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MEMORIAS DE UN SOLDADO

DESCONOCIDO
“Lurgio Gavilán Sánchez”

Integrantes:
 Bello Calderón, Carlos
 Congona Aguilar, Renata
 Escajadillo Cardozo, Jessica
 Fritas Fabian, Cecilia
 Portal Olivera, Nicole
Parte I: En las filas de Sendero Luminoso
Idea Principal:

Un niño sale en busca de su hermano, y termina en las filas de Sendero Luminoso donde

vive muchas experiencias por muchos años las cuales lo dejan marcado por el resto de

su vida.

Ideas Secundarias:

 Salió de la comunidad, semanas después de la masacre de Huraccay. Sendero

Luminoso también había aparecido por esos lares predicando en las escuelas la

buena noticia del presidente Gonzalo.

 Al preguntar por su hermano le dijeron que estaba luchando lejos por la justicia

social, entonces fue ahí cuando lo invitaron a ir a la selva en busca de su

hermano. Tenía 12 años

 Los militares los estuvieron buscando por mucho tiempo pero ellos siempre

estaban preparados para la guerra y atacaban a los enemigos.

 En una emboscada, entre disparos los militares estaban a punto de atraparlos, se

hizo el muerto para evitar que esto pase, pero no fue suficiente, lo encontraron y

lo mandaron a la base militar de San Miguel.


Resumen:

A los doce años, siguiendo a su hermano mayor, se unió a Sendero Luminoso. La vida

en esos tiempos estaba compensada por la empatía generada con los pobladores de la

Sierra, la cual se rompe en el momento que llegaban a los “terrucos” (como los

llamaban) e impartían severa justicia contra quienes abusaban de los campesinos y se

revelaban como informantes del Ejército, pero pronto algunos de los pobladores

empezaron acusar de informantes a sus vecinos solo por desacuerdos personales. El

proceso que aplicaba Sendero Luminoso era muy extremo, que los mismos campesinos

rechazaban. El hambre obligaba proveerse de alimentos que eran expropiados a quienes

suponían sus bases sociales. Los campesinos deciden defenderse y Sendero Luminoso

los castiga indiscriminadamente. El Ejército, por su parte, cambia de política y se

convierte en un apoyo de los pobladores. Los llamados ronderos se arman para luchar

contra Sendero Luminoso.

Diezmadas las fuerzas de Sendero Luminoso, ese niño, ahora de catorce años y

analfabeto, es nombrado mando político de su grupo, toda vez que era el único que

había alcanzado la categoría de "camarada", No obstante, ya está pensando desertar,

como lo han hecho otros compañeros, ya sea por el frío y el hambre incluso a veces

hasta por el miedo a la muerte.

Durante una emboscada del Ejército, acorralado, se arroja al suelo para parecer muerto.

El soldado que lo ve bajo la mira de su arma no lo remata. Los militares piden su

muerte. El teniente resiste la presión y lo lleva al cuartel de la base militar de San

Miguel.

Comentario:
Me pareció un capitulo bastante interesante, ya que habla acerca del comienzo de la

historia y narra experiencias vividas nuevas, y que para muchos es algo desconocido, en

mi caso, no conocía muy bien acerca de como actuaba sendero luminoso y al leer y

encontrarme con este capítulo y estas experiencias narradadas, me doy cuenta de la

realidad de como eran, y es algo muy interesante puesto que es algo que sucedido hace

muchos años aquí en nuestro país.


Parte II: Tiempos en el cuartel militar

Idea principal:

Lurgio Gavilán relata su retorno a las punas del norte ayacuchano el año 2007, como

antropólogo integrante de un equipo de investigación del Instituto de Estudios Peruanos.

Habían transcurrido más de veinte años desde que anduvo por esas tierras como un niño

senderista, quien a los 12 años decidió enrolarse en las columnas de Sendero Luminoso

en busca de su hermano. El viaje en autobús que Lurgio comparte con otros pasajeros

no solo atraviesa el territorio, sino también el tiempo. Tal como relata el autor, a medida

que el bus avanza en su camino.

Ideas secundarias:

 El autor nos cuenta su utopía socialista.

 Repudio entre los partidos políticos.

 Españoles en la comunidad de Azángaro.


Resumen:

Durante un avance del Ejército, acorralado, se arroja al suelo para parecer muerto. El

soldado que lo ve bajo la mira de su arma no lo remata. Los ronderos piden su muerte.

El teniente resiste la presión y lo lleva al cuartel.

Ya en el cuartel el teniente volvería a salvarle la vida. En cambio, las guerrilleras que

servían de cocineras y desfogue sexual, el terrorista de treinta años de edad., tuvieron

igual suerte.

El teniente le da la oportunidad de estudiar y lo gana para las fuerzas de orden, que

ciertamente podía ser un lugar de abuso jerárquico: descuentos injustificados,

homosexualidad, comandantes irracionales, prácticas salvajes que se contagiaban a la

siguiente generación

Cuando se incorpora al Ejército ahora escucha de la violencia desde el otro lado:

"El sargento reenganchado conocido como Centurión era temido por los SL y las rondas

campesinas; pues según ellos era un verdadero asesino y le gustaba meter electricidad a

los presos. Caminaba como oficial; salía de la patrulla como jefe de los soldados.

Le quería el comandante Baquetón (sobrenombre con el que lo conocíamos nosotros)

porque atrapa a los SL. Este sargento reenganchado terminó ajusticiado por el Tribunal

Militar porque mató a toda una comunidad."

En sus labores tiene contacto con el servicio que brindan las monjas y empieza a soñar

con la ayuda desinteresada a sus paisanos.

Es un capítulo en el que no siempre se le tiene simpatía al autor.


Instalarse como vigía de la luz de Dios le permitirá a Lurgio, descubrir el cambio social

a través del amor. Valgan certezas: el amor al prójimo marcará las acciones de aquella

criatura que creciera en la soledad, el hambre, la crueldad y el horror. Entonces nos

parece reconocer en las líneas escritas en las memorias que la ternura perdida tras la

ausencia materna, será renovada cuando el sujeto llegue a posicionarse como un ser

capaz de reconocer la cualidad del amor en el otro, en el prójimo; es decir, el

reconocimiento del deseo singular y de la humanidad de toda persona hará posible que

los lazos de amor, traducidos en solidaridad, se dispersen en los actos de Lurgio

renovando la reconciliación con su ser herido por una historia de violencia y miseria

extrema

Comentario:
Creo que Lurgio nos revela en carne propia ese proceso de transformación constante en

una búsqueda, que aparece por ratos, tímida y por ratos activamente decisiva por hallar

su lugar en el mundo.

Quien se acerque a las memorias de un soldado desconocido podrá encontrar tanto

horror como aprendizajes maravillosos. Quizá se caiga en la desazón al comprobar que

poco o nada ha cambiado desde los tiempos en que Lurgio fuera niño y viviera la

pesadilla de la violencia extrema a flor de piel, hasta hoy.

Queda en la libertad de cada quien, la memoria que ha de construirse desde hoy para el

futuro.

Parte III: Tiempos en el Convento Franciscano

Ideas Principales:
 En el instituto filosófico de juan Landázuri Ricketts discutían sobre el tema de

matrimonios de los curas.

 El cardenal Juan Landázuri, antes de ser obispo de lima, había sido padre

provincial de la provincia misionera de san francisco solano del peru.

 El 27 de noviembre de 1997, los cuatro hermanos fray Pady, fray Mario fray

miguel y fray Lurgio , emprendieron un viaje hacia la misión de sapito.

 El 30 de marzo de 1998 se inauguró el instituto filosófico teológico franciscano.

Ideas Secundarias:

 El cardenal Landázuri antes que se fuera al novicio en el año 1997, el 16 de

enero lo trajeron en ataúd al convento para ser velado.

 El pare Teodorico había llegado a puerto ocopa en el año 1957.

 La casa de puerto o ocopa está rodeada de árboles frutales.

Resumen:

Un día en el convento franciscano:

Era campanero. Puse el despertador sobre el velador para escuchar el sonido y

despertarme de inmediato. Tocar la campana era costumbre de todos, los postulantes

(nombre de los recién ingresados) nos levantábamos de la cama t acudíamos a los


ejercicios físicos. Acostado sobre el camarote, antes de realizar la revisión de vida,

como era de costumbre, pensé en la mañana siguiente, también en mí y en mi familia.

Al padre maestro Ruberlo cambiaron.

Los hermanos franciscanos:

Conocí a muchos hermanos franciscanos, dignos de imitar su vida entregada al servicio

de los más necesitados.

Así era la biblia no había ni adana ni eva por ultimo ni dios existía cuando estaba en el

convento de novicio en ocopa, para la fiesta de santa rosa e ocopa , en agosto, venía

mucha gente.

Noviciado en ocopa:

A nuestro ojos se abrían inmensos campos llenos e verdor entre los follajes de los

arboles el ríos veraniego del Mantaro, contaminado por la mina de la oroya.

Rito de ingreso al noviciado:

Al ser llamados por nuestros nombres, respondimos presente con fuerza, y quedamos en

la fila delante del celebrante. Iniciábamos el día con la celebración eucarística en

nuestra capilla, luego íbamos a tocar el armonio al templo para las misas cantadas de

difuntos o de cumpleañeros, según el tuno que nos tocara.

Los estudios que llevamos eran espirituales de franciscanismo, critica de la biblia, latín

historia fanciscana, historia de las misiones y música.

Labor misionera en el noviciado:


Cuando venían los campesinos siempre nos pedían nuestra bendición y nosotros la

dábamos haciendo la señal de la cruz, y a veces mostrando los cordones de votos para

que los besen.

Domingo de salida:

Los domingos era nuestro día libre después e la semana de estudio y rezo. Un domingo

desviamos nuestro camino, ya no fuimos al cerro sino al rio, cerca de la cuidad, y

comenzamos a pescar truchas.

Horas en la celda del noviciado:

Todos los días se realizaba una lectura en voz alta mientras comíamos, el almuerzo y la

cena, el padre guardián podía interrumpir para corregir los errores de pronunciación.

Confesiones al sacerdote en el noviciado:

En las aulas del noviciado nos acompañaban la importancia el sacramento de la

confesión, en la misión de puerto ocopa

El día 29 del mismo noviembre viajaron en una combi ala misión e puerto ocopa.

Durante mucho tiempo el carro marcho por una camino de tierra rojizo –amarillenta.

Misión de mazamari:

Tocamos varias veces el timbre de la casa de la misión, pero comprendiendo la ardua

labor misionera del padre fray Joaquín, entendimos su ausencia.

Misión de satipo:

La labor misionera del padre fray Mario Brown en satipo es ardua y admirable.

Regreso a santa rosa de ocopa:


El viernes, como a las ocho de la mañana, subimos al carro de regreso a santa rosa de

ocopa.

El centro franciscano del Perú:

Habíamos concluido el primer año académico, 17 de diciembre de 1998, con una

reunión fraterna entre profesores y alumnos, sin embargo, el futuro me esperaba con

más sorpresas, porque meses después tendría la oportunidad de ingresar a la universidad

nacional de san Cristóbal de huamanga (unsch).

Comentario:

Esta parte del libro, nos narra una vida, una vida extraordinaria. Pero también nos narra

la historia de Perú entre las décadas de 1980 y 1990 a través del dolor, la violencia y las

causas estructurales que llevaron a la muerte de miles de peruanos, la mayoría

campesinos, pobres y quechua hablantes y también nos habla el proceso de su internado

en el convento siendo un proceso exitoso haberlo culminado y con nuevas expectativas

y sorpresas para su futuro.


Parte IV: Veinte años después, recorriendo las huellas del pasado

Idea Principal:

Los recuerdos de Lurgio Gavilán giran en torno a sus pasado como es que él vivió en

esos lugares que relata en su obra, las personas que conoció y aprecio como a Isabel

claramente habla en ese capítulo sobre lo que vivió siendo guerrillero para el PCP.

Idea Secundaria:
Los recuerdos que le trajo cuando recordó que pertenecía al PCP como los recordaban

sus jefes, saber que el PCP nunca podría ser destruido y siempre triunfaría a pesar de

todo.

Resumen:

Siempre quise volver a las tierras donde utópicamente camine pensando en el último

cambio del país. Todos vuelven a la tierra que te vio nacer y crecer por eso volví

después de veinte años, a buscarme entre los rastros. Un sábado 29 de setiembre salí por

el camino veía a campesinos intercalan los oficios dela siembra y el molde perfecto del

barro para convertirlo en ladrillo. Había lugares donde labran en piedras y peregrinan a

sus muertos. El autor cuenta que antes que el saliera de viaje paso tiempo con Isabel

relata que ella se acoplo muy rápido a su cuerpo y a su forma de ser por la edad que

tenía. Los toros bravos vienen sujeto a las costumbres del pueblo ese día era la fiesta de
Ccarhuapampa los toros eran llevados a la plaza y los hombres que los traían iban

gritando Suchuychik (retírense). Los ronderos tomaban venganza en abusar de la

hostilidad de la gente en robarles, quemar sus casas y robar su ganado. La gente era

conservadora y cariñosa, ahora se muestran indiferentes te miran de pies a cabeza como

si fueses algún enemigo.

Comentario:

El capítulo que me toco leer me pareció muy interesante por tener varias etapas por

contar el autor desde lo que fue mucho antes de ser un escritor, por lo que paso y vivió

en su pueblo de dónde provino su libro, el relato de tu pasado desde que fue un militar y

andar con su arma , estar bien atento por si algo llegaba a pasarle, contar sus amistades

que tuvo como Isabel que se acoplo muy rápido a su personalidad de él y así hasta

finalizar con el capítulo muy interesante y es recomendable el libro.


Epilogo: Los Cabitos

Idea Principal:

Dar a conocer su historia y la historia de sus compañeros por todo lo que pasaron. La

experiencia de cómo vivieron los niños y adolescentes que fueron capturados por

Sendero Luminoso, en el cual relatan la muertes de sus familias y compañeros y el

sufrimiento que vivieron en aquella época tan trágica para todos en el Perú.
Resumen:

Cuando inicie con el manuscrito pensé en ellos y en mí. Que tan solo éramos unos niños

y adolescentes cuando fuimos capturados de las filas de Sendero Luminoso, vivíamos

en un cuartel llamado “Los Cabitos” y que a pesar de nuestra corta edad estuvimos en la

lucha por la pacificación del Estado Peruano. Nuestro cuartel militar “Los Cabitos”

n°51 estaba en Huanta, en la cuidad de Ayacucho.

Un día conversando con Carlos Iván Degregori, le dije: Me gustaría reencontrarme con

los Cabitos, a él le pareció interesante y me dijo: Anda búscalos. Después de cruzar los

Andes, fui a los lugares donde antes había andado, buscando mi rastro y también de los

cabitos que se habían extraviados. En ese entonces vivíamos en el cuartel en donde cada

mañana y tarde escuchábamos la trompeta del sargento para levantarnos, pues debíamos

estar despiertos ya que la puntualidad era dispensables o lo aprenderíamos con los

castigos. Cada mañana el sargento pasaba revista, todos nos quedábamos inmóviles ante
la máxima autoridad. Después de cada ceremonia, ayudábamos con la limpieza del

patio, la cocina, la cantina o la tarea de la escuela. Los comandantes fueron como

nuestros padres, algunos de nosotros fuimos adoptados por uno de ellos y los que no

fuimos adoptados vivimos mucho tiempo en el cuartel. Íbamos a la escuela de San

Francisco de Asís a correr, cantar, leer y después regresábamos a la casa-militar y así se

pasaron los días y los años… En la Pascua de 2016, nos juntamos pero solo éramos 3 y

nos preguntábamos que era lo que había sido de la vida de los demás, nuestra historia

había sido distinta pero aun así estábamos juntos otra vez. Aquí algunos relatos de mis

compañeros.

Cabito Andrés: ¡Por qué quemaste mi casa, señor presidente!:

Después de varios días me encontré con el cabito Andrés en el parque, al saludarnos nos

dimos un apretón de manos y caminamos mientras surgió la pregunta ¿Dónde estabas

tanto tiempo?, del cual él respondió que siguió sirviendo al Ejercito hasta que hubo una

convocatoria para los suboficiales, solo algunos lograron aprobar ese examen y yo

recibí la noticia del ascenso. El comandante me envió a la base Cáceres como jefe de

economía, yo me encargaría de administrar, iba al mercado a comprar las cosas

necesarias para el rancho. Un día anunciaron por megáfono una fiesta que se realizaría,

el jefe y yo asistimos y dejamos la base encargado a un sargento, después de la fiesta

estábamos borrachos y regresamos a la base en la que encontramos una bandera roja y

pensamos que habían sido los terrucos y dispare al aire pero no había nadie y nos dimos

cuenta que faltaban fusiles. A la mañana me interrogaron pero yo no sabía nada y me

castigaron por 15 días. Fui a saber sobre mi ascenso de suboficial a Ayacucho pero se

había truncado por lo que paso en la base de Cáceres y que para borrar ese incidente

necesaria pagar dos mil soles pero yo no tenía dinero y fue me retire del ejército.

Empecé a buscar trabajo en la calle y vi a algunas personas vestidas como en mi pueblo,


decidí preguntar sobre algunas personas y si las conocían pero ya no vivían ahí. Y así

con un amigo decidimos viajar a nuestro pueblo, al llegar a un cerro alto ya en el

amanecer nos encontramos con una señora que resulto ser mi tía y me dijo que mis

padres estaban vivos, fuimos a la casa de mi amigo donde estaba su papa. Después yo

llegue a mi tierra donde encontré a mis hermanos y padres, hablo con sus padres y

como había vivido desde que los terrucos llegaron a su vida.

Cabito Vicente: solo el cariño de mi hermano hemos merecido:

Vicente llego en 1986 con tan solo 13 años de edad, después de vario tiempo que estuvo

en el cuartel recibió noticias de su familia y se fue a su pueblo a fines de 1988. En 2008

viaje y me dijeron que vivía en Ayacucho, después de semanas lo encontré viviendo en

una casa alquilada con su esposa y sus cuatro hijos, platicamos y me conto que cuando

su mamá murió su padre empezó a tomar mucho y lo golpeaba por eso él se iba a la

selva pero regresaba a su casa pero su padre ya no lo golpeaba y así fue su vida antes de

las guerras, una vez un señor vestido de civil nos llamó pero uno de nosotros se dio

cuenta que estaba armado así que corrimos hacia el bosque porque los militares no se

atrevían a entrar, después de varias horas salimos pero mi padre no apareció nos

enteramos que lo habían matado. Un día aparecieron dos hombres en el cerro y se lo

llevaron a la fuerza principal. En la base donde me encontraba estudiábamos de unos

folletos que llegaban pero yo no entendía nada hasta que tomaron examen y lo reprobé

fue entonces que me mandaron para que un compañero me explicara, ahora ambos

competir en redactar una carta o acta. Un día nos dejaron a tres compañeros, una mujer

y dos varones, nosotros nos escapamos sin embargo la compañera no quiso ir. Nos

dirigimos donde los militares donde les dijimos que éramos terrucos y finalmente nos

quedamos en la base militar allí nos quedamos a vivir hasta 1988 que me retire.
Actualmente él labora como personas de seguridad y así fue cambiando de oficio e

incluso ascendiendo a pesar de solo estudias hasta el tercer grado de primaria.

Adela: Una vida invisible:

Adela desde sus 25 años sufrió la violencia fratricida y lava ropa, su esposo murió y su

último hijo ni lo conoció. Perteneció a las filas de Sendero Luminoso casi una década, la

guerra la dejo sin familia prácticamente. Nos relató su historia, mi padre me golpeaba

por eso le digo a mis hijos que no deberían de pegar a sus futuras esposas. Cuando su

esposo desapareció estaba embarazada, busque a mi esposo por los cerros después me

entere que lo habían matado y así fue mis hijas crecieron sin su padre, mi hija nació en

el monte. Un día volví a mi pueblo mientras que la gente murmuraba que seguía

perteneciendo al partido, a mi padre lo había matado los ronderos. Tengo mis tíos y a

veces nos visitamos.

Nunca terminaríamos de contar la vida que nos dio Abimael Guzmán y los gobernantes

de ese entonces. No elegimos la vida que nos tocó vivir, nos matamos entre

ayacuchanos, entre peruanos.


Comentario:

Me toco tan solo la parte final del libro pero por lo que leí entendí que es un libro con

mucha historia de sufrimiento tras sus páginas escritas. Historia que no solo esas

personas vivieron si no todo el Perú, ya que fue una época de mucho dolor para todos

los peruanos.
Vocabulario:

Acantonar: Distribuir y alojar a las tropas en diversos lugares.

Suplir: Añadir una cosa que falta en un lugar o remediar la carencia de ella.

Orfandad: Estado en el que quedan los hijos al morir uno de sus padres o los dos.

Rito: Acción habitual que se realiza siempre de la misma manera.

Borceguí: Calzado abierto por delante que llegaba hasta más arriba del tobillo y se

ajustaba con cordones.

Súbdito: Que está sometido a la autoridad de un superior al que debe obediencia.

Desposeído: Que es privado de una cosa a la que tiene derecho.

Erigir: Construir un edificio o un monumento.

Garita: Cuarto pequeño para abrigo de vigilantes o porteros de una fábrica, paso a nivel

o finca.

Arriar: Bajar una bandera o una vela que está izada.

Calandria: Ave paseriforme semejante a la alondra, que vive en páramos y zonas

esteparias.

Fustán: Castigo con varas.

Rastrillar: Llevar y recoger una cosa con el rastrillo.

Ráfaga: Golpe repentino y momentáneo de viento, luz u otra cosa.


Acribillar: Abrir muchos agujeros en una cosa.

Emboscada: Ataque preparado desde una posición oculta y desconocida para el

enemigo, con el fin de sorprenderle desorganizado.

Fatricida: Persona que mata a su hermano.

Pedregal: Terreno cubierto de piedras sueltas.

Galgo: Se aplica al perro de figura esbelta y musculatura potente, de color leonado

claro, de cabeza pequeña y hocico alargado, que se utiliza en caza y competiciones

deportivas.

Miliciano: Persona que, durante la guerra civil española, sirvió en un cuerpo de

voluntarios para defender la causa republicana y el gobierno legítimo.

Hortelano: Perteneciente o relativo a las huertas.

Utópicamente: Perteneciente o relativo a la utopía.

Perennizar: Hacer perenne.

Vizcachas: Roedor de hábitos nocturnos propios de las grandes llanuras, donde

construye complejas colonias de cuevas.

Galgas: Cada una de las cintas cocidas al calzado de la mujer para sujetarlo a la canilla

de la pierna.

Sementera: Acción y efecto de sembrar.

Consuetudinaria: Que es de costumbre.

Cipreses: Árbol de las familias de las cupresáceas que alcanza de 15 a 20 metros de

altura.
Bullicio: Ruido y rumor que causa la concurrencia de mucha gente.

Extrovertida: Dado a la extraversión.

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