José, sus hermanos y su marcha a Egipto

José era uno de los doce hijos de Jacob, el undécimo. Su madre era Raquel, la esposa más
amada de Jacob y se decía que por esto era el favorito de su padre, lo cual hacía que sus
hermanos lo despreciaran y lo envidiaran. Pero lo que hizo que sus hermanos no los soportasen
más fueron sus sueños en los que estos aprecian inclinándose ante él. Ahora bien, estos sueños
eran unos sueños proféticos enviados por Dios que le mostraban el futuro, así que sí que
ocurrieron más tarde en la realidad. Pero bueno, sus hermanos decidieron deshacerse de él.
Llevaron a sus animales a pastar lejos y él preocupado va a mirar que se encuentren bien, pero
cuando llega estos le cogen y le tiran a un pozo. Al principio le iban a matar, pero el mayor les
convenció de que lo dejaran vivo y en pozo para luego rescatarlo él sin que se enterasen. Sin
embargo, al día siguiente cuando pasan unos mercaderes estos deciden venderlo como esclavo y
luego contarle a su padre que había sido matado por un lobo. Los mercaderes se dirigían a
Egipto, y así fue como José llegó hasta allí.
En Egipto José empieza trabajando para una casa, donde empieza trabajando con mucho éxito,
pero después por un malentendido con la mujer del propietario, acaba en la cárcel. Allí con su
experiencia en sueños empieza a interpretar varios sueños de prisioneros que habían trabajado
para el faraón.
Dos años más tarde uno de esos prisioneros había sido liberado y volvía a trabajar para el
faraón. Una noche, este último sueña con algo que no es capaz de interpretar y su trabajador le
recomienda que haga llamar a José. José los interpreta y le dice que Egipto va a caer en la ruina
y que consiga a alguien que administrase bien al país. Así es como José se convierte en
gobernador de Egipto ya que el faraón lo elige a él.
Él salva el país trabajando justo al faraón y unos años más tarde su sueño sobre sus hermanos
inclinándose ante él se vuelve verdad cuando estos llegan a Egipto a buscar comida.