debes cumplir con seriedad no es una rutina más a la que te tienes que someter
para todo ello necesitas una gran dosis de humildad.
Supuesto que has penetrado en la importancia y valor del acompañamiento y tienes toda la
buena voluntad a lo que lleva consigo el acompañamiento, puedes pasar a revisar tus
relaciones como acompañado con tu acompañante:
51
dirección de una persona su acompañante a quien debe ver como un representante
de Dios.
5) También debes recordar que tu acompañante ve por tus intereses y no por los
suyos que está tratando de ayudarte por eso debes tener para él una visión positiva
y pedir a Dios amor para él, vale la pena que recuerdes que tu acompañante no lo
sabe todo, pero lo que no lo sepa lo averiguara para ayudarte.
6) El acompañado debe orar antes del acompañamiento para que su acompañante
tenga la sabiduría que le permita orientarlo de la mejor manera posible y que él
mismo tenga la gracia para comprender y aceptar la orientación y llevarla a la
práctica.
En esta misma enseñanza en el literal b sobre las consecuencias del acompañamiento para el
acompañado se tocó este punto de la autoridad que se menciona. Ahora vamos a aplicártelo:
Pregunta: ¿Qué autoridad tiene acompañante? La necesidad para cumplir con su cometido
correlativamente a la autoridad es la obediencia o sometimiento a dicha autoridad; en el
acompañamiento dicha autoridad y obediencia se ejerce a través de la orientación del
acompañante al acompañado en la conversación o entrevista entre ambos. Desde antiguo en
52
la práctica “del acompañamiento” sea distinguido entre la inversa “obligatoriedad”
llamémoslo así de las orientaciones dadas.
Llamado dirección
Es dar una orden que se espera sea obediencia y cumplida con responsabilidad diligentemente
y con gozo se da este caso cuando el acompañante lo juzga necesario por la importancia o
gravedad del caso, por ejemplo, si el acompañado trae como tema del acompañamiento un
negocio que se está realizando y el acompañante descubre que en ese negocio hay injusticia
aunque no sea consciente por parte del acompañado puede darle la orden de suspender el
negocio hasta que consulté bien con su experto (de ordinario un sacerdote) que le aclare la
injusticia del negocio.
Acuerdo
Son las decisiones que se toman en el acompañado sobre un área específica y que luego que
se ha dialogado con profundidad deben ser cumplidas cabalmente; se da este caso cuando el
acompañado lleva como tema del acompañamiento un área específica sobre la que quiere
tomar alguna decisión por ejemplo, el acompañado trata sobre la comunión diaria el
acompañante discierne dialogando con el acompañado sobre si dispone de tiempo, si
interferiría con sus deberes y obligaciones.; si el templo o capilla está cerca o lejos, etc. Si
analizando todo se decide que si el acompañado debe cumplir y dar cuenta a su acompañante
como lo está haciendo.
Consejo
Son criterios que da el acompañante sin que tengan el carácter de obligatorio, el acompañado
puede o no aceptarlo; siempre informará al acompañante su decisión antes de ejecutarlo.
Opiniones personales
Son criterios que dejan en total libertad al acompañado de aceptarlas o no; no tiene la
obligación de informar al acompañante antes de tomar la decisión. Estas 2 formas (consejos
y opiniones personales) son las formas ordinarias de actuar del acompañante en las
entrevistas como se diría en la enseñanza siguiente de la “entrevista”. El acompañante
aconseja u opina sobre el tema tratado en el acompañamiento, por ejemplo, al revisar la
53
“ordenación del tiempo” el acompañante da el “visto bueno” a la distribución del tiempo
presentada por el acompañado y le orienta sobre como ir mejorando su cumplimiento.
“Al acompañar a las personas en la fe el Señor nos pide que no cambiemos su verdad” si
nuestros hermanos que quieren crecer en la fe y ser verdaderos discípulos de Jesús no pueden
esperar la verdad de nosotros de quién la podrían recibir. Hablar con la verdad puede ser muy
doloroso pues nos lleva al tema tan delicado de la corrección fraterna, la capacidad de corregir
fraternalmente con espíritu evangélico en su uno de los signos más claros de la madurez de
la fe, no es corrección fraterna en sentido evangélico cuando “le decimos sus verdades” a las
personas porque nos caen mal, nos estorban o porque nos queremos vengar, etc.
54
acompañamiento en el “acompañante” para que se den las 2 anteriores cualidades
de verdad y amor y también en el acompañado para que tenga la suficiente
humildad para reconocer su falta en la “corrección” y aceptarla con el propósito
de enmendarse; hay que notar también respecto del acompañante que cuando note
algo que habría que corregirse en su acompañado antes de afrontar la corrección
fraterna vaya preparando el acompañado de una manera indirecta para que el
mismo llegue a descubrir aquello que necesita corrección y pida el mismo la
ayuda para superar la dificultad.
El desarrollo de esta entrevista puede ser más o menos como un diálogo y para ello vamos a
desarrollar.
A. DIÁLOGO INTERPERSONAL
El acompañado ayudara con una actitud adecuada para que el acompañante tenga
conocimiento del tema o problema que se está tratando. El acompañado no debe mantener
poses ni guardar su imagen para que el acompañante lo pueda orientar según sus necesidades
reales y no solo por apariencias.
55
El acompañante debe buscar conocer la voluntad de Dios respecto al tema o asunto tratado
en la entrevista valiéndose de sus conocimientos bíblicos, eclesiales y experiencias
personales propias o ajenas respecto de las circunstancias del acompañado.
La comunicación además de clara y precisa debe ser respetuosa por ambas partes. Por parte
del acompañado debe mostrar respeto, amor, atención y darle toda la importancia; no dar esa
impresión de que nos va ni nos viene.
Por parte del acompañante debe tener una actitud amistosa fraterna de interés e importancia
en el momento de la entrevista esta será la primera prioridad debe ser franca y directa en un
marco de delicadeza y amor
- Confidencialidad.
- Confianza - cordialidad.
- Claridad
1) Actitud de confidencialidad
1. Justicia existe un secreto, que se llama profesional y que obliga bajo pecado
grave el acompañamiento cae bajo este secreto.
2. Porque es el punto neutral neurálgico de la vida de un grupo protege a todos
los miembros.
3. Porque si no existiera la confianza suficiente de que se va a guardar el secreto
el acompañamiento seria superficial, este secreto no compete sólo al acompañante
sino también a los acompañados todos deben saber y vivir la importancia de este
silencio. Cada uno debe velar celosamente por el buen nombre de cada uno de sus
hermanos. En esta área hay que ser muy delicados ya que los errores generan
graves malestares.
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4. Dentro de la actitud de confidencialidad la única instancia que hay para
comunicar algo del acompañamiento es contarlo al sacerdote bajo secreto de
confesión; se aconseja que de tener que hacerlo sea con un sacerdote que pueda
comprender la vida y la marcha de la comunidad.
Hay unas actitudes incorrectas, hay falta de confianza de parte del acompañado cuando tiene
ideas preconcebidas respecto a su acompañante no está preparado intelectualmente para
dirigirme es lo que podría pensarse; es ignorante en muchos aspectos; le haré caso sólo en lo
que sabe; él no tiene mis problemas pertenece a otra época; ya he dado problemas a otros
acompañantes podría esté conmigo.
3) Actitud de claridad
Al poner nuestras vidas en la luz estamos en comunión unos con otros. Permitimos romper
con la mentira la hipocresía la verdad a medias; es difícil poner tu vida a la luz, pero debes
hacerlo si deseas ser sanado y santificado; es importante comprender que los hermanos
protegerán celosamente tu buen nombre, poner a la luz a tiempo áreas en conflicto; ser
amplios en la información sobre un área en particular cuando lo requiere el acompañante;
claridad también del acompañante en decir realmente lo que piensa y en dar una evaluación
justa y correcta.
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Como actitudes incorrectas tendríamos algunas personas ansiosas, inseguras o con complejos
de rechazo; caen en la mentira; en el halago exagerado; en el exceso de confianza; quieren
tener siempre la razón en todo; se manifiestan con rodeos o indirectas.
C. REALIZACIÓN DE LA ENTREVISTA
a) Dominio afectivo
b) Ser concretos
Hay que llevar al acompañado a que presente dichos y juicios concretos y no impresiones
generales, vagas que resulten de ordinario, falsas, inútiles y depresivas que no se contente
con decir todo me va mal la oración ha sido un desastre, sino en concreto en tal ocasión no
he sido generoso por tal motivo. Por pereza no he sido puntual en el cumplimiento de tal
deber o compromiso, he descuidado tal preparación para la oración. Entonces el acompañante
a la luz de Dios podrá ayudarle también concretamente y así también el acompañado se irá
acostumbrando no juzgarse a sí mismo desde si mismo sino a refugiarse en el juicio de Dios
que el acompañamiento trata de conocer y expresar.
3 ADVERTENCIAS
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Cuando el acompañado confiesa sinceramente lo malo que ha cometido o que hay en él hay
que acoger esta confesión con indulgencia como algo comprensible dentro de las limitaciones
humanas muy lejos de una censura o reacción cargada de espanto, aspereza o turbación de
modo que esa misma serenidad se le infunda al acompañado hay que ir habituándolo a
reconocer su propia malicia pero a la luz de la misericordia de Dios, misericordia que se
deben reflejar visiblemente en el acompañante que se acostumbra a reconocer con paz como
compuesto de espíritu y carne que sepa acoger con serenidad sus defectos aceptando sus
limitaciones humanas y sintiendo así más la necesidad de tener siempre de Dios y no se ponga
nervioso e irrisible volviéndose insoportable así mismo; esto es una señal del auténtico
progreso espiritual acoger los propios defectos sinceramente detestados en lo que tienen de
ofensa de Dios con humildad y fe.
b. Como tratar “lo bueno”. En cuanto a las cosas buenas que manifieste el acompañado
hay que saber seguir animándolo induciéndole mayor confianza en la dignidad de su persona
y en el Señor que lo utiliza para dichas cosas; cosas buenas hay que evitar que se llegue a
engreír por ellas y excederse y entregarles más tiempo que el que debe darle y sobre todo
mantenerlo en humildad sabiendo que todo ello viene de Dios así se expresaban en los santos.
Santa Teresa dice: “Mirando como cualquier obra buena que hagamos no viene su principio
de nosotros sino de la fuente de Dios”. San Ignacio dice: “Yo, para mí me persuado que antes
y después soy todo impedimento y de esto tengo mayor contentamiento y gozo espiritual en
el Señor nuestro por no poder atribuir a mi cosa alguna que parezca bueno”.
Los santos consideran que todo este tratar al acompañado no es cosa personal es una gracia
de Dios y que somos simple y sencillamente imperfectos como todos, pero es gracias de Dios
que podamos llevar a efecto el acompañamiento. No hay que pretender inducir
prematuramente una humildad espiritual madura cuando aún no es tiempo para ello, al
principio la humildad cristiana se expresa en la sincera apertura de sí mismo y en la docilidad
en el acompañamiento.
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D. LA RESPUESTA
2) La orientación
Después de este dialogo de esclarecimiento que podría equivaler “a juzgar” del método hay
que concretar, actuar según el método en algo el resultado de la entrevista; el acompañante
trate de discernir no por propia estrategia sino acudiendo interiormente a la luz del Espíritu.
Que orientación o consejo dar al acompañado, el acompañamiento no es una magia de
respuestas automáticas ni siquiera en el campo espiritual a veces, aunque el acompañante ve
cuál es la respuesta no siempre es prudente proponerla inmediatamente o en esa ocasión
porque ve que no le haría bien al acompañado en esas circunstancias. A veces es más
conveniente que el acompañante pregunte acompañado qué te parece cómo vas cómo crees
que agradarías más a Dios. El acompañante debe animarle y llevarle poco a poco a que el
mismo acompañado busque, juzgue y plantee lo que debe hacer, así entre los dos se puede
concretar el resultado de la entrevista.
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3) Tonalidad de la respuesta
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E. LA ENTREVISTA DE JESÚS CON LOS DE EMAÚS-MODELO DE
ENTREVISTA (LUCAS 24, 13-33)
Analicemos ahora de nuevo la entrevista de Jesús con los dos discípulos de Emaús a la luz
de lo expuesto anteriormente de parte de Jesús que es el acompañante.
De parte de Jesús los escucha sin cortarles, sin censurar sus palabras, deja que suelten cuanto
llevan dentro, aunque sus discursos son desatinados. Versículos 25 y 27: Cuando los dos han
desahogado.
En los versículos 32 y 34: Conversión entusiasta a la comunidad. Jesús no había dado ninguna
orden sino “había despertado el impulso” en base a lo que quería obtener.
F. DEFICIENCIAS EN LA ENTREVISTA
La entrevista debe servir para discernir esclareciendo el proceso de conversión o cambio que
debe ir dándose en el acompañado este cambio que necesita y realizando el acompañado se
puede obstaculizar por las siguientes deficiencias:
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1. La falta de experiencia. Este es un obstáculo que generalmente proviene del
acompañante en este caso el acompañante consulte con una persona de mayor
experiencia de acompañamiento también es bueno hacerse autoevaluaciones
periódicas, orar para que el Señor le ayude en su servicio de acompañantes; en
cuanto al acompañado considere que su acompañante no tiene la suficiente
experiencia o preparación debe exponer el caso a la autoridad competente y
atenerse a lo que determinen
2. No tomarlo con toda responsabilidad si esta falta de responsabilidad es del
acompañante entonces debería meditar en la parábola de los talentos y considerar
que este servicio de acompañamiento es una misión que el Señor le ha
encomendado para el adelanto de personas muy queridas de Él; si esta falta es del
acompañado sería bueno que volviera a reflexionar lo que se dijo cuando se habló
del acompañado sobre “la toma de conciencia del valor del acompañamiento”
especialmente considere que esa actitud de falta de responsabilidad es una demora
que el mismo pone a su avance espiritual e indirectamente al desarrollo de la
comunidad.
3. Falta de comprensión ya sea del acompañante como del acompañado.
Falta de visión del acompañante sobre los cambios que el Señor desea del
acompañado.
Falta de confianza y de persuasión en el acompañado de que la orientación del
acompañante sea la conveniente.
El no llegar a capacitarse en la entrevista por no haber dado el diálogo suficiente
ya sea por parte del acompañante por no hacer las pertinentes preguntas o por
otros motivos y entonces no saber dar la orientación necesaria; ya sea por parte
del acompañado por no haber comprendido bien la orientación dada por el
acompañante.
4. Miedo tanto por parte del acompañante como del acompañado
Del acompañante miedo a no hacerlo bien, por no estar preparado o no tener las
cualidades para ello y este sentimiento de miedo le puede inhibir y no poner de
su parte todo lo que tiene de positivo o sea quiere decir que se está restringiendo.
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Del acompañado miedo de no saberse expresar para que le entienda el
acompañante; miedo sobre todo al principio de lo que es el acompañamiento y
sobre todo del acompañante que le haya tocado.
5. Abuso de autoridad por parte del acompañante
o Imposición
o Autoritarismo
o Dominación
o Intimidación
6. Deformaciones en la acompañante
3. Quien todo lo arregla con la oración sin afrontar problemas reales, humanos o
conflictos psicológicos.
4. Quien considera a sus dirigidos como muy suyos, sometidos y sin libertad.
2. Verlo como “fiscalizador” ante quien tiende a “justificarse” como el otro me está
fiscalizando cada cosa cada circunstancia entonces qué hago yo justificarme, también está
mal
3. Verlo como “bien hechor potente” que puede sacarle de todo apuró entonces
instintivamente trata de tenerle contento para obtener favor.
4. Verlo como “el padre” que decide todo por él rehuyendo toda responsabilidad de sus
decisiones.
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5. Verlo como un simple “profesional” que le aclara todos sus problemas.
1. Ironía.
2. Doble sentido.
3. Rodeos.
El concilio vaticano II dice: “todos en la iglesia son llamados a la santidad según la palabra
del apóstol” “porque está en la voluntad de Dios vuestra santificación” (1 Tesalonicenses 4,
3; Efesios 1, 4). Esta santidad se suele llamar también “perfección o madurez cristiana” así
por ejemplo “Y cuanto somos perfectos tenemos estos mismos sentimientos” (Filipenses 3,
15 y Colosenses 1, 28). Este ideal de santidad consiste:
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2. En alcanzar un conocimiento cada vez más claro de la voluntad de Dios para
cada uno.
3. En poner en práctica esa voluntad o sea en guardar siempre la palabra, para
eso es necesario una comunicación íntima con el Padre por mediación de Jesús
conducido por el Espíritu Santo.
b. Mediación de Jesús.
Por eso Jesús pudo exclamar “el Padre que me envío me encargo lo que debo
decir…” (Juan 12, 49) y puede reclamar contra aquellos que la escuchan, pero no
la obedecen “al que escuche en mi palabra, pero no la obedece…” (Juan 12, 47).
Jesús fue modelo en cumplir la voluntad del Padre “te he glorificado en la tierra
cumpliendo la obra que me habías encargado” (Juan 17, 4). “Jesús les dijo: mi
alimento es hacer la voluntad del que me envió y llevar a cabo su obra”. (Juan 4,
34).
Perfecto es también el conducido por el Espíritu de Dios que nos ayudará a ser
dóciles al Padre y a cumplir su voluntad, “y cuando venga Él, el Espíritu de la
Verdad, nos introducirá en la verdad total…” (Juan 16, 13-15). (Todos aquellos a
los que dio el Espíritu de Dios, esos son hijos de Dios) (Romanos 8, 14).
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3. Pureza de corazón
Para ello hace falta en el hombre la rectitud y pureza de corazón. Esta pureza y rectitud del
corazón es también don Dios por la comunicación gratuita de su Espíritu concedido por la
obligación de la sangre de Cristo.
“¿Y quién pudo conocer la voluntad, si tu no le hubieras enviado de lo alto tu Espíritu Santo?”
(Sabiduría 9, 17). La rectitud de corazón se opone a la rectitud legal y es el comportamiento
en cuanto proceden de la ley interior; la ley del Espíritu es la ley del amor; la rectitud del
corazón consiste:
1. En la plena docilidad a las mociones e inspiraciones del Espíritu Santo que presupone
una doble disposición; cuales son estas dobles disposiciones:
“Ministerial” porque desde un principio, desde las primeras comunidades cristianas suscita
el espíritu carismas y “servicios” o ministerios para ayudar en este caminar cristiano hacia la
meta de la perfección.
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“Subsidiaria” porque su misión está subordinada a la del verdadero conductor o director que
es el Espíritu Santo.
a. Deber de la iglesia.
La vida espiritual, lo mismo que su crecimiento procedente del Padre por Jesús en el Espíritu;
Jesús es la vida y el Espíritu es el alma de la iglesia; y es por la vida y por el alma como se
vive crece, pero la iglesia, tiene que ayudar a este crecimiento. Por me medio de la
administración de los sacramentos (liturgia), por sus enseñanzas e instrucciones y por su
gobierno y dirección ayuda al nacimiento y crecimiento de esta vida.
Para que esta vida dada por Dios pueda vivificar y hacer crecer al Cuerpo se necesita, además
de la acción de Dios, la cooperación individual de cada uno de las “partes” del Cuerpo, es
decir de cada cristiano así, todo cristiano debe aportar abriéndose a la gracia (ósea la corriente
de vida) siendo dócil a la voluntad del Padre sobre Él y cooperando a las inspiraciones y
mociones del Espíritu, sin embargo, pueden darse las siguientes 3 actividades frente a la
iglesia:
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2. Abrirse a medias (cooperar en algo y rechazar algo) y entonces su vivificación
se paraliza, retrocede o crece débilmente, según sea su apertura a la iglesia.
3. O ser plenamente dócil a esa voluntad del Padre cooperando en su realización
y así irá creciendo hacia la madurez, perfección o santidad así pues en la iglesia
o Cuerpo de Cristo hay que distinguir:
- La cabeza que gobierna al cuerpo, imprimiendo desde lo alto y relativamente
desde fuera, el movimiento ordenado a los miembros en orden al bien común.
- Los miembros u órganos que trabajan o (sirven servicio igual ministerio) para
ayudar a mantener en buen estado de salud y hacer crecer el cuerpo.
- El espíritu vital, cuyo símbolo es la sangre que anima a la cabeza y los
miembros imprimiendo una inclinación espontánea e internamente docilizante, en
orden al bien de todos y cada uno.
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c. El ministerio del acompañamiento.
Se parece un poco al ministerio de la exhortación en su finalidad, porque sirve
para ayudar a mantenerse en el camino de la fidelidad al Señor, ayuda a la
perseverancia, pero se diferencia porque la exhortación es predicación a muchos
“sin tocar los problemas concretos de cada uno sino excitando en general a seguir
adelante; en cambio el acompañamiento es individual, es una acción inmediata
sobre cada uno se parece o corresponde al cuidado personal con que Jesús educó
pacientemente a sus apóstoles y a otros que se acercan (por ejemplo Nicodemo,
la samaritana) también se parece a la forma de actuar de San Pablo “advertimos
con insistencia cada uno y enseñamos a cada persona con mucha sabiduría, para
hacer a todo hombre perfecto en Cristo”. (Colosenses 1, 28). Desde que comienza
la vida espiritual, desde que se toma conciencia de la “vida nueva”, del espíritu
debe tener un seguimiento.
1. No solo colectivamente con una enseñanza y educación intelectual y moral
cristianas en vista a su crecimiento.
2. Sino también un seguimiento individual a través del acompañamiento. A este
ministerio alguien lo ha llamado “Ministerio del Espíritu”; “Más aún podría
llamarse ministerio del Espíritu ya que a él pretende servir cuando la Palabra a
llegado al cielo y el Espíritu está ya presente”.
Por todo lo expuesto anteriormente se sigue que este ministerio debe empezar desde el
comienzo y continuarse hasta el fin de la vida espiritual, al comienzo de su vida espiritual
ejercitándole en su vida de oración y en las virtudes teologales y moral y ordenando los
afectos del corazón.
Cuando el espíritu comienza a dirigir el fiel con influjo en cierto modo experimental se
requiere la asistencia humana para que siga dócilmente al espíritu le toca discernir las
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mociones del espíritu de los deseos de la carne o de los enemigos del alma y enseñar este
discernimiento al acompañado.
El que el Señor lleva al hombre sobre sus espaldas (Isaías 40, 11 y Lucas 15, 5), entonces
hay que ayudar a que se deje llevar manteniendo la paz y serenidad de espíritu y previniéndole
contra un posible exceso de actividad auto satisfactoria.
Habitualmente todo y el hombre entiende su voz habitualmente sin mediación del director
aún hay que ayudar prestando el auxilio a la fragilidad humana: Un cierto control espaciado
con la función de moderación y apoyo.
Al prestar su ayuda el acompañante tiene que tener presente los 2 principios importantes de
la vida espiritual primero la razón iluminada por la fe y segundo la moción del Espírito Santo.
Lo normal es insistir en la luz razonable de la fe. Aunque teniendo siempre abierto el corazón
a la posible acción del espíritu no se debe cerrar uno a esta moción de la razón de la fe.
Las ideas de este numeral están tomadas del libro de dirección espiritual y nos dice, aunque
este ministerio se ejercita y aplicada de modo individual se trata de un trabajo de eminente
resonancia social en efecto por tratarse de un ministerio espiritual.
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a. Terminó o coronación
El trabajo o acción pastoral sobre la multitud tiene que continuarse en cada individuo
personalmente para que sea más efectivo el fruto pues el rebaño del Señor es “grupo” no
masa o turba.
“Masa” Es un conjunto que actúan no por “sí mismos” sino por mecanismos de consignas,
emociones, etc. En el rebaño el pastor conoce a cada una de sus ovejas y éstas a su pastor
(Juan 10, 3 y Ezequiel 34, 16). Puesto que se debe llegar a ser grupo y no masa el ministerio
de la predicación.
“Se completa y termina por la formación individual asidua al paciente” (Hechos 9, 31) tal
fue el proceder de Jesús.
a. Un justo perfecto agrada más a Dios y lo glorifica más que muchos justos
tibios e imperfectos.
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b. Más agrada a Dios y le glorifica un predicador o maestro del espíritu que
convierte a un solo pecado llevándolo a la perfección que él que convierte a
muchos dejándolos tibios e imperfecto.
c. Hace cosa mejor y glorifica más a Dios el predicador o maestro de espíritu
que con su doctrina y ejemplo lleva a gran perfección a un justo imperfecto que
quien convierte a muchos del pecado dejándolos tibios e imperfectos.
En este último punto se va a tratar de algunas observaciones que ayudan en la práctica del
acompañamiento:
• Se refiere a actitudes fundamentales que hay que cultivar en el acompañado que son
como el soporte de su vida espiritual y que han estado implícitas en las enseñanzas de los
“crecimientos” a saber 2 dimensiones:
1. Vertical (crecimiento 1 y 3)
2. Horizontal (crecimientos 3 y 4)
1. Dimensión vertical
Las actitudes fundamentales que hay que cultivar son:
1) Amor a Dios
a. Adhesión personal a Cristo
Antes que la perfección personal del hombre con esto indicamos que primero va
el seguimiento de cada persona a Cristo Jesús.
b. Amor a Cristo
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Dentro del cuadro trinitario (Padre, Hijo y Espíritu Santo) Cristo revelación del
Padre por el Espíritu Santo que nos ilumina y enciende.
c. Cristo en nuestra fe, nuestra esperanza y nuestro todo “todo y en todo Cristo”
(Colosenses 3, 11).
2) El espíritu cristiano de fe
Que desde la profundidad del corazón debe subir a los labios del acompañante
debe informar el sentido íntimo de toda la vida del acompañado he ira impregnado
todos los ejercicios, trabajos, virtudes y comportamientos cristianos.
La paciencia “cristiana” no es simplemente no impacientarse, sino que es “reflejar
la paciencia de Cristo”.
La paz “cristiana” no es simplemente el sosiego interior sino participación de la
paz de Dios que supera a todo sentimiento (Filipenses 4, 7; Juan 14, 27; 2
Tesalonicenses 3, 16).
3) La purificación
- Ante los fallos, errores, defectos, faltas tenga una actitud cristiana.
- Ante la evidencia de la propia debilidad no se duela sola y principalmente por
el orgullo herido, sino que vaya sintiendo deberás la ofensa de Dios, junto con el
reconocimiento sereno, manso y humilde de su propia nada; que sería la
humildad.
- Sienta deseos de purificación creciente eliminando los obstáculos a la gracia
de Dios.
4) El amor y devoción a María
a) María ejerce un influjo materno en la vida espiritual de cada cristiano hermano
de su hijo Jesús.
b) Una sólida devoción filial intima que hace vivir en un clima saludable que
apacigua a todo cristiano.
c) Interiorización silenciosa a lado de su silencio, penetración del ministerio del
verbo encarnado y redentor: sentido de la cruz y amor abandono confiado.
5) La comunión de los santos
a) Tener comunión con ellos como hermanos nuestros que son.
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b) Leer sus vidas que nos orientan en la práctica cristiana y nos animan a
imitarlos.
2. Dimensión horizontal
2) La moderación
Tiene que purificar el fervor humano de las pasiones que pueden levantarse ya abiertamente
ya disfrazadas como ángel de luz (Se refiere al maligno) a veces camuflada bajo la apariencia
de fervor la ira se puede revestir de apariencias de celo por la gloria de Dios y también la
soberbia bajo el disfraz de realizar lo mejor para el Señor.
3) No hay que sofocar las iniciativas del acompañado ni siquiera hay que reformar o
corregir precipitadamente ciertos juicios equivocados que quizás tenga, sino que hay que
saber esperar el momento oportuno de enmendarlos, son excusables algunos de estos juicios
por la falta de experiencia del acompañado, aquí hay que usar el espíritu de indulgencia y
comprensión.
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5) Distinguir la sinceridad verdadera y la falsa
- Se oye decir “quiero ser sincero no siento ir a misa y por eso no voy yo voy cuando
siento” y así otras prácticas eso es una “falsa” sinceridad porque la sinceridad no es como en
esas expresiones se entienden es decir correspondencia entre la práctica y los sentimientos.
- La sinceridad es como la humildad él que dice que es humilde y se tiene por humilde
ya no es humilde, así también gloriarse de ser sincero cae en el fariseísmo (Lucas 18, 9-14).
La verdadera sinceridad consiste en reconocer lealmente en fe las exigencias del Señor, es
decir llegar a tener una convicción y decisión personal cristianas que lleven a la realización
fuerte y de liberadora de dichas exigencias se debería llegar a tener sentimientos
acompañarán gustosos a la práctica de dichas exigencias, pero si fueran contrarios serian
obstáculos a la sinceridad y no deberían ser seguidos estos sentimientos. Es mayor sinceridad
seguir lo que se cree, aunque no se sienta que seguir lo que se siente, aunque vaya hoy lo que
se siente, aunque vaya contra lo que se cree; esto vendría a ser cobardía. Los sentimientos en
sí no son buenos ni malos y además no depende el tenerlos o no tenerlos de nuestra voluntad;
hay que saberlos educar para que nos sirvan; los sentimientos están en nosotros, pero no son
nuestros si no los asumimos haciéndolos nuestros; son como las tentaciones que solo son
pecados cuando aceptamos cometer la tentación. Los sentimientos entran en el grupo de los
afectos y de las tendencias que no todos son buenos, sino que se pueden “desordenar”, que
es lo que se llama la “concupiscencia”, que es consecuencia del pecado original. (1 Juan 2,
16-17).
La dificultad mayor en la vida espiritual suele ser la falta de constancia; en general hay mucha
generosidad a los comienzos, pero después se afloja y puede dejarse. El principal motivo para
ello es la falta del sentimiento que en algunos momentos acompaña a ciertos ejercicios
espirituales con frecuencia surgen interiormente la idea de que es inútil hacerlo porque no se
siente nada y así se abandona la oración porque no dice ya nada y también se alejan de otros
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compromisos básicos, entonces hay que insistir en el valor de la virtud “virtud árida”, que
significa el desierto pero esto da maduración y estabilidad para quién sigue insistiendo en la
oración, en el compromiso de la lectura de la palabra, en acudir a la comunión como alimento
aunque esté pasando por este desierto lo va a lograr tomados de la mano del Señor.
Los medios que se ponen para ir creciendo en la vida del Espíritu o ir creciendo en santidad
son solo medios, es decir colaboración humana a la acción principal de Dios o sea del Espíritu
por tanto el crecimiento viene sólo de Dios los medios son como el sembrar y el regar, “Yo
sembré, Apolo rego, pero Dios hizo crecer. Y no cuentan ni el que planta ni el que riega, sino
Dios que hace crecer” (1 Corintios 3, 6-7). La actividad del hombre es necesaria como
“disposición” apertura del corazón y del espíritu para que Dios haga crecer, pero este
crecimiento viene solo de Dios, entendamos bien el crecimiento viene sólo de Dios esta
disposición se debe tener en todos los actos espirituales que se realicen, así en la recepción
de la eucaristía, el sacramento de la confesión o reconciliación, en la práctica de las virtudes
por ejemplo el dominio propio en la ira.
Es la actitud contraria a la anterior; si el crecimiento viene sólo de Dios para que entonces
molestarse en regar, no hagamos nada y esperemos con gran confianza que Dios haga que
vayamos creciendo en la vida de santidad sin que pongamos los “medios” que serían la
oración los sacramentos, este peligro “quietista” o sea de quedarse solo, suele venir como
fruto de desengaños personales por ejemplo respecto de la oración se puede pensar por mucha
oración siempre estoy lo mismo no veo crecimiento más vale dejar la oración y confiar sólo
en el Señor que me del crecimiento; otro de cansancio, de desilusión, de abandono.
La vida espiritual es la vida real con todos sus aspectos, pero vivida en el Espíritu Santo, toda
la vida es decir todos sus minutos todas sus actividades orar, comer, trabajar, dormir, etc.,
todas sus relaciones tienen que ser vida espiritual, es decir animada por el Espíritu Santo; o
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lo que es lo mismo vida cristiana, es decir como la vivió y enseñó Jesús como la viviría Jesús
si estuviera en este lugar.
Hay una expresión atribuida a San Ignacio que dice así; “Tienes que actuar como si todo el
éxito dependiera de tu esfuerzo, pero tienes que esperar como si todo el éxito dependiera de
Dios”. Con otras palabras, referidas a los tres peligros anteriores tienes que poner una
diligencia esperada en el ejercicio de actividad que realizas contra el quietismo sin poner la
confianza en él sino esperándolo todo de la gracia (contra el primer peligro).
Al par que los realices vitalmente en una perfecta integración personal esta sería contra el
tercer peligro.
Hay que hacerlo todo “en espíritu”, es decir comprendiendo que no viene la fuerza
santificadora de eso oración lectura de la palabra eucaristía sino solo de Dios por Cristo en
el Espíritu, pero usando al mismo tiempo de todos los medios conscientes de que describe la
fuerza de Dios apoyándose en esa fuerza y dejándose gobernar por ella que en todo su
ejercicio mantengan limpiamente su fe y su esperanza solo en Dios.
Tiene que acompañar la “actividad” con una participación personal total y cordial hay que
realizarlo excitando al efecto correspondiente.
a) Aborrece el pecado.
b) Desear conseguir las virtudes.
c) Preparar el corazón con amor y agradecimiento al recibir la eucaristía.
d) Realizar un esfuerzo sincero en las dificultades propias por ejemplo en la
oración, el ejercicio de la humildad y en la práctica de los compromisos para poder
vencerlas.
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Contra el tercer peligro
La vida espiritual tiene que encarnarse en toda la realidad del hombre que es cuerpo alma y
espíritu.
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le puede hundir en mayor depresión; nada hay en el fondo tan deprimente como el que
consideren a uno persona anormal e irresponsable.
“Pastoreo”
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b) También pastor es Pedro le dice Jesús: Apacienta a mis corderos (Juan 21, 15-17).
En ese texto Jesús sin dejar de ser el dueño del rebaño constituya pedro pastor de su rebaño.
c) También se llama pastores a los obispos. Cuídense ustedes y todo el rebaño a cuya
cabeza los apóstoles, Espíritu Santo como obispos para apacentar la iglesia de Dios.
(Hechos 20, 28).
e) También a los presbíteros se les llama que apacienten la grey de Dios (1 Pedro 5, 1)
f) Por último, en Efesios 4, 11 se incluyen a los pastores junto con otros servicios de la
primera comunidad así pues Cristo es quien dio a uno ser apóstoles, a otros profetas o aun
evangelizadores o bien pastores y maestros (Efesios 4, 4).
a. Cuando se aplica a Yahvé y a los reyes del antiguo testamento el oficio de pastor
equivale a “regir” al pueblo, también en el nuevo testamento tiene este sentido cuando se
aplica a Jesús a los apóstoles, a los obispos y a los presbíteros.
En conclusión
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conduciéndoles por el camino del bien y enseñándoles la verdadera doctrina. Ahora en la
aplicación concreta de este servicio a un grupo pequeño de ovejas o a cada oveja en particular
que es el “pastoreo” en un sentido parecido al del acompañamiento. La realizan otras
personas en comunión con los pastores jerárquicos que prestan este ministerio o servicio y
que de alguna manera se parece a lo que ha descrito como acompañamiento.
Discipulado
Esta palabra nace de macetes=discípulo, maestro y maestro tiene otra palabra Didascalós.
Encontramos en: Mateo 8, 19-21; Mateo 12, 38; Mateo 19, 16; Mateo 26, 25-49; esto es como
Rabí.
Ahora como rabboni está en: Marcos 10, 51; Juan 20, 16
Los maestros
Dentro de los maestros están los doctores, escribas, fariseos estos son los maestros del pueblo
judío.
En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos. Hacer pues y observar todo
lo que os diga, pero no imitéis su conducta porque dicen y no hacen (Mateo 23, 2-3).
Quieren que se les salude en las plazas y que la gente les llame rabí (maestro) uno sólo es
vuestro maestro (Mateo 23, 7-8 y Mateo 10, 24-25).
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Sentado en medio de los maestros de la ley escuchándolos (Lucas 2, 46).
Actualmente la dirección espiritual va tomando cada vez más las características del
“acompañamiento”, he aquí algunas de las causas de este cambio no sólo de nombre, sino
también de forma de realizarse esta ayuda para recorrer el camino de la fe.
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D) DIRECCIÓN ESPIRITUAL DE ACOMPAÑAMIENTO.
Como se comprende estos puntos corresponden a lo que hemos expuesto en los capítulos
anteriores.
84
El autor del artículo indica que es necesario una preparación los dirigidos
previamente a la dirección, pero independiente de ella.
“Existe una doctrina de la vida espiritual que debe comunicarse previamente se
trata de un presupuesto indispensable pero esta labor doctrinal no es específica de
la dirección espiritual si puede ser misión de la dirección la revelación progresiva
de lo que Cristo es en la persona del dirigido y lo que es para Cristo”.
La finalidad o tarea de la dirección es buscar, hallar y cumplir la voluntad de Dios,
el objetivo primero de la dirección es descubrir la voluntad de Dios, descubierta
sería un error intentar forzar la decisión como si el cumplimiento de la voluntad
de Dios dependiera de la presión que haga el director; el buscar, hallar y sobre
todo practicar la voluntad de Dios concierne propiamente al dirigido, la misión
del director es ayudarle a encontrar y animarle a cumplirla.
3. Contenido o temas a tratarse
“El autor se expresa así”
Los temas de la dirección espiritual se pueden simbolizar en estos términos oración, llamadas,
caridad y abnegación. Vamos a desarrollarlos:
1) Oración.
La oración engloba además de los ejercicios de oración todo aquello que hace
referencia a la unión con Dios; toda experiencia religiosa.
2) Llamadas “entendemos no sólo las llamadas que conciernen a vocación o
elección de estado de vida, sino todas las llamadas inscritas por Dios en nuestras
vidas que nos manifiestan su voluntad cada día más”. El director debe sensibilizar
al dirigido a captar estas llamadas a ayudar a discernirlas y a responder a ellas.
3) Caridad que también se conoce como amor o ágape.
Expresa el don de si a Dios y a los demás, el amor a Dios debe conducir a amar a
darse en los temas. Si la tarea de la dirección ayuda a descubrir las llamadas de
Dios debe ayudar a discernir las llamadas de la caridad.
4) Abnegación.
Es el complemento necesario de la caridad no hay don de sí mismo sin pasar por
la cruz sin la práctica de la abnegación y renuncia de sí mismo.
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Estos 4 puntos deben ser objeto de la dirección espiritual no deben evocarse en
cada conversación, pero sí de los 4 no aparece nunca, algo falta en la dirección
espiritual.
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5. El dirigido y la entrevista.
El material sobre el que debe tratarse la dirección espiritual es la conversación con lo que
conlleva la palabra y silencio para escuchar al otro. Dentro de éstas tenemos algunos literales:
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6. ¿Cómo dar la dirección espiritual?
Termina el artículo enumerando cinco actitudes fundamentales que hay que practicar en la
dirección espiritual
1) Oración
2) Desinterés
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un influjo el objetivo de la dirección no es el de hacer proselitismo en favor de
determinadas ideas o convicciones por buenas que puedan parecer es también
evidente que no se trata de ganar adeptos a determinados compromisos sociales o
intelectuales, hace falta estar indiferentes en todos los sentidos de tal modo que
aceptemos por igual que Dios conduzca a alguien hacia a aquello que nos parece
bueno como hacia lo que no desearíamos para ello.
3) Docilidad
4) La decisión
Debe tenerla el director sobre todo lo que se refiere a sí mismo esto supone un
trabajo serio e importante el no dejarse impresionar ni afectar por las confidencias
recibidas es una purificación del Espíritu no se trata de imaginar lo que es bueno
para tal persona ni de soñar, reflexionar alguna vez, orar es lo que toca.
5) La dirección
También es necesaria la dirección dijiste tal cosa hace meses y ahora dices lo
contrario; subrayar así las contradicciones con expresiones anteriores del dirigido
o del director, es delicado; se impone respetar a la persona en su relación con Dios
en el tiempo presente. Finalmente hay que mantener la vid creció ante terceras
personas esto es evidente teniendo en cuenta sin embargo que tal fuera el caso de
confección el director como cualquier otra persona tiene el derecho y a veces el
deber de pedir consejo naturalmente sin decir de quién se trata fuera de esto es
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necesario callar incluso en cosas que se hayan hecho ya públicas si se nos han
confiado debemos respaldarlas.
Otros servicios mencionados en el nuevo testamento tienen muy poca o ninguna relación con
el acompañamiento se pudieran mencionar entre estos servicios los siguientes:
Así se llama Jesús en Mateo 2, 6. En paralelismo con pastor “Porque de ti saldrá un jefe, el
pastor de mi pueblo Israel. El que manda como el que sirve (Lucas 22, 26). En los restantes
libros del nuevo testamento se suele traducir por “los que presiden o son dirigentes” (Hechos
14, 12; 15, 22; 1 Tesalonicenses 5, 13; Hebreos 13, 7; Hebreros 17, 24). “Y los tengáis como
dirigentes” (1 Tesalonicenses 5, 13). “Estén sometidos y obedezcan a sus pastores que cuida
del alma de ustedes” (Hebreos 13, 17). “Acordaos de vuestros dirigentes” (Hebreos 13, 7).
“Saludad a todos vuestros dirigentes” (Hebreos 13, 24).
Su raíz es proistámenos; “Os pedimos hermanos que tengáis en consideración a los que
trabajan entre vosotros y os presiden (proistámenos) en el Señor y os amonestan”. Y les
tengáis como dirigentes (egumenos) la mayor estima con amor por su labor (1 Tesalonicenses
5, 12-13). El que preside (proistámenos) con solicitud (Romanos 12, 8). En 1 Timoteo 5, 17
los que presiden son los “presbítero”. En 1 Timoteo 5, 17 los que presiden son los presbíteros.
3) Gobernantes o pilotos.
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1) Nuzetuntas los que amonestan o corrigen. “Os pedimos hermanos y os amonestan”
(1 Tesalonicenses 5, 12).
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