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EJE II

LOS ACTORES DE LA
ECONOMÍA SOCIAL, SUS
PRÁCTICAS ECONÓMICASY
ASIMETRÍAS TERRITORIALES

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4. ECONOMÍA SOCIAL Y SU RELACIÓN CON LOS CRITERIOS
ECOLÓGICOS, LA PROTECCIÓN AMBIENTAL Y EL
DESARROLLO SUSTENTABLE

Desde el comienzo de la humanidad, las personas han transformado el medio


ambiente para lograr la satisfacción de sus necesidades. Aunque las primeras
comunidades vivieron en relativa armonía con su entorno, en estos últimos años
se ha incrementado considerablemente la capacidad de impacto de los seres
humanos sobre el medio ambiente. Esto especialmente como consecuencia de
la Revolución industrial, el descubrimiento, uso y explotación de los combustibles
fósiles y la exploración intensiva de los recursos minerales de la tierra, entre otras
actividades.

Así se ha disminuido sosteniblemente y de manera acelerada la calidad del


ambiente y su capacidad para sustentar la vida, lo cual ha provocado la actual
crisis ambiental.

Se han agravado diversos problemas ambientales que afectan el planeta a nivel


global entre los que se encuentran, el calentamiento global de la atmósfera, el
agotamiento de la capa de ozono, la contaminación del agua, el aire y los suelos,
el agotamiento de la cubierta forestal, la degradación del suelo, y la pérdida de
especies, en el ámbito natural; así como la acentuación de las inequidades y
contradicciones entre diversos grupos humanos, el menosprecio de múltiples
identidades culturales, religiosas y étnicas de minorías, el incremento del
desempleo, de la exclusión y marginalidad social, la discriminación por concepto

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de género o raza, la pobreza, el analfabetismo, así como las dificultades en la
alimentación, la educación y la salud pública, en el ámbito social.

El desarrollo sostenible no es una concepción nueva, muchas culturas y


civilizaciones han reconocido la necesidad de establecer estilos de vida y de
relaciones armónicas entre la sociedad, la economía y la naturaleza.

La Economía Social implica la preservación y defensa del ambiente. Las


personas sin la naturaleza pierden su sustento. Por eso se revisa la actitud y el
compromiso de la comunidad con la tierra.

Esta alternativa económica representa una promesa para llegar a alcanzar los
objetivos económicos, sociales y medioambientales, así como los enfoques
integrados inherentes al concepto de desarrollo sostenible.

4.a. Principio de sostenibilidad


ambiental en la Economía Social

Toda la actividad productiva y


económica está relacionada con la
naturaleza, por ello una alianza con
ella y el reconocimiento de sus derechos es el punto de partida de la Economía
Social.

La buena y respetuosa relación con la naturaleza es una fuente de riqueza


económica, y de buena salud para todos. De ahí la necesidad fundamental de
integrar la sostenibilidad ambiental en todas nuestras acciones, evaluando
nuestro impacto ambiental (huella ecológica) de manera permanente.

Es necesario reducir significativamente la huella ecológica humana en todas


nuestras actividades, avanzando hacia formas sostenibles y equitativas de
producción y consumo, y promoviendo una ética de la suficiencia y de la
austeridad.

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Así, desde esta concepción de sostenibilidad ambiental, la Economía
Solidaria defiende:

El consumo responsable como actitud coherente con un doble


criterio ético de equidad social y de sostenibilidad ambiental: tener
en cuenta las implicaciones económicas y sociales de las prácticas y
hábitos de consumo.

La soberanía alimentaria: derecho de cada territorio a definir sus


políticas agropecuarias y de alimentación y conservar sus variedades
locales y sus razas autóctonas.

La conservación de las especies y territorios protegiendo la


biodiversidad natural necesaria para el equilibrio de nuestro planeta y la
obligada solidaridad con las generaciones siguientes.

El decrecimiento: el uso racional de los recursos (agua, minerales, etc.)


lo que significa desarrollar una economía que no lleve en su misma
esencia la necesidad de crecer indefinidamente.

La producción limpia, que supone utilizar energías renovables,


bioconstrucción, agroecología, y la necesidad de prevenir la
contaminación y de medir el impacto ambiental en nuestras actividades
económicas (especialmente las emisiones de CO2).

La necesidad imperiosa de promover prácticas e iniciativas


responsables con el medio ambiente (reducción, reutilización, y
reciclaje de residuos, turismo responsable, energías limpias, etc.) y

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fomentar la educación
ambiental y la investigación y
el estudio de la naturaleza para
aprender de ella.

La ordenación del
territorio que tenga en cuenta la distribución proporcional adecuada entre
población y espacio para soportar la agricultura y la ganadería suficientes,
los servicios de saneamiento, los transportes necesarios no
contaminantes, etc.. La planificación urbanística sin masificaciones,
con modelos de construcción para la habitabilidad, la seguridad, la
calidad, la convivencia vecinal y el respeto al descanso. Donde coexista
de manera equilibrada lo rural y lo urbano.
Entonces, en cuanto a la protección ambiental y su vinculación con el
crecimiento de una forma no negativa, las organizaciones de la Economía
Social, tienen ventajas respecto de las empresas convencionales:

 No tienen la necesidad de externalizar costes ambientales como parte de


una estrategia de maximización de los beneficios.

 Estas organizaciones tienden a tener una menor huella de carbono debido


no sólo a sus objetivos ambientales sino también a la naturaleza de sus
sistemas de producción e intercambio.

 Existe una evidencia cada vez mayor de que organizaciones como


cooperativas forestales y grupos comunitarios de silvicultura pueden
desempeñar un papel importante en la gestión sostenible de los recursos
naturales, en particular en contextos donde estos representan recursos
de uso comunitario. Si bien el movimiento de las cooperativas creció
mucho antes de la era contemporánea de conciencia ambiental, muchas
de estas organizaciones se identifican con el movimiento de justicia
ambiental mundial. El comercio local y el desarrollo económico local que,
por su naturaleza, limitan las emisiones, se encuentran entre las
características sobresalientes de la Economía Social. Algunas

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organizaciones de Economía Social, en particular el comercio justo
certificado, fomentan el acceso del mercado a cadenas de valor
mundiales, pero promueven de modo explícito principios y prácticas
agroecológicos.

En América Latina está en consonancia con el concepto indígena del


Buen Vivir, que sostiene la necesidad de vivir en armonía con los demás
y con la naturaleza. La Economía Social puede aportar grandes
contribuciones a los actuales esfuerzos por promover la economía verde.

5. LUCHA POR LOS RECURSOS NATURALES:


MOVIMIENTOS SOCIALES EN AMÉRICA LATINA

La preservación del ambiente y la explotación


racional de los recursos naturales constituyen
dos de los principales desafíos que enfrenta hoy
la humanidad. Ambas cuestiones se encuentran
cotidianamente afectadas por la acción el
capital financiero.

Contaminación del agua, del aire y el suelo;


emanación de gases tóxicos y agotamiento de
los recursos no renovables, con su secuela de
calentamiento global, enfermedades y muertes evitables, son algunos de los
problemas que los pueblos están sufriendo. A la vez, la búsqueda de apropiación
y control de los recursos estratégicos por parte de los diversos capitales ha
llevado al desarrollo de una política de guerra a nivel mundial, impulsada por las

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potencias imperialistas. La implantación del modelo neoliberal en América Latina,
así como la reciente recuperación del crecimiento económico, se relacionan
fundamentalmente con la explotación intensiva de los recursos naturales,
orientada a la exportación y bajo control del capital trasnacional.

En oposición a esta situación, surgen y se desarrollan en el continente un gran


número de conflictos, movimientos sociales y aproximaciones sociopolíticas a
nivel local, nacional y regional. Hacia mitad de la década de los años ’90, se
realizaron innumerables protestas y acciones de organizaciones colectivas,
cuyas características y motivos comparten los actuales movimientos sociales.

La defensa del carácter de bienes comunes


de los recursos naturales se confrontó en
contra de las consecuencias ambientales,
la destrucción del hábitat y el
desplazamiento forzoso de poblaciones.
También se protestó por los efectos y el
modelo de apropiación privada de estos
recursos y de los beneficios derivados de su explotación.

En líneas generales, los movimientos


sociales, son colectivos o grupos
sociales cuyos actos se dirigen a
presentar ante las autoridades, grupos
o la sociedad en general una demanda
precisa. Constituyen una forma de
acción colectiva que integra distintos
factores: solidaridad, cohesión,
conflictos y transgresiones a los límites
determinados por el sistema de relaciones sociales. La dirección del cambio
social puede ser positiva (apoyar un cambio) o negativa (resistirse al cambio) y
la difusión e innovación de ideas plantean alternativas que generan discusión y
controversia en el seno de la sociedad

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Los movimientos sociales actúan con continuidad para promover o resistir un
cambio en la sociedad general o bien dentro de su propio grupo, conservando y
elevando las características asociadas a una mayor integración y cohesión que
se derivan del hecho de compartir sentimientos de pertenencia y de solidaridad
interna.

5.1. AGUA: recurso estratégico

La disponibilidad de agua dulce en todo el


mundo es crítica y cada día es más compleja,
debido a factores como la contaminación del recurso hídrico, la manipulación
económica y la fuente de poder que representa para quien la posee.

La creciente demanda de agua para la agricultura, la industria y el consumo


doméstico sumados al crecimiento demográfico y a la falta de planificación,
educación y conciencia para el manejo y uso adecuado del agua, genera como
consecuencia la contaminación del recurso. Esto se puede ver en: la acidez de
los suelos, las enormes cantidades de sedimentos en ríos y lagos, las
enfermedades gastrointestinales derivadas de su consumo y el aumento de
abortos y malformaciones genéticas por la presencia de metales pesados en
aguas.

La desmedida ambición que, ciertos grupos económicos, tienen por aumentar la


explotación, control y administración de recursos como el petróleo, el gas natural
y el agua dulce hacen que el agua sea un recurso estratégico para el siglo XXI,
ya que este es un elemento esencial, único e insustituible para la supervivencia
de la humanidad.

Veamos a continuación algunos casos de relevancia en cuanto a la defensa del


agua en América Latina.

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La guerra del agua en Bolivia

La aplicación de las políticas de reestructuración económica en Bolivia tuvo como


principales elementos la privatización, no sólo de las empresas estratégicas
(petróleo, minería, comunicaciones) sino también de los servicios básicos.

En referencia al servicio de acueducto, en septiembre de 1999 el Parlamento


aprobó la Ley de Agua Potable y Alcantarillado Sanitario y un mes después
el Gobierno entrega en concesión a un consorcio privado internacional
(denominado Aguas del Tunari) la empresa municipal de distribución de agua de
Cochabamba y la ejecución de un megaproyecto de agua de usos múltiples.

Inmediatamente, organizaciones
populares y ambientalistas hacen
públicas sus observaciones y en
noviembre de 1999 se lleva a
cabo el primer bloqueo
campesino y de regantes en las
vías de acceso a la ciudad de
Cochabamba. Se iniciaba así la
Guerra del Agua.

Los principales planteamientos en contra de esta privatización, expuestos por los


dos principales actores locales, la Coordinadora Departamental del Agua y la
Vida y Federación Departamental Cochabambina de Regantes (Redecir), fueron
los siguientes:

 La ley no respetaba los sistemas tradicionales de manejo del agua.


 Aguas del Tunari prohibía el funcionamiento de sistemas alternativos de
distribución de agua en las áreas de concesión de las ciudades.
 La concesionaria aplicaba del principio de «full costs recovery»
(recuperación total de costos) en la fijación de tarifas.
 La Ley reducía las competencias de los municipios para fijar tarifas y
otorgar concesiones.
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 Excluía la participación ciudadana en la fijación de tarifas, las cuales
serían indexadas al dólar americano.
 Riesgo de juicios coactivos por falta de pago para usuarios de bajos
ingresos.
 No se reconocía aporte comunitario en ejecución de obras ya existentes.

En los primeros meses del año 2000 siguió la ola de protestas y bloqueos a pesar
de que fueron reprimidos en forma violenta por la policía (hubo un muerto,
cuarenta y siete heridos y más de ciento veinte detenidos). El primer resultado
fue abrir un espacio para discutir la revisión del contrato de concesión y reformar
la Ley de Agua Potable.

Finalmente, en abril del 2000, luego del bloqueo indefinido de Cochabamba


convocado por la Coordinadora Departamental del Agua y la Vida y ante una
fuerte presión social, la empresa Aguas del Tunari se retira de Bolivia. El
Gobierno boliviano tuvo que aceptar esa decisión y modificar la Ley de Agua.

La Guerra del Agua en


Cochabamba fue uno de los
conflictos ambientales más
importantes de América Latina en los
últimos años, ya que, la lucha de los
más pobres, que veían en la
privatización del servicio de agua
potable la pérdida del acceso a este
vital recurso, logró, además de
revertir la privatización, establecer
un ejemplo de la importancia del
agua como un bien público, que ha
tenido importantes repercusiones en
Bolivia y otros países del continente.

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Ley de ciudadanía del agua en Mendoza

La Ley de Ciudadanía del Agua fue aprobada el 11 de diciembre de 2013. El


Proyecto de Ley fue elaborado por jóvenes de 52 escuelas de los 18
departamentos de Mendoza. El objetivo es generar conciencia y responsabilidad
en la población respecto del uso del recurso hídrico.

Así, el objetivo es promover estilos de participación que generen un compromiso


con la realidad local y provincial en torno al cuidado y la administración adecuada
del agua, con responsabilidad ética, política, ambiental y social.

Esto reivindica el derecho de los ciudadanos a gozar de un recurso hídrico de


calidad y crecer personal, social y económicamente con su uso.

Asimismo, en materia de obligaciones, implica transmitir e incorporar la cultura


de uso eficiente del agua y adquirir el compromiso de generar, con este valioso
recurso, riquezas para el territorio provincial.

Los Movimiento Sociales y la defensa de la Ley 7722 en Mendoza

En diciembre de 2019, diversos sectores de la población mendocina se


movilizaron contra la modificación de la Ley Provincial 7722, que prohíbe el uso
de sustancias tóxicas en minería.

Su modificación facilitaba el avance de la minería metalífera en Mendoza, y


sufrió un rechazo social tan contundente que, una semana después de haberla

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modificado, el Gobierno mendocino tuvo que dar marcha atrás. Esta ley fue
creada en 2007, en el marco de intensas movilizaciones coordinadas a escala
provincial para rechazar la megaminería.

La Ley 7722 es una de las nueve leyes que se sancionaron en Argentina


limitando la actividad minera metalífera (en Chubut, Córdoba, Mendoza, San
Luis, Tucumán, La Rioja, La Pampa, Río Negro y Tierra del Fuego), impulsadas
por movilizaciones sociales en rechazo a esta actividad. En La Rioja y Río
Negro, estas leyes fueron posteriormente derogadas, quedando actualmente
siete de estas leyes en vigencia. En Mendoza y Córdoba, sectores
empresariales mineros iniciaron demandas de inconstitucionalidad en su contra,
pero las Cortes Supremas de Justicia de ambas provincias ratificaron su
constitucionalidad. Desde entonces, la intención de los sectores que impulsan el
avance de la minería metalífera pasó a ser la modificación de la Ley 7722, con
el fin de quitarle sus artículos más restrictivos.

A fines de 2018, dos proyectos de modificación de la Ley 7722 fueron


presentados por senadores del Partido Justicialista. Entre las modificaciones
más importantes, proponían quitar del artículo 1 la frase: “y otras sustancias
tóxicas similares”, de manera que sólo quedaría prohibido el uso de cianuro,
ácido sulfúrico y mercurio, pero el resto de las sustancias, que pueden tener
mayor, menor o igual toxicidad que las citadas, quedarían permitidas. El
Gobierno mendocino apoyaba la modificación bajo el supuesto de que el “humor
social” sobre la actividad minera había cambiado, y que estaban dadas las
condiciones para avanzar con esta actividad en la provincia. Se realizaron
debates en la Legislatura provincial, con la participación de diferentes sectores,
y el impulso a la modificación fue perdiendo fuerza.

En noviembre de 2019, se reflotaron las propuestas de modificación de la Ley


7722. Esta vez, el partido justicialista solicitó al oficialismo (con un nuevo
gobernador asumiendo, de la Unión Cívica Radical, al igual que su antecesor)
que fuera él quien presente el proyecto de modificación. Así, en su primera
semana de gobierno, el gobernador Rodolfo Suárez envió a la Legislatura el
proyecto de modificación de la Ley 7722, sabiendo que contaba con amplia
mayoría del oficialismo y la oposición para votar a su favor. El viernes 20 de

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diciembre de 2019 se sancionó la Ley Provincial 9209, denominada “ley cianuro”,
ya que habilitaba el uso de cianuro, ácido sulfúrico y otras sustancias, en
proyectos de minería metalífera.

Esta modificación generó protestas que fueron escalando en intensidad y


cantidad de participantes. Una semana después, el gobernador y la Legislatura
provincial tuvieron que derogar la modificación, y cumplir con la demanda social
que se escuchaba en las calles mendocinas: “devuelvan la Ley 7722”.

6. SOSTENIBILIDAD Y SUSTENTABILIDAD EN LA ECONOMÍA


SOCIAL

La Economía Social tiene un compromiso con el entorno, el cual se concreta en


la participación en el desarrollo local sostenible y comunitario del territorio.

Las organizaciones de la Economía Social están plenamente integradas en el


territorio y entorno social en el que desarrollan sus actividades, lo que exige la
implicación en redes y la cooperación con otras organizaciones del tejido social
y económico cercano, dentro del mismo ámbito geográfico.

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Esta colaboración es un camino, para que experiencias positivas y solidarias
concretas puedan generar procesos de transformación de las estructuras
generadoras de desigualdad, dominación y exclusión.

El compromiso en el ámbito local permite articularse en dimensiones más


amplias para buscar soluciones más globales, interpretando la necesidad de
transitar continuamente entre lo micro y lo macro, lo local y lo global.

De acuerdo a este principio, la


Economía Solidaria defiende:

 La búsqueda de
respuestas a las
necesidades de la
población a partir de
planes de desarrollo local
comunitario y sostenible con la participación de la población consciente y
organizada.

 Que la participación en esos planes de desarrollo local sea a través de la


implicación en redes, en interrelación con los diversos movimientos
sociales que abordan múltiples problemáticas, así como con los diferentes
colectivos que promueven posiciones económicas críticas (ecologistas,
feministas,)

 Redes con estrategias de transformación, con impacto social para influir


en el diseño y desarrollo de dinámicas sociales y políticas.

 Redes de acción común solidaria, de información rigurosa y comunicación


transparente, de participación responsable y democrática, de búsqueda
de soluciones a temáticas específicas y también transversales sobre lo
global del territorio.

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 Planes de desarrollo local y redes que se planteen articulaciones más
amplias para contribuir a la generación de alternativas globales, partiendo
de lo local. “Piensa global y actúa local”.

Para que sea visible el compromiso con el entorno, se debe concretar en el


impacto social de la actuación con el desarrollo local. Por ello, son las otras
entidades del entorno y la población cercana quienes tienen que visibilizar y
reconocer lo que se hace y valorar el impacto.

Se parte de un compromiso con las alternativas socio-económicas activas del


entorno (entidades y colectivos específicos sobre el ahorro, el comercio justo, el
desarrollo, etc.), favoreciendo la creación del tejido social y estimulando y
fortaleciendo el existente.

Es importante un análisis del contexto donde se convive para saber, por un lado,
las verdaderas necesidades existentes y qué entidades y personas están
comprometidas con ellas y, por otro lado, saber qué prioridades de colaboración
establecer, y conocer, con quienes se cuenta y con quienes no, para esta tarea
de compromiso y búsqueda de respuestas transformadoras.

En esos procesos de trabajo común con otras entidades y colectivos es muy


importante la tolerancia con la diversidad, de manera a desarrollar estrategias de
sumar para fortalecer las redes.

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6.1. Turismo Sustentable

El Turismo se ha convertido en una de las más importantes actividades


económicas del mundo, y de las que crece a mayor velocidad. Como
consecuencia, el mismo tiene un efecto importante en muchos campos de la
sociedad: la economía, la infraestructura social y cultural, y el ambiente. Sin
embargo, el crecimiento poco meditado y no sostenible del turismo puede causar
también un efecto negativo en estos campos y a largo plazo, esto puede tener
graves consecuencias para todos.

Así es como se desarrollan en distintos ámbitos, ya sea el nacional, el local o el


latinoamericano, programas para fortalecer este sector, pero de manera
sustentable y siguiendo los principios de la Economía Social.

Veamos cuáles son algunas de las características que debemos tener en cuenta
en el momento de plantear un proyecto de Economía Social donde el turismo
sustentable es el servicio. Teniendo en cuenta que el aumento del turismo
receptivo, ha generado presión sobe el uso y goce de los recursos protegidos.

El desarrollo turístico con criterios de sustentabilidad se considera una


Política de Estado que debe articular las diferentes competencias no solo
a nivel horizontal sino también descentralizado y como tal articulando
entre organismos nacionales, y entre ellos y los organismos locales.
Se debe planificar para dar un uso eficiente y rentable de los destinos
turísticos que reciben con mayor frecuencia a visitantes.
Se deben diseñar, coordinar y realizar actividades de educación,
sensibilización e información ambiental y sobre modalidades de turismo
responsable, para los turistas, los pobladores locales y los agentes de
viaje y prestatarios de servicios en destinos de naturaleza.

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Generar espacios de intercambio y difusión sobre experiencias de turismo
sustentable y buenas prácticas relacionadas con el turismo y el ambiente
para multiplicar las concientización y generación de conocimiento al
respecto.

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7. EL TRABAJO EN LA ECONOMÍA SOCIAL

La Economía Social considera que el trabajo es un elemento clave en la calidad


de vida de las personas, de la comunidad y de las relaciones económicas entre
la ciudadanía, los pueblos y los Estados.

Se sitúa la concepción del trabajo en un contexto social e institucional amplio,


de participación en la economía y en la comunidad.

La Economía Social intenta recuperar la dimensión humana, social, política,


económica y cultural del trabajo, que permita el desarrollo de las capacidades de
las personas, produciendo bienes y servicios, para satisfacer las verdaderas
necesidades de la población (nuestras, de nuestro entorno inmediato y de la
comunidad en general). Por eso se considera que el trabajo es mucho más que
un empleo o una ocupación.

Las actividades que se practican en el contexto de la Economía Social, sean de


forma individual o colectivamente, pueden ser remuneradas o no (trabajo
voluntario) y la persona trabajadora puede estar contratada o asumir la
responsabilidad última de la producción de bienes o servicios (autoempleo).

Dentro de la dimensión social hay que destacar que, sin la aportación del trabajo
llevado a cabo en el ámbito del cuidado a las personas, fundamentalmente

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realizado por las mujeres, nuestra sociedad no podría sostenerse. Trabajo que
aún no está suficientemente reconocido por la sociedad ni repartido
equitativamente.

Entonces, desde esta perspectiva social del trabajo, la Economía Social


defiende:

a. Recuperar la dimensión humana del trabajo: las personas son las


protagonistas principales de la Economía Social, y como tales deben
crecer a través del desarrollo de sus capacidades: de iniciativa y
creatividad, de pensar, de comunicación, de gestión, de trabajo en
equipo, de asumir riesgos, de investigar. Es también un factor de inclusión
e integración social y un pilar de la autoestima de la persona relacionado
con todas las dimensiones de su vida.

b. La dimensión social del trabajo: que significa poner nuestras


capacidades al servicio de las necesidades de la comunidad y de la
población en general. Incluyendo y teniendo en cuenta todas las formas
de actividades como por ejemplo el trabajo doméstico o las tareas en el
ámbito del cuidado a las personas.

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c. Las dimensiones políticas del trabajo:

 El derecho de todas las personas a tener pleno acceso a las


oportunidades sociales de obtención de recursos; los derechos
fundamentales del trabajo y el diálogo social.
 El derecho a participar en la planificación de lo que hay que
producir para satisfacer las necesidades de la población
comenzando por la más cercana y no tanto enfocada al mercado
indefinido y globalizado.
 Participación de las personas trabajadoras y de la sociedad civil en
la propiedad de los medios de producción y en la toma de
decisiones relevantes, estando el capital social de las empresas al
servicio de las necesidades sociales a las que se pretenda
responder.

d. Las dimensiones económicas del trabajo:


 Condiciones laborales dignas que cubran las necesidades
económicas de las personas y empleo de calidad.
 Establecer formas consensuadas y justas de valoración del
intercambio en las relaciones comerciales y productivas.
Básicamente relaciones de cooperación y no de competitividad.

e. La dimensión cultural del trabajo: distinguimos entre trabajo y empleo,


ya que este último término solo hace referencia a la forma jurídica de un
contrato por cuenta ajena. Mientras que trabajo habla de su función
humana, social, política y económica independientemente de su forma
jurídica o administrativa.

f. La dimensión ambiental.

De la dimensión social del trabajo se desprende la necesidad de establecer


medios y mecanismos para detectar las necesidades de la población y producir
aquellos bienes y servicios que son socialmente útiles. De ahí surge, el deber y

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el derecho de trabajar, ya que es la forma de dar sentido a nuestras capacidades
y ser reconocidos por la sociedad.

Si queremos conseguir relaciones económicas justas es necesario fomentar un


modelo de empresa coherente con todas las dimensiones anteriores, que es
bastante diferente del modelo convencional que rige mayoritariamente en la
actualidad.

Las empresas de la Economía Social, para conseguir sus objetivos sociales y


económicos, tendrán que tener:

1. Un funcionamiento autogestionario, si no, no tendrán la libertad


de planificar y decidir, ni contarán con el apoyo de todas las
personas que las integran.
2. Un funcionamiento transparente, que asegure una buena
comunicación para que la información llegue a todo el mundo.

3. Un funcionamiento participativo y con asambleas abiertas a


todas las personas socias y trabajadoras donde se consulta a
todas sobre las decisiones relevantes a tomar.

Así, trabajar en una empresa de Economía Social debe implicar:

a. Capacitación permanente en mi profesión u oficio y en


planificación y gestión.

b. Una experiencia práctica de participación democrática


responsable.

c. Una oportunidad para el ejercicio de asumir responsabilidades y


riesgos.

d. Un ejemplo de equidad en igualdad de oportunidades, donde se


facilita el acceso a cargos de responsabilidad y donde las

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diferencias de remuneración económicas son mínimas,
equitativas y debidamente justificadas.

e. Un espacio donde generar trabajo estable y de calidad, donde se


eviten los horarios excesivos y los riesgos de accidentes.

f. Un compromiso práctico con el desarrollo local de su territorio y


experiencias de fraternidad económica. Con la esperanza realista
que permita vislumbrar que otra economía es posible.

7.1. Economía Social y el desarrollo local

La Economía Social, desde sus diferentes organizaciones, fomenta esta


participación y cohesión social y contribuye al desarrollo de los territorios.

Los acontecimientos sucedidos en los últimos años han derivado en problemas


socioeconómicos: desempleo de larga duración, desigualdad y exclusión social,
déficit público -que ha dificultado la puesta en práctica de políticas para la
recuperación- o la insostenibilidad del sistema productivo. Se ha llegado a una
situación en la que reforzar el sistema productivo local se presenta como factor
clave para la recuperación y la competencia en los mercados globales,
debiéndose incidir, por tanto, en políticas de desarrollo local que pongan en valor
el territorio en el que tienen lugar las actividades socioeconómicas cotidianas.

Los problemas generados por la última crisis, las nuevas necesidades sociales
que están surgiendo y la cada vez mayor insistencia, tanto por organismos

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nacionales como internacionales, de realizar las actividades empresariales bajo
criterios de sostenibilidad ambiental, llevan a plantear nuevas formas de
organización empresarial. La Economía Social basa su funcionamiento en estos
criterios.

La Economía Social y el desarrollo local presentan determinadas similitudes


entre las que se encuentra la importancia de la participación de la sociedad en
los procesos de desarrollo de su comunidad, logrando a su vez incidir en una
mayor cohesión social. Al considerar la implicación de la comunidad local en las
estrategias y políticas locales se puede lograr una mejor respuesta a las
necesidades del territorio dado que conocen el entorno en el que desarrollan sus
actividades cotidianas y será la principal beneficiaria de las mismas. Es por ello
que fomentar la Economía Social desde el ámbito local puede generar efectos
positivos en el territorio.

Además, la Economía Social realiza sus actividades bajo criterios de


responsabilidad social y ambiental, siendo una fórmula eficaz para el
emprendimiento colectivo y la realización de actividades innovadoras a partir de
las nuevas necesidades sociales que han ido surgiendo.

 ¿Qué es el desarrollo local?

Una cuestión importante a considerar,


es que la actividad económica está
localizada en un determinado territorio,
pudiendo estar arraigada al mismo. El
territorio es el espacio multidimensional
en donde se realizan las actividades socioeconómicas de acuerdo a los recursos
que posee, como: la cultura, el capital social, el capital humano y sus
instituciones. Si la actividad económica está vinculada al territorio, se entiende
entonces que ésta considera estos recursos como determinantes para
desarrollarla y/o incide de manera directa o indirecta sobre los mismos.

El desarrollo es entendido de abajo hacia arriba, en contraposición a otras


décadas en donde era considerado de arriba hacia abajo. Las características del
desarrollo abajo-arriba son las siguientes:

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 Desarrollo basado en los sistemas de pequeñas empresas en cualquier
localidad.
 Enfoque territorial y empresarial.
 Políticas específicas para cada territorio.
 Crecimiento cualitativo: innovación, calidad.
 Apoyo con servicios específicos.
 Gestión local.
 Movilización potencial endógeno.
 Utilización de agencias intermedias de desarrollo.
 Propuestas desde los ámbitos territoriales.
Entonces, el territorio y el conocimiento de sus recursos endógenos, que
condicionarán la aplicación y resultados de las políticas de desarrollo local, se
convierten en una condición necesaria de éstas. Es aquí donde cobran
protagonismo todos los actores locales y la comunidad local, ya que su
participación es fundamental en la aplicación de políticas y estrategias de
desarrollo local.

La Economía Social está alcanzando hoy en día un reconocimiento significativo


como una herramienta de transformación socioeconómica, lo que hace que ésta
pueda ser considerada como un "actor colectivo" del desarrollo local. Esta
importancia que ha adquirido, se debe a la ventaja que pueden presentar frente
al resto de organizaciones convencionales: inclusión de valores democráticos,
sociales y ambientales en el ámbito económico, emprendimiento colectivo,
resistencia frente a variaciones del ciclo económico, generación de actividad no
deslocalizable, respuesta a necesidades sociales o fijación de la población al
territorio contribuyendo así al mantenimiento de las dinámicas socioeconómicas
en los mismos.

Las características, principios y valores de las organizaciones de Economía


Social sobre los que basa su funcionamiento, las convierten en formas idóneas
ante el nuevo escenario que ha dejado la última crisis que, además de tener
carácter económico, ha supuesto
una crisis de valores. Estas
organizaciones anteponen la
persona al capital y actúan

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mediante criterios de responsabilidad interna y externa. A su vez, entre estas
entidades movilizadas por estos valores, existen las que trabajan por la inclusión
social de determinados colectivos con dificultades, entre las que están, por
ejemplo, las empresas de inserción o los centros especiales de empleo.

Además, dentro del sector de la Economía Social, destacan las cooperativas de


trabajo asociado como empresas que promueven el asociacionismo mediante el
autoempleo colectivo. Sus miembros adquieren la condición de socio-trabajador
por su participación activa en los procesos productivos y en la toma de
decisiones, mediante una gestión democrática trasladando así estos valores al
ámbito económico.

7.2. Responsabilidad social empresaria

A lo largo de estas páginas hemos definido a


la Economía Social, sus orígenes, principios
y actores de la misma, pero no podemos dejar
de mencionar que todo lo antes expuesto
tiene una relación directa con lo que hoy
llamamos Responsabilidad Social
Empresaria (o solamente Responsabilidad
Social), consecuencia lógica de la Economía
Social.

La responsabilidad social surge como un modelo de prácticas


organizacionales por medio del cual se procura la sostenibilidad económica,

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social y ambiental como reglas
de juego que garanticen el
desarrollo de las empresas.

La sociedad actual demanda


que las organizaciones y
empresas, reconozcan su
capacidad de ocasionar serios
impactos negativos sobre el
medio, en sus dimensiones social, natural y económica; por lo cual deben ser
totalmente responsables en la gestión de la actividad empresarial.

La responsabilidad en este sentido, no reclama sólo la ética individual de las


personas que componen las empresas, sino que ven en la organización en sí
misma un ente con responsabilidad propia económica, social y ambiental a la
que debe exigírsele comportamientos acordes con dicha responsabilidad.

La responsabilidad social empresaria implica la necesidad y obligación de las


empresas e instituciones que desarrollan algún tipo de actividad económica, de
mantener una conducta respetuosa de la legalidad, la ética, la moral y el
ambiente. Es el compromiso de la empresa en la contribución al desarrollo
sostenible; lo cual implica la adopción de una nueva ética en su actuación en
relación a la naturaleza y la sociedad.

Las empresas, por tanto, no solo desempeñan una función económica, sino
además una función social y ambiental, que se valora en diversos aspectos tales
cómo la calidad de vida laboral, el respecto y protección a los recursos
ambientales, el beneficio a la comunidad, la comercialización y marketing
responsables y la ética empresarial.

La responsabilidad social empresaria supone, que la empresa se oriente no


sólo hacia la maximización de los beneficios económicos, sino también al
bienestar social y protección ambiental. Los indicadores de comportamiento
responsable de la empresa, se analizan tanto en cuanto a las actividades

67
externas como internas; se consideran en este sentido, categorías de elevada
relevancia tales como la calidad de los productos y servicios que se ofertan, la
creación de empleos, la capacitación ambiental, salud y seguridad laboral, y los
programas de promoción a través de los medios, en los cuales no se debe
manipular las emociones, ni distraer al público de las fuentes reales de
satisfacción de sus necesidades.

Teniendo en cuenta lo anterior, la responsabilidad social empresarial se


puede ver desde dos perspectivas:

 RSE Interna - Organización sujeto: la persona decide libremente cómo


es que quiere actuar frente a los miembros de la organización, los
miembros de la sociedad y de la comunidad. Lleva a planteamientos
éticos basados en su convencimiento y percepción del mundo, que se
desarrolla en acciones voluntarias que se ven reflejadas en la
organización.

 RSE Externa - Organización objeto: parte de las exigencias del otro, lo


que exige la ley. Hace referencia a una conducta moral. El orden interno
de la organización está supeditado por la condición externa. Se deja
atravesar por los modelos de la sociedad imperantes.

Las acciones que se pueden realizar en una empresa u organización para


desarrollar una verdadera responsabilidad social empresaria y contribuir con
ello al desarrollo sostenible, deben orientarse hacia:

 Tener una política de uso racional de los recursos que evite el derroche,
minimiza los problemas de basura e impacto ambiental por esta causa.
 Participar con la comunidad a la que pertenece, en los temas y acciones
que se relacionan con su sector.
 Servir a las entidades educativas, policiales y diferentes grupos
comunitarios en la medida que sea posible.
 El manejo ético de la imagen de los productos en los diferentes medios
publicitarios.

68
 Crear sistemas de aislamiento de la contaminación, del ruido, de la
generación de olores que creen molestia y similares a los vecinos del
sector.
 Encargarse de algunas zonas verdes de la comunidad.
 Apoyar actividades de servicio comunitario del sector, escuelas, parques,
deportes y otros, en la medida de sus capacidades.
 Mejorar procesos productivos no contaminantes.
 Crear sistemas de tratamiento de aguas residuales y de otras formas para
la protección del medio ambiente por la contaminación de chimeneas u
otras formas que afectan el suelo, el aire y las aguas.
 Patrocinar, promover e involucrarse directamente en campañas cívicas,
sociales, ambientales, educativas y de beneficio a la comunidad.
 Patrocinar eventos comunales, de organismos cívicos, de voluntariados
y similares.
 Invertir en investigaciones sociales, en la capacitación integral de los
empleados.
 En procesos de retiro o desvinculación, invertir en la preparación del
grupo de personas afectadas, para que se preparen en un nuevo estilo
de vida, ayudando a abrir la visión y enseñando a manejar el poco capital
con que cuentan.

Además de contribuir a la sociedad, a la conservación y protección de los


recursos naturales y al medio ambiente en general, la responsabilidad social
empresaria resulta con frecuencia también favorable para la empresa en
términos económicos, representando una inversión que repercute en beneficios
financieros, produciendo retornos en utilidades a largo y mediano plazo.

69
La responsabilidad social empresaria favorece la confianza, el sentido de
pertenencia de los empleados, lo cual permite que aumente la disposición hacia
el trabajo, que disminuya la rotación de personal y por consiguiente los costos
de reclutamiento; se beneficia la calidad y con ella la satisfacción de clientes.
Además, se mejora la imagen de la empresa, lo que contribuye a mantener la
clientela y el acceso a nuevos mercados; se incrementa el apoyo de la
comunidad y de autoridades locales,
lo cual facilita el flujo de
procedimientos y la seguridad; se
reduce, recicla y reutilizan muchos
recursos, permitiéndose así el
ahorro de grandes sumas, la
recuperación de inversiones y la
optimización de recursos. Todo esto
contribuye a la disminución de los gastos, el aumento de la productividad y el
logro de las metas de la organización.

8. ¿CÓMO EMPEZAMOS UN PROYECTO DE DESARROLLO


LOCAL DESDE LA PERSPECTIVA DE LA ECONOMÍA
SOCIAL?

En primer lugar, vamos a definir qué es un proyecto, dado que la definición


variará dependiendo del punto de vista desde el cual se esté analizando, no es
lo mismo un proyecto social, que uno artístico o arquitectónico.

Desde el punto de vista económico, un proyecto es un curso de acción que


implica el uso de recursos a partir del cual se esperan obtener ciertos beneficios
futuros que ocurren en distintos momentos en el tiempo. Si un plan de acción da

70
origen a costos, pero no genera beneficios, entonces ese plan de acción no es
un proyecto desde el punto de vista
económico.

En términos económicos, la actividad de


producir bienes y servicios consiste en
comprar insumos, combinarlos y
transformarlos para venderlos a un valor que
exceda, lo más posible, el valor pagado por
los insumos utilizados. Es decir, un proyecto
combina insumos, que le significan costos, con el fin de obtener productos, que
le entreguen beneficios; se pretende que el valor de los beneficios sea mayor
que el de los costos. Para ello, el proyecto, o bien la empresa, deberá buscar
eficiencia en la combinación de los insumos y de los productos para así hacer
máximo el excedente (económico) a lo largo de su vida.

En cambio, entendemos que un


"proyecto social", es toda acción social,
individual o grupal, destinada a producir
cambios en una determinada realidad
que involucra y afecta a un grupo social
determinado. Los cambios deseados se
entienden como un avance positivo en la
realidad a intervenir, específicamente se
espera una mejoría en las condiciones y la calidad de vida de los sujetos
involucrados en dicha realidad.

Hay una lectura sobre la realidad, en base a ella se proyecta una acción que, de
resultar como uno espera, provocará un cambio hacia una situación mejor. La
acción a desarrollar está fundada en una serie de principios teóricos y en
anteriores investigaciones que la avalan y otorgan coherencia. Se incorporan
también, los recursos necesarios para su implementación y ejecución.

Los proyectos sociales aspiran a producir cambios significativos en la realidad


económica, social y cultural de los sectores más pobres y mejorar con ellos sus

71
oportunidades y calidad de vida en la sociedad. El tipo de cambio que se
persigue no es fácil de lograr y no siempre resulta ser permanente o sustentable
cuando se acaban las acciones del proyecto.

Para que la intervención sea adecuada, pertinente y relevante, se necesita de un


ajustado diagnóstico sobre la realidad que se aprecia como negativa y sobre la
cual se actuará, para producir el cambio esperado en dicha situación, hacia una
situación mejor para el grupo o población de que se trate. Es importante señalar
que producir cambios tan profundos, requiere de la cooperación de todos y,
principalmente de los propios afectados, para que participen activamente en las
tareas de crecimiento y de la integración social, de manera de asegurar la
permanencia del estado alcanzado.

Pasos para elaborar el diseño de un proyecto social

 Percepción/Observación de una situación problema: un proyecto nace


a partir de la identificación de un problema o de una carencia que se desea

72
mejorar o resolver. La identificación de problemas sociales proviene
básicamente de los conocimientos acumulados en el área de estudio y de
la experiencia o práctica social de los sujetos.

 El Diagnóstico: una vez detectados el o los problemas se hace necesario


un análisis más profundo, de manera de obtener la mayor cantidad de
información posible acerca de ello. Este primer análisis se denomina
diagnóstico y se define como la actividad mediante la cual se interpreta,
de la manera más objetiva posible, la realidad que interesa transformar.
Constituye la base sobre la cual se elaboran los proyectos. A través de
este análisis se definen los problemas prioritarios, causas, efectos, las
posibles áreas o focos de intervención y también las eventuales
soluciones de dichos problemas.

Un buen diagnóstico debe ser capaz de mostrar, idealmente con datos


que lo avalen, la realidad sobre la cual se desea intervenir a través el
proyecto para cambiarla o investigarla. Una vez presentada dicha
realidad, se deberán indicar las principales causas que la originan, para
finalmente señalar e identificar perfectamente sobre cuál de todas ellas se
centrará el proyecto presentado.

El diagnóstico debe
responder perfectamente a
las preguntas:

 ¿Cuáles son los


problemas que afectan a
cierto grupo de personas?

 ¿Quiénes están afectados


por el o los problemas?

 ¿Cuáles son las principales causas y efectos de ese problema?

Los resultados o productos esperados de un buen diagnóstico son:

 Descripción e identificación de quienes sufren el problema: Grupos


Afectados.

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 Una línea base o el conjunto de indicadores que definen el estado
actual del problema.

 Posibles estrategias para la solución (total o parcial) del o los


problemas

 Expectativas y posibles acciones de los distintos actores sociales


involucrados en la situación.

 Descripción del Problema Central: una vez sistematizada y analizada


la información sobre la situación problema, se deberá identificar el
principal problema que explica, en gran parte, la condición y estado de la
realidad estudiada. Definir y describir sus causas (origen) y principales
efectos (consecuencias), para quienes lo sufren. Es sobre una o varias de
estas causas y /o sus efectos, que se estructurará
la propuesta de intervención.

 Hipótesis en torno a causas y efectos del


Problema Central: la experiencia, así como el
resultado de investigaciones anteriores, permiten
establecer relaciones y condiciones (Hipótesis),
entre las causas y los efectos descritos
anteriormente. Este ejercicio es sumamente
importante para aseguramos tener éxito con la realización de nuestro
proyecto: en la medida que seamos capaces de estrechar cada vez más
la relación y condición de causalidad entre estos variables, estaremos
más cerca de impactar positivamente en la solución de o los problemas.

A continuación, veremos una técnica que resulta ser de mucha utilidad para
sistematizar toda la información anteriormente descrita y, que nos permite dar
inicio a la elaboración de un diseño de proyecto.

74
Árbol de Problemas

El Árbol de Problemas es una técnica metodológica


que nos permite describir un problema social y al
mismo tiempo conocer y comprender la relación entre
sus causas y efectos. Lo anterior hace visible, de mejor
manera, las posibles hipótesis de nuestra intervención
y a la vez permite dimensionar la posibilidad de éxito del proyecto en función de
las múltiples causas y variables que intervienen en el problema elegido. De
manera esquemática lo podemos graficar como sigue:

Para la construcción del árbol de problemas se procede de la siguiente manera:

1. Identificación de los beneficiarios del posible proyecto: Definir y


describir quienes serán los sujetos directos de la intervención.

2. Determinar los principales problemas que afectan a estos sujetos o


grupos sociales.

3. Análisis y elección del problema central de la futura intervención.

4. Análisis y descripción de las Causas del problema central.

5. Identificación de los principales efectos del problema.

6. Presentación de dicha descripción y análisis como un árbol donde:

 El Tronco: Corresponde y es representado por el problema central;

 Las Raíces: Corresponden a las causas del Problema y

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 La Copa: Corresponde a los efectos o consecuencias del
Problema.

ETAPAS DE UN PROYECTO SOCIAL

En todo proyecto social se distinguen tres etapas: Diseño, implementación y


Evaluación. En términos temporales se refieren al “Antes”, (previo al desarrollo
de las acciones del proyecto), “Durante” (período correspondiente a la
implementación y ejecución del proyecto) y “Después” (tiempo posterior a las
acciones directamente relacionadas con el proyecto).

Diseño: corresponde a la etapa previa a las primeras acciones o


actividades del proyecto. Esta incluye la propuesta de trabajo en función
de la identificación de beneficiarios,
problema a resolver con el proyecto,
causas y efectos de ese problema,
estrategia de solución ofrecida, los
objetivos a desarrollar, los resultados
esperados y las actividades y recursos a
ocupar en su desarrollo. Debe también
explicitar los factores externos que
garantizan su factibilidad y la definición de indicadores para realizar el
seguimiento y verificación de los resultados que se obtienen, tanto
durante el proceso como al término del mismo.

76
Implementación: se refiere a la
ejecución o puesta en marcha de
la propuesta del proyecto. En
esta etapa se incluyen: la
organización y estructura del
equipo ejecutor del proyecto, la
operacionalización del diseño y la asignación de tareas, plazos y
responsables para cada objetivo, productos o resultados y actividades
comprometidas.

Evaluación: corresponde a la etapa de


descripción y análisis de los resultados
obtenidos de acuerdo a ciertos principios o
marcos teóricos para dicho fin. Se trata de
mirar objetivamente el “cambio” ocurrido en
la realidad intervenida durante y/o
posteriormente a la ejecución del proyecto.

ELABORACIÓN DE LOS OBJETIVOS DEL PROYECTO SOCIAL

Para la elaboración y definición de los objetivos del proyecto, debemos


transformar el problema central, sus causas y efectos en metas a lograr; es decir
se deberán constituir en las soluciones a los problemas implicados en las causas
o los efectos según se trate. Así los objetivos de un proyecto se refieren a los
cambios esperados en la situación inicial del problema identificado, a través de
las actividades y productos/resultados planificados en el proyecto. Ellos dan
cuenta del estado final del problema central, una vez realizadas y finalizadas las
acciones del Proyecto. Hay dos tipos de objetivos en la elaboración de los
proyectos sociales: Objetivo General y Objetivos Específicos.

 Objetivo General: enuncia el cambio final que transforma el problema


central, en una nueva realidad o solución al mismo. De alguna manera en
el impacto que se espera producir en la realidad previamente
diagnosticada.

77
 Objetivos Específicos: son el medio necesario para lograr el objetivo
general. Representan lo que el proyecto debe hacer por sí mismo,
mediante sus propios recursos y actividades. Ellos darán cuenta de las
consecuencias o efectos de los productos y resultados del proyecto.

DEFINICIÓN Y SELECCIÓN DE LA ESTRATEGIA

Una vez definidos los objetivos del proyecto, debemos


seleccionar la mejor estrategia para alcanzarlos. Por
estrategia se entiende el conjunto de criterios y
opciones que permiten ordenar e implementar las
acciones necesarias para ejecutar los proyectos.

La estrategia es siempre una gran hipótesis, que


prioriza la importancia de ciertas variables y
criterios sobre otros, de manera de asegurar el mejorar y cambiar la situación
problemática diagnosticada.

La selección de la estrategia, deberá hacerse en base a los objetivos planteados,


los recursos disponibles (humanos y materiales), el tiempo que dure el proyecto
y la orientación o enfoque que el proyecto asume (cualitativo y/o cuantitativo).

RESULTADOS Y/O PRODUCTOS DE UN PROYECTO SOCIAL

Son aquellos logros concretos y observables de las acciones del proyecto.


Cuando estamos frente a resultados de tipo material (manuales, libros, talleres,
etc.), se habla de productos, en caso de resultados de tipo más cualitativos, se
trata de resultados simplemente (profesores capacitados en algún área en
especial; mejoría en la autoestima; mejor comunicación, etc.)

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A cada objetivo planteado y descrito en el
proyecto, le corresponderá al menos un
producto o resultado. De la misma
manera y producto de la relación entre las
actividades, los factores externos, las
características de las personas que
forman el equipo y de los beneficiarios del
proyecto, suelen obtenerse algunos
resultados y productos no esperados. Estos también son sumamente
importantes a la hora de realizar la evaluación y el análisis de la intervención.

ACTIVIDADES DE UN PROYECTO SOCIAL

Son las acciones o tareas que se deben hacer para alcanzar los resultados o
productos comprometidos. De esta forma a cada
producto y resultado le corresponderá una acción
o un conjunto de acciones determinadas y
lógicamente relacionadas. Sólo se deben incluir
aquellas acciones que realiza el equipo del
proyecto. Para establecer el calendario y
duración de ellas, se deberá tomar en cuenta la
disponibilidad y realidad sociocultural de los
beneficiarios del proyecto.

RECURSOS DE UN PROYECTO SOCIAL

Son las materias primas, los medios disponibles (humanos y materiales), con
que cuenta el proyecto, para lograr los objetivos, resultados y actividades
planificadas en él.

Muchas veces cuando se habla de recursos, se suele asociar solamente con el


dinero, sin embargo, podemos diferenciar tres tipos de recursos:

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 Factor Trabajo: son todas las personas que trabajan en la organización (o
que se necesita que trabajen) y el tiempo que se requiere de dedicación.

 Recursos financieros/
Capital: es el dinero en
efectivo, los créditos que se
pueden conseguir, los plazos
que nos pueden otorgar los
proveedores.

 Recursos físicos/ Medios


de Producción: son de
Infraestructura (espacio
físico, equipamiento
tecnológico) y Materiales
(insumos).

DISEÑO DE LA EVALUACIÓN DEL PROYECTO

Dentro del diseño de un proyecto, se recomienda incluir al final de éste, una


propuesta de evaluación para el proyecto en cuestión. En un sentido amplio la
evaluación es el juicio o
apreciación que emite una
persona o un equipo sobre
las actividades y resultados
de un proyecto; en este caso
particular sobre un proyecto
social, al decir del BID: "una
herramienta de aprendizaje
en todos los ciclos del
proyecto, desde el diseño,

80
hasta la ejecución es el monitoreo y evaluación ex post, con el objeto de
establecer algunas normas y patrones para que los procesos y productos de la
intervención sean eficaces " (BID, 1997). Así entonces dar cuenta e informar de
los cambios ocurridos en la realidad intervenida por el proyecto, es el objeto de
la evaluación.

La evaluación no sólo se limita a registrar o medir resultados para la toma de


decisiones, sino que contribuye al conocimiento que fundamenta la intervención,
aportando al aprendizaje y a los conocimientos que los propios equipos a cargo
de los proyectos tienen del problema que abordan. Este aprendizaje es el que
permite ampliar y enriquecer las perspectivas conceptuales y prácticas, que
posee el equipo sobre la realidad intervenida, permitiendo focalizar las acciones
y controlar de mejor manera, las relaciones, variables y factores que inciden en
los resultados o en los cambios que se promueven y esperan lograr. Otorga del
mismo modo, las herramientas técnicas que permiten mirar y asumir otras
estrategias de intervención, entre otras.

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