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C.

SANGRE:

1. Composición y funciones

 La sangre de la gallina está compuesta por varios componentes, son:

1. Plasma: Es la parte líquida de la sangre y constituye aproximadamente el 55% del volumen


total. Está compuesto principalmente por agua, proteínas, sales Minerales, nutrientes y
desechos metabólicos. El plasma transporta los nutrientes y los productos de desecho a
través del cuerpo de la gallina.

2. Glóbulos Rojos: Son células especializadas en el transporte de oxígeno desde los pulmones a
los tejidos y dióxido de carbono desde los tejidos a los pulmones. Contienen hemoglobina,
una proteína que se une al oxígeno y le da a los glóbulos rojos su color rojo característico.

3. Glóbulos Blancos: Son células del sistema inmunológico que protegen al cuerpo de la gallina
contra infecciones y enfermedades. Hay varios tipos de glóbulos blancos, como los
neutrófilos, los linfocitos y los monocitos, cada uno con funciones distintas en la respuesta
inmune.

4. Plaquetas: Son fragmentos celulares involucrados en la coagulación de la sangre. Cuando se


produce una lesión en un vaso sanguíneo, las plaquetas se adhieren al sitio de la lesión y
liberan sustancias que ayudan a formar un coágulo y detener el sangrado.

 Las funciones principales de la sangre de la gallina, son:

1. Transporte de oxígeno y nutrientes: Los glóbulos rojos transportan oxígeno desde los
pulmones a los tejidos y nutrientes desde el aparato digestivo a todas las células del cuerpo
de la gallina.

2. Eliminación de desechos: El plasma sanguíneo transporta los desechos metabólicos


producidos por las células hacia los órganos encargados de su eliminación, como los riñones
y los pulmones.

3. Defensa contra infecciones: Los glóbulos blancos ayudan a proteger al cuerpo de la gallina
contra bacterias, virus y otros patógenos. Participan en la respuesta inmune, reconocen y
destruyen a los agentes infecciosos y producen anticuerpos para neutralizarlos.

4. Coagulación de la sangre: Las plaquetas son fundamentales en la formación de coágulos que


tapan las lesiones en los vasos sanguíneos y evitan la pérdida excesiva de sangre.

La sangre de la gallina es un tejido líquido vital que cumple funciones esenciales en el transporte de
oxígeno y nutrientes, la eliminación de desechos, la defensa contra infecciones y la coagulación de la
sangre.

2. Adaptaciones especiales en aves


La sangre de la gallina presenta adaptaciones especiales que le permiten a esta especie sobrevivir y
funcionar eficientemente en su entorno.

1. Concentración de glóbulos rojos: Las gallinas tienen una alta concentración de glóbulos
rojos en comparación con otras aves. Esto les permite transportar más oxígeno a los tejidos,
lo cual es beneficioso para una especie que realiza un gran esfuerzo físico al volar o correr
intensamente.

2. Tamaño de los glóbulos rojos: Los glóbulos rojos de las gallinas son más pequeños que los
de otras aves. Esto les permite fluir más fácilmente a través de los capilares estrechos y las
membranas alveolares, mejorando así la eficiencia en el intercambio de gases en los
pulmones.

3. Ausencia de glóbulos blancos nucleados: A diferencia de la mayoría de las aves, las gallinas
no tienen glóbulos blancos nucleados en su sangre. En su lugar, tienen heterófilos, un tipo
especializado de leucocitos que desempeñan un papel importante en la protección contra
infecciones bacterianas.

4. Sistema inmunológico eficiente: Las gallinas tienen un robusto sistema inmunológico que
les permite defenderse contra diversas enfermedades y patógenos. Además de los
heterófilos, también cuentan con linfocitos y monocitos, que desempeñan un papel crucial
en la respuesta inmune adaptativa.

5. Coagulación rápida: Las plaquetas de las gallinas tienen la capacidad de formar coágulos
rápidamente cuando hay una lesión en un vaso sanguíneo. Esto es importante para
minimizar la pérdida de sangre en caso de heridas y mejorar la cicatrización.

Estas adaptaciones en la sangre de las gallinas les permiten tener un sistema circulatorio eficiente y
adaptado a sus necesidades, asegurando su supervivencia y bienestar en su entorno natural.

D. CIRCULACIÓN PULMONAR Y SISTÉMICA

1. Flujo sanguíneo en pulmones y órganos

El flujo sanguíneo en los pulmones y órganos de la gallina sigue un proceso similar al de otros
animales vertebrados. El corazón de la gallina actúa como una bomba que impulsa la sangre a
través de todo el cuerpo.

El flujo sanguíneo comienza en el lado derecho del corazón, donde la sangre desoxigenada
proveniente de los tejidos del cuerpo es bombeada hacia los pulmones a través de la arteria
pulmonar. En los pulmones, la sangre se oxigena mediante un proceso de intercambio gaseoso
en los capilares pulmonares, donde los diminutos sacos de aire llamados alvéolos permiten el
intercambio de dióxido de carbono por oxígeno.

Después de ser oxigenada, la sangre regresa al corazón en el lado izquierdo a través de las venas
pulmonares. El corazón bombea la sangre nuevamente a través del cuerpo a través de la arteria
aorta, que se ramifica en una serie de arterias más pequeñas que suministran sangre rica en
oxígeno a los diferentes órganos y tejidos.
En los órganos de la gallina, la sangre se distribuye a través de una extensa red de capilares que
permiten el intercambio de nutrientes, oxígeno y productos de desecho entre la sangre y las
células de los tejidos. La sangre también recoge los productos de desecho del metabolismo
celular que luego son transportados de regreso al corazón y a los pulmones para su eliminación.

2. Adaptaciones para el vuelo en aves

La gallina es un ave que prácticamente no vuela, ya que su anatomía y fisiología están


adaptadas para la vida terrestre. A diferencia de otras aves voladoras, la gallina no presenta
adaptaciones específicas en su sistema circulatorio para el vuelo.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que, debido a que las gallinas no vuelan, su sistema
circulatorio no necesita adaptaciones especiales para soportar el estrés cardiovascular y la
demanda de oxígeno asociada con el vuelo. En su lugar, la gallina ha desarrollado adaptaciones
anatómicas y fisiológicas para maximizar su capacidad para caminar y correr, como el desarrollo
de músculos de las patas fuertes y esqueleto ligero.

3. Consecuencias del mal funcionamiento

El mal funcionamiento de la circulación pulmonar y sistémica en la gallina puede tener varias


consecuencias negativas para su salud y bienestar. Algunas de estas consecuencias incluyen:

1. Problemas respiratorios: Si la circulación pulmonar no funciona correctamente, la gallina


puede experimentar dificultades para respirar y obtener suficiente oxígeno. Esto puede llevar a
problemas respiratorios como falta de aliento, tos y debilidad general.

2. Insuficiencia cardíaca congestiva: Si la circulación sistémica no está funcionando


correctamente, el corazón no puede bombear suficiente sangre rica en oxígeno y nutrientes a
los diferentes órganos y tejidos del cuerpo de la gallina. Esto puede conducir a una insuficiencia
cardíaca congestiva, que se caracteriza por una acumulación de líquido en los pulmones y otros
tejidos.

3. Retraso en el crecimiento y desarrollo: Una mala circulación puede interferir con el


suministro adecuado de nutrientes a los órganos y tejidos de la gallina, lo que puede provocar
un retraso en su crecimiento y desarrollo. Esto puede ser especialmente perjudicial para las
gallinas jóvenes, que necesitan un suministro constante de nutrientes para crecer de manera
adecuada.

4. Mayor susceptibilidad a enfermedades: Una mala circulación debilita el sistema


inmunológico de la gallina, lo que la hace más susceptible a enfermedades e infecciones. Esto
puede llevar a una mayor mortalidad y morbilidad en la parvada.

5.Disminución de la producción de huevos: Una circulación deficiente puede afectar el


funcionamiento de los órganos reproductivos de la gallina, lo que puede resultar en una
disminución de la producción de huevos. Esto puede tener un impacto económico negativo para
los productores avícolas.
4. Prevenciones y cuidados (al estar en cautiverio)

Para prevenir y cuidar la circulación pulmonar y sistémica en las gallinas en cautiverio, se deben
tener en cuenta las siguientes medidas:

1. Proporcionar una dieta equilibrada: Una alimentación adecuada es fundamental para


mantener la salud circulatoria de las gallinas. Debe incluir una mezcla de granos,
proteínas, vitaminas y minerales para asegurar un óptimo suministro de nutrientes.

2. Mantener una temperatura ambiente adecuada: Las gallinas son sensibles a las
fluctuaciones de temperatura. Es importante proporcionarles un ambiente adecuado,
con una temperatura óptima y sin cambios bruscos, para evitar problemas circulatorios.

3. Controlar la densidad de la población: Un hacinamiento excesivo en las instalaciones


puede aumentar el estrés en las gallinas, lo que puede afectar negativamente su
circulación. Es esencial asegurarse de que las aves tengan suficiente espacio para
moverse libremente.

4. Proporcionar ejercicio regular: Permitir a las gallinas el acceso a un área de corral o


espacio al aire libre les brindará la oportunidad de ejercitarse y mantener una
circulación saludable. El ejercicio promueve una mejor oxigenación y circulación
sanguínea en el cuerpo.

5. Controlar las enfermedades: Mantener un programa de vacunación adecuado y realizar


controles regulares de la salud de las aves es vital para prevenir enfermedades que
puedan afectar la circulación. Además, se deben seguir prácticas de bioseguridad para
minimizar la exposición a agentes patógenos.

6. Proporcionar agua fresca y limpia: El suministro de agua fresca y limpia es esencial para
mantener una buena circulación en las gallinas. Se debe asegurar que siempre tengan
acceso a agua potable y que los recipientes de agua se limpien regularmente.

7. Realizar manejo adecuado y suave: El manejo brusco y estresante puede afectar


negativamente la circulación en las gallinas. Se debe manejar con cuidado y evitar
situaciones que puedan generar estrés innecesario, como golpes o cambios repentinos
en el entorno.

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