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ÁNGELA CoLLADos Aís, E.

MACARENA PRADAS MACíAs,


ELISABETH STÉVAUX & ÜLALLA GARCÍA BECERRA (EDS.)

LA EVALUACIÓN DE LA CALIDAD
EN INTERPRETACIÓN SIMULTÁNEA:
PARÁMETROS DE INCIDENCIA

GRANADA,2007
EDITORIAL COMARES
Director de publicaciones: SUMARIO
MIGUEL ÁNGEL DEL ARco TORRES

1
PREFACE .. . . . . . . •••. . . . . . . . ••. . •. ••••. .. •. . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . XVII

INTERLINGUA
PRESENTACIÓN . • . . . . . . . . . . • . • . . . . . . . . . . . . . . . . . . ·. . . . . . . . . . . . . . . . . . . XXI

64
Coordinadores de la colección: CAPÍTULO 1
EMILIO ÜRTEGA ARJONILLA INVESTIGACIÓN SOBRE EVALUACIÓN DE LA CALIDAD
PEDRO SAN GINÉS AGUILAR EN INTERPRETACIÓN SIMULTÁNEA:
PROCESOS METODOLÓGICOS
Ángela Collados Aís

l. PLANTEAMIENTO GENERAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
2. ESTADO DE LA CUESTIÓN . • . . • . . • . . . . • . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
La investigación que sustenta este libro ha sido posible gracias a 3. EL PROYECTO DE INVESTIGACIÓN: PROCESOS METODOLÓGICOS ..•••..•. 4
la financiación que el Ministerio de Ciencia y Tecnología español 4. LA INVESTIGACIÓN ......................................... . 6
y la Unión Europea (fondos PEDER) ha otorgado al Proyecto
de Investigación Eva/Ilación de la calidad en interpretación sim11ftánea: 4.1. Objetivos e hipótesis ................................... . 6
parámetros de incidencia (BFF2002-00579) 4.2. Diseño de la investigación .............................. . 6
4.3. Estudio 1: Expectativas ................................ . 7
4.3.1. Planteamiento general ........................... . 7
4.3.2. Metodología ................................... . 7
4.3.3. Sujetos ........................................ . 7
© Los autores
4.3.4. Material ....................................... . 9
Editorial COMARES 4.4. Estudio 3: Evaluación .................................. . 9
POLÍGONO JUNCARIL, PARCELA 208 ° 18220 ALBOLOTE (GRANADA) 4.4.1. Planteamiento general ........................... . 9
TFNO. 958 46 53 82 ° FAX 958 46 53 83 4.4.2. Metodología ................................... . 10
HTTP://WWW.COMARES.COM
4.4.3. Sujetos ........................................ . 11
ISBN IO: 84-9836-057-9 4.4.4. Material ....................................... . 12
ISBN 13: 978-84-9836-057-8
4.5. Estudio 2: Contextualización de parámetros ................ . 14
DEPÓSITO LEGAL: GR. 655-2006
4.5.1. Planteamiento general ........................... . 14
FOTOCOMPOSICIÓN, IMPRESIÓN Y ENCUADERNACIÓN: COMARES, S.L.
4.5.2. Metodología ................................... . 15
VIII LA EVALUACIÓN DE LA CALIDAD EN INTERPRETACIÓN SIMULTÁNEA: PARÁMETROS DE INCIDENCIA
SUMARIO IX

4.5.3. Sujetos ........................................ . 15 3.l. l. Resultados ..................................... . 43


4.5.4. Material ....................................... . 15 3.1.2. Discusión ..................................... . 44
4.6. Presentación de los resultados ........................... . 16 3 .2. Estudio 2: Contextualización ............................ . 44
3.2.1. Resultados ..................................... . 44
3.2.2. Discusión ..................................... . 45
2
CAPÍTULO
3.3. Estudio 3: Evaluación .................................. . 46
LA INCIDENCIA
3.3.1. Resultados ..................................... . 46
DEL PARÁMETRO ACENTO
3.3.2. Discusión ..................................... . 49
Elisabeth Stévaux
4. CONCLUSIONES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . · · · · · ... · ". · · · · · · · · · · 50

l. INTRODUCCIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17
2. ESTADO DE LA CUESTIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18 CAPÍTULO 4
2.1. Aproximación multidisciplinar .......................... . 18 LA INCIDENCIA
2.2. Estudios de interpretación .............................. . 22 DEL PARÁMETRO FLUIDEZ
2.2.1. Aproximación multifocal ......................... . 22 Esperanza Macarena Pradas Macías
2.2.2. Estudios empíricos de calidad ..................... . 24
3. TRABAJO EMPÍRICO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27 l. INTRODUCCIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53
3.1. Estudio 1: Expectativas ................................ . 27 2. ESTADO DE LA CUESTIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . · · · · · 54
3.l. l. Resultados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27 2.1. Aproximación multidisciplinar .......................... . 54
3.1.2. Discusión ..................................... . 28 2.2. Estudios de interpretación .............................. . 56
3.2. Estudio 2: Contextualización ............................ . 29 2.2.1. Aproximación multifocal ......................... . 56
3.2.1. Resultados ..................................... . 29 2.2.2. Estudios empíricos de calidad ..................... . 58
3.2.2. Discusión ..................................... . 30 3. TRABAJO EMPÍRICO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · 60
3.3. Estudio 3: Evaluación .................................. . 30 3.1. Estudio 1: Expectativas ................................ . 60
3.3.1. Resultados ..................................... . 30 3 .l. l. Resultados ..................................... . 60
3.3.2. Discusión ................... , , ................ . 32 3 .1.2. Discusión ..................................... . 61
4. CONCLUSIONES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
34 3 .2. Estudio 2: Contextualización ............................ . 61
3.2.1. Resultados ..................................... . 61
3.2.2. Discusión ..................................... . 62
3
CAPÍTULO
3.3. Estudio 3: Evaluación .................................. . 64
LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO
3.3.1. Resultados ..................................... . 64
AGRADABILIDAD DE LA VOZ
3.3.2. Discusión ..................................... . 66
Emilia Iglesias Fernández
4. CONCLUSIONES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69
l. INTRODUCCIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
37
2. ESTADO DE LA CUESTIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
37 CAPÍTULO 5
2.1. Aproximación multidisciplinar .......................... . 37 LA INCIDENCIA
2.2. Estudios de interpretación .............................. . 39 DEL PARÁMETRO COHESIÓN LÓGICA
2.2.1. Aproximación multifocal ......................... . 39 Amparo Jiménez Ivars
2.2.2. Estudios empíricos de calidad ..................... . 40
3. TRABAJO EMPÍRICO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
43 l. INTRODUCCIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · 71
3.1. Estudio 1: Expectativas ................................ . 43 2. ESTADO DE LA CUESTIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · 72
X
LA EVALUACIÓN DE LA CALIDAD EN INTERPRETACIÓN SIMULTANEA: PARÁMETROS DE INCIDENCIA
SUMARIO XI

2.1. Aproximación multidisciplinar .......................... . 72 CAPÍTULO 7


2.2. Estudios de interpretación .............................. . 75 LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO TRANSMISIÓN COMPLETA
2.2.1. Aproximación multifocal ......................... . 75 DEL DISCURSO ORIGINAL
2.2.2. Estudios empíricos de calidad ..................... . 76 Esperanza Macarena Pradas Macías, Ángela Collados Aís
3. TRABAJO EMPÍRICO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 78 & María Manuela Fernández Sánchez
3.1. Estudio 1: Expectativas ................................ . 78
3.l. l. Resultados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... . 78 l. INTRODUCCIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 105
3.1.2. Discusión ..................................... . 78 2. ESTADO DE LA CUESTIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . · · · · · · · · · · · · 106
3.2. Estudio 2: Contextualización ............................ . 79 2.1. Aproximación multidisciplinar .......................... . 106
3.2.1. Resultados ..................................... . 79 2.2. Estudios de interpretación .............................. . 109
3.2.2. Discusión ..................................... . 80 2.2.1. Aproximación multifocal ......................... . 109
3.3. Estudio 3: Evaluación .................................. . 81 2.2.2. Estudios empíricos de calidad ..................... . 113
3.3.1. Resultados ..................................... . 81 3. TRABAJO EMPÍRICO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . · · · · · · · · · · · · 114
3.3.2. Discusión ..................................... . 83 3.1. Estudio 1: Expectativas ................................ . 114
4. CONCLUSIONES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85 3.1.1. Resultados ..................................... . 114
3.1.2. Discusión ..................................... . 115
3.2. Estudio 2: Contextualización ............................ . 115
CAPÍTULO 6
3.2.1. Resultados ..................................... . 115
LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO
3.2.2. Discusión ..................................... . 116
TRANSMISIÓN CORRECTA DEL DISCURSO ORIGINAL
3.3. Estudio 3: Evaluación .................................. . 117
María Manuela Fernández Sánchez, Ángela Collados Aís, Marie-Louise Nobs,
3.3.1. Resultados ..................................... . 117
Esperanza Macarena Pradas Macías & Elisabeth Stévaux
3.3.2. Discusión ..................................... . 120
4. CONCLUSIONES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . · . · .. · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · 121
l. INTRODUCCIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89
2. ESTADO DE LA CUESTIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 90
CAPÍTULO 8
2.1. Aproximación multidisciplinar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 90
LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO TERMINOLOGÍA
2.2. Estudios de interpretación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 94
Mercedes García de Quesada
2.2.1. Aproximación multifocal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 94
2.2.2. Estudios empíricos de calidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 95
l. INTRODUCCIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · 123
3. TRABAJO EMPÍRICO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 98
2. ESTADO DE LA CUESTIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . · .. · . · · · · · · · · · · · · · · · 124
3.1. Estudio 1: Expectativas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 98
2.1. Aproximación multidisciplinar .......................... . 124
3.1.1. Resultados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 98
2.2. Estudios de interpretación .............................. . 127
3.1.2. Discusión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 98
2.2.1. Aproximación multifocal ......................... . 127
3.2. Estudio 2: Contextualización . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 99
2.2.2. Estudios empíricos de calidad ..................... . 128
3.2.1. Resultados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 99
3. TRABAJO EMPÍRICO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . · · · · · · · · · · · · · · 133
3.2.2. Discusión ...................................... · 100
3.1. Estudio 1: Expectativas ................................ . 133
3.3. Estudio 3: Evaluación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 100
3 .l. l. Resultados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 133
3.3.1. Resultados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 100
3.1.2. Discusión ..................................... . 134
3.3.2. Discusión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 103
3.2. Estudio 2: Contextualización ............................ . 135
4. CONCLUSIONES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 103
3.2.1. Resultados ..................................... . 135
3.2.2. Discusión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 135
3.3. Estudio 3: Evaluación .................................. . 136
XII LA EVALUACIÓN DE LA CALIDAD EN INTERPRETACIÓN SIMULTÁNEA: PARÁMETROS DE INCIDENCIA XIII
suMARIO

3.3.1. Resultados ..................................... . 136 3.2. Estudio 2: Contextualización .......................... · .. 167


3.3.2. Discusión ..................................... . 139 3.2.1. Resultados ................................... · .. 167
4. CONCLUSIONES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 140 3.2.2. Discusión ................................... · .. 168
3.3. Estudio 3: Evaluación .................................. . 169
3.3.1. Resultados ..................................... . 169
CAPÍTULO 9 3.3.2. Discusión ..................................... . 171
LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO ESTILO 4. CONCLUSIONES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 173
Jessica Pérez Luzardo

l. INTRODUCCIÓN 141 CAPÍTULO 11


2. ESTADO DE LA CUESTIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 142 LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO DICCIÓN
2.1. Aproximación multidisciplinar .......................... . 142 María Jesús Blasco Mayor & Olalla García Becerra
2.2. Estudios de interpretación -:":.. ........................... . 143
2.2.1. Aproximación multifocal ......................... . 143 l. INTRODUCCIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 175
2.2.2. Estudios empíricos de calidad ..................... . 144 2. ESTADO DE LA CUESTIÓN . . . . . . . . . . . . . . · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · ·
176
3. TRABAJO EMPÍRICO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 146 2.1. Aproximación multidisciplinar .................. · . · · · · · · · 176
3.1. Estudio 1: Expectativas ................................ . 146 2.2. Estudios de interpretación ................... · · · · · · · · · · · · 178
3 .1.1. Resultados ..................................... . 146 2.2.1. Aproximación multifocal ................ · · · · · · · · · · 178
3.1.2. Discusión ..................................... . 147 2.2.2. Estudios empíricos de calidad ..................... · 180
3.2. Estudio 2: Contextualización ............................ . 148 3. TRABAJO EMPÍRICO . . . . . . . . . . . . . . . · .. · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · ·
184
3.2.1. Resultados ..................................... . 149 3.1. Estudio 1: Expectativas ................. · .. · · · · · · · · · · · · · 184
3.2.2. Discusión ..................................... . 150 3 .1.1. Resultados ...................... · .. · · · · · · · · · · · · · 184
3.3. Estudio 3: Evaluación .................................. . 152 3.1.2. Discusión ...................... · .. · · · · · · · · · · · · · 185
3.3.-1. Resultados ..................................... . 152 3.2. Estudio 2: Contextualización ...................... · · · · · · · 186
3.3.2. Discusión ..................................... . 155 3.2.1. Resultados ...................... · ·. · · · · · · · · · · · · · 186
4. CoNCLUSIONES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 156 3.2.2. Discusión ......................... · · · · · · · · · · · · · 188
3.3. Estudio 3: Evaluación ...................... · · · · · · · · · · · · · 189
3.3 .1. Resultados ............................... · · · · · · · 189
CAPÍTULO 10 3.3.2. Discusión ......................... · · · · · · · · · · · · · 192
LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO ENTONACIÓN 4. CONCLUSIONES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 193
Ángela Collados Aís

l. INTRODUCCIÓN 159 CAPÍTULO 12


2. ESTADO DE LA CUESTIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 160 LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO GRAMATICAL/DAD
2.1. Aproximación multidisciplinar .......................... . 160 Amparo Jiménez Ivars, Olalla García Becerra, Elisabeth Stévaux
2.2. Estudios de interpretación .............................. . 163 & María Jesús Blasco Mayor
2.2.1. Aproximación multifocal ......................... . 163
2.2.2. Estudios empíricos de calidad ..................... . 165 l. INTRODUCCIÓN . . . . . . . . . . . . . . · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · ·
195
3. TRABAJO EMPÍRICO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 166 2. ESTADO DE LA CUESTIÓN . . . . . . . . . · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · ·
196
3.1. Estudio 1: Expectativas ................................ . 166 2.1. Aproximación multidisciplinar .............. · · · · · · · · · · · · · 196
3.l. l. Resultados ..................................... . 166 2.2. Estudios de interpretación ............ · · · · · · · · · · · · · · · · · · · 199
3.1.2. Discusión ..................................... . 167 2.2.1. Aproximación multifocal .................. · ..... · · 199
XIV LA EVALUACIÓN DE LA CALIDAD EN INTERPRETACIÓN SIMULTÁNEA: PARÁMETROS DE INCIDENCIA

2.2.2. Estudios empíricos de calidad ..................... . 200


3. TRABAJO EMPÍRICO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 202 ABREVIATURAS
3.1. Estudio 1: Expectativas ................................ . 202
3.1.1. Resultados ..................................... . 202
3.1.2. Discusión ..................................... . 203
3.2. Estudio 2: Contextualización ............................ . 203
3.2.1. Resultados ..................................... . 203
3.2.2. Discusión ..................................... . 205
3.3. Estudio 3: Evaluación .................................. . 207
3.3.1. Resultados ..................................... . 207
3.3.2. Discusión ..................................... . 209
4. CONCLUSIONES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 211

13CAPÍTULO AIIC Asociación Internacional de Intérpretes de Conferencias


LA EVALUACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN ANN Acento no nativo
Ángela Collados Aís, Olalla García Becerra, CACL Comisión de Admisiones y Clasificación Lingüística
Esperanza Macarena Pradas Macías & Elisabeth Stévaux CNV Comunicación no verbal
DM Discurso meta
l. PLANTEAMIENTO GENERAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 213 DO Discurso original
2. EVALUACIÓN DE LA METODOLOGÍA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 213 EbS Europe by Satellite
2.1. Las manipulaciones de las interpretaciones simultáneas ...... . 213 ELE Enseñanza de lenguas extranjeras
2.2. La replicación ........................................ . 214 fMRI Functional Magnetic Resonance Imaging
3. EVALUACIÓN DE LOS RESULTADOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 215 Fo Frecuencia Fundamental
3.1. Expectativas ......................................... . 215 IS Interpretación Simultánea
3.2. Evaluación ........................................... . 217 LE Lengua extranjera
3.3. Contextualización ..................................... . 218 LM Lengua meta
3.4. Variabilidad .......................................... . 219 LO Lengua origen
4. DISCUSIÓN GENERAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 220 PE Parlamento Europeo
5. CONCLUSIONES GENERALES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 223 PLN Procesamiento del lenguaje natural
TAO Traducción asistida por ordenador
BIBLIOGRAFÍA 225 TCT Teoría Comunicativa de la Terminología
TM Texto meta
ANEXOS
TO Texto origen
Anexo 1: Cuestionarios ......................................... . 247
UGR Universidad de Granada
la: Cuestionario de expectativas ............................ . 247
UJI Universidad Jaume I
lb: Cuestionario de evaluación ............................. . 249
UMA Universidad de Málaga
le: Cuestionario de contextualización ........................ . 255
UV Universidad de Valencia
Anexo 2: Discursos ............................................ . 257
2a: Versión original de la ponencia alemana ................ . 257
2b: Versión base de la interpretación simultánea ............. . 260
Anexo 3: Expectativas ......................................... . 263
Anexo 4: Evaluación ........................................... . 269
PREFACE:
GRANADA MILESTONES IN INTERPRETING STUDIES

Research on interpreting, and pioneering efforts in this relatively young field of


academic work, have been associated with a handful of names- names of places as
well as persons, such as Paris and Trieste, and Seleskovitch, to name but one prime
example. lndeed, until the early 1990s, the emerging (sub)discipline of interpreting
studies was rather limited in terms of scope and centers of activity, not to mention its
theoretical and methodological repertoire. A few international conferences and "firsts"
qualified as milestones, or even turning points, in the short history of the discipline,
but it is fair to say that Granada was not among the names one would encounter when
describing the formative years of interpreting studies. Nor were many other places with
universities boasting interpreter training programs. With good reason, leading repre-
sentatives of interpreting research such as Daniel Gile lamented that most work was
done by widely dispersed individuals, often one per university or even country, and
usually without any training in empirical research methods. Projects were usually
stand-alone and one-off, mostly in fulfilment of requirements to obtain an advanced
academic degree. Even in the late 1990s, the state of interpreting studies could be de-
scribed with reference to serious deficiencies in the six M's- manpower, motivation,
means, market, material and methods.
Things had started to change, though, in several of these areas. In the mid-1990s,
the growing community of interpreting researchers was both continuing to push for
more salid scientific foundations and, at the same time, broadening the scope of its
object of study, as illustrated by the "lnternational Conference on lnterpretation" held
in Turku in 1994. And things had started happening also at the University of Granada,
where an Escuela Universitaria de Traductores e Intérpretes had been founded in 1980.
Colleagues from that institution made their mark in sorne of the majar international
events of the decade. At the First "Eisinore Conference", for instance, Ana Ballester
and Catalina Jiménez proposed innovative techniques for the early stages of interpreter
training; and participants at the Vienna Translation Studies Congress in 1992 witnessed
a unique presentation by a colleague from Granada on the role of nonverbal commu-
nication in interpreting. The same colleague, Ángela Collados Aís, would soon make
XIX
pREFACE: GRANADA MILESTONES IN !NTERPRETlNG STUDIES
XVIII LA EVALUACIÓN DE LA CALJDAD EN INTERPRETACIÓN SIMULTANEA: PARÁMETROS DE INCJDENCJA

milestone event, which gave rise to two rich volumes of procee.dings, preceded simi-
lar initiatives elsewhere by severa! years- witness the 6th Nat1onal Con~e.rence. and
things happen on her home turf, as with the First lnterpreting Theory Summer School
lnternational Forum on lnterpreting in Beijing (October 20?~). o~, The CrrtJcaf Lmk 5
organized in Almuñécar in September 1995. While translation studies summer schools
have proliferated in recent years, not least based on the CE(T)RA model, the Granada
(April 2007) on the theme of "Quality as a Shared Respon_s~brl1ty .
initiative of a one-week seminar devoted to interpreting research, with Daniel Gile as
Sharing and networking, as highlighted by the Almunecar Conference, has thus
gane hand in hand with the Granada group's kee~ly f~cused re.search approach. The
chief instructor, was certainly a pioneering feat. And more were to follow.
collaborative project whose results are presented rn th1s splend1~ly structured mono-
Soon after Presentación Padilla had completed the first doctoral thesis on inter-
preting at the University of Granada, reaffirming the interdisciplinary orientation of
rly testifies to the teamwork and networking skills of Angela Collados and
process research in conjunction with cognitive psychologists, Ángela Collados de- grap h Clea ' h E ·1· 1 1 ·
her associates, in particular María Manuela Fernández Sane, ez, m1. 1a g es1as
fended her groundbreaking PhD thesis on the role of nonverbal communication in
'ndez Esperanza Macarena Pradas Macías and Elisabeth Stevaux. W1th Granada
int:rpretation quality assessment. In both its thematic and its methodological orien- Fer na ' · ·· 11' G d L
serving as a hub, researchers from four different un1vers1t1.es (Ca~te on, rana a, as
tatJOn, that study proved seminal in severa! ways, not least as the foundation stone
Palmas, Soria) joined forces to implementa comprehens1ve pro¡:ct that no .group .or
center cou!d have carried out by itself. As pointed out by the pro¡ect leader 1n her ~~­
upon which more comprehensive research, such as the project presented in this book
troductory Chapter 1, the result of this joint effort is mue~ mo~e t~an the sum of 1ts
carne to be built. '
:en years after Bühler's pioneering survey among conference interpreters, which
subJ"ecting the entire range of output-related qualrty entena to the three-fold
had rn turn prompted a series of user-oriented studies on quality criteria for simulta- part s. By . " r . ")
study design involving an expectation survey, conceptual analys1s ( contextua 1zat1on
and experimental assessment, the group has managed to. complete wh~t can s.urely
neous interpreting, the research design devised and implemented by Ángela Collados
took research on quality criteria in conference interpreting to a new level: While main-
be regarded as the first comprehensive grant-funded mult1-center study rn the h1story
taining t~e two-fold focus on users and professionals of interpreting, responses to user
expectat1on :urveys were taken ~s only one perspective on quality, to be comple- of interpreting research. .
lf continuity and cooperation, so rare befare the frn~l de~ade of the !ast. cent~r~,
m~nted and rndeed constrasted w1th studies on actual quality asessment. User expec-
have been the underlying principies that have made th1s a~h1evement poss1ble, 1t 1s
tatron sur.veys consequently became part of an overall experimental approach in which
the research group's cautious and questioning attitude that w11l ensu.re further pro?~ess
on the road ahead. Thus, in their concluding Chapter 13, the four ed1tors offer a crrt1~al
hypo:het1cal pr~ferences were compared to criteria-based quality ratings of a given
(man1pula:ed) s1multaneous interpreting performance. lmplementing this clever re-
discussion of their findings, aiming to evaluate the quality of their work on qual1ty
s:arch des1gn for the criterion of intonation with a sizeable group of academics in the
evaluation. This will also be the task of those who read this significant book, and even
more so of those who would join the Granada team in trying to replicate and ~orrobo­
freid of law, Collaqos was able to show that generic expectations about less impor-
t~nt (nonverbal) components of quality may not reflect the true impact of such crite-
rate -or supersede- their methods and findings. Further steps, no doubt, w1ll. (have
rra on an end-u.s~r's assessment of a simultaneous interpretation. Thus emerged a com-
to) be taken. At this point, though, looking back on more than a deca?e of ded1cated
plex and prom1srng approach to the study of quality in (simultaneous) conference in-
and inspiring work done in Granada (not only, but so significantly by Angela Collados
and her associates), it is more than justified to acknowledge the leap~ that h~ve been
terpreting, unique for addressing the duality of expectations and assessment" combin-
in~ survey research and .experimentation; striving to replicate existing findin~s as well made, and celebrate yet another milestone in the history of interpretrng stud1es.
as rnnovate; and collectrng data from expert users and professional interpreters (in the
speaker as well as the listener role). This research paradigm (in the narrower sense of
the word) has since flourished, as demonstrated most powerfully in this book. Vienna, 2007 FRANZ PóCHHACKER
Rather than a one-off effort to obtain a PhD, Ángela Collados' innovative work
became the pilot and cristallization point for similar studies on other aspects of quality
including the doctoral research by Esperanza Macarena Pradas Macías and Elisabeth
Stévaux as well as by Marie-Louise Nobs Federer, who extended the experimental
expect~tion-versus-assessment paradigm to the study of written translation. The highly
comm1tted research team that carne to be built on the strength of these endeavors
surely ov:'es its cohesion not only toan attractive tapie and research approach but also
t? those rnvaluable human qualities that all too often go unacknowledged. Such quali-
tles wer: undoubtedly needed and at work when the Granada team organized the First
lnte:nat1onal Congress on Quality Assessment in lnterpreting, held in Almuñécar in
Aprrl2001. The very first thematic international conference in interpreting studies, this
PRESENTACIÓN

Desde que apareciesen los primeros trabajos empíricos dedicados a estudiar la


incidencia de determinados parámetros de calidad en las expectativas de calidad de
intérpretes (Bühler 1986) y usuarios (Kurz 1989, 1993), la investigación en este
campo ha experimentado un aumento considerable de trabajos y de diversificación
de enfoques (cf. Gile 1998, 2003; Pochhacker 2002, entre otros).
El presente trabajo se inscribe, fundamentalmente, en la línea de investigación
experimental que estudia la evaluación de la calidad de la interpretación simultá-
nea que realizan sus usuarios. Contempla, no obstante, otros enfoques metodoló-
gicos complementarios que pueden contribuir a completar una imagen todavía frag-
mentaria de la evaluación de la calidad de la interpretación a través de once
parámetros, incluidos usualmente en el escurridizo concepto de calidad y recogidos
de una manera u otra en la mayoría de los trabajos anteriores: acento, agradabilidad
de la voz, fluidez, cohesión lógica, transmisión correcta del discurso original, trans-
misión completa del discurso original, terminología, estilo, entonación, dicción y
gramaticalidad.
Los capítulos, elaborados por investigadoras procedentes de distintas univer-
sidades españolas, intentan ofrecer una visión lo más amplia posible sobre la inci-
dencia de estos parámetros en las expectativas y en la evaluación de una interpre-
tación simultánea, así como explorar posibles vías de conceptualización y contex-
tualización.
El libro se ha estructurado, tras un capítulo introductorio dedicado fundamen-
talmente a desarrollar los procesos metodológicos subyacentes en la investigación,
en once capítulos referidos a los distintos parámetros de calidad barajados, siguiendo
el orden de presentación de los cuestionarios utilizados en la investigación empíri-
ca. Los capítulos comparten una misma estructura: una introducción que da paso a
la primera parte de acercamiento teórico, donde se ofrece un breve estado de la cues-
tión que se abre con una aproximación multidisciplinar y que resume las aportacio-
XXII
LA EVALUACIÓN DE LA CALIDAD EN INTERPRETACIÓN SIMULTÁNEA: PARÁMETROS DE INCIDENCIA

~~~p~~a:e~~v~n~:~!~ ~= :i~cipli~as s~_scepti.bles de enriquecer las perspectivas


l. . , a mvesttgacwn en mterpretación. De ahí que las disci- CAPÍTULO 1
p mas revisadas vanen en función del parámetro estudiado Seguida t
adent:an Y.~ en los. estudios de interpretación, proponiendo, e~ primer ~e: e~~= 1 INVESTIGACIÓN SOBRE EVALUACIÓN DE LA CALIDAD
aproxi.~acwn mult~focal q~e refleje la diversificación de la investigación !n inter- EN INTERPRETACIÓN SIMULTÁNEA:
pretac~on antes de mtroducir los estudios empíricos de calidad L d PROCESOS METODOLÓGICOS
se de~Ica a ~a presentación del trabajo empírico realizado en el·m~~~gduene~~~·
J.ect~ ;nvesttgador. ~ que está compuesto por tres estudios: expectativas, contex~a~ ÁNGELA COLLADOS Aís

~:~~~~~:. evaluacwn de la calidad de usuarios especializados de interpretación si-


l.El ~ibro finaliza con un capítulo dedicado a la evaluación de la investigación
r~~ Iza a, tanto de los resultados como de la propia metodología a 1
cwn de las conclusiones generales más relevantes. , y a presenta-
Deseamos '1 ·
. . , por u timo, expresar nuestro más sincero y profundo agradecimiento
l. PLANTEAMIENTO GENERAL
a unfmvesttgador de la talla de Franz Pochhacker por unas palabras que sin duda
son ruto de su enorme valía y generosidad, tanto intelectual como hum~na. '
En este capítulo introductorio nos centramos en la explicitación de aspectos
Granada, 2007. comunes a todos los capítulos que componen el presente trabajo. Comenzamos con
un somero repaso del estado de la cuestión de la investigación sobre la calidad de
la interpretación, en concreto, de los estudios empíricos, para pasar después a la
LAS EDITORAS presentación del grupo y del proyecto de investigación y finalizar con la metodo-
logía general y presentación de los resultados de los estudios, reflejados en los si-
guientes capítulos, dedicados a los once parámetros de calidad analizados: acento,
agradabilidad de la voz, fluidez, cohesión lógica, transmisión correcta del discur-
so original (DO), transmisión completa del DO, terminología, estilo, entonación,
dicción y gramaticalidad.
En definitiva, pretendemos con este primer capítulo que el lector tenga la in-
formación suficiente para poder adentrarse en las especificidades de los siguientes,
evitando de esta forma redundancias innecesarias.

2. ESTADO DE LA CUESTIÓN

Las investigaciones sobre calidad de la interpretación no han dejado de suce-


derse desde que Bühler publicase en 1986 el primer trabajo empírico sobre calidad
de la interpretación 1. Su objetivo fue sondear mediante cuestionario la importan-
cia que los intérpretes otorgaban a determinados criterios de calidad de una inter-
pretación y, con ello, propuso la primera sistematización de parámetros de calidad.

1 Véase KuRZ (2001, 2003) o PRADAS MACÍAS (2004) para revisión más exhaustiva de investi-

gaciones sobre calidad de la interpretación.


3
INVESTIGACIÓN SOBRE EVALUACIÓN DE LA CALIDAD EN INTERPRETACIÓN SIMULTÁNEA ...
2 ANGELA COLLADOS A!S

creta de una interpretación, así como la mermada capacidad evaluadora de lo.s usua-
Le siguió Kurz, publicando en 1989 un trabajo que, siguiendo el mismo método se rios, tal y como fue refrendada nuevamente por Gile (1999). Otros estudiOs (cf.
acercaba. a las expectativas de los usuarios, y en 1993 referido a distintos gru~os Garzone 2003; Cheung 2003) confirmarían también ~ste desfase: En 2003, Pradas
de usuanos. Estos trabajos pioneros abrieron y sentaron las bases de lo que ha sido
el desarrollo en este ámbito de investigación, conformando lo que Pochhacker ha M aci'as presenta, también siguiendo el método expenmental aplicado. a. la evalua-
.,
ción de la interpretación por parte de usuarios de la misma, una m_:vestigacwn que
dad~ en llamar a reliable springboard (2005: 144), de forma que trabajos posterio- entra en el estudio de los intraparámetros que componen un parametro concreto,
res, mcluso con enfoques diferentes, se han seguido adentrando en el tema de la se ad · d.
·dez para emprender una vía vertical de análisis frente a antenores es tu ws
calidad de la interpretación desde las expectativas o la evaluación, utilizando bási- 1a u
fl i , 'df.
más horizontales, intentando dar respuesta al problema metodológico de la m e 1-
camente la r:usma paleta de parámetros de calidad. En los trabajos pioneros que
nición de parámetros de calidad barajados. . ,
he~?~ menciOnado Y en la mayoría de los múltiples otros que les sucedieron en el Evidentemente, los trabajos anteriores se insertan en una de las posibles vias
anahsis de las expectativas de intérpretes o usuarios (entre otros Marrone 1993· de acercamiento a la calidad. De hecho, los enfoques son diversos (cf. Collados Aís
Kopcz:nski 1994 y Moser 1995), destaca el hecho de que, al mar~en de ciertas di~ 2
& Gile 2001), por ejemplo, mediante la experimentación (v.gr. Lamberger Felber
fer~ncias en las valoraciones, son los criterios o parámetros más vinculados al con-
1998; Moser et al. 1998) y el acercamiento al análisis de determinados factore~ o
temdo los que, en principio, ocuparían un lugar más destacado en una valoración parámetros del DO (velocidad de emisión, disponibilidad del tex~o, etc.) Y su. In-
hipotética de una interpretación. Entre estos criterios se encuentran la transmisión fluencia sobre la calidad de la prestación del intérprete como variable dependien-
correcta Y la cohesión lógica de la interpretación, seguidos de la transmisión com- te, mediante la observación de la calidad desde el estudio de proceso y producto
pleta o la terminología, mientras que los aspectos no verbales tales como la 0

agradabilidad de la voz, el acento o la entonación, ocuparían los úl~imos puestos.


en situación (cf. Pochhacker 1994).
En todo caso, mención aparte merecen trabajos teóricos y metodológicos so-
~o .obstante, ya a comienzos de los años ochenta, Gile (1983: 240) refleja con
bre investigación en calidad que se enfrentan con aspectos cruciales y que suponen
las sigmentes palabras sus dudas sobre el trasvase de las expectativas a una posi- el armazón que sostiene la plasmación concreta de los trabajos empíricos. Nos es-
ble evaluación: tamos refiriendo a trabajos tempranos que todavía hoy siguen siendo de absoluta
referencia (Cartellieri 1983; Gile 1983) y que aportan la visión interna desde la in-
Les delegues ~·~coutent ~n géneral que l'orateur ou !'interprete. Bien placés pour ju-
terpretación, su problemática y necesidades específicas. ~tros tr~~ajos más cerca-
g~r .d~ la quahte de la presentation et de la cohérence de l'lnterprétation, ils peuvent
nos en el tiempo nos siguen aproximando certeramente a dichas VISiones y perspec-
dtfftcllement évaluer sa fidelité informationelle.
tivas (cf. Gile 1991, 2003; Pochhacker 1994, 2002; Kalina 2002).
En ~990, con ~1 primer trabajo dedicado a una evaluación concreta por parte
Y es que no podemos estar más de acuerdo con las siguientes palabras:
de usuanos de una Interpretación, Gile introduce el cambio de enfoque que apunta
nueva_me~te a esas posibles diferencias entre expectativas y evaluación al aplicar
«( ... ) not only does empirical methodology ( ... )serve theory, but there .are close links
los cntenos de valoración de la interpretación a una situación real. La inclusión
~demás, en los cuestionarios de un apartado referido a la valoración global de 1~
between the evolution of theory and the evolution of methodology». (Glle 2005: 167).

~nte~~etación simultánea (IS) realizada espontáneamente por los usuarios antes de


Si bien es mucho el campo de investigación que queda abierto, tanto desde el
punto de vista de los aspectos no tratados como del.afinamiento d~}a metodol?gía
mqumr por otros parámetros o aspectos, posiblemente acerque a la vía más certe-
ra de enfocar sus evaluaciones. En 1995, Gile (1995c), en base a los resultados ob-
(cf. Gile 2003), el estudio empírico de las expectativas y evaluacwn de la cahdad
tenidos mediante un experimento, confirma que la capacidad evaluadora de los usua-
desde la perspectiva de usuarios e intérpretes, ha ido conformando uno de los cam-
rios ~s ~es~ngida frente ~ algunos parámetros de calidad de la interpretación, lo que
pos de investigación más cohesionados en interpretación (Gile 2000: 305).
podna mdicar que, efectiVamente, sus expectativas de calidad frente a parámetros
valor~dos como esenciales no pudieran refrendarse en la práctica. En un trabajo
expenmental (Collados Aís 1998) que analiza la evaluación concreta de dos
pará11_1etros de calidad teóricamente enfrentados en el ranking de prioridades de los
estudiOs de expectativas anteriores (entonación monótona frente a transmisión in-
2 Véase revisión de trabajos anteriores en LAMBERGER FELBER (1998).
correcta), se constata dicho desfase entre expectativas de calidad y evaluación con-
5
DE LA CALIDAD EN INTERPRETACIÓN SIMULTANEA ...
Ó
4 ÁNGELA COLLADOSA!S ¡NVESTI GACIÓN SOBRE EVALUACI N
'd es
esultado al menos desde nuestra experiencia, ha SI o pu ,
El r
3. EL PROYECTO DE INVESTIGACIÓN: PROCESOS METODOLÓGICOS sus comp onentes.
. , ' la suma de sus component es. .
en el plano mtelectual, mas ·
que .
das
.
mvestlgacwnes
. no se podrían realizar Sl no se con-
,
El presente trabajo surge de un proyecto de investigación financiado por el Por otra parte, determma , . E nuestro caso la grabación de videos con
, · fondo economico. n ' .
Ministerio de Educación y Ciencia español (BFF2002-00579) que no se entende- tase con un mlmmo . Unidad de Vídeo, también profeswna1, 1os gas-
ría sin el grupo de investigación 3 del que surge. Así, el proyecto 4 se entiende como una intérprete profes~onal y e~:~:realización de experimentos e, incluso, el mate~
la extensión en cuanto a componentes del equipo que conforma el grupo de inves- tos de los desplazaffilentos p han sido elementos que suponen un gas
tigadoras de Granada a otras cuatro investigadoras de distintas universidades espa- rial fungible, por citar solamente ~lgundos,soporte económico, hubiese impedido la
. bl sin el mencwna o
ñolas. Muy posiblemente, el presente proyecto no hubiese sido factible sin la co- to considera e que, . nos en su diseño final. , .
hesión que aporta el grupo de investigación, dado por el propio tiempo de su exis- realización de este trabaJO, al :Ue rt 1 complementariedad metodologlca, y
tencia, más de una década, y que sirve de dinamizador a un proyecto más concreto Convencidas de las ventaJaS que apd~ a ~f. adas el proyecto de investigación
b · d' · ones 1Vers1 1c ,
y delimitado, aunque también más ambicioso. Y, sin duda, no hubiese tenido la con el objetivo de cu nr lmendsll, . os que se plasman en tres enfoques de acer-
. . t procesos meto o oglc ., . 1 , .
amplitud y extensión actual sin la participación de las investigadoras del resto de incluye distln os . , de la calidad de la interpretacwn slmu tanea ..
universidades o la colaboración de personas, no adscritas al proyecto, pero que han camiento al tema de la e~aluacwn 1 1 estudio teórico pormenorizado de dleZ
contribuido generosamente al mismo 5 . a) Primer enfoque : contemp ; :distintas disciplinas que lo han trabajad~ y
En la investigación sobre evaluación de la calidad y concretamente en lo que parámetr?s de cahd~? desde adistintas vertientes investigadoras, profesw-
se refiere a la presente investigación, se hace impensable que cualquiera de las in- desde la mterpretacwn en sus d' d tros parámetros y factores y con-
'd' · Incluye el estu 10 e o
vestigadoras de este proyecto, en solitario, hubiese podido efectuar todo el trabajo nales o d1 actlcas. . ., írica sobre conceptualización y contex-
previo que era necesario para cumplir el objetivo de estudiar y medir tendencialmen- templa una amplia investlgacwn emp 1 . 'n sobre la implicación de los
., 1 , etros y su va oracw .
te los efectos de once parámetros sobre la calidad de la interpretación valorada por tualizacwn de os .~aram . , rete Intenta acercarse pues a las evaluacw-
un número como el presente de usuarios o sondear cómo conceptualizan dichos mismos en la funcwn delmterp, . , d fundi'zación en los parámetros
. d d otra vm mas e pro
parámetros, previo el estudio del parámetro desde otras disciplinas lo que, sin duda, nes de los usuan?s es .e . , . endo la línea de estudios anteriores de
puede aportar nuevos enfoques o perspectivas a nuestro campo. El trabajo en gru- que de acercamlento hneal, sigm t (v gr fluidez por Pradas
po, a través del debate y de la puesta en común, enriquece la visión de cada uno de miembros del grupo para pará;netros e~on~;e;:ció~ a)).
Macías (2003) o acento por Stevau.x ( p PP .. hhacker (1994) en cuanto a
7 · 1 vía abwrta por oc
b) Segundo enfoque : slgue. a d 1 r dad en interpretación. Consiste en
3 la inves~igación obs~rvacwnal :a~i~:; de la interpretación en diferentes
el estudio porm~no~.I~a~o de la án/francés/inglés-español) y desde el es-
La diferencia entre grupo de investigación y proyecto de investigación, tal y como lo enten-
demos, se centra en aspectos tales como la continuidad en el tiempo, el ámbito de investigación y la
fuente de financiación. Mientras que el primero tiende a consolidarse en el tiempo y abarca, por tan- combinaciones lmgmstlcas (alem , tr desde el proceso y el producto,
· , eal de los parame os
to, ámbitos de investigación más generales, siendo financiados periódicamente (en nuestro caso por tudio de la plasmacwn r . f t ondicionantes maximizadores
la Comunidad Autónoma andaluza), el proyecto tiene una duración aproximada de tres años y esta-
. ., d 1 strategms y ac ores e , . .
con mcluswn e as e . t etación Pretende asimismo
blece un marco de investigación más concreto. . . . d 1 alidad de una m erpr ·
y mmimlzadores e a e . t metodológicos aplicados usual-
t d' de los
Las investigadoras del grupo de investigación al que nos referimos, que han participado en el pre-
sente proyecto, son: María Manuela Fernández Sánchez, Emilia Iglesias Fernández, Esperanza Macarena adentrarse en e1. es u 1? .a . ón. Esta investigación parte de un ampho.
mstrumen os

Pradas Macías y Elisabeth Stévaux. Aunque técnicamente Olalla García Becerra es becaria del grupo de
mente en este tipo de mvestloacl E 0
(PE) con grabaciones rea-
investigación, en la práctica y como se puede desprender del presente trabajo, es una investigadora más. corpus autént~coddleEISbSde~::pl:~;~~te ~;t~p(~ollados et al. 2004).
4 En este proyecto han participado, además de las integrantes del grupo de investigación, Jessica lizadas a traves e •
Pérez Luzardo, de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, María Jesús Blasco Mayor y Am-
paro Jiménez Ivars de la Universidad Jaume I de Castellón, así como Mercedes García de Quesada
de la Universidad de Soria (aunque en la actualidad es profesora de la Universidad de Granada). Asi- , 'NDEZ E & PRADAS MACÍAS, E.M. (eds.), en preparación
6 COLLADOS Aís, A., IGLESIAS FERNA ' . S , U:X E (eds) en preparación.
mismo debemos nombrar a los dos becarios de este proyecto, Julie Boeri y Daniel Escudero Ámez,
cuyas tareas de apoyo fueron esenciales para el enfoque observacional (Fernández Sánchez, Iglesias
' S'
Y CoLLADOs Aís, A., FERNÁNDEZ ANCH , . N
EZ M M & TEVA ' . .'
Á IGLESIAS FERNÁNDEZ, E. & PÉREZ LuzARDO,
7 FERNÁNDEZ SÁNCHEZ, M.M., COLLADOS S, .,
Fernández, Collados Aís & Pérez Luzardo, en preparación).
5 Nuestro agradecimiento a Marie-Louise Nobs Federer. J. (eds.), en preparación.
6 ANGELA COLLADOS AÍS
INVESTIGACIÓN SOBRE EVALUACIÓN DE LA CALIDAD EN INTERPRETACIÓN SIMULTÁNEA ... 7

e) Tercer enfoque: es el trabajo que presentamos en esta obra. Se refiere fun- lización, y el tercero, el estudio experimental sobre la incidencia de dichos
damentalmente a la investigación sobre expectativas y evaluación de la ca- parámetros sobre la evaluación concreta de una IS.
lidad en IS. Aplica el doble acercamiento a través de cuestionarios de ex-
pectativas y de evaluación de la calidad por parte de sus destinatarios y pre-
tende medir la incidencia de los once parámetros en una valoración concreta. 4.3. Estudio 1: Expectativas
Se centra pues en el producto de la interpretación. Contempla además un
somero acercamiento teórico interdisciplinar, la replicación de experimen- 4.3.1. Planteamiento general
tos previos realizados por distintos componentes del grupo (Collados Aís 1998;
Pradas Macías 2003; Stévaux, en preparación a) y los resultados provisionales Al margen del interés por aumentar los resultados ya obtenidos en los múltiples
de la segunda prueba piloto realizada para estudiar la conceptualización o trabajos empíricos vinculados a las expectativas de usuari~s.de int~~ret~ción (cf. Kurz
contextualización de los parámetros de calidad por parte de los usuarios. 2001, 2003 o Pradas Macías 2004), el objetivo metodolog1co pnontano se centra en
verificar que la presente investigación parta de supuestos similares a otras, de forma
que otorguen a los resultados experimentales un punto de partida homogéneo.
4. LA INVESTIGACIÓN

4.1. Objetivos e hipótesis 4.3.2. Metodología

La metodología comprende el acercamiento a usuarios de interpretación, espe-


Los objetivos se centran, por una parte, en analizar las expectativas de calidad
cializados en derecho, dada la temática sobre la que se basa el material audiovisual
de usuarios especializados de once parámetros de calidad: acento, agradabilidad de
utilizado para los experimentos correspondientes (cf. ap. 4.4.). Estos sujetos cum-
la voz, fluidez, cohesión lógica, transmisión correcta del DO, transmisión comple-
plimentaron un cuestionario (anexo la) en el que reflejaron sus expectativas de ca-
ta del DO, terminología, estilo, entonación, dicción y gramaticalidad. Por otra, en
analizar la conceptualización y su incidencia sobre la evaluación de la calidad de lidad sobre una IS.
una IS realizada· por usuarios especializados.
La hipótesis de que se parte es que las conceptualizaciones y expectativas ma-
4.3.3. Sujetos
nifestadas de forma apriorística no tienen porqué encontrar refrendo, por diversos
motivos, en una evaluación concreta de una interpretación y que, por tanto, podrían Los sujetos (anexo 3a) han sido un total de 197 profesores de las Facultades de
primar más en esta evaluación los aspectos o parámetros formales de calidad que Derecho de las Universidades de Granada (UGR), Málaga (UMA), Jaume I de Castellón
los de contenido. (UJI) y Valencia (UV). Estos sujetos son usuarios ocasionales o ~abituales de IS ..
Por otra parte, dados los problemas metodológicos inherentes a la investigación De los 197 sujetos disponemos de los datos de edad y genero de 190 sujetos
sobre calidad de la interpretación, similares a los de otros campos (cf. Gile 2003: que sí cumplimentaron el apartado correspondiente en el cuestionario. 92 sujetos son
120), un objetivo prioritario de la investigación que proponemos es también la eva- hombres y 98 mujeres y su franja de edad se sitúa mayoritariamente en la de 30 a
luación misma de la propia metodología y herramientas usadas (cf. cap. 13). 45 (126 sujetos), seguida a gran distancia por las restantes, franja de 46-60 (36 su-
jetos), menores de 30 (22 sujetos) y mayores de 60 (6 sujetos).
De las Facultades de Málaga y Castellón, han participado profesores de prác-
4.2. Diseño de la investigación ticamente todos los departamentos implicados por lo que las cifras que se dan a
continuación son respecto al número total de profesorado de las Facultades de De-
El diseño comprende la realización de tres estudios que implican distintos pro- recho correspondientes 8 •
cesos metodológicos (véase apartados siguientes). El primero, referido a las expec-
tativas de calidad de los usuarios frente a los once parámetros mencionados en el
apartado anterior, el segundo el acercamiento a su conceptualización y contextua- s Tras consulta con los respectivos Decanatos de las Facultades de Valencia y Málaga en cuan-
to a número total de profesores titulares y asociados de los centros.
8
ANGELA COLLADOS AiS INVESTIGACIÓN SOBRE EVALUACIÓN DE LA CALIDAD EN INTERPRETACIÓN SIMULTÁNEA ... 9

De la Facultad de Derecho de Málaga han participado 50 profesores. Esta cifra e ui- la investigación (cf. ap. 4.4). Posiblemente los mayores problemas se encontraron
~~e a un 36,8% del t?t~ d~ _rrofesores titulares y asociados de dicha Facultad (13¿) 9. en Castellón donde, según la investigadora encargada, la mayoría declinó partici-
la muestra, la participacwn de Málaga asciende a un 25,38% (véase gráfico 1) par porque no eran usuarios y, por tanto, «no tenían criterio». También en Valencia
.De la Facultad Jaume I de Castellón han participado 42 profesores. Esta ~ifra hubo un departamento completo, Derecho Internacional Público, que no pudo ser
equ:;ale a un 50,6% del profesorado total (83). Significa un porcentaje de artici- considerado ya que «sabían idiomas y no usaban la IS». Por el contrario, los más
pacwn en la muestra del21,33% (véase gráfico 1). p
participativos parecen haber sido, a juicio de las investigadoras, los sujetos de Má-
En Granada, debido a los experimentos previos de varias investigadoras del laga. Como dato adicional, y si bien no consignamos datos concretos sobre el por-
grupo (cf. Collados Aís 1998· Pradas Macías 2003 y St' ·, centaje de sujetos que sabía alemán, es pertinente dejar constancia de que un nú-
1 d ' evaux, en preparacwn a) el
tota e profesores que podían ser tomados en consideración era de 145 (de ~ mero considerable sí lo dominaba al menos a un nivel de usuario especializado (co-
tal ~e .255, ya habían participado 110). De estos 145, en el presente experimen~nh:~ mentarios personales a las investigadoras). Este dato no hace sino aportar una ca-
participado 70, lo que supone 48,28% del total disponible. La participación de Gra- racterística usual en congresos que ofrecen IS y en los que suele haber usuarios que
nada en la muestra total es de un 35,53% (véase gráfico 1). dominan la lengua y, sin embargo, escuchan la IS, al menos ocasionalmente.
d En el caso de ~~lencia, el total de profesores titulares y asociados es de 349
1
e o~ que han participado en esta investigación 35. Si tomamos el número ant . ,
t~~dnamos una .cuot~ de participación dell0,02%. No obstante, al haberse res~;:~~ 4.3.4. Material
gi o en esta umversidad la participación dada la magni·tud d 1 . .
d rt ' e a misma, a cmco El cuestionario de expectativas (anexo la) pretende sondear la calidad deman-
epa dan:entos y, por tanto, a 144 sujetos posibles, el porcentaie de participacio'n
aseen en a al 24 3 o/c La art · · · , d " dada por los sujetos a través de una pregunta cerrada que inquiere por la influen-
, , . ' o. P ICipacwn e la UV en la muestra total es de un 17 76o/c0
(vease grafico 1). , cia del no cumplimento de un total de 11 parámetros sobre dicha calidad y que los
Los experimentos han sido realizados a lo largo de los últimos tres años. sujetos debían valorar en un rango de cinco, una pregunta abierta sobre otros pará-
metros o factores que pueden intervenir 10 y un apartado dedicado a datos persona-
Gráfico 1 les. Este cuestionario, elaborado en base al cuestionario de Bühler (1986) y de Kurz
P~rticipación en la muestra por universidades (1989, 1993), fue prácticamente el mismo que se utilizó en los trabajos anteriores 11
por distintos miembros del grupo y, por tanto, ya fue probado y modificado ante-
riormente en base a sendas pruebas piloto (cf. Collados Aís 1998; Pradas Macías
2003 y Stévaux, en preparación a).
MUGA
MUMA
r::!!UJI 4.4. Estudio 3 12 : Evaluación
MUV
4.4.1. Planteamiento general

La opción que hemos tomado, el método experimental, no es una opción libre


, En cuanto a la disponibili~ad y accesibilidad a los sujetos, cabe mencionar que de riesgos (cf. Cea D' Ancona 1996). Más bien al contrario. La experimentación muy
~~~o:;e mostraron .muy receptivos e in.teres.ados una vez que habían accedido a par-
1p en el expenmento, aunque vanas Citas tuvieron que repetirse y algunas fi-
na ~en~e cancelarse. Los problemas fueron previos y se situaron fundamentalmente
10 Estos parámetros y factores adicionales no se desarrollan en la presente obra.
11 La única diferencia se centra en que los cuestionarios anteriores no contemplaban el parámetro
en a pnmera fase de contacto y de compromiso a participar en la segunda fase de
gramaticalidad. Además en los cuestionarios de Pradas Macías (2003) y Stévaux (en preparación a)
se inquiere sobre el grado de habituación al uso deIS.
12 Exponemos en primer lugar el estudio de evaluación, dada su cercanía metodológica con el es-
9 En esta Facultad no se nos dio la cifra sondeada de rafe .
tuado una aproximación utilizando el porcentaje dado par:la U~res y becanos por lo que se ha efec-
tudio de expectativas. No obstante, en los capítulos subsiguientes dedicados a los distintos parámetros,
y explicado en este, ya sí ocupará su posición entre el estudio de expectativas y evaluación.
IO
ANGELA COLLADOS AÍS
INVESTIGACIÓN SOBRE EVALUACIÓN DE LA CALIDAD EN INTERPRETACIÓN SIMULTANEA ... II

probablemente conlleve una cierta pérdida de naturalidad, al desgajarse, en condi-


4.4.3. Sujetos
ciones laboratorio, ciertos elementos situacionales que, por definición propia, son
específicos de una determinada situación. No obstante, en ocasiones existe la ne-
Si bien en un primer momento estaba prevista la realización de todos los ex-
cesidad de aislar pequeñas parcelas de la realidad para ir analizando qué lugar ocu-
perimentos (cf. ap. 4.3.3.) de evaluación en las ~acul_tades de D_erecho de la l!GR
pan exactamente en la misma ya que determinadas cuestiones requieren del control
y de la manipulación de variables (cf. Collados Aís 1998). En este sentido, la in- d l a UJI sirviendo de vínculo entre las dos umversidades el video control, fmal-
ye , ·- '1
ente se modificó este planteamiento, dado que el diseno del proyecto requena a
vestigación experimental, también en aplicación a nuestro campo del saber, nece-
m nstitución de doce grupos distintos de usuarios que evaluaran los vídeos corres-
sariamente debe ser considerada como complementaria de la observacional (cf.
condientes a las manipulaciones de los parámetros más el vídeo control. El núme-
Tommola & Lindholm 1995; Gile 1998) y nos remontamos a finales de los seten- po r
ro de sujetos disponible en la UGR ya se encontraba muy mermado P?r las ~ea I-
ta, haciéndonos eco de las palabras de Flores d' Arcais (1978: 393):
zaciones de experimentos previos (cf. ap. 4.3.3.). Por otra parte, los sujetos dispo-
It is not because a situation is «closer» to «real life» that a study becomes good; it
nibles en los departamentos de derecho de la UJI, en suma con los res:antes de ~r~­
obviously depends on the questions asked, on the methods used to get an answer, and nada, no llegaban al número fijado como imprescindible para garant~zar u~a m~m­
so forth. ma fiabilidad de los resultados. Por tanto, la opción final se decanto por mclmr a
las dos universidades mencionadas (cf. ap. 4.3.3.) siguiendo el criterio de cercanía
En este sentido, además del estudio de los distintos parámetros, nos intere- o-eoo-ráfica y lingüística para configurar dos bloques de universidades lindantes (UJI
saba probar una metodología y unos resultados que conectasen con las investi- ~ UV, y UGR y UMA, respectivamente), de las mismas comunidades autónomas,
gaciones previas. Por ello, además del uso del mismo vídeo control, hemos re- y el criterio de tamaño de la universidad (UJI y UMA, y UGR y UV). N~ es una
plicado dos parámetros: transmisión correcta del DO (cf. cap.6) y entonación (cf. tarea fácil intentar conseguir cerca de 200 sujetos que no solamente cumplimenta-
cap. 10). sen un cuestionario, sino que estuviesen dispuestos a someterse a la experimenta-
Si bien en otras disciplinas la replicación de investigaciones forma parte usual ción. La disponibilidad de estos sujetos, que consideramos costosos des~e e~ _Pun-
de la dinámica investigadora, en nuestro ámbito este aspecto ha sido algo descui- to de vista investigador, es limitada, tanto por el acceso como por la realizacwn de
dado (Gile 2005:155). Una de las causas posiblemente se encuentre en la gran am- los experimentos. Así, se hace prácticamente imposible reunir a grupos para la e~a­
plitud de temáticas que todavía quedan abiertas, con posibilidades y necesidad de luación del mismo parámetro, lo que lleva a que los experimentos, salvo excepciO-
investigación. nes de algún visionado doble, deban hacerse individualmente en el lugar ind~cado
por el sujeto. Los sujetos, por tanto, se asignaron a doce grupos pa:a que pudiese~
visionar distintas interpretaciones manipuladas según los once parametros de cali-
4.4.2. Metodología dad previstos más un vídeo control 13 . En total, para esta segunda fase de evalua-
ción visionaron 14 sujetos cada uno de los 12 vídeos, salvo los parámetros trans-
La metodología seguida ha sido igual a la ya utilizada en trabajos previos del misiÓn correcta y acento 14, cuyos grupos están compuestos por 12 sujetos cada uno.
grupo (cf. Collados Aís 1998; Pradas Macías 2003 y Stévaux, en preparación a). Du- El total de sujetos es pues de 164 (176), distribuidos en los distintos grupos por
rante el primer contacto con los sujetos, en el que cumplimentaban el cuestionario vídeos (véase tabla l.).
de expectativas de calidad (cf. ap. 4.3.3.), se concertaba una cita posterior para la
realización del experimento de evaluación. Éste consistía en el visionado de un vídeo
con un parámetro manipulado, o el vídeo control en su caso, y la posterior
cumplimentación de un segundo cuestionario en el que evaluaban la prestación de
la IS que acababan de escuchar, superpuesta a la emisión de un DO en alemán. Cada
sujeto visionaba y evaluaba únicamente un vídeo habida cuenta de que, de otra for-
ma, es decir, visionar más de uno, podría introducir sesgos no deseados en la eva- 13 Además de otro grupo control específico para los experimentos acento y transmisión correcta
luación del segundo vídeo. del DO. El número de sujetos de este grupo se refleja en cursiva, así como el total que lo incluye.
14 Los datos referidos a estos parámetros han sido puestos a disposición del grupo por Elisabeth
Stévaux (en preparación a).
!2
ANGELA COLLADOS A!S
INVESTIGACIÓN SOBRE EVALUACIÓN DE LA CALIDAD EN INTERPRETACIÓN SIMULTÁNEA ... I3

Tabla 1
La manipulación de las IS en los correspondientes vídeos ha seguido procedi-
Participación de la muestra por universidad según vídeo
mientos distintos dependiendo de las características del parámetro, si bien todos tie-
Evaluación UGR UMA UJI uv nen en común el previo acercamiento teórico interdisciplinar al mismo, y la mani-
Vídeo n.º % n.º % n.º
pulación base previa por escrito (cf. Collados Aís 1998; Pradas Macías 2003 y
% n.º
sujetos sujetos sujetos sujetos % Stévaux, en preparación a). En el vídeo control no se introdujo manipulación adi-
Acento 12 100% - - - cional de ningún parámetro específico (reflejaría la calidad ideal) y, por tanto, surge
Voz 4 28,58% 6 42,86% 4 28,58%
de las pruebas preliminares ya mencionadas. Los parámetros no verbales, que no
Fluidez podían ser manipulados por escrito, es decir, para los que se usaría el mismo texto
4 28,58% 5 35,71% 5 35,71% - -
base (anexo 2b) que para control, las vías usadas fueron variadas 16 : elicitación de
Cohesión 8 57,14% - 6 42,86%
estados emocionales de baja activación (para conseguir una entonación más monó-
Transmisión correcta 12 100% - - - tona), distorsión de la voz de la intérprete hacia una mayor nasalidad (agradabilidad
Transmisión completa 7 50% 3 21,43% - 4 28,59% de la voz), instrucciones acerca de las distorsiones fonéticas que debía introducir
Control (12) - 4 28,58% 5 35,71% 5 35,71%
la intérprete por ser los más frecuentes en la producción del español de germanopar-
Dicción 8 57,14% - 6 42,86%
lantes (acento), limitación física de la capacidad articulatoria de la intérprete (dic-
Entonación 8 57,14% 6 42,86% ción) e instrucciones para la inserción de pausas de diferente duración que debía
Estilo - - 8 57,14% - 6 42,86% realizar la intérprete y consiguientes cambios en la velocidad de emisión y falsos
Gramaticalidad 4 28,58% 10 71,42% comienzos o autocorrecciones (fluidez). En el resto de parámetros manipulados, el
Terminología 8 57,14% 3 21,43% - 3 21,43% procedimiento sí consistió en la manipulación escrita sobre el texto base: la distor-
TOTAL (63) 31,09% 47 28,66% 32 19,51% 34 20,74% sión o supresión de segmentos de información transmitidos (transmisión correcta
164 1
(116) y transmisión completa del DO, respectivamente), la sustitución de elementos léxi-
cos o fraseologías jurídicas por elementos de la lengua común o por términos in-
adecuados (terminología), la modificación del estilo optando por un estilo más en-
4.4.4. Material golado y, por tanto, menos conciso, la incorporación de los errores gramaticales del
español más usuales de germanoparlantes (gramaticalidad), la supresión de
4.4.4.1. Vídeos conectores o la sustitución de conectores lógicos por otros que desvirtuaban la ló-
gica interna del discurso (cohesión lógica).
En total se han elaborado doce vídeos, uno por parámetro y un vídeo control. Las manipulaciones de cuatro vídeos (agradabilidad de la voz, estilo, cohesión
En estos vídeos se puede ver la emisión de un discurso alemán (anexo 2a) por un y dicción) fueron testadas en 2004 en una prueba piloto realizada con abogados de
ponente alemán de mediana edad al que se le superpone la voz de una intérprete 15 Granada (cf. Pérez Luzardo et al. 2005). Posteriormente, los once vídeos resultan-
que realiza la IS. La grabación se realizó en la Unidad de Vídeo del Centro de Ins- tes fueron nuevamente testados en la Universidad de las Palmas de Gran Canaria
trumentación Científica de la UGR (cf. Collados Aís 1998). con usuarios de las mismas características de los que serían los sujetos de nuestros
En cuanto a la metodología previa a la manipulación y grabación de los vídeos experimentos (cf. ap. 4.3.).
que incluye las pruebas preliminares de interpretación espontánea del discurso base Metodológicamente consideramos esencial, a pesar de las dificultades añadi-
por intérpretes profesionales para adaptarlas a un producto lo más cercano posible das, que la voz de la intérprete fuese la misma a la largo de todas las manipulado-
a la realidad de la interpretación, nos remitimos a trabajos anteriores (cf. Collados
Aís 1998; Pradas Macías 2003 y Stévaux, en preparación a).
16 Para determinados parámetros el grupo cuenta con especialistas en los distintos ámbitos. Fun-

damentalmente para los parámetros relacionados con aspectos vocales no verbales, nuestro agradeci-
15 miento muy especial a la Dra. Elvira Mendoza Lara (Departamento de Personalidad, Evaluación y
Nuestro agradecimiento muy especial para Ludwig Schwarz, nuestro ponente alemán, y para
Luisa von Bemstorff, nuestra intérprete profesional. Tratamiento Psicológico de la Facultad de Psicología de la UGR) por todo el asesoramiento y ayuda en la
e licitación de estados emocionales en la intérprete y, también, en cuestiones metodológicas puntuales.
14 ÁNGELA COLLADOS AiS INVESTIGACIÓN SOBRE EVALUACIÓN DE LA CALIDAD EN INTERPRETACIÓN SIMULTÁNEA ... 15

nes, a fin de evitar la posible interferencia entre parámetros e intraparámetros vo- 4.5.2. Metodología
cales distintos y propios de cada individuo. Asimismo consideramos muy importante
controlar otros aspectos situacionales de la propia grabación, realizada en la Uni- A través de un cuestionario (anexo le) 18 se recogen las definiciones espontá-
dad de Vídeo del Centro de Instrumentación Científica de la UGR (Collados Aís neas de los sujetos sobre los distintos parámetros contemplados en el presente es-
1998). Entre estos aspectos se encuentra, por ejemplo, el control de la distancia de tudio, así como sus valoraciones sobre el grado de manipulación de los vídeos.
la intérprete respecto al micrófono a fin de evitar distorsiones en el posterior aná- Al tratarse de una prueba piloto, los sujetos de este estudio no visualizan úni-
lisis acústico de la voz (Scherer 1982). camente un vídeo sino que del total de 55 visionados, cinco por cada parámetro de
No obstante, desde el punto de vista metodológico, la complejidad de una ma- estudio, se establecieron las siguientes combinaciones, que ofrecemos ya que po-
nipulación homogénea y «real» de los distintos parámetros no es nada desdeñable. siblemente hayan podido tener efectos sobre las valoraciones de los sujetos: acen-
Nos remitimos al capítulo final de evaluación de la investigación sobre posibles vías to - agradabilidad de la voz, cohesión lógica - dicción, cohesión lógica - termino-
de minimización de obstáculos (cf. cap. 13). logía, entonación - transmisión correcta, estilo - fluidez y, gramaticalidad - trans-
misión completa.

4.4.4.2. Cuestionarios
4.5.3. Sujetos
El cuestionario de evaluación de la IS manipulada o control (anexo lb), incor-
pora un rango de cinco para las preguntas cerradas sobre los parámetros. Se inclu- Los sujetos han sido 32 profesores de la Facultad de Derecho de la Universi-
ye un primer apartado sobre la valoración global de la interpretación (cf. Gile 1990), dad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) con experiencia habitual u ocasio-
así como tres apartados finales sobre la impresión de fiabilidad y profesionalidad nal en IS. Si bien inicialmente se trataba de 40 sujetos, un error en la presentación
causada por la intérprete y valoración de la ponencia original. Coinciden con los de los ocho primeros cuestionarios llevaron a tener que descartar a ocho sujetos.
ocho primeros de Bühler (1986), añadiéndose entonación y dicción, en una prime- Un tercio de los sujetos son mujeres y la franja de edad predominante es la de
ra fase (Collados Aís 1998) y gramaticalidad en los nuevos experimentos. Los 30 a 45 años (17 sujetos).
parámetros encuestados coinciden con los tratados en el cuestionario de expectativas. En general, se repitieron los problemas para concertar citas con los sujetos. No
obstante, una vez concertadas las citas la práctica totalidad de los sujetos mostró,
al igual que en los demás estudios, un gran interés y curiosidad por la investigación.
4.5. Estudio 2: Contextualización de parámetros

4.5.1. Planteamiento general 4.5.4. Material

Partiendo de la indefinición de los parámetros de calidad y profundizando en El cuestionario utilizado para la recogida de datos del estudio de contextuali-
la línea de acercamiento al conocimiento o a la propia conceptualización de éstos zación (anexo le) sufrió modificaciones tras el estudio piloto anterior realizado por
por parte de los usuarios, puesta ya de manifiesto por Pradas Macías (2003), así cuatro investigadoras del proyecto (cf. Pérez Luzardo et al. 2005) fundamentalmente
como con la intención de refrendar los vídeos manipulados antes de pasar a la ex- en el sentido de introducir explicaciones sobre los parámetros en la parte final del
perimentación (cf. ap. 4.1.), el grupo ha realizado varias pruebas preliminares con cuestionario.
usuarios afines (cf. Pérez Luzardo et al. 2005) o idénticos del campo de especia-
lidad a los sujetos de los estudios de expectativas y evaluación 17 , mediante cues-
tionario. 18
En los anexos se adjunta un cuestionario tipo con parámetro en los lugares donde se hace
referencia a las denominaciones que venimos otorgando a los distintos parámetros de estudio. No obs-
tante, en lista independiente, incluimos las explicaciones que añadimos para cada uno de ellos y que
se insertarían en la tercera parte del cuestionario, concretamente entre paréntesis con la indicación
17 explicación.
Con el fin de testar una metodología, antes de ampliar el números de sujetos (cf. ap. 3.a).
r6
ANGELA COLLADOS A!S

En la primera parte del cuestionario (las tres partes de las que consta el cues-
tionario se entregan independientemente a los sujetos) dos preguntas indagan, des-
CAPÍTUL02
de la espontaneidad, acerca del parámetro en cuestión. Tras el visionado de un frag-
mento de unos 3 minutos del vídeo correspondiente al parámetro, se indaga nueva- LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO ACENTO
mente sobre el parámetro, esta vez vinculado al vídeo que acaban de visionar, así
ELISABETH STÉVAUX
como la valoración numérica (rango abierto de cinco). Tras contestar a esta parte
del cuestionario, se profundiza en la tercera parte mediante explicaciones añadidas
sobre el parámetro y se procede a una nueva valoración.
Se han utilizado los once vídeos sobre los parámetros manipulados consigna-
dos y descritos en líneas anteriores (cf. ap. 4.4.4.1.).

4.6. Presentación de los resultados

Los resultados obtenidos, absolutos y frecuenciales, se presentan, en su mayo-


ría, a través del programa SPSS (versión 13). A los resultados obtenidos en el es-
tudio de evaluación se les ha aplicado un test de hipótesis no paramétrico 19. Esta l. INTRODUCCIÓN
opción, sin embargo, no se materializa en los distintos capítulos individuales, sino
en el capítulo final y únicamente respecto a los apartados valoración global y Tras un breve resumen (cf. Stévaux, en preparación a y b) del tratamiento dado
parámetro manipulado. Se pretende así conseguir el acercamiento previo al análi- al acento no nativo (ANN) por distintas disciplinas que comparten o compl~men­
sis e interpretación de la relevancia cualitativa de los resultados 20 • Por otra parte, tan los enfoques de la investigación en interpretación, así como por é~ta: dedicare-
puede resultar ilustrativo experimentar la discusión de los resultados desde esta mos el presente capítulo a la presentación de los resultad~s de los, ~1st1ntos estu-
perspectiva y 9onsiderar, incluso inferir, posibles diferencias 21 en cuanto a cómo dios llevados a cabo, que discutiremos a la luz de los estudiOs empmcos s?br~ c~­
hubiese podido resultar de haberla realizado a través de los resultados obtenidos lidad. La aproximación multidisciplinar que realizamos reveló ~ur~eros~s mcogm-
mediante la aplicación del test de hipótesis. tas que pesan sobre la definición, la etio~og.ía así como, la mc1denc1~ de este
parámetro en la comunicación pese a la ub1cmda~ del fenomeno (cf. Stev~ux: e?
preparación a). En cuanto a la interpretación, la htera~ura ~obr: la IS r~fleJa log1~
19 Test no paramétrico de Mann-Whitney, previo análisis de normalidad de variables mediante camente estos obstáculos desde sus albores (v. gr. Bmgom Jalon 2000. 248-9), SI
el test de Shapiro-Wilks y control final de la FDR (false discovery rate). Nuestro agradecimiento a bien se suman otros escollos, tales como el rechazo de la p.ráctic,a ~ enseñan~a de
J.P. Martínez Camacho (Departamento de Genética de la UGR) por su inestimable contribución. la IS inversa, inmersas durante mucho tiempo en una estenl polem1ca, polanzada
20 En este sentido, nos parecen muy reveladores los títulos «Significancia estadística y relevancia
entre el Este («Escuela moscovita», v. gr. Denissenko 1989 y el Oeste («Escuela
clínica» de un artículo de PITA FERNÁNDEZ & PERTEGA DíAZ (2000) o «La calidad de la información
del Sentido», v. gr. Seleskovitch & Lederer 1989, intérpretes de los gra~d~s or-
clínica. ¿Estadísticamente significativo o clínicamente importante?>> de PORTA SERRA, PLASENCIA. &
SANZ (1988). Pueden ponemos en alerta, a través de un área de conocimiento aparentemente alejada ganismos internacionales versus mercados privados bilingües y sus asociaciOnes
de la nuestra, sobre riesgos de evoluciones negativas en nuestra todavía joven área de investigación profesionales (v. gr. Harris 1990; Snelling 1991, 1992; AlCE 2001). Aunque la.s
si el uso de técnicas estadísticas, absolutamente necesarias según nuestro parecer (véase COLLADOS sucesivas ampliaciones de la UE no parecen haber zanjado este debate (p. eJ.
Aís 1998), relega la interpretación explicativa e interactiva de los datos entre sí y con referencia a los Seleskovitch 1999; Bouchard & Tuononen 2001; AIIC 2001), es líc~to pensar ~ue
obtenidos previamente por otros autores del área, prueba de la buena práctica científica, y que aporta
lo han dinamizado (v. gr. Doempke 2002; Donovan 200~), p~o~ic1ando tra?aJOS
una cohesión no reñida con el acercamiento a otros campos del saber, así como con referencia a la
propia metodología de estudios actuales y anteriores, y específicamente de las herramientas o instru-
que responden al llamamiento de Gile (1995: 180) p~ra 1d~nt1~1~ar ~ red~~1r los
mentos metodológicos usados (GILE 2003: 120). riesgos de la IS inversa y se inscriben en líneas de mvestlgacwn d1~ers1flcadas
21 Nos remitimos a COLLADOS Aís, Á., IGLESIAS FERNÁNDEZ, E. & PRADAS MAciAs, E.M. (eds.) (Pochhacker 1995: 47) entre las cuales destacan los estudios sobre cahdad, como
(en preparación) y COLLADOS Aís, Á., FERNÁNDEZ SÁNCHEZ, M.M. & STÉVAUX, E. (eds.) (en preparación). subraya este último autor (1994b: 233; 2000: 411).
r8 ELISABETH STÉVAUX LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO ACENTO 19

2. ESTADO DE LA CUESTIÓN Sea como sea, como botón de muestra de la diversidad de los enfoques (cf.
Stévaux, en preparación a y b) adoptados, recurriremos aquí a Munro (1998: 139)
2.1. Aproximación multidisciplinar que incluye la voz (cf. cap. 3) desde la perspectiva de la adquisición y didáctica de
lenguas:
Por muy ubicuo que sea el acento no nativo, también es un concepto elusivo
susceptible de aplicaciones diversas (Jilka 2000: 1, 9; d' Alessando 2003: 3). De Foreign-accented speech, for instance, can be defined as nonpathological speech
ahí que encontremos tanto definiciones impresionistas (Crystal2000: 24-5), como produced by second language (L2) leamers that differs in partially systematic ways
más concretas (Galisson & Coste 1976: 10). A la dificultad de definirlo contribuye from the speech characteristic of native speakers of a given dialect. The types of
sin duda el carácter borroso y controvertido del concepto y modelo de locutor na- differences suggested by this definition include phone substitutions, deletions, and
tivo (Byram 2000: 436-7; Cook 2000: 329; Chumbow & Simo Bobda 2000: 45); distortions; nonnative stress, rhythm, and intonation; and nonnative voice quality.
de la norma o del estándar de la lengua hablada, tan artificial como imprescindible
(Carcedo González 1998: 78-9) y poderoso (Monroy Casas 1980: 54). Al abordar En cuanto a la percepción, amplio campo de investigación que abarca tanto
el habla y el acento no nativos, diccionarios y trabajos empíricos, como Galisson las causas como los efectos del ANN en la comunicación, si bien postula que fren-
& Coste (1976), Munro (1998), Crystal (1998) e Intravaia (2000: 27), no parecen te a un hablante que presenta un acento extranjero o un trastorno del habla, la difi-
coincidir tampoco en una definición de la pronunciación -a veces ausente como cultad radicaría en gran parte .en la ausencia o imprecisión de determinadas «cla-
en Crystal (2000)- que englobe todos los elementos susceptibles de presentar des- ves acústicas» (v. gr. Marrero 2001) o «pistas acústicas» (v. gr. Martínez Celdrán
viaciones percibidas por los receptores, tal como reflejan los trabajos empíricos, a 1996) necesarias para la descodificación del mensaje 2 , compiten varias teorías para
saber los segmentales y su coarticulación, los suprasegmentales y los aspectos superar el reto de la «invarianza perceptiva» 3 en palabras de González Álvarez &
~nésicos audibles dentro de los cuales englobamos la(s) c(u)alidad(es) de la voz, Cervera Crespo (2001: 2) y buscan la respuesta en la señal, en los movimientos o
vmculada(s) con la «base de articulación» de Roudet (1910, apud Quilis 1993: 76 gestos articulatorios que la generan, o en el cerebro (Marrero 2001: 5). Se concibe
y ss.) o la «configuración articulatoria» o «configuración fonética» de Honikman la percepción «como un sistema de procesamiento de la información», como seña-
(1964, apud Jenner 1976: 168). Son divergencias que podríamos achacar al carác- la Martínez Celdrán (1996: 98, 101), que implica procesos tanto «ascendentes»
ter multidimensional del habla (v. gr. Poyatos 1994, 1997b), a las diferencias en (automatización de hábitos atencionales y de clasificación, almacenamiento de
los criterios aplicados por los jueces y en la selección de los mismos, en la meto-
dología (material y mediciones distintas) así como en las lenguas contempladas en
los trabajos empíricos (Major 1987: 186; Munro & Derwing 1995: 75-6), que cabe
relacionar también con las numerosas incógnitas que pesan sobre el lenguaje
(Pennington & Richards 1986; Cutler 1997: 4; González Álvarez et al. 2003: 231; no nativa, tan sólo constataremos que los modelos de KuHL (1992 a, 1993b, e y 1994 apud KUHL &
d' Alessandro 2003: 3). Quizás no sea demasiado arriesgado asociar la interrelación IVERSON 1995: 122, 139-49), FLEGE (1992: 185-8, 1995) y BEST (1995: 193-9) se apoyan en el postu-
de ambas dimensiones corporales y culturales de los sonidos que emitimos al ha- lado según el cual la experiencia con nuestra lengua materna distorsiona nuestra percepción, a la
blar (Bourdieu 1991; Thompson 1991a; Hagege 1996; Intravaia 2000) con la com- manera de una lente deformada («distorded lens>>), en palabras de KUHL & IVERSON (1995: 122). De
ahí que KUHL (1993 apud KUHL & IVERSON 1995:121) distinga al niño «citizen of the world>> del
plejidad del fenómeno del ANN y la diversidad de las hipótesis desarrolladas en
adulto, «culture-bound>>.
torno a su etiología 1 (Flege 1995: 234). 2 Aunque la comparación entre el ANN y la patología pueda parecer exagerada, se esclarece

a la luz de un criterio fijado por los patólogos del habla VAN RIPER & EMERICK (1984 apud
SCHIAVETTI 1992:11) en virtud del cual «speech is defective when it is conspicuous, unintelligible,
or unpleasant>> o si recordamos que el método Verbo-Tonal de corrección fonética basado en el
1
sistema perceptivo (PocH ÜLIVÉ 1999: 87 y ss.) surgió de investigaciones para tratar la sordera
La hipótesis de una relación estrecha entre la percepción y las producciones con ANN no es (INTRAVAIA 2000: 17).
novedosa en la medida en que las desviaciones de pronunciación producidas por la influencia de la 3 Ante la sorprendente capacidad de los humanos de percibir rápidamente los estímulos acús-
lengua materna, o «interferencias» según WEINRICH (1953: 57 apud CARCEDO GoNZÁLEZ 1998: 29) ticos del lenguaje, intrínsecamente ambiguos y variables (diferencias ínter- e intraindividuales, de-
representan un fenómeno atribuido por PoLIVANOV (1931 apud INTRAVAIA 2000: 45) a la «sordera pendencia de los segmentos vecinos, falta de correspondencia con lo que percibimos) como una ca-
fonológica>>, incluso al «oído nacional>> por DALGALIAN (1980 apud HAGEGE 1996: 34). Para el habla dena de unidades lingüísticas invariantes.
20 ELISABETH STÉVAUX LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO ACENTO 2I

modelos o prototipos 4 como «descendentes» (recuperación de información alma- interpretación los resultados relativos al peso de algunas deficiencias del habla no
cenada), en palabras de Goldstein (1999: 384-5, 392-3). Así es como al acento no nativa, como son la pronunciación y la gramática, que hablarían a favor de la exis-
nativo en la producción, correspondería un «acento perceptivo» (Strange 1995: 39; tencia de posibles sesgos en los oyentes. Aunque Schairer (1992: 310, 316) señala
Bradlow & Pisoni 1999: 2082; McAllister 2000: 52, 61; Intravaia 2000: 30). Sin una posible confusión entre ambos tipos de errores, los trabajos de Tardif &
embargo, dado que percepción y producción no siempre corren parejo, la litera- d' Anglejan (1981, apud Eisenstein 1983: 167), Varonis & Gass (1982), Gynan
tura revela contradicciones que a veces (cf. Jilka 2000: 10-1) se resisten a la dis- (1985) y Derwing & Munro (1997) indican ciertas correlaciones entre estos pará-
tinción tradicional entre, por una parte, el «acento extranjero fonológico» (re- metros, así como una sobrevaloración de la importancia de la grámatica. Indebida-
presentación errónea o ausente de una categoría fonológica entera por limitacio- mente más castigada en Gynan (1985: 163), llega a constituir una causa percibida
nes cognitivas) que afectaría tanto a la percepción como a la producción, y pue- del ANN para un 46% de los jueces de Derwing & Munro (1997: 10-11), mientras
de dar lugar a una mala interpretación del mensaje (Carcedo González 1998: 73- que Tardif & d' Anglejan (1981, apud Eisenstein 1983: 167) pudieron comprobar
4; Poch Olivé 1999: 68), y el «acento extranjero fonético», por otra, menos grave, que el ANN más marcado empeoraba las evaluaciones de los jueces, que en esta
cuya presencia significaría que el aprendiz ha adquirido la representación fonológica condición experimental consideraron los estímulos menos inteligibles y gramati-
correcta, pero no su representación productiva o no consigue instaurar las ruti- cales, así como más irritantes que las oraciones leídas por la hablante con acento
nas articulatorias necesarias, y sólo dejaría una impresión de acento más o me- menos pronunciado, hasta tal punto que la mitad de los jueces nativos percibieron
nos marcado. errores gramaticales inexistentes, si bien los autores (1981, apud Eisenstein 1983:
Enlazaremos la tipología anterior con una breve presentación de algunos de 167) no descartan que el acento en sí fuera considerado como un error. Podríamos
los trabajos más representativos del amplio cuerpo de trabajos dedicados a la inci- encontrar indicios de la distracción de los oyentes en presencia de un ANN tanto
dencia del ANN en la comunicación, no siempre comparables entre sí. Globalmente en Fayer & Krasinski (1987) como en Gill (1994), que recurrió a una prueba de
apuntan a un coste adicional del ANN, aunque con variaciones individuales entre restitución. Parece lógico en la medida en que, como subrayan entre otros autores
oyentes, hablantes y acentos así como en la mediación de factores psicológicos y Cargile & Giles (1997: 195) y Giles & Niedzielski (1998: 87-8, 91) los estereoti-
afectivos (actitudes y estereotipos) S, que se reflejan en las mediciones de la inteli- pos sociales o estéticos asociados a los acentos (nativos o no) podían influir en el
gibilidad (objetiva o subjetiva) del mensaje, la irritación o distracción de los oyen- interés que prestáramos al hablante y en los esfuerzos que consintiéramos por en-
tes, sus evaluaciones de los fragmentos, así como de la personalidad del hablante tenderlo, así como en nuestra percepción de la inteligibilidad del hablante y de su
o el almacenamiento de las informaciones transmitidas. Sin poder rendir justicia personalidad. De manera general, los trabajos apuntan a una merma de las evalua-
aquí a los trabajos en cuestión, apuntaremos que son de especial interés para la ciones en distintas dimensiones de los no nativos: estatus y competencia, atractivo
social, juicios estéticos, integridad, etc., sobre todo en cargos públicos y contextos
formales (educación, sanidad). Así es como la detección subjetiva de un acento
marcado en un ayudante extranjero llevaba a los estudiantes a considerar que eran
4
peores profesores que los nativos (Rubin & Smith 1990: 337). Fuertes & Gelso
El almacenamiento de las informaciones explicaría, entre otros, el efecto de la familiaridad con la
voz del hablante, SU acento, o el tema (p. ej. VARONIS & ÜASS 1982: 132; DERWING & MUNRO 1997: 14).
2000 (apud Fuertes et al. 2002: 352) observaron la misma merma de competencia
5
Nos limitaremos a señalar que al igual que DE KLERK & BoscH (1995: 18) que presentan los y atractivo percibidos por pacientes potenciales en presencia del ANN en psicólo-
estereotipos como «the dark side of the human abstraction process», MARTÍN MORILLAS (1996: 111) gos que ostentaban un acento hispano. Bresnahan et al. (2002: 177) pudieron cons-
considera que la tendencia a aplicar «etiquetas descriptivas o evaluativas», a reducir a una persona o tatar que las evaluaciones correspondientes a las dimensiones de atractivo perso-
un grupo a un «conjunto básico de rasgos impresionísticos», por ejemplo su forma de hablar, se pue- nal, estatus y dinamismo otorgadas al norteamericano nativo siempre superaban
de atribuir, en palabras del autor (ibidem: 111-114) a «una especie de economía percepto-conceptual:
los juicios emitidos para los no nativos, incluso en la condición de ANN inteligi-
el estereotipo sería una especie de "atajo" que "ahorra" esfuerzo mental» (cursiva en el original)
ya que nos libra de profundizar en estas características, gracias al concepto o "modelo mental" que
ble. A la inversa, la literatura también ofrece algunos ejemplos de efectos positi-
ya poseemos de antemano>>, según MARTÍN MoRILLAS (1996: 112), tanto de personas con las que vos, como la ligera protección que supone el ANN alemán en caso de conducta
hemos tenido contactos, como de otras a quienes sin conocerlas clasificaríamos igualmente porque que revela una falta de educación (cf. Ryan 1983: 157), o la mejor valoración del
comparten determinadas características (raza, sexo, idioma, rol, etc.). En este sentido, las actitudes hablante xhosa cuando hablaba en inglés, a diferencia de todos los demás no nati-
aparecen como un eco de la economía (simplificación) y constancia perceptiva (cf. STÉVAUX, en pre- vos (de Klerk & Bosch 1995: 29, 31).
paración a y b).
22 ELISABETH STÉVAUX LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO ACENTO

2.2. Estudios de interpretación cia (subconsciente) podría obstaculizar la comprensión oral incluso para los intér-
pretes que trabajan exclusivamente hacia su lengua materna, mientras que para aqué-
2.2.1. Aproximación multifocal llos que trabajan en otro tipo de mercado que requiera interpretar hacia una o in-
cluso dos lenguas B, una pronunciación casi nativa sería imprescindible:
Si escasean los datos empíricos que indiquen que los usuarios de una IS inver- En cambio, Martin (2003: 432) duda de que un acento extranjero merme la
sa (cf. 2.3.) tiendan a replicar las mismas tendencias esbozadas en el apartado an- comunicación por sí solo:
terior a la hora de evaluar la calidad de la prestación de un profesional supuesta-
mente capacitado para ello, a diferencia de un aprendiz de Lengua Extranjera, pa- Al contrario, cabe imaginar que contribuye al realismo de una situación en la que de-
rece innegable que las preguntas que plantean los trabajos sobre percepción, com- terminados receptores están escuchando la voz del intérprete mientras que observan la
prensión y evaluación merecen nuestra atención, aunque contestarlas, como cuan- presencia física, con gestos incluidos del orador original. Existe una suspension of
do Derwing & Munro (1997: 15) se preguntan: «To what do individuallisteners disbelief similar a la que existe cuando se contempla una película, porque en interpre-
attend, and what causes them to focus on these elements?», no sea tarea fácil, de- tación simultánea el receptor sabe que la voz que escucha no es la voz del orador y,
sin embargo, asume las reglas del juego y la acepta como si la fuera. Al margen de
bido al número de variables que hay que tener en cuenta.
esta suspension of disbelief, podríamos pensar que el hecho de que la voz que llega a
Parece lícito pensar (cf. Collados et al. 2003) que la circunspección que ha los auriculares tenga un ligero acento extranjero añade realismo a la situación, ya que
pesado sobre la IS inversa contribuyó a que el acento no nativo haya sido uno de esa voz podría identificarse con la voz que hipotéticamente tendría el orador de poder
los temas menos estudiados en interpretación, a pesar de que la temática del ANN hablar el idioma del público y dirigirse directamente a él.
aparezca ya en los albores de la IS, a saber, en los procesos de Nuremberg. Asi-
mismo, de las fuentes consultadas por Baigorri Jalón (2000) se desprende que no El realismo de Gile (1995a: 81-82) lo lleva a reconocer que la literatura de
todos los intérpretes carecían de acento. En efecto, Gaskin (1990, apud Baigorri nuestro campo no se suele extender sobre los fallos del intérprete. Entre las degra-
Jalón 2000: 291-292) comenta que algunos magistrados se quejaron a Steer, un daciones formales de la calidad, el «backsliding» evocado en condiciones de estrés 6
responsable del equipo de intérpretes, de que «era agotador escuchar durante seis por Moser Mercer et al. (1998: 140), figuran las degradaciones de la calidad de la
horas un inglés con muchísimo acento extranjero». Lógicamente, Baigorri Jalón voz (cf. Daro 1990a), así como de la enunciación y del acento, mientras que Harris
(2000: 292) subraya el interés de esta expresión de protesta como un factor impor- (2003: 10) afirma que: «Pronunciation, like the other components of the target
tante a la hora de ponderar si es preferible que el intérprete trabaje desde o hacia language, has to be correct and standard, but with sorne allowance made for B
su idioma nativo: languages». Ng (1992: 39), respecto a la evaluación de la calidad de las interpreta-
ciones directa o inversa reivindica la aplicación de un doble estándar o rasero, cuya
Un cierto acento extranjero sería tolerable y hasta cierto punto constituiría un rasgo existencia considera ya implícita en la clasificación lingüística de la Asociación
exótico atribuible al políglota, que carecería de raíces o de patria incluso lingüísticas.
Internacional de Intérpretes de Conferencias (AIIC).
Ahora bien, una falta muy acusada de naturalidad en el idioma podía tener un efecto
En cuanto a Donovan (2004: 210), no deja de mencionar la imperfección in-
negativo, al constituir un elemento ajeno, un ruido que entorpecía la recepción del
discurso. herente a la lengua B (errores de pronunciación, gramática y estilo ocasionales),
condicionando más bien su tolerancia al hecho de que no sea tan llamativa o mo-
En contextos menos dramáticos e históricos, también encontramos en otros lesta como para que desvíe la atención del oyente hacia estos errores en detrimen-
autores cierto número de comentarios genéricos sobre el carácter (in)deseable de to del mensaje.
ostentar un acento no nativo para un intérprete. Sirva como ejemplo la insistencia Para concluir esta breve aproximación, sólo podemos resaltar que la literatura
de Brisau et al. (1994: 84-90) en la pronunciación y enunciación del futuro intér- del campo de la interpretación parece reflejar algunas de las preocupaciones esbo-
prete. En su elaboración de un perfil psicolingüístico, subrayan también el escaso zadas en la aproximación multidisciplinar en cuanto a la inteligibilidad y la dis-
lugar que ocupa el ANN en la literatura, uno de los criterios que permite medir el
deseo de un sujeto de identificarse con su lengua extranjera y cultura. Anticipán-
dose (al igual que Moser Mercer et al. 1998), a McAllister (2000), consideran que
la ausencia de una pronunciación que se aproxime a la de un nativo y su ignoran- 6 Correspondería al retroceso de la interlengua (SELINKER 1972) a estadios anteriores.
24 ELISABETH STÉVAUX LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO ACENTO 25

tracción, aunque el establecimiento del umbral de tolerancia de los usuarios (cf. ca (muy importante para un 11% de los encuestados), la voz (17% ), y la fluidez
Harris 2003: 15) parece una meta lejana debido a la «difícil cuantificación de la (28%), desmintiéndose en palabras de la investigadora (1989: 146) la sospecha de
calidad de la interpretación» (Gile 1983: 241) o la «gran heterogeneidad y subjetivi- Bühler de que los usuarios «tend to judge the quality of interpretation by these
dad de la apreciación de parámetros no verbales» (Collados Aís 1998: 44). more superficial criteria». Kurz (1986: 145) también observó cierta mayor tole-
rancia de los nativos de alemán y subrayó el interés de una replicación entre
francófonos. En 1993, amplió su muestra de distintos grupos de usuarios con 29
2.2.2. Estudios empíricos de calidad delegados de un congreso sobre control de calidad y 48 participantes de un debate
sobre equivalencias en el Consejo de Europa, confirmándose también el lugar del
Como subrayaban Shlesinger et al. (1997: 127) y Pradas Macías (2003: 375), acento en la cola de las prioridades, junto con la voz y la gramática, aunque con
la comparación de los resultados de los trabajos revisados en el presente apartado, ligeras variaciones.
dedicado a los trabajos sobre IS que contemplan el ANN, se ve dificultada por las El primer estudio de evaluación se debe a Gile (1990), que investigó las valo-
divergencias encontradas en la selección, agrupación y formulación de parámetros y raciones emitidas por 23 oftalmólogos (18 franceses y 5 norteamericanos). Este
preguntas utilizadas en los cuestionarios aplicados por los distintos investigadores. trabajo, basado en una escala de cinco rangos en lugar de los cuatro aplicados has-
Con estas cortapisas en mente, es menester recalcar que todos los estudios de ta la fecha, se distingue también por la aplicación de criterios más globales, como
expectativas sobre IS realizados hasta la fecha y aplicados tanto a usuarios como a son «la calidad lingüística» y la «voz, ritmo y entonación». Otro de los datos inte-
intérpretes coinciden en la mayor importancia otorgada por los encuestados a la resantes es la inversa practicada al inglés, que recibió la calificación de excelente,
transmisión correcta del DO y/o a la cohesión lógica frente a parámetros de for- a diferencia de la IS francesa castigada por la voz monótona de uno de los profe-
ma o de presentación. En cuanto al parámetro que nos ocupa, al ANN se atribu- sionales, circunstancia que no empeoró su valoración global, generalmente muy
ye una importancia mínima en todos los estudios que lo contemplan. buena. Ante estos datos, el autor (1990: 68) baraja tanto una posible mayor tole-
En el trabajo pionero de Bühler (1986), que con 16 criterios investigó las ex- rancia de los anglófonos en general como un eventual efecto de la presencia mino-
pectativas de 41 intérpretes de laAIIC reunidos en el marco de un congreso y de 6 ritaria de los norteamericanos, especialmente agradecidos, así como la posibilidad
miembros del Comisión de Admisiones y Clasificación Lingüística (CACL), el23% de que la población encuestada sea menos sensible a la voz, insistiendo también
de los encuestados juzgó este parámetro «muy importante» (primer rango), que se en la importancia de otros factores no medidos.
sitúa en el penúltimo lugar de la escala global, delante de estilo. De ahí que la Vuorikoski (1993), combinó expectativas y evaluación en un mismo cuestio-
investigadora (1986: 233) considere que al igual que la voz agradable, nuestro nario con nuevos criterios para investigar las actitudes de 177 usuarios finlandeses
parámetro es «deseable, pero no esencial». Sin embargo, también señala discre- frente a una IS del inglés en unos seminarios (acogida de niños con problemas en
pancias entre ambos grupos de encuestados, en la medida en que la mitad de los familias, marketing, delitos económicos, entre otros). A la vista de los datos que
miembros del CACL le otorgaron la máxima importancia. Señalaremos también recabó, Vuorikoski (1993: 322) subraya la necesidad de ofrecer un servicio deIS
que uno de los encuestados indicó que «accent and grammar apply toA grading», si los oradores no son nativos de inglés, arguyendo que «for an untrained ear they
lo que lleva a Bühler (1986: 232) a contemplar la necesidad de distinguir entre can be more difficult».
lengua A y B, así como entre distintas comunidades lingüísticas, debido a una apa- Kurz & Pochhacker (1995) aplicaron el mismo cuestionario de expectativas
rente ligera mayor tolerancia de los anglófonos frente a los nativos de alemán. Cu- que Kurz (1989, 1993) a 19 profesionales de la televisión. El cotejo de sus datos
riosamente, no parece aplicar al acento considerado como criterio lingüístico sus con los usuarios de Kurz y los intérpretes de Bühler (1986) lleva a los investiga-
hipótesis (ibidem) respecto a la posible preocupación de los intérpretes por no cansar dores (1995: 353) a resaltar la mayor importancia para esta población de determi-
a los usuarios y cuidar la forma, a pesar de que Bühler (1986: 233) considere que nados factores formales, entre los cuales se encuentran la voz y el acento, que avan-
los usuarios juzguen la interpretación en función de la impresión de acento, zan en la escala.
agradabilidad de la voz y fluidez. Moser (1995) presenta un amplio estudio de expectativas, financiado por la
Con Kurz (1989), el primer estudio de expectativas aplicado a usuarios (47 de AIIC, llevado a cabo por 94 intérpretes en unos 80 congresos y aplicado a 201
los cuales 23 médicos alemanes y 24 ingleses) basado en los ocho primeros crite- usuarios, en el cual el acento extranjero es abordado junto con los acentos regio-
rios de Bühler (1986), se confirma la mínima importancia del acento y la gramáti- nales. Entre los resultados de Moser (1995: C 4-5) apuntaremos que sólo un 2,5%
ELISABETH STÉVAUX LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO ACENTO 27

de los encuestados citan este ítem espontánea:inente como el más irritante. En cuanto otros dos, repartidos en dos grupos: uno de nativos de mandarín y otro de cantonés
a la gradación de la molestia, sólo un 8% lo consideró «muy irritante», un 14% escucharon una IS nativa, nos deparan la primera prueba empírica en IS de una
«bastante irritante», mientras que el 23,9% calificó estos acentos de «no verdade- incidencia negativa del ANN, que varía según la lengua materna de los sujetos. En
ramente irritantes». Parece, por tanto, confirmarse el poco peso del ANN, aunque efecto, los nativos de cantonés castigaron claramente la IS con acento mandarín.
la combinación de ambos tipos de acentos dificulta la interpretación de los datos. La merma registrada afectó no sólo a su valoración global, sino también a otros
Por otra parte, Moser (1995: B-21) baraja la hipótesis de una mayor tolerancia de parámetros como son la inteligibilidad subjetiva, su gradación del acento, su im-
los nativos de alemán frente a los de inglés, así como la posible mayor irritación presión de fluidez y de claridad. Por otra parte, las variables de ritmo y acento
de los nativos de italiano, poco representados en la muestra. correlacionaron negativamente en ambos grupos confrontados con una versión con
Tanto en Collados Aís (cf. 1998) como en Pradas Macías (cf. 2003), el ANN ANN. Otras correlaciones corresponden a los criterios de transmisión completa así
cierra la cola de las prioridades de los 85 usuarios y 30 intérpretes (emisores y como la coherencia y ANN, más marcada en el caso de los cantoneses. De ahí que
receptores), colocándose detrás de la entonación y la voz. Destacaremos que la pers- Cheung (2003: 92) baraje la posibilidad de que a los nativos de cantonés les irritó
pectiva longitudinal de los juristas encuestados que nos deparan ambos estudios el acento, dejaron de escuchar a ratos, y al perder el hilo, tuvieron la sensación de
indica que si son algo más numerosos los usuarios de Pradas Macías que asigna- que la IS era incompleta, hipótesis que lógicamente requiere ser rechazada o veri-
ron al ANN una influencia nula (un 28% de «no influye» en el estudio de expecta- ficada empíricamente en otros estudios, como señala el mismo autor (ibídem). Fue-
tivas frente a un 24% para Collados Aís), también representan un 9% los usuarios ron más también los sujetos de este grupo los que detectaron una mezcla de códi-
que le atribuyeron «bastante influencia» en el estúdio de Pradas Macías, mientras gos en la IS, de la misma manera que la mayoría de ellos indicaron que les había
que ningún jurista encuestado había optado por este rango en el trabajo realizado costado entender las cifras, si bien el discurso no presentaba ninguna. Sus resulta-
por Collados Aís. El porcentaje de usuarios que otorgó «poca influencia» a dicho dos, por tanto, por lo menos para los miembros cantoneses de la muestra, tienden
parámetro es menor en Pradas Macías que en Collados Aís, aunque en ambos ca- a confirmar las tendencias esbozados en la aproximación multidisciplinar (merma
sos, siendo respectivamente de 42% y 55%, dicho rango parece reflejar la opinión de competencia, inteligibilidad, y posible distracción o irritación provocada por la
de la mayoría de los encuestados, una constancia que trasciende ambos tipos de activación de estereotipos etnolingüísticos), aunque el autor (2003: 96) no sondeó
sujetos. Otro dato llamativo sería el hecho de que coincidan en ambos trabajos los previamente ni las actitudes lingüísticas ni las expectativas de sus sujetos, y no
porcentajes de usuarios e intérpretes (21% ), tanto desde su postura de emisor como pretende extrapolar sus datos, que contradicen las valoraciones recabadas por Gile
de receptor (27%), que califican la influencia del ANN de «mediana». Otro tanto (1990), así como todos los estudios de expectativas anteriores. En cambio, consoli-
se puede decir de los intérpretes receptores (7%) y emisores (13%) que optaran daría la hipótesis de la existencia de un desfase entre expectativas y evaluaciones,
por el rango de «influye bastante» así como de los emisores (7%) que le otorgaron tal como sospechaban Gile (1990), Collados Aís (1998) y Garzone (2003).
a priori una «influencia esencial». Se percibe una transigencia mayor de los intér-
pretes al asumir el papel de receptor en el trabajo de Collados Aís (1996), mientras
que los resultados de Pradas Macías muestran una mayor dispersión y diferencias 3. TRABAJO EMPÍRICO
algo menos pronunciadas entre ambas condiciones de receptor y emisor.
En Polonia, Waliczek (2003) sondeó las expectativas de 20 intérpretes acos- 3.1. Estudio 1: Expectativas
tumbrados a trabajar en relé, a quienes preguntó cuales eran los factores más im-
portantes para la calidad de la IS de sus colegas que ejercían de pivote. ANN y 3 .1.1. Resultados
voz comparten nuevamente el último puesto.
El trabajo de Cheung (2003), llevado a cabo en Hong Kong, destaca por ser el Con una media de 2,02, el acento no nativo se ve relegado al último lugar.
primer trabajo de evaluación aplicado a la IS basado en el parámetro de acento y Cierra la cola de las prioridades de los usuarios encuestados (véase tabla 1), que
en incluir su gradación, así como su correlación con otros parámetros de calidad. conforma con la voz (2,58) y la entonación (2,91). Entre estos tres únicos parámetros
Las evaluaciones de sus usuarios potenciales, 120 estudiantes de carreras técnicas, en arrojar valores inferiores a 3 y los líderes de la escala (>4), a saber la cohesión
repartidos en cuatro grupos experimentales, de los cuales dos fueron confrontados lógica (4,47), la transmisión correcta (4,44), la transmisión completa (4,20) y la
con una IS teñida con acento mandarín y cantonés, respectivamente, mientras que terminología (4,02) media otro grupo de parámetros llamados formales pero mejor
ELISABETH STÉVAUX
LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO ACENTO 29

ponderados como son la fluidez (3,84), la dicción (3,62), el estilo (3,51) y la gra-
mática (3,41). 3.2. Estudio 2: Contextualización

3.2.1. Resultados
Tabla 1
Resultados expectativas usuarios
Se observan dos tipos de reacciones. Por una parte, la mayoría de los jueces
N concibe el acento nativo como una señal de identidad, que indica la procedencia
válido Mínimo Máximo Media del hablante, ya que su «pronunciación de los sonidos», sean «vocales o conso-
Desv. típ.
acento 197 1,00 nantes», su «tono y ritmo» nos permite asociarlo con un país, una región o un te-
5,00 2,0152 ,95553
voz 196 1,00 rritorio, frente a otras formas de habla. Por otra, no faltan jueces que vinculan más
5,00 2,5918 1,08450
fluidez 191 1,00 5,00 bien el acento nativo con la norma a la que hay que aproximarse, aunque uno de
3,8429 ,86842
cohesión 196 1,00 5,00 4,4746 ,75420 ellos insista también en la necesaria «naturalidad en el habla» del nativo.
t. correcta 194 1,00 5,00 4,4433 ,85132 En cuanto a la irritación, sólo uno de los encuestados indica no saber qué es lo
t. completa 194 2,00. 5,00 4,2010 ,86126 que más le irrita de un ANN en una IS. La respuesta de otro podría encerrar un
terminología 196 1,00 5,00 4,0255 ,80662
estilo 195 1,00 5,00
interrogante ya que lo que le produce mayor irritación es que el acento del intér-
3,5179 ,87546
entonación 197 1,00 5,00 prete se parezca demasiado al de «otra nacionalidad diferente a la lengua que se
2,9137 1,07744
dicción 197 1,00 5,00 está interpretando». Quedaría por saber si se refiere a un ANN muy marcado en la
3,6294 ,96349
gramaticalidad 99 1,00 5,00 3,3939 ,97748 lengua de inversa o si le irrita el hecho de que el intérprete ostente un acento mar-
cado por otra lengua que la del orador. Sería sobre todo «la falta de naturalidad de
un habla que realce las consonantes» la que más irritaría al tercero, mientras que
3 .1.2. Discusión los otros dos encuestados coinciden en apuntar a un esfuerzo adicional que debe-
ría desplegar el oyente de una IS con ANN. Invocan una mejor concentración en
. Coinciden los resultados con todos los trabajos anteriores aplicados a usua- el mensaje, y por tanto asimilación de su contenido, cuando el acento del emisor
nos, que relegaban el acento a los últimos puestos, aunque esté algo mejor valo- es familiar o compartido, pero también una mayor relajación. Por el contrario, en
rado en.el.estudio de Kurz & Pochhacker (1995: 352). Nuestros sujetos, al igual ambos casos, un acento muy diferente al del usuario provocaría irritación. Sin em-
que los Juristas encuestados por Collados Aís (1998) y Pradas Macías (2003) colo- bargo, tras la escucha del primer fragmento, sólo uno de los jueces se reitera en
can el ANN en el último lugar, detrás de los demás parámetros formales. La media «el desvío de atención hacia la forma en que el intérprete se expresa, más que ha-
aritmética correspondiente al ANN (2,02) se sitúa en medio de la estrecha horqui- cia lo que se dice», mientras que el resto de los comentarios apuntan al carácter
lla trazada por ambas investigadoras, con valores de 1,98 y 2,12 respectivamente. muy marcado del acento alemán de la intérprete, considerado incluso excesivo para
Por tanto, con las limitaciones propias de este tipo de estudios en mente, los ofrecer una inversa. También destacaremos cierta falta de inteligibilidad denuncia-
dat~s rec~bados ~or ~~s tres estudios s~cesivos nos p~rmiten pensar que en lo que da por uno de los jueces. Aunque recogimos observaciones relativas a la acentua-
atane a la Jerarqmzacwn de sus expectativas no se confirmaría la hipótesis de Moser ción y entonación inadecuadas, los jueces no aportan ejemplos concretos de des-
(1995) en cuanto a la menor tolerancia de los nativos de español frente a los acen- viaciones y abundan las referencias al «acento en sí» o la «pronunciación erró-
tos extra~j~ros, por lo menos en cuanto a los juicios abstractos emitidos a priori nea». Con todo, la mayoría de las respuestas se centran en las consonantes, y so-
por los dtstmtos grupos de juristas encuestados. De la misma manera, dada la me- bre todo en la «R» así como en el ensordecimiento de la «D». En cuanto a la valo-
dia aritmética arrojada por el parámetro del ANN y el último lugar que ocupa en la ración del acento en sí, tras la escucha del primer fragmento igual proporción de
cola de las expectativas de nuestros usuarios, así como la existencia de tres cate- sujetos se decanta por el primer y segundo rango, mientras que otro encuestado lo
gorías de parámetros que recibieron valoraciones a priori claramente distintas, en sitúa entre el segundo y tercer rango (2,5), arrojando una media de 1,7. Estas pun-
ciar~ concor~ancia con los estudios empíricos anteriores, no parecería arriesgado tuaciones se mantuvieron en general a lo largo de la entrevista, si bien dos jueces
baraJar que SI fuesen consecuentes con sus expectativas, no deberían de castigar optaron respectivamente por un rango más extranjero (2 frente a 2,5) y más nativo
una interpretación que presentara un ANN. (3 frente a 2) tras una escucha más larga, siendo en este caso la media de 1,8.
ELISABETH STÉVAUX LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO ACENTO

3.2.2. Discusión Gráfico 1


Comparación resultados vídeo control y vídeo acento
Las respuestas de los jueces reflejan tanto la importancia del concepto (identi-
dad, respeto de la norma, efecto del ANN en el éxito de la comunicación) como su
complejidad (componentes borrosos). Por una parte, los resultados corroboran las
dimensiones no verbales (entonación, tono, ritmo, acentuación) y verbales del
parámetro que nos ocupa. Entre las desviaciones detectadas y consideradas más
irritantes destacan claramente las consonantes, y especialmente la pronunciación
de la «R», un dato concordante con Schairer (1992: 318) y Carcedo González (1998:
303-12). Resta por saber si el carácter llamativo de la pronunciación de esta con-
sonante por la intérprete y que llevó a uno de los jueces a declarar que «es tal que
impide notar los demás» es imputable a la manipulación introducida o si le da la
razón a Navarro y Tomás (1974) cuando afirmaba que los franceses y los alema-
nes, por su parte, deben evitar cuidadosamente el uso de su r uvular. En cuanto a
la identificación del acento, no requerida en el cuestionario, los jueces lo califican
espontáneamente de «alemán» o «germano». Por otra parte, los comentarios de dos
de los jueces en el sentido de una merma de concentración o una mayor tensión en
presencia de un ANN, coinciden con las preocupaciones de Gynan (1985), Fayer
& Krasinski (1987) y más recientemente Gill (1994).

3.3. Estudio 3: Evaluación

3.3.1. Resultados Tabla 2


Evaluación vídeo acento
Si bien ambos vídeos, control y ANN, registraron valoraciones altas para prác- Desviación
ticamente todos los parámetros contemplados, el vídeo ANN recibe una valora- Media tíoica Mínimo Máximo Perdido N total
ción inferior a la del control en casi todos los parámetros (véase tabla 2 y gráfico valoración global 3,75 ,87 2,00 5,00 o 12
acento 3,00 ,74 2,00 4,00 o 12
1). En efecto, las únicas excepciones se dan en la cohesión lógica, donde la media 5,00 o 12
voz 3,92 ,51 3,00
(4,41) supera a la del vídeo control (4,25) y en la transmisión completa (4,50), donde fluidez 4,33 ,98 2,00 5,00 o 12
apreciamos también una mejor evaluación de este vídeo con respecto al vídeo con- cohesión 4,42 ,90 3,00 5,00 o 12
trol (4,33). Todas las demás variaciones registradas revelan una ventaja del vídeo t. correcta 4,17 ,94 3,00 5,00 o 12

control, con diferencias de la misma magnitud (0, 17) que las anteriores, como en t. completa 4,50 ,80 3,00 5,00 o 1
12
fluidez y estilo, o mínima como en el caso de transmisión correcta (0,09). No es terminología 4,00 ,85 2,00 5,00 o 12
así en entonación, profesionalidad y fiabilidad para las cuales se acentúa la distan- estilo 4,00 ,74 3,00 5,00 o 12

cia entre ambos vídeos, con diferencias de al menos 0,33. Es interesante constatar entonación 3,50 ,80 2,00 5,00 o 12

dicción 2,83 ,72 2,00 4,00 o 12


que las disparidades máximas no corresponden al párametro objeto de la manipu- 12 12
gramaticalidad
lación, ANN, que recibe una valoración de 4, 16 para el vídeo control frente al 3 profesionalidad 4,33 ,78 3,00 5,00 o 12
otorgado al vídeo ANN (1,16), sino al parámetro dicción. En efecto, con una pun- fiabilidad 4,33 ,78 3,00 5,00 o 12
tuación de 2,83 para el vídeo ANN, frente al4,66 del vídeo control, la dicción arroja ponencia 3,25 ,97 2,00 5,00 o 12
32 ELISABETH STÉVAUX LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO ACENTO 33

la mayor variación: 1,83 para el vídeo ANN. Por lo demás, por orden de importan- la misma manera, las imbricaciones reseñadas en la literatura entre los conceptos
cia decreciente, la valoración de la ponencia original revela una desventaja de 1 de acento y voz (cf. ap. 2.1) se verían reflejadas en el retroceso de la agradabilidad
para el vídeo ANN (3,25) comparado con el vídeo control (4,25) y de 0,91 para la de la voz (0,5) en el vídeo ANN (3,91) comparado con el vídeo control (4,41) y
valoración global (control: 4,66; ANN: 3,75). Finalmente, se dan también varia- por tanto, barajar la posibilidad de cierta interacción negativa entre el acento y la
ciones marcadas en terminología (control: 4,58; ANN: 4) y agradabilidad de la agradabilidad de la voz, tratándose de la misma intérprete en los tres vídeos, no
voz (control: 4,41; ANN: 3,91), arrojando en ambos casos una diferencia de al parece descabellado. En el parámetro entonación, observamos un claro descenso
menos 0,50. de las medias aritméticas para el vídeo control, que registra en este apartado la
evaluación más negativa de los diez parámetros de calidad contemplados en el pre-
Gráfico 2 sente estudio (3,75), la única en situarse por debajo del4. Ello no resta que el vídeo
Evaluación del parámetro acento según vídeos ANN reciba otra vez una valoración peor (3,41), con una diferencia de 0,34 com-
parado con el vídeo control. En este caso, parece también razonable desvincular la
distancia que separa la versión con acento de las otras dos de la tendencia general
mcontrol a penalizar el vídeo ANN para interpretarla como una mera detección de la mani-
o acento pulación que llevamos a cabo (cf. ap. 2.1. y Stévaux, en preparación a y b). En
mcohesión todo caso, los sujetos del grupo ANN no parecen haber mostrado una particular
o dicción
indulgencia hacia la IS escuchada, tal como postulaba Harris (2003: 10) respecto a
o entonación la pronunciación (cf. ap. 2.2.1.).
mestilo
En lo que atañe a la transmisión correcta, la diferencia registrada no es sino
o fluidez mínima (0,08 para el vídeo ANN frente a control), por lo que no parece prudente
111 gramaticalidad
hablar de interacción directa entre el ANN y el parámetro de la transmisión co-
o terminología
rrecta, sino más bien quizás de una tendencia de cierto castigo hacia la versión
mt. correcta
acentuada (véase gráfico 1). En el caso de la transmisión completa, a la que co-
mt. completa
rresponde la nota máxima registrada para el vídeo ANN, cabría preguntarse si de-
lliVOZ
terminados elementos subjetivos (Garzone 2003: 28) llevaron a los sujetos a pre-
miar ligeramente (0, 17) el vídeo ANN (4,50) frente al vídeo control (4,33), en la
medida en que no observamos resultados similares (cf. ap. 2.2.2.) a los de Cheung
(2003: 90-1). Aunque como este autor (2003: 95), no descartamos por completo
que la ligera ventaja del vídeo ANN esté relacionada con las imágenes mentales
3.3.2. Discusión que albergan los españoles respecto a los alemanes (cf. Stévaux, en preparación a
y b), al igual que para la cohesión lógica que lideraba la escala de expectativas (cf.
Conscientes de las limitaciones de los resultados registrados, tan sólo esboza- ap. 3.1.), donde las evaluaciones asignadas al vídeo ANN arrojan una media lige-
remos ciertas tendencias, susceptibles de ser refrendadas o rechazadas en estudios ramente superior (0,16) para la versión acentuada (4,41 frente a 4,25 para el con-
posteriores. Con todo, parece razonable afirmar que, al igual que en la contextua- trol), que representa la segunda mejor valoración otorgada a este vídeo.
lización (cf. ap. 3.2.), se ha producido la detección del estímulo experimental in- En el caso de la valoración global, no parece arriesgado postular que se con-
troducido en el vídeo ANN, siendo en el acento donde observamos una de las va- firmaría la tendencia a penalizar la versión con acento. En efecto, a la hora de eva-
riaciones más acusadas (la segunda en importancia) entre ambos grupos o vídeos, luar de manera más espontánea la IS, los sujetos emiten una valoración claramen-
una peor valoración patente del vídeo ANN (3,00) frente al vídeo control (4,16). te más negativa (-0,91) para el vídeo ANN (3,75) que para el vídeo control (4,66),
Otro tanto ocurre con la dicción, que registra en el presente estudio el mayor casti- a diferencia de los sujetos de Gile (cf. ap. 2.2.2.). Por tanto, podría existir un desfase
go (1,83) infligido al vídeo ANN (2,83) frente al control (4,66), y la peor evalua- entre las expectativas de nuestros sujetos, que situaban el parámetro del acento en
ción otorgada al vídeo ANN, única en puntuarse por debajo del3 (cf. cap. 11). De la cola de sus prioridades, y sus evaluaciones ante una IS concreta, que castigan
35
34 ELISABETH STÉVAUX LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO ACENTO

aparentemente por el mero hecho de presentar un ANN, en este caso alemán. En IS a saber el acento perceptivo (p.ej. Moser et al 1998: 140) y la merma de la
este sentido, nuestros resultados de valoración global posiblemente se puedan in- in¡eligibilidad (p. ej. Harris 2003: 13) así como la distracción (p. ej. Donovan ~004:
terpretar como la consolidación de las tendencias evidenciadas por Collados Aís 210) 0 la irritación (p.ej. Moser 1995: C-4, 5) que puede provocar el ANN, JUnt.o
(1998) y Garzone (2003), cuyos trabajos resaltan el papel de la forma. La termino- con otros párametros formales, como por ejemplo la gramática (cf. Gile 1983; Harns
logía, cuarto parámetro en la escala de expectativas de los juristas encuestados, se 2003; Donovan 2004). Otro denominador común serían los datos contradictorios
ve penalizado en el vídeo ANN (4,00) frente al vídeo control (4,58), arrojando una referentes a los distintos umbrales de tolerancia de determinados grupos lingüísticos
diferencia marcada (-0,58), dato que parece razonable vincular con la peor valora- y socioprofesionales (Bühler 1986; Kurz 1989; G~le 1990; Cheung 2003). En cam-
ción de la terminología en el vídeo ANN con la pronunciación defectuosa o por lo bio, el trabajo reciente de Cheung (2003) es el pnmero en nuestro campo en apun-
menos dificultosa de términos jurídicos presentes en el texto, como por ejemplo tar a una merma de competencia, atractivo e integridad inducida por el ANN en
«jurisprudencia», por lo que el juicio emitido por nuestros sujetos podría parecer las evaluaciones de usuarios potenciales, confirmando la posible existencia de una
justificado (cf. ap. 3.2.2.). brecha entre los trabajos de expectativas y los trabajos de evaluación (Gile 1990;
En cuanto al estilo, sólo podemos constatar que el vídeo ANN (4,08) recibe Collados Aís 1998; Pradas Macías 2003; Garzone 2003). Con las reservas obliga-
nuevamente una valoración ligeramente peor (-0, 17) que el vídeo control (4,25), das para este tipo de experimento, estaríamos en condiciones de afirmar q~e nues-
similar a la de la fluidez. Por tanto, no parece demasiado arriesgado mantener en tro estudio de evaluación parece consolidar la hipótesis de cierta tendencia de los
este caso la tendencia general a castigar la versión acentuada, aunque la penaliza- usuarios a castigar una IS con ANN. Si bien son muchas las incógnitas que quedan
ción es menor que en Cheung (cf. ap. 2.2.2.). Las puntuaciones respectivas de am- por despejar, entre las cuales la existencia de un doble rasero (Harris 2003), nues-
bos vídeos para la profesionalidad y la fiabilidad parece indicar que el acento pue- tros resultados no parecen darle la razón a Denissenko (1989: 157) cuando alega-
de también repercutir negativamente en la impresión que causa la intérprete en los ba que:
usuarios potenciales de la IS, ya que se vislumbra una vez más cierta tendencia a
Arguments to the effects that the final receiver would be happier to hear it from the
penalizar el vídeo ANN. En efecto, mientras el vídeo control (4,66) registra para
mouth of a native speaker are more ethical than scientific. A full or near full message
ambos parámetros la misma valoración máxima que observamos también en valo-
gotten across even in a somewhat stiff, less idiomatic or slightly accented language
ración global y dicción, los sujetos del grupo ANN emiten una valoración sensi- serves the purpose much better than an elegantly-worded and an impeachably
blemente inferior (4,33). Esta diferencia de -0,33 posiblemente indique también
pronounced half-message or less».
cierta incidencia negativa del acento en la percepción del grado de profesionalidad
y fiabilidad del intérprete (cf. ap. 2.1.) en cuanto a la merma de competencia e
integridad del hablante no nativo (cf. ap. 2.1.). Respecto a la valoración de lapo-
nencia original, observamos diferencias más marcadas para este parámetro, produ-
ciéndose la tercera mayor diferencia (1) entre la evaluación del vídeo control (4,25)
y el vídeo ANN (3,25). No parece descabellado barajar, por tanto, la hipótesis de
que el ANN haya influido en la valoración de los sujetos, si bien no nos permi-
te en ningún caso afirmar tajantemente que el ANN repercute negativamente
en la evaluación de la competencia del orador por los usuarios de una inversa
(cf. ap. 2.1.).

4. CONCLUSIONES

Nuestro breve acercamiento al ANN desde distintas disciplinas como la didác-


tica de lenguas, la percepción, la sociología y la psicología, ha evidenciado ciertas
coincidencias con las preocupaciones de la interpretación por la práctica de la in-
versa y la incidencia del ANN en la recepción y evaluación de los usuarios de una
CAPÍTULO 3
. LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO
AGRADABILIDAD DE LA VOZ
EMILIA IGLESIAS FERNÁNDEZ

l. INTRODUCCIÓN

El presente trabajo recopila de forma somera los diversos enfoques con los
que se ha estudiado la voz en disciplinas como la fonética, la psicología social, la
comunicación radiofónica, así como la interpretación y, concretamente, la investi-
gación de la calidad en interpretación (cf. Iglesias Fernández en preparación) con
objeto de contextualizar los resultados de los estudios empíricos realizados sobre
la incidencia de la voz poco agradable en la evaluación de la calidad de la inter-
pretación. Esta investigación se ha llevado a cabo en tres dimensiones: estudio de
expectativas, estudio de contextualización y evaluación de usuarios.
El lector podrá observar que aun cuando la voz agradable se considera un re-
quisito del intérprete en la didáctica de la interpretación y en la profesión, la defi-
nición de este concepto es un arcano entre los sujetos que sin embargo emplean
este parámetro en sus valoraciones de la calidad de la interpretación. No sorpren-
de, por lo tanto, que diversos autores hayan alertado sobre la fiabilidad de las res-
puestas de los estudios de expectativas de calidad (Gile 1995c; Collados Aís 1998;
Garzone 2002), dada la indefinición de los parámetros (Pradas Macías 2003), en-
tre ellos el que nos ocupa. La falta de una definición unificada para la agradabilidad
de la voz así como la vaguedad de la etiqueta «voz agradable» (Shlesinger et al.
1997) ha llevado al extremo de ofrecer resultados contradictorios (Waliczek 2003).

2. ESTADO DE LA CUESTIÓN

2.1. Aproximación multidisciplinar

La comunicación interlingüística es mucho más que un intercambio de infor-


mación semántica por medio del canal verbal, de hecho, comunicamos mucho más
EMILIA IGLESIAS FERNANDEZ LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO AGRADABILIDAD DE LA VOZ 39

por medio del canal no verbal, y concretamente, más a través del paralenguaje presenta un correlato de personalidad de confianza (Aronovitch 1976) y de com-
(Mehrabian 1971) que a través del contenido semántico. Consecuentemente, de for- petencia (Peng, Zebrowitz & Lee 1993 apud Biemans 2000: 39) en hombres, así
ma continua realizamos juicios a partir de las señales no verbales emitidas, atribu- como de vitalidad, extroversión y madurez en las mujeres (Aronovitch 1976). En
tos psicológicos, físicos, emocionales, estados de ánimo etc. (Laver 1991: 131) a lo que respecta al tono, las percepciones de hombres con Fo altas son negativas:
los que acabamos acoplándonos. menos competentes, igualmente, un incremento en la Fo en mujeres se equiparó
Para poder aproximarnos a una definición del criterio agradabilidad de la voz en este estudio con rasgos como: amable, inmadura, divertida y emocional (ibídem:
en interpretación y en calidad de la interpretación, será pues interesante adentrarnos 1976). Por lo que respecta al timbre, Diehl y McDonald (1956) y Addington (1968)
en el estudio de estos juicios que alguna vez como receptores hemos realizado en han revela'!o correlatos negativos en hombres y mujeres para la voz nasal, y
contacto con características concretas de la voz. Para ello, es necesario familiari- Addington (ibídem: 1968) observó atributos de personalidad negativos en mujeres
zarnos con las cualidades primarias de la voz y con los valores psicológicos que para la voz tensa y positivos en hombres.
transmiten, tanto desde el punto de vista de la producción en los órganos del soni- No obstante, en los estudios parece haberse perdido de vista la relación entre
do: tiempo, intensidad, frecuencia fundamental (Fo) y timbre, como desde la per- el orador y el receptor y la intención de los signos vocales en el estado o estados
cepción del oyente: velocidad, volumen, tono y timbre (Johnston y Scherer 2000: efectivos del receptor (Borokowski 1999: 55). Los estudios de percepción son los
224). A las variables del parámetro agradabilidad de la voz las denominaremos menos prolíficos y los que, sin embargo, más interesan a la interpretación sobre
«intraparámetros» (Pradas Macías 2003). El tono, la intensidad y la duración han todo el modelo de la lente de Brunswik (Scherer 1978) y el estudio de la relación
sido los más investigados tanto en fonética como en psicología de la emoción, psi- entre señales distales y señales proximales (cf. Iglesias Fernández en preparación).
quiatría y comunicación radiofónica porque se pensaba que eran los principales El debate entre contenido y forma, aspecto verbal y no verbal que se comien-
responsables de vehicular las patologías, la emoción y la personalidad, pero tam- za a desarrollar en los estudios de calidad de la interpretación también corre un
bién porque resultaban más sencillos de medir y manipular (Gobl y Ní Chasaide curso paralelo en la investigación en comunicación radiofónica, aunque al inicial
2003: 190). Pero los estudios del timbre han demostrado que éste transmite emo- interés por el contenido se ha unido una mayor preocupación por la forma en radio
ciones más sutiles, estados afectivos y estados de ánimo muy necesarios para mos- (Gutierrez García & Perona Páez 2002: 22-23), y se han desarrollado estudios para
trar una imagen completa de la expresión vocal de la emoción (ibídem: 208) y, medir la agradabilidad de la voz, o voz fonoestética. Los resultados de la psicolo-
pese a dificultades anteriores con la descripción del timbre, hoy ya se cuenta con aía de la emoción se confirman también en la comunicación radiofónica, pues las
1:>
un sistema uniforme (cf. Laver 1980) para describir timbres de distinta proceden- voces que se perciben como más fonoestéticas coinciden con las voces graves en
cia cultural con propiedades paralingüísticas muy diversas a partir de una taxono- hombres y en mujeres, con niveles de intensidad y duración oscilantes, timbres
mía común. armónicos y adaptados a la intención y al contenido del mensaje (Rodero Antón
En psicología de la emoción los resultados más significativos para avanzar en 2005: 60).
la incidencia de la voz agradable en la calidad de la interpretación están relaciona-
dos con la investigación en el Modelo de Procesos Componentes (Scherer 1986),
que vincula la producción de señales vocales como respuesta a estímulos emocio- 2.2. Estudios de interpretación
nales y a la configuración de prototipos acústicos: los acontecimientos placenteros
producen voces amplias, de bajas frecuencias y resonancia alta, frente a episodios 2.2.1. Aproximación multifocal
que evaluamos como negativos, que producen voces estrechas de frecuencias altas
y resonancia alta (ibídem: 157). Por otra parte, los estudios de descodificación han En didáctica de la interpretación y en la profesión abundan las referencias a la
revelado que los jueces pueden reconocer determinados estados emocionales y voz agradable del intérprete (Herbert 1952; Bowen y Bowen 1984; Gerver et al.
afectivos a partir de señales vocales con un porcentaje de acierto del 60% (lo que 1989; Pochhacker 1994a), sin embargo, en las reflexiones sobre la voz se ha parti-
excede al azar en un 12%) (Scherer 1986: 143; Johnston & Scherer 2000: 228). do de posiciones impresionistas sobre lo que una voz agradable debería ser, pero
Por lo que concierne a los estudios de atribución de personalidad, los jueces equi- no se cuenta con ningún método para analizar qué características hacen de la voz
paran los parámetros acústicos y las cualidades tímbricas a estereotipos de perso- una señal agradable en un contexto concreto, pues no se dispone de una definición
nalidad diferentes según los géneros. Así, un incremento de intensidad de la voz de agradabilidad de la voz. Para comenzar a fundamentar las bases de la descrip-
LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO AGRADABILIDAD DE LA VOZ
EMILIA IGLESIAS FERNANDEZ

ción de este ~o~ce~to habría que remitirse a la literatura interdisciplinar (cf. ap. subsanado el problema de la indefinición del concepto voz, pero también la va-
2.1.). Estas dtsctplmas han acumulado un vasto saber sobre la comunicación no guedad de la etiqueta «voz agradable», ya que sabemos que las diferencias de las
verbal y han revelado el gran potencial de la expresión vocal de los individuos. valoraciones «muy importante» e «importante» entre los dos grupos de intérpretes
Resulta sorprendente que la interpretación haya relegado el estudio de la comuni- podrían deberse a imprecisiones y malentendidos: unos sujetos habrían entendido
cación no verbal CNV cuando la comunicación interlingüística está intrínsecamente una voz especialmente agradable y otros una voz tolerablemente agradable para
compuesta de materialligüístico, paralingüístico y quinésico (Poyatas 1987) y cuan- no irritar (Kurz 1994: 5 apud Shlesinger et al. 1997: 129). Posiblemente, esta irre-
do a veces, los mensajes se transmiten exclusivamente mediante señales no verba- gularidad se podría extrapolar a los estudios de usuarios, ya que, como en muchos
les (ibídem: 73) ~ aspectos de la descripción de la voz, la denominación voz agradable es subjetiva e
Los orígenes de esta rémora del componente no verbal en interpretación pue- impresionista (Poyatas 1994) y debería ser concretada (cf. ap. 2.1.).
den deberse a la primacía que los paradigmas predominantes otorgaron a la repro- Una de las características de los estudios de calidad de interpretación con res-
ducción del contenido verbal frente al aspecto de la presentación, por lo que lo pecto a la voz es la tendencia a agruparla con otros criterios y asignarle diferentes
fundamental en la didáctica y en la profesión ha consistido principalmente en la denominaciones, lo que difícilmente facilita su definición. Así, Gile (1990: 67)
transmisión fiel del sentido (Seleskovitch 1976). vincula la voz, el ritmo y la entonación, Marrone (1993) engloba en la calidad
Pero difícilmente podrán los profesionales y los candidatos a intérpretes orientar de la presentación la voz y la entonación y Kopczynski (1994) habla de cualida-
sus presentaciones hacia una voz agradable sin contar con una definición más uni- des de la voz.
ficada sobre la agradabilidad de la voz cuando además existen percepciones socia- En la mayor parte de los estudios de expectativas de los usuarios, a pesar de
les Y culturales muy subjetivas sobre este criterio. Aún más, afirmaciones como: no partir de un consenso sobre lo que es la voz, su agradabilidad ocupa una posi-
«The interpreter 's voice should carry well and be pleasant to hear» (Herbert 1952: ción marginal, en las últimas posiciones, a pesar de haberse analizado en distintos
56) ?.«voice should be clear and firm» (Bowen y Bowen 1984: 13-14) ponen de perfiles de usuarios con la premisa de que diversos tipos de clientes tendrían ex-
mamftesto que en estas reflexiones impresionistas sobre la voz median concepcio- pectativas diferentes (cf. Kurz 1993). Los oftalmólogos (Gile 1990), así como los
n~~ sobre otros parámetros no verbales como la entonación «carry well», la dic- médicos, técnicos, ingenieros y delegados del Consejo de Europa (Kurz 1993) le
cwn «clear» y la fluidez «firm». atribuyen escasa importancia, en contra de las predicciones de Kurz (cf. 1989), tam-
Porque es "cierto que la voz interconexiona con otros parámetros y no sólo los poco los delegados de congresos de humanidades ni los diplomáticos (Kopczynski
no verbales, Gile (1991) ha observado cómo la voz poco agradable puede tener 1994: 94), ni los sujetos de la muestra múltiple de Moser (1995) consiguen que se
repercusión sobre parámetros de fondo, debilitando la transmisión del contenido revierta la preferencia de los usuarios por los criterios verbales: transmisión co-
correcto si es una voz desagradable. Shlesinger (1994), en sus estudios sobre la rrecta, cohesión lógica y terminología. A pesar de que ya originariamente se pensó
incidencia de la entonación en la calidad, alerta sobre su efecto sobre la compren- que al no tener acceso al discurso original, los delegados juzgarían la interpreta-
sión. La entonación depende de la Fo de la voz (Daro 1990a: 88) y sus oscilacio- ción guiados por aspectos de presentación (Bühler 1986: 233). La primera tenden-
nes (contorno del tono), por lo que la entonación al encabalgarse en la voz tam- cia en sentido contrario se observa entre los usuarios de los medios de comunica-
bién podría determinar que ésta repercutiera en la comprensión. ción, concretamente los de televisión (Kurz & Pochhacker 1995: 350), que despla-
zan la voz de los últimos puestos y la sitúan en el tercer lugar de sus preferencias.
Esta transformación de perspectivas podría obedece a que, en este ámbito, se juz-
2.2.2. Estudios empíricos de calidad ga la interpretación cotejándola con la producción del locutor, cuyo estándar de
calidad es inmejorable. Esta inclinación alcista para la voz se vuelve a confirmar
El efecto de la voz poco agradable en la calidad de la interpretación se en- en el contexto de la interpretación simultánea en cine (Russo 2005) donde la voz
cuentra relegado a las últimas preferencias en las expectativas y en la evaluación cosecha las mejores evaluaciones de todos los grupos de usuarios, alzándose con
tanto de los usuarios como de los intérpretes. Ahora bien, entre los intérpretes s~ el primer puesto (2,9) (ibídem: 5-6). Si bien en cuanto a expectativas se sitúa en
observa un reconocimiento mucho mayor hacia los aspectos formales, entre ellos quinto lugar (2,7, 2,8), pero por encima de la media de los estudios de usuarios
la:oz (Bühler, 1986; Collados Aís 1998; Pradas Macías 2003). Quizás las expec- (2,6) (cf. Kurz 1993), lo que confirma que tanto en televisión como en cine los
criterios de presentación y en concreto la voz resultan primordiales para los usua-
tatlvas de los intérpretes del estudio de Bühler hubieran sido mayores si estuviera
42 EMILIA IGLESIAS FERNANDEZ LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO AGRADABILIDAD DE LA VOZ 43

rios. Otro hallazgo para el estudio de la incidencia vocal en la calidad de la inter- Los trabajos de evaluación de usuarios (Collados Aís 1998; Andres 2000; Pradas
pretación proviene de la investigación de expectativas de intérpretes de relé que Macías 2003; Garzone 2003), al contrario que los de expectativas, sitúan al
ha revelado que éstos priorizan los criterios de forma (voz y fluidez) frente a parámetro agradabilidad de la voz en posiciones más punteras, confirmando de esta
parámetros verbales, contrariamente a sus colegas pívots para los cuales estos as- forma el posible distanciamiento entre expectativas y evaluación.
pectos no resultaban tan importantes (Lim 2002). El estudio de intérpretes de relé
en Polonia (cf. Waliczek 2003) contrasta notablemente con los resultados de Lim;
el autor atribuye los escasos registros para la voz en expectativas y la ausencia de 3. TRABAJO EMPÍRICO
valoraciones para la voz como irritante a las reservas de los intérpretes hacia la
etiqueta voz agradable, como ya ocurrió en el trabajo de Bühler (cf. Kurz 1994 3.1. Estudio 1: Expectativas
apud Shlesinger et al. 1997). Todo ello despierta cierto escepticismo sobre la fia-
bilidad de las respuestas de los usuarios a los cuestionarios (Garzone 2003: 26), en 3.l. l. Resultados
particular acerca de este parámetro, por cuanto distintos participantes habrían en-
tendido el parámetro voz agradable de distinta forma (cf. Shlesinger et al. 1997; Los usuarios de interpretación simultánea del área de conocimiento encuestado
Mack y Cattaruzza 1995; Waliczek 2003), pero también porque los investigadores muestran preferencias hacia los criterios verbales (véanse tabla 1 y anexo 3): falta
se han acercado con una percepción distinta al criterio voz agradable y también de cohesión lógica (4,47), transmisión incorrecta (4,44) e incompleta (4,20), y prác-
desde metodologías diferentes. Por ello, la comparación de los resultados no re- ticamente a la cola de sus prioridades sitúan a la voz poco agradable (2,59), con-
sulta del todo satisfactoria (Pradas Macías 2004: 47) y no refleja probablemente la cretamente en penúltimo lugar, antes de ANN (2,02). El número de sujetos que le
verdadera repercusión de la voz desagradable en las expectativas cuando se trasla- ha atribuido nula o poca importancia a la voz ha sido de 95 (48,22%), frente a 43
den éstas a la evaluación de la calidad en interpretación. Esto no parece ser el caso (21,82%) sujetos que han contestado que influye bastante o esencialmente (sólo 5,
para otros parámetros verbales que parecen estar más consensuados, como el de esencialmente). Un efecto medio ha sido consignado por 58 (29,44%) sujetos.
fidelidad del sentido (Pochhacker 2002: 96).
La posible incidencia de estas inexactitudes en las expectativas de los usua- Tabla 1
rios ha llevado a algunos investigadores a realizar estudios preliminares para dilu- Resultados expectativas usuarios
cidar qué entienden éstos por el parámetro que se intenta analizar (Pradas Macías
2003: 383). En su preexperimento, la autora concluye que no existe una definición N
válido Mínimo Máximo Media Desv. típ.
única del concepto fluidez y, por consiguiente, aboga por la necesidad de definir
los parámetros de calidad (ibídem: 393). Con el fin de contextualizar los criterios acento 197 1,00 5,00 2,0152 ,95553
voz 196 1,00 5,00 2,5918 1,08450
de calidad, así como constatar esta posible indefinición, se realizó una prueba pi-
fluidez 191 1,00 5,00 3,8429 ,86842
loto (cf. cap. 1) para los parámetros estilo, agradabilidad de la voz, cohesión lógi- 5,00 4,4746 ,75420
cohesión 196 1,00
ca y dicción (Pérez Luzardo et al. 2005), en el que se corrobora que la identifica- t. correcta 194 1,00 5,00 4,4433 ,85132
ción de la voz agradable no abarca una definición unificada e implica a otros pará- t. completa 194 2,00 5,00 4,2010 ,86126
metros (ibídem: 1145). 1 terminología 196 1,00 5,00 4,0255 ,80662
Asimismo, Collados Aís (1998: 103) observa interconexiones entre parámetros, estilo 195 1,00 5,00 3,5179 ,87546
entonación 197 1,00 5,00 2,9137 1,07744
concretamente entre la monotonía y la agradabilidad de la voz, i.e., la entonación
dicción 197 1,00 5,00 3,6294 ,96349
monótona se percibe como voz poco agradable. En su trabajo empírico, el vídeo 1,00 5,00 3,3939 ,97748
gramaticalidad 99
manipulado para la entonación monótona también repercutió en las valoraciones
negativas de los jueces de la agradabilidad de la voz y sus intraparámetros: veloci-
dad (lenta), volumen (bajo) y tono (grave), todos ellos relacionados con estados
emocionales débiles, i.e. de baja activación (Scherer 1995), como la monotonía
(cf. cap. 12).
44 EMILIA IGLESIAS FERNÁNDEZ LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO AGRADABILIDAD DE LA VOZ 45

3.1.2. Discusión sas» (20% ), «tonos graves y monótonos en volumen bajo» (20%) y «oscilaciones
del volumen» (20% ).
Los resultados obtenidos para el parámetro agradabilidad de la voz se encuen- Tras el primer visionado del vídeo manipulado para el parámetro agradabilidad
tran muy en línea con estudios anteriores de expectativas sobre usuarios de inter- de la voz se inquirió a los sujetos sobre los aspectos más irritantes del flujo de voz
pretación (cf. Kurz 1989, 1993), en los que la voz también se sitúa en los últimos que acababan de escuchar. Cuatro expertos aludieron a la «falta de ritmo» (80% ),
lugares. Los resultados de este trabajo se podrían equiparar mutatis mutandi 1 a los tres de ellos mencionaron la «voz aguda» de la intérprete (60% ), dos las «escasas
obtenidos por Kurz (1989, 1993) en los que los médicos, ingenieros y delegados variaciones de la entonación» (40%) y otros dos precisamente lo contrario, i. e. la
del Consejo de Europa arrojaron medias decididamente bajas para este parámetro. «entonación melodiosa» de la profesional (40% ). Tras este primer visionado del
Tampoco al ampliar el horizonte de perfiles de usuarios a las humanidades y la vídeo, los jueces debían evaluar la voz de la intérprete en una escala de cinco pun-
diplomacia se observa una mejoría en las valoraciones, corno demostró Kopczynski tos y la media de la evaluación obtenida fue 3,2. A continuación, tras indagar so-
(cf. 1994) o Moser (cf. 1995) en su amplio estudio de distintos entornos y usuarios, lo bre los aspectos irritantes de la voz, los jueces volvieron a valorar los aspectos que
que podría refutar algunas de la hipótesis planteadas en calidad (cf. Kurz 1989; Gile más les habían molestado del flujo de voz que acababan de escuchar, esta vez con
1990) sobre la supuesta relación entre perfiles de usuarios y mejores expectativas para apreciaciones más homogéneas: cuatro expertos de cinco consideraron molesta «la
la voz. A la luz de los datos de que disponernos, no parece que los usuarios otorguen a voz aguda» de la intérprete a la que tres describen corno «chillona» (80% ), y uno
la voz poco agradable mayor relevancia en la calidad de la interpretación, con la sal- achacó el elemento irritante «al ritmo a veces rápido a veces lento» (20% ). En esta
vedad de los receptores de los medios de comunicación, en concreto de la televi- tercera fase, al término del visionado del vídeo y de las preguntas sobre factores
sión (Kurz y Pochhacker 1995), que la sitúan en tercer lugar de sus preferencias y irritantes, los sujetos emitieron una última evaluación sobre la voz de la intérprete
la simultánea en cine (Russo 2005) que también la sitúan por encima. cuya media se situó en 2,9.

3.2. Estudio 2: Contextualización 3.2.2. Discusión

3.2.1. Resultados El alcance de los resultados de este estudio debe analizarse con cautela al tra-
tarse de una muestra tan reducida, sin embargo, la homogeneidad de algunas de
En las respuestas espontáneas de la primera parte del cuestionario los sujetos las tendencias tras el último visionado del vídeo en la última parte del experimen-
debían identificar lo que entendían por una voz agradable. Los resultados consig-
to -indagación sobre aspectos irritantes del flujo de voz- nos dan pie para con-
nados a la pregunta sobre qué es una voz agradable se distribuyen entre los intrapa-
cebir este estudio corno un primer paso en el debate sobre la definición de la voz
rárnetros de la percepción de la voz: tono (100%), volumen (60%), así corno en
agradable.
los criterios entonación (100%), fluidez (40%) y dicción (40%).
Los resultados confirman el elevado grado de variabilidad en la descripción
Entre las definiciones de la voz agradable expondremos las que despiertan más
de la voz agradable, así corno la disparidad de valoraciones en la evaluación de
coincidencias. Cinco expertos de cinco mencionan «el tono suave de la voz, poco
este parámetro. En la fase de identificación de la voz agradable, si bien los jueces
agudo o grave» ( 100%), estos mismos cinco sujetos identifican «Un tono alegre,
aluden a algunos de los intraparárnetros de la voz: tono, volumen y velocidad, no
musical» (100%), y tres (60%) «un ritmo normal o voz continua», así corno «un
se menciona el timbre, quizá porque es la cualidad perceptiva de la voz más difícil
volumen medio». Dos de cinco se refieren a que «se vocalice perfectamente, que
de medir y de conceptualizar (Gobl & Ní Chasaide 2003: 190). Ahora bien, corno
se entienda perfectamente».
en otros estudios de expectativas, en la descripción de la voz se intercalan consisten-
Las características de la voz que los usuarios de la muestra señalaron corno
ternente características propias de la prosodia (cf. ap. 3 .2.1. ), tales corno la ento-
irritantes se corresponden a: «tonos agudos» (60% ), «falta de ritmo» (20% ), «pau-
nación, la fluidez y la dicción (Vuorikoski 1993: 322) <<pleasant speech rhythm»,
(Kopczynski 1994: 92) <<monotonous intonation, monotonous tempo» o incluso
(Moser 1995: 23) «native accent».
1 Los datos de los estudios que se mencionan en este apartado no se pueden comparar al ha- Esta falta de definición ya la había observado Pradas Macías (2003) en su
berse utilizado metodologías diferentes: medias en unos y porcentajes en otros. preexperirnento para la fluidez, y esto condujo al trabajo preliminar de Pérez
EMILIA IGLESIAS FERNANDEZ LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO AGRADABILIDAD DE LA VOZ 47

Luzardo et al. (2005) realizado en Granada, que es un antecedente de la investiga- vídeo manipulado, estableciendo una puntuación por debajo del vídeo control (4),
ción que presentamos. concretamente en un 3,5. Salvo el parámetro acento que se ha valorado por enci-
Coinciden los sujetos de la muestra de Granada con los de Las Palmas en des- ma del control (4,28), las valoraciones del resto de parámetros también se sitúan
cripciones muy similares de la voz agradable: «el tono suave de la voz, poco agu- por debajo de las del vídeo control. En este sentido, calificados con puntuaciones
do o grave». Del mismo modo, ambos grupos de usuarios identifican la voz con inferiores al control se encuentran los criterios de entonación (3,30), cohesión ló-
características de la entonación: «un tono alegre, musical», la fluidez «un ritmo gica (3,84), fluidez (3,92) y estilo (3,84), en este orden respectivamente, lo que
normal o voz continua» y la dicción «que se vocalice perfectamente, que se en- viene a decir que todos estos criterios han sido castigados en la evaluación. La
tienda perfectamente». Así como en los rasgos irritantes: «la voz aguda, chillona» impresión de profesionalidad (4,21) y de fiabilidad de la intérprete (4) también han
(Pérez Luzardo et al. 2005: 1145), aunque sin mencionar la nasalidad. reducido sus valores con respecto al control, pero mientras que la profesionalidad
Por un lado, se corroboran las sospechas acerca de la fiabilidad de los resulta- sólo lo hacía en un 1,68% por debajo del vídeo de referencia, la fiabilidad lo hizo
dos de los estudios de calidad sobre la voz agradable en la medida en que los par- en un 11%. La impresión global de la interpretación también desciende de su re-
ticipantes responden a partir de percepciones subjetivas y diferentes, al no existir gistro en un 8,47%. De hecho, la diferencia entre la valoración del vídeo control
una definición unificada sobre el parámetro voz agradable a partir del cual se pre- (4) y el vídeo manipulado para la voz (3,5) es de un 0,5, o lo que es lo mismo un
tende medir la calidad de la interpretación. Tampoco existe consenso sobre la ter- 12,5% inferior al control, lo que no es nada desdeñable.
minología de los criterios (Pochhacker 2002: 96), cuyas denominaciones o etique-
tas, en particular la voz agradable, han planteado numerosos problemas, pues un Tabla 2
término tan impresionista como «agradable» no despeja la duda sobre si se trataba Evaluación del vídeo agradabilidad de la voz
de una voz especialmente agradable o era una voz tolerablemente agradable (cf. 1
Desviación
Kurz 1994 apud Shlesinger et al. 1997). Además, se constata que al estado de in- Mínimo Máximo Perdido N total
Media típica
definición contribuyen también las asociaciones que los sujetos realizan entre la va1orac1on global 3,86 1 '10 1,00 5,00 o 14

voz agradable y otros parámetros (cf. ap. 2.2.2.). En cuanto a la percepción del acento 4,29 ,83 3,00 5,00 o 14

tono agudo como voz poco agradable e incluso como irritante, la literatura sobre VOZ 3,50 ,76 2,00 5,00 o 14
fluidez 3,93 1,00 2,00 5,00 o 14
expresión vocal de la emoción nos informa de que según el código de conducta las 2,00 5,00 1 14
cohesión 3,85 ,99
voces con altos tonales agudos, a diferencia de los tonos graves, no presentan el t. correcta 4,10 ,74 3,00 5,00 4 14
componente asertivo de las segundas (Ohala 1983), por lo que no sorprende que t. completa 4,14 ,69 3,00 5,00 7 14
tengan correlatos de personalidad de inmadurez y emocionalidad (Aronovitch 1976), terminologia 4,14 ,77 2,00 5,00 o 14

estilo 3,85 1,14 2,00 5,00 1 14


y no resulten tan seguras y tranquilas como las graves. En la investigación de la
entonación 3,31 1,18 1,00 5,00 1 14
comunicación radiofónica se ha observado que los tonos agudos no resultan 5,00 o 14
dicción 4,07 ,83 3,00
fonoestéticos, i.e. se perciben como desagradables para la radio, no resultan tan gramaticalidad 4,00 ,71 3,00 5,00 1 14
inteligibles, claros o transparentes (Rodero Antón 2001: 2), y esto es así porque profesionalidad 4,21 ,80 2,00 5,00 o 14
provocan sensación de nerviosismo y tensión, resultan más cansinas al oído y acen- fiabilidad 4,00 ,88 2,00 5,00 o 14

túan la fatiga auditiva cuando la capacidad de escucha se prolonga durante mucho ponencia 3,70 1,06 2,00 5,00 4 14

tiempo (González Conde 2001: 87).

A tenor de los resultados del vídeo control, los parámetros cuya evaluación no
3.3. Estudio 3: Evaluación desciende de 4 puntos habrían sido evaluados positivamente por los usuarios, sin
embargo descubrimos que los parámetros de fondo han reducido sus evaluaciones
3.3.1. Resultados considerablemente aunque nunca por debajo de 4. Así, cohesión lógica ha bajado
un 8,75%, de 4,21 a 3,84, también transmisión correcta reduce su calificación un
En cuanto a la evaluación, los resultados (véase tabla 2 y gráfico 1) ponen de 6,50%, de 4,39 a 4,1, del mismo modo que transmisión completa un 3,83%, de
manifiesto que los usuarios parecen haber detectado la voz poco agradable en el 4,31 a 4,14.
LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO AGRADABILIDAD DE LA VOZ 49
EMILIA IGLESIAS FERNANDEZ

Gráfico 1 3.3.2. Discusión


Comparación resultados vídeo control y vídeo agradabilidad de la voz
Una interesante observación se produce cuando se comparan las prioridades
de los sujetos con respecto a la voz poco agradable en la calidad con la evaluación
real que éstos realizan de la misma, como ya observara Collados Aís (1998). Para
los usuarios, la voz poco agradable no parece plantear serios problemas en sus ex-
pectativas de calidad de una interpretación (2,59) en contraposición a los aspectos
verbales, y la relegan a la penúltima posición. Por tanto, en principio, un aspecto
de la interpretación que debería tener menor incidencia en la calidad como la voz
poco agradable, recibe una penalización en la evaluación de una proporción mu-
cho mayor de la que reflejaban las expectativas (3,5) en un inicio. De ahí que se
pueda concluir que la nasalidad parece haber influido en la detección del parámetro
de calidad voz poco agradable y en la evaluación de la calidad de la IS por los
receptores.
Se confirma, en el caso de la voz poco agradable la incidencia de la forma
Si nos detenemos en la valoración del parámetro en los distintos vídeos, la sobre el fondo que Collados Aís (1998: 38) observó en el caso de la monotonía de
agradabilidad de la voz ha obtenido la peor valoración en los vídeos dicción (3,14) la voz y la comprensión del oyente y su grado de credibilidad hacia el orador, así
y fluidez (3,28); incluso por debajo del propio vídeo en el que se había manipula- como los hallazgos de Diehl y McDonald (1956) sobre ciertos aspectos del timbre
do el parámetro. Por el contrario, la agradabilidad de la voz de la intérprete ha (voz nasal) en la interferencia de la comprensión. Todos los parámetros verbales
sido especialmente bien valorada en el vídeo de cohesión y transmisión completa, del vídeo manipulado han recibido una peor valoración con respecto al vídeo de
ambos con un 4,42 de media. En el vídeo transmisión correcta, el parámetro de referencia al encontrarse en contacto con la voz poco agradable, a pesar de que
agradabilidad ?e la voz ha sido bien valorado con un 4,33, seguido de terminolo- éstos no fueron manipulados: cohesión lógica (8,73% inferior), transmisión correcta
gía con un 4,21. (6,50%), transmisión completa (3,83%), estilo (8,73%) y terminología (6,46%). Esto
indica que la voz poco agradable, en concreto la nasalidad de la intérprete, no sólo
Gráfico 2 ha dejado huella en la evaluación de los usuarios juristas sino que ha arrastrado al
Evaluación del parámetro voz según vídeos resto de los parámetros verbales a una peor valoración.
a control En cuanto a la interacción de la voz poco agradable con los parámetros no
e acento
verbales, la entonación (10,93%), la fluidez (6,76%) y la dicción (3,39%), se ha
111 cohesión
podido constatar que éstos se han visto especialmente perjudicados en sus valora-
e dicción
ciones con respecto al vídeo control. Los estudios de la fluidez la vinculan con la
entonación, y ésta a su vez podría estarlo con la dicción (Pradas Macías 2003: 474),
e entonación
la entonación, a su vez, se encabalga a la voz a través del contorno del tono, un
lilestilo
intraparámetro común a ambas y, tal como demostró Collados Aís (1998: 103), la
lllfiuldez
entonación y la voz están estrechamente interconectadas, por lo que la percepción
11 gramaticalidad
y el efecto de la voz poco agradable por parte de los usuarios arrastró consigo a
El terminología
todos estos parámetros.
mt. correcta Así, mientras que la entonación (10,93%) y la fluidez (6,76%) son las que su-
111 t. completa fren más el efecto de la voz poco agradable con respecto al vídeo control en el
lllllvoz experimento de la voz, cuando se manipula la dicción es la voz la más perjudicada
en la evaluación (23,73%), por debajo de la dicción y lo mismo ocurre cuando se
voz
EMILIA IGLESIAS FERNÁNDEZ LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO AGRADABILIDAD DE LA VOZ

manipula la fluidez (17,85% ). La fuerte vinculación entre parámetros en la valora- lación de reciprocidad. En la literatura se había observado el vínculo entre entona-
ción de la calidad ya fue observada por Collados Aís (cf. 1998) en el caso de la ción y voz (cf. Collados Aís 1998), y este estudio refrenda esta conexión. Pero el
entonación monótona sobre otro de fondo, la transmisión correcta del DO, y por trabajo experimental resulta novedoso porque establece otras interconexiones como
Pradas Macías (2003) en el caso del subparámetro pausas silenciosas (fluidez) dicción y voz, así como fluidez y voz. El caso específico de dicción y voz se ha
sobre la entonación, a la vista de lo cual la autora considera oportuno iniciar extraído de un estudio para el parámetro dicción, por lo que sería recomendable
un estudio de las pausas en varios niveles de parámetros de interacción (Pradas que se replicara para la voz y comprobar así su interacción a la inversa. Algunas
Macías 2006: 39). de estas interacciones ya habían sido recogidas de forma intuitiva por los estudio-
Sin embargo, lo más sorprendente es que donde más se penaliza la voz poco sos de la interpretación (cf. Herbert 1952; Bowen y Bowen 1984), así como por
agradable de la intérprete no es precisamente en el vídeo de la voz, sino en los los investigadores de la calidad de la interpretación, que agrupaban la voz con otros
vídeos donde se ha manipulado la dicción y la fluidez. Los registros para la voz criterios Gile (1990) «la voix, le rythme et l'intonation»; Vuorikoski (1993)
poco agradable en estos dos experimentos han sido de 23,73% inferior al control «pleasant speech rhythm, fluent»; Kopczynski (1994) «voice qualities»; Mack y
en el caso de dicción y 17,85% en el de fluidez frente al 12,5% obtenido en el Cattaruzza (1995) «pleasant speech rhythm, fluent». Consecuentemente, la inves-
vídeo en el que se manipuló la voz, es decir, resultados más altos que para la pro- tigación de la incidencia de la voz poco agradable en interpretación se podría abor-
pia voz. La interconexión de los parámetros no verbales dicción, fluidez y voz es dar desde una perspectiva de interacción con otros parámetros de calidad en la eva-
tan potente que al manipular uno de ellos, sobre todo dicción, repercute negativa- luación: dicción, fluidez y entonación, y se podrían verificar las combinaciones
mente sobre la percepción y valoración de la voz. propuestas por otros autores.
En todo caso, hemos observado cómo, a pesar de que los usuarios no cono-
cían el discurso original, los parámetros de fondo sufrían invariablemente con los
4. CoNCLUSIONES de forma, porque los usuarios del servicio y del producto juzgan, entre otros, por
los parámetros extralingüísticos: fluidez, voz, acento (Bühler 1986: 233). Por lo
Pese a la gran variabilidad de denominaciones y aproximaciones al fenómeno que sólo conseguiremos ganarnos su confianza asegurándonos del cumplimiento
de la voz agradable, los resultados de la investigación en expectativas y los estu- de los criterios formales, aunque éstos no constituyan un sustituto de la fidelidad
dios experimentales de evaluación revelan gran homogeneidad tanto en usuarios al discurso origen (Garzone 2002: 118).
como en intérpretes, lo que demostraría la convergencia de una serie de propieda- Puesto que la lengua y los mensajes que se transmiten a través de ella se co-
des comunes a la agradabilidad de la voz. Del mismo modo, se observa una brecha munican a través de la voz del intérprete, ésta constituye su principal instrumento
recurrente entre las expectativas de los usuarios para la voz y su incidencia real en de trabajo, resulta pues imprescindible estudiar cuáles son las mejores cualida-
la evaluación en situaciones de interpretación, cuando la escucha de la voz poco des vocales que favorecen el desarrollo de su tarea profesional y también las más
agradable es más prolongada. Sin embargo, el estudio de contextualización mues- nocivas para que la voz no suponga un obstáculo en la transmisión eficaz de sig-
tra que la evaluación se endurece progresivamente cerrando la brecha con las apre- nificados.
ciaciones cuanto más en contacto se encuentran los usuarios con la realidad de una
voz poco agradable y cuando media una reflexión sobre los aspectos más irritantes
del flujo de voz: 3,2 después de un primer fragmento de visionado y 2,9 después
de un visionado completo.
En todo caso, como reflexión general, dada la indefinición de los parámetros
(Pradas Macías 2003) abogamos por introducir cierta homogeneización en la for-
mulación de las preguntas de los cuestionarios (Marrone 1993) y en las etiquetas
denominativas, si queremos lograr la compatibilidad de los resultados, hasta ahora
una meta imposible.
Entre los resultados recurrentes en esta investigación, se encuentra la invaria-
ble presencia de otros parámetros vinculados estrechamente con la voz, en una re-
CAPÍTUL04

LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO FLUIDEZ


ESPERANZA MACARENA PRADAS MACÍAS

l. INTRODUCCIÓN

El presente capítulo recoge los resultados de los distintos estudios llevados a


cabo en el ámbito de la evaluación de la calidad en IS (cf. cap. 1). Es de interés
para ello presentar al principio, siquiera brevemente (cf. Pradas Macías 2003, 2004,
2006), la investigación que se ha realizado sobre el parámetro fluidez desde disci-
plinas diversas a la interpretación, desde la interpretación misma, pero, especial-
mente, desde la investigación empírica sobre calidad en interpretación.
El denominador común de dicha investigación es la ausencia de una defini-
ción del parámetro así como el acercamiento a su análisis desde el establecimiento
de una serie de variables, nosotros las denominamos «intraparámetros», que difie-
ren en su denominación y clasificación (cf. Pradas Macías 2003, 2004). La difi-
cultad de una definición consensuada del parámetro se deriva, entre otras razones,
del hecho de utilizar el término fluidez en dos sentidos, el técnico y el general. En
un sentido técnico, engloba la producción de un texto fluido y su percepción como
tal, y, en un sentido general, se entiende como sinónimo de buena realización ver-
bal (escrita y oral). Este sentido general es el que da pie también a la confusión y
al solapamiento de las expresionesfluency (fluidez) y accuracy (exactitud) señala-
do por Brumfit (1984), y comprobado empíricamente por Guillot (1999) y Pradas
Macías (cf. ap. 3.2.2.).
La revisión pone de relieve, por tanto, el hecho verificable desde el primer
estudio empírico sobre calidad de Bühler (1986) de que se trata de un parámetro
con divergencias en su definición. Esta autora señaló las dos perspectivas de estu-
dio posibles, la lingüística y la extralingüística. La primera es la más extendida en
la investigación multidisciplinar y en interpretación (cf. ap. 2.1.) y abarca el estu-
dio de la realización verbal; la segunda, más reciente, se acerca a su análisis desde
su influencia en el receptor de una realización verbal. Lennon (1990), desde la ELE,
ESPERANZA MACARENA PRADAS MACIAS LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO FLUIDEZ 55
54

señaló el uso amplio y restringido de fluidez donde el primero responde a un crite- amplia de la fluidez; De hecho, la definición barajada en los distintos estudios suele
rio de máxima competencia y el segundo a un criterio presumiblemente aislable ser vaga o incluso inexistente (Wiese 1984; Brumfit 1984; Mohle 1984; Raupach
1984, 1987; O'Connell et al. 1989; Riggenbach 1991; Schrnidt 1992; Christenfeld
de la competencia oral.
El trabajo empírico y experimental que se presenta en este capítulo deja pa- 1996; Cucchiarini et al. 2002 ). Por ejemplo, Crystal & Davy (1975) entienden
tente, a pesar de su dualidad en la definición, una vez más la incidencia de la flui- que la fluidez requiere una definición muy compleja relacionada con la suavidad
dez en la evaluación de la calidad de una lE y el consenso de los evaluadores en la en la continuidad del discurso y Freed (1995) considera que es un fenómeno com-
incidencia de determinados intraparámetros (como, por ejemplo, las pausas silen- plejo que comprende una multitud de características lingüísticas, psicolingüísticas
ciosas y las pausas rellenas) en el parámetro fluidez. El análisis de su puntuación y sociolingüísticas.
en la evaluación de la manipulación de otros parámetros revela también la posible Tanto los autores que parten de una definición como los que no lo hacen coin-
participación de los intraparámetros de fluidez en otros parámetros de calidad como, ciden en acercarse a su estudio desde el análisis de variables, normalmente tempo-
por ejemplo, la entonación, la dicción y la voz. Esta posibilidad enfatiza la conve- rales del habla, relacionadas en gran medida con las habilidades lingüísticas des-
niencia de estudiar de forma aislada los intraparámetros de los parámetros de cali- critas por Fillmore (1979: 92) como posible esencia de la fluidez: «articulación,
dad, como comentamos en un estudio anterior (Pradas Macías 2003), ya que de verbosidad, elocuencia, ingenio, locuacidad, etc.».
esta forma posiblemente se puedan precisar los intraparámetros que participan en El problema principal para conseguir una definición no parece estar tanto en
los parámetros de calidad barajados y con ello su repercusión. distanciarla de otros parámetros como en definir cuáles son efectivamente sus
intraparámetros (cf. Pradas Macías 2003, 2004, 2006). Como decíamos más arriba
(cf. ap. 1.) los investigadores en las distintas disciplinas difieren en la compren-
2. ESTADO DE LA CUESTIÓN sión del concepto fluidez, pero también en el uso de la denominación de las varia-
bles que consideran implicadas en la fluidez y en su clasificación. Así, Crystal y
2.1. Aproximación multidisciplinar Davy (1975), en el ámbito de la lingüística y en un uso amplio o general del con-
cepto, proponen incluir en la taxonomía para su estudio «construcciones poco co-
La fluidez ~e estudia desde disciplinas como la lingüística, la psicolingüística, ordinadas», «frases incompletas», «la no-gramaticalidad», «vacilaciones estilísticas»
la psicología y la sociología pero, especialmente, desde la ELE, que es el ámbito y «errores lingüísticos». Chambers (1997), en relación con la enseñanza de len-
en el que más se ha investigado. Los trabajos en estas disciplinas y, sobre todo, en guas y partiendo de un planteamiento general y técnico del concepto fluidez, pro-
esta última, se realizan casi siempre desde el enfoque de la producción del habla, pone incluir en su taxonomía <<variables temporales», donde mide la duración de
intentando establecer a priori unas categorías que permitan analizar la producción. las pausas silenciosas y de las pausas rellenas, y la duración del enunciado entre
Sin embargo, más recientemente, parece apostarse también por el enfoque de su las pausas y el «análisis cu~llitativo» en el que partirá de una emisión fluida si «da
análisis desde la percepción. En relación con esto último hay que destacar a Guillot la impresión» de que el habla se produce con «suavidad», «facilidad» y «sin es-
(1999), que es pionera en indicar el problema de la falta de consenso en la defini- fuerzo» y estudiará la sintaxis. Hieke (1981), Mohle (1984) y Riggenbach (1991),
ción de la fluidez que, según ella, se debe sobre todo a una doble interpretación el primero en psicolingüística y los segundos en la ELE, partiendo de un criterio
del parámetro. La primera interpretación se relaciona con la facilidad de expre- técnico, proponen también distintas taxonomías. Hieke (1981) parte de dos cate-
sión, es decir, que la expresión se lleve a cabo sin obstáculos, con elegancia y di- gorías superordinadas, las pausas y las correcciones, considerando en la primera
namismo, mientras que la segunda relaciona la fluidez más bien con la coherencia categoría «pausas silenciosas», «pausas rellenas», «repeticiones anticipatorias» y
del mensaje, es decir, con comunicar correctamente las ideas y que éstas lleguen «prolongaciones silábicas», y dentro de la segunda «falsos comienzos» y «repeti-
al oyente. Esta doble vertiente en la forma de concebir fluidez se ha visto confir- ciones retrospectivas». Mohle (1984), en cambio, parte de categorías absolutas y
mada en otros trabajos empíricos (cf. Pradas Macías 2006). No obstante, a pesar tiene en cuenta para el estudio de la fluidez en los hablantes no nativos «tasa de
de este inconveniente, ha sido un parámetro útil para investigar diversas cuestio- habla», «duración y posición de pausas silenciosas», «duración de habla fluida en-
nes en estas disciplinas: la producción del habla, problemas en el habla, adquisi- tre pausas», «frecuencia y distribución de pausas rellenas» y «frecuencia de repe-
ción de una lengua extranjera, etc.; si bien los investigadores implicados siempre ticiones y autocorrecciones». Riggenbach (1991) no parte de categorías absolutas,
han sido conscientes de la limitación derivada de la falta de una definición más pero en el fondo analiza prácticamente las mismas variables que Hieke (1981) y
ESPERANZA MACARENA PRADAS MACIAS LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO FLUIDEZ 57

Mohle (1984). Sus categorías superordinadas son «fenómenos que expresan duda», 0 el producto. Pochhacker (1994a), partiendo de un concepto técnico de fluidez,
«correcciones» y «tasa de habla». A la primera subordina «pausas silenciosas» y propone una taxonomía con cuatro categorías superiores que son: «pausas de ha-
«pausas rellenas» y a la segunda «repeticiones y varios comienzos». En la disci- bla o pausas no rellenas», «pausas rellenas», «trabamientos» y «cambios de plani-
plina psicológica, Argyle (1987), partiendo de un concepto técnico, propone evitar ficación». A la categoría «trabamientos» subordina la de «trabamientos corregi-
el uso de «aah» y «ehh» para obtener fluidez, y, en psicolingüística Christenfeld dos» y «trabamientos no corregidos», y a la de «cambios de planificación»: «inte-
(1996), ocho años más tarde, propone evitar las pausas rellenas. rrupción/nueva formulación» y «formas mixtas (léxicas y sintácticas)». La dificul-
Estos ejemplos nos permiten comprobar que es necesario introducir precisión tad que entraña, sin embargo, plantear una taxonomía en estos términos lo demues-
y consenso en la denominación, pero que, en el fondo, en todos los estudios coin- tra, por ejemplo, el hecho de que incluso un mismo investigador varíe su propues-
ciden en gran medida las variables contempladas, sobre todo, se tiene en cuenta en ta. Así, Pochhacker, en 1995, reduce su propuesta a dos categorías superordinadas:
todos los casos el estudio de las pausas, sea cual fuere su denominación: «pausas «trabamientos» y «falsos comienzos», subordinando a la primera «trabamientos
silenciosas» o «pausas no rellenas», «pausas rellenas», «vacilaciones estilísticas», corregidos» y «trabamientos no corregidos» y a la segunda «formas mixtas (léxicas
«fenómenos de duda», etc., lo que está muy probablemente relacionado con el he- y sintácticas)».
cho de que se consideran, como afirma por ejemplo Ahrens (2005: 53), expresión En cualquier caso, los resultados cuantitativos obtenidos a partir de estas
de un fenómeno de duda en el emisor. taxonomías requieren su contraste con la vertiente perceptiva para poder afianzar
las variables que deben componerlas y el grado de influencia de cada una de ellas.
Lo ideal sería contrastar el análisis cuantitativo con el análisis cualitativo desde la
2.2. Estudios de interpretación percepción (cf. P6chhacker 1995). Sin embargo, el análisis perceptivo no suele plan-
tearse en la investigación sobre fluidez, o no desde el establecimiento claro de una
2.2.1. Aproximación multifocal definición (cf. Pradas Macías 2003, 2004).
No obstante, hay que destacar el creciente interés por el estudio concreto de la
El acercamiento al análisis de la fluidez (cf. Pradas Macías 2004: 5) nos per- fluidez en el ámbito de la interpretación en su etapa más reciente. Desde la inter-
mite observar que no ha gozado «de un interés específico en la investigación en pretación consecutiva Mead (2000, 2002) realiza una contribución importante al
este campo, si. bien ha sido reconocida siempre como un criterio para la evalua- tema acercándose a su análisis, especialmente desde el análisis cuantitativo de las
ción de una interpretación e incluso es citada, entre otras, como una característica pausas y de la velocidad de la interpretación. Tissi (2000) aborda el tema desde la
de la interpretación (Mahmoodzadeh 1992: 235) o como una de las características IS y desde el análisis de la taxonomía más conveniente para medir la fluidez.
fisiológicas para realizar una buena interpretación (Daro 1990b: 86)». Sin embar- Garzone (2003), como se menciona más abajo (cf. ap. 2.2.2.), aborda la repercu-
go es un elemento bastante común a la investigación de la fluidez en este ámbito, sión de la fluidez en la calidad de la interpretación, manipulando las variables con-
sobre todo en las primeras etapas de investigación en interpretación, que ésta no templadas asociadas generalmente de influencia en la fluidez. Y Pradas Macías
sea el centro de interés de los distintos estudios, sino que aparezca a partir del es- (2003, 2006), también en el ámbito de la calidad, propone el estudio vertical del
tudio de alguna variable normalmente asociada a la fluidez. Es decir, la fluidez ha parámetro fluidez desde el análisis concreto de las pausas silenciosas como in-
servido generalmente como elemento para analizar la IS como proceso o como pro- traparámetro.
ducto. No obstante, hay que diferenciar la primera etapa de los setenta y los ochenta También es fructífera la contribución de Ahrens (1998, 1999, 2002, 2005). Esta
con investigadores no sólo de la interpretación sino del campo de la psicolingüística autora se centra en el estudio de la entonación como elemento no verbal de la co-
como Barik (1972), Gerver (1974), Carroll (1978) y Ovaska (1987) que compar- municación, pero sus resultados en relación con las pausas son interesantes para el
ten el interés por el estudio del efecto de la simultaneidad y se acercan a la fluidez estudio de la fluidez por ser éstas un intraparámetro indispensable, tanto en la en-
para el análisis del proceso y la etapa más reciente de los noventa donde investiga- tonación como en la fluidez.
dores en interpretación como Pochhacker (1994a, 1995), Shlesinger (1994) y Daro Aunque todos estos autores coinciden en afirmar la dificultad de estudiar la
(1995) se acercan desde la fluidez al análisis cuantitativo del producto. En parte, fluidez, entre otras cosas, por la dificultad de establecer un criterio unánime para
la investigación se emprende, como en la investigación en otras disciplinas (cf. ap. la medición de la velocidad del habla o las pausas o realizar el cómputo temporal
2.1.) estableciendo a priori unas taxonomías de variables para analizar el proceso y frecuencial de estas últimas, el hecho de que vaya aumentando el interés concre-
ESPERANZA MACARENA PRADAS MACiAS LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO FLUIDEZ 59

to por el parámetro permite tener un cierto optimismo con respecto a la investiga- lorado como más importante, generalmente, por los intérpretes que por otros
ción de la fluidez en el ámbito de la interpretación. encuestados (Gile 1990; Kurz 1989, 1993; Kurz y Pochhacker 1995; Collados Aís
1998; Waliczek 2003 y Pradas Macías 2003), salvo en la IS para televisión y cine
donde también los usuarios le otorgan más importancia. Como se refleja en el es-
2.2.2. Estudios empíricos de calidad tudio de Russo (2005), que analiza las expectativas y evaluación de la calidad de
la IS de películas, los usuarios le conceden al parámetro fluidez en sus expectati-
También en la revisión de estos trabajos podemos observar que uno de los po- vas el segundo lugar de importancia después de la transmisión completa y en el
sibles motivos de la ausencia persistente de una definición consensuada de la cali- estudio de Kurz & Pochhacker (1995), que estudiaba la IS en televisión, el tercer
dad puede radicar, en los parámetros barajados para su análisis. Se ha venido re- lugar después de transmisión completa del contenido global y detallado.
clamando por parte de los investigadores de este campo (cf., por ejemplo, Marrone Kurz (2005) interpreta estos resultados como diferencias en las exigencias de
1993) la necesidad de la homogeneización de los cuestionarios en los estudios em- los usuarios con respecto a los parámetros de forma en situaciones, como la de la
píricos y de la metodología. Sin embargo, el acercamiento a sólo uno de los interpretación en televisión, donde ésta adquiere más importancia. Sin embargo,
parámetros, la fluidez 1, ya nos permite ver que una condición indispensable para Garzone (2003) que clasifica el parámetro fluidez a priori en la categoría de forma
poder analizar adecuadamente los resultados es buscar el consenso en los propios y realiza un estudio experimental de evaluación de una IS de una conferencia rea-
parámetros. lizada en el marco de un congreso de neumólogos, en la que ha manipulado en su
Así, por ejemplo, en el trabajo de Bühler (1986) se reconoce la dificultad de segunda parte la fluidez, comprueba su repercusión negativa sobre el fondo, es de-
adscribir la fluidez a una de las dos categorías, criterio lingüístico y criterio cir, en la evaluación del contenido por parte de los usuarios en la parte manipulada
extralingüístico, barajadas para la clasificación de los 16 parámetros de calidad pro- en este sentido. Por tanto, aunque parece existir una interpretación similar del con-
puestas en el estudio. Si analizamos la situación del parámetro en los estudios em- cepto y haya un cierto consenso en los elementos que componen el parámetro, se-
píricos restantes observamos que tampoco su denominación es consistente. Bühler ría deseable partir de su definición y denominación clara. Es verdad que la fluidez
(1986), Kurz (1989, 1993) Kopczynski (1994), Kurz y Pochhacker (1995), Garzone puede ser considerada como un parámetro de forma y que por ello adquiere mayor
(2003) y Russo (2005) coinciden en referirse a él como fluidez de presentación o importancia en los contextos en los que la forma es primordial. Pero también es un
sólo fluidez, peto a veces se hace referencia a la fluidez junto con otros parámetros hecho que su dificultad de clasificación en parámetro de fondo o de forma se tras-
(p.ej. entonación) o intraparámetros (pausas, etc.); así, Marrone (1993), Vuorikoski luce en los resultados de expectativas y evaluación que lo sitúan, como hemos di-
(1994), Mack & Cattaruzza (1995) y Moser (1995). En otros casos se infiere el cho, bastante cerca, en unos casos, y a mediana distancia, en otros, de los parámetros
parámetro englobado en otros parámetros, así por ejemplo, en el de calidad vocal de fondo; lo que muy posiblemente se deba a la asociación de intraparámetros a la
(Gile 1990) o en el de velocidad (Meak 1990) o se presenta desde su deficiencia, fluidez como son, por ejemplo, los falsos comienzos, que los usuarios asocian nor-
emisión poco fluida (Collados Aís 1998). Un caso particular es el del estudio de malmente con la duda del intérprete y los conducen a desconfiar del contenido. O
Ng (1992) donde se parece producir un solapamiento de parámetros, porque don- también por su relación con la comprensión (Ahrens 2005: 52). Como decíamos
de el investigador pretendía estudiar el registro, preguntando explícitamente por más arriba, consideramos por ello esencial desentrañar qué intraparámetros influ-
éste, las respuestas de los encuestados hacían referencia insistentemente a la flui- yen según sea su frecuencia y, en el caso de variables temporales, su duración en
dez. Sin embargo, a pesar de estas diferencias de denominación, sí coinciden, en su determinación por parte de los evaluadores de una IS como componentes de
parte, los resultados relativos a la fluidez en estos trabajos empíricos; así adquiere una emisión poco fluida, convirtiendo así el parámetro fluidez en un criterio sus-
mayor importancia en los trabajos de evaluación que en los de expectativas (Mack ceptible de no repercutir sólo en la forma sino también en el fondo o contenido del
& Cattaruzza 1995; Collados Aís, 1998 y Pradas Macías 2003) y es un criterio va- producto evaluado. Por tanto, posiblemente habrá que partir del contraste del aná-
lisis cuantitativo y cualitativo pues, como afirma Petite (2005: 30) no todo lo que
se percibe como error lo es y no todo lo que es un error se percibe como tal:

1
El estudio experimental de evaluación y expectativas de intérpretes y usuarios de PRADAS As Schegloff et al. (1977: 363) put it: «repair/correction is sometimes found where
MACÍAS (2003) se enfoca así, por primera vez, desde un análisis vertical, de profundización en un there is no hearable error, mistake, or fault ( ... ). Furtherrnore, hearable error does not
parámetro. Para ello se manipuló el intraparámetro de fluidez, pausas silenciosas. necessarily yield the occurrence ofrepair/correction ( ... )».
6o ESPERANZA MACARENA PRADAS MACIAS LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO FLUIDEZ 6r

3. TRABAJO EMPÍRICO 3.1.2. Discusión

3.1. Estudio 1: Expectativas Con referencia a las expectativas de los usuarios en relación con los parámetros
de calidad, resalta que coinciden en gran medida con las expectativas de los usua-
3 .1.1. Resultados rios de otros estudios empíricos desde los primeros, Bühler (1986) y Kurz (1989),
pasando por el de Collados Aís (1998) hasta uno de los más recientes, Pradas Macías
Según se desprende de la tabla 1, los usuarios le otorgan a priori, en sus ex- (2003), y difiere de los resultados obtenidos en estudios empíricos en los que se
pectativas, la máxima importancia a los parámetros transmisión correcta del DO y analizaban las expectativas y la evaluación de la calidad en el ámbito de la televi-
cohesión lógica, ya que puntúan transmisión incorrecta del DO y falta de cohesión sión o el cine (Kurz & Pochhacker 1995; Russo 2005). En los primeros, los usua-
lógica de la interpretación con 4,47 y 4,44 respectivamente, puntuación que se rios otorgan la máxima importancia a la transmisión correcta del DO y a la cohe-
posiciona entre los rangos influye bastante e influye esencialmente. Superan el 4 sión lógica, y la mínima al acento. También coinciden en situar fluidez en la quin-
también los parámetros transmisión completa del discurso original y terminología. ta posición. Sin embargo, en los últimos, la fluidez se posiciona en el segundo o
Los últimos puestos los ocupan los parámetros referidos a la voz y al acento. Los tercer puesto en orden de importancia.
usuarios consideran a priori que ANN y voz poco agradable influyen poco en la Nuestros resultados parecen, por tanto, garantizar que partimos de supuestos
calidad de una IS, ya que ambos parámetros obtienen una puntuación de 2,02 y semejantes a los de trabajos empíricos anteriores en la investigación sobre calidad
2,58 respectivamente. También se sitúa debajo de 3 el parámetro entonación con en interpretación.
2,91. Por encima de 3 están gramaticalidad incorrecta, estilo inadecuado, dicción
poco clara y emisión poco fluida. Todos son considerados de mediana o bastante 3.2. Estudio 2: Contextualización
influencia, ya que superan el3,5. El parámetro fluidez ocupa por tanto con 3,84 el
quinto lugar, es decir, una posición media en el ranking de expectativas. De 197 3.2.1. Resultados
usuarios encuestados (ver anexo 3), 87 (44,16%) consideraron que una emisión poco
fluida influye bastante en la calidad de una interpretación y 44 (22,34%) que in- En la primera parte del cuestionario se había inquirido en una primera pregun-
fluye esencialmente. Sólo un usuario opinó que la emisión poco fluida no influye ta la forma de entender el usuario el parámetro fluidez y en una segunda qué es lo
nada y 12 que influye poco. que considera más irritante de la falta de fluidez.
Las respuestas a la primera pregunta fueron:
Tabla 1 1) Que exista continuidad y naturalidad en el discurrir de la expresión.
Resultados expectativas usuarios 2) La facilidad de adaptación del intérprete a las circunstancias del interpre-
tado y su intervención.
N 3) Discurso sin interrupciones, sin cortes secos, ritmo uniforme.
válido Mínimo Máximo Media Desv. típ. 4) Rapidez y claridad en la exposición.
acento 197 1,00 5,00 2,0152 ,95553 5) Facilidad y soltura cuando se expresa un texto.
voz 196 1,00 5,00 2,5918 1,08450 En cuanto a las respuestas de la segunda pregunta, el sujeto 1 hizo referencia
fluidez 191 1,00 5,00 3,8429 ,86842
a la velocidad tanto por exceso como por defecto y el sujeto 3, a los «cortes» en el
cohesión 196 1,00 5,00 4,4746 ,75420
t. correcta 194 1,00 5,00 4,4433 ,85132 discurso, a «que se produzcan pausas que rompen el ritmo». Los sujetos restantes,
t. completa 194 2,00 5,00 4,2010 ,86126 sin embargo, expresan como elementos irritantes aquellos relacionados con la cohe-
terminología 196 1,00 5,00 4,0255 ,80662 rencia, efectividad e inteligibilidad de la interpretación como, por ejemplo, que «no se
estilo 195 1,00 5,00 3,5179 ,87546 transmitan aquellos detalles de la intervención que ayuden a comprenderla mejor».
entonación 197 1,00 5,00 2,9137 1,07744 Tras el primer visionado y ante la pregunta sobre si reconocían en el vídeo
dicción 197 1,00 5,00 3,6294 ,96349
gramaticalidad 1,00 5,00 3,3939
algunos de los elementos irritantes mencionados en la primera parte u otros no men-
99 ,97748
cionados en ésta, todos los sujetos hicieron referencia a una velocidad excesiva
'
ESPERANZA MACARENA PRADAS MACIAS LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO FLUIDEZ

dos a la frecuencia y a la cantidad de pausas en la interpretación y un sujeto inclu- manipulación resulta excesiva para ser considerada fluida la interpretación por nues-
so mencionó «equivocaciones» de la intérprete. Se citó además como elemento irri- tros sujetos. Sus respuestas también nos llevan a inferir que probablemente, como
tante la «falta de seguridad» (40% de los sujetos) y una «interpretación con pro- los sujetos de Ng, también relacionen el uso de estos intraparámetros con la segu-
blemas evidentes» (20% de los sujetos). La media de evaluación de los sujetos se ridad del intérprete y con ello, con la fiabilidad de su interpretación.
sitúa en 1,5. El hecho de que la evaluación después del primer visionado del vídeo y del
Tras el segundo visionado, el 60% de los sujetos hizo referencia, sobre todo a segundo visionado coincida 1,5, cuando en un rango de cinco el 1 hace referencia
las pausas, y el 40% restante menciona reconocer todos los elementos indicados a una emisión nada fluida, permite inferir que el grado de manipulación ha sido no
como ejemplo de fluidez. Tanto en la segunda como en la tercera parte, el 40% de sólo detectado sino muy castigado en la evaluación, por lo que podemos entender
los jueces opina que es especialmente irritante la velocidad. Del 60% restante, un que en la IS, se ha producido para los usuarios una negación prácticamente abso-
40% opina que las pausas, sobre todo las pausas rellenas, resultan especialmente luta o violación de todo lo que para ellos debe ser fluidez. Es decir, no existe con-
irritante y un 20% piensa que lo es «un timbre de voz estridente» 2, cuestión que en tinuidad y naturalidad en el discurrir de la expresión; no hay facilidad de adapta-
la segunda parte había mencionado también y relacionado con el aumento de la ve- ción del intérprete a las circunstancias del interpretado y su intervención no se tra-
locidad el sujeto l. La media de evaluación tras este visionado también es de 1,5. ta de un discurso sin interrupciones, sin cortes secos y que tenga un ritmo unifor-
me; no se produce rapidez y claridad en la exposición y no hay facilidad y soltura
por parte del intérprete cuando se expresa el texto.
3.2.2. Discusión Gile (1983: 241) hace referencia a que existe variabilidad en la reacción de
los sujetos ante determinados aspectos de la interpretación:
Los resultados relativos al concepto de fluidez de los usuarios parecen estar en
la línea de los resultados obtenidos por Pradas Macías (2003: 496-497) en el sentido D' autre part, certaines tournures, certains «tics», certaines fautes de langue ou mala-
de que las definiciones de los usuarios, desde nuestro punto de vista, están más rela- dresses irritent plus ou moins.
cionados con el contenido que con la forma de presentación de la interpretación.
Pradas Macías (2003: 495), para indagar la definición de fluidez por parte de Atendiendo a nuestros resultados, hay que pensar en la probabilidad de que
los juristas que formaron parte de la investigación vertical propuesta para el estu- tanto una velocidad que resalte por su exceso o su defecto como el exceso de pau-
dio de la calidad en general y de la fluidez en particular, utilizó un cuestionario, sas son elementos que irritan bastante al receptor de una interpretación, si bien queda
como en un preexperimento (Pradas Macías 2003: 383) en el que habían participa- pendiente cuantificar «exceso», ya que su producción no es del todo evitable en
do intérpretes, para estudiar si se producen dos polos de énfasis como había com- interpretación. En este sentido Daro (1995: 5):
probado Guillot (1999) en la definición de fluidez: uno que entiende fluidez como
ausencia de vacilaciones e interrupciones, y otro que aúna en fluidez la coherencia Several experiments carried out in the last 40 years have clearly shown that listening
en la expresión y la efectividad y la inteligibilidad y, los resultados efectivamente, to one's own verbal production while it is fed back via headphones with a delay of
confirmaron este extremo. 150 to 250 msec, provokes dysfluencies in speech (e.g. prolonged voicing; repetition
El que los sujetos reaccionen negativamente a las pausas, sobre todo las relle- of phonemes, syllables and words like in stutterers; increased vocal intensity, etc.; see
nas (ehm, ahh, etc.) coincide con los resultados obtenidos en los trabajos empíri- Lee 1950, MacKay 1970; Borden 1979; Kvavik et al. 1991).
cos de Moser (1995) y Ng (1992). Según afirma Ng (1992: 38 y 39), «los sujetos
reaccionaron negativamente al abuso de pausas rellenas como «Um», «er>>, «ah», También el hecho de que un sujeto haga referencia a un «timbre de voz estri-
etc., a las pausas largas y se centraron también en la «seguridad del intérprete», lo dente» como elemento irritante cuando aumenta la velocidad de la interpretación
que nos induce a pensar que el nivel de inserción de estos intraparámetros en la puede encontrar cierta explicación en la afirmación de Daro (1990a: 88) con res-
pecto a la entonación vocal:

2 Moreover, voice intonation is an important analogical feature of speech and it depends


Siguiendo la clasificación para el análisis productivo y perceptivo de la voz (JOHNSTON Y
on several different factors : fundamental frequency, vocal signal intensity, pauses in
ScHERER, 2000: 224) presentada por IGLESIAS FERNÁNDEZ (cf. cap. 3.) probablemente se trate, como
apunta esta autora, en realidad del tono y no del timbre de voz. the word chain and rhythm (Di Cristo, 1986).
LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO FLUIDEZ
ESPERANZA MACARENA PRADAS MACIAS

3.3. Estudio 3: Evaluación Si comparamos estos resultados con los resultados del vídeo control (véase
gráfico 1), se observa que la puntuación es en todos los parámetros igual o supe-
3.3.1. Resultados rior a 4, excepto el apartado de ponencia original que se sitúa ligeramente por de-
bajo de 4. La puntuación máxima es para el parámetro fiabilidad del intérprete con
Los resultados (véase tabla 2 y gráfico 1) muestran que la valoración del 4,5, es decir, una evaluación entre buena/excelente. El segundo lugar y tercer lu-
parámetro fluidez del vídeo manipulado se ha situado prácticamente en 3, es decir, gar de los mejor valorados lo ocupan el parámetro terminología con 4,42, que se
en una valoración media con 3,07. En términos absolutos (ver tabla 2), una perso- sitúa en una evaluación entre buena/excelente, y el parámetro transmisión correcta
na la evaluó como pésima (7,14%) y 3 (21,42%) como mala. Obtiene idéntica va- con 4,38. Obtienen una evaluación buena también los parámetros fluidez, dicción,
estilo, cohesión lógica y valoración global de la interpretación, todos con una pun-
loración el parámetro dicción. Los parámetros peor valorados han sido valoración
global de la interpretación y ponencia original, situándose ambos por debajo de 3, tuación de 4,21. Se sitúa muy ligeramente por encima de 4 el parámetro gramati-
concretamente en un 2,85. A estos parámetros les siguen en puntuación transmi- calidad con 4,14 y en 4 los parámetros acento y agradabilidad de la voz. La peor
evaluación la obtiene el parámetro entonación, que se sitúa por debajo de 4 con
sión correcta del discurso original y a continuación fluidez y dicción, que ocupan
3,71, junto con ponencia original que obtienen un 3,76.
el cuarto y quinto lugar de los peor valorados. Obtienen una valoración media tam-
bién los parámetros estilo y profesionalidad del intérprete, ambos con una puntua- En la evaluación del parámetro ponencia original, tanto del vídeo manipulado
ción media de 3,14, así como cohesión lógica y transmisión completa del discurso como del vídeo control (véase gráfico 1), llama la atención que todos los usuarios
la hayan castigado, obteniendo este parámetro la peor evaluación.
original con 3,21 y voz y fiabilidad del intérprete que obtienen ambas una media
de 3,28. Se sitúan entre una evaluación media/buena los parámetros terminología
con 3,64 y gramaticalidad con 3,66. El único parámetro que supera la puntuación Gráfico 1
de 4 es acento que obtiene un 4,35, situándose así entre una valoración buena/ex-
Comparación resultados vídeo control y vídeo fluidez
celente.

Tabla 2
Evaluación del vídeo fluidez

Desviación
Media típica Mínimo Máximo Perdido N total
valoración global 2,86 ,86 1,00 4,00 o 14
acento 4,36 1,28 1,00 5,00 o 14
voz 3,29 ,99 1,00 4,00 o 14
fluidez 3,07 1,00 1,00 4,00 o 14
cohesión 3,21 1 '12 2,00 5,00 o 14
t. correcta 3,00 ,88 2,00 5,00 o 14
t. completa 3,21 ,80 1,00 4,00 o 14
terminología 3,64 ,93 2,00 5,00 o 14
estilo 3,14 1,03 1,00 5,00 o 14
entonación 2,93 ,83 1,00 4,00 o 14
dicción 3,07 1,21 1,00 5,00 o 14
gramaticalidad 3,67 ,89 2,00 5,00 o 14
Si nos detenemos en los resultados del parámetro fluidez en la manipulación
profesionalidad 3,14 1 '17 1,00 5,00 o 14
de otros parámetros, observamos que recibe la mejor puntuación en el vídeo de
fiabilidad 3,29 1,14 2,00 5,00 o 14
ponencia 2,86 1,03 1,00 4,00 o 14 estilo: 4,79. En el capítulo de dicho parámetro (cf. cap. 9) se comentan las
interacciones que se producen entre fluidez y estilo, y su percepción por parte del
66 ESPERANZA MACARENA PRADAS MACIAS LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO FLUIDEZ

Gráfico 2 nuestro estudio anterior (Pradas Macías 2003: 524), es decir, que se puedan re-
Evaluación del parámetro fluidez según vídeos frendar «posturas desde la enseñanza de lenguas como las de Wode (1968), que ya
por los años setenta estudió las pausas como característica de la entonación, o la
llllcontrol
de Butcher (1980), que relacionaba la percepción de las pausas con la entonación,
e acento
y que, con referencia al ámbito de la investigación en interpretación, se confirman
B cohesión los resultados de Shlesinger (1994: 232), que estudiaba la entonación en interpre-
e dicción tación simultánea, de que un mayor número de pausas conduce a una peor valora-
e entonación ción». Analizando la evaluación del parámetro fluidez en el vídeo de entonación y
lilestilo
siguiendo las afirmaciones de Ahrens (2005: 52), pensamos también que el nexo
de unión entre los parámetros fluidez y entonación se encuentra precisamente en
llll fluidez
la dependencia de ambos del factor tiempo, ya que la entonación monótona no ha
111 gramaticalidad
repercutido en el parámetro fluidez que ha obtenido una evaluación de buena/ex-
e terminología celente en el vídeo de entonación (4,5). Ahrens (2005: 52) describe la prosodia en
llll tcorrecta relación con rasgos de duración como las pausas y la tasa de habla que se ven con-
1111 !.completa dicionadas por el tiempo y, a su vez, afirma que las pausas se definen como inte-
fluidez
Bvoz rrupciones en la señal acústica de la continuidad del habla. Por tanto, si como re-
sulta del análisis empírico del concepto fluidez (cf. ap. 3.2.2.), la continuidad y la
ausencia de cambios bruscos en la tasa de habla es importante para que el usuario
usuario. La segunda puntuación más alta recae sobre el vídeo transmisión correcta conciba la expresión como fluida, salta a la vista la relación de los parámetros flui-
(4,67). La peor evaluación para el parámetro fluidez se produce en el vídeo de flui- dez y entonación. Si la prosodia a su vez, como sostiene Ahrens (2005: 52), es un
dez (3,07) seguido por el vídeo transmisión completa (3,14). Se sitúa por debajo de elemento importante para el proceso de comprensión del oyente, se explica por
4 también su valoración en el vídeo dicción (3,21) y en el vídeo de agradabilidad de qué castigan los usuarios en su evaluación la presencia de intraparámetros que con-
la voz (3,92). De los doce vídeos que conforman el experimento, nuestro parámetro ducen a una emisión poco fluida en la interpretación simultánea. El contraste de
supera el 4 en ocho, es decir, en un 66,66% de los vídeos, su puntuación es de bue- los resultados de los dos parámetros en los dos vídeos permite inferir que su nexo
na/excelente. Sólo se valora con una puntuación inferior, como decimos, en los vídeos de unión no está en el tono.
de voz (3,92), dicción (3,21), transmisión completa (3,14) y fluidez (3,07). Es interesante comprobar una relación entre los parámetros dicción, agradabili-
dad de la voz y fluidez, referida también en los capítulos referentes a dichos
parámetros (cf. caps. 3 y 11) y apuntada ya en los resultados de Pradas Macías
3.3.2. Discusión
(2003: 492). Sin embargo, resta por estudiar cuál puede ser el nexo de unión entre
El primer elemento que cabe destacar en relación con los resultados de la eva- ellos, pues mientras que en Pradas Macías (2003: 491) las pausas silenciosas como
luación es que los intraparámetros asociados a la fluidez insertados en la IS en el elemento manipulado de la fluidez parecían haber ejercido un efecto positivo en la
vídeo manipulado parecen haber afectado no sólo a la evaluación del parámetro evaluación de estos parámetros, en los presentes resultados la manipulación de los
fluidez, sino a la de todos los parámetros excepto a la del acento, siendo el aparta- vídeos dicción y agradabilidad de la voz indican una repercusión negativa en la
do peor evaluado la valoración global de la interpretación. En otros estudios empí- evaluación del parámetro fluidez. Nos atrevemos a aventurar que, probablemente,
ricos en los que se había evaluado negativamente la fluidez, ésta no había repercu- el nexo de unión, como en el caso de la entonación, sean intraparámetros comu-
tido negativamente sobre la calidad general (Gile 1990: 66). Por lo que podemos nes. Estos pueden ser, por ejemplo, las variables mencionadas por Daro (1990a:
pensar que estamos ante un grado de manipulación que resulta muy negativo para 88) como causantes de una emisión poco fluida: la prolongación silábica, la repe-
la calidad general de la interpretación según la percepción de los sujetos. La reper- tición de fonemas, sílabas y palabras con tartamudeo y la intensidad vocal creciente.
cusión negativa de la manipulación sobre estos parámetros, pero también especial- En cuanto al vídeo de fluidez, si bien se infiere la repercusión negativa clara
mente sobre el de entonación nos conducen a pensar en lo que ya sosteníamos en de los intraparámetros probables de fluidez insertados en la manipulación en la
68 ESPERANZA MACARENA PRADAS MACIAS
LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO FLUIDEZ

evaluación de todos los parámetros, excepto acento, por parte de los sujetos llama
idea de la importancia de la forma en el fondo, sea cual fuere el tipo de texto y
la atención que el parámetro entonación y la ponencia original también obtengan que, como sostiene Bühler (1985: 49), es difícil discernir la frontera entre lo ver-
una evaluación menor a los demás parámetros en el vídeo control, aunque sea casi
bal y lo no verbal:
un punto inferior en el vídeo manipulado. La posible explicación puede estar en
que «no se puede excluir que se produzca una influencia negativa del discurso ori-
We may furthermore hold that it is impossible to sustain a sharp distinction between
ginal sobre la interpretación simultánea, ya que Gile (1995: 152), de hecho, ad- verbal and nonverbal communication, since according to Lyons (1972: 54f.) there is a
vierte que los rasgos prosódicos de la interpretación simultánea se pueden ver muy complete and intimate interpenetration of non-language and language, where the ver-
influidos por el discurso original» (Pradas Macías 2003: 527 y 528). En cualquier bal component can be associated rather with the cognitive and the nonverbal compo-
caso, «la determinación de la influencia se debe producir desde la situación con- nent with the social function.
creta, aunque, al ser simultánea la producción del discurso original y la de su in-
terpretación y darse dentro del mismo marco comunicativo, parece lo más proba- Por ultimo, las valoraciones del parámetro fluidez en los distintos vídeos ma-
ble que pueda existir una influencia mutua» y qué o quién influye sobre qué o quién nipulados constatan que los usuarios han percibido su producción defectuosa en el
en el marco de la IS es un tema que, entre otros, ha ocupado a estudiosos de la vídeo específico de este parámetro, puesto que recibe la menor puntuación. Sin
investigación en interpretación como Pochhacker (1994a) y Gile (1995) y, a la vista embargo, no podemos pasar por alto la valoración que ha recibido en el vídeo trans-
de nuestros resultados, es una línea de investigación que merece ser seguida. misión C(l)mpleta, ya que con un 3,14 se convierte en el parámetro peor valorado
Más sorprende que, como reflejan los resultados, todos los sujetos evalúen el en esa manipulación. Esto nos hace pensar que el usuario ha podido percibir la
parámetro ponencia original. En estudios anteriores (Collados Aís 1998 y Pradas falta de información en el vídeo de transmisión completa como interrupciones en
Macías 2003), había usuarios que reconocían su incapacidad de evaluar este el habla, lo que se asociaría con fluidez. Parece, en cualquier caso, que la interacción
parámetro, por ejemplo, por no entender la lengua del discurso original o porque que se produce entre ambos es importante y determina la percepción del usuario.
están atendiendo a la interpretación simultánea y no siguen el discurso original. Existe una incidencia recíproca: los defectos de uno se reflejan en la valoración
En este sentido se expresaba Gile (1983: 240): del otro.

Les délégués n'écoutent en général que l'orateur ou !'interprete. Bien placés pour ju-
ger de la qualité de la présentation et de la coherence de l'interprétation, ils peuvent
4. CONCLUSIONES
difficilement évaluer sa fidélité informationnelle.

La conclusión que para nosotros resulta más destacada, analizados los resulta-
Esta cuestión iría unida a la capacidad del usuario para evaluar la transmisión dos de los estudios presentados, siguiendo posturas de investigadores como Maclay
correcta del DO, cosa que en ningún trabajo empírico en este ámbito ha parecido & Osgood (1959), Goldman-Eisler (1964) y Shlesinger (1994), que desde sus dis-
plantearse ningún sujeto, posiblemente por lo que explica Kurz (1989: 144) en este ciplinas mantenían que la valoración de la fluidez verbal dependía de que la fre-
sentido:
cuencia de las pausas en la expresión no superara el nivel de tolerancia del recep-
tor, es que el grado de manipulación de todos los posibles intraparámetros de flui-
Even though it is true -as both Bühler and Seleskovitch point out- that the end user dez parece haber superado el nivel de tolerancia de los receptores, situándose la
as a rule cannot compare the interpretation with the original and is thus unable to judge
valoración en ambos estudios en una puntuación muy baja.
whether there is sense consistency, he clearly expects the interpreter to give a correct
Pero también nos parece destacable el resultado de que, a pesar de la posición
rendering of the original message.
media en el ranking de expectativas del parámetro fluidez, la repercusión de lama-
nipulación de posibles intraparámetros de éste haya sido tan significativa en la eva-
La repercusión de las variables insertadas en la manipulación en la valoración
luación de parámetros lingüísticos, es decir, de fondo o de contenido y nos lleva a
negativa del parámetro fluidez nos lleva a pensar que, efectivamente puedan ser
lo que plantea Kahane (2000):
todas intraparámetros de la fluidez como sostiene, por ejemplo, Lennon (1990: 390).
Pero el hecho de que la evaluación más negativa sea para los parámetros valora-
Empecemos con el reconocimiento, que por otra parte es general entre todos los estu-
ción global, transmisión correcta del DO y ponencia original nos reafirma en la diosos, de que el criterio de calidad sobre el que existe un mayor grado de acuerdo, o
ESPERANZA MACARENA PRADAS MACÍAS

sea la correspondencia con el sentido del mensaje original, es un criterio que difícil-
mente puede juzgar el oyente, puesto que no conoce las dos lenguas. Si el criterio prin- CAPÍTULO 5
cipal no puede ser objeto de valoración por parte del usuario, ¿en qué basa éste su
juicio sobre una prestación puntual?, exclusivamente sobre los aspectos intratextuales, LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO COHESIÓN LÓGICA
o sea la cohesión lógica del discurso del intérprete, que a su vez recibe una valoración AMPARO JIMÉNEZ lVARS
importante en las expectativas, o tal vez influye más de lo supuesto los factores ex-
presivos, considerados a priori como menos importantes, como la fluidez del discur-
so, la entonación o la calidad de la voz?

Por último, aunque sea conveniente replicar los resultados, debido al tamaño
de la muestra, queremos detenernos también en el aspecto de que parece existir
una repercusión perceptiva de las variables barajadas en la manipulación en la eva-
luación de la calidad de la IS, de la fluidez en particular y de otros parámetros, en
general, lo que refuerza la hipótesis de que, efectivamente, sean intraparámetros de
fluidez. Kurz y Pochhacker (1995: 354), de hecho, entienden que esas variables de-
ben ser parte de la fluidez, pero que interesa someterlas a un análisis cuantitativo:

What is conveniently labeled fluency of delivery for the purpose of user expectation l. INTRODUCCIÓN
surveys is actually a highly complex paralinguistic criterion which relates to such in-
terdependent features of speaking speed, pauses, voiced hesitation, and false starts. En este capítulo se presenta, en primer lugar, el tratamiento dado a la cohe-
While the relative weight of these factors in shaping judgments on the fluency of a sión lógica en diversas disciplinas, profundizando en los estudios de traducción.
simultaneous interpretation is not clearly understood, these paraverbal and textual pa-
Se aborda, seguidamente, el ámbito de la interpretación en el que dedicamos una
rameters are at least amenable to quantitative analysis.
mayor atención a los estudios empíricos sobre calidad (cf. Jiménez Ivars, en pre-
paración). En este último ámbito, la cohesión lógica ha resultado ser uno de los
En la línea de nuestros resultados anteriores (Pradas Macías 2003, 2006), pro-
dos criterios más valorados, junto con la transmisión correcta del DO, en la prácti-
ponemos estudiar cada intraparámetro aisladamente, bien con la frecuencia del pre-
ca totalidad de las investigaciones enfocadas a establecer los parámetros de cali-
sente experimento y/o la obtenida a partir de la selección de interpretaciones simul-
dad de la interpretación desde el punto de vista de las expectativas. A continua-
táneas sernireales, para poder analizar la repercusión efectiva de cada uno de ellos.
ción, se presentan y analizan los resultados en cuanto a cohesión lógica de tres
Pero la reflexión con la que deseamos finalizar este capítulo es la de la cues-
estudios empíricos llevados a cabo en el marco de este proyecto, así como su rela-
tión de quién debe evaluar la calidad. En vista de los resultados contrastados de
ción con la calidad de la interpretación: estudio de expectativas, estudio de contex-
expectativas de los usuarios y su evaluación, puede ser efectivamente como afir-
tualización y estudio de evaluación.
man Gile (1995: 161) y Collados Aís (1998: 250) que los usuarios no sean unos
La cohesión lógica se constituye en uno de los criterios textuales básicos que
buenos evaluadores de la calidad de una IS, pero vista la repercusión de variables
explican cómo las diferentes frases constituyentes del texto se conectan entre sí
de forma en su evaluación del contenido y teniendo en cuenta el hecho de que la
mediante diversos procedimientos lingüísticos y paralingüísticos (Halliday &
interpretación es un servicio para el usuario, cabe preguntarse si realmente debe-
Hassan 1976). Estos procedimientos permiten que cada frase sea interpretada en
mos reafirmarnos en lo que sostiene, al igual que otros investigadores del ámbito
relación con las demás, la información se transmita y se genere el proceso de ela-
de la interpretación, por ejemplo, Ilic (1990: 104):
boración de sentido por parte del receptor. Cuando esta propiedad se desvirtúa se
podrían producir dificultades en la comprensión, el oyente o el lector posiblemen-
Form is not and should not be the primary concern of an interpreter.
te tendría que esforzarse más de lo necesario y podrían originarse distorsiones en
la interpretación del mensaje, pérdida de interés o irritabilidad debido al esfuerzo
Efectivamente, puede no ser el aspecto primordial para el intérprete, pero sí pa-
adicional que habría de realizarse. El lenguaje oral natural del adulto sano está nor-
rece conveniente que sea o se convierta en una cuestión que tenga muy presente.
AMPARO ]JMÉNEZ IVARS LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO COHESI6N L6GICA 73
72

malmente cohesionado; aunque la cohesión lógica del lenguaje escrito no se da tricciones estructurales que imponen la demora de ciertos procesos hasta que el
por supuesta, ha de aprenderse y presenta mayores dificultades (Scarcella & Oxford sistema dispone de la información necesaria para reanudarlos. En otras palabras,
1992). En la comunicación oral interlingüística mediada, los mecanismos de cohe- en ciertos casos, es imposible construir palabra por palabra la representación del
sión de la Lengua Meta (LM) pueden verse negativamente afectados por la estruc- significado del enunciado, por la sencilla razón de que las oraciones no siguen un
tura de la Lengua Oficial o por causas derivadas de la inmediatez del proceso de curso lineal y continuo desde la primera hasta la última. Este hecho se pone espe-
traducción oral (cf. Shlesinger 1995). Por todo ello, una interpretación de calidad cialmente de manifiesto durante el proceso de IS donde aparecen interrupciones
ha de poseer cohesión lógica. De hecho, en los estudios empíricos de calidad se ha obligatorias, por ejemplo, en los casos en los que se han de traducir constituyentes
incluido este parámetro desde el principio (Bühler 1986). A continuación presen- que guardan entre sí una relación de correferencia a larga distancia, como ocurre,
tamos una somera visión panorámica de este concepto desde diversos enfoques para por ejemplo, en el caso de las relaciones anafóricas.
explicar y justificar su relevancia dentro de los estudios empíricos de calidad (cf. Louwerse (2004) define la cohesión como la continuidad y consistencia tex-
Jiménez Ivars, en preparación). tual y la coherencia como la continuidad y consistencia mental. La psicolingüística
reconoce cinco tipos de relaciones cohesivas: referenciales, temporales, locativas,
causales y aditivas (Louwerse 2002). Mientras que la coherencia apoya la cohe-
2. ESTADO DE LA CUESTIÓN sión en la producción de un texto, la cohesión apoya la coherencia en la produc-
ción y comprensión textual. Experimentos psicolingüísticos han mostrado que a)
2.1. Aproximación multidisciplinar la cohesión facilita la coherencia, b) la cohesión facilita y acelera el proceso de
comprensión lectora y e) existe una correlación entre conocimientos temáticos pre-
Los estudios lingüísticos actuales parten de las bases establecidas por Halliday vios y comprensión de textos poco cohesivos (cf. Louwerse 2002). Esto explicaría
& Hassan (1976) que definen la cohesión como las relaciones interdependientes el hecho de que los usuarios expertos de los servicios de interpretación de confe-
entre los elementos textuales materializadas a través de recursos gramaticales y rencias logren comprender discursos incluso con supuestos fallos de cohesión.
léxicos. Estos recursos se denominan mecanismos o marcadores de cohesión. En la actualidad, los procesos cognitivos se estudian también con técnicas digitales
Halliday & Hassan (ibídem) propusieron los siguientes tipos de relaciones cohesivas de imagen cerebral Functional Magnetic Resonance lmaging (fMRI). Ferstl &
textuales: reférencia, sustitución, elipsis, conjunción, reiteración y colocación. von Cramon (2001), por ejemplo, detectaron mayor actividad en el hemisferio
Beaugrande & Dressler (1981) añaden el paralelismo, la paráfrasis, el tiempo cerebral izquierdo durante el procesamiento de frases con discontinuidades de
y aspecto, la perspectiva funcional de la oración y la entonación. De entre éstos, cohesión.
destacamos la entonación (cf. cap. 10) como rasgo paralingüístico fundamental para También en este ámbito de la ELE la cohesión textual adquiere una gran im-
establecer la cohesión en interpretación. Otros autores incluyen otros elementos portancia en los niveles avanzados ya que el uso adecuado de los marcadores de
complementarios pero básicamente se mantienen las categorías mencionadas. La cohesión en una segunda lengua no resulta sencillo (Femández Toledo 1999). La
coherencia es la vinculación de los significados con los contextos situacionales, mayor parte de la investigación se centra en los procesos de comprensión lectora
culturales y cognoscitivos, aunque con frecuencia se confunden e incluso fusionan (Connor 1984; Carrell1985; Levine & Reeves 1994. Los resultados apuntan a que
los conceptos (cf. Rabadán 1991; Gamham 1997; Spooren, Sanders & Van Wijk las relaciones cohesivas del texto son más importantes para la comprensión que
2000 apud Louwerse 2004) y así se ha considerado en los estudios de calidad de la los conocimientos previos aunque no todas las investigaciones son coincidentes
interpretación (cf. Kurz 1993). (Steffensen 1988; Lee Riley 1990 apud Femández Toledo 1999). Este dato puede
Por su parte, la psicolingüística considera las relaciones de cohesión claves en resultar relevante para la interpretación en cuanto a la necesidad de que los apren-
el proceso de análisis cognitivo que media entre la recuperación del significado dices centren su atención en las relaciones cohesivas para aligerar la carga cognitiva
léxico y la interpretación del significado textual. Demestre Viladevall (2003) indi- durante el proceso de comprensión y mejorar, en definitiva, la calidad de la inter-
ca que la interpretación del significado sigue un curso discontinuo donde se alter- pretación. En cuanto a la relación entre comprensión auditiva y cohesión, Pavlov
nan periodos de mayor carga procesual con otros de relativo reposo. Continúa se- (1994), en un estudio empírico, apenas encontró correlación entre la evaluación
ñalando que los procesos psicológicos que subyacen a la comprensión del len- impresionista del uso de marcadores de cohesión y las mediciones objetivas rea-
guaje no pueden operar estrictamente sobre la marcha, ya que a menudo hay res- lizadas.
AMPARO ]IMÉNEZ IVARS LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO COHESIÓN LÓGICA 75
74

Sí nos centramos en la traducción, vemos como, por ejemplo, Newmark 2.2. Estudios de interpretación
(1988) subraya que los mecanismos cohesivos constituyen la herramienta más
importante de la lingüística textual aplicada a la traducción, aseveración que se 2.2.1. Aproximación multifocal
confirma por la frecuente aplicación del análisis de los mecanismos de cohesión
en la traductología. El estudio de la cohesión en la interpretación ha de tener en cuenta el cambio
En el plano teórico, Larson (1984) propone un modelo de estructura semánti- de modo (de escrito a oral), por tanto, emergen marcadores de cohesión adiciona-
ca de la lengua en la que las unidades pequeñas forman unidades superiores. Dado les como el ritmo, la entonación, el énfasis, las pausas, el volumen de voz o el
que cada lengua posee una variedad de formas discursivas diferentes a nivel su- timbre (cf. Tolk 1999). Se trata de un continuo entre los textos producidos, el con-
perficial, reflejo de estructuras semánticas diferentes en los estratos profundos de texto sítuacíonal y los conocimientos compartidos que afecta a los mecanismos pre-
la lengua, esta autora propone un modelo de traducción fundamentado en el texto vistos de cohesión. En este sentido, se destaca la importancia de dominar los usos
que restablezca los criterios funcionalmente paralelos de coherencia y cohesión del de los marcadores cohesivos en cada lengua de trabajo tanto para la producción
Texto Origen (TO) y el Texto Meta (TM) para evitar la cohesión ínterferente (cf. oral como para la comprensión. Gallina (1992) destaca que la cohesión es un ele-
Shreve & Neubert 1991). Coincidiendo con Chueca Moncayo (cf. 2002) y las men- mento fundamental en la IS y en el procesamiento textual en general, considera
cionadas tendencias integradoras encontradas en la literatura, en la propuesta de los marcadores de cohesión ejes del proceso textual. Shlesínger (1995) examina el
Larson (ibídem) se aprecia una fusión de los conceptos de coherencia y cohesión, número y tipo de cambios cohesivos producidos durante interpretaciones simultá-
hecho que va en consonancia también con los estudios empíricos de calidad de la neas del inglés al hebreo. La gama de cambios es amplía siendo la más habitual la
interpretación (cf. Kurz 1993). omisión. También se destaca la importancia de reproducir los vínculos cohesivos
No obstante, el grueso de la investigación ha sido empírica de carácter con- entre elementos primarios. Mízuno (1999) replicó el experimento en la combina-
trastívo y ha sacado a la luz los procesos implícitos en las relaciones cohesivas ción lingüística inglés-japonés, y además, presentó un marco teórico sobre la co-
que tienen lugar durante el proceso de traducción. hesión y la coherencia en interpretación. Tolk (1999), en la combinación sueco-
Blum-Kulka (1986) plantea la llamada hipótesis de la explícitación, que sos- finés, indica que los intérpretes emplean elementos específicos de cohesión para
tiene que los textos traducidos cuentan con una mayor redundancia plasmada en salvar tiempo y aligerar la carga procesual como las generalizaciones y preformas.
un mayor grado de explicitación cohesiva. Lotfípour-Saedí (1997), por su parte, También señaló que se añadían elementos nuevos en el TM. Falbo (2000), tras un
propone un método basado en el análisis de la cohesión léxica para evaluar la equi- análisis de corpus, propone tres categorías a partir de las cuales deben considerar-
valencia traductora entre el TO y el TM, siguiendo unas determinadas pautas: de- se los errores de cohesión en IS: falta de cohesión, errores léxicos y formulaciones
terminación del encadenamiento léxico del TO, descripción de las relaciones inadecuadas. Con ello pretende detectar elementos objetivos y medíbles para eva-
semánticas entre nodos, determinación de la jerarquía textual de los nodos. En este luar la calidad de la interpretación. Lyda & Gumul (2002) comparan dos TM per-
sentido, Fernández Polo (1995, 1999) analiza los cambios producidos en la cohe- tenecientes a sendas modalidades de interpretación, simultánea y consecutiva, a
sión y coherencia de los textos durante el proceso traductor explicados a partir de partir de un único TO. Los resultados mostraron que los mayores cambios en los
las normas retóricas propias de cada lengua y tipo textual. marcadores cohesivos se producen en interpretación consecutiva. En simultánea,
Chueca Moncayo (cf. 2002) describe diferencias significativas en cuanto a den- se observa que se mantienen en cierta medida los recursos cohesivos de la misma
sidad cohesiva léxica entre los originales inglés y español, siendo el español me- categoría. Beaton (2005) propone un análisis ideológico del TO y el TM mediante
nos explícitamente cohesivo y presentando el inglés mayor densidad cohesiva léxica. el análisis de los mecanismos de cohesión empleados en el marco de las interpre-
López Rodríguez (cf. 2000), en la misma línea investigadora, concluye que los tex- taciones del PE. Las conclusiones de este estudio de corpus presentan similitudes
tos en español son menos explícitos desde el punto de vista cohesivo, tanto sí se con las provenientes de los estudios de traducción. El estudio de corpus de textos
trata de textos originales como sí son traducciones del inglés. interpretados revela cambios en los mecanismos de cohesión independientemente
En otro orden de cosas, en el plano de la didáctica de la traducción, Aíweí Shí de la combinación lingüística. Estos cambios son más acusados en consecutiva que
(cf. 2004) realizó un experimento centrado en la cohesión y mostró cómo los estu- en simultánea y parece ser que responden no sólo a razones textuales relativas a la
diantes que habían recibido formación específica acerca de los mecanismos de co- estructura de cada lengua sino a razones procesuales relacionadas con las restric-
hesión fueron capaces de traducir mejor en una prueba que los que no habían reci- ciones temporales inherentes a la interpretación.
bido la mencionada formación.
AMPARO ]IMÉNEZ IVARS
LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO COHESJON LOGJCA 77

2.2.2. Estudios empíricos de calidad núltimo lugar de la evaluación tan sólo por delante de la fluidez, señalando la co-
rrelación entre fluidez y cohesión lógica.
En las investigaciones empíricas tanto sobre expectativas como sobre evalua- Otro estudio de expectativas con usuarios llevado a cabo por Garzone (2003)
ción, la cohesión lógica ha resultado ser consistentemente uno de los dos criterios vuelve a situar a la cohesión lógica, en esta ocasión denominada coherencia lógi-
mejor valorados, normalmente en segundo lugar tras la transmisión correcta del ca, en el segundo puesto, a apenas dos décimas de distancia de la fidelidad al ori-
~0, en algún caso en el primero (y casi anecdóticamente en el tercero) indepen-
ginal y con una diferencia mayor con respecto a los aspectos prosódicos. Seguida-
dientemente de la perspectiva: usuarios, intérpretes, distintos roles de usuario 0 mente, la autora llevó a cabo un estudio experimental con los mismos sujetos quie-
intérprete (orador u oyente) y distintos tipos de usuarios (Bühler 1986; Kurz 1989, nes escucharon dos interpretaciones distintas de un mismo original, la segunda con
1993; Vuorikoski 1993; Kurz & Pochacker 1995; Mack & Cattaruzza 1995; Co- una prosodia defectuosa debida a una manipulación previa. Los resultados difirie-
llados Aís 1998; Pradas Macías 2003). Los resultados apuntan a una correlación ron notablemente de las respuestas dadas en expectativas. En la versión control
entre la importancia atribuida a la cohesión lógica y a la fluidez, a pesar de ser todos los criterios se acercaron a la máxima puntuación y la cohesión lógica quedó
criterios distintos, en la medida en que «la mayoría de los juristas la conside- en primer lugar por encima de la transmisión correcta. En la segunda versión, don-
ran. indispe?~able para la fluidez» (Pradas Macías 2003: 4 7 4). En algunos es- de la autora había manipulado la prosodia, la valoración de cada parámetro des-
tudiOs empincos no aparecen explícitamente los términos cohesión o coheren- cendió significativamente, incluyendo la cohesión lógica que, pese a ello, quedó
c~~· pero se engloban en otros conceptos como «claridad de expresión» o «fa-
en segundo lugar por delante de la transmisión correcta. Garzone explica el desfase
Cilidad para seguir el texto». La claridad de expresión que encierra distintos entre el juicio de la calidad ideal y la calidad real, concepto introducido por Gile
conceptos entre ellos la cohesión lógica obtuvo el primer lugar de importancia en (1995) y Collados Aís (1998), por las dificultades que supone la valoración de de-
un estudio empírico (Mackintosh 1995 apud Kurz 1997). En el estudio encargado terminados parámetros. En el plano abstracto, la delimitación de conceptos apare-
por AIIC (Moser 1995) se vuelve a mencionar la «claridad de expresión», situán- ce con mucha mayor claridad que en el mundo real donde se producen solapa-
dose en segundo lugar, tras la transmisión correcta del DO, refrendando resultados mientos e interferencias (Garzone 2003:28).
anteriores en cuanto a su impresión. Vuorikoski (1993) y Mack & Cattaruzza Chiaro & Nocella (2004) realizan un estudio de expectativas de calidad dirigi-
(1995), en Syndos estudios, aplicaron el criterio «facilidad para seguir el tex- do a intérpretes que presenta dos novedades metodológicas: la recogida de datos a
to» definido explícitamente a continuación como coherencia. Los resultados ob- través de intemet y el recurso de escalas multidimensionales para el análisis de
tenidos en el primer estudio volvieron a situar a este criterio en el segundo lu- datos. Estos resultados muestran que la consistencia con el original (transmi-
gar de importancia y en tercer lugar para los usuarios del estudio de Mack & sión correcta), la transmisión completa de la información y la cohesión lógica
Cattaruzza ( 1995). fueron los criterios más importantes, en este orden. Un análisis posterior basa-
Collados Aís (1998) y Pradas Macías (2003) retoman el concepto cohesión ló- do en la técnica de mapas perceptuales confirmaría que los primeros tres crite-
gica en sus trabajos. En el estudio de expectativas de Collados Aís (1998), vuelve rios se encontraban en un mismo nivel, desmarcándose claramente de los otros
a situarse inmediatamente después de la transmisión correcta. En la investigación parámetros.
d~ Pr~das Ma~ías (2003: 463 y 485), la cohesión lógica se valoró como segundo
Para concluir este breve repaso de los resultados obtenidos en los distintos en-
cnteno de calidad más importante para los usuarios y para los intérpretes en el foques empíricos de calidad (expectativas de distintos usuarios, intérpretes recep~
papel de usuarios. Collados Aís (1998: 177) muestra la mayor tolerancia del intér- tores e intérpretes emisores, así como evaluación), podemos decir que se advierte
p_rete receptor que es más indulgente con las expectativas frente a sus colegas po- consistencia en los resultados. La cohesión lógica se mantiene en los primeros pues-
sib~emente porque conoce las dificultades inherentes al proceso, mientras que, como tos de importancia en las expectativas de calidad de la interpretación, ocupando
emisor se plantea requerimientos mayores. Los resultados obtenidos por Pradas generalmente el segundo lugar tras la transmisión correcta del DO, aunque a veces
Macías (2003) en expectativas son respaldados por su estudio experimental de eva- el tercero como en el trabajo de Mack & Cattaruzza (1995) o el primero desde la
luación. En este estudio se pidió a una muestra de usuarios potenciales e intérpre- perspectiva del intérprete usuario (Pradas Macías 2003). Por tanto, no parece arries-
tes que valoraran la calidad de una interpretación con dos gradaciones de manipu- gado afirmar que los diversos participantes en situaciones de interpretación reco-
lación de las pausas silenciosas. Los resultados situaron la cohesión lógica en pe- nocen la importancia de la cohesión lógica para la transmisión del sentido, es de-
cir, para la plena comprensión.
AMPARO ]IMÉNEZ IVARS LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO COHESI6N L6GICA 79

3. TRABAJO EMPÍRICO y, en algún caso, el primero como en el trabajo de Pradas Macías (2003) así como
en una de las pruebas estadísticas utilizadas por Chiaro & Nocella (2004). La co-
3.1. Estudio 1: Expectativas hesión lógica y la transmisión correcta se erigen, una vez más, como los dos pila-
res clave determinantes de la calidad o la falta de calidad de una interpretación. Se
3 .1.1. Resultados advierte que, al menos nominalmente, se percibe la relevancia de la cohesión lógi-
ca para la comprensión (cf. ap. 2.1.2.). No obstante, recordemos que no hay garan-
La cohesión lógica, con una media de 4,47, se ha situado en el primer lugar de tía de que las opiniones de los usuarios reflejen realmente los criterios que aplican
preferencias entre los once criterios presentados, por delante de la transmisión co- en la práctica cuando evalúan una actuación real (Collados Aís 1998; Garzone 2003;
rrecta. La diferencia es de apenas tres centésimas, así que se puede afirmar que Pradas Macías 2003).
han quedado prácticamente al mismo nivel. Ha sido mayor el número de sujetos
que ha atribuido mayor importancia a la transmisión correcta ( 121 frente a 117) y
la desviación se ha producido por el número de sujetos que le ha otorgado menos. 3.2. Estudio 2: Contextualización
El margen que la separa del parámetro que ha quedado en último lugar, el acento,
supera los 2 puntos. 3.2.1. Resultados

Tabla 1 La mayoría de los expertos sí formulan una definición del criterio bastante
Resultados expectativas usuarios aproximada. Tres de ellos introducen las nociones de «enlazar» y «encadenar». Por
ejemplo, el sujeto 1 señala que «cohesión lógica es que lo que vayas diciendo ten-
N ga relación entre sí. Es decir, que según vas oyendo algo lo relacionas inmediata-
válido Mínimo Máximo Media Desv. típ.
mente con lo que ha dicho el interlocutor en el momento inmediatamente anterior,
acento 197 1,00 5,00 2,0152 ,95553 aunque haya un cambio de tema, pero que tú puedas encontrar una relación o, más
VOZ 196 1,00 5,00 2,5918 1,08450
bien, que puedas seguir el tema». El sujeto 2 afirma: «La cohesión implica necesa-
fluidez 191 1,00 5,00 3,8429 ,86842
cohesión 196 1,00 5,00 4,4746 ,75420 riamente coherencia». Para el sujeto 3 supone «enlazar las ideas o pensamientos
t. correcta 194 1,00 5,00 4,4433 ,85132 que alguien está expresando a la hora de traducir». El sujeto 4 presenta una defini-
t. completa 194 2,00 5,00 4,2010 ,86126 ción poco clara pero incluye también el término coherencia. Al ser interrogados
terminología 196 1,00 5,00 4,0255 ,80662 acerca de lo que más les irrita de la falta de cohesión lógica en una interpretación,
estilo 195 1,00 5,00 3,5179 ,87546 prácticamente la totalidad de los sujetos apunta hacia los problemas de compren-
entonación 197 1,00 5,00 2,9137 1,07744
sión (sujetos 1, 2 y 3). El sujeto 5 menciona «muletillas» y «pausas sonoras». Tras
dicción 197 1,00 5,00 3,6294 ,96349
gramaticalidad 99 1,00 5,00 3,3939 ,97748 el primer visionado, ninguno de los encuestados reconoce alguno de los elementos
mencionados en la IS. A continuación, se les pregunta si han encontrado algún pro-
blema de cohesión no mencionado y si alguno de ellos ha resultado especialmente
irritante. La mayoría (sujetos 1, 2, y 3) se reafirman en su negativa. Los sujetos 4
3.1.2. Discusión y 5 encuentran que han detectado problemas en la velocidad y en las pausas
inapropiadas, respectivamente. Los sujetos 1, 2 y 3 otorgan la máxima valoración
La cohesión lógica es el criterio más valorado, situándose por delante de la a la cohesión lógica de la interpretación 5 (excelente), el sujeto 4 un 4 y el5 un 3.
transmisión correcta aunque, dada la mínima diferencia observada, se podría decir La media es de 4,6. Tras recibir información concreta sobre la cohesión lógica y el
que, en realidad, los sujetos le han atribuido la misma importancia. Así pues, este segundo visionado del vídeo, se repiten las preguntas. Los tres primeros sujetos
resultado converge una vez más con los obtenidos en prácticamente la totalidad de siguen sin encontrar elementos irritantes. El sujeto 4 detecta la falta de algún
estudios previos de expectativas de calidad que han empleado similares criterios, conector que no interfiere en la comprensión y la velocidad. El sujeto 5 se reitera
donde la cohesión lógica ocupaba el segundo puesto de importancia (cf. ap. 2.2.2.) en señalar las pausas y frases inacabadas. En una segunda valoración de la cohe-
So AMPARO j/MÉNEZ IVARS LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO COHESIÓN LÓGICA Sr

sión lógica, la puntuación media ha bajado casi un punto: (3,8) como consecuen- 3.3. Estudio 3: Evaluación
cia del cambio de opinión de dos sujetos. El resto no ha variado su primera valora-
ción. 3.3.1. Resultados

En las evaluaciones del vídeo con la cohesión manipulada, son los parámetros
3.2.2. Discusión generales profesionalidad (1. 0 ), fiabilidad (4. 0 ), valoración global (5. 0 ) y los crite-
rios formales relacionados con aspectos vocales, agradabilidad de la voz (2. 0 ), acento
Como puede apreciarse, todos los sujetos han formulado una definición de co- (3. 0 ) y dicción (6. 0 ), los que han ocupado los primeros puestos. Entre el primer
hesión lógica aproximada a la realidad sin mezclar conceptos a pesar de que se criterio y el sexto apenas hay una distancia de 22 décimas. En los siguientes seis
trata de una noción de carácter intuitivo que se percibe mejor de lo que se puede puestos, las puntuaciones permanecen estables, de modo que de los quince aparta-
definir. No obstante, la mayoría no ha sido capaz de detectar los elementos irritantes, dos contemplados, los doce primeros se mueven en un rango de 5 décimas, en al-
a excepción del sujeto 4 quien menciona las pausas y muletillas. Se trata de dos gunos casos se trata de milésimas de distancia. La cohesión lógica ha quedado en
componentes de la cohesión (Beaugrande & Dressler 1981) cuyo abuso puede lle- el décimo lugar, compartido con el estilo, con 4,07. En los tres últimos puestos,
gar a provocar irritación. No obstante, y por otro lado, también cabe pensar que el por debajo del 4 y con una súbita distancia de 3 décimas emergen la entonación, la
sujeto entrevistado haya confundido conceptos y se refiera a aspectos vocálicos; gramaticalidad y un aspecto que sobrepasa la calidad de la interpretación: la po-
puesto que señalar que las pausas y las muletillas constituyen elementos de cohe- nencia original, que ha sido el apartado peor valorado.
sión forma parte del conocimiento experto y no es de esperar que los juristas estén
familiarizados con ello, aunque no podemos corroborarlo. La respuesta del sujeto Tabla 2
5 sorprende ya que sugiere que el intérprete no debe reestructurar un discurso con Evaluación del vídeo cohesión lógica
un desarrollo textual deficiente, es decir, apunta al orador como fuente de los pro-
blemas de cohesión en la reformulación y, aparentemente, exime al intérprete de Desviación
Media tínica Mínimo Máximo Perdido N total
responsabilidad en cuanto a la organización textual del discurso, contrariamente a valoración global 4,29 ,61 3,00 5,00 o 14
la opinión genéralizada que atribuye el éxito o fracaso de la interpretación al intér- acento 4,43 1,16 1,00 5,00 o 14
prete (Kurz 1989). voz 4,43 ,76 3,00 5,00 o 14

En la segunda parte del análisis, los sujetos 3 y 5 aluden a la velocidad y a las fluidez 4,00 1 '11 2,00 5,00 o 14

pausas inapropiadas. De nuevo nos encontramos ante una posible confusión (o fu-
cohesión 4,07 ,92 2,00 5,00 o 14
t. correcta 4,14 ,86 3,00 5,00 o 14
sión de conceptos). Aquí se aprecia claramente el solapamiento de las nociones de t. completa 4,21 ,80 3,00 5,00 o 14
cohesión lógica y fluidez ya advertido en la investigación de Pradas Macías (2003), terminología 4,21 ,89 2,00 5,00 o 14
donde se observó una correlación entre la percepción de la falta de fluidez y la estilo 4,07 ,83 3,00 5,00 o 14
falta de cohesión. El valor medio otorgado en un primer momento, a saber 4,6 (bue- entonación 3,71 ,99 2,00 5,00 o 14

na/excelente), es extraordinariamente alto para una interpretación con problemas dicción 4,29 ,99 2,00 5,00 o 14
gramaticalidad 3,67 ,82 3,00 5,00 8 14
de cohesión lógica. Hay que señalar que un sujeto duda entre un 3 y un l. Se apre- profesionalidad 4,50 ,76 3,00 5,00 o 14
cia un desfase entre el concepto correctamente definido por este sujeto y su fiabilidad 4,36 ,84 2,00 5,00 o 14
plasmación concreta en una interpretación, probablemente influido por otros fac- ponencia 3,54 1,20 2,00 5,00 1 14
tores. En las siguientes reflexiones emerge de nuevo el concepto de comprensión
y su relación con la cohesión lógica (cf. ap. 2.1.2.). Resulta significativo que, tras
la clarificación del criterio, la valoración final haya caído un punto. Al parecer, Los resultados del vídeo control presentan ligeras variaciones con respecto a
pese a que los sujetos aparentemente fueron capaces de identificar en la teoría la nuestro parámetro. A excepción de la gramaticalidad, las variaciones no represen-
noción, tuvieron que esperar a una explicación más detallada para llegar a valorar- tan cambios importantes. Los criterios de presentación formal ya no ocupan los
la de manera un poco más realista. primeros puestos, aunque la mayoría superan el 4, salvo la entonación, que obtie-
AMPARO JIMÉNEZ IVARS LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO COHESIÓN LÓGICA

ne exactamente idéntica valoración: 3,71 en ambos vídeos. En la evaluación del ción con la entonación manipulada donde ha obtenido un 4,5 mientras que la peor
vídeo control, la entonación ocupa el último lugar y en el vídeo manipulado, el valoración la recibe en el vídeo fluidez (3,21). En el vídeo gramaticalidad ha
antepenúltimo. La ponencia ha sido valorada negativamente, en comparación con puntuado por debajo de 4 así como en tres vídeos en los que se han manipulado
otros apartados, en el vídeo control, ocupando el antepenúltimo lugar. La cohesión parámetros vocálicos: dicción, agradabilidad de la voz y fluidez.
lógica apenas ha obtenido 0,14 puntos más que en el vídeo manipulado y compar-
te el quinto puesto con la valoración global, la dicción, el estilo y la fluidez. Cabe Gráfico 2
destacar la práctica convergencia de las puntuaciones de fluidez y estilo en ambas Evaluación del parámetro cohesión según vídeos
condiciones experimentales. La gramaticalidad ha quedado en un puesto interme-
dio. Sin duda alguna, el dato más destacable es la baja puntuación obtenida por la
gramaticalidad en el vídeo manipulado que queda 0,52 puntos por debajo del vídeo
control. m control

e acento
Gráfico 1 iJ cohesión

Comparación resultados vídeo control y vídeo cohesión lógica e dicción

e entonación

mestilo
E:! fluidez

m gramaticalidad

e terminología

rl t. correcta
11 t. completa
Bvoz

cohesión

3.3.2. Discusión

Como se puede apreciar en los datos, las diferencias de valoración en cada


uno de los criterios del vídeo manipulado han sido mínimas, exceptuando la ento-
nación, la gramaticalidad y la ponencia original, únicos parámetros valorados por
debajo de 4. El escaso margen en el cual se mueven la mayoría de los parámetros
pone de manifiesto la dificultad de aislar y discernir «en vivo» entre distintos as-
pectos de calidad frente a la claridad de las respuestas sobre expectativas (Colla-
dos Aís 1998; Garzone 2003; Pradas Macías 2003). Los resultados del estudio ex-
La cohesión lógica en el resto de condiciones experimentales (el resto de perimental coinciden parcialmente con el estudio de contextualización previo en
parámetros manipulados en otros vídeos) ha obtenido puntuaciones por encima de el que la cohesión lógica obtuvo un 4,6, tras el primer visionado, y al final un 3,8
4 en siete de los once criterios manipulados. Y en cinco criterios ha quedado por una vez que los sujetos recibieron información específica sobre el criterio que de-
debajo. Cabe destacar que la mejor puntuación la haya obtenido en la interpreta- bían valorar e identificar. Al parecer, los nuevos datos tienden a confirmar que la
AMPARO ]IMÉNEZ IVARS LA INCIDENCIA DEL PARAMETRO COHESI6N L6GICA

falta de cohesión lógica no se detecta fácilmente y que, a la luz de los datos obte- · quedado en último lugar en la interpretación con la fluidez manipulada. Aquí se
nidos, se refrenda la correlación hallada en anteriores investigaciones entre cohe- refrenda de nuevo la correlación existente entre fluidez y cohesión lógica, confir-
sión lógica y fluidez (Pradas Macías 2003; Chiaro & Nocella 2004). La similitud mando los resultados ya mencionados en la investigación de Pradas Macías (2003)
de resultados obtenida en prácticamente todos los criterios en ambas condiciones en su experimento sobre la fluidez de la interpretación donde ya emergió dicha
experimentales y el hecho de que en ambos casos se haya tendido hacia la máxima correlación. Asimismo, en el estudio de expectativas de Chiaro & Nocella (2004)
puntuación ratifica las afirmaciones de Mack & Cattaruzza (1995) con respecto a se observó un posicionamiento de la fluidez en el mapa perceptual adyacente a la
las dificultades que tienen los usuarios de los servicios de interpretación para eva- cohesión lógica. Al parecer, tal y como se apunta desde la lingüística, los elemen-
luar una prestación en categorías normalmente irrelevantes en su vida cotidiana o tos paralingüísticos y suprasegmentales (cf. Beaugrande & Dressler 1981) forman
tal vez por desconocimiento de la capacidad de los intérpretes. Parece que, cuando parte de los mecanismos de cohesión y así lo han percibido las poblaciones
el servicio supera las expectativas, el cliente se siente sumamente satisfecho. encuestadas, tanto de usuarios como de intérpretes y tanto en los estudios de ex-
Lo novedoso de los resultados de este experimento sobre la incidencia de la pectativas como en los de evaluación.
cohesión lógica ha sido la relativamente baja puntuación otorgada a la gramaticali-
dad en el vídeo manipulado. Al parecer la impresión de gramaticalidad se ha visto
afectada de forma negativa por la falta de cohesión lógica. Esto representa una no- 4. CONCLUSIONES
vedad con respecto al estudio de contextualización donde sólo se puso de mani-
fiesto la dificultad para detectar elementos carentes de cohesión lógica y juzgarla La primera conclusión que se infiere de este trabajo es que la cohesión lógica,
objetivamente. Con estos nuevos datos se podría inferir que los sujetos han debido como se ha mostrado en las diversas disciplinas y enfoques a los que nos hemos
advertir ciertas imperfecciones textuales en un nivel apenas consciente pero, pro- aproximado, resulta indispensable para que se produzca con éxito el proceso de
bablemente, han sido capaces de resolverlas durante el proceso cognitivo de inter- comunicación. De ahí que haya interesado tanto a la lingüística y a la psicolin-
pretación de significado. Parece que, han atribuido las mencionadas imperfeccio- güística. La lingüística pretende sacar a la luz cuáles son los mecanismos concre-
nes a un no tan buen uso de la gramática, en contraste con la gran mayoría de cri- tos de cohesión y cómo funcionan para otorgar coherencia al texto, cómo interactúan
terios que han sido valorados entre bueno/excelente (12 de 15). Realmente, el he- entre sí conformando el significado; mientras que la psicolingüística se preocupa
cho de que los sujetos atribuyan una menor pericia en el uso gramatical nos remite por la relación entre la cohesión, los tipos de cohesión, la falta de cohesión y la
a la lingüística y a la consideración de la cohesión como la manifestación gramati- interpretación del significado en la mente humana. Por su parte, en la ELE se des-
cal de la coherencia subyacente (Van Dijk & Kintsch 1983). A pesar de que hay taca la dificultad de aprender cómo se establecen las relaciones cohesivas en la
que insistir que la versión interpretada no contenía errores gramaticales, la sutil otra lengua, de manera que se pone de manifiesto que cada lengua dicta sus pro-
percepción de cierto déficit en la estructura textual les ha llevado a concluir que la pias maneras de cohesionar el discurso. La lingüística computacional desarrolla
gramática no llegaba a ser buena. Este resultado es más valioso de lo que parece si algoritmos con el afán de encontrar modelos que expliquen las relaciones de cohe-
se observa la valoración otorgada a la cohesión lógica desde la manipulación de la sión (Ferstl & Von Cramon 2001). Asimismo, los resultados de los estudios
gramaticalidad, un 3,8. Al cruzar los valores podemos vislumbrar una correlación en lingüísticos acerca de la cohesión se han aplicado a los estudios de traducción com-
ambos sentidos. Desde la psicolingüística, se puede explicar este fenómeno a partir parada y a estudios textuales de interpretación (Fernández Polo 1995, 1999;
de la no linealidad de la interpretación del significado (cf. Demestre Villadevall2003). Shlesinger 1995; Tolk 1999). En ambas perspectivas se ha demostrado que los me-
Los resultados sugieren que las discontinuidades presentadas han podido demorar, canismos de cohesión desempeñan un papel fundamental tanto en el proceso como
de forma imperceptible el proceso cognitivo sin llegar a interrumpirlo. Por otro en el producto de traducción o interpretación, donde han emergido diferencias en-
lado, hay que recordar que la muestra estaba compuesta por expertos en derecho y tre los marcadores de cohesión del TO y el TM, independientemente de la combi-
se ha probado una correlación entre conocimientos temáticos previos y compren- nación lingüística e incluso en distintas modalidades de interpretación. En la inter-
sión de textos poco cohesivos (Fernández Toledo 1999; Louwerse 2002). pretación, las diferencias se justifican además por razones inherentes al proceso
Con respecto a la evaluación en el resto de condiciones experimentales, a ex- -y al tipo de proceso- además de por las diferencias de código. En los estudios
cepción del control que ya se ha comentado, destaca, en primer lugar, la elevada empíricos de expectativas de calidad de la interpretación, los resultados de las ya
puntuación en la valoración global del vídeo cohesión lógica (4,29) y el que haya numerosas investigaciones realizadas en las últimas dos décadas son convergentes
86 AMPARO }IMENEZ IVARS LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO COHESIÓN LÓGICA

al señalar que la cohesión lógica constituye uno de los dos criterios básicos que la explicación a los sujetos del estudio de contextualización del significado del cri-
determinan la calidad de la interpretación. terio que estaban juzgando. Por otro lado, se contempla la necesidad de verificar,
Con respecto a los resultados de los estudios llevados a cabo en este proyecto en el caso único de la cohesión lógica, la comprensión del texto por parte de los
destaca, en primer lugar, la disparidad que se produce entre la alta valoración que usuarios. Esto ofrecería información más objetiva acerca del cumplimiento o no
obtiene en las expectativas la cohesión lógica entre los usuarios y las dificultades de este criterio de calidad.
que surgen a la hora de detectar el déficit de cohesión concreto en un discurso real
por las razones apuntadas con anterioridad. El notable cambio de puntuación ma-
nifestado en la evaluación de los sujetos del estudio de contextualización tras reci-
bir información concreta sobre el significado del criterio que estaban valorando
también cuestiona hasta qué punto la muestra o muestras son realmente conscien-
tes del sentido de los criterios que estaban juzgando. En el presente estudio, llama
especialmente la atención el hecho de que las definiciones ofrecidas a priori coin-
cidían con la literatura. Por otro lado, la convergencia de los resultados induce a
pensar que, intuitivamente, los participantes en estudios de calidad pueden com-
partir las mismas normas subyacentes, al menos de las expectativas de calidad de
los servicios de interpretación.
En segundo lugar, podemos destacar la elevada y similar valoración que han
obtenido todos los criterios en ambas condiciones experimentales, con diferencias
mínimas en la mayoría de parámetros, lo que pone de manifiesto la dificultad de
aislar los criterios en la práctica ante una actividad tan compleja como la interpre-
tación y, de nuevo, cabe preguntarse hasta qué punto han sido capaces de discernir
sobre la march~ criterios que previamente parecían más o menos nítidos. El usua-
rio de un servicio, como señala Garzone (2003), es distinto del usuario de un pro-
ducto, tanto por la naturaleza efímera e intangible de la actividad como por el he-
cho de que en el interfaz interactúan un haz de factores no solamente relativos a la
interpretación en sí (Jiménez lvars 2002), lo que dificulta enormemente la evalua-
ción objetiva.
Por otro lado, los parámetros que han obtenido menor puntuación han sido coin-
cidentes en ambos vídeos, lo que concede cierta consistencia al diseño de la inves-
tigación. La gramaticalidad ha constituido la excepción que, como se ha señalado
antes, parece haberse visto negativamente afectada por la falta de cohesión, aun-
que la puntuación obtenida no puede considerarse realmente baja. Refrendan esta
relación los resultados similares obtenidos por la cohesión en el vídeo gramatica-
lidad. El déficit en gramaticalidad afecta a la evaluación de la cohesión lógica y el
déficit en cohesión lógica afecta a la evaluación de la gramaticalidad. Este es un
dato que debería tenerse en cuenta en futuras investigaciones, ya que se constituye
un hecho interesante y que puede explicarse desde la lingüística, como se ha apun-
tado anteriormente.
Para finalizar y como apunte hacia futuras investigaciones, se puede resaltar
el cambio substancial en la evaluación de la cohesión lógica producido a partir de
CAPÍTULO 6

·LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO


TRANSMISIÓN CORRECTA DEL DISCURSO ORIGINAL
MARÍA MANUELA FERNÁNDEZ SÁNCHEZ, ÁNGELA COLLADOS Aís,
MARIE-LOUISE NOBS, ESPERANZA MACARENA PRADAS MACÍAS
& ELISABETH STÉVAUX

l. INTRODUCCIÓN

En este capítulo presentaremos los resultados de la investigación llevada a cabo


y nos detendremos, aunque sea de forma somera, en el tratamiento dado a la trans-
misión correcta en la investigación en traducción e interpretación (cf. Pradas Macías,
Nobs & Femández Sánchez, en preparación). Dentro de la investigación en inter-
pretación, prestaremos especial atención a los estudios empíricos sobre calidad.
El parámetro transmisión correcta del DO 1 es sin duda el parámetro de calidad
al que se le atribuye mayor importancia cuando se trata de determinar la calidad de
una interpretación. Asimismo, es uno de los parámetros más difícil de definir jun-
to con el de transmisión completa del DO (cf. cap. 7). Así se desprende de los dis-
tintos estudios que, a partir de Bühler (1986), analizan las expectativas de calidad
no sólo de diferentes grupos de usuarios sino también de los intérpretes. No obs-
tante, pese a la importancia otorgada a este parámetro y al número importante de
trabajos que lo estudian directa o indirectamente, los datos apuntan a la dificultad
de verificar su cumplimiento en la evaluación por parte de los usuarios (Gile 1995,
1999; Collados Aís 1998). Otra observación interesante es que son escasos los au-
tores, en el marco de los estudios sobre expectativas y evaluación de la calidad, que
se hayan enfrentado realmente a una definición del mismo, o incluso a un intento

1 Si bien la expresión utilizada es transmisión correcta del DO, deseamos hacer constar que dicha

expresión se utiliza por coherencia con los cuestionarios utilizados en la parte empírica. Desde que
se iniciara este trabajo hasta la fecha, la posición teórica que sustenta el uso de esta denominación ha
ido evolucionando y, muy posiblemente, hoy se haría uso de otra denominación más acorde con los
últimos desarrollos teóricos en el tema.
M. M. FERNÁNDEZ SÁNCHEZ 1Á. COLLADOS AÍS 1M.-L. NOBS 1E. M. PRADAS MACIAS 1E. STÉVAUX LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO TRANSMISION CORRECTA DEL DISCURSO ORIGINAL

de explicación sobre lo que podríamos entender por transmisión correcta del DO. relación de fidelidad entre el TO y el TM son, sin embargo, muy recientes y pro-
No olvidemos que uno de los primeros trabajos donde se hace un intento en este ceden, no por casualidad, de una investigadora seguidora de la «Escuela de París»
sentido (Barik 1994), fue muy criticado debido, entre otras razones, al método ge- como es Hurtado Albir (1990). La fidelidad al sentido que defiende Hurtado Albir
neral seguido o al propio «cómputo» y «clasificación» de errores de sentido. (2001: 202) «Se concretiza en fidelidad a lo que ha querido decir el emisor del texto
Si bien investigadores, intérpretes y docentes parecen no tener dudas a la hora original, a los mecanismos propios de la lengua de llegada y al destinatario de la
de determinar la calidad de una interpretación cuando la «escuchan o ven», ni so- traducción». No se trata de un concepto rígido, tal y como se desprende de las tres
bre la importancia de este parámetro como elemento definitorio de la misma, su dimensiones que condicionan este principio de fidelidad: la subjetividad, relacio-
definición en situación sigue planteando problemas. nada con el sujeto traductor; la historicidad, relacionada con el contexto sociohis-
Tal y como afirma Pochhacker (1994b: 235): tórico; y la funcionalidad, relacionada con la finalidad de la traducción. De hecho,
como dice Hurtado Albir (2001: 202) «Existen, pues, diversas maneras de ser fiel
( ... ) the criteria used in the ranking studies by Bühler (1986) and Kurz (1989, 1992), según los casos».
as well as in the above quotation from Gile (1991b), indicate that there is a general Salvo en algunas investigaciones (v.gr. Hurtado Albir 2001), el concepto de fi-
consensus within the interpreting community on the quality standards for professional delidad ha ido perdiendo vigencia en los estudios contemporáneos sobre la traduc-
interpretation. We seem to know what the product should be like, but we are less sure ción. Por otra parte, la visión restrictiva del concepto de equivalencia, tal como apa-
about a method for establishing what a particular product is like in a given situation.
rece en las teorías de la traducción con una marcada orientación lingüística (Nida
Quite obviously, researchers, teachers and trainees need a method for looking at the
1964; Catford 1965), ha evolucionado hacia consideraciones más funcionales y
product.
pragmáticas, de manera que toda traducción mantiene una relación de equivalen-
cia, de muy distinto tipo, con su texto origen. En este sentido y en la línea de los
Presentamos a continuación una revisión bibliográfica que pretende reflejar el
autores defensores de los Estudios Descriptivos de la Traducción (Descriptive
tratamiento de que ha sido objeto el parámetro de la transmisión correcta del DO,
Translation Studies ) que se fundamentan, entre otros, en las publicaciones de Toury
tanto en la investigación teórica en traducción como en la investigación empírica
(1980) se entiende que esa relación de equivalencia estaría gobernada por un con-
en interpretación, para pasar posteriormente a la exposición de los estudios lleva-
junto de normas que determinan qué se entiende por una traducción correcta en la
dos a cabo. .
cultura meta (Rabadán Álvarez 1991). Siguiendo a Rabadán Álvarez (1991: 284),
todas las realizaciones de esa relación de equivalencia se encuadran dentro de una
escala delimitada por los polos de adecuación y aceptabilidad, lo que permite in-
2. ESTADO DE LA CUESTIÓN
cluir objetos tan heterogéneos como la traducción de un manual de instrucciones,
de una obra dramática o de una novela. Una de las características más llamativas
2.1. Aproximación multidisciplinar
de esta corriente teórica es, sin duda, que a la hora de reflexionar sobre el proceso
de la traducción se le presta mayor importancia a la recepción de las traducciones,
La transmisión correcta del DO, junto a la transmisión completa (cf. cap. 7),
adjudicándole a la cultura meta y a las normas que en ella rigen un peso especial.
suponen los elementos definitorios que conforman en nuestra tradición occidental
Este empeño de enfocar la recepción de un texto meta se puede observar también
lo que entendemos por traslación 2 .
en los traductólogos que consideran que el proceso de la traducción y la interpre-
A lo largo de la historia de la reflexión teórica sobre la traducción, la noción
tación se caracteriza, ante todo, por constituir una acción (cf. Holz Manttari 1984)
de «fidelidad» aparece de manera recurrente como una de las cuestiones centrales
y es llevado por los funcionalistas alemanes hacia límites antes insospechados, es-
en tomo a la traducción. Los esfuerzos más serios para caracterizar o definir esa
pecialmente en la Teoría General de la Traslación (Reiss & Vermeer 1984) en la que
queda patente la «destronización del texto original» (Vermeer 1986, 1990), al con-
siderar que el texto original no es otra cosa que una «oferta de información» sobre
2 A diferencia de otros parámetros recogidos en esta publicación, en cuyo estudio ha sido po- la base de la cual se elabora en el proceso de la traducción otra «oferta de informa-
sible contar con las aportaciones de otras disciplinas, en el caso de los parámetros transmisión com- ción» en forma de un texto meta que a su vez se transforma en otra «oferta de in-
pleta y correcta del DO, nuestra revisión bibliográfica, por definición, se limitará a lo que se ha di- formación» para el usuario de la traducción o la interpretación (cf. Nobs, 2006: 3-
cho sobre el tema en la investigación traductológica. 20). En palabras de Reiss & Vermeer:
M. M. FERNANDEZ SANCHEZ 1A. COLLADOS A!S 1M.-L. NOBS 1E. M. PRADAS MACIAS 1 E. STÉVAUX LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO TRANSMISIÓN CORRECTA DEL DISCURSO ORIGINAL 93

Translation ist ein Informationsangebot in einer Zielkultur und deren Sprache über ein En la categoría «Transferencia exacta del contenido del texto original» engloba los
Informationsangebortaus einer Ausgangskultur und deren Sprache. (Reiss & Vermeer parámetros de «equivalencia semántica» (Reiss 1971), «transmisión correcta del
1984: 105) contenido» (Vehmas-Leito 1989), «transmisión correcta del sentido» (Rydning
1991) y «transmisión correcta» (DIN 1998). A su vez, esta autora contempla en su
Algunos trabajos recientes consideran la evaluación de las t~~ducc~ones ~esde investigación el parámetro de «información fehaciente». Los resultados vuelven a
una perspectiva más amplia y manejan parámetros de evaluacwn mas ~~~ibles indicar que los usuarios castigarían a priori más las infracciones que remiten al fon-
(Rydning 1991; Nobs, 2003; Fernández Sánchez 2005 a y b). En opmwn de do aunque del estudio nuevamente se desprende que éstos detectan en primer lu-
Waddington (2000: 86): gar errores de forma (Nobs 2003: 383).
Por último, Fernánez Sánchez (2005b ), en su estudio acerca del concepto de
Por su naturaleza relativa, la traducción necesita un baremo más flexible. Esto empie- traducción y de las expectativas que sobre traducciones especializadas tienen un
za a vislumbrarse en los intentos de medir la calidad con criterios que pertenezcan al grupo de especialistas, usuarios de este tipo de traducciones, sigue la sistematiza-
contexto de la traducción. ción de categorías y parámetros establecida por Nobs (ibidem), aunque adaptándolos
a la evaluación de las traducciones especializadas. En este trabajo, la categoría de
Aunque, la investigación sobre calidad en traducción sigue reaccionando en «Transferencia exacta del contenido del TO» ocupa el segundo lugar por orden de
cierta forma negativamente ante la evaluación de la calidad por parte de los usua- importancia tras la «Adecuación pragmática». Entre las conclusiones referidas al
rios (Brunette 2000; House 2001), por considerarlos arbitrarios. parámetro que estudiamos, es interesante destacar que los especialistas identifican
La naturaleza relativa de la actividad traductora implica tener en cuenta en el errores graves con errores de contenido, lo que no significa que toleren sin más los
momento de la evaluación de la calidad de la misma, una serie de objetivos que errores de otro tipo, como puede verse en los parámetros recogidos en las restan-
pueden ser distintos para cada caso, así como difere~tes maneras d~ llev~la a c~bo. tes categorías. Ahora bien, lo que sí es cierto es que como lectores de literatura es-
Ilustremos estas observaciones con un breve recorrido por las recientes mvestlga- pecializada se han concentrado más en el nivel conceptual y en la comprensibili-
ciones empíricas que se han realizado con usuarios reales y que presentan curiosas dad del texto para los lectores, tal como se ve en lo resultados de ésta y de la si-
coincidencias en relación con la transmisión correcta de la información como cri- guiente categoría [Claridad en la exposición del contenido]. Asimismo, conviene
terio de calidad de una traducción. Podemos empezar por Rydning (1991), quien en dejar constancia de la preferencia por el «profesional traductor» frente al «traduc-
su investigación pone de relieve que los sujetos evaluadores expertos en el tema del tor profesional», a la hora de ocuparse de la traducción de textos especializados sien-
texto traducido «Se centran en el parámetro transmisión correcta del sentido y des- do la principal razón aducida el conocimiento del tema atribuido a los profesiona-
cuidan las incorrecciones formales y lingüísticas (ortografía, puntuación, etc.), mien- les. Y es que, según Fernández Sánchez (ibidem), los especialistas identifican la tra-
tras que los evaluadores no familiarizados con el tema~~ fijan ante t?d~, en los vi- ducción de textos especializados con un problema técnico exclusivamente (cf.
cios de forma», o dicho de otra forma: «a) una traduccwn para un pubhco experto Fernández Sánchez 2005b). Además, en el apartado de evaluaciones negativas, al-
con conocimiento del tema tratado es aceptable, si los destinatarios no detectan in- gunos de los especialistas apuntan distintas posibilidades en cuanto a la correcta tra-
congruencias, imprecisiones o errores en la transmisión de la información. Suele ducción de los términos técnicos como guiarse por anteriores traducciones, o con-
existir tolerancia hacia las deficiencias o incorrecciones en el plano lingüístico y sultas a especialistas.
formal y, b) una traducción para el gran público es aceptable, si es correcta en el Terminaremos este repaso diciendo que lo que ponen de relieve estos últimos
plano lingüístico, ya que al no conocer bien el tema se suele fijar más _en los ele- trabajos empíricos es que importa tener en cuenta las valoraciones realizadas por
mentos formales a los qué tienen acceso que en los elementos de contemdo» (Nobs los usuarios de traducciones, sobre todo por lo que nos revelan sobre lo que en nues-
2003: 76). Estos resultados vendrían a corroborar los resultados de distintos traba-
tra cultura y en el ámbito de un determinado tipo de traducción se considera de
jos empíricos en expectativas y evaluación de la calidad en interpretación, como mayor importancia, así como sobre el umbral mínimo aceptable de calidad de una
veremos en el apartado siguiente. . traducción. Se trata de una información que puede completar el conocimiento de la
Nobs (2003: 79-81), en su investigación experimental sobre las expectativas y realidad profesional en la que trabajamos, y que nos permite, llegado el caso, com-
evaluación de la calidad en traducciones del ámbito turístico por usuarios reales,
prender mejor determinadas exigencias por parte de los usuarios, y reconvertidas
sistematiza en una tabla las distintas categorías y parámetros de evaluación de la dentro de un ejercicio digno de la profesión.
calidad propuestas por distintos autores dentro de la investigación traductológica.
94 M. M. FERNÁNDEZ SÁNCHEZ 1Á. COLLADOS A!S 1M.-L. NOBS 1E. M. PRADAS MACÚlS 1E. STÉVAUX LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO TRANSMISI6N CORRECTA DEL DISCURSO ORIGINAL 95

2.2. Estudios de interpretación Este es el caso de Viezzi (2003: 152) quien considera que:

2.2.1. Aproximación multifocal When assessing a target text from the point of view of accuracy, attention should (.. )
paid to aspects such as schared knowledge, relevance, entended meaning, and, more
Son muchos los investigadores que, desde los inicios de la investigación en generally, the various aspects of the communicative situation, rather than resorting to
esta disciplina, se han interesado por estudiar la dimensión de la importancia del a mechanical Barik-like detection of discrepancies between target text and source text.
sentido expresado en la interpretación con respecto al expresado en el original, e Paradoxically, there is first of all a need to recognise the information content and this
means that reference to communicative situation is once again crucial.
igualmente se han esforzado por aclarar qué es una transmisión correcta del DO.
Ahora bien, no abundan los trabajos que tengan como objeto exclusivo el análisis Entre los trabajos que estudian el parámetro transmisión correcta del DO como
del parámetro, sino que su estudio se incluye en los trabajos generales sobre cali-
variable dependiente y que tienen como objetivo analizar los factores de interpre-
dad. En este apartado nos referiremos a aquéllos en los que la transmisión correcta
tación concretos que afectan a la calidad de la interpretación, podemos mencionar
del DO es estudiada de forma explícita, aunque sea de modo instrumental.
en primer lugar a Gerver (1974). Este trabajo pionero estudia la influencia de la
Como afirma Tommola (2003: 127):
velocidad de emisión del DO en la calidad de la interpretación. En segundo lugar,
Anderson (1979), estudia el efecto de la disponibilidad del discurso original y de
The notion of 'core meaning', i.e. the cognitive content that should be conveyed, fea-
la visibilidad del orador en la calidad de la restitución informativa (cf. Collados
tures in most discussions of interpreting quality, and there appears to be little contro-
versy about the transfer of semantic information as the necessary, even if not suffi- Aís & Gile 2001). Estos trabajos se basan en una contabilización cuantitativa de
cient, condition for overall quality. los «errores» de transmisión, aunque el problema sigue subsistiendo en la propia
definición de «error».
Y como sigue afirmando han sido muy variadas las denominaciones que ha En esta misma línea, aunque más recientes e insertados en el ámbito de la in-
recibido: terpretación también en su metodología, se encuentran las investigaciones lleva-
das a cabo por Moser Mercer et al. (1998) y Alonso Bacigalupe (1999), entre otros.
Rate of inf.ormativeness (Carroll 1996), adequacy (Barik 1971), message integrity Partiendo de distintas variables independientes (turnos de cabina, texto leído fren-
(Mackintosh 1985), fidelity (Gile 1995), fidelité informationelle (Gile 1983; Viezzi te a no leído, visibilidad del orador, respectivamente), estos investigadores retoman
1993), sense consistency with the original message (Bühler 1986; Kurz 1989), a faith- y actualizan el instrumental cuantitativo de medición del cumplimiento del
ful image [of the original] (Gile 1991), loyalty to the speaker (Schjoldager 1995), parámetro transmisión correcta del DO a fin de analizar el efecto de las condicio-
number of correctly translated information units (Lambert et al. 1995), completeness nes de trabajo o determinadas características del DO y su exposición (cf. Collados
and accuracy (Moser-Mercer 1996), [conveyance of] meaning-carrying elements Aís & Gile 2001).
(Shlesinger et al. 1997), exact and faithful reproduction (Jorres 1998), accuracy (Lee
1999), or fidelity to the source (Diriker 1999).
2.2.2. Estudios empíricos de calidad
Posiblemente, los trabajos centrados en el establecimiento de una tipología de
errores mediante la comparación entre discurso original e interpretación, como los En su trabajo, Bühler (1986) recoge la transmisión correcta del DO con la de-
efectuados por Barik (1994), Altman (1994) y Falbo (1993), puedan considerarse nominación «consistencia del sentido con el mensaje original» (sense consistency
como los estudios más centrados en el estudio específico de este parámetro. Su with the original message). Según la propia autora, este parámetro es el líder ab-
principal característica es el arriesgado intento de sistematización de errores de in- soluto con un 96% de los encuestados que lo consideraron muy importante. Sólo
terpretación lo que, sin duda, no es tarea nada fácil habida cuenta de la compleji- dos encuestados lo valoraron como importante, lo que lleva a Bühler (1986: 231)
dad del tema. Al margen de los problemas intrínsecos de dicha sistematización, a a plantearse con respecto a estos dos encuestados si la causa podría ser una mala
algunos de estos trabajos se les ha achacado, entre otras cosas, el haber considera- interpretación de la pregunta. Mantiene que este resultado está en la línea de los
do los errores de manera aislada, sin tener en cuenta la situación ni la práctica pro- resultados relacionados con la fiabilidad del traductor en los códigos profesionales
fesional (Mack 2002: 112). de las organizaciones de traductores, así como con los postulados de la Escuela de
París con respecto a la disciplina de la interpretación. En la investigación de Kurz
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(1989, 1993), este parámetro fue igualmente considerado el parámetro más impor- sean los destinatarios o la situación concreta, aunque se confirma el predominio
tante entre los que inciden en la calidad de una interpretación, siendo calificado de del parámetro transmisión correcta del DO sobre los parámetros de forma, que, en
muy importante por el 81% de los usuarios encuestados (1989: 144), confirmán- este estudio -y posiblemente por los sujetos que lo componen- adquieren mayor
dose la valoración en el segundo estudio (1993) donde obtiene una media de 3,69 importancia que en los anteriores.
en una escala de cuatro. Gile (1990), en el primer trabajo sobre evaluación de la Gile (1995c), ahondando en lo que ya apuntaba en su trabajo de 1990 sobre la
calidad en situación, recoge el parámetro de transmisión correcta del DO con la probable subjetividad de los receptores al valorar una interpretación, estudia la
denominaciónfidelité. Los resultados obtenidos indican una valoración positiva muy fiabilidad de los mismos en cuanto a la valoración del parámetro que nos ocupa a
alta en el caso de los delegados anglófonos (media 5 de 5) y una media de 3,88 en través de experimentos distintos. Los resultados confirman que los receptores no
el caso de los francófonos (nótese que el número de encuestados anglófonos y son buenos detectores de errores de sentido, incluso cuando conocen las dos lenguas
francófonos oscila respectivamente entre 5 y 18). De todas maneras, Gile conside- o disponen de la transcripción, son expuestos de forma consecutiva al discurso origi-
ra, a la vista de las interpretaciones grabadas, que las valoraciones pueden consi- nal y a la interpretación, hecho que se refrendaría en el trabajo de Collados Aís
derarse como muy generosas (ibídem: 68). (1998). En esta investigación experimental los usuarios, a pesar de otorgarle, al
En el estudio realizado por Kopczynski (1994) es difícil discernir qué criterio igual que en todos los estudios anteriores, más importancia a los criterios de fondo
de su cuestionario responde al de la transmisión correcta del DO, dado que utiliza que a los de forma, no confirmaron sus prioridades en la evaluación. En el estudio
las expresiones rendering the general content ofTl, «restitución del contenido ge- de Pradas Macías (2003) donde se investiga el efecto de un intraparámetro, las
neral del TO», y rendering the detailed content of TI, «restitución del contenido pausas silenciosas, sobre la fluidez de una interpretación y en relación con la calidad
detallado del TO» (así como too general, too detailed). Si bien se infiere que el de la misma, a semejanza de estudios anteriores, el criterio transmisión correcta
primero puede hacer referencia a la transmisión correcta, y el segundo a la trans- del DO fue considerado el más importante por los usuarios. Hay que añadir además
misión completa, es cierto también que ambos pueden hacer referencia a los dos que los resultados confirman los de Collados Aís (1998) en cuanto que la forma
parámetros. No obstante, ni las distintas perspectivas ni la terminología utilizada parecía tener una cierta influencia sobre la evaluación de este parámetro. Si se
por este autor cambian el resultado. A semejanza de los estudios revisados ante- produjo alguna diferencia con respecto a los trabajos anteriores, tiene que ver con
riormente, los usuarios anteponen el contenido a la forma y consideran el criterio el hecho de que un mayor número de sujetos fue consciente de no poder evaluar
«producción detallada del contenido» como el más importante en una interpreta- este parámetro. Garzone (2003) también llevó a cabo un estudio experimental de
ción, aunque cuando se les pide que enumeren los elementos más irritantes, este dos fases en el ámbito de la calidad en interpretación. En una primera fase, 16
parámetro, exact rendition of the content of their speech, no ocupa el primer lugar sujetos, todos ellos con alguna experiencia como usuarios del servicio de IS,
(ibídem: 194-195). En el año 1995, Moser utiliza el término faithfulness (1995: contestaron a un pequeño cuestionario de cuatro preguntas planteadas en el
B15). Los resultados indican que: cuestionario de Kurz (1989, 1993), dos referidas al contenido y dos concernientes
a la forma. En concreto y refiriéndose al parámetro que nos ocupa, denominado
The hypothesis that users at technical meetings would prefer a more literal interpreta- por Kurz sense consistency with original message, fue reformulado por Garzone
tion is not supported by the survey results (see Fig. 8): 20% of the participants attend- (2003) como «fidelidad al discurso original», ya que en su opinión, resultaba más
ing large general meetings rank literal reproduction above faithfulness to meaning comprensible para el lego en la materia. Los resultados de este estudio reflejaron,
whereas for those attending large and small technical meetings this is true for only como en Collados Aís (1998), que no es lo mismo contestar a un cuestionario de
14% and 16% respectively. expectativas que a uno de evaluación. Los aspectos formales incidieron en los de
contenido, afectando en algo más de tres puntos a los parámetros «fidelidad al
El punto en el que se consigue unanimidad es en la importancia del discurso original» y «cohesión lógica del enunciado». Con referencia a las
contenido sobre la forma (ibídem: B 17), con el predominio claro del criterio diferencias en la valoración de los criterios en el caso de las expectativas y en el
«lealtad al original», especialmente en el caso de usuarios habituales de la de evaluación, Garzone opina (2003: 28) que se deben a que, en el primer caso, se
interpretación. evalúa cada criterio de forma aislada y, en el segundo caso, la evaluación ya no
Kurz & Pochhacker 1995, en su trabajo sobre expectativas de calidad en puede hacerse de manera aislada porque los distintos criterios se solapan e
usuarios, profesionales de la televisión austriaca y alemana, confirman la hipótesis interfieren unos en otros.
de atribución de diferente peso a los criterios de calidad, dependiendo de quiénes
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3. TRABAJO EMPÍRICO sión de la información (cf. ap. 2.1.), parece lógico que los dos parámetros que se
encuentran más cercanos sean precisamente la transmisión completa y la cohesión
3.1. Estudio 1: Expectativas lógica. La mayoría de los estudios sitúan la transmisión correcta en primer lugar,
aunque hay otros estudios que ya tuvieron resultados similares (Pradas Macías
3.1.1. Resultados 2003). De hecho las diferencias entre uno y otro parámetro son prácticamente
inexistentes con un 0,03 y refrendarían una posición líder compartida por estos
Los resultados de la encuesta sitúan a la transmisión incorrecta del DO con parámetros.
una media de 4.44 en el segundo lugar de parámetros que pueden influir a la hora Los resultados vuelven, por tanto, a confirmar que la transmisión correcta es
de valorar la calidad de una IS (véanse tabla 1 y anexo 3). Este parámetro se en- el objetivo prioritario de una interpretación de calidad, al menos desde el plano de
cuentra inmediatamente después de la cohesión lógica, que obtiene un 4,47 de me- las expectativas, frente a otros parámetros no verbales.
dia, es decir prácticamente la misma valoración, y justo antes de la transmisión
incompleta del DO, con un 4,20 (0,24). El siguiente parámetro, tras la transmisión
completa, es el de la fluidez, si bien éste ya obtiene una valoración inferior a 4 3.2. Estudio 2.: Contextualización
(3,84). Un 62,37% de los sujetos encuestados le ha otorgado a este parámetro la
máxima influencia (5 en un rango de 5). 3.2.1. Resultados

Tabla 1 Si analizamos las respuestas de los usuarios en el cuestionario presentado en


Resultados expectativas usuarios el marco del presente trabajo, podemos ver que las respuestas, en cuanto a qué
entienden por transmisión correcta, denotan diferentes formas de explicar el pará-
N metro: «que coincida» o «haya coincidencia» con «el mensaje», con el «sentido
1 válido Mínimo Máximo Media Desv. típ. original» del «discursante» o «ponente» y que «no distorsione, salvo cuando el re-
acento 197 1,00 5,00 2,0152 ,95553 ceptor necesite un simil», «la comunicación fiel de las ideas del ponente» o que
voz 196 1,00 5,00 2,5918 1,08450 «quede clara la idea que se quiere transmitir». En cuanto a lo que más les irritaría,
fluidez 191 1,00 5,00 3,8429 ,86842
encontramos «la interpretación libre», «que se adapte demasiado a su cultura», «una
cohesión 196 1,00 5,00 4,4746 ,75420
t. correcta 194 1,00 5,00 4,4433 ,85132 tergiversación de lo que se ha dicho», «que se pierda el discurso que el autor trató
t. completa 194 2,00 5,00 4,2010 ,86126 de transmitir a los oyentes», o incluso, «la confusión, falta de seguridad, el mal
terminología 196 1,00 5,00 4,0255 ,80662 ritmo o tono de la interpretación».
estilo 195 1,00 5,00 3,5179 ,87546 Tras el primer fragmento de visionado del vídeo, salvo un sujeto que mani-
entonación 197 1,00 5,00 2,9137 1,07744 fiesta que no puede valorar si se produce la transmisión correcta o no en el vídeo
dicción 197 1,00 5,00 3,6294 ,96349
gramaticalidad
manipulado (aunque sí valora a continuación numéricamente), el resto no aprecia
99 1,00 5,00 3,3939 ,97748
una transmisión incorrecta y, sin embargo, un sujeto alude a cuestiones no verba-
les como el «tono demasiado agudo». Tras el segundo y último fragmento visionado,
algunos sujetos ya sí aprecian «alguna contradicción» y sospechan de «referencias
posiblemente erróneas», aludiendo nuevamente, en esta ocasión tres sujetos, al «tono
3.1.2. Discusión
monótono», a la <<enunciación que, en ocasiones, es demasiado neutral» y a que
Los resultados obtenidos son consistentes con los resultados de otros traba- «da la sensación de que leyese la intérprete».
La valoración del parámetro tras el primer visionado del vídeo se sitúa en 3,9,
jos previos sobre expectativas de calidad en los usuarios e intérpretes (cf. ap.
2.2.2.). Así la transmisión correcta vuelve a situarse en los puestos de cabeza, y tras el segundo visionado, en 3,5.
junto a la cohesión lógica y a la transmisión completa. Si tenemos en cuenta que
la transmisión correcta suele formar parte de lo que se entiende por la transmi-
roo M M. FERNÁNDEZ SÁNCHEZ 1Á. COLLADOS AIS 1M-L. NOBS 1 E. M PRADAS MACIAS 1E. STÉVAUX LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO TRANSMISI6N CORRECTA DEL DISCURSO ORIGINAL IOI

3.2.2. Discusión aar (5). Únicamente, la valoración de la ponencia original se sitúa por debajo
t:>
de 4 (3,41).
En las respuestas de los sujetos se aprecian coincidencias en cuanto a qué en-
tienden por transmisión correcta, de forma que utilizan términos que aparecen en Tabla 2
la bibliografía especializada como fidelidad, transmisión del mensaje del orador o, Evaluación del vídeo transmisión correcta
simplemente, su no distorsión. Incluso se menciona la adaptación al entorno cultu-
ral de la interpretación. No obstante, no deja de llamar la atención que, junto a Desviación
estos comentarios cercanos al ámbito teórico y referidos directamente al parámetro Media tíoica Mínimo Máximo Perdido N total
que nos ocupa, el parámetro de contenido por excelencia, los· encuestados hagan
valoración global 4,33 ,65 3,00 5,00 o 12
acento 4,58 ,67 3,00 5,00 o 12
referencia a aspectos no verbales como la entonación, el tono o la seguridad que voz 3,92 ,51 3,00 5,00 o 12
parece transmitir la intérprete. Asimismo es interesante observar como solamente fluidez 4,67 ,49 4,00 5,00 o 12
un sujeto manifiesta no poder evaluar la transmisión correcta del DO, aunque este cohesión 4,25 ,62 3,00 5,00 o 12
comentario no le impide, como mencionamos en el apartado anterior, otorgarle una t. correcta 4,33 ,49 4,00 5,00 o 12

puntuación numérica, lo que parece confirmar sospechas anteriores referidas a la t. completa 4,67 ,49 4,00 5,00 o 12
terminología 4,42 ,51 4,00 5,00 o 12
evaluación del parámetro que nos ocupa, tanto en la no conciencia sobre la falta estilo 4,58 ,67 3,00 5,00 o 12
de mecanismos en la detección, como en la posibilidad de existencia de otros me- entonación 3,83 ,72 2,00 5,00 o 12
canismos o vías no conscientes en la evaluación (cf. Collados Aís 1998; Pradas dicción 4,75 ,45 4,00 5,00 o 12
Macías 2003). Igualmente, cabe destacar la puntuación otorgada a la valoración de gramaticalidad 12 12
este parámetro que, si en un primer momento se sitúa en 3,9, tras el segundo profesionalidad 4,75 ,45 4,00 5,00 o 12

visionado, desciende a 3,5, lo que puede deberse tanto a la explicación del parámetro fiabilidad 4,67 ,49 4,00 5,00 o 12

como a la mayor exposición a la interpretación.


ponencia 3,42 ,67 2,00 4,00 o 12

En cuanto a la valoración d.el parámetro transmisión correcta del DO, los vídeos
3.3. Estudio 3: Evaluación 3 transmisión correcta y control se diferencian únicamente en 0,08 (véase gráfico
1). En cuanto al resto de parámetros, el vídeo transmisión correcta supera al vídeo
3.3.1. Resultados
control en los siguientes parámetros: acento, fluidez, estilo, entonación y dicción.
Los resultados son idénticos para el parámetro cohesión lógica y prácticamente idén-
Los resultados de evaluación del vídeo experimental muestran una valoración ticos también para el parámetro transmisión completa (diferencia de 0,01). No hay
muy alta en todos los apartados del cuestionario (véase tabla 2). Todos los pará- ninguna diferencia que supere los 0,5. En la valoración global de la interpreta-
metros que se indagaron obtienen puntuaciones por encima de 4 puntos o igual a 4 ción se presenta una diferencia de 0,34 a favor del vídeo control. En profesiona-
(entonación). El parámetro transmisión correcta, en concreto, obtiene un 4,33 de lidad y fiabilidad, las diferencias, a favor del vídeo control en profesionalidad y
media, al igual que la valoración global de la interpretación. El parámetro mejor a favor del vídeo transmisión correcta en fiabilidad, oscilan entre 0,07 y 0,01,
valorado es el de dicción (4,75), seguido por fluidez y transmisión completa con respectivamente.
un 4,66 en ambos parámetros. Un 4,58 obtienen seguidamente los parámetros acento
y estilo. La impresión de profesionalidad y fiabilidad se sitúan con un 4,75 y
un 4,66, respectivamente, cercanos a la puntuación máxima que se le podía otor-

3
En los resultados de este vídeo contamos con los datos suministrados por Elisabeth Stévaux
(en preparación) para el vídeo control.
I02 M. M FERNANDEZ SANCHEZ 1Á. COLLADOS AiS 1M-L. NOBS 1E. M PRADAS MACIAS 1 E. STÉVAUX LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO TRANSMISIÓN CORRECTA DEL DISCURSO ORIGINAL

Gráfico 1 3.3.2. Discusión


Comparación vídeo control y vídeo transmisión correcta
Si tenemos en cuenta la valoración del parámetro transmisión correcta del DO
en los demás vídeos manipulados, es interesante apreciar como este parámetro so-
lamente es mejor valorado en los vídeos estilo y entonación (diferencias de 0,04 a
0,11), lo que confirmaría que los usuarios no son buenos detectores de fallos de
contenido. El hecho de que esta investigación constituya la replicación de un estu-
dio anterior (Collados Aís 1998) y, en cierta manera, corrobore los experimentos
llevados a cabo por Gile (1990, 1995c, 1999) se podría pensar que estamos ante
datos que ciertamente ya sí pueden ser considerados más que indicativos. En el
estudio que se pretende replicar, de hecho este vídeo fue uno de los mejor valo-
rados por los sujetos (usuarios e intérpretes) en prácticamente todos los parámetros
sobre los que se indagó, destacando la excelente valoración de los parámetros acen-
to, fluidez, transmisión completa del DO y terminología (4,57 en todos los casos).
Asimismo, fueron muy bien valoradas la profesionalidad de la intérprete (4,85) y
la fiabilidad (4,35). En aquella ocasión, sin embargo, la entonación de la intérprete
fue el parámetro peor valorado. La valoración de la ponencia original fue práctica-
mente valorada igual por los usuarios del experimento anterior (3,42).
El parámetro transmisión correcta ha sido el parámetro mejor valorado en los Por otra parte, se confirma que muy pocos usuarios son conscientes de esta
vídeos de estilo (4,44) y entonación (4,37). Por el contrario, ha sido el peor valo- falta de control que ejercen sobre la evaluación de la interpretación (al menos has-
rado en los vídeos de fluidez (3) y en transmisión completa (3,71). En el resto de ta el punto de impedirles valorarla) al igual que sucediera con el experimento an-
los vídeos las valoraciones oscilan entre 4,25 del vídeo control a 4 de los vídeos terior (cf. Collados Aís 1998). Este extremo también se ha confirmado en el estu-
o
gramaticalidad dicción. dio de contextualización (cf. ap. 3.2.) donde ningún sujeto ha dejado de valorar, a
pesar de que uno de ellos sugiere que no está capacitado.
Gráfico 2
Evaluación del parámetro transmisión correcta según vídeos
4. CONCLUSIONES

e control Si la revisión del parámetro nos ha llevado a considerar que, a pesar de estar
a acento
frente a un parámetro esencial de la calidad de la interpretación, sus múltiples for-
mcohesión
mas de denominarlo, así como la no existencia de una definición taxativa, puede
O dicción

o entonación
depender, como en el caso de la transmisión completa del DO (cf. cap. 7), de la
mestilo propia delimitación del papel del intérprete.
e fluidez En los estudios empíricos sobre la calidad de la interpretación es incontrasta-
mgramatlcalidad
ble su predominio en la escala de prioridades de las expectativas de usuarios e in-
e terminología
térpretes de todos los trabajos analizados, junto a otros parámetros como cohesión
ct. correcta

mt. completa
lógica. No obstante, desde la perspectiva del usuario, en la que nos centramos, de-
mvoz terminados elementos como la dificultad de detectar determinados errores en la
transmisión del DO analizada por Gile en 1990 (aunque sugerida ya en 1983) pro-
vocan que el usuario valore una interpretación que vulnere esta transmisión como
t. correcta
104 M. M. FERNÁNDEZ SÁNCHEZ 1Á. COLLADOS AfS 1M.-L. NOBS 1 E. M. PRADAS MACIAS 1E. STÉVAUX

buena si concurren otros elementos. El estudio de contextualización ha demostra-


do consistencia entre los términos usados en las definiciones de los usuarios con CAPÍTULO?

la terminología de los estudios teóricos. En todo caso, también ha mostrado como, LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO TRANSMISIÓN COMPLETA
incluso cuando se pregunta por un parámetro de contenido, los elementos no ver- DEL DISCURSO ORIGINAL
bales salen a colación, ya sea como irritantes (falta de seguridad, tono agudo, en-
tonación monótona) o como la propia valoración de la transmisión correcta. Esta ESPERANZA MACARENA PRADAS MACÍAS, ÁNGELA COLLADOS Aís
interconexión entre parámetros verbales y no verbales puede explicar determina- & MARÍA MANUELA FERNÁNDEZ SÁNCHEZ
das valoraciones, tanto en sentido positivo como negativo. En todo caso, cabe se-
ñalar que estamos ante un experimento y que, por tanto, faltarían elementos
contextualizantes de la situación que podrían servir de filtro a determinadas
imprecisiones o incorrecciones.

l. INTRODUCCIÓN

En el presente capítulo presentamos los resultados de los experimentos lleva-


dos a cabo y nos detendremos, aunque sea de forma somera, en el tratamiento dado
a la transmisión completa del DO en la investigación en traducción e interpretación
(cf. Pradas Macías, Nobs & Collados Aís, en preparación). Dentro de la investiga-
ción en interpretación, prestaremos especial atención a los estudios empíricos so-
bre calidad.
El reconocimiento del carácter central de este parámetro como elemento defi-
nitorio por excelencia de la interpretación, y como parámetro imprescindible en la
evaluación de la calidad de la misma (Gile 1983: 239), no significa, claro está, que
las referencias al mismo no difieran: rate of informativeness (Carroll 1966), ade-
quacy (Barik 1971), message integrity (Mackintosh 1985),fidelité informationnelle
(Gile 1983), equivalence (Viezzi 2003), etc.
Por otra parte, y a semejanza de lo que sucede con otros parámetros que inci-
den en la calidad de una interpretación, y de una traducción, los diferentes puntos
de vista al respecto subrayan, por un lado, la complejidad subyacente a las opera-
ciones cognitivas que estudiamos: la transmisión de la información en interpreta-
ción simultánea le plantea problemas al intérprete; y por otro lado, la dificultad que
encierra su estudio al tratarse de operaciones que rara vez se llevan a cabo de ma-
nera aislada: muy al contrario, se realizan al mismo tiempo que otras, o en plena
competencia con otras. Así cuando hablamos de la transmisión completa de la in-
formación, estamos hablando de un ideal de restitución completa de la información,
pero al mismo tiempo hablamos de un ideal de fidelidad informativa, y de la nece-
sidad de ser claros e inteligibles sin dejar de ser pertinentes en relación con una in-
formación ya dada, lo que nos acerca a la omisión vinculada a las estrategias del
intérprete (cf. Petite 2003).
ro6 M. M. FERNÁ.NDEZ SÁ.NCHEZ 1Á. COLLADOS AiS 1E. M PRADAS MACIAS LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO TRANSMISION COMPLETA DEL DISCURSO ORIGINAL 107

2. ESTADO DE LA CUESTIÓN Luego al fin y al cabo, lo único que tiene que traducir [los traductores] son palabras, y
deben responder de todas y cada una de ellas en alguna parte de su texto terminal,
2.1. Aproximación multidisciplinar unas veces dejándolas de traducir deliberadamente [ ... ] y otras compensándolas, por-
que si las tradujeran sin pensar lo que producirían inevitablemente sería una
En la investigación traductológica 1, el parámetro de la transmisión completa, sobretraducción.
recogido, entre otros, en el concepto de equivalencia, constituye uno de los temas
recurrentes en la investigación contemporánea, dando lugar a actualizaciones y re- Entre las definiciones de traducción más conocidas se encuentra la de Nida
visiones del concepto en cuestión, e incluso a profundos desacuerdos entre los in- (1986: 29): «La traducción consiste en reproducir, mediante una equivalencia na-
vestigadores sobre la validez y vigencia del mismo. De hecho, si hay algún concepto tural y exacta, el mensaje de la lengua original en la lengua receptora, primero en
clave y polémico, al mismo tiempo, en la investigación traductológica, es sin nin- cuanto al sentido y luego en cuanto al estilo». Es evidente que la jerarquización
guna duda el de «equivalencia». Y lo es desde sus formulaciones más tempranas. de obligaciones que Nida impone al trabajo del traductor apunta a ese imperati-
Recordemos la famosa cita del trabajo de Jakobson (1959:233): «Equivalence in vo ineludible relacionado con la restitución del contenido por encima de todo lo
difference is the cardinal problem of language and the pivotal concem of linguis- demás.
tics», donde ya se apuntan algunas de las cuestiones en las que se centrarán las dis- La relación entre un TO y un TM han estado siempre presentes entre las pre-
cusiones sobre el tema, como el de su definición y la pertinencia del enfoque lin- ocupaciones de la llamada Escuela de Leipzig, sobre todo en los primeros tiem-
güístico en el estudio del concepto. pos, con un riguroso acercamiento a lo que llamaban la «traducción equivalente»
El concepto de equivalencia está presente en las definiciones de traducción que (cf. Jung 2000: 32) y que fue desarrollando hacia el postulado de la equivalencia
proponen los investigadores de clara orientación lingüística: Catford (1965), Nida funcional.
(1974), Newmark (1988) y García Yebra (1982), por citar a algunos de los más co- Son otros los intereses de las teorías funcionalistas procedentes asimismo del
nocidos. En palabras de éste último (1982: 43): ámbito germánico, y orientadas hacia una visión más amplia del fenómeno traduc-
tor. Las definiciones que proponen los investigadores más representativos de esta
La regla de oro para toda traducción es, a mi juicio, decir todo lo que dice el original, corriente funcionalista hacen referencia a conceptos como acción comunicativa, fi-
no decir nada que el original no diga, y decirlo todo con la corrección y naturalidad nalidad o skopos (cf. Reiss & Vermeer 1984; Holz Manttari 1986), lo que dista mu-
que permita la lengua a la que se traduce 2 . cho de la concepción lingüística y normativa de los enfoques anteriores. En las teo-
rías de orientación funcionalista, el concepto clave que explica la transferencia cul-
Según García Yebra, las dos primeras normas (cf. Toury 1980) equivalen a una tural, funcional y lingüística ya no es el de equivalencia, sino el de adecuación:
fidelidad absoluta respecto al contenido, mientras que la tercera sirve para justifi-
car la libertad requerida en cuanto al estilo (cf. cap. 9). La dificultad en el cumpli- Se refiere a la relación que existe entre el texto final y el de partida teniendo en cuen-
miento de estas normas, sigue diciendo ese autor, reside en saber aplicar las tres al ta de forma consecuente el objetivo (escopo) que se persigue con el proceso de tra-
mismo tiempo. ducción. (Reiss & Vermeer 1996: 124).
En la misma dirección se sitúa Newmark, quien en más de una ocasión ha sa-
lido en defensa de la traducción literal (1992:102), además de hacer mención ex- Importa señalar que el interés de las teorías funcionalistas se dirige hacia el polo
plícita de la obligación por parte del traductor de responder de todas y cada una de meta, lo que les obliga a estudiar muy detenidamente todos los factores que inter-
las palabras (1992: 58): vienen en la nueva situación comunicativa, desde las características del encargo de
traducción hasta las características y posibles reacciones de los destinatarios de la
traducción.
Entre los criterios objetivos defendidos por House (cf. 1981) para evaluar la
1 A diferencia de otros parámetros recogidos en esta publicación, en cuyo estudio ha sido po-
calidad de una traducción se encuentra la identificación de errores que pueden ser
sible contar con las aportaciones de otras disciplinas, en el caso de los parámetros transmisión com- de dos tipos: los que se deben a faltas de equivalencia funcional y los que se de-
pleta y correcta del DO (cf. cap. 6), nuestra revisión bibliográfica se limitará a lo que se ha dicho so-
ben a las faltas de equivalencia denotativa. Entre estos últimos se encuentran las
bre el tema en la investigación traductológica.
2
Las cursivas son del autor. omisiones, adiciones y sustituciones inadecuadas (ibidem: 57).
roS M M FERNANDEZ SANCHEZ 1A. COLLADOS AIS 1 E. M. PRADAS MACIAS LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO TRANSMJSJ6N COMPLETA DEL DISCURSO ORIGINAL
I09

Siguiendo en el ámbito de los estudios de calidad, mencionaremos las caracte- 2.2. Estudios de interpretación
rísticas que según Schaffner (1998) debe reunir un TM para ser una buena traduc-
ción: «accurate, correct, precise, faithful, or true reproduction» en relación con el 2.2.1. Aproximación multifocal
TO. La comparación sobre la que descansa la evaluación, incluiría aspectos cuan-
titativos como cualitativos. Las omisiones (completeness of message transfer), en- En interpretación, el parámetro de la transmisión completa del DO ha sido tra-
trarían a formar parte de los aspectos cuantitativos (ibidem: 1). tado desde distintas perspectivas que subrayan el diferente valor que puede asumir
Respecto a las omisiones, en un trabajo reciente (Dimitriu 2004) se señala la en el producto de la interpretación o en el proceso. Su valor es controvertido des-
resistencia en la literatura especializada a hablar de este recurso o procedimiento de los primeros trabajos centrados en el establecimiento de una tipología de erro-
de traducción y cómo, en su lugar, se habla de aquellos «more positive «counter- res mediante la comparación entre discurso original e interpretación, como los efec-
parts», i.e. addition and explicitation» (ibidem: 163). Es más, los diccionarios re- tuados por Barik (1972 apud Lamberger Felber 1998), Altman (1994) y Falbo
cientes sobre estudios de traducción no suelen contemplar las omisiones como en- (1994). Estos estudios ofrecen intentos de sistematización de errores de interpreta-
trada, sino que incorporan sus «partial» sinónimos: «implicitation, subtraction, ción, incluyendo las omisiones en sus distintas vertientes. Para Barik, por ejemplo,
economy, condensation or deletion» (Dimitriu 2004: 163). Según esta autora, la entre las omisiones se pueden distinguir las siguientes: «skipping omission,
explicación de esta ausencia podría deberse a dos factores. Por una parte, a la in- comprenssion omission, delay omissión y compounding omission» (ibidem: 122-125).
trínseca vinculación de la transmisión completa con la cuestión ética de la «fideli- Sistematizaciones similares, e incluso idénticas, son las utilizadas por diver-
dad» en traducción, que implicaría la «equivalencia» entre texto origen y texto meta, sos estudios experimentales que recogen el parámetro transmisión completa o co-
y por tanto excluiría la posibilidad de omitir. Por otra parte, a las connotaciones rrecta del DO como variable dependiente y que tienen como objetivo analizar fac-
negativas que conlleva tanto el verbo «omitir», como el nombre «omisión», en el tores de interpretación concretos que afectan a la calidad de la interpretación. Po-
sentido de que algo que debía hacerse o incluirse, no se hizo o no se incluyó. A modo demos mencionar, en primer lugar, a Gerver (1970 apud Lamberger Felber 1998:
de ejemplo, en la obra colectiva Terminologie de la traduction encabezada por 26), que considera también diferentes tipos de omisiones: de palabras sueltas, de
Delisle, se define la «omisión» como un error de traducción: «a translation error frases de dos o más palabras, de frases largas, de más de siete palabras. Según
where the traslator fails to render a necessary element of information from the source Lamberger-Felber (ibídem: 26), Gerver no ofrece datos s9bre cómo ha llegado a
text in the target text» (Delisle 1999: 165, apud Dimitriu 2004: 164). esta clasificación, ni tampoco ejemplifica a partir de su corpus. Este trabajo pione-
Por último, podemos decir que el mismo ideal de restitución completa, sigue ro de Gerver, así como el mencionado de Barik (meritorios en cuanto a la época
funcionando en el ámbito profesional. Así lo recoge Nobs (2003), a propósito de los en la que se realizaron), y otros que han retomado ésta o similares clasificaciones,
principios y parámetros de calidad en traducción reflejados en la norma alemana de incluso en épocas muy recientes (v.gc Moser Mercer et al. 1998), se basan en una
calidad DIN 2345 (DIN 1998). Esta norma fija que el traductor, entre otras tareas, contabilización cuantitativa de los «errores/omisiones» de transmisión, sin entrar
se comprometerá a revisar cada traducción antes de entregarla y que esta revisión en la definición de «error/omisión» (Collados Aís & Gile 2001), lo que dificulta y
consistirá en comprobar si el texto traducido está completo, es decir, que no haya resta validez a los mismos. La contabilización de omisiones ha recibido considera-
omisión ninguna. bles críticas, tanto por el método empleado (Mack 2002) como por el tratamiento
Terminaremos diciendo que el ideal de restitución completa de la infmmación apa- erróneo de omisiones «positivas», v. gr. autocorrecciones a fin de mejorar la presta-
rece como elemento necesario en las definiciones de traducción de numerosos enfoques ción (Petite 2003) o directamente consideradas como una estrategia' del intérprete.
actuales. Consecuentemente, el concepto de equivalencia, entendido como un concep- En este sentido se expresa Gile (2003: 117-118):
to relativo e indeterminado, de naturaleza funcional y condicionado por normas socia-
les e históricas (Rabadán Álvarez 1995), se mantiene mayoritariamente como la pro- Sorne omissions and sorne additions may be considered an improvement by interpret-
piedad definitoria de la traducción. En palabras de Femández Sánchez (2005b ): ers, rather than errors, as appears strikingly in Gile's study on the assessment of infor-
mation fidelity (1999). In other cases, ornissions are not considered desirable as such,
El concepto de «equivalencia» sigue presente, aunque actualizado y revisado, en teó- but strategies involving deliberate omissions are (see examples in Jones 1998). Ironi-
ricos como Koller (1995) y Toury (1995), en las últimas propuestas sobre calidad en cally, certain ornissions in the target speech could thus be interpreted as indicating that
traducción (House 2001), o como concepto relativo e ilusión necesaria que da cuenta the interpreter had sufficient attentional resources available to adopt certain strategies,
del carácter social de la traducción (Pym 1995). whereas the full rendering of the same segments could indicate that the interpreter was
IIO M. M. FERNANDEZ SÁNCHEZ 1A. COLLADOS A!S 1E. M PRADAS MACIAS LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO TRANSMISION COMPLETA DEL DISCURSO ORIGINAL III

struggling to keep track and did not have the presence of mind to implement pre- Seleskovitch, la integridad del sentido no se corresponde exactamente con la
ventive strategies -which, in sorne cases, could lead to loss of information in later integridad de un decir original. El problema se centraría en la indefinición de base.
segments, which the interpreter who deliberately omitted previous information did Según Seleskovitch (1975: 236):
not miss.
There is a lack of precision in definitions, which probably explains the wide range of
Para Lvovskaya (2003), la comunicación verbal, ya sea intra- o intercultural, answers given to the question conceming language. Completeness for example should
siempre implica ciertas pérdidas: have been defined more fully since it is usually taken to mean that not a single word
has been left out, and thus, by implication, that what is required is a literal, word-for-
El éxito de la comunicación depende de si estas pérdidas afectan a la información cla- word translation.
ve o a la adicional, que no resulte relevante para la compresión del sentido del texto
( ... ).Reducción del TM con respecto alTO, que se produce, a veces, en la traducción En contraposición, en relación con el discurso político, Viezzi afirma lo
y siempre está presente en la interpretación, debido a las condiciones específicas de la siguiente (2003: 292):
actividad del intérprete, pero que no constituye por sí sola algo inaudito para la comu-
nicación verbal, siempre y cuando el sujeto de la actividad verbal intercultural sepa Sense does not lie in the propositional content of the utterance but is conveyed by the
distinguir entre la información que se puede (y, algunas veces, se debe) omitir ( ... ) very words used by the speaker.... If equivalence is one of the criteria to be met in
(ibidem: 93) order to achieve a quality performance, then this rhetorical strategy should not be al-
tered or diluted by the interpreter's resorting to a mere expression of propositional
Al igual que Kade (1967: 10), que mantiene que la restitución incompleta de content.
segmentos textuales es una característica de la IS:
Este autor considera que, dentro del discurso político, la forma en la que se
Ein wesentliches Merkmal des Simultandolmetschens hingegen ist die Umsetzung un- dicen las cosas parece importar más que la cosa misma, y que por ese motivo el
vollstandiger Textsegmente, d.h. weder semantisch noch grammatisch-strukturell voll- discurso político, y con ello la interpretación del mismo, tiene unas características
standiger Einheiten. Der Umfang der zu speichemden aufgenommenen Information muy especiales. De hecho, opina que lo que realmente importa en el discurso polí-
ist wesentlich geringer, weil wesentlich kürzere Texteinheiten umgesetzt werden, wo-
tico son las palabras. Según sigue afirmando (ibidem), reproducir el sentido equi-
bei der Zeitpunkt der Umsetzung vom Translator abhlingt.
valdría a «producir un texto meta equivalente», lo que significa <<producir un texto
que diga las mismas cosas que el texto original», porque «el sentido no es o no es
También Viaggio (1992: 45), refiriéndose a la formación, piensa que lo primero
únicamente una forma de propósito de contenido». Así, con frecuencia, «en el dis-
que hay que decir al alumno es que «he cannot be expected to «Say it all», nor
curso político, el sentido no es la realidad designada por las palabras usadas sino
should he demand it of himself either»; Viaggio comparte con la «Escuela del
las palabras mismas, palabras elegidas con el máximo cuidado para provocar una
sentido» que la destreza del intérprete debe ser captar el sentido del mensaje y no
reacción determinada».
las palabras.
Posiblemente, la indefinición del parámetro parte de la propia norma de con-
Seleskovitch & Lederer (1989: 101), en el capítulo dedicado a la interpretación
fianza que domina en todo intercambio comunicativo y que tendrá su equivalente,
consecutiva, dentro del apartado referido a la calidad de la expresión (2.4. La qualité
en la práctica de la interpretación profesional, en la norma del true interpreter, que
de l'expression), concretamente en el sub-apartado (2.4.6) que se titula «Toutes
Harris (1990: 118) explica de la manera siguiente:
les idées doivent étre exprimes», afirma al respecto:
This norm requires that people who speak on behalf of others, interpreters among them,
Une interprétation est complete quand le sens qu'elle transmet est complet; celui-ci
re-express the original speakers» ideas and the manner of expressing them as accu-
est fait d'explicite linguistique et d'implicite de connaissances; l'intégralité de la res-
rately as possible and without significant omissions, and not mix them up with their
titution est done affaire de sens et non du nombre d' éléments linguistiques retransmis.
own ideas and expressions.

Según la teoría del sentido, habrá, pues, ocasiones en las que el intérprete tendrá
Según Harris, la obviedad de esta norma es tan determinante que rara vez se
que hacer explícito lo implícito y omitir lo explícito, puesto que, tal como afirma
hace explícita, salvo en la interpretación ante los tribunales o en el ámbito docente
II2 M. M. FERNÁNDEZ SÁNCHEZ 1A. COLLADOS AiS 1E. M. PRADAS MACIAS LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO TRANSMISIÓN COMPLETA DEL DISCURSO ORIGINAL

cuando los alumnos se preguntan sobre qué hacer ante la probable equivocación o yoría de los usuarios que respondieron a su cuestionario, pese a darle prioridad al
error de un orador, o frente a contenidos problemáticos. contenido sobre la forma, se mostraban favorables al uso de explicaciones adicio-
En este sentido, citaremos a Gile (1993: 75): nales por parte del intérprete. Otros investigadores defienden este recurso a exten-
derse o añadir explicaciones en interés del destinatario (Palazzi 1996).
With respect to information, the interpreter's function certainly comprises faithful and Si algún parámetro depende de una previa clarificación del papel del intérpre-
complete rendering of the speaker's message. te, la transmisión completa es, sin duda, uno de ellos. En todo caso, ese papel de-
bería ser más activo que el que parecen otorgarle los usuarios (Kopczynski 1994,
Sus palabras acerca de la fidelidad informativa y la restitución de la integridad 1998), por lo que no podemos estar más de acuerdo con Gile (cf. 1995a) cuando
del discurso son matizadas por el importante número de factores que configuran la afirma que:
situación comunicativa de la interpretación en condiciones normales, por ejemplo,
variabilidad en las condiciones de trabajo, en lo que se refiere al discurso de los Les interpretes peuvent décider de modifier quelque peu un texte tout en lui préservant
oradores, etc., de forma que si las condiciones de trabajo son desfavorables, las sa valeur sémantique (1995a: 47).
pérdidas informacionales pueden ser importantes y su incidencia en la calidad de
la interpretación determinante. De acuerdo con Gile (1995b: 59) cuando se habla
de fidelidad hay que referirse no al producto sino a la situación comunicativa, y a 2.2.2. Estudios empíricos de calidad
la función dominante en ella: informar, convencer ... , etc.
Los estudios de expectativas de calidad en usuarios de la interpretación, así
In determining principies of fidelity for interpretation and translation, it seems appro- como en los propios intérpretes, han venido mostrando una incidencia media alta
priate to start not with the finished linguistic product, but with the setting of commu- de este parámetro. Si la transmisión correcta y la cohesión lógica ocupan en todos
nication. los estudios los primeros puestos en las expectativas de usuarios e intérpretes, en
el caso de la transmisión completa, ésta se mantiene en los puestos inmediatamen-
Según afirma Gile (1995b: 59), existe un mínimo en el que parece haber te posteriores del ranking de preferencias, o dicho en palabras de Bühler (1986),
consenso: importantes pero no esenciales. Así, con alguna oscilación en la puntuación, en los
trabajos de Bühler (ibídem) y Kurz (1989, 1993), la transmisión completa se sitúa,
There is therefore a minimum fidelity principie as regards reformulation of informa- respectivamente, en el cuarto y quinto puesto en cuanto a preferencias de intérpre-
tion. From field observation, from the analysis of Translation literature, and from dis- tes y usuarios. Entre los grupos de usuarios, habría diferencias según su ámbito de
cussion with fellow Translators, it appears that again there is a consensus: the mini- especialización. Para los ingenieros y los médicos, que le otorgan menos valor, se-
mum fidelity kernel should necessary cover the Message. ría factible un resumen del DO por parte del intérprete. Hecho que se corroboraría
en el trabajo de Kurz & Pochhacker de 1995 con representantes de la TV austriáca
Éste también es el punto de partida de Kopczynski (1994: 88). para quienes la transmisión completa ocuparía un lugar subordinado, entendemos
que justificado por el medio de que se trata. Esta situación intermedia se ve confir-
If we assume that a minimum standard for the interpreter is to render the cognitive,
mada por la propia dificultad de definición del parámetro si vemos las respuestas
affective and appellative content of the text in Ll (Tl), then what may vary is that
de determinados encuestados sobre aspectos tales como si el intérprete debe ac-
each of these components may be given varying degrees of importance on different
tuar como mediador cultural (Marrone 1993), aunque en este mismo estudio es pre-
occasions.
cisamente la transmisión completa la que viene a situarse como el parámetro más
Desde el punto de vista del usuario, Kopczynski (1994), apoyándose en los importante de los tres planteados (terminología, calidad de la entonación y exposi-
resultados obtenidos en un trabajo empírico sobre expectativas de calidad, llega a ción). Las respuestas indican que el intérprete sí estaría facultado para ampliar la
conclusiones sorprendentes o contradictorias a primera vista, que inciden en un as- información cuando considere que sea necesaria información cultural adicional,
pecto de máxima importancia para definir el parámetro transmisión completa y su corroborando los enfoques funcionalistas de la traducción en la interpretación, al
incidencia sobre la calidad de una interpretación como es el hecho de que la ma- menos en el modo consecutivo. Ante la pregunta planteada a un colectivo médico
M. M. FERNANDEZ SANCHEZ 1A. COLLADOS AiS 1E. M. PRADAS MACiAS LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO TRANSMISI6N COMPLETA DEL DISCURSO ORIGINAL II5
II4

(Meak 1990) sobre si el intérprete debe interpretar de forma más o menos comple- Tabla 1
ta, las respuestas parecen indicar que podría entenderse como factible, incluso de- Resultados expectativas usuarios
seable, si se trata de resumen pero no de «omisión», lo que, en definitiva, viene a
N
corroborar la indefinición del parámetro (cf. Pradas Macías 2003) al no quedar ní-
válido Mínimo Máximo Media Desv. típ.
tidamente separados los límites entre lo que se podría entender como resumen, en
acento 197 1,00 5,00 2,0152 ,95553
sentido positivo, u omisión, en sentido negativo. La posible vinculación de este
voz 196 1,00 5,00 2,5918 1,08450
parámetro con la situación, que parece desprenderse de los estudios de Kurz (1993), fluidez 191 1,00 5,00 3,8429 ,86842
no se pudo confirmar plenamente en el estudio de Moser (1995), aunque sí que la cohesión 196 1,00 5,00 4,4746 ,75420
may0r edad (se supone que también la mayor experiencia en eventos con interpre- t. correcta 194 1,00 5,00 4,4433 ,85132
tación) de los encuestados les llevan a optar por lo «esencial». Trabajos posterio- t. completa 194 2,00 5,00 4,2010 ,86126
res (Collados Aís 1998; Pradas Macías 2003) vuelven a situar al parámetro entre terminología 196 1,00 5,00 4,0255 ,80662
estilo 195 1,00 5,00 3,5179 ,87546
las preferencias intermedias de los intérpretes y de los usuarios, estableciéndose
entonación 197 1,00 5,00 2,9137 1,07744
en una franja que englobaría a la terminología y a la fluidez, entre los primeros dicción 197 1,00 5,00 3,6294 ,96349
puestos ocupados claramente por la transmisión correcta del sentido y la cohesión gramaticalidad 99 1,00 5,00 3,3939 ,97748
lógica, y 10$ últimos que estarían copados fundamentalmente por los parámetros
de forma. Desde otra perspectiva, en un estudio realizado entre médicos de la UGR
(Collados Aís .et al 1998), la transmisión incompleta, si bien no fue considerada
como un problema especialmente grave para la interpretación, sí fue situada como 3.1.2. Discusión
un problema relativamente frecuente, más que la transmisión incorrecta o la termi-
nología inadecuada o poco precisa, lo que podría anticipar cierta ambigüedad por Los resultados obtenidos son consistentes con los resultados de otros traba-
parte de los usuarios a la hora de su valoración real. jos previos sobre expectativas de calidad en los usuarios (cf. ap. 2.2.2.). Así la
transmisión incompleta vuelve a situarse en la parte superior de la tabla, tras co-
hesión lógica y transmisión correcta, e inmediatamente por delante de termino-
3. TRABAJO EMPÍRICO logía y fluidez.
Si tenemos en cuenta que la transmisión completa suele formar parte de lo que
3.1. Estudio 1: Expectativas se entiende por la transmisión de la información o parámetros de contenido, pare-
ce lógico que estos dos parámetros se encuentren situados el uno junto al otro. Por
3 .1.1. Resultados otra parte, si aceptamos que la fluidez (cf. cap. 4) se vincula a la ausencia de pau-
sas, al menos prolongadas, y a una cierta velocidad de emisión, la ubicación casi
Los resultados (véase tabla 1) indican que la transmisión incompleta del DO lindante de estos dos parámetros, por cuanto de común tienen en la transmisión
se sitúa con una media de 4,20 en el tercer lugar del ranking de parámetros que le percibida, vuelve a parecer consistente.
influirían a la hora de valorar una IS. Este parámetro se encuentra inmediatamente
después de la cohesión lógica, que obtiene un 4,47 de media, y la transmisión co-
rrecta del DO, con un 4,44. El siguiente parámetro, tras la transmisión completa, 3.2. Estudio 2: Contextualización
es el de fluidez, si bien éste ya obtiene una valoración inferior a 4 (3,84). Ningún
sujeto ha considerado que la transmisión incompleta tenga nula importancia, aun- 3.2.1. Resultados
que un 18,27% afirma que influye poco o medianamente. El43,14% lo sitúa en la
Las respuestas espontáneas de los usuarios sin vinculación con el vídeo en cuan-
franja de máxima influencia.
to a qué entienden por transmisión completa del DO de una IS, ofrecen un panora-
ma que podríamos calificar de «dividido», aunque con la incorporación casi uná-
II6 M. M. FERNANDEZ SANCHEZ 1A. COLLADOS AiS 1E. M PRADAS MACIAS LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO TRANSMISI6N COMPLETA DEL DISCURSO ORIGINAL II7

nime de determinados términos que aparecen también en la literatura que se ocupa usuarios para quienes las omisiones se entienden en ~gativo, mientras que res-
de este parámetro (cf. ap. 2.1.): «equivalencia», «mensaje», «sentido» (dos suje- puestas tales como que se trataría de que el intérprete capte el sentido del tema o
tos), «transmisión de información». Ahora bien, mientras que para unos la trans- que no sea literal nos acercan al ámbito de las estrategias del intérprete (Gile 1997,
misión completa se relacionaría con la «equivalencia de conceptos», «el reflejo del 2003). Se entiende así que lo más irritante sea no tanto lo completo o no de la
mensaje del DO tanto global como de detalle» o la «información lo más exacta a interpretación, sino lo no completo identificado con información esencial, o di-
la información del DO», para el otro polo se trataría de «captar el sentido del tema cho en palabras de los usuarios, que se pierda el hilo del discurso o que no tenga
o no ser literal (porque no se podría)». Lo más irritante sería, en el caso de una sentido.
transmisión incompleta, «la omisión de ideas esenciales o sugerentes», «las inte- Llama la atención que, no obstante las respuestas anteriores, la valoración de
rrupciones», «el perder el hilo del discurso o que no tenga sentido», aunque tres la interpretación alcance un 3,65 de media y que, tras seguir encuestando sobre el
sujetos mencionan «la entonación que puede distraer al escuchante», «las interrup- parámetro, los jueces le otorguen un 3,14. Esto podría indicar o bien que, a más
ciones o el titubeo» e incluso «las adulteraciones premeditadas del sentido». Uno tiempo de exposición, menos umbral de tolerancia, o bien que a más tiempo de
de los sujetos afirma que la interpretación «por su velocidad, debe ser un buen exposición, pesan más las omisiones y menos las estrategias, a pesar de que el dis-
resumen, o sea que no irritaría que fuese incompleta sino que no tenga sentido». curso sí tenía sentido. O puede ser también que, ante las indicaciones referidas al
Estas respuestas «teóricas» previas al visionado del vídeo manipulado en- parámetro, los usuarios «sospecharan» más de la calidad de la interpretación en
cuentran a posteriori refrendo en las respuestas, tras el primer visionado y su va- cuanto al parámetro. De hecho, es en la parte final del cuestionario cuando dos
loración: «la interpretación contiene espacios en blanco», «es incompleta pero sujetos plantean que no controlan adecuadamente la realización del parámetro por
tiene perfecto sentido», «se traduce la parte esencial del discurso», «no se tradu- parte de la intérprete (aunque sí valoran numéricamente). Estas interpretaciones
cen adverbios o expresiones enfáticas». De hecho, mientras que para una parte de irían en la línea que vislumbra cierta escisión entre lo teóricamente esperado de
los encuestados, a pesar de reconocerse como incompleta la interpretación, se una interpretación, o expectativas, y lo ciertamente valorado.
dice expresamente que tiene sentido, otros encuestados afirman que precisamen-
te los silencios de la traductora hacen más difícil el seguimiento y comprensión
del discurso. 3.3. Estudio 3: Evaluación
Tras el segundo visionado y la explicitación de lo que pudiese ser una trans-
3.3.1. Resultados
misión incompleta, los sujetos echan en falta más elementos que en la parte ante-
rior: «omisión en general de datos relevantes», «presumo que ( ... ) hay datos, in- Los resultados (véase tabla 2) indican que la valoración del parámetro trans-
formación que no ha podido transmitir al no ir en paralelo con el conferenciante», misión completa del vídeo manipulado se ha situado por debajo de 4, concreta-
o que «es inconexa o incompleta». Un sujeto comenta que, «al desconocer la len- mente en un 3,71. Por debajo de 4 se han situado asimismo los parámetros de flui-
gua de fondo, se mueve en el terreno desiderativo» y otro «que puede que se le dez, que es el parámetro que obtiene con un 3,14 la peor valoración, cohesión ló-
haya escapado algo». gica, transmisión correcta, estilo y entonación. La impresión de fiabilidad causada
La valoración que obtuvo la interpretación manipulada fue, en la primera par- en los usuarios también se ha visto negativamente influenciada, obteniendo 3,85;
te del cuestionario, de un 3,65 y en la última parte del cuestionario, un 3,14. así como la valoración global de la interpretación que ha sido relativamente casti-
gada con un 3,79. Un 43,14% de los sujetos consideran que la entonación monóto-
na no influye nada o influye poco en la evaluación frente a un 29,44% que se sitúa
3.2.2. Discusión
en franja de máxima o bastante influencia.
Llama la atención cómo los estudios teóricos que vinculan la transmisión com-
pleta con la transmisión correcta del DO, por una parte, y con la fluidez (cf. cap.
4), por otra, tienen reflejo absoluto en los resultados obtenidos y refrendan o ex-
plican a su vez los resultados que hemos visto en cuanto a expectativas. Respues-
tas tales como que sea el reflejo del mensaje del DO tanto global como al detalle,
o la información lo más exacta a la información del DO, nos acercan a aquéllos
II8 M M FERNANDEZ sANCHEZ 1A. COLLADOS A!S 1E. M PRADAS MACIAS LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO TRANSMISJON COMPLETA DEL DISCURSO ORIGINAL Il9

Tabla 2 Gráfico 1
Evaluación del vídeo transmisión completa Comparación resultados vídeo control
y vídeo transmisión completa del DO
Desviación
Media tínica Mínimo Máximo Perdido N total
valoración global 3,79 ,58 3,00 5,00 o 14
acento 4,21 ,80 3,00 5,00 o 14
11control
VOZ 4,43 ,51 4,00 5,00 o 14
llt.completa
fluidez 3,14 ,95 1,00 4,00 o 14
cohesión 3,43 ,85 1,00 4,00 o 14
t. correcta 3,71 ,73 2,00 5,00 o 14
t. completa 3,71 ,83 2,00 5,00 o 14
terminología 4,07 ,83 3,00 5,00 o 14
estilo 3,86 ,66 3,00 5,00 o 14
entonación 3,57 1,16 2,00 5,00 o 14
dicción 4,21 ,70 3,00 5,00 o 14
gramaticalidad 3,60 1,14 2,00 5,00 9 14
profesionalidad 4,00 ,78 3,00 5,00 o 14
fiabilidad 3,85 ,90 2,00 5,00 1 14
ponencia 3,92 ,76 3,00 5,00 1 14

Si comparamos estos resultados con el vídeo control (véase gráfico 1), pode-
mos ver en primer lugar que el parámetro transmisión completa obtiene en el vídeo
control un 4,31 de valoración, es decir un 0,5 por encima del vídeo manipulado. Si tenemos en cuenta la valoración del parámetro en los vídeos donde no se
Esto parece querer indicar que, efectivamente, los sujetos han detectado la trans- manipuló (véase gráfico 2) vemos que se confirma la interacción entre transmi-
misión incompleta del DO de la versión manipulada frente al control. Llama la sión completa y fluidez. Ha sido precisamente en este último parámetro donde la
atención la diferencia que se produce también, y sobre todo, en el parámetro flui- transmisión completa de la intérprete ha sido más castigada, concretamente con un
dez. Si en el víct'eo manipulado la fluidez es valorada con un 3,14, este mismo 3,21. También el vídeo gramaticalidad parece detectar una transmisión menos com-
parámetro obtiene en el vídeo control un 4,21, estableciéndose la máxima diferen- pleta que el resto y se sitúa, con un 3,85, ligeramente por debajo de 4, aunque bas-
cia con un 1,07. En cohesión lógica, la diferencia a favor del vídeo control supera tante alejada de las valoraciones del parámetro en otros vídeos, como el de estilo,
el medio punto, siendo similar a la diferencia establecida con el parámetro trans- donde obtiene con un 4,6 la segunda mejor valoración. Sin embargo, es en el vídeo
misión correcta. De hecho, estas valoraciones particulares de los parámetros tam- transmisión correcta, precisamente también uno de los que mayor interacción mostró
bién tienen reflejo en la valoración global de la interpretación que supera, con un junto a fluidez en el vídeo manipulado de transmisión completa, donde obtiene la
4,21, un 0,42 al vídeo manipulado; en la impresión de profesionalidad, 0,29; y, máxima valoración con un 4,67.
sobre todo, en la de fiabilidad, cuya diferencia es de 0,74.
120 M. M. FERNANDEZ sANCHEZ 1A. COLLADOS AIS 1E. M. PRADAS MACÍAS LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO TRANSMISJ6N COMPLETA DEL DISCURSO ORIGINAL 121

Gráfico 2 mitida y la influencia de ésta sobre el sentido. La interacción entre transmisión


Evaluación del parámetro transmisión completa según vídeos completa y cohesión lógica ya fue explicitada por algún sujeto del estudio de
contextualización al referirse a «los silencios como obstacularizadores del segui-
miento del discurso y la comprensión», o al hecho de ser más «inconexa». Si ya
mcontrol
Pradas Macías (2003) apuntó a la vinculación entre fluidez y cohesión lógica, esta
o acento
idea parece encontrar refrendo a través de la siguiente vía: transmisión incompleta =
¡¡¡cohesión
menor valoración de la fluidez = menor valoración de la cohesión lógica = menor
o dicción
valoración de la transmisión correcta de la información.
o entonación
El hecho de que la valoración global de la interpretación «sufra», o que la im-
¡¡¡estilo
presión de fiabilidad causada por el intérprete se vea penalizada, demuestra que, al
mfluidez
menos en los niveles de manipulación del presente experimento, los déficits tienen
mgramaticalidad
repercusión sobre la valoración general. El que sea la impresión de fiabilidad lo
o terminología
que más se castigue puede ser perfectamente entendido ya que las omisiones pue-
mt. correcta
den hacer dudar al usuario precisamente de qué es lo que se ha omitido y ello te-
11 t. completa
ner consecuencias sobre la confianza en el intérprete.
lliVOZ

t. completa 4. CONCLUSIONES

3.3.2. Discusión La conclusión más firme que podemos extraer del presente estudio es la que
se refiere a las expectativas de los usuarios, ya que vienen a reforzar tendencias
El primer dato que debe ser analizado es la puntuación obtenida por el pará- anteriores que sitúan a la transmisión incompleta como paráwetro importante pero
metro en la evaluación de los sujetos en el presente experimento (3,71), frente a no esencial de la interpretación (cf. Bühler 1986; Kurz 1989, 1993; entre otros). Si
las puntuaciones obtenidas en las encuestas a los jueces -3,65 y 3,14 respectiva- bien la indefinición que pesa sobre qué cabe entender por una transmisión com-
mente-. Si las puntuaciones son muy similares en cuanto a la primera valoración pleta (cf. Pradas Macías 2003), y su ubicación entre omisión y síntesis o estrate-
que realizan los jueces tras el visionado de un breve fragmento del vídeo, dejan de gia, dificulta llegar a conclusiones nítidas. Sobre todo, dado el planteamiento de
serlo cuando se sigue interrogando a los jueces sobre precisamente el parámetro las cuestiones, se puede inferir, aunque con la debida cautela, que los usuarios acep-
que deben valorar. De ahí que podamos deducir que la valoración de un 3,71 no es tan un determinado grado de transmisión incompleta, al menos en un plano teóri-
una puntuación excesivamente baja y responde a una posible valoración general co. Esto también se ve refrendado por el estudio de contextualización, al menos
espontánea del parámetro en conexión con otros que son valorados por los usua- para una parte de los sujetos, que sitúan la transmisión completa en el plano de lo
rios como bien logrados por la intérprete (acento, agradabilidad de la voz y dic- permitido siempre que no perjudique al sentido o a lo esencial del DO. No parece,
ción, por ej.). sin embargo, que los usuarios acepten esta transmisión incompleta cuando se pro-
El segundo dato, esencial desde nuestro punto de vista, es la gran interacción duzca una influencia sobre la fluidez del intérprete mediante silencios que hagan
que parece producirse entre un grupo de parámetros muy delimitado. La transmi- dudar acerca de la fiabilidad del intérprete (cf. cap 4). En nuestro caso, en el que
sión completa parece interaccionar, fundamentalmente, con fluidez, lo que consi- efectivamente se manipuló la transmisión incompleta a partir de la existencia de
deramos totalmente lógico, ya que determinadas omisiones tienen reflejo necesa- estos silencios, el que no se perdiese el sentido del DO no fue óbice para que se
:'.-iamente en la velocidad de emisión y en la existencia de pausas, intraparámetros castigase al intérprete, tanto en el parámetro concreto como en fluidez, estilo o en
de la fluidez (cf. Pradas Macías 2003, y cap. 4). La interacción también se produ- la propia transmisión correcta, influyendo también en la valoración global o en la
ce, como vemos en los resultados, con la transmisión correcta y la cohesión lógi- impresión de profesionalidad y fiabilidad. P.or ello, nos atrevemos a plantear si no
ca, estableciendo los usuarios la conexión entre la cantidad de información trans- se viene a confirmar ese desfase entre lo que teóricamente estamos dispuestos a
!22 M. M. FERNÁNDEZ SÁNCHEZ 1A. COLLADOS AiS 1 E. M. PRADAS MACIAS

aceptar como usuarios y lo que efectivamente no aceptamos en la realidad (cf. Co-


llados Aís 1998; Garzone 2003). La justificación se encuentre una vez más en la CAPÍTULO 8
profesionalidad del intérprete para hacer ver a los usuarios que en efecto no se está
perdiendo información, reduciendo los silencios o pausas prolongadas que inciten
LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO TERMINOLOGÍA
la duda sobre qué es lo que realmente se están perdiendo, si es algo esencial o no. MERCEDES GARCÍA DE QUESADA
Siempre que haya silencios y que no se domine la lengua, el riesgo de que el usua-
rio lo achaque a algo esencial, aunque no lo sea, estará presente, siendo así que el
usuario dispondrá de elementos para juzgar si efectivamente se lesiona o no un
parámetro, más allá de la comparación con el original. Según Bühler (1986: 233)
sólo así se podría juzgar de forma certera, aunque, según el experimento llevado a
cabo por Gile (1999), incluso así, reviste notables dificultades.

l. INTRODUCCIÓN

La terminología no es un parámetro sobre el que exista unanimidad. A pesar


de ser considerado por la mayoría como nuclear en la evaluación de la calidad
interpretativa, debido a su estrecha relación con otros parámetros como transmi-
sión correcta del DO y cohesión lógica. Las múltiples formalizaciones verbales del
mismo ya apuntan algunas divergencias. Bühler (1986) sienta las bases para la que
será la denominación más utilizada en los trabajos sobre calidad: use of correct
terminology. Así, autores como Kurz (1989, 1993), Gile (1990) o Vuorikoski (1993)
siguen esta pauta, mientras que otros se desmarcan y se decantan por otras
formalizaciones léxicas como technical terms/language (Meak 1990; Pochhacker
1994, 2000), unsuitable words!choice ofvocabulary (Ng 1992), terminología poco
precisa/inadecuada (Collados Aís et al. 1998) o terminological accuracy (Moser 1995).
Si bien se podría llegar a una clasificación del parámetro en función de su de-
nominación, ésta sería cuestionable ya que la similitud o cercanía en los nombres
utilizados no implicaría una homogeneidad nocional entre los sujetos (Mack y
Cattaruzza 1995: 47). Mientras en algunos trabajos dicho parámetro se sitúa entre
los primeros en importancia (Bühler 1986; Kurz 1989), otros le otorgan menos re-
levancia, como es el caso del estudio de Vuorikoski (1993: 322), donde la correc-
ción terminológica se sitúa en quinto lugar.
Conscientes de la dificultad de delimitar conceptualmente el parámetro en cues-
tión, consideramos que es necesario profundizar aún más en el mismo, haciéndo-
nos eco de los últimos enfoques terminográficos y sus aplicaciones informáticas y
lingüísticas, entre otras. Así, tras una breve revisión teórica y crítica sobre cómo
se ha abordado la terminología desde la lingüística, interpretación y, específica-
mente, desde los estudios de calidad (cf. García de Quesada, en preparación), pre-
sentaremos aquellos resultados relacionados más directamente con el parámetro de
124 MERCEDES GARCfA DE QUESADA LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO TERMINOLOGÍA 125

la terminología, obtenidos de los estudios empíricos realizados en el marco del pre- se concibe pues, como una materia interdisciplinar que parte del principio de la
sente trabajo. Quizá podamos ofrecer algunas respuestas o, quizá, plantear aún más variación discursiva (Sager 2000) y que tiene como objetivo describir formal, se-
dudas sobre este parámetro. En cualquiera de los dos casos, habremos dado un paso mántica y funcionalmente las unidades que pueden adquirir valor terminológico
hacia delante para entender cómo la terminología influye positiva o negativamente (Cabré 1999, 2000, 2005).
en la evaluación de la calidad de la IS. Los términos no pueden ser estudiados de forma aislada (como entidades in-
dependientes del contexto), ni de forma idealizada (tal y como está prescrito por la
autoridad competente, para que exista una comunicación unívoca y exacta), sino
2. ESTADO DE LA CUESTIÓN que han de ser estudiados en los textos (orales o escritos), en relación con otros
términos y enmarcados en contextos situacionales reales, donde el uso va más allá
2.1. Aproximación multidisciplinar de lo normalizado.
La terminología también ha sido y sigue siendo objeto de estudio en discipli-
Si bien la terminología no se ha identificado y denominado como disciplina nas como la traducción, la lingüística o la informática, por citar algunas. Todas
hasta el siglo XIX, el ser humano ha utilizado distintas terminologías desde la pre- ellas han experimentado en los últimos años cambios que han favorecido la inclu-
historia, ya que la comunicación especializada ha existido desde siempre. Es en el sión de las unidades terminológicas como parte de su objeto de estudio. En el caso
siglo xx, con Wüster (1979), fundador y máximo representante de la escuela de de la lingüística, el viraje hacia el componente léxico (cf. Faber y Mairal 1999) ha
Viena, cuando la terminología alcanza el estado de materia autónoma interdisci- supuesto una gran repercusión en terminología (cf. Cabré 2005); la semántica-léxica,
plinar. Según este autor y sus seguidores, la terminología se define como campo oracional o cognitiva, la pragmática, la lingüística del corpus o la lingüística
de encuentro entre la lingüística, la ciencia cognitiva, la ciencia de la información, computacional son sólo algunas ramas que han sido de gran ayuda para la termi-
la comunicación y la informática. Establece un objeto de análisis y unas funciones nología a la hora de estructurar, analizar y manipular el discurso especializado.
de trabajo muy restrictivos, por cuanto limita su objeto a las unidades unívocas Autores como Mel'cuk et al. (1995) o Pustejovsky (1995), en el ámbito de la se-
normalizadas propias de los ámbitos científico-técnicos; reduce la actividad mántica-léxica, revistas especializadas con alto índice de impacto como Computa-
terminológica a la recopilación de conceptos y de términos para la normalización tional Linguistics (ACM), Cognitive Linguistics (Walter de Gruyter), Journal of
(fijación de nociones y denominaciones estandarizadas) de los términos; Pragmatics (Elsevier) o Journal for Psycholinguistic Research (Springer) consti-
circunscribe los ámbitos especializados a la ciencia y a la técnica; y limita sus ob- tuyen ejemplos del cambio de enfoque que ha experimentado la lingüística desde
jetivos con el fin de asegurar la univocidad en la comunicación profesional, fun- el estructuralismo y el distribucionalismo tradicional.
damentalmente en el plano internacional (Cabré 2000: 11). . En lo que se refiere a la traducción, ésta ha estado siempre relacionada con la
Estos postulados han experimentado una profunda revisión en estos últimos terminología, casi desde su nacimiento. La Asociación Canadiense de Estudios de
20 años desde la misma disciplina de la terminología y las consecuencias de tal Traducción, recoge en su revista que la traducción científico-técnica supone más
revisión son múltiples: En el caso de la terminología, ésta va más allá de una mera de un 90% del volumen total de traducciones a nivel internacional (Campo 2005).
recopilación y uso de equivalencias de ciertos términos especializados, como tra- Si a esto le sumamos las traducciones en el ámbito jurídico, jurado, económico y
dicionalmente se defendía, ya que se apuesta por un nuevo paradigma que incluye comercial, el porcentaje sube aún más. No es de extrañar que gran parte de la lite-
aspectos cognitivos y de uso real de los términos (Temmerman 1998). En cuanto a ratura sobre traducción verse en tomo a la documentación, profesión y formación
la terminografía, se cambia también la forma de crear diccionarios especializados en contextos especializados, y viceversa.
y, de una ordenación alfabética, estática y sobre papel, se pasa a una estructura En primer lugar, encontramos trabajos sobre terminología aplicada a la traduc-
más dinámica, centrada en el usuario y en soporte electrónico. Las bases son ahora ción como los de Cabré (2004), Carpas (2004) o Budin & Melby (2000), en los
cognitivas y comunicativas, y la entrada deja de ser un repositorio de información que se abordan temas que influyen directamente en la traducción especializada como
sincrónica y autónoma, principalmente lingüística, para convertirse en una estruc- los bancos de conocimiento en contraposición a los bancos terminológicos, la uti-
tura dinámica, basada en corpus, que incluye otros tipos de formatos (imágenes, lización de corpus bilingües como herramientas de traducción y la accesibilidad a
video, audio) y que se ajusta, en cada momento, a las distintas necesidades del recursos terminológicos multilingües, respectivamente. Por regla general, podemos
usuario potencial (Temmerman 2000; García de Quesada 2001). La terminología, afirmar que, si el punto de partida es la terminología, normalmente, se comparte
MERCEDES GARCfA DE QUESADA LA INCIDENCIA DEL PARAMETRO TERMINOLOGIA 127

un mismo enfoque cognitivo y comunicativo, incluso si se trata de hablar de nor- Especial mención merecen aquellos trabajos que han intentado combinar tra-
malización y traducción, ámbito tradicionalmente relacionado con la concepción ducción y terminología de forma explícita. Tal es el caso de Budin (2005) quien
wusteriana de la terminología. no sólo aúna traducción y terminología, sino que incorpora las ontologías, a caba-
llo entre disciplinas como inteligencia artificial, ingeniería del conocimiento y pro-
¿Normalizar la terminología? ¡Tremendo disparate! Se trata de una pretensión que es, gramación orientada al objeto. No es la primera vez que especificaciones formales
a la vez, vana y peligrosa. Vana, por imposible. Peligrosa, porque la acción normali- y explícitas (ontología terminológica) se utilizan para la traducción en dominios
zadora, a la que tan aficionados son los espíritus autoritarios (atención, no digo que especializados. De hecho, es la tendencia en el marco de una interoperabilidad se-
todos los normalizadores lo sean) cerrará las mentes en vez de abrirlas, pondrá orejeras mántica, de una comunicación entre diferentes programas y máquinas de diferen-
a los traductores, alentará sus esquemas memorísticos de rutina y propiciará la comi- tes fabricantes. La revisión comentada de distintos proyectos de investigación vi-
sión de errores groseros. ( ... ) Parece como si el ideal ( ... ) fuese trabajar sobre cadá- gentes es bastante iluminadora de cara a las múltiples aplicaciones de esta nueva
veres, pinchar a las palabras como si fuesen mariposas de colección, clasificarlas, tra- gestión de traducción basada en ontologías, tales como traducción automática, Tra-
zar rayitas que las unan ... Pero las palabras están vivas, se mueven, saltan unas ve-
ducción Asistida por Ordenador (TAO), análisis y producción textual, homogenei-
ces, se menean otras, y por consiguiente, siempre salen movidas en la foto. ( ... ) En
zación de cara a una interoperabilidad en la web; los resultados, que pueden resul-
ciencia, la precisión no siempre es una virtud.
García Meseguer (2004: 77-78). Énfasis añadido. tar útiles y, quizá de obligada consulta, en etapas del proceso traductor, también
son extrapolables al ámbito de la interpretación.
Otros trabajos, en lugar de partir de la terminología, parten de la traducción y, En cuanto a la informática, además de las aplicaciones para la gestión de
en su camino hacía la docencia, ejercicio de la profesión, etc., abordan aquellos córpora, la informática ha aportado diversas herramientas de gran ayuda para
aspectos terminológicos que les interesan. En este caso, el enfoque terminológico el lingüista, el terminólogo y el mediador intercultural, tales como Internet, ba-
varía, aunque la mayoría de ellos también comparten marcos terminológicos ac- ses de datos, programas de TAO y demás software para el Procesamiento del Len-
tuales, como es el caso de Mayoral Asensio (2003, 2005), quien, en su análisis de guaje Natural (PLN). Además, en el ámbito de la terminología ha nacido una
la traducción jurídica, se desbanca de la tendencia a relacionar la terminología con subdisciplina, que siguiendo el patrón de la lingüística computacional, viene a
la traducción científica o técnica. denominarse terminología computacional (Daille et al. 2004; Ananiadou &
Existen varias iniciativas en la web, en las que se intenta conjugar con la ter- Zweigenbaum 2004).
minología disciplinas como traducción, informática y documentación. A modo de
ejemplo, citaremos el caso de un portal temático y de una revista con edición digital
que tratan la terminología y sus disciplinas asociadas, entre ellas la traducción. En 2.2. Estudios de interpretación
el primer caso, nos encontramos con Terminómetro 1, sitio multilingüe dependien-
te de la Unión Latina 2 , que centrado en las lenguas latinas, tiene entre sus objeti- 2.2.1. Aproximación multifocal
vos favorecer el enriquecimiento de sus terminologías científicas y técnicas, la co-
operación en materia de terminología, neología e industrias de la lengua en los países En el caso de los estudios sobre interpretación, la terminología ocupa su lugar
latinos, así como el plurilingüismo en la sociedad de la información. Otro ejemplo en áreas como la investigación, docencia, profesión o la documentación e infor-
de coexistencia de terminología y traducción, en este caso, junto con las tecnolo- mática aplicadas. Sin embargo, aunque son pocos los trabajos en interpretación que
gías de la información y la comunicación es la revista digital Tradumática 3, edita- tienen la unidad terminológica como objeto de estudio prioritario, la mayoría de
da por el Departamento de Traducción e Interpretación de la Universidad Autóno- ellos, debido a la especificidad de la situación comunicativa en la que el intérprete
ma de Barcelona. Dos veces al año, se publican, artículos vinculados con la docu- se ve normalmente inmerso, abordan las construcciones terminológicas de una forma
mentación, la terminología y la informática aplicadas a la traducción. u otra.
Ni el concepto ni la denominación de terminología, como cabría esperar, son
homogéneos, si bien muchos autores coinciden en calificar como término aquella
1 http://www. terminometro. info!modules/articles/accueil!index.php unidad léxica, principalmente nominal o verbal, de naturaleza unívoca, ajena a la
2 http://dtil.unilat.org/es/index.htm polisemia u homonimia, que hace referencia a dominios científico-técnicos. Tal es
3 http://www.fti. uab. es!tradumatica/revista!
!28
MERCEDES GARCfA DE QUESADA LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO TERMINOLOGIA 129

el caso de autores como Jiménez Serrano (1998), Padilla Benítez (1998), Barik transmisión incompleta del DO o terminología no apropiada, dejando a un lado
(1994) o Ruiz Rosendo (2005), por citar algunos. aquellos parámetros más formales como entonación monótona o ANN. Sin embar-
Otros autores optan por un enfoque más afín a las últimas aportaciones en ter- go, la dicotomía contenido -forma y la ubicación de la terminología en aquella,
minología y adaptan ésta a la idiosincrasia de la interpretación. Ya a mediados de así como la obvia correlación terminología adecuada- interpretación de calidad
los 80, se puede deducir de lo expuesto en Gile (1985, 1986) que las unidades (Kopczynski 1994; Ruiz Rosendo 2005), si bien pudieran ser defendibles desde el
terminológicas (polisémicas, a veces) no sólo se definen por su pertenencia a un punto de vista del usuario, a la hora de abordar un trabajo como el que nos ocupa
dominio, sino por los aspectos sociolingüísticos de la comunicación especializada, parecen insuficientes para valorar qué es lo que influye en la percepción de la cali-
las condiciones de producción de cada discurso; algo que los terminólogos han ve- dad en IS. Y es que, al igual que ocurriera con los enfoques más actuales en termi-
nido a defender bien entrados los 90. Así, refiriéndose a la documentación termi- nología, a la hora de determinar la calidad en IS, es imprescindible incluir aspec-
nográfica propia del intérprete, Gile (1985, 1986) aboga por una preparación no tos sociocognitivos, comunicativos y pragmáticos (Kahane 2000).
sólo antes de entrar en cabina, sino durante la actividad interpretativa y, cabría aña- Desde que Bühler (1986) recogiera las expectativas de la calidad por parte de
dir, una vez finalizada la misma, para poder incluir el feedback a partir de la eva- los intérpretes, muchos han sido los autores que han trabajado sobre el parámetro
luación de la calidad por parte de los usuarios. En esta misma línea, García de de la terminología como uno de los que inciden en la evaluación de la calidad por
Quesada y Montero Martínez (2003) esbozan un paradigma cognitivo de documen- parte de los usuarios; Kurz (1989, 1993), Gile (1990), Ng (1992), Marrone (1993),
tación y adquisición terminográficas en el que la mera recopilación sistemática de Vuorikoski (1993), Pochhacker (1994b, 2000), Kopczynski (1994), Mack &
equivalencias antes de la interpretación propiamente dicha no es suficiente. La Cattaruzza (1995), Moser (1995), Collados Aís (1998), Pradas Macías (2003) son
fase de documentación debe encuadrarse en un concepto más global que se ha algunos de los autores que se han centrado en las expectativas o en la evaluación
venido a denominar comportamiento termino gráfico, una actitud, al mismo tiempo de la calidad por parte del cliente; Chiaro & Nocella (2004) han retomado la eva-
que destreza, que incluye la comunicación no verbal (Collados Aís 2001) que luación de la calidad por parte del intérprete.
debe permear el proceso de documentación atendiendo a multitud de factores A pesar de las dificultades que nos encontramos a la hora de comparar los re-
contextuales. sultados referidos al mismo parámetro (Kurz 2001: 403; Chiaro & Nocella 2004:
Hoy en día, la investigación en interpretación, toma como referencia muchos 279) o buscar una homogeneidad nocional para traspasar la barrera de lo subjetivo
de los. estudiós o co~rientes de disciplinas afines tales como estudios de corpus y entrar dentro de lo científicamente aceptable (Mack & Cattaruzza 1995: 47;
(Shlesmger 1998; T1marová 2005), psicología (Bülow-MS1)ller 2003), didáctica Pochhacker 1994: 240), intentaremos agrupar las posturas de los distintos autores
(Clifford 2005; Iglesias Femández 2005) o informática (Gran et al. 2002; Blasco en función de la denominación que éstos hagan del parámetro.
Mayor 2005). Así, tanto Bühler (1986) y Kurz (1989, 1993), pioneras en estudios empíricos
sobre expectativas, como Mack & Cattaruzza (1995), Gile (1990) y Vuorikoski
(1993) se refieren de la misma forma (positiva y general) al parámetro en cues-
2.2.2. Estudios empíricos de calidad tión: (use) of correct terminology. A excepción de Vuorikoski (1993), que le da
una menor importancia y Gile (1990), que no se pronuncia de forma explícita al
Los estudios de expectativas de calidad en usuarios de la interpretación, así respecto, se considera que el uso de una terminología correcta incide de forma di-
como en los propios intérpretes, han venido mostrando una incidencia media-alta recta en la evaluación de la calidad interpretativa.
de la terminología como parámetro indicador de la misma. En efecto, si la trans- Si analizamos los porcentajes que se le otorga al parámetro que nos ocupa,
misión correcta y la cohesión lógica ocupan en todos los estudios los primeros pues- vemos que, según Bühler (1986) y Kurz (1989, 1993), supera el80% de importan-
tos en l~s expectativas de usuarios e intérpretes, en el caso de la terminología, ésta cia: un uso correcto de la terminología es un indicador clave en una interpretación
se mantiene, en la mayor parte de los casos, junto con aquellas, en los primeros de calidad. No obstante, la metodología utilizada, el tipo de cuestionario así como
puestos del ranking de preferencias. los deStinatarios del mismo hacen que ambos porcentajes no se encuentren al mis-
. Tradi.cionalmente, una mala gestión terminográfica por parte del intérprete se mo nivel. Si bien se han utilizado las mismas palabras para denominar el parámetro,
vmcula directamente con parámetros claves en la calidad interpretativa, relaciona- use of correct terminology, éste puede tener distintos significados según los diferen-
dos con el contenido, tales como falta de cohesión lógica, transmisión incorrecta, tes grupos encuestados, lo que hace que los resultados no puedan ser comparables.
MERCEDES GARCÍA DE QUESADA LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO TERMINOLOG!A

En el estudio de Bühler (1986), los intérpretes sitúan use of correct terminology Otro grupo (Gile 1990; Kopczynski 1994) lo constituyen aquellos autores que
en tercer lugar después de sense consistency y logical cohesion. Sin embargo, en hacen referencia al parámetro que nos ocupa en términos de precisión, accuracy, y
el caso de Kurz (1993), basándose en los ocho primeros criterios de Bühler, oscila de terminología molesta, irritant. Sin dejar a un lado la oposición terminología co-
entre el primer puesto (miembros del Consejo de Europa), segundo puesto (inge- rrecta frente a incorrecta, se añade un matiz intermedio, que supone la inclusión
nieros) y tercer puesto (médicos). de un gradiente que va en función de la adecuación de la terminología al uso que
Los resultados de Mack & Cattaruzza (1995) referidos a expectativas otorgan de ella se hace. Esta forma de denominar al parámetro es mucho más afín a las
a este parámetro más importancia, de la que se le concede en otros trabajos afines teorías actuales terminográficas, que conciben el término como el valor especiali-
como los realizados por Kurz (1988, 1993), también de expectativas, o Gile (1990) zado que adquiere una unidad léxica en una situación comunicativa concreta.
en evaluación, entre otros. Pero, una vez más, la razón puede deberse a falta de En efecto, un enfoque más aperturista es aquel que incluye como terminología
análisis de otras variables. aquellos usos que sin afectar a la comprensión pueden resultar molestos al espe-
cialista. En el caso de Kopczynski (1994), el cuestionario fue dirigido a dos colec-
But again, we could ask the reason why: had the preparation of the interpreters been tivos: los receptores y los ponentes. Éste se encontraba estructurado en torno a tres
insufficient, did the specific topics of the meetings in the opinion of the listeners require grandes bloques: función de la interpretación, qué resulta más molesto/irritante en
particular terminological accuracy, or did they simply feel more competent to express
una interpretación y el papel más o menos activo que debe jugar el intérprete. A
a judgement on this apparently more objective criterion? ( .... ) and finally, did the
juzgar por los resultados del primer bloque, tanto un grupo como otro propusieron
respondents realise whether cultural differences or indeed the interpreters' inadequacies
were to blame for the (supposed or real) inappropriateness of terminology they la precisión terminológica como la segunda función más importante de una inter-
perceived? pretación, solo precedida por la transmisión del contenido. Con respecto a lo que
Mack & Cattaruzza (1995: 47) resulta más molesto, más irritante, todos están de acuerdo en afirmar que es el uso
de una terminología incorrecta.
En el caso de Vuorikoski (1993: 322), sorprende que la corrección terminológica Otro trabajo interesante para el parámetro objeto de nuestro estudio es el de Ng
se encuentre en quinto lugar en orden de importancia, tras well informed (referido (1992), en el que se pide a los encuestados que respondan a tres preguntas abiertas,
al intérprete), coherent or easy to follow (referido a la interpretación), fluent (refe- que giran en torno a la comprensión y seguimiento de la interpretación, impresión ge-
rido a la interjJretación) y accurate (referido también a la interpretación). Una po- neral y elección/justificación de un ranking de mejor a peor intérprete. Tras la organi-
sible explicación puede ser que los encuestados en Vuorikoski (1993) priorizan, zación de los resultados en torno a tres grandes bloques, contenido, lengua y criterios
de forma teórica, el contenido ante la forma lingüística del discurso. Para ellos, lo extralingüísticos, vemos que, en el bloque de lengua, se utilizan las formas: choice of
importante es que el intérprete se asemeje lo más posible al orador, en lo que a vocabulary, por parte del autor, y unsuitable words, por parte de los encuestados.
conocimiento especializado se refiere, para poder escuchar un discurso coherente, Por primera vez, en este apartado destinado a los estudios de calidad y al pará-
fluido y preciso. De esta forma, errores terminológicos que afectaran de lleno el metro de la terminología, observamos que se prescinde de la noción de término y
significado del texto, bien por el desconocimiento del tema por parte del intérprete se opta por las formas más generales como vocabulary y words. De una parte, se
error de interpretación (calcos, error de pronunciación ... ), se ubicarían bien en el presenta el parámetro de forma neutra choice, similar al use de Bühler (1986), Kurz
primer o el segundo apartado y no en el quinto destinado a incorrecciones termi- (1989, 1993) o Gile (1990). De otra, de forma negativa, mediante el adjetivo
nológicas. unsuitable, una elección que pone de relieve el interés por abrir el abanico e in-
No obstante, parece difícil aislar el conocimiento especializado de su termino- cluir, además de las construcciones claramente incorrectas, aquellas que puedan
logía. En efecto, no hay otra forma de obtener conocimiento especializado si no es ser molestas/irritantes o inadecuadas.
a través de su formalización léxica, ya sea oral o escrita. Entiendan lo que entien- Es bastante interesante observar que los encuestados, no el autor, de forma es-
dan los encuestados por corrección terminológica, parece lógico afirmar que, si el pontánea, sin ningún tipo de indicación, han decidido utilizar unsuitable words como
intérprete tiene el conocimiento suficiente y el discurso es coherente, fluido y pre- el sintagma que mejor describe sus inquietudes con respecto a la lengua (especia-
ciso, difícilmente se puede hablar de incorrección terminológica. En otras pala- lizada o no) utilizada en la interpretación. Este enfoque, si bien tendría que ser
bras, si se cumple el primer requisito, well informed, el intérprete cuenta con la matizado y ampliado, coincidiría, en gran medida, con algunas propuestas en el
terminología precisa para poder realizar su trabajo de f>Qrma óptima. ámbito de la terminología actual, como la de la Teoría Comunicativa de la Termi-
nología (TCT) de Cabré (1999, 2000), o la socioterminología de Temmerman
MERCEDES GARCfA DE QUESADA LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO TERMINOLOGIA 133

(1998), que incluyen tanto a palabras como a términos dentro de la misma reali- En todo caso, siguen existiendo determinados aspectos terminológicos que se
dad lingüística, ya que la especialización es un valor que se activa en función de la escapan con este enfoque. Y es que, a pesar de la diferenciación terminología co-
situación comunicativa. rrecta y preparación especializada, el hecho de que estos dos criterios ocupen lu-
Como ocurriera en el anterior apartado, vemos que autores que, en principio gares muy distintos en los rankings de criterios lingüísticos y no lingüísticos, res-
no tenían como objetivo central estudiar la terminología, la abordan, aunque sea pectivamente, hace que nos preguntemos el destino de toda una casuística de erro-
con otra denominación. Es el caso de Galli (1989), quien estudia el comportamiento res, en principio, incluso en los enfoques más actuales, atribuida a la disciplina de
de varios intérpretes en congresos de medicina y su repercusión en la evaluación la terminología.
de la calidad interpretativa. Se concluye que existen al menos 4 factores que hacen Si bien no se trata de un listado exhaustivo de todos los autores que han trata-
que el intérprete se aleje del DO: omisiones, sustituciones, inclusiones y un cuarto do el parámetro de la terminología en los estudios de calidad en interpretación, a
cajón de sastre, interpretaciones, donde se ubican todos aquellos casos que no tie- partir de este breve repaso podemos deducir que existe una falta de consenso so-
nen cabida en los tres anteriores. Galli no se refiere de forma explícita a la termi- bre la definición del mismo, aunque se observa cierto paralelismo en algunos as-
nología, tan sólo lo hace en la Introducción (Galli 1989: 61), para ilustrar las be- pectos con los enfoques más actuales en terminología.
nevolencias del lenguaje médico. Aunque todo el capítulo es sobre terminología,
ella utiliza: language inaccuracy, omissions, substitutions (Galli 1989: 67), additions
e interpretations (Galli 1989: 62-68). Todo lo referente a traducciones poco ade- 3. TRABAJO EMPÍRICO
cuadas, sustituciones con ligero cambio de sentido o significado y errores de tra-
3.1. Estudio 1: Expectativas
ducción, aspectos claramente pertenecientes a la terminología, se ubican en algu-
no de los cuatro grupos anteriormente citados. 3.1.1. Resultados
Hemos dejado para el final uno de los trabajos empíricos sobre calidad más
reciente, que se centra en las expectativas por parte del intérprete (Chiaro & Nocella Según los resultados que hemos obtenido en nuestro estudio de expectativas,
2004). Si bien retoman la denominaciones de los parámetros de Bühler (1986), lle- el parámetro terminología no apropiada se encuentra en cuarto lugar precedido por
gan a distintas conclusiones, ya que según estos autores, los sujetos de su trabajo, cohesión lógica, transmisión incorrecta y transmisión incompleta del DO, cerran-
286 intérpretes de conferencias, sí jerarquizan de forma clara la importancia que do así el grupo de aquellos parámetros que tradicionalmente se han centrado más
se le ha de dar a cada parámetro y tienen claras preferencias en cuanto a qué facto- en el contenido (véase tabla 1).
res afectan la calidad de la interpretación. Al igual que Bühler, califican los crite-
rios en lingüísticos y no-lingüísticos y ubican la terminología correcta, en 5. 0 lu- Tabla 1
gar de importancia, tras transmisión correcta (1), transmisión completa (2), cohe- Resultados expectativas usuarios
sión lógica (3) y fluidez (4). Sin embargo, no deja de sorprender que, en la parte
dedicada a los criterios no lingüísticos, se le otorgue tanta importancia a la prepa- N
ración de la documentación especializada, en segundo lugar, tras concentración válido Mínimo Máximo Media Desv. típ.

(Chiaro & Nocella 2004: 288). acento 197 1,00 5,00 2,0152 ,95553
Deducimos que, una vez más, se concibe el parámetro terminología como un VOZ 196 1,00 5,00 2,5918 1,08450
fluidez 191 1,00 5,00 3,8429 ,86842
parámetro centrado en variaciones léxicas, casi siempre aisladas, generalizaciones,
cohesión 196 1,00 5,00 4,4746 ,75420
sustitución por hiperónimos, que no afectan gravemente al contenido, ya que no se 194 1,00 5,00 4,4433 ,85132
t. correcta
encuentra dentro de lo que los autores han venido a denominar crucial quality t. completa 194 2,00 5,00 4,2010 ,86126
criteria. En cambio, sí que se le presta mucha atención a la documentación espe- terminología 196 1,00 5,00 4,0255 ,80662
cializada, porque, puede inducir a errores graves. En otras palabras, una buena do- estilo 195 1,00 5,00 3,5179 ,87546
cumentación puede conllevar errores terminológicos que no afecten a la calidad entonación 197 1,00 5,00 2,9137 1,07744
dicción 197 1,00 5,00 3,6294 ,96349
de la interpretación, es más una buena documentación nos puede armar con recur- ,97748
gramaticalidad 99 1,00 5,00 3,3939
sos que, mediante errores tipificados como terminológicos, eviten otro tipo de erro-
res más serios como aquellos que afecten a la transmisión correcta del DO.
134 MERCEDES GARCfA DE QUESADA LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO TERMINOLOGÍA 135

El parámetro terminología es el más puntuado (véase anexo 3) en la franja del 3.2. Estudio 2: Contextualización
4 (102 sujetos, 51,77%) y uno de los cuatro menos puntuados en la franja 1 (1
sujeto, 0,50%). Asimismo, si sumamos los sujetos que han optado por aquellos ni- 3.2.1. Resultados
veles de menor repercusión en la calidad (franjas 1 y 2), nuestro parámetro es de
los menos puntuados y por lo tanto, de los que serían susceptibles de influir en la En lo que respecta a la primera parte del cuestionario, las respuestas podrían
calidad, con 9 (1+8), tras 5 (1+4) y 8 (2+6) de cohesión y transmisión incorrecta, dividirse en tres grandes grupos: (a) la terminología como conjunto de palabras
respectivamente. propias de una disciplina concreta (1 y 5) (b) la terminología como formalización
de una correcta conceptualización (2 y 3) y (e) la terminología como adecuación a
la situación comunicativa en la que se inserta la mediación lingüística (4). De for-
3.1.2. Discusión ma paralela, el mal uso de la terminología redundaría en: pobreza de vocabulario
(a), confusión conceptual o incorrección (b) y dificultad para seguir al conferen-
Los resultados, a primera vista, parecen estar en consonancia con otros estu- ciante (e).
dios empíricos similares y sitúan la terminología en el grupo de aquellos parámetros Con respecto a la segunda parte del cuestionario, cabe decir que lo que los
relacionados con el contenido y en cuarto lugar, precedida por la transmisión com- sujetos 2 y 3 entienden por terminología no afecta al sentido global de la ponen-
pleta, cohesión y transmisión correcta (cf. ap. 2.2.2.). cia. Así, aquellos que antes habían subrayado la importancia de los conceptos, ahora
Sin embargo, un análisis más detenido de los resultados podría relativizar los proponen los siguientes ejemplos de terminología inadecuada: «órgano político,
anteriores resultados e incrementar la importancia de este parámetro a la hora de libre concurrencia o ayuda política». Los sujetos 1 y 4 hablan de traducciones lite-
influir en la calidad interpretativa. Como hemos señalado en el apartado anterior, rales y de palabras no adecuadas al contexto, respectivamente.
la terminología es el parámetro más puntuado en el nivel 4 (102 sujetos), es de- La media otorgada a la terminología general empleada por la intérprete por
cir, más de la mitad de los encuestados opina que este parámetro influye bastan- los sujetos, tras el primer visionado, es de un 3. Las preguntas más matizadas ele-
te en la calidad interpretativa. Una puntuación tan alta en un nivel4 ó 5 no ocu- van la puntuación, aunque sin apreciarse una diferencia significativa entre termi-
rre en ningún parámetro salvo en transmisión correcta y cohesión lógica, ambos nología apropiada (3,6), terminología correcta (3,4) y terminología comprensible
en el nivel 5. · (3,6) y se confirma tras el segundo visionado.
En todos los parámetros relativos al contenido, el número de sujetos que op-
tan por el nivell, 2, 3, 4 ó 5 es ascendente. Sin embargo, en el caso de terminolo-
gía, al igual que ocurre con fluidez, agradabilidad de la voz o dicción, parámetros 3.2.2. Discusión
más relacionados tradicionalmente con la forma, se llega a un pico en el nivel 4
para luego descender en el 5. Una posible explicación puede ser que los sujetos Es interesante observar cómo uno de los sujetos que, en la primera parte del
consideran que la terminología se encuentra a caballo entre aquellos parámetros cuestionario, se había inclinado por la terminología como conjunto de palabras (a),
que decididamente influyen negativamente en la calidad y aquellos otros que, aun- opte por el grupo (b): no se traduzca su sentido apropiado, a la hora de describir el
que irritantes o distorsionadores, no tienen porqué obligatoriamente afectar el con- resultado de una terminología inadecuada. Y es que, como ocurre en otros parámetros,
tenido nuclear de la interpretación. la incidencia negativa de un parámetro hace que la definición de éste varíe.
En esta noción tendrían perfecta cabida aquellos enfoques terminológicos a En el caso (a), la definición se corresponde con la acepción más común de la
los que hemos hecho referencia anteriormente, según los cuales, la terminología terminología tradicional, encabezada por Wüster (1979) y la Escuela de Viena, la
no tendría que ubicarse necesariamente y exclusivamente en el significado lingüís- única que recoge la Real Academia de la Lengua Española: conjunto de términos
tico del texto (cf. ap. 2.1.); no sería una cuestión de terminología correcta o inco- o vocablos propios de determinada profesión, ciencia o materia. Se trata de una
rrecta, sino de un gradiente que variaría en función de la situación comunicativa acepción que casi todos los enfoques comparten, aunque no como única y exclu-
en la que nos encontráramos. yente. En el segundo caso (b ), se puede ver una cierta afinidad con la definición
propuesta por la norma ISO 1087/1990 y sus posteriores revisiones: en ambas si-
tuaciones se opta por una noción de término como designación de un concepto,
MERCEDES GARCfA DE QUESADA LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO TERMINOLOGIA 137

priorizando éste sobre aquel. Esta noción de término coincidiría, en el caso de los son muy similares, situándose entre el4 y el5, más de la mitad de los sujetos (12 y
estudios sobre interpretación, con posturas como la de Ruiz Rosendo (2005) 0 13, respectivamente).
Jiménez Serrano (1998). En el tercer y último caso (e), tan sólo encontramos un
sujeto, quien parece que otorga más importancia a la situación comunicativa (Ca- Tabla 2
bré 1999; Temmerman 2000). Entre los trabajos en interpretación que se suman a Evaluación del vídeo terminología
esta propuesta encontramos Gile (1990), Kopczynski (1994), Collados Aís (1998,
Desviación
2001) o Pradas Macías (2003), por citar algunos. Media tíoica Mínimo Máximo Perdido N total
Con respecto a la segunda parte del cuestionario, cabe decir que lo que los valoración global 4,07 ,47 3,00 5,00 o 14

sujetos 2 y 3 entienden por terminología no afecta al sentido global de la ponen- acento 4,43 ,65 3,00 5,00 o 14
voz 4,21 ,70 3,00 5,00 o 14
cia, lo que parece confirmar estudios anteriores (Vuorikovski 1993). Así, aquellos fluidez 4,07 ,83 3,00 5,00 o 14
que antes habían subrayado la importancia de los conceptos, ahora proponen los cohesión 4,21 ,58 3,00 5,00 o 14
siguientes ejemplos de terminología inadecuada: órgano político, libre concurren- t. correcta 4,27 ,47 4,00 5,00 3 14
cia o ayuda política. No son, pues, errores que afecten al sentido global, ya que t. completa 4,09 ,70 3,00 5,00 3 14
partido, igualdad de participación y financiación se encuentran dentro del mismo terminología 3,89 ,63 3,00 5,00 o 14

dominio semántico. O bien se refieren a la traducción literal. Es bastante arriesga-


estilo 4,21 ,58 3,00 5,00 o 14
entonación 3,86 ,95 2,00 5,00 o 14
do afirmar que las traducciones literales no afectan al sentido, por lo que sería dicción 4,21 ,70 3,00 5,00 o 14
más seguro decir que lo que un experto entiende por traducción literal, normal- gramaticalidad 2,88 1,31 1,50 4,00 10 14
mente, no afecta al contenido global, no obstante, es algo que se encuentra den- profesionalidad 4,29 ,73 3,00 5,00 o 14
tro de las múltiples líneas de investigación que todo trabajo de estas característi- fiabilidad 4,43 ,65 3,00 5,00 o 14
cas deja abiertas. ponencia 3,00 1'11 2,00 5,00 o 14

3.3. Estudio·3: Evaluación Por otro lado, si se comparan el vídeo control y el manipulado (véase gráfico
1), hay una diferencia de 0,14 en la valoración global de la interpretación de uno a
3.3.1. Resultados otro: mientras que el video control está valorado con un 4,21, el vídeo manipulado
cuenta con 4,07. Los sujetos han acusado la manipulación terminológica, existien-
Los resultados (véase tabla 2) indican que la valoración media del parámetro do una diferencia de más de medio punto (0,53) en el parámetro de terminología
terminología del vídeo manipulado se ha situado por debajo de 4, concretamente en entre el control (4,42) y el manipulado (3,89). Sin embargo, el resto de los
un 3,89. También por debajo de 4, se han situado el parámetro de entonación (3,85) parámetros han acusado menos los «problemas terminológicos» ya que el vídeo
Y la valoración de la ponencia original (3). Todos los demás resultados se encuen- control no se encuentra muy por encima en la valoración de otros parámetros, un
tran por encima del4, siendo los valores más altos los que corresponden a las impre- 0,21 como máximo (transmisión completa) e incluso, en dos ocasiones es igual a
siones de fiabilidad, acento y profesionalidad con 4,42, 4,28 y 4,28 respectivamente. la valoración del vídeo manipulado (cohesión lógica y dicción) y en otras tres, in-
De los 14 sujetos que cumplimentaron el cuestionario, más de la mitad, en con- ferior (acento, agradabilidad de la voz y entonación).
creto 8, optan por el nivel4. Así la terminología se encuentra entre los parámetros Quizá la situación más parecida a la de terminología apropiada sea la de la
con más puntuación en los niveles 4 y 5, junto con cohesión lógica, transmisión transmisión completa, que obtiene en el control un 4,3 y un 4,09 en el manipula-
correcta del DO y estilo. Ningún parámetro recibe alguna puntuación en los pri- do, una diferencia de 0,21.
meros niveles (1 y 2) a excepción de entonación, que en el nivel2 es señalado una Conviene destacar, que aunque haya tres parámetros para los que el manipula-
vez Y gramaticalidad, en los niveles 1 y 2, cada uno. En lo referente a las valora- do es mejor valorado que el control.(acento, agradabilidad de la voz, entonación),
ciones globales de la interpretación y de la ponencia, aquella obtiene la máxima y a pesar de que en cuatro ocasiones ambos vídeos obtienen la misma puntuación
puntuación en el 4, mientras que el DO se ve como deficiente por la mayoría de los (cohesión lógica, estilo, dicción, profesionalidad), tanto en la valoración global como
sujetos. En lo que respecta a la profesionalidad y fiabilidad, los resultados de ambas en la ponencia, el vídeo control es mejor valorado un 0,14 y 0,7, respectivamente.
MERCEDES GARCfA DE QUESADA LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO TERMINOLOG!A 139

Gráfico 1 3.3.2. Discusión


Comparación resultados vídeo control y vídeo terminología
Los resultados parecen indicar que, efectivamente, los sujetos han detectado
la terminología no apropiada del DO de la versión manipulada frente al control.
l!!lcontrol También nos indican que los parámetros del vídeo manipulado tienen una puntua-
l!!lterminología ción bastante homogénea, salvo la ponencia original que obtiene una valoración
bastante más negativa. Quizá esta mala calidad del DO, que el sujeto considera, dé
pie a que éste valore aún más la interpretación y sus distintos parámetros, ya que
cuanto más difícil es un DO (entonación monótona, falta de fluidez, discurso leí-
do, etc.), más valor tiene una buena interpretación (cf. Dam 2001).
Tanto en el vídeo manipulado como en la relación de éste con el control o en
la relación del parámetro en los vídeos donde no se manipuló podemos aventurar
que una producción terminológica deficiente puede tener efectos sobre una valora-
ción negativa de la interpretación (profesionalidad, fiabilidad y valoración global).
Normalmente, según muestran nuestros datos, preguntar a los sujetos sobre el
parámetro a evaluar y pedirles que realicen una valoración sobre ese mismo paráme-
tro tras un visionado de una interpretación (cf. ap. 3.2.) son dos cuestionarios que
nos conducen a respuestas y resultados diferentes.
Otro dato es la gran interacción que parece producirse entre un grupo de
Si tenemos en cuenta la valoración del parámetro terminología en los vídeos parámetros muy delimitado. Así la terminología parece interaccionar fundamen-
donde no se manipuló (véase gráfico 2), es en el parámetro fluidez donde la termi- talmente con fluidez, pues determinadas omisiones y faltas están directamente re-
nología está peor valorada, seguido por dicción y acento. Podemos observar cómo lacionadas con errores terminológicos y con la existencia de pausas, intraparámetros
los vídeos donde se ha manipulado la transmisión correcta o la cohesión, la termi- de la fluidez (cf. Pradas Macías 2003). La interacción también se produce, como
nología apenas se ha visto afectada. vemos en los resultados, con la transmisión completa, estableciendo los usuarios
la conexión lógica entre la cantidad de información transmitida y la influencia de
Gráfico 2 ésta con el sentido, y con la transmisión completa, también estrechamente relacio-
Evaluación del parámetro según vídeos nada con la fluidez. Si ya Pradas Macías (2003) apuntó a la relación entre fluidez y
cohesión lógica, esta idea parece encontrar refrendo también con la terminología.
El hecho de que la valoración global de la interpretación o la impresión de
a control
e acento
profesionalidad y fiabilidad causada por el intérprete «sufra» demuestra que, al
mcohesión menos en los niveles de manipulación del presente experimento, los déficits tienen
o dicción repercusión sobre la valoración general.
e entonación
mestilo
No se puede ver, en este caso, una relación directa entre parámetros de conte-
mfluidez nido y de forma, y situar terminología en aquél. Quizá se deba, en parte a los tres
" gramaticalidad puntos que, tanto en transmisión correcta como en transmisión completa, se otor-
e terminología
el. correcta
garon al no valorar los sujetos dichos parámetros. Si estos puntos no se hubieran
mt. completa «perdido», posiblemente no hubiera habido tampoco esta clara diferenciación en-
mvoz tre contenido y forma, tal vez debido a la falta de homogeneidad nocional a la que
hemos hecho referencia con anterioridad. En todo caso, habría que ampliar el es-
tudio para poder extraer conclusiones más amplias.
MERCEDES GARCfA DE QUESADA

4. CONCLUSIONES

Los objetivos de este trabajo han sido dos: presentar algunos presupuestos teó- CAPíTULO 9
ricos relevantes sobre terminología, interpretación y específicamente estudios de LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO ESTILO
calidad y presentar los resultados de los estudios que hemos llevado a cabo para
JESSICA PÉREZ-LUZARDO DíAZ
acercarnos a las expectativas y la evaluación de calidad del parámetro terminolo-
gía por parte de los usuarios de IS, así como a su contextualización. Así, desde el
punto de vista teórico, nos ubicamos en las últimas tendencias de la teoría y prác-
tica terminológicas, ya que el proceso interpretativo y el parámetro terminología
coinciden en contar para su estudio con un enfoque comunicativo-pragmático,
cognitivo, que presta especial atención a los estudios de córpora.
Como el resto de los parámetros, el que nos ocupa no se ubica en un compar-
timento estanco e interactúa, solapándose en ocasiones, con otros. Tal y como se
ha recogido en la literatura al respecto (cf. ap. 2), hemos comprobado que la ter-
minología tiene una relación directa (sobre todo en cuanto a expectativas se refie- l. INTRODUCCIÓN
re) con cohesión y transmisión correcta. Sin embargo, según hemos podido obser-
var, parece que en los cuestionarios de evaluación aparece ligado a otros parámetros Tras una somera revisión del tratamiento que ha recibido el parámetro estilo
como fluidez (cf. ap. 4), transmisión completa (cf. ap. 7) o dicción (cf.ap. 11). Una en la literatura de la traducción y de la interpretación (cf. Pérez-Luzardo, en pre-
posible explicación la podemos encontrar en el hecho de que, a priori, la concep- paración), en el presente capítulo ofrecemos los resultados de los estudios que he-
ción de terminología por parte del usuario se corresponde con una noción tradicio- mos desarrollado para el análisis de la incidencia en la calidad de la IS del parámetro
nal, léxica, nominal del término, mientras que una vez escuchado la interpretación, estilo.
esta concepción se difumina y se ve la interacción entre encontrar el término ade- Hasta el momento, numerosos trabajos han puesto en evidencia que los oyen-
cuado y la pausa correspondiente, por citar sólo un ejemplo. tes reaccionan subjetivamente ante sus oradores o interlocutores según el acento,
La investigación en terminología y calidad de la interpretación deja abiertas el tipo de lenguaje y el dialecto de su interlocutor (Berk-Seligson 1988: 412). Sa-
líneas de investigación importantes, tanto respecto a las interacciones de este bemos que estos parámetros influyen en la percepción subjetiva de un discurso,
parámetro con otros como a cuestiones metodológicas (v.gr. tipos de manipulación, sin embargo, no se limita a estos tres. Otras variaciones como la calidad y tono de
diseño de cuestionarios, inclusión de definición de terminología o ejemplos de erro- la voz, la fluidez, la entonación y el estilo de la presentación ejercen su influencia
res en terminología), clasificación de intraparámetros o herramientas informáticas sin que, aún, se haya ponderado su importancia relativa (cf. Collados Aís 1998;
para la extracción y manipulación de textos orales, entre otros. Pradas Macías 2003; Garzone 2003).
La interpretación, como acto comunicativo de transmisión oral, se acoge tam-
bién a estos mismos condicionantes subjetivos. En las últimas décadas se ha desa-
rrollado de manera progresiva un campo de investigación dedicado precisamente
al estudio de la calidad de la interpretación. Sin embargo, persiste la indefinición
de calidad y, de igual forma, la de muchos de los parámetros que influyen en su
concepción (cf. cap. 4). Quizás uno de los parámetros más ambiguos sea el estilo.
En realidad, veremos que éste no se ha incluido en todos los estudios de expectati-
vas y evaluación realizados hasta el momento. Tal vez porque ocupa, desde un prin-
cipio, un lugar poco destacado en el ranking de los «parámetros más influyentes»,
aunque consideramos que posiblemente el principal problema radique en que no
sabemos en realidad de qué estamos hablando cuando nos referimos al uso de un
estilo inadecuado.
LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO ESTILO 1 43
]ESSICA PtREZ-LUZARDO DIA.z

En el presente capítulo vamos a abordar el estilo desde distintas disciplinas en redacción de los distintos textos informativos, aunque no suelen definir «estilo»
un intento por aproximamos a este concepto escurridizo. Posteriormente, comen- sientan las «normas de obligado cumplimiento» para sus redactores (cf. Edicione~
taremos qué atención ha recibido dentro de los estudios de interpretación y, en con- EL PAÍS 1993: 8). Aparte, encontramos también los manuales de estilo que reúnen
creto, en los estudios de calidad. Si en la percepción subjetiva de una interpreta- aspectos de los códigos tipográficos (empleados en las imprentas y en las editoria-
ción entra en juego el estilo, cabe plantearse qué relevancia posee como parámetro les) y de los libros de estilo encaminados a sentar las bases de la escritura científi-
de calidad para los diferentes participantes del acto comunicativo. ca de libros y revistas. El conjunto de normas que en ellos se recoge debe estar en
Como veremos, se trata de un parámetro complejo y sensible a otros parámetros, consonancia con un uso concreto y servir como eco o resonancia de él (Martínez de
que no cuenta con una definición unívoca entre los sujetos de estudio y que tradi- Sousa 2001: 34-41).Tanto unos como otros son de gran utilidad para la traducción.
cionalmente no se ha considerado imprescindible, aunque sí deseable, para la cali- En lo que a la investigación traductológica se refiere, Nida & Taber (cf. 1986)
dad de una IS. abogan por la restitución primero del sentido y luego del estilo. Pero la preocupa-
ción por el estilo en traducción no se limita a la traducción literaria. Los estudios
antropológicos y lingüísticos de Malinowsky & Firth, desarrollados por Halliday
2. ESTADO DE LA CUESTIÓN & Rasan (1985) o Gregory & Carroll (1978), que han investigado la variación en
el uso lingüístico, han servido a teóricos de la traducción como KuBmaul (cf. 1998)
2.1. Aproximación multidisciplinar en su búsqueda descriptiva de la relación entre la lengua y la situación de uso.
Algunas aportaciones concretas como la de Cristal y Davy (1969) sobre las varia-
Si bien los parámetros de fondo preocupan más, a priori, a los oyentes de una ciones estilísticas en el plano de la fonología suprasegmental resultan de especial
IS que los de forma, sabemos que los parámetros relacionados con la presentación relevancia para la interpretación: conectores, tipologías de oraciones, sintaxis y léxi-
influyen en la percepción subjetiva de los discursos. Entre ellos, destacamos el uso co. En una adaptación posterior, Hatim & Mason (1990) y KuBmaul (1998: 70-
del estilo inadecuado, que ejerce una influencia específica sin que hasta el mo- 72), entre otros, recomiendan el análisis del usuario y del uso o registro como
mento se haya ponderado su importancia relativa. paso previo para inferir el estilo (cf. Pérez-Luzardo, en preparación). KuBmaul
A lo largo .de la historia se ha ido definiendo el concepto de estilo desde dis- (ibídem: 70) concede al uso del estilo apropiado en traducción una gran relevan-
tintos puntos de vista, resaltando uno u otro aspecto de su naturaleza lingüística, cia al afirmar:
formal, estética, psicológica o filosófica (Paz Gago 1993: 25), dependiendo del in-
Die Übersetzungsrelevanz besteht darin, daB situativ unangemessene Übersetzungen
terés de estudio y del momento de desarrollo de la ciencia de aproximación. Tras
genauso gravierend sein konnen wie z.B. Bedeutungsfehler [... ]
presentar un repaso histórico del concepto de estilo, desde la lingüística hasta la
estilística de la expresión descriptiva y la estilística del individuo, Guiraud
Otros ejemplos de investigación orientada hacia la calidad son los que se lle-
(1961:120) reduce las concepciones de estilo al siguiente denominador común:
van a cabo en el campo de la traducción. En concreto, resaltamos los trabajos de
Nobs (2003) y Femández Sánchez (2005 a y b). En el plano estilístico, Femández
El estilo es el aspecto de lo enunciado que resulta de una elección de los medios de expre-
sión determinados por la naturaleza y las intenciones del sujeto que habla o escribe. Sánchez (ibídem) destaca que, a pesar de los pocos datos disponibles, el corpus de
su trabajo documenta la importancia que algunos especialistas, en su papel de crí-
En su manual de introducción al estilo literario, Alonso Schükel (1995: 67) se ticos de traducción, conceden a una buena redacción y a un buen estilo.
expresa en términos muy similares. El estilo textual (Cristal & Davy 1969; Hatim
& Mason 1990) nos sirve para centrarnos en las variaciones estilísticas en el plano
2.2. Estudios de interpretación
de la fonología suprasegmental, campo que resulta de especial relevancia para la
interpretación, ya que incluye los conectores, las tipologías de oraciones, la sin-
2.2.1. Aproximación multifocal
taxis y el léxico, así como el análisis del usuario y del uso o registro como paso
previo para inferir el estilo.
En interpretación, se suele mencionar el estilo del orador y del intérprete como
En los libros de estilo que se utilizan en los periódicos y agencias de prensa
factor que podría determinar el acto comunicativo, dado que la eficacia de una in-
con el fin de unificar criterios en el uso de la lengua, así como los modelos de
]ESSICA PÉREZ-LUZARDO D!Az LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO ESTILO
144 1 45

tervención depende de su contenido y de su presentación, así corno de su interacción considera «importante» o «muy importante»; de este porcentaje tan sólo un 7% lo
(cf. Gile 1983). En este sentido, cabe pensar que el estilo forma parte de la presen- considera «muy importante». No obstante, se detecta una gran diferencia entre los
tación de un discurso dado y también de su interpretación. El intérprete debería grupos de encuestados, ya que si atendernos a los resultados sobre las expectativas
escoger el estilo más adecuado conforme a los factores relevantes de la situación de los miembros de la CACL, observarnos que un 33% de los sujetos del estudio
comunicativa (cf. Snelling 1989): los usuarios, la especialidad (estilos funciona- cree que el estilo es «muy importante», aunque al mismo tiempo un 50% de los
les), la modalidad de interpretación (de conferencia o de enlace, por ejemplo), etc. sujetos de este grupo lo califica de «menos importante». Ello parece indicar bien
En definitiva, el estilo del discurso meta debería ser corno mínimo igual, si no me- que los diferentes grupos de encuestados podrían tener diferentes expectativas bien
jor, que el estilo del orador (Déjean le Féal1990). que quizás los distintos sujetos difieran en sus conceptos de «estilo». Siguiendo
Desde sus aproximaciones didácticas Kopczynski (1981) y Altrnan (1994) cla- una línea de investigación alternativa pero también novedosa, el estudio de Berk-
sifican los errores de interpretación en función de la medida en la que la transmi- Seligson (1988), en el campo de la interpretación jurídica, parece indicar que la
sión del sentido se ve afectada. Considerarnos destacable que, según Kopczynski, relevancia del parámetro estilo podría tener un peso específico no consciente y ob-
un estilo inapropiado (registro inadecuado y empleo de expresiones de fuerza jetivo, superior al que se le atribuye en los estudios mediante encuestas realizados
ilocutiva incorrectas) atentaría contra la propiedad comunicativa. hasta el momento. Una de las constataciones posibles a partir de los comentarios
En general, podernos afirmar que, al igual que ocurre con otros parámetros de los intérpretes profesionales que participan corno sujetos en el trabajo de Altrnan
corno la agradabilidad de la voz (cf. cap. 3) o la fluidez (cf. cap. 4), no es frecuen- (cf. 1990) se encuentra en el debate acerca de si el intérprete debe o no mejorar los
te encontrar definiciones del concepto de estilo aplicado a la interpretación. Por defectos de forma (estilístico) del discurso original, que sigue abierto.
otro lado, debernos tener presentes las condiciones extremas de trabajo específicas Por su parte, Marrone (1993) analiza tanto las expectativas de los usuarios corno
de la interpretación y en particular de la IS (Lvovskaya 2003: 97), frente a otras su evaluación real de una interpretación consecutiva e incluye el parámetro estilo
actividades comunicativas interculturales que podrían determinar el estilo, entre en su estudio. En uno de los apartados del cuestionario empleado, los sujetos, tras
otros parámetros, de la interpretación. En este sentido, resulta necesario reparar, asistir a una interpretación consecutiva, debían indicar, en una escala de 0-3 (0=
por ejemplo, en que la forma de comunicación oral de la interpretación frente a la irrelevante, 1= no muy importante, 2= importante, 3= muy importante), la impor-
escrita de la traducción no permite la corrección estilística sino hasta cierto punto. tancia que atribuyen a los siguientes tres parámetros de calidad: a) transmisión com-
Quizás sean las condiciones extremas de la actividad del intérprete las que condi- pleta de la información, b) calidad del estilo y uso correcto de la terminología y 'e)
cionen, de alguna forma, las expectativas y la evaluación del parámetro estilo por calidad de la entonación y de la producción oral. La opción «calidad del estilo y
parte de los usuarios, redundando en una mayor tolerancia con respecto a este uso de la terminología correcta», que obtiene 165 puntos, se sitúa muy por debajo
parámetro formal. de «transmisión completa de la información» (216 puntos) y delante de la «cali-
dad de la entonación y de la emisión» con 137 puntos. Ahora bien, estos resulta-
dos no sólo están referidos al parámetro estilo sino también al uso de la terminolo-
2.2.2. Estudios empíricos de calidad gía correcta que, corno queda reflejado en el capítulo correspondiente (cf. cap. 8),
tradicionalmente ha obtenido valoraciones más altas que el estilo.
A continuación recogernos de manera muy sucinta las contribuciones que con- En Kopczinski (1994), los sujetos de diferentes áreas de especialidad debían
siderarnos más relevantes para el parámetro estilo (cf. Pérez-Luzardo, en prepara- enumerar por orden de importancia los siguientes parámetros de calidad: transmi-
ción). En Shlesinger et al. (cf. 1997), Sergio Viaggio destacó que las delegaciones sión general del contenido del TO, transmisión detallada de la información del TO,
chinas de las Naciones Unidas prefieren que los intérpretes realicen una interpre- precisión terminológica, estilo, grarnaticalidad de los enunciados, fluidez de emi-
tación lo más literal posible aún en detrimento del estilo y la fluidez. El parámetro sión, dicción y agradabilidad de la voz. Los resultados obtenidos sugieren que los
estilo está recogido por Bühler (1986) en el cuestionario de su estudio pionero so- receptores conceden al estilo y a la fluidez del discurso meta la mayor importancia
bre las expectativas de intérpretes profesionales de la AIIC y miembros de la CACL. dentro de los parámetros de forma. Aunque no todos los grupos de usuarios mues-
En este estudio se confirman las suposiciones previas en lo que respecta a la valo- tran las mismas preferencias. Mientras que los profesionales de las áreas de huma-
ración de la importancia del parámetro estilo. No se considera relevante al no in- nidades se decantan por el uso apropiado de la gramática y del estilo, los científi-
terferir en la comunicación (ibídem: 232). Si bien un 75% de los encuestados lo cos y tecnólogos, así corno diplomáticos prefieren la fluidez en la emisión del Dis-
]ESSICA PÉREZ-LUZARDO D!AZ LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO ESTILO I47

curso Meta (DM). Es decir, se ponen de manifiesto ciertas preferencias por áreas Tabla 1
de especialización. Resultados expectativas usuarios
En los estudios de Collados Aís (1998) y Pradas Macías (2003) se constata
que los intérpretes emisores son más exigentes en sus expectativas de calidad que N
válido Mínimo Máximo Media Desv. típ.
los usuarios o los intérpretes receptores, algo que también es válido en lo que res-
pecta al parámetro estilo. Si bien en ambos casos éste ocupa uno de los últimos acento 197 1,00 5,00 2,0152 ,95553
voz 196 1,00 5,00 2,5918 1,08450
puestos en importancia. Un resultado similar obtienen Chiaro & Nocella (2004) y
fluidez 191 1,00 5,00 3,8429 ,86842
Ruiz Rosendo (2005). Por nuestra parte, en un estudio piloto anterior, hemos ob- cohesión 196 1,00 5,00 4,4746 ,75420
servado gran diversidad en las definiciones y en la valoración del vídeo manipula- t. correcta 194 1,00 5,00 4,4433 ,85132
do (cf. cap 1) para el parámetro estilo (cf. Pérez-Luzardo et al. 2005). Aunque los t. completa 194 2,00 5,00 4,2010 ,86126
resultados no se pueden considerar concluyentes dado el reducido número de suje- terminología 196 1,00 5,00 4,0255 ,80662
tos (cinco juristas), sugieren cierta confusión y solapamiento del parámetro estilo estilo 195 1,00 5,00 3,5179 ,87546
entonación 197 1,00 5,00 2,9137 1,07744
con otros parámetros recogidos en los estudios de expectativas y de evaluación de
dicción 197 1,00 5,00 3,6294 ,96349
calidad realizados hasta la fecha. gramaticalidad 99 1,00 5,00 3,3939 ,97748

3. TRABAJO EMPÍRICO Como podemos ver en la tabla general de datos frecuenciales (cf. anexo 3)
para el parámetro estilo, de los 197 encuestados que constituyen el total del grupo
3.1. Estudio 1: Expectativas de usuarios, el 52,28 % (103 sujetos) considera que el estilo inadecuado influye
bastante (41,11%) o esencialmente (11,17%). Veinte le otorgan poca influencia a
3.1.1. Resultados la inadecuación estilística: cuatro opinan que no influye y dieciséis que influye poco,
lo que supone algo más de un diez por ciento de la muestra. Un número considera-
En la tabla· 1 de resultados absolutos y de medias obtenidas por los distintos ble de los especialistas (72, un 36,55%) sitúa el estilo en la parte media en su es-
parámetros en los cuestionarios de expectativas podemos observar que los espe- cala de valoración; en su opinión, el estilo inadecuado influye medianamente. Dos
cialistas atribuyen la máxima relevancia a aquellos parámetros relacionados con el sujetos no dieron ninguna respuesta en este apartado del cuestionario.
contenido (cohesión lógica, transmisión correcta del DO y transmisión completa
del DO) y que nuestro parámetro de estudio, el estilo, se sitúa en séptimo lugar en
importancia seguido muy de cerca por la gramaticalidad y por delante de otros 3.1.2. Discusión
parámetros relacionados con la presentación del discurso como la entonación, la
agradabilidad de la voz y el acento. Las expectativas de los juristas que participaron en el presente estudio para el
parámetro estilo coinciden en gran medida con las expectativas de los usuarios en
otros estudios de calidad anteriores (Collados Aís 1998; Pradas Macías 2003), in-
cluso en lo que respecta a su posición en la escala de expectativas (7° lugar).
En otros casos, es más difícil comparar nuestros resultados con trabajos ante-
riores bien porque carecemos de los valores absolutos de algunos de ellos (Marrone
1993), bien por las diferencias metodológicas. Es el caso de Marrone (ibidem) que,
como ya hemos comentado, incluye en una misma pregunta de su cuestionario dos
parámetros (calidad de estilo y uso de la terminología correcta), que obtienen en
estudios de expectativas puntuaciones medias muy diferentes. Además, el trabajo
de Marrone se sitúa a medio camino entre los estudios de expectativas y de eva-
]ESSICA PtREZ-LUZARDO D!Az LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO ESTILO 149

luación, ya que los sujetos rellenan el cuestionario tras asistir a una interpretación antecedente directo a este proyecto, un pequeño estudio piloto previo en el que
consecutiva. Los usuarios encuestados en Kopczinski (1994) otorgan también ma- observamos que los sujetos tenían dificultades a la hora de definir estilo (Pérez-
yor importancia a los parámetros de sentido (transmisión de la información deta- Luzardo et al. 2005). En realidad, sabemos que la posibilidad de confusión en las
llada y precisión en el uso de la terminología), pero sitúan el parámetro estilo, jun- definiciones ha preocupado a otros investigadores con anterioridad, como ha sido
to con el parámetro fluidez, en tercer lugar. Tampoco en este caso creemos que los el caso de Mack & Cattaruzza (1995) o Pradas Macías (2003: 454 y 499).
resultados obtenidos sean comparables, dado que la metodología, aunque similar, En el caso del parámetro estilo inadecuado, la aclaración que se añade al tér-
no incluye los parámetros acento, entonación ni cohesión. mino en la primera pregunta de la tercera parte (p. ej. que no corresponda al del
Puesto que la metodología seguida en el presente trabajo es muy similar a la orador o de su ponencia en este contexto, forma de expresarse la intérprete, [p.ej.
de los estudios de expectativas de Collados Aís (1998), Collados Aís et al. (1998) saludo informal en un contexto muy formal]) se corresponde con la manipulación
y Pradas Macías (2003), puede establecerse una comparación entre los resultados. realizada y no llama la atención sobre otras posibles causas de un estilo inadecuado.
Un total de 21 sujetos de los juristas que participaron en el estudio de Collados
Aís (1998) considera que el estilo inadecuado influye bastante (40,48%) o esen-
cialmente (9,52%) lo que supone un porcentaje (50%) muy similar al obtenido en 3.2.1. Resultados
el presente trabajo (52,28% ). En el caso de los especialistas encuestados en Pradas
Macías (2003), un porcentaje algo más elevado (58,1%) considera que estilo es Existen divergencias notables en las definiciones de los sujetos encuestados.
bastante (48,8%) o esencialmente (9,3%) influyente. Cabe destacar que, al igual Dos sujetos aportan descripciones que podemos considerar «acertadas» desde nues-
que en el presente trabajo, una proporción elevada de sujetos, entre el 30 y el 40 tra revisión bibliográfica:
por ciento considera que el estilo influye medianamente. - Particularidades y peculiaridades del intérprete (sujeto 4).
Comparemos también los resultados obtenidos con los estudios de expectati- - Estilo, así a priori, es la forma, el modo o manera a través de los cuales se
vas realizados a intérpretes profesionales. Con respecto al trabajo de Bühler (1986), realiza algo (sujeto 5).
observamos que los porcentajes no coinciden en absoluto (recordemos que tam- Uno de los sujetos (2) entiende como estilo adecuado la «supresión de reitera-
bién había grandes divergencias entre los dos grupos del estudio), aunque el lugar ciones o vocablos redundantes». En el resto de las respuestas aparecen referencias
que ocupa el parámetro «uso apropiado del estilo» es similar, al situarse en los a otros parámetros del estudio (transmisión correcta de la información, uso de la
últimos puestos junto con otros parámetros superficiales. Los trabajos de Collados terminología adecuada, gramaticalidad, agradabilidad de la voz):
Aís (1998), Pradas Macías (2003) y Ruiz Rosendo (2005) se dirigían también a - La capacidad de transmitir información por parte del traductor, aportando
grupos de intérpretes receptores y emisores. Cabe destacar que, en el caso de los elementos «subjetivos» sin llegar a entrar en valoraciones (sujeto 1).
intérpretes receptores, los resultados se asemejan bastante a los de los usuarios, - Uso de los vocablos adecuados al contexto científico. Discurso gramatical-
pero, en el caso de los intérpretes emisores, las expectativas son algo más exigen- mente exacto (sujeto 2).
tes, como ya habíamos comentado. No obstante, en todos los casos el parámetro - Exactitud en la traducción, falta de expresiones inadecuadas, como «mm»
estilo no supera la sexta o séptima posición en la escala de valoración, al igual que «eh» etc. Buen tono de voz y modulación (sujeto 3).
en nuestro trabajo, lo que parece indicar que el estilo adecuado no resulta, en prin- En lo que se refiere a los factores más irritantes de un discurso inadecuado en
cipio, imprescindible para los receptores, sino más bien deseable como ya indicó estilo, tres de los cinco sujetos hacen referencia a aspectos que podrían influir en
Bühler (1986). el estilo: uso de vocabulario fuera de contexto, mal uso de los recursos lingüísticos,
El hecho de que dos sujetos no anotaran ningún resultado para el parámetro la monotonía como posible causa de pérdida de concentración en la exposición.
estilo podría sugerir posibles problemas con la comprensión (cf. ap. 3.2). Otro sujeto menciona como elementos irritantes de un estilo inadecuado los
parámetros de entonación, dicción, agradabilidad de la voz y fluidez. De hecho,
todos estos parámetros influyen, en alguna medida, en la percepción del estilo de
3.2. Estudio 2: Contextualización un orador o intérprete.
Tras el primer visionado del vídeo de estilo, podemos dividir a los sujetos en
En el presente estudio nos centramos en el efecto de un estilo de la interpreta- dos grupos: a) dos sujetos que no reconocen en el vídeo ninguno de los elementos
ción que marcamos como enfático o engolado con respecto al DO. Tenemos, como
]ESSICA PÉREZ-LUZARDO DÍAZ
LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO ESTILO

irritantes que habían mencionado con anterioridad; b) los que realizan alguna ob- de la interpretación del presente estudio. Por otra parte, sorprende la relación que
servación acerca de los elementos irritantes mencionados. Dos realizan comenta- los sujetos establecen entre estilo y los parámetros fluidez y transmisión del DO.
rios acerca de la rapidez de la intérprete y tan sólo un sujeto menciona la redun- Es muy interesante observar los factores irritantes que nuestros sujetos aso-
dancia. cian con un estilo inadecuado. Un «uso de vocabulario fuera de contexto» está ín-
A la pregunta de si añadirían algún otro elemento irritante, sólo un sujeto men- timamente relacionado con el parámetro terminología, y la falta de monotonía hasta
ciona el uso excesivo de formalismos y de adjetivos innecesarios, dos comentan el punto de que «pueda perderse la concentración en la exposición» podemos
que la intérprete transmite la sensación de leer y de ahogo. En cualquier caso, su asociarlo con el parámetro entonación monótona. Vimos en el apartado anterior
percepción del estilo no se ve afectada, porque la puntuación media se sitúa en un que, en el trabajo de Collados Aís (1998), se detecta una ligera peor valoración del
4 (4-4-5-4-3). parámetro estilo en la evaluación de un vídeo con entonación monótona. Como ya
Tras el segundo y último visionado del vídeo de estilo, los sujetos se vuelven hemos comentado, tampoco podemos excluir de la definición de estilo el uso ade-
a dividir en dos grupos. Mientras que tres de ellos se refieren a la enfatización cuado de términos y de recursos adecuados a un contexto comunicativo (otro de
poco selectiva de algunas expresiones o palabras, la redundancia y un excesivo los elementos irritantes mencionados antes del visionado del vídeo). De la misma
formalismo, otros dos siguen sin identificar ningún elemento irritante. Se mencio- forma que no podemos estar seguros de que al hablar de «que sea muy monóto-
na de nuevo la fluidez de la intérprete (cambios de ritmo, sensación de ahogo) y no» el encuestado se refiera únicamente a la entonación y no al grado de expresi-
aparece otro elemento irritante relacionado con la agradabilidad de la voz: un tono vid~d. En este sentido, en el estudio piloto (cf. Pérez-Luzardo et al. 2005), pudi-
especialmente agudo a veces hacia el final del discurso. En esta ocasión, se obser- mos distinguir entre entrevistados a los que irritaba que no hubiera coincidencia
va una gran variabilidad en la puntuación del estilo de la interpretación (3-4-5-4- de estilos entre orador e intérprete o que el grado de expresividad entre ambos no
2), por lo que no consideramos adecuado hablar de una valoración media. fuera similar y otros a los que el estilo inadecuado les impedía concentrarse en el
sentido de la interpretación. Quizás estemos ante uno de estos casos.
Los sujetos del grupo que ofrecen descripciones del parámetro estilo que po-
3.2.2. Discusión demos considerar acertadas no detectan ningún problema con la manipulación ha-
cia un estilo enfático y engolado y tampoco ningún elemento irritante, puntuando
Debido al- reducido número de encuestados, pero sobre todo a la gran variabi- con notas altas a la intérprete (4-5). Otro de los sujetos, que igualmente aporta desde
lidad en las respuestas, resulta difícil la discusión de los datos obtenidos en el es- un principio una descripción certera del parámetro estilo y observa cierta reitera-
tudio de este parámetro sin dar margen a la subjetividad. En cualquier caso, no ción y redundancia, añade como elemento irritante el excesivo uso de formalismos
debe sorprendernos que las valoraciones de estilo sean tan diversas dada la com- y de adjetivos innecesarios. Sin embargo, ello no llega a ser molesto ya que la in-
plejidad de este concepto. A continuación exponemos algunas de las consideracio- térprete recibe un 4 en ambas puntuaciones. Del mismo modo que Pradas Macías
nes que nos sugiere el estudio, teniendo presentes también los datos obtenidos en (2003: 507) lo detecta en el estudio de evaluación de usuarios e intérpretes para el
el estudio preliminar al que ya nos hemos referido con anterioridad (cf. Pérez parámetro fluidez, quizás nuestros sujetos hayan detectado las diferencias de esti-
Luzardo et al. 2005). La primera constatación que podemos realizar a la luz de los lo pero «no hayan penalizado de forma clara el parámetro, quizá porque no las
resultados es que se confirma nuestra hipótesis inicial de que los sujetos podrían hayan asociado de forma directa con éste».
tener dificultades para definir el concepto (cf. Pradas Macias 2003). No nos debe Los dos sujetos restantes son los más exigentes a la hora de calificar a la intér-
extrañar que los sujetos incluyan referencias a otros parámetros recogidos en el prete (4-3 tras el primer visionado y 3-2 tras el segundo visionado). Estos dos últi-
presente estudio. El uso de la terminología correcta y de un tono de voz adecuado mos sujetos, al mencionar elementos irritantes de un estilo inadecuado, incluyen
se podría considerar parte de un estilo adecuado en una concepción amplia del tér- aspectos íntimamente relacionados con el parámetro fluidez: la rapidez, los cam-
mino (cf. cap. 8). No se confirma en este estudio una posible confusión entre esti- bios de ritmo y la sensación de ahogo. Podría haber cierta relación entre el uso
lo y cohesión lógica como en el estudio piloto anterior (Pérez-Luzardo et al. 2005). excesivo de formalismos y de adjetivos enfáticos y los cambios de ritmo de la in-
Resulta curioso que uno de los sujetos entienda como estilo la «supresión de reite- térprete, dado que el empleo de los primeros implica un mayor número de pala-
raciones o vocablos redundantes», es decir, prefiere el estilo conciso. Cabría espe- bras, lo que podría conllevar un aumento de la velocidad de habla de la intérprete
rar que este mismo sujeto valore mallas manipulaciones hacia un estilo afectado para mantener la distancia temporal adecuada con respecto al orador. Esto sería
LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO ESTILO !53
]ESS!CA PÉREZ-LUZARDO D!Az

consistente también con la manipulación realizada. Uno de estos dos sujetos se queja Tabla 2
de la rapidez excesiva al principio del discurso. La manipulación es en esta prime- Evaluación del vídeo estilo
ra parte muy visible, dado que los inicios de los discursos se prestan a ello. En
Media Desv. tíoica Mínimo Máximo Perdido N total
definitiva, un estilo enfático y engolado podría traducirse en un aumento de la ve- valoración global 4,50 ,65 3,00 5,00 o 14
locidad de emisión que para algunos usuarios podría resultar desagradable. acento 4,36 1'15 1,00 5,00 o 14
En cualquier caso, los resultados parecen ser similares a los obtenidos en el voz 4,07 1,07 1,00 5,00 o 14
estudio preliminar, donde el estilo engolado de la intérprete fue bien recibido por fluidez 4,79 ,43 4,00 5,00 o 14
algunos participantes que destacaban como rasgo positivo de la interpretación la cohesión 4,36 ,74 3,00 5,00 o 14
vivacidad que transmite, aunque otros precisamente criticaban que no conservara tl correcta 4,44 ,73 3,00 5,00 5 14
el estilo plano del orador o se sintiesen distraídos por el exceso de la intérprete. Se tt completa 4,60 ,70 3,00 5,00 4 14
refleja, por tanto, una polaridad en las preferencias manifestadas por los usuarios. terminología 4,64 ,63 3,00 5,00 o 14
Resulta llamativo, aunque se trate de un caso aislado, que uno de los sujetos estilo 4,29 ,73 3,00 5,00 o 14
del presente estudio no responda a la segunda pregunta de la primera parte del cues- entonación 3,93 1,07 1,00 5,00 o 14
tionario (En una interpretación simultánea, ¿qué es lo que más le irrita de un estilo dicción 4,50 ,76 3,00 5,00 o 14
inadecuado?), porque dice no saber «exactamente qué es esto de la interpretación gramaticalidad 3,79 1,31 1,00 5,00 o 14
simultánea», dado que los sujetos habían sido seleccionados en función de su cali- profesionalidad 4,64 ,63 3,00 5,00 o 14

dad de usuarios de interpretación simultánea. Achacamos este desconocimiento a fiabilidad 4,57 ,65 3,00 5,00 o 14

la confusión en el uso de los términos: «traducción oral» por «interpretación», «tra- ponencia 4,00 ,82 3,00 5,00 1 14

ducción simultánea» por «interpretación simultánea», «intérprete jurado» por «tra-


ductor e intérprete jurado», etc. Si comparamos estos resultados con los obtenidos en el vídeo de control (véa-
se gráfico 1), observamos que el parámetro estilo obtiene en el vídeo de control un
4,21, es decir un 0,08 menos que en el vídeo manipulado o, lo que es lo mismo,
3.3. Estudio"3: Evaluación recibe una valoración muy similar en ambos vídeos, ligeramente superior en el vídeo
manipulado. Con la única excepción del parámetro gramaticalidad que recibe una
3.3.1. Resultados valoración 0,36 por debajo de la obtenida en el vídeo de control, el resto de los
parámetros recibe igual o mejor puntuación en el vídeo manipulado. En lo que se
Los resultados del estudio de evaluación de usuarios indican que la valoración refiere al parámetro fluidez, se constata que en el vídeo control ha obtenido un
del parámetro estilo del vídeo manipulado se ha puntuado con 4,29 (véase tabla 2 4,21, mientras que en el manipulado ha recibido un 4,79. Esto implica un incre-
Y gráfico 1). La mayoría de los parámetros han superado los 4 puntos con la única mento superior a 0,5 puntos. En los parámetros profesionalidad y acento la dife-
excepción de los parámetros entonación (3,93) y gramaticalidad (3,78). Siete rencia a favor del vídeo manipulado es de 0,35. En el resto de los parámetros, la
parámetros han alcanzado una valoración igual o superior a 4,5. A saber: valora- diferencia de puntuación es inferior a 0,3 puntos, siempre mejor en el vídeo mani-
ción global (4,5), fluidez (4,78), transmisión completa (4,6), terminología (4,64), pulado. Incluso la impresión de la ponencia original mejora con la manipulación.
dicción (4,5), profesionalidad (4,64) y fiabilidad (4,57).
154 JESSICA PÉREZ-LUZARDO DÍAZ LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO ESTILO 155

Gráfico 1 Gráfico 2
Comparación resultados vídeo control y vídeo estilo Evaluación del parámetro estilo según vídeos

El control

e acento
11 cohesión

Cdicción

e entonación

mestilo
El fluidez

llill gramaticalidad

e terminologfa
e t. correcta

!!1 t. completa

mvoz

estilo

Si nos detenemos en las valoraciones del parámetro estilo en los vídeos donde
no se manipuló el parámetro estilo (véase gráfico 2), observamos una gran
interacción entre fluidez y estilo, bajando la valoración del estilo a 3,14 en el vídeo 3.3.2. Discusión
en el que se manipuló ese parámetro. Este descenso en la valoración supera el punto
con respecto al vídeo de control o el vídeo manipulado para el parámetro estilo. Si bien debemos ser cautos, los resultados del estudio de evaluación parecen
También en los vídeos manipulados de los parámetros acento, cohesión, dicción, indicar que nuestros sujetos han acogido positivamente la manipulación realizada
entonación, gramaticalidad, transmisión completa y agradabilidad de la voz se puede hacia un estilo más enfático o engolado, ya que prácticamente todos los parámetros
apreciar un ligero descenso de la valoración del estilo, aunque sólo en el caso de recogidos en el estudio recibieron mejor valoración que en el vídeo de control, in-
gramaticalidad, transmisión completa y agradabilidad de la voz supera los 0,3 puntos cluso los parámetros profesionalidad (4,64) y fiabilidad (4,57).
de diferencia. La mejor puntuación del parámetro estilo es la obtenida en el vídeo Volvemos en esta ocasión a establecer una relación inesperada entre fluidez y
manipulado para la transmisión correcta, donde alcanza una valoración de 4,58. estilo, que se pone de manifiesto de igual forma en el estudio de evaluación del
Este es además el único vídeo manipulado en el que obtiene una mejor valoración vídeo manipulado del parámetro fluidez, como veíamos en los resultados. Es de-
que en los vídeos de control y de la manipulación del parámetro estilo. cir, la manipulación hacia un estilo enfático produce una percepción de mayor flui-
dez y la manipulación del parámetro fluidez repercute en la valoración del parámetro
estilo. Un aspecto que resulta aún más sorprendente es la aparente interacción en-
tre el parámetro estilo y el parámetro transmisión completa. Recordemos que en el
estudio anterior algunos sujetos habían mencionado en sus definiciones de estilo
aspectos relacionados con la transmisión del sentido. Quizás los oyentes interpre-
ten un mayor uso de efectos retóricos como una transmisión más completa de las
connotaciones del discurso original, como ya detectaban Altman (cf. 1994) a pro-
]ESSICA PÉREZ-LUZARDO D!Az I57
LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO ESTILO

pósito de los errores de estilo más frecuentes de sus estudiantes y Berk-Seligson ción de un estilo mejor o peor puede venir condicionada por la fluidez de
(cf. 1988), que establecía cierta correlación entre el uso de fórmulas de cortesía y emisión, el empleo de la terminología apropiada o el uso gramatical co-
la profesionalidad y la fiabilidad, entre otros. rrecto.
En nuestra opinión, los resultados obtenidos podrían sugerir no sólo preferen- _ Esto último supone que habría que estudiar el parámetro estilo en deteni-
cias de un grupo de especialistas en derecho, como hacia determinado estilo. No miento a la luz de todos los intraparámetros que podrían influir en su per-
deja de llamar la atención que incluso la ponencia original reciba mejor valoración cepción.
en el vídeo manipulado que en el vídeo control. Por ello nos vemos tentados a su- Debemos resaltar el interés de continuar en la línea del presente proyecto, pro-
gerir que quizás nuestros sujetos aplaudan, al menos de manera no consciente, que fundizando en todos los aspectos que pueden influir en la percepción de estilo. Ello
la intérprete actúe y no permanezca invisible (cf. Kopczynski 1994). debería incluir la manipulación «en negativo» de la afección de la interpretación,
En lo que se refiere a la valoración de estilo en los demás vídeos manipula- esto es, que la interpretación resulte menos enfática que el discurso original Y tam-
dos, cabe destacar que nuestro parámetro se muestra especialmente sensible en los bién otras manipulaciones relativas al uso del registro apropiado o inapropiado o
vídeos manipulados para los parámetros fluidez, transmisión completa, gramatica- de estructuras sintácticas muy elaboradas propias del lenguaje escrito frente al uso
lidad, y agradabilidad de la voz. Ya hemos comentado con anterioridad la interacción de estructuras sintácticas propias del habla. En este último caso sería interesante
con los dos primeros. En lo que respecta a la gramaticalidad, recordemos que esta incluir el efecto del abuso de la concatenación de ideas en frases inadecuadas pero
es la única valoración que empeora con respecto al vídeo control en la manipula- gramaticalmente correctas. No debemos olvidar tamp~co la necesidad ?e, conti.n~ar
ción de estilo. Además, en las definiciones de estilo del estudio anterior algún su- indagando sobre la concepción de estilo de los usuanos de la IS y qmza~ fac~ll:ar
jeto relacionaba estilo con gramaticalidad. En realidad, todos los parámetros que nuestra propia definición de estilo antes de preguntar a los encuestados SI les 1mta
influyen en la presentación parecen interactuar, aunque en algunos casos su vincu- un estilo inadecuado o si lo consideran relevante.
lación resulta más visible que en otros.

4. CONCLUSIONES

A pesar de la naturaleza escurridiza del concepto de estilo, en general, y, en


concreto, aplicado a la interpretación, todo parece indicar que el parámetro estilo
desempeña un papel importante en la impresión y evaluación de la calidad de una
interpretación dada. Aunque creemos que es necesario realizar un mayor número
de estudios que nos permitan determinar la importancia real y objetiva del
parámetro, podemos realizar las siguientes observaciones a título de conclusión:
- Se confirma que la naturaleza del estilo hace muy difícil su estudio, dado
que a priori los sujetos podrían tener ideas diferenciadas del concepto «es-
tilo adecuado».
- Aunque nuestro estudio de expectativas vuelve a situar el parámetro estilo
en uno de los últimos puestos de la escala de importancia, los datos obte-
nidos nos sugieren que los trabajos mediante encuestas realizados hasta aho-
ra podrían no ser concluyentes.
- A la luz de los datos obtenidos en el segundo y tercer estudio empírico del
presente trabajo, se podría considerar que el parámetro estilo es la suma de
la interacción de otros parámetros también incluidos en los estudios de ca-
lidad, a lo que habría que añadir aspectos propios. Es decir, que la percep-
CAPÍTULO 10
LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO ENTONACIÓN
ÁNGELA CoLLADOS Aís

l. INTRODUCCIÓN

En el presente capítulo presentamos los resultados de la investigación llevada


a cabo, introduciendo previamente, aunque sea de forma somera, el tratamiento
dado a la entonación desde otras disciplinas y desde la interpretación (cf. Collados
Aís, en preparación). En este último caso, se dedicará especial atención a los estu-
dios empíricos sobre calidad.
La entonación, si bien ha formado parte de los estudios lingüísticos, es a par-
tir de la focalización de éstos en las funciones comunicativas más que en las for-
mas lingüísticas, cuando, en sus distintas vertientes, se ha ocupado más de este
tema (Chun 1998), tanto en cuanto a la función cohesiva o integradora (cf. Álvarez
Muro 2001), como al procesamiento de la información (cf. Cutler, Dahan &
Donselaar 1991). No obstante, la función comunicativa de la entonación ha sido
estudiada en psicología desde épocas tempranas (cf. Scherer 1979) asociada con la
expresión de actitudes (cf. Ladd, Scherer & Silverman 1986; Wichmann 2000) y
estados de ánimo o emociones (cf. Scherer 1986, 1995; Vromeen, Collier &
Mozziconacci 1993; Mozziconacci & Hermes 2001), así como con la atribución
de la personalidad (Brown 1982). A pesar de que los aspectos no verbales que acom-
pañan o forman la prestación del intérprete han sido considerados elementos fun-
damentales desde los inicios de la interpretación por profesionales e investigado-
res (Herbert 1970; Katz 1989; Gile 1983, 1991), es a partir de los años ochenta, y
fundamentalmente de los noventa, cuando comienzan a aparecer estudios específi-
cos sobre estos aspectos (Poyatas 1987, 1997b; Daro 1990, 1994; Shlesinger 1994;
Collados Aís 1994, 1998; Ahrens 1998, 2005; Pochhacker 1994; Pradas Macías
2003, Nafá Waasaf 2005). Posiblemente, el que en los estudios empíricos sobre
expectativas de calidad de usuarios e intérpretes, los aspectos no verbales en sus
r6o
ANGELA COLLADOSAfs LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO ENTONACIÓN r6r

distintas manifestaciones (entonación, agradabilidad de la voz, entre otros) hayan


(Quilis 1993; Obediente 1998 apud Álvarez ::'1~ro 2001~, p.ara otros autores, ún~-
obtenido siempre valoraciones muy por debajo de otros parámetros verbales 0 de
contenido, tales como transmisión correcta o cohesión lógica (Bühler 1986; Kurz camente se consideraría el movimiento melodiCo , o vanacwnes de la frecuencia .,
fundamental (León 1996; Mora 1996 apud Alvarez Muro 2001). La entonacwn
1989, 1993, entre otros) no haya hecho sino refrendar la necesidad de verificar es-
monótona, para Navarro y Tomás (1974), se caracterizaría concretamente por la
tas expectativas en estudios de evaluación. También puede influir que cuando otros
encia o reducción de inflexiones movidas y variadas o, dicho de otra forma,
aspectos, en principio más importantes, comienzan a ser cubiertos es cuando la au S . d,
or la uniformidad de sus inflexiones. El campo entonatlvo de un hablante po na
investigación se puede ir centrando en estos otros, ya no considerados un «lujo»
(por adoptar la terminología de Chun (1998), refiriéndose a la entonación en el
~er melodioso o monótono, según la impresión que nos da la combinación de re-
gistros, acentos y pausas (Poyatos 1994). En ~oncret~, los.cinco g:a?os que p~o­
marco de la ELE) o cuando las dificultades técnicas o metodológicas van siendo
pone Poyatos (ibídem) para el campo entonat1vo senan: hipermelodico-melodw-
menores, aunque sigan subsistiendo (Ahrens 2005: 75).
so-medio-monótono-hipermonótono.
Desde el punto de vista lingüístico, la entonación 1 hace posible que, resp~tan­
2. ESTADO DE LA CUESTIÓN do las normas lingüísticas de una lengua, el oyente reciba adecuadamente lo dicho
por un determinado emisor. Facilitando así el procesamiento d.e, la estru~tura
2.1. Aproximación multidisciplinar discursiva (cf. Venditta & Hirschberg 2003) en base a su func10n cohesiva o
integradora que «divide el hilo fónico en parcelas, de modo_ que el oyente pue-
de percibirlo como un oleaje facilitando la comprensión~> (Al:arez .Muro 20?,1:
En el ámbito que a nosotros nos interesa, el de la calidad de la interpretación,
1), a su función progresión de la información, de prommencia de, mformacwn
la conducta vocal es ante todo comunicación. En este sentido, la conducta vocal
dada y nueva (cf. Bolinger 1986) o a su manifestación de cortesía (Alvarez Muro
fun?amentalmente hace posible la comunicación entre un emisor y un receptor, entre
2001: 2-3).
un mtérprete y un usuario, en dos dimensiones distintas: la verbal y la no verbal
Por otra parte, la entonación viene a servir de exteriorización de actitudes o
(~pple, Streeter & Krauss 1979; Lancker, Cornelius & Kreiman 1989, o más re- estados de ánimo del emisor, e incluso de información de rasgos permanentes del
Cien~emente Mozziconacci & Hermes 2001). A través de la voz, el intérprete co-
mismo (Brown 1982). Más aún, el emisor, al exteriorizar sus emociones, exteriori-
mumca un contenido verbal, siguiendo un código lingüístico, pero también comu-
za su intención, su propia evaluación de lo que está diciendo lingüísticamente o,
nica siguiendo un código no verbal. Las señales de uno y otro pueden coincidir en
en general, de la acción realizada en ese momento (Cosmides 1983).
el mismo producto acústico dando información complementaria, redundante o in-
La entonación monótona, junto a otros parámetros tales como el volumen
cluso contradictoria; de forma que el proceso de comunicación de las lenguas na-
bajo, la baja velocidad de emisión o el tono más grave, es uno de los patr~nes
turales se ve enriquecido por el aspecto psicológico del comportamiento humano
básicos de lo que se entiende globalmente por monotonía de la voz, contnbu-
(Quilis 1993). Así, en la entonación nos encontramos de forma especialmente tan-
yendo al reconocimiento de determinadas emociones (~c?erer 198~, 1986, 1995;
gible (o audible) la doble función, el doble sistema que transcurre a través del ve-
Fernández Dols et al. 1990), asociadas a estados de ammo negativos y escaso
hículo voz, con un conglomerado de fenómenos prosódicos, de gran variedad fun-
arousal o activación, tales como tristeza, aburrimiento o indiferencia, y adop-
cional, que hacen en ocasiones difícil la delimitación en categorías, tal y como afir-
ma Quilis: tando, por tanto, los polos negativo/pasivo de la emoción o de la actitud (cf.
Wichmann 2000).
La manipulación de la voz, de la entonación, a fin de comunicar diversos men-
El suprasegmento entonativo es uno de los componentes más complejos de una len-
gua: sus variadas formas, sus diversas funciones, su incidencia más o menos directa sajes (Knapp 1988) e influir en nuestros receptores es un hecho r~conocido por los
en la .significación y en la caracterización del hablante lo convierten en un campo de primeros retóricos (Scherer 1995) y aprovechado por los profesiOnales de la co-
estudw en el que no faltan las dificultades. (Quilis 1993: 409)

De hecho, entre los autores no existe unanimidad en cuanto a los elementos


que conformarían la entonación. Si para algunos autores ésta estaría compuesta por 1 Para una extensa bibliografía sobre aportaciones de la lingüística a la entonación, véase LAVER

las variaciones de la Fo, el ritmo, las pausas, la intensidad y otros elementos fónicos (1994) y HIRSCHBERG (2006). Una amplia revisión de las funciones de la entonación es recogida en
NAFÁ WAASAF (2006).
ÁNGELA COLLADos A(S LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO ENTONACIÓN

2
municación . El oyente escucha y reacciona ante la producción vocal siendo 1 térprete estarían determinados por su papel de comunicador profesional. La posi-
. . ' as
vanacwnes en el comportamiento vocal no verbal las que suponen para él estímu- bilidad de modificar actitudes a través del componente afectivo, incluso en comu-
los de procesos y situaciones psicológicas que van más allá de la mera decodif- nicaciones o argumentaciones predominantemente lógicas o racionales (Breckler
1
cación lingüística del mensaje (Mahl & Schulze 1982).
1993), nos lleva a considerar que el intérprete, también al transmitir un discurso
De esta forma, en la psicología, los efectos de la monotonía han sido estudia- técnico 3, esté transmitiendo a partir de su voz información sobre su actitud frente
dos. d~s~e la comprensión y la persuasión (Mehrabian & Williams 1969) o desde a la labor que está realizando (interpretar) y, por tanto, sobre su propia profesio-
los JUICIOs sobre la personalidad (Brown 1982) basados en la entonación y la tasa nalidad.
de articulación. Los resultados de los estudios experimentales de Brown (ibídem) La alta variabilidad individual y cultural (cf. Montero et al. 1999) requiere es-
de~uestran que, en general, el incremento de la entonación hace aparecer a los tudios que analicen lo universal y lo específico en entonación (v.gr. Mixdorff 2004;
emtsores como más competentes y benevolentes, mientras que la reducción de la Gussenhoven & Chen 2000) o que investiguen patrones entonacionales en corres-
entonación produce la impresión de una menor competencia y benevolencia. En pondencia con diferentes estructuras discursivas. En este sentido, la aplicación de
cuanto a la persuasión, los efectos de la monotonía parecen claramente negativos las nuevas tecnologías a la investigación sobre entonación (cf. Holm & Baillo 2002;
e~, el sentido de que la credibilidad, como componente fundamental de la persua~ Pardo 4 2004) o la evolución en ámbitos tales como la ELE (cf. Jilka 2000; Chun
swn, conduce a que determinadas decisiones sobre veracidad, dinamismo, simpa- 1998) pueden contribuir al desarrollo de nuestro propio ámbito.
tía o competencia se tomen sobre la base vocal (Knapp 1988; Brennan & Williams
1995). Y es que las atribuciones que realizan unos individuos sobre otros están
basadas en parte, no en lo que dicen, sino en cómo lo dicen. O como lo expresa 2.2. Estudios de interpretación
Navarro y Tomás:
2.2.1. Aproximación multifocal
El tono es en muchos casos, más que las palabras mismas, lo que satisface y persuade
o molesta y ofende. (Navarro y Tomás 1974: 154) Como mencionamos en la introducción, existe un número considerable de co-
mentarios genéricos sobre la importancia de la voz del intérprete, en el sentido de
. Pero a través de la voz no solamente reconocemos o atribuimos estos juicios que ésta no debe ser ni desagradable ni monótona (Katz 1989), bien porque una
smo que, sobre la base de cómo nos suena (Kramer 1963), inducen en nosotros voz agradable casi siempre lleva varios puntos de ventaja (Herbert 1970), bien por-
estados de ánimo o actitudes (Scherer 1995). En este sentido, la información vocal que puede ayudar a convencer al oyente de la calidad de la idea formulada (Gile
no verbal es procesada rápidamente con una demanda mínima de los recursos 1991), bien porque una voz monótona puede tener efectos sobre el nivel de com-
cognitivos (Hatfield, Cacioppo & Rapson 1994). prensión de la audiencia debiendo por ello el intérprete hacer uso de los medios
La importancia práctica del tema de la expresión emocional para el intérprete prosódicos que tiene a su alcance (cf. Déjean Le Féal 1990).
s~ centra fundamentalmente en potenciar su capacidad de emisor y receptor cons- Estos comentarios, realizados durante una época determinada y comparados
ctente de señales vocales no verbales. O, dicho de otra forma, en convertirlo en con la importancia otorgada a otros temas, pueden parecer reducidos. No obstante,
una persona inteligente emocionalmente (Hatfield, Cacioppo & Rapson 1994). La denotan la relevancia que ya desde los inicios se le otorga intuitivamente a la voz
?abilidad de expresar e interpretar sentimientos y actitudes para regular relaciones del intérprete como presentación de su prestación.
mte~ersonales es un prerrequisito para, entre otros, evitar malentendidos, para ne- También desde el ámbito de las asociaciones profesionales, la presentación y
gociar respeto e incluso poder, pero, sobre todo, para su uso estratégico en la con- con ello, la voz o la entonación, han sido tema de preocupación (véase, entre otros,
secución de determinados objetivos (Arndt & Janney 1991), que en el caso del in-

3 Véase BOLINGER (1986: 74) para la importancia de la entonación también en discursos infor-
2 mativos: Even when we inform we are not above slipping in an extra message sub rosa: «The infor-
Véase AGUILAR (2000: 117) respecto al Libro de estilo de Telemadrid dirigido a sus profesio-
mation I am giving you is important». The importance can be underscored by the words we choose
nales en ~1- que se alerta sobre varios problemas o errores de entonación, tales como el deje, tonillo,
(... ), or can be underscored by the tone.
la afectac10n o la monotonía, definida esta última como «la repetición constante de un mismo movi-
miento entonativo». 4 Nos parece muy valiosa la página web del Speech Technology Group del Departamento de
Ingeniería Electrónica de la Universidad de Madrid: http://www-gth.die.upm.es
ANGELA COLLADOS A!s LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO ENTONACJON

AIIC 2004). De hecho, un estudio temprano llevado a cabo por la AÜC (1986 apud que en el habla espontánea o leída no se producirían. Posteriormente, Williams
Mazzetti 2005: 127) se informa sobre el peso de la entonación y el lenguaje cor- (1995) analizó cómo y cuándo se producían. En 2001 se publica otro trabajo que
poral sobre la comprensión en la comunicación oral. intenta averiguar si una voz monótona del intérprete efectivamente repercute en la
Dentro de los primeros trabajos vinculados directamente con el tema que nos tasa de retención de la información transmitida a través de la IS frente a una voz
ocupa, se encuentra el de Daro (1990). Ésta estudia las diferencias de tono (Po) no monótona (Collados Aís 2001). Los resultados confirman la tendencia de que
entre distintas lenguas de trabajo de una intérprete de conferencias, concluyendo la retención en los usuarios especializados es mayor en una IS no monótona que
que ésta es mayor cuando la interpretación es hacia la lengua no materna, por la en una IS monótona, aunque sin llegar a la significación estadística. Ahrens (cf.
mayor tensión que implica. En la misma línea de vincular la lengua de trabajo con 2005) aporta un estudio exhaustivo sobre la entonación estudiada a través de un
aspectos «extralingüísticos», se sitúa Schweda Nicholson (1992: 97) que, específi- corpus de interpretaciones simultáneas inglés-alemán. Sus conclusiones apuntan
camente para la prosodia, justifica la interpretación hacia la lengua materna en el también a aspectos específicos del estilo discursivo del intérprete (ibidem: 230),
sentido del mayor automatismo en la producción de los rasgos paralingüísticos y condicionados por el propio proceso de la interpretación y las condiciones comuni-
prosódicos: cativas específicas bajo las cuales se produce; así, el intérprete tiende a una segmen-
tación prosódica mayor del texto por motivos estratégicos de segmentación de
An additional argument put forth in support of interpreters working solely into an «A» contenido (ibidem: 227). Nafá Waasaf (cf. 2005), en una amplia investigación
language is that the production of correct prosodic (intonation and stress) pattems does dedicada íntegramente a la entonación estudiada desde la perspectiva del DO y de
not require the conscious attention of a native speaker. As well, one can claim that la interpretación en un corpus extraído del PE, demuestra el uso de estrategias
certain paralinguistic features (i.e., tone and loudness of voice, rhythm, and tempo) entonacionales y retóricas de los intérpretes para la comunicación de su ejercicio
are not always given conscious attention as we speak. profesional, mediante la organización y estructuración de sus discursos. Más allá
de que esto pueda no suceder en todos los casos, ni durante toda una interpretación,
Mazzetti 5 (2005) en un estudio experimental publicado recientemente, posiblemente porque esta entonación comunicativamente aceptable se vea alterada
considera que parece confirmarse la hipótesis de Giambagli (1990 apud Mazzetti por las demandas cognitivas del proceso de la interpretación (ibidem: 678),
2005), según la cual, sería más fácil interpretar hacia la lengua B en caso de oradores constatando, por tanto, la mencionada entonación sui generis más como una
de lengua no materna en el caso de distorsión entonativa del DO. excepción que como una regla, a diferencia de estudios precedentes (cf. Shlesinger
Uno de los primeros intentos para integrar el ámbito no verbal y, específica- 1994; Williams 1995; e incluso Ahrens 2005).
mente, el no verbal vocal en la IS y en el marco del primer estudio observacional
sobre calidad de la interpretación fue llevado a cabo por Pochhacker (1994).
Pochhacker integra tanto la vertiente no verbal como expresamente la no verbal 2.2.2. Estudios empíricos de calidad
vocal, otorgándole así en la investigación un rango de importancia que es el que,
efectivamente, adquiere en IS. En 1994, Shlesinger publica un trabajo que nueva- Los estudios de expectativas de calidad con usuarios de la interpretación, así
mente tiene a la voz como objeto de estudio en la investigación, concretamente su como con los propios intérpretes, han venido mostrando una incidencia menor de
influencia sobre el nivel de retención en IS. Su trabajo muestra que la retención a los parámetros no verbales frente a parámetros verbales tales como la transmisión
partir de una IS es inferior al grado de retención que se alcanza a partir de textos correcta y la cohesión lógica (cf. Kurz 2001, 2003). En los primeros trabajos
leídos. Shlesinger (ibidem) comparó la emisión vocal de la IS con la lectura, empíricos sobre expectativas de los intérpretes o de diferentes grupos de usuarios
concluyendo, además, que existían rasgos peculiares propios de la entonación del (Bühler 1986; Kurz 1989, 1993), o sobre evaluación (Gile 1990), si bien no se
intérprete y, en general, en la emisión vocal de los mismos, que se centran contemplaba específicamente la entonación, sí se planteaba la agradabilidad de la
fundamentalmente en un incremento importante de pausas no gramaticales, en voz o la calidad de la voz, al igual que en otros posteriores que optaban por ritmo
posiciones «no usuales» y en una prosodia específica con acentuación de elementos de elocución agradable (Vuorikoski 1993; Mack & Cattaruzza 1995). El trabajo de
Kurz & Pochhacker (1995), y recientemente el de Russo (2005) sobre IS en cine,
sitúan los parámetros no verbales en una posición más importante que los anteriores,
5
Véase también MAZZETTI (2005: 128-129) sobre elementos, características y funciones de la posiblemente debido a las características de los encuestados, vinculados con el cine
entonación y/o prosodia aplicadas a la comunicación monolingüe y bilingüe mediada por IS. y la televisión. En cuanto a la frecuencia de aparición de determinadas deficiencias
r66 ÁNGELA COLLADOS AIS
LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO ENTONACJON

o problemas en la interpretación, los aspectos no verbales, tales como la voz poco t. completa 194 2,00 5,00 4,2010 ,86126
agradable, no parece ser muy alta, de hecho se sitúan al final del ránking de una terminología 196 1,00 5,00 4,0255 ,80662
lista que se presentó de posibles deficiencias en la que la más frecuente era la estilo 195 1,00 5,00 3,5179 ,87546
terminología poco precisa o adecuada (Collados Aís et al. 1998). Otros trabajos, entonación 197 1,00 5,00 2,9137 1,07744
dicción 197 1,00 5,00 3,6294 ,96349
bien se refieran a intérpretes o a usuarios, a distintas especialidades o usando
gramaticalidad 99 1,00 5,00 3,3939 ,97748
diferentes técnicas (Collados Aís 1998; Pradas Macías 2003; Garzone 2003,
Waliczec 2003; Chiaro & Nocella 2004; Ruíz Rosendo 2005, entre otros) confirman
los resultados generales en cuanto a las expectativas de calidad y la preeminencia
del contenido sobre la forma. No obstante, no se confirmarían estas bajas
3.1.2. Discusión
expectativas en cuanto a la entonación monótona (Collados Aís 1998), la fluidez
y/o entonación (Pradas Macías 2003; Garzone 2003) o el acento (Cheung 2003;
Los resultados no pueden ser más similares a los obtenidos en los trabajos
Stévaux, en preparación) en estos experimentos llevados a cabo para medir la
anteriores (cf. ap. 2.2.1.). Confirman la poca importancia que los usuarios otorgan
incidencia real sobre la evaluación de una IS manipulada.
a la entonación monótona, si se trata de fijar teóricamente los criterios por los que
se guiarían a la hora de evaluar una interpretación, salvo en determinadas situaciones
específicas, como vimos en el apartado anterior pero que, sin embargo, no llegan a
3. TRABAJO EMPÍRICO
modificar el ránking de prioridades. Se confirma, además, la existencia de dos polos
contrapuestos en las prioridades: acento, agradabilidad de la voz y entonación, por
3.1. Estudio 1: Expectativas
una parte, y transmisión correcta del DO y cohesión lógica, por la otra.
3 .1.1. Resultados
3.2. Estudio 2: Contextualización
Los resultados de expectativas (véase tabla 1) en cuanto a la entonación del
intérprete otorgan a ésta un 2,91 de media. De hecho, un 36, 54% de los encuestados
3.2.1. Resultados
consideraron la entonación como nada o poco importante para la valoración de una
IS, frente al29,44% que la situó en la franja del4 al 5 (bastante o máxima influencia.
Para los usuarios, la entonación se vincula espontáneamente con el «ritmo de
Se ubica así la entonación como el antepenúltimo criterio de valoración para
la frase», «la modulación de la voz», «los énfasis» o «la variedad, el ritmo y el
los usuarios, por delante de acento y agradabilidad de la voz, conformando con
tono» y «tonos graves y agudos». A la pregunta sobre lo que más les irritaría de
estos dos parámetros el único bloque que se sitúa por debajo de 3 y lejos de
una interpretación monótona, las respuestas se centran, salvo una respuesta que
parámetros tales como transmisión correcta del DO o cohesión lógica que obtienen
insiste en la falta de énfasis, en los efectos que les producirían como oyentes en el
un 4,48 y un 4,4 7, respectivamente.
sentido de que «no podrían centrar su atención», en el «aburrimiento que desenca-
denaría», el «aburrimiento que haría perder el sentido del discurso» y da irritación
Tabla 1
y el consiguiente nerviosismo que podría dejarles "dormidos"». Al pedirles que
Resultados expectativas usuarios
vinculen sus respuestas al vídeo manipulado tras el primer visionado, los sujetos
N
mencionan que «la intérprete sigue el ritmo monótono del orador», «la sensación
válido Mínimo Máximo Media Desv. típ. de estrés y desgana en su trabajo que transmite la intérprete y el agobio que pro-
acento 197 1,00 5,00 2,0152 ,95553
duce eso», «el mal ritmo y el aburrimiento que transmite», «el acento confuso y la
VOZ 196 1,00 5,00 2,5918 1,08450 falta de una buena dicción». En la segunda pregunta añaden: «la lentitud de la
fluidez 191 1,00 5,00 3,8429 ,86842 velocidad de la intérprete», «el sentido confuso» e insisten en el «aburrimiento».
cohesión 196 1,00 5,00 4,4746 ,75420 Las más irritantes son, en este caso, «la impresión de que no le gusta su trabajo y
t. correcta 194 1,00 5,00 4,4433 ,85132 que esto se nota», «las pausas» y el «tono aburrido».
LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO ENTONACION
r68 ÁNGELA COLLADOS A!S

ue tomaría la entonación monótona en una interpretación estaría en tomo a un


Tras el segundo visionado, se insiste básicamente en los antes mencionados.
Explícitamente, se hace referencia al «condicionamiento por la entonación del
i.9,lo cierto es que en esta detección la cifra ha caído a 2, lo que provoca un c~~rto
desajuste en el rango en el que teóricamente se moverían al valorar la entonacwn.
orador que tiene un tono cansino» y al «tono plano», «al cansancio que produce y
a la pérdida de atención que le produce en muy poco tiempo», «la velocidad lenta
y sin cambios de volumen, el tono plano» y, en varias ocasiones, «la falta de 3.3. Estudio 3: Evaluación
melodiosidad» y «sin cambios de volumen».
La valoración que otorgan a la entonación de la intérprete en el vídeo mani- 3.3.1. Resultados
pulado es de 2 y 2,05, respectivamente, tras el primer y segundo visionado del vídeo.
Los resultados muestran valoraciones por encima de 4 puntos en todos los
arámetros analizados, excepto en dos (véase tabla 2). Se trata de entonación
3.2.2. Discusión ~onótona, es decir, el parámetro manipulado, donde la intérprete obtiene un 3,2~,
y agradabilidad de la voz, donde obtiene un 3,75. La valoración de la ponencia
Las respuestas dadas por los sujetos en el primer apartado, es decir, en su original también se encuentra con un 3,3 por debajo de 4. El apa~~do que menos
respuesta espontánea sin vinculación al vídeo, denotan una amplia coincidencia valoración obtiene, además de los reseñados, es el de la valoracwn glo?al de la
tanto en los términos utilizados para calificar la entonación de la intérprete, tales interpretación, que, con 4,28, supera la barrera de los 4 puntos pero se aleJa mucho
como ritmo, modulación, énfasis y variedad, como en la mención de emociones o de los 4,78 que obtiene el parámetro terminología.
estados de ánimo negativos; lo que acerca a las descripciones realizadas por distintos
autores desde la lingüística o la psicología (cf. ap. 2.1.). Las emociones referidas, Tabla 2
tales como aburrimiento, irritación, nerviosismo y desgana, son perfectamente Evaluación del vídeo entonación
congruentes también con los estudios psicológicos (cf. Scherer 1995) en el sentido
de inducción de determinados estados de ánimo que son achacados tanto a la Desviación
Perdido N total
producción en sentido estricto de la intérprete como a los efectos que pudiese tener Media tíoica Mínimo Máximo
4,29 ,61 3,00 5,00 o 14
en cuanto a· «falta de atención», «dejar dormido» y así «perder el sentido del valoración global
4,36 ,74 3,00 5,00 o 14
acento
discurso». Se establece así una conexión clara y llamativa entre un parámetro de ,73 2,00 5,00 o 14
voz 3,71
forma con el parámetro de fondo por excelencia, la transmisión correcta del DO, 4,50 ,52 4,00 5,00 o 14
fluidez
tal y como ya apuntara Shlesinger (1994: 232). Se visualiza, de alguna forma la 4,50 ,65 3,00 5,00 o 14
cohesión 14
,74 3,00 5,00 6
vía a través de la que, posiblemente, se realice el trasvase entre la detección y el t. correcta 4,38
3,00 5,00 5 14
t. completa 4,33 ,87
«castigo» que pudiese establecer el usuario (cf. Collados Aís 1998). Es interesante 5,00 o 14
terminología 4,79 ,43 4,00
señalar, además, que, tras el primer visionado, reconocen los elementos citados por ,99 1,50 5,00 o 14
estilo 4,18
ellos en la primera parte del cuestionario, así como el uso inmediato que hacen de 2,86 ,95 1,00 4,00 o 14
entonación
los términos introducidos en la tercera parte del cuestionario (tras el segundo 4,36 ,63 3,00 5,00 o 14
dicción
visionado). Retoman los términos melodiosidad, velocidad lenta y ausencia de 4,29 ,83 2,00 5,00 o 14
gramaticalidad
4,50 ,76 3,00 5,00 o 14
cambios en el volumen, entre otros. No obstante, la valoración de la entonación, profesionalidad
5,00 o 14
4,64 ,50 4,00
tras el primer visionado, con un 2 no es prácticamente modificada para el segundo fiabilidad
2,00 4,00 1 14
ponencia 3,46 ,88
visionado (2,05) lo que apunta a que su valoración estaba determinada desde el
principio y que no les afectó ni una mayor exposición ni tampoco las «pistas»
terminológicas que se les ofrecía. Los distintos apartados del vídeo control, salvo la entonación que obtiene un
Por último, llama poderosamente la atención la valoración bastante más dura 3,71 de media y el de valoración de la ponencia original, se sitúan _todos por enci~a
que la que se produce en los usuarios que valoran la entonación de la intérprete en de 4. A pesar de estos resultados, el vídeo no consigue superar, m en la valoracwn
el cuestionario de expectativas (cf. ap. 3.2.). Si, en las expectativas, la influencia
170 ÁNGELA COLLADOS AiS
LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO ENTONACION

global, ni en la profesionalidad o en la fiabilidad al vídeo manipulado (véase gráfico


1). De hecho, los únicos aspectos que son más valorados, mínimamente, en el vídeo Gráfico 2
control, son la agradabilidad de la voz (0,25) y la valoración de la ponencia origi- Evaluación del parámetro entonación según vídeos
nal, que supera al vídeo manipulado en 0,76 puntos.
m control
Gráfico 1 ll acento

Comparación resultados vídeo control y vídeo entonación 11 cohesión

e dicción

e entonación
lillestllo
llcontrol Ea fluidez
llentonación 11 gramaticalidad

EJ terminología

EJ t correcta

11 t. completa

IIVOZ

entonación

3.3.2. Discusión

El primer dato que llama la atención es que los usuarios han detectado en el
vídeo manipulado la entonación monótona de la intérprete, tal y como muestran
los datos (3,25), aunque menos que en el caso del estudio de contextualización,
donde los sujetos interrogados acerca del parámetro específico la puntuaron con
un 2 y 2,05, respectivamente tras el primer y el segundo visionado. Incluso han
Por último, en cuanto a la valoración del parámetro entonación en los demás trasvasado los efectos a la agradabilidad de la voz (cf. Collados Aís 1998),
vídeos manipulados (véase gráfico 2) destaca el hecho de que ha resultado ser otorgándole a este parámetro una puntuación por debajo de 4 (3,75), pero no a la
valorado de forma no muy positiva en todos ellos. Destaca la peor valoración en valoración global de la interpretación (4,28). Los resultados indican, por tanto, que
dicción y fluidez, donde la valoración se sitúa por debajo de 3 puntos, ubicándose no se han confirmado los obtenidos con el mismo vídeo que se utilizó en 1996 en
estos vídeos entre la valoración obtenida en el propio vídeo entonación. El vídeo la UGR (ibídem). En aquella ocasión, el vídeo manipulado obtuvo un 2,07 de
en el que mejor se ha valorado este parámetro ha sido el de transmisión correcta valoración de la entonación (muy similar por tanto al estudio de contextualización),
donde ha obtenido un 4, siendo éste el único vídeo donde la entonación ha alcanzad~ frente a un 3,28 del vídeo control (3,71, en el presente estudio). Estos resultados
este nivel. tuvieron, además, repercusión sobre otros parámetros evaluados, especialmente la
dicción, aunque destacamos las diferencias que se obtuvieron en la valoración glo-
bal de las interpretaciones con 1 punto a favor del vídeo control, o en la impresión
de profesionalidad (+0, 72) o en la fiabilidad (+0,53). Las diferencias con el estudio
actual indican que el vídeo control obtiene valoraciones similares a los obtenidos
en sus réplicas anteriores (Collados Aís 1998; Pradas Macías 2003) y que, por lo
tanto, las diferencias actuales se deben más al propio vídeo entonación que a éste.
172
ÁNGELA COLLADOS AIS LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO ENTONACION

No obstante, cabe precisar que en los mencionados estudios, el parámetro entonación latentes los resultados del experimento anterior, salvo una involución en este sentido,
del vídeo control fue el peor valorado con un 3,28 (Collados Aís 1998) y un 3,86 algo todavía menos probable en cuanto que los aspectos no verbales han cobrado
(Pradas Macías 2003). más atención en los últimos tiempos.
La interpretación de estos datos no es fácil. El hecho cierto es que no se hayan Los resultados obtenidos en la valoración de la entonación en los demás vídeos
podido confirmar los resultados en este experimento realizado en condiciones muy merece también ser analizada. El hecho de que la entonación haya obtenido, en
similares y con el mismo material. La primera interpretación podría ser que, conjunto, la peor valoración de todos los vídeos y de todos los parámetros nos
efectivamente, la entonación monótona no afectaría a la valoración de una IS. Sin asombra. Sobre todo, teniendo en cuenta que la intérprete, según los análisis técnicos
embargo, consideramos más prudentes otras interpretaciones a la vista de resultados acústicos (cf. Collados Aís 1998) parecía contar con un grado adecuado de
obtenidos. Los factores pueden ser varios, de los cuales algunos puedan situarse melodiosidad.
en la misma metodología de la investigación. Así, parece acertado pensar que el Por último, cabe apuntar la posible benevolencia o justificación general de la
vídeo control no ha destacado por su entonación melodiosa (3,71) frente a las interpretación monótona por parte de los usuarios, si consideran el DO como
puntuaciones obtenidas en el mismo vídeo para los demás parámetros que, en ningún especialmente monótono.
caso, se sitúan por debajo de 4, salvo en la valoración de la ponencia original (3,76);
lo que nos lleva, por una parte, a planteamos las dificultades de la manipulación
de parámetros de forma aislada, sin «tocar» otros. De hecho, ya hemos mencionado, 4. CONCLUSIONES
que el vídeo control obtiene en entonación su mínima valoración, tanto en el
experimento de 1996 (Collados Aís) como en 2003 (Pradas Macías), como en el Las conclusiones, a la vista de los resultados, no nos permiten más que extremar
actual. Ahora bien, y esto es lo curioso, la entonación del vídeo control recibe aún nuestra cautela. Así, ante los resultados divergentes de los dos experimentos de
menos puntuación en 1996 cuando es valorado por encima del actual experimento, evaluación realizados, seguimos considerando que la entonación y, en general los
lo que dejaría abiertas otras interpretaciones. Por otra, nos lleva a que consideremos aspectos no verbales del intérprete, influyen en la valoración de una interpretación
que en muestras del tamaño de la nuestra (cf. cap. 1) la posibilidad de error es alta. (cf. Collados 1998; Garzone 2003; Cheung 2003). Esta interpretación queda
El tema de la variabilidad (Lamberger Felber 1998, 2003; Gile 2003), puede ser subrayada por el nivel de detección de la monotonía que han mostrado en el estudio
interpretado én dos vertientes. La primera es la propia variabilidad en la detección de evaluación y, especialmente, en el estudio de contextualización del parámetro. En
e imputación de los elementos no verbales y, por otra, la propia variabilidad el primero, además, se puede ver cómo los usuarios se acercan de una manera que está
intrínseca a toda valoración, incluidos los demás parámetros. Los elementos no muy en consonancia con los estudios teóricos a su conceptualización (cf. ap. 3.2.).
verbales destacan, tanto en su detección como en su emisión y, por consiguiente, Los motivos de estos resultados divergentes pueden encontrarse en la propia
también en su valoración por la alta variabilidad interpersonal o incluso cultural metodología de la replicación o control del experimento o bien en la variabilidad
(cf. Scherer 1985; Argyle 1987, entre otros). Ello significaría que, al haber realizado de los sujetos, habida cuenta del tamaño muestral y del riesgo de error. Respecto
la réplica del experimento con otros sujetos, en otra ciudad, es posible que éstos al primer aspecto, hubiese sido útil recabar determinados datos que podrían haber
no sean tan sensibles a dicho parámetro. Hay otro factor que podría cobrar relevancia sido básicos para la interpretación de los resultados, tanto del experimento actual
y que no ha sido considerado y es que, a pesar de que los cuestionarios han sido como de los anteriores. Así es posible que la frecuencia de habituación a la
presentados a usuarios con experiencia en IS, esta experiencia no ha sido lo suficien- interpretación sea un factor a tener en cuenta (cf. M o ser 1995), del mismo modo
temente especificada. En los cuestionarios se alude únicamente a la experiencia que el hecho de ser mujer u hombre o incluso la edad (cf. Ng 1992). En cuanto al
ocasional o habitual, si bien debemos partir de la base de que, dado el ámbito segundo aspecto, es un dato que precisamente los aspectos no verbales son los que
profesional, ésta debe ser amplia ya que el cuerpo de profesores de universidad es, provocan un grado más alto de variabilidad, tanto en la detección como en la
en principio, uno de los sectores que más acude a congresos internacionales para producción o trasvase de interpretaciones (cf. Scherer 1985; Argyle 1987); lo que
intercambiar sus investigaciones. Otra explicación que puede darse, aunque de dado el tamaño muestral puede tener una gran incidencia. En este sentido, la
menor consistencia, podría estar en la habituación de los sujetos a interpretaciones entonación se encuadraría plenamente en esta variabilidad.
poco melodiosas, lo que conduciría a que éstos fuesen benévolos con la entonación Sea como fuese, seguimos pensando, a la espera de datos más concluyentes,
monótona si consideran que los demás parámetros han funcionado; lo que dejaría que los aspectos no verbales, la entonación en concreto, son esenciales para la
174 ANGELA COLLADOS A!S

valoración de una IS sobre todo por la propia imposibilidad de acceso a otros t


parámetros de contenido por parte del usuario (Gile 1995c, 1999) y por el análisis CAPÍTULO 11
de los resultados de contextualización que nos muestran datos, a nuestro modo de
ver, de un extraordinario interés, a saber la vinculación de la entonación monótona LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO DICCIÓN
con estados de aburrimiento y cansancio que producen una falta de atención y que, MARÍA JESÚS BLASCO MAYOR & ÜLALLA GARCÍA BECERRA
a la postre, llevan a que se pierda el sentido del DO. Esta vía señalada por los
propios usuarios, según nuestra interpretación, podría situar los elementos no
verbales en una nueva perspectiva, acercándonos al mecanismo de evaluación que
podrían seguir. Sin duda, harán falta otros estudios que corroboren o desmientan
lo que no dejan de ser meras hipótesis.

l. INTRODUCCIÓN

Al igual que otros parámetros estudiados en la presente obra, la dicción ha


tenido poco eco en los estudios de interpretación, lo que probablemente se deba a
dos asertos aceptados de forma tácita en la comunidad investigadora: 1) el intér-
prete simultáneo trabaja hacia la lengua materna, de modo que en principio no de-
bería presentar fallos de dicción al interpretar y 2) personas con problemas graves
de dicción no serían admitidas en programas especializados en interpretación y/o
contratadas como intérpretes en el mercado libre. Si bien hay gran parte de razón
en ellos, se ha de reconocer que ambos admiten matices: 1) el intérprete simultá-
neo no siempre trabaja hacia la lengua materna, concretamente en mercados como
el español se exige que el intérprete trabaje both ways (cf. Stévaux 2003; Iglesias
Fernández 2005); además, como señala Williams (cf. 1994), la direccionalidad B
-7 A es una imposición más que una opción personal de cada intérprete; 2) inter-
pretar hacia la segunda lengua requiere una competencia en expresión oral de ni-
vel nativo o casi nativo, lo cual requeriría en principio un entrenamiento intensivo
en pronunciación de la Lengua B y Lengua C) incluso trabajando hacia la lengua
materna se pueden cometer fallos de dicción, debidos bien a la excesiva relajación
en la articulación, bien a una elevada tasa de enunciación impuesta por la veloci-
dad de emisión del DO, bien a pequeños defectos de dicción del intérprete nunca
corregidos. En cuanto al segundo aserto, en ocasiones se han reclutado intérpretes
con serios defectos de articulación por no encontrar a otro con la misma combina-
ción lingüística, especialmente si se trata de lenguas exóticas (cf. Blasco Mayor,
en preparación).
Algunos estudios empíricos recientes sobre la calidad de la interpretación han
contemplado la dicción como parámetro de calidad, aunque se puede observar una
q6 MARiA JESÚS BLASCO MAYOR Y OLALLA GARC!A BECERRA LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO DICCIÓN !77

cierta falta de rigor terminológico y conceptual acerca de este parámetro, pues, con cía, ya que, como consecuencia de una mala articulación, se genera confusión con
frecuencia, se utilizan como sinónimos los términos articulación, vocalización, enun- respecto al mensaje:
ciación, locución, pronunciación; o supuestamente queda englobado en conceptos
vagos e indefinidos como naturalidad, inteligibilidad, etc. Kalina (cf. 2002), que La dicción es la producción correcta de los sonidos de todos los fonemas, sílabas, pa-
ha elaborado la descripción más completa de parámetros agrupados en tres cate- labras y frases que forman parte de un discurso. Una buena dicción será la que pro-
gorías (contenido semántico, actuación lingüística y presentación), incluye la arti- duzca una vocalización precisa y clara que permita la decodificación de los sonidos
culación como criterio que permite juzgar la calidad de una interpretación, inclui- de todos los fonemas y sílabas que componen las palabras de un texto o locución. Una
mala articulación de los sonidos reduce la audibilidad y genera confusión y despiste
do en la categoría «presentación», junto con descriptores como calidad de la voz,
respecto al contenido del mensaje.
hablar en público, disciplina, simultaneidad, maestría técnica y conducta.

Desde un punto de vista psicolingüístico, se hablaría de articulación (que com-


prendería la dicción) como subproceso de la producción del habla y, por tanto, con-
2. ESTADO DE LA CUESTIÓN templaría los procesos y mecanismos mentales que tienen lugar durante la articu-
lación. En logopedia, se trata la dicción «en negativo»: se habla de los defectos o
2.1. Aproximación multidisciplinar errores de dicción, que un especialista diagnostica y trata para su mejora o elimi-
nación. La dicción, entendida como pronunciación en hablantes de segundas len-
El concepto de dicción ha ido modificándose paralelamente a la evolución de guas, sería de utilidad para intérpretes que trabajan hacia la Lengua B. En este sen-
la sociedad. Aunque su aproximación multidisciplinar requiere incursiones en la tido, la dicción estaría estrechamente ligada al acento nativo (cf. cap. 2). Final-
fonética articulatoria y la fonología (cf. Blasco Mayor, en preparación), no nos mente, de interés también para el parámetro que nos ocupa es el enfoque adoptado
adentraremos aquí en dichas disciplinas, sino que nos limitaremos a recalcar que por la logopedia, que trata de recuperar la articulación del habla de personas que
hoy en día se suele considerar que la dicción colinda con otros parámetros han sufrido una enfermedad o que padecen alguna discapacidad física o psicológi-
extralingüísticos como entonación y agradabilidad de la voz. De hecho, dicción y ca que les impida articular bien los sonidos, ofreciendo una clasificación de dichas
entonación sé podrían contemplar como intraparámetros de la voz, tal y como se perturbaciones articulatorias (v.gr. Gallego Ortega 2000).
plantea en disciplinas relativas al mundo de la comunicación audiovisual. La Si nos atenemos a la incidencia de la dicción, un dato llamativo es el que en la
eficabilidad de la voz (cf. cap. 3), en locución radiofónica, comprende elementos literatura de la locución radiofónica no falten referencias al habla defectuosa de
tales como el timbre, que básicamente es lo que define una voz agradable de una determinados locutores, como es el caso de Sánchez Aguilar (1988 apud Merayo
que no lo es, el acento (cf. cap. 2), la entonación (cf. cap. 10), es decir, los ele- Pérez 1992: 54). Ahora bien, esta constatación choca con las advertencias reitera-
mentos que conforman lo que se conoce como prosodia, así como la dicción o co- das sobre el efecto de estos trastornos. Al igual que Mateos Sainz de Medrano (2003:
rrecta articulación que permite la máxima inteligibilidad. Así es como en el campo 105), Rodero Antón (2003: 293) advierte sobre el peligro que representa cual-
de la locución radiofónica, uno de los enfoques más enriquecedores de cara a la quier error o defecto de pronunciación, susceptible de obstaculizar la compren-
interpretación, se describe al locutor como alguien que sabe hablar al público, es sión del mensaje. Este riesgo sería acrecentado por la ausencia de códigos visua-
decir, que sabe hablar bien y que es capaz de hacerlo para el público radioyente. les y las características del medio radiofónico, que comparte la IS. Para ilustrar
Ambas condiciones, según Arias Ruiz (1964 apud Merayo Pérez 1992: 52), son su propósito, la autora (ibídem) recurre entre otros autores a Huertas & Perona
difíciles de realizar, especialmente la conjunción de las dos: (1999: 95):

«[ ... ] hay que leer pronunciando todas y cada una de las vocales y consonantes que La fugacidad y la no retornabilidad que caracterizan al mensaje radiofónico evi-
componen cada palabra y dando a cada una de ellas su exacto valor fonético. Es decir, dencian la necesidad que tiene el locutor de expresarse con claridad. La radio, más
hay que aprender a vocalizar». que cualquier otro medio, precisa de una pulcritud en cuanto a dicción acústica se
refiere, por lo que se impone un esmerado cuidado, aunque dentro de unos límites
En términos similares, Mateos Sainz de Medrano (2003: 105-106) nos ofrece (1999: 95).
una definición muy valiosa de la dicción, aludiendo al mismo tiempo a su inciden-
MAIÚA]ESÚS BLASCO MAYOR Y OLALLA GARCIA BECERRA LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO DICCI6N 179
q8

Otra advertencia la emite Balsebre (1964: 56), a quien acude también Rodero El bajo nivel de las lenguas de trabajo en un número considerable de estudiantes o
Antón (2003: 293) para denunciar otro posible efecto de una articulación deficien- los problemas de voz que conducen a problemas de vocalización en la propia lengua
te en el oyente, a saber una falta de credibilidad del locutor: materna, junto con problemas derivados de la entonación monótona de los aprendices,
probablemente tenga origen en la formación que reciben, con un claro predominio del
El radioyente juzga en ese instante la credibilidad de aquél que no demuestra ~onocer uso de la lengua escrita en detrimento de la oral (cf. Blasco Mayor 2005). De este modo,
todos los elementos de su tarea profesional, a partir de un estímulo informativo con no se entrenan las destrezas que se consideran básicas para interpretar (cf. Harris &
una estructura sonora deficiente, escasamente inteligible o poco agradable al oído. Fernández-Nistal 2002) como la expresión oral en la lengua materna o extranjera.
Habitualmente, se menciona la habilidad de expresarse en público y de tener
En este sentido, sí podemos pensar, tal como señala Iglesias Fernández (2003: voz agradable como prerrequisito para ser intérprete (Bernstein & Barbier 2000/
229) de cara a la interpretación en los medios de comunicación (televisión Y ~a­ 01: 224). Es probable que en ambos se incluya, de forma implícita, la dicción co-
dio), que una correcta dicción es imprescindible, pues los oyentes esperan del In- rrecta, pero, al no haberse definido explícitamente hasta ahora, no hay certeza acerca
térprete la misma corrección articulatoria y expresivida~ en la voz qu~ _la de ~n de qué destrezas comprendería dicho parámetro. La oratoria consta de una serie de
locutor, ésta no siempre se da por sentada en los estudios sobre locucwn r~di~­ técnicas susceptibles de ser adquiridas, donde cabe, sin duda, la formación en téc-
fónica. De no ser así, no podríamos haber incluido estos apartados sobre la InCI- nica vocal; sin embargo, la voz agradable es una característica más intrínseca del
dencia de la dicción, cuyos efectos no dejan de presentar similitudes con el ANN individuo, por tanto no sujeta a modificaciones apreciables (cf. cap. 3). Es posible
(cf. cap. 2). que de forma no consciente, se piense en una voz agradable como en una señal
acústica que no presenta irregularidades ni a nivel tonal ni a nivel articulatorio. Se
puede decir que, en nuestro campo, la dicción ha sido obviada en gran medida o,
2.2. Estudios de interpretación en otros casos, se la ha englobado en conceptos más generales y de corte comuni-
cativo, tales como voz agradable o naturalidad, entre otros.
2.2.1. Aproximación multifocal En cuanto a métodos de evaluación de la IS para la docencia, Schjoldager (cf.
1996) propone fomentar la capacidad de autoevaluación de los estudiantes mediante
En la enseñanza de la interpretación, la dicción aparece en algunos progra- un cuestionario con preguntas acerca de situaciones típicas en las interpretaciones
1
mas de formación de intérpretes, tal y como recomienda M o ser Mercer ; otros de noveles: fragmentos incomprensibles, inacabados, entonación insegura, ruidos
especialistas de prestigio como Harris & Fernández-Nistal (2002: 13) defienden extraños; entre otros aspectos una de las cuestiones que los aprendices han de eva-
su inclusión en un módulo de desarrollo de destrezas básicas previo al entrena- luar es si tienen mala articulación. Ya se ha mencionado anteriormente la deficien-
miento en interpretación propiamente dicho, e incluyen, junto a dicción, la for- cia en la capacidad de producción oral en LE de los aprendices, que va desde los
mación para las habilidades de hablar en público, el entrenamiento de la voz Y la niveles discursivos, pasando por todo tipo de fallos expresivos, falta de léxico, ex-
vocalización. presiones agramaticales, llegando también a los niveles básicos como articulación
Algunos investigadores se están haciendo eco de un ~en_ómeno recie~te ~ue y uso deficiente de la voz o entonación monótona. Es acertada la utilización de
causa preocupación en la comunidad docente: el desconocimiento o el baJO mv~l plantillas como ésta para llamar la atención de los estudiantes sobre aspectos de su
de la lengua materna de estudiantes universitarios de interpretaci~n. Shaw, Grbic ejecución que habitualmente suelen pasar desapercibidos.
& Franklin (2004: 70) aluden al alto nivel de las lenguas de trabaJO como prerre- En otra línea, se sitúa la habilidad de articulación rápida, considerada como
quisito para interpretar, que existe desde siempre y de forma tácita entre docentes una de las características más sobresalientes de los intérpretes profesionales (Dan)
e investigadores de interpretación, y lo comparan con la situación actual. 1989). El intérprete tiene que adaptarse a la velocidad del orador. Si la velocidad
de emisión del orador es alta, el intérprete necesita incrementar su velocidad
articulatoria para no omitir información, aunque hay otras circunstancias que in-
fluyen en la tasa de enunciación del intérprete, según Daro (cf. 1990b), como por
1 Procrrama del curso para docentes de interpretación impartido por Barbara Moser Mercer en
ejemplo direccionalidad de la interpretación, tipo de texto, nivel de las lenguas de
http ://www~aiic .net/community /attachments/View Attachment.cfm/ a561 p77 8-93 7 .doc? &filename trabajo y habilidades fisiológicas del intérprete, entre otras.
=a561 p778-937 .doc&page_id=778
MARiA JESÚS BLASCO MAYOR Y OLALLA GARCIA BECERRA LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO DICCIÓN r8r
r8o

Aunque Daro (ibídem) no las especifica, entendemos que las hab.ilidades fi- los niveles de calidad tanto en el contenido como en la forma, es preferible ofrecer
siológicas se refieren a la capacidad de articular correctamente a velocidade~ muy una síntesis: en este sentido, se observa cómo un aspecto relativo a la dicción está
superiores a las del habla habitual (en ocasiones hasta de 180 palabras por mmuto, vinculado al parámetro de transmisión completa del DO (cf. cap. 7).
cf Moser Mercer, Künzli & Korac 1998). El estudio de Ng (1992) contempla la pronunciación y recoge las opiniones de
jueces de interpretaciones de estudiantes. Aunque está principalmente orientado a
la percepción de aspectos pragmático-discursivos en usuarios japoneses, Ng
2.2.2. Estudios empíricos de calidad categoriza sus comentarios en cuatro bloques temáticos, pero sólo comenta los re-
lativos al nivel discursivo:
En los escasos estudios de expectativas de calidad (en usuarios de la interpre- a) Naturalidad
tación e intérpretes) que abordan el parámetro dicción como tal, se observa la inci- b) Estructura gramatical
dencia baja de este parámetro. Los primeros puestos en el ranking de parámetros e) Vocabulario
los ocupan la transmisión correcta y la cohesión lógica, y en general todos los d) Nivel discursivo
parámetros que aluden al contenido; mientras que los ~ue def~nen la forma,. como Por primera vez, se introduce la categoría naturalidad, que comprende, entre
dicción, acento o agradabilidad de la voz, ocupan medws o fmales. Los pnmeros otros elementos, la pronunciación, aunque no nombra expresamente la dicción. Los
estudios empíricos sobre expectativas de los intérpretes y usuarios (Bühler 1986; comentarios de los usuarios sobre aspectos extralingüísticas se centran alrededor
Kurz 1989, 1993) no incluyen el parámetro dicción sino otros relacionados c?n la de lo que él llama estilo (style of delivery ), donde incluye la velocidad, la calidad
voz como acento, voz y fluidez. Tampoco la incluye Gile (1990) en su estudiO de de la voz y la seguridad al hablar. Una vez más, se puede comprobar que no hay
cas~, que presenta como novedad el descriptor «voz, ritmo y entonación»; es más unanimidad entre los investigadores en la nomenclatura de los conceptos.
explicativo aunque la dicción sigue siendo la gran ausente. . El primer estudio donde se encuentra el término dicción como parámetro de la
En el estudio empírico de Meak (1990:12), se le plantea a un colectivo com- calidad de la interpretación es obra de Kopczynski (1994), quien recogió datos pro-
puesto por diez médicos la cuestión acerca de si se resiente la comprensión cuan- cedentes de grupos de especialistas de diferentes campos (humanidades, ciencia y
do la tasa de enunciación es demasiado elevada. Cuatro contestaron con una nega- tecnología y diplomáticos) en calidad de receptores de la IS y de oradores. El
tiva y otros cÚatro afirmativamente, uno prefería que ~e resumie~a~ frase~ antes parámetro dicción estaba incluido en dos preguntas de su cuestionario, aquéllas en
que dejarlas inacabadas (se entiende a causa de la velocidad) y el ultimo aflrma~a las que los usuarios debían establecer un ranking de tres criterios prioritarios y de
que la comprensión se resiente tanto con el exceso como con el defecto de vel?ci- tres factores irritantes entre las opciones que les presentaba el autor. En el primer
dad. Para la investigadora, las opiniones de los usuarios dependen de la expenen- caso, ninguno de los oradores nombró este parámetro entre los tres criterios más
cia individual, del tipo de congreso y de la capacidad individual de concentración; relevantes, mientras que un 5,3% de los receptores lo situaron en la primera posi-
mientras que para los intérpretes la velocidad siempre constituye un problema: ción, un 2,6%, en la segunda y otro 5,3%, en la tercera. Del mismo modo, los ora-
dores no incluyeron la mala dicción entre los factores irritantes más importantes.
Pour !'interprete la vitesse cause toujours des problemes (Gile 1984) et a plus forte Por su parte, un 2,6% de los receptores consideraban que era el segundo factor
raison dans un contexte scientifique ou non seulement les notions a saisir et a trans- más irritante y un 7,9%, el tercero. Una vez más, los sujetos muestran preferencia
mettre ne font pas partie de son contexte habituel, mais ou les termes et les données por los parámetros de contenido en detrimento de los formales. Sin embargo, se
sont difficilement mémorisables. N'oublions pas que !'interprete dépend du rythme percibe con claridad una diferencia entre las preferencias de los usuarios de la IS
de 1' orateur sans en avoir la meme forme mentale et sans partir des memes présuppo- en función del rol que desempañan: los oradores manifiestan un mayor interés por
sés pour développer une information (Meak 1990: 12). los parámetros que determinan la transmisión del contenido de su discurso, rele-
gando a un segundo plano a los aspectos formales; mientras que los receptores,
Meak (ibídem) no explica en qué consisten los problemas de comprensi~n cau-
pese a confirmar su predilección por los aspectos relacionados con el contenido,
sados por la velocidad de enunciación, simplemente constata que estos existe~ Y
muestran una mayor preocupación por los aspectos formales.
que, probablemente, sean más acusados para los intérpretes q~e para los u~uarws. La indefinición de los parámetros persiste también en estudios como el de Mack
La sugerencia de los profesionales coincide con la del usuariO en resumir antes & Cattaruzza (1995), donde la nomenclatura de los parámetros es ambigua y pue-
que dejar frases inacabadas (Galli 1990). Se deduce que, si no se pueden mantener
LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO DICCI6N
r82 MARIA ]ESOS BLASCO MAYOR Y OLALLA GARCIA BECERRA

una exigencia mucho mayor con respecto a éste parámetro extralingüístico, muy
de inducir a confusión. En otro trabajo de la misma fecha (Moser 1995), el infor-
por encima de la observada para parámetros del mismo orden como entonación y
me encargado por AIIC sobre expectativas de los usuarios, son los propios usua-
estilo (3,6 y 3,5, respectivamente), y voz y acento (2,9 y 2,7, respectivamente) que,
rios (66 sujetos de un total de 201) los que mencionan entre sus expectativas el
en algunos casos, quedan incluso por debajo de las puntuaciones otorgadas por el
parámetro de voz agradable, incluyendo la «enunciación clara». Este parámetro se
grupo de intérpretes como receptores. Al comparar las medias, se observa una di-
relaciona con la naturalidad y con la voz agradable; cuando se pregunta a los usua-
ferencia entre receptores y emisores de 0,7, la diferencia más acusada entre ambos
rios si la «enunciación pobre» les parece irritante entre 21 presuntos elementos
grupos de todos los parámetros estudiados. En este grupo, los valores para dicción
irritantes, tan sólo 4 sujetos de 201 (un 2%) responde afirmativamente.
se aproximan a los de contenido, habitualmente los más votados. No obstante, los
Marrone (1993) distribuyó un cuestionario tras una conferencia que él mismo
intérpretes, tanto en su papel de emisores como de receptores, sitúan a la dicción
había interpretado en consecutiva. En dicho cuestionario incluía como signo de fa-
en la tercera posición en el ranking de parámetros, inmediatamente después de trans-
tiga del intérprete los errores de dicción, conocidos como errores espontáneos del
misión incorrecta y falta de cohesión lógica, que encabezan las prioridades de los
habla, lapsus linguae o slips of the tongue; ninguno de los encuestados detectó erro-
tres grupos, y a distancia de otros parámetros extralingüísticos como entonación y
res de este tipo, aunque algunos percibieron cierta falta de rigor terminológico de-
voz, y de aspectos de contenido como transmisión incompleta del DO.
bido al cansancio del intérprete. No obstante, es interesante que el propio intérpre-
Una observación de la propia investigadora hace notar la preponderancia de la
te sea consciente de la aparición de errores del habla en situación de fatiga, aspec-
dicción sobre la entonación:
to que no se menciona en el estudio posterior sobre estrés y sus consecuencias de
Moser Mercer, Künzli & Korac (1998). Tomando la perspectiva de los intérpretes también se producen diferencias con res-
En un estudio experimental sobre evaluación de la calidad (Collados Aís 1998), pecto a los juristas. Así, por ejemplo, los parámetros dicción y entonación ocupan res-
tras haber analizado los resultados del pretest realizado, fue necesario modificar pectivamente las posiciones 3 y 5 para los intérpretes mientras que para los juristas su
los cuestionarios, en el sentido de explicitar la dicción, para que los sujetos pudie- posición es la sexta y la octava respectivamente, no obstante ambos grupos coinciden
sen completarlos. Los resultados de la investigación confirmaron la tendencia de en otorgarle más importancia a dicción que a entonación (Pradas Macías 2003: 508)
los usuarios a valorar en mayor medida los parámetros relativos al contenido de la (la cursiva es de la autora).
interpretación, que los formales.
Pradas Macías (2003) realizó una investigación sobre expectativas y evalua- Respecto a la evaluación de los juristas, se observan peores valoraciones de
ción sobre el parámetro fluidez en un grupo de 43 juristas y un grupo de 14 intér- parámetros como acento, dicción y entonación cuando la manipulación introduci-
pretes. En su estudio también incluye otros parámetros, entre los que se encuentra da es la de pausas silenciosas, es decir, se ha manipulado un intraparámetro de la
dicción poco clara, con el fin de estudiar cómo pueden influir en el parámetro flui- fluidez. En el estudio de Pradas Macías (2003) parece confirmarse, pues, la intui-
dez. En las expectativas de los usuarios, la media obtenida por el parámetro dic- ción ya apuntada anteriormente (cf. Pradas Macías, comunicación personal; Pérez-
ción en un rango dél1 al5 es de 3,65, se confirma de nuevo la tendencia anterior- Luzardo et al. 2005) de que la dicción podría considerarse uno de los aspectos que
mente apuntada de la preeminencia de los parámetros de contenido sobre los de conforman el parámetro fluidez:
forma. Se observa, no obstante, que poco más de la mitad de los sujetos (51,16%)
opina que la dicción influye bastante. También parece hablar a favor de la detección de las pausas silenciosas la evaluación
Los intérpretes también tienen expectativas más elevadas con respecto al con- de la IS del vídeo 2 que también es peor en parámetros como acento, dicción y ento-
tenido; los intérpretes como receptores, otorgan al parámetro dicción la misma pun- nación que en principio pueden estar relacionados de forma directa con la fluidez, pues
tuación media que los juristas (3,6); cabe destacar que más de un tercio de los in- como se afirma en el punto siguiente (e) podrían estar muy relacionadas la fluidez con
térpretes receptores (35,71 %) opinan que la dicción influye esencialmente, es de- la entonación, y esta última parece poder estarlo a su vez con la dicción y el acento,
aunque naturalmente cualquier afirmación en este sentido requeriría una confirmación
cir, le otorgan un 5 en el ranking de incidencia. Como emisores, sin embargo, con-
empírica en el futuro (Pradas Macías 2003: 474).
ceden mucha más importancia a la dicción, que obtiene una media de 4,3 en el
ranking de incidencia; un 21,50% considera que la dicción influye esencialmente.
Curiosamente, los resultados de evaluación de los intérpretes con respecto a
Se observa, pues, que los intérpretes como receptores opinan de forma muy simi-
dicción arrojan unos dividendos bien distintos: las pausas silenciosas no parecen
lar a los usuarios especialistas, pero como emisores su escala de valores refleja
MARiA JESÚS BLASCO MAYOR Y OLALLA GARCIA BECERRA LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO DICCI6N

incidir en el parámetro dicción, es más, parecen ejercer sobre ellos «una influencia tanto, el grado de influencia que otorgan los usuarios a un defecto en la dicción
positiva» (ibídem: 492):
sitúa a nues.tro parámetro en la parte media del ranking de importancia, obtenien-
do una med1a de 3,63 y ocupando la sexta posición (véase tabla 1).
Estos resultados parecen reafirmar la necesidad de estudiar de forma más exhaustiva
en la investigación en interpretación la importancia de un factor como es la voz del
Tabla 1
intérprete [ ... ]Este argumento refrendaría los resultados de Collados Aís (1998: 241)
en cuanto a la importancia de la calidad vocal. Resultados expectativas usuarios

N
De hecho, en las definiciones que ofrecen los juristas del parámetro dicción el válido Mínimo Máximo Media Desv. típ.
grupo más numeroso le atribuye la característica «inteligibilidad»: «[ ... ] se puede acento 197 1,00 5,00 2,0152
observar que, del total del grupo de juristas (43), se insertan en la vertiente de en- ,95553
voz 196 1,00 5,00 2,5918 1,08450
tender por fluidez coherencia e inteligibilidad 31 (72,09% )» fluidez 191 1,00 5,00 3,8429 ,86842
Pérez-Luzardo et al. (2005) realizaron un estudio piloto dentro del presente cohesión 196 1,00 5,00 4,4746 ,75420
proyecto de investigación (cf. cap. 1). Con respecto al parámetro dicción, se ob- t. correcta 194 1,00 5,00 4,4433 ,85132
t. completa 194 2,00 5,00
servó que algunos juristas (2 de 5) no eran capaces de ofrecer definiciones correc- 4,2010 ,86126
terminología 196 1,00 5,00
tas de dicho factor y que, una vez visionado un vídeo donde se había manipulado 4,0255 ,80662
estilo 195 1,00 5,00 3,5179 ,87546
el parámetro en cuestión, sólo un sujeto percibía la manipulación. Tras presentar entonación Ül7 1,00 5,00 2,9137 1,07744
ejemplos de mala dicción a los sujetos, la puntuación media obtenida por la intér- dicción 197 1,00 5,00 3,6294 ,96349
prete pasó de 4,75, es decir, rozando la perfección, al 3,4, una puntuación muy gramaticalidad 99 1,00 5,00 3,3939 ,97748
inferior; a partir de lo cual se intuye que la mayoría de sujetos no habrían detecta-
do la manipulación si no se les hubieran aportado explicaciones. Al tratarse de una
muestra tan pequeña, no se pueden extraer conclusiones válidas, pero de este estu- De nuevo, los parámetros relacionados con el contenido se sitúan en los pri-
dio se desprende que parece haber sujetos con una sensibilidad mayor hacia cier- meros p~estos. La cohesión lógica encabeza el orden de preferencias de los suje-
tos sonidos o modos de pronunciación incorrectos, mientras otros son muy tole- tos Y obtiene la menor desviación típica, de lo que se desprende más unanimidad
rantes e incluso admiten no haberse percatado del ruido, de modo que se puede entre los encuestados a la hora de puntuar este criterio. Entre los parámetros for-
decir que existe una gran variabilidad intersubjetiva en cuanto a la percepción de males, la dicción es el segundo en orden de importancia para los usuarios tras la
los rasgos del estímulo de entrada. fluidez. Obtiene una desviación típica (,96) que pone de manifiesto cierta ~ariabi­
lidad en las opiniones de los usuarios.

3. TRABAJO EMPÍRICO
3.1.2. Discusión
3.1. Estudio 1: Expectativas
A la luz de estos resultados, podemos afirmar que los usuarios conceden una
3 .1.1. Resultados importancia notable al parámetro dicción, puesto que lo sitúan en la mitad de la
tabla Y lo convierten en el segundo criterio formal en orden de importancia. Este
Con respecto a las expectativas, en la tabla de resultados de frecuencias abso- resultado coinci~e con ~1 obtenido en el estudio de expectativas de Ng (1992), en
lutas observamos que un elevado porcentaje de los sujetos atribuyen una influen- el qu~ 1~~ usuar1os mamfestaban, de manera espontánea, la importancia de la pro-
cia importante a un defecto de dicción en la IS: el 41,62% (82 sujetos) puntúan nunclacwn como aspecto que define la naturalidad.
nuestro parámetro con un 4. Más de dos tercios (133 sujetos) de la población Llama la atención la coincidencia de resultados entre nuestro estudio y el de
encuestada opinan que la dicción influye bastante o medianamente en la evalua- Pradas Macías (2003). Si en nuestro caso los usuarios otorgaban un 3,62 de media
ción de la calidad y tan sólo un 1% cree que no afecta a dicha valoración. Por a la dicción, en el estudio de esta autora, la media es tan sólo tres centésimas supe-
r86 MAIÚA]ESÚS BLASCO MAYOR Y OLALLA GARCÍA BECERRA LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO DICCIÓN

rior, un 3,65. Esto podría tener dos explicaciones, o bien que los resultados obteni- parecen confundir la dicción con otros parámetros de calidad. El sujeto 1 identifi-
dos en el presente estudio refrendan los obtenidos por Pradas Macías (2003) en ca como los factores más irritantes el no entender el lenguaje y el hecho de que el!
expectativas de los usuarios en lo que al parámetro dicción se refiere, o bien que la intérprete no sepa traducir adecuadamente. Por su parte, el sujeto 2 afirma que
la semejanza de las poblaciones encuestadas en ambos trabajos Uuristas) haya in- le molesta la «sensación de no utilizar las palabras correctas para traducir» y el
fluido en dichos resultados, lo que podría poner de manifiesto la similitud de las sujeto 3, en la línea del primer encuestado, identifica como aspecto irritante el no
expectativas de los especialistas de un mismo campo. poder enterarse bien de lo que está diciendo el interlocutor. Por último, el sujeto 4
Como ya hemos comentado, se repiten los resultados de estudios de expectati- disculpa la «falta de una buena vocalización» y se suma a los sujetos anteriores en
vas anteriores en los que los parámetros relacionados con el contenido son priori- el sentido de que uno de los aspectos que más le molesta de una IS es el no poder
tarios para los usuarios (Bühler 1986; Kurz 1989,1993; Ng 1992; Kopzcynski 1994; entender claramente el mensaje. Además, identifica como factor irritante la ento-
Kurz & Pochhacker 1995; Moser 1995, entre otros). Sin embargo, cabe destacar el nación defectuosa.
puesto relevante que ocupa la dicción entre los parámetros formales: se sitúa en el En la segunda parte del estudio, tras el visionado del vídeo manipulado, los
segundo lugar, tras fluidez. Este resultado no nos sorprende porque quizá sean es- encuestados debían identificar alguno de los elementos irritantes que habían men-
tos los dos parámetros formales cuya producción defectuosa entorpece en mayor cionado. Cuatro de los cinco encuestados no identifican ninguno de esos factores
medida la comprensión. No obstante, la desviación típica de dicción (,96) nos con- en el vídeo. El sujeto 4 identifica «cierta falta de entonación» que disculpa debido
firma la existencia de cierta variabilidad en las puntuaciones otorgadas por los su- a «la dificultad de la IS» y a la propia entonación defectuosa del orador.
jetos de la muestra. A la pregunta de si han identificado en el vídeo algún otro factor irritante que
no hubiesen mencionado con anterioridad, sólo uno de los sujetos (el 3) responde
afirmativamente: «el hecho de que la intérprete se quede un poco «trabada» en de-
3.2. Estudio 2: Contextualización terminados momentos de la interpretación». Tres sujetos responden con una nega-
ción y el sujeto 5 afirma que todavía desconoce el significado de dicción.
3 .2.1. Resultados Sólo uno de los sujetos identifica un factor que le ha molestado especialmen-
te: el sujeto 3, cuya respuesta es idéntica a la pregunta anterior. El resto no ha sido
En la primera parte de este estudio, los sujetos debían decir qué entendían por consciente de la presencia de algún factor irritante en el vídeo que han visto. En la
dicción. De los cinco sujetos, uno (sujeto 5) no aporta ningún tipo de definición; valoración que realizan del vídeo al final de esta segunda parte, tres de los cinco
otro (sujeto 2) confunde dicción con interpretación al afirmar que «es la interpre- sujetos puntúan con un 5 la interpretación, uno con un 4 y otro no aporta ninguna
tación de las palabras expresadas por otra persona»; los otros tres se acercan, en valoración. Por tanto, la interpretación obtiene una media de 4,75.
mayor o menor medida, a la definición del concepto. El sujeto 1 ofrece una enun- Tras un segundo visionado, los sujetos reciben algunas pistas acerca de los
ciación un tanto confusa en la primera parte: «Es un vocablo que significa la ma- posibles factores irritantes presentes en el vídeo. A la pregunta de si reconocen
nera de expresar mediante el lenguaje de las palabras una idea o pensamiento». En alguno de esos factores en la interpretación, sólo uno de ellos contesta: ,,a veces
la segunda parte, se aproxima al concepto de dicción al afirmar que «estas pala- tartamudeo. Pero, sobre todo, la vocalización es peor. Habla con la «boca llena»
bras tienen que ser enunciadas adecuadamente para que puedan ser interpretadas en varias ocasiones. Su atención ha bajado claramente». De los otros cuatro
correctamente por el mayor número de personas». Los sujetos 3 y 4 tienen más claro encuestados, tres han respondido negativamente y el otro ha dejado en blanco la
el significado del término y lo expresan a través de las siguientes afirmaciones: pregunta.
- «Es la manera de «formular» las palabras que tiene una persona. Es decir, En lo que se refiere a la identificación de otro tipo de factores que no se hu-
la forma de decir las palabras, el acento, la expresión.» (sujeto 3) biesen mencionado en el enunciado de la pregunta anterior, los sujetos se mues-
- «Creo que dicción se refiere a que el orador se expresa vocalizando bien tran más participativos ya que tres aportan nuevos aspectos irritantes. El sujeto 2
todas las palabras, empleando el acento correcto e incluso una buena ento- sugiere la «distorsión en los sonidos», el sujeto 3 señala que la intérprete aumenta
nación.» (sujeto 4) la velocidad ante la presencia de palabras largas o complicadas y esto produce la
Cuando se les pregunta por los aspectos que más le irritan de una dicción de- sensación de que se «come» algunas letras, el sujeto 5, por su parte, ha reconocido
fectuosa en la IS, el sujeto 5 no aporta ninguna sugerencia y el resto de sujetos cuatro factores, todos aparecían en el enunciado de la pregunta anterior: omisión
r88 MARIA JESÚS BLASCO MAYOR Y OLALLA GARCIA BECERRA LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO DICCIÓN

de sonidos, sustitución de un sonido por otro («S» por «R» ), «hablar con la boca interpretativo y la propia entonación defectuosa de los oradores. Observamos, por
llena» y tartamudeo. tanto, la interacción que se produce entre los dos parámetros. Aunque no podemos
De los cinco sujetos, sólo uno reconoce que ha habido un factor que le ha mo- asegurar que el factor que molesta al sujeto sea en realidad la entonación, porque
lestado especialmente: «hablar con la boca llena». Por último, la media de la pun- cabe la posibilidad de que, ante la presencia de un defecto en la dicción, el
tuación que los sujetos otorgan a la intérprete desciende, tras el segundo visionado, encuestado no haya sido capaz de identificar dicha deficiencia y la achaque a otro
a un 3,4. Dos sujetos mantienen la puntuación del vídeo anterior, pero sólo uno le parámetro formal. La falta de seguridad que se percibe en el enunciado nos sugie-
otorga de nuevo un 5. Las puntuaciones descienden un punto en el caso del sujeto re que el sujeto duda de que sea, en efecto, la entonación el factor irritante.
2 y dos puntos en el caso del sujeto 4. El sujeto 5 sí se anima a valorar en este La aportación del sujeto 3 en la pregunta sobre otros factores irritantes sugiere
caso la interpretación considerándola pésima (1). que ha comprendido el concepto de dicción, puesto que relaciona dichos factores
con el hecho de que la intérprete se quede un poco «trabada» y afirma que este
defecto le ha molestado especialmente. Este es el único miembro de la muestra
3.2.2. Discusión que parece distinguir con claridad los aspectos relacionados con la dicción en esta
parte del experimento.
De los resultados obtenidos en el presente trabajo podemos deducir que los Tras el segundo visionado, los encuestados son capaces de identificar nuevos
sujetos participantes en los estudios de evaluación de la calidad no siempre tienen factores irritantes gracias a las pistas que se les ofrecen en el enunciado de la pri-
claro el significado de los parámetros que evalúan. En concreto, entre los cinco mera pregunta de la tercera parte e introducen dos aspectos nuevos a los que no se
encuestados, sólo tres aportaron una definición relacionada con el parámetro dic- hacía referencia: la distorsión de los sonidos y el aumento de velocidad en la
ción y, en algunos casos, ésta resulta confusa; lo que nos lleva a pensar que dicho emisión de la intérprete ante palabras más complejas. Por tanto, parece que los
concepto tampoco está claro para el propio usuario. Aunque parte de la confusión sujetos van comprendiendo el concepto de dicción a medida que se desarrolla el
de dichas definiciones puede tener su origen en el uso de los juristas de un lengua- experimento.
je complejo (cf. cap. 9). Uno de los encuestados no es capaz de aportar explica- Por último, debemos destacar el descenso significativo que se produce en la
ción alguna y el otro parece confundir la dicción con la propia interpretación. En valoración de la interpretación tras el segundo visionado: de 4,75 a 3,4, lo que su-
este sentido, n<:>s ha llamado la atención la insistencia de algunos sujetos en incluir pone más de un punto de diferencia. Los usuarios van tomando conciencia de los
el término «interpretación» en sus definiciones. Quizá el hecho de saber que el aspectos relacionados con la dicción conforme avanza el estudio y parece que la
estudio se enmarcaba dentro de la IS ha propiciado dicha confusión. comprensión del parámetro eleva su nivel de exigencia.
Por otra parte, cabe resaltar la aparición de otros parámetros no verbales en
las definiciones aportadas por los sujetos: acento, expresión y entonación. Si bien
los encuestados no han sido capaces de aportar una definición totalmente certera 3.3. Estudio 3: Evaluación
del parámetro, sí han sido conscientes de su relación con los elementos extralin-
güísticas. 3.3.1. Resultados
En lo que a los factores irritantes se refiere dentro de esta primera parte, pare-
ce existir cierto desconcierto, ya que algunas de las respuestas sugieren relaciones En la tabla 2 de resultados obtenida por el vídeo en el que se ha manipulado el
con otros parámetros de calidad. Por ejemplo, la respuesta del sujeto 1 está vincu- parámetro dicción, observamos que la valoración global es 3,64, la segunda peor
lada a la transmisión del DO y el estilo; la respuesta del sujeto 2, a la terminolo- puntuación de todo el estudio, tras el vídeo de fluidez. La calificación que ha reci-
gía; la del sujeto 3, a la transmisión del DO; y la del sujeto 4, al acento y la ento- bido el parámetro en el vídeo manipulado es 3,5, lo que lo sitúa entre los parámetros
nación. Creemos que el origen de esta confusión podría residir en el propio desco- peor valorados del vídeo; sin embargo, ha habido cinco apartados que han recibi-
nocimiento del parámetro dicción. Aunque, tal vez, la vinculación con otros crite- do una puntuación menor: gramaticalidad (3,36), fluidez (3,21), agradabilidad de
rios extralingüísiticos (cf. Pradas Macías 2003) también tenga que ver en ello. la voz (3,14), ponencia original (2,93) y entonación (2,64). Un parámetro no ver-
Tras el primer visionado del vídeo, sólo uno de los sujetos identifica un factor bal encabeza la lista de valoraciones: el acento (4,29); seguido de fiabilidad (4,21)
irritante: la entonación, que disculpa por la dificultad que entraña el proceso y de dos criterios relacionados con el contenido: transmisión completa del DO (4,07)
MARiA JESÚS BLASCO MAYOR Y OLALLA GARC!A BECERRA LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO DICCIÓN

y transmisión correcta del DO (4). A continuación se sitúan estilo, profesionalidad Gráfico 1


y terminología con la misma puntuación (3,93). Tras ellos, también con idéntica Comparación vídeo control y vídeo dicción
puntuación, valoración global y cohesión lógica.

Tabla 2
Evaluación del vídeo dicción

Desviación
Media típica Mínimo Máximo Perdido N total
valoración global 3,64 ,63 3,00 5,00 o 14
acento 4,29 1,27 1,00 5,00 o 14
voz 3,14 1,03 1,00 5,00 o 14
fluidez 3,21 ,89 1,00 4,00 o 14
cohesión 3,64 1,15 2,00 5,00 o 14
t. correcta 4,00 ,78 3,00 5,00 o 14
t. completa 4,07 1,07 2,00 5,00 o 14
.,o .,o ;;;."'
terminología 3,93 ,92 2,00 5,00 o 14 ;/ :#1$ ~0<:'
,_o<:' ~'8 <f
estilo 3,93 ,92 2,00 5,00 o 14
,o!.."'"'
entonación 2,64 ,93 1,00 4,00 o 14
d 1 q , metro dicción en los vídeos donde
dicción 3,50 1,16 2,00 5,00 o 14 Si nos detenemos en los resultados e para sólo hay dos
gramaticalidad 3,36 1,08 1,00 5,00 o 14 . , . , t ( éase gráfico 2), observamos que
profesionalidad 3,93 ,92 2,00 5,00 o 14 no se mampulo dich~ ,parame ro v . acento (2 83) y fluidez (3,07), y recibe las
fiabilidad 4,21 ,80 3,00 5,00 o 14 en los que su valoracwn nol supe~a el~~ transmisión correcta (4,75), estilo (4,5) y
ponencia 2,93 ,73 2,00 4,00 o 14 puntuaciones más alt~s en os VI ~ods 1 ue dicción supera la puntuación ob-
. , (4 36) Existen cuatro VI eos en os q . , 4 29)
entonacwn , · . ., t estilo entonación y coheswn ( , ·
tenida en el vídeo ~~~trol: tranlstmiSI~:::o~~gafa igualan dicha puntuación (4,21).
Si comparamos estos resultados con el vídeo control (véase gráfico 1), obser- Asimismo, transmiSIOn comp e a y e
vamos que todos los parámetros, salvo acento, reciben una mayor puntuación en Gráfico 2
este vídeo. La valoración global supera en más de medio punto a la del vídeo dic- Evaluación del parámetro dicción según vídeos
ción y la diferencia de valoración en los parámetros que recibían las menores pun-
tuaciones es notable, en el caso de entonación supera el punto (1,07). En el vídeo
control, tan sólo dos apartados se sitúan por debajo de 4: entonación (3,71) y po- m control

a acento
nencia original (3,77); siendo el parámetro mejor valorado la fiabilidad (4,5). La m cohesión

diferencia de puntuaciones en el parámetro dicción alcanza el 0,71. Después de e dicción


a entonación
fiabilidad, son los parámetros relacionados con el contenido los que obtienen me- m estilo
jor valoración en el control: terminología (4,43), transmisión correcta (4,38) y trans- m fluidez

misión completa (4,31); seguidos de profesionalidad (4,29). m gramntlcalldad


a termlnologfa
c t correcta
o t. completa
m. voz
MARiA jESÚS BLASCO MAYOR Y OLALLA GARC!A BECERRA LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO DICCION 193

3.3.2. Discusión ración de los criterios verbales. Ninguno de éstos refleja la deficiencia de los pri-
meros en la calificación obtenida.
La valoración global obtenida por el vídeo en el que se manipuló la dicción es Los resultados del vídeo control sugieren que, en este caso, sí ha sido efectivo
la segunda peor puntuación tras la de fluidez. Esto sugiere que, pese a lo que indi- dicho control, puesto que todos los parámetros, salvo acento, han recibido una mayor
can los estudios de expectativas, los defectos de los parámetros formales tienen puntuación que en el vídeo manipulado y prácticamente la totalidad de las puntua-
u~a i~cidenci~ notable en la evaluación de la calidad. De hecho, a pesar de que los ciones superan el 4. Las diferencias entre las calificaciones entre uno y otro vídeo
cntenos relacwnados con el contenido, que encabezaban la lista de expectativas son significativas y en el caso de entonación, supera el punto. Esto podría encon-
de estos usuarios, obtienen una buena calificación, la valoración global se resiente trar su explicación en el hecho de que es este parámetro el que más se resiente en
de los defectos de forma que han percibido los sujetos. la manipulación de la dicción.
La entonación parece ser el parámetro castigado en esta manipulación, puesto El parámetro dicción obtiene sus peores resultados en los vídeos de acento y
q~e, con un 2,64, se sitúa a la cola de la tabla general; es la peor puntuación reci- fluidez, en los que también se manipularon criterios formales. De nuevo, se pone
b~da por ~ualquier parámetro en cualquiera de los vídeos. Estos datos parecen in- de manifiesto el vínculo tan estrecho que existe entre este tipo de parámetros a la
dicar, al 1gua~ que al~unos p:~sentes en el estudio de contextualización (cf. ap. hora de realizar la evaluación de la calidad. Aunque no deja de sorprender que,
3::·2), que e~1ste una mteraccwn entre el parámetro entonación y el parámetro dic- entre los vídeos en los que ha recibido una mayor puntuación, se encuentre el de
cwn, en detnmento del primero. En el caso inverso, es decir, cuando se produce entonación. Como ya hemos comentado, una deficiencia en la dicción incide en la
una entonación defectuosa, la dicción no sufre tal efecto. entonación, pero no al revés. Del mismo modo, que, en el vídeo, dicción es el
La ponencia original también se ve afectada; los usuarios la penalizan en su parámetro acento el que recibe la mejor calificación; sin embargo, el vídeo acento
valoración, recibiendo su segunda peor calificación, de nuevo tras el vídeo de flui- es en el que la dicción obtiene la peor valoración de todo el estudio. Esto podría
dez. Los resultados vuelven a sugerir una relevancia mayor de la admitida en ex- relacionarse con lo que afirmaba Lennon (1990: 394):
~ectativas para los criterios extralingüísticas en la fase de evaluación. La agradabi-
h.~ad de la ~oz: ~a fluidez y la gramaticalidad también se resienten de la manipula- [ ... ] «foreign accent» in particular, may alert the native speaker to the fact that the
cwn de la d1ccwn. Puede ser que los usuarios, al no identificar el parámetro en el interlocutor is a non native, and the pauses, repetitions, self-corrections and the like
que se produce la deficiencia, condenan a los parámetros no verbales a los últimos are then more likely to be interpreted as dysfluency than they would if produced by a
puestos en la lista de valoraciones. Esto sugiere una estrecha vinculación entre dic- native speaker
ción Y ~1 resto de parámetros formales, apreciada en Pradas Macías (2003: 4 7 6)
Es decir, cualquier factor en la interpretación hacia la LE puede ser interpreta-
para flmdez, entonación, dicción y acento.
do por el usuario como un defecto, puesto que el ANN los pone en alerta y tienen
. Estos resultados pueden deberse, por una parte, a la posibilidad de que los su-
una mayor predisposición para detectar errores.
Jetos confundan los conceptos, y, por otra, a que la mala dicción de la intérprete
El hecho de que existan cuatro vídeos en los que dicción supera la puntuación
haya provocado efectos colaterales en la modulación y otras características de la
obtenida en el vídeo control (transmisión correcta, estilo, entonación y cohesión)
voz que han sido más penalizadas incluso que la propia dicción. Con respecto a la
y dos en los que la iguala (transmisión completa y terminología) podría sugerir
interacción entre dicción y fluidez, se sabe que la tasa de enunciación afecta a la
que sólo la deficiencia de algunos parámetros formales tienen un efecto en la eva-
fluidez (cf. Pradas Macías 2003. De hecho, uno de los sujetos del estudio de
luación de dicción.
contextualización (cf. ap. 3 .2.1) describió cómo la intérprete «se trababa» en algu-
nos momentos, es decir, que hacía pausas, lo que se considera un elemento
obstac~lizador de la comprensión (cf. Pradas Macías 2003). Podemos afirmar que 4. CONCLUSIONES
se confirma la tendencia a asociar dicción a otros parámetros relacionados con la
voz, por un lado, y con la fluidez, por otro, que ya se apuntaba en Pérez-Luzardo Del análisis de los datos recabados se desprenden una serie de conclusiones
et al. (2005). que pueden sentar las bases de posteriores investigaciones sobre parámetros de ca-
Sin embargo, parece no demostrarse interacción alguna entre los criterios de lidad y en concreto sobre el parámetro dicción.
forma Y los de contenido, ya que los defectos formales no han influido en la valo- En principio, las expectativas de los usuarios (cf. ap. 3.1.) sitúan la dicción en
la parte media de la escala de influencia de parámetros, probablemente porque en
1 94 MARIA jESÚS BLASCO MAYOR Y OLALLA GARC!A BECERRA

el inconsciente colectivo persiste la idea de que prácticamente todos los hablantes


deben enunciar correctamente su lengua materna y, en mayor medida, los instrui- CAPÍTULO 12
dos, en este caso, los intérpretes como oradores profesionales. Normalmente, los LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO GRAMATICALIDAD
hablantes se percatan de los defectos de dicción más llamativos, pero aquellos más
sutiles (cambio de acento tónico en palabras, pronunciación exagerada, voz exce- AMPARO JIMÉNEZ lVARS, ÜLALLA ÜARCÍA BECERRA,
sivamente gutural, entre otros) pueden pasar totalmente desapercibidos. Se obser- BLISABETH STÉVAUX & M.a JESÚS BLASCO MAYOR
va una tendencia a asociar el parámetro dicción con los parámetros agradabilidad
de la voz y fluidez (cf. caps. 3 y 4); este es un aspecto que debería recibir una
atención especial y ser investigado en profundidad.
Por otra parte, quizá sería aconsejable presentar parámetros más complejos,
que abarquen varios a la vez (cf. Gile 1990), por ejemplo, «VOZ» o «enunciación»
podrían incluir dicción, acento y entonación, con el fin de que el usuario compren-
diese mejor el objeto del estudio, aunque en ese caso sería necesario, a su vez,
establecer definiciones claras de criterios indefinidos para el público general como
la fluidez (cf. cap. 4). De este modo, quizá se pudiera evitar la penalización, por
parte de los usuarios, de parámetros distintos al defectuoso. Hemos comentado ya l. INTRODUCCIÓN
la tendencia a asociar unos con otros de forma desordenada -especialmente en el
El presente trabajo resume de forma somera las distintas perspectivas con las
caso de los parámetros relacionados con la forma- que, en ocasiones, puede in-
que se ha estudiado la gramática en varias disciplinas, deteniéndose en el estudio
ducir a confusión tanto a investigadores como a sujetos. De algún modo, se confir-
de este concepto dentro del marco de la investigación de la calidad en interpreta-
ma la idea de que los usuarios en muchas ocasiones, no saben lo que están
ción, como paso previo a la exposición y evaluación de los resultados de los estu-
puntuando y lo hacen intuitivamente con mayor o menor acierto.
dios empíricos realizados sobre la incidencia de la gramaticalidad incorrecta en la
Por último, se percibe que, tanto para los usuarios como para los intérpretes la
dicción es una destreza básica que debe formar parte integral del kit del intérprete. evaluación de la calidad de la interpretación.
En sentido estricto, se entiende por gramaticalidad el conjunto de normas que
Los intérpretes emisores son conscientes de la importancia de este parámetro en la
rigen las estructuras de una lengua. En esta línea, el diccionario de la Real Acade-
calidad de su trabajo frente a otros relacionados con la voz. Si bien es cierto que
mia, entiende por gramaticalidad «la cualidad de una secuencia de palabras o
ya hay escuelas que incluyen en su formación el desarrollo de dicha competencia,
morfemas por la que se ajusta a las reglas de la gramática». Así es como Alcaraz
no se puede decir que sea considerado algo esencial a la luz de los créditos desti-
Varó & Martínez Linares (1997) afirman que «la gramaticalidad es el atributo
nados al desarrollo de destrezas orales e interpretación en los planes de estudios
que deben tener las oraciones». En sentido amplio, la gramaticalidad se entiende
en general (Harris & Femández Nistal 2002). La inteligibilidad es una cualidad
como la competencia lingüística, es decir, el conocimiento que permite al ha-
esencial del orador y la dicción es la responsable fundamental de que un texto se
blante construir y comprender cualquier estructura lingüística de una lengua
comprenda en mayor o menor medida; su inclusión en la formación de intérpretes
debería ser considerada básica por derecho propio. (Chomsky 1965).
Por otra parte, la gramática se define como la rama de la lingüística que tiene
por objeto el estudio de la forma y composición de las palabras (morfofonología),
así como de su interrelación dentro de la oración o de la frase (sintaxis). El estudio
de la gramática muestra el funcionamiento de las palabras en una lengua. Según
Bemárdez (1999), la gramática es, fundamentalmente, de carácter sintáctico-
semántico intensional, y está formada por reglas que actúan sobre los elementos
del léxico.
Con respecto a la gramaticalidad, cabe plantearse la influencia de la direcciona-
lidad de la interpretación en este parámetro. En este sentido, podemos adelantar
OLALLA GARC!A BECERRA 1ELISABETH STÉWI.UX 1AMPARO j!MÉNEZ IVARS /M "''SU.''S
·"J-"· BLASCOMAYOR LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO GRAMATICAL/DAD 197

que, en B~hler (1986: 234), se recoge el comentario de un miembro de la CACL


que sug~na: «accent and grammar apply to B gradings». tanguage puede ser igualada a la noción de lengua; por lo que la separación entre
!emendo en cuenta todos estos aspectos, coincidimos con la . . , d 1 competencia y actuación no varía en lo esencial. Añade que sólo los enunciados
nos mvestigadores en el ámbito de la · ., opmwn e a gu- gramaticales se ajustan a la competencia lingüística y son, por tanto, objeto de la
dif' .1 . . . mterpretacwn cuando señalan que resulta
ICI Imagmar una mterpretación -o un discurso ori . . gramática; los enunciados que violan algunas de las reglas son agramaticales.
gramática, (cf. Harris 1990; Gile 1995a). gmal- smla menor falta de Gómez del Estal & Zanón (1999) hacen referencia a un conocimiento grama-
tical explícito y otro implícito. El primero se corresponde con las reglas y estruc-
turas de la lengua analizadas y organizadas conscientemente en un sistema. El se-
2. ESTADO DE LA CUESTIÓN gundo está formado por reglas o representaciones abstractas del funcionamiento
gramatical, que han sido analizadas y pueden ser descritas y clasificadas. Consti-
2.1. Aproximación multidisciplinar tuye un conocimiento explicativo, puesto que estas normas dan cuenta, de manera
objetiva, del funcionamiento del lenguaje utilizado para la comunicación. El co-
~intetiza~do al máximo, existen diversos tipos de gramática· históric nocimiento gramatical implícito es de naturaleza intuitiva o subconsciente y no se
~ara:~va, funcwnal,. ~escr!pti:a, generativa y normativa; siendo e~ta últim:,l:~~~ halla formulado como un corpus de reglas.
an Iene una relacwn mas directa con la gramaticalidad Se deno . . La gramaticalidad se apoya en los juicios intuitivos de los hablantes, es decir,
porque se encarga de establecer el funcionamiento de las ·d. llllna normativa en el asentimiento común de una colectividad. Se supone que todo hablante de una
ción según las normas existentes en e d . . . IV~rsas partes de la ora- lengua es capaz de distinguir, en principio, a través de la competencia gramatical,
bilidades del léxico y la construccióna d: ;dwma, ~s decir, diCtamina las compati- las oraciones gramaticales de las agramaticales (Gutiérrez Ordóñez 2001). Se trata
hablante, a través de las reglas gramaticale:,s s~:a~~o:~sd:::~~era que cualq~i~r de una capacidad procedente del conocimiento gramatical implícito. Es importan-

;:if:"~:~;:og~:~aá~e~;.:o:d::c;~; ~~~:~~~~r~~:, ~~:~~E!~~~~;r.;t:


te destacar que estos juicios de gramaticalidad poseen un grado de confianza ma-
yor que las oraciones reales que producimos, puesto que dichos juicios son el re-
sultado directo de la competencia y de la reflexión. De hecho, los datos fundamen-
considerado.a gramaticahdad de nuevas oraciones respecto al conjunto de reglas
tales para elaborar hipótesis acerca del conocimiento del lenguaje (competencia)

partí~~: ~ali;:~rti~~:~~e;l t~oncepto de g:a~aticalidad ~dquiere relevancia a provienen de los juicios de gramaticalidad. Paralelamente, se introduce un nuevo
criterio: el de la aceptabilidad. Existe una relación entre gramaticalidad y compe-
del lenguaje. Fundada en la :x~:~n~~=,den SI mism~, .const~tuye toda una teoría tencia, por un lado, y aceptabilidad y actuación, por otro. Se considera que un enun-
estudio analítico de los . . . e una gramatica umversal que ofrece un ciado es aceptable cuando puede ser utilizado por un hablante nativo en una situa-
, . pnncipiOs que subyacen en todas las gramáticas h
~:siaa~!;:m~tic~ le co~es~onde des~ribir y explicar la génesis y transform:c7ó: ción determinada sin resultar chocante.
Para el estudio de la gramaticalidad, se emplean tests de aceptabilidad/gramati-
de una len~~:ncia, es ecir, del conJunto ilimitado de enunciados gramaticales
calidad e inseguridad lingüística. En el primer caso, se trata de una serie de pre-
En su explicación de gramática, Chomsky (1965) d' f guntas directas que son formuladas al hablante para que juzgue acerca de la
col_llpetencia lingüística, definida como el conocimiento q~ei;!::e euntr: ~~mpe:ence, gramaticalidad y/o aceptabilidad de ciertos rasgos lingüísticos presentes en una serie
te Ideal de su lengua, conocimiento interiorizado n a a~t~ oye~­ de construcciones (Mackey 1976). Este tipo de pruebas demostró que, si bien el
dencia externa de la competencia lingüística. La ~:¡:eer:;::nce, ~ctuacwn, ~vi- control de las estructuras puede constituir una distinción crucial entre nativos y
~r~:~~~:e:c~n c~~junto ilimitado de oraciones grama~cales. F:e:~:~t~~::~~: no nativos, entre los hablantes nativos también se observaron variaciones tanto
en los juicios como en la competencia, que estarían relacionadas con actitudes
uacwn, que es el modo en el que hablamos realmente
En la reformulación de su teoría Ch k · subjetivas.
language) interna!' d z ' oms Y propugna una distinción entre (I- Por su parte, Schütze (1996) presenta una serie de razones por las que no se
1986) . zze ang~age y (E-language) externalized language (Chomsky
, . 'aunque sigue mantemendo que la E-language posee una d' . , ., puede establecer claramente la línea de separación entre gramaticalidad y agrama-
ficil de caracterizar en términos teóricos y sólo la competenc~:~i~;~~:t::Yo dr ticalidad, entre las que se encuentran las diferencias individuales, la formación lin-
güística cultural y la carga procesual de las oraciones. Un estudio empírico lleva-
LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO GRAMATICALIDAD 199
OLALLA GARCIA BECERRA 1ELISABETH STEVAUX 1AMPARO ]IMENEZ !VARS 1M.• jESÚS BLASCO MAYOR

En esta misma línea, Tardif & d'Anglejan (1981 apud Eisenstein 1983:167)
do a cabo con jóvenes y personas de edad avanzada respecto a la capacidad de constataron que la fonología influía significativamente en la evaluación de la inte-
comprensi?n ~ reproducción de oraciones gramaticales y agramaticales reveló que ligibilidad, la gramaticalidad, la aceptabilidad y la irritación de los jueces hasta
la agramaticahdad no parece operar como un factor independiente de complejidad llevarlos a castigar errores inexistentes cuando escuchaban un ANN muy marca-
y, por ende, de dificultad (Véliz 2004). do. Fayer & Krasinski (1987: 321) comprobaron que los titubeos, la pronuncia-
En. ef~cto, la gramática desempeña un papel importante en la descodificación. ción y la gramática eran los factores que más molestaban a los jueces de su estu-
~omo mdican G~l~ste~~ (1999: 392) y Marrero (2001: 10-13, 33), en las opera- dio; mientras que, entre los rasgos que desviaban su atención del contenido del
Ciones de descodificacwn descendentes, es decir, cuando completamos los datos mensaje, los titubeos y la pronunciación encabezaban la lista, relegando a la gra-
presentes en la señal con los modelos almacenados en nuestra mente intervienen
también las restricciones gramaticales junto con el significado, la est~ctura fónica
mática al tercer puesto.
Finalmente, si para Varonis & Gass (1982: 131), de cara a la inteligibilidad, la
de la lenguas: ~as ~~trategias de anticipación, entre otros, que nos permiten acele- gramática interactuaría en menor o mayor medida en función del grado de correc-
rar la descodificacw~, segme~tar, restaurar la señal, compensar los ruidos y apro- ción de la pronunciación; no podemos olvidar el posible efecto acumulativo de
vechar las redu~dancias, gracias a nuestro conocimiento lingüístico y enciclopédi- ambos tipos de errores ni tampoco la distracción o la molestia que pueden provo-
c~ ..E~ este sentido, Anward & Lindblom (2000: 9) barajan que la experiencia per-
car (cf. cap. 2).
mitm~ la const1_11cción de una red neuronal de estructuras que relaciona el sonido,
e~ decir ~n ~OnJunto de patrones auditivos, con el significado (una categoría defi-
mda semantlca y gramaticalmente).
2.2. Estudios de interpretación
. En la literatura, no faltan las referencias a la posible interacción entre gramá-
~Ica Y ace~to. Gynan (1985: 163) pudo observar que, en sus evaluaciones, los 186
2.2.1. Aproximación multifocal
JUeces_ n~tlvos de español castigaban más los errores morfosintácticos que los errores
~onologi~os de do~ apr~ndices de español nativos de inglés (nivel principiante e La gramaticalidad no ha constituido un foco de atención en las investigacio-
mterme~w). Las disparidades entre ~1 análisis objetivo realizado por el autor y las nes que se han desarrollado dentro del ámbito de la interpretación. De hecho, su
evaluaci?nes .de ~~s JUeces le proporciOnaron serios indicios de que los oyentes pres- presencia se asocia, sobre todo, a los estudios sobre direccionalidad de la inter-
taban mas atencwn a los errores morfosintácticos (menos frecuentes pero aparen- pretación y calidad, en parte debido a la idealización del intérprete nativo (Pinhas
temente más_ llamativos) que a los errores segmentales. Entre otros, Schairer (1992:
1972: 145-6).
310, 31.6) senala la posible confusión entre los errores de pronunciación y los errores Snelling (1991: 556) considera que el estilo o la gramática deficiente son de-
gramaticales. fectos que obstaculizan la transmisión de la información y subraya la escasez de
Derwin~ ~- Munro ( 1997: 4) exploraron las relaciones entre la inteligibilidad, trabajos sobre las transformaciones sintácticas, el uso correcto de los instrumentos
la c?mprensibih~ad perci?ida y el grado de acento, centrándose en los errores gra- disponibles en la LM y el uso apropiado del lenguaje. Este autor elabora una teo-
maticales, ~1 caracter nativo de la prosodia y la tasa de habla. Los autores (1997: ría y ofrece una serie de recomendaciones que permiten al intérprete no nativo pero
10-11) pudieron ~onstatar que los errores segmentales (92%) y la gramática (46%) que trabaja al inglés adquirir la flexibilidad necesaria en la manipulación de las
encabezaban la hsta de las causas de la percepción del ANN por parte de los oyen- estructuras extranjeras y por tanto, garantizar a su cliente «an equal quantity of
tes. En cuanto a su percepción de la inteligibilidad, los oyentes volvieron a colo- matter before and after the operation, that the quality and quantity of principies
car la gramática (38%) en segunda posición, detrás de la enunciación (46% ), mien- remain the same and that only modifications in the distribution pattern have taken
~~s .que los errores segmentales no contribuían en absoluto a la formación de su
place» (Snelling 1991: 558).
J.mcw. Ca~e destacar en estos resultados, la correlación que, según un 50% de los Por su parte, Gile (1995a: 189-196), en su modelo gramatical, relaciona la dis-
JUeces, existe entre gramática y acento y la que un 54% de los mismos establece ponibilidad de determinadas estructuras lingüísticas con la activación anterior de
ent~e gramátic~ y comprensibilidad. Derwing & Munro (1997: 13) sugieren que el
las mismas, trabaje o no en inversa.
~aracter ll~mativo de los errores gramaticales lleva a los oyentes a sobrevalorar la En lo que a direccionalidad de la interpretación se refiere, Harris (2003: 13) opina
I~~ortancia de la gramática, aunque su incidencia en la inteligibilidad objetiva sea que debe aplicarse el criterio de Lengua B con respecto a la corrección lingüística,
limitada.
200 OLALLA GARCIA BECERRA 1ELISABETH STÉVAUX 1AMPARO ]IMÉNEZ IVARS 1M. a ]ESOS BLASCO MAYOR LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO GRAMATICALIDAD 201

en la que entraría el parámetro gramaticalidad y el acento, pues, en ese sentido, no entre los receptores. En cuanto a colectivos profesionales, la gramaticalidad alcan-
cabe esperar la misma calidad de producción que de un intérprete nativo. zó relativa importancia entre los humanistas y se situó hacia el final de la tabla
entre científicos y diplomáticos. Resulta sorprendente la tercera posición que ocu-
pa este parámetro entre los factores irritantes para los receptores, si tenemos en
2.2.2. Estudios empíricos de calidad cuenta el grado de importancia que le habían atribuido en un principio. Entre los
grupos de profesionales, la falta de gramaticalidad irritaba de manera especial a
En el primer estudio empírico sobre calidad en interpretación (Bühler 1986) los científicos.
la muestra de intérpretes situó, entre los dieciséis parámetros seleccionados, la im- Al igual que Ng (1992), Moser (1995:19), en el estudio de expectativas encar-
portancia de la gramaticalidad en quinto lugar, un 48% de los encuestados lo con- gado por AIIC, refleja las diferencias de percepción entre hombres y mujeres, su-
sideró muy importante y un 50%, importante. Si observamos los resultados deta- brayando tanto la mayor sensibilidad de las mujeres a distintos criterios de forma
llados, el grupo CACL le concedió mayor importancia, puesto que un 68% le asig- como la aparente homogeneidad de las respuestas en ambos sexos en el caso de la
nó la máxima puntuación. Este estudio pionero reveló que la gramaticalidad cons- gramaticalidad.
tituía uno de los parámetros más relevantes de la calidad en la interpretación. Al Con respecto a la posible interacción entre gramaticalidad y acento, Mackintosh
menos para los intérpretes. (1995) apunta a que una de las razones del escaso peso de los acentos regionales
Kurz (1989, 1993), utilizando los ocho primeros parámetros de Bühler, llevó a en el estudio de M oser ( 1995) puede residir en que a los usuarios le resultan más
cabo dos investigaciones empíricas sobre expectativas de calidad desde la pers- molestos los errores gramaticales.
pectiva del usuario. Pretendía determinar si la percepción de calidad de los intér- Por su parte, Waliczek (2003), en su estudio piloto, investigó los factores de
pretes se correspondía con la de los usuarios. En el primer estudio (1989) los re- calidad desde el punto de vista de 20 intérpretes de relé (relais). La gramaticalidad
sultados difirieron de los de Bühler, sobre todo en la importancia atribuida a los ocupó el sexto lugar en importancia entre los ocho parámetros propuestos; mien-
aspectos formales de presentación de la interpretación, mucho menos valorados por tras que se situó en la última posición como elemento irritante, con resultados no-
los usuarios que por los intérpretes. En el caso de la gramaticalidad las diferencias tablemente inferiores al resto de criterios. Este resultado sigue siendo coincidente
son sustanciales porque más de la mitad de su muestra otorgó poca o ninguna rele- con estudios anteriores donde los aspectos formales se consideran menos impor-
vancia a este ·parámetro. Sólo un 11% lo consideró muy importante. El segundo tantes que los criterios de contenido.
estudio de Kurz (1993) consiste en una comparación de las expectativas de intér- No todos los estudios empíricos de calidad han incluido el parámetro gramati-
pretes y distintos grupos de usuarios (políticos europeos, médicos e ingenieros). calidad; en ocasiones, se sustituye o se funde con otros criterios como prestación
Los resultados obtenidos en el parámetro gramaticalidad mostraron que los intér- agradable, estilo, calidad de la prestación (Marrone 1993), facilidad para seguir el
pretes le atribuían mayor importancia con una media de 3,38, mientras que los usua- hilo del discurso (Vuorikoski 1993) o claridad de expresión (Moser Mercer 1996).
rios eran menos estrictos: los parlamentarios europeos, un 2,68; los médicos, un El hecho de que ni siquiera todos los investigadores hayan mostrado interés por
2,4; y los ingenieros, apenas un 2,03. En ambos estudios parece que los usuarios este aspecto indica que no todos lo consideran un factor determinante de la cali-
no atribuyen, a priori, demasiada importancia a la corrección gramatical. dad de la interpretación.
En el estudio de evaluación realizado por Ng (1992: 40), aparecen diferencias Las diferencias existentes entre los estudios reseñados limitan su compara-
de género en la consideración de la gramaticalidad, que se revela más importante bilidad. Además, nos parece importante señalar que las culturas analizadas en cada
para las mujeres japonesas que para los hombres. Kopczynski (1994), en su estu- estudio pueden constituir un factor importante que se debería tener en cuenta, ya
dio de expectativas, presentó un enfoque más amplio en el que incluyó a los ora- que es posible que distintas culturas otorguen distinto valor a la gramaticalidad.
dores como otro tipo de usuarios de la interpretación. Así, su muestra, integrada Pese a todo, se advierte una tendencia en todas estas investigaciones: la
por distintos colectivos de usuarios de la interpretación (expertos en humanidades, gramaticalidad no parece constituir una prioridad en cuanto a la percepción de ca-
en ciencia y tecnología y diplomáticos) en calidad de oradores y receptores, debía, lidad. Suele recibir valoraciones similares a las de otros parámetros formales en
en primer lugar, establecer una prelación entre ocho parámetros de calidad y, a con- los estudios de expectativas y parece ser que los aspectos lingüísticos no sólo no
tinuación, priorizar su nivel de irritabilidad. La gramaticalidad, recogida como co- se consideran importantes a priori sino que los usuarios no son capaces de detectar
rrección gramatical, se situó en el cuarto lugar entre los oradores y en el quinto errores en este sentido (Gile 2003).
202
OLALLA GARCIA BECERRA 1 ELISABETH STÉVAUX 1AMPARO ]IMÉNEZ IVARS 1M a jESÚS BLASCO MAYOR LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO GRAMATICALIDAD 203

3. TRABAJO EMPÍRICO
estilo. Su desviación típica similar a la de acento y dicción (,97), revela mucha
variabilidad en las opiniones de los usuarios a la hora de puntuar este parámetro.
3.1. Estudio 1: Expectativas El hecho de que esta desviación típica se encuentre entre las más elevadas de la
tabla podría tener su explicación en la reducción que ha sufrido la muestra.
3.1.1. Resultados

Con respecto al resto de parámetros, existe una diferencia de tipo metodológico 3.1.2. Discusión
en los resultados de expectativas (véase tabla 1). No todos los sujetos encuestados
han tenido la oportunidad de valorar la importancia que atribuyen a gramaticalidad Los resultados obtenidos en este primer estudio parecen indicar que los usua-
puesto que ésta no aparecía en todos los cuestionarios. Esa ha sido la causa por 1~ rios conceden una importancia relativa a la corrección gramatical, puesto que la
q~e el número total de encuestados sea de 99. En la tabla de resultados de frecuen- sitúan en la octava posición. Tampoco se encuentra en un lugar destacado en el
Cias absolutas (anexo. 3) ?bservamos que la influencia que los sujetos atribuyen a orden de importancia de los criterios formales. Este resultado coincide con los ob-
un defecto de gramaticahdad se reparte casi en igual medida entre 3 y 4: más de tenidos en otros estudios de expectativas (cf. Kurz 1989, 1993; Kopczynski 1994;
un 36% le otorgan un 3 y un poco más del 33% se decantan por el 4. Casi un 70% Andres 2000; Waliczek 2003), en los que los usuarios no otorgaban demasiada re-
d~ la población encuestada opinan que la gramaticalidad influye bastante 0 me- levancia a este parámetro. Vuelve a confirmarse que los criterios relacionados con
d:anamente en la evaluación de la calidad y tan sólo un 2% cree que no afecta a el contenido son prioritarios para los usuarios (Bühler 1986; Kurz 1989,1993; Ng
dicha valoración. Pese a esa importancia relativa que le asignan los usuarios la 1992; Kopczynski 1994; Kurz & Pochhacker 1995; Moser 1996, entre otros).
gramaticalidad se sitúa en el octavo puesto del ranking, obteniendo una media Pese a que la media de gramaticalidad nos indica que los usuarios le asignan
de 3,39.
una influencia intermedia, ni siquiera adquiere demasiado peso dentro de los fac-
tores no verbales o formales; ya que se encuentran por delante parámetros como
Tabla 1 fluidez, dicción y estilo. Aunque con este último podría tener una vinculación es-
Resultados expectativas usuarios pecial, puesto que la gramática también forma parte del estilo.
No podemos saber en qué medida el hecho de que la muestra de sujetos que
N
han valorado gramaticalidad se haya visto reducida a la mitad ha afectado a los
válido Mínimo Máximo Media Desv. típ. resultados para este parámetro. Sin embargo, las coincidencias con otros estudios
acento 197 1,00 5,00 2,0152 ,95553 nos indican que quizá el resultado no hubiese variado de no haber surgido el pro-
voz 196 1,00 5,00 2,5918 1,08450
fluidez 191 1,00 blema metodológico que ya hemos comentado. La desviación típica de gramati-
5,00 3,8429 ,86842
cohesión 196 1,00 calidad (,97) pone de manifiesto bastante variabilidad en las puntuaciones otorga-
5,00 4,4746 ,75420
t. correcta 194 1,00 das por los sujetos de la muestra; hecho que se refleja en la tabla de frecuencias
5,00 4,4433 ,85132
t. completa 194 2,00 5,00 4,2010 ,86126 (anexo 3), donde se observa que, después del 3 y el4, con una frecuencia similar,
terminología 196 1,00 5,00 4,0255 ,80662 los usuarios se decantan, casi en la misma proporción, por el 2 y el5. Esto refleja
estilo 195 1,00 5,00 3,5179 ,87546 la diversidad de opiniones de la muestra.
entonación 197 1,00 5,00 2,9137 1,07744
dicción 197 1,00 5,00 3,6294 ,96349
gramaticalidad 99 1,00 5,00 3,3939 ,97748 3.2. Estudio 2: Contextualización
En nuestro estudio se confirma la tendencia de los usuarios a conceder una
3.2.1. Resultados
importancia mayor a los parámetros relacionados con el contenido. La cohesión
lógica encabeza el orden de preferencias de los sujetos, seguida de la transmisión
En la primera parte del presente estudio, se pretendía que los encuestados nos
con::ect~ Y la transmisión completa del DO. Entre los criterios formales, la gra-
revelasen qué entendían por gramaticalidad. De los cinco sujetos participantes, sólo
matlcahdad es el cuarto en orden de importancia, le preceden fluidez, dicción y
dos se acercan con su definición al concepto:
204 OLALLA GARC!A BECERRA 1EL!SABETH STÉVAUX 1AMPARO ]IMÉNEZ IVARS 1M. a JESÚS BLASCO MAYOR LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO GRAMATICAL/DAD 205

«conocimiento y manejo de las reglas gramáticas de un idioma (utilización identifica el uso incorrecto de los tiempos verbales como el elemento que más le
de tiempos verbales, construcción de frases, ubicación de complementos, ha irritado. El resto no ha sido consciente de la presencia de algún factor irritante
etc.) (sujeto 2) en el vídeo que han visto: dos responden negativamente y otros dos dejan la pre-
- «una estructura correcta de las frases» (sujeto 4). gunta en blanco. En la valoración que realizan del vídeo al final de esta segunda
El sujeto 1 ofrece una enunciación confusa: «organización correcta de los com- parte, tres de los cinco sujetos puntúan con un 5 la interpretación, uno con un 4 y
ponentes de determinados elementos lingüísticos que permiten su constancia co- otro con un 3,75. Por tanto, la interpretación obtiene una media de 4,55.
rrecta de elementos con sentido». Los sujetos 3 y 5 confunden el concepto en sus Tras el segundo visionado, los sujetos reciben algunas pistas acerca de los po-
afirmaciones: sibles factores irritantes presentes en el vídeo. A la pregunta de si reconocen algu-
- «Transmitir, traducir de la forma más exacta a la realidad de los hechos». no de esos factores en la interpretación, sólo uno de ellos los detecta: el sujeto 2
(sujeto 3) repite alguno de los factores que ya había mencionado en la parte anterior e intro-
- «Entiendo por gramaticalidad "literalidad". Fijar el sentido de la for». (su- duce uno nuevo (uso de formas verbales inexistentes). De los otros cuatro
jeto 5) encuestados, tres han respondido negativamente. El sujeto 4, no sólo no reconoce
Este último sujeto deja la palabra y, por tanto, la frase sin terminar. factor irritante alguno, sino que además afirma que la ponencia le ha parecido
Cuando se les pregunta por los aspectos que más le irritan de una gramaticalidad gramaticalmente muy correcta.
incorrecta en la IS, los sujetos 3 y 5 parecen confundir la gramaticalidad con otros En lo que se refiere a la identificación de otro tipo de factores que no se hu-
parámetros de calidad cuando afirman que los factores que le irritan son la lenti- biesen citado en el enunciado de la pregunta anterior, únicamente el sujeto 2 se-
tud (sujeto 3) y que, «desde un punto de vista técnico jurídico, se pueda entender ñala que la entonación y el ritmo han decrecido con respecto a los minutos ini-
lo contrario o cosa distinta (otra institución, otro efecto) a lo que se está traducien- ciales. Tres sujetos contestan con una negativa y uno simplemente no responde a
do» (sujeto 5). Los sujetos 2 y 4 se refieren a la influencia de la LO en la produc- la pregunta.
ción gramatical del intérprete: «su inadecuación a la gramática española por con- De los cinco encuestados, sólo uno, el sujeto 2, reconoce que ha habido ele-
servar reglas del idioma de origen que no tienen traducción literal en esp~ñol», mentos que le han molestado especialmente: «errores en el género y en el tiempo/
«usar la gramática de la lengua desde la que se traduce». Por su parte, el sujeto 1 modo verbal». Al igual que en la pregunta anterior, tres sujetos responden negati-
afirma que le molesta «que en la gramática del receptor se organicen las frases vamente y otro no contesta. Por último, se produce un pequeño incremento en la
desorganizadamente, restándole sentido». media de la puntuación que los sujetos otorgan a la intérprete, tras el segundo
En la segunda parte del estudio, tras el primer visionado de un vídeo en el que visionado: pasa de un 4,55 a un 4,6. Tres sujetos mantienen la puntuación del pri-
se había manipulado el parámetro, los encuestados debían identificar alguno de los mer visionado (5) y un sujeto eleva su puntuación de un 4 a un 5. El único que
elementos irritantes que habían mencionado. Cuatro de los cinco encuestados no otorga una puntuación menor es el sujeto 2 (el3,75 se convierte en un 3).
identifican ninguno de esos factores en el vídeo; sin embargo, uno de ellos detecta
cierta manipulación al afirmar que tiene la sensación de que la traducción está pre-
parada y se trata de una lectura. El sujeto 2 reconoce varios elementos irritantes en 3.2.2. Discusión
la IS: uso incorrecto del tiempo verbal, atribución incorrecta de género Y construc-
ción de frases sin pronombres. Los resultados obtenidos en el presente trabajo parecen indicar que los sujetos
A la pregunta de si han identificado en el vídeo algún otro factor irritante que participantes en los estudios de evaluación de la calidad no siempre tienen claro el
no hubiesen mencionado con anterioridad, sólo el sujeto 1 ha detectado «falta de significado de los parámetros que evalúan. En este caso, de los cinco encuestados,
conexión entre plurales y sus sustantivos». Esta enunciación resulta confusa, qui- sólo dos se acercan con su definición al concepto de gramaticalidad al afirmar que
zá se refiera a la falta de concordancia en el número de los sustantivos o a la falta está relacionado con las reglas de la gramática y con la estructura correcta de las
de concordancia en número y género. El resto de los encuestados responden con frases. Uno de los sujetos ofrece una definición confusa que sugiere que dicho con-
una negación. cepto tampoco está claro para el propio usuario. Los otros dos participantes se ale-
Sólo uno de los sujetos señala un factor que le ha molestado especialmente en jan del parámetro gramaticalidad en sus enunciados y lo confunden con el proceso
lo que respecta a la gramaticalidad de la IS que acaba de escuchar: el sujeto 2, que traductor y la literalidad. Una posible explicación para esto podría ser que la
206 OLALLA GARC!A BECERRA 1 ELISABETH STÉVAUX 1AMPARO ]IMÉNEZ IVARS 1M. a JESÚS BLASCO MAYOR LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO GRAMATICALIDAD 207

contextualización de la investigación por parte del entrevistador haya influido en que es el que parece haber comprendido mejor el concepto que nos ocupa, otorga
las respuestas de nuestros sujetos. una valoración menor en esa segunda evaluación.
Con respecto a los factores irritantes, tres de los sujetos son capaces de identi-
ficar este tipo de elementos antes del visionado del vídeo. Sorprende comprobar
que el sujeto 1, autor de la definición más confusa, sea capaz de reconocerlos. Cabe 3.3. Estudio 3: Evaluación
la posibilidad de que sí posee una noción acertada de lo que es gramaticalidad,
pero no ha sido capaz de verbalizarla de una manera apropiada en su respuesta. 3.3.1. Resultados
Los otros dos sujetos sugieren elementos relacionados con otros parámetros de ca-
lidad. El sujeto 3 señala la lentitud, más relacionada con la emisión y elocución de En la tabla 2 de resultados obtenida por la manipulación del parámetro
la interpretación que con la formulación. Por su parte, la respuesta del sujeto 5 nos gramaticalidad, observamos que la valoración global es 3,79, la cuarta menor pun-
remite a la terminología. tuación de todo el estudio igualada con la manipulación de transmisión completa,
Tras el primer visionado del vídeo, sólo uno de los sujetos detecta la presencia que es el vídeo relacionado con el contenido menos valorado. La calificación que
de factores irritantes: uso incorrecto del tiempo verbal, atribución incorrecta de gé- ha recibido el parámetro en el vídeo manipulado es 3,58, lo que lo sitúa entre los
nero y construcción de frases sin pronombres. El resto de encuestados no realizan parámetros menos valorados del vídeo; sin embargo, ha habido dos parámetros que
ninguna aportación, aunque el sujeto 1 parece haber detectado cierta manipulación han recibido una puntuación menor: ponencia original (3,42) y entonación (3,21).
en el vídeo. El parámetro terminología encabeza la lista de valoraciones con 4,38; seguido de
La respuesta del sujeto 1 en la pregunta sobre otros factores irritantes sugiere profesionalidad y dicción (4,07), fiabilidad, fluidez y transmisión correcta (4). A
que ha comprendido el concepto, puesto que relaciona dichos factores con el he- continuación se sitúan cohesión lógica (3,86), transmisión completa y estilo con la
cho de que ha percibido una falta de concordancia en los plurales. Al final de esta misma puntuación (3,85), acento y valoración global con 3,79 y agradabilidad de
segunda parte, parece que tres de los sujetos tienen claro el significado del parámetro la voz (3,64).
que estamos estudiando: 1, 2, 4.
Tras el segundo visionado, de nuevo el sujeto 2 detecta defectos en la Tabla 2
gramaticalidád de la IS. A los elementos expresados con anterioridad, añade el uso Evaluación del vídeo gramaticalidad
de formas verbales inexistentes. Resulta llamativa la respuesta del sujeto 4, puesto
que afirma que la gramaticalidad del vídeo le ha parecido muy correcta. Esto po- Desviación
dría deberse a que algunos errores gramaticales pasan inadvertidos; ya que éste Media tíoica Mínimo Máximo Perdido N total
era uno de los encuestados que parecía tener claro el concepto de gramaticalidad.
valoración global 3,79 ,97 2,00 5,00 o 14
acento 3,79 1,42 1,00 5,00 o 14
Nos sorprende la respuesta del sujeto 2 al añadir, como elementos irritantes voz 3,64 ,84 2,00 5,00 o 14
del parámetro gramaticalidad, la entonación y el ritmo. Esta respuesta puede estar fluidez 4,00 1'11 2,00 5,00 o 14
causada por diferentes motivos, o bien el sujeto ha entendido malla pregunta cre- cohesión 3,86 ,95 2,00 5,00 o 14
yendo que se le pedía detectar otro tipo de factores irritantes, o bien ha establecido t. correcta 4,00 ,91 2,00 5,00 1 14

un vínculo erróneo entre la gramaticalidad y estos dos criterios formales. Sin lugar t. completa 3,85 1,07 2,00 5,00 1 14
terminología 4,38 ,51 4,00 5,00 1 14
a dudas, es este sujeto el más participativo del experimento y el que parece haber
estilo 3,85 1,07 2,00 5,00 1 14
comprendido mejor la naturaleza del parámetro. Dentro de los defectos gramatica-
entonación 3,21 1,25 1,00 5,00 o 14
les que incluye el vídeo el que más le ha irritado ha sido la incorrección en el uso dicción 4,07 ,92 2,00 5,00 o 14
de los tiempos verbales y los errores en el género. Quizá porque no cree que haya gramaticalidad 3,58 1,00 2,00 5,00 2 14
ninguna justificación para este tipo de fallos. profesionalidad 4,07 1,00 2,00 5,00 o 14
Por último, sólo 5 centésimas separan las medias de las dos evaluaciones. No fiabilidad 4,00 ,96 2,00 5,00 o 14
ponencia 3,42 1,08 2,00 5,00 2 14
deja de llamar la atención el hecho de que la valoración haya subido tras el segun-
do visionado, aunque si nos fijamos en la distribución de los puntos, el sujeto 2,
208 OLALLA GARCIA BECERRA 1ELISABETH STÉVAUX 1AMPARO ]IMÉNEZ IVARS 1M. a JESÚS BLASCO MAYOR IA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO GRAMATICAL/DAD 209

Si comparamos estos resultados con el vídeo control (véase gráfico 1), obser- En esta parte del experimento, nuestro parámetro no ha sido valorado en dos
vamos que todos los parámetros reciben una mayor puntuación en este vídeo. La manipulaciones (acento y transmisión correcta).
valoración global supera en casi medio punto a la del vídeo gramaticalidad y la
diferencia de valoración en los parámetros es significativa: entre 0,05 y 0,56. En Gráfico 2
el vídeo control, tan sólo dos parámetros se sitúan por debajo de 4: entonación Evaluación del parámetro gramaticalidad según vídeos
(3,71) y ponencia original (3,77); siendo el parámetro mejor valorado la fiabilidad
(4,5). La diferencia de puntuaciones en el parámetro gramaticalidad alcanza el 0,56,
111 control
la más alta entre los dos vídeos. Después de fiabilidad, son los parámetros relacio-
e acento
nados con el contenido los que obtienen mejor valoración en el control: terminolo-
111 cohesión
gía (4,43), transmisión correcta (4,38) y transmisión completa del DO (4,31); se-
IJ dicción
guidos de profesionalidad (4,29).
IJ entonación

l!llestilo
Gráfico 1
lllfluidez
Comparación vídeo control y vídeo gramaticalidad
111 gramaticalidad

IJ terminología

11control 111 t. correcta

1!11 t. completa
11 gramaticalidad 111 voz

gramaticalidad

3.3.2. Discusión

Hemos observado que la valoración global obtenida por el vídeo en el que se


manipuló el parámetro gramaticalidad se sitúa a la cola de las calificaciones para
dicho vídeo. Esto sugiere que, pese a lo que hemos visto en el primer estudio de
esta parte experimental, las deficiencias en los elementos formales tienen una in-
cidencia notable en la evaluación de la calidad.
Sorprende que sea la terminología el factor mejor valorado en esta IS. Esto
Si nos detenemos en los resultados (véase gráfico 2) del parámetro gramatica- puede deberse a que los sujetos han detectado un defecto formal en el vídeo y,
lidad en los vídeos donde no se manipuló dicho parámetro, observamos que las como compensación, benefician en sus valoraciones a algunos elementos del con-
puntuaciones varían. El vídeo en el que se ha valorado peor es el de terminología, tenido. Además, precisamente es en la manipulación del parámetro mejor valorado
donde ha recibido un 2,88, seguido de dicción (3,36) y gramaticalidad (3,58). Re- en este vídeo donde la gramaticalidad obtiene la puntuación más baja. Es decir,
cibe las puntuaciones más altas en los vídeos de entonación (4,29), control (4,14) con una gramaticalidad incorrecta, la terminología recibe unas puntuaciones ele-
y agradabilidad de la voz (4). Por tanto, sólo hay un vídeo en el que la gramati- vadas; mientras que con una terminología incorrecta, la gramaticalidad se resien-
calidad supera la puntuación obtenida en el vídeo control (entonación) y son dos te. Estos resultados dificultan cualquier tipo de explicación, puesto que si los usua-
los vídeos en los que la gramaticalidad se valora peor que en la manipulación: uno rios incluyesen la terminología dentro de gramaticalidad, la primera tendría que
relacionado con el contenido (terminología) y otro formal (dicción). verse perjudicada por la manipulación de la segunda.
2IO OLALLA GARC!A BECERRA 1ELISABETH STÉVAUX 1AMPARO ]IMÉNEZ IVARS 1M.• JESÚS BLASCO MAYOR LA INCIDENCIA DEL PARÁMETRO GRAMATICALIDAD 2II

La entonación parece ser el parámetro castigado en este vídeo, puesto que, con !oraciones del parámetro gramaticalidad (0,56); existiendo también variaciones sig-
un 3,21, obtiene la peor calificación. También ocurre algo llamativo en la interacción nificativas entre otros criterios como entonación (0,5) y fiabilidad (0,5).
entre entonación y gramaticalidad ya que es en la manipulación de entonación donde De todos los vídeos manipulados, como ya hemos comentado, la gramaticalidad
la gramaticalidad obtiene su máxima puntuación. Recordemos que, en el estudio obtiene su peor calificación en el de terminología (2,88), seguido por dicción (3,36)
de contextualización (cf. cap. 3.2.), el sujeto que mejor parecía entender el parámetro y gramaticalidad (3,58); y su mejor valoración en los vídeos de entonación (4,29),
de gramaticalidad establecía un vínculo entre entonación y gramaticalidad al iden- control (4,14) y agradabilidad de la voz (4). En el caso de dicción parece confir-
tificar como elemento irritante de esta última la entonación defectuosa. Quizá, los marse la interacción con gramaticalidad, ya que la deficiencia de uno afecta nega-
usuarios no tengan claramente definidos los límites de los distintos parámetros y tivamente a la valoración de otro; el parámetro gramaticalidad se encuentra entre
establezcan relaciones entre ellos, desconocidas para nosotros, que influyan en su los peores valorados del vídeo dicción. Por otra parte, la gramaticalidad parece be-
evaluación. neficiarse de la manipulación de dos criterios formales (entonación y voz), donde
Observamos que, entre entonación y gramaticalidad, se repite el modelo de recibe las puntuaciones más altas.
interacción que ya hemos comentado en la relación entre terminología y gramatica- Por último, no deja de ser llamativo que las manipulaciones de gramática y
lidad: la manipulación del parámetro entonación en el parámetro gramaticalidad acento reciban una valoración global similar, 3,78 y 3,75, pese a que el vídeo grama-
tiene un efecto inverso al que tiene la manipulación del parámetro gramaticalidad ticalidad reciba peores puntuaciones en los parámetros agradabilidad de la voz, flui-
en el parámetro entonación. dez, transmisión correcta y estilo. En este sentido, sorprende que la voz reciba peor
La ponencia original también se resiente de la manipulación; los usuarios la puntuación en el vídeo gramaticalidad, puesto que cabria pensar que la relación
penalizan, otorgándole la segunda peor calificación del vídeo. Esto la sitúa por de- entre acento y voz es más evidente para el usuario.
trás del propio parámetro manipulado y nos sugiere que los usuarios han reflejado
en su valoración las deficiencias de prestación que detectaron en la interpretación.
Parece que los encuestados han reconocido la incorrección gramatical del la 4. CONCLUSIONES
IS, ya que sitúan a este parámetro entre los menos valorados. Si establecemos una
diferencia entre los criterios generales de valoración (valoración global, profesiona- Tras habernos aproximado al parámetro gramaticalidad desde una perspectiva
lidad, fiabilidád y ponencia original) y los parámetros de calidad (aquéllos inclui- multidisciplinar (cf. ap. 2.1.), comprobando que este parámetro puede entenderse,
dos en el cuestionario de expectativas), la gramaticalidad es el segundo peor valo- en un sentido estricto, como el conjunto de normas que rigen el funcionamiento de
rado dentro de este segundo grupo. Además, la mayor diferencia de valoraciones una lengua y, en un sentido amplio como la competencia de comprender las infini-
entre el vídeo manipulado y el vídeo control es la que se produce en el parámetro tas estructuras que pueden crearse dentro de esa lengua; y habiendo analizado su
que nos ocupa. presencia en los estudios empíricos de calidad (cf. cap. 2.2.2.), vamos a extraer
La agradabilidad de la voz y el acento también parecen afectados por los errores una serie de conclusiones a partir del análisis de los datos obtenidos en las tres
gramaticales. Esto puede deberse a la posibilidad de que los sujetos confundan los fases de la parte empírica.
conceptos y penalicen los parámetros formales al no identificar el elemento irritante Los usuarios suelen situar al parámetro gramaticalidad en el cuarto puesto por
con claridad. Sin embargo, parece que existe también cierta incidencia de la inco- la cola de la tabla de expectativas, tal vez porque no identifican la gramaticalidad
rrección gramatical en algún criterio de contenido, afectando a la valoración de trans- incorrecta como un problema propio del intérprete o quizá porque es frecuente que
misión completa (3,85), que la sitúa en la parte inferior del ranking de evaluación. los errores gramaticales puedan pasar inadvertidos (cf. ap. 3.1.2.). Esto último se
Por su parte, la valoración obtenida por profesionalidad y fiabilidad es buena, constata en el estudio de contextualización cuando, tras el segundo visionado, uno
así que podemos deducir que los errores gramaticales no condicionan la valora- de los sujetos mantiene la total corrección gramatical del vídeo.
ción de estos aspectos. Esto es, las deficiencias en la gramaticalidad de la presen- Sin embargo, la importancia que le conceden en las expectativas no parece co-
tación no afectan al concepto que el usuario tiene del intérprete. incidir con su incidencia real en el estudio de evaluación, en el que la manipula-
Los resultados del vídeo control sugieren que, en este caso, sí ha sido efecti- ción del parámetro gramaticalidad afecta a varios criterios de evaluación y a la
vo; puesto que todos los parámetros han recibido una mayor puntuación que en el valoración global de la IS. Una producción gramaticalmente incorrecta parece te-
vídeo manipulado y la mayor diferencia de puntuaciones se establece entre las va- ner efecto en la percepción de otros parámetros por parte de los usuarios.
212 OLALLA GARCfA BECERRA 1 EUSABETH STÉVAVX 1AMPARO ]IMÉNEZ IVARS 1 M• JESÚS BLASCO MAYOR

Para dilucidar la verdadera importancia del factor gramatical sería necesaria


una investigación en profundidad que incluyera tanto el análisis de expectativas CAPÍTULO 13
como el análisis de evaluación de interpretaciones con distinto grados de manipu-
lación de los aspectos gramaticales susceptibles de incidir en las valoraciones. Asi-
LA EVALUACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN
mismo, debería contemplarse las diferencias entre lenguas, culturas, grupos de usua- ÁNGELA COLLADOS Aís, E. MACARENA PRADAS MACÍAS,
rios, situaciones y participantes en el proceso social de la interpretación. No obs- ELISABETH STÉVAUX & ÜLALLA GARCÍA BECERRA,
tante, las dificultades inherentes a la elaboración de jerarquías de errores convierte
este cometido en una tarea muy difícil (cf. Lamberger Felber 1998).

l. PLANTEAMIENTO GENERAL

En este último capítulo, nos acercamos a la evaluación global de la investiga-


ción realizada, tanto desde el punto de vista metodológico como de los resultados.
Al tratarse de una investigación que puede considerarse amplia en cuanto al
número de parámetros y sujetos abordados, nos detendremos únicamente en aque-
llos aspectos que nos parecen más relevantes, siempre desde dos planteamientos de
base de carácter esencial:
a) La investigación expuesta estudia la calidad de la interpretación acercándose
exclusivamente a tres de las posibles vías de estudio, las expectativas,
contextualización y evaluación de la calidad realizadas por un grupo de
usuarios especializados.
b) Los resultados de esta investigación deben circunscribirse, en todo caso, a
señalar tendencias y plantear posibles vías de investigación dada la mues-
tra en la que se basa.

2. EVALUACIÓN DE LA METODOLOGÍA

2.1. Las manipulaciones de las interpretaciones simultáneas

Posiblemente, desde el punto de vista metodológico, la cuestión que haya plan-


teado una mayor complejidad haya sido la de intentar conseguir un igual grado de
manipulación en todos los parámetros analizados. Su complejidad se sitúa en, al
menos, los siguientes planteamientos:
214 Á. COLLADOS AÍS 1E.M. PRADAS MACIAS 1 E. STÉVAUX 1 O. GARC!A BECERRA LA EVALUACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN 215

• Se parte de una cierta indefinición de prácticamente todos los parámetros, nemos en cuenta el riesgo de la alta variabilidad en muestras reducidas (Sierra Bravo
abarcando consecuentemente a los intraparámetros que los componen (cf. 1994: 589; Gardner & Douglas 1993: 538), estas replicaciones se hacen todavía más
Pradas Macías 2003, 2006). En consecuencia, la indefinición en el plano necesarias en áreas de conocimiento como la nuestra.
teórico se trasvasa a su aplicación. En el presente estudio se ha replicado la investigación experimental referente
• No parece probable conseguir el aislamiento completo de parámetros o va- a la evaluación de dos parámetros de calidad: entonación monótona y transmisión
riables independientes, ya que determinados intraparámetros se asignan a incorrecta del DO y la IS control (Collados Aís 1998; Pradas Macías 2003 y Stévaux
más de un parámetro, tanto en la literatura especializada, como en la en preparación, respectivamente).
contextualización del parámetro por parte de los usuarios (véase capítulos Según los resultados obtenidos, se ha podido confirmar la ausencia de inciden-
anteriores). cia de la transmisión incorrecta sobre la evaluación de los usuarios especializados,
• No existen escalas aplicables a todos los parámetros, menos aún escalas que posiblemente debido a que ésta no es detectada (Gile 1995c, 1999). En el caso de
puedan ser comparables entre sí para determinar los niveles de manipula- la entonación monótona, si bien se confirma que los usuarios la detectan, esta no
ción. Los estudios instrumentales no son aplicables a todos los parámetros se refleja en una evaluación negativa.
y los estudios perceptivos no son instrumentos de alta fiabilidad. Al margen de la replicación de los dos parámetros mencionados, el vídeo con-
" Posiblemente por todo lo anterior, unido a la juventud de nuestros estudios, trol también ha sido replicado en cuatro ocasiones con usuarios muy similares (cf.
no existen instrumentos de medición validados en este ámbito, como sí exis- cap. 1), de las que tres demuestran consistencia en los resultados. En el caso de
ten en otras disciplinas, incluso de las áreas sociales o de humanidades (v.gr. los sujetos intérpretes (dos replicaciones), nuevamente se confirma dicha consis-
en psicología). tencia. En general, podemos decir que se han confirmado seis de los ocho resul-
Dicho en otras palabras, si parámetros como acento o transmisión correcta del tados obtenidos en los experimentos realizados, lo que supone una concordancia
DO todavía carecen de una definición unánime, y si se trata de parámetros tan ale- del 75%.
jados conceptualmente, parece difícil encontrar un denominador común en varios
niveles, desde los elementos de distorsión hasta la equivalencia de dicha distorsión,
y ello tanto desde el punto de vista cualitativo como cuantitativo. De esta forma, 3. EVALUACIÓN DE LOS RESULTADOS
somos conscientes del riesgo de que los niveles de manipulación varíen entre los
vídeos, pudiendo dificultar su comparabilidad. No obstante, el hecho de que vídeos 3 .1. Expectativas
que han sufrido menor manipulación (v.gr. gramaticalidad), según análisis percep-
tivo realizado por las integrantes del propio grupo de investigación, hayan sido de Si comparamos el ranking de prioridades resultante o la escala de parámetros
los más detectados y castigados, frente a, por ejemplo, los vídeos de transmisión que teóricamente influirían más en los usuarios encuestados a la hora de valorar una
correcta o cohesión lógica, que sufrieron un menor grado de manipulación, permi- IS (cf. capítulos anteriores), observamos que es consistente con los resultados ob-
te pensar que las consecuencias de dicho riesgo puedan ser minimizadas por la pro- tenidos en estudios precedentes.
pia evaluación. Además, los resultados permiten apreciar que se constituyen cuatro bloques en
Una primera interpretación de estos datos nos lleva a la consideración de la di- función del orden de importancia otorgado:
ferencia entre adecuación/falta de adecuación en contraposición con aceptación/falta " Bloque 1: transmisión correcta del DO y cohesión lógica
de aceptación (cf. Rabadán 1991). " Bloque 2: transmisión completa del DO, terminología y fluidez
" Bloque 3: dicción, estilo y gramaticalidad
" Bloque 4: entonación, agradabilidad de la voz y acento
2.2. La replicación experimental Por tanto, no se han producido variaciones entre los parámetros que usualmente
ocupan los primeros y los últimos puestos. Las variaciones son mínimas en los pri-
Es importante que la investigación en interpretación se haga eco de la necesi- meros tres bloques, permaneciendo el cuarto incluso inalterado.
dad de poner a prueba algunos de los resultados que ha obtenido, de modo que se Por lo que respecta a las preferencias de los usuarios en función de la univer-
refrenden determinadas hipótesis o que puedan ser refutadas (cf. Gile 2005). Si te- sidad de procedencia (véase gráfico 1), llama la atención que mientras en uno de
LA EVALUACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN 217
2!6 Á. COLLADOS AiS 1 E.M. PRADAS MACIAS 1E. STÉVAUX 1 O. GARCIA BECERRA

los grupos (UJI) el parámetro que se considera, a priori, más influyente en la eva- ble ante los parámetros de contenido, asignándole casi a la totalidad las puntuacio-
luación de la calidad recibe una puntuación media de 4,71, en otro (UMA), la pun- nes más altas en los cuestionarios de expectativas. Al igual que la universidad
tuación del parámetro más valorado es de 4,30, cifrándose la diferencia en casi cinco castellonense, la UGR también parece atribuir, aunque en menor medida, mayor
décimas. No ocurre lo mismo con el parámetro que ocupa el último puesto, copa- importancia a los criterios formales que las otras dos universidades del estudio. Por
do en las cuatro universidades por el acento, en el que las diferencias entre las me- su parte, los sujetos de la UMA presentan unos niveles de exigencia menor que el
dias no superan el 0,10. La mayor divergencia registrada (0,80) corresponde a la resto de la muestra.
agradabilidad de la voz y se produce entre la UMA (2,12) y la UJI (2,92).
Otra diferencia apreciable, superior a cinco décimas, se manifiesta en el
parámetro estilo, nuevamente entre la UMA y la UJI. Si comparamos la puntuación 3.2. Evaluación
correspondiente al primer bloque y al último bloque antes mencionados, se cons-
tatan variaciones que podrían indicar, en general, un menor nivel de exigencia previo En este apartado nos referimos básicamente a los resultados de los apartados
por parte de las universidades andaluzas frente a las valencianas, cifrándose las di- de carácter general (véase gráfico 2): valoración global, profesionalidad, fiabilidad
vergencias máximas en un 0,28 en el caso del último bloque y en un 0,44 en el pri- y valoración de la ponencia original y, específicamente a aquellos parámetros que
mer bloque, siendo en todo caso la universidad malagueña la que menor nivel de no superen los 4 puntos.
exigencia previa plantea.
Gráfico 2
Gráfico 1 Resultados de valoración global, fiabilidad,
Resultados de expectativas según universidades profesionalidad y ponencia original

IIUGR lllilvaloración global


11UMA !lid profesionalidad
DUJI o fiabilidad
ouv oponencia original

Los resultados generales de expectativas parecen indicar que los sujetos de la


UJI muestran cierta sensibilidad ante los aspectos no verbales de una IS, otorgan- Como dato previo es interesante señalar como los usuarios no cuestionan su ca-
do una relevancia mayor que el resto de participantes en el estudio a parámetros tales pacidad evaluadora de parámetros verbales tan cruciales como la transmisión co-
como agradabilidad de la voz y dicción. Por su parte, la UV se muestra más sensi- rrecta y completa, cuando su acceso al DO es limitado y en algunos casos incluso
2!8 A. COLLADOS AiS 1E.M PRADAS MACÍAS 1E. STÉVAUX 1 O. GARC!A BECERRA LA EVALUACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN 219

inexistente. Si nos referimos a la evaluación del DO (valoración de la ponencia ori- refrendada, al ponerse de manifiesto diferencias importantes entre varios de ellos.
ginal), este dato es aún más llamativo y valida lo indicado ya por diferentes auto- Así, si en acento o en entonación los usuarios se acercan en su definición bastante
res en el campo de la evaluación de la calidad en interpretación (cf. Gile 1995, 1999; a los planteamientos de las distintas disciplinas que lo estudian, existen otros, como
Collados Aís 1998, entre otros). dicción o gramaticalidad, que parecen plantearles cierta dificultad de conceptuali-
En lo que a la valoración global se refiere, las IS que han recibido la peor pun- zación e, incluso, de comprensión (cf. capítulos correspondientes).
tuación corresponden a los vídeos fluidez, dicción, acento, transmisión completa del Hay parámetros, por otra parte, que reproducen polaridades importantes. Éste
DO, gramaticalidad y agradabilidad de la voz. Estos datos muestran el desfase en- es el caso de fluidez, hecho que ya había sido puesto de manifiesto por Pradas
tre las expectativas mostradas por los usuarios en el cuestionario inicial, donde es- Macías (2003), y también el de transmisión completa o correcta, con una clara di-
tos criterios tenían menos relevancia en sus preferencias que otros como transmi- visión de definición o planteamiento inicial que no parece confirmarse a la hora de
sión correcta del DO y cohesión lógica. De los parámetros anteriores los que más valorar una interpretación real (cf. cap. 7) y que corroboraría el desfase entre ex-
afectan a la evaluación de la profesionalidad del intérprete, siendo también los peor pectativas y evaluación.
puntuados en este apartado, son fluidez, transmisión completa y dicción. En cuan- Por otra parte, hay parámetros como agradabilidad de la voz que parecen re-
to a la fiabilidad, los criterios que más se resienten son fluidez, transmisión com- flejar una mayor confusión en la conceptualización de intraparámetros por parte de
pleta del DO, gramaticalidad y agradabilidad de la voz. Las peores puntuaciones, los jueces ya que una voz manipulada claramente hacia la nasalidad es «definida»
no obstante, recaen en la (valoración de la) ponencia original, obteniendo incluso como aguda. Si bien, también cabe la interpretación del solapamiento a veces in-
en 10 de los 11 parámetros una puntuación inferior a 4 y en el restante un 4. evitable de intraparámetros. En este sentido puede ser que las características natu-
Por último, aplicado el test de hipótesis no paramétrico de Mann-Whitney, pre- rales de la voz de la intérprete se solapen e, incluso, se acentúen, a través de la ma-
vio análisis de normalidad de variables mediante el test de Shapiro-Wilks y control nipulación de determinadas variables.
final de la FDR (false discovery rate), los resultados obtenidos, referidos al apar-
tado parámetro manipulado y valoración global, fueron los siguientes 1:
a) Parámetro manipulado: Resultan significativas las diferencias entre el vídeo 3.4. Variabilidad
control y los vídeos manipulados de los parámetros acento (p = .000), en-
tonaCión (p = .032), fluidez (p = .003) y terminología (p = .022). La mayor variabilidad general en la evaluación se produce en los parámetros
b) Valoración global: Resultan significativas las diferencias entre el vídeo con- no verbales (,92) frente a los verbales (,76). Este resultado, medido a través de la
trol y los vídeos manipulados de los parámetros acento (p = .006), dicción desviación típica, se reproduce también en el caso de las expectativas. Los
(p = .034) y fluidez (p = .000). parámetros no verbales presentan en este caso también una desviación mayor (,98)
Estos resultados refrendan estadísticamente, al menos en principio, el mayor frente a los verbales (,85).
peso en la evaluación de la calidad de la IS de los parámetros no verbales. Con independencia de que se trate de parámetros verbales o no verbales, la
mayor desviación se produce en expectativas (,91) frente a evaluación (,83).
En cuanto a los apartados profesionalidad y fiabilidad del intérprete, éstos pre-
3.3. Contextualización
sentan la mayor desviación en fluidez y la menor en transmisión correcta del DO.
De los datos aportados se podría deducir, por tanto, que los parámetros no ver-
La hipótesis de partida de que no todos los parámetros gozaban a priori del
bales son los que, por regla general, obtienen las mayores desviaciones típicas, tanto
mismo grado de conocimiento del concepto por parte de los usuarios, se ha visto
en expectativas como en evaluación y, por tanto, expresan mayor variabilidad (cf.
Knapp 1988). De hecho, la máxima desviación en los ítems valoración global,
profesionalidad, fiabilidad y valoración de la ponencia original corresponden a
1
Nos referimos exclusivamente a estos parámetros o apartados, tal y como señalamos en el cap.
agradabilidad de la voz (1,10 en valoración global), fluidez (1,17 en profesionalidad
l. y a modo de planteamiento inicial. No obstante, apuntamos que se han obtenido resultados signifi- y 1,14 en fiabilidad) y terminología (1,11 en valoración de la ponencia original). Por
cativos muy reveladores en otros apartados que contribuirían a explicar determinados patrones lo que respecta a las expectativas, el parámetro con la máxima desviación es el de
evaluativos (cf. COLLADOS Aís, Á., IGLESIAS FERNÁNDEZ, E. & PRADAS MACÍAS, E.M. (eds.), en pre- agradabilidad de la voz (1 ,08).
paración y COLLADOS Aís, Á., FERNÁNDEZ SÁNCHEZ, M.M. & STÉVAUX, E. (eds.), en preparación.
220 Á. COLLADOS A!S 1E.M. PRADAS MACIAS 1 E. STÉVAUX 1 O. GARC!A BECERRA 22I
LA EVALUACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN

4. DISCUSIÓN GENERAL de la voz (3,5) y entonación (2,85), si bien son los parámetros dicción (2,83) y flui-
dez (3,07) los que más se resienten de la introducción del estímulo en las subsiguien-
Los resultados de expectativas de los usuarios confirman la menor incidencia tes evaluaciones.
de los parámetros no verbales en las valoraciones que realizan a priori. Al mismo Por otra parte, un resultado muy interesante arrojado por la presente investiga-
tiempo se consolida la hipótesis de que su repercusión es mucho mayor en la eva- ción nos lleva a las interacciones que se han puesto de manifiesto en el estudio de
luación a posteriori, confirmándose, por tanto, la hipótesis inicial (cf. cap. 1), así estos once parámetros de calidad y que podrían establecer bases para la explicación
como los resultados generales de investigaciones anteriores que combinan estudios de determinadas pautas evaluativas de los usuarios frente a una interpretación. Es-
de expectativas y evaluación (cf. Collados Aís 1998, Pradas Macías 2003, Cheung tos resultados no solo corroboran las interacciones que anteriores investigaciones
2003, Garzone 2003, Stévaux, en preparación). De esta forma, cuatro de las cinco ya suponían (cf. Collados Aís 1998, Pradas Macías 2003) sino que dejan al descu-
versiones de IS que presentaban manipulaciones de parámetros no verbales recibie- bierto nuevas combinaciones. En el caso de entonación y agradabilidad de la voz
ron una valoración global inferior a 4 (agradabilidad de la voz: 3,85; acento: 3,75; (cf. Collados Aís 1998) se ha constatado tanto en el vídeo de agradabilidad de la
dicción: 3,64; fluidez: 2,85). En cambio, las valoraciones globales otorgadas a los voz como en el vídeo de entonación, en cuyas evaluaciones ambos criterios se re-
vídeos transmisión correcta del DO (4,33), cohesión lógica (4,28) y terminología sienten, respectivamente, de la manipulación del otro parámetro. De igual forma que
(4,07) los superan. Por tanto, entre los parámetros que lideran la escala de expec- la deficiencia en la fluidez afecta negativamente a la dicción, y a la inversa, se ha
tativas, tan sólo el vídeo transmisión completa del DO arroja para la valoración glo- confirmado también el vínculo, ya adelantado por Pradas Macías (2003), que esta-
bal una puntuación similar a las manipulaciones no verbales (3,78). A la inversa, blecen los usuarios entre cohesión lógica y fluidez. Las nuevas combinaciones de
también se confirma que no son fácilmente detectables los errores de contenido. interacciones resultantes son numerosas: estilo y entonación, estilo y agradabilidad
Valga como prueba la repercusión del parámetro fluidez en las evaluaciones de la de la voz, dicción y entonación, dicción y agradabilidad de la voz, transmisión co-
transmisión correcta del DO (cf. cap. 6). En efecto, es al vídeo fluidez al que co- rrecta y fluidez, transmisión completa y fluidez, transmisión completa y cohesión,
rresponde la peor puntuación en el parámetro de transmisión correcta (3), muy por y terminología y gramaticalidad.
debajo de la evaluación que registraba el vídeo transmisión correcta (4,33). Una En otro orden de cosas, hay que mencionar los resultados obtenidos por el vídeo
primera interpretación sugiere que los usuarios no detectan suficientemente las de- estilo, que parecen reforzar aún más, si cabe, las corrientes que ven el papel del in-
ficiencias en los parámetros que consideran de entrada más importantes (Gile 1995c, térprete desde un punto de vista más activo (cf. Gile 1991). La manipulación del
1999) y sí lo hacen en los no verbales. Un análisis más detenido revela, sin embar- estilo se había producido hacia un estilo inadecuado, como el resto de los
go, que la evaluación del parámetro cohesión lógica supone la peor puntuación otor- parámetros, pero, a diferencia de éstos, no se ha tratado de una manipulación ne-
gada a los vídeos de las IS que presentan manipulaciones verbales, situándolo in- gativa en el sentido de introducir déficits objetivos. La manipulación consistió más
cluso por debajo de varios vídeos no verbales tales como la entonación (4,5) o el bien en otorgar a la interpretación un estilo engolado no adecuado al lenguaje cien-
acento (4,42). Otro tanto ocurre con el vídeo terminología que, para la variable ex- tífico de la ponencia original. Sin embargo, los usuarios lo han valorado en todos
perimental, registra una de las peores evaluaciones (3,89), por debajo de la cual se los casos mejor que el vídeo control, que sí respetaba el estilo más conciso del DO.
sitúa únicamente el vídeo fluidez. A la vista de este dato, parece evidente que, al menos en nuestro experimento, los
Por tanto, pensamos que los sujetos sí parecen haber detectado las manipula- usuarios están reclamando, de forma indirecta a través de la evaluación, que interven-
ciones referidas a los parámetros que lideraban la escala de expectativas, con ex- gamos, y asumamos nuestro papel como órgano decisorio y comunicador experto.
cepción de la transmisión correcta del DO. Esta constatación podría cuestionar la Además, determinados elementos formales que si bien, desde el punto de vis-
fiabilidad de las jerarquías establecidas no sólo en los estudios de expectativas, tal ta de la calidad de la interpretación, no pueden ser considerados especialmente re-
y como sospechaba Gile (1990), sino también en el orden de prioridades elabora- levantes, sí parecen poder afectar notablemente al receptor. Ello va en la línea de
do, por ejemplo, por Harris (2003: 11-12), al menos en lo que atañe a la población los resultados obtenidos en determinados parámetros que indicaban una mayor de-
encuestada, así como a las condiciones experimentales aplicadas en la presente in- tección y castigo en la evaluación, a pesar de una menor manipulación. Lo que se
vestigación. puede explicar en base a que determinados elementos no verbales actúen como
En lo que a las manipulaciones sufridas por los parámetros no verbales se re- «alerta» de una posible merma de calidad (Lennon, 1990: 394). Al no implicar cons-
fiere, sus detecciones parecen probadas en todos los casos: acento (3), agradabilidad ciencia la posible vía de inferencia de estos elementos y no siendo estos elementos
222 Á. COLLADOS A!S 1E. M PRADAS MACIAS 1 E. STÉVAUX 1 O. GARCIA BECERRA LA EVALUACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN 223

graves en sí mismos o comparativamente con otros, sí podrían actuar de eslabón en verbales. En sentido inverso, habría que reducir el estímulo en parámetros no ver-
la cadena de valoración influyendo en la valoración general de la misma, pudién- bales (como fluidez o dicción) para comprobar si efectivamente su repercusión ne-
dose producir un «cumulative effect» como el mencionado por Crystal (2000) para gativa sigue extendiéndose sobre los parámetros verbales y siendo tan importante
el acento, y que encierra todavía muchas incógnitas, como resalta Jilka (cf. 2000). sobre los parámetros no verbales.
Otras posibles tendencias que se vislumbran, específicamente en el estudio de
contextualización, indican que: 5. CONCLUSIONES
• La valoración del parámetro manipulado desciende salvo excepciones ama-
yor tiempo de exposición o a mayor información. Con la cautela necesaria que requiere cualquier conclusión en investigación,
• La interacción de los parámetros, mencionada para los estudios de expec- reseñamos resultados que posiblemente contribuyan a seguir avanzando en temas
tativas y evaluación, parece partir de las propias definiciones y/o opiniones que aún hoy ocupan a la investigación sobre interpretación.
de los usuarios, ya que al valorar un parámetro en concreto aluden frecuen- Entre ellos, y a la vista de los resultados, el tema del papel del intérprete como
temente a otro cercanos (cf. Pradas Macías 2003). elemento activo y decisorio del proceso de interpretación y experto comunicador,
o La frecuente alusión a los efectos que causa en los usuarios la ausencia o viene a ocupar una posición esencial. Así la comparación de los resultados obteni-
el déficit de un parámetro de calidad concreto en una IS, sin que se inqui- dos en los estudios de expectativas y evaluación, tomando como referencia la eva-
riera este aspecto en los cuestionarios, parece que efectivamente corrobo- luación del parámetro más valorado en expectativas y el segundo menos valorado 2,
raría la existencia de vías de imputación emocional, al menos en determi- parece ponerse de manifiesto una cierta correlación entre el nivel de exigencia ma-
nados parámetros (cf. Collados Aís 1998). nifestado por los sujetos en expectativas y su posterior evaluación. No obstante, esta
o El hecho de que la valoración de la ponencia original haya sido en nume- correlación genérica no encuentra refrendo en el ranking resultante. De forma que
rosos casos peor valorada que las IS apunta a que el usuario, de alguna for- el «decalage» que existe entre expectativas de calidad y su evaluación (cf. Colla-
ma, excusa determinadas deficiencias de las IS posiblemente por conside- dos Aís 1998, Pradas Macías 2003, Garzone 2003, Cheung 2003, Stévaux, en pre-
rar que se trata de una actividad sumamente compleja, tal y como han ma- paración) confirma la necesidad de seguir estudiando ese papel más activo del in-
nifestado en distintas ocasiones. térprete (cf. Roy 1993) que sea consciente de la interacción que se produce entre
Desde el punto de vista metodológico, las dificultades para alcanzar un igual distintos parámetros, tanto en su conceptualización como en su evaluación y del peso
grado de manipulación en los estímulos de los distintos parámetros manipulados (cf. relativo de los mismos. Por otra parte, el acercamiento teórico multidisciplinar, pre-
ap. 2.1.) fueron y siguen siendo importantes. Comprobada la insuficiente definición sentado someramente en esta obra, y la aplicación de las herramientas de estudio
de parámetros y de sus intraparámetros de cara a su aplicación (cf. Pradas Macías desarrolladas sobre once parámetros de calidad pretenden proseguir en la línea de
2003), la dificultad de su aislamiento absoluto, la consiguiente comparabilidad de investigación vertical con inclusión de estudios perceptivos en combinación con
estímulos y por ende la ausencia de instrumentos metodológicos validados, se plan- análisis instrumentales (cf. Pradas Macías 2003).
tea la necesidad de buscar vías alternativas de investigación que, a pesar de estos Nos sumamos, nuevamente, a la afirmación de Gile (2000: 305) en cuanto a que
innegables obstáculos, solidifiquen una metodología y resultados. la investigación empírica en investigación de la calidad se ha ido conformando como
Así, para obtener la seguridad de minimizar el riesgo en el plano de la mani- una línea de investigación cohesionada en el campo de la interpretación. No obs-
pulación experimental y a fin de poder partir de la fiabilidad de los resultados, con- tante, y sin que ello suponga una contradicción, nos hacemos eco también de las pa-
sideramos necesario «replicar» en parte la investigación y ello, con independencia labras de Cartellieri (1983). Pronunciadas a comienzos de los años ochenta,
de las evaluaciones concretas de los usuarios. Sería interesante incluir la modifica- retomadas en los años noventa por Pochhacker (1994: 233) y vigentes hoy día, ha-
ción de aquellos parámetros expuestos a una mayor manipulación, en el sentido de cen hincapié en todo lo que implica de futuro de exploración y descubrimiento:
reducir el estímulo y, a la inversa, aumentar el grado de manipulación en aquellos
parámetros en la que ésta había sido menor. Se trataría de ver si, por ejemplo, con
un estímulo mayor, parámetros verbales de baja estimulación como gramaticalidad
seguirían teniendo una repercusión negativa, sobre todo, en la valoración de pará-
2 Hemos considerado el segundo parámetro peor valorado, ya que el primero, acento, no sigue
metros no verbales o si, por el contrario, su castigo se concentraría entonces en los
la misma distribución de sujetos (véase cap. 1).
224 Á COLLADOS AIS 1E.M. PRADAS MACIAS 1E. STÉVAUX 1 O. GARCIA BECERRA

Much still remains do be done to overcome the present unsatisfactory state of affairs
in the sphere of reliable quality parameters (1983: 213). BIBLIOGRAFÍA

Al margen de todos los aspectos referidos a la calidad de la interpretación y a


su evaluación que continúan abiertos, consideramos importante que las investiga-
ciones y esencialmente su metodología se sometan a una autoevaluación rigurosa
que permita dar pasos firmes en dirección a su dilucidación. Aunque esto implique
pararse, retroceder en caso necesario algunos pasos y explorar nuevos senderos, es
lo único que nos permitirá «hacer» el camino científico.
Esperamos haber contribuido con nuestro trabajo a avanzar, ya sea modestamen-
te, en la investigación sobre la evaluación de la calidad en IS y la profundización
en los parámetros de calidad que la sustentan mediante el cumplimiento de, al me-
nos, alguno de los siguientes objetivos, fundamentales de la ciencia o del conoci-
miento científico, aplicados a nuestro campo de actuación:
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scielo.php? sripte = sci_arttextypid= tivo de diferentes métodos de evaluación
ANEXO 1
CUESTIONARIOS

ANEXO lA: CUESTIONARIO DE EXPECTATIVAS

Interpretación de conferencias

Estamos realizando un estudio sobre la calidad de la interpretación de confe-


rencias. Si Vd., como jurista, es un usuario ocasional o habitual de interpretacio-
nes simultáneas, le agradeceríamos colaborase en este estudio, contestando a una
serie de cuestiones.

l. Cuando Vd. escucha una interpretación simultánea, ¿en qué medida le in-
fluyen negativamente los siguientes defectos de interpretación en su valo-
ración global de la interpretación?:
- no influye: 1
- influye poco: 2
- influye medianamente: 3
- influye bastante: 4
- influye esencialmente: 5
ANEXos ANEXOS 2 49

1 2 3 4 5 ANEXO lB: CUESTIONARIO DE EVALUACIÓN

Acento no nativo
Interpretación de conferencias
Voz poco agradable
Emisión poco fluida Acaba Vd. de escuchar la interpretación simultánea en español de un discurso
Falta de cohesión lógica alemán sobre la financiación de los partidos políticos en la RFA. Le agradecería-
mos ahora que contestase a las siguientes cuestiones:
Transmisión incorrecta del sentido original
Transmisión incompleta del discurso original l. Emita su valoración global de la calidad de la interpretación simultánea
Terminología no apropiada escuchada, en un rango de 5 puntos (1: pésima; 5: excelente):
Estilo (científico, coloquial ... ) inadecuado
Entonación monótona
! ...................................................................
Dicción poco clara (articulación defectuosa)
2 .................................................................. .
Gramaticalidad
3 .................................................................. .
2. Enumere, por favor, otros factores que Vd. considera relevantes a la hora 4 ...................................................................
de valorar la calidad de una interpretación simultánea y que no han sido
mencionados en el punto anterior: 5 .................................................................. .

3. ¿Cuál es su profesión concreta? 2. Evalúe el acento de la intérprete en un rango de 5 puntos (1: acento total-
mente extranjero; 5: acento totalmente nativo):

4. Nombre y apellidos:
! ...................................................................
2 .................................................................. .
5. Edad:
3 .................................................................. .
4 ...................................................................
Menos de 30 años ...................................... .
5 .................................................................. .
Entre 30 y 45 años ..................................... .
Entre 46 y 60 años ..................................... .
Más de 60 años ......................................... ..

¡MUCHAS GRACIAS POR SU COLABORACIÓN!


ANEXOS ANEXOS

6. Evalúe la transmisión correcta del sentido del discurso original en un ran-


3. Evalúe la voz de la intérprete en un rango de 5 puntos (1: muy desagrada-
go de 5 puntos (1: transmisión totalmente incorrecta; 5: transmisión total-
ble; 5: muy agradable): mente correcta):

1 .................................................................. .
1 .................................................................. .
2 ...................................................................
2 .................................................................. .
3 ··································································· 3 .................................................................. .
4 ...................................................................
4 ...................................................................
5 ··································································· 5 .................................................................. .

E lúe la fluidez de la interpretación en un rango de 5 puntos (1: emisión


4 7. Evalúe la transmisión completa del sentido del discurso original en un rango
. n::a fluida; 5: emisión totalmente fluida): de 5 puntos (1: transmisión totalmente incompleta; 5: transmisión totalmente
completa):

1 .................................................................. .
2 .................................................................. . 1 .................................................................. .

3 ··································································· 2 .................................................................. .

4 .................................................................. . 3 .................................................................. .

5 ··································································· 4 ...................................................................
5 .................................................................. .
Evalúe la cohesión lógica de la interpretación en un ra_n~o d~ 5 puntos ( 1:
5. falta total de cohesión lógica; 5: cohesión totalmente logica).
8. Evalúe la terminología utilizada en la interpretación en un rango de 5 puntos
(1: terminología nada apropiada; 5: terminología totalmente apropiada):

1 .................................................................. .
2 .................................................................. . 1 .................................................................. .

3 ··································································· 2 .................................................................. .
4 ................................................................... 3 .................................................................. .

5 ··································································· 4 ...................................................................

5 .................................................................. .
ANEXos ANEXOS
253

9. Evalúe el estilo usado en la interpretación en un rango de 5 puntos (1: esti- 12. Evalúe la gramaticalidad de la interpretación en un rango de 5 puntos (1:
lo totalmente inadecuado; 5: estilo totalmente adecuado): totalmente correcta; 5: totalmente incorrecta):

1 .................................................................. .
1 ···································································
2 .................................................................. . 2 .................................................................. .
3 .................................................................. . 3 .................................................................. .
4 .................................................................. . 4 .................................................................. .
5 .................................................................. .
5 ···································································

10. Evalúe la entonación de la intérprete en un rango de 5 puntos (1: entona- 13. Evalúe la impresión de profesionalidad que ha causado en V d. la intérpre-
ción muy monótona 5: entonación nada monótona): te en un rango de 5 puntos (1: nula profesionalidad; 5: alta profesionalidad):

1 ................................................................... 1 .................................................................. .
2 .................................................................. . 2 .................................................................. .
3 .................................................................. . 3 .................................................................. .
4 .................................................................. . 4 ...................................................................
5 .................................................................. . 5 .................................................................. .

11. Evalúe la dicción de la intérprete en un rango de 5 puntos ( 1: dicción nada 14. Evalúe la impresión de fiabilidad que ha causado en Vd. la intérprete en
clara; 5: dicción totalmente clara): un rango de 5 puntos ( 1: nula fiabilidad; 5: alta fiabilidad):

1 .................................................................. . 1 .................................................................. .
2 ................................................................... 2 .................................................................. .
3 ··································································· 3 .................................................................. .
4 ................................................................... 4 ...................................................................
5 ··································································· 5 .................................................................. .
ANEXOS ANEXOS 255
254

15. A continuación, valore, como jurista, la ponencia original en un rango de 5 ANEXO le: CUESTIONARIO DE CONTEXTUALIZACIÓN
puntos (1: pésima; 5: excelente): Evaluación de la calidad en Interpretación Simultánea

PARTE 1
! ...................................................................

2 .................................................................. . l. ¿Qué entiende Vd. por el parámetro?

3 ··································································· 2. En una interpretación simultánea, ¿qué es lo que más le irrita de una defi-
4 ................................................................... ciencia en el parámetro de la intérprete?

5 .................................................................. .
PARTE2

l. Indique si reconoce en el vídeo alguno o algunos de los elementos irritantes


mencionados por Vd. anteriormente con referencia a una deficiencia en el
parámetro de una interpretación simultánea:
¡MUCHAS GRACIAS POR SU COLABORACIÓN!
2. ¿Añadiría alguno más que no citara anteriormente pero que hubiera reco-
nocido en la interpretación que acaba de escuchar?

3. ¿Cuál o cuáles le han irritado especialmente?

4. En un rango de 5 puntos (1: parámetro totalmente defectuoso; 5: parámetro


totalmente correcto), ¿cómo evaluaría el parámetro de la intérprete?

PARTE3

l. Indique si reconoce en el vídeo alguno o algunos de los elementos irritantes


mencionados por Vd. anteriormente con referencia a una deficiencia en el
parámetro (Explicitaciones del parámetro):

2. ¿Añadiría alguno más que no citara anteriormente pero hubiera reconoci-


do en la interpretación?

3. ¿Cuál o cuáles le han irritado especialmente?

4. En un rango 5 puntos (1: parámetro totalmente defectuoso; 5: parámetro


totalmente correcto), ¿cómo evaluaría el parámetro de la intérprete?
ANEXO 2
DISCURSOS

ANEXO 2A: VERSIÓN ORIGINAL DE LA PONENCIA ALEMANA

Zuerst mochte ich mich beim Leiter des Instituts für Verfassungsrecht der Uni-
versitat Granada ganz herzlich für die Einladung zu dieser interessanten Tagung
bedanken. Ich hoffe, dass meine Ausführungen dazu beitragen, auf dem Gebiet des
vergleichenden Rechts, das uns wahrend der nachsten drei Tage beschiiftigen wird,
vorwartszukommen. Obwohl ich in meinem Beitrag ausschliesslich auf die Parteien-
finanzierung in der BRD eingehen werde, glaube ich, dass es gewisse Parallelen
aber auch Unterschiede zu Spanien gibt. Geme würde ich am Ende meiner Aus-
führungen mit den im Saal anwesenden Experten aus anderen Landem ins Gesprach
kommen.
Kommen wir also zum Thema: überrall auf der Welt gehort die Finanzierung
politischer Institutionen zu den schwierigsten und umstrittensten Fragen des Ver-
fassungsrechts. Denn einerseits ist sie praktisch unverzichtbar, weil ohne ausrei-
chende Geldmittel auch in der Politik niemand seine Aufgaben wirksam erfüllen,
etwa Wahlkampfe führen oder Programme erarbeiten kann. Andererseits muss je-
doch nicht nur verhindert werden, dass durch sie der demokratische Willensbil-
dungsprozess beeinflusst oder gar der freie politische Wettbewerb verfiilscht wird.
Vielmehr bedarf sie einer klaren gesetzlichen Regelung und Beschrankung schon,
um zu vermeiden, dass sie in ebenso unerwünschte wie moralisch verwerfliche,
meist sogar strafbare Korruption ausartet.
Deshalb sind in fast allen Staaten bestimmte Formen und Verfahren der Politik-
finanzierung aus privaten oder offentlichen Mitteln üblich und erlaubt, die keines-
wegs immer nur an politische Parteien, sondem nicht selten auch an Abgeordnete,
Fraktionen oder sonstige politische Institutionen vergeben werden. In den Landem
freilich, die als modeme demokratische Parteienstaaten zu bezeichnen sind, weil
hier die politischen Parteien nicht bloss an der Walvorbereitung mitwirken, son-
ANEXos ANEXOS
259

dem selbst im Zentrum der politischen Willensbildung stehen und damit zugleich se der Wahlvorbereitung, etwa bei der Vergabe von Rundfunksendezeiten, ange-
das gesamte Vorfeld des staatlichen Entscheidungsprozesses beherrschen, konzen- wandt worden, sondem vor allem auch auf die Fragen der Parteifinanzierung.
triert sich das Interesse an der Politikfinanzierung naturgemass auf Art und Um- Dannach wird es seit 1958 vom Gericht in standiger und mehrfach bekraftig-
fang der materiellen Zuwendungen an politische Parteien: auf die sog. "Parteien- ter Rechtsprechung als Verstoss gegen die Chancengleichheit der Parteien betrachtet,
finanzierung". wenn die in der Bundesrepublik übliche Steuerbegünstigung von Parteispenden und
In der Bundesrepublik Deutschland hat das Grundgesetz auf eine umfassende Mitgliedsbeitragen ein bestimmtes Ausmass überschreitet, weil auf diese Weise
Regelung der Parteienfinanzierung verzichtet und die Materie in Art. (Artikel) 21 kapitalkraftige Kreise und die ihnen nahestehenden Parteien gegenüber finanz-
Abs. (Absatz) 3 GG (Grundgesetz) zusammen mit dem übrigen Parteienrecht weit- schwacheren Gruppen und deren Politik ungerechtfertigt begünstigt würden. Nur
gehend dem einfachen Bundesgesetzgeber zugewiesen. Lediglich durch Art. 21 Abs. innerhalb sehr enger Grenzen sei daher eine steuerliche Forderung der privaten
1 Satz 4 GG wird von den Parteien verlangt, dass sie über die Herkunft und neuer- Parteienfinanzierung zulassig, die zunachst bei einem Jahresbeitrag von 600 DM,
dings auch über die Verwendung ihrer Mittel, sowie über ihr Vermogen Offentlich von 1979 bis 1983 bei 1000 DM pro Person lagen. In der RealiHit wurde diese
Rechenschaft geben. Diese Pflicht zur Publizitat der Parteifinanzen knüpft nicht Judikatur jedoch Jahrzehnte lang dadurch umgangen, dass erheblich hühere Spen-
nur an die schlimmen Erfahrungen an, die sich mit den dunklen Wegen der finan- den den Parteien nicht direkt zugewendet, sondem im vollem Umfang steuer-
ziellen Unterstützung Hitlers durch die deutsche Grossindustrie in der Weimarer mindemd über gemeinnützige, als steuerlich fürderungswürdig anerkannte Orga-
Zeit verbinden. Als Transparenzgebot entspricht sie zugleich auch dem verfassungs- nisationen geleitet wurden. Die Aufdeckung dieser indirekten Parteienfinanzierung
rechtlichen Status der Óffentlichkeit und offentlichen Verantwortung politischer führte seit Beginn der achtziger Jahre zu jener peinlichen "Parteispendenaffaire",
Parteien, wie er sich aus Art. 21 Abs. 1 GG in Verbindung mit dem Demokratie- welche heute noch bei uns viele Strafgerichte beschaftigt, und in die zahlreiche
prinzip (Art. 20 und 28 GG) ergibt. prominente Politiker aller Parteien (einschliesslich des Bundeskanzlers) verwickelt
Darüber hinaus kommt den politischen Parteien ein Status der Freiheit und sind. Man spricht sogar davon, dass hier bisher erst die "Spitze des Eisbergs" sicht-
Staatsunabhangigkeit zu. Als im gesellschaftlichen Bereich wurzelnde Institutio- bar geworden sei.
nen des Verfassungslebens, die an der politischen Willensbildung des Volkes mit- Schliesslich gehort zu den verfassungsrechtlichen Vorgaben der Partei-
wirken, dürfen sie weder in den Bereich der organisierten Staatlichkeit eingefügt, finanzierung aussserhalb der Parteienordnung auch das Recht des Bürgers auf glei-
noch auf andere Weise vom Staat in ihrer freien Entfaltung beeintrachtigt werden. che Teilhabe an der politischen Willensbildung, das sich zwar aus der Wahlrechts-
Deshalb bestimmt Art. 21 Abs. 1 Satz 2 GG, dass die Gründung der Parteien, d.h. gleichheit (Art. 38 Abs. 1 GG) ergibt, aber nicht in der Stimmabgabe erschüpft,
in erganzender Auslegung auch ihre politische Betatigung, frei sein müsse. Aus sondem sich auf alle Formen politischer Betatigung erstreckt, die der Staat zu
dem Grundsatz der Parteienfreiheit hat das Bundesverfassungsgericht zugleich beinflusssen vermag. Darunter fallt insbesondere auch die finanzielle Unterstüt-
Rückschlüsse auf die Parteienfinanzierung gezogen und festgestellt, dass mit die- zung politischer Parteien durch private Spender und Mitglieder, wenn sie von Steu-
ser prinzipiellen Staatsunabhangigkeit der Parteien ihre überwiegende Finanzierung ergesetzen begünstigt wird. Erleichtert der Gesetzgeber mit solchen Regelungen
aus offentlichen Mitteln nicht zu vereinbaren sei. Deshalb dürfe der Staatsanteil dem einzelnen die politische Mitwirkung, so darf dadurch keine verzerrte Wettbe-
an den Gesamteinnahmen jeder Partei im Durchschnitt einer Wahlperiode die Grenze werbslage geschaffen werden, die finanziellleistungsfahige Bürger in gleichheits-
von 50% nicht überschreiten. widriger Weise bevorzugt. Nach Ansicht des Gerichts ist jenes Recht des Bürgers
Vor allem aber wird das Verhaltnis der Parteien untereinander durch das Ge- auf gleiche politische Teilhabe bei allen Regelungen privater Parteienfinanzierung
bot der Chancengleichheit im politischen Wettbewerb um Wahlerstimmen gepragt, ganz unabhangig van der Chancengleichheit der Parteien zu beachten. Zusammen-
in die der Staat weder durch bestimmte Sach- oder Dienstleistungen, noch durch f~ssend konnte man also sagen, dass auf diese Weise das Bundesverfassungsge-
finanzielle Zuwendungen eingreifen und einzelne Parteien auf diese Weise benach- ncht die sparlichen Direktiven des Grundgesetzes zur Parteienfinanzierung
teiligen oder bevorzugen darf. Hergeleitet aus Art. 21 Abs. 1 Satz 1 GG in Verbin- massgeblich verdeutlicht hat und somit im Endeffekt deren konkrete Ausgestal-
dung mit dem allgemeinen Gleichheitssatz (Art. 3 Abs. 1 GG), der in diesem Zu- tung durch den Gesetzgeber immer wieder entscheidend vorgepragt hat.
sammenhang streng formal verstanden wird, und Durchbrechungen nur aus zwin- Meine Damen und Herren, ich danke Ihnen für ihre Aufmerksamkeit und wie
genden Gründen erlaubt, ist das Gebot der Chancengleichheit politischer Parteien bereits am Anfang erwahnt, bin ich jetzt geme bereit, auf Fragen und Anregungen
von der offentlichen Gewalt vom Bundesverfassungsgericht nicht nur auf der Pha- aus dem Publikum einzugehen.
ANEXos ANEXOS

ÁNEXO 2B: VERSIÓN BASE INTERPRETACIÓN SIMULTÁNEA mente es consecuencia de las graves experiencias derivadas del apoyo económico
que la gran industria alemana prestó a Hitler a través de oscuros conductos, en la
En primer lugar, quisiera agradecer calurosamente al Director del Departamento época de Weimar. Como «obligación de transparencia» responde, al mismo tiem-
de Derecho Constitucional de la Universidad de Granada su invitación para parti- po, a la condición jurídico-constitucional de publicidad y responsabilidad pública
cipar en este interesante seminario. Espero que mis palabras contribuyan a profun- de los partidos políticos, tal y como resulta del artículo 21.1. L.F., en relación con
dizar en el ámbito del Derecho comparado durante los próximos tres días. A pesar el principio democrático contenido en el artículo 20.2. LF.
de que en mi ponencia me referiré únicamente a la financiación de los partidos Pero los partidos políticos también ostentan la condición de instituciones li-
políticos en la RFA, estoy convencido de que en el posterior debate será posible bres e independientes frente al Estado. Como instituciones enraizadas en el ámbito
establecer ciertos paralelismos, pero también diferencias con España. Me gustaría social de la vida constitucional que participan en la formación política de la vo-
también, después de mi intervención, poder intercambiar opiniones con los exper- luntad popular, no pueden ser encuadrados totalmente en el ámbito de la estatalidad
tos presentes de otros países. organizada ni ser limitados de cualquier otra forma por el Estado en su libre desa-
Pero vayamos al tema: en todos los países del mundo, la financiación de las rrollo. En este sentido, el artículo 21.1.2. LF establece que la fundación de los par-
instituciones políticas es uno de los temas más difíciles y controvertidos del Dere- tidos y por interpretación extensiva, también su actuación política, debe ser libre.
cho Constitucional. Porque, por una parte, ésta se hace prácticamente irrenuncia- A partir del principio de libertad de los partidos, el Tribunal Constitucional Fede-
ble, dado que sin los suficientes medios económicos, es imposible que nadie, tam- ral ha establecido conclusiones también referentes a la financiación de los parti-
bién en política desempeñe sus funciones con efectividad; por ejemplo, la realiza- dos. Según éste, la independencia de los partidos frente al Estado no es compati-
ción de campañas electorales o la elaboración de programas políticos. Por otra , se ble con la financiación predominantemente pública. La participación pública en
debe evitar no sólo que el proceso democrático de la formación de voluntad sea los ingresos totales de cada partido no puede, por tanto, superar el límite del 50 %
influenciado sino, más aún, que sea falseada la libre competencia política. Es ne- durante un período electoral.
cesaria, por tanto, una regulación y limitación legal clara ya para evitar una co- Sin embargo, la relación entre los partidos se basa, fundamentalmente, en la
rrupción poco deseable y éticamente reprobable que, en la mayoría de los casos, igualdad de oportunidades de éstos en la competencia política por los votos del
llega a ser incluso delictiva. electorado y por los escaños, no pudiendo el Estado intervenir ya sea mediante
De ahí que, en todos los Estados, sean frecuentes y se permitan determinadas determinadas prestaciones materiales o de servicio o mediante aportaciones eco-
formas y procedimientos de financiación política privada o pública. Esta financia- nómicas que perjudicarían o beneficiarían a determinados partidos. A partir del ar-
ción no siempre va dirigida a los partidos políticos, sino que frecuentemente tam- tículo 21.1.1., en relación con el principio de igualdad general (art. 3.1. LF), que
bién se dirige a diputados, a grupos parlamentarios o a otras instituciones políti- es interpretado desde un punto de vista estrictamente formal y que únicamente puede
cas. Ciertamente que en los países considerados como Estados modernos, demo- ser infringido por causa inexcusable, el principio de igualdad de oportunidades de
cráticos y de partidos, los partidos políticos no sólo intervienen en la preparación los partidos políticos frente al poder público ha sido aplicado por el Tribunal Cons-
de las elecciones, sino que se encuentran en el núcleo mismo de la formación de ~a titucional Federal no solamente en la fase preelectoral, por ejemplo en la distribu-
voluntad, predeterminando, por tanto, el procedimiento estatal de la toma de deci- ción del tiempo de emisión radiofónica, sino también, de forma muy especial, en
siones. Es por eso que en estos países, el interés por la financiación política se cuestiones de financiación de los partidos.
centra en el modo y cuantía de las aportaciones materiales a los partidos políticos, En este sentido, desde el año 1958 es jurisprudencia reiterada del Tribunal con-
en la denominada «financiación de los partidos». siderar como violación de la igualdad de oportunidades de los partidos las usuales
En la RFA (República Federal de Alemania), la LF. (Ley Fundamental) ha re,. ventajas fiscales que se les aplica en la RFA a los donativos a partidos y a las cuo-
nunciado a una regulación exhaustiva de la financiación.de los partid~s !'en ~ran tas de afiliados si éstas superan un determinado límite, ya que favorecerían injus-
parte, ha delegado la materia en su art. (artículo) 21.1., JUnto con el regimenjurí- tamente a los círculos económicamente fuertes y a los partidos que los apoyan y,
dico general de los partidos, en el legislador federal ordinario. El artículo 21.1: de por tanto, a su política frente a grupos menos fuertes económicamente. Sólo con
la LF. únicamente establece la obligación de los partidos a rendir cuentas pública- unos límites muy restringidos se permite, por eso, la protección fiscal a la finan-
mente sobre el origen y, últimamente también, sobre el uso de sus fondos Y de su ciación privada de los partidos. Límites que primero se situaban en una cuota anual
patrimonio. Esta obligación de publicidad de las finanzas de los partidos no sola'- de 600 marcos alemanes y que entre los años 1979 a 1983 pasó a 1000 marcos por
ANEXos

persona. En la práctica, sin embargo, esta jurisprudencia ha sido eludida durante


ANEXO 3
decenios debido a que donativos muy superiores no han sido hechos directamente
a los partidos, sino que han sido canalizados en toda su cuantía a través de organi- EXPECTATIVAS
zaciones reconocidas como de interés público y, por tanto, protegidas fiscalmente.
La revelación de esta financiación indirecta de los partidos a principios de los años
ochenta, provocó el bochornoso «escándalo de los donativos a los partidos» que
aún hoy sigue ocupando a nuestros Tribunales penales y en el que están implica-
dos numerosos políticos de renombre pertenecientes a todos los partidos (incluido
el Canciller Federal). Se ha llegado incluso a decir que hasta ahora sólo hemos
visto la «punta del iceberg».
Por último, también los preceptos constitucionales referidos a la financiación
de los partidos regulan, al margen del sistema de partidos, el derecho de los ciuda-.
danos a una participación igualitaria en la formación de la voluntad política. En
este sentido, ésta, si bien resulta del sufragio igualitario del art. 38.1., no se agota
con la mera emisión del voto en las elecciones, sino que abarca todas las formas
de participación política influenciables por el Estado. Por tanto, se extiende tamo.
bién muy especialmente al apoyo económico a los partidos políticos proveniente
de donantes privados y afiliados, si éste es protegido fiscalmente. Si el legislador
favorece, a través de estas regulaciones la participación política del individuo no
puede, sin embargo, dar lugar a aberraciones en la libre competencia que benefi-
cien desigualmente a ciudadanos económicamente fuertes. Según el Tribunal,
CARACTERÍSTICAS DE LOS SUJETOS
derecho del ciudadano a la participación política en términos de igualdad debe ser
contemplado de forma totalmente independiente de la igualdad de oportunidades
género
de los partidos, por cualquier regulación que afecte a la financiación privada de
los partidos. Porcentaje Porcentaje
Resumiendo se podría decir, por tanto, que de esta forma, el Tribunal ha desa- Frecuencia Porcentaje válido acumulado
rrollado ampliamente las escasas directrices de la LF sobre financiación de los Perdidos 7 3,6 3,6 3,6
tidos y que ha ido predeterminando, en última instancia, su regulación concreta hombre 92 46,7 46,7 50,3
por el legislador. mujer 98 49,7 49,7 100,0
Señoras y señores, muchas gracias por su atención. Y como ya mencioné al prin~ Total 197 100,0 100,0
cipio, me gustaría ahora poder contestar a las preguntas y sugerencias del público.
edad

Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaie válido acumulado
Perdidos 7 3,6 3,6 3,6
<30 22 11,2 11,2 14,8
30-45 126 63,9 63,9 78,7
46-60 36 18,2 18,2 96,9
>60 6 3,1 3,1 100,0
Total 197 100,0 100,0 100,00
ANEXOS

universidades fluidez

Porcentaje Porcentaje Porcentaje Porcentaje


Porcentaie válido acumulado Frecuencia Porcentaie válido acumulado
Frecuencia Válidos ni influye 1 ,5 ,5 ,5
Perdidos o ,O ,O ,O
influye poco 12 6,1 6,3 6,8
UGR 70 35,5 35,5 35,5
influye medianamente 47 23,9 24,6 31,4
UMA 50 25,4 25,4 60,9
influye bastante 87 44,2 45,5 77,0
UJI 42 21,3 21,3 82,2
influye esencialmente 44 22,3 23,0 100,0
uv 35 17,8 17,8 100,0 Total 191 97,0 100,0
Total 197 100,0 100,0 100,00 Perdidos Sistema 6 3,0
Total 197 100,0

TABLAS DE FRECUENCIA DE EXPECTATIVAS


cohesión lógica

acento Porcentaje Porcentaje


Frecuencia Porcentaie válido acumulado
Porcentaje Porcentaje Válidos no influye 1 ,5 ,5 ,5
Frecuencia Porcentaie válido acumulado influye poco 4 2,0 2,0 2,6
Válidos no influye 69 35,0 35,0 35,0
influye medianamente 13 6,6 6,6 9,2
influye poco 72 36,5 36,5 71,6
influye bastante 60 30,5 30,6 39,8
influye medianamente 43 21,8 21,8 93,4
influye esencialmente 118 59,9 60,2 100,0
influye bastante 10 5,1 5,1 98,5
1
¡ Total 196 99,5 100,0
influye esencialmente 3 1,5 1,5 100,0 1
1 Perdidos Sistema 1 ,5
Total 197 100,0 100,0
1 Total 197 100,0

agradabilidad de la voz
tansmisión correcta del DO
Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcenta·e válido acumulado Porcentaje Porcentaje
Válidos no influye 35 17,8 17,9 17,9 Frecuencia Porcentaie válido acumulado
60 30,5 30,6 48,5 Válidos no influye 2 1,0 1,0 1,0
influye poco
57 28,9 29,1 77,6 influye poco 6 3,0 3,1 4,1
influye medianamente
38 19,3 19,4 96,9 influye medianamente 16 8,1 8,2 12,4
influye bastante
6 3,0 3,1 100,0 influye bastante 50 25,4 25,8 38,1
influye esencialmente
196 99,5 100,0 influye esencialmente 120 60,9 61,9 100,0
Total
,5 Total 194 98,5 100,0
Perdidos Sistema
Perdidos Sistema 3 1,5
Total 197 100,0
Total 197 100,0
ANEXOS

transmisión completa del DO entonación

Porcentaje Porcentaje Porcentaje Porcentaje


Frecuencia Porcentaie válido acumulado
Válidos influye poco 5,1 Válidos no influye 18 9,1 9,1 9,1
5,2
influye medianamente 26 13,2 13,4 influye poco 54 27,4 27,4 36,5
18,6
influye bastante 73 37,1 37,6 56,2 influye medianamente 67 34,0 34,0 70,6
influye esencialmente 85 43,1 43,8 100,0 influye bastante 43 21,8 21,8 92,4
Total 194 98,5 100,0 influye esencialmente 15 7,6 7,6 100,0
Perdidos Sistema 3 1,5 Total 197 100,0 100,0
Total 197 100,0

dicción
terminología
Porcentaje Porcentaje
Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaie válido acumulado
Frecuencia Porcenta·e válido acumulado Válidos no influye 2 1 ,O 1 ,O 1,O
Válidos no influye 1 ,5 ,5 ,5
influye poco 26 13,2 13,2 14,2
influye poco 8 4,1 4,1 4,6
influye medianamente 51 25,9 25,9 40,1
influye mediaf!amente 31 15,7 15,8 20,4
influye bastante 82 41,6 41,6 81,7
influye bastante 101 51,3 51,5 71,9
influye esencialmente 36 18,3 18,3 100,0
influye esencialmente 55 27,9 28,1 100,0
100,0 Total 197 100,0 100,0
Total 196 99,5
Perdidos Sistema ,5
Total 197 100,0

gramaticalidad

estilo Porcentaje Porcentaje


Frecuencia Porcentaie válido acumulado
Porcentaje Válidos ns/nc 2 1,0 2,0 2,0
Frecuencia Porcenta·e válido no influye 2 1,0 2,0 4,0
Válidos no influye 4 2,0 2,1
influye poco 16 8,1 15,8 19,8
influye poco 16 8,1 8,2 influye medianamente 35 17,8 34,7 54,5
influye medianamente 72 36,5 36,9
influye bastante 33 16,8 32,7 87,1
influye bastante 81 41,1 41,5 influye esencialmente 13 6,6 12,9 100,0
influye esencialmente 22 11,2 11,3 Total 101 51,3 100,0
Total 195 99,0 100,0 Perdidos Sistema 96 48,7
Perdidos Sistema 2 1,0 Total 197 100,0
Total 197 100,0
ANEXO 4
EVALUACIÓN

TABLA GENERAL DE FRECUENCIA: EVALUACIÓN

Evaluación UGR UMA UJI uv


Vídeo nº % nº % nº % nº %
sujetos sujetos sujetos sujetos
Acento 12 100%
Voz 4 28,58% 6 42,86% 4 28,58%
Fluidez 4 28,58% 5 35,71% 5 35,71%
Cohesión 8 57,14% 6 42,86%
Transmisión correcta 12 100%
Transmisión completa 7 50% 3 21,43% 4 28,59%
Control (12) 4 28,58% 5 35,71% 5 35,71%
Dicción 8 57,14% 6 42,86%
Entonación 8 57,14% 6 42,86%
Estilo 8 57,14% 6 42,86%
Gramaticalidad 4 28,58% 10 71,42%
Terminología 8 57,14% 3 21,43% 3 21,43%

TOTAL (63) 31,09% 47 28,66% 32 19,51% 34 20,74% (176)


1
ANEXOS ANEXOS

TABLA DE FRECUENCIA: EVALUACIÓN DE ACENTO TABLA DE FRECUENCIA: EVALUACIÓN DE FLUIDEZ

valoración global valoración global

Porcentaje Porcentaje Porcentaje Porcentaje


Frecuencia Porcentaie válido acumulado Frecuencia Porcentaie válido acumulado
Válidos 2,00 1 8,3 8,3 8,3 Válidos 1,00 1 7,1 7,1 7,1
3,00 3 25,0 25,0 33,3 2,00 3 21,4 21,4 28,6
4,00 6 50,0 50,0 83,3 3,00 7 50,0 50,0 78,6
5,00 2 16,7 16,7 100,0 4,00 3 21,4 21,4 100,0
Total 12 100,0 100,0 Total 14 100,0 100,0

acento fluidez

Porcentaje Porcentaje Porcentaje Porcentaje


Frecuencia Porcentaie válido acumulado Frecuencia Porcentaie válido acumulado
Válidos 2,00 3 25,0 25,0 25,0 Válidos 1,00 1 7,1 7,1 7,1
3,00 6 50,0 50,0 75,0 2,00 3 21,4 21,4 28,6
4,00 3 25,0 25,0 100,0 3,00 4 28,6 28,6 57,1
Total 12 100,0 100,0 4,00 6 42,9 42,9 100,0
Total 14 100,0 100,0

TABLA DE FRECUENCIA: EVALUACIÓN DE AGRADABILIDAD DE LA VOZ

TABLA DE FRECUENCIA: EVALUACIÓN DE COHESIÓN LÓGICA


valoración global valoración global

Porcentaje Porcentaje
Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaie válido acumulado
Válidos 1,00 Frecuencia Porcentaje válido acumulado
1 7,1 7,1 7,1 Válidos 3,00 1 7,1 7,1 7,1
3,00 3 21,4 21,4 28,6
4,00 8 57,1 57,1 64,3
4,00 6 42,9 42,9 71,4
5,00 5 35,7 35,7 100,0
5,00 4 28,6 28,6 100,0
Total 14 100,0 100,0
Total 14 100,0 100,0

voz
cohesión lógica
Porcentaje Porcentaje Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaie válido acumulado Frecuencia Porcentaje válido acumulado
Válidos 2,00 1 7,1 7,1 7,1 Válidos 2,00 1 7,1 7,1 7,1
3,00 6 42,9 42,9 50,0 3,00 2 14,3 14,3 21,4
4,00 6 42,9 42,9 92,9 4,00 6 42,9 42,9 64,3
5,00 1 7,1 7,1 100,0 5,00 5 35,7 35,7 100,0
Total 14 100,0 100,0 Total 14 100,0 100,0
ANEXOS 273
ANEXOS

TABLA DE FRECUENCIA: EVALUACIÓN DE TERMINOLOGÍA


TABLA DE FRECUENCIA: EVALUACIÓN DE TRANSMISIÓN CORRECTA DEL DO
valoración global
valoración global
Porcentaje Porcentaje
Porcentaje Porcentaje Frecuencia Porcentaie válido acumulado
Frecuencia Porcentaje válido acumulado Válidos 3,00 1 7,1 7,1 7,1
Válidos 3,00 1 8,3 8,3 8,3 11 78,6 78,6 85,7
4,00
4,00 6 50,0 50,0 58,3 5,00 2 14,3 14,3 100,0
5,00 5 41,7 41,7 100,0 100,0
Total 14 100,0
Total 12 100,0 100,0

terminología
transmisión correcta del DO
Porcentaje Porcentaje
Porcentaje Porcentaje Frecuencia Porcentaie válido acumulado
Frecuencia Porcentaie válido acumulado Válidos 3,00 3 21,4 21,4 21,4
Válidos 4,00 8 66,7 66,7 66,7 3,50 1 7,1 7,1 28,6
5,00 4 33,3 33,3 100,0 4,00 8 57,1 57,1 85,7
Total 12 100,0 100,0 5,00 2 14,3 14,3 100,0
Total 14 100,0 100,0

TABLA DE FRECUENCIA: EVALUACIÓN DE TRANSMISIÓN COMPLETA DEL DO


TABLA DE FRECUENCIA: EVALUACIÓN DE ESTILO
valoración global
valoración global
Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaie válido acumulado Porcentaje Porcentaje
Válidos 3,00 4 28,6 28,6 28,6 Frecuencia Porcentaie válido acumulado
64,3 64,3 92,9 Válidos 3,00 1 7,1 7,1 7,1
4,00 9
5,00 4,00 5 35,7 35,7 42,9
1 7,1 7,1 100,0
Total 5,00 8 57,1 57,1 100,0
14 100,0 100,0
Total 14 100,0 100,0

transmisión completa del DO


estilo
Porcentaje Porcentaje
Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaie válido acumulado
Válidos 2,00 Frecuencia Porcentaie válido acumulado
1 7,1 7,1 7,1
Válidos 3,00 2 14,3 14,3 14,3
3,00 4 28,6 28,6 35,7
4,00 6 42,9 42,9 57,1
4,00 7 50,0 50,0 85,7
5,00 6 42,9 42,9 100,0
5,00 2 14,3 14,3 100,0
Total 14 100,0 100,0
Total 14 100,0 100,0
ANEXOS ANEXOS 2 75
274

TABLA DE FRECUENCIA: EVALUACIÓN DE ENTONACIÓN TABLA DE FRECUENCIA: EVALUACIÓN GRAMATICAL/DAD

valoración global valoración global

Porcentaje Porcentaje Porcentaje Porcentaje


Frecuencia Porcentaie válido acumulado Frecuencia Porcentaie válido acumulado
Válidos 3,00 1 7,1 7,1 7,1 Válidos 2,00 1 7,1 7,1 7,1
4,00 8 57,1 57,1 64,3 3,00 5 35,7 35,7 42,9
5,00 5 35,7 35,7 100,0 4,00 4 28,6 28,6 71,4
Total 14 100,0 100,0 5,00 4 28,6 28,6 100,0
Total 14 100,0 100,0
entonación gramaticalidad

Porcentaje Porcentaje Porcentaje Porcentaje


Frecuencia Porcentaie válido acumulado .....
Frecuencia ""'lirln ::ll"llmool::~rln
Válidos 1,00 1 7,1 7,1 7,1 Válidos 2,00 2 14,3 16,7 16,7
2,00 4 28,6 28,6 35,7
3,00 3 21,4 25,0 41,7
3,00 5 35,7 35,7 71,4
4,00 5 35,7 41,7 83,3
4,00 4 28,6 28,6 100,0
5,00 2 14,3 16,7 100,0
Total 14 100,0 100,0 Total 12 85,7 100,0
Perdidos Sistema 2 14,3
Total 14 100,0

TABLA DE FRECUENCIA: EVALUACIÓN DE DICCIÓN TABLA DE FRECUENCIA: EVALUACIÓN DE CONTROL

valoración global
valoración global

Porcentaje Porcentaje Porcentaje Porcentaje


válido acumulado Frecuencia Porcentaie válido acumulado
Frecuencia Porcentaie Válidos 2,00
42,9 42,9 1 7,1 7,1 7,1
Válidos 3,00 6 42,9
3,00 1 7,1 7,1 14,3
4,00 7 50,0 50,0 92,9
100,0 4,00 6 42,9 42,9 57,1
5,00 1 7,1 7,1
5,00 6 42,9 42,9 100,0
Total 14 100,0 100,0
Total 14 100,0 100,0

dicción acento

Porcentaje Porcentaje Porcentaje Porcentaje


Frecuencia Porcentaie válido acumulado Frecuencia Porcentaie válido acumulado
Válidos 2,00 4 28,6 28,6 28,6 Válidos 1,00 2 14,3 14,3 14,3
3,00 2 14,3 14,3 42,9 3,00 1 7,1 7,1 21,4
4,00 5 35,7 35,7 78,6 4,00 4 28,6 28,6 50,0
5,00 3 21,4 21,4 100,0 5,00 7 50,0 50,0 100,0
Total 14 100,0 100,0 Total 14 100,0 100,0
ANEXOS ANEXOS 277

agradabilidad de la voz transmisión completa del DO


Porcentaje Porcentaje Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaie válido acumulado Frecuencia Porcentaje válido acumulado
Válidos 3,00 4 28,6 28,6 28,6 Válidos 3,00 2 14,3 15,4 15,4
4,00 6 42,9 42,9 71,4 4,00 5 35,7 38,5 53,8
5,00 4 28,6 28,6 100,0 5,00 6 42,9 46,2 100,0
Total 14 100,0 100,0 Total 92,9 100,0
13
Perdidos Sistema 1 7,1
Total 14 100,0

fluidez

Porcentaje Porcentaje
terminología
Frecuencia Porcentaie válido acumulado
Válidos 2,00 1 7,1 7,1 7,1
3,00 Porcentaje Porcentaje
1 7,1 7,1 14,3
Frecuencia Porcentaie válido acumulado
4,00 6 42,9 42,9 57,1 Válidos 2,00 1 7,1 7,1 7,1
5,00 6 42,9 42,9 100,0 4,00 5 35,7 35,7 42,9
Total 14 100,0 100,0 5,00 8 57,1 57,1 100,0
Total 14 100,0 100,0

cohesión lógica

Porcentaje Porcentaje estilo


Frecuencia Porcentaie válido acumulado
Válidos 3,00 3 21,4 21,4 21,4 Porcentaje Porcentaje
4,00 5 35,7 35,7 57,1 Frecuencia Porcentaje válido acumulado
Válidos 3,00 2 14,3 14,3 14,3
5,00 6 42,9 42,9 100,0
4,00 7 50,0 50,0 64,3
Total 14 100,0 100,0
5,00 5 35,7 35,7 100,0
Total 14 100,0 100,0

transmisión correcta del DO

Porcentaje Porcentaje entonación


Frecuencia Porcentaie válido acumulado
Válidos 3,00 1 7,1 7,7 7,7 Porcentaje Porcentaje
4,00 6 42,9 Frecuencia Porcentaje válido acumulado
46,2 53,8
Válidos 2,00 1 7,1 7,1 7,1
5,00 6 42,9 46,2 100,0
3,00 5 35,7 35,7 42,9
Total 13 92,9 100,0
4,00 5 35,7 35,7 78,6
Perdidos Sistema 1 7,1
5,00 3 21,4 21,4 100,0
Total 14 100,0
Total 14 100,0 100,0
ANEXOS ANEXOS 279

dicción ponencia original

Porcentaje Porcentaje Porcentaje Porcentaje


Frecuencia Porcentaje válido acumulado Frecuencia Porcentaie válido acumulado
Válidos 3,00 1 7,1 7,1 7,1 Válidos 3,00 4 28,6 30,8 30,8
4,00 9 64,3 64,3 71,4 4,00 8 57,1 61,5 92,3
5,00 4 28,6 28,6 100,0 5,00 1 7,1 7,7 100,0
Total 14 100,0 100,0 Total 13 92,9 100,0
Perdidos Sistema 1 7,1
Total 14 100,0

gramaticalidad

Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje válido acumulado
Válidos 3,00 3 21,4 21,4 21,4
4,00 6 42,9 42,9 64,3
5,00 5 35,7 35,7 100,0
Total 14 100,0 100,0

profesionalidad

Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje válido acumulado
Válidos 3,00 2 14,3 14,3 14,3
4,00 6 42,9 42,9 57,1
5,00 6 42,9 42,9 100,0
Total 14 100,0 100,0

fiabilidad

Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje válido acumulado
Válidos 3,00 1 7,1 7,1 7,1
4,00 5 35,7 35,7 42,9
5,00 8 57,1 57,1 100,0
Total 14 100,0 100,0

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