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RESEÑA HISTORICA DEL TRABAJO GRAFICO EN MARGARITA

Editorial
Esta publicación es el resultado práctico de los conocimientos obtenidos en la unidad
curricular Diseño Gráfico III durante el trimestre Septiembre-diciembre de 2023. La
edición aborda de manera sustancial los orígenes del trabajo gráfico en la isla de
Margarita. También es una referencia para los estudiantes de diseño gráfico que se
inician en área editorial.

Con esta edición queremos dejar constancia de la importancia del trabajo grafico en
la sociedad como bien cultural, histórico y político, su constante evolución y los retos
que se presentan en la actualidad ante la creciente cultura digital.

Antes de sentarme a escribir estas líneas en la computadora –también las pude


haber dictado–, hago una foto desde mi teléfono celular a un texto en otro idioma,
las funciones mismas del teléfono me permiten traducir el texto sin intermediarios,
y después de leerlo, lo comparto con una persona que está en otro país. ¿Cuánto ha
pasado para llegar hasta aquí?

Los primeros hombres hicieron libros de piedra. Los caldeos y los asirios escribieron
sus códices y los hechos de su historia sobre ladrillos, pasando, sobre estos, un
punzón antes de que se secasen. Y hubo grandes bibliotecas de tablas de arcilla. Los
egipcios, además de escribir en las puertas de sus prodigiosos templos, escribieron
sobre unas largas tiras vegetales llamadas papiros. Aquí empieza el libro
propiamente dicho

Luego en Pérgamo se les ocurrió utilizar las pieles secas de los animales para escribir
sobre ellas, y entonces nace el pergamino, hasta que se descubre el papel. Entre
hecho y hecho hay muchos siglos.

Hasta la invención de la imprenta, los libros fueron objetos artesanales, es decir, de


laboriosa fabricación, únicos e incontrolables. Copiados uno por uno. Aquellos
antiguos manuscritos irrepetibles. En realidad, eran libros mucho menos acogedores
que los nuestros.

Desde la llamada invención de la imprenta a la fecha, año a año cambiaron sus


modelos, sus características técnicas, las posibilidades que ofrecen. Desde los
primeros aparatos ha habido cambios notorios. El desarrollo de sistemas más
simples de impresión, más nítidos y de colores, la incorporación de programas más
amigables que suprimen procesos complejísimos de impresión. Lo que antes era
conocido como fotomecánica equivalente a revelar negativos de arte final, montar
en el formato y quemar las planchas de impresión, en la actualidad se simplifican en
un cómodo paso del computador a la máquina de impresión que a su vez compagina
y encuaderna.
En la actualidad solo basta una conexión a internet y tienes acceso a una alta gama
de contenidos digitales, ahora los libros son de luz, los puedes escuchar y recorrer
en las pantallas de los dispositivos móviles.

Luis Patiño
Noviembre 2023

Junto con la invención del papel, los chinos dieron los primeros pasos en el
desarrollo de la imprenta:

Durante la Edad Media, Buscaron un procedimiento que, en lugar de copiar los


escritos a mano, les permitiera obtener muchas reproducciones iguales de un mismo
original. La solución fue labrar los caracteres de una página en una plancha de
madera, de manera que éstos sobresalieran.

Después entintaban la plancha y aplanaban sobre ella hojas de papel. Como ves, es
un sistema parecido a los sellos de hoy en día.

Johannes Gutenberg: ¿El inventor de la imprenta?

Numerosos han sido los estudios por determinar si fue efectivamente el inventor de
la imprenta y de las letras móviles. Algunos han concluido que no. Antecedentes
corroboran que los babilonios, en la Antigüedad conocieron la impresión con sellos
de arcilla y que los chinos, alrededor del año 1041, también imprimieron con ese
tipo de letras. Más aún, en la Edad Media se hicieron grabados de páginas enteras
usando grabados de madera.

Tenemos una idea escolar de Gutenberg, lo consideramos el padre del libro, pero
Gutenberg no fue el inventor de la imprenta, la invención de la imprenta es un
momento mítico de la historia, lo que inventó Gutenberg era una máquina fantástica
para realizar libros muy parecidos a los manuscritos originales, un manuscrito valía
una fortuna, eran años de trabajo por parte de copistas, iluminadores y
encuadernadores. En 1455, muy pocos tenían el privilegio de acceso a los libros: la
Iglesia, los reyes, los príncipes y algunos acaudalados comerciantes.

Sin embargo, podemos atribuir a Gutenberg la utilización de tipos móviles de metal


no usados anteriormente, pero no se sabe bien quien fue el primero en
implementarlas. Investigadores aseguran que el primero fue el holandés Laurens
Janszoon. Lo que se sabe con certeza es que Gutenberg construyó, entre 1436 y
1450, un aparato que logró fundir satisfactoriamente las letras metálicas que usó en
sus primeros libros, con las cuales imprimió su famosa Biblia en 1455. A modo de
anécdota podemos contar que debido a sus deudas, Gutenberg fue embargado y la
imprenta que lo hizo famoso quedó en manos de sus acreedores, quienes con la
venta de la Biblia aumentaron en cinco veces su inversión inicial.

Primeros años de la imprenta en Venezuela

1806 La Imprenta que trae Francisco de Miranda a bordo del Leander, nave
capitana de su expedición, no llegó a tocar tierra venezolana. En ella imprime su
proclama A los pueblos y habitantes del Continente Américo-Colombiano, durante
la expedición a Jacmel entre febrero y marzo. Adquirida posteriormente en Trinidad
por Mateo Gallagher

Gallagher en 1807, compró parte de la imprenta que Francisco de Miranda llevaba


a bordo del Leander, después del fracaso de su expedición en Ocumare de la Costa
y Coro en 1806.

El 23 de septiembre de 1808 arriba al puerto de La Guaira, a bordo de la fragata


Fénix procedente de Puerto España, la primera imprenta para la Provincia de
Venezuela.

24 de octubre de 1808 Se crea el primer taller de imprenta que se conoce


formalmente en Venezuela, cuando sale el primer número de la Gazeta de Caracas
del taller de Mateo Gallagher y Jaime Lamb, editada por Andrés Bello. Esta imprenta
llega a Caracas por motivos de interés de la colonia española.

1821 Después de la Batalla de Carabobo reaparece la Gazeta de Caracas, en su


tercera serie patriótica, encabezada con la frase República de Colombia. [...]Merece
saberse que en 1821, durante la ocupación temporal de Caracas por el ejército de
Oriente, comandado por el general Bermúdez, se editaron dos números y un
Suplemento al número 1º de un semanario que se intituló Gaceta del Gobierno de
Caracas, cuyas fechas corresponden al 17 y 24 de mayo.”] En la imprenta del
Gobierno a cargo de Juan Gutiérrez.

1808-1821 Las obras impresas entre esos años se consideran incunables


venezolanos (Gazeta de Caracas a 1821, Batalla de Carabobo) según Manuel
Segundo Sánchez

Incunables venezolanos
Así se denominan todos los impresos en la República de Venezuela a partir del 24 de
octubre de 1808, fecha de la impresión del primer número de la “Gaceta de Caracas”
hasta el año de 1821, en homenaje a la Batalla de Carabobo del 24 de junio del
mismo año.
Correo del Orinoco
1818-1822 El Correo del Orinoco (El último número apareció el 23 de marzo de 1822)
Impresor Andrés Roderick.

LA IMPRENTA EN MARGARITA
La primera imprenta de la cual se tiene noticia en Margarita fue traída por el Mariscal
Pablo Morillo en su °Expedición Pacificadora° llegada al Puerto de Pampatar el 7 de
abril de 1815, durante su primera invasión a la isla. A pesar que algunas de sus
proclamas están fechadas en el Puerto de Pampatar, la tipográfica no fue
desembarcada y además, se hundió con el navío “San Pedro Alcántara”, al ocurrir un
misterioso incendio frente a la Isla de Coche, el 25 de abril de 1815.

Nuestro Libertador Simón Bolívar desembarcó la primera imprenta en suelo


margariteño al llegar con la Primera Expedición de Los Cayos, la cual arribó al Puerto
de Juangriego el 3 de mayo de 1816. Hay una proclama que tiene en pie de imprenta
lo siguiente: “Impreso en Juangriego de la Isla de Margarita por Juan Baillío, impresor
de la Expedición Libertadora.” Esta proclama esta en el libro de Francisco Lárez
Granado, La Huella del Libertador en Margarita.

Impresor de la Expedición Libertadora

BAILLIO, Juan: haitiano, establecido en Caracas desde 1810 donde era impresor, "el
impresor del Supremo Congreso" e "impresor del Gobierno".

A raíz de la capitulación de Miranda, en 1812, Baillío se quedó en Caracas donde


parece no fue molestado por Monteverde a pesar de sus buenas relaciones con los
patriotas y especialmente con los redactores de la "Gazeta de Caracas", "El Patriota"
y el "Mercurio". Durante la fulgurante "Campaña Admirable” del Libertador los
boletines del Ejército aparecen impresos por Baillío así como el famoso "Decreto de
Guerra a Muerte". Cuando Boves, vencedor, hizo su entrada a Caracas, la suerte de
Baillío está tan estrechamente ligada a la de los patriotas que tendrá que seguir a los
emigrados a Oriente para después huir de Venezuela. Eso sucedía a fines de 1814.
Pudo haberse quedado en las Antillas, pero en 1815 regresó a Los Cayos de donde
había salido cinco años antes. En Los Cayos, Petión lo nombra Director de la Imprenta
del Gobierno.

Juan Baillío, tan ardiente trabajador como turbulento revolucionario, se puso al


servicio del Libertador, algunas semanas después de la llegada de éste a Los Cayos.
En febrero de 1816, Baillío había ya impreso los formularios de patentes,
nombramientos y el papel con membrete que rezaba "Simón Bolívar, Capitán
General de los Ejércitos de Venezuela y de la Nueva Granada". Esos formularios son
los que fueron utilizados por el Libertador para los nombramientos y ascensos en su
Ejército Expedicionario, durante su permanencia en Los Cayos.
Antes del 15 de marzo Baillio había embarcado la pequeña prensa, así como todo el
material de imprenta necesario regalado por Petión a Bolívar. Baillío salió con su hijo
Juan de 16 años en la "Bolívar". Ambos tomaron parte valientemente en la batalla
naval de Los Frailes, según lo cuenta Ducoudray-Holstein. En Margarita Baillío
adopta el colofón siguiente: "Impresor de la Expedición Libertadora".

De Margarita sigue con el Libertador a Carúpano y a Ocumare. Imprime las


proclamas del Libertador sobre la liberación de los esclavos en Venezuela. Pensamos
que se salvó de la derrota de Ocumare, aquel nefasto 14 de julio de 1816 y que
regreso a Haití (en Jacmel) donde quizás termino su vida. Baillio contaba 65 años en
1816.
Bolívar y los emigrados patriotas en el Caribe, Paul Verna.

Primera imprenta oficial que tuvo el Estado Nueva Esparta

Después de largo tiempo desde el año 1815, cuando arribó al puerto de Pampatar la
imprenta de la Expedición Pacificadora del General Morillo y el año 1816 cuando
desembarcó en Juangriego la Imprenta del Ejército Libertador que trajo Bolívar, no
volvemos a tener noticias de imprentas en Margarita hasta el año 1845.

El primer periódico que circuló en Margarita fue EL ESPARTANO, en 1845, dirigido


por Pedro Silva. El segundo fue La Paz, dirigido por Tadeo C. Carvallo, en 1847, y el
tercero El Neo Espartano dirigido por M. Arteaga Revenga, a partir del 25 de julio de
1874.

Se debe a las gestiones personales del Gobernador del Estado Nueva Esparta, Don
Elías Villalba la introducción de la primera imprenta oficial en este Estado. La
adquirió a crédito del señor Jesús M. Soriano, el año 1874. Desde entonces data la
permanencia de la imprenta entre nosotros. En este taller Publicaba M. Arteaga
Revenga “El Neo-Espartano”.

Varias publicaciones nacen en Margarita a finales del siglo XIX, El Marino, El Sol,
periódicos fundados por los hermanos Rosario Campos, propietarios de la tipografía
El Sol. El primer número de “El Marino”, circula en Porlamar, el 20 de junio de 1891.
En 1894, Eleuterio Rosario Campos funda “El Sol”, periódico de larga duración en
formato 33 x 24 cm a tres columnas. Resalta Rosauro Rosa Acosta en su Diccionario
margariteño, la “valiosísima labor informativa y que sostuvo importantes campañas
por el progreso neoespartano”.

Refiere el maestro Jesús Manuel Subero que: “Desde entonces se cuentan más de
500 periódicos que han visto la luz entre nosotros”. Entre los medios impresos que
circularon después de la década de los 70 se cuentan: El Sol de Margarita, Diario del
Caribe, El Caribazo, La Hora, El Faro de Margarita, El Diario de la Tarde y las revistas
Cuaderna y Margaritenerias y algunos periódicos de circulación ocasional. Solo
queda El Sol de Margarita y La Hora en su versión digital, todos desaparecieron de
manera física.

Trabajador Gráfico y Periodistas

El 1941, la Asociación Venezolana de Periodistas (AVP), eligió el 24 de octubre como


el Día del Periodista. Posteriormente, el gremio consideró que el primer periódico
verdaderamente venezolano fue el Correo del Orinoco por lo que en 1965 se cambió
al 27 de junio el día de los comunicadores sociales, por iniciativa de Francisco J. Avila
con el apoyo de Guillermo García Ponce y Eleazar Díaz Rangel, quien fue director del
diario Últimas Noticias.
En consecuencia, desde 1965 los venezolanos celebramos el 24 de octubre, el Día
del Trabajador Gráfico, decretado por el primer gobierno democrático luego de la
caída del dictador Marcos Pérez Jiménez y cuando se realizó la segunda asam blea
de la Federación de Trabajadores de la Industria Gráfica del país.

Se dice que Simón Rodríguez aprendió el inglés en Jamaica, que trabajó como tipista
en Baltimore, labor en la que adquiriría las destrezas que lo dejarían componer más
tarde sus propias páginas y su personal "logografía": el pensamiento pintado en
letras.

"Nadie se da cuenta al tener un libro en las manos, el esfuerzo, el dolor, la vigilia, la


sangre que ha costado. El libro es, sin disputa, la obra mayor de la humanidad."
Federico García Lorca, Medio Pan y un Libro.

En los tiempos de los rollos de papiro, el lugar preferido para anotar el título y el
nombre del autor era el final del texto, la parte más protegida del libro rebobinado
—el comienzo, en el exterior del cilindro, padecía un especial deterioro, y con
frecuencia se rompía—. Fue en el formato códice donde el título conquistó la
posición inicial, el rostro de los libros —y también se apoderó del lomo, su espalda—
. Agustín de Hipona deja claro que ya en el siglo IV era habitual buscar esa
información «en la página liminar», es decir, al principio, en el umbral del relato. Hoy
es lo primero que leemos cuando el libro es todavía una incógnita, y esperamos que
en menos de diez palabras defina su universo. Si el embrujo actúa, alguien levantará
el libro de la mesa y querrá averiguar más sobre él.

Tras una larga travesía entre la indiferencia de los siglos, los títulos se han
transformado en poemas mínimos; barómetros, mirillas, ojos de la cerradura,
carteles luminosos, anuncios de neón; la clave musical que define la partitura
venidera; un espejo de bolsillo, un umbral, un faro en la niebla, un presentimiento,
el viento que hace girar las aspas.
EL INFINITO EN UN JUNCO, Irene Vallejo
Deseaba el Libertador obtener el máximo de eficacia en la administración, y cada día
más comedimiento en la política. Llega hasta a ocuparse en unos lemas que
ostentaba la Gaceta del Gobierno y le indica a Santander:

La Gaceta es muy chiquita; no contiene nada... Hágale Ud. quitar el geroglífico;


póngale Ud. por título Gaceta de Bogotá y que se llenen las columnas con los
caracteres más pequeños que haya... También se puede ahorrar Libertad o Muerte:
todo eso huele a Robespierre y a Cristóbal, que son dos extremados demonios de
oposición a las ideas de moderación culta. La fortuna nos ahorra la terrible necesidad
de ser terroristas.
Augusto Mijares, El Libertador.

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