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MÓDULO (PPA01):

INTRODUCCIÓN A LAS EMERGENCIAS MÉDICAS


Y PRIMEROS AUXILIOS

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CONTENIDOS
UNIDAD 1:
INTRODUCCIÓN
→ Rol del paramédico
→ Decálogo universal
→ Ética profesional y marco legal
→ Sistema de emergencias médicas (SEM)

UNIDAD 2:
ABORDAJE Y VALORACIÓN DEL PACIENTE

→ Urgencias y emergencias médicas

→ Valoraciones ante paciente prehospitalario

▪ Seguridad en la escena
▪ Evaluación primaria
▪ Evaluación secundaria
▪ Reevaluación
→ Protocolo de abordaje al paciente adulto

UNIDAD 3:
SOPORTE VITAL BÁSICO
→ Reanimación cardiopulmonar en paciente adulto
→ Reanimación cardiopulmonar en paciente pediátrico

→ Reanimación cardiopulmonar en paciente neonato

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UNIDAD 4:
PRIMEROS AUXILIOS
→ Obstrucción de vía aérea por cuerpo extraño - OVACE

→ Asfixia por inmersión


→ Hipotermia y congelamiento
→ Alteración de la consciencia
→ Crisis convulsiva
→ “3H”: heridas, hemorragias y hemostasia
→ Fracturas, luxaciones y esguinces
→ Quemaduras
→ Hipo e hiperglucemia
→ Intoxicaciones
→ Mordeduras y picaduras
→ Botiquín de primeros auxilios

UNIDAD 5:
INTRODUCCIÓN A LA BIOSEGURIDAD

→ Definición

→ Principios básicos
→ Epidemiología

→ Manejo de residuos

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UNIDAD 1
Introducción

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ROL DEL PARAMÉDICO

El paramédico es aquel profesional especialista en


la atención de emergencias médicas
prehospitalarias, quien trabaja en equipo junto a
médicos/as y enfermeros/as para brindar la mejor
atención a los pacientes que lo requieran.

Dentro de la ambulancia, el paramédico es el “brazo


operativo” del médico, de quien seguirá todas las
indicaciones para asistir a las víctimas de un evento
clínico o de trauma.

Todo profesional de emergencias médicas


prehospitalarias debe ser capaz de trabajar en
conjunto a otras instituciones o actores de un
hecho (policía, bomberos, defensa civil y otras
instituciones sanitarias), de manera organizada y colaborativa, tendiendo como
objetivo final, la estabilización del paciente, traslado de este hasta un centro de salud
acorde a sus necesidades, donde pueda recibir su atención y contención final.

Deberá ser capaz, el paramédico, de desarrollar aptitudes esenciales que hacen a su


formación, desde la evaluación de la escena para mantenerse, él y su equipo, “lo más
seguro posible” (recordando que ninguna escena es 100% segura) hasta el manejo
avanzado de técnicas y destrezas necesarias para el tratamiento de los pacientes.

Y aquí es muy importante recordar que, para ser un gran profesional, es necesario
manejar la “tétrada de la medicina”:

• Conocimiento de anatomía y fisiología de los principales sistemas.

• Reconocimiento de los síntomas y signos (cuadro clínico) de las principales patologías


traumáticas y clínicas.

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• Manejo de las técnicas y procedimientos,
básicos y avanzados, para lograr el diagnóstico
fehaciente y el tratamiento oportuno al cuadro
que presenta el paciente.

• Empatía y respeto con el paciente. No hay


estado más vulnerable en el ser humano, que
cuando su salud se ha visto quebrantada y requiere de la atención y cuidados de los
demás. “Ha perdido su capacidad de autonomía”.

La falla en alguno de estos componentes puede llevar a un desenlace fatal.

HORA DORADA O PERÍODO DORADO

A finales de la década de 1960, el Dr. Adams Cowley, concibió la idea de un periodo de


tiempo crucial durante el cual es importante comenzar la atención definitiva para un
paciente traumatizado con una lesión crítica. En una entrevista dijo:

“Hay una ´hora dorada´ entre la vida y la muerte. Si tienes una lesión severa, tienes
menos de 60 minutos para sobrevivir. Puede que no mueras en ese momento, puede ser
tres días o dos semanas después, pero algo pasó en tu cuerpo que es irreparable.”

El Dr. Cowley tuvo el concepto correcto; sin embargo,


es importante darse cuenta de que un paciente no
siempre tiene el lujo de una "hora dorada". La "hora"
es figurativa y no una descripción literal de un periodo
de tiempo.

Un paciente con una herida penetrante al corazón


puede tener sólo algunos minutos para llegar a
atención definitiva antes de que el shock causado por
la lesión se vuelva irreversible, pero alguien con una lenta hemorragia interna continua a
partir de una fractura de fémur aislada puede tener varias horas o más para llegar a

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atención definitiva y reanimación.

Puesto que la hora dorada no es un marco temporal estricto de 60 minutos y varía de


paciente a paciente con base en las lesiones, otro término comúnmente empleado es
periodo dorado. Si un paciente con lesiones severas puede obtener atención definitiva
(esto es, control de hemorragias y reanimación) dentro del periodo dorado de dicho
paciente particular, la posibilidad de supervivencia aumenta enormemente.

El comité de trauma del Colegio Americano de Cirujanos ha utilizado este concepto para
enfatizar la importancia de transportar a los pacientes traumatizados hacia instalaciones
donde expertos. en atención de trauma estén disponibles de forma oportuna.

El manejo del trauma prehospitalario debe reflejar estas contingencias. Sin embargo, las
metas no cambian:

• Obtener acceso al paciente.

• Identificar y tratar las lesiones que amenacen la vida.

• Preparar y transportar al paciente hacia la instalación apropiada más cercana en


la menor cantidad de tiempo.

DECÁLOGO UNIVERSAL DEL PERSONAL DE


EMERGENCIAS

Este decálogo, también es conocido como las 10 “S”. Indica la manera de asistir a la
víctima y las características y virtudes que debe reunir un rescatador o paramédico.

1. Seguridad. Pensar en la seguridad es esencial. Primero en la propia (la del


rescatador), ya que sin rescatador no hay rescate; y, en segundo lugar, en la seguridad
de la víctima y/o paciente como también en la de los terceros.

2. Solidaridad. También conocido como “espíritu de sacrificio”. Debemos asistir y


proveer ayuda en forma inmediata a quien la necesite, y proporcionar las primeras
medidas de sostén de vida.

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3. Serenidad. Es imprescindible mantener e infundir
tranquilidad en todo momento y ante cualquier
circunstancia. La calma, la amabilidad y la firmeza
para controlar las emociones adecuadamente son
fundamentales para el paciente.

4. Subordinación. Es importante cooperar y cumplir


las órdenes del personal médico u otro personal
jerárquico presente. En todo momento hay que estar
preparado para trabajar en equipo.

5. Sentido común. Y al mismo tiempo, muchas veces, “el menos común de los sentidos”.
Basar nuestras acciones en criterios normativos y en la inteligencia práctica nos permite
tomar buenas decisiones en momentos críticos.

6. Sensibilidad. El trato respetuoso, la consideración, la contención y el apoyo moral de


los pacientes los predispone mejor.

7. Sistematización. Es importante conocer, hacer conocer y respetar las normas, los


procedimientos generales o particulares y las obligaciones o responsabilidades.

8. Satisfacción. De atención,
asistencia, comprensión, contención o
cuidado adecuado en todo tiempo y
lugar. Este rol nos acompaña a todos
lados y todos los días del año.

9. Selectividad. En las guardias


médicas es prioritario estar 100%
disponible para la atención médica,
salvo requerimientos excepcionales y bajo la correspondiente autorización de los
superiores.

10. Seriedad. Disciplina, profesionalismo, sobriedad y prudencia, son todas cualidades


fundamentales.

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PRINCIPIOS DORADOS DE LA ATENCIÓN DEL
PACIENTE PREHOSPITALARIO

Aunque los sistemas corporales se presentan individualmente, los pacientes con


lesiones más severas tienen compromiso en más de un sistema corporal. De allí el
término paciente politraumatizado o con trauma multisistémico.

Como paramédico, se debe reconocer y priorizar el tratamiento de los pacientes con


lesiones múltiples y seguir los principios dorados de la atención prehospitalaria del
trauma.

Quizás estos no pueden llevarse exactamente en el orden en que se presentan, pero


todos deben lograrse para obtener la atención óptima del paciente lesionado. Estos son:

1. Garantizar la seguridad de los paramédicos y del paciente.

2. Valorar la situación de la escena para determinar la necesidad de los recursos


adicionales.

3. Reconocer la física del trauma que produjo las lesiones (aplicación de la cinemática
del trauma).

4. Enfocar la valoración primaria en identificar las condiciones que amenacen la vida del
paciente.

5. Controlar cualquier hemorragia externa significativa.

6. Proporcionar manejo adecuado de la vía aérea


mientras se mantienen la estabilidad cervical según sea
necesario.

7. Apoyar la ventilación y proporciona oxígeno (O2) para


mantener una saturación de O2 en sangre igual o mayor
a 94% (SatO2 >94%).

8. Proporcionar terapia de shock básica, incluida la inmovilización adecuada de lesiones


musculoesqueléticas, más la restauración y mantenimiento de la temperatura corporal

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normal (prevención de hipotermia).

9. Mantener la estabilidad espinal manual hasta que el paciente sea inmovilizado, o se


defina que la inmovilización espinal no es necesaria.

10. Para pacientes con lesiones traumáticas severas, trasladar a estos hacia un
nosocomio preparado para este tipo de afecciones, lo más pronto posible.

11. En camino a la unidad receptora, iniciar la reposición de fluidos intravenosos según


sea necesario (no demorar el traslado del paciente por hacer vía periférica en sitio de
atención inicial).

12. Una vez que el paciente esté estable y las condiciones potencialmente mortales
hayan sido manejadas satisfactoriamente, llevar a cabo una valoración secundaria para
obtener el historial médico del paciente, como así culminar su examen físico y verificación
completa de sus constantes vitales.

13. Proporciona alivio adecuado del dolor (paciente sin dolor coopera con el paramédico).

14. Una vez llegados al centro receptor, brindar toda la información obtenida del paciente
y las circunstancias de la lesión.

ÉTICA PROFESIONAL

La ética en el área de salud que estudia las razones de los comportamientos en la


práctica de la profesión, los principios que regulan dichas conductas, las motivaciones,
los valores del ejercicio profesional, los cambios y las transformaciones a través del
tiempo.

Las fuentes de la ética profesional son las normas destinadas exclusivamente para la
prestación del servicio a la sociedad, y son las siguientes:

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Por otra parte, la moral proviene del vocablo latín mos o mores, que significa
“costumbres”, en el sentido de las normas o reglas adquiridas por hábitos. Está regida
por un conjunto de normas que regulan el comportamiento de los seres humanos en la
sociedad, que son aceptadas en forma libre y consciente por un individuo. Es decir, el
comportamiento moral se sujeta a valores y normas establecidas socialmente, es un
comportamiento consciente, libre y responde a una necesidad social.

Principios éticos en los que se fundamenta la práctica de la


actividad del paramédico
• Respeto a las personas. Principio que conduce a respetar a las personas sin distinción
de raza, sexo, credo o ideología política. Ninguna de estas cuestiones debe interferir en
el respeto de sus decisiones, su vida, su dignidad e individualidad.

• Beneficencia. Todas las intervenciones de un paramédico deben conducirse a hacer


el bien, defender la vida y brindar cuidados que ayuden al paciente a restablecerse, como
también para su familia y las demás personas con las que interactúan.

• Objetividad. Este principio expresa que el personal debe ser honesto, justo, y estar
libre de todo conflicto personal cuando dirige las intervenciones en el cuidado a los
pacientes.

• Integridad. Principio que guía al personal a actuar con el mayor sentido de moralidad
y responsabilidad, y con un comportamiento de gran profesionalismo.

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Principios éticos

Todo el mundo usa algún conjunto de valores, creencias o reglas sociales para tomar
decisiones. Estas reglas, en general aceptadas acerca del comportamiento moral, con
frecuencia conocen como principios.

La ética es usar un conjunto de principios morales para ayudarse a determinar qué es lo


correcto por hacer.

En medicina, el conjunto de principios sobre los que usualmente ésta se apoya para
asegurar el comportamiento éticamente adecuado, guiar la práctica clínica y ayudar en
la toma de decisiones éticas, incluye elementos de autonomía, no maleficencia,
beneficencia y justicia.

El uso de estos cuatro principios, con frecuencia conocidos como principialismo,


proporciona un marco de referencia dentro del cual uno puede sopesar y equilibrar
beneficios y desventajas, por lo general dentro del contexto de tratar un paciente
específico, con la finalidad de hacer lo mejor para él.

Autonomía
La palabra autonomía proviene de las palabras griegas auto y nomos que significa "auto
regla". En medicina, se refiere al derecho del paciente para dirigir su propia atención a la
salud libre de interferencia o influencia indebida.

En otras palabras, los adultos competentes toman sus decisiones acerca de la atención
a su propia la salud.

El respeto de la autonomía es la fuente a partir de la cual se desarrollaron el


consentimiento informado y la confidencialidad. Sin embargo, la naturaleza desconocida
y emergente del encuentro del paramédico con un paciente puede comprometer la
autonomía de este último.

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El profesional debe tomar la mejor decisión
posible por el paciente con la información que
esté disponible. No toda pieza de información
estará disponible en la presentación inicial.

El consentimiento informado es un proceso


mediante el cual un practicante médico
proporciona a un paciente que tiene capacidad
de toma de decisiones, o a un tomador de
decisiones subrogado (una persona que se
elige para tomar decisiones de atención a la salud a nombre del paciente si éste no es
capaz de tomar decisiones por sí mismo), la información necesaria para otorgar
consentimiento informado o para rechazar el tratamiento médico a ofrecer.

Aunque muchos piensan en el consentimiento informado como un formalismo legal, en


realidad solamente es un registro de la conversación de consentimiento. Hay una
obligación ética por parte del profesional de atención a la salud, de entregar a los
pacientes la información médica adecuada para permitirles tomar decisiones de salud
con base en sus propios valores, creencias y deseos.

Para que un consentimiento informado sea válido, lo siguiente debe ser verdadero para
los pacientes:

• Deben tener capacidad para tomar decisiones.

• Deben tener la capacidad de comunicar la comprensión de sus diagnósticos y


opciones de tratamiento.

• Deben poder otorgar consentimiento o rechazo voluntariamente.

• Deben rechazar o consentir el tratamiento de manera activa.

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Valorar cualquiera de estos elementos puede ser muy difícil de lograr en un escenario
clínico controlado, pero en una situación de
emergencia lo es aún más. A pesar de que
muchas veces se usan los términos
competencia y capacidad de toma de decisiones
como sinónimos, la competencia es un término
legal que se refiere a la capacidad general de
una persona para tomar buenas decisiones por
sí misma; y capacidad de toma de decisiones se refiere a la capacidad del paciente para
tomar decisiones acerca de un conjunto específico de opciones de tratamiento médico o
terapias.

Valorar la capacidad de un paciente es particularmente difícil en una situación de


emergencia. Rara vez existe conocimiento de la evaluación de base del paciente en la
presentación inicial, y con frecuencia la valoración se realiza cuando el paciente está
enfermo, asustado o tiene dolor. Cuando se valore la capacidad de toma de decisiones
de un paciente adulto es necesario intentar determinar su nivel de comprensión. ¿El
paciente puede entender las opciones médicas y ponderar los riesgos y beneficios
asociados con ellas?

Los pacientes también deben tener la capacidad de apreciar los resultados anticipados
de sus elecciones, así como poder expresar sus deseos al proveedor de atención a la
salud. Aunque el proceso de consentimiento informado respeta los derechos de los
pacientes para tomar sus propias decisiones, en situaciones de emergencia, bajo ciertas
condiciones, puede pasarse por alto el requisito de consentimiento informado:

• El paciente carece de la capacidad de toma de decisiones debido a inconciencia o


deterioro cognitivo significativo y no hay subrogado disponible.

• La condición amenaza la vida o la salud y el paciente puede sufrir daño irreversible


en ausencia de tratamiento.

• Una persona razonable consentiría el tratamiento, en cuyo caso el profesional puede


proceder con el tratamiento en ausencia de un consentimiento autónomo por parte del
paciente o un subrogado.

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No maleficencia
Así como los paramédicos están legal y éticamente
obligados a respetar la autonomía de un paciente,
también existe una obligación de evitar ponerlo en
riesgo. El principio de no maleficencia obliga al
practicante médico a no tomar acciones que
probablemente dañen al paciente.

La máxima “primum non nocere” (lo primero es no hacer daño), atribuida al médico griego
Hipócrates, y reflejada en el Juramento Hipocrático, es la esencia del principio de no
maleficencia. Si una paciente le dice a un proveedor de atención prehospitalaria que es
alérgica a un medicamento particular y el proveedor no hace caso de esta advertencia y
le administra el medicamento de todas formas y la paciente tiene una reacción alérgica,
el proveedor la dañó físicamente.

Además, los proveedores de atención prehospitalaria tienen una obligación de no sólo


"no dañar", sino también de evitar poner a los pacientes camino al daño. Cuando se
transporta a un paciente traumatizado con lesiones menores desde la escena de un
accidente hacia el hospital, el principio de no maleficencia dictaría que el conductor
proceda con cautela y sin usar las luces y sirena de emergencia mientras conduce.

Beneficencia
La beneficencia involucra tomar una acción para beneficiar a otro. Beneficencia significa
"hacer bien" y requiere que los paramédicos actúen en una forma que maximice los
beneficios y minimice los riesgos al paciente.

Por ejemplo, quizás un proveedor tenga que colocar una IV (vía intravenosa) para
administrar medicamentos o líquidos. El pinchazo de la aguja inflige dolor, pero es
necesario para beneficiar al paciente.

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Adicionalmente, cuando lo hacen con
cuidado, los proveedores pueden reducir
el riesgo de daños adicionales tales
como hematomas, inflamación o
múltiples pinchazos de aguja. La
beneficencia también puede incluir ir
más allá de lo que requieren los
estándares de la práctica profesional
para beneficiar al paciente.

Por ejemplo, asegurarse de que éste es transportado a una temperatura agradable y


proporcionar frazadas adicionales para mantenerlo cómodo puede no estar incluido en
un protocolo prehospitalario, pero son acciones que se hacen para cuidar y beneficiar al
paciente.

Justicia
La justicia, por lo regular considerada como aquello que es justo, en general se refiere a
cómo se distribuyen los recursos médicos cuando se trata de la atención a la salud. La
justicia distributiva es la repartición justa de los bienes o servicios con base en un
conjunto de lineamientos o reglas morales socialmente consensuadas.

Aunque muchos suponen que la justicia, o el tratar a otros justamente, significa tratar a
todas las personas por igual sin importar edad, grupo étnico, género o capacidad para
pagar, el tratar a todos de igual manera no siempre es éticamente justificable.

Por ejemplo, cuando se realiza un triage en un incidente con múltiples víctimas, quienes
tienen mayores necesidades médicas se priorizan sobre aquellos que tienen
necesidades menos cruciales. Por ende, con frecuencia a los más vulnerables se les da
mayor porción de bienes.

En un incidente con múltiples víctimas, el triage se basa en parte en la probabilidad de


supervivencia, y algunos de los más enfermos o vulnerables se mueven hacia una
categoría expectante para permitir que los recursos se enfoquen sobre quienes tienen
lesiones que les permiten sobrevivir.

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Por tanto, lo que es más justo en una situación particular puede depender de la
disponibilidad de recursos y la forma más justa de usar y distribuir dichos recursos en
ese caso específico.

Marco legal

En Argentina, el encuadre jurídico está contemplado principalmente en dos legislaciones,


la Ley N° 17.132, Art. 11 del Ejercicio de la Medicina, y el Código Penal Argentino Art.
156, que establece penas de multa e inhabilitación especial a todo aquel que por su
estado, oficio, profesión o empleo tuviera noticia de un hecho y lo revelare sin justa causa
(luego se desarrollarán con más detalle).

La ley se sustenta en la interpretación de normas específicas fundamentadas en tres


pilares:

• El contrato consensual entre el médico y el paciente, donde la confidencialidad


constituye un deber moral de quien asiste a un enfermo.

• El orden público, definido como un conjunto de conductas y reglas destinadas a


preservar el bien jurídico y asegurar el normal funcionamiento de los servicios, regulando
las relaciones de los particulares entre sí y de estos con el Estado.

• La justa causa, elemento del que se vale el ente social para exigir o autorizar la
revelación del secreto en determinadas circunstancias (secreto médico relativo,
desarrollado más adelante).

La revelación del secreto médico es inobjetable cuando exista un fin justificado, y en la


medida en que el interés perseguido fuera mayor a lo que se mantiene en reserva. Así
las cosas, siempre será el propio médico, quien ponderará cuándo existe “justa causa” y
protegiendo intereses superiores revelará información por él conocida.

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Secreto profesional

La palabra secreto deriva del latín 'secretum' y significa "lo que cuidadosamente se tiene
reservado y oculto”.

La cuestión del secreto médico se halla estrechamente vinculada al derecho a la


privacidad que tienen los enfermos como garantía para evitar que se revele algo sin el
correspondiente consentimiento. El paciente da por sobreentendido que todo lo que diga
en la consulta será confidencial y teniendo esta convicción concurre y revela toda su
intimidad en la consulta.

El secreto médico es una variedad del secreto profesional. El secreto médico puede
definirse como la obligación que tiene toda persona que ejerce la medicina, de guardar
silencio y de mantener en reserva todo aquello que llegare a su conocimiento con motivo
y en ocasión de su actuación profesional y de no revelarlo, ya que de hacerlo se produce
o puede producirse daño, salvo que hubiere justa causa.

Se basa en:

1. Confidencialidad. El bien jurídico protegido es la


intimidad.

2. Veracidad.

3. Respeto profesional.

4. Consentimiento informado.

Variedades
De acuerdo con la manera en cómo se implementa e interpretan las leyes puede decirse
que el secreto médico puede:

• Absoluto: según esta concepción el profesional de la salud debe callar siempre, en


todas las situaciones. Se compara al sacramental.

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• Relativo: en este caso el médico debe hablar cuando hay una justa causa y callar
cuando no la hay. Nuestra legislación ha adoptado esta forma de secreto tal y como se
desprende del enunciado del artículo 156 del Código Penal.

• Compartido: excepcional y puntualmente nuestra legislación en algunas circunstancias


admite esta variedad. Por ejemplo; en el decreto reglamentario de la ley de lucha contra
el SIDA se establece que el profesional que atiende a un enfermo/portador de
inmunodeficiencia humana puede suministrar a otro profesional médico, cuando sea
necesario para el cuidado o tratamiento de una persona infectada o enferma.

• Derivado: cuando se revela parte del secreto a profesionales no médicos o auxiliares


de la medicina.

Código penal y secreto médico


Artículo 156

Se encuentra dentro del capítulo de los “Delitos contra la Libertad”. Establece que “será
reprimido con multa de $1.500 a $90.000
e inhabilitación especial en su caso, por 6
meses a 3 años, el que, teniendo noticia
por razón de su estado, oficio, empleo,
profesión o arte, de un secreto cuya
divulgación pueda causar daño, lo
revelare sin causa justa”.

Artículos 71, 72 y 73

Estos artículos establecen lineamientos generales en cuanto a las denuncias que deben
efectuar los profesionales de la salud en el ejercicio de su profesión.

• Artículo 71. Establece que debe hacerse la denuncia de todos los delitos de acción
pública independientemente de la voluntad de la víctima, excepto en los delitos de
instancia y de acción privada.

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• Artículo 72. Señala cuales son acciones dependientes de instancia privada y señala
que no se iniciarán de oficio las acciones tendientes a investigar los delitos contra la
integridad sexual ya que en estos casos es necesaria la denuncia voluntaria de la
persona ofendida o de su representante legal para iniciar las acciones penales. Sí se
procederá de oficio cuando a raíz de estos delitos se produzca la muerte de la víctima o
lesiones gravísimas. En los delitos de instancia privada una vez realizada la denuncia,
continua el proceso por la acusación fiscal y aunque el denunciante quisiera retirar su
denuncia, la acción proseguirá de oficio.

• Artículo 73. Dice que son acciones privadas las que nacen de los siguientes delitos:

→ Calumnias e injurias.

→ Violación de secretos.

→ Concurrencia desleal.

→ Incumplimiento de los deberes de asistencia familiar cuando la víctima fuere el


cónyuge.

En estos casos para poder realizar las acciones penales se requiere que la víctima o su
representante legal realicen la denuncia iniciándose así un proceso que, a diferencia de
los delitos de instancia privada, puede ser dejado sin efecto a pedido del querellante.

Ley 17132

“Todo aquello que llegue a conocimiento de las personas cuya actividad se reglamente
en la presente ley, con motivo o debido a su ejercicio, no podrá darse a conocer, salvo
en los casos que otras leyes así lo determinen, o cuando se trate de evitar un mal mayor
y sin perjuicio de lo previsto en el código penal sino a instituciones, sociedades, revistas
o publicaciones científicas, prohibiéndose facilitarlo o usarlo con fines de propaganda,
publicidad, lucro o beneficio personal”.

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La Justa Causa

Se refiere a la circunstancia que legitima la revelación del secreto profesional. Puede ser:

• Moral: es la que esgrime el profesional de la salud y la administra cuando su conciencia


le dice que de eso puede hablar. Es la moral del médico la que está en juego.

• Judicial: establecida por la necesidad de administrar justicia cuando ella requiere la


presencia del médico como perito. En estos casos el médico debe asistir a la audiencia,
aunque no esté obligado a revelar un diagnóstico.

• Legal: cuando hay leyes que obligan al médico a revelar lo que ha conocido referido a
una enfermedad de una persona, por ejemplo, es obligatorio denunciar enfermedades
infectocontagiosas.

Las circunstancias en que el médico y los otros miembros del equipo de salud quedan
relevados de guardar el secreto profesional son:

• Cuando actúan de peritos de una compañía de segures.

• Cuando han sido comisionados por una autoridad competente para reconocer el estado
físico o mental de una persona.

• Cuando debe realizar pericias o autopsias de carácter medico-legal en el fuero que se


trate o cuando sea necesaria su intervención para evitar un error judicial.

• Cuando actúan como funcionarios de sanidad o cuando deben declarar enfermedades


infecto contagiosas.

El médico podrá revelar la información médica en los casos de la ley 11359 (Lepra), ley
11843 (Peste), ley 12.331 (enfermedades venéreas), ley 12.317 (enfermedades
contagiosas y transmisibles), ley 23.798 (SIDA), etc. según las cuales debe preservarse
la identidad de la persona, puesto que el deber de informar se refiere a la enfermedad y
con fines estadísticos.

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Abandono de persona, intención e imprudencia

El temor a las demandas legales lleva a algunas personas a dudar en involucrarse en


situaciones de emergencia. Sin embargo, quienes proveen los primeros auxilios rara vez
son demandados.

Al momento de hacerse cargo de una emergencia sanitaria, es posible que las cosas no
salgan como uno espera. Es importante saber cuál es la responsabilidad de nuestra
actuación si atendemos a la víctima y se agrava la situación. Para que exista un delito,
el interviniente debe actuar con dolo o culpa, o sea, con la intención o con imprudencia,
respectivamente.

• Intención. Es el deseo expreso de cometer un mal, con conciencia y voluntad.


Obviamente, salvo rarísimas excepciones difíciles de detectar con antelación, los
socorristas, sea cuales fueren sus cualidades, jamás actuarán bajo la circunstancia de
“intención”.

• Culpa o imprudencia. Se produce


cuando un individuo realiza una acción sin
intención, pero actuando sin la debida
diligencia, causando un resultado dañoso,
previsible y penado por la Ley. El auxiliar
de transporte sanitario tiene las mismas
premisas y oportunidades de incurrir en un
delito.

A medida que los conocimientos en técnicas sanitarias aumentan, aumenta también la


responsabilidad, y se debe prestar más cuidado a las intervenciones.

En caso de culpa, el socorrista será demandado por su actuación y se deberá tener en


cuenta el intento de evitar el resultado que podría haberse producido. Por otra parte, si
el socorrista que contempla cómo una persona se asfixia, decide no intervenir (por
prejuicios, por considerar “enemigo” a la víctima, etc.) incurriría en una responsabilidad

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agravada por “comisión por omisión”, reservada a todos aquellos que han contraído la
obligación legal de socorrer o han asumido voluntariamente ciertas obligaciones. Cuando
de la actuación de un socorrista se derive una situación límite agravada, pero sin culpa
ni intención, y habiendo adoptado las medidas necesarias para evitar el daño
(demostrables), no existe responsabilidad penal.

Finalmente, dejar a la persona sin ayuda alguna se conoce como abandono de persona.
Una vez que se han comenzado a brindar los primeros auxilios, no debemos dejar a la
víctima hasta que otra persona entrenada nos sustituya.

SISTEMA DE EMERGENCIAS MÉDICAS (SEM)

Un sistema de emergencias médicas (SEM) está compuesto por una estructura médica
prehospitalaria con un sofisticado equipo de especialistas en asistencia a urgencias. Son
quienes proporcionan medidas de soporte vital básico en el escenario de una urgencia y
también durante el traslado del paciente a una institución hospitalaria.

Algunas de las destrezas y capacidades personales que se necesita desarrollar para


desempeñarse en un SEM son:

• Organización ante situaciones


caóticas

• Habilidad para comunicarse


eficazmente

• Desempeñarse con serenidad

• Tomar decisiones correctas bajo


presión

• Saber dirigir eficazmente a las personas.

Aprender a administrar el riesgo del escenario requiere no solamente conocimiento, sino


experiencia y un abordaje holístico e interdisciplinario para reconocer los peligros reales

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y potenciales, entender lo que sucedió y dar directivas en consecuencia.

Componentes de un SEM

Una persona que necesita ayuda de urgencia espera a menudo una asistencia inmediata
y de alta calidad. Este servicio es el ideal, sin embargo, para que en una comunidad se
puedan ofrecer servicios de emergencias médicas se requiere un grado de organización
considerable, planificación y apoyo.

Elementos organizativos del SEM


• Normativas, políticas y protocolos. Se refieren a las numerosas cuestiones relativas
a los tratamientos de emergencia. Varían de acuerdo con cada comunidad. Determinan
el grado y los tipos de asistencia ofrecida y definen los procedimientos operativos
estándar.

• Gestión de recursos. Una asistencia prehospitalaria de alto nivel requiere programas


formativos, instructores especializados, equipos, vehículos, redes de comunicación e
instalaciones físicas apropiadas para albergar todos estos recursos.

• Recursos humanos y formación. El activo más valioso de un SEM está representado


por su recurso humano, por
eso la importancia de su
formación y capacitación
permanente.

• Traslado. Se refiere al
proceso de desplazamiento
desde el lugar de urgencia
hasta un centro médico
apropiado, para lo cual se
pueden utilizar ambulancias terrestres o aéreas.

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• Instalaciones médicas.

El personal de los SEM debe conocer las capacidades y la localización de los diferentes
centros hospitalarios, para garantizar una asistencia mejor y más completa. Por ejemplo,
algunos pacientes pueden requerir la atención de un centro especializado (de quemados,
pediátrico, etc.).

• Comunicaciones. El control eficaz de una situación de crisis requiere la coordinación


de varios grupos de profesionales, y para ello, redes de comunicación sofisticadas.

• Información y educación públicas. Este ítem se refiere al acceso a la información


para la prevención de lesiones por medio de programas formativos de primeros auxilios
a toda la comunidad.

• Supervisión médica. Es el proceso por el que un médico dirige y controla la asistencia


médica ofrecida por un SEM.

• Sistemas de traumatología. La asistencia de un paciente con lesiones múltiples


requiere, por lo general, la participación de diversos especialistas médicos. También
puede requerir un acceso inmediato a la asistencia quirúrgica, y no todos los hospitales
generales pueden ofrecer este recurso asistencial para atender lesiones potencialmente
mortales.

• Evaluación. Permite identificar los elementos asistenciales excelentes y los que


necesitan ser mejorados. Garantiza la calidad de atención y la continuidad de los buenos
resultados en un sistema de SEM.

¿Cómo se accede al SEM?

Las llamadas que ingresan se deben asignar en forma inmediata, intentando no


retenerlas, demorarlas ni postergarlas salvo que existan razones de fuerza mayor y/o
razones de prioridad en el caso de que los recursos sean inferiores a la demanda.

Una forma práctica para codificar las llamadas consiste en asignarle colores de acuerdo
con el nivel de gravedad (triage):

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• Clave verde se utiliza si el caso no reviste peligro de vida y el tiempo de espera para
la atención no altera el resultado final (demorable).

• Clave amarilla es para situaciones sin riesgo vital inmediato, aunque su riesgo
potencial requiere una pronta atención (urgencias).

• Clave roja se considera de alta complejidad, con un riesgo vital que requiere una pronta
llegada, no mayor a los 12 minutos desde el ingreso de la llamada (emergencia).

• Clave gris, que corresponde a las 3D: paciente desesperados, descontrolados y


desesperanzados. Esta, a su vez, puede modificarse y tornarse de otro color con el
transcurso del tiempo. Por ejemplo, la víctima de un intento de suicidio es una clave gris
y roja.

• Clave celeste es de bajo riesgo (al igual que las verdes), pero su localización sugiere
una rápida atención.

El sistema de emergencias concentra


la información y coordina
profesionalmente el proceso global de
emergencia sanitaria. Sirve de puerta
de entrada al sistema sanitario.

El operador, entre sus funciones,


recibe, analiza, evalúa, prioriza y
gestiona de forma directa sus recursos
(propios o contratados) integrándose con el resto de los servicios sanitarios y no
sanitarios. Operativamente, proporciona la respuesta adecuada en forma, nivel y tiempo
a la demanda solicitada realizando la gestión de recursos en forma eficiente.

26
Además, los servicios de emergencia basan
su tarea en protocolos, que no solo clasifican
la urgencia por colores y tiempos de atención,
como citamos anteriormente, sino que
también apuntan al manejo de cada caso
(instrucciones necesarias antes del arribo de
la ayuda, tipo de móvil más adecuado, etc.).

Estos protocolos permiten dar las primeras


pautas de rescate hasta que llegue la
ambulancia y pueden ser efectivos si cerca
del paciente hay un familiar o amigo que pueda ayudar en caso de ser necesario.

Algunos de los protocolos pueden ser: protocolo de paro cardíaco, de internación, de


intento de suicidio, tóxico, de pacientes violentos, de dolor abdominal.

Registro de llamadas

La llamada al SEM no debe demorarse ni postergarse, debiendo realizarse con la mayor


eficacia y eficiencia posible. Para ello, hemos elaborado un listado de 4 ítems que se
deben tener en cuenta al momento de activar el SEM, para que, de la manera más
sencilla posible, se pueda realizar esta acción vital (los cuatro mandamientos del
despacho):

27
1. Identificación y N° de contacto. Debido a que un gran porcentaje de las llamadas
que ingresan en emergencias son en broma, es importante darle seriedad,
identificándose quien llama. Además, se debe brindar un número de contacto (del
que llama o un tercero en el lugar) para volver a llamar en caso de que la llamada
se corte.

2. Domicilio. Indicar donde se debe despachar al móvil solicitado. Ser lo más precisos
posible. En caso de desconocer la dirección exacta, brindar referencias como calles,
plazas, edificios conocidos como iglesias, locales comerciales llamativos, color de
casa, etc. Esto permitirá al móvil llegar más rápido.

3. Cantidad y número de víctima. La cantidad de víctimas es muy importante, para


que el despachador del SEM sepa cuantos recursos enviar. Las edades también, ya
que los insumos pediátricos no tienen los mismos tamaños que de adultos, y no toda
ambulancia viene preparada con ambos tamaños.

4. Consciencia y respiración. Quizás por la ubicación del evento no se pueda acceder


con mucha facilidad a los pacientes, pero desde cierta distancia se puede tener una
noción del estado de consciencia (si se levanta, llora o grita) y si respira (movimiento
del pecho). Esta información también es valiosa ya que dará una idea de la gravedad
del hecho.

Otros registros importantes serán:

Hora del llamado, tiempo del despacho, hora de asignación, tiempo del móvil hora de
salida, hora de llegada al sitio, tiempo de atención, hora de llegada al hospital, hora de
retorno a base, hora del móvil liberado, hora de móvil en base.

La gestión de la información y el exhaustivo registro de los llamados es fundamental


porque ofrece a las autoridades nacionales, regionales, organismos internacionales,
organizaciones de acción humanitaria, medios de comunicación, etc. el acceso a datos,
cifras, informes y análisis de situación que orientan su trabajo y les permite tomar
decisiones y facilitar la coordinación de los diferentes actores involucrados en el rescate
y la atención de emergencias y desastres.

28
UNIDAD 2
Abordaje y
valoración del
paciente

29
URGENCIAS Y EMERGENCIAS MEDICAS

En un imprevisto es muy habitual que exista confusión al utilizar los términos “urgencia”
y “emergencia”, pensando que significan lo mismo. En realidad, están relacionados, pero
son diferentes, y conocer a qué se refiere cada uno es importante no solo para el equipo
médico, sino también para la población en general.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el


término emergencia se refiere a un incidente en la salud
de una persona que puede llevarla a la muerte en forma
inmediata y que siempre requerirá atención básica y
avanzada. La falta de asistencia conduciría a la muerte en
minutos y la aplicación de primeros auxilios es de
importancia vital. Por ejemplo, paro cardiorrespiratorio,
obstrucción de vía aérea, hemorragia exanguinante, infarto de miocardio, evento cerebro
vascular (ex ACV), etc.

Las emergencias nos dan hasta aproximadamente 12 minutos para poder atender al
paciente.

30
La urgencia, por el contrario, si bien es una situación
donde el estado de salud de la persona se ha visto
afectado, no hay riesgo de muerte inmediato, sino que
puede haber riesgo alejado. Por lo tanto, debe ser
trasladado a un centro de salud para su adecuada
atención. Por ejemplo, luxación de hombro, fractura de
muñeca, etc.

En las urgencias encontramos patologías cuya evolución


es lenta y no necesariamente mortal, pero que debe ser atendida dentro de las seis horas
siguientes (como máximo), para evitar complicaciones mayores.

Emergencias médicas prehospitalarias


Se trata del área de la medicina que se ocupa de la asistencia, docencia, investigación y
prevención de las condiciones urgentes y emergentes fuera del hospital. También, este
término se refiere a la asistencia de
accidentados en casos de catástrofes naturales
o de cualquier otra índole. Una de las
cualidades de quien se ocupa de atender a
personas ante una emergencia médica
consiste en estar suficientemente capacitado
para tomar a corto plazo y bajo presión buenas
decisiones.

En Argentina, las estadísticas indican cifras alarmantes de morbilidad y mortalidad a


causa de emergencias médicas. Según datos difundidos por el Instituto Cardiovascular
de Buenos Aires, basados en estadísticas del Ministerio de Salud, en nuestro país uno
de cada diez argentinos muere a causa de muerte súbita. Se trata de la muerte resultante
de una pérdida abrupta de la función cardíaca; el funcionamiento del corazón se
interrumpe bruscamente y sin aviso previo. En estos casos, el tiempo y la forma de la
muerte son inesperados y se produce en menos de una hora luego del inicio de los

31
síntomas.

Las medidas de reanimación cardiopulmonar permiten, en muchos casos, que el corazón


vuelva a latir (muerte súbita reanimada). La rapidez en iniciar la reanimación es esencial:
existe un 80% de posibilidades de que la persona llegue viva al hospital si se la reanima
dentro del primer minuto, por lo que después de 10 minutos sin la atención adecuada,
las posibilidades son mínimas (Instituto Nacional de Arritmias - INADEA).

La ley nacional N° 27159 exige


regular un sistema de
prevención integral de eventos
por muerte súbita en espacios
públicos y privados de acceso
público, a fin de reducir la
mortalidad súbita de origen
cardiovascular.

Pero por supuesto, además de


las muertes por parada
cardiorrespiratoria, debemos
contemplar otra situación
alarmante donde el accionar de
los paramédicos tiene gran
implicancia. Estos son los
accidentes de tránsito.

En Argentina, durante el año 2020 hubo un total aproximado de 4986 muertes por esta
causa (cifra provisoria al 06/01/2021 brindada por asociación civil “Luchemos por la vida”)
con un promedio mensual de 415 víctimas fatales y 14 por día.

Nota: la disminución en el número de fallecidos no se sustenta en una mejora evidente


en la seguridad vial, sino que es consecuencia de una drástica reducción del flujo
vehicular durante los primeros meses del confinamiento obligatorio dispuesto por
pandemia de COVID-19.

32
Si bien en la atención de las emergencias médicas se requiere una intervención rápida
en el corto plazo, la planificación, organización y asistencia a largo plazo es importante
para prevenir y preservar la salud de toda la población.

VALORACIONES ANTE PACIENTE PREHOSPITALARIO

De forma introductoria se puede decir que la evaluación inicial de la escena se realiza


para estar seguros de que esa escena es segura y no representa un riesgo para el
paramédico. Además, se aplicará principios de cinemática del trauma (se verá en
materias más avanzadas) para intentar deducir que es lo que sucedió, qué energías se
pusieron en juego, y que lesiones o trauma puede presentar el paciente, consecuencia
de éstas.

En la evaluación primaria
efectuaremos el procedimiento del
“XABCDE o ABCDE” para evaluar
rápidamente si el paciente está
expuesto a la muerte y poner en acción
las primeras medidas en el caso de ser
necesario.

En la evaluación secundaria se
valorarán los signos vitales, se realizará
el examen físico del paciente (usando el acrónimo DASH), se obtendrá la historia clínica
del paciente mediante el acrónimo SAMPLER, y se realizará una valoración neurológica
más exhaustiva, usando la escala del coma de Glasgow.

Finalmente, la exploración continua para monitorizar el estado del paciente hasta que
es entregado a personal médico.

33
Trauma o lesión

En palabras simples cuando hablamos de trauma nos referimos a daño o lesión. Quiere
decir que alguna estructura biológica de nuestro cuerpo ha sufrido un daño debido a
múltiples causas. Entre estas podemos citar:

• Causas químicas. Contacto con algún químico, por ejemplo, ácidos o álcalis (como
soda cáustica).

• Causas mecánicas. Por alguna contusión o golpe, sacudida o latigazos,


desaceleración abrupta, torción, tracción, etc. Ejemplo, una caía de altura, accidente
automovilístico.

• Causas térmicas. Incremento de temperatura o calor por exposición al fuego, líquidos,


etc. Esto aplica también a temperaturas bajo cero.

• Causas eléctricas. Es el resultado del movimiento de los electrones entre dos puntos.
Por ejemplo, una persona sin calzado que toca una pared electrocutada cierra el circuito,
la corriente ingresa por la mano que hizo contacto y sale por los pies hacia la tierra.

• Causas radioactivas. Es la onda electromagnética que viaja en los rayos (como los
rayos X) y que carece de masa física. Por ejemplo, esta energía produce quemaduras
de sol en el adolescente que busca el bronceado dorado en el verano.

Estas lesiones pueden llegar a comprometer el equilibrio natural y fisiológico de los


sistemas biológicos que nos mantienen vivos comprometiendo al paciente
significativamente, incluso exponiéndolo a la muerte.

La solución a largo plazo del problema de las lesiones es la prevención que involucra el
entrenamiento en casa, en la escuela y en el trabajo, reforzada por las frecuentes
peticiones de seguridad en los medios de información, en los cursos de primeros auxilios
y reuniones públicas, y mediante la inspección y vigilancia de las agencias reguladoras.

34
Pero cuando los traumas ocurren sin haber
podido ser evitados, un método sistemático
de todo el cuerpo del cuidado de la salud,
organizado para el cuidado de estos
pacientes puede mejorar su sobrevivencia.

Esto se refiere a todas las acciones


realizadas por el personal de salud desde
su llegada a la escena del trauma,
incluyendo su valoración y atención inicial
apropiada hasta su traslado a un centro de
salud.

Al responder a un llamado de urgencia, muchas preguntas pasan por la mente del


profesional:

-¿Cuáles son los posibles trastornos que puede estar sufriendo el paciente?

-¿Qué tratamiento será necesario?

-¿Qué tan rápido tendré que proceder con el tratamiento?

-¿Se requerirán intervenciones críticas, como intubación endotraqueal, etc.?

-¿Será necesario que cambie el tratamiento con información adicional obtenida de los
antecedentes o de la exploración física?

-¿Tendré que transportar al paciente con rapidez?

Ante lo expuesto, se pueden citar objetivos claros de la evaluación del paciente:

• Clasificar al paciente como lesionado o enfermo. Esta información se reúne sobre


todo de la evaluación inicial de la escena y de la impresión general que se forma durante
la evaluación primaria. Sin embargo, puede ser necesario que cambie tu pensamiento a
medida que la evaluación avanza.

35
• Identificar y manejar las amenazas inmediatas para la vida. Sin importar si el
paciente es un caso clínico o
de trauma, ciertos eventos
que ponen en riesgo la vida y
que comprometen los
sistemas principales
(cardiovascular, respiratorio y
neurológico) conducen a una
muerte certera. La evaluación
primaria está diseñada para
identificar estos riesgos para la vida.

• Determinar el estado prioritario del paciente. Al concluir con la evaluación primaria,


debes determinar el estado prioritario del paciente –ya sea que el paciente tiene una alta
prioridad para una intervención inmediata y transporte acelerado, o si debe pasarse más
tiempo con él en la escena. La evaluación y la atención de urgencia continuarán, en
cualquier caso.

• Obtener los antecedentes del


paciente. Obtener los antecedentes tan
pronto como sea posible es vital para la
evaluación (sobre todo para los pacientes
clínicos). La mayor parte de la información
que dirigirá la evaluación y la atención
médica de urgencia se obtiene de los
antecedentes. Los que no responden
representan un problema especial debido
a que no son capaces de proporcionar
información. Debes buscar fuentes alternativas para obtener los antecedentes, como
familiares, testigos o frascos de medicamentos que se encuentren en baños, mesas de
noche y refrigerador.

36
• Realizar una exploración física y tomar los signos vitales. La exploración física y
los signos vitales ayudarán a establecer la gravedad del cuadro ya que estos pueden ser
la única clave sobre la alteración de un paciente que no responde.

EVALUACIÓN INICIAL - SEGURIDAD EN LA ESCENA

Existen varios aspectos que el profesional de emergencias médicas prehospitalaria debe


considerar cuando responde a un llamado y llega a una escena:

• Cuando se reciba la asignación deben considerarse los potenciales riesgos asociados


con la llamada. La valoración preliminar de
la seguridad en la escena inicia mientras se
está en ruta con base en la información del
despachador. Esta valoración toma en
consideración la necesidad de que otros
respondedores de emergencia se hagan
presentes en el lugar, como policía y
bomberos.

• La primera prioridad para todo el que llegue a un incidente de trauma es la valoración


global de la escena.

Esta valoración involucra:

→ Establecer que la escena es suficientemente segura para que entren los servicios
de emergencias médicas (SEM).

→ Garantizar seguridad al paramédico y al paciente.

→ Determinar las alteraciones en la atención al paciente con base en las condiciones


actuales.

37
Cualquier conflicto identificado en esta evaluación debe abordarse antes de comenzar la
valoración de los pacientes individuales. En algunas situaciones como en combate o
exposiciones a materiales peligrosos, este proceso de evaluación se vuelve incluso más
crucial, y puede alterar los métodos de ofrecer atención al paciente.

La valoración de la escena no es un evento único. Debe prestarse atención continua a


lo que ocurre alrededor de quienes responden a la emergencia. Una escena que al
principio es considerada segura, en cuestión de minutos puede cambiar, y quienes
responden a esta emergencia (respondedores de emergencia) deben estar preparados
para dar los pasos apropiados y garantizar su seguridad en caso de que estas
condiciones cambien.

• Después de la valoración de la escena, la siguiente prioridad es evaluar a los pacientes


individuales. La valoración de
la escena global indicará si el
incidente involucra uno o
múltiples pacientes. Si la
escena involucra más de un
paciente la situación se
clasifica como un incidente
de múltiples pacientes o
incidente de víctimas
masivas (IVM). En un IVM el
número de pacientes supera
los recursos disponibles y la
prioridad cambia de enfocar todos los recursos en el paciente más lesionado, a salvar al
mayor número de pacientes (este tema de abordará con detalles en la materia
catástrofes y desastres).

Una forma abreviada de triage inicial (clasificación de víctimas) identifica a los pacientes
que requieren ser tratados primeros, cuando haya múltiples víctimas. La priorización del
manejo de pacientes se hace siguiendo este orden:

38
1. Pacientes con condiciones que puedan resultar en pérdida de la vida.

2. Pacientes que presentan condiciones que puedan resultar en la pérdida de


extremidades.

3. Pacientes con condiciones que no amenazan la vida o sus extremidades.

Es decir, se prioriza en el siguiente orden: vida, extremidad y finalmente función.

Valoración de la escena

La valoración de la escena y del paciente comienzan cuando el despachador recopila y


procesa la información que recibió de quien llama al SEM o bien, que fue proporcionada
por otras unidades de seguridad pública que ya se encuentran en la escena.

Entonces el despachador
transmite esta información acerca
del incidente y del paciente a la
unidad SEM respondedora.
Mientras se viaja a la escena,
tomarse el tiempo para preparar y
practicar habilidades de buena
comunicación entre los
integrantes del equipo, puede ser
la diferencia entre una escena bien
manejada y una caótica.

Las habilidades de buena observación, percepción y comunicación son las mejores


herramientas.

El proceso de recopilar información en la escena para el paramédico comienza de


inmediato al llegar al incidente. Antes de hacer contacto con el paciente, el profesional
debe evaluar la escena mediante:

39
• La obtención de una impresión general de la situación para seguridad de la escena.

• La búsqueda de la causa y los resultados del incidente.

• La observación de familiares y espectadores.

La apariencia de la escena crea una impresión que influye sobre toda la valoración. La
información se recopila al observar, escuchar y catalogar tanta información como sea
posible, incluidos los mecanismos de lesión, la situación actual y el grado global de
seguridad.

Así como la condición del paciente puede mejorar o deteriorarse, lo mismo puede
suceder con la condición de la escena.

La valoración de la escena incluye dos componentes principales: seguridad y situación.

Seguridad
La principal consideración cuando se aproxima a cualquier escena es la seguridad de
todos los respondedores de emergencias. Quienes no tienen entrenamiento no deben
intentar los esfuerzos de rescate. Cuando el personal del SEM se convierte en víctima
ya no puede ayudar a otras personas lesionadas y se suma al número de pacientes.

La atención al paciente quizás deba esperar hasta que la escena sea tan segura como
para que el SEM puedan entrar sin riesgo excesivo (recordar siempre que ninguna
escena es 100% segura). Las preocupaciones acerca de la seguridad varían de acuerdo
con el evento y lugar (por ejemplo, exposición a fluidos corporales, desarrollo de eventos
inesperados como exposición a armas químicas usadas en la guerra).

Las pistas de los riesgos y peligros potenciales en la escena incluyen no sólo lo obvio,
como el sonido de disparos o la presencia de sangre y otros fluidos corporales, sino
también hallazgos más sutiles, como olores o humo.

La seguridad de la escena involucra tanto la seguridad de los respondedores de


emergencia como la del paciente. En general los pacientes en una situación de peligro
deben ser movidos hacia un área segura antes de comenzar la valoración y el

40
tratamiento. Las condiciones que plantean una amenaza a la seguridad del paciente o
del respondedor de emergencia incluyen fuego, líneas eléctricas derribadas, explosivos,
materiales peligrosos (incluidos fluidos corporales, tráfico, inundación y armas), tirador
activo y condiciones ambientales, entre muchas otras.

Además, el atacante (tirador activo) todavía puede estar en la escena e intervenir para
lesionar al paciente, a los respondedores de emergencia o a los espectadores.

Sin embargo, se ha reconocido que, en situaciones que involucran un tirador activo,


hacer que los SEM trabajen en forma coordinada con las fuerzas de seguridad para
entrar a la escena tan pronto como sea posible, mejora la supervivencia del paciente
(medicina táctica).

Por otra parte, el personal de emergencias a menudo tiene la tendencia de percibir sus
alrededores al inicio, pero después van perdiendo esta sensibilidad a medida que
desarrollan la “percepción del paciente”, enfocándose solo en él una vez que se
establece el contacto, con lo que se hace vulnerable.

Esto implica que el paramédico esté vigilante en todo momento, asegurándose de tomar
nota de quién se encuentra en la casa, en qué lugar están, cómo están posicionados,
dónde se encuentran las salidas y dónde se encuentran las posibles armas, así como el
estado de ánimo de la familia y los testigos, etc.

Como regla general, si la escena es insegura, debes tratar de hacerla segura o


retirarte hasta que otros puedan hacer que sea segura (bomberos, equipo de
materiales peligrosos o autoridades policíacas). Si se va a intervenir en el proceso de

41
asegurar la escena, cerciorarse primero de que se cuenta con los conocimientos,
habilidades y herramientas necesarias (rescate de una víctima sumergida en aguas
caudalosas, atención a un paciente que está tendido sobre cables eléctricos, rescate de
un paciente en una escena con vapores tóxicos, escenas que involucran droga o
pacientes con trastornos conductuales, etc.).

Situación
La valoración de la situación sigue a la de la seguridad. La revisión situacional incluye
tanto problemas que pudieran afectar la forma en que el paramédico maneja al paciente,
como preocupaciones específicas del incidente relacionadas directamente con el
paciente.

Entre las preguntas que un profesional debe hacerse al momento de valorar los
problemas planteados por una situación determinada, encontramos:

-¿Qué ocurrió realmente en la escena?

-¿Cuáles fueron las circunstancias que condujeron a la lesión?

-¿Fue intencional o accidental?

-¿Por qué se solicitó ayuda y quién la solicitó?

¿Cuál fue el mecanismo de lesión?

La mayoría de las lesiones del paciente se pueden predecir con base en la evaluación y
la comprensión de la física del trauma involucradas en el incidente:

-¿Cuántas personas están involucradas y cuáles son sus edades?

-¿Se necesitan unidades de SEM adicionales para manejo de la escena, tratamiento


del paciente o transporte?

-¿Se necesita otro personal o recursos (por ejemplo, fuerzas de seguridad, bomberos,
compañía eléctrica)?

-¿Se necesita equipo especial de extricación o rescate?

42
-¿Es necesario transporte en helicóptero?

-¿Se necesita un médico para ayudar con el triage o colaborar con los problemas de
atención médica en la escena?

-¿Un problema médico podría ser el factor instigador que condujo al trauma (por
ejemplo, la colisión de un vehículo que resultó a partir de un ataque cardíaco o evento
cerebrovascular del conductor)?

En resumen, es muy importante que al llegar a la escena se debe hacer una evaluación
global del entorno y establecer dos cuestiones importantes:

Las respuestas a estas preguntas indican la actitud que se debe asumir: asegurar el
medio ambiente sin peligros para el personal prehospitalario y alejar a la víctima a un
sitio donde pueda prestarse la atención adecuada (si el sitio es riesgoso). Si las
condiciones del medio implican peligros potenciales para el equipo de atención no se
debe entrar al área, así existan lesionados.

Se debe coordinar las actividades con todos los miembros del equipo prehospitalario
para realizar la atención y traslado de los pacientes.

43
VALORACIÓN PRIMARIA - GENERALIDADES

La valoración es la piedra angular de toda la atención del paciente. Para el paciente


traumatizado, como para otros con lesiones críticas, la valoración es el fundamento sobre
el cual se basan todas las decisiones de manejo y transporte.

Se obtiene una impresión global del estado de un paciente y se establecen valores de


referencia para el estado de los sistemas respiratorio, circulatorio y neurológico. Cuando
se identifican condiciones que amenazan la vida, se inician intervención y reanimación
inmediatas. Si el tiempo y la condición del paciente lo permiten, se realiza una revisión
secundaria en busca de lesiones que no amenacen la vida o una extremidad.

Con frecuencia esta revisión secundaria ocurre durante el transporte del paciente.

Todos estos pasos se realizan rápida y eficientemente con el objetivo de minimizar el


tiempo de permanencia en la escena. Los pacientes críticos no deben permanecer en
escena por una atención no vinculada al manejo inmediato de amenazas a la vida, a
menos que estén atrapados o existan otras complicaciones que eviten el transporte
temprano.

La valoración y la intervención exitosas requieren una sólida base de conocimiento de la


fisiología del trauma y un plan bien desarrollado de manejo que se realiza rápida y
efectivamente. La literatura de manejo del trauma con frecuencia menciona la necesidad
de transportar al paciente traumatizado hacia atención quirúrgica definitiva dentro de un
tiempo mínimo después del inicio de la lesión. Esto aplica también para los pacientes
clínicos en estado crítico.

Esta urgencia se debe a que un paciente traumatizado crítico que no responde a terapia
inicial puede tener un sangrado interno. Esta pérdida de sangre continuará hasta que la
hemorragia se controle. El control definitivo de la hemorragia para el sangrado más serio
se logra mejor dentro de un hospital.

44
Las principales preocupaciones para la valoración y el manejo del paciente traumatizado
son:

• Control de hemorragia mayor.

• Manejo de vía aérea (ventilación y


oxigenación)

• Control de perfusión periférica.

• Estado neurológico.

Esta secuencia protege tanto la capacidad del cuerpo para oxigenar, como la de los
eritrocitos para entregar oxígeno a los tejidos (recordar lo que el Dr. Adams Cowley
mencionó sobre el concepto de hora dorada). El paramédico es responsable de
reconocer la urgencia de una situación

dada y transportar a un paciente tan rápido como sea posible a la instalación donde
puedan proporcionar una atención definitiva.

Para entregar al paciente traumatizado a la atención definitiva, debe identificarse


rápidamente la seriedad de las lesiones que amenacen la vida del paciente; sólo se debe
proporcionar en la escena la atención esencial para salvar la vida e iniciar el transporte
rápido hacia una instalación médica adecuada.

Cada minuto de demora en la escena es tiempo que el paciente está sangrando. Mientras
más tiempo se mantenga al paciente en la escena mayor será el potencial de pérdida de
sangre y muerte. Los tiempos prolongados en la escena deben ocurrir sólo para
circunstancias atenuantes, como extracción prolongada, peligros en la escena y otras
situaciones inesperadas. Casi nada debe impedir el transporte del paciente traumatizado
con hemorragia activa hacia la sala de operaciones.

Establecimiento de prioridades

Existen tres prioridades inmediatas al llegar a una escena:

1. La primera prioridad para todos los involucrados en un incidente de trauma es la

45
valoración de la escena y la seguridad de esta. Debe usarse el equipo de protección
personal (EPP) adecuado a la situación y seguir las precauciones estándar (para
protección ante sangre y fluidos corporales).

2. Los paramédicos deben reconocer la existencia o no de un IVM, en el cual la prioridad


cambia, ya que se pasa de enfocar todos los recursos en el paciente más lesionado, a
intentar salvar al mayor número de pacientes (proporcionar el mayor bien al mayor
número).

Los factores que pueden impactar las decisiones de triage cuando existen pacientes
múltiples incluyen la severidad de las lesiones y los recursos disponibles para atenderlos
(personal y equipo).

3. Una vez realizada una breve valoración de la escena y abordado las necesidades
pertinentes, la atención puede dirigirse para evaluar a pacientes individuales. El proceso
de valoración y manejo comienza por enfocarse en el/los paciente/s que se hayan
identificado como más críticos, si los recursos lo permiten. El énfasis de prioridades se
hace en el siguiente orden:

a. Condiciones que pueden resultar en la pérdida de vida.

b. Condiciones que pueden resultar en la pérdida de extremidad

c. Todas las demás condiciones que no amenacen la vida o extremidades.

Dependiendo de la severidad de la lesión, el número de pacientes lesionados y la


proximidad a la instalación receptora, las condiciones que no amenacen la vida o
extremidades quizá nunca deban abordarse en la escena.

Revisión primaria
En el paciente con traumatismos multisistémicos críticos, la prioridad de la atención es
identificar y manejar rápidamente las condiciones que amenacen la vida. La mayoría de
los pacientes traumatizados tienen lesiones que involucran sólo un sistema (ejemplo,
fractura aislada de extremidad). Para estos pacientes con trauma en un solo sistema, se
suele disponer de más tiempo para profundizar en las revisiones primaria y secundaria.

46
Para el paciente con lesiones críticas,
el paramédico quizá no pueda realizar
más que sólo una revisión primaria. En
estos pacientes, el énfasis está en la
evaluación rápida, el inicio de
reanimación y el transporte hacia una
instalación médica adecuada. El
énfasis en el transporte rápido no
elimina la necesidad de tratamiento prehospitalario. Más bien, éste debe realizarse más
rápido y de manera más eficiente o tal vez iniciarlo durante el traslado hacia la instalación
receptora.

El establecimiento rápido de prioridades, la evaluación y reconocimiento inicial de


lesiones que amenacen la vida deben estar muy claras en el profesional de la salud. En
consecuencia, los componentes de las revisiones primaria y secundaria deben
memorizarse (el avance lógico de la evaluación) así como el tratamiento basado en
prioridades debe entenderse y realizarse de la misma forma cada vez que sea necesario,
sin importar la severidad de la lesión.

El paramédico debe pensar acerca de la fisiopatología de las lesiones y condiciones del


paciente. Una de las condiciones más comunes que amenazan la vida en el trauma es
la falta de oxigenación tisular adecuada (shock), lo que conduce a metabolismo
anaeróbico (sin oxígeno). El metabolismo aeróbico es el mecanismo mediante el cual las
células producen energía.

Son necesarios cuatro pasos para el metabolismo aeróbico normal:

• Cantidad adecuada de eritrocitos (glóbulos rojos).

• Oxigenación de eritrocitos en los pulmones.

• Llegada de eritrocitos a las células de todo el cuerpo.

• Entrega de oxígeno a dichas células.

Las actividades involucradas en la revisión primaria están dirigidas a identificar y


corregir problemas en estos pasos.

47
Impresión general
Esta comienza con un rápido panorama del estado de los sistemas respiratorio,
circulatorio y neurológico del paciente para identificar amenazas obvias a la vida o las
extremidades (por ejemplo, evidencia de hemorragia severa comprimible externa,
compromiso de vía aérea, la ventilación, la circulación, y/o grandes deformaciones).

Cuando al inicio se aproxima al paciente, el paramédico busca hemorragias severas


comprimibles y observa si el paciente parece mover aire de manera efectiva, si está
despierto o no responde, y si se mueve espontáneamente.

Una vez al lado del paciente, el profesional se presenta con este y le pregunta su nombre.
Un siguiente paso razonable es preguntar al paciente ¿qué le pasó? Si el paciente parece
cómodo y responde con una explicación coherente en oraciones completas, el
paramédico puede concluir que el paciente tiene una vía aérea permeable, suficiente
función ventilatoria para apoyar el habla, perfusión cerebral adecuada y razonable
funcionamiento neurológico. Es decir, quizá y a simple vista, no haya amenazas
inmediatas a la vida de este paciente.

Si un paciente es incapaz de brindar dichas respuestas o está ansioso, se debe iniciar


una revisión primaria detallada para identificar problemas que amenacen la vida. Al
valorar rápidamente los signos vitales, sin buscar valores, sino características (por
ejemplo, calidad del pulso y la respiración), en cuestión de segundos se obtiene una
impresión general de la condición global del paciente.

La revisión primaria tiene el objetivo de establecer si el paciente actual está en una


condición crítica.

VALORACIÓN PRIMARIA- SECUENCIA DE ACCIÓN

La revisión primaria debe realizarse rápidamente y en un orden lógico. Si el paramédico


está solo, puede realizar ciertas intervenciones clave conforme identifique condiciones que

48
amenacen la vida. Si el problema es fácilmente corregible (como aspirar una vía aérea o
colocar un torniquete), el profesional puede optar por abordar el problema antes de avanzar
al siguiente paso.

Por el contrario, si el problema no puede abordarse rápidamente en la escena (como shock


que resulte por sospecha de hemorragia interna) el resto de la revisión primaria se completa
de manera expedita. Si hay más de un proveedor, uno puede completar la revisión primaria
mientras otros inician la atención de los problemas detectados.

Cuando se identifican varias condiciones críticas, la revisión primaria permite al paramédico


establecer prioridades de tratamiento.

En general, la hemorragia externa comprimible se maneja primero, un problema de la vía


aérea se maneja antes que un problema ventilatorio, etc.

Sin importar el tipo de paciente, se utiliza el mismo abordaje de revisión primaria


para todos, incluidos ancianos, pediátricos o pacientes embarazadas; se valoran en forma
similar para garantizar que todos los componentes de la valoración están cubiertos y que
no se pasaron por alto patologías significativas.

Aunque los pasos de la


revisión primaria se muestran
en forma secuencial, muchos
de ellos pueden, y deben,
realizarse de manera
simultánea. Los pasos pueden recordarse usando la mnemotecnia XABCDE:

X - Hemorragia exanguinante (control de hemorragia externa severa).

A - Manejo de vía aérea y restricción de la movilidad vertebral cervical.

B - Ventilación (ventilación y oxigenación)

C - Circulación (perfusión y detección de hemorragia interna).

D - Discapacidad.

E - Exposición/ambiente.

49
Hemorragia exanguinante externa
En la revisión primaria de un paciente con trauma, la hemorragia externa
que amenace la vida debe identificarse y manejarse de inmediato. Si se
presenta hemorragia externa exanguinante, debe controlarse incluso
antes de valorar la vía aérea (o de manera simultánea, si en la escena
está presente ayuda adecuada) o antes de realizar otras intervenciones, como restricción
de la movilidad vertebral cervical.

Este tipo de sangrado por lo general involucra hemorragia arterial de una extremidad, pero
también puede ocurrir en el cuero cabelludo o en la unión de una extremidad con el tronco
(hemorragia de unión) y otros sitios. La hemorragia arterial exanguinante de una extremidad
se maneja mejor al colocar de inmediato un torniquete tan proximal como sea posible (es
decir, cerca de la ingle o la axila) en la extremidad afectada.

50
También se pueden usar otras medidas de control de sangrado, como compresión directa
y agentes hemostáticos, pero no deben demorar o tomar el lugar de la colocación de
torniquete en dichos casos. La compresión directa, el empaquetado y apósitos
hemostáticos deben aplicarse tanto en casos de sangrado

severo no arterial en extremidades como en los sangrados severos de tronco. A veces, el


sangrado de arterias distales o más
pequeñas puede controlarse con
compresión focal directa de la
arteria.

Sin embargo, esto sólo debe


realizarse si dicho sangrado puede
controlarse con un apósito
compresivo aplicado rápidamente o
si hay suficiente personal en la
escena de modo que un profesional
pueda mantener compresión manual
directa.

Si no es posible, debe aplicarse un

51
torniquete a la extremidad afectada. El sangrado severo en áreas de unión puede
manejarse mediante la colocación de un dispositivo de unión adecuado, si está disponible,
o bien empaquetar con gasa hemostática y colocación de apósitos compresivos.

Control de hemorragias
La hemorragia externa se identifica y
controla en la revisión primaria porque si el
sangrado severo no se controla tan pronto
como sea posible, la probabilidad de
muerte del paciente aumenta
notablemente.

Los tres tipos de hemorragia externa son


capilar, venosa y arterial:

• El sangrado capilar es causado por


abrasiones que rasgaron los pequeños
capilares justo debajo de la superficie de la
piel. Por lo general no amenaza la vida y puede disminuirse o incluso detenerse antes del
arribo de los profesionales de la salud.

• El sangrado venoso es causado por laceración u otras lesiones a una vena, lo que
conduce a flujo constante de sangre rojo oscuro por la herida. Este tipo de sangrado
usualmente es controlable con compresión directa. No suele amenazar la vida a menos
que se prolongue o estén involucradas venas de gran calibre.

• El sangrado arterial es causado por una lesión que laceró una arteria. Este es el tipo de
pérdida de sangre más importante y difícil de controlar. Por lo general se caracteriza por
sangre de color rojo brillante que sale pulsátil. Sin embargo, el sangrado arterial también
puede presentarse como sangre que rápidamente "sale" de una herida si una arteria
profunda está lesionada. Incluso una pequeña perforación arterial profunda puede producir
pérdida de sangre que amenace la vida.

52
El control rápido de la hemorragia es una de
las metas más importantes en la atención de
un paciente traumatizado. La revisión
primaria no puede avanzar a menos que se
controle la hemorragia externa.

La hemorragia puede controlarse en las siguientes formas:

1. Compresión directa. Compresión directa es exactamente lo que el nombre implica,


aplicar compresión al sitio de sangrado. Esto se logra al colocar un apósito (por ejemplo,
es preferible gasa hemostática) directo sobre el sitio de sangrado (si puede identificarse) y
aplicar compresión tan precisa y focal como sea posible. Un dedo sobre una arteria
visiblemente comprimible es muy efectivo. La compresión debe aplicarse de forma continua
durante un mínimo de 3 minutos o por instrucciones del fabricante, y durante 10 minutos si
usa gasa simple (no se debe remover la compresión antes de dicho tiempo para comprobar
si la herida aún sangra).

La aplicación y el mantenimiento de compresión directa requiere toda la atención del


paramédico, por lo que ese profesional no participará de otros aspectos en la atención del
paciente. Alternativamente, o si la ayuda es limitada, puede aplicarse un apósito
compresivo. Existen múltiples opciones comerciales (por ejemplo, el vendaje israelí), o
puede confeccionarse uno con almohadillas de gasa y una venda elástica. Si el sangrado
no se controla, no importará cuánto oxígeno o fluido reciba el paciente, la perfusión no
mejorará ante la hemorragia continua.

53
2. Torniquetes. En el pasado, los torniquetes se han descripto como la técnica de último
recurso. La experiencia militar en Afganistán e Irak, más el uso rutinario y seguro de
torniquetes por parte de cirujanos, condujo a la reconsideración de este abordaje. Los
torniquetes son muy efectivos para controlar hemorragia severa y deben usarse si la
compresión directa o un apósito compresivo fallan para controlar la hemorragia de una
extremidad, o si en la escena no hay personal suficiente para realizar otros métodos de
control de hemorragia.

El uso de "elevación" y la compresión sobre "puntos de compresión" ya no se recomienda


debido a datos insuficientes que apoyen su efectividad.

Como se apuntó anteriormente, en caso de hemorragia exanguinante o que amenace la


vida, debe aplicarse un torniquete en lugar de otras medidas de control de sangrado (es
decir, como una primera línea de tratamiento para este tipo de sangrado). Tener en
cuenta también que los torniquetes improvisados pueden tener efectividad más limitada
que las versiones disponibles comercialmente.

54
Manejo de vía aérea - Restricción de la movilidad cervical
• Vía aérea

La vía aérea del


paciente se revisa
rápidamente para garantizar que está
permeable (abierta y limpia) y que no
existe peligro de obstrucción. Si la vía
aérea está comprometida tendrá que
despejarse, al principio usando métodos
manuales (maniobra frente mentón,
elevación del mentón o subluxación
mandibular según tenga o no trauma

55
cervical), y limpiar contenido allí ubicado (sangre, sustancias corporales y cuerpos
extraños) si es necesario.

Con el tiempo, conforme el equipo y el tiempo estén disponibles, el manejo de la vía aérea
puede avanzar para incluir la aspiración y medios mecánicos (vía aérea oral, vía aérea
nasal, vías aéreas supraglóticas, intubación endotraqueal o métodos transtraqueales).

Numerosos factores entran en juego


para determinar el método de manejo
de la vía aérea, incluido el equipo
disponible, el nivel de destreza del
paramédico y la distancia hasta el
centro para traumatizados. Algunas
lesiones de la vía aérea, como fractura
laríngea o transección incompleta de la
vía aérea, pueden agravarse con los
intentos de intubación endotraqueal.

Síntomas y signos de sospecha de obstrucción de vía aérea superior

→ Movimientos respiratorios mínimos o ausentes.

→ Alteración de la coloración de la piel: rubefacción, cianosis, palidez.

→ Trabajo respiratorio aumentado.

→ Uso de musculatura accesoria.

→ Respiración ruidosa (estridor, ronquera).

→ Dificultad para ventilar con bolsa y mascarilla.

→ Inadecuada alineación traqueal.

→ Taquipnea (respiración rápida).

Observar si el paciente está agitado y/o confuso, porque estos síntomas sugieren hipoxia
e hipercapnia (aumento de la concentración de CO2 en la sangre).

56
Causas de obstrucción de la vía aérea en paciente con trauma

→ Desplazamiento de la lengua en inconsciencia.

→ Bajo nivel de consciencia.

→ Traumatismo maxilofacial severo.

→ Obstrucción por cuerpo extraño, hemorragias masivas en cavidad oral o contenido


gástrico.

→ Quemadura inhalatoria.

→ Traumatismo de vía aérea superior e inferior.

• Restricción de la movilidad vertebral

Todo paciente traumatizado con un


mecanismo de lesión contuso significativo
es sospechoso de lesión vertebral hasta
que dicha lesión se descarte de manera
concluyente. Es en particular importante
mantener un alto índice de sospecha de
lesión vertebral en pacientes ancianos o
crónicamente debilitados, incluso con
mecanismos de lesión menores.

Por lo tanto, cuando se estabilice una vía


aérea abierta, siempre debe considerarse la
posibilidad de lesión de la columna cervical.
El movimiento excesivo en cualquier
dirección podría producir o agravar el daño
neurológico porque puede ocurrir compresión ósea de la médula espinal en presencia de
una columna fracturada.

57
La solución es garantizar que la cabeza y
el cuello del paciente se mantienen
manualmente (restringidos) en la posición
neutral durante todo el proceso de
valoración, en especial cuando se abre la
vía aérea y se administra ventilación
necesaria.

Esta necesidad de restricción no significa que no se puedan aplicar los procedimientos


necesarios para mantener la vía aérea. En vez de ello, quiere decir que los procedimientos
se realizarán mientras se protege la columna del paciente del movimiento innecesario. Si
los dispositivos de restricción de la movilidad vertebral cervical colocados deben removerse
para revalorar al paciente o para realizar alguna intervención necesaria, se utiliza la
restricción manual de cabeza y cuello hasta que se le pueda volver a colocar la restricción
cervical al paciente.

58
Ventilación (ventilación y oxigenación)
La ventilación funciona para entregar efectivamente oxígeno a los
pulmones mantener un adecuado metabolismo aeróbico. La hipoxia
puede resultar a partir de una ventilación inadecuada de los pulmones
y conducir a falta de oxigenación de los tejidos del paciente.

Una vez abierta la vía aérea del paciente, la calidad y cantidad de la ventilación del mismo
pueden evaluarse de la siguiente manera:

1. Comprobar si el paciente ventila


observando el movimiento torácico
y percibiendo el movimiento del aire
por boca o nariz (ante la duda,
auscultar ambos lados del tórax o
hemitórax para evaluar el
movimiento de aire espontáneo).

2. Si el paciente no ventila (es decir,


está apneico), se debe comenzar de inmediato a ventilar (mientras mantiene la
restricción de la movilidad vertebral en una posición neutra si está indicado) con un
dispositivo bolsa-válvula-máscara (BVM) con oxigeno complementario antes de
continuar la valoración.

3. Se debe asegurar la permeabilidad y limpieza de la vía aérea del paciente, continuar


la ventilación asistida y estar preparado para instrumentar la vía en caso de ser
necesario, mediante:

a. Vía aérea oral (cánula


orofaríngea),

b. Vía nasal (cánula


nasofaríngea en caso de que no
hay trauma facial severo),

c. Dispositivo supraglótico (si no


hay signos de trauma orofaríngeo

59
severo),

d. Intubación o mediante proporcione otro medio de protección mecánico de la


vía aérea. Además, se debe estar atento a la necesidad de aspirar sangre,
vómito u otros fluidos de la vía aérea.

4. Aunque por lo regular se conoce


como "frecuencia respiratoria", un término
más correcto para cuán rápido respira el
paciente es "frecuencia ventilatoria”. La
ventilación se refiere al proceso de
inhalación y exhalación, mientras que la
respiración describe mejor el proceso
fisiológico del intercambio de gases entre
los capilares y los alvéolos (hematosis). Si
el paciente ventila, se debe estimar su
velocidad/frecuencia (normal, lenta, rápida o muy rápida) y su profundidad para
determinar si mueve suficiente aire (ventilación por minuto es frecuencia x
profundidad).

5. Es necesario asegurarse que el paciente no está hipóxico y que la saturación de


oxígeno es mayor o igual a 94%. El oxígeno suplementario (y la ventilación asistida)
se proporcionan según se necesite para mantener una saturación de oxígeno
adecuada.

6. Si el paciente está consciente, escuchar su habla para valorar si puede pronunciar


una oración completa sin dificultad.

La frecuencia ventilatoria se puede dividir en las cinco categorías a tener en cuenta:

• Apneico. El paciente no ventila. Esto incluye bocanadas agónicas ocasionales, que no


resultan en intercambio de aire efectivo.

• Lenta. Una frecuencia ventilatoria muy lenta, por abajo de 10 ventilaciones/minuto


(bradipnea), puede indicar lesión severa o isquemia (reducción de suministro de oxígeno)

60
del cerebro. En estos casos, el paramédico debe asegurarse de que haya un volumen
adecuado de intercambio de aire. Frecuentemente será necesario ayudar o manejar por
completo la ventilación del paciente con un dispositivo BVM. Este apoyo ventilatorio debe
incluir oxígeno suplementario para
garantizar una saturación de oxígeno
mayor o igual a 94%.

• Normal. Frecuencia ventilatoria


entre 10-20 ventilaciones/minuto
(eupnea, frecuencia normal para un
adulto). A pesar de que el paciente
pueda parecer estable, debe
considerarse oxígeno suplementario.

• Rápida. Si la frecuencia ventilatoria


está entre 20 y 30
respiraciones/minuto (taquipnea), el
paciente debe ser vigilado cuidadosamente para ver si mejora o se deteriora. El impulso
que aumenta la frecuencia ventilatoria es el aumento de dióxido de carbono (CO2) en la
sangre o la reducción en el nivel de oxígeno en sangre (debido a hipoxia o anemia). Cuando
un paciente presenta una frecuencia ventilatoria anormal, debe investigarse la causa. Una
frecuencia rápida puede indicar que no llega suficiente oxígeno a los tejidos corporales.
Esta falta de oxígeno inicia el metabolismo anaeróbico, con un aumento consecuente en el
nivel de CO2 en la sangre que conduce a acidosis metabólica.

El sistema de detección del cuerpo reconoce este aumento en el nivel de CO2 y pide al
sistema ventilatorio aumentar la profundidad y el volumen para eliminar este exceso. Por
tanto, un aumento en la frecuencia ventilatoria puede indicar que el paciente necesita mejor
perfusión u oxigenación, o ambas. Para este paciente se indica la administración de
oxígeno complementario para lograr una saturación de oxígeno de 94% o más, al menos
hasta que se determine su estado global.

• Extremadamente rápida. Una frecuencia ventilatoria mayor que 30 ventilaciones/minuto


(taquipnea severa) indica hipoxia, metabolismo anaeróbico o ambos, con una acidosis

61
resultante. La búsqueda de la causa de la
frecuencia ventilatoria rápida debe comenzar
de inmediato para determinar si la etiología es
un problema ventilatorio primario o uno de
entrega de eritrocitos. Las lesiones que pueden
producir gran deterioro en la oxigenación y la
ventilación incluyen neumotórax a tensión,
tórax inestable con contusión pulmonar,
hemotórax masivo y neumotórax abierto.

Una vez identificada la causa, la intervención


debe ocurrir de inmediato para corregir el
problema.

Los pacientes con frecuencias ventilatorias


mayores que 30 ventilaciones/minuto deben
recibir oxígeno. Se debe monitorizar cuidadosamente a estos pacientes por fatiga o signos
de ventilación inadecuada, como estado mental decreciente, elevación de niveles de CO2
o baja saturación de oxígeno, y apoyar las ventilaciones con un dispositivo BVM según sea
necesario para obtener saturación de oxígeno adecuada.

En el paciente con ventilación anormal, el tórax debe exponerse, observarse y palparse


rápidamente. Después, la auscultación de los pulmones identificará sonidos respiratorios
anormales, disminuidos o ausentes. Las lesiones que pueden impedir la ventilación
incluyen neumotórax a tensión, tórax inestable, lesión vertebral y trauma craneoencefálico
(TCE). Estas lesiones deben identificarse o sospecharse durante la revisión primaria y
requieren que el apoyo ventilatorio inicie de inmediato.

Si se sospecha neumotórax a tensión, debe realizarse inmediatamente des compresión con


aguja. Cuando se valore el estado ventilatorio de un paciente traumatizado, debe valorarse,
tanto la profundidad ventilatoria como la frecuencia. Un paciente puede estar con una
frecuencia ventilatoria normal de 16 ventilaciones/minuto, pero tener una profundidad
ventilatoria enormemente disminuida. Por el contrario, un paciente puede tener una
profundidad ventilatoria normal, pero una frecuencia ventilatoria aumentada o disminuida.

62
Como se mencionó anteriormente, hay patologías que afectan ventilación y que pueden
poner en riesgo de manera inmediata la vida del paciente. Entre las mencionadas podemos
citar:

• Neumotórax a tensión. Es la presencia de aire en


el espacio pleural que colapsa totalmente el pulmón
afectado. Puede provenir de lesiones bronquiales,
pulmonares o lesiones de la caja torácica,
desviando el mediastino. Esto causa colapso
cardiopulmonar por compromiso del gasto cardíaco
y la mecánica ventilatoria. Se evidencia por disnea,
ingurgitación yugular, taquicardia, presión
convergente (presión sistólica muy cercana a la
diastólica), hipotensión, timpanismo (tórax con
sonoridad muy aumentada a la percusión), tráquea
desviada al otro lado.

• Taponamiento cardíaco. Es la presencia de


sangre en el espacio pericárdico, la cual comprime
el corazón comprometiendo su llenado diastólico y función sistólica ocasionando
disminución del gasto cardíaco y torácicas penetrantes, con clínica compatible. La Triada
de Beck puede presentarse en el 30% de los casos, compuesta por los siguientes signos:
hipotensión, ingurgitación yugular y ruidos cardíacos alejados. La actividad eléctrica sin
pulso AESP (actividad cardíaca con ausencia de pulso), puede sugerir la presencia de un
taponamiento cardíaco.

63
• Neumotórax abierto. Es la
presencia de aire en el espacio
pleural asociado a una pérdida de
la continuidad de la pared torácica,
la cual se comunica de forma
continua con la atmósfera. Se
presenta succión o salida de aire a
través de la herida (herida
soplante) durante las
respiraciones, pues el aire fluye de
la parte de menor resistencia al
espacio pleural durante la contracción diafragmática que ocasiona un colapso pulmonar lo
que genera una reducción del retorno venoso, desplazamiento del mediastino al lado
opuesto al del neumotórax.

• Hemotórax masivo. Es la presencia de gran cantidad de sangre en el espacio pleural


proveniente de la caja torácica, parénquima pulmonar o mediastino. Se sospecha al
encontrar un paciente hipovolémico, hipotenso, disneico, pálido, con matidez y ausencia de
ruidos en el hemitórax comprometido. Su
diagnóstico inicial es clínico, y
posteriormente confirmado con radiografía
de tórax.

• Tórax inestable (volet torácico). Está


caracterizado por fracturas costales
múltiples (dos o más costillas contiguas
fracturadas en dos o más sitios). A la
inspección se detecta un paciente con
disnea y depresión de un segmento torácico
durante la inspiración (movimiento
paradójico).

64
Circulación y sangrado (perfusión y hemorragia interna)
Valorar el compromiso o falla del sistema circulatorio es el siguiente paso
en la atención al paciente con trauma. Eritrocitos oxigenados incapaces
de entregar el oxígeno a las células no beneficia al paciente.

En el primer paso de la secuencia se identificó y controló la hemorragia (externa) que


amenazaba la vida. Después de valoraciones posteriores del estado de la vía aérea y la
ventilación del paciente, el paramédico puede obtener una estimación global adecuada del

65
gasto cardíaco y el estado de perfusión del paciente. La hemorragia, ya sea externa o
interna, es la causa más común de muerte prevenible por trauma.

• Perfusión

El estado circulatorio global del


paciente puede determinarse al
comprobar los llenado capilar, pulsos
periféricos y características de la piel
(color, temperatura y diaforesis). La
valoración de la perfusión puede ser
desafiante en pacientes adultos
mayores, pediátricos o en quienes
toman ciertos medicamentos. El shock
en los pacientes con trauma casi
siempre es debido a hemorragia.

Los potenciales sitios de hemorragia


interna masiva incluyen tórax (ambas
cavidades pleurales), abdomen (cavidad peritoneal), pelvis, espacio retroperitoneal y las
extremidades (sobre todo muslos).

Si se sospecha hemorragia interna, se debe exponer tórax, abdomen, pelvis y muslos para
inspeccionar rápidamente y palpar en búsqueda de signos de lesión. La hemorragia en
estas áreas no es fácil de controlar fuera del hospital. Si está disponible, debe aplicar de
manera inmediata una faja pélvica para evitar potenciales lesiones pélvicas "en libro
abierto". La meta es entregar rápidamente al paciente a una instalación equipada y con
personal adecuado para el control rápido de la hemorragia en el quirófano.

66
• Pulso

El pulso se evalúa por presencia, calidad y


regularidad. Una comprobación rápida del
pulso revela si el paciente tiene taquicardia,
bradicardia o un ritmo irregular. En el
pasado, la presencia de un pulso radial se
había considerado como indicativo de una
presión arterial sistólica de al menos
80mmHg, la presencia de pulso femoral
indicaba presión arterial de al menos
70mmHg y la presencia de sólo pulso
carotideo, indicaba presión arterial de 60mmHg.

La evidencia ha demostrado que esta teoría es imprecisa y que en realidad sobrestima las
presiones arteriales. Aunque la ausencia de pulsos periféricos en presencia de pulsos
centrales quizás representa hipotensión profunda, la presencia de pulsos periféricos no
debe tranquilizar excesivamente acerca de la presión arterial del paciente.

En la revisión primaria no es necesaria la determinación de una frecuencia de pulso exacta.


En vez de ello, se debe obtener una estimación (rápido, normal o lento), para revisar luego,
la frecuencia de pulso real.

En los pacientes con trauma es importante considerar las causas tratables de alteraciones
a nivel de los signos vitales y en los hallazgos físicos. Por ejemplo, la combinación de
perfusión comprometida y ventilación deteriorada debe motivar al paramédico a considerar
la presencia de un neumotórax a tensión. Si hay signos clínicos presentes, la
descompresión con aguja puede salvar vidas.

• Piel

El examen de la piel puede revelar muchos datos acerca del estado circulatorio de un
paciente.

67
→ Color. La perfusión adecuada
produce un tono rosado a la piel.
Esta se vuelve pálida cuando la
sangre se retira de un área. La
coloración pálida se asocia con
pobre perfusión. La coloración
azulada indica pobre oxigenación. El
color azulado (cianosis de piel y
mucosas) es causado por perfusión
con sangre desoxigenada a dicha
región del cuerpo. Con frecuencia, la pigmentación de la piel puede dificultar esta
determinación. En los pacientes con piel profundamente pigmentada, el examen del
color de los lechos ungueales, palmas/plantas y membranas mucosas ayuda a
superar este reto porque los cambios en color usualmente aparecen primero en
labios, encías o puntas de los dedos debido a una falta relativa de pigmentación en
estas áreas.

→ Temperatura. Como ocurre con la


evaluación global de la piel, la
temperatura de la piel está influida por
condiciones ambientales. La piel fría
indica perfusión disminuida, sin importar
la causa. La temperatura de la piel
puede valorarse con un simple toque a
la piel del paciente con el dorso de la
mano. La temperatura normal de la piel
es tibia al tacto, ni fría ni caliente.

→ Condición. Bajo circunstancias


normales, la piel usualmente es seca. La
piel fría y diaforética (sudorosa) se
presenta en pacientes con pobre

68
perfusión debido a estimulación simpática. Sin embargo, es importante considerar
condiciones ambientales cuando se evalúan hallazgos de la piel. Un paciente en un
ambiente cálido o húmedo puede tener piel diaforética como referencia, sin importar
la severidad de la lesión.

• Llenado capilar

El tiempo de llenado capilar se


comprueba al presionar sobre los
lechos ungueales y después liberar la
compresión. Esta compresión
descendente remueve la sangre del
lecho capilar visible. La tasa de retorno
de sangre a los lechos ungueales
después de liberar la compresión
(tiempo de relleno) es una herramienta
para estimar el flujo sanguíneo a través
de esta parte más distal de la
circulación.

Un tiempo de llenado capilar mayor a 2 segundos puede indicar que los lechos capilares
no están recibiendo perfusión adecuada. Sin embargo, el tiempo de llenado capilar por sí
mismo es un indicador pobre de shock porque está influido por muchos otros factores.
Por ejemplo, enfermedad vascular periférica (arteriosclerosis), temperaturas frías, el uso
de vasodilatadores o constrictores farmacológicos, o la presencia de shock neurogénico
pueden sesgar los resultados.

En estos casos la medición del tiempo de llenado capilar se vuelve una comprobación
menos útil del funcionamiento cardiovascular. El tiempo de llenado capilar tiene un lugar en
la evaluación de lo adecuado de la circulación, pero siempre debe usarse en conjunción
con otros hallazgos del examen físico (por ejemplo, presión arterial).

69
Discapacidad
Después de evaluar y corregir, en la medida de lo posible, los factores
involucrados en la entrega de oxígeno a los pulmones y su circulación
a través del cuerpo, el siguiente paso en la revisión primaria es la
valoración del funcionamiento cerebral, el cual es una medición indirecta de la oxigenación
cerebral.

Esto comienza con determinar el nivel de conciencia (NDC) del paciente. El paramédico
debe suponer que un paciente confuso, agresivo, combativo o no cooperador está hipóxico
o ha sufrido un TCE hasta que se demuestre lo contrario. La mayoría de los pacientes
quieren ayuda cuando sus vidas están amenazadas médicamente. Si un paciente la
rechaza, debe cuestionarse la razón. ¿El paciente se siente amenazado por la presencia
de un profesional de la salud en la escena? Si es así, se debe hacer lo posible por ganarse
la confianza del paciente. Si nada en la situación parece amenazador, debe considerarse
que la fuente del comportamiento es fisiológica, e identificar y tratar las condiciones
reversibles.

Durante la valoración, la historia clínica puede ayudar a determinar si el paciente perdió la


consciencia en algún momento desde que ocurrió la lesión, si pudieron estar involucradas

70
sustancias tóxicas (y cuáles) y si el paciente tiene alguna condición preexistente que
pudiera producir un NDC disminuido o comportamiento aberrante. La observación
cuidadosa de la escena puede proporcionar información invaluable a este respecto.

Un NDC disminuido debe alertar al paramédico sobre las siguientes posibilidades:

• Oxigenación cerebral disminuida (causada por hipoxia/ hipoperfusión) o


hipoventilación severa (narcosis por CO2).

• Lesión del sistema nervioso central (SNC), por ejemplo, TCE.

• Sobredosis de droga o alcohol o exposición a tóxicos.

• Trastorno mental metabólico (por ejemplo, causado por diabetes, convulsiones o paro
cardíaco).

Existen distintas escalas para valorar el estado neurológico del paciente (o al menos tener
una aproximación de este). Entre ellas, encontramos la escala AVDI y la escala del coma
de Glasgow (ECG).

Investigación reciente encontró que usar sólo el componente motor de la ECG, y


específicamente si este componente es menor que 6 (lo que significa que el paciente no
sigue instrucciones), es tan predictivo para lesión severa como usar la ECG completa. De
modo que, en este punto de la revisión primaria, sería suficiente información determinar
simplemente si el paciente sigue órdenes o no lo hace.

La ECG se explicará con


detalle en valoración
neurológica, dentro de la
evaluación secundaria.

71
Exposición/ambiente
Uno de los primeros pasos en el proceso de valoración es remover las
ropas del paciente porque la exposición del paciente con trauma es
crucial para encontrar todas las lesiones. El dicho "la parte del cuerpo
que no se exponga será la parte más severamente lesionada", puede no ser cierto siempre,
pero lo es con suficiente frecuencia como para garantizar un examen corporal total.
Además, la sangre puede acumularse, ser absorbida por la ropa y pasar desapercibida.

Después de ver todo el cuerpo del paciente, se lo debe cubrir nuevamente para conservar
el calor corporal. Aunque es importante exponer el cuerpo del paciente de trauma para
completar una valoración efectiva, la hipotermia es un problema serio en el manejo de estos
pacientes. Sólo debe exponerse al ambiente exterior lo que sea necesario. Una vez que el
paciente se ha movido al interior cálido de la ambulancia puede lograrse el examen
completo y cubrir al paciente tan rápido como sea posible.

La cantidad de ropa del paciente que debe removerse durante la valoración varía
dependiendo de las condiciones o lesiones encontradas. Una regla general es remover
tanta ropa como sea necesario para determinar la presencia o ausencia de una condición
o lesión sospechosas. Si un paciente tiene estado mental normal y una lesión aislada, por
lo regular es necesario exponer sólo el área alrededor de la lesión.

Los pacientes con un mecanismo de lesión serio o estado mental alterado deben exponerse
por completo para evaluar por posibles lesiones. Como paramédico, se debe temer a
remover ropa si es la única forma de completar de manera adecuada la valoración y el
tratamiento. En ocasiones, los pacientes pueden sufrir múltiples mecanismos de lesión,
como al experimentar una colisión con su vehículo después de ser atacado con arma de
fuego.

72
Las lesiones que amenazan la vida pueden pasarse por alto si el paciente es examinado
de forma inadecuada. Las lesiones no se pueden tratar si no se identifican. Se debe
tener especial cuidado cuando se corte y remueve la ropa de una víctima de un crimen, de
modo que no destruya evidencia de forma inadvertida (evidencia forense). Para mantener
la temperatura corporal y evitar hipotermia, el paciente debe cubrirse tan pronto como sea
práctico después de la valoración y el tratamiento. En ambientes fríos, se debe considerar
el uso de frazadas térmicas.

Una vez en la ambulancia, se debe ajustar la calefacción del vehículo para calentar de
manera adecuada el compartimiento del paciente (por más que los paramédicos se sientan
incómodos con el calor de la célula sanitaria).

73
Evaluación y manejo simultáneo del paciente

Como ya se mencionó anteriormente, a pesar de que la revisión primaria se presenta y


enseña en una forma “paso por paso”, muchos de estos pasos pueden valorarse de
simultáneamente.

Al plantear preguntas como ¿dónde le duele?, se valora la permeabilidad de la vía aérea y


se observa la función ventilatoria. Esta pregunta puede ocurrir mientras se palpa el pulso
radial y se sienten la temperatura y humedad de la piel. El NDC y la actividad mental del
paciente se pueden determinar mediante sus respuestas verbales apropiadas o no.

Entonces el paramédico puede examinar rápidamente al paciente de cabeza a pies en


busca de signos de hemorragia u otras lesiones.

Un segundo paramédico podría encargarse de aplicar presión directa o bien realizar un


torniquete a una hemorragia externa, mientras que el primero sigue valorando la vía aérea
y la ventilación del paciente.

Al usar este abordaje se logra una evaluación rápida de lesiones que amenacen la vida. La
revisión primaria debe repetirse con frecuencia, en particular en pacientes con lesiones
serias.

Auxiliares en la revisión primaria


Varios auxiliares pueden ser útiles para monitorizar la condición del paciente. Entre estos:

• Oximetría de pulso

Durante la revisión primaria (o al terminarla) debería aplicar un oxímetro de pulso. Entonces


el oxígeno se puede titular para mantener una saturación de oxígeno (Sat.O2) mayor que
o igual a 94%. Un oxímetro también informa la frecuencia cardíaca del paciente. Cualquier
caída en Sat.O2, debe motivar la repetición de la revisión primaria para identificar la causa
subyacente. Es importante recordar que la oximetría está sujeta a un "retraso temporal"
entre la verdadera saturación de oxígeno en sangre y lo que se muestra en el monitor, ya

74
que la señal se promedia, por lo general, de 5 a 30 segundos.

En pacientes con pobre perfusión o vasoconstricción


periféricas, el periodo de latencia se vuelve
significativamente más largo (de 120 segundos o
más). Por tanto, un paciente puede (al menos de
forma temporal) tener una lectura de oximetría
normal sin oxigenación adecuada, y viceversa. Otros
factores, como el monóxido de carbono (CO),
también pueden afectar la confiabilidad de las
lecturas del oxímetro.

• Monitorización de dióxido de carbono al final de la espiración de volumen corriente


(ETCO2)

Esta monitorización (llamada también capnografía) del


ser útil para confirmar la colocación adecuada de un
tubo endotraqueal y/o vía aérea supraglótica, así como
también para medir de manera indirecta el nivel de CO2
arterial (PaCO2) del paciente.

Aunque el ETCO2 no siempre puede correlacionarse


bien con el PaCO2 del paciente, en especial aquellos
con trauma multisistémico, la tendencia del ETCO2,
puede ser útil para guiar la frecuencia ventilatoria.

75
• Monitorización electrocardiográfica (ECG)

La monitorización ECG es menos útil que


monitorizar la oximetría, pues la presencia en
el monitor de un patrón eléctrico cardíaco
organizado no siempre se correlaciona con
perfusión adecuada. Todavía se requiere la
monitorización del pulso y/o la presión arterial
para valorar la perfusión. Una señal audible
puede alertar al proveedor de atención prehospitalaria de un cambio en la frecuencia o
ritmo cardiaco del paciente.

• Monitorización automatizada de la presión arterial

En general, obtener la presión arterial no es parte de la revisión primaria; sin embargo, en


un paciente con lesiones criticas cuya condición no permita una revisión secundaria más
profunda, la aplicación de un monitor automático de presión arterial durante el transporte
puede ofrecer información adicional acerca de su grado de shock. Siempre que el tiempo
lo permita, el paramédico debe intentar obtener una lectura de presión arterial mediante
auscultación en lugar de por medios automatizados. En trauma, las mediciones
automatizadas de presión arterial son menos precisas que las lecturas manuales.

Reanimación
La reanimación describe los pasos de tratamiento tomados para corregir los problemas que
amenazan la vida que fueron identificados en la revisión primaria. Se basa en el “tratar
conforme se avanza”, donde el tratamiento inicia conforme se identifica cada amenaza a la
vida o en el momento más temprano posible.

76
Transporte
Si durante la revisión primaria se
identifican condiciones que
amenacen la vida, el paciente debe
trasladarse rápidamente después de
iniciar intervención en campo
limitada. El transporte de los
pacientes traumatizados con
lesiones críticas hacia la Instalación
adecuada más cercana debe iniciar
tan pronto como sea posible.

A menos que existan circunstancias que lo compliquen, el tiempo en la escena debe ser
tan corto como sea posible para dichos pacientes. El tiempo en escena limitado y el inicio
de transporte rápido hacia la instalación adecuada más cercana son aspectos
fundamentales de la reanimación del trauma prehospitalario.

Investigación reciente ha descubierto que los peores pronósticos en los pacientes


traumatizados con lesiones severas ocurrieron cuando el tiempo en la escena fue extenso
comparado con los intervalos de respuesta y transporte.

Este hallazgo fue cierto en particular para los pacientes con hipotensión, tórax inestable o
lesión penetrante. Esto apoya aún más el concepto de que el tiempo en la escena debe ser
tan corto como sea posible, donde sólo se realicen intervenciones para el manejo de
condiciones reversibles que amenacen la vida.

Terapia con líquidos


Otro paso importante en la reanimación es la restauración del volumen de perfusión dentro
del sistema cardiovascular tan rápido como sea posible. Este paso no involucra restaurar
la presión arterial a lo normal, sino más bien proporcionar suficiente líquido para garantizar
que los órganos vitales estén perfundidos.

77
Si el paciente pierde sangre, se le debe reponer sangre, pero
dado que esta no está disponible en el ámbito prehospitalario
(aunque hay avances en ciertos países donde se dispone de
sangre en unidades SEM de atención crítica y helicópteros),
la solución de ringer lactato (RL) o la solución salina/fisiológica
normal (SF) se usan más comúnmente para reanimación de
trauma.

Además de sodio y cloro, la solución RL contiene pequeñas cantidades de potasio, calcio


y lactato, lo que la hace menos ácida que la salina.

Sin embargo, las soluciones cristaloides, como RL o SF, no sustituyen la capacidad


portadora de oxígeno de los eritrocitos perdidos, o las plaquetas perdidas que son
necesarias para la coagulación y el control del sangrado.

En consecuencia, el transporte rápido de un paciente con lesiones severas hacia una


instalación adecuada es una necesidad absoluta. En ruta hacia la instalación receptora, si
es posible y el tiempo lo permite, puede colocar uno o dos catéteres intravenosos (IV)
calibre 18G en venas antecubitales del paciente (siempre atentos a las complicaciones que
pueden generarse al hacer vía periférica en movimiento). Si los intentos de acceso IV no
son rápidamente exitosos, debe iniciar acceso intraóseo (el sitio en el húmero proximal
permite reponer fluido más rápido que la tibia proximal).

En general las vías IV centrales (subclavia, yugular interna o femoral) no son adecuadas
para el manejo en campo de los pacientes traumatizados.

La cantidad adecuada de líquido a administrar depende del escenario clínico, sobre todo si
la hemorragia del paciente fue controlada cuando se inició con líquidos IV, si el paciente
está hipotenso o si tiene evidencia de TCE.

78
Estudios recientes
sugieren que el líquido
IV prehospitalario es
benéfico para pacientes
con hipotensión, pero
puede ser nocivo para
quienes no tienen
hipotensión.

Iniciar una vía IV en la


escena sólo prolonga el
tiempo en la escena y
demora el transporte.
Como se indicó antes, el
tratamiento definitivo
para el paciente de
trauma con hemorragia
interna o pérdida de sangre significativa sólo puede lograrse en el hospital. Por ejemplo, un
paciente con lesión de bazo que pierde 50ml de sangre/minuto seguirá sangrando a dicha
tasa por cada minuto adicional que demore su arribo a quirófano o al área de angiografía.
Por ende, iniciar vías IV en la escena en lugar de transportar rápido, no sólo aumentará la
pérdida de sangre sino también puede reducir la posibilidad de sobrevivencia del paciente.
Existen excepciones, como en el atrapamiento y el paciente no puede moverse de
inmediato.

La hemorragia externa debe controlarse antes de iniciar el líquido IV. La administración


agresiva (sin parámetros de control) de líquidos IV debe evitarse pues puede "romper
coágulos" lo que conducirá a más hemorragia ya que esto aumenta la presión arterial,
diluye plaquetas y los factores de coagulación. Más importante, la sustitución con volumen
continua no reemplaza el control manual de la hemorragia externa ni al inicio del transporte
por hemorragia interna.

79
EVALUACIÓN SECUNDARIA

La revisión secundaria es una evaluación más detallada, de cabeza a pies, del paciente.
Se realiza sólo después de completar la revisión primaria, habiendo tratado todas las
lesiones potencialmente mortales.

El objetivo de la revisión secundaria es identificar lesiones o problemas que no se hubieran


identificado durante la revisión primaria. Puesto que una revisión primaria bien realizada
identificará todas las condiciones que amenacen la vida de inmediato, la revisión
secundaria, por definición, tratará con los problemas menos serios. Por tanto, un paciente
con trauma crítico se transporta tan pronto como sea posible después de la conclusión de
la revisión primaria y no se mantiene en la escena para iniciar vía IV o realización de
revisión secundaria.

La revisión secundaria es un abordaje "ver, escuchar y sentir” para evaluar al paciente. El


paramédico debe identificar lesiones y correlacionar los hallazgos físicos región por región,
comenzando por la cabeza y avanzando a través de cuello, tórax y abdomen hasta las
extremidades, para concluir con un examen neurológico detallado.

Las siguientes frases capturan la esencia de todo el proceso de valoración secundaria:

Ver, no sólo mirar.

• Examinar toda la piel de cada región.

• Estar atento por hemorragia externa o signos de hemorragia interna


(distensión abdominal, extremidad inflamada y tensa, un hematoma que
se expande).

• Observar lesiones del tejido blando, incluidas abrasiones,


quemaduras, contusiones, hematomas, laceraciones y heridas de pinchazos.

• Observar cualquier masa o inflamación o deformación de huesos (deformidades).

• Observar marcas anormales en la piel y el color de la piel.

80
• Observar algo que no "luzca bien".

Escuchar, no solo mirar.

• Escuchar cualquier sonido inusual cuando el paciente inhala o


exhala. La ventilación normal es silenciosa.

• Escuchar cualquier sonido anormal cuando auscultes el tórax.

• Comprobar si los sonidos respiratorios son iguales en ambos


campos pulmonares.

• Auscultar sobre las arterias carótidas y escuchar cualquier


sonido inusual (soplos) sobre los vasos que indicaría daño
vascular.

Sentir, no solo tocar.

• Palpar firmemente todas las partes de la región, incluidos huesos.

• Observar si se mueve algo que no debería hacerlo, si hay crepitación ósea o enfisema
subcutáneo, si el paciente se queja de sensibilidad, si todos los pulsos están presentes (y
dónde se sienten) y si se sienten pulsaciones que no deberían estar presentes.

• Mueve cuidadosamente las


articulaciones de cada región. Observa
cualquier crepitación ósea, dolor o
limitación de rango de movimiento
resultante, o movimientos inusuales,
como laxitud.

81
Signos vitales

El primer paso de la revisión secundaria es medir los signos vitales. La frecuencia y calidad
del pulso, frecuencia y profundidad de la ventilación, y los otros componentes de la revisión
primaria se revaloran de manera continua y se comparan con los hallazgos previos porque
pueden ocurrir cambios significativos rápidamente.

Dependiendo de la situación, un
segundo integrante del equipo
puede obtener los signos vitales
mientras el primero completa la
revisión primaria, para evitar
mayor demora. Sin embargo,
“los números exactos” de
frecuencia de pulso, frecuencia
ventilatoria y presión arterial no
son cruciales en el manejo
inicial del paciente con trauma
multisistémico severo. Por tanto, la medición de los números exactos puede demorarse
hasta completar los pasos esenciales de reanimación y estabilización.

Un conjunto completo de signos vitales incluye presión arterial, frecuencia y calidad del
pulso, frecuencia y profundidad ventilatoria, saturación de oxígeno (oximetría de pulso) y
color y temperatura de la piel.

Para el paciente con trauma crítico, un conjunto completo de signos vitales se evalúa y
registra cada 3-5 minutos si es posible, y en el momento de cualquier cambio en condición
o un problema médico. Incluso si está disponible un dispositivo automatizado no invasivo
de presión arterial, al inicio ésta debe tomarse de forma manual.

Los dispositivos automatizados de presión arterial pueden ser imprecisos cuando el


paciente está significativamente hipotenso; por tanto, en estos pacientes, todas las

82
mediciones de presión arterial deben obtenerse manualmente, o al menos conformar la
correlación de una lectura automatizada con una lectura manual.

Historial SAMPLE

Se trata de la historia clínica rápida del paciente. Esta información debe documentarse en
el reporte de atención al paciente y transmitirse al personal médico en la instalación
receptora.

Las siglas nemotécnicas SAMPLE, por los términos en inglés, sirve como recordatorio de
los componentes clave:

• Síntomas y signos (symptoms). ¿De qué se queja el paciente? ¿dolor? ¿problema


ventilatorio? ¿entumecimiento? ¿hormigueo?

• Alergias (allergies). ¿El paciente tiene alguna alergia conocida, particularmente a


medicamentos?

• Medicamentos (medications). ¿Qué medicamentos de prescripción y sin prescripción


(incluidas vitaminas, complementos y otros medicamentos de acceso libre) toma
regularmente el paciente? ¿qué sustancias recreativas usa de manera regular y, en
particular, hoy?

• Historial médico y quirúrgico pasado (past medical and surgical history). ¿El paciente
tiene algún problema médico significativo que requiera atención médica continua?
¿experimentó alguna cirugía previa?

83
• Última comida/último periodo menstrual (last meal/last menstrual period). ¿Cuánto
tiempo la transcurrido desde que el paciente comió por última vez? Muchos pacientes con
trauma requerirán cirugía, y la ingesta reciente de alimentos aumenta el riesgo de
aspiración durante la inducción de anestesia. Para los pacientes femeninos en edad
reproductiva ¿cuándo fue su último periodo menstrual? ¿Hay posibilidad de embarazo?

• Evento (events). ¿Qué eventos antecedieron a la lesión? Deben incluirse inmersión en


agua (ahogamiento o hipotermia) y exposición a materiales peligrosos.

Valoración de regiones anatómicas

La regla nemotécnica DASH es útil para recordar algunos de los criterios más importantes
para tener en cuenta en el “mirar, escuchar y sentir”.

D. Deformidades (clásicamente por fracturas, luxaciones y esguinces).

A. Heridas abiertas que no sean exanguinantes, pero que si logren generar sangrado que
requiera contención y tratamiento.

S. Alteraciones de la sensibilidad (parestesia y paresia). El paciente siente hormigueo,


quemazón, dolor que no concuerda con la lesión, etc.

H. Hinchazón. Edema por acumulación de líquido.

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Cabeza
El examen visual de la cabeza y la cara revelará contusiones abrasiones, laceraciones,
asimetría ósea, hemorragia, defectos óseos de la cara y cráneo, y anormalidades de ojos,
párpados, oído externo, boca y mandíbula.

Durante un examen de cabeza se incluyen los siguientes pasos:

• Buscar cuidadosamente a través del cabello del paciente cualquier lesión del tejido
blando.

• Comprobar reactividad de las pupilas a la luz. Se valora reactividad, igualdad,


acomodación, redondez y forma. Normalmente deben estar PIRRL (pupilas iguales
redondas y reactivas a la luz).

• Palpar cuidadosamente los huesos de la cara y el cráneo para identificar sensibilidad


local, crepitación ósea, desviación, depresión o movilidad anormal (esto es
extremadamente importante en la evaluación no radiográfica de lesiones en la cabeza.)

• Debe tenerse cuidado cuando se intente abrir y examinar los ojos de un paciente con
trauma inconsciente que tenga evidencia de lesión facial. Incluso pequeñas cantidades
de presión pueden dañar aún más un ojo que tenga una contusión o herida penetrante.

Las fracturas de los huesos a mitad de la cara con frecuencia se asocian con una fractura
de la porción de la base del cráneo llamada lámina cribosa. Si el paciente tiene traumatismo
a mitad de la cara
(por ejemplo, lesión
entre el labio
superior y la cavidad
orbitaria), se debe
insertar una sonda o
tubo gástricos, si se
utiliza, a través de la
boca en lugar de a
través de la nariz.

85
Cuello
El examen visual del cuello por contusiones, abrasiones, laceraciones, hematomas y
deformaciones alertará al paramédico de la posibilidad de lesiones subyacentes. La
palpación puede revelar enfisema subcutáneo de origen laríngeo, traqueal o pulmonar.
Crepitación de la laringe, ronquera y enfisema subcutáneo constituyen una triada
clásicamente indicativa de fractura laríngea.

La falta de dolor a la palpación


de la columna cervical puede
descartar fracturas de esta
región (cuando se combina con
criterios estrictos como los de
NEXUS que se estudiarán más
adelante), mientras que la
presencia de dolor con
frecuencia puede indicar la
presencia de una fractura,
luxación o lesión de ligamentos. Dicha palpación se realiza con cuidado, asegurándose de
que la columna cervical permanece en posición neutra en línea.

La ausencia de un déficit neurológico no excluye la posibilidad de una lesión inestable en


la columna cervical. La revaloración puede revelar la expansión de un hematoma
previamente identificado o desplazamiento de la tráquea.

Tórax
Puesto que el tórax es fuerte y elástico, puede absorber una cantidad significativa de
trauma. Es necesario el examen visual cercano del tórax en busca de deformaciones, áreas
de movimiento paradójico, contusiones y abrasiones para identificar lesiones subyacentes.
Otros signos que deben observarse cuidadosamente son ventilación antálgica y defensa,
excursión torácica bilateral desigual, y abultamiento o retracción intercostal, supraesternal
o supraclavicular.

86
Una contusión sobre el esternón puede ser el único indicio de una lesión cardíaca
subyacente.

Las heridas
penetrantes pueden
afectar áreas
corporales remotas
del sitio de entrada.
Es importante
entender la relación
entre la superficie
corporal y los órganos
subyacentes, como el
diafragma y su
posición variable durante la exhalación e inhalación (una línea trazada desde el cuarto
espacio intercostal anterior hacia el sexto espacio intercostal lateral y hacia el octavo
espacio intercostal posterior define la excursión descendente del diafragma a espiración
completa). Una lesión penetrante que ocurra por debajo de esta línea (que está
aproximadamente al nivel de los pezones) o con una trayectoria que la haya llevado por
abajo de esta línea debe considerarse que atravesó tanto cavidad torácica como
abdominal.

La auscultación con estetoscopio es una parte esencial del examen del tórax. Con mucha
frecuencia un paciente estará en una posición supina, de modo que sólo estarán
disponibles para auscultación el tórax anterior y lateral. Es importante reconocer los sonidos
respiratorios normales y disminuidos con un paciente esta posición. Los sonidos
respiratorios disminuidos o ausentes indican un posible neumotórax simple, neumotórax a
tensión o hemotórax. Los crépitos escuchados posteriormente (cuando el paciente se
rueda) o lateralmente pueden indicar contusión pulmonar.

El taponamiento cardíaco se caracteriza por sonidos cardíacos distantes; sin embargo, esto
puede ser difícil de afirmar dado los sonidos ambientales en la escena o el ruido del tránsito
durante el transporte. Una pequeña área de costillas fracturadas puede indicar una severa

87
contusión pulmonar subyacente. Cualquier tipo de lesión de compresión al tórax puede
resultar en un neumotórax.

Abdomen
El examen abdominal comienza, como con las otras partes del cuerpo, con una evaluación
visual. Abrasiones y equimosis indican la posibilidad de lesión subyacente: equimosis
periumbilical y en el flanco se asocian con sangrado retroperitoneal. En el caso de una
colisión por auto, el abdomen debe examinarse cuidadosamente por una contusión
transversal delatora, la cual sugiere que un cinturón de seguridad habría causado lesión
subyacente. Una porción significativa de pacientes con este signo tendrá lesión subyacente
(con más frecuencia a nivel del intestino delgado).

Las fracturas en la columna


lumbar también se pueden
asociar con este "signo del
cinturón de seguridad".

El examen del abdomen también


incluye la palpación de cada
cuadrante para evaluar
sensibilidad, defensa muscular
abdominal y masas. Al palpar, el
paramédico debe observar si el
abdomen está blando o si se presentan rigidez o defensa. No hay necesidad de continuar
la palpación después de descubrir sensibilidad o dolor abdominal. La información adicional
no alterará el manejo prehospitalario, y los únicos resultados de un examen abdominal
continuo son mayor incomodidad del paciente y demora del transporte hacia la instalación
receptora.

De igual manera, la auscultación del abdomen casi no añade nada a la valoración de un


paciente co0n trauma. La cavidad peritoneal puede ocultar un gran volumen de sangre, por
lo regular con mínima o ninguna distensión abdominal. El estado mental alterado que
resulta por un TCE o intoxicación con alcohol u otras drogas con frecuencia dificulta la
evaluación del abdomen.

88
Pelvis
La pelvis se evalúa mediante observación y palpación. Primero se examina visualmente
por abrasiones, contusiones, hematomas, laceraciones, fracturas abiertas y signos de
distensión. Las fracturas pélvicas pueden producir hemorragia interna masiva, lo que
resulta en rápido deterioro del estado hemodinámico de un paciente. La palpación de la
pelvis en el escenario prehospitalario proporciona mínima información que afectará el
manejo del paciente.

Cuando se examina, la pelvis se palpa sólo una vez por sensibilidad e inestabilidad como
parte de la revisión secundaria. Puesto que la palpación de la pelvis inestable puede mover
segmentos fracturados y romper cualquier coágulo que se haya formado, lo que en
consecuencia agrava la hemorragia, este paso del examen debe realizarse solamente una
vez y no repetirse. La palpación se logra al
aplicar suave presión anteroposterior con
los talones de las manos sobre la sínfisis
del pubis y después presión medial a las
crestas iliacas bilateralmente, evaluando
por dolor y movimiento anormal. Cualquier
evidencia de inestabilidad debe descartar
mayor palpación de la pelvis y la
colocación inmediata de una
faja/cincha/hamaca pélvica, si está
disponible.

Genitales
En general, los genitales no se examinan con detalle en el escenario prehospitalario. Sin
embargo, se debe tomar nota de sangrado por los genitales externos, sangre obvia en el
meato urinario o presencia de priapismo en los varones. Adicionalmente, el fluido claro
observado en los pantalones de una paciente embarazada puede representar fluido
amniótico por la ruptura de las membranas amnióticas.

89
Espalda
La espalda debe examinarse por evidencia de lesión. Esto se logra mejor cuando se
lateraliza al paciente para colocarlo o removerlo de la férula espinal larga. Deben
auscultarse los sonidos respiratorios sobre el tórax posterior; la espalda debe observarse
por contusiones, abrasiones y deformaciones; y la columna vertebral debe palparse en
busca de sensibilidad.

Extremidades
El examen de las extremidades comienza en la clavícula en la extremidad superior y la
pelvis en la extremidad inferior y después avanza hacia la porción más distal de cada
extremidad.

Cada hueso y articulación individual se evalúan mediante inspección visual por


deformaciones, hematomas o equimosis y mediante palpación para determinar la presencia
de crepitación ósea, dolor, sensibilidad o movimientos inusuales Cualquier sospecha de
fractura debe inmovilizarse. También se debe revisar la circulación y el funcionamiento
nervioso sensitivo y motor en los extremos distales de cada extremidad.

Si una extremidad se inmoviliza, deben verificarse los pulsos, el movimiento y la


sensibilidad tanto antes como después de inmovilizar.

Examen neurológico

Como con los otros exámenes regionales descritos, el examen neurológico en la revisión
secundaria se realiza con mucho más detalle que en la revisión primaria. En él se incluyen
el cálculo de la calificación ECG, evaluación de la función motora y sensorial, y la
observación de la respuesta pupilar. Un examen general de capacidad sensorial y
respuesta motora determinará la presencia o ausencia de debilidad o pérdida de sensación
en las extremidades, lo que sugiere lesión en el cerebro o la medula espinal, e identificará

90
áreas que requieran mayor examen. Cuando se examinan las pupilas de un paciente, se
evalúan la igualdad de la respuesta y del tamaño. Una pequeña, pero significativa porción
de la población tiene pupilas de diferentes tamaños (anisocoria) como una condición
normal. Sin embargo, incluso en estos pacientes las pupilas deben reaccionar a la luz en
forma similar. Las pupilas que reaccionan con diferentes rapideces a la introducción de luz
se consideran desiguales. Las pupilas desiguales en un paciente con trauma e inconsciente
pueden indicar aumento en la presión intracraneal o presión sobre el tercer nervio craneal,
causada por edema cerebral o un hematoma intracraneal que se expande rápidamente.

La calificación en la ECG es una


herramienta que se utiliza para
determinar NDC y se prefiere sobre
la clasificación AVDI. Es un método
rápido y simple para determinar
función cerebral y es predictivo del
pronóstico del paciente, en especial
la mejor respuesta motora.

También proporciona una línea de


referencia de la función cerebral
para evaluaciones neurológicas
seriales.

La calificación en la ECG se divide en tres secciones:

• Apertura de ojos.

• Respuesta verbal.

• Respuesta motora.

91
Al paciente se le asigna una calificación de acuerdo con la mejor respuesta a cada
componente de la ECG. Por ejemplo, si el ojo derecho de un paciente está tan inflamado
que el paciente no puede abrirlo, pero el ojo izquierdo se abre espontáneamente, el
paciente recibe un 4 para la apertura ocular. Si un paciente carece de apertura ocular
espontánea, el paramédico debe usar una orden verbal (por ejemplo, "abra sus ojos"). Si
el paciente no responde a un estímulo verbal, puede aplicar un estímulo doloroso, como
presionar el lecho ungueal con una lapicera o apretar la zona del trapecio o tejido axilar.

La respuesta verbal del paciente se determina usando una pregunta como ¿qué le ocurrió?
Si está plenamente orientado, el paciente proporcionará una respuesta coherente. De otro
modo, la respuesta verbal del paciente se califica como confusa, inapropiada, ininteligible
o ausente.

Si un paciente está intubado, la calificación ECG incluye un 1 para reflejar la falta de


respuesta verbal, se calculan y suman las escalas ocular y motora, y se agrega la letra T
para anotar la incapacidad para valorar la respuesta verbal (por ejemplo, 8T).

El tercer componente de la ECG es la escala motora. Se da al paciente una orden simple


y sin ambigüedades, por ejemplo, muéstreme dos dedos o ponga los pulgares hacia arriba.
Si el paciente obedece la orden, se le otorga 6 de calificación.

Un paciente que aprieta o agarra el dedo del paramédico puede simplemente estar
demostrando un reflejo de prensión y no seguir una orden a propósito.

Si el paciente no sigue una orden, se debe usar un estímulo no doloroso y debe calificarse
la mejor respuesta motora. Un paciente que intente rechazar un estímulo doloroso se
considera que está localizando. Otras posibles respuestas al dolor incluyen retirarse del
estímulo, flexión anormal (rigidez de decorticación) o extensión anormal (rigidez de
descerebración) de las extremidades superiores, o ausencia de función motora.

La máxima calificación ECG es 15/15, e indica un paciente sin discapacidad. La calificación


más baja de 3/15 y por lo general es un signo de mal pronóstico. Una calificación menor
que 8/15 indica una gran lesión, de 9/15 a 12/15 una lesión moderada, y de 13/15 a 15/15,
una lesión menor.

Una calificación ECG de 8/15 o menos es un indicio para considerar manejo activo de vía

92
aérea del paciente. Con frecuencia, es preferible comunicar componentes individuales de
la ECG en lugar de comunicar sólo la calificación total, pues entonces se pueden
documentar cambios específicos. Por ejemplo, un reporte de atención del paciente que
afirme "el paciente es E4, V4, M6" indica que el paciente está confuso, pero sigue órdenes.

Aunque la calificación es casi omnipresente en la evaluación de los pacientes con trauma,


existen varios problemas que pueden limitar su utilidad en el escenario prehospitalario. Por
ejemplo, tiene pobre confiabilidad entre calificadores, lo que significa que hay profesionales
que pueden calificar al mismo paciente de manera diferente y, por tanto, lo tratan de manera
diferente.

Además, como se señaló antes, las calificaciones son sesgadas en los pacientes intubados.
Por tanto, se ha realizado una búsqueda de un sistema de calificación más simple que
incluso así tenga valor predictivo
para la severidad y el pronóstico del
paciente. La evidencia sugiere que
el solo componente motor de la ECG
en esencia es tan útil como toda la
escala para evaluar a un paciente.

Si un paciente no está despierto,


orientado o es capaz de seguir
órdenes, el profesional puede
valorar rápidamente el movimiento
espontáneo de las extremidades,
así como las pupilas del paciente
¿Las pupilas son iguales, redondas,
reactivas a la luz (PIRRL)? ¿son del
mismo diámetro? ¿cada pupila es
redonda, de apariencia normal, y
reacciona de manera adecuada a la
luz mediante constricción (miosis), o
no responde y está dilatada

93
(midriática)?

Una calificación ECG de menos de 14, en combinación con un examen pupilar anormal,
puede indicar la presencia de un TCE que amenaza la vida.

Monitorización y revaloración (valoración continua)

Después de completar la revisión primaria y la atención inicial, el paciente debe


monitorizarse de manera continua, revalorar los signos vitales y repetir la revisión primaria
varias veces mientras está en ruta hacia la instalación receptora o en la escena si el
transporte está demorado. La revaloración continua de los componentes de la evaluación
primaria ayudará a garantizar que las funciones vitales no se deterioren o que se corregirán
de inmediato si lo hacen. El profesional debe poner particular atención a cualquier cambio
significativo en condición de un paciente y reconsiderar las opciones de manejo si se
observa tal cambio.

Más aún, la monitorización continua de un paciente ayuda a revelar condiciones o


problemas que se pasaron por alto durante la revisión primaria o que sólo ahora se presen
tan. Con frecuencia la condición del paciente no será obvia, y observar y escuchar al
paciente proporciona mucha información. El cómo se recopila la información no es tan
importante como garantizar que se recopile toda. La revaloración debe realizarse tan rápida
y profundamente como sea posible.

Al momento de trabajar con tus pacientes, recuerda esto:

La escena de urgencia puede ser muy estresante para el paciente, familiares, testigos,
amigos y por supuesto el equipo de salud. Las personas suelen perder el control cuando
surge una urgencia, y a menudo pueden parecer hostiles, por ello, es fundamental tratar de
entender estas reacciones ante el estrés de la situación.

• Mantente firme, pero profesional y cortés al mismo tiempo. Aclara desde un comienzo
estás a cargo y que vas a proporcionar servicios médicos de urgencia.

• Toma el control y organiza el ambiente (esto puede significar alejar a los curiosos, apagar

94
la televisión, pedirle a alguien que aleje a los niños, etc.)

• Siempre debes presentarte al paciente. Asimismo, si el estado del paciente lo permite,


pregúntale cómo quiere que lo llames.

• Durante la fase de presentación obtén el consentimiento de para brindarle atención de


urgencia. Puedes preguntar ¿está de acuerdo con que le ayude? Si la persona tiene un
estado mental alterado o es incapaz de establecer o comunicar una decisión racional,
deberás proceder con un consentimiento implícito. Si la persona necesita atención médica,
pero atraviesa una fase de negación puedes proporcionarle una explicación para ayudarle
a tomar una decisión informada, entonces, es posible que dé el consentimiento necesario
sin problema.

• La posición de tu cuerpo y la postura son modos de comunicación no verbal. Colócate, de


ser posible, de modo que esté al nivel de la vista del paciente (esto expresa una igualdad).
En cambio, si te ubicas sobre el paciente, exhibes autoridad y control.

• No grites o levantes la voz con tus compañeros ni el resto de los presentes en la escena.

• Mantén contacto visual con el paciente, pues esto establecerá un entendimiento mutuo y
una sensación de interés.

• Habla lentamente y con calma de manera tal que pueda procesar la información. Solo
alza la voz si el paciente parece tener problemas de audición.

• No permitas que tu atención se desvíe mientras obtienes información del paciente.

• El tacto es una importante medida de apoyo para muchas personas: sostén la mano,
tócalo en el hombro o pon tu mano sobre el brazo del paciente.

PROTOCOLO DE ABORDAJE DEL PACIENTE ADULTO

A continuación de desarrolla el protocolo de abordaje del paciente adulto elaborado por los
docentes del instituto FICDE con el objetivo de unificar los lineamientos a seguir para

95
atender todas las emergencias que puede presentar un paciente de trauma y/o un paciente
clínico (sin trauma).

Este protocolo contempla las actualizaciones brindadas por la Asociación Nacional


Americana de Técnicos en Emergencias Médicas – NAEMT (por sus siglas en ingles) y la
Asociación Americana del Corazón – AHA (por sus siglas en ingles).

Este diagrama de flujo señala la manera correcta de proceder ante todo paciente, iniciando
por lo más importante, la valoración de la escena (SES). Logrado ello se procederá a valorar
los 3 sistemas principales, cardiovascular, respiratorio y nervioso durante no más de 10”.
Hecho esto, se podrá definir el tipo de paciente sobre el cual se actuará:

• Paciente en paro respiratorio

• Paciente en paro cardiorrespiratorio

• Paciente con trauma

• Paciente clínico (sin trauma).

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97
Referencias del algoritmo

*1 - Considerar las medidas de bioseguridad

Según el caso, evaluar si además de los guantes se necesitan otras medidas de protección
(lentes, barbijo, cofia, botas, etc.) que garanticen la seguridad. Durante la pandemia covid-
19 todo paciente es considerado portador del virus hasta que se demuestre lo contrario.

*2 - Valoración de los 3 sistemas. ¿Está consciente, respira y/o tiene pulso?

Se debe aproximar a la víctima, arrodillarse a su lado y hablarse a ambos oídos en todo


alto con leves “golpecitos” sobre sus hombros. Si el paciente no brinda respuesta, se
considera inconsciente. A continuación, será importante verificar, en forma simultánea, si
el tórax se eleva (y/o hay movimiento diafragmático) como así también confirmar la
presencia o no de pulso carotideo. Esto no puede tomar más de 10”.

NO SE REALIZA MÁS LA VALORACIÓN MEDIANTE LA SIGLA MES (MIRO, ESCUCHO


Y SIENTO).

*3 - Paciente en paro respiratorio

Un paciente en paro respiratorio (con su corazón latiendo momentáneamente) necesita que


en su cuerpo ingrese oxígeno de manera inmediata. Las actualizaciones y
recomendaciones durante la pandemia covid-19 sobre ventilación asistida para pacientes
prehospitalarios cambiaron el modo de hacerlo. Esto se explicará en el ítem *4, pero se
debe recordar esto: no se debe hiperventilar al paciente. En los pacientes adultos, la
frecuencia de ventilación es de 1 ventilación c/6” (en el ítem *4 se explicará cómo y con qué
dispositivo hacerlo). Si es posible, además, se deberá conectar dicho dispositivo a una
fuente de O2 para mejorar la FiO2 del paciente (fracción inspirada de O2).

98
*4 - ¿Con que método se ventilará al paciente?

Aquí cabe hacer una gran aclaración derivada de la pandemia covid-19. Las nuevas
actualizaciones AHA contemplan una realidad. Cada vez que se ventile al paciente, como
así también se haga reanimación cardiopulmonar (RCP), se expulsarán por la vía aérea del
paciente, gran cantidad de micropartículas que pueden contener el virus sars-cov2 (hasta
que se demuestre lo contrario, todo paciente es portador del virus). Por ende, eso dificulta
la tradicional manera de poder ventilar a un paciente. AHA divide en 2 al personal de
primera respuesta y la forma de actuar ante estos casos:

• Personal lego: aquellos que no son profesionales de la salud, pero conocen las técnicas
de primeros auxilios. A estas personas, AHA recomienda no ventilar ante paro respiratorio,
sino iniciar de manera inmediata con RCP siguiendo el protocolo “hands only o sólo con las
manos”.

• Personal de salud: este segmento sí podrá ventilar, pero siguiendo los siguientes
lineamientos:

→ Equipo de protección personal (EPP) en cada integrante que intervenga.

→ Filtro HEPA para micropartículas para reducir la posibilidad de eliminación de


virus.

→ 2 profesionales para ventilar. Previo a la pandemia, un solo profesional bastaba


para ventilar (sello de máscara y compresión de bolsa), pero a partir de la
diseminación del virus sars-cov2 se vio en la necesidad de realizar un mejor sello.
Un profesional con ambas
manos sella el rostro con
la máscara del sistema
BVM (bolsa válvula
máscara, conocida como
AMBU) mientras que el
segundo comprime la
bolsa de resucitación
manual.

99
De igual manera, se contemplan las siguientes situaciones:

• Sin barrera. Considerado de riesgo (boca a boca). Se puede usar en la actualidad sólo
con convivientes (pareja, padres, hijos). Con este método solo le aportas el 16% de O2.
Garantizar una ventilación de 1” de duración cada 6”. No hiperventilarlo. ¿Cuánto
volumen? Aportar volumen de menos a más, hasta que se observe una moderada
expansión torácica. Esta técnica sólo para personas convivientes que no presenten flujo
contaminante en boca (vómito, sangre, pus, sialorrea).

• Con barrera. Fijar bien la barrera en el paciente (máscara


pocket). Si la barrera tiene un puerto para administrar
oxígeno y este está disponible, administrar 12-15lts. Se
puede llegar a 40-60% FiO2. Garantizar 1 ventilación de 1”
de duración cada 6” segundos. No hiperventilarlo. ¿Cuánto
volumen? Aportar volumen de menos a más, hasta que se
observe una moderada expansión torácica. Este método de
barrera se usa con convivientes que puedan presentar flujo
contaminante. Permite conexión a tubo de O2 (para todo
conviviente, tenga o no elemento contaminante).

• Con sistema BVM (bolsa válvula máscara – AMBU).


Mantener el sello de la máscara realizando la técnica doble E-C; administrar O2 por el
puerto del reservorio del dispositivo si lo tienes disponible. Administrando 12-15lts se puede
llegar al 100% de FiO2. Garantizar 1 ventilación de 1”de duración cada 6”. No
hiperventilarlo. ¿Cuánto volumen? Aportar volumen de menos a más, hasta que se
observe una moderada expansión torácica.

*5 - Solo con las manos

La reanimación cardiopulmonar o RCP se puede llevar a cabo mediante 2 protocolos.

• “Hands only” o sólo con las manos. No se realizan ventilaciones, sólo se priorizan
compresiones efectivas. Durante 2´realizar 200-240 compresiones, para luego verificar
pulso y respiración simultáneamente. Si recupera ventilación espontanea se considera que

100
su corazón volvió a latir, por ende,
se coloca en posición de
recuperación. De lo contrario, se
continua con RCP y se debe
considerar cambiar de
reanimador. Este es el protocolo
de acción ante paciente en paro
cardiorrespiratorio (PCR) en vía
pública, usando siempre barreras
de protección, donde ambos
(paciente y socorrista) deben usar
barbijo.

• 30x2x5. Este protocolo involucra ventilaciones combinadas con compresiones torácicas


ante paciente NO intubado. Cada ciclo de reanimación involucra 30 compresiones
intercaladas con 2 ventilaciones. Se debe repetir este ciclo 5 veces (durante 2´). Cumplido
esto, se verifica pulso y respiración simultáneamente. Si recupera ventilación espontanea
se considera que su corazón volvió a latir, por ende, se coloca en posición de recuperación.
Este protocolo NO se usa actualmente en vía pública, salvo personal de salud con todos
los requisitos explicaros en ítem *4

*6 - ¿DEA disponible?

Cuando llegue el DEA continuar RCP hasta que esté listo para colocarlo. Mientras la
persona que trajo el DEA lo activa y conecta al paciente, el otro socorrista debe seguir con
RCP hasta que el mismo dispositivo indique alejarse del paciente.

Son importantes las medidas de seguridad. Cuando el DEA recomiende una descarga
indicar con voz enérgica la siguiente secuencia: “yo libre” (quien lo conectó se separa),
“todos libres” (todos separados). Realizar la descarga e inmediatamente continuar con RCP
durante 2´ para luego continuar el ciclo de reanimación.

101
*7 - ABCDE sin trauma

Ante paciente clínico, se dará por sentado que no presenta hemorragia exanguinante
externa, por lo que la X se pasará por alto. Por ende, se inicia la valoración del paciente
con su vía aérea.

A) Apertura de la vía aérea. Verificar si nariz y boca presentan algún elemento


obstructivo (cuerpos extraños, alimento, fluidos, lengua). Para ello, primero se habla
al paciente para escuchar su respuesta y determinar si hay algún sonido que haga
sospechar la presencia de algún elemento. Lo mismo que la inspección visual ayudará
a ello. Para esto, se puede realizar la maniobra frente-mentón. Esto, garantiza la
permeabilidad de la vía aérea despejando la lengua. En caso de haber contenido,
considerar aspirar y colocar dispositivo básico como cánula oro u nasofaríngea.

B) Ventilación. Mediante inspección, palpación, auscultación y percusión, verificar


movimientos torácicos (simetría, velocidad y profundidad); chequear presencia o no
de trabajo respiratorio (tiraje) como así también ruidos respiratorios pulmonares
normales o anormales. No buscamos números (frecuencia) sino calidad y velocidad
(rápido, normal o lento). Considerar ventilar con BVM cuando su velocidad sea muy
rápida o lenta.

C) Circulación. Mediante la clínica, valorar el sistema cardiovascular. Para ello:

• Buscar pulso periférico (no valorar frecuencia, pero si velocidad, ritmicidad,


intensidad).

• Características de la piel (temperatura, color, sequedad/humedad).

• Llenado capilar. Tiempo normal de retorno, <2”.

D) Déficit neurológico. Se realiza una valoración neurológica rápida mediante el


acrónimo AVDI (¿alerta?, ¿responde a estímulos verbales? ¿responde a estímulos
dolorosos? ¿inconsciente?). Si el estado del paciente lo permite, valorar pupilas, las

102
que deben estar PIRRL (¿pupilas iguales?, ¿redondas?, ¿reactivas a la luz?).

*8 - XABCDE con trauma

Ante paciente con trauma, se debe hacer valoración de la cinemática del trauma para
orientarse en dónde buscar.

X - Control de hemorragia externa grave. Si bien hemorragias exanguinantes pueden


ser internas y externas, las internas se sospechan con la clínica (no son visibles), lo
que demora su detección, y aún más su tratamiento. Por el contrario, las externas son
las más simples de hallar, por lo que se inicia el abordaje de estos pacientes con su
búsqueda, detección y tratamiento.

El enfoque será sobre hemorragias graves cuyo origen sea en las extremidades. Una
vez detectadas, se las debe cohibir con el método más apropiado para ello, pudiendo
realizarse compresión directa, vendaje compresivo, empaquetamiento de herida o
torniquete. No es necesario perder tiempo cortando ropa para exponerlas
completamente ya que estas hemorragias copiosas llevan al deceso en pocos minutos.

A - Apertura de la vía aérea con control de columna cervical. Se debe garantizar el


control cervical manual para evitar generar más daño del que pueda ya existir. Hay que
recordar que no es obligatorio la colocación de collarín cervical. Ante alguna de las
siguientes situaciones:

• Dolor sobre línea media vertebral

• Déficit/foco neurológico

• Alteración de la consciencia

• Intoxicación con droga legal o ilegal

• Lesiones distractorias

Si el paciente presenta alguna de las condiciones mencionadas anteriormente, si se


debe inmovilizar con collarín cervical. La ausencia de las 5 anteriores, serían indicativas
de no necesitar el uso del collarín. En estos casos, se puede permeabilizar la vía aérea

103
mediante dos maniobras que no pongan en riesgo su columna cervical

• Maniobra de elevación del mentón.

• Maniobra de tracción mandibular.

En caso de haber contenido que “estorbe” en su vía aérea, considerar aspirar y colocar
dispositivo básico como cánula oro u nasofaríngea.

B - Ventilación. Mediante inspección, palpación, auscultación y percusión, verificar


movimientos torácicos (simetría, velocidad y profundidad); chequear presencia o no de
trabajo respiratorio (tiraje) como así también ruidos respiratorios pulmonares normales
o anormales. No buscamos números (frecuencia) sino calidad y velocidad (rápido,
normal o lento). Considerar ventilar con BVM cuando su velocidad sea muy rápida o
lenta. En este caso, contemplar patologías torácicas que puedan comprometer la
ventilación del paciente.

C - Circulación con detección de hemorragia interna y prevención de shock. Mediante


la clínica, valorar el sistema cardiovascular y sospechar la presencia de hemorragia
interna. Para ello:

• Buscar pulso periférico (no valorar frecuencia, pero si velocidad, ritmicidad,


intensidad).

• Características de la piel (temperatura, color, sequedad/humedad).

• Llenado capilar. Tiempo normal de retorno, <2”.

Recordar las “4P” de las zonas donde se puede acumular sangrado que comprometa
la volemia del paciente de manera crítica:

• Pecho (tórax)

• Panza (abdomen)

• Pelvis

• Pierna (muslo)

104
D - Déficit neurológico. Se realiza una valoración neurológica rápida mediante el
acrónimo AVDI (¿alerta?, ¿responde a estímulos verbales? ¿responde a estímulos
dolorosos? ¿inconsciente?). Si el estado del paciente lo permite, valorar pupilas, las
que deben estar PIRRL (¿pupilas iguales?, ¿redondas?, ¿reactivas a la luz?).

*10 - Evaluación secundaria

Una vez finalizada la evaluación primaria y el paciente esté estable (descartado/tratado y


controlado lesiones inmediatamente mortales), se puede llevar a cabo la valoración
secundaria. Esta evaluación secundaria tiene estos objetivos principales:

• Toma de signos vitales (control numérico de los mismos).

• Examen físico del paciente (valoración cefalocaudal) mediante el uso del DASH.

-D. Búsqueda de deformidades.

-A. Detección de heridas abiertas.

-S. Alteraciones de la sensibilidad al tacto, o dolor con la palpación.

-H. Hinchazón/ edemas al tacto desde cabeza a los pies.

Se debe explorar cada segmento corporal (cara, cabeza, todo el cuello, tórax, abdomen,
pelvis, miembros inferiores y miembros superiores). No olvidar examinar la espalda.

• Valoración neurológica completa mediante la escala del coma de Glasgow.

• Historia clínica del paciente, mediante el SAMPLE.

-S. Signos y síntomas.

-A. Alergias.

-M. Medicamentos.

-P. Patologías previas.

-L. La última ingesta oral.

-E. Eventos precipitantes.

105
UNIDAD 3
Soporte vital
básico

106
Las emergencias cardíacas conllevan peligro de muerte. El ataque al corazón (síndrome
coronario agudo) y el paro cardíaco, están entre las principales causas de enfermedades y
muerte en nuestro país. Todos los días alguien sufrirá un ataque al corazón o un paro
cardíaco en sus casas, parques y lugares de trabajo. Reconocer las señales de un ataque
al corazón y paro cardíaco, llamar al 911 o al número de emergencia local y brindar una
atención inmediata en una emergencia cardiaca son acciones que salvan vidas. Realizar
RCP y utilizar un desfibrilador externo automático (DEA) inmediatamente después de que
una persona sufra un paro cardiaco puede aumentar considerablemente sus posibilidades
de sobrevida.

Aquí conocerá cuáles son las señales a las que se tiene que prestar atención si se
sospecha que una persona está sufriendo un ataque al corazón o un paro cardíaco y cómo
atender estos casos puntuales. Además, este capítulo cubre eslabones importantes de la
cadena de supervivencia cardíaca.

A pesar de que las emergencias


cardíacas ocurren más
comúnmente en adultos,
también se presentan en bebés
y niños. Por lo que se abordarán
todos los rangos etarios.

107
GENERALIDADES

El corazón es un órgano fascinante. Late más de 3000 millones de veces en un tiempo de


vida promedio. El corazón tiene aproximadamente el tamaño de un puño y se ubica entre
los pulmones en el medio del pecho. Bombea sangre a todo el cuerpo y está protegido por
las costillas, el esternón y la columna vertebral. Dicho órgano, se divide en dos mitades,
una derecha y otra izquierda.

La sangre que contiene poco o ningún oxígeno ingresa al lado derecho del corazón (sangre
carbo oxigenada que proviene de todo el cuerpo) y es bombeada a los pulmones. La sangre
recoge el oxígeno que entra en los pulmones cuando respiramos.

Luego, esta sangre con alto contenido de oxígeno (sangre oxigenada) va al lado izquierdo
del corazón y es bombeada desde este a todo el cuerpo. El corazón y los órganos vitales
del cuerpo necesitan este suministro constante de sangre con alto contenido de oxígeno.

Una enfermedad cardiovascular es un estado anormal que afecta al corazón y a los vasos
sanguíneos. Las afecciones más comunes causadas por una enfermedad cardiovascular
incluyen la enfermedad coronaria, también conocido como síndrome coronario agudo (ya
que pueden ser más de un tipo de patología las que afecten dichas arterias, presentando
clínica muy similar) y accidente cerebro
vascular (llamado comúnmente como
“derrame cerebral”).

La enfermedad coronaria ocurre cuando


las arterias que suministran sangre al
miocardio se endurecen y se estrechan.
Este proceso se llama aterosclerosis. El
daño ocurre gradualmente, a medida que
los depósitos grasos y de colesterol
llamados placa se acumulan en las
paredes de las arterias internas. A
medida que se siga desarrollando esta

108
acumulación, las arterias se estrechan más. Esta acción reduce la cantidad de sangre que
puede circular por ellas y evita que el corazón reciba la sangre y el oxígeno que necesita.
Si el corazón no recibe la sangre con oxígeno, no funcionará adecuadamente.

Cada año, la enfermedad coronaria causa la muerte de aproximadamente la mitad de más


de 800.000 adultos que fallecen de una enfermedad cardiovascular. Cuando el corazón
funciona normalmente, los latidos son rítmicos y regulares, es decir, constantes. Cuando
un daño al corazón hace que deje de funcionar de forma efectiva, una persona puede sufrir
un infarto agudo de miocardio o IAM (integrante del síndrome coronario agudo). Un IAM
también puede causar que el corazón deje de latir completamente, llevando a un paro
cardiorrespiratorio o PCR. Pero hay que tener en cuenta que el IAM no es la única causa
de PCR, lo que de a poco se irá desarrollando.

ATAQUE AL CORAZÓN/IAM

Las enfermedades cardiacas son la


principal causa de muerte en los Estados
Unidos, tanto para hombres como para
mujeres, desde hace décadas. Cada 3
segundos, una persona sufre un ataque
cardiaco en el mundo.

Un ataque cardiaco se produce cuando se


forma una obstrucción o se produce un
espasmo grave en un vaso sanguíneo que
restringe el flujo de sangre y oxígeno al
músculo cardiaco. Por lo general durante un
ataque cardiaco, el corazón continúa
bombeando sangre.

Pero cuanto más tiempo transcurra sin que la víctima reciba tratamiento para restablecer
el flujo sanguíneo, mayor es el posible daño ocasionado al musculo cardiaco. A veces, el

109
músculo cardiaco dañado desencadena un ritmo anormal que puede derivar en un paro
cardíaco súbito.

Signos de ataque cardiaco

Los signos de un ataque cardiaco pueden ocurrir repentinamente y ser intensos. Sin
embargo, muchos ataques cardíacos comienzan lentamente, con un dolor o una molesta
leve. Activar al SEM si alguien presenta signos de ataque cardiaco:

• Molestia torácica: la mayoría de los


ataques cardiacos se manifiestan
mediante molestias en el centro del
tórax que duran más de unos minutos
y a menudo no se resuelven con
descanso. La molestia puede
desaparecer con el descanso y luego
regresar. Puede sentirse como
presión incómoda en el pecho,
opresión o dolor.

• Molestia en otras partes del torso: los síntomas pueden incluir dolor o molestias en el
brazo izquierdo (comúnmente) pero pueden ocurrir en ambos brazos, la parte superior de
la espalda, ambos brazos, mandíbula o el epigastrio (mal llamada “boca del estómago”).

• Ventilación entrecortada: esto puede ocurrir con o sin molestias torácicas.

• Otros signos: sudor frío (criodiaforesis), náuseas, vómitos o aturdimiento.

Los signos típicos de un ataque al corazón se basan en la experiencia con hombres blancos
de mediana edad. Es muy probable que las mujeres, los ancianos y las personas con
diabetes presenten signos menos típicos de un ataque cardiaco, como ventilación
entrecortada, debilidad, fatiga inusual, sudor frio y mareos. Las mujeres que reportan
molestias torácicas lo describen como presión en el pecho u opresión, más que dolor.

110
Ataque cardiaco y paro cardiaco súbito
La gente emplea a menudo los términos ataque cardiaco y paro cardiaco como si fuesen
sinónimos, pero no lo son.

• Un ataque cardiaco es un problema de


flujo sanguíneo. Se produce porque una
obstrucción o espasmo en un vaso
sanguíneo restringe o interrumpe
gravemente el flujo de sangre y oxígeno al
músculo cardíaco.

• El paro cardiaco súbito generalmente es


un problema de eléctrico. Ocurre cuando el
corazón desarrolla un ritmo anormal
(arritmia). Este ritmo anormal hace que el
corazón tiemble, o se detenga
completamente y deje de bombear sangre
al cerebro, los pulmones y otros órganos.

Al cabo de unos segundos, una víctima de paro cardiaco no responde no ventila, o solo
jadea o boquea. Y si no recibe tratamiento inmediato para salvar su vida fallece en cuestión
de minutos. El ataque cardiaco ocurre con más frecuencia que el paro cardiaco. Aunque la
mayoría de los ataques cardiacos no provocan un paro cardiaco, son una causa común.

Obstáculos al tratamiento para salvar vidas


El reconocimiento temprano, la intervención y el transporte tempranos de alguien con un
presunto ataque cardiaco es fundamental. El acceso temprano al SEM suele retrasarse
porque tanto la víctima como los testigos no reconocen los signos.

El tratamiento de rescate puede ser administrado por proveedores médicos de emergencia


en el camino al hospital, evitando perder valiosos minutos y músculo cardiaco.

A muchas personas les cuesta admitir que sus molestias pueden deberse a un ataque

111
cardiaco. Suelen decir:

• “Tengo muy buena salud" o "soy muy joven”.

• “No voy a molestar al médico por nada”.

• "No quiero asustar a mi mujer”

• “Qué vergüenza si no es un ataque cardiaco”.

• “Es solo indigestión”.

Si sospecha que alguien está sufriendo un ataque cardiaco, actuar rápidamente y activar
al SEM. No se debe dudar, incluso si la víctima no quiere admitir que tiene molestias.

Acciones para ayudar a una víctima de un ataque cardiaco


Un ataque cardiaco es una emergencia en la que el tiempo es fundamental. Cada minuto
cuenta. Si se considera que alguien está sufriendo un ataque cardiaco:

Paso 1. Hacer que la víctima se siente y permanezca tranquila.

Paso 2. Activar el SEM o pedirle a otra persona que lo haga. Busque el kit de primeros
auxilios y un DEA si hay alguno.

Paso 3. Alentar a los adultos que están alertas y experimentan dolor torácico a que
mastiquen y traguen aspirina (ácido acetilsalicílico) a menos que tengan una alergia
conocida a la aspirina o que un profesional de la salud les haya indicado que no la consuma
(la dosis es una aspirina® o dos aspirinetas®).

Paso 4. Si la víctima no responde y no respira o solo jadea, iniciar RCP.

Sistema de atención
El tiempo es músculo, donde cada minuto cuenta. Cuanto más tiempo pase una víctima de
un ataque cardiaco sin tratamiento, mayor será el daño al musculo cardiaco.

Las acciones de los profesionales de la salud durante las primeras horas de un ataque
cardiaco determinan cuánto se beneficiará un paciente del tratamiento. El objetivo es

112
disminuir el tiempo desde el inicio de los síntomas hasta la resolución de la obstrucción.

PARO CARDÍACO

Un paro cardíaco ocurre cuando el corazón deja de latir o tiene un latido muy ineficaz para
circular sangre al cerebro y otros órganos vitales. Los latidos o contracciones del corazón
se vuelven ineficaces si son débiles, irregulares o descoordinados, porque en ese momento
la sangre ya no circula por las arterias al resto del cuerpo. Cuando el corazón deja de latir
correctamente, el cuerpo no puede sobrevivir. Dejará de respirar pronto y los órganos del
cuerpo dejarán de recibir el oxígeno que necesitan para funcionar.

Sin oxígeno, se puede presentar daño cerebral en aproximadamente 4 a 6 minutos, y el


daño puede volverse irreversible después de 10 minutos. Una persona con paro cardíaco
está inconsciente, no respira y no tiene ritmo cardíaco. El corazón ha dejado de latir o tiene
latidos muy débiles e irregulares, por lo que no se puede detectar un pulso.

La enfermedad cardiovascular es la principal causa de paro cardíaco en adultos. Un paro


cardíaco también es consecuencia de ahogamiento, atragantamiento, abuso de drogas,
lesión grave, daño cerebral y electrocución. Entre las causas de un paro cardíaco en bebés
y niños se incluyen problemas respiratorios y en las vías respiratorias, lesión traumática,

113
un golpe fuerte en el pecho, enfermedad coronaria congénita y síndrome de muerte súbita
infantil.

Un paro cardíaco puede presentarse de forma repentina, sin ningún signo de advertencia,
a diferencia de un ataque al corazón. Esto se conoce como paro cardíaco repentino o
muerte cardíaca repentina, la cual es generada por una actividad eléctrica anormal y
caótica en el corazón (conocida como arritmias). La arritmia potencialmente mortal más
común es la fibrilación ventricular (FV). A estas arritmias potencialmente mortales se las
conoce también como ritmos de colapso. Según su posibilidad de ser desfibriladas o no,
pueden ser clasificadas en:

• Ritmos de colapso desfibrilables: fibrilación ventricular (FV); taquicardia ventricular sin


pulso (TVSP).

• Ritmos de colapso no desfibrilables: asistolia; actividad eléctrica sin pulso (AESP).

SOPORTE VITAL BÁSICO

El soporte vital básico (SVB/BLS) es el conjunto de maniobras y técnicas que se ponen en


marcha, para sustituir, mantener y restablecer la función cardiorrespiratoria del paciente.

Su objetivo es lograr una eficaz oxigenación, ventilación y circulación hasta el retorno de la


circulación espontánea o hasta que se puedan iniciar las intervenciones de soporte vital
cardiovascular avanzado (SVCA/ACLS).

Hay tres conceptos básicos que dan cuenta del porqué de cada maniobra aplicada en el
SVB:

• Circulación: La circulación es un sistema de logística y comunicación donde se


distribuyen, entre otros, nutrientes y oxígeno a todos los tejidos de nuestro cuerpo. Entre
esos nutrientes, la glucosa es un elemento esencial para la producción de energía celular,

114
la que nos mantiene vivos.

• Respiración/ventilación: Proceso que consta de una inspiración y una espiración


(mecánica ventilatoria). El aire que respiramos contiene un 21% de oxígeno. Cuando
ingresa aire en los pulmones gracias a la ventilación, parte de este oxígeno pasa a la sangre
en un proceso llamado hematosis (respiración). El oxígeno es distribuido y llega a todas las
células de todos los órganos del cuerpo.

• Energía: La energía usada en nuestro cuerpo, en forma de adenosina trifosfato (ATP) y


necesaria para el funcionamiento normal de cada estructura, se produce por medio de una
reacción metabólica celular donde se utiliza el oxígeno y la glucosa (transportados y
obtenidos por los sistemas mencionados anteriormente). Sin energía, en pocos segundos
las células comienzan a sufrir. A los pocos minutos muchas de ellas comenzarán a morir
(necrosis) de forma irreversible. Sin estos elementos esenciales, hay órganos que
empiezan a sufrir daño de manera casi inmediata, como cerebro, corazón y pulmones, que
entre los primeros 4-6 minutos ya empiezan a mostrar signos de daño tisular.

Ya comprendida la importancia del funcionamiento de los sistemas cardiovascular y


respiratorio, es importante reconocer dos situaciones (una de las cuales, ya fue analizada
anteriormente):

• Paro respiratorio. En este caso el paciente ha dejado de respirar, pero su corazón aún
sigue bombeando sangre con el remanente de oxígeno que la sangre contiene. En este
caso se aplicarán ventilaciones de rescate (desarrollado ver más adelante) para intentar
restituir el intercambio de aire y continuar proveyendo oxígeno al sistema hasta la
respiración espontánea se reestablezca. De no lograr una buena ventilación (asistida o
espontánea), en cuestión de minutos se agotará la reserva de oxígeno de los pulmones y
el paciente pase a un paro cardíaco.

• Paro cardiorrespiratorio. El paciente ha dejado de respirar y su corazón ha dejado de


bombear sangre de forma efectiva. Lo que quiere decir que la muerte es inminente. En este
caso se debe poner en marcha la técnica de reanimación cardiopulmonar (RCP), que
consiste en realizar compresiones torácicas (para que el corazón pueda seguir bombeando
hasta que este vuelva a latir por sus propios medios) más ventilaciones (como se mencionó
en el ítem anterior).

115
CADENA DE SOBREVIDA

El término cadena de supervivencia refleja los elementos del concepto de sistema


asistencial de la atención cardiovascular de emergencia. La cadena de supervivencia
muestra las acciones que se deben llevar a cabo para entregarle la mejor posibilidad de
supervivencia a una víctima de paro cardiaco. A pesar de que cada eslabón es
independiente, se conecta a los eslabones de antes y después. Si uno de los eslabones se
rompe, la probabilidad de que el resultado sea bueno disminuye.

Como se mencionó anteriormente, un paro cardiaco puede ocurrir en cualquier lugar, ya


sea en la calle, en el domicilio, en un servicio de emergencias médicas prehospitalario
(SEM), en la cama del hospital o en la unidad de cuidados intensivos. Los elementos en el
sistema de atención y el orden de las acciones en la cadena de supervivencia difieren según
la situación. La atención dependerá de si la victima sufre el paro fuera del hospital o dentro
de él. La atención también depende de si la víctima es un adulto, un niño o un lactante. Las
acciones en la cadena de supervivencia se diferencian de acuerdo con el entorno
(intrahospitalario o extrahospitalario) y el grupo etario.

Por lo tanto, pueden diferenciarse 4 cadenas de sobrevida según entorno y edad:

• Paro cardiaco intrahospitalario y extrahospitalario en pacientes pediátricos.

• Paro cardiaco intrahospitalario y extrahospitalario en pacientes adultos.

(En este módulo se analizarán sólo las cadenas de sobrevida extrahospitalarias).

Aunque existen leves diferencias en las cadenas de supervivencia basadas en la edad de


la víctima y en el lugar donde ocurre el paro cardiaco, cada cadena incluye los siguientes
elementos:

• Prevención y preparación.

• Activación del sistema de respuesta a emergencias.

116
• RCP de alta calidad, incluida la desfibrilación temprana.

• Intervenciones de reanimación avanzada.

• Cuidados postparo cardiaco.

• Recuperación.

1- Prevención y preparación

La prevención y preparación son la base para el reconocimiento temprano del paro cardiaco
y una respuesta rápida.

La mayoría de los paros cardiacos extrahospitalarios en adultos son inesperados y ocurren


en casa. Que el desenlace clínico sea favorable depende de la realización temprana de
una RCP de alta calidad y de una desfibrilación rápida durante los primeros minutos tras el
paro. De ahí la importancia de la enseñanza en reconocimiento de PCR y técnicas de RCP,

117
los que son determinantes para mejorar el desenlace clínico.

La prevención incluye medidas para mejorar la salud de las personas y las comunidades.
La preparación incluye programas públicos de concientización y capacitación para ayudar
a las personas a reconocer los signos de un ataque cardiaco y paro cardiaco, y a tomar
medidas eficaces.

El desarrollo de los sistemas de respuesta a emergencias y capacitación en RCP de la


comunidad es importante. Los trabajadores de despacho de emergencias o call de
emergencias (es decir, las personas que reciben las llamadas, los operadores telefónicos
de emergencias) que dan instrucciones de RCP, ayudan a aumentar las tasas de RCP
realizadas por un testigo y a mejorar los resultados. Esta RCP asistida por telemedicina
permite que el público general realice una RCP de alta calidad y una desfibrilación
temprana.

Las aplicaciones de teléfonos celulares o los mensajes de texto pueden estar disponibles
para convocar a reanimadores legos que tengan entrenamiento en la realización de RCP.
Las aplicaciones o los mapas del teléfono celular pueden ayudar a los reanimadores a
localizar el DEA más cercano. Contar con una disponibilidad generalizada de un DEA
contribuye a que se pueda realizar una desfibrilación temprana y, así, se salven vidas. Esto
siempre está sujeto a disponibilidad en cada país.

2- Activación del sistema de respuesta emergencias

Por lo general, activar el sistema de respuesta a


emergencias significa gritar para pedir ayuda a quien
esté cerca o llamar al número local de
emergencias. En el lugar de trabajo, cada
empleado debe saber cómo activar el sistema
de respuesta a emergencias en su entorno.
Cuanto antes un reanimador lo active el sistema de
respuesta a emergencias, más pronto llegará el
siguiente nivel de asistencia.

118
3- RCP de alta calidad, incluida la desfibrilación temprana

El RCP de alta calidad con interrupciones mínimas y la desfibrilación temprana son las
acciones que más se relacionan con la obtención de buenos resultados en la reanimación.
Realizar una RCP de alta calidad inmediatamente después de que comienza el paro
cardiaco, en conjunto con la desfibrilación temprana, puede duplicar o triplicar las
posibilidades de supervivencia.

Tanto las personas no profesionales como los profesionales de la salud pueden llevar a
cabo estas intervenciones urgentes. Los testigos sin entrenamiento en RCP deben, por lo
menos, realizar compresiones torácicas (conocido también como RCP sólo las manos o
“hands only”). Incluso sin entrenamiento, estos testigos pueden realizar compresiones
torácicas con la ayuda del despachador del call de emergencias quien guía
telefónicamente.

4- Intervenciones de soporte vital avanzado

Los proveedores con capacitación médica pueden efectuar intervenciones avanzadas


durante un intento de reanimación. Algunas intervenciones avanzadas son la obtención de
acceso vascular, la administración de medicamentos y la colocación de un dispositivo
avanzado para la vía aérea. Otras son la obtención de un electrocardiograma (ECG) de 12
derivaciones o el inicio del monitoreo cardiaco avanzado. Pero más allá de ello, una RCP
de alta calidad y la desfibrilación son intervenciones clave que constituyen la base para
lograr un resultado exitoso.

Los reanimadores legos realizan una RCP de alta calidad y desfibrilación con un DEA hasta
que un equipo de varios reanimadores se encargue del intento de reanimación. Este equipo
de alto rendimiento continuará con la desfibrilación y RCP de alta calidad, y puede efectuar
intervenciones avanzadas.

5- Cuidados postparo cardiaco

Tras el retorno de la circulación espontánea (RCE), todas las víctimas de paro cardiaco

119
reciben cuidados postparo cardiaco. Ellos incluyen el apoyo rutinario de cuidados
intensivos, como la ventilación mecánica y el control de la presión arterial. Estos cuidados
empiezan en el terreno y continúan durante el traslado a un centro médico.

6- Recuperación

La recuperación tras un paro cardiaco continúa mucho después del alta del hospital. Según
el resultado, el sobreviviente de paro cardiaco puede necesitar intervenciones específicas.
Es posible que se requiera de intervenciones para abordar la causa subyacente de un paro
cardiaco o para proporcionar rehabilitación cardiaca.

Algunos pacientes necesitan una


rehabilitación enfocada en la
recuperación neurológica. El apoyo
psicológico para el paciente y la familia
es importante durante el periodo de
recuperación. Los reanimadores también
pueden beneficiarse de este apoyo
psicológico.

Soporte vital básico (SVB) para pacientes adultos

Cualquier persona puede ser un reanimador capaz de salvar la vida a una víctima de paro
cardiaco. Las habilidades específicas de RCP que utiliza un reanimador dependen de una
gran cantidad de variables, por ejemplo, su nivel de entrenamiento, experiencia y confianza
en sí mismo (es decir, la competencia del reanimador).

120
Otras variables son el tipo de victima (adulta o pediátrica), equipo disponible y la presencia
de otros reanimadores. Un reanimador que está solo y que tiene un entrenamiento limitado,
o que tiene entrenamiento, pero su equipo es limitado, puede realizar RCP usando solo las
manos.

Un reanimador más entrenado puede hacer una RCP 30:2 (30 compresiones y 2
ventilaciones). Cuando hay una mayor cantidad de reanimadores presentes, éstos pueden
coordinarse para realizar RCP.

Una serie de ejemplos de cómo se llevarían a cabo estos procedimientos son:

• RCP usando sólo las


manos. Un solo
reanimador con poco
entrenamiento sin
equipo que presencia
un paro cardiaco en un
hombre de mediana
edad podría realizar
únicamente
compresiones torácicas
hasta que llegue la
ayuda.

Nota: Serías vos al finalizar esta materia.

• RCP 30:2. Un policía con entrenamiento en soporte vital básico que encuentra a un
adolescente que está sufriendo un paro cardiaco realizará compresiones torácicas y
ventilaciones con una frecuencia de 30 compresiones y 2 ventilaciones. Recuerda que los
principales elementos en RCP son las compresiones, vía aérea y ventilación.

Nota: Serías vos al finalizar esta materia y la primera parte de la formación.

121
• Equipo de alto rendimiento. Tres paramédicos quienes los llaman para atender a una
mujer que está sufriendo un paro cardiaco realizarán una RCP coordinada. El primero hará
compresiones torácicas, el segundo proporcionará ventilaciones con un dispositivo bolsa-
mascarilla y el tercero utilizará el DEA.

También asumirá la función de supervisor de RCP (este supervisor ayudará a los miembros
del equipo a realizar una RCP de alta calidad y minimizar las pausas entre las compresiones
torácicas).

Nota: Serías vos al finalizar la formación de paramédico.

Los esfuerzos coordinados de varios reanimadores durante RCP pueden elevar las
probabilidades de éxito de la reanimación. Los equipos de alto rendimiento reparten las
tareas entre sus miembros durante un intento de reanimación. Como parte de ese equipo,
su labor consiste en aplicar las habilidades de RCP de alta calidad para ayudar en la mayor
medida posible en cada acción.

Algoritmo de SVB en adultos para profesionales de la salud

Este algoritmo describe los pasos que un solo reanimador y varios reanimadores deben
llevar a cabo en un adulto que no responde.

Un reanimador que llega al costado de una víctima potencial de paro cardiaco debe seguir
estos pasos secuenciales del algoritmo:

Paso 1: Confirmar la seguridad de la escena.

Asegúrese de que la escena sea segura para quien socorre y para la víctima.

Paso 2: Comprobar si la victima responde.

Golpear suavemente los hombros de la víctima. En voz alta, preguntarle "¿Se encuentra

122
bien? ¿me escucha?". Si la víctima no responde, activar SEM, obtener un DEA o enviar a
alguien a buscarlo.

Paso 3: Evaluar pulso y


ventilación.

Verificar el pulso y respiración al


mismo tiempo para determinar
las próximas acciones que se
deben efectuar. Dicha
valoración no debe durar más
de 10 segundos.

123
124
Pasos 3a y 3b: Determinar las siguientes acciones en función de si la ventilación es normal
y si se detecta pulso.

• Si la victima ventila con normalidad y tiene pulso, monitorear a la víctima.

• Si la víctima no ventila con normalidad, pero TIENE:

-Proporcionar ventilaciones de rescate a un ritmo de 1 ventilación cada 6


segundos o 10 ventilaciones por minuto.

-Comprobar el pulso aproximadamente cada 2 minutos. Si no detecta pulso,


realice una RCP de alta calidad.

-Si se sospecha un consumo de opioides, administrar naloxona en caso de estar


disponible y se deben seguir los protocolos locales.

• Si la víctima no ventila con normalidad o solo jadea o boquea y no tiene pulso, iniciar
RCP de alta calidad.

Paso 4: Iniciar RCP de alta calidad.

Realizar 30 compresiones torácicas seguidas de 2 ventilaciones. Utilizar un DEA tan pronto


como esté disponible.

Pasos 5 y 6: Utilizar el DEA tan pronto como esté disponible.

Seguir las instrucciones del DEA para comprobar el ritmo.

Paso 7: Si el DEA detecta que el ritmo es desfibrilable, administrar 1 descarga.

Reanudar RCP inmediatamente hasta que el DEA lo indique, para permitir la comprobación
del ritmo, aproximadamente cada 2 minutos. Continuar realizando RCP y utilizando el DEA
hasta que los proveedores de soporte vital avanzado (médica/os, paramédica/os,
enfermera/os) se encarguen o la victima comience a ventilar, moverse o reaccionar de
alguna forma.

125
Paso 8: Si el DEA detecta que el ritmo no es desfibrilable, reanudar RCP.

En caso de ritmo no desfibrilable por DEA, se debe continuar obligadamente con RCP de
alta calidad hasta que el DEA lo indique para permitir la comprobación del ritmo,
aproximadamente cada 2 minutos. Continuar realizando la RCP y utilizando el DEA hasta
que los proveedores de soporte vital avanzado se encarguen o la victima comience a
ventilar, moverse o reaccionar de alguna forma.

Verificación de pulso y respiración en adultos


Se debe evaluar a la víctima para comprobar si ventila con normalidad y tiene pulso. De
esta forma, podrás decidir las siguientes acciones apropiadas.

Para minimizar la demora del inicio de RCP, se debe evaluar la respiración al mismo tiempo
que comprueba el pulso. Compruebe el pulso durante 5 segundos como mínimo y 10
segundos como máximo.

Comprobación del pulso carotídeo en adulto

Para comprobar el pulso en un adulto, palpe para detectar el pulso carotideo. Si no se


detecta ningún pulso al cabo de 10”, iniciar RCP de alta calidad con la realización de
compresiones torácicas.

Para detectar el pulso carotideo, se debe:

• Con 2 o 3 dedos, localizar la


tráquea (en el lado más cercano al
cuerpo del reanimador).

• Deslizar los dedos en el surco


ubicado entre la tráquea y los
músculos de la parte lateral del
cuello, donde puede sentir el
pulso carotideo.

126
• Tocar para sentir el pulso durante al menos 5”, pero no superar los 10”. Si no detecta
pulso, iniciar RCP comenzando por las compresiones torácicas.

En todas las situaciones, al comprobarse que no hay pulso ni ventilación, y antes de iniciar
RCP, se debe activar SEM y enviar a alguien a buscar un DEA.

Comprobación de ventilación en adulto

Para comprobar la ventilación, no se debe tardar más de 10” para ver si el tórax de la
víctima se eleva y desciende.

• Si la victima está ventilando, monitorear a la víctima hasta que llegue más asistencia.

• Si la víctima no ventila o solo jadea o boquea, prepararse para iniciar RCP de alta
calidad. Jadear o boquear no se considera una ventilación normal y es un signo de paro
cardiaco.

127
Compresiones torácicas de alta calidad

La base de una RCP de alta calidad son las compresiones torácicas. Comprimir el pecho
durante RCP bombea sangre desde el corazón hasta el cerebro y al resto del cuerpo. Cada
vez que detiene las compresiones torácicas, el flujo sanguíneo desde el corazón hasta el
cerebro y el resto de los órganos disminuye de forma considerable.

Cuando se reanudan las compresiones, son necesarias varias de estas para que el flujo
sanguíneo vuelva a los niveles en los que estaba antes de la interrupción. Así, cuanto más
a menudo se interrumpan las compresiones torácicas y más largas sean las interrupciones,
menor será el suministro sanguíneo al cerebro y a los órganos esenciales. Si la víctima no
ventila con normalidad o solo jadea o boquea y no tiene pulso, iniciar RCP mediante la
realización de compresiones torácicas.

Posicionar a la víctima

Posicionarla en decúbito supino (boca arriba) sobre una superficie firme y plana, como el
suelo o una tabla. Esto ayudará a garantizar que las compresiones torácicas sean lo más
efectivas posible. Si la víctima se encuentra tendida sobre una superficie blanda, como un
colchón, la fuerza utilizada para realizar las compresiones torácicas hundirá todo el cuerpo
de la víctima en dicha superficie. Una superficie firme permite comprimir el tórax y el
corazón para crear un flujo sanguíneo adecuado.

128
Relación compresión-ventilación

Los reanimadores que actúen solos deberían usar la relación compresión-ventilación de 30


compresiones y 2 ventilaciones cuando realicen RCP a víctimas de cualquier edad.

Frecuencia de las compresiones

Comprimir a una frecuencia de entre 100 y 120cpm. Esta frecuencia es la misma que se
utiliza en todas las víctimas de paro cardiaco.

Profundidad de las compresiones

Comprima el pecho 5 cm como mínimo. A medida que practiques esta habilidad, recuerda
que las compresiones torácicas casi siempre son demasiado superficiales, más que
demasiado profundas. Sin embargo, también es posible hacer compresiones muy
profundas. Comprimir a una profundidad mayor a 6 cm. en adultos puede reducir la
efectividad de la compresión y causar lesiones. El uso de un dispositivo de
retroalimentación de calidad de RCP puede ayudarlo a alcanzar la profundidad de
compresión óptima, que es de 5 a 6 cm.

Expansión completa del tórax

Permitir que el tórax se expanda completamente después de cada compresión. La


expansión completa del tórax permite que la sangre fluya hacia el corazón. Una expansión
incompleta del tórax reduce el llenado del corazón entre compresiones y el flujo sanguíneo
que producen las compresiones torácicas. Para ayudar a garantizar una expansión
completa, se debe evitar mantener la presión sobre el pecho entre las compresiones. Los
tiempos de compresión torácica y expansión completa del tórax deberían ser
aproximadamente iguales.

Interrupciones de las compresiones torácicas

Se deben reducir al mínimo las interrupciones de las compresiones torácicas. Un menor


tiempo de interrupción entre compresiones se asocia con un mejor resultado. La proporción

129
de tiempo durante el cual los reanimadores llevan a cabo las compresiones torácicas en
RCP se denomina fracción de las compresiones torácicas (FCT). Una FCT de al menos un
60% aumenta la probabilidad del RCE, el éxito de las descargas y la supervivencia tras el
alta del hospital. Con un buen trabajo en equipo y entrenamiento, los reanimadores a
menudo pueden lograr un 80% o más.

Este debe ser el objetivo en todos los episodios de reanimación del equipo.

No se debe mover a la víctima mientras se está realizando RCP, a menos que esta se
encuentre en un entorno peligroso (por ejemplo, dentro de un edificio en llamas) o si cree
que no puede realizar RCP de forma efectiva en las circunstancias en las que se encuentra
en ese momento.

Cuando llega la ayuda, el equipo de reanimación, siguiendo el protocolo local, puede optar
por continuar con RCP en la escena o trasladar a la víctima a un centro adecuado sin
interrumpir los esfuerzos de rescate. Proporcionar un soporte vital básico de alta calidad es
esencial en todo momento durante el episodio de reanimación.

Técnica de compresión torácicas

1. Situarse a un lado de la víctima.

a. Hay que asegurarse de que la víctima se encuentra tendida boca arriba sobre una
superficie firme y plana. Si la víctima se encuentra tendida boca abajo, se la debe girar
con precaución. Ante sospecha de lesión en el cuello o cabeza, tratar de mantener la
cabeza, el cuello y el torso alineados al girar a la víctima boca arriba. Lo ideal es que se
cuente con ayuda para voltearla.

2. Colocar en posición las manos y cuerpo para realizar las compresiones torácicas.

130
a. Se debe poner el talón de una
mano sobre el centro del pecho
de la víctima, en la mitad inferior
del esternón.

b. Colocar el talón de la otra


mano encima de la primera.

c. Poner los brazos firmes y


colocar los hombros
directamente sobre las manos.

3. Realizar compresiones torácicas con una frecuencia de 100-120cpm.

4. Hundir el tórax al menos 5cm en cada


compresión.

Esto requiere de fuerza. Asegurarse de


presionar el esternón de la víctima de
forma perpendicular hacia abajo en cada
compresión.

5. Al final de cada compresión, siempre debe permitir la expansión completa del tórax.

Evite mantener la presión sobre el pecho entre las compresiones.

6. Reducir al mínimo las interrupciones de las compresiones torácicas.

131
Técnica alternativa para las compresiones torácicas
Si hay dificultades para presionar de forma profunda durante las compresiones, se puede
hacer lo siguiente:

• Colocar una mano en el


esternón para presionar sobre el
tórax.

• Agarre la muñeca de esa mano


con la otra para sujetar la primera
mano mientras ejerce presión
sobre el tórax.

Esta técnica es puede resultar útil


para los reanimadores que padecen de afecciones articulares, por ejemple, artritis.

Compresiones para una mujer embarazada


No deben retrasarse las compresiones torácicas en una mujer embarazada que está
sufriendo un paro cardiaco. El RCP de alta calidad, que incluye el apoyo respiratorio y la
intervención médica temprana, puede aumentar las posibilidades de supervivencia de la
madre y su hijo.

Si no realiza RCP en una mujer embarazada


cuando es necesario, la vida de ambos está en
riesgo. Se realizarán compresiones torácicas de
alta calidad y ventilación como en cualquier víctima
de paro cardiaco.

Tener en cuenta que, cuando una mujer con un


embarazo notorio (de unas 20 semanas) está
tendida sobre su espalda, el útero comprime los
vasos sanguíneos de mayor tamaño ubicados en el abdomen (arteria aorta abdominal y
vena cava inferior). Esta presión puede interferir en el flujo sanguíneo hacia el corazón

132
generado por las compresiones torácicas.

El desplazamiento lateral uterino (DLU) manual puede ayudar a aliviar esta presión. Para
ello, se mueve el útero de la paciente de forma manual hacia la izquierda para aliviar la
presión sobre los vasos sanguíneos de mayor tamaño que están sobre la línea media del
cuerpo.

Si hay reanimadores adicionales presentes, y


estos están entrenados, realice un DLU
continuo, además de proporcionar un soporte
vital básico de alta calidad.

Si se revivió a la mujer, se la debe colocar sobre


su lado izquierdo (decúbito lateral izquierdo).
Esto puede ayudar a mejorar el flujo sanguíneo
hacia su corazón y, por lo tanto, hacia el hijo.

133
Ventilaciones de rescate

Apertura de la vía aérea

Para que las ventilaciones sean efectivas, la vía aérea de la víctima debe estar abierta. Hay
tres métodos para abrir la vía aérea:

• Maniobra de extensión de la cabeza y elevación del mentón.

• Tracción mandibular.

• Elevación del mentón.

(Estas maniobras ya fueron explicadas en la sección de evaluación primaria del paciente,


por lo que no se volverán a desarrollar. Es recomendable que las repases. Sólo se revisarán
los dispositivos para ventilar).

Dispositivos de barrera para proporcionar ventilaciones

Cuando se proporcionan ventilaciones durante RCP, la precaución estándar es utilizar un


dispositivo de barrera. Algunos ejemplos son las mascarillas de bolsillo (de preferencia) y
las barreras faciales. Los reanimadores deberían sustituir las barreras faciales por una
mascarilla de bolsillo a la primera oportunidad.

Las infecciones ocasionadas por realizar RCP son sumamente improbables. El registro de
dichos casos es muy acotado. Sin embargo, los protocolos locales de seguridad y salud
pueden requerir que los trabajadores de la salud usen precauciones estándar cuando
realicen RCP en el lugar de trabajo.

134
Mascarillas de bolsillo tipo pocket

Comunican vía aérea paciente/mascarilla/boca socorrista. Normalmente, las mascarillas de


bolsillo tienen una válvula unidireccional que desvía del reanimador el aire exhalado, la
sangre o los fluidos orgánicos de la víctima. La válvula unidireccional permite que la
ventilación del reanimador entre en la boca y la nariz de la víctima, y evita que el aire que
exhala la víctima se traspase al reanimador.

Las mascarillas de bolsillo están


disponibles en diferentes tamaños
para adultos, niños y lactantes. Para
usar una mascarilla de bolsillo, hay
que situarse a un lado de la víctima.
Esta es la posición ideal para
realizar RCP con 1 reanimador, ya
que permite administrar
ventilaciones y compresiones
torácicas sin tener que cambiar de posición cada vez que se pasa de las compresiones a
las ventilaciones y viceversa.

Estos son los pasos para abrir la vía aérea con la extensión de la cabeza y elevación del
mentón, y proporcionar ventilaciones con una mascarilla de bolsillo:

1. Situarse a un lado de la víctima.

2. Colocarle la mascarilla de bolsillo sobre el rostro a la víctima y usar el puente de la nariz


como referencia para situarla en la posición correcta.

3. Pegar la mascarilla de bolsillo al rostro:

a. Con la mano que está más cerca de la parte superior de la cabeza de la víctima,
situar los dedos índice y pulgar en los bordes superiores de la mascarilla.

135
b. Colocar el pulgar de la otra
mano en el borde inferior de la
mascarilla.

c. Ubicar los demás dedos de la


otra mano en la sección ósea de
la mandíbula y levantar esta
última. Realizar una extensión de
la cabeza y elevación del mentón
para abrir la vía aérea.

d. Mientras se levanta la mandíbula, presionar con fuerza y sobre el borde exterior de


la mascarilla de bolsillo para pegarla al rostro.

4. Administrar cada ventilación durante 1 segundo, tiempo suficiente para hacer que se
eleve el tórax de la víctima.

136
Dispositivos bolsa-mascarilla

Utilizar un dispositivo bolsa-mascarilla, si


está disponible, para realizar una
ventilación con presión positiva a una
víctima que no ventila o que lo hace de
forma anormal. El dispositivo consta de
una bolsa conectada a una mascarilla
facial. Si la bolsa se infla
automáticamente, puede utilizarla con un
suministro de oxígeno o sin él.

Si no está conectada al flujo de oxígeno, entrega aproximadamente un 21% de O2 del aire


ambiental. Algunos dispositivos bolsa-mascarilla tienen una válvula unidireccional. El tipo
de válvula puede variar de un dispositivo a otro.

Las mascarillas faciales están disponibles en diversos tamaños. Los tamaños habituales
son lactantes (pequeña), niño (mediana) y adulto (grande). Para un ajuste adecuado, la
mascarilla debe cumplir con las siguientes condiciones:

• La mascarilla debe extenderse desde el puente de la nariz hasta justo arriba del borde
inferior del mentón.

• Cubrir la nariz y la boca; asegúrese


de que la mascarilla no aplique
presión en los ojos.

La mascarilla flexible y acolchada


debe proporcionar un sello
hermético. Si el sello no es
hermético, la ventilación será
ineficaz. La ventilación con bolsa-
mascarilla durante la RCP es más
efectiva cuando 2 reanimadores la administran en conjunto. Un reanimador abre la vía
aérea y sella la mascarilla contra el rostro mientras el otro comprime la bolsa.

137
Técnica de ventilación con bolsa-mascarilla (1 reanimador)

Estos son los pasos para abrir la vía aérea con la extensión de la cabeza y elevación del
mentón, y utilizar un dispositivo bolsa-mascarilla para administrar ventilaciones a la víctima:

1. Situarse a la cabeza de la víctima.

2. Colocar la mascarilla sobre el rostro


de la víctima y utilizar el puente de la
nariz como referencia para situarla en
la posición correcta. Utilizar la técnica
de sujeción C-E para sostener la
mascarilla en su lugar mientras se
eleva la mandíbula para mantener
abierta la vía aérea.

a. Inclinar la cabeza de la víctima.

b. Colocar la mascarilla sobre el rostro de la víctima en el puente de la nariz.

c. Utilizar los dedos pulgar e índice de una mano de tal manera que forme una "C"
a cada lado de la mascarilla y presionar los bordes de la mascarilla contra el rostro.

d. Usar los dedos restantes


para levantar los ángulos de la
mandíbula (3 dedos forman
una "E"). Abrir la vía aérea y
presionar el rostro contra la
mascarilla.

3. Apretar la bolsa para realizar


las ventilaciones mientras
observa si se eleva el pecho.
Administrar cada ventilación durante 1”, independientemente de si utiliza oxigeno
adicional o no.

138
Técnica de ventilación con bolsa-mascarilla (2 o más reanimadores)

Si hay 3 o más reanimadores presentes, 2 de ellos pueden realizar una ventilación con
bolsa-mascarilla más efectiva que 1 solo reanimador. Dos reanimadores trabajan juntos de
esta manera:

1. El primer reanimador, ubicado a la cabeza de la víctima, abre la vía aérea y coloca el


dispositivo bolsa-mascarilla siguiendo los pasos descritos anteriormente. Este
reanimador debe tener cuidado de no
apretar demasiado la mascarilla, dado
que podría empujar la mandíbula de la
víctima hacia abajo y bloquear la vía
aérea.

2. El segundo reanimador, situado junto a


la víctima, aprieta la bolsa.

Soporte vital básico con 2 reanimadores para adultos

Cuando se presenta un adulto que no responde y hay otros reanimadores disponibles, se


trabajará en conjunto para seguir los pasos descritos en el algoritmo de soporte vital básico
en adultos para profesionales de la salud. Cuando hay más reanimadores disponibles para
realizar un intento de reanimación, es posible llevar a cabo más tareas al mismo tiempo.

El primer reanimador que llegue al lado


de una posible víctima de paro
cardiaco, debe evaluar rápidamente la
escena para determinar la seguridad y
comprobar si la victima responde. Este
reanimador debe enviar al otro a
activar el SEM y traer el DEA.

A medida que lleguen más reanimadores, el primer reanimador irá asignando tareas. Los

139
reanimadores adicionales pueden ayudar con la ventilación con bolsa-mascarilla, las
compresiones y el uso del DEA.

Funciones y obligaciones del equipo para 2 o más reanimadores

Cuando hay más reanimadores disponibles para un intento de reanimación, pueden realizar
más tareas al mismo tiempo. En RCP con dos reanimadores cada reanimador tiene tareas
específicas.

Reanimador 1: Realiza compresiones.

• Debe situarse a un lado de la víctima.

• Asegurarse de que la víctima se encuentre boca arriba sobre una superficie firme y
plana.

-Realizar compresiones torácicas.

-Comprimir a una frecuencia de 100-120cpm y con una profundidad mínima de 5cm


en el -caso de los adultos.

-Permitir que el tórax se expanda completamente después de cada compresión y


evitar mantener la presión sobre el tórax de la víctima entre las compresiones.

-Minimizar las interrupciones de las compresiones (limitar las interrupciones de las


compresiones a menos de 10”).

-Usar una relación


compresión-ventilación de
30:2.

-Contar las compresiones


en voz alta.

• Intercambiar la función de
realizar compresiones con el otro
reanimador cada 5 ciclos o cada
2´ (o antes si se siente cansado).

140
El cambio de posiciones se tiene que hacer en menos de 5”.

Reanimador 2: Proporciona ventilaciones.

• Situarse a la cabeza de la víctima.

• Mantener abierta la vía aérea mediante:

-Maniobra de extensión de la cabeza y elevación del mentón

-Tracción mandibular.

• Administrar las ventilaciones observando la elevación del tórax y evitando una


ventilación excesiva.

• Incentivar al primer reanimador a que haga las siguientes acciones:

-Realizar compresiones que tengan la profundidad y velocidad suficientes.

-Permitir una expansión completa del tórax entre compresiones.

• Cuando solo haya 2 reanimadores disponibles, estos se deben turar en la función de


compresor cada 5 ciclos, o cada 2´ aproximadamente, y deben intercambiar sus
posiciones en menos de 5”.

Intervención eficaz del equipo para minimizar las interrupciones entre


las compresiones

Los equipos eficaces se comunican de forma continua. Si el compresor cuenta en voz alta,
el reanimador encargado de las ventilaciones puede anticiparse al momento de
administrarlas. Este método permite al reanimador prepararse para ventilar de una forma
eficiente y minimizar las interrupciones de las compresiones.

Además, al contar en voz alta, los reanimadores estarán al tanto para turnarse.

Efectuar compresiones torácicas efectivas es un trabajo intenso. Si el compresor se cansa,


las compresiones torácicas no serán tan efectivas. Para reducir el cansancio del
reanimador, es necesario intercambiar la función de compresor cada 5 ciclos (cada 2´) o

141
antes si hace falta. Para minimizar las interrupciones, los reanimadores se deben
intercambiar sus funciones mientras el DEA analiza el ritmo.

El cambio de posiciones se tiene que hacer en menos de 5”.

Algunos proveedores de soporte vital básico cuentan con una preparación específica en
entrenamiento de RCP para ayudar al equipo de reanimación a minimizar las interrupciones
de las compresiones torácicas A esta función se le denomina supervisor de RCP.

¿Qué es un supervisor de la RCP?

Muchos equipos de reanimación ahora incluyen la función de supervisor de la RCP. El


supervisor de la RCP apoya la realización de habilidades de soporte vital básico de alta
calidad, lo que permite que el líder del equipo se concentre en otros aspectos de la atención
clínica.

Los estudios han demostrado que los equipos de reanimación con un supervisor de la RCP
realizan RCP de mayor calidad con una FCT superior e interrupciones más cortas que los
equipos que no cuentan con uno.

El supervisor de la RCP no necesita tener una función independiente; puede combinarse


de manera más efectiva con las responsabilidades del monitor/desfibrilador. Sus principales
responsabilidades son ayudar a los miembros del equipo a proporcionar una RCP de alta
calidad y minimizar las interrupciones entre las compresiones. El supervisor de la RCP
necesita una línea de visión directa al compresor, así que deben estar junto al desfibrilador.

Aquí hay una descripción de las acciones del supervisor de la RCP

• Coordinar el inicio de la RCP: tan pronto como se identifica que un paciente no tiene pulso,
el supervisor de la RCP anuncia "soy el supervisor de RCP" y les indica a los reanimadores
que comiencen con las compresiones torácicas. El supervisor de RCP puede ajustar el
entorno para ayudar a garantizar una RCP de alta calidad. Puede bajar las barandillas de
la cama o la cama misma, colocar un banco o girar a la víctima para colocar una tabla y
parches de desfibrilador para facilitar RCP de alta calidad.

142
• Instruir para mejorar la calidad de las compresiones torácicas: el supervisor de la RCP
realiza observaciones acerca del cumplimiento de la profundidad de las compresiones, la
frecuencia y la expansión completa del tórax. Establece los datos del dispositivo de
retroalimentación de RCP para ayudar a que el compresor mejore su rendimiento. Esto es
útil, porque la evaluación visual de la calidad de RCP suele ser inexacta.

• Indicar los objetivos de rango medio: el supervisor de RCP indica los objetivos de rango
medio específicos para que las compresiones y la ventilación estén dentro del rango
recomendado. Por ejemplo, debería indicarle al compresor que realice las compresiones
con una frecuencia de 110 por minuto, en vez de una frecuencia de entre 100 y 120 por
minuto.

• Controlar el logro los objetivos de rango medio: el supervisor de RCP realiza


observaciones a los miembros del equipo acerca de la frecuencia y el volumen de
ventilación. Si es necesario, también deben recordarle al equipo la relación compresión-
ventilación.

• Ayudar a minimizar la duración de las interrupciones entre las compresiones: el supervisor


de RCP se comunica con el equipo para ayudarlo a minimizar la duración de las
interrupciones entre las compresiones. Las interrupciones se generan cuando el equipo
realiza la desfibrilación, intercambia la función de compresor y efectúa un manejo avanzado
de la vía aérea.

Desfibrilador externo automático para adultos y niños >8 años

Un desfibrilador externo automático (DEA), es un equipo ligero, portátil y computarizado


que puede identificar un ritmo cardiaco anormal que precisa una descarga. El DEA puede
administrar una descarga capaz de interrumpir el ritmo anormal y restablecer el ritmo
cardiaco normal. Son fáciles de usar. Permiten que tanto las personas sin experiencia como
los profesionales de la salud realicen la desfibrilación de forma segura.

143
EI DEA identifica los ritmos cardíacos anormales
como desfibrilables o no desfibrilables. Los ritmos
desfibrilables se tratan con desfibrilación. La
descarga detiene el ritmo anormal. Esto
restablece el sistema eléctrico del corazón para
que pueda volver a su ritmo normal (organizado).

Si reaparece la circulación efectiva, el músculo


cardiaco de la víctima puede volver a bombear
sangre. Este tendrá un latido que produce un
pulso palpable (un pulso que el reanimador puede
sentir). A esto se le llama retorno de la circulación espontánea o RCE.

Entre los signos de RCE se encuentran la ventilación, tos, movimiento, pulso palpable o
presión arterial medible.

Desfibrilación temprana

La desfibrilación temprana aumenta las probabilidades de supervivencia tras un paro


cardiaco causado por un ritmo cardiaco anormal o irregular, una arritmia. Las arritmias se
producen cuando los impulsos eléctricos que hacen latir el corazón se suceden de una
forma demasiado rápida, demasiado lenta o errática. Dos arritmias desfibrilables
potencialmente mortales que causan paro cardiaco son la taquicardia ventricular sin pulso
(TVSP) y la fibrilación ventricular (FV).

• TVSP. Cuando las cámaras inferiores del corazón (ventrículos) comienzan a


contraerse a un ritmo muy rápido, se desarrolla una frecuencia cardiaca rápida que
recibe el nombre de taquicardia ventricular. En casos extremadamente graves, los
ventrículos bombean de forma tan rápida e ineficiente que no hay un pulso detectable
(es decir, el "sin pulso" en TV). Los tejidos y órganos del cuerpo (sobre todo corazón,
cerebro y pulmones) dejan de recibir oxígeno.

• FV: En este ritmo de paro, la actividad eléctrica del corazón se vuelve caótica. El
músculo cardiaco se agita de una forma rápida y asincrónica, por lo que el corazón no

144
bombea sangre.

Es necesario realizar una


desfibrilación temprana y
RCP de alta calidad,
además de aplicar todos
los componentes de la
cadena de supervivencia
para mejorar las
probabilidades de
supervivencia en casos de
TVSP y FV.

Llegada del DEA

Cuando llegue el DEA, se lo debe ubicar a un lado de la víctima, cerca del reanimador que
va a manejarlo. Esta posición permite acceder mejor a los controles del DEA y asegura una
colocación sencilla de los parches.

Asimismo, permite que un segundo reanimador continue realizando la RCP de alta calidad
desde el lado contrario de la víctima, sin interferir en el funcionamiento del DEA. Verificar
que los parches del DEA estén situados directamente sobre la piel y no sobre ropa, parches
medicamentosos ni dispositivos implantados.

Manejo de un DEA

Ante todo, lo primero es abrir el DEA. Si es necesario, encenderlo y seguir las indicaciones
del DEA, las que pueden ser de voz electrónica o indicaciones en la pantalla digital.

Para reducir el tiempo que transcurre hasta la administración de la descarga, se deben


realizar los siguientes pasos en un periodo no mayor a 30” después de la llegada del DEA
al lugar donde se encuentra la víctima.

145
1. Abrir el maletín de transporte (si corresponde) y encender el DEA si es necesario.

a. Algunos se encienden automáticamente al abrir la tapa o el maletín.

b. Seguir las indicaciones del DEA.

2. Colocar los parches del DEA sobre el tórax desnudo de la víctima. Evite colocar los
parches sobre ropa, parches de medicamento o dispositivos implantados. Elegir los
parches de adultos para las víctimas de 8 años en adelante. Esto debe hacerse mientras
un segundo reanimador continúa con RCP.

a. Retirar la lámina de los parches del DEA.

b. Colocar los parches adhesivos del DEA sobre el tórax desnudo de la víctima. Seguir
las indicaciones de los diagramas de colocación que figuran en el parche.

c. Conectar los cables de conexión al dispositivo DEA (algunos DEA tienen cables
preconectados).

3. Alejarse de la víctima y permitir que el DEA analice el ritmo.

a. Cuando el DEA lo indique, hacer que todos los presentes se aparten de la víctima
durante el análisis, asegurándose de que ninguna persona la esté tocando, ni siquiera
el reanimador encargado de administrar las ventilaciones.

b. Algunos DEA indican pulsar un botón para que el equipo pueda comenzar el análisis
del ritmo cardiaco; otros lo harán automáticamente. El análisis del DEA puede tardar
unos segundos.

c. A continuación, el DEA indicará si la victima necesita una descarga.

4. Si el DEA aconseja una descarga, indicará alejarse de la víctima y administrarla.

a. Antes de esto, indicar a los presentes que se aparten. Asegurarse de que nadie toca
a la víctima.

146
-Indicar en voz alta a todos los presentes que se alejen de la víctima (por ejemplo:
"Aléjense todos").

-Realizar comprobación visual para asegurarse de que nadie está en contacto con
la víctima.

b. Pulsar el botón de descarga, que provocará una contracción súbita de los músculos
de la víctima.

5. Si el DEA indica que no se aconseja administrar descarga, o después de aplicar una,


reanudar inmediatamente RCP, se inicia inmediatamente con las compresiones
torácicas.

6. Al cabo de unos 5 ciclos o 2´ de RCP, el DEA indicará repetir los pasos 3 y 4.

147
148
Opciones de colocación de los parches del DEA

Colocar los parches del DEA siguiendo el diagrama en los parches. Las 2 colocaciones
habituales son la anterolateral y la anteroposterior (AP).

→ Colocación anterolateral

Se colocarán los dos parches en el tórax


desnudo de la víctima, ubicando uno de
ellos justo debajo de la clavícula
derecha y el otro a un costado del pezón
izquierdo, con el borde superior del
parche ubicado a 7 u 8cm debajo de la
axila.

→ Colocación anteroposterior

Se colocarán los parches en el tórax


desnudo de la víctima, ubicando uno de
los parches en el centro del tórax
(anterior) y el otro en el centro de la
espalda (posterior); otra opción es
colocar un parche en el lado izquierdo
del tórax, entre el lado izquierdo del
esternón y el pezón izquierdo, y el otro
en el lado izquierdo de la espalda de la víctima, junto a la columna.

Siempre coloque los parches directamente sobre la piel, evitando el contacto con ropa,
parches de medicamentos y dispositivos implantados.

EI DEA también puede incluir parches más pequeños diseñados específicamente para
menores de 8 años. No se deben utilizar parches pediátricos en un adulto. Los parches
para niños administran una energía de descarga que es insuficiente para un adulto y no

149
sería eficaz. Es mejor realizar RCP de alta calidad que intentar aplicar una descarga a una
víctima adulta con parches de desfibrilación pediátricos.

Circunstancias especiales al momento de colocar el DEA

Al colocar los parches de DEA, es posible que tenga que tomar medidas adicionales si la
víctima presenta las siguientes características: tiene vello torácico; está sumergida en agua
o tiene agua o liquido cubriéndole el pecho; tiene implantado un desfibrilador o un
marcapasos; tiene un parche de medicación por vía transdérmica u otro objeto en la
superficie de la piel donde necesita colocar los parches del DEA; es una mujer embarazada;
usa joyas o ropa gruesa.

Vello torácico

Los parches del DEA pueden pegarse al pelo y no a la piel del tórax. Si esto ocurre, el
DEA no podrá analizar el ritmo cardiaco de la víctima y mostrará un mensaje advirtiendo
la necesidad de "comprobar las almohadillas de electrodos" o "comprobar los parches
de desfibrilación".

Siempre comprobar si la victima tiene vello torácico antes de colocar los parches. Luego,
si es necesario, usar la rasuradora incluida en el maletín de transporte del DEA para
rasurar la zona donde colocará los parches. Si no se dispone de una rasuradora, pero
hay un segundo juego de parches, usar el primero para quitar el vello.

Colocar el primer juego de parches, presionarlo para que se adhieran lo más posible y
tirar de ellos rápidamente. Después, colocar el segundo juego.

Presencia de agua u otros líquidos

El agua y otros líquidos conducen la electricidad. No utilizar el DEA cerca de agua.

• Si la víctima se encuentra sumergida, se la debe quitar de allí.

• Si el tórax está cubierto con agua o sudor, limpiar rápidamente el tórax antes de
conectar los parches del DEA.

• Si la victima está tendida sobre nieve o un charco pequeño, se puede usar el DEA
después de limpiar el tórax rápidamente.

150
Desfibriladores y marcapasos implantados

Las victimas con un riesgo elevado de sufrir un paro cardiaco súbito pueden tener
desfibriladores o marcapasos implantados que administran descargas de forma
automática y directamente al corazón. Si coloca un parche del DEA justo encima de un
dispositivo médico implantado, este puede interferir en la administración de la
descarga.

Estos dispositivos son fáciles de identificar, porque crean un bulto duro debajo de la
piel que, generalmente, se encuentra en la parte superior izquierda del tórax, pero
también se puede encontrar en la parte superior derecha del tórax o el abdomen. El
tamaño del bulto puede variar desde el tamaño de una moneda grande hasta la mitad
de una baraja de cartas.

Si identifica un desfibrilador o marcapasos implantado, realizar lo siguiente:

• Si es posible, evitar colocar el parche del DEA justo encima del dispositivo
implantado.

• Seguir los pasos normales de manejo del DEA.

Parches de medicación transdérmica

No colocar los parches del DEA directamente sobre un parche de medicamento. El


parche puede interferir en la transferencia de energía del parche del DEA al corazón.
Esto también podría causar quemaduras leves en la piel. Algunos ejemplos de
parches de medicamento son los de nitroglicerina, nicotina, analgésicos y terapia de
sustitución hormonal.

Si no retrasará la administración de la descarga, se puede el parche y limpie la zona


antes de colocar el parche del DEA. Para evitar la transferencia de medicación del
parche al socorrista, utilizar guantes. Recordar siempre la necesidad de evitar los
retrasos en la medida de lo posible.

151
Mujer embarazada

Debe utilizar un DEA en una mujer embarazada que sufre un paro cardiaco del mismo
modo que lo haría con cualquier otra víctima en la misma situación. La descarga del
DEA no dañará al hijo. Sin un tratamiento que le salve la vida a la madre, el hijo
probablemente no sobrevivirá.

Si se revivió a la mujer, se la debe colocar sobre su lado izquierdo. Esto ayuda a


mejorar el flujo sanguíneo hacia su corazón y, por lo tanto, hacia el hijo.

Ropa y joyas

Retirar rápidamente la ropa. Si la ropa de una persona es difícil de quitar, pueden


realizar las compresiones sobre la ropa. Si hay un DEA disponible, quitar toda la ropa
que cubre el tórax, porque no se deben colocar parches sobre la ropa.

No es necesario que quite las joyas de la persona, siempre y cuando no entren en


contacto con los parches del DEA.

Soporte vital básico en lactantes y niños

En esta sección, se describe el soporte vital básico para lactantes y niños. Hay que recordar
que los lactantes tienen menos de 1 año (en esta categoría no se incluyen los recién
nacidos) y los niños tienen una edad comprendida entre 1 año y la pubertad.

Algoritmo de SVB pediátrico para profesionales de la salud con un único reanimador

Aquí, se describen los pasos que debe seguir un único reanimador ante un lactante o un
niño que no responde.

El primer reanimador que llegue al lado de un lactante o niño que pueda estar en paro
cardíaco debe seguir estos pasos secuenciales en el algoritmo:

152
Paso 1: Asegurarse de que la situación sea segura para el socorrista y para la víctima.

Paso 2: Comprobar si la víctima responde y solicite ayuda. Tocar los hombros del niño.

En voz alta, preguntarle "¿Estás bien?". Si la víctima no responde, pedir ayuda y activar
el SEM.

Paso 3: Evaluar la respiración y el pulso. Verificar el pulso para determinar las próximas
acciones que se deben efectuar. Para disminuir el retraso en el inicio de RCP, se deben
evaluar respiración y pulso aI mismo tiempo. No debería tardar más de 10”.

Pasos 3a y 3b: Determinar las siguientes acciones en función de si la ventilación es


normal y si se detecta pulso:

• Si la victima ventila con normalidad y se detecta pulso:

-Activar SEM si aún no se ha hecho.

-Monitorear a la víctima hasta que llegue el personal de emergencia.

• Si la víctima no ventila con normalidad, pero si se detecta pulso:

-Proporcionar ventilación de rescate: realice 1 ventilación cada 2” o 3”, o entre 20-


30 ventilaciones por minuto.

-Evaluar la frecuencia del pulso durante 10”.

Pasos 4, 4a y 4b: ¿La frecuencia cardiaca es inferior a 60Ipm con signos de mala
perfusión?

• Si la respuesta es sí, iniciar RCP.

• Si la respuesta es no, continúe con la ventilación de rescate. Comprobar el pulso


aproximadamente cada 2´. Si no se detecta pulso, iniciar RCP.

153
Pasos 5 y 5a: ¿Alguien presenció el desmayo súbito?

Si la respuesta es afirmativa, activar SEM si aún no se ha hecho y buscar un DEA.

Paso 6: Si no se presenció el desmayo: iniciar RCP con ciclos de 30 compresiones y 2


ventilaciones. Utilizar un DEA tan pronto como esté disponible.

Paso 7: Después de unos 2´, si continua solo el respondiente, activar SEM y buscar un
DEA si no lo ha hecho todavía.

Paso 8: Utilizar el DEA tan pronto como esté disponible. Seguir las instrucciones de este,
para comprobar el ritmo.

Paso 9: Si el DEA detecta que el ritmo es desfibrilable, administrar 1 descarga y reanudar


RCP inmediatamente, hasta que el DEA lo indique, para permitir la comprobación del
ritmo, cada 2´. Continuar realizando RCP y utilizando el DEA hasta que los proveedores
de soporte vital avanzado se encarguen de la víctima, o bien, esta comience a ventilar,
moverse o reaccionar de alguna forma.

154
155
Paso 10: Si el DEA detecta que el ritmo no es desfibrilable, reanudar RCP de alta calidad
hasta que el DEA indique para permitir la comprobación del ritmo, cada 2´. Continuar
realizando RCP y utilizando el DEA hasta que los proveedores de soporte vital avanzado
se encarguen o la victima comience a ventilar, moverse o reaccionar de alguna forma.

Evaluación de pulso y respiración

Comprobar la respiración normal y el pulso del lactante o niño ayudará a decidir las
siguientes acciones apropiadas. Debe evaluar la respiración y el pulso al mismo tiempo. No
tarde más de 10 segundos en comprobar ambos para poder iniciar la RCP rápidamente, si
es necesario.

→ Ventilación

Para comprobar la ventilación, no demorar más de 10” para ver si el tórax de la víctima se
eleva y desciende.

• Si la víctima está ventilando: monitorear a la víctima hasta que llegue más asistencia.

• Si la víctima no ventila o solo jadea o boquea: la victima tiene un paro respiratorio o


(si no hay pulso detectable) un paro cardiaco (jadear no se considera una ventilación
normal y es un signo de paro cardíaco.

→ Pulso

Lactante: para comprobar el pulso en un


lactante, palpar el pulso braquial.

• Colocar 2 o 3 dedos en la cara interna de


la parte superior del brazo, a media altura
entre el codo y el hombro del lactante.

• Presionar con los dedos y sentir el pulso


durante al menos 5”, pero no más de 10”.

156
Niño: para comprobar el pulso en
un niño, se sentirán el pulso
carotideo o el femoral. Para
comprobar el pulso carotídeo de
un niño, utilizar la misma técnica
que para un adulto.

A continuación, se explica como


comprobar el pulso de la arteria
femoral:

• Colocar 2 o 3 dedos en la cara interna del muslo, en el punto intermedio entre el hueso
de la cadera y el hueso púbico,
y justo debajo del surco donde
la pierna se une con el torso.

• Sentir el pulso durante 5”


como mínimo, pero no más de
10”.

Si no detecta ningún pulso al


cabo de 10”, iniciar RCP de alta
calidad comenzando por las
compresiones torácicas.

Signos de mala perfusión

La perfusión es el flujo de sangre oxigenada del corazón a través de las arterias a los tejidos
del cuerpo. Para identificar signos de mala perfusión, evaluar lo siguiente:

• Temperatura: extremidades frías.

• Estado mental alterado: disminución progresiva de la consciencia/respuesta.

• Pulsos: pulsos débiles.

• Piel: palidez, piel marmórea (de apariencia desigual) y, posteriormente, cianosis

157
(labios o piel de tonalidad azulada).

Realice compresiones torácicas de alta calidad

Las compresiones torácicas de alta calidad son la base de una RCP.

Relación compresión-ventilación

La relación compresión-ventilación en el caso de reanimadores que intervienen solos es la


misma tanto en adultos como en niños y lactantes, es decir, 30:2.

Sin embargo, cuando 2 reanimadores intentan reanimar a un lactante o un niño, deben


utilizar una relación compresión-ventilación de 15:2.

Frecuencia de las compresiones

La frecuencia universal de compresiones en todas las víctimas de paro cardiaco es de 100-


120cpm.

Profundidad de las compresiones

En el caso de un lactante, comprimir al menos un 1/3 del diámetro anteroposterior del tórax
del lactante (aproximadamente 4cm).

En el caso de un niño, comprimir al menos un 1/3 del diámetro anteroposterior del tórax
(aprox. 5cm) en cada compresión.

Expansión completa del tórax

Durante RCP, la expansión completa del tórax permite que la sangre fluya hacia el corazón.
Una expansión incompleta del tórax reduce el llenado del corazón entre compresiones y el
flujo sanguíneo que producen las compresiones torácicas.

Para ayudar a garantizar una expansión completa, evitar mantener la presión sobre el
pecho entre las compresiones.

158
Los tiempos de compresión torácica y expansión completa del tórax deberían ser
aproximadamente iguales.

Interrupciones de las compresiones torácicas

Reducir al mínimo las interrupciones de las compresiones torácicas. Un menor tiempo de


interrupción entre las compresiones torácicas se asocia con un mejor resultado.

Técnicas de compresión torácica


Para las compresiones torácicas en niños, usar 1 o 2 manos. Para la mayoría de los niños,
la técnica de compresión es la misma que para un adulto: con 2 manos (se aplica el talón
de una mano y el talón de la otra se coloca encima de la primera). En el caso de un niño
pequeño, puede resultar adecuado realizar compresiones con 1 sola mano para lograr la
profundidad de compresiones deseada.

Ya sea que use una o ambas manos, comprimir al menos 1/3 del diámetro AP del tórax
(aprox. 5cm) en cada compresión.

En el caso de los lactantes, los reanimadores que están solos pueden utilizar la maniobra
con 2 dedos o 2 pulgares y manos alrededor del tórax. Si hay varios reanimadores, es
preferible la maniobra con 2 pulgares y manos alrededor del tórax.

Si no puede comprimir con los dedos la profundidad necesaria en un lactante, puede usar
el talón de una mano.

Lactante, técnica con 2 dedos

Paso 1. Colocar al lactante sobre una superficie firme y plana.

Paso 2. Colocar 2 dedos en el centro del tórax del lactante, justo por debajo de la línea de
los pezones, sobre la mitad inferior del esternón. No presionar la punta del esternón.

159
Paso 3. Realizar compresiones con una
frecuencia de 100-120cpm.

Paso 4. Comprimir al menos 1/3 del


diámetro anteroposterior del tórax del
lactante (aprox. 4cm).

Paso 5. Al término de cada compresión,


hay que asegurarse de permitir que el tórax
se expanda completamente; evite mantener
la presión sobre el tórax.

Los tiempos de compresión torácica y expansión completa del tórax deberían ser
aproximadamente iguales. Minimizar las interrupciones de las compresiones (ej., al
administrar ventilaciones) a menos de 10”.

Paso 6. Después de cada 30 compresiones, abrir la vía aérea con una maniobra de
extensión de la cabeza y elevación del mentón, y realizar 2 ventilaciones de 1” de duración
cada una. El tórax debería elevarse con cada ventilación.

Paso 7. Después de unos 5 ciclos o 2´de RCP, si se encuentra un solo reanimador y nadie
ha activado el SEM, dejar al lactante (o llevarlo consigo) y activar al SEM (y de ser posible,
buscar un DEA).

Paso 8. Proseguir con las compresiones y ventilaciones a una relación de 30 compresiones


y 2 ventilaciones. Utilizar el DEA tan pronto como esté disponible. Esto se mantiene hasta
los profesionales de soporte vital avanzado tomen el relevo o el lactante comience a
ventilar, moverse o reaccionar de alguna forma.

160
Lactante: maniobra con 2 pulgares y manos alrededor del tórax

La maniobra con 2 pulgares y manos


alrededor del tórax es la preferida
cuando 2 reanimadores realizan la
RCP, pero también puede ser
utilizada por 1 solo reanimador. Esta
maniobra genera un mejor aporte
sanguíneo al músculo cardíaco,
contribuye a asegurar una
profundidad y una fuerza uniformes,
puede producir presiones arteriales
más elevadas.

Paso 1. Colocar al lactante sobre una superficie firme y plana.

Paso 2. Ubicar los dos pulgares juntos en el centro del tórax del lactante, sobre la mitad
inferior del esternón. Los pulgares se pueden superponer en el caso de lactantes pequeños.
Con los dedos de ambas manos, rodear el tórax del lactante y sostenerlo desde la espalda.

Paso 3. Con las manos rodeando el tórax, utilizar ambos pulgares para hundir el esternón
con una frecuencia de 100-120cpm.

Paso 4. Comprimir al menos 1/3 del diámetro anteroposterior del tórax del lactante (aprox.
4cm)

Paso 5. Después de cada compresión, liberar toda la presión que se ejerce sobre el
esternón y permitir que el tórax se expanda por completo.

Paso 6. Después de cada 15 compresiones, detenerse brevemente para que el segundo


reanimador tenga tiempo de abrir la vía aérea con una maniobra de extensión de la cabeza
y elevación del mentón y realizar 2 ventilaciones de 1” de duración cada una. El tórax
debería elevarse con cada ventilación. Minimizar las interrupciones de las compresiones
(ej., al administrar ventilaciones) a menos de 10”.

161
Paso 7. Proseguir con las compresiones y ventilaciones a una relación de 15 compresiones
y 2 ventilaciones (con 2 reanimadores). El reanimador que lleva a cabo las compresiones
torácicas debería turnarse con el otro
reanimador cada 2´ para evitar la
fatiga y preservar la eficacia de las
compresiones torácicas.

Continuar con las compresiones


hasta que llegue el DEA, los
profesionales soporte vital avanzado
tomen el relevo o el lactante
comience a ventilar, moverse o
responder de alguna forma. Una
alternativa adicional para las
compresiones en un lactante o niño es usar el talón de una mano. Esta técnica puede ser
útil para los lactantes más grandes o si el reanimador tiene dificultades para comprimir a la
profundidad adecuada con los dedos o pulgares.

Técnica de ventilaciones

Las ventilaciones son importantes para lactantes y niños con paro cardiaco. Cuando se
produce un paro cardiaco de forma súbita, el contenido de O2 de la sangre suele ser
adecuado para abastecer la demanda de O2 del organismo durante los primeros minutos
posteriores al paro cardiaco. Por lo tanto, en caso de un paro cardiaco súbito con testigos,
las compresiones torácicas por si solas pueden ser una forma eficaz de distribuir O2 al
corazón y al cerebro.

Sin embargo, el paro cardiaco en lactantes y niños puede no ser súbito y suele estar
causado por complicaciones respiratorias.

Los lactantes y niños que desarrollan un paro cardiaco a menudo presentan insuficiencia
respiratoria o paro respiratorio que reduce el contenido de O2 en la sangre, incluso antes

162
de que se produzca el paro cardiaco. En consecuencia, para la mayoría de los lactantes y
niños en paro cardiaco, las compresiones solas no suministran sangre oxigenada a corazón
y cerebro con la misma eficacia que las compresiones y ventilaciones.

Por lo tanto, es de vital importancia que los lactantes y los niños reciban tanto compresiones
como ventilaciones durante RCP de alta calidad.

Apertura de la vía aérea

Como ya se explicó en el adulto, para que las ventilaciones de rescate sean efectivas, la
vía aérea debe estar abierta. Aquí se pueden aplicar los mismos métodos del adulto para
despejar la vía aérea, como la maniobra de extensión de la cabeza y elevación del mentón,
y la maniobra de tracción de la mandíbula. Al igual que ocurre con los adultos, si se
sospecha una posible lesión craneal o cervical, usar la maniobra de tracción de la
mandíbula. Si no se consigue abrir la vía aérea con la tracción mandibular, utilizar la
maniobra de extensión de la cabeza y elevación del mentón.

Ventilación con un dispositivo de barrera

Cuando administre ventilación con bolsa-mascarilla a un lactante o un niño, tener en


cuenta:

• Seleccionar una bolsa y una mascarilla de un tamaño apropiado. La mascarilla debe


abarcar por completo la boca y la nariz de la víctima sin cubrir los ojos ni extenderse por

163
debajo del borde inferior del mentón.

• Realizar una maniobra de extensión de la cabeza y elevación del mentón para abrir la
vía aérea de la víctima. Presionar la mascarilla contra la mandíbula formando un sello
hermético entre el rostro del niño y la mascarilla.

• Conectar un suministro complementario de oxígeno si está disponible.

164
Algoritmo de SVB pediátrico para profesionales de la salud con 2 o más
reanimadores

165
Soporte vital básico con 2 reanimadores para lactantes y niños
El primer reanimador que llegue al lado de un lactante o un niño que no responde debería
seguir rápidamente los primeros 2 pasos del algoritmo. A medida que lleguen más
reanimadores, se asignarán las funciones y responsabilidades. Como equipo de varios
reanimadores, se seguirán los pasos secuenciales del algoritmo. Cuando hay más
reanimadores disponibles para un intento de reanimación, pueden realizar algunas tareas
al mismo tiempo.

Paso 1: Confirmar la seguridad de la escena. Asegurarse de que la escena sea segura


para el socorrista y la víctima.

Paso 2: Comprobar si la víctima responde y solicitar ayuda. Tocar los hombros del niño.
En voz alta, preguntarle "¿Estás bien?". Si la víctima no responde, pedir ayuda y activar el
SEM. El primer reanimador se queda con la victima mientras el segundo reanimador activa
el SEM y obtiene el DEA y el equipo para emergencias.

Paso 3: Evaluar la ventilación y el pulso. Verificar el pulso para determinar las próximas
acciones que se deben efectuar. Para disminuir el retraso en el inicio de RCP, se debe
evaluar la respiración y el pulso al mismo tiempo. No se debería tardar más de 10”.

Pasos 3a y 3b: Determinar las siguientes acciones en función de si la ventilación es normal


y si se detecta pulso:

• Si la victima ventila con normalidad y se detecta pulso, activar SEM y monitorear a la


víctima hasta que llegue el personal de emergencias.

• Si la víctima no ventila con normalidad, pero si se detecta pulso:

-Proporcionar ventilación de rescate realizando 1 ventilación cada 2”- 3” o entre 20-


30 ventilaciones por minuto. Evaluar la frecuencia del pulso durante 10”

166
Pasos 4, 4a y 4b: ¿La frecuencia cardiaca es inferior a 60lpm (menos de 6 latidos dentro
de 10”) con signos de mala perfusión?

• Si la respuesta es sí, iniciar RCP.

• Si la respuesta es no, continuar con la ventilación de rescate. Comprobar el pulso cada


2´. Si no se detecta pulso, iniciar RCP.

Paso 5: El primer reanimador inicia los ciclos de RCP con 30 compresiones y 2


ventilaciones. Cuando el segundo reanimador regresa, continúa los ciclos de RCP con 15
compresiones y 2 ventilaciones. Utilizar el DEA tan pronto como esté disponible.

Paso 6: Seguir las instrucciones del DEA para comprobar el ritmo.

Paso 7: Si el DEA detecta que el ritmo es desfibrilable, administrar 1 descarga y reanudar


RCP inmediatamente, hasta que el DEA indique interrumpirlas para permitir la
comprobación del ritmo, aproximadamente cada 2´.

Continuar realizando RCP y utilizando el DEA hasta que los proveedores de soporte vital
avanzado se encarguen o la victima comience a ventilar, moverse o reaccionar de alguna
forma.

Paso 8: Si el DEA detecta que el ritmo no es desfibrilable, reanudar RCP de alta calidad
hasta que el DEA lo indique, para permitir la comprobación del ritmo, cada 2´ aprox.

Continuar realizando RCP y utilizando el DEA hasta que los profesionales de cuidados
avanzados se encarguen o la víctima comience a ventilar, moverse o reaccionar de alguna
forma.

167
Desfibrilador externo automático para lactantes y niños
menores de 8 años

Los reanimadores pueden utilizar un DEA cuando intentan reanimar a lactantes y niños
menores de 8 años.

DEA con función pediátrica para reducir


las dosis de energía de descarga

La mayoría de los modelos de DEA están


diseñados para intentos de reanimación tanto
en niños como en adultos. Estos DEA
administran una energía de descarga
reducida cuando se emplean los parches
pediátricos.

Una forma común de reducir la energía de descarga es conectar un sistema de atenuación


para dosis pediátricas. Un sistema de atenuación reduce la energía de descarga
aproximadamente en 2/3. Típicamente, un sistema de atenuación administra la descarga
con energía reducida a través de parches para niños.

A menudo, el sistema de atenuación para dosis pediátricas viene preconectado a los


parches pediátricos.

Selección y colocación de los parches del


DEA

Si es posible, se deben usar parches de


desfibrilación pediátricos para lactantes y niños
menores de 8 años. Si no se disponen de parches
pediátricos, utilizar parches para adulto.

Siempre hay que asegurarse que los parches no

168
estén en contacto entre si ni superpuestos. Los parches de desfibrilación para adulto
administran una energía de descarga más elevada, pero siempre es mejor esto que no
realizar ninguna descarga.

Para la colocación de los parches, siempre hay que las instrucciones del fabricante del DEA
y las ilustraciones de los parches del DEA. Algunos DEA requieren la colocación de parches
de desfibrilación pediátricos en el tórax y en la espalda (posición anteroposterior), mientras
que otros requieren que se coloquen en los costados derecho e izquierdo (posición
anterolateral). En el caso de los lactantes, la colocación anteroposterior de los parches es
común.

Uso del DEA para víctimas de 8 años y mayores

• Utilizar el DEA tan pronto como esté disponible.

• Usar parches para adultos. No utilizar parches de desfibrilación pediátricos; es probable


que la energía de descarga
administrada sea insuficiente.

• Se los debe colocar tal y como


aparece en la ilustración de los propios
parches.

• Siempre sobre la piel.

• No permitir que se toquen,


superpongan o queden sobre la ropa.

Uso del DEA para victimas menores de 8 años

• Utilizar el DEA tan pronto como esté disponible.

• Usar los parches de desfibrilación pediátricos si están disponibles. Si no hay, puede utilizar
parches para adulto, colocándolos de forma que no se toquen entre sí.

169
• Si el DEA incluye un adaptador o
interruptor para administrar energía
pediátrica de descarga, accionarlo.

• Colocarlos tal y como aparece en la


ilustración de los propios parches,
siempre sobre la piel y no en o sobre la
ropa.

Uso del DEA en lactantes

En el caso de los lactantes, se prefiere el uso de un desfibrilador manual en lugar de un


DEA. Un desfibrilador manual tiene más opciones que un DEA y puede administrar dosis
de energía menores que son las que suelen
necesitar los lactantes (se estudiará más
adelante).

• Cuando no se dispone de un desfibrilador


manual, se prefiere el uso de un DEA
equipado con un sistema de atenuación de la
descarga para dosis pediátricas.

• Si ninguno de ellos está disponible, se


puede utilizarse un DEA sin un sistema de
atenuación de la descarga para dosis
pediátricas.

Técnicas de ventilación alternativas

Se debe tener en cuenta que no siempre se seguirá el protocolo 30:2 de


compresiones/ventilaciones, ya que habrá situaciones como soporte vital avanzado;

170
víctima con pulso, pero sin respiración; imposibilidad de contar con sistema bolsa-
mascarilla, que harán que las formas de ventilar se modifiquen para amoldarse a la
situación.
Por ello, aquí se verán 3 situaciones puntuales donde el protocolo de ventilación cambia:

• Modificaciones en las compresiones y las ventilaciones con un dispositivo avanzado


para la vía aérea colocado.

• Ventilación de rescate a víctimas de paro respiratorio.

• Técnicas para realizar ventilaciones sin un dispositivo de barrera para adultos, niños
y lactantes.

RCP y ventilaciones con un dispositivo avanzado para la vía aérea

Estos dispositivos evitan la obstrucción de la vía aérea y pueden abrir un canal de


oxigenación y ventilación más eficaz.

Algunos ejemplos de dispositivos avanzados para la vía aérea son los supraglóticos (como
mascarilla laríngea) y el tubo endotraqueal (se estudiarán en la materia manejo avanzado
de vía aérea).

171
Ventilación de rescate

La ventilación de rescate consiste en realizar ventilaciones a una víctima que no responde,


que tiene pulso pero que no ventila. Se puede realizar la ventilación de rescate utilizando
un dispositivo de barrera (por ejemplo, una mascarilla de bolsillo o barrera facial) o un
dispositivo bolsa-mascarilla.

Si no se dispone de equipo para emergencias, se pueden realizar las ventilaciones


utilizando la técnica de “boca-boca” o “boca-boca y nariz”.

Ventilación de rescate en adultos, lactantes y niños


Para adultos:

• Realizar 1 ventilación cada 6”.

• Cada ventilación debe durar aproximadamente 1”.

• Con cada ventilación, el tórax debería elevarse visiblemente.

• Comprobar el pulso aproximadamente cada 2´.

Para lactantes y niños:

• Realizar 1 ventilación cada 2-3”.

• Cada ventilación debe durar aproximadamente 1”.

• Con cada ventilación, el tórax debería elevarse visiblemente.

• Comprobar el pulso aproximadamente cada 2´.

¿Cuándo pasar de sólo ventilación de rescate a la RCP en un lactante o un niño?

Cuando se está administrando sólo ventilación de rescate, iniciar RCP (compresiones y


ventilaciones) si observan:

• Signos de mala perfusión en un lactante a pesar de la oxigenación y ventilación que

172
proporciona la ventilación de rescate.

• El ritmo cardiaco del lactante o del niño es inferior a 60/minuto con signos de mala
perfusión.

• Cuando ya no se siente un pulso.

Paro Respiratorio

El paro respiratorio se produce cuando se interrumpe la ventilación normal, evitando de


este modo el suministro de oxígeno esencial y el intercambio de dióxido de carbono. La
fata de O2 en el cerebro termina provocando que la víctima deje de responder.

Los reanimadores pueden identificar el paro respiratorio si se presentan todos los


siguientes signos:

• La víctima no responde.

• La víctima no ventila o solo jadea o boquea.

• La victima aún tiene pulso.

Un paro respiratorio es una emergencia. Sin tratamiento inmediato, puede ocasionar una
lesión cerebral, paro cardiaco y muerte. En ciertas situaciones, incluidas las emergencias
potencialmente mortales asociadas al consumo de opiáceos, el paro respiratorio puede ser
reversible si los reanimadores no tratan a tiempo. Es vital reconocer un parto respiratorio,
activar el SEM e iniciar la ventilación de rescate. Una actuación rápida puede evitar que se
produzca un paro cardiaco.

Técnicas para realizar ventilaciones sin un dispositivo de barrera


Ventilación de boca a boca para adultos y niños

La ventilación de boca a boca es una técnica rápida y efectiva que sirve para administrar
oxígeno a un adulto o niño que no responde.

Paso 1. Mantener abierta la vía aérea de la víctima mediante la extensión de la cabeza

173
y elevación del mentón.

Paso 2. Cerrar la nariz de la


víctima haciendo pinza con los
dedos pulgar e índice
(apoyando la mano en la
frente).

Paso 3. Realizar una


inspiración normal (no
profunda) y poner los labios
alrededor de la boca de la
víctima creando un sello
hermético.

Paso 4. Administrar 1 ventilación durante 1”. Observar si se eleva el tórax mientras


realiza la ventilación.

Paso 5. Si no se eleva, repetir la maniobra de extensión de la cabeza y elevación del


mentón.

Paso 6. Realizar una segunda ventilación (soplar durante 1” aproximadamente) y


observar si se eleva el pecho.

Paso 7. Si no se consigue insuflar aire a la víctima después de 2 intentos, reanudar


rápidamente las compresiones torácicas.

Técnicas de ventilación para lactantes


Se pueden usar 2 técnicas, “boca-boca” o “boca-boca y nariz”. La técnica preferida para los
lactantes es la técnica de boca a boca y nariz. No obstante, si no consigue abarcar la nariz
y la boca del lactante con la boca, utilizar la técnica de “boca-boca”.

• Técnica de boca a boca y nariz:

1. Realizar una extensión de la cabeza y elevación del mentón para mantener abierta
la vía aérea.

2. Colocar su boca sobre la boca y la nariz del lactante y crear un sello hermético.

174
3. Soplar en la boca y la nariz del lactante (con pausas para inhalar entre las
ventilaciones) lo suficiente para que el tórax se eleve con cada ventilación.

4. Si el tórax no se eleva,
repetir la maniobra de
extensión de la cabeza y
elevación del mentón para
volver a abrir la vía aérea e
intentar realizar una
ventilación que haga
elevarse el tórax. Puede
resultar necesario mover la
cabeza del lactante en varias
posiciones para administrar ventilaciones efectivas. Cuando la vía aérea este abierta,
realizar ventilaciones que hagan que el tórax se eleve.

• Técnica de boca a boca:

1. Realizar una extensión de la cabeza y elevación del mentón para mantener abierta
la vía aérea.

2. Cerrar la nariz de la víctima con fuerza haciendo pinza con su pulgar y su dedo
índice.

3. Juntar las bocas formando un sello hermético.

4. Realizar cada una de las ventilaciones de boca a boca asegurándose de que el


tórax se eleve con cada ventilación.

5. Si el tórax no se eleva, repetir la extensión de la cabeza y elevación del mentón


para volver a abrir la vía aérea. Puede resultar necesario mover la cabeza del lactante
en varias posiciones para administrar ventilaciones efectivas. Cuando la vía aérea
esté abierta, realizar ventilaciones que hagan que el tórax se eleve.

175
EMERGENCIAS POTENCIALMENTE MORTALES
ASOCIADAS AL CONSUMO DE OPIÁCEOS

Las muertes relacionadas con el uso de opiáceos están aumentando. La Organización


Mundial de la Salud estima que 27 millones de personas padecen trastornos por consumo
de este tipo de droga. La mayoría utiliza drogas ilícitas, pero cada vez más personas
consumen opiáceos recetados.

Alrededor de 450 000 personas mueren


anualmente en todo el mundo como resultado del
uso de drogas, con 118 000 muertes directamente
asociadas con los trastornos del uso de opiáceos.
La sobredosis por estos no solo se da en los
adictos, puede darse en cualquier persona que
tome o tenga acceso a ellos. La sobredosis
accidental puede ocurrir en cualquier momento, a cualquier persona, de cualquier edad y
en cualquier lugar.

176
Dada la crisis actual, es importante saber qué hacer si sospecha un caso de emergencia
potencialmente mortal asociada al consumo de opiáceos (sobredosis) en una víctima adulta
que no responde.

¿Qué son los opiáceos?


Los opiáceos son medicamentos que se utilizan sobre todo como analgésicos centrales (no
esteroides como corticoides, ni AINES como ibuprofeno). Entre estos se encuentran la
naloxona, tramadol, nalbufina, oxicodona, hidrocodona, morfina y fentanilo. La heroína
también es ejemplo de un opiáceo.

Uso problemático de opiáceos

Muchas personas piensan que el uso problemático solo ocurre cuando alguien consume
un opiáceo fabricado u obtenido ilegalmente. Sin embargo, los problemas pueden ocurrir
cuando alguien

• Consume más cantidad de la que se recetó (a propósito, o accidentalmente).

• Toma un opiáceo que le recetaron a otra persona.

• Combina opiáceos con alcohol o determinados medicamentos, como tranquilizantes o


píldoras para dormir.

• Tiene ciertas afecciones médicas, como función hepática reducida o apnea del sueño.

• Tiene más de 65 años.

Demasiado opiáceo en el cuerpo puede alterar la función cerebral y deprimir el impulso


natural de respirar Esta depresión respiratoria puede provocar un paro respiratorio y un
paro cardiaco.

177
¿Cómo identificar una emergencia por opiáceos?
Evaluación de la escena

La evaluación de la escena es un instrumento importante para identificar si una emergencia


potencialmente mortal podría guardar relación con los opiáceos.

Para evaluar la escena de una posible sobredosis de opiáceos, utilizar estas estrategias:

• Hablar con los testigos, hacer preguntas como “¿alguien sabe lo que ha pasado?
¿saben si la víctima tomo algo?".

• Observar a la víctima, buscar signos de inyección


en la piel, parche de medicamento u otros indicios de
consumo de estas drogas.

• Evaluar el entorno. Buscar frascos de


medicamentos u otros signos de consumo de
opiáceos.

Buscar signos de sobredosis de opiáceos

• Ventilación lenta, superficial o sin


ventilación.

• Sonidos de asfixia o gorgoteo.

• Somnolencia o pérdida de la
consciencia.

• Pupilas pequeñas y contraídas


(mióticas).

• Piel, labios o uñas azuladas.

No demore las acciones vitales.

Después de confirmar la segundad de la escena, los reanimadores pueden realizar la


evaluación al mismo tiempo que el intento de reanimación.

178
Antídoto para la sobredosis de opiáceos

El fármaco naloxona puede revertir temporalmente los efectos de la depresión ventilatoria


que pueden causar estas drogas. Si está disponible, administrarla rápidamente por vía
intramuscular, intranasal o intravenosa (administrada por profesionales de cuidados
avanzados)

Autoinyector de naloxona

Los autoinyectores portátiles de naloxona administran una dosis única mediante una
inyección intramuscular.

-Naloxona intranasal

Un dispositivo atomizador fácil de usar administra naloxona intranasal. Con este método no
hay riesgo de lesiones por las agujas. El cuerpo absorbe rápidamente la naloxona porque
la cavidad nasal tiene una superficie relativamente grande de membranas mucosas que
presentan una gran densidad de vasos capilares.

Secuencia de la respuesta a emergencias potencialmente mortales


asociadas al consumo de opiáceos

179
Paso 1: Si se sospecha de intoxicación por consumo de opiáceos

• Comprobar si la persona responde.

• Pedir ayuda en voz muy alta a las personas que se encuentren cerca y activar SEM.

• Si es un único socorrista, buscar naloxona y un DEA si están disponibles.

• Si hay otra persona presente, pedirle que vaya a buscarlos.

Paso 2: ¿La persona respira con normalidad?

• Si la persona respira con normalidad, proceda con los pasos 3 y 4.

• Si la persona no respira con normalidad, seguir con el paso 5.

Paso 3: Evitar el deterioro.

• Golpear suavemente a la víctima y dirigirse a ella en voz alta.

• Comprobar la respuesta mediante golpes suaves con los dedos en los hombros de la
víctima. Preguntarle en voz alta "¿está bien?”.

• Abra y vuelve a colocar la vía aérea si es necesario para mantener la respiración


normal. Esto puede ser necesario si la víctima no responde, o bien responde, pero es
incapaz de mantener abierta la vía aérea debido a un nivel de consciencia reducido.

• Considerar la posibilidad de administrar naloxona, si está disponible. Si se sospecha


de una sobredosis de opiáceos, es razonable administrar naloxona siguiendo las
instrucciones del paquete y según el protocolo local.

• Controlar para ver la respuesta.

• Trasladar a la víctima al hospital.

Paso 4: Evaluar la capacidad de respuesta y la respiración.

Continuar evaluando la capacidad de respuesta y la respiración hasta que la víctima sea

180
transferida a cuidados avanzados. Es posible que las víctimas de emergencias
relacionadas con los opiáceos no sean capaces de mantener abierta la vía aérea o de
respirar con normalidad. Incluso aquellos que reciben naloxona pueden desarrollar
problemas respiratorios que pueden llevar a un paro cardiaco.

Paso 5: ¿La persona tiene pulso? Evaluar el pulso durante un periodo máximo de
10”.

• Si la respuesta es sí (se detecta pulso), pasar al paso 6.

• Si la respuesta es no (no se detecta pulso), ir al paso 7.

Paso 6: Asistir la ventilación.

• Abrir y recolocar la vía aérea antes de administrar las ventilaciones de rescate.

• Proporcionar ventilación de rescate o ventilación con bolsa mascarilla. Esto puede


ayudar a prevenir un paro cardiaco. Continuar hasta que se produzca una respiración
espontánea y normal. Volver a evaluar la respiración y el pulso cada 2´. Si no hay pulso,
iniciar RCP.

• Administrar naloxona siguiendo las instrucciones del paquete y según el protocolo local.

Paso 7: Iniciar RCP

• Si la víctima no respira con normalidad y no tiene pulso, iniciar RCP de alta calidad con
ventilación. Utilizar el DEA tan pronto como esté disponible.

• Considerar el uso de naloxona. Si se dispone de ella y se sospecha sobredosis, es


razonable administrarla siguiendo las instrucciones del paquete y según el protocolo
local. El RCP de alta calidad debe tener prioridad sobre la administración de naloxona.
Continuar hasta que los profesionales de cuidados avanzados se encarguen o la victima
comience a ventilar, moverse o reaccionar de alguna forma.

181
UNIDAD 4
Primeros auxilios

182
INTRODUCCION

Los primeros auxilios son aquellas medidas inmediatas que se toman ante una persona
lesionada, inconsciente o
súbitamente enferma, en el sitio
donde ha ocurrido el incidente
(escena) hasta la llegada de la
asistencia sanitaria especializada
(servicio de emergencia).

Estas medidas que se toman en los


primeros momentos son decisivas
para la evolución favorable de la
víctima.

Toda persona que brinde primeros auxilios siempre debe procurar el auto cuidado (no
exponerse a peligros asegurando su propia integridad). Cuando su salud no corre riesgos
podrá entonces asistir a la víctima (asegurar la escena).

Cualquier persona puede transformarse en una víctima, ya sea en la vía pública, el trabajo,
o en el hogar. Lo ideal es lograr mantener la seguridad en todas las etapas de atención en
caso de incidentes, evitando que quien presta asistencia se convierta en una víctima más,
por desconocimiento de los peligros que pueden afectarlo en la escena.

Objetivos de los primeros auxilios

• Preservar la vida

• Prevenir que la condición de la víctima


empeore

• Promover la recuperación

• Evitar o disminuir secuelas.

183
Obstrucción de vía aérea por cuerpo extraño – O.V.A.C.E.

Como ya se comentó con anterioridad en este


módulo, la vía respiratoria es necesaria para que
el oxígeno entre en nuestro cuerpo y se puedan
realizar todos los procesos necesarios para vivir.
Cualquier alteración en esta, puede llevar a la
muerte. Por ende, reconocer una obstrucción de
vía aérea y saber que hacer, resulta primordial.

La obstrucción puede ser de dos formas,


parcial o total.

• Obstrucción parcial. La vía aérea no se obstruye completamente por lo que el paciente


puede continuar respirando. Se suele manifestar con tos. El paciente tose constantemente.
Eso es un signo de que el aire aún continúa entrando por vía aérea.

En ese caso, lo que se debe hacer es alentar al paciente que siga tosiendo, indicándole
que ingrese aire lentamente por nariz y luego de una inspiración profunda, tosa.

• Obstrucción total. Por obstrucción mecánica, la vía aérea se cierra completamente,


imposibilitando el flujo de aire e ingreso de oxígeno. El paciente se presenta con
incapacidad para hablar o respirar; la víctima se toma el
cuello con las manos en señal de ahogo (señal universal
de asfixia mecánica; imposibilidad o dificultad para hablar
o toser; enrojecimiento del rostro y cuello; cianosis
(coloración azul o lívida de la piel y de las mucosas que
se produce a causa de una oxigenación deficiente de la
sangre).

Ante una obstrucción total, se deberá realizar la


maniobra de Heimlich, maniobra que tiene por objetivo
aumentar presiones dentro del abdomen, tórax y vía

184
aérea, para poder expulsar el contenido al exterior.

Maniobra de Heimlich en adulto

1. Si el paciente está consciente y puede toser, se lo debe animar a hacerlo mientras se


observa su evolución. NO dar golpes en la espalda, pues podría hacer que el cuerpo
extraño se enclavara más adentro.

2. Si el paciente está consciente, pero no puede toser comenzar rápidamente con la


maniobra de Heimlich.

3. Tomar a la persona por detrás y debajo de los brazos.

4. Colocar el puño (cuatro dedos por encima de su ombligo), justo en la línea media del
abdomen y luego colocar la otra mano sobre el puño.

5. Reclinar el cuerpo hacia adelante y efectúa una presión abdominal centrada hacia
atrás y arriba, a fin de presionar el abdomen y diafragma (tos artificial). Es un movimiento
“en J mayúscula”.

6. Continuar la maniobra hasta conseguir la desobstrucción.

185
Obstrucción en paciente sentado

Desde la posición de sentado, el rescatador debe


colocarse por detrás del respaldo de la silla, pasando sus
brazos por debajo de los brazos de la víctima,
comprimiendo el epigastrio (“boca del estómago”) con las
manos de igual modo que en la posición de pie. Así,
comprime a la víctima contra el respaldo repitiendo este
procedimiento hasta que el cuerpo extraño sea
expulsado.

Si la víctima se encuentra sola y/o nadie sabe cómo


ayudarla, puede auto realizar la maniobra de Heimlich,
recostando su epigastrio sobre el borde superior de una
silla, por encima del ombligo y debajo del hueso esternal
(xifoides) que es una zona dolorosa.

La compresión tiene que ser decisiva y con la suficiente


fuerza para desalojar el cuerpo extraño.

186
Maniobra de Heimlich en niños

1. Preguntarle al niño: “¿Te estás ahogando?”


Si el niño asiente con la cabeza, se le debe
decir que se lo va a ayudar.

2. Arrodillarse por detrás del niño (no estar


agachado ya que es muy inseguro) y rodéalo
con los brazos de modo que las manos
queden en la parte delantera de su cuerpo.

3. Formar un puño con la mano hábil y colocar


el pulgar levemente por encima del ombligo.
Las presiones son iguales que en el adulto (J
mayúscula), pero con una sola mano si la
contextura del niño es pequeña (con la otra mano se sujeta al niño desde el pecho, como
abrazándolo), de lo contrario, se harán con 2 manos.

4. Seguir con las compresiones hasta expulsar el objeto y hasta que el niño pueda
respirar, toser o llorar.

Maniobra de Heimlich en lactantes

1. Si el niño balbucea, llora, habla o tose, tras un atragantamiento, es señal de que el


aire está pasando por la vía aérea. Probablemente sea una obstrucción parcial.

2. En ese caso, dejar que el niño tosa naturalmente, no golpear la espalda ni intentar
darle agua ya que el cuerpo extraño puede moverse y la obstrucción parcial puede
convertirse en total.

3. Si no se consiguió expulsar el cuerpo extraño, hay que iniciar maniobra de Heimlich.

4. Poner al bebé boca abajo sobre el antebrazo y sostener su cabeza en todo momento.

5. Dar 5 palmadas en la espalda con “el talón” de la palma de la mano libre, entre los
omóplatos del bebé.

187
6. Si el objeto no sale, voltea al bebé sobre la espalda. Traza una cruz imaginaria entre
las tetillas del bebé y su esternón. Donde se cruzan las líneas comprime con 2 dedos,
aplicando 5 compresiones. Intenta que la profundidad sea de no más de 3cm.

7. Alternar 5 palmadas en la espalda y 5 compresiones en el pecho hasta que el objeto


sea expulsado y el bebé pueda respirar, toser o llorar.

¿Qué hacer si el paciente (adulto o pediátrico) deja de responder?

El estado de una víctima de obstrucción puede agravarse hasta que esta deja de responder.
Si se sabe que la obstrucción de las vías aéreas por un cuerpo extraño es la causa del
estado de la víctima, se debe buscar un cuerpo extraño en la garganta.

Para eliminar la obstrucción en un adulto o niño que no responde, se deben seguir estos
pasos:

Paso 1. Pedir ayuda. Si hay alguien más cerca, enviar a esa persona a activar el SEM.

Paso 2. Bajar a la víctima hasta el suelo con cuidado si comprueba que está dejando de
responder.

Paso 3. Iniciar RCP con compresiones torácicas. No comprobar el pulso. Cada vez que se
abra la vía aérea para realizar ventilaciones, abrir la boca de la víctima por completo y
buscar el objeto:

• Si se observa un objeto que parece que puede retirar con facilidad, sacarlo con los dedos.

188
• Si no ve ningún objeto, continuar con RCP.

Paso 4. Después de unos 5 ciclos o 2´ de RCP activar el SEM si no lo ha hecho ya otra


persona.

Si la víctima de obstrucción ya no responde cuando llega el primer respondiente,


probablemente no se sabrá si hay una obstrucción de las vías aéreas por un cuerpo
extraño. Ante esto, activar SEM y comenzar con la RCP de alta calidad.

ASFIXIA POR INMERSIÓN – AHOGAMIENTOS

Es la tercera causa de muerte no intencional a nivel mundial. El ahogamiento permanece


como una de las mayores causas de muerte prevenible en todos los grupos de edad, pero
es una epidemia en niños.

Se define al ahogamiento como el proceso


por el cual se experimenta dificultad
respiratoria por sumersión/inmersión en un
líquido. El paciente puede vivir o morir
después de este proceso, pero todos los
incidentes de este tipo son definidos como ahogamiento. El proceso de ahogamiento
comienza con dificultad respiratoria conforme la vía aérea de la persona va debajo de la
superficie del agua (sumersión) o el agua salpica la cara (inmersión, con lesión a través de
aspiración).

El proceso de ahogamiento sólo tiene tres resultados o modificaciones: ahogamiento fatal


(el paciente muere), ahogamiento no fatal con morbilidad (el paciente vive, pero sufre de
lesiones o enfermedad) y ahogamiento no fatal sin morbilidad (no hay muerte o lesiones o
enfermedades significativas aparentes).

189
Mecanismo de lesión
Un escenario común de inmersión con cabeza afuera en agua o un incidente de inmersión
de cuerpo completo comienza con una situación que crea una respuesta de pánico, que
lleva a contener la respiración, falta de aire y actividad física incrementada en un esfuerzo
por permanecer en la superficie del agua o salir de ella.

Las víctimas de inmersión rara vez son vistas gritando o haciendo señales en busca de
ayuda mientras batallan por permanecer sobre la superficie del agua. En cambio, son vistas
ya sea flotando en la superficie o en una posición sin movimiento, o se sumergen en el
agua y no pueden salir.

Conforme el incidente de inmersión continúa, un esfuerzo del reflejo inspiratorio jala agua
a la faringe y la laringe, causando una respuesta de sofocamiento. El inicio del
laringoespasmo puede representar el primer paso de asfixia e hipoxia cerebral, lo cual a su
vez provoca que la víctima pierda la conciencia y se sumerja aún más dentro del agua.

Evaluación
Las prioridades iniciales para cualquier paciente de ahogamiento incluyen las siguientes:

• Prevenir lesiones al paciente


y los proveedores que
responden a la emergencia,
asegurando el acceso a
dispositivos de flotación para
todos los individuos en el agua.

• Iniciar planes para extraer de


manera temprana el agua,
manejo de SVB y traslado
rápido.

• Conducir un rescate acuático seguro (considerar una posible causa relacionada con
buceo y la necesidad de protección de la columna vertebral).

190
• Debido a hipoxemia, evaluar ABC usando el enfoque tradicional, no CAB (circulación,
vía aérea, respiración).

• Revertir la hipoxemia y acidosis con cinco respiraciones de rescate inicialmente,


seguidas de 30 compresiones de tórax, y continuar con dos respiraciones después
(30:2). Estar alerta por regurgitación, la cual es la complicación más común durante la
ventilación y la RCP.

• RCP sólo con compresiones torácicas no es recomendado en personas que se han


ahogado.

• Restaurar o mantener estabilidad cardiovascular.

• Prevenir mayor pérdida de calor corporal e iniciar esfuerzos de recalentamiento en


pacientes hipotérmicos.

Inicialmente es más seguro asumir que el paciente de inmersión está hipoxémico e


hipotérmico hasta que se demuestre lo contrario. Consecuentemente, se deben hacer
esfuerzos para establecer respiraciones efectivas durante el rescate acuático, ya que el
paro cardíaco por ahogamiento es el resultado principal de la falta de oxígeno. Los
pacientes de inmersión en paro respiratorio
usualmente responden después de unas pocas
respiraciones de rescate.

Se debe sacar al paciente del agua de forma segura.


Una vez que esté en tierra, el paciente debe ser
colocado en posición supina, con el tronco y la
cabeza en la misma posición, usualmente de
manera paralela (en playas con pendiente u orillas)
a la costa. Buscar señales de respuesta y continuar
las respiraciones de rescate según sea necesario.

Si el paciente está respirando, colocarlo en posición


de recuperación y monitorizar en busca de
respiraciones efectivas y pulso. Hacer una
valoración rápida al paciente en busca de otras

191
amenazas la vida y evaluar en busca de trauma en cabeza y lesiones en columna cervical,
particularmente si hay sospecha de trauma asociado con el incidente de inmersión (p, ej.
caídas, accidentes de botes, buceo con peligros bajo el agua).

En un inicio, los pacientes de ahogamiento pueden presentar síntomas mínimos y después


se deterioran rápidamente con signos de edema pulmonar.

Valora en busca de estado mental alterado y función neurológica alterada de todas las
extremidades, puesto que los pacientes de inmersión desarrollan daño neurológico
sostenido. Determina el nivel de glucosa del paciente, ya que la hipoglicemia puede ser la
causa del incidente de inmersión. Calcula Glasgow. Siempre sospecha hipotermia y reduce
la pérdida de calor.

Quita toda la ropa mojada y toma la temperatura (si los termómetros apropiados están
disponibles y la situación lo permite) para determinar el nivel de hipotermia.

Manejo
Un paciente que ha experimentado alguna forma de incidente de inmersión, pero que no
presenta ningún signo o síntoma en el momento de la primera evaluación, aún necesita
atención de seguimiento en un hospital después de la evaluación en la escena debido al
potencial de inicio retrasado de síntomas. Muchos pacientes asintomáticos son dados de
alta en 6-8hs, dependiendo de los hallazgos clínicos hechos en el hospital.

En general, todos los pacientes sintomáticos son admitidos al hospital por al menos 24hs
para atención de apoyo y observación, ya que la evaluación clínica inicial puede ser
engañosa. Es crítico obtener una buena historia del incidente, detallando el tiempo
estimado de inmersión y cualquier historia médica pasada.

Todos los pacientes con sospecha de inmersión deben recibir oxígeno de alto flujo (15
litros/minuto), independiente de su estado ventilatorio inicial o Sat.O2, con base en la
preocupación de compromiso pulmonar retrasado, particularmente si el paciente desarrolla
falta de aire.

Monitorizar y mantener el nivel de Sat.O2 >90%. Monitorizar el ritmo cardíaco, ya que los

192
pacientes pueden presentar asistolia, actividad eléctrica sin pulso o taquicardia
ventricular/fibrilación ventricular sin pulso. Obtener acceso intravenoso (IV) y administre
solución salina normal (NS) o lactato de Ringer (LR) a una tasa de sostenimiento, a menos
que el paciente esté hipotenso.

Después administrar un bolo de líquidos de 500ml y reevaluar los signos vitales.

El uso de la maniobra de Heimlich se ha sugerido previamente para los pacientes de


inmersión. Sin embargo, está diseñada para obstrucción de vía aérea y no remueve agua
de la vía aérea o los pulmones. En cambio, puede inducir emesis en pacientes de inmersión
y colocarlos en mayor riesgo de aspiración. Actualmente, AHA y el Institute of Medicine
desaconsejan la maniobra de Heimlich, excepto cuando la vía aérea está bloqueada por un
cuerpo extraño. Si el paciente se recupera con respiración espontánea, debe ser colocado
en posición horizontal para reducir el riesgo de aspiración en caso de vomitar.

Estos pacientes de inmersión deben ser manejados como pacientes hipotérmicos, con base
en la temperatura rectal. La mayoría de los pacientes de ahogamiento tienen cantidades
abundantes de espuma saliendo de su boca, lo cual es un resultado del agua
combinándose con surfactante en los pulmones, así como posiblemente con otros residuos.
No existe un beneficio en el hecho de succionar esta espuma; de hecho, el tiempo utilizado
en despejar la vía aérea de este material es un tiempo que se pierde y que serviría para
establecer oxigenación para el paciente. La espuma puede ser respirada de regreso hacia
los pulmones después de que cualquier cuerpo del exterior grande y sólido sea removido
de la vía aérea.

193
HIPOTERMIA Y CONGELAMIENTO

La hipotermia y el congelamiento son las emergencias relacionadas con el frío que pueden
convertirse rápidamente en peligro la vida o la integridad física.

Se considera hipotermia a una temperatura menor a 35°C;


es causada por el enfriamiento del cuerpo por el fracaso
del sistema de calentamiento del cuerpo. Sin embargo, el
máximo riesgo de hipotermia por inmersión suele empezar
con una temperatura del agua menor a 25°C debido a la
capacidad de disipación del calor del agua es 24 veces
mayor que la del aire.

Reconocimiento clínico

• Hipotermia leve. Temblor, confusión, falta de coordinación motora, taquicardia.

• Hipotermia moderada. Hipotensión arterial, inconsciencia.

• Hipotermia grave. Dificultad respiratoria, bradicardia, rigidez muscular, signos incipientes


de paro cardíaco.

Pasos por seguir en casos de hipotermia

• Los objetivos de los primeros auxilios son para restaurar la temperatura corporal normal.

• Trasladar al paciente a un lugar templado.

• Quitar la ropa mojada (prevenir una mayor pérdida de calor debido a la evaporación de la
ropa húmeda, el viento y el clima).

• Cubrir con mantas de algodón, preferentemente, o colocarle ropas secas.

• Tomarse unos segundos para discontinuar la ventilación y confirmar el estado del pulso.

194
• Controlar la respiración y la circulación.

• No intentar un recalentamiento externo ni


aplicar masajes. No calentar a la persona
demasiado rápido porque esto podría causar
arritmias cardíacas peligrosas.

• Se debe calentar el núcleo primero (tronco,


abdomen), no las extremidades (manos, pies).

Las señales de congelamiento más comunes son:

• Falta de sensibilidad en la zona afectada.

• La piel está fría al tacto, o está coloreada


(enrojecida, blanca o gris, amarillo o azul).

Pasos por seguir en casos de congelamiento:

• Trasladar al paciente a un lugar templado.

• Manejar el área suavemente; nunca frotar la


zona afectada.

• Calentar a fuego lento o sumergir el área afectada en agua tibia hasta que aparezca
de color rojo y se siente caliente.

• Vendar el área con apósitos estériles y secos. Si los dedos de la persona están
congelados, coloque una gasa seca y estéril entre ellos para mantenerlos separados.

• Evitar romper las ampollas, que son un mecanismo de protección.

195
ALTERACIÓN DE LA CONSCIENCIA

Es la capacidad de las personas para reconocerse tanto a sí mismas como a su entorno,


gracias a que se encuentran activas las funciones neurocognitivas superiores (memoria,
aprendizaje, pensamiento, razón).

Decimos que una persona se encuentra alerta, cuando está orientada en tiempo (día),
espacio (lugar), persona (su nombre) y situación (qué pasó).

La pérdida del conocimiento breve (o desmayo) suele ser causada por deshidratación,
glucemia baja, hipotensión temporal, abuso de sustancias (drogas) y alcohol, o problemas
cardíacos y/o neurológicos.

Para poder valorarla, usamos la escala AVDI (que aprendimos en evaluación primaria del
paciente)

Síntomas

La persona no reacciona (no responde a la actividad, al contacto, al sonido o a otra


estimulación). Se pueden presentar los siguientes síntomas después de que una persona
haya quedado inconsciente.

• Amnesia (no recordar) con respecto a hechos sucedidos antes, durante o incluso
después del período de pérdida del conocimiento.

• Confusión, somnolencia, mareo.

• Sudor frio, visión borrosa, palidez.

• Dolor de cabeza.

• Pérdida del control de esfínteres (incontinencia).

• Latidos cardíacos (palpitaciones) rápidos.

• Estupor (debilidad y confusión severas).

196
Tratamiento

• Si la persona respira y perdió completamente la consciencia, poner en posición de


recuperación para evitar broncoaspiración

• Colocar en lugar ventilado

• Aflojar ropa

• Si aún no quedó completamente


inconsciente, poner boca arriba y levantar
los pies al menos 30cm del piso (posición
de Trendelemburg).

CONVULSIONES

Una convulsión es una ocurrencia transitoria de actividad neuronal anormal excesiva o


sincrónica en la corteza cerebral que puede causar pérdida o alteración de la consciencia,
convulsiones o temblores, incontinencia, cambios de comportamiento, cambios subjetivos
en la percepción (sabor, olfato, miedos) y otros síntomas.

Las convulsiones pueden ser causadas por


fiebre, infecciones, consumo o abstinencia
de drogas, daño neurológico agudo (por
ejemplo, ataque cerebrovascular, trauma),
cambios estructurales (por ejemplo, tumor
cerebral, enfermedades degenerativas),
complicaciones del embarazo (eclampsia),
alteraciones metabólicas, desequilibrios
electrolíticos y afecciones congénitas.

Casi el 70 % de todas las convulsiones no tiene una causa conocida (idiopática). Las

197
personas con antecedentes de convulsiones pue den tener una frecuencia y gravedad de
las crisis exacerbadas simplemente debido a los cambios hormonales menstruales
(epilepsia catamenial).

Otros factores desencadenantes para las personas con antecedentes de convulsiones son
no tomar los medicamentos correctamente, cambiar de una marca a medicamentos
genéricos, privación del sueño o fatiga, estrés o enfermedad, e incluso deshidratación.

La epilepsia es una afección donde una anormalidad persistente en el cerebro ocasiona


convulsiones recurrentes; puede ser una anomalía estructural, metabólica o genética,
congénita o adquirida. Las convulsiones debidas a anormalidades transitorias como la
hiponatremia no se consideran epilepsia. Estas crisis pueden presentarse con sacudidas
de una región corporal (crisis parcial motora) o generalizadas a los cuatro miembros y a la
musculatura corporal (crisis generalizadas motoras).

A diferencia de un desmayo, la convulsión se reconoce por presentar cierta rigidez en el


cuerpo, arqueamiento de la espalda y movimientos musculares espasmódicos.

Actuación ante convulsiones

• No abandonar a la víctima.

• Llamar al SEM.

• No sujetar a la víctima ni inmovilice miembros ya que puede generar fracturas o


desgarros musculares.

• Evitar lesiones en la cabeza colocando algo bajo la cabeza.

• Alejar objetos y muebles para evitar lesiones.

• No intentar abrir la boca.

• No introducir los dedos dentro de la boca de la víctima ya que la lengua no se tragará.

• Controlar el tiempo de duración del episodio.

• Pasado el episodio, controlar el estado de consciencia y sus signos vitales.

• Poner en posición de recuperación.

198
3H – HERIDAS, HEMORRAGIAS Y HEMOSTASIA

Herida
Una herida es la pérdida de continuidad de los tejidos blandos (piel, músculos, órganos
blandos, tejido subcutáneo, entre otros).

Para medir la gravedad de las heridas, es preciso tener en cuenta la profundidad, la


localización y la extensión de las heridas. Hay muchas formas de clasificarlas. Veremos 2
de ellas.

Según su presentación:

• Heridas abiertas. Se observa la separación de los tejidos blandos. Tienden a infectarse


fácilmente.

• Heridas cerradas. Son aquellas en las que aparentemente no hay lesión, sin embargo,
la hemorragia se acumula debajo de la piel, en cavidades o vísceras. La persona herida
manifiesta mucho dolor, aunque la herida no parezca tan importante. La inflamación
continua de una extremidad, o una extremidad fría, pálida, sin pulso, podría indicar una
hemorragia interna.

Según el tipo de trauma en el tejido:

• Punzante. De ingreso muy angosto, predomina su profundidad.

• Laceración. Predomina su extensión. Bordes lisos y paralelos.

• Abrasiva. El conocido como “raspón” donde se afecta la primera y/o segunda capa de
la piel.

• Avulsiva. Separación de piel del tejido subyacente (hay desprendimiento), por


mordeduras, aplastamiento, etc.

199
• Contusa. El tejido blando golpea entre dos superficies sólidas (generalmente el hueso
por dentro y el elemento agresor, romo).

• Empalamiento. Un cuerpo extraño queda incrustado en el cuerpo. Se quita en el


quirófano. Sólo se debe inmovilizar.

• Evisceración. Salida de vísceras desde una cavidad al exterior. Sólo se debe cubrir, no
reintroducir.

• Amputación. Resección total o parcial de una extremidad que pone en riesgo la


supervivencia del paciente a causa del sangrado que esta produce.

200
Hemorragia
Es la salida de sangre del circuito cardiovascular por la ruptura de la pared de un vaso
sanguíneo. Esto puede darse en diferentes partes del cuerpo, siendo estas visibles o no.

Las hemorragias pueden clasificarse de varias maneras. Sólo se hará hincapié en dos:

Según el tipo de vaso sanguíneo afectado

• Capilar. Es el tipo de sangrado más común. Se produce a partir de la ruptura de los vasos
más pequeños. Es un sangrado de poca cantidad. Se puede presentar en todo el cuerpo,
y clásicamente se lo conoce como “raspón”.

• Venosa. Este tipo de sangrado se genera a partir de la lesión de una vena, vaso sanguíneo
que lleva sangre carbo oxigenada (la mal llamada “sangre sucia). El sangrado venoso es
de color oscuro, continuo “en babeo”.

• Arterial. El sangrado más peligroso debido a que las arterias llevan sangre desde el
corazón al resto del cuerpo, partiendo desde este órgano con el impulso y presión que el
corazón les genera en cada latido. Eso hace, además, que sea un sangrado pulsátil e
intermitente (sale con cada latido). Al ser sangre rica en oxígeno, es de color rojo rutilante,
brillante.

Según la forma de presentación en el cuerpo

• Externa. Sangrado que se puede ver a simple vista ya que el contenido sanguíneo sale

201
hacia afuera del cuerpo. Puede ser de cualquier tipo mencionado anteriormente.

• Interna. El sangrado se produce dentro del cuerpo, por lo que no es visible a simple vista.
Se debe sospechar a partir de los síntomas y signos que presenta el paciente (taquicardia,
taquipnea, piel pálida y fría, etc.).

• Exteriorizada. Sangrado que se genera


dentro del cuerpo, pero sale por un orificio
natural del cuerpo. Por ejemplo, epistaxis
(sangrado nasal) se origina dentro de la
cavidad nasal, pero sale por los orificios
nasales; gingivorragia (sangrado de
encías que sale por boca); sangrado
menstrual, etc.

Hemostasia
Son los distintos procedimientos que
se aplican para controlar o detener
una hemorragia. Sus objetivos son:

• Cohibir la hemorragia

• Favorecer la formación de un
coágulo local para que haga de
“tapón” en el vaso sangrante.

Para poder cohibir el sangrado, podemos aplicar diferentes métodos, desde el más simple
al más complejo.

• Presión directa. Siempre usando guantes y gasas o apósitos, se presiona sobre el área
sangrante. Pueden usarse más de un apósito para frenar el sangrado, colocando uno sobre
el otro, pero nunca sacar el primero, para evitar “arrancar” el coágulo que se está formando
para frenar el sangrado.

202
• Vendaje compresivo. Cuando la técnica
anterior no es suficiente y/o estemos solos, se
puede colocar un apósito sobre la herida y
hacer vendaje compresivo sobre la zona
afectada.

• Torniquete. Como se explicó anteriormente,


se usará para poder frenar el sangrado cuando
las anteriores no sean suficientes y/o veamos
que el sangrado realmente es abundante.

203
FRACTURAS, LUXACIONES Y ESGUINCES

Fracturas

Son la pérdida de continuidad del tejido óseo. Es


decir, la ruptura completa o incompleta de un
hueso que se produce cuando la fuerza ejercida
contra un hueso es mayor que la fuerza que él
puede soportar estructuralmente.

La fractura de un hueso perturba su estructura y


resistencia, conduce al dolor, la pérdida de su
función y en ocasiones causa hemorragias y
lesiones de tejido blando como músculos, piel.

Si bien hay muchas maneras de clasificarlas, se citarán dos.

• Fractura abierta. Donde el hueso sale a través de la piel, quedando expuesto.

• Fractura cerrada. Se produce deformidad del segmento corporal, pero hay integridad
de la piel.

204
Esguince
Es la rasgadura, torsión, distensión o estiramiento
excesivo de algún ligamento y/o rotura de la capsula
articular.

Luxación
Es toda lesión producto de la perdida permanente de contacto de las superficies articulares
de las extremidades óseas (dislocación de la extremidad ósea).

• Dolor agudo e intenso, sobre todo al


intentar mover la articulación.

• Zona hinchada y amoratada.

• Si hay afectación nerviosa, el paciente


experimenta una sensación de hormigueo y
posible parálisis.

• Deformación del miembro, que adopta una


postura antinatural.

Manejo del trauma óseo

• No movilizar las partes fracturadas.

• Inmovilizar las 2 articulaciones más


cercanas a la fractura.

• Dejar el área afectada en reposo absoluto.

• Evitar la compresión externa.

• Si se sospecha esguince, colocar frío

205
indirecto.

• Ante la duda, tratar como una fractura.

QUEMADURAS

Las quemaduras son lesiones de los tejidos provocadas por agentes físicos (térmicas,
eléctricas, fricción, radiaciones), químicos (ácidos, álcalis) o biológicos (veneno de algunos
animales como medusas).

El pronóstico de evolución de las quemaduras varía en función de algunos criterios:

• Edad: El peor pronóstico de recuperación lo tienen los niños y ancianos.

• Extensión: A mayor extensión, mayor gravedad y mayor riesgo de complicaciones


(infecciones, por ejemplo).

• Profundidad: Las quemaduras de


espesor parcial, completo y
subdérmicas tienen el peor pronóstico.
Más de un 20 % de superficie corporal
quemada en un adulto o 10% en un
niño o 5% si son de espesor completo,
empeoran notablemente el pronóstico.

• Localización: Manos, pies, cara,


quemaduras que rodean completamente (circunferenciales) tanto de miembros como de
tórax, tendrán peor pronóstico y siempre deberán ser tratadas en unidades
especializadas.

• Afectación o no de las vías respiratorias: Puede comprometer la vida del paciente.

• Causa: Las quemaduras eléctricas y químicas tienen peor pronóstico.

206
• Patología previa: Un paciente pluripatológico tendrá peor pronóstico ante una
quemadura (diabéticos, EPOC, obesidad, etc.).

Clasificación de las quemaduras según profundidad


Quemaduras superficiales (ex
primer grado)

Afectan sólo a la epidermis y se


caracterizan por enrojecimiento y
dolor en la zona, llegando hasta la
segunda capa de la piel. Si se
presiona la zona, se blanquea. No
generan ampollas. El flujo sanguíneo
local está aumentado. Suelen
cicatrizar en 2-3 semanas sin dejar
escara.

Quemaduras de espesor parcial (ex


segundo grado)

Involucran epidermis y dermis (a esta en


proporciones variables). Se caracterizan por
tener ampollas. Requiere de muchos
cuidados ya que puede progresar a
quemadura de espesor completo,
empeorando el cuadro con necrosis o muerte
del tejido en la zona afectada. Es una
quemadura muy dolorosa.

207
Quemadura de espesor completo (ex tercer grado)

Causa destrucción total de epidermis y


dermis. Si bien tiene varios aspectos,
suele notarse una zona gruesa, seca,
blanda (escara). En los casos más graves,
la piel puede tener aspecto carbonizado.
Siempre se dijo que “las quemaduras de 3°
grado no duelen”. Ese es un error
conceptual ya que esta lesión tiene grados
variables de dolor. Eso se debe a que,
alrededor de la quemadura de espesor completo, hay grados variables de quemaduras que
generan dolor, donde sus nervios se encuentran íntegros y siguen transmitiendo
información. Requieren tratamiento quirúrgico.

Quemaduras subdérmicas (ex cuarto grado)

En estas, no sólo se queman las


capas de la piel, sino también tejido
subyacente como grasa, músculos,
hueso. Son quemaduras
desfigurantes. Requieren tratamiento
quirúrgico.

208
Actuación ante quemaduras

Quemaduras eléctricas

Las quemaduras eléctricas son devastadoras, con destrucción de tejidos subyacente y


necrosis, que a menudo no son aparentes por la lesión cutánea vinculada.

La corriente eléctrica normalmente sigue el camino de menor resistencia, afectado vasos


sanguíneos y nervios, aunque si es de alto voltaje, puede tomar una vía directa entre la
zona de ingreso y el piso.

Debido a su accionar sobre el sistema nervioso, pude conducir a un paro


cardiorrespiratorio.

En un primer auxilio, se las debe tratar como a cualquier otra quemadura, siempre
asegurándose que no corran peligro quienes atienden a la persona.

En caso de paro cardiorrespiratorio, iniciar maniobra de RCP.

209
HIPOGLUCEMIA E HIPERGLUCEMIA

La glucosa es el azúcar que se encuentra en la sangre y que proviene principalmente de


los alimentos que consumimos. Constituye la principal fuente de energía que se distribuye
a través de la sangre a todas las células del organismo. Los valores normales de glucosa
en sangre, en ayunas, son de 70-110mg/dl.

La glucemia es la medida de concentración de glucosa libre en la sangre, suero o plasma.

Diferentes hormonas están relacionadas con el metabolismo de la glucosa, entre ellas la


insulina y el glucagón (ambos secretados por el páncreas), la adrenalina (de origen
suprarrenal), los glucocorticoides y las hormonas esteroides (secretadas por las gónadas y
las glándulas suprarrenales). De esta manera, el organismo continuamente equilibra las
cantidades de azúcar e insulina.

Hipoglucemia
La hipoglucemia presenta cuando los valores de glucemia se encuentran por debajo de lo
normal. Puede ser causada por demasiada insulina, alimentación muy escasa o tardía,
ejercicio, alcohol o cualquier combinación de estos factores.

Hiperglucemia
La hiperglucemia se produce cuando el organismo contiene demasiada azúcar en la
sangre, pero no puede transportarla a las células. Puede ser causada por insulina
insuficiente, ingestión excesiva, inactividad, enfermedad, estrés o una combinación de
estos factores.

210
Pasos a seguir

• Si no se dispone de un glucómetro para medir el nivel de azúcar en sangre y si el


paciente se encuentra despierto debes darle algo dulce de comer o un refresco no
dietético (los refrescos dietéticos no poseen azúcar). En situaciones de emergencias
diabéticas, los niveles de azúcar en la sangre pueden llegar a ser demasiado bajos.
Darles algo dulce, incluidos caramelos, ayudará a elevar sus niveles de azúcar en la
sangre y así mejorar su función corporal

• Algunas personas pueden tener azúcar en la sangre como parte de su emergencia

211
diabética, aunque el verdadero problema es la falta de insulina, es poco probable que se
genere algún daño significativo dando azúcar adicional.

• Tranquilizar al paciente.

• Si la persona está inconsciente o tiene


dificultad para tragar, no intentes darle
nada por la boca ya que podrías bloquear
la vía aérea

• Lo correcto es usar un glucómetro para


saber el real estado del paciente y tomar
las medidas pertinentes (tratamiento
farmacológico prehospitalario).

ACCIDENTES CON PONZOÑA –


MORDEDURAS Y PICADURAS

Las mordeduras y las picaduras son problemas comunes en emergencias prehospitalarias.


Se consideran lesiones que inicialmente afectan el tejido blando, pero evolucionan porque
la respuesta orgánica del
organismo de cada individuo puede
afectar a todos los sistemas,
incluso, causar la muerte si no se
recibe atención médica
prontamente, especialmente a
personas que sufren reacciones
alérgicas graves.

Cabe destacar que no todas las


personas reaccionan de la misma forma ante estos eventos.

212
Mordeduras

Estas pueden ser causadas por animales venenosos y no venenosos. Las causadas por
animales no venenosos generalmente son producidas por animales domésticos (perros y
gatos). Las heridas serán variables según la especie, el tamaño del animal y de la
localización de estas, que suelen ser en extremidades, y con menos frecuencia en la
cabeza, cuello y tronco.

Su manejo depende del tipo de herida:

• Erosiones y abrasiones superficiales.

• Heridas punzantes.

• Desgarros y avulsiones.

Además, se debe tener en cuenta:

• Manejo de la herida y limpieza de esta.

• Prevención del riesgo de infecciones.

• Prevención del tétanos.

• Prevención de la rabia.

Mordeduras de serpientes
Causan envenenamiento al inocular el veneno
con sus colmillos. Dependiendo de la especie de
serpiente, será el tipo de veneno y su
repercusión en el cuerpo.

Las marcas que dejan las mordeduras de


serpientes venenosas se caracterizan por

213
presentar dos pequeños orificios sangrantes o a veces uno solo. La distancia entre los dos
colmillos de un animal a otro.

Por otra parte, las mordeduras de serpientes no venenosas se evidencian por una serie de
puntos sangrantes en hilera, paralelos y superficiales, y no se presenta inflamación ni dolor.

Las manifestaciones de gravedad de las mordeduras están relacionadas con:

• Edad, peso y tamaño de la víctima.

• Condiciones de salud previas.

• Especie y tamaño de la serpiente (coral, cascabel, cabeza de cobre, mocasín de cobre,


culebra, yarará).

• Estado de los colmillos y las glándulas venenosas.

• Naturaleza y sitio de la mordedura.

• Cantidad de veneno inoculado.

• Tiempo entre el accidente y la debida atención médica.

214
215
Tratamiento

• Identificar el tipo de serpiente que causó la lesión para saber cómo proceder.

• Tranquilizar a la víctima y colocarla en posición de reposo.

• Despejar la lesión removiendo ropa y joyas.

• En lo posible, lavar el área afectada con abundante agua y jabón, sin friccionar.

• No colocar hielo ni hacer cortes en forma de cruz en la herida.

• NO succionar el veneno con la boca.

• Cubrir la lesión con un apósito o gasa y aplicar un vendaje compresivo ancho y apretado
o un entablillado para inmovilizar la zona.

• Trasladar a un centro de atención para la aplicación del suero correspondiente.

Picaduras

Producen las heridas más comunes a causa de insectos, artrópodos y animales marinos
que inyectan sustancias tóxicas en el organismo.

Picaduras de alacranes
Son ocasionadas, mayormente, en forma accidental al pisarlos o al entrar en contacto con
ellos. La lesión que generan se presenta con dolor intenso que se irradia, edema,
adormecimiento de la lengua, taquicardia, mareos, náuseas, vómitos, dolor de cabeza,
distensión gástrica y convulsiones, llegando incluso a ocasionar la muerte, especialmente
en lactantes y niños (por su tamaño y bajo peso).

Tratamiento

• Como primera medida se recomienda aplicar compresas de agua fría o hielo.

216
• Para determinar si se trata de un alacrán de los del tipo más peligroso es importante, por
ello se recomienda, en la medida de lo posible, atraparlo para que lo vea el especialista
que atenderá a la víctima en el centro hospitalario.

• En lugares donde las picaduras de alacranes son frecuentes, la mayoría de estos centros
tienen el suero para administrar luego de la picadura.

Prevención

• Limpieza de casas y alrededores.

• No acumular basura alrededor de la vivienda.

• Evitar presencia de moscas y cucarachas.

• No dejar ropa tirada en el piso.

• Revisar el calzado antes de ponérselo.

• Precaución en acumulo de escombros, ladrillos apilados, depósitos de leña o madera,


cajones de fruta y verdura.

217
Picaduras de arácnidos
Entre las arañas más comunes en Argentina, tenemos Latrodectus o viuda negra,
Loxosceles o araña de los cuadros, Phoneutria o araña de las bananas, Lycosa o araña de
jardín (tarántulas).

218
Algunas veces se observan dos pequeños puntos rojos en el lugar de la picadura. Durante
las dos primeras horas el dolor es local e intenso y pueden presentarse calambres en el
miembro afectado. Además, se puede presentar dificultad respiratoria, náuseas, vómitos y
una abundante sudoración. Algunas especies provocan rigidez muscular generalizada.

Tratamiento

• Limpiar y desinfectar la herida.

• Aplicar frio para aliviar dolor.

• Inmovilizar el miembro afectado.

• Cubrir con apósitos estériles.

• Loxosceles: tto. antes de las 8hs posibilita tratar con cirugía la zona de la mordedura.

• Controlar vía aérea.

• Llamar SEM o traslado a hospital, en lo posible con el insecto.

Picaduras de avispas y abejas


Las avispas pueden utilizar su aguijón repetidas veces, mientras que la abeja (en especial
la productora de miel) deja su aguijón adherido a la piel de la víctima. Las picaduras de
abejas y avispas tienen una alta mortalidad por sus reacciones anafilácticas.

Estas picaduras pueden generar síntomas que van desde leves (dolor inmediato, prurito
intenso local, eritema y edema. Pueden persistir desde unas horas hasta 2-3 días) a
severos (edema de glotis y laríngeo, broncoespasmo y shock anafiláctico).

Tratamiento

• Tranquilizar a la víctima y proporcionarle reposo.

• Retirar el aguijón, si corresponde. No quitarlo con dedos ya que, al hacerlo, se presiona


la glándula venenosa que queda con el aguijón y se aplicará más veneno. Usar pinza de

219
depilar.

• Aplicar compresas de agua fría sobre el área afectada.

• En casos leves se deben administrar antihistamínicos, corticoides y tratamiento


sintomático. Para casos severos, traslado a hospital o llamado a SEM (sobre todo en
extremos de la vida).

INTOXICACIONES

Es la reacción del organismo a la entrada de cualquier sustancia toxica que le cause lesión
o enfermedad y le pueda ocasionar la muerte.

El grado de toxicidad depende de la edad, estado de nutrición, vía de penetración y


concentración del toxico.

Se denomina toxico es cualquier sustancia sólida liquida o gaseosa, que en determinadas


concentraciones puede dañar al ser vivo.

Las intoxicaciones accidentales o voluntarias debidas al consumo de medicamentos son


las más frecuentes. Aunque también pueden deberse a productos industriales, domésticos,
de jardinería, drogas, monóxido de carbono, por ponzoña cuando se atrapa algún animal
venenoso.

La gravedad de la intoxicación depende de la toxicidad del producto, del modo de


introducción, de la dosis ingerida, de la edad de la víctima.

Vía de acceso tóxico

• Ingestión: vía digestiva.

• Inhalación: vía respiratoria en forma de gas, vapor, polvo, humo, gotitas de Flügge.

• Cutánea: con líquidos, aerosoles o pulverizadores que salpican y/o humedecen la

220
piel.

• Mucosas: ocular, nasal, sublingual, vaginal, rectal.

• Perforación de la piel: inyecciones, tatuajes, picadura o mordedura de animal


venenoso.

Factores que determinan


gravedad

• Cantidad de sustancia toxica.

• Vía de ingreso al organismo.

• Duración del contacto.

• Cantidad de sustancia toxica


que el organismo puede
eliminar durante ese tiempo.

• Susceptibilidad individual.

Actuación ante intoxicación

• SES

• Llamar a la emergencia o a un centro de toxicología.

• Preguntarse ¿qué tomo/inhalo/toco? (depende de la vía) ¿a qué hora? ¿qué cantidad?


¿por dónde?

• Remover la fuente contaminante por inhalación o contacto cutáneo del paciente. Si el


veneno es un gas o vapor, alejar a la víctima del tóxico.

• Si la piel ha sido expuesta, lavar con abundante agua y jabón neutro.

• No inducir el vómito, ya que, si daño al entrar puede dañar al salir (ingesta de corrosivos
como lavandina o soda cáustica).

• Intoxicación con monóxido de carbono (CO): Cefalea, bostezos, mareos, náuseas y


vómitos, debilidad muscular, zumbido de oídos, enrojecimiento de la piel.

221
BOTIQUÍN DE PRIMEROS AUXILIOS

Un botiquín es un elemento de contención y “movimiento apresurado” con elementos


destinados a brindar una primera atención, hasta la llegada del SEM en caso de ser
necesario.

El botiquín de primeros auxilios debe estar instalado en un lugar accesible y conocido por
los habitantes de la casa, pero fuera del alcance de los niños pequeños. Una caja hermética
y que sea fácil de transportar.

Su contenido debe permitir hacer frente a situaciones que con frecuencia se presenten en
el entorno doméstico, por lo que su composición puede variar según las circunstancias,
siendo recomendable que contenga, al menos, los siguientes elementos:

• Material de autoprotección: guantes de látex o


nitrilo, barbijo, máscara pocket.

• Material de curación y hemostasia: suero


fisiológico, agua oxigenada (no alcohol),
antiséptico como iodo povidona (para uso
personal y si no hay alergia a este), gasas (no
algodón), jabón neutro, apósito autoadhesivo o
curitas, cinta hipoalergénica, tijera, vendas tipo
cambric, vendas elásticas.

• Material adicional e instrumental: termómetro (idealmente digital), tensiómetro, baja


lenguas.

222
UNIDAD 5
Introducción a
la bioseguridad

223
GENERALIDADES

Las normas son un “conjunto de medidas preventivas que tienen como objetivo proteger la
salud y la seguridad del personal, de los usuarios y de la comunidad, frente a diferentes
riesgos producidos por agentes
biológicos, físicos, químicos y
mecánicos”.

La bioseguridad es un componente de
la calidad de atención. Es un deber que
consiste en brindar los servicios de
salud con garantía y seguridad, y el
cumplimiento de las normas es una
responsabilidad de todos.

Principios básicos
• Universalidad. Se asume que toda persona es portadora de algún agente infeccioso
hasta no demostrar lo contrario. Las medidas de bioseguridad son universales, es decir,
deben ser observadas en todas las personas que se atiende.

• Uso de barreras protectoras. Para evitar el contacto directo entre personas, y entre
personas y objetos potencialmente contaminados o nocivos, se deben utilizar barreras
químicas, físicas o mecánicas.

• Riesgos en un establecimiento de salud. El gran riesgo se debe a que se trabaja con


enfermos o infectados. Puede haber contaminación como resultado del contacto con
sangre, otros fluidos o material contaminado, equipos y sustancias potencialmente dañinas,
residuos y desechos peligrosos.

• Riesgos biológicos. Son los microorganismos (virus, bacterias, hongos y otros), que se
encuentran en los tejidos y fluidos de la persona infectada. También pueden encontrarse

224
en todo lo que nos rodea tanto los microorganismos externos como los que forman parte
de la flora normal. Por lo tanto, para evitar el contagio de enfermedades se debe interrumpir
el proceso de transmisión de los microorganismos.

• Riesgos químicos. Estos riesgos están conformados por sustancias corrosivas, tóxicas
(vías de exposición), carcinogénicas, inflamables, explosivas.

• Riesgos mecánicos. Están conformados por las temperaturas extremas, radiaciones


ionizantes, contactos eléctricos o conexiones defectuosas, vidrios resquebrajados de
recipientes dañados o tubos rotos, etc.

Epidemiologia

La epidemiología estudia los procesos de salud y enfermedad que afectan a la población.


Se interesa por conocer las características de los grupos que se ven afectados; cómo se
distribuyen geográficamente y en el tiempo los eventos de salud-enfermedad; con qué
frecuencia se manifiestan y cuáles son las causas o factores asociados a su surgimiento.

El término "epidemiología" proviene del griego, donde "epi" significa arriba, "demos" pueblo
y "logos": estudio o tratado. Esto implica que la epidemiología es el estudio que se efectúa
sobre el pueblo o la
comunidad, en lo
referente a los
procesos de salud-
enfermedad.

En toda enfermedad infecciosa se distinguen tres eslabones de la cadena epidemiológica:

• Fuente de infección. Es la persona, animal, objeto o sustancia de cual el agente


infeccioso pasa a un huésped, es decir, el lugar donde el microorganismo se encuentra.
Aquí en el reservorio se deben dar unas condiciones óptimas de vida para el agente

225
infeccioso.

• Huésped susceptible. Es un ser vivo que no tiene inmunidad específica a un agente


determinado y al estar en contacto con él, puede desarrollar la enfermedad producida por
el agente. Es el “candidato a infectarse”.

• Mecanismo de transmisión. Son los medios/vías que permiten el paso del


microorganismo desde el reservorio al huésped.

Clasificación de los mecanismos de transmisión

• Por contacto. Ya sea directo (a través de la piel) o por contacto indirecto (a través de
agujas o instrumental).

• Por gotas. Se lanzan al aire mediante la tos, estornudo, incluso al hablar. En este caso,
el agente infeccioso no permanece en el aire, sino que se deposita directamente en la piel,
mucosa o ingresa directamente en la vía aérea del huésped.

• Por aerosol. Ocurre por la diseminación de partículas de tamaño inferior a 5 micras que
quedan suspendidas en al aire.

• Por medio de un vehículo. Los microorganismos se transmiten a través del agua,


alimentos, medicamentos, etc.

• Por vectores. los gérmenes se transmiten a través de mosquitos, moscas, ratas, u otros
organismos.

226
Manejo de residuos

Materiales desechables y no desechables

• El material desechable, por ser de un solo uso, no necesita limpieza alguna después de
su utilización, basta con colocarlo en los recipientes adecuados para su eliminación. Por
ejemplo, guantes de látex, jeringas, gasas, etc.

• El material no desechable es aquel que se usa más de una vez y, por lo tanto, debe ser
resistente a las actividades de limpieza, desinfección y esterilización. Además, debe resistir
las altas temperaturas y los agentes químicos. Generalmente son materiales de metal o
vidrio (pinzas, tijeras, termómetros, etc.). Este material es reutilizable, pero tiene una vida
útil limitada, por lo que requiere ser revisado para detectar posibles anomalías que impidan
su correcta utilización.

La desinfección supone la eliminación de los gérmenes patógenos, excepto las esporas,


que son formas de vida muy resistentes. Para ello existen diferentes técnicas:

• Ebullición

• Radiación

• Inmersión

• Pulverización

• Vaporización

• Aerosoles

Cada una de estas técnicas conlleva un procedimiento y productos determinados, según la


superficie de aplicación, la eficacia de los productos, concentración, microorganismos
presentes, etc.

227
Entre los productos químicos existentes, podemos mencionar:

• Germicidas antisépticos. Se aplica sobre la piel y mucosas de los seres vivos. Su


acción suele ser menor que la de los desinfectantes. Se utiliza para la preparación de
la piel y mucosas para procedimientos clínicos y quirúrgicos. Por ejemplo:

-Yodóforos. Tiene un alto poder germicida y genera escasa irritabilidad.

-Clorofenoles: Se incorporan a los jabones y se utilizan para el lavado de las manos.


Acción bactericida rápida y resistente.

• Alcohol de 70%. Se utiliza para la desinfección de manos y pequeños utensilios.

• Mercuriales. Es de baja potencia. Sirve para inhibir el crecimiento de los gérmenes,


más que para su eliminación. Puede producir sensibilidad alérgica.

• Peróxido de hidrógeno (agua oxigenada). Se utiliza para realizar el lavado de


heridas. Aporta oxígeno a los tejidos. Es de baja potencia.

• Desinfectantes. Normalmente tienen más potencia que los antisépticos. Son los que
aplican materia inerte para la desinfección de superficies y de material sanitario. Por
ejemplo:

• Aldehídos. Se destaca el glutaraldehído al 2%, cuya acción antimicrobiana es amplia


y dura 14 días. Altamente tóxico sobre la piel por lo que se utiliza bajo medidas
protectoras para su manejo. La desinfección se consigue al sumergir el material en esta
solución durante 20 o 30 minutos.

• Compuestos clorados. Alto


poder germicida, pero son
altamente corrosivos,
irritantes y de olor
desagradable. Se destaca el
hipoclorito de sodio (lejía). Se
utiliza en lugares ventilados y
se usa protección para su
manipulación.

228
Tratamiento de residuos
Se entiende por “residuo sanitario” aquel residuo derivado de la actividad sanitaria. Es
importante destacar que todos los residuos que han estado en contacto con sangre o
fluidos, considerados potencialmente infecciosos, deben eliminarse siguiendo los
protocolos preestablecidos.

Atendiendo la clasificación de residuos sanitarios, estos pueden pertenecer a:

• Residuos asimilables/urbanos. No son derivados de una actividad sanitaria, por lo


tanto, no presentan riesgo de infección. Se incluyen los residuos de cocina, los derivados
de actividades administrativas y jardinería.

• Residuos sanitarios no específicos. Se conocen como residuos clínico-biológicos.


Se consideran peligrosos mientras permanecen en el hospital, ya que pueden ser una
fuente de contagio para algunos pacientes susceptibles. Se incluye en este grupo la ropa
de los pacientes, gasas, vendas, bolsas de orina, materiales desechables, etc.

• Residuos sanitarios específicos o de riesgo biológico. Contienen agentes


patógenos (nocivos) en concentraciones que suponen riesgo de contaminación humana
y ambiental.

• Residuos con normativas especiales. No son peligrosos, pero deben eliminarse


adecuadamente por su composición, para evitar riesgos para la salud y ambientales. Se
incluye el material radiactivo y sustancias citotóxicas capaces de destruir las células del
organismo y originar mutaciones.

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