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sufrimiento
Por:
Yojana Vanessa Salazar Espinoza
TRABAJO DE INVESTIGACION
Introducción
Hipótesis
Objetivos
1. Marco Teórico
4. Conclusiones
(Jesucristo).
la fe cristiana.
Jesucristo nos advirtió “Estas cosas os he hablado para que en mi tengáis paz, En
ANTECEDENTES
Los primeros cristianos sufrieron mucho desde la fundación de la iglesia. En el
primer periodo murió todos los apóstoles martirizados sin embargo se
mantuvieron firmes fieles al Señor Jesucristo.
Durante el periodo que siguió a la Edad Apostólica, durante 200 años los cristianos
bajo la espada y la persecución.
En periodo del papado los creyentes evangélicos fueron martirizados hasta que
surgió la Reforma y fueron llamados los hermanos separados.
Cristo dijo un día “Y sobre esta roca edificare mi iglesia; y las puertas del Hades
no prevalecerán contra ella” e ahí la victoria del del creyente evangélico.
JUSTIFICACION
Hemos elegido el tema “Como el creyente evangélico puede mantenerse firme”, ya
que muchos son los que aceptan a nuestro Señor Jesucristo como su único
Salvador personal. Sin embargo, la mayoría de los creyentes al presentarse las
dificultades, adversidades, el dolor …pierden la fe y vuelven atrás.
“Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la
fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre. Pelea la buena batalla de la fe, echa
mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la
buena profesión delante de muchos testigos. Te mando delante de Dios, que da
vida
a todas las cosas, y de Jesucristo, que dio testimonio de la buena profesión
delante
de Poncio Pilato, que guardes el mandamiento sin mácula ni reprensión,
hasta
la aparición de nuestro Señor Jesucristo, la cual a su tiempo mostrará el
bienaventurado y solo Soberano, Rey de reyes, y Señor de señores, el único que
tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible; a quien ninguno de los
hombres
ha visto ni puede ver, al cual sea la honra y el imperio sempiterno. Amén.” (1 Ti.
6:11-16)
En las diferentes epístolas del apóstol Pablo encontramos muchos consejos para
el
pueblo de Dios. En 1 Timoteo 6:11-16 se encuentra la exhortación a que entremos
en una lucha que él llama “la buena batalla de la fe.” Una batalla implica la
existencia de un enemigo. ¿Contra qué o contra quién debemos luchar? ¿Cuál es
la lucha del cristiano?
La buena batalla de la fe
¿Cómo podemos recibir victoria en la buena batalla de la fe? (1 Timoteo 6:12)
1. Ve hacia adelante en el camino de Dios, no mires atrás como la mujer de
Lot.
que quedo atrás y prosigue lo que está adelante, corre hacia el tesoro que
cosas terrenales, sino persigue las cosas de arriba; pues el Reino de los
Dios nos conduce a las profundidades de este reino, y entonces la paz será
como un río y la justicia como las ondas del mar. (1 Juan 2:15; Colosense
43:2)
6. Abre bien tus oídos a la voz del Hijo de Dios, para que puedas discernir
7. claramente la voz del buen pastor de la voz del asalariado. (Juan 10:11-
12,27)
8. Abre bien tus oídos a la voz del Hijo de Dios, para que puedas discernir
claramente la voz del buen pastor de la voz del asalariado. (Juan 10:11-
12,27)
claro testimonio; y nunca tengas comunión con el mundo. Aquí uno necesita
ser radical, porque Cristo y Belial, Dios y el mundo nunca se pueden unir.
(2 Corintios 6:14-17)
10. No te avergüences nunca del nombre de Jesús, sino confiésalo; así crecerá
11. Si te falta sabiduría de Dios, pídela, pues Él da con gusto y sin reproche. Si
Hay más en la vida cristiana que solo nacer de nuevo. Esa es la primera cosa que
debe suceder. Pero de ese momento en adelante, debes crecer en esa vida. Dicho
de otra manera, Jesús explicó, “yo he venido para que tengan vida, y para que la
tengan en abundancia” (Juan 10:10). Hay una vida abundante que podemos
experimentar ahora. Es una experiencia de profunda comunión e intimidad con
Dios. Pero no es algo que sucederá automáticamente. Debes echar mano de lo
que
Dios vino a darte.
CAPITULO DOS
LA FE SALVADORA
Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se
ve. (Hebreos 11:1)
La fe salvadora consiste especialmente en confiar que Cristo es nuestro Salvador,
y única justicia con Dios. Una de las evidencias más grandes del arrepentimiento
genuino es que no solo nos estamos alejando del pecado, sino también de confiar
en nuestras propias virtudes, méritos u obras para ganarnos el derecho de estar
delante de Dios.
La fe genuina incluye creer y depender de lo que Dios ha revelado sobre Sí
mismo, sobre nosotros y sobre Su obra de salvación a través de Jesucristo.
La obediencia
“Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios” (1 Samuel 15.22).
“Si me amáis, guardad mis mandamientos” (Juan 14.15).
Hay dos tipos de obediencia: (1) la que los hombres, los ángeles y la naturaleza
deben a Dios.
(2) la que los hombres deben para con los hombres.
La obediencia también es voluntaria u obligatoria, completa o parcial, sin
entusiasmo o de todo corazón.
1. La voz de Dios
“Escuchad mi voz, y seré a vosotros por Dios” (Jeremías 7.23). Es esta la voz que
Noé oyó cuando edificó el arca (Génesis 6); que Abraham oyó cuando dejó su
hogar
y parentela y empezó a caminar hacia la tierra prometida (Génesis 12.1–5) y que
Moisés oyó cuando él aceptó la tarea de librar al pueblo de la esclavitud (Éxodo
4).
En nuestra época Dios no ha hablado tanto en una voz audible, sino por los
medios
que mostramos a continuación.
2. El Hijo de Dios
Dios nos manda diciendo: “Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a
él oíd” (Mateo 17.5). En la época actual Dios nos está hablando “por el Hijo”
(Hebreos 1.2). Por eso “mirad que no desechéis al que habla” (Hebreos 12.25)
cuando él dice: “Si me amáis, guardad mis mandamientos” (Juan 14.15).
3. El Espíritu de Dios
Esteban les recordó a los fariseos la condenación que les sobrevendría porque
resistían al Espíritu Santo tal y como sus padres habían hecho (Hechos 7.51). Es
el
Espíritu de Dios el que nos guiará a toda la verdad (Juan 16.13). Dios nos habla
por
medio de nuestros ruegos y bajo la dirección del Espíritu Santo.
4. La palabra de Dios
Dios nos dirige a la salvación y nos muestra su carácter y su voluntad por medio
de
su palabra. En vano pensamos que estamos bien con Dios si no obedecemos su
palabra (Juan 14.15; 15.14; Santiago 1.22–25; 1 Juan 2.3–4).
5. La iglesia de Dios
La palabra de Dios es el mensaje de Dios al hombre y la iglesia de Cristo es la
institución por medio de la cual se lleva este mensaje al mundo (Mateo 28.18–20).
Dios quiere hablarnos por medio de su iglesia. Cristo nos muestra la autoridad que
ha dado a la voz de la iglesia cuando dijo: “Si no oyere a la iglesia, tenle por gentil
y publicano” (Mateo 18.17–18).
CAPITULO TRES
LA ARMADURA DE DIOS (Efesios 6:10-18,)
La Biblia a menudo ilustra la vida cristiana como una batalla en contra del pecado
y de Satán. Somos soldados de Cristo en una guerra espiritual (2 Corintios 10:3,4;
2 Timoteo 2:3,4). Como dice la Escritura, “No peleamos contra carne y sangre,
sino contra…principados y potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de
este siglo” (Efesios 6:12). Por eso el apóstol Pablo les recomienda a los
Cristianos a “vestirse de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes
contra las asechanzas del Diablo” (Verso 11).
CONCLUSION
En el primer capítulo nos referimos a la lucha que todo hombre tiene que
someterse al entregarse a Cristo.
Todo cristiano tiene una lucha diaria, entre obedecer a
de discernir espiritualmente.
En el segundo capítulo hablamos lo que envuelve la fe que salva.
RESUMEN DE LA ENCUESTA
1. ¿Es evangélico?
Doce (12) personas contestaron que no eran evangélicos y ocho (8)
afirmaron que eran evangélicos.
4. ¿Qué se debe hacer para los que los cristianos puedan permanecer firme
en el evangelio?
No pierdan el temor a Dios, buscando la presencia de Dios (5), ayunando,
conocimiento de la palabra de Dios, sabiduría, no perder el temor de Dios,
congregarse, ser esforzado, obediente, hacer la voluntad de Dios, amar (3),
someterse, ayudar, recibir ayuda del pastor, alejarse del pecado, perseverar
en Dios (2).