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El aire que ingresa a nuestros pulmones a través de la respiración, no solo es esencial para la
transferencia de oxígeno a nuestra sangre, sino que constituye también, la fuente del fluido energético
universal que alimenta nuestro cuerpo, mente y espíritu.
La Pausa Cuántica es un proceso simple, de cuatro etapas, que comienza con una inhalación
que tome entre tres y seis tiempos, dependiendo de tu capacidad pulmonar, la postura, y el grado de
privacidad.
Este es un excelente momento para aplicar las Seis Virtudes del Corazón (reconocimiento,
compasión, perdón, humildad, valor, y comprensión) a cualquier pensamiento o sentimiento que se
manifieste. En general, cada repetición de la consolidación, se vuelve menos llena de pensamientos o
sentimientos, y para el tiempo en que entres en el período de consolidación final, te habrás vaciado
de pensamientos y sentimientos y habrás entrado en el dominio cuántico.
La práctica de la respiración metafísica controlada, se deberá hacer como mínimo dos veces
al día, en horarios fijos, para así producir el hábito, por un periodo mínimo de 10 minutos y 20 minutos
como máximo, al hacer esto, todos los átomos, moléculas y células que componen nuestro Ser,
vibrarán con este controlado ritmo de respiración y en pocos minutos el cuerpo entero estará vibrando
por simpatía y todo nuestro organismo se irá cargando de fuertes dosis de energía vital.
Debemos inspirar contando hasta 4. Retener contando hasta 4. Exhalar por la boca contando
hasta 4. Esperar hasta la próxima inspiración contando también hasta 4.
El diagrama que figura a continuación muestra una sesión típica de Pausa Cuántica. Esto se
repite cuatro veces. Puedes tener hasta cinco ciclos de respiración, intercalados con cinco períodos
de consolidación.