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Souto Marta - U4 - Hacia Una Dialectica de Lo Grupal PP 78 - 94
Souto Marta - U4 - Hacia Una Dialectica de Lo Grupal PP 78 - 94
Octavio Paz
Nos interesa dedicar unas páginas a la dialéctica de los grupos tal como fue
desarrollada por Jean Paul Sartre (1979) en la Crítica de la razón dialéctica
Sartre realiza una reflexión profunda acerca del hombre frente al grupo y a la
historia colectiva, en dicha obra.
¿Cuáles son las formas o tipos de socialidad? Sartre señala dos tipos: la serie y
el grupo.
Se pertenece a ella por el lugar en el orden serial sobre la base de ser idénticos
para el conjunto social, para el colectivo.
La serie se produce por el "objeto común" como unidad de sí, externa, dentro del
campo práctico-inerte.
Pero también la serie es para Sartre "un modo de ser de individuos los unos en
relación con los otros y en relación al ser común" (op. cit. pág. 406). .
La unidad afecta a cada uno en las relaciones de tercero que mantiene con los
otros y que constituyen una de las estructuras de su existencia en libertad.
Cada uno es otro y es tercero, organiza como tercero lo que lo rodea, le asigna
un "libre sentido totalizador". Cada uno disuelve su ser serial en 'libre actividad común".
Hay una praxis totalizadora que no llega nunca a elemento totalizado, cada uno
se integra como parte en una síntesis propia que surge de esa totalización.
El individuo como tercero esta unido en la unidad de una misma praxis (...) a la
unidad de los individuos como momentos inseparables de la totalización no totalizada y
a cada uno de ellos como terceros, es decir por la mediación del grupo”.
"(...) los miembros del grupo son los terceros, es decir, cada uno como
totalizando a las reciprocidades de otro. Y la relación de tercero a tercero no tiene ya
nada que ver con alteridad, desde el momento en que el grupo se hace medio práctico
de esta relación, se trata de una relación humana (...) que llamaremos la reciprocidad
mediada (op cit pág. 39). Esta mediación es doble, del grupo entre los terceos y de
cada tercero entre el grupo y los otros terceros, El mediador es una praxis no un objeto.
Cada individuo actúa desde la reciprocidad mediada no como aislado sino como
persona común o grupo, como tercero.
La función es a la vez tarea a cumplir y relación entre cada uno y todos los otros.
Hay en esta relación "una tensión derecho-deber".
Seda al mismo tiempo la práctica del terror y la defensa contra él en una doble
relación de reciprocidad donde cada cual se convierte en una "herramienta del grupo".
En este nivel se define la institución, que es otra forma de mediación.
Hemos sintetizado y transcripto las ideas de J.P. Sartre acerca de los grupos por
considerar que en él se expresa una clara concepción dialéctica de los grupos.
"La experiencia dialéctica nos muestra la acción del individuo como unificándose
en la síntesis unificadora y la superación del campo práctico, pero en ningún caso nos
la descubre como unificada" (op. cit. pág. 74).
Ba- "Hice cursos de posgrado hasta el '82. Yo venía como 'enyesada', no sabía
qué hacer. Ahora quiero ir despacio, tomar mi tiempo."
Ca- "Me pareció lindo lo que dijiste Ba. El año pasado yo quería estar en todos
los lugares a la vez y no podía. Quiero darme y dar la posibilidad de cambiar aunque
implique dejar cosas".
Esta segunda reunión en lugar de ser un "encuentro formal" como la primera, fue
un "encuentro real" con compromiso e implicación y apertura hacia el futuro. Cuando
cada uno habla de sí' mismo habla también del otro. En el transcurso de la reunión
surge una pregunta desde una participante "¿estoy hablando de mí?" Esta
incertidumbre verbalizada muestra el pasaje de la serialidad a la fusión, de la alteridad
a la reciprocidad mediada. Cada uno se constituye en tercero.
A. Ma- "Yo quiero decir algo. Hay personas que compartieron cosas conmigo
antes. Tengo la sensación de que traigo cosas de otro grupo. Me preocupa la gente
nueva, Los que se sienten fuera del grupo. Yo me siento como miembro, por lo anterior,
pero no sé si todos”
El grupo parece en esta reunión un espejo con múltiples facetas en las que se
reflejan las caras de cada uno confundiéndose con las del otro, los otros; "¿Estoy
hablando de mí?"
Frente a ello dicen "somos todos corresponsables". Hay poderes pero no mando.
Aparecen lugares contrapuestos entre los miembros. La reunión termina con demandas
de participación del coordinador formal del grupo quien decide sólo enunciar líneas
posibles para seguir pensando: lo individual-lo grupal, la iniciación del grupo, el vínculo
de conocimiento y la ignorancia. Surge también la incertidumbre por falta de estructura
del grupo y frente a ella dos tendencias: los que quieren todo planificado, los que
quieren todo libre. Hay necesidad de aferrarse a algo pero surge la duda ¿estructurarse
es volver a lo formal? (al "Proceso", para este momento histórico).
Las formas del terror son leves en este grupo. Los ausentes son vividos como
traidores potenciales que no permiten la continuidad del proceso grupal.
Tal como puede verse en este análisis la dialéctica se esa en los grupos de
aprendizaje. Estos se caracterizan por un acontecer dialéctico. El conocimiento acerca
de dios, de su complejidad y movimiento debe también ser dialéctico.
Pero veamos ahora qué ocurre en otros grupos de aprendizaje. Tomemos las
clases en la enseñanza media.
La profesora (P) entra al curso, anuncia que no va a tomar prueba y que harán
repaso.
Pide un ejercicio a los alumnos para hacer en conjunto. Una alumna le indica
uno del libro que no entendió. Aclaran cuál es el ejercicio.
Pasa un alumno al frente para realizarlo. Luego pasa otro alumno para
explicarlo. El resto copia en sus carpetas o se distraen conversando con sus
compañeros más cercanos. Cuando el alumno se equivoca P. pregunta al resto, otras
veces aclara ella misma o indica errores para continuar. Una vez terminado cada
ejercicio esperan para que terminen de copiar y luego otro alumno hace otro ejercicio.
P. pide un ejercicio de otro tipo. Los alumnos no quieren hacerlo porque no lo saben.
La clase siguiente está dedicada a dictar temas para los recupera torios y dar
fechas de examen. La profesora llega casi una hora tarde e indica que habrá prueba en
la próxima; la clase siguiente, falta quedando los alumnos con dos horas libres. En la
otra clase, P llega tarde, saca su cuaderno y comienza a escribir ejercicios en el
pizarrón. Son los ejercicios de la prueba anunciada. P. amenaza a los alumnos que
hablan. En el recreo los deja salir afuera y luego continúan. Afuera los alumnos
intercambian formas de resolución de los ejercicios. Al volver algunos tienen machetes
que utilizan para copiarse. La prueba termina, recogen las hojas y luego continúa la
clase. Sacan fotocopias de funciones algebraicas y buscan ejercicios con dificultad.
Algunos siguen las indicaciones de P. y otros no. Pasa un alumno y realiza un ejercicio.
Frente a errores o titubeos P. pregunta a otros hasta que aciertan la respuesta y el
ejercicio se termina. P. se despide recordando los exámenes de recuperación.
El lugar del docente desde el poder instaura un cierto orden que en conjunto
llevan adelante. No hay espacio visible para la participación de unos y de otros. Las
acciones de un alumno pueden ser reemplazadas por las de otro compañero, como
piezas sustituidles. Semejan más números dentro de un conjunto que singularidades
con características propias.
Hemos tomado esta clase de matemática pero es interesante ver que en seis
cursos observados se reiteran ciclos similares.
Observando a la clase desde una mirada más cercana a los propios actores se
capta falta de interés de la mayor parte de los alumnos. Inquietud por confirmar la
ausencia o la llegada tarde de la docente, deseos de irse o de no dar clase poco
aprecio por la enseñanza escolar. Cuando P. no está presente hay conversaciones
espontáneas entre los alumnos acerca de temas ajenos a las materias, interacciones
verbales, corporales. El grupo amplio se divide en subgrupos y parejas que no tienen
composición estable aunque sí ciertas regularidades. Los temas de salidas, sexo, ropa,
aconteceres de la vida extraescolar, ocupan la preocupación espontanea de los
alumnos. El clima de bullicio aumenta frente a la ausencia de los profesores. En suma,
la clase parece tomar otra vida. Estas preocupaciones espontáneas surgen también
durante la clase de matemática pero a nivel de diálogos paralelos que son en general
controlados por P. aunque muchas veces subsisten a pesar de sus esfuerzos de
control.
No cabe duda del lugar de poder del docente. El ciclo que se observa está
impuesto desde una exterioridad para el grupo de alumnos. No se trata del momento
de organización de la teoría de Sartre. No hay proyecto, plan, tarea en sentido
específicamente grupal. No hay poderes sino mando. La clase tomada se acerca más a
la institución que a la organización.
Las siguientes hipótesis intentan una posible explicación de lo que acontece en
los grupos-clase.
1. Los grupos-clase surgen dentro de una unidad más amplia que es la escuela,
la institución educativa.
Los ambientes de clase han sido caracterizados desde estudios etnográficos por
su impredictibilidad, inmediatez, complejidad, historicidad, carácter público. Los
sucesos de clase tienen un devenir, una dinámica, un movimiento que se manifiesta
más allá de los intentos de orden y control que se les quiera imponer. Son realidades
cambiantes, son dialécticas.
"Los conflictos (B) son las formas manifiestas de acciones con modos
irracionales de encarar una situación, cuyos significados no son comprendidos por igual
por las distintas partes implicadas" (Butelman I, 1988). Se manifiestan de cierta manera
pero por debajo de las manifestaciones visibles la pugna de intereses encontrados
puede tener otros significados de los cuales lo manifiesto puede ser una desviación,
distorsión, etc.
El conflicto es, por otro lado, motor del gruño, en tanto pone en marcha energías
diversas que tienden a su planteo. defensa, solución y esclarecimiento.
Whitman y Stock diferenciaron, conflicto nuclear y focal. El primero se refiere a
conflictos de carácter más general que ocupan largos períodos del grupo y los
segundos más focalizados toman temáticas diversas pero son expresión del conflicto
más central que ocupa al grupo.
Henry Ezriel habló de una "tensión común al grupo". Dice que "cualquiera sea el
contenido manifiesto siempre se produce rápidamente un problema común subyacente,
una tensión común de grupo de la que éste no se da cuenta, pero que determina su
comportamiento". (Ezriel, H. 1950 pág. 63).