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Fernando Botero fue un pintor y escultor colombiano nacido en 1932 en Medellín. Comenzó a dibujar a una edad temprana, especialmente corridas de toros. Su obra se caracteriza por dar volumen exagerado a las figuras humanas y animales, lo que le valió el apodo de "el pintor de las gordas". A lo largo de su carrera, Botero cuestionó el academicismo a través de recursos como la ironía y el humor mientras abordaba temas de la cotidianidad y la crítica social.
Fernando Botero fue un pintor y escultor colombiano nacido en 1932 en Medellín. Comenzó a dibujar a una edad temprana, especialmente corridas de toros. Su obra se caracteriza por dar volumen exagerado a las figuras humanas y animales, lo que le valió el apodo de "el pintor de las gordas". A lo largo de su carrera, Botero cuestionó el academicismo a través de recursos como la ironía y el humor mientras abordaba temas de la cotidianidad y la crítica social.
Fernando Botero fue un pintor y escultor colombiano nacido en 1932 en Medellín. Comenzó a dibujar a una edad temprana, especialmente corridas de toros. Su obra se caracteriza por dar volumen exagerado a las figuras humanas y animales, lo que le valió el apodo de "el pintor de las gordas". A lo largo de su carrera, Botero cuestionó el academicismo a través de recursos como la ironía y el humor mientras abordaba temas de la cotidianidad y la crítica social.
(Medellín, 19 de abril de 1932 – Mónaco, 15 de septiembre de 2023)
Fernando Botero es un pintor, dibujante y escultor nacido en Colombia en el año 1932, en
la ciudad de Medellín. Su padre, quien falleció cuando Fernando era niño, fue vendedor de mercancías y recorría las montañas de su tierra llevando sus productos de pueblo en pueblo a lomo de mula. Su madre trabajaba de costurera. Fernando comenzó a dibujar desde muy joven y sus primeros temas fueron las corridas de toros, a las que asistía con un tío. El pintaba acuarelas de temas taurinos y las vendía en las puertas de la plaza de toros. Su obra gira en torno a un valor plástico determinado: el tratamiento del volumen. Goza de altísimo reconocimiento internacional y suele ser conocido como “el pintor de las gordas”. El estilo de Botero, plenamente figurativo, se caracteriza en lo plástico por cierto aire naïf, y en lo temático por la representación de personas y animales siempre como figuras corpulentas, incluso claramente obesas. Por medio de su propuesta, Botero cuestiona el academicismo, aunque valora la tradición pictórica. Al mismo tiempo, aborda la cotidianidad, la crítica social, la historia del arte y la religiosidad, por medio de recursos como la ironía, el gigantismo, el humor, la proyección de una realidad diferente, la inocencia y la sátira.