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“Los chicos de la banda”

Una obra teatral de Mart Crowley


Versión de Jaime Azpilicueta
Adaptación y dirección de Juan Bertuchi

INTRODUCCIÓN

“The boys in the band” es una obra teatral de Mart Crowley. Se estrenó en el
circuito off-Broadway en 1968 y fue reestrenada por Joe Mantello y Kristoffer
Cusick en Broadway para su 50 aniversario consiguiendo el Premio Tony y el
Premio del público de Broadway.com. La obra gira en torno a un grupo de
amigos homosexuales que se reúnen para una fiesta de cumpleaños en la ciudad
de Nueva York, lo cual fue innovador por representar la vida gay en el teatro y
justo antes de la revuelta de Stonewall. Se ha dicho que fue "un verdadero
cambio en el mundo del teatro, pues con ella se ayudó a desencadenar una
revolución al poner a los homosexuales sobre el escenario, sin pedir disculpas
ni juzgarlos, en un mundo que aún no estaba dispuesto en absoluto a
aceptarlos".

En España el estreno de “Los chicos de la banda” fue el 3 de septiembre de


1975 en Madrid bajo la dirección de Jaime Azpilicueta y con la interpretación
de Manuel Galiana, Andrés Resino, Ramón Corroto, Damián Velasco, Joaquín
Kremel, Julio Gassete, David Carpenter, Ricardo Tundidor y José Luis
Pellicena; siendo otra producción destacada tres décadas después la gira que
comenzó en Málaga previa a la aprobación del matrimonio entre personas del
mismo sexo dirigida por Pedro García de las Heras en una versión de Luis
Antonio de Villena y un elenco compuesto por Manuel Bandera, Alejandro
Tous, Pepe Pascual, Ismael Martínez, Emilio Linder, Emilio Buale, Jesús
Cisneros, José Ramón Villar y Enrique del Pozo.

Nuestra representación sin ánimo de lucro en colaboración con los movimientos


sociales LGBT de la Costa del Sol, el Ayuntamiento de Torremolinos y la
Escuela Superior de Arte Dramático de Málaga nace en este presente en el que
el fantasma homófobo, machista y racista de la exhumada dictadura nos
amenaza a todos siendo el teatro la única confianza de futuro para una sociedad
diversa, igualitaria y libre porque como decía mi admirado Federico García
Lorca “el más terrible de todos los sentimientos es el sentimiento de tener la
esperanza muerta”.

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