Está en la página 1de 2

Ella

Este es un proyecto de cuento, sin principio ni fin. Asi lo pensé. Solo quise dejar volar mi
imaginación y la de quienes lo lean.

El cuento se llama "Ella".

Todos llegaban despavoridos. Chocaban unos contra otros al cruzar el desvencijado


portón de la pequeña ermita. El caos empezó cuando sonó la señal de alarma mientras
dormían. Nadie se imaginó que ella fuera a cumplir tan pronto su amenaza. La ermita era
el punto de reunión acordado. La gran mayoría solo llevaba puesta su ropa de dormir, y
aunque se encontraban en pleno invierno, el frío era lo menos preocupante. Les afectaba
mas la terrible oscuridad y el temor de encontrarse con ella.

La luna, cómplice de la maldad, no se hizo visible, lo que causó que varios aldeanos
tropezarán en el sinuoso y abrupto camino desde sus casas hasta la parte superior del
montículo donde se ubicaba la ermita de piedra, el lugar mas seguro de la comunidad.
Algunos llegaron con la ropa hecha jirones y con heridas y raspones en piernas y manos, y
el pavor reflejado en sus rostros. Pavor que no se apreciaba porque la oscuridad lo
impedía.

El amanecer los sorprendió hacinados. Temblando de temor y frio. Sin saber que hacer y
sin atreverse a salir. Toda la población estaba allí. No eran mas de cincuenta. Nadie
pronunciaba palabra alguna y sin embargo todos esperaban que alguien lo hiciera.

Repentinamente se escuchó un fuerte estruendo. La pequeña ermita se cimbró desde sus


cimientos, generando el desprendimiento de varios fragmentos de piedra. Al unísono, se
escuchó un grito desgarrador. Interminable. Sabían que era el principio del fin.

Dentro de la cripta, ella se despertó con el ruido. Se mesó el largo cabello con ambas
manos y sonrió en silencio. Esa era la señal que esperaba. Él estaba cumpliendo su
promesa. Ahora ella podría cumplir su amenaza y ya no tendría que dormir con los piés
descubiertos...

También podría gustarte