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ASOCIACIÓN PRIVADA DE

FIELES “COMUNIDAD
PENTECOSTÉS”

ESCUELA DE FORMACIÓN DE
SERVIDORES
ANA CADENA
PRESENTACIÓN
Es para mí un honor servir al Señor a través de estas enseñanzas, doy gracias a Dios porque
en mis inicios, los 5 primeros años de este caminar, recibí la ayuda del Padre Alberico Zanella
y cuando le dieron el envió a Bogotá, el Señor permitió que el hermano Reynaldo Endara
continuará en mi proceso de ayuda espiritual y sobre todo de sanación interior por 5 años
más.
Ahora cabe indicar que no fui solo yo sino algunos de los hermanos y hermanas que hoy por
gracia de Dios formamos el consejo comunitario; considero que, si no hubiéramos tenido este
acompañamiento que nuestro caminar no hubiera llegado a la madurez de los miembros
responsables de la comunidad y al crecimiento de nuestra comunidad con pastorales,
misterios, grupos de oración; además un agradecimiento especial al Señor por haber puesto
como asesor de la comunidad al Padre Francisco Ramos, quien contribuyó con los
lineamientos para que la comunidad pueda constituirse como Asociación Privada de Fieles
“Comunidad Pentecostés” y por su ayuda espiritual para muchos hermanos de nuestra
comunidad y para hermanos de la renovación a nivel nacional puesto que el Padre Ramitos
era el asesor nacional.

INTRODUCCIÓN
Para ello es necesario indicar que este libro sobre el acompañamiento es de autoría del Padre
Francisco Ramos o Padre Ramitos como lo conocíamos todos.
Dentro de esta formación espiritual de cada hermano y con la finalidad de seguir creciendo
se ve la necesidad de dar este tema como complemento a las exhortaciones de la Palabra de
Dios y de las enseñanzas de los maestros espirituales, ¿en qué sentido?, en el sentido de que
el hermano debe ayudar al hermano animándolo y apoyándolo en el camino de crecimiento
hacia la santificación personal se dice que gracias a la renovación como movimiento de la
iglesia, esa gracia que nos ha abierto un camino de crecimiento y que nos ha llevado de la
niñez a la adolescencia y la madurez.
¿Cuáles son estos signos de la madurez?
1) La formación de la comunidad.
2) La capacidad de evangelizadora. Siendo uno de los medios de crecimiento en general
y especialmente en la formación de comunidades es este acompañamiento espiritual.

1
Para muchos de nosotros ha sido de gran ayuda para llegar a la formación que el Señor
espera de cada uno de nosotros; esta ayuda se la hace mediante el pastoreo o discípulo
que se describe así: La esencia del carisma del pastoreo es el servir a nuestros
hermanos acompañándolos en su caminar. En este camino de fe y ayudando a que
esta fe crezca cuál.

En el año de 1981 Monseñor Carlos Talavera que publica en México un libro cuyo
título es “Crecimiento” donde escribe como ayudar a los demás a crecer; es con la
finalidad que podamos crecer espiritualmente, para cumplir este objetivo se necesita
además de la enseñanza esa relación interpersonal que es el acompañamiento al
hermano en su caminar en la fe.
Según monseñor Talavera estamos en la posibilidad de renovar una antigua tradición
de nuestra iglesia, en este momento en el que escasean sacerdotes, es la dirección
espiritual de parte de seglares con una sólida formación en la fe la que contribuyen a
ayudar a sus hermanos de comunidad y su respondemos con generosidad a este
llamado de Dios se transformará en una gran riqueza para nuestra iglesia católica nos
dice monseñor en la página 56 de su libro.

En el cristianismo este servicio del creyente hacia otro creyente que fue enseñado por
los apóstoles también es practicado en comunidades primitivas monásticas muchos
santos a lo largo de la historia de la iglesia se han caracterizado como maestros de
vida espiritual, este servicio se dio también en los seminarios e instituciones
religiosas, en movimientos de acción católica laicales y los seculares en general. Hoy
se siente la exigencia de volver a esta insustituible práctica del ejercicio de la
dirección del amor fraterno cómo se le llama en comunidad; para esto vamos a ver
unos puntitos.

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Contenido
PRESENTACIÓN ............................................................................................................................1
INTRODUCCIÓN............................................................................................................................1
CAPITULO 1: GENERALIDADES DEL ACOMPAÑAMIENTO .............................................6
A. ¿QUÉ ES ACOMPAÑAMIENTO? ....................................................................................6
B. NECESIDAD DEL ACOMPAÑAMIENTO ......................................................................6
1. Al proceso de cualquier vida natural: .............................................................................7
2. Puede compararse también a un camino ........................................................................7
3. El Evangelio usa también la comparación del discípulo ................................................7
C. OTROS NOMBRES: SU DIFERENCIA CON EL ACOMPAÑAMIENTO ...................7
1. Dirección espiritual y acompañamiento: ........................................................................7
2. Pastoreo, discipulado y acompañamiento: ......................................................................8
3. Consejería y acompañamiento: .......................................................................................9
D. EL ACOMPAÑAMIENTO EN LA BIBLIA Y EN LA IGLESIA ....................................9
1. Antiguo Testamento .........................................................................................................9
2. Nuevo Testamento: .........................................................................................................10
3. Historia de la Iglesia .......................................................................................................10
E. IMPORTANCIA DEL ACOMPAÑAMIENTO...............................................................11
1. Biblia: ..............................................................................................................................11
2. Santos Padres: ................................................................................................................11
3. Los autores espirituales: ................................................................................................11
4. Nos lo recomienda también la propia experiencia .......................................................12
5. Autores espirituales modernos ......................................................................................12
F. MODALIDADES DE ACOMPAÑAMIENTO ................................................................12
a. EN RELACIÓN CON EL CRECIMIENTO DEL ACOMPAÑADO: .......................12
b. EN RELACIÓN A LA CONTINUIDAD: .....................................................................13
c. EN RELACIÓN CON EL NÚMERO DE ACOMPAÑADOS: ...................................13
CAPITULO DOS: EL ACOMPAÑAMIENTO EN LOS COMIENZOS ..................................14
A. ACOMPAÑAMIENTO EN SENTIDO AMPLIO ...........................................................14
B. ACOMPAÑAMIENTO EN LOS DOS PRIMEROS NIVELES DE LA VIDA
ESPIRITUAL .............................................................................................................................15
C. ETAPAS DEL CRECIMIENTO ESPIRITUAL INDIVIDUAL .....................................17
D. TRIPLE ENCUENTRO O EXPERIENCIA. ...................................................................17

3
E. EL EQUIPO RESPONSABLE Y EL PROCESO DE DESARROLLO DEL GRUPO .18
F. CARACTERÍSTICAS DEL SERVIDOR O DEL EQUIPO RESPONSABLE. ............20
Las deficiencias que puede caer el equipo responsable del grupo .........................................20
CAPÍTULO 3: EL ACOMPAÑAMIENTO EN LOS SEMINARIOS ........................................23
Meta: Motivar a los responsables de grupos de la importancia de un acompañamiento inicial a
todos y cada uno de los miembros del grupo y facilitarles cómo debe hacerlo. ............................23
A) INTRODUCCIÓN ................................................................................................................23
B) ACOMPAÑAMIENTO EN LOS GRUPOS DEL SEMINARIO DE LA VIDA DEL
ESPÍRITU ...................................................................................................................................23
C) ACOMPAÑAMIENTO EN LOS GRUPOS DE LOS SEMINARIOS DE
CRECIMIENTO. .......................................................................................................................25
D) METAS A CONSEGUIR EN ESTOS SEMINARIOS. ......................................................28
CAPÍTULO 4: CONTENIDO O TEMAS A TRATARSE EN EL ACOMPAÑAMIENTO ...30
Meta: Dar una idea de cuáles pueden ser los temas o contenidos a tratarse en el acompañamiento
en los grupos maduros y/o comunidades, para ir consiguiendo una madurez, cada vez más
profunda de los acompañantes. .....................................................................................................30
A) INTRODUCCIÓN ..........................................................................................................31
B) JESÚS Y LOS DISCÍPULOS DE EMAÚS MODELO DE ACOMPAÑAMIENTO 32
C) TEMAS TRATADOS POR JESÚS Y LOS DE EMAÚS ............................................34
D) TEMAS CONCRETOS EN LAS REUNIONES DE ACOMPAÑAMIENTO ...........38
CAPÍTULO 5: COMO DEBE SER EL ACOMPAÑANTE ........................................................40
A. INTRODUCCIÓN ..............................................................................................................40
B. TRES ACTITUDES BÁSICAS DEL ACOMPAÑANTE ................................................41
C. DEFICIENCIAS EN EL ACOMPAÑAMIENTO POR PARTE DEL
ACOMPAÑANTE ......................................................................................................................45
D. LA RESPUESTA DEL ACOMPAÑANTE ......................................................................46
E. CONCLUSIÓN ...................................................................................................................48
CAPÍTULO 6: DEL ACOMPAÑADO .........................................................................................48
A. TOMA DE CONCIENCIA DEL VALOR DEL ACOMPAÑAMIENTO ......................48
B. DISPOSICIONES EN EL ACOMPAÑADO ....................................................................50
C. RELACIÓN ACOMPAÑADO - ACOMPAÑANTE .......................................................51
D. RELACIÓN DE AUTORIDAD (ACOMPAÑANTE Y DE SUMISIÓN
(ACOMPAÑADO) .....................................................................................................................52
E. VAMOS A INSERTAR TAMBIÉN COMO RESPUESTA DEL ACOMPAÑANTE:
LA CORRECCIÓN FRATERNA .............................................................................................54

4
CAPÍTULO 7: ¿QUÉ ES LA ENTREVISTA? ............................................................................55
A. DIÁLOGO INTERPERSONAL........................................................................................55
B. ACTITUDES CORRECTAS DE UNA ENTREVISTA ..................................................56
C. REALIZACIÓN DE LA ENTREVISTA ..........................................................................58
D. LA RESPUESTA ................................................................................................................60
E. LA ENTREVISTA DE JESÚS CON LOS DE EMAÚS-MODELO DE ENTREVISTA
(LUCAS 24, 13-33) .....................................................................................................................62
F. DEFICIENCIAS EN LA ENTREVISTA .........................................................................62
CAPÍTULO 8: ACOMPAÑAMIENTO Y SANTIDAD ..............................................................65
A) RELACIÓN ENTRE SANTIDAD Y ACOMPAÑAMIENTO ....................................65
B) RELACIÓN ENTRE SANTIDAD, IGLESIAS Y MINISTERIOS ............................68
C) LA AYUDA DEL ACOMPAÑAMIENTO Y SU IMPORTANCIA ...........................70
CAPÍTULO 9: ACOMPAÑAMIENTO Y BIBLIA .....................................................................80
A) DIFERENCIA DEL ACOMPAÑAMIENTO CON EL PASTOREO ........................80
D. DIFERENCIA DEL ACOMPAÑAMIENTO CON DISCIPULADO.............................82
D) DIRECCIÓN ESPIRITUAL DE ACOMPAÑAMIENTO. .........................................84
E) DIFERENCIA DEL ACOMPAÑAMIENTO CON MINISTERIOS O SERVICIOS
DE GOBIERNO. ........................................................................................................................90

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CAPITULO 1: GENERALIDADES DEL
ACOMPAÑAMIENTO

A. ¿QUÉ ES ACOMPAÑAMIENTO?

1. Es un servicio que presta un hermano acompañante, a otro hermano,


acompañado, para ayudarle en su caminar cristiano hacia el Padre.
Este servicio es doble:
 Acompañar al hermano en su caminar en la fe
 Y ayudarlo para que esa fe crezca
2. Es también una gracia. Alguien ha dicho que el acompañamiento es como un
sacramento, entendido en un sentido general y más amplio que el de los 7
sacramentos de la Iglesia.
Podría llamarse el sacramento de la comunidad, y, como todo sacramento, es
signo y comunicador de gracia. Signo precisamente de la gracia que comunica.
Por ser una relación de diálogo entre dos hermanos para ayudarse a vivir la fe, es
signo de “común-unión” de fraternidad, en la realización de la comunidad, y
comunica la gracia correspondiente de irse formando el “Cuerpo de Cristo” con
la misma acción que el Espíritu realiza de unir en iglesia.
Por eso el encuentro del acompañamiento no es una simple terapia, ni una
consulta, ni un rato de diálogo espiritual. Es eso como instrumento para que Cristo
se forme más profundamente en otros hermanos.

B. NECESIDAD DEL ACOMPAÑAMIENTO

La necesidad del acompañamiento se fundamente en la misma naturaleza de la vida


espiritual. En los cursos de “Crecimiento” se ha comparado la vida espiritual.

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1. Al proceso de cualquier vida natural:
“Para hablar de crecimiento es conveniente fijarnos en el símil de la planta
(animal, ser humano) que crece. El crecimiento de la planta empieza cuando la
semilla germina y de alguna manera podemos decir que no termina hasta que la
vida finalice. La planta crece cuando tiene buena tierra, agua, sol y abonos; pero
la razón fundamental es porque tiene vida. Los medios propician el crecimiento,
pero no son la vida, la cual es lo único que crece” (Monseñor Talavera).

2. Puede compararse también a un camino


Se necesita de “guía” para ir seguro y sin error por él.

3. El Evangelio usa también la comparación del discípulo


Es decir, del que quiere pasar de multitud a “discípulo” y proseguir avanzando de
grado en grado en este aprendizaje de “discípulo” que nunca se termina. Pues
bien, para comprender el “acompañamiento” y sobre todo al “acompañante” se
tiene que tener claro que el “acompañante” debe ayudar al “acompañado” por
medio del “acompañamiento” a ir recorriendo este camino o proceso espiritual.
La forma de ayudarle es distinta a los “comienzos” de la vida espiritual del
acompañado que cuando éste haya avanzado algunas etapas. De ahí la
importancia del saber conocerla etapa del acompañado para poder ayudarle. En
estas notas vamos a intentar dar orientaciones de cada una de las etapas de la vida
espiritual.
Ser acompañado por alguien y acompañar a alguien, debe ser aspiración de todo
verdadero discípulo. Vale a este respecto recordar 2 citas bíblicas: “A cada uno le
fuimos a hablar como de padre a hijo; les animamos y les declaramos con
insistencia que debían llevar una vida digna de Dios” 1 Tes. 2, 11-12.
“Acuérdense que, durante 3 años, noche y día, no he dejado de aconsejar, incluso
entre lágrimas a cada uno de ustedes” Hech. 20, 31

C. OTROS NOMBRES: SU DIFERENCIA CON EL ACOMPAÑAMIENTO


1. Dirección espiritual y acompañamiento:
Tiene una semejanza con la “dirección espiritual”, de que hablan los libros de
espiritualidad:

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“Se da el nombre de director a un sacerdote que tiene a su cargo promover el
adelantamiento en la fe; para ello el dirigido manifiesta lo bueno y lo malo que en
sí mismo descubre.
Se distingue del consejero en que éste solo tiene por objeto perdonar en nombre
de Dios los pecados, mientras el director encamina el alma hacia la perfección
cristiana.
Se diferencia del consejero en que éste se limita a dar su parecer en casos aislados,
pero no toma por su cuenta la promoción en el adelanto espiritual” (Curso de
Teología Acética y Mística, Madrid, 1955, pág. 355-356)
Aunque el acompañamiento tiene cierta semejanza con la relación padre-hijo,
como vamos a ver más adelante, sin embargo, hay también una diferencia porque
el acompañamiento se parece más a la relación hermano-hermano.

2. Pastoreo, discipulado y acompañamiento:


También se relaciona con el discipulado, es decir la relación maestro-discípulo y
con el pastoreo, relación pastor-oveja. La diferencia del discipulado y pastoreo al
acompañamiento es que la relación de aquellos dos es más vertical, de actividad
del maestro y pastor y pasividad del discípulo y oveja, mientras el
acompañamiento es horizontal de hermano a hermano.
Monseñor Talavera en su libro sobre “Crecimiento en la Renovación” en su
capítulo tercero “de cómo ayudar a los demás a crecer” habla de un ministerio
específico de servir a sus hermanos en el crecimiento de su fe” que pone en
conexión con el de ser pastor o guía de sus hermanos en la fe como de un don de
Dios para poder construir la comunidad.
Sin embargo, el acompañamiento no se identifica con el pastoreo, a no ser en los
comienzos de la vida espiritual. La relación pastor-ovejas sugiere un fuerte matiz
de “pasivismo” en la oveja y de “imposición” en el pastor; mientras, el
acompañamiento es un acompañar a alguien que está caminando para animar y
en todo caso orientar en el caminar. El mismo Monseñor Talavera dice que “el
verdadero pastor acompaña a las personas en este proceso de maduración en la fe
y sirve de guía más por su ejemplo que por sus palabras” y más adelante “el
meollo del pastoreo está en acompañar”.

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Tampoco se identifica “acompañamiento” con “discipulado”. La relación
maestro-discípulo es primariamente una relación de enseñanza, que va
complementado, al menos en el tiempo de Jesús, por su acompañamiento para
poder asimilar prácticamente la enseñanza impartida. El discípulo camina detrás
del maestro, el acompañado al lado de su acompañante.

3. Consejería y acompañamiento:
Otros de los nombres consignados al comienzo de este numeral, para el
acompañamiento es el de consejería. La diferencia entre ambos es que la
consejería es un acompañamiento ocasional y esporádico, que se realizad cuando
se tiene necesidad de recibir un consejo sin tener una continuidad o seguimiento;
mientras el acompañamiento es continuo, realizado periódicamente, aun cuando
al acompañado le parezca que no necesita de consejo.
Las diferencias entre estas denominaciones y sus funciones específicas respecto
al acompañamiento aparecerán más claramente al final de todas las conferencias,
donde se volverá a tratar, del específico de cada una de estas relaciones: pastor-
oveja, maestro-discípulo, padre-hijo, consejo-aconsejado, acompañante-
acompañado.
Hoy día se prefiere denominar a esta práctica como “acompañamiento”. La
elección de nombre no es un capricho, sino que ayuda a comprender mejor de lo
que se trata.

D. EL ACOMPAÑAMIENTO EN LA BIBLIA Y EN LA IGLESIA


1. Antiguo Testamento
En el antiguo testamento el acompañamiento está relacionado con:
 Los sacerdotes y levitas, una de cuyas misiones era enseñar el
conocimiento de Dios (Oseas 4,6; Mal. 2, 5-8; Deu. 21, 5-33, 10).
 Los profetas que sostenían al pueblo en la práctica de la Ley y en la
fidelidad al Señor.
 Los sabios que enseñaban el camino del bien y amonestaban para que se
siguiera.

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En verdad que estas funciones eran muy generales y se descendía poco al trato
personal o individual; pero se encuentran también ejemplos de ayuda para individualmente
fueran creciendo en la fe.

 El joven Samuel y el sacerdote Helí (1 Sam. 3, 1-19)


 El profeta Elías y su discípulo Eliseo y en general los “grupos” de
“discípulos” de los profetas (1 Rey. 19, 19-21; 2 Rey. 2, 1-18)
 Jesús Ben Sirac, autor del Eclesiástico y su nieto el traductor del libro (Eclo.
50, 27-29)

2. Nuevo Testamento:
En el nuevo testamento el acompañamiento está relacionado con:
 Los maestros y discípulos, en especial Jesús en relación con sus
discípulos. La misión de los maestros no sólo era enseñar, sino que los
discípulos debían imitar a sus maestros. Otro ejemplo de maestro-
discípulo fue Gamaliel-Pablo (Hech. 5, 34; 22, 3)
 Los pastores (de ahí la denominación pastoreo) cuya mención aparece
repetidas veces en el nuevo testamento. (Ef. 4, 11; Heb. 13, 20; 1 Ped. 2,
25; Hech. 20, 20). No se sabe con exactitud cómo se ejercía este ministerio
en las primitivas comunidades cristianas, pero se puede suponer que tenía
cierta relación con el acompañamiento. Como ejemplos de
acompañamiento o sea de ayudar a hacer crecer en la fe y en el caminar
de la fe:
 Jesús y los doce
 Pablo respecto a Timoteo, Tito y algunos otros.

3. Historia de la Iglesia
Además de los anteriormente expuesto referente a las primeras comunidades
cristianas, aparece el acompañamiento de una manera especial en las primeras
comunidades religiosas. Además, ha sido tradicional en las personas que han
querido progresar en la vida de santificación en lo que se ha denominado dirección
espiritual.

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Este ministerio se calificó siempre más con el pasar del tiempo en los seminarios,
en las instituciones religiosas y, después, dentro de los movimientos de acción
católica, laicales y a los seglares en general.
Por otro lado, en la Iglesia en general y marcadamente dentro de los círculos de
renovación espiritual, se siente la exigencia de volver a esta insustituible práctica.

E. IMPORTANCIA DEL ACOMPAÑAMIENTO

La importancia del acompañamiento se deduce de todo lo dicho anteriormente, en


especial en el literal “Necesidad del acompañamiento” los autores espirituales
enseñan que el acompañamiento es importante es todas las etapas de la vida espiritual,
pero se va haciendo cada vez más necesario a medida que se crece en esta vida de
santidad.
Los autores espirituales apoyan su afirmación de la importancia del acompañamiento
en lo siguiente:

1. Biblia:
“Pide siempre consejo al hombre sabio” (Tob. 4, 19)
“Hijo, no hagas cosa alguna sin consejo y no tendrás que arrepentirte después de
hecha” (Eclo. 32, 24)

2. Santos Padres:
San Agustín: “Como un ciego sin guía, así es el hombre sin doctor para seguir el
recto camino”
San Bernardo: “Oigan esto, aquellos que no temen andar los caminos de la vida
espiritual sin guía ni maestro”

3. Los autores espirituales:


Como ejemplo transcribo de las “Etapas de la vida en el espíritu”, siguiendo las
“Moradas” de Santa Teresa. La dirección espiritual o acompañamiento la
aconseja ya las dos moradas:
“Hace mucho al caso tratar con personas experimentadas”

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En las terceras moradas escribe:
“Lo que me parece haría mucho provecho a los que por la bondad del Señor están
en este estado es la prontitud de la obediencia. Y aunque no sean “religiosas” sería
gran cosa, como lo hacen muchas personas tener a quien acudir, para no hacer en
nada su voluntad, que es lo ordinario en que nos dañamos.
Por el acompañamiento se ha de ir aplicando a cada persona individual, no en
abstracto y en general, como se hace en los libros, sermones, conferencias; sino
en particular y concreto, es decir, en el tiempo, forma y dosis que vaya siendo
más oportuno a cada persona y cada circunstancia” (Etapas de la vida en el
Espíritu)

4. Nos lo recomienda también la propia experiencia


Se comprende también la importancia del acompañamiento, en las dificultades y
dudas que se hallan en el camino de la virtud, que necesitan de un guía que ayude.
En los tropiezos, debilidades, desalientos, que a menudo ocurren; en las ilusiones
e ignorancias, que requieren de alguien que ayude a aclararlas.

5. Autores espirituales modernos


Terminemos este punto de la importancia del acompañamiento con las palabras
de Monseñor Talavera:
“Hay pocos regalos de Dios tan grandes como el haber sido guiado por una
persona que ha fomentado nuestro crecimiento y nos ha enseñado a tomar
decisiones y responder por estas decisiones”.
Las palabras del P. Luis M. Mendizábal S.J:
“La elección de un verdadero director de su vida espiritual es una de las decisiones
más trascendentales de la vida de un cristiano” (Dirección espiritual, B.A.C.,
Madrid, 1978, pág. 44)

F. MODALIDADES DE ACOMPAÑAMIENTO
a. EN RELACIÓN CON EL CRECIMIENTO DEL ACOMPAÑADO:
1. A los comienzos de la vida espiritual
La ayuda que se presta se pudiera denominar con el término acogida,
realizada por un equipo de servidores.

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2. En los primeros niveles
La ayuda que se presta se hace a través de los grupos. La realiza el
responsable (o mejor el equipo responsable) del grupo.
3. En la comunidad
A este nivel ya se puede dar el verdadero acompañamiento

b. EN RELACIÓN A LA CONTINUIDAD:
Acompañamiento esporádico y acompañamiento metódico, según que las
entrevistas de acompañamiento estén programadas de una manera periódica o no.
1. El acompañamiento esporádico
Más bien se podría llamar consejería espiritual y las entrevistas se tendrían
cada vez que la persona acompañada lo necesite. No es aconsejable para un
crecimiento gradual de la vida espiritual, sino más bien para casos especiales
en los que el acompañado necesite ayuda. Se pudiera comparar a los enfermos
que buscan al médico.
2. El acompañamiento metódico
Supone un compromiso serio de entablar encuentros periódicos y
sistematizados. Esto es lo que se ofrece en los “crecimientos”. Son
“periódicos” porque cada semana se tiene un encuentro. Y “sistematizados”
porque cada semana se entrega un “tema” general para conversar en el
encuentro y a propósito del cual se susciten otras cuestiones más personales
que necesiten orientación y ayuda.
Solo a este acompañamiento metódico se le puede llamar propiamente
“acompañamiento”
En los crecimientos se hace un primer ensayo de acompañamiento. El ideal
sería que después del crecimiento se continuara. Ello se puede realizar en una
comunidad; difícilmente se logrará fuera de ella.

c. EN RELACIÓN CON EL NÚMERO DE ACOMPAÑADOS:


1. Acompañamiento grupal:
Es el que se hace con varios acompañados al mismo tiempo. Según el número
de acompañados se puede subdividir en:

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Con grupos grandes: Las reuniones de los grupos de renovación se pueden
denominar con este nombre si el responsable (o el equipo de responsables) se
preocupan de una ayuda individual a los miembros del grupo. Se diferencia
de las asambleas porque en éstas los asistentes son “anónimos”, es decir, no
hay quien se preocupe individualmente de cada asistente.
Con los grupos pequeños: Es el que se hace con pocos acompañados. Se
pudiera incluir en esta modalidad a los grupos con “guías de reflexión” de los
Seminarios de Vida en el Espíritu y a los grupos de pastores en los
“crecimientos”. Donde se realiza en su sentido pleno es en el
“acompañamiento grupal comunitario”.
2. Acompañamiento individual:
Es el que se hace de persona a persona. Supone, por tanto, una entrevista
personal. Es el acompañamiento propiamente dicho. Los otros dos
acompañamientos (grupal y comunitario) son complemento del
acompañamiento personal. Por eso se hace necesario que en los
“crecimientos” se tenga alguna entrevista personal con cada uno de los
acompañados.

CAPITULO DOS: EL ACOMPAÑAMIENTO EN LOS


COMIENZOS

A. ACOMPAÑAMIENTO EN SENTIDO AMPLIO


Después de tener una idea sobre el acompañamiento vamos a tratar de la manera de
irlo poniendo en práctica en la “Comunidad”
Aunque el acompañamiento en su sentido propio no se practica en los comienzos de
la vida espiritual vamos a recorrer el camino desde su inicio considerando la forma
de ayuda que se va prestando a las personas desde el ingreso a la Comunidad. Esta
ayuda de alguna forma se pudiera llamar “acompañamiento”.

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Se dijo en la primera clase que el acompañamiento se fundamenta en la necesidad
que todos tenemos de que alguien nos ayude para ir creciendo en la vida espiritual, o
para recorrer el camino de la santidad o para irte haciendo cada vez más discípulo.
Es necesario en todas las etapas de la vida espiritual. En cada una de estas etapas tiene
su propia modalidad porque el acompañamiento está en función del acompañado.
Como en una familia, la ayuda recibe el hijo de sus padres está en función de la edad
del hijo.
Por eso el acompañamiento se puede y se debe tomar en un sentido muy amplio desde
el primer momento que una persona comienza a frecuentar un grupo de oración, es
decir, desde que se integra a un grupo para empezar a recorrer el camino de Dios.
Pero en su sentido estricto el término acompañamiento se reserva para el momento
en que, por su crecimiento espiritual, está en disposición de recorrer ese camino muy
decidido a avanzar por sí mismo “acompañado” por su hermano mayor que con amor
va a su lado animándolo a recorrerlo. A éste se llama propiamente
“acompañamiento”.
A lo que hemos llamado acompañamiento en sentido “amplio” corresponde la
denominación de “responsable” de grupo, “guía” de reflexión, incluso en algún
sentido “pastoreo” o “consejero” pastoral.

B. ACOMPAÑAMIENTO EN LOS DOS PRIMEROS NIVELES DE LA VIDA


ESPIRITUAL

1. En el primer nivel de vida espiritual: Acogida


Desde que una persona comienza a asistir a un grupo de oración debe haber
alguien que empiece a ayudarle en este camino que está apenas vislumbrado. No
se le podría llamar acompañante en sentido “estricto”, pero sí es alguien que debe
preocuparse por esa persona. En el folleto “Animados por el Espíritu Santo”
“Lineamientos y orientaciones”, está previsto este “acompañamiento amplio” en
la pág. 11 en el epígrafe “Nivel 1”:
“No existe una metodología estricta para la iniciación de los nuevos hermanos…
(Debe existir) un equipo de servidores responsables”
¿Cuál es la misión de este equipo de servidores responsables?

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Su misión en relación con las personas que comienzan se resume así:
“Serán iniciados en los conocimientos básicos indispensables de la Palabra de
Dios, de la Vida de la Iglesia y del espíritu de la Renovación, a través de
enseñanzas adecuadas y del testimonio personal de los servidores.” Es más
importante el testimonio del “servidor responsable” es una acogida amorosa y
cierta preocupación para que siga asistiendo al grupo para eso debe informarse
dónde vive y su teléfono, el servidor responsable debe ir preparando a la persona
o personas hasta que puedan recibir el seminario de vida en el espíritu que es el
comienzo de su caminar en la vida espiritual.

2. En el segundo nivel responsables de grupo.


Comenzada así la vida espiritual debe ir desarrollándose en un continuo
crecimiento como sucede en toda clase de vida, pero se diferencia de las otras
vidas. La vida espiritual puede estancarse, incluso decaer.
En las otras vidas no se da este fenómeno siempre hay movimiento; ello se debe
a que en las otras vidas hay una fuerza interior que obliga a ir creciendo. En la
vida espiritual hay que ir cada uno aprendiendo y esforzándose para ir creciendo,
en esta vida espiritual se necesita por tanto alguien que vaya orientando esta vida,
cuando se está sembrando esta vida esa ayuda se necesita para poder hacerla
germinar y se sigue necesitando durante toda la vida hasta el momento final de la
cosecha. La formación del cristiano y de la comunidad cristiana requiere de
personas con distintos carísimas, como se descubre en los Hechos de los apóstoles
y en las cartas, la meta final hacia donde hay que dirigir a las personas que han
emprendido este caminar es la meta de todo cristiano consciente de su fe, la
santidad. El camino o itinerario para llegar a esta meta es lo que conocemos como
la trayectoria de crecimiento.
La “santificación” es individual, personal pero se la realiza en grupo hay que
considerar por tanto los siguientes puntos: Unas etapas de avances espiritual
“individual” es decir que cada individuo debe ir experimentando y desarrollando
y también unas etapas o procesos de crecimiento grupal o del grupo en su
conjunto; las personas “responsables” que van a ayudar para ir recorriendo estas

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etapas; personas que en sentido muy amplio podrían denominarse
“acompañantes” deben conocer bien estas etapas para ir ayudando a cada uno a
recorrerla; por eso les vamos a exponer como desarrollarlo.

C. ETAPAS DEL CRECIMIENTO ESPIRITUAL INDIVIDUAL

El proceso de crecimiento individual comprende las 3 etapas siguientes:


1. La primera es la de evangelización
Las personas que comienzan a integrar un grupo se preparan para una conversión
profunda que será el comienzo de un camino espiritual bajo la acción del Espíritu
Santo en esta etapa tiene lugar el bautismo en el Espíritu. El Espíritu nos lleva al
encuentro con el ministerio de Jesús a quién hay que adherirse en forma plena.
2. La segunda es la profundización del seguimiento de Jesús
La opción por las bienaventuranzas, la docilidad al espíritu es lo que mejor puede
iluminar la inteligencia y mover el corazón para percibir la voluntad de Dios de
cara a prepararlo para el servicio. Vivir según el Espíritu de Jesús es penetrar todo
el evangelio, los seminarios de crecimiento ayudan a recorrer esta etapa.
3. La tercera de maduración o de adultos
Es la etapa del “servidor” el crecimiento espiritual que tiene que llevar al
“servicio” al llegar aquí la persona siente que debe estabilizar su vida espiritual
en un trabajo concreto, debe hacerse y responder a esta pregunta: ¿Cómo y dónde
serviré mejor al plan salvador de Dios? teniendo en cuenta las circunstancias de
su vida, los carismas que el Espíritu le ha dado y las necesidades de sus hermanos;
asume un ministerio o servicio concreto dentro del proyecto salvador de Jesús, en
su iglesia y en la sociedad.

D. TRIPLE ENCUENTRO O EXPERIENCIA.

La triple etapa o pasos en el programa espiritualidad individual se realiza por un


triple encuentro o experiencia:
1. Descubrir, encontrar y experimentar a Jesús

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El descubrimiento, el encuentro y la experiencia de la persona de Jesús como el
valor fundante que reordena, estructura y da consistencia a todo su ser y a toda su
vida.

2. Experiencia y aceptación de sí mismo


La aceptación o experiencia de sí mismo con profunda gratitud, esperanza y
responsabilidad en su concreta realidad incluida la parte “sombría” de su ser,
quiere decir la parte negativa de mi vida; esta aceptación le tiene que ayudar a
comprenderse a sí mismo, como un proyecto que él tiene que realizar hasta llegar
a la reconciliación personal integral consigo mismo y así entra a hacer el
descubrimiento de la propia originalidad personal como un “don” y una “riqueza”
depositada con amor por el Señor en el participante. Esta experiencia de sí se une
con la anterior de Jesús, Él tal como es cuál “es elegido en Cristo” Efesios 1, 3-5.
Qué se le llama a reconstruirse a imagen “suya” con todo lo que esto encierra de
grandioso, difícil y esperanzador descubrirse en Cristo como don y como tarea.
3. Experiencia comunitaria
La experiencia comunitaria o encuentro cada vez más propio y comprometido con
los otros, especialmente con los más necesitados, el encuentro personal de
aceptación integradora no será aislado del encuentro con Jesús y con los demás,
la madurez cristiana se logra cuando se va respondiendo a todo lo que a uno le
llega para integrarlo en la propia vida cristiana con discernimiento.
La experiencia cristiana es una experiencia de profundidad que empieza por el
conocimiento y aceptación plena e integradora de uno mismo en el plan de Dios.

E. EL EQUIPO RESPONSABLE Y EL PROCESO DE DESARROLLO DEL


GRUPO

1. El grupo y su equipo de responsables como medio para ayudar a este crecimiento


individual
Nos indica la tarea fundamental de un grupo y de su equipo de responsables que
acompañan a los que asisten en grupos de oración, es conseguir que cada uno de
los miembros del grupo vayan recorriendo las 3 etapas del proceso del

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crecimiento cristiano y a tener y profundizar la triple experiencia o encuentro
primero con Jesús, segundo consigo mismo y tercero con los temas; en el caminar
de un grupo son 3 los protagonistas: El espíritu que mueve los corazones y sopla
como y donde quiere, segundo los componentes del grupo con sus búsquedas,
altibajos, servicios, etc. El grupo ayuda para animar, motivar, conocerse uno
mismo a través de las vivencias que los otros integrantes del grupo y lograr un
comienzo de hábitos cristianos como cuáles la lectura de la palabra, la oración
personal, asistir a misa, el rezo del Santo Rosario, entre otras. Los responsables
que animan el proceso y con oportunas indicaciones ayuda a la conversión y al
discernimiento, estos desde su vivencia interior deben ayudar a madurar a los
integrantes del grupo.
2. El proceso del desarrollo del grupo de oración
A medida que el grupo avanza y en sus miembros quiero decir en el crecimiento
de sus miembros el mismo grupo va pasando por las 3 etapas de su desarrollo:
I. De formación: Es la etapa de iniciación del grupo la mayoría de sus miembros
apenas están evangelizadas por eso es necesario una “ayuda” en la dirección y
responsabilidad del grupo, esta “ayuda” es del equipo del equipo de servidores o
por lo menos un servidor, cuando se comience el grupo debe haber esta ayuda y
debe continuar todo el tiempo que sea necesario; se puede dividir las personas que
asisten a los grupos al menos inicialmente en los siguientes: los que asisten por
sentirse bonito, pero que después de un tiempo ya no vienen más; los
desorientados y en tercer lugar los que van aprovechando. El responsable maduro
sabes que la meta del grupo no es sentirse bonito ni bien sino crecer en la vida
espiritual y que en este crecimiento se pasa por momentos de sequedad, soledad
y purificación.
II. De estabilización
III. De maduración: el recorrido de estas etapas supone la profundización en sus
miembros de esta triple experiencia anteriormente citada, fáciles de comprender
para quienes la han vivido, la persona y el grupo viven la misma experiencia. El
grupo ese el lugar privilegiado para que se dé y potencie el encuentro con Jesús
para que se dé su testimonio y además el compromiso; el grupo posibilita y

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actualiza. La calidad del grupo depende en gran manera de la calidad y la
experiencia que tengan sus integrantes como también de la dirección acertada y
de la ayuda del equipo de responsable.

F. CARACTERÍSTICAS DEL SERVIDOR O DEL EQUIPO RESPONSABLE.

1. Preparación inmediata.
El equipo responsable debe tener la suficiente preparación inmediata o práctica
para cumplir su cometido inmediato de responsable del equipo; este cometido del
responsable es el siguiente:
- Procurar que la reunión del grupo resulte provechosa o sea que se realice bien,
este es el pasto para esas personas es la comidita con la que se alimenta.
- Debe preparar la reunión.
- Orar por la reunión.
- Repartir responsabilidades si acaso el grupo está ya maduro para esto, caso
contrario si todos son novatos no se puede.
- Después de la reunión debe evaluarla ya sea el servidor sólo si no tiene quien
le acompañe o con otros servidores que se le vayan asociando.
- De vez en cuando al menos una vez al año, tener alguna convivencia con el
grupo.
- Debe preocuparse si alguno de los miembros no va a la reunión o no está
asistiendo al grupo, es decir el pastoreo, es la actividad propia de lo que
significa dirigir o hacer vivir un grupo; si se tiene un rebaño saberse
preocupar, responsabilizarse con amor de cada una de las ovejitas del rebaño
y del todo para que se vayan alimentando, creciendo y madurando.

Las deficiencias que puede caer el equipo responsable del grupo

La manera que tiene el responsable del grupo debe ser el liderazgo y la dirección de los demás
con frecuencia debe de ser paternalista y mantiene a los adultos en la inmadurez porque todo
lo quieren hacer ellos; es una tentación de casi toda persona en una posición de autoridad
tomar decisiones por los demás; como el responsable con frecuencias sabe más, cree que
debe decidir todo ara que las cosas lo mejor posible. En estos casos se sacrifica el proceso de

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maduración del grupo para lograr una solución eficaz del momento pero no se deja que
avance el grupo en su madurez, por otra parte el responsable finca su autoridad en la
inmadurez del grupo cuando esto sucede lo más natural es querer mantener al grupo en su
inmadurez, porque si el grupo comienza a tomar decisiones responsables a lo mejor va a
llegar a superar al líder y a hacerlo a un lado, los responsables son los que más se quejan de
la falta de madurez del grupo sin embargo muchas veces ellos son los directamente
responsables de esta situación.

2. Madurez espiritual.
Además de las responsabilidades inmediatas anteriormente y explicadas tienen
que ir adquiriendo el responsable y su equipo una preparación más profunda tanto
en el crecimiento de su vida espiritual como en lo específico de su función esto
quiere decir en ser una persona de responsabilidad.
En el acompañamiento no existen soluciones prefabricadas, se ayuda
principalmente con lo que uno es, es decir con el propio itinerario espiritual que
uno ha recorrido; se deben superar el egoísmo y tener una actitud de ayuda la cual
debe vivirse con gozo profundo y paz interior; se debe ser un “testigo de la fe”
que acompañe al principiante hacia la maduración de la fe; acompañar es respetar
y clarificar la acción del Espíritu en los acompañados, es llevar a cada uno a
situarse bajo la acción del Espíritu que es renovador de la iglesia suscitando
testigos del reino, este equipo realiza al mismo tiempo la función de dirección y
de acompañante, se debe percatar si el grupo avanza o está estancado, si se puede
pedir un paso más si es necesario consolidar, revisar. El equipo dirige al grupo
para asegurar que al mismo tiempo el grupo ayude a madurar a los componentes
del mismo grupo.
Acompañar en esta maduración consiste en ayudar a las personas que lo integran
a:
I. Cuestionar su vida, profundizar en su experiencia de su encuentro
con Cristo resucitado y realizar un compromiso al servicio de la
iglesia y del mundo conforme a las 3 etapas del “proceso
cristiano”.

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II. Conseguir que el grupo y cada uno de sus miembros vayan
consiguiendo en su caminar dichas 3 etapas del proceso de
crecimiento.
III. Suscitar la disponibilidad interior que permita recibir de forma
personal la llamada de Dios.
IV. Facilitar la respuesta libre y madura a Dios.

3. Acompañamiento espiritual

Además de la dirección del grupo el responsable y su equipo deberán preocuparse de cada


uno de los integrantes del grupo individualmente el acompañamiento grupal y el personal
están íntimamente relacionados y se complementan no obstante tienen límites propios y
contenidos específicos, no deben presentarse como contrapuestos o alternativos deben
integrarse en un proceso continuado de la maduración de la persona; damos por supuesto en
el acompañante o responsable del grupo que lo personal de cada componente del grupo
normalmente lo sabrá tratar en particular con el interesado, hay cosas que no se pueden hablar
en público, hay cosas que son tan íntimas que solamente se da entre el acompañante y el
acompañado.

La visita personal del responsable a cada miembro ayuda mucho al grupo y a cada uno de los
miembros evita desánimos y autoengaños anima y ayuda a clarificar.

El tema del diálogo puede ser las situaciones más significativas que requiere de ayuda,
dificultades inesperadas que causa un profundo desánimo o excesivas alegrías o tristeza
como: la enfermedad de un ser querido, quedarse sin trabajo, cosas parecidas, el acompañante
debe hacer comprender que esos momentos purifican el sentimiento y la experiencia de Dios
siempre para animar. Contraste entre el entusiasmo por Jesús y la falta de compromiso en su
seguimiento como Pedro en la última cena le dijo el Señor yo daré mi vida y cuando apresaron
al Señor no lo conozco a ese hombre; así nosotros podemos compararnos con personajes
bíblicos que la manera de vivir de ellos tiene mucha similitud con la nuestra.

22
CAPÍTULO 3: EL ACOMPAÑAMIENTO EN LOS
SEMINARIOS
Meta: Motivar a los responsables de grupos de la importancia de un acompañamiento
inicial a todos y cada uno de los miembros del grupo y facilitarles cómo debe hacerlo.

A) INTRODUCCIÓN

Para ayudar en la maduración de los grupos se hacen los “seminarios” que, aunque se trata
de “enseñanzas” requieren para su asimilación de un acompañamiento en su sentido amplio,
el cual se obtiene en las mismas reuniones de los seminarios. Los “seminarios” sirven para
abrir perspectivas o metas que se tienden a alcanzar después de recibir el seminario; por eso
entre cada seminario debe darse un tiempo razonable aproximadamente de un año entre uno
y otro seminario, para dar tiempo a la maduración del grupo y del individuo, también durante
este tiempo intermedio pueden recibirse otros cursos que ayuden a la mejor formación y
avance en su caminar espiritual.

B) ACOMPAÑAMIENTO EN LOS GRUPOS DEL SEMINARIO DE LA VIDA DEL


ESPÍRITU

Se le puede clasificar como acompañamiento grupal esporádico, porque solo dura 2 meses,
aunque durante esos 2 meses debe asistir puntualmente a las 8 o 9 reuniones del seminario
en donde se tiene este acompañamiento. Vamos a considerar la finalidad u objetivo de este
acompañamiento primero y segundo la preparación del acompañante o guía de reflexión.

1. La finalidad: Su labor es motivar a las personas del grupo a que:

1. Reflexione se abran y compartan las inquietudes y cuestionamientos recibidos a


través de la conferencia.
2. Que compartan las experiencias vividas durante la semana
3. Y también sus anhelos, sus sentimientos, sus problemas teniendo en cuenta la
prudencia necesaria pues no todos los problemas se deben exponer en público.

Estas 3 finalidades deben conseguirse escalonadamente a medida que el seminario avanza,


primeramente, con motivo del compartir lo inmediatamente recibido en la conferencia y

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ayudado por las preguntas que se formulan en la conferencia, esto va tomando confianza y
se va disponiendo para compartir otras inquietudes, sentimientos u otras cosas que talvez
sean más profundas, como las vivencias que han tenido en la semana. En el “proceso
espiritual” anteriormente descrito se supone que los que están en el seminario están
“comenzando” y se preparan para llegar a la convección profunda que es el comienzo de este
caminar espiritual.

2. Preparación del acompañante

El acompañante debe ser preparado para cumplir su misión, esta preparación se realiza a 2
niveles exterior e interior.

A nivel exterior

Corresponden las instrucciones necesarias para la conducción adecuada del grupo:

 Comenzar y terminar con una pequeña oración.


 Su misión es más que hablar de él mismo hacer hablar a los otros
 Evita que la palabra se ha acaparada por una o 2 personas
 Conseguir que se centre el tema es decir evitar que se pase el tiempo divagando si es
necesario proponer a las personas que necesitan más tiempo una entrevista para
después de la reunión ya sea con el mismo acompañante o con algún sacerdote o
persona más preparada
 Evitar discusiones.
 Anotar direcciones y teléfonos de cada uno de los del grupo y en lo posible llamarles
durante la semana para que se sientan tomados en cuenta sobre todo si alguno se
encuentra en problemas y dificultades es decir intercalar el acompañamiento
individual.
 Debe orar por los acompañados y hacer que todos son unos foros.

A nivel interior

Le corresponden las siguientes instrucciones:

 El acompañante debe haber experimentado aquello que él tiene que acompañar, es


decir haber recibido ya el seminario de vida en el espíritu.

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 Debe transmitir por contagio más que por la palabra la propia escala de valores que
está viviendo.
 El acompañante debe ser intermediario entre el Espirito Santo y los acompañados
debe llegar a una interrelación Espíritu Santo - acompañado.
 Sabe de acoger a todos y mostrar amor a todos

Observaciones:

1. Para una mayor comprensión de todo lo anteriormente podemos consultar el manual


del equipo del seminario de vida en el espíritu de la colección fuente de vida #2 que
sólo tenemos en comunidad-
2. Una vez terminado el seminario comienza básicamente el proceso de renovación en
el espíritu.

Compromiso: Yo (su nombre) habiendo sentido el amor de Dios a través de la renovación


carismática me comprometo a ser fiel a Cristo, a la iglesia católica y su magisterio con toda
su doctrina y dogmas a asistir semanalmente al grupo, a orar, leer la biblia y a cumplir con
un trabajo apostólico este compromiso lo hago delante de Jesús en el Santísimo Sacramento
ante la Virgen María patrona de la renovación y ante mis hermanos en la fe.

Fecha y firma.

C) ACOMPAÑAMIENTO EN LOS GRUPOS DE LOS SEMINARIOS DE


CRECIMIENTO.

Se le puede clasificar como acompañamiento grupal esporádico por las mismas razones del
anterior, pero de alguna manera se aproxima ya bastante a un acompañamiento “grupal
metódico” aunque sólo dura 2 o 3 meses; sin embargo el acompañamiento tiende a conseguir
la necesidad de un acompañamiento metódico; ya sea por el objeto que se propone ya sea por
la necesidad que crea de seguir “acompañado” en el crecimiento es también de alguna forma
intermedio entre el acompañamiento grupal y el personal porque además de la ayuda grupal
se orienta a una ayuda personal. Vamos a considerar también como en el anterior los 2 puntos
la finalidad u objetivo de este acompañamiento segunda la preparación del acompañante.

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1. Finalidad
El objetivo de estos crecimientos es mostrar las pautas básicas del crecimiento
cristiano, estos lineamientos, orientaciones que podemos encontrar en la página
11. Para seguir adelante en el camino del crecimiento espiritual por tratarse de un
proceso llevado a la vida personal y comunitariamente, se requiere de un cierto
tiempo como se advirtió al comienzo de esta lección; debe darse un tiempo
razonable desde el final del seminario de vida en el espíritu aproximadamente de
un año hasta iniciarse el crecimiento uno e igualmente otro año para el
crecimiento 2.
El objetivo del crecimiento 1 es que se llegue a formar hábitos en la oración, la
lectura de la palabra, lectura de libros formativos, vencimiento o espíritu de
sacrificio se refiere al ayuno u otro forma de ayudarse personalmente, si es en la
mentira, si es ver demasiada televisión o algo que este causando un prejuicio a la
persona; también en ayudarnos en el servicio a los demás, servicios de
misericordia o de ayuda al prójimo y otros hábitos que den testimonio de que soy
un cristiano que está caminando con un propósito de madurez.
El objetivo del crecimiento 2 es proseguir en la maduración de la fe,
especialmente en su relación con los demás: en familia, en grupo, en la parroquia,
en el trabajo o donde quiera que me desenvuelva, el objetivo del acompañamiento
de los seminarios es ayudar a que acojan la indicación de Jesús a seguir
caminando ya con un deseo consciente de la perfección o santidad perfección que
se va consiguiendo poniendo en práctica lo que se va explicando en cada lección
de los seminarios.
2. Preparación del acompañante que como dijimos anteriormente el
acompañante debe tener una preparación exterior, práctica “con las
instrucciones necesarias para poder cumplir su ministerio” en los seminarios
de crecimiento y debe tener también una preparación interior profunda
remota.

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A nivel Exterior

Hay que distinguir entre la práctica grupal que se tiene terminada la conferencia y la práctica
individual que se tiene en otro tiempo distinto al anterior. En la práctica grupal vamos a tomar
en cuenta que:

o Llevar cuenta de la asistencia de cada acompañado, es tomar la lista.


o Hace que digan los textos memorizados.
o Como han vivido la cinta lema durante la semana.
o Cómo van llevando a la vida práctica las enseñanzas de las conferencias y si
hubiera algún testimonio.
o Que es lo que le queda más difícil de entender o de practicar ya sea en la
conferencia que se acaba de escuchar, ya sea en las anteriores.
o Escuchar inquietud

A nivel interior

Que se refiere a la “madurez” espiritual de los “pastores”, estos deben tener las siguientes
actitudes básicas:

1. Discernimiento
2. Humildad
3. La obra es de Dios, Confianza en el Señor
4. El amor a los acompañantes

3. Observaciones

1. Para una mayor comprensión de todo lo anterior podemos consultar el manual del
equipo de aprendiendo a caminar en el crecimiento 1 y 2 de la colección fuente de vida.

2. Al terminar cada uno de los 2 seminarios se podría hacer un compromiso a semejanza


del que se hizo a nivel del seminario de vida en espíritu.

Compromiso: Yo (su nombre) al terminar el seminario de crecimiento 1 en la presencia de


Dios y siendo testigos la Virgen María, los santos y mis hermanos en la fe, me comprometo
a practicar los siguientes compromisos: la oración diaria, la lectura diaria de la biblia y de

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lectura formativa, los sacramentos, comunión semanal y entre semana en cuanto pueda, la
confesión periódica, el amor y devoción a María, esfuerzo por dar testimonio de mi vida,
alguna privación como ayuno, dejar de ver televisión, etc. hago este compromiso confiando
en el amor del Padre, en los méritos de Jesucristo y el poder del Espíritu Santo, invocando
también en la intercesión de María.

Fecha y firma.

Compromiso cuando ya hemos terminado el crecimiento número 2:

Yo no me pongo mi nombre, al terminar el seminario de crecimiento 2, en la presencia de


Dios y siendo testigos la virgen María y los Santos y mis hermanos en la fe, me comprometo
a practicar los siguientes compromisos: tener preocupación material y espiritual por mi
familia, ser siempre fiel a la reunión del grupo, dar testimonio en mi trabajo, cuidar mi lengua
para ayudar al amor y unión de los temas, tener sensibilidad social, alguna obra de ayuda
material o espiritual, hago este compromiso propio de este crecimiento 2, uniéndolo al que
hice después del seminario de vida en el espíritu y después del crecimiento 1; confiando en
el amor del Padre en los méritos de Jesús y en el poder del Espíritu Santo invocando también
la intercesión de María.

Fecha y firma.

D) METAS A CONSEGUIR EN ESTOS SEMINARIOS.

Lo anteriormente expuesto se refiere al tiempo en el que se recibe en el seminario, pero como


se decía al principio de esta lección el seminario no es un fin en sí, sino un medio para
conseguir unas metas de maduración durante el tiempo entre cada seminario. Estas metas son
ayudar a madurar humanamente a los acompañados en el doble sentido de ir integrando su
personalidad e ir descubriendo sus verdaderas motivaciones y a ayudar a caminar en la fe.

1. Integrar la personalidad

Hay personas que suelen ser de una manera con su familia, de otra manera en su
trabajo, de otra con sus amigos y de otra con las personas de su grupo de oración

28
o con las de su parroquia; estas personas no son aún maduras en su personalidad,
pueden aceptar a Jesús como Señor, pero en su “trabajo”, en su “curso”, en sus
“relaciones” puede tender criterios y actuaciones no tan cristianos. La maduración
en la fe se interrelaciona con la maduración de la personalidad y viceversa. El
acompañante tiene que ir ayudando con discreción y tino a que realmente Jesús
entre en todas las áreas de la vida y que los criterios de Jesús entre todas las arias
de la vida y que los quite y en que los criterios de Jesús, que son los del evangelio
se conviertan en los criterios teóricos y prácticos de cada uno de los acompañados
en todos los terrenos. El acompañante ayuda más con el ejemplo de su vida que
con sus observaciones y advertencias al acompañado.

2. Descubrir sus verdaderas motivaciones

Hay personas que actúan de una manera aparentemente muy positiva por razones
no tan positivas; por ejemplo, actúan así “para quedar bien”, “para dar gusto a
alguna persona”, “para sacarle lo que uno quiere”. El acompañante debe ayudar a
descubrir esas motivaciones más profundas y q que ellos tomen decisiones cada
vez más libre y responsables aceptando las consecuencias de las mismas. El
acompañante no debe tomar las decisiones por los acompañados sino ayudar a
que las descubran y las tomen por sí mismos.

3. Ayudar a caminar en la fe

Se puede creer que Cristo Jesús insuficientemente coexistiendo con obras de la


carne, por ejemplo, admitiendo al mismo tiempo las envidias, las discordancias,
la inmadurez este juicio, cosas; todas ellas que muestran la necesidad del cristiano
de ser alimentado todavía con leche y no con alimentos sólidos y acusan también
el desconocimiento de la doctrina de la justicia. Esto lo encontramos en Hebreos
5, 13 que es conocimiento experiencial de la justicia de Dios revelada por Cristo;
que tiene que encontrarse en un adulto en la fe. Diariamente estamos llamados a
responder al Señor desde la fe en cada circunstancia de la vida diaria en el trabajo,
en las relaciones interpersonales, en cada momento y en cada ambiente debemos
hacer la voluntad de Dios y para ello debemos buscarla, descubrirla y pedirle al

29
Espíritu Santo que con su poder nos ayude a cumplirla; de todo esto se trata en
los “crecimientos” y el acompañante debe ayudar a vivir este proceso con su
ejemplo y palabra. Buscar la voluntad de Dios en las decisiones que relaciones
con Él, en las decisiones familiares, de trabajo, económicas, etc. El auténtico
crecimiento de la vida espiritual es el crecimiento de la vida de la fe; la cual nos
permite aceptar, celebrar y vivir la salvación de Jesucristo nuestro Señor; la lleva
a actuar conforme a lo que se cree, la madurez cristiana que poco a poco se va
fraguando va exigiendo decisiones cada vez más profundas que afectan al futuro
que se fundamenta en el amor fiel de Dios que es un amor gratuito y premio a
toda respuesta humana.

4. El rol del acompañante o responsable

El acompañante o responsable debe tener como referencia constante la pedagogía


de Dios en la revelación que se caracteriza por la gratuidad, la novedad, el
encuentro personal, la manifestación del camino nuevo y el perdón; Dios acoge y
asume la historia del hombre y el ritmo personal de crecimiento de cada uno. El
acierto del responsable está en posibilitar que los miembros del grupo se
interrogan en profundidad; para ello daremos los siguientes literales:
a. Enseñarles a evaluar y a examinar sus pensamientos, actitudes y acciones.
b. Animar a los acompañados a actuar de acuerdo a las luces que vayan
recibiendo.
c. Ayudarles a que se sientan libres para estar disponibles, así sentirán la alegría
en el amor.
d. Levarles a discernir dónde y cómo servirán mejor.

CAPÍTULO 4: CONTENIDO O TEMAS A TRATARSE EN


EL ACOMPAÑAMIENTO

Meta: Dar una idea de cuáles pueden ser los temas o contenidos a tratarse en el
acompañamiento en los grupos maduros y/o comunidades, para ir consiguiendo una
madurez, cada vez más profunda de los acompañantes.

30
A) INTRODUCCIÓN

1. El acompañamiento en la comunidad:

Se ha dado en la enseñanza primera una visión general de lo que es acompañamiento y su


importancia para el seguimiento y crecimiento del cristiano, para salir así de la “multitud” y
comenzar a hacer discípulos. En las siguientes enseñanzas se ha explicado en qué consiste
esa ayuda para los primeros niveles de la vida espiritual; se le puede llamar
“acompañamiento” en un sentido muy amplio; esa función o ministerio de “acompañar” la
realiza en nuestros “grupos” el responsable o el equipo de responsables. En estos primeros
niveles, junto a la formación de los “seminarios” de vida en el espíritu y de “crecimientos” y
como ayuda para irla vivenciando se tienen los pequeños grupos con sus “guías de reflexión”
o sus “pastoreos” que son también “acompañamiento” en un sentido amplio; desde esta cuarta
enseñanza se va a tratar de “acompañamiento” en un sentido estricto, es decir, el sentido que
corresponde a la definición que se dio en la primera enseñanza; cada enseñanza tratará de un
aspecto del acompañamiento.

Cuarta enseñanza contenido del acompañamiento; quinta enseñanza acompañante; sexta


enseñanza acompañado; séptima enseñanza entrevista.

2. Importancia de acompañamiento en la comunidad:

La importancia de este acompañamiento en la comunidad es tal que se puede decir sin el no


puede darse la comunidad en el sentido que el acompañamiento hace posible que se vayan
realizando los elementos característicos de una comunidad.

1. Vida de fe y crecimiento personal y comunitario por medio de una conversión


constante y cada vez más profunda al señorío de Jesús, esta es la primera finalidad la
comunidad: Crear un ambiente de fe donde se mantenga vivo el deseo de la santidad
creciendo continuamente en el Señor.

2. Vida de fraternidad, es decir, de amor y unidas como hermanos.

3. Que lleva a la formación de un “cuerpo” una cohesión una unidad una común unidas,
es decir, una relación con el Señor no es solo a nivel individual sino comunitario.

31
4. Para eso hace falta una organización con una “cabeza” o “autoridad” pastoral o una
subordinación u obediencia.

5. Esto lleva a tener además un “gobierno” pastoral común, una visión común y un
compromiso común.

6. Para ello hace falta una formación continua, unificada y metódica.

7. Un compromiso para vivir todo esto que es la alianza, pues bien para poder vivir todos
estos elementos tiene un papel importante el acompañamiento, el ayuda a mantenerse en este
deseo de santidad y animarse a seguir adelante. El acompañamiento alimenta la fraternidad,
es decir, el amor y la unión entre hermanos; en el acompañamiento grupal e individual se van
conociendo y tratando más va habiendo mayor confianza.

8. Por el acompañamiento grupal se viven la cohesión comunitaria y la subordinación,


la formación continua se va haciendo vida por el acompañamiento; el acompañamiento es la
puesta en práctica de otro elemento de la comunidad implícito en los 7 enumerados
anteriormente la comunidad cuida de cada uno de sus miembros; a través del
“acompañamiento” se realiza lo de los lineamientos y orientaciones, se da en este cuidado.
Tener la disposición de practicar mutuamente la promoción y la corrección fraterna; por todo
esto se puede afirmar que difícilmente un grupo se puede llamar comunidad sobre todo si es
relativamente numeroso, si en él no se da este elemento de acompañamiento.

B) JESÚS Y LOS DISCÍPULOS DE EMAÚS MODELO DE


ACOMPAÑAMIENTO

El mejor modelo de acompañamiento es el de Jesús respecto principalmente de los 12


apóstoles; Él supo ayudarles en su caminar de fe y principalmente en el crecimiento de esa
fe. Jesús supo acomodarse al avance de la fe de sus apóstoles y también tuvo en cuenta los
momentos o circunstancias especiales de cada uno de ellos, un ejemplo es el
“acompañamiento” a los discípulos de Emaús que encontramos en Lucas 24, 13-35.

1. Jesús en persona se acercó y se puso a caminar con ellos. (Lucas 24,16). Se trata por
lo tanto de “hacer juntos el camino” de “acompañar” en el proceso interior a otra persona, no
de sustituirla o suplantar “un acompañamiento serio es el compromiso de entablar encuentros

32
periódicos y sistematizado”. Es una decisión que presupone la voluntad de querer ser
ayudado. El acompañamiento personal es terapéutico, pero no puede confundirse con una
terapia porque va más allá de la ayuda psicológica; entra el dato de la fe, la acción de Dios
en la persona y ello requiere nuevas actitudes y más amplias perspectivas.

2. “Pero estaban cegados” versículo 17. “Nosotros esperábamos, pero” versículo 21;
discernir los espíritus que ha sido una de las tareas clásicas del acompañamiento espiritual,
los grandes maestros del espíritu se han destacado por su capacidad de discernimiento. El
acompañamiento espiritual se sitúa en el corazón de las experiencias de lucha de espíritus
que se desata en el corazón del hombre tratando de ayudar a discernir la voz de Dios en medio
de los griteríos de otras voces. Las reglas del discernimiento de espíritus de San Ignacio son
un manual imprescindible para cualquiera que asuma el servicio de acompañar a un hermano
en su proceso de fe.

3. “¿No tenía que padecer?” versículo 26. Seguir a Jesús como discípulo es, en síntesis,
el camino del cristiano seguirlo de manera radical haciendo propios los valores de la persona
de Jesús y de su evangelio, eso trae consigo la experiencia de la cruz y de la muerte así
mismo; muerte como renuncia continua a todo lo que se opone, como aceptación en paz de
las pruebas purificadoras de la fe, como opción también a vivir y ponerse al lado de los
pobres.

El acompañante tiene que saber esperar el lado del discípulo de Cristo y protegerlo con la
palabra de Jesús. ¿No tenía el Mesías que padecer todo esto para entrar en su gloria?

4. “Quédate con nosotros” versículo 29. El unirse a Jesús y querer permanecer con Él
ofrece el verdadero sentido del camino espiritual. Esta opción básica supone romper las
cadenas de la “afecciones desordenadas” que disminuyen la libertad de la persona, y el
despojarse de las ataduras afectivas que dividen el corazón.

El acompañante espiritual de la mano al compañero de camino para que consiga la libertad


interior y la madurez afectiva para que logre un “afecto ordenado” por Jesús y su causa, pues
hay muchas ambigüedades en la opción por el evangelio: es fácil practicar con “el mundo
este” (1 Corintios 2, 8) y marcaron la experiencia religiosa supeditada a otros dioses.

33
5. Se les abrieron los ojos versículo 31. Captaron la presencia de Dios logrando así
capacidad contemplativa y comprendieron lo diferente que es vivir sin conocerlo. El
acompañante espiritual ayudar a su acompañado en la integración de las dimensiones
contrarias: Fe y vida; acción y contemplación; comunidad y servicio; mística y política. Las
tentaciones al radicalismo deben así superarse en la integración de la capacidad
contemplativa y de la capacidad crítica el indicador de que el camino está en buena dirección
será: La capacidad de oír el clamor de los problemas del mundo, unidas con la estructuración
de una vida personal de oración y de participación en los sacramentos.

6. “Volvieron a Jerusalén donde encontraron unidos a los doce” versículo 33. El


acompañamiento debe conducir al acompañado a la vivencia de dos valores fundamentales:
1) la integración de una comunidad como miembro activo y 2) la aceptación de actividades
o compromisos estableces.

C) TEMAS TRATADOS POR JESÚS Y LOS DE EMAÚS

Los temas tratados son:

1. Madurez humano-cristiana o integración de las dimensiones contrarias (versículo 31)

2. Libertad interior de la persona (versículo 29).

3. Discernimiento (Versículo 17).

Estos temas son los propios del “crecimiento espiritual” de lo que se trató en la clase anterior.
En la lección anterior como en esta se los proponen como “fines o metas” que se han de ir
consiguiendo poco a poco; es bueno tenerlo presente desde el principio y por eso lo vamos a
tratar más ampliado, porque en crecimiento en la madurez humana y en el camino de la fe,
que debió comenzar desde el seminario de vida en el espíritu, se continua siempre como la
santidad.

1. Madurez humano-cristiana

a. Origen de la inmadurez: Comencemos por este principio que explica porque hay que
unir madurez humana con madurez cristiana “la vida divina o espiritual” crece no eliminando
capacidades y cualidades humanas, sino llevándolas hasta sus más dilatados límites y

34
posibilidades; la inmadurez se origina por la falta de integración de los diversos elementos
de la persona o personalidad, así hay inmadurez cuando la persona no sé guía por la razón,
sino por el capricho o por el gusto como sucede por ejemplo en los niños y pone de manifiesto
así su egoísmo, hay así mismo inmadurez en el hecho de no saber renunciar al placer
inmediato. La inmadurez procede también de dejarse llevar por las emociones o
afectividades, por ejemplo, por simpatías o antipatías.

b. ¿Quién es inmaduro?

El que se deja llevar por afectos desordenados, por ejemplo, de vanagloria de quedar bien
para que lo alaben, no existe entonces la madurez afectiva. El que tienen reacciones
exageradas; en los acontecimientos ocasionales o se dejan llevar por impulsos; el que
mantiene una actitud de pedir o exigir; al que le falta responsabilidad en el cumplimiento de
compromisos; y el ultimo el que no logra la integración de dimensiones contrarias como: fe
y vida, oración y acción, religión y política.

c. Rasgos de inmadurez

El inmaduro es zarandeado por cualquier viento de doctrina (Efesios 4, 14) no tiene de


costumbre ejercitar las facultades en el discernimiento del bien y del mal (Hebreos 5, 11-14)
el inmaduro tiene mucha variedad en su alegría y su amor, en su fidelidad y dominio de sí
mismo; no tiene claro el sentido de las proporciones ni distingue claramente entre los medios
y los fines concede o un valor excesivo o ningún valor a los carismas sobre exalta al humano
o por el contrario lo considera como un estorbo para la vida espiritual.

d. Síntomas de inmadurez

Convencimiento de saberlo todo sin tener necesidad de maestros el actuar sin reflexión;
reacciones de independencia a cualquier autoridad, egocentrismo, superficialidad,
ostentación de seguridad; el seguir otros modelos o ciertas modas; son signos también de
inmadurez si se nota por ejemplo nostalgia, insatisfacción general, excesiva necesidad de
recibir amor, deseo de estar en el centro de la atención general, sentido de abandono,
inseguridad y desconfianza, crónico complejo de inferioridad, victimismo, búsqueda de
protección.

35
e. Signos de madurez

Como signos de madurez señalaremos los siguientes:

- El equilibrio que evita los humores altos y bajos y nos hace actuar
simplemente siempre después de reflexionar ponderada.
- El saber tomar decisiones pero evitando sea la precipitación de juicio como la
perenne la indecisión, esto a nivel personal y comunitario.
- Saber examinar serenamente las razones profundas de las cosas encontrando
siempre motivaciones lógicas.
- Juzgar con objetividad, inmaduro seria quien juzga superficialmente, lanza
fáciles juicios, acusa a todos menos que así mismo, hace tragedias por pequeñas
cosas, lo ve siempre todo desde lo negativo, emite sentencias como si fuera
infalible.
- Autocontrol saber mandarse a sí mismos.
- Saber insertarse en el círculo de los demás, superando todo individualismo.
- Saber esperar y sufrir con fortaleza.
- “Se ha afinado la conciencia”.
- El discernimiento del bien y del mal se han hecho connatural.
- Son las bienaventuranzas van apareciendo como un modo normal de vivir.
- Las relaciones con los demás están basadas en Cristo.
- Saben hacer frente a los problemas de la vida en paz y serenidad, buscan ante
todo la voluntad de Dios.
- Tienen el libre dominio de sí mismos, en la paz de quien proceden por amor.
- Toman decisiones libres y responsables, compromisos estables aceptando las
consecuencias de las mismas.
- Se responsabilizan de la fe de otros y les ayudan para que en ellos se desarrolle
la vida de Dios.
- Avanzar en la interiorización de sí mismo y en la apertura de conciencia.
- Irse capacitando para captar las mociones del Espíritu que surgen en su
interior e ir mostrando más fidelidad al Espíritu.
- Distinguir los estados de ánimo psicológicos.

36
- Mantenerse firme en las decisiones tomadas previamente cuando arrecia la
crisis.
- Ser cada vez más conscientes de sus puntos débiles y reconocer las artimañas
del mal espíritu para atacarlo.
- Enfrentarse con sus debilidades personales por medio de las actitudes
contrarias.
- Vivir en paz interiormente a pesar de la lucha de la vida diaria.
- Ir consiguiendo una auténtica educación y dominio de los sentimientos.

2. Libertad interior

La libertad interior tiene un doble movimiento:

LIBERTAD DE: Es quitar toda coacción interior que nos condicione llevándonos a actuar lo
que no se quiera, en Romanos 7, 15 “No hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero”,
porque la libertad esta coaccionada por las fuerzas del pecado que hacen actuar contrario a
la voluntad. En el acompañamiento hay que ayudar a liberar el corazón.

a) De todas las afecciones desordenadas para promoverlo a descubrir sus verdaderas


motivaciones al actuar.

b) De todas las vinculaciones afectivas y opciones basadas en intenciones no aceptadas


por los valores estrictamente evangélicos. Hay que ir quitando todo lo que nos condicione a
actuar en libertad.

LIBERTAD PARA: “la libertad de” o sea toda dependencia interior o exterior es para así
poder amar y vivir la verdad, es decir tomar decisiones libres y responsables aceptando las
consecuencias de las mismas. Jesucristo nos liberó de todo lo que impide ser plenamente
hombres “para permitirnos amar sin límites”. Gálatas 5, 1.

3. Discernimiento

Es la capacidad de descubrir en cada situación concreta cual es la voluntad de Dios, cuales


son impulsos puramente carnales y cuales las manifestaciones de la influencia del mal. Hay
que ayudar al acompañado a buscar y seguir la voluntad de Dios en las decisiones

37
comunitarias, familiares, de trabajo, sociales, económicas y otras más, según el criterio de
Monseñor Talavera:

1) El verdadero crecimiento no sé da aislado o de una manera individualista, sino que se


manifiesta en la medida que juntos formamos y construimos el único cuerpo de Cristo.

2) Este don viene de la intimidad con Dios, con su palabra, por Él llega a saber distinguir
sus rasgos en cada situación, a la vez que descubre la pobreza y mezquindad del corazón
humano.

3) Un aspecto muy importante del proceso de maduración es el ir dejando que la vida de


Jesús entre en todas las áreas de la vida y sus criterios se conviertan en nuestros en todos los
terrenos.

4) Al caminar en la fe con una persona acompañándolo hay que ayudarle a descubrir sus
motivaciones y a progresar hacia una pureza de corazón cada vez más radicales.

D) TEMAS CONCRETOS EN LAS REUNIONES DE ACOMPAÑAMIENTO

El acompañamiento se realiza tanto de forma grupal como individual ambos periódicamente.

1) El Grupal tiene más la “revisión de vida” aquí vamos a ver que ha ayudado el método
de ver, de juzgar y de actuar que es lo que nos ayuda a nivel grupal. El acompañante grupal
realiza esta función de revisión de vida en cada reunión se trata un punto de los compromisos
y se aplica el ver, juzgar y actuar. El acompañante recuerda brevemente en que consiste el
compromiso y motiva su cumplimiento “se ve” como se está cumpliendo, exponiendo cada
uno como está practicando dicho compromiso. Se analizan los motivos que esto sería
“juzgar” que han ayudado a practicarlo y lo que han sido obstáculo para ello y se animan
mutuamente a tomar resoluciones para poner más empeño en practicarlo (esto es actuar)

2) Individual es una entrevista más íntima y personal y se hace más a la “dirección


espiritual”. El acompañamiento individual se presta para tratar puntos más íntimos que
requieren de mayor confianza, como sucede en la comunicación entre dos amigos que
comparten sus preocupaciones.

38
3) Al principio será necesario insistir en ambos acompañamientos en los “compromisos
o áreas ordinarias” de la vida en la comunidad o pre-comunidad al principio se pudiera ir
tratando en conjunto para ver cómo se van cumpliendo hasta que se vayan haciendo hábitos.

4) Después de algún tiempo se pudiera ir tratando en el acompañamiento “grupal” una


sola área para ir revisando si se va poniendo en práctica las dificultades que han encontrado
en ellas, las maneras de superar dichas dificultades se pueden ir proponiendo un orden
concreto:

- Oración (talvez añadir lectura de la palabra, ayuno)


- Lectura de un libro informativo compartiendo cada uno sobre lo que ha leído
últimamente.
- La vida de familia (relaciones con los hijos, padres, esposo)
- Los servicios (como va su grupo de oración u otros servicios, si se pertenece
a un ministerio: Adoración, Intercesión, Visita a los enfermos, etc.).
- En su trabajo si le ayuda o si se encuentra con muchas dificultades.
- Su vida sacramental: puede asistir a misa, se confiesa con frecuencia.
- El área económica

5) Siempre que sea necesario en el acompañamiento individual hay que tratar las
emergencias que vayan surgiendo:

- Emergencias familiares
- Emergencias económicas
- Emergencias de interrelación.

39
CAPÍTULO 5: COMO DEBE SER EL ACOMPAÑANTE

A. INTRODUCCIÓN

1) El acompañamiento como ministerio

El acompañamiento es un servicio, un ministerio como los otros ministerios de las primeras


comunidades cristianas con estos ministerios Jesús prolonga su misión a través de su iglesia,
la misión de Jesús se resume en aquellas palabras: “Como el Padre me envió, así os envió,
recibir el Espíritu Santo” Juan 20, 21; “He venido para que tengan vida y la tengan en
abundancia” Juan 10, 10. Todos los ministerios están al servicio de esta vida, la vida se da el
espíritu santo la vida espiritual. El servidor no es la semilla ni siquiera el sol sino el agua o
el abono que ayudan al crecimiento el único dador de vida es Jesús por su espíritu, en su
iglesia que es la comunidad en ella se vive la fe. Algún instrumento concreto para la ayuda
de otros miembros y aunque él envió a ser Jesús en el mundo Juan 20, 21 es de todo cristiano.
Así nos envíe al Señor a todos, pero les toca de modo especial a los que tienen el ministerio
específico de servir a sus hermanos en el crecimiento de su fe. El que tiene este servicio tiene
que responder activa y responsablemente por ser un “don” o “carisma de Dios” para poder
construir la comunidad.

2) Jesús modelo de acompañante

Para comprender cada vez mejor la función de acompañante hay que recurrir al modelo que
es Jesús, así por ejemplo la acogida y cordialidad con que el acompañante recibe al
acompañado tiene que aparecer al mismo tiempo superior a su actitud personal porque en él
esta y actúa el amor de Jesús y como acogida del mismo Jesús que está en el corazón del
acompañante; el acompañante acoge al acompañante, pero el acompañante lo acoge Cristo
sólo que también que el acompañante lo acoge verdaderamente aunque no con el yo humano
carnal sino con el yo humano divino lleno del amor que se conoce como ágape de Dios,
aparece en el (acompañante) “la benignidad y humanidad de Dios” se hace humanamente
visible la bondad divina no simplemente la bondad humana que subyace a “la vida de gracia”
es que el acompañante tiene que ser personificación existencial de Jesús perpetuando en sí

40
las exactitudes de Jesús que durante su vida mortal realizó en ese mismo oficio, esas actitudes
las comunica el espíritu al acompañante.

B. TRES ACTITUDES BÁSICAS DEL ACOMPAÑANTE

Para ayudar en este servicio vamos a exponer las actitudes o cualidades del acompañante, así
como las deficiencias en que puede caer, tanto las cualidades como las deficiencias del
acompañante podrían afectar a la única relación verdaderamente importante la del Espíritu
Santo discípulo más que la de acompañante acompañado lo fundamental no son las técnicas
que utilice el acompañante sino sus actitudes personales por eso la persona que acompaña
espiritualmente a otra debe ser una persona imbuida de las actitudes básicas que se pueden
resumir en 3: Congruencia, aceptación incondicional y empatía actitudes son tendencia
contante que se adhieren como hábitos a la personalidad.

1. “La Congruencia” significa que el acompañante es maduro espiritualmente y ha


logrado un equilibrio interior a esta “congruencia” o “equilibrio” se da en 3 planos
psicológicos de profundidad:

- Primer plano la manifestación exterior tanto en la palabra común, la


presentación, expresividad, gestos, tonos de voz, mirada, postura corporal y si no
hay “congruencia” se transmite un doble mensaje el de nuestros gestos y el que
llevamos aprendido.
- Segundo plano la conciencia el de la actividad consciente el mundo interior y
el exterior.
- Tercer plano es el más profundo es el de la vivencia ahora bien entre estos
planos debe haber de acuerdo y no desacuerdo.
El acuerdo entre el primer y segundo plano es manifestarse extremadamente cómo
vive conscientemente por dentro. El desacuerdo es lo que llamamos ponerse una
“máscara”, es decir manifestarse externamente según las personas o las
circunstancias en las que se está, una máscara para la casa, otra para el trabajo y
otra para los amigos y otra será para el grupo. El acuerdo entre la segunda y

41
terceros planos es lo que se llama “el acuerdo interno de la persona”. El
desacuerdo es que no coincidan las vivencias profundas, (por ejemplo,
agresividad, cariño, ternura) con lo que conscientemente se está captando por
ejemplo conscientemente se está captando cariño, pero en el fondo lo que se siente
es agresividad.

Consecuencias para el acompañante

“Por tanto todo ayudador o acompañante tiene que ser una persona
fundamentalmente sana sin padecer represiones que le impidan conectar con su
yo más profundo” si el acompañado despierta un gran rechazo en el acompañante
mejor que no se comprometa el acompañamiento, es decir que si no nos vamos a
llevar bien que si yo siento fastidio molestia por este acompañado es mejor que
suspenda ese encuentro que se podría dar, todo esto no significa que el
acompañante debe manifestarse sus sentimientos solamente si impide la
comunicación o empatía; hágase pero no en forma de desahogo, sino con el deseo
de aclarar y profundizar sacando a la luz lo que está pasando entre ambos.

Deficiencias

Respecto a esta primera cualidad del acompañante a saberse madurez y equilibrio se podrían
dar las siguientes deficiencias:

1. Si el acompañante es temperamental, pero se reconoce tal evitará el peligro


de inducir apasionamientos y decisiones rápidas en el acompañado.
2. Si reconoce que el mismo es fácil a la depresión y al temor evitara inducir
inseguridades.
3. Si es de los que “catalán a la primera” la situación del acompañado deberá
refrenarse para que sea el acompañado quien vaya a descubrir lo que deba hacer.

2. “La aceptación incondicional” significa que el acompañante va a prescindir de toda


actitud a la crítica y va a tratar de actuar con una ausencia de juicios de valores respecto a la
persona y al actual del acompañado. Solamente viendo su realidad sin juzgarla no se trata de

42
aceptar su realidad de una manera fría e impersonal sino al contrario con calor y cordialidad
que nacen del aprecio y estima reales como hermano querido precisamente este amor y
respeto lleva a no evaluar sus conductas concretas. Hay que tener estima, cariño, aprecio a la
persona acompañada y a la vez neutralidad frente a sus hechos y actuaciones concretas; este
aprecio y estima que tiene el acompañante por el acompañado tiene que mostrarlo por los
medios oportunos y manifestar una confianza plena en la sincera voluntad del acompañado
como lo expresó Jesús con Natanael en Juan 1, 47. Si se deja transparentar la menor
desconfianza se acabó el acompañamiento si el acompañado se siente acogido y juzgado con
benignidad se expresará con más facilidad, así se permite al “acompañado” el descubrirse
desde si mismo sin estar influenciado por “prejuicios” del acompañante y así también del
“acompañado” sintiéndose ciertamente aceptado aceptará también las orientaciones,
sugerencias del acompañante.

Como consecuencia de esta actitud básica se siguen la siguiente regla de San Ignacio que
enseñaba que no hay que llevar necesariamente por su propio camino personal el proceso
espiritual de los demás; hay que ayudar a los demás para que sean suficientemente autónoma
y procurar, aunque sea difícil lograrlo se vea realmente imparciales saber adaptarse a cada
persona.

3. “La empatía” es captar el mundo del otro desde el otro desde su marco de referencia,
desde su perspectiva personal, ser capaz de ponerse en la situación de la otra persona
captando en cuanto sea posible su mundo interior su manera de sentir y vivir lo que está
contando. No es por consiguiente simpatía (identificación emocional) sentir lo mismo que
siente el otro (si el otro está alegre sentir alegría). No es entender las vivencias del otro a
partir de las vivencias propias la empatía es como una escucha activa así captando la realidad
del acompañado puede orientar para esto el acompañante necesita el don de cierta intuición
espiritual fruto de dos elementos finura de percepción psicológica (igual a tener antenas)
incierta con naturalidad con el sentir y actual del Espíritu Santo. La primera quizás es un don
de la naturaleza, pero la segunda no es posible sin el hábito de la oración y la renuncia de sí
mismo.

43
4. “Otras cualidades del acompañamiento” son:

1. Su disponibilidad tiene que ser localizable por decir si estoy en otro país y
aquí son las 8 de la mañana allá son las 4 de la tarde va a ser un poco difícil que
nos podamos encontrar.
2. Su capacidad de auto-evaluación periódica; tener conciencia de que la “obra”
es de Dios el acompañante solo es instrumento por eso tener total confianza en el
Señor.
3. Al ejercer su ministerio en una gran humildad sin engreírse por los éxitos
reales o aparentes.
4. Saber estar junto al acompañado en las pruebas purificadoras de la fe.
5. Hacer que el acompañado sepa leer su propia vida como entre comillas
“historia de salvación”.
Muchas cosas más pueden decirse un autor enumera 25 características propias de
quien este llamado a este ministerio podría ser interesante enumerarlas, pero con
todo añadimos algunas más:
- Capacidad de inspirar animando.
- Sentido realista y equilibrio de las cosas.
- Personalidad suficiente para no dejarse conducir y manejar por aquellos
mismos a quienes tratan de ayudar.
- Espíritu de fe con convicciones serenamente radicales.
- Madurez afectiva que le haga ocupar su puesto legalmente.
- Capacidad de comunicarse.
- Entender mucho, hablar poco, escuchar.
- Enseñar más con su ejemplo que con sus palabras.
- Don de ganarse la confianza favoreciendo la apertura de corazón.
- Acomodación a las disposiciones del acompañado, tanto en sus intervenciones
y en la medida de sus consejos.
- Suma reserva sobre las confidencias que reciben sabiendo guardar el secreto.
- Recordamos finalmente que UNO es el maestro y que todos tenemos que
aprender de Él.

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C. DEFICIENCIAS EN EL ACOMPAÑAMIENTO POR PARTE DEL
ACOMPAÑANTE

1. No crear dependencias. Tenemos la tentación de sostener a las personas demasiado


de crear dependencia innecesaria, el acompañante ayuda continuamente a los otros a tomar
sus propias decisiones y aceptar sus consecuencias porque sólo así adquirirá la
responsabilidad esto se ve en la dirección espiritual. El buen director espiritual no decide por
la persona a quién está guiando, sino que la acompañe en el proceso de discernimiento de la
voluntad de Dios en cada situación concreta el acompañado es una persona con su dignidad
y el acompañante tiene que ayudarle a reconocerse a sí mismo y valorarse sin depender del
acompañante sino solo de Dios.

2. No caer en actitud de creerse el que lo sabe todo. No se trata de hacernos los expertos,
los únicos capaces de discernir hay de nosotros si tratamos de acaparar el discernimiento y
además hay de nosotros si tratamos de discernir con puros criterios humanos sin estar en una
actitud continua de apertura al Espíritu de Dios.

3. No caer en actitud narcisista. El diccionario casi cualifica de narcisista al que “cuida


excesivamente desde su adorno y compostura o se precia de su propia persona como
enamorado de sí mismo”. Cae en narcisismo el acompañante que cuida más de quedar bien
para sí mismo de escucharse así mismo que de ayudar a su acompañante.

4. No creerse por ser acompañante padre de nadie. La vida espiritual que tiene que
cuidar y ayudar a crecer el acompañante no es trasmitida por él sino por el Espíritu Santo por
eso no es correcto hablar y menospreciar o sentir que el acompañante “se reproduce” en otros
o que logra una “transferencia de vida” este sentido hay que aplicar las palabras de Jesús:
“Uno solo es vuestro padre el del cielo” Mateo 23, 9. No sólo se transmite la vida sino ni
siquiera el crecimiento que es solo de Dios. 1 Corintios 3, 5-9. Si al director espiritual se le
llama “padre” no es por transmitir la vida sino por cuidar la vida como hacen los padres de
la tierra con sus hijos y que van creciendo por sí mismos y no por los cuidados del padre,
tampoco los acompañantes son “vendedores ambulantes” con “recetarios” por cuenta propia.

45
D. LA RESPUESTA DEL ACOMPAÑANTE

1. Durante la entrevista mientras se escucha

Ya se mencionó en el comentario del texto de Jesús como acompañante de los


discípulos de Emaús.
- En primer lugar, debe tener paciencia para saber escuchara al acompañado
como Jesús escuchó a los dos de Emaús incluso haciendo algunas preguntas
pertinentes si advierte que el acompañado no nos dice todo lo necesario.
- En segundo lugar, debe tener discernimiento mientras escucha debe estar
tratando de entender la interpretación divina de los hechos y la respuesta que Dios
da al planteamiento propuesto, tratando de expresarlo prudentemente al
acompañado que aún no está preparado para entender en ello la voluntad de Dios.
El acompañamiento ayuda a buscar y a discernir la voluntad de Dios y a animar
a practicarla.

2. Características de las respuestas

La respuesta del acompañante tiene que ser:


a. Serena y diligente como la acción de la “gracia” que quiere decir que viene
de Dios; escuchando, iluminando y preguntando con discreción y solicitud irá
quitando progresivamente los desórdenes y tortuosidad interiores, ira purificando
la conciencia haciéndola más delicada y vigilante.
b. Incorruptible. Muchas cosas habrá que disimular por el momento cuando no
se ve aún la obra de la gracia, pero si el acompañado no toma en serio la realidad
de la vida espiritual y de las exigencias de Dios entonces hace falta firmeza.
c. Firmeza, la firmeza no es lo mismo que severidad. Jesús sólo una vez usó la
severidad con Pedro en Mateo 16, 2 y 3. Los mejores maestros de espíritu
reconocen que si alguna vez usaron la severidad les fue mal, no actuaron en
espíritu, por tanto, las intervenciones firmes han de estar hechas con delicadeza y
caridad.

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3. Objetivo de la respuesta

La respuesta del acompañante tiene un doble objetivo para con sus acompañados el de
informar y proponer cuando el acompañado:

1. Le pide información o cuando la información va a resultar previsible necesaria para


el desarrollo del proceso espiritual como cuando Jesús informó a los de Emaús sobre los
padecimientos del mesías previsto en la biblia posiblemente toda otra información resultaría
excesiva e inútil, favorecería la pereza del acompañado podría ser experimentada como
imposición, podría forzar el ritmo del proceso y espiritual.

2. Proponer conforme al tema dialogado:

1. Orientando al acompañado por medio de dirección, acuerdo, consejo u


opiniones personales según se indicó en la lección anterior.
2. Ayudando para que el acompañado se vaya conociendo a sí mismo más
profundamente y que logre expresarlo sobre todo sus sentimientos, dudas
temores, deseos y otros contenidos vivenciales interiores, así como realidades o
compromisos que crea el que debe asumir como también “llamadas” o
“mociones” que piensa que debe corresponder.
3. Exigiendo cuando sea necesario y vea capacidad en el acompañado.
4. Estimulando discretamente a correr los riesgos oportunos en el seguir la
voluntad de Dios para el acompañado.
5. A veces discerniendo si existen bloqueos en el acompañado y ayudándolo a
superarlos:
a. El que el acompañado no quiera o no se atreva (consciente o
inconscientemente) a seguir una “moción” que intuye que va a ser exigente para
él.
b. El que quiere responder como una “entrega vaga” y no con “acciones
concretas”.
6. Confirmando lo que está bien y animando a continuar
7. Siempre alentando y animando. El dar ánimo aliento comprensión no se
contrapone con la exigencia, sino que se complementan, lo propio de la

47
acompañante no es tanto informar (solo lo mínimo necesario, más bien la
información se tendrá en el acompañamiento grupal) cuanto de proponer
conforme a lo consultado; proponer no es sinónimo de imponer es más bien
“aconsejar”.

E. CONCLUSIÓN

Finalmente, la figura del acompañante se podría sintetizar diciendo que debe ser acogedor
como el Padre, hermano como el Hijo porque se refiere al Padre celestial y al hijo que es
Jesús y estimulante como el Espíritu aquí vemos la acción del Padre del Hijo y del Espíritu
Santo.

El acompañante debe imitar la acción de la santísima trinidad en los hombres cuando del
Padre debería tomar la idea de que “el otro (el acompañado) debe ser más “si mismo” en el
deseo que llegue a forjarse un proyecto personal; de Jesús tomar la idea de que su humanidad
debe hacerse hermano en camino “humano acompañante” nunca Jesús provoco dependencias
que alteraran la personalidad de cada discípulo “ustedes han sido llamados a la libertad en el
amor, háganse esclavos el uno del otro” Gálatas 5, 13; del Espíritu la idea que Dios es
suscitador de vida el acompañante puede asemejarse en lo de alentar y suscitar vida interior
y así se podría considerar el acompañamiento a modo de “sacramento de la comunidad” como
dicen los teólogos ósea “signo y causa” de lo que el Espíritu de Dios realiza, instrumento
para que Cristo se forme más profundamente en otros hermanos.

CAPÍTULO 6: DEL ACOMPAÑADO

A. TOMA DE CONCIENCIA DEL VALOR DEL ACOMPAÑAMIENTO

1. Ayudar en tu caminar hacia el padre en la comunidad

Lo principal que debe conseguir el acompañado para que el acompañamiento sea eficaz en
él, es el convencimiento del valor del acompañamiento debe sentir el acompañamiento no

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como una imposición sino como un instrumento del Señor para su santificación, el verdadero
agente de su santificación como varias veces has oído es el Espíritu Santo el que “da el
incremento”. Tu verdadero acompañante es Jesús por su Espíritu a quien tienes que ver en tu
hermano acompañante tienes que profundizar en lo que significa el acompañamiento para ti
en esta etapa de tu vida espiritual.

a) Has avanzado en este caminar hasta el nivel de “comunidad” y conoces las


virtudes y exigencias de este nivel, sabes así estás haciendo la voluntad del Padre,
de que te vayas pareciendo más al maestro Jesús permitiendo que todas las áreas
de tu vida se vayan centrando en Él y así te vayas desarrollando como cristiano y
vayas caminando hacia la santidad guiado por el Espíritu que es tu “acompañante
interior” apoyado en la comunidad y acompañado por un hermano-acompañante
que significa juntitos verdad, es más fácil ir subiendo por el camino de la
perfección que conduce a la caridad perfecta o ágape.
b) “El acompañamiento te va a ayudar a mantener tu entusiasmo”
En este caminar cada reunión de acompañamiento te va a servir como un estímulo
para no decaer en este caminar si por alguna circunstancia no te encuentras en
“buena forma” la reunión te ayudará a superarte y tomar nuevas fuerzas para ir
adelante.
c) El acompañamiento es uno de los medios más efectivos para la unión con tus
hermanos
En la comunidad como lo comprueba la experiencia de las comunidades
existentes las reuniones de acompañamiento crean un clima de confianza mutua
que ayuda a mantener y aumentar las relaciones de amor fraternal entre los
miembros de la comunidad.

2. Consideraciones para la profundización

a) Te voy a poner subrayado algunas consideraciones para que profundices en el valor


del acompañamiento:

1) Está respaldada por la palabra de Dios y la tradición o historia de la iglesia.

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2) Tienes que recordar que el acompañamiento es importante para la restauración
de la vida comunitaria.
3) Ser acompañado significa una parte de tu compromiso con Dios y la
comunidad para poder avanzar en el camino de fe y de santidad por tanto forma
parte de tu compromiso o alianza comunitaria.
4) Una sana relación de acompañamiento te ayuda a conocerte en la forma
correcta, te edifica, te hace sentir el aprecio de los hermanos, permite que te
observan y corrijan con amor.
5) Permite una identificación en penas y alegrías brinda mucho apoyo y te libera
de las autocompasiones, permite relaciones fuertes en la comunidad.
6) Debe tener en cuenta que en el acompañamiento entra además de la terapia
natural el “dato de la fe”, es decir la acción de Dios en la persona algo análogo al
sacramento de la reconciliación.

b) Conclusión

Por eso la figura de un hermano que se pone a tu lado como acompañante del
camino se impone incluso como necesidad se puede decir en general que todos
los hombres necesitamos de algún pedagogo espiritual que nos acompaña en el
camino hacia la perfección, pero tratándose de una exigencia de perfección deben
nacer de ti el deseo de hacerte ayudar; este deseo es fruto de humildad cuando
este deseo no existe conviene aconsejar.

B. DISPOSICIONES EN EL ACOMPAÑADO

Una vez convencido del valor del acompañamiento se requieren ciertas disposiciones que te
faciliten la práctica de optar por el acompañamiento es una decisión que libremente elegirá
y supone.

1) La voluntad de querer ser ayudado.


2) La función o subordinación de este aspecto de la vida.

50
3) Ser fiel y asistir puntualmente a la reunión de acompañamiento grupal o
individual esta fidelidad al ritmo de los encuentros será otro dato para calibrar el
deseo de seguir en el crecimiento personal, humano y cristiano.
4) Estar sujeto a tu acompañante respetando el compromiso adquirido no
siempre significa obediencia, pero si una actitud de docilidad a sus orientaciones;
es por tanto algo importante dentro de las normas o lineamientos de la comunidad
que debes cumplir con seriedad no es una rutina más a la que te tienes que someter
para todo ello necesitas una gran dosis de humildad.

C. RELACIÓN ACOMPAÑADO - ACOMPAÑANTE

Supuesto que has penetrado en la importancia y valor del acompañamiento y tienes toda la
buena voluntad a lo que lleva consigo el acompañamiento, puedes pasar a revisar tus
relaciones como acompañado con tu acompañante:

1) Como acompañado debes tener una “relación personal” y no funcional con tu


acompañante, recordando que “el hermano” incluso cuando realiza su función de
acompañante o mejor su papel de acompañante consiste en ser un hermano que
ayuda a otro hermano, tener claro que la relación de acompañamiento es una
relación de hermandad y servicio.
2) Es, puedes, una relación fraterna todos necesitamos una dosis de amor
fraternal de parte de ambos acompañante y acompañado ambos dan ese amor y lo
reciben con alegría y paz; deben tener en cuenta por tanto que para ti él es un
hermano mayor y no un capataz, su función es de servicio por amor.
3) Debes tener relaciones “abiertas” y “francas”:
1. Que no tengas hermetismo ni actitudes defensivas.
2. Que puedas hablar de tus dificultades y luchas en forma franca para que se
te puede ayudar y así puedas andar en luz.
4) Este compromiso del acompañamiento lo debes realizar “en forma voluntaria
y gustosa” ya que así podrá seguir desarrollando tu vida espiritual bajo la

51
dirección de una persona su acompañante a quien debe ver como un representante
de Dios.
5) También debes recordar que tu acompañante ve por tus intereses y no por los
suyos que está tratando de ayudarte por eso debes tener para él una visión positiva
y pedir a Dios amor para él, vale la pena que recuerdes que tu acompañante no lo
sabe todo, pero lo que no lo sepa lo averiguara para ayudarte.
6) El acompañado debe orar antes del acompañamiento para que su acompañante
tenga la sabiduría que le permita orientarlo de la mejor manera posible y que él
mismo tenga la gracia para comprender y aceptar la orientación y llevarla a la
práctica.

D. RELACIÓN DE AUTORIDAD (ACOMPAÑANTE Y DE SUMISIÓN


(ACOMPAÑADO)

En esta misma enseñanza en el literal b sobre las consecuencias del acompañamiento para el
acompañado se tocó este punto de la autoridad que se menciona. Ahora vamos a aplicártelo:

1) Autoridad que se dio en el crecimiento 4 en la clase de la obediencia y en ella


se trató de la “autoridad” en donde existe una relación del hombre que establece
también una autoridad que viene de Dios. Como toda autoridad porque el Señor
al formar al hombre con esas relaciones quiso también el orden a través de la
autoridad así hay autoridades que procede de ser el “hombre social”:
a) Así la autoridad de gobierno en la nación.
b) La autoridad paterna en familia.
c) La autoridad escolar en la escuela, colegio o universidad.
d) La autoridad espiritual en la iglesia, congregación religiosa o comunidad.

Pregunta: ¿Qué autoridad tiene acompañante? La necesidad para cumplir con su cometido
correlativamente a la autoridad es la obediencia o sometimiento a dicha autoridad; en el
acompañamiento dicha autoridad y obediencia se ejerce a través de la orientación del
acompañante al acompañado en la conversación o entrevista entre ambos. Desde antiguo en

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la práctica “del acompañamiento” sea distinguido entre la inversa “obligatoriedad”
llamémoslo así de las orientaciones dadas.

Llamado dirección

Es dar una orden que se espera sea obediencia y cumplida con responsabilidad diligentemente
y con gozo se da este caso cuando el acompañante lo juzga necesario por la importancia o
gravedad del caso, por ejemplo, si el acompañado trae como tema del acompañamiento un
negocio que se está realizando y el acompañante descubre que en ese negocio hay injusticia
aunque no sea consciente por parte del acompañado puede darle la orden de suspender el
negocio hasta que consulté bien con su experto (de ordinario un sacerdote) que le aclare la
injusticia del negocio.

Acuerdo

Son las decisiones que se toman en el acompañado sobre un área específica y que luego que
se ha dialogado con profundidad deben ser cumplidas cabalmente; se da este caso cuando el
acompañado lleva como tema del acompañamiento un área específica sobre la que quiere
tomar alguna decisión por ejemplo, el acompañado trata sobre la comunión diaria el
acompañante discierne dialogando con el acompañado sobre si dispone de tiempo, si
interferiría con sus deberes y obligaciones.; si el templo o capilla está cerca o lejos, etc. Si
analizando todo se decide que si el acompañado debe cumplir y dar cuenta a su acompañante
como lo está haciendo.

Consejo

Son criterios que da el acompañante sin que tengan el carácter de obligatorio, el acompañado
puede o no aceptarlo; siempre informará al acompañante su decisión antes de ejecutarlo.

Opiniones personales

Son criterios que dejan en total libertad al acompañado de aceptarlas o no; no tiene la
obligación de informar al acompañante antes de tomar la decisión. Estas 2 formas (consejos
y opiniones personales) son las formas ordinarias de actuar del acompañante en las
entrevistas como se diría en la enseñanza siguiente de la “entrevista”. El acompañante
aconseja u opina sobre el tema tratado en el acompañamiento, por ejemplo, al revisar la

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“ordenación del tiempo” el acompañante da el “visto bueno” a la distribución del tiempo
presentada por el acompañado y le orienta sobre como ir mejorando su cumplimiento.

E. VAMOS A INSERTAR TAMBIÉN COMO RESPUESTA DEL


ACOMPAÑANTE: LA CORRECCIÓN FRATERNA

1) Necesidad de la corrección fraterna

“Al acompañar a las personas en la fe el Señor nos pide que no cambiemos su verdad” si
nuestros hermanos que quieren crecer en la fe y ser verdaderos discípulos de Jesús no pueden
esperar la verdad de nosotros de quién la podrían recibir. Hablar con la verdad puede ser muy
doloroso pues nos lleva al tema tan delicado de la corrección fraterna, la capacidad de corregir
fraternalmente con espíritu evangélico en su uno de los signos más claros de la madurez de
la fe, no es corrección fraterna en sentido evangélico cuando “le decimos sus verdades” a las
personas porque nos caen mal, nos estorban o porque nos queremos vengar, etc.

2) Cualidades de la corrección fraterna

La corrección fraterna auténtica tiene 2 cualidades que la distinguen de la anterior.

1. Se da siempre en la “verdad” de la forma más completa posible en una


situación concreta.
2. Se da con “amor” decir las cosas con amor no quiere decir necesariamente
que las digamos con mucha dulzura y sentimiento esto sería mucho según la
personalidad de cada persona. Decir la verdad con amor es decirla para el bien de
la persona porque queremos que crezca la vida de Dios en ella; las personas saben
distinguir perfectamente cuando les corregimos por su bien y cuando lo hacemos
porque nos están molestando; para eso también se necesita la madurez y la pureza
de corazón.

3) Cuando realizar la corrección fraterna

La mejor ocasión para la corrección fraterna es en el acompañamiento individual


por darse entonces las circunstancias más propicias para ello; confianza,
confidencialidad y sobre todo la gracia del Señor que actúa a través del

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acompañamiento en el “acompañante” para que se den las 2 anteriores cualidades
de verdad y amor y también en el acompañado para que tenga la suficiente
humildad para reconocer su falta en la “corrección” y aceptarla con el propósito
de enmendarse; hay que notar también respecto del acompañante que cuando note
algo que habría que corregirse en su acompañado antes de afrontar la corrección
fraterna vaya preparando el acompañado de una manera indirecta para que el
mismo llegue a descubrir aquello que necesita corrección y pida el mismo la
ayuda para superar la dificultad.

CAPÍTULO 7: ¿QUÉ ES LA ENTREVISTA?

El desarrollo de esta entrevista puede ser más o menos como un diálogo y para ello vamos a
desarrollar.

A. DIÁLOGO INTERPERSONAL

La relación de ayuda entre el acompañante y él acompañado se produce en el encuentro de


comunicación interpersonal y de diálogo recíproco para que se produzca un diálogo
interpersonal debe haber una manifestación y una respuesta del interlocutor o sea de quien
escucha; ambas personas en esta entrevista buscan responder fielmente a la voluntad de Dios
y ser obedientes a su voz, el Espíritu Santo es el protagonista fundamental de este encuentro,
el comportamiento tanto del acompañado como del acompañante durante la entrevista deberá
ser el siguiente:

El acompañado ayudara con una actitud adecuada para que el acompañante tenga
conocimiento del tema o problema que se está tratando. El acompañado no debe mantener
poses ni guardar su imagen para que el acompañante lo pueda orientar según sus necesidades
reales y no solo por apariencias.

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El acompañante debe buscar conocer la voluntad de Dios respecto al tema o asunto tratado
en la entrevista valiéndose de sus conocimientos bíblicos, eclesiales y experiencias
personales propias o ajenas respecto de las circunstancias del acompañado.

La comunicación además de clara y precisa debe ser respetuosa por ambas partes. Por parte
del acompañado debe mostrar respeto, amor, atención y darle toda la importancia; no dar esa
impresión de que nos va ni nos viene.

Por parte del acompañante debe tener una actitud amistosa fraterna de interés e importancia
en el momento de la entrevista esta será la primera prioridad debe ser franca y directa en un
marco de delicadeza y amor

B. ACTITUDES CORRECTAS DE UNA ENTREVISTA

- Confidencialidad.
- Confianza - cordialidad.
- Claridad

1) Actitud de confidencialidad

Consiste en guardar estrictamente el secreto de lo que se ha hablado en el acompañamiento


no solo individual sino también grupal es estrictamente necesario por varias razones, vamos
a enumerar:

1. Justicia existe un secreto, que se llama profesional y que obliga bajo pecado
grave el acompañamiento cae bajo este secreto.
2. Porque es el punto neutral neurálgico de la vida de un grupo protege a todos
los miembros.
3. Porque si no existiera la confianza suficiente de que se va a guardar el secreto
el acompañamiento seria superficial, este secreto no compete sólo al acompañante
sino también a los acompañados todos deben saber y vivir la importancia de este
silencio. Cada uno debe velar celosamente por el buen nombre de cada uno de sus
hermanos. En esta área hay que ser muy delicados ya que los errores generan
graves malestares.

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4. Dentro de la actitud de confidencialidad la única instancia que hay para
comunicar algo del acompañamiento es contarlo al sacerdote bajo secreto de
confesión; se aconseja que de tener que hacerlo sea con un sacerdote que pueda
comprender la vida y la marcha de la comunidad.

2) Actitud de confianza y cordialidad

El acompañamiento es una relación fraterna interpersonal no de funcionarios ni ejecutivos


por eso la entrevista tiene que darse en un clima de confianza y cordialidad un clima así
posibilita la libertad para una intercomunicación profunda; la acogida sincera e integralmente
amigable y cordial del acompañante no solo inicial sino durante toda la entrevista formará el
elemento principal de la atmósfera espiritual de la entrevista; esta acogida debe proceder de
un acompañante de sentirse realizado un ministerio de Jesús y así abrir un corazón como lo
haría Jesús mismo.

Nada le dará tanto sentido de seguridad al acompañado como la percepción experimentada


de una cordialidad amigable que entiende inspirada por Dios y ofrecida por Dios en su
acompañante.

Hay unas actitudes incorrectas, hay falta de confianza de parte del acompañado cuando tiene
ideas preconcebidas respecto a su acompañante no está preparado intelectualmente para
dirigirme es lo que podría pensarse; es ignorante en muchos aspectos; le haré caso sólo en lo
que sabe; él no tiene mis problemas pertenece a otra época; ya he dado problemas a otros
acompañantes podría esté conmigo.

3) Actitud de claridad

Al poner nuestras vidas en la luz estamos en comunión unos con otros. Permitimos romper
con la mentira la hipocresía la verdad a medias; es difícil poner tu vida a la luz, pero debes
hacerlo si deseas ser sanado y santificado; es importante comprender que los hermanos
protegerán celosamente tu buen nombre, poner a la luz a tiempo áreas en conflicto; ser
amplios en la información sobre un área en particular cuando lo requiere el acompañante;
claridad también del acompañante en decir realmente lo que piensa y en dar una evaluación
justa y correcta.

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Como actitudes incorrectas tendríamos algunas personas ansiosas, inseguras o con complejos
de rechazo; caen en la mentira; en el halago exagerado; en el exceso de confianza; quieren
tener siempre la razón en todo; se manifiestan con rodeos o indirectas.

C. REALIZACIÓN DE LA ENTREVISTA

Durante la entrevista tenemos varios literales:

a) Dominio afectivo

Mientras el acompañado habla el acompañante debe mantener un clima de total confianza,


para ello el acompañante ha de guardar un control mantenido de su propia afectividad que
fácilmente debe afectar a quien le escucha. Tiene que procurar interesarse realmente por lo
que dice sin discutir mientras habla el acompañado evite reacciones inmediatas
marcadamente evaluatorias; esto produce o induce a inhibición sentido de culpabilidad
investigativa estas producen hostilidad o cierres es decir que ya no quiere hablar más el
acompañado. Otra: el bloqueo, el desarrollo autónomo.

b) Ser concretos

Hay que llevar al acompañado a que presente dichos y juicios concretos y no impresiones
generales, vagas que resulten de ordinario, falsas, inútiles y depresivas que no se contente
con decir todo me va mal la oración ha sido un desastre, sino en concreto en tal ocasión no
he sido generoso por tal motivo. Por pereza no he sido puntual en el cumplimiento de tal
deber o compromiso, he descuidado tal preparación para la oración. Entonces el acompañante
a la luz de Dios podrá ayudarle también concretamente y así también el acompañado se irá
acostumbrando no juzgarse a sí mismo desde si mismo sino a refugiarse en el juicio de Dios
que el acompañamiento trata de conocer y expresar.

3 ADVERTENCIAS

a. Como tratar “lo malo”. El acompañado tiene que ir adquiriendo el hábito de ir


descubriendo las cosas buenas que hay como por ejemplo el esfuerzo, generosidad y de
juzgarlas como buenas y junto a esto las cosas malas los defectos, infidelidades, desórdenes
afectivos, pecado y juzgarlas como malas.

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Cuando el acompañado confiesa sinceramente lo malo que ha cometido o que hay en él hay
que acoger esta confesión con indulgencia como algo comprensible dentro de las limitaciones
humanas muy lejos de una censura o reacción cargada de espanto, aspereza o turbación de
modo que esa misma serenidad se le infunda al acompañado hay que ir habituándolo a
reconocer su propia malicia pero a la luz de la misericordia de Dios, misericordia que se
deben reflejar visiblemente en el acompañante que se acostumbra a reconocer con paz como
compuesto de espíritu y carne que sepa acoger con serenidad sus defectos aceptando sus
limitaciones humanas y sintiendo así más la necesidad de tener siempre de Dios y no se ponga
nervioso e irrisible volviéndose insoportable así mismo; esto es una señal del auténtico
progreso espiritual acoger los propios defectos sinceramente detestados en lo que tienen de
ofensa de Dios con humildad y fe.

b. Como tratar “lo bueno”. En cuanto a las cosas buenas que manifieste el acompañado
hay que saber seguir animándolo induciéndole mayor confianza en la dignidad de su persona
y en el Señor que lo utiliza para dichas cosas; cosas buenas hay que evitar que se llegue a
engreír por ellas y excederse y entregarles más tiempo que el que debe darle y sobre todo
mantenerlo en humildad sabiendo que todo ello viene de Dios así se expresaban en los santos.
Santa Teresa dice: “Mirando como cualquier obra buena que hagamos no viene su principio
de nosotros sino de la fuente de Dios”. San Ignacio dice: “Yo, para mí me persuado que antes
y después soy todo impedimento y de esto tengo mayor contentamiento y gozo espiritual en
el Señor nuestro por no poder atribuir a mi cosa alguna que parezca bueno”.

Los santos consideran que todo este tratar al acompañado no es cosa personal es una gracia
de Dios y que somos simple y sencillamente imperfectos como todos, pero es gracias de Dios
que podamos llevar a efecto el acompañamiento. No hay que pretender inducir
prematuramente una humildad espiritual madura cuando aún no es tiempo para ello, al
principio la humildad cristiana se expresa en la sincera apertura de sí mismo y en la docilidad
en el acompañamiento.

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D. LA RESPUESTA

1) Juzgar sobre lo dialogado

Terminada la exposición del acompañado guárdese el acompañante de reaccionar diciendo:


haz esto o haz aquello; debe de repetir lo que ha entendido para que el acompañado tenga la
seguridad de que ha calado su situación, su problema y que ha comprendido los aspectos de
lo que se ha expuesto por el acompañado; en esta repetición expone de ordinario más claro
de ordinariamente concretándose a los puntos fundamentales. Creo que está deseoso de tal
manera que ayudan a acompañado a comprender mejor su situación, da también confianza el
ver que se retienen las cosas en la memoria es decir que se ha prestado atención e interés a lo
que ha expuesto el acompañado. Prosiga el diálogo esclareciendo a la luz de la voluntad de
Dios de manera sencilla en fe como se podría “interpretar” lo expuesto por el acompañado
buscando lo que el Señor dice o quisiera que se actuará conforme a su voluntad para ello
utilicé los conocimientos adquiridos sobre los crecimientos y la biblia.

2) La orientación

Después de este dialogo de esclarecimiento que podría equivaler “a juzgar” del método hay
que concretar, actuar según el método en algo el resultado de la entrevista; el acompañante
trate de discernir no por propia estrategia sino acudiendo interiormente a la luz del Espíritu.
Que orientación o consejo dar al acompañado, el acompañamiento no es una magia de
respuestas automáticas ni siquiera en el campo espiritual a veces, aunque el acompañante ve
cuál es la respuesta no siempre es prudente proponerla inmediatamente o en esa ocasión
porque ve que no le haría bien al acompañado en esas circunstancias. A veces es más
conveniente que el acompañante pregunte acompañado qué te parece cómo vas cómo crees
que agradarías más a Dios. El acompañante debe animarle y llevarle poco a poco a que el
mismo acompañado busque, juzgue y plantee lo que debe hacer, así entre los dos se puede
concretar el resultado de la entrevista.

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3) Tonalidad de la respuesta

El acompañante puede dar su respuesta en varios tonos o formas de acuerdo a lo que ya se


trató de la autoridad.

1. En tono imperativo como mandato u ordenando no se debe usar de modo


ordinario el tono imperativo porque entonces el acompañado actúa más movido
por lo que se le manda o por el acompañante que le manda, más no desde el
convencimiento interior propio.
2. En tono indicativo como ejemplo es la indicación que dio la Virgen a los
sirvientes en las bodas de Cana “Hagan lo que Él les diga” Juan 2, 5.
3. Otra forma es la interrogación abierta ¿Por qué me buscaba? No sabían que
tengo que estar en las cosas de mi Padre. (Lucas 2, 49). Es un ejemplo tomado de
la vida misma de Jesús.
4. Forma suspensiva. “Si vierais al hijo del hombre subir donde estaba primero”
Juan 6, 62. Esta forma de sugerir puede emplearse en la entrevista si hicieras tal
cosa; permite al acompañado una decisión personal.
5. Proporción abstracta y personal. Es particularmente aconsejable cuando hay
peligro de herir la susceptibilidad del acompañado cuando una verdad toca una
herida profunda de resonancia traumática hay que tener mucha cautela aun en el
caso que la persona haya manifestado su voluntad de que se le diga todo con plena
libertad porque las heridas psicológicas si se restringen indelicadamente en fuerza
de una reacción puramente psicológica independiente de la buena voluntad
produce un reflejo de retracción.
6. Forma de sugerencia. El acompañante al actuar por sugerencia deja entender
por ello mismo la confianza firme que tiene el acompañado. Un ejemplo de
sugerencia en el evangelio es la respuesta de Jesús al joven rico que le pregunta
¿qué más me falta? Jesús le sugiere si quieres. Mateo 19, 20-21.

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E. LA ENTREVISTA DE JESÚS CON LOS DE EMAÚS-MODELO DE
ENTREVISTA (LUCAS 24, 13-33)
Analicemos ahora de nuevo la entrevista de Jesús con los dos discípulos de Emaús a la luz
de lo expuesto anteriormente de parte de Jesús que es el acompañante.

En los versículos 15 y 17: Intuición, simpatía, cordialidad, acercamiento confiado, invitación


a abrir el corazón y a proponer las dificultas.

De parte de los 2 discípulos-acompañado, versículos 18 y 24: manifestación libre de sus


dificultades con emisión y afecto sin forma convencional.

De parte de Jesús los escucha sin cortarles, sin censurar sus palabras, deja que suelten cuanto
llevan dentro, aunque sus discursos son desatinados. Versículos 25 y 27: Cuando los dos han
desahogado.

1. Comienza a hablar con espontaneidad lleno de cordialidad bajo la corteza de


cariñosa.
2. Enuncia la verdad apropiada al caso.
3. Despierta en el corazón de los discípulos la verdad que ya conocían pero que
no habían penetrado sino olvidado descubriéndoles su sentido según las
exigencias actuales.
De parte de los discípulos, versículo 29: Adhesión afectiva de ellos al
acompañante.

En los versículos 30,31: Dejar paso a la fe, el acompañante es Jesús.

En los versículos 32 y 34: Conversión entusiasta a la comunidad. Jesús no había dado ninguna
orden sino “había despertado el impulso” en base a lo que quería obtener.

F. DEFICIENCIAS EN LA ENTREVISTA

La entrevista debe servir para discernir esclareciendo el proceso de conversión o cambio que
debe ir dándose en el acompañado este cambio que necesita y realizando el acompañado se
puede obstaculizar por las siguientes deficiencias:

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1. La falta de experiencia. Este es un obstáculo que generalmente proviene del
acompañante en este caso el acompañante consulte con una persona de mayor
experiencia de acompañamiento también es bueno hacerse autoevaluaciones
periódicas, orar para que el Señor le ayude en su servicio de acompañantes; en
cuanto al acompañado considere que su acompañante no tiene la suficiente
experiencia o preparación debe exponer el caso a la autoridad competente y
atenerse a lo que determinen
2. No tomarlo con toda responsabilidad si esta falta de responsabilidad es del
acompañante entonces debería meditar en la parábola de los talentos y considerar
que este servicio de acompañamiento es una misión que el Señor le ha
encomendado para el adelanto de personas muy queridas de Él; si esta falta es del
acompañado sería bueno que volviera a reflexionar lo que se dijo cuando se habló
del acompañado sobre “la toma de conciencia del valor del acompañamiento”
especialmente considere que esa actitud de falta de responsabilidad es una demora
que el mismo pone a su avance espiritual e indirectamente al desarrollo de la
comunidad.
3. Falta de comprensión ya sea del acompañante como del acompañado.
Falta de visión del acompañante sobre los cambios que el Señor desea del
acompañado.
Falta de confianza y de persuasión en el acompañado de que la orientación del
acompañante sea la conveniente.
El no llegar a capacitarse en la entrevista por no haber dado el diálogo suficiente
ya sea por parte del acompañante por no hacer las pertinentes preguntas o por
otros motivos y entonces no saber dar la orientación necesaria; ya sea por parte
del acompañado por no haber comprendido bien la orientación dada por el
acompañante.
4. Miedo tanto por parte del acompañante como del acompañado
Del acompañante miedo a no hacerlo bien, por no estar preparado o no tener las
cualidades para ello y este sentimiento de miedo le puede inhibir y no poner de
su parte todo lo que tiene de positivo o sea quiere decir que se está restringiendo.

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Del acompañado miedo de no saberse expresar para que le entienda el
acompañante; miedo sobre todo al principio de lo que es el acompañamiento y
sobre todo del acompañante que le haya tocado.
5. Abuso de autoridad por parte del acompañante
o Imposición
o Autoritarismo
o Dominación
o Intimidación
6. Deformaciones en la acompañante

1. Quién lo sabe todo se cree que él lo sabe todo.

2. Quien imponen su autoridad inapelablemente sin dejar hablar al dirigido.

3. Quien todo lo arregla con la oración sin afrontar problemas reales, humanos o
conflictos psicológicos.

4. Quien considera a sus dirigidos como muy suyos, sometidos y sin libertad.

7. Actitudes incorrectas del acompañado

1. Ver al acompañante como “superior intransigente” contra el que se resiste (procede


de una “transferencia” de “agresividad”) por sus experiencias contra su propio padre o su
jefe. Muchas veces sucede que uno tiene miedo a la autoridad, entonces la autoridad papá y
la autoridad del jefe y eso me lleva a considerar al acompañante bajo los mismos términos es
autoridad y punto y eso me hace daño. S

2. Verlo como “fiscalizador” ante quien tiende a “justificarse” como el otro me está
fiscalizando cada cosa cada circunstancia entonces qué hago yo justificarme, también está
mal

3. Verlo como “bien hechor potente” que puede sacarle de todo apuró entonces
instintivamente trata de tenerle contento para obtener favor.

4. Verlo como “el padre” que decide todo por él rehuyendo toda responsabilidad de sus
decisiones.

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5. Verlo como un simple “profesional” que le aclara todos sus problemas.

8. Defectos en la misma comunicación

1. Ironía.

2. Doble sentido.

3. Rodeos.

4. Usar términos ambiguos.

CAPÍTULO 8: ACOMPAÑAMIENTO Y SANTIDAD


Este capítulo pretende ser como una “recopilación” de todo lo tratado, no tanto en el sentido
de resumen sino como un intento de iluminación y comprensión con una nueva mirada y
complementando el tema con algunos puntos suplementarios, se van a desarrollar los
siguientes puntos:

a) Relación entre santidad y acompañamiento.


b) Relación entre santidad, iglesias y ministerios.
c) La ayuda del acompañamiento y su importancia.
d) Algunas observaciones para la práctica del acompañamiento.

A) RELACIÓN ENTRE SANTIDAD Y ACOMPAÑAMIENTO

1. El ideal o meta de la santidad

El concilio vaticano II dice: “todos en la iglesia son llamados a la santidad según la palabra
del apóstol” “porque está en la voluntad de Dios vuestra santificación” (1 Tesalonicenses 4,
3; Efesios 1, 4). Esta santidad se suele llamar también “perfección o madurez cristiana” así
por ejemplo “Y cuanto somos perfectos tenemos estos mismos sentimientos” (Filipenses 3,
15 y Colosenses 1, 28). Este ideal de santidad consiste:

1. En amar más sinceramente a Dios y al prójimo.

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2. En alcanzar un conocimiento cada vez más claro de la voluntad de Dios para
cada uno.
3. En poner en práctica esa voluntad o sea en guardar siempre la palabra, para
eso es necesario una comunicación íntima con el Padre por mediación de Jesús
conducido por el Espíritu Santo.

2. Relación de la santidad con el Padre, Jesús y el Espíritu Santo

a. Comunicación íntima con el padre.

Perfecto es por tanto ser plenamente dócil al Padre (conociendo y cumpliendo su


voluntad) “está escrito en los profetas y todos se dejarán enseñar por Dios, así
toda persona que escucha al Padre y recibe su enseñanza viene a mi (es decir a
Jesús)” (Juan 6, 45). La nota de la biblia latinoamericana esclarece bien este texto
“en Jesús como en el perfecto espejo de Dios descubrimos la voluntad del Padre
sobre nosotros”.

b. Mediación de Jesús.

Por eso Jesús pudo exclamar “el Padre que me envío me encargo lo que debo
decir…” (Juan 12, 49) y puede reclamar contra aquellos que la escuchan, pero no
la obedecen “al que escuche en mi palabra, pero no la obedece…” (Juan 12, 47).
Jesús fue modelo en cumplir la voluntad del Padre “te he glorificado en la tierra
cumpliendo la obra que me habías encargado” (Juan 17, 4). “Jesús les dijo: mi
alimento es hacer la voluntad del que me envió y llevar a cabo su obra”. (Juan 4,
34).

c. Conducido por el Espíritu Santo.

Perfecto es también el conducido por el Espíritu de Dios que nos ayudará a ser
dóciles al Padre y a cumplir su voluntad, “y cuando venga Él, el Espíritu de la
Verdad, nos introducirá en la verdad total…” (Juan 16, 13-15). (Todos aquellos a
los que dio el Espíritu de Dios, esos son hijos de Dios) (Romanos 8, 14).

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3. Pureza de corazón

Este ideal de santidad se puede ir consiguiendo:


1. Por la correspondencia del hombre al don de Dios.
2. Por los merecimientos de Jesús.
3. Por la comunicación del espíritu.

Para ello hace falta en el hombre la rectitud y pureza de corazón. Esta pureza y rectitud del
corazón es también don Dios por la comunicación gratuita de su Espíritu concedido por la
obligación de la sangre de Cristo.

“¿Y quién pudo conocer la voluntad, si tu no le hubieras enviado de lo alto tu Espíritu Santo?”
(Sabiduría 9, 17). La rectitud de corazón se opone a la rectitud legal y es el comportamiento
en cuanto proceden de la ley interior; la ley del Espíritu es la ley del amor; la rectitud del
corazón consiste:

1. En la plena docilidad a las mociones e inspiraciones del Espíritu Santo que presupone
una doble disposición; cuales son estas dobles disposiciones:

a. La riqueza de los dones del espíritu.


b. La continua elección de lo mejor presente según el dictamen de la razón
iluminada por la fe.
c. Necesidad de la ayuda de la dirección espiritual o acompañamiento; es decir
que el conocimiento de la voluntad de Dios para irla cumpliendo se va
consiguiendo por el conocimiento de las enseñanzas de Jesús. “Lo que Jesús hizo
y enseñó” (Hechos 1, 1). Esto que al principio es fácil se va haciendo más sutil
cuando se va avanzando en el camino del Señor y se va dando más lugar a la
docilidad al Espíritu prestando más atención al escuchar sus inspiraciones y
mociones; para esto requiere la ayuda de una dirección “humana”, la cual es al
mismo tiempo ministerial y subsidiaria.

“Ministerial” porque desde un principio, desde las primeras comunidades cristianas suscita
el espíritu carismas y “servicios” o ministerios para ayudar en este caminar cristiano hacia la
meta de la perfección.

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“Subsidiaria” porque su misión está subordinada a la del verdadero conductor o director que
es el Espíritu Santo.

B) RELACIÓN ENTRE SANTIDAD, IGLESIAS Y MINISTERIOS

1. Dios, iglesia y cada cristiano en relación con la santidad:

a. Deber de la iglesia.

A la iglesia le corresponde el deber y el derecho de llevar hasta la madurez de la santidad la


vida del Espíritu recibió este mandato de Jesús “Por Él, el Cuerpo entero, alimentado y
trabado por las coyunturas y ligamentos crece con el crecimiento de Dios” (Colosenses 2,
19). “Él dispone constantemente en Su Cuerpo, es decir en su iglesia, los dones de los
servicios o ministerios por los que en su virtud los ayudamos mutuamente en orden a la
salvación, para que, realizando la verdad, en la caridad crezcamos por todo hacia Él, que es
nuestra Cabeza”.

La vida espiritual, lo mismo que su crecimiento procedente del Padre por Jesús en el Espíritu;
Jesús es la vida y el Espíritu es el alma de la iglesia; y es por la vida y por el alma como se
vive crece, pero la iglesia, tiene que ayudar a este crecimiento. Por me medio de la
administración de los sacramentos (liturgia), por sus enseñanzas e instrucciones y por su
gobierno y dirección ayuda al nacimiento y crecimiento de esta vida.

b. Deber del cristiano.

Para que esta vida dada por Dios pueda vivificar y hacer crecer al Cuerpo se necesita, además
de la acción de Dios, la cooperación individual de cada uno de las “partes” del Cuerpo, es
decir de cada cristiano así, todo cristiano debe aportar abriéndose a la gracia (ósea la corriente
de vida) siendo dócil a la voluntad del Padre sobre Él y cooperando a las inspiraciones y
mociones del Espíritu, sin embargo, pueden darse las siguientes 3 actividades frente a la
iglesia:

1. Rechazar esta cooperación y así la acción vital de Dios no puede vivificarle.

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2. Abrirse a medias (cooperar en algo y rechazar algo) y entonces su vivificación
se paraliza, retrocede o crece débilmente, según sea su apertura a la iglesia.
3. O ser plenamente dócil a esa voluntad del Padre cooperando en su realización
y así irá creciendo hacia la madurez, perfección o santidad así pues en la iglesia
o Cuerpo de Cristo hay que distinguir:
- La cabeza que gobierna al cuerpo, imprimiendo desde lo alto y relativamente
desde fuera, el movimiento ordenado a los miembros en orden al bien común.
- Los miembros u órganos que trabajan o (sirven servicio igual ministerio) para
ayudar a mantener en buen estado de salud y hacer crecer el cuerpo.
- El espíritu vital, cuyo símbolo es la sangre que anima a la cabeza y los
miembros imprimiendo una inclinación espontánea e internamente docilizante, en
orden al bien de todos y cada uno.

2. El acompañamiento en relación con los ministerios

Ateniéndonos a los ministerios de la palabra o “enseñanzas” (y por tanto prescindiendo de


las otras clases de ministerios, como los ministerios de gobierno, ministerios litúrgicos, etc.)
La iglesia cumple su misión de ayuda a hacer discípulos como:

a. El ministerio querigmático o de evangelización.


Así aparece en Efesios 4, 11; en donde se menciona junto con otros ministerios
“así pues, Cristo es quien dio, a unos ser apóstoles, a otro ser profetas, o
evangelizadores o bien pastores o maestro”. Por la evangelización se dispone al
hombre para abrirse a la fe y conversión y con ella a la “vida nueva” que el Señor
concede por medio del bautismo. (Juan 3, 5).
b. Los ministerios del seguimiento.
Después de la predicación del mensaje o evangelización se sigue “enseñándoles
a cumplir todo lo que yo les he encomendado” (Mateo 28, 20). Que realizan los
“maestros” (los catequistas, predicadores) que necesita pues un seguimiento que
es ayudado por el ministerio de la exhortación que conmueve y excita a perseverar
“así pues sirvamos cada cual con nuestros diversos dones… Que el maestro
enseña la doctrina, el que exhorta exhortando…” (Romanos 12, 6-8)

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c. El ministerio del acompañamiento.
Se parece un poco al ministerio de la exhortación en su finalidad, porque sirve
para ayudar a mantenerse en el camino de la fidelidad al Señor, ayuda a la
perseverancia, pero se diferencia porque la exhortación es predicación a muchos
“sin tocar los problemas concretos de cada uno sino excitando en general a seguir
adelante; en cambio el acompañamiento es individual, es una acción inmediata
sobre cada uno se parece o corresponde al cuidado personal con que Jesús educó
pacientemente a sus apóstoles y a otros que se acercan (por ejemplo Nicodemo,
la samaritana) también se parece a la forma de actuar de San Pablo “advertimos
con insistencia cada uno y enseñamos a cada persona con mucha sabiduría, para
hacer a todo hombre perfecto en Cristo”. (Colosenses 1, 28). Desde que comienza
la vida espiritual, desde que se toma conciencia de la “vida nueva”, del espíritu
debe tener un seguimiento.
1. No solo colectivamente con una enseñanza y educación intelectual y moral
cristianas en vista a su crecimiento.
2. Sino también un seguimiento individual a través del acompañamiento. A este
ministerio alguien lo ha llamado “Ministerio del Espíritu”; “Más aún podría
llamarse ministerio del Espíritu ya que a él pretende servir cuando la Palabra a
llegado al cielo y el Espíritu está ya presente”.

C) LA AYUDA DEL ACOMPAÑAMIENTO Y SU IMPORTANCIA.

1. El acompañamiento debe continuar durante toda la vida espiritual

Por todo lo expuesto anteriormente se sigue que este ministerio debe empezar desde el
comienzo y continuarse hasta el fin de la vida espiritual, al comienzo de su vida espiritual
ejercitándole en su vida de oración y en las virtudes teologales y moral y ordenando los
afectos del corazón.

Cuando el espíritu comienza a dirigir el fiel con influjo en cierto modo experimental se
requiere la asistencia humana para que siga dócilmente al espíritu le toca discernir las

70
mociones del espíritu de los deseos de la carne o de los enemigos del alma y enseñar este
discernimiento al acompañado.

Cuando llega el momento

El que el Señor lleva al hombre sobre sus espaldas (Isaías 40, 11 y Lucas 15, 5), entonces
hay que ayudar a que se deje llevar manteniendo la paz y serenidad de espíritu y previniéndole
contra un posible exceso de actividad auto satisfactoria.

Cuando Dios mismo preside

Habitualmente todo y el hombre entiende su voz habitualmente sin mediación del director
aún hay que ayudar prestando el auxilio a la fragilidad humana: Un cierto control espaciado
con la función de moderación y apoyo.

2. Dos principios por los que se rige la vida espiritual

Al prestar su ayuda el acompañante tiene que tener presente los 2 principios importantes de
la vida espiritual primero la razón iluminada por la fe y segundo la moción del Espírito Santo.

Es imprudente invocar desde los primeros comienzos de la dirección la docilidad habitual al


espíritu.

Lo normal es insistir en la luz razonable de la fe. Aunque teniendo siempre abierto el corazón
a la posible acción del espíritu no se debe cerrar uno a esta moción de la razón de la fe.

3. Dos campos que abarca la ayuda del acompañamiento

Las ideas de este numeral están tomadas del libro de dirección espiritual y nos dice, aunque
este ministerio se ejercita y aplicada de modo individual se trata de un trabajo de eminente
resonancia social en efecto por tratarse de un ministerio espiritual.

“La acción individual absolutamente hablando tendrá preferencia sobre la acción


multidinaria”, ya que:

1) Por una parte, es el término o coronación de esta.

2) Y por otra es el medio más influyente sobre la multitud.

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a. Terminó o coronación

El trabajo o acción pastoral sobre la multitud tiene que continuarse en cada individuo
personalmente para que sea más efectivo el fruto pues el rebaño del Señor es “grupo” no
masa o turba.

“Grupo es la suma de individuos formados o en vía de formación individual”

“Masa” Es un conjunto que actúan no por “sí mismos” sino por mecanismos de consignas,
emociones, etc. En el rebaño el pastor conoce a cada una de sus ovejas y éstas a su pastor
(Juan 10, 3 y Ezequiel 34, 16). Puesto que se debe llegar a ser grupo y no masa el ministerio
de la predicación.

“Se completa y termina por la formación individual asidua al paciente” (Hechos 9, 31) tal
fue el proceder de Jesús.

1. En las entrevistas individuales (Juan 3, 1-25; Juan 4, 1-2; Zaqueo)


2. Y en la formación de los 12 (Lucas 8, 10).
3. Pablo se ocupa de la formación de cada uno (Hechos 20, 31; 1 Tesalonicenses
2, 11 y Colosenses 1, 28) cada uno ya formado se hace “conductor de otros
muchos”, así la dirección o formación se asemeja a la levadura escondida en la
harina.

b. El medio más influyente sobre la multitud.

De hecho, la presencia de un auténtico director “suele marcar un centro de fervor en la vida


eclesial” fermenta a todo el pueblo que le rodea por la multiplicación de personas que a su
vez enciende a otros “pocos buenos directores transformarían una ciudad entera”. En el
mismo libro en nota al pie de esta página dice lo siguiente: “Este sentido del valor
trascendente de las almas santas lo experimentaba profundamente San Juan de la Cruz, por
razón de él la multiplicidad numérica tiene un valor notable”.

a. Un justo perfecto agrada más a Dios y lo glorifica más que muchos justos
tibios e imperfectos.

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b. Más agrada a Dios y le glorifica un predicador o maestro del espíritu que
convierte a un solo pecado llevándolo a la perfección que él que convierte a
muchos dejándolos tibios e imperfecto.
c. Hace cosa mejor y glorifica más a Dios el predicador o maestro de espíritu
que con su doctrina y ejemplo lleva a gran perfección a un justo imperfecto que
quien convierte a muchos del pecado dejándolos tibios e imperfectos.

4. Algunas observaciones para la práctica del acompañamiento

En este último punto se va a tratar de algunas observaciones que ayudan en la práctica del
acompañamiento:

• Se refiere a actitudes fundamentales que hay que cultivar en el acompañado que son
como el soporte de su vida espiritual y que han estado implícitas en las enseñanzas de los
“crecimientos” a saber 2 dimensiones:

1. Vertical (crecimiento 1 y 3)
2. Horizontal (crecimientos 3 y 4)

Necesarios para una vida espiritual equilibrada y madura.

• Se refiere al equilibrio entre la acción de Dios y la acción del hombre en el progreso


de la vida espiritual se señalan 3 peligros que pueden afectar a este equilibrio y las 3
respuestas a dichos peligros.

• Se señalan algunas tentaciones del acompañante y una dificultad del acompañado


para abrirse al acompañante.

1. Dimensión vertical
Las actitudes fundamentales que hay que cultivar son:
1) Amor a Dios
a. Adhesión personal a Cristo
Antes que la perfección personal del hombre con esto indicamos que primero va
el seguimiento de cada persona a Cristo Jesús.
b. Amor a Cristo

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Dentro del cuadro trinitario (Padre, Hijo y Espíritu Santo) Cristo revelación del
Padre por el Espíritu Santo que nos ilumina y enciende.
c. Cristo en nuestra fe, nuestra esperanza y nuestro todo “todo y en todo Cristo”
(Colosenses 3, 11).
2) El espíritu cristiano de fe
Que desde la profundidad del corazón debe subir a los labios del acompañante
debe informar el sentido íntimo de toda la vida del acompañado he ira impregnado
todos los ejercicios, trabajos, virtudes y comportamientos cristianos.
La paciencia “cristiana” no es simplemente no impacientarse, sino que es “reflejar
la paciencia de Cristo”.
La paz “cristiana” no es simplemente el sosiego interior sino participación de la
paz de Dios que supera a todo sentimiento (Filipenses 4, 7; Juan 14, 27; 2
Tesalonicenses 3, 16).
3) La purificación
- Ante los fallos, errores, defectos, faltas tenga una actitud cristiana.
- Ante la evidencia de la propia debilidad no se duela sola y principalmente por
el orgullo herido, sino que vaya sintiendo deberás la ofensa de Dios, junto con el
reconocimiento sereno, manso y humilde de su propia nada; que sería la
humildad.
- Sienta deseos de purificación creciente eliminando los obstáculos a la gracia
de Dios.
4) El amor y devoción a María
a) María ejerce un influjo materno en la vida espiritual de cada cristiano hermano
de su hijo Jesús.
b) Una sólida devoción filial intima que hace vivir en un clima saludable que
apacigua a todo cristiano.
c) Interiorización silenciosa a lado de su silencio, penetración del ministerio del
verbo encarnado y redentor: sentido de la cruz y amor abandono confiado.
5) La comunión de los santos
a) Tener comunión con ellos como hermanos nuestros que son.

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b) Leer sus vidas que nos orientan en la práctica cristiana y nos animan a
imitarlos.

2. Dimensión horizontal

Las actitudes fundamentales que hay que cultivar son:

1) Debe el acompañante ayudar en la discreción del acompañado porque puede pecar


por exceso o por defecto; exceso de fervor que le lleve a excentricidades en la práctica de las
virtudes o defecto ya sea por cobardía y dejadez o por miedo; viviendo ese mundo con
equilibrio, rectitud y piedad. (1 Tito 12).

2) La moderación

Tiene que purificar el fervor humano de las pasiones que pueden levantarse ya abiertamente
ya disfrazadas como ángel de luz (Se refiere al maligno) a veces camuflada bajo la apariencia
de fervor la ira se puede revestir de apariencias de celo por la gloria de Dios y también la
soberbia bajo el disfraz de realizar lo mejor para el Señor.

3) No hay que sofocar las iniciativas del acompañado ni siquiera hay que reformar o
corregir precipitadamente ciertos juicios equivocados que quizás tenga, sino que hay que
saber esperar el momento oportuno de enmendarlos, son excusables algunos de estos juicios
por la falta de experiencia del acompañado, aquí hay que usar el espíritu de indulgencia y
comprensión.

4) El acompañado tiene que ir entendiendo los caminos del Señor y asimilando y


apropiándose las normas espirituales fundamentales con solidez y aplicándolas a si mismo
al principio suele ser necesario un programa concreto de vida espiritual con los compromisos
que se juzguen aptos según las circunstancias, pero no hay que detenerse en el programa ni
el velar por su observancia; es todo el papel del acompañamiento, seria equivocado reducir
a eso el acompañamiento, ni siquiera el progreso espiritual; el fin u objeto del
acompañamiento es que se aprenda a descubrir la voluntad de Dios y a caminar rectamente
según dicha voluntad bajo la guía del espíritu y siempre abierto a su dirección hay que
conducir al acompañado a una iniciativa prudente y responsable en toda la vida espiritual.

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5) Distinguir la sinceridad verdadera y la falsa

- Se oye decir “quiero ser sincero no siento ir a misa y por eso no voy yo voy cuando
siento” y así otras prácticas eso es una “falsa” sinceridad porque la sinceridad no es como en
esas expresiones se entienden es decir correspondencia entre la práctica y los sentimientos.

- La auténtica sinceridad es la correspondencia entre la práctica y la convicción o


decisión personal los sentimientos que no corresponden a la decisión o convicción personal
son obstáculos a la verdadera sinceridad.

- La sinceridad es como la humildad él que dice que es humilde y se tiene por humilde
ya no es humilde, así también gloriarse de ser sincero cae en el fariseísmo (Lucas 18, 9-14).
La verdadera sinceridad consiste en reconocer lealmente en fe las exigencias del Señor, es
decir llegar a tener una convicción y decisión personal cristianas que lleven a la realización
fuerte y de liberadora de dichas exigencias se debería llegar a tener sentimientos
acompañarán gustosos a la práctica de dichas exigencias, pero si fueran contrarios serian
obstáculos a la sinceridad y no deberían ser seguidos estos sentimientos. Es mayor sinceridad
seguir lo que se cree, aunque no se sienta que seguir lo que se siente, aunque vaya hoy lo que
se siente, aunque vaya contra lo que se cree; esto vendría a ser cobardía. Los sentimientos en
sí no son buenos ni malos y además no depende el tenerlos o no tenerlos de nuestra voluntad;
hay que saberlos educar para que nos sirvan; los sentimientos están en nosotros, pero no son
nuestros si no los asumimos haciéndolos nuestros; son como las tentaciones que solo son
pecados cuando aceptamos cometer la tentación. Los sentimientos entran en el grupo de los
afectos y de las tendencias que no todos son buenos, sino que se pueden “desordenar”, que
es lo que se llama la “concupiscencia”, que es consecuencia del pecado original. (1 Juan 2,
16-17).

- La constancia y los sentimientos.

La dificultad mayor en la vida espiritual suele ser la falta de constancia; en general hay mucha
generosidad a los comienzos, pero después se afloja y puede dejarse. El principal motivo para
ello es la falta del sentimiento que en algunos momentos acompaña a ciertos ejercicios
espirituales con frecuencia surgen interiormente la idea de que es inútil hacerlo porque no se
siente nada y así se abandona la oración porque no dice ya nada y también se alejan de otros

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compromisos básicos, entonces hay que insistir en el valor de la virtud “virtud árida”, que
significa el desierto pero esto da maduración y estabilidad para quién sigue insistiendo en la
oración, en el compromiso de la lectura de la palabra, en acudir a la comunión como alimento
aunque esté pasando por este desierto lo va a lograr tomados de la mano del Señor.

Tres peligros respecto a la actitud interior que afectan a la vida de santificación.

a) Confianza excesiva en los medios (Sacramentos, oración)

Los medios que se ponen para ir creciendo en la vida del Espíritu o ir creciendo en santidad
son solo medios, es decir colaboración humana a la acción principal de Dios o sea del Espíritu
por tanto el crecimiento viene sólo de Dios los medios son como el sembrar y el regar, “Yo
sembré, Apolo rego, pero Dios hizo crecer. Y no cuentan ni el que planta ni el que riega, sino
Dios que hace crecer” (1 Corintios 3, 6-7). La actividad del hombre es necesaria como
“disposición” apertura del corazón y del espíritu para que Dios haga crecer, pero este
crecimiento viene solo de Dios, entendamos bien el crecimiento viene sólo de Dios esta
disposición se debe tener en todos los actos espirituales que se realicen, así en la recepción
de la eucaristía, el sacramento de la confesión o reconciliación, en la práctica de las virtudes
por ejemplo el dominio propio en la ira.

b) Confianza excesiva en la gracia de Dios.

Es la actitud contraria a la anterior; si el crecimiento viene sólo de Dios para que entonces
molestarse en regar, no hagamos nada y esperemos con gran confianza que Dios haga que
vayamos creciendo en la vida de santidad sin que pongamos los “medios” que serían la
oración los sacramentos, este peligro “quietista” o sea de quedarse solo, suele venir como
fruto de desengaños personales por ejemplo respecto de la oración se puede pensar por mucha
oración siempre estoy lo mismo no veo crecimiento más vale dejar la oración y confiar sólo
en el Señor que me del crecimiento; otro de cansancio, de desilusión, de abandono.

c) Falta de integración en la vida

La vida espiritual es la vida real con todos sus aspectos, pero vivida en el Espíritu Santo, toda
la vida es decir todos sus minutos todas sus actividades orar, comer, trabajar, dormir, etc.,
todas sus relaciones tienen que ser vida espiritual, es decir animada por el Espíritu Santo; o

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lo que es lo mismo vida cristiana, es decir como la vivió y enseñó Jesús como la viviría Jesús
si estuviera en este lugar.

d) Respuesta a los tres peligros.

Hay una expresión atribuida a San Ignacio que dice así; “Tienes que actuar como si todo el
éxito dependiera de tu esfuerzo, pero tienes que esperar como si todo el éxito dependiera de
Dios”. Con otras palabras, referidas a los tres peligros anteriores tienes que poner una
diligencia esperada en el ejercicio de actividad que realizas contra el quietismo sin poner la
confianza en él sino esperándolo todo de la gracia (contra el primer peligro).

Al par que los realices vitalmente en una perfecta integración personal esta sería contra el
tercer peligro.

Contra el primer peligro

Hay que hacerlo todo “en espíritu”, es decir comprendiendo que no viene la fuerza
santificadora de eso oración lectura de la palabra eucaristía sino solo de Dios por Cristo en
el Espíritu, pero usando al mismo tiempo de todos los medios conscientes de que describe la
fuerza de Dios apoyándose en esa fuerza y dejándose gobernar por ella que en todo su
ejercicio mantengan limpiamente su fe y su esperanza solo en Dios.

Contra el segundo peligro

Tiene que acompañar la “actividad” con una participación personal total y cordial hay que
realizarlo excitando al efecto correspondiente.

a) Aborrece el pecado.
b) Desear conseguir las virtudes.
c) Preparar el corazón con amor y agradecimiento al recibir la eucaristía.
d) Realizar un esfuerzo sincero en las dificultades propias por ejemplo en la
oración, el ejercicio de la humildad y en la práctica de los compromisos para poder
vencerlas.

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Contra el tercer peligro

La vida espiritual tiene que encarnarse en toda la realidad del hombre que es cuerpo alma y
espíritu.

5) Tentaciones del acompañante.

El servicio de acompañamiento es tan complejo y difícil y de una trascendencia tan grande


que no es raro que el acompañante sienta tentación de desaliento, de aburrimiento y de temor
de equivocarse y no sabe acertar por eso necesita de magnanimidad y confianza.

El temor de equivocarse en el acompañamiento lo mismo que en toda actividad espiritual es


bueno con tal de que no se conviertan en ansiedad. El acompañante debe contentarse
normalmente con una cierta seguridad práctica y está bien que pretendan hablar siempre
como si tuviera una certeza y asistencia infalible del Espíritu, más bien con humildad y paz,
con sus conocimientos limitados pidiendo la asistencia del Señor el acompañante exponga lo
que juzga prudente para ayudar a su acompañado en las circunstancias concretas en que se
encuentra.

6) Dificultades de abrirse del acompañado.

Hay algunos acompañados que sienten dificultad psicológica de la manifestación de su


interior o de sus problemas ya sea por ser introvertido o por alguna inhibición; para ayudarle
el acompañante no debe ordenar nunca autoritariamente a tales personas porque más bien
produce el efecto contrario se cierran más en sí mismo; el mejor método seria que el
acompañante comenzará conversando de su vida ordinaria trabajo, ocupación, grupos, etc.
De una manera sencilla humana y cordial si el acompañado comienza a hablar con soltura en
cualquier de estos puntos no se le interrumpa sino déjele hablar.

El complejo de culpabilidad arranca con frecuencia de las faltas de reconocimiento y


confección de la culpa, no se supera contra lo que aparentemente parecería con la anulación
de la responsabilidad por eso el acompañante no debe ser fácil en quitar al acompañado toda
responsabilidad para aliviarle de la angustia, de la culpabilidad que le aqueja puede ser
oportuno el mostrar que la responsabilidad está atenuada, aquietada; pero no lo anula porque

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le puede hundir en mayor depresión; nada hay en el fondo tan deprimente como el que
consideren a uno persona anormal e irresponsable.

La pusilanimidad de ordinario cada persona en el fondo solitario de sí mismas tienen un juicio


muy desfavorable de sí y sufre de pusilanimidad en el fondo tiene la impresión de que si le
conocieran como es en su interior le menospreciarían es importante el reflejar sinceramente
el juicio alrededor, alentador y favorable de Dios mostrando la estima auténtica que esta
persona merece y sigue mereciendo.

CAPÍTULO 9: ACOMPAÑAMIENTO Y BIBLIA

A) DIFERENCIA DEL ACOMPAÑAMIENTO CON EL PASTOREO

“Pastoreo”

Se escribe poimen=pastor poimainein=pastorear o apacentar este a su vez se divide en los


siguientes numerales:

1. Ya desde el antiguo testamento se aplica al “rey” la figura de “pastor” el mismo


Ezequiel, Jeremías y los Salmos (Salmos 23, Salmo 72, Ezequiel 34; 23 y 24) aplica también
al Señor el apelativo de pastor; el servicio propio del pastor para su rebaño lo expresa el
Salmo 27 así: “Conducirle a verde prados y a fuentes cristalinas, defender y darle seguridad
cuando pasa por cañadas oscuras, cuando el “pastor” equivale al rey su servicio desde regir
o gobernar así pues en el antiguo testamento “pastor” se aplica a Yahvé al futuro mesías, a
David y en general a los “reyes” que gobernaron al pueblo de Dios.

2. En el nuevo testamento éste a su vez se dividen en:

a) Pastor es en primer lugar Jesús.

Porque de ti saldrá un jefe el pastor de mi pueblo Israel. (Mateo 2, 2-6; Miqueas 5, 1; 2


Samuel 5, 2). Heriré al pastor y se dispersarán las ovejas. (Mateo 26, 31 y Zacarías 13, 7).
Yo soy el buen pastor (Juan 10,11-14) y habrá un solo rebaño, un solo pastor (Juan 10, 16)
Jesús nuestro Señor Pastor supremo de las ovejas (Hebreos 13, 20).

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b) También pastor es Pedro le dice Jesús: Apacienta a mis corderos (Juan 21, 15-17).
En ese texto Jesús sin dejar de ser el dueño del rebaño constituya pedro pastor de su rebaño.

c) También se llama pastores a los obispos. Cuídense ustedes y todo el rebaño a cuya
cabeza los apóstoles, Espíritu Santo como obispos para apacentar la iglesia de Dios.
(Hechos 20, 28).

d) También Pablo se compara a un pastor que cuidaba de su rebaño e indirectamente


también compara a los 12 apóstoles a “pastores”, por ser apóstol no tengo derecho a ser
alimentado como hacen los demás apóstoles (1 Corintios 9, 4-5). Quién cuida de un rebaño
y no se alimentan de su leche (1 Corintios 9, 7).

e) También a los presbíteros se les llama que apacienten la grey de Dios (1 Pedro 5, 1)

f) Por último, en Efesios 4, 11 se incluyen a los pastores junto con otros servicios de la
primera comunidad así pues Cristo es quien dio a uno ser apóstoles, a otros profetas o aun
evangelizadores o bien pastores y maestros (Efesios 4, 4).

3. ¿En qué consiste el oficio de pastor?

Resumiendo lo anterior podemos responder diciendo:

a. Cuando se aplica a Yahvé y a los reyes del antiguo testamento el oficio de pastor
equivale a “regir” al pueblo, también en el nuevo testamento tiene este sentido cuando se
aplica a Jesús a los apóstoles, a los obispos y a los presbíteros.

b. En el nuevo testamento cuando se aplica a los apóstoles y a los obispos tiene el


sentido de “enseñar” la sana doctrina (Hechos 20, 28). “Surgirán hombres que enseñaran
doctrinas perversas y arrastraron a los discípulos tras de sí (Hechos 20, 29).

c. Solo en Efesios 4, 4 puede tener un sentido que se aproxime al acompañamiento


puesto que se lo contrapone a los otros cuatros servicios apóstoles, profetas, evangelizadores
y maestros.

En conclusión

A quienes se debe aplicar el título o servicio de pastor es a la jerarquía de la iglesia a quienes:


Papa, obispos, presbítero; ellos son los que pastorean a su pueblo rigiéndoles, es decir,

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conduciéndoles por el camino del bien y enseñándoles la verdadera doctrina. Ahora en la
aplicación concreta de este servicio a un grupo pequeño de ovejas o a cada oveja en particular
que es el “pastoreo” en un sentido parecido al del acompañamiento. La realizan otras
personas en comunión con los pastores jerárquicos que prestan este ministerio o servicio y
que de alguna manera se parece a lo que ha descrito como acompañamiento.

D. DIFERENCIA DEL ACOMPAÑAMIENTO CON DISCIPULADO

Discipulado

Esta palabra nace de macetes=discípulo, maestro y maestro tiene otra palabra Didascalós.

a. En los evangelios aparecen como “maestros”

Que equivale a rabí, rabboni y didascalós.

b. Jesús con sus correspondientes discípulos

Encontramos en: Mateo 8, 19-21; Mateo 12, 38; Mateo 19, 16; Mateo 26, 25-49; esto es como
Rabí.

Ahora como rabboni está en: Marcos 10, 51; Juan 20, 16

c. Juan Bautista y sus discípulos

Está en Juan 1, 35; 3, 25-26; Mateo 11, 2; Lucas 7, 18.

Los maestros

Dentro de los maestros están los doctores, escribas, fariseos estos son los maestros del pueblo
judío.

En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos. Hacer pues y observar todo
lo que os diga, pero no imitéis su conducta porque dicen y no hacen (Mateo 23, 2-3).

Quieren que se les salude en las plazas y que la gente les llame rabí (maestro) uno sólo es
vuestro maestro (Mateo 23, 7-8 y Mateo 10, 24-25).

Pues el discípulo no es superior a su maestro si se deja guiar se parecerá a su maestro (Lucas


6, 40).

82
Sentado en medio de los maestros de la ley escuchándolos (Lucas 2, 46).

Diferencia con el acompañamiento

Como puede observarse la misión de padres sobrepasa lo propio del acompañamiento en un


doble sentido, los padres tienen una autoridad mayor que la de los acompañantes. La
extensión de su servicio abarca áreas que no incumben al acompañamiento (corporal,
psicológica y cultural) éstas son áreas que no son de acompañamiento; por eso el ejercicio de
la “dirección o paternidad” espiritual está “cargado” de una “autoridad” mayor que la del
acompañamiento; se le respeta y se le obedece más como un “padre” que como a un
“hermano” y puede cohibir la “iniciativa del dirigido”.

Aproximación de la dirección espiritual con el acompañamiento

Actualmente la dirección espiritual va tomando cada vez más las características del
“acompañamiento”, he aquí algunas de las causas de este cambio no sólo de nombre, sino
también de forma de realizarse esta ayuda para recorrer el camino de la fe.

- El formarse una fisonomía distinta del sacerdote y de solo poder


“direccional”, la iglesia había presentado excesivas diferencias paternalistas,
autoritarias, jerárquica que chocaban con la nueva sensibilidad atrajo aparte un
nuevo sentido de libertad de las personas que hizo cambiar el estilo de relación
entre padres e hijos, discípulos y maestros, trabajadores y patronos.
- El espíritu de democracia que respira el mundo de hoy acorta toda distancia
jerarquía en favor de relaciones más amigables o de hermandad.
- La acción del Espíritu Santo a partir del vaticano II que ha puesto en realce la
teología del “pueblo de Dios” con los diversos carismas que constituyen la
comunidad y piden una respuesta adecuada y libre.
- La sensibilidad más horizontal de este tiempo los estudios teológicos y las
experiencias realizadas en el ejercicio de este fundamental ministerio ofrecen hoy
día un nuevo lenguaje y un nuevo estilo que correspondería al cambio de
mentalidad del hombre actual.

83
D) DIRECCIÓN ESPIRITUAL DE ACOMPAÑAMIENTO.

Se podrá notar este acercamiento entre dirección espiritual y acompañamiento en las


siguientes líneas tomadas desde la dirección espiritual, comienza aclarando que el artículo
quiere ofrecer reflexiones sobre todo prácticas acerca de la naturaleza y del ejercicio de la
dirección espiritual. Después se tratan los siguientes puntos:

1. Relación de la dirección espiritual con el sacramento de la confesión.


2. Objetivo o finalidad la dirección
3. Contenido o temas a tratarse
4. El director su figura y su tarea
5. El dirigido y la entrevista
6. Como dar la dirección espiritual

Como se comprende estos puntos corresponden a lo que hemos expuesto en los capítulos
anteriores.

1. El primero corresponde a generalidades sobre acompañamiento


Comienza como se decía mostrando la diferencia con el sacramento de la
confesión, el sacramento es un gesto de Cristo sacerdote; en el sacramento es
Cristo mismo por su sacerdote quien borra los pecados.
La dirección espiritual acontece entre personas humanas no atiende a los pecados
sino a toda la persona desde la perspectiva del acompañamiento espiritual. A pesar
de estas diferencias existe una relación entre ambas en el sacramento se da a
menudo algún tipo de dirección espiritual en forma de consejo, a su vez la
dirección espiritual se apoya de modo directo o indirecto en el sacramento. La
dirección tiene en cuenta la realidad del hombre pecador y remite al sacramento
porque la dirección no perdona los pecados sólo el sacramento los perdona, por
eso cuando él dirigido tiene pecados el director tiene que enviarlo al recibir el
sacramento.
2. La finalidad de la dirección que corresponde al acompañamiento los
comienzos

84
El autor del artículo indica que es necesario una preparación los dirigidos
previamente a la dirección, pero independiente de ella.
“Existe una doctrina de la vida espiritual que debe comunicarse previamente se
trata de un presupuesto indispensable pero esta labor doctrinal no es específica de
la dirección espiritual si puede ser misión de la dirección la revelación progresiva
de lo que Cristo es en la persona del dirigido y lo que es para Cristo”.
La finalidad o tarea de la dirección es buscar, hallar y cumplir la voluntad de Dios,
el objetivo primero de la dirección es descubrir la voluntad de Dios, descubierta
sería un error intentar forzar la decisión como si el cumplimiento de la voluntad
de Dios dependiera de la presión que haga el director; el buscar, hallar y sobre
todo practicar la voluntad de Dios concierne propiamente al dirigido, la misión
del director es ayudarle a encontrar y animarle a cumplirla.
3. Contenido o temas a tratarse
“El autor se expresa así”

Los temas de la dirección espiritual se pueden simbolizar en estos términos oración, llamadas,
caridad y abnegación. Vamos a desarrollarlos:

1) Oración.
La oración engloba además de los ejercicios de oración todo aquello que hace
referencia a la unión con Dios; toda experiencia religiosa.
2) Llamadas “entendemos no sólo las llamadas que conciernen a vocación o
elección de estado de vida, sino todas las llamadas inscritas por Dios en nuestras
vidas que nos manifiestan su voluntad cada día más”. El director debe sensibilizar
al dirigido a captar estas llamadas a ayudar a discernirlas y a responder a ellas.
3) Caridad que también se conoce como amor o ágape.
Expresa el don de si a Dios y a los demás, el amor a Dios debe conducir a amar a
darse en los temas. Si la tarea de la dirección ayuda a descubrir las llamadas de
Dios debe ayudar a discernir las llamadas de la caridad.
4) Abnegación.
Es el complemento necesario de la caridad no hay don de sí mismo sin pasar por
la cruz sin la práctica de la abnegación y renuncia de sí mismo.

85
Estos 4 puntos deben ser objeto de la dirección espiritual no deben evocarse en
cada conversación, pero sí de los 4 no aparece nunca, algo falta en la dirección
espiritual.

4. El director su figura, su tarea

En primer lugar, el director no es ni terapeuta ni tampoco psiquiatra su tarea se inscribe en el


plano espiritual, aunque tenga repercusiones psicológicas y corporales no se trata
simplemente de ayudar al dirigido para que se encuentre bien consigo mismo, sino que se
trata de ayudarle a situarse ante Jesús y ante Dios. El director tampoco es ni confesor ni
superior la tarea del superior consiste al bien común y atiende a ordenar los actos de la
persona dentro de la misión de la iglesia el superior tiene como tarea imponer un orden del
día y una línea de conducta; la dirección no es un acto de gobierno ligado al poder de orden
y jurisdicción no es un gesto que testifique la realeza de Cristo que simboliza la paternidad
de Dios que implica a la autoridad del rey o del padre. El director participa de la tarea
profética de Cristo habla en nombre del espíritu es su portavoz, orienta, discierne, reconoce,
testifica, consuela, fortifica, prepara, confirma si leemos los himnos litúrgicos del espíritu
comprenderemos mejor la misión del director participa en la solicitud pastoral de Cristo. Hay
que notar como lo atestigua la práctica secular de la iglesia que la gracia de la dirección
espiritual es concedida a otras personas fuera del sacerdote y por favor al hablar de la práctica
secular se refiere a nosotros como personas civiles no religiosas. Tampoco la tarea del
director es dar por ejemplo es cierto que el buen ejemplo ayuda a edificar en la fe, pero misión
del director no es primariamente la de dar buen ejemplo sino la de ayudar a reconocer la
voluntad de Dios; el mismo director es consciente de que en su propia vida no cumple bien
la voluntad de Dios, pero eso no es un motivo para dejar de ayudar a los demás a que la
encuentren cuando más los otros descubran y cumplan esta voluntad tanto más sentirá el
pecador. Da la dirección porque la reciben como misión al modo de los profetas a los que el
Señor decía: Ve, escucha habla.

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5. El dirigido y la entrevista.

El material sobre el que debe tratarse la dirección espiritual es la conversación con lo que
conlleva la palabra y silencio para escuchar al otro. Dentro de éstas tenemos algunos literales:

a. La escucha en el diálogo director dirigido.


La dirección espiritual no es una predicación en la que sólo uno habla y el otro
escucha. Escuchar supone que aquel que piden la dirección espiritual tiene que
hablar. Para que el director escuche y conozca la situación del dirigido, la
prioridad dada a la palabra del que pide la dirección debe corresponder a la actitud
de disponibilidad de quien es testigo del espíritu pues la dirección espiritual
consiste en ser testigo de la acción de Dios en una persona que se confía a través
de la palabra. Es necesario discernir a través de lo que él dirigido comunica de sí
mismo aquello que le conduce a Dios o le aparta.
b. La respuesta
Una pregunta propuesta en la dirección espiritual remite a una respuesta más allá
de sí misma a veces habrá que recordar una ley la verdad del dogma o un sentido
común elemental. Pero lo que dice el director nunca es la mera respuesta a una
pregunta concreta la palabra confiada por aquel que pide la dirección procede de
más allá de sí misma, la palabra dada como respuesta conduce más allá de la
pregunta y de la misma respuesta. La dirección espiritual es un acto vivido en
contacto de fe.
c. Confirmar

La respuesta se convierte de aclaración de confirmación cuando el diálogo es maduro en


edad, en experiencia y en fe para tal dirigido la dirección no significa exhórtale en la virtud.
Tampoco se trata de instruirle sino de confirmarle. El director espiritual se convierte entonces
en un testigo que dentro de la iglesia en nombre del Espíritu indica que tal realidad
manifestada o dirigido procede de Dios y conduce a Él; en esta dimensión confirmar es tan
bien consolar en el sentido del término crecimiento en la fe, la esperanza y la caridad en el
gozo y la paz.

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6. ¿Cómo dar la dirección espiritual?

Termina el artículo enumerando cinco actitudes fundamentales que hay que practicar en la
dirección espiritual

1) Oración

El tiempo de la dirección espiritual es un tiempo de oración para que él que da y


para el que la recibe; puesto que escuchar a alguien sin escuchar a Dios supone
falta de profundidad ambos deben orar fuera del tiempo de la entrevista el director
por el dirigido para tener luz en la dirección y el dirigido por el director y por sí
mismo y por la entrevista. Orar no significa necesariamente pensar mucho en la
persona dirigida a menudo se trata de lo contrario es necesario un trabajo de
purificación, compasión.
La compasión no consiste en dejarse absorber por las confidencias o por las
preocupaciones que nos han hecho que nos han sido confiadas sino en ofrecerlas
a Dios y en pedir para cada uno fuerza, gracia y luz.

2) Desinterés

En primer lugar, se trata de un desinterés en cuanto al dinero por el que simbolizo


todos los bienes materiales, si orientamos espiritualmente a alguien esto es ya una
razón para no pedirle servicios lo que habéis recibido gratis darlo gratis (Mateo
10, 8) si se trata de Dios como podemos buscar nuestro beneficio personal parece
claro que no hay que aceptar ninguna compensación económica; es así mismo
necesario no buscar otras ventajas materiales.
Desinterés también en cuanto al afecto se trata de un afecto en el que se mezclan
transferencias y contra transferencias esto puede ser un obstáculo o puede
transformarse en una ayuda en orden a la confianza, comprensión y búsqueda en
común de la voluntad de Dios.
¿Cómo confiar en alguien de aspecto al cual no se experimentan ningún
sentimiento de confianza o de simpatía? Se trata también de un desinterés por lo
que se refiere a la influencia este es un punto difícil e importante, cuando alguien
enseña quiere comunicar la verdad tal como se cree conocerla, enseñar es ejercer

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un influjo el objetivo de la dirección no es el de hacer proselitismo en favor de
determinadas ideas o convicciones por buenas que puedan parecer es también
evidente que no se trata de ganar adeptos a determinados compromisos sociales o
intelectuales, hace falta estar indiferentes en todos los sentidos de tal modo que
aceptemos por igual que Dios conduzca a alguien hacia a aquello que nos parece
bueno como hacia lo que no desearíamos para ello.

3) Docilidad

Concierne ante todo al que da la dirección espiritual se trata de la docilidad,


facilidad y la paciencia y la confianza en la palabra del otro nada más puesto a la
dirección de la imagen del policía que verifica todo lo que le dice.
¿Qué el dirigido se callan cosas? Déjele hablar sin forzarle se debe escuchar a
pesar de lo que dice el mismo y no a partir de la palabra de un tercero, es un buen
ejercicio que el director debe orientarlo hacia Dios con la palabra que se le ha
propuesto, esto es todo que ayude al otro a confiarse mejor para ir más
directamente a Dios eso basta.

4) La decisión

Debe tenerla el director sobre todo lo que se refiere a sí mismo esto supone un
trabajo serio e importante el no dejarse impresionar ni afectar por las confidencias
recibidas es una purificación del Espíritu no se trata de imaginar lo que es bueno
para tal persona ni de soñar, reflexionar alguna vez, orar es lo que toca.

5) La dirección

También es necesaria la dirección dijiste tal cosa hace meses y ahora dices lo
contrario; subrayar así las contradicciones con expresiones anteriores del dirigido
o del director, es delicado; se impone respetar a la persona en su relación con Dios
en el tiempo presente. Finalmente hay que mantener la vid creció ante terceras
personas esto es evidente teniendo en cuenta sin embargo que tal fuera el caso de
confección el director como cualquier otra persona tiene el derecho y a veces el
deber de pedir consejo naturalmente sin decir de quién se trata fuera de esto es

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necesario callar incluso en cosas que se hayan hecho ya públicas si se nos han
confiado debemos respaldarlas.

E) DIFERENCIA DEL ACOMPAÑAMIENTO CON MINISTERIOS O


SERVICIOS DE GOBIERNO.

Otros servicios mencionados en el nuevo testamento tienen muy poca o ninguna relación con
el acompañamiento se pudieran mencionar entre estos servicios los siguientes:

1) Los relacionados con la dirección de la comunidad

a. Los que dirigen o dirigentes.

Así se llama Jesús en Mateo 2, 6. En paralelismo con pastor “Porque de ti saldrá un jefe, el
pastor de mi pueblo Israel. El que manda como el que sirve (Lucas 22, 26). En los restantes
libros del nuevo testamento se suele traducir por “los que presiden o son dirigentes” (Hechos
14, 12; 15, 22; 1 Tesalonicenses 5, 13; Hebreos 13, 7; Hebreros 17, 24). “Y los tengáis como
dirigentes” (1 Tesalonicenses 5, 13). “Estén sometidos y obedezcan a sus pastores que cuida
del alma de ustedes” (Hebreos 13, 17). “Acordaos de vuestros dirigentes” (Hebreos 13, 7).
“Saludad a todos vuestros dirigentes” (Hebreos 13, 24).

2) Los que dirigen o presiden

Su raíz es proistámenos; “Os pedimos hermanos que tengáis en consideración a los que
trabajan entre vosotros y os presiden (proistámenos) en el Señor y os amonestan”. Y les
tengáis como dirigentes (egumenos) la mayor estima con amor por su labor (1 Tesalonicenses
5, 12-13). El que preside (proistámenos) con solicitud (Romanos 12, 8). En 1 Timoteo 5, 17
los que presiden son los “presbítero”. En 1 Timoteo 5, 17 los que presiden son los presbíteros.

3) Gobernantes o pilotos.

Su raíz se escribe kiberneseis quiere decir dirigir, pilotear.

“Luego el don de las curaciones de asistencia, de gobierno” (1 Corintios 12, 28).

OTROS SERVICIOS CARISMÁTICOS

Los que aconsejan, los relacionados con la exhortación

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1) Nuzetuntas los que amonestan o corrigen. “Os pedimos hermanos y os amonestan”
(1 Tesalonicenses 5, 12).

“Amonestáis como hermanos” (2 Tesalonicenses 3, 15).

2) Paráclesei significa los que aconsejan o exhortan y la exhortación en (Romanos 12,8).


No se conoce mucho como se ejercían estos servicios en general se puede decir que su
relación con el acompañamiento no es fuerte ni es que tiene ninguna relación.

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