CO CLU 10 E

DEL 11
CO FERENCl
ACIONAL
CU DRO
Diciembre de 1987
_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ CONCLUSIONES DE LA 11 CNC
CONCLUSIONES DE LA II CNC _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __

INDICE

Pag.

I. Palabras de instalación pronunciadas por Francisco Caraballo -Apartes- .... 11

II. Saludo del Partido Comunista de España (m-1)
Pronunciado por Pablo Mayoral del Secretariado Nacional. . . . . . . . . . . . . 13
III. Saludo del Partido Comunista M-L del Ecuador
Leído por David, del Secretariado Naci~mal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
IV. Mensaje del Partido Comunista de los Obreros de Francia . . . . . . . . . . . . . . 19
V. Declaración Política de la II CNC . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21
VI. Por el fortalecimiento de la calidad bolchevique de nuestro Partido . . . . . . . . 41
VII. Nuestro trabajo militar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 78
VIII Discurso de clausura, del camarada Francisco Caraballo . . . . . . . . . . . . . . 107
CONCLUSIONES DE LA 11 CNC _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __

PRESENTACION

En octubre de 1987, en la clandestinidad y burlando el terror

fascista v antipopular impulsado por el imperialismo, la burguesía
y su gobierno,, tuvo lugar la Segunda Conferencia Nacional de Cua-
dros del Partido Comunista de Colombia (marxista-leninista).
Presentamos ahora sus conclusiones a toda nuestra militancia, a los
partidos hermanos y al movimiento progresista, democrático y
revolucionario del país y del exterior.
La Conferencia Nacional discutió, enriqueció y aprobó por
unanimidad tres documentos propuestos por el Comité Central a
los dirigentes intermedios del Partido: una declaración poi ítica so-
bre táctica y las ponencias sobre trabajo militar y organización del
Partido. A partir de los principios del comunismo científico, de la
1ínea poi ítica, del análisis de la situación actual y de las exigencias
de la lucha de clases, la Conferencia sometió a un riguroso examen
crítico y autocrítico la coyuntura actual, los planteamientos y el
trabajo del Partido en estos tres campos.
Recorre el conjunto de las conclusiones un hilo conductor aue
reivindica el marxismo-leninismo, destaca el papel del Partido le-
ninista en la conducción de todas ·1as formas de ·1ucha y organiza-
ción y particularmente en la lucha armada, resalta la construcción
del Partido entre la clase obrera y la participación primordial del
proletariado en el proceso revolucionario; enfatiza en las tareas de
arraigo entre las masas obreras y populares para encabezar sus lu-
chas, y da nuevas luces para hacer del Partido una real alternativa
de· poder y preparar la insurrección que, llegado el momento, los
comunistas, los obreros y el pueblo sabremos hacer victoriosa para
expulsar al imperialismo, derrocar a la burguesía, instaurar la dic-
tadura del proletariado y construir el socialismo.
La declaración poi ítica analiza los fenómenos internacionales
_ _.......__ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ CONCLUSIONES DE LA II CNC

que inciden más directamente sobre el país el estado de la econo-

mía, la situación y el comportamiento de 1~ burguesía y el gobier-
no, la actividad del movimiento de masas y la participación del
Partido en él, todo ello para ratificar los aspectos esenciales de
nuestra táctica e introducir en ella las modificaciones que deman-
dan los últimos cambios, especialmente considerando la aparición
de rasgos fascistas en el Estado colombiano.
En el terreno militar, son de destacar tesis centrales del docu-
mento resp,ectivo, tales como la ratificación del principio de la vio-
lencia como partera de los cambios revolucionarios de la humani-
dad; la necesidad de la insurcección para la toma del poder; el em-
peño del Partido por hacer que todas las formas de lucha, armadas
y no armadas, pacíficas y violentas, confluyan en la acumulación
de fuerzas para la insurrección; la justificación de la vigencia de la
lucha armada del proletariado y del pueblo colombiano en la ac-
tualidad; la reivindicación de las formulaciones leninistas sobre
guerra civil; la necesidad de profundizar los elementos de guerra
civil que existen en este momento en el país, para preparar la insu-
rrección; el llamado a profundizar el trabajo militar del Partido y
del EPL entre el proletariado; la dirección del Partido sobre el EPL
tanto en lo ideológico como en lo poi ítico y lo propiamente mili-
tar; el positivo balance sobre los logros del EPL y sus proyeccio-
nes; el manejo hábil de la concentración de las fuerzas guerrilleras;
las tareas de formación de milicias y armamento de las masas; la
poi ítica unitaria para el movimiento guerrillero y, en estos momen-
tos, para la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar; y, las justas
posiciones sobre vanguardias colectivas, poder y ejército revolucio-
nario.
Al tratar sobre la organización del Partido, la Conferencia lla-
ma a acerar nuestro carácter bolchevique, a aplicar correctamente
el centralismo democrático, a fortalecer la dirección nacional, a
mejorar el funcionamiento del Partido en todas sus instancias y
utilizar métodos de dirección y de trabajo acertados, a aplicar pla-
nes únicos y centralizados, a profundizar decidida y eficazmente
la construcción de Partido esencialmente entre el proletariado, a
modernizar nuestras labores y estructura, a hacer uso de una justa
poi ítica de cuadros, a aplicar cabalmente nuestra I ínea militar, a
trabajar denodadamente en pos de la unidad del . movimiento
democrático y revolucionario y a mejorar el trabajo internaciona-
lista del Partido. Con profundo espíritu autocrítico, _ la Confe-
rencia analiza éxitos, errores, desviaciones y deficiencias en mate-
ria organizativa, desentraña sus causas ideológicas y toma medidas
tendientes a fortalecer al Partido como destacamento proletario de
vanguardia.
Son particularmente valiosos los argumentos que los cuadros
del Partido han adoptado en estos tres temas para la lucha contra
CONCLUSIONES DE LA II CNC _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __

el revisionismo, la socialdemocracia y el oportunismo. Esta es tan-

to una tarea de vigilancia revolucionaria al seno del Partido, como
de desenmascaramiento continuo de esos enemigos de la revolu-
ción ante la clase obrera, las masas del país, el proletariado y los
pueblos del mundo.
Las conclusiones de la Conferencia Nacional de Cuadros tienen
un alto valor internacionalista, al colocar al Partido en mejores
condiciones para la lucha poi ítica en Colombia, al poner en común
entre los comunistas del mundo nuestras experiencias tácticas, mi-
litares y organizativas y al contribuir con nuestras vivencias en es-
tos aspectos de la lucha a los demócratas, los antiimperialistas, los
antifascistas y revolucionarios de todos los países.
Con las decisiones de la 11 Conferencia, nuestro Partido mejora
las condiciones para redoblar su trabajo en la lucha por la unidad
de los partidos marxista-leninistas. Así mismo, podrá desarrollar
una actividad más intensa, al lado de los demás destacamentos co-
munistas del mundo, para trata~ de coordinar, unificar y dirigir al
movimiento democrático internacional con consignas apropiadas
a cada circunstancia y en la perspectiva de un frente mundial anti-
imperialista, antifascista y contra el peligro de guerra.
La Conferencia Nacional de Cuadros se propuso también con-
tribuir al vigoroso crecimiento y fortalecimiento del movimiento
democrático y revolucionario en Colombia. En primer lugar,
acerando y desarrollando nuestro Partido. Y también por lo que
sus conclusiones representan como aportes en la lucha teórica,
como aclaración del camino que conducirá al proletariado a la to-
ma del poder y como enriquecimiento de la poi ítica unitaria de
los comunistas.
Los documentos que presentamos en esta ocasión, son el fruto
de un intenso debate democrático tanto al seno de nuestra direc-
ción nacional, como en los niveles intermedios de la organización
partidista. Es de resaltar el alto grado de unidad, madurez y apor-
tes que reflejan estas conclusiones.
Corresponde ahora a toda la militancia comunista estudiar, dis-
cutir y asimilar este nuevo enriquecimiento de la línea política del
Partido Comunista de Colombia (marxista-leninista). Nuevas acti-
vidades en la vida democrática del Partido serán ocasión propicia
tanto para cumplir con este objetivo, como para diseñar y poner en
práctica los planes de trabajo del Partido, que, en medio de la lu-
cha de masas, han de reflejar los resultados de la Conferencia de
Cuadros y el conjunto de nuestra poi ítica.
Es igualmente tarea de los comunistas promover la discusión
de estas tesis en el movimiento de masas, particularmente en. la ac-
tual campaña poi ítica, a fin de allegar nuevos militantes y amigos,
defender el marxismo-leninismo y profundizar el papel dirigente
del Partido sobre las luchas obreras y populares, conforme a estos
olanteamientos v a nuestra poi ítica qeneral.
~ - - - - - - - - - - - - - - - - - - - C O N C L U S I O N E S DE LA 11 CNC

Al presentar estos materiales, es preciso rendir un homenaje

sentido a los luchadores populares asesinados por el régimen, a los
comunistas que han entregado su vida por la causa revolucionaria
y en especial, a nuestro inolvidable Camarada Ernesto Rojas. A
su memoria estuvieron dedicados los trabajos de la Conferencia,
pues su espíritu aguerrido contribuyó en buena medida a muchos
de los éxitos que registra nuestro Partido. Los comunistas colom-
bianos seremos fieles al legado de nuestros héroes y mártires y a
riuestro juramento de luchar y vencer.
CONCLUSIONES DE LA II CNC _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ 11
PALABRAS DE INSTALACION
PRONUNCIADAS
POR FRANCISCO CARABALLO
-Apartes-
Quiero en primer lugar resaltar
la trascendencia de este evento po-
i ítico para la vida de nuestro Parti-
do y para el desarrollo de su tra-
bajo.
Recordarán ustedes que la Pri-
mera Conferencia marcó un hito
para el fortalecimiento de nuestro
Partido, por cuanto planteó aspec-
tos sumamente importantes, como
quiera que esclareció y desarrolló
tesis relativas a los métodos de di-
rección y de trabajo que correspon-
den a un Partido auténticamente
marxista-leninista. Los resultados
poi íticos de esa Conferencia, están
a la vista con el desarrollo que ha
tenido nuestro Partido y su cualifi-
cación en este período entre la pri-
mera y esta segunda conferencia ..
· La Segunda Conferencia Nacio-
nal de Cuadros la realizamos en un
momento poi ítico muy complejo
pero particularmente importante
para el trabajo que estamos obli-
gados a desarrollar en el futuro in-
mediato. Es un momento poi íti-
co que nos exige hacer adecuacio-
nes en la táctica y manejos poi íti-
cos que nos permitan capitalizar de
la mejor manera las situaciones fa-
vorables que tenemos al frente.
En esta Conferencia destaca-
mos el contenido de los materiales
puestos a la discusión de los cua-
dros del Partido. Estamos conven-
cidos de que ese contenido, que
vamos a oficializar en esta Confe-
rencia, indudablemente significará
una proyección nueva y muy
importante en el trabajo; no sola-
mente el de los cuadros sino del
conjunto del Partido. Por eso, in-
dudablemente, desde este momen-
to, desde la instalación de esta con-
ferencia, nosotros consideramos
que ha de ser un éxito no sólo por
su misma realización sino por la
proyección que le marca al trabajo.
El segundo aspecto al que me
quiero referir es a la presencia de
las delegaciones de los dos partidos
hermanos que asisten a las delibe-
raciones. 1ndudablemente para no-
sotros es no solamente un motivo
de satisfacción por la representati-
vidad que tienen las deleqaciones
12 _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ CONCLUSIONES DE LA II CNC
del Partido Comunista de España
(marxista-leninista) y del Partido
Comunista Marxista-Leninista del
Ecuador, sino porque dadas las
circunstancias de nuestro trabajo
y la situación tan compleja en la
que desarrollamos la actividad poi í-
tica, su presencia aquí tiene una im-
portancia mucho mayor y es un
grandísimo estímulo para esta Con-
ferencia.
El tercer aspecto al que quería
referirme es al número de cuadros
asistentes, a la Conferencia ... La
verdad es que estamos aquí algo
así como un cinco por ciento de los
cuadros del Partido ... garantizando
la representatividad, pero a la vez
teniendo .en cuenta las circunstan-
cias en las que se realiza la Confe-
rencia; ..
Consideramos, y quiero subra-
yarlo porque tiene importancia, que
aquí están representadas delegacio-
nes de todos los comités del Partido
y que más que individuos, más que
cuadros unipersonales, aquí asisten
organizaciones, organismos del
Partido ...
EI cuarto aspecto que debo re-
saltar es el proceso de preparación,
el valioso aporte que los comités y
los cuadros han· hecho en este
período, fruto del análisis y las dis-
cusiones previas. Esta Conferencia
realmente no comienza con esta se-
sión de instalación, sino que en ella
venimos trabajando de tiempo
atrás. Aquí venimos ya a decantar
y a dar el puntillazo final en la rea-
lización de la Conferencia.
El desarrollo de esta Conferen-
cia, contribuirá enormemente al
esclarecimiento de problemas poi í-
ticos que son vitales hoy día para
el trabajo de nuestro Partido, para
el fortalecimiento de su unidad, pa-
ra el incremento de su labor multi-
facética y, sin duda alguna, para la
obtención de mayores éxitos.
Quiero también aprovechar esta
oportunidad para, en nombre de los
organismos de dirección del Partido
y de la Conferencia, rendir un ho-
menaje muy caluroso a los caman¡i-
das que han caído en este período;
nuestros camaradas que con su tra-
yectoria revolucionaria, e incluso
con su vida, nos dejan ejemplos va-
liosos de comunistas que defendie-
ron la causa en la que estamos em-
peñados. Sus cualidades realmente
las recibimos como un aporte que
nos llena de estímulo para seguir
adelante. Este homenaje es princi-
palmente una reiteración de nuestro
compromiso irrenunciable de con-
tinuar no solamente defendiendo
la cau~a por la que ellos combatie-
ron, sino también difundiendo su
ejemplo de valentía, de coraje, de
dedicación plena a la lucha revolu-
cionaria. En particular, camaradas,
quiero que rindamos en esta confe-
rencia, un homenaje muy sentido a
nuestro inolvidable camarada Ernes-
to Rojas. .
Camaradas, con estas palabras,
damos inicio a los trabajos de la Se-
gunda Conferencia Nacional de
Cuadros de nuestro Partido.
CONCLUSIONES DE LA II C N C . . . . - - - - - - - - - - - - - - - - , - - , - - - - - - , - - - , . . - 1 3
Saludo del Partido Comunista de España
(marxista-leninista) ·
Pronunciado por Pablo Mayoral,
del Secretariado Nacional
Camarada Francisco Caraballo,
Camaradas del Secretariado, Cama-
rada del Partido Comunista Marxis-
ta-Leninista del Ecuador, Camara-
das delegados a la Segunda Confe-
rencia:
En primer lugar quiero traer un
saludo del Secretariado de nuestro
Partido y por añadidura de todos
los camaradas de nuestro Partido.
Asistimos a esta Conferencia. por el
deber que nos impone el internacio-
nalismo proletario de corresponder
a vuestra camaraderil invitación. Lo
hacemos con la confianza de que
los trabajos de esta Conferencia,
serán una aportación importante,
tanto para el Partido Comunista de
Colombia (m-1), como para los par-
tidos marxista-leninistas del mundo.
Ya el mismo hecho de celebrarla en
las difíciles condiciones que existen
en vuestro país, supone un éxito y
un golpe a la reacción.
Desde siempre, seguimos con
extraordinaria atención el desarro-
llo de vuestra lucha en todos los
terrenos. Y francamente, nos senti-
mas orgullosos de vuestros avances
y de vuestros éxitos. Y en la medi-
da de nuestras posibilidades, tened
por seguro que no regatearemos es-
fuerzos para haceros llegar nuestro
apoyo y solidaridad, en todo mo-
mento.
Nuestra estancia en esta reunión
refuerza de manera clara y rotunda
la justeza de no reducir el interna-
cionalismo proletario y la unidad de
los Partidos Marxista-Leninistas, a
meros testimonios formales, porque
gracias a estos contactos y a la cqla-
boración estrecha, es claro que mu-
tuamente nos vamos reforzando,
,apoyando y aprendiendo de las ex-
periencias de cada cual. Más en
estos momentos en los que el avan-
ce de las posiciones ideológicas, po-
i íticas y organizativas de nuestros
partidos, y de otros Partidos Mar-
xista-Leninistas del mundo, trae
consigo un feroz ataque en todos
los terreno contra los Partidos Mar-
xista-Leninistas, por parte del impe-
rialismo, el socialimperialismo ruso
y la reacción mundial.
Pero pese a ello, sequimos ade-
14 _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ CONCLUSIONES DE LA II CNC
lante, y recientemente hemos reali-
zado conjuntamente con otros par-
tidos, dos tareas internacionalistas
de primer orden, con éxito rotun-
do, como han sido la última reu-
nión Multilateral y la realización
del X Encuentro de la Juventud an-
tiimperialista y antifascista.
Los materiales y aportaciones
ideológicas y poi íticas que en estos
dos importantes acontecimientos
hemos desarrollado, son ya un pa-
trimonio. para todos los partidos
marxista-leninistas y para todos los
marxista-leninistas del mundo. Y
por lo que a nosotros respecta, cree-
mos que son aportaciones extrema-
damente útiles. Lo conseguido has-
ta ahora nos tiene satisfechos, mas
somos conscientes de que todavía
es poco, porque lo que queremos
es mucho. Pese a que las condicio-
nes de trabajo de todos los Partidos
Marxista-Leninistas, son muy duras,
y los medios de que disponemos,
escasos en relación a lo que la situa-
ción poi ítica y el estado de ánimo
de las masas nos exige, es innegable
que hemos avanzado mucho en los
últimos años. Estamos seguros de
que con nuestra ideológica marxis-
ta-leninista como norte, y la expe-
riencia acumulada, sabremos sortear
y vencer las trabas y zacadillas de
quienes se oponen al avance y al re-
forzamiento de las posiciones poi í-
ticas revolucionarias y el papel de
los Partidos Marxista-Leninistas en
el mundo. iSaludos y éxitos a
esta Segunda Conferencia!
CONCLUSIONES DE LA 11 CNC _ _ _ _,_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ 15
Saludo del Partido Comunista
Marxista-Leninista del Ecuador
Leído por David. del Secretariado Nacional
Camarada Francisco Caraballo,
Primer Secretario del Partido Co-
munista de Colombia (m-1) y Co-
mandante del Ejército Popular de
Liberación; camaradas del· Secreta-
riado; camaradas delegados a esta
Conferencia; camarada delegado del
PC de E (m-1), camaradas todos:
El Partido Comunista Marxista-
Leninista del Ecuador saluda con
viva emoción, con revolucionario
entusiasmo, esta Segunda Conferen-
cia Nacional de Cuadros del Parti-
do Comunista de Colombia (mar-
xista-leninista), reunida para abor-
dar importantes y decisivos aspec-
tos de la actividad revolucionaria.
de vuestro Partido.
Nuestro Partido, el PCM LE, mi-
ra con todo entusiasmo y con reno-
vada confianza, las acciones que la
dirección y la base de vuestro Parti-
do, empujan para consolidar y de-
sarrollar el Estado Mayor revolucio-
nario del proletariado colombiano,
para dotar a este pueblo valeroso
del arma indispensable, de la herra-
mienta más útil para su propia libe-
ración del yugo del imperialismo y
de la burguesía, que es el Partido
Comunista.
Acerar, templar, fortalecer el
Partido, bolchevizarlo, _desarrollar
sus aspectos conspirativos, constitu-
ye y es una permanente tarea en la
marcha esencial del proceso revolu-
cionario. Afirmar sus bases ideoló-
gicas, nutriéndolas con los princi-
pios de nuestra doctrina marxis-
ta-leninista, afianzando en la mente
y en la actividad de sus cuadros y
militantes, de sus organismos a to-
do nivel, las concepciones materia-
listas dialécticas,· la concepción del
mundo del proletariado revolucio-
nario, la manera de ver y confrontar
la vida de modo proletario, siempre
en avance, apuntando al brillante
porvenir socialista y comunista de
los pueblos.
A los camaradas ecuatorianos
nos causa alegría cuando vuestro
Partido, sus dirigentes y bases,
guiándose por un camino correc-
to, comprenden la necesidad de ha-
cer poi ítica revolucionaria todos
los días, la poi ítica revolucionaria
16 _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ CONCLUS10NES DE LA II CNC
del prole.tariado, para enfrentar al
imperialismo, a la burguesía y su
gobierno y al revisionismo, e ir
acumulando fuerzas cada vez más
grandes, utilizando las distintas
formas de lucha revolucionaria,
apuntando a la toma del poder por
la vía de la lucha armadapara cons-
truir la nueva sociedad.
Camaradas: hoy en el Ecuador
el Partido marxista-leninista se en-
frenta a la agudización de las crisis
de todo orden que sacude a nuestro
país. El gobierno oligárquico de
León Febres Cordero, sirviente y
socio del imperialismo norteameri-
cano, enfrenta una generalizada re-
pu Isa popular, y su desprestigio
crece con cada medida antipopular
y antinacional que este toma. Va-
puleado por la ira del pueblo, en-
frentando una cerrada oposición,
esgrime el autoritarismo, la repre-
sión, viola las propias leyes burgue-
sas para irse en contra del pueblo, y
se hunde en la corrupción adminis-
trativa, los negociados y el escánda-
lo.
En la lucha contra este gobierno
entreguista, contra sus medidas eco-
nómicas neoliberales, que han su-
mido al pueblo y la nación en una
mayor miseria y postración, el Par-
tido Comunista Marxista-Leninista
del ·Ecuador, ha estado adelante,
propiciando la oposición popular,
enfrentando al imperialismo y la
burguesía. Ultimamente hemos lle-
vado adelante un proceso de alian-
za que lo hemos concretado en la
formación del Frente de Izquierda
Unida, sobre la base de un progra-
ma antiimperialista y antioligárqui-
co, democrático y revolucionario.
Diez partidos y movimientos de iz-
quierda conformamos el Frente de
Izquierda Unida, y esta alianza res-
ponde a un anhelo generalizado en
el pueblo de ver unidas a las fuerzas
que luchan en contra del imperia-
lismo y por el progreso social. En
medio de ese proceso, planteado
por nosotros, el revisionismo se ha
visto obligado a unirse empujado
por sus bases, y a comprometerse
en una lucha en la que las fuerzas
más sanas de la izquierda tienen la
dirección de ese proceso. Con ese
programa de izquierda, con esas
fuerzas unidas, enfrentamos ahora
un proceso electoral, como una de
las formas de lucha del Pprtido
revolucionario del proletariado, y
en ella aspiramos a capitalizar el
descontento de las masas y a mos-
trar la necesidad de lucha por el po-
der. Y esto trae para el Partido nue-
vas tareas y necesidades.
Hemos puesto en marcha este
año la campaña de consolidación
y desarrollo del Partido, que tie-
ne el propósito de afirmar la base
ideológica del Partido, desarrollar
su acción poi ítica nacional cada
vez de mejor manera, y ampliar y
consolidar su funcionamiento le-
ninista y su estructura orgánica.
Y esta campaña tiene aI centro la
necesidad de elevar ante nuestra
propia militancia y ante nuestro
pueblo, el papel dirigente del Par-
tido, que éste asuma, con toda de-
cisión, su rol histórico como la
vanguardia en la lucha revoluciona-
ria del pueblo.
Queremos que nuestra militancia,
mejore ostensiblemente su
conciencia, su comprensión del pa-
pel que como comunistas, como re-
volucionarios proletarios, les toca
cumplir en sus células como verda-
der.os tribunos y dirigentes avanza-
dos del pueblo ecuatoriano. lqual-
CONCLUSIONES DE LA II CNC _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ 17
mente, la campaña de consolida-
ción y desarrollo del partido, apun-
ta a valorizar el papel fundamental
de las células en su relación con las
masas, en la poi ítica de recluta-
miento de nuevos militantes ... , la
formación a nivel de las masas y sus
organizaciones de grupos de auto-
defensa, entre otros aspectos.
Por eso, cuando vemos que el
Partido Comunista de Colombia
(marxista-leninista), discute
resuelve, como en esta Conferencia,
tareas importantes de la problemáti-
ca organizativa de la vanguardia re-
volucionaria, cuando vemos que se
abordan con toda la seriedad mar-
xista-leninista cuestiones relativas al
desarrollo militar de la revolución
colombiana, estamos más convenci-
dos de que cada uno en su propia
realidad, pero ambos partidos, ci-
mentados en los principios leninis-
tas de organización, caminamos por
una senda común, por la senda de
la revolución proletaria.
Cuando retornéis a los lugares
de combate revolucionario para
llevar a feliz término las decisio-
nes de esta Segunda Conferencia,
quisiera que recordéis estas senci-
llas palabras de un camarada de un
. partido hermano, en el sentido de
que todo lo que hagamos por la
vida orgánica del Partido, por resol-
ver su problemática interna, por
contribuir a su fortalecimiento, es
la más certera y fructífera inver-
sión, esas son semillas revoluciona-
rias sembradas en la tierra férti I del
pueblo colombiano.
Desde esta tribuna, en esta
Segunda Conferencia Nacional, que-
remos expresar nuestra solidaridad
al Partido Comunista de Colom-
y bia (marxista-leninista), sus diri-
gentes y militantes, por la dolorosa
pérdida de nuestro entrañable que-
rido camarada Ernesto Rojas, hijo
destacado del pueblo colombiano
y del Partido Comunista de Colom-
bia (marxista-leninista), así como
de los demás militantes del Partido
caídos en este período, inclinamos
nuestras banderas en su memoria.
Nuestra presencia, camaradas,
se inscribe en la solidificación de
la gran fraternidad revolucionaria
que une a nuestros dos partidos, en
el trabajo que hacemos por la uni-
dad del movimiento comunista
marxista-leninista internacional y la
vigencia plena del internacionalismo
proletario. Camaradas, éxitos en
vuestra Segunda Conferencia Nacio-
nal de Cuadros y triunfos en vuestra
valerosa y noble acción revoluciona-
ria.
1S _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ CONCLUSIONES DE LA II CNC
Mensaje del Partido Comunista
de los Obreros de Francia
Paris, Octubre 8 de 1987
A los cuadros participantes a la
11. Conferencia Nacional de Cua-
dros del Partido Comunista de Co-
lombia {marxista-leninista)
Queridos camaradas del Comité
Central,
Queridos camaradas, cuadros del
Partido Comunista de Colombia
{marxista-leninista)
Con alegría os dirigimos los
saludos mas fraternales con moti-
vo de la realización de esta impor-
tante 11 Conferencia Naciona I de
Cuadros a la cual, desafortunada-
. mente, nuestro Partido no puede
asistir. Convenceos de que nuestra
ausencia ha sido motivada sólo por
razones de necesidad.
En la reciente visita de una dele-
gación de nuestro Comité Centra I a
Colombia y en las discusiones que
hemos ten¡do P.n Madrid con la
delegación de vuestro Secretariado
en la reunión multilateral, hablamos
varias veces acerca de esta Confe-
rencia. Hablamos de el la como un
aspecto de mutua preocupación,
tanto es así que los puntos que vais
a abordar en los trabajos de esta
Conferencia revisten una importan-
cia de primer orden para los Parti-
dos marxista-leninistas comprometi-
dos en la lucha de clases, preocupa-
dos por convertirse en verdaderas
alternativas de poder para la revolu-
ción y la instauración del socialis-
mo.
Uno de los problemas principa-
les, es la contradicción entre las
exigencias de la situación poi ítica,
nuestro papel de vanguardia y el de-
sarrollo aún insuficiente de nuestros
Partidos, la falta de cuadros, sin ol-
vidar la escasez de medios materia-
les para poner en marcha nuestra
poi ítica.
La situación poi ítica está en
constante evolución; hay una acele-
ración de la lucha de clases donde
se mezclan aspectos nacionales e in-
ternacionales. La táctica del Parti-
do debe tener en cuenta que estas
evoluciones y los cuadros juegan
CONCLUSIONES DE LA II CNC _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ 19.
un papel determinante para movili-
zar al Partido y a través de él a las
masas obreras y populares, para apli-
car la táctica de manera .creativa.
Cada vez que avanzamos más en
el terreno de la táctica, una táctica
flexible, inteligente, aprovechando
todas las oportunidades para llevar
a niveles muy altos la toma de con-
ciencia de las masas, más debemos
elevar nuestra comprensión del mar-
xismo-leninismo, más debemos pro-
fundizar nuestra comprensión de
nuestro ob.ietivo estratégico.
Nuestra propia experiencia nos
muestra que una de las cuestiones
a comprender es la de la relación
dialéctica entre los aspectos orga-
nizativos y la poi ítica del Partido.
Todos sabemos que la organización
debe estar al servicio de la poi ítica
revolucionaria del Partido. Pero
surgen errores y numerosas incom-
prensiones cuando se trata de pa-
sar a la aplicación práctica de este
principio.
Algunas veces los camaradas
reflexionan e intentan resolver los
problemas de la actividad del Parti-
do en términos organizativos como
primera medida. Esto conduce a
una visión burocrática, esquemáti-
ca de nuestro trabajo, con la cual
cada actividad es separada, aislada
de las demás. Esta es una compren-
sión errónea del carácter único de
nuestra Iínea poi ítica. Otra tenden-
cia igualmente nociva consiste en
descuidar la dimensión organizativa
de nuestro trabajo: se "traza la po-
i ítica" pero no se dice quien, en el
caso del Partido, pone en marcha
esta poi ítica. Difundimos las ideas
alrededor nues,tro pero no organi-
zamos al interior y alrededor del
Partido, o nos escondemos detrás
de las organizaciones de masas ...
Actualmente se ejerce una enor-
me presión ideológica en la socie-
dad por parte de la burguesía y sus
agentes en el movimiento obrero y
popular, los revisionistas y los refor-
mistas, alrededor del carácter "anti-
cuado" de los Partidos, comenzan-
do por los Partidos Comunistas y
su funcionamiento leninista-stalinis-
ta. Uno de los centros activos de
difusión de estas tesis no es otro
que la U RSS actual con la pandilla
de Gorbachov que reescribe -de
nuevo- la historia del PC (b) de la
U RSS. Los revisionistas soviéticos
introducen nociones de pluralismo
al seno del Partido, rehabilitan to-
das las corrientes Iiqu idadoras opor-
tunistas que habían sido combati-
das y exclu ídas de las filas del Parti-
do Comunista (b) de la Unión So-
viética en tiempos de Stalin.
No debemos subestimar esta pre-
sión, pues el Partido no está por
fuera de la sociedad, ni podemos ol-
vidar que las masas son amplia-
mente influenciadas por estas ideas,
colocando a un mismo nivel la de-
generación revisionista de los parti-
dos comunistas y los principios
mismos de organización de un Parti-
do Comunista. Debemos combatir
de manera argumentada y apoyán-
donos en la rica experiencia del Mo-
vimiento Comunista Internacional,
en su lucha contra las diferentes
variantes del revisior¡ismo que han
tenido y tienen todas en común el
poner nuevamente en tela de juicio
al Partido en tanto que instrumento
para la toma del poder por el prole-
tariado, por el socialismo y el co-
munismo.
Queridos camaradas:
Deseábamos haceros llegar estas
reflexiones que están al centro de
20 _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ CONCLUS10NES DE LA II CNC
la lucha que desarrolla actualmen-
te nuestro Partido, una lucha ideo-
lógica de gran importancia, cuyo
objetivo es que nuestro Partido sea
cada vez más el Partido Comunista
que la clase obrera en Francia y la
clase obrera internacional necesitan
para la revolución y la dictadura deÍ
proletariado.
Sabemos que estas preocupacio-
nes son también vuestras, y estamos
seguros que vuestra experiencia así
cOnJO las conclusiones de vuestra
Conferencia enriquecerán nuestra
propia reflexión.
La realizacion de esta Conferen-
cia es una prueba de la capacidad
de vuestra dirección para aplicar
el Centralismo Democrático en el
Partido, y en las difíciles condicio-
nes de clandestinidad como son las
vuestras en este momento. Es ya
un éxito de la lucha que vosotros
desarrolláis en este aspecto.
Deseándoos un completo éxito
a los trabajos de vuestra Conferen-
cia.
. Saludos fraternales de los
comunistas del Partido Comunista
de los Obreros de Francia
CONCLUSIONES DE LA 11 CNC _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ 21
DECLARACION POLITICA DE LA
CONFERENCIA NACIONAL
DE CUADROS
Esta 11 Conferencia Nacional de
Cuadros del Partido provenientes de
todas las regiones del país y de los
diferentes sectores de trabajo, se
realiza en un momento particu-
larmente importante para la vida
del país y para la actividad de los
revolucionarios y, en especial, de
los marxista-leninistas.
Es evidente que tenemos una
inmensa responsabilidad al frente y
debemos cumplirla a cabalidad. La
trascendencia de esta Conferencia
no se limita a las fronteras del Par-
tido, con toda la significación que
ello tiene, sino que sobrepasa nues-
tras filas y se proyecta hacia el con-
junto del movimiento revoluciona-
rio, democrático y popular. De este
modo debemos asumir la tarea de
garamizar el mayor acierto en los
análisis y en las salidas proyectadas.
Registramos el desarrollo del
proceso de fascistización en el país
y la incorporación de elementos
fascistas a la vida económica, social
poi ítica y militar. Esto, lógicamen-
te, exige cambios en algunos aspee-
tos de la táctica del Partido.
El análisis sobre este proceso de
fascistización ha sido motivo de
especial preocupación por nuestra
parte por las implicaciones que con-
lleva y porque sobre esta base he-
mos diseñado planteamientos tácti-
cos para enfrentarlo. Particular-
mente el XI y X 11 Congresos del
Partido se han detenido en explorar
sus caracteristicas, desarrollos y
las especificidades que reviste. De
igual modo los Plenos del Comité
Central y las permanentes reuniones
del Comité Ejecutivo Central y del
Secretariado Nacional hacen un
seguimiento constante de este
fenómeno.
El VI Pleno del Comité Central,
realizado en julio de este año, ca-
racterizó la situación y orientó la
campaña poi ítica para este perío-
do. Con posterioridad a él se han
desarrollado algunos factores y
han surgido otros que exigen a esta
Conferencia precisar el análisis de
los nuevos hechos y en consecuen-
cia introducir los cambios tácticos
que sean necesarios.
22 _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ CONCLUSIONES DE LA II CNC
Es obvio que el carácter depen-
diente de Colombia es un factor
importante del que se derivan mu-
chos aspectos que refuerzan el desa-
rrollo del fascismo. De conjunto
toda la poi ítica agresiva del impe-
rialismo norteamericano en todo el
mundo, y particularmente en Amé-
rica Central, contribuyen a esti-
mular las fuerzas fascistas internas
que se sienten plenamente respal-
dadas. Además se puede apreciar
fácilmente la incidencia de los
grandes financistas internacionales
y de las compañías multinacionales
en la poi ítica actual de la burgue-
sía colombiana.
Especial significanción hay que
atribuir a la poi ítica de las .superpo-
tencias y a los planes ,de Reagan y
Gorbachov. Los acuerdos entre
ellos para el desarme son un hecho
poi ítico de significanción cuyas im-
plicaciones no podemos menospre-
ciar.
'pr-e·pararse mejor para una confron-
Más allá de aquellos hay que
observar los efectos que tiene la po-
i ítica revisionista y pacifista de
Gorbachov para propiciar un statu
qua temporal a fin de realizar las
transformaciones económicas y so-
ciales que requiere para alcanzar
nuevos niveles de desarrollo de esa
superpotencia. La profundización
del capitalismo en la U RSS, la
apertura poi ítica interna y los
acercamientos a Occidente son
piezas claves de ésto. La coherencia
ideológica, poi ítica y militar de su
planteamiento va a tener profundas
repercusiones en los partidos de su
órbita y en los movimientos de
liberación que dirigen o influyen.
Debemos estar atentos a lo que
pueda ocurrir.
Esto está siendo aprovechado
por el imperialismo norteamerica-
no, como es palpable en Centro-
américa, donde se impulsa una pe-
ligrosa desmovilización del movi-
miento revolucionario y anti-impe-
rialista.
El chantaje nuclear de los impe-
rialistas y el anhelo real de los pue-
blos de una paz duradera, les per-
mite a las superpotencias utilizar
tácticas contrarrevolucionarias y
desmovilizadoras sin sacrificar sus
intereses estratágicos ni olvidar sus
contradicciones interimperial istas.
El peligro de una nueva guerra
mundial existe y se deriva de la na-
turaleza y carácter de los imperialis-
mos. En los conflictos regionales,
locales o de baja intensidad se pue-
den apreciar los intereses en pugna
de los distintos imperialismos.
Pero esto no niega los manejos
tácticos que en cierto momento
puedan ellos hacer para confundir a
los pueblos, facilitar su agresión o
tación generalizada.
E I caso centroamericano, que
nos afecta directamente, es una
muestra de una peligrosa poi ítica
imperialista. Los Estados Unidos
intensifican su agresión contra Ni-
caragua y los demás pueblos de la
región, exigen mayores prerroga-
tivas a sus intereses y ganan terreno
para sus fines. Reiteramos nuestro
apoyo a los pueblos centroamerica-
nos en su lucha antiimperialista y
de liberación. Ahora, con la imple-
mentación por parte de las burgue-
sías pro-yanquis del Plan Esquipu-
las 11, si bien se abren espacios sus-
ceptibles de aprovechar, es preciso
estar atentos a los efectos desmo-
vi lizadores que puedan tener para
los movimientos de liberación del
área, si estos no definen una poi íti-
CONCLUSIONES DE LA II CNC _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ 23
ca revolucionaria para esas condi-
ciones. Este plan está apoyado
plenamente por los rusos y corres-
ponde a la actual poi ítica de Gor-
bachov.
Este mismo caso de Centroa-
mérica, incide en alguna medida,
aunque no es el único factor, en el
recrudecimiento del conflicto co-
lombo-venezolano cuyo aprove-
chamiento patriotero y chovinista
por parte de las burguesías, y en
nuestro caso por la colombiana, es
una muestra clara de su táctica
fascistizante. A propósito de este
problema nuestro partido ha sido
claro y oportuno en el señalamiento
del peligro de esta maniobra de dis-
tracción de las burguesías y en las
implicaciones que esto tiene para
la revolución en los dos países.
La burguesía colombiana agudi-
zó el incidente para justificar su
armamentismo, impulsar la econo-
mía de guerra, desviar la atención
del conflicto interno y golpear a los
revolucionarios. Rechazamos enfá-
ticamente el nacionalismo burgués
y el chovinismo contra el hermano
pueblo venezolano y luchamos
contra las maniobras antipopulares
y reaccionarias de las burguesías
de los dos países. Nos corresponde
promover el acercamiento entre
los movimientos revolucionarios y
democráticos de Colombia y Vene-
zuela para denunciar y oponernos a
los manejos del imperialismo y de
estas burguesías, dentro de ello
cabe la lucha contra el asedio
policial a las poblaciones fronterizas
y, por supuesto,la coordinación de
actividades a diferentes niveles.
Consideramos que la solución
del diferencio sobre las aguas mari-
nas, submarinas y la plataforma en
disputa , que existe objetivamente,
debe conseguirse por la vía del diá-
logo, la negociación o la media-
ción, sin necesidad de precipitar
una guerra injusta y fratricida.
Advertimos que esta maniobra
burguesa de llamar a cerrar filas
alrededor del gobierno y de la
"patria ", ocu Ita la intención de
desorientar el rumbo revolucio-
nario y acrecentar la represión a
quienes se opongan a esta orgía
belicista. Es claro que el imperialis-
mo norteamericano, las multinacio-
nales petroleras y los traficantes de
armas, mueven los hilos del conflic-
to. Esto tiene íntima relación con la
situación del Golfo Pérsico, con la
agresión a Nicaragua y el golpe de
gracia a Contadora que ésto signifi-
ca.
No es el propósito de este infor-
me presentar un análisis de la situa-
ción internacional, de las contradic-
ciones actuales, ni de la revolución
mundial, o de las luchas por la
democrácia, la liberación nacional y
el socialismo. Tampoco se trata de
entrar en la caracterización actual
del Movimiento Comunista Interna-
cional (marxista-leninista). Lo que
pretendemos es destacar algunos
hechos que repercuten en forma
directa sobre la coyuntura poi ítica
que vivimos, cuando se lleva a
efecto la 11 Conferencia Nacional de·
Cuadros.
La interrrelación entre los
fenómenos internacionales y los
nacionales, es un hecho conocido
por los comunistas y es apenas
normal que nuestra táctica interna
no pueda estar de espaldas a esta
realidad.
24 _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ CONCLUSIONES DE LA II CNC
La Situación Económica
Desde el punto de vista de la si-
tuación ecónómica interna se ex-
presan varios factores que susten-
tan el avance del proceso de fascisti-
zación. Al mismo tiempo, los gran-
des gremios económicos, los finan-
cistas internacionales y la mafia .flan
acudido con sus recursos a rodear
al gobierno y a las fuerzas armadas
para expresar su apoyo al proceso
de fascistización, e incluso.aupar su
profundización. Es evidente que
durante el gobierno de Barco tanto
los monopolios extranjero~, princi-
palmente norteameric;anos, como
!os criollos han gozado de ventajas
de diferente índole, lo que les
permite exhibir en la actualidad
unos mayores índices en sus ganan-
cias. Aunque la alharaca hecha en
torno a la recuperación de la
economía adolece de un alto
contenido demagógico y está en-
derezada a aumentar la confianza
en el gobierno, no sobra sopesar las
razones para que hoy los empresa-
rios contabilicen un incremento en
las utilidades durante el primer
semestre de este año del orden del
136 por ciento con respecto a lo
obtenido en igual período del año
anterior. Lo mismo podría decirse
del elevado incremento de la
actividad constructora o de los
proyectos de inversión y ensanche
en la industria por más de 500 mil
millones de pesos.
Sin embargo, deiamos sentada
la tesis de que no existe una
bonanza generalizada o la supera-
ción de la crisis. Las cifras favora-
bles reflejan que en determinados
ramos de la economía la burguesía
ha" multiplicado sus ganancias, que
gracias a una feroz opresión poi ítica
y a la mayor explotación de los
trabajadores sus balances son posi-
tivos, que hay una afluencia de ca-
pitales en gran medida provenientes
del narcotráfico que están recibien-
do carta de ciudadanía y se incor-
poran a la economía.
Por otro lado Mr. Reagan y los
grandes usureros internacionales
encuentran un medio favorable para
invertir y otorgar préstamos a un
gobierno y una burguesía tan
diligentes en el exterminio de
revolucionarios y democrátas. v
tan pulcros en el pago para con sus
acreedores.
Simultáneamente, y a fin de
clarificar el corto vuelo de lo lo-
grado hasta el momento, hay que
registrar la mayor entrega de nues-
tro país al imperialismo norteame-
ricano. La deuda externa es ya as-
fixiante para la economía del país,
c.:1siende a 15.500 millones de dóla-
res, absorbe más del 40 por ciento
de nuestros ingresos por exporta-
ciones y los pagos por esa razón se
llevan el 30 por ciento del presu-
puesto nacional.
Colombia, además, sólo por
razones del ritmo constante y cre-
ciente de devaluación, que de in-
mediato redunda en aumento de la
deuda, pagará este año 400 millones
de dólares adicionales. Con el
reciente aumento en el "prime
rate" decretado por el Federal
Reserve de los Estados Unidos, la
CONCLUSIONES DE LA II CNC _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ 25
deuda se lia incrementado en 40
millones de dólares. A tal punto ha
llegado la situación asfixiante de
endeudamiento que, sin recurrir a la
reprogramación . preconizada por
Pastrana y por algunos sectores, el
gobierno está contratando présta-
mos para poder pagar deudas. Es
así como de los 2.000 millones de
dólares que se prevé recibir como
créditos frescos, saldrán US$1.500
por el servicio de la deuda.
Este panorama es aún más
inquietante al examinar el plan de
endeudamiento creciente de este
gobierno, que ha sustentado gran
parte de sus proyectos en la conse-
cución de préstamos con la banca
internacional. Ya fue gestionado el
llamado "concorde" (por ser más
grande que el "jumbo " de Belisa-
rio Betancur) por un monto de
1.060 millones de dólares. Según
los voceros del gobierno el ritmo
de endeudamiento debe oscilar en-
tre 2.000 y 2.500 millones de dóla-
res anuales hasta 1990.
Recientemente, con el aprove-
chamiento del conflicto colombo-
venezolano y a tono con las prerro-
gativas de toda índole que se le
otorgan a la Fuerzas Armadas se es-
tán tramitando créditos específicos
para aumentar la dotación de los
cuerpos represivos. Simultáneamen-
te se concretó la compra de aviones
de guerra Kfir a Israel.
A todos estos factores que
colocan al país cada vez más bajo
el dominio imperialista, hay que
agregar la poi ítica de inspiración
norteamericana tendiente a conver-
tir la deuda en propi,edad accionaria
de los acreedores. El: gobierno ha
adoptado medidas en favor de los
inversionistas extranjeros para que
incrementen sus ganancias; las posi~
bilidades de remisión de utilidades,
etc.
El plan de "economía social"
de Barco, a más de su esencia pro-
imperialista, tiene un alto conteni-
do demagógico y un filo claro de
fortalecimiento de los monopolios.
De hecho, uno de los pilares de la
poi ítica económica es el estímulo
a la iniciativa privada, que ya ha
tenido un aliento impulsor con la
reforma tributaria última. El sector
bancario se ha visto reconfortado
con los dineros oficiales a través
'de las inyecciones aplicadas por el
· Fondo de Garantías, que han
operado de forma tal que se socia-
lizan las pérdidas (recaen sobre el
pueblo), y se privatizan las ganan-
cias.
No existen en el Plan Económi-
co Oficial una alternativas frente a
los graves problemas de desempleo
y a la pérdida de capacidad adqui-
sitiva de los trabajadores y demás
sectores populares. Es más, la
proyectada reforma laboral oficial,
se constituiría en un nuevo golpe
contra las cesantías y contra
reivindicación y derechos adquiri-
dos con la lucha obrera.
· Ha prometido el gobierno una
poi ítica de inversiones públicas
más activa. Sin embargo, al mirar
el presupuesto para 1988, esta
promesa se cae de su peso porque
las prioridades no están dirigidas en
tal sentido. Mientras para tal fin
sólo se destina el 14 por ciento del
presupuesto, los gastos pe funciona-
miento se devoran un 56.7 por
ciento. Si sumamos lo dedicado al
pago de la deuda y el rubro para
gastos de represión,tendremos que
casi la mitad del presupuesto . se
gasta con tales fines. Y éso sin
26 _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ CONCLUSIONES DE LA 11 CNC
contar con los nuevos impuestos
que ahora se crean para dotación
de las fuerzas armadas y con las
previsibles restricciones, aún mayo-
res de las ya exitentes, en las
areas sociales.
En tales condiciones la lucha
contra la pobreza absoluta no pasa
de ser el anzuelo para captar simpa-
tías, al paso que el Plan de Rehabi-
litación se concreta en su esencia
de poi ítica contra insurgente, lejos
de representar las obras prometidas
a diestra y sinietra por el consejero
para la rehabilitación , Sr. Ossa Es-
cobar.
El contraste entre el crecimien-
to de las ganancias para la burgue-
sía y el empobrecimiento alarmante
de la mayoría de la población, no
pueden ocultarlo las cifras oficiales.
Es así como la inflación se ha con-
vertido en un mal difícil de con-
tener. En su incremento, a más de
:as razones del menej o monopólico
de los precios, han jugado la ex-
pasión del gasto público, ·la emi-
sión de dineros, la devaluación y el
endeudamiento interno y externo.
Todo ello ligado al problema estruc-
tural del déficit presupuestario ,
crónico en nuestro país.
La educación, la salud y los de-
más servicios fundamentales para
la población no solamente son insu-
ficientes y malos, sino que se han
rezagado en reláción con el creci-
miento de ésta. Este ha sido uno de
íos detonantes para los numerosos
paros cívicos que se han presenta-
do en los ultimas meses.
El sector externo de la econo-
mía no ofrece garantías de creci-
miento cierto. Él reciente acuerdo
internacional del café, limita los in-
gresos de Colombia por esta razón,
no hay perspectivas de bonanza y la
poi ítica imperialista no se detiene
para preservar sus intereses, e
incluso golpear a los productores.
El gobierno de Reagan está en
franca oposición a los acuerdos
entre productores para mejorar el
precio de las ventas de sus materias
primas, que sustentan los ingresos
de los países dependientes, y ello
explica su forcejeo durante las ne-
gociaciones. Las exportaciones me-
nores están siendo torpedeadas por
el proteccionismo de los Estados
Unidos y el petróleo y el carbón es-
tán abocados a precios ii:,ternacio-
nales que han decrecido.
Vale mencionar en particular,
que el sector d~ la construcción,
motor de lo que · la burguesía de-
nomina "recuperación", tiene un
comportamiento cíclico, absorbe
mano de obra de manera temporal
y exibe un incremento de construc-
ciones suntuarias, muy diferentes a
lo que requieren los trabajadores y
los sectores populares para solucio-
nar el grave déficit de vivienda exis-
tente. Es claro que este sector de la
actividad económica está recibiendo
la afluencia de capitales de la mafia.
Una economía cada vez más en
manos del imperialismo norteame-
r.icano , dominada por grupos fi-
nancieros y las multinacionales, só-
lo puede logran un crecimiento a
debe que se descarga sobre los
trabajadores empobreciéndolos y
explotándolos aún más.
U na economía que destina al-
tos porcentajes a los gastos mili-
tares, que crea impuestos especiales
para la dotación y funcionamiento
de las fuerzas represivas, que se
endeuda con tal fin, que recorta
gastos en el área social para alimen-
CONCLUSIONES DE LA II CNC _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _......,_ _ 27
tar su agresión contra el pueblo, en
fin, que da pasos hacia una econo-
mía de guerra, sólo puede fa-
vorecer a los grandes capitalistas
mientras crecen las contradicciones
de todo tipo con los sectores popu-
lares, e incluso, con las capas me-
dias.
Una economía que llama y se
nutre de los dineros del narcotrá-
fico, Que muestra índices de ~reci-
La Situación Política
El gobierno de Virgilio Barco
muestra que cada día se desarrollan
mayores elementos fascistas en el
manejo del estado, no solamente
por los condicionamientos interna-
cionales que tiene, sino también por
las necesidades de la burguesía co-
lombiana de presentar un frente só-
lido ante la revolución para buscar
su derrota. Lo que algunos sectores
representativos del gobierno y de
los grupos económicos llaman las
"reglas del juego claras ", corres-
ponde al plan contrainsurgente fun-
damentado en la doctrina de la "Se-
guridad Nacional", como método
para desmovilizar y golpear al mo-
vimiento popular, democrático y
revolucionario.
Los partidos tradicionales de la
burguesía moviendose en el esque-
ma gobierno-oposición, en realidad
están plenamente unificados en la
defensa del sistema, del statu-quo, y
en evitar por cualquier medio una
apertura democrática que permita
el estado de derecho, incluso en el
sólo marco democrático-burgués.
Sin embargo, las connotaciones que
adquiere el incremento del proceso
miento y de elevadas ganancias, al
paso que el empobrecimiento y el
desempleo cunden, es una econo-
mía endeble.
Esta ofensiva del capital sobre
los trabajadores ratifica que el pro-
ceso de fascistización se expresa en
la base material de nuestra forma~
ción social, y que precisamente con
él buscan todos los reaccionarios
derrotar la revolución para vivir el
edén de las ganancias y la usura.
de fascistización no eliminan las
contradicciones que se presentan en
el seno de la burguesía; es más,pue-
den aparecer contradicciones entre
sectores de la misma burguesía que
los llevan a enfrentarse al fascismo.
Ante los últimos acontecimien-
tos tales como el surgimiento de la
CSB, el asesinato de Pardo Leal y la
necesidad de convocar u na Asam-
blea Nacional Constituyente, han
aflorado diferencias de diverso tipo
que van desde la ratificación de una
respuesta militarista, hasta el reco-
nocimiento del resquebrajamiento
de la institucionalidad burguesa y
de un posible diálogo con la Coor-
dinadora Simón Bolívar, por su-
puesto a partir de tratar de colocar
al gobierno en condiciones de
ventaja.
Las luchas intestinas entre los
partidos tradicionales, en estos
momentos, no sobrepasan el carác-
ter burocático, como se puede
apreciar frente a la elección popular
de alcaldes, en la que se discuten
nombres carentes de programas o
de alternativas útiles a los intereses
 28 _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ CONCLUSIONES DE LA 11 CNC
populares, en conc1llábulos de es-
paldas al pueblo. Y mientras tanto,
frente a la ofensiva represiva su
complicidad es total, a más del be-
neplácito que les causa.
Es un hecho que ahora la bur-
guesía está unificada en la implanta-
ción de una salida fascista, inde-
pendientemente de que existan
s~ctores de punta de lanza, que en
todo proceso se colocan a la van-
guardia. Lo que hay que observar
es que la burguesía como clase, e
incluso independientemente de su
voluntad, encuentra como salida a
la crisis que atraviesa (y aquí en
Colombia ésta es de gran magnitud
y amplio espectro) el desarrollo de
una dictadura cada día más sangui-
naria.
La combinación de la demago-
. gia y la represión, es un táctica muy
bien apren;dida y practicada por la
I burguesía estimulan la fobia chovi-
burguesía colombiana. Durante
muchos añbs ha experimentado este
método, enfatizando en algunos de
los aspectos, según la conveniencia
táctica. No es desconocida la ima-
gen democrática que- proyectan los
regímenes de este país hacia el ex-
terior, a la vez que utilizan la repre-
sión a plenitud en el plano interno.
Sin embargo, lo que actualmente
observamos no es solamente una
oleada represiva transitoria, sino la
implantación de ciertos rasgos del
fascismo en el estado, con un claro
sustento e~onómico, ideológico y
poi ítico. No se trata simplemente
de una salida coyuntural frente a la
elección de alcaldes, sino de algo de
mayor proyección.
El papel de·1 Ejecutivo por en-
cima del Parlamento no es secreto
para nadie. El estado de sitio per-
manente y la incorporación de su
espíritu represivo a la juridicidad
colombiana es un rasgo muy típico
de nuestra situación. Esto está pro-
piciado por un Parlamento inútil,
inoperante y altamente desprestigia-
do. Lo significativo actualmente es
la preponderancia que tienen las
fuerzas Armadas en el mismo seno
del Ejecutivo y en la vida del país .
Su participación en el presupue-
to nacional; la administración de
justicia a civiles; la ingerencia en
los planes del gobierno, como en el
plan de rehabilitación de esencia
contrainsurgente; la implantación
de la guerra sucia, incluso su pre-
tendida legalización; y el peso po-
i ítico de sus posiciones, como fue
evidente a raíz de los incidentes
fronterizos con Venezuela, scin he-
chos demostrativos del peso de
los militares .
Los altos mandos militares y la
nista , y los primeros, asumiendo su
papel de pilar del estado, exigen pe-
rentoriamente la modernización de
sus fuerzas y el aceleramiento de la
carrera armamentista para enfrentar
principalmente al enemigo interno.
Los planes militares en la ciuda-
des y en el campo son ostensibles.
Los grupos paramilitares pululan
en todo el país. Son reclutados, en-
trenados, dotados por los militares.
Cuentan con toda la información e
inteligencia que está en manos de
los departamentos respectivos de
todos los cuerpos del estado. La
impunidad que esto representa, la
seguridad en sus acciones y la campo
sión criminal de sus efectivos , les
confiere una alta peligrocidad,
como se puede ver en los cientos
de asesinatos cometidos por ellos.
Son preocupantes, además, los. in-
tentos, de generalizar las organiza-
CONCLUSIONES DE LA II CNC _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ 29
c1ones de contraguernlleros en el
campo y en la ciudad.
La oficialización de la guerra
sucia, que conlleva el asesinato po-
i ítico, las desapariciones y las tortu-
ras, son expresiones claras de la mi-
litarización del estado. Ahora estas
prácticas no distinguen entre comu-
nistas, revolucionarios o democrá-
tas; se han pasado a una represión
de más amplio y generalizado es-
pectro.
El dispositivo que está en desa-
rrollo en las grandes ciudades a tra-
vés de los CAl,no sólo busca esta-
blecer vínculos con la población ci-
vil, con ciertas formas de operacio-
nes cívico-militares, sino que tam-
bién alienta la delación y la amplia-
ción de la información para los ser-
vicios de inteligencia. Esto repre-
senta un reforzamiento del control
en los centros vitales de la econo-
mía y un mecanismo para reprimir
las acciones de inconfokfJlidad po-
pular y obviamente las actividades
revolucionarias urbanas.
En el campo, las operaciones de
rastreo, limpieza, control , . búsque-
da y aniquilamiento de las guerrillas
son permanentes. A esto hay que
agregar los controles a la población
civil, los bombardeos y asesinatos
en masa. Esto sin hablar del volu-
men de fuerza, la calidad del arma-
mento, el apoyo logístico y la agre-
sividad contrarrevolucionaria del
ejército y de las distintas fuerzas
comprometidas en la defensa del
régimen.
Se ha puesto en evidencia que
las fuerzas armadas están educadas
y formadas, en un espíritu antico-
munista y contrarrevolucionario
muy .nítido. Los altos mandos, sali-
dos de escuelas del Pentagono, son
rabiosos contra cualquier cosa que
huela a transformaciones y cam-
bios que lesionen, así sea mínima-
mente, sus intereses. En las altas
jerarquías es muy claro el peso de la
ideología fascista. Ahí está la nó-
mina de los últimos ministros de
defensa, de los generales retirados y
de los que vienen en ascenso.
Las tropas y suboficialidad es-
tán imbuí das de una educación sis-
temática que les hace ver enemigos
en toda la población civil y por
consiguiente blancos de ataque para
ellos. La formación contraguerri-
llera de estos sectores es incustio-
nable.
Sin desconocer la composición
popular básica de las tropas e inclu-
so de la suboficialidad y de ciertos
niveles bajos de oficialidad, la exis-
tencia de castas jerárquicas, con in-
tereses económicos sólidos, ni las
contradicciones que existan o que
puedan surguir en el seno de las
fuerzas armadas, en un hecho que
esta institución es un bastión del
fascismo y un nido de torturado-
res, asesinos y elementos descom-
puestos al servicio de la contrarre-
volución.
Lo que es significativo es que
las Fuerzas Armadas, puntas de
lanza del fascismo, a través del Mi-
nistro de Defensa, han justificado y
tratan de legalizar su actuación san-
guinaria y su guerra sucia con el
aplauso de la burguesía en su con-
junto.
No es extraño , pues la viola-
ción de su propia legalidad por
parte de la burguesía, expresaavan-
ces de su dictadura. Es sabido que
la costumbre precede al derecho y
aquí en Colombia la costuwbre
burguesa es defender a sangfe y
fuego sus intereses. Los decretos
30 _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ CONCLUSIONES DE LA II CNC
que están en tránsito parlamentario,'
como la ley antiterrorista, son per-
feccionamientos del decreto de es-
tado de sitio, especialmente del Es-
tatuto de Seguridad del período de
Turbay. Los actuales decretos de
control a la televisión sobre pro-
blemas de orden público e infor-
mación sobre el movimiento guerri-
1lero, implic;an mayores recortes
a la Iibertad de prensa e informa-
ción. Incluso la represión al humor
poi ítico que lesione así sea m íni-
. mamente al gobierno ya llega a
1ímites increíbles de persecusión a
la cultura.
No es casual la ofensiva contra
las universidades, las empresas edi-
toriales, los centros docentes y la
intelectualidad progresista. Los
asesinatos de profesores universita-
rios y de estudiantes y los atentados
contra centros de cultura buscan
atemorizar a los sectores intelectua-
les de formación democrática o re-
volucionaria.
Esto sobrepasa la oleada contra
dirigentes revolucionarios o sindica-
listas comprometidos. Se persigue,
intimida y asesina a quienes disien-
ten incluso en un sentido democrá-
tico. El terror que se alienta con-
tra estos sectores busca desplazar
del país a quienes desean ser
consecuentes y ya son muchos los
que han tomado el camino del
exilio. O caso contrario, pretenden
neutralizar y aislar de la lucha a
quienes quieran permanecer aquí.
Golpear a las capas medias tiene el
interés de capitalizarlas para el fas-
cismo, por la vía del terror, o de
ofrecerles las mínimas condiciones
de vida y de derechos a que el las
aspiran a costa de tener que enfren-
tarse a la revolución.
En la función de propagar la
ideología fascista, de exaltar lo con-
servador y retrógrado, alentar el na-
cionalismo enfermizo y el chovi-
nismo y hacer la apología del terro-
rismo de estado, juegan un rol espe-
cial los medios masivos de comuni-
cac1on. La monopolización de
ellos, su pertenencia a los grandes
pulpos financieros y la misma
composición de muchos de los
periodistas y comunicadores de
estas grandes cadenas, incondiciona-
les del sistema, a más de que deven-
gan jugosos sueldos, son factores
que ayudan a entender lo que suce-
de en los periódicos , noticieros y
cadenas radiales más importantes.
Si a esto le sumamos las nuevas re-
glamentaciones, que van más allá
del "periodismo responsable", es
decir , autocensur.ado, veremos en
ellos otro vehículo de propagación
del fascismo.
La burguesía habla de "paz" y
en contra de la violencia para am-
pliar la base social contra la revolu-
ción y para aislar la lucha armada.
Esta táctica de buscar la "unidad
nacional" alrededor del aparato mi-
litar del estado, incrementada a ra-
íz del conflicto colombo-venezola-
no, busca golpear al movimiento
revolucionario. Y mientras tanto el
gobierno y la burguesía intensifi-
can el terrorismo de estado, impulsa
la violencia oficial y privada contra
el pueblo e incluso exigen la entrega
de armas al movimiento guerrillero
y la desmovilización de sus filas.
Una característica del proceso
del fascismo en nuestro país es
que la burguesía que lo sustenta no
renuncia a aprovechar demagógi-
camente alardes democrateros,
mientras cierra cualquier posibili-
dad de reformas o restringe los res-
CONCLUSIONES DE LA II CNC _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ 31
quicios democráticos.
Frente a la elección popular de
alcaldes, conquista democrática ad-
quirida, la burguesía busca eliminar
la oposición revolucionaria por la
vía del exterminio físico de los
dirigentes poi íticos y de masas. Al
mismo tiempo se ambienta la posi-
bilidad de suprimir las elecciones en
las regiones de "orden público", es
decir, en aquellas zonas donde los
caciques electoreros de los parti-
dos tradicionales no puedan garan-
tizar su victoria hegemónica. A tal
punto que en muchos sitios son ase-
sinados los candidatos populares
que se postulan.
Lo que está de presente es que
el gobierno asume banderas deste-
ñidas como la lucha "contra la po-
breza absoluta", que no pasa de ser
un fantasma para engañar incautos
mientras· desarrolla con fuerza sus
planes de contrainsurgencia . A
más de profundizar sus vínculos
con el capital imperialista y otorgar-
le mayores garantías, también ma-
neja tácticamente algunas situacio-
nes con la mafia del narcotráfico
para atraer sus capitales y utilizar su
fuerza armada para el ejercicio de
la guerra sucia.
El Movimiento Político y de Masas
Las fuerzas de la revolución,
comprendidas en el las sectores
democráticos, populares y obvia-
mente las organizaciones poi íticas
revolucionarias y guerrilleras, no
han sido derrotadas.
La respues1a popular ante la
arremetida del régimen ha sido per-
manente y en distintas formas. La
La caída del Tratado de Extra-
dición, la suspensión de cargos judi-
ciales contra reconocidos mafiosos
y los acuerdos secretos de algunos
de ellos con el ejército, han permiti-
do al gobierno disponer de lumpen
en abundancia para las labores de
limpieza y de jugosos capitales para
inyectar la economía del país.
El agotamiento en gran medida
de la denuncia poi ítica por los cana-
les institucionales y el menosprecio
de la burguesía frente a ésto, son
apectos que debemos considerar
unidos a la pérdida gradual de posi-
bilidades de acción legal para los
revolucionarios. Lo cierto es que el
desarrollo del fascismo trae como
consecuencia la negación de la lega-
lidad burguesa, lo que· exige a los
revolucionarios y demócratas estar
atentos a ello para el diseño de su
táctica de lucha.
No registramos la implantación
plena del fascismo en nuestro país,
como quiera que la revolución y el
movimiento popular en su conjunto
no han sido derrotados, señalamos,
si, avances en la ofensiva fascistizan-
te, que ha logrado imponerse a ni-
vel del estado y afianzarse en algu-
nas de sus instituciones fundamen-
tales.
burguesía encuentra una firme re-
sistencia. Precisamente la incapaci-
dad para desmembrar estas fuerzas
con los distintos medios que la bur-
guesía ha implementado, explica la
exaberación de las contradicciones
de clase y la táctica de "pulso
firme" que expresa el proceso de
fascistización.
32 _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ CONCLUSIONES DE LA II CNC
Con motivo del asesinato de
nuestro Camarada Luis Felipe Vé-
lez, de Héctor Abad y Leonardo
Betancur se levantó una ola de in-
dignación y repudio de amplias
proporciones. Más recientemente
con el asesinato de Pardo Leal, las
movi Iizaciones sobrepasaron a sencia de posiciones pacifistas , re-
quienes querían circunscribirlas a
meros desfiles pacifistas y los asis-
tentes denunciaron al régimen y sus
fuerzas mílitares como los respon-
sables de la guerra sucia, expresaron
su combatividad y se produjo un
paro nacional de índole poi ítico.
Una buena cobertura de masas,
la contundencia de las acciones es-
pecialmente en algunas regiones,
y las banderas de carácter democrá-
tico que levanta el movimiento, tie-
nen especial significación. A ésto
debemos agregar que, independien-
temente de las particularidades de
cada uno, lós procesos unitarios son
elementos importantes de la situa-
ción que preocupan seriamente a la
burguesía.
La participación de sectores
democráticos, las Iíneas de acerca-
mientos entre los revolucionarios y
la convergencia de fuerzas para le-
vantar alternativas unitari,as frente a
a la grave situación del país y ante
las elecciones de alcaldes, así
como la convergencia guerrillera,
evidencian pasos nuevos en la revo-
lución col0mbiana.
Consideramos que existen con-
diciones favorables para potenciar
el movimiento de masas, ampliar su
incidencia y conquistar reivindica-
ciones democráticas y revoluciona-
rias que frenen al fascismo.
Sin embargo, debemos ser rigu-
rosos al hacer el análisis de la corre-
lación de fuerza.s, los problemas que
la afectan y los riesgos que esto
comporta.
No es un secreto para nadie que
la ofensiva socialdemócrata y revi-
sionista, se expresa en el movimien-
to poi ítico y de masas y que logra
una influencia sfgnifü:ativa. La pre-
formistas y populistas es manifies-
ta. Sin olvidar tampoco el daño
que hacen los anarquistas y terroris-
tas, propiciando acciones que con-·
funden y aislan de la masas.
La bandera por el derecho a la
vida, es sin duda, la más unificado-
ra en los actuales momentos, pero
observamos que su nivel es mínimo
y que comporta ya en sí misma
eJementos defensivos. El Pacifismo
puede hacer carrera con relativa-
faci Iidad, en momentos de incre-
mento del terror generalizado.
Puede llevar a condenar toda
forma de violencia , sin distinción,
y a enfrentar por ese medio la
violencia revolucionaria y sus for-
mas de expresión. A título de
enfrentar el terrorismo, se tilda
toda acción revolucionaria de
terrorista y se quiere invalidar la
lucha armada, de plena vigencia en
nuestro país.
La socialdemocracia le sirve la
mesa al fascismo. Históricamente
es un hecho comprobado. 1ncluso
podemos apreciarlo en casos como
el actual en España, donde la
socialdemocracia se derechiza cada
día más y propicia las posiciones
fascistas.
Desarmar ideológica y poi íti-
camente a las masas y entragarlas
maniatadas a la reacción es una
tarea de la socialdemocracia . No
puede ser de otro modo en nuestas
condiciones. Ya lo vemos en la
actualidad. Mientras algunos sec-
CONCLUSIONES DE LA II CNC _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ 33
tares vacilan otros se plie~an
incondicionalmente a la burguesía y
a su táctica.
No existe un partido socialde-
mócrata como tal, pero sí se
expresan en nuestro país tenden-
cias, sectores, personalidades , posi-
ciones, dispersas en grupos de
carácter socialdemócrata , ligados
por su ideología y política comu-
nes. Nos preocupa, entonces, que·
en los sectores democráticos se pre-
senten influencias y posiciones so-
cia Idemócratas.
Es necesario salirle al paso a las
distintas concepciones revisionistas
y socialdemócratas que influyen en
el movimiento con sus posturas pa-
cifistas, reformistas y desmoraliza-
doras.
Particularmente el trabajo en el
seno de la clase obrera tiene mucha
importancia . Nuesto Partido se
propone fortalecer sus nexos con la
clase obrera, perservar y desarrollar
los avances en la unidad sindical y
potenciar la respuesta poi ítica de
los trabajadores, consientes del
papel que en la lucha contra la
fascistización deben jugar. Sabe-
mos bien que la burguesía trata por
todos los medios de establecer un
control sobre los sectores más
avanzados y combativos para des-
movilizarlos a través de los bonzos
sindicales , amamantados con las
migajas que caen de la mesa del
capital.
Vemos cómo en la CUT se
agudiza la lucha de clases, porque se
trata de controlar e imponer el
punto de vista de la burguesía a
través de los elementos socialdemó-
cratas y vacilantes para invalidar-
esta arma de lucha de la: clase.
obrera . O, en caso de no lograrlo,
destruir la Central Unitaria. Una
pieza importante para los planes
fascistas es tener un mecanismo
útil para incidir sobre la clase
obrera. Ahora cuenta con otras
centrales patronales, pero despresti-
giadas y sin mucha capacidad de
movi Iización.
El movimiento sindical agrupa-
do en la CUT, en este período ha
logrado una buena capacidad de
convocatoria y movilización y ha
servido para la denuncia y la
conquista de algunos logros impor-
tantes. Sin embargo su peso en los
sectores fundamentales de la eco-
nomía aún es insuficiente. La
combatividad de la clase obrera no
es igual ni tiene la contundencia y
beligerancia que se observa en
otros sectores. La solidaridad de
clase es muy restringida, con
'honrosas excepciones como Urabá,
·en donde se han afectado con las
huelgas y movilizaciones los intere-
ses económicos de la burguesía.
Si consideramos de conjunto el
movimiento de masas, podemos
afirmar que su desarrollo es muy
desigwal, su incidencia aún limitada
y sus banderas son todavía de
nivel bajo. Hay momentos de
part1cuiar auge pero sin la suficiente
continuidad. •
Este fenómeno está Iigado al
relativo arraigo de las organizaciones
revolucionarias en el seno de las
masas, a su grado de unidad, y
obviamente a los intereses que cada
una maneja.
Por su parte, el movimiento
democrático tiene altibajos, como
correponde a su carácter y naturale-
za. Algunos sectores v personalida-
des democráticas resienten ~I peso
del terrorismo oficial y se ven sínto-
mas de desmoralización preo-
34 _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ CONCLUSIONES DE LA II CNC
cupantes. La convergencia den:-io-
crática se evidencia como un
camino valioso para continuar los
acercamientos' en la izquierda y la
búsqueda de líneas de unidad y de
acciones comunes. Sin embargo,
son conocidas sus limitaciones
y problemas, que es preciso superar.
El Movimiento Guerrillero
muestra situaciones nuevas. Ante
el agotamiento de anteriorés tácti-
cas de diálogo y tregua, se aprecian
fenómenos que pueden contribuir a
un nuevo reagrupamiento y a
mayores avances en una convergen-
cia guerrillera. El proceso CNG, de
extraordinario papel en la unidad
guerrillera, fue superado por la
dinámica de la situación y por sus
limitaciones para estructurar alter-
nativas unificadoras. Sin renunciar
a la memoria histórica de este
mecanismo, al balance de sus
experiencias y aportes a la revolu-
ción, ahora se ha creado con la
Coordinadora Guerrillera "Simón
Bolívar", nuevas bases para la
unidad guerrillera que favorece el
desarrollo de la lucha armada y la
mejor incidencia poi ítica de estas
organizaciones.
Somos concientes de que la
lucha armada esta llamada a jugar
un mejor papel en la realidad
política. Esto se desprende de su
prestigio, su peso poi ítico y de la
necesidad de garantizar para la
1u cha popular formas de defensa y
ataque contra sus enemigos.
Por ello son válidos la preocu-
pación por elevar la respuesta
actual de la accón guerrillera ante la
ofensiva fascista y y el reclamo de
los sectores revoluci.onarios y de
masas para que la acción militar
revolucionaria se deje sentir con
fuerza. Este problema obedece a
las distintas tácticas en juego, a la
propia situación militar de cada
organización y a la incidencia de
concepciones pacifistas en al-
gunas de el las, que pierden de vista
su carácter y el objetivo que deben
cup,plir.
Esta Conferencia va a analizar
nuestra Iínea mi litar y la experien-
cia del Partido y el EP L en este
campo y a introducir las modifica-
ciones a que haya lugar. Esto lo
hacemos sobre la base de, consi-
derar que hoy más que nunca los
marxista-leninistas necesitamos
perfeccionar nuestras concepciones
y nuestra práctica militar revolu-
cionaria, como componente esen-
cial de nuestra táctica y estrategia
para la revolución colombiana.
Se pone de relieve la importan-
cia de la educación de las masas en
el papel de la violencia revolucio-
naria, de la popularización de los
conocimientos militares, de las
técnicas de combate callejero
y del impulso a las organizaciones
de milicias para preparar al proleta-
riado y sus aliados para las acciones
de mayor enfrentamiento a sus
enemigos.
El desarrollo de la Iínea militar
del Partido que hará esta Confe-
rencia adquiere entonces una mayor
dimención. Ligar correctamente
las diversas formas de lucha y
organización es una tarea clave de
los comunistas colombianos.
La evaluación constante del
movimiento de masas, democrático
y revolucionario, de sus formas de
lucha y organización, del estado de
ánimo y las tendencias que se
observen, es una tarea permanente
de los organismos de dirección del
Partido. Esta Conferencia tiene
CONCLUSIONES DE LA II CNC _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _--,-_ _ _ _ _ _ _ 35
ent9nces la responsabilidad de
acertar en estas definiciones cuya
trascendencia es obvia como base
El Trabajo del Partido -su táctica-
la Campaña Política
Tenemos también en la agenda
de trabajo la discusión sobre los
distintos problemas organizativos
que afectan al Partido y las solu-
ciones pertinentes . El objetivo es
fortalecer la calidad bolchevique de
nuestras filas, sobre la base del
marxismo-leninismo para garantizar
el cumplimiento de las tareas de la
revolución socialista y de liberación
nacional.
Es oportuno para nuestras or-
ganizaciones acerar su temple bol-
chevique en medio de la ofensiva·
reaccionaria y de la ideología bur-
guesa en todas sus expresiones.
El contexto político nacional
nos obliga a diseñar la táctica ade-
cuada, las formas de organización y
lucha, los métodos de dirección y
trabajo, pero no modifica nuestro
rumbo ni mucho menos el cáracter
y naturaleza del Partido y sus or-
ganizaciones.
Tiene plena validez las orienta-
ciones del VI Pleno del Comité Cen-
tral para el trabajo del Partido en la
presente coyuntura. La 11 Conferen-
cia Nacional de Cuadros acoge el
Documento del VI Pleno sobre la
Campaña Poi ítica para la elección
popular de alcaldes, con los cam-
bios y desarrollos que le introducen
el presente informe poi ítico. Ello
implica la necesidad de dinamizar la
Campaña orientada hacia el perío-
do de elecciones superando cual-
quier fenómeno de expectativa o
para las orientaciones que corres-
ponde tra_zar.
cualquier tendencia a la desmovili-
zación . Las directrices trazadas
por el Comité Ejecutivo Central
para preservar las estructuras del
Partido y acerar los métodos
conspirativos , están encaminadas
a mejorar las posibilidades de una
acción amplia de los militantes y
amigos en momentos de una mayor
arremetida fascistizante. A su vez.
exigen valorar acertadamente el
cierre progresivo de los espacios
legales, frente a lo cual debemos
pugnar por su conservación y
ampliación, sin condicionar la posibi
lidad de acciones abiertas y amplias
a la existencia de cauces legales.
Queremos insistir en el carácter
conspirativo de nuestra organiza-
ción, en la imposibilidad de su
legalización en las actuales condi-
ciones y en la necesidad de ser con-
secuentes con esta definición.
. Nuestra acción revolucionaria,
el prestigio que venimos ganando
entre los revolucionarios y las ma-
sas y la presencia activa en distintos
niveles de la acción política nos
convierten en uno de los blancos
predilectos de la reacción. Así nos
lo ha demostrado la vida e incluso
hemos pagado un precio alto por la
audacia revolucionaria y la firmeza
comunista que nos caracteriza. Se
trata de preservar y desarrollar
nuestras cualidades en medio de la
lucha de clases y de afianzar el pa-
pel de vanguardia que debemos ju-
36 _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _-~CONCLUSIONES DE LA 11 CNC
gar en el proceso revolucionario.
La complejidad del trabajo ac-
tual nos exige desarrollar una técni-
ca conspirativa de conformidad con
la realidad que tiene el Partido hoy.
Debemos acertar en la ubicación
cabal del trabajo legal, de la acción
abierta y de la actividad clandesti-
na.
Preservar, en primer lugar, los
organismos dirigentes y los aparatos
fundamentales, como el periódico
Revolución, son necesidades riguro-
sas que debemos garantizar en cual-
quier circunstancia. De este modo
todos los instrumentos de trabajo
del Partido deben ser sometidos a
estudio introduciendo las modifica-
ciones que se requieran.
Lo primero es derrotar las
concepciones legalistas, que abrigan
ilusiones en una legalidad que se
resquebraja todos los días. No
podemos confundir el trabajo legal
con el abierto. Podemos hacer un
trabajo amplio, sin que sea necesa-
riamente legal, incluso con métodos
clandestinos. La experiencia del
proletariado mundial en la lucha
contra el fascismo evidencia que
esto es perfectamente posible v
necesario cuando las condiciones
lo imponen. Este hecho se abre
camino en el país y tiene relación
con la necesidad de preservar
nuestras fuerzas sin exponerlas
innecesariamente ante el enemigo al
que no podemos - menospreciar.
Esto no puede interpretarse como
un medio para alejarnos de los
distintos escenarios de confronta-
ción y lucha poi ítica ·escudados en
concepciones estrechas, ni como
una forma de ocultar al Partido.
Se trata de contar con unas valora-
ciones únicas sobre el momento que
v1v1mos y la táctica a seguir, así
como de buscar nuevos métodos de
trabajo acordes con la situación.
A ta I punto están las cosas en
algunas regiones, que incluso al tra-
bajo sindical se le está imponiendo
que utilice algunas formas clandesti-
nas como único medio para garanti-
zar la acción en el plano meramente
sindical. La vida enseña, y estas ri-
cas experiencias para la lucha
revolucionaria no podemos echarlas
en saco roto.
La técnica conspirativa, cuyas
exigencias son mayores en esta épo
ca moderna, es parte de la labor de
los revolucionarios y es patrimonio
también de los comunistas. No es
un asunto del pasado o de mentali-
dades de "alcantarilla". Es una
condición importante para el cum-
plimiento de nuestra misión histó-
rica. Por ello debemos modernizar
nuestros métodos de seguridad y
ajustarlos a las rigurosidades de la
guerra moderna.
La táctica del Partido se ha
orientado a unir a las masas en tor-
no a una poi ítica revolucionaria.
La poi ítica frentista tiene como
mira este propósito.
Nuestra política unitaria se ha
manifestado acertada cuando se ha
puesto en práctica correctamente.
Ejemplos de ello son el trabajo por
la convergencia democrática, la
constitución de la CUT, la actividad
en la CNG y ahora en la Simón Bo-
lívar, en los movimientos cívicos,
etc. Esta poi ítica por su contenido
y amplitud permiten una proyec-
ción de masas para la participación
en la lucha poi ítica. No vamos a
renunciar a ella en su concepción
global de alianza de masas para par-
ticipar en la lucha contra el imperia-
lismo, el fascismo y la reacción.
CONCLUSIONES DE LA II CNC _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ 37
Es perciso evaluar detallada-
mente el proyecto UP. Con cerca
de 300.000 votos y asentado en un
compromiso de desmovilización
de la guerrilla y de incorporación a
a la vida civil, ha sido ahogado con
sangre mediante el asesinato siste-
mático de dirigentes y militantes.
No podemos entonces hacernos ilu-
siones sobre la posibilidad de im-
plantar legalmente, un proyecto
frentista con menos respaldo de
masas.
De acuerdo con un balance serio
sobre la poi ítica frentista y su apli-
cación en sus diferentes aspectos es
preciso introducir los correctivos
necesarios. De hecho la amplitud
de la política frentista, demuestra
sus bondades y la necesidad de tra-
bajar con el la se acrecienta ante la
arremetida fascista. De lo que se
trata es de adecuar la táctica frentis-
ta a la actual situación , superando
los errores y problemas que afectan
este trabajo.
En la aplicación de la política
unitaria hacia las masas y las fuerzas
poi íticas de izquierda, los comunis-
tas debemos ejercer un papel impul-
sor, que· no puede relegarse, y que
debe traducirse en la capacidad de
nuclear alrededor de nuestra poi íti-
ca a amplios sectores. Sobre la base
de justeza. poi ítica, autoridad opor-
tunidad y firmeza, los marxista-leni-
nistas ganan para sus posiciones a
los demás sectores y no con estilos
burocráticos y sectarios ..
Nos proponemos ajustar los ele-
mentos necesarios para preservar el
trabajo amplio del Partido, su vin-
culación con el movimiento de ma-
sas sin renunciar a los espacios
conquistados e incluso aspirando a
ganar nuevos escalones.
La Convergencia democrática es
un camino para potenciar la unidad
antifascista y antiimperialista y es
necesario prestar toda la atención
debida a este proceso trabajando
con ahínco, flexibilidad y espíritu
unitario, sin perder de vista los
problemas y limitantes de ella.
La convergencia debe ganar en
proyección de masas, en capaci-
dad de convocatoria y como me-
dio de aglutinar amplias fuerzas
democráticas. Nuestro traba.io ali í
constituye una importante vía para
difundir y concretar propuestas
frentistas, además, es una garantía
para pugnar por elevar los objetivos
y banderas de lucha y la moviliza-
ción misma.
Debemos reforzar nuestra par-
ticipación en la Convergencia, tra-
bajar por unos puntos de mayor
identidad y por desarrollos organi-
zativos más allá de la Coordina-
ción.
La Campaña poi ítica para las
elecciones tiene en la convergen-
cia una de sus fuentes de desarrollo
y una alternativa de mayor presen-
cia de masas. En algunas regiones
será posible presentar candidatos
de convergencia y en otras, quiza,
sólo pueda ser posible recurrir a los
dirigentes cívicos de organizaciones
bien representativas.
Lo que no podemos perder de
vista es que la lucha poi ítica, las
movilizaciones y la acción directa
de masas son los medios que pro-
pician el elevamiento del nivel
de lucha y de conciencia necesarios
para detener el avance fascista. No
renunciamos a la participación en
la campaña poi ítica, ni mucho me-
nos a jugar nuestro papel en la lu-
cha de clases por muy dura que sea
la ofensiva fascistizante de la bur-
38, _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ CONCLUSIONES DE LA II CNC
guesía y el imperialismo.
Existen condiciones para pro-
piciar una ampliación de la Con-
vergencia y un acuerdo poi ítico de-
mocrático en torno a banderas co-
mo la Asamblea Nacional Consti-
tuyente, el cese de la guerra sucia
por parte del régimen, el derecho a
la vida, las garantías para la
participación de las organizaciones
populares en la elección de alcaldes,
reivindicaciones económicas y aún,
la necesidad de un diálogo entre el
gobierno y el movimiento guerrille-
ro.
La Coordinadora Guerrillera
"Simón Bolívar" constituye un he-
cho histórico sin precedentes en el
movimiento guerrillero colombiano
que pone de presente su importan-
cia poi ítica en la realidad del país.
Nuestro Partido a trevés del
EPL ha trabajado por la unidad del
movimiento guerrillero colombiano
y está interesado en aportar sus me-
_jores esfuerzos para garantízar este
paso de unidad en los nuevos nive-
les que ahora alcanzamos.
Ahora se crean nuevas condici-
nes para la unidad, pero este proce-
so no es fácil y se requieren esfuer-
zos serios para garantizar el avance.
Nuevos problemas se plantean y
ellos exigen soluciones correctas.
Estamos dispuestos a asumir a ple-
nitud nuestras responsabilidades
con independencia poi ítica, flexibi-
lidad táctica y consecuencia revolu-
cionaria.
Conquistar el Estatuto de Fuer-
za Beligerante para la Coordinadora
"Simón Bolívar" es un obje-
tivo poi ítico y militar que conside-
ramos importante y vamos a traba-
jar para materializarlo.
El gobierno de Barco con su po-
1ítica de pulso firme se niega a dia-
logar con el movimiento guerrillero
y exige precondiciones de desmovi-
lización y desarme, como si lo hu-
biera derrotado.
E I rechazo de la Coordinadora
"Simón Bolívar" a esta absurda
pretención es muy significativo y
lo apoyamos en forma irrestricta.
Nuestro Partido propende por
un diálogo directo con e,I gobierno
que estudie las condiciones para
pactar un cese al fuego a fin de
garantizar la realización de la
elección popular de alcaldes. Pero
esto no puede ser una decisión
unilateral de nuestra parte. Corn~i-
deramos que un diálogo entre el
gobierno y las fuerzas guerrilleras
debe tener como interlocutora a la
Coordinadora "Simón Bolívar",
debe hacerse en forma directa entre
las partes y no puede imponérsele,
por parte del gobierno, las arro-
gantes precondiciones de desmovi-
lización y desarme. También en
este plano es necesario salirle al
paso a tácticas divisionistas de la
burguesía frente a la Coordinadora
"Simón Bolívar" , que pretende le-
vantar murallas entre distintas fuer-
zas que la integran o resucitar los
acuerdos de la Uribe para ponerlos
de marco obligatorio para las
demás organizaciones.
Las banderas tácticas actuales
por el derecho a la vida, por la des-
militarización de la vida civil, la de-
sintegración de los grupos paramili-
tares y el castigo a los responsables;
por el levantamiento del estado de
sitio , las garantías para la partici-
pación en la elección popular de
alcaldes, la convocatoria de una
Asamblea Popular Constituyente, la
lucha antiimperialista, el no pago
de la deuda externa, etc, que co-
CONCLUSIONES DE LA 11 CNC _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ 39
rresponden a la lucha por las liber-
tades poi íticas y la conquista de rei-
vindicaciones económicas, están en
íntima relación por la lucha por el
poder, por la liberación nacional y
el socialismo, y estos son nuestros
objetivos.
Sabemos que no estamos solos,
que tenemos fuerza de reserva en el
proletariado y los pueblos del mun-
do y que contamos con amigos que
nos brindan su solidaridad comba-
tiente.
Debemos intensificar y llevar en
mejor forma la denuncia interna-
cional de la verdadera catadura de
la burguesía colombiana y del go-
bierno proimperialista de Barco.
Todo ésto ampliará la solidaridad y
contribuirá a aislar a la burguesía y
sus planes fascistizantes.
Finalmente, queremos que esta
11 Conferencia Nacional de Cua-
dros sirva como poderoso impulso
a la actividad de todos los comunis-
tas y un motivo más de estímulc en
la lucha revolucionaria. Los cuadros
de distintos niveles, los militantes
y toda la periferia del Partido pue-
den contar con que toda la organi-
zación y sus instancias dirigentes es-
tamos en las trincheras que nos
han comisionado y que seremos fir-
mes en el cumplimiento de las ta-
reas que corresponde a la tradición
heróica de nuestro Partido.
4D _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ CONCLUSIONES DE LA 11 CNC
POR EL FORTALECIMIENTO
DE LA CALIDAD BOLCHEVIQUE
DE NUESTRO PARTIDO
Apartes de las Conclusiones sobre
organización de la JI CNC.
l. Evaluación de la I Conferencia Nacional
de Cuadros.
Hace cuatro años celebramos
exitosamente la I Conferencia Na-
cional de Cuadros. En este evento
logramos estudiar a profundidad la
poi ítica organizativa del Partido en
su doble dimensión: por un lado,
ratificando los principios universa-
les del marxismo-leninismo en
materia organizativa y, por el otro,
aplicando éstos y nuestra experien-
cia a las necesidades y requerimien-
tos de la vida táctica y coyuntural.
Este trabajo de investigación
y análisis científico se logró elabo-
rar teóricamente en medio de un
encendido debate poi ítico e ideo-
lógico al seno del Partido. Debimos
vencer una enconada oposición in-
terna que, en algunos casos, degene-
ró en un trabajo oportunista de cor-
te fracciona! en contra del Partido y
de su dirección nacional, que fue
felizmente desenmascarado y venci-
do sin mayores traumatismos para
el Partido.
Esta oposición seguía una I ínea
conservadora y burocrática en con-
tra de todo cambio y basada en una
ternent1da detensa del carácter clan-
destino del Partido, del papel de
los cuadros del Comité Central y
de otros aspectos que elevaban fle-
xibles mecanismos organizativos a
la categoría de formas organizativas
inamovibles, susceptibles de ser
cambiadas tal como la práctica lo
ha demostrado.
Se comprobó una vez más la
vieja pero siempre válida sentencia
bolchevique de que el progreso dia-
léctico del Partido pasa por una lu-
cha ideológica y poi ítica contra po-
siciones oportunistas. Las tesis
aprobadas por la I Conferencia
Nacional de Cuadros, la derrota de
esas posiciones oportunistas, la san-
ción y posterior marginamiento de
elementos que habían perdido su
posición comunista, despejaron con
nitidez el panorama poi ítico y orga-
nizativo del Partido para dar paso al
posterior crecimiento cualitativo y
cuantitativo.
En estos duros y aleccionadores
años de la lucha de clases en el país,
logramos superar la concepción de
partido pequeño y las trabas organi-
CONCLUSIONES DE LA II CNC _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ 41
zativas que nos impedían un mayor
crecimiento y nos limitaba la in-
fluencia en la vida poi ítica y en sec-
tores fundamentales del proletaria-
do. La I Conferencia Nacional de
Cuadros nos facilitó un cubrimien-
to nacional mayor; pasamos a ser
una organización que, aunque pe-
queña para Ias necesidades y obje-
tivos del proletariado, cuenta con
miles de militantes y cientos de
cuadros de reconocida influencia en
la izquierda y en los más importan-
tes acontecimientos de la vida poi i-
tica, social y militar del país, con
comités de Partido en múltiples
regiones y en los sectores prole-
tarios y de trabajadores más tras-
cendentales.
No podríamos afirmar que ésto
fue fruto exclusivo de la poi ítica or-
ganizativa o de las conclusiones so-
bre las clases sociales emanadas de
la I Conferencia, Nacional de Cua-
dros, porque sería demeritar el pa-
pel cumplido por el XI y XII Con-
gresos Nacionales del Partido, las
certeras conclusiones de diferentes
Plenos del Comité Central y la labor
del Comité Ejecutivo Central, el Se-
cretariado Nacional y de cuadros y
militantes del Partido. Lo que sí
pretendemos es que esta 11 Confe-
rencia Nacional de Cuadros sea ca-
tegórica en el reconocimiento de los
méritos y las conclusiones de la 1
Conferencia y, particularmente, de
sus alcances en materia de poi ítica
organizativa.
Sin temor a equivocarnos se
puede afirmar que estas conclusio-
nes son puntal fundamental del
acervo teórico de nuestra Ií nea or-
ganizativa, qu,e mantiene vigencia y
deberá seguirse aplicando sin nin-
gún preámbulo y enriquecida con
las conclusiones que la II Conferen-
cia adopte. Para ser más explícitos
podemos señalar la importancia de
las tesis sobre la relación entre el
carácter proletario del Partido y la
necesidad de que éste se convierta
en un partido de miles y miles de
militantes, factores que lejos de
oponerse son completamentarios,
esta posición permitió una rectifi-
cación en los estatutos acerca de
los requisitos para ser miembro
del Partido bolchevique, requisi-
tos que se alejaban de las enseñan-
zas de Len in en esta materia.
Durante estos años la poi ítica
organizativa de la I CNC, posibili-
tó la llegada de un importante con-
tingente de obreros industriales y
de revolucionarios fogueados en la
lucha de clases, que en general han
cumplido con las tareas demanda-
das por el Partido y la revolución.
Que existen aún deficiencias y erro-
res es una verdad que se relaciona
con deficiencias en la aplicación de
la poi ítica organizativa.
Otro tanto sucede con la poi íti-
ca de cuadros. Debido a ella se
sextuplicaron los cuadros y se logró
la cualificación de los dirigentes del
Partido en las diferentes áreas de la
vida de la lucha de clases. En poco
tiempo un buen número de camara-
das recogieron las experiencias del
Partido y se destacaron, no sólo por
su fidelidad al marxismo-leninismo,
sino también por su aplicación au-
daz en momentos importantes del
quehacer revolucionario. Puede afir-
marse, sin ningún asomo de petu-
lancia, que el Partido cuenta en la
actualidad con un cuerpo de
cuadros que le permite tener
presencia y capacidad de dirección
en el movimiento obrero sindical
popular y militar, en l~bores d~
42 _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ CONCLUS10NES DE LA II CNC
prensa y en algunos aspectos de la
investigación y la educación.
Sin embargo, no existe una co-
rrespondencia adecuada entre el au-
mento del número de cuadros y su
calidad. Esto significa que pervi-
ven deficiencias y se han creado
nuevos problemas que atañen tanto
con la formación ideológica y poi í-
tica de los cuadros, como con la
eficacia de su trabajo. Este aspecto
refleja también un desarrollo desi-
gual. A ello nos referimos en el
aparte correspondiente a la situa-
ción de los cuadros.
La poi ítica de cuadros del Parti-
do, diametrialmente opuesta al bu-
rocratismo, ha permitido también
depurar al Partido de seudocua-
dros que no se pusieron a tono con
las calidades exigidas por las nuevas
condiciones y pretendían que la lu~
cha de clases se paralizara para que
los esperara a ellos.
Hay que reconocér que la crea-
ción de comités de Partido por
áreas sociales, diferente a la tradi-
cional organización por regiones,
nos ha permitido crecer en cantidad
y calidad en importantes áreas del
proletariado y otros sectores de tra-
bajadores del país, así mismo nos
ha facilitado unir a estos sectores
con una única táctica y una sola
orientación. Esta experiencia nos
deja también valiosas enseñanzas
que debemos estudiar juiciosamen-
te para diferenciar en forma exacta
entre la esencia misma de la orienta-
ción y todo lo que rodea su aplica-
ción y poder corregir problemas
que se presentan en la nueva situa-
ción partidaria. Es éste uno de los
temas más importantes para abor-
dar en el presente evento democrá-
tico del Partido.
La I Conferencia Nacional de
Cuadros ratificó y profundizó el es-
tudio del Centralismo Democráti-
co, factor que ha permitido man-
tener unido al Partido en la estrate-
gia, la táctica y en las cambiantes
etapas de la poi ítica del país. Ha si-
do el mejor resorte poi ítico e ideo-
lógico para solucionar dificultades
que se han presentado a nivel nacio-
nal y regional, sin perjuicio de la
disciplina militante ni de la necesa-
ria vida democrática en el Partido.
La realización de importantes Con-
ferencias regionales y nacionales ha
contribuido a mantener una fluida
actividad democrática en el Partido,
lo mismo que el trabajo con los pe-
riódicos, las reuniones y consultivas
impulsadas por organismos de direc-
ción nacional.
Todas estas actividades repre-
sentan de por sí una proeza para un
partido clandestino y, más aún,
cuando afrontamos las contingen-
cias de la participación poi ítica en
la dirección de la lucha guerrillera.
La vida democrática nos ha permi-
tido trabajar el concepto de unidad
consciente con alto grado de madu-
rez por parte de organismos y cua-
dros,
Estos hechos nos posibilitan ade-
lantar un criterio, que posterior-
mente demostraremos, y es que
cuando se presentan graves suce-
sos contra la unidad, se critican
en su momento, y se identifican
sus causas, se preservan el Centra-
lismo Democrático y la unidad del
Partido.
Para no alargarnos innecesaria-
mente en este recuento termina-
remos señalando la importancia que
para la vida del Partido ha tenido
el rompimiento de esquemas y fór-
mulas estereotipadas en materia or-
CONCLUSIONES DE LA 11 CNC _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ 43
ganizativa. Estas maniataban al
Partido en su conjunto y a los orga-
nismos de dirección para dirigir con
mayor agilidad la actividad diaria
de la militancia, condición funda-
mental para un partido que trabaja
por ser alternativa de poder y van-
guardia en la lucha por la revolu-
ción y el socialismo. De lo quepo-
demos concluir que en materia or-
ganizativa no todo está dicho, ni
lo podemos reducir a los principios
bolcheviques, es necesario desarro-
llar la suficiente creatividad para apl i-
carios audazmente acorde con las
condiciones de la lucha, de modo
que los comunistas puedan moverse
con la agilidad de un gamo y al
mismo tiempo contar con la sol i-
dez de una estructura que va en pos
del poder para el proletariado.
La actual realidad partidaria
nos está exigiendo nuevas y más
audaces políticas, medidas y alter-
II. Situación organizativa actual del Partido
Al analizar los problemas que
existen en materia de organización
en este momento, podemos afirmar
que es preciso fortalecer la calidad
bolchevique de nuestro Partido.
Afianzar el centralismo democráti-
co, superar los errores y deficiencias
en los métodos y estilos de direc-
ción y de trabajo, en la vida de las
células y los comités y en la aplica-
ción de la poi ítica de cuadros. Ello
redundará positivamente en la uni-
dad ideológica -..¡ poi ítica y la disci-
plina militante del Partido, en el es-
nativas para poder crear la estructu-
ra organizativa y el estilo de organi-
zación, trabajo y dirección propios
de un partido que debe alcanzar do-
cenas de miles de militantes y miles
de cuadros colocados a la cabeza
del movimiento poi ítico de masas.
Debemos convertirnos en un Parti-
do capaz de dirigir la formación
de un ejército revolucionario que
tenga como base el proletariado, de
concretar un amplio frente táctico
contra el imperialismo y el fascis-
mo, de desarrollar la poi ítica un i-
ta ria para la clase obrera y de con-
tinuar, conjuntamente con otros
Partidos, trabajando por la I ínea
general para el Movimiento Comu-
nista Internacional Marxista-Leni-
nista, base de la futura organiza-
ción internacional comunista y ele-
mento sustancial para la creación de
un frente mundial revolucionario y
anti-imperialista.
píritu comunista y en el funciona-
miento clandestino y centralizado
de nuestra organización.
Cualquier problema que menos-
cabe los propósitos anteriores debe-
rá ser corregido mediante una sus-
tancial mejora en la formación co-
munista de nuestras filas y una lu-
cha ideológica y poi ítica más seve-
ra contra las ideas opuestas al mar-
marxismo-lenin ismo, a la (ínea es-
tratégica y táctica y a las orientacio-
nes de los organismos de dirección.
44 _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ CONCLUSIONES DE LA II CNC
El Centralismo Democrático
Los estatutos del Partido en su
artículo No. 7 señalan sobre el Cen-
tralismo Democrático lo siguiente:
"El Centralismo Democrático es el
principio fundamental de organiza-
ción del Partido, que concreta la
unidad indisoluble, entre el Centra-
lismo y la Democracia. Sin la co-
rrecta comprensión y aplicación de
este principio no se podrá aplicar
cabalmente la Iínea del Partido, ni
ésta podrá ejercer la dirección uni-
ficada del trabajo. Las concepcio-
nes y prácticas contrarias al Cen-
tralismo Democrático afectan la
unidad del Partido en algún gra-
do, fomentan la indisciplina y es-
timulan la desconfianza hacia los
organismos de dirección del Parti-
do". Tal como lo orienta esta
norma estatutaria, el Centralismo
Democrático es la pieza maestra
sobre la cual se organiza el Parti-
do, por lo que corresponde a la
presente Conferencia estudiar con-
cienzudamente cómo se ha aplica-
do después de las correctas orien-
taciones que en esta materia tra-
zó la I Conferencia, y poder así
fortalecer ideológica y poi ítica-
mente a I Partido para lograr mayo-
res éxitos en las tareas comunistas
que tenemos por delante.
En las difíciles circunstancias
que nos ha tocado afrontar en es-
tos años de la· lucha de clases a ni-
vel nacional e internacional, el Par-
tido ha logrado mantener una uni-
dad consciente y una disciplina mi-
litante, por medio de las cuales ven-
cimos el síndrome del fracciona-
miento generado por las continuas
fracciones dadas en el Partido en la
pasada década y que se suceden fre-
cuentemente en las organizaciones
revisionistas y oportunistas del país.
La formación comunista, la vigi-
lancia revolucionaria y la lucha po-
i ítica e ideológica intensa contra
las manifestaciones contrarias al
marxismo-leninismo y a la I ínea po-
i ítica del Partido, son los argumen-
tos a los que nos hemos aferrado
para acerar la unidad y corregir au-
tocríticamente factores negativos
que puedan amenazar con deterio-
rar la unidad y la disciplina en nues-
tras filas.
En este sentido es necesario ha-
cer un claro reconocimiento a la
labor cumplida por los Plenos del
Comité Central, al trabajo realiza-
do por el Comité Ejecutivo Central
y al Secretariado Nacional. Estos
organismos han tratado oportuna-
mente los errores, defectos, contra-
dicciones y vacilaciones que han
atentado contra la unidad y la dis-
ciplina militante, con mesura o con
dureza según lo han demandado las
circunstancias.
Mantener la unidad del Parti-
do no significa conciliar con los
errores de los camaradas y los or-
ganismos; es una tarea compleja
lograr la ecuanimidad que requiere
el tratamiento de las diferencias de
opiniones en el seno de un Partido
inmerso en el movimiento poi íti-
co y de masas, donde objetivamen-
te están presentes concepciones y
puntos de vista diferentes de los
marxista-fenínístas y que por· diver-
CONCLUSIONES DE LA II CNC _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ 45
sos medios llegan al Partido creando
vacilaciones y expectativas urgentes
de vencer a través de un proceso de
lucha ideológica y persuación poi í-
tica, o tratadas y sancionadas
. con la rigurosidad normativa de los
estatutos.
Los organismos de dirección na-
cional y en la inmensa mayoría los
comités nacionales y regionales de
partido se han convertido en anima-
dores y orientadores de la lucha
ideológica y poi ítica en su seno. Pa-
ra tal fin han posibilitado medios
muy diversos y, en forma continua,
encuentros de cuadros donde se de-
baten los problemas fundamentales
de la poi ítica táctica, estratégica y
coyuntural; también se han busca-
do las condiciones necesarias para
que los comités de dirección in-
termedia se reunan en conferencias
para tratar sus planes y la elección
democrática de sus dirigentes. En
aquellos comités donde esto no se
ha logrado ha sido por problemas
diferentes, unos objetivos y otros
subjetivos, a las orientaciones ema-
nadas de la dirección nacional.
De todas formas no considera-
mos explorados y agotados todos
los medios y mecanismos para fa-
vorecer la actividad democrática del
Partido, debemos persistir en los
comprobadamente positivos para la
creatividad democrática en su seno
y continuar ideando nuevos y me-
jores métodos. Se deberán
seguir realizando consultivas o
encuentros por frentes sociales para
entregar las orientaciones tácticas
y coyunturales básicas en el queha-
cer del Partido y basadas en planes
de trabajo aprobados bajo la estric-
ta supervisión del Comité Ejecutivo
Central y el Secretariado Nacional.
El XII Congreso del Partido
celebrado en 1984 eligió un amplio
y multifacético Comité Central que
progresiva y ascendentemente ha lo-
grado afianzarse y ganar el prestigio
y apoyo de la militancia. Sus Ple-
nos han unificado al Partido en tor-
no a sus importantes conclusiones.
A pesar de que los cuadros integran-
tes del Comité Central han corres-
pondido a las tareas y responsabili-
dades de tan exigente ubicación
organizativa y poi ítica, es urgente
superar deficiencias señaladas y
continuar en una I ínea de avance.
El Comité Ejecutivo Centri3I
es un organismo de dirección na-
cional con una larga trayectoria en
la dirección del Partido lo cual le ha
permitido acumular experiencias va-
liosas y una reconocida autoridad
en el Partido, en el Mov·imiento Co-
munista Internacional (marxista-le-
ninista) y en el movimiento revolu-
cionario y democrático del país. A
pesar de que ha tenido en los últi-
mos tres años dos lamentables y
sensibles bajas, ha logrado respon-
der a la altura de sus responsabili-
dades y mantener el timón de la
dirección del Partido.
Frente a los errores y fallas del
Comité Central, del Comité Ejecu-
tivo Central y del Secretariado
Nacional, o de cualquier otro orga-
nismo, sean éstas colectivas o indi-
viduales, no se puede tener una ac-
titud complaciente.
Sin lugar a dudas, el Secretaria~
do Nacional es el organismo de di-
rección nacional permanente que
goza de mayor autoridad y respaldo
en el Partido, lo que ha sido un fac-
tor muy positivo para su 'unidad en
los momentos más aciagos que he-
mos afrontado. Mantener esta si-
tuación y lograr elevarla a otros ni-
46 _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ CONCLUSIONES DE LA II CNC
veles indispensables en el terreno
poi ítico, teórico e ideológico, es
un objetivo exigente no sólo para
el Secretariado sino también para
todo el Partido. Los organismos
de dirección, en particular el Secre-
tariado Nacional, resumen la capaci-
dad ideológica, poi ítica y práctica
que reposa en el conjunto del Parti-
do y ello exige el aporte constante
de todo el Partido hacia la dirección
y la irrigación, desde ésta, de las
orientaciones oportunas hacia los
cuadros y la base. ,.
La orientación estatutaria colo-
ca al Secretariado Nacional como
un organismo que debe "dirigir,
coordinar y controlar la actividad
de los miembros del Comité Central
y de los diferentes frentes de traba-
jo entre una y otra reunión del Co-
mité Ejecutivo Central" (Artículo
40, Numeral Primero de los Estatu-
tos).
Para lograr el avance del conjun-
to del Partido, la dirección nacional
debe mejorar en distintos aspectos,
pero prestará· especial atención a:
-La producción teórica sobre temas
inaplazables en la conso'lidación po-
i ítica e ideológica del Partido y en
la profundización de la lucha contra
el revisionismo y el oportunismo
Métodos de Dirección y Estilos de TrabaJo
Existen en el Partido un consen-
so en cuanto a la urgencia de
modernizar los métodos de direc-
ción y estilos de trabajo, como
condición "sine qua non" para que
el Partido supere los actuales pro-
blemas y avance en forma deter-
nacional e internacionalmente, y
-La modernización de los métodos
de dirección y control de la activi-
dad de todo el Partido.
Es urgente que el conjunto del
·Partido intensifique la lucha contra
el empirismo y que los organismos
nacionales de dirección se pongan
a la cabeza de una ·producción teó-
rica, que permita al Partido una ma-
yor contribución a la investigación
concienzuda de la realidad nacional
e internacional y de las característi-
cas que adquieren el revisionismo
y el oportunismo moderno. Esta es
una de las actividades que asegura-
rán al Partido un salto cualitativo
en sus responsabilidades, como van-
guardia del proletariado y destaca-
mento del movimiento comunista
i nte rnac ion a1 (marxista- leninista).
Están maduras las condiciones y
circunstancias tanto en el Partido
como en el movimiento revolucio-
nario colombiano, para afrontar
con las mejores posibilidades esta
inaplanzable tarea, realizada en al-
guna medida, pero con limitaciones
muy serias. Ahora bien, si efecti-
vamente el Partido se decide a pa-
sar a este nuevo plano de su activi-
dad poi ítica deberá hacer profun-
dos cambios organizativos y en los
métodos de dirección y trabajo.
minante para el desarrollo de sus
filas y el cumplimiento de sus res-
ponsabilidades. Corresponde a la 11
Conferencia indicar el rumbo y las
medidas a tomar en corresponden-
cia con las condiciones del Partido,
los principios marxista-leninistas y
CONCLUSIONES DE LA II CNC _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ 47
las posibilidades que nos depara el
actual avance del conocimiento
humano.
El proceso de dirección de las
revoluciones en la actualidad y de
las circunstancias tácticas y estra-
tégicas en que se desenvuelve la co-
rrelación de fuerzas de las diferen-
tes cláses sociales, es un problema·
que el proletariado y en particular
su Partido resuelve en su beneficio
si logra descifrar y transformar las
nuevas realidades y exigencias loca-
les y universales con base en la ideo-
logía y política del marxismo-leni-
nismo y de sus principios funda-
mentales. Se tratá de un problema
ideológico que no pierde. en nin-
gún momento su carácter científi-
co. es en esta misma forma como
opera el desarrollo y fortalecimien-
to de los partidos poi íticos, ley a
la que no escapa el Partido del pro-
letariado.
La dirección moderna del que-
hacer poi ítico, de sus partidos y
sus dirigentes se basa fundamen-
talmente en el acopio, estudio y
sistematización de la más profusa
información, lo que exige en la ac-
tualidad el empleo de la técnica
moderna, de la informática y la
computación. Así lo ha entendi-
do el Partido y algunos de sus ins-
trumentos y se vienen dando pa-
sos muy valiosos que esta Confe-
rencia deberá estimular y orientar
hacia la inversión de más y mejo-
res recursos humanos, técnicos
y económicos en esta tarea. Es
importante enfatizar en que esto
por sí solo no transforma corree-
. tamente la capacidad de dirección
y control del Partido, lo que se lo-
grará sólo a condición de fortale-
cer el Partido en los métodos de
dirección y trabajo leninista y
en las experiencias del Movimien-
to Comunista Internacional (mar-
xista-leninista).
El estilo de dirección y trabajo
leninista nos orienta a mantener só-
1idos vínculos con las masas, ligar
la teoría con la práctica y desarro-
1lar a diario la crítica y la autocríti-
ca. Debemos agregar también los
preceptos leninistas de dirección
colectiva y responsabilidad indivi-
dual y colectiva, y las normas de
planificación y control que deben
guiar a los militantes. ( Recuérde-
se los artículos estatutarios so-
bre métodos de dirección y traba-
jo, de todos ellos podríamos hablar
y tendríamos para rato).
El Partido en ·su conjunto y es-
pecialmente los organismos de
dirección nacional y los comités in-
termedios han sostenido con regula-
ridad el habtio de la crítica y la au-
tocrítica. Lo que se ha perdido en
algunas ocasiones es su profundidad
tanto en los comités como en la ba-
se del. Partido y se ha rebajado en la
evaluación y control de las respon-
sabilidades individuales.
Al perder la profundidad, la
crítica y la autocrítica se convier-
ten en un acto formal y superfluo
muy peligroso para la formación
del Partido, pues en el transcurso
de los acontecimientos se hace nor-
mal la convivencia con los errores
y fallas hasta llegar, por esa vía,
a tolerar en el Partido la existencia
de dos I íneas de pensamiento y
comportamiento.
En la evaluación y control de la
responsabilidad individual hemos
visto cómo algunos camaradas y
cuadros persisten, después de ser
criticados, en sus posicione?s y acti-
tudes; posición formal y a veces
48 _ _ _ _ _ _ _ _ _ _-,--_ _ _ _ _ _ _ _ CONCLUSIONES DE LA II CNC
oportunista que no puede ser vela-
da con el criterio individualista
pequeño-burgués de que "yo soy
así" o que "no me convencieron".
E I Partido respeta y se esfuerza
por formar. una militancia con gran
calidad individual que le permita
destacarse ·en cada uno de los cam-
pos en que se mueve; militantes que
estén habilitados para- obrar con un
criterio definido por su asimilación
de la poi ítica partidaria, su espJritu
de análisis, su vinculación a la lucha
de clases y su constante preocupa-·
ción por el estudio.
Las normas de planificación
y de control del trabajo individual
y colectivo son factores íntima-
mente Iigados que hacen parte de
una buena dirección y en las cuales
se expresan fallas al interior del
Partido en detrimento de su traba-
jo revolucionario.
En algunas áreas se presentan
manifestaciones serias de trabajar
sin planes o con una aplicación par-
cial de los que tienen elaborados; en
no pocos casos se encuentra una
falta de coordinación y conoci-
miento de los planes de los diferen-
tes comités presentes en la región o
área social, lo que genera todo tipo
de manifestaciones contrarias a. la
unidad poi ítica y de acción.
Si no se da una correcta plani-
ficación, el control del trabajo y la
evaluación de los resultados será
irremediablemente débil, formal,
basada en generalidades poi íticas y
con criterios poi íticos subjetivos
que conducen a una evaluación
diferenciada según las ideas y posi-
ciones determinadas _por el pensa-
miento individual de los cuadros.
Las fallas en la planificación y
el control traen consigo los proble-
mas de dispersión que existen en el
trabajo del Partido, sin ser la única
causa. Es muy común encontrar
organismos de dirección, y qué
decir de células, que no tienen defi-
nidas claramente las prioridades de
su trabajo; en otros casos desarro-
1lan actividades en decenas de áreas
en detrimento del énfasis necesario
hacia los centros obreros de las ciu-
dades y en las áreas donde el Parti-
do lo ha señalado
Los errores y deficiencias en la
planificación también han incidido
en un fenómeno negativo que se
ha repetido en el Partido. Se trata
del abandono de algunas áreas de
trabajo y de la falta de continuidad
en la atención de otras.
Existe una relación directa
entre la planificación y la correcta
división del trabajo. Una buena pla-
nificación se debe cimentar en la si-
guiente orientación de la I Confe-
rencia Nacional de Cuadros: "Hay
que tener presente en todo caso que
el estilo leninista de organización
rechaza la dispersión y la esponta-
neidad en el trabajo del Partido.
No es posible cumplir una acerta-
da labor organizativa si las diferen-
tes organizaciones del Partido dis-
persan sus fuerzas y se distribuyen
en pequeños grupos en todas partes.
El arte de la organización comunis-
ta consiste en saber utilizar todos
1os recursos y todas las fuerzas, en
repartir racionalmente el trabajo y
en atraer a las masas hacia el movi-
miento revolucionario. Esto impo-
ne la utilización adecuada de los di-
rigentes y los militantes mediante
una acertada división del trabajo,
para que no haya camaradas inacti-
vos mientras otros se recargan de
tareas ... "(Pág. 19 Contribución al
Debate Po Iítico").
CONCLUSIONES DE LA 11 CNC _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ 49
También debemos ser muy seve-
ros en la crítica a las posiciones
pragmáticas y espontane ístas
presentes en el estilo de trabajo de
camaradas y cuadros que se mani-
fiestan principalmente en la eva-
luación y proyección de la unidad
del movimiento democrático y
revolucionario. Se valora la unidad,
mas no la necesidad de la lucha
ideológica y poi ítica contra el revi-
sionismo y el oportunismo, como
parte consustancial en la búsqueda
de la unidad del pueblo alrededor
de la poi ítica del proletariado y
no de doctrinas de pensamiento
pequeño-burgués o burgués. No po-
demos separar la unidad del pue-
blo de la acumulación que para la
conquista y ejercicio del poder de-
be lograr el proletariado. Este
pragmatismo es, en muchas ocasio-
nes, fuente del activismo erí que se
diluyen muchos cuadros y militan-
tes.
Con igual contundencia debe-
mos criticar las manifestaciones de
burocratismo. Este
mal no solo aleja al cuadro de la ba-
se del Partido y del movimiento de
masas, sino que lo lleva a interpre-
taciones y directrices poi íticas aleja-
das del pulso de la lucha de clases,
a respuestas generales y estereoti-
padas y a actitudes de autocompla-
cencia con lo que se tiene, y por en-
de, a paralizar la iniciativa frente
al movimiento de masas.
En el Partido es urgente afian-
zar y mejorar un estilo de trabajo
conspirativo que nos ha beneficiado
porque hace menos amplio el radio
de actividad de los servicios de inte-
ligencia del enemigo.
La solución de los problemas
que existen en cuanto a las normas
conspirativas y la seguridad, exige
un tratamiento organizado, así co-
mo el análisis de concepciones
erróneas que existen sobre la segu-
ridad y la adopción de medidas
concretas aI respecto.
Hay que recordar el artículo 54
de los estatutos, que dice: "Las re-
laciones entre organ.ismos diferentes
del Partido se rigen por las normas
leninistas que exigen la utilización
de canales orgánicos establecid.os".
Comprendemos que las mú !ti-
ples actividades de masas en que
está comprometido el Partido y la
realización constante de actividades
democráticas en su seno, han
creado una base para los encuentros
permanentes de cuadros y militan-
tes, pero ésto de ninguna manera
puede justificar la violación de esta
norma.
A partir del XII Congreso del
Partido los organismos nacionales
de dirección han puesto énfasis en
mejorar su labor de dirección en los
aspectos tácticos y coyunturales en
los que se desenvuelve la lucha de
clases en el país, lo que nos ha per-
mitido mejorar la calidad comunista
y la unidad del Partido. El perió-
dico Revolución ha tenido un des-
tacado papel en la mejoría sustan-
cial de la dirección del Partido,
en su comportamiento unificado y
actualizado frente a la realidad na-
cional e internacional. Sin lugar
a dudas, el periódico Revolución
con la calidad, regularidad y presen-
cia entre las masas y el movimiento
revolucionario y democrático que
hoy posee, es uno de los mayores
logros que puede presentar el
Partido.
Esta conquista, ahora patrimo-
nio del Partido, no fue tarea fácil
para los organismos de dirección.
so _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ CONCLUSIONES
Hemos dado una de las batallas
ideológicas y poi íticas más enco-
nadas del último período tenden-
te a diferenciar exactamente los
problemas propios de la inercia
del pasado y los derivados de in-
comprensiones poi íticas y contra-
dicciones abiertas y encubiertas
que, no pocos cuadros y militan-
tes, han tenido frente al carácter
y papel que debe jugar un periódi-
co comunista en las condiciones
concretas de nuestra realidad.
Para ser fieles a la verdad,
esta Conferencia deberá Ilegar a la
conclusión de que a pesar de los
avances considerables en . la supe-
ración de las incomprensiones po-
i íticas y las contradicciones respec-
to al carácter y papel del periódico,
aún se presentan problemas que to-
can con las tesis leninistas sobre la
prensa revolucionaria.
Las deficientes e inconstantes
contribuciones de los cuadros al pe-
riódico, los errores en la planifica-
ción de la distribución del periódi-
co en las áreas fundamentales del
proletariado, la desidia para su ven-
ta, el defectuoso e inconstante estu-
dio por parte de las células y orga-
nismos de dirección y las repetitivas
y poco argumentadas críticas al ca-
rácter leninista del periódico, son
manifestaciones ideológica~ y poi í-
ticas que nacen de incomprensio-
nes, pero principalmente, de dife-
El papel de las Células
Lograr un cabal funcionamiento
de todas las células: He aquí uno de
nuestros actuales retos.
Esta 11 Conferencia de Cuadros
DE LA 11 CNC
rencias que deberán ser superadas
total y definitivamente.
Mejorar en todo sentido la cali-
dad del periódico no sólo es un in-
terés manifiesto por el Partido sino
que es una de las tareas más impor-
tantes demandadas por la revolu-
ción colombiana en el proceso por
el que pasa. Mas, ésta no es tarea
exclusiva del Comité Ejecutivo Cen-
tral o del Secretariado Nacional Y,
menos aún, del Comité de Pren-
sa, sino que es un compromiso de
todo el Partido, en especial de los
más destacados cuadros y dirigen-
tes que debe comenzar por la se-
veridad en la crítica a los problemas
ideológicos y poi íticos antes descri-
tos. El propósito de mejorar el
Revolución está relacionado, en lo
inmediato, con el papel destacado
que éste debe jugar en la Campaña
Poi ítica y en desarrollo de la tácti-
ca unitaria del Partido. Ello impli-
ca extender y profundizar su in-
fluencia en el movimiento demo-
crático y revolucionario.
El Comité Central seguirá te-
niendo en el periódico Revolución
la más oportuna, ágil y permanen-
te herramienta para dirigir y educar
al Partido, para hacer llegar la voz
del Partido a las masas y para la or-
ganización de todas sus células,
compromiso a destacarse en el mar-
co de esta 11 Conferencia Nacional
de Cuadros.
debe hacer un análisis de la situa-
ción que vive el organismo básico
del Partido donde se expresa ordi-
nariamente la militancica de sus
CONCLUSIONES DE LA 11 CNC _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ 51
miembros, criticar de una manera
vehemente los errores, e introducir
las rectificaciones ideológicas y po-
i íticas que el asunto obliga.
El crecimiento de nuestro Parti-
do a partir de la I Conferencia nos
colocó ante la necesidad de aumen-
tar el número de células y el de sus
componentes. Este proceso lógico
no puede ser considerado razón de
defectos en el funcionamiento de
las células. 1ndudablemente esta
exige una mayor lucha ideológica
y poi ítica contra las concepciones
revisionistas frente al Partido prole-
tario, una más amplia y profunda
educación en el marxismo-leninis-
mo, una relación más estrecha entre
los dirigentes del Partido y su base,
y un control y planificación perma-
nentes y sistemáticos.
Especial importancia adquiere
la lucha contra las concepciones re-
visionistas que menosprecian el pa-
pel y el funcionamiento de la célu-
la, de sus integrantes y de los aspi-
rantes al Partido.
Para comenzar debemos decir
que el funcionamiento regular y or-
ganizado de las células está fallando
por deficiencias en su periodicidad
y por su contenido.
Hay militantes sin área definida
de trabajo, algunas células no atien-
den círculos de estudio y trabajo re-
volucionario, organismos de premi-
litancia básicos para la reproduc-
ción del Partido, y existen aspiran-
tes que no realizan una vida poi ítica
organizada.
Esta situación conlleva diver-
sas limitaciones pare: ei crecimiento
multiplicado e industrial de nuestra
organización, del que teóricamente
tanto hablamos pero que no se
refleja en la práctica y no se logrará
hasta tanto no superemu!:i estos
problemas con los CETR. Ün
trabajo intensivo en todos los pla-
nos con la organización, educación
y atención permanente hacia los
aspirantes nos llevará, sin dificultad,
a duplicar la militancia actual,
y varias veces más la calidad del
Partido.
Tal como lo hemos visto, te-
nemos una grave deficiencia en· el
Partido con la utilización plena
del periódico Revolución que se ex-
presa en el trabajo que con él rea-
lizan las células y los círculos, esta
deficiencia es relfejo de concepcio-
nes que riñen con el marxismo-leni-
nismo.
Es así como ya aparecen po-
siciones orientadas a que el Partido
cambie el carácter de su periódico·
porque, según ellas, no es lo sufi-
cientemente amplio para animar
posiciones revolucionarias en las
masas; se olvidan de que el perió-
dico es un órgano comunista el cual
debe expresar esas posiciones y no
otras. Claro está que es más di-
fícil y exigente para un militante
trabajar entre las masas con un
periódico de tal naturaleza, que con
otro tipo de prensa revolucionaria
o democrática; esto no lo discuti-
mos, sino que criticamos la posi-
ción de negar el papel del periódi-
co para la formación de comunis-
tas. Es ésta una de las mejores ar-
mas para el reclutamiento de revo-
lucionarios y obreros para el Parti-
do; su estudio, distribución organi-
zada y su venta permanente utili-
zando todos los mecanismos, son
los medios más amplios para hacer
llegar la voz del Partido a las masas
y ganar nuevos adherentes a la cau-
sa proletaria que defendemos.
Estas situaciones negativas fren-
 52 _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ CQNCLUSIONES DE LA 11 CNC
te al periódico son parciales. Exis-
ten células que realizan un valioso
trabajo con el Revolución y, en
consecuencia, cosechan beneficios
para el Partido; éstos son ejemplos
dignos de imitar.
La actividad periodística de
índole frentista debe ser fruto de
su desarroHo organizativo y, por
tanto, esto no puede entorpecer la
actividad comunista con el órgano
s;:entraJ. El Partido continuará
teniendo en su semanario el vocero
autorizado de su dirección y, por
ende, el instrumento irremplazable
para propagandizar los ideales tácti-
cos y estratégicos cle los .comunis-
tas colombianos, y pa~a lograrlo de-
be ser orientador ·de la lucha ideoló-
gica y poi ítica contra el oportunis-
mo y el revisionismo, y defender su
estudio, discusión y difusión orga-
nizada y planificada.
Con respecto a las labores de fi-
nanzas en las células es preciso in-
troducir serias rectificaciones, con-
forme al artículo No. 55 de. los Es-
tatutos, que dice " ... el Partido orga-
niza. sus efectivos y también a las
masas- para obtener los recursos ne-
cesarios, ya sea por medios pacífi-
cos o con la violencia revoluciona-
ria."
La planificación, la división del
trabajo, la crítica y la autocrítica,
características importantes para un
buen estilo de trabajo y vinculación
del Partido a las masas, presentan
deficiencias en alqunas células.
El Partido está en mora de colo-
car en primera fínea el estudio pro-
fundo y concienzudo del significa-
do de los estatutos para los mili-
·tantes. Los-estatutos representan un
cuerpo de normas muy bien logra-
das que, a nuestra consideración,
más que de una reforma requieren
una aplicación cabal y una vigilan-
cia más estricta de la manera como
estamos trabajando con ellos a to-
dos los niveles. Esto no significa
que nos neguemos a estudiar mo-
dificaciones a los estatutos, espe-
cialmente en lo referente a la nor-
matividad sobre escuela de Partido
y a la relación de éste con sus ins-
trumentos.
Los estatutos deben tomarse
como el núcleo sintetizado de la
1ínea poi ítica del Partido que va
ayudar a constituir una organiza-
ción proletaria de militantes acti-
vos, denámicos, estudiosos y lucha-
. dores, que hacen de sus células nú-
cleos de marxista-leninistas, de di-
rigentes que organizan, educan y
conducen a las masas en sus luchas
diarias y fundamentalmente en la
acumulación de fuerzas para la to-
ma y el ejercicio del poder poi ítico.
Las concepciones y prácticas no
comunistas y contrarias a la Línea
Poi ítica, especialmente aquellas
que se engloban dentro del liberalis-
mo pequeño-burgués, la falta de es-
píritu de Partido, el empirismo, el
esquematismo y el espontaneísmo,
representan un grave daño para el
Partido. La responsabilidad princi-
pal en el combate a tales proble-
mas, atañe a los organismos de di-
rección y a los cuadros del Partido,
y nó sólo a la base, como a veces
suelen opinar algunos que de forma
poco autocrítica, miran a su alrede-
dor y recurrentemente hacia abajo.
De ninguna manera se puede,
en aras de una mal entendida am-
plitud y abusando innoblemente
de la democracia interna, llevar al
Partido ideas revisionistas y opor-
tunistas, que generan indisciplina
CONCLUSIONES DE LA 11 CNC. _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ 53
y debilitan la unidad consciente
del marxismo-leninismo, de la Ií-
nea del Partido y de sus organis-
mos de dirección. Contra esto,
la Conferencia debe agrupar a todo
el Partido, sus organismos, cuadros
y militantes alrededor de la lucha
ideológica y poi ítica, y de los cam- .
bios organizativos que nos señale
el presente evento, en contra del
revisionismo y el oportunismo.
Quisiéramos terminar este as-
pecto con las siguientes palabras
del Secretariado Nacional del Parti-
do: "Es indispensable resaltar el
papel de las células en la educa-
ción de sus militantes. Nada ni
nadie puede reemplazar a la célu-
la en esa labor; en ella se inicia y se
Los Comités Intermedios
Con la celebración de la I Con-
ferencia Nacional de Cuadros se
logró duplicar el número de los co-
mités intermedios del Partido. A
excepción de 2 comités que desapa-
recieron por orientación del Comité
Ejecutivo Central y por razones di-
ferentes, los. demás han venido con-
solidándose y fortaleciéndose a pe-
sar de presentar fallas y errores que
la presente Conferencia debe criti-
car para lograr un desarrollo más en
correspondencia con las presentes y
futuras experiencias del Partido y
de la Revolución colombio,1a.
En relación con los comités, la
resolución de la I Conferencia
Nacional de Cuadros sobre poi íti-
ca organizativa dice: "c} Caracteri-
zar el papel de los organismos inter-
medios del Partido, bien sea regio-
hace viva la aplicación del marxis-
mo-leninismo, de la I ínea del
Partido y de las permanentes orien-
taciones de los organismos de direc-
ción nacional. Es en esta estructu-
ra partidaria donde mejor se puede
calificar la asimilación por: parte
de la militancia de las múltiples
enseñanzas impartidas por la direc-
ción del Partido y, lo que es más
importante, es en la célula donde
comienza el estudio e investigación
de la realidad concreta, para poste-
riormente irrigar sus resultados ha-
cia los organismos de dirección;
la célula es, pues, el eslabón clave
de unidad del Partido con su clase
y el movimiento popular, democrá-
tico y revolucionario".
(Pág. 12, Orientación 21 ).
nales, comités por frentes sociales,
etc., como el de dirigir y garanti-
zar la aplicación, en su respectiva
área, de la poi ítica del Partido y las
orientaciones impartidas por los or-
ganismos centrales de dirección".
Esta definición mantiene plena vi-
gencia y nos debe orientar para pro-
fundizar en la situación actual de
los comités.
En general todos los comités
mantienen una regularidad en sus
reuniones que favorece en alguna
forma la dirección colectiva del tra-
bajo en su respectiva área. Los Co-
mités Ejecutivos y los Secretariados
de dirección intermedia funcionan
también con regularidad, según
puede concluirse de la investiga-
ción de organización. Esto nos in-
dica que los factores poi íticos, ideo-
lógicos y organizativos que inciden
s4 _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ CONCLUSIONES
en la situación de los comités y en
su· trabajo no tienen que ver con la
regularidad y permanencia de sus
actividades de dirección, sino que
tienen relación con toda la proble-
mática ya tratada, a la cual los co-
mités no escapan, y además, con
otros temas que abordaremos inme-
diatamente.
Debido al desarrollo desigual
del trabajo partidario, en el pasado
algunos regionales aportaron nume-
rosos cuadros al Partido para ser
trasladados a otros comités regio-
nales e intermedios, ellos sirvieron
de base para la constitución de un
buen número de nuevos comités
que debían promover cuadros nati-
vos de la región o vinculados al área
social respectiva. Este proceso, en
plena vigencia, nos ha permitido
ampliar el número de cuadros y ex~
pandir nuestra presencia en nuevas
áreas, pero con deficiencias explica-
bles en la calidad de esas promocio-
nes de cuadros.
Agregamos a esto el hecho de te-
ner que recurrir a Ios cuadros más
capacitados del Partido, desde el ni-
vel del Comité Central hasta comi-
tés intermedios, para tareas y res-
ponsabilidades nacionales, recargan-
do el peso fundamental de la direc-
ción inmediata de los comités a
cuadros sin suficiente calidad y sin
la suficiente experiencia, debido en
parte a su reciente promoción como
cuadros y, debido también, a vacíos
en su formación.
Estos dos aspectos se han con-
vertido en una limitante para los
comités, que unida a las deficiencias
de dirección y control de su trabajo
por los organismos de dirección na-
cional, · nos ubican objetivamente
para comprender sus vacíos.
DE LA II CNC
Aunque se trata de razones
con mucho peso, no son justifi-
cación de los errores y deficien-
cias que debían haberse superado
ya, máxime cuando han sido reite-
rativamente criticados por diferen-
tes Plenos del Comité Central tra-
1
t~dos en Conferencias y cursill os, y
discutidos con los Comités a la
hora de aprobar los planes de tra-
bajo.
La I Conferencia Nacional de
Cuadros, con la creación de comi-
tés por frentes socia les y en espe-
cial ha~ia los sectores fundamenta-
les del proletariado, buscaba mejo-
rar la especialización y centraliza-
ción del trabajo en la clase obrera,
objetivo que estamos cumpliendo si
miramos al pasado. Con esta medi-
da no pretendíamos desviar el resto
de comités, en especial de los regio-
nales, del cumplimiento de su res-
ponsabilidad de arraigarse en la cla-
se, tal como sucede en varios comi-
tés con negativos resultados para
el trabajo del Partido en el prole-
tariado.
Este error es un derivado de las
deficiencias en la planificación y el
control de los comités respectivos
hacia el trabajo de las células y es
también una expresión más de con-
cepciones no proletarias que existen
en relación con la Línea de Cons-
trucción de Partido. No creemos
que la constitución de comités por
frentes sociales perjudique al
resto de comités en su trabajo ha-
cia la clase obrera, porque tanto
los que ya existen como los que se
puedan crear en el movimiento
obrero, están suscritos a ramas muy
específicas del proletariado que no
copan toda la clase obrera, por el
contrario, la medida posibilita que
los comités tomen su trabajo en el
CONCLUSIONES DE LA II CNC _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ 55
proletariado inscrito en la especiali-
dad que le da razón a su existencia
o puedan ampliar el trabajo hacia
otras ramas proletarias de mucha
importancia en la realidad económi-
ca y poi ítica nacional.
La falta de coordinación entre
los diferentes comités para abordar
los problemas relacionados con el
trabajo poi ítico y organizativo en
las diversas regiones, ha tenido
también una incidencia negativa
para su cabal funcionamiento. La
coordinación hasta ahora lograda,
y eso después de las orientaciones
de los Plenos IV y V, se ha limita-
do a acciones coyunturales y tareas
poi íticas y de masas muy específi-
cas; no se han podido materializar
planes de más largo aliento y me-
canismos organizativos que contro-
len su ejecución y evalúen constan-
temente los resultados.
Además de los problemas ya se-
ñalados, la deficiente coordinación
tiene base en una mentalidad equi-
vocada sobre la especialización y di-
visión del trabajo, que lleva a perder
de vista el conjunto de la actividad
y los planes del Partido, en benefi-
cio exclusivo del frente particular.
Lograr una correcta coordina-
ción es una necesidad imperiosa en
las condiciones complejas en que
se desenvuelve el trabajo del Parti-
do, pero es importante tener en
cuenta que tampoco superará todos
_los problemas del desarrollo y forta-
lecimiento de los comités y, menos
aún, que se pueda dar vía libre a la
formación de supraorganismos vio-
latorios de la correcta concepción
del centralismo democrático.
Por su definición y su radio de
trabajo, los co;nités intermedios son
los organismos de Partido que
deben estar en constante relación
con las células; éstos deben velar
permanentemente por la formación
comunista de la militancia, por la
planificación y control de su traba-
jo, por el desarrollo de la crítica y
la autocrítica, por la promoción
ágil de los camaradas más destaca-
dos para que encabecen sus res(Jec-
tivas células en las diferentes activi-
dades. Al evaluar la realización de
estas funciones por parte de los co-
mités hemos encontrado fallas que
inciden en los problemas que tienen
las células.
No se trata de que los comités
intermedios y sus integrantes reem-
placen a la militancia en sus propias
tareas revolucionarias; el centro de
su trabí;ljo debe ser la movilización
constante de las células para el cum-
plimiento de las orientaciones y pla-
nes de trabajo trazados por los orga-
nismos de dirección nacional, la
profund1zac1ón del conocimiento
sobre la lucha de clases en su sec-
ción de trabajo, y la permanente
relación con la dirección nacional
por medio de una información fluí-
da y una contribución permanente
al periódico del Partido. El empi-
rismo, el activismo, la dispersión
en el trabajo y los problemas de
unidad, son causales de gran par-
te de las deficiencias que presentan
actualmente los comités, en espe-
cial en la movilización y forma-
ción comunista de los militantes.
En la búsqueda de más y mejo-
res fuerzas del Partido para fortale-
cer su trabajo en el proletariado,
en áreas y actividades necesarias
para lograr los objetivos tácticos y
estratégicos, se deben cuestionar y
superar la existencia de comités re-
gionales responsabilizados de am-
plias y disímiles realidades sociales
56 _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _, CONCLUSIONES DE LA II CN\.·?

y económicas, lo que en la práctica inmediato futuro. Con es-ta medida

perjudica la concentración de es- se podrá mejorar y organizar esta
fuerzos hacia los objetivos principa- actividad, pues se le dá más proyec-
les. Cabe mencionar la importancia ción táctica al papel del movimi~n-
de lograr una correcta división del to estudiantil y se ubica de forma
trabajo en los comités según las ne- precisa su contribución al trabajo
cesidades prioritarias sociales, poi í- del Partido en el proletariado.
ticas y militares.
La problemática que vive el tra-
bajo entre los jóvenes contempla fa-
llas y errores que no escapan al
análisis hecho sobre los comités y el
Partido y, además, comporta otras
fallas particulares, que reseñaremos
a contin~ación.
Teóricamente el trabajo entre la
juventud se orienta hacia el proleta-
riado, pero en la práctica no ha lo-
grado arraigarse suficientemente en
la clase obrera, descuidándose tam-
bién el trabajo organizado en la
juventud estudiantil. Estos hechos
nos plantean la necesidad de que el
trabajo entre los jóvenes se oriente
fundamentalmente hacia la juven-
tud estudiantil y, en forma particu-
lar, hacia los sectores estudiantiles
que preparan mano de obra que en-
grosará la clase obrera, el proletaria- un aspecto del Congreso de la Mujer Trabajado··
do agrícola y el campesinado en el ra organizado por la CUT.

La Política de Cuadros del Partido

El Partido a través de sus años
de actividad revolucionaria, de la
profundización y madurez poi ítica
en el marxismo-leninismo y de la
asimilación de las experiencias del ·
Movimiento Comunista Internacio-
nal (marxista-leninista), ha logrado
la sistematización de una poi ítica
de cuadros correcta en la teoría y
en la práctica. Sin excepción, to-
dos los eventos democráticos parti-
darios y los Plenos del Comité
Central han dado una ubicación
-destacada al estudio y análisis de
la poi ítica de cuadros, a los acier-
tos y errores en su aplicación. Cons-
tantemente el Partido realiza planes
y actividades destinadas a acrecen-
tar el número y la calidad de sus
cuadros.
Esta afirmación la su.stentamos
CONCLUSIONES DE LA II CNC _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ 5i
er1, los siguientes dos factores: -el
crécimiento sextuplicado de los
cuadros a partir de la I Conferen-
cia Nacional, y -la actividad partida-
,·ia y revolucionaria que tienen los
cuadros en la vida interna de la or-
ganización, así como en las diferen-
·tes expresiones de la lucha de cla-
ses.
Esto, que es un patrimonio de
,oro para el Partido, se debe seguir
·fórtaleciendo y ampliando en co-
rrespondencia con las demandas de
la revolución y de los objetivos tác-
ticos y estratégicos que tiene el Par-
tido en la lucha de clases. La eva-
luación crítica que realiza esta Con-
ferencia debe contribuir a desterrar
los errores y afianzar nuestros acier-
tos.
Para el Partido los cuadros son
sus dirigentes, los que marchan en
primera fila en el cumplimiento de
la I ínea poi ítica, de las orientacio-
nes de los organismos de dirección
y de los diferentes instrumentos
para llevar la política a las masas,
y son los protagonistas más desta-
cados de los aciertos y triunfos que
esta Conferencia está valorando.
Decenas de el los han llegado al
máximo sacrificio en aras de la fide-
lidad a los principios ·ideológicos y
poi íticos de los comunistas; esta
Conferencia de Cuadros debe ren-
dir un merecido homenaje a todos
ellos, y en especial, a los dos ca-
maradas del Comité Ejecutivo Cen-
tral asesinados en este período por
el régimen fascistizante implantado
en Colombia.
·Así como valoramos el papel de
los cuadros en los éxitos, debemos
resaltar también las inmensas res-
ponsabi.lidades que nos atañen en
los errores, desaciertos y fallas
que aún perduran en el Partido. Es-
to no puede ser una frase de cajón
sino toda una I ínea de conducta
para ser muy estrictos en el análisis
de la problemática en relación con
la aplicación de la política de
cuadros.
Cabe aquí insistir nuevamente
en el control colectivo de la activi-
dad de los cuadros y en la respon-
sabilidad individual, y esto lo enten-
demos como algo válido desde la di-
rección hasta la base. Cada organis-
mo debe crear unas condiciones y
un ambiente propicios para que
estas funciones se cumplan y de-
be ser solícito con los problemas
y necesidades del cuadro y severo
con sus errores e incumplimientos.
Nuestro Partido tiene un impor-
tante contingenté de cuadros relati-
vamente jóvenes. En la actualidad
la mayoría de ellos, tiene entre 30 y
35 años. Esto es un factor que le
imprime dinámica a nuestra organi-
zación y que debe combinarse con
la experiencia, elementos que sirven
para una correcta dirección colecti-
va.
Según los datos estadísticos que
tenemos a mano solamente un 15.4
por ciento de la militancia y un
11.5 por ciento de los cuadros, per-
tenecen al sexo femenino. Esto nos
indica un deficiente trabajo de re-
clutamiento y de formación de cua-
dros femeninos. La superación de
esta deficiencia es un reto que con-
cierne a todo el Partido y no exclu-
sivamente a las camaradas, tal co-
mo suele pensarse a veces.
Debemos romper definitivamen-
te con las manifestaciones ideológi-
cas y organizativas erróneas que
inciden negativamente en el reclu-
tamiento y formación de mujeres
comunistas y dirigentes del Partido
ss _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ CONCLUSIONES
y más cuando la participación de
la mujer en la vida poi ítica, so-
cial, económica y militar en el país,
es cada vez más amplia y destacada.
El trabajo por vincular a la mu-
jer a la lucha revolucionaria debe
ser parte de los planes de la Comi-
sión de masas. A partir de las
experiencias de nuestro Pé!rtido
y de la poi ítica unitaria y de con-
vergencia, puede decirse que hay
mejores condiciones para esta· la-
bor. Es preciso ofrecer y promo-
ver a la mujer para que trabaje ya
sea en las filas del Partido, del EPL,
en organizaciones frentistas, sindi-
cales, populares, etc. Ello no pue-
de hacerse al margen de la lucha
por remover las trabas de distinta
índole que se oponen a su actividad
poi ítica, ya sean ideológicas, cu ltu-
rales o materiales. Y, al mismo
tiempo hay que entender que es-
ta es una labor colectiva que impli-
ca también a la mujer.
Contamos con un alto número
de cuadros en actividades y fren-
tes de trabajo amplio en el terreno
poi ítico y reivindicativo de las ma-
sas y tenemos un considerable
porcentaje de cuadros del Partido
en el movimiento sindical y militar.
La elevada vinculación de mili-
tantes y cuadros al trabajo sindical
y de masas constatada a través de
las recientes encuestas, que debería
haberse convertido en factor funda-
mental para la construcción de Par-
tido en la clase obrera y en las ma-
sas trabajadoras, no ha resultado así
en la práctica, debido a manifesta-
ciones erróneas sobre la concep-
ción del carácter y necesidad del
Partido proletario, así como a erro-
res de sindicalerismo y burocratis-
mo presentes en los cuadros del Par-
DE LA II CNC
tido, principalmente en algunos que
actúan en el movimiento sindical.
Comprendemos las inmen-
sas actividades y compromisos que
se contraen con los sindicatos y
las organizaciones de masas cuando
un comunista sale elegido para su
dirección, y sin falta se debe cum-
plir a cabalidad con estas funciones
pero de ninguna manera puede est~
ser una justificación para no
cumplir plenamente con las tareas
partidarias en la poi ítica y la organi-
zación, entre las cuales se destaca la
construcción de Partido.
Los camaradas elegidos en estas
responsabilidades de masas no
deben reducir su actividad comunis-
ta a la participación amplia en acti-
vidades políticas realizadas por me-
dio del movimiento sindical o a las
actividades impulsadas a través del
Frente o la Convergencia. Ven-
ciendo en la práctica las concepcio-
nes apoliticistas y anarcosindicalistas
presentes en el movimiento, estos
camaradas deben hacer de sus res-
ponsabilidades una tribuna para di-
fundir la táctica y estrategia del par-
tido, sin que necesariamente se de-
finan siempre como militantes de él,
y por cierto debemos reconocer en
este terreno grandes avances y recti-
ficaciones.
En particular criticamos errores
en cuanto a los compromisos con la
atención de las células, con la res-
ponsabilidad en el reclutamiento de
militantes y en sus tareas respecto
al periódico Revolución, en su res-
pectiva área de trabajo. No es justo
que los camaradas conciban que la
realización de estas tareas corres-
ponde a otros, aún más cuando por
el prestigio y las condiciones que
poseen por los puestos de responsa-
bilidad, son los más indicados para
CONCLUSIONES DE LA 11 CNC _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _, _ _ _ _ _ _ _ 59
influenciar, educar y organizar re-
volucionarios para el Partido utili-
zando los métodos más industriales
que les posibilitan su sindicato u or-
ganización de masas.
Las labores de formación y re-
clutamiento de comunistas en la
clase obrera corresponde no sólo a
los camaradas y cuadros de ese fren-
te específico, sino que son tareas
de todos los cuadros y militantes
del Partido, sin desconocer, por ra-
zones obvias, que son aquellos los
más llamados a ampliar nuestro tra-
bajo en la clase obrera.
Para solucionar los problemas
existentes se requiere profundizar
las tareas educativas por parte de la
Escuela Nacional de Cuadros, que
debe tomar como tarea prioritaria
la promoción de un mayor número
de cuadros obreros y la cualifica-
ción de los existentes; una mayor
lucha ideológica y poi ítica contra
las concepciones burocráticas y sin-
dicaleras en el movimiento sindi-
cal que influencian permanente-
mente a nuestros cuadros; y una ur-
gente redistribución de los cuadros,
de manera planificada y conforme
a sus capacidades, con miras a lo-
grar una presencia más intensa en el
movimiento obrero colombiano.
Aunque tenemos un alto nú-
mero de cuadros del Partido en el
frente militar, especialmente en el
EPL, según se muestra en la inves-
tigación de organización, ésto no es
suficiente de cara a- las necesidades
permanentes que tenemos en la di-
rección de la lucha armada.
Tampocq podemos ocultar las
·deficiencias que se presentan en el
conocimiento, asimilación y prácti-
ca de la Iínea militar y de esta acti-
vidad propiamente dicha. Por las
características poi íticas del Partido
-Y por sus compromisos con la lucha
ar1:1ada, todos los cuadros, en cual-
qu 1er actividad partidaria y de ma-
sas en que se desenvuelvan, deben
estar siempre dispuestos a cumplir
con sus deberes hacia la lucha ar-
mada, especialmente con el EP L, y
a garantizar permanentemente su
preparación en la poi ítica y la téc-
nica militar. Para ello contamos
con algunos medios que debemos
emplear más a fondo y entre los
que sobresalen las labores de la Es-
cuela del EP L y las visitas planifi-
cadas de cuadros a las u ni da des y
columnas del EPL.
A pesar de que los cuadros del
Partido en el EPL son camaradas
destaéados y apreciados en el Par-
tido y que cuentan con indudables
condiciones ideológicas y poi íticas
comunistas demostradas perme-
nentemente, no están exentos de
vacíos y debilidades en su forma-
ción y solidez política. En no po-
cas oportunidades y en varios cua-
dros se han manifestado posiciones
erróneas, consecuencias de una falta
de estudio y de asimilación de la
1ínea del Partido en unos, y en
otros como expresión de diferencias
con la Iínea y con orientaciones de
los organismos de dirección partida-
ria.
Especial atención hay que po-
ner en el afianzamiento teórico y
práctico de la dirección única y
hegemónica del Partido sobre el
EPL, así como en el fortalecimiento
del espíritu partidario y de la moral
comunista.
Los cuadros que actúan en otras·
áreas de trabajo o frentes inter-
nos manifiestan diversos ·proble-
mas que atañen a fenómenos de
unidad, formación y métodos de
60 _ _ _ _ _- _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ CONCLUSIONES DE LA 11 CNC
trabajo. El énfasis en los cuadros
que trabajan en el movimiento sin-
dical y en la lucha armada, tiene
que ver con el volumen de éstos y
su importancia.
Hemos criticado ya la presencia
del empirismo en el Partido. Ahora
corresponde a los cuadros tomar
conciencia de nuestra responsabili-
dad en la lucha permanente con-
tra el empirismo y sus manifesta-
ciones de activismo y toderismo.
S1 bien en los cuadros se ha gana-
do un amplio terreno en cuanto a
la necesidad de la educación y el es-
tudio del marxismo-leninismo y la
realidad nacional, a menudo esta se
reduce a las labores colectivas or-
ganizadas por el Partido, subes-
timándose la importancia del estu-
dio individual organizado y metó-
dico, que se hace más obligante y
prioritario ante las tareas a realizar
a medida que crecen las responsa-
bilidades de los dirigentes.
Aquí encaja, nuevamente, la
problemática existente con el pe-
riódico Revolución y con las con-
tribuciones teóricas para las publi-
caciones partidarias por parte de los
cuadros. Todavía son pocos los
cuadros que han tomado con res-
ponsabilidad y disciplina sus tareas
hacia el periódico Revolución;
algunos no estudian a conciencia
las páginas del periódico, mien-
tras reclaman la necesidad de una
orientación más permanente por
_part~ de los organismos de direc-
ción nacional, dejando ver su in-
.comprensión del papel orientador
y organizador que desde esta tri-
buna realiza el Comité Central y
especialmente sus organismos per-
manentes; este pensamiento lo re-
producen hacia la militancia cuan-
do, con el periódico debajo del bra-
zo, improvisan orientaciones sobre
temas ampliamente analizados y
con mayor profundidad en el perió-
dico y, lo que es más grave, a me-
nudo estas 'orientaciones' resultan
diferentes a los criterios de la direc-
ción ,nacional.
Las tareas de los cuadros con
el periódico Revolución además de
su estudio individual, contemplan
el estudio colectivo en sus organis-
mos, su distribución y en forma es-
pecial la contribución con artículos
que informen sobre la lucha poi íti-
ca y de masas realizada en sus fren-
tes de trabajo, las actividades más
importantes del Partido y que reco-
jan aportes teóricos que, aún si no se
publican en su totalidad, sí son la
sistematización de su estudio indi-
vidual y aportan a la dirección más
permanente del periódico.
Es de la máxima prioridad para
el Partido y para la presente Confe-
rencia romper definitivamente con
las contradicciones existentes con el
periódico, en lo referente a su ca-
rácter leninista y al puesto destaca-
do que le e,ilpmos dando en el
Comité Ejecutivo Central y en el
Secretariado Nacional. Los cuadros
comunistas con su actividad siste-
mática en la teoría y en la pr,áctica
se deben constituir en los más acti-
vos y entusiastas animadores del
periódico Revolución; estamos se-
guros de que con esta actitud los
cuadros romperemos de una vez
por todas con nuestras deficiencias
y elevaremos la calidad del periódi-
co a -la altura que corresponde a la
revolución y a la formación comu-
nista del Partido.
La Escuela Nacional de Cua-
dros es una realización positiva del
Partido en el último período. Ella
CONCLUSIONES DE LA II CNC _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ 61
ha contribuido a la organizadón
de la educación del Partido y de
manera destacada hacia los cuadros,
no sólo por los cursos y conferen-
cias realizadas, sino también por
eí ordenamiento de planes para el
estudio individual y colectivo. Sin
embargo, los criterios correctos
para la educación en el Partido. y
para la Escuela Nacional de Cua-
dros, nos exigen un desarrollo a
tono con las necesidades, así co-
mo la implementación de otras me-
didas organizativas. Especial aten-
ción merece la educación de los
cuadros; la escuela debe articular
planes con tal fin que combinen el
afianzamiento ideológico, la capa-
citación poi ítica y el análisis críti-
co y autocrítico de la práctica.
Se trata de buscar una formación
integral y una adecuada especiali-
zación, de propender por cuadros
que sean verdaderos dirigentes co-
munistas, con capacidad de previ-
sión y con firmeza y eficacia en su
trabajo.
En la medida en que el Partido
ha aumentado sus fuerzas y ha
penetrado más en las complejidades
de la lucha de clases, se hace más
necesario contar con cuadros doc-
tos en áreas específicas, incluso
en ramas particulares de esas áreas;
lo que exige para su dominio, el
estudio, dedicación y utilización
plena de todos los recursos del
Partido del movimiento revolucio-
1 Contamos con una amplia nó-
nario y de la misma burguesía.
No podemos desmayar en la ta-
rea de seguir ganando para el Parti-
do a miles de obreros e intelectua-
les especializados o con condicio-
nes culturales básicas para avanzar
en las especializaciones que exige la
lucha poi ítica, social, económica y
militar; como tampoco en emplear
los recursos necesarios para fomen-
tar la especialización de cuadros y
militantes. Esto sin olvidar en nin-
gún momento la enseñanza de
Stalin sobre la relación dialéctica
que debe existir entre la especializa-
ción y la formación integral, y que
dice: "No puede ser considerado
como leninista verdadero al que se
denomina leninista, pero que se ha
encasillado por ejemplo, en las ma-
temáticas, en la botánica o en la
química, y que no ve nada más
allá de su especialidad. Un leninis-
ta no puede ser solamente un espe-
cialista en la ciencia de su predilec-
ción, sino que debe ser, al mismo
tiempo, un hombre activo en la vi-
da poi ítica y social, que se interesa
vivamente por los destinos de su
país, que conoce las leyes del desa-
rrollo social, que sabe utilizarlas V
aspira a tomar parte activa 1 en la di-
rección poi ítica del país. Esto, cla-
ro, será otra carga complementaria
pero será una carga retribuida con
creces".
Esto hace que la especialización
de los cuadros, cada vez más necesa-
ria, se haga de manera centralizada
y no como un asunto de voluntad
o espontáneo, sino, ante todo, que
responda a una planificación y un
control sistemático, en lucha contra
los métodos artesanos de trabajo y
por la implementación de métodos
leninistas modernos e industriales.
mina de cuadros que se desempeñan
como profesionales del Partido se-
gún la norma expresa en el artículo
51 de Ios Estatutos. Este elemento
ha contribuido notoriamente a la
ampliación del trabajo partidario y
a las posibilidades en la especializa-
ción de cuadros. Actualmente las
 62_,_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ coNCLUSIONES DE LA 11 CNC
exigencias nacionales e internacio-
nales nos plantean la necesidad de
profesionalizar a otro número im-
portante de cuadros, y de segu,ro Io
vamos a hacer, pero debemos supe-
rar algunos defectos en la poi ítica
de reclutamiento, atención poi ítica
y económica y en la vigilancia revo-
lucionaria.
El reclutamiento de cuadros
profesionales no se puede dar de
manera espontánea y sin la aproba-
ción de un organismo de dirección
específico al nivel de su responsabi-
lidad. La base social para hacer
profesionales del Partido no puede
estar constituida por aquellos ca-
. maradas que se quedaron sin traba-
jo en la producción o que han sitjo
expulsados de la universidad, sino
que debe responder ante todo a
unos planes específicos especial-
mente para el trabajo en el proleta-
riado, las tareas militares y otras
áres del trabajo especializado del
Partido. Por su parte, quienes asu-
III. Proyecciones fundamentales del Partido
y su política organizativa
Sopesando la actual realidad
del Partido es necesario estudiar so-
luciones a los problemas fundamen-
tales de organización, pensando
principalmente en el cumplimiento
de las tareas poi íticas que el desa-
rrollo táctico y estratégico nos de-
manda y que están ya definidas por
los diferentes eventos y organismos
de dirección. Los actuales proble-
·mas organizativos del Partido n0"
indican un estancamiento de la or-
ganización, sino que reflejan los re-
tos de un Partido situado a la cabe -
men la condición de cuadros pro-
fesionales deben dar prueba de su
entera disponibilidad frente al Parti-
do y de las obligaciones que entra-
ña esta categoría, tal como la defi-
nen los estatutos.
Por último, queremos resaltár el
espíritu internacionalista con el
que se están formando nuestros
cuadros, otro de los grandes patri-
monios que posee el Partido, y por
el cual trabajaremos arduamente
para intensificarlo a la altura de las
exigencias del Movimiento Comu-
nista Internacional (marxista-leni-
nista) y del movimiento revolucio-
nario anti-imperialista. Buscaremos
ante todo combinar la preocupa-
ción y la organización del estudio
permanente de la problemática in-
ternacional con el aprovechamiento
de todas las oportunidades que ac-
tualmente se nos presentan para
viajar al exterior, organizadamente,
a cumplir con las actividades parti-
darias, 'é:Je masas o militares.
za de una lucha de clases que nos
exige, a pasos agigantados, mayo-
res y más destacados compromisos
nacionales e internacionales.
En la búsqueda de esa proyec-
ción política y organizativa dare-
mos salidas a errores y fallas que
nos han limitado en el pasado y en
el presente. Criticamos severamen-
te los errores cometidos, pero en
ningún momento extraviamos la
mirada de nuestros objetivos de
brindar al Partido y al movimiento
CONCLUSIONES DE LA 11 CNC _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ 63
revolucionario y democrático res-
puestas ajustadas al carácter de or-
ganización de vanguardia del prole-
tariado.
Ratificamos los criterios organi-
zativos de la I Conferencia Nacional
de Cuadros, entre los cuales se
destacan el fortalecimiento del
Partido en la clase, el mejoramiento
de la dirección única y centralizada
del Partido, la acertad·a relación
entre la especialización y la forma-
ción integral y la necesidad de tra-
bajar con los métodos leninistas
valorando especialmente la planifi~
cación y el control.
El crecimiento del Partido será
ur:ia preocupación P.ermanente y
una obligación para cada célula y
cada militante. Este crecimiento es-
tará orientado a afianzar el arraigo
del Partido en la clase y tendrá mo-
mentos de mayor exigencia como
aquellos en los cuales formulamos
la realización de campañas de reclu-
tamiento. Eso sí, en cualquier cir-
cunstancia, esta labor debe ser pla-
nifiéada y debe atender a la calidad
y a la cantidad para definir quien
merece llevar el nombre de comu-
nista .
De acuerdo con ello, existen
condiciones y es necesario que la
11 Conferencia oriente al Comité
Central la realización de algunas
cooptaciones para este organismo,
que beneficien el cumplimiento ca-
bal de las decisiones de este evento
y que favorezcan la superación de
errores y vacíos que nos han afecta-
do. Esta decisión busca responder
también en este terreno a la dimen-
sión y mayor amplitud adquirida
por el trabajo del Partido y a las
crecientes demandas nacionales e
internacionales en nuestra labor re-
volucionaria y comunista.
Para la ejecución de esta orien-
tación contamos con una base ma-
terial como es la existencia de una
nómina importante. de cuadros que
vienen cumpliendo una destacada
actividad, gozan de una amplia aco-
gida en la base del Partido y desem-
peñan funciones y responsabilida-
des a la altura de miembros del
Comité Central.
E-i ·comité Ejecutivo Central de-
berá ser reforzado para bien del
cumplimiento de las responsabili-
dades que tiene al frente. Esta me-
dida debe relacionarse con el afian-
zamiento de la unidad y de las nor-
mas del centralismo democrático.
Dadas las complejidades del tra-
bajo, la necesidad de garantizar el·
funcionamiento colectivo y perma-
nente de los organismos de direc-
ción mas cualificados y atendiendo
a nuestra poi ítica de formación
de cuadros también a estos niveles,
vemos indispensable crear las
suplencias al Comité Ejecutivo Cen-
tral y al Secretariado Nacional.
Los suplentes, con más obliga-
ciones que derechos, estarán a dis-
creción del organismo correspon-
diente, éste los llamará a reuniones
cuando lo considere pertinente y
participarán en ellas con voz y sin
voto, cumplirán además de sus fun-
ciones propias las tareas que le asig-
ne el nivel para el cual son suplentes
y, en ausencia prolongada o defini-
tiva de un miembro del Secretaria-
do o el Ejecutivo, la condición de
suplencia no obliga ni a la capta-
ción ni a la elección del suplente
para cubrir la falta.
El Partido debe dotarse para su
actividad de planes únicos, que de-
ben ser aprobados por las instancias
correspondientes según las condi-
64 _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ CONCLUSIONES DE LA 11 CNC
ciones particulares. En estos mo-
mentos, consideramos necesario
que la dirección nacional prepare
un proyecto de plan para u ni ficar
la acción de todo el Partido y de
sus instrumentos y para fijar unas
metas concretas en el desarrollo
de nuestra organización y en su ac-
tividad nacional e internacional.
Ante la complejidad y la ampli-
tud del trabajo del Partido y de su
estructura organizativa, esta Confe-
rencia orienta la creación de dife-
rentes comisiones del Comité Cen-
tral, bajo la dirección .del Comité
Ejecutivo Central y del Secretaria-
do Nacional, según las exigencias
y dimensión de cada una. En las
actuales circunstancias considera-
mos necesario organizar de inme-
diato siete comisiones, a saber:
para el trabajo internacional, para
las labores militares, para el control,
para el trabajo de masas, para pro-
paganda, educación y juventud.
De acuerdo con la importancia que
damos al trabajo entre la clase obre-
ra, se hace imprescindible que la
atención a éste no se diluya en el
conjunto de tareas de masas y
que sean adoptadas las medidas or-
ganizativas necesarias y acordes con
su carácter de frente fundamental-
de nuestra actividad.
Las com1s1ones del Comité
Central las concebimos como orga-
nismos de trabajo para lograr cen-
tralizar de mejor forma la dirección
general de toda la actividad del Par-
tido. Deben presentar planes ante
los organismos más permanentes
de dirección sobre sus áreas de tra-
bajo. Estarán apoyadas y revestídas
por la autoridad que les imprime
estar conformadas por miembros
del Comité Central. Son una for-
ma de organizar mejor la labor de
los miembros del Comité Central.
Y deben contribuir y organizar el
trabajo de todo el Partido hacia y
con el periódico Revolución. En
fin, son herramientas valiosas para
el trabajo del Comité Central, del
Comité Ejecutivo Central y del Se-
cretariado Nacional.
En particular, es urgente refor-
zar el trabajo de propaganda en
todo el Partido y, teniendo como
centro el periódico Revolución, di-
versificar y desarrollar las capacida-
des y cualidades propagandísticas
de nuestra organización y sus ins-
trumentos. Las labores de la co-
misión del Comité Central en este
frente contarán con un auxiliar im-
portante en el Comité de Prensa.
Igualmente, es necesario forta-
lecer las labores de la Escuela Na-
cional de Cuadros, la comisión del
Comité Central que se conforme
para esta tarea debe desarrollar
tanto labores educativas como in-
vestigativas; de este modo contri-
bu irá al mejoramiento y regulari-
dad de la revista teórica de nues-
tro Partido.
Con respecto al trabajo de es-
cuela, es preciso que a partir de
los avances obtenidos y de las nue-
vas condiciones que crea la Confe-
rencia, el Partido desarrolle esta
labor; esto implica dotarla de un
cuerpo de poi íticas, temático y
metodológico, así como de recur-
sos humanos y materiales sufi-
cientes para que desempeñe ese
papel insustituible que le corres-
ponde en la formación de cua-
dros, militantes y premilitantes,
y, al mismo tiempo irradie su ac-
ción hacia el movimiento demo-
crático y revolucionario. El fun-
cionamiento de la Escuela con una
CONCLUSIONES DE LA 11 CNC _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ 65
concepc1on de esta naturaleza,crea
condiciones para incorporar su de-
finición y funciones a los Estatutos
del Partido.
Conforme a las definiciones in-
ternacionalistas de nuestro Partido,
las labores investigativas y educati-
vas también estarán impregnadas
de ese espíritu. No solo se debe
procurar nutrirse de experiencias
positivas del movimiento marxista-
leninista al respecto, sino que hay
que trabajar por irradiar hacia este
y hacia el movimiento antiimperia-
1ista los avances que obtenga nues-
tro Partido.
Es clara la urgencia de organi-
zar el trabajo de finanzas del Parti-
do. Al respecto existen no sólo
concepciones equivocadas, sino de-
ficiencias administrativas. Por tanto
el Pleno se compromete en la ela-
boración de un documento al res-
pecto y, al mismo tiempo, señala
la necesidad de dotarnos de un me-
,canismo organizativo, del nivel y
las cualidades que esta delicada ta-
Aplicación del Internacionalismo Proletario
La definición del carácter inter-
nacionalista del Partido no ha sido
una afirmación retórica, tal como se
puede demostrar en las múltiples
iniciativas, tareas y compromisos
contraídos y cumplidos a lo largo
de la existencia del Partido. Sin
embargo, la poi ítica actual que los
organismos y eventos del Partido
han diseñado para su trabajo en el
Movimiento Comunista Interna-
cional (marxista-leninista) y en el
rea exige, para mejorar el trabajo
financiero del Partido.
En cuanto a la existencia de
comités intermedios por regiones,
sector social o frente de trabajo,
esta Conferencia deja abiertas las
posibilidades de continuar desarro-
llando éstas u otras formas organi-
zativas que podamos innovar. Claro
está, todas el las ajustadas a los prin-
cipios leninistas de organización y
guiadas por los criterios que en ma-
teria de organización han trazado
la I Conferencia Nacional de Cua-
dros y el presente evento.
Además de estos aspectos que
acabamos de enunciar, vemos nece-
sario dar respuesta organizativa al
Partido en cuatro grandes frentes;
ellos son: -Aplicación del Interna-
cionalismo Proletario; -El Partido y
su construcción en la clase obrera;
-El Partido y su poi ítica de masas y
la unidad del movimiento revolucio-
nario y democrático, y -La aplica-
ción de su Iínea militar. Veamos
uno por uno.
mov1m1ento revolucionario y anti-
imperialista mundial, nos coloca an-
te la urgencia de resolver poi ítica y
organizativamente problemas de
mayor envergadura.
Por la dinámica de nuestro tra-
bajo internacionalista y sus perspec-
tivas, es inminente que el Partido y
sus instrumentos se vean abocados
a desplazar por períodos más o me-
nos largos a cuadros y militantes a
66 _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ CONCLUS10NES DE LA II CNC
un sinnúmero de actividades, que
deberán cumplirse respondiendo a
una misma táctica y estrategia.
. El Partido requiere de nuevas
fórmulas organizativas que le permi-
tan la aplicación cabal del centrªlis-
·mo democrático en todas sus
connotaciones y con ello garantizar
constantemente la dirección y el
control de las tareas que a nivel
internacional estén realizando el
Partido y sus instrumentos.
Es una larga y fructífera tradi-
ción en el Partido que el organismo
de dirección nacional responsable
directo de las relaciones internacio-
nales, sea el Secretariado Nacional.
Esto se ha complementado con las
valiosas gestiones internacionales
desarrolladas por cuadros del Comi-
té Central y de otros niveles en el
Movimiento Comunista Internacio-
nal (marxista-leninista) y en el mo-
vimiento revolucionario y anti-im-
perialista mundial y, además, con la
permanente labor dirigente del Co-
mité Central y del Comité Ejecuti-
vo Central realizada en la actividad
internacionalista del Partido, tal co-
mo lo refrendan las conclusiones
del V Pleno del Comité Central.
La nueva y compleja situación
del Movimiento Comunista Inter-
nacional (marxista-leninista} exige
.que el Secretariado Nacional con-
tinúe a fa cabeza de esta responsa-
bilidad, pero contando con meca-
nismos organizativos para dirigirla
y controlarla con la profundidad y
agilidad requeridas por la variedad
de actividades internacionales.
El mecanismo organizativo más
adecuado es la conformación de
una comisión integrada por miem-
bros del Comité Central y bajá'· la
orientación del Secretariado Nacio-
nal. Comisión que debe contar a
su vez con los recursos humanos,
financieros y de infraestructura
adecuados para el cumplimiento de
su tarea. No necesariamente todos
los miembros de esta comisión es-
tarían ubicados por fuera del país.
Entre las muchas tareas que esta
comisión debe cumplir, merecen
destacarse las siguientes:
a) Asegurar la permanente relación
entre el Partido y las diferentes co-
misiones de trabajo que estén fuera
del país.
b) Mantener una relación estrecha
de control militante entre las dife-
rentes comisiones de trabajo en el
Movimiento, Comunista Internacio-
nal marxista-leninista y en el movi-
miento antiimperialista y revolu-
cionario mundial.
c) Garantizar la coordinación en
el campo internacional de las tareas
realizadas por los instrumentos del
Partido, con la orientación de los
organismos de dirección.
d) Responder por la formación
permanente y sistematizada de los
camaradas y cuadros que estén por
fuera del país 1 en la poi ítica del Par-
tido.
e) Organizar el departamento de
información y control internacional
del Partido.
f) Elaborar periódicamente una in-
formación actualizada y ordenada
hacia los organismos nacionales de
dirección, que contemple los desa-
rrollos de los principales problemas
que vive el Movimiento Comunista
1nternacional (marxista-leninista) y
el movimiento antiimperialista y re-
volucionario mundial.
CONCLUSIONES DE LA II CNC _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ 67
El Partido y su Construcción en la Clase Obrera
El Partido Comunista de ·
Colombia (marxista-leninista) es el
Partido de la clase obrera colombia-
na, se guía por la teoría marxista-
leninista y con base en -ella aplica
una Iínea poi ítica correspondiente
a la realidad concreta del país, de-
fiende los intereses de clase del pro-
letariado y organiza en su seno los
mejores elementos de la clase
obrera, y es, precisamente, la uni-
dad dialéctica de estos dos factores
lo que garantiza la naturaleza de
clase del Partido.
Desde la reestructuración del
Partido en 1965 libramos una ar-
dua lucha poi ítica e ideológica en
el movimiento revolucionario co-
lombiano contra el revisionismo y
el oportunismo de todos los pelajes,
que han pretendido riegar la necesi-
dad de un Partido proletario en su
teoría y su composición para garan-
tizar el triunfo de la revolución
socialista. Esta enconada confron-
tación al revisionismo y al oportu-
nismo nos ha permitido enfrentar
con indudables éxitos las diferen-
tes fracciones y tendencias que,
desde el interior del Partido, preten-
dieron cambiar la naturaleza y .el
carácter proletario de nuestra orga-
nización. Al mismo tiempo nos ha
posibilitado ganar cada día más el
reconocimiento de ser la vanguar-
dia de la clase obrera y el pueblo
colombiano, sobre la base de la teo-
ría y la práctica desarrollada por
el Partido en estos años.
Sin subestimar los triunfos
alcanzados en este período en la lu-
cha contra estas teorías y prácticas,
debemos reconocer que aún esta-
mos lejos de derrotarlas definitiva-
mente, así como de erradicar su
influencia en el mismo seno del Par-
tido. Sin desconocer que la Iínea
poi ítica, teórica e ideológica a nivel
táctico y estratégico se debe desa-
rrollar y actualizar en correspon-
dencia con las nuevas realidades na-
cionales e internacionales, tal como
lo estamos haciendo en esta C-onfe-
rencia, persistiremos en la defensa
de los principios generales del mar-
xismo-leninismo y en los lineamien-
tos fundamentales que dan contex-
tura comunista a nuestra organiza-
ción; actitud que desafortunada-
mente para el Partido no se dá con
la misma intensidad y profundidad
en todos los cuadros y militantes
de la organización.
A partir de la I Conferencia
Nacional de Cuadros hasta hoy, se
han presentado posiciones poi íticas
e ideológicas contrarias al marxis-
mo-leninismo v a los fundamentos
de la Ií nea poi ítica del X 11 Congre-
so del Partido, que se han manifes-
tado en torno a la aplicación mis-
ma de la táctica y a las orientacio-
nes periódicas de los organismos
nacionales de dirección.
Para bien del Partido y de su
unidad consciente estas posiciones,
incorrectas no han llegado a confi-
gurarse como desviaciones, fraccio-
nes o tendencias en el seno de la or-
ganización, debido a la permanente
lucha ideológica y poi ítica que han
mantenido los organismos de direc-
ción como corresponde a un Parti-
68 _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ CONCLUSIONES DE LA II CNC
do Comunista; sin embargo, no han
desaparecido, lo que representa un
peligro para la unidéld futura del
Partido. El Partido requiere que
esta Conferencia desentrañe los fac-
tores objetivos· y subjetivos que
hacen pervivir estas manifestaciones
incorrectas que atentan contra la
consolidación comunista del Parti-
do.
· Uno de estos factores ideológi-
cos y poi íticos es el empirismo pre-
sente en cuadros y militantes, a
pesar de las críticas y de las medi-
das poi íticas y educativas que se
han tomado. El mal del empirismo
es una de las causas de la baja asi-
milación del marxismo-leninismo,
de la Iínea poi ítica, de las enseñan-
zas ·que nos depara la lucha de cla-
ses y es fuente de las constantes va-
cilaciones manifiestas a la hora de
aplicar con decisión las orientacio-
nes de la dirección nacional.
Aunque es preocupante el pro-
blema del empirismo en el Partido,
no creemos que puedan achacárse-
le todas las vacilaciones y contradic-
ciones que se tengan con aspectos
fundamentales de nuestra Iínea
ideológica y poi ítica. Estamos se-
guros de que problemas relaciona-
dos con las características y normas
del Partido marxista-leninista, con
el carácter del socialimperialismo
soviético y el revisionismo moder-
no, el compromiso de los comunis-
tas con la violencia revolucionaria,
el papel de la prensa partidaria en
la formación y organización de los
comunistas y las masas trabajado-
ras, la relación y articulación que
debe existir entre el proceso de uni-
dad del movimiento revolucionario
y democrático con la lucha ideoló-
gica y poi ítica contra el revisionis-
mo y .el oportunismo y con la I ínea
de construcción del Partido en el
proletariado, no se deben sólo a la
falta de conocimiento del marxis-
mo-leninismo y de la Iínea del Parti-
do, sino que denotan también dife-
rencias que deberán ser comprendi-
das, estudiadas y solucionadas, co-
mo condición para avanzar hacia
una unidad férrea y consciente del
Partido.
A pesar de existir una I ínea
muy clara en cuanto al carácter pro-
letario del Partido continuamos
sin superar problemas que nos afec-
tan en la práctica. Uno de ellos es
que seguimos siendo una organi-
zación con una militancia prove-
niente del proletariado y especial-
mente del proletariado industrial
bastante reducida, y con un p~so
predominante de los militantes pro-·
venientes de la pequeña-burguesía
urbana y agraria. _.
Comparando los datos actuales
con el balance realizado después
de la Campaña de Reclutamiento
"José Stalin" de 1982, podemos de-
cir que, no ha crecido el porcentaje
de obreros en el Partido, pero éste
está mejor ubicado en sectores pro-
letarios de importancia. A pesar
de las orientaciones de la I Confe-
rencia Nacional de Cuadros de
arraigar nuestro Partido en el prole-
tariado, la militancia de origen cam-
pesino se ha incrementado.
Nuestro Partido continúa teniendo
una militancia proveniente princi-
palmente de la pequeña-burguesía.
Igualmente, al examinar las cla-
ses y sectores hacia donde proyec-
tan su trabajo en la actualidad los
cuadros y militantes, resalta la preo-
cupación de que el Partido siga cre-
ciendo principalmente entre secto-
res de la pequeña-burguesía urbana
CONCLUSIONES DE LA 11 CNC _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ 69
y del campesinado, pues en estos
sectores se concentra la actividad
del mayor porcentaje de cuadros
y militantes.
A partir de la I Conferencia
Nacional de Cuadros el Partido ha
triplicado su crecimiento y con
relación a sus cuadros lo ha sextu-
plicado, hecho que ha contribuido
notoriamente para tener u na mayor
presencia en el país. Las rectifica-
ciones y orientaciones organizativas
de dicha Conferencia dieron como
resultado el logro de un espacio po-
i ítico muy valioso en el movimien-
to obrero y sindical del país; una
mejor ubicación de cuadros y mili-
tantes del Partido en el proletaria-
do urbano y agrario, principalmen-
te en centros importantes de la pro-
ducción nacional; e inclusive, cam-
biar sustancialmente las áreas de re-
clutamiento en la pequeña-burgue-
sía. Actualmente una amplia masa
de militantes procedentes de la pe-
queña-burguesía está ubicada en
sectores de las masas trabajadoras
que se cuentan entre los más organi-
zados y combativos del panorama
nacional, por ejemplo el magisterio
y los campesinos; aspectos positi-
vos que no podemos subestimar pe-
ro tampoco son base para justificar
y subvalorar las consecuencias poi í-
ticas e ideológicas que trae el cre-
cimiento reducido y defectuoso
en el proletariado y, especialmente,
en el vinculado a las grandes con-
centraciones industriales.
A pesar de que un buen núme-
ro de cuadros proyecta su trabajo
hacia el proletariado, la construc-
ción de Partido en la clase, sigue
siendo débil. Esto ratifica la nece-
sidad, ya señalada, de mejorar la
composición proletaria del Partido
y expandir su influencia en la cla-
se obrera. Un aspecto particular
en relación con lo anterior, se re-
fiere a la atención que debe pres-
tarse al trabajo en las grandes ciu-
dades, y especialmente, en la capi-
tal. Las características de Bogotá
exigen concentrar mayores esfuer-
zos, dotarlo de una estructura fuer-
te, centralizar mejor la actividad y
desarrollar los vínculos con la clase
y las masas.
Según se concluye de los resul-
tados de la investigación de organi-
zación, el trabajo del Partido, en
un porcentaje alto se inclina aún
hacia el campo y específicamente
hacia áreas de poco desarrollo so-
cial y económico, y en las princi-
pales ci4dades del país el trabajo
poi ítico y organizativo del Partido
muestra preponderancia hacia fren-
tes de trabajo en barrios y otros
sectores de trabajadores diferentes
del proletariado industrial.
Al referirnos al trabajo en los
barrios y algunos sectores margina-
les no podemos perder de vista la
1ínea de clase, esencial en nuestro
trabajo de masas. Sin embargo, da-
do el crecimiento de estos sectores
y los esfuerzos de la burguesía
para capitalizarlos para sus planes
reaccionarios, y de la socialdemo-
cracia y el oportunismo que los in-
tentan colocar como vanguardia
del proceso, nuestro Partido debe
desarrollar sus formulaciones poi í-
ticas y organizativas, para canalizar-
los en favor de la revolución.
Para rectificar la I ínea de creci-
miento del Partido y mejorar su in-
fluencia en el proletariado, es nece-
sario rectificar errores y concepcio-
nes eq.uivocadas que han conducido
a la situación actual. Especialmente
señalamos· la necesidad de mejorar
70 _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ CQNCLUSIONES DE LA 11 CNC
y corregir en los siguientes aspec-
tos:
a.- Erradicar las concepciones equi-
vocadas sobre el papel de la clase
obrera y de su Partido en la época
actual. Entendemos que en este
sentido la misión de la clase obrera
y su Partido no es sólo trabajar por
el triunfo de la revolución, sino por
la implantación de la dictadura del
proletariado y la construcción del
socialismo.
b.- Errores de concepción y de apli-
cación de la I ínea sindical del Parti-
do. Debemos reconocer que la apli-
cación correcta de la línea sindical
del Partido ha contribuido de
manera destacada para poder contar
hoy día con una importante presen-
cia del Partido en la clase obrera y
el movimiento sindical .
r Indudablemente obtendremos
mejores resultados si logramos supe-
rar problemas como el considerar
la I ínea sindical del Partido como
un cuerpo de orientaciones y tareas
.divorciadas del trabajo poi ítico en
la clase obrera. Este problema tie-
ne dos manifestaciones aparente-
mente contradictorias pero que en
la práctica obedecen a la misma
raíz poi ítica e ideológica. La pri-
mera de éstas es la de considerar
el trabajo sindical como una acti-
vidad reducida a la organización
y lucha económica de los trabajado-
res, y la segunda es la de diluir el
trabajo del Partido en la organiza-
ción sindical, lo que lleva a no di-
ferenciar entre el activista sindical
y ei militante organizado de Parti-
do, con todas las nefastas conse-
cuencias acarreadas por este error
de concepción para la formación
comunista de la militancia obrera y
trabajadora.
Estos dos fenómenos son la cau-
sa de problemas de sindicalerismo,
burocratismo y artesanalismo pre-
sentes todavía y que pesan consi-
derablemente en cuadros y militan-
tes del frente sindical.
Ligado a lo anterior, puntuali-
zamos la necesidad de investigar
más a fondo sobre la situación ac-
tual de la clase obrera, en lo atinen-
te a los fenómenos económicos, po-
i íticos y sociales que hoy comporta.
Ello permite definir más científica-
mente las prioridades en el trabajo
del Partido, tanto en lo referente a
la penetración como a la consolida-
ción de lo que se ha logrado.
En la actualidad pesa también
la falta de asimilación de la nueva
realidad del movimiento sindical,
que nos coloca ante nuevos y ma-
yores retos poi íticos y organizati-
vos. Ubicar correctamente la poi í-
tica a seguir para avanzar en la
centralización del movimiento orga-
nizado a través de la CUT, exige
una ardua lucha ideológica y poi íti-
ca contra las corrientes burguesas,
economicistas y anarcosindicalistas,
promovidas por la burguesía y las
diferentes corrientes del revision is-
mo y el oportunismo; así mismo
nos reclama persistir en la unidad
de acción con el resto del movi-
miento sindical que aún se encuen-
tra por fuera de la CUT y con aque-
l las masas, considerables por cierto,
sin organización sindical, y cam-
biar sustancialmente la organiza-
ción sindical de base de los traba-
jadores por la organización según
industria y rama de la actividad
económica.
c.- Los errores y vacíos en la poi í-
tica militar del Partido y en su apli-
cación.
En el movimiento obrero y sin-
CONCLUSIONES DE LA II CNC _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ 71
dical existe una alta valoración
de la validez e importancia del mo-
vimiento guerrillero y la lucha
armada revolucionaria, como una
forma de lucha válida para las con-
diciones y circunstancias de la lucha
de clases en Colombia. Ahora bien,
ese apoyo y valoración poi ítica no
logran materializarse en una vincu-
lación más amplia de obreros al mo-
vimiento guerrillero y en particular
al EPL. Son varios los factores a
superar para mejorar dicha vincula-
ción y para avanzar decididamente
hacia la preparación militar y polí-
tica para la lucha armada y a más
largo plazo para la insurrección.
Estos y otros problemas no son
intrínsecos a la clase obrera y al
movimiento sindical sino que depen-
den principalmente de las concep-
ciones ideológicas y poi íticas que
1levamos a la clase obrera las dife-
rentes organizaciones. En nuestro
caso es obligante reconocer que las
diferencias, 1os errores y defectos
del Partido en la aplicación y desa-
rrollo de la 1(nea mi Iitar, y en la
vinculación predominante del EPL
al campo, en especial a zonas mar-
ginadas de poco desarrollo econó-
mico, han incidido negativamente
en la vinculación de obreros, espe-
cialmente industriales, al movi-
miento guerrillero y a otras formas
de organización militar y poi ítica.
Es más, el trabajo urbano del EPL
se ubica principalmente en áreqs
sociales diferentes del proletariado
industrial. Todo este asunto será,
en buen momento, abordado por la
11 Conferencia Nacional de Cua-
dros.
EI Partido tiene en su brazo ar-
mado un auxiliar importante para
desarrollar la tarea de acrecentar el
reclutamiento y la formación de los
comunistas obreros h~cia el impul-
so de las diferentes expresiones de
la lucha armada y, en especial, hacia
la formación del Ejército.
Tal como lo señala la ponencia
militar, el Partido debe de una vez
por todas, encabezar la lucha ideo-
lógica· y poi ítica contra las concep-
ciones campesin istas predominantes
en el movimiento guerrillero colom-
biano. Nos corresponde hacer los
mayores esfuerzos para vincular al
proletariado a la lucha armada,para
organizar milicias, construir el ejér-
cito y hacer de las fábricas fortale-
zas del Partido también en el terre-
no militar.
d.- Las contradicciones y errores
en la utilización plena del periódi-
co Revolución. Nuestro periódico
tiene una clara I ínea de clase tanto
por su con ten ido como por el papel
que juega en la organización y edu-
cación de la clase obrera. Orienta-
ción del Partido que, desde dife-
rentes ángulos y expresiones del
trabajo, ha encontrado serias resis-
tencias de algunos cuadros y mili-
tantes.
El aporte de cuadros y comités
al periódico en muchas oportunida-
des se ha reducido a abordar los
problemas del trabajo en la clase
sólo desde el punto de vista sindi-
cal, o a hacer un recuento de acti-
vidades prácticas; ésto ha llevado
a que el periódico presente algu-
nos vacíos al abordar la proble-
mática obrera y sindical, a pesar
de los avances en este terreno to-
davía nos falta mucho por reco-
rrer.
Hay expresiones poi íticas al se-
no del Partido que consideran al pe-
riódico como una herramienta que
estrecha las posibilidades de traba-
72 _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ CONCLUSIONES DE LA II CNC
jar al interior de las masas y, en es-
pecial, de la clase obrera. Esta con-
cepción teóricamente rechazada por
cuadros y militantes, tiene en la
práctica un peso considerable.
En su conjunto el Partido pre-
senta deficiencias importantes en la
utilización del periódico entre la
clase obrera, que abarcan desde su
distribución hasta el trabajo forma-
tivo con su contenido. A excepción
de dos comités, la distribución del
periódico se orienta principalmente
hacia sectores .de la pequeña-bur-
El Partido y su Línea de Masas
La gestión del Partido en el im-
pulso, organización, cohesión y
búsqueda de la dirección del movi-
miento democrático y revoluciona-
rio del país, es una de las más gratas
y aleccionadoras experiencias que
nos ha deparado la lucha poi ítica,
social y militar. A pesar de los erro-
res y defectos que aún tenemos,
es justo reconocer que el Partido
logró ubicarse en un papel protagó-
nico y decisivo dentro del panora-
ma nacional.
Parte importante de este logro
se debió a la filosofía organizativa
aprobada por la I Conferencia, la
cual nos permitió una mejor ubica-
ción en el movimiento amplio, po-
i ítico y de masas y una mejor rela-
ción entre los diferentes instrumen-
tos políticos y organizativos en el
trabajo para el movimiento obrero
y popular.
Sin embargo, las experiencias
adquiridas y el desenvolvimiento
de los acontecimientos poi íticos y
guesía.
El estudio del periódico por
parte de militantes y cuadros, y .
para el caso, los vinculados al mo-
vimiento obrero y sindical, es super-
ficial e inconstante, tal como se ha
comprobado en varias ocasiones.
En la práctica se ha demostrado que
aquellos comités donde se realiza
un mejor trabajo con el periódico,
pueden reportar resultados positi-
vos en cuanto a la ampliación de su
trabajo poi ítico y el crecimiento de
sus filas con personas provenientes
del proletariado.
organizativos de las masas, nos colo-
can ante realidades que exigen nue-
vas respuestas organizativas y poi í-
ticas para continuar avanzando en
la materialización de la unidad del
movimiento democrático y revolu-
cionario, y para que el Partido sea
una alternativa para la izquierda
y las masas con la jerarquía y reco-
nocimiento que nos exige la dispu-
ta por el poder.
Llegar al punto en que nos en-
contramos nos ha exigido un estilo
de trabajo que combina la clandes-
tinidad más férrea con actividades
amplias y abiertas, en un momento
legales, sin poner por ello en jaque
la estructura clandestina de la orga-
nización. Aún contando con ese
correcto manejo de la relación lega-
lidad-ilegalidad, las nuevas circuns-
tancias nos demandan profundizar
en la clarificación del por qué no
·hay contradicciones entre la clan-
destinidad del Partido y la aplica-•
ción de su I ínea de masas con la
unidad del movimiento revolucio-
CONCLUSIONES DE LA 11 CNC _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ 73
nario y democrático.
1ndepend ientemente de si el
movimiento se encuentra en una si-
tuación de auge o retroceso, de ma-
yores posibilidades de una acción
poi ítica amplia o de aceleración de
la represión, el Partido necesita con-
tinuar generando y orientando di-
ferentes formas de lucha y organi-
zación de las masas como condi-
ción para responder acertadamente
a la realidad de la lucha de clases
en el país. Y ésto sólo puede lo-
grarlo una organización que estando
en la clandestinidad, interprete las
coyunturas poi íticas y oriente cer-
tera y oportunamente las diferen-
tes formas y estilos organizativos re-
queridos en la estrecha ligazón que
el Partido debe mantener con las
masas y sus movimientos y organiza-
ciones políticas, militares, demo-
cráticas y revolucionarias.
En ninguna circunstancia puede
el Partido ahorrar esfuerzos para
que las masas y sus diferentes orga-
nizaciones conozcan directamente
su pensamiento, orientaciones y
consignas, en última instancia para
ampliar su propio espacio poi ítico.
Esta tarea fundamental del Partido
no se contrapone a su carácter
clandestino, ni puede conducirnos
a establecer una división a su in-
terior entre los clandestinos, por
un lado, y los amplios y legales, por
el otro. Nuestro Partido es un todo
único que encamina sus esfuerzos
para mantenerse ligado a todas las
expresiones de la lucha de masas,
que no se reducen a las poi íticas de
carácter amplio y sindical, o las
militares o ilegales. Cualquiera que
sea la expresión de lucha, el Parti-
do cuenta con poi íticos y dirigen-
tes capaces de responder según las
diferentes exi~encias de la lucha de
clases del país.
Cada integrante· del Partido
desde el tipo de trabajo que la orga:
nización le asigne, deberá contri-
buir activamente al trabajo de ma-
sas y a la unidad del movimiento re-
. volucionario y democrático su tra-
bajo se valora de acuerdo ~ como
contribuya al Partido en su tarea
de llevar a las masas obreras y popu-
lares en la mejor forma posible su
táctica y estrategia y, al mismo
tiempo, ampliar las filas del Partido
y sus instrumentos. Sólo visto de
esta manera, la militancia y los cua-
dros podrán comprender el valor
que poseen todas las actividades del
Partido, llámense cerradas, amplias,
legales o ilegales.
Para dirigir con calidad las di-
ferentes expresiones de la lucha de
clases y, al mismo tiempo, preser-
var la esvuctura del Partido de los
embates represivos del régimen, éste
debe mantener y avanzar en su I í-
nea de especialización y comparti-
mentación del trabajo, lo que exige
obligatoriamente desarrollar fórmu-
las organizativas y Bstilos de trabajo
diferenciados en la metodología de
la vida c~nspirativa.
No renunciaremos a seguir espe-
cializando camaradas en actividades
poi íticas, militares, organizativas y
técnicas que exigen un alto grado
de conspiratividad; tampoco renun-
ciaremos, por principio, a tener
cuadros y militantes en actividades
amplias y de masas, aunque por ello
sean señalados por la represión
como dirigentes del Partido. En ca-
da caso se deberán aplicar celosa-
mente los métodos y estilos de tra-
bajo orientados por los organismos
de dirección.
Mantener la estructura clandes-
74 _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ CONCLUSIONES DE LA 11 CNC
tina del Partido no equivale a for-
mar una secta o grupo de conspira-
dores divorciados de lns luchas y or-
ganizaciones de las masas, ni es cier-
to que sea una condición indispen-
sable para lograr un verdadero y
fuerte Partido del proletariado el
renunciar a su clandestinidad y a la
dirección de su brazo armado, co-
mo tampoco significa tener que
traer al Partido a cualquier acti-
vista o revolucionario. El Partido
del Proletariado, de corte bolche-
vique, seguirá siendo el modelo pa-
ra la formación de nuestro Partido
Comunista de Colombia (marxis-
ta-leninista).
Sobre la base de la poi ítica
aprobada por el XII Congreso y
de la lucha contra la estrechez, el
sectarismo y el conservadurismo
impulsada por el 11 Pleno del Co-
mité Central en 1981, la realidad
del Partido respecto a su vincu !a-
ción con las masas, su trabajo por
lograr la unidad del movimiento re-
volucionario y democrático y, aún,
su mismo crecimiento, cambió de
una manera positiva. En el trans-
curso de estos años el Partido ha lo-
grado vencer las razones poi íticas,
ideológicas y organizativas que ser-
vían de base al movimiento poi íti-
co y de masas del país para señalar-
nos como una organización sectaria
y contraria a la unidad. Este triun-
fo del Partido es una de las bases
subjetivas que más ha contribuido
a los avances unitarios existentes
en todas las esferas de la lucha y
en las organizaciones populares y,
lo que es más importante, a forjar
una unidad orientada con claros
conceptos revolucionarios y de-
mocráticos, diametralmente opues-
tos a las concepciones revisionis-
tas y pequeño-burguesas que pre-
tenden guiar el movimiento ...
l:.stamos orientando una Iínea
de masas que coloque al Partido,
con su ideología y política, a la
vanguardia de la lucha de clases en
Colombia y que permita al proleta-
riado acumular fuerzas para dis-
puta del poder en los momentos in-
surreccionales decisivos. Por consi-
guiente, no diluiremos nuestros ob-
jetivos y banderas en un proceso
unitario amorfo y pluralista, como
sueñan los oportunistas de todos
los pelajes ...
Los comunistas no podemos ni
diluirnos en las propuestas y organi-
zaciones frentistas y unitarias ni de-
jar de reclutar permanentemente
para el Partido y sus instrumentos.
Para que la poi ítica unitaria del
Partido reporte frutos a su creci-
miento, debemos trabajar con ella
principalmente hacia la clase obre-
ra y no limitarnos, en tanto que
comunistas, a agitar sólo la táctica.
El Partido debe comprender
que todos sus esfuerzos en la reali-
zación del trabajo de masas, los
triunfos poi íticos que alcancemos y
la lucha ideológica y poi ítica que
realicemos para imponer nuestra
posición comunista, se deberán re-
vertir permanentemente en el creci-
miento y la consolidación de las fi-
las del Partido, de lo contrario dila-
pidaremos los esfuerzos y sacrificios
que hacemos los comunistas.
A pesar de que hoy en día no
estamos exigiendo condiciones so-
bredimensionadas a los revoluciona-
rios y obreros para llegar al Partido,
como ocurría en etapas anteriores,
esto no puede conllevar a un relaja-
miento en la formación comunista
de la premilitancia, ni a perder el
espíritu de Partido.
CONCLUSIONE~ DE LA II CNC _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ 75
Esta 11 Conferencia debe contar
entre sus más preciados objetivos
el de ganar en una posición ideoló-
gica que permita fortalecer el espí-
ritu de Partido y se manifieste en la
enjundia puesta en la agitación y
propaganda de las ideas comunistas
y en la capacidad para entusiasmar
y formar revolucionarios y obreros
que lleguen a organizarse en las fi-
las del Partido Comunista de Co-
lombia ( marx:ista-leninista).
Aunque existen significativos
avances en él estudio e investiga-
ción de las condiciones de vida y
trabajo de las masas, esta Confe-
rencia debe animar y estimular al
Partido para que la planificación
del trabajo se elabore sobre bases
más científicas. Los comités del
Partido a todos los niveles, las cé-
lulas y cuadros deben estar cons-
tantemente preocupados por estu-
diar el marxismo-leninismo, las
contribuciones que realiza el mo-
vimiento revolucionario y demo-
crático y la realidad nacional e in-
ternacional y de allí inferir las
orientaciones y consignas movili-
zadoras de las masas.
En relación con lo anterior, la
El Partido y la Aplicación de su Línea Militar
Uno de los problemas más im-
portantes de resolver en la actuali-
dad en el Partido es el relacionado
con la superación de los errores y
vacíos de la formación militar de
cuadros y militantes, de la organi-
zación militar y paramilitar de las
masas y de la dirección del EPL.
Al evaluar los factores negati-
dirección nacional considera nece-
sario actualizar y mejorar el aná-
1isis de clase que se hizo en la 1
CNC; al respecto deberá definfr
el cuándo y el cómo abordar esta
tarea.
El mal del activismo, del bu-.
rocratismo, de la superficialidad y
la generalidad, se manifiestan con
fuerza en el Partido perjudicando
enormemente. su trabajo entre las
masas; el reclutamiento de más y
mejores hijos del proletariado y las
masas populares, y la acumulación
de un conocimiento objetivo de la
forma en que se desenvuelven las
tendencias y contratendencias en la
correlación de fuerzas con las dife-
rentes clases, sectores y corrientes
poi íticas, son necesarios para cre-
cer nuestras filas.
El empirismo es una de las ra-
zones del activismo, unido a otras
como la expresión de concepciones
poi íticas pequeño-burguesas que_
conducen a cuadros y militantes a
generar un estilo de trabajo precipi-
tado y ausente de rigurosidad mar-
xista-leninista, que impide juzgar
con nitidez las diferencias existen-
tes entre las clases, sus organizacio-
nes y partidos poi íticos.
vos que pesan en la aplicación ca-
bal de la Iínea militar debemos ser
muy autocríticas, pues se trata de
una deficiencia ideológica y política
en la formación comunista que ge-
nera limitantes serias para el desa-
rrollo y ejecución de los cambios
que aprobará la presente Conferen-
cia respecto a la línea militar y a la
formación de ejército.
76 _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ CONCLUSIONES DE LA 11 CNC
El Partido mantiene su condi-
ción de dirigente del EPL y de ser
la organización poi ítica más com-
prometida con la lucha armada
en todos sus niveles, teóricos y
prácticos, en el panorama nacio-
nal. Esta realidad que defendemos
con orgullo combatiente y cómu-
nista no pude convertirse en argu-
mento ideológico y cortina de hu-
mo para cubrir las deficiencias· y
errores que nos afectan.
Todo aquello que atente contra
la dirección que debe ejercer el Par-
tido en la poi ítica y el permanente
quehacer de la lucha armada y de
las múltiples formas que ella ad-
quiere, perjudica la dirección cons-
tante y de cada u na de las facetas
de la actividad militar que ·debe
ejercer el Partido.
Además de los problemas po-
i íticos e ideológicos señalados en la
ponencia militar, debemos comba-
' tir la tendencia equivocada que pre-
tende que el problema militar sea
algo exclusivo de los especialistas
militares ...
A buena hora el Partido tomó
la determinación de quitarle la
atención y dirección de las unida-
des a los comités regionales, ya
que esto estaba perjudicando la
dirección única del EPL y era una
seria limitación para su impulso
como formación. de ejército. La
posterior interpretación que se dio
a esta medida, las formas organiza-
tivas y el estilo de trabajo que se
imprimió, condujeron a pensar y
a actuar con el criterio de que el
Partido había "descargado" a los
regionales de los asuntos atinentes
a la lucha armada... · Mando Central Y, por su medio, en
Ante las actuales exigencias y
según la proyección que esta Con-
ferencia dará a la actividad mili-
tar, el Partido y sus organismos de
dirección, de acuerdo con sus atri-
buciones y responsabilidades, de-
ben crear las condiciones necesa-
rias que permitan dirigir y actuar
con eficacia en el EPL y todas las
otras formas de organización mili-
tar.
Crear una comisión del Comité
Central bajo la directa orientación
del Secretariado Nacional, es una
medida organizativa que favorece-
rá sustancialmente la dirección, con-
trol y compromiso del Partido' en el
ejercicio de la lucha armada. Esta
comisión trabajará con la única
orientación de garantizar las cond i-
ciones necesarias para que los orga-
nismos de dirección puedan ser pro-
tagonistas en la formación y actua-
ción teórica y práctica del Partido
en la lucha armada; por tanto, no
debe entenderse comq_, un ins-
trumento organizativo que consa-
gre una mal entendida especializa-
ción poi ítica y militar.
En este mismo sentido debemos
propiciar la formación de comisio-
nes militares en todos los comités
intermedios del Partido y el nom-
bramiento de un responsable mili-
tar en todos los organismos.
Por ningún motivo estas medi-
das organizativas se deberán inter-
pretar como el regreso al pasado re-
viviendo la dirección parcializada
sobre el EP L y, mucho menos, co-
mo la entrega de nuevo de los asun-
tos operativos del EPL a los comi-
tés regionales, ya que estos asun-
tos y la dirección de las unidades
continuarán centralizadas en el
los organismos nacionales de direc-
ción, en especial frl Secreta, iado Na-
cional y el Comité Ejecutivo Cen-
CONCLUSIONES DE LA II CNC _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ 77
tral.
Por primera vez en la historia
del Partido ,ha desaparecido el Co-
mando Nacional como instancia
de dirección sobre el EPL, el cual
no será reemplazado por el Mando
Nacional porque éste no tiene las
mismas atribuciones poi íticas y
militares. En el Comando Nacio-
nal el Comandante Militar y el Co-
misario Político (el Primer Secreta-
rio del Partido) formaban un orga-
nismo decisorio en el EPL; ahora
la comandancia superior tendrá
en el Comisario Poi ítico. al único
Comandante con atribuciones deci-
sorias en el terreno poi ítico y mi-
litar.
El Estado Mayor del EPL deja-
rá de ser el comité político del
Partido en el EP L. La situación or-
ganizativa anterior había creado
una dualidad en las tareas y funcio-
nes, que contribuyó a que no se
resolvieran a cabalidad ni los pro-
blemas políticos ni los militares.
El Estado Mayor debe ser un órga-
no de mando, capacitado y cualifi-
cado para ayudar en la correcta to-
ma de decisiones al Mando Central;
es un organismo de trabajo del Man-
do y su funcionamiento debe ser
por secciones.
Al crearse la comisión del Comi-
té Central para los asuntos militares
no es necesario, en el momento,
que continúe funcionando el comi-
té político del Partido en el EPL.
Entre las tareas prioritarias de esta
comisión está la de realizar un estu-
dio de la situación poi ítica y orga-
nizativa del Partido en el EPL con
el fin de presentar al Comité Cen-
tral un proyecto que reestructure la
organización del Partido en el EPL.
Ante la complejidad de dicha
reestructuración y su futuro desa-
rrollo, es necesario también hacer
un estudio a profundidad sobre las
experiencias logradas en cuanto
al funcionamiento de las células y
comités en el EPL y su relación
poi ítica y militar con los órganos
de mando militar en las columnas
y unidades, y evitar precipitarnos
a desmontar o mantener la actual
estructura del Partido en el EPL.
Las orientaciones poi íticas y
organizativas que tomará la pre-
sente Conferencia en el terreno
poi ítico militar, serán la base fun-
damental en la superación de los
problemas del Partido_ en la aplica-
ción de su I ínea militar y de los
múltiples problemas de su funcio-
namiento en el EPL.
78 _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ CONCLUSIONES DE LA II CNC
NUESTRO TRABA/O MILITAR
Apartes de las Conclusiones de la II CNC.
La realidad del país está demos-
trando que la democracia burguesa,
como forma de Estado, ha perdido
vigencia, está en crisis y la tenden-
cia no indica el retorno a la demo-
cracia liberal sino su propia nega-
ción y el refuerzo de la fascistiza-
ción. El Estado burgués ha demos-
trado su incapacidad para dar solu-
ciones a la aguda problemática so-
cial, que ha adquirido nuevas carac-
terísticas y exige soluciones avan-
zadas. Este es un elemento clave
de la agudización de las contradic-
ciones sociales y del debilitamiento
de la democracia burguesa, acentua-
da con el ascenso y expansión de la
lucha revolucionaria.
El Estado colombiano, de carác-
ter burgués proimperialista, contie-
ne elementos de fascistización que
se manifiestan en aspectos del or-
denamiento social, económico, cul-
tural, etc., en el endurecimiento de
los instrumentos represivos poi íti-
cos y militares y en la utilización
intensiva de todas las formas de la
violencia reaccionaria. Como un
elemento de la fascistización hay que
destacar el peso de la militarización
y la mayor injerencia militar en ac-
tividades civiles, como en el caso de
la educación, los medios de comuni-
cación, el transporte, algunas
ramas de la industria, etc.
Como aspecto sobresaliente del
estado colombiano podemos señalar
la concentración de poderes en ma-
nos del ejecutivo a la par con la
mayor decadencia del Congreso; el
reordenamiento jurídico orientado
a endurecer el aparato estatal y a
institucionalizar el Estado de Sitio,
facilitando la abundancia de medi-
das preventivas y represivas; el ca-
rácter violento y sanguinario de la
democracia colombiana, un ejemplo
típico de la democracia restringida.
La aplicación de la teoría de la
seguridad nacional rige la conducta
del Estado, inspirada en conceptos
profundamente fascistizantes co-
mo: "La guerra pertenece a la
condición humana y toda nación
vive en estado de guerra; el propósi-
to de la poi ítica es la movilización
de toda la nación en la guerra
CONCLUSIONES DE LA II CNC _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ 79
contra el marxismo internacional.
El ciudadano deberá comprender
que es más importante la seguridad
que el bienestar. También serán
necesarios sacrificios a la libertad
individual". (Doconto e Silva).
Según esa teoría profundamen-
te reaccionaria, el Estado y la na-
ción son nociones idénticas, razón
por la cual la seguridad estatal se
confunde con la seguridad nacional,
de tal manera que la seguridad del
Estado se convierte en el fin pri-
mordial de la orientación poi ítica,
los basamentos jurídicos y los ins-
trumentos del régimen.
Esa concepción inspira la prác-
La vigencia de la lucha armada
En Colombia los cauces demo-
cráticos han sido bloqueados pro-
gresivamente para evitar el desen-
volvimiento de una verdadera aper-
tura democrática, que sigue siendo
una reivindicación válida en las ac-
tuales circunstancias. Una de las
características actuales de la bur-
guesía es su limitada capacidad de
maniobra y de manejos tácticos
para garantizar su dominación por
medio de la normalidad institucio-
nal, del ejercicio de las libertades
poi íticas y la garantía de los dere-
chos ciudadanos. Esto no niega su
posibilidad de maniobrar ante la
agudización de las contradicciones
generadas por el sistema capitalista.
Tal como está planteada la con-
frontación de clases en Colombia, y
ante la imposibilidad de alcanzar so-
lo por medios pacíficos los cambios
profundos que el pueblo necesita,
se confirma la validez de la lucha ar-
tica del terrorismo de Esta-do y de
guerra sucia que se han incrementa-
do durante el mandato de Barco, e
ilumina el ajuste de cuentas y el
empleo de las variadas modalidades
coercitivas y criminales destinadas
a contener el ascenso y la expansión
de las acciones revolucionarias y de
la lucha de las masas. Al mismo
tiempo sustenta la subordinación a
la poi ítica guerrerista del imperia-
lismo y las atrocidades de las fuer-
zas armadas oficiales, cuyos mandos
tienen una formación ideológica,
poi ítica, militar y técnica adquirida
en las escuelas militares norteameri-
canas.
mada, como expresión táctica de la
lucha popular, que_ debe estar ínti-
mamente ligada a las otras formas
de lucha del proletariado y los de-
más sectores populares. La lucha ar-
mada, dadas las particularidades de
nuestro país, adquiere formas espe-
cíficas.
La vigencia de la lucha armada
está determinada por el grado de
exacerbación de los conflictos de
clase; por razones de índole his¡ó,rJ-
ca y por la trayectoria combativa del
pueblo; por la importancia poi íti-
ca del movimiento guerrillero, que
hace· parte de la realidad del país
y por la amplia influencia en las
masas y el sólido prestigio ganado
por la g_uerrilla. La acción criminal
de la burguesía, íncluso contra los
guerrilleros y revolucionarios que se
subordinan a la actividad poi ítica
en el marco institucional, reafirma
esa conclusión. Precisamente la
ao _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ CONCLUSIONES
existencia de diversas formas de or-
ganización armada obedece a la ne-
cesidad de responder al recrudeci-
miento de las diferentes expresio-
nes de la violencia oficial y privada
contra el pueblo. Es evidente que
la burguesía le ha declarado la
guerra al proletariado y al pueblo y
viene actuando en consecuencia.
El análisis de la realidad
demuestra que se está elevando el
nivel de conciencia poi ítica de las
masas, que luchan - no sólo por
reivindicaciones económicas . y so-
ciales inmediatas, sino por trans-
formaciones poi íticas. Pero la res-
puesta popular no puede limitarse
al marco< de las luchas legales y pa-
cíficas; es preciso enfrentar la ofen-
siva reaccionaria con· la lucha arma-
da revolucionaria.
Está claro que la solución defi-
nitiva de Ios agudos problemas del
proletariado y del pueblo colombia-
no exige la toma del poder poi ítico,
la destrucción violenta del estado
burgués, el rompimiento de la de-
pendencia de todo imperialismo y
la instauración de la dictadura del
proletariado. Por eso, las transfor-
maciones de fondo no pueden limi-
tarse a simples cambios de gobier-
. no, pues mientras el Estado bur-
gués subsista, se prolongarán la so-
bre explotación y la opresión so-
bre las masas trabajadoras. De ahí
la importancia de trabajar por la
Insurrección y Guerra Civil
" ... el proletariado aprenderá
también el arte de la guerra civil,
puesto que ha iniciado ya la revolu-
ción. Revolución es guerra. Es la
DE LA II CNC
acumulación de fuerzas y la prepa-
ración de la insurrección general
·armada en la perspectiva de. instau-
rar el poder poi ítico del proletaria-
do, capaz de realizar las transforma-
ciones revolucionarias que el pueblo
requiere.
Es preciso rebatir las posturas
pacifistas que desconocen o subes-
timan el papel poi ítico de la lucha
armada en la situación del país y al
mismo tiempo le hacen el juego a
los propósitos del régimen de desar-
mar a las fuerzas revolucionarias,
mientras éste refuerza su aparato
militar, efl\ aplicación de sus planes
militaristas. Como anotó el XI 1
Congreso del Partido: "La educa-
ción poi ítica de las masas debe in-
cluir la sustentación de la violencia
revolucionaria para transformar ra-
dicalmente la sociedad e infundirle
confianza en la victoria de las fuer-
zas revolucionarias contra las fuer-
zas que se oponen al desarrollo so-
cial".
Nuestro Partido debe desenmas-
carar la demagogia pacifista del go-
bierno y al mismo tiempo enfrentar
las prácticas guerreristas que aplica
contra la lucha popular. Esta es la
base de nuestro manejo poi ítico del
problema de la guerra y la paz. Ade-
más, cada instrumento debe tener
en cuenta sus propias particularida-
des al exponer su posición sobre es-
te asunto.
única legítima, legal, justa y real-
mente grande de todas las guerras
que c;onoce la historia" (1) _
En muy pocos países ha estado
CONCLUSIONES DE LA 11 CNC _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ 81
tan ligada la lucha revolucionaria
con la participación de las accio-
nes armadas como en Colombia, si-·
tuación ésta que ha obligado a to-
das las organizaciones revoluciona-
rias a comprometerse en la lucha ar-
mada para ganar espacio poi ítico e
influencia popular, y aún los re-
visionistas han persistido en ella
para buscar sus objetivos y para
tratar de evitar su aislamiento del
movimiento revolucionario.
Esta situación particular obliga
a nuestro Partido a plantearse una
acumulación de fuerzas por medio
de la combinación de acciones vio-
lentas y pacíficas, abiertas y clan-
destinas, desarrollando formas de
lucha legales e ileg<Jles, al servicio
de la preparación de la insurrección.
La preparación de la insurrección
exige la ampliación y profundiza-
ción de los elementos de guerra ci-
vil que existen en nuestro país. En
resumen, la generalízación y pro-
fundización de la lucha poi ítica es-
tá ligada al proceso: de preparación
de la insurrección. Hay que valorar
la importancia que tiene el desa-
rrollo de las formas de organiza-
ción y lucha existentes en la pers-
pectiva de la insurrección general.
La lucha armada, como lo señala la
experiencia, cumple un papel edu-
cador y movilizador.
Existe una íntima relación en-
tre ef desenvolvimiento de los ele-
mentos de guerra civil y la prepara-
ción y desencadenamiento de la in-
surrección. Esta relación es diálec-
tica y no lineal; por eso, no puede
trazarse una secuencia rígida de
acontecimientos al respecto. Bien,
a partir de una profundización de
los factores de la guerra civil se
puede llegar a un desenlace insurrec-
cional, o bien, a un brote insurrec-
ciona! puede seguir un período de
guerra civil. Lo que sí es funda-
mental es entender y trabajar en
todo momento por la acumulación
de fuerzas hacia el triunfo de la re-
volución, labor que entraña la más
variada actividad y que conjuga for-
mas violentas y pacíficas, respues-
tas organizativas de diversa índole y
enfrentamientos ascendentes en los
distintos terrenos con el enemigo.
Dentro de esta concepción resalta
el papel dirigente del Partido, la
construcción de ejército revolucio-
nario y de fuerzas armadas popula-
res y la unificación de la clase obre-
ra y del movimiento democrático
y revolucionario.
La complejidad de la estructura
social y estatal de nuestro país y las
particularidades de la situación
poi ítica, exigen que el Partido y el
movimiento revolucionario trabajen
concienzudamente en la acumu !a-
ción de fuerzas y en su preparación
para el asalto definitivo al poder
por la vía insurrecciona!. Este as-
pecto no se reduce a las fuerzas del
Partido, del EPL y las milicias; tiene
que ver con el conjunto del movi-
miento revolucionario y popular
que debe conjugar su trabajo contra
el enemigo común.
El Partido asume con toda serie-
dad la preparación de la insurrec-
ción, consciente de que indep_en~
dientemente de su voluntad, no es
posible su realización sin que medie
una situación revolucionaria. De la
misma manera comprende que no
basta la presencia de condiciones
objetivas; es indispensable lograr
cambios en los factores subjetivos,
que tienen que ver con la prepará·-
ción y capacidad del proletariado
y del pueblo para destruir el vielo
a2 _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ coNCLUSIONES DE LA 11 CNC
Estado e instaurar la dictadura del
proletariado.
"Para poder triunfar, la insu-
rrección no debe apoyarse en una
conjuración, en un Partido, sino en
la clase avanzada. Esto, en primer
lugar, y en segundo lugar debe apo-
yarse en el auge revolucionario del
pueblo. Y, en tercer lugar, la insu-
rrección debe apoyarse en el mo-
mento de viraje de la historia de la
revolución ascencional en que la ac-
tividad de la vanguarida del pueblo
sea _mayor, en que mayores sean las
vacilaciones en las filas de los ene-
migos y en las filas de los débiles,
frios e indecisos amigos de la revo-
lución. Estas tres condiciones pre-
vias al planteamiento del problema
de la insurrección, son las que preci-
samente diferencian al marxismo
del blanquismo" (2)
Cuando nos planteamos la pre-
paración del Partido, de la clase
obrera y del pueblo en general para
la insurrección, no podemos redu-
cirla a destinar un comité y varios
centenares de militanres para que
trabajen directamente en tareas de
construcción de ejército. Es
imprescindible comprometer a todo
el Partido en la preparación y la
conducción del proletariado y el
pueblo hacia la insurrección y la
construcción del ejército.
Es preciso tener en cuenta la
posibilidad de que se presenten o
promovamos levantamientos popu-
lares en aquellas áreas donde debi-
do a la agudización de las contra-
dicciones de clase, al nivel de con-
ciencia poi ítica y preparación de la
clase obrera y del pueblo y al desa-
rrollo desigual de la lucha de clases
en sus diferentes niveles, es factible
un estallido parcial. Este tipo de ac-
ciones las debe aprovechar el Partí-
do como un medio para dar saltos en
la acumulación de fuerzas, para
afianzar su autoridad política, para
foguear y educar a las masas y para
agitar y movilizar mediante estas
conmociones al resto del pueblo.
Por supuesto, en estos casos hay
que estudiar y dar salida a la orga-
nización de las masas en un plano
mas elevado, tanto en lo poi ítico
como en lo militar.
Es conveniente aclarar que la
insurrección general no es la suma
mecánica de los levantamientos par-
ciales; éstos no siempre son en sí
mismos el inicio de la generaliza-
ción de la insurrección; por ello, la
insurrección no puede condicionar-
se a la ampliación, profundización
y desarrollo de dichos levantamien-
tos1 que, valga recordar, no corres-
ponden a los conceptos de la '.'geo-
política", sino a coyunturas deter-
minadas por las contradicciones
sociales.
No podemos perder de vista
que el propio desarrollo de la re-
volución conduce a que cualquier
movilización de protesta, la burgue-
sía la considere como un acto sub-
versivo y le dé una respuesta mili-
tar, que puede agudizar el conflicto.
Como lo señaló el XI Congreso
de nuestro Partido, "Colombia es
un país capitalista atrasado, depen-
diente del imperialismo norteameri-
cano". El Estado burgués pro-
imperialista expresa la dictadura
que la burguesía ejerce como socia
del imperialismo norteamericano.
De estas particularidades se deriva
que el combate contra la burguesía
y contra el imperialismo, en la for-
ma de guerra civil y lucha de libera-
dón, se hallan íntima e indisoluble-
mente ligadas en un todo único,
CONCLUSIONES DE LA II CNC _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ 83
siendo la guerra civil la que cumple
el papel determinante, a partir del
carácter de la revolución colombia-
na. La proyección de la guerra civil
implica la expansión de las confron-
taciones de clase, la ampliación de
las acciones armadas y la intensidad
y envergadura de los combates, co-
mo la expresión más enconada de la
lucha de clases.
La revolución socialista, según
la definición de nuestro Partido, es
la que resuelve en definitiva los as-
pectos democráticos fundamenta-
les, entre ellos la liberación nacio-
nal. El programa de la revolución,
concebida con ese contenido,
permite la vinculación de amplios
sectores populares, incluso de aque-
llos que no están directamente inte-
resados en el socialismo pero sí as-
piran a una patria independiente y
soberana. En esta forma queda cla-
ro el con ten ido de clase de nuestra
lucha y también la perspectiva so-
cialista, que nos da argumentos pa-
ra repudiar la inclinación de algunas
fuerzas a apoyarse en el socialimpe-
rialismo o en la socialdemocracia
internacional.
El desarrollo econom1co y so-
cial del país nos muestra un alto
grado de concentración de la pobla-
ción en grandes núcleos urbanos y
en la periferia de los mismos, don-
de se concentra el poder económi-
co y poi ítico de la burguesía y don-
de se halla el principal centro de las
grandes definiciones en todos los
órdenes.
Por éso cuando pensamos en la
insurrección y en el crecimiento de
los efectivos de combate, tenemos
que mirar .hacia esas áreas como tea-
tro de operación de los grandes
combates revolucionarios. Debe-
mos multiplicar los esfuerzos e in-
tensificar el trabajo hacia las gran-
des ciudades y centros donde se
ubica mayoritariamente la pobla-
ción trabajadora. Sólo en esa forma
lograremos una efectiva vinculación
del movimiento guerrillero con el
movimiento amplio de masas y la
relación íntima entre la actividad
militar y las luchas de las masas
en sus diferentes expresiones. Desde
luego, ésto implica darle mayor
fuerza al desarrollo de las unidades
urbanas de ejército y de las milicias
y otras organizaciones de apoyo en
las ciudades.
Es indispensable un trabajo más
amplio y profundo en el seno de la
clase obrera y el amplio desarrollo
del movimiento poi ítico, ligado a la
proyección insurrecciona!, ya que
" ... el proletariado tiene una ele-
vada tarea que cumplir en el proce-
so de la guerra. revolucionaria, que
consiste en asumir el papel dirigen-
te, en poner en plena actividad su
enorme potencial de fuerzas para
llevar adelante la más aguda lucha
de el ases".
El campesinado, como el aliado
confiable del proletariado, tiene un
destacado papel que cumplir en el
desarrollo de la guerra revoluciona-
ria y en la preparación y realiza-
ción de la insurrección. En este
plano hay que valorar la importan-
cia poi ítica de la alianza obrero-
campesina.
De ninguna manera podemos
84 _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ CONCLUSIONES DE LA 11 CNC
negar la importancia del desarrollo
del trabajo militar en el campo, ni
las condiciones favorables que ofre-
cen determinadas áreas del campo
para la construcción de ejército y
para la realización de acciones mi-
litares de envergadura, factores po-
sitivos a los cuales hay que agregar
la experiencia de las masas campe-
sinas en la lucha armada.
En cuanto a la preparación de la
insurrección es preciso salirle al
paso a las ideas falsas que esperan
que ella llegue espontáneamente, sin
un plan preparado con cuidado y
ajeno a impulsos voluntaristas. Con
ese propósito hay que garantizar la
confluencia de las diferentes formas
de la lucha de las masas, que tienen
como nucleador los elementos de la
táctica poi ítica y particularmente
el contenido de la plataforma de
lucha. Juegan un papel importante
El traba,io en el Ejército Reaccionario
El X 11 Congreso hizo una carac-
terización correcta de las Fuerzas
Armadas Colombianas, en la cual se
destaca su creciente influencia en el
Estado y en la sociedad. Cabe sub-
rayar que la oficialidad recibe una
formación ideológica fascista y no
ha participado en movimientos
progresistas o revolucionarios; por
el contrario, se ha opuesto a cual-
quier tendencia revolucionaria o
progresista en su seno. La prolon-
gada vigencia del estado de sitio ha
influido poi íticamente en su forma-
ción, y su actividad contra el movi-
miento guerrillero y contra la lucha
popular ha ahondado su distancia-
miento de la población civil.
los procesos unitarios y en especial
la unidad del movimiento gueÍrrille-
ro, que aumentan la confianza de
las masas en la fuerza de su acción
unificada.
Nuestro Partido está llamado a
cumplir un papel destacado en la
preparación y la realización de la
insurrección, pues es el más intere-
sado en organizarla, coordinarla,
y, en una palabra, en dirigirla. En
ningún momento el Partido puede
ser ajeno a la conquista del poder
poi ítico; por éso al plantear la insu-
rrección se plantea su propia conso-
lidación poi ítica, determinada por
la correlación concreta de fuerzas.
El EPL, al igual que todos los
instrumentos del Partido, está obli-
gado a trabajar más intensamente
con la poi ítica táctica del Partido
y con su plataforma, de acuerdo
con la particularidad de su activi-
dad.
En Colombia las fuerzas arma-
das están compuestas por el ejérci-
to, la fuerza área, la marina y la po-
1icía; pero en el lugar principal está
el primero, que ocupa las posiciones
más destacadas, gasta la mayor parte
del presupuesto y sostiene el peso
principal de la guerra contrarrevolu-
cionaria y del "mantenimiento del
orden público". Por éso cuando
nos planteamos destruir el pilar cen-
tral del Estado burgués nos propo-
nemos principalmente aniquilar las
fuerzas de combate del ejército.
La institución militar interviene
directamente en las distintas formas
de la actividad poi ítica del Estado,
CONCLUSIONES DE LA 11 CNC _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ as
en el ordenamiento civil, jurídico,
etc. Las fuerzas armadas no son
apolíticas ni defienden los intereses
de toda la nación, como dicen; por
el contrario, son netamente proim-
perialistas y fieles defensoras de los
intereses de clase de la burguesía,
como instrumento para su domina-
ción sobre el proletariado y el pue-
blo.
En efecto, la institución militar
está integrada por fuerzas destina-
das a la lucha de clases, para tareas
de represión, para la guerra civil
bajo la orientación y la asesoría del
Pentágono, que por cierto tiene a
su cargo la formación ideológica y
el adiestramiento militar de la alta
oficialidad. No hay en la cúpula
militar un sólo oficial que no haya
pasado por las escuelas gringas de
contraguerrilla donde son educados
en el más grosero anticomunismo
y en las reaccionarias doctrinas de
la seguridad nacional, la· guerra pre-
ventiva y los conflictos de baja in-
tensidad.
En el alto mando de las fuerzas
armadas del Estado, y del ejército
en particular, se hallan anticomunis-
tas comprometidos hasta los tuéta-
nos en la fascistización. Por esa ra-
vón pretender hacer distinción en-
Lre ellos con la peregrina tesis de
aislar a unos cuantos fascistas in-
filtrados, no es más que una burda
defensa del régimen, que echa al
olvido el carácter reaccionario de
las fuerzas armadas como sostén
del Estado burgués.
Si por algo se ha caracterizado
la institución militar es por su celo
para depurar sus filas de elementos
considerados progresistas. Por eso
los seleccionan, los prueban, los
controlan rigurosamente, permitien-
do el ascenso sólo a quienes son de
absoluta confianza desde el punto
de vista de sus intereses de clase.
En el último período han sido
notorios los cambios que se vienen
introduciendo en los· métodos y las
tácticas de las fuerzas armadas, ca-
racterizados por la mayor tecnifi-
cación y modernización de su apa-
rato militar, que se refuerza con el
enganche masivo de técnicos y pro-
fesionales o con su directa cola-
boración. Utilizan, además, distin-
tos recursos poi íticos, que van des-
de la acción cívico-militar y diversas
tareas de apoyo para-militar, hasta
el entronque con institutos descen-
tralizados y otras ramas del Estado
y de la empresa privada.
Para adecuar su estructura al
desarrollo de la lucha guerrillera,
han organizado batallones e incluso
brigadas móviles altamente especia-
lizadas y· el empleo más amplio de
fuerzas aerotransportadas y de la ar-
tillería, concentrando mayor núme-
ro de fuerzas en las principales áreas
guerrilleras. Hay que señalar la cua-
lificación de unidades de contrague-
rrillas, la implementación de cam-
bios en su táctica y el énfasis en la
búsqueda de apoyo civi I en el mar-
co de la táctica de "combatir la sub-
versión con la subversión".
Se destaca, así mismo, la inten-
sificación de su práctica de infiltra-
ción en las diferentes organizacio-
nes revolucionarias y de masas, con
resultados altamente dañinos para
éstas. De ahí la obligación de elevar
la vigilancia y mejorar los métodos
de seguridad interna y de trabajo
para prevenir o neutralizar la infil-
tración en nuestras filas.
En medio de la complejidad de
la lucha de clases, los hechos ponen
al descubierto el desprestigio de las
86 _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ coNCLUSIONES DE LA 11 CNC
Fuerzas Armadas gubernamentales
y los continuos fracasos en su ac-
ción contrainsurgente y de intimi-
dación. La verdad es que mientras
crece · 1a participación y el . apoyo
popular a las acciones revolucio-
narias, aumenta el divorsio entre el
aparato militar del Estado y la~ am-
plias masas del pueblo. Sin embar.,
go, no es correcto subestimar en
ningún momento su capacidad ope-
rativa y los cambios que está apli-
cando en su táctica. Si bien es cier-
to que la burguesía no ha podido
vencer al movimiento revoluciona-
rio ni liquidar las guerrillas, tampo-
co éstas han alcanzado su objetivo,
aunque las condiciones se desarro-
llen a su favor.
En el desenvolvimiento de una
situación de guerra revolucionaria
el trabajo hacia las fuerzas armadas
presenta particularidades, lo que
impone la necesidad de desplegar
en forma ciudadosamente planifi-
cada v sistemática la penetración
en sus filas, partiendo de que el las
no son entes aislados de la lucha
de clases, ni de los conflictos co-
tidianos, de los cuales forman
parte activa e influenciable.
Nos proponemos agudizar las con-
tradicciones en el interior de la ins-
titución militar del Estado, a tra-
vés de la labor poi ítica y de la
acción militar. Este esfuerzo se
orienta a la descomposición, a la
desmovilización de las •fuerzas del
enemigo y al interés de ganar. sec-
tores de ellas. En esa dirección nos
planteamos tres aspectos:
1. Una persistente labor de pro-
paganda por todos los medios que
sean posibles para hacer !legar la
poi ítica del Partido y las ideas revo-
lucionarias al interior del enemigo;
2. Un trabajo persistente para
atraerlos hacia las ideas revoluciona-
rias y despertar en ellos simpatía
hacia los cambios en favor del pue-
blo, que también los benefician.
Hay que conocer más concretamen-
te la situación de los soldados, sub-
oficiales y oficiales de baja gradua-
ción, para plantearles reivindicacio-
nes particulares, especialmente es
importante en P.ste sentido las ban-
deras democráticas que se puedan
levantar a partir del trabajo unita-
rio frentista y de convergencia;
3.- La valentía, audacia y superio-
ridad en el combate de nuestras
fuerzas, con un comportamiento
correcto hacia los vencidos, para de-
jar clara la diferencia con la actitud
de las tropas gubernamentales.
No es correcto separar estas tres
actividades, ni desligarlas o preferir
una negando las otras, pues en nues-
tras condiciones hay que utilizarlas
integralmente.
Nuestro trabajo hacia las fuer-
zas armadas reclama un mejor cono-
cimiento de su composición social,
de las diferentes contradicciones en
su interior, de los problemas políti-
cos, del contenido de su educación
ideológica y política. Sólo así se
podrá dar respuestas adecuadas y
realizar un desenmascaramiento
más efectivo ante el pueblo. En el
plano militar propiamente dicho
es necesario investigar lo relativo
a _la formación y adiestramiento, las
tácticas y métodos de combate, la
técnica y los elementos, etc. de las
fuerzas armadas, con miras a lo-
grar mejores condiciones para en-
frentarlos en el combate.
En este campo se presentan de-
ficiencias serias, puesto que no exis-
te la suficiente conciencia sobre la
importancia y la necesidad de es-
CONCLUSIONES DE LA 11 CNC _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ 87
te trabajo. Los esfuerzos son isla-
dos y en algunos aspectos como la
propaganda hacia las fuerzas arma-
das, son evidentemente nulos. Es
oportuno aclarar que no se trata
sólo de un trabajo técnico, sino fun-
El Problema del Poder
El esclarecimiento del problema
del poder debe tomar como punto
de partida la caracterización de la
revolución colombiana, que nuestro
Partido ha definido como socialista.
El planteamiento de la conquista
del poder poi ítico y la instaura-
ción de la dictadura del proletaria-
do es el objetivo central de nuestra
lucha, que resalta la misión históri-
ca de la clase obrera, encabezada
por su Partido poi ítico marxista-
leninista. Hay que reafirmar el
propósito de la Iiberación nacional
como parte integrante e indisoluble
del contenido de la revolución so-
cialista, según la concepción leninis-
ta. Dos elementos esenciales se de-
rivan del carácter de la revolución
y del Estado que nos proponemos:
la hegemonía del proletariado en la
dirección de la revolución y la
dictadura del proletariado.
La tarea de nuestro Partido es
conducir a la clase obrera y al pue-
blo en la lucha por destruir al Esta-
do reaccionario, derrocar a la bur-
guesía e instaurar la d!ctadura del
proletariado. La lucha armada diri-
gida por el Partido juega un papel
determinante en la búsqueda de ese
objetivo estratégico. Conforme a di-
cha concepción resalta la importan-
cia decisiva de la vinculación de la
clase obrera a la lucha armada y a
damentalmente político, en el cual
la especialización se debe poner al
servicio del rumbo poi ítico, que es
el que nos permitirá lograr resulta-
dos satisfactorios.
las diferentes organizaciones que
deben habilitarse con tal fin, al cen-
tro de las cuales está el ejército re-
volucionario.
Esta concepción es radicalmen-
te diferente de la pretensión de
construir el poder popular a través
de cualquier huelga, toma de tierras
o acción de masas, así sea en un
plano local. Esa proposición des-
naturaliza el concepto del poder
poi ítico y crea confusión en el pue-=
blo sobre la compleja y gigantesca
lucha que debe librar para conquis-
tar de verdad el poc)er poi ítico. l
El desenvolvimiento de la lucha
armada en que estamos empeñados
exige la participación activa de las
masas, principalmente del proleta-
riado; por eso hay que concentrar
la atención principal hacia las am-
plias masas trabajadoras, hacia· 1as
grandes concentraciones del pmle~
tariado y dedicar particular esfuer-
zo al trabajo en los centros indus-
triales más importantes y en los
servicios vitales de la economía;
atender ia organización masiva de
fuerzas de combate, milicias,
grupos de apoyo y de servicios,
etc., en las grandes ciudades, vin-
culados a la labor ordinaria en di-
ferentes áreas socia les. En resu-.
men colocar el trabajo militar
en ~orrespondencia con ~I desa"'
rrollo económico y social del
SS _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ CONCLUSIONES DE LA II CNC
país. . .
Está a la vista que las act1v1da-
des y los planes reaccio~arios del
imperialismo y la burgues1a no pue'"
de enfrentarlos sólo el movimiento
guerrillero; es imprescindible, in-
tegrar la actividad armada con las
otras formas ·de la lucha popular,
puesto que I? ínJima relaci?n entre
ellas multiplicara el poderio de las
fuerzas llamadas a derrotar a la
reacc1on. Desde luego, no basta
el reconocimiento de esta verdad;
es indispensable que las acdones
revolucionarias en sus diferentes
niveles se conjuguen y se comple-
menten, en favor de la acumulación
de fuerzas y del desarrollo asceden-
te del proceso revolucionario. En
este plano es insustituible la ac-
ción de las masas movilizadas, or-
ganizadas y armadas en cuanto las
condiciones sean propicias, · para
realizar acciones revolucionarias
de mayor expansión, agudeza y be-
ligerancia. . ..
Siendo que el trabaJo militar
hace parte de la labor revoluciona-
ria del Partido, que coloca en el
centro la lucha poi ítica, en nin:.
gún . caso y bajo ninguna circuns-
tancia puede desvertebrarse de el la.
La proyección de nuestro trabajo
nos obliga a establecer correctamen-
te la relación entre la expansión
de la lucha armada, y la acumula-
ción de fuerzas en la preparación
de la insurrección. Este propósito
exige la actividad multilateral y la
combinación de las diferentes for-
mas de la lucha revolucionaria,
orientada hacia el mismo objetivo.
Exige, en primer lugar, resaltar y
popularizar los objetivos políticos
de la- lucha armada, como expre-
sión de la Iigazón con el movi-
miento poi ítico no armado.
Las consideraciones anteriores
sustentan la conclusión de que la
ubicación social es un factor de-
terminante en el crecimiento, en la
proyección táctica y estratégica y
en las tareas poi íticas y militares
de las organizaciones de combate.
Por esa razón, hay que tomar en
cuenta la relación de clases en la so-
ciedad, la distribución de la pobla-
ción, la correlación entre nuestras
fuerzas y las del enemigo, la
concentración poi ítica y militar del
aparato de estado, la necesidad de
una participación más activa de la
clase obrera en el movimiento revo-
lucionario, su papel de vanguardia,
y los proyectos poi íticos a partir de
los objetivos que nos proponemos.
Es claro que tampoco el prole-
tariado puede triunfar solo. Por eso
estamos obligados a realizar una la-
bor poi ítica para ampliar _.el radio
de acción de la lucha revolucionaria
hacia otros sectores sociales.
Debemos poner especial aten-
ción en aquellas áreas densamente
pobladas y donde han crecido y se
desarrollan las fuerzas del proleta-
riado agrícola, que son un factor ja-
lonador de la lucha de masas en el
campo. La trayectoria revoluciona-
ria y las experiencias guerrilleras
del campesinado hay que ponerlas
al servicio de los combates revolu-
cionarios en las condiciones actua-
les, imprimiéndoles un nuevo conte-
nido.
La proyección de una mayor
concentración de fuerzas, el creci-
miento de organizaciones regulares
de combate y el fortalecimiento del
trabajo fronterizo, hay que enmar-
carlos dentro de la orientación cen-
tral de poner acento en el fortale-
cimiento de nuestro trabajo en las
CONCLUSIONES DE LA II CNC _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ 89
grandes concentraciones del prole-
tariado.
La pequeña burguesía urbana
también debe ser objeto de un in-
tenso trabajo del Partido, por la
importancia que tiene para la lucha
revolucionaria, en la cual ha demos-
trado valiosas cualidades. Su posi-
ción y su conducta obedecen a
sus intereses particulares, que son
negados o violados por el imperialis-
mo y la burguesía. Hay que tomar
en consideración que así como en
otros países, también en Colombia
la pequeña burguesía desempeña un
papel sobresaliente en las luchas de
liberación, ya sea dirigiéndolas o
participando directamente en ellas.
El Partido y la Lucha Arma.da
La combinación de las diferen-
tes formas de lucha es una de las
principales características de la tác-
tica de nuestro Partido. De ellas
se desprenden formas organizativas
que permiten canalizar y conducir
el descontento popular y contribuir
a elevar el grado de conciencia y a
alcanzar niveles más altos en la lu-
cha.
Las propias masas, en el desa-
rrollo de sus luchas, les imprimen a
éstas diferentes formas, algunas con
mayor continuidad y amplitud,
otras parciales o limitadas y al Par-
tido le corresponde darle una pro-
yección revolucionaria y una co-
rrecta integración y coordinación.
Actualmente la lucha poi ítica
ocupa el lugar central en el movi-
miento; en tanto que la lucha arma-
da es una forma particular, la
más elevada, de la lucha poi ítica y
Conviene subrayar que en nuestro
caso esa participación ha sido muy
significativa en la historia de la lu-
cha guerrillera.
No podemos olvidar que la pe-
queña burguesía, a través de distin-
tos grupos, le disputa al proletaria-
do la dirección del proceso de pre-
paración y conquista del poder. Es-
ta realidad reclama al Partido ma-
yores esfuerzos para fortalecerse co-
mo auténtica vanguardia de la re-
volución; debe tenerla muy en
cuenta cuando realiza relaciones po-
i íticas y cuando actúa conjunta-
mente con organizaciones poi íticas
o militares de carácter pequeño-bur-
gués.
debido a su papel determinante
en el desenlace de la confronta-
ción de clases, nuestro Partido está
comprometido en desarrollarla. Es-
te interés del Partido, que corres-
ponde a una exigencia de la táctica
revolucionaria, está desligado de
cualquier impulso voluntarista.
El Partido es consciente de que
no basta que él comprenda los fun-
damentos teóricos de la revolución;
, por eso realiza una labor poi ítica de
propaganda y educación hacia
las masas para elevar su nivel de
conciencia, afianzándolo a través de
la participación en la lucha de
clases. El Partido utiliza todos sus
instrumentos y todas sus fuerzas en
esta labor: el periódico Revolución,
la orientación táctica, la juventud,
los sindicatos y otras organizacio-
nes de masas, etc.
Un aspecto importante en la ac-
 90 _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ CONCLUSIONES DE LA II CNC
ción poi ítica, que algunas organiza-
ciones revolucionarias menospre-
cian, es la lucha por las reformas,
la correcta poi ítica de alianzas y las
relaciones con otras organizaciones.
A este respecto es oportuno recor-
dar las palabras de Lenin: "Algunos
creen que el leninismo está, en ge-
neral, en contra de las reformas, de
. los compromisos y de los acuerdos.
Eso es compjetamente falso. Los
bolcheviques saben también como
cualquiera que, en cierto sentido,
'del lobo un pelo'; es decir, que en
ciertas condiciones las reformas en
general y los compromisos y los
acuerdos, en particular, son necesa-
rios y útiles.
El revolucionario acepta las re-
formas para utilizarlas, como una
ayuda para combinar la labor legal
con la clandestina, para aprovechar-
las como una pantalla que permite
intensificar la labor clandestina de
preparación revolucionaria de las
masas con vistas a derrocar la bu r-
guesía". (3)
En la actualidad cobran fuerza
diversas posiciones que niegan el pa-
pel del Partido de la clase obrera
como dirigente de la guerra revolu-
cionaria. Unilateralmente toman
como referencia la experiencia ne-
gativa de los Partidos revisionistas,
en especial de América Latina, que
han renunciado a la lucha revolucio-
naria y en algunos casos utilizan la
lucha armada como un medio de
negociación y propaganda o como
un recurso para conservar un espa-
cio dentro del movimiento revolu-
cionario. Al mismo tiempo sobre-
valoran el éxito alcanzado en algu-
nos países por organizaciones no
marxistas y olvidan los sucesivos
fracasos del foquismo y de tantas
organizaciones que en América
Latina han intentado sin éxito con-
vertirse en vanguardia de la revolu-
ción.
A juicio de algunos, sólo una
organización político-militar o un
ejército revolucionario puede diri-
gir la revolución y la lucha armada,
lo cual no tiene ningún asidero poi í-
tico ni en la teoría ni en la práctica
en nuestro país. Lo que demuestra
la experiencia, es la necesidad de
una organización poi ítica que reali-
ce !a movilización de las masas, ta-
rea que no puede realizar con la am-
plitud requerida la organización ar-
mada.
Otros consideran que el Partido
debe militarizarse para colocarse en
condiciones de participar en la gue-
rra revolucionaria. Nada más equi-
vocado, puesto que el nuestro es un
Partido poi ítico que impu Isa y diri-
ge diversas formas de la acción re-
volucionaria, entre ellas organiza-
ciones armadas, y no necesita cam-
biar su carácter para cumplir ese
papel. Lo que sí corresponde es
mantener y fortalecer el carácter
de Partido aguerrido, templado en
las diferentes formas de la lucha y
con capacidad para dirigir en todo
momento la lucha armada revolu-
cionaria.
Debemos superar las deficien-
cias presentes en nuestro trabajo,
ya que se observan incomprensio-
nes y diferencias, que se manifies-
tan más concretamente en defec-
tos en el trabajo, en la poca preo-
cupación por la educación y la for-
mación militar de la militancia y
en los escasos esfuerzos para im-
pulsar las formas organizativas ar-
madas de las masas. Algunos consi-
deran que los problemas relativos
a la lucha armada les competen a
CONCLUSIONES DE LA II CNC _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ 91
otros, de tal manera que problemas
como la infraestructura, lo relativo
a la logística, la atención a los dete-
nidos y a los heridos, han dejado de
ser, en gran medida, una preocupa-
ción de toda la militancia, con efec-
tos negativos para el desarrollo del
trabajo militar dirigido por el Parti-
El Movim.iento Guerrillero
En primer lugar hay que subra-
yar la importancia poi ítica que ha
adquirido el movimiento guerrille-
ro en nuestro país y su trascenden-
cia en el desarrollo de la lucha revo-
lucionaria.
El análisis de la situación del
movimiento guerrillero exige tomar
en consideración los elementos po-
i íticos que han conducido a la desa-
parición de varios grupos guerrille-
ros y al debilitamiento de otros, así
como la presencia de algunos
grupos que no han podido prospe-
rar aunque se plantean ese propósi-
to. En contraste, durante este pe-
ríodo se han fortalecido como prin-
cipales organizaciones guerrilleras
las FARC, el EPL, el ELN y el
M-19, con diferencias lógicas en
cuanto al espacio político, a la in-
cidencia en el movimiento de ma-
sas y a la consecuencia en el enfren-
tamiento contra el régimen. Así
como el aprovechamiento de estos
factores ha permitido el fortaled-
miento de algunas de ellas, el
menosprecio de los mismos ha con~
ducido al debilitamiento de otras.
En el plano militar la guerrilla ha
ganado en capacidad d_e combate,
ha logrado importantes avances en
lo técnico y los mandos demuestran
do. Es cierto que no sólo se trata
de un problema de la voluntad; pe-
ro hay un punto de partida y es la
disposición ideológica para resol-
verlos, ligado ésto con la educación,
orientación y planes precisos, aspec-
tos en los cuales hay que reconocer
que hemos tenido deficiencias.
un espíritu más audaz y creador,
así como mayor capacidad en la
conducción de las fuerzas.
Al examinar los problemas que
afectan al movimiento guerrillero
se debe señalar críticamente el
escaso crecimiento de sus fuerzas,
que no está en correspondencia
con la extensión de la inconformi-
dad popular y con el incremento os-
tensible de las diferentes formas de
la lucha revolucionaria. En esto se
hacen sentir las deficiencias en el
trabajo político hacia las amplias
masas, principalmente hacia las
grandes concentraciones de los tra-
bajadores de la ciudad y también
la falta de una mayor integración
y coordinación entre las ·diferentes
formas de lucha. En algunos casos
este defecto está ligado a la sobrees-
timación de la lucha armada, que
estimula el menosprecio a la labor
poi ítica y a la educación revolucio-
naria de las masas. Hay que anotar
así mismo la incidencia negativa de
la división del movimiento y el peso
de la repetición de métodos y tácti-
cas desgastadas, las deficiencias y
los errores en el plano de la acción
militar, en gran medida derivadas de
tácticas y métodos desactualizados.
Es preéiso · dar un desmentido
92 _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ CONCLUSIONES DE LA 11 CNC
claro a la presunta "crisis" del mo-
vimiento guerrillero, a partir de la
evidencia de que no han perdido va-
lidez la lucha armada ni sus expre-
siones concretas en nuestro país.
Pero sí están en decadencia diversas
concepciones foquistas, campesinis-
tas, militaristas, etc.
Se impone la tarea de remover
los obstáculos que impiden el desa-
rrollo del movimiento guerrillero y
su fortalecimiento cuantitativo. En
tal sentido, nuestro- Partido está
obligado a poner al descubierto
y a rebatir los desenfoques y los
errores que influyen en la situa-
ción actual y afectan la más sólida
unidad de las fuerzas revoluciona-
rias y el propósito unitario del
movimiento guerrillero.
Es preciso prestar atención
-en particular- a los siguientes pro-
blemas:
El papel nocivo del revisio-
nismo, que acentúa sus prédicas
pacifistas y sus prácticas colabora-
cionistas; la influencia dañina de la
socialdemocracia, impregnada de
vacilaciones e inconsecuencias; la
injerencia del trotskismo en el mo-
vimiento armado, al lado de tenden-
cias tercermundistas y foquistas; y
el reavivamiento de las acciones te-
rroristas.
También influyen negativamen-
te las tendencias pluralistas que tie-
nen su fundamento en una posición
poi ítica burguesa, opuesta por natu-
raleza a los objetivos estratégicos
del proletariado, y estimulan el más
crudo pragmatismo en la búsqueda
de salidas tácticas, lo que explica la
inconsistencia poi ítica de sus pro-
puestas y los fecuentes bandazos
en su comportamiento.
En las condiciones presentes
es erróneo colocar la lucha armada
en el primer plano y considerar que
en torno a el la se debe impulsar la
unidad popular y estimular el de-
sarrollo de la lucha popular. Es de-
senfocada la pretensión de consti-
tuir "vanguardias" político-milita-
res, que abierta o embozadamen-
te le disputan al proletariado la di-
rección poi ítica del proceso revolu-
cionario. De igual manera, es inco-
rrecta la intención de dirigir a las
masas apoyándose solamente en la
influencia poi ítica o en el prestigio
de la organizaci(>n guerrillera.
Cabe anotar que en algunos ca-
sos esas posturas coinciden con el
menosprecio a la lucha poi ítica, lo
que en la práctica conduce a la se-
paración entre la lucha armada y el
conjunto del movimiento revolucio-
nario y de masas, al menosprecio de
la educación poi ítica y a la nega-
ción de la búsqueda de propuestas
tácticas, en el marco del propósito
de conquistar el poder poi ítico.
Comprendiendo la influencia
que tienen estos desenfoques para
el desarrollo exitoso de la lucha re-
volucionaria y para el fortaleci-
miento de las fuerzas guerrille-
ras, nuestro Partido subraya la im-
portancia de proseguir la confron-
tación franca contra las posiciones
políticas incorrectas. En algunos
casos no se trata de contradiccio-
nes que impidan la acción unifica-
da de las diferentes fuerzas de com-
bate. Precisamente por esta ,razón,
el Partido resalta las coincidencias
que existen en la búsqueda de cam-
bios profundos en la realidad de
nuestro país y en el empleo de la lu-
cha armada como instrumento para
impulsarlos. A partir de estos pun-
tos de coincidencia podemos clari-
ficar qué otros elementos en el or-
CONCLUSIONES DE LA II CNC _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ 93
den táctico pueden servir de base
para la acción unificada de mayor
La CNG y la unidad del Movimiento Guerrillero
La existencia en Colombia de
varias organizaciones guerrilleras de
larga trayectoria, de cubrimiento
nacional y significativa influencia
de masas, guiadas por diferentes
orientaciones poi íticas, ofrece parti-
cularidades que deben ser tomadas
en cuenta en el proceso de la uni-
dad del movimiento guerrillero.
Valorando correctamente la
trascendencia del movimiento gue-
rrillero en la realidad política del
país, hay que insistir en la impor-
tancia de trabajar con tesón por el
fortalecimiento de la unidad de sus
fuerzas. Desde luego, hay que re-
chazar las actitudes hegemonistas y
excluyentes que entorpecen ese
propósito. En este contexto hay
que destacar la ·importancia que
tuvo el proceso de la CNG en la
búsqueda de niveles más altos y só-
lidos de unidad. Las enseñanzas
derivadas de lo que fue la CNG y
la apreciación sobre la importan-
cia de este nuevo proceso que se
configura con la Cumbre Guerri-
llera que constituyó la Coordina-
dora Simón Bolívar, que cuenta
con 'la participación de las FARC,
son elementos valiosos para darle
a este proceso mayor vigor y pro-
yección política y militar y para
no repetir errores que entrabaron
a la CNG.
La CNG surgió como una ne-
cesidad en la búsqueda de nuevos
niveles en el desarrollo de la lucha
guerrillera para enfrentar en for-
envergadura.
ma coordinada al enemigo común;
se propuso contribuir a la unidad
del movimiento' ,revolucionario y a
la solución de problemas que afec-
tan a las diferentes organizaciones
que, como es lógico, tienen su
propia visión sobre qué bases poi í-
ticas, cómo y en qué forma se logra-
rá afianzar la unidad y se resuelven
los problemas en este nuevo proce-
so mas amplio configurado a partir
de la constitución de la coordina-
dora Simón Bolívar.
Conviene reafirmar la acertada
orientación con que nuestro Parti-
do trabajó en la CNG, posición
que le ha permitido contribuir al
nuevo nivel de unidad alcanzada y
a la proyección que debe tener la
Simón Bolívar.. Desde el principio,
cuando se propició el acercamiento
entre las diferentes organizaciones
guerrilleras, nuestro Partido planteó
con toda claridad la necesidad de
señalar con precisión las coinciden-
cias y las diferencias; de fortalecer
los puntos de unidad y profundizar
la discusión para resolver los pro-
blemas poi íticos. Hoy podemos se~
ñalar que el desarrollo de los acon-
tecimientos confirma el acierto de
esa posición.
La trascendencia del proceso
unitario de las organizaciones gue-
rrilleras se debe a que responde a
un anhelo del pueblo y favorece
la unidad del movimiento revolu-.
cionario y democrático; ha abier-
to nuevas posibilidades para la ac-
94 _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ CONCLUSIONES DE LA II CNC
ción del movimiento guerrillero en
el plano militar, así como para su
proyección poi ítica y ha propiciado
la unidad de acción de contenido
revolucionario.
Es preciso ubicar correctamen-
te el papel de la "SB" dentro del
conjunto del proceso revoluciona-
rio, de acuerdo con la realidad poi í-
tica en que actúa y con el desenvol-
vimiento de la lucha de clases. Se
impone la integración de su activi-
dad., con las demás formas de orga-
nización y de lucha; para que se
convierta en un instrumento eficaz
para el fortalecimiento y la amplia-
ción del movimiento revoluciona-
rio y de las luchas populares.
En las condiciones actuales de
nuestro país el movimiento guerri-
llero no está colocado en el centro
ni está en capacidad de cubrir por
sí mismo todas las áreas de la activi-
dad poi ítica; dicho en otras pala-
bras, las fuerzas guerrilleras son
sólo una parte del movimiento re-
volucionario y es equivocado que
pretendan ocupar todo el espacio
a
poi ítico.
Es oportuno reivindicar la ubi-
cación de las fuerzas armadas popu-
lares como parte integrante del mo-
vimiento poi ítico, y de la lucha ar-
mada como elemento importante
de la lucha poi ítica, que por lo tan-
to, no se debe independizar ni mu-
cho menos sobreponer a ésta últi-
ma.
Resaltamos las Conclusiones de
la Cumbre Guerrillera y la Declara-
ción poi ítica de la Coordinadora
Simón Bolívar. En ellas se reafirma
la decisión de combatir al régimen,
la voluntad unitaria, el propósito
de conquistar el reconocimiento de
la Coordinadora como fuerza beli-
gerante nacional e internacional-
mente, se ratifica la independencia
de cada organización, se define el
acuerdo fundamentalrmente como
acuerdo guerrillero y se rechaza el
ultimatum del gobierno en el sen-
tido de que estas fuerzas se desmo-
vilicen y entreguen las armas, sin
que ello implique la negativa a tácti-
cas de diálogo y tregua.
El aprovechamiento de las coin-
cidencias poi íticas logradas ahora
no puede llevarnos a entender la
unidad como un proceso volunta-
rista. Es preciso avanzar en el escla-
recimiento de lo que nos une y en
la discusión de las diferencias y con-
tradicciones. Hay que ser conscien-
tes de que este nuevo proceso tiene
muchas ventajas, pero plantea nue-
vas dificultades.
Tanto las posiciones hegemonis-
tas que puedan expresarse como la
idea de convertirla en la "vanguar-
dia poi ítico-militar'',, atentan con-
tra la consolidación de la S.B. No-
sotros defendemos con franqueza
la independencia poi ítica y organi-
zativa de las diferentes organiza-
ciones que integran la coordinado-
ra y, al mismo tiempo, reafirma-
mos la conveniencia de lograr acuer-
dos poi íticos de orden táctico y de
aunar y coordinar fuerzas para la
realización de acciones conjuntas
de mayor contundencia.
De ninguna manera estamos de
acuerdo con echar en saco roto las
diferencias poi íticas que existen en
el orden estratégico y táctico e in-
cluso coyuntural, que son inheren-
tes a la propia vida de esta alianza
CONCLUSIONES DE LA 11 CNC _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ 95
guerrillera. Tal como se presenta
la situación, las organizaciones que
la integran deben aprender a coexis-
tir con esas diferencias, a tratarlas
de manera correcta e incluso a
resolverlas acertadamente apro-
vechando las condiciones favora-
bles. Así se lograrán relaciones más
claras, en beneficio de los puntos
coincidentes y de la acción con-
junta. En el pasado se derivaron
efectos negativos de la sobrevalo-
ración de las identidades poi íticas
en el seno de la CNG, lo que refle-
jaba la falta de objetividad en el
análisis de la situación. No puede
colocarse el voluntarismo por enci-
ma del análisis de la realidad con-
creta o restarle importancia a la
confrontación ideológica y poi í-
tica como aspecto inherente al for-
talecimiento de la unidad. ·
El proceso unitario actual es
promisorio y es complejo, como
corresponde a la complejidad de
la lucha de clases en las circunstan-
cias actuales. La vitalidad de este
proceso no depende del entusiasmo,
puesto que la unidad no puede
concebirse como un simple acto
de voluntad, ajeno a los acuerdos
poi íticos y a la lucha consecuente
en la aplicación de los mismos.
Nuestro Partido ha planteado
que la intensificación de la lucha
poi ítica y la confrontación de opi-
niones en el seno de la Coordinado-
ra la claridad en las relaciones, la
C~ordinación y las acciones mili-
tares unificadas, el fortalecimiento
de los integrantes, el respeto a los
acuerdos y el desarrollo de los mis-
mos, permitirán avanzar en la unidad
sobre bases sólidas. Por ello el Par-
tido y el EPL deben profundizar
sus relaciones tanto a nivel bilateral
como multilateral para contribuir
a la clarificación de los problemas
y sentar bases firmes que permitan
salir adelante en este propósito uni-
tario.
La poi ítica unitaria de nuestro
Partido es una sola, aplicable en las
diferentes expresiones de la lucha
popular y en las distintas áreas de
trabajo. Nuestro trabajo en la SB
no es ajeno a esta premisa y por eso
lo concebimos como integrado a la
poi ítica frentista en las actuales
circunstancias.
E I compromiso de nuestro Par-
tido es la búsqueda de la unidad del
movimiento guerrillero, que no es
sólo coyuntural o táctica, sino de
proyecciones estratégicas, teniendo
en cuenta su trascendencia para la
conquista y la consolidación del
poder poi ítico. En efecto, la re-
volución colombiana exige la uni-
dad de todos los combatientes re-
volucionarios, puesto que no pode-
mos garantizar la victoria enfren-
tando a las fuerzas armadas de la
burguesía con las fuerzas dispersas.
Nuestro Partido se propone la
construcción de un poderoso ejér-
cito revolucionario único que luche
por los objetivos del proletariado
y defienda en primer lugar sus inte-
reses, un ejército que defienda la
dictadura del proletariado y la
construcción socialista. Desde lue-
go, el Partido tiene interés en ejer-
cer la dirección poi ítica de tal ejér-
cito, para lo cual se plantea nuclear
las fuerzas de combate alrededor de
la poi ítica del Partido. En cambio,
algunos conciben el ejército único
como un problema netamente mili-
tar, de identidad de procedimientos
operativos, o el amontonamiento de
hombres y de armas alrededor de
unos jefes y el nombramiento de un
96 _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ CONCLUSIONES DE LA 11 CNC
mando único, dentro de la concep-
c1on de "vanguardia colectiva",
basada en el pluralismo, que es aje-
no a los intereses del proletariado
en su calidad de vanguardia poi ítica
de la revolución.
En el campo internacional la
S.B. se ha abierto un espacio que
tiene especial importancia en el
marco de las tareas que correspon-
den al frente antiimperialista.
Existen coincidencias en materia de
poi ítica internacional, que le posibi-
litan cumplir un efectivo trabajo en
el movimiento revolucionario y an-
tiimperialista a nivel mundial. Tam-
Construcción de Eiército Revolucionario
"El ejército revolucionario es
imprescindible, porque los grandes
problemas históricos sólo pueden
resolverse por la fuerza y la organi-
zación de la fuerza es, en la lucha
moderna, la organización militar"
(4)
El proletariado y el pueblo re-
quieren para la toma y posterior
ejercicio del poder de un ejército re-
volucionario, con élevadas cualida-
des ideológicas, políticas y milita-
res, que enfrente y aniquile al ejér-
cito burgués y luego se convierta en
pilar invaluable de la dictadura del
proletariado.
De conformidad con su carácter
de brazo armado del Partido, el
EPL está dirigido hegemónicamente
por el Partido como un instrumento
del proletariado para la lucha por el
socialismo. Por esa razón, contri-
buye a la aplicación del internaciona-
lismo proletario y a la realización
oiér, en este plano influye la ofensi-
va de la socialdemocracia y el revi-
sionismo, por lo cual se precisa
ser activos en el esclarecimiento de
las posiciones del Partido.
Nuestro Partido y el EPL han
participado de manera decidida en
el proceso de surgimiento de la
SB y están llamados a seguir apor-
tando en su consolidación. Somos
conscientes de que para avanzar no
basta tener una poi ítica correcta,
es indispensable contar con una pó-
derosa fuerza política y militar que
se¡ guíe por esa política correcta y
contribuya a su afianzamiento.
de las tareas del frente anti imperia-
1ista. Las tareas internacionalistas
cumplidas por el EPL están subor-
dinadas a la política internacionalis-
ta del Partido y sujetas a su direc-
ción.
La construcción del ejército po-
pular, como lo plantea el X 11 Con-
greso del Partido, es un problema
de carácter táctico y estratégico, ín-
timamente ligado a la preparación
de la insurrección. El EPL es una de
las más importantes formas de acu-
mulación de fuerzas que utiliza el
Partido del proletariado para prepa-
rar la insurrección. El ejército re-
volucionario es una forma concreta
de hacer poi ítica en Colombia, de
organizar y movilizar importantes
sectores del pueblo, en el marco de
la situación actual.
A partir del XI Congreso y de
la realización de la I Conferencia
Nacional de Combatientes, la tarea
de construcción de ejército tomó
CONCLUSIONES DE LA II CNC _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _~97
un nuevo rumbo y un nuevo impul-
so, posibilitando el desarrollo alcan-
zado hasta hoy. El EPL ha logrado
éxitos significativos y podemos se-
ñalar en este período dos etapas en
su desarrollo: la primera, de la I a la
111 Conferencia Nacional de Comba-
tientes, en que logró convertirse en
una organización nacional, con
fuerza en el campo y en la ciudad,
superando en gran medida su condi-
ción de organización rural y regio-
nal; la segunda etapa, desde la 111
Conferencia hasta hoy, durante la
cual logra dar un importante salto
en su desarrollo militar, pasando de
pequeñas unidades guerrilleras, a
una organización más grande, con
mayor vocación y proyección de
ejército y mejor nivel técnico y ope-
rativo.
Esto se ha logrado a través de
un trabajo planificado que tomó co-
mo punto de partida el cambio de
mentalidad de mandos y comba-
tientes para adoptar una concep-
ción más amplia y audaz. Hoy po-
demos afirmar que el salto propues-
to se ha logrado en gran medida,
que la situación es positiva y la
perspectiva favorable. Pero es evi-
dente que aún estamos distantes de!,
nivel requerido y éso nos exige un
mayor trabajo para superar proble-
mas existentes.
El EPL ha registrado un creci-
miento destacado; del XI Congreso
hasta ahora ha crecido 12 veces y
del XII Congreso hasta hoy ha du-
plicado sus efectivos. A nivel de
cuadros de Partido y de oficiales
el crecimiento cualitativo y cuanti-
tativo es también significativo,
puesto que contamos con una im-
portante nómina de oficiales entre
mandos y técnicos de distinto nivel.
Sin embargo, el crecimiento ha esta-
do por debajo de las necesidades y
de las posibilidades, lo que repre-
senta un serio desafío, dadas las
condiciones favorables.
En el campo de la técnica los
avances han sido notorios, si se to-
ma en cuenta la situación anterior
de carencia de técnicos y elementos
modernos que hoy son indispensa-
bles para el desarrollo de la guerra
revolucionaria. Hemos dado pasos
iniciales en la preparación de u-n nú-
cleo de técnicos y especialistas en
diferentes campos, como la inteli-
gencia, las comunicaciones, la sani-
dad militar, los explosivos, etc; se
creó la Escuela Nacional de Comba-
tientes y se vincularon más profe-
sionales a las filas del EPL; se mon-
taron ta lle res de confecciones, ar-
mería, etc.
El EPL ha jugado un importan-
te papel político en el cumplimien-
to de las orientaciones del Partido y
en la aplicación de la táctica. Como
ejemplo podemos señalar el período
de cese del fuego y diálogo nacio-
nal, cuando el Partido utilizó a ple-
nitud al EPL como instrumento para
difundir la política, las propuestas y
el propio nombre del Partido y pos-
teriormente la reactivación de las
acciones, a raíz de la ruptura de la
tregua.
Aunque se han logrado avances
en las relaciones de trabajo con
otros comités de Partido, lo cierto
es que no se ha logrado una verda-
dera coordinación y a pesar de con-
tar con la permanente orientación
poi ítica, no se ha trabajado con ba-
se en planes únicos integrados. Ca-
be señalar que en las regiones donde
98 _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ CONCLUSIONES DE LA 11 CNC
la coordinación es mejor, los resul-
tados han sido más favorables tanto
para el Partido como para el EP L,
Fortalecimiento del EPL
La Conferencia hace un ex¡:.reso
reconocimiento de los avances y los
notables éxitos alcanzados por el
EPL durante este período. El EPL
ha afianzado una sólida unidad de
sus filas; tiene un firme y creciente
prestigio entre las masas populares;
muestra un notorio crecimiento de
sus efectivos y la expansión de su
trabajo en diferentes regiones del
país; ha mejorado su combatividad
y su capacidad técnica y operativa;
ha elevado 1·a calidad de los mandos
y aumentado los medios de comba-
te. ·se observa en todos los niveles
de la organización grandes deseos
de progresar y se están dando pa-
sos concretos en esa dirección.
El EPL tiene condiciones propi-
cias para cumplir eficazmente su
misión, fundamenta.lmente porque
está dirigido por el Partido. De
ahí que estemos obligados a co-
rregir con prontitud cualquier
intención o cualquier acción que
conll.eve el debilitamiento del
papel dirigente del Partido. El Par-
tido está obligado a reforzar su la-
bor dirigente y su atención más es-
merada a este frente especi'fico de
trabajo.
En medio de las condiciones
favorables existen problemas que
evaluamos en relación con los pro-
gresos logrados y con las perspecti-
vas que nos planteamos. Las defi-
ciencias existentes las ubicamos co-
mo problemas que corresponden
en gran medida a la perspectiva de
que ampltan su influencia en las
masas y se ven favorecidos en los
planes de reclutamiento.
uesarroilo, que de no superarse
frenarían la proyección de los avan-
ces. La solución de esas fallas que
obstaculizan el fortalecimiento del
EPL y el cumplimiento de su mi-
sión, permitirá crecer en grande y
mejorar nuestra tarea de combate
en todos los sentidos.
Entre éstos problemas se desta-
can los defectos en la ubicación so-
cial del trabajo principal del EPL,
la nociva influencia del empirismo
y las manifestaciones de debilita-
miento del .espíritu de Partido.
Cabe señalar también los errores
y deficiencias en la lucha ideológi-
ca.
Es oportuno insistir en el efecto
dañino del empirismo que afecta
a mandos y combatientes y es causa
de serias deficiencias en nuestro tra-
bajo.
Es preciso acentuar la lucha
contra el empirismo que sigue afec-
tando el trabajo del EPL, insistien-
do en la aplicación de la conclusión
de la 111 Conferencia Nacional de
Combatientes, que señJló: "La so-
lución de Ios problemas que afectan
el trabajo del EPL no es ajena a la
lucha contra el empirismo. Si no
obtenemos un buen nivel político,
militar y cultural, no esposible re-
solver y contribuir a dar salidas a
los problemas que. la orqanización
presenta". Esta arneciación es apli-
cable en general a todo el trabajo
militar, afectado por este problema.
Como derivados del em11irismo
se presentan deficiencias en el estu-
CONCLUSIONES DE LA II CNC _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
dio y en el análisis de las situaciones
concretas, así como manifestacio-
nes de localismo y estrechez, que
si bien tienen un estímulo en las
condiciones objetivas en que se
cumplen las actividades del EPL, no
son ajenas a deficiencias ·ideológi-
cas y poi íticas, en las cuales debe-
rnos poner acento.
En las filas del EPL es bastante
elevado el porcentaje de analfabetas
y el nivel cultural y teórico es defi-
ciente, lo que hace más difícil el
trabajo poi ítico y la capacitación;
ésto nos ha exigido un mayor es-
fuerzo en el campo de la educación
general, en el reclutamiento de re-
volucionarios y en la dedicación de
comunistas a esa labor. En el pre-
sente, la base social del EPL es prin-
cipalmente campesina, lo que tiene
una incidencia directa en la pervi-
vencia del empirismo. La reubica-
ción de las fuerzas y los cambios
de fondo que se están planteando,
tienden a dar salida a ese problema.
Lógicamente también debemos in-
sistir en el importante papel de la
Escuela Nacional de Combatientes
y superar las deficiencias en su fun-
cionamiento. Hay que propender
por una mejor estructuración de la
escuela y por la dedicación de re-
cursos humanos y técnicos adecua-
dos, pues la escuela está llamada a
jugar un papel de gran importancia
en la unificación más profunda alre-
dedor de la Iínea militar, en la cali-
ficación poi ítica y técnica de cua-
dros y combatientes, en el afianza-
miento ideológico y en la supera-
ción del empirismo.
La lucha frontal contra el empi-
rismo relieva la importancia de me-
jorar la educación en todos los nive-
les, a fin de garantizar la firmeza
ideológica y la claridad poi ítica que
99
se debe exigir a los cuadros dél Par-
tido en primer lugar, pero en gene-
ral a todos los militantes, para que
puedan cumplir con eficacia su mi-
sión . revolucionaria, en correspon-
dencia con el papel dirigente del
Partido. La Escuela Nacional de
Combatientes tiene un papel espe-
cífico que cumplir en este aspecto.
Por su parte los comités y la
células deben dedicar más atención
al cumplimiento de los planes de
educación con miras a erradicar al
empirismo.
De igual manera es urgente me-
jorar el trabajo con el periódico Re-
volución; ello exige remover los
obstáculos ideológicos y prácticos
que impiden que el órgano central
del Partido llegue con prontitud
a los frentes, sea estudiado y asimi-
lado en todo su valor unificador y
orientador y sea utilizado para la
actividad política del EPL entre
las masas. Por supuesto, un mejor
trabajo con el Periódico también
implica la organización de los apor-
tes hacia él, teniendo en cuenta la
necesidad de educar en torno a
nuestra Iínea militar, difundir los
conocimientos militares entre las
masas, difundir las acciones del
EPL y contrarrestar la propaganda
negra del enemigo. Conforme a la
ubicación central del Revolución
para el Partido y sus instrumentos,
es necesario estudiar y promover el
trabajo con el Liberación, mejorar
su contenido, regularizarlo y adop-
tar las medidas organizativas que
ello amerite.
Es preocupante el grado de dis-
persión y deficiencias en la planifi-
cación, que se hacen presentes en
general y en las diferentes secciones
y ramas técnicas. Ha tenido cierna-
1oo _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ CONCLUSIONES DE LA II CNC
siado peso el manejo individual de
asuntos importantes, en ocasiones
sin contar con la decisión del man-
do superior, que a veces se ha visto
colocado ante hechos cumplidos.
Otro problema que reclama so-
lución urgente es el limitado núme-
ro de cuadros especializados y el pe-
so del "toderismo", que se convier-
te en un factor de dispersión y de-
sorganización del trabajo.
Han existido errores y fallas que
inciden en alguna medida en el
debilitamiento del papel del Partido
en el orden ideológico, poi ítico y
organizativo. Un elemento básico
para superar los errores y deficien-
cias y para proyectar el trabajo con
mayor audacia es la intensifica-
ción del trabajo del Partido en la
formación ideológica y poi ítica de
la fuerza de combate. Por eso de-
bemos trabajar intensamente por
tortalecer la organización del Parti-
do y por hacer efectivo el cumpli-
miento de las tareas de los organis-
mos y las células en el EPL, que de-
ben funcionar correctamente con-
forme a las normas de organización.
El EPL requiere cuadros fieles
ideológicamente y firmes ·en el pla-
no poi ítico, dotados de la forma-
ción y las cualidades específicas
para que puedan cumplir las tareas
que les corresponde. Por eso se de-
be atender su formación integral y
especializada, teórica y práctica,
poi ítica y militar, teniendo presen-
te que esta formación debe realizar-
se en correspondencia con el propó-
sito de formar un ejército poderoso,
revolucionario y de avanzada.
Es evidente que existe una
gran distancia entre el desarrollo
práctico de nuestro trabajo militar
y la elaboración teórica. En efecto,
es deficiente la sistematización de
las experiencias del pueblo colom-
biano en la lucha armada, de la apli-
cación de la teoría marxista-leninis-
ta en las condiciones particulares
de nuestro país y de la lucha d irigi-
da por nuestro Partido. Es preciso
trabajar con miras al desarrollo de
nuestra teoría militar, apoyándonos
en las experiencias acumuladas y en
la existencia de condiciones propi-
cias para concretar esa tarea.
Nuestro Partido está empeñado
en el desarrollo de la lucha armada
popular, como parte de la prepara-
ción de la insurrección general. Esto
exige la integración poi ítica y orga-
nizativa del trabajo armado con los
objetivos poi íticos y los planes del
Partido, lo que significa que en to-
do momento la actividad militar de-
be estar integrada a los planes gene-
rales del Partido y subordinada a
ellos.
El trabajo militar tíene como
base el fortalecimiento del EPL en
cantidad y en calidad; pero al mis-
mo tiempo debe atender el impulso
a la organización militar y el adies-
tramiento de las masas, tareas que
están ligadas no sólo al crecimiento
del EPL sino a la preparación de la
insurrección. Es indispensable tra-
bajar por la formación de fuerzas
armadas populares, con una varie-
dad de niveles y formas organizati-
vas, que hagan efectiva la vincula-
ción de las masas a la lucha armada.
Nos planteamos construir un
ejército poderoso como instrumen-
to para la insurrección y como sos-
tén fundamental de la dictadura del
proletariado. Por éso estamos em-
peñados en fortalecer las formacio-
nes regulares de ejército, como una
tarea que está en el orden del. día,
sin perder de vista que no se trata
CONCLUSIONES DE LA 11 CNC _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ 101
de un impulso voluntarista sino
cuidadosamente planificado ~n re-
lación con el desarrollo del movi-
Proyección del Traba;o del EPL
Desde la 111 Conferencia Nacio-
nal de Combatientes venimos im-
pulsando la poi ítica de concentra-
ción y centralización de nuestras
fuerzas; para cumplir esta orien-
tación se suspendió en un momen-
to dado la creación de nuevos fren-
tes y se avanzó en la organización
de Columnas. Ahora se hace necesa-
rio proyectar las columnas, tenien-
do en cuenta que esta Iínea nos
conduce a la construcción de ejérci-
to regular. Así, la concentración,
manejada con flexibilidad y no en
forma absoluta representa el
elemento básico de nuestro trabajo
en el EPL.
Ello no implica renunciar a la
guerra de guerrillas; nos propone-
mos trabajar en los niveles superiore~
de ella, empezando por introducir
elementos de la gu"erra de movi-
mientos, lo que equivale a desarro-
llar la táctica militar y nuevas for-
mas de enfrentamiento, de conduc-
ción y empleo de las fuerzas, de
disciplina, de utilización de la técni-
ca, etc. , utilizando hábilmente la
dispersión, cuando sea conveniente.
Seguiremos trabajando dentro de
los frentes con unidades en su estilo
guerrillero tradicional. Renunciar
a las unidades guerrilleras y trabajar
sólo con las columnas es un error
que equivaldría a trabajar con una
sola mano. Esto impone una mayor
centralización y un control más
efectivo, para superar la dispersión
y la descentralización propias de las
unidades guerrilleras pequeñas.
miento revolucionario y con la ele-
vación de las cualidades del EPL.
Debemos combinar acertada-
mente la concentración y la disper-
sión, tomando como elemento prin-
cipal la concentración. Hay que ga-
rantizar un amplio campo de
maniobra, la vinculación más estre-
cha con las masas en el aprovecha-
miento pleno de la capacidad de
nuestro pueblo, de la experiencia
guerrillera, de todos los combatien-
tes, de los elementos de combate y
1os recursos.
La concentración de fuerzas, que
es una de las tareas de primer orden
del EPL, debe partir de una correc-
ta relación entre la cantidad y la ca-
lidad de las fuerzas y atender la
acertada distribución de los cuadros
y los mandos. Teniendo a la vista
esa proyección, se requiere una ma-
yor centralización de la dirección
poi ítica y del mando militar, sin
descuidar el ejercicio de la direc-
ción colectiva. El crecimiento de
las formaciones regulares, la con-
centración y la centralización de las
fuerzas hace más exigente el forta-
lecimiento de la dirección del Parti-
do en todos los niveles de la organi-
zación armada.
La concentración no debe ser
absoluta, ni debe debilitar el traba-
jo poi ítico hacia las masas; por el
contrario, debe contribuir a hacer
más sólidos los vínculos con ellas,
en combinación con los otros ins-
trumentos del Partido.
Esta proyección del trabajo
nos exige la mejor utilización de
los hombres y los elementos y nos
impone la urgencia de ·multiplicar-
102 _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ CONCLUSIONES DE LA 11 CNC
los. Es preciso comprender que la
certera organización y la adecuada
utilización de las fuerzas y de los
recursos favorece el desarrollo de la
organización y el aprovechamiento
de las cualidades individuales. Esta
1ínea de conducta, ligada al creci-
miento · más ambicioso de nuestra
fuerza, nos permitirá resolver mu-
chas de las deficiencias que nos
aquejan actualmente.
En cuanto a la I ínea de acci·ón
del EPL, debemos valorar los
importantes avances logrados, que
crean mejores condiciones para apli-
car la I ínea de realizar acciones de
mayor envergadura,· más con tu n-
dentes y. más frecuentes, poniendo
acento en golpear a las fuerzas vivas
· del enemigo. Hay que señalar que
hemos tenido serias deficiencias en
la aplicación de esta justa orienta-
ción y debemos corregirlas· con u r-
gencia. Para alcanzar este propósi-
to es indispensable contar con man-
dos calificados y combatientes ca-
pacitados; hay que mejorar con to-
dos los esfuerzos que sean necesa-
rios las labores de inteligencia y
planificación y desplegar más auda-
cia en la utilización y la conduc-
ción de las fuerzas. ·
Los frentes urbanos y suburba-
nos son parte integral en la cons-
trucción de ejército, sobre todo si
se tiene en cuenta que nuestro obje-
tivo no es crear un ejército campesi-
no, sino un ejército popular con ba-
ses en la ciudad y en el campo. El
desarrollo del trabajo en estos fren-
tes es de especial importancia, dada
la concentración obrera y popular.
Esto tiene implicaciones en relación
con la base social que debe nutrir
preferencial mente las filas del EP L
y con la propia ubicación de las
fuerzas.
El trabajo urbano nos exige una
mayor profesional ización, enten-
diendo por ella la combinación de
la tecnificación y la mayor capaci-
dad operativa, especialmente a nivel
de los mandos. Claro está que esto
no puede hacerse a costa de su di-
vorcio de la lucha popular, ni supo-
ner un crecimiento reducido, en sec-
tores marginales o sólo para especia-
listas. Se requiere una correcta
integración entre la calidad de las
acciones y la cantidad de las fuer-
zas; además debe relacionarse estre-
. chamente con las milicias y con
otros grupos de apoyo.
Hay que insistir en que la cons-
trucción de ejército es una tarea
que compromete a todo el Partido
y no sólo a un comité en particular.
La situación actual y los objetivos
de envergadura que nos propone-
mos, reclaman la formación de un
mayor número de mandos-y Ja me-
jor utilización de los existe,ntes, el
refuerzo por parte· del Partido¡ el
crecimiento más ambicioso y la vin-
culación de profesionales y técni-
cos para mejorar el nivel del EPL en
todos los sentidos. Hay que subra-
yar la importancia de la moral revo-
lucionaria ·y el fortalecimiento ideo-
lógico como factores necesarios pa-
ra su cualificación y por lo mismo
para su reforzamiento.
Es indispensable mejorar el tra-
bajo poi ítico en las áreas donde se
proyecta el crecimiento y la activi-
dad del EPL, en las cuales se nece-
sita· que las masas estén moviliza-
das y organizadas. Hay que garan-
tizar en los planos poi ítico y orga-
nizativo la· más estrecha integra-
ción y coordinación de las activi-
dades poi íticas y militares.
En resumen, hoy cobra mayor
 CONCLUSIONES DE LA II CNC _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ 103
fuerza el planteamiento del XII
Congreso: "El trabajo militar no es
sólo un compromiso de los especia-
listas sino de todo el Partido que
en sus diferentes formas contribuye
a su desarrollo. Hay que destacar
Construcción y tareas de las Milicias
El fortalecimiento del EPL y de
sus tareas de combate debe estar li-
gado íntimamente· al impulso de la
organización militar de las masas,
al permanente esfuerzo por educar-
las en la lucha revolucionaria, en
particular en la lucha armada. La
orientación de fomentar el arma-
mento del pueblo, como tarea de
preparación de la insurrección, está
relacionada con el impulso a la
organización de las milicias.
La organización de las milicias
cobra hoy particular importancia
debido a la situación del país, y a
los avances del proceso de fascisti-
zación; su proyección está en rela-
ción con el ascenso de la lucha de
las masas y con el desarrollo de la
lucha armada popular. Ante la arre-
metida violenta del régimen, que
acude a todos los medios para de-
tener al movimiento revolucionario,
el proletariado y el pueblo deben
hacer mayores esfuerzos no sólo
para defender sus organizaciones,
sus dirigentes y sus movilizaciones,
sino también para realizar acciones
ofensivas, cuando las circunstacias
lo exijan, y que contribuyan a la
acumulación de fuerzas revolucio-
narias, con miras hacia la insurrec-
ción.
El EPL y las milicias son organizati-
·Vamente diferentes: mientras aquel
es una organización calificada, en
cierta medida profesional y perma-
por eso la· imperiosa necesidad de·
que todo.s los miembros del Parti-
do comprendan cabalmente la I ínea
militar para que puedan aportar en
la solución de los problemas políti-
cosen esta actividad".
nente, éstas son formas organizati-
vas elementales, con mínima regla-
mentación y no siempre permanen-
tes; de otra parte, sus elementos de
defensa y ataque son más simples.
Hay que impulsar la creación
de milicias allí donde las condicio-
nes sean propicias: en las fábricas,
los centros de trabajo, los barrios,
los centros de educación, las vere-
das, los poblados, etc. Su traba-
jo es dirigido y coordinado por el
Partido, que· de acuerdo con la agu-
dización de la lucha popular y con
las condiciones políticas y milita-
res, planifica el trabajo, estimulan-
do la iniciativa de las masas y· po-
niendo en juego su audacia.
Las milicias representan la
manera ordenada y organizada de
· popularizar los conocimientos mili-
tares, de armar a las masas y de con-
tribuir a su propia defensa y en oca-
siones recurrir a la ofensiva, confor-
me a las exigencias de la lucha revo-
lucionaria. Con su acción las mili-
cias deben contribuir a consolidar
y ampliar el espacio poi ítico de la
1ucha armada y a. reforzar los nexos
de ésta con la movilización política
de las masas. ·
Las acciones de las milicias van
desde la defensa de las movilizacio-
nes y acciones de las masas y la vi-
da de los dirigentes, hasta. acciones
de sabotaje y otras, de acuerdo con
las condiciones concretas de lugar
y tiempo; además deben cumplir
104 _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ CONCLUSIONES DE LA 11 CNC
tareas ,de apoyo al EP L tanto en
las acc1ones como en las tareas de
tipo logístico, de información, de
sanidad, transporte, etc.
Siendo simples en su estructura,
no _deben encajonarse en un número
determinado, aunque es recomen-
dable que al principio su número
sea limitado; deben contar con uno
o dos dirigentes por grupo ( preferi-
blemente militantes del Partido),
que sirvan de motores y nucleado-
res.
Todo el Partido tiene un serio
compromiso con el impulso a estas
formas de organización militar de
las masas, lo que implica una exi-
gencia para los comités, las células y
los militantes en general. Las mili-
Problemas de Organización
La caracterización del EP L
como brazo armado del Partido re-
sume su elevada calidad revolucio-
naria. El EPL se guía por la políti-
ca del Partido, aplica fielmente sus
orientaciones y cumple disciplina-
damente las tareas que él le asigna.
El tratamiento y la solución de
los problemas de organización en el
EPL, deben atender dos aspectos:
en primer lugar la incidencia de la
problemática general del Partido en
este frente de trabajo; en segundo
lugar, los problemas específicos de
estructura y funcionamiento del
trabajo del Partido en el seno del
EP L y las relaciones correctas entre
ambas organizaciones.
La solución de los problemas
organi:2ativos debe partir de la
reafirmación del carácter diferen-
ciado del Partido y del EP L. .La
cías requieren educación poi ítica,
adiestramiento militar y estricto
control, a fin de que no caigan en
actitudes anarquistas o terroristas
y para que no se ahoguen en la pa-
sividad.
Con el desarrollo de las milicias
el Partido deberá coordinar y plani-
ficar no sólo las actividades a nivel
local, regional y nacional, sino rela-
cionar íntimamente su actividad
con el EPL. Lógicamente el Parti-
do deberá tomar medidas organiza-
tivas particulares a ese respecto.
En su actividad son aplicables los
criterios de compartimentación, las
exigencias del trabajo conspirativo
y en buena medida los criterios tác-
ticos de la guerra de guerrillas.
dirección del Partido en la act1v1-
dad militar del EPL debe estar pre-
sente en todo momer)to, esto es,.
antes, durante y después de las
acciones, teniendo en cuenta que
tal dirección tiene expresión con-
creta a través de los organismos
centrales y de las diferentes instan-
cias subordinadas a ellos. Cualquier
postura o comportamiento que de-
bilite el papel dirigente del Partido,
debe ser sometida a crítica y corre-
gida de inmediato.
En este período se han presen-
tado deficiencias en el conoci-
miento de los problemas específi-
cos de este frente de trabajo por
parte del conjunto del Partido e
incluso de la dirección central, de-
ficiencias que son más significativas
si se tiene en cuenta las consecuen-
cias para el papel que deben
cumplir los organismos diriqentes.
CONCLUSIONES DE LA 11 CNC _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ 105
Ellas deben ser superadas a fin de
garantizar un eficaz papel de di-
rección del Partido, en particular
de sus organismos ·centrales, hacia
el ejército.
Es evidente que se han presen-
tado problemas derivados de la es-
tructura mixta que ha existido en el
EPL, en perjuicio tanto del EPL co-
mo del Partido, en especial de éste,
dado su papel dirigente. Es indis-
pensable garantizar el ejercicio de la
dirección política del Partido, acla-
rando que esta le corresponde a los
organismos centrales de dirección
en primer lugar, y no sólo a la es-
tructura de Partido en el interior
del EPL.
Se han presentado contradic-
ciones y diferencias entre los cua-
dros del Partido en el EPL, y cua-
dros de otros comités, que en oca-
siones han llegado al extremo de
las descalificaciones mutuas; tam-
bién se presentan serias prevencio-
nes alimentadas por la superficiali-
dad. Cualesquiera que sean las
causas, es claro que sólo un trata-
miento poi ítico correcto puede
contribuir a la solución acertada,
partiendo de un exámen de dichos
problemas en el marco de las con-
clusiones de la Conferencia.
Es correcto destacar la trascen-
dencia del trabajo militar dentro del
conjunto de la actividad del
Partido, pero esta realidad no justi-
fica de ninguna manera el distan-
ciamiento de las tareas que en otros
campos cumple el Partido, ni la in-
dependencia o desvinculación res-
pecto a los planes generales del Par-
tido. Por esa razón debemos ajustar
la integración entre los planes del
Partido y las tareas que cumple el
EP L como parte de ellos.
"El Ejército Popular de Libe-
ración es una organizac1on mili-
tar revolucionaria dirigida por el
Partido Comunista de Colombia
(marxista-leninista)".
La poi ítica del Partido es una
sola para todos los organismos que
lo componen y para todos los ins-
trumentos que el dirige; estos cons-
tituyen un todo, en donde cada
uno ocupa un puesto de combate
de acuerdo con las necesidades y
las condiciones de trabajo. Por eso,
separar al EPL por poco que sea del
Partido es distorsionar su poi ítica y
debilitar el carácter del EPL. Es la
dirección del Partido la que permite
el rumbo y la proyección revolu-
cionaria del EPL, su ligazón con las
demás formas de lucha y su cotidia-
no trabajo por la senda correcta de-
terminada por la orientación del
Partido.
El Partido garantiza su direc-
ción en el EPL a través de la orien-
tación trazada por los Congresos
Conferencias y por el Comité
Central y la dirección inmediata
del Comité Ejecutivo Central y del
Secretariado. Los comités y las cé-
lulas que funcionan en el seno del
EPL deben garantizar el eficaz cum-
plimiento de las orientaciones y las
decisiones de los organismos de di-
rección del Partido. Estos tienen en
todo momento la obligación de
trabajar por fortalecer el papel diri-
gente del Partido.
Todas las Columnas y Unidades
del EPL tienen la tarea permanente
de agitar y movilizar a las masas con
base en la orientación del Partido,
contribuyendo a su educación y or-
ganización a través de su propia ac-
ción. En esa tarea el periódico Re-
volución, como lo demuestra la ex-
periencia, es una herramienta fun-
106 _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ CQNCLUSIONES DE LA 11 CNC
damental. También el periódico
Liberación debe contribuir a ese
propósito. Otras formas de· propa-
ganda deben ser utilizadas con más
audacia y proyección.
Con su desarrollo y proyección
el EP L cambia sus métodos y sus
formas de trabajo de masas; pero en
vez de aislarse, se integra más pro-
funda y más ampliamente a ellas.
De igual manera contribuye a la
preparación militar del pueblo y po-
pulariza la ciencia y el arte mili-
tar, en proyección al cumplimiento
de la elevada misión revolucionaria
que le ha encomendado el Partido.
CITAS:
(1) LENIN: "Jornadas Revolucionarias"
La Batalla de Petersburgo"
(2) LENIN: "El marxism.o y la insurrección"
(3) ST AUN: "Fundamentos del Leninismo"
(4) LENIN: "El Ejército Revolucionario"
CONCLUSIONES DE LA 11 CNC _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ 107
DISCURSO DE CLAUSURA,
DEL CAMARADA
FRANCISCO CARABALLO
Una vez más quiero resaltar la
trascendencia poi ítica de la 11 Con-
ferencia y sus importantes repercu-
siones en el orden ideológico y poi í-
tico.
Es preciso subrayar como un as-
pecto sumamente importante, por-
que va a tener proyección en nues-
tro trabajo en el futuro inmediato,
la aprobación unánime de los docu-
mentos sometidos a la discusión de
la Conferencia. Esta aprobación
unánime es producto preci~amente
de la aplicación de la democracia en
nuestro Partido, de la aplicación
concreta del centralismb democrá-
tico.
Destaco el contenido de la pos-
tura autocrítica global presente
en la Conferencia; en nuestro Par-
tido nunca hemos considerado la
autocrítica ni forzosa ni formal;
a nadie lo obligamos a que se au-
tocritique; desde luego es conve-
niente para el Partido que exista
la autocrítica pero ésta debe ser
consciente, debe ser producto de
la lucha ideológica, de la madura-
ción de los cuadros y dirigentes
del Partido. Cuando se produce
una autocrítica la concebimos
como un salto en el orden ideoló-
gico y poi ítico. Por eso nos opo-
nemos a la autocrítica formal, esa
autocrítica seudo-cristiana con la
cual se pretende a veces resolver los
problemas, que ustedes saben no se
resuelven sino a través de una con-
vicción, producto de la lucha ideo-
lógica y de la confrontación de opi-
niones.
Quería plantear esto porque en
nuestro Partido hemos dicho y
hay que insistir en ello, que conce-
bimos el proceso de construcción y
consolidación de la unidad como un
proceso que requiere la profundiza-
ción de la lucha ideológica; para no-
sotros el fortalecimiento de la uni-
dad es continuo; pero además la
unidad de que hablamos es dialécti-
ca, sujeta a una dinámica interna.
Por eso no nos· hacemos ilusiones
con la unidad ni la idealizamos, sino
que la construimos y la defendemos
mediante la lucha. Si no lo hiciéra-
mos así, nos estaríamos apartando
108 _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ CONCLUSIONES DE LA II CNC
de la teoría revolucionaria, proleta-
ria, que nos guía.
Nosotros planteamos ésto, y lo
dejamos completamente claro, so-
bre todo porque se han presentado
diferencias y divergencias en el or-
den ideológico en el curso de la
Conferencia ...
Lo que hemos cumplido en
esta Conferencia es un ejercicio
muy importante, muy educativo de
esa búsqueda de la unidad. Hemos
aprobado los documentos someti-
dos a discusión, por unanimidad;
ahora se trata de aplicar consecuen-
temente los lineamientos aproba-
dos. Las discusiones que nos han
permitido clarificar y precisar ele-
·mentos poi íticos· muy importantes
no cancelan la presencia de proble-
mas poi íticos y de diferencias entre
nosotros; pero sí es preciso advertir
una cosa: aquí se cancela, con la
aprobación de estos documentos,
un período de confrontación poi í-
tica. Lo que habrá, en adelante, es
la prosecución de la lucha ideológi-
ca, pero en la aplicadón de los li-
neamientos aprobados en la Confe-
rencia; ya no podemos salir de la
Conferencia a reabrir la discusión,
porque está cancelada con la apro-
bación que se ha hecho de los docu-
mentos. Esclarecer esto es suma-
mente importante para nosotros,
como cuadros del Partido Comunis-
ta (marxista-leninista).
Me parece oportuno relevar las
grandes responsabilidades que tene-
mos los dirigentes del Partido en la
aplicación entusiasta y consecuente
tanto de su I ínea como de las poi íti-
cas aquí aprobadas por unanimidad.
Yo invito a todos los camara-
das, tanto los que han participado
como delegados en esta Conferencia
como a los demas camaradas de los
diferentes comités, a que acojamos
con todo vigor el contenido poi íti-
co de los documentos aprobados.
Hago además un llamamiento a ser
muy enérgicos en la vigilancia para
que su cumplimiento sea cabal en
todos y cada uno de los comités.
Los organismos centrales del Parti-
do, desde luego también estarán
muy vigilantes en ese sentido. Con
lo que hemos aprobado, con las
medidas y normas organizativas que
se derivan de ello, vamos a poner
a prueba la capacidad de control
sobre el cumplimiento de las orien-
taciones adoptadas precisamente en
e-1 ejercicio de esta democracia par-
tidaria.
Destaco una vez más la presen-
cia entre nosotros de nuestros que-
ridos camaradas delegados del Parti-
do Comunista de España (marxista-
leninista) y del Partido Comunista
Marxista-Leninista del Ecuador.
Su presencia, camaradas, ha sido pa-
ra nosotros un factor de gran estí-
mulo y nos ha ayudado con sus
apreciaciones, con sus opiniones.
Queremos reiterarles nuestro reco-
nocimiento por su asistencia a esta
Conferencia, que representa un
enorme aliciente para las tareas que
tenemos al frente.
Destacamos además un hecho
muy significativo, se trata del avan-
ce d~ la fascistización del país y las
condiciones muy particulares, sobre
todo en el aspecto de seguridad, que
de ella se derivan. Los camaradas
. del PCE (m-1) y del PCMLE
conocen esa situación y, no obstan-
te, se han hecho presentes aquí, lo
cual es una manifestación concreta
de cómo entienden el internaciona-
lismo activo y militante. Estén
seguros camaradas de que su presen-
CONCLUSIONES DE LA 11 CNC _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ 109

cia aquí ha sido muy valiosa y muy
estimulante.
Camaradas delegados a la 11
Conferencia Nacional de Cuadros;
que nuevos éxitos y mayores victo-
rias retribuyan los esfuerzos en la
aplicación de la Iínea pofítica del
Partido y de los lineamientos apro-
bados por la 11 Conferencia Nacio-
nal de Cuadros, para que éste se for-
talezca cada vez más, cada día
más, como el auténtico Partido de
la clase obrera colombiana.
Con estas palabras, declaro
clausurado los trabajos de la 11 Con-
ferencia Nacional de Cuadros.

iVIVA El PARTIDO COMUNISTA DE COLOMBIA

MARXISTA-LENINISTA!
iVIVA LA 11 CONFERENCIA NACIONAL DE CUADROS!
iGLORIA A NUESTROS HE ROES Y MARTIRES CAIDOS
EN LA LUCHA!