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Prólogo

Vivimos en una época en la que el relativismo, la psicología, el modernismo, la falsa doctrina, el


evangelio del sueño americano y la falta de predicación expositiva son la orden del día. Pasajes de
la Biblia sacados fuera de contexto son utilizados para enseñar mensajes antibíblicos. La ausencia o
el poco conocimiento de la Palabra nos han lanzado a ser como las olas del mar, y nuestras
convicciones cada vez son más débiles o están ausentes. Dios, por su gracia, le ha permitido ver al
autor, el contraste que existe entre una enseñanza centrada en la verdad bíblica y realizada
expositivamente, y una enseñanza totalmente humanista, superficial y psicológica. Es necesario y
urgente que examinemos nuestras vidas, hogares, iglesias y ministerios a la luz de las Escrituras. Que
volvamos a la Palabra, la cual es suficiente y es la única que verdaderamente puede transformar a
cada persona que se exponga a ella. Este libro es un llamado a abrir nuestros ojos y mirar lo que está
ocurriendo frente a ellos y en nosotros, y ver lo que está debilitando y destruyendo el cristianismo
bíblico y verdadero. Es un llamado a observar detenidamente, en todos los ángulos, lo que creemos,
lo que hacemos y en dónde está basada nuestra fe y nuestra forma de vida. Es un llamado a regresar a
la Palabra.

Rosa Laracuente, esposa del pastor Laracuente y directora del Ministerio de Mujeres "Dirigidas
por su Palabra" de CCAPR

Leer este libro te permitirá ser consciente de que todo lo que se está viviendo hoy en día, es debido
a no conocer y vivir la Palabra de Dios. De vuelta al Libro te hace evaluar dónde estás parado y te
motiva a hacer lo que realmente Dios quiere: que conozcas Su Verdad y que vivas en ella. No digas
soy cristiano solo por asistir los domingos a la iglesia; lee este libro y empezarás a conocer el
propósito que Dios quiere para ti. Gálatas 1:10 dice: “Queda claro que no es mi intención ganarme el
favor de la gente, sino el de Dios; si mi objetivo fuera agradar a la gente, no sería siervo de Cristo”.
Andrés Laracuente, siervo de Cristo, te habla teológicamente de cómo agradar a Dios, y te da
herramientas para regresar a su Palabra.
Olga Galloza
Contenido
Prólogo

Introducción

El reto

1. Una construcción en ruinas


Nuestra vida está mal construida

2. Tenemos una Iglesia enferma


Necesitamos una Iglesia fit (en forma, saludable)

3. Su Palabra ya no es suficiente
Vivimos lejos de Él

4. "Fantasías animadas de ayer y hoy, presentan: Dios, un ser


creado a nuestra imagen y semejanza”
Un dios modificado - Un dios creado a nuestra imagen y
semejanza

5. Hemos diseñado un evangelio distinto


El mundo mágico de un nuevo evangelio

6. Un déficit de atención más severo


Nuestra atención esta desviada

7. Necesitamos una vida por el Libro


Una nueva construcción

Acerca del Autor

http://devueltaallibro.com/
Agradecimiento
Dedicado al único Dios verdadero, mi Señor y Salvador, Jesucristo

Reconocimientos
En el tiempo indicado, Dios orquestó todo lo necesario para que este libro saliera.
Siempre reconozco a aquél que ha estado a mi lado, a aquél que me dio la inspiración y
la motivación para lograr este libro: a mi amigo Jesucristo. Todo lo que tengo y todo lo
que soy es únicamente por la gracia de Dios. Reconozco que existen muchas personas
que milagrosamente no solo me soportan, sino que también han estado a mi lado para
apoyarme. Mi madre, Josefina; mi linda esposa, Rosa; mis hijos, Diego y Nahliel; mi
pastor y amigo, José Valedón; mi amigo y hermano, el pastor Juny; el Dr. Vincent; a un
gran hermano y arduo colaborador Abraham Serey y el ministerio Esclavos de Cristo,
por último, un amigo que hace tiempo no veo, pero que fue un instrumento de Dios para
llevarme a realizar este proyecto, Julio Alexis.
Introducción
Mi pueblo está siendo destruido porque no me conoce. Oseas 4:6 NTV

Existen muchos peligros en los que caemos nosotros los cristianos. Dentro de estos
peligros se encuentran dos muy comunes: uno es el de acostumbrarnos a su Palabra, y el
otro es el de declarar que somos creyentes sin leer detenidamente las Escrituras. Esto es
como decir que eres doctor sin haber estudiado medicina; te has declarado doctor
porque una vez a la semana ves Grace Anatomy y Doctor House. Esto es exactamente lo
que ocurre con los cristianos culturales. Soy cristiano porque voy los domingos a la
iglesia, porque mi familia es cristiana, mi cultura es cristiana, pero nunca he abierto la
Biblia. ¿En serio? ¿Será posible? Lo triste es que, al pasar el tiempo, pensamos que
estamos construyendo nuestras vidas en la roca que es Jesús, pero cuando filtramos
nuestra vida a la luz de las Escrituras nos damos cuenta de que simplemente hemos
moldeando la Escritura a nuestra imagen y semejanza. La Biblia es el libro más vendido
en el mundo, pero a su vez, según todas las encuestas, es el menos leído.
¡Qué contradicción!, se supone que compres un libro para leerlo, no para exponerlo o tan
solo decir que lo tienes, como si algo mágico o sobrenatural sucediera por dejar un libro
abierto en una esquina de tu casa. Lo sobrenatural de este Libro ocurre cuando conoces a
la persona de Cristo, con todas sus implicaciones y pones en práctica lo que las
Escrituras han determinado.
Una de las razones por la cual Dios nos llama a predicar la verdad es simple: no la
conocemos, pero necesitamos conocerla.

Vivimos apartados de la verdad, aborrecemos la verdad; nuestra inteligencia natural está


limitada, encerrada y capturada a las formas de pensar de este mundo, las cuales son
contrarias a la verdad. La Verdad vino con un objetivo claro y fue el de DARSE A
CONOCER, cueste lo que cueste.
La pregunta es: ¿el mundo está preparado para recibirla?
El mundo nunca lo estuvo y el mundo nunca lo estará. Solo un remanente la
soportará, solo un remanente la vivirá y solo un remanente morirá por ella.
“El estudio de la historia es vital para la salud de la Iglesia”
Iain Murray

A este pensamiento, le añadiría:


Es vital para la Iglesia el conocer verdaderamente al Dios que declaramos servir y
creer, mediante el estudio eficaz de las Escrituras.

Si examinas tu creencia y tu teología, y la comparas con lo que creían los pastores


antiguos, con los reformadores y descubres que no existe nadie que comparte tu pensar,
¿qué harías? Es muy probable que tú pensar esté erróneo y tu teología sea una sectaria.
Uno de los errores más comunes que cometemos como creyentes, “aparte de que no
leemos la Biblia”, es que no conocemos nuestra historia, no conocemos cómo se formó
la Iglesia. Vivimos la fe de una forma religiosa que no nos lleva a meditar ni a pensar en
qué creemos realmente. Este es uno de los objetivos del enemigo, desde el principio:
“desviarnos de la verdad”. Él ha querido que veamos la Iglesia como un sistema
religioso, como una organización legalista. Sin embargo, las Escrituras y nuestra historia
no promueven un sistema religioso. La religión como hoy la conocemos, es un sistema
diseñado por el hombre para múltiples propósitos, que van desde controlar nuestros
pensamientos hasta esclavizarnos a ritos sin sentido y hacernos creer que por nuestros
méritos alcanzaremos a Dios. El cristiano jamás debe seguir una organización con tal
pensamiento humanista y mucho menos debe seguir y gloriar a otro ser humano. El
cristiano solo sigue a la persona de Cristo a través de las Escrituras y vive por fe, a la
luz del Evangelio de Cristo. La Iglesia es un organismo vivo de un Dios vivo, que no
deja de operar en nosotros. La Iglesia de Cristo es llamada a una relación viva y eficaz,
primeramente con Dios y luego con nuestros hermanos; todo por los méritos de nuestro
Salvador. Desvincular la historia de cómo se formó el cristianismo y la Iglesia de
nuestro Señor con el paso de los siglos, es el causante número uno de una de las
enfermedades espirituales que afectan a la Iglesia en estos tiempos. Hubo un periodo en
la historia en que la Biblia era casi imposible de leer. Algo muy parecido a lo que
ocurre ahora, pero por causas diferentes. El motivo de la no lectura bíblica durante la
edad media fue la creencia de que solo un grupo tenía la capacidad de poder leerla. Hoy
en día la gran mayoría tiene la capacidad de estudiar las Escrituras, pero estamos
muy distraídos y ocupados en otros asuntos para detenernos a leerla y estudiarla.

Una Biblia que está hecha pedazos usualmente pertenece a alguien que no lo está.
-Charles Spurgeon-

Cuando publiqué este pensamiento del “Príncipe del Pulpito” en mi Facebook, lo


publiqué acompañado de una imagen de una Biblia hecha pedazos, llena de marcas y
notas escritas a bolígrafo. Me llamó la atención la reacción de una persona que escribió
lo siguiente: “La Biblia tiene que ser sagrada, mantenerse bonita, no como un
crucigrama”.
Mi contestación a esto fue la siguiente:
Definitivamente, alguien que ha utilizado la Biblia y la tiene de esa manera, ha llegado a
conocer su hermosura y lo Sagrada que es. La realidad es que no pretendo convencer a
nadie respecto a mi pensamiento o al de Charles Spurgeon, pero, sí exhortó a que
busquemos en las Escrituras qué dice sobre este pensamiento. La Biblia no dice en
ningún lado que debemos mantenerla bonita, ni tampoco dice que la pongamos como un
crucigrama. Sin embargo, es muy enfática en lo siguiente:
Juan 5:39 (LBLA):
Examináis las Escrituras porque vosotros pensáis que en ellas tenéis vida eterna; y
ellas son las que dan testimonio de mí.
En otras versiones dice: “Escudriñar o estudiar con diligencia”. Este verso nos lleva a
meditar en varios asuntos.
¿Cuál es nuestro objetivo al leer la Biblia?
Muchos, hoy en día, utilizan la Escritura erróneamente; muchos la utilizan como un tipo
de horóscopo: diariamente la abren, y el primer verso que aparezca eso es lo que Dios
tenía para ellos ese día. Otros la utilizan como un objeto decorativo, la colocan en casa
en algún lugar VISIBLE para que, cuando lleguen las visitas, piensen: “¡Caramba!, en
esta casa se lee la Biblia; son cristianos de verdad”. Otros sacan los versos fuera de
contexto para así probar sus herejías y controlar las mentes más débiles. Otros la utilizan
como tradición, junto con otros libros antibíblicos o psicológicos, para aumentar su
orgullo e intelecto. Otros la utilizan como un método de aumentar sus cuentas bancarias.
Cuando leemos este verso de Juan, vemos que Jesús juzga sus intenciones y les hace
entender el error en que se encuentran. Los judíos interpretaban la Biblia de una forma
religiosa e intelectual: buscando así tratar de cumplir con los estatutos y preceptos al pie
de la letra, de una forma mecánica y sin sentido para por sus méritos llegar a su propia
salvación. De una forma aplicable a nosotros, Jesús nos muestra que antes de escudriñar
las Escrituras, evaluemos nuestros objetivos. Nuestros objetivos salen de nuestro
corazón. Para examinar nuestras intenciones, debemos examinar nuestro corazón.
Debemos buscar a Dios en las Escrituras de una forma humilde, que le glorifique. Como
cuando un hijo perdido busca a su padre desesperadamente y en el camino lo encuentra.
La sensación que debe tener este hijo debe ser de llenura, de nostalgia, de alegría, de
profundo amor y agradecimiento porque encontró a su padre para jamás soltarlo. Así
debemos de ir a las Escrituras. Con una actitud de crecer en el conocimiento de su gracia
y de vivir su Palabra en un progreso piadoso. Si leemos la Palabra con los objetivos
correctos, es inevitable que cosechemos resultados beneficiosos para nuestra vida. Pero
el objetivo de las Escrituras no es nuestra vida, ni los beneficios. El objetivo de las
Escrituras es Jesús y su magnífica gloria.

Ya con los objetivos claros, podemos decidir entrar en las


Escrituras.
¿Qué tan frecuentemente debemos leer las Escrituras y meditar en ellas?
Observemos la Iglesia de Berea.
Hechos 17:11:
Estos eran más nobles que los de Tesalónica, pues recibieron la Palabra con toda
solicitud, escudriñando diariamente las Escrituras, para ver si estas cosas eran así.
La palabra escudriñar utilizada en Hebreos 17:11 es la palabra “anakrino”, que
traducida al español corresponde a las palabras: examinar, juzgar, discernir, preguntar,
dudar. Cualquiera de estas definiciones nos hace ver la importancia de no dejar la Biblia
intacta. Hay personas que piensan que las Escrituras son tan y tan sagradas que no se
deben tocar.
Pero tal pensamiento es una locura. Si vemos, dentro de las posibles definiciones se
encuentra la palabra examinar: esta palabra tiene el sentido de urgencia y profundidad;
cuando habla de examinar la Escritura habla de un examen exhaustivo, el cual tiene como
resultado el no dejar cavos sueltos. Otra palabra es juzgar: para tú poder juzgar tienes
que tener la suficiente evidencia y estar sumamente empapado del tema que vas a juzgar.
Al igual que la palabra discernir: para poder discernir necesitas tener una profunda
relación y conexión con los objetivos y los temas relacionados; para discernir
correctamente tu mente debe estar apartada de todo lo opuesto a las Escrituras. Otra
palabra es preguntar: si cuando hago la interpretación me quedo sin respaldo bíblico e
histórico, tengo la alta posibilidad de que la interpretación sea errónea. La Biblia es el
único libro en este planeta que contiene las contestaciones a todas nuestras preguntas.
Por último, la palabra dudar: Dios nos dice en su Palabra que creamos como niños,
pero también nos dice que seamos astutos como serpiente.
Isaías 44:18-19a:
No saben nada, no entienden nada; sus ojos están velados, y no ven; su *mente está
cerrada, y no entienden. 19 Les falta *conocimiento y entendimiento…

Creer sin comprender eso que creemos, no es creer.


Creo que Charles Spurgeon cuando escribió este texto sobre despedazar la Biblia, por
así decirlo, tuvo que haber leído esta porción de la Biblia:
Jeremías 15:16 (NVI):
Al encontrarme con tus palabras, yo las devoraba; ellas eran mi gozo y la alegría de
mi *corazón, porque yo llevo tu *nombre, Señor, Dios *Todopoderoso.
No se trata de poner la Biblia como un crucigrama, no se trata de leer la Biblia porque
tengo que leerla; en ocasiones leemos sin sentido o para decirles a otros que la leemos.
Se trata de que utilices todo lo necesario y todos tus recursos para vivir y comprender lo
que ahí está escrito. No se trata de que a lo largo de tu vida pases por los capítulos de la
Biblia y los marques con tu bolígrafo; se trata de que sus capítulos, sus versos, sus
palabras pasen a lo largo de tu vida y la Palabra quede marcada en ti. La Biblia no se
hizo para cambiarla a tu forma de ser, ella se hizo para transformar a los que han creído
en Jesucristo. El objetivo no es pasar un marcador por las letras de la Biblia y escribir
en ella. Más bien, el objetivo es que las letras se impregnen en ti.
“Determina practicar lo que lees. Los cristianos deberían ser Biblias andantes que
viven las verdades allí escritas”
Tomas Watson.
El reto
Cuando escuchamos la palabra reto, tenemos diferentes reacciones, pero la reacción
que me interesa que tú tengas no es una emocional, totalmente pasajera, sino una
decisión sólida llena de carácter. Tarde o temprano nos encontraremos con que tenemos
que tomar una decisión radical en nuestra vida. Yo estoy muy seguro de que luego de leer
este libro tendrás que tomar una de esas decisiones trascendentales. Me da mucha
alegría el saber que te has interesado por leer este libro. No te asustes al escuchar la
frase “decisión radical”. Si eres creyente, imagino que no es la primera vez que
escuchas esta frase; la vida de un creyente se caracteriza por decisiones de alto riesgo.
Nuestro Señor y Salvador nos da un buen ejemplo de decisiones radicales. Jesús, ante
miles de personas, declara lo siguiente: “Si alguno quiere venir en pos de
mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame”: Lucas 9:23. Solo un pequeño
grupo tomó la decisión más radical de sus vidas, SEGUIR A JESUS. La decisión de más
alto riesgo.
Hoy en día ese llamado parece que se ha olvidado. Tristemente nos presentan a un Jesús
más americanizado, a un Dios mucho más cool y cómodo. Parece que ahora “Jesús
cambio”, contrario a lo que dice la Biblia en Malaquías 3:6: “Porque Yo Jehová no
cambio; por esto, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos.” Santiago 1:17 nos dice:
“Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en
el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.” Y en Hebreos 13:8: “Jesucristo es el
mismo ayer, y hoy, y por los siglos”. La claridad de las Escrituras está ausente en las
predicaciones modernas. Es como si el Jesús de ahora dijera algo modificado; algo
como esto: “Cualquiera que quiera seguirme, agarre lo que le agrade de la Escritura (lo
que no existe); busca lo que te parece o conviene. Repite esta oración cool: dame
permiso de entrar en tu corazón (o sea, Dios obedeciendo al hombre) y serás un campeón
exitoso, ¡nacerás de nuevo!”. Esta no fue la contestación de Jesús cuando Nicodemo le
preguntó: ¿Qué tengo que hacer para nacer de nuevo? La contestación de Jesús fue esta:
Juan 3:5-8 Reina-Valera 1960 (RVR1960):
5
Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere del agua y del
Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. 6 Lo que es nacido de la carne, carne es;
y lo que es nacido del Espíritu,[a] espíritu es. 7 No te maravilles de que te dije: Os es
necesario nacer de nuevo. 8 El viento[b] sopla donde quiere, y oyes su sonido; mas ni
sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu.
El nuevo nacimiento no depende de una oración; el Espíritu Santo llega cuando Él
quiere; y se hace evidente. No podemos someter a cálculos o intervenciones humanas el
nuevo nacimiento. Todo es por gracia y soberanía de Dios.
Juan 6:44 Reina-Valera 1960 (RVR1960):
44
Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré
en el día postrero.
Mi propósito con este libre es: Primero, exaltar a Jesucristo; segundo, retar a la Iglesia
de este tiempo, la cual está siendo engañada fácilmente, a que investigue todo lo que
vea, lea, y aprenda. Retarla a filtrar todo por medio de la Palabra de Dios. Hago un
llamado a la Iglesia, a que tenga la actitud de creer como niño, pero la audacia de
investigar como Sherlock Holmes. Por supuesto, no hablo de investigarles la vida a las
personas (en eso, muchos ya son expertos). Hablo de una profunda meditación en los
textos de las Escrituras; y tercero, motivar de alguna forma al pueblo de Dios a conocer
realmente quien es su Dios, a ver qué tan cierto es si el dios que durante años nos han
presentado es el mismo Dios que se encuentra en las Escrituras. Retar a su pueblo a
meditar profundamente en cada letra de su Palabra, buscando así la iluminación de la
revelación que Dios ya nos ha dado.
Hablando de retar a la Iglesia, pues, por si no lo sabías, la Iglesia no son las paredes de
concreto que visitas los domingos cuando se reúne un grupo de personas a adorar y
aprender de Dios. La Iglesia eres tú.
Hechos 7:48-50 Nueva Versión Internacional (NVI):
48
»Sin embargo, el Altísimo no habita en casas construidas por manos humanas. Como
dice el profeta: 49 »“El Cielo es mi trono, y la Tierra, el estrado de mis pies. ¿Qué
clase de casa me construirán? —dice el Señor—. ¿O qué lugar de descanso? 50 ¿No es
mi mano la que ha hecho todas estas cosas?”
1 Corintios 3:16 Nueva Versión Internacional (NVI):
16
¿No saben que ustedes son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en
ustedes?
1 Corintios 6:19 Nueva Versión Internacional (NVI):
19
¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien está en ustedes y
al que han recibido de parte de Dios? Ustedes no son sus propios dueños.
Te reto a que hagas un compromiso con Dios mientras lees este libro. Te reto a que
desde hoy a los siguientes años de tu vida, le saques el polvo a tu Biblia e investigues
cada principio, cada precepto, cada doctrina y cada atributo de Dios. Te reto a que
compres una Biblia de estudio, una concordancia y busques un buen libro sobre la
historia de la Iglesia protestante. Toma en serio la lectura y no leas por leer. Ora antes de
leer y dile a Dios que te de sed de su Palabra, que te muestre a su Hijo en cada pasaje de
las Escrituras. Pídele a Dios que te de la fe para creer y así aplicar lo que has
aprendido. Aprovecha cada uno de los pasajes que este libro te mostrará para que hagas
tus observaciones y notas al respecto.
1 Timoteo 6:12:
Pelea la buena batalla por la fe verdadera…
¿Por qué todos tenemos que volver a las Escrituras?
1
Una construcción en ruinas
Nuestra vida está mal construida

Mateo 7:24-27 (NVI):


24
Por tanto, todo el que me oye estas palabras y las pone en práctica es como un
hombre prudente que construyó su casa sobre la roca. 25 Cayeron las lluvias, crecieron
los ríos, y soplaron los vientos y azotaron aquella casa; con todo, la casa no se
derrumbó porque estaba cimentada sobre la roca.26 Pero todo el que me oye estas
palabras y no las pone en práctica es como un hombre insensato que construyó su
casa sobre la arena. 27 Cayeron las lluvias, crecieron los ríos, y soplaron los vientos y
azotaron aquella casa, y esta se derrumbó, y grande fue su ruina.

Todo comenzó en el mes de octubre del año 2013, cuando viajé 3,437 millas para
llegar a California a una conferencia titulada “Esclavos”, con el pastor Paul Washer en
la iglesia Grace Comunity Church. Viajé junto con un amigo y me hospedé en la casa de
mi cuñado el pastor Arnaldo Soto. Por la gracia y la voluntad de Dios, mi cuñado me
dice, un día antes de su servicio, que enseñara en su iglesia. A pesar de que casi lo mato
por decírmelo un día antes, para mí fue un honor y un placer muy grande, pero a la vez
una gran responsabilidad el ministrar en un lugar multicultural, por primera vez en mi
vida. Confiando en Jesús, ese sábado, con un café en mano, me senté en su balcón muy
tranquilo y observé todo lo que vi a mi alrededor. Oré al Señor y me puse a meditar.
¡Guao!, Señor, estoy a miles de millas de mi casa, en la nación más poderosa del mundo,
pero a la vez, una nación que ha abandonado tu Palabra. ¿Qué puedo enseñar? Y en ese
momento comencé a escribir lo siguiente:
El ser humano es un constructor, de forma consciente o inconsciente, por
naturaleza. Cuando hablamos de construcción siempre pensamos en edificios, obras
arquitectónicas, en casas grandes. Pero rara vez pensamos en la construcción de nuestras
vidas. Por naturaleza, tenemos la tendencia a construir nuestras vidas en terrenos
inestables. ¿Cómo sabemos que construimos nuestras vidas en terrenos inestables?
Porque hemos escuchado y aceptado todo, excepto la Palabra de Dios. Nuestros oídos se
han inclinado a rechazar la Palabra de Dios y a abrazar los principios del mundo.
Nuestras vidas han sido fundamentadas en culturas, en religiones, en sociedades, en
tradiciones menos en la poderosa Palabra del Señor. Nuestra naturaleza pecaminosa nos
hace esclavos del pecado. Nos hace esclavos de tomar malas decisiones, nos hace
perseguidores y amantes de lo que Dios ha llamado malo. Por naturaleza, aborrecemos
lo diseñado por Dios, y seguimos lo diseñado por el hombre. Adoramos las cosas
creadas antes que al Creador.
Una nación bajo la Palabra
En el año 1607 llegan los puritanos a los Estados Unidos, huyendo de una persecución
en Europa, simplemente por leer y enseñar las Escrituras, por haber protestado en contra
de la corrupción eclesiástica. Eran creyentes amenazados, perseguidos y torturados por
llevar Biblias en sus manos. Luego, en 1639 llegaron los bautistas, entre otros grupos
cristianos, eventualmente. Lo interesante es que todos y cada uno de ellos, no soltaron el
objeto de su persecución, la Biblia. Todos llegaron a Estados Unidos con la Biblia en
mano. De hecho Estados Unidos fue la primera nación fundada bajo este Libro. La
constitución la hicieron con base en la Biblia. Más adelante, el 30 de julio de 1956, a su
moneda le pusieron oficialmente “In God we Trust”. *
Todo comenzó a construirse sobre la palabra de Dios. Las principales universidades,
Yale, Harvard y Princeton, fueron fundadas por pastores.
¿Pero qué sucedió?
Se apartaron del Libro. Durante el siglo XX, estas universidades comenzaron a enviar
estudiantes a Europa. En ese entonces comenzó el racionalismo francés y el ateísmo
alemán, y cada uno de estos sistemas comenzó a atacar la Biblia. Luego, los estudiantes
que llegaban de Europa a los seminarios teológicos comenzaron a introducir todas las
herejías en las universidades y, posteriormente, estos pensamientos se alojaron en
muchas iglesias protestantes y en las iglesias evangélicas.
Es imposible gobernar rectamente el mundo sin Dios y sin la Biblia. George
Washington
Así como es imposible gobernar el mundo rectamente sin Dios y sin la Biblia, también
es imposible hacer la voluntad de Dios en nuestras vidas sin Cristo y sin su Palabra.
Como dije en El reto de este libro, una de las cosas más peligrosas en las que caemos
nosotros los cristianos es acostumbrarnos a su Palabra. Al pasar el tiempo, pensamos
que estamos construyendo nuestras vidas en la roca que es Jesús, pero cuando filtramos
nuestra vida a la luz de las Escrituras nos damos cuenta que simplemente hemos
moldeando la Escritura a nuestra imagen y semejanza. Cuando eso ocurre, las Escrituras
pasan a ser simples letras, no porque hayan perdido su eficacia, sino porque nuestras
prioridades y nuestros deseos han tenido más fuerza que sus prioridades y su voluntad.
¿Qué podemos hacer?
1. Volver al Libro
Comer el Libro, devorar las Escrituras. Estados Unidos creyó intelectualmente que la
Biblia era la autoridad puesta por Dios. Muchos creen que la Biblia es la autoridad
puesta por Dios, pero no todos creemos en su suficiencia. La Biblia no son simples
letras, no son normas para un estilo de vida o para construir una nación. La Biblia tiene
un objetivo claro y es que, a través de ella, conozcamos a Jesucristo. Cada pasaje, cada
letra, cada principio nos revela al Hijo. Cualquier otro objetivo que no sea conocer al
Hijo, glorificarle y vivir para Él, tarde o temprano termina por colapsar.
Juan 5:39-40:
Ustedes estudian con diligencia las Escrituras porque piensan que en ellas hallan la
vida eterna. ¡Y son ellas las que dan testimonio en mi favor! Sin embargo, ustedes no
quieren venir a mí para tener esa vida.
Queremos leer la Biblia con principios egoístas: el propósito de Dios para mi vida, la
voluntad de Dios para mi vida, mi vida eterna, mi estilo de vida, mi enfermedad, mis
finanzas, etc. Realmente, lo que decimos es que no nos interesa conocerlo, queremos los
beneficios, sin antes entender el sacrificio.
Juan 5:41-42:
»La gloria *humana no la aceptó, pero a ustedes los conozco, y sé que no aman
realmente a Dios.
Muchos dicen, yo voy a la iglesia los domingos y eso es suficiente. Tenemos que estar
claros que también el enemigo va y sabe mucho de la Palabra, cree en la Palabra. Si no
creyera en ella no fuera enemigo, sino, más bien, amigo. Pero como cree en ella y sabe
su poder, le preocupa. El enemigo sabe mucho de la Palabra, pero no la aplica.
Simplemente la modifica a conveniencia. Esto lo podemos observar el día en que Jesús
fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por Satanás. Él lo tentó citando
las Escrituras (Mateo 4:1-11).
2. Vivir unidos a Él
Juan 15:5:
Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará
mucho fruto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada.
El éxito para Dios es muy diferente del éxito de este mundo. Si has excluido de tus
decisiones, de tu vida, a Cristo, su Palabra, su suficiencia, su autoridad, déjame decirte
que no sabes aún lo que es el éxito, no sabes lo que es el vivir unido a Él. El éxito en la
vida es el cumplimiento de la voluntad de Dios. Consultar a Dios, es consultar su
Palabra.
3. Oír y practicar la Palabra, nos lleva a entender
Mateo 7:24:
»Por tanto, todo el que me oye estas palabras y las pone en práctica es como un
hombre prudente que construyó su casa sobre la roca.
El escucharla, implica meditar en su Palabra día y noche. La fe viene por el oír y el oír
la Palabra de Dios. Es esta fe la que nos lleva al siguiente paso.
4. Ponerla en práctica
¿Cómo poner en práctica aquello que no conocemos? El conocer algo no es lo mismo
que saber de algo. El conocer implica una creencia, una relación; implica tiempo de
calidad, intimidad. Muchos saben de alguien, pero la realidad es que no todos conocen a
ese alguien. Yo sabía quién era mi esposa, pero con el pasar de los años la he ido
conociendo. Nuestro objetivo es conocer las Escrituras a través de Cristo, y para
conocer a Cristo hay que conocer las Escrituras. Cuando ya lo conocemos nos
deleitamos en su ley, en su Evangelio, en su mensaje, en su amor, en su santidad, en su
justicia. El deleite es la consecuencia de su obra en nosotros.
5. Cambiar de terreno, cambiar de estructura, cambiar de objetivo
Para este punto me gustaría utilizar un tipo de metáfora.
Dios te acepta como eres, pero te ama tanto que no te deja igual. Por amor, Él comienza
una reconstrucción (regeneración) en tu vida. “El que comenzó la buena obra la va a
terminar”. No hay manera alguna de volver a construir en el mismo terreno (corazón).
Dios nos da un cambio de terreno. La Biblia dice:
Ezequiel 36:26:
Les daré un nuevo corazón, y les infundiré un espíritu nuevo; les quitaré ese corazón
de piedra que ahora tienen, y les pondré un corazón de carne.
Jeremías 24:7:
Les daré un corazón que me conozca, porque yo soy el Señor. Ellos serán mi pueblo, y
yo seré su Dios, porque volverán a mí de todo corazón.
Él cambia tu terreno y destruye lo anteriormente construido por ti. Cuando Él comienza a
cambiar el terreno, Él nos muestra el desastre antes construido por nuestras manos; esto
nos lleva al arrepentimiento de lo que hemos construido por nuestra propia capacidad.
Antes existíamos para cumplir nuestros propios deseos y para nuestra propia vida, ahora
vivimos con gozo para su voluntad y nuestra vida es Cristo. Antes mi matrimonio era de
dos, ahora es un matrimonio de tres, mi esposa yo y Cristo; ya no es mío, ahora le
pertenece a Él. Antes tenía una pequeña familia de tres, ahora mi familia es su pueblo,
antes mi vida era mi prioridad, vivía para mí mismo, siguiendo el rumbo de este mundo;
ahora mi vida no me pertenece, mi prioridad ahora son sus asuntos y vivo para Él.
Existir para nuestros planes egocéntricos era nuestra razón; ahora su existencia, su
mensaje, su gloria y su vida en es nuestra razón de ser.
6. Reconocer que Jesús es el centro de toda la construcción del universo
En el principio ya existía el *Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. Él
estaba con Dios en el principio. Por medio de Él todas las cosas fueron creadas; sin Él,
nada de lo creado llegó a existir. En Juan 1, la palabra Verbo aquí ilustrada es la palabra
griega “logos”, que significa PALABRA. Todo llega a tener sentido a través del Logos;
el Logos es la Palabra y la Palabra es Cristo Jesús. Muchos pasan por la Biblia para
conocer algunas historias, pero muy pocos pasan para conocer a profundidad al
protagonista de cada historia: Cristo.
7. Leer y estudiar todas las Escrituras, nos da mucho más que todo lo que
queremos
“Si saturamos nuestra mente y nuestros pensamientos con la Palabra de Dios,
entonces hablaremos Palabra de Dios”
John MacArthur.
Salmos 119:160:
La suma de tus palabras es la verdad; tus rectos juicios permanecen para siempre.
Toda la Palabra nos muestra a Jesús, debemos estudiar toda la Biblia no solo con el
intelecto, sino con el corazón dispuesto y rendido. Cada día buscar a Jesús en ella. Él es
la suma de las palabras, Él es de recto juicio y Él es el que perdura para siempre. Los
cielos y la tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán. Sus palabras no vienen de este
mundo. El mundo las escucha y le son locura. Pues, te exhorto a que seas loco y vuelvas
cada día al Libro. Necesitamos con urgencia tener su mente en nosotros, su mente es su
Palabra. Cree lo que dice su Palabra y te aseguro que lo conocerás.
¿Quieres ver un milagro verdadero y no fatulo como los que vemos en YouTube?
Si no sabes leer, pídele a Dios que te enseñe y verás su milagro, si no estás motivado a
leerla, decídete y pídele a Dios que te dé sed por su Palabra y verás su milagro. No
pidas señales cuando ya todas las señales están en la Biblia. No pidas dirección cuando
el mapa ya está trazado, no pidas revelación cuando ya la Biblia ha sido revelada, no
pidas confirmación cuando ya la confirmación está escrita. Pide sabiduría, pero sin
pretender que llegará como arte de magia.
Santiago 1:5 La Biblia de las Américas (LBLA):
5
Pero si alguno de vosotros se ve falto de sabiduría, que la pida a Dios, el cual da a
todos abundantemente y sin reproche[a], y le será dada.
En Él está la sabiduría, en su Evangelio está la verdadera inteligencia.
Por último:
8. No construir en arena movediza (en nosotros mismos); construir nuestra vida
en su Palabra.
1 Corintios 3:10-15:
Según la gracia que Dios me ha dado, yo, como maestro constructor, eché los
cimientos, y otro construye sobre ellos. Pero cada uno tenga cuidado de cómo
construye, porque nadie puede poner un fundamento diferente del que ya está puesto,
que es Jesucristo. Si alguien construye sobre este fundamento, ya sea con oro, plata y
piedras preciosas, o con madera, heno y paja, su obra se mostrará tal cual es, pues el
día del juicio la dejará al descubierto. El fuego la dará a conocer, y pondrá a prueba
la calidad del trabajo de cada uno. Si lo que alguien ha construido permanece,
recibirá su recompensa, pero si su obra es consumida por las llamas, él sufrirá
pérdida. Será salvo, pero como quien pasa por el fuego.
¡Vuelve a su Palabra!

2
Tenemos una Iglesia enferma
Necesitamos una Iglesia fit (en forma, saludable)

Hace unos meses, comencé a ir a un supermercado un poco diferente; solo venden


comida orgánica, vegetariana, sin preservativos ni aditivos en los alimentos. Cuando
termino de hacer mi compra, la cajera del supermercado me cobra y se despide de mí
con la siguiente expresión: "Que pase un día saludable". Rápido me percaté que ese era
el lema del supermercado, "una vida saludable", Y este debería de ser nuestro lema
como Iglesia, una Iglesia saludable. Vivimos en un tiempo en que hemos permitido en
las iglesias preservativos y aditivos no saludables, un alimento no bíblico.

Dios compara en muchas ocasiones su Palabra con


alimento, y nos hace ver la importancia de ella.
Mateo 4:4:
Jesús le respondió: —Escrito está: “No solo de pan vive el hombre, sino de toda
palabra que sale de la boca de Dios” (Vea también Deuteronomio 8:3).
Juan 4:32:
—Yo tengo un alimento que ustedes no conocen —replicó Él.
Juan 4:34:
—Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió y terminar su obra —les dijo
Jesús—.
Su voluntad está en su Palabra. Cuando eliminamos el alimento de una Iglesia, la Iglesia
muere. Sin su Palabra nuestra existencia es muerta. La Iglesia de este siglo se
caracteriza, no por ser fiel a su Palabra, sino por ser fiel a los principios de este mundo.
¿Qué estamos viendo en la actualidad?
Una generación que cada vez se desvía más de la verdad: 1 Timoteo 4: 1.
Un pueblo destruido por la falta de su conocimiento: Oseas 4:6.
Un pueblo sin fe bíblica. La fe verdadera viene por el oír y el oír la Palabra de
Dios: Romanos 10:17.
Por otro lado, debido a que ya no se escucha la Palabra de Dios en su contexto,
afortunadamente vemos a su pueblo sediento por escucharla: Amós 8:11.
Muchos no hemos entendido que el método que Dios quiso utilizar para darse a conocer
y que su Iglesia sea madura (refleje a Cristo) y saludable conforme a su imagen, y para
su expandir su gloria es su Palabra: Efesios 5:26.
No veo a los líderes de la Iglesia dando una exposición clara de las doctrinas
bíblicas y en especial de las doctrinas de la gracia.
No veo que expliquemos expositivamente el hecho de que:
somos elegidos por Dios y predestinados a salvación por medio de Cristo
Jesús, desde antes de la fundación del mundo (Efesios 1), (Romanos 8).
el ser humano es completamente depravado y no tiene la más mínima
posibilidad de ser salvo por sus propias fuerzas. O sea que, somos incapaces
de buscar a Dios para salvación (Romanos 3).
Dios es soberano; a pesar de todo lo bueno y lo malo que ocurre, Dios tiene el
perfecto control de todo en el cosmos (Romanos 9), (Salmo 105).
Dios es omnisciente, Dios sabe todo; Él vive en la eternidad, sabe el pasado, el
presente y el futuro (Salmo 139).
somos justificados (declarados inocentes) solo por la fe; y esta fe no es nuestra,
sino que es un regalo de Dios (Romanos 3), (Romanos 8).
necesitamos arrepentirnos de nuestros pecados y creer. Al escuchar nosotros su
Evangelio y ser impactados por el mismo, Dios pone en nuestro corazón el
arrepentimiento, que incluye un cambio de forma de pensar; por consiguiente, un
cambio de forma de vivir para su gloria (Hechos 20).
necesitamos nacer de nuevo, y ese nuevo nacimiento es una obra sobrenatural
que Dios concede a través de su Espíritu, el día que Él ya ha determinado,
descartando así algún esfuerzo humano (Juan 3).
somos santos (separados) para su gloria el día de nuestro nuevo nacimiento;
Dios nos alinea y nos da una posición segura e inmerecida. A esto se le llama
santidad posicional. Y como frutos de esta santidad posicional, el Espíritu
Santo nos lleva día a día hasta el día de su regreso o de nuestra muerte en una
santidad progresiva (Romanos 8), (1 Tesalonicenses 4).
somos redimidos para siempre (Gálatas 3), y su perdón y amor son
incondicionales (Salmo 107),
La gracia debe ser la gasolina que nos mueve a vivir para su gloria y a hacer las buenas
obras que ya Él preparó de antemano (Efesios 2:10). Debemos comprender que la gracia
es la intervención incondicional e inmerecida de Dios con su pueblo, la cual manifiesta
su perdón y su amor para siempre en Cristo Jesús, teniendo como resultado, una vida
nueva que produce frutos y glorifica solo a Dios.
Si esta doctrina no nos impulsa a vivir de una forma diferente y radical que le glorifique
a Dios, tenemos una deficiencia teológica o una enfermedad espiritual.

La Iglesia por siglos ha sufrido enfermedades espirituales


¿Qué son enfermedades espirituales?
Son herejías que han sido infiltradas en la Iglesia para:
1. desviarnos de la verdad.
2. impedir que conozcamos la verdad y no lleguemos jamás a tener el
conocimiento de nuestra salvación.
3. si somos salvos, perder el gozo de nuestra salvación.
Les doy algunos ejemplos de enfermedades:
1. El síndrome del relativismo: El relativismo entró en la historia moderna
cuando, a partir del siglo XVII, se empezó a pensar que la ciencia estaba
descubriendo una verdad distinta de la que estaba presentando la Iglesia en
aquel entonces. Síntomas: Hoy en día se puede ver de esta forma: “Yo creo que
algo es cierto, aunque la evidencia diga lo contrario. Mi opinión va por encima
de cualquier otra idea que no sea la mía”.
2. La malaria de la psicología moderna: La psicología vino a reemplazar la
suficiencia, la inerrancia y la infalibilidad de las Escrituras. Síntomas:
Excluimos a Dios de todos los asuntos que tratan con el ser humano, delegando
todo en las manos de otro hombre y no en las manos de la Palabra de Dios.
3. La sífilis del modernismo: El término "moderno" se utiliza para nombrar lo que
sigue la "moda" de una época; es decir, aquello que va de acuerdo con las
tendencias de su tiempo. Síntomas: Una Iglesia que se sale de la Biblia y se
sujeta a las tendencias de este tiempo.
4. El cólera de la falsa doctrina: Se le llama falsa doctrina o falsa enseñanza a
todas las enseñanzas que no se rigen por las 5 solas, las cuales son sacadas de
las Escrituras. Síntomas: Viven fuera de las Escrituras, formado iglesias o
sectas lejos de Dios.
¿Cuáles son las 5 solas?
Sola Scriptura: La Biblia es el único estándar. La doctrina de que la Bibliaes
por sí sola la autoridad suprema fue el “Principio Formal” de la Reforma en
1512. (Gálatas 1:6-10; 2 Timoteo 3:16; 2 Pedro 1:3)
Sola Gratia: Salvación por Gracia. Un clamor central de la Reforma fue la
“salvación por gracia”. (Efesios 2:8)
Sola Fide. Justificación por Fe. El “Principio Material” de la Reforma fue la
justificación solamente por fe. (Efesios 2:8-9, Romanos 3:28).
Solus Christus: Solamente por medio de la obra de Cristo somos salvos. La
Reforma hizo un llamado a la Iglesia a regresar a la fe en Cristo como único
mediador entre Dios y el hombre. (Hechos 4:12)
Soli Deo Gloria: Solamente por la Gloria de Dios. La Reforma recuperó la
enseñanza bíblica de la soberanía de Dios sobre todos los aspectos de la vida
del creyente. Toda la vida deberá ser vivida para la gloria de Dios. (Efesios
1:4-6; 1 Pedro 2:9).
5. El sida del evangelio del sueño americano o el evangelio de la prosperidad:
Charles Spurgeon dijo: “Creo que es anticristiano e impío, para cualquier
cristiano, vivir con el objetivo de acumular riquezas. *
Este sistema falso se basa en estas palabras: «confiésalo, decláralo y recíbelo».
No bíblico. Es un conjunto de doctrinas no sistemáticas, de ciertos
grupos neopentecostales, y tristemente injertado en la mayoría de las Iglesias en
Latinoamérica. Síntomas: consideran que la prosperidad económica y el éxito en
los negocios es el plan de Dios para la vida de todas las personas (muy parecido
al sueño americano). El centro es el hombre y la gloria del hombre. Yo no estoy
en contra de la prosperidad en un contexto bíblico, pero sí de que se utilice el
púlpito para hablar de algo que no sea Cristo. No les hables a las personas de
cómo alcanzar sus sueños, “que en la mayoría no son siquiera bíblicos”; son
egocéntricos, no tienen que ver ni con la Gran comisión, ni con Cristo. Habla de
Cristo, de su gloria, de su muerte, de su resurrección. Esta doctrina utiliza un
sinnúmero de pasajes y los expone fuera de contexto para manipular a las
personas. Dentro de los pasajes mal utilizados se encuentran: Filipenses 4:13,
Jeremías 29:11 y Romanos 4:17. Este último texto de Romanos no refleja un
atributo humano, más bien es un atributo reservado de Dios. Dios Creador,
Omnisciente, Todopoderoso y Omnipresente. Otro síntoma es “Declaraditis
Aguditis” Esto ocurre cuando todo el tiempo una persona vive declarando los
deseos del corazón y nada ocurre (hay personas que declaran con la mejor
intención, pero si declaramos algo que no estamos llamados a declarar solo
perdemos el tiempo). Nosotros, sí tenemos la autoridad para declarar, pero solo
declarar el Evangelio para salvación y la suficiencia de las Escrituras. Esta
doctrina de “Yo Declaro” no tiene ninguna base bíblica. De hecho esta doctrina
es muy peligrosa porque nos lleva a mentir, a engañar a las personas y a mandar
a Dios. Jesús siendo Dios, no declaraba o le ordenaba a Dios Padre, sino que le
rogaba y le suplicaba (Mateo 26:39), (Hechos 5:7). Santiago 4:15 y Filipenses
4:6 nos muestran un claro ejemplo de cómo debemos orar y dirigirnos a Dios.
Santiago 4:15 Nueva Versión Internacional (NVI):
Más bien, debieran decir: «Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o
aquello».
Filipenses 4:6
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de
Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.
En vez de declarar tanto, porque mejor no pedimos con súplicas y ruegos. El
pedir no es pecado. Dios dice que le pidamos. Pero con sabiduría, y cuando no
recibimos es porque pedimos con mala intención.
Santiago 4:2-3
Desean algo y no lo consiguen. Matan y sienten envidia, y no pueden obtener lo
que quieren. Riñen y se hacen la guerra. No tienen, porque no piden. Y cuando
piden, no reciben porque piden con malas intenciones, para satisfacer sus
propias pasiones.
Si vamos a pedir, primero evaluemos nuestras intenciones y examinemos si son
para el avance del reino y para la gloria de Dios.
Sobre la prosperidad:
El apóstol Pablo no tuvo problemas en sacar unas letras de sus cartas para
desearle un bienestar integral a su Iglesia. Pablo cuando decía paz (Shalom) no
se refería a ausencia de conflictos, sino a ser prósperos y a sobrepasar las
adversidades en todas las áreas de sus vidas. Pero Pablo no predicaba de
“Shalom para tu vida ahora”, sino que predicaba de arrepentimiento, de la cruz,
del camino angosto que llevan los creyentes y de la gracia de Dios para nosotros.
La prosperidad económica no debe ser el tema central de la Iglesia; este es el
tema central del mundo: pobreza y riqueza. El tema de la Biblia no es este. El
tema de la Biblia es la gloria de Dios, es la cruz, es la gracia, es el Evangelio.
Es Cristo.
¿Deseas tratar este asunto en un contexto bíblico, de una vez y por todas?
Debes de orar así:
Señor, tú eres el único que conoce las profundas intenciones de mi corazón. Sé
que mi posición social es secundaria en tus asuntos, tú tienes el derecho y la
soberanía de hacer conmigo como te place. Por eso clamo de esta forma. Tú, a tu
manera has prometido cubrir todas mis necesidades, por eso esta petición no es
con base en mis necesidades, sino con base en tu gloria y en tu reino. Tú me has
puesto planes y metas que llevan tu nombre. Si tú entiendes que mi vida te va a
dar gloria y mi corazón no se va a corromper estando yo en pobreza, pues, hazme
muy pobre. Pero si entiendes que es teniendo mucho dinero de la forma en que
más te voy a glorificar y mi corazón no se va a corromper, hazme rico. Pero,
Señor, si entiendes que es de esta forma como la que estoy ahora, la forma que
necesitas para que tu nombre sea exaltado y yo no peque contra ti, déjame así.
Pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya. ¡Amén!
6. El ébola de la “hipergracia”: Es la doctrina que enseña que Dios no castiga a
nadie. Síntomas: Las personas piensan que Él es supremamente amoroso para
castigar a alguien. Esta doctrina promueve que el infierno no existe. Por lo cual
desfigura el real concepto del amor de Dios. Siendo el primer paso para
abrazar el universalismo o el ecumenismo. ¿Qué es esto? Es el concepto que
sale del sistema católico papal, el cual expresa que necesitamos unirnos y
buscar la paz, sin importar la religión. Muy parecido a las intenciones que
tuvieron los humanos cuando se unieron para construir la Torre de Babel
(Génesis 11)
7. El cáncer del legalismo o moralismo: (El legalismo a menudo es muy
confundido con la doctrina de la santidad). El pastor Sugel Michelen da una
buena aclaración sobre este asunto. Él dice que muchos piensan que
preocuparse por la santidad personal es legalismo. ERROR. Muchos piensan
que vivir haciendo el bien, o sea, vivir por fe y obedecer a Dios es legalismo.
ERROR. Nosotros somos guiados por la ley del Espíritu que mora en nosotros y
es por medio de Él que vivimos para Dios. Restringir nuestra libertad por amor
a Dios por el cuidado de nuestros pensamientos o para no ser piedra de
tropiezo a otros no es legalismo. ERROR. Muchos viven “a lo loco” y dicen; es
que Dios me ama, y no piensan en las consecuencias de su forma de vivir en los
demás (Esto es egoísmo disfrazado de religiosidad). Síntomas: El legalismo es
el intento de ganar el favor de Dios a través de nuestra obediencia. El legalista
no descansa en la obra perfecta de Cristo para vivir.
8. El ántrax del dominialismo: Es el concepto clásico de teocracia o del “reino
ahora”, que se viene escuchando desde varias décadas. En resumen es un
concepto que se divide en dos ramas. Síntomas: El primer síntoma dice que ya
Cristo vino y no viene más y que debemos gobernar la tierra. Y el otro es que
Cristo viene, pero debemos gobernar la tierra, cultural y políticamente
hablando, para preparar su llegada.
9. La amputación del hipercalvinismo o fatalismo: El hipercalvinismo no es lo
mismo que el calvinismo. El calvinismo es una doctrina sana que sale de la
Biblia y está representada por Juan Calvino. El calvinismo es lo que toda
Iglesia sana cree sobre la salvación, elección, oración, predicación,
justificación, santidad, etc. Pero el hipercalvinismo es una verdad llevada al
extremo. Y es muy peligrosa. Síntomas: El hipercalvinismo cree que como
Dios es soberano, nosotros no tenemos que hacer nada. Dios lo hace todo. Yo
me quedo en el sofá de mi casa y Dios que bregue. Eso es herejía. En la Biblia
hay dos verdades que coexisten: Dios es soberano, pero dentro de su soberanía
nos manda a predicar su Palabra. La Biblia dice: “¿Cómo creerán si no hay
quien les predique?”, Romanos 10. Además, el hipercalvinismo no fomenta la
oración, sino que dice: “Dios es omnisciente; Él sabe lo que va a pasar, así que
no oro”. Jesús siendo Dios, en su ministerio terrenal nunca dejó de orar por sí
mismo ni dejo de interceder por sus discípulos (Vean Juan 17). De hecho sus
discípulos no le pidieron a Jesús: “¡Jesús enséñanos a sacar demonios o a
predicar!”, sino que le dijeron: “Maestro, enséñanos a orar” (Lucas 11:1).
Nuestras oraciones tienen que salir de Su corazón. De Su Palabra. Dios jamás
se va a sujetar a seres finitos, egoístas y caprichosos; pero si está dentro de su
plan, toda oración es contestada; si pedimos conforme a su voluntad, Él nos
escucha (1 Juan 5:15). Dios no es indiferente a las necesidades de su pueblo y
anhela que ores, que ruegues e intercedas conforme a su Palabra. Un cristiano
que no ora tarde o temprano será arrastrado por su orgullo. El hipercalvinismo
solo es orgullo disfrazado de religiosidad. Dice creer en la suficiencia de Dios,
pero no hace nada de lo que la Biblia dice. Eso es vagancia, eso es querer
entrar por la puerta angosta, pero hacer esa puerta conforme a mi necesidad y
comodidad.
10. La diabetes del arminianismo: Este es el otro extremo peligroso contrario al
hipercalvinismo. Síntomas: El arminianismo es una locura teológica que dice
que la salvación depende de nuestras obras, que nosotros por nuestro deseo
algún día podemos buscar a Dios para salvación sin su intervención, que su
elección depende de nuestras acciones, que somos capaces de mantener la
salvación, que la fe es de nosotros y no de Dios, que la expiación no es
completa y que a su obra de salvación le falta nuestra obra para ser consumada.
Señala que la gracia de Dios podemos resistirla y rechazarla, recayendo en el
punto de que la salvación está en nosotros y no en Dios (todos estos
pensamientos son herejías antibíblicas). El único que pudo sostener el peso y el
costo de la salvación, soportando la ira sobrenatural de Dios, fue Cristo. Pensar
que por nuestros méritos podemos mantener el peso de esta salvación es muy
finito.
11. La peste negra de la falta de predicación expositiva: Primeramente ¿Qué es
predicación expositiva? De una manera simple, la predicación expositiva es la
predicación que muestra la Biblia. La Biblia dice en el Salmo 119:130: La
exposición de tus palabras alumbra; hace entender a los simples.
La exposición de su Palabra alumbra. No la exposición de mis palabras. Mis
palabras pueden impresionar y motivar, pero jamás alumbrarán a aquellas almas
que están en oscuridad o entenebrecidas. Es a través de una fiel exposición de
las Escrituras que las personas simples y humildes podrán comprender y creer el
Evangelio bíblico. La Biblia es explícita en decir que la fe viene por el oír, pero
no es el oír la opinión personal del predicador, o la experiencia del predicador,
sino el oír la Palabra de Dios. Un buen ejemplo lo vemos en:
Juan 8:25-26:
…Pero el que me envió es veraz, y lo que le he oído decir es lo mismo que le
repito al mundo.
…no hago nada por mi propia cuenta, sino que hablo conforme a lo que el
Padre me ha enseñado.
Si Jesús, siendo la segunda persona de la Trinidad y perfecto en todo el sentido
no habló una opinión personal en su ministerio terrenal. ¿Qué va a ser de
nosotros, que somos finitos de mentes? El apóstol Pablo es claro: “Sean
imitadores de mí como yo de Cristo”; o sea, imitemos a Cristo. Y en este
contexto vemos a Jesús exponiendo las palabras del Padre. Por la gracia de Dios
tenemos la Palabra de Dios. Es hora de hablar, pensar y razonar la Palabra de
Dios. La predicación expositiva busca que el predicador se dedique al estudio
sistemático de las Escrituras. Con una hermenéutica y exégesis saludable para la
preparación de un bosquejo expositivo que apunte en todo momento a Cristo
Jesús y su gloria, no al hombre. Síntoma: La falta de exposición lanza al
predicador a construir un tema, buscando un verso que sustente el tema (sin
importar el contexto). Nosotros por el contrario, debemos ir a las Escrituras, ya
que son las Escrituras las que construyen el tema y el límite del tema. El
expositor va al texto en su contexto, analiza la audiencia de aquel tiempo y las
implicaciones enseñadas y entonces desarrolla la exposición con las
implicaciones en este tiempo.
12. El veneno tóxico del feminismo:
Este movimiento no solo ha destruido el diseño hermoso de Dios para la mujer
en la Iglesia, sino también en el hogar. AUNQUE TRADICIONALMENTE LAS
MUJERES han cumplido papeles de apoyo al momento de servir en la Iglesia y
han encontrado su gozo más grande y el sentido de logro al ser esposas y madres,
el movimiento feminista ha influenciado con éxito a muchas mujeres para que
abandonen estos papeles. Infortunadamente, este movimiento se ha infiltrado aun
en la Iglesia, creando caos y confusión con respecto al papel de las mujeres,
tanto en el ministerio como en el hogar. Solamente en la Escritura puede
encontrarse el diseño de Dios establecido para las mujeres. * Desde el comienzo
de la Iglesia cristiana vemos como las mujeres cumplieron un papel vital
(Hechos 1:12-14; 9:36- 42; 16:13-15; 17:1-4, 10-12; 18:1-2, 18, 24-28; Ro. 16;
1 Co. 16:19; 2 Ti. 1:5; 4:19), pero no fue un papel de liderazgo. Todos los
apóstoles fueron hombres, su principal actividad misionera fue llevada a cabo
por hombres; la escritura del Nuevo Testamento fue el trabajo de hombres; y el
liderazgo en las iglesias fue encomendado a hombres. Aunque el apóstol Pablo
respetaba a las mujeres y trabajaba hombro a hombro con ellas para la extensión
del Evangelio (Ro. 16; Fil. 4:3), él no estableció a ninguna mujer como anciano o
pastor. En sus epístolas, él instó a que los hombres fueran los líderes en la
Iglesia y que las mujeres no debían enseñar o ejercer autoridad sobre los
hombres (1 Ti. 2:12). Por tanto, aunque espiritualmente las mujeres están al
mismo nivel que los hombres, y el ministerio de las mujeres es esencial para el
cuerpo de Cristo, las mujeres están excluidas del liderazgo sobre los hombres en
la Iglesia. Los hombres y las mujeres están al mismo nivel delante de Dios,
ambos llevan la imagen de Dios mismo, no obstante, sin hacer uno inferior al
otro, Dios llama tanto a los hombres como a las mujeres a cumplir los papeles y
responsabilidades específicamente diseñados para ellos; un patrón que puede ser
visto aún en la Trinidad (1 Co. 11:3). Al cumplir los papeles divinamente dados
y enseñados en el Nuevo Testamento, las mujeres son capaces de alcanzar su
potencial más alto porque están siguiendo el plan de su propio Creador y
Diseñador. Solamente en obediencia a Él y su diseño, podrán las mujeres ser
verdaderamente capaces, en el sentido más amplio, de dar gloria a Dios. *
También existen otras enfermedades, pero si las mencionara todas, tendría que escribir
“De vuelta al Libro 2” (mmm…, no suena mal la idea).

Iglesias culturales
No todas las iglesias afectadas por algunas de estas enfermedades son construidas por
falsos profetas. Existen muchos buenos pastores que se han alejado tanto de la Palabra
que ya no saben distinguir entre lo que es de Dios y lo que no lo es. Lo que es tradicional
de lo que es bíblico. Muchos pastores están en modo de robots, acostumbrados pero no
alumbrados. Todas estas enfermedades son un atentado directo a Dios y al crecimiento
de la Iglesia. Lo interesante y triste es que estas amenazas para la Iglesia y para el
creyente provienen de la Iglesia misma.
El problema más grande de la Iglesia hoy en día, es que hemos hecho nuestra
Iglesia y no la Iglesia de Dios.
¿Cuáles son las consecuencias de estas enfermedades?
Mi esposa Rosa escribe lo siguiente sobre esto: “Pasajes de la Biblia sacados fuera de
contexto son utilizados para enseñar mensajes antibíblicos y humanistas. La ausencia o
el poco conocimiento de la Palabra nos han lanzado a ser como las olas del mar, y
nuestras convicciones cada vez son más débiles o ausentes. Ya no reconocemos la
verdad. No nos interesa saber la verdad. Vemos la apostasía, la destrucción de la
familia. Entre otras consecuencias. Pero así como la enfermedad vino de la Iglesia,
también la Iglesia tiene en sus manos el antídoto para sanar estas enfermedades. Es
necesario y urgente que examinemos nuestras vidas, hogares, iglesias y ministerios a la
luz de las Escrituras. Que volvamos a la Palabra, la cual es suficiente y es la única que
verdaderamente puede transformar cada persona que se exponga a ella. Este capítulo es
un llamado a abrir nuestros ojos y mirar lo que está ocurriendo en nosotros o frente a
nuestros ojos y ver qué está debilitando y destruyendo la Iglesia. Es un llamado a
observar detenidamente en todos los ángulos lo que creemos, lo que hacemos y en dónde
está basada nuestra fe y forma de vida. Es un llamado a regresar a la Palabra”.

No es Juzgar, pero sí evaluar


Mi intención no es juzgar a las iglesias, más bien es un llamado a evaluar nuestra vida a
la luz de las Escrituras. Dios no busca una Iglesia perfecta, Él busca o desea una Iglesia
sincera, una Iglesia conforme a su corazón.
Debemos de hacernos estas preguntas:
¿Cuál es la Iglesia que Dios desea?
¿Cuál es el desafío más grande de la Iglesia hoy en día?
¿Qué es la Iglesia?
¿Cuál es el verdadero problema de la Iglesia?
¿Para qué es la Iglesia?
¿Lo que buscamos en una Iglesia, es lo que Dios busca de su Iglesia?
¿Las iglesias conocen su fe?
¿Qué es realmente la fe?
¿Cuál es el objetivo de la Iglesia?
¿Cuáles son las marcas que distinguen a su Iglesia?
¿Qué características tiene una Iglesia saludable?
¿Qué es una Iglesia bíblica?
¿Qué desea Dios de nosotros?
¿Por qué es tan importante el saber esto?
¿Por qué en el ámbito mundial se ha levantado un gran despertar para que la
Iglesia conozca las Escrituras?
¿Estas son las preguntas que nos hacemos a la hora de buscar o evaluar nuestra
Iglesia?
Muchos, cuando buscan una iglesia, la buscan por razones
equivocadas.
Muchos buscan una iglesia que tenga todos los instrumentos para adorar y sobre
todo un piano.
Otros buscan una iglesia que los haga sentir bien.
Otros buscan una iglesia con un ministerio de niños bien grande.
Muchos buscan un Starbucks, la iglesia tiene que tener un buen café para
quedarme. A propósito, ¿dónde está mi taza?
Muchos buscan un pastor con una gran personalidad.
Otros dicen, la iglesia me encanta, es bien bíblica, pero no voy a ir más
porque no tengo personas de mi edad.
Otros buscan una iglesia grande porque en las iglesias grandes sin duda Dios
está. Si la iglesia no es como el hotel Burj Al Arab de Dubai, no voy.
Otros buscan una iglesia donde hablen en lenguas (Aunque no entiendan lo que
se dice).
Otros buscan una iglesia donde toquen la música a lo Pavarotti.
Esto me ha pasado. Unos me dicen; ¡Guao! ¡qué servicio espectacular!, ¡qué
experiencia tan increíble! Y yo le pregunto, ¿qué aprendiste de las Escrituras?
Y la persona me dice: ¡deja que te cuente!, y me dice mil experiencias
sobrenaturales y emocionales. Y luego le pregunto: ¿qué textos utilizaron?, y me
dice uno bien bonito.
Otros dicen: Yo busco una iglesia rápida y furiosa; que griten mucho, pero que
el servicio dure poco.
Puedo seguir citando ejemplos de las razones erróneas por las cuales algunos buscan una
iglesia. Muchas de estas cosas suenan bien, pero no pueden ser la razón principal para
buscar una iglesia.

¿Cuál es esa Iglesia fit? ¿Cuáles son esas características


que la definen?
En las Escrituras vemos que existe un sinnúmero de características que definen a una
Iglesia sana. Pero solo voy a mencionar dos tipos de características. Las voy a clasificar
como características generales y específicas.
Características:
Vamos al libro de Hechos donde vemos la Iglesia de Dios en sus comienzos. Lucas, el
autor de esta carta, fue amigo cercano del Apóstol Pablo y escribió esta segunda dirigida
a Teófilo. Este libro registra la historia de la Iglesia primitiva, su caminar y cómo Dios,
a través de su Espíritu, hacía notar su obra en la vida de los apóstoles.
Hechos relata:
La ascensión de Jesús.
El nacimiento de la Iglesia el día de Pentecostés.
La predicación de Pablo en Roma.
El esparcimiento del Evangelio y el crecimiento de la Iglesia.
La oposición que enfrentaba la Iglesia continuamente.
Entre muchos otros. Cada uno de estos datos registrados en esta carta nos beneficia hoy
en día para comprender nuestro llamado como Iglesia colectiva e individual, y nos da un
mejor panorama de los retos que debe enfrentar una Iglesia sana.
Leamos Hechos 2: 42-47:
42
Se mantenían firmes en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión, en el
partimiento del pan y en la oración.44 Todos los creyentes estaban juntos y tenían todo
en común: 45 vendían sus propiedades y posesiones, y compartían sus bienes entre sí
según la necesidad de cada uno. 46 No dejaban de reunirse en el templo ni un solo día.
De casa en casa partían el pan y compartían la comida con alegría y
generosidad,47 alabando a Dios y disfrutando de la estimación general del pueblo. Y
cada día el Señor añadía al grupo los que iban siendo salvos.
Las características generales de una Iglesia saludable son:
1. Una Iglesia firme en las enseñanzas de la Palabra.
2. Una Iglesia unida, en comunión.
3. Una Iglesia que ora de forma bíblica.
4. Una Iglesia que se congrega a diario (En las casas y en todo lugar, gozaban de
una diaria y buena relación entre hermanos).
5. La Iglesia no se limita en dar para la obra, se ayudaban entre sí.
6. Una Iglesia perseverante.
7. Una Iglesia humilde.
Como resultado, Dios añadía al grupo los que iban siendo salvos. No a causa de la
manipulación o estrategias humanas y psicológicas, sino que Dios añadía. Aquí vemos
siete características generales que debe tener toda Iglesia saludable (recordemos que la
Iglesia somos nosotros). Para mostrar las características específicas, me gustaría
introducirlos al comienzo de una de las iglesias que fundó el Apóstol Pablo. La Iglesia
de Tesalónica.
Comencemos con Pablo, fundador de la Iglesia en Tesalónica. En el libro de Hechos, en
el capítulo nueve, Lucas relata la conversión de uno de los principales perseguidores de
la iglesia de Cristo en aquel tiempo llamado Saulo de Tarso, luego conocido como
Pablo. Un hombre religioso, irreprensible e irreprochable ante la ley, tuvo un encuentro
sobrenatural con Jesús. Pablo, a raíz de ese encuentro, se le conoció como el último de
los apóstoles, dicho por sus propias palabras: injertado como un abortivo, pero
escogido para esa obra desde antes de la fundación del mundo. Para que entiendan la
importancia de la vida de Pablo, si Pablo no existiera la mayoría del nuevo testamento
tampoco existiría. Pablo, conocido también como el “Apóstol de los gentiles” hizo tres
viajes misioneros, entrando en Asia Menor, Macedonia y Grecia, y fundando iglesias por
toda esa región. Todas estas iglesias tenían diferentes problemas, pero cada una de ellas
era marcada por el amor incondicional de Dios.
El pastor Miguel Núñez, en uno de sus discursos en su iglesia, dijo que a pesar de todos
los pecados y situaciones que tenía la Iglesia, el Apóstol Pablo las llamaba amadas; al
comienzo de cada una de las cartas podemos ver esta expresión (excepto en la carta a
los Gálatas, donde Pablo entró con mucha rudeza)*.
Esto solo refleja el amor incondicional de Dios.
Las Iglesias en la Biblia
Todas las iglesias que muestra la Biblia reflejan la problemática que siempre tendría la
Iglesia durante todos los siglos después de su fundación. Estos problemas nos persiguen
hasta el día de hoy. De hecho, en el libro de Apocalipsis escrito por el apóstol Juan,
menciona siete iglesias en Asia. Estas iglesias no están por casualidad. Al estudiarlas
nos hace meditar en lo que debemos hacer y en lo que no debemos hacer.
La Iglesia de Éfeso: Que representa hoy en día la Iglesia de un buen
comienzo, perseverante, sufrida y trabajadora, que no desmayaba. Pero luego se
convirtió en una Iglesia robótica o mecánica, en una Iglesia monótona; la Iglesia
que abandonó su primer amor y propósito, la Iglesia que se desvió.
La Iglesia de Esmirna: Que representa hoy en día la Iglesia perseguida a
mayor escala, una Iglesia de gran tribulación (En este sentido, así deben de ser
en todas las iglesias hoy en día).
La Iglesia Pérgamo: Que representa hoy día la Iglesia con una hipergracia o
gracia de cartón, con pecados sexuales e idolatría dentro de ella. Una iglesia
egoísta. Es una iglesia apóstata.
La Iglesia Taitira: Que un principio representó una Iglesia de amor, fe y
servicio, pero luego es dominada por el sistema de pensamiento de este mundo
y no por la Palabra de Dios; una Iglesia arrastrada por sus pecados, marcada
por el desorden, llena de falsedad y fuera del principio de autoridad.
La Iglesia Sardis: Que representa la Iglesia legalista, que depende de ella y
su esfuerzo para alcanzar la salvación. Una iglesia que duerme.
La Iglesia Filadelfia: Que representa la Iglesia débil, pero débil en buen
sentido. A lo que me refiero es que no es fuerte en sí misma, es totalmente
dependiente de Dios. No es orgullosa, es una Iglesia obediente, que no hace
nada sin antes orar.
La Iglesia Laodicea: Esta es la Iglesia hipócrita, es la Iglesia que es
arrastrada por cualquier doctrina, no importa si es de Cristo o no; lo que le
interesa es el favor de las personas. Esta es la Iglesia que le da náuseas a Dios.

El trabajo de Pablo en las iglesias que Dios le encargó


Dentro del trabajo apostólico estaba el instruir y corregir las iglesias para la sana
edificación. Miremos algunas de las cartas escritas por Pablo.
La carta a la Iglesia en Roma: Pablo aclara el tema de la condenación y la
justificación; habla de santificación, de restauración, de la conducta de los
justos, y expone de forma más clara el tema de la elección y predestinación.
Las cartas a los Corintios: Pablo les habla de los beneficios de ser santos,
de las divisiones en las iglesias, de la necesidad de la unidad y del servicio; de
la inmoralidad en la Iglesia, del matrimonio, de la libertad en la Iglesia, de la
adoración, de los dones, de la Cena del Señor, de la esperanza de la Iglesia y
de la mayordomía.
La carta a los Gálatas: Pablo habla de la justificación, de la disciplina, de
su autoridad apostólica (Ya que siempre Pablo fue cuestionado por su
apostolado, es debido a que decían que violentaba los requisitos puestos por
Dios para ser un apóstol, los cuales están en Hechos 1. Muchos no sabían que
Jesús mismo se le apareció y así cumplió con los requisitos). También habla de
la maldición de la ley, de la promesa del pacto, de los creyentes como hijos y
de la libertad, entre otros temas.
La carta a los Efesios: Pablo les habla de la predestinación en Cristo, de la
redención, de la herencia, de la nueva vida, de la unidad en Cristo. Les habla de
la plenitud de Dios a la vida fiel en la Iglesia, de la capacitación de Dios a sus
hijos, los principios para los miembros de las iglesias, de andar en amor, vivir
en la luz, de ser sobrios y andar en sabiduría, de los maridos y las esposas y sus
deberes, de las batallas del creyente y de las armaduras del creyente, entre
otros asuntos.
Y así por, consiguiente, vemos que cada una de las cartas tiene un por qué y un para qué.
¿Por qué es tan importante la Iglesia para Dios?
La Iglesia es la razón de la predicación, fue la razón de su muerte, de su resurrección, y
es la razón de su segunda venida. Dios le llama a su Iglesia su novia.
Dios expresa claramente el deseo de Él para con la Iglesia.
Efesios 5:25-27 Reina-Valera 1960 (RVR1960):
25
Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la Iglesia, y se entregó a
sí mismo por ella,26 para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua
por la Palabra,27 a fin de presentársela a sí mismo, una Iglesia gloriosa, que no
tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.
Siempre utilizamos este texto con respecto a las relaciones, pero este texto nos revela la
importancia y la pasión de Cristo por su Iglesia. Él la amó, para seguir amándola, Él la
santificó para seguir santificándola, Él la purificó a través de la Palabra, para seguir
purificándola por medio de la Palabra. El propósito de Dios con la Iglesia es separarla
cada día más del uso común, lavándola por la Palabra para hacerla una Iglesia gloriosa.
Vemos en la primera carta a los Tesalonicenses grandes elogios de parte de Pablo,
Silvano y Timoteo a esta Iglesia. En el primer reporte de Timoteo a Pablo, no se registra
ni una sola queja de la Iglesia. Esta Iglesia era motivo de alegría y agrado para Pablo,
por ende para Dios. Como dice John MacArthur, “En Efesios 4 se nos deja ver la Iglesia
ideal, pero en Tesalónica muestra cómo vive esa Iglesia ideal”. La Iglesia de Tesalónica
nos lleva a la práctica. * En Hechos, capítulo 17 vemos el comienzo de esta Iglesia que
hoy en día es un ejemplo para todos nosotros, es un modelo que debemos seguir.
Hechos 17:1-15 Nueva Traducción Viviente (NTV):
Pablo predica en Tesalónica:
17
Más tarde, Pablo y Silas pasaron por las ciudades de Anfípolis y Apolonia y
llegaron a Tesalónica donde había una sinagoga judía. 2 Como era su costumbre,
Pablo fue al servicio de la sinagoga y, durante tres días de descanso seguidos, usó las
Escrituras para razonar con la gente. 3 Explicó las profecías y demostró que el Mesías
tenía que sufrir y resucitar de los muertos. Decía: «Este Jesús, de quien les hablo, es
el Mesías». 4 Algunos judíos que escuchaban fueron persuadidos y se unieron a Pablo
y Silas, junto con muchos hombres griegos temerosos de Dios y un gran número de
mujeres prominentes.[a] 5 Entonces ciertos judíos tuvieron envidia y reunieron a unos
alborotadores de la plaza de mercado para que formaran una turba e iniciaran un
disturbio. Atacaron la casa de Jasón en busca de Pablo y Silas, a fin de sacarlos a
rastras y entregarlos a la multitud.[b] 6 Como no los encontraron allí, en su lugar
sacaron arrastrando a Jasón y a algunos de los otros creyentes[c] y los llevaron al
concejo de la ciudad. «Pablo y Silas han causado problemas por todo el mundo —
gritaban—, y ahora están aquí perturbando también nuestra ciudad.7 Y Jasón los ha
recibido en su casa. Todos ellos son culpables de traición contra el César porque
profesan lealtad a otro rey, llamado Jesús». 8 La gente de la ciudad y también los del
concejo de la ciudad quedaron totalmente confundidos por esas palabras. 9 Así que los
funcionarios obligaron a Jasón y a los otros creyentes a pagar una fianza y luego los
soltaron.
Pablo y Silas en Berea:
10
Esa misma noche, los creyentes enviaron a Pablo y a Silas a Berea. Cuando llegaron
allí, fueron a la sinagoga judía. 11 Los de Berea tenían una mentalidad más abierta que
los de Tesalónica y escucharon con entusiasmo el mensaje de Pablo. Día tras día
examinaban las Escrituras para ver si Pablo y Silas enseñaban la verdad. 12 Como
resultado, muchos judíos creyeron, como también lo hicieron muchos griegos
prominentes, tanto hombres como mujeres. 13 Cuando unos judíos de Tesalónica se
enteraron de que Pablo predicaba la Palabra de Dios en Berea, fueron allá y armaron
un alboroto. 14 Los creyentes enseguida tomaron medidas y enviaron a Pablo a la
costa, mientras que Silas y Timoteo permanecieron allí. 15 Los que acompañaban a
Pablo fueron con él hasta Atenas; luego regresaron a Berea con instrucciones para
Silas y Timoteo de que se apresuraran a unirse a él.
¿Qué podemos ver en el establecimiento de Tesalónica?
Una de las características más notables es que Pablo
Usaba las Escrituras para razonar con la gente (no el razonamiento o la sabiduría
humana).
Pablo creía en la suficiencia de las Escrituras. Una Iglesia saludable tiene que estar
establecida por una predicación saludable. Pablo explicó las profecías y demostró que
el Mesías tenía que sufrir y resucitar de los muertos. Decía: «Este Jesús, de quien les
hablo, es el Mesías» (predicación expositiva).
¿Cuál fue el resultado de esta predicación expositiva?
Algunos judíos que escuchaban fueron persuadidos y se unieron a Pablo y Silas, junto
con muchos hombres griegos temerosos de Dios y un gran número de mujeres
prominentes.
Esta predicación expositiva impactaba a personas de todo nivel social, que dejaron todo
y entregaron su vida a Cristo.

Una Iglesia saludable es una Iglesia entregada a Cristo.


Podemos observar persecución:
Entonces, ciertos judíos tuvieron envidia y reunieron a unos alborotadores de la plaza
de mercado para que formaran una turba e iniciaran un disturbio. Atacaron la casa de
Jasón en busca de Pablo y Silas, a fin de sacarlos a rastras y entregarlos a la
multitud.[b] 6 Como no los encontraron allí, en su lugar sacaron arrastrando a Jasón y
a algunos de los otros creyentes[c] y los llevaron al concejo de la ciudad.
Luego vemos cómo ellos salieron de Tesalónica y caminaron 40 millas aproximadamente
a Berea. Aquí, vemos un recibimiento completamente diferente:
Los de Berea tenían una mentalidad más abierta que los de Tesalónica y escucharon
con entusiasmo el mensaje de Pablo. Día tras día examinaban las Escrituras para ver
si Pablo y Silas enseñaban la verdad.
Aquí vemos la actitud de la audiencia: estaban prestos a escuchar y no había orgullo en
ellos. Día tras día examinaban para ver si lo que el predicador decía era cierto: aquí se
observa nuestra responsabilidad. Hoy en día no hacemos esto; esta es una de las razones
principales por la cual la Iglesia de hoy está enferma. Porque no se detiene a escuchar ni
analizar lo que la Biblia dice.
¿Qué podemos aprender y ver del establecimiento de esta Iglesia?
Dos aspectos:
Uno con respecto al liderato y otro con respecto al pueblo.
Sobre el liderato:
Pablo, y por consiguiente Silas y Timoteo, usaban las Escrituras para razonar (sus
consejos eran bíblicos y apuntaban siempre a Cristo). El liderato predicaba
expositivamente.
Sobre el pueblo:
Dejaban todo para entregarse a Cristo. Eran perseguidos por su causa. Tesalónica desde
su comienzo sufrió persecución, envidia, calumnias. Comenzó de manera muy diferente
de como muchos entienden que debe comenzar una Iglesia de Dios. La Iglesia fit es una
que vive para su gloria, que está dispuesta a dar su vida por la causa de Cristo; es una
Iglesia que se mueve y que se entrega por completo y sin limitaciones. Si vemos las siete
iglesias del libro de Apocalipsis, todas tuvieron un buen comienzo, pero un final
devastador. Tesalónica es un buen ejemplo de un principio lento (Pablo solo pudo estar
tres semanas), pero con un final increíble.
La Biblia dice en
Eclesiastés 7:8:
Vale más el fin de algo que su principio. Vale más la paciencia que la arrogancia.
No nos enfoquemos en la Iglesia que no somos, debemos enfocarnos en la Iglesia
que estamos llamados a ser, una Iglesia fit.

La salud de la Iglesia
Las características específicas de una Iglesia saludable
La salud de una Iglesia no se mide como medimos las cosas regularmente; la salud de
una Iglesia no se mide por el tamaño, o por la apariencia. Mark Denver en su libro Las 9
marcas de una Iglesia saludable, define la salud de una Iglesia por medio de la
predicación expositiva, llevar una teología bíblica, tener una comprensión clara del
Evangelio, de la conversión, del evangelismo y de cómo vivir y entender la membresía y
la disciplina de la Iglesia; por el crecimiento espiritual y el discipulado, por la
adoración bíblica y el liderazgo bíblico.
La Iglesia de Tesalónica es una que respondió al escuchar las buenas nuevas.

Una Iglesia fit es una Iglesia que responde


1 Tesalonicenses 1:3:
3
Les recordamos constantemente delante de nuestro Dios y Padre a causa de la obra
realizada por su fe, el trabajo motivado por su amor y la constancia sostenida por su
esperanza en nuestro Señor Jesucristo.
En el verso 3 observamos tres formas de cómo la Iglesia respondió al Evangelio.
1. Obra realizada por su fe.
2. El trabajo motivado por su amor.
3. La constancia sostenida por su esperanza en el Señor.
Esto me lleva a preguntar:
¿Qué tipo de fe tenía la Iglesia de Tesalónica? O mejor dicho, ¿realmente sabemos lo
que es fe? ¿Cómo es la fe de esta Iglesia?
La primera forma de su respuesta al Evangelio es:
la obra realizada por su fe.
Tesalónica nos refleja una fe bíblica y genuina.
¿Qué es una fe genuina?
En la Biblia vemos varios tipos de fe: la fe salvadora, la cual es dada por medio de
Cristo, Efesios 2:8-9. También vemos en Hebreos 10:26-39, la fe falsa, la cual tiene
apariencia de fe, imita la fe genuina, pero termina en retroceso; es como las olas que
vienen y van. Solo se mide por la emoción de un deseo y no por la convicción que da el
Evangelio. Y la fe genuina, la cual siempre genera obras como vemos en este verso
(obra realizada por su fe). Esta fe no es para ganarse la salvación, sino que es una fe
producto de su salvación. La salvación es solo por fe, por los méritos de Cristo, pero
esta fe no es una fe zombi, inmóvil o estéril, es fe que por sí misma ejerce y demanda
obras. Si nuestra fe realmente es depositada en Cristo, o sea, es genuina, esta fe se va a
caracterizar por frutos que el mismo Espíritu va a producir.
¿Cuál es la evidencia de una fe viva?
Las obras sinceras, generadas por su Espíritu en nosotros. Una fe depositada en Cristo es
inevitable que produzca obras.
Santiago 2:15-18
15
Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del
mantenimiento de cada día, 16 y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y
saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué
aprovecha? 17 Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.18 Pero alguno
dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi
fe por mis obras.
Mis obras jamás me van a salvar, pero la evidencia de la fe son las obras. Si nuestra
fe no produce obras, es hora de evaluar lo que creemos junto con las intenciones de
nuestro corazón.
Efesios 2:10 habla de estas obras. La evidencia de tu fe son las obras que está
produciendo el Espíritu de Dios en ti y en mí. Estas obras ya Dios las preparó de
antemano para que anduviésemos en ellas. La vida de frutos es la consecuencia natural
del nuevo nacimiento, y ellos, los tesalonicenses, estaban exhibiendo esas obras, esos
frutos. Timoteo vio la fe genuina en Tesalónica, vio el fruto de su conversión y las
características de unos verdaderos creyentes. No confundamos la fe genuina con la “Fa”
(fantasía) que vemos hoy en día. La fe es mucho más que un deseo caprichoso; la esencia
de la fe es una entrega radical a Cristo, a su señorío, a su causa, a su Palabra. No es
asunto de peticiones, sino de acciones y entrega. La fe es un asunto de entrega, de
adoración, de sacrificio para su gloria. Santiago 2:21 menciona un gran acto de fe por
parte de Abraham. Cuando ocurre esta acción de fe relatada en el libro de Génesis, no se
menciona como acto de fe en sí, por primera vez en las Escrituras se utiliza, más bien, la
palabra adoración para describir un acto de fe.
Génesis 22:5:
5
Entonces dijo Abraham a sus siervos: Esperad aquí con el asno, y yo y el muchacho
iremos hasta allí y adoraremos, y volveremos a vosotros.
Así, vemos como característica principal de la fe, obras de adoración, obras de entrega.
La fe de la que habla la Biblia trata de los asuntos del reino de Dios, de su gloria, de su
Hijo, de su poder y de su cruz. En todos los casos se trata de depositar nuestra fe en
Cristo. Depositar tu fe en Él realmente significa que has entendido, creído con todas tus
fuerzas, con toda tu alma y con todo tu corazón, que estás en las manos de Él. Y porque
estás en las manos de Él, le perteneces.
Puedes descansar porque Él siempre tendrá la dirección de tu vida. Dios sí va a hacer
algo por ti, indescriptible y deslumbrante, se llama la imagen de su Hijo. Esta es la
mayor bendición que podemos obtener. Les voy a dar un ejemplo más claro de lo que es
fe y los efectos de la “Fa” en la Iglesia hoy en día. Si hacemos una encuesta en todas las
Iglesias y preguntamos ¿Crees que Dios puede sanarte? yo les aseguro que el 100%
respondería que sí. Pero, yo no me atrevería a hacer una encuesta y preguntar, ¿estás
dispuesto a morir a causa de Cristo, a vivir entregado en su totalidad para el reino y para
su gloria? Se supone que si tenemos un conocimiento claro de la Palabra, y si somos
regenerados por su Palabra, ambas contestaciones serían las mismas: Sí; pero esto no es
una realidad hoy en día. El Evangelio ha sido distorsionado por completo. Las
enseñanzas son humanistas y el objetivo es la gloria del hombre y no la de Dios. Al
querer algo para mi vida, le llamamos fe. Pero el entregar algo por su vida, le llamamos
locura.

La fe genuina no está desligada de una entrega genuina a


Cristo
Hebreos 11:1-2:
Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se
ve. Gracias a ella fueron aprobados los antiguos.
Esto refleja que la fe no es un asunto de lo que Dios me pueda dar y ya; más bien es un
estilo de vida que refleja el carácter de aquel que profesa tal fe.
¿Cómo vemos reflejada la fe bíblica?
Hebreos 11:4:
4
Por la fe Abel ofreció a Dios un sacrificio más aceptable que el de Caín, por lo cual
recibió testimonio de ser justo, pues Dios aceptó su ofrenda. Y por la fe Abel, a pesar
de estar muerto, habla todavía.
Dos puntos importantes en este verso.
Por la fe ofreció a Dios (Vemos un acto de alabanza, no una petición).
El segundo punto es que el acto de Abel apuntó al acto de Cristo.
Hebreos 12:24:
y a Jesús, el mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la
sangre de Abel.
Tres características importantes de la fe genuina:
1. Es un acto de alabanza, adoración y entrega a Dios
Siempre mis acciones de fe deben apuntar a la causa de Cristo, al Reino de Dios y a sus
planes.
2. La fe trata de Jesús
Una diferencia marcada en la fe natural y la fe de Dios es que antes de Cristo teníamos
una fe egoísta y ahora tenemos una fe para su gloria.
3. La Fe es un asunto de carácter
Hebreos 11:32-40:
Por la fe:
Conquistaron reinos, hicieron justicia, cerraron bocas de leones, apagaron la furia de las
llamas y escaparon del filo de la espada, sacaron fuerzas de flaqueza; se mostraron
valientes en la guerra y pusieron en fuga a ejércitos extranjeros. Otros, en cambio, fueron
muertos a golpes, sufrieron la prueba de burlas y azotes, e incluso de cadenas y
cárceles. Otros fueron apedreados, aserrados por la mitad, asesinados a filo de espada,
anduvieron fugitivos de aquí para allá. Tenemos que tener mucho cuidado de cómo
interpretamos la fe; muchos solo asocian la fe con promesas, y sí, dentro de la fe existen
promesas, pero estas promesas; son para su gloria. La esencia de la fe no es lo que Dios
te puede dar, sino lo que Él ya nos dio en la cruz.

Movidos por las promesas, no por Dios


Las promesas de Dios son esenciales para la vida de fe de un creyente. En momentos de
aflicción nos sostienen y nos hacen recordar que Dios está en control; pero muchos
líderes han convertido las grandiosas promesas de Dios para todo el que cree, en
promesas finitas, iguales a los deseos de todos aquellos que no creen. Dios nos promete
en su Palabra, salvación, redención, misericordia, justificación, santificación, entre
muchas otras promesas. Estas promesas nos dan paz y gozo mientras vivimos la vida de
fe aquí en la tierra. Pero estas promesas para la mayoría de los creyentes son promesas
secundarias, cuando deberían ser una gran razón para perseverar en este camino angosto
y difícil que llevamos. La Iglesia de hoy es movida por promesas materiales e
individuales, que en la mayoría de los casos no son dadas por Dios, sino que son dadas
por nuestra propia concupiscencia. Todas y cada una de las promesas dadas por Dios en
la Biblia, tenían un objetivo claro: la gloria de Dios.
¿Cómo podemos evaluar si las promesas son nuestras o son dadas por Dios?
Lo primero que debemos evaluar es la intención de nuestro corazón.
¿La promesa es para la gloria de Dios?
¿O solo utilizamos a Dios como un amuleto para conquistar nuestro deseo?
¿Podemos exaltar a Jesús sin la promesa o estamos esperando la promesa
para vivir la vida que Dios nos ha llamado a vivir?
¿La promesa apunta a las Escrituras o no podemos ver la promesa que Dios
nos dio en las Escrituras?
Si descubres que la promesa era una un deseo egoísta en vez de una
promesa, ¿continuarías sirviendo a Dios para su gloria?
¿Lo que nos mueve a seguir a Dios es una promesa material o nos mueve la
persona de Cristo, su gloria y su pasión?
¿Qué libros buscas en una librería? Buscas libros con títulos tales como:
¿Cómo ser un campeón?, ¿Cómo alcanzar el éxito? ¿O buscas libros que te
ayuden a conocer el carácter de Dios, como por ejemplo: El Único Dios
verdadero, Pasión por la gloria de Dios o La Santidad Verdadera?
Yo creo en las promesas de Dios; de hecho este libro, por así decirlo, es una promesa,
pero mi vida de fe no depende de este libro, ni de su publicación, ni de que se venda o
no. Mi vida de fe solo depende de su gloria, de sus méritos y de sus atributos.
Lo que nos mueve a acudir a Cristo y vivir para Él, no puede ser una promesa material,
esto sería el equivalente a decir que seguimos a Dios para que nos dé algo a cambio y si
no nos da eso que pedimos o eso que “nos prometió”, pues dejamos de seguirle. Dios no
opera de esta forma, tal pensamiento es muy finito. Nosotros seguimos a Dios por que Él
nos llamó, porque Él es Dios, porque Él nos amó sin nosotros merecer ese amor y
porque Él dio todo en la cruz. Con o sin promesa, Él sigue siendo digno de adoración. Él
sigue siendo Dios. Cuando comprendamos lo ancho y profundo de su amor, cuando nos
deleitemos en sus atributos y la hermosura de la cruz, entonces entenderemos lo
maravilloso de sus promesas.
Habacuc 3:17-18 Reina-Valera 1960 (RVR1960):
17
Aunque la higuera no florezca, ni en las vides haya frutos, aunque falte el producto
del olivo, y los labrados no den mantenimiento, y las ovejas sean quitadas de la
majada, y no haya vacas en los corrales; 18con todo, yo me alegraré en Jehová, y me
gozaré en el Dios de mi salvación.
Principalmente, la fe no es asunto de recibir o no recibir promesas, la fe es el asunto de
su gloria. Las promesas pueden sostenernos en los momentos de debilidad y en los
momentos de aflicción como lo vemos en la vida del rey David y en la vida del apóstol
Pablo. Dos hombres que no vivían para su propia gloria, sino que únicamente para la
gloria de Dios; hombres que vivían haciendo la voluntad de Dios.
Charles Spurgeon decía:
“Las promesas de Dios son inmutables; Él ha firmado, confirmado y sellado cada una
de ellas”.
Tesalónica tenía una fe para la gloria de Dios, una fe genuina, la cual todos debemos
imitar.
Segunda característica de su respuesta al Evangelio
El trabajo motivado por su amor.
1 Corintios 13:1
[El amor] Si hablo en lenguas humanas y angelicales, pero no tengo amor, no soy más
que un metal que resuena o un platillo que hace ruido.
El amor es una decisión, es un compromiso, es un pacto y sobre todo, son acciones.
Cuando vemos que el Apóstol Pablo menciona la palabra amor, no podemos
interpretarlo con nuestro ideal de amor. Cuando una Iglesia amaba en el primer siglo,
amaba con un conocimiento claro del amor, en un contexto bíblico. Amaba a Dios y
amaba al prójimo en entrega total.
Tercera característica de su respuesta al Evangelio
La constancia sostenida por su esperanza en el Señor.
La constancia de esa Iglesia es muy distinta a la constancia que podemos ver hoy en día.
La constancia siempre va a depender de nuestra esperanza. Como es tu esperanza, será tu
constancia; donde pones tu esperanza es donde pones tu corazón. A la Iglesia de hoy en
día se le conoce por su inconsistencia, la Iglesia de hoy en día es como las olas que
vienen y van. Su inconsistencia es debida al hecho de sustituir por sus preferencias
personales los conceptos, doctrinas y principios bíblicos. Muchos, hoy en día, se
mueven de iglesia porque no le gusta algo de la iglesia: la música, el predicador, si
hablan mucho en la puerta, o porque no caminan de rodillas hasta el altar ni se flagelan.
Qué bochorno y tristeza me da, cuando comparamos la inconsistencia de nosotros con la
constancia de la Iglesia de Tesalónica. La Iglesia de Tesalónica no peleaba porque la
música estuvo muy alta, la Iglesia del primer siglo vivía el Evangelio, era consistente en
hacerle frente a la persecución. Ella era perseguida, martirizada y oprimida por llevar el
Evangelio, no por sentarse a ver un predicador.
1 Tesalonicenses 1:6 Nueva Versión Internacional (NVI):
6
Ustedes se hicieron imitadores nuestros y del Señor cuando, a pesar de mucho
sufrimiento, recibieron el mensaje con la alegría que infunde el Espíritu Santo.

Una Iglesia fit es una Iglesia que imita a Cristo


Una de las características de esta Iglesia era que imitaba a sus líderes, Pablo, Silvano y
Timoteo y por supuesto a Jesús. Muchos líderes cristianos son imitadores de modas y
tendencias del mundo, pero no de Jesús. Imitar a Jesús no va hacer fácil, pero su Espíritu
en nosotros desea fervientemente vivir esa vida. Cuando la Biblia habla de ser
imitadores, no trata del asunto de ser perfectos como Cristo, sino de seguir sus pasos por
medio de su Palabra. No es solo en la forma de predicar o en la forma de ver las cosas,
sino también en los sufrimientos y persecuciones. La Biblia dice que a nosotros no solo
se nos ha concedido el creer, sino también el padecer por Él. Esto debe ser un privilegio
y honor. Es interesante ver cómo a pesar del sufrimiento que experimentaban, el
Evangelio los llenó de alegría. Saturarnos de la Palabra no es ausencia de aflicción, sino
sabiduría en medio de la aflicción.

La Iglesia fit, se hace ejemplo para otras


1 Tesalonicenses 1:7 Nueva Versión Internacional (NVI):
7
De esta manera se constituyeron en ejemplo para todos los creyentes de Macedonia y
de Acaya.
¿Cómo fueron ejemplo? Siendo imitadores de Cristo. La palabra ejemplo aquí ilustrada
es la palabra griega que se utilizaba para describir un sello o la insignia de una moneda.
1 Tesalonicenses 1:8-9Nueva Versión Internacional (NVI):
8
Partiendo de ustedes, el mensaje del Señor se ha proclamado no solo en Macedonia y
en Acaya, sino en todo lugar; a tal punto se ha divulgado su fe en Dios que ya no es
necesario que nosotros digamos nada.
Otra forma en la cual la Iglesia fue ejemplo para todos, fue por su evangelismo bíblico.
No solo de palabras, sino de hechos, con su carácter, con sus buenas obras, con el
sacrificio y el servicio a otros. Era una Iglesia hospitalaria, entregada a servir. La
hospitalidad en aquel tiempo era muy importante en el carácter de un creyente. El
resultado fue que toda la capital escuchó el Evangelio, luego tuvo una expansión
nacional entre Macedonia y Acaya y una expansión internacional en los territorios de
Asia.
Otro punto por el cual esta Iglesia se hizo fit (saludable) es que llegó a tener un
arrepentimiento genuino. ¿Cómo se muestra?
Verso 9b:
…y de cómo se convirtieron a Dios dejando los ídolos para servir al Dios vivo y
verdadero.
La conversión que vemos en la Iglesia de Tesalónica es una genuina, por la obra del
Espíritu Santo. En la antigüedad, dejar el paganismo, las deidades y los dioses falsos no
era tan fácil. Hoy en día miles son maltratados y asesinados por sus familias al dejar su
religión musulmana y moverse al cristianismo. Pero les voy a dar un ejemplo más
americanizado debido a nuestra cultura anglosajona. Supongamos que toda tu vida llevas
trabajando en una barra, donde el pecado te asecha, y ahora Jesús puso convicción de
pecado en ti; y a pesar de los 8 mil dólares que te ganas mensualmente, decides dejarlo
todo y poner tu confianza en Él, sin tener otro trabajo estable. Eso es un ejemplo de
arrepentimiento. No es solo cambio de forma de pensar, sino también es alejarte del
pecado. Lo que antes amabas, Dios ha puesto en ti el deseo de aborrecerlo.

Una Iglesia fit tiene un liderato fit (conforme a la Palabra


de Dios)
¿Te imaginas contratar un servicio de entrenador personal y que el entrenador
personal este sobrepeso? No digo que el entrenador no pueda impactar la vida de la
persona que está entrenando debido a su conocimiento, pero no podemos negar que lo
que vemos también influye en nosotros. Un refrán dice que lo que decimos convence,
pero lo que hacemos arrastra.
1 Tesalonicenses 2:10:
10
Dios y ustedes me son testigos de que nos comportamos con ustedes los creyentes en
una forma santa, justa e irreprochable.
Esto nos sirve de ejemplo para establecer las tres características fundamentales de todo
líder saludable.
1. Comportamiento santo
Un comportamiento fuera del uso común, dedicado a la obra, viviendo separado para la
expansión del Evangelio y el crecimiento de la Iglesia (tenían un comportamiento
agradable a Dios). No quiere decir perfecto, pero sí dispuesto y sincero.
2. Justo
Un comportamiento que no buscaba lo suyo, sino el poder servir a su Iglesia y a otros.
3. Irreprochable
No había falsedad en ellos, sino que eran sinceros y transparentes.

Una Iglesia fit es una que le agrada a Dios en su forma de


vivir
Dios por gracia nos justifica, por medio de Cristo Jesús en nosotros, Él nos ve perfectos,
aprobados y obedientes. Pero esta grandiosa realidad no quita el hecho de que tenemos
un cuerpo de pecado y un alma que constantemente está recibiendo ataques pecaminosos.
Una cosa es nuestra posición en Cristo y otra es la vida que debemos llevar por causa de
esa posición en Cristo y por sus méritos. La acción de Dios en Cristo nos coloca en
posición correcta ante el Padre, y nuestras acciones en la tierra glorifican al Padre por
medio de nuestro comportamiento piadoso, el cual es un fruto para su gloria. El
propósito de Dios no basta con amarnos, Él desea que crezcamos en su amor; no basta
con tener fe, Él quiere que crezcamos en la fe; no basta con tener la santidad posicional,
Él quiere que crezcamos en santidad. Para que esto ocurra, necesitamos ser fortalecidos
interiormente por medio de su Palabra. Él desea que la Iglesia santa llegue a ser
intachable en santidad. Como ya explicamos, la santidad no es ausencia de pecado, sino
que es saturación de su presencia a través de su Palabra, la cual nos lleva a vivir una
vida para su gloria.

La voluntad de Dios para la Iglesia


1 Tesalonicenses 4:3-8:
3
La voluntad de Dios es que sean santificados; que se aparten de la inmoralidad
sexual; 4 que cada uno aprenda a controlar su propio cuerpo de una manera santa y
honrosa, 5 sin dejarse llevar por los malos deseos como hacen los paganos, que no
conocen a Dios; 6 y que nadie perjudique a su hermano ni se aproveche de él en este
asunto. El Señor castiga todo esto, como ya les hemos dicho y advertido. 7 Dios no nos
llamó a la impureza, sino a la santidad; 8 por tanto, el que rechaza estas instrucciones
no rechaza a un hombre sino a Dios, quien les da a ustedes su Espíritu Santo.
¿Cómo progresar en el modo de vivir?
1. Apartarnos de la inmoralidad sexual.
2. Ejercer el dominio propio, controlando el cuerpo para que honre a Dios.
3. No dejarnos llevar por los deseos de la carne.
4. No perjudicar ni aprovecharnos de nuestros hermanos en este asunto.
Y al final, Dios nos da la advertencia de vivir arrastrados por estos deseos, el castigo
(como un padre que disciplina a su hijo por amor). Es un castigo para llevarnos al
quebrantamiento y a salir de aquel estilo de vida (la Biblia dice que el que siembra para
la carne, cosecha corrupción; también dice que al que Dios toma por hijo, disciplina).
Dios no nos llamó a la impureza, sino a la santidad. (Lógico, ¿cómo Dios nos va a
llamar a vivir una vida desenfrenada? Es como si Dios te llamara para que vivas la
misma vida de la cual Él te sacó. Es ridículo pensar eso). Recordemos que Pablo les
está hablando a santos, escogidos y amados de Dios. Él nos muestra que la vida que
debemos llevar ahora la debemos llevar por el Espíritu. En aquel entonces había
personas que rechazaban estas instrucciones, disfrazándolas de otra forma. Pablo les
hace una muy fuerte advertencia. El que rechaza y no acepta estas instrucciones, no
rechaza al hombre sino a Dios. Y termina con la esperanza: El Espíritu Santo, quien nos
da la capacidad de poder cumplir con esto. Es Él viviendo a través de nosotros.
Durante años, la Iglesia legalista ha tratado de depender de sus propias fuerzas para
dejar todo lo profano, pero termina cayendo en lo mismo. Esa es la frustración de
muchos hermanos que se me acercan; muchos vienen de trasfondos legalistas. Yo les
explico que su mayor lucha no es el alejarse del pecado. Antes de que me digan hereje,
déjenme explicarles. Muchos de los no conversos, en ocasiones, tienen control de sus
emociones (fuerza de voluntad), pero aun así esto no glorifica a Dios, porque no tienen
el Espíritu de Dios, son enemigos de Dios aunque saben hacer cosas buenas.
Como dijo Dietrich Bonhoeffer:
“Ser un cristiano es menos acerca de evitar el pecado cautelosamente y más acerca
de hacer la voluntad de Dios valiente y activamente”.
Todo lo que somos y todo lo que podemos hacer que glorifique a Dios, es solo por los
méritos de Cristo y por su Espíritu que mora en nosotros.
Nuestra mayor lucha es ir, conocer, escudriñar y vivir en su Palabra. Es a través de la
llenura del Espíritu que podemos tener como fruto un dominio propio y alejarnos del
pecado. Son sus fuerzas y no las nuestras (la Biblia les dice a los que tienen el Espíritu,
sed llenos de su Espíritu; también a través del Evangelio nos muestra que separados de
Él, nada podemos hacer). El Espíritu Santo nos dirige a realizar la obra que,
humanamente hablando, no podemos realizar. Él nos dirige a morir a nosotros mismos
para vivir en santidad, para ejercer dominio propio, para no vivir bajo el control de la
carne, para no perjudicar a nuestro prójimo, para vivir del modo que agrada a Dios, para
animar exhortar y consolar a otros, para amarnos más los unos a los otros, para tener un
comportamiento santo, justo e irreprochable; jamás perfecto a causa de nuestro cuerpo,
pero sí sincero a causa de su Espíritu. Él nos dirige al arrepentimiento real y radical, a
evangelizar, a enseñar expositivamente, a recibir la enseñanza correctamente, a dejar y
entregar todo por su causa, a ser un ejemplo para otros, a tener una constancia sostenida
por la esperanza en el Señor, un trabajo motivado por su amor y una obra realizada por
su fe. Porque quien realmente vive, no somos nosotros, sino Él en nosotros (mas ya no
vivo yo; es Cristo quien vive en mi).

Dejemos la mala alimentación


La recomendación para estar fit y dejar de comer alimento chatarra, es saturarnos de su
Palabra, a través del estudio cuidadoso de las Escrituras, ejercitándonos en la oración,
entendido de una forma clara lo que es la predicación expositiva, la teología bíblica, la
comprensión del Evangelio, la conversión, el evangelismo, la membresía, la disciplina
de la Iglesia, el discipulado, la adoración y el liderazgo bíblico (contrario a una carrera
universitaria de cuatro años o más, el creyente nunca debe dejar de estudiar la Palabra
de Dios). A través de su Palabra viene el discernimiento, el carácter y la fortaleza. Esto
hará que realmente vivamos para Él, reflejando su imagen y su carácter en una fe genuina
y no de fantasía. Todos debemos tener como expectativa ser una Iglesia fit para su gloria.
Una Iglesia saludable es una Iglesia bíblica; una Iglesia que exalta a Cristo en todo los
sentidos.

3
Su Palabra ya no es suficiente
Vivimos lejos de Él

Si somos creyentes que buscamos a Dios solo para resolver nuestros problemas,
estamos realmente en un gran problema.

Hace alg ú n tiempo escuch é a mi pastor hablar del “ Dios bombero ” . Es una frase
jocosa que solo refleja las verdaderas intenciones de muchas personas que asisten los
domingos a la iglesia para que les resuelvan un problema. Solo aparecen cuando
necesitan que Dios intervenga en el fuego de las malas decisiones que han tomado. Los
creyentes no se pueden limitar a buscar a Dios para resolver sus problemas. Los
creyentes deben caminar con el Dios que tiene el control absoluto de sus vidas. Cuando
buscamos a alguien es porque ese alguien no est á en nuestra vida o est á distante. Buscar
a Dios en solo ciertas circunstancias, refleja una cosa: É l no ha tenido el espacio
suficiente en nuestra vida.
Necesitamos vivir en el consejo de Dios, pero para vivir en el consejo de Dios
debemos conocer el consejo de Dios.
Somos expertos buscando nuestras propias alternativas, nuestros m é todos, nuestras
propias interpretaciones para crear nuestros propios estilos de vida, nuestra propia
ideolog í a y nuestro propio dios. Esto solo refleja una cosa: Dios no es suficiente.
Hoy en d í a, en el á mbito mundial, las iglesias en su mayor í a, reflejan un escaso
inter é s por las Escrituras, estas (las Escrituras) ya no son la raz ó n, sino una
alternativa. La Iglesia no comprende que sin la Palabra de Dios jam á s conocer á a
Dios.
¿ Qu é tenemos hoy en d í a como suprema autoridad en las iglesias?
Nuevas revelaciones. Ahora los l í deres tienen supuestas nuevas revelaciones que
sustituyen y anulan las Escrituras. A las personas ya no les interesa saber qu é dice
Dios en su Palabra, ahora solo les interesa saber qu é dice el alegado profeta en la
Iglesia. Si lo que dice es b í blico o no es b í blico, no importa, lo que importa es que
su mensaje sea para m í y de paso me solucione mi problema. ¡ Yo, yo, yo! ¡ Qu é
porquer í a y qu é basura es esto! La soluci ó n a toda esta problem á tica y error en
que vivimos dentro y fuera de las iglesias se encuentra en la personade Jes ú s,y para
poder hablar de Jes ú s es inevitable hablar de su Palabra. No existe otra forma. No
puedo hablar de Dios si no hablo de su Palabra, no puedo hablar de su Palabra si no la
conozco, y si no la conozco existe la probabilidad de que cuando hable de ella, lo haga
en un contexto incorrecto.
Muchos, hoy en d í a, utilizan los p ú lpitos para dar una clase de flora y de fauna. Esto
no es hablar de Dios, esto es hablar de cosas creadas por Dios y cosas que apuntan a la
existencia de Dios. Esto est á lejos de unaexplicaci ó n de su conocimiento.Muchos
podemos decir que la creaci ó n misma habla de Dios y eso es cierto.
Salmos 19:1: “ Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la
obra de sus manos”
Podemos saber cosas de Dios a trav é s de la creaci ó n. Dios es un Dios grande, es un
Dios matem á tico, cient í fico, perfecto; Dios es complejo, Dios es libre. Podemos ver
muchas cosas de Dios en la creaci ó n, pero esto solo nos sirve para una cosa:
condenarnos. Porque todo lo creado refleja la existencia de un creador de modo que
nadie tiene excusa. El pastor Kevin Deyoung enuna de sus ense ñ anzas dijo lo siguiente:
“ La creación es suficiente para condenarnos, pero no es suficiente para salvarnos”.
As í que no podemos depender ú nicamente de la creaci ó n, sino de lo que dej ó Dios
como m á xima expresi ó n de su coraz ó n y su mente, lo que É l dej ó como suprema e
infalible autoridad puesta por É l aqu í en la tierra: su Palabra.
A trav é s de las Escrituras es como se encuentra al Salvador, no a trav é s de las
cosas creadas.
Juan 5:39 (RVR1960):
39 Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida
eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí…
Sin las Escrituras no tendr í amosla iluminaci ó n para conocer al Salvador hoy en d í a.

Las Escrituras son inspiradas, infalibles, supremas y son


suficientes.
Todos vivimos con la existencia de Dios, pero no todos vivimos con la conciencia de su
existencia. Una adecuada relaci ó n con Dios, depende de una adecuada relaci ó n con
las Escrituras. Si excluimos nuestra relaci ó n con las Escrituras jam á s tendremos una
relaci ó n real con Dios, por lo menos con el ú nicoDios verdadero.
¿Qué tan importante es la Biblia?
Muy a menudo la Biblia causa revuelo cuando es citada de una forma correcta. Hace un
poco m á s de quinientos a ñ os surgi ó un revuelo a causa de la Palabra: la Reforma
Protestante. Todo cristiano se supone que comprende esta parte fundamental del
cristianismo, ya que esto es lo que nos define y nos da una base como Iglesia de Cristo.
Las cinco solas, mencionadas en el capítulo anterior.
Las cinco solas es la denominación conjunta para cinco frases en latín que surgieron
durante la Reforma Protestante y resumen las creencias teológicas básicas de
los reformadores o protestantes que entraban en contraposición con la doctrina católica.
La palabra latina sola significa en español “solo” o “solamente”. Las
cinco solas expresaban cinco creencias fundamentales, que los reformadores (cristianos)
entendían como pilares esenciales para la vida y práctica cristianas.

Comparemos a Dios con su Palabra


Salmos 138:2 Reina-Valera 1960 (RVR1960):
Me postraré hacia tu santo templo, y alabaré tu nombre por tu misericordia y tu
fidelidad; porque has engrandecido tu nombre, y tu Palabra sobre todas las cosas.
Dios coloca al mismo nivel su nombre y su Palabra. La Bibliaexpresa en m ú ltiples
ocasiones un texto para describir a Dios y vemos otro texto con el mismo atributo para
describir su Palabra. Utilicemos este mismo texto. Las Escrituras afirman que Dios está
sobre toda las cosas y la misma Escritura afirma que su Palabra está sobre todas las
cosas (Dios trasciende y su Palabra también).
Las Escrituras afirman que Dios es eterno. La misma Escritura afirma que su Palabra
perdura para siempre (es eterna): Mateo 24:35.
Las Escrituras afirman que Dios es soberano. La misma Escritura nos
muestra que la Palabra del rey es soberana: Eclesiastés 8:4.
Las Escrituras afirman que Dios es justo. La misma Escritura afirma que la
Palabra es justa: Salmos 119:160.
Las Escrituras afirman que Dios es santo. La misma Escritura afirma que la
Palabra es santa: Jerem í as 23:9.
Las Escrituras afirman que Dios es verdadero. La misma Escritura afirma
que la Palabra es verdadera: Salmo 119:160.
Las Escrituras afirman que Dios es fiel. La misma Escritura afirma que la
Palabra es fiel: 1 Timoteo 1:15.
Las Escrituras afirman que Dios es nuestra esperanza. La misma Escritura
afirma que la Palabra es esperanza: Salmo 119:81.
El pastor John MacArthur en uno de sus artículos habla de algunas características
mencionadas acerca de la Palabra de Dios en el Salmo 19.
Salmos 19:7-9 (NVI):
7 La ley del SEÑOR es perfecta: infunde nuevo aliento. El mandato del SEÑOR es digno de
confianza: da sabiduría al sencillo. 8 Los preceptos del SEÑOR son rectos: traen alegría
al corazón.
El mandamiento del SEÑOR es claro: da luz a los ojos. 9 El temor del SEÑOR es puro:
permanece para siempre. Las sentencias del SEÑOR son verdaderas: todas ellas son
justas.
1. Perfecta
2. Confiable
3. Recta
4. Clara
5. Verdadera
Por otro lado, si leemos Romanos 1:16, vemos que el poder de Dios para salvación es
su Palabra. A la verdad, no me avergüenzo del Evangelio, pues es poder de Dios para
la salvación de todos los que creen: de los judíos primeramente, pero también de los
gentiles.

La Palabra de Dios es poder de Dios


No estamos hablando de algún poder calculable o de alguna fuerza humana. Hablamos
del poder de Dios. Pensemos por un segundo: si la Palabra de Dios es poder de Dios
para salvación, ¿por qué no vivimos como si su Palabra fuera suficiente?

La doctrina perdida de la suficiencia


Este es uno de los temas más atacados en la actualidad, pero si un tema es atacado es
porque debe ser de vital importancia. El ataque de este principio se remonta al ed é n.
La suficiencia a la Palabra en aquel entonces fue atacada por Satan á s. El
pensamiento que sembr ó Satan á s dio una alternativa viable a Eva. Ella solo sigui ó
esta opci ó n que se le brind ó , sin saber que con la aceptaci ó n de esta opci ó n, le
estaba diciendo a Dios: lo que me has dado no es suficiente. Dios le hab í a dado todo.
Cinco principios de las Escrituras
La suficiencia de las Escrituras es uno de cinco aspectos del principio de la Autoridad
de las Escrituras. De estos aspectos depende en gran manera la vida de fe que
llevaremos. El primer aspecto de este principio de la autoridad de las Escrituras es:
1. La inspiración de las Escrituras
2 Timoteo 3:16:
Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para
corregir, para instruir en justicia.
Las Escrituras apuntan a Cristo. Cristo siempre apunt ó a las Escrituras. Esto nunca se
debe cuestionar. Hoy en d í a sustituimos las Escrituras por las personas. Si una persona
dice algo de forma convincente, entonces es cierto; si el ministerio de una persona es
grande,pues Dios est á con é l; si una persona mencion ó a Cristo en su pr é dica, pues es
de Dios lo que me dijo.
Si una profec í a no sale de la Palabra de Dios o no apunta a la Palabra de Dios, no
es profec í a,sino fantas í a.
2. La supremacía o autoridad de las Escrituras
¿Qué nos muestra la supremacía en la vida práctica?
Si nuestra prioridad no es la Palabra, nuestra prioridad no es Dios. A menudo me
encuentro con varias objeciones en la iglesia:
Nos sujetamos a Dios, pero no al hombre que puso Dios.
Amo a Dios, pero no estoy de acuerdo con su Palabra.
Si esta es tuforma de pensar, al ú nico Dios que amas es al que miras por la ma ñ ana en
el espejo de tu ba ñ o.
Si amamos su Palabra entonces amamos a Dios, si amamos a Dios amamos su
Palabra. Es imposible salirnos de esta ecuaci ó n.
Para que Dios sea el Se ñ or de nuestras vidas, las Escrituras deben ser supremas en
nuestras vidas; debemos reconocer que la Bibliaes el ú nico libro con autoridad
suprema.
Consecuencias de vivir baja la autoridad de su Palabra
Dios le dio a Josué la fórmula del éxito para el trabajo al cual le llamó; en Josué 1:8,
Dios le dijo: “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de
noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está
escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien”.
3. La inerrancia
Mateo 5:18 (NTV):
Les digo la verdad, hasta que desaparezcan el cielo y la tierra, no desaparecerá ni el
más mínimo detalle de la ley de Dios hasta que su propósito se cumpla.
En la teología cristiana, la inerrancia de la Biblia es una doctrina que consiste
básicamente en la falta de error o de fallas en las Sagradas Escrituras. Al ser inspiradas
por Dios mismo, siempre dicen la verdad, y no se equivocan. Por lo anterior,
la Biblia es la máxima autoridad, tanto en temas doctrinales, como en temas morales. *
Por siglos, la inerrancia de las Escrituras ha sido objeto de controversia y ataques,
dando rienda suelta a herejes y a falsos profetas que motivan a las personas a dejar de
creer en la Palabra y a buscar nuevas revelaciones de Dios en los hombres.
4. La infalibilidad
Juan 17:17 (RVR1960):
Santifícalos en tu verdad; tu Palabra es verdad.
2 Timoteo 2:15Reina-Valera 1960 (RVR1960):
Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué
avergonzarse, que usa bien la Palabra de verdad.
Infalibilidad quiere decir que no puede fallar o que es segura. A menudo esta doctrina se
compara mucho con la doctrina de la inerrancia.
5. La suficiencia
2 Timoteo 3:16-17:
16 Toda la Escritura es inspirada por Dios y ú til para ense ñ ar, para reprender, para
corregir y para instruir en la justicia, 17 a fin de que el siervo de Dios est é
enteramente capacitado para toda buena obra.
Decir que las Escrituras son suficientes, significa que la Biblia es todo lo que
necesitamos para vivir una vida de fe y servicio para la gloria de Dios. El Salmo 19
dice que la Bibliaes “ perfecta ” ;ning ú n otro escrito es necesario. ¿ Si tenemos lo
perfecto, por qué buscamos y vivimos en lo imperfecto?
Vivir bajo la suficiencia es vivir para su gloria. Es por esta raz ó n que este principio es
tan atacado.

¿Cómo vemos el ataque a la suficiencia?


Hoy en día las profecías humanas han sustituido la Palabra de Dios. Han vuelto relativa
la suficiencia de la Escritura y han combinado la Escritura con cualquier cosa que suene
bonita y agradable. Ningún otro escrito, aunque venga del pastor más dedicado, o de
teólogo, o de Iglesia de cualquier denominación, puede reflejar o complementar la
Palabra de Dios*. Ahora en las iglesias se utilizan técnicas mundanas, métodos
psicológicos para atraer multitudes. Entretenimiento, revelaciones no bíblicas,
misticismo y consejería psicológica. Lo peor es que todos declaran que la Biblia y sus
preceptos no son adecuados para vivir la vida cristiana. Jesús dijo: “Mis ovejas oyen mi
voz y yo las conozco, y me siguen” (Juan 10:27). Su voz es todo lo que necesitamos oír,
y las Escrituras son Su voz, total y absolutamente suficiente (no hablo de no ser creativos
ni de no estudiar; hablo de no sustituir los principios de las Escrituras, de no sustituir la
voz de Dios por la voz de los principios de este mundo). Si eso ocurre estamos haciendo
lo mismo que hizo Eva en el edén (escuchar otra voz y obedecerla).
Por no vivir bajo la suficiencia de las Escrituras es que hoy en día la Iglesia está
perdida con las diferentes interpretaciones del rapto, el anticristo, el fin de los tiempos,
etc...
Por no vivir por la suficiencia de las Escrituras es que la Iglesia hoy en día es
ecuménica y no reformada.
Por no vivir bajo la suficiencia de las Escrituras es que todos están siendo arrastrados
por cualquier doctrina.
Por no vivir en la suficiencia de las Escrituras es que creemos en las herejes nuevas
revelaciones frescas de “dios”. Si Dios hoy en día estuviera dando nueva revelación,
como dirían en mi país, estaríamos fritos. No sabríamos nuestro futuro, o nuestro futuro
no estaría en manos de Dios, sino en manos de aquellos que tienen esa supuesta
revelación. La Biblia estaría incompleta. Cuando Dios habló dejó su evidencia. Se llama
la Biblia. Dios habla a nuestra vida hoy en día a través de su poder, o sea, de su Palabra,
de su Evangelio. No hay nueva revelación de Dios. En todo caso lo que podemos tener
luego de un arduo estudio sistemático, es iluminación de Dios por medio de su Espíritu;
la iluminación sale de las Escrituras y apunta a las Escrituras y sobre todo glorifica solo
al Dios de las Escrituras. Su voz es como un eco interminable. Sus Palabras aquí
escritas son eternas. Por eso necesitamos el discernimiento y la sabiduría para
comprender su Palabra. Cuantas veces he escuchado: La Biblia dice esto o aquello,
“pero eso ya no aplica a este tiempo”, ese texto o esa porción de las Escrituras eran para
los tiempos de antes. Como si Dios fuera hombre y cambiara de parecer. Esto nos lleva a
pensar que existe una deficiencia ministerial. Esta idea errada nos debe llevar a
examinar nuestros ministerios a la luz de las Escrituras. En el caso de los l í deres,
debemos ver nuestro liderato, nuestras relaciones, nuestra vida, nuestros trabajos,
nuestro dialecto, nuestros pensamientos, nuestras familias. TODO debemos verlo bajo el
filtro de las Escrituras.

¿Qué nos proporciona vivir bajo la suficiencia de la


Palabra de Dios?
¡ Todo! En las Escrituras encontramos que Dios nos da promesas, consuelo, esperanza,
dirección, propósito, discernimiento, sabidur í a, gozo, sustento, á nimo, sentido, fe,
valentía, nos da vida eterna a través de Cristo Jesús. Nos proporciona seguridad y
estabilidad, glorifica a Dios en su máxima expresión, nos proporciona el no ser
engañados o arrastrados por falsas doctrinas que al final terminan por desviarnos de la
verdad, viviendo en el error. A la hora de engañar, Satanás no lo hace obvio, sino sutil y
hermoso, a tal punto que parece verdad. Vivir bajo la suficiencia de la Palabra nos da
plenitud, abundancia, consuelo, garantía, nos proporciona la certeza de estar tomando
decisiones correctas y la certeza de vivir cumpliendo la voluntad de Dios. La Biblia
contiene todo aquello que es necesario para que el creyente entienda el carácter de Dios,
la naturaleza del hombre y las doctrinas del pecado, el cielo, el infierno, los atributos de
Dios, la razón de nuestra existencia y la salvación a través de Jesucristo.
Salmos 119:130:
La exposición de tus Palabras nos da luz, y da entendimiento al sencillo.
Salmos 119:147:
Muy de mañana me levanto a pedir ayuda; en tus Palabras he puesto mi esperanza.
Proverbios 4:4:
mi padre me instruyó de esta manera: «Aférrate de corazón a mis Palabras; obedece
mis mandamientos, y vivirás.
Sus Palabras nos dan luz y entendimiento para la vida de fe que debemos llevar. Y
sobre todo nos danvida. Aqu í me quisiera detener por un momento.
La Palabra nos da vida, si la entendemos y nos aferramos a ella.

Un alimento sólido, su Palabra


Deuteronomio 8:3 Nueva Versión Internacional (NVI):
3 Te humilló y te hizo pasar hambre, pero luego te alimentó con maná, comida que ni
tú ni tus antepasados habían conocido, con lo que te enseñó que no solo de pan vive
el hombre, sino de todo lo que sale de la boca del SEÑOR.
Vemos que Dios, luego de afligir a su pueblo y luego de hacerlo pasar hambre, lo
aliment ó . Este alimento fue el que sostuvo a Israel durante cuarenta a ñ os, hasta que
llegaron a los límites de la tierra prometida. La Biblia nos dice en la parte final de este
verso: “ con lo que te enseñó ” . En este caso la humillaci ó n, el pasar hambre, es
decir, el proceso que vivió Israel,ten í a un prop ó sito y una ense ñ anza.
Esta ense ñ anza tiene dos aspectos:
Primer aspecto:
¿ Por qué fue la humillación de Israel en aquel entonces?
Por el pecado, la humillaci ó n representa la vida sin Dios.
Dice el texto que Dios hizo que pasaran hambre.
¿ Que representa el pasar hambre? ¿ Cu á ndo uno tiene hambrequ é hace? busca
alimento, pero Israel no lo encontr ó .
Esto es representativo de nuestra vida;tratamos de llenar ese vac í o, pero a ra í z del
pecado no lo llenamos, porque Dios no puede habitar en el pecado.
Hasta que un d í a por voluntad de Dios, lleg ó el maná, el cual los abasteció. El maná
fue enviado.
¿ Qué representa el maná?
El maná representa a Cristo nuestro sustentador, nuestro dador de vida. Dios provey ó el
maná a Israel,as í como provey ó a Cristo para nosotros hace dos mila ñ os.

Estos pasajes del Antiguo Testamento apuntaban a Cristo


Vamos a leer Juan 6:32-45:
32 —Ciertamente les aseguro que no fue Moisés el que les dio a ustedes el pan del
cielo —afirmó Jesús—. El que da el verdadero pan del cielo es mi Padre.33 El pan de
Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo. 34 —Señor —le pidieron—, danos
siempre ese pan. 35 —Yo soy el pan de vida —declaró Jesús—. El que a mí viene nunca
pasará hambre, y el que en mí cree nunca más volverá a tener sed.
Segundo aspecto
Jesús es el pan del cielo.
Aquí vemos cómo las Escrituras hacen una comparación adicional.
Cuando se habla de pan, el pan representa sustento, alimentaci ó n, representa los
nutrientes que necesita el cuerpo para vivir.
La pregunta es ¿ Qué es lo que sale de la boca de Dios?
La Bibliaes su propio int é rprete. Jes ú s lo contesta en Mateo 4:4.
Mateo 4:4 (NVI):
4 Jesú s le respondi ó : — Escrito est á : “ No solo de pan vive el hombre, sino de
toda Palabra que sale de la boca de Dios ” .
El maná no solo apunta a Cristo, sino tambi é n a su Palabra.
El maná los sustentó y les dio vida. Su palabra es lo que necesitamos para vivir nuestra
vida en Cristo.
Cristo nos da vida y su Palabra nos sustenta. Su Palabra nos sustenta y Cristo nos da
vida.

En el principio era la Palabra


¿ Alguien de nosotros ha visto a Cristo? No.
Pero aun as í creemos en Él porque tenemos fe. ¿Cómo? Porque escuchamos de Él. La
única forma de ver a Cristo es por medio de su Palabra. La Palabra nos ilumina a Cristo.
La Palabra es el corazón de Dios en la tierra. La Palabra salió de su boca, así como
cuando Dios sopló aliento de vida y dio vida a Adán y lo hizo ser viviente, así mismo
Dios habla y nos da vida a través de su Palabra. No es una opci ó n para un cristiano
vivir por la Palabra, sino que es la raz ó n del cristiano.

Nuestra adoración es por medio de la Palabra de Dios


Juan 6:63: El esp í ritu es el que da vida; la carne para nada
aprovecha; las palabras que yo os he hablado son esp í ritu y son vida.
La Escritura proporciona vida y uno de sus atributos es que las Escrituras son verdad. El
evangelio de Juan compara la palabra vida con la verdad. Si vemos el pasaje de cómo
se le debe adorar a Dios, dice que se le debe adorar en espíritu y en verdad. Lo que nos
da a entender que una verdadera adoración:
1. Sale de quienes tienen el espíritu de Dios. O sea, los creyentes.
2. Sale de aquellos que viven conforme a su Palabra.
Nuestra fe es por la Palabra: La fe viene por el oír y el oír de la Palabra de Dios.

¿Cómo podemos vivir bajo la suficiencia de las Escrituras?


Les voy a dar cuatro pasos.
1. Renunciar a nuestra suficiencia, es morir a nuestro orgullo: Nuestra capacidad
es el primer estorbo para depender solo de Dios. Cuando decides vivir bajo la
suficiencia de las Escrituras, decides evaluar, razonar y pensar a través de su
entendimiento, guiado por su Espíritu.
2 Corintios 3:5 (NVI):
No es que nos consideremos competentes en nosotros mismos. Nuestra capacidad
viene de Dios.
2. Examínalo todo: Examinar todo lo que vemos, oímos y hacemos a través de las
Escrituras es lo que nos llevará a vivir en su suficiencia.
Hechos 17:11 (NVI):
Estos eran de sentimientos más nobles que los de Tesalónica, de modo que recibieron
el mensaje con toda avidez y todos los días examinaban las Escrituras para ver si era
verdad lo que se les anunciaba.
1. Desborda tu mente con Palabra de Dios: Si nuestra mente es desbordada con
su Palabra, hablaremos y viviremos en su Palabra y por su Palabra.
Salmo 1: 1-2:
1 Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni se detiene en la senda
de los pecadores ni cultiva la amistad de los blasfemos, 2 sino que en la ley
del SEÑOR se deleita, y día y noche medita en ella.
2. Vive su palabra: Este es el punto menos complicado (se supone). Dios nos lleva
a poner la Palabra en práctica cuando dependemos solo de su suficiencia. Esto
es como un efecto dómino. La práctica es la consecuencia de vivir por su
Palabra.
Santiago 1:22 (NVI):
22 Nose contenten solo con escuchar la Palabra, pues así se engañan ustedes mismos.
Llévenla a la práctica.

Esto es suficiente
1 Corintios 2:13-16 (NVI):
13 Esto es precisamente de lo que hablamos, no con las palabras que ense ñ a la
sabidur í a humana sino con las que ense ñ a el Esp í ritu, de modo que expresamos
verdades espirituales en t é rminos espirituales. 14 El que no tiene el Esp í ritu no
acepta lo que procede del Esp í ritu de Dios, pues para é l es locura. No puede
entenderlo, porque hay que discernirlo espiritualmente. 15 En cambio, el que es
espiritual lo juzga todo, aunque é l mismo no est á sujeto al juicio de nadie, porque
16 «¿ qui é n ha conocido la mente del Se ñ or para que pueda instruirlo? » Nosotros,

por nuestra parte, tenemos la mente de Cristo.


Si Cristo por medio de su Esp í ritu realmente habita en nosotros, tendremos su mente, y
si tenemos su mente, tenemos todo.
Colosenses 2:2-3 (NVI):
Quiero que lo sepan para que cobren á nimo, permanezcan unidos por amor, y tengan
toda la riqueza que proviene de la convicci ó n y del entendimiento. As í conocer á n el
misterio de Dios, es decir, a Cristo, 3 en quien est á n escondidos todos los tesoros de
la sabidur í a y del conocimiento.
¿Necesitamos algo más? Esto es suficiente, Él es todo. Si Dios es suficiente, su Palabra
es suficiente para TODO.

4
"Fantasías animadas de ayer y hoy, presentan: Dios, un ser creado
a nuestra imagen y semejanza”
Un dios modificado - Un dios creado a nuestra imagen y semejanza

Romanos 1:25 NVI:


Cambiaron la verdad de Dios por la mentira, adorando y sirviendo a los seres creados
antes que al Creador, quien es bendito por siempre. Amén.
Salmos 115:3-4 NVI:
Nuestro Dios está en los cielos y puede hacer lo que le parezca. Pero sus ídolos son
de oro y plata, producto de manos humanas.

¿Cuántos de nosotros no deseamos viajar a Disney y montarnos en las desafiantes


montañas rusas? En mi caso sería mejor Bush Gardens. También ver al ratón Mickey y
compartir en familia. Es precioso. Lo que no es precioso son los precios. El pensar en
las montañas rusas hace que me suba la adrenalina. Todo esto suena espectacular, pero a
la hora de vivir el Evangelio de nuestro Señor Jesucristo no podemos dejarnos llevar
por la adrenalina o lo que dicte nuestro corazón, sino por lo que dice Dios en su Palabra.
Increíblemente, hemos transformado el preciado y costoso Evangelio en un sistema de
creencias emocionales y divertidas. Si hacemos una comparación del Evangelio de Jesús
y la historia de sus discípulos, vemos que el “pasatiempo” por así llamarlo, era que les
lanzaran piedras por predicar, pero en nuestro divertido y animado evangelio nos lanzan
dinero, aplausos y elogios. A eso hemos llegado, a reducir el Evangelio a un juego de
palabras que solo apelan a las emociones de las personas. Un Evangelio igual al sueño
americano. El creyente nunca experimentará la verdadera plenitud del Evangelio
viviendo sin el carácter que distingue al discípulo. Un ejemplo de esto, lo vemos en las
cartas a los Corintios, la Iglesia de más dones y la de menos carácter en las Escrituras.
Era una Iglesia egoísta en su salvación y a su vez a causa de su inmadurez, la expansión
del reino era afectada. Una Iglesia sin carácter y sin una comprensión clara del
Evangelio. Los Corintios en su momento gozaron de su salvación, pero no
experimentaron la vida plena de la que habla Jesús en Juan 10:10.
Si retar y desafiar a la Iglesia a salir de la mediocridad actual, y vivir su llamado de
glorificar a Dios con su forma de vida, saliendo del Evangelio superficial, es un pecado.
El apóstol Pablo escribió nueve cartas incitando a la Iglesia a pecar.
Una de las cosas que más detesto en este mundo es cómo el ser humano ha querido crear
una versión de Jesucristo a nuestro estilo de vida, un “Jesús gringo”. Hace un tiempo, un
misionero estuvo en Japón predicando el Evangelio y un japonés que estaba siendo
evangelizado le dijo, ¡Sí! yo he escuchado de él, es el dios americano. ¿Te imaginas
predicar el Evangelio y en plena predicación te digan que el único Dios verdadero es
americano?
¿Por qué ocurre esto?
Existen varios factores por los cuales somos fácilmente engañados;

entre estos se encuentran los siguientes:


La falta de conocimiento.
El vivir por los conceptos de este mundo.
La falta de discernimiento espiritual.
La terquedad y el orgullo.
La falta de conocimiento nos deja a la deriva de ser fácilmente engañados con cualquier
falsa doctrina o pensamiento erróneo. Al estar tan expuestos a este mundo, nuestros
sentidos se agudizan a la forma de pensar de este mundo. Esto nos lleva a tener poca o
ninguna vida espiritual, poniendo en riesgo nuestro poco discernimiento. Lo peor es que
cuando una persona lee un libro como este, choca con las fortalezas mentales construidas
por este mundo, llevándolo a la terquedad a causa del orgullo, a ser presa fácil y a no
creer la verdad.

El mundo es el experto adoctrinador


Solo echa un vistazo a la mayoría de las iglesias americanas. Tristemente son más
psicológicas que bíblicas. El gran problema de esto es una cultura que no conoce a Dios.
Una cultura centrada en sus necesidades y no en la gloria de Dios. Vidas modificadas
por la psicología y no trasformadas por su Palabra.
Muchos pastores se enfocan más en la forma de vestir de sus líderes que en la vida
de piedad y el crecimiento de sus vidas ante una sana doctrina.
He escuchado personas que dicen yo amo a Dios, pero no me interesa la doctrina. Si
decimos esto, en vez de amar a Dios lo odiamos. Si hacemos una comparación con la
Iglesia de hace mil años, quinientos años, trescientos años o ciento cincuenta años con
la Iglesia de hoy en día, lloraríamos.
Les doy varios ejemplos del evangelio moderno:
Bíblicamente la mujer representa a la Iglesia y el hombre representa a Cristo en el hogar,
y por ende en una congregación, la cual es tipología de hogar. Todos los creyentes desde
la Iglesia primitiva hasta hace sesenta años sabían esto. Pero con el modernismo, el
socialismo y el feminismo, ahora existen mujeres que gobiernan sus hogares y gobiernan
la Iglesia, alterando por completo el plan de Dios y su diseño hermoso y perfecto para
su gloria. Esto ha sido el atentado número uno en contra de la masculinidad y la
feminidad bíblica. El hombre fácilmente es arrastrado por estas corrientes culturales,
delegando su función en el hogar y en la iglesia, siendo prisionero de mecanismos de
escapes como los juegos de vídeos, pornografía y la dejadez. El no asumir la
masculinidad, la autoridad o liderato bíblico, y el no asumir el diseño sano y hermoso de
la feminidad, es un pecado muy grave. Pero hoy en día, esta es la norma, contrario a lo
que dice Dios (Efesios 5:21-33, 1 Corintios 14:34-35, Isaías 3:12, 1 Corintios 11:1-
16, 1 y 2 Timoteo, Tito, 1 Pedro 3:1-7).
Otro ejemplo del dios hecho a nuestra imagen y semejanza son los apóstoles modernos
(bueno, ni tan modernos, la Biblia los llama los superapóstoles o falsos apóstoles: 2
Corintios 11:5- 11:13 y 12:11).
Una de las razones por la cual el apóstol Pablo en algunas de sus cartas enviadas a las
Iglesias comenzaba diciendo que él era un apóstol no por voluntad de hombre, sino por
voluntad de Dios (Efesios 1:1 Gálatas 1:1 Colosenses 1:1, Corintios), es porque su
apostolado estuvo en tela de juicio por algunos individuos, debido a que para ellos,
Pablo violaba los requisitos para ser apóstol, los cuales vemos en Hechos 1:16-26.
Pero Pablo sí cumplió con ellos ya que fue testigo de la resurrección de Jesús, entro
otros puntos. Pablo menciona que él es el último de los apóstoles y que fue injertado
como un abortivo: 1 Corintios 15:8. La función

apostólica ya tuvo su lugar en la era apostólica. Ellos pusieron el fundamento sobre la


roca: Efesios 2:20.
Wayne Grudem en “Teologia Sistemática” dice lo siguiente:
“Los apóstoles del Nuevo Testamento tenían un único tipo de autoridad en la Iglesia
primitiva: la autoridad para hablar y escribir palabras que fueron ‘Palabras de Dios’ en
un sentido absoluto. No creerlas o desobedecerlas es no creer o desobedecer a Dios.
Los apóstoles, por tanto, tenían la autoridad para escribir las palabras que se
convirtieron en Palabras de la Escritura. Este hecho en sí mismo nos debería sugerir que
hay algo único en el oficio de apóstol, y que no podemos esperar que continúe hoy,
porque hoy nadie puede añadir palabras a la Biblia y hacer que se consideren como
Palabras de Dios o como parte de la Escritura”. (Wayne Grudem. Teolog í a
Sistem á tica, pp. 905 a 906).
La Iglesia en la antigüedad tenía esto claro. Ningún reformador se llamó apóstol.
Existen otros ejemplos sobre el evangelio moderno, como hacer canciones de adoración
que no exaltan a Cristo sino al hombre, y el aprobar un liderato homosexual en las
iglesias, entre otras cosas. (Nota aclaratoria: yo quisiera que así como en mi Iglesia
hay hipócritas, orgullosos y mentirosos, también hubieran homosexuales, adúlteros y
ladrones). Todos necesitamos ser salvados por el Evangelio y ser transformados por el
amor de Jesús. Pero esto no quiere decir que debemos apoyar cualquier conducta
pecaminosa, sea cual sea. O violentar los requisitos para un liderato, los cuales vemos
claramente en las cartas de Tito, 1 y 2 de Timoteo.

El hombre y su necesidad
El hombre siempre se ha dedicado a formar dioses según su necesidad y a su imagen,
para su propia gloria. Por ejemplo, en India existen más de medio millón de dioses
falsos. Si un hombre hace un ruido raro al estornudar y alguien lo ve y lo escucha, ese es
un nuevo dios en India, el dios del estornudo. Ese era el gran problema del pueblo
adquirido por Dios y el gran problema que tiene todo la humanidad. La necesidad de un
dios que cumpla sus demandas. La Biblia nos dice:
Romanos 1:25 RVR60:
Ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las
criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén.
Salmos 115:4-8 NVI:
Pero sus ídolos son de oro y plata, producto de manos humanas. Tienen boca, pero no
pueden hablar; ojos, pero no pueden ver; tienen oídos, pero no pueden oír; nariz,
pero no pueden oler; tienen manos, pero no pueden palpar; pies, pero no pueden
andar; ¡ni un solo sonido emite su garganta! Semejantes a ellos son sus hacedores, y
todos los que confían en ellos.
Esto nos hace pensar:
¿Cómo sabemos si el Dios que nos han presentado por siglos es el Dios verdadero?
Si no es el Dios verdadero y hemos creído en un dios fabricado, nuestro destino final es
muy probable que también sea uno fabricado, sea un destino inesperado. ¿Cómo sabes si
el evangelio que hemos recibido es el Evangelio bíblico o también es uno fabricado? La
salvación de la iglesia está en juego.
1 Corintios 15:2 (NVI)
2
Mediante este evangelio son salvos, si se aferran a la palabra que les prediqué. De
otro modo, habrán creído en vano.

Un Jesús distinto en las iglesias


¿Cómo sabemos que el hombre que presentan colgado en un madero en algunas Iglesias
es el Jesús de las Escrituras?
Hoy en día existen millones de sectas, las cuales utilizan la Biblia como referencia y
declaran que las Escrituras son el centro de sus enseñanzas. ¿Esto puede ser cierto? Te
voy a dar varios puntos para que puedas detectar si estás en una secta y tienes que salir
corriendo, o si estás en una iglesia cultural y tienes que sentarte con los pastores y luego
salir corriendo, dependiendo de lo que se platique.

10 Factores para salir corriendo


Jesús es solo un profeta
Jesús no es Dios
Jesús no existió
Jesús es el Arcángel Miguel
Jesús no resucitó
Jesús está muerto y solo fue parte de la historia
La Trinidad no es verdadera
Jesús no va a regresar
Jesús fue solo un hombre
Existe una nueva revelación
…entre otras

Evaluemos:
Jesús sí fue un profeta, recordemos que un profeta es un mensajero de Dios. Pero Jesús
no solo fue un profeta, Él es Dios.
Éxodo 3:14 dice una de las declaraciones más importantes de las escrituras.
Éxodo 3:14 NVI:
— Yo soy el que soy —respondió Dios a Moisés—. Y esto es lo que tienes que decirles
a los israelitas: “Yo soy me ha enviado a ustedes.”
Este texto apuntaría a miles de años luego, con la llegada de Dios mismo a la tierra. Así
lo vemos en Juan 8:57-59 NVI:
—Ni a los cincuenta años llegas —le dijeron los judíos—, ¿y has visto a Abraham? —
Ciertamente les aseguro que, antes de que Abraham naciera, ¡yo soy! Entonces los
judíos tomaron piedras para arrojárselas, pero Jesús se escondió y salió inadvertido
del templo.
Esta respuesta de los judíos se debe a que Jesús estaba citando el texto de Éxodo 3, para
dar testimonio a ellos de que Él era Dios. Jesús usó la misma frase “YO SOY” en siete
declaraciones acerca de Él mismo. En todas las siete, Él combina el YO SOY con
metáforas en las cuales expresa su relación salvadora hacia el mundo. Todas se
encuentran en el libro de Juan. Ellas son: YO SOY el Pan de la vida (Juan 6:35, 1, 48,
51); YO SOY la Luz del mundo (Juan 8:12); YO SOY la Puerta de las ovejas (Juan 10:7,
9); YO SOY el Buen Pastor (Juan 10:11, 14); YO SOY la Resurrección y la Vida (Juan
11:25); YO SOY el Camino, y la Verdad, y la Vida (Juan 14:6); y YO SOY la Vid
verdadera (Juan 15:1, 5). *
Miguel no es Jesús

La esencia de las Escrituras, el objetivo de las Escrituras, de principio a fin es Cristo.


Cada capítulo de las Escrituras da testimonio de Él. La Escritura no da testimonio del
Arcángel Miguel, sino del hijo de Dios. El arcángel Miguel es un ser creado, al igual
que nosotros y el diablo. No es un creador, ni es Dios, ni él es el Jesús de las Escrituras.
Si vemos el libro de Judas, vemos al Arcángel Miguel argumentado con el diablo: Judas
1:9 NVI:
Ni siquiera el arcángel Miguel, cuando argumentaba con el diablo, disputándole el
cuerpo de Moisés, se atrevió a pronunciar contra él un juicio de maldición, sino que
dijo: «¡Que el Señor te reprenda!»
Número uno, Jesús no argumenta, la creación le obedece. Número dos, el arcángel
Miguel no pronuncia juicio, Jesús sí. Número tres, él dejó el asunto en manos de su
superior, el Señor; la Escritura es clara que el señorío es de Jesucristo y que toda
autoridad se le ha dado a Él.
Mateo 28:18 NVI:
Jesús se acercó entonces a ellos y les dijo: —Se me ha dado toda autoridad en el cielo
y en la tierra.
Filipenses 2:9-11 NVI:
Por eso Dios lo exaltó hasta lo sumo y le otorgó el nombre que está sobre todo
nombre, para que ante el nombre de Jesús se doble toda rodilla en el cielo y en la
tierra y debajo de la tierra, y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para
gloria de Dios Padre.
Miguel no puede estar hablando de él mismo, sino que da testimonio de Jesús.
Dios Trino
La Escritura es muy transparente con la enseñanza de que Dios es Trino. No es que
existen tres Dioses, sino que Dios es uno que existe en tres personas: el Padre, el Hijo y
el Espíritu Santo.
Mateo 28:19 NVI:
Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre
del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
2 Corintios 13:14 NVI:
Que la gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo
sean con todos ustedes.
Marco 1:9-11, 15 NVI:
En esos días llegó Jesús desde Nazaret de Galilea y fue bautizado por Juan en el
Jordán. En seguida, al subir del agua, Jesús vio que el cielo se abría y que el Espíritu
bajaba sobre él como una paloma. También se oyó una voz del cielo que decía: «Tú
eres mi Hijo amado; estoy muy complacido contigo.» «Se ha cumplido el tiempo —
decía—. El reino de Dios está cerca. ¡Arrepiéntanse y crean las buenas nuevas!»
El Hijo fue bautizado, El espíritu Santo desciende y El Padre habla desde el cielo.
Juan 14:16-17 NVI:
Y yo le pediré al Padre, y Él les dará otro Consolador para que los acompañe siempre:
el Espíritu de Verdad, a quien el mundo no puede aceptar porque no lo ve ni lo conoce.
Pero ustedes sí lo conocen, porque vive con ustedes y estará en ustedes.
El Hijo ora al Padre, El Padre da al Consolador o Espíritu Santo, El Espíritu Santo mora
en cada creyente.
Juan 10:30 NVI:
El Padre y yo somos uno.

16 Factores para dialogar con su pastor


Existen muchos más factores para que usted se siente con su pastor a platicar, pero la
realidad es que tendría que escribir otro libro. ¡No es mala idea! Mientras eso ocurre,
dejemos estos factores para sentarse a platicar con su pastor.
1. La salvación solo depende de Dios, no de nosotros.
Efesios 2:4-10 NVI:
Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor por nosotros, nos dio vida
con Cristo, aun cuando estábamos muertos en pecados. ¡Por gracia ustedes han sido
salvados! Y en unión con Cristo Jesús, Dios nos resucitó y nos hizo sentar con Él en
las regiones celestiales, para mostrar en los tiempos venideros la incomparable
riqueza de su gracia, que por su bondad derramó sobre nosotros en Cristo Jesús.
Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de
ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie se jacte. Porque
somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios
dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica.
El problema que nos apartaba de Dios fue resuelto por Él mismo. La salvación es única
y exclusivamente por su favor inmerecido. Dios es justo y no pudo dejar pasar nuestro
pecado, así que envió a su hijo a morir en lugar de nosotros. Dios le imputó nuestro
pecado a Jesús y derramó su ira sobre Él.
2. Las obras que hacemos en Cristo, no son para salvación, sino que son el
resultado de nuestra salvación.
Charles Spurgeon dijo:
“Es mejor tratar de cruzar el Atlántico en un barco de papel que tratar de llegar al
cielo por medio de buenas obras”.*
La Biblia nos dice que para salvarnos por las obras de la ley tenemos que cumplir toda
la ley a la perfección, no solo los diez mandamientos, sino sus implicaciones. La ley es
perfecta, santa y buena, pero también es imposible de cumplir a la perfección. La
Escritura nos dice en:
Santiago 2:10 NVI:
Porque el que cumple con toda la ley pero falla en un solo punto ya es culpable de
haberla quebrantado toda.
Gloria a Jesús, porque en Él cumplimos la perfección de la ley. Ya no nos cuenta el
hacer algo para salvarnos, sino el creer en Él. Y el creer en Él genera en nosotros las
obras a causa de ser salvados.
Gálatas 3:10-14 NVI:
Todos los que viven por las obras que demanda la ley están bajo maldición, porque
está escrito: «Maldito sea quien no practique fielmente todo lo que está escrito en el
libro de la ley.» Ahora bien, es evidente que por la ley nadie es justificado delante de
Dios, porque «el justo vivirá por la fe». La ley no se basa en la fe; por el contrario,
«quien practique estas cosas vivirá por ellas». Cristo nos rescató de la maldición de
la ley al hacerse maldición por nosotros, pues está escrito: «Maldito todo el que es
colgado de un madero.» Así sucedió, para que, por medio de Cristo Jesús, la
bendición prometida a Abraham llegara a las naciones, y para que por la fe
recibiéramos el Espíritu según la promesa.
Vea Gálatas 3:23-29
3. Una Iglesia necesita una sana doctrina.
Una Iglesia sin sana doctrina es como un jardín sin flores, es como una chiringa o cometa
que va de lado a lado arrastrada por el viento. Lo que sucede es que en ocasiones no
comprendemos la definición de doctrina. La doctrina es un conjunto de ideas o normas
políticas, sociales o religiosas que rigen la manera de pensar o de obrar y que son
defendidas por un grupo de personas. Lo importante no es tener doctrina, lo importante
es tener sana doctrina. El mundo tiene su doctrina (forma de pensar) y la Iglesia de
Cristo tiene otra doctrina (forma de pensar) completamente opuesta al mundo.
Dios, a través de toda la Escritura, nos hace entender la importancia de la sana doctrina
y de no ajustarnos a este mundo:
Romanos 12:2:
No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de
su mente…
1 Timoteo 1:9-1:
En fin, la ley es para todo lo que está en contra de la sana doctrina...
1 Timoteo 6:3-5:
Si alguien enseña falsas doctrinas, apartándose de la sana enseñanza de nuestro
Señor Jesucristo y de la doctrina que se ciñe a la verdadera religión, es un obstinado
que nada entiende. Ese tal padece del afán enfermizo de provocar discusiones inútiles
que generan envidias, discordias, insultos, suspicacias y altercados entre personas de
mente depravada, carentes de la verdad. Este es de los que piensan que la religión es
un medio de obtener ganancias.
2 Timoteo 4:3:
Porque llegará el tiempo en que no van a tolerar la sana doctrina, sino que, llevados
de sus propios deseos, se rodearán de maestros que les digan las novelerías que
quieren oír.
Tito 1:9:
Debe apegarse a la Palabra fiel, según la enseñanza que recibió, de modo que
también pueda exhortar a otros con la sana doctrina y refutar a los que se opongan.
Tito 2:1:
[Lo que se debe enseñar] Tú, en cambio, predica lo que va de acuerdo con la sana
doctrina.
La razón de la predicación, la razón de un cristiano es la gloria de Dios por medio de su
Palabra. La sana doctrina refleja la mente de Cristo; si quitamos la sana doctrina solo
enseñamos nuestra mente.
Sin sana doctrina el Evangelio peligra; formaremos un dios a nuestra imagen y semejanza
en vez de ser formados a Su imagen y semejanza.
Otro punto importante es el tener el pleno conocimiento y claridad en el asunto de la
predestinación. Una persona me dijo una vez: ustedes creen en la predestinación. Yo le
dije: yo creo en la Biblia y la Biblia es muy clara en el tema de la predestinación. El
no entender que somos predestinados afectará todas las áreas de nuestra vida.
4. Somos predestinados y escogidos en Cristo desde antes.
La predestinación abarca la soberanía y la omnisciencia de Dios.
Salmo 139:16:
Tus ojos vieron mi cuerpo en gestación: todo estaba ya escrito en tu libro; todos mis
días se estaban diseñando, aunque no existía uno solo de ellos.
Elegidos sin haber hecho lo bueno o lo malo (Romanos 9:11-24, Jeremías 10:23.NVI ).

Efesios 4:4-14:
Dios nos escogió en Él antes de la creación del mundo, para que seamos santos y sin
mancha delante de Él. En amor nos predestinó para ser adoptados como hijos suyos
por medio de Jesucristo…
5. Nuestra salvación está garantizada en Cristo.
Efesios 1:22a:
Dios sometió todas las cosas al dominio de Cristo…
Juan 10:29:
Mi Padre, que me las ha dado, es más grande que todos; y de la mano del Padre nadie
las puede arrebatar.
6. Todo por el favor inmerecido de Dios (gracia).
Vea Efesios 2:3-18
7. Por medio de un solo sacrificio perfecto.
Muchos, al decir que la salvación se pierde, no se dan cuenta de que en otras palabras
están diciendo que Jesús no puede sostenernos y que tiene que volver a ir a la cruz.
Hebreos 7:27:
A diferencia de los otros sumos sacerdotes, Él no tiene que ofrecer sacrificios día tras
día, primero por sus propios pecados y luego por los del pueblo; porque Él ofreció el
sacrificio una sola vez y para siempre cuando se ofreció a sí mismo.
Hebreos 9:12:
entró una sola vez y para siempre en el Lugar Santísimo. No lo hizo con sangre de
machos cabríos y becerros, sino con su propia sangre, logrando así un rescate eterno.
Hebreos 9:26:
Si así fuera, Cristo habría tenido que sufrir muchas veces desde la creación del
mundo. Al contrario, ahora, al final de los tiempos, se ha presentado una sola vez y
para siempre a fin de acabar con el pecado mediante el sacrificio de sí mismo.
A los que no viven por fe, sino por las obras para salvación el apóstol Pablo los llama
tontos.
Lea Gálatas 3:2-14
8. Ya no esperamos el castigo, ahora aguardamos con gozo su segunda venida.
1 Tesalonicenses 1:10:
y esperar del cielo a Jesús, su Hijo a quien resucitó, que nos libra del castigo
venidero.
1 Juan 4:18:
sino que el amor perfecto echa fuera el temor. El que teme espera el castigo,
así que no ha sido perfeccionado en el amor.
9. Estamos en sus manos para siempre.
Juan 17:12:
Mientras estaba con ellos, los protegía y los preservaba mediante el nombre que me
diste, y ninguno se perdió sino aquel que nació para perderse, a fin de que se
cumpliera la Escritura.
El que hace la obra protectora y nos persevera es la tercera persona de la Trinidad, su
Espíritu Santo.
10. El libro de la vida está escrito desde antes de la creación del mundo.

Apocalipsis 13:8:
Y adoraron a la bestia todos los que pertenecen a este mundo, cuyos nombres no
estaban escritos en el libro de la vida antes de la creación del mundo, el libro que le
pertenece al Cordero, que fue sacrificado.
11. Ya no hay condenación para los que están en Cristo.

Romanos 8:1-3
Por lo tanto, ya no hay condenación para los que pertenecen a Cristo Jesús…
Romanos 8:24
Recibimos esa esperanza cuando fuimos salvos. Si uno ya tiene algo, no necesita
esperarlo…
12. Estamos unidos a Él para siempre.
Vea Romanos 8:29-38
1 Pedro 3:18:
Porque Cristo murió por los pecados una vez por todas, el justo por los injustos, a fin
de llevarlos a ustedes a Dios. Él sufrió la muerte en su cuerpo, pero el Espíritu hizo
que volviera a la vida.
No somos salvados por las obras de la ley, sino que somos salvos para las buenas obras
que ya Dios preparó de antemano. Jesús cumplió la ley a la perfección para nosotros
poder creer en Él para la justificación. ¡El Justo por la fe vivirá!
13. Salvos para su gloria, no para vivir en el pecado.
(1 Corintios 3:12-15, Filipenses 2:12)
14. Ahora vivimos bajo otra ley.
Romanos 8:2:
Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y
de la muerte.
15. No existe un libre albedrio para salvación.
Romanos 3:10-12:
Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; No hay quien entienda, no hay quien
busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; no hay quien haga lo
bueno, no hay ni siquiera uno.
Juan 6:44:
Nadie puede venir a mí si no lo atrae el Padre que me envió, y yo lo resucitaré en el
día final.
Juan 3:16:
»Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que
cree en Él no se pierda, sino que tenga vida eterna.
¿Quiénes son los que creen?

Hechos 13:48:
Al oír esto, los gentiles se alegraron y celebraron la Palabra del Señor; y creyeron
todos los que estaban destinados a la vida eterna.
16. Para creer necesitamos la intervención y operación de Dios.
Jeremías 24:7:
Les daré un corazón que me reconozca como el Señor. Ellos serán mi pueblo y yo seré
su Dios, porque se volverán a mí de todo corazón.

Dos tendencias peligrosas


La preocupación principal que debemos tener como creyentes es la de conocer al único
Dios verdadero. Para poder conocer al Dios verdadero debemos volver al Libro. No
importa a la Iglesia o denominación a la cual asistes, nuestro deber es confrontar la
enseñanza con la sana doctrina bíblica, confrontar la enseñanza con las Escrituras.
Existen dos tendencias populares de mala interpretación bíblica. Tenemos al Jesús
legalista de cero amor, el tirano bien parecido a un chacal, sin emociones. Por otro lado
tenemos a Jesús de la “supergracia”, por así llamarla, de cero juicio, que declara en tu
vida que la vivas como quieras, que hagas lo que quieras; que enseña que Él te necesita
y te ama porque eres bueno en tu corazón. Ambas tendencias son muy peligrosas y
tuercen las Escrituras por completo. Todos debemos llegar al centro, al punto medio, y
este punto medio no se basa en nuestros conceptos humanos o tendencias preferenciales,
este punto medio se encuentra en el Evangelio, este punto medio es Cristo Jesús. Las
Escrituras nos enseñan que sin Cristo estamos perdidos, que nacemos siendo hijos de ira
y por el pecado apartados de su gloria, sin Cristo nos espera el infierno (Romanos 3:23,
Efesios 2:3, Romanos 3:10-12).
Esa es una realidad que no debemos obviar como hacen muchos hoy en día. Pero una vez
llamados por Dios, Cristo en nosotros nos santifica, nos justifica, nos redime y nos
limpia por su sangre; pasamos de ser hijos de ira a hijos de Dios (Hechos 2:39, 1
Corintios 6:11-12).

Un estilo de vida a causa de su salvación


1 Juan 1:7:
Pero si vivimos en la luz, así como Él está en la luz, tenemos comunión unos con otros,
y la sangre de su Hijo Jesucristo nos limpia de todo pecado.
Filipenses 2:12 (NTV)
Brillen intensamente por Cristo
12
Queridos amigos, siempre siguieron mis instrucciones cuando estaba con ustedes; y
ahora que estoy lejos, es aún más importante que lo hagan. Esfuércense por demostrar
los resultados de su salvación obedeciendo a Dios con profunda reverencia y temor.
Somos coherederos en Cristo Jesús. Pasamos de ser una vieja criatura a una nueva,
en Cristo Jesús.
Gálatas 3:26:
Todos ustedes son hijos de Dios mediante la *fe en Cristo Jesús,
Romanos 8:17:
Y si somos hijos, somos herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, pues si
ahora sufrimos con Él, también tendremos parte con Él en su gloria.
2 Corintios 5:17 NVI:
Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha
llegado ya lo nuevo!
Tito 3:5:
Él nos salvó, no por nuestras propias obras de justicia sino por su misericordia. Nos
salvó mediante el lavamiento de su regeneración, de la renovación por medio del
Espíritu Santo…
Nosotros no tenemos mérito en esto, todo es gloria de Dios. Dios nos lleva al
arrepentimiento genuino por nuestros pecados y es Dios el que nos perdona todos los
pecados, pasados presentes y futuros por la obra de redención (Efesios 2:8-10).
Vea Hechos 5:31
Romanos 2:4:
¿No ves que desprecias las riquezas de la bondad de Dios, de su tolerancia y de su
paciencia, al no reconocer que su bondad quiere llevarte al *arrepentimiento?
2 Corintios 7:10:
La tristeza que proviene de Dios produce el arrepentimiento que lleva a la salvación,
de la cual no hay que arrepentirse, mientras que la tristeza del mundo produce la
muerte.
Con la predicación del arrepentimiento, Dios prepara nuestros corazones y quebranta el
orgullo, para luego poder entender acerca de la verdad, de Jesús, de la cruz (su amor) y
de creer en su muerte y en su resurrección de una manera sincera y real. Esto es el
Evangelio. Vivir por su Palabra y en su Palabra (principios) es producto de un nuevo
corazón dado por Él, un corazón quebrantado, humillado y profundamente agradecido de
su perdón y amor para su gloria. Esto es un corazón victorioso, uno que lleva Su nombre
y vive por Su causa .
Dios nos dice que el que empezó la buena obra en nosotros la perfeccionará. Ya Dios no
nos ve como hijos de ira, ahora en Él somos amados y nos ve con amor eterno. Pero eso
no quiere decir que al ser perdonados vamos a vivir como queramos; tal pensamiento es
muy finito y lejos del plan de Dios.
Tampoco el pensamiento de ira y solo ira de Dios nos aplica; si Dios ha llegado y ha
transformado nuestra vida por medio de Jesucristo, en vez de vernos a nosotros en
nuestra carne, Él ve a Jesús en nosotros.
La respuesta de saber esta gran verdad, no es una vida desenfrenada, sino una vida de
piedad.
Esta es su perfecta voluntad.

Dios no es Aladino
No sé si recuerdan el clásico de Disney, Aladino; todo niño quiere tener un Aladino, y
todo adulto también quiere tener a ese genio de la lámpara que cumple los sueños y los
deseos de todo el que le pida. Pero si buscas a Dios solo para pedir por tus deseos,
déjame decirte que estás buscando el sueño y el deseo, no al Dios verdadero.
La Biblia dice: Mateo 6:33 NV:
Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les
serán añadidas.
Lo interesante es que las personas y muchos ministros sacan el verso fuera de contexto
para decir que vayan a la iglesia y Dios les concederá todo lo que pidan. ¿En serio,
usted cree eso? Es como si yo dijera a mi hijo de cuatro años, pídeme lo que quieras y
yo te lo daré, sin antes evaluar el pedido. ¿Te imaginas que la petición de mi hijo fuera
“Papi dame una fábrica de dulces”? (bueno, es muy probable que pronto me la pida)
¿se imaginan que yo le diga sí a la cuenta de tres? Dos semanas más tarde mi hijo estará
muerto por intoxicación. Dios no es Aladino. Lo que debemos preguntar de este verso
es: ¿Qué es el reino de Dios? ¿Qué es su justicia? ¿Cuáles son todas esas cosas que
serán añadidas? ¿Es todo lo que mi corazón pecaminoso quiere? Cuando pensamos en
las cosas añadidas, la mayoría de los creyentes piensan en sus sueños materiales. Si
observamos el capítulo seis, un poco antes del comienzo de este verso, nos daríamos
cuenta de las Palabras de Jesús dirigidas a aquellos que le buscan con un doble interés.
Mateo 6:19-21 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Tesoros en el cielo (Lc. 12.32-34):
19
No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde
ladrones minan y hurtan; 20 sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el
orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. 21 Porque donde esté vuestro
tesoro, allí estará también vuestro corazón.
Dios y las riquezas (Lc. 16.13):
24
Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o
estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.
Si analizamos el contexto del capítulo y el verso 32, comprenderemos que habla de las
cosas necesarias para la obra y no de caprichos humanistas. Hoy en día, hemos
rediseñado a Dios y su Palabra; pronto veremos una Biblia titulada “El nuevo dios y la
nueva interpretación”. Versos fuera de contexto, predicaciones emocionales y temáticas,
todo esto, parte de una tendencia, de una falsa gracia, en la cual el centro es el hombre y
no Dios. Utilizamos a Dios para realizar nuestros sueños y metas. Es como el
complemento que nos falta. Solo tienes que echar un vistazo a YouTube en oración,
pidiéndole a Dios discernimiento, y estoy seguro que terminarás con náuseas. “Oro y
diamantes” cayendo del techo de un templo, brujos predicando la Biblia, magos con
magia barata convirtiendo el agua en vino, lobos o pastores ordenando y diciéndole a
Dios lo que Él tiene que hacer, que declares y se materializará, etc.
Solo meditemos en esto. ¿Por qué oro cayendo del techo? ¿Esto no es lo que todos
desean?
¿Por qué no vemos Biblias cayendo del techo? Según las Escrituras, su Palabra es más
preciada que el oro y la plata.
Tampoco podemos confundir el rogarle a Dios para que te ayude en un asunto, pedir por
un milagro conforme a su voluntad o que te dé sabiduría, con el darle una orden a Dios.
Nosotros somos objeto de su gracia inmerecida, siervos para su gloria, no somos los
dueños de la gracia y menos los dueños de la gloria. Todas estas ideas son parte de
tendencias infiltradas en las iglesias.
Les voy a exponer un ejemplo de otro verso muy común, sacado de contexto.
Juan 10:10:
El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir; yo he venido para que tengan
vida, y la tengan en abundancia.
Este es uno de los versos sacado fuera de contexto, el contexto utilizado es uno de total
manipulación. Muchos enseñan esta palabra como lo describo a continuación:
“El diablo vino a robarles todas sus posesiones, a matarlos y a dejarlos sin dinero,
pero yo vine para que tengan una vida de lujo y una vida material”.
Es triste ver cómo hoy en día esto es lo que se enseña. Si profundizamos la Palabra,
vemos todo lo contrario. No hay ni un solo texto bíblico que apoye este hereje
pensamiento. Esto no tiene sentido, es como si Jesús hubiera venido a comprometer tu
corazón con el dinero, más de lo que ya lo tienes comprometido, culturalmente hablando.
Todo lo que vino el ladrón fue a robar, matar y destruir tu vida “espiritual”, tu relación
con Dios.
Si vemos Mateo 6:24-25, Mateo 6:31 -34, Lucas 12:30 entre muchos otros textos,
veremos que la Biblia va en contra de este sistema de pensamiento egocéntrico de
riquezas como lo proyectan algunos predicadores. La palabra jamás se contradice. En
ocasiones tenemos que tener un poco de sentido común para ver estas cosas.
Una cosa es lo que tú quieres escuchar y otra es lo que Dios tiene que decirte. Nuestro
pensamiento por naturaleza es egoísta, inclinado al mal. Hoy en día las iglesias están
llenas de personas en busca de una aspereza egocéntrica, de una autosuperación. Esto
está lejos de un verdadero pensamiento bíblico, esto está muy lejos de su Evangelio.
Este pensamiento materialista procede del sueño americano. Esto se ha adaptado en la
Iglesia moderna como una doctrina esencial.
Solo analicemos, si esta doctrina fuese real, la Escritura diría lo siguiente:
“Póstrate ante mí, tu Señor, y te daré toda lo que me pida tu corazón corrupto y
contaminado”.
Con esta doctrina hemos desviado y amoldado las Escrituras a nuestra imagen y
semejanza. Si aceptamos este pensamiento como uno real, ya no tenemos a Cristo, sino al
genio de la lámpara. Si profundizamos en el versículo de Juan 10:10, vemos que la
palabra que Dios utiliza aquí para vida en el lenguaje original griego es “zoè”, la cual
quiere decir ‘VIDA ETERNA” y la palabra abundante es la palabra “perissós” que se
traduce como en una abundancia sobrenatural. Esto está muy lejos de las simplezas de un
éxito terrenal o una abundancia de bienes materiales. La abundancia y la vida que Dios
nos da, es una celestial, eterna y fuera de esta dimensión. Dios definitivamente quiere lo
mejor para nosotros, una verdadera vida en abundancia inimaginable y fuera de este
planeta. Él desea protegernos de nosotros mismos, de nuestro corazón entenebrecido,
malvado y atado con los bienes.
Él quiere atar tu corazón con el de su Hijo, y luego verás el misterio de una vida plena
en Cristo.
Dios nos lleva a ser buenos administradores del dinero, pero no a que comprometamos
nuestro corazón con el dinero. No está mal tener bines “NECESARIOS” o tener dinero
guardado, o si es la voluntad de Dios, ser pudientes económicamente hablando. Pero
debemos estudiar diligentemente las Escrituras e investigar el significado de ser un buen
administrador. Si ahorramos ¿para qué estamos ahorrando? y si somos pudientes, ¿para
quién es que lo somos? Si el dinero compromete tu relación con Dios, regálalo a los
necesitados; si compromete tu relación con tu familia, ofréndalo a la obra de Dios; si
compromete tu corazón, dónalo para el servicio de Dios.

¿Realmente lo conoces?
Hace un tiempo estaba platicando con un amigo; él me dice: Andrés, me parece
imposible que un hombre que haya conocido a Dios haya terminado por apartarse. Yo le
dije, yo no soy Dios para determinar las razones del hombre, o si realmente se apartó o
no, eso es asunto de Dios, mi deber es predicar a Cristo.
Pero esto me lleva a hacer tres preguntas muy importantes, que confrontan a la Iglesia
hoy en día.
¿Cómo sabes si esa persona conoció a Dios?
¿Cómo sabes si tú conoces a Dios?
¿Cómo sabemos si predicamos a Dios?
La Escritura dice que la Palabra de Dios es una espada de dos filos, pero parecería que
la hemos transformado en una flor de rico aroma que no cuestiona nuestro pensar. ¿Cómo
sabes que conoces a Dios? ¿Por qué repetiste una oración? ¿Por qué vas los domingos a
la iglesia?
Mateo 15:8
»“Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí.
Hebreos 4:12:
Ciertamente, la Palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que
cualquier espada de dos filos. Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu,
hasta la médula de los huesos, y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón.
Muchos hemos rediseñado la Palabra de Dios dando falsas interpretaciones; si damos
falsas interpretaciones, predicaremos a un dios falso.
No podemos continuar reduciendo a Dios a nuestro bolsillo; Dios no es un ser creado,
Dios es nuestro creador; Dios es uno, Dios es Espíritu, Dios es grande y perfecto, Dios
es eterno, autoexistente e inmutable, Dios es omnipotente, Dios es santo, Dios es justo,
Dios es verdadero, Dios es fiel, Dios es amor, Dios es Creador y sustentador, Dios es
Señor sobre todo, Dios es legislador y juez. Dios es Dios. ¡Él es incomparable!
Colosenses 1:15-16:
Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación, porque por medio
de Él fueron creadas todas las cosas en el cielo y en la tierra, visibles e invisibles,
sean tronos, poderes, principados o autoridades: todo ha sido creado por medio de Él
y para Él.
El Dios verdadero se refleja en una predicación verdadera, que no suaviza su Palabra,
que expone el costo de seguirlo, el arrepentimiento y la fe. Él sabe que nos va a costar
vivir por Él y para Él. Pero nada se compara con lo que nos iba a costar vivir una
eternidad sin Él.
Cuando alguien te pregunte acerca de tu Dios ¿Qué contestarás?
Contestarías con toda seguridad, así como lo hizo una vez el Dr. S. M. Lockridge,
cuando en una conferencia alguien le pidió, de manera improvisada, que abriera una de
las sesiones en oración. Él dijo lo siguiente:
La Biblia dice que mi rey
es el rey de los judíos,
Él es el rey de Israel
Él es el rey de justicia
Él es el rey de los siglos
Él es el rey de los cielos
Él es el rey de gloria
Él es el rey de reyes
Y el Señor de Señores
¡Este es mi Rey!
Me pregunto: ¿lo conoces?
Mi rey es un rey soberano
No hay manera de medir su amor ilimitado
Él es perdurablemente fuerte
Él es totalmente sincero
Es eternamente firme
Es inmortalmente lleno de gracia
Es imperialmente poderoso
Es imparcialmente misericordioso
¿Lo conoces?
Él es el mayor fenómeno
que ha cruzado el horizonte de este mundo
Él es el Hijo de Dios
Él es el salvador de los pecadores
Es la pieza central de la civilización
Él es incomparable
Él no tiene precedente
Es la idea más elevada de la literatura
Es la más alta personalidad en la filosofía
Él es la doctrina fundamental de la verdadera teología
Él es el único calificado para ser el Salvador todo suficiente
Me pregunto: ¿lo conoces?
Él suple de fortaleza a los débiles
Está disponible para los tentados y los afligidos
Él se compadece y salva
Él fortalece y sostiene
Él guarda y guía
Él sana a los enfermos
Él limpia a los leprosos
Él perdona a los pecadores
Él absuelve a los deudores
Él liberta a los cautivos
Él defiende a los débiles
Él bendice a los jóvenes
Él sirve a los desafortunados
Él guarda a los ancianos
Él recompensa a los diligentes
Él embellece a los humildes
¿Lo conoces?
Él es la clave del conocimiento
Él es la fuente de la sabiduría
Él es la entrada a la libertad
Él es el sendero hacia la paz
Él es el camino de justicia
Él es la autopista hacia la santidad
Él es la puerta a la gloria
¿Lo conoces?
Bueno, su vida es incomparable
Su bondad es ilimitada
Su misericordia es eterna
Su amor nunca cambia
Su palabra nos basta
Su gracia es suficiente
Su reino es justo
Su yugo es fácil y ligera su carga
Me gustaría describírtelo
Pero Él es indescriptible
Es incomprensible
Es invencible
Es irresistible
No puedes sacarlo de tu mente
No te lo puedes quitar de las manos
No puedes sobrevivir sin Él
Y no puedes vivir sin Él
Los fariseos no podían soportarlo
Pero se dieron cuenta que no podían detenerlo
Pilatos no pudo encontrar ninguna falta en Él
Herodes no pudo matarlo
La muerte no pudo con Él
Y la tumba no lo pudo retener
¡Este es mi Rey!
¡Este es mi Rey!
Dediquémonos a aprender quién realmente es Dios. El Dios de las Escrituras.
5
Hemos diseñado un evangelio distinto
El mundo mágico de un nuevo evangelio

Gálatas 1:6-9Reina-Valera 1960 (RVR1960)


No hay otro evangelio
6
Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia
de Cristo, para seguir un evangelio diferente.7 No que haya otro, sino que hay algunos
que os perturban y quieren pervertir el Evangelio de Cristo. 8 Mas si aunnosotros, o
un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado,
sea anatema. 9 Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os
predica diferente Evangelio del que habéis recibido, sea anatema.

Hace un tiempo estuve enseñando en la iglesia sobre el efecto del Evangelio hoy en día
en otros países, y de por qué no ocurre el mismo efecto en este lado del mundo. Mostré
un vídeo en el que se observa la reacción de personas a la llegada de la Biblia por
primera vez traducida a su idioma. Las personas lloraban de alegría y celebraban por
esa llegada. También se mostró otro vídeo de una de las culturas más organizadas del
mundo, China. Vimos cómo a pesar de que es un país muy ordenado, al llegar la Biblia a
un grupo de personas, causó una euforia desmedida; los chinos corrieron desesperados,
como cuando alguien corre un 5k bajo un sol de 95 grados sin tomar agua y de repente
aparece un galón de agua en el medio de la carretera. Fue algo impresionante.
Yo les pregunto: ¿Por qué nosotros no reaccionamos de esa manera?
Podemos reaccionar de esa manera en una venta de madrugador para buscar un TV de 27
pulgadas; sin embargo, no lo hacemos para tomar el alimento sólido que es la Palabra
de Dios. Vimos cómo lloraban por tener la Biblia en sus manos y cómo la apreciaban.
Su condición de vida no es mejor que la nuestra y sin embargo aprecian las Escrituras,
así como nosotros apreciamos los iPhones.

¿Por qué esa reacción en otras regiones del mundo


y no en nosotros?
Pudiéramos decir que son las distracciones, pero ellos también las tienen. Lo que me
preocupa es la posibilidad de que el mensaje que sale desde los púlpitos en este lado
del mundo, sea muy distinto al que sale en otros lugares del planeta.
Mateo 15:8 Nueva Versión Internacional (NVI):
8
»“Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí.

La pureza del mensaje ha sido distorsionada


Escucho el Evangelio que se predica en otros lugares y noto la diferencia en el mensaje.
En otros lugares se predica de salvación, nuestro pecado, el arrepentimiento, la cruz, el
orgullo, su sangre, su muerte, su resurrección y una vida nueva en la que Cristo reina y es
el centro.

En este lado del mundo vemos lo opuesto


¿Evangelio o sacrilegio? Esta es una de las preguntas que se me vienen a la mente
cuando escucho predicaciones en las que el centro de la enseñanza es el hombre, la
mayoría de las enseñanzas van dirigidas a una prosperidad material. El evangelismo
moderno es psicológico y no bíblico. Escuchamos: ¿cómo ser un campeón de
campeones? ¿cómo vivir y tener todo lo que quieres? bla, bla, bla…
El evangelio americano diseñó un evangelio cómodo donde las personas tienen lo mejor
de dos mundos, donde podemos seguir a Cristo sin necesidad de renunciar a nada. Más
aún, se sigue a Cristo para alcanzar nuestros sueños individualistas. Esto está lejos del
verdadero Evangelio, el cual exige arrepentimiento, nos llama a negarnos a nosotros
mismos, a tomar la cruz y a seguirlo; todo esto para proclamar su Palabra, para su gloria
y por su gracia.
Marcos 8:34 NVI:
Entonces llamó a la multitud y a sus discípulos. —Si alguien quiere ser mi discípulo
—les dijo— que se niegue a sí mismo, lleve su cruz y me siga.
Jesús ha pasado de ser el camino a ser un camino, de ser Dios a ser solo un amuleto
religioso que me ayuda a conquistar mis sueños egoístas. Estas tendencias han desviado
la esencia del Evangelio; han convertido la sangre de Cristo invaluable, en algo
perecedero.

Hoy en día no tenemos una perspectiva clara de la cruz


1. A través del sacrificio de Jesús en la cruz, vemos cómo Él anuló la deuda.
Colosenses 2:13-14.NVI:
Antes de recibir esa circuncisión, ustedes estaban muertos en sus pecados. Sin
embargo, Dios nos dio vida en unión con Cristo, al perdonarnos todos los pecados y
anular la deuda que teníamos pendiente por los requisitos de la ley. Él anuló esa
deuda que nos era adversa, clavándola en la cruz.
2. A través de la cruz Dios nos reconcilió.
Efesios 2:16 NVI:
para reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo mediante la cruz, por la que dio
muerte a la enemistad.
3. El mensaje de la cruz es poder de Dios (No existe ningún otro mensaje que tenga
poder para salvarnos y reconstruir nuestras vidas).
1 Corintios 1:18 NVI:
Me explico: El mensaje de la cruz es una locura para los que se pierden; en cambio,
para los que se salvan, es decir, para nosotros, este mensaje es el poder de Dios.
4. La cruz debe ser nuestra jactancia y nuestra gloria aquí en la tierra.
Gálatas 6:14 NVI:
En cuanto a mí, jamás se me ocurra jactarme de otra cosa sino de la cruz de nuestro
Señor Jesucristo, por quien el mundo ha sido crucificado para mí, y yo para el mundo.
5. La cruz nos proporciona una visión clara del camino a seguir; es nuestro llamado.
Mateo 16:24.NVI:
Luego dijo Jesús a sus discípulos: —Si alguien quiere ser mi discípulo, tiene que
negarse a sí mismo, tomar su cruz y seguirme.
6. La cruz refleja el alto precio de seguirle.
2 Corintios 4:8-11.NVI:
Nos vemos atribulados en todo, pero no abatidos; perplejos, pero no desesperados;
perseguidos, pero no abandonados; derribados, pero no destruidos. Dondequiera que
vamos, siempre llevamos en nuestro cuerpo la muerte de Jesús, para que también su
vida se manifieste en nuestro cuerpo. Pues a nosotros, los que vivimos, siempre se nos
entrega a la muerte por causa de Jesús, para que también su vida se manifieste en
nuestro cuerpo mortal.
7. La cruz refleja nuestro destino terrenal por su causa.
Romanos 8:36 NVI:
Así está escrito: «Por tu causa siempre nos llevan a la muerte; ¡nos tratan como a
ovejas para el matadero!»
8. La cruz es nuestra ganancia y nuestra recompensa en la tierra.
Filipenses 1:21 NVI:
Porque para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia.
9. La cruz es un gran privilegio y una gran bendición.
Hechos 5.40-41. NVI:
Entonces llamaron a los apóstoles y, luego de azotarlos, les ordenaron que no
hablaran más en el nombre de Jesús. Después de eso los soltaron. Así, pues, los
apóstoles salieron del Consejo, llenos de gozo por haber sido considerados dignos de
sufrir afrentas por causa del Nombre.
Filipenses 1.29.NVI:
Porque a ustedes se les ha concedido no solo creer en Cristo, sino también sufrir por
él,
A veces decimos, ¡que BENDECIDOS somos por vivir en este lado del mundo! En el
otro lado torturan y asesinan a los cristianos. ¡Dios, ayúdalos!
Sin embargo, eso no es lo que deberíamos decir.
Deberíamos decir: Señor, qué está sucediendo que no he recibido la bendición de sufrir
por tu causa. Dios mío ayúdanos a vivir el verdadero Evangelio y no uno que dice que
ser bendecido es estar sin problemas y tener muchos bienes materiales. Sálvanos de esta
mentalidad antibíblica.
La cruz y el sufrir por su causa es el honor más grande que podemos tener en este mundo.
No hago un llamado a que nos torturen, pero sí a evaluar qué tipo de cristianismo
estamos viviendo, uno popular y agradable a todos o uno bíblico.

El escuchar el Evangelio bíblico y entenderlo, produce


varios efectos
1) Un avivamiento
Hechos 19:18-20 Nueva Traducción Viviente (NTV):
18
Muchos de los que llegaron a ser creyentes confesaron sus prácticas pecaminosas. 19
Varios de ellos, que practicaban la hechicería, trajeron sus libros de conjuros y los
quemaron en una hoguera pública. El valor total de los libros fue de cincuenta mil
monedas de plata. 20 Y el mensaje acerca del Señor se extendió por muchas partes y
tuvo un poderoso efecto.
William P. Farley, pastor de Grace Christian Fellowship en Spokane, Washington narra
el efecto del Evangelio en el libro Jonathan Edwards y el Gran Avivamiento. En julio
1741, Jonathan Edwards aceptó la invitación de predicar en el pueblo vecino de Enfield,
Connecticut. Era la cúspide del Gran Avivamiento (1740-1742), uno de los más intensos
derramamientos del Espíritu de Dios en la historia americana. El fuego de Dios estaba
cayendo por todos lados. A pesar del hecho que él había predicado “Pecadores en
Manos de un Dios Airado” a su propia congregación y había tenido poco efecto, se
sentía guiado a usarlo otra vez en Enfield. Sus técnicas no eran impresionantes, siempre
leía sus sermones con una voz calmada, pero con gran convicción. Él rechazaba gritar y
usar teatralidades. Impresionar a los oyentes con el poder de la verdad y con su
desesperada necesidad de Dios era la meta de Edwards. Ni su estilo ni la manera en que
predicaba podían ser la causa de lo que pasó ese día en Enfield. Un testigo, Stephen
Williams, escribió en su diario: “Fuimos a Enfield en donde conocimos al querido señor
Edwards de Northampton, quien predicó un sermón muy estremecedor de los textos de
Deuteronomio 32:35, y antes de que el sermón terminara había grandes gemidos, y gritos
llenaban toda la casa… ` ¿Qué haré para ser salvo? ` ‘Oh, me estoy yendo al infierno`
‘¿Qué puedo hacer por Cristo?` y así sucesivamente. Así que el ministro se vio obligado
a parar… ¡sí, los gritos y los alaridos eran asombrosos! Williams continúa, después de
esperar algún tiempo, hasta que la congregación estuvo quieta, y así, finalmente, la
oración fue hecha por el señor W. Después descendimos del púlpito y conversamos con
las personas, en varios lugares; el poder asombroso de Dios fue visto, varias almas
fueron convertidas esa noche, y ¡oh, cuán alegres y agradables se veían sus rostros!” *
El libro de Hechos nos refleja que un avivamiento en nuestras vidas genera una
confesión genuina.
Esto nos lleva al segundo efecto de un Evangelio bíblico.
2) Confesión
18
Muchos de los que llegaron a ser creyentes confesaron sus prácticas pecaminosas.
La confesión vino como producto de haber entendido el mensaje de salvación.
La Biblia dice en
Salmos 119:104:
De tus preceptos adquiero entendimiento; por eso aborrezco toda senda de mentira.
En este salmo vemos que el entendimiento dio el aborrecimiento de lo que estaba mal
ante Dios. Su Palabra nos da entendimiento para despreciar lo que no viene de Él.
Salmos 32:3-5 Nueva Versión Internacional (NVI):
3
Mientras guardé silencio, mis huesos se fueron consumiendo por mi gemir de todo el
día. Mi fuerza se fue debilitando como al calor del verano, porque día y noche tu
mano pesaba sobre mí.
Pero te confesé mi pecado, y no te oculté mi maldad. Me dije: «Voy a confesar mis
transgresiones al SEÑOR», y tú perdonaste mi maldad y mi pecado.
El tercer efecto de un verdadero Evangelio es
3) Arrepentimiento
19
Varios de ellos, que practicaban la hechicería, trajeron sus libros de conjuros y los
quemaron en una hoguera pública. El valor total de los libros fue de cincuenta mil
monedas de plata.
El arrepentimiento que vemos aquí, es el arrepentimiento bíblico:
El arrepentimiento bíblico, lógico, viene de Dios e involucra más que un cambio de
forma de pensar. Hace que los pecadores se alejen de su pecado. Vemos en Hechos
capítulo 2 cómo Pedro exhortó a sus oyentes a que se arrepintieran porque de lo
contrario no podrían experimentar una verdadera conversión. Estos magos entregaron su
vida. Estos libros eran su trabajo y su identidad. Y no tan solo eso. El costo de estos
libros era el equivalente a 50,000 días de trabajo. ¿Tú sacrificarías 50,000 días de
trabajo a causa de Cristo? Voy a reformular lo dicho: El acto de quemar los libros en
público es un acto de arrepentimiento genuino.
El cuarto efecto del Evangelio bíblico es
4) Una entrega radical
Mateo 19:29 Nueva Traducción Viviente (NTV):
29
Y todo el que haya dejado casas o hermanos o hermanas o padre o madre o hijos o
bienes por mi causa recibir á cien veces m á s a cambio y heredar á la vida eterna.
Por un momento pongámonos en la posición de Dios.
Solo imaginemos que un diseñador hizo una obra de arte y la llevó a enmarcar. Pasados
los días la va a recoger y se percata que faltan tres cuartas partes de la obra, o la mitad
de la obra.
¿Cómo te sentirías? ¿La aceptarías así?
Lo más seguro es que reclamarías, te molestarías, demandarías, llorarías, o como
haríamos los puertorriqueños en la naturaleza pecaminosa, brincarías el mostrador para
agredirlo (no digo que lo hagan, aclaro por si acaso), etc. Así mismo, Dios no demanda
un porciento de tu vida. Él compró tu vida entera. La entrega que Dios demanda es a
causa de su entrega en la cruz. Nos entregamos porque Él se entregó por nosotros. Aun si
fuéramos condenados al infierno, la demanda sería la misma, entrega total. Pero Dios
que es rico en misericordia, nos perdonó para siempre. Y ahora somos libres. Él no es
un tirano para obligarte a entregarte. Él te ama. Nuestra entrega tiene que ser voluntaria y
en amor. El significado de entrega no es que todos los días estés en la iglesia. Según el
diccionario, “entrega” es poner a disposición de alguien una cosa. Dios pide que tu vida,
la cual no te pertenece, esté a su disposición. Tu familia, tus bienes, eso incluye tu casa,
tu auto, tu dinero, tu trabajo, tu mente y corazón, tu tiempo y tus recursos. Entrega es que
tú, todo lo que tienes y todo lo que hagas sea para la gloria de Dios.
La Iglesia antigua tenía muy claro el costo de seguir a Cristo. A pesar de que seguir a
Cristo les podía costar la muerte, lo seguían con profunda convicción. ¿Qué está pasando
hoy en día? Aclaro, hoy en día en América, porque en el otro lado del mundo la
persecución no ha cesado; al contrario, es más notable cada día.
Todo produce un efecto. Lo que vemos, lo que hacemos, lo que tocamos. Reaccionamos
a todo nuestro entorno. Si el Evangelio que escuchamos no produce un efecto radical en
nuestras vidas, debemos de preocuparnos y preguntarnos: ¿Qué evangelio estamos
escuchando? La reacción al Evangelio, el efecto en nosotros, es la entrega total de
nuestras vidas. Por naturaleza, vivimos una vida de entrega, entrega al pecado, entrega a
las cosas que son contrarias a Dios; nuestra salvación viene por el oír la Palabra de
Dios, no una palabra modificada. Así de serio es el asunto.
Yo no veo entregas a medias en las Escrituras, solo veo entregas radicales por su causa.
Tan radicales que todos y cada uno de los seguidores de Cristo vivían en lo que yo le
llamo el quinto efecto del Evangelio.
5) La persecución y el martirio
La Iglesia antigua no se caracterizaba por una prosperidad económica o por predicar una
buena vida, sino por el martirio y la persecución mediante una sana predicación. Te
imaginas a Pablo predicando “Sigan a Cristo no les va a costar nada”. Yo no veo a
Pablo diciendo esto en la Biblia, al contrario veo esto:
2 Corintios 11:23-33Nueva Versión Internacional (NVI):
23
¿Son servidores de Cristo? ¡Qué locura! Yo lo soy más que ellos. He trabajado más
arduamente, he sido encarcelado más veces, he recibido los azotes más severos, he
estado en peligro de muerte repetidas veces. 24 Cinco veces recibí de los judíos los
treinta y nueve azotes. 25 Tres veces me golpearon con varas, una vez me apedrearon,
tres veces naufragué, y pasé un día y una noche como náufrago en alta mar. 26 Mi vida
ha sido un continuo ir y venir de un sitio a otro; en peligros de ríos, peligros de
bandidos, peligros de parte de mis compatriotas, peligros a manos de los gentiles,
peligros en la ciudad, peligros en el campo, peligros en el mar y peligros de parte de
falsos hermanos. 27 He pasado muchos trabajos y fatigas, y muchas veces me he
quedado sin dormir; he sufrido hambre y sed, y muchas veces me he quedado en
ayunas; he sufrido frío y desnudez. 28 Y como si fuera poco, cada día pesa sobre mí la
preocupación por todas las iglesias. 29 ¿Cuando alguien se siente débil, no comparto
yo su debilidad? ¿Y cuándo a alguien se le hace tropezar, no ardo yo de indignación?
30
Si me veo obligado a jactarme, me jactaré de mi debilidad. 31 El Dios y Padre del
Señor Jesús (¡sea por siempre alabado!) sabe que no miento. 32 En Damasco, el
gobernador bajo el rey Aretas mandó que se vigilara la ciudad de los damascenos con
el fin de arrestarme; 33 pero me bajaron en un canasto por una ventana de la muralla,
y así escapé de las manos del gobernador.

Un martirio de generación en generación


Por mencionar algunos mártires importantes podemos observar la vida de Jan de Bakker
el cual fue sentenciado a la pena de muerte por su creencia protestante en contra del
catolicismo, el 15 de septiembre del 1525 murió en la hoguera en esa ciudad.
- Dietrich Bonhoeffer ahorcado el 9 de abril de 1945 (también por conspirar
contra Hitler).
- Jean Calas, conocido por haber sido víctima de un juicio parcial debido a su
condición de protestante, en 1761. En Francia se le considera un símbolo de la
persecución,
- Richard Cameron, se enfrentó a las autoridades y fue muerto en una
escaramuza en Airds Moss, Ayrshire, en 1680.
- Janani Luwum, Juan Díaz (teólogo), Jean-François de la Rocque de Roberval,
Constantino Ponce de la Fuente, Nicholas Ridley, Paul Schneider (pastor), Miguel
Servet. La lista es innumerable.
El martirio y la persecución son parte de vivir un Evangelio bíblico.
La historia del martirio y la persecución de la Iglesia continuó, y continúa luego de la
era apostólica hasta nuestros días. Pero luego del 1928, en este lado del mundo, la
intensidad casi desapareció. Las convicciones de la Iglesia fueron debilitadas por sus
mismos líderes. Leyendo “El redescubrimiento de la predicación expositiva” del pastor
John MacArthur, leí sobre uno de los líderes que promovió el modernismo en la Iglesia,
haciendo el discurso lo más suave y cool posible, un discurso sin carácter y sin
convicciones en el que Dios se adaptaba a nuestra imagen. Este fue el pastor Harry
Emerson Fosdick; él abrió las puertas para que la psicología y la filosofía entraran
ampliamente en la Iglesia.
6) Nos hace ver nuestra entrega al mundo
La buena noticia de salvación, no puede ser recibida sin la compresión de nuestra
condición.
Efesios 2:3:
En ese tiempo también todos nosotros vivíamos como ellos, impulsados por nuestros
deseos pecaminosos, siguiendo nuestra propia voluntad y nuestros propósitos. Como
los demás, éramos por naturaleza objeto de la ira de Dios.
Tito 3:3:
En otro tiempo también nosotros éramos necios y desobedientes. Estábamos
descarriados y éramos esclavos de todo género de pasiones y placeres. Vivíamos en la
malicia y en la envidia. Éramos detestables y nos odiábamos unos a otros.
El Evangelio bíblico no es diseñado para controlar masas, más bien para confrontarlas,
y que puedan ver a Cristo como su Señor y Salvador.
7) Nos lleva a vivir una santidad progresiva
Un Evangelio sin santidad progresiva es lo mismo que una fuente de agua sin agua.
Solo está de adorno. No funciona para lo cual fue creada.
Muchos hablan de establecer el reino de Dios aquí en la tierra, pero pocos dicen cómo.
Establecer el reino de Dios en la tierra no es otra cosa que vivir para el reino de Dios,
vivir para su gloria; en pocas palabras, vivir con el carácter que genera la piedad. Vivir
para su gloria es vivir en santidad. Lo que sucede es que la iglesia legalista explicó la
santidad de una forma errónea. Confundían la santidad como el método para alcanzar a
Dios. Sin embargo, la santidad es dada por Dios el día que el Espíritu Santo habita en
nosotros. La santidad no es para alcanzar a Dios, sino el resultado del alcance de Dios
en nuestras vidas. Esta es una santidad que nos posiciona en Cristo.
La santidad progresiva es el fruto de la santidad posicional
Vivir en santidad no es nada más y nada menos que seguir la ley del Espíritu de vida que
habita en nosotros, muriendo a nosotros mismos, viviendo en su Palabra.

¿Qué es un Evangelio bíblico?


Hechos 20:24 Reina-Valera 1960 (RVR 1960):
24
Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal
que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar
testimonio del Evangelio de la gracia de Dios.
20
y cómo nada que fuese útil he rehuido de anunciaros y enseñaros, públicamente y
por las casas,21 testificando a judíos y a gentiles acerca del arrepentimiento para con
Dios, y de la fe en nuestro Señor Jesucristo.
El Evangelio bíblico es aquel mensaje que nos muestra un panorama claro de tres
doctrinas esenciales, las cuales apuntan a la suficiencia y los méritos de Cristo.
El Evangelio bíblico nos muestra claramente:
Nuestra condenación e incapacidad antes de Cristo.
(Romanos 5:12, Romanos 3:10-13)
Su plan de redención (muerte y resurrección: la cruz).
(Efesios 2:4-5, Juan 3:16)
y por último, como resultado de su plan, en agradecimiento
Una vida de adoración y entrega radical (una vida para su gloria).
Efesios 1:12:
a fin de que nosotros, que ya hemos puesto nuestra esperanza en Cristo, seamos
para alabanza de su gloria.
¿Entiendes con claridad el Evangelio?
Es tiempo de pensar en lo que pensamos. Uno de los mayores retos que tiene todo
creyente en la actualidad, es el de detenerse a pensar en lo que cree.
¿Cuál es la raíz de nuestro pensamiento? ¿De qué está construida nuestra ideología,
nuestra jerga, nuestra forma de pensar? ¿Es bíblica? ¿Es real? Determinar qué es bíblico
y qué no es bíblico en estos tiempos puede ser conflictivo, por muchos motivos. Uno de
los motivos es que la inmensa mayoría de nosotros nacimos en errores doctrinales y
culturales. Crecer en un error teológico o cultural es como cuando un ave nace en
cautiverio. No le preocupa su forma de vida, está de acuerdo con todo, a pesar de que
vive en una jaula, porque está acostumbrada.
Muchos afuera, predican a Cristo, lo admiran y lo veneran; de hecho, cada día más
sectas y religiones utilizan el nombre de Cristo en sus sermones.
¿Pero realmente el mencionar a Cristo es el Evangelio?
Debemos de entender dos cosas:
Santiago 2:19:
Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan.
1. Los demonios creen que existe un solo Dios y tiemblan. Ellos son
monoteístas, creen en el verdadero Dios, pero no son salvos. Ellos reconocen a
Jesús (Lucas 8:28), pero no dejan de ser demonios.
1 Corintios 2:2 Reina-Valera 1960 (RVR1960):
2
Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a este
crucificado.
2. Pablo dice que predica a Cristo, y a este crucificado.
Es aquí donde radica la diferencia: la cruz. Si no llevamos el mensaje de la cruz, no
llevamos el Evangelio, sino solo un sermón hueco, vacío y sin poder. Moralmente
hablando, un mensaje puede tener consejos para la vida cotidiana, pero si no tiene a
Cristo, y a este crucificado, carece de la materia prima. Sin la cruz, la salvación del
oyente está en juego.
Lo que dice la tradición y nuestra cultura no puede tener más influencia de lo que
dicen las Escrituras. Nuestra cultura no es la autoridad determinada por Dios. La
Biblia sí la es.
El determinar qué es bíblico y qué no es bíblico, no tan solo es importante, es
URGENTE y necesario. El detectar esto es igual de importante que detectar veneno en
un alimento. El no detectarlo a tiempo, puede ser letal.
Romanos 1:16-17 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
El poder del evangelio
16
Porque no me avergüenzo del Evangelio, porque es poder de Dios para salvación a
todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.17 Porque en el
Evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el
justo por la fe vivirá.
El evangelio moderno propone que Dios tiene el poder para salvar, pero, no tiene el
poder para transformar.
Una sana comprensión del Evangelio nos hace vivir una vida sana que glorifica en todo a
Dios de una manera sincera y desinteresada.
Cuando nuestra comprensión del Evangelio es deficiente, nuestra relación con Dios es
deficiente. El no comprender el poder del Evangelio nos hace vivir bajo el poder del
príncipe de este mundo.
El Evangelio nos ofrece, pero no lo que algunos piensan: no nos ofrece un carro nuevo,
no nos ofrece una casa de tres pisos; eso sería muy finito y limitado. El Evangelio
bíblico nos ofrece algo inigualable, incomparable y extraordinario. Pasar de muerte a
vida. ¡Esto sí es poder!
Al final, todos necesitamos entender lo que el profeta Habacuc entendió: la esencia de la
Buena Noticia.
Habacuc 3:17-18 (NVI)
17
Aunque la higuera no dé renuevos, ni haya frutos en las vides;
aunque falle la cosecha del olivo, y los campos no produzcan alimentos; aunque en el
aprisco no haya ovejas, ni ganado alguno en los establos; 18 aun así, yo me regocijaré
en el SEÑOR,
¡me alegraré en Dios, mi libertador!

6
Un déficit de atención más severo
Nuestra atención esta desviada

Colosenses 3:2 NVI:


Concentren su atención en las cosas de arriba, no en las de la tierra…

Aún recuerdo cuando me toco estudiar para aquel examen de álgebra. Estuve una
semana concentrado en mi hogar para hacer un buen trabajo; bueno esa era la intención,
ya que no podía dejar de pensar en ir a jugar baloncesto y en jugar Sega Génesis. Tenía
una batalla entre lo que quería hacer y lo que debía hacer. Al final, le dediqué tres días
al estudio del examen y cuatro días entre el baloncesto y el Sega. ¿Cuál fue el resultado
del examen? Tuve que repetirlo. Antes de que te mofes de mí, tenemos que entender que
esto mismo nos sucede a nosotros con los asuntos de Dios. Preferimos leer el periódico
bien temprano en la mañana, a sentarnos a leer la Biblia. Preferimos ver la novela de las
siete, que sentarnos con nuestros hijos a estudiar la Palabra. Preferimos hablarles a otros
de lo que sucedió en casa del vecino, que sentarnos con el vecino a hablar del
Evangelio. Nuestra atención está mal dirigida.

Un déficit de atención más severo


No voy entrar en detalles sobre lo que nos han querido imponer como un déficit de
atención, y no niego que exista un problema neurológico en algunos niños, pero, el mayor
problema que tenemos no es neurológico, sino espiritual. El síndrome de falta de
atención en los asuntos de Dios, la falta de atención a su Palabra. Desde el comienzo nos
han querido imputar y amoldar a las diferentes y llamativas formas de pensar de este
mundo. Toda forma de pensar tiene que ser confrontada por la única y verdadera forma
de pensar, la cual no proviene de este mundo, pero es para este mundo: la Biblia.
Tenemos una gran deficiencia en nuestra atención. La persona con un verdadero déficit
es aquella persona que no puede concretarse en las cosas de arriba y solo se inclina a
vivir concentrado en las cosas de la tierra. Satanás es el iniciador del verdadero déficit
de atención. Él colocó un sistema de pensamiento para capturar nuestra alma. Éramos
libres, pero desde el huerto Satanás nos encerró en una forma de pensar distinta.

Toda forma de pensar contraria a las Escritura tiene su


origen en Satanás
Génesis 3:1-6 NVI:
…¿Es verdad que Dios les dijo que no comieran de ningún árbol del jardín? —
Podemos comer del fruto de todos los árboles —respondió la mujer—. Pero, en cuanto
al fruto del árbol que está en medio del jardín, Dios nos ha dicho: “No coman de ese
árbol, ni lo toquen; de lo contrario, morirán.” Pero la serpiente le dijo a la mujer: —
¡No es cierto, no van a morir! Dios sabe muy bien que, cuando coman de ese árbol, se
les abrirán los ojos y llegarán a ser como Dios, conocedores del bien y del mal…
Satanás desvió la concentración de Eva utilizando su voz y su pensamiento, de una
manera sutil y hermosa; Eva fue engañada a través de los sentidos. Escuchó lo que no
tenía que oír, vio lo que no tenía que ver; por consiguiente, deseó lo que no tenía que
desear e hizo lo que no tenía que hacer.
El objetivo del enemigo es capturar nuestra atención y encerrarnos en un sistema que
solo vive por vivir, sin propósito y sin sentido, un sistema egoísta y legalista.
Nuestra atención está capturada desde antes de venir a este mundo; por herencia
nacemos con pecado y es por esta causa que no podemos ver los asuntos de Dios.
2 Corintios 4:4:
4
El dios de este mundo ha cegado la mente de estos incrédulos, para que no vean la
luz del glorioso Evangelio de Cristo, el cual es la imagen de Dios.
Cuando escuchas una verdad, tu sistema de pensamiento adoctrinado la bloquea y la
descarta, la hace ver como una mentira. En el origen la atención de Adán estaba solo en
Él y tan solo un pensamiento los desconcentró por completo.
Hablamos mucho de la atención y la concentración, pero ¿qué son?
Atención
La atención es la capacidad que tiene alguien para entender las cosas o un objetivo,
tenerlo en cuenta o en consideración.
Concentración
La concentración mental es un proceso psíquico que se realiza por medio del
razonamiento; consiste en centrar voluntariamente toda la atención de la mente sobre un
objetivo, objeto o actividad que se esté realizando o pensando en realizar en ese
momento, dejando de lado toda la serie de hechos u otros objetos que puedan ser
capaces de interferir en su consecución o en su atención.
Que difícil se nos hace concentrar toda nuestra atención en las cosas de arriba.
Platicando con mi hijo Diego, le hice la siguiente pregunta:
¿Por qué podemos estar cuatro horas jugando el Wii, pero no podemos estar treinta
minutos leyendo la Biblia?
¿Por qué podemos estar horas hablando con amigos, pero no podemos estar diez minutos
orando en nuestro cuarto a solas con Dios?
¿Por qué podemos estar todo el día haciendo lo que sea, menos orando o leyendo las
Escrituras?
Le expliqué sobre los 3 factores:
1. Nuestra naturaleza: Somos por naturaleza apartados de Dios, aborrecedores
de Dios, y por nuestra naturaleza hacemos todo lo opuesto a las cosas de Dios.
Nuestra inclinación natural no soporta las cosas del reino. No podemos
acercarnos a Él, por una decisión humana. Todo es por intervención divina.
Esta fuerza natural está constantemente operando en nosotros.
2. Entorno: "Nuestros pensamientos nos capturan", estamos presos en los
pensamientos de nuestra cultura. En nuestro entorno, las veinticuatro horas
de los siete días de la semana; lo opuesto a Dios está operando para que
nuestros pensamientos sean entenebrecidos y ajustados a todo principio
opuesto a los principios de Dios. Estamos adoctrinados a este mundo, nos
reímos del pecado en vez de aborrecerlo, lo hacemos parecer como si fuera
algo bueno.
3. Falta de exposición y meditación de la Palabra: Si te expones a la palabra y no
meditas en ella, es como tener un carro estacionado, pero jamás
encenderlo. No hay un punto medio, o subes en el conocimiento de la gracia y
la sabiduría de Dios o fortalecemos el pensamiento de pecado y sabiduría de
este siglo, contrario a Dios.
En Cristo Jesús, Dios nos da la libertad y la oportunidad, a través de las Escrituras, de
pensar como Él piensa. Si pensamos como Jesús piensa, vemos como Jesús ve y
actuamos como Dios desea. Este es el resultado de nuestra atención puesta en las cosas
del cielo. Un pensar lleno de sabiduría y una vida en verdadera plenitud y gozo. Cuando
nuestra concentración está en Él, es inevitable ver su mano en todo lo que se hace.

Concentremos nuestra mirada en sus sendas


Salmos 119:15-16 NVI: En tus preceptos medito, y pongo mis ojos en tus sendas. En
tus decretos hallo mi deleite, y jamás olvidaré tu Palabra.
Al mirar sus sendas miramos sus propósitos; el mirar sus sendas es el meditar y estudiar
en las Escrituras. Cuando caminamos en ellas encontramos su voluntad perfecta y el
verdadero deleite para nuestra existencia.
Cuando nuestra mirada está puesta en nuestras propias sendas y no en sus sendas, somos
presa fácil. El sistema de pensamiento opuesto a Dios penetrará nuestra mente y jugará
con nosotros.
Si tu mente está puesta en la tierra, tu vocabulario, tu actitud, tu visión serán los de la
tierra. Si tu mente está puesta en el cielo, en las Escrituras, el vocabulario, tu actitud, tu
visión serán celestiales, en Cristo Jesús.
Queremos vivir para Dios viviendo los principios de este
mundo. Esto es el equivalente a querer encender leña con
agua.
Lucas 4:3-4 NVI:
—Si eres el Hijo de Dios —le propuso el diablo—, dile a esta piedra que se convierta
en pan. Jesús le respondió: —Escrito está: “No solo de pan vive el hombre”.
¿Cómo nos defenderemos ante los ataques si no conocemos los ataques? ¿Cómo
conoceremos los ataques si no estudiamos su Palabra?
Mientras hablaba con un amigo, me pasó por la mente cómo somos de expertos
modificando las Escrituras para evitar su confrontación, como lo vemos en el pasaje
anterior donde Satanás utiliza la Palabra, pero tergiversada, para tentar a Jesús.
Ejemplo: Jesús nos dice, resiste al diablo y huirá. Esto lo dicen hasta los ateos.
¿Pero cómo lo resistimos? La realidad es que antes, en el mismo verso dice cómo:
“Estad sujetos”.
Sujetarnos a las Escrituras y a lo establecido por Dios, trae como resultado la libertad
de nuestra forma antigua de pensar; nos libera de la mente del enemigo. Al diablo no se
resiste con buenas intenciones o gritos, sino con oración bíblica y la aplicación de lo
escrito en nuestras vidas. La falta de sujeción es una puerta abierta, una bienvenida a una
vida vacía y distorsionada, es una bienvenida a ser zarandeados y arrastrados por
nuestro orgullo.

Si nuestra concentración está puesta en las cosas de la


tierra, viviremos como mendigos, a pesar de ser hijos.
(Pequeño desvío histórico) El gnosticismo desvió la concentración de los creyentes,
entreteniéndolos con fábulas y genealogías humanas para vivir en la mentira, para que
concentraran su atención en las cosas de la tierra. Esta secta inmensa de la antigüedad, la
cual existe hasta nuestros tiempos, tenía muchos propósitos y dentro de sus propósitos
tenía el de mezclar la verdad con la mentira. Hacer pasar el hierro por oro.
Hoy en día, la comunidad cristiana es producto de esto. Son más los ecuménicos y menos
los reformados, son más los que adaptan la mentira y menos los que viven la verdad.
Nuestra concentración está dividida. Donde hay división no hay prosperidad, no hay
función, no hay reino manifestado.

Una concentración desviada


1. La concentración es producto de las intenciones de nuestro corazón.
Mateo 6:21:
Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.
En qué invertimos nuestro tiempo, esfuerzo y dinero nos muestra dónde está nuestra
concentración.
2. Una mente no ejercitada puede ser piedra de tropiezo.
Lucas 9:10-17 NVI:
Cuando regresaron los apóstoles, le relataron a Jesús lo que habían hecho. Él se los
llevó consigo y se retiraron solos a un pueblo llamado Betsaida, pero la gente se
enteró y lo siguió. Él los recibió y les habló del reino de Dios. También sanó a los que
lo necesitaban. Al atardecer se le acercaron los doce y le dijeron: —Despide a la
gente, para que vaya a buscar alojamiento y comida en los campos y pueblos
cercanos, pues donde estamos no hay nada. —Denles ustedes mismos de comer —les
dijo Jesús. —No tenemos más que cinco panes y dos pescados, a menos que vayamos a
comprar comida para toda esta gente —objetaron ellos, porque había allí unos cinco
mil hombres…
Aquí vemos cómo el pensamiento de los apóstoles fueron reacciones terrenales, sin
expectativa, un pensamiento humanista y lógico. Jesús los reta y les hace ver que esa es
su forma vieja de pensar, y que ahora andan con Él.
3. Una vida de concentración en las cosas del mundo, es una vida
desconectada de los planes de Dios.
Mateo 16:23:
Jesús se volvió y le dijo a Pedro: —¡Aléjate de mí, Satanás! Quieres hacerme
tropezar; no piensas en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.
Jesús le dijo a su discípulo Pedro, aléjate de mí Satanás (adversario), y Pedro tenía,
humanamente hablando, las mejores intenciones; pero esas mejores intenciones fueron
producto de la concentración en las cosas de la tierra, lo cual obstaculizaba los planes
de Dios en aquel momento. Pedro, sin darse cuenta estaba tratando de tentar a Jesús para
desviarlo de su propósito.
No seamos un obstáculo, seamos instrumentos del Señor.
4. La falta de concentración afecta nuestra fe.
Mateo 8:24-27 NVI:
De repente, se levantó en el lago una tormenta tan fuerte que las olas inundaban la
barca. Pero Jesús estaba dormido. Los discípulos fueron a despertarlo. — ¡Señor —
gritaron—, sálvanos, que nos vamos a ahogar! —Hombres de poca fe —les contestó
—, ¿por qué tienen tanto miedo?...
La falta de concentración afectó su fe. Su atención estaba puesta en la tormenta y no en
aquel hombre del cielo que estaba dormido junto a ellos. El estar dormido hizo que
dudaran, porque sus sentidos traicionaron su fe.
Mateo 14:22-33 NVI:
…En la madrugada, Jesús se acercó a ellos caminando sobre el lago. Cuando los
discípulos lo vieron caminando sobre el agua, quedaron aterrados. — ¡Es un
fantasma! —gritaron de miedo. Pero Jesús les dijo en seguida: — ¡Cálmense! Soy yo.
No tengan miedo. —Señor, si eres tú —respondió Pedro—, mándame que vaya a ti
sobre el agua. —Ven —dijo Jesús. Pedro bajó de la barca y caminó sobre el agua en
dirección a Jesús. Pero al sentir el viento fuerte, tuvo miedo y comenzó a hundirse.
Entonces gritó: — ¡Señor, sálvame! En seguida Jesús le tendió la mano y,
sujetándolo, lo reprendió…
La concentración que tuvo Pedro en Jesús, a pesar de la tormenta, es sinónimo de vivir
en fe.

Diferencia entre nuestros obstáculos y sus tormentas


Nuestra vida de fe estará llena de tormentas, pero cada una de ellas Dios las utiliza para
hacer crecer nuestra fe y enfocarnos más en Él. Muy diferentes a nuestros propios
obstáculos. Nuestros propios obstáculos son producto de nuestro distanciamiento de
Dios, y el resultado de nuestros obstáculos es vivir una vida lejos de Él.

Hagamos un pequeño laboratorio


Ve a la mesa de tu comedor, coloca todo lo que entiendas que afecta tu concentración,
incluyendo revistas, televisor, juegos, teléfonos, etc. Coloca todo en el centro de una
mesa en forma de montaña. En el extremo izquierdo de la mesa escribe en un papel el
nombre de Jesús, siéntate en el lado opuesto (extremo derecho de la mesa) y trata de
mirar el papel con claridad. Te darás cuenta que la montaña afectará tu visibilidad. Así
mismo ocurre en nuestro diario vivir. Tenemos demasiados obstáculos que no nos dejan
ver bien ni concentrarnos en Él, ni en su Palabra.
¿Qué podemos hacer?
Lucas 19:45-46 NVI:
Luego entró en el templo y comenzó a echar de allí a los que estaban vendiendo.
«Escrito está —les dijo—: “Mi casa será casa de oración”; pero ustedes la han
convertido en “cueva de ladrones”. »
Nosotros somos templo del Espíritu Santo. Cuando Jesús llega a morar a nuestra vida, Él
tira todo lo que obstaculiza tu concentración para con Él. Hemos permitido que el mundo
haga lo que quiera con nuestras vidas; los bonitos y cómodos pensamientos de este
tiempo han convertido nuestras vidas en una cueva de ladrones en vez de una casa de
oración.
Él desea que despertemos de esta vida tan distraída. Él desea relacionarse con nosotros
a través de su Palabra.
Nuestra vida en sí misma es una distracción

Somos imitadores por naturaleza, y por nuestra tendencia


imitamos lo opuesto a Dios.
Imitamos a artistas, a la farándula, a personas que nos rodean y queremos lo que otros
tienen, pero no imitamos lo que tenemos que imitar. Vivimos una vida en la que damos
por cierto todo, sin antes filtrar todo a la luz de las Escrituras.
La consecuencia de imitar a este mundo es devastadora.
Hay un buen ejemplo en
2 Reyes 17:18-23 (parte) NVI:
…los alejó del camino del Señor y los hizo cometer un gran pecado. De hecho, los
israelitas imitaron todos los pecados de Jeroboán y no se apartaron de ellos…
Somos hijos de Dios, pero imitamos a los paganos; pensamos como los paganos y
adentramos la cultura pagana a nuestras congregaciones.
El pueblo de Israel por imitar los pecados de Jeroboán, fue arrojado de la presencia de
Dios.
Podemos ir a la iglesia y tener una vida dominguera, pero si cuando salimos imitamos
las costumbres de este mundo y vivimos como aquellos que no conocen a Dios, nos
engañamos a nosotros mismos.
Efesios 5:1 NVI:
Por tanto, imiten a Dios, como hijos muy amados…
¿Pero, cómo imitaremos a quien no conocemos y con quien no tenemos relación alguna?
La única manera de imitar a Dios es aplicando las Escrituras a nuestra vida; pero para
aplicar las Escrituras a nuestra vida, tenemos que rendirnos ante las mismas. Si no
experimentamos una verdadera rendición a su Palabra, experimentaremos una
manipulación a su Palabra. Cuando nos rendimos, morimos a nuestros interesases
personales y egoístas, para tener un solo interés de vivir en Cristo, cueste lo que cueste.
1 Corintios 11:1 NVI:
Imítenme a mí, como yo imito a Cristo.
Busquemos a aquellos que imiten realmente el reino de Dios, no a aquellos que adaptan
el mundo en el reino de Dios.
Colosenses 3:1-4(NVI)
Normas para una vida santa
3
Ya que han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo
sentado a la *derecha de Dios. 2 Concentren su atención en las cosas de arriba, no en
las de la tierra…
Esto no es para todos, solo para los que han muerto a sí mismos.

¿Cómo saber si tenemos este déficit de atención más


severo?
Rasgos de DAE (Déficit de atención espiritual):
1. Si decimos que creemos en Dios, pero no aceptamos su doctrina.
2. Si decimos que creemos en Dios, pero no vivimos como hijos de Dios.
3. Si decimos que creemos en Dios, pero vivimos solo para nosotros.
4. Si vamos los domingos a la iglesia, pero en la semana no se nos nota nada de lo
que aprendimos.
5. Si solo vamos los domingos a la iglesia para vestirnos bonitos y que otros nos
vean alzar las manos.
6. Si solo vamos a la iglesia para esperar algo de Dios, y si ese algo no se da, ya no
vamos.
7. Si vivimos pendientes de los pecados de los demás, pero nunca examinamos
nuestra vida a la luz de las Escrituras.
8. Si decimos creer en Cristo, pero toda nuestra vida es atraída por lo material y los
temas de este mundo.

¿Cuáles pasos debemos dar para destruir el déficit de


atención espiritual?
Primer paso:
Si tienes uno o más de estos rasgos, corre urgentemente a su Palabra, y pídele al Señor
su perdón para que seas sanado.
Muchos de nosotros llegamos a esta nueva vida en Cristo sin antes haber renunciado a la
vieja vida. Y como dijo un amigo en un discipulado de nuestra iglesia, nada de las cosas
del viejo reino funcionan en el nuevo reino. A lo que él se refería era a que nada de
nuestra vieja forma de pensar corrompida con el pecado, se utiliza para vivir esta nueva
forma de pensar piadosa. Necesitamos las Escrituras.
La Biblia dice que el que empezó la buena obra, la va a determinar. Jesús es fiel a lo que
dice. Nuestro deber es exponernos a las Escrituras para morir al orgullo.
Segundo paso:
Evalúa tu mente
Evaluar nuestros pensamientos es sumamente necesario. Pero esto no es un asunto de una
vez, sino de todos los días. Sujetar nuestros pensamientos a las Escrituras es nuestro
deber.
Si constantemente nos evaluamos en su Palabra, estaremos constantemente
enfocados en su Palabra.

Un pueblo desenfocado pierde su camino


Cuando nos hacemos el examen de la vista, lo hacemos con el objetivo de saber si
estamos viendo correctamente. Si el examen sale mal, nos dan una receta para hacernos
unos espejuelos y poder ver bien. “Se supone”, pero la mayoría de las personas no se
evalúan por prevención, sino que esperan a que esté ocurriendo algo con su visión.
Nosotros los cristianos, debemos constantemente hacernos un examen para ver si nuestra
visión es clara y nuestro enfoque no se ha desviado. Como dicen en mi país: “Como
buen puertorriqueño”, esperamos hasta lo último. Lo peligroso es que nos
acostumbramos a ver deficientemente y ya no nos interesa el arreglar el problema,
convirtiéndolo en un problema mayor, uno sin solución.
2 Timoteo 4:3 :
Porque vendrá tiempo cuando no soportarán la sana doctrina, sino que teniendo
comezón de oídos, acumularán para sí maestros conforme a sus propios deseos…
Estamos en un momento histórico en el que el dominialismo, el ecumenismo, el papado y
el movimiento de la prosperidad están cada día creciendo como la espuma. En un
momento en el que Cristo no es el centro de la predicación, sino el dinero, el gobernar la
tierra y la supuesta paz mundial. Tenemos que tener mucho cuidado de no desenfocarnos.
Hace un tiempo escuché a un predicador decir que no podemos seguir predicando de la
cruz y de la sangre y de esas cosas, ni predicar de Cristo. Nada de eso nos va a resolver
la situación del trabajo ni la economía. Este predicador, quien murió hace poco en un
accidente aéreo junto con su familia, dijo lo siguiente: “solo prediquemos el reino
(haciendo referencia al dinero); eso es lo que Jesús dijo que predicáramos”. Esto me
dio náuseas y un profundo dolor en el corazón. ¿Cómo personas son engañadas
fácilmente?, aunque sé que escrito está, que esto va a ocurrir, no me deja de doler.
Usualmente no publico nada relacionado con los maestros falsos que manipulan las
Escrituras, pero esto no lo puedo dejar pasar.
La Biblia, de principio a fin, apunta a Cristo; el centro de toda predicación es Cristo, y
este debe de ser nuestro único enfoque.
¿Qué enseñaron los apóstoles?
Efesios 4:20-24 NVI:
No fue esta la enseñanza que ustedes recibieron acerca de Cristo, si de veras se les
habló y enseñó de Jesús según la verdad que está en Él. Con respecto a la vida que
antes llevaban, se les enseñó que debían quitarse el ropaje de la vieja naturaleza, la
cual está corrompida por los deseos engañosos; ser renovados en la actitud de su
mente; y ponerse el ropaje de la nueva naturaleza, creada a imagen de Dios, en
verdadera justicia y santidad.
1 Corintios 1:17-18, 21-23 NVI:
Pues Cristo no me envió a bautizar, sino a predicar el Evangelio, y eso sin discursos
de sabiduría humana, para que la cruz de Cristo no perdiera su eficacia. Me explico:
El mensaje de la cruz es una locura para los que se pierden; en cambio, para los que
se salvan, es decir, para nosotros, este mensaje es el poder de Dios. Ya que Dios, en su
sabio designio, dispuso que el mundo no lo conociera mediante la sabiduría humana,
tuvo a bien salvar, mediante la locura de la predicación, a los que creen. Los judíos
piden señales milagrosas y los gentiles buscan sabiduría, mientras que nosotros
predicamos a Cristo crucificado. Este mensaje es motivo de tropiezo para los judíos, y
es locura para los gentiles,
El apóstol Juan nos advierte sobre estas doctrinas antibíblicas y sobre nuestra
responsabilidad.
1 Juan 4:1-3, 5 NTV:
Queridos amigos, no les crean a todos los que afirman hablar de parte del Espíritu.
Pónganlos a prueba para averiguar si el espíritu que tienen realmente proviene de
Dios, porque hay muchos falsos profetas en el mundo. Esta es la manera en que
sabremos si tienen o no el Espíritu de Dios: si una persona que afirma ser profeta
reconoce que Jesucristo vino en un cuerpo humano, esa persona tiene el Espíritu de
Dios; pero si alguien afirma ser profeta y no reconoce la verdad acerca de Jesús,
aquella persona no es de Dios.... Esas personas pertenecen a este mundo, por eso
hablan desde el punto de vista del mundo, y el mundo les presta atención.
2 Pedro 2:1 NVI:
En el pueblo judío hubo falsos profetas, y también entre ustedes habrá falsos maestros
que encubiertamente introducirán herejías destructivas, al extremo de negar al mismo
Señor que los rescató. Esto les traerá una pronta destrucción.
Él es el Rey de reyes. Él habló de su reino y de cómo nosotros lo establecemos a través
de Cristo. ¡Cómo podemos hablar de un Reino, sin antes hablar del Rey!
El reino de Dios llegó a través de Cristo.
Lucas 17:20-21 NVI:
Los fariseos le preguntaron a Jesús cuándo iba a venir el reino de Dios, y Él les
respondió: —La venida del reino de Dios no se puede someter a cálculos. No van a
decir: “¡Mírenlo acá! ¡Mírenlo allá!” Dense cuenta de que el reino de Dios está entre
ustedes.
El reino de Dios apunta a Cristo, el reino de Dios es Cristo.
Mateo 12:28 NVI:
En cambio, si expulso a los demonios por medio del Espíritu de Dios, eso significa
que el reino de Dios ha llegado a ustedes.
El reino de Dios tiene dos etapas. El proceso en el que predicamos a Cristo y su
Evangelio; el reino del trono de la gracia (Hebreos 4:16), en la actualidad. Y el pleno
cumplimiento cuando vuelva Cristo. Es aquí donde se sentará en el trono de la gloria
(Mateo 19:28).
Lucas 22:15-16 NVI:
Entonces les dijo: —He tenido muchísimos deseos de comer esta Pascua con ustedes
antes de padecer, pues les digo que no volveré a comerla hasta que tenga su pleno
cumplimiento en el reino de Dios.
Lucas 21:31 NVI:
Igualmente, cuando vean que suceden estas cosas, sepan que el reino de Dios está
cerca.
Todo el asunto de la predicación y el Evangelio no se trata de nosotros, se trata de
Cristo.
El reino de Dios está en nosotros y cuando vivimos la vida que somos llamados a vivir,
el reino es establecido y Cristo es glorificado.
Romanos 11:36 NVI:
Porque todas las cosas proceden de Él, y existen por Él y para Él. ¡A Él sea la gloria
por siempre! Amén.

Nuestro enfoque debe ser el de retornar a las Escrituras. Si


retornamos a las Escrituras, retornamos a Él.
El prefijo RE, es muy utilizado en las escrituras, Redimir, Restituir, Restaurar,
Renovación, Reconciliarnos. La Palabra nos enseña que nosotros como seres humanos
vamos de orden al desorden o mejor dicho del enfoque al desenfoque. Siempre se nos
enseña a caminar hacia delante y a llevarnos todo lo que encontramos de por medio.
Pero el prefijo “Re” que se muestra en las Escrituras nos da una implicación contraria;
en vez de avanzar, implica la acción de retroceder.
Redescubriendo el propósito
Nosotros arrastramos y heredamos esa vida vacía y sin sentido a causa del pecado.
El propósito de Dios en el Edén era bueno, agradable y perfecto. Es a través de
Cristo que volvemos a ese propósito, volvemos a un enfoque para su gloria. Él es el
único que nos puede redimir, restaurar, rectificar, reconciliar, restituir, renovar y
sobre todo resucitar.

El instrumento que Dios utiliza para renovar nuestra mente


es su Palabra escrita.
La única forma de reenfocarnos es yendo constantemente a su Palabra y
llenándonos de ella. No es leer por leer, es leer hasta entender. Estudiar su Palabra
con cuidado y no a la ligera.
Efesios 4:23:
ser renovados en la actitud de su mente…
Romanos 12:2:
No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de
su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y
perfecta.
Aquí Pablo nos indica que no nos amoldemos a la actualidad, sino que seamos
transformados por lo que Él ya escribió, por su Palabra. Pero no se trata de aprendernos
algunos versos de las Escrituras; el diablo se sabe muchos de memoria. Se trata de no
sacar los versos del contexto en que fueron escritos, y no avanzar hasta tener una
completa claridad de lo que ahí está escrito.
Les voy a dar un ejemplo con tres textos muy populares y cómo los sacamos de
contexto.
Filipenses 4:13:
13
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
Isaías 40:29:
Él fortalece al cansado y acrecienta las fuerzas del débil.
2 Corintios 1:20
Todas las promesas que ha hecho Dios son «sí» en Cristo. Así que por medio de Cristo
respondemos «amén» para la gloria de Dios.
Los tres versículos anteriores definen nuestro enfoque actual como Iglesia de Cristo. La
interpretación que le damos hoy en día es centrada en los logros personales del hombre.
Antes de aplicar un texto a nuestra vida debemos analizar el texto en el contexto en el
cual fue escrito, a quiénes fue dirigido, quién lo escribió y bajo qué circunstancias. El
problema no son los versos, sino nuestro corazón que nos lleva a una mala interpretación
y manipulación de estos. Nuestros ideales como Iglesia son individualistas y
egocentristas; utilizamos Filipenses 4:13 para fortalecer nuestras agendas personales,
sin antes examinar nuestras agendas a la luz de las Escrituras, sin antes ver si lo que
hacemos es para la gloria de Dios y causa de Cristo.
Pablo escribió este texto luego de pasar por un martirio, una necesidad por la
proclamación del Evangelio, para así darle fortaleza a la Iglesia por las persecuciones
que ellos también pasarían.
También utilizamos Isaías 40:29 cuando nos sentimos cansados de vivir para nuestros
planes individuales, cuando nos sentimos cansados de esperar algo de Dios, en vez de
enfocarnos en las necesidades del prójimo. Si hechas un vistazo a la vida del profeta
Isaías comprenderías el grado de fe que tenía este hombre que pasó por grandes
amarguras. Isaías fue un hombre consagrado a Dios en su totalidad.
Y utilizamos 2 Corintios 1:20 para vivir satisfaciendo nuestros deseos, sin importar qué
tan centrados están en la Palabra. Las promesas que habla aquí la Biblia son las
promesas de gozo, amor, bondad, perdón, salvación, santificación, comunión, esperanza,
glorificación, y las promesas del cielo que son posibles por medio de Jesucristo y solo
se cumplen en Él.* Pero la mayoría de nosotros vemos este verso y pensamos en
promesas egoístas que no tienen que ver nada con Dios.
Por otro lado, tenemos otros textos que no son muy populares. No veo a la Iglesia
moderna citar estos versos que sí nos pueden definir mejor como Iglesia:
Marcos 8:34:
Entonces llamó a la multitud y a sus discípulos. —Si alguien quiere ser mi discípulo
—les dijo—, que se niegue a sí mismo, lleve su cruz y me siga.
Filipenses 3:10:
10
Lo he perdido todo a fin de conocer a Cristo, experimentar el poder que se
manifestó en su resurrección, participar en sus sufrimientos y llegar a ser semejante a
Él en su muerte.
Los versos de Filipenses 4:13, Isaías 40:29, 2 Corintios 1:20, son una realidad, pero no
son a causa de vivir para nuestra gloria, sino a causa de vivir una vida para su gloria,
no para satisfacer nuestros deseos egoístas. Nuestro enfoque real debe apuntar a Cristo,
no a nosotros mismos.

Parecería que estamos más enfocados en brillar nosotros,


que hacer brillar la gloria de Dios a través de su Espíritu
que está en nosotros
Juan 3:30:
El debe tener cada vez más importancia y yo, menos.
CS Lewis dijo una vez: “No brilles para que otros puedan verte. Brilla para que a
través de ti otros puedan verlo a Él”.
En un mundo donde los pastores parecemos artistas y donde buscamos autógrafos en vez
de buscar ovejas, tenemos la triste tendencia de exaltarnos a nosotros mismos. Una
tendencia a ser protagonistas, artistas que buscan aplausos y fanaticada. Muchos
pensamos que la situación más difícil con la que lucha un cristiano es Satanás, otros
piensan que es el mundo, pero muchos no meditamos en que el peor enemigo que
tenemos somos nosotros mismos, es el yo.
Hablemos del GRAN YO.
Si al YO le pudiéramos poner un nombre, le llamaría “el gran estorbo de concreto
armado”. Un estorbo tan pesado que jamás lo podemos mover por nuestras fuerzas
humanas. Ante un estorbo tan grande, necesitamos a un Dios grande, al único que puede
aniquilar este estorbo.
El “yo” no es algo nuevo. Si vemos la vida de Moisés en su llamado a liberar al pueblo
de Israel, veríamos que el YO se manifestó como una gran inseguridad. El YO fue una
gran oposición al plan de Dios.
Éxodo 4:10Nueva Versión Internacional (NVI):
10
— SEÑOR, yo nunca me he distinguido por mi facilidad de palabra —objetó Moisés—.
Y esto no es algo que haya comenzado ayer ni anteayer, ni hoy que te diriges a este
servidor tuyo. Francamente, me cuesta mucho trabajo hablar.
Existe el YO bueno y el YO malo. Recordemos que comimos del árbol del conocimiento
del bien y del mal. Dios se había reservado este conocimiento, pero el hombre desafió a
Dios con una supuesta buena intención de “conocer”. El problema del Edén no fue el
comer, hoy en día comemos y no es pecado, el problema fue desobedecer a Dios. Si una
opinión con la mejor intención del mundo me lleva a cometer una acción en contra de lo
que Dios ha establecido, es un desafío directo a Dios. No importa qué tan buenas sean
nuestras intenciones, si no están atadas a las Escrituras es desobediencia a Dios.

¿Cómo saber si estamos viviendo con este estorbo, el cual


es egoísta y solo se concentra y se enfoca en sí mismo?
Existen varias características que definen al YO.
El yo opino:
El “yo opino” es un arma muy letal (siempre tiene la razón). Cuando leemos las
Escrituras, el “yo opino” es un reto directo a Dios; decimos: lo que Dios dice en la
Biblia es bueno, pero lo mío es mejor. Decimos: la Biblia dice esto, pero yo opino
diferente. Esto es el corazón de Satanás y se le llama rebeldía.
Proverbios 3:5 (LBLA):
Confía en el SEÑOR con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento.
El yo deseo:
(Vive para sí mismo) La Palabra es clara cuando dice que nosotros debemos cuidar
nuestro corazón porque es sumamente engañoso. Muchos vivimos impulsados por
nuestros deseos, pero la Palabra es clara y nos dice que vivir de esta manera es
contrario a Dios, es pecado. Un ejemplo es que la Biblia dice que no seas piedra de
tropiezo, pero como a mí me gusta vestir de esta manera, no me importa. Debemos de
discernir las verdaderas intenciones de nuestro corazón.
Jeremías 17:9:
Más engañoso que todo, es el corazón, y sin remedio; ¿quién lo comprenderá?
Marcos 4:19(LBLA):
Pero las preocupaciones del mundo, y el enga ñ o de las riquezas, y los deseos de las
dem á s cosas entran y ahogan la Palabra, y se vuelve est é ril.
El yo deseo puede hacer est é ril la Palabra de Dios.
El yo pienso:
Nuestros pensamientos están compuestos y diseñados por lo que otros han enseñado;
somos el producto de pensamientos de otros. Si nuestra forma de pensar no es llevada a
la cruz y filtrada por las Escrituras viviremos haciendo lo contrario a Dios. Llenarnos de
su forma de pensar hará que nuestros pensamientos sean bíblicos; lo usual es que si no
llenamos nuestra forma de pensar de su Palabra, nuestros pensamientos siempre se
inclinarán hacia el mal.
Génesis 6:5 (LBLA):
Y el SEÑOR vio que era mucha la maldad de los hombres en la tierra, y que toda
intención de los pensamientos de su corazón era solo hacer siempre el mal.
El yo, siempre quiere ser exaltado, contrario a Cristo que solo quiere exaltar al Padre.
El yo quiere ser el protagonista, contrario a Cristo que vino a hacer protagonista a Dios,
al Padre.
Tristemente en la Iglesia actual, el que está reinando no es el Señor, sino el YO. ¿Cómo
lo sé? Porque la Iglesia no se ha rendido a las Escrituras, sino que el Yo ha inventado su
propia manera “buena” de vivir lejos de la Palabra.
Una vez mi pastor José Valedón, tuvo una entrevista con otro pastor acerca de una
doctrina muy obvia en la Biblia (sobre el diseño divino de la mujer para la
congregación). Mi pastor le dice al otro pastor, por qué permites eso en la iglesia, sabes
que está en contra de lo que dice Dios en las Escrituras; la mujer no es diseñada para
que sirva en posición de autoridad (pastora) en la Iglesia, eso altera por completo el
diseño de Dios para la Iglesia misma. El hombre representa a Jesús en la Iglesia y la
mujer representa la Iglesia amada por Jesús. Y mi pastor le explicó las implicaciones
que tiene esto en el desastre que existe hoy en día en las familias cristianas; divorcios,
etc. Todo a raíz del feminismo ingresado en la Iglesia desde la década del cuarenta. Y el
otro pastor le contestó. Sí, tienes toda la razón, pero si predico esta verdad, se vacía la
iglesia.
¿Dónde están nuestras convicciones? Parece que las vendemos a un bajo precio.

¿Qué está sucediendo con nosotros que ya no


confrontamos al mundo, sino que nos hacemos amigos de
él?
John MacArthur, en su libro “La voluntad de Dios”, dice lo siguiente: “Nunca suavice el
Evangelio. Si la verdad ofende, entonces deje que ofenda. La gente ha estado toda su
vida ofendiendo a Dios; deje que se ofendan por un momento”.
Actualmente, ya no vemos a un Pedro o un Juan haciendo estas declaraciones:
Hechos 4:19 Reina-Valera 1960 (RVR1960):
19
Mas Pedro y Juan respondieron diciéndoles: Juzgad si es justo delante de Dios
obedecer a vosotros antes que a Dios…
Al contrario, ahora vemos a los predicadores más populares de América contratando a
psicólogos y guionistas de Wall Disney World para que las enseñanzas no ofendan a
nadie.
Todas estas y otras tendencias torcidas en las iglesias, vienen a raíz del YO, de las
expectativas no cumplidas y de los sueños no realizados. Pero, debemos tener muy claro
que cuando llegamos a Cristo no podemos utilizarlo a Él ni a la Iglesia como un escalón
para cumplir nuestras expectativas del mundo. Cuando Cristo llega a nuestras vidas Él
nos compra para siempre; todo sueño y toda expectativa ahora son para su gloria. Cada
deseo tiene que ser rendido ante su Palabra, tiene que ser evaluado y filtrado por Ella.
Robert C. Chapman dijo una vez: “Cuando más de Cristo tenemos en nuestros
corazones, menos espacio tenemos para nosotros mismos”.

Debemos enfocarnos a lo que fuimos llamados


Tenemos un mal enfoque. Un hermano escribió lo siguiente en un chat:“Si Dios quiere
meterte en un palacio, no hay quien pueda meterte en un pozo”. Luego, muchos le
dieron Like a este pensamiento, pero esto me llevó a meditar en lo siguiente: ¿Qué tan
bíblico es esto? Creo que este pensamiento está incompleto y mal expuesto. ¿Por qué?
Porque todos quieren un palacio, pero no todos quieren un pozo. El detalle es que si
Dios quiere meterte en un pozo no hay quien te pueda sacar (solo Él, si es su voluntad).
El asunto no es el palacio o el pozo; el asunto es la gloria de Dios.
Solo echa un vistazo a la vida de José, Daniel, Zadrash, Besah, Abednego, Santiago,
Juan el Bautista, Juan el apóstol, Pablo y Pedro.
Vivimos engañados y me duele que caigamos en esta trampa.
Su gloria es nuestra felicidad, ya sea en el pozo o en el palacio. Con estos pensamientos
le estamos echando leña al fuego del orgullo, estamos fomentado el egoísmo. Si el
palacio es lo que nos motiva a buscar a Dios, estamos en un grave error.
Jamás vamos a conocer realmente a Dios pensando en lo que Dios me puede dar a
cambio. Esto no es amor,es interés .
El protagonismo
El protagonismo afecta todas las áreas de nuestra vida. Una de las áreas en que afecta es
en nuestro enfoque como Iglesia.
¿Te imaginas a Cristo discutiendo con el César los asuntos del reino de Dios? “Pilato, la
ley romana 305 no me gusta, quítala”.
Esta es la pregunta que a diario pasa por mi mente cuando veo a tantos cristianos
enfocados en los asuntos gubernamentales, en vez de estar enfocados en los asuntos del
reino de Dios. A menudo veo el esfuerzo arduo de líderes religiosos en temas como la
igualdad, la homosexualidad, entre otros asuntos, pero veo muy pocos líderes haciendo
un arduo esfuerzo para hablar sobre el Evangelio. A lo que me refiero es que debemos
aprovechar estas oportunidades de diálogo para predicar a Cristo y con ello mostrar el
camino de salvación. Un esfuerzo para que todos conozcan el Evangelio y la sana
doctrina dentro y fuera de la comunidad de creyentes. No digo que no hablemos de estos
asuntos sociales, no estoy en contra de hablar de estos temas ya que somos una sociedad
y es muy importante reafirmar nuestras convicciones y que el mundo sepa qué es en
realidad ser un creyente. Pero debemos tener cuidado de no desligarnos del asunto por el
cual la Iglesia fue llamada y hoy en día permanece aquí en la tierra: Cristo. Nuestro
enfoque debe ser el de llevar el mensaje claro y preciso a través de la predicación
expositiva. Esta es nuestra más ardua batalla.
La Iglesia se ha desenfocado tanto que, en lugar de ir a la Biblia y sacar la enseñanza
pura, va al mundo y le imita. Estamos trayendo el pensamiento del mundo como algo
correcto a los púlpitos, en vez de impactar al mundo con el pensamiento puro de Dios.
Esto es para alarmarnos.
Debemos cambiar de estrategia. En vez de estar desenfocados en los asuntos del mundo,
debemos detenernos y examinar nuestras iglesias a la luz de las Escrituras y ver si
realmente vivimos conforme a su Palabra o vivimos conforme a nuestras palabras.
En su Palabra esta nuestra convicción; las Escrituras proporcionan la sanidad para
nuestro déficit de atención y la concentración necesaria para su gloria.

7
Necesitamos una vida por el Libro
Una nueva construcción

Gálatas 6:15 NVI:


Para nada cuenta estar o no estar circuncidados; lo que importa es ser parte de una
nueva creación.
2 Corintios 5:17 NVI:
Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha
llegado ya lo nuevo!

Aún recuerdo cuando compré por primera vez mi cortadora de grama, estaba muy
contento por el ahorro que íbamos a tener en nuestro hogar. Comencé a trabajar de lleno
como pastor asociado y sabía que me ganaría la mitad de lo que me estaba ganando
como consultor de publicidad. Cada dos meses pagábamos para que alguien viniera a
cortar la grama, así que eso ya no podía ser. Poco a poco comenzamos a bajar gastos, así
que decidimos comenzar con este (no fue de mi agrado, pero qué remedio). La grama y
yo no somos muy amigos. Tiempo después comencé a cortar la grama de la parte frontal
de la casa. Dije, bueno puedo tener la casa bonita de frente cada mes y la parte de atrás
de la casa como no se usa la puedo cortar cada tres meses. La idea parecía fantástica;
bueno, eso pensaba, hasta que un día me percaté que la parte de atrás de la casa se
convirtió en un bosque, y no muy bonito que digamos. La grama creció a tal punto que no
sabía si al cortarla saldría un monstruo.
En ese momento aprendí que no se puede trabajar solamente del lado que se ve; aunque
tengamos que pasar trabajo, se tiene que trabajar todo y muy en especial la parte que no
se ve.
Esto fue lo que quiso explicar Jesús a los fariseos cuando les llamó sepulcros
blanqueados.
Mateo 23:25-26 Nueva Versión Internacional (NVI):
25
»¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas! Limpian el exterior del
vaso y del plato, pero por dentro están llenos de robo y de desenfreno. 26 ¡Fariseo
ciego! Limpia primero por dentro el vaso y el plato, y así quedará limpio también por
fuera.
Dios nos da la clave a través de estos versos de cómo trabajar con nuestra vida. La
única forma de limpiar nuestra vida es a través de Jesús, por medio de su Palabra.
La Palabra nos limpia
Efesios 5:26:
para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la Palabra,
A través de la renovación de nuestra mente.
Vea Efesios 4:23
En este último capítulo quise dejarles una serie de pasos para comenzar a vivir una
vida por su Palabra.

La Iglesia necesita vivir en su Palabra no en percepciones y


supersticiones
La Biblia dice en:
1 Timoteo 1:4-6 Reina-Valera 1960 (RVR1960):
4
ni presten atención a fábulas y genealogías interminables, que acarrean disputas
más bien que edificación de Dios que es por fe, así te encargo ahora. 5 Pues el
propósito de este mandamiento es el amor nacido de corazón limpio, y de buena
conciencia, y de fe no fingida, 6 de las cuales cosas, desviándose algunos, se apartaron
a vana palabrería,
Vana palabrería, fábulas y genealogías provocan en la Iglesia malas percepciones e
interpretaciones erróneas. Una percepción puede ser 100% correcta, como también
100% incorrecta. Es por esta razón que todos los temas referentes a la Palabra de Dios
no se pueden basar en percepciones o supersticiones, sino en evidencia.
La Iglesia moderna ha sustituido la suficiencia de la Palabra de Dios por percepciones,
haciendo del estudio de las Escrituras uno supersticioso, en vez de ser uno serio y
responsable como lo expone el apóstol Pablo a su discípulo e hijo en la fe, Timoteo.
Las Escrituras junto con la historia contienen la evidencia necesaria para exponer un
tema relevante de mucha lógica y precisión con implicaciones en nuestra vida.

La nueva construcción
Cuando alguien decide construir un nuevo hogar, existen muchos pasos que se deben
seguir. Son muchos los detalles en una construcción, desde permisos, subcontratos,
terreno, diseño, planos, alumbrado, tuberías, estructura, etc.
Pero les quiero resumir las etapas de una construcción y hacer una comparación con la
obra que hace Dios en nuestra vida, y cómo nosotros debemos vivir reflejando esa obra.
La Biblia dice en
Mateo 7:24-27 (NVI):
»Por tanto, todo el que me oye estas palabras y las pone en práctica es como un
hombre prudente que construyó su casa sobre la roca. 25 Cayeron las lluvias, crecieron
los ríos, y soplaron los vientos y azotaron aquella casa; con todo, la casa no se
derrumbó porque estaba cimentada sobre la roca. 26 Pero todo el que me oye estas
palabras y no las pone en práctica es como un hombre insensato que construyó su
casa sobre la arena.27 Cayeron las lluvias, crecieron los ríos, y soplaron los vientos y
azotaron aquella casa, y esta se derrumbó, y grande fue su ruina.»
En el primer capítulo de este libro utilicé esta parábola para explicar cómo nosotros nos
hemos alejado de Dios y cómo hemos construido nuestra vida en un terreno inestable.
Ahora utilizo esta parábola para explicar cómo Dios hace una reconstrucción total, a
través de Cristo, y cómo nosotros debemos construir nuestras vidas en este nuevo
terreno, en la roca. Dios hace una comparación: en la misma vemos dos tipos de
hombres y dos tipos de construcciones por medio de dos tipos de terrenos, una
construcción estable y otra inestable. Cuando conocemos a Cristo, Él comienza una obra
constructora en nosotros, la cual irá perfeccionando hasta el día de nuestra muerte para
luego estar junto a Él eternamente. Para que esto ocurra de una forma adecuada, existen
dos requisitos.
Estos dos requisitos los expliqué en el primer capítulo, pero me gustaría enfatizarlos;
entiendo que son muy necesarios para vivir una vida por la Palabra.
»Por tanto, todo el que me oye estas Palabras y las pone en práctica…
1. Oír su Palabra.
Tenemos que asegurarnos de que no tenemos comezón de oído. Una cosa es oír su
Palabra y otra es el querer oír su Palabra. No siempre la Palabra de Dios nos dice lo
que queremos escuchar, sino lo que debemos y necesitamos escuchar.
Es por esto que debemos evaluar si estamos escuchando su Palabra y no la palabra de
alguien más. Les voy a dar un ejemplo: a pesar de que mi país es el lugar en el mundo
con más emisoras cristianas por milla cuadrada, muchas de las emisoras no enseñan las
Escrituras de una forma expositiva y sana. El problema es tan grave que me he visto en
la obligación de escuchar emisoras por internet y buscar enseñanzas sanas en YouTube.
También el escuchar correctamente depende en gran manera de las intenciones, la actitud
y el deseo por las cuales nos interesa escuchar su Palabra.
Esto nos lleva al segundo requisito:
2. Poner su Palabra en práctica.
Lucas 6:49:
Pero el que oye mis Palabras y no las pone en práctica se parece a un hombre que
construyó una casa sobre tierra y sin cimientos. Tan pronto como la azotó el torrente,
la casa se derrumbó, y el desastre fue terrible.»
Efesios 2:10:
Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales
Dios dispuso de antemano, a fin de que las pongamos en práctica.
Muchos escuchamos la Palabra para ver qué nos puede dar Dios, pero no para ver cómo
voy a poner en práctica las obras que Él preparó de antemano para su gloria.
El verso de Lucas enfatiza el poner la Palabra en práctica y compara el no hacerlo con
construir una casa sin cimientos.

¿Para qué sirven los cimientos en una construcción?


Se denomina cimentación al conjunto de elementos estructurales cuya misión es
transmitir las cargas de la edificación o elementos apoyados a este, al suelo,
distribuyéndolas de forma que no superen su presión admisible ni produzcan cargas
zonales. Debido a que la resistencia del suelo es, generalmente, menor que la de
los pilares o muros que soportará, el área de contacto entre el suelo y la cimentación
será proporcionalmente más grande que los elementos soportados. La cimentación es
importante porque es el grupo de elementos que soportan la superestructura. Hay que
prestar especial atención ya que la estabilidad de la construcción depende en gran
medida del tipo de terreno. *
Existen cimentaciones a base de zapatas, de corridas y de pilotes. Las zapatas son como
zapatos, valga la redundancia, que evitan que la construcción se hunda. La cimentación
corrida es como la base de un barco y los pilotes son como tacones o clavos que por
fricción cancelan un posible desplazamiento diferencial. *
Nuestra vida no puede ser construida lejos de los cimientos, sino por medio de ellos.
Las Escrituras son esa zapata segura que nos da la estabilidad de nuestras vidas.
Construir nuestra vida sin las Escrituras es como construir una casa sin soportes. Tarde o
temprano se derrumbará. Cristo Jesús es el terreno (la roca), pero no podemos decir que
estamos construyendo en el terreno seguro si no tenemos la zapata correcta. Su Palabra
es la zapata correcta; su Palabra no alterada, sino exacta.
La Biblia dice en
Juan 15:5:
»Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará
mucho fruto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada.
Luego de tener los cimientos, entonces podemos poner en práctica lo que su Palabra nos
dice. No hay forma de que podamos construir una vida que agrada a Dios separados de
Él. No podemos hacer nada sin su Palabra.
Son importantes las varillas
2 Timoteo 3:2-5Reina-Valera 1960 (RVR1960):
2
Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios,
blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, 3 sin afecto natural,
implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno,
4
traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, 5 que
tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a estos evita.
Las varillas de acero se utilizan como refuerzo en la construcción con concreto, además
de tener un papel fundamental en absorber las esfuerzas de tracción y torsión de la
construcción. Las varillas son barras de acero, generalmente de sección circular, con
diámetros específicos a partir de un cuarto de pulgada y comercialmente disponibles
hasta con diámetro de una pulgada.
Las corrugaciones deben estar espaciadas a lo largo de la varilla a distancias
sustancialmente uniformes. Las corrugaciones sobre los lados opuestos de las varillas
deben ser similares en tamaño y forma.*
Las varillas tienen la peculiaridad de que pese a que son muy necesarias para el soporte
de una construcción, no se ven.
Una construcción puede no tener varillas o tener varillas corroídas y aparentar estar bien
por fuera. Por dentro del cemento no se puede ver. Así mismo, los seres humanos
construimos nuestras vidas sin varillas o con varillas corroídas.
Hoy en día existen casas de concreto que peligran porque no tienen varillas o porque
están llenas de corrosión (podridas); el identificarlas es necesario para la
reconstrucción o la demolición de la casa.
Así como es de importante identificar estas casas, también debe ser importante para
nosotros identificar si nuestra vida está sin varillas (sin la llenura de su Espíritu) o si las
varillas que tenemos están corroídas o, mejor dicho, llenas de orgullo.
Lo contrario a estar llenos de su Espíritu es vivir en el orgullo.
La llenura del Espíritu es una ordenanza para nuestro gozo y nuestra travesía por esta
tierra.
La Biblia dice en
Efesios 5:18:
No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien
sed llenos del Espíritu,
Colosenses 1:9:
Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por
vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda
sabiduría e inteligencia espiritual,
La llenura del Espíritu va atada a nuestra santidad progresiva. Nuestra vida estará llena
de Él a medida que dependamos de Él.
El progreso del creyente depende en gran manera de vivir en su Palabra.
Por otro lado, lo contrario a su llenura es nuestro orgullo.
¿De dónde sale este gran enemigo que domina la Iglesia hoy en día?

El Orgullo
El orgullo tuvo origen en Lucifer y reflejó sus intenciones.
Ezequiel 28:15-17 Reina-Valera 1960 (RVR1960):
15
Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló
en ti maldad. 16 A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidad,
y pecaste; por lo que yo te eché del monte de Dios, y te arrojé de entre las piedras del
fuego, oh querubín protector. 17 Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura,
corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor; yo te arrojaré por tierra; delante de
los reyes te pondré para que miren en ti.
Esta enfermedad del corazón es capaz de destruir nuestra vida, es el pecado que Dios
aborrece. Esta enfermedad es un veneno paralizante; hace que nuestra mente sea
entenebrecida, incapaz de discernir con claridad y efectividad la Palabra de Dios.
No podemos introducir un programa nuevo a una computadora llena de virus, porque a la
larga el programa será afectado por el virus. Tampoco Dios va a introducir el poder de
su Palabra en nuestras vidas, a menos que elimine el virus del orgullo por completo.
Dios, para colocar las varillas de su Palabra en nosotros y experimentar la llenura
sincera de su Espíritu, primero Él destruye la varilla deficiente y podrida del orgullo.
Caminar en tu orgullo es igual a caminar sin Dios, o mejor dicho, caminar con tu propio
dios. No podemos ser orgullosos y decir que andamos con Dios porque es una
contradicción. El hombre, “orgulloso” por naturaleza, vive para sí mismo, sus planes y
sus deseos. El siervo de Dios vive para Dios, para su gloria y su voluntad.
Salmos 31:23:
Amen al SEÑOR, todos sus fieles; Él protege a los dignos de confianza, pero a
los orgullosos les da su merecido.
Isaías 2:12:
Un día vendrá el SEÑOR *Todopoderoso contra todos los orgullosos y arrogantes,
contra todos los altaneros, para humillarlos…
Así de serio es el asunto del orgullo.
A continuación les dejo 12 síntomas del orgullo (no son todos, pero sí los principales).
Si vamos a trabajar en tratar el orgullo, tenemos que examinar los síntomas. El orgullo:
1. Desea lo de los demás.
2. Quiere tomar la justicia en sus manos.
3. Siente celos cuando otros prosperan.
4. No se humilla.
5. No se sujeta, es un rebelde.
6. Es terco.
7. No recibe de los demás.
8. Siempre tiene una contestación para todo.
9. Es prepotente e imponente.
10. Se ve superior a los demás.
11. Siempre quiere llamar la atención y sobresalir ante los demás.
12. Es inseguro aunque no lo proyecta.
Lo peor es que el orgulloso contamina la casa de Dios y a todos los que lo rodean (2
Crónicas 36:14).
¿Cómo trabajamos con el orgullo?
La realidad es que el único que puede trabajar con el orgullo de un hombre es Dios.
Pero la Biblia proporciona una idea clara de cómo trabajar con nuestro orgullo, mientras
Dios va trayendo convicción de este pecado a nuestras vidas.
Juan 12:24:
De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda
solo; pero si muere, lleva mucho fruto.
Debemos rogarle a Dios que nos revele si existe orgullo en nuestro corazón, para que Él
ponga el arrepentimiento para morir a esta enfermedad.
Esta muerte genera en nosotros unos efectos por medio de la obra del Espíritu Santo en
nosotros.
Cuando Dios trabaja con nuestro orgullo, la persona comienza a:
1. Reconocer sus propios errores.
La persona orgullosa se defiende mucho, y son muy pocas las ocasiones que reconoce
cuando está mal.
2. Mostrar una actitud de humildad real.
A la persona orgullosa le cuesta pedir perdón y vive en una actitud sobresaliente ante los
demás.
3. Expresar necesidades.
La persona orgullosa, no expresa necesidades; es autosuficiente e independiente. Esto lo
vemos mucho en la comunidad de creyentes y en el liderato eclesiástico.
4. Sujetarse a sus autoridades.
La persona orgullosa siempre cuestiona a sus autoridades; nunca está conforme con lo
que ellos dicen. Ella se ve superior a las autoridades, y le cuesta sujetarse a una
autoridad si sabe que tiene mayor título o conocimiento que la autoridad.
5. Servir a los demás con entusiasmo.
El orgulloso no sirve, en ningún sentido; no está al tanto de las necesidades de otros, a
menos que pueda sacarle algo a cambio. Cuando sirve lo hace para que otros lo vean y
hablen bien de él.
Dios no deja cabos sueltos, su construcción es perfecta. Cuando comienza la
construcción de la nueva vida, el primero trabaja con la varilla podrida del orgullo.
Cuando esta barrera es destruida entonces estamos listos para vivir por el Libro,
estamos listos para vivir para su gloria.

Cinco pasos para la nueva construcción de nuestra vida y


para comenzar a vivir por su Palabra
1. Calcula el costo y consigue financiamiento (Vivir por el Libro requiere una gran
inversión).
No hay duda de que necesitamos una gran inversión para construir una buena casa.
Lucas 14:28:
»Supongamos que alguno de ustedes quiere construir una torre. ¿Acaso no se sienta
primero a calcular el costo, para ver si tiene suficiente dinero para terminarla?
Lucas nos refleja la importancia de analizar lo que estamos haciendo; seguir a Dios no
es un juego de vídeo o un entretenimiento, sino un sacrificio agradable, fruto de su obra
en nosotros.
Pues, el vivir por el Libro tiene un alto precio.
Lucas 14: 25-30:
Grandes multitudes seguían a Jesús, y Él se volvió y les dijo: «Si alguno viene a mí y
no sacrifica el amor a su padre y a su madre, a su esposa y a sus hijos, a sus hermanos
y a sus hermanas, y aun a su propia *vida, no puede ser mi discípulo. Y el que no
carga su cruz y me sigue, no puede ser mi discípulo. »Supongamos que alguno de
ustedes quiere construir una torre. ¿Acaso no se sienta primero a calcular el costo,
para ver si tiene suficiente dinero para terminarla? Si echa los cimientos y no puede
terminarla, todos los que la vean comenzarán a burlarse de él, y dirán: “Este hombre
ya no pudo terminar lo que comenzó a construir.”
Muchos seguían a Jesús por lo popular que se volvió, por sus milagros y por su
sabiduría. Pero Jesús aclaró el alto costo de seguirlo. Este alto costo está ausente, hoy
en día, en los púlpitos de América, pero nunca estuvo ausente en la Iglesia antigua.
Pablo menciona el costo de vivir por el Libro a Timoteo.
2 Timoteo 3:12 Reina-Valera 1960 (RVR1960):
12
Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán
persecución…
En Santiago vemos cómo hacernos amigos de la forma de pensar de este mundo es
hacernos enemigos de Dios.
Santiago 4:4:
!Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra
Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de
Dios.
Cuando vivimos por el Libro nos hacemos enemigos de la forma de pensar de este
mundo. Requiere morir a nosotros mismos, rendirnos y vivir para su gloria.
Cuando hablo de conseguir financiamiento, hablo de conseguir personas que te ayuden en
este caminar, en tu crecimiento, con consejos sabios, personas que imiten a Cristo.
Tito 2:6:
Del mismo modo, anima a los hombres jóvenes a vivir sabiamente.
Sé que hoy en día, el trabajo pastoral parece un trabajo secular. Muchos jóvenes se han
acercado a decirme que para hablar con su pastor necesitan una cita con tres meses de
anticipación, y cuando llegan a la cita tienen que hablar con un ayudante.
Muchas personas se sienten frustradas porque no pueden conseguir al pastor de su
rebaño; a veces los pastores parecemos más presidentes de una compañía que los
siervos que cuidan ovejas para el Señor. Te exhorto a que, si este es tu caso, ores por tu
pastor y te pongas en su lugar; intercede día y noche por él. (Lógico, también a que le
lleves este Libro). Mientras tanto, observa en tu congregación personas piadosas que
saquen de su tiempo y recursos para que lo inviertan en tu nueva forma de vivir. Si en tu
congregación no existen estos hombres o mujeres piadosos, habla con tu pastor; y
conviértete en uno. Sé una persona que vive por el Libro; sé una persona comprometida
para su gloria.
2. Planifica (para planificar tenemos que conocer).
Benjamín Franklin dijo una vez: “Quien fracasa al planificar, planifica su
fracaso”.
La planificación, en un sentido práctico, tiene que estar muy clara antes de arrancar con
un proyecto. Para planificar sabiamente tenemos que conocer la verdad al detalle con el
fin de planificar con base en ella y minimizar los errores.
Antes del conocimiento viene el compromiso.
Si ya calculaste el costo, entenderás que la demanda a vivir para su gloria necesita un
gran compromiso sincero, y conocimiento.
Esto lo podemos apreciar mejor en una de las tres cartas pastorales
1 Timoteo 4:13 Reina-Valera 1960 (RVR1960):
13
Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza.
Hemos escuchados y leído el texto que dice y conocerás la verdad y la verdad te hará
libre. Y muchos piensan que pasar al frente y repetir una oración nos hace conocedores
de la verdad. ¿En serio?
Es como decir que por ver un programa en Food Network nos hacemos chefs
profesionales. Conocer la verdad no tiene que ver nada con dar un paso al frente; el
conocer la verdad es el proceso en que el creyente pasa de ser un simple ser humano
salvado por gracia a ser un siervo seguidor de Cristo.
Podemos ser salvos y estar presos en nuestros pensamientos. Un retrato de esto lo vemos
en el pueblo de Israel cuando salió de Egipto. Dios les dio salvación y libertad, pero en
el desierto querían volver porque su mente estaba aún esclavizada.
Nuestros pensamientos tienen que estar saturados de la verdad.
¿Cómo conocemos la verdad?
Existen cuatro pasos para conocer la verdad.
Juan 8:31-32 NVI:
Jesús se dirigió entonces a los judíos que habían creído en Él, y les dijo: —Si se
mantienen fieles a mis enseñanzas, serán realmente mis discípulos; y conocerán la
verdad, y la verdad los hará libres.
1. Creer en Él
Es aquí donde Dios establece el enlace de comunicación, todo a través de la fe. El
verdadero creer tiene frutos de obediencia sincera para su gloria.
2. Estudiar a Cristo a través de las Escrituras.
Dios dice en su Palabra:
Juan 5:39 NVI:
Ustedes estudian con diligencia las Escrituras porque piensan que en ellas hallan la
vida eterna. ¡Y son ellas las que dan testimonio en mi favor!
Toda la Biblia, de principio a fin, habla y apunta a Cristo.
Juan 14:6 NVI:
—Yo soy el camino, la verdad y la vida —le contestó Jesús—. Nadie llega al Padre
sino por mí.
La importancia del cielo, no es el cielo, sino el camino al cielo. El cielo sin Cristo deja
de ser cielo.
3. Mantenernos fieles a sus enseñanzas.
1 Juan 2:3:
¿Cómo sabemos si hemos llegado a conocer a Dios? Si obedecemos
sus mandamientos.
1 Juan 2:4:
El que afirma: «Lo conozco», pero no obedece sus mandamientos, es un mentiroso y
no tiene la verdad.
El cuarto paso para conocer la verdad es ser un discípulo.
4. Ser un discípulo.
Ser un discípulo es más que ser un seguidor de Cristo; ser un discípulo es una confesión
pública de que tu vida le pertenece a Él, y todo lo que Él vivió, tú estás dispuesto y
destinado a vivirlo por igual.

¿Qué es seguir a Jesús?


Seguir a Jesús es un acto de fe. Jesús no dice que la única forma de seguirlo sea si no
fallas; eso lo dice la religión, y esto es imposible; todos fallamos porque todos somos
falibles; el único infalible es Él. Pero la Palabra sí es clara y enfática: nos dice que la
única forma de seguirlo es estar dispuesto a dejarlo todo por Él. Dejarlo todo no
significa escapar de tus responsabilidades o realidad en la que vives; eso no es seguirlo,
eso se llama huir. Cualquiera puede hacer aquello. Tampoco el seguirle significa que vas
a pedir dinero para ir al Amazonas a predicar, tenemos que tener cuidado, a veces
utilizamos el llamado misionero de Dios como excusa para darnos los viajes que
siempre hemos querido darnos. ¡De hecho creo que debo predicar en la isla Fiji! Es
broma, créanme que si Dios desea que vaya a algún lugar, Él se encarga de mostrarlo
claramente. A lo que Él se refiere con dejarlo todo, es que lo único que te interesa es
vivir para su gloria cueste lo que cueste. Lógico, este interés no proviene de ti, sino que
es una respuesta, fruto de la obra de Él en ti.
No pienses que seguirlo no tiene recompensas o promesas.
A causa de seguirlo, tenemos promesas, pero cada promesa es para su gloria.
Mateo 4:19:
«Vengan, síganme —les dijo Jesús—, y los haré pescadores de hombres.»
Esta es una de las promesas más impactantes e importantes de la Biblia. Rompe todos
los esquemas. Aquí se marca el comienzo de una generación de personas descalificadas
y marginadas por otros, pero atentas a la voz de Dios.
Todos podemos alegrarnos al escuchar la voz de Dios, pero no todos estamos dispuesto
a seguirlo de inmediato.
Mateo 4:20:
Ellos entonces, dejando al instante las redes, le siguieron.
La palabra discípulo quiere decir estudiante. En la Biblia vemos dos descripciones
sobre este tipo de estudiante. No podemos filtrar la definición de estudiante por nuestro
concepto o percepción de lo que hoy en día es ser un estudiante.
Es importante nombrar las características de un discípulo, según las Escrituras.
El discípulo, hace discípulos (Mateo 28:19).
El discípulo entiende el costo (Mateo 5:3-11).
El discípulo sufre por su causa (Hechos 5:41).
Usted puede elegir sufrir por causa del Evangelio o sufrir por causa suya. La diferencia
es el resultado. El sufrimiento a causa del Evangelio es un don de Dios que forma la
imagen de Cristo en nosotros.
2 Corintios 4:11 (NVI):
Pues a nosotros, los que vivimos, siempre se nos entrega a la muerte por causa de
Jesús, para que también su vida se manifieste en nuestro cuerpo mortal.
Muchos piensan que seguir una vida tranquila es vivir para su gloria. La realidad es que
la tranquilidad, en ocasiones, es ausencia de Dios en nuestras vidas.
Observemos la palabra “Galal” que literalmente significa rodar. Muy parecido a la
palabra en griego atraer que se muestra en Juan 6:44 cuando Jesús dice que nadie puede
ir a Él a menos que el Padre lo atraiga. La palabra atraer aquí ilustrada en el original
griego significa arrastrar. Tú puedes rodar hacia Él o Él te puede arrastrar hacia Él.
Ambas determinan una acción incomoda. O ruedas o Él te arrastra. Si quieres vivir para
su gloria, sé su discípulo; a un discípulo solo una cosa le llama la atención: ser seguidor
de Jesús. Si sigues a Jesús realmente, entonces conoces la verdad.
3. Consigue buenos materiales (herramientas que nos ayuden a estudiar las
Escrituras).
Existen materiales de primera calidad, de segunda, de tercera y de muy mala calidad,
otros que jamás debieron existir. Dios nos ha dado todo en Cristo Jesús, pero nosotros
somos los que decidimos el tipo de material con el cual vamos a construir nuestra nueva
vida por el Libro.
Adjunto les dejo una lista de materiales para su nueva construcción por el Libro:
A) Busca una Iglesia en tu comunidad que sea saludable (aclaro, no perfecta).
Una Iglesia saludable es aquella que enseña expositivamente la sana doctrina; donde su
norma y su confesión de fe están basadas en las 5 solas. Esto no quiere decir que si tu
Iglesia no es de esta forma tienes que salir corriendo y dejarla. Tenemos que ser
responsables y hablar con nuestros pastores de nuestras preocupaciones.
B) Busca y lee libros de sana doctrina.
Cuando vayas a comprar un libro busca información del autor, verifica si es de un autor
reformado y, sobre todas las cosas, que exalte solo a Cristo y no al hombre. Puedes
buscar libros de Paul Washer, John MacArthur, R. C. Sproul, John Piper, Nancy Leigh
Demoss, Tim Keller, David Platt, entre muchos otros. También les recomiendo varios
lugares de internet de sana doctrina como Esclavos de Cristo, Soldado de Jesucristo,
Coalición por el Evangelio, entre otros.
C) Escucha sanamente.
Busca música y predicación en tu día a día que edifique tu vida; no todo lo que brilla es
oro, así que mucho cuidado con lo que escuchas. Les recomiendo la emisora online
Radio Faro de Gracia.
D) Lee y estudia la Palabra.
Recientemente comenzamos en la iglesia a dar un estudio expositivo de las Escrituras.
La diferencia fue muy notable en los alumnos ya que estaban bien entusiasmados por el
conocimiento que estaban adquiriendo. El estudio expositivo tiene la peculiaridad que
minimiza las opiniones personales, y todo, absolutamente todo, se contesta por medio de
las Escrituras. Debemos leer la Palabra correctamente, la Biblia no es un horóscopo. He
escuchado a personas que me dicen, “yo le pregunto algo a Dios, abro la Biblia y el
verso que me sale es mi mensaje”. Un amigo pastor decía que leer un verso de la Biblia
al día es como desayunar una hojuela de cereal. Eso no funciona. Lee la Biblia
correctamente, lee un libro de la Biblia completo y luego pasa al otro. No te quedes con
dudas, investiga hasta que aclares el 100% de tus dudas.
E) Sirve en un ministerio.
Estudiar la Biblia sin servir, refleja que la estamos estudiando con el corazón
equivocado. Servir en un ministerio es parte vital para la Iglesia de Cristo y para su
gloria, el no servir refleja un corazón orgulloso; no podemos llamarnos discípulos si no
servimos en un ministerio de nuestra Iglesia local.
Al aplicar estos principios a tu vida, esta va a tomar un rumbo muy distinto, te lo
aseguro.
4. Prepara bien la estructura (una estructura santificada).
Ya teniendo claro que Jesús es nuestro camino y la razón por la cual vivimos en esta
vida, entonces nos queda estructurar nuestra vida, tomando las decisiones por medio de
su Palabra, observando qué viene de Dios y qué no es de Él. El Espíritu Santo es el
encargado de llevarnos en el proceso de crecimiento.
La Biblia dice
Romanos 1:7:
Les escribo a todos ustedes, los amados de Dios que están en Roma, que han sido
llamados a ser*santos. Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo les concedan
gracia y paz.
La estructura de nuestra nueva vida debe ser lo contrario a la estructura de nuestra vida
pasada. Antes vivíamos para nosotros mismos, ahora vivimos para Dios.
Una estructura de santidad
Muchos aborrecen escuchar la palabra santidad. Comprendo que en el pasado esta
palabra fue mal usada por los legalistas, forzando al pueblo a hacer obras. Pero la
realidad es que si aún aborrecemos esta palabra, aún no hemos comprendido la grandeza
de la gracia.
¡Cómo podemos odiar la palabra santidad cuando es una palabra que proviene de Dios!
Odiemos la palabra pecado, esa es una palabra que no iba a estar en el diccionario
divino, pero gracias a nosotros Dios la incluyó y ejercerá su castigo al mundo.
Ser santo es el acto de Dios a través de Cristo para su pueblo. No es un asunto del
hombre, el hombre pone el pecado y Dios su santidad. Pero vivir en santidad depende
solo de nosotros. Mejor dicho, de Él reinando en nosotros.
Si queremos vivir con sentido, para la gloria de Dios y vivir por el Libro, primero
debemos entrar en el camino de su santidad. Si no entramos en este camino, nuestra vida
es una vida absurda. Vivirás como un bastardo aun teniendo un Padre tan amoroso y
poderoso. El padre amante tenía un hijo pródigo que decidió vivir para su gloria, aun
siendo miembro de la familia. Si vamos a formar nuestra vida nueva por el Libro,
debemos apartarnos cada día más para su gloria.
Nadie que no tenga su santidad imputada por los méritos de Cristo puede vivir esta vida.
Solo aquellos que han sido salvados, son los que pueden vivirla por medio del Espíritu
Santo que está en todos sus hijos.
La santidad no es sinónimo de no pecar, por nuestra naturaleza esto es imposible.
Tampoco significa no errar. Vivir en santidad es vivir apartados para su gloria y no para
la nuestra. Esto tendrá como resultado, vivir una vida lejos del pecado.
5. Evaluemos las terminaciones del hogar (una evaluación constante).
Por fin llegamos a la terminación de nuestro hogar. Fue mucho el trabajo, pero valió la
pena. Esta sería la expresión común de una persona que terminó su hogar. Contrario a
nosotros los creyentes, nuestra vida nunca deja de tener espacio para la decoración y
remodelación. Nuestra vida siempre va a estar influenciada por tendencias e ideas que
vienen de Dios a través de su Palabra, o ideas y tendencias que son contrarias a Dios a
través del hombre y sus recursos. Es por esta y otras razones por las cuales no podemos
descansar en decir que ya Dios terminó con nosotros la obra de la vida nueva. Si Dios
ha trabajado un asunto de tu vida, no quiere decir que no exista otro asunto que Él vaya a
trabajar. Debemos vivir examinando constantemente nuestra vida a la luz de las
Escrituras. Nuestra construcción termina el día que partimos con Él.
La Biblia dice en:
Juan 14:2:
En el hogar de mi Padre hay muchas viviendas; si no fuera así, ya se lo habría dicho a
ustedes. Voy a prepararles un lugar.
Nuestra salvación no es por obras, pero las obras son el resultado de nuestra salvación.
Este verso nos da esperanza; qué gratificante es decir: ¡Gracias Señor! valió la pena
vivir para ti, vivir para glorificarte.
Es aquí donde gozaremos la terminación de nuestra construcción. En su eterna
presencia.
La Biblia dice en:
Efesios 2:6 (LBLA):
6
y con Él nos resucitó, y con Él nos sentó en los lugares celestiales en Cristo Jesús,
A través de Cristo Jesús, el día de su muerte, morimos, y el día de su resurrección,
nosotros resucitamos. Desde ese día, aquellos que hemos creído ya estamos sentados en
los lugares celestiales. Mientras aquí en la tierra vivimos haciendo el propósito de
nuestra existencia.

La vida es un ministerio y el ministerio es una carrera.


Nuestra vida está diseñada para ministrar.
La carrera de nuestra nueva vida por el Libro se verá reflejada en tres áreas.
La primera característica de nuestra carrera es:
1. Tener carácter.
Hechos 20:24:
Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal
que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar
testimonio del Evangelio de la gracia de Dios.
En esta porción del discurso de despedida que Pablo dio a Mileto, el apóstol Pablo
refleja el carácter de un competidor; Pablo hasta ese entonces había sufrido por llevar el
Evangelio, y, a pesar de sus sufrimientos refleja en este discurso el carácter que
debemos llevar por su causa. Debemos examinar constantemente nuestra actitud ante las
situaciones; la vida de Pablo carecía de valor para sí mismo con tal de cumplir la
voluntad de Dios.
Para vivir por el Libro necesitamos vivir con el carácter de llevar su Palabra cueste lo
que cueste.
La segunda característica de vivir por el Libro es
2. Guardar nuestra fe.
2 Timoteo 4:7:
He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.
Nuestra fe constantemente será probada, en 1 Pedro vemos cómo el apóstol habla de las
pruebas que sufriremos y de cómo debemos tener una actitud correcta ante las mismas.
También nos lleva a guardar nuestra fe cueste lo que cueste. A esto se refiere Pablo aquí
en Timoteo cuando dice que ha peleado la buena batalla. Nuestra fe constantemente será
probada.
1 Pedro 1:7:
para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque
perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea
manifestado Jesucristo…
Y también será confrontada.
1 Pedro 3:15:
sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados
para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande
razón de la esperanza que hay en vosotros…
Por eso debe ser guardada. Guardada no significa encerrada, al contrario, significa
expresada y ejercitada por medio de las Escrituras.
La tercera característica es:
3. Despojarnos de todo peso y correr.
Hebreos 12:1:
[ Puestos los ojos en Jesús ] Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor
nuestra tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos
asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,
La carrera nunca deja de ser; un competidor para ir a las olimpiadas entrena fuertemente.
Él entrena seis veces en la semana, y en ocasiones más de ocho horas al día. Así mismo,
nosotros no podemos dejar de vivir para la gloria de Dios, no podemos dejar de estudiar
día a día las Escrituras y no podemos dejar de orar a nuestro Dios. De esto depende el
rendimiento de la vida que vamos a llevar.
Despojarnos
Dios al darnos su Espíritu nos dio la capacidad de decirle NO al pecado, y no a todo lo
que no proviene de Él. La falta de entrenamiento nos pone en alto riesgo para discernir
los ataques que vamos a tener.

Mi vida de entrenamiento determinará los resultados de mi


carrera.
El autor de Hebreos, compara el pecado y todo lo contrario a Dios con un peso. Desde
hace un tiempo estoy corriendo por las mañanas, cuando comencé mi entrenamiento me
coloqué unas pesas en los tobillos para agilizar las piernas (NO LO RECOMIENDO),
pero ya no las uso porque a causa de ese peso, en ocasiones tengo dolor en tobillos, todo
esto fruto de llevar un peso innecesariamente. Dios no quiere que en esta carrera corras
con un peso innecesario, pero para eso debemos entrenar con paciencia, analizando cada
paso que damos a la luz de las Escrituras. No soy el mismo ahora que cuando comencé
hace meses; mejoré mi tiempo y la distancia en gran manera. Lo mismo quiere Dios en
nuestra vida, que entrenemos fuertemente para ver los resultados del entrenamiento para
su gloria. Una casa con el tiempo suele deteriorarse y es nuestra responsabilidad
mantenerla con los arreglos necesarios para que prevalezca. No solo hablo de la
decoración, sino de la pintura, la plomería, la electricidad, la cisterna, los calentadores,
etc.

Nuestro corazón tiene que ser evaluado constantemente a


la luz de su Palabra
Proverbios 27:19:
En el agua se refleja el rostro, y en el corazón se refleja la persona.
Evaluar a diario las intenciones de nuestro corazón nos hace vivir conforme al corazón
de Dios, ser humildes para reconocer y retroceder cuando tengamos que retroceder,
avanzar cuando tengamos que avanzar y hablar cuando tengamos que hablar.
Nuestra vida también necesita mantearse actualizada en su Palabra. Como parte del
crecimiento y de una nueva vida por el Libro, les exhorto a que se inscriban en
conferencias sanas para su crecimiento, que busquen un buen seminario bíblico como lo
es The Master Seminary y The Southern Baptist Theological Seminary entre otros;
estos seminarios les proporcionan herramientas necesarias para la edificación de su vida
y sobre todas las cosas para que todo esto lo puedan aplicar a sus familias, lo cual es el
más importante ministerio dado por Dios. De nada me sirve tener un gran conocimiento,
si mi familia es descuidada. La prioridad es la familia.
Exhortación final
Hermanos y hermanas que han leído este libro, no tienen idea lo difícil que fue escribir
un libro que recopile todo lo necesario para que vuelvas y vivas el Evangelio. Pude
haber escrito otro libro relacionado con la familia ya que es un tema que manejo
ampliamente, por la gracia de Dios. Pero Dios, que es quien dirige mi vida, me llevó a
explicar la raíz del problema que tenemos como Iglesia. Estamos lejos de Dios a pesar
de que los domingos las iglesias están llenas. El problema de la Iglesia es uno colectivo,
tanto afecta a los que predican, como a los domingueros que están en silencio. Todos, sin
excepción, somos parte de este gran problema. Todos necesitamos urgentemente volver
al Libro para vivir las verdades allí escritas. Que Dios los bendiga. Espero que este
libro les pueda servir de herramienta y motivación para que corran a Dios y escudriñen
seriamente la Palabra. La vida y la salud de la Iglesia dependen de esto.

Notas
Introducción
1. Iain Murray [Lloyd-Jones—Mensaje de gracia, p.35] p. 9

2. Charles Spurgeon (http://josuebarrios.com/frases-charles-spurgeon/)* p.10

3. Thomas Watson [The Secret Key to Heaven, p.65]. p.14


Capítulo 1

4. “In God we Trust” (https://es.wikipedia.org/wiki/In_God_we_trust)* p.21

5. Documental Monumental: En busca del Tesoro Nacional de los Estados Unidos – Por James Cameron y Lugo,
Juan L., Pentecostés en Puerto Rico o la vida de un misionero (San Juan: Puerto Rico Gospel Press, 1951.p21

6. George Washington, es.wikiquote.org/wiki/George_Washington p.21

7. John Macarthur http://frasereforma.tumblr.com/post/126028623424/si-saturamos-nuestra-mente-y-nuestros-


pensamientos p.25
Capítulo 2

8. Enfermedades Espirituales. Relativismo: Janne Haaland Matlary (2008). Derechos humanos depredados.
Hacia una dictadura del relativismo. Ediciones Cristiandad . Psicología: «Psicología», Diccionario de la lengua
española (22.ª edición), Real Academia Española, 2001, consultado el 17 de octubre de 2014. Modernismo:
Crespo, Ángel (ed.): Antología de la poesía modernista. Tarragona, Tárraco, 1980. Falsa Doctrina, contraste
con las 5 solas: Strawbridge, Gregg (1993). «The Five Solas of the Reformation. A Brief Statement».
Evangelio de la prosperidad: Clarke, Matthew. 2013. Handbook of Research on Development and Religion.
Edward Elgar Publishing. Legalismo o moralismo: Enseñanza Sugel Michele, El legalismo. Dominialismo:
contralaapostasia.com/2012/01/08/dominionismo-la-teologia-del-reino-ahora-kingdom-now-primera-parte. Híper-
calvinismo o Fatalismo: www.gotquestions.org/Espanol/hiper-Calvinismo.html. Arminianismo: Wikisource en
inglés contiene el artículo de la Encyclopedia Britannica de 1911 sobre Dort, Synod of. Feminismo: Un
distintivo de Grace Community Chuch www.gracia.org/Files/gcc_distinctives/Women_SPAN.pdf p. 31-40

9. Charles Spurgeon, www.spurgeon.com.mx/sermon3380.html p.33

10. Miguel Núñez, Serie Tesalónica YouTube p.45

11. Charles Spurgeon porelvalledelosaromas.blogspot.com/2015/09/treinta-frases-valiosas-de-charles.html p.60

12. Dietrich Bonhoeffer, http://frasescristianas.org/tag/dietrich-bonhoeffer/ p.66


Capítulo 3

13. Charles Spurgeon: http://www.spurgeon.com.mx/sermon3380.html p.

14. Keving Dyoung (https://evangelio.wordpress.com/2014/09/18/la-palabra-de-dios-es-suficiente/) p.70

15. Las 5 Solas Strawbridge, Gregg (1993). «The Five Solas of the Reformation. A Brief Statement» p.71

16. Pastor John Macarthur. Salmo 19. Cinco características de la suficiencia, La suficiencia de las escrituras.
Conferencia por su causa 2013. p.72-73

17. Inerrancia. McKim, DK, Westminster dictionary of theological terms, Westminster John Knox Press, 1996. p75-
76
Capítulo 4

18. Los apóstoles del Nuevo Testamento (Wayne Grudem, Teolog í a Sistem á tica, 905 a 906) p.90

19. Yo Soy. gotquestions.org/Espanol/El-YO-SOY-de-Jesus.html p.95

20. Charles Spurgeon: www.imagenescristianas.me/view/1078/charles-spurgeon-reflexiones-cristianas.html p.96


Capítulo 5

21. S.M. Lockeridge: across2u.com/ThatsMyKing.html. The late Dr. S. M. Lockeridge, a pastor from San Diego,
California
said these words in a sermon in Detroit in 1976. (Traducido al español por Sugel Michelén, pagina Soldados de
Jesucristo) p.112-114

22. Jonathan Edwards y el Gran Avivamiento, ag.org/enrichmentjournal_sp/200601/200601_118_Finney.cfm p.120

23. Mártires: https://es.wikipedia.org/wiki/Categor%C3%ADa:M%C3%A1rtires_protestantes p.125


Capítulo 6

24. CS Lewis: josuebarrios.com/pensamientos-cristianos. p151

25. John MacArthur: Libro La voluntad de Dios. p.154


26. Robert C. Chapman: www.aguasvivas.cl/revistas/25/citas.htm p.156

Capítulo 7

27. Cimientos, es.wikipedia.org/wiki/Cimentaci%C3%B3n p.163

28. Benjamín Franklin, elgabo.com/blog/publicidad/la-importancia-de-planificar/ p.173


Acerca del Autor

Andres Laracuente es un hombre vil y menospreciado que merecía la ira de Dios, pero
por la gracia y el poder del Evangelio fue arrastrado a los pies de Jesucristo y
transformado para su gloria.
En la actualidad, Andrés es estudiante del Seminario Bíblico Palabra de Gracia de
México - Extensión Puerto Rico (The Master Academy International) y está a cargo de
varios ministerios. Sin embargo, él confiesa que el ministerio más importante,
impresionante y desafiante que tiene a cargo es el de ser esposo y padre. Laracuente está
casado con su esposa Rosa y tiene dos hijos. Su relación matrimonial es un gran
testimonio para la gloria de Dios, comenzó de una forma desastrosa pero como dice
Eclesiastés 7:8; “Vale más el fin de algo que su principio”. La relación fue restaurada
por el poder de su Palabra.
Solo por la extraordinaria gracia de Dios y los méritos de Cristo, desde hace algunos
años Laracuente es el pastor asociado de la iglesia CCA en Puerto Rico. En adición está
a cargo del ministerio de educación bíblica y Dentro de sus funciones, es consejero
bíblico familiar. A través del ministerio de la Palabra, Dios le ha dado la oportunidad de
trabajar con grupos de hombres, líderes y matrimonios.
Contrario a muchos, sus estudios no comenzaron en un seminario, sus estudios
comenzaron en su hogar con un amigo pastor que lo visitaba una vez por semana, y en su
Iglesia con su amado pastor José. La primera doctrina que estudió fue la elección y
predestinación, con un libro titulado.
“Si Jesús” del Dr. Roger L. Smalling. Luego, Dios lo lleno de sed por su palabra y
continuo escudriñando las Escrituras y estudiando las doctrinas del cristianismo día tras
día, leyendo libros sobre la historia de la Iglesia, la gracia, la justificación, la fe, la
salvación, y la santidad, entre muchas otras.
Dios por su voluntad colocó a hombres que lo llevaron por el buen camino de la
Palabra.
Un libro que impactó mucho la vida de Andrés, fue el libro Radical de David Platt.
Rápido se pudo identificar con el escritor y la forma de ver las cosas. Siempre le ha
gustado leer libros que confrontan a la Iglesia y que buscan la raíz del problema. Dentro
de sus autores favoritos se encuentra RC Sproul, John MacArthur, Martyn Lloyd Jones
Jr., John Piper, Paul Washer, Charles Spurgeon, Jonathan Edwards, entre otros.

“Los únicos dos títulos más sobresaliente y los únicos que realmente tienen
importancia, número uno es el de ser hijo del Dios altísimo y numero dos es el ser
esclavo de Cristo. Todo los demás títulos desaparecerán el día de mi muerte”
“Oren para que mi relación con Dios sea cada vez más real y apasionada. Les pido
que oren por mi sabiduría, por mi familia y la expansión de los ministerios que estoy
manejando. Oren para que mi orgullo permanezca donde está, en el piso, y solo
dependa de Cristo y sus méritos para vivir esta vida. También oren por este libro. Es
un libro que muchas personas necesitan leer con urgencia”
-Andrés Laracuente
http://devueltaallibro.com/

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