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EVALUACIÓN INCLUSIVA
Desde lo expuesto por Santos Guerra se extrapola que la evaluación como inherente
del proceso de enseñanza-aprendizaje necesita ser inclusiva, a fin de reducir los sesgos y
abusos de las formas tradicionales y mal conceptualizadas de la evaluación. Esto, con el
objetivo de generar experiencias evaluativas formativas, compartidas e integradas a las tareas
de aprendizaje, que desarrollen la metacognición, crítica y saber desde la implementación de
estrategias, actividades e instrumentos variados, flexibles y negociados, capaces de
sistematizar significativamente la información relativa al logro de los objetivos educativos.
Con esta aproximación, en esta guía daremos un recorrido por aquellas estrategias
evaluativas de tipo inclusivo que facilitan que todos los estudiantes, con independencia de sus
estilos de aprendizaje, necesidades especiales o características culturales, evidencien sus
saberes conceptuales, procedimentales y actitudinales, además de sus logros, avances y
desafíos en la construcción de productos de aprendizaje.
De este modo, resulta indispensable señalar que dentro de las estrategias de evaluación
inclusiva y socioformativa convergen métodos, técnicas e instrumentos. Los métodos
orientan el diseño y aplicación de las estrategias, mientras, las técnicas representan aquellas
actividades que realizan los estudiantes con base en recursos, instrumentos o herramientas
que tanto docentes y estudiantes usarán para recopilar información de sus procesos de
enseñanza-aprendizaje. De ahí que, las estrategias evaluativas tengan funciones vinculadas a
la comprobación de los niveles de comprensión, identificación de necesidades, monitoreo de
avance e interferencias y estimulación de la autonomía personal (Secretaría de Educación
Pública, 2013).
Debido a estas múltiples funciones que intersectan los proceso evaluativos, definir una
estrategia de evaluación inclusiva amerita una labor educativa compleja, en la que debe
considerarse la congruencia de varios factores, a saber: los aprendizajes esperados y
planificación microcurricular, el diseño de la evaluación con la identidad institucional, la
evaluación, sus metodologías, apoyos y momentos de aplicación; la retroalimentación
ofrecida con las oportunidades de mejora y la valoración del progreso del estudiante con la
medición-emisión de calificaciones.
Tabla 1.
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B) Instrumento
Definición del instrumento de evaluación (registro de observación, lista de
cotejo, escala de estimación, rúbrica, prueba escritas/orales), para qué se va a
emplear y los criterios/ indicadores que serán evaluados (estructura,
propuesta, nivel de análisis, ortografía, presentación).
C) Actividades evaluativas
1. Comprensión de las instrucciones para elaborar el producto (análisis,
cuestionamiento y mejora de la institución; revisión d ejemplos de productos)
2. Análisis y comprensión del instrumento de evaluación
(ensayos/simulaciones de la evaluación)
4. Elaboración del producto (búsqueda de información, estudio del entorno)
5. Hetero, auto y coevaluación del producto desde el instrumento.
Tipo de producto
Aspectos a mejorar
Calificación
Adaptado de:
Esta estructura evaluativa sintética y flexible propuesta por Tobón admite su acomodación a
las realidades áulicas de la vida escolar, lo que le configura como sustento de valor en la
construcción de estrategias de evaluación inclusiva para la Educación Básica Media.
1. Elaboración de productos
Los productos posibles como estrategia de evaluación que pueden desarrollarse dentro de la
Educación Básica Media deben ser seleccionados a partir de los objetivos de aprendizaje y
componentes curriculares determinados para un periodo didáctico específico. Con
dependencia del producto seleccionado, asignatura, temática, destreza e indicador evaluativo,
las actividades podrán ser desarrolladas en el aula, en casa o de forma mixta. A continuación
se presentan algunos productos:
Áulicos: mapas conceptuales u organizadores gráficos, microensayos, folletos, carteles,
escritura creativa.
Así, Rizo Moreno (2004) manifiesta que dentro de la valoración de los productos de
aprendizaje concebidos en la secuencia didáctica es crucial considerar al proceso de trabajo
como significativo porque permite comprender la creatividad del estudiante, ofreciendo la
posibilidad de guiarlo en su tarea, evaluar la originalidad y efectividad de su esfuerzo. Por
consiguiente, el producto resultante es fundamental, puesto que, asegura que el proceso de
enseñanza-aprendizaje estuvo orientado hacia un objetivo claro y se emplearon estrategias de
desarrollo eficaces.
En resumen, desde esta estrategia evaluativa integrada a las tareas de aprendizaje, tanto el
proceso como el producto tienen una importancia equiparable en el crecimiento, aprendizaje
y evaluación del nivel de logro de los objetivos trazados.
Diseño
El diseño para la elaboración de productos se basa en tres fases que Rizo Moreno (2004)
conciben como:
- Fase inicial: En esta fase se delimitan los objetivos, temas relevantes y métodos a seguir,
entre otros aspectos. El docente es responsable de brindar orientación al estudiante con el
fin de maximizar sus esfuerzos y asegurar un aprendizaje significativo.
- Fase de desarrollo: En esta fase la asistencia del profesor es fundamental para ayudar a los
estudiantes a clarificar sus ideas, redirigir el trabajo del alumno si es necesario e
incentivar la profundización e investigación en áreas que no estén claras.
- Fase final: En esta fase la culminación del producto marca la conclusión de una etapa en el
trabajo del estudiante, así, el profesor enfatiza al producto como principal manifestación
del esfuerzo invertido. Evaluar la calidad de dicho producto implica comprender que los
trabajos académicos nunca son definitivos, por lo que, la retroalimentación es fundamental
para que el estudiante pueda realizar mejoras continuas en su trabajo.
2. Portafolio
Este proceso se lleva a cabo de manera colaborativa con el propósito de alcanzar metas
particulares en el aprendizaje y fomentar el desarrollo del talento (Véase figura 1). Así
también, se enfoca en la divulgación de los logros obtenidos durante una experiencia
particular desde un lente crítico-reflexivo.
Figura 1
Adaptado de: Pascual Vigil y Trejo Rojas (2020).
Diseño
El diseño del portafolio, según Tobón (2017) implica una serie de momentos o fases que se
presentam a continuación:
A) Planeación.- El profesor define las pautas generales para la implementación del portafolio
basándose en el plan curricular.
B) Acuerdo de productos.- Se llega a un acuerdo con los estudiantes sobre los elementos o
trabajos a mostrar y las posibles áreas de mejora.
El diario de campo es un instrumento del y para el aprendizaje, que permite que el docente
conozca mediante registros descriptivos, analíticos y críticos los comportamientos, las
actividades, los eventos y otras características que suceden durante una observación o una
práctica con la finalidad de aplicar los conocimientos teóricos adquiridos (Hernández Gómez
y Soto Estrada, 2020). Así, esta estrategia involucra la documentación reflexiva y sistemática
de experiencias, observaciones, pensamientos y reflexiones del estudiante o del docente. Este
proceso permite a los educadores y estudiantes profundizar en la comprensión de situaciones
educativas, promover la autorreflexión, identificar áreas de mejora y conectar la teoría con la
práctica. Además, facilita la metacognición, el autoconocimiento y el desarrollo personal y
profesional en el contexto educativo.
Al respecto de esto, Hernández Gómez y Soto Estrada (2020) mencionan que entre las
bondades de los diarios de campo como estrategia evaluativa inclusiva se destaca que:
Los diarios de campo son una estrategia de evaluación inclusiva porque ofrecen un medio
para que los estudiantes compartan sus experiencias únicas y se sientan valorados por sus
perspectivas individuales, promoviendo así un ambiente educativo más diverso, inclusivo y
enriquecedor. Es por eso que, el diario de campo, como herramienta educativa, posibilita un
aprendizaje significativo en el diseño de información para los estudiantes. Además, fomenta
la reflexión al hacer visibles los procesos de trabajo y desarrollo pensamiento en el diseño y
al registrar las emociones involucradas en los proyectos (Luna Gijón et al, 2022)
Diseño
Para diseñar un diario de campo, Hernández Gómez y Soto Estrada (2020) proponen los
siguientes pasos, a saber:
Figura 2
4. Diálogo reflexivo
Dentro de los diálogos reflexivos destaca el debate porque “es una discusión estructurada
acerca de un tema determinado, con el propósito de presentar posturas a favor y en contra,
argumentar y, finalmente, elaborar conclusiones” (Chuayffet Chemor, et. al, 2013, p. 60).
Desde una de las propuestas claves de la inclusividad: la inclusión como proceso se reconoce
que en el diálogo como estrategia evaluativa “los educadores siempre necesitan dirigir su
trabajo hacia la participación educativa de todos los alumnos” (Agencia Europea para el
Desarrollo en las Necesidades Educativas Especiales [AEDNEE], 2007, p. 17). Por lo
consiguiente, el diálogo reflexivo se considera inclusivo porque fomenta la participación de
diferentes voces y puntos de vista en un ambiente de respeto mutuo donde se escuchan y
consideran las ideas de todos los participantes, independientemente de su origen, cultura o
características particulares.
Diseño
El diseño del diálogo reflexivo como estrategia de evaluación inclusiva según la Facultad de
Educación Pontificia Universidad Católica del Perú (2020) debe estructurarse de la siguiente
manera:
- Proceso.- Este momento se destina a fomentar que el estudiante observe, valore y explicite
en sus propios términos los aprendizajes, con el objetivo de restringir los juicios emitidos por
el profesor en pro de la reflexión personal. Durante esta etapa, se puede iniciar o continuar
con la descripción de la situación, alentando al estudiante a compartir lo realizado, a través de
preguntas que le ayuden a desglosar sus acciones en unidades de análisis.
- Cierre.- En este punto del diálogo acontece un repaso de lo discutido hasta el momento con
miras a que el estudiante tome decisiones basadas en su análisis de la experiencia y las
conclusiones generadas. En este sentido, se identifican aspectos de la práctica que requieren
mejoras y se establecen acuerdos y compromisos para acciones futuras, los cuales deben
registrarse para darles seguimiento como parte de un proceso de mejora continua.