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LA REVOLUCIÓN FRANCESA (2).

LA
REPÚBLICA CONSERVADORA Y EL
ASCENSO DE NAPOLEÓN
BONAPARTE.
3.3. LA REPÚBLICA CONSERVADORA (1794-1799).

La Convención termidoriana (julio 1794-octubre 1795).

El carácter democrático que adquirió la Convención con los jacobinos


alarmó a los sectores más moderados. Un golpe de estado el 9 de
termidor del año II, culminó con la ejecución de los líderes jacobinos e
inició la represión de los sans culottes.

La Constitución del año III (septiembre de 1795) supone volver al


sufragio censitario, lo que respondía a los intereses de la gran burguesía.

El Directorio (octubre 1795-noviembre 1799).

La Constitución de 1795 establece un legislativo de dos cámaras:


Consejo de los Quinientos y Consejo de Ancianos; y un ejecutivo
formado por cinco miembros o directores.
Este grabado representa la ejecución de Robespierre. El principal líder de los
jacobinos fue víctima del mismo terror que había puesto en marcha.
El Directorio se ve amenazado por la inestabilidad. Para los
monárquicos, sigue siendo un gobierno ilegítimo y siguen
conspirando para la restauración del absolutismo.

Para muchos revolucionarios, el Directorio ha traicionado los


ideales de la Revolución.

El temor a que vuelvan a poder los revolucionarios más radicales


provoca el golpe de estado del 18 de brumario (9 de noviembre de
1799) que establece un gobierno de tres cónsules.

El más importante de estos cónsules sería Napoleón Bonaparte, un


joven general que había logrado un gran prestigio por sus triunfos
contra los enemigos de la Revolución.

Bonaparte se hizo nombrar cónsul vitalicio y, más adelante,


emperador. Fue el máximo líder frances hasta su definitiva derrota
en 1814.
Este cuadro representa el momento en el que Napoleón y su esposa Josefina son
coronados como emperadores de Francia en el año 1804.
No obstante para los reyes europeos, Napoleón fue un usurpador que había
llegado al trono francés sin pertenecer a una dinastía legítima.
4. EL IMPERIO NAPOLEÓNICO (1804-1815).

Napoleón es proclamado emperador y coronado por el Papa en 1804.

Francia deja de estar a la defensiva y pasa a conquistar grandes


territorios en Europa. Ante sus ambiciones en política exterior, otras
potencias europeas se unen contra Francia.

En tierra, las tropas francesas no tienen rival y vencen a austriacos,


prusianos y rusos en diferentes batallas. Frente a los británicos,
Napoleón se encuentra con la superioridad de estos en los mares. En la
Batalla de Trafalgar, los británicos destrozan la flota de franceses y sus
aliados españoles, por lo que Napoleón tiene que renunciar a su idea de
invadir Gran Bretaña.

A partir de ese momento, Francia pone en marcha el Bloqueo


Continental. Un plan para evitar el comercio de los británicos con el
continente y así ahogar su economía.
Napoleón decide invadir Rusia. Fue un gran error estratégico, los
rusos se retiran hacia el interior y cuando los franceses llegan a
Moscú se abate sobre ellos el duro invierno ruso. La mayor parte
del ejército muere de hambre y frío.

En la Batalla de Waterloo (1814), Napoleón es definitivamente


derrotado y desterrado a la pequeña isla de Santa Elena, donde
morirá.
La obra de Napoleón.

Napoleón fue visto por unos pueblos como un tirano opresor,


pero por otros como un libertador.

Sus conquistas difundieron los principios revolucionarios,


acabando con los privilegios de los estamentos superiores y
promoviendo leyes y constituciones basadas en la idea de
igualdad de todos los ciudadanos ante la ley.
Para ello, hizo que subieran al poder gobiernos afines, dirigidos
por generales de su ejército o miembros de su familia, como su
hermano José Bonaparte, que subió al trono español como José I.

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