Como elaborar un herbario (colección de plantas secas y clasificación de las
mismas para el estudio de la botánica)
Un herbario es una colección científica de plantas secas, o herborizadas, arregladas sistemáticamente, con múltiples propósitos, por ejemplo, demostrativos, de investigación, de referencia histórica, etc. Generalmente, la colección se refiere a plantas superiores o con flores (angioespermas y gimnoespermas), también suele comprender al grupo de los helechos y afines (pteridofitas), así como musgos (musci) y hongos o setas e incluso algas (excepto los organismos microscópicos, que como colecciones suelen depositarse con otro sistema). Asociado a los herbarios se acostumbra contar con colecciones de semillas, frutos, madera, fotografías de plantas y otras relativas a los vegetales, incluso jardines botánicos. De vital importancia es contar también con una biblioteca especializada para la identificación del material vegetal. La finalidad del herbario es tener la representación sistematizada de la biodiversidad vegetal con el fin de estudiar con precisión su presencia en determinada región geográfica en tiempo y espacio. Tomando esto como base, los estudios de la flora permiten conocer mejor la composición de comunidades vegetales, y son también información de primera mano para estudios en el medio terrestre sobre aspectos ecológicos, evolutivos, de ordenación territorial e impacto ambiental. Los herbarios como el nuestro surgieron de la necesidad de conocer la composición vegetal de una determinada región o de un grupo vegetal en una zona geográfica. Al existir logros, constancia y apoyo, los herbarios crecen y expanden su cobertura: locales, estatales, regionales, nacionales y continentales e incluso mundiales. Los Especímenes De Herbario En el herbario típico, tradicionalmente, se tienen plantas vasculares que se montan en hojas de 28 cm x 40 cm (Figs. 2 y 3), pero actualmente se establece un cambio en esta concepción, de acuerdo al avance de la Botánica. Así por ejemplo: fósiles, polen, esporas, laminillas histológicas, fotografías, madera, etc., que son considerados como ejemplares de herbario, necesitan un manejo especial; por tanto cada herbario deberá ir adecuando su estructura y equipo de acuerdo a su especialización. En términos generales, para que un herbario cumpla con sus objetivos debe cubrir los siguientes aspectos: Procurar que estén representadas todas las especies de plantas de las regiones o del país, según se trate de un herbario regional o nacional. Tener los ejemplares necesarios de cada especie para representar su variación morfológica, diferentes nichos ecológicos en que vive y su área de distribución. Es deseable que cada especie esté representada por partes de ella en diferentes estados de desarrollo. Los árboles por lo menos deben tener hojas maduras y tiernas y en caso de hierbas pequeñas, incluir ejemplares adultos y en estado juvenil. Proceso de herborización Para tener un ejemplar de herbarios se requieren seguir ciertas normas comprendidas en el siguiente esquema: En el campo Colecta Prensado En el laboratorio Secado Identificación Montaje Integración al herbario Colecta y prensado Como paso inicial han de definirse claramente las razones por las que se hace necesaria la obtención y procesamiento de material botánico, enmarcando esto en el proyecto de investigación botánica a realizarse, con el fin de ubicar el área de trabajo y el tipo de plantas que han de ser herborizadas para ser utilizadas como objeto de estudio, así como el número de ejemplares requeridos para la investigación, intercambio e identificación. Es conveniente realizar exploraciones en áreas representativas de acuerdo al objetivo planteado, distribuyendo en varias fechas la colecta. Para la colecta en el campo son útiles los siguientes instrumentos: Altímetro (para tomar la altitud del sitio de colecta). Brújula (para ubicar la orientación). Clisímetro (mide la pendiente). Lupa (para observaciones microscópicas directas). Machete (para cortar porciones leñosas). Gancho cortador (para cortar porciones de nejemplares de gran altura). Guantes de piel o lona. Azadón o pico (para extraer partes subterráneas). Martillo de geólogo (para desprender substrato). Tijeras de podar (para cortar partes del ejemplar). Pinzas de punta roma (auxiliar de colecta). Cuchillo de campo o navaja (para cortar al tamaño los ejemplares). Etiquetas de colgar (donde se asigna un número a cada ejemplar. Lápiz graso o plumón a prueba de agua (para anotar el número de ejemplar). Bolsas de plástico (varios tamaños de acuerdo a los ejemplares que van a contener). Ligas (para cerrar las bolsas). Canasta y cajas de cartón (para transportar ejemplares voluminosos). Prensa (rejillas de madera 50 x 35 cm). Periódico (al tamaño de la prensa portátil). Cartón corrugado (al tamaño de la prensa portátil). Frascos (para preservar ejemplares en líquidos). Cámara fotográfica. Fijador (de acuerdo a los ejemplares que se van a colectar): Formaldehído al 10% (para algas). FAA formaldehído–etanol–ácido acético). GAA glicerol–ácido acético–etanol (para ablandar tejidos duros como la madera). Azufre o borato de sodio (para evitar la pudrición de tejidos suculentos). Hongos. Se colectan completos y si son parásitos con parte del substrato o haciendo las anotaciones correspondientes. Se pueden preservar en frascos con alcohol y/o formol, pero es más conveniente conservarlos deshidratados sin prensado previo, por lo que han de transportarse con mucho cuidado para no dañarlos, por ejemplo, en cajas o cestos. Musgos, hepáticos y líquenes. Todos los ejemplares deberán tener la porción vegetativa y los cuerpos fructíferos. Cada individuo al momento de prensarse deberá estar convenientemente separado. También pueden incluirse en frascos con alcohol y/o formaldehido como las algas. Vasculares inferiores (Psilotum, licopodios, selaginelas y equisetos). Se procura colectar la planta entera con tallos que contengan estróbilos. Si son muy grandes se acomodan al tamaño doblándolas en zig-zag tantas veces como sea necesario. Helechos. Los ejemplares deben tener rizoma y frondas estériles y fértiles con soros. Si las frondas son muy grandes se doblan para acomodarlas o se cortan porciones de ellas de tal manera que se deduzca fácilmente su estructura general, así, por ejemplo, conservar la punta, una porción lateral y la nervadura. Gimnospermas. Se colectan ramas terminales y de crecimiento, así como hojas y conos femeninos y masculinos. Se debe colectar además un pedazo de corteza y anotar datos al respecto. Parásitas. En las plantas parásitas es importante identificar el huésped sobre el que viven, de preferencia deben ponerse ambas muestras (huésped y parásito) juntas o anotar en el renglón de “Habitat” u “Observaciones” el nombre del huésped. Las plantas a herborizar han de secarse en el menor tiempo posible para que conserven su color natural y que no se deterioren o se destruyan.