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R ESUMEN
* Este trabajo forma parte del proyecto ** Doctor en Derecho, Profesor de Derecho
Fondecyt Nº 1030316 titulado “El Recurso de Administrativo, Universidad Austral de Chile.
Protección como instrumento de control juris- *** Doctor en Derecho, Profesor de Dere-
diccional de la Administración del Estado”, del cho Procesal, Universidad Austral de Chile.
que el primer autor es el investigador principal **** Doctor en Derecho, Profesor de Dere-
y los demás autores, coinvestigadores. cho Constitucional, Universidad Austral de Chile.
68 REVISTA DE DERECHO [VOLUMEN XIV
E
s un punto no discutido en nuestra materia de ingreso de causas en los tribu-
doctrina jurídica –y fácilmente cons- nales superiores de justicia, colapsando
tatable por lo demás– que el Recur- la actividad jurisdiccional y afectando con
so de Protección se ha transformado en la ello los procedimientos ordinarios y es-
vía procesal ordinaria de control de la ac- peciales de control existentes en el orde-
tos emanados de los órganos que forman namiento jurídico.
parte de la Administración del Estado, sea En este marco, este trabajo pretende
que éstos tengan carácter singular (simples simplemente revisar los principales pro-
decretos), reglamentarios (decretos supre- blemas y dificultades que se presentan en
mos reglamentarios) o contractuales (con- esta materia y las soluciones propuestas
trato administrativo). A ello ha contribui- por la doctrina, haciendo un análisis crí-
do sin ninguna duda tanto la ausencia de tico de las mismas. A estos efectos, es-
un procedimiento contencioso administra- tructuraremos el trabajo en tres grandes
tivo general o especial en cada una de las apartados: el primero abordará breve-
materias –cuestión que debe entenderse, mente los antecedentes históricos del Re-
obviamente, sin perjuicio de la existencia curso de Protección y del contencioso
de otros mecanismos de control de estos administrativo en nuestro ordenamiento
actos en el ámbito administrativo o cons- jurídico; a continuación analizaremos la
titucional– como la interpretación amplia actividad jurisdiccional y el Recurso de
y flexible de nuestra doctrina y jurispru- Protección, poniendo el acento acerca de
dencia de los requisitos procesales de pro- la naturaleza jurídica y las características
cedencia de este recurso, así como de los de éste; por último, revisaremos sintéti-
derechos fundamentales posibles de am- camente los derechos fundamentales pro-
parar por esta vía. tegidos por este Recurso, en relación con
Esto ha generado algunos problemas la actividad administrativa y sus conse-
teóricos y prácticos en esta materia, es- cuencias en el control judicial de la mis-
pecialmente derivado del abuso indiscri- ma; finalizaremos con algunas conclusio-
minado que se ha hecho de este remedio nes preliminares en esta materia.
procesal en diversas situaciones jurídicas.
En el plano teórico, por un lado, la trans-
formación del Recurso de Protección en 1. ANTECEDENTES HISTÓRICOS DEL
un medio de impugnación ordinario de la RECURSO DE PROTECCIÓN Y DEL
actuación administrativa, con prescinden- CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO EN
cia de la existencia o no de un derecho CHILE
fundamental comprometido, ampliando la
interpretación del mismo a materias o 1.1. Los derechos fundamentales, la
áreas no previstas por el constituyente, lo actividad administrativa y su protección
ha convertido en un mecanismo de con- jurisdiccional en nuestro ordenamiento
trol de la legalidad o juridicidad de la ac- jurídico decimonónico
tuación administrativa, afectando con ello
la urgencia, excepcionalidad y esenciali- La doctrina más citada de nuestro
dad de su tutela. En el ámbito práctico, a país ha manifestado reiteradamente que
su vez, esto ha llevado a una explosión una de las mayores innovaciones en la
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tal.4 Lo anterior es sin perjuicio de que la mas específicas.7 La reforma de 1874 ter-
misma Constitución pelucona consagra- minó parcialmente con estas prerrogati-
ra expresamente (Art. 143) un recurso ju- vas del Consejo de Estado, suprimiendo
dicial directo de protección de garantías la facultad de éste para conocer de las dis-
individuales ante la magistratura que se- putas que se suscitaren sobre contratos o
ñala la ley –la Corte Suprema de Justicia, negociaciones celebradas por el Gobier-
según establece el Art. 111 de la Ley de no y sus agentes, pero sin alterar la po-
Organización y Atribuciones de Tribuna- testad genérica de juez contencioso ad-
les de 1875–, pero restringido –según ex- ministrativo.
presa el propio precepto constitucional– De lo expuesto queda medianamen-
a los derechos de libertad individual y li- te claro que durante la vigencia de la Carta
bertad personal. de 1833 ya existió un mecanismo de con-
Adicionalmente, debe tenerse en cuen- trol de la actividad administrativa, sea en
ta que bajo la Carta de 1833 se estructuró resguardo del ordenamiento jurídico en
un mecanismo de control contencioso ad- general o de los derechos fundamentales
ministrativo radicado en el Consejo de de las personas en particular. Unas y otras
Estado, como juez administrativo más alto infracciones eran posibles de impugnar en
de la República (Art. 104). No obstante, el ordenamiento, recurriendo a la tutela
en aquellos casos en que estuviere com- del órgano judicial y administrativo com-
prometido un derecho fundamental, se de- petente en cada caso, restableciendo así
bía oír previamente al Tribunal superior el imperio del derecho.
de justicia (Art. 104 Nº 4 Constitución de
1833). 1.2. El surgimiento del denominado
Si bien lo anterior es controvertido “Recurso de Protección” en nuestro
por algún sector doctrinal,5 lo cierto es ordenamiento jurídico vigente y el
que los autores de la época están contes- control de la actividad administrativa
tes en afirmar el carácter de juez admi-
nistrativo de este Consejo6 –siguiendo el Sin perjuicio de los antecedentes
modelo francés de justicia administrati- históricos antes expuestos, el actual Re-
va–, lo que se entiende sin perjuicio de curso de Protección de los derechos fun-
los contencioso administrativos especia- damentales consagrado en el Art. 20
les que se establecieron en algunas nor- CPR tiene sus antecedentes más directos
–como es bien sabido– en el proyecto de
reforma constitucional presentado por los
diputados Diez y Arnello en 1972, repues-
4 Huneeus, J. La Constitución ante el Con-
to un año después por los senadores Diez
greso, Imprenta de Los Tiempos, Santiago,
y Jarpa y finalmente incorporado al orde-
1879, pp. 357-358.
5 Soto K., E. “Lo contencioso administra- namiento jurídico en el Art. 2º del Acta
tivo y los tribunales ordinarios de justicia”, ob.
cit., pp. 233-235.
6 Por todos, Huneeus, J. La Constitución
ante el Congreso, ob.cit., pp. 220-222, y 7 Un esquema general de los contencioso
Lastarria, J.V. Estudios políticos y constitucio- administrativos especiales en nuestro ordena-
nales, Imprenta, Litografía i Encuadernación miento jurídico a mediados del siglo XIX, en
Barcelona, Santiago, 1906, volumen I, pp. 122- Lastarria, J.V. Estudios Políticos y Constitucio-
123 y 405-407. nales, ob. cit., pp. 413-415.
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y, por tanto, mientras no hubiere tribunal so y cómo se conecta éste con las manifes-
competente estos asuntos no tenían en el taciones propias de la jurisdicción. Al efec-
ordenamiento chileno una vía jurisdiccio- to, debe señalarse, en primer lugar, que des-
nal de impugnación,13 se estableció en la de una perspectiva constitucional la doctrina
cultura jurídica chilena una conciencia de sostiene que el derecho de todas las perso-
la imposibilidad de tutela judicial de los nas de deducir una pretensión ante los tri-
derechos frente a la actuación adminis- bunales de justicia y la obligación correla-
trativa, lo que evidentemente lesionaba tiva de éstos de dar respuesta a la misma
seriamente el Estado de Derecho. –la que, obviamente, no tiene por qué ser
En este estado de cosas, el proyecto positiva– deriva del reconocimiento gene-
de reforma legislativa planteado, que pos- ral en el ordenamiento del derecho funda-
teriormente se recogería en las normas mental a la acción o tutela judicial.14 Esta
constitucionales, viene a constituirse en un garantía emanaría en nuestro Derecho –se-
mecanismo procesal de tutela de derechos, gún la doctrina más citada–15 del amparo
particularmente –aunque no exclusivamen- constitucional de la igual protección de la
te– frente al poder de la Administración ley en el ejercicio de sus derechos asegura-
del Estado. Así, el denominado “Recurso dos a todas las personas en la CPR (Art. 19
de Protección” es –al menos en su origen– Nº 3 CPR) y de ciertas disposiciones gene-
un sucedáneo del contencioso administra- rales establecidas en tratados internaciona-
tivo ordinario, pero que goza además de les ratificados por Chile16 y, por tanto, con-
los privilegios de un proceso constitucio-
nal de tutela urgente de derechos funda-
mentales. Ambas características conserva 14 Por todos, Pedraz, E. “Objeto del pro-
en general bajo la actual Constitución de ceso y objeto litigioso. Puntualizaciones sobre
1980, lo que parece que influye en la apli- la legitimación”, en Escuela de Verano del Po-
cación que se hace de éste en este ámbito. der Judicial, Consejo del Poder Judicial, Madrid,
2000, p. 315.
15 Por todos, Cea, J.L. Tratado de la Cons-
titución de 1980, Editorial Jurídica de Chile, San-
2. EL RECURSO DE PROTECCIÓN Y LA tiago, 1988, pp. 269 y ss; Fiamma, G. “La acción
ACTIVIDAD JURISDICCIONAL constitucional de nulidad: un supremo aporte del
constituyente de 1980 al Derecho procesal Ad-
2.1. La naturaleza jurídica del ministrativo”, en Revista de Derecho y Jurispru-
dencia, tomo LXXXIII, Nº 3, septiembre-diciem-
Recurso de Protección
bre 1986, pp. 124 y ss., y Varas, P. y Mohor, S.
“Procedencia del Recurso de Protección frente a
Un segundo aspecto que requiere abor- las disposiciones del artículo 19 Nº 3 de la Cons-
darse en esta materia, y que ha sido poco titución de 1980”, en Revista Chilena de Dere-
estudiado por la doctrina, es la determina- cho, Número Especial, 1998, pp. 279 y ss. En la
misma variante, pero con una posición crítica a
ción de la naturaleza jurídica de este recur- la doctrina mayoritaria, Bordalí, A. “El derecho
fundamental de acción: un intento de configura-
ción en el orden constitucional chileno”, en Re-
13 Ver Soto K., E. “Lo contencioso admi- vista de Derecho y Jurisprudencia, tomo XCVII,
nistrativo y los tribunales ordinarios de justicia”, Nº 3, 2000, pp. 81 a 105.
ob. cit. Pantoja, R. La jurisdicción contencioso- 16 En este sentido, Art. 14 del Pacto Inter-
administrativa, ob. cit., y Silva C., E. Derecho nacional de Derechos Civiles y Políticos y 8º de
Administrativo chileno y comparado. El control la Convención Americana sobre Derechos Hu-
público, pp. 191 y ss. manos, “Pacto de San José de Costa Rica”.
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puede ser un argumento suficiente para zás la más importante en un Estado cons-
negar todos los demás principios y valo- titucional de Derecho–,29 y ésta, eviden-
res que deben inspirar la actividad proce- temente, sólo podría desarrollarse en el
sal de los tribunales –especialmente el marco de un proceso, única vía legítima
principio de bilateralidad–, ya que con del ejercicio de aquélla,30 en la medida
ello se corre un serio riesgo de denega- en que concurren ante un juez imparcial
ción de justicia, por supresión del dere- dos partes parciales en términos de con-
cho a defensa en juicio para el recurri- tradicción e igualdad.
do.22 Esto último tendría una consecuencia
Precisamente, siguiendo esta última directa sobre la forma de concebir y utili-
concepción, es que algún sector de nues- zar el Recurso de Protección en nuestro
tra doctrina ha venido sosteniendo en el medio, ya que de entender éste como pro-
último tiempo que en realidad la interpo- ceso, y no ya como acción o recurso, debe-
sición del denominado “Recurso de Pro- rían aplicarse todas las características y ga-
tección” da lugar a un verdadero proce- rantías propias de aquél. En este contexto,
so23 o juicio,24 marco insoslayable en el una de las primeras manifestaciones de esta
que se realiza la actividad jurisdiccio- nueva concepción sería la aplicación inme-
nal,25 según lo reconoce y exige nuestra diata del derecho fundamental al debido
propia Carta Fundamental (Art. 19 Nº 3 proceso que contempla el propio ordena-
CPR).26 En este sentido, y partiendo de miento (Art. 19 Nº 3 inciso 5º CPR), en los
la necesaria conjunción entre jurisdicción términos y con las derivaciones que le han
y proceso,27 la actividad de las Cortes de impuesto la normativa internacional y la
Apelaciones de tutela de derechos funda- doctrina nacional y comparada, derecho
mentales a través del denominado “Recur- que, dicho de paso, no se encuentra preci-
so de Protección” sería una manifestación samente amparado por el Recurso de Pro-
propia de la jurisdicción28 –incluso qui- tección, salvo en lo relativo a la interdic-
ción de las comisiones especiales.
22 Idem, pp. 269-270 y Gozaíni, O. Dere- 2.2. Las características del proceso de
cho Procesal Constitucional, tomo I, Editorial protección de derechos fundamentales
de Belgrano, Universidad de Belgrano, Buenos
Aires, 1999, pp. 372 y ss. Ahora bien, si partiéramos de la base
23 Jana, A. y Marín, JC. Recurso de Pro-
tección y contratos, Editorial Jurídica de Chile, de que el conocimiento y resolución de
Santiago, 1996, p. 86. un conflicto jurídico que se pronuncie
24 Paillás, E. El Recurso de Protección ante
el derecho comparado, Editorial Jurídica de
Chile, Santiago, 1997, p. 77.
25 Ver, en este sentido, el trabajo reciente- 29 En un sentido análogo y estableciendo
mente publicado por Bordalí, A. Temas de De- la relación entre la evolución de las funciones
recho Procesal Constitucional, Editorial Fallos del proceso y su finalidad dentro del ordena-
del Mes, Santiago, año 2003, pp. 120 y ss. miento jurídico, ver Taruffo, M. “La justicia ci-
26 Por todos, Cea, J.L. Tratado de la Cons- vil: ¿opción residual o alternativa posible?, en
titución de 1980, ob. cit., p. 307. Corrupción y Estado de Derecho. Andrés, P.
27 Cerda, C. Iuris dictio, Editorial Jurídica (ed.), Trotta, Madrid, 1996, p. 138.
30 Gimeno, J.V. y Garberi, J. Los procesos
de Chile, Santiago, 1992, p. 228.
28 Hoyos, F. Temas fundamentales de de- de amparo (ordinario, constitucional e interna-
recho procesal, ob. cit., p. 73. cional), Colex, Madrid, 1994, p. 24.
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sobre una posible vulneración de un de- centración y celeridad, las que se justifi-
recho fundamental deba hacerse en un can por la gravedad de lo discutido y la
proceso, inmediatamente se nos plantea urgencia que exige un conflicto de esta
la interrogante acerca de las característi- naturaleza. De ahí que se estructura so-
cas que debería tener éste. En este punto bre la base de un procedimiento sumario,
parece obvio partir señalando que el re- lo que supone una etapa de cognición más
ferido proceso debería ser contradictorio breve que en los procedimientos ordina-
y bilateral, reconociendo la igualdad ju- rios. Ello estaría compensado con los
rídica de las partes en conflicto y permi- efectos limitados que le reconoce el or-
tiendo a éstas presentar los elementos de denamiento jurídico a la sentencia defi-
prueba que justifican sus posiciones jurí- nitiva que se pronuncie en esta materia,
dicas.31 Así, sólo en el marco de una con- la que tendría sólo un alcance de cosa juz-
frontación dialéctica que genera el pro- gada formal, pudiendo, por tanto, siem-
ceso, entre la pretensión del actor que pre volver a discutirse el asunto en un
solicita amparo judicial frente a supuesta procedimiento ordinario de lato conoci-
vulneración de un derecho fundamental miento.32
y la contestación del recurrido –informe Lo anterior, precisamente, permite a la
lo denomina equívocamente el auto acor- mayoría de nuestra doctrina sostener el ca-
dado de la Excma. Corte Suprema al re- rácter cautelar de este proceso de protec-
gularlo (Arts. 3º y 4º)–, elementos bási- ción,33 pero de características especiales,
cos de la discusión procesal, se puede en cuanto no lo vincula a la existencia de
establecer la veracidad procesal de los he- un proceso principal que le dé cobertura y
chos y resolver en derecho el Tribunal. existencia.34 En este sentido se recogen las
En esta perspectiva, y partiendo pre- modernas tendencias que ha proclamado un
cisamente de esta última concepción doc- sector de la doctrina comparada35 –concep-
trinal, parecería razonable replantearse el
rol asignado a cada uno de los interve- 32 Ver, en este sentido, Tavolari, R. Estu-
nientes en el proceso de protección, es- dios de Derecho Procesal, Edeval, Valparaíso,
pecialmente –en relación a la materia es- 1990, p. 30; Jana, A. y Marín, JC., Recurso de
pecífica a que se refiere este trabajo– de Protección y Contratos, ob. cit., p. 90, y Paillás,
los órganos administrativos del Estado, ya E. El Recurso de Protección ante el derecho com-
parado, ob. cit., p. 90.
que cuando son recurridos asumirían una 33 Por todos, Tavolari, R. Estudios de De-
verdadera condición de parte, pudiendo, recho Procesal, ob. cit., p. 69, Errázuriz, J.M y
por tanto, acceder a todos los derechos y Otero, M. Aspectos procesales del Recurso de
cargas que le impone el proceso. Protección, ob. cit., p. 34, y Mohor, S. “El Re-
Por otro lado, este proceso tiene, curso de Protección”, en Gaceta Jurídica, Nº 44,
1984, pp. 8 y ss.
como se sabe –al menos en nuestro orde- 34 Zúñiga en este sentido hablará de “pro-
namiento–, unas características de con- ceso cautelar autónomo”, refiriéndose a las ca-
racterísticas de este procedimiento. Ver, Zúñiga,
F. “Recurso de Protección y contencioso admi-
31
En este sentido, refiriéndose a las carac- nistrativo”, en Gobierno Regional y Municipal,
terísticas del proceso en general, por todos, ver año V, 4, Nº 52, noviembre 1997, p. 105.
Calamandrei, P. Derecho procesal Civil, Edito- 35 García de Enterría, E. “La lucha contra
rial Pedagógica Iberoamericana, México, 1996, el abuso de los procesos: juicios provisionales y
p. 74, y Gimeno, J.V. Fundamentos del Derecho medidas cautelares”, en Poder Judicial, segun-
Procesal, Civitas, Madrid, 1981, pp. 181 y ss. da época, Nº 20, diciembre 1990, pp. 11 y ss.
76 REVISTA DE DERECHO [VOLUMEN XIV
vio que el afectado utilizará el medio pro- miento de los requisitos de admisibilidad
cesal más expedito, ágil y efectivo que le y procedencia de la tutela judicial de los
franquea el propio ordenamiento, aun a derechos fundamentales, debilitándose
costa de una cognición más profunda y con ello la protección efectiva de éstos.
extensa del asunto discutido,48 más aún
cuando este proceso constitucional deja- 3.2. El Recurso de Protección y el
rá siempre subsistentes –como ya se dijo, proceso contencioso administrativo
sobre todo en caso de que el recurrente
obtuviere una sentencia desfavorable– los En el contexto antes descrito, es evi-
procedimientos jurisdiccionales de lato dente que el Recurso de Protección no es
conocimiento que establecen las leyes. ya una respuesta dogmáticamente adecua-
Esto ha llevado a una reacción de da, eficiente y eficaz para controlar la
nuestras Cortes, tratando de restringir el actividad administrativa en su conjunto,
acceso y la utilización desmedida del particularmente si se parte de la base de
Recurso de Protección en materias de lato su carácter cautelar, urgente y excepcio-
conocimiento. Así, por un lado, la Excma. nal que proclama la doctrina.50 A ello se
Corte Suprema ha establecido mecanis- añaden una serie de situaciones jurídicas
mos procesales de admisibilidad de las en que el Recurso de Protección –pese a
pretensiones entabladas por los particu- su vis expansiva– no alcanza para dar co-
lares en amparo de sus derechos funda- bertura a ciertos derechos e intereses ju-
mentales y de simplificación en la trami- rídicos, sea como consecuencia de los
tación de las mismas, lo que ha sido mayores requisitos constitucionales exi-
duramente criticado por la doctrina;49 por gidos para su procedencia –en particular,
otro, las Cortes de Apelaciones, en el co- en el caso del derecho a vivir en un me-
nocimiento de estos asuntos, han aumen- dio ambiente libre de contaminación
tado el rigor en el control de admisibilidad (Art. 19 Nº 8 CPR)–, sea por la exigüi-
de estas demandas, interpretando más dad del plazo previsto para su interposi-
restrictivamente los requisitos de proce- ción –15 días corridos (Art. 1º del Auto
dencia de las mismas. Sin embargo, esto Acordado que regula esta materia).51
más que corregir las deficiencias del sis- En estos casos, al afectado no le cabe
tema ha dado cuenta de la gravedad de la sino incoar las vías ordinarias para hacer
crisis planteada, generándose percepcio- valer su pretensión ante los tribunales de
nes equívocas de los criterios que siguen justicia, mediante los procedimientos es-
los tribunales para interpretar el cumpli- peciales establecidos por la ley en ciertos
casos o utilizando el procedimiento ordi-
nario aplicable a la denominada “acción
48 Pierry, P. “El Recurso de Protección y
lo contencioso administrativo”, en Revista de
Derecho, Universidad de Concepción, Nº 165, 50 En este sentido, ver Pierry, P. “El recur-
1977, pp. 177-178. so de protección y lo contencioso administrati-
49 Por todos, Saenger, F. “La lenta agonía vo”, ob. cit., pp. 177-178, y del mismo autor,
del Recurso de Protección” y Soto K., E. “El “Tribunales contencioso administrativos”, ob.
derecho fundamental de acceso a la justicia (a cit., pp. 103-104, y Zúñiga, F. “Recurso de Pro-
propósito de requisitos de admisibilidad), am- tección y contencioso administrativo”, ob. cit.,
bos en Revista Chilena de Derecho, Número pp. 107-108.
Especial, 1998, XXIX Jornadas de Derecho Pú- 51 Ferrada, J.C. “El principio de control en
blico, pp. 263-264 y 273 y ss., respectivamente. la década 1990-2000”, ob. cit., p. 624.
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