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Rojos (en francés: Khmer Rouge o KR; en jemer: Khmer Krahom), un partido político que
gobernó la llamada Kampuchea Democrática entre 1975 y 1979, con una concepción
extremista de la izquierda radical.
Pol Pot y los Jemeres rojos habían sido apoyados durante mucho tiempo por el Partido
Comunista de China (PCCh) y el propio Mao Zedong.78 Se estima que al menos el 90% de
la ayuda exterior a los Jemeres rojos provino de China y solo en 1975 recibió al menos mil
millones de dólares estadounidenses en ayuda económica y militar sin intereses.91011
Fueron influenciados por la Revolución Cultural China, y también comenzaron el "Maha
Lout Ploh", copiando el "Gran Salto Adelante" que causó decenas de millones de muertes
en la Gran Hambruna china.71213 El objetivo principal de los Jemeres Rojos era purificar el
país, en similitud a lo intentado por la Alemania nazi, crear una raza superior o, como dijo
un líder jemer: «la purificación de la población».14 Como la mayoría de las víctimas eran de
etnia jemer, la misma de sus verdugos, a veces se denomina al proceso como un
«autogenocidio».15
Dirigentes[editar]
Los principales líderes de los Jemeres Rojos fueron:
Pol Pot (1925-1998). Su verdadero nombre era Saloth Sar y era apodado «Hermano
número 1», líder del movimiento desde que asumió en 1963 como secretario general
hasta 1981, aunque mantuvo su liderazgo efectivo hasta su muerte.
Nuon Chea (1926-2019). En realidad se llamaba Lau Kim Lorn; apodado «Hermano
número 2» y también llamado Long Bunruot o Rungloet Laodi. Primer ministro y
presidente del Comité Permanente de la Kampuchea Democrática. Arrestado
en 2007 y sentenciado a cadena perpetua en 2014.
Ieng Sary (1925-2013). Nacido en Vietnam, hijo de un jemer y una
china, concuñado de Pol Pot. Su verdadero nombre era Kim Trang y lo cambió para
ocultar su origen. Apodado «Hermano número 3». Arrestado en 2007, pero murió
antes de ser sentenciado.
Khieu Samphan (n. 1931). Apodado «Hermano número 4». Primer ministro y
presidente del Comité Permanente. Arrestado en 2007, y sentenciado de por vida siete
años después.
Ta Mok (1926-2006). Su verdadero nombre era Chhit Choeun y fue conocido como
«Hermano número 5». Líder militar del movimiento.
Son Sen (1930-1997). Apodado «Hermano número 89». Ministro de Defensa.
Ejecutado por orden de Pol Pot con su familia bajo cargos de traición.
Kaing Guek Eav (n. 1942-2020). Apodado «Duch», lugarteniente de Son Sen y
dirigente de la prisión S-21. Arrestado en 1999. En 2012 fue sentenciado a cadena
perpetua.
Yun Yat (1934-1997). Esposa de Son Sen. Ministra de Información del régimen.
Ejecutada con su esposo.
Ke Pauk (1934-2002). También llamado Kae Pok o «Hermano número 13». Jefe del
distrito norte de Kampuchea.
Ieng Thirith (1932-2015). Esposa de Ieng Sary y ministra de Asuntos Sociales. En
2007 fue arrestada y juzgada; murió antes de la sentencia.
Antecedentes[editar]
Por otro lado, la violencia era un método tradicional de usar el poder en Camboya. La
arquitectura de Angkor y los manuscritos de los siglos VIII-XIV, como en toda la región,
están repletos de violencia.22 Escenas de guerra, deportaciones de pueblos conquistados a
zonas remotas, esclavizaciones masivas, pisotear con elefantes a concubinas repudiadas
e iniciar el reinado masacrando a la propia familia eran el pan de cada día.22 Los Jemeres
Rojos utilizaron dicho legado cultural para respaldar su régimen.23 Por ejemplo, en la
derrota del Reino de Champā ante los vietnamitas en 1471, fueron muertas o esclavizadas
120 000 personas.24
Desde 1966 el corrupto gobierno exigió altas cuotas de las cosechas de arroz a los
aldeanos para exportarlos. Esto arruinaba a los agricultores, que vendían a buen precio
parte de sus productos a los oficiales norvietnamitas.27 El 11 de marzo de 1967 estallaba
cerca de Samlaut, en la provincia de Battambang, una revuelta campesina. Rápidamente
los comunistas se asociaron al levantamiento y el príncipe tomó una actitud claramente
antiizquierdista.28 La represión gubernamental fue feroz y los comunistas camboyanos,
hasta entonces dedicados a las discusiones en los cafés de las ciudades,27 tuvieron que
huir a la jungla de las remotas montañas del nordeste.28 Allí consiguieron el apoyo de las
tribus de jemeres loeu, «montañeses», que utilizaban espadas, lanzas y arcos.29 Les
proporcionaron los primeros reclutas en su guerra contra el gobierno. En 1968, los
comunistas estaban bien instalados en el noreste y libraban una constante guerra de baja
intensidad.28
Hasta entonces, la fidelidad total a la figura política-religiosa del príncipe Sihanouk había
impedido a los comunistas ganar el apoyo de la mayoría campesina.28 Todo cambió con el
derrocamiento del monarca. Sihanouk se exilió en Pekín, formando una alianza
llamada Frente Unido Nacional de Kampuchea (francés: Front uni national du Kampuchéa,
FUNK), que incluía a todos los opositores a Lon Nol, aunque el bajo control fáctico del KR
e hizo un llamado a combatir a los golpistas. Poco después Pekín y Hanói acordaban
ayudar a los exiliados, lo que equivalía a respaldar militarmente al KR.32 El gobierno en el
exilio que nació se llamó GRUNK o Gobierno Real de Unión Nacional de Kampuchea
(francés: Gouvernement Royal d'Union Nationale du Kampuchéa), que gobernaría
nominalmente los territorios conquistados durante la guerra y brevemente tras la victoria
hasta 1976. Lo integraban el Partido Comunista de Kampuchea (francés: Parti communiste
du Kampuchéa, PCK) y dos facciones menores, los monárquicos del Khmer Rumdo,
«Liberación Jemer», y los provietnamitas del Khmer Việt Minh, «Viet Minh Jemer», en su
mayoría exmiembros del Khmer Issarak.
Posteriormente, los siguientes tres años apenas verían combates entre el gobierno
camboyano y el KR. Este último se dedicó a crear una sólida base de poder entre los
habitantes del extenso territorio ocupado por los norvietnamitas. Su disposición al trabajo
duro en el campo, incorruptibilidad, preocupación por el bienestar del campesinado y el
apoyo simbólico del príncipe les concedió el apoyo popular y calmó a los que desconfiaban
de ellos.33 Entre 1970 y 1973, los combatientes del KR pasaron de 400034 a 40 000.33 El
mariscal no supo aprovechar la superioridad numérica de su ejército ni capitalizar la
impopularidad del príncipe entre las capas urbanas, medias e intelectuales del país. Se
volvió completamente dependiente de la ayuda estadounidense y survietnamita.20
El segundo evento decisivo fueron los Acuerdos de paz de París del 27 de enero de 1973.
Después de estos, los norvietnamitas se retiraban de sus bases fronterizas y el KR debió
enfrentar por primera vez solo al ENJ, respaldado por el poder aéreo de EE. UU., que
dejaba de actuar en Laos y Vietnam para concentrarse en Camboya.33 Hanói se distanció
del KR por negarse a negociar en París, disminuyó su apoyo militar pero con eso perdió su
influencia sobre éste.38
En las zonas “liberadas” del KR cada aspecto de la vida era controlado por el Angkar
padevat, «Organización Revolucionaria», pantalla del clandestino PCK —más conocida
como simplemente Angka, la «Organización»—.43 El comercio, la producción de arroz, se
suprimía el culto budista, se impuso un código de indumentaria uniforme, se formaban
brigadas cooperativas de producción y los disidentes desaparecían. El KR podía alimentar
de forma autónoma a su población, en cambio, Lon Nol y su corrupto gobierno dependían
por completo de EE. UU.44
Los bombardeos estadounidenses eran lo único que permitía a las FANJ resistir.
Mantenían a raya a los guerrilleros y permitían a los convoyes fluviales traer suministros
por el Mekong.45 Desde comienzos de 1974 los bombardeos se detuvieron, el KR corto
todas las rutas terrestres a Nom Pen y casi la asaltó. La reanudación de los bombardeos
fue la salvación momentánea de la capital, le hizo retroceder fuera del perímetro defensivo
de la ciudad. Desde entonces, el KR «decidió no realizar un asalto directo, sino estrechar
el cerco».33
Rodearon las principales ciudades a la vez que las FANJ se atrincheraban en ellas. Solo
podían comunicarse por aire.20 A principios de 1975, más de 40 000 guerrilleros rodeaban
a 20 000 defensores de Nom Pen.46 A medida que avanzaban, los dirigentes del KR
fundaban «centros de reeducación» cada vez más parecidos a los «centros de
detención».47
La situación se hizo crítica con la instalación de cinco mil guerrilleros a las orillas del
Mekong dedicados a hostigar a los navíos estadounidenses que transportaban
suministros. Fue necesario desarrollar un puente aéreo para abastecer a Nom Pen. El 6 de
marzo de 1975 se hizo imposible, los obuses comunistas alcanzaron el aeropuerto y
cortaron la última vía de comunicación.49 Fue entonces que el Congreso
estadounidense votaba por cesar su ayuda a Lon Nol. Sus aviones B-52 no volvieron y el
KR pudo dedicarse a bombardear con artillería y cohetes la capital.50 Lon Nol se exilió
el 30 de marzo.51 El 11 de abril el aeropuerto de la capital cerraba definitivamente y en la
madrugada siguiente se realizaba la operación Eagle Pull, «tirón del águila». Unos 82
estadounidenses, 159 camboyanos —la mayoría empleados de su embajada y familiares
— y 35 ciudadanos de terceros países.50 El 14 de abril algunas banderas rojas
comenzaron a flamear en barrios del norte de la capital.51 El 16 de abril se negociaba la
rendición final del gobierno. A la mañana siguiente, un ejército de campesinos
adolescentes del KR entraba en la ciudad.49 Lo que más llamó la atención de los
habitantes fue el frío e inexpresivo autocontrol de los guerrilleros, «cadáveres mutilados
formaban parte de su existencia diaria, igual que un plato de arroz»; siempre obedecían
las órdenes sin preguntar.50
Consecuencias de la guerra[editar]
Según las estimaciones más moderadas y fiables, la guerra costó entre ciento cincuenta y
trescientas mil vidas.52 Durante su posterior gobierno, Pol Pot intentaría “desviar” el
número de víctimas propias achacándolas a la guerra, hablando de seiscientas mil a un
millón cuatrocientas mil.53 Más del 20% de todas las propiedades materiales del país
fueron destruidas.40 La guerra, especialmente los bombardeos masivos de 1969-1973,54
arruinó a la economía agraria y debilitó a la sociedad tradicional.55 La guerra impidió
cualquier tipo de resistencia que la sociedad camboyana pudiera presentar al nuevo
gobierno. Desmoralizo o destruyó a su élite y permitió al KR consolidarse rápidamente en
el poder gracias a las prioridades estratégicas de su aliado norvietnamita y la irresponsable
actitud de Sihanouk.56
Los bombardeos costaron entre 40 00057 y 100 00054 vidas, de las que 10 000
correspondían a guerrilleros.57 Las provincias más bombardeadas tenían baja densidad de
población; apenas un millón de habitantes en 1970, y muchos de sus residentes escaparon
rápidamente a las ciudades.56 Al menos un millón de campesinos39 o más probablemente
un tercio de los ocho millones de camboyanos se volvieron desplazados internos que
huyeron a Nom Pen y otras ciudades.47 En cifras concretas, entre uno58 y dos59 millones
buscaron refugio en la capital, sufriendo una falta crónica de alimentos, techo y
medicinas.60 El único efecto que tuvieron los bombardeos fue proporcionales más reclutas
al KR y facilitar la evacuación de las ciudades y la colectivización agraria al crear una
masa enorme de refugiados que odiaban al gobierno pro-estadounidense.47
Un elemento peligroso que estalló fue la violencia, a menudo gratuita, de ambos bandos.
En la rebelión campesina de 1968 los funcionarios del gobierno solían morir a puñaladas61
y el ejército respondió arrasando aldeas enteras, colgando de los árboles a presuntos
cabecillas con los estómagos abiertos para matarlos lentamente, degollando a niños
sospechosos de ser correos comunistas con hojas de palmera afiladas y maniatando y
arrojando por precipicios a profesores sospechosos de tendencias izquierdistas.28 Más de
75 000 personas fueron asesinadas, principalmente por la represión comunista.56 El KR
demostró estar siempre dispuesto a la violencia y las medidas más extremas con tal de
vencer.47
Otra expresión de la violencia fue la persecución a la minoría vietnamita, entre 450 000 y
500 000 al comenzar la guerra.32 La mayoría eran comerciantes y oficinistas, pero eso no
impidió a Lon Nol perseguirlos desde su llegada al poder. Centenares acabaron flotando
después de ser ahogados en el Mekong.37 También se incendió la embajada survietnamita.
Dos tercios de los vietnamitas de Camboya, unos 300 000, huyeron durante 1970 a
Vietnam del Sur.62
La persecución fue una reacción contra los ataques de Saigón contra los jemeres étnicos
que vivían en Vietnam del Sur a mediados de los sesenta.54 Estos pogromos, en especial
durante 1970, costaron setenta mil vidas.56 Las guerras de Indochina supusieron la huida
de más de dos millones de personas de sus países.63 Los vietnamitas huyeron
a Guam y Filipinas, mientras que laosianos y camboyanos a Francia, especialmente los de
la élite.63
Gobierno genocida[editar]
Hasta unas semanas antes de la caída de Nom Pen sus más ricos habitantes parecían
vivir en un «trance hipnótico». Estaban rodeados y los suministros solo llegaban por aire,
pero aún eran frecuentes los descansos por las tardes y los estudiantes iban a la escuela
sin miedo a ser reclutados para la defensa.33 El 17 de abril de 1975 la población de la urbe
estaba relativamente feliz, finalmente se acababa la guerra civil y nada podía ser peor.47
Los últimos combates habían cesado –algunos de los más fieros habían sido
protagonizados por defensores norteamericanos, que eran desertores, traficantes y
contrabandistas que habían migrado a Camboya tras los acuerdos de paz de 1973– y los
disciplinados e inexpresivos guerrilleros adolescentes entraron, impermeables a todo
soborno o ruego, esa misma tarde y supervisaron la evacuación de toda la población de
las grandes ciudades.67
Durante la evacuación de su embajada, los norteamericanos ofrecieron asilo a los
principales dirigentes jemeres. Algunos lo rechazaron con la esperanza de negociar un
acuerdo final y estando dispuestos a sufrir el destino de su gente. Estaban en la lista negra
del KR, los «Siete Traidores», como el general y príncipe Sisowath Sirik Matak (1914-
1975), el primer ministro Long Boret (1933-1975), el político Lon Non (1930-1975) –
hermano de Lon Nol– y la mayoría del gabinete. Poco después todos fueron ejecutados.68
El presidente interino tras la huida del mariscal, Saukam Khoy (1915-2008), y el general a
cargo de la defensa, Sak Sutsakhan (1928-2004), eligieron exiliarse a última hora y vivir.69
Año Cero[editar]
Nadie, dentro y fuera de Camboya, se esperaba tal medida y fue el primer aviso de que un
proceso excepcional se iniciaba. Se les dijo que saldrían solo por tres días y para
protegerlos de los bombardeos estadounidenses y asegurar su avituallamiento.70 La
decisión había sido tomada por la camarilla gobernante en febrero y según tres problemas:
era poco probable que el pequeño PCK y su ejército de adolescentes pudiera controlar a
los millones de personas concentrados en Nom Pen. Si se los dispersaba también se los
desorganizaría. En segundo lugar, las reservas de arroz se agotaban pues gran parte de la
tierra se había dejado de trabajar durante la guerra. Los camboyanos deberían reconstruir
su país con trabajo agrícola. Finalmente, y más importante, por la voluntad utópica que
dominaba a los polpotistas: trabajo, pureza revolucionaria e independencia nacional. «El
país iba a ser reconstruido de la nada».71 Los Jemeres Rojos dividieron el país en seis
grandes zonas y 32 regiones. A su vez nacieron distritos, subdistritos y villas, estas últimas
no en el sentido tradicional. Las villas fueron abolidas y reemplazadas por «cooperativas
de alto nivel» con mandos bastantes autónomos hasta las purgas que buscarían asegurar
el poder central, debido a que su aparato burocrático era muy débil, y eliminar toda
debilidad en el trato de mandos con pueblerinos, especialmente "nuevos".72
El KR había empezado con este tipo de acciones desde 1973 en las zonas “liberadas” del
sudoeste,43 hasta volverlo algo habitual.38 A comienzos de 1971 se empezó a evacuar
aldeas enteras y en septiembre de 1973, cuando tomaron la mitad de Kompung Cham,
forzaron a 50 000 personas a abandonar sus hogares e ir al interior del país. La ciudad
de Kratié, la primera de importancia tomada por el KR en julio del mismo año, fue
desalojada por completo. En marzo siguiente habían capturado Udong y se llevaron
20 000 personas a los campos de la frontera con Vietnam, muchos escaparon a Nom
Pen.73 Aquel mismo año de 1974, Pol Pot había empezado a dispersar secretamente las
aldeas más compactas, garantizando su mejor control.74
Sin embargo, las muertes fueron escasas. En 1975 la población en general aún estaba
sana y bien alimentada. Los heridos, operados convalecientes, desnutridos y enfermos
forzados a vaciar los hospitales, los suicidas –a veces familias enteras– y viejos fueron las
primeras víctimas. Los muertos eran abandonados allí donde caían, usualmente a los
costados de los caminos.75 Se estima que en los hospitales de la capital había cerca de
20 000 heridos.25 Entre los suicidas destacaban los individuos que quedaron separados de
sus familiares, los adultos mayores que se sentían una carga para sus familias y los que
habían pertenecido a las clases más acomodadas.76 Los que se negaron a seguir las
órdenes fueron inmediatamente fusilados.77 Unas dos a tres mil personas fallecieron en la
capital78 y unos diez millares en todo el país.70 En el peor de los casos veinte o treinta mil.79
Aproximadamente la mitad del país, dos80 o tres millones desde Nom Pen y cientos de
miles más de las otras ciudades,70 evacuaron sus hogares y dejaron atrás sus
pertenencias -a la larga las perdieron-,81 lo poco que llevaban lo perdieron en el camino a
manos de guerrilleros o al llegar a destino ante las exigencias de los locales.76 Se iniciaba
un periplo en busca de un nuevo “hogar”, a veces por semanas, todo sin recibir alimentos
o cuidados médicos de sus “libertadores”. Era fácil separarse de la familia en medio de la
confusa marea humana y casi imposible reencontrarse, de hecho, el destino dependía del
barrio donde se vivía, muchas familias se separaron para siempre.82 Los yothea,
«soldados», no los empujaban pero se mostraban como siempre, inflexibles, seres que
jamás sonreían.70 Pero sí que estaban atentos a cualquier signo externo de una buena
vida, educación, riqueza y poder, tales como buena ropa, manos suaves y aspecto de
estar bien alimentado, entonces era separado e interrogado en los rudimentarios puntos de
control en las encrucijadas de las rutas. Todo el que admitía ingenuamente en esas
primeras fechas que era un burócrata, empresario, profesor, médico o ingeniero era
fusilado. Comenzaba la «“venganza de clases”».83 El usar gafas con cristales gruesos se
volvió peligroso,84 porque se le consideraba un símbolo de intelectualidad, amor por leer,
pensar y, por tanto, criticar. Deshacerse de ellas, como de los libros, era exigido por los
polpotistas para ser perdonado.85 Para dicha de muchos, los Jemeres Rojos decidieron
destruir los documentos de identidad, permitiéndoles inventarse una nueva identidad.86 En
esos momentos, la capital albergaba veinte mil soldados y oficiales y un número muy
similar de funcionarios civiles de la antigua administración, blancos preferidos del KR.87
Se los empujó hacia la campiña circundante. La violencia comenzó a las 7 de la mañana con
ataques dirigidos contra las tiendas chinas, y después hubo un saqueo general. Las primeras
muertes sucedieron a las 8:45 de la mañana. De los 20.000 heridos que estaban en la ciudad, hacia
la caída de la tarde todos estaban en la jungla. (...) Se vaciaron todos los hospitales (...) Fueron
destruidos todos los documentos y archivos. Los libros fueron arrojados al río Mekong o quemados
en las orillas. Se procedió a incinerar el papel moneda de la Banque Khmer de Commerce. Los
automóviles, las motocicletas y las bicicletas fueron [confiscados]. Los [jemeres rojos] dispararon
con bazucas y cohetes sobre las casas en las que se advertía movimiento. Se llevaron a cabo
muchas ejecuciones sumarias. Se dijo al resto: «Salgan inmediatamente de aquí o los mataremos a
todos». Hacia la medianoche se cortó el suministro de agua.88
Esto último benefició a numerosos funcionarios y militares del bando perdedor. Eran
sobrevivientes. Cuando el KR tomó la capital se dio la orden por radio a todos los civiles y
oficiales que sirvieron a Lon Nol de presentarse en el Ministerio de la información, bajo el
pretexto de servir al nuevo gobierno o recibir a Sihanouk. Temerosos de un castigo peor si
no iban la mayoría se presentó, y todos acabaron ejecutados o muertos poco después en
prisión.83 En purgas posteriores, sistemáticamente se ejecutó a antiguos funcionarios de
rangos cada vez más bajos. Salvaron solo a algunos empleados claves y difícilmente
reemplazables, como los ferroviarios.85
Non Pen quedó vacía y todos los edificios que demostraban su anterior esplendor
quedaron en silencio.50 El miedo y odio de los Jemeres Rojos a la «gran prostituta del
Mekong», urbe cosmopolita llena de placer y consumo, era total.89 Con el masivo éxodo
hacia una vida de esclavos rurales comenzaba en Camboya el Año Cero.50
Campos de la muerte[editar]
Artículo principal: Campos de la Muerte
El voluntarismo polpotista y su búsqueda de una utopía desembocó en «lo que tal vez siga
siendo el intento de transformación social más radical de todos los tiempos». El KR intentó
«aplicar el comunismo integral inmediatamente, sin ese largo período de transición que
parecía formar parte de los fundamentos de la ortodoxia marxista-leninista». Estaban
seguros de que triunfarían donde el Gran Salto de Mao había fracasado porque Camboya
era un país mucho más pequeño, homogéneo y gobernable que China.90
En una semana vaciaron las ciudades -poniendo fin al antagonismo entre estas y el
campo-, la moneda fue abolida, se aniquilaron las clases propietarias, intelectuales y
comerciantes para poner fin a las diferencias sociales y en menos de dos meses habían
colectivizado toda la nación.90
El aparato administrativo del KR era particularmente débil, apenas 120 000 militantes y
simpatizantes, la mitad combatientes y la mayoría muy recientes. No podía gestionar
adecuadamente el éxodo. Esto permitió a muchos de los desplazados instalarse donde
querían o, más frecuentemente, podían. Al menos por un tiempo.86 Es probable que esta
debilidad (14 000 militantes en 1975) incrementara la paranoia y brutalidad del KR.48 A los
pocos meses comenzaron nuevas deportaciones, cientos de miles de antiguos habitantes
de las ciudades debieron trasladarse, algunos tres o cuatro veces seguidas, especialmente
del este y suroeste al noroeste. Y eso sin contar brigadas de trabajo, que llevaban por
meses a jóvenes y adultos sin hijos pequeños lejos de sus aldeas.91 El objetivo era impedir
cualquier vínculo duradero que amenazara el poder del régimen entre campesinos y recién
llegados o entre estos últimos, quitarle los bienes y cosechas a los nuevos campesinos,
controlar los flujos de población, poner en marcha grandes obras para cultivar en las
montañas y junglas despobladas y, finalmente, eliminar todas las «bocas inútiles», puesto
que estas deportaciones en carretas y trenes atestados y que duraban semanas,
afectaban en especial a aquellos que se encontraban desnutridos y agotaban las reservas
de medicamentos.92 Tuvieron éxito. Pin Yathay (n. 1944), sobreviviente que escapó al
extranjero tras vagar semanas por la selva,93 relata que muchos proyectos de fuga o de
rebelión se vieron impedidos por esos traslados.94
Muy distinto era el destino de quienes accedían a un traslado voluntario. Eran trampas
perfectas, los habitantes de las ciudades que aceptaban ingenuamente trasladarse a
supuestas aldeas con una vida más fácil siempre acababan ejecutados. Yathay se dio
cuenta del truco. Los que aceptaban el ofrecimiento voluntariamente admitían aun tener
inclinaciones individualistas y no estar conforme con el Angka.95
Nuevos y Viejos[editar]
Poco menos de la mitad de la población era Prasheachon Thmei, «nuevo pueblo»,
aquellos que cayeron bajo su influencia al rendirse las ciudades el 17 de abril de 1975 y
eran siempre objeto de sus sospechas. El resto era Prasheachon Shah, «viejo pueblo»,
aquellos que entre 1970 y 1975 cayeron bajo su control –sobre todo población rural– y
eran su principal base de apoyo.9199 El KR estableció un apartheid total entre los «nuevos»
y «viejos». No podían casarse, vivir en las mismas zonas de las aldeas y, al principio, ni
siquiera hablarse. Todo para ahondar la brecha entre ellos. Los viejos tenían unos pocos
derechos, como participar ocasionalmente en “elecciones” de candidato único, comer en la
cantina obligatoria antes que los otros y, al comienzo, de cultivar una parcela privada.91
Además recibían ciertas raciones –siempre más grandes– de azúcar, frutas, carne,
medicamentos fabricados en China, dispensas y arroz duro, no la sopa de arroz aguado
que comían los nuevos –los primeros en ejercer este derecho eran los militantes del KR, a
pesar de siempre mostrarse como símbolos de humildad–.85 Obviamente, no se eximían
de servir por meses lejos de sus familias en obras masivas y los horarios eran igual de
extenuantes.85 La constitución de 1976 sostenía que el primer derecho de los habitantes
de Camboya era trabajar, los nuevos no conocieron otro.76 La escasa clase obrera vivía
bajo una dura disciplina militar y lentamente se la reemplazó con campesinos pobres, cuya
fidelidad creían segura los Jemeres Rojos.100 En definitiva, los nuevos sufrieron mucho
más que los viejos.85
El vínculo entre ambos segmentos era peligroso para los Jemeres Rojos.92 Sobre todo si
se tiene en cuenta que Camboya, además pequeña y poco poblada, tenía la mayoría de
los habitantes de sus ciudades emparentados con gente de los campos. En la primera
deportación muchos consiguieron unirse a ellos y así sobrevivir.86 De hecho, las relaciones
iniciales eran relativamente buenas entre viejos y nuevos. Todo nuevo podía instalarse si
conseguía el permiso del jefe de la aldea, en algunos casos se sacrificaba una vaca en
honor a los recién llegados y en muchos otros les ayudaban a instalarse. En algunos casos
hubo cierta hostilidad, pero aparentemente no asesinatos espontáneos o vejaciones entre
ambos grupos.86 El KR consiguió su objetivo hacia 1977, cuando las relaciones entre
nuevos y viejos llegaron a un punto de hostilidad abierta, a causa de la competencia por
los pocos alimentos. El hambre «nunca ha contribuido al altruismo».101 El hambre ayudaba
mucho porque deshumaniza:
«Provoca el repliegue sobre uno mismo, el olvido de cualquier consideración que no afecte
a la supervivencia propia».102
También eliminaba todo parámetro moral, todos estaban dispuestos a todo con tal de
seguir vivos un día más, tanto en romper las leyes103 como en someterse en apariencia al
régimen.104 Poco antes del hundimiento definitivo –la invasión vietnamita–, la situación era
horripilante. Se ejecutaban en iguales cantidades mujeres, niños y ancianos que hombres
adultos. Mueren en masa tanto los nuevos como los viejos.98Precisamente, durante 1978
se atisban signos de la abolición gradual de la diferencia entre nuevos y viejos. Los
primeros acceden a responsabilidades locales.105 Según algunos, los nuevos que habían
logrado sobrevivir finalmente eran considerados aptos y leales para servir al KR, otros
creen que era un intento de unir al país ante el conflicto con Vietnam, como en 1941 hizo
Stalin ante la operación Barbarroja. Pero lo más probable es que ante la sangría, el KR
empieza a incluir forzadamente a los nuevos en la administración del genocidio, intentando
suplir los vacíos que habían ocasionado las frecuentes purgas internas.106
«La “revolución” enloquecía realmente, y ahora amenazaba con engullir hasta al último de
los camboyanos».98
Bajo su lema del «odio de clases», los polpotistas subdividieron las castas poco a poco y
estimularon los recelos entre las categorías. Primero los viejos, «proletarios y patriotas»,
contra los nuevos, «capitalistas criados por los imperialistas».91 Luego campesinos pobres
contra propietarios de tierras, campesinos ricos contra excomerciantes. Los no
escolarizados contra los intelectuales. Los no funcionarios contra los antiguos servidores
de la República Jemer.91
Vida diaria[editar]
La preocupación de los Jemeres Rojos por evitar las visitas clandestinas a familiares, los
conflictos entre vecinos,107 prohibir las relaciones sexuales extramatrimoniales108 o
pelearse con la familia107 –todos delitos castigables con la muerte,107 en especial en
reincidentes– no se debía a un deseo de defender el núcleo familiar como base de la
sociedad, sino más bien a una defensa de su utopía de convivencia exquisita entre
personas.
Además, el sostenimiento de la autoridad paternal no era tal, muchas veces las familias
eran separadas y los miembros eran enviados por meses a zonas distintas para trabajar –y
sin formas de comunicarse -,109 no había tiempo familiar,104 los niños eran adoctrinados y
alejados de sus padres,84 las posibilidades de vida íntima estaban restringidas a lo
permitido por el Angkar –especialmente para la reproducción– y los jóvenes eran
alentados a denunciar a sus padres.84 La única causa era la voluntad del régimen para
conseguir el poder total, aislando al individuo y dejándolo solo frente al control terrorífico y
manipulador del Angkar.110
Se prohibió la relación sexual; el adulterio o la fornicación eran castigados con la muerte (...) Se
prohibía a los miembros de las parejas casadas [mantener] conversaciones prolongadas, pues se
afirmaba que eso era "discutir", y [la reincidencia] se castigaba con la muerte (...) Cuando el hambre
y la epidemia se difundieron, los viejos y enfermos y los muy jóvenes, sobre todo [los] huérfanos,
fueron abandonados. Se ejecutaba en público y se obligaba a mirar a los parientes mientras el
hermano, la madre o el hijo eran sometidos al garrote vil o decapitados, apuñalados, muertos a
golpes o (...) a hachazos. A veces se ejecutaba (...) a (...) familias enteras. (...) un docente llamado
Tan Samay, que desobedeció la orden de enseñar a sus alumnos únicamente el trabajo de la tierra,
fue ahorcado; sus propios alumnos, de ocho a diez años, tuvieron que realizar la ejecución mientras
gritaban: "¡Maestro incapaz!". La terrible lista de crueldades es interminable.111
«Nadie temía besar la mano que daba de comer, por muy sangrienta que fuese».104
El gobierno buscaba controlar a la población monopolizando el acceso a cualquier fuente
de alimentos.114 Se llegaron a destruir muchísimos árboles frutales, eliminando una fuente
no controlada de nutrición.104 Cualquier intento de mejorar la dieta personal descubierto era
mortal, aunque fueran lombrices, sapos y lagartijas atrapados en los campos.84 Muchos
otros fallecieron al comer –a escondidas– animales o plantas venenosas o mal cocidos.113
Muchos dependían para vivir del mercado negro, que gracias a los muertos no declarados,
podían conseguir ciertas raciones extras. También quedaba alimentar de bienes en
principio comunitarios, fueran plantas o animales, disputar sobras con los cerdos o cazar
ratas.113
Sin cuidados médicos, sus debilitados cuerpos eran presas fáciles de las enfermedades,
en especial edemas.115 Los enfermos eran siempre culpables y castigables de hacer
perder mano de obra al Angkar, por lo que rara vez recibían medicamentos o reposo,
aumentando su mortandad. En muchos hospitales simplemente se los dejaba morir a
propósito.102 Pol Pot y su camarilla lo único que conseguía con su gestión era matar a su
pueblo y demostrar su incompetencia en todos los campos posibles,81 pero en lugar de
cambiar simplemente se hacían cacerías de saboteadores, supuestos culpables de los
reiterados fracasos.116
Sistema carcelario[editar]
Mapa del Imperio jemer en el siglo X. Base del
nacionalismo fanático del KR y sus ambiciones expansionistas.
De hecho, el KR superó por mucho a Hanói en brutalidad radical –y, a pesar de que basó
sus campos de detención en el modelo del Vietminh de los años cincuenta–. Los
vietnamitas jamás hicieron frecuentes las matanzas de detenidos, prisioneros franceses o
indígenas, todo lo contrario sucedió en Camboya.47
En los campos de detención podían entrar soldados enemigos, monjes budistas, viajeros
“sospechosos” y sus familiares, reales o supuestos, entre otros.47 El régimen de hambre,
las enfermedades y los malos tratos rápidamente acababan con la mayoría, empezando
con los niños. También eran frecuentes las salidas bajo custodia de prisioneros –llevarlos
fuera de la prisión para ejecutarlos durante la noche–.117
El epílogo de este sistema se dio durante la invasión vietnamita. Muchos jefes polpotistas
se dedicaron a ejecutar a los últimos sobrevivientes en lugar de escapar. Como resultado
muchos fueron capturados y muertos, pero la mayoría de las cárceles estaban vacías; no
quedaba a nadie a quien liberar.120
Purgas[editar]
La represión varió según el momento en que sucedió y la categoría de la población que
afectó, sin embargo, prácticamente nadie estaba a salvo.121 Los intelectuales y
exfuncionarios fueron exterminados casi completamente, y desde 1978 sus mujeres e hijos
les siguieron a la tumba.91 Más del 83% de los oficiales de las FANJ, el 60% de los
mandos de la policía, el 51% de los diplomados superiores, el 29% de quienes tenían
estudios primarios, el 19% de los campesinos pobres y el 17% de la gente sin profesión
conocida murieron. De 450 médicos y 550 magistrados desaparecieron 402 y 546
respectivamente. Dos quintos de los habitantes de las tres provincias más urbanizadas
murieron.25122
Sin embargo, rápidamente ese ánimo exterminador se volvió contra los dirigentes
polpotistas: el 50% de los militantes del partido comunista son ejecutados (superando a
Stalin en la magnitud de las purgas).25 Las primeras purgas sucedieron en los años
sesenta. Cuando en el seno del Angkar Loeu, «Alta Organización», se eliminaron a varios
militantes considerados pro-vietnamitas.123 En los primeros meses de gobierno fueron
purgados todos los pro-vietnamitas y los monárquicos no comunistas sin proceso regular.95
Cerca de novecientos desaparecidos.123 En septiembre de 1976 se arrestaba, torturaba y
ejecutaba a Keo Meas (1926-1976), el «hermano número 6», iniciando las purgas en los
máximos niveles en que Pol Pot eliminó a cualquier posible rival, fuera por sus habilidades
políticas aparentemente superiores o la inexistencia de una fe ciega en su líder.124 Las
fuerzas de seguridad regionales o santesok fueron purgadas continuamente por el servicio
de seguridad nacional o santebal para asegurar el mando centralizado del dictador.72 Entre
las víctimas más notorias estaban Hou Youn (1930-1975), quien predijo el fracaso de la
colectivización y la eliminación de los mercados de Pol Pot y Noun Chea, ejecutado en
agosto de 1975; Hu Him (1930-1977), ejecutado el 6 de julio de 1977; y Vorn Vet (1934-
1978), ministro de economía arrestado por intentar un golpe de Estado en noviembre de
1978, ejecutado en la S-21 un mes después. Poco antes de finalizar su gobierno, Pol Pot
había eliminado a la mitad de los miembros de su partido.125
Persecución de minorías[editar]
El genocidio tuvo efectos étnico-demográficos a largo plazo. Los jemeres pasaron de ser el
80% de la población camboyana en 1962, a un 85% en 1970 y al 90% en 1981, tanto por
el éxodo masivo de vietnamitas como las masacres de chinos y cham.127 El régimen de los
KR persiguió físicamente, trasladó por la fuerza y prohibió las lenguas de los grupos
étnicos minoritarios. Lo mismo sucedió con la religión, reprimiendo dura y extensamente a
los fieles del islam, el cristianismo y el budismo.128 Durante su gobierno, Pol Pot declaró el
fin de las diferentes nacionalidades, en su Kampuchea solo había una nación y una
lengua: la jemer.74 Aunque, según Kiernan, la peor persecución la vivió la minoría
musulmana cham.128 Irónicamente, a comienzos de la «guerra de liberación», los Jemeres
Rojos intentaron reclutar a los cham, considerándolos excelentes guerreros.74 Los
perseguidos eran clasificados en dos grupos principales: «urbanos» y «rurales». Los
primeros eran los chinos y vietnamitas, los segundos los cham o sham y las tribus de las
montañas selváticas, los loeu. Las persecuciones de sus miembros por su origen étnico
solo empezaría en 1977.105
Sobre los youn, «vietnamitas camboyanos», considerados enemigos históricos por Pol
Pot,122 ya perseguidos durante la guerra, 100 000 a 150 000 salieron “voluntariamente” a
Vietnam entre mayo y septiembre de 1975. Posiblemente muchos jemeres se hicieron
pasar como vietnamitas para escapar del régimen polpotista. Quedaron en Camboya unas
decenas de miles, la mayoría cónyuges de jemeres, y fueron asesinados casi en su
totalidad.129105 Aquellos que permanecieron cayeron en una trampa, en 1976 se les prohibió
salir del país. Luego vinieron algunas matanzas, seguidas un año después por el arresto y
deportaciones de vietnamitas y jemeres «vietnamófonos» en las zonas fronterizas del
oriente, se perseguía abiertamente a todo jemer con ascendencia vietnamita.122 Los
estudiosos calculan que sobre un tercio a más de la mitad de estos últimos murieron en el
genocidio.122 Un efecto positivo de la deportación, la ruralización forzada y el hambre fue
que los viejos conflictos entre jemeres que vivían en ciudades y minorías urbanas
desaparecieron, todos sufrían siendo nuevos.105
Respecto de los chinos, aproximadamente 400 000, se estima que entre casi dos quintos y
la mitad falleció durante la Kampuchea Democrática,130 es decir, unos 200 000
sobrevivieron.129 Les fue especialmente mal porque muchos no supieron ocultar su antiguo
origen como mercaderes, muchos enriquecidos por el mercado negro, volviéndose blanco
predilecto de los Jemeres Rojos. Los habitantes de Nom Pen eran «ultraurbanos», y los
chinos y vietnamitas de esa ciudad también eran «ultramercantiles».122 El gobierno intentó
borrar todo rasgo o influencia de su cultura en la nueva sociedad que estaban
construyendo.131
Los loeu, por su apoyo desde el comienzo a los Jemeres Rojos, fueron favorecidos por el
régimen hasta 1976.132 Estas tribus eran unas cuarenta a cien mil personas según datos
de 1971.133 A finales de ese año, producto de la obsesión polpotista de producir solo y más
arroz, sus pueblos de montaña fueron destruidos, ellos reubicados en la cuenca y los
valles y su forma de vida tradicional, basada en la caza selvática, fue destruida. En febrero
de 1977 la guardia personal de Pol Pot, compuesta por miembros de la tribu jarai, fue
completamente detenida y liquidada.74
Los cham vivían en las zonas fluviales o lacustres y suministraban de pescado a los
demás camboyanos.134 Eran considerados viejos pero se les reprochaba estar muy
involucrados en actividades mercantiles.74 En 1974 Pol Pot ordenó dispersar sus aldeas,
tradicionalmente muy compactas, lo que se cumplió progresivamente. Un año después
oficialmente se abolió su mentalidad, se les obligó a cambiar sus nombres a otros jemeres,
se ejecutaba a los que hablaran su lengua, se les prohibió el uso del pelo largo y a las
mujeres del sarong o «falda malasia». Estas medidas fueron especialmente duras en el
noroeste. En 1976 los cuadros cham fueron expulsados de sus cargos.74 A diferencia de
otros pueblos, los cham se rebelaron numerosas veces, siendo reprimidos con grandes
matanzas. Desde mediados de 1978 se empezó a exterminar a comunidades enteras.135
Se desconocen las cifras exactas en este caso específico, pero de 700 000 cham que
había antes de la victoria del KR, tras su derrocamiento quedaban unos 200 000.136 Otras
fuentes dan una población original de 250 000 cham, resultando muertos por Pol Pot y sus
secuaces más de 100 000.137 Probablemente de dos quintos a la mitad de esta minoría fue
muerta.135 Unas 113 aldeas cham fueron sistemáticamente destruidas y las familias
dispersadas.131
Persecución religiosa[editar]
Respecto al budismo, «incompatible con la revolución» según Yun Yat,129 religión
ampliamente mayoritaria y arraigada profundamente en las tradiciones del país, el KR
cerró —y destruyó muchas veces— 3000 templos y 70 000 monjes son enviados a
trabajos forzados.138 Muchos acabaron en las temibles prisiones del régimen47 y los que no
colgaron sus hábitos serían sistemáticamente exterminados, algunos estudiosos dicen que
solo 1000 de 60 000 monjes que había en Camboya sobrevivieron al régimen.85
La religión islámica de los cham llevó al régimen a ensañarse con ellos. Su intento de
acabar con ella llevó a los mayores enfrentamientos y la peor represión.74 La prohibición de
la oración, quema de Coranes y la destrucción de mezquitas comenzó en 1973 en las
zonas bajo su control y tras la victoria, en mayo de 1975, se generalizaron a toda
Camboya.74 Poco después se ejecutaran dignatarios musulmanes, la casi totalidad de
los Haji –quienes había peregrinado a La Meca–, a quienes preferían ir a orar que a
mítines políticos o aquellos que exigían el derecho a un matrimonio religioso.139 De
113 hakkem, líderes comunales, se salvaron 25 y de 226 diputados 25.131 Con crueldad
irónica, los polpotistas ocasionalmente daban a los sham dos raciones mensuales de
carne de cerdo –alimento prohibido por su religión–, obligándolos a comer si no querían
morir, muchos vomitaban en secreto después. Precisamente en tiempos en que la amplia
mayoría de los camboyanos llevaba años sin probar carne.135
Durante las purgas, antiguos miembros del partido torturados llegaron a confesar
pertenecer a la «CIA vietnamita», prueba del nivel de fantasía paranoica al que había
caído Pol Pot.124 Pronto estalló un conflicto con Hanói, donde destacó la agresividad
injustificada del KR, ya que consideraban a Vietnam como un «ladrón» puesto que
reclamaban el territorio de la Cochinchina, que en el siglo XVIII había pertenecido a
la Kampuchea Krom –el odio a Vietnam a la larga sería el único justificativo a la resistencia
armada de los Jemeres Rojos tras su caída–.122 Desde 1978, las purgas se intensificaron a
niveles verdaderamente genocidas en la zona oriente,124 empezando por los mandos
locales, que se mostraban incapaces de detener las incursiones fronterizas de Hanói, lo
que hacía crecer la paranoia de la camarilla central.95 Durante 1977-1978 las incursiones
fronterizas de los polpotistas aumentaron, apoyándose en la presión creciente que China
en la frontera septentrional. Estaban llevando a Vietnam a un punto donde se vería
obligado a tomar alguna medida.143 Como todo lo que rodeaba al Angkar, el conflicto
fronterizo fue anunciado públicamente recién en enero de 1978.120 Siguiendo su política
agresiva y xenofóbica, el KR se negó a buscar una solución diplomática al conflicto
fronterizo y el 24 de septiembre de 1977 lanzó una ofensiva contra la provincia de Tây
Ninh, asesinando cientos de civiles. Hanói respondió con una operación de castigo con
50 000 soldados en diciembre, sin embargo, se retiraron cuando tropas chinas se
movieron en la zona fronteriza con Vietnam. Los gobernantes de Hanói, temerosos de una
guerra en dos frentes, se retiraron.144 El comandante jemer oriental, So Phim (c.1925-
1978), tenía una sólida base de poder en la zona. Como reacción a las medidas del
gobierno se rebeló en mayo de 1978, pero al mes siguiente, viendo todo perdido, se
suicidó. Toda su familia y su pueblo natal fueron pasados por las armas.98 La violencia
armada desatada ese año –purgas masivas, escalada del conflicto vietnamita y
rebeliones– puede verse como la crisis final del KR al llevar a los camboyanos,
prácticamente a todos, a una situación realmente límite.145
En la Navidad de 1978 de 100 000148 a 200 000149 vietnamitas cruzaron la frontera. Les
acompañaban 20 000 hombres del FUNSK.150 El 3 de enero Radio Hanoi admitió la
ofensiva públicamente.147 Dos días después Pol Pot anunciaba grandiosas –y falsas–
victorias sobre los vietnamitas. El 7 escapaba de la capital.147 El día 9 de enero los
vietnamitas entraban en Nom Pen.149 Nacía la República Popular de Kampuchea. El
régimen nacido se fundamentó ideológicamente en su oposición al genocida KR refugiado
en las fronteras con Tailandia.151
Para ese entonces, con la dureza del régimen polpotista, la mayoría de los camboyanos
anhelaban la victoria vietnamita.152 Fueron mayoría quienes vieron la llegada de las tropas
extranjeras como una liberación: «un número incalculable de individuos fue salvado de la
muerte por las divisiones blindadas vietnamitas».120
Los Jemeres Rojos, unos 35 000-40 000 guerrilleros,160 se refugiaron en las juntas del
oeste del país, en la frontera con Tailandia, dedicándose a atacar las líneas de suministros
vietnamitas en los campos y junglas, evitando batallas abiertas a larga escala.161 Para dar
una nueva imagen internacional, oficialmente Khieu Samphan reemplazó a Pol Pot como
cabeza del movimiento, aunque en la realidad este último seguía al mando.162 También
buscaron aliarse con otros grupos rebeldes:161 el Frente de Liberación Nacional Jemer
(Front de libération nationale du peuple khmer, KPNLF) de Son Sann (1911-2000), 14 000
rebeldes en 1986;163 y el príncipe Sihanouk había vuelto a la política y la guerra con su
propia milicia de 10 000 hombres, el Ejército Nacional Sihanukista (Armee Nationale
Sihanoukiste, ANS).164
«Nadie rezó por él. Tampoco nadie en el mundo lloró su muerte. Pero nadie en Camboya
conseguirá olvidarle».25
Para ese entonces solo quedaban Jemeres Rojos en el noroeste del país. Durante el mes
de diciembre de ese año acabaron por deponer las armas.165
Consecuencias[editar]
Camboya tenía entre siete159 y ocho172 millones de habitantes en 1970.173 Casi la mitad de
ellos fueron clasificados como “nuevos” y deportados de las urbes, especialmente desde la
capital.70 De hecho, Nom Pen tenía dos174 o quizás tres70 millones de residentes
permanentes y campesinos refugiados.175 Casi la mitad de los habitantes de la capital
murieron, aproximadamente un millón de vidas perdidas.176 Los “nuevos” sufrieron más la
represión, carencia y rigor del régimen polpotista177 pero a finales del mismo, los “viejos”
morían en igual proporción.178
En total, murieron entre un millón y medio y tres millones de personas,1 lo que equivale a
un quinto o un tercio de los camboyanos.179 Probablemente fueron dos millones,180 es
decir, un cuarto de la población3 en apenas tres años y ocho meses.n 1 El sacerdote
francés François Ponchaud (n. 1939) estima en seiscientos u ochocientos mil muertos por
la guerra civil y ochocientos mil a un millón cuatrocientos mil en el genocidio.181 Estudios
demográficos, basados en proyecciones de 1970, estiman que si la población hubiera
seguido su crecimiento natural en 1980 el país hubiera alcanzado los diez millones de
habitantes, pero en esa fecha eran apenas cinco millones setecientos mil debido a la alta
mortalidad y la caída de la natalidad.182
Población
Grupos sociales Muertos Porcentaje
(1975)
1 671 00
Total 7 890 000 21,18
0
Análisis[editar]
Pol Pot y sus seguidores habían gobernado Camboya durante menos de cuatro años, de
abril de 1975 a enero de 1979 y su único legado fue matar entre un quinto y un tercio de
sus compatriotas.179 Camboya fue un «Comunismo Tardío» radical,183 es decir, instauró
primero un régimen comunista cuando ya se veía que ese modelo no cumplía lo que
prometía. Paradójicamente, también fue el primer país en abandonarlo.151 Su sueño era
«menos una utopía que una ucronía».183 Por otro lado, el sistema polpotista tenía mucho
más que ver con el maoísmo que con la dictadura soviética.184 Por ejemplo, la ruralización
forzada del país está inspirada en lo sucedido con los guardias rojos y su actitud contra los
intelectuales en la Revolución Cultural.185 Sin embargo, comparte con el maoísmo y
el estalinismo la megalomanía (y desprecio por la vida humana) del líder y sus proyectos
(siempre costosos en vidas).186
Ideología[editar]
La ideología juega un papel fundamental en todo genocidio, y el camboyano no es la
excepción. El deseo del KR era el regreso forzado de su país a un pasado mítico que
supuestamente existía antes de que llegara la influencia corruptora del extranjero. Se
volvería a una sociedad agraria y a medida que intentaron eso causaron el genocidio.187
Este intento de purificación de tipo racial, social y político condujo a la purga de líderes
políticos y militares del antiguo régimen, grandes industriales, periodistas, estudiantes,
médicos, abogados, vietnamitas y chinos étnicos.188
Ben Kiernan (n. 1953) comparó el genocidio camboyano con el armenio y el Holocausto,
llegando a la conclusión que los tres comparten características únicas. El racismo está
presente como parte fundamental de la ideología de los tres regímenes. Aunque los tres
son en buena medida seculares, no dudan en perseguir minorías religiosas. Coinciden en
tener ambiciones expansionistas sobre territorios que consideran suyos desde épocas
antiquísimas (Turquestán, Lebensraum y Kampuchea Krom). También presentan una
idealización del campesinado como base de su etnia nacional que justifica el orden del
Estado.194
Una serie de factores y circunstancias confluyeron para llevar a Camboya al abismo. Una
élite tradicional muy incapaz, un pequeño grupo de intelectuales dispuestos a todo,93 su
ubicación geográfica y la guerra en Indochina en escalada constante desde 1964.20
Otra importante raíz intelectual del KR fue lo aprendido en las universidades y entre la
izquierda francesa antes de la guerra, algo compartido con los chinos.196142 En su
libro Intelectuales, Paul Johnson (n. 1928) relaciona lo sucedido en Camboya con el
pensamiento de reconocidos intelectuales occidentales, esencialmente de izquierda. De
los 8 líderes polpotistas originales, todos eran francófonos, educados en París con ideas
sartrianas y fuertemente relacionados con el comunismo galo. Ellos fundaron la Angka
Leu, «Organización Superior».197 Aun después de su caída, Pol Pot seguía considerando
la rendición de Nom Pen como el «acontecimiento revolucionario» más importante,
excepto por la comuna de París de 1871.196
Según Rousseau, el contrato social obligaba al sujeto a «enajenarse, con todos sus
derechos, a la comunidad total»,198 es decir, el Estado pasaba a tener derecho a controlar
a cada individuo completamente, figurándose el primer boceto del totalitarismo.199 Aunque
es cierto que desde Platón los intelectuales se han sentido tentados a proponer poderes
totalitarios que ven al individuo como solo una pieza más.199 Su visión utópica se basaba
en que la felicidad solo se conseguiría suprimiendo los intereses personales, empezando
por controlar sus pensamientos, dejándole a cada persona nada más que obligaciones
sociales por cumplir.198 De ahí la importancia que daba al control de la educación, para
evitar la formación de mentes que cuestionaran un modelo que solo podría llevar a la
felicidad. En esencia, infantilizándolo para hacerlo completamente dependiente del
Estado.198 Para Rousseau, persona fuertemente influenciada por su rencor a las clases
más favorecidas y su miedo a las masas descontroladas, la única fuerza capaz de poner
fin al conflicto entre intereses de la comunidad e individuales –equiparados como de los
poderosos– era el Estado, personificación de la voluntad general, que debía crear una
sociedad igualitaria.200
Johnson menciona a Jean-Paul Sartre (1905-1980). Personaje que durante los años
setenta, acompañado de Simone de Beauvoir (1908-1986), se reunió con varios dictadores
del Tercer Mundo, término que él mismo popularizó.202 Influenció a Frantz Fanon (1925-
1961), ideólogo que fundaría el racismo negro africano202 que promovió guerras civiles por
todo el continente donde la mayoría de los muertos fueron africanos pobres,179 escribiendo
el prefacio de su libro Les Damnés de la terre de 1961. En él Sartre legitimó el asesinato
como método de liberación política, rechazando métodos de resistencia no violentos.203 Lo
que a la larga daría una justificación intelectual a posteriores movimientos terroristas de
izquierda en Europa.179 Según Johnson, el existencialismo sartriano exigía la liberación del
individuo de múltiples ataduras, volviendo a la violencia necesaria.203 Esto porque solo así
la voluntad del hombre, como única creadora de sí misma y la realidad, sería libre para
hacer lo que quisiera. Eso explicaría para Johnson el extremo voluntarismo de los Jemeres
Rojos mostrado durante sus proyectos de ingeniería social.192 «Bastaba con querer con
mucha fuerza que el paraíso descendiese sobre la tierra para conseguirlo».90
Reacción internacional[editar]
Después de que los estadounidenses evacuaran su embajada, el 12 de abril de 1975, al
menos 700 europeos seguían en Nom Pen, entre ellos un puñado de periodistas, como
Jon Swain del Sunday Times y Sydney Schanberg del New York Times. Al caer la ciudad
la mayoría se refugió en la embajada francesa, donde permanecieron tres semanas
encerrados a la espera de su evacuación y siendo testigos de la evacuación total de la
capital. Schanberg pudo hacer su primer reportaje el 8 de mayo.204 En una fecha tan
temprana como el 3 de junio de 1976, el New York Times publicó un artículo donde
estimaba en quinientos mil los camboyanos muertos desde la victoria de Pol Pot.205
En su libro Cambodge année zéro de 1977, escrito después de ser liberado,206 François
Ponchaud fue uno de los primeros autores que intentó llamar la atención mundial sobre el
genocidio que se estaba perpetrando.207 Según el autor, se consideraba que la visión del
líder estaba por encima de todo, forzando a la eliminación física por parte de los “puros” de
todo hombre corrupto que no pudiera ser reformado.208 Otro libro importante y temprano
fue Murder of a gentle land: the untold story of a Communist genocide in Cambodia de
John Barron y Anthony Paul fue publicado ese mismo año.209 El libro se basó en el
testimonio de refugiados fugados al extranjero y cuando se publicó su versión abreviada
por Readers Digest alcanzó gran popularidad.210 Sin embargo, la verdadera escala del
genocidio perpetrado solo se conoció cuando los invasores vietnamitas hicieron públicos
los excesos de los Jemeres Rojos para justificar internacionalmente su ocupación.204
Mientras tanto, los Jemeres Rojos estaban interesados en negarlas. Por ejemplo, en un
folleto del movimiento guerrillero de 1987, Khieu Samphan admite 3000 víctimas de
“errores”, 11 000 ejecuciones de agentes vietnamitas, 30 000 asesinados por esos agentes
y 1 500 000 a causa de la invasión vietnamita. Un verdadero «desvío de cadáveres».211
En fechas tan tempranas como 1973 hubo voces que alertaron sobre cómo podía terminar
Camboya si triunfaba el KR. El funcionario de la embajada estadounidense, Kenneth M.
Quinn, escribió un informe sobre las atrocidades realizadas e indicó que los Jemeres Rojos
eran muy similares a Estados totalitarios como el nazi o el soviético.212 Quinn ha escrito
que el KR surgió como consecuencia del terror y la violencia que desde 1970 se extendió
por todo el país, en que un pequeño grupo de intelectuales enfurecidos por lo que
consideraban una sociedad totalmente corrupta e imbuidos de un plan maoísta para crear
un orden socialista lo antes posible, reclutaron cuadros en extremo jóvenes, pobres y
envidiosos. Formados bajo las enseñanzas del estalinismo, estos cuadros fueron usados
para destruir físicamente los fundamentos culturales de los jemeres e imponer una nueva
sociedad a base de purgas, ejecuciones y violencia.213
La revelación supuso un respaldo para personas como Ponchaud o Simon Leys, que
desde el comienzo del genocidio avisaron de los crímenes comunistas, desacreditando a
numerosos intelectuales de la izquierda europea que habían dado testimonios falsos y
tranquilizadores.93 Testimonios de sobrevivientes, como Pin Yathay, fueron muy conocidos
en todo el mundo y sirvieron para desacreditar durante los ochenta al comunismo.93
Crímenes de guerra[editar]
El 15 de julio de 1979, después del derrocamiento de los Jemeres Rojos, el nuevo
gobierno aprobó el Decreto de Ley no. 1, por el cual se permitía el juicio de Pol Pot y Ieng
Sary por el delito de genocidio. Se les dio de defensor al abogado estadounidense Hope
Stevens.225 Fueron juzgados en ausencia y condenados por genocidio.226
En enero de 2001 la Asamblea Nacional de Camboya aprobó una legislación para formar
un tribunal que juzgara a los líderes del KR.227 Hasta el momento las Cámaras
Extraordinarias en las Cortes de Camboya (ECCC) han juzgado a:
Kaing Guek Eav, conocido como camarada Duch, alías Hang Ping. Fue un líder
intermedio del régimen que estableció la primera prisión jemer, de nombre código M-
13, en el bosque de Kampong. Estableció otra prisión dos años después, la M-99. Se
estima que 20 000 personas fueron torturadas y ejecutadas allí. Después de la victoria
los Jemeres Rojos extendieron su sistema penitenciario por todo el país y en Nom Pen
se fundó la infame prisión de Tuol Sleng. Duch y sus lugartenientes Mam Nai y Tang
Sin Hean estuvieron encargados de torturar al interrogar a los prisioneros. Tuol Sleng
murieron 16 000 personas y solo 7 sobrevivieron. Duch fue entrevistado en 1999 por
Nic Dunlop y Nate Thayer en la que admitió su culpa, su arrepentimiento y declaró
estar dispuesto a enfrentar un juicio. El juicio comenzó el 16 de febrero de 2009 y
aceptó su responsabilidad el 31 de marzo. El 26 de julio de 2010 fue declarado
culpable de los cargos de crímenes de lesa humanidad, tortura y asesinato y
sentenciado a 35 años de prisión.228
Nuon Chea, alías Hermano Número Dos, fue detenido el 19 de septiembre de 2007 y
llevado ante las autoridades.229 Al final del juicio en 2013 negó todos los cargos,
afirmando que él no había dado órdenes de maltratar o matar, privar a la gente de
alimentos o cometer genocidios. Al final expreso arrepentimiento moral por los
crímenes de los que era responsable.230
Ieng Thirith fue detenida el 12 de noviembre de 2007 junto a su esposo, Ieng Sary.231
Fue acusada el 10 de septiembre de 2010 por crímenes contra la humanidad y
genocidio. El 17 de noviembre de 2011, tras las evaluaciones de los expertos médicos,
se halló que no son aptos para ser juzgado debido a una condición mental.232
Khieu Samphan fue arrestado el 19 de noviembre de 2007 y acusado de crímenes
contra la humanidad.233 En 2014 Sampahn y Chea recibieron sentencias de cadena
perpetua por crímenes de lesa humanidad.
El tribunal ha sido criticado por su lentitud, ya que solo tres personas habían sido juzgados
y condenados a cadena perpetua para 2011.234
Negación[editar]
En 2013, el primer ministro camboyano, Hun Sen, aprobó una legislación que hace ilegal la
negación del genocidio camboyano y otros crímenes cometidos por los Jemeres Rojos. La
legislación fue aprobada después de comentarios por un miembro de la oposición, Kem
Sokha, quien es el presidente adjunto del Rescate Nacional de Camboya. Sokha había
declarado que las instalaciones de Tuol Sleng fueron fabricadas por vietnamitas después
de su invasión. El partido del opositor ha declarado que los dichos de Sokha fueron
sacados de contexto.237