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ANGEOLOGIA

FACILITADORA: Lic. Jaquelina Gatto


Psicóloga Holística

ESTRELLA DE VENUS
TU ÁNGEL GUARDIÁN:
Este es un Ángel especial, asignado por Dios a cada uno de los seres humanos al
momento de nuestro nacimiento. Está encargado de guiarnos, protegernos,
acompañarnos y enseñarnos. Ángel guardián solamente hay uno para cada uno,
pero eso no significa que debamos limitarnos a él. Si queremos podemos llamar a
nuestro Ángel custodio y al zodiacal, además de todos los Arcángeles y Ángeles
que nos hagan falta para una ocasión determinada.
El divino Ángel Guardián o Ángel de la Guarda es reconocido en todas las
religiones. Siempre aparece representado como un gran aliado o compañero de
camino. Su energía se manifiesta en momentos de peligro, indecisión o angustias.
Este divino ser nos brinda su amor total y juntos evolucionamos según la voluntad
divina.
Tu ángel siempre te acompaña él nos dice cosas como no hables ahora, no te
metas en problemas, no vayas para allá, no compres esto no lo necesitas
realmente este ángel de la guarda está a nuestro lado derecho es el quien nos
cuida nos ama la mayor parte de las personas, sabe que muchas veces en la vida
cuando uno está a punto de perder, un desastre algo nos protege y nosotros
sabemos que no fue nuestra sabiduría o intelecto lo que nos salvó especialmente.
si uno es padre, al observar a los niños uno puede ver que están protegidos por
bandadas de Ángeles que evitan que se dañen. Para los adultos es la misma
historia solo que se esconden mejor, un ejemplo uno no debe ir a propósito a un
lugar que uno sabe que es peligroso si uno no sabe que es peligroso nuestro ángel
nos va a proteger, pero si escogemos conscientemente, él no nos puede proteger
El ángel de la guarda hace a su vez de voz de la conciencia, intentando ayudarnos
y guiarnos en nuestro camino de aprendizaje, consolarnos en momentos de
tristeza o dificultad, y concedernos nuestros deseos cuando le hacemos algún
pedido de forma directa (siempre que sea para bien y no interfiera con el libre
albedrío de otras personas). Nuestros ángeles de la guarda, como las personas,
tienen nombre, por lo general más de uno. El nombre de nuestro ángel está
relacionado con nosotros y tiene que ver con nuestra vibración, nuestro nivel de
conciencia y nuestro potencial. Conocer el nombre de nuestro ángel nos permite
conectarnos más fácil y directamente con su energía, y acelerar de este modo
nuestro crecimiento espiritual
El ángel de la guarda también nos permite ser canal de su energía para
transmitirla a otras personas. Esta es la primera de las vibraciones angélicas que
podemos transmitir, dado que el ángel de la guarda es el más cercano a nosotros.
A través de su energía, que es de infinita alegría, podemos modificar el estado de
ánimo de otra persona, ya que los ángeles de la guarda actúan principalmente
sobre el campo emocional. La persona que recibe esta transmisión energética
tendrá durante un tiempo una relación más estrecha con su ángel de la guarda,
aunque no sea consciente de ello. Este contacto atrae hacia la persona todo tipo
de acontecimientos positivos. Hay casos en los que esta transmisión produce
mejoras y alivios de dolencias físicas, ya que muchas de las enfermedades son de
origen emocional.
En la iglesia católica se reconoce a este popular ser de luz. Se lo celebra con una
misa especial el 2 de octubre. En el islam se reconoce a dos ángeles guardianes,
uno escribe nuestras acciones positivas y el otro las negativas para que nuestro
accionar sea evaluado el día del juicio final. Los cristianos no reconocen
puntualmente la existencia del ángel guardián, pero si nombran y convocan en el
nombre de Dios a los divinos ángeles, como en un mismo grupo. La civilización
Celta nombraba a los ángeles de la guarda “anamcara” o “anamchara”
reconociendo también a estos seres de luz.
Para conocer a nuestro divino Ángel Guardián, debemos prestar atención a
nuestros gustos personales y así descubriremos sus preferencias y podremos
realizarles ofrendas llenas de amor. Ellos vibran con nuestras flores favoritas, y
disfrutan del aroma de nuestro perfume predilecto. Cuando tengamos ganas de
contactar con él de una manera especial podemos colocar en nuestro altar flores
silvestres o algún dulce que nos guste (recuerda que las ofrendas angelicales
siempre deben compartirse o donarse para expandir esta maravillosa energía).
Para convocarlo con una vela, piensa en tu color favorito y así obtendrás la que
sea de su agrado. También puedes iluminarlo con luz de color blanco o celeste, ya
que el color blanco es un comodín y el celeste representa al grupo del que
proviene nuestro ángel, el Rayo Azul. Como vemos los Ángeles siempre han
estado con nosotros ahora vamos a darle unas recomendaciones para que los
invites que trabajen más abiertamente en tu vida y hagas del mundo celestial
parte de tu interior.
1-Comienza a entablar un dialogo con tu ángel compartiendo tus alegrías y
preocupaciones veras que poco a poco aparecerán las personas adecuadas para ir
resolviendo tus dificultades y presta atención a las señales porque las
coincidencias es la forma que tiene Dios de producir milagros.
2-Pregúntale su nombre … si no lo logras percibir su nombre ponle uno bautízalo
y dile que así se llamara para que tu corazón comprenda que está cerca y los
puede llamar cuando lo necesites
3- Dile que te acompañe diariamente dale los buenos días y déjate acompañar
todos los días de tu vida y veras el rostro y dulzura de nuestro padre.
Tus ángeles, divinos mensajeros aliados con tu felicidad, te acompañan desde que
naciste y hasta que elijas dejar este plano. Tus ángeles de la guarda son asignados
a ti para toda tu vida y su función es ayudarte a pasar de una frecuencia de miedo
a una frecuencia de amor. Te acompañarán para que cumplas tu misión de vida y
están listos para ser de ayuda cada vez que tú se los pidas. Aunque
teológicamente se conoce como un ángel de la guarda, se dice que hay dos
ángeles de la guarda con las personas. Puedes llamar a tus dos ángeles de la
guarda, o bien a uno si te sientes más cómodo. La ayuda de cualquier manera
nunca te faltará. Ambos son emanaciones puras del más puro amor, te sostienen
en todos los momentos, de alegría o de pesar, y cada uno se dedica más a un
papel: El ángel de la guarda amoroso te ayudará a saber darte amor a ti mismo.
Es una predicación absoluta de amor hacia ti. Él también te recuerda tratarte bien
a ti mismo y a descansar cada que se te olvida, te invita a descansar en Dios. El
ángel de la guarda consciente se encarga de, digamos, “jalar las riendas” de tu
conciencia, para que te encamines diario a continuar con tu misión. Para que
vayas a donde tengas que ir, para que hables con quien tienes que hablar y para
tomar decisiones con mayor seguridad. Ambos te acompañan todo el tiempo, los
llames o no, crea la gente en ellos o no, no hay nadie que viva sin ángeles, porque
el amor no olvida a nadie.
Tips para que notes la presencia de tus ángeles
Formas en las que tus Ángeles quieren entrar en
contacto contigo
1. Empiezas a escuchar de –ángeles- más seguido. Es su forma también de
recordarte, que NO les has pedido y están esperándote. ¡Puedes hacerlo más!
2. Te topas con libros, artículos, especiales de ángeles. ¡Insisten, aquí estamos!
3. Te despiertas en la madrugada sin saber por qué, entre las 3 y 4 de la
madrugada. (a las 3:00. 3:30, 3:33, 4:00, 4:04, 4:44). Están dejándote saber que
tienen un mensaje para ti, siéntate y pregunta. ¡También les gusta hacerte saber
cuándo has hecho las cosas bien!, o simplemente manifestarte que te están
velando de día y de noche.
.4 Ves números repetidos a lo largo del día o durante días. Observa los números
que se te repiten, como el 11:11 que utilizan mucho para recordarte, que: Tus
pensamientos son “órdenes” para el universo. Como la ley de causa y efecto, en
lo que pongas tu energía, crece. Así que te recuerdan enfocarte en pensamientos
positivos y amorosos y así lo notarás en el mundo que ves. O series de números
como el 0:00, 2:22, 3:33, 4:44, 5:55, 6:66, 7:77, 8:88, 9:99, 10:10 ¡Ahí están!
5. Escuchas tu nombre, pero nadie te ha llamado. Preguntas a las personas a tu
alrededor, pero en realidad lo escuchaste en tu mente, donde ellos se comunican
contigo.
6. Te encuentras con plumitas (tipo de ave) en tu camino, los números repetitivos
y éstas son de sus señales más usadas sobre todo para las personas visuales, o
que han pedido señales tangibles que puedan entender.
7. Pueden prender aparatos electrónicos, especialmente los relacionados con
música, audio, radios, alarmas y hacer sonar celulares. Si esto te asusta que
suenen no lo harán. Lo hacen para recalcar que tiene importancia ese
pensamiento que acabas de tener, ese algo que acaba de pasar o lo que acabas
de decir. Te ayudan también haciendo eso para que regreses a tiempo presente y
pongas atención. Te están expresando su amor haciéndose presentes.
8. Atraen a ti a personas “angelicales”. Sobre todo, los acercan a los escépticos, o
cuando no los has tenido tan presentes. Te están acercando su vibración de
alegría y amor a través de ellos.
9. Comienzas a ver mariposas o seres alados de manera más notoria. ¡Te
recuerdan que en todo momento están ayudando a tu crecimiento y
transformación personal!
10. Te dan respuestas a través de tus sueños. Otra forma en la que se presentan
es cuando sueñas que llega alguien querido y te da las respuestas que necesitas.
O una persona de alta vibración, que te trae paz en tus sueños.

Ejercicios de Luz
De la mano de los ejercicios de luz abrimos un puente de conexión con nuestros
amigos celestiales. Es un medio de comunicación a través del cual podemos
recibir sus bellos mensajes y equilibrar nuestras emociones. Es importante abrir el
corazón y entregarse a la energía angelical. Tómate unos minutos, aquieta tu
mente y respira varias veces profundamente hasta que estés en paz. Puedes
leerlos varias veces y visualizarlos. También puedes grabarlos y luego recostarte y
escucharlos. Estos ejercicios también pueden ser realizados en grupos y sumarlos
a clases de yoga, reiki o alguna otra disciplina. Espero que los disfrutes y te llenes
de luz angelical.

EJERCICIO DE LUZ PARA RECIBIR EN NUESTRO CORAZÓN A LOS


ÁNGELES.
Este ejercicio nos permite abrir el corazón a los divinos ángeles. Es una amorosa
manera de recibir a las fuerzas angelicales y transformar nuestra vida.
1- Conectamos con la respiración. Permitimos que el elemento aire renueve
nuestra energía, y aclare nuestros pensamientos.
2- Ponemos la atención en el cuerpo físico. Y lo recorremos mentalmente varias
veces. Sentimos gratitud por poder vivir en él.
3- Nos centramos en nuestro corazón. Sentimos la energía que pulsa dentro de él.
Desde allí convocamos a esta fuerza angelical, que hoy se vuelve disponible para
nosotros:
“Queridos Ángeles, los invito a mi vida. ¡En ustedes confío! Ángeles hoy
conscientemente les abro las puertas de mi corazón, de mi realidad y de mis
sentimientos. Ángeles, les pido que, con su poderosa fuerza espiritual, barran de
mí ser todo lo que no se encuentre en sintonía con mi esencia de luz. ¡Ángeles
Ayúdenme, en ustedes confío! Pido a Dios nuestro padre de luz, que permita que
sus benditos ángeles habiten en mi corazón por toda la eternidad. Que así sea y
así es. Hecho está. Amen.
4- Volvemos a conectarnos con la respiración y lentamente movemos el cuerpo.
Volvemos al aquí y ahora.
MEDITACION PARA ENCONTRAR A NUESTRO ANGEL CUSTODIO
Imaginaremos que nos encontramos bajo la bóveda celeste. El cielo azul oscuro;
un cielo nocturno. Alzaremos la mirada para buscar las estrellas y contarlas. Son
muchas y cada una brilla con una luz propia particular. Observaremos todos esos
puntos luminosos que bailan y se mueven en el cielo. Si observamos bien, nos
daremos cuenta de que hay una estrella que vibra con una luminosidad particular.
Aislaremos esta estrella y la observaremos resplandecer en el cielo. Nos parecerá
que brilla sólo para nosotros. Mientras la observamos, la estrella empezará a
moverse lentamente. Atravesará el cielo y descenderá hacia nosotros.
Acercándose, se volverá más luminosa, parecerá casi que ilumina todo el cielo,
haciéndose cada vez más grande. Prestaremos atención al centro de la estrella.
Notaremos que empieza a delinearse una figura. La imagen se nos acercará cada
vez más. No debemos tener miedo. La luz difundirá un sentimiento de paz y de
bienestar. Intentaremos descubrir los detalles y permitiremos a nuestro corazón
vibrar en la dirección de la luz y sintonizarse con ella. Estamos a punto de
encontrar a nuestro ángel. Dejaremos que se acerque con confianza y
disfrutaremos del sentimiento de espera y de la emoción que se deriva de él.
Estaremos atentos para percibir cada sensación, cada matiz, cada color.
Disfrutaremos del sentimiento de paz y de tranquilidad, pero también de la
alegría que crece en nosotros, de la seguridad de sentirnos protegidos, de
sentirnos en casa. Nos concentraremos en el contacto que se establece entre
nuestro corazón y la vibración de su luz. Esperaremos a transmitir al ángel nuestro
mensaje. Primero, le daremos las gracias por haber respondido a nuestra llamada
y luego expresaremos nuestra petición. Podemos pedir ayuda, protección y
consejo sobre un problema específico o, más sencillamente, podemos continuar
manteniendo dentro de nosotros la consciencia de este extraordinario contacto,
contentándonos de haberlo obtenido. Al final, le daremos las gracias, le
prometeremos amor sincero y le diremos adiós, preguntándole por la posibilidad
de obtener otros encuentros. Miraremos cómo se aleja la luz y vuelve a
convertirse en una estrella. Mantendremos dentro de nosotros la sensación de
este maravilloso contacto y la seguridad de que el ángel no nos abandonará
nunca. Siempre ha estado allí, para nosotros, esperando nuestra llamada para
ayudarnos, dispensando luz y amor

CONTACTO DE ÁNGEL A ÁNGEL


Este ejercicio es ideal para comunicarnos con personas que se encuentran lejos
física o espiritualmente de nosotros. Cuando hace falta diálogo y no encontramos
la manera de acercarnos. Confiemos en el poder de nuestros ángeles y dejemos
en sus manos nuestros problemas para que con su ayuda amorosa podamos
resolverlos.
1- Busca un lugar tranquilo y conéctate con tu respiración. Convoca a tu Ángel
para que te asista en este ejercicio.
2- Permite que tu ángel te guíe en este ejercicio y sigue su luz. Piensa en la
persona en cuestión y en el problema o situación que los involucra.
3- Cuéntale mentalmente a tu ángel cómo te sientes y que quieres expresarle a la
otra persona. Recuerda ser claro y concreto así el mensaje podrá ser entregado
de una manera más sencilla.
4- Visualiza a la persona en cuestión y convoca a su divino Ángel Guardián.
Respira profundamente y visualízalos frente a ti.
5- Imagina como tu ángel entrega amorosamente al ángel de la otra persona tu
recado lleno de paz. Siente como lo recibe y todo se calma.
6- Agradece a tu ángel por este trabajo de luz. Y suelta completamente la
situación.
7- Gracias x3. Que así sea y así es. Hecho está.
Jerarquías Angélicas: “Organización Angelical”
Todos los ángeles responden a una jerarquía angelical. Según su vibración y
misión es donde se ubican. Cada uno posee una instrucción específica para
mantener el equilibrio, tanto en el reino angelical como en el terrenal.
El orden de los serafines corresponde a una mayor emanación ya que se
encuentran más cerca del trono de Dios, nuestro Padre.
Los arcángeles y ángeles son los que se encuentran más cerca del hombre.
Poseen una vibración más suave para que podamos comunicarnos y acceder a su
energía de una forma más fácil y sutil para nosotros.
Se dividen en tres grandes grupos de acuerdo con su jerarquía.
El primer grupo lo forman los Serafines, Querubines y Tronos.
El segundo grupo lo forman las Dominaciones, Virtudes y Potestades.
Y el tercer grupo lo forman los Principados, Arcángeles y Ángeles.
Serafines: Los que arden. Ellos son los más próximos a Dios. Lucen un rostro y seis
alas, con millones de ojos para admirar la luz y belleza de nuestro Padre. Están
junto a Dios cantando constantemente alabanzas. Nos traen paz, esperanza y
amor. Protegen los lugares sagrados y nos purifican con su fuego y su luz divina.
Querubines: Los que interceden. Son representados como pequeños niños alados
y traen con ellos toda la inocencia y ternura. Ellos custodian el Sol, la Luna y las
estrellas e irradian esta energía hacia nosotros. Son los ángeles de la sabiduría. Es
ideal convocarlos cuando rendimos algún examen, tenemos que tomar alguna
decisión difícil o necesitamos entendernos con alguien.
Tronos: Justicia de Dios. Ellos siempre se encuentran en presencia de Dios.
Protegen y rigen los planetas. Se los representa como grandes remolinos o ruedas
con muchos ojos y poseen los colores del arcoíris. Nos traen fuerza de voluntad,
valor y coraje. Los podemos invocar para desafíos difíciles o para recuperar
nuestra energía. Ellos imparten justicia divina.
Dominaciones: Misericordia de Dios. Ellos equilibran cuerpo, mente y alma. Son
custodios celestiales y protegen a los sanadores. Regulan a las demás jerarquías
angélicas y equilibran el mundo material con el plano espiritual. Ellos protegen
todas las actividades que se realicen en grupo (especialmente las espirituales).
Nos comparten la cualidad angélica de la misericordia.
Virtudes: Los que brillan. Ellos emanan un gran caudal de energía celestial.
Poseen rostro y alas, pero no tienen un cuerpo. Son tan resplandecientes como el
Sol y muy veloces. Traen milagros a nuestras vidas y a la de nuestros hermanos.
Evitan accidentes y grandes catástrofes. Nos llenan de valor y coraje y comparten
con nosotros el don de la Gracia Divina.
Potestades: Soldados de Dios. Miden más de dos metros de altura y son de un
color rojo intenso. Se encuentran vestidos con armaduras, usan escudos y en sus
cabezas lucen cascos. Nos defienden de fuerzas oscuras y del mal. Traen energía
extra y nos ayudan a clarificarnos. De este coro angélico salen el ángel del
nacimiento y el ángel de la muerte. Nos acompañan ante grandes desafíos.
Principados: Naturaleza de Dios. Rigen todo lo relacionado con la naturaleza. De
ellos dependen todos los espíritus elementales (hadas, duendes, gnomos, etc.) y
también la ecología. Se los puede ver rodeados de plantas y animales y posando
con flores en su cabeza. También protegen naciones, países y ciudades. Nos traen
optimismo y verdad a nuestras vidas.
Arcángeles: Representantes de Dios. Se encuentran a cargo de los ángeles y
llevan a todos la voluntad de Dios. Son también considerados guías, por la ayuda
que siempre están dispuestos a darnos. Ellos lo pueden controlar y armonizar
todo en el universo. Rigen los planetas y las energías que bajan hacia nosotros.
También son responsables de los animales aquí en la Tierra.
Ángeles: Mensajeros de Dios. Se ocupan de la evolución espiritual. Son los más
cercanos al hombre y están al servicio de la humanidad. Nos aman
profundamente y nuestras energías se transforman cuando conectamos con su
luz. Dentro de este grupo angélico se encuentra nuestro ángel de la Guarda. Es
nuestro custodio personal y amigo del alma

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