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FELIZ CUMPLEAÑOS.
De: Guillermo Amador. Parte de la serie "Postales del futuro"

PERSONAJES:
Todos los personajes pueden ser interpretados por hombres o por mujeres, por lo que
Madai bien podría ser Óscar por ejemplo, si bien aquí se plantearán todos como mujeres.

MADAI: La festejada. Risueña, inteligente, egocéntrica. Le gusta pasarla bien y estar


acompañada la mayor parte del tiempo.

PANDORA: Perspicaz, irónica, burlona, socrática.

ROCÍO: Cariñosa, protectora, tierna, a la vez maternal que casi infantil.

ILSE: Cantante y bailarina, de temperamento artístico en general.

ESCENA ÚNICA:

En casa de MADAI. Las cuatro reunidas en la sala de estar. ILSE al centro, cantando una
canción de carácter nostálgico. El tiempo parece estar detenido mientras dura la canción.
Al terminar, hay un pequeño silencio, y luego las demás aplauden.

ROCÍO: ¡Hermoso!
MADAI: Qué bello cantas, Ilse.
ILSE: Muchas gracias, queridas.
PANDORA: Qué privilegio tener una artista en casa.
ILSE: El privilegio es estar en compañía de seres lindos como ustedes.
MADAI: Estoy de acuerdo. Las tres son maravillosas.
ROCÍO: Las cuatro, y tú más.
MADAI: Dices eso porque estás enamorada de mí.
ROCÍO: Claro que sí.
MADAI: Y yo de ti (Se besan tiernamente).
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PANDORA: ¡Rápido, Ilse, una canción romántica!

Las otras tres ríen, Pandora entonces, para darle continuidad a la broma, comienza a
cantar una canción romántica cliché, no canta mal, pero tampoco bien, lo hace más bien
de broma. Mientras tanto Pandora baila ridículamente alrededor, siguiendo el juego,
Madai y Rocío permanecen en un abrazo, divertidas y enamoradas. Finalmente todas ríen,
y Pandora se deja caer al suelo, agotada.

ROCÍO: Oigan, ¿saben qué hora es?


PANDORA: De más vino. (Se sirve)
ROCÍO: Y también es hora del pastel.
MADAI: ¡Yei!
ROCÍO: Debe estar listo, ya vuelvo.
ILSE: ¡Te ayudo!

Salen ILSE y ROCÍO. PANDORA sirve más vino a MADAI, brindan.

PANDORA: ¿Y cuántos años festejamos, por cierto?


MADAI: ¿Cuántos se me ven? (Ambas ríen)
PANDORA: Mhm... yo diría que 33.
MADAI: La edad de...
PANDORA: (Interrumpiendo) Sí, sí, la edad de Cristo al ser asesinado.
MADAI: Festejo treinta y uno.
PANDORA: ¿Elegiste treinta y un años?
MADAI: Ajá.
PANDORA: ¿Por qué?
MADAI: ¿Por qué no?
PANDORA: Todas elegimos más juventud.
MADAI: ¿Cuántos pediste tú?
PANDORA: Veinticinco.
MADAI: Treinta y uno me parece buena edad, muy joven, pero algo más madura.
PANDORA: ¿Más madura que a los veinticinco?
MADAI: Bueno, en apariencia claro (ríe), de cualquier manera da igual, ¿no te parece?
aquí es algo simbólico. nací hace cuarenta y siete, y tengo ocho años de haber llegado
aquí. ¿Tú hace cuánto llegaste?
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PANDORA: He dejado de pensar en eso.
MADAI: ¿De verdad?
PANDORA: Sí. ¿Qué sentido tiene?
MADAI: Supongo que… para no olvidar quiénes somos.
PANDORA: (Ríe. A pesar de su ironía, aún se mantiene simpática) ¿Se te olvida quién
eres?
MADAI: Bueno, quienes éramos... afuera.
PANDORA: Tú lo has dicho... ya no eres esa, ya no existe, es una pérdida de tiempo
pensar en ello, a mi parecer.
MADAI: Pero imposible olvidarlo... llevo apenas ochos años aquí, ocho años seguidos
cumpliendo treinta y uno...
PANDORA: Y es el primero al que me invitas, malvada.
MADAI: (Ríe) No había hecho estas, casi no vi a nadie más que a Rocío, estuvimos
viajando, conociendo el mundo entero... ¿Hace cuánto tiempo llegaste tú?
PANDORA: Puede que nunca haya migrado ¿te das cuenta?.
MADAI: Pero estás aquí.
PANDORA: (Histriónica) Pero soy un personaje más de tu cción.
MADAI: Mentira, eres real, nos has contado algunas cosas de tu migración.
PANDORA: Ninguna máscara te va a decir que lo es.
MADAI: Habría que intentarlo.
PANDORA: Si le preguntas a una de las máscaras, a uno de los personajes programados
de tu vida; "Oye ¿eres virtual o eres una mente real que migró al software como yo?".
¿Qué crees que te respondería?
MADAI: Es una buena pregunta...
PANDORA: (Fingiendo voz y movimientos robóticos) "Soy una máscara, un personaje
virtual, pero tú haz como que soy tu amiga de siempre. Feliz cumpleaños amiga de
siempre. Je, je"
MADAI: (Se ríe, pero esta vez algo forzada) Buen punto... y entonces... ¿tú eres real?
PANDORA: No, y tú tampoco. Las dos somos parte de un software. Vivimos en los
servidores de AEKI.
MADAI: Pero venimos de la realidad objetiva.
PANDORA: Pero ya no estamos en ella.
MADAI: Da igual, de todas maneras aquí estamos las cuatro, conviviendo. Es lo mismo.
PANDORA: No es lo mismo. Aquí no tenemos un cuerpo.
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MADAI: ¿Y qué? toda la información que nos proporcionaba el cuerpo está codi cada...
nos lo explican a todas antes de contratar el servicio.
PANDORA: ¿Y cómo se puede codi car la intuición, el amor, el odio, el dolor?
MADAI: No lo sé Pandora, pregúntales a ellos. Además, ¿por qué querría sentir odio, o
sentir dolor? Por eso vine aquí.
PANDORA: ¿Para ya no sentir dolor?

Silencio. ROCÍO e ILSE salen de la cocina con un pastel con una vela, cantan "Feliz
cumpleaños" o "Las mañanitas" mientras lo llevan a la mesa. PANDORA sirve más vino a
MADAI, quien vuelve a sonreír al mirar la escena, aunque algo de incomodidad
permanece en su semblante.

PANDORA: (Dándole su copa a Madai) Espero que la embriaguez esté bien codi cada.
ROCÍO: ¡Sopla, mi amor!
ILSE: Pero pide un deseo.
PANDORA: Sí, y piénsalo bien.
MADAI: ¿A qué te re eres?
ROCÍO: ¡Sopla, mi amor!

Tras un momento de silencio, en que MADAI se queda mirando la vela, con su rostro
iluminado por la misma, sopla. Las demás aplauden y la abrazan, ella se queda algo seria.
Rocío le ayuda a dar la primera cuchillada y comienza a partir las rebanadas.

ROCÍO: ¿Pasó algo, amor?


ILSE: Sí, están muy serias, ¿qué pasó?
MADAI: ¡Para nada!
ROCÍO: ¿De qué hablaban?
PANDORA: De la vida-no vida que tenemos aquí.
ILSE: Ay, Pandora, ¿ya empezaste?
ROCÍO: ¿Cómo que la “vida-no vida”?
PANDORA: Digamos, la "vida a medias". No tenemos un cuerpo, al estar aquí somos sólo
información codi cada, ¿cómo estar completas sin toda la información sensorial de un
cuerpo?
ILSE: Hey, no estoy de acuerdo, lo que más amo es bailar. (Toma a Pandora y la hace
bailar con ella mientras habla) ¿Crees que estaría tranquila si no pudiera disfrutar del
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movimiento de mi cuerpo? Al nal, las sensaciones del cuerpo son estímulos que
procesa el cerebro, todo lo sensorial es información. Pues bien, seguimos siendo
información, sólo cambiamos de recipiente, si mi cerebro ahora es de metal en vez de
carne, me importa poco mientras pueda seguir pintando, escribiendo, creando, ¡y bailar y
bailar!
PANDORA: (Haciendo dar una vuelta a ILSE, para detener el baile con gracia entre sus
brazos) El cerebro no está hecho de carne, boba. Menos mal que eres artista.
ILSE: (Riendo) Menos mal.

ROCÍO, que mientras tanto ha terminado de servir las rebanadas y ha dado ya a MADAI,
les entrega ahora a PANDORA e ILSE.

ROCÍO: Pues yo tampoco estoy de acuerdo, pero te propongo algo, prueben el pastel y
díganme si esto es vida o "no-vida".
MADAI: ¡De acuerdo!
PANDORA: (Luego de probarlo) Mhm... Wow, ¡qué rico está, Rocío! okey, olvidemos todo.
ILSE: La artista de la repostería nos ha cerrado la boca.
ROCÍO: ¡Qué bien que les guste!
PANDORA: Así sí puedo olvidar que somos fantasmas.
MADAI: ¡Fantasmas! Ja, ja, ja.
PANDORA: ¿No es un fantasma una estela incorpórea de lo que alguna vez fue una
persona?
ROCÍO: Ilse lo dijo bien, en la vida de afuera experimentábamos el mundo a través del
procesamiento de estímulos, pues bien, como tu disfrute de ese pastel te demuestra,
aquí es igual, es mentira que no tengamos un cuerpo, puedes bailar, puedes degustar un
pastel, puedes amar… tal vez el problema es que no te lo permites, ¿lo has pensado?
PANDORA. Tan me lo permito que aquí estoy con ustedes, disfrutando el momento.
ROCÍO. ¿Entonces cuál es tu problema?
PANDORA: No tengo un problema, sólo digo que aquí los estímulos están
predeterminados.
ILSE: La vida de afuera también estaba predeterminada, ¿No eran una predeterminación
todos los factores de tu vida? El nacer en un determinado país, en una determinada clase
social, con una particular mezcla de genes, todo eso predetermina en gran parte tus
habilidades y lo que será tu vida, ¿no es cierto?
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MADAI: ¡Sí! La única y hermosa diferencia, es que aquí, nosotras elegimos cuáles son las
predeterminaciones.
PANDORA: (A ILSE) Claro... No podías bailar.

Pausa.

ILSE: ¿Qué dijiste, Pandora?


PANDORA: En la vida de afuera, no podrías bailar, o me equivoco?
MADAI: Dijiste que ya no pensabas en lo que fuimos "afuera".
ILSE: Es cierto, no podía bailar, y mírame ahora. Soy feliz, ¿sabes?
ROCÍO: ¿Y tú, Pandora, eres feliz?
PANDORA: ¿Tengo otra opción? Pagamos para eso, y ahora estamos condenadas a la
felicidad.
ROCÍO: Pareciera que no lo eres del todo, y que quieres que nosotras tampoco.
PANDORA: No es infelicidad, sino inquietud... hay algo que me preocupa; ¿no vamos a
cansarnos algún día de esta "felicidad" continua? Y si eso sucede, puede que nos
encontremos cansadas o aburridas, pero aún así no sentiremos infelicidad, porque aquí
no existe la desdicha… aunque en el fondo de nosotras se germinará una angustia que ni
siquiera podremos expresar, pues dudo que cuando con guramos nuestra vida en AEKI,
se nos haya ocurrido pedir algunos momentos de insatisfacción, mientras que en la vida
de afuera la insatisfacción era un sentimiento frecuente, y el deseo de encontrar los
momentos felices era nuestro motor... ¿Ahora que no hay que luchar por la felicidad, cuál
será nuestro motivo para seguir viviendo? ¿Una eterna práctica de placeres no agotará
nunca nuestras ganas de seguir viviendo? ¿Y si queremos suicidarnos? No podremos
hacerlo, pagamos por la vida eterna, y ahora tal vez seamos esclavos de ella, pero no
nos daremos cuenta hasta dentro de un tiempo, tal vez pasen muchos años, pero
terminaremos por descubrir la prisión en la que nos metimos. (Pausa. Come su último
bocado de pastel, las demás la observan en silencio) O puede que no... se me ocurre que
es una posibilidad.
ROCÍO: Muy interesantes tus ideas, amiga, pero ¿ya te acordaste que es el cumpleaños
de Madai? ¿Te parece una buena forma de festejar el bajonearnos con ellas?
PANDORA: Tranquila, Rocío. Recuerda que si estoy diciendo esto es porque Madai lo
quiere escuchar.
MADAI: Ah, ¿tú sabes lo que yo quiero?
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PANDORA: Lo que sé es que estamos en tu representación, esta es una obra llamada
"Feliz cumpleaños", y tú eres la protagonista, nosotras tres actuamos de acuerdo a tu
cción. Yo sólo cumplo mi papel, igual que ellas, el guión lo escribieron para ti.

Rocío acerca a Pandora, le acaricia el rostro con el dorso


de la mano.

ROCÍO. Piensas demasiado, Pandora… los pensamientos son buenos, pero no son lo
mejor…

Después de un momento donde ambas se miran silencio, Rocío propina una cachetada a
Pandora.

MADAI: ¡Amor!
ROCÍO: ¿Sentiste eso?
PANDORA: Claro.
ROCÍO. Entonces que no te preocupe tu cuerpo, digital o no, funciona perfectamente.
PANDORA. (Sobándose la mejilla, algo divertida) Y yo que pensaba que no podías sentir
ira.
MADAI. (Yendo a abrazar a Rocío) Ya, mi amor.
ILSE: Tranquilas, amigas.
ROCÍO: Estamos tranquilas, ¿no, Pandora?
PANDORA. Yo sí.
ROCÍO. Si querías estímulos sensoriales, los tuviste. Esto no es una obra de teatro, es el
festejo de Madai.
PANDORA: Y qué interesante festejo, ¿no Madai? seguramente pediste al software tener
un cumpleaños emocionante, voalá.
ROCÍO. (A Madai) Discúlpame, mi amor.
MADAI. No pasa nada mi amor… ¿Podemos continuar esto tranquilamente? Y si alguien
no se siente cómoda puede irse.
PANDORA: Pero si estamos acercándonos al clímax de la obra.
ROCÍO. ¡Y dale con la obra!
ILSE: ¿De verdad te parece buena idea hablar en un festejo sobre suicidio?
PANDORA: ¿Y por qué el tabú, amigas? ¿No somos suicidas?
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MADAI: Sin-vida, fantasmas, suicidas... ¿Qué adjetivo te falta ponernos? Te ofrezco uno;
impertinente, otro; engreída.
ILSE: Tranquila Madai, ya sabes cómo es.
ROCÍO: ¿Por qué nos llamas suicidas?
PANDORA: ¿No es obvio? El suicida abandona la vida ante la desesperanza, por estar
convencido que no hay salida ante el dolor, o que este nunca pasará. ¿No me dijiste
Madai, que dejaste tu vida real para no sentir más dolor?
MADAI: Dije que venimos aquí a ser felices.
PANDORA: Al igual que un suicida, abandonaste tu vida, aunque haya sido a cambio de
otra virtual, lo hiciste. Sólo digo eso, no veo por qué el escándalo, el ser humano puede
dejar la vida desde siempre.
ROCÍO: ¿Y no hiciste tú lo mismo?
PANDORA: Tal vez no.
ILSE: No digas tonterías.
PANDORA: De hecho, amigas, yo no soy la representación de la mente de Pandora, tomé
su imagen y su voz, pero soy parte del servicio al cliente de AEKI. Estoy aquí para hablar
contigo Madai.
MADAI: (Aún enfadada) Ja, ja, qué chistosa.
PANDORA: (A ILSE y ROCÍO) Ustedes tampoco son consciencias reales migradas, sino
sólo personajes de la vida virtual de Madai, tú Rocío, eres la máscara de "la protectora",
y tú, Ilse, la máscara de una "aliada creativa", ambas cumplen una función importante en
esta cción. Claro que ustedes piensan que son reales, pero sólo porque están
programadas para ello... tienes que saber, Madai, que de las presentes eres tú la única
real consciencia transferida.

ILSE ríe, un poco de manera forzada, ROCÍO se cubre el rostro, tratando de contenerse, y
MADAI mira enfadada, la verdad es que PANDORA ha logrado ponerlas nerviosas y
aunque quieran ocultarlo, la escuchan con atención.

PANDORA: Así que, Madai, te repito, soy parte del sistema de atención al cliente.
Escucha con atención; la razón por la que estoy aquí es porque necesitamos saber si
quieres volver a la vida real, corpórea, a la vida mortal.
MADAI: Okey, diles que no gracias, pero que llamen en otro momento por si cambio de
parecer. (Ilse ríe forzadamente para celebrar la respuesta de MADAI)
PANDORA: (Muy seria) Madai, necesito que respondas seriamente, ¿quieres volver?
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MADAI: No.
PANDORA: ¿Estás cien por ciento segura?
MADAI: Además es imposible, han pasado ocho años, mi cuerpo fue cremado.
PANDORA: No, Madai, han pasado dos minutos en la vida real, los ocho años de aquí
corren muy velozmente en el software, tu cuerpo aún está vivo, y puedes regresar si
quieres.

Silencio.

MADAI: Basta ya de bromas, no me gusta.


PANDORA: Sólo tienes que decirlo, si no, olvidarás que esto sucedió, y continuaremos tu
esta de cumpleaños sin contratiempos, pero no habrá una segunda oportunidad.
MADAI: ¿Quieres que diga que deseo volver y luego hacerme quedar en ridículo diciendo
que era una broma?
ILSE: Acaba su juego, dale por su lado, dile que quieres volver.
ROCÍO: ¡No! ¿Y si a pesar de que Pandora sólo esté molestando, alguien te escucha allá
afuera y te hacen volver? No corras riesgos, corazón, dile que se vaya.
MADAI: No hay ningún riesgo, amor, Ilse tiene razón. ¿Sabes qué, Pandora, sí, sí quiero.
PANDORA: (Tomando las manos de Madai entre las suyas) Dilo como te dije y volverás.
MADAI: Quiero... (Pausa. Su nerviosismo se hace más evidente)
PANDORA: "Quiero volver". Una sola vez y listo.
ROCÍO. ¡No lo digas!
MADAI. Yo... quiero volver.

PANDORA, aprieta las manos de MADAI y acerca su frente a la de ella, lenta y


ceremoniosamente. ROCÍO se acerca velozmente a ellas y les separa las manos.

ROCÍO: ¡No! (Abraza fuertemente a MADAI cubriéndola con su cuerpo).

PANDORA no aguanta más y suelta una carcajada larga que la lleva al suelo.

ILSE: ¡Qué boba eres!


PANDORA: ¡Se lo estaban creyendo! ¡Se lo estaban creyendo!
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ROCÍO suelta a MADAI y se aleja avergonzada. MADAI enfadada le arroja un trozo de
pastel a PANDORA.

MADAI: Espantaste a Rocío.


ROCÍO: No, no, yo no estaba creyendo sus tonterías, (a PANDORA) me desesperó tu
insistencia en molestar a Madai.
ILSE: Había olvidado tu siniestro sentido del humor.
PANDORA: (Comenzando a controlar su carcajada) Es sólo eso amigas, humor. Un poco
de diversión.
ILSE: Hay que admitir que te pusiste creativa.
MADAI: Y que para no tener sangre, la tienes muy pesada.
PANDORA: Hey, estamos en la vida virtual, ¡aquí no existe la desdicha!, por eso es que
me animé a bromear, sé que no puedo hacerles daño.
ROCÍO. ¡El daño no sólo es físico! Nos enfadaste.
PANDORA: ¡Bien! así no olvidan lo que se siente la ira. Sentimos cosas, ¡estamos vivas,
amigas! (Se acerca a Madai y le da un abrazo) Feliz cumpleaños Madai, serán muchos,
muuuchos más.
ILSE: Claro, cientos, o miles.
MADAI: (Pensativa) Pues sí... somos inmortales...
PANDORA: (Acercándose a Rocío) Rocío, discúlpame si te asusté.
ROCÍO: Discúlpame la cachetada.
PANDORA: Recuerda, no nos podemos hacer daño, no pasa nada,¿vamos por más vino?
ROCÍO: Sí… vamos.
ILSE: Yo voy al baño.

Las tres salen, dejando sola a MADAI, que se ha quedado inmóvil, callada e introspectiva.

MADAI: Miles de años, millones... ¿Y si quisiera morir? (Pausa) ¿Y si quisiera volver?.

Se acerca a la mesa y toma la vela del pastel, la vuelve a encender, se queda unos
momentos mirándola jamente en silencio, luego sopla.
OSCURO LENTO.
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