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La mirada de un músico

Escena 1

Entra un chico solitario al salón. El lugar está vacío. El chico camina


cabizbajo explorando los rincones ; se frota los ojos con las manos
soportando una mirada triste. De pronto es sorprendido por el sonido
de una melodía en el piano.

Chico: ¿Hola? ¿Quién es?

Fantasma: (suspira) Hola.

Chico: ¿Llevas mucho tiempo aquí?

Fantasma: Mucho más que tú supongo.

Chico: Cuando entré al salón no había nadie.

Fantasma: Pero siempre he estado aquí, es solo que nadie puede verme,
nunca lo hacen. Pasan y me ignoran. ¿Por qué tu no lo haces y me
hablas como si fuera alguien normal?

Chico: (sonriendo nerviosamente) ¿A caso tú no eres normal?

El fantasma y el chico se sientan en el centro del salón charlando en la


oscuridad se escuchan algunos pasos acercándose y de un momento a
otro el fantasma ya no se encuentra en el salón, ha desaparecido sin
que el muchacho se de cuenta de ello. La melodía del piano sigue
sonando mientras el chico mira a su alrededor asustado.

Fin de la escena 1
Escena 2

Aparece nuevamente el muchacho caminando por el pasillo largo


buscando un lugar para estudiar. Todos los cubículos están llenos. Su
caminar es muy lento y distraído. Del último cubículo sale alguien con
un contrabajo y un banco en la mano, dejando libre el espacio para que
el chico estudie.

Amigo: Hola. Puedes usar el salón si gustas. Estudiaré en el pasillo.

Chico: Gracias (se despide con una sonrisa. Abre la puerta nuevamente
y se da cuenta que no ha más bancos. Hace una mueca de frustración)
¿En donde están los bancos?

Amigo: Están arriba. Siempre los dejan allá.

El chico camina escaleras abajo para volver a subir por el otro edificio.
Se detiene en la entrada donde hay mucha gente amontonada. Es la
hora donde todos salen a descansar o cambian de salón entre clases. Al
mirar al chico bajar todos guardan silencio. Lo juzgan con la mirada. El
chico camina entre la multitud intentando ignorar a todos. Se escuchan
murmullos que probablemente hablan de él. un muchacho no muy
amigable se interpone en su camino.

Brabucón: ¿A dónde vas rarito, a jugar con tus amigos fantasmas?

Chico: Por lo menos tengo amigos. (Pasa a un lado del brabucón y lo


empuja con el hombro).

Todos hacen bulla y se mofan del asunto. El chico se aleja por el


sendero en busca del banco para estudiar.

Fin de la escena 2
Escena 3

Frente al altar de muertos de la escuela se detiene el chico a


contemplarlo. Mira fijamente la llama de las veladoras danzar. Las
personas que pasan por ahí lo ignoran, porque es día de muertos y
todos celebran que los difuntos vuelven a casa. De pronto se queda solo
frente al altar. No completamente. Aunque nadie lo acompañe hay
alguien a su lado que siempre está.

Fantasma: Es extraño, ¿no crees?

Chico: ¿Qué?

Fantasma: Hacen una fiesta de los muertos en donde volvemos a estar


juntos, donde nos reunimos con los vivos y aun así nadie cree que sea
verdad.

Chico: Excepto los que podemos ver (se queda mirando triste al
fantasma).

Fantasma: Solo los que son especiales. (sonríe amablemente).

El chico y el fantasma se quedan mirando el altar mientras apagan las


velas una por una. el fantasma abraza al muchacho, aunque sabe
perfectamente que no lo puede tocar.

Fin del cortometraje.

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