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Los Perros y La Etica
Los Perros y La Etica
Los perros
de guerua
lln perro puede detectar la ¡esPira'
ciónde un hombrercada movimien'
to que éste haga, incluso a una dis'
tancia de más de un kilómetro Y
medio si las condiciones son las pro'
picias para los sentídos del animal.
Y un perro de alaque, entrenado
pata actuar en silencio, Puede lle- ataque se les enseña a descubrir, rechazar Los perros de presa V rastreo dirigen a
gar hasta su presa sin que ésta se y, en algunos casos, embestir y morder a sus amos hacia el objetivo, pero por lo
haya pereatado de nadat caPaz de los intrusos o evadidos, tanto si están baio general no atacan al fugitivo y deian esta
correr a t 5 metros Por segundo Y de el control de su entrenador como si están tarea a sus compañeros.
pesa¡ hasta 45 kilos, un Perro Puede sueltos.
ser tan mortal como cualquier Pro' Los perros de presa están preparados Vista, oido y ollato
yedil, En esta sección examinaremos al- para detectar y buscar el origen de los Al igual que la mayorÍa de los mamífe-
gunas de las técnicas de evasión contra el olores transportados por el aire, y se les ros, exceptuado el ser humano, los perros
acoso de los perros que se enseñan en las deia correr libremente para que peinen tienen un alcance üsual muy limitado. No
unidades de fuerzas especiales. palmo a palmo Ia zona interesada. Por su pueden distinguir los colores, sino sÓlo
I
Los perros de guerra son entrenados parte, los perros rastreadores corren sule- escalas de grises, y aún así con poca clari-
para tareas especÍficas. A los de custodia y tos a una larga conea. dad. Pero, por supuesto, ven perfectamen-
evasot
pedido, pero existen
muchas lormas de
evitar que ros perros
log ren ace rca ¡se ta nto,
así que conviene
aprenderlas.
El perro y su
entrenador fo¡man
un equipo. Dest¡ui¡
su coniianza mutua
facilitará le
evasión.
te cualquier objeto en movimiento, y ello y la lluvia. Si el primero sopla en dirección Un pastor alemán corre hacia la presa.
atrae su atención. Dado que sus ojos se al perro, éste tendrá muchas más posibili- Para intentar inmovilizarlo hay que dejar
que el animal ataque el brazo izquierdo,
encuentran cerca del terreno, detectan rá- dades de oir a su presa. La lluvia crea un tratar de sujetarlo pegado al cuerpo,
pidamenfe cualquier cosa o ser que se ruido de fondo y dificulta la individuali- echarse a tierra y rodar para situarse
desplace sobre el horizonte. zación de los sonidos. detrás y encima del perro.
Pero si la capacidad visual del perro es Pero, además de que pueden oír a gran-
la mitad de la del hombre, su alcance des distancias, los perros pueden captar
cotidiana del perro. Es por ello que todo
auditivo es, por el contrario, dos veces sonidos en frecuencias que están más allá
aquel acechado por perros debe tener la
superior al de áquel. La distancia auditiva de la capacidad auditiva humana. Gran precaución de suietar (la cinta adhesiva
del animal depende de las condiciones número de sonidos agudos desconocidos puede servir) los componentes de su equi-
meteorológicas, especialmente del viento por el hombre forman parte de la vida po para que no se golpeen o froten entre si
y extremar el cuidado cuando vaya a utili-
zar equipos de radio.
Un olÍato prodigioso
En realidad, preparar una comida ca-
liente es dar todas las ventaias al animal
pues, con condiciones meteorológicas fa-
vorables, éste es capaz de distinguir los
olores a unos tres kilómetros de distalcia.
En efecto, si el sentido auditivo del perro
está mucho más desarrollado que el nues-
tro, el olfativo es centenares de veces
mejor.
EI olor humano más penetrante provie-
ne de las glándulas sudoríparas, especial-
mente las de Ias axilas. Al marchar bajo
presión, particularmente si se lleva a cues-
tas una carga pesada y ur uniforme de
combate completo, se trarspira en abun-
dancia. Lo mismo sucede cuando se está
en tensión, nervioso o atemorizado.
Prbfas cotidianas
Y no se trata sólo de que los olores na-
turales de nuesfro cuerpo proporcionen
:
un rastro perfecto para el olfato del perro
rastreador. La ropa, especialmente cgando
está húmeda, el jabón y los desodorantes,
el cuero, el tabaco, el betún, los combusti-
bles, el aceite y muchos otros olores pue-
den facilitar al perro la pista para locali-
zarnos.'
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allí.
Cuando uno se enfrenta con un
perro quardián se debe:
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