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QUE ES EL ESPIRITU

El espíritu proviene del latín “spiritus”, que significa respiro y todo lo relacionado con el
elemento aire. Se traduce al griego como neuma, que se relaciona con aliento, respiración.

Todo ser humano posee un espíritu, el cual ha recibido por parte de Dios (Números 16:22;
Números 27:16). El espíritu humano fue formado por obra divina en la parte interna de nuestra
naturaleza humana. Este espíritu humano como tal, es capaz de renovarse y desarrollarse
(Salmos 51:10).

Cuando Dios creó a Adán alentó su cuerpo inanimado y una vez que el cuerpo inanimado de
Adán recibió el aliento divino de convirtió en un alma viviente (Génesis 2:7). Por medio de los
relatos bíblicos podemos notar que el espíritu humano y el alma operan de forma inseparables
y se manifiestan físicamente mediante el cuerpo.

La Biblia nos dice de forma implícita que el espíritu humano es lo que nos distingue de las
demás creaciones de Dios. El espíritu humano tiene vida e inteligencia (Proverbios 20:27; Job
32:8) y eso es lo que nos diferencia de los animales. La Biblia dice que nos animales tienen
alma (Tomando en cuenta a Génesis 1:20 en el idioma hebreo), pero no poseen espíritu.

Una vez que el espíritu humano es habitado por el Espíritu Santo (Romanos 8:16), se convierte
en un centro de adoración (Juan 4:23-24), de exaltación, alabanzas, bendiciones (1 Corintios
14:15), y servicio (Romanos 1:9; Filipenses 1:27).

Si permitimos que el orgullo nos domine, se dice que tenemos un espíritu altivo (Proverbios
16:18). Según la calidad de las influencias a la que estamos expuestos podemos tener un
espíritu perverso (Isaías 19:14), un espíritu precipitado (Proverbios 14:29), un espíritu contrito
y humillado (Isaías 57:15; Mateo 5:3).

¿DÓNDE SE MENCIONA EL ESPÍRITU HUMANO EN LA BIBLIA?

Encontramos menciones al espíritu humano tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo.


Por ejemplo, 2 Timoteo 4:22 dice:

“El Señor esté con tu espíritu”.

En este versículo, “esté con” es para el presente. Esto significa que el que el Señor esté con
nuestro espíritu es algo que podemos experimentar ahora mismo. Esto también indica que
para poder conocerle y disfrutarle, verdaderamente es necesario que conozcamos nuestro
espíritu. Desde el principio de la Biblia, podemos ver que Dios nos creó con este espíritu
humano. Génesis 2:7 dice:

“Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra y sopló en su nariz aliento de vida, y llegó a
ser el hombre alma viviente”.

¿Dónde se encuentra el espíritu humano en este versículo? Podemos ver que el “polvo de la
tierra” se refiere al cuerpo físico y “alma viviente” se refiere al alma, la cual es la parte
psicológica de una persona, su mente, parte emotiva y voluntad. Pero, ¿qué es el “aliento de
vida”? “El aliento de vida” se refiere a la tercera parte del hombre, el espíritu humano. Esto se
nos confirma en Proverbios 20:27, donde dice:

“Lámpara de Jehová es el espíritu del hombre”.


¡La misma palabra hebrea usada para “espíritu” (neshamah) en este versículo es la palabra que
se traduce “aliento” en Génesis 2:7!

POR QUÉ TENEMOS UN ESPÍRITU

Nuestro espíritu fue creado por Dios para que podamos contactarlo y recibirlo a Él. Nuestro
cuerpo y nuestra alma tienen sus propias funciones específicas; sólo nuestro espíritu tiene la
capacidad de contactar a Dios. Podemos ver esto en numerosos versículos, incluyendo Juan
4:24:

“Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y con veracidad es necesario que adoren”.

A fin de contactar —o adorar— a Dios, quien es Espíritu, debemos usar nuestro espíritu.

La manera en la que funciona un radio es una buena ilustración de la habilidad única de


nuestro espíritu para contactar y recibir a Dios. Cuando un radio está encendido y sintonizado
correctamente, puede recibir las ondas de radio invisibles en el aire e interpretarlas.

Nuestro espíritu humano es como un radio, y Dios es como las ondas de radio. Nuestro espíritu
es la parte de nuestro ser que corresponde a lo que Dios es, así que tenemos que usar nuestro
espíritu para contactarlo a Él.

¿A QUÉ SE DEBE QUE SU ESPÍRITU SEA TAN IMPORTANTE?

Nuestro espíritu humano es muy importante para Dios debido a que Dios desea llenarnos con
Él mismo. Él quiere que lo recibamos y nuestro espíritu es el único “receptor”. Nuestra vida
cristiana comienza con nuestro espíritu humano. Mire lo que dice Juan 3:6:

“Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es”.

La nota 2 de este versículo en la Versión Recobro dice esto:

“El primer Espíritu mencionado aquí es el Espíritu divino, el Espíritu Santo de Dios, y el segundo
espíritu es el espíritu humano, el espíritu regenerado del hombre. La regeneración se lleva a
cabo en el espíritu humano por medio del Espíritu Santo de Dios, con la vida de Dios, la vida
eterna e increada. Así que, ser regenerado es tener la vida eterna y divina (además de la vida
humana, la vida natural) como la nueva fuente y el nuevo elemento de una nueva persona”.

Esto significa que desde el momento en que creímos en el Hijo de Dios, Jesús, Su Espíritu entró
en nuestro espíritu humano y ¡nacimos de nuevo! Nacimos de Dios, recibimos Su vida divina y
eterna en nuestro espíritu y llegamos a ser Sus hijos. Nuestro espíritu humano es el único lugar
para que el Espíritu de Dios entre en nosotros a fin de hacernos Sus hijos. También es el lugar
desde dónde Él puede llenar todo nuestro ser.

NUESTRO ESPÍRITU HUMANO Y LA VIDA CRISTIANA

Una vez que nos damos cuenta de que el Señor Jesús vive en nuestro espíritu, es necesario que
apliquemos esta revelación por medio de poner en práctica usar nuestro espíritu para
contactar y recibir a Dios como nuestra vida todo el tiempo. He aquí algunas maneras en las
que lo podemos hacer:

Podemos poner en práctica contactar al Señor Jesús en nuestro espíritu dándole la


preeminencia cada mañana, y durante todo el día. Podemos hacerlo simplemente por medio
de invocar Su nombre: “¡Señor Jesús!” Esto es como nuestra respiración espiritual.

Podemos usar nuestro espíritu para contactar al Señor en oración y orar utilizando la Palabra
de Dios. En vez de buscar sentimientos de emociones cuando oramos o querer enfocarnos en
entender la Biblia con nuestra mente mientras leemos, debemos aprender a volvernos de
manera profunda al Señor, quien está en nuestro espíritu. Nuestra lectura bíblica y oración
serán frescas y llenas de la vida divina. Gustaremos de Dios cada vez que oremos y leamos Su
Palabra, y nuestra hambre por el Señor y Su Palabra aumentará.

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