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RESUMEN
Formando parte de las obras previstas para la Expo de Zaragoza del 2008, se encuentran dos estructuras,
especialmente singulares, el “Puente del Tercer Milenio” y el “Pabellón Puente”, que cruzan el río Ebro y dan
acceso a la Expo desde la margen derecha. Ambas estructuras son muy diferentes, con sus respectivas complejidades
y singularidades, compartiendo, entre ellas, sus cimentaciones profundas, acorde a las características del subsuelo.
El Puente del Tercer Milenio, de 216 metros de luz central, se construye en hormigón blanco autocompactante de
alta resistencia. Su tipología es de arco de tablero inferior, realizándose su construcción en varias fases: tablero
empujado sobre pilas provisionales, arco de hormigón sobre cimbra, montaje de péndolas, apertura del arco en clave
y descimbrado. El puente lleva sendas aceras laterales cubiertas por una estructura acristalada de acero inoxidable.
El Pabellón Puente es un caso atípico de pasarela-pabellón con geometría artística y altamente compleja. Su
estructura es metálica distinguiéndose, para su montaje, dos zonas muy diferenciadas: la margen izquierda, sobre
apeos, y la derecha, premontada sobre apeos tras el estribo y lanzada mediante torre provisional de tiro delantera y
retenida trasera. Una vez cerrada la estructura se ejecuta la fachada y los elementos internos.
INTRODUCCIÓN
Tanto el Puente del Tercer Milenio como el Pabellón Puente forman parte de las obras previstas
para la Expo de Zaragoza de 2008. Ambos se encuentran situados en el meandro de Ranillas,
conectando el barrio de La Almozara, y la cercana estación de Delicias, con el recinto de la
Expo; y por tanto aguas arriba de la ciudad de Zaragoza. Se encuentran muy próximos entre sí, el
primero prácticamente normal al río y el segundo, esviado, unos 200 metros hacia aguas abajo.
Ambas obras, por sus características singulares, suponen un hito para la ingeniería española tanto
por su proyecto como por el procedimiento constructivo con el que se están desarrollando.
El Puente del Tercer Milenio es una obra de repercusión mundial ya que no existe ninguna
estructura de tipo arco atirantado de tablero inferior, ejecutada en hormigón y con sus
dimensiones. La muy elevada cuantía de armaduras activas y pasivas, la utilización de hormigón
autocompactante de alta resistencia, las singularidades del proceso de fabricación y empuje del
tablero, el cimbrado y encofrado del arco y pies inclinados y por último la puesta en carga de
péndolas mediante la apertura del arco por medio de gatos son, entre otros, aspectos singulares
de la construcción, actualmente en curso, de este puente.
El Pabellón Puente será el primer puente habitado de España y uno de los pocos existentes en el
mundo de estas características. No sólo constituirá una de las entradas peatonales a la Expo sino
que será asimismo uno de los pabellones temáticos de la muestra. La enorme complejidad de
formas y entronques de la estructura ha requerido para su diseño y construcción medios
inusuales en la obra civil, así como también la interacción de la estructura con los servicios y
requisitos arquitectónicos. Sin olvidar el proceso de lanzamiento de unos 140 metros de
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estructura que, construidos en tierra, se trasladan a su posición definitiva salvando, sin apoyos
intermedios, el cauce del río.
En la figura 1 se muestra la vista aérea del estado de las obras a finales del mes de julio.
Figura 1. Vista aérea del estado de las obras (27 julio 2007)
El Puente del Tercer Milenio tiene una longitud de 270 metros entre ejes de apoyos extremos, de
los que 54 metros corresponden a sendos vanos laterales y 216 metros al vano principal sobre el
río, vano éste correspondiente asimismo al conjunto formado por un gran arco central junto con
los pies inclinados que ligan sus arranques al tablero en sus extremos. El puente es recto en
planta con alzado de traza circular de 5000 metros de radio.
El arco central, de directriz parabólica de segundo grado, cubre los 144 metros centrales del vano
principal mientras los pies inclinados ocupan los 36 metros extremos. La sección tipo del arco,
maciza, con forma de diamante, es constante en toda su longitud, con una anchura de 5,40
metros y canto variable, entre 1,20 metros en caras laterales y 1,80 metros en el eje
Los 4 pies inclinados tienen sección rectangular maciza de ancho y canto linealmente variables
entre 6,00 x 1,08 metros en su extremo inferior, arranque sobre el tablero, y 3,60 x 1,80 metros
en su extremo superior, nudo de unión con el arco central. Ambos pies de cada lado se
encuentran unidos, a media altura, por una riostra horizontal de sección rectangular maciza. La
distancia entre ejes de pies es 48,00 metros.
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La transición de secciones entre arco y pies inclinados, realizada por medio de superficies
regladas, se materializa en los 15,00 metros iniciales del arco, en los que la sección es muy
variable, dando origen a formas muy complejas.
Tanto el arco como los pies inclinados se realizan con hormigón blanco de 75 MPa de resistencia
característica.
• Péndolas
Situadas en planos verticales cada 6,00 metros unen el arco o pie inclinado al tablero, en los
extremos de su sección transversal. Hay 32 planos de péndolas de los que los 16 centrales anclan
en el arco y el resto en los pies inclinados.
Las péndolas son de cable cerrado de 100 milímetros de diámetro, con 3 capas de alambres con
sección en Z galvanizados en caliente. Los terminales de estos cables son de tipo mazarota,
siendo pasivos los superiores, con forma de horquilla para su enhebrado y embulonado a través
de los palastros dejados al efecto en el arco. Los terminales inferiores, activos, son roscados
tesándose desde el paramento inferior del tablero.
• Tablero
En el arranque de los pies inclinados dicho paseo peatonal se ensancha, abrazándolo, de forma
que puntualmente el tablero llega a alcanzar una anchura de 68 metros.
La sección transversal del tablero, sin aceras, se estructura en 2 nervios de borde extremos de
sección exterior constante, unidos cada 6 metros por diafragmas de canto variable, sobre los que
se dispone de una losa de 24 centímetros de espesor. Los cantos varían entre 2,02 metros, en
bordes exteriores, y 3,20 metros en el eje del tablero. La anchura del tablero es de 31,18 metros
entre aristas superiores y 33,52 metros entre aristas inferiores, formando el paramento inferior un
arco circular de radio 139,90 metros. (Fig. 2)
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Figura 3. Sección transversal
En la zona de arranque de pies inclinados el tablero se amplía lateralmente con una losa maciza,
laja de amarre, de 0,80 metros de espesor que, abrazando dicho arranque, se empotra a media
altura en el cercano nervio de borde.
Los nervios de borde son celulares con almas exteriores inclinadas. Cuando la antedicha losa
maciza intersecta con los nervios los atraviesa, salvo en 9 metros a ambos lados de eje de pilas,
en que los nervios se transforman en macizos.
En cada una de las 2 pilas el tablero descansa sobre 4 apoyos, por medio de aparatos tipo pot: 2
separados 48 metros, situados bajo la base de los pies inclinados, a través de capiteles
troncocónicos octogonales, y 2 separados 22,50 metros, situados bajo ejes de almas interiores de
los nervios de borde (Fig. 3). Cada fuste de pila, recogiendo 2 apoyos y con forma
hidrodinámica, se apoya sobre un encepado de 26,35 x 10,30 x 2,00 metros. Su cimentación es
profunda con 10 pilotes de 2 metros de diámetro y unos 45 metros de profundidad por encepado.
En cada estribo el tablero apoya sobre 2 aparatos de neopreno zunchado situados bajo los nervios
de borde, teniendo su cimentación 20 pilotes de 1,50 metros de diámetro.
Mención aparte merecen tanto los pilotes de 2,00 metros de diámetro, hasta un total de 22, que
constituyen la cimentación de las pilas provisionales situadas en el río, como los 24 pilotes de
1,20 metros de diámetro de la cimentación del parque de fabricación de dovelas del tablero.
Todo ello se describirá con más detalle al describir el proceso constructivo.
Construcción
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1. Construcción de pilas y estribos
2. Construcción del tablero mediante empuje desde estribo
3. Construcción de arco y pies inclinados
4. Colocación y puesta en carga de péndolas
5. Acabados
Dadas las características de la obra, la mayor parte de las actividades de este proceso tienen sus
singularidades. Se destacan entre ellas las que se describen a continuación, con un grado de
detalle coherente con el relativo poco espacio disponible:
1. Ejecución de pilotes
2. Hormigones
3. Parque de dovelas
4. Sistema de empuje
5. Cimbra y encofrado del arco
6. Puesta en carga de péndolas
• Ejecución de pilotes
El terreno está formado, bajo una capa superficial de rellenos y limos, por una capa de depósitos
cuaternarios formados por gravas y arenas de potencia variable, con algunas intercalaciones
limoarcillosas, que descansa sobre un sustrato terciario formado por margas y yesos; éstos
últimos con distintos grados de agregación, debido a fenómenos de disolución, dando origen
tanto a capas muy poco competentes como a otras muy duras. La gran variabilidad del terreno ha
obligado a realizar una campaña geotécnica complementaria, para disponer de información en
todos los apoyos tanto definitivos como provisionales.
Las longitudes de pilotes han resultado muy variables, incluso entre pilotes relativamente
próximos, oscilando entre 27 y 51 metros, siendo esta última longitud la correspondiente a
pilotes de pilas provisionales situadas en el cauce. La perforación se realizó con camisa
recuperable en la zona de gravas, lo que implicó en algunos casos hincar camisas de longitud
superior a 30 metros, para desde ese punto perforar hasta la punta del pilote al abrigo de lodos
bentoníticos.
El descabezado de los pilotes se hizo mediante una técnica novedosa ejecutando unos taladros
subhorizontales a la cota de descabezado e introduciendo en ellos mortero muy expansivo que al
aumentar su volumen produce una fractura sensiblemente plana del hormigón.
Mediante los tubos sónicos dejados al efecto se realizó el ensayo de la integridad de los pilotes y,
a través de uno de ellos, se realizó un sondeo para analizar la limpieza de la punta y constatar
que el terreno presentaba las propiedades previstas. En los casos en que aparecieron capas de
terreno no previstas en la punta, se procedió a sondear por los tubos restantes e inyectar con
lechada de cemento hasta rechazo tras la limpieza con agua de la zona a tratar.
Dada la gran variabilidad del terreno, y a pesar del conocimiento teórico obtenido tras la citada
campaña geotécnica complementaria, se produjeron diversas incidencias entre las que se pueden
destacar la surgida en la ejecución de uno de los pilotes del cauce correspondiente a una pila
provisional. Se apreció la existencia de una cavidad, bajo punta de pilote, rellena de arcillas
líquidas, que alcanzaba unos 21 metros de profundidad. Tras realizar una serie de sondeos
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perimetrales para acotar el problema, resultando mas una grieta que una cavidad, se procedió a
su relleno mediante jet grouting.
Otro incidente fue la aparición de una dolina, rellena de arcillas muy blandas, en el estribo lado
Ranillas. En este caso el análisis del tamaño de la cavidad desaconsejó la utilización del
tratamiento con jet, por razones económicas. La solución adoptada fue la ejecución de pilotes
adicionales que, atravesando las arcillas, se empotraran en el terciario sano, despreciando en su
cálculo la colaboración del terreno situado sobre la cota mas baja de la cueva.
• Hormigón
Las cuantías medias de armaduras activas y pasivas en el tablero son muy elevadas (Fig. 4),
alcanzando valores de 345 y 85 kg/m3 respectivamente. En la laja de amarre la cuantía media de
armadura pasiva llega a ser de 520 kg/m3. Con estas magnitudes es evidente la dificultad
existente para realizar una compactación adecuada del hormigón, máxime tratándose de un
hormigón de elevadas prestaciones, con resistencias características de 60 y 75 MPa. A ello se
une la dificultad de acceso para el vertido y vibrado del hormigón a determinadas zonas dentro
del encofrado y los reducidos espesores de las piezas.
Para evitar estos problemas, se recurrió por un lado a simplificar al máximo el encofrado del
tablero mediante la fabricación en bancada independiente de los diafragmas y prelosas entre
nervios de borde y por otro a la utilización de hormigones autocompactantes con un tamaño
máximo de árido de 12 mm.
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transporte, bombeo y vertido, el suficiente tiempo como para poder ligar adecuadamente las
distintas tongadas del hormigón. Hay que destacar que el riesgo más importante en la utilización
de estos hormigones se produce como consecuencia de la pérdida “súbita” de las características
de la mezcla, que puede suponer la aparición de juntas frías. Asimismo se realizaron ensayos
para determinar su comportamiento reológico. Se han conseguido valores de resistencia y
módulo de elasticidad totalmente equiparables a los correspondientes al hormigón vibrado.
Por último queda indicar que el acabado con que están quedando estos hormigones es magnífico
(Fig. 5)
• Parque de dovelas
El tablero consta de 12 dovelas de 24 m de longitud cada una, salvo las dos extremas, la primera
de 24,875 metros y la última de 5,125 metros, ambas medidas a ejes de apoyo en estribos. La
ejecución de estas dovelas se ha realizado en una instalación fija, parque de dovelas, situada tras
el estribo 2, lado Almozara.
Tal como se indicó previamente, para permitir la máxima simplicidad posible para la ejecución
de los hormigones, los diafragmas y las prelosas del tablero se hormigonan independientemente
del resto de la sección. Para ello se dispone en la parte trasera del parque, centrados con el eje de
la estructura, de 2 moldes metálicos, con 4 fondos, para la ejecución de los 4 diafragmas que
lleva cada dovela. Asimismo se dispone de 2 mesas de encofrado metálico para el hormigonado
de las 8 prelosas nervadas, de 5,32 x 8,40 metros y espesor mínimo 7 centímetros,
correspondientes a cada dovela. El desplazamiento de estos elementos a su posición final en el
encofrado de la dovela se realiza por medio de pórtico grúa de 24,94 metros de luz y 50 t de
capacidad. El manejo de las prelosas ha sido muy cuidadoso, dadas sus dimensiones, utilizando
para ello un balancín con un sistema de fijación de la prelosa que garantiza el reparto equitativo
de su peso entre 10 puntos de cuelgue.
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El hormigonado de la sección se ha realizado en tres fases: las dos primeras para el hormigonado
de tabla inferior y almas de cada uno de los nervios de borde y una última que comprendía la
tabla superior de la sección completa del tablero.
El encofrado propiamente dicho del parque está formado por 2 encofrados independientes, uno
para cada nervio de borde. Cada uno de ellos consta de los siguientes elementos:
o Fondo. Reproduce la curvatura del fondo del tablero. Las vigas y forro de madera
apoyan sobre una estructura metálica sobre soportes birrotulados que, por medio de
sistemas hidráulicos, permiten moverse verticalmente el conjunto, de un modo
guiado, para las operaciones de encofrado y desencofrado. Lleva un paño abatible de
eje horizontal, en toda su longitud, que permite disponer de un hueco longitudinal con
una triple función (Fig. 6):
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La ferralla se prefabricó lo máximo posible, que desgraciadamente no pudo ser mucho, habida
cuenta de su complejidad y cuantía. En particular se hizo la armadura de tacos y la sección tipo
en U. Se establecieron, junto a ambos nervios, áreas para dicha prefabricación. Dadas las grandes
dimensiones de la dovela, se dispusieron sendas grúas torre móviles para cubrir toda su planta
así como las áreas de prefabricación de ferralla y de acopio de encofrados.
• Sistema de empuje
Para el empuje del tablero se decidió un sistema de tiro directo con barras de alta resistencia,
sistema del que se disponía de amplia experiencia, aunque con magnitudes menores. Cada línea
de deslizamiento coincidía con el eje de las almas verticales de los nervios de borde. Se
establecieron 2 ejes de tiro a 0,80 metros de cada línea de deslizamiento, separación acorde con
la distribución de armadura, en cada uno de los cuales se disponía de una capacidad de 300 t de
tiro, por medio de 2 gatos hidráulicos. Se había estimado, con coeficientes de rozamiento teflón
– inoxidable de 0,05, un tiro máximo necesario del entorno de 1000 t. La realidad es que dichos
rozamientos han resultado bastante más bajos, incluso en arranque, en estático, en el momento de
puesta en movimiento del tablero.
Los gatos iban situados sobre 4 estructuras metálicas ancladas al estribo, sobre un paramento
vertical provisional. El anclaje de las barras, situadas a corta distancia bajo la tabla inferior, al
tablero se realizó por medio de soportes muy robustos que, reaccionando horizontalmente contra
las tablas superior e inferior, equilibraban la fuerza de tiro con su excentricidad. La situación de
estos soportes variaba según que se encontraran por el lado interior o exterior de las líneas de
deslizamiento. Por el lado interior se alojaban en huecos dejados al efecto en la dovela
previamente hormigonada. Sin embargo esta solución no fue posible en el lado exterior como
consecuencia de la muy elevada cuantía de armaduras existentes en el interior del nervio de
borde cuando éste es macizo o dispone de laja. En ese lado se colocaron dichos soportes en la
parte trasera de la dovela anclados con una barra a tracción en la tabla superior (Fig. 7).
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Figura 7. Junta trasera de dovela durante el empuje
Los apoyos de empuje, en pilas, estribos y pilas provisionales, fueron tipo pot fijo con patines
superiores en cuña tanto longitudinal como transversal, definiéndose su superficie en función de
la carga máxima prevista, con una longitud mínima derivada del proceso de llegada a pila del
pescante, la aplicación del gato de recuperación de flecha y el recorrido necesario de éste para
tener el espacio necesario para la inicial colocación de almohadillas. Es decir, el tablero se
empujó sobre apoyos que por su misma disposición dificultaba el movimiento transversal del
tablero durante el empuje.
El guiado transversal durante el empuje se realizó por el interior del nervio de borde, a lo largo
del canto de la tabla inferior, dada la gran distancia existente entre apoyos y borde exterior de
tablero. Este guiado se interrumpía al llegar a los diafragmas, por lo que se dispuso una
estructura metálica embulonada a la pila que permitía su abatimiento.
Por último el pescante lo formaban 2 cuchillos metálicos de viga armada situados en líneas de
deslizamiento y orientados según la normal al plano de apoyo. Su canto era el del tablero en ese
punto y su longitud de 11,10 metros.
La concepción de la cimbra se basa en una estructura soporte a base de perfiles pesados de alta
capacidad portante sobre los que se dispone cimbra tupida. Sobre esta última se colocan correas
y forro que conforman el encofrado de fondo de pies y arco. Esta estructura soporte,
parcialmente en la zona de pies, se diseña para permitir el acceso de vehículos desde cualquier
estribo a cualquiera de las 2 calzadas.
Se han considerado en diseño múltiples hipótesis de trabajo conjugando las sucesivas fases de
hormigonado con la aplicación más desfavorable de cargas de viento o excentricidad mínima de
acuerdo con las recomendaciones vigentes. Las cargas horizontales longitudinales derivadas de
las presiones de hormigón fresco son transmitidas al hormigón ya endurecido de las tongadas
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anteriores, mientras las transversales reajustan las cargas en los soportes, que se anclan al
tablero.
El apoyo de la cimbra sobre el tablero se realiza de forma que las cargas vayan directamente a
los diafragmas. Este mismo criterio se sigue para la definición de los caminos de rodadura de las
2 grúas torre a instalar sobre el tablero para la ejecución del arco.
Las cargas a transmitir son muy elevadas dadas las secciones de pies y arco. En la zona central
del arco, valor mínimo, el peso alcanza unas 20 t/ m. La medición total de hormigón es de 2660
m3, siendo la altura del eje de la sección de clave del arco sobre el tablero es de 36,00 metros.
Una vez colocadas las péndolas, por un proceso relativamente convencional, y dejadas con una
carga mínima que haga poco apreciable el efecto de la catenaria, es preciso traspasar
básicamente la carga del tablero, inicialmente sobre pilas provisionales casi en su totalidad, a las
péndolas, y produciendo por tanto el desapeo del tablero.
Se ha considerado para ello la apertura de la clave del arco (se ha dejado sin hormigonar un
pequeño trozo en clave de 1,50 metros de longitud), por medio de gatos hidráulicos con 12000 t
de capacidad total. Al aplicar la carga, con la apertura y levantamiento de los labios de la junta,
se produce automáticamente la puesta en carga de las péndolas. Esta carga es la máxima que se
puede aplicar, incluso dejando perdidos los gatos, dada la geometría de la sección de clave, sin
llegar a la óptima, unas 15000 t. Esta última hubiera implicado que todas las péndolas
adquirieran su carga final y el práctico desapeo del tablero. El hecho de aplicar una carga menor
implica que posteriormente, una vez cerrada la clave, se realicen ajustes finales en las tensiones
en péndolas.
Se espera realizar esta operación sin precedentes el próximo año siendo una de las últimas
operaciones de la ejecución del puente.
PABELLÓN PUENTE
La estructura, metálica, de unos 280 metros de longitud entre extremos más alejados, consta de
dos vanos de unos 155 y 125 metros en sus márgenes derecha e izquierda respectivamente. El
apoyo central se encuentra en una pequeña isla existente en el cauce (Fig. 8).
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Figura 8. Vista general de la estructura desde aguas abajo
Su forma semeja a un gladiolo, con una distribución según 4 módulos llamados pods (vainas en
inglés). De ellos, de un modo aproximado, los pods 1 a 3 se encuentran en la margen izquierda,
lado Expo, y el 4 en la derecha (Fig. 9). Los pods 2 y 4 tienen continuidad interior permitiendo
principalmente el paso peatonal de comunicación con la Expo, habiéndose diseñado asimismo
como vía de evacuación y acceso de vehículos de bomberos. Los pods 1 y 3 constituyen el
núcleo expositivo del pabellón. Disponen de varios niveles con rampas de conexión.
• Elementos estructurales
Conceptualmente, los elementos que forman la estructura son 4: cajón inferior, cordones
superiores, fachada y costillas (Fig. 10 y 11).
El cajón inferior es metálico y de planta curva irregular, con anchura variable entre 15 y 29
metros y canto asimismo variable entre 3,30 y 5,55 metros. Lleva por su interior diafragmas
transversales cada 3,60 metros en los que se disponen huecos para paso de las instalaciones del
puente. Asimismo lleva perfiles longitudinales para rigidización de la chapa metálica del forro.
Este cajón alcanza su canto máximo sobre el apoyo central, teniendo fondo horizontal según una
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superficie de borde curvo que engloba el encepado, prolongándose el cajón posteriormente con
unos faldones curvos que abrazan y ocultan el encepado.
Los cordones superiores siguen el vértice superior de cada pod ramificándose en las
correspondientes intersecciones complejas entre pods. En ambos extremos del puente, cada uno
de estos cordones se bifurca en dos perfiles curvos que llegan a los apoyos de estribo.
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Las costillas son los elementos inclinados que unen estructuralmente cajón y cordón superior. Al
igual que los diafragmas, se sitúan cada 3,60 metros. Entre costillas la fachada está formada por
paneles de perfiles rectangulares ortogonales de 160 x 80 milímetros y espesores variables
(diagrid).
La cimentación del estribo Norte, lado Expo, consta de tres encepados con un total de 8 pilotes
de diámetros 2 y 1,5 metros. Esta cimentación queda recogida dentro de una gran sala en la que
se ubican las instalaciones del Pabellón, sala que va asimismo cimentada con pilotes de 1,50
metros de diámetro. El estribo Sur, lado Almozara, lleva un encepado de 15,30 x 9,00 x 2,50
metros sobre 4 pilotes de 2 metros de diámetro, así como 2 pilotes adicionales del mismo
diámetro para cimentación de la sala de inspección que se ubica junto a el.
Todos los apoyos son tipo pot, llegando los 2 situados en el encepado central a 8000 t de
capacidad.
Construcción
Lo único en común de la ejecución de esta estructura con respecto a otra metálica convencional
de obra civil es su proceso, que puede resumirse en:
• Ejecución de pilotes
El terreno es prácticamente igual al existente en el Puente del Tercer Milenio, aunque, en este
caso, los recubrimientos cuaternarios son de mayor espesor apareciendo el sustrato rocoso a
mayor profundidad. Asimismo aparecen carstificaciones de los yesos a grandes profundidades.
La ejecución de los pilotes ha sido muy similar, pero con longitudes en general mayores,
oscilando entre 50 y 68 metros, siendo ésta última correspondiente al estribo lado Expo.
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Figura 12. Esquema de ensayo Osterberg
Con el fin de comprobar el comportamiento de los pilotes ante las cargas de diseño, se realizó
una prueba de carga estática con célula Osterberg, técnica pionera en España, sobre un pilote de
2 metros de diámetro y 62 metros de profundidad de la pila central (Fig. 12). La técnica consiste
básicamente en disponer en una sección determinada del pilote de un dispositivo calibrado
formado por dos platos metálicos entre los que se disponen gatos, los que, al poner en carga,
solicitan al pilote en dos direcciones: para arriba contra resistencia por fuste y para abajo contra
las resistencias por punta y por la parte inferior del fuste. Una vez concluido el ensayo se inyecta
lechada por los conductos hidráulicos quedando el pilote listo para su funcionamiento.
La carga del ensayo fue de 2000 t, colocándose la célula a 9,5 metros de la punta; situación que
se consideró óptima, dadas las características del terreno, para que las resistencias superior e
inferior fueran equivalentes. Los rozamientos medidos indicaron valores superiores a los
considerados en cálculo, lo que implica valores últimos aún mayores al no haber agotado la
capacidad del terreno durante el ensayo. Los nuevos parámetros reales deducidos permitieron
reducir las profundidades de los pilotes pendientes de ejecución.
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El montaje de la estructura se realiza en dos mitades, una en cada margen, de longitud
prácticamente igual (unos 140 metros):
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Figura 14. Vista de trabajos en margen derecha
• Lanzamiento
Para no afectar al régimen del río, era premisa fundamental del proceso constructivo dejar
permanentemente abierto el cauce en su margen derecha, en la que el río tiene sus calados
máximos, al igual que lo era para el Puente del Tercer Milenio. La adopción de una solución
conceptualmente similar a la adoptada en este último, montaje de dovelas metálicas tras el
estribo y posterior empuje sobre pilas provisionales en el río, era poco menos que inviable dada
la gran heterogeneidad de formas de la estructura con anchos y cantos variables en el cajón así
como con una curvatura irregular de sus bordes en planta. En esas condiciones era prácticamente
imposible realizar con garantías tanto el deslizamiento sobre pilas como el guiado transversal del
tablero.
Por todo ello, se planteó la solución de lanzar el tablero sin necesidad de apoyos intermedios
utilizando una torre provisional de tiro situada sobre el encepado central y un sistema de cables
de tiro y de retenida anclados al tablero. Se dispone de la experiencia de un sistema similar
utilizado en el Puente de Lanjarón (Granada), aunque de características más modestas ya que se
trataba de un puente arco de planta recta y 115 metros de luz.
El eje del lanzamiento queda definido por la línea que une el centro de gravedad del tablero a
lanzar con el centro del encepado central, línea que marca asimismo la orientación de las patas
del mástil y de sus cables traseros de tracción. La ubicación en la orilla de la parte de tablero a
montar, de acuerdo con esa orientación implicaba prácticamente salir de la parcela disponible y
en cualquier caso no existía espacio para acceso de los medios necesarios para el montaje de la
estructura. Por ello es preciso montar la estructura desplazada lateralmente 9 metros respecto a
su eje final previendo por tanto un ripado transversal de esa cantidad, en la fase de movimiento
previa a la colocación de los sistemas de cables de tiro y retenida.
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Como consecuencia de las características del tablero en la zona central, sobre encepado, se
consideró que la separación óptima de las líneas deslizamiento, y por añadidura la separación
entre patas del mástil, era de 9 metros, conjugando asimismo la estabilidad transversal de la
maniobra. Los cables de retenida, a disponer en la parte trasera del tablero, se dispusieron
separados 3,5 metros ya que una separación mayor implicaba grandes dificultades para la
ejecución del dado de cimentación por la presencia una red próxima de drenaje y además el
diseño de la viga de retenida situada en la trasera del tablero resultaría excesiva (el eje de
lanzamiento queda prácticamente fuera de la sección en esa zona).
Tras desapear, el tablero queda descansando sobre 4 patines delanteros y otros 4 traseros. En esa
posición se realiza un avance longitudinal de 42,5 metros, hasta agotar el recorrido posible hacia
el río de los patines delanteros. En un momento intermedio de esa maniobra se procede al ripado
transversal ya citado. Una vez realizado dicho avance se conecta el sistema de cables de tiro y
retenida que permanecerá hasta el final del lanzamiento.
Durante el resto de los avances se va procediendo a cambiar la posición de los patines delanteros
y traseros utilizando un apeo auxiliar en posición fija situado delante del estribo. Este cambio de
patines busca conjugar que en ningún momento las cargas en patines superaran las limitaciones
impuestas por el análisis estructural de las distintas fases de la maniobra. Además, las cargas
máximas en pilotes del encepado central no deben superar los valores límite prefijados como
consecuencia fundamentalmente del momento inducido por la carga de los cables de tiro. Todos
estos condicionantes han determinado una secuencia de operaciones muy estudiadas en las que,
obviamente los equipos hidráulicos y la capacidad resistente de los elementos auxiliares, como el
mástil, también se encuentran dentro de límites razonables.
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