Está en la página 1de 3

Los Nuevos Objetos de la Política / Fassin

Este autor plantea como la política está perdiendo relevancia estructuralmente, ya que los
ciudadanos no se sienten representados por quienes votan, y que las instituciones no aseguran
equidad ante la justicia e igualdad de oportunidades en una época de aumento de las disparidades
en la sociedad. Esta no representación sobre la política trajo nuevos gobiernos populistas que
logran llegar al poder realizando acciones cercanas a las preocupaciones populares.

Fassin ahora plantea si realmente se puede volver de esta cuestión y repolitizar el mundo,
devolverle su sentido. Para lograr esto hay que retornarnos a la definición básica de política, pero
no desde un punto filosófico, sino antropológico. En sus comienzos, las críticas a la política por
parte de la antropología salían de análisis etnográficos de sociedades remotas, hasta que se
comenzaron a realizar análisis en el mundo occidental, y llegaron a la conclusión de que la política
es resultado del accionar humano, donde las relaciones de poder, no siendo cuestiones políticas
en sí, se politizan para resolverlas.

Foucault realizo importantes aportes, como el concepto de biopolitica, que logro unificar la
definición teórica con la modernidad biológica, como puede ser la regulación de las poblaciones
por medio de tecnologías demográficas, epidemiológicas, o la planificación familiar.

Canguilhem cree que las elecciones políticas de cada sociedad significan un juicio de valor sobre la
vida de sus miembros. Esta vida siempre recibe autoridad de poder de alguna forma y es la única
encargada de expresar la verdad de los individuos. Dicha vida se representa en cuerpos que
resumen las situaciones actuales según interacciones creadas por y para ellos.

Finalmente el autor plantea como la moral, a pesar de ser algo separado de la política, puede ser
politizado, ya que muchos accionares políticos pueden tener fines morales. Dicha separación es
complicada, y en cada situación hay que saber separar los conceptos o entenderlos como un todo.
Esta moral se materializa en la política con cuestiones normativas, que cuando se vuelven
intolerables, comienza la relatividad de la moral y las desigualdades.

Entonces, el autor concluye con que la política moderna debe repolitizarse plasmando las
investigaciones antropológicas (etnográficas y filosóficas (morales)) en el espacio público.
Sociología y Antropología / Mauss

Este autor plantea como en la historia de la humanidad, el régimen del derecho contractual, como
resultado de la vida social humana, expresa instituciones religiosas, jurídicas, morales y
económicas. Entre estas cuestiones nace el carácter voluntario, aparentemente libre y gratuito,
pero obligatorio y con claros intereses de fondo, un “regalo generoso” realmente no es más que
un formalismo y una mentira social. El autor buscara, mediante un método comparativo,
demostrar como la moralidad generosa de realizar un regalo siempre posee un interés económico.

Los estudios se basan en una etnografía de los pueblos de la polinesia, quienes creían en la
moralidad económica, no solo intercambiando bienes, sino regalando bienes y servicios en
momentos de reunión, siempre esperando a que se les regale algo también, un tipo de economía
llamada prestaciones totales de tipo agonístico (potlach) por el autor, con fines morales y
económicos.

En Samoa, estos investigadores descubrieron cierta carencia de rivalidad entre tribus, siempre
manteniendo relaciones amistosas, construyendo un sistema de regalos contractuales alrededor
de matrimonios, nacimientos, circuncisiones, enfermedades, funerales, etc. El potlach se
respetaba en cuanto al honor que se mantenían las tribus entre sí, y una obligación de devolver
regalos para mantener esta cuestión. Este sistema no trae riqueza, sino un sentimiento de honor
hacia un acontecimiento y sus intérpretes (los regalos que se hacen cuando vas a un nacimiento,
después te los regalan cuando nace tu hijo), dándole un sentido esencial a los sucesos.

En dicha región, Tonga es la propiedad que aumenta la riqueza, el poder y la influencia de una
persona, estrechamente vinculados a personas, clanes, familias, o tierras, materiales que
constituyen la espiritualidad que tanto promulgan los habitantes samoanos. El sistema de cambio
de esta zona se basaba en la constante entrega de regalos o intercambios desiguales, siempre
manteniendo los códigos morales de la tribu de completa igualdad material. Un sistema de regalo
con una obligación constante por recibir, aceptar, y dar.

Schmidt estudio a los andamans, recalcando su generosidad en las visitas, ferias, y fiestas entre sí
para realizar los cambios voluntarios-obligatorios, cuya finalidad no tiene fines de comercio, sino
de moralidad, donde se busca construir un sentimiento de amistad. En este sistema existe una
rivalidad por la generosidad, que lleva a dar y recibir más cosas.
En la melanesia también se conservo el Potlach por mucho tiempo, demostrado en las etnografías
de: Leenhardt en Nueva Caledonia, que determina este sistema como la unión entre las personas;
Malinowski en Trobiand, donde determino Kula a un sistema como el Potlach pero ampliado,
donde los regalos entran dentro de un sistema de comercio, pero siempre con desinterés y
modestia en cuanto a la ganancia, y se construyeron monedas representativas de formar parte de
este sistema, que, a pesar de significar un gran honor poseerlas, hay que desprenderse de ellas
para honrar a otros. Este sistema impulsa, mas allá de las monedas, los brazaletes y otros regalos,
valores establecidos como contratos sociales entre los habitantes.
Estos son solo dos ejemplos, pero muchos etnógrafos concuerdan en sus biografías de los pueblos
polinesios y melanesios sobre este sistema de regalo-voluntario, donde la moralidad y la
materialidad se reflejan con el desinterés pero con la obligación, adoptada de forma colectiva.

En las sociedades indias del noroeste americano existen instituciones similares, solo que tienden a
ser más simples, es decir, concepciones jurídicas y económicas menos claras y una menor
obligación por el regalo. Aunque realmente no es que sean más simples, es que su manera de
representar cuestiones jurídicas y económicas es por la moralidad del “don”, algo muy complejo
de analizar, y que abarca la noción de crédito por regalo, la noción de honor por el dar y el recibir.
El prestigio individual se gana gastando con equidad para regalar lo aceptado como regalo,
llevando a muchas tribus a intercambiar todo lo que tienen, despegándose totalmente de todo lo
material. Esto siempre esta guiado por una moralidad obligatoria de total desinterés por lo
material, buscando siempre regalar más de lo que te regalen, y llegando a destruir cosas para
demostrar dicho desinterés. Un sistema donde se transfieren riquezas constantemente de forma
“noble” con una espiritualidad de ganancia al reglar, y desprecio a la acumulación (egoísmo). El
Potlach es una totalidad, es algo económico, jurídico, mitológico, moral, religioso, shamanico,
social, y hasta estético.

En las sociedades contemporáneas occidentales sigue existiendo cierta moralidad de regalar y


aceptar regalos, solo que la obligación de realizar esta transacción no esta tan materializada en las
personas, que lograr devolver estas cuestiones morales desde otros aspectos. Muchas personas
aun mantienen costumbres familiares históricas, vinculadas a objetos místicos con un importante
valor sentimental. Es verdad que el mercado hiperdesarrollado va en contra de esta moralidad de
objetos, ya que tiende a volver obsoleto constantemente las cosas, impidiendo un aferramiento
por uso sin que se vuelva obsoleto. También existe la llamada ética, una especie de moralidad
inculcada por el estado en cuestiones como caridad, servicio social, solidaridad. Esta ética muchas
veces se logra cuando el individuo logra profundizarse en sí mismo y su rol en la sociedad.

La economía moderna utilitarista no permite estas cuestiones, ni tampoco un sistema de


intercambio poco preciso, como es el Potlach, ya que no maneja los valores de igualdad de
oportunidades que tanto impulsa el sistema capitalista. Muchas veces también los regalos dejan
de ser cuestiones con valor sentimental para convertirse en cosas útiles para el receptor, o estos
pueden llegar a niveles de interés en cuanto a consecuencias que el regalo genera.

También podría gustarte