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Psicologia Social en Colombia. Teorias Aprendizajes y Experiencias Desde El Campo
Psicologia Social en Colombia. Teorias Aprendizajes y Experiencias Desde El Campo
Presidencia
Bernardo Ignacio Useche Aldana
Vicepresidencia
Juan José Cañas Serrano
Autores
Myriam Ocampo Prado
Rosa Suárez Prieto
Julián Neira Carreño
Napoleón Villarreal Sánchez
Beatriz Ospina Calderón
Luis Eduardo León Romero
Paola Andrea Pérez Gil
Carlos Arango Cálad
Comité editorial
Myriam Ocampo Prado
Editora
8
Índice del libro
Presentación
bbbbbbbbbbbbbbbbbbbbb
Parte II - Reconocimiento de saberes
construidos por los psicólogos sociales
bbbbbbbbbbbbbbbbbbbbb
(Prólogo a: R. Suárez, M. Ocampo y J. Neira –Edits.: Psicología social en Colombia.
Teorías, aprendizajes y experiencias desde el campo)
E
ste libro se parece mucho a El paraíso perdido (o es Colombia
la que se parece) donde se habla de los desterritorializados
del Edén, y que también termina en un acuerdo de paz y
un posacuerdo que no acaban de cumplirse, ya que, aunque esta
versión aquí presente le gana a la de Milton en cantidad de adje-
tivos, también habla de lo que debe, quiere y va a hacer pero no lo
hace, porque no sabe cómo y entonces mejor sigue hablando. Pero
hablar, escribir, leer, es de repente lo más interesante que tenemos,
algo que siempre podemos hacer en tanto no podamos hacer otra
cosa. Nos consolamos hablando.
Son los abogados del pueblo, pero no saben si son sociólogos, antro-
pólogos, psiquiatras, pedagogos o un sancocho de todo eso, y buscan con
alguna ansia una identidad y según dicen textualmente en este libro una
mirada interpretativa propia que sea creativa e innovadora: tal vez lo inno-
vador creativo y propio sería tratar de ser psicólogos sociales. Después de
probar por todos lados desde los experimentales hasta los esotéricos, podría
intentarse que la psicología social consista no en buscar el pensamiento de
los sujetos, de los agentes, de los grupos o de las comunidades, sino en ima-
ginar cuál es el pensamiento de la situación, de eso inasible donde todos se
encuentran y que los atraviesa y los deja transidos en medio del calor o so-
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La Psicología Social en Colombia. Teorías, Aprendizajes y Experiencias desde el Campo
litarios en medio del gentío. Esto es, que para la psicología social no sean
los agentes individuales o colectivos los que piensen y sientan, sino que
sean las situaciones, los ambientes, los que lo hacen, porque entre todas las
gentes, hay algo que ninguna tiene pero que está ahí: hay algo en medio,
muy sutil, muy etéreo, flotando en el día, que no encarna en ninguna per-
sona, que no concreta en ninguna cosa, no se manifiesta en ningún dato,
no se menciona en ninguna noticia, que es, efectivamente, como un pen-
samiento, como un sentimiento, que la psicología social no ha alcanzado
a condensar ni a transcribir, pero que, en cambio, sí aparece en Macondo
o en Comala: esa capa de aire donde empiezan las cuatro de la tarde, esas
voces que cruzan el pueblo entre las tumbas, que nos hacen comprender
desde dentro cómo es la vida en Latinoamérica: es probable que leyendo a
Onetti o a Carpentier, a Galeano o a Ernesto Cardenal, los psicólogos so-
ciales lográramos captar la respiración psicosocial y aprendiéramos cómo
piensa el aire, cómo piensa Latinoamérica, y qué se siente en ese pensa-
miento.
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La Psicología Social en Colombia. Teorías, Aprendizajes y Experiencias desde el Campo
L
a lectura del Libro “Psicología social en Colombia. Teorías,
aprendizajes y experiencias desde el campo” inmediatamente
evoca la formación en psicología social que recibimos muchos
de quienes nos formamos en las universidades colombianas hace ya
50 años.
En esa formación predominó la influencia de la psicología norteameri-
cana, así algunos de nuestros profesores fueran franceses. Aprendimos psicolo-
gía social a partir de las investigaciones experimentales de Salomon Asch y su
aporte a la comprensión del conformismo de las personas ante la presión del
grupo; de los experimentos sobre obediencia a la autoridad de quien fuera su
estudiante: Stanley Milgram; y de los trabajos de Leon Festinger acerca de la di-
sonancia cognoscitiva. Las primeras noticias sobre el experimento realizado por
Philip Zimbardo en una prisión simulada en predios de la Universidad de Stan-
ford, nos sorprendieron al proporcionar la evidencia de como en pocos días, los
roles impuestos cambian radicalmente las actitudes y el comportamiento (ni los
estudios de Milgram, ni el de Zimbardo serían aprobados hoy por un comité
de ética institucional). Durante nuestras clases, interiorizamos que la psicología
social estudiaba temas como el liderazgo, la discriminación, el cambio de actitu-
des, la comunicación, o el comportamiento de grupos específicos como las mul-
titudes que asisten a un evento deportivo o participan de un concierto.
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En contraste, éste libro de psicología social se fundamenta en una intensa
búsqueda por integrar la conceptualización teórica y sus raíces epistemológicas
con el actuar de los psicólogos sociales en comunidades marginadas y sus territo-
rios; en comunidades que han sido testigo de la violencia y del conflicto armado
en Colombia. Se puede afirmar entonces que este libro permite bucear en las pro-
fundidades del encuentro entre el sujeto y el objeto de estudio en un área en que
la psicología de lo individual se entreteje con la psicología de lo colectivo.
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La Psicología Social en Colombia. Teorías, Aprendizajes y Experiencias desde el Campo
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Presentación
E
l Colegio Colombiano de Psicólogos - Colpsic, el Capítulo
Bogotá y Cundinamarca de Colpsic y la Asociación Colom-
biana de Facultades de Psicología - Ascofapsi han apoyado la
investigación emprendida desde el Campo de la Psicología Social,
Ambiental y Comunitaria, acerca del papel del psicólogo social
en el contexto de la realidad colombiana. Como producto de esta
iniciativa se desarrolló el proyecto de investigación El Psicólogo
Social: Perfil, Teorización y Prácticas, el cual contó con la colabo-
ración de psicólogos sociales en diferentes regiones del país que
compartieron sus experiencias de trabajo profesional, personal y
académico. Este libro, escrito a varias manos, da cuenta de algu-
nas propuestas y avances, construidos en este campo del saber,
dirigidos a visibilizar el conocimiento creado por los psicólogos
sociales de cara a la realidad en la cual participan, no solo como
profesionales sino también como gestores de visiones y propues-
tas de intervención.
Este trabajo ofrece una aproximación al capital del conocimiento en
psicología social, constituido por los saberes teóricos y aplicados creados, así
como las reflexiones y el quehacer de los psicólogos sociales. Este discurrir per-
mite conocer las propuestas conceptuales dentro del abordaje de problemáticas
sociales, da forma a una perspectiva que da cuenta de la elaboración de visio-
nes y sirve como referencia al desarrollo de prácticas en el marco de la realidad
colombiana.
La historia social y política del país exige una lectura plural desde el
punto de vista de las ciencias sociales y humanas, e indiscutiblemente desde
el punto de vista de la psicología social. No obstante, esta lectura parece estar
silenciada o no ha sido clara de manera que revele la postura que los profesio-
nales de este campo aportan en relación con la crisis humanitaria generada
por la afectación a las personas y a las comunidades debido a la violencia y los
fenómenos sociales que han marcado nuestra historia como país.
La confrontación armada interna sucedida durante años tanto como
las condiciones inéditas generadas por la realización de diálogos y acuerdos
con un grupo armado de marcada incidencia en la vida de los pobladores co-
lombianos, constituyen un escenario y un proceso político que convoca al pro-
fesional en psicología a interpelar su hacer, compromiso y mirada en el marco
de la responsabilidad histórica y política como ciudadano y como agente que
juega un rol preponderante en la construcción de la sociedad. La creación de
condiciones de vida pacífica y la urgencia de promover la reconciliación cons-
tituyen un horizonte en la labor de los psicólogos sociales y originan preguntas
fundamentales sobre su hacer en el marco de la responsabilidad política y ética
como ciudadanos y como profesionales en el escenario colombiano.
El desconocimiento que existe sobre el quehacer del psicólogo so-
cial, su papel, sus estrategias y su producción de conocimiento problema-
tiza la reflexión acerca de la relación que existe entre esta realidad tanto
coyuntural como de largo aliento histórico (con frecuencia inaprensible
y retadora), concebida como objeto de estudio y la intervención con ca-
rácter performativo que los psicólogos sociales profesionales ejercen cons-
tantemente sobre ella. Sin duda, las particularidades del contexto social
colombiano alimentan el capital de saberes frente al papel transformador
que, desde el punto de vista ético, podemos ejercer sobre la realidad y su
devenir histórico.
La investigación base contó con la participación de un conjunto de
psicólogos sociales considerados pioneros en el ejercicio de la psicología
social en Colombia teniendo en cuenta su formación y su práctica a través
de 30 años de ejercicio profesional, así como de psicólogos egresados du-
rante los últimos 10 años, que han desarrollado una trayectoria destacable
en el área psicosocial y además representan los intereses, preocupaciones
y retos del campo en la Colombia de hoy. Como producto de este trabajo
preliminar se elaboraron los primeros tres capítulos que constituyen la
primera parte del libro, en éstos se plasma propuestas teóricas y concep-
tuales que pretenden abrir debates, suscitar reflexiones, generar preguntas
y contribuir a la construcción de una comunidad de psicólogos sociales.
En el primer capítulo se presentan las perspectivas teóricas y mar-
cos analíticos construidos en la práctica profesional de los psicólogos so-
ciales con respecto a la realidad del país, para ello se aborda la noción de
lo psicosocial desde su carácter polisémico que va de lo individual a lo
colectivo para concluir en una propuesta conceptual sobre lo psicosocial
como una mirada interpretativa. En el segundo capítulo se enuncia una
aproximación epistemológica y aplicada de la psicología social en rela-
ción con las condiciones creadas por el conflicto violento en Colombia,
aportando una mirada psicosocioantropológica y política de la situación
de confrontación. En el tercer capítulo se trata la noción de sujeto desde
una epistemología que parte de la práctica desarrollada por los psicólo-
gos sociales y se realiza una elaboración sobre la psicología social como
campo transdisciplinar enfocado a la comprensión de la realidad social
intersubjetiva.
Los capítulos del cuarto al noveno conforman la segunda parte del
libro y son producto de miradas interpretativas frente a la realidad del
país leída desde perspectivas teóricas y marcos comprensivos y analíticos,
construidos por psicólogos sociales pioneros en el campo de conocimiento
a través de su práctica profesional y por participantes en la investigación
que da fundamento a este libro.
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La Psicología Social en Colombia. Teorías, Aprendizajes y Experiencias desde el Campo
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dan cuenta de una noción de habitar como sistemas de relaciones con el
espacio de prácticas cotidianas, poder y utopías, protección y apego que
dan forma a una noción de hogar para el habitante en su espacio de vida.
En el capítulo séptimo “Radicales, elementales, razonantes y cora-
zonantes de la psicología ancestral indígena. Mink´a de conocimiento” es-
crito por los profesores Andrea Pérez y Luis Eduardo León, los autores nos
introducen en una mirada del orden de lo filosófico, apertura de rutas y ca-
minos que implican un desprendimiento de lo conocido, de lo codificable,
del paradigma positivista, e incluso del dialéctico para arribar al mundo de
la multiplicidad, de lo complejo, caótico, como un “afuera” del paradigma
de la modernidad. A través de preguntas tales como: “¿Es posible una filo-
sofía indígena y consecuente con ella una ciencia del mismo orden?” nos
invitan a recorrer el mundo de las geografías sagradas Mhuysqas e indagar
por el concepto de identidad y alteridad, del mito y cosmogonía ancestral
como un “movimiento de la fuerza de los ancestros como empuje del alma
(cuerpo y alma) que en potencia despliega su misión de curación propia,
naturaleza de su gran tarea de perfección”, ésta nos brinda un espacio de
diálogo de saberes y el de creación del campo de una psicología ancestral.
El capítulo octavo “La Atención Psicosocial en el Escenario del Pos-
conflicto Colombiano”, escrito por el profesor Carlos Arango Cálad, se
propone explorar la manera como “el escenario del posconflicto ha dado
lugar a la necesidad de implementar una atención psicosocial para enfren-
tar realidades y problemas complejos, y sobre la manera como las institu-
ciones y la psicología han respondido y pueden responder para satisfacer
esta demanda”. Hace un panorama de los 60 años de conflicto armado en
Colombia durante el cual nuestras clases políticas e instituciones no han
tenido el control y se ha tenido una enorme dificultad para “caracterizar
psicosocialmente las situaciones, para delimitar con claridad los actores y
los significados o posiciones en conflicto, para reconocer la naturaleza de
los problemas, para esclarecer las causas por las cuales éstos se mantienen
y para construir soluciones eficaces que hagan posible superar las situacio-
nes”. Igualmente nos introduce en el surgimiento de la psicología comu-
nitaria y la salud mental en Europa y Norte América y cómo predominó
una mirada clínica para luego introducir el enfoque psicosocial. Finaliza
enfatizando la importancia de que nuestras instituciones públicas y priva-
das se informen sobre los aportes que tanto en lo epistemológico, como en
lo teórico y metodológico puede brindar el pensamiento psicosocial y la
psicología comunitaria con el fin de comprender de manera ética y técnica
adecuada la demanda de atención que requiere nuestra realidad social.
Finalmente, este texto presenta unas conclusiones en clave de ge-
neralización de la interpretación realizada y los aportes propuestos por los
coautores.
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interpretar
la realidad
PARTE I
Rosa Suárez Prieto, Myriam Ocampo Prado, & Julián Neira Carreño 1
“El mexicano no quiere ser ni indio ni español. Tampoco descender de ellos. Y no
se afirma en tanto que mestizo sino como abstracción: es un hombre. Se vuelve hijo de la
nada. Él empieza de sí mismo” (Paz, 1950, p. 79).
C
omo señala el escritor Octavio Paz, el mexicano como el
latinoamericano construye su identidad en medio de un
juego de herencias y negaciones único, un mapa complejo
que lo obliga a reconocer su multidimensionalidad cultural así
como su posibilidad o necesidad de conformarse como un sujeto
social más allá del mero resultado del mestizaje: como construc-
ción inédita y singular de lo que es ser latinoamericano (Guerra,
1997). Bajo esta premisa, el continente ha podido apreciar el naci-
miento, la llegada y la destrucción de múltiples grupos humanos,
algunos junto a sus culturas originarias, otros trayéndolas enci-
ma y defendiéndolas a muerte.
Comunidades indígenas, comunidades afro y europeos se han hibri-
dado durante siglos creando variadas expresiones de gran riqueza cultural
que hacen posible nombrar nuestra identidad como un horizonte de posibili-
dad en construcción: como una afirmación de la diversidad y una búsqueda
de unidad en el ser mestizo. Sobre este panorama cada una de las naciones
latinoamericanas ha vivido historias particulares de confrontación interna,
procesos revolucionarios, apuestas por el desarrollo económico, condiciones
profundas de desigualdad social y situaciones de dictaduras militares. Así como
también ejercicios sistemáticos de violencia política que plantean preguntas fun-
damentales sobre las formas de ser sujeto en estas sociedades, sus repertorios de
acción e interacción, y sus dinámicas sociales y culturales. Estas últimas, anuda-
1 Correo electrónico de Myriam Ocampo Prado: myriamocampo@yahoo.com.mx
Correo electrónico de Rosa Suárez Prieto: rosuar52@yahoo.com
Correo electrónico de Julián Neira Carreño:julianneira0530@gmail.com
Índice
das al ejercicio del poder, han dado como imagen social prevalente el dolor
de las víctimas (culturales, políticas y económicas) y experiencias de exclusión
e injusticia social de personas y poblaciones actores de la historia latinoame-
ricana ligada a los aspectos físicos, culturales y sociales de este territorio.
La psicología social se enmarca de esta manera “en la disyuntiva de
responder a una realidad, [esta realidad] y plantearse no sólo dar respuesta
sino además plantearse las preguntas, en lugar de asumir soluciones dadas. Anali-
zar de forma concreta las aproximaciones teóricas a la psicología producidas
en la región latinoamericana apela a una lectura de la producción elaborada
con la intención de aportar una interpretación al sujeto cultural, ecológico y
político en el marco de nuestra historia y de nuestras condiciones materiales,
en sus expresiones sociales e individuales. Es decir, la formulación de pers-
pectivas teóricas desde una psicología social latinoamericana, que como en
cualquier disciplina, se produce como resultado de una lectura del arreglo es-
pecial de relaciones sociales, políticas y económicas en un momento histórico
y en un espacio determinado; lectura producida en los contextos especializa-
dos de la academia y de la profesión. En ello, el entendimiento de la identidad
latinoamericana por medio de los sujetos de nuestra historia, narrándose a sí
mismos, demarca un sendero para comprender la construcción de una rea-
lidad en equilibrio inestable que emerge y se transforma permanentemente
(Guerra, 1997); y en la que el estudioso y observador-participante de lo social
requiere comprender adecuadamente la psicología de estas relaciones socia-
les, nacida en su territorio o entretejidas en relación con este.
Las aproximaciones indigenista, europeizante y de mestizaje son
ejemplos de elaboraciones realizadas sobre la identidad de América Latina.
Sin embargo, no se trata de mostrar una tipología sino de poner en relie-
ve una comprensión que involucre los componentes que han determinado
nuestra historia apelando a un marco conceptual generativo y abierto. Di-
chos componentes están relacionados con los pueblos originarios, la cultura
afro, la conquista y colonización europea (i.e., España y Portugal) como
elementos movilizadores del devenir particular de nuestras sociedades. En
este sentido, se hace relevante reconocer que a pesar del amplio consenso
sobre el papel crucial de las culturas originarias del continente americano
y africano por cuanto hace a los pobladores arrancados de su territorio y
esclavizados, en la configuración de lo que comprendemos como sujeto la-
tinoamericano, es consideración cultural que no ha tenido un impacto sufi-
ciente en el lenguaje público y científico. La construcción de una identidad
que rescate de forma reivindicativa y positiva esta herencia no es evidente
en las políticas públicas de inclusión e interculturalidad adoptadas por los
países de la región, a excepción de casos recientes como el de Bolivia y
Ecuador (Walsh, 2007).
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La Psicología Social en Colombia. Teorías, Aprendizajes y Experiencias desde el Campo
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Índice
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La Psicología Social en Colombia. Teorías, Aprendizajes y Experiencias desde el Campo
“
cia política que vivía El Salvador exigió
La perspectiva que defende-
dirigir la indagación psicosocial hacia el
mos, al hacerlo, es la de una
abordaje de las afectaciones emociona-
psicología de la praxis, una
les que generaba el impacto de las estra-
psicología situada, capaz,
tegias de guerra que eran ejercidas por
como hacía una y otra vez
diferentes actores armados sobre orga-
Ignacio Martín-Baró, de an-
nizaciones sociales y comunidades. En
clarse en los contextos espe-
atención a esta situación, en un princi-
cíficos y los dilemas históricos
pio, la psicología social latinoamericana
de su tiempo, con posicio-
tuvo como principal contribución los de-
namientos sociopolíticos y
sarrollos de la psicología de la liberación
responsabilidades históricas
y la psicología social comunitaria como
definidas y en interlocución,
propuestas de talante crítico, alternativo
no ingenua, con los actores
y de compromiso con la realidad políti-
populares fundamentales. Se
ca y social latinoamericana (Montero en
trata de una especie de cor-
Vázquez, 2012).
popolítica: se piensa y se hace
”
Este origen de la psicología la-
desde donde se es (Dobles,
tinoamericana propiamente social en
2015, p. 128).
los años 80 coincide con un período de
El pensamiento de Ignacio Mar- crisis de la psicología social en los esce-
tín-Baró ha contribuido como referente narios académicos de Europa y Estados
fundamental a la psicología social y co- Unidos. Las bases epistemológicas y
munitaria con mirada latinoamericana. metodológicas de la psicología social de
En el contexto de conflicto armado in- tradición anglosajona fueron cuestio-
terno que vivía El Salvador, Martín-Ba- nadas a partir de la década de los años
ró (1986) desarrolló los presupuestos 80 por una crítica profunda respecto a
teóricos de la psicología de la liberación la pertinencia del modelo experimen-
desde una perspectiva marxista que re- tal y cientificista en el estudio del suje-
conoce la importancia de la praxis como to humano en sus contextos sociales y
medio para la construcción de conoci- culturales, así como el generalizado in-
miento a partir de y en consecuencia con las dividualismo metodológico y a-histórico
realidades sociales concretas. Su postu- de la disciplina, lo cual se convirtió en
ra crítica resalta el compromiso con un definitiva, en una interpelación acerca
análisis ético y político de las proble- de la función social del psicólogo y de
máticas sociales caracterizadas por la su inserción en las dinámicas de la cul-
31
Índice
”
tura declaradas por psicólogos como K. can solo como “patologías”.
Gergen, (2007); Tomás Ibáñez,(2001); (Dobles, 2015, p. 124).
Joel Vázquez, (2012).
El pensamiento crítico de la filo-
La formulación de preguntas
sofía de la liberación con sus expresiones
dirigidas a la disciplina por estos au-
en la teología y la psicología conllevan a
tores respecto a la situación social de
situar la reflexión acerca del sujeto de la
los países latinoamericanos sienta las
práctica psicosocial por fuera de los lími-
bases para un cuestionamiento más
tes del marco institucional de la clínica o
amplio de los fundamentos teóricos y,
de los escenarios controlados del labo-
en especial, inaugura la concepción
ratorio, para ubicarlo en la periferia de
del sujeto situado en un marco histó-
los centros de poder social, en las fron-
rico y espacializado en correlato con un
teras de la política cultural y los medios
contexto de relaciones intersubjetivas.
de producción, en donde viven su coti-
Se evidencia, por lo tanto, el requeri-
dianidad las comunidades oprimidas y
miento de re-pensar la psicología social
excluidas socialmente. Las relaciones de
tomando como punto de partida una
poder implicadas en la producción de
explicita orientación crítica a las for-
estos sujetos condicionan sus formas de
mas de entender lo psicológico como
ser y habitar los territorios en los que se
se había venido afianzando en las es-
despliega la historia de sus vidas, por lo
cuelas de conocimiento norteamerica-
que analizar al sujeto concreto en su ca-
nas y europeas, que en amplia medida
rácter situado e histórico representa una
privilegiaron una orientación positivis-
necesidad epistemológica y metodológi-
ta y normalizadora de las insuficiencias
ca de la psicología social latinoamerica-
y negaciones impuestas a nivel indi-
na, más aun dentro de una reflexión po-
vidual y social a los pobladores de los
lítica y ética que precede a la praxis y da
países latinoamericanos.
sentido al conocimiento construido por
“
(…) Una psicología pre- los psicólogos en su labor profesional.
tendidamente liberadora La perspectiva decolonial con-
tendría que avanzar en un fluye con la psicología social latinoa-
descentramiento de la mericana en el énfasis crítico puesto
disciplina, en la construc- en las formas de producción subjetiva
ción de una nueva episte- mediadas por relaciones de poder y por
mología que se aleje del la creación de la “otredad” excluida y
positivismo y del hedonismo el oprimido marginado. Relaciones sos-
como presupuestos de la na- tenidas, en el primer caso, por el esta-
turaleza humana. Debería, blecimiento de la diferencia colonial y
asimismo, confrontar [con] el encubrimiento o segregación del ra-
una visión homeostática de dicalmente diferente: indio o negro y,
la sociedad humana (Mar- en el segundo caso, por la importancia
tín-Baró, 1986), que los do- dada a la clase social como concepto
lores y las rebeliones aparez- explicativo que distingue la exclusión de
32
La Psicología Social en Colombia. Teorías, Aprendizajes y Experiencias desde el Campo
“
cias de las comunidades asediadas por
El hombre como concien-
problemas que dificultan el desarrollo
cia remite a la idea de
de una vida plena en condiciones de
sujeto actuante en momen-
dignidad aporta miradas acerca de la
tos concretos del devenir
manera como los psicólogos sociales,
histórico. La conciencia,
tanto agentes de investigación como
como visión del propio ser
agentes de intervención, han asumi-
social y sus horizontes de
do la construcción del conocimiento
acciones posibles, trans-
psicológico y de la acción profesional.
forma al hombre histórico
Estas miradas remiten a una escentra-
en sujeto, de manera que
ción, como plantea Hugo Zemelman
este último deviene en la
(1998), de mover los supuestos epis-
historia transformada, en
”
temológicos con los que tradicional-
voluntad de acción (Ze-
mente se concibe la acción del psi-
melman, 1997, p. 26).
cólogo social, cuestionar los criterios
de validez científica que sostienen el Martín-Baró (2006) señalaba
saber y el hacer psicosocial, abrir el como una conciencia el (…) “Involu-
marco de comprensión desde la dis- crarnos en una nueva praxis, una ac-
ciplina psicológica a inteligibilidades tividad transformadora de la realidad
alternativas. que nos permita conocerla no sólo en lo
Desde la psicología social lati- que es, sino en lo que no es, y en ello en
noamericana se ha planteado un ho- la medida intentamos orientarla hacia
rizonte innovador para la compren- lo que debe ser” (p. 12). Lo cual conlle-
sión de los fenómenos sociales y sus va a asumir una visión ética sobre las
correlatos individuales, a partir del posibilidades de futuro que encarna la
acercamiento a las realidades socia- praxis, articulación de acción e inten-
les concretas y a las formas especiales ción que da forma a escenarios de lo
cómo los sujetos construyen sus pro- deseado y lo correcto en el plano de
blemáticas en un momento histórico. lo social y subjetivo. La aproximación
Un conocimiento que se origina y co- derivada de volcar la mirada psicoso-
bra sentido en la praxis psicosocial; cial de un objeto de estudio aislado a
en el conocimiento que fluye de la un sujeto histórico y en relación, con-
reflexión a partir de la práctica pro- duce a abrir la psicología social a la
fesional de manera que la realidad diversidad de significados que consti-
social es potencialidad caracterizada tuyen identidades diversas en Latinoa-
por la dialéctica continuidad-discon- mérica. Es partir de una perspectiva
tinuidad entre lo dado y lo que se ha que rescata lo que sucede en un ámbi-
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Índice
to más local como fuente de sentidos, con las comunidades pues la pertinen-
es una perspectiva capaz de interpelar cia y su sentido de verdad es resultado
la teoría misma y las dinámicas ma- del diálogo de saberes entre el investi-
crosociales: puntos de vista situados, gador y el sujeto de investigación (Fals
tanto del investigador como de los su- Borda, 2009).
jetos que intervienen en esta realidad, Ibáñez (2001) denota esta
que al entrar en contacto se represen- relación como un construir cono-
tan al mirar a su alrededor y hablar cimiento que representa dar forma
desde su condición experiencial. a los objetos que se pretende cono-
Situar el centro de la indaga- cer y apropiarse de ellos en un jue-
ción psicosocial por fuera del escena- go mutuamente incluyente. La IAP
rio controlado del laboratorio corres- como referente de las metodologías
ponde a asumir una posición política participativas supone una búsqueda
por acudir a las condiciones reales de propia, radicalmente diferente y ale-
los grupos humanos por los cuales se jada del eurocentrismo, para enfren-
interesa la disciplina, y no solamente tar la colonialidad del conocimiento
en una actitud investigativa sino tam- legitimado por occidente e impuesto
bién en un compromiso con la acción sobre Latinoamérica, aporta una op-
y la participación social. En este sen- ción teórico-práctica consecuente con
tido, la psicología social latinoame- nuestras condiciones sociales (Restre-
ricana se ha nutrido de los trabajos po & Rojas, 2010).
realizados por autores como Orlando R. Suárez (2015) en diálogo
Fals Borda que han permitido llevar al con fines de la investigación que ge-
psicólogo social a un nivel de reflexión nera este escrito, comenta hallazgos
política y ética en conexión con su en- producidos en su quehacer:
“
torno. La investigación-acción parti-
El diálogo de lógicas ya no
cipativa (IAP) constituye un referente
se hace solamente entre el
para la labor profesional en psicología
sujeto investigador y el sujeto
social en el sentido metodológico de
investigado, en condiciones
la intervención y en una perspectiva
de existencia del segundo sino
política de la acción, pues como lo se-
una relación fluida en donde
ñala Fals Borda (2009) “el propósito
las fronteras epistemológicas se
de la IAP es producir conocimiento
desvanecen. El punto de vista
que tenga relevancia para la práctica
del investigado se vuelve puntos
social y política: no se estudia nada
a observar, las narrativas y los
porque sí (p. 228)”. Para la IAP la va-
textos comienzan a mostrar sus
lidez epistemológica del conocimien-
flaquezas al no dar cuenta de
to construido por las ciencias sociales
las condiciones de producción
proviene del sentido pragmático que
del saber. Implica que en el
se le otorga a la acción profesional,
momento de encuentro entre
en el marco de relaciones establecidas
investigador e investigado se ge-
34
La Psicología Social en Colombia. Teorías, Aprendizajes y Experiencias desde el Campo
”
propósito de la conversación discursivo-relacional indí-
(Cap. 6, p. 107). gena y no-indígena. Por
esta razón la reflexividad
La relación surgida entre in-
emergió como perspectiva
vestigador y sujeto investigado permea
investigativa, en la medida
las posibilidades del conocimiento en
que permitía calibrar (sope-
construcción y lo orienta dentro de
sar) nuestra colonialidad y
un marco de voluntad política y ética;
la posible reproducción [de
por ello la validez de reflexionar sobre
relaciones] de subalternidad
la manera en que nombramos y asu-
indígena.
mimos al otro, sujeto de intervención
y de comprensión. Desde esta visión el Sin duda los psicólogos so-
construccionismo, a partir de la crisis ciales y comunitarios partici-
de relevancia social de la psicología a pan de manera inevitable y
finales de los años 70 y durante los años frecuente con la indigeneidad,
80, abogó por los diálogos horizonta- tomada como las relaciones
les con las comunidades buscando es- de poder indígena, no-in-
tablecer relaciones colaborativas más dígena y profesional-co-
incluyentes de modos de vida diversos, munidad que a su vez son
acentuando una mirada relacional, contenidos que requieren
mutuamente incluyente, e inacabada mantener una constante y
dada su condición de estar siendo, de viva reflexión (RS-AB) en
”
devenir en el tiempo. De esta forma, Ocampo, Et al., Matriz de
temas como lo indígena en el cons- sistematización, 2017, p. 23.
truccionismo se plantea de manera
Como enfoque la reflexividad se
no aislada, pues su identidad social e
fundamenta en una fuerte crítica al in-
histórica depende de la creación de
telectualismo, entendido como un ob-
significados compartidos. Desde esta
mirada lo indígena se acerca a formu- jetivismo ingenuo que pretende obviar
laciones contemporáneas recogidas en la relación del investigador con la te-
la noción de indigeneidad, un campo de mática que trata de estudiar. Reflexión
relaciones donde la alteridad y la filia- constante sobre las determinaciones y
ción están constantemente hilvanándo- constreñimientos a la postura teórica
se (De la Cadena & Starn, 2010). adoptada; “epistemocentrismo” versus
“
“regreso a sí mismo”; y crítica a la ob-
La adopción de este giro
jetividad en un cuestionamiento cíclico
construccionista, y especial-
a los determinantes sociales, políticos,
mente su mirada relacional
culturales e históricos del investigador.
35
Índice
36
La Psicología Social en Colombia. Teorías, Aprendizajes y Experiencias desde el Campo
comunitaria elementos que involucran ria, conduce a romper con enfoques psi-
el campo amplio de una psicología so- cológicos individualistas dominantes. El
cial volcada a la inclusión, a las relacio- abogar por un enfoque multi-sistémico
nes horizontales dentro de un proceso o multinivel en análisis y miradas a la
fluido de interacciones que envuelven realidad micro tanto como a la realidad
lo político, lo social y lo cultural en un macro de las personas, la familia o la red
marco de acciones creadoras de senti- social, las normas sociales, los sistemas
dos, movilizadoras y transformadoras: económicos y políticos dan cuenta de la
“
diversidad de influencias que actúan so-
La psicología comunitaria
bre ellas en contextos sociales. Lo ante-
nace de una práctica trans-
rior dado en diferentes etapas de sus vi-
formadora, enfrentada en
das, en los niveles personales, relaciona-
situación, que apela a una
les y colectivos por los cuales la psicolo-
pluralidad de fuentes teó-
gía social y la psicología comunitaria se
ricas para intentar luego
interesan en la búsqueda de horizontes
elaborar modelos teóricos
de conocimiento y de ejercicio de accio-
propios que respondan a
nes por el bienestar. En ello se evidencia
las realidades con las que
la confluencia en torno a la intención
se trabaja. Busca generar
de conocer para responder preguntas
metodología basada en la
inquisitivas sobre el contenido de la rea-
acción y la participación,
lidad circundante y también sobre el
que sea una respuesta al-
cómo transformar las condiciones des-
ternativa a los modos con-
humanizantes u opresivas que pueden
vencionales de estudiar esos
caracterizar dicha realidad como marco
grupos sociales específicos
de vida de los sujetos.
que son las comunidades.
Volviendo a la psicología social
Se plantea entonces como
revisemos algunas miradas interpretati-
una psicología de la acción
vas de dicha realidad que nos cuestiona.
para la transformación, en
la cual investigadores y suje-
Miradas interpretativas desde lo
tos están del mismo lado en
social en la realidad colombiana
A
la relación de estudio, pues
unque la psicología social en Co-
ambos forman parte de la
lombia se presenta como una
”
misma situación (Montero,
disciplina relacionada con el contexto
2004, p. 23).
histórico en el que se desarrolla, surgen
Reconocer el papel de los siste- dificultades al tratar de definir quiénes,
mas que rodean a las personas en cuan- cómo y qué hacen los profesionales de
to al lugar donde habitan, la historia, la esta disciplina en la construcción del
cultura y el acontecer político prepara conocimiento y en la intervención en
para entender igualmente la confluen- marcos de la realidad social. En ese
cia de la perspectiva social y comunita- sentido, la definición del campo de la
37
Índice
38
La Psicología Social en Colombia. Teorías, Aprendizajes y Experiencias desde el Campo
“
intervención y la incidencia sobre vi- Un campo que se teje entre
siones que tienden a ser adoptadas —a individuo y sociedad, cam-
veces de forma ingenua— en la socie- po de las interacciones, que
dad y por los grupos humanos. prefiero llamar campo de las
Visualizar esta diversidad de ex- relaciones intrasubjetivas,
periencias invita a pensar la psicología intersubjetivas, de los suje-
social como una ciencia en devenir con tos y subjetividades con sus
potencial generativo en su construc- territorios, entornos y con-
ción teórica y en su quehacer práctico, textos específicos donde se
una disciplina en constante interpela- configuran y des-configuran
ción de sí misma, en situación in-cómoda las identidades individuales
no a pesar de, sino gracias a la retadora y colectivas; campos donde
realidad social a la que nos enfrenta- se logran las comprensiones,
mos a diario. Una psicología que a pe- transformaciones y crea-
sar de la amplitud en objetos de estu- ciones de nuevos sentidos
dio, técnicas y referentes conceptuales, y realidades. Comprensio-
pareciera dejar de lado el análisis del nes, transformaciones y
sujeto y su relación con la realidad so- creaciones que necesitan
cial. Desconoce, en algunos casos, los lecturas multidimensionales
notables avances que han demostrado histórica, social, cultural y
las ciencias sociales en la elaboración y ambientalmente situadas
reflexión sobre el tema la subjetividad. donde podamos conversar
La psicología social con vocación ge- con otros campos de la
39
Índice
”
Ocampo, Et al., Matriz de en la lectura de realidades
sistematización, 2017, p. 33. (MA-GF) en Ocampo et al,
”
Matriz de sistematización,
Ante la ausencia de referentes
2017, p. 66.
ontológicos en el estudio de lo social
dentro de la disciplina, los psicólogos Las preguntas vitales de los
entrevistados reconocen en las carac- psicólogos sociales e intentar dar
terísticas del conflicto y violencia en respuesta a las complejas afectacio-
el país una historia determinante de nes vividas por las violencias que
las dinámicas culturales de relación han atravesado nuestros territorios
y convivencia, un tejido social con y desgarrado a nuestras poblacio-
múltiples suturas, y un sujeto huma- nes, implica entretejer elaboraciones
no cuya construcción en la trama de conceptuales rigurosas que permitan
la sociedad colombiana, no ha sido avanzar en la construcción y desa-
plenamente reflexionado ni com- rrollo de un saber hacer psicosocial.
prendido por la psicología. Las pre- Este proceso representa un esfuerzo
guntas de investigación y la reflexión por abrir la psicología tradicional al
psicosocial —no obstante su impor- estudio de otras dimensiones de la
tancia y pertinencia— están aún por relación del sujeto con su entorno,
ser discutidas, así como su impacto aproximaciones epistemológicas di-
en la transformación de condiciones ferentes y, sobre todo, un visión que
de vida concretas. reconozca y al mismo tiempo haga vi-
“
sible a todos la complejidad inmersa
El contexto colombiano
en las dinámicas colectivas mediadas
imprime una huella dentro
por una historia de violencia en la
de la práctica de la discipli-
desbordante realidad colombianan.
na, ¿pero implica un capital
Igualmente involucra disponerse de
de conocimiento? Es decir,
manera sensible a la magnitud de los
existe un acumulado enor-
hechos que agreden y vulneran a las
me de producciones e inter-
poblaciones, hechos que trasgreden
venciones muy juiciosas en
sus formas de habitar el mundo y las
distintos ámbitos pero esto
obligan a asumir una vida inestable
no necesariamente se ha
y precaria donde la pérdida de refe-
traducido en una escuela
rentes físicos y emocionales disloca
de psicología con sello co-
la cohesión psíquica y moral de los
lombiano. La pregunta [en
sujetos afectados por la guerra.
“
este sentido] es necesaria
y pertinente; esta situación Somos hijos de la guerra
también habla del lugar porque hemos vivido acá,
de los desarrollos en la a unos les ha afectado más
40
La Psicología Social en Colombia. Teorías, Aprendizajes y Experiencias desde el Campo
que a otros pero a todos nos (1997). Así, en una mirada integral,
ha tocado, entonces creci- los psicólogos sociales han asistido a
mos escuchando o viendo la constatación de un dinamismo im-
esa realidad. Hay gente a preso por seres humanos colombianos
la que le tocó mucho más conscientes y sensibles a sus derechos
de cerca, como la gente con y a sus deberes, con capacidad para
la que yo trabajo, entonces asumir un rol político, moral y ético
lo que empecé a identificar encaminado a la obtención de condi-
fue que era necesario una ciones dignas de vida.
“
perspectiva psicológica
Estoy trabajando el tema de
que entendiera la afecta-
emociones morales desde
ción psíquica, emocional,
Martha Nussbaum. Es otra
relacional de esa persona
concepción distinta porque
y entonces ahí yo me paré
es la filosofía política liberal,
(…). Acompañar a la gente
hay unos elementos muy
desde perspectivas clásicas
interesantes en términos de
de la psicología requiere
reivindicación de derechos
[primero] la comprensión
y de condiciones mínimas
del sujeto, de la afectación
para la vida digna, entonces
no solo psicosocial sino la
es una pregunta que siem-
afectación psicológica como
pre me ha tenido en vilo.
tal y los problemas en salud
¿Qué significa la dignidad
mental que eso puede tener
para la gente —la dignidad
(LM-GF) en Ocampo, Et
”
en los contextos en los que
al., Matriz de sistematiza-
yo trabajo— si es el equipo
ción, 2017, p. 36.
de sonido o es tener lo bási-
La pregunta por el sujeto em- co para no estar angustiado,
pieza a ser central puesto que se re- o que sus hijos estudien o
conoce la existencia no de individuos que tengan alimentación?
aislados y pasivos, sino de sujetos co- ¿Qué es lo que significa
lectivos que en su cotidianidad sien- la dignidad ahí? Entonces
ten, sufren y ríen, tanto en su condi- siempre ha sido una pregun-
ción física como también en su estado ta que media lo que yo hago
emocional, cognitivo y espiritual. Un (WH-GF) en Ocampo et al,
sujeto ubicado en relaciones territoria- Matriz de sistematización,
les, en redes familiares o en formacio- 2017, p. 14.
nes colectivas de diversa índole, sujetos
Ahí caigo entonces en la
en interacción que construyen social-
pregunta de vamos a estu-
mente la realidad y la dotan de senti-
diar psicología, y por esa vía
do a través de su concreción histórica,
es que llego a la psicología;
como ha puntualizado H. Zemelman
41
Índice
“
llanto y nadie puede decirle
Yo me encuentro con colecti-
algo para intentar que se
vos juveniles muy vinculados
calme. Lo que digo es que
a la [Universidad] Nacional
no voy a ser psicopedagogo,
y a la INCCA, en otras uni-
no voy a ser sociólogo; voy
versidades es muy raro que
a hacerme una pregunta
[ellos] estén comprometidos
desde la psicología con las
con el trabajo de base con las
herramientas de la clínica y
comunidades. [Jóvenes con]
desde el campo de la edu-
un sueño de autonomía im-
cación, desde la pedagogía,
presionante; esto ha sido mi
qué es lo que dicen los psi-
pasión. Digamos que esa pa-
cólogos sobre la educación
labra [comunidad] ha sido el
(WH-GF) en Ocampo et al.,
”
motor en mi vida para vincu-
Matriz de sistematización,
larme a la psicología comuni-
2017, p. 3.
taria (NV-GF) en Ocampo et
La inquietud por el sujeto al, Matriz de sistematización,
implicado en un mundo social que 2017, p. 13.
lo encuadra en condiciones frecuen-
En esa experiencia de co-
temente alienantes, determinadas
munidad con jóvenes y con
por su exclusión de los escenarios de
padres de familia y con do-
decisión por medio del despojo y la
centes y directivos nació el
opresión, permite la apertura a nue-
concepto de potencialidad que
vos interrogantes. Estos interrogantes
para mí es muy importante
encuentran salida en la intervención
en mi trabajo en comunidad.
comunitaria y en el trabajo con co-
Digamos que siento que las
munidades de base, desde allí se pue-
ciencias sociales y humanas
de observar las dinámicas reales de
se orientaron a [identificar]
vida en las que se desenvuelven los
necesidades como carencia,
sujetos en búsqueda de salvaguardar
no al reconocimiento de la
su dignidad. En la pregunta primaria
potencia que habita a las per-
por aquello que determina la auto-
sona (NV-GF) en Ocampo
”
nomía de los seres humanos, su dife-
et al., Matriz de sistematiza-
renciación y afirmación de relación
ción, 2017, p. 56.
con otros, surge la voluntad y poten-
cia que mueve a la psicología social Los psicólogos sociales retoman
a reflexionar y nutrirse de propósitos temas de reflexión teórica provenientes
comunitarios en el trasegar hacia la de las ciencias sociales, han construido
construcción de saberes alternativos, saberes que parten de una visión amplia
42
La Psicología Social en Colombia. Teorías, Aprendizajes y Experiencias desde el Campo
“
ciales instituidas para establecer otras
A mí me ha permitido ha-
nuevas desde premisas de valor alter-
cer unas teorizaciones con
nativas (Castoriadis, 2000); la violencia
el asunto. Me parece por
ejercida por actores organizados y la
ejemplo importante el con-
desigualdad económica y social ligada
cepto de estética de lo atroz,
a manifestaciones del conflicto arma-
que cuando se iba a lanzar
do interno en Colombia, han exigido
todo el mundo me decía que
el uso de conceptos abarcadores y pro-
estaba loco, pero que ahora
positivos para leer lo social. Por esto
se volvió objeto de discusión
los psicólogos sociales entrevistados
fuerte (EB-GF) en Ocampo
resaltan la experiencia del trabajo de
et al., Matriz de sistematiza-
campo valorando la acción con las co-
ción, 2017, p. 58.
munidades en sus territorios.
“
Nació un compromiso con
La palabra comunidad la voy
la psicología política desde
también abriendo a una
la estética porque los jóvenes
palabra más bella que esa;
no quieren saber nada de la
gracias a Gustavo Montañés,
política desde la política, si
quien llegó de la Nacho a la
no desde las artes, la músi-
Alcaldía, aprendí a ahondar
ca, la poesía, la danza, des-
en la palabra que Myriam
de el grafiti y creamos desde
me ha abierto más, esta pa-
ahí alternativas que fueron
labra ha sido territorio. Y la
fundamentales (NV-GF) en
”
categoría territorialidad me
Ocampo et al., Matriz de
ha alimentado en estos cinco
sistematización, 2017, p. 42.
años muchísimo más que la
43
Índice
”
gación sobre el comporta-
Ocampo et al., Matriz de
miento participativo en Tu-
sistematización, 2017, p. 20.
maco, Nariño, hizo posible
realizar un acercamiento El acercamiento a las circuns-
a las dimensiones étnicas tancias de la Colombia contemporánea
y culturales de las comu- implicó también el reconocimiento de
nidades afrocolombianas realidades culturales diferentes que son
del litoral pacífico, a la vez permanentemente ignoradas, invisibili-
que permitió establecer un zadas y subalternizadas en las relacio-
puente interpretativo para nes de colonialidad y poder que siguen
comprender los pormenores vigentes (Castro-Gómez, 2005). Los
del comportamiento parti- psicólogos sociales se han acercado a
cipativo en el contexto de la las comunidades indígenas en un diálo-
problemática socio-histórica go de saberes y de trabajo relacional y
de la región. Esto debido a de preguntas y búsqueda de respuestas
la circunstancia, de que pre- a través de la alteridad representada en
cisamente los participantes culturas diferentes a la propia. Inter-
en esta investigación fueron pelar y dejarse interpelar por saberes
actores que vivieron en car- y prácticas inaugura la trama de una
ne propia el problema de la construcción teórica que emerge de
movilización popular por la estos intercambios, un saber que tras-
reivindicación de los dere- ciende la psicología social como cam-
chos a los servicios públicos po disciplinar y se ubica en el amplio
básicos, y se confrontaron contexto de lo “social”, en sus intersec-
con la manipulación del mo- ciones relativas al sujeto, al cuerpo, al
vimiento social por parte de territorio, a la comunidad, al cosmos, a
fuerzas ajenas al desarrollo la psicología y a la antropología.
“
comunitario que hizo derivar
Iniciar el camino con las
la protesta social en acciones
comunidades indígenas y
de sabotaje y destrucción, en
comprender sus saberes im-
el acontecimiento conocido
plicó acudir al método de la
como el Tumacazo de 1988.
etnografía reflexiva y asumir
Desde entonces, el análisis
44
La Psicología Social en Colombia. Teorías, Aprendizajes y Experiencias desde el Campo
45
Índice
”
Ocampo et al., Matriz de indígenas migran, llevan el imaginario
sistematización, 2017, p. 57. de procesos emocionales, simbólicos y
culturales performativos de la identidad y
En ese entramado las relacio-
tradición entretejida en la historia. La
nes en lo urbano precarias, superficia-
les y heterogéneas con los ejercicios de historia que construye sus lenguajes y
poder entre indígenas y no indígenas, relaciones.
ponen en evidencia dinámicas de hi- El tema del territorio, el espacio
bridación caracterizadas por la fusión de vida y la vivencia del lugar geográ-
y la fricción, dinámicas tanto colonia- fico es interpretado e idealizado por las
les como interculturales (Briones, 2010; personas. Especialmente la pérdida de
Delgado, 1999). En esta retícula de ese entorno es un referente que provee
procesos de interacción varios cuestio- elementos para reflexionar sobre la
namientos surgen: ¿Puede la psicología importancia de la acción en favor de
dar cuenta de movilidades y transcur- la conservación y preservación de los
sos que han incidido cultural y existen- espacios donde los grupos humanos o
cialmente en comunidades indígenas? comunidades crean su vida material y
¿Cuáles serían los correlatos subjetivos espiritual, en cuanto que estos son el
e intersubjetivos inmersos en la diáspo- escenario donde se materializa, ideali-
ra a otros territorios? ¿Existen nuevas za y proyecta la existencia.
imágenes del estar ahí en los nuevos te- El espacio de vida es un lugar de
rritorios que redefinen el contenido éti- afecto y apropiación que se comunica
co, existencial y espacial del ser indígena? y se nombra con frecuencia a través de
Una forma de comprender de metáforas. Este nombrarlo se constitu-
manera relacional estos fenómenos ye en un patrimonio —cultural y natu-
desde la psicología es preguntar cómo ral— para el sujeto; el espacio simbo-
los procesos psicológicos se vinculnan lizado provee indicaciones respecto a
con los procesos culturales de nuestros la relación de territorialidad y territo-
pueblos originarios (e.g., el pensar, sen- rialización de una persona en el marco
tir, o narrar). Para los pueblos indíge- de su grupo de referencia. Los apren-
nas el territorio deviene un contenido dizajes derivados de la experiencia co-
existencial, el espacio simbólico y terri- tidiana, de estar ahí en el espacio, se
torio físico donde nacieron, es espacio convierten en material que aporta vi-
habitado donde el grupo significa su ser siones construidas acerca del entorno.
colectivo y su ser individual. Se puede Al mismo tiempo sensibilizan acerca de
afirmar que los sujetos indígenas como la importancia de promover el cuida-
todos nosotros, se constituyen en ese do del lugar que las personas adecúan,
entramado geo-cultural-natural apropia- usan y significan como expresión de sus
46
La Psicología Social en Colombia. Teorías, Aprendizajes y Experiencias desde el Campo
“
Yo tengo una concepción intentando entrar a la cues-
del lenguaje que trasciende tión del posconflicto desde
el verbo escrito-hablado distintas perspectivas, pero
y veo mucho más con la el peso lo tienen otras áreas,
geografía del cuerpo, la voz y los otras disciplinas (WH-GF)
silencios. Y me parece que en Ocampo et al., Matriz de
esa comunicación es mucho sistematización, 2017, p. 49.
más rica para el psicólo-
Entonces yo pienso que sí se
go comunitario social, en
puede hacer; que lo más re-
cualquier estrato, porque
tador ha sido la necesidad de
diríamos que la experiencia
mostrar, hacer evidente las
de comunidad para mí es
posiciones de la psicología
sagrada (NV-GF) en Ocam-
social, pero se necesita más
po et al., Matriz de sistema-
gente. Así como hay un ejér-
tización, 2017, p. 57.
cito de abogados, un ejército
Tenemos una crisis humani- de politólogos, un ejército de
taria pero acá hay un proble- economistas, que hubiera un
ma y es que la psicología no ejército de psicólogos socia-
tiene participación política, les, pero sociales no clínicos.
entonces a problemas políti- No con el cuento de que hay
47
Índice
”
en Ocampo et al., Matriz de rado reflexiones en torno a la corpora-
sistematización, 2017, p. 55. lidad, personalidad y diversidad étnica
con un gran potencial generativo e in-
El diseño y elaboración de po-
terpretativo que amplía las categorías de
líticas públicas orientadas a la atención
análisis tradicionales utilizadas para la
de comunidades y sujetos afectados por
comprensión de lo social y lo colectivo.
las dinámicas de violencia ejercidas en
“
el país debe incluir la dimensión huma- Ante esta problemática a la
na; una respuesta ética que reconoce en psicología social no le queda
el ser humano un sujeto de derechos, otra alternativa que la de
un ser inmerso en un entramado de replantear sus posiciona-
relaciones sociales que condiciona su mientos tanto teóricos como
devenir y da sentido a su situación de epistemológicos y meto-
afectación y vulneración. La respuesta dológicos. Es por ello que
del Estado ante la demanda de accio- propongo desde mi praxis el
nes de reparación se inscribe dentro de abordaje de una etnografía
dinámicas macrosociales que exigen reflexiva y que se reconoz-
asumir una mirada política de los pro- ca al sujeto situado en un
blemas de inclusión, defensa y cumpli- mundo de interacciones
miento de los derechos humanos. La e intersubjetividades que
labor de los psicólogos sociales consiste contextualice lo que es y ha
entonces en aportar desde su especifi- sido la historia de nuestras
cidad teórica y práctica, herramientas comunidades originarias, las
conceptuales y metodológicas para la relaciones que se han cons-
construcción de políticas públicas que truido en sus territorios y el
incluyan la visión humana del sujeto, significado de las emociones
en el marco de una postura consciente evocadas y provocadas en
de las relaciones políticas que se mue- esa reflexividad (RS-AB) en
ven en el accionar de la sociedad civil, Ocampo et al., Matriz de
el Estado y la propia disciplina. sistematización, 2017, p. 31.
Desde la perspectiva histórico
Todo esto me ayudó a for-
-cultural los psicólogos sociales han utili-
talecer mis incursiones en
zado como referente teórico y epistemo-
etnopsicología y personalidad
lógico la interpretación de cosmogonías
48
La Psicología Social en Colombia. Teorías, Aprendizajes y Experiencias desde el Campo
“
cultural; se nace con ella y
Entonces en esa perspectiva
se desarrolla a lo largo de la
de cuerpos teóricos que con-
vida. Puede ser de sangre
vergen en distintos proble-
“fuerte” o de sangre “débil”
mas hay un montón de pre-
y está relacionada con los
guntas, porque uno podría
elementos de la naturaleza
pensar las conversaciones de
con un componente energé-
lo histórico-cultural Vygots-
tico que corresponde al aire,
kiano-ruso, pero también
al fuego, a la tierra, al agua
cómo conversa eso con la
y al maíz. Así se configura el
perspectiva cultural en Bru-
cuerpo cultural, por todo el sa-
ner, por ejemplo.
ber-poder de la comunidad
en donde las instituciones [Por otra parte,] la cons-
políticas, religiosas y educa- trucción de significado —la
tivas, inscriben su orden en herencia socioconstruccio-
el cuerpo y el registro de las nista— implica entender
personalidades es el encarga- que la realidad es una
do de agenciar este proceso. construcción y no un reflejo
El orden del cosmos y el imperativo; que habitamos
orden sociopolítico y cultural mundos de sentido que
se recrean e inscribe en los se construyen, que están
organismos, como un con- en disputa de legitimidad
junto de aparatos de control, política todo el tiempo
vigilancia, captura y castigo (MA-GF) en Ocampo et al.,
”
para perpetuar la cultura Matriz de sistematización,
llevándola en el cerebro, 2017, p. 36.
penetrando en los procesos
Al tratar de manera situada
fisiológicos; registrándola en
nuestro escenario colombiano los psicó-
el alma, al decir de Foucault
logos sociales hemos ejercido un papel
(RS-AB) en Ocampo et al.,
”
que podría denominarse centrado en la
Matriz de sistematización,
acción profesional dentro de la discipli-
2017, p. 69 de este texto.
na; cuando ante dinámicas complejas
49
Índice
“
(LM-GF) en Ocampo et al.,
”
La violencia no es [solo] un
Matriz de sistematización,
hecho instrumental, la vio-
2017, p. 36.
lencia es un hecho psicoló-
gico que está referido a una La historia colombiana como
coincidencia de factor de escenario de acción del psicólogo so-
riesgo psicosocial. ¿Por qué cial no se ha nutrido de preguntas fun-
una persona toma un arma damentales ni de la construcción de
y le dispara a otra? Porque un saber psicosocial. La situación con-
allí hay una serie de fac- creta de conflicto armado y el uso de
tores de riesgo psicológico la violencia para la resolución de pro-
(CG-GF) en Ocampo et al., blemáticas de convivencia han sido un
Matriz de sistematización, reto teórico y práctico. En realidad, la
2017, p. 36. construcción de un saber hacer psico-
social ha adquirido un carácter más
Ojo que la realidad del con-
transdisciplinar, alimentado princi-
flicto en Colombia no es de
palmente por marcos conceptuales
criminales; esto no es una
y metodológicos provenientes de las
persona que se levantó un
ciencias sociales. Un saber sobre el
día o que tiene psicopatía,
conflicto y la violencia, un saber que
o que es una persona con
trata sobre lo social y colectivo como
un trastorno antisocial, o
fenómeno donde la psicología se ve
que es una persona límite
llamada a recoger el aspecto central
50
La Psicología Social en Colombia. Teorías, Aprendizajes y Experiencias desde el Campo
“
nidades en su trabajo para modelar
(…) desarrollar modos de
un futuro sin confrontación armada.
subjetivación singulares,
Las comunidades buscan visibilizarse
aquello que podríamos
a través de comunicar eficazmente los
llamar «procesos de singu-
propósitos y objetivos planeados en los
larización»: una manera de
ambientes nacionales e internaciona-
rechazar todos esos modos
les de poder formal.
de codificación preestable-
Reconocer su proceso como
cidos, todos esos modos de
actores en busca de solidaridad, jus-
manipulación y de control a
ticia y verdad es para el psicólogo de
distancia, rechazarlos para
lo social visibilizar la potencia de vida,
construir modos de sensibili-
hacer eco a las voces que muestran el
dad, modos de relación con
daño producido a estas poblaciones, y
el otro, modos de produc-
también estar presente para contribuir
ción, modos de creatividad
a tejer memoria para los conciudada-
que produzcan una subjeti-
nos colombianos y del mundo. Esto es
vidad singular. Una singula-
destacar la aspiración de sentar prece-
rización existencial que coin-
dentes para construir condiciones de
cida con un deseo, con un
vida volcadas a la no repetición. Des-
determinado gusto por vivir,
51
con una voluntad de construir el mundo en el cual nos encontramos,
”
con la instauración de dispositivos para cambiar los tipos de sociedad,
los tipos de valores que no son nuestros (p. 29).
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1.1 Sobre la noción de psicosocial.
De lo individual a lo colectivo
Somos lo que pensamos.
Todo lo que somos surge con nuestros pensamientos.
Con nuestros pensamientos hacemos el mundo.
(Pensamiento de Buda citado en Robbins, 2015, p. 129)
Desde que estaba estudiando psicología yo siempre sentía que estaba medio en
psicología y medio en otra parte, y esa sensación me la reforzaron en su época los profeso-
res que tuve. Me decían, eso es antropología o sociología, eso es otra cosa, eso no es psico-
logía, y yo siempre tuve la sensación de estar un poco caminando al margen de la psicología
(LR-GF) Ocampo et al., en Matriz de sistematización, 2017, p. 36.
E
l ejercicio de escuchar y analizar los relatos compartidos
por los psicólogos sociales participantes en este ejercicio
investigativo (Ocampo et al., 2017) nos permitió acercarnos
a las dificultades propias de la práctica profesional, acrecentadas
en muchos casos por las carencias formativas relacionadas con la
pertinencia y la descontextualización de la disciplina psicológi-
ca frente a las problemáticas sociales contemporáneas. En el año
1927 Lev S. Vygotsky señaló con urgencia la necesidad de analizar
a profundidad la viabilidad de una psicología general que pudiera
construir, de forma coherente, un aparato teórico y metodológico
consecuente con las necesidades prácticas de los psicólogos pro-
fesionales y la complejidad del ser humano. Este planteamiento
formulado desde esa época nos ubica en el marco de los retos que
rodean a la psicología como ciencia teórica y aplicada, sin embar-
go, no se trata de plantear una propuesta unificadora para los di-
ferentes sentidos que se le ha dado a la psicología y con esta a
la psicología social; con este referente en este apartado pretende-
mos evidenciar el carácter polisémico del significado de lo psicoso-
cial reconociendo la condición multi-paradigmática de la disciplina
psicológica, y las dificultades y posibilidades que esto genera en
cuanto al uso de teorías y metodologías que puedan dar respuesta
a los interrogantes de la realidad colombiana.
Antes de preguntarse por el carácter epistemológico y metodológico
de la psicología social como campo específico diferenciado, los psicólogos que
Índice
58
La Psicología Social en Colombia. Teorías, Aprendizajes y Experiencias desde el Campo
59
Índice
“
édito dentro de las teorías cognitivas A partir de los años setenta
y en especial en la concepción de lo se empezó a hablar de la
social como campo de estudio que existencia de una «crisis»
supera los procesos meramente indi- en la psicología social. El
viduales estudiados en el laboratorio origen de tal crisis es un
y lejos de los contextos en los que conjunto de publicaciones
está inmerso el sujeto (Crespo, 1995). en las que, de un modo u
Sin embargo, la construcción teórica otro, se ponen en cuestión
en el área de la cognición social ha no tanto una teoría o meto-
sido criticada desde diferentes pers- dología concretas cuanto el
”
pectivas por su aparente dificultad modo dominante de hacer
para superar el individualismo meto- psicología social (p. 89).
dológico y la reducción de lo social
a procesos lógicos de procesamiento La controversia que inicia en
de la información (Ibáñez, 2001). La los años 70 no se centra en la formu-
intensa producción teórica que trajo lación de interrogantes acerca de las
consigo la cognición social motivada formas particulares en que se estaba
en primera instancia por la revolu- realizando la investigación psicoló-
ción tecnológica y en segunda instan- gica, sino más bien en la manera en
cia por el impulso a la investigación cómo se concebía la psicología social
aplicada suscitada en el marco de la en general. Los principales elementos
guerra, no estuvo exenta de cuestio- que conforman los cuestionamientos
namientos que empezaron a mover se organizan, según Ibáñez (2001), en
los cimientos epistemológicos en los tres tópicos fundamentales. En pri-
que se sustentaba; el advenimiento mer lugar, el reconocimiento del rol
de una crisis llevaría a la psicología que desempeñan tanto el investigador
social a nuevos horizontes de trabajo como los sujetos en las situaciones ex-
y de construcción teórica. perimentales. En segundo lugar, la im-
portancia del significado otorgado por
60
La Psicología Social en Colombia. Teorías, Aprendizajes y Experiencias desde el Campo
61
Índice
los fenómenos sociales sin categorías del sujeto situado en las interacciones
ni hipótesis preconcebidas, lo que en sociales de su vida cotidiana. De esta
definitiva cuestionaba el uso de con- manera se abría un periodo de cons-
ceptos genéricos como roles y normas, trucción teórica que profundizaría aún
propios del interaccionismo simbólico, más la crítica a las formas tradicionales
que representan abstracciones alejadas de concebir lo psicosocial, periodo que
de la realidad social (Ibáñez, 2001). En vendría a empalmar con lo que algu-
esta línea de trabajo, la etnometodolo- nos han llamado un cambio de época.
gía desarrolló un importante campo en
el área de la intersubjetividad, precisa- Construccionismo social: un
mente a partir del estudio de la interac- cambio de época
ción social concreta y de la manera en
que los sujetos construyen significados E s infructuoso analizar la aparición
del construccionismo social sin to-
mar como telón de fondo la transfor-
y realidades compartidas.
Alfred Schutz propuso el con- mación del pensamiento intelectual
cepto de “intersubjetividad” centrado moderno y el surgimiento de la posmo-
en las dinámicas de la vida cotidiana y dernidad en el panorama de las cien-
en la construcción recíproca de signi- cias sociales. Ya la crisis de la psicología
ficados por medio de asumir perspec- social de los años 70 y 80 incubaba en
tivas similares acerca de la experien- su concepción un cuestionamiento a las
cia social de los sujetos en interacción premisas de la modernidad dentro del
(Hernández Romero & Galindo Sosa, modelo cientificista dominante, Crespo
(1995) lo ilustra de la siguiente manera:
“
2007). Con esta postura se reafirma la
condición situada de la etnometodolo- La psicología social, al igual
gía en el análisis de la emergencia de que las demás ciencias
los significados en la interacción social sociales, resulta histórica-
y se enfatiza la naturaleza generativa mente posible en virtud no
del conocimiento desde la investigación tanto de un conjunto de
sobre la interacción social concreta. evidencias empíricas como
En definitiva, la crisis de la psi- de una serie de creencias y
cología social que inicia en la década actitudes sobre la realidad
de los años 70 permitió la visibilidad humana. Estas creencias y
de corrientes teóricas postergadas actitudes han sido caracte-
como el interaccionismo simbólico y rizadas como modernidad y
de enfoques novedosos como la etno- es justamente esta concep-
metodología. La psicología social vivió ción moderna del mundo
un movimiento en sus bases epistemo- la que entra en crisis en los
lógicas y metodológicas que la impul- últimos años. La crítica a
saron a mirar, con mayor detenimien- la modernidad no es, en
to, la importancia del lenguaje como estricto sentido, una nove-
constructor de sentido y la relevancia dad. En realidad, acompaña
62
La Psicología Social en Colombia. Teorías, Aprendizajes y Experiencias desde el Campo
”
movimiento intelectual, la relación social que puede ser alcan-
postmodernidad (p. 88). zado con la aplicación rigurosa de la
El pensamiento posmoderno se razón, sin embargo, su aprehensión
compone principalmente del cuestio- como forma de interpretar el mundo
namiento a tres supuestos fundamen- encierra, en sí mismo, un efecto segre-
tales de la modernidad: la confianza gativo sobre otras formas de pensa-
en la racionalidad, el progreso y la li- miento que generalmente se ubican en
bertad y su aplicación sistemática en el la periferia de los centros económicos y
campo de las ciencias sociales. En este culturales dominantes (Crespo, 1995).
sentido, se señala la no-naturalidad del El construccionismo social se
concepto de progreso y su supuesta alimenta de este momento crítico y
condición intrínseca de referente éti- extrae de allí sus principales supuestos
co para la humanidad a la vez que se filosóficos para concebir un enfoque en
critica el uso hegemónico de la razón psicología innovador y altamente sensi-
como sistema de pensamiento científi- ble a los cambios y las transformaciones
camente aceptado para el alcance de sociales contemporáneas. La aparición
la libertad individual y social. La situa- en 1973 del artículo “La psicología so-
ción actual de occidente en cuanto a su cial como historia” de Kenneth Gergen
avance cultural, económico, medioam- supuso un hito transformador en la
biental y social, ofrece suficientes indi- disciplina pues además de presentar la
cios sobre la inviabilidad del modelo naturaleza histórica de la psicología so-
“centrado en una idea de desarrollo cial como forma de pensamiento y de
basada en los conceptos anteriormente saber hacer que se relaciona con el mo-
citados como inspiradores de una no- mento histórico en que es leída y ana-
ción de confianza” y empuja a pensar lizada una realidad específica, ilustró
formas alternativas de proyección a el efecto modelador del conocimiento
futuro desde perspectivas de sostenibi- científico sobre sus objetos de estudio
lidad, localidad y autodeterminación. y sobre los fenómenos sociales de más
Asimismo, el aplastante pre- amplio alcance. De la misma manera
dominio del sistema de racionalidad el construccionismo social se planteó el
dentro de las ciencias sociales conllevó psicólogo social como un investigador
a una institucionalización de la lógica y también como un auténtico intelec-
formal sobre las distintas formas de tual de la cultura con incidencia real en
conocimiento que los grupos sociales y la generación del cambio social.
63
Índice
“
a lo psicosocial desde una mirada si-
El construccionismo más
tuada, crítica e innovadora. En suma,
bien responde a un con-
se verá qué tanto de estos aportes y
junto de perspectivas que
de los anteriores, en la definición de
no necesariamente cons-
lo psicosocial, son pertinentes para el
tituyen un todo coherente
contexto colombiano en cuanto a sus
y contrastable. Por ello,
posibilidades y dificultades.
cuando utilizamos el tér-
mino ―perspectivas- en
Psicología colectiva: más allá de
plural, lo hacemos con el
la interacción simbólica
explícito objetivo de evitar
―reificar- al construccio-
nismo como un enfoque
L os diferentes sentidos que ha asu-
mido la psicología social durante
”
el último siglo ilustran con claridad la
uniforme y totalmente es-
transformación paulatina de un pen-
tabilizado (p. 31).
samiento que sitúa al individuo en el
La capacidad crítica del cons- centro, a un pensamiento que recono-
truccionismo social frente a las condi- ce, cada vez de forma más contunden-
ciones actuales del pensamiento mo- te, el centro en la condición colectiva
derno es indiscutible y la posibilidad de la realidad y el sujeto. Los desa-
que ha abierto de interpelar los mis- rrollos en psicología social antes de la
mos cimientos de la psicología social “crisis” eran, en su vertiente institu-
es, por lo menos, bien recibida en el cional, profundamente experimenta-
objetivo de discutir con seriedad el rol les y metodológicamente individualis-
de lo psicosocial en la comprensión y tas (Ibáñez, 2001).
64
La Psicología Social en Colombia. Teorías, Aprendizajes y Experiencias desde el Campo
Las teorías de la cognición so- han permitido trazar una idea central
cial generaron una revolución en la de lo colectivo en la discusión sobre lo
manera en que se concebía al sujeto psicológico. Aunque el carácter social
colocando en escena, su carácter ac- de la psicología y su relación intrínse-
tivo en la construcción de la realidad ca con la noción de individuo parecie-
y los elementos procesuales incluidos ran superarse con la aparición del giro
en el manejo de la información; sin lingüístico, la psicología colectiva se
embargo, su objeto siguió siendo el construye en la relación simbólica que
individuo y su método generalmente se acoge a la comprensión del mundo
experimental. El construccionismo so- por parte de los sujetos a partir de los
cial surge como una perspectiva crítica procesos colectivos, marcando así dis-
frente a la forma en que la cognición tancia de la psicología social fundada
había abordado la naturaleza social en procesos individuales, como plantea
del sujeto y la realidad. Al sostener sus Pablo Fernández (1994):
“
aportes en las críticas más generales
La Psicología Social tiene su
realizadas por pensadores posmoder-
centro: el individuo, y la in-
nos, el construccionismo denuncia las
teracción es lo que acontece
falacias de la modernidad que pervi-
alrededor de él. El proyecto
ven dentro de la disciplina psicológica
de la Psicología Colectiva es
develando su condición autoritaria y
la búsqueda, caracterización
anacrónica. Primero con el interac-
y desarrollo de otro centro,
cionismo simbólico y luego con el
que también podrá llamarse
construccionismo, la interacción co-
interacción, pero en torno
municativa sustituye los mecanismos
al cual girarán, acontecerán,
de la representación en el proceso de
los individuos, los grupos,
explicar la construcción de la realidad
las instituciones y en general
y sitúa al lenguaje como referente ex-
todo aquello que desde allí
”
plicativo de la psicología social.
se conciba como realidad
En este sentido, el punto nodal
psico-colectiva (p. 16).
al que han llegado los desarrollos de la
psicología social consiste en la emer- La definición tradicional de la
gencia fundamental de la construcción psicología social como ciencia de la
simbólica de la realidad social y subje- interacción es cuestionada por Fernán-
tiva por medio de la interacción comu- dez (1994), la dificultad para superar
nicativa. Sin embargo, esta emergencia al individuo como entidad previa en
no deviene como aparición espontá- la explicación de la emergencia de lo
nea dentro de la discusión disciplinar, social concibe la realidad construida
sino como producto histórico que se socialmente como un producto de la
ha decantado con las aproximaciones suma de dos o más individuos “en in-
de diversos autores de la psicología y teracción”. La psicología colectiva, en
también de las ciencias sociales, que cambio, se queda con lo que hay entre
65
Índice
los individuos, lo que está en el medio ouna condición previa sin la situación
en el centro de ellos en el momento de interactiva. Su naturaleza y su com-
la interacción y eso, para Fernández, prensión se debe buscar acudiendo a
es una forma de mirar aquello que se lo colectivo como centro de entendi-
mueve entre los sujetos y que constitu- miento de lo psicológico, agrega Fer-
ye el espíritu del colectivo, su cotidia-nández (1994). Sin embargo, lo colec-
nidad, su forma de ser y de estar que tivo además del lenguaje incorpora di-
le dan a la colectividad y al sujeto una ferentes contenidos como los afectos,
identidad particular. las imágenes, los lugares, las fechas, la
En la construcción del conoci- memoria, la comunicación, etc.
miento por parte de los psicólogos so- La psicología colectiva es de
ciales desde su labor profesional acerca esta forma el sentido que piensa la so-
del sujeto en interacción se ha avanza- ciedad en grande, la sociedad macro,
do en una caracterización que incluye una psicología colectiva que es, diga-
lo colectivo como eje constitutivo de mos, masiva (op.cit., p. 5) y diríamos
este espacio de comprensión: siguiendo a Fernández, una psicología
“
de lo social que convoca a la sociolo-
Si la pregunta fuese el su-
gía, la antropología, la ética, la filo-
jeto que debe agenciar [la
sofía, la crítica de arte, la historia, la
psicología social] diría que
arquitectura.
es un sujeto más global,
Lo colectivo reconoce entonces
multitexto y localizado, ge-
la necesidad de acudir, para su com-
nerativo y transformativo,
prensión, al saber construido por las
construido desde la posibi-
ciencias sociales; no se instaura en un
lidad y no desde el déficit;
nicho disciplinar excluyente, se abre al
la confrontación, la com-
aporte de las demás disciplinas porque
petencia o la retaliación,
parte de un entendimiento complejo de
en especial en el contexto
la realidad social. Y este entendimiento
colombiano. Todo esto si
complejo deja la puerta abierta a todos
entendemos que la catego-
aquellos aspectos de la experiencia hu-
ría de sujeto es colectiva y
mana que escapan a las palabras en su
es el producto de todas las
sentido formal y por tanto racional. La
relaciones trazadas en los
psicología de lo colectivo entiende que
diferentes escenarios sim-
aquello que es colectivo es compartido
bólicos de los que se parti-
y vivido por un grupo, está hecho no
cipe (NM-EN) en Ocampo
”
solo de construcciones lingüísticas sino
et al., Matriz de sistematiza-
también de imágenes, afectos, relacio-
ción, 2017, p. 3.
nes e historia (Fernández, 2006); de ele-
El sujeto, se concibe como una mentos que “trascienden el verbo escri-
emergencia de relaciones y puesto que es to-hablado y se relacionan más con la
producto de ellas no puede constituir geografía del cuerpo, la voz y los silencios,
66
La Psicología Social en Colombia. Teorías, Aprendizajes y Experiencias desde el Campo
“
violencia y sus dolores la han referen- Cada vez intento ser más
ciado los psicólogos sociales en su la- transdisciplinar, (…) [es de-
bor y la han incorporado en un saber cir] una contrapsicología.
hacer psicosocial. Una epistemología y Me he acercado más a [re]
metodología sobre el conflicto y la vio- pensarla; hoy en día [diría
lencia, ha emergido como componente que hay] poca necesidad de
de su saber que trata justamente sobre los límites de las disciplinas,
lo “social y colectivo”, como fenómeno [es preciso] hablar más del
a través de la psicología y de otras cien- campo de lo social, pensar
cias y disciplinas como aspecto central el sujeto en lo social, funda-
en la comprensión del ser y la acción mentalmente en lo relacio-
del sujeto. nal, por supuesto que sigo
coqueteando con el cons-
Lo psicosocial en Colombia: con- truccionismo social, acer-
flicto y violencia cándome bastante al pen-
”
cia y guerra prolongado en la historia Ocampo et al., Matriz de
del país durante los últimos 100 años. sistematización, 2017, p. 42.
67
Índice
“
precariedad en donde el temor cons- La psicología social comu-
tante a perder las condiciones básicas
nitaria y lo transdisciplinar
de existencia deriva en inseguridad
recorren, desde la incerti-
permanente y en sentimiento de des-
dumbre, el marco génesis que
asosiego vinculado con la idea de no
desplaza el hecho actual
poder controlar “la realidad que pasa
para convertirlo en visible;
por encima” (De Souza Santos, 2017,
esto equivale a insertar en el
p. 40). Las comunidades se debaten en
hecho real un observación
un marco de contingencias que surgen
que defina, interprete, com-
de estos dos ejes promotores de incer-
prenda y explique el movi-
tidumbre. La psicología social debe —
miento de la cultura en sus
si pretende dar una respuesta— una
diferentes interlocuciones.
interpretación o, en términos de Fer-
Podemos afirmar: a muchas
nández (1994), aportar un punto de
realidades gran diversidad
vista; requiere hacerse visible a través
de interpretaciones, por esto
de proponer caminos de comprensión
es importante acercarse a
de la realidad y de acción consecuente
los sistemas de creencias de
con la especificidad y singularidad del
una sociedad posibilitando
contexto que será colombiano, en este
que la incertidumbre y el
caso.
caos permeen los factores
Las tradiciones teóricas de la
de interpretación, para
psicología clásica y los recursos prácti-
conducirnos a abstracciones
cos que ofrecía para la labor profesio-
que se conviertan en atrac-
nal parecen precarios en la intención
de dar respuesta a las problemáticas tores [formas de interpreta-
sociales del país. Es en este punto en ción convocantes] (RS-AB)
”
donde se observa con mayor claridad la Ocampo et al., Matriz de
necesidad de recorrer otros caminos en sistematización, 2017, p. 28.
la búsqueda de herramientas para com- Incluso, en algunos casos, los
prender la realidad social. Al reconocer psicólogos sociales han experimentado
68
La Psicología Social en Colombia. Teorías, Aprendizajes y Experiencias desde el Campo
“
sentido. Enfoque, que hasta
En parte esta relación Hen- hoy me propicia la enorme
ry–Naturaleza ha facilitado satisfacción de encontrar
la mirada y el acercamiento resonancia en mis estudian-
hacia el componente eco- tes, quienes así hallan en
69
Índice
”
humano, que les permite procesos psicosociales (Díaz
entender de manera dife- & Díaz, 2015, p. 63).
rente las problemáticas de
No se trata de promover un
discriminación de género,
eclecticismo teórico y metodológico
de exclusión de las mino-
dentro de la psicología al acentuar el
rías étnicas, de violencia
carácter polisémico de lo que entende-
intrafamiliar, etc., con
mos por psicosocial, sino reconocer la
las que indefectiblemente
condición actual multiparadigmática
conviven (AS-AB) Ocam-
”
de la disciplina como punto de partida
po et al., Matriz de siste-
matización, 2017, p. 6.
para desde allí empezar a construir un
conocimiento, que en el caso colom-
Álvaro Díaz y Juan Sebastián biano, tendría como origen el acervo
Díaz (2015) proponen a partir de un metodológico y teórico proveniente del
ejercicio profesional situado en el país, saber hacer psicosocial que se ha venido
centrar el debate de lo psicosocial en gestando en la labor profesional de los
el campo del proceso permanente de psicólogos sociales.
redefinición del mundo en común de Las dimensiones de lo que en-
los sujetos, por medio de la relación tendemos por psicosocial en Colombia
dialéctica que permite la emergencia comprenden el valor de lo emocional,
del significado y a la vez comprende el territorio, lo ancestral, lo comunita-
una posibilidad de actuación o una rio y lo político, atravesado por las di-
intencionalidad que dirige la acción námicas de violencia que demuestran
y se consume en el intercambio con facetas inéditas de un sujeto individual y
otros: social confrontado, vulnerado y agredi-
“
Los psicosocial es, entonces, do y también resiliente, que se enuncia
horizonte de actuación. (…) desde su potencia de vida. Los recursos
provenientes de la transdisciplinariedad y la
70
La Psicología Social en Colombia. Teorías, Aprendizajes y Experiencias desde el Campo
”
psicosocial permiten la construcción de Matriz de sistematización,
un conocimiento propio en diálogo y 2017, p. 11.
también en debate desde una posición
El peso abrumador del conflicto
situada. Los aportes que fueron domi-
armado y las afectaciones emocionales
nantes en la perspectiva conceptual de
que se han producido en los sujetos y en
la psicología social, sus posibilidades y
la sociedad colombiana se encuentran
limitaciones a través de teorías y desa-
ya presentes en el saber hacer psicoso-
rrollos como la cognición social, tam-
cial como un tema central de análisis y
bién las que plantea el interaccionismo
simbólico, el construccionismo social como un marco de significación que ha
o la psicología colectiva, sin obviar las permitido plantearse preguntas nuevas
dificultades que ha presentado el cam- un desarrollo como epistemología desde
po para sistematizar y documentar su la práctica, al tiempo que ha enfatiza-
conocimiento construido en la práctica do la intervención como herramienta
profesional, crean condiciones para bus- urgente en la “reparación psicosocial”.
car elementos epistemológicos más allá Tal vez la insuficiente sistematización
de los marcos conceptuales creados y de del conocimiento construido se rela-
la lectura interpretariva acerca de las cione con la ausencia de un interés por
prácticas desarrolladas: hacer evidente las reflexiones acerca
“
de la dinámica colectiva de violencia y
Las dificultades se derivan
confrontación y con el imperativo de
del mismo desarrollo de la
comprender de manera sensible los fac-
psicología que en cuanto
tores macropolíticos y estructurales tan-
joven, requiere asumir pro-
to como micropolíticos de los cuales se
cesos de maduración, cono-
deriva la situación de conflicto violento:
cimiento, reconocimiento;
“
la situación sociopolítica Pensando en la responsabili-
que ha conllevado a que el dad académica y profesional
psicólogo comunitario y el de la psicología social en
social, se preocupen más las condiciones y urgencias
por la intervención para actuales de nuestro país,
ayudar en la solución de los considero que el asunto cen-
efectos del conflicto arma- tral de nuestra disciplina no
do, que de la investigación; ha de ser la atención a las
por lo tanto, no se ha desa- personas psicológicamente
rrollado una cultura de la afectadas por la violencia
escritura que permita evi- o por las múltiples formas
denciar lo que se ha hecho del conflicto —lo que ob-
y ver, a manera de espejo, viamente no debe excluir-
la comunidad académica se— sino la atención a las
qué se está constituyendo condiciones sociales, obje-
71
Índice
”
tenencia y realización como sujetos situados histórica y culturalmente
(AS-AB) Ocampo et al., Matriz de sistematización, 2017, p. 41.
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T
ransitar en este país abrumado por las afectaciones gene-
radas en el conflicto armado y la prolongada acción de la
violencia sobre sus poblaciones, representa una tarea difí-
cil de abordar desde una orilla disciplinar. “Lo social y lo colecti-
vo” en su plasticidad y multiplicidad no puede ser reducido a un
solo enfoque teórico o metodológico, ni tampoco a una serie limi-
tada de categorías conceptuales o de técnicas de intervención con
la población, puesto que en la acción profesional, los psicólogos
sociales han demostrado la necesidad real de utilizar paradigmas
complejos y amplios y no puntos de vista unívocos. Ejercer la prác-
tica en este espacio pone en evidencia una interpelación sistemáti-
ca; es allí donde aparece una diversidad de carencias para el desa-
rrollo del trabajo profesional, los actores sociales y las comunida-
des. Las realidades en que se desenvuelven exigen estar preparado
con recursos teóricos y metodológicos multiparadigmáticos, a la
vez flexibles y comprensivos. Esta exigencia supera la formación
disciplinar clásica y tradicional en psicología:
“
Me estrellé enormemente porque la formación en psicología fue
—y yo pienso que sigue siendo— una formación muy circunscrita
a los textos y los autores y con poco contraste con la realidad de
un país como Colombia, el que yo visualizaba cuando terminé mis
estudios de pregrado (MO-AB) en Ocampo et al., Matriz de siste-
matización, 2017, p. 5.
”
logos que forman en psicología pero alejados de la realidad del país
(EB-GF) en Ocampo et al., Matriz de sistematización, 2017, p. 32.
“
Gergen, 1996; González, 2002).
La formación en inter-
disciplinariedad y para la El sujeto en una mirada psico-
investigación social ha sido social
una manera que hemos en-
contrado. Sin embargo, los
resultados no son siempre
L os psicólogos sociales participantes
en esta investigación, en sintonía
con su momento histórico y su realidad
acordes con las apuestas de- social, reflexionaron sobre la categoría
claradas. Es decir, no parece de sujeto para cuestionarla, alimentarla
existir una fórmula siempre y en últimas transformarla en la apues-
exitosa. La contingencia de ta por un saber y una práctica propia,
los procesos junto a la sin- arraigada en nuestros problemas, ne-
gularidad de la experiencia cesidades y preocupaciones, desde un
de los estudiantes hacen compromiso político y social. No solo
que el esfuerzo siempre sea teorizar desde el escritorio o el labo-
el de convocar una mirada ratorio sino acudir al territorio con el
propia, crítica, reflexiva, y fin de acercarse a los problemas reales
sobretodo ético-política, que de las comunidades y en este encuen-
le permita a cada estudiante tro, como actores involucrados, inten-
asumir el desafío de hacer tar construir comprensiones más que
lo mejor que puede desde descripciones de las problemáticas a las
aquello a lo que decide de- que se enfrentan. La mirada psicoso-
dicarse (MA-GF) en Ocam- cial es una mirada situada en el contex-
”
po et al., Matriz de sistema- to y junto a las comunidades, un cono-
tización, 2017, p. 35. cimiento que se construye en la praxis
a partir de la reflexión constante sobre
Los psicólogos consultados
la práctica y el análisis del contexto, su
ponen el acento en la inviabilidad de
elaboración reclama constituir un saber,
diseñar recetas o formulas universa-
hacer, y conocer.
“
les, no se trata de buscar patrones de
intervención esquemáticos que en últi- La psicosocial como un
mas desconocen la condición singular modo de hacer es más un
de los contextos y los sujetos. Se trata, enfoque que una técnica, es
en cambio, de una apuesta por la com- un modo de acompañar al
prensión y no por la descripción estéril otro. Me alimento mucho
de individuos y grupos al margen de de las propuestas de Maritza
78
La Psicología Social en Colombia. Teorías, Aprendizajes y Experiencias desde el Campo
”
en Ocampo et al., Matriz de do-Torres, 2007). La mirada psicosocial
sistematización, 2017, p. 43. plantea la necesidad de deconstruir el
concepto clásico y moderno de suje-
Zemelman (2010) señala el ca- to con el objetivo de adentrarse en la
rácter relacional del sujeto y la inter- formulación de un sujeto otro comple-
dependencia con el entorno: jo, situado y diverso, sobre supuestos
“
Los sujetos son siempre su- epistemológicos y ontológicos propios
jetos situados en relaciones y consecuentes con nuestras condicio-
múltiples y heterogéneas, nes, posibilidades y necesidades.
“
las cuales conforman el Yo creo que el sujeto (tra-
espacio que los determina dicional) que contenía la
en la naturaleza de su mo- psicología fue el sujeto car-
vimiento, que se traduce, tesiano, y en toda la moder-
en el surgimiento de la ne- nidad pasando de Descartes
cesidad de ocupar un espa- a Kant, Hegel, el sujeto es
cio en el que tiene lugar el yo pienso. Creo que los tres
reconocimiento a pertenen- paradigmas que Habermas
”
cias colectivas (Zemelman, nos plantea están atrave-
2010, p. 3). sados por el sujeto cog-
Al seguir una apuesta decons- noscente, aunque varía la
tructiva y profundamente decolonial, racionalidad en el primero
79
Índice
que es más analítica, el otro que están inmersos. Partir de una con-
es más dialéctico y el otro es cepción del ser humano autónomo,
más comunicativo crítico. relacional, local, emocional y también
Pero siento que el sujeto racional representa una característica
para mí realmente no es el fundamental de la mirada psicosocial
sujeto racional. Por eso tal y su perspectiva epistemológica; no se
vez intento escribir a partir asume un sujeto limitado, estático y
de los 90 para acá un fun- aislado sino un sujeto potencial, social
damento que me permita y en permanente movimiento:
“
hablar de un sujeto también
En mis actividades docen-
como Orlando [Fals Borda]
tes en asignaturas como
lo intentó, pero mucho más
Historia de la psicología,
que sentipensante. Un su-
Metodología de la inves-
jeto lúdico, un sujeto ético,
tigación social, Psicología
un sujeto estético y el último
educativa, Individuo-socie-
que descubrí en mi doctora-
dad, etc., o en los trabajos
do fue el sujeto imaginario
de investigación propios o
y descubrí por qué la ima-
de mis estudiantes, he bus-
ginación fue relegada de la
cado plantear desde enton-
academia y así patologizada
ces, de una forma u otra, la
como la loca (NV-GF) en
”
necesaria naturaleza social
Ocampo et al., Matriz de
de lo humano, la impres-
sistematización, 2017, p. 9.
cindible comprensión de
Romper con la opción unívo- la dimensión individual y
ca y estática del sujeto de la moderni- grupal de los seres huma-
dad es optar por una visión humanista nos como sujetos configu-
del sujeto que pone de manifiesto el radores de sí mismos en el
carácter político y ético de la mirada marco de sus interacciones
psicosocial en la cual se reconoce al y condiciones sociales, y
ser humano como actor múltiple en la inevitable construcción
contextos diversos. Siguiendo a Casto- intersubjetiva de la realidad
riadis (2000), la naturaleza política del humana como hecho de
ser humano reside precisamente en su sentido. Enfoque, que hasta
capacidad de cuestionar e interpelar hoy me propicia la enorme
las relaciones, instituciones y formas satisfacción de encontrar
de ser establecidas, para así mismo resonancia en mis estudian-
transformarlas o crear otras. Esta con- tes, quienes así hallan en la
dición implica un factor de responsa- psicología una ciencia viva,
bilidad en los sujetos pues se hacen que les habla de su propia
dueños de su propio destino, conscien- vida y del mundo que los
tes de su entorno y del rol social en el rodea, que los confronta
80
La Psicología Social en Colombia. Teorías, Aprendizajes y Experiencias desde el Campo
“
discriminación de género,
Propuse una reflexión en
de exclusión de las mino-
torno al sujeto social y su
rías étnicas, de violencia in-
espacio abordando la expe-
trafamiliar, etc., con las que
riencia de creación de un
indefectiblemente conviven
espacio para sí mismo en
(AS-AB) en Ocampo et al.,
”
el contexto social, natural,
Matriz de sistematización,
histórico, geográfico, en el
2017, p. 6
cual ha vivido y estableci-
Al retomar con Gergen (1996) do un modo de vida. Esta
una mirada relacional, el psicólogo social relación que en principio
en su entorno aparece en juego per- he denominado “psico-
manentemente a partir de su forma- geografía: subjetividad y
ción disciplinar y frente a la exigencia significado del espacio de
de adoptar una actitud reflexiva para vida”, la he considerado
comprender el sujeto humano construi- como un poner en juego
do social e históricamente. Asumir al la vivencia del espacio de
sujeto a través de sus relaciones diversas, te- existencia y los proyectos
jiendo su contexto y atribuyendo acen- de acción que esta vivencia
tos particulares que no necesariamente promueve a través de la
esencializan una identidad o actividad, relación con la memoria de
sino más bien un sujeto en constante sí mismo como protagonis-
interacción con otros que construye su ta de experiencias que han
realidad en un dinámica social media- aportado un significado
da por el lenguaje (Gergen, 1996). capital a la propia vida.
La exigencia que imprime la El espacio de vida es un
realidad a la labor de los psicólogos so- lugar de afecto y apropia-
ciales ha permitido la teorización sobre ción, que se comunica y
la relación sujeto-contexto, reconocien- se nombra con frecuencia
do en ella una dimensión significativa a través de metáforas y
81
Índice
”
Matriz de sistematización, condicionado también por
2017, p. 67. la propia realidad. De ahí
que para adquirir un nuevo
Por otro lado, Ignacio Mar-
tín-Baró (1986) con la teología de la conocimiento psicológico
liberación representa un enfoque teó- no baste con ubicarnos en
rico que, desde las particularidades de la perspectiva del pueblo,
los contextos latinoamericanos, aporta es necesario involucrarnos
a la comprensión del sujeto situado en en una nueva praxis, una
su entorno, un sujeto con historia que actividad transformadora de
se construye en y con los otros y que, la realidad que nos permita
sobre todo, puede y debe hacer con- conocerla no sólo en lo que
ciencia del entorno social y cultural en es, sino en lo que no es, y
el que vive. Los planteamientos de la en ello en la medida inten-
teología de la liberación enriquecen la tamos orientarla hacia lo
”
mirada psicosocial puesto que parte de que debe ser (Martín-Baró,
una reflexión constante sobre las afec- 2006, p. 12).
taciones psicológicas del conflicto y la Para autores como González
violencia, la pobreza y la exclusión de (2002) los espacios habitados por su-
los seres humanos, aportando así una jetos en convivencia con otros y de
visión propia y humanizante de la rea- acuerdo a los esquemas culturales, son
lidad social, y en especial de la realidad lugares significados a través de los sen-
latinoamericana cuestinando la acep- tidos que se le otorgan, convirtiéndose
tación y naturalización del margina- en una particular subjetividad social
miento de grupos sociales. que aporta en la construcción de la
“
UNA NUEVA PRAXIS: identidad del sujeto y su forma de ser
Todo conocimiento huma- y estar en el mundo. La relación entre
no está condicionado por el contexto y el sujeto cobra sentido en
los límites impuestos por la cuanto es significada. En definitiva, el
propia realidad. Bajo mu- sujeto del saber hacer psicosocial per-
chos respectos la realidad manece situado y siempre móvil, con
una historia, un interés y una voluntad
82
político-ética, con una identidad que se construye de forma diversa y que
vivencia lo emocional y corporal como parte central de su subjetividad;
un sujeto en relación social con otros dentro del marco de significados que
determina la cultura.
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2. Psicología social en diálogo
con las condiciones creadas por el
conflicto violento en Colombia.
Una mirada psicosocioantropológica
y política de la situación de
confrontación
Rosa Suárez Prieto, Myriam Ocampo Prado, & Julián Neira Carreño
E
l peso del conflicto armado en Colombia ha tocado todas las
esferas de la vida social del país. En el escenario político la
lucha contra insurgente, los procesos de paz y la defensa de
los derechos humanos han estado a la orden del día condicionando
los procesos de participación y determinando las agendas políticas
a nivel regional y nacional. En el campo cultural el conflicto armado
ha transformado la forma como nos representamos en cuanto a las
posiciones políticas que asumimos y el narcotráfico asociado a la
actividad bélica como fuente de financiación, ha generado patrones
culturales relacionados con la legitimación del todo vale y la perma-
nencia y profundización del conflicto (Pizarro, 2015).
A nivel social, la guerra ha modificado las estructuras comunitarias
de las poblaciones afectadas y las formas de relación con las instituciones y
el Estado. En el aspecto psicológico, la confrontación armada ha generado
múltiples afectaciones relacionadas con aspectos emocionales, físicos y mo-
rales que por su magnitud y complejidad probablemente no se hayan podido
estimar aún con total claridad. El escenario del conflicto armado interno es
multidimensional y se ha sentido a diferentes niveles de la organización social
por un largo periodo, lo que ha hecho que sus efectos sobre las poblaciones
afectadas directamente por la ingerencia de los actores armados en sus vidas,
sean aún más profundos y de más difícil discernimiento.
El presente capítulo realiza un acercamiento al conocimiento teórico
y práctico del hacer psicosocial en su relación con el conflicto armado co-
lombiano a partir de una comprensión compleja y multidimensional; tanto
del ejercicio de la violencia política por parte de todos los actores como de
su impacto en las condiciones de los sujetos y de las comunidades. En primer
lugar, se abordan sucintamente algunas de las razones históricas que hicie-
ron surgir y han hecho pervivir la dinámica de confrontación armada, luego
se desarrolla una reflexión sobre el saber hacer psicosocial construido en la
labor profesional con poblaciones afectadas por el conflicto y, por último, se
presenta una elaboración teórica desde la psicología social sobre el desplaza-
Índice
“
apertura democrática del país para es-
El conflicto armado comien- cuchar voces de oposición así como la
za con la Violencia. Y la precariedad en el ejercicio de mecanis-
Violencia está asociada a dos mos de participación social que garan-
factores originarios que se ticen la inclusión y respeto por posicio-
influyen mutuamente: el con- nes políticas diversas, desembocaron
trol sobre la tierra y sobre el en un panorama de dificultad para el
Estado, sobre todo a partir de ejercicio político en condiciones de li-
la subida del precio del café, y bertad (Moncayo, 2015).
los presupuestos de gastos de En este marco de estudio del
los gobiernos que aumentan conflicto armado y motivados, entre
considerablemente. El telón otros hechos, por el proceso de paz, di-
de fondo es el enriquecimien- versas instituciones gubernamentales,
to desbordado de EEUU centros universitarios, investigadores y
después de la Primera Gue-
”
organizaciones sociales han avanzado
rra Mundial (p.1). en la comprensión de las marcas pro-
86
La Psicología Social en Colombia. Teorías, Aprendizajes y Experiencias desde el Campo
”
año 2013 por el Centro Nacional de (Grupo de Memoria Histó-
Memoria Histórica describe con cru- rica, 2013, p. 260).
deza el alcance de las huellas emocio- La envergadura de nuestra his-
nales, morales y socioculturales que el toria violenta es sin duda abrumadora
conflicto ha dejado en las poblaciones. y exige la participación activa de la aca-
Según este informe se estima que al demia y las organizaciones profesiona-
menos 220 000 personas fallecieron a les, en especial de las ciencias sociales,
causa de la confrontación en el perio- en el propósito de ofrecer rutas de in-
do comprendido entre 1958 y 2012, terpretación e intervención orientadas
de las cuales aproximadamente el 81% en un escenario de postacuerdo en el
fue población civil, 27.023 personas cual la reconciliación es un objetivo
fueron víctima de secuestro entre 1970 fundamental en la apuesta por cerrar el
y 2010, 23.161 personas fueron vícti- largo ciclo del conflicto armado pues,
ma de asesinatos selectivos de 1981 a como lo recuerda una de las psicólogas
2012, 1.982 masacres se cometieron y entrevistadas en la investigación “Per-
25 007 personas fueron víctima de des- fil del Psicólogo Social: Teorización y
aparición forzada entre los años 1985 y Prácticas”: “somos hijos de la guerra,
2012. Todos estos casos contaron con porque hemos vivido acá, a unos le ha
la participación activa, en mayor o me- afectado más que a otros pero a todos
nor medida, de los diferentes actores nos ha tocado, entonces crecimos escu-
armados del conflicto: paramilitares, chando o viendo esa realidad (LM-GF),
guerrillas y fuerza pública. Los impac- en Ocampo et al., Matriz de sistemati-
tos psicosociales emergen en este con- zación, 2017, p. 36”. Y es esa realidad
texto multidimensional y multicausal la que se desea transformar desde un
del conflicto: pensamiento y una práctica psicosocial
“
Las modalidades y las prác- que se abre a los aportes de diferentes
ticas de violencia sufridas disciplinas con el fin de conseguir una
por miles de personas en comprensión integral y abarcadora de
Colombia provocan daños los correlatos psicológicos de nuestra
e impactos que afectan la historia de violencia y confrontación.
integridad de las víctimas.
El saber hacer psicosocial frente
Los impactos psicológicos
a las afectaciones producidas
deterioran las relaciones
interpersonales y la salud
por el conflicto armado
física; las pérdidas econó-
micas generan inestabilidad D efinir lo que entendemos por psi-
cosocial en la atención a pobla-
ciones afectadas por la violencia reviste
emocional; los impactos
colectivos y el daño a las dificultades debido a la diversidad de
87
Índice
“
uso indiscriminado de conceptos desde
Cuando el conflicto de ma-
diferentes perspectivas psicológicas y
nera sistemática involucra
sociales. Sin embargo, es posible iden-
la intimidación mediante el
tificar dos enfoques desde los cuales se
terrorismo o la intimidación
organiza la literatura al respecto: un
o la destrucción de comuni-
enfoque psicológico y psiquiátrico y un
dades enteras, aun los so-
enfoque social-comunitario. Lo psicoso-
brevivientes de actos indivi-
cial se construye de la relación entre es-
duales de brutalidad, lo más
tas dos perspectivas abriendo un cami-
probable es que registren
no de indagación sobre el encuentro de
sus heridas más como algo
”
lo subjetivo con lo colectivo, o en otras
social que algo psicológico
palabras, sobre la formación de la ex-
(Summerfield, 1998, p. 82).
periencia subjetiva en las situaciones de
relación con otros en contextos determi- Lo propiamente psicológico en
nados (Bello & Chaparro, 2011). el campo de los daños producidos por la
Los efectos psicológicos genera- guerra deviene entonces como un pro-
dos en la participación directa o indirec- ceso que supera al sujeto en tanto orga-
ta en el conflicto armado parecerían no nismo individual aislado de su entorno
poder desligarse de su correlato social, por los límites de su propio cuerpo físi-
ya sea por los efectos interpersonales co, para pasar al reconocimiento del su-
que la violencia produce en los modos jeto situado y significado en una y por
de relación de los sujetos con su entorno una colectividad que lo supera en senti-
familiar, comunitario e institucional, o do y presencia (Fernández, 1994). Aun
por el uso constante de la violencia sobre en el caso de los conflictos de origen
comunidades y grupos sociales debido a político, las lógicas de violencia y con-
sus filiaciones políticas o incluso cultu- frontación se extienden generalmente a
rales. La guerra es sin duda un evento grandes grupos de población en perio-
avasallador que irrumpe en la cotidiani- dos de tiempos extendidos; por lo que
dad social produciendo rupturas en las llegan a afectar a toda una sociedad en
dinámicas de relacionamiento con los tanto dinámicas masivas que construyen
otros (Arias & Ruiz, 2000), con los usos y formas de exclusión, persecución, inva-
representaciones del territorio (Ocampo lidación política y eliminación física.
& Zuluaga, 2017), con los significados y Como lo señaló Ignacio Martín-Baró
prácticas culturales, con el mismo cuer- sobre su propio país, “los que quedaron
po y con la sociedad en general (Correa traumatizados no fueron solamente los
& Rueda, 2000); el daño psicológico se individuos salvadoreños sino la sociedad
entiende y significa dentro de los pará- salvadoreña” (citado en Summerfield,
metros del contexto y se comprende, 1998, p. 82), se puede afirmar algo simi-
en el caso colombiano, como un evento lar sobre Colombia.
88
La Psicología Social en Colombia. Teorías, Aprendizajes y Experiencias desde el Campo
“
subjetivos que hagan posible la trans-
En general los crímenes
formación de las situaciones concretas
de lesa humanidad tienen
de daño reconfigurando el escenario
unos efectos psicosociales
de acción a través de la propia agencia,
muy profundos, que no son
creativa, impredecible e instituyente;
fáciles de percibir. Las mis-
un acto que en definitiva es político y
mas víctimas y sus allega-
democrático (Castoriadis, 2000):
“
dos, en su gran mayoría, no
son conscientes del efecto La psicología social cons-
que los crímenes tienen en tituye un campo profun-
sus opciones políticas, en damente relacionado con
sus opciones ideológicas, en el campo de la psicología
sus opciones éticas y aun política. No porque haya
estéticas y religiosas, y en la juegos de poder en las rela-
misma opción profesional ciones intersubjetivas, sino
o laboral hacia el futuro porque la psicología política
”
(citado en Correa & Rueda, nos permite descubrir y ac-
2000, p. 64). tivar las potencialidades de
cada sujeto singular y co-
Las afectaciones psicosociales
lectivo para crear la acción
en las dimensiones plurales del sujeto
colectiva enriquecida con
ya han sido constatadas desde la re-
potencialidades activadas en
flexión teórica y práctica realizada por
otras dimensiones como la
los psicólogos sociales en su ejercicio
emocional, ética y estética
profesional, incluso involucrando la po-
(NV-AB) en Ocampo et al.,
”
lítica como un campo adicional de es-
Matriz de sistematización,
tudio implicado en la agencia del sujeto
2017, p. 33.
y en la relación con su acción colectiva
en aspectos afectivos, éticos, culturales Entramos así a la creación de sa-
y estéticos. Para el saber hacer psicoso- ber psicosocial que se sitúa en los már-
cial los sujetos se perciben como acto- genes de las posturas ampliamente ex-
89
Índice
tendidas del trauma psicológico como tencialidad de los sujetos, sus redes de
mera afectación en la salud que con re- apoyo, y sus capacidades de creación y
gularidad individualizan los efectos de transformación.
la confrontación violenta en tipologías Kenneth Gergen (2011), entre
patologizantes que colocan al sujeto otros autores, ha alertado respecto al
afectado en condición de enfermedad discurso del déficit en las profesiones
y carencia, sujetos y comunidades ne- dedicadas a la salud mental. Este dis-
cesitadas de “tratamiento” y del acom- curso ejerce una función descriptiva de
pañamiento “experto” de un psicólogo los estados internos de los sujetos vin-
o médico. Una reducción evidente del culando términos psicológicos con es-
fenómeno violento y su correlato psi- tados mentales específicos de un modo
cosocial que en términos de Summer- que generaliza las etiquetas conceptua-
field (1998) se explica de la siguiente les como depresión, ansiedad, agresivi-
forma: “el sufrimiento o la ansiedad dad, con las formas de ser y estar de
observada o atribuida es objetiviza- los sujetos. Esta descripción deficitaria
da, convirtiéndola así en un problema objetivizada le otorga a los fenómenos
técnico (trauma), para el cual la aplica- psicológicos una existencia universal
ción de soluciones técnicas es posible” obviando las diferencias culturales y so-
(p. 93, cursiva en original). Desde este ciales de las comunidades, creando un
entendimiento del efecto psíquico de la catálogo de comportamientos “anor-
violencia los seres humanos empiezan males” que reflejan los deseos y preo-
a verse como individuos deficitarios, cupaciones de los sujetos.
con carencias notorias para convivir Las consecuencias culturales del
con otros, para desenvolverse prove- discurso del déficit comprenden una je-
chosamente en los diferentes contextos rarquización social de lo que se siente y
sociales de los que participa y con evi- de la manera en que este sentimiento
dentes demostraciones de sufrimiento y es nombrado y explicado, puesto que
dificultad para alcanzar un sentimiento los términos utilizados para etiquetar
de bienestar (Gergen, 2011). trastornos responden a las concepcio-
No se trata, por supuesto, de nes más generales asumidas por los psi-
minimizar o eliminar la valoración cólogos de lo que está bien o está mal,
de las afectaciones emocionales y fí- y, en este sentido, de lo que está sano y
sicas producidas por la exposición a lo que está enfermo. Los términos utili-
la confrontación armada —muchas zados en salud mental operan entonces
veces ignoradas por las instituciones como mecanismos de evaluación y cla-
gubernamentales y por el mismo siste- sificación que pueden permitir la pro-
ma de salud— sino de generar formas moción de ciertos comportamientos y
alternativas de comprensión de estas la disminución de otros.
afectaciones que superen un modelo Asimismo, la utilización del
deficitario para construir concepciones discurso del déficit conlleva a la ero-
más generativas que reconozcan la po- sión de las comunidades de donde
90
La Psicología Social en Colombia. Teorías, Aprendizajes y Experiencias desde el Campo
“
mar que con el discurso del déficit se
La perspectiva de trabajar
ahonda en un proceso de debilitamien-
desde la práctica y la crea-
to de los sujetos afectados por trastor-
ción de teorías para mí ha
nos mentales. La esencialización del
sido un referente teórico,
problema en los sujetos desemboca en
epistemológico, ontológico,
una prolongación de las condiciones
ético y político. La teoría
inhabilitantes y de sus consecuencias
de base que podríamos
a nivel personal y social a lo largo del
nombrar sería la psicolo-
tiempo, la capacidad de emplear los re-
gía popular (DC-GF) en
”
cursos propios en la búsqueda de supe-
Ocampo et al., Matriz de
rar la situación de dificultad por la que
sistematización, 2017, p. 7.
atraviesan disminuye considerablemen-
te arrojando a los sujetos a un estado La importancia pragmática
de necesidad y dependencia en la que de acudir a la realidad para construir
requieren ayuda permanente para al- el saber hacer psicosocial trasciende
canzar el mejoramiento de su situación el mero interés de hacer inteligible el
(Gergen, 2011). lenguaje técnico en escenarios locales,
Más allá de un lenguaje descrip- pues lo local se concibe desde una po-
tivo para el abordaje de las afectaciones sición horizontal que reconoce en el
psicosociales producidas por el conflicto otro un sujeto de saber con multipli-
armado, se requiere la implementación cidad de referentes de conocimiento y
de un lenguaje cotidiano que considere de acción. Dichos referentes están rela-
la naturaleza inacabada de la realidad a cionados con las formas culturales de
partir del reconocimiento de su carácter relacionamiento, por ello los psicólogos
91
Índice
“
sociales requieren asumir una acti- La psicología en los últimos
tud sensible ante el otro humano con años ha venido aportando
quien entran en relación. Buscan in- mucho, precisamente estas
volucrarse en las dinámicas propias de perspectivas más humanas
relación y construcción de sus mundos frente al acompañamiento
para intentar desde allí generar inter- [a las personas]. Yo creo
pretaciones y acciones que movilicen que hemos invitado a pen-
las situaciones problemáticas y contri- sar lo que le está pasando al
buyan a producir significaciones alter- país desde lo humano; y lo
nativas de los eventos de afectación. Y humano en su sentido am-
con ello, poder perseguir posibilidades plio, no [solo] el individuo,
concretas de transformar la realidad sino entender la dimensión
social y material: humana de este fenómeno
“
social (LM-GF) en Ocampo
”
Además de los diversos et al., Matriz de sistematiza-
aportes teóricos con los que ción, 2017, p. 50.
cuenta la psicología social
para la constitución de sus En definitiva, “[Entender]….
fundamentos epistemoló- lo psicosocial más que como un modo
gicos y metodológicos a los de hacer o como una técnica, como un
que he podido acceder, ha modo de acompañar al otro (LM)” re-
sido la convulsionada reali- presenta un centro fundamental del sa-
dad social de nuestro país y ber en construcción por los psicólogos
de muchos otros también lo sociales a través de su práctica profesio-
que reconozco como [fuen- nal con sujetos y comunidades afecta-
te] del anclaje ético-político dos por el conflicto. De esta experien-
de mi condición como psi- cia se ha desencadenado una reflexión
cólogo social; anclaje éti- acerca de las formas cómo nos acerca-
co-político que considero no mos a las situaciones problemáticas y
solo un imperativo personal, las maneras cómo interpretamos y en-
sino necesario para la psico- frentamos estas situaciones desde una
logía social como perspec- sensibilidad específica; una mirada especial
tiva disciplinar y para todo para observar los campos problemáti-
psicólogo o psicóloga social cos susceptibles de abordaje (Fernán-
que no quiera que su cono- dez, 1994), incorporando acotaciones
cimiento y práctica profesio- como las que hace Martín-Baró (1988)
nal sean manipulados como sobre el concepto de trauma psicoso-
dispositivos que enajenan y cial y la práctica profesional:
“
socavan la dignidad huma-
Al hablar de trauma psico-
na (AS-AB) en Ocampo et
”
social se requiere subrayar
al., Matriz de sistematiza-
dos aspectos que con fre-
ción, 2017, p. 7.
cuencia tienden a olvidarse:
92
La Psicología Social en Colombia. Teorías, Aprendizajes y Experiencias desde el Campo
”
cionales, grupales e incluso Uno dice lo que está roto
individuales (p. 135) acá es el tejido social, y acá
uno no puede psicopatologi-
En este sentido, la sensibili-
zar; usted no puede hablar
dad del psicólogo social está llamada
solo de estrés postraumático
a plantearse preguntas fundamenta-
porque acá hay un tema de
les sobre los sujetos de la acción psi-
las comunidades y de los
cosocial: ¿Quiénes son las personas
lazos sociales (LM-GF) en
afectadas por la violencia?, ¿Cómo
Ocampo et al., Matriz de
debo acercarme a una persona que
sistematización, 2017, p. 36.
es víctima de violencia política y otras
violencias asociadas?, ¿En un con- En un planteamiento que
flicto armado cómo se construye la hace referencia directa a la
dimensión ética del deber ser?, ¿Hay ética de esta mirada com-
víctimas buenas y víctimas malas?, ¿El prensiva, recordar a Igna-
sufrimiento de una víctima interpela cio Martín-Baró cuando se-
sobre el arraigo de una cultura violen- ñaló las relaciones sociales
ta?, ¿La psicología social debe preocu- como el andamiaje donde
parse por construir escenarios de paz nos construimos histórica-
y reconciliación? Estas preguntas bus- mente y como comunidad
can respuesta a partir de reflexionar humana. Así la base de la
en la experiencia de trabajo: salud mental de un pueblo
“
se encuentra en la existen-
Ojo que la realidad del con-
cia de relaciones humaniza-
flicto en Colombia no es de
doras y vínculos colectivos
criminales; esto no es una
que afirmen la humanidad
persona que se levantó un
personal de cada uno y no
día o que tiene psicopatía, o
se niegue la realidad de
que es una persona con un
nadie. Plantearnos la capa-
trastorno antisocial, o que
cidad de reflexividad y auto
es una persona límite y que
reflexión del ser humano
93
Índice
”
al., Matriz de sistematiza- más difícil pues corresponde con afecta-
ción, 2017, p. 28. ciones emocionales, psicológicas, socio-
culturales, morales y políticas que para
El desplazamiento forzado: ser valoradas en su dimensión completa
problema paradigmático de re- requieren necesariamente de la aprecia-
flexión desde la psicología social ción particular de los sujetos y colectivos
94
La Psicología Social en Colombia. Teorías, Aprendizajes y Experiencias desde el Campo
“
mismo tiempo los encade-
Los desplazados internos
na en su nueva condición
colombianos, protagonis-
de pobladores urbanos al
tas de la guerra en contra
hilo de la dependencia del
de la sociedad civil que se
asistencialismo público o
libra en Colombia desde
privado. Este discurrir es
hace más de 50 años, quie-
una constante evocación
nes habitan los campos en
y comparación de la vida
”
pequeñas comunidades,
que han perdido (Ocampo,
son ciudadanos a quienes
2015, pp.149 y 153).
se les han arrebatado los
mojones de referenciación De esta forma, no es solo la
para definir su identidad. identidad colectiva del campesinado co-
Atravesar por procesos de lombiano comprendida como un grupo
desterritorialización y reterrito- social con rasgos similares que les per-
rialización les ha impuesto mite reconocerse la que ha sido afecta-
un trasegar que mantiene da, sino también el sujeto en la forma en
la memoria de su territorio que se narra a sí mismo para construir
de origen, de su espacio una identidad propia. La personalidad
anterior, valorado, sentido del campesino, indígena o afrodescen-
y gozado (…) diente, se inscribe en una dinámica rela-
cional diferente que lo expone a lógicas
(…) Nuevas territoriali-
desconocidas que tienen que ver con su
dades en construcción,
nueva condición de “desplazado” y con
apropiación de espacios
las implicaciones que tiene este re-nom-
95
Índice
96
La Psicología Social en Colombia. Teorías, Aprendizajes y Experiencias desde el Campo
“
Dolor moral, metas, per- la economía ecológica y el
cepciones y motivaciones desarrollo paulatino de lo
mueven al sujeto a intentar que llamaré luego psicolo-
reconstruir su lugar y reto- gía en el contexto rural. La
mar su cosmoterritorialidad, sensibilidad potencia la ra-
como vivencia del territorio, cionalidad. Quizás la psico-
lugar de prácticas utilitarias logía social del arraigo es un
y de ejercicio y uso de poder tema por construir aunque
que provee certeza y sentido haya elementos que vienen
de pertenencia, y, también, tanto en la antropología
cosmovisión. Ésta entreteje como en la sociología. Su
significados vinculantes profundización para com-
entre las personas y la me- prender los procesos por los
táfora del proceso de echar que pasan los desplazados
raíces, sentidos atribuidos y la búsqueda de nuevos (o
al grupo, la comunidad, la viejos) signos de re-arraigo
”
vida productiva y recreativa o al menos de asentamien-
(Primera, 2005, 10). tos dignos, alimentaría una
política pública más realista
El conocimiento construido
y sostenible al respecto (HG
desde el saber hacer psicosocial resal-
–AB) en Ocampo et al.,
”
ta el papel del territorio como espacio
2015, Matriz de sistematiza-
vital construido simbólica y material-
ción, p. 15.
mente por medio de la movilización de
toda la potencialidad del sujeto en sus En definitiva, la psicología so-
facetas creativas, emocionales, estéticas cial con la mirada aquí discutida hace
y políticas. Esta concepción rompe con un llamado para comprender las dife-
el modelo deficitario que trae consigo rentes dimensiones de los daños pro-
algunas de las perspectivas en salud ducidos por el desplazamiento forzado
mental, pues indica que los sujetos son y los hechos de opresión y vulneración
portadores de vida; su actividad social infligidos a las personas en situaciones
y cultural con otros construye realidad de violencia y especialmente de guerra
en un permanente movimiento que se y confrontación. Una apuesta funda-
hace histórico y se sedimenta en prác- mental es propiciar la discusión sobre
ticas y significados compartidos (Ger- la función del sujeto en el desarrollo
gen, 2011). de su propia relación íntima y social
“
y a la vez con el entorno físico bióti-
En parte esta relación [suje-
co-natural y el entorno construido en
to–naturaleza] ha facilitado
su interacción en dinámicas colectivas
la mirada y el acercamiento
y en el ejercicio de prácticas de par-
hacia el componente eco-
ticipación política, principalmente co-
lógico crítico, elementos de
munitaria.
97
Índice
“
gos en nuestro continente y respecto a su
Desde la perspectiva de
incidencia sobre la sociedad.
conjunto, hay que reconocer
Martín-Baró nos alertaba ya
que el aporte de la Psicolo-
acerca de los aportes con impacto so-
gía, como ciencia y como
cial cuando la psicología ha reconocido
praxis, a la historia de los
la fundamental interdependencia con
pueblos latinoamericanos
otras áreas de las ciencias sociales:
es extremadamente pobre.
“
No han faltado, ciertamente, El caso más significativo [de
psicólogos preocupados por articulación de la psicología
los grandes problemas del con las ciencias sociales]
subdesarrollo, dependencia me parece constituirlo, sin
y opresión que agobian a duda alguna, el método de
nuestros pueblos; pero, a la alfabetización conscien-
la hora de materializarse, tizadora de Paulo Freire
en muchos casos esas pre- (1970, 1971), surgido de la
ocupaciones se han tenido fecundación entre educa-
que canalizar a través de un ción y psicología, Filosofía y
compromiso político perso- Sociología (2006, p.7).
nal al margen de la Psicolo-
Y continúa Martín-Baró:
gía, cuyos esquemas resultan
inoperantes para responder (…) Lamentablemente tan
”
las necesidades populares significativo como el aporte
(Martín- Baró, 2006, p. 7). de Freire resulta la poca
98
importancia que se concede al estudio crítico de su obra, sobre todo si
se compara con el esfuerzo y tiempo dedicados en nuestros programas a
”
aportes tan triviales como algunas de las llamadas «teorías del aprendiza-
je» o a algunos modelos cognoscitivos, hoy tan en boga (2006, p.7).
L
a pregunta por el sujeto es una que interpela al psicólogo
mismo en su concepción de la disciplina y de la práctica
profesional y en su papel de investigador y agente de la rea-
lidad. En este caso lo trataremos como el psicólogo de lo social. Es
una doble agencia: la de sí mismo como psicólogo y la agencia del
sujeto de interacción investigativa o de intervención con quien se
relaciona.
En la práctica psicosocial la noción de sujeto transforma la relación
entre el investigador y el investigado pues coloca a este último en una posición
de agente de su propia existencia, constructor de conocimiento en la interac-
ción con el investigador que escucha y reflexiona movilizando su subjetividad
en una relación bidireccional de mutua implicación. En este sentido, el sujeto
nunca es un objeto inmóvil y atemporal que deba ser observado de forma
aséptica por un investigador que asume la psicología social desde la comodi-
dad del laboratorio, sino más bien un actor involucrado en la construcción de
un conocimiento que habla de sí mismo como persona y del sujeto investiga-
dor, del psicólogo social, que en la práctica encuentra al otro, a su comunidad
y entorno, y se encuentra en la elaboración de un saber hacer.
“
El diálogo de lógicas ya no se hace solamente entre el sujeto investi-
gador y el sujeto investigado, en condiciones de existencia del segun-
do sino una relación fluida en donde las fronteras epistemológicas se
desvanecen. El punto de vista del investigado se vuelve puntos a ob-
servar, las narrativas y los textos comienzan a mostrar sus flaquezas
al no dar cuenta de las condiciones de producción del saber. Implica
que en el momento de encuentro entre investigador e investigado se
genere un proceso de observación endógena sobre la comunidad y su
”
relación con ella, desencadenada por el propósito de la conversación
(Suárez, R. Cap. 6, p. 108 de este texto)
Índice
“
de la interpretación de lo social, como
Siempre ha sido una visión
un entramado de significados e inte-
histórica, procesual donde
racciones agenciadas por sujetos situa-
el sujeto es activo, no solo
dos e históricos. Aunque la visión pa-
un objeto cargado de pa-
siva y estática del sujeto sigue siendo
tologías, sino un sujeto con
predominante en algunos espacios de
potencia que puede trans-
incidencia de la psicología en general
formar su realidad desde la
y de la psicología social en particular,
intencionalidad individual
la pregunta por el sujeto implicado en
y colectiva que vaya crean-
lo colectivo ha jalonado la construc-
do. Se pretende que este
ción de un saber sobre el sujeto.
“
sujeto se despliegue me-
Considero que la visión de diante la participación so-
sujeto que se ha agenciado cial como un sujeto político
en la mayoría de los espa- (AD-EN) en Ocampo et al.,
”
cios de incidencia sigue Matriz de sistematización,
siendo uno de dependencia 2017, p. 3.
y reactivo. […] Es muy im-
Frente a los retos que trae con-
portante propender no solo
sigo el país en relación a las afectacio-
por un sujeto consciente
nes emocionales, físicas y psicológicas
de sus coordenadas histó-
de la guerra y el uso prolongado de
ricas sino también capaz
la violencia contra la sociedad civil y
de transformar generativa
los actores armados, la respuesta de
y proactivamente sus con-
los psicólogos sociales es la de trabajar
textos lejos de lógicas de
por la construcción de una categoría
dependencia, comparación
nueva de sujeto. Pertinente para nues-
o retaliación (NM-EN) en
”
tro contexto y a la vez actual con las
Ocampo et al., Matriz de
dinámicas globales de interconexión y
sistematización, 2017, p. 3.
uso de la información, un sujeto situa-
Esta concepción del sujeto do en lo local que mira lo global inter-
que se viene construyendo desde la pretando las múltiples relaciones que
labor profesional de los psicólogos se entretejen por medio de los escena-
sociales involucra lo histórico, lo rios y las construcciones simbólicas de
procesual y la agencia como elemen- la cultura actual.
104
La Psicología Social en Colombia. Teorías, Aprendizajes y Experiencias desde el Campo
“ ”
Si la pregunta fuese el Matriz de sistematización,
sujeto que debe agenciar 2017, p. 14.
diría que es un sujeto
La noción propia de sujeto que
más global, multitexto y
se ha venido pensando desde la prác-
localizado, generativo y
tica psicosocial no puede desconocer
transformativo, construido
los saberes ancestrales de los pueblos
desde la posibilidad y no
originarios. En este conocimiento na-
desde el déficit, la confron-
tivo yace el valor fundamental de lo
tación, la competencia o
“propio” frente a los aparatos teóricos
la retaliación, en especial
importados de Europa y Norteamé-
en el contexto colombiano.
rica. El reconocimiento de formas de
Todo esto si entendemos
ser y estar únicas que provienen de las
que la categoría de sujeto
comunidades indígenas rompe con las
es colectiva y es el producto
concepciones clásicas del sujeto pues
de todas las relaciones tra-
se hibrida con éstas para concebir nue-
zadas en los diferentes esce-
vas formas de entender al ser humano
narios simbólicos de los que
en nuestra sociedad latinoamericana:
“
se participe (NM-EN) en
Ocampo et al., Matriz de Para preguntarse sobre la
sistematización, 2017, p. 3. concepción de sujeto creo
que hay que preguntarse
También hay una tenden-
sobre la concepción de la
cia a ver el sujeto singular,
mamá del sujeto; la con-
yo creo que es singular
cepción evidentemente en
y plural. Yo creo que es
términos indígenas sobre
colectivo, que es comu-
los referentes telúricos de la
nitario, que es social y de
madre tierra, los elementos
pronto por las redes hasta
telúricos de la Pachamama,
global. Pero digamos que
los elementos telúricos y
independientemente de
ancestrales de la Hitchawa-
esas dimensiones, lo que yo
ya. Es un sujeto que vive en
siento es que la psicología
coherencia con una fuerza
social y la psicología comu-
de la vida que lo pone a
nitaria me han permitido a
vivir, un principio universal
mi ir cogiendo un concepto
y cosmogónico, un principio
de sujeto mucho más pre-
filosófico que le es propio y
ocupado por la pregunta
que nos es trasmitido a los
acerca del sentido, y ahí
hombres [por la Pachama-
encontré lo simbólico que
ma] (LE-GF) en Ocampo et
fue abandonado por la
al., Matriz de sistematiza-
academia prácticamente
ción, 2017, p. 14.
(NV-GF) en Ocampo et al.,
105
Índice
”
la colonialidad. Por el contrario plan-
Matriz de sistematización,
tean diálogos generativos que permitan
2017, p. 46.
relaciones interculturales.
La relación entre el individuo Es una invitación para pensar
y su “yo” da sentido a la subjetividad las subjetividades desde una visión dis-
que está íntimamente relacionada con tinta que nos posicione en contextos,
un territorio, una temporalidad y una problemáticas y realidades latinoame-
cultura. Íntimamente relacionada tam- ricanas. Se trata de pensar la psicología
bién con la memoria pues desde allí se como una disciplina comprometida,
construye la historia; la identidad se que cobra identidad y especificidad
construye a partir de relaciones y des- en la medida en que el conocimiento
106
La Psicología Social en Colombia. Teorías, Aprendizajes y Experiencias desde el Campo
107
Índice
108
de las normas morales, fortaleciendo su papel transformador y productor de
alternativas para lograr un cambio social constructivo.
En este sentido, nuestro contexto se puede concebir como un marco
para la transformación social constructiva en la cual la incidencia de los psi-
cólogos sociales se identifica en los procesos sociales macro, como la construc-
ción de políticas de Estado que permeen el marco legislativo de la nación.
Por lo tanto, es fundamental mostrar una postura ético-política frente a las
responsabilidades del Estado y la sociedad civil respecto a las problemáticas
nacionales; tener conciencia social cuya visión se caracterice por ser clara y
reflexiva sobre la realidad de las personas para (y con) las cuales trabaja.
constatación,
reflexión y
autoreflexión
3.1. La psicología social como
campo transdisciplinar con miras
a la comprensión de la realidad
social intersubjetiva: constatación,
reflexión y autorreflexión
Rosa Suárez Prieto, Myriam Ocampo Prado, & Julián Neira Carreño
L
a psicología social ha tenido desde sus momentos iniciales
una vocación por acudir a los referentes conceptuales de las
demás ciencias sociales. Esto es debido a la ausencia de re-
cursos teóricos y metodológicos dentro de la misma disciplina que
hagan posible construir explicaciones comprensivas sobre las pro-
blemáticas que enfrentan los sujetos y grupos humanos en la vi-
vencia de su realidad. El entendimiento de la naturaleza compleja
y holística de los fenómenos psicosociales demanda la utilización
de herramientas provenientes de disciplinas como la sociología,
la antropología, la historia para superar las diferencias epistemo-
lógicas que demarcan las fronteras disciplinares favoreciendo la
construcción de conjuntos temáticos a través de un análisis trans-
disciplinar.
“
La búsqueda de modelos teóricos y metodológicos que ayudasen a
entender y explicar los fenómenos con los cuales se trabajaba hizo
que [la psicología] en sus inicios apelase a muy diversas mentes, bien
porque algunas suministraban descripciones conductuales certeras y
el modo de producirlas, bien porque otras aportaban categorías de
análisis y explicaciones socioeconómicas o políticas de largo alcance.
Esta característica le aportó además una amplia perspectiva multidis-
ciplinaria, ya que ante las pocas respuestas y el corto alcance de las
mismas que presentaba la psicología, se acudió a campos tan varia-
”
dos como la educación popular, la filosofía, la sociología y la antropo-
logía. (Montero, 2004, p. 21).
“
plementar metodologías que
La psicología social para
desde un posicionamiento
ese momento en nuestro
dialógico construyeran e
país estaba muy insipiente
implementaran cambios
y por lo mismo los pasos
(RS-AB) en Ocampo et al.,
”
que se estaban gestando
Matriz de sistematización,
eran de carácter personal y
2017, p. 30.
giraban en dos direcciones;
una, siguiendo los referentes De esta forma se hace eviden-
norteamericanos cognitivos te la necesidad de reconocer el origen
conductuales, centrados en múltiple de la psicología social, su con-
el estudio de las actitudes dición transdisciplinar y su relación
y la otra, de carácter más con las demás ciencias sociales. La
social y comunitario influen- utilización de diversos recursos con-
ciada por la sociología y el ceptuales y metodológicos enriquece
pensamiento del maestro el saber hacer psicosocial aportándole
Orlando Fals Borda, así un potencial generativo e interpretati-
como por la teología de la vo que posibilita la comprensión de las
liberación. Por lo tanto no complejas realidades sociales de la Co-
dudo al afirmar que acon- lombia contemporánea.
“
tecimientos como el 9 de
No entendía qué era la psi-
abril en Bogotá podrían
cología social, porque los
determinar nuestro surgir
psicólogos sociales también
como psicología social. Más
somos clínicos, pero no en lo
adelante el pensamiento del
terapéutico, en otro orden de
padre Camilo Torres en su
lo clínico y de ahí el progra-
paso por la Universidad Na-
ma [de psicología] toma otro
cional marcó definitivamen-
orden (NM-GF) en Ocampo
te el replanteamiento de los
et al., Matriz de sistematiza-
principios de una psicología
ción, 2017, p. 42.
social en nuestro país. Intro-
ducir en nuestra práctica la
112
La Psicología Social en Colombia. Teorías, Aprendizajes y Experiencias desde el Campo
”
las versiones constructivistas Matriz de sistematización,
pues las acoge, o las ver- 2017, p. 33.
siones del segundo y tercer
En la diversidad paradigmática
Bruner: cómo es eso que
que comprende la psicología social exis-
llamaríamos la psicología po-
ten posturas que recogen una posición
pular; eso es una especie de
que enfatiza la vocación experimental,
psicología social pedagógica
científica y positiva de la disciplina psi-
porque es una pedagogía,
cológica, reconociendo dentro de ella a
no correctiva de comporta-
la psicología social como una especiali-
mientos sino de apertura a la
dad profundamente relacionada con la
construcción de la existencia
psicología como disciplina unificada y
humana cuando dice qué
diferenciada de las demás ciencias so-
es lo que no busca, pues dar
ciales. Esta postura, aunque contradice
respuesta a por qué existi-
en varios aspectos la posición esgrimi-
mos y cómo debemos existir.
da por la mayoría de psicólogos socia-
Entonces hay cierta eticidad
les, se reconoce como legítima dentro
en el asunto y ahí emerge el
de la multiplicidad de expresiones de la
cuento de diálogos reflexivos,
psicología social en el país.
sin apresurarse, escuchemos
“
y entonces que acordamos, La psicología social que yo
eso, escuchar, escuchémonos trabajo es lo que algunos
(EE-GF) en Ocampo et al., llaman psicología social
Matriz de sistematización, psicológica, otros llaman
2017, p. 22. psicología social experimen-
tal pero digamos que en
La psicología social consti-
esta se reconoce que somos
tuye un campo profunda-
ante todo psicología y eso
mente relacionado con el
es un rasgo bien distintivo
campo de psicología políti-
en el sentido de que pen-
ca, no porque haya juegos
samos que los conceptos,
de poder en las relaciones
los métodos y los supuestos
intersubjetivas sino porque
son propios de la psicología.
la psicología política nos
113
Índice
”
del comportamiento (JEC-GF) en Ocampo et al., Matriz de sistematiza-
ción, 2017, p. 44.
“
La relación yo-otros, y entre los otros, algunos especiales, se mantiene
como factores, o mejor, como campo fuerza y tensiones que configuran
un espacio de significaciones, frutos de razonamiento y acción para la
”
psicología social (HG-AB) en Ocampo et al., Matriz de sistematización,
2017, p. 33.
Referencias
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Ibáñez, T. (2001). Psicología social construccionista. Guadalajara: Universidad de Guadalajara.
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Moscovici, S. (1993). Psicología social 1: el campo de la psicología social. Barcelona: Paidós.
Ocampo, M., Suarez, R. & Neira, J. (2016). Matriz de sistematización: documento de
trabajo. En el marco de la investigación Perfil del psicólogo social: teorización y prácticas. Bogotá:
Colegio Colombiano de Psicólogos COLPSIC.
114
parte II
Reconocimiento de
saberes construidos por
los psicólogos sociales
U
n grupo de seis psicólogas y psicólogos y una investiga-
dora en educación que trabaja en el campo de la psicolo-
gía social en universidades de Bogotá, entidades estatales,
y organizaciones no gubernamentales de gestión e intervención
sobre problemáticas sociales, fueron participantes en la investi-
gación que da origen a este libro y propusieron conceptualizacio-
nes acerca de temáticas dentro de las cuales han acumulado una
amplia experiencia en su labor profesional y académica. Ante in-
eludible historia de conflicto y violencia que ha condicionado las
dinámicas culturales de relación y convivencia afectando la cons-
trucción de la sociedad colombiana y, por este mismo medio, del
sujeto de análisis e intervención. Este grupo de investigadores ela-
bora una mirada reflexiva en cinco temas relacionados con una
visión comprensiva en la psicología social latinoamericana, con
la construcción de una psicología transcultural en diálogo con los
saberes populares de la interculturalidad, con el espacio de vida
como construcción del habitar humano en tanto proceso de sub-
jetivación y proyección de la acción social, la psicología ancestral
indígena y la Mink’a de conocimiento, y con la atención psicosocial
en el escenario del posconflicto colombiano.
4. Psicología social latinoamericana:
hacia una visión comprensiva
U
na de las causas de la crisis de la modernidad radica en
que hemos terminado por considerar ingenuamente que
sus propuestas y tareas se realizan en un único tipo de ra-
cionalidad, cuando no, inclusive, en un solo modelo de ciencia y de
desarrollo social, llamado hoy modernización. Reducir la moder-
nidad a meros procesos de modernización termina por hacer in-
útil todo tipo de reflexión filosófica y de actividad cultural crítica.
Resumen
120
La Psicología Social en Colombia. Teorías, Aprendizajes y Experiencias desde el Campo
121
Índice
122
La Psicología Social en Colombia. Teorías, Aprendizajes y Experiencias desde el Campo
malignos. Desde este primer paradig- el aire, la tierra y la vida de todas las
ma interesan más las violencias físicas especies vegetales y animales.
que las psicológicas, las públicas que las Este modo de pensar y conocer
privadas. Los psicoactivos considerados se ha fortalecido y prácticamente se ha
más graves son los ilegales, aunque los vuelto obligatorio con el gran desarro-
legales como el café, las bebidas alcohó- llo que se le ha dado a la racionalidad
licas, el tabaco, los cigarrillos y algunos estratégica especialmente a través de la
medicamentos (e.g., analgésicos, antide- planeación estratégica, forma obligada
presivos y otros productos de farmacia.) para diseñar políticas, planes, progra-
o productos industriales de uso casero mas y proyectos internacionales, nacio-
(e.g., el bóxer) produzcan los peores da- nales, distritales, locales e instituciona-
ños y efectos colaterales en el individuo, les. A este paradigma y sus racionalida-
la familia, la sociedad, la economía, la des le interesa mucho las competencias,
política y la cultura. las capacidades y la competitividad, el
En el paradigma de las ciencias saber para hacer, el hacer para tener
empírico-analíticas no existe ni importa más y estar mejor limitando el desa-
el sujeto y se considera que lo subjetivo rrollo a los ingresos, las cifras, los datos
le resta veracidad al conocimiento. Aquí y los resultados observables (medibles,
no se habla de valores pues la neutrali- cuantificables y verificables) pero que
dad valorativa se considera una de las poco nos dicen sobre el ser, la vida, lo
exigencias para el conocimiento riguro- humano, lo social, el goce, sus interac-
so, científico y objetivo. Desde este pa- ciones y su sentido existencial.
radigma, aun en la posmodernidad, ter- Es una idea muy aplicada sobre
minamos satanizando ciertas violencias y todo en los países que se autodenomi-
ciertas drogas, tratándolas como flagelo nan desarrollados o del primer mundo, los
social y justificando todas las guerras cuales se presentan como modelos de
santas que algunos críticos como Anto- desarrollo para los países en vía de desa-
nio Escohotado (2000) llaman las nue- rrollo —del tercer mundo o subdesarrolla-
vas cruzadas de los siglos XX y XXI; dos— quienes deben imitarlos. Pode-
ya no organizadas ni dirigidas por las mos subrayar aquí que en cuestión de
iglesias y sus sacerdotes en nombre de la investigación, prevención, promoción y
fe, sino por organismos internacionales, atención integral todo el conocimiento
estados, políticos y científicos. se enfoca en los problemas relaciona-
Estas nuevas cruzadas termi- dos con las enfermedades, violencias
nan erradicando cuanto cultivo de físicas y drogas ilegales. Estas cosas
coca, amapola o marihuana haga su concretas son observables, medibles,
aparición sobre la tierra, con sustancias cuantificables y atentan contra la nor-
químicas cuyas consecuencias para la matividad y lo instituido.
vida humana y la vida en general toda- Esta es la forma más común
vía son discutidas, pero que sospecha- y oficial de pensar, planear y ejecutar
mos pueden ser nefastas para el agua, acciones a solucionar diferentes pro-
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5. Paso a paso por los senderos de la
psicología transcultural. Diálogo
con los saberes populares de la
interculturalidad
Rosa Suárez Prieto5
E
Preparando el camino
ste trabajo es producto de las reflexiones teóricas y meto-
dológicas que hemos venido elaborando con el grupo de in-
vestigación “Subjetividades indígenas” desde el año 2006.
Son igualmente producto del proyecto de investigación “Puntada a
puntada tejiendo alteridades indígenas en la localidad de Los Már-
tires de la ciudad de Bogotá”. Desde entonces acompañamos a las
comunidades indígenas que, en su mayoría, se vieron obligadas
a desplazarse a Bogotá como víctimas de la violencia. Desde es-
tas líneas queremos agradecerles por permitir que junto con ellos
“camináramos la palabra y así, paso a paso, pensar bonito”.
Primeros pasos
“
podía someter el estudio de pueblos La psicología intercultu-
culturalmente diferentes a la preten- ral es el estudio empírico
sión de formular hipótesis formales que de miembros de diversos
pudieran ser proyectadas con alcance grupos culturales que han
universal. tenido experiencias diversas
Sin embargo, algunos psicó- que conducen a diferencias
logos que se atrevieron a incursionar de comportamiento prede-
en la descripción de las comunidades cibles y significantes. En la
“primitivas” de manera comparativa mayoría de dichos estudios,
con las “civilizadas”, hicieron descu- los grupos investigados ha-
brimientos con resultados promete- blan distintas lenguas y son
”
dores. Uno de ellos fue Douglass Pri- gobernados por unidades
ce-Williams (1980), quien reconoció políticas diferentes (p. 19).
que “esas gentes”, los “primitivos”, no
podían ser consideradas de una forma Con anterioridad, Frijda y
simplista como si fuese otro grupo ex- Jahoda (1966) señalaron las diferencias
perimental y trató de acercar los méto- entre estudios inter-nacionales e intercul-
dos psicológicos clásicos con las exigen- turales. Se pudo comparar entre sí na-
cias impuestas por las variaciones cul- ciones o países de cultura occidental,
turales que buscaba estudiar y conocer. lo que corresponde al primer término;
La tarea fue muy compleja por ser un mientras que el segundo hace referen-
campo indefinido donde interactúan cia a los que comparan cada población
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marse como sujeto fuera de los cánones mágico y salvaje. Los pueblos indígenas
eurocéntricos-occidentales, al punto de se han visto obligados a crear estrategias
desconocer, deslegitimar o discriminar de supervivencia que difícilmente per-
a indígenas o afrodescendientes (Wal- manecen vigentes.
sh, 2007); noción legitimada por la psi- En las últimas décadas se han
cología positivista e individualista, que producido cambios drásticos que abar-
universaliza lo occidental como norma can todas las dimensiones de la existen-
y parámetro psicológico a seguir. La co- cia latinoamericana. En medio de las
lonialidad del saber hace referencia a la modificaciones importantes que hemos
exclusión de conocimientos no occiden- experimentado en la distribución de-
tales, deslegitimando formas de conocer mográfica, las formas de relación so-
el mundo que no siguen los preceptos cial, la economía, la política y la cultura
de “racionalidad” establecidos desde la que engloban a la población un hecho
modernidad heredera de la tradición fundamental es el imperativo de crear
europea de pensamiento. discursos académicos que interpreten
En definitiva, estos elementos y generen marcos para leer y tratar de
teóricos permiten, sin duda, abrir el comprender, explicar e interpretar las
debate sobre el papel de la psicología múltiples ubicaciones de los actores sub-
en las problemáticas contemporáneas alternados y sus dramas.
de los pueblos indígenas. La crítica re- La preocupación principal es
flexiva y el descentramiento epistémico, la complejidad de las interacciones en-
ético y cultural —que requiere la psico- tre lo local, lo nacional, lo transnacio-
logía en el trabajo con las comunidades nal y la temporalidad simultánea de
originarias— retan a la disciplina a dia- la modernidad, el tradicionalismo y la
logar no solo con otras ciencias huma- posmodernidad. Desde esa perspectiva
nas, sino que le interpela a reconocer la es evidente la necesidad de hablar des-
voz indígena evitando representarla en de una posición situada, una idea de lo
el sentido de “hablar por ellos”; lo que glocal que está presente en los discursos
reproduciría la colonialidad y, por el de psicólogos sociales sensibles y cons-
contrario, propone diálogos generativos cientes de la necesidad de ampliar y
que permitan relaciones interculturales. complejizar la hondura y densidad de la
realidad social a la que asistimos.
Por el sendero de los saberes El objeto-problema está confi-
ancestrales gurado por múltiples entrecruzamientos
145
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”
y libradas a su suerte por parte del Es- práctica, los derechos terri-
tado y las instituciones. toriales colectivos (p. 143).
Los auto 004 y 005 (Corte Cons-
Un nuevo horizonte se desplie-
titucional de Colombia, 2009a, 2009b)
ga para las ciencias humanas y para
concernientes a los pueblos indígenas y
ello es necesario descentrarse, o mejor
afrodescendientes víctimas o en riesgo
excentrarse del pensamiento hegemó-
de desplazamiento forzado destacaron
nico dejando de lado los prejuicios para
que existe una “actitud de indiferencia
abrir un espacio de escucha y reflexión
generalizada ante el horror que las co-
que permita la emergencia de las voces
munidades han padecido por parte de
y saberes de estos nuevos actores. Con
los diversos grupos armados generan-
una teoría sobre mundos posibles inspi-
do graves violaciones de sus derechos
rada en Foucault:
“
fundamentales como pueblos y sujetos
de especial protección constitucional” El individuo circunscribe la
(Ocampo & Martínez., 2013, p. 137). parte de sí mismo que cons-
Chenut, Ocampo y Férguson tituye el objeto de esta prác-
(2013) plantean en un estudio de caso tica moral, define su posi-
sobre una comunidad indígena despla- ción con el precepto que
zada que: sigue, se fija un determina-
“
do modo de ser que valdrá
(…) El despojo de tierras
como cumplimiento moral
y territorios es en esencia
de sí mismo, busca conocer-
un tipo de violación de de-
se, se controla, se prueba, se
”
rechos con repercusiones
perfecciona, se transforma
particularmente graves y
(1984/2000, p. 29).
trascendentales para los gru-
pos étnicos. Para los pueblos Deleuze y Guattari el tejido
indígenas y afrodescendien- nos conduce a una realidad en la que
tes, las tierras (en especial las la verdad se construye social y cultu-
ancestrales) y sus recursos ralmente. Las agujas del telar se cons-
naturales son de suma im- tituyen en un tejido rizomático que
portancia. Dada la relación sigue los hilos desde una perspectiva
estrecha entre la identidad procesual sobre el predominio de la
cultural y el territorio, así multiplicidad; esto implica colocarse
como las graves consecuen- en una posición excentrada.
cias que puede implicar para A diferencia de los árboles o de
otros derechos el irrespeto sus raíces, el rizoma conecta cualquier
de los derechos territoriales, punto con otro punto cualquiera, cada
las medidas de reparación uno de sus rasgos no remite necesaria-
tienen que incluir garantías mente a rasgos de la misma naturaleza.
147
Índice
“
(…) El rizoma es un sistema turno posibilitan la inmersión en otros
acentrado, no jerárquico y regímenes de verdad, en un ir y venir
no significante, sin General de unos centros a otros trazando hilos
sin memoria organizadora o de movimiento, diagramas de deteni-
autómata central, definido miento, y una hermenéutica de lo falso
únicamente por una circula- y verdadero. Esta lectura de las cosas
ción de estados, lo que está muestra al investigador atravesando el
en juego en el rizoma es campo social con sus intensidades, vi-
una relación con la (s)exua- sualizando los agentes de otras culturas
lidad, pero también con el en sus espacios específicos y también
animal, con el vegetal, con percibiendo que en estos espacios los
el mundo, con la política, ejercicios de ritualidad entretejen lógi-
con el libro, con todo lo cas y sentidos de ese mundo.
natural y lo artificial, muy
distinta de la relación arbo- Caminar la palabra por los
rescente: todo tipo de deve- senderos citadinos
”E
nires (Deleuze & Guattari, l análisis y comprensión de los dis-
1994, pp. 25-26). positivos que son desplegados para
Foucault (1984/2000) propuso asumir nuevos esquemas a la luz de la
comprender lo social como un cam- territorialización y cómo se desarrollan
po de fuerzas micropolíticas, donde los agentes y sus alteridades en la urbe
las prácticas discursivas se trenzaban supone un interrogante, que expre-
en luchas por definir los regímenes de sa un campo de sentido más extenso y
verdad. Excentrarse lleva a no imponer también es motor para el despliegue de
el régimen de verdad de los investiga- estrategias tendientes a beneficiar a las
dores a la positividad de las prácticas comunidades en condición de desplaza-
discursivas que estos encuentran, sino miento. Refina también el tipo de diálo-
a determinar los dispositivos mediante go que se establece con los sistemas cir-
los cuales el discurso analizado cons- cundantes a las comunidades indígenas
truye su hermenéutica de verdadero y desplazadas asentadas en Bogotá, así
falso. Así se destronaba al saber occi- como la responsabilidad para el profe-
dental considerándolo como uno más sional en ciencias sociales de acompañar
de los saberes posibles y de las prácticas el proceso de reparación y restitución de
del mundo que se podrían ejercer. derechos de poblaciones en situación de
Este abordaje pone en relieve el vulnerabilidad.
carácter político de una verdad que se Cabe resaltar la incongruencia
impone sobre otra porque dispone de de la información sobre el número y
aparatos de disciplina, captura y vigi- situación de los indígenas en Bogotá y,
lancia que demuestran en ello su efica- máxime si tenemos en cuenta su gran
cia. Implica reconocer que existen múl- movilidad desde y hacia el territorio ori-
tiples posibilidades de centros que a su ginario e incluso al interior de la ciudad
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E
pesar de su desconfianza en reclamo de
mpezar a caminar con las comu-
su derecho a la vida y a la ciudad.
nidades implica, en primera ins-
Retomaron las redes y siguieron
tancia, un proceso de aprendizaje en
las geografías sagradas trazadas y per-
el cual es necesario dejarse sorpren-
petuadas por los chamanes y que per- der para descubrir las distintas posi-
sisten desde la época precolombina. En bilidades y senderos que se dibujan o
este sentido operan como una acción desdibujan en el reflejo de la tragedia,
que les permite tratar con la Pachama- resistencia y transformación de la cual
ma localmente, de modo que lo que las comunidades hacen parte. El acer-
ocurra en una comunidad no desbarate carse a las comunidades hace necesario
la matriz, sino que se autorregule. De el comprender su situación de migran-
allí que la concepción segmentada del te, las maneras como se apropian de
todo cultural —antes que fragmentar al la ciudad donde son percibidos como
todo— se procesa como un continuum de extraños, comerciantes o mendigos, in-
fuerzas en conflicto, en puntos locales comprendidos en su intento de pervivir
que al entrelazarse producen los gran- en ella.
des movimientos de la energía creadora Los encuentros con sabedores
llevando siempre un punto más arri- y sabedoras, médicos y médicas ances-
ba. Por lo tanto, la historia, el espacio trales, gobernadores y gobernadoras e
y la cultura local son simultáneamente integrantes de los distintos pueblos in-
movimientos particulares que forman dígenas son espacios para la palabra,
parte del movimiento general. De este la memoria. En ellos, la creación de
modo, todo el conjunto de chamanes acciones conjuntas en pro de los inte-
orquesta los cambios de las ciudades reses de la comunidad es algo que va
andinas analizando el movimiento de más allá de un encuentro de saberes,
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habitar humano
6. El espacio de vida, construcción
del habitar humano. Proceso de
subjetivación y proyección de la
acción social
Myriam Ocampo Prado7
A
bordar la relación del sujeto y el espacio introduce la re-
flexión acerca de la relación de los seres humanos con su
espacio de vida como dimensión de la existencia.
Este abordaje exige considerar el territorio y lugar desde aproximaciones
a la geografía humanística, psicología social, sociología, antropología, ciencia
política, e historia, y plantearse de entrada ¿cómo interviene la dimensión
del territorio y lugar en el sentir como seres humanos, en el que encontramos
cobijo y potencia para desplegar nuestra vida? El territorio y lugar como
dimensiones del espacio que ocupamos en el mundo se constituyen en con-
tenidos y significados que concretan la noción de sí mismo y de un nosotros,
pues ahí estamos situados, ahí somos. Son también narración interior que
contribuye a dar contenido a la existencia.
La vivencia del espacio de existencia, y los proyectos de acción que esta
experiencia promueve, es imagen mental que aporta un significado capital a
la propia vida. Así, resulta pertinente considerar que el espacio simbolizado
por una persona provee indicaciones respecto a la relación de habitabilidad,
territorialidad y territorialización en el marco de su grupo de referencia.
Además, a través de la memoria de sí mismo como protagonista de
hechos, situaciones y entornos los aprendizajes derivados de la experiencia
cotidiana, de estar ahí en el espacio, se convierten en material que aporta
visiones construidas acerca del entorno. Aprendizajes que se convierten en
un espacio psicológico promotor de condiciones para continuar la vida; en
tanto el medio ambiente circundante, la naturaleza, y las relaciones con los
otros provean los referentes bióticos, histórico y culturales que van dando un
sentido y un orden a la realidad vivida.
Estos espacios vividos y simbolizados dan cuenta de su noción de habitar
como sistemas de relaciones con el espacio de prácticas cotidianas, poder,
utopías, protección y apego que constituyen un hogar para el habitante. Son
7 Correo electrónico de Myriam Ocampo Prado: myriamocampo@yahoo.com.mx
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160
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E
aporta un sentido a los pueblos origina-
l espacio vital incluye dos compo-
rios de América y a poblaciones cam-
nentes principales: la persona y el
pesinas, plantea un humano que toma
ambiente físico y simbólico, cuyo con-
la primacía de la conexión profunda
tenido psicológico se nutre de valores
con la vida, la tierra y el universo como
que dan forma a la interacción huma-
esencial punto de partida; es una visión
na. Son relaciones como vectores que
cósmica que apela ante todo a la ética, indican fuerza de atracción o de recha-
al reconocimiento de la vida y de los zo. Para Kurt Lewin (1951a, 1951b)
seres vivos. esto retoma los procesos psicológicos
Abordar esta disyuntiva entre y sociales del espacio vital que se di-
poseer y cuidar el espacio de vida, el es- viden en conceptos estructurales (i.e.,
pacio de existencia, y el entorno físico adecuación recíproca de las partes en
requiere entender el antropocentrismo interacción con el espacio vital) y con-
a partir de la historia según la cual la ceptos dinámicos (i.e., relaciones entre
civilización occidental viene padecien- sujetos y sus reacciones frente al cam-
do un trastorno en su conciencia de ser. bio). Por otra parte, Lewin ha sido de
Su estar ahí en su espacio que constituye particular importancia para analizar la
el espacio de vida ha sido afectado por acción individual como un desempeño
el egocentrismo que separa a los huma- a partir de la estructura o unidad que
nos de su conciencia de ser parte de un se establece entre el sujeto y su espacio
conjunto cósmico e interdependiente. en un momento determinado. Anzieu
Una especie de trastorno cultural ba- lo describe como: “Esa estructura es un
sado en un mundo binario (i.e., bue- campo dinámico, es decir, un sistema
no-malo); es bueno lo que conviene a de fuerzas en equilibrio: Cuando se
la ansiedad de dominación y posesión, rompe el equilibrio se crea la tensión
en contradicción con el ethos de inte- en el individuo y su comportamiento
racción asociativa, colaborativa, y de tiene por finalidad el restablecimiento
mutuo cuidado. de ese equilibrio” (Anzieu, 1977, p. 64
En contraste con la visión de citado en Aristizábal, Martínez, Vare-
posesión, la construcción de transfor- la, & Calle de Londoño, 1989, p. 40).
maciones en la acción social e indivi- Los principales procesos dinámi-
dual, a partir de la integración como cos son la interdependencia entre su-
un conjunto sujeto-entorno, apela a la jetos de una realidad y de los aspectos
comprensión ecológica y política del estructurales de la misma; la tensión,
habitar como goce, disfrute y respeto la fuerza, y el campo de fuerzas y po-
de propietario a depositario de la res- der. Además, en el espacio vital coe-
ponsabilidad básica de cuidar la sobre- xisten procesos psicológicos que se
162
La Psicología Social en Colombia. Teorías, Aprendizajes y Experiencias desde el Campo
163
Índice
Territorio
(espacio material: área o red
realizados por el ejercicio de
una acción humana repetitiva) Con
dici
ona
mat
eria
lme
Pro nte
d las a
uce ccio
y de nes
fine
el te
rrito
rio
Sin omitir que el territorio en tanto que “(…) espacio apropiado por
un grupo humano para su reproducción física, social y cultural, espacio físico,
las plantas y los animales; espacio nombrado, utilizado, caminado y recorrido,
la forma de disposición de caseríos y viviendas, la economía, las formas de
trabajo, los calendarios de fiestas culturales y religiosas, las relaciones sociales,
la autoridad y la cosmovisión”, como propone la antropóloga Patricia Vargas
(1999, p. 146), es un espacio poblado de lugares de los cuales nos apropiamos e
internalizamos como espacio físico y simbólico en términos pragmáticos; el es-
pacio de dominio y conocimiento, el espacio donde encontrar lo que se necesita
y desea, que imbrica al sujeto con su estar en la tierra, su territorio de origen,
relaciones sociales y productivas cuyo valor deviene existencial en cuanto da
forma a la imagen de sí mismo y a las aspiraciones frente a la realidad que
enmarca la experiencia de vivir, la experiencia de habitar, haciendo eco de los
planteamientos de Heidegger. “(…) La creación de espacios a partir del habitar
esencial nos proporciona elementos para considerar a todas las obras humanas
como construcciones coligantes que dan oportunidad de fundamentar el trayec-
to vital”, interpreta María del Rosario Mendoza Garza (s. f., 2) analizando las
construcciones que hacen posible el habitar.
Este contexto de sentires y visiones del mundo, el lugar vivido y el lugar
de la experiencia producen relaciones entre el paisaje y los individuos “(…) se
desvincula de su carácter económico para desarrollar vínculos sentimentales, de
crecimiento intelectual o ligados al ocio y al placer (…)” (Iranzo, 2009, p. 102),
es la experimentación del territorio mediante los sentidos, las emociones y los
164
La Psicología Social en Colombia. Teorías, Aprendizajes y Experiencias desde el Campo
165
Índice
166
La Psicología Social en Colombia. Teorías, Aprendizajes y Experiencias desde el Campo
ta” (Heidegger, 1994, p.6). Con ello ha- no que sería la búsqueda de construir
bitar adquiere una dimensión superior un lugar que facilite la relación consigo
y trascendente, comenta Heidegger. misma y entre los mortales y el habi-
El espacio vital incluye el espacio tar. Estos espacios son: (a) la conciencia
geográfico o físico y el significado o de sí compuesta por el espacio interior
contenido que el sujeto ha internaliza- del propio sujeto, (b) el propio cuerpo
do y convertido en contenido simbóli- como lugar de habitación del sujeto, (c)
co constituyente del mundo tal como la casa como lugar de abrigo y protec-
lo concibe, lo caracteriza, lo nombra, ción, (d) el ámbito de producción de la
lo narra; dimensión del mundo que lo supervivencia material como el traba-
afecta e incide sobre él como persona. jo u oficio, y (e) las relaciones sociales
Dentro de esta importancia como espacio de interacción social,
atribuida a la creación de un mundo ocio, recorridos, y uso de los recursos
para sí mismo, percepciones y motiva- como se ejemplifica en la Figura 2. Los
ciones mueven al sujeto a construir y primeros tres imbricados como con-
realizar su lugar. En ese estar ahí hay tenido de la subjetividad. Todos cinco
lugares en los cuales nos apropiamos e imbricados en la construcción de la
internalizamos el espacio en términos identidad social.
pragmáticos. La conservación de estos En este ámbito de lo simbólico los
espacios se relaciona con las creencias significados emergen para denotar el
y motivaciones personales, con nar- espacio que ocupa la persona y la con-
rativa comunitaria como contenido tiene, la relación que se establece con el
indispensable para diseñar estrate- lugar de vida donde se crea a su vez el
gias de involucramiento colectivo en sentimiento de protección y autocon-
la protección de los recursos y en el servación. Este contenido simbólico
mejoramiento de los criterios del or- construye en paralelo, a partir de la
denamiento territorial. dimensión material, la relación que de-
A partir de la pregunta de investi- nota los contornos del habitar como ap-
gación sobre cómo construyen su lugar ropiación o relación de territorialidad,
en el mundo mujeres que han vivido de dominio o de ejercicio de poder, de
la experiencia de la violencia en lug- identidad como en el caso de decidir y
ares de conflicto armado y teniendo en crear opciones de vida con los otros.
cuenta los relatos recolectados en varias El estudio de estos procesos de
investigaciones (Ocampo Prado et al., apropiación del espacio territorial, de
2013), cinco dimensiones de estudio transformación y de construcción de
e interpretación constituyen espacios un sentido de relación con él, reviste
a través de los cuales transitan. Este la doble dimensión material y simbóli-
tránsito que se da por los “espacios” ca que facilita descubrir el proceso so-
implica un trayecto, y “todo trayecto cial que está viviendo un determinado
implica necesariamente un destino” grupo de personas en su construcción
(Mendoza Aguilar, s.f. p.16). Un desti- de una visión del mundo y un lugar de
167
Índice
vida, y también los métodos adopta- cionales con los otros que comparten la
dos como forma de ejercicio de su au- historia y el lugar a lo largo del tiempo,
tonomía y libertad. da forma al hogar.
El lugar es el sitio donde es más En el espacio de vida establec-
estrecha la relación hombre-tierra que emos una relación fundamental que
puede también comprender la Tierra en- podemos denominar habitar. Habitar
tera como base de la existencia humana. es cuidar, proteger del peligro y sobre
El lugar y el hombre se funden mutua- todo franquear el paso a la propia es-
mente; el lugar participa de la identidad encia de un algo donde se escenifica
del que está en él —cada uno se define, el hecho de encontrar y construir un
y define su entorno, especialmente según lugar para sí mismo, un lugar cómodo
su pertenencia espacial— y los individ- donde somos y podemos ser la perso-
uos dan una identidad e incluso funda- na que define un horizonte de futuro
mentalmente, una existencia al lugar. para sí.
El lugar del ser se acerca al con-
cepto de territorio. Esta mirada remite El cuerpo como espacio de sí
directamente a la concepción Heide-
ggeriana del espacio y de la idea de
habitar, así como a la fenomenología
P ara la psicología el cuerpo es la
expresión de la subjetividad, in-
tersubjetividad y transubjetividad. El
de Bachelard (1993) en la poética del cuerpo ocupa un lugar en el espacio.
espacio. Esta relación estrecha permite El cuerpo como parte del proceso so-
la metáfora del arraigo y supone una di- cial es una construcción social. Ade-
mensión temporal. El lugar se inscribe más de biología es psicológico y cons-
en la memoria y el tiempo que parece tituye un referente mayor de la sub-
detenido en momentos significativos jetividad o conciencia de sí para una
que devienen hitos a través del tránsito persona.
de la existencia ligado al entorno en el El cuerpo actúa en los procesos
que se produjeron. para garantizar la supervivencia tan-
to como para preservar el prestigio y
Dimensión de sí mismo y el status social. El propio cuerpo, tal
subjetividad y como la persona lo llega a conocer,
168
La Psicología Social en Colombia. Teorías, Aprendizajes y Experiencias desde el Campo
“ todas las cosas tienen que estar en un a través del “hilo” que es la
“donde”, tener un lugar”(Arisó Cruz, vida del propio sujeto habi-
2012, p. 1). tante. Por ello, el habitar –a
través de la territorialidad
La casa como lugar de abrigo y que contiene- remite al lu-
protección gar inmediato que se habita,
”
te tiene el sentido de protección y abrigo del imaginario de la persona
(…)” (Lindón, 2005, p. 8). (Lindón, 2005, p. 11).
Para Bachelard la “casa es nues-
tro rincón en el mundo. Es —se ha dicho El mundo de las relaciones sociales
con frecuencia— nuestro primer uni-
verso. Es realmente un cosmos” (1993,
p. 34). “La casa es el primer mundo del
E sta dimensión de la búsqueda de
significados relacionados con la
construcción del lugar de sí mismo en
ser humano, como espacio íntimo ubica el mundo se relaciona con la concien-
al ser humano de una manera particular cia del otro, aquel que yo no soy, que
en el mundo” Lindón, 2005, p. 8). está en mí y a la vez es distinto a mí
Con la casa construimos una (Figura 1). El otro está presente en mí
relación de territorialidad, el lugar “(…) a través de la interiorización de su
donde encontramos lo que necesitamos presencia (…) Así la presencia de otro
para continuar la vida, la apropiación no es un objeto de conocimiento exter-
que construye los primeros sentidos al no sino un dato intuitivo e inmediato
sentimiento de pertenencia que da for- de la conciencia de sí” (Marc, 2005, p.
ma a la identidad. La territorialidad en 65). La presencia del otro y de mí ante
estos términos involucra el proceso de el otro pasa por la percepción del otro
habitar, es la relación apropiación-per- respecto a mí propia presencia, a la mi-
tenencia que da forma y vincula al ser rada sobre mi cuerpo; el cuerpo con el
humano con su espacio de vida. Incluye que yo ocupo un espacio real. “(…) es
el lugar inmediato tanto como el espa- necesario entonces ser visto por los ojos
cio más amplio que recorremos como del otro para percibir el propio ser”
dimensión territorial; este territorio (Marc, 2005, p. 65).
material y simbólico que es movilizado Es el terreno de la construcción
mediante imágenes, sentimientos, acti- de identidad, una identidad social en
tudes constitutivas de referentes para las tanto es innegable que en la consti-
prácticas y los imaginarios del mundo tución del ser sujeto se presenta una
presentes en el sujeto. internalización de las características
“
del otro, características seleccionadas
Una red muy amplia de
por mí e igualmente denotativas de sig-
lugares que de una manera
u otra están tejidos entre sí
nificado de mí mismo construido con
169
Índice
170
La Psicología Social en Colombia. Teorías, Aprendizajes y Experiencias desde el Campo
este inmenso flujo de contenidos que generan tareas múltiples en la medida que
abren multitud de ventanas asociadas. La nueva economía debe hacer frente
a paradojas como las que la ponen en tensión con categorías heredadas de la
economía clásica. La paradoja central reside en el hecho de que la economía se
integra con la comunicación.
La Figura 2 muestra un esquema organizativo con fines de describir,
explicar e interpretar las cinco dimensiones seleccionadas y precedentemente
descritas. Estas conceptualizaciones teóricas y afirmaciones basadas en apreci-
aciones de sujetos entrevistados en su vida cotidiana, buscan ejemplificar el es-
pacio conceptual y experiencial que involucra dimensiones en la construcción
de un lugar para sí mismo en el mundo o espacio dentro del cual se desarrolla
la vida de una persona, como constructo que se propone dar cuenta de la vida
cotidiana de las personas y sociedades.
Relaciones Sociales
El cuerpo
171
Índice
Descripción
Explicación
Interpretación
Existencia
Sentido Destino
172
La Psicología Social en Colombia. Teorías, Aprendizajes y Experiencias desde el Campo
173
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7. Radicales, elementales,
razonantes y corazonantes de la
psicología ancestral indígena.
Mink’a de conocimiento
Luis Eduardo León Romero & Paola Andrea Pérez Gil10
C
hogue sue Mhuysqa; buen día, gente. Gracias por querer estar
en mink´a de conocimiento con nosotros. Entregamos lo que
somos y tomamos y recibimos de su alimento. Partimos de
la suposición —y excúsenos por eso— de que si está en mink´a, a
través de esta palabra, intuirá que no puede ser solo una gran ra-
zón, o por lo menos no solo razón lineal. Por lo tanto, queremos
empezar donde lo hace toda ancestralidad, por amar y reconocer
que somos del mismo origen, pues venimos de la tierra como
raíz de linaje, familia y hermandad en eticidad.
Así es lo primario en lo indígena: agradecimiento consciente del
origen, por eso no sería coherente si se obviara. Gracias al Paba Sua (padre
sol) y a la Hitcha Guaia (madre tierra), a Temsacá (Monserrate), a Chiguachia
(Guadalupe), y al Majui (el encuentro contigo en Cota). Gracias gran Igua-
que, Guatavita, río Bogotá, río Yuma (Magdalena), Muequeta (hoy Bacatá
o Bogotá), territorios de Cundinamarca, Boyacá, Santander, Amazonas,
Antioquia, Guajira, Huila, Meta, Nariño y Tolima. Gracias abuelo Gata
(fuego), abuela Sie (agua), abuelo Fiba (aire), abuela Guaia (tierra), abuelo
tabaquito, abuela Hayu (coca), abuelo Tihiqui (borrachero), abuelito Cidrón,
abuelito Sanalotodo y abuelo Yage.
Gracias a la Universidad Cooperativa de Colombia, gracias sabi-
duría, gracias ciencia, gracias filosofía y gracias a la psicología. Con mayor
10 Correo electrónico de Luis Eduardo León Romero: origenancestral@hotmail.com
Correo electrónico de Paola Andrea Pérez Gil: paola.perez@campusucc.edu.co
Haber nacido en territorio Mhuysqa y en conciencia de Tierra desde la expe-
riencia y constatación del alma, hace que el presente texto confirme mi certeza de
caminar lo telúrico como fuente de raíz y curación propia, reconociendo en nuestro
linaje ancestral indígena toda posibilidad, ciencia y arraigo. Afirmo en la vivencia
conjunta, en la siembra comunal, el saber de tradición, espiritualidad y trascenden-
cia que hemos cultivado como psicología ancestral indígena.
Índice
apertura, gracias abuelo y taita Dios, haya sido, como sea o como vaya a ser,
abuelita virgen María, y abuelo Jesús. benditas y espirituales gratitudes.
Gracias abuelo Buda y gracias abuelo Cuando el joven indígena des-
Krishna. Gracias a nuestros abuelos y pierta desde la honra de la muerte ha-
abuelas, los amamos mucho. Gracias cia la fuerza de la vida, la toma para
a nuestros linajes y territorios, gracias sí y —con pura inmanencia y emer-
Amerrique (tierra de los vientos) y extra- gencia, puro corazón— sabe que es la
ña Colombeia. Gracias a sus abuelos hora de sembrar y fecundar la tierra,
y sus abuelas, gente del semillero, los la realidad; secreto germinal del tra-
queremos y valoramos, y gracias a us- bajo para alimentar la vida y entregar
ted que siente estas palabras. Muchas la vida que recibió. Así se hace adulto,
gracias papá, mamá, matriz de psiquis- se suelta y se entrega. Es un tránsito
mo y confianza psiquista, son la sagrada doloroso de morir y de crecer; el fru-
humanización del principio telúrico to se suelta del árbol a la vida cuan-
como fuerza de origen. Gracias por la do ambos lo saben. El bebé entra en
vida y a través de ella por sus fraternos llanto cuando la madre lo separa del
regalos: espíritu de conocimiento, cu- seno derecho para encontrar de nuevo
ración, sensibilidad y música. el paraíso en el contacto con el seno
Gracias abuelo Fernando, gra- izquierdo. De esta manera, el joven
cias Mamo Roberto, gracias Mamo Lu- planteamiento se suelta de la infancia
cas, gracias Bata Concepción, y gracias y busca entrar en la maduración pues,
abuelos, Taitas, Mamos, T´hualas y Jai- sin dejar de aprender ni de investigar,
banas; nuestros psicólogos ancestrales. reconoce que ya es hora de sembrar
Gracias al origen por ser algo español hacia afuera. Ya fue semilla, ahora es
y por ser negro, sobre todo en nuestro plantica y a través de él se mueve la
caso, y el de muchos millones, gracias energía para empezar a ser gran ár-
por ser corazón indígena. bol, raíz profunda y fruto de vida.
Ya tenemos 12 años viviendo y Por esto es importante recono-
pensando una psicología indígena. En cer que ya es hora de sembrar la tie-
la ancestralidad, hasta no salir de la rra y de tener de nuevo la tierra sin
condición de hermano menor siempre olvidar nunca que, en esta expresión
seremos niños, bendita infancia que valerosa de lo humano, siempre está
conmemoramos. Sin embargo, pronto presente. En realidad somos de ella,
se nos viene crecer a la manera de lo in- de mamá y de papá. Para el joven in-
dígena. El joven indígena, cuando tie- dígena implica además la doble condi-
ne una edad aproximada a 13 años, en ción existencial y espiritual de ser au-
su potencia de maduración, sabe que tónomo y de ser comunidad. No hay
es hora de entregarse a la vida; que la que romper ningún cordón umbilical
familia le dio raíz, le dio amor y le otor- más allá del físico para crecer; hay que
gó confianza, o le otorgó la gran tarea sanarlo, limpiarlo, y sembrarlo con la
de la curación y el crecimiento. Como placenta y con el primer hogar. Hay
178
La Psicología Social en Colombia. Teorías, Aprendizajes y Experiencias desde el Campo
que amarlo y cuidarlo. Estar en el te- penetra vibrante como empiria cons-
lúrico origen, es decir, y honrando la ciente en lo corpóreo y lo pensante.
voz psicoanalítica, no hay que matar De la misma forma, hoy pedi-
al padre ni a la madre, es mejor re- mos consejo a los abuelos para seguir
conocerlos y de rodillas agradecerles creciendo. Lo afirmamos desde la
por cómo han sido, perfección de lo época en la que se mambeaba chon-
que es la vida en su sentido almífico dur amazónico para la limpieza emo-
o psiquista; es reminiscente (caminar cional. Lo visionamos con la gente
al fin es volver al inicio originante) y que sorteaba el destino para hallarse
psicompsicotica (camino de la psique en en su primera toma de yagé, en dife-
Platón) evolución. rentes mingas y acampadas en el mu-
Luego el joven entiende que nicipio de Cota con cientos de indí-
solamente si se siembra la tierra se genas compartiendo desde su sopa y
puede sembrar la vida. Lo entendi- su sancocho hasta su palabra de mis-
mos cuando sembramos maíz y cubio ticismo danzante en su ser. Se recuer-
en Cota, papa criolla y fríjol en Verjón da a propósito a los niños que seguían
vía Choachí; cuando sembrábamos y al tío que trabajaba con cabildos an-
rastrojeábamos turma (papa) hacien- cestrales Pijaos del Tolima mientras
do investigación en las veredas altas escuchaban de lo jodidos que eran esos
de Tenjo; y cuando sembramos chon- indios para colaborar, y por supuesto,
dur en el Putumayo y acompañamos en el riguroso y vigoroso método de ca-
la siembra de plátano y ñame en la minar la tierra que nos ha llevado por
Sierra Nevada, y de mango y café en tan variados y mágicos lugares. Solo
el territorio Embera de Karmata Rua cabe decir: ¡todo lo que hay para ver!
(Cristianía) en Antioquia. De esta for- Tan profundo que se puede llegar a
ma el joven se propone hacer familia, estar, tanto conocimiento y sabiduría
así nos proponemos hoy ser comuni- que tenemos. Qué raíz de pueblo que
dad. Allí el muchacho busca el consejo somos para un mundo desencantado
de los mayores porque se entiende que de su homogénica construcción cul-
no hay crecimiento sin consejo, com- tural de modernidad. Otra respuesta
pañeros, ni colegas. consciente a la conocida y crítica ex-
No hay psicología de ancestra- presión Weberiana sobre “El desen-
lidad sin consejo, sin transmisión del canto del mundo” citada por Wilber
mito consciente de saber cosmogóni- (1998, p. 24).
co. Nos dijeron eurocéntricamente El abuelo sienta a su nieto para
mal, se constata con base en lo vivido recordarle cómo nació, qué lo conci-
que nuestros abuelos saben curar el bió, y por qué es. Cosmogonía que to-
alma desde la fuerza transformadora taliza cualquier pretensión gnoseoló-
de su consejo, con una palabra de po- gica, ontológica y epistemológica de
der como conexión telúrica que al ser sentido teleológico último en el ab-
compartida ejerce como escucha que solutismo místico de pensar. Al final,
179
Índice
“
nia, los antiguos poblados indígenas
mantuvieron el sentido tradicional de (…) la dignidad del ser hu-
la comunidad en coexistencia” (To- mano es también de orden
rres, 2013, p. 148). cósmico y planetario. La
Se aclara que lo decimos por- operación del ser humano
que lo vivimos, no estamos solo citan- sobre la Tierra es una de
do a los abuelos ni a los libros como las etapas de la historia del
ciencia discursiva. Lo vivimos desde universo. El reconocimiento
su palabra y desde la fuerza de los de la Tierra como patria
territorios sagrados, desde nuestros es uno de los imperativos
180
La Psicología Social en Colombia. Teorías, Aprendizajes y Experiencias desde el Campo
”“
ciplinaria (Carta de la trans-
disciplinariedad, 1994, p. 2). (…) encierra tres niveles de
comprensión en una sola
Por esto, nos reconocemos on- palabra (agua, aire y fuego).
tológicamente como hijos de la Tierra. Entre los aymaras, Pacha-
Lo sabemos desde hace mucho tiem- mama merece gran respeto,
po, hoy Boaventura de Souza Santos se le ofrecen liberaciones,
(2016) lo reconoce así: en cualquier oportunidad
“
(…) las ontologías no oc- en que se comparte comida
cidentales son mucho más y en todos los ritos del ciclo
ricas. Aquí en este conti- agrícola. La tierra se consti-
nente, están en las calles, tuye como los cimientos del
en los pueblos; ontologías cosmos, el fundamento de
que tienen un respeto muy toda la realidad, el recep-
grande por los ancestros, táculo de todas las fuerzas
que todavía son consi- sagradas, que se manifiesta
derados vivos dentro de en montes, bosques, vegeta-
la comunidad. Por eso el ción y aguas. Es el lugar y el
territorio es sagrado, es el tiempo, el espacio primor-
territorio donde enterraron dial. La tierra lo sostiene
a sus muertos (León & De todo, es la base de la vida.
la Coste, 2016, p. 1). La misma vida humana está
ligada a la tierra de forma
”
Para nosotros despierta profunda. La tierra es ma-
una psicología cuya visión de hombre triz de vida (1990, p. 4).
es de ancestralidad antrópica; una ca-
lidad de ser lo humano en su propósito Un estar telúrico, mismidad de
evolutivo de integralidad y por lo tanto tierra y caminante de mitos, de usos y
solo humanizante en simbiosis telúrica, costumbres, de prácticas indígenas que
el hombre terrícola, básica totalidad de recrean en su potencia mítica colectiva
181
Índice
”
rofanía y sacralidad de conciencia, de vida del alma (Leadbeater,
la sensibilidad corpórea consciente y 2009, pp. 3-4).
del pathos que perdona, la integración
Entonces la comprensión de lo
como gran aceptación personal y la
psicoterapéutico en esta translógica pro-
evolución aquiescencial y eterna de lo
pone una ontología del fenómeno en
transpersonal. Una esencial fuerza de
comprensiones ampliamente trascen-
los linajes ancestrales como sentido del
dentes y que en su esfuerzo de recu-
alma (cuerpo y alma) que en camino y
peración de la esencialidad ancestral
fin propicia la tarea de curación pro-
occidental significan la resiembra por
pia, naturaleza de su gran movimiento
la manera filosófica de nominación: el
de perfección.
alma, pues allí está el valor radical con
En este sentido y a pesar de la
certeza y totalidad, solo manifiesta en
dificultad conviene aclarar:
“
el mito de psique, y en este, una in-
(…) que el hombre posee tegración del saber perenne universal
un principio inmortal, lla- que da cuenta integral del qué. Solo
mado alma, que sobrevive allí se propone las maneras vivencia-
a la muerte del cuerpo: les, metódicas y terapéuticas, aquí an-
pero esto es muy vago y cestrales indígenas, sobre el cómo. A
conviene desechar esta va- propósito:
“
guedad para comprender
que aunque esta afirmación Hemos sido convencidos de
fuese verdadera resulta una que el alma viene incorpo-
transposición de la realidad, rada al ser humano desde
pues nadie ha de decir: creo su nacimiento. Nada más
que tengo un alma, sino sé falso. El hombre no viene
que soy un alma. Porque completo a este mundo.
en verdad el hombre es un Procedente de las capas más
alma que tiene cuerpo (…) bajas de la naturaleza, en
Hemos de convencernos de su evolución biológica ha
que somos un ser inmortal llegado a adquirir la forma
de esencia divina, una chis- humana, pero está lejos de
pa del fuego de Dios, que ha ser un hombre concluido,
vivido durante siglos antes insan camil, un hombre
de envolverse en esta vesti- perfecto, como dicen los
dura llamada cuerpo y que musulmanes. Esa es preci-
vivirá innumerables edades samente la misión que debe
después de que éste se re- cumplir todo proyecto de
duzca a polvo (…) Lo que la hombre recién llegado a
182
La Psicología Social en Colombia. Teorías, Aprendizajes y Experiencias desde el Campo
”
de un logos universal y cósmico que se
actos y de su destino (Rebe- expresa en la vida e historia del sujeto
tez, 2000, p. 11). arraigado y produce cultura, significa-
Además, desde el sentido an- ción filosófica y psicológica, y espiri-
tropológico de esta concepción psico- tualidad como aboriginalidad propia.
terapéutica que se presenta, el hom- Psiquismo cosmogónico es el
bre que se devela se asume allende sentido que siembra nuestra alma se-
a la subjetividad eurocéntrica de la minal y la manera de comprender
razón, y se nos muestra tal cual el toda búsqueda amorosa de curación
pensamiento indígena como hijo de y conocimiento que siembra saberes
la tierra. Es decir, independiente de propios en logos como ley de origen
la centralidad de un concepto como de principios y presupuestos míticos,
la subjetividad, aquí la vida psíquica místicos, co-razonantes, corazonan-
se establece como orden ancestral de tes, sensitivos, conscientes, corpóreos,
sujeción a la tierra pues solo se es su- afectivos y transracionales de nuestra
jeto sembrado en el planeta en rela- fuerza. ¡Sí se entiende!, nuestra propia
ción agrícola con la madre de origen fuerza, una psicología ancestral indí-
telúrico y desde ella, estando en ella, gena como psicología desde el primer
una fuerza de raíz que de suyo, pla- ancestro, la madre tierra. Logos cen-
netaria se recrea en la siembra de li- tral mítico que también en Gadamer,
najes que en la multiplicidad de abue- Dussel o Jung se presupone como la
los, padres y nietos se dinamiza como primera y más profunda posibilidad de
animosidad psiquista de vitalidad. sentido, como gran razón de filosofía y
psicología.
3. Presupuestos de una Recuperamos una ciencia para
psicología ancestral indígena ser gente en la Tierra, ciencia transhu-
183
Índice
“
recido reconocimiento. Pero el abuelo Soy un médico y tengo que
sabe que lo suyo sí que lo necesita el ver con gente común. Por
mundo mestizo y occidental, el herma- eso sé que las universidades
no menor. No quedan muchas opcio- han cesado de actuar como
nes —y queremos decirlo desde el co- fuentes de luz. La gente está
razón— así tan salvíficas para nosotros saciada de la especialización
de esta naturaleza. Por qué “los gran- científica y del intelectualis-
des destructores del mundo se gradúan mo racionalista. Quiere oír
en universidades, porque la ignorancia acerca de una verdad que
del hoy científico, desarrollado y tecno- no estreche sino ensanche,
lógico sigue siendo encontrar amor y que no oscurezca sino ilu-
de esto está hecho el sentido ancestral mine, que no escurra sobre
de una gran madre con su hijo” (Abue- uno como agua, sino que
lo Fernando, comunicación personal, penetre conmovedora has-
21 de diciembre de 2015). ta la médula de los huesos
Vale decir con cierta certeza (…) La babilónica confu-
que hemos tratado de entender el ca- sión de lenguas del espíritu
mino de Bochica, la sabiduría (Huyta- occidental ha engendrado
qa) de la vida psíquica (Psy) en Majui una desorientación tal que
(el encuentro contigo; nombre de la cada cual ansía una verdad
montaña sagrada de Cota en Cundi- simple o, al menos, ideas
namarca, Colombia), y de comprobar generales, que no hablen
que se puede hacer terapia (cuidado)11 solo a la cabeza, sino tam-
desde lo indígena. Hemos adquiri- bién al corazón, que den
do una especie de misión (o camino), claridad al espíritu que las
donde nuestra tarea varía en funcio- contempla y paz al inquieto
nes tales como: sentir, escuchar, estar, empuje de los sentimientos
y recuperar para hoy el saber propio (…) Por eso, la ciencia debe,
de ancestralidad; puentear y traducir el incluso, servir a todas las
mensaje ancestral a un mensaje acadé- demás ciencias y saberes,
mico; y defender el mensaje ancestral, pues cada una tiene necesi-
la coherencia de la curación propia dad, precisamente a causa
desde nuestro saber, y revelar a la aca- de su insuficiencia, del apo-
demia que existe una terapia ancestral yo de las otras. La ciencia es
indígena y un conocimiento definible la herramienta del espíritu
para ellos como ciencia, claro está, no occidental, y puede abrirse
cualquier clase de ciencia. con ella más puertas que
Al respecto, dice Carl Jung, en con las manos desnudas (…)
uno de sus libros más espirituales, mís- Es, sin embargo, justamente
ticos y profundos, El secreto de la flor de oro: el oriente [o aquí lo ances-
11 La etimología de la palabra terapia es tral] el que nos enseña una
cuidar. El cuidado de algo.
184
La Psicología Social en Colombia. Teorías, Aprendizajes y Experiencias desde el Campo
”
mediante el vivir (Jung, (1646-1716) y Ken Wilber (1998) en-
1981, p. 24). tre tantos. Una siembra como saber
de metafísica, divinidad, tradición y
Esto también es ciencia pro-
espiritualidad. Obviedad de sonori-
pia del espíritu de la tierra. Por todo
dad sobre el contenido en adelante de
esto, el presente ejercicio es palabra
de siembra que despierta potente des- este intento, una apuesta que no quie-
de la tierra para el hijo y el nieto que re, aunque consciente de la dificultad,
brota en su semilla, siembra de maíz dejarse poseer del juicio de la mo-
como oro sabido, sabedor, sabroso y dernidad y la postmodernidad como
de sabiduría; y esta, aunque siembra premisas de occidente racionalistas,
más académica, también un anhelo materialistas o en antítesis nacientes.
de raíz, de tierra, de propiedad de sa- Aquí es apenas natural proponer una
ber, la posibilidad indígena, mestiza nueva manera del filosofar actualiza-
americana y telúrica de pensar, sentir da, vital, urgente y emergente en clave
y transformar el alma en metamórfi- de perennidad tan complementaria
ca y mítica posibilidad de psique para del eurocéntrico sentido como contra
el hombre en sí, en nos-otros y en en- moderna; pero eso sí, igual intento fi-
trega a su origen. Lo propuesto, un losófico como metafilosófico filosofar.
ejercicio científico que vuelve a ser lo- Es decir, la bandera aquí no es
gos mítico; es decir, una búsqueda de la muerte de la psicología y su fuente
sentido, significado vital de caminar la filosófica, sino más psicología, mejor
tierra y vivir el mito de los ancestros psicología suramericana, psicología
como principio de cuidado, buen vivir, metacomprensiva, transracional y pa-
y estar de conciencia. raconsistente “como logos sagrado que
Es por este sentido contempla- se puede leer en el libro del universo,
tivo del amar y del pensar como con- una suprema verdad” (Páramo citado
ciencia de la pluralista epistemia de la por James & Jiménez, 2004, p. 64),
conciencia de todo algo, por este senti- más míticamente creativa; pero en sí,
do de la resonancia andina que se pre- vibrante racionalidad y sensibilidad
senta el fundamento de posibilidad ex- de comprensión y respuesta para la
presiva de psicología indígena en clave lógica divina (no dividida) de la nueva
de filosofar perenne, de debates y tesis ciencia.
de abuelos y mamos, de mitos y con- De todas formas, y en ánimo
sejos, de montañas, lagunas y plantas, de reconocer para sanar conviene
de corazones, transrazones y sensibi- compartir como para el gran abuelo
lidades, también de Enrique Dussel, de la esperanza digna del pueblo Pa-
Leopoldo Zea, Rodolfo Kusch, Me- taxo, Paulo Freire, la menos demente
jía Huaman, Arturo Escobar, Edgar postura:
185
Índice
“
(…) trascurridos 500 años llores, no llores, cuando tu enfermedad
desde la conquista, no es de modernidad sea la única realidad
la de quien se deja poseer para ti malaya (s.f).
por el odio a los europeos, Es el miedo al mito como pri-
pero si es la de quien no se mer logos, ese temor de la poca con-
acomoda ante la perversi- ciencia que mantienen nuestros cien-
dad intrínseca de cualquier tificistas colegas y estudiantes sobre
forma de colonialismo, de la propia obra maestra de genialidad
invasión, de expoliación. mítica y sabia, profundidad del alma
Es la de quien se niega a que siembra nuestro oficio, “el mito de
encontrar aspectos positi- psique”, (Apuleyo, siglo II d. C). El sen-
vos en un proceso por na-
”
tido problema es que su sagrada signi-
turaleza perverso (Freire, ficancia de amor, redención y libertad
2012, p. 84). queda trágicamente en suspensión de
Sin embargo, desde esa inco- modernidad; lo cual desencantó y po-
modidad como lugar de la mirada his- sibilitó que tanta reducción técnica
tórica sobre nuestros muertos, es tam- como frialdad lógica en consecuencia
bién tarea la de crecer en espíritu, la de allanara el espíritu educativo y voca-
luego de mirar lo que fue, poder decir cional, la trágica carencia del alma en
en algún momento, así fue, así es, eso aquellos que estudian el alma.
somos, mestizos somos. Que cada cual Doble carencia mítica de la au-
reconozca su error y su trabajo interno sente raíz de la manera indígena. O, tal
de aceptar y conciliar a las víctimas y vez, la posibilidad cosmogónica de ha-
los victimarios, todos con su dolor. Que llar en nuestros saberes los sentidos to-
nuestro sagrado mestizaje se siembre tales ancestrales americanos del alma.
en su raíz de ancestralidad y en ella la Reconocer desde el silencio, como
indígena. práctica del alma, que hacer psicología
¿Cuál es el mecanismo opresor ancestral es sembrar profundo la raíz,
entonces?, que cuando nos vemos al es- estar en su fuerza, y en su manera del
pejo no aparece la jeta de indio que tenemos amor. Solo así ser es del alma y esto no
—dicen los abuelos— sino el esquizoi- tiene unicidad escindida de nivel, es en
de universalista despótico, el positivis- todo nivel espectral de lo que somos
tamente reducido, el racionalistamente (i.e., persona, comunidad, prepersona o
gris, el gran opresor que se niega a sí trascendencia, cuerpo y alma) porque
mismo. Ojos azules de la Gran Euro- el asunto terapéutico es conector no
pa sobre mi alma. Diría el compositor disyuntor: vuelo chamánico de mari-
peruano Manuel Casazola Huancco: posa (psique libertaria), salto cuántico
“(…) no llorés, no llores ni te enamores de rana (psique de trans-forma), muda
(…) de mi tierra (…), llorarás cuando metamórfica del ser siendo en una vida
me vaya (…) de la diversidad del mun- (psique como ser en evolución), el cam-
do (…), cuando remedio no haya, no bio de piel hacia el reencuentro profun-
186
La Psicología Social en Colombia. Teorías, Aprendizajes y Experiencias desde el Campo
187
Índice
“
actual realidad cultural. (…) de principios funda-
Lo evidenciado como perspec- mentales, entre ellos: el
tiva teleológica es que este caminar de reconocimiento de un Dios
ancestralidad mhuysqa implica la vuelta como principio de todas
a Chyminigagua, o el volver de una filo- las cosas con atributos muy
sofía del Guy (ser ontológico), del Gua bien definidos, omnipoten-
(el gran ser natural de divinidad) des- cia, poder creativo, bondad;
de la posibilidad sagrada del Tchy (la todo lo bueno que hay en
188
La Psicología Social en Colombia. Teorías, Aprendizajes y Experiencias desde el Campo
”
do de trascendencia (Mar- te (Mhuysqa), está en camino del que
quinez, 2001. p. 41). es (Gua-hoa), que a su vez deviene y
transforma (mini) desde la unidad in-
Una realidad de positivos y ne- separable de la esencialidad del (Chy)
gativos y de luminidad y su contrapar- como fuego eterno (sin tiempo) del es-
te, que, aunque negativa es también píritu hacia la densidad física y mate-
conciencia de enseñanza y aprendizaje rialmente real (Ga) del fuego físico en
para ser Mhuysqa. Es integración de espacio y tiempo, de los elementos de
vida y muerte para ser gente de bien las cruz sagrada del aire (pensamiento),
como hijo de la tierra en autonomía de la tierra (origen), el agua (pathos) y el
entrega sagrada a lo trascendente. Por fuego (espíritu), y de la Gua de la ma-
esto se plantea un camino de Majui, de dre tierra como madre del Guy, el lu-
mismidad hacia la totalidad emergente gar donde se siembra el maíz y la comi-
que define el sentido de buen vivir en da, donde se siembra la vida del hom-
la existencia tal cual como camino de lo bre, la madre, el ser de todo, piedras,
Mhuysqa. Un panorama cosmogónico plantas, animales y del ser humano, el
de relacionalidad con la madre physis, Mhuysqa, (gente). Una totalidad pere-
la Hitcha Guaia como mutua dependen- cedera de sustancia que se manifiesta
cia mística y sagrada que encierra el lo- en perenne tejido, tal cual la ruana.
gos y el pathos en la metamorfosis de ser Para los Mhuysqas de Cota la
ego a ser gente y a ser con posibilidad madre tierra es Hitcha Guaia, y com-
trascendente en divinidad espiritual. prender su enunciado significa recono-
Un recorrido de pensamiento cer que somos una Hitcha de mismi-
bonito y de co-razón dulce como es- dad (yo soy) en un principio originario
pectro de trabajo filosófico y de logos de Guaia (tierra), Hitcha de Yo soy, Guaia
plenamente consciente de su conoci- de tierra, entonces para ellos, nuestros
miento contemplativo y sagrado. Para ancestros, y en fenoménico sentido
Pablo Felipe Gómez, antropólogo de la investigativo así lo hemos vivido, so-
Universidad de los Andes, la memoria mos porque somos hijos de la tierra,
189
Índice
190
La Psicología Social en Colombia. Teorías, Aprendizajes y Experiencias desde el Campo
191
Índice
sonal, 2015). Tchy como apócope del Psy como poder tríadico de la mente
nombre del creador (2009). Un ser gra- omnipotente, omnicientífica y eterna.
matical (Guy) que en espiral se funde al Integralmente un verbo ser tan
gran ser universal. eterno y universal como perecedero y
Dice contundentemente Ma- substancial. Sentido de la evolución
riana Escribano al respecto de un fi- que se materializa en personalidad y
losofar propio, “en efecto, siendo el en la hermosa posibilidad de poder de-
nombre del creador, la semiogénesis cir, yo soy, yo estoy, yo existo. Cadena mís-
de la Mhuysqhubun, sería un contra- tica del ser que a la manera de MHU
sentido no aceptar que esta lengua se compone por energía material (M),
está inscrita enteramente en un marco un soplo constituible en personalidad
espiritual, científico y filosófico (peren- en sentido amplio y más allá del ca-
ne). Es muy importante tener siempre rácter (H), y una mónada (U) que en
presente que en la sociedad Mhuysqa sentido MHUysqa se presenta como
(último ramal del Mhu), no había ni el mismo espíritu indivisible frente a
división ni ruptura entre ciencia y re- la ilusión de lo dividido y fraccionado.
ligión” (Escribano, 2002, Pág. 15). Por Un ontos del psiquismo que en
eso, esta fluyente premodernidad es comprensión de un alma interna y hu-
de Chyminigagua, del Chy a la Gua, mana manifiesta cuatro esencias que
es sentido filosófico de la esencia a la implican cuatro logos en el orden supe-
substancia, y, ¿esencia y substancia rior de un gran logos sagrado del senti-
en radical (de raíz) afirmación no es do holístico del Chyminigagua, el pen-
el asunto de toda filosofía que además samiento sagrado de la divinidad. En-
implica para la psicología el ser del tonces, un alma de naturaleza de vida
alma? material (alma de Bio), de naturaleza
Además, un Gua que como de- racional (alma de Psy), de naturaleza
rivación en Guy (ser) implica y recrea emocional (alma de Puyky corazón) y
el nacimiento integral del ser perece- de naturaleza espiritual (alma de Gua-
dero, de ese primate Mhuysqa que en Chy, el sabedor interno espiritual), y
evolución desde el soplo psiconeumá- todas una misma, divina (no dividida)
tico se propone Mhuysqa en el alcance e integral alma.
de humanidad, de ser gente de MHU Esencia naturalmente evolucio-
(energía material, personalidad y es- naria que en su potencia se proposita
píritu divino o indivisible) como es- hasta ser inmortal. Desde el alma pere-
pectro de lo integral. Una emergencia cedera e incorporada, pasando por el
humana que como necesidad de mis- alma que en esta situación de espacio
midad en majui está dotada del poder y tiempo se construye y perfecciona,
de la madre y del padre, del corazón y hasta el alma inmortal, cuatro esen-
la razón, de lo femenino y lo masculi- cias que evolucionan hasta dar el alma
no, es decir, del Puyky como sabiduría inmortal, un trascendente fundido de
del corazón y de la fihizca (alma) de totalidad que solo en aparente contra-
192
La Psicología Social en Colombia. Teorías, Aprendizajes y Experiencias desde el Campo
193
Índice
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8. La atención psicosocial en
el escenario del posconflicto
colombiano
Carlos Arango Cálad12
E
xploraremos en este artículo la manera como el escenario
del posconflicto colombiano ha dado lugar a la necesidad
de implementar una atención psicosocial para enfrentar
realidades y problemas complejos, y sobre la manera como las
instituciones y la psicología como profesión han respondido y pue-
den responder para satisfacer esta demanda.
La historia de Colombia puede ser vista como un proceso continuo
de conflictos y guerras que, desde el momento de lucha por la Indepen-
dencia de Colombia, ha impedido la consolidación de la nación. La In-
dependencia de Colombia dio lugar a las luchas entre quienes querían un
régimen unitario y quienes querían un régimen federal. El sueño de Bolívar
de consolidar la Gran Colombia desembocó en la división entre Venezuela,
Colombia y Ecuador; Colombia quedó en manos de terratenientes y co-
merciantes regionalistas. Gonzalo Sánchez describe la Colombia decimo-
nónica como un país en guerra permanente. Tras 14 años de la guerra de
independencia hubo 8 guerras civiles nacionales, 14 guerras civiles locales,
innumerables asonadas, 2 guerras internacionales con Ecuador y 3 golpes
de Estado (Sánchez & Peñaranda, 1986).
Estas guerras nunca concluyeron en victorias decisivas pues había
tan solo breves interrupciones para tomar aliento antes de que se reanuda-
ran las hostilidades. Los dos partidos políticos responsables de esas guerras,
que aún hoy dominan la vida política del país, datan de finales de la década
de 1850 – 1860. La Guerra de los Mil Días (1899-1902) fue la más prolon-
gada y devastadora de las guerras civiles en Colombia. La devastación se
acentuó por la aparición de numerosas guerrillas, en su mayoría liberales,
en diferentes regiones del país (Pearce, 1990).
12 Correo electrónico de Carlos Arango Cálad. Ph.D.: carlosarango68@gmail.com)
Índice
“
algunos analistas calificaban como un
(…) Colombia es vista
‘estado fallido’, al presentar los nive-
como un intrincado nudo
les más altos de su historia en materia
sin comienzo ni final, un
de tasas de homicidio, desplazamiento
país de tan extraordinarias
forzado, secuestros y áreas del territo-
características que muchos
rio bajo cultivos ilícitos” (PND. 2004-
identifican con el Macondo
2018 Todos por un nuevo país, p. 35).
de Cien años de Soledad,
Por los resultados que podemos
la novela de Gabriel García
obtener en términos de la instauración
Márquez (García Márquez,
de una cultura de la violencia, y una
1967), lo cual implica que
sociedad en guerra permanente, pode-
pertenece al reino del realis-
mos afirmar que las instituciones co-
mo mágico y desafía la ex-
”
lombianas no están cumpliendo con su
plicación y análisis (Pearce,
papel, y que es necesario hacer una re-
1990, p.13).
visión de las maneras específicas como
En la actualidad llevamos más esto está sucediendo y de cómo llegar a
de 60 años de conflicto armado en- corregirlo.
tre las FARC y el Estado colombiano. Una primera observación
En el momento en que las dinámicas que podemos inferir a partir de esta
de desarrollo social de nuestro país se corta mirada a la problemática co-
encuentran en una situación de crisis lombiana es la identificación de una
—en la que conflictos sociales orques- enorme dificultad para: caracterizar
tados por las clases dirigentes se han psicosocialmente las situaciones, de-
salido del control político y social— las limitar con claridad los actores y los
instituciones colombianas reflexionan significados o las posiciones en con-
sobre el papel que han jugado en la flicto, reconocer la naturaleza de los
creación y mantenimiento de esta si- problemas, establecer las causas por
tuación y sobre su función como regu- las que se mantienen los problemas,
ladoras del desarrollo social. A su vez y construir soluciones eficaces que
intentan encontrar el camino para re- hagan posible superar las situaciones.
vertir este proceso y aportar a la cons- La ambigüedad discursiva en la ca-
trucción de una nueva dinámica de racterización de las situaciones y so-
convivencia para nuestra nación. bre todo la dificultad para explicitar
Este es un panorama que, mira- los valores y principios en juego son
do con objetividad, es bastante deses- los elementos que intentamos supe-
peranzador. Con solo revisar el primer rar en este ejercicio de acercarnos a
párrafo del diagnóstico presentado en la problemática.
el Plan de Desarrollo Nacional: “Todos Para poder resolver un pro-
por un nuevo país” encontramos que blema es necesario reconocerlo clara-
“Colombia comenzó el nuevo milenio mente en primer lugar. Fue desde el
200
La Psicología Social en Colombia. Teorías, Aprendizajes y Experiencias desde el Campo
”
parecer se tuviese muy claro de qué diferencial (GHM, 2013, p.
se trataba este asunto. Esto podemos 400).
inferirlo por el hecho de que 7 años
Con la apertura del proceso de
después la Corte Constitucional lan-
negociación entre las FARC y el Estado
zó la Sentencia T-025 de 2004 por
colombiano en La Habana y la apro-
el incumplimiento del Estado con la
bación del acuerdo de paz entra en
población desplazada reconocida en
plena vigencia y adquiere cada vez más
la Ley 387 de 1997, en la que instau-
relevancia esta recomendación. Pero
ró un auto que reiteró la obligatorie-
dad en “la atención psicosocial” (ver entonces, ¿qué estamos entendiendo
http://www.corteconstitucional.gov. por atención psicosocial? ¿Cuáles son
co/T-025-04/A2004.php). los recursos técnicos con los que deben
Diez y seis años después, en el estar equipadas las instituciones para
año 2013, el Centro Nacional de Me- prestar adecuadamente una atención
moria Histórica presenta el estudio psicosocial a la población? Intentare-
¡BASTA YA! donde plantea: mos acercarnos a la comprensión de
“
esta problemática a la luz de lo que ha
El derecho a la reparación sido la historia de la atención psicológi-
se centra en dar respuesta
ca a los problemas comunitarios.
a la integralidad de daños
Tal como lo describen Sacipa,
y perjuicios sufridos por
Tovar, Sarmiento, Gómez y Suárez
las víctimas a través de
(2013):
201
Índice
“
Las primeras intervencio- el daño o el impacto negati-
nes con personas y comu- vo únicamente en la víctima
nidades víctimas del con- vista como impotente y cu-
flicto armado, se realizaron yas capacidades individuales
bajo la denominación de de afrontamiento del suceso
atención en salud mental, están agotadas; por esta
e hicieron buen uso de las razón consideraban que la
perspectivas clásicas de pasividad de la víctima re-
trauma, crisis y duelo que sultaba funcional a los inte-
constituyeron la primera reses de los actores armados
caja de herramientas para en tanto lograban los efectos
el trabajo de atención a las de silenciamiento, indivi-
víctimas. Las herramientas dualización y disgregación
prácticas que adoptaban de las poblaciones afectadas,
y ponían en práctica este lo que supondría desalentar
aparataje teórico eran los la protesta social y la parti-
manuales internacionales cipación política facilitando
de salud mental para la la dominación territorial
”
atención de desastres, ela- buscada (Sacipa et al., 2013,
borados principalmente p. 6).
por la OMS y la OPS (Sa-
Considero de fundamental im-
cipa et al., 2013).
portancia ahondar en estos plantea-
Posteriormente: mientos donde se cuestiona el modelo
de salud mental basado en el mode-
A partir de la misión en
lo médico y se propone el modelo de
Colombia de Francis Deng
atención psicosocial sustentado en
de ACNUR (Alto Comisio-
razones políticas. Considero que una
nado de las Naciones Uni-
amplia y explícita comprensión de es-
das para los Refugiados) se
tos conceptos, así como de la historia
empezó a hablar de aten-
que les dio origen, nos permitirán su-
ción psicosocial, motivados
perar la ambigüedad del significado
por una discusión nutrida
y comprender las implicaciones de la
por asesores internacio-
adopción del enfoque psicosocial en la
nales como Carlos Martín
atención a víctimas.
Beristain. El mayor aporte
Para comprender las diferen-
de esta nueva perspectiva,
cias entre el modelo médico y el mo-
desde el punto de vista de
delo psicosocial es conveniente com-
la psicología política, fue
prender la historia que dio lugar a la
reconocer que la mirada
emergencia de la psicología comunita-
de salud mental basada en
ria como campo privilegiado de desa-
el modelo médico, ubicaba
rrollo del enfoque psicosocial.
202
La Psicología Social en Colombia. Teorías, Aprendizajes y Experiencias desde el Campo
”
ban que el pensamiento debe ser prác- una concepción psicosocial
tico y el conocimiento debe expresarse del individuo (p. 188-189).
en acciones. Estos autores plantearon
que la ciencia debe estar comprome- Entonces encontramos que el
tida con un cambio social construc- pensamiento psicosocial se ha desarro-
tivo y un imperativo ético que lleve a llado desde hace ya un siglo y esto da
la creación de las condiciones sociales lugar a avances teóricos y metodológi-
que permitan a los individuos conver- cos diversos basados en el pensamiento
tirse en agentes activos en su propio de Mead. Entre ellos, la propuesta de
ambiente. Entre estas condiciones se Berger y Luckmann (1968) es una idea
encuentra la democracia participativa central del pensamiento psicosocial
como un ideal de convivencia, en el consistente en que la realidad social
que la participación ciudadana sea el no está dada de una manera absoluta;
medio a través del cual los individuos ellos consideran que toda realidad es
tengan control del medio ambiente una construcción social y que, por lo
(Musitu & Buelga, 2009). tanto de lo que se trata es de identifi-
En este contexto valorativo car las maneras como en la interacción
George Herbert Mead desarrolló el construimos esa realidad y las maneras
enfoque del interaccionismo simbólico como podemos transformarla.
que se basa en la idea de que la inte- Berger y Luckmann (1968) lo-
racción humana está mediada por el gran articular el pensamiento marxista
uso de símbolos y por la interpretación —basado en que las relaciones sociales
del significado de las acciones de los determinan la conciencia social— con
demás (Baron & Byrne, 2005; Musitu, el pensamiento psicosocial de Mead.
Román, & Gracia, 1988). Tal como lo Otra propuesta relevante fue la de
plantea Blanco (1995) encontramos en Kurt Lewin (1946/1988), la cual buscó
Mead la fuente originaria del pensa- implementar la investigación-acción para
miento psicosocial: resolver problemas colectivamente.
“
Y si de fuentes hablamos, De igual modo, la propuesta de Ervin
prácticamente hay una, Goffman (1959) de comprender las si-
casi la única, de obligada tuaciones desde el punto de vista de los
referencia, la teoría de G. escenarios de actuación introdujo una
H. Mead (…) en quien lo perspectiva crítica sobre toda situación
203
Índice
204
La Psicología Social en Colombia. Teorías, Aprendizajes y Experiencias desde el Campo
”
mental donde plantea que: sin duda corregirá; Szasz,
“
1970, p. 23).
(...) la noción de enfer-
medad mental deriva su El cuestionamiento a este en-
principal fundamento de foque fue ampliamente desarrollado
fenómenos como la sífilis por autores que representaron el movi-
cerebral o estados deli- miento conocido como anti-psiquiatría
rantes –intoxicaciones, en la década de los años 70, el cual
por ejemplo- en que las determinó la crítica y superación epis-
personas pueden manifes- temológica del modelo “clínico” para
tar determinados trastor- la comprensión y tematización de los
nos de pensamiento o de problemas de la vida (Basaglia, 1972;
conducta. Hablando con Cooper, 1967/1972; Laing, 1971;
precisión, sin embargo, Szasz,1970). La superación episte-
estas son enfermedades del mológica del modelo clínico se expresó
cerebro, no de la mente. como un movimiento político contra el
Según cierta escuela, todas sistema psiquiátrico cuyo lema planteó
las enfermedades mentales que se trata de liberar a la locura de
205
Índice
“
Nuestros adversarios no perspectiva crítica de transformación
son demonios, brujas, el social y comunitaria.
destino o la enfermedad El modelo de salud mental co-
mental. No tenemos nin- munitaria impulsado en la década de
gún enemigo con el cual los años 60 por la administración de
combatir mediante la Kennedy buscaba superar el modelo
“cura” o al cual podamos médico tradicional. Este modelo busca
exorcizar o disipar por esta que sean las comunidades —y no las
vía. Lo que tenemos son instituciones— quienes proporcionen la
problemas de la vida, ya asistencia que se promueva la desprofe-
sean biológicos, económi- sionalización de la asistencia más que la
”
cos, políticos o psicosocia- especialización, que el objetivo sea afec-
les (Szasz, 1970, p. 34). tar a toda la población y no a pacientes
individuales, que se realicen actividades
La crítica epistemológica al preventivas más que tratamientos.
modelo médico basado en el concepto En el caso de los tratamientos se
de psicopatología permitió superar esta espera que estos se centren en psicotera-
concepción en el campo de la psicología pia breve e intervención en crisis, que
y las ciencias sociales. Sin embargo, el se promueva la participación y control
enfoque clínico siguió imperando en
comunitario y se busquen las causas
las instituciones académicas y de salud
ambientales o psicosociales de los prob-
por la eficacia práctica como discurso
lemas más que las causas intrapsíquicas.
legitimador de los tratamientos y pro-
Chacón y González García (1998, p. 34)
cedimientos, por lo que sigue vigente en
sugieren que los postulados básicos del
tanto ideología. Cuando hablamos de
modelo son:
ideología nos referimos a un conjunto
de ideas y valores ligados a unos inter-
1. El rechazo a las definiciones tradi-
eses particulares (e.g., éxito profesional,
cionales e intrapsíquicas de la enfer-
eficacia institucional, o control social),
medad mental
lo que determina que la comprensión
de la realidad se vea enmascarada o dis- 2. El énfasis en los factores sociales en
torsionada por lo que no admite que la el origen de los problemas en salud
realidad sea analizada críticamente (ob- mental
jetivamente, dirían los científicos).
Por otra parte el llamado del Es- 3. La defensa de la distribución más
tado norteamericano a desarrollar una óptima y más equitativa de los re-
psicología comunitaria dio lugar al de- cursos de salud mental
206
La Psicología Social en Colombia. Teorías, Aprendizajes y Experiencias desde el Campo
“
La educación en salud men- En el caso colombiano nos en-
tal es un esfuerzo tendiente contramos con un escaso desarrollo de
a atraer a las personas des- la psicología comunitaria. Este emergió
prevenidas para convertirlas en los contextos académicos como una
en clientes de los servicios alternativa de formación en los pre-
de salud mental comu- grados de psicología en las décadas de
nitarios. Una vez creada los años 70 y 80 como un esfuerzo por
la demanda, la industria dar respuestas a los problemas comuni-
se expande, mediante un tarios del momento y sobre todo a las
incremento sostenido de catástrofes naturales. El surgimiento de
los gastos destinados a los la psicología comunitaria en Colombia
hospitales y clínicas neurop- tuvo una enorme resistencia por par-
siquiátricos existentes y a te del gremio profesional y académico
crear fábricas nuevas y más que desarrolló toda una estrategia in-
automatizadas, a las que se stitucional para eliminar la formación
denomina “Centros Comu- comunitaria de los programas de pre-
”
nitarios de Salud Mental” grado, con la consiguiente ausencia de
(Szasz, 1970, p. 49). formación en el enfoque psicosocial en
207
Índice
“
ser encontrada en Arango (2009).
La Estrategia de Atención
Paradójicamente, a medida
Psicosocial se enmarca en
que iba desapareciendo la psicología
los enfoques de derechos
comunitaria como componente de la
humanos, psicosocial y sa-
formación básica del psicólogo, en los
lud mental, curso de vida,
contextos institucionales se iba con-
diferencial, transformador,
solidando la necesidad de prestar una
de acción sin daño y accio-
atención psicosocial a los problemas
nes afirmativas, entendidos
sociopolíticos de las regiones. La cat-
como métodos de análisis
egoría de la atención psicosocial con-
que guían la actuación por
signada en la ley se constituyó en un
un lado, desde la compre-
término que entró a formar parte de
sión del sujeto de derechos,
los discursos políticos y programáticos
a nivel individual o colecti-
de las instituciones relacionadas con
vo, a partir de sus contextos
la atención a las víctimas del conflicto
tanto sociales, y culturales
armado y hoy hace parte del reperto-
como geográficos; y por el
rio verbal de los funcionarios públicos.
otro desde la reflexión ética
Sin embargo, cuando tratamos de in-
sobre las actuaciones que se
dagar qué es lo que se entiende por la
desarrollan desde el Estado
”
atención psicosocial nos encontramos
(Ministerio de Salud de Co-
con una ausencia de referentes con-
lombia, 2006, p. 10).
ceptuales, teóricos y metodológicos
que ponen en evidencia la ausencia de
formación técnica de los profesionales Como podemos inferir, a par-
y funcionarios sobre el tema. tir de este planteamiento, nos encon-
Tal vez la versión más actu- tramos con una estrategia de atención
institucional basada en la concepción
alizada de lo que se entiende oficial-
del individuo como sujeto de derechos.
mente por atención psicosocial la
Donde se hace énfasis en el recono-
encontramos en el documento Marco
cimiento de la complejidad de la prob-
conceptual para la Atención Psicosocial In-
lemática en función de los contextos y
dividual, Familiar, Comunitaria, Colectiva, condiciones individuales (i.e., enfoque
Étnica (Ministerio de Salud de Co- diferencial).
lombia, 2006). En este documento Cuando tratamos de profun-
encontramos que, lejos de aportar in- dizar en lo que se denomina enfoque
formación relevante sobre la tradición “psicosocial y salud mental” nos encon-
del pensamiento psicosocial de las tramos con que lo más explícito que se
ciencias sociales o humanas, el docu- propone es que: “se considera que un
mento nos presenta una amalgama de enfoque psicosocial debe ser transver-
discursos que sirven de legitimadores sal a todas las acciones adelantadas en
208
La Psicología Social en Colombia. Teorías, Aprendizajes y Experiencias desde el Campo
209
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9. Conclusiones. Psicología de lo
social: El campo y perfil de los
profesionales
L
a psicología como disciplina registra una historia corta entre
las ciencias. Su aparición reciente puede explicar, en alguna
medida, la dificultad teórica y metodológica que ha tenido
para dar un orden y estatus a cada uno de sus campos y enfoques a
partir de una mirada epistemológica y corpus conceptual unificado.
Desde su origen, se ha concebido como una ciencia de los individuos,
en donde el sujeto se asume como el centro de reflexión e interven-
ción, tanto así que se ha reducido generalmente a la labor clínica en
los escenarios de formación así como la representación social que
se le ha dado al psicólogo. Por esta razón es común que se inicie la
búsqueda del campo de lo social a partir de la formación y prácti-
ca clínica, en parte por la posibilidad que representa de interactuar
con los sujetos y de reconocer sus contextos y vivencias propias.
No obstante y a pesar de la confusión que esto puede suscitar, la psico-
logía social ha existido como teoría y práctica en Colombia y en el mundo. Al
principio, en el marco del surgimiento de las ciencias sociales, la antropología es
una de las primeras disciplinas que le pregunta a la psicología sobre lo diferen-
te, lo que parece “anormal” y no logra ser comprendido. Es en este punto en el
cual se abre la puerta a la reflexión sobre la diversidad cultural que arranca en
los años 20 y se profundiza en los años 70 con la psicología intercultural. Aun-
que inicialmente las preguntas que se hacía la psicología intercultural tenían un
sesgo discriminatorio —pues se enfocaban solo en los pueblos indígenas desde
una perspectiva de lo “exótico”— esta apertura permitió ampliar el espectro de
análisis a los fenómenos sociales que afectan el comportamiento de los sujetos y
llevó a la comprensión sobre la necesidad de reconocer y abordar la dimensión
cultural de lo psicológico.
Índice
De igual manera, como lo afir- una apuesta ética y política clara por
man los psicólogos entrevistados, la so- una praxis que articule reflexión con
ciología ha realizado un aporte valio- acción.
so en la comprensión de lo colectivo y Uno de los retos de la psicolo-
social ampliando los recursos teóricos gía social señalado por los participantes
de la psicología social y afirmando su de la investigación en el momento ac-
carácter inter y transdisciplinario. tual de Colombia es el de avanzar en la
En el contexto colombiano la construcción de una mirada interpre-
psicología social ha atravesado por un tativa propia que derive en una aproxi-
número grande de dificultades. Por una mación epistemológica comprensiva y
parte, no ha existido una escuela de amplia que logre actualizar los debates
formación reconocida y de suficiente anacrónicos de la psicología para dar
ascendencia que haya logrado generar respuesta a los requerimientos sociales
un pensamiento alrededor del campo y emocionales de las sociedades con-
de lo social y, a pesar que ha habido in- temporáneas. En este sentido, se hace
tentos relacionados —por ejemplo, con imprescindible romper las barreras que
la etnopsiquiatría que nace del interés por la misma disciplina se ha encargado de
estudiar las diferencias individuales— crear entre los diferentes campos en
la psicología social como campo teóri- su afán por priorizar un pensamiento
co y práctico delimitado ha permaneci- científico de lógica lineal y de carácter
do al margen y se ha consolidado sobre hipotético-deductivo, pues el contexto
todo en las periferias de la disciplina en colombiano con sus particularidades
ocasiones más por una acto de resisten- culturales y políticas, exige construir
cia que por una vocación clara de inci- marcos de interpretación amplios des-
dencia social e intelectual. de una perspectiva comprensiva y si-
De otra parte, los debates que tuada que integre los aportes de las de-
caracterizan a la psicología social en más ciencias sociales.
gran medida permanecen anclados a En los grupos focales, en las au-
las distinciones clásicas entre lo indi- tobiografías y en las entrevistas se hizo
vidual y subjetivo, lo cultural y social, palpable un temor a lo desconocido, a
y el distanciamiento entre la investi- ese sujeto real, impredecible, que sien-
gación básica de corte experimental y te, sufre y se alegra, que habita en so-
la intervención de tipo comunitario. Y ciedad y se construye en lo cultural. Tal
aunque en algunos casos se sigue pen- vez en este punto radica el impedimen-
sando que lo cultural pertenece a la an- to de la disciplina para comprender lo
tropología, lo grupal a la sociología y complejo de la subjetividad implicada
la intervención al trabajo social, la psi- en la realidad colombiana. La psicolo-
cología social ha realizado un gran es- gía social encuentra en esta discusión
fuerzo —desde la labor profesional de su lugar de reflexión y acción y es allí a
los psicólogos— por construir puentes donde debe dirigir su esfuerzo teórico y
entre la teoría y la práctica dentro de metodológico.
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