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La poda del roble trufero

Taller poda Enanizante


Método, François houette.
GUIAR, es convencer…
No forzar.
G. DECARPENTRY

p. 09 -PREFACIO-

Cuando se invitó a este pequeño árbol esmirriado, este roble trufero parado en su pobre y desnutrido ambiente
de montaña, a reunirse a nuestras tierras más fértiles, no nos imaginábamos sin duda el espacio de libertad que le
ofrecíamos.

Esto pasaba en los años 70, la truficultura decaía precipitadamente. Había que reaccionar.

Las esperanzas se dirigieron sobre las plantas micorrizadas, y las plantaciones truferas nos dieron las esperanzas
tan esperadas.

Hoy los resultados tan esperados no están a la altura de los esfuerzos emprendidos y conviene interrogarse.
Entre las numerosas causas puestas por delante, una de ellas hace la unanimidad, aunque sin haber sido apoyado
científicamente: se trata del cierre del medio entorno cerrado: es decir sobre la transformación de la trufera, que
en algunos años va a evolucionar hacia un bosque cerrado, donde las cimas de los árboles acabaran por reunirse y
sólo la parte superior de los árboles se benefician de la energía luminosa. A partir de este instante,
inevitablemente la trufera dejara de producir.

Escogí hacerles compartir aquí, mi experiencia de la poda del roble; que se presentó hace una treintena de años.
Se inspira en la práctica del arte de la poda de bonsáis, que me permitió, en su transposición a la poda de los
árboles en truficultura franquearme de estos tipos de dificultades y restricciones actuales. En efecto, permite
contener el árbol en un volumen relativamente pequeño, conservándole una dinámica de vida intensa y las
condiciones de luminosidad adecuadas.

Empezó a través de los yamadori* que recuperaba en la montaña. Estos árboles, a menudo muy viejos y
sometidos a condiciones de las más difíciles, habían adoptado una actitud de supervivencia que les confería un
potencial fuerte para hacerse un bonsái. Todavía hacía falta conseguir la trasplantación, luego, hacerlos sentirse
cómodos dentro de un pequeño tiesto.

Solamente después, el árbol podrá prestarse al refinamiento y trabajo de poda del truficultor.

Al mismo tiempo, y porque los recursos yamadori fueron limitados tanto como inciertos, me volví hacia la creación
de bonsáis a partir de siembra, o mejor, de esquejes. Este método tenía la ventaja de seleccionar y conservar los
caracteres más raros: hermosas hojas por ejemplo. Así es como comencé una gran aventura con robles y otros,
aventura tanto más difícil que las referencias en metiere de cultura de los bonsái (robles y otros) entonces eran
muy limitadas.

p. 10

Sin entrar en detalles, querría empujar con usted la puerta, en la cual se esconde el espíritu tan particular del "
domador de árbol enano». Numerosos son los que piensan que la enanizicación de un bonsái se obtiene
solamente por constreñimiento de la planta, el de las tijeras de podar que acecha todo retoño fuera de dimensión,
el de la ligadura o alambre que contrarresta el desarrollo de la rama, o la debida a los efectos de una hambruna
alimentaria. Es verdad que este método de la limitación tiene sus adeptos. Para mí, conduce estéticamente a un
sin sentido y fisiológicamente a el debilitamiento y a la puesta en peligro del árbol.

No, es preferible utilizar el método dulce, el que consiste en convencer al árbol de quedar pequeño y armonioso a
la vez. En el caso del roble, con un poco de paciencia y un conocimiento del modo de crecimiento del roble, como
de sus reacciones a las intervenciones de poda, se vuelve fácil guiarlo hacia el modelo preestablecido. Si este
modelo concuerda con la realidad funcional de nuestro árbol, entonces el trabajo será rápido y el resultado
convincente. En caso contrario, entraremos en un juego de pulso de brazos, donde el ganador no será quien
creemos... después de estas consideraciones generales, quedémonos por ahora concentrados en el caso de los
árboles truferos.

Nuestro objetivo apuntará a alcanzar lo más rápidamente posible el estado adulto del árbol, una etapa
fundamental de su vida donde la serenidad y tranquilidad del árbol dejara de lado su ímpetu adolescente y
expansión del mismo.

Esto se hará evidentemente acortando su fase juvenil, que consume mucha energía explorando su entorno al
mismo tiempo que aprovecha la vitalidad del árbol.

Para alcanzar dicha meta, buscaremos invertir la tendencia expansiva del árbol, a través de una poda adaptada
que debilitará las ramas fuertes e inversamente, reforzará las ramas débiles. Así es como nuestro roble alcanzará
este equilibrio buscado que presenta mucha facilidad de gestión, y que marca también el fin de la poda de
estructura*. Bastará entonces con mantener el roble en el volumen adquirido, y pasar al periodo de poda de
mantenimiento* poco técnico.
p. 11 CRECIMIENTO Y ARQUITECTURA
Luz y energía
Todos lo sabemos, el árbol absorbe del suelo el agua y las sales minerales que necesita, a través de un sistema
complejo de raíces potentes y que le sirve también de ancla. Estos dos elementos son los componentes esenciales
de la savia bruta, que no pueden ser asimilados por el roble a condición de transformarla. Para ello, dos actores
esenciales van a modificar la composición de la savia bruta en savia elaborada, las hojas y la luz. Así, esta rica maná
de azúcares descenderá nuevamente hasta su punto de partida, en las raíces, liberándola a lo largo de su camino,
condición necesaria de crecimiento, fuerza y desarrollo del árbol

Al elegir eliminar, reducir o no intervenir en una u otra rama en particular con nuestras tijeras de podar, vamos a
actuar directa o indirectamente en este formidable motor de crecimiento vegetal. Motor que está entre nuestras
manos. Podremos conducir nuestro roble hacia la meta que nos hemos fijado. Estamos en posesión de un freno y
un acelerador potente que os propongo descubrir. Cuidado con los deslizamientos, la conducción requiere tacto...

p. 12 Impacto en un entorno cerrado


Si bien en un entorno abierto, los rayos del sol penetran fácilmente a través del canope*, no es lo mismo con una
trufera con su entorno cerrado. En el primer caso, toda la circunferencia del árbol se iluminara hasta la base,
pudiéndose beneficiar de los efectos de los rayos reflejados por el suelo.

En el segundo caso, no sólo las copas forman una barrera de baja permeabilidad, donde el árbol será privado
lateralmente de los beneficios de la energía luminosa.

Esta constatación puede aparecer sin importancia en un primer momento, pero las consecuencias son mucho más
de lo que parece.

De hecho, está claro que el espacio de intercambio es importante, vamos a ver en este capítulo cómo las
diferentes áreas de la corona * que son en número de tres, puede interactuar de manera diferente con la energía
luz y cuáles son las implicaciones.

Entorno abierto: La luz del sol mete en


reacción la periferia entera del árbol por incidencia de la luz solar directamente e indirectamente.

Entorno cerrado: Sólo la parte superior de los árboles se beneficia de la energía luminosa
p. 13

Dos plantaciones de trufa a 10 años de


diferencia. Mismo espaciado entre líneas.

Plantación joven de 13 años en terreno fértil. La


producción de trufas (melanosporum) ya está seriamente comprometida debido al desarrollo excesivo de los
arboles

Entorno cerrado en una vieja plantación abandonada.


p. 14 Variación de la luminosidad y modificación de crecimiento.
Estiramiento.
Quién no ha constatado que la hierba que crece a la sombra de una mesa de jardín, crece más rápido y más alto
que la de su vecina, que está en plena luz: es el estiramiento.

Este fenómeno es omnipresente en la competencia que se libran los árboles entre ellos, en su competición por el
sol. Puede actuar como un acelerador de crecimiento y una oportunidad adicional para los árboles débiles o
debilitados, para no ser "asfixiados" por los más fuertes. Este impulso momentáneo de energía que se activa en
cuanto la luminosidad disminuye, hace que las plantas se eleven provisionalmente a la misma altura que su
competidor más cercano.

Si esta nueva posición les permite explotar mejor las condiciones ambientales, entonces podrán sobrevivir. Pero si
las fuerzas utilizadas son demasiado grandes, entonces la planta o el árbol debilitado no podrán sobrevivir.

Esta singularidad que hemos visto en la competencia entre árboles, es idéntica a la que se opone entre dos ramas
de un mismo estatuto, en un mismo árbol. Este tipo de ramas, se llaman duplicados o sacrificio. Y se prestará
especial atención a ellos para definir los límites de su cohabitación. Las intervenciones de poda tendrán como
objetivo dar prioridad a la mejor posicionada, progresivamente.

Estos plantones de roble que han sido parcialmente


protegidos de la luz por un tiempo, se han estirado considerablemente. Los tallos son delgados pero más largos,
las hojas más pequeñas, empinadas y de un color verde pálido.
p. 15 Modificación direccional

Expresión de fototropismo en plantas


jóvenes de tilos en la búsqueda de luz en el borde de una placa de cultivo.

Por la misma razón que el girasol se orienta hacia el sol, una joven planta de roble reaccionara a una exposición
luminosa, orientándose hacia la dirección de mayor exposición solar. Esta aptitud (fototropismo*) es
particularmente visible en los árboles de vivero cercanos al borde de una placa de cultivo, presentar esta
inclinación al exterior en busca de más luz que sus compañeras.

La reacción fototropismo tiene un lugar importante en la edificación de la arquitectura del árbol, durante su
control por la poda. Cuando no se tiene suficientemente en cuenta, con el tiempo, generaran desequilibrios
funcionales sobre los cuales estaremos constantemente luchando para reequilibrarlos. Debidamente tenido en
cuenta, conducirá a un confort compartido por el árbol y del que poda

p. 16 Densificación
Cuando nos íbamos entre amigos a la búsqueda de Bonsay Yamadori, las mejores regiones de prospección se
situaban en altitud. Está claro que en las zonas de alta montaña, teníamos grandes opciones de encontrar un gran
surtido de árboles enanos o poco desarrollados. La explicación es la siguiente: la intensidad de la luz, que es
inversamente proporcional al espesor de la atmósfera, actúa sobre las plantas en altitud, reduciendo su tamaño.

Esto resulta en un acortamiento de los entrenudos y el estrechamiento de los órganos asimiladores (hojas o
agujas). A esto hay que añadir, por supuesto, otros factores climáticos (viento, nieve y sobre todo a escasos
recursos nutrientes).

En el tema que nos preocupa, la poda del roble trufero, estaremos constantemente atentos a tener en cuenta el
concepto de mantenimiento de la intensidad luminosa en todas las partes verdes del árbol. Así conseguiremos
unos árboles con vigor, sanos y compactos (enanizados).
Dos robles pubescentes, uno de un año de edad, mostrando una diferencia muy
marcada en la separación de sus entrenudos. Este particularismo innato dará una actitud al árbol de la izquierda
una densificación segura.

Gilles, bajando se la montaña cargado de un magnifico yamadori

p. 17 La hoja sintetiza los azúcares

A menudo, se hace referencia al sirope de arce de Canadá, cuando queremos asociar "árbol" y "azúcares".
Después de haber sido cosechada, a través de una incisión en el tronco, la savia recogida se reduce al fuego para
obtener un jarabe maravilloso, a untar en los pancakes y crepes

Con la acacia, es gracias a sus hermosas flores blancas que las abejas convierten el néctar en miel líquida, al límite
de la transparencia.

La miel roble existe también. La abeja no puede extraerla que sólo a través de la ayuda de los pulgones
(hormigas). Ellas entrarán en las ramas de los brotes jóvenes con su poderosa cabeza, a la búsqueda de savia
dulce. Liberando unas cuantas gotas de rocío de miel a partir de la cual las abejas desarrollará esta miel de roble
tan preciada y potente.
Plántula de roble sin futuro.
Su inicio y desarrollo fue posible gracias a las reservas acumuladas en la semilla/bellota. Pero le será imposible
seguir su desarrollo de forma autónoma, por falta de clorofila (deficiencia genética).

Colonia de pulgones y sus hormigas sobre un brote de roble/cajigo

Miel de roble extraída de su mielada por los pulgones y elaborada por las abejas.

p. 18 El brote, explora o explota su entorno


Ramos de exploración
Si miramos de cerca, las ramas que forman el follaje de un roble, son diferentes y pueden ser definidas en dos
categorías bien distintas.

En el brote de primavera, es decir, cuando las yemas dan nacimiento a nuevos brotes/ramitas, algunos de ellos
parecen ser extremamente dinámicos. Desarrollaran entrenudos largos y posteriormente llevaran una segunda
ramificación.

Se trata de las ramitas de exploración. Como su nombre indica, su misión principal es explorar el espacio a
conquistar. Ellos son los encargados de la construcción de la estructura del árbol.
Ramos de exploración en época de primavera en una rama horizontal
de un roble pubescente.

Roble particularmente dinámico en la conquista de su espacio. Nos damos


cuenta de la enorme aura característica, resultado de las múltiples ramas de exploración.

El vértice, área de más tonicidad del árbol, sorprende por la violencia de su


crecimiento.

p. 19 Ramos de explotación
Los otros ramos son menos expansivos y en posición retraída. Los entrenudos son cortos y el follaje resultante es
denso. Y rara vez se ramifican.
Estas son los ramos de explotación. Este tipo de ramo utiliza la luz del sol de forma óptima.
Ramo de explotación, de a apariencia anónima pero a preservar y a desarrollar.

Hermosa superficie de hojas, asimilativas.


Es característico de las ramas inferiores de un árbol estabilizado.

Organización en follaje fascículo de un ramo de explotación. Particularmente


eficaz gracias a la disposición de sus hojas en pétalos de rosa.

p. 20 Después de haber identificado los diferentes brotes en particular, aquellos que consumen más energía que
la que producen: los ramos de exploración; vamos a interesarnos en los que a la inversa, producen
abundantemente, mientras que consumen poco: los ramos de explotación.

De hecho, se ha demostrado que si su peso es sólo una tercera parte de las ramillas anuales, producen totalmente
a ellas solas, dos terceras partes de la superficie hojosa, y contribuyen significativamente de aumentar la
superficie de intercambio clorofílico. THIEBAUT 1981

Nuestro objetivo es acrecentar el rendimiento del roble productor de azúcar (ya vendremos) y este hecho tendrá
un lugar importante en nuestras preocupaciones.
Ahora nos queda encontrar la intervención apropiada y equilibrada, lo que nos ayudara a repartir de la mejor
manera, esos dos tipos de ramos específicos.

No hay que olvidar que el resultado sólo se logrará si las acciones de poda son progresivas y respetuosas con el
metabolismo del árbol.
Los ramos de explotación concentran una
biomasa mínima (1/3 del peso) por una eficacidad máxima (2/3 de la superficie de intercambio).

p. 21 Evolución de pautas de crecimiento anuales en la corona del árbol.


En el siguiente ejemplo, inmóvil, de una determinada edad y desarrollo, la estratificación de las energías en el
follaje de un roble pubescente.

Podremos imaginar y comparar este método de arquitectura y distribución en las ramas principales de un árbol
adulto. El principio es el mismo.
p. 22 Localización de energías en la corona del árbol.

Autor. THIEBAUT et PUECH

Odjetivo de la poda
La poda performante, tiene por objetivo privilegiar progresivamente la extensión de la zona de explotación sobre
las otras dos zonas: exploración y poda.

Si esta poda favorece un soleamiento constante sobre la mayor parte del árbol, y también le permite crecer y
regenerarse sin que haya extensión en su volumen. Entonces el roble trufero estará instalado durablemente en
una dinámica energética equilibrada.

Objetivo de la poda

p. 23 Consecuencias de la falta de poda


El árbol no podado evoluciona naturalmente en diámetro y en altura hasta que las copas se reúnen.

Seguidamente, un desequilibrio se instalara, a causa de la falta de luz en las ramas bajas y seguidamente en las
laterales. La zona de poda natural ganara entonces sobre la zona de explotación, que recula, seguidamente se
producirá un reequilibrado en provecho de la zona exploradora que aumentara de volumen.
Desarrollando un crecimiento vertical (la sola posibilidad) que necesariamente consumirá de las reservas del
árbol.

No podado
El exceso de cubierta verde conlleva sombra y falta de luz solar. Consecuente a la falta de poda.

p. 24 Incidencia de la poda sobre la localización de las reservas.


El árbol reacciona de manera característica a las operaciones de poda, movilizando una parte de sus reservas hacia
los puntos de corte. Es gracias a estas provisiones, que la cicatrización podrá hacerse, y formarse nuevas brotes.

Ahora bien, si estas intervenciones tienen un carácter repetitivo, ellas activarán una migración significativa de
materias carbonosas (azucares) y su acumulación en la fona en cuestión. Esto provocará un agotamiento de las
reservas en las otras partes del tronco y especialmente en su base. (Ver diagrama de abajo)

Entonces tenemos derecho de hacernos la pregunta siguiente: ¿Qué pasa con la transferencia de azúcares hacia
las raíces en el caso de una poda sistemática?

Un trabajo Gerard Bory, De la Universidad de París 7.

Cartografía Comparada de Reservas Amiláceas en el Dicho árbol (80 años) De forma libre (a izquierda) y podado
mecánicamente y regularmente por conteos en cortina (a derecha).
Brotes muy activos en las zonas de poda repetitivas.

Poda mecánica en cortina sobre robles verdes y pubescentes favoreciendo


una acumulación de reservas en extremidad de la ramificación

p. 25 Nutrición de la trufa
A menudo nos preguntamos: ¿cómo la trufa se nutre y cuál es su dependencia vis a vis del árbol?
Desde hace muchos años se pensó que las trufas no estaban directamente relacionadas con la encina,
más que en los primeros días de su nacimiento, y luego rápidamente se liberase y convertirse en
autosuficiente. Pero no, los científicos reunidos en el programa Systruf nos lo afirman ya. “La trufa negra
del perigord no utiliza el material de carbono de la materia orgánica del suelo para su desarrollo. El
carbono del árbol huésped (azúcar) transferido a los ascocarpes provienen solamente de la fotosíntesis
del año”.

Para producir trufas, produzcamos azúcar… por árbol interpuesto.

Y seamos convencidos que solo la poda del roble trufero bien conducida nos puede conducir.
P 26 Hormonas y regulación
Las hormonas vegetales pertenecen a tres grupos distintos y son secretadas por el árbol en áreas específicas. La
auxina, toma nacimiento en la parte superior de un ramo en crecimiento mientras que; la citoquina es sintetizada
a lo opuesto, en las jóvenes raíces en actividad. Las Gibelinas provienen a la vez de las raíces y de las hojas
jóvenes. Representando a ellas tres, un sistema de regulación de crecimiento por los mensajes que ellas
transmiten. Actuando en sinergia.

Las operaciones van a interferir necesariamente en este modo de comunicación, ya que actúan en las hojas como
en los ramos. Estas pueden perturbarlos a diferentes niveles, pero también pueden infiltrarse en el circuito y
hacer pasar información y mensajes.

AUXINAS
Sintetizadas en las extremidades de los tallos en crecimiento y acumulándose en la base de los tallos.

Responsables del engrosamiento celular. Las auxinas, se acumulan a la base de ramas

Estas inhiben el desarrollo de yemas axilares.

Igualmente orientan el desarrollo de las ramas laterales al horizontal.

P 27

La producción de auxina funciona al máximo en esta extremidad del tallo en crecimiento.

Todos los desarrollos y crecimientos en flecha de este roble pubescente están influenciados por la
auxina, no teniendo el mismo desarrollo en fuerza y en dirección.
Modificaciones comportamentales de ramos de un tallo en desarrollo, debidos a los
efectos de la auxina procedentes de las yemas apicales y terminales.

P 28 La dominancia apical
La construcción de la arquitectura de un roble, está influenciada por su ápice y su yema terminal. Esto es lo que llamamos la
dominancia apical.

(Si un brote es dominante, es decir, si está en la posición más alta, el crecimiento de los brotes es vertical. Si un brote está
dominando, el crecimiento oscila entre el oblicuo y horizontal.

1 - La dominancia apical de la flecha es suprimida por una poda, inmediatamente un brote inferior la remplazara
modificando su dirección de crecimiento y elevándola.

2 – Característica muy marcada de la dominancia apical, donde la flecha domina las ramas laterales, que son
horizontales.

3 - La flecha ha perdido gran parte de su dominancia apical. Las ramas nacidas dominadas guardan su posición
horizontal a su base y se elevan en sus extremidades
P 29 Desarrollo
Modo de crecimiento
El roble se distingue del castaño, por ejemplo, por un modo de crecimiento muy particular y que tiene mucho en
común con el álamo, el fresno o el pino silvestre. Este modo de crecimiento ha sido definido según el modelo
arquitectónico preciso (modelo de RAUH). Le caracteriza la elaboración de la construcción del tronco, así que las
ramas y sus ramificaciones.

Es así que el roble tendrá un tronco monopodo (cuando el brote terminal axial se desarrolla prioritariamente), de
ramas orthopodos (cuando los brotes favorecen las ramas horizontales P 36), y un crecimiento rítmico.

Sembremos una bellota. La cual dará nacimiento a un brote principal que más tarde será el tronco de un roble.
Sobre este tronco, nacerán ramas desarrollándose de forma ascendente. En el mismo año, su desarrollo no se hará
de forma continua, más bien con pausas y arranques. El número puede variar de una a cuatro dependiendo de la
genética y madurez del árbol. Unos años más tarde, el árbol habrá acabado esta unidad compuesta de un tronco
con numerosos ramajes cubiertos de ramillas. Su silueta se registra a continuación en forma de pirámide.

Pero esta actitud está muy lejos de la que conocemos del roble adulto, a la cima redondeada.

Para poder realizarlo, el árbol desarrollara un segundo árbol en su follaje. Es el fenómeno de reiteración. Otras
reiteraciones se unirán a él creando una sólida y compleja estructura, extendiéndose en una media esfera.

El enorme roble de Gasny y su estructura de numerosas


reiteraciones.

En el fondo de la imagen, su cadete se distingue por su sencillo porte piramidal, reflejo de una sola unidad
arquitectónica.

P 30 Crecimiento rítmico
La primavera da la señal de salida de la vegetación. El roble arrancará en flecha en una oleada de crecimiento, a
cuatro tiempos.

1- Los brotes, formados durante las olas precedentes de crecimiento y


preparadas a desarrollarse se hinchan, disociándose sus escamas.
2- Un esbozo de brote se estira rápidamente, definiendo así el espacio de
entre nudos.

3- A continuación, el limbo neo de hojas adquiere su forma definitiva.

4 - Quietud aparente del nuevo ramaje. Pasando de la etapa de


consumidor a la de productor, almacenando una parte de sus reservas.

31

Esta ola de crecimiento durará un poco menos de 30 días, y será seguida frecuentemente por otras dos olas de
crecimiento más, repartidas como sigue:
Ejemplo. De ramificación rítmica de un roble

1ª crecida vegetal de primavera……más o menos.. 10 abril

2ª crecida vegetal de la San juan…… más o menos..25 junio

3ª crecida vegetal………………………… más o menos.. 1 Agosto

Las fechas propuestas aquí son las referentes a un árbol local. Estaría bien hacer lo mismo por cada identidad
geográfica de la trufera y guardarlas en memoria. Poniendo en perspectiva la temporada en comparación con
las anteriores.

El número de oleadas de crecida dependen de la edad del árbol.

Si es anciano, tendrá una sola manifestación de crecimiento anual, de reducida expansión. En cambio un joven árbol
puede tener hasta cuatro oleadas de crecimiento

La amplitud de cada ola es rara vez la misma y la ola de crecimiento de San Juan es a menudo la más potente.

De manera excepcional, un roble puede adoptar un modo de crecimiento continuo a lo largo del año. Es una actitud
que toma necesariamente después de la tala del tronco o de una poda severa, que dará lugar a una fuerte expansión
de su masa vegetal.

P 32 Reiteraciones
El árbol en el árbol, llamado por muchos, retoños codiciosos/radicales, chupón o vástago etc., fueron definidos por Oldeman
en 1972 bajo el nombre de reiteración. Éste es un proceso morfo-genético de un árbol para duplicar su propia arquitectura
(C. Edelin.

Más adelante veremos la importancia dada a la gestión de reiteraciones.

Cuando esta manifestación, hace parte del desarrollo natural del árbol, se le llama reiteración secuencial. Estando
relacionado con varios factores: la disminución de la dominancia apical, aumento de la energía luminosa o un aumento de
savia más importante.

Cuando se produce a causa de un estrés: pérdida de una rama o poda, entonces se llama reiteración retardada.

Esta rama que toma su independencia,


pareciéndose a un pequeño árbol, ilustra uno de los muchos eventos de reiteraciones identificados.
P 33 Reiteración secuencial.
La reiteración secuencial corresponde a una modificación del proceso de elaboración de la ramificación.

Originándose a partir del desarrollo de una yema latente o de un ramo corto.

Seguidamente al abortamiento del brote terminal, los brotes axilares tomaran el


mando.

Al final de la temporada, los brotes laterales han completado su desarrollo, para


iniciar una horquilla.

De la división de ramas nacerá una reiteración bien establecida que competirá con la flecha.

Roble Pubescente adulto, en fase de duplicación arquitectónica. Varios árboles


pequeños son visibles en esta estructura y participarán activamente en la construcción de su silueta final, esférica.
P 34

Roble pedúnculo remarcable por las


proporciones de su tronco, en comparación con la desmesura se sus ramas. Es más a la imagen de un enorme
arbusto (Basitono), que a la imagen de un roble convencional (Acrotono).
Su tronco es robusto y muy corto. La multitud de sus ramas tienen la particularidad de estar insertadas desde su
base. Estando poco distantes las unas de las otras y su dirección ascendente muy marcada.
Tales árboles, mediante el desarrollo de un cono truncado, parecen tener una capacidad de producción trufera
superior a los otros.
En el medallón, una reiteración secuencial en pleno desarrollo, sorprende por su localización baja y central.
Podemos observar que dicha reiteración, no representa una excepción en la corona de este roble.

P 35 Reiteración retardada
En el siguiente ejemplo, un accidente debido a la tormenta ha privado al árbol de su cima. Formando abundantes
ramajes en compensación al volumen perdido.
Una porción, de aspecto juvenil, se desarrolló como una extensión del tronco.
Otra coge nacimiento sobre una rama principal, de actitud más recogida.
P 36 Ortotrópico y plagiotrópicas
Cuando realizaba esquejes de roble, para mantener las características de algunos de mis bonsáis, fui sorprendido
por el comportamiento de algunos de ellos, desde el primer año de su desarrollo.

Dos esquejes de roble de un año, proveniente de un mismo árbol.

A izquierda, esqueje recogido de una rama horizontal y cuyo desarrollo direccional se mantendrá durante todo el
año siguiente. A derecha, evolución normal en los esquejes recogidos de una rama ascendente alta.

Si la mayoría se estaba desarrollando a la imagen de una planta de semillero, en una dirección vertical, un
pequeño número de ellas se negaron a hacerlo. De hecho, una rama lateral creció de manera desproporcionada a
la horizontal. La respuesta que fue dada más tarde: los esquejes en cuestión habían sido recogidos sobre ramas
plagiotropas. Éste carácter genético persistirá durante dos años antes de desaparecer.

Esta observación, me llevó a buscar en los matices engendrados; por la modificación de inclinación de una rama
vertical al horizontal. Jac Boutaud nos da la respuesta: una rama es ortótropa cuando es construida en un volumen
(cilindro) y muestra una simetría radial. La dirección de crecimiento de tallos ortotrópicos, es por lo general, cerca
de la vertical.

Un tallo es plagiotropo cuando está construido en forma plana y muestra una simetría bilateral. Sus hojas y/o sus
ramificaciones se extienden esencialmente en dos direcciones opuestas entre ellas. La dirección de
crecimiento en los tallos plagiotropos es generalmente oblicua u horizontal. En mi búsqueda de la
densificación del árbol, les di posteriormente, una gran importancia a dicha diferencia.

P 37

Representación comparada de ramas ortótropas (casi vertical)


y plagiotrópicas (horizontal) inscribiéndose en volúmenes diferentes.
Vista sobre dos ramos diferentes de un mismo roble. En una misma superficie de congestión,

El número de hojas del brote superior


(Ortotrópico) es el doble que la del brote de la parte inferior (plagiotrópico).

P 38 Barítono y Acrotono
El roble como árbol va a privilegiar, en primavera, el despliegue de brotes de su extremidad en detrimento de los
de su base: Teniendo un desarrollo acrotone. Su tronco será despojado de las ramas en la base y su silueta será
erigida *.

Al contrario, una planta que da prioridad a los brotes de la base de sus ramos o tronco, tiene una expresión
poblada y recogida (basitone), propia a los arbustos.

Sin embargo, este carácter no es tan claro como parece.

De hecho, observando los robles aislados en lugares abiertos y poco competitivos, podremos encontrar
especímenes muy robustos, de tendencia basitone.

Esta característica árbol-arbusto, no debe pasar por alto para aquellos que buscan contener un árbol a través de la
poda.

Entonces, nos podemos plantear las siguientes preguntas: ¿es posible orientar una selección de plantas con estas
características (Basitono) y de qué manera podemos lograr esto?

Desarrollo Basitono y desarrollo acrotone (Le bon jardinier 153eme Edition)


P 39 Acrotono

Joven roble Pedúnculo en su segundo año.

Demostrando con claridad su acrotonomía. Estando equipado para afrontar sus competidores, en la lucha por la
supervivencia.

Roble de llanura sin competencia, de corona amplia, soportado por un tronco bien
diferenciado.

Basitono
Tendencia Basitono para este roble pubescente, que no podrá expresar esta originalidad, como en un contexto
luminoso favorable y sin competencia.
A proximidad de este roble, remarcable por su tronco inexistente y a sus
robustas ramas bajas, se encuentran otros robles, también basitonos. Este carácter parece ser trasmisible, y no
accidental.

P 40

Planta en su segunda primavera en un desarrollo inusual. Todos los brotes desbordan al


mismo tiempo y darán nacimiento a ramos densos. La semilla proviene del árbol de la foto de al lado.

Una ramificación muy abundante, como la de un tilo, en este roble pubescente.

Tronco múltiple, una excepción que no necesariamente


original de una tala, como lo demuestran los dos ejemplos de la derecha.
Traducción: Julio Alcubilla

Contacto:
Julio Alcubilla.

EXPEDICIONES - BIO-TRUFA
Julio Alcubilla - C/ Única S/nº - Las Almunias de Rodellar - E - 22144 Huesca – España. “Sierra de Guara”

Tel. 00 34 974 31 86 00 - movie: 00 34 64 987 54 88 - WhatsApp + Skype: - julioguia

julioalcubilla@gmail.com - www.bio-truffe.com - www.expediciones-sc.es

* Los científicos españoles y franceses en truficultura “INRA”, afirman que dichos métodos de poda de “HOUETTE François
(Francia)” y el de los “hermanos ANGELLOZZI (Italia)”, son la revolución frutícola del siglo XXI.

*** otro (Libro truficultura – Atreveros a cultivar la trufa de otra manera/Osons une culture raisonnée” (Pag 92),

Pargney J.C., Coord, Chevalier G.).

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