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LITERATURA BÍBLICA: Selección de texto

TEXTO I

En ese entonces se hablaba un solo idioma en toda la tierra. 2 Al emigrar al oriente, la gente encontró una
llanura en la región de Sinar, y allí se asentaron. 3 Un día se dijeron unos a otros: «Vamos a hacer
ladrillos, y a cocerlos al fuego.» Fue así como usaron ladrillos en vez de piedras, y asfalto en vez de
mezcla. 4 Luego dijeron: «Construyamos una ciudad con una torre que llegue hasta el cielo. De ese modo
nos haremos famosos y evitaremos ser dispersados por toda la tierra.»

5
Pero el SEÑORbajó para observar la ciudad y la torre que los hombres estaban construyendo, 6 y se dijo:
«Todos forman un solo pueblo y hablan un solo idioma; esto es sólo el comienzo de sus obras, y todo lo
que se propongan lo podrán lograr. 7 Será mejor que bajemos a confundir su idioma, para que ya no se
entiendan entre ellos mismos.»

8
De esta manera el SEÑORlos dispersó desde allí por toda la tierra, y por lo tanto dejaron de construir la
ciudad. 9 Por eso a la ciudad se le llamó Babel, porque fue allí donde el SEÑOR confundió el idioma de
toda la gente de la tierra, y de donde los dispersó por todo el mundo.

Génesis 11:1-9

TEXTO II

Echa tu pan sobre las aguas; porque después de muchos días lo hallarás.
Reparte a siete, y aun a ocho; porque no sabes el mal que vendrá sobre la tierra.
Si las nubes fueren llenas de agua, sobre la tierra la derramarán; y si el árbol cayere al sur, o al norte, en
el lugar que el árbol cayere, allí quedará.
El que al viento observa, no sembrará; y el que mira a las nubes, no segará.
Como tú no sabes cuál es el camino del viento, o cómo crecen los huesos en el vientre de la mujer
encinta, así ignoras la obra de Dios, el cual hace todas las cosas.
Por la mañana siembra tu semilla, y a la tarde no dejes reposar tu mano; porque no sabes cuál es lo
mejor, si esto o aquello, o si lo uno y lo otro es igualmente bueno.
Suave ciertamente es la luz, y agradable a los ojos ver el sol;
pero aunque un hombre viva muchos años, y en todos ellos tenga gozo, acuérdese sin embargo que los
días de las tinieblas serán muchos. Todo cuanto viene es vanidad.

Consejos para la juventud

Alégrate, joven, en tu juventud, y tome placer tu corazón en los días de tu adolescencia; y anda en los
caminos de tu corazón y en la vista de tus ojos; pero sabe, que sobre todas estas cosas te juzgará Dios.
Quita, pues, de tu corazón el enojo, y aparta de tu carne el mal; porque la adolescencia y la juventud son
vanidad.

Eclesiastés,11:1-10

TEXTO III

Los sellos
Vi cuando el Cordero abrió uno de los sellos, y oí a uno de los cuatro seres vivientes decir como con voz
de trueno: Ven y mira.
Y miré, y he aquí un caballo blanco; y el que lo montaba tenía un arco; y le fue dada una corona, y salió
venciendo, y para vencer.
Cuando abrió el segundo sello, oí al segundo ser viviente, que decía: Ven y mira.
Y salió otro caballo, bermejo; y al que lo montaba le fue dado poder de quitar de la tierra la paz, y que se
matasen unos a otros; y se le dio una gran espada.
Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente, que decía: Ven y mira. Y miré, y he aquí un caballo
negro; y el que lo montaba tenía una balanza en la mano.
Y oí una voz de en medio de los cuatro seres vivientes, que decía: Dos libras de trigo por un denario, y
seis libras de cebada por un denario; pero no dañes el aceite ni el vino.
Cuando abrió el cuarto sello, oí la voz del cuarto ser viviente, que decía: Ven y mira.
Miré, y he aquí un caballo amarillo, y el que lo montaba tenía por nombre Muerte, y el Hades le seguía; y
le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad,
y con las fieras de la tierra.
Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la
palabra de Dios y por el testimonio que tenían.

Y clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra
sangre en los que moran en la tierra?
Y se les dieron vestiduras blancas, y se les dijo que descansasen todavía un poco de tiempo, hasta que se
completara el número de sus consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos.
Miré cuando abrió el sexto sello, y he aquí hubo un gran terremoto; y el sol se puso negro como tela de
cilicio, y la luna se volvió toda como sangre; y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la
higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento.
Y el cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla; y todo monte y toda isla se removió de su
lugar.
Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se
escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes;
y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está
sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero;
porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?

Apocalipsis, 6:1-17

TEXTO IV

Cantar de los cantares de Salomón.

La amada El amado

2 9
Ah, si me besaras con los besos de tu boca... Tú y tus adornos, amada mía,
¡grato en verdad es tu amor, más que el vino! me recuerdan a las yeguas enjaezadas
3
Grata es también, de tus perfumes, la fragancia; de los carros del faraón.
10
tú mismo eres bálsamo fragante. ¡Qué hermosas lucen tus mejillas entre los
¡Con razón te aman las doncellas! pendientes!
4
¡Hazme del todo tuya! ¡Date prisa! ¡Qué hermoso luce tu cuello entre los collares!
11
¡Llévame, oh rey, a tu alcoba! ¡Haremos para ti pendientes de oro
con incrustaciones de plata!
Los amigos
La amada
Regocijémonos y deleitémonos juntos,
12
celebraremos tus caricias más que el vino. Mientras el rey se halla sentado a la mesa,
¡Sobran las razones para amarte! mi perfume esparce su fragancia.
13
Mi amado es para mí como el saquito de mirra
La amada que duerme entre mis pechos.
14
Mi amado es para mí como un ramito de azahar
5
Morena soy, pero hermosa, de las viñas de Engadi.
hijas de Jerusalén;
morena como las carpas de Cedar, El amado
hermosa como los pabellones de Salmá.
6
No se fijen en mi tez morena, 15
¡Cuán bella eres, amada mía!
ni en que el sol me bronceó la piel. ¡Cuán bella eres!
Mis hermanos se enfadaron contra mí, ¡Tus ojos son dos palomas!
y me obligaron a cuidar las viñas;
¡y mi propia viña descuidé! La amada
7
Cuéntame, amor de mi vida,
¿dónde apacientas tus rebaños?, 16
¿dónde a la hora de la siesta los haces reposar? ¡Cuán hermoso eres, amado mío!
¿Por qué he de andar vagando ¡Eres un encanto!
entre los rebaños de tus amigos?
El amado
Los amigos
Una alfombra de verdor es nuestro lecho,
17
8
Si no lo sabes, bella entre las bellas, los cedros son las vigas de la casa
ve tras la huella del rebaño y nos cubre un techo de cipreses.
y apacienta a tus cabritos
junto a las moradas de los pastores.

El Cantar de los Cantares, 1:1-17

TEXTO V

Una nación pecadora

Visión de Isaías hijo de Amoz, la cual vio acerca de Judá y Jerusalén en días de Uzías, Jotam, Acaz y
Ezequías, reyes de Judá.
Oíd, cielos, y escucha tú, tierra; porque habla Jehová: Crié hijos, y los engrandecí, y ellos se rebelaron
contra mí.
El buey conoce a su dueño, y el asno el pesebre de su señor; Israel no entiende, mi pueblo no tiene
conocimiento.
¡Oh gente pecadora, pueblo cargado de maldad, generación de malignos, hijos depravados! Dejaron a
Jehová, provocaron a ira al Santo de Israel, se volvieron atrás.
¿Por qué querréis ser castigados aún? ¿Todavía os rebelaréis? Toda cabeza está enferma, y todo corazón
doliente.
Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino herida, hinchazón y podrida llaga; no
están curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite.
Vuestra tierra está destruida, vuestras ciudades puestas a fuego, vuestra tierra delante de vosotros comida
por extranjeros, y asolada como asolamiento de extraños.
Y queda la hija de Sion como enramada en viña, y como cabaña en melonar, como ciudad asolada.
Si Jehová de los ejércitos no nos hubiese dejado un resto pequeño, como Sodoma fuéramos, y semejantes
a Gomorra.

Llamamiento al arrepentimiento verdadero

Príncipes de Sodoma, oíd la palabra de Jehová; escuchad la ley de nuestro Dios, pueblo de Gomorra.
¿Para qué me sirve, dice Jehová, la multitud de vuestros sacrificios? Hastiado estoy de holocaustos de
carneros y de sebo de animales gordos; no quiero sangre de bueyes, ni de ovejas, ni de machos cabríos.
¿Quién demanda esto de vuestras manos, cuando venís a presentaros delante de mí para hollar mis
atrios?
No me traigáis más vana ofrenda; el incienso me es abominación; luna nueva y día de reposo, el convocar
asambleas, no lo puedo sufrir; son iniquidad vuestras fiestas solemnes.
Vuestras lunas nuevas y vuestras fiestas solemnes las tiene aborrecidas mi alma; me son gravosas;
cansado estoy de soportarlas.
Cuando extendáis vuestras manos, yo esconderé de vosotros mis ojos; asimismo cuando multipliquéis la
oración, yo no oiré; llenas están de sangre vuestras manos.
Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo;
aprended a hacer el bien; buscad el juicio, restituid al agraviado, haced justicia al huérfano, amparad a la
viuda.
Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve
serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.
Si quisiereis y oyereis, comeréis el bien de la tierra;
si no quisiereis y fuereis rebeldes, seréis consumidos a espada; porque la boca de Jehová lo ha dicho.

Libro de Isaías 1: 1-9, 2:1-20

TEXTO VI

Cuando nació Jesús, en Belén de Judea, bajo el reinado de Herodes, unos magos de Oriente se
presentaron en Jerusalén
y preguntaron: "¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer? Porque vimos su estrella en Oriente
y hemos venido a adorarlo".
Al enterarse, el rey Herodes quedó desconcertado y con él toda Jerusalén.
Entonces reunió a todos los sumos sacerdotes y a los escribas del pueblo, para preguntarles en qué lugar
debía nacer el Mesías.
"En Belén de Judea, le respondieron, porque así está escrito por el Profeta:
Y tú, Belén, tierra de Judá,
ciertamente no eres la menor
entre las principales ciudades de Judá,
porque de ti surgirá un jefe
que será el Pastor de mi pueblo, Israel".
Herodes mandó llamar secretamente a los magos y después de averiguar con precisión la fecha en que
había aparecido la estrella,
los envió a Belén, diciéndoles: "Vayan e infórmense cuidadosamente acerca del niño, y cuando lo hayan
encontrado, avísenme para que yo también vaya a rendirle homenaje".
Después de oír al rey, ellos partieron. La estrella que habían visto en Oriente los precedía, hasta que se
detuvo en el lugar donde estaba el niño.
Cuando vieron la estrella se llenaron de alegría,
y al entrar en la casa, encontraron al niño con María, su madre, y postrándose, le rindieron homenaje.
Luego, abriendo sus cofres, le ofrecieron dones: oro, incienso y mirra.

Y como recibieron en sueños la advertencia de no regresar al palacio de Herodes, volvieron a su tierra


por otro camino.

San Mateo, 2:1-12

ACTIVIDADES

Indica de qué tratan cada uno de los textos y adscríbelo a un género literario.

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