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Sociedad contemporánea y política educativa: Perspectiva filosófica e

historia de la Educación
Prof.: H. Arévalo Benito

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Semana 3: Los agentes y sujetos del proceso educativo.

Semana 3: Los agentes y sujetos del proceso educativo.

3.1. Hombre y Formación. Problemas de la formabilidad y/o o


educabilidad.
3.2. ¿Qué es el hombre? Formación y Persona.
3.3. Conceptos clásicos sobre la formabilidad/educabilidad de los
sujetos del proceso educativo.

 Textos a estudiar (para los tres apartados; Fuentes, básica y


secundaria: F. März y J.L. Mora):

3.1. Hombre y formación. Problemas de la formabilidad y/o la


educabilidad.

Para aclarar si el hombre puede ser educado, hay que tener claro EL PAPEL de la
ciencia. Pues muchos creen que se puede dar una educación absolutamente
“cientificista” al ser humano, olvidando la parte del ser humano que se liga con la
tracendencia –es decir con, “lo trascendente”, y propiamente humano. Hay, al
respecto, dos autores que hacen una fuerte crítica a una orientación extremadamente
cientificista: Novak y März.

A)El pedagogo norteamericano J.Novak pensaba que “la escuela ha tenido un éxito
impresionante en la tarea de extender el mito de que la ciencia posee un método
especial para llegar a la verdad y [para extender la idea de que] la verdad científica

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está libre de juicios de valor, trasciende a todas las culturas y siempre permanece
inalterable”. De igual manera, Novak considera “que la teoría y la práctica en
educación están unidas y tienen plena relación”.

B) Al tiempo para el alemán F. März, “el debate sobre la ciencia hay que buscarlo en la
historia del pensamiento humano”, y, de igual manera “el debate acerca del carácter
científico de la pedagogía es ya viejo, y, sin embargo, se mantiene muy vivo”, y, está
sucediendo –hoy día, desde hace tiempo seguramente los años 60: el surgimiento de la
postmodernidad-, que el “concepto de ciencia se desliza hoy día irresistiblemente
hacia el puesto que hasta ahora había ocupado el concepto de Dios”.

Del mismo modo, y en este contexto, hay que comprender la crítica que hace März,
cuando afirma que: “la confianza en la fuerza redentora de la ciencia lleva al
cientificismo, que en sus distintas expresiones de racionalismo, positivismo e
intelectualismo llena toda la Edad Moderna, privando de base a la metafísica
tradicional y destruyendo los puentes hacia la trascendencia”.

Todo esto, en resumen, es clave para entender al hombre, y su educabilidad.

3.2. ¿Qué es el hombre? Formación y Persona.

1. HOMBRE Y FORMACIÓN:

“Para referirse a la pedagogía, la lengua (…) dispone de dos categorías fundamentales:


la formación y la educación (…). Algunos hablan indistintamente de educación y de
formación, sin establecer ningún tipo de distinción críticas; otros (…) diferencian
ambos conceptos, de forma que la educación se ocupe del hombre como ser moral y
social, mientras que la formación, lo haga del ser intelectual, idea que podría
formularse diciendo que el educado es el virtuoso y el formado el sabio”.

(…)

II y III

“La crisis de la formación de la que tanto se habla y que parece insuperable, obedece a
que precisamente la formación, concebida como “orientación fundamental del ser
humano –intelecto, voluntad y sentimiento-, hacia la totalidad del ser”, ha sido objeto
de una desvalorización especializada de aptitudes individuales para desempeñar tareas
o funciones plenamente determinadas”.

(…)

IV

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“Desde la perspectiva de su personalidad, el ser humano se ha de tener como base
para aclarar la relación entre formación y educación.
La futura personalidad, al tratar de llevar a la práctica su orientación hacia la totalidad
del ser, tropieza constantmente con decisiones ineludibles. Así, el saber alcanzado
durante el proceso de orientación ayudará en cada uno de los actos de decisión, pero
no será suficiente. Lo que hace posible la decisión es más bien aquel saber que el
hombre no ha conseguido por sus medios, sino que le es propio y actual desde que
teiene idea de sí mismo, es decir, la conciencia moral. Es mediante la capacidad de
escuchar, la libre decisión y la amorosa respuesta que brota de la obediencia como se
produce la formación del ser humano en cuanto acto libre e independiente de la
persona. La formación, pues, puede concebirse como fidelidad a la conciencia: “el que
sigue su conciencia conoce el orden esencial de las cosas y del hombre, a la vez que
intenta, partiendo de este saber vivo, poner en orden esencial su existencia”.

3.3. Conceptos clásicos sobre la formabilidad/educabilidad de los


sujetos del proceso educativo.

2. PROBLEMAS DE LA FORMABILIDAD.

I y II

“Pero, ¿qué pasa con la formabilidad del hombre concreto?. La formabilidad o


educabilidad del hombre o sujeto del proceso educativo[se puede definir como] “la
alterabilidad individual y gradual del ser viviente, al menos, de su comportamiento
ante influjos procedentes del exterior, y en especial, ante los que se imponen con la
intención de cambiarle (al hombre) con una finalidad deliberada”.

(…)

“Entre las fuerzas internas de la persona adulta y los factores auxiliadores y


estimulante de su ambiente, existe una clara conexión; con todo, la razón entre lo de
dentro y lo de fuera, en lo que atañe a cada una de las aptitudes tiene una
correspondencia muy distinta. Hay aptitudes que aprende el niño, con el tiempo por sí
solo, sin necesidad de gran ayuda; por ejemplo, el empleo de su manos y pies [mundo
físico]. Sin embargo, cuanto más propias sean las aptitudes mundo espiritual, como el
hablar y el pensar, el contacto con la ciencia y el arte –o sea; lo más elevado de que es
capaz un ser humano: creer y amar--, tanto más precisarán dichas aptitudes de
provocación y de estímulo. A quien nunca se le haya dado amor, tampoco podrá amar
fácilmente”.

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“La herencia comporta la transición de condiciones moralmente neutrals. Lo que un
hombre hace de esas condiciones, cómo pone sus dotes anímico-corporales, sus
dones, su temperamento e inteligencia al servicio de sus esfuerzos para conseguir la
personalidad, eso es asunto suyo, está “en su poder”, depende de su responsabilidad.
Aquí ha de echar un mano la educación, pues es a ella a quien le “importa la persona
en sentido ético”. Por tanto, la educación no sólo es posible a pesar de la herencia,
sino que, precisamente debido a la herencia, será necsaria para que el joven aprenda
a “multiplicarse” con su talento”.

3. LA FE COMO FUNDAMENTO DE LA FORMACIÓN

“No faltan a lo largo de la historia testimonio sobre lo fragmentario e insuficiente del


ser humano. Sócrates es un buen ejemplo cuando afirma de sí mismo que sólo sabe
que no sabe nada (…). Y si se quiere lograr un saber de importancia existencial para el
ser humano, habrá de ser un saber que esté basado en la entrega. Cuando se renuncie
al saber como riqueza intelectual y se pise con amorosa entregar el camino del
conocimiento –un “conocimiento” que no se conoce mo tal, sino como fe-, ahí se
participará entonces de una realidad sólo asequible a quien se libre previamente de la
ambición de la riqueza y se muetre abierto a la manifestación de la libertad. (…)”.

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