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Leyes de Newton

Las leyes de Newton, también conocidas como leyes del movimiento de Newton,1 son tres principios a
partir de los cuales se explican una gran parte de los problemas planteados en mecánica clásica, en
particular aquellos relativos al movimiento de los cuerpos, que revolucionaron los conceptos básicos de
la física y el movimiento de los cuerpos en el universo.

En concreto, la relevancia de estas leyes radica en dos aspectos: por un lado constituyen, junto con la
transformación de Galileo, las bases de la mecánica clásica, y por otro, al combinar estas leyes con la ley
de la gravitación universal, se pueden deducir y explicar las leyes de Kepler sobre el movimiento
planetario. Así, las leyes de Newton permiten explicar, por ejemplo, tanto el movimiento de los astros
como los movimientos de los proyectiles artificiales creados por el ser humano y toda la mecánica de
funcionamiento de las máquinas. Su formulación matemática fue publicada por Isaac Newton en 1687
en su obra PRINCIPIOS MATEMATICOS DE LA FILOSOFIA NATURAL

¿Qué es la Primera ley de Newton?

Se conoce como la Primera ley de Newton, Primera Ley del Movimiento de Newton o Ley de la Inercia al
primer postulado teórico propuesto por el científico y matemático inglés Isaac Newton, en torno a la
naturaleza física del movimiento.

Junto al resto de sus leyes (la segunda y la tercera), lo expresado en este primer mandamiento de
la física del movimiento forma parte de los preceptos fundamentales con los que opera la mecánica
newtoniana o mecánica clásica. Estos descubrimientos revolucionaron para siempre la comprensión de
la materia por los científicos del mundo entero.

La perspectiva de Newton se consideró válida, de hecho, durante los siglos siguientes, hasta que los
avances contemporáneos de la física y la tecnología obligaron a buscar nuevas teorías.

Albert Einstein realizó estudios y aportes que permitieron inaugurar la mecánica relativista, que se
distingue de la newtoniana en que carece de un punto de referencia absoluto, llegando a considerar
magnitudes como el tiempo y el espacio como relativas.

La Primera Ley de Newton reza así:

«Todo cuerpo continúa en su estado de reposo o de movimiento rectilíneo uniforme, no muy lejos de
las fuerzas impresas a cambiar su posición».

Esta ley del movimiento establece que un cuerpo no puede cambiar su estado inicial de reposo o de
movimiento recto con una velocidad constante si no se le aplica una o varias fuerzas externas. El
concepto de la inercia fue planteado inicialmente por Galileo Galilei, razón por la cual a Newton solo se
le atribuye la publicación del principio y no su autoría.

Esta ley contradice el principio aristotélico que plantea que un cuerpo solo puede moverse si se le aplica
una fuerza sostenida, ya que la ley newtoniana establece que un objeto, que se desplaza o incluso que
reposa, no modifica su estado si no se le aplica un tipo de fuerza externa.

Ejemplos de la ley de inercia en la vida cotidiana

partido de fútbol

Cuando un jugador le pega con fuerza a la pelota bien apuntada en dirección al arco, sólo una cosa
puede evitar el gol: las manos del arquero. En este caso, la pelota (cuerpo) tenderá a moverse en la
dirección que le haya dado el futbolista (estado inicial), y seguirá así a menos que se interpongan las
manos del arquero (fuerza externa).

En este ejemplo, en caso de que el arquero no pueda frenar la pelota, lo hará la red del arco. Y, si el
jugador la pateara en un terreno completamente inhóspito, en algún momento la pararía la fuerza del
viento y de la gravedad. Pero si un jugador pudiera patear esa pelota en un lugar donde no haya ninguna
otra fuerza, ni siquiera la del viento o la gravedad, esta seguiría eternamente en la misma dirección.

Andar en bicicleta

Cuando pedaleamos en una bicicleta y dejamos de hacerlo, esta sigue moviéndose un poco más, a
menos que apretemos los frenos. Eso es así porque las ruedas siguen en movimiento por inercia.

Quitar un mantel sin que se caigan las cosas

Ese “truco” que consiste en sacar rápidamente un mantel de una mesa sin que se caigan las cosas que
están encima funciona gracias a la ley de inercia. Los objetos sobre el mantel tenderán a mantenerse en
reposo. Por eso, sabiendo cómo hacer el movimiento para que no ejerza demasiada fuerza sobre los
objetos, estos no se caerán.

El cinturón de seguridad de los automóviles

Cuando vamos en un coche, si este frena de golpe nuestros cuerpos tenderán a salir despedidos hacia
adelante. ¿Por qué? Por la inercia. Nuestro cuerpo se está moviendo a cierta velocidad y tenderá a seguir
así, aunque las ruedas del coche frenen. El cinturón de seguridad, entonces, funciona como la fuerza
externa que detiene el movimiento hacia adelante y nos salva la vida.

Primera ley de Newton más allá de la física

Finalmente, y como para reflexionar un poco sobre el tema, podemos pensar que la ley de inercia aplica
también a la vida en el plano afectivo, psicológico y/o emocional. Después de todo, ¿cuántas veces
mantenemos situaciones o relaciones que nos hacen daño simplemente porque no tenemos la fuerza
para cambiarlas? ¿Cuánto cuesta cambiar de dirección una vez que hemos arrancado hacia un lugar?
¿Cuántas veces hacemos las cosas simplemente como “siempre se han hecho” sin pensar que pueden
ser de otra manera?

Así, cuando escuches el término inercia aplicado al comportamiento humano, ya sabes lo que significa.
Esa tendencia a seguir haciendo lo mismo y avanzar siempre en la misma dirección, a menos que algo
externo te haga despertar.

Segunda ley- ley fundamental de la dinamica

Tal y como su Ley de la Inercia, fue publicada en 1684 en su obra Principios matemáticos de filosofía
natural, una de las obras fundamentales del estudio moderno de la física. Esta ley expresa:

“El cambio de movimiento es directamente proporcional a la fuerza motriz impresa y ocurre según la
línea recta a lo largo de la cual aquella fuerza se imprime”.

Esto significa que la aceleración que un cuerpo determinado experimenta es proporcional a la fuerza que
sobre él se imprime, que puede o no ser constante. La esencia de lo propuesto por esta segunda ley
tiene que ver con la comprensión de que la fuerza es la causa del cambio de movimiento y velocidad.

Esta ley plantea que la fuerza neta aplicada sobre un objeto es directamente proporcional a la
aceleración que este adquiere en su trayectoria. Es decir, establece que un cuerpo acelera cuando se le
aplica una fuerza para moverlo. Si se aplica una fuerza neta mayor, aumentará la aceleración del
cuerpo.

Fórmula de la Segunda Ley de Newton

Por la fórmula de la Segunda Ley de Newton se puede calcular fuerza, masa o aceleración.

La fórmula fundamental de este principio newtoniano es:

F = m.a
F es la fuerza.

m es la masa del cuerpo.

a es la aceleración.

1- Patear una pelota

Cuando pateamos una pelota, ejercemos fuerza en una dirección específica, que es la dirección en la que
esta viajará.

Además, cuanto más fuerte se patee esa pelota, más fuerte es la fuerza que ponemos sobre ella y más
lejos se irá.

3- Empujar un carro

Por ejemplo, al empujar un carro de supermercado con el doble de fuerza, produce el doble de
aceleración.

5- Empujar el mismo carro lleno o vacío

Es más fácil empujar un carro de supermercado vacío que uno lleno, dado que el carro lleno tiene más
masa que el vacío, por lo que es necesaria más fuerza para empujar el carro lleno.

7- Conducir un camión o un coche

La masa de un camión es mucho mayor que la de un coche, lo que significa que requiere más fuerza para
acelerar en la misma medida.

Cuando, por ejemplo, se conduce un coche a 100 km en una autopista durante 65 km, sin duda se
utilizará mucho menos gasolina que si se tuviera que conducir a la misma velocidad por la misma
distancia en un camión.

8- Dos personas que caminan juntas

El mismo razonamiento anterior puede aplicarse a cualquier objeto en movimiento. Por ejemplo, dos
personas que caminan juntas, pero una persona de ellas tiene un peso inferior a la otra, aunque caminan
ejerciendo la misma cantidad de fuerza, quien pesa menos irá más rápido porque su aceleración sin
duda es mayor.

12- Pedaleo de bicicleta

Según la ley de Newton, la aceleración de una bicicleta dependerá de la fuerza que se ejerza. A más
fuerza, más aceleración. Por eso, los ciclistas suelen ser bastante delgados y las bicicletas profesionales
muy ligeras.

Tercera Ley de Newton

Se llama Tercera Ley de Newton o Principio de Acción y Reacción al tercero de los preceptos teóricos
postulados por el científico británico Isaac Newton (1642-1727) en su obra Philosohiae naturalis
principia mathematica (“Principios matemáticos de la filosofía natural”) de 1687, influenciado por los
estudios previos de Galileo Galilei y René Descartes.

Esta obra, junto con las tres leyes de Newton, se considera un texto fundamental de la física moderna. La
Tercera Ley de Newton expresa:

“A toda acción le corresponde una reacción igual pero en sentido contrario: lo que quiere decir que las
acciones mutuas de dos cuerpos siempre son iguales y dirigidas en sentido opuesto”.

Esta ley explica que las fuerzas en el mundo se dan siempre en forma de pares: una acción y una
reacción, esta última de la misma magnitud pero dirección contraria. Esto significa que cuando un
cuerpo ejerce sobre otro una fuerza, el último responde con una fuerza de igual magnitud
aunque dirección opuesta.

Su fórmula matemática es:

F1-2 = F2-1

Con toda acción ocurre siempre una reacción igual y contraria: o sea, las acciones mutuas de dos cuerpos
siempre son iguales y dirigidas en direcciones opuestas.

Esta ley plantea que toda acción genera una reacción de igual intensidad, pero en sentido opuesto. Es
decir, siempre que un objeto ejerza una fuerza sobre otro, este último devolverá una fuerza de igual
magnitud, pero en sentido opuesto al primero.

Ejemplos de la Tercera Ley de Newton (en la vida cotidiana)

1. Si saltamos desde una balsa al agua, la balsa retrocede, mientras nuestro cuerpo se desplaza
hacia adelante. Esto es un ejemplo de la tercera ley de Newton puesto que hay acción (el salto)
y reacción (el retroceso de la balsa).

2. Cuando intentamos empujar a alguien estando dentro de una pileta. Lo que nos sucederá, aún
sin la intención del otro, nosotros retrocederemos.

3. Al estar nadando en una pileta, buscamos una pared y nos empujamos para obtener impulso.
En este caso también se detecta una acción y una reacción.

4. Al martillar un clavo, este se introduce cada vez más en la madera cuando se lo martilla, el
martillo hace un movimiento hacia atrás, lo que se identifica como la reacción de su propio
golpe.

5. Cuando un individuo empuja a otro que tenga un cuerpo semejante, no solo se irá para atrás la
persona empujada, sino también la que lo empujó.

6. Al remar en un bote, mientras nosotros desplazamos el agua hacia atrás con el remo, el agua
reacciona empujando a la embarcación en su sentido opuesto.

7. Cuando dos personas jalan de los sentidos opuestos de una misma soga y esta permanece en el
mismo punto, también se observa que hay una acción y una reacción.

8. Cuando caminamos, por ejemplo, en la playa, mientras que con nuestros pies ejercemos fuerza
hacia adelante con cada paso, empujamos la arena hacia atrás.

9. El funcionamiento de un avión hace que avance hacia adelante como consecuencia de que las
turbinas hacen fuerza hacia el lado opuesto, es decir, hacia atrás.

10. Un cohete se desplaza gracias a la propulsión que le da la pólvora quemada. Así, mientras esta
sale hacia atrás por la acción de una fuerza, el cohete se mueve hacia adelante por la acción de
la misma fuerza pero con sentido opuesto.

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