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Revista

2003] de DerechoFERRADA, BORDALÍ y Vol. XIV -EL


CAZOR: Julio 2003
RECURSO DE PROTECCIÓN... Páginas 67-81
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EL RECURSO DE PROTECCIÓN COMO MECANISMO DE


CONTROL JURISDICCIONAL ORDINARIO DE LOS ACTOS
ADMINISTRATIVOS: UNA RESPUESTA INAPROPIADA A UN
PROBLEMA JURÍDICO COMPLEJO*

Juan Carlos Ferrada Bórquez**


Andrés Bordalí Salamanca***
Kamel Cazor Aliste****

R ESUMEN

El Recurso de Protección se ha convertido en el principal instrumento de tutela


procesal del ciudadano, amparo que ha incluido aquellos actos de la Administra-
ción que comportan una violación de su esfera subjetiva. Para los autores, aleján-
dose así de la concepción mayoritaria que han asumido la doctrina y la jurispru-
dencia nacional, el Recurso de Protección corresponde a un proceso sumario para
la tutela urgente y privilegiada de los derechos fundamentales. Sin embargo, dicho
proceso especial ha terminado por asumir un rol principal y ordinario de solución
de conflictos entre el ciudadano y la Administración, tutelando no sólo sus derechos
fundamentales, sino en muchos casos meros derechos legales o intereses legítimos,
vulgarizándose de este modo su uso, y convirtiéndose en vía ordinaria de control de
legalidad de la actuación administrativa. Es necesario de este modo reservar el
referido proceso sólo para la tutela urgente de los derechos fundamentales, inclui-
das por cierto aquellas situaciones en que la Administración viola dichos derechos
fundamentales, y crear un proceso ordinario para el control jurisdiccional de la
actividad administrativa para aquellos casos en que sólo se vean involucrados de-
rechos subjetivos o intereses legítimos del ciudadano.

RECURSO DE PROTECCIÓN - ADMINISTRACIÓN DEL ESTADO -


CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO

* Este trabajo forma parte del proyecto ** Doctor en Derecho, Profesor de Derecho
Fondecyt Nº 1030316 titulado “El Recurso de Administrativo, Universidad Austral de Chile.
Protección como instrumento de control juris- *** Doctor en Derecho, Profesor de Dere-
diccional de la Administración del Estado”, del cho Procesal, Universidad Austral de Chile.
que el primer autor es el investigador principal **** Doctor en Derecho, Profesor de Dere-
y los demás autores, coinvestigadores. cho Constitucional, Universidad Austral de Chile.
68 REVISTA DE DERECHO [VOLUMEN XIV

INTRODUCCIÓN numérica sin precedentes en la actividad


forense, registrándose como la principal

E
s un punto no discutido en nuestra materia de ingreso de causas en los tribu-
doctrina jurídica –y fácilmente cons- nales superiores de justicia, colapsando
tatable por lo demás– que el Recur- la actividad jurisdiccional y afectando con
so de Protección se ha transformado en la ello los procedimientos ordinarios y es-
vía procesal ordinaria de control de la ac- peciales de control existentes en el orde-
tos emanados de los órganos que forman namiento jurídico.
parte de la Administración del Estado, sea En este marco, este trabajo pretende
que éstos tengan carácter singular (simples simplemente revisar los principales pro-
decretos), reglamentarios (decretos supre- blemas y dificultades que se presentan en
mos reglamentarios) o contractuales (con- esta materia y las soluciones propuestas
trato administrativo). A ello ha contribui- por la doctrina, haciendo un análisis crí-
do sin ninguna duda tanto la ausencia de tico de las mismas. A estos efectos, es-
un procedimiento contencioso administra- tructuraremos el trabajo en tres grandes
tivo general o especial en cada una de las apartados: el primero abordará breve-
materias –cuestión que debe entenderse, mente los antecedentes históricos del Re-
obviamente, sin perjuicio de la existencia curso de Protección y del contencioso
de otros mecanismos de control de estos administrativo en nuestro ordenamiento
actos en el ámbito administrativo o cons- jurídico; a continuación analizaremos la
titucional– como la interpretación amplia actividad jurisdiccional y el Recurso de
y flexible de nuestra doctrina y jurispru- Protección, poniendo el acento acerca de
dencia de los requisitos procesales de pro- la naturaleza jurídica y las características
cedencia de este recurso, así como de los de éste; por último, revisaremos sintéti-
derechos fundamentales posibles de am- camente los derechos fundamentales pro-
parar por esta vía. tegidos por este Recurso, en relación con
Esto ha generado algunos problemas la actividad administrativa y sus conse-
teóricos y prácticos en esta materia, es- cuencias en el control judicial de la mis-
pecialmente derivado del abuso indiscri- ma; finalizaremos con algunas conclusio-
minado que se ha hecho de este remedio nes preliminares en esta materia.
procesal en diversas situaciones jurídicas.
En el plano teórico, por un lado, la trans-
formación del Recurso de Protección en 1. ANTECEDENTES HISTÓRICOS DEL
un medio de impugnación ordinario de la RECURSO DE PROTECCIÓN Y DEL
actuación administrativa, con prescinden- CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO EN
cia de la existencia o no de un derecho CHILE
fundamental comprometido, ampliando la
interpretación del mismo a materias o 1.1. Los derechos fundamentales, la
áreas no previstas por el constituyente, lo actividad administrativa y su protección
ha convertido en un mecanismo de con- jurisdiccional en nuestro ordenamiento
trol de la legalidad o juridicidad de la ac- jurídico decimonónico
tuación administrativa, afectando con ello
la urgencia, excepcionalidad y esenciali- La doctrina más citada de nuestro
dad de su tutela. En el ámbito práctico, a país ha manifestado reiteradamente que
su vez, esto ha llevado a una explosión una de las mayores innovaciones en la
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nueva ordenación institucional chilena, correspondencia, el honor, la propiedad


surgida después del golpe militar de 1973, y la libertad civil, de opinión y de im-
es el denominado Recurso de Protección.1 prenta. Manifestaciones similares contu-
Este medio procesal vino a suplir, por un vieron las Constituciones de 1822 –ca-
lado, la carencia endémica en nuestro or- pítulo IV “de la administración de justicia
denamiento jurídico de mecanismos y de las garantías individuales” (Arts.
procesales efectivos de protección de los 198 a 229)–, 1823 –especialmente títu-
derechos fundamentales, no obstante –si- los XII “del Poder Judicial” (Arts. 116 a
guiendo las Constituciones y declaracio- 142) y XXIII “del uso de la imprenta”
nes políticas de la época– su proclama- (Arts. 262 a 268)–, 1828 –capítulo III
ción explícita desde los primeros textos “derechos individuales” (Arts. 10 a 20)–
constitucionales que proclamaron la re- y 1833 –capítulo V “derecho público de
pública; y, por otro, la inexistencia de un Chile” (Art. 12)–, aunque con diversos
procedimiento general expedito y eficaz contenidos en cada caso.
de protección jurisdiccional de los parti- No obstante –como lo sostiene
culares frente a los actos del poder públi- Zúñiga3– es en la Constitución Moralista
co, sin perjuicio de la controvertida com- de 1823 donde podemos encontrar un an-
petencia de los tribunales ordinarios de tecedente directo de un mecanismo pro-
justicia para conocer de los asuntos con- cesal de protección jurisdiccional de los
tencioso administrativos.2 derechos fundamentales, derivado de, por
Lo anterior, sin embargo, no es rigu- un lado, la atribución general de esta ma-
rosamente cierto. En efecto, como es sa- teria al Poder Judicial (Art. 116) y, por
bido, la Constitución de 1818 iniciaba su otro, de la potestad específica de la Su-
capítulo primero (Arts. 1º a 17) con una prema Corte de Justicia de “proteger, ha-
declaración referida a “los derechos del cer cumplir y reclamar a los otros pode-
hombre en sociedad”, en que proclamaba res por las garantías individuales y
derechos como la libertad ambulatoria, la judiciales” (Art. 146 Nº 1). Tales prerro-
seguridad individual, el principio de ino- gativas son recogidas en los “reglamen-
cencia, la inviolabilidad del hogar y de la tos judiciales” de 1824 y 1836, quedando
subsistentes, aparentemente, bajo la Car-
1 Por todos, Soto K., E. El Recurso de Pro- ta de 1833 y rigiendo hasta 1875, fecha
tección. Orígenes, Doctrina y Jurisprudencia. de entrada en vigencia de la Ley de Or-
Editorial Jurídica de Chile, Santiago, 1982,
ganización y Atribuciones de los Tribu-
p. 11.
2 Sobre las distintas posiciones doctrinales nales y cuyo texto suprimió dicha atri-
sobre la competencia de los tribunales ordina- bución judicial, entregándosela a la
rios de justicia en esta materia, puede verse, por Comisión Conservadora parlamentaria
todos, Soto K., E. “Lo contencioso administra- que establecía la propia Carta Fundamen-
tivo y los tribunales ordinarios de justicia”, Re-
vista de Derecho Público, Nºs 21/22, 1977,
pp. 233-249 y, del mismo autor, El Recurso de
Protección, ob. cit., pp. 401-402; Pantoja, R. La 1994, pp. 191 y ss., y Nogueira, H. “El Recurso
jurisdicción contencioso-administrativa. Deci- de Protección en Chile”, Gaceta Jurídica,
siones legislativas al año 2001, Fundación Fa- Nº 230, agosto 1989, p. 7.
3 Ver, en este sentido, Zúñiga, F. “Recurso
cultad de Derecho, Universidad de Chile, San-
tiago, 2000, pp. 11-62; Silva C, E. Derecho de protección: algunas notas sobre sus antece-
Administrativo chileno y comparado. El control dentes históricos en el siglo XIX”, Gaceta Jurí-
público, Editorial Jurídica de Chile, Santiago, dica, Nº 198, diciembre 1996, pp. 8-9.
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tal.4 Lo anterior es sin perjuicio de que la mas específicas.7 La reforma de 1874 ter-
misma Constitución pelucona consagra- minó parcialmente con estas prerrogati-
ra expresamente (Art. 143) un recurso ju- vas del Consejo de Estado, suprimiendo
dicial directo de protección de garantías la facultad de éste para conocer de las dis-
individuales ante la magistratura que se- putas que se suscitaren sobre contratos o
ñala la ley –la Corte Suprema de Justicia, negociaciones celebradas por el Gobier-
según establece el Art. 111 de la Ley de no y sus agentes, pero sin alterar la po-
Organización y Atribuciones de Tribuna- testad genérica de juez contencioso ad-
les de 1875–, pero restringido –según ex- ministrativo.
presa el propio precepto constitucional– De lo expuesto queda medianamen-
a los derechos de libertad individual y li- te claro que durante la vigencia de la Carta
bertad personal. de 1833 ya existió un mecanismo de con-
Adicionalmente, debe tenerse en cuen- trol de la actividad administrativa, sea en
ta que bajo la Carta de 1833 se estructuró resguardo del ordenamiento jurídico en
un mecanismo de control contencioso ad- general o de los derechos fundamentales
ministrativo radicado en el Consejo de de las personas en particular. Unas y otras
Estado, como juez administrativo más alto infracciones eran posibles de impugnar en
de la República (Art. 104). No obstante, el ordenamiento, recurriendo a la tutela
en aquellos casos en que estuviere com- del órgano judicial y administrativo com-
prometido un derecho fundamental, se de- petente en cada caso, restableciendo así
bía oír previamente al Tribunal superior el imperio del derecho.
de justicia (Art. 104 Nº 4 Constitución de
1833). 1.2. El surgimiento del denominado
Si bien lo anterior es controvertido “Recurso de Protección” en nuestro
por algún sector doctrinal,5 lo cierto es ordenamiento jurídico vigente y el
que los autores de la época están contes- control de la actividad administrativa
tes en afirmar el carácter de juez admi-
nistrativo de este Consejo6 –siguiendo el Sin perjuicio de los antecedentes
modelo francés de justicia administrati- históricos antes expuestos, el actual Re-
va–, lo que se entiende sin perjuicio de curso de Protección de los derechos fun-
los contencioso administrativos especia- damentales consagrado en el Art. 20
les que se establecieron en algunas nor- CPR tiene sus antecedentes más directos
–como es bien sabido– en el proyecto de
reforma constitucional presentado por los
diputados Diez y Arnello en 1972, repues-
4 Huneeus, J. La Constitución ante el Con-
to un año después por los senadores Diez
greso, Imprenta de Los Tiempos, Santiago,
y Jarpa y finalmente incorporado al orde-
1879, pp. 357-358.
5 Soto K., E. “Lo contencioso administra- namiento jurídico en el Art. 2º del Acta
tivo y los tribunales ordinarios de justicia”, ob.
cit., pp. 233-235.
6 Por todos, Huneeus, J. La Constitución
ante el Congreso, ob.cit., pp. 220-222, y 7 Un esquema general de los contencioso
Lastarria, J.V. Estudios políticos y constitucio- administrativos especiales en nuestro ordena-
nales, Imprenta, Litografía i Encuadernación miento jurídico a mediados del siglo XIX, en
Barcelona, Santiago, 1906, volumen I, pp. 122- Lastarria, J.V. Estudios Políticos y Constitucio-
123 y 405-407. nales, ob. cit., pp. 413-415.
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Constitucional Nº 3 de los Derechos y una particular incidencia fue en las dis-


Deberes Constitucionales de 1976 (DL putas que se producían entre el Gobierno
1552/1976).8 Este antecedente es funda- del Presidente Allende y los empresarios
mental a la hora de comprender las moti- industriales, comerciales y agrícolas, ya
vaciones que tuvo a la vista el constitu- en relación a las medidas administrativas
yente militar para instaurar este de intervención y requisición decretadas
mecanismo procesal y diseñarlo como un por el primero, ya en la toma material –sin
instrumento de tutela urgente de derechos título jurídico– de los inmuebles por las
fundamentales. fuerzas políticas afines al Gobierno. 11
En este contexto, si analizamos los Esto implicaba, a juicio de un sector po-
fundamentos jurídicos expuestos en el lítico y jurídico,12 una transgresión sis-
proyecto Diez-Arnello,9 es claro que su temática de los derechos patrimoniales de
propósito fundamental era crear un me- estos particulares, dejándolos en una si-
canismo procesal ágil y expedito de pro- tuación de indefensión jurídica.
tección de los derechos fundamentales A la situación de indefensión ante-
reconocidos por la Constitución y no cu- rior contribuyó, sin duda, la declaración
biertos por el Recurso de Amparo, lo que de incompetencia que hicieron los tribu-
debiera entenderse sin perjuicio de los nales ordinarios de justicia para conocer
procedimientos ordinarios civiles y cri- de los asuntos contencioso administrati-
minales que dispone el ordenamiento. En vos. En efecto, a partir de una interpreta-
particular, la propuesta legislativa busca- ción estricta del Art. 87 de la Constitu-
ba amparar los derechos patrimoniales y ción de 1925, en virtud del cual estos
las libertades políticas reconocidos en la asuntos sólo podían ser conocidos por los
Carta Fundamental de 1925 (Art. 10), tribunales especiales dispuestos por éste
pero que hasta ese momento carecían de
un mecanismo procesal de protección di-
culación entre las principales teorías del dere-
recto, como el dispuesto –recurso de am- cho público alemán y la contingencia política,
paro– para la libertad personal y la segu- siendo esta última el motor inspirador en la cons-
ridad individual (Art. 16 CPE). trucción de aquellas y su fundamento. Triepel,
Ahora bien, para entender esta cues- H. Derecho público y política, Civitas, Madrid,
1986, pp. 41 y ss. En análogo sentido, y con una
tión debemos necesariamente conectar lo
visión más actual en Latinoamérica, Binder, A.
anterior con las circunstancias políticas “Reforma de la justicia penal y Constitución: del
concretas que se vivían a esa época, en programa político al programa científico”, Cua-
que el conflicto político y social había dernos de Análisis Jurídico, Nº 39 relativo al
alcanzado tal entidad, que ello tenía su “Primer Congreso Nacional sobre la Reforma del
Proceso Penal”, Universidad Diego Portales,
expresión concreta en el campo jurídi- Santiago, 1998, p. 23.
co.10 Así, uno de los ámbitos en que tuvo 11 Sobre el conflicto jurídico en esta mate-
ria y la posiciones adoptadas por la jurispruden-
cia, especialmente administrativa, puede verse
8 Soto K., E. El Recurso de Protección, ob. Millar, J. “Alcance del control de legalidad. Su
cit., pp. 23 y ss. evolución a propósito de los actos administrati-
9 Idem, pp. 24-26. vos requisitorios durante 1970-1973”, Revista de
10 En este sentido, ya Triepel puso de rele- Derecho, Universidad Austral de Chile, volumen
vancia hace más de medio siglo (1926), en su ya XI, diciembre 2000, pp. 83 y ss.
12 Soto K., E. El Recurso de Protección,
célebre discurso de toma de posesión de Recto-
rado de la Universidad de Berlín, la estrecha vin- ob. cit., p. 24.
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y, por tanto, mientras no hubiere tribunal so y cómo se conecta éste con las manifes-
competente estos asuntos no tenían en el taciones propias de la jurisdicción. Al efec-
ordenamiento chileno una vía jurisdiccio- to, debe señalarse, en primer lugar, que des-
nal de impugnación,13 se estableció en la de una perspectiva constitucional la doctrina
cultura jurídica chilena una conciencia de sostiene que el derecho de todas las perso-
la imposibilidad de tutela judicial de los nas de deducir una pretensión ante los tri-
derechos frente a la actuación adminis- bunales de justicia y la obligación correla-
trativa, lo que evidentemente lesionaba tiva de éstos de dar respuesta a la misma
seriamente el Estado de Derecho. –la que, obviamente, no tiene por qué ser
En este estado de cosas, el proyecto positiva– deriva del reconocimiento gene-
de reforma legislativa planteado, que pos- ral en el ordenamiento del derecho funda-
teriormente se recogería en las normas mental a la acción o tutela judicial.14 Esta
constitucionales, viene a constituirse en un garantía emanaría en nuestro Derecho –se-
mecanismo procesal de tutela de derechos, gún la doctrina más citada–15 del amparo
particularmente –aunque no exclusivamen- constitucional de la igual protección de la
te– frente al poder de la Administración ley en el ejercicio de sus derechos asegura-
del Estado. Así, el denominado “Recurso dos a todas las personas en la CPR (Art. 19
de Protección” es –al menos en su origen– Nº 3 CPR) y de ciertas disposiciones gene-
un sucedáneo del contencioso administra- rales establecidas en tratados internaciona-
tivo ordinario, pero que goza además de les ratificados por Chile16 y, por tanto, con-
los privilegios de un proceso constitucio-
nal de tutela urgente de derechos funda-
mentales. Ambas características conserva 14 Por todos, Pedraz, E. “Objeto del pro-
en general bajo la actual Constitución de ceso y objeto litigioso. Puntualizaciones sobre
1980, lo que parece que influye en la apli- la legitimación”, en Escuela de Verano del Po-
cación que se hace de éste en este ámbito. der Judicial, Consejo del Poder Judicial, Madrid,
2000, p. 315.
15 Por todos, Cea, J.L. Tratado de la Cons-
titución de 1980, Editorial Jurídica de Chile, San-
2. EL RECURSO DE PROTECCIÓN Y LA tiago, 1988, pp. 269 y ss; Fiamma, G. “La acción
ACTIVIDAD JURISDICCIONAL constitucional de nulidad: un supremo aporte del
constituyente de 1980 al Derecho procesal Ad-
2.1. La naturaleza jurídica del ministrativo”, en Revista de Derecho y Jurispru-
dencia, tomo LXXXIII, Nº 3, septiembre-diciem-
Recurso de Protección
bre 1986, pp. 124 y ss., y Varas, P. y Mohor, S.
“Procedencia del Recurso de Protección frente a
Un segundo aspecto que requiere abor- las disposiciones del artículo 19 Nº 3 de la Cons-
darse en esta materia, y que ha sido poco titución de 1980”, en Revista Chilena de Dere-
estudiado por la doctrina, es la determina- cho, Número Especial, 1998, pp. 279 y ss. En la
misma variante, pero con una posición crítica a
ción de la naturaleza jurídica de este recur- la doctrina mayoritaria, Bordalí, A. “El derecho
fundamental de acción: un intento de configura-
ción en el orden constitucional chileno”, en Re-
13 Ver Soto K., E. “Lo contencioso admi- vista de Derecho y Jurisprudencia, tomo XCVII,
nistrativo y los tribunales ordinarios de justicia”, Nº 3, 2000, pp. 81 a 105.
ob. cit. Pantoja, R. La jurisdicción contencioso- 16 En este sentido, Art. 14 del Pacto Inter-
administrativa, ob. cit., y Silva C., E. Derecho nacional de Derechos Civiles y Políticos y 8º de
Administrativo chileno y comparado. El control la Convención Americana sobre Derechos Hu-
público, pp. 191 y ss. manos, “Pacto de San José de Costa Rica”.
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tenido material de la Constitución, de acuer- en circunstancias históricas19 que en cons-


do a lo establecido en el Art. 5º de nuestra trucciones estrictamente dogmáticas, sos-
Carta Fundamental. tiene que la protección de los derechos
En este contexto, la acción –proce- fundamentales no constituiría una mani-
salmente entendida– no admitiría división festación propia de la jurisdicción con-
ni clasificación alguna, sino que sería una tenciosa de los tribunales superiores de
sola y desempeñaría una función idénti- justicia, sino de las denominadas “facul-
ca en todos los campos procesales: per- tades conservadoras”, es decir, de una
mitir el acceso de los ciudadanos a la tu- potestad complementaria a aquélla (Arts.
tela judicial de sus derechos e intereses.17 1 y 3 Código Orgánico de los Tribuna-
De ahí que se llegue a sostener que utili- les).20 En este sentido, parece ser que se
zar la voz “acción de protección”, para niega el carácter estrictamente jurisdic-
referirse a este mecanismo procesal de cional que posee la protección de los de-
garantía de los derechos fundamentales, rechos fundamentales, con la consiguiente
constituye una inexactitud terminoló- exclusión de las características propias de
gica, que lleva a una confusión en la for- su ejercicio en el marco del proceso, y se
ma de entender y aplicar éste, ya que pone le reemplaza por una concepción unilate-
el acento en el requerimiento judicial y ral y administrativa, propia de la actua-
no en el proceso donde se ventila éste, es ción de otros órganos estatales.
decir, la respuesta judicial que debe dar Similar concepción también fue se-
la Corte de Apelaciones respectiva a la guida durante algún tiempo en el Dere-
acción entablada. cho argentino, donde la doctrina y juris-
Coherente con lo anterior, y deriva- prudencia, a partir del carácter urgente
do del carácter unilateral del Recurso de que tendría la tutela de los derechos fun-
Protección que sostiene nuestra doctrina damentales, afirmaba la unilateralidad del
mayoritaria, se infiere que en esta mate- procedimiento.21 Sin embargo, como lo
ria no habría un verdadero proceso con- sostiene con acierto Sagüés, la celeridad
tradictorio, en los términos en que se de- exigida al amparo de estos derechos no
sarrollan normalmente éstos, ya que no
habría una pretensión contra una deter-
minada persona, sino sólo un amparo ju- 19 Téngase en cuenta que, como ya se des-
dicial de un derecho fundamental, prove- cribió, la protección de los derechos fundamen-
niente de una acción u omisión arbitraria tales estaba entregada bajo la Constitución de
o ilegal.18 Ello deriva de la concepción 1833 a órganos políticos, administrativos y ju-
tan fuertemente arraigada en nuestra doc- risdiccionales. En este marco, tocaba a la deno-
trina y jurisprudencia que, fundada más minada “Comisión Conservadora” –llamada
“Comisión Permanente” en la Constitución de
1828– prestar protección a las garantías indivi-
duales, con prescindencia de las atribuciones que
17
Hoyos, F. Temas fundamentales de de- ostentaban en dicha materia la Corte Suprema y
recho procesal, Editorial Jurídica de Chile, 1987, el Consejo de Estado. Ver, en este sentido,
p. 135. Huneeus, J. La Constitución ante el Congreso,
18 Errázuriz, J.M. y Otero, M. Aspectos ob. cit., pp. 324 y ss.
procesales del Recurso de Protección, Editorial 20 Ver Hoyos, F. Temas fundamentales de
Jurídica de Chile, Santiago, 1989, pp. 24 y ss., y derecho procesal, ob. cit., p. 74.
Nogueira, H. Dogmática constitucional, Edito- 21 Sagüés, N. Ley de Amparo, Astrea, Bue-
rial Universidad de Talca, Talca, 1997, p. 244. nos Aires, 1979, pp. 268-269.
74 REVISTA DE DERECHO [VOLUMEN XIV

puede ser un argumento suficiente para zás la más importante en un Estado cons-
negar todos los demás principios y valo- titucional de Derecho–,29 y ésta, eviden-
res que deben inspirar la actividad proce- temente, sólo podría desarrollarse en el
sal de los tribunales –especialmente el marco de un proceso, única vía legítima
principio de bilateralidad–, ya que con del ejercicio de aquélla,30 en la medida
ello se corre un serio riesgo de denega- en que concurren ante un juez imparcial
ción de justicia, por supresión del dere- dos partes parciales en términos de con-
cho a defensa en juicio para el recurri- tradicción e igualdad.
do.22 Esto último tendría una consecuencia
Precisamente, siguiendo esta última directa sobre la forma de concebir y utili-
concepción, es que algún sector de nues- zar el Recurso de Protección en nuestro
tra doctrina ha venido sosteniendo en el medio, ya que de entender éste como pro-
último tiempo que en realidad la interpo- ceso, y no ya como acción o recurso, debe-
sición del denominado “Recurso de Pro- rían aplicarse todas las características y ga-
tección” da lugar a un verdadero proce- rantías propias de aquél. En este contexto,
so23 o juicio,24 marco insoslayable en el una de las primeras manifestaciones de esta
que se realiza la actividad jurisdiccio- nueva concepción sería la aplicación inme-
nal,25 según lo reconoce y exige nuestra diata del derecho fundamental al debido
propia Carta Fundamental (Art. 19 Nº 3 proceso que contempla el propio ordena-
CPR).26 En este sentido, y partiendo de miento (Art. 19 Nº 3 inciso 5º CPR), en los
la necesaria conjunción entre jurisdicción términos y con las derivaciones que le han
y proceso,27 la actividad de las Cortes de impuesto la normativa internacional y la
Apelaciones de tutela de derechos funda- doctrina nacional y comparada, derecho
mentales a través del denominado “Recur- que, dicho de paso, no se encuentra preci-
so de Protección” sería una manifestación samente amparado por el Recurso de Pro-
propia de la jurisdicción28 –incluso qui- tección, salvo en lo relativo a la interdic-
ción de las comisiones especiales.

22 Idem, pp. 269-270 y Gozaíni, O. Dere- 2.2. Las características del proceso de
cho Procesal Constitucional, tomo I, Editorial protección de derechos fundamentales
de Belgrano, Universidad de Belgrano, Buenos
Aires, 1999, pp. 372 y ss. Ahora bien, si partiéramos de la base
23 Jana, A. y Marín, JC. Recurso de Pro-
tección y contratos, Editorial Jurídica de Chile, de que el conocimiento y resolución de
Santiago, 1996, p. 86. un conflicto jurídico que se pronuncie
24 Paillás, E. El Recurso de Protección ante
el derecho comparado, Editorial Jurídica de
Chile, Santiago, 1997, p. 77.
25 Ver, en este sentido, el trabajo reciente- 29 En un sentido análogo y estableciendo

mente publicado por Bordalí, A. Temas de De- la relación entre la evolución de las funciones
recho Procesal Constitucional, Editorial Fallos del proceso y su finalidad dentro del ordena-
del Mes, Santiago, año 2003, pp. 120 y ss. miento jurídico, ver Taruffo, M. “La justicia ci-
26 Por todos, Cea, J.L. Tratado de la Cons- vil: ¿opción residual o alternativa posible?, en
titución de 1980, ob. cit., p. 307. Corrupción y Estado de Derecho. Andrés, P.
27 Cerda, C. Iuris dictio, Editorial Jurídica (ed.), Trotta, Madrid, 1996, p. 138.
30 Gimeno, J.V. y Garberi, J. Los procesos
de Chile, Santiago, 1992, p. 228.
28 Hoyos, F. Temas fundamentales de de- de amparo (ordinario, constitucional e interna-
recho procesal, ob. cit., p. 73. cional), Colex, Madrid, 1994, p. 24.
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sobre una posible vulneración de un de- centración y celeridad, las que se justifi-
recho fundamental deba hacerse en un can por la gravedad de lo discutido y la
proceso, inmediatamente se nos plantea urgencia que exige un conflicto de esta
la interrogante acerca de las característi- naturaleza. De ahí que se estructura so-
cas que debería tener éste. En este punto bre la base de un procedimiento sumario,
parece obvio partir señalando que el re- lo que supone una etapa de cognición más
ferido proceso debería ser contradictorio breve que en los procedimientos ordina-
y bilateral, reconociendo la igualdad ju- rios. Ello estaría compensado con los
rídica de las partes en conflicto y permi- efectos limitados que le reconoce el or-
tiendo a éstas presentar los elementos de denamiento jurídico a la sentencia defi-
prueba que justifican sus posiciones jurí- nitiva que se pronuncie en esta materia,
dicas.31 Así, sólo en el marco de una con- la que tendría sólo un alcance de cosa juz-
frontación dialéctica que genera el pro- gada formal, pudiendo, por tanto, siem-
ceso, entre la pretensión del actor que pre volver a discutirse el asunto en un
solicita amparo judicial frente a supuesta procedimiento ordinario de lato conoci-
vulneración de un derecho fundamental miento.32
y la contestación del recurrido –informe Lo anterior, precisamente, permite a la
lo denomina equívocamente el auto acor- mayoría de nuestra doctrina sostener el ca-
dado de la Excma. Corte Suprema al re- rácter cautelar de este proceso de protec-
gularlo (Arts. 3º y 4º)–, elementos bási- ción,33 pero de características especiales,
cos de la discusión procesal, se puede en cuanto no lo vincula a la existencia de
establecer la veracidad procesal de los he- un proceso principal que le dé cobertura y
chos y resolver en derecho el Tribunal. existencia.34 En este sentido se recogen las
En esta perspectiva, y partiendo pre- modernas tendencias que ha proclamado un
cisamente de esta última concepción doc- sector de la doctrina comparada35 –concep-
trinal, parecería razonable replantearse el
rol asignado a cada uno de los interve- 32 Ver, en este sentido, Tavolari, R. Estu-
nientes en el proceso de protección, es- dios de Derecho Procesal, Edeval, Valparaíso,
pecialmente –en relación a la materia es- 1990, p. 30; Jana, A. y Marín, JC., Recurso de
pecífica a que se refiere este trabajo– de Protección y Contratos, ob. cit., p. 90, y Paillás,
los órganos administrativos del Estado, ya E. El Recurso de Protección ante el derecho com-
parado, ob. cit., p. 90.
que cuando son recurridos asumirían una 33 Por todos, Tavolari, R. Estudios de De-
verdadera condición de parte, pudiendo, recho Procesal, ob. cit., p. 69, Errázuriz, J.M y
por tanto, acceder a todos los derechos y Otero, M. Aspectos procesales del Recurso de
cargas que le impone el proceso. Protección, ob. cit., p. 34, y Mohor, S. “El Re-
Por otro lado, este proceso tiene, curso de Protección”, en Gaceta Jurídica, Nº 44,
1984, pp. 8 y ss.
como se sabe –al menos en nuestro orde- 34 Zúñiga en este sentido hablará de “pro-
namiento–, unas características de con- ceso cautelar autónomo”, refiriéndose a las ca-
racterísticas de este procedimiento. Ver, Zúñiga,
F. “Recurso de Protección y contencioso admi-
31
En este sentido, refiriéndose a las carac- nistrativo”, en Gobierno Regional y Municipal,
terísticas del proceso en general, por todos, ver año V, 4, Nº 52, noviembre 1997, p. 105.
Calamandrei, P. Derecho procesal Civil, Edito- 35 García de Enterría, E. “La lucha contra
rial Pedagógica Iberoamericana, México, 1996, el abuso de los procesos: juicios provisionales y
p. 74, y Gimeno, J.V. Fundamentos del Derecho medidas cautelares”, en Poder Judicial, segun-
Procesal, Civitas, Madrid, 1981, pp. 181 y ss. da época, Nº 20, diciembre 1990, pp. 11 y ss.
76 REVISTA DE DERECHO [VOLUMEN XIV

ción que es resistida por otros autores–,36 3. LA PROTECCIÓN JURÍDICA DE LOS


que considera al proceso cautelar de un DERECHOS FUNDAMENTALES EN
modo dinámico, vinculándolo sólo con la NUESTRO ORDENAMIENTO JURÍDICO Y
exigencia que impone la tutela urgente de EL CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO
una determinada situación jurídica, pero sin
obviar los demás requisitos propios de esta 3.1. Los derechos fundamentales y el
institución procesal. contencioso administrativo
En nuestro caso, este planteamien-
to es bastante complejo, ya que las ca- En cuanto a los derechos amparados
racterísticas que ha ido asumiendo el por el Recurso de Protección, el punto de
Recurso de Protección, especialmente en partida está dado por el propio Art. 20
el ámbito de instrumento de control de CPR, que establece taxativamente, por
constitucionalidad de los actos de la referencia a lo señalado en el Art. 19 de
Administración del Estado, son a veces la misma Carta, los derechos fundamen-
contradictorias con este carácter cautelar tales específicamente garantizados por
autónomo que le reconoce la doctrina. Así este procedimiento, excluyéndose clara-
será frecuente que la declaración judicial mente los de contenido social y econó-
del Tribunal, reconociéndole ciertos de- mico y la libertad personal y seguridad
rechos al recurrente y adoptando las me- individual, esta última asegurada especí-
didas para restablecer el imperio del de- ficamente por medio del denominado
recho, tenga efectos permanentes y no Recurso de Amparo. De este modo, el
meramente cautelares,37 siendo innecesa- constituyente chileno quiso cerrar en un
rio y aun imposible acceder a un procedi- número clausus los derechos posibles de
miento ordinario de lato conocimiento en amparar por los tribunales mediante este
que se vuelva a discutir el asunto. De ahí procedimiento constitucional, 38 lo que
que parece más apropiado referirse al Re- debe entenderse sin perjuicio de su pro-
curso de Protección como un proceso su- tección por otros procedimientos jurisdic-
mario, es decir, un proceso de cognición cionales de urgencia o de lato conoci-
reducida que genera el efecto de cosa juz- miento que establezca el ordenamiento
gada formal. jurídico en el plano infraconstitucional.
No obstante, en la práctica jurispru-
dencial podemos apreciar que dicho crite-
rio restrictivo ha sido abandonado o mori-
gerado, principalmente como consecuencia
de la amplísima interpretación que se ha
36 Por todos, Peyrano, J.W. “Las medidas hecho de ciertos derechos fundamentales
cautelares en materia comercial. Nuevos hori- –en particular los derechos de propiedad y
zontes de la tutela de urgencia. Noticia sobre las
de igualdad ante la ley–, convirtiéndolos en
medidas autosatisfactivas ”, en Justicia 97, Nº II,
pp. 607 y ss; Pérez, A. “Concepto estructural y verdaderas cláusulas generales de conteni-
funcional de la tutela anticipatoria”, en Revista
de Derecho Procesal Iberoamericana, 2000,
pp. 172 y ss., y Fernández, M.A. Derecho Pro- 38 Para una visión crítica en esta materia,
cesal Civil III, Editorial Centro de Estudios Ra- señalando la inconveniencia de limitar el Recur-
món Areces, Madrid, 1997, p. 405. so de Protección a estos derechos, Paillás, E. El
37 Soto K., E. El Recurso de Protección, Recurso de Protección ante el derecho compa-
ob. cit., p. 248. rado, ob. cit., p. 86.
2003] FERRADA, BORDALÍ y CAZOR: EL RECURSO DE PROTECCIÓN... 77

do jurídico indeterminado, que habilitan a dado protección a intereses legítimos como


las personas a recurrir ante los tribunales el medio ambiente, las tradiciones cultu-
contra cualquier acto ilegal o arbitrario que rales o las creencias o imágenes religiosas
ponga en entredicho un beneficio particu- no amparadas expresamente por el Recur-
lar. Así, en especial, a partir de una tutela so de Protección, pero que bajo una inter-
judicial amplia del derecho de propiedad pretación extensiva de los derechos y un
sobre “bienes incorporales”, a que se refie- reconocimiento amplio de la legitimación
re el Art. 19 Nº 24 CPR, los tribunales han activa de los mismos –llegándose, en cier-
protegido todo tipo de derechos subjetivos, tos casos, a plantear una especie de “ac-
intereses o situaciones jurídicas de los par- ción popular” para el ejercicio de la ac-
ticulares, entendiendo que éstos están bajo ción procesal–41 han sido objeto de una
la protección constitucional, independien- protección jurisdiccional vía este proceso.
temente de su carácter patrimonial o extra- Todo lo anterior ha tenido un impac-
patrimonial.39 to mayor, a propósito de la protección
A estos efectos, y sumado a lo ante- jurisdiccional de los particulares mediante
rior, los tribunales también se han valido el proceso de protección frente a la acti-
para ampliar la esfera de acción de la pro- vidad administrativa, ámbito en el que
tección constitucional –a veces sin hacer los tribunales han desarrollado una in-
mención del mismo ni tener conciencia terpretación más extensiva de los dere-
de ello– del concepto jurídico de interés chos de propiedad y de igualdad ante la
legítimo. Este, que surge en algunos ley, probablemente motivados por la au-
ordenamientos jurídicos europeos –parti- sencia de un contencioso administrativo
cularmente en Italia–, con el fin de justi- especial, aplicable a todos los conflic-
ficar la separación de jurisdicciones civil tos suscitados entre los órganos de la Ad-
y administrativa, lleva en la práctica a una ministración del Estado y los ciudada-
ampliación de la esfera jurídica subjetiva nos, lo que parece conectarse con los
del ciudadano frente al poder estatal y propósitos iniciales que inspiraron la
dándole protección jurisdiccional, lo que creación de éste.42 Así, a partir de una
implica una mayor tutela judicial de las
situaciones jurídicas particulares procla-
madas en el ordenamiento jurídico.40 En F. “Poteri private e aspettative leggitime”, en I
metodi della Giustizia Civile. Bessone, M,
este contexto, la jurisprudencia chilena ha Silvestri, E. y Taruffo, M. (eds.), Cedam, Padova,
2000, pp. 448-449, y Scoca, F.G. Contributto
sulla figura dell’interese leggitimo, Giuffrè.
39 Sobre la interpretación amplísima que Milano, 1990, pp. 6 y ss.
han hecho los tribunales del derecho de propie- 41 En este sentido, analizando alguna ju-
dad sobre bienes incorporales y la desnatura- risprudencia relevante en esta materia que sin
lización que ello implica, ver Guzmán, A. Las llegar a afirmar la existencia de acciones popu-
cosas incorporales en la doctrina y en el dere- lares concibe el Recurso de Protección en mate-
cho positivo, Editorial Jurídica de Chile, San- ria ambiental en términos bastante similares,
tiago, 1995, pp. 101-102 y 243-244. véase Bordalí, A. “Empresa Forestal Trillium Li-
40 Sobre el punto, véase por todos, Gutié- mitada”, Revista de Derecho, Universidad Aus-
rrez de Cabiedes, P. La tutela jurisdiccional de tral de Chile, volumen VIII, 1997, pp. 123 y ss.
los intereses supraindividuales: colectivos y di- 42 Respaldando esta interpretación judi-
fusos, Aranzadi, Pamplona, 1999, p. 53; Loza- cial y haciendo votos por su profundización,
no-Higuera Pinto, M. La protección procesal de véase Soto K., E. El Recurso de Protección, ob.
los intereses difusos, Madrid, 1983, p. 92; Rota, cit., p. 158.
78 REVISTA DE DERECHO [VOLUMEN XIV

concepción amplia de los derechos esta potestad administrativa en nuestro


incorporales o de un mero interés legíti- ordenamiento jurídico.46
mo que gozarían los particulares frente En este contexto es evidente que una
al poder estatal, sean éstos derivados de interpretación amplia como la descrita
un acto administrativo singular o regla- trae como consecuencia inmediata –y así
mentario, de un contrato administrativo lo demuestra el análisis de las sentencias
o de la mera consolidación de una situa- de los tribunales superiores de justicia–
ción jurídica generada al amparo de una la generación de un incentivo directo para
norma legal o reglamentaria, los tribuna- los operadores jurídicos de utilizar el
les han dispuesto la nulidad de cualquier Recurso de Protección como un mecanis-
actuación administrativa ilegal o arbitra- mo procesal ordinario de control jurisdic-
ria, operando así el proceso de protección cional de los actos administrativos, con
como verdadero mecanismo ordinario de prescindencia, en muchos casos, de la
control contencioso administrativo, más existencia de un procedimiento adminis-
que como proceso constitucional de ur- trativo o judicial especial en la materia
gencia de tutela de derechos fundamen- específica.47 En efecto, si el criterio juris-
tales en estricto rigor.43 Ejemplo de ello prudencial es una interpretación amplia
han sido los sucesivos pronunciamientos de los derechos fundamentales, incluyen-
de los tribunales de justicia a favor de los do en éstos a cualquier derecho, interés o
funcionarios públicos que se han visto situación jurídica amparada por el orde-
privados de su empleo o cargo público por namiento jurídico en su conjunto, es ob-
un acto administrativo posterior invalida-
torio del original que lo nombró –normal-
46 Como se sabe, la Ley Nº 19.653 de 1999,
mente derivado del pronunciamiento de
la Contraloría General de la República en más conocida como Ley de Probidad Adminis-
trativa, modificó la Ley Nº 18.575 Orgánica
tal sentido–, declarando el tribunal la
Constitucional de Bases Generales de Adminis-
“propiedad privada” sobre aquél y la con- tración del Estado, incorporando a ésta un título
siguiente nulidad del último acto,44 aun III, entre cuyas normas estableció y reguló de
cuando esta materia pareciera no encon- un modo general la potestad de la Administra-
trarse garantizada por el Art. 20 CPR45 y, ción del Estado para invalidar los actos admi-
además, la expresa consagración legal de nistrativos de nombramiento ilegal de un fun-
cionario público. En este sentido, el Art. 63 del
DFL1/2001, del Ministerio Secretaría General
43 Por todos, Pierry, P. “Tribunales conten- de Gobierno, que estableció el nuevo texto re-
cioso-administrativos”, en Revista de Derecho, fundido y sistematizado de la Ley Orgánica
Consejo de Defensa del Estado, año I, Nº 2, di- Constitucional antes señalada, dispone que los
ciembre 2000, p. 104. órganos de la Administración del Estado tienen
44 En este sentido, Jana, A. y Marín, J.C. la potestad de invalidar estos actos, lo que se
Recurso de Protección y Contratos, ob. cit., pp. entiende sin perjuicio del derecho del funciona-
41-45, y Olave, C. Recurso de Protección, Edi- rio para conservar las remuneraciones regular-
torial ConoSur, Santiago, 1996, pp. 140 y ss. me percibidas –único ámbito en el que opera el
45 Recuérdese que el Art. 19 Nº 17 esta- derecho de propiedad–, siempre y cuando éste
blece como derecho fundamental asegurado “la se encuentre de buena fe.
47 En el mismo sentido y con algunos ejem-
admisión a todas las funciones y empleos públi-
cos, sin otros requisitos que los que impongan plos, véase Ferrada, J.C. “El principio de con-
la Constitución y las leyes”, derecho que no se trol en la década 1990-2000”, en La Adminis-
encuentra protegido por el Recurso de Protec- tración del Estado de Chile. Década 1990-2000,
ción, de acuerdo a lo que dispone el Art. 20 CPR. Editorial ConoSur, Santiago, 2000, p. 623.
2003] FERRADA, BORDALÍ y CAZOR: EL RECURSO DE PROTECCIÓN... 79

vio que el afectado utilizará el medio pro- miento de los requisitos de admisibilidad
cesal más expedito, ágil y efectivo que le y procedencia de la tutela judicial de los
franquea el propio ordenamiento, aun a derechos fundamentales, debilitándose
costa de una cognición más profunda y con ello la protección efectiva de éstos.
extensa del asunto discutido,48 más aún
cuando este proceso constitucional deja- 3.2. El Recurso de Protección y el
rá siempre subsistentes –como ya se dijo, proceso contencioso administrativo
sobre todo en caso de que el recurrente
obtuviere una sentencia desfavorable– los En el contexto antes descrito, es evi-
procedimientos jurisdiccionales de lato dente que el Recurso de Protección no es
conocimiento que establecen las leyes. ya una respuesta dogmáticamente adecua-
Esto ha llevado a una reacción de da, eficiente y eficaz para controlar la
nuestras Cortes, tratando de restringir el actividad administrativa en su conjunto,
acceso y la utilización desmedida del particularmente si se parte de la base de
Recurso de Protección en materias de lato su carácter cautelar, urgente y excepcio-
conocimiento. Así, por un lado, la Excma. nal que proclama la doctrina.50 A ello se
Corte Suprema ha establecido mecanis- añaden una serie de situaciones jurídicas
mos procesales de admisibilidad de las en que el Recurso de Protección –pese a
pretensiones entabladas por los particu- su vis expansiva– no alcanza para dar co-
lares en amparo de sus derechos funda- bertura a ciertos derechos e intereses ju-
mentales y de simplificación en la trami- rídicos, sea como consecuencia de los
tación de las mismas, lo que ha sido mayores requisitos constitucionales exi-
duramente criticado por la doctrina;49 por gidos para su procedencia –en particular,
otro, las Cortes de Apelaciones, en el co- en el caso del derecho a vivir en un me-
nocimiento de estos asuntos, han aumen- dio ambiente libre de contaminación
tado el rigor en el control de admisibilidad (Art. 19 Nº 8 CPR)–, sea por la exigüi-
de estas demandas, interpretando más dad del plazo previsto para su interposi-
restrictivamente los requisitos de proce- ción –15 días corridos (Art. 1º del Auto
dencia de las mismas. Sin embargo, esto Acordado que regula esta materia).51
más que corregir las deficiencias del sis- En estos casos, al afectado no le cabe
tema ha dado cuenta de la gravedad de la sino incoar las vías ordinarias para hacer
crisis planteada, generándose percepcio- valer su pretensión ante los tribunales de
nes equívocas de los criterios que siguen justicia, mediante los procedimientos es-
los tribunales para interpretar el cumpli- peciales establecidos por la ley en ciertos
casos o utilizando el procedimiento ordi-
nario aplicable a la denominada “acción
48 Pierry, P. “El Recurso de Protección y
lo contencioso administrativo”, en Revista de
Derecho, Universidad de Concepción, Nº 165, 50 En este sentido, ver Pierry, P. “El recur-
1977, pp. 177-178. so de protección y lo contencioso administrati-
49 Por todos, Saenger, F. “La lenta agonía vo”, ob. cit., pp. 177-178, y del mismo autor,
del Recurso de Protección” y Soto K., E. “El “Tribunales contencioso administrativos”, ob.
derecho fundamental de acceso a la justicia (a cit., pp. 103-104, y Zúñiga, F. “Recurso de Pro-
propósito de requisitos de admisibilidad), am- tección y contencioso administrativo”, ob. cit.,
bos en Revista Chilena de Derecho, Número pp. 107-108.
Especial, 1998, XXIX Jornadas de Derecho Pú- 51 Ferrada, J.C. “El principio de control en
blico, pp. 263-264 y 273 y ss., respectivamente. la década 1990-2000”, ob. cit., p. 624.
80 REVISTA DE DERECHO [VOLUMEN XIV

de nulidad de derecho público”. No obs- partes, el contenido declarativo de la sen-


tante, uno y otro mecanismo son consi- tencia definitiva y la forma de ejecución
derados en general insuficientes para sa- de la misma.
tisfacer los requerimientos de tutela Lo planteado anteriormente no im-
judicial reclamados por el particular, en plica la supresión de los procedimientos
la medida que no contemplan todos los contencioso administrativos especiales
supuestos de infracciones al ordenamien- previstos para ciertas materias, los que
to jurídico de parte de la Administración deberían seguir tramitándose de la mis-
del Estado o constituyen una respuesta ma forma, en la medida que se ajustan en
procesalmente inapropiada para este tipo mejor forma a la naturaleza del asunto de-
de conflictos, en la medida que no consi- batido. De esta forma, el procedimiento
dera la singularidad del asunto discutido. contencioso administrativo de general
De ahí que un importante sector doc- aplicación sugerido viene –al igual que
trinal venga planteando desde hace un en el Derecho comparado–54 a tener ca-
tiempo la necesidad de crear en nuestro rácter supletorio en el ámbito administra-
ordenamiento jurídico un procedimiento tivo, pudiendo siempre el legislador esta-
jurisdiccional especial de aplicación gene- blecer un procedimiento especial que
ral para resolver los conflictos entre la recoja en mejor medida lo discutido.
Administración y el ciudadano, ya sea que Esto tampoco supone el vaciamien-
éste vea vulnerados sus derechos subjeti- to del Recurso de Protección o su inuti-
vos o intereses legítimos.52 Obviamente, lización en el ámbito contencioso ad-
un procedimiento como éste deberá regu- ministrativo, sino, al contrario, su plena
lar adecuadamente la cognición del asun- aplicación en este ámbito en aquellos ca-
to por el tribunal –sea éste ordinario o es- sos en que estamos ante un auténtico con-
pecial–,53 permitiendo un debate y una flicto de derechos fundamentales, en que
rendición de pruebas coherentes con la se requiere de una tutela judicial de los
complejidad de la cuestión disputada, re- mismos de forma urgente. En otras pala-
conociendo los principios contradictorio y bras, el proceso de protección volvería a
bilateral propios de un proceso judicial. su cauce natural de instrumento de tutela
Asimismo, deberán contemplarse instru- urgente de derechos fundamentales, de-
mentos apropiados a la naturaleza del pro- jando entregados los conflictos ordinarios
cedimiento y a los intereses en conflicto, entre los órganos de la Administración del
especialmente en relación a las medidas Estado y los ciudadanos, en que no se ven
precautorias posibles de solicitar por las afectados los derechos fundamentales, a
este procedimiento ordinario de general
52 Por todos, Pierry, P. “Tribunales conten- aplicación, al igual que en el ámbito civil
cioso administrativos”, ob. cit., pp. 103-104, y o penal.
Pantoja, R. La jurisdicción contenciosa-admi- Esto último debería generar, por con-
nistrativa. Decisiones legislativas al año 2001, secuencia, un fortalecimiento del Estado
Fundación Facultad de Derecho, Universidad de de Derecho, en la medida que aumenta el
Chile, 2000, pp. 13 y ss.
53 En este punto no nos hacemos cargo de
la polémica doctrinal del tipo tribunal que debie- 54 En el mismo sentido, en el derecho ita-
ra conocer de este asunto, aun cuando es claro liano, ver Cassarino, S. “El problema de la ju-
que, en todo caso, debe ser un auténtico tribunal risdicción administrativa”, en Documentación
y no un órgano administrativo con funciones “cua- Administrativa, Nºs 248-249, mayo-diciembre
si jurisdiccionales”. 1997, pp. 215 y ss.
2003] FERRADA, BORDALÍ y CAZOR: EL RECURSO DE PROTECCIÓN... 81

control jurisdiccional de la actividad ad- medida en que lo discutido sea la


ministrativa –protegiendo ahora no sólo juridicidad de la actividad adminis-
derechos fundamentales, sino además trativa y la respuesta solicitada al tri-
otros derechos subjetivos y aun ciertos bunal sea la declaración de ilegali-
intereses legítimos–, y se reserva el Re- dad o arbitrariedad de aquélla, su
curso de Protección para aquellos casos decisión –a juicio de la doctrina ma-
en que se vean comprometidos auténticos yoritaria– tendrá normalmente carác-
derechos fundamentales. ter irrevocable, lo que desvirtúa el
efecto provisional de la sentencia
CONCLUSIONES judicial en aquel proceso.
4. El Recurso de Protección se ha utili-
1. El Recurso de Protección nace como zado como un mecanismo procesal
un remedo jurisdiccional a la inexis- para tutelar ampliamente los dere-
tencia de un procedimiento contencio- chos de los ciudadanos frente a la
so administrativo especial de general Administración, ampliándose –a par-
aplicación, tutelando así los derechos tir de interpretaciones extensivas de
de los ciudadanos –especialmente los las cláusulas generales de ciertos
de carácter patrimonial– frente a la ac- derechos fundamentales– a derechos
tividad de la Administración del Es- subjetivos e intereses legítimos no
tado. Esto probablemente explica las amparados por esta vía procesal. En
construcciones doctrinales y jurispru- este sentido, el Recurso de Protec-
denciales que se han hecho en su apli- ción ha servido, aparentemente, más
cación extensiva, jugando un rol de- que como instrumento de tutela de
cisivo en el control jurídico de la derechos fundamentales, como vía
actividad administrativa. de control de legalidad de la actua-
2. El Recurso de Protección es un ver- ción administrativa.
dadero proceso judicial, en el que se 5. Esta forma de operar del Recurso de
resuelve un conflicto de relevancia Protección ha significado un desgas-
jurídica, donde en la práctica se ejer- te de este procedimiento excepcional,
ce una pretensión frente a otro, lo que vulgarizando su uso y debilitando la
da lugar a un contradictorio entre tutela global de los derechos funda-
partes. En este sentido, pareciera ra- mentales. En este contexto, pareciera
zonable exigir en este proceso la ple- necesario crear un nuevo proceso de
na aplicación de las reglas jurídicas control jurisdiccional de la actividad
del debido proceso, sin perjuicio de administrativa para aquellos casos en
reconocer su carácter sumario y con- que se vean involucrados derechos
centrado que exige su aplicación para subjetivos e intereses legítimos de los
tutelar eficazmente los derechos fun- ciudadanos. De este modo, se reser-
damentales de los ciudadanos. varía el Recurso de Protección para
3. El Recurso de Protección, como pro- la tutela exclusiva de los derechos
ceso sumario, produce cosa juzgada fundamentales, fortaleciendo su apli-
formal, lo que supone deja a salvo la cación, y derivando a un procedimien-
posibilidad de discutir en un proce- to ordinario los demás conflictos de
so de lato conocimiento el asunto relevancia jurídica entre la Adminis-
objeto del litigio. No obstante, en la tración y el ciudadano.

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