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Reaching. {l.

s}
by stayloux

Eran vecinos desde hace mucho. Intercambian palabras y todo termina en algo que nadie
esperaba. Quizá Louis ya lo esperaba.

© 2014-2015, B. (stayloux), All rights reserved.

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Notas.

Nombre: Reaching (alcanzar)

Autor: La que escribe esto (no robot)

Audiencia: +14.

Advertencias: Primero que nada, no quiero plagio. Es molesto ver personas que se toman el
tiempo de hacerte la vida una caca. Habrá muchos enredos y con eso quiero decir que habrá
"drama". Maltrato psicológico. Escenas fuertes.

Extras: Borré esta fic hace ocho meses por problemas, pero ahora está de vuelta. Estaré editando
todos los capítulos para que la historia sea mucho mejor, eso sí, cambiaré algunas cosas y otras
las dejaré igual. Espero y la apoyen de igual manera. Gracias.

B. (mom)

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Prólogo.
Louis lo había visto en contadas ocasiones, pero sólo esas fueron suficientes para que se diera
cuenta de lo hermoso que era. Sus ojos verdes como el césped en pleno verano fue lo que vio
primero. Se sorprendió. Creía que las personas que poseían ese color de ojos eran solamente un
mito. Jamás había visto alguna. Bueno, ahora Louis estaba corroborando lo equivocado que
estaba.

Después de las primeras semanas de intensas miradas, Louis quiso hablarle. No lo hizo. Quiso
invitarlo a tomar un café. No lo hizo tampoco. Le horrorizaba el rechazo. Pero lo que más quiso
era verlo por un tiempo más largo, pero su vecino siempre cerraba las cortinas exactamente a las
siete de la noche. Louis se encerraba en su habitación después de regresar de la universidad.
Metía mucha comida y siempre cuidaba que su asiento estuviera cómodo. Contaba los segundos
y abría con discreción las cortinas, y ahí siempre estaba su vecino; quitándose la camisa o metido
en su música a todo volumen. Louis lo admiraba sin decir nada. Las palabras sobraban cuando
no había nada que decir respecto a algo.

En el tercer mes, Louis notó que su vecino no vivía solo. Un chico de cabello rubio salía por las
mañanas y regresaba por las tardes. Inclusive se molestaba en limpiar el jardín. A Louis le
molestó que ambos vivieran bajo el mismo techo. No era sano, pero tampoco lo era enojarse por
algo que ni siquiera estaba a su alcance... o que era suyo.

¡No podía gustarle su vecino! Es decir, ¡era un chico! Y Louis era un heterosexual con novia de
años de relación. Pero ¿por qué le dedicaba más tiempo a su vecino que a ella? ¿Por qué se
quedaba toda la tarde mirándolo en vez de salir con Eleanor? Louis todavía no encontraba
respuestas que le permitieran dormir tranquilo, pero de lo que estaba seguro era que no le estaba
gustando su vecino de "esa manera". Era imposible. Louis apostaba toda su colección de
videojuegos de guerra a que el chico de lindos ojos verdes nunca se fijaría en él. ¿Y cómo sabía
Louis que su vecino no lo miraba devuelta?

Ambos se estaban acercando, pero temían dar el primer paso. La pregunta es: ¿quién lo hizo
primero y de qué forma?

Ranking:
13/06/2014: fanfic #150

18/09/2014: fanfic #793

19/09/2014: fanfic #224 romance #395

20/09/2014: fanfic #200 romance #328

02/10/2014: romance #579

02/10/2014: fanfic #314 romance #579

03/10/2014: fanfic #225 romance #388

04/10/2014: fanfic #176 romance #281

15/10/2014: fanfic #403 romance #618

17/10/2014: fanfic #426 romance #571

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lluvia de verano (1).


La universidad y estar al tanto de su vecino eran una carga pesada. Quizá Louis exageraba. No lo
hacía con intención. Pero era imposible no quitarle los ojos de encima a su atractivo vecino y
prestar atención al ensayo que intentaba escribir.

Louis se alejó de la ventana y una vez más se excusó. ¿Por qué tuvieron que poner la maldita
ventana de su vecino justo en frente de la suya? Al constructor no le importó que Louis fuera una
persona débil y que no pudiera reprimir sus actos. Suspiró y frotó sus ojos por millonésima vez.
La luz de su pequeño foco le estaba lastimando la vista, y su estómago no paraba de rugir. Se
levantó de su asiento y caminó hasta la cocina. Necesitaba de cualquier manera acabar con esos
espantosos ruidos, así que tomó una manzana que ya tenía varios mordiscos. Le daba igual si en
la mañana la había probado. No le daba asco volverla a probar unas horas después. En esos
momentos ni se puso a pensar si alguna mosca se paró sobre ella.

Cuando salió de la cocina miró su reloj de pared el cual anunciaba las doce y media de la noche.
Louis se alzó de hombros y se encaminó a su asiento, pero antes de depositar su trasero en el
giró la cabeza como la niña del exorcista. ¡El inútil reloj se había quedado sin batería! Por el
cansancio, Louis seguía pensando que eran las doce.

"¿Cuál se supone que es la hora correcta?" Louis preguntó en voz alta y se jaló sus cabellos.
Corrió hasta su habitación y conectó su celular. Espero unos segundos y se prendió. "¿¡Las dos
de la mañana!?" exclamó con frustración. De igual forma cuando su equipo de futbol perdía.

Regresó a la sala de estar y tomó su calculadora del estante de libros. Hizo un par de cálculos, y
la maquina le anunció que finalizaría el ensayo en al menos tres horas; y eso sin contar pausas.
Gritó un par de palabrotas y se rascó la nuca. Era simplemente imposible. Ni Einsten podría
haberlo hecho.

-¡Soy solamente un humano! -chilló Louis, y en ese momento se escucharon un par de golpecitos
en la puerta principal. El corazón de Louis dio un vuelco y su respiración se entrecortó. Se sintió
protagonista de esas típicas películas de terror en las cuales el asesino tocaba la puerta
suavemente. Pero esa era la táctica del asesino para que Louis cayera y abriera la puerta. Al final
obtenía un cuchillo en tu cuello. Pensó en esa posibilidad, pero era la primera vez que eso
sucedía. La mayoría del tiempo Louis a las dos de la madrugada ya estaba en su cama soñando
con pepinillos.
Tragó fuertemente saliva y rozó la perilla. Espero un momento; quería ver si el tipo misterioso ya
se había ido, pero Louis vio por una pequeña rendija que ahí seguía de pie. Tenía las manos en
los bolsillos y sacaba humo de la boca a causa del frio. Levantó un poco más la mirada y su
respiración se aceleró. ¡Era él! ¡No era un maldito sueño! Su vecino estaba parado afuera de su
casa... ¡y se veía condenadamente bien como para ser las dos de la madrugada!

'Tranquilo Louis, es sólo una persona' se dijo a sí mismo, buscando en su fondo una pequeña
pizca de tranquilidad.

Su mano estaba sudando, y hacia que la perilla fuera difícil de agarrar. Maldijo en voz baja y al
parecer el atractivo chico que decidió visitarlo en medio de la madrugada lo escuchó, porque
esbozó una mueca divertida. Eso causó que Louis se golpeara todavía más.

-Hola. -dijo su vecino cuando la puerta se abrió.

Louis se quedó detrás de ella tímidamente, solamente sus mechones alborotados se veían.

-Hey, tranquilo. No soy un asesino. -el chico rápidamente habló al ver la reacción de Louis.

-Yo... lo-lo siento. -Louis balbuceó y salió completamente de la puerta. -No me esperaba una
visita. -dijo con total sinceridad.

-Me disculpo por ello. -el chico se rascó la nuca apenado, y Louis se dio cuenta de que era la
primera vez que no lo veía sonreír. Eso hizo que se pusiera aún más nervioso. -Me cortaron la luz
por no pagarla -sus mejillas se pusieron rojas y le dedicó una sonrisa. - y me preguntaba si tu
tenías un par de velas.

-Oh, tengo unas en la cocina. -Louis le devolvió la sonrisa. -Pero entra, el frío está insoportable. -
Louis retrocedió y abrió en su completa totalidad la puerta. Cuando ambos estaban dentro, la
cerró cuidadosamente. Louis quería quedar bien ante su vecino. Iba a dejar salir todos sus
modales.

-Gracias. -el chico habló. Se quedó parado en medio de la pequeña sala y entrelazó sus manos.
Por cada rincón que miraba ponía una sonrisa, y cuando Louis llegó con las velas su sonrisa se
amplió.

-Tenía más, pero un amigo las agarró esta mañana. -Louis las depositó en las enormes manos de
su vecino y por unos segundos sus dedos hicieron contacto. Louis trató de no perder la cabeza.

-¿También le cortaron la luz? -el chico dijo juguetonamente, y Louis soltó una risita.

-Para nada, si no yo me hubiese dado cuenta. -Louis habló con la risa en la boca.

-¿Viven juntos? -el chico preguntó con dificultad.

-Algo así. Él suele llegar sólo los fines de semana. Mi casa le queda cerca de una tienda, y allí él
llega a comprar material. -Louis explicó.

-¿Va en la universidad?

-No. La terminó hace medio año. ¿Tú todavía estás en la universidad? -Louis mentiría si dijera
que no tenía curiosidad. La tenía y mucho. Demasiado que si tuviera un gato, este estaría a punto
de morir.

-Sí. -el chico le sonrío nuevamente-. ¿Y tú?

-Me faltan dos años para terminarla. -Louis puso cargada de disgusto.

-¿No te gusta lo que estás estudiando?

-Me encanta, pero la universidad es algo 'estricta.

-¿Y en que uni vas?" el chico volvió a preguntar, pero Louis no se fijaba en cómo movía los labios
al hablar (de todos modos ya había observado esos movimientos anteriormente). Su mirada
estaba fija en la mano derecha de su vecino, en la cual cargaba con ambas velas. Louis apenas
podía sostener una en su pequeña mano.

-En West Side. -contestó apresuradamente y su mirada la quito de igual manera.

-¡Qué sorpresa! -¿acaso su vecino también iba en esa escuela? Era imposible pasar
desapercibido un rostro tan bello-. Voy en la universidad contraria.

-¿Vas en East Side? -Louis preguntó abriendo los ojos como platos. Tenía que ser un sueño.
¡Una maldita pesadilla!

-Así es." el chico dijo con orgullo-. Al parecer somos 'rivales'

-¿Somos rivales? -Louis preguntó inocentemente.

-Creo que no. Es decir, apenas nos estamos conociendo, y no tenemos que estar en guerra
solamente porque nuestras escuelas lo están.

¿Acaso estaba dando a entender que podrían ser amigos? Louis reprimió un grito lleno de júbilo.

-Además me parece una estupidez que peleen por todo. -el chico finalizó.

-¿Así que no te gusta pelear? No sabía que votabas por la paz. -Louis dijo divertidamente.

-Me gusta, pero no soy de esos que siempre están en las peleas. -se alzó de hombros-. ¿Y qué
me dices tú? Todo un soldado de guerra, ¿o qué?"

Louis soltó una carcajada.


-Casi, casi. Pero debo admitir que amo las peleas que nuestras universidades crean. Amo estar
en medio de la acción y agarrarme a golpes con el primero que insulte a mi escuela.

-¿Y qué pasa si yo insulto a tu linda escuela? -el chico lo miró con las cejas levantadas.

-Creo que te lo pasaré. -Louis habló con mucha seguridad.

-¿Y por qué? -el chico dio dos pasos hacia adelante.

-Tú lo acabas de decir. No somos rivales... -Louis no terminó de hablar porque su vecino lo
miraba con una expresión neutra, pero que a la vez daba miedo-. ¿No es así?

-Me caíste bien, um....

-Louis. Soy Louis. -se apresuró a decir.

-Harry. -dijo, y le tendió la mano.

¡Por fin! Si Louis estuviera solo, estaría saltando en su cama. Organizaría una fiesta y bebería
hasta perderse. Harry, sus labios nunca se cansarían de pronunciarlo.

-También me caes bien, Harry. -Louis dijo con un poco de color en sus mejillas-, Y me encantaría
seguir charlando, pero tengo un ensayo que hacer.

Harry, al escuchar eso, su ánimo decayó. Quería seguir con Louis. No quería sentirse de nuevo
solo al llegar a casa, y con el chico de ojos azules se sentía como en un hogar.

-Y no olvides que son las tres de la madrugada. -dijo Harry. Ambos rieron. Sus risas
perfectamente acopladas-. ¿Y de qué es tu ensayo?
Harry quería seguir allí. Una más larga conversación vendría muy bien.

-Sobre las ventajas de tener un cuerpo saludable, y las desventajas de no tenerlo. -Louis habló un
poco apagado.

-Nutrición, ¿eh? Buena carrera. -Harry habló enseguida.

-Si fuera una persona inculta, ya te hubiera quemado. Pero no creo en los extraterrestres
adivinos. -Louis le sonrió.

-¿Extraterrestres adivinos? -Harry soltó una carcajada-. Eres muy creativo Louis.

¿Eso calificaba como un alago? Sea lo que sea, hizo que las mejillas de Louis se tiñeran.

-Mucha gente cree en ellos. -Louis se alzó de hombros restándole importancia.

-Pues yo no. -Harry replicó.

-Me alegra. No me gustaría pelear contigo por un tema tan tonto como ese.

Después de ello hubo un silencio. De esos incomodos que te hacen querer correr porque temes
decir o hacer algo estúpido. Louis estaba así, pero no sabía que Harry también; y quizá mucho
más.

-Oh, pero que terco soy. Dijiste que tenías que hacer un ensayo y yo te estoy quitando tiempo. -
Harry fue el primero en hablar.

-No, no. -Harry sonrió ampliamente-. Es decir, no creo acabarlo de todos modos.

Louis le devolvió la sonrisa nerviosamente.


-¿Acaso es una invitación para que me quede? -Harry preguntó con total alegría. Louis se mordió
fuertemente el labio.

-Uh...

-Tranquilo. Quizá podamos vernos otro día. ¿Te parece? -Harry suavizó la situación y Louis se
sintió desfallecer.

-Cl-Claro. -Louis balbuceo como idiota. Sólo faltaba que la saliva se le cayera.

-Genial.

Harry esbozó una sonrisa y se encaminó a la puerta.

-Un gusto conocerte Louis, y un gusto en charlar contigo. -Harry dejó al descubierto sus hoyuelos
y Louis ya no sabía qué hacer para ocultar su traviesa sonrisa. Este último le abrió la puerta, y su
pecho se sintió vacío cuando Harry estaba a punto de llegar a su respectiva casa. Pero se llevó
una sorpresa cuando Harry se detuvo y giró su cabeza para guiñarle un ojo. Y ahí es donde el
corazón de Louis dio un tremendo vuelco.

Definitivamente le gustaba Harry, y quería tener más que una amistad con él.

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sólo un chico (2).


Louis había sacado una excelente calificación. Su ensayo había sido uno de los mejores. Pero a
él nunca le importó destacarse de entre los demás, y más ahora que su cabeza estaba en otro
lado. Su vecino lo traía como loco, y se sentía feliz y miserable al mismo tiempo. Sabía que Harry
jamás le prestaría atención. ¿Si nadie lo hacía por qué pensaba que Harry lo haría?

Louis soltó un suspiro de alivio cuando salió del salón de clase, pero se detuvo al mirar el anuncio
del juego de futbol americano, el cual sería la próxima semana. Su escuela contra la de East
Side. Perfecto. Tendría otra oportunidad para ver al dueño de esos ojos que le habían quitado el
aliento en más de una ocasión.

Le costaba demasiado reprimir su alegría. Era bueno en todo lo demás, menos en eso. La suerte
no estaba de su lado, y sabía perfectamente que nunca lo estaría. Louis sacudió la cabeza
mientras atravesaba las enormes puertas hacia la libertad. Los días en la universidad eran
difíciles; no hablaba con nadie por ser demasiado tímido, y como era el nerd nadie le hablaba de
todos modos. Dos malditos y largos años le esperaban. No había mucho que hacer, excepto
quedarse sentando a ver como todos los demás hacían algo importante con sus vidas.

Cuando llegó a casa, Zayn ya estaba allí. En si estaba destruyendo la casa, pero para Louis
siempre -a pesar de todo- le gustó verlo.

-¡Zayn! -Louis exclamó, y al instante cambió su expresión. Levantó las cejas y se cruzó de
brazos- ¿Qué rayos haces?

-Hola Lou. No tengo tiempo de hablar, tengo un cliente en menos de media hora y... ¿Por qué
diablos sigo hablando?

Louis negó con la cabeza divertidamente y se acercó a su amigo. El oji-azul miró de reojo la
cocina y sacudió la cabeza sabiendo que más tarde tendría trabajo en ella.

-¿Qué es lo que buscas? -Louis preguntó.

Zayn bufó.
-Las dos malditas velas que ayer dejé sobre la repisa de la cocina.

-¿Y si las dejaste en la cocina por qué las buscas en la sala? -Louis rió.

-Porque tal vez caminaron hasta aquí. -Zayn lo miró y Louis rodó los ojos al instante.

-¿Sabías que estás loco?

Louis tomó asiento en el sofá y encendió el televisor.

-Gracias por repetírmelo, y te agradecería que me ayudaras a buscarlas en vez de poner a


descansar tu enorme trasero. -Zayn chilló y Louis puso los ojos en blanco.

-No busques más.

Zayn dejó de revisar entre las cosas para mirar a su amigo.

-Se las di al vecino. -Louis mordió su labio. Aún no acostumbraba a llamarlo por su nombre. Él se
sentía extraño... pero a la vez fascinante.

-¿Qué tu hiciste qué? -Zayn explotó-. ¡Tú sabías que esas malditas velas me costaron muchos
billetes! ¡Y tú vas y se los regalas a cualquier tipo!

Louis fingió no escuchar. Era divertido ver gritar a Zayn como si estuviera solo.

-¡Además tenían olor! ¿Sabes que tan difícil es conseguirlas? -continuó Zayn.

-Primero, no pellizcaron ni un poco tu billetera. Dos, Harry no es cualquier tipo. Y tres, las de olor
las venden en cualquier tienda. -Louis dijo con toda tranquilidad y sin despegar los ojos de la
pantalla.

-¿Así que se llama Harry? Uh... interesante. -Zayn llegó hasta su amigo y se sentó a su lado Lo
miró con los ojos bien abiertos.

-Zayn, me estás espantando. -Louis ni siquiera se molestó en mirarlo de vuelta. Sabía que
cuando su amigo se ponía así era insoportable.

-¡Por fin sabes su nombre! Has de haber celebrado con un buen sexo. -Zayn le dio un codazo y le
guiñó varias veces el ojo.

-¿De qué tanto hablas, Malik?

-No niegues que los últimos meses te la pasabas espiándolo...

-¡Yo no lo estaba espiando!

-¿Entonces como le llamas a eso de encerrarte en tu habitación y sacar tus binoculares de


máxima potencia para luego ver todo lo que hace? Porque en Bradford se le llama espiar. -Zayn
se rió.

-Me caías mejor cuando estabas destruyendo mi casa. -Louis protestó, y esta vez fue el turno de
Zayn de rodar los ojos.

-Da igual. Yo sé que mueres por ese tal Harry, y con tus escusas no lograrás engañarme. No lo
has hecho en más de dos años.

Ese idiota tenía razón. Louis nunca pudo engañarlo, y menos con los sentimientos del corazón.
Ambos se conocieron cuando iban en la preparatoria, compartieron el almuerzo y se
intercambiaron sonrisas. Desde ese día supieron que su amistad duraría, y hasta ahora no han
tenido problemas en relación a ella. Hay veces en que Zayn era insoportable, pero Louis sabía
cómo tratarlo -una razón más por la cual eran amigos-.

-¿No tenías un cliente que atender? -Louis le preguntó con impaciencia.

-¡Mierda! -Zayn chilló y corrió a la habitación de Louis. En sí también se podía decir que era suya,
pero la casa era de su amigo, así que se dirigía a las cosas por sus respectivos dueños.

-¿Qué te dije sobre ese lenguaje? -Louis lo reprochó.

-Vamos, no te hagas el que nunca las ha dicho. Cuando te enojas te pones peor que yo y tu boca
no deja de emitir palabrotas. -Zayn replicó mientras cerraba su maleta.

Louis dejó de mirar la televisión y giró rápidamente su cabeza hacia donde venía la voz de Zayn.
A veces él se quería pasar de vivo y le dama una especie de sermones a Louis. ¡Pero todos eran
erróneos!

-¿Hoy es el día de molestar a Louis? -Louis gruñó-. Porque si es así avísame con tiempo para
que lo anote en el calendario.

-Eres un exagerado. -Zayn espetó-. Te pareces a mi hermana.

-Lo que tú digas. -dijo sin interés Louis y devolvió la mirada al televisor- ¿Hoy te quedarás a
dormir?

-Pues contigo aquí ya me da miedo. -Zayn declaró.

-No empieces Zayn.

-Está bien, está bien. -el chico mencionado levantó los brazos en señal de disculpa-. Llego
después de las siete. -se acercó a Louis y besó su mejilla-. No le vuelvas a abrir a extraños, y ni
se te ocurra volver a darles mis preciadas velas, ¿eh? -Zayn bromeó y Louis soltó una carcajada.
-Sólo vete.

Zayn puso los ojos en blanco, y sonrió.

-Ahora pareces mi esposa. -dijo Zayn antes de cerrar la puerta.

Louis suspiró y se levantó yendo directo a la cocina. Enseguida sacó el cartón de leche y lo
sacudió para saber hasta qué capacidad estaba. Se alzó de hombros y la bebió. Ese blanco
líquido era el que extrañamente lo calmaba. Bajaba todos sus niveles de estrés haciendo que el
corazón de Louis latiera a la velocidad normal. Soltó un suspiro y regresó al aburrido televisor, él
no lo era, la programación era la que apestaba. El timbre sonó y ahora soltó un bufido. No se
molestó en ponerse sus zapatos, sabía que Zayn era el que estaba detrás de la puerta.

-¿Ahora que mierda se te olvidó? -Louis salió con un gruñido y enseguida cubrió su boca
queriéndose morir allí mismo.

-Que yo sepa aun nada. -contestó Harry con burla.

-¡Lo lamento tanto! -Louis masculló con las mejillas repletas de color -. Soy un idiota. -golpeó su
cabeza con el marco de la puerta, y la mano de Harry lo detuvo.

-Tranquilo Louis, no es para tanto. Todos comenten equivocaciones. -lo consoló.

-Ahora no quiero cometer otra, así que por favor pasa. -Louis recorrió su cuerpo para que el de su
vecino entrara.

-Gracias. -Harry dijo con una sonrisa y metió las manos en los bolsillos de sus jeans-. Y a
propósito, ¿a quién esperabas?

-Mi amigo. -Louis dijo restándole importancia. No era que no quisiera ver a Zayn, pero suplicaba
porque no llegara ahora.

-¿El que vive contigo? -Harry preguntó y Louis asintió con la cabeza - ¿El que roba velas? -Louis
soltó una risita.

-Se llama Zayn. Pero prefiero que le digamos: chico que ama velas y las besa.

Harry rió en alto.

-¿En serio las ha besado?

-Una vez. -Louis apresuradamente tomó asiento, sabía que si comenzaba a reírse se caería. El
asiento detendría su caída. Hombre precavido vale por dos.

-Pero antes de contar la historia toma asiento o te caerás. Créeme. -Harry obedeció y se sentó a
junto a él. Louis agradeció y maldijo al mismo tiempo; no sabía que cosa estúpida haría teniendo
a Harry a su lado-. Creo que estamos listos. Bien. Zayn es más que idiota así que lo pillé en la
bañera, la cual estaba llena de velas, les estaba cantando algo pero no alcancé a escuchar qué.

Harry se tapó a la boca tratando de reprimir las risas que amenazaban con salir.

-Antes de que continúes. -Harry lo interrumpió- ¿A qué se debe que Zayn ame las velas?

-Él ama su olor y textura. Además que es estilista y las ocupa para dar masajes. -Louis explicó.
Harry formó una perfecta 'o' con sus labios y Louis prosiguió- .Y después de que pretendía hablar
con ellas tomó una y sus labios la tocaron. Lo cual según yo califica como beso.

Harry echó su cabeza hacía atrás y en el rostro de Louis apareció una inmensa sonrisa. ¡Estaba
haciendo reír a su vecino! ¡Y por segunda vez no era un maldito sueño!

-¿Y tú como sabes de besos? ¿Acaso eres un experto? -Harry preguntó después de que su
respiración se normalizara. La risa a veces puede ser lo mejor, pero en ocasiones te pueden
llegar a causar infartos.

-Um... Yo... -Louis trataba de acomodar las palabras antes de soltarlas-. No lo sé.

-¿Qué no te han dicho que besas bien? -Harry seguía preguntando y el pobre de Louis quería
salir corriendo.

-Eso creo. -respondió con nerviosismo Louis. Y antes de que su vecino pudiera decir algo tomó
primero la palabra- ¿Y a ti?

-Mi novia me lo solía decir, pero esa maldita sólo decía mentiras, así que supongo que esa
también lo era. -Harry apretó los puños y se removió en el asiento-. Ex novia. -se corrigió.

-Lo siento. -Louis dijo con un poco de calma, pero por dentro se estaba muriendo.

-Está bien. -Harry le sonrió- ¿Y tú tienes novia?

-Sí. -quería mentir. Quería decirle que estaba disponible solamente para él.

-¿Y ella te ha dicho que besas bien? -Harry volvió a retomar el tema de los besos.

-¿Por qué tanta insistencia con eso? -Louis replicó en tono de burla.

-Porque quiero saber si besas bien. -Harry masculló, y lo atrapó con la mirada.

El corazón de Louis dio un vuelco y por un momento perdió la respiración. Harry, ese mismísimo
Harry, ¿se estaba preguntando si era bueno con los besos? Inconscientemente y discretamente
Louis se pellizcó, espero unos segundos y seguía en la misma escena; sentando en el sillón con
un musculoso cuerpo a su lado. Eso significaba que no estaba soñando. ¡Estaba soñando
despierto!
-¿Y-Y por qué quieres saberlo? -Louis finalmente habló con un poco de dificultad.

-Por curiosidad. -Harry entrelazó sus manos y sus dedos estaban jugando, más bien luchando.

Hubo un momento de silencio en donde ni siquiera intercambiaron miradas. Louis se estaba


muriendo por dentro, debatiéndose en si hacerlo o no. Desde hace tiempo quería probar sus
labios, pero lo más probable era que Harry saliera corriendo, pero daría todo por un contacto de
unos segundos con sus labios.

-Yo también quiero saber cómo besas. -Louis habló ansioso. Harry levantó la mirada y
tímidamente la de Louis se giró para verlo. Ambos se sonrieron, y Louis fue el primero en tomar la
iniciativa; movió su trasero quedando más cerca de Harry, y este estaba estático mirando con los
ojos bien abiertos a Louis.

-¡Ese maldito me dejó plantado! -una voz resonó en toda la casa, pero sobre todo en los oídos de
Louis, haciendo que se fuera para atrás.

-¡Zayn! ¡¿Qué diablos haces acá?! -Louis exclamó mientras se levantaba del suelo. Su amigo giró
rápidamente la cabeza y levantó las cejas.

-Lo siento Lou, no quería interrumpir su momento. -Zayn le guiñó el ojo descaradamente a su
amigo.

-Eres un imbécil. -Louis susurró.

-Hola Harry, soy Zayn, el mejor amigo de Louis. -Zayn se acercó a Harry y le tendió la mano
amablemente.

-Hola, un gusto. -Harry habló un poco avergonzado por lo que acababa de ocurrir segundos atrás.
Los tres se quedaron mirándose, pero Zayn era el único que tenía una sonrisa pícara.

-Creo que yo ya me retiro. -Harry dijo rápidamente.

-Ven cuando quieras amigo. -Zayn se acercó a Louis y lo pegó a su cuerpo-. Aquí mi otro amigo
se la pasa sin compañía todo el día. -Zayn volvió a sonreír y miró a Louis, quien se zafó
bruscamente del agarre.

-No le hagas caso Harry, es un idiota. -Louis le dijo a su vecino mientras lo acompañaba a la
salida-. Y sé que quizá ya no me querrás visitar por su molesta presencia. -Louis suspiró con
nostalgia.

-¿Bromeas? Él me cayó bien. Me recuerda a un amigo de mi infancia. -Harry esbozó una sonrisa
al igual que Louis.

-Es bueno oír eso. -Louis soltó una risita. Sabía que se había comportado como un tonto por creer
que Zayn era una especie de estorbo, aunque en realidad sí lo era y mucho más en esta ocasión.
Louis estaba a punto de besar a su príncipe y llega Zayn; siempre como el malvado de la historia.

Louis no cerró la puerta hasta que se cercioro de que Harry llegara a su casa sano y salvo.
Cuando estaba dentro comenzó a perseguir a Zayn por toda la casa, y en el baño Louis estuvo a
punto de caerse.

-¡Así es! ¡Huye como un cobarde! -Louis gritó a todo pulmón mientras ponía ambas manos en el
suelo para ayudarse a levantar. Cuando estuvo de pie, acomodó el tapete y se miró al espejo-.
Mierda... ¿así me veía cuando estaba con Harry? -soltó un bufido y con enojo acomodó su
cabello con el gel de su amigo.

-Y aun así dices que Harry no te importa. -Louis escuchó esa burlona voz y enseguida giró su
cabeza.

-Ya basta, no quiero hablar más de ese tema. Mejor dime por qué según tú ahora eres millonario.
-Louis cerró el envase de gel y lo depositó en su respectivo lugar.
-¡Ya tengo novia! -Zayn exclamó y al instante su amigo giró sobre sus talones para mirarlo con
una ceja levantada.

-¿En serio? -Louis preguntó con incredulidad. No dudaba que Zayn tuviera una chica, ya que él
lograba tener en un mes el doble de lo que Louis podía tener en un año. Pero últimamente no le
estaba yendo nada bien. La ruptura con Perrie le afectó demasiado, en sentido de que creía que
todas las chicas serían como ella -pero en el mal sentido-. Y desde hace cuatro meses Zayn no
había tenido ni una cita, por eso ahora al Louis le resultaba extraño.

-¡No! -Zayn exclamó nuevamente y Louis frunció el ceño-. Resulta que hoy le di un masaje a una
hermosa chica y me puso caliente. Tú sabes lo difícil que es eso.

Louis hizo un ruido de asco y esbozó una mueca.

-No me recuerdes eso último. Fue la peor experiencia de mi vida.

Esto fue lo que sucedió. Zayn apostó que lograría 'ponerse caliente' con la señora de la primera
casa que pesaba más de setenta kilos. Si Zayn lograba hacerlo, Louis dormiría en la azotea por
una semana sin almohada y son cobijas. Louis aceptó enseguida; sabía perfectamente que su
amigo no saldría victorioso... pero Zayn sí lo logró. ¡Y diablos! ¡Eso fue asqueroso!

-Esa gorda estaba loca por mí. -Zayn escupió.

-Deja de referirte a las personas así. Ellos no tienen la culpa de un mal funcionamiento
metabólico. -Louis reprochó y bajó la mirada.

-Vaya, vaya. El nutriólogo está saliendo. -Zayn aplaudió con burla y Louis puso los ojos en blanco.

-Sólo continúa con tu historia.


-Ella me gustó y es obvio que yo a ella... pero hay un problema... -Zayn hizo la primera mueca y
por primera vez Louis sonrió maliciosamente-. Tiene novio.

-Vaya, vaya. El gran Zayn como siempre metiéndose en las camas de las chicas con novios. -
Louis se burló.

-No es gracioso, Tomlinson. ¡Esto es serio! -Zayn chilló-. No sé qué hacer. -se llevó las manos a
su negro cabello y tiró con fuerza varios mechones.

-Lo siento, pero esto no tiene solución. Lo único que puedes hacer es esperar a que la chica
termine con su novio. -Louis explicó y se encaminó a la salida.

-¡Pero ella habló de matrimonio! -Zayn habló derrotado y se aferró al pequeño cuerpo de su
amigo.

-Deja de hacer tanto drama. -Louis lo empujó suavemente-. Ahora tú te pareces a Eleanor cuando
está en sus días.

-Pero en serio me gusta, Lou... La quiero para mí. -Zayn le suplicó con la voz más dulce.

-Veré que hacer. -Louis lo consoló.

Zayn se paró firmemente para plantarle un beso en la mejilla

-¡Eres el mejor!

Louis dejó salir un suspiro y se dejó caer cuando Zayn salió del baño. Quería que su amigo fuera
feliz -era lo que más le importaba en la vida-, pero no quería ser el culpable de separar una
pareja. ¿Y si ella realmente estaba enamorada de su novio y no quería nada con Zayn? Pero
como los sabios dicen: las personas pueden cambiar, pero Louis no quería ser el único
involucrado en el grave problema que seguramente se iba a formar. Soltó otro suspiro y caminó
hasta su habitación, pensando en el camino cuál sería su primer movimiento... y en Harry
también.

...

espero que este cap se vea. manita arriba si llegaron hasta acá :)

B.

=================

despierta y vive (3).

—¡Despierta bello durmiente! ¡Hoy es el día!

Louis escuchó un molesto sonido y se aferró más a la almohada.

—Maldición, Zayn, son las ocho de la mañana. —Louis masculló. Tenía un poco de saliva en la
barbilla.

—Tienes que levantarte. —Zayn replicó.


—¿Planeas que me levante a las ocho en sábado? Estás loco. —Louis volvió a cubrir su cuerpo
con la cobija. Zayn rió.

—Yo sólo sé que prometiste algo. —Zayn se subió a la cama y comenzó a saltar—. Ahora mueve
tu trasero, Tomlinson.

—Mierda, Zayn, qué molesto. —Louis se quejó escondiendo el rostro en la almohada.

—Tú lo pediste. —Zayn de un salto bajó de la cama y corrió como loco hasta dar con su iPhone.
Una sonrisa maliciosa se apoderó de su rostro y a paso de gato volvió a entrar en la habitación.
Entró a la cámara y la apuntó hacia el rostro de su amigo—. ¡Harry está aquí! —Zayn gritó como
si tuviese en las manos el boleto ganador de la lotería y Louis pegó un brinco.

Zayn presionó el botón y capturó ese único momento

—A Harry le gustará esto. Te ves algo asqueroso cuando te acabas de levantar, pero
seguramente a él no le importará. —Zayn miró con orgullo la foto y Louis apretó los puños.

—No te atrevas Malik. —Louis lo apuntó con el dedo.

—No lo haré al menos que me acompañes a la estética.

—¿Y por qué debo ir contigo? —Louis replicó con los brazos cruzados.

—Recuerda la promesa. —Zayn le mostró la foto a su amigo y este esbozó una mueca.

—La recuerdo. Lo que no entiendo es porqué rayos tengo que ir... ¡Es sábado! ¡Mi único día de
descanso! —Louis chilló.

—Porque mi chica hoy irá de nuevo, y quiero que tú la convenzas de salir conmigo. —Zayn dijo
con emoción y Louis rodó los ojos—. Y sino vas ya sabes que sucederá.

Zayn salió retrocediendo de la habitación y con el celular en las manos, y con su dedo índice
ligeramente sobre la opción de enviar.

—¡Bien! ¡Iré contigo! —Louis se levantó de la cama y de un azoto cerró la puerta—. Eres un
maldito niño Malik. —susurró mientras se frotaba los ojos.

Caminó hasta su clóset y de este sacó unos jeans (que estaban rotos en las rodillas) y una
camiseta azul. Antes de salir de la habitación para ir al baño, corrió las cortinas y su corazón dio
un vuelco ocasionando que al instante las cerrara. ¿En serio acababa de ver a Harry
desvistiéndose? Tragó fuertemente saliva y sus dedos cuidadosamente tomaron la fina tela para
abrirla solamente un poco. Nuevamente lo estaba espiando, y en las ocasiones anteriores jamás
le había tocado ver a su vecino medio desnudo, así que ese día comenzarían bien.

Sus ojos recorrían cada centímetro del cuerpo de Harry. Sólo tenía puestos unos pantalones,
porque momentos atrás arrojó la camiseta al suelo. Louis relamió sus labios y sus ojos jamás
parpadearon. Era increíble lo hermoso que Harry era. Lo bien que su cuerpo estaba formado...
Pero con eso Louis se sintió más diminuto. Más insignificante que una papa. Una lágrima recorrió
su mejilla al saber que jamás tendría un cuerpo como el de Harry, y que nunca —ni en un millón
de años— ese cuerpo sería completamente suyo. Harry nunca sería suyo.

—Vaya hombre, ¿te estabas masturbando o qué? —Zayn lo miró con las cejas levantadas.

—Métete en tus putos asuntos. —Louis gruñó dándole una mirada asesina.

—Uy, empezamos la mañana de lo mejor. —Zayn dijo con sarcasmo y puso una sonrisa falsa.

El camino hasta el negocio de Zayn fue horrible. Uno de los peores viajes que ambos habían
tenido. Pero cuando entraron al local, a Zayn se le formo una gran sonrisa —y esta vez
verdadera—. Amaba cada cosa que estaba allí, desde los más pequeños artículos hasta los de
mayor valor. En cambio, Louis aspiró una bocanada de aire y cerró la puerta. Había ido en
contadas ocasiones, pero en esas ocasiones se quedaba impresionado por la gran limpieza y
orden que tenía su amigo. Este había sido su trabajo soñado, y ahora que lo tenía, Louis estaba
feliz por él.

—¿Y a qué hora se supone que ella vendrá? —Louis preguntó mientras tomaba una revista de
cortes y peinados.

—En diez minutos. Le dije que llegara a esa hora porque sabes que después de las dos la gente
se me junta y...

—Y además así yo tendré tiempo para hablarle de ti. —Louis finalizó la oración—. Ya me quedó
claro.

—Eres de lo mejor. —Zayn le guiñó el ojo y le chasqueó los dedos para después desaparecer por
la puerta dirigida hacia la habitación de los masajes.

Louis puso los ojos en blanco y abrió la revista. Todos los cortes de cabello eran lindos, lástima
que en esos momentos a Louis no le quedaba ninguno... ¡Ya que Zayn le cortó el cabello con los
ojos vendados! Diablos, no debió haber complacido a Zayn al hacer esa apuesta.

El sonido de la campanilla de la puerta hizo que Louis levantara la cabeza y la girara hacia esa
dirección. Un chico alto y vestido con una chaqueta de cuero entro de la mano con una hermosa
chica. Parecían de esas parejas de actores. Eran muy bien parecidos.

—Buenos días. —dijo primero el chico, ya que anteriormente su novia le susurró algo al oído—.
¿Se encuentra Zayn Malik?

—Oh sí, él está esperándote en esa habitación. —Louis rió por lo mal que sonó eso. La chica
miró la habitación y depositó un beso en la mejilla del chico para después caminar hasta allá y
perderse como lo hizo Zayn minutos atrás.

—¿La va a atender a ella primero o a ti? —el chico le preguntó a Louis tomando asiento a su
lado.
—A ella. Yo sólo lo acompaño. —Louis le sonrió.

A los minutos el chico sacó su celular y contestó una llamada que al menos duró alrededor de
diez minutos. Louis lo miraba de reojo, y se veía algo molesto. Cuando el chico terminó,
Louisdevolvió rápidamente la mirada a la revista. ¡Ya la había releído cuatro veces!

—¿Todo bien? —Louis preguntó cuándo el chico ya había tomado asiento.

Él sacudió la cabeza.

—Acaban de golpear a un amigo. —dijo y apretó los puños.

—Oh... —Louis mordió su labio inferior cuando un mal presentimiento invadió su cuerpo—. ¿Pero
ya se encuentra bien?

—No lo sé. —el chico se pasó la mano por el cabello—. Me acaba de avisar un vecino que lo vio
llegar a casa todo lleno de heridas. ¡Maldición!

—¿Y por qué no vas a verlo? —Louis preguntó tímidamente.

—No puedo dejar a Danielle sola. —él cerró los ojos a causa de la frustración—. Le prometí que
la acompañaría a todos lados por el resto del día.

—En ese caso puedo ir yo. —Louis dijo en un susurro. El chico frunció el ceño y lo miró con
extrañeza. Louis se asustó más.

—No creo que a Harry le gustaría estar con un extraño, y más en esta situación. —replicó
amablemente.

—Espera... —Louis se levantó de sopetón—. ¿Dijiste Harry? ¿Alto y con ojos verdes que yo creí
que no existían?
—Sí. Ese mismo Harry... ¿Sucede algo?

—¡Yo conozco a Harry! Somos vecinos —Louis exclamó con los ojos bien abiertos y sonrió—.

—¿Entonces tú eres, Louis? —el chico preguntó con sorpresa. Louis asintió con la cabeza—.
¡Ahora ya todo tiene sentido! Harry no me ha dejado de hablar de ti, y es una sorpresa que te
haya encontrado aquí.

Por favor que no sea un sueño. Por favor. Louis suplicaba.

—Oh... —fue lo único que Louis pudo decir, porque su mente estaba suplicando que no fuese una
broma. Por dentro estaba muriendo al saber que Harry no sentía vergüenza al contarles a otras
personas acerca de Louis, el pequeño que muy pocos notaban.

—¿En ese caso puedo ir a verlo? —Louis dejó de lado sus pensamientos y se centró en lo que
verdaderamente importaba en ese momento.

—Amigo, eso no se pregunta. —el chico replicó con una sonrisa—. A Harry le encantará tenerte
por allí.

—Oh Dios, gracias. —Louis sentía que en esos momentos se iba a desmayar debido a dos
causantes: Harry estaba herido, y porque lo vería de nuevo. Se encaminó a la puerta —en ese
momento no pasó por su cabeza la plática que iba a tener con la chica—, y seguramente Zayn lo
entendería.

—Por cierto, soy Liam. —el chico de bonita chaqueta exclamó cuando Louis ya tenía medio
cuerpo fuera del local.

—¡Un gusto, Liam! —Louis gritó de vuelta cerrando completamente la puerta.


...

Louis caminaba a toda prisa —ahí es cuando se maldijo por no haber sacado la maldita licencia.
Si ya la tuviera hubiera tomado el auto de Zayn y ya hubiese llegado—. Sacudió la cabeza y se
concentró en dar pasos correctos para evitar una dolorosa caída. Nunca había hecho tanto
ejercicio. Siempre lo odió pero los especialistas decían que era bueno hacerlo, y próximamente
Louis sería uno de ellos. Cuando llegó a la puerta de Harry estaba jodidamente sudado. Apretó
los puños y salió disparado hacía su casa. Sacó las llaves de su bolsillo y con torpeza las metió
en la abertura. Pateó la puerta e hizo lo mismo cuando llegó a la de su habitación. Sacó de su
armario una nueva camiseta y a la velocidad de la luz la cambió por la otra que tenía puesta. A la
misma velocidad salió de la casa y cuando pisó el jardín de su vecino tomó una gran bocanada de
aire antes de dar un par de suaves golpes a la puerta.

—Está abierto, Liam, pasa.

Maldición. Harry creía que Liam había llegado. Louis se quedó estático formulando preguntas en
su cabeza. Soltó un bufido y a paso vacilante entró.

—Hola, Harry. —Louis habló tímidamente. En seguida Harry giró completamente su cuerpo, casi
cayéndose del sillón.

—¡Louis! —exclamó con una enorme sonrisa.

—Cuidado... —Louis movió rápidamente sus pies para llegar hasta Harry, y lo ayudó a colocarse
en el sillón—. Necesitas estar cómodo o te dolerá más.

—Gracias. —Harry le sonrió débilmente y a Louis le causó una punzada en medio del corazón—.
¿Cómo te enteraste?

—Acabo de conocer a Liam y me dijo que estabas mal. Me ofrecí a venir, porque él tenía cosas
pendientes con su novia. —Louis explicó un poco nervioso—. Espero que no esté mal. —Louis
bajó la mirada al sentir como sus mejillas tomaban color.
—Oh Louis, es una gran sorpresa tenerte aquí. En serio. —Harry palmeó el lugar vació junto a él
y Louis torpemente tomó asiento.

—Gracias Harry. —sus labios se curvearon—. ¿Y tienes muchas heridas?

—Unas cuantas. Esos tipos parecen de Texas, golpean muy fuerte. —Harry declaró y a Louis se
le encogió el corazón.

—Espera. —Louis anunció enseguida y a paso veloz salió de la casa de Harry para dirigirse a la
suya. Rápidamente sacó del baño el botiquín de primeros auxilios y volvió a la casa de su
vecino—. Déjame ayudarte. —Louis habló dulcemente mientras sacaba del botiquín todo lo
necesario para curar las heridas. Tomó un algodón y lo mojó con agua oxigenada—. Esto te va a
doler un poco. —Louis le anunció, pero Harry seguía sin decir nada. Sus ojos estaban fijamente
posados en los de Louis—. Eso es, eres fuerte. —Louis le sonrió guardando el papel en una
bolsita para después tirarla a la basura.

—Si me vas a cuidar cada vez que me lastimo entonces creo que me accidentaré a propósito
todos los días. —Harry dijo con una enorme sonrisa en su rostro.

—Te cuidaría todos los días. —Louis declaró con color en las mejillas. En seguida los nervios le
ganaron, así que rápidamente se alejó de Harry y se puso de pie. Tuvo que excusarse—.
Necesito sacar la basura.

—Espera, Lou. —Harry lo llamó y Louis detuvo su paso. ¿Lo había llamado Lou, o era otro de
esos pensamientos en donde creía que era un sueño?

Louis regresó hasta Harry y tomó asiento de nuevo.

—Acércate. —Harry dijo suavemente. Louis nerviosamente se colocó unos centímetros más
cerca de él. Harry aprovechó la cercanía y se quedó mirando los ojos de su vecino fijamente.

—¿Tengo algo? —Louis preguntó tímidamente, y por instinto se llevó las manos al rostro.
—Tus ojos son hermoso... —Harry anunció mientras una sonrisa se formaba en su rostro y soltó
un suspiro. Tímidamente, Harry tomó las manos de Louis, poniéndolas en sus muslos, y
enseguida las entrelazó con las suyas. Louis veía cada movimiento que su vecino hacía.

—¿Qu-Qué ha-haces? —Louis balbuceó cuando vio que el rostro de Harry se estaba acercado al
suyo.

—¿Recuerdas que te dije que quería saber cómo besabas?

Louis tragó fuertemente saliva.

—Aún sigo con la curiosidad de saberlo. —Harry terminó para después rozar los labios de Louis.
Este último estaba estático; una corriente que atravesó todo su cuerpo fue la causante. Harry
finalmente comenzó a moverlos, y Louis le siguió el dulce ritmo... ¡Estaba besando a un chico y le
estaba gustando!

—¿Y qué te parece? —Louis le preguntó cuándo se separaron por falta de aire.

—Sin duda me has dejado con ganas de más. —Harry habló roncamente haciendo que las
piernas de Louis se debilitaran. Él agradecía que estuviera sentado.

Louis estaba soñando despierto... y estaba seguro de que no quería despertar nunca.

=================

tus pequeñas gotas (4).


Se podía decir que Louis estaba feliz. Claramente se notaba en como sus ojos brillaban, y la
enorme sonrisa lo apoyaba todavía más. Pero no se podía decir lo mismo acerca de Harry, que
después del beso su mente estaba peor que un problema de matemáticas. Él estaba confundido,
y algo avergonzado.

Por su parte Zayn, seguía encaprichado con la linda chica de largos cabellos, pero no había nadie
que le echara una mano, y él era muy tímido como para decirle que le gustaba.

-¿Ya te vas? -Louis preguntó con los ojos caídos. Zayn soltó una risita.

-Hoy tengo mucho que hacer. -respondió-. Pero regresaré antes de las ocho y traeré algo de
cenar.

-Está bien. -Louis suspiró-. Pero espero que ya no me abandones tanto. Extraño esas veces en
que íbamos a los bolos, y terminábamos en el suelo por tanto alcohol bebido, ¿recuerdas? -Zayn
esbozó una sonrisa.

-Esos fueron los mejores días Lou. -los ojos de Zayn brillaron-. Prometo que la próxima semana
iremos, y cuando yo prometo algo lo cumplo. -Zayn habló mientras se colocaba la chaqueta.

-Lo que tú digas jefe. -Louis reprimió una risa.

Zayn sonrió antes de salir. De nuevo la casa estaba en un completo silencio, y eso no era nada
grato a los oídos de Louis. Caminó hasta la nevera y sacó la rebanada de pizza que había
guardado hace dos días. Louis no era bueno en la cocina, todo lo que preparaba le salía peor que
los alimentos que daban en la universidad. Por otra parte nunca le interesó la cocina, ya que a la
edad de siete años se quemó por agarrar sin protección la lasaña recién salida del horno. Una
historia que siempre cuenta en navidad y que extrañamente causa que todos los presentes rían.

Harry. Ese pensamiento llegó cuando se paró en el marco de la puerta de su habitación, listo para
entrar. Pensó en la sesión de besos que había tenido con su vecino, recordó la sensación de
tener un ligero peso sobre sus labios, y saboreó nuevamente el sabor de Harry. Lo extrañaba
demasiado... ¿pero por qué no iba a visitarlo? Sacudió la cabeza cuando esa pregunta pasó
velozmente por su mente. Harry todavía estaba lastimado por la golpiza, y seguramente quería
estar solo para descansar. Louis no iba a ser un impertinente. Iba a darle su propio espacio vital.

Louis entró completamente a su habitación, y miró la ventana e instintivamente se mordió el labio.


Hace unos días lo había visto semidesnudo, y pensó si se asomara de nuevo, podría ver esa
erótica imagen de nuevo. Tragó saliva antes de recorrer las cortinas y su ánimo decayó cuando
no vio nada del otro lado. Las cortinas y la ventana de su vecino estaban abiertas, pero no había
señal de él.

-¿Harry? -Louis preguntó ansioso cuando vio que su vecino se sentaba sobre la cama. Harry
levantó la mirada y sus ojos admiraron al oji-azul, pero no de la forma en la que solía hacerlo-.
Uh... -Louis se rascó la nuca nerviosamente-, ¿te encuentras bien? No he sabido nada de ti
desde el otro día y... -tragó nuevamente saliva-, me estaba preocupando. -le sonrió a Harry
débilmente.

-Sólo estoy algo cansado. -respondió cortante y a Louis se le encogió el corazón.

-Y-yo... -el oji-azul balbuceó-, creo que ya estoy más tranquilo. -murmuró.

-Oye, quiero descansar así que... -Harry habló enseguida.

-Sí, entiendo. -Louis esbozó una sonrisa torcida-. Me voy. -comentó con tristeza al ver que Harry
no dijo nada más. Él solamente cerró la ventana y las cortinas. Louis se quedó allí unos segundos
con la esperanza de que Harry le estuviera jugando una broma y que regresaría. Pero no fue así.

Louis salió de su habitación con un par de lágrimas a punto de salir. Fue por un vaso de leche
para después dejar a su cuerpo caer en el sofá. La leche era la única bebida que bajaba sus
niveles de estrés, y los de tristeza. Zayn se burlaba de ello, decía que parecía un niñito indefenso
siempre en busca de su mami -que en este caso era la leche-.

-¿Qué fue lo que hice mal? -susurró al borde del llanto.


Quizá Harry a Harry no les gustó el beso, porque no es gay.

Le dijo su subconsciente.

-Pero él fue el que me besó. -Louis contraatacó.

Todo estaba confuso, como un día nublado en donde no hay señales de los rayos del sol. Pero
Louis sería el arcoíris que saldría en ese día, le daría su tiempo a Harry para pensar, y cual fuera
su decisión Louis la aceptaría.

Salió de casa -con el pretexto de ir en busca de más leche, aunque en verdad sí la iba a
necesitar-, y con extremo cuidado pisó el césped de su vecino. A paso torpe llegó hasta la puerta
y le dio dos suaves golpes.

-Sé que dije que le daría su tiempo, pero quiero que él lo sepa. -se recriminó así mismo.

-¿Sí? -habló un chico abriendo completamente la puerta. Era de la misma altura que Louis, pero
él era más atractivo. Ojos azules y cabello rubio; esa siempre fue la imagen de la perfección para
Louis.

-¿Está Harry? -hace unos minutos lo acababa de ver, pero Louis quería saber si estaba
"disponible" para él.

-Está durmiendo. -el chico esbozó una mueca-. ¿Gustas dejar el recado? -preguntó
amablemente.

-¿Son amigos? -Louis cuestionó con miedo. Si eran más que amigos el oji-azul lo entendería. "Es
decir, ese chico es mucho más atractivo que yo." Louis pensó.

-Primos. -le sonrió, y algo dentro de Louis se calmó, casi como si hubiese tomado un vaso grande
de leche.
-No te había visto por acá. -Louis le devolvió la sonrisa.

-Sólo vengo en vacaciones, y justo ahora me las dieron, así que decidir venir a visitar a mi primo.
-Louis retrocedió al notar que el chico salía completamente cerrando la puerta detrás de sí.

-¿Supiste que lo golpearon? -Louis habló enseguida.

-Justamente vine por eso también. No hay nadie que lo cuide desde que terminó con su novia. -
explicó.

-Yo lamento todo lo que le ha pasado. Es un gran chico y no merece nada de lo que le ha
sucedido. -Louis pasó la mano por su cabello.

-¡Oh! ¡Pero si tú eres Louis! -el chico exclamó dando un paso para estar a centímetros del oji-
azul. Enseguida el chico lo abrazó y Louis se sintió un poco incómodo-. Un gusto, soy Niall. -le
sonrió ampliamente.

-¿Cómo sabes mi nombre? -Louis preguntó una vez que se separaron.

-Las pocas veces que hablé con Harry por teléfono se la pasaba hablando sobre ti. -explicó y el
corazón de Louis dio un vuelco-. Y cuando abrí la puerta créeme que no te reconocí -él soltó una
risita-, pero luego me fijé mejor y coincidió con la descripción que mi primo me dio.

-Me sorprende que Harry te haya hablado de mí. -Louis dijo con las mejillas rojas.

-Creo que ya eres famoso. -ambos soltaron una risa.

-Bueno, yo me retiro. Quizá Harry en estos momentos te esté gritando pidiendo por tu ayuda. -
Louis habló con un poco de vergüenza encima.
-Para nada. -Niall negó suavemente con la cabeza-. Como te dije, él está durmiendo. -se acercó
más a Louis, y su boca la llevó a la dirección de su oído-. Y sé que no debería decírtelo, porque
se lo prometí. Pero Harry es de sueño pesado. -susurró en el oído del oji-azul.

-¿Así que aunque estuviéramos en guerra, no se despertaría? -Louis preguntó reprimiendo una
carcajada, pero Niall no logró retenerla.

-Así es. -respondió sonriendo-.Oye Louis... ¿quisieras ir a dar una vuelta? -Niall preguntó
nervioso-. Sólo si no tienes planes. -habló enseguida.

-Me encantaría. -el oji-azul le sonrió ampliamente.

-¡Genial! -Niall exclamó mientras le ponía llave a la puerta-. ¿No queremos que Harry se escape,
o sí? -preguntó divertido y Louis soltó una carcajada. Esta vez no logró retenerla.

(...)

-¿Así que es tu sabor favorito? -Niall preguntó por tercera ocasión haciendo que Louis estallara
en risas-. Es raro, ya que ese sabor no es muy común.

-Por eso amo esta heladería, es la única que lo tiene. -Louis le sonríe.

-Eres como mi primo. -Niall habló enseguida y Louis frunció el ceño-. A ambos le gustan las cosas
que a la mayoría le desagradan. Creo que es raro, pero a la vez lindo. -Louis sintió calor en las
mejillas y apartó la mirada de Niall.

-Eso creo también. -murmuró.

-¿Te gusta el beisbol? -Niall preguntó con un extraño brillo en los ojos.

-No soy fan, pero mi hermana sí. Así que veía algunos juegos con ella. -el oji-azul le da otra
lamida a su helado- ¿Por?

-Quería invitarte a un partido este fin de semana. ¿Quieres venir? -Niall se rascó la nuca
nerviosamente.

-Oh... gracias, supongo que sí. -Louis sonrió-. Aunque no voy a entender prácticamente nada,
pero sería divertido. -el oji-azul soltó una risita contagiando a Niall.

-Descuida, no es complicado, pero yo te ayudaré. Seguramente lo más divertido van a ser los hot
dogs. -Niall intervino.

-¡Amo los hot dogs! -Louis exclamó moviendo las manos, pero al ver que una de las bolas de
helado se cayó las detuvo-. De todos modos no la quería. -se encoge de hombros y Niall suelta
una risotada.

(...)

-¿Qué tu hiciste qué? -Harry preguntó -más bien lo reprochó-, por segunda vez.

-Cálmate primo. Louis me agrada y quise invitarlo. ¿Hay algo de malo en ello? -Niall lo fulminó
con la mirada, para después sacar una lata de coca-cola.

-¡Sí! ¡Porque es Louis! -Harry chilló para después llevarse la mano derecha a las costillas; las
había lastimado debido a su repentino y potente grito.

-No entiendo que traes contra ese pobre chico. Hace unas semanas me contabas lo grandioso
que era... ¿y ahora te enojas porque lo invité a un partido de beisbol? Vaya, la golpiza si te dejó
mal primito. -Niall rodó los ojos a la par que terminaba de hablar. Harry iba a decir algo en su
defensa, pero estaba lo suficiente ocupado en las punzadas que sus costillas causaban.

-Pues tendrás que ir sin mí. -Harry finaliza levantándose del sillón.
-Debes saber que eso no me quita el sueño. -Niall replicó llevándose la lata a la boca. Harry puso
los ojos en blanco y a paso de tortuga se encaminó hasta su habitación. Al llegar se dio cuenta de
que la luz de la habitación de Louis estaba encendida, y algo en su interior le dijo que fuera hasta
la ventana y enseguida abriera las cortinas. Y algo todavía más adentro le gritaba que Louis
estaba mal. Pero Harry se sentía muy agotado como para tratar de hacer algo.

-Además seguramente Niall ya lo animó con el estúpido partido. -gruñó, para luego,
dramáticamente dejarse caer en la cama.

(...)

Louis igualmente vio la luz en la habitación de Harry, pero no quería hacer a Harry enojar, pero lo
que menos quería era volver a salir lastimado.

Admite que a Harry se molestó por el beso. ¿Pero sabes a quien le encantaría? A cierto chico
rubio que lleva por nombre Niall.

Gritó el subconsciente de Louis.

-No lo creo. -Louis susurró sacudiendo la cabeza, mientras inconscientemente creaba una imagen
de los labios de Niall.

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=================
cielo de la mañana (5).

En los siguientes días Harry ya se encontraba bien; solamente le quedaban unas pocas
cicatrices. Pero su daño ya no estaba en lo físico, ahora era emocional. Y se había puesto más
fuerte desde que Niall le dijo que llevaría a Louis al beisbol. Esa noticia fue como balde de agua
fría; había logrado calar sus huesos. Pero lo que Harry no entendía era porqué le daba
demasiada importancia. Sólo era un maldito juego de beisbol. ¿Qué podría pasar en él? Lo
normal sería dos amigos pasando el rato, pero Harry sabía que Niall tenía otras intenciones. Su
primo se había encariñado demasiado con el oji-azul, y mucho más rápido de lo que Harry creyó.

Pero Harry sabía que no podía reprochar, porque él había sido un completo idiota con Louis.
También temía pedirle perdón, porque sabía que tampoco se lo merecía. Pero su corazón quería
estar cerca de Louis. Sus ojos deseaban estar a centímetros de unos completamente azules, y
sus labios anhelaban besar cada parte de su cuerpo. ¿Estaba mal querer hacer eso? Harry no lo
creía así, porque cuando hacía todo lo anterior su mundo estaba completamente feliz. Era como
un acertijo, y Harry sabía que le llevaría tiempo descifrarlo para poder llegar a la conclusión.

Niall, ese chico no dejaba de aparecer en la puerta de Louis cada día. El oji-azul se sentía
extrañado, debido a que nunca había pasado por algo semejante. Pero era algo bueno. Niall era
muy divertido y creativo; siempre sacándole una sonrisa a Louis aun con el chiste más tonto. Y el
oji-azul se sentía como en un hogar, porque todo lo que Niall hacía era eso.

(...)

Fueron unos de los primeros en llegar. Niall insistió en que quería mostrarle todo el estadio, ya
que él había ido cientos de veces. A Louis le pareció algo increíble. ¡No imaginaba que en un
cierto espacio habría tantas cosas! Era como un supermercado, pero más genial aun.

—¡Cielos! ¡Esto es delicioso! —Louis exclamó como todo un niño.

—Te dije que amarías los hot dogs de aquí. —Niall dijo mientras le extendía una servilleta a
Louis, ya que este estaba tan concentrado comiendo que no se dio cuenta que estaba
prácticamente todo manchado—. Y creo que luego me darán la receta. —Niall le guiñó el ojo y
Louis sonrió ampliamente.

—Sería genial poderlos comerlos las veces que uno quisiera sin necesidad de venir. —el oji-azul
habló con un poco de comida en la boca. A Niall le pareció tierno y le sonrió de nuevo.

—¡Mira! —Niall gritó cuando vio que había movimiento en la cancha de juego—. Los jugadores
están saliendo, pero todavía no jugarán. Es sólo un calentamiento. —Niall explicó y Louis
escuchó atentamente.

—Me gusta su traje. —Louis soltó de repente.

—Se llama uniforme. —Niall intervino sosteniendo una risita.

—Me siento como un idiota. —Louis se llevó las manos al rostro.

—Es normal. Es tu primer juego. —Niall lo consoló dulcemente mientras retiraba las manos de
Louis—. Me gusta ver tu rostro, pero sin ningún objeto que impida ver lo hermoso que es. —Niall
se incomodó al notar lo que había dicho, pero la sonrisa y las mejillas sonrosadas de Louis
hicieron que no se arrepintiera de ninguna palabra.

—Cr...Creo que iré al ba-baño. —Louis balbuceó mientras se levantaba de su asiento


rápidamente.

—No tardes, el juego ya va a comenzar. —Niall dijo enseguida. Louis no dio respuesta y caminó a
paso veloz.

El oji-azul se sentía un poco mareado por lo que acababa de pasar. Siempre que alguien lo
halagaba se sentía aún más diminuto. Era algo difícil de comprender, porque Louis no creía en
esas palabras. Le tomó años aceptar las de Zayn, y ahora con Niall no se dejaría llevar tan
rápidamente.

Vio su reflejo en el espejo y sintió asco. Seguía siendo el mismo chico feo y gordo que hace años.
¿Cómo es que podía salir a la calle así? Louis sacudió la cabeza mientras cogía un poco de agua
para después ponerla en su cabello; el cual también era un desastre.

—Te ves fatal. —Louis se repitió a sí mismo.

Tomó una bocanada de aire para luego salir del baño público. A lo lejos divisó esa cabellera rubia
que había estado viendo en las últimas semanas, y extrañamente sonrió. Niall lo hacía sentir bien,
pero solamente lo veía como un amigo.

—¡Lou! —Niall exclamó mientras con la mano llamaba al oji-azul para que tomara asiento—. ¡El
juego ya está comenzando! —gritó una vez más. Louis asintió y corrió hasta allí.

—¿Me perdí de algo? —Louis preguntó una vez que tomó asiento.

—Sólo un espectáculo, pero en realidad fue muy malo. Así que no te perdiste de nada. —Niall le
sonrió—. También fui a comprar unas bebidas. —dijo, mientras le entregaba a Louis un vaso de
soda—. No sabía cuál era tu sabor favorito, así que te traje de naranja, ¿está bien?

—Perfecto. La naranja me gusta mucho. —Louis le devolvió la sonrisa.

El juego verdaderamente fue interesante para Louis. Sus ojos no se despegaron de la cancha;
observaron con atención cada uno de los movimientos de los jugadores. Por un momento quiso
saltar y meterse al juego, tomar un bate y tratar de hacer un home run. Pero eso sólo era un
sueño, porque Louis era pésimo para los deportes, y seguramente para el beisbol también. Sin
embargo, los segundos que duró ese deseo fueron los mejores que alguna vez pudo tener.

—¿Viste que altura logró tener la pelota? ¡Fue increíble! —Louis no paraba de gritar, mientras
caminaban buscando el auto de Niall.

—Realmente lo fue. —el chico rubio iba soltando pequeñas risitas.

—¿Y recuerdas cuando la pelota se vino hacia nuestra dirección? ¡Casi logré atraparla! —Louis
exclamó de nuevo con tremenda alegría, y Niall no apartaba la mirada de él. Pasó por su cabeza
que Louis se había convertido en un niño de ocho años, y extrañamente eso hizo que el corazón
de Niall se encogiera debido a la ternura del oji-azul.

—Pero el señor regordete de unas filas más arriba la atrapó. —Niall intervino, pero su amplia
sonrisa seguía intacta.

—Juro que en el próximo juego la atraparé. —Louis declaró con firmeza.

—¿Eso quiere decir que vendremos de nuevo? —Niall preguntó con un brillo especial en sus
ojos. ¡Tendría otra cita con Louis!

—Las veces que sean necesarias hasta que atrape la pelota. —Louis anunció con una enorme
sonrisa contagiando a Niall.

El camino de regreso fue prácticamente igual al del de la salida del estadio. Louis no paró ni un
segundo de hablar acerca de lo increíble que había sido el juego. Hasta admitió que le gustaría
jugarlo alguna vez, y Niall le prometió que su padre hablaría con el dueño del estadio para que les
permitieran entrar. Louis estaba que explotaba de la emoción, así que besó dulcemente la mejilla
de Niall. Ambos se sonrojaron, y después de ello se formó un silencio sepulcral.

—Gracias por hoy, me divertí demasiado. —Louis dijo entre risitas.

—No, gracias a ti por acompañarme. —Niall murmuró un poco avergonzado—. ¿Te gustaría salir
estos últimos días en que estaré por aquí? —preguntó mientras bajaba la mirada. Louis lo ponía
nervioso.

—Me encantaría. —Louis le sonrió y Niall enseguida levantó la mirada—. ¿Qué te parece ir
mañana a mundo game? —Louis preguntó mientras subían las pequeñas escaleras de la entrada
dela casa.

—¿Mundo game? —Niall cuestionó con el ceño fruncido.


—Hay cientos de videojuegos allí, y pensé que quizá podríamos pasar la tarde armando retos y
cosas así. —Louis se encogió de hombros.

—No soy fan de los videojuegos, pero me gustaría. —Niall sonrió—. Y debo decirte que soy muy
bueno en Halo. —le guiñó el ojo y Louis soltó una risita.

—¿En serio? —Louis preguntó al borde de la carcajada.

—Muy bueno. Harry me enseñó hace un par de meses y es obvio que sigo siendo un experto.
—la sonrisa de Louis se borró al instante. ¿Cómo es que con el simple hecho de escuchar el
nombre de su vecino toda su autoestima se venía abajo? Trato de ocultarlo, y parece que lo hizo
bien, ya que Niall no pareció notarlo.

—¿A Harry le gustan los videojuegos? —Louis mordió su labio inferior con fuerza.

—Los ama. Deberías ver su colección, te daría un infarto. —Niall reprimió una risa, y en el rostro
de Louis volvió a formarse la sonrisa. ¡Harry amaba los videojuegos! Diablos, parecía como si
fuera el fin del mundo. Louis jamás hubiera pensado eso de su vecino.

—Creo que algún día los veré. —Louis dijo esperanzado.

—¿Y qué te parece verlos ahorita? —Niall cuestionó con entusiasmo. Quería estar con Louis,
aunque sea por unos minutos más.

—Um... no lo sé. No quiero incomodar a Harry. —Louis se rascó la nuca con nerviosismo.

—No lo harás. Creo que él salió, así que no hay problema. —Niall lo animó, pero Louis no quería
toparse con Harry. Sería una hermosa pero trágica escena.

—Está bien. —Louis accedió finalmente—. Pero sólo por unos minutos. —le advirtió con una
sonrisa.
Era cierto; Harry no estaba. La casa estaba en completo silencio hasta que Niall se tropezó con
una caja de pizza, pidiendo un 'lo siento' en su defensa. Louis quería reír, sabía que Niall estaba
nervioso; lo podía notar en la forma en la que bajaba la mirada, y en como sus pies de repente
comenzaban a moverse arrítmica y torpemente. Pero los ojos de Louis ahora se concentraban en
buscar un par de ojos verdes y dos adorables hoyuelos... pero no logró encontrarse con él, lo cual
era triste pero también feliz.

Ambos entraron a la única habitación de la casa, —en ese vecindario las casas eran de una sola
planta y cada una tenía solamente una habitación. Eran simples, pero lo que les ayudaba era que
estaban en una buena zona—, y Louis se sitió nervioso porque era la primera vez que veía la
habitación de Harry. Igualmente se la había imaginado millones de veces, pero lo que sus ojos
estaban viendo en ese momento era mejor que el producto de la imaginación.

—No sabía que a Harry le gustara la limpieza. —Louis dijo mientras veía con asombroso cada
rincón completamente limpio.

—Es algo extraño, pero al final siempre es útil. —Niall soltó una risita—. Creo que lo heredó de su
madre. Si vas su casa te sorprenderás de lo increíblemente limpia que está.

—Espero poder ir algún día. —Louis anunció, pero fue más como un susurro que solamente él
pudo escuchar.

—¡Aquí están! —Louis giró la cabeza al escuchar la chillona voz de Niall—. Siempre las esconde
en el mismo lugar. —Niall bajo con cuidado una enorme caja, pero sus brazos eran muy fuertes y
podían soportar tremendo peso.

—Cielos... esto es más de lo que esperaba. —Louis dijo con total sinceridad.

—Y esto no es todo. Guarda sus videojuegos preferidos en una caja secreta o algo así, pero
nunca los he visto. —Niall esbozó una sonrisa torcida.

—¡Tiene halo 3! —Louis exclamó mientras sus ojos comenzaban a empañarse. Extraño, ¿no?
—¿Y eso es bueno? —Niall cuestionó bromeando.

—Demasiado. Ya que mi madre tiró a la basura la única copia que tenía, ¿y sabes lo difícil que es
conseguirla? Pasé unos meses buscándola, pero habían dicho que se había agotado, aunque
sabía que me mentían. —Louis explicó—. ¡Y no puedo creer que Harry lo tenga! Es mi videojuego
favorito. —Louis volvió a gritar y Niall sonrió ampliamente.

—Pero ya es algo viejo, ¿no?

—Yep, pero lo viejo nunca pasa de moda. —Louis declaró mientras tomaba con extremo cuidado
el videojuego.

—Puedes llevártelo si quieres. Créeme que a mi primo no le importará. —Niall dijo, y Louis
enseguida sacudió la cabeza; negando.

—No es buena idea. Soy muy torpe y tú créeme que en cualquier instante lo puedo arruinar, y
esto es un tesoro. —Louis sujetó el videojuego con fuerza—. Y Harry me mataría si eso pasara.

—Está bien. —Niall le sonrió dándose por vencido. Sabía que Louis no era de esos que accedían
fácilmente y también sabía que perdía su tiempo intentando convencerlo—. Pero algún día tienes
que venir a jugarlo, ¿eh?

—Claro, podría estar todo el día en el sofá jugándolo. —Louis rió con ternura.

—Aparte de halo, mi primo tiene muchos más. ¿Sabías que tiene una colección de juegos de
zombies? —Niall habló con incredulidad, pero a Louis le parecía lo más normal del mundo.

—Creo que también me gustaría jugar esos. —Louis declaró al instante.

—¡Perfecto! —Niall exclamó con alegría—. En esta semana habrá un día especial para los
videojuegos, te avisaré con anticipación para que te prepares, ya que no será fácil vencer al
campeón. —le guiñó el ojo y Louis echó la cabeza hacia atrás soltando una risa.

—Creí que mañana iríamos a mundo game. —Louis esbozó una sonrisa torcida.

—Tú di lo que prefieres. ¿Quedarse en casa con los juegos de Harry o ir a mundo game? —Niall
cuestionó con tranquilidad, pero para Louis era una difícil decisión. Ambas cosas eran increíbles,
pero aceptaría la primera opción solamente por ver el rostro de Harry. Deseaba verlo. Deseaba
escucharlo. Y ya no podía soportar el no hacerlo.

—Creo que me gustaría más jugar aquí. —Louis dijo finalmente.

—Entonces así será. ¿Mañana?

—Mañana llegaré a primera hora. —Louis sonrió ampliamente, y en ese momento escuchó el
sonido de un auto—. Creo que deberías guardar todo. Harry ya llegó. —Niall asintió y a la
velocidad de la luz volvió a meter los videojuegos en la caja. Subió a un banco y con rapidez la
colocó en su lugar.

—Listo. Aquí no pasó nada. —Niall bromeó, pero tenía los pelos de punta.

—Creo que mejor me retiro. —Louis habló enseguida—. Gracias por lo de hoy, Niall. Mañana nos
vemos. —se acercó al chico pero su pie se enredó con el pequeño tapete haciendo que
tropezara, pero los fuertes brazos de Niall sostuvieron su pequeño cuerpo haciendo que sus
rostros quedaran a escasos centímetros. Louis trago saliva mientras Niall admiraba más de cerca
cada facción del oji-azul. Los labios de ambos estaban entreabiertos, esperando a que alguno
diera el primer paso. En ese momento Louis recordó lo que sus subconsciente le había dicho días
atrás, y sin pensarlo dos veces acortó la distancia —pero sin llegar a rozar sus labios con los de
Niall—.

—¿¡Qué sucede aquí!? —una rasposa voz invadió los oídos de Louis, paralizándolo. Al instante el
oji-azul empujó el cuerpo de Niall.
—Nada. Yo... y-yo ya me iba. —Louis balbuceó y bajó la mirada. A toda prisa salió de allí, y
cuando ya estaba pisando la entrada de su casa soltó un gran suspiro. Louis podía sentir que
estaba pálido, y fue porque vio algo peor que un fantasma; se encontró con el rostro enojado de
Harry.

Con torpeza logró entrar a su casa y fuertemente cerró la puerta. Su pecho subía y bajaba, y su
respiración estaba irregular.

¡Estabas a punto de besar a Niall! ¿Pero en serio querías eso?

La vocecita de su subconsciente volvió haciendo que Louis se sobresaltara.

—No lo sé. —Louis se llevó las manos a la cara—. Tal vez quería... pero cuando vi los labios de
Harry me dieron ganas de besarlos de él. —Louis murmuró aguantando el llanto.

¿Entonces te sigue gustando Harry?

Su subconsciente cuestionó como si fuera alguna especie de terapeuta.

—Nunca me va a dejar de gustar. —Louis declaró, mientras que de sus ojos comenzaban a brotar
las lágrimas.

=================

mi reflejo en tus ojos (6).


La fiesta se había salido de control. Louis aún no podía creer que se había hecho un caos
después de unas inocentes partidas de videojuegos. ¡Y ahora la casa estaba patas arriba! Niall
estaba en la cocina comiendo grandes cantidades de salchichas, debido a que entró en una
apuesta, y la mayoría se encontraba bailando. Hasta Zayn se unió. Louis no podía creer lo que
sus ojos estaban viendo, pero así era Zayn, y el oji-azul no tenía por qué juzgar.

Harry era el único que faltaba, y Louis todavía no comprendía porque estaba tan preocupado por
él. Quizá porque pensaba que su vecino llegaría a salvarlo de la salvaje fiesta; porque Harry era
eso... un superhéroe.

Cuando Louis escuchó un grito ahogado en la cocina enseguida corrió hasta allí. Su peso subía y
bajaba a causa del susto, pero no fue para tanto. Era solamente Niall, que estaba gritando de lo
feliz que estaba porque había logrado comer la mayor cantidad de salchichas. Algo estúpido y
vergonzoso para alguien de su edad.

—¿Estás bien Ni? —Louis preguntó mientras lo ayudó a levantarse. Todo el suelo estaba hecho
un cochinero, y el oji-azul agradeció que no se trataba de su casa.

—¡Gané! ¡Le gané a esos idiotas! —río, y Louis frunció el ceño; jamás había escuchado a Niall
expresarse así de las personas.

—¿Y qué fue lo que apostaron? —Louis preguntó mientras recargaba el cuerpo de Niall en el
fregadero.

—Qué tienen que hacer absolutamente todo lo que yo les diga. ¿No es genial? —Niall respondió
con una gran sonrisa sobre su rostro.

—¿Y por cuánto tiempo? —Louis cuestionó un poco más calmado, porque el castigo no era algo
tan 'horrible' como él esperaba. Y además Niall no era de esas personas que se aprovecharían de
los demás.

—Por toda esta noche.


—Bueno, espero que no vayas a ser tan duro con ellos. —Louis le advirtió suavemente.

—Tranquilo Lou, prometo no pedirles algo fuera de lugar. —coincidió—. Ahora... ¿quieres ir a
bailar? —preguntó seductoramente.

—¿Bailar? —Louis enseguida sacudió la cabeza—. No lo creo.

—Vamos Lou, por favor. —Niall habló con dulzura y ya era muy tarde para que oji-azul se negara.

—Sólo por unos minutos y... —Louis accedió, pero antes de que pudiera decir algo más la mano
de Niall lo llevó hasta la pista de baile. Esta era un poco amplia; se las habían ingeniado y
quitaron todos los muebles, pero Louis aún se preguntaba en donde se encontraban.

Ya estando en la pista, Louis miró todo a su alrededor tratando de encontrar una rostro con
muchos piercings, pero Zayn no daba señales de vida.

—¿Has visto a Zayn? —Louis le preguntó a Niall.

—Ni idea. Seguramente está rondando por allí. —se encogió de hombros—. ¿Te gusta está
canción? —Niall enseguida cambió de tema.

—Nunca la había escuchado.

—¿En serio nunca has escuchado aunque sea una canción de The Killers? —Niall preguntó con
incredulidad.

—He escuchado de esa banda, pero créeme que nunca de sus canciones. —Louis se mordió el
labio, y Niall no pudo evitar poner la mirada allí.

—Necesitas urgentemente hacerlo, ¡te estás perdiendo de mucho! —Niall exclamó muy
dramáticamente; como si se tratara del fin del mundo.
—Creo que lo haré. —Louis apoyó el comentario de su amigo.

Al terminar esa canción el Dj puso otra, pero esta vez algo lenta, debido a que una chica de
pechos voluptuosos la pidió. Al instante Niall se acercó más al oji-azul y este se sobresaltó.

—¿Qu-Qué haces? —Louis tartamudeó un poco.

—La canción amerita que bailemos pegados. —Niall respondió con una sonrisa pícara, y Louis se
sorprendió aún más porque jamás había visto ese tipo de sonrisa en su amigo.

—¿Estás ebrio? —Louis preguntó finalmente.

—Quizá... pero sólo un poquito. —respondió mientras soltaba una risita que era molesta a los
oídos de Louis.

—No debes Niall, te pondrás mal. —lo reprendió.

—No puedo evitarlo. Cuando el alcohol entra en mis fosas nasales es imposible que no vaya
detrás de él. —explicó.

—Pues debes de hacer un esfuerzo... es por tu bien. —Louis anunció.

—Prometo no tomar más si bailas esta canción conmigo. —¿Niall lo estaba chantajeando? Daba
igual. La canción iba más de la mitad; sus cuerpos no iban a estar mucho tiempo pegados. Así
que Louis accedió finalmente—. No sabes cuánto tiempo he estado esperando esto. —Niall
declaró tímidamente.

Louis no iba a mentir, estar en los brazos de Niall se sentía increíblemente bien... pero no eran los
brazos del chico que le había robado miles de suspiros. El oji-azul volvió a sacudir su cabeza,
porque ya estaba cansado de que cualquier cosa le recordaba a Harry. Quería olvidarse de él...
¿pero cómo hacerlo cuando su corazón decía que no?

Cuando Louis supuso que la canción iba a terminar vio que Niall se estaba acercando más y más.
El nerviosismo se apoderó del pequeño cuerpo del oji-azul y retrocedió solamente un poco;
porque los brazos de Niall no se lo permitían.

—Louis Tomlinson, ¿me permites besarte? —Niall se detuvo a centímetros de la boca del oji-azul,
para luego soltar la pregunta. Al instante Louis se estremeció y mordió fuertemente su labio. Una
parte de él quería sentir los labios de Niall, pero otra estaba totalmente aferrada a los de Harry.

—Uh... —Louis aún no sabía que decir. Esa repentina pregunta lo había dejado en shock.

—Por favor Lou. —Niall se encontraba pidiendo como un gatito a su dueño por algo de comida—.
Desde que te vi me gustaste. Eres tan hermoso, y lo que más he deseado ha sido besarte.
Diablos, me gustas mucho Lou. —Niall declaró sin vergüenza, y Louis pensó que era porque
estaba ebrio. Pero aun así esas palabras habían sido hermosas, y su corazón se había
ablandado al escucharlas.

—¿En serio... t-te gusto? —Louis preguntó mientras sus mejillas se ponían rojas.

—Como no tienes idea. —Niall se apresuró a decir—. ¿Entonces qué dices?

—Creo que... puedo besarte. —Louis declaró y en el rostro de Niall enseguida se formó una
enorme sonrisa. Este último no esperó más, y de un solo movimiento juntó sus labios con los de
Louis. ¡Se sentía como el mismísimo cielo! ¡Justo como lo había estado soñando!

En cambio, Louis seguía en shock. ¡Estaba besando al primo de Harry! Y su corazón le estaba
gritando que eso era ilegal, pero lo hecho ya estaba hecho. Ya no había vuelta para atrás.

El beso duró muchos segundos, en los cuales Niall no dejaba de saborear cada rincón de su
boca. Louis sentía un poco de vergüenza, porque nadie lo había besado de esa forma. Pero
olvidó todo eso, y se concentró en el momento, que a decir verdad fue lindo... pero se volvió
negro cuando se percató de que Harry los estaba observando. ¿De dónde diablos había salido?
Sin pensarlo dos veces Louis se separó bruscamente, y Niall lo miró con el ceño fruncido. En los
ojos de Niall había confusión, pero en los de Harry pudo notar claramente dolor.

—Lo siento Niall. Perdóname, pero seguramente mañana ya no te acordarás de esto. —Louis
anunció, para después salir corriendo. Abrió la puerta y giró su cabeza hacia la ventana donde
segundos atrás Harry estaba parado... pero Louis no contaba con que él ya no estaría. Apretó los
puños mientras cerraba los ojos con frustración, y al abrirlos vio un cuerpo correr a través de la
acera, para después cruzar la calle. Louis se apresuró a seguirlo y cuando estuvo a escasos
centímetros de él sujetó su brazo.

—Harry... —fue lo único que sus labios pudieron soltar.

—¿Qué quieres? —preguntó secamente, lo que ocasionó una punzada en el estómago del oji-
azul.

—Y-yo... puedo explicarlo. —dijo apresuradamente.

—¿Explicar qué? ¿Me dirás cómo son los labios de Niall y lo bueno que es besando? —Harry
escupió en el rostro del oji-azul.

—Quiero que sepas que todo fue un error. —Louis habló enseguida.

—Pues no parecía como eso. —Harry protestó mientras intentaba zafarse del agarre del oji-azul.
Este se dio cuenta y sus manos tomaron las muñecas de Harry, empujando su cuerpo hasta la
pared que estaba detrás de ellos. La espalda de Harry azotó fuertemente, pero Louis necesitaba
dejar en claro que el beso con Niall no había sido nada.

—Sabes que yo jamás te mentiría. —Louis anunció—. Y si te digo que el beso fue un error, es
porque en verdad lo fue. —dijo al borde de la desesperación.

—¿Entonces por qué lo estabas besando? —Harry siguió peleando.


—Porque él me lo pidió... —Harry rodó los ojos—... el pobre estaba muy ebrio y no lo sé, quise
acceder a su favor. —Harry volvió a rodar los ojos y Louis se desesperó aún más—. Pero mañana
no se acordará de nada. Tú sabes cómo es el efecto del alcohol. —Louis trató de explicarle un
poco mejor.

—Sé que Niall dice un montón de tonterías cuando está pasado de copas, pero en ese caso fue
tu error besarlo. ¡Tú sí estabas consciente! —Harry gruñó.

—Pero no solamente lo besé porque me lo pidió. —Louis se apresuró a decir—. Niall me dijo
cosas muy lindas, y... —tragó fuertemente saliva—... me declaró su amor. —al instante Harry
apretó los puños.

—¿Dijo que estaba enamorado de ti? —Harry preguntó con impaciencia.

—No fue tan específico. Solamente dijo que le gusto. —el rostro de Harry enfureció más y Louis
sujetó con más fuerza sus muñecas.

—Él no lo dijo en serio. —Harry protestó.

—¿Y tú como sabes eso? —Louis intervino.

—Lo acabo de decir. El alcohol te hace decir cosas que no quieres, lo que significa que Niall no lo
dijo en serio. —Harry explicó, y su rostro ya se notaba más calmado.

—Da igual. —y en serio a Louis le daba igual. Ya sea si Niall lo había dicho de verdad o no,
porque el oji-azul se la vivía pensando en alguien más... y ese alguien estaba debajo de su
cuerpo, y era la oportunidad perfecta para poder besarlo de nuevo. Después del beso con Niall
sus labios se quedaron con ganas de más, y los labios de Harry eran los únicos que podían saciar
su sed.

—¿Te da igual? —Harry preguntó con incredulidad.


—Sí. —Louis respondió con firmeza—. Porque a Niall solamente lo veo como un amigo.
—declaró, y cruzó los dedos porque Harry se diera cuenta de que a él lo quería más que un
amigo.

—Pues es mejor. Sería raro si mi primo saliera contigo. —Harry enseguida coincidió.

—¿Y por qué sería raro? —Louis preguntó con el ceño fruncido.

—Porque sí. —Harry habló nerviosamente.

—¿No será porque tú quieres que yo salga contigo? —Louis se atrevió a preguntar, y el cuerpo
de Harry tembló. Por primera vez el oji-azul lo notó con una pizca de debilidad.

—N-no. —Harry dijo entre dientes.

Hubo un silencio, en dónde solamente sus ojos hablaban. La manera en la que se miraban era la
conversación. Verde y azul, no más... pero era perfecto. Pero Louis tenía que hablar. Debía
decirle todo... o si no volvería a perder la oportunidad.

—¿Qué fue lo del otro día? —Louis habló finalmente. Harry frunció el ceño, pero sabía
perfectamente a lo que el oji-azul se refería.

—No sé qué pasó. Lo juro. —anunció.

—Me dolió mucho. Lo primero que pensé fue que te habías molestado por el beso, y.... me
partiste el corazón. —Louis dijo con un nudo en la garganta—. Y los siguientes días ya no me
dirigías la palabra.... ¿por qué?

—También fue muy duro para mí. —Harry se apresuró a decir—. Y lo lamento. No sé qué fue lo
que pasó, y sabía que era demasiado tarde para hacer algo, porque ya te había dañado. Por eso
me alejé de ti.
Ahora Louis estaba comprendiendo todo, pero aún se sentía fatal de que Harry le había hecho
eso.

—No debiste de haber actuado así. —Louis protestó.

—Tenía miedo. No quería ver tus ojos azules volverse grises a causa de la desilusión y el llanto.
—anunció con demasiada tristeza—. Escuchaba tus sollozos cada noche y ya no sabía qué
hacer. —Harry cerró los ojos imposible de seguir viendo el rostro de Louis, el cual estaba
apagado y a punto de soltarse en llanto.

—Pudimos haber hablado Harry. Comunicación fue lo que nos hizo falta. —Louis comprendió a la
perfección la situación por la que Harry pasó.

—Lo sé Lou, y ahora me siento como un idiota. Saber que te estaba haciendo daño y no hacía
nada al respecto. —Harry mordió fuertemente su labio, tratando de reprimir el llanto—. Lo lamento
mucho.

—Tranquilo. Ambos tuvimos la culpa, pero ya no importa. ¿Okay? —los brazos de Louis
capturaron el tembloroso cuerpo de Harry.

—Okay. —dijo en un susurro.

(...)

Louis y Harry nuevamente estaban bien. Cada uno estaba en su respectiva casa, y toda la colonia
estaba en completo silencio después de que la salvaje fiesta había terminado. El oji-azul estaba
recostado en su cama mirando hacia la ventana de su vecino, y estaba a punto de cerrar los ojos
para tratar de conciliar el sueño cuando una la luz proveniente del exterior aparece... y se trataba
de la habitación de Harry. Enseguida Louis sonrió, y de un brinco salió de la cama. Dio tres pasos
y llegó hasta su propia ventana, rápidamente la abrió y vio que Harry ya lo estaba esperando.
Louis trató de decir algo, pero había mucha distancia entre ellos, lo que significaba que ni con el
más estruendoso grito se llegaría a escuchar hasta el otro lado. El oji-azul se quedó por un
momento pensando, y una gran sonrisa apareció cuando una gran idea se apoderó de su cabeza.
Por su parte Harry lo miraba con curiosidad.

Louis llegó hasta su mesa donde yacían todas sus cosas, y rápidamente tomó un papel y un
marcador sharpie. Se rió al pensar que la idea era un poco loca, pero tenía muchas ganas de
seguir charlando con Harry.

"Hola (:"

Louis escribió en el papel y se lo mostró a Harry. Él sonrió ampliamente y repitió lo mismo que el
oji-azul había hecho segundos atrás.

"Hiiiii. Te ves muy bien en pijamas ;)"

Harry escribió en su papel y en cuanto Louis lo vio, toda su cara se puso roja. Harry sonrió aún
más.

"Veo que tú no sueles usarlas... pero creo que me agrada (:"

Louis sonrió pícaramente al ver la reacción de Harry.

"Y deberías ver la cantidad de ropa que uso cuando me ducho... apuesto a que te gustará más ;)"

Louis seguro iba a morir si Harry seguía poniendo esos guiños.

"Harry Edward Styles, ¿me estás invitando a ver cómo son tus duchas?"

Harry casi se ahoga con su propia risa al ver lo que Louis había escrito.

"Si tú no te opones ;) ¿Y cómo sabes mi segundo nombre?"


Louis tardó un poco en responder, porque no quería volver a nombrar a la persona por la cual
Harry se había enojado.

"Creo que por el momento la invitación se queda así (: Uh... fue Niall"

Louis le mostró tímidamente el papel, pero Harry no se molestó en lo más mínimo.

"Es una pena que ya sepas mi nombre, porque a mí no me gusta para nada :/"

Harry le enseñó el papel mientras hacía una mueca. Louis sonrió dulcemente ante esa escena.

"Pero a mí me gusta demasiado, así que creo que te llamaré así :p"

Cuando Harry lo leyó hizo un puchero, que a Louis le pareció de lo más tierno.

"Ahora tú dime cuál es tu segundo nombre ;)"

Louis negó con la cabeza y Harry siguió insistiendo.

"Te lo diré porque te quiero... es William :S"

Louis estaba completamente rojo a la hora de mostrarle el papel a Harry.

"Me gusta. Es sexy ;)"

Louis se preguntó hasta cuando Harry dejaría de ponerle guiños, porque en verdad estaba a
punto de matar al oji-azul.
"Yo también te quiero Lou :3"

Harry se apresuró a enseñar su papel antes de que Louis pudiera hacerlo con el suyo.

"¿Y cómo puedes demostrarlo? (:"

Mientras Harry lo leía una sonrisa invadió su rostro, contagiando al oji-azul.

Harry se había tardado en mostrar el papel, y Louis se estaba mordiendo las uñas de la ansiedad.
Finalmente mostró el último papel, y a Louis casi se le sale el corazón. Su respiración se agitó y
no pudo evitar mirar a Harry con ojos repletos de amor, amor puro.

"Encuéntrame en la acera, afuera de tu casa... ybésame Xx"

=================

me pregunto... (7).

Louis y Harry tenían una especie de relación, pero todavía no era 'formal'. Obviamente Zayn se
enteró, pero no reaccionó como debería haberlo hecho. Intervino diciéndole a Louis que el chico
rizado no era de confiar, y el oji-azul dijo que estaba exagerando. Después de ello tuvieron una
pequeña discusión, pero Zayn sabía que no podía vencer la terquedad de su amigo. Louis era el
chico más terco que conocía.

-No puedo creer que estés haciendo esto. -Louis dijo molesto.
-Calla Louis. Es por tu bien. -Zayn lo regañó mientras le ordenaba que tomara asiento.

-Pareces de esos padres que buscan tener una conversación con el novio de sus hijas. -Louis
escupió mientras recargaba su cabeza en el cristal de la ventana-. Y te aviso que odio a ese tipo
de padres.

-¿Qué no entiendes que lo hago por tu bien? ¡No quiero verte de nuevo dañado por la culpa de un
bastardo! -Zayn explotó.

-El que haya estado en una relación con un chico así no quiere decir que Harry lo sea. -Louis
explicó con más molestia-. Y no entiendo por qué estamos en un maldito restaurante. -Louis
terminó de perder los estribos.

-Porque aquí hay testigos por si a Harry se le ocurre hacerme algo. -el oji-azul rodó los ojos-. Sólo
quiero conversar con él.

Después de esa mini discusión ninguno volvió a dirigirse la palabra. Louis estaba más que
molesto. ¿Desde cuándo Zayn se convirtió en un padre que quiere tener 'conversación'? Al oji-
azul le parecía increíble, pero no podía hacer nada; su trasero ya estaba dentro del restaurante.

-Ahí viene Harry. No lo alteres o te mato. -Louis le advirtió a su amigo.

-Haré lo que se me dé la puta gana. -Zayn gruñó. Siempre utilizaba malas palabras cuando
estaba cabreado.

El chico de rizos entró con una gran sonrisa, y al ver a Louis esta se amplió más.

-¡Lou! -exclamó con demasiada ternura y al oji-azul se le derritió el corazón-. Hola Zayn. -se
aclaró la garganta al ver al acompañante de Louis.

-Harry. -Zayn respondió apretando los dientes.


-Creí que era una cena sólo para nosotros. -la boca de Harry llegó hasta el oído de Louis.

-Pues no es así. -Zayn habló antes de que el oji-azul pudiera-. Siéntate Harry. -le ordenó
suavemente.

-¿Sucede algo? -Harry preguntó con preocupación.

-Hay unas cosillas que quiero que queden claras. -Zayn comenzó y Louis le mandó una mirada
asesina-. Esas cosillas tienen que ver con mi querido y mejor amigo Louis.

Harry tragó en seco.

-Tranquilo Hazza. Hoy Zayn no se encuentra en sus cinco sentidos. -Louis anunció y Zayn se
carcajeó.

-Mira Louis, estoy hablando con él no contigo, así que por favor cierra tu boca. -Zayn pidió con
una sonrisa falsa. Louis se indignó aún más.

-No le hables así. -Harry gruñó, y el oji-azul tomó su mano debajo de la mesa haciendo que el
rizado se relajara.

-Bueno, esto será rápido. Solamente te daré algunas instrucciones y...

-¿Instrucciones a mí? ¿Pero quién te crees? ¿Mi padre? -Harry preguntó con incredulidad para
después soltar una risita.

-Yo le dije lo mismo. -Louis anunció en un murmuro, y Zayn lo ignoró por completo.

-Soy el mejor amigo de Louis, y tú simplemente eres un desconocido, así que tengo todo el
derecho de darte las instrucciones que quiera. ¿No es así Louis? -Zayn dejó de mirar al rizado
para centrar su mirada en su amigo quien solamente negaba y negaba.

-Me pediste que no hablara. -Louis se defendió encogiéndose de hombros. Zayn rodó los ojos.

-Da igual. Quiero mucho a mi amigo y no permitiré que le vuelvan a hacer daño. -Zayn declaró
mientras mataba con su mirada al chico de rizos.

-Para eso estoy yo, así que puedes ir moviendo tu trasero y dejarme eso a mí. -Harry anunció con
una sonrisa sobre sus labios.

-Mira Styles, no quiero repetir las cosas dos veces. Así que cállate y escucha. -Zayn se levantó de
su asiento peligrosamente y sujetó con fuerza las muñecas de Harry-. No vuelvas a ignorar a
Louis. No discutas con él por tonterías. No dejes que se duerma tarde. No tengas flores dentro de
la casa, porque él las odia. Y nunca, pero nunca le rompas el corazón, porque si lo haces yo te
rompo la cara. -Zayn declaró mientras lo veía directamente a los ojos, advirtiéndole también con
la mirada-. Tienes suerte de tenerlo, porque si no ya estuvieras en prisión. -finalizó soltando sus
muñecas.

-Cálmate Zayn. -Louis pidió suavemente.

-¡Chicos! ¡No sabía que estaban aquí! -esa alegre voz resonó en los oídos de todos haciendo que
la situación se relajara.

-¡Niall! ¿Qué haces aquí? -Harry preguntó mientras ponía una mueca.

-Vine por una ración de mi postre favorito. ¿Ustedes a qué vinieron? -Niall habló mientras le
sonreía a todos.

-Bueno, creo que es obvio que no venimos a ducharnos. -Harry escupió con molestia y Louis le
dio un codazo.

-Niall, te presento a Zayn, mi mejor amigo. -Louis habló enseguida al ver como la tensión
nuevamente estaba volviendo.

-¡Hola! -el rubio exclamó con una sonrisa.

-Hey amigo. -Zayn no compartía esa felicidad de conocer a una persona.

-¿Quieres sentarte con nosotros? -Louis se dirigió a Niall.

-¡Claro! -él no dejaba de gritar y al oji-azul le estaba empezando a molestar, y por la cara de
Harry y Zayn parecía que igualmente a ellos.

-Pero ya nos íbamos. -Harry le susurró a Louis.

-No seas grosero Hazza. -le pidió suavemente, y Harry iba a replicar pero se acordó de las
palabras de Zayn: "No discutas con él por tonterías." Instintivamente el rizado miró rápidamente a
Zayn, y este le dio un asentimiento de cabeza.

Los primeros minutos fueron algo incómodos, pero después Niall y Zayn empezaron a hablar
animadamente... o quizá el único animado de la mesa era Niall. Mientras, Louis y Harry se
estaban mandando mensajes por debajo de la mesa. Sus manos golpeaban el muslo del otro a la
par que se dedicaban miradas cómplices.

-Así que esa es la historia de cómo conocí a Danielle. -Zayn finalizó.

-Vaya, creo que es algo extraña... ¿Pero en serio te gusta? -Niall cuestionó.

-Mucho. Es una chica hermosa con una sonrisa perfecta. Prácticamente es por eso que me llamó
la atención. -Zayn explicó.

-Te ayudaré. -Niall declaró y todos en la mesa se quedaron perplejos. Zayn frunció demasiado el
ceño que extrañamente resultaba gracioso-. Según tu descripción creo que conozco a esa
Danielle de la que hablas. Yo podría hablarle sobre ti y organizarles una cita o algo así.

-Eso es muy lindo Ni. -Louis le ganó la palabra a Zayn.

-Si Zayn es tu amigo entonces también se vuelve el mío. -Niall se dirigió al oji-azul mientras
sonreía-. Y yo siempre ayudo a mis amigos.

-Vaya, muchas gracias amigo. -Zayn habló finalmente-. Pero el único problema es que ella tiene
novio.

-No te preocupes por ello. Apuesto a que tú eres mejor que él. -Niall declaró y por primera vez en
la conversación Zayn sonrío.

Antes de que Niall se retirara le prometió a Zayn que le conseguiría a la chica de linda sonrisa. Y
también le explicó que siempre conseguía lo que quería, lo cual le dio más confianza a Zayn.

Los tres amigos, o mejor dicho la pareja y el desconocido salieron del restaurante minutos
después del rubio.

-Zayn, ¿podrías dejarnos solos? -Louis llegó hasta su amigo y le susurró al oído.

-Bien. -accedió sin ninguna protesta y el oji-azul se sorprendió. Quizá esa 'nueva actitud' se debía
a que pronto tendría a Danielle-. A ti te estaré vigilando. -Zayn le lanzó otra mirada asesina al
pobre de Harry.

-Sólo vete. -Louis pidió y lo empujó gentilmente. Cuando lo vio perderse entre los arbustos dejó
salir un suspiro-. Lamento todo esto Harry, Zayn es un tonto y...

-Descuida Lou, creo que Zayn reaccionó con normalidad. -Harry lo interrumpió y Loui soltó otro
suspiro al saber que 'su chico' no estaba molesto.
-De todos hablaré con él. -declaró.

Ambos caminaron de regreso a casa, sin decir ni una palabra y con los cuerpos ligeramente
separados. El silencio se evadió con los pocos sonidos de los autos, y con las malas palabras de
cada joven que pasaba a su lado. Cuando llegaron, Harry convenció a Louis de que primero iría a
dejarlo. El oji-azul accedió después de varios intentos fallidos.

-¿Tú y Zayn fueron pareja? -Harry soltó, y Louis casi se atragantó con su propia saliva.

-N-no... ¿Por q-qué? -el oji-azul tartamudeó.

-Él te trata como si fueras su novio. -Harry lo miraba fijamente y Louis comenzó a sentirse
nervioso.

-Él es como el hermano que nuca tuve. N-nos tratamos como hermanos. -Louis explicó tratando
de sonar lo más creíble posible. Y no era como si fuera una mentira, cada palabra era cierta. A
Zayn lo veía como hermano, y no de otra manera.

-Está bien. Solamente espero que no te obligue como a mí en el restaurante. -Harry dijo con
menos molestia.

-Zayn jamás haría eso. Él sólo quiere lo mejor para mí. Te lo aseguro. -el oji-azul le sonrío.

-Sé que lo hace porque antes tuviste un novio que no fue de lo mejor... ¿cierto? -Harry cuestionó
acercándose solamente unos centímetros al cuerpo de su vecino.

-S-sí... -¡no podía dejar de tartamudear!-, pero e-eso ya es p-pasado. -Louis terminó la frase con
dificultad.

-Me alegra saber que ese maldito se encuentra atrapado en tu pasado, porque yo quiero estar en
tu presente y en tu futuro. -Harry anunció con ternura mientras tomaba de la cintura al oji-azul.
Sus cuerpos estaban tan juntos que sus entrepiernas se tocaban-. Quiero que hoy y para siempre
seas mío. -Harry atrapó los labios de Louis, y este enseguida se aferró al cuerpo de su vecino.
Sus piernas no estaban funcionando.

-¿Entonces somos... no-novios? -Louis preguntó suavemente y con demasiada ternura.

-Tú júzgalo. -Harry sonrió para después besar apasionadamente al chico que quería tener por
siempre en sus brazos.

(...)

Louis cerró la puerta de su habitación mientras contenía las ganas de gritar de lo feliz que estaba.
¡Harry era su novio! ¡En serio lo era! ¡Esta vez no era un sueño!

Y cuando caminó hasta la ventana se llevó una gran sorpresa. Unas hermosas palabras escritas
en un papel estaban pegadas en la ventana de Harry.

"Te quiero en mi presente, y por favor no te vayas en mi futuro."

Louis se echó a llorar. Por fin tenía a alguien que podía destruir su pasado para reparar el
presente y construir un mejor futuro.

=================

el brillo de tus ojos (8).

Todo iba excelentemente bien, hasta que su nombre apareció en su cabeza haciéndolo despertar
de golpe. Eleanor, su... ¿novia? ¿Ex novia? Louis no sabía lo que ella era, y todo lo que era de
color rosa se convirtió en un negro infernal y brutal.

¿Por qué tuvo que olvidarla? ¿Por qué tuvo que olvidar que aún era su novia?

Harry lo tenía mareado y volando sobre las nubes, pero Eleanor hizo que aterrizara sin previo
aviso. Y ahora su mente y corazón se debatían entre lo correcto e incorrecto.

Su mente decía que Harry era lo incorrecto por el hecho de que era hombre, y Louis no podía
enamorarse de un hombre... ¿cierto? Al menos eso era lo que la sociedad decía, y a Louis no le
gustaba ir en contra de ellos.

Pero su corazón decía a gritos que Eleanor era la incorrecta, porque alguien de cabello rizado ya
había ocupado su lugar desde hace mucho.

Esas eran las peleas que Louis tenía a menudo. Discutir consigo mismo por horas y horas, hasta
llegar a la mejor conclusión. Pero siempre salía una parte de él lastimado, y sinceramente el oji-
azul ya estaba cansado.

"Lo siento Eleanor, pero encontré a alguien más." Ese texto fue el primero que Louis escribió en
su teléfono, pero instantáneamente lo borró. No sabía lo que estaba haciendo. No sabía por qué
iba a terminar con la chica por teléfono. Pero lo que si sabía era que terminar una relación de ese
modo era cruel... ¿pero quién en este mundo no lo es?

Louis tomó un profundo respiro dejando que sus dedos hicieran el trabajo sucio. Estaba seguro
que Eleanor lo odiaría hasta muerte, pero por primera vez sabía que estaba haciendo lo correcto.
Lo que realmente quería hacer, y no le importaban las consecuencias.

"Eleanor hace semanas que no hablamos, y sé que tú buscas explicaciones y yo no soy nadie
para no dártelas. Nuestra relación era perfecta, pero alguien apareció y mi corazón se fue por su
camino. Lo lamento, y por favor no pienses que hiciste algo mal y que por eso me alejé. Yo tengo
toda la culpa, pero no puedo evitarlo. No sabía cómo decírtelo, y creo que enviarte un mensaje de
texto es aún más cobarde. Espero poder verte pronto. En verdad me gustaría seguir siendo tu
amigo.
Eres una hermosa chica, y sé que encontrarás al chico ideal."

Patético. La palabra que describía a la perfección la atrocidad que el oji-azul cometió. Pero ya no
había vuelta atrás, el mensaje se había enviado y lo único que le quedaba era esperar respuesta.
Después vería si tendría que cavar su propia tumba o si Eleanor lo haría por él.

(...)

—¿¡Qué has hecho qué!? —Zayn cuestionó levantando la voz.

—No había otra manera. —Louis susurró mientras esbozaba una mueca.

—Mierda Louis... ¡Ella te va a odiar! —reprochó nuevamente su amigo.

—Ya sé que fue horrible, pero tenía que ponerle fin a la relación. No quería que Harry se fuera a
enojar. —Louis se defendió.

—¿Y no se te ocurrió citar a Eleanor en un lindo restaurante para después terminarla? —Zayn
preguntó con ironía, haciendo sentir al oji-azul aun peor.

—¡Estaba desesperado! —chilló cubriendo su rostro.

Zayn sacudió la cabeza.

—¿Y Eleanor que te respondió?

—Su mensaje no llega. —Louis se mordió el labio inferior y Zayn negó nuevamente.
—Pues te deseo suerte. Espero que no venga con su ejército de amigas y con kilos de maquillaje.
—Zayn anunció mientras abría la puerta principal.

—¿No me vas a apoyar? —Louis intervino decepcionado. Zayn siempre lo ayudaba en todo...
¿pero ahora qué le sucedía?

—No. —respondió cortante—. Acabas de cometer la peor estupidez de tu vida y no planeo estar
cuando las consecuencias lleguen. —escupió mientras salía de la casa.

—¡Creí que Eleanor te caía mal! —Louis le gritó, y Zayn se detuvo en seco.

—¡Pero no por ello le vas a hacer algo tan vil! —respondió gritando aún más.

El oji-azul salió corriendo detrás de él, pero fue inútil. Zayn desapareció montando en su moto, y
en ese instante supo que estaba completamente solo.

Louis entró a la casa y después dejó que su cuerpo cayera en el lugar que se le antojaba. Tenía
más de cinco vasos de leche a su lado, y el tic tac del reloj lo tenía alerta. Se quedó en el suelo
por más de dos horas, y cuando fueron más de las seis y la respuesta de Eleanor no llegaba
decidió ir a un lugar más cómodo. Su cama enseguida lo arropó y por millonésima vez miró la
bandeja de entrada de su teléfono. ¿Por qué no obtenía respuesta? Quizá ella estaba fuera del
país y el mensaje se quedó a la mitad... o quizá ella estaba a punto de entrar y secuestrarlo.

Louis decidió dormir un poco, y en sus sueños se olvidó del problema en que se había metido.

(...)

—¿Quieres darte prisa? —Niall preguntó con impaciencia mientras daba pequeños saltos sobre
asiento.

—Niall, basta. —Harry ordenó—. Causarás un accidente. —advirtió mientras se inclinaba sobre el
volante tratando de ver el semáforo.
—Esto no puede esperar. Si espera será tarde. —Niall insistió y la cabeza de Harry comenzaba a
doler. La voz de su primo era realmente molesta, y más cuando se ponía a discutir como un niño
de siete años.

—Cálmate y llegaremos. —Harry anunció lanzándole una mirada asesina y Niall se cruzó de
brazos mientras un bufido salía de sus labios.

Cuando Harry apagó el motor del vehículo Niall salió disparado y en dirección a la casa de Louis.
¿Acaso su novio tenía que ver con lo que su primo quería hacer? Los sentidos de Harry se
despertaron y siguió el paso de Niall, pero este al darse cuenta de que venía detrás de él lo sujetó
del brazo y lo detuvo.

—¿Qué? —Harry lo miró con el ceño fruncido.

—Quiero hablar con Louis a solas. —anunció mientras ladeaba la cabeza señalándole a su primo
la puerta de su propia casa. Harry entendió el mensaje y resignado caminó hasta su puerta
principal. Niall no despegó su vista de él hasta que entró.

Tintirintín, tintirintín... ¡tintirintín!

Louis abrió los ojos de golpe y sus oídos comenzaron a zumbar. Maldijo el día en que su madre lo
obligó a poner ese molesto sonido para el timbre. Frotándose los ojos se puso de pie y sintió el
piso tambalearse. Lo primero que pensó era que un terremoto lo iba a matar, y estuvo a punto de
gritar. Pero al darse cuenta de que los movimientos bruscos venían de su cabeza se sintió como
un completo imbécil.

Cuando estaba en frente de la puerta su corazón se sobresaltó. ¿Y si era Eleanor? ¿Y si sus


amigas venían con ella? ¡Louis no quería morir! ¡Aun no conocía París!

—¡Louis! —esa voz con típico acento irlandés hizo que su confianza volviera a entrar en su
cuerpo. Y la puerta se abrió como por arte de magia.
—Hey Ni. —habló con media sonrisa.

—Creí que no estabas en casa. Y uh... ¿vine en un mal momento?—preguntó y Louis frunció el
ceño. Enseguida Niall señaló sus ojos y estos se ampliaron.

—N-no... estaba practicando el arte de llorar. —rápidamente Louis se excusó.

—Vaya, eso suena bien. —Niall le sonrió, y Louis casi llora pero de la risa. ¿En serio el rubio era
así de ingenuo?

—No quiero ser grosero Niall, pero... ¿a qué viniste? —Louis preguntó después de un momento
de silencio.

—¡Oh cierto! —Niall río mientras una mano pasaba por su nuca—. Quería hablar contigo sobre
algo importante.

—En ese caso entra. —Louis se recorrió dejándolo pasar—. ¿Quieres té? ¿O café? —le ofreció
cortésmente mientras cerraba la puerta.

—Por el momento no, pero gracias. —respondió con una sonrisa.

—Siéntate. —el ojiazul le indicó amablemente—. Ahora soy todo oído. —le sonrío.

—Bueno... Desde esa noche no he podido dejar de pensar en lo que sucedió... ¿L-lo recuerdas?
—Niall comenzó nerviosamente.

—¿Cuál noche? —preguntó con el ceño levemente fruncido. En verdad no recordaba.

—La fiesta después de la sesión de videojuegos. —murmuró y Louis tragó en seco.


—Ah... esa. —puso una sonrisa falsa.

—Y seguramente recuerdas lo que pasó después de que bailamos... ¿cierto? —la mirada de Niall
chocó con la del oji-azul poniéndolo nervioso.

—Uh... algo así. —Louis mintió a medias. No quería parecer un completo mentiroso después de
que ya era un imbécil por romper con Eleanor por mensaje.

—Y-yo quería saber q-que te pareció. —Niall tartamudeó y en otro momento a Louis le hubiese
parecido lindo.

—N-no sé a qué t-te refieres. —Louis se mordió el labio después de hablar, esperanzado en que
Niall no dijera esa palabra que había estado evadiendo.

Silencio.

—El beso. —Niall lo soltó finalmente y Louis se mordió con más fuerza el labio.

—Yo...yo... —las palabras se quedaron en su garganta.

Más silencio.

—Por favor di algo Louis, me estás matando. —Niall dijo al borde de la desesperación.

—Creo que me gustó. —anunció y los ojos de Niall se iluminaron—. Pero no quiero que te
ilusiones, yo... el beso... tú... ¡Fue un error! —las palabras de Louis estaban revueltas.

—¿Un error? —sus ojos se apagaron y el oji-azul quiso retirar las palabras dichas—. Pensé que
te gustaba... —bajó la mirada.
—¿Por qué creíste eso? —preguntó suavemente; no quería lastimarlo más.

—Yo... —Niall soltó un suspiro repentino—, solamente lo creí. Pensé que después del beso tú me
dirías lo mismo y...

—Escucha Niall. Eres un chico estupendo pero lamento que mis sentimientos no te elijan.
Lamento no haberte declarado mi amor como tú lo hiciste, pero lo que más lamento es haberte
besado... No quería crearte ilusiones, pero veo que me equivoqué. —ahora Louis fue el que bajó
la mirada al sentir que no podía seguir viendo el dolor en los ojos de Niall.

—Está bien Lou... fue mi culpa. Debí saberlo. —Niall dijo enseguida y la cabeza de Louis se
levantó de golpe.

—¡No! —exclamó rápidamente—. Por favor no digas eso. Fue un malentendido que no debí
haber permitido. —se excusó.

—Fui yo. Perdóname por pensar que eras gay.

Otro silencio y esta vez más incómodo.

—Lo soy. —Louis declaró finalmente, y los ojos de Niall se agrandaron.

—¿C-cómo?

—Harry. Él es mi novio. —declaró, y los ojos de Niall ahora arrojaban lágrimas. Louis se espantó.

—¿D-desde c-cuando? —la voz de Niall cada vez era más frágil y Louis pensó que en cualquier
momento se rompería.

—Unos días. —el ojiazul habló con cuidado. No quería darle toda la noticia de golpe.
Niall tomó una bocanada de aire para después levantarse. Louis imitó su acción.

—¿Estás bien? —el ojiazul se atrevió a preguntar.

—¿Por qué no me lo dijiste? —Niall preguntó fríamente.

—No lo sé. Yo... todavía no sabía qu...

—¡Pudiste haberlo mencionado! —gruñó y el corazón de Louis se encogió del miedo—. Yo te


besé y ahora me siento como un idiota. —apretó los puños.

—Basta Niall. No lo hagas más difícil. —pidió suavemente.

—¡Pero me devolviste el beso! ¿Quieres explicar por qué? —Niall caminaba de un lado a otro
mareando al ojiazul.

—¡No lo sé! —Louis chilló perdiendo los estribos—. Estábamos ebrios.

—No. Yo lo estaba... ¡pero tú no! —Niall acusó.

—El ambiente estaba caliente, y simplemente me dejé llevar. ¿¡Es eso tan malo!? —cuestionó al
borde de la locura.

—¡Muy malo! —Niall anunció y Louis frunció el ceño—. Me diste a entender que yo también te
gustaba.

—Lo siento Niall. De verdad lo siento. —el ojiazul se acercó lentamente y lo detuvo—. Por favor
mírame. —buscó frenéticamente la mirada de Niall, pero este hacía todo para evadirlo. Louis,
cansado, sujetó fuertemente su mentón y de manera obligada junto ambas miradas—. Te quiero
como amigo, y por favor no hay que arruinar esta bella amistad... ¿De acuerdo?

El rostro de Niall se relajó.

—Prometo que encontrarás a tu otra mitad Niall. Yo mismo la buscaré. —Louis declaró mientras
sus brazos envolvían el cuerpo de Niall.

—¿Harry y tú? De verdad que no me la creo. —soltó de repente, y Louis elevó una ceja.

—¿Tiene algo de malo?

Niall se carcajeó.

—Será extraño verte con mi primo y contener las ganas de romperle la cara cada vez que te
bese. —anunció con cierto color sobre las mejillas.

Ahora Louis se carcajeó sin poder evitarlo.

=================

el amor es salvaje (9).

Harry está saliendo con Louis.


Eso era lo único que se escucha en los enormes pasillos de la universidad, y al ojiazul le estaba
poniendo nervioso. No sentía vergüenza por salir con Harry, lo que lo tenía nervioso era una chica
de piernas largas y cabello castaño. ¡Ella no le había mandado respuesta! Y las pobres uñas de
Louis se estaban acabando.

—¡Suertudo! —una chica desconocida para el ojiazul le gritó.

—¡Así se hace! —esta vez gritó un chico.

Louis se escudó en su casillero viendo a todos pasar mientras decían lo genial que era por lograr
tener a Harry en sus manos. A Louis le pareció extraño, porque Harry iba en la escuela rival y el
hecho de que en la universidad de Louis lo conocieran era anormal. ¿No se suponía que los de
alumnos de West Side odiaban hasta la muerte a los de East Side? Quizá sí, pero Louis estaba
empezando a sospechar que su novio era neutral.

A paso veloz atravesó las enormes puertas y cuando respiró el fresco aire supo que por fin estaba
a salvo. Hoy no le esperaba una tarde común, hoy iría a visitar la escuela de Harry porque él le
pidió dulcemente que lo fuera a ver en su práctica de futbol americano. Hace unos días habían
integrado nuevos al equipo y Harry había sido parte de los seleccionados. Y Louis no se iba a
negar ante la hermosa petición. ¿Además quien se perdería la increíble escena de Harry vestido
con uniforme y casco?

Tomó el transporte público aunque a veces lo odiara. Zayn le decía hasta el cansancio que
sacara su licencia de conducir y que así se podría olvidar de los cuerpos sudorosos de todos los
que viajaban, pero a Louis le daba pánico manejar un vehículo. No lo volvería a hacer desde que
sucedió ese accidente con Zayn. No fue nada grave, pero fue lo suficiente para que el ojiazul se
asustara.

—Aquí me bajo. —Louis le anunció al chofer.

Había visto pocas veces la universidad East Side —aunque claramente la mayoría fue por viejos
trípticos que le dieron cuando finalizó la preparatoria—, pero seguía siendo imponente. Su
infraestructura era divina; una buena combinación de materiales que dieron como resultado una
excelente vista. Antes de llegar, Louis se aseguró de quitarse la camiseta que decía en enormes
letras West Side, porque sabía perfectamente que podría morir si alguien de East Side lo viera
usándola.

Miradas curiosas le dieron la bienvenida, e inmediatamente se sintió intimidado. Cuando vio a un


chico con lentes y camiseta de cuadros no dudó en acercársele y preguntarle en donde se
encontraban las canchas de futbol. El extraño fue amable, y lo primero que Louis pensó fue que
ese chico debería de estar en una iglesia, más no en una escuela que amaba la violencia.

Cuando sus ojos azules por fin vieron el césped y las gradas, estos le enviaron una señal a sus
labios y ellos enseguida se curvearon en una sonrisa. Había cientos de chicos golpeando sus
puños porque acababan de hacer una anotación. Louis no entendía, y nuevamente se sintió un
completo tonto. Todos los deportes le parecían muy complicados a entender, excepto el beisbol
ya que gracias a Niall había comprendido lo básico.

—¡Lou! —escucho la voz de Harry y su mirada enseguida lo buscó—. Atrás de ti. —escucho que
el rizado rió y Louis sonrío aún más.

—¡Hazza! —el ojiazul se aventó a los brazos del chico.

—Llegas justo a tiempo. —le anunció.

—Creí que había llegado tarde. Tus compañeros ya se encuentran jugando. —al terminar de
hablar le besó dulcemente los labios.

—El entrenador quiere que unos jueguen ahora y otros después. Y obviamente yo le dije que
jugaría más tarde porque quería que tú vieras todo mi juego. —las mejillas de Louis no podían
estar más rojas.

—Te ves muy bien. —declaró con una sonrisa que a Harry contagió.

—Y espera a que me veas tacleando a los demás. —Harry dijo, y Louis se sintió bien al entender
lo que 'taclear' significaba. Enseguida el rizado tomó la mano del ojiazul guiándolo hacia las
gradas.

—Parece que soy el único que mirará el entrenamiento. —Louis intervino.

—Mejor aún. Habrá más Harry para ti. —dijo guiñándole un ojo a su novio.

—Sólo vete Styles. —declaró con las mejillas rojas. Harry rodó los ojos mientras le lanzaba un
beso y su cuerpo se fue alejando. Cuando Louis vio que ya había llegado al centro del campo
tomó asiento. Le esperaba una hora de total diversión.

(...)

Niall estaba enfrente de la casa de Danielle. Conocía a la chica desde hace más de dos años,
aunque raramente se juntaban a charlar o a salir a tomar algo, y era debido a que Danielle estaba
en su último año de universidad y necesitaba enfocarse en sus estudios. Y por otra parte Niall
vivía en Irlanda y no viajaba muy seguido a Londres.

Niall reconocía que ella era hermosa, pero nunca la quiso ver como algo más que 'amiga'. De
todos modos Danielle tenía un novio imponente, y sólo un tonto se atrevería a quitársela de las
manos. En este caso Zayn era el tonto, pero Niall suponía que siempre lo había sido; según por
las palabras de Louis.

—¡Niall! Por favor pasa. —Danielle exclamó al abrir la puerta—. ¿Cómo has estado?

—Muy bien, gracias Dani. ¿Y tú? —le sonrió mientras tomaba asiento en uno de los refinados
sillones.

—¡De maravilla! —la sonrisa de la chica seguía intacta— ¿Qué tal todo en Irlanda? He escuchado
que tienen muy buenos panqueques.

Niall soltó una risita.


—El clima es algo horrendo, pero la comida es lo mejor. Y los panqueques una delicia. —dijo con
emoción. Amaba a su país.

—Necesito juzgarlos, ¿eh? —ahora ella rió.

—Prometo traerte una docena cuando vuelva a venir. —Niall declaró.

—Eso sería genial. —Danielle se puso de pie y se dirigió a la cocina por dos copas de té verde. El
mejor para la salud según su doctor.

—Gracias. —Niall le sonrió—. ¿Y cómo está tu novio?

—Él está de viaje en estos momentos, pero está muy bien.

—Supongo que está bien porque tú eres una gran mujer que lo consciente... ¿o me equivoco?
—Niall cuestionó y Danielle casi se atraganta con la bebida caliente.

—Es como un osito de peluche. Es imposible no amarlo. —ella anunció con las mejillas llenas de
color—. ¿Y cómo está Harry? ¿Sigue siendo el mismo niño terco que solía ser? —ella preguntó
entre risitas y Niall no pudo evitar contagiarse.

—Creo que ahorita ya no lo es tanto. Tiene un novio que baja sus niveles de terquedad. —Niall
esbozó una sonrisa torcida al recordar que su crush era el novio de su primo. Para el rubio seguía
siendo algo incómodo.

—¿Novio? Cielos, creí que Harry no era gay. —Danielle frunció el ceño mientras hablaba.

—Nunca me dijo que lo era, pero igualmente la noticia me sorprendió. —Niall se encogió de
hombros—. Pero su novio es una maravilla. A cualquiera lo enamoraría. —soltó con toda
sinceridad. A pesar de que Louis lo había rechazado Niall lo seguía amando.
—Pues si se dicen maravillas de él tendré que conocerlo. —Danielle dijo enseguida.

—Y lo harás. Tengo una reservación para el sábado a las siete, y me encantaría que vinieras con
nosotros. —Niall dijo con una amplia sonrisa.

—Cuenta conmigo. Allí estaré y...

—No, no, no. —Niall la interrumpió y ella frunció el ceño ofendida—. Lo que quiero decir es que
un amigo vendrá por ti. Dices que tu novio no está y no sería recomendable que fueras sola. Hay
muchos chicos maliciosos allá afuera esperando por ti. —explicó tratando de no sonar como un
amigo excesivamente celoso. Pero Danielle no se imaginaba que Zayn era de esos chicos
maliciosos.

—Ay Niall, que lindo de tu parte. —le sonrió significando que había tomado bien el comentario—.
Claro, entonces yo espero la llegada de tu amigo y después todos nos veremos en el restaurante.

—Él se llama Zayn, y tiene un mechón de cabello teñido de marrón. Es fácil identificarlo. —habló
mientras su cabeza recordaba cada facción del chico que realmente era difícil de olvidar.

—Perfecto. —Danielle terminó la charla y Niall se retiró.

"Mi trabajo está listo. Niall Xx." Zayn recibió el mensaje y no podía describir lo feliz que se sentía.
¡Tenía una cita con Danielle y ni siquiera tuvo que ensuciarse las manos!

(...)

—Vamos Hazza, entra. A Zayn no le importará. —Louis le rogó por tercera vez. Harry seguía
pensando.

—¿Y si me vuelve a dar un sermón?


—Lo golpeo. Por favor entra. —Louis puso ojos de cachorro y la negatividad de Harry se debilitó.

—Solamente por unos minutos. —accedió finalmente y el ojiazul chilló de alegría.

La puerta principal se abrió y Harry entró con miedo. Zayn lo asustaba, y más desde la última vez
en aquella discusión en el restaurante. Sin embargo, desde antes ya le tenía miedo. De tan solo
ver esos piercings por todo su rostro ya pensaba que era un criminal hecho y derecho. Louis era
todo lo contrario, y no entendía por qué eran los mejores amigos.

—¡Louis! ¡Harry! ¡Mis queridos amigos! —Zayn gritó en cuanto los vio, pero era un grito cargado
de alegría.

—¿Zayn? ¿Estás ebrio? —Louis preguntó casi enseguida y el rostro de Harry se frunció.

—¡Para nada Lou! —Zayn seguía gritando.

—¿Y a qué se deben esos gritos? —Louis se cruzó de brazos.

—¡Tengo una cita con Danielle! —Zayn se subió al sofá y comenzó a saltar mientras seguía
dando gritos de felicidad. Las cejas de Louis se levantaron.

—¿Danielle? —Harry le preguntó al ojiazul.

—Una chica que trae a Zayn de cabeza. —respondió mientras veía a su amigo con los ojos bien
abiertos. Zayn nunca había saltado en el sofá y menos con un extraño viéndolo. Y Louis pensaba
que a su amigo le seguía cayendo mal Harry... ¿pero ya vieron lo que podía hacer la felicidad?
Hacer olvidar a tus enemigos.

—Oh. —Harry exclamó mientras sus ojos bajaban y subían debido a que no despegaba la vista
de Zayn.
—Okay Zayn, te felicito. Harry y yo iremos a mi habitación, ¿está bien? —Louis le preguntó
mientras se le acercaba. Quería ver que tan 'feliz' estaba su amigo.

—¡Diviértanse chicos! —fue lo único que dijo y Louis sonrió. Era como tener a un Zayn ebrio, pero
más amable.

—Ya escuchaste lo que dijo. —Harry dijo sonriendo pícaramente mientras sujetaba el brazo de
Louis. Lo jaló hacia la única habitación y como si fuera ya una costumbre cerraron la puerta con
seguro, no sin antes colocar el letrero de NO MOLESTAR del otro lado de la puerta.

(...)

Después de cinco minutos Zayn había dejado los saltos para ver un poco de televisión, pero cada
segundo escuchaba ruidos extraños que invadían su zona pacífica y eso lo sacaba de quicio.
Pensó que eran los gatos comiendo en la basura, pero cuando vio por la ventana que no había
ninguno se comenzó a asustar. Eran ruidos que jamás había escuchado... pero a la vez se le
hacían familiares.

Buscó en cada habitación de la casa, y cuando se fue acercando más a la de Louis los ruidos se
hicieron más fuerte. Rápidamente encendió la luz del pasillo y sus ojos se abrieron al ver el
asqueroso mensaje del letrero. En definitiva Zayn iba a molestar, y no le importaba lo que dijera
un tonto letrero.

—¿Esto es su definición de diversión? —Zayn les preguntó al abrir la puerta encontrándose con
un pobre Louis soportando el cuerpo de Harry. Ambos al escuchar su voz se separaron, y el
rizado fue a dar al suelo. Louis soltó una risita a pesar del ambiente que se estaba creando.

—Zayn, por favor déjanos. —Louis le pidió amablemente mientras ayudaba a su novio a volver a
la cama.

—Bien, pero estaré vigilándolos. —solamente dijo eso y el ojiazul frunció el ceño. ¿Eso era todo?
¿No iba a ponerse a discutir con Harry?
—Gracias Zayn. —Harry habló al ver que Louis no podía.

El nombrado cerró la puerta con el rostro a punto de explotarle. Quería proteger a Louis de ese
maniaco, pero su amigo ya era lo suficientemente grande como para hacerlo por el mismo. Por fin
la confianza de Zayn hacia el ojiazul estaba floreciendo.

Sus oídos seguían pegados a la puerta esperando el momento para entrar y golpear el rostro de
Harry... pero ese momento nunca llegó. Zayn entró al no escuchar ruido del otro lado, y se
encontró con la imagen más hermosa que sus ojos pudieron haber visto. Los brazos de Harry
protegiendo el pequeño cuerpo de su amigo, y sus pieles muy cerca claramente diciendo el amor
que se tenían.

Zayn salió con el corazón en paz. Y sin que su mente dijera ni una sola palabra volvió al sofá.
Antes él era el que cuidaba la vida de Louis, pero ahora su mejor amigo ya había encontrado a
alguien.

Harry Styles tenía entre sus manos la valiosa vida de Louis Tomlinson, y Zayn podía vivir con ello.

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no es así (10).

Danielle estaba terminando de colocarse los pendientes que su abuela le regaló antes de fallecer.
Enseguida se puso polvo compacto por tercera vez en las mejillas tratando de resaltar más sus
pómulos. Bajo la mirada hacia su cintura y sonrió. Ese vestido hacía resaltar su figura. Se lanzó
un beso diciendo que lucía hermosa y se miró por última vez en el espejo.
Bajó las escaleras y rió cuando casi se tropieza.

—Sé que no debí ponerme estos tacones. —se dijo a si misma mientras sacudía la cabeza.

Saco el pie de la zapatilla y se cercioró de que su pie no estuviera lastimado. Pero el sonido del
timbre hizo que se volviera a colocar el zapato a la velocidad de la luz.

—Zayn, ¿verdad? —Danielle dijo abriendo la puerta y fijando la mirada en ese mechón de color
café que Niall le había mencionado.

—Para ti siempre. —a Zayn se le escapó esa frase y enseguida se tapó la boca. Danielle lo
miraba divertida—. Lo siento.

—Descuida. Soy Danielle. —dijo y le extendió la mano.

—Un gusto. —Zayn apretó la mano de la chica un poco fuerte y ella soltó el agarre
rápidamente—. Uh... ¿nos vamos? —se rascó la nuca nerviosamente.

—Claro. —Danielle respondió casi enseguida.

A ella le pareció elegante el auto de Zayn, y él le explicó que ganaba buena cantidad de dinero en
su trabajo. Danielle no quería entrometerse, pero le terminó preguntando en que trabaja, y Zayn
se sintió un poco triste al notar que Danielle no recordaba que él mismo le había dado un
masaje... ¡y lo peor fue que se lo había dado gratis!

—Lo siento Zayn. Mi memoria ha estado fallando en estos días. —Danielle se disculó por
segunda vez.

—No te preocupes. —le sonrió falsamente.

En el resto del camino hablaron cosas al azar; como a qué animales eran alérgicos o que juego
del parque de diversiones les aterraba. Zayn aprendió las cosas básicas de Danielle, y significaba
que estaba teniendo un gran inicio.

—¿d'Italia al tavolo? —Danielle preguntó en cuanto vio el letrero del restaurante.

—Niall insistió en que quería comida italiana. —Zayn se encogió de hombros.

—Ese chico tiene muy buen gusto. —anunció y por un momento los celos invadieron el cuerpo de
Zayn.

Bajaron del vehículo y un chico con un traje elegante les dio la bienvenida abriéndoles la puerta.

—Bienvenidos a d'Italia al tavolo. ¿En qué les puedo ayudar? —el chico habló amablemente.

—Un amigo nuestro apartó unas mesas. —Zayn le informó.

—En ese caso pasen por aquí. —los llevó hasta una computadora y desde allí el chico tecleó el
nombre de Niall—. Aquí está. Piso superior y mesa cinco. —el chico miró a Zayn esperando su
aprobación. Él asintió—. Perfecto. Síganme por favor.

El piso superior era todavía más elegante y a Danielle le fascinó. Las paredes tenían decoración
parecida a la que había en el Renacimiento y eso la volvió loca. Le dijo a Zayn que estaba
encantada con la decoración, pero el pobre apenas pudo entenderla y creyó que estaba hablando
en otro idioma.

Solamente pidieron dos copas de vino blanco porque querían esperar a sus amigos antes de
comenzar con los alimentos. En esos diez minutos que estuvieron esperando verdaderamente
fueron fáciles; a Zayn no le costó entablar nuevamente una conversación y Danielle era una chica
muy risueña y no había momento en el cual no riera. Cualquiera que los viera diría que hacían
una buena pareja.

Niall llegó acompañado de Louis y Harry. El rubio aceptó a regañadientes que su primo fuera
porque obviamente quería pasar un tiempo a solas con Louis, pero sabía que ya no tenía
oportunidad con él. Sin embargo, esos momentos en los cuales estaba con Louis todavía se le
hacían lindos y le recordaba porqué se había enamorado.

El principio de la cena fue cálido y todos en la mesa estaban pasando un lindo rato. Cuando ya
iban casi por el postre todo se volvió algo incómodo. Harry y Louis estaban en su mundo; se
pasaban notitas secretas debajo de la mesa y reían como colegialas enamoradas. Un poco
molesto a decir verdad. Danielle y Zayn estaban en las mismas, pero su conversación no pasó a
más que la de unos simples amigos. Niall, él era el problema. Estaba cabreado; veía como los
cuatro sujetos lo ignoraban por completo y cada minuto trataba de llamar la atención. Suspiró y se
dio por vencido, rogando que la cena terminara pronto.

—Voy al tocador. —Danielle anunció al sentir como su celular vibraba en su bolso. Zayn fue el
único que verdaderamente escuchó y le dio un asentimiento de cabeza.

—Tierra llamando a Harry y Louis. —Zayn dijo tratando de llamar su atención. Ambos se giraron a
mirarlo y el ojiazul se alzó de hombros preguntando cual era el problema—. ¿Pueden dejar de
darse miel por un par de segundos?

Harry frunció el ceño y Louis rió.

—¿Darse miel? ¿Eso qué significa? —Harry preguntó.

—¡Que dejen de comportarse como unos ridículos cursis! —Niall le ganó a la palabra a Zayn.

—Hey... ¿estás bien? —Louis preguntó enseguida mirándolo con una ceja levantada.

—Lo siento. Yo tengo que irme. —Niall se levantó y corrió de allí sin decir nada más y sin permitir
que alguien lo detuviera.

—Será mejor que alguien vaya a verlo. —Harry dijo.


—Yo iré. —Zayn habló inmediatamente.

—¿Por qué? —Louis cuestionó.

—Porque Niall hizo posible esta maravillosa cita con Danielle y sería horrible de mi parte no
ayudarlo con la suya. —explicó.

—¿Entonces crees que está molesto porque no consiguió cita? —Louis nuevamente cuestionó.

—Diría más bien porque su cita ya tiene otra cita. —Zayn discretamente le señaló a Harry, y Louis
entendió y se sintió culpable por la actitud de Niall.

El ojiazul iba a preguntarle a su amigo como es que sabía las preferencias de Niall, pero decidió
callarse al recordar que Harry aun no sabía nada al respecto.

—Si Danielle pregunta díganle que volveré en unos minutos.

Louis asintió y Harry parecía ajeno a la situación.

(...)

El frio golpeaba la nariz y mejillas de Niall. Hace más de tres minutos que estaba sentado en el
estacionamiento del restaurante viendo como las parejas pasaban con una enorme sonrisa sobre
sus rostros. Maldijo el momento en que se enamoró de Louis Tomlinson.

—Hey amigo, ¿cómo va todo? —Zayn preguntó de lo más normal y Niall se limitó a mirarlo—. Sé
que te gusta Louis. —soltó.

Niall tosió al sentir que casi se atragantaba con su propia saliva. Zayn tomó asiento a su lado y
dio unos golpecitos en la espalda ayudándole.
—Tu secreto, si es que así lo quieres llamar, está a salvo conmigo. —Zayn dijo suavemente.

—¿Por qué quieres ayudarme? —Niall preguntó enseguida.

—Porque tú me ayudaste con Danielle. Y yo siempre regreso los favores aunque la otra persona
no los pida.

—Creí que eras diferente. —Nial dijo después de un momento.

—¿Diferente? ¿En qué sentido? —Zayn frunció el ceño.

—Por tu apariencia creí que eras de esos tipos rudos que andan diciendo a todo el mundo que no
tienen corazón. Ya sabes, de esos que no ayudan a nadie por miedo.

—Oh. —Zayn lo miró y le dio un asentimiento.

—Pero ahora veo que quizás no eres así.

—¿Quizás? —Zayn preguntó con una ceja levantada.

—Vamos Zayn, no te conozco más allá de que sé que te gusta Danielle. —Niall intervino
enseguida.

—¿Y Louis no te dijo cosas buenas sobre mí? —preguntó esperanzado.

Niall chasqueó la lengua.

—Habló de lo buen amigo que eres mientras se comía un hot dog. —se alzó de hombros.
—Ya veo... pero sigue siendo extraño. Cuando íbamos en segundo año de preparatoria Louis
escribió un poema sobre mí. Todos se burlaron, así que de todos modos creo que no funcionó.

Zayn suspiró.

—Y yo creo que deberías ir adentro. El frío podría arruinar tu cabello. —Niall declaró al borde de
la risa.

—¿Así que ya sabes que soy un poco cuidadoso con mi imagen?

—Louis mencionó algo acerca de ello.

Zayn estaba apretando los puños dentro de su chaqueta y se encargaría de repartirlos más tarde
por todo el rostro de Louis.

—De igual manera me di cuenta. Trabajas en una estética y te dedicas a cuidar la imagen de
todos. Y por obvias razones también cuidas la tuya. —Niall concluyó.

—Que listo. —Zayn anunció y Niall esbozó una sonrisa.

—De verdad pienso que deberías ir adentro. —dijo después de un momento.

—¿No me quieres aquí? —Zayn lo miró.

—No es eso. Danielle debe estar molesta porque desapareciste y...

—Pero no es como que ella sea mi chica. —Zayn se encogió de hombros.

—Creí que querías que lo fuera. —Niall habló sorprendido.


—Me di cuenta que probablemente jamás consiga que sea mi novia, así que solamente desistí.
—Zayn dijo con total calma.

—¿La vas a dejar ir? —Niall seguía con sorpresa en el rostro.

—Ella tiene novio y en el camino me habló maravillas de él. ¿Y sabes que fue lo más extraño? No
me puse celoso. Dejé que me contara todo sobre él y yo solamente sonreía.

—¿Y por qué sonreías?

—Porque ella estaba siendo feliz. —Zayn giró su cabeza hacia Niall—. Y yo no soy nadie para
quitarle esa felicidad.

—¿Y por qué cambiaste de opinión?

—Louis y Harry me lo mostraron. —dijo, y Niall frunció el ceño—. Fui un completo patán con
ambos porque me la vivía preocupándome por mi amigo. Seguía tropezándome con la misma
piedra y todos me advertían, pero jamás les hice caso. Al final supe que no por siempre podría
cuidar de Louis y que Harry ahora tomaría mi lugar.

Zayn dejo salir un suspiro.

—Cielos... eso fue muy lindo de tu parte. —Niall lo miró.

—Gracias... Yo sólo me di cuenta que estaba haciendo un mal mientras trataba de hacer un bien.
—Zayn sacudió la cabeza mientras soltaba una risita.

—Creo que te juzgué mal. —Niall dijo después de unos segundos—. Yo también estaba
equivocado con respecto a ti. Y resulta que tú quitaste la piedra con la que me tropezaba. —le
sonrió cálidamente.
—Así es la vida amigo. Es una montaña rusa que cada vez va más veloz.

Ambos dejaron el pavimento y caminaron sin rumbo. Mientras seguían a la luna se estaban
adentrando en un lugar desconocido. El miedo no estaba con ellos, porque en el fondo sabían el
final podría resultar muy provechoso.

(...)

Danielle se había retirado del restaurante diciendo que Liam estaba por llegar al aeropuerto. Se
disculpó con Louis y Harry por abandonar la cena, y culpó de todo a su novio por llegar antes de
lo previsto.

—Eso fue triste. —Louis declaró.

—¿Qué fue triste? —Harry preguntó mientras trataba de comer la carne que venía dentro de una
de las tenazas de la langosta.

—El hecho de que Danielle no notó la ausencia de Zayn. —Louis suspiró y trató de concentrarse
en su bebida.

—Y hablando de Zayn... ¿en dónde está?

—Ni idea. Pero no creo que siga hablando con Niall. —Louis pensó por un segundo
contemplando todas las posibilidades de la parada de su amigo.

—Seguramente se fueron por ahí. —Harry declaró.

—Espero que no estén ebrios porque Zayn se pone como un demente cuando...
—¡Maldita langosta! —Harry gritó cortando la tenaza con sus manos y lanzándola hacia la mesa
de enfrente. Louis le dio un codazo.

—Agradece que no se dieron cuenta. —Louis le susurró en un tono serio.

—Apenas pueden notar que siguen vivos. —Harry bufó.

Louis rodó los ojos y observó nuevamente a la pareja de ancianos. Instantáneamente sonrió al
darse cuenta de que eso era lo único que quería en la vida. Una persona que lo amara hasta el
final de los días. Pero ese deseo era tan inalcanzable como las nubes del cielo.

Harry seguía ocupado y maldiciendo a la pobre langosta que dejó pasar ese momento. Louis
suspiró al recordar que su novio era muy distraído.

Después de un par de minutos Louis notó algo raro. Miró hacia la mesa que quedaba en la
esquina y su mandíbula casi se cayó. ¡Eleanor maldita Calder estaba a escasos metros! El ojiazul
se puso nervioso y trató de esconder su rostro en uno de los menús que el mesero había olvidado
llevarse, pero para su mala suerte Eleanor lo notó.

—Mierda. —Louis gruñó haciendo que Harry por fin prestara atención en él.

—Cuida ese vocabulario. —le advirtió burlonamente.

—Por favor Harry. Esto es serio. —Louis dijo entre dientes.

—¿Qué sucede? —el rizado se percató de que su novio no dejaba de mirar hacia una de las
esquinas e inmediatamente depositó la mirada allí.

—No mires, no mires. —Louis se apresuró a decir.

—Diablos Louis. Me estás asustando. —Harry dijo perdiendo la poca tranquilidad que le quedaba
después de que la langosta se había llevado la mayoría.

—Sólo haz lo que yo te diga. —Louis habló al percatarse de que Eleanor se estaba acercando—.
Métete debajo de la mesa. —le ordenó sin una pizca de burla.

—No haré eso. ¿Estás loco? —Harry lo miraba con el ceño fruncido.

—Maldita sea Harry. ¡Sólo hazlo! —le gritó directamente en el rostro y el rizando se espantó.
Debía haber algo muy malo allí como para poner a Louis de esa forma.

—Después me explicas William. —Harry gruñó desde debajo de la mesa y el ojiazul pasó el
hecho de que lo había llamado por su segundo nombre.

—¡Louis! —su voz chillona lo aturdió.

El ojiazul la miró y puso una expresión de sorpresa.

—¡Eleanor! Hey, no sabía que estabas aquí. —dijo con toda la normalidad posible.

—Yo tampoco, pero que bien que nos encontramos. —ella dijo poniendo una sonrisa.

—¿Y qué haces por aquí? —Louis preguntó de repente. Se golpeó mentalmente por haberlo
hecho.

—Vine a una cena que el novio de mi hermana organizó. Ya sabes, una tradición antes del
matrimonio para que las dos familias se conozcan. —respondió mientras señalaba a un chico de
cabello rojizo informando que él era el novio.

—Oh, pues que... espera, ¿tú hermana ya se va a casar? —Louis trataba de acomodar en su
cabeza todas las preguntas que tenía.
—En dos días es la boda. Creí que ya te había dicho.

—Uh... en verdad no recuerdo que lo hubieras mencionado. —Louis se rascó la nuca nervioso.

Lo más probable era que Eleanor si lo hubiera mencionado, pero los oídos de Louis estaban
puestos en algo más... o mejor dicho en alguien más.

—Pues... ahora que ya lo sabes sería horrendo de mi parte si no te invitara y...

—Tranquila, no hay problema si no quieres. —el ojiazul la interrumpió ansioso.

—No seas tontito Lou. Eres mi novio, ¿por qué no te invitaría? —Eleanor habló mientras soltaba
pequeñas risitas.

Esperen un momento... ¿Qué carajos está sucediendo aquí?

—¿N-novios? —Louis tartamudeó.

Eleanor suspiró.

—Sé que no nos hemos visto en mucho tiempo, pero eso no significa que ya no seamos una
pareja.

Harry se removió incómodo y con fuerza golpeó el tobillo de Louis.

—¡Mierda! —el ojiazul chilló y Eleanor se sobresaltó—. Tengo un horrible dolor en la pierna, es
todo. —se apresuró a decir.

Las manos de Louis viajaron hasta el cabello de su novio y con firmeza lo sostuvo impidiendo así
que este se levantara.

—¿Entonces qué dices? ¿Vienes? —Eleanor preguntó después de unos segundos. La boca de
Louis se moría por decir que no, pero ella lo interrumpió—. Significaría mucho para mí que lo
hicieras.

Eso fue lo que derramó el vaso.

—Iré. —accedió finalmente poniendo una sonrisa falsa.

—¡Yay! —Eleanor chilló y Louis quería morirse en ese mismo instante—. A mi hermana le
encantará verte. Nos vemos entonces. —le lanzó un beso y dio media vuelta.

—Espera Eleanor. —Louis dijo rápidamente.

—¿Qué sucede? —le sonrió.

—¿De casualidad no te llegó un mensaje mío diciendo que me había encontrado con un pájaro
de tres patas? —Louis puso su mejor cara al decir eso. Eleanor se rió.

—Lamento si me enviaste mensajes Lou, pero mi celular fue destrozado por una trituradora hace
más de tres semanas. —ella hizo una mueca.

Mierda, mierda, mierda.

Louis recapituló todo una vez que Eleanor regresó a su asiento. Él seguía en una relación con ella
porque una maldita trituradora decidió que era buena idea comerse un aparato electrónico.

—¿Qué fue todo eso Louis? —Harry preguntó saliendo de la mesa.


—No tengo la menor idea. —Louis golpeó su cabeza contra la mesa repetidas veces.

—¿Quién era ella? ¿Y cómo que aún es tu novia? —el rizado preguntó cruzándose de brazos
lanzándole una mirada asesina.

Louis no le mencionó nada de lo de Eleanor a Harry, y mucho menos lo del mensaje. El ojiazul
pensó que todo le iba a salir bien, pero resultó que ese todo se puso peor. Ahora tenía que dar
dos explicaciones e ir a una boda de dos desconocidos que en ese momento le importaban un
soberano pepino.

—Estoy jodido.

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la miel de Harry (11).

—¿Así que todavía eres novio de Eleanor? —Zayn preguntó mientras se tomó un tiempo para
aclarar la mini historia que su amigo le había contado.

Louis asintió pesadamente.

—Vaya bro, creo que esta vez si estas jodido. —le mostró una mueca.

—¡Y lo estoy! —el ojiazul exclamó con frustración—. Esa maldita trituradora me las va a pagar.

—Más bien Eleanor. ¿Qué idiota deja por "accidente" su teléfono en la trituradora?
—Creo que te estás saliendo de la conversación Zayn. —Louis le reprochó.

—Lo siento, pero tú sabes que alguien tenía que decirlo. —se defendió y el ojiazul le lanzó una
mirada asesina.

—Ahora por favor vayamos al punto... ¿Qué se supone que voy a hacer? —Louis se pasó la
mano por el cabello y en un momento pensó en tirar de el para así arrancarlo.

—En la boda de su hermana le dices que eres gay.

—¿Lo suelto nada más así?

—Para que seguir mintiendo. Si mientes te quedarás con la castaña tonta y adiós al castaño
apuesto. —Zayn dijo enseguida—. Hablando del castaño... ¿Con Harry va todo bien? Me dijiste
que tuvieron una especie de discusión ese día en el restaurante.

—Todo bien, pero temo que no dure por mucho.

—¿Y por qué dices eso? Ustedes dos se ven realmente enamorados. —Zayn pasó su mano por
toda la espalda de su amigo.

—No lo sé... tú sabes que no soy bueno en esto de las relaciones. Sólo mira como estoy con
Eleanor, mandándole mensaje diciendo que terminamos... y no quiero cometer ese mismo error
con Harry.

—A Harry lo podrías terminar por llamada... —Zayn sugirió riendo. Luego se calló.

—Zayn, esto es serio.


—Esa fue la última tontería que digo. —le prometió casi arrodillándose.

—¿Realmente debo decirle en la boda? ¿No crees que eso arruinaría su día?

—¡Y que importa! Es la boda de su hermana, no de ella. —Zayn dijo enseguida.

—Siento que debo esperar por...

—¡No! —lo interrumpió poniéndose de pie—. Si esperas más todo se pondrá peor, créeme.

—Odio cuando tienes razón. —Louis sacudió la cabeza mientras le regalaba una sonrisa a su
amigo.

—Increíblemente siempre la tengo, pero por eso eres mi amigo, ¿no? —Zayn preguntó con una
sonrisa de un absoluto patán orgulloso.

—Diablos Zayn, no podría vivir sin ti. —Louis declaró mientras le brindó un gran abrazo.

...

Louis tocó varias veces la puerta de su novio y él salió a toda prisa mientras capturaba sus labios.
Ambos entraron y sus bocas nunca se despegaron.

—¿Podrían dejar de darse miel cuando estoy presente? —Niall preguntó en un tono serio pero a
la vez divertido.

—¿Darse miel? Eso es lo que Zayn dice... ¿acaso ustedes dos ya son muy buenos amigos?
—Louis preguntó con una ceja levantada. Harry rió bajito.

—Tuve una linda noche con él, sólo eso. —afirmó, y el ojiazul rodó los ojos.
—Creo que fue más que linda. —Harry le susurró a Louis con la intención de que su primo lo
escuchara.

—Yo me largo. —Niall anunció desapareciendo hacia la cocina.

—¿Está bien? —Louis preguntó después de unos segundos.

—Sí, un poco molesto porque dentro de tres días se va a Irlanda. —Harry dijo con simpleza.

—Creí que se quedaría hasta que terminara el mes. —el ojiazul dijo con tristeza en su tono.
Realmente iba a extrañar a Niall.

—Su padre lo necesita allá. Mencionó algo de vacas y luego corté la conversación. —habló
mientras tomó a Louis de la cintura para después empujarlo suavemente. Su cuerpo cayó en el
sofá y Harry enseguida se montó sobre él.

—Basta Harry. —murmuró Louis dando pequeños golpes en el pecho de su novio.

—Mmm... creo que no quiero parar.

Comenzó a besar el rostro del ojiazul; el cual ya estaba llegando al punto más alto del color rojo.

—N-necesito hablar c-contigo. —tartamudeó.

—¿No puede esperar? En estos momentos estoy muy ocupado mirando lo hermoso que eres.

Louis se sonrojó aún más.


—Es sobre Eleanor. —declaró y Harry detuvo los besos.

—¿Ya te deshiciste de ella? —preguntó entusiasmado.

—Lo haré. Mañana, en la boda de su hermana. —Louis habló bajito.

—¿No crees que eso es un poco cruel?

—Lo sé, pero Zayn insistió y...

—Claro, eso esperaba de él. —Harry lo interrumpió y Louis le sacó la lengua defendiendo a su
amigo— ¿Estás seguro de hacerlo?

—Por supuesto. Quiero terminar con ella... pero para eso te necesito.

Harry frunció el ceño no entendiendo la situación.

—Debes ir a la boda conmigo. Así Eleanor sabrá que no le estoy mintiendo, porque tú sabes
cómo son las chicas. —Louis explicó.

—Okay, iré contigo. —Harry accedió y Louis dio un gritito de felicidad—. Además hace tiempo
que no como pastel, así que digamos que la rebanada sería el premio. —Harry sonrió mientras le
apretaba suavemente la mejilla a su novio.

—Gracias Hazza. —se inclinó para besar sus labios— ¿Y sabes que haremos? Tomaremos
muchas rebanadas y las guardaremos en nuestros sacos. —le lanzó un guiño informó y la sonrisa
de Harry se amplió.

—Ese es mi chico. —susurró seductoramente en el oído del ojiazul y este creyó que estaba
muriendo y subiendo al cielo.
—Louis, por favor no vayas a comerte a mi primo porque lo necesito para que me lleve al
aeropuerto. —Niall habló mientras salía de la cocina cargado con un tazón de palomitas.

—Tranquilo Ni, ya me iba. —Louis miró a su novio quien hacía un lindo puchero, y después de
insistir Harry lo dejó levantarse.

—¡Aquí está! —Niall se dijo así mismo tomando un DVD de su serie favorita.

—Escuché que ya te vas. —la voz de Louis lo sorprendió y Niall dio media vuelta encontrándose
con ese pequeño cuerpo que no podía evitar mirar.

—Sip, ya me voy. —afirmó mientras metía sus manos a los bolsillos de su suéter.

Louis se acercó más a él.

—Escucha Niall, si es por mí juro que...

—No es por ti, mi padre quiere que regrese. Necesita ayuda en su rancho. —dijo enseguida—.
Está teniendo más trabajo de lo normal y no hay nadie que le ayude, por eso me lo pidió a mí.
—explicó para tratar de convencer al ojiazul de que realmente era por eso.

—Oh... bueno, espero que te vaya bien y ojalá vengas pronto. —Louis le sonrió tímidamente.

—Gracias, e igualmente espero lo mismo.

Harry observaba la escena mientras comía las palomitas de su primo.

—¡Hey! ¡Son mías! —Niall terminó el contacto visual con Louis y corrió hacia Harry. Le arrebató el
tazón y debido a ello más de la mitad de las palomitas fueron directo al suelo. Harry estalló en
risas—. Gracias primito. —habló con sarcasmo mientras caminaba de vuelta a la cocina.
—Bien, no quiero estar cuando Niall salga, porque seguramente te golpeará. —Louis dijo
mientras abría la puerta de la entrada. Harry le lanzó un beso para después rápidamente ir a su
habitación impidiendo el que su primo lo asesinara.

Cuando Louis entró a su casa escuchó las risas y súplicas por parte de su novio, y en ese
momento agradeció el tener de vecino a un chico loco con increíbles locuras.

...

Al día siguiente

—¿Crees que este traje me hace ver gordo? —Louis le preguntó a su amigo.

—Para nada. Te ves genial. Yo soy genial por hacerte verte genial.

Louis bufó.

—La corbata sigue sin convencerme. —el ojiazul retomó el tema de la corbata y Zayn rodó los
ojos.

—La usé en la fiesta de Sarah y todas llegaron a mí con la excusa de hacerme un mejor nudo.
Esto te traerá chicas.

—Dos cosas Zayn; no quiero atraer a nadie porque ya tengo a Harry. Y dos, las chicas no me
van.

—Lo sé. Solamente quería animarte. —Zayn se alzó de hombros.

—Calla y termina con las mangas. —Louis le ordenó suavemente. Zayn rió al ver el estado
nervioso de su amigo. Siempre le pareció divertido, ¿así que por qué no reírse ahora?

...

Treinta minutos después Harry y Louis estaban de camino hacia el gran salón donde la
importante celebración se iba a llevar a cabo. En todo el viaje el rizado elogió a su novio diciendo
que se veía cautivador y dulce. Enseguida la mirada de Louis se iba a la ventanilla tratando de
ocultar su sonrojo. Y Harry no paraba de sonreír. Con Louis nunca lo hacía.

Mientras tanto, Zayn y Niall vieron un partido de beisbol en la TV, pero estuvo tan aburrido que
decidieron ponerle sabor a su manera.

—¿Realmente quieres apostar? —Niall le preguntó con las cejas levantadas.

—¿Acaso no has apostado niño? —Zayn se llevó la lata de cerveza a la boca.

Niall lo miró como si quisiera golpearlo—. Obviamente he apostado. ¿Crees que vengo del siglo
XVII?

—Bueno, entonces hagámoslo. —Zayn se giró hacia él—. El perdedor saldrá mañana al mediodía
a la calle... desnudo...

—Vaya Malik, pensé que el castigo iba a estar un poquito más fuerte. —Niall escupió burlándose
de él.

—A esa hora las porristas pasan en sus autos, y siempre llevan celular... —Zayn lo miró con una
sonrisa burlona.

Niall se congeló.

—¿Asustado Horan? —preguntó pasando una mano por enfrente de su rostro.


—Para nada. —habló enseguida—. Espero que te veas bien desnudo, ya sabes, por el bien de
las porristas. —le guiñó el ojo.

Zayn soltó una risotada.

—Y por el bien de todos, espero que tú video no se suba a YouTube. —Zayn contraatacó.

—Cállate y cerremos el trato. —lo apresuró y Zayn rodó los ojos. Odiaba cuando le hacían eso.

—Si Louis termina con Eleanor y vuelve con una sonrisa... yo gano. —Zayn comenzó.

—Pero si algo malo sucede y todo sale mal... yo gano. —Niall finalizó.

—Creo que deberías retractarte, sabes perfectamente que yo ganaré. —Zayn se levanta y le
sonríe maliciosamente antes de correr hacia la cocina por otra cerveza.

—Nunca dudes del poder de las bodas. ¿Qué no ves la televisión? Cada boda se arruina por
algo, y esta no creo que sea la excepción. —Niall le grita y aunque estén a metros de distancia
puede escuchar perfectamente el bufido de Zayn.

—¿Qué malo podría pasar? No es como si a Eleanor se le ocurriera llevar una trituradora.

Niall se carcajeó.

—No puedo creer que aun sigas con ese tema.

—¡Es un clásico! Cada año te lo recordaré. —Zayn declaró y Niall le arrebaó la lata de cerveza
dedicándole una sonrisa cálida.
...

El salón era enorme, y Louis creyó que sus ojos podrían perderse. La mano de Harry lo
tranquilizó y lo ayudó a llegar hasta su mesa.

—Admito que todo se ve genial. —Harry dijo mientras caballerosamente recorría la silla de su
novio.

—Es precioso, pero aun así sigo pensando en que me perderé. —Louis siguió insistiendo en ello
y Harry apretó más su mano.

—¿Cuándo se lo dirás?

—Después de que se parta el pastel. —habló con seguridad.

—¿Y por qué?

—Probablemente Eleanor me saque a golpes al enterarse y no me quiero quedar sin pastel.


—Louis lo miró con una sonrisa traviesa y Harry se derritió porque esa era su sonrisa favorita.

—El pastel es nuestro objetivo principal, no lo olvides. —declaró y Louis soltó una pequeña risita
que enseguida fue borrada al ver a la castaña.

—Ya llegó. —anunció y sus labios temblaron. Harry giró su cabeza y sintió asco al verla—.
Diablos, ahí viene.

El nerviosismo de Louis aumentó y Harry se sentó a su lado.

—Todo estará bien. —le susurró muy cerca del oído.


—¡Lou-Lou! Gracias por venir. —Eleanor estaba a escasos centímetros de ambos—. Oh, veo que
trajiste a un amigo. —su mueca de desagrado se hizo presente.

—Uh... es Harry, un muy buen amigo. —Louis enfatizó las palabras y Harry casi se muere de
ternura.

—Hola Harry. —Eleanor le dirigió la palabra solamente por cortesía.

—Un gusto chica. —le respondió tratando de sonar amable, pero por dentro estaba explotando de
la furia.

—Lou... ¿puedo hablar contigo un minuto? —Eleanor puso su mirada en el ojiazul.

—Claro. —habló no muy convencido pero aun así salió de su cómodo asiento.

Harry le hizo una seña diciendo que todo estaría bien, pero Louis entendió otra cosa y se
atragantó con su risa.

Ambos se alejaron lo suficiente que ya estaban a punto de llegar a los sanitarios. Eleanor detuvo
a Louis poniéndole una mano en el pecho. El ojiazul quería salir corriendo en busca de la ayuda
de su novio.

—¿Te importaría que esta noche estés conmigo? —ella preguntó dulcemente—. Y si es por Harry
descuida, tengo una gran amiga para que le haga compañía. —se apresuró a decir.

Claro que no perra. Eso era lo que Louis quería decir, pero su boca era tan cobarde que
pronunció las palabras incorrectas.

—Está bien. No hay problema. —el ojiazul fingió una sonrisa.


—¡Yay! —gritó, y verdaderamente Louis odiaba ese chillido que cada vez salía con más
frecuencia. Estaba matándolo.

Eleanor tomó la mano de Louis y lo llevó hasta su mesa. Él se sentó con desconfianza mientras
sus ojos estaban tratando de encontrar una cabellera rizada, pero el cuerpo de Eleanor le impidió
seguir viendo.

—Voy a hablar con mi amiga. Estaré de vuelta en un segundo. —ella besó la comisura de sus
labios y Louis se sobresaltó. Cuando Eleanor estuvo lo suficientemente lejos el ojiazul tomó una
servilleta y se quitó los restos de labial.

Lo siguiente que hizo fue sacar su teléfono y mandar un rápido mensaje a su novio.

Eleanor está loca y quiere que me quede el resto de la fiesta con ella. Pero ella no planea dejarte
solo... enviará a una chica contigo. Por favor no te enojes xx.

Louis dejó salir un suspiro de alivio cuando cuándo logró encontrar a Harry. Se veía aburrido y no
quitaba la vista del enorme pastel. Idiota, pensó el ojiazul.

Vaya, eso me pondrá mal. ¡La fiesta va a ser todavía peor! Espero que sepas que Eleanor es una
arpía, y uh... estoy pensando seriamente en que su amiga también lo será ;)

El ojiazul rió como un niño al terminar de leer la respuesta. Harry también se estaba comportando
como uno, pero quizá él si era entendible porque ahora tendría que pasar la noche con una
desconocida que seguramente resultaría toda una puta. Las amistades de Eleanor no siempre
eran lo mejor.

Vamos Hazza. Aguanta un poco, y si no puedes pues mándala a volar :p

PD: Y ya deja de mirar el pastel como si lo fueras a violar.

Louis esperó ansioso la reacción de su novio, y sintió un escalofrío cuando notó que en sus labios
se formó una sonrisa pervertida.

En mis planes no estaba violar al pastel... estaba pensando en alguien más...

Y esos tres malditos puntos suspensivos fueron la gota que derramó el vaso.

El ojiazul quería correr hasta él, tomarlo por ese sensual moño y meterlo en el primer sanitario.
Besarlo hasta desgastar sus labios y decirles a todos los invitados que él y Harry eran los que se
iban a casar.

Ese pensamiento se esfumó cuando vio que la amiga de Eleanor llegaba a la mesa de su novio.
Louis apretó los puños y trató de calmar sus ganas de matar a esa tipa... y de paso a Eleanor.

La sonrisa de Harry era fingida y en sus ojos se notaba claramente la molestia. Louis prometió
que luego lo compensaría.

—Tu amigo y Rochelle se ven muy bien juntos, ¿no lo crees? —Eleanor preguntó mientras
tomaba asiento.

—Claro. —Louis dijo entre dientes.

Eleanor se limitó a sonreír al ver la furiosa reacción de Louis ante la pregunta. El plan estaba
saliendo de maravilla.

Después del primer platillo el ojiazul ya no soportaba. No podía seguir viendo como la rubia le
estaba coqueteando a Harry. Ambos se lanzaban miradas y los ojos del rizado ya estaban muy
agotados... y tristes.

Louis se decidió y miró a Eleanor. Estaba decidido a decírselo cuando la propia voz de ella lo
sorprendió.
—Sé que te gusta Harry. —ella soltó.

—¿C-cómo lo sabes? —Louis frunció el ceño.

—Cuando llegaba a tu casa me pedías que fuéramos a tu habitación porque desde allí podías
tener una increíble vista de Harry. Vamos Louis, no soy ciega ni mucho menos tonta.

Bueno, el ojiazul no estaba de acuerdo en lo último.

—¿Todo este tiempo lo supiste? —Louis comenzaba a entender todo.

—Sí. Y estoy muy molesta. —dijo cruzándose de brazos.

—¿Molesta? ¿Por qué diablos lo esta...

—¡Planeabas terminarme por teléfono! ¿Sabes que eso afectaría mucho mi reputación?
—Eleanor habló levantando la voz.

—¿Así que si te llegó el mensaje?

—Claro tonto. ¡Fuiste un cobarde! ¡Estaba a punto de perder todo lo que había logrado por tu
estupidez!

—¿Perder todo? Ahora no seas tú la tonta Eleanor. ¡No tienes absolutamente nada! ¡Y si tienes
algo es porque te lo has ganado con mentiras!

Eleanor lo quería matar con la mirada.

—Da igual lo que digas ahora, porque me vengaré. — advirtió señalándolo con el dedo.
—¿Vengarte? ¿Estás en el jardín de niños? —Louis se rió.

—¡Me vengaré! ¿Me escuchaste? ¡Me vengaré! —chilló pero el ojiazul ignoró esas palabras. Ella
estaba en sus cinco minutos, pero que importaba ahora... Ya no era el problema de Louis.

Él llegó hasta la mesa de su novio y con fuerza lo levantó. Harry le agradeció con la mirada y se
alejaron de allí a paso veloz dejando a Rochelle muy confundida.

—Creí que nunca me rescatarías de ella. —Harry habló.

—No soportaría verte sufriendo. —le sonrió.

—¿Y qué hay del pastel? Si no consigo una rebanada me pondré a llorar. —le informó con voz
claramente de puchero.

—Robaremos el pastel como en esa película cómica.

—Pero ellos roban a la novia y no al pastel. —Harry soltó una risita.

—Pero nosotros crearemos una nueva costumbre y el pastel será nuestro objetivo. —el ojiazul le
lanzó un guiño.

—Diablos, eres sexy cuando te pones rudo. —Harry ronroneó como todo un gato.

—Tú eres sexy todo el tiempo.

...

El camino de regreso a casa fue una locura. Parecían una pareja ebria que estaba en el punto
culminante de su luna de miel. Risas y anécdotas se escuchan en el interior del vehículo, y el
pastel manchaba graciosamente sus rostros. Había muchas rebanadas, y después de la segunda
todas las restantes fueron directo al rostro. Como una broma típica del día de los inocentes.

Torpemente entraron en la casa, encontrándose con dos cuerpos peleando por el control remoto.
Definitivamente ellos parecían la pareja recién casada.

—¿Zayn? —Louis preguntó con las cejas levantadas.

—¿Niall? —Harry habló como si no creyera lo que estaba viendo.

—Chicos... uh... nosotros... televisión... ¿Qué tal la boda? —Zayn respondió con dificultad.
Enseguida miró a Niall.

—Estuvo bien. —Louis contestó alzándose de hombros.

—¡En tu cara Horan! ¡Gané! —Zayn comenzó a brincar en el sofá y la mandíbula del ojiazul casi
se cae.

—¿Gané? ¿Qué sucede aquí? —Louis preguntó lanzándoles miradas asesinas a su amigo y a
Niall.

—¡Apostamos y salí victorioso! —Zayn volvió a gritar y el ojiazul sintió la necesidad de patearlo
directamente en el culo.

—Ustedes son de lo peor. —Louis escupió para después caminar hasta su habitación.

—Aguarda Malik. —Niall detuvo su baile de victoria—. Aún no sabemos si algo malo sucedió...
—se relamió los labios y miró a su primo—. Por favor dime que sucedió algo malo. —sus ojos
suplicaban.
—Uh... Louis terminó con Eleanor y eso fue bueno, pero terminaron echándonos porque robamos
una gran parte de pastel. Supongo que eso califica como malo. —Harry dijo mientras se alzaba
de hombros.

Niall chasqueó los dedos.

—Al parecer yo también gané. —miro a Zayn con una sonrisa— ¡En tu jodida cara Malik!

La sonrisa de Zayn se esfumó y su cuerpo cayó en el sofá. Niall tomó su lugar y comenzó a
saltar. Harry los miró sin poder creerlo y con una sonrisa torcida siguió el camino de Louis.

En ese momento los ojos de Zayn se iluminaron.

—En ese caso ambos nos desnudaremos. —le informó.

La felicidad de Niall desapareció y arrugó el rostro—. Joder...

—¿Ahora no piensas volver a saltar? —Zayn le preguntó con malicia y de respuesta recibió un
golpe directo en el abdomen—. Las apuestas no son nada buenas. —declaró.

Niall se carcajeó.

=================

pastel robado (12).


Sábado por la mañana; día en que las porristas pasaban en sus autos bailando al ritmo de la
música. Ese era un día bueno para el galán de Zayn Malik... pero ahora que tendría que salir
como Dios lo trajo al mundo pensaba que ya no lo era tanto.

Él estaba acompañando a su mejor amigo en el desayuno, viendo lo felices que podían ser otras
personas.

—Ya basta Zayn. Estás arruinando mi fruta picada. —Louis protestó finalmente.

—¡No puedo! Estoy a punto de hacer el ridículo y a ti sólo te importa tu jodida fruta. —Zayn
explotó.

—Te quejas conmigo y yo ni siquiera aposté. —Louis rodó los ojos—. Y espero que eso te sirva
como lección.

—Odio a Horan. Es un maldito que sólo llegó a dar problemas.

—¡Hey! ¡No hables así de él! —Louis enseguida lo defendió—. Si fueras una persona más
inteligente hubieras rechazado esa apuesta, y peor aún, ¿Quién rayos apuesta sobre la
destrucción de una boda?

—Bueno, al menos yo no robé el pastel con un chico que se acaba de hacer una permanente en
el cabello. —Zayn estaba perdiendo el control.

—Mierda Zayn, necesitas ir al doctor. —Louis finalizó poniéndose de pie y llevando consigo el
tazón de fruta.
—Yo he sido tu amigo desde hace más tiempo que Niall. ¿Por qué lo defiendes a él?

—Porque él se va mañana a Irlanda y no quiero que piense que tú y yo somos unos patanes que
odian el hecho de que viniese. Niall es mi amigo, y verdaderamente me gustaría volver a verlo.
—Louis se detuvo a mitad del pasillo y penetró con la mirada a Zayn.

—¿Se va a Irlanda? Diablos, no lo sabía. —habló con una pizca de tristeza. Estos días que había
convivido con Niall no habían sido tan malos.

—¡Hay muchas cosas que no sabes! —Louis le gritó desde su habitación.

—¡Ojalá que tu fruta salga asesina! —le respondió levantando la voz y antes de decir algo más
escuchó la hermosa risa de su amigo.

Eso de una manera le había iluminado la mañana.

...

—¿En serio vas a hacerlo? —Harry le preguntó a su primo cuando lo vio parado en la puerta
debatiéndose entre abrirla o no.

—No quiero quedar como un cobarde. Además Zayn me hará compañía. —Niall se alzó de
hombros algo dudoso.

—¿Estás consciente de que ambos estarán desnudos?

—¿Y qué? Ambos tenemos lo mismo. —Niall se giró hacia la puerta y esta vez si la abrió.

Harry se quedó viéndolo con sorpresa a la vez que reía. Definitivamente tenía que estar presente
en ese show.
Llegó hasta su habitación y abrió la ventana encontrándose con la imagen más tierna; Louis
sentado al final de la cama comiendo pedacitos de frutas. Parecía un niño castigado al cual lo
mandaron a comer a su habitación. Harry podía morir en ese instante.

—¡Bebé! —gritó, y Louis casi se atraganta con un pedazo de manzana.

—Harry... hola. —habló con las mejillas llenas de color.

—Veo que te levantaste con ánimo, ¿o me equivoco? —Harry recargó sus codos en el borde de
la ventana mientras veía como su novio se levantaba de la cama.

—Eso creo. Ayer me la pasé muy bien. —el ojiazul respondió con una sonrisa enorme.

—Igual yo. ¿Sabes? Debemos robar pastel más seguido. —le guiñó el ojo y Louis se cubrió la
boca intentando esconder una risita.

—Creo que eso podría funcionar. Amo el pastel, y más el de las bodas.

—Entonces nos infiltraremos en muchas y robaremos kilos de pastel. —Harry seguía hablando
del robo y por alguna razón Louis no podía dejar de sonreír.

—¿Por qué hablas como un espía? —preguntó al borde de la risa.

—Para hacerlo todo más real. Tú serás mi socio, y seremos una pareja ladrona de pasteles.
—explicó y Louis quiso golpearlo en ese momento.

—Sería para mí un honor poder trabajar con usted, pero me temo que será imposible que lo
acompañe. La prisión no es un lugar en el cual me gustaría estar. —el ojiazul fingió voz de
sargento y Harry lo miraba sin poder creerlo. Esa voz de Louis se le hacía tan sexy.
—Ellos no nos podrán meter a prisión. Es legal robar pastel.

—Estás demente Styles. —Louis declaró mirándolo divertido.

—Es tu culpa. Tú haces que me den ganas de hacer cosas ilegales. —Harry finalizó y pidió que
su novio haya captado la indirecta. Enseguida Louis hizo una mueca de sorpresa y todo su rostro
se puso de color rojo.

—¡Asqueroso! ¡Estoy comiendo! —Louis exclamó entre risas. Harry terminó de completarlas.

—Lo siento, sabes que tenía que decirlo. —el rizado se defendió.

—A mí no me engañas. Conozco tu pervertida mente y sé que en estos momentos estás


pensando en ese tipo de cosas.

—Lo admito. —Harry declaró.

—Uhg... espero que mi fruta no se contamine con tu pensamiento vulgar. —Louis cerró las
cortinas indignado.

—¡Sé que también quieres hacerlo!

Louis no respondió.

—¡Al menos espero que Zayn y Niall lo hagan, así se me bajarán las ganas!

Louis esbozó una mueca para después abrir nuevamente las cortinas—. ¿A qué te refieres?
—habló finalmente.
—Zayn y Niall estarán desnudos y ambos sabemos que sucederán cosas sucias entre ellos.
—Harry le informó. Louis lo miró con cierta incredulidad.

—Recomiendo que dejes de ver sex and the city o terminarás peor que Carrie.

Harry echó la cabeza hacia atrás carcajeándose.

—Ah, y también CSI por lo del robo de los pasteles. —Louis finalizó metiendo la cabeza en su
habitación.

Harry estaba llorando de la risa. No había día en que el ojiazul no lo hiciera reír, y era así como
una bendición. Recuerda a su madre decir: "busca a una chica que te haga reír todos los días,
eso es lo más importante" Y bueno, se podría decir que Harry le hizo caso, excepto por la parte
de "chica".

...

Zayn y Niall se encontraban frente a frente, viéndose con las cejas levantadas y con los labios
curveados. Ambos verdaderamente querían decir algo, pero las miradas que se lanzaban decían
más que mil palabras.

Louis salió de su casa y enseguida se cubrió los ojos—. Espero que sepan que me dejaron
traumado.

—¡Lou por favor no veas! —Niall se apresuró a hablar pero ya había sido demasiado tarde.

—Creo que mi querido amigo vio más de lo que debería. —Zayn informó.

—Ustedes sí que están locos. —Louis gruñó y comenzó a caminar, tropezándose con unas
cuantas rocas.
—Quita las manos de tus jodidos ojos. —Zayn le aconsejó levantando la voz.

—Hey, los ojos de mi novio no son jodidos. —Harry tomó a Louis del brazo y lo guió hasta la
salida del jardín.

—Harry, deberías cubrirte como yo. —Louis murmuró.

—Descuida bebé, mis ojos no los miran a ellos. —Harry habló suavemente y el ojiazul entendió
perfectamente la indirecta.

Cuando estuvieron parados en la acera los brazos de Harry atrajeron al pequeño cuerpo de su
novio. Lo abrazó y lo pegó a su pecho.

—Espero que esas porristas sean ciegas. —Harry declaró para después desaparecer junto con
Louis.

—Está celoso. —Zayn espetó.

—¿Cómo?

—Nosotros nos vemos genial desnudos y Harry se siente mal de no verse así. —Zayn pasó la
mano por todo su torso y Niall ladeó la cabeza.

—He visto a Harry desnudo, y créeme cuando te digo que su cuerpo es fabuloso.

—Uh... ni tanto. No tiene trasero, y eso es lo primero que cuenta en la crítica de buenos cuerpos.

Niall alzó las cejas.

—Mira quien lo dice, el tipo que puede presumir su enorme trasero. —oh oh, Niall se estaba
burlando en las narices de Zayn Malik.

—Ya entendí. —Zayn apretó los puños y Niall rodó los ojos divertido.

—Joder, me estoy congelando... ¿Dónde están las porristas? —Niall intentó cubrir la mayor parte
de su cuerpo.

—Ya deberían de haber llegado.

—Espero que no sea otro de tus trucos Malik. —Niall lo miró amenazadoramente.

—Estoy diciendo la verdad. —Zayn habló a punto de perder los estribos y Niall relajó sus puños.

—Bien, pero si me entero de que tú...

—¡Hey nenitas! ¡¿Se les perdió la playa nudista?! —un chico gritó.

—¡Joder! —Zayn gruñó y le mostró el dedo de en medio el chico.

—Zayn, ya basta. —Niall le pidió suavemente al ver cómo la gente se paraba para mirar la
ridícula escena.

A los segundos los autos de las porristas llegaron y Niall no pudo sentirse más avergonzado.
Zayn parecía haberse olvidado de que estaba desnudo por ver lo hermosas que eran las chicas.
Inclusive no se daba cuenta de que se estaban riendo de él.

—Mierda Zayn, ¿qué clase de enfermo eres? —Niall escupió y corrió hasta la casa de su primo.
Segundos después Zayn reaccionó, pero ya era demasiado tarde. Las chicas estaban satisfechas
al haber tomado una buena cantidad de fotos y videos y ahora estaban a punto de subirlas a
internet. Zayn maldijo y siguió el paso de Niall.
—¿Estás bien?

Niall no contestó, ni siquiera le miró.

—Vamos, eso no fue tan malo... —Zay trató de animarlo.

—¿No fue tan malo? ¡Joder Zayn! ¡Estaremos en YouTube y a ti ni siquiera te importa! —Niall
explotó, y le arrojó un cojín al rostro.

—¿Y eso que tiene de malo? ¡Seremos famosos! —Zayn se lo devolvió pero Niall fue muy ágil y
el cojín tiró un jarrón. Ambos ignoraron el ruido.

—Louis tenía razón cuando dijo que eras un idiota.

Después de ello hubo un silencio incómodo.

—¿Louis dijo eso? —Zayn preguntó queriendo saber más. Pero de todos modos él ya sabía que
Louis siempre decía eso, e increíblemente no le molestaba porque en ciertas ocasiones si se
pasaba de idiota.

—Sí, y me alegro haberle escuchado. —Niall caminó hacia su habitación y dejó a Zayn con la
palabra en la boca.

—En estos momentos pareces la reina del drama. —Zayn se paró en el umbral de la puerta.

—¿Y sabes qué? No es malo parecerlo a veces, porque uno aprende cuando algo es suficiente, y
todas tus bromitas ya fueron más que suficientes.

Vaya, eso llegó hasta la médula de Zayn.


—Tu problema es que no sabes divertirte, y tampoco sabes cumplir con los que prometes. —Zayn
dijo levantando la voz. Niall se giró a verlo con las cejas levantadas—. Apostaste y perdiste. ¡Por
favor ya supéralo!

—¿Superarlo? ¡¿Crees que los usuarios de YouTube nos superarán?! ¡Seremos el hazme reír
por mucho tiempo! —Niall volvió a explotar.

—¿Y eso que tiene de malo? Diablos Niall, no logro entender tu punto. —Zayn se pasó una mano
por el cabello claramente cansado de la discusión.

—¡No quiero que me vean desnudo! ¡No soy un puto como tú! —Niall escupió, y los ojos de Zayn
se pusieron negros de la rabia.

—¿Qué carajos acabas de decir? —entró a la habitación y se dirigió a Niall con pasos asesinos.

—¡No quiero ser un puto como tú!

Zayn estaba a escasos centímetros. Tomó ferozmente los hombros de Niall y lo sacudió al punto
de tirarlo.

—¡Quítame tus sucias manos de encima! —Niall volvió a gritar.

Zayn no lo pensó dos veces e impactó sus labios en los de Niall. Lo estaba besando
bruscamente... ¡pero lo estaba besando!

—¿Q-qué diablos fue e-eso? —Niall preguntó bajando el volumen de su voz.

—No sabía cómo callarte. Me estabas reventando el tímpano. —Zayn declaró y por alguna razón
a Niall le pareció gracioso.
—En ese caso cállame de nuevo. —Niall se atrevió a decir esas palabras y la mandíbula de Zayn
casi cae. Ahora sus tímpanos estaban atónitos, y esta vez no era por el grito.

—Oh diablos...

Los labios de Zayn volvieron a impactar con los de Niall, esta vez más suave y lento;
descargando todo el amor repentino que sus cuerpos se morían por sacar.

El ambiente estaba caliente, y sus ropas les estorbaban. Zayn comenzó sacándose la suya y sin
pedir permiso hizo lo mismo con la de Niall. Sus bocas querían descubrir nuevas sensaciones, así
que Zayn bajó hasta el abdomen y chupó, dejando marcas y haciendo que Niall gimiera de placer.
Sus manos estaban desesperadas tocando lo más que pudieran, sin pudor, sin vergüenza. Eran
la primera vez para ambos con un chico, y las nuevas sensaciones resultan ser las mejores.
Bueno, Zayn y Niall lo estaban experimentando.

Sentir una cosa enorme y dura en tu boca es una bendición. Zayn podía afirmar que lo era. Se
estaba deleitando con el nuevo sabor que sus papilas gustativas se estaban encargando de
conocer. Y Niall podía decir que labios alrededor de tu miembro era jodidamente exquisito. No
quería que la lengua de Zayn dejara de moverse, porque en verdad estaba disfrutando. No le
importaba si estaba siendo sucio, porque él podría quedarse así por toda la tarde... por toda la
vida.

Zayn no sabía con certeza lo que estaba a punto de hacer. La punta de su miembro estaba
apuntando peligrosamente hacia la entrada de Niall. Las manos de Zayn temblaban y realmente
ya no estaba decidido a seguir.

—Hazlo... por favor. —Niall suplicó.

Sus caderas se movían con lentitud. Niall se estaba ahogando. Era dolorosamente estupendo
sentir algo dentro de ti. Una sensación que solamente las mujeres tenían el placer de vivir. Y
joder, Niall estaba pensando seriamente en convertirse en mujer.

Las embestidas eran más rudas... con más pasión, y Niall sentía que su culo estaba por explotar,
aunque más bien su miembro era el que verdaderamente iba a explotar.
Zayn lo estaba disfrutando. El hermoso y pequeño trasero de Niall era el paraíso. Días atrás
había tenido sexo con una pelirroja, pero ese polvo de diez minutos no se comparaba con lo que
estaba haciendo en este momento.

Gemidos, sudor, jadeos, era hermoso el ambiente que se estaba creando. Las mejillas de Niall
estaban rojas, y los labios de Zayn a punto de sangrar debido a que no dejó de morderlos al sentir
como el pequeño y virgen agujero de Niall se envolvía alrededor de su miembro.

Finalmente ambos llegaron al límite y sus líquidos se impregnaron en el cuerpo del otro. Sus
pechos subían y bajaban, y sus miradas se encontraron una vez más. ¡Era necesario que ambos
dijeran algo! ¡Acababan de tener sexo!

—Mierda... —Niall murmuró.

—Quizá fue una mierda, pero estuvo jodidamente bien. —Zayn habló sin poder creerlo.

Ambos sonrieron como idiotas, y en ese pequeño destello en sus ojos prometieron que se
repetiría.

Al final las apuestas no resultaron ser tan malas.

=================

jeans ajustados (13).


Harry y Louis habían salido de casa en el mismo instante en que la apuesta de Zayn y Niall
comenzó. Era entendible el hecho de que ninguno de los dos quería ver a sus amigos haciendo el
ridículo sin ninguna prenda de ropa cubriéndolos. Aunque seguramente después los verían en
YouTube.

—Creo que todo es lindo a esta hora. —Louis anunció mientras le señalaba a su novio la cantidad
de sonrisas que veía.

—Es mi hora del día favorita para salir. Todo está tranquilo. —Harry coincidió.

—Deberíamos salir cada sábado, ¿no crees?

—Claro que sí Lou. —le sonrió y el ojiazul creyó que ese día no podía mejorar.

Pasaron al lado de una fuente y decidieron sentarse en la orilla de esta para que las gotas de
agua les salpicaran.

—¿Y cómo va todo en casa? —Harry preguntó de repente.

—Todo genial. ¿Y en la tuya?

—Bien, eporque xcepto Niall ayer estaba algo nervioso. Sentía que quería decir algo, pero no me
comentó nada y yo tampoco le insistí. —Harry se encogió de hombros.

—Espero que no sea algo grave. Odiaría verlo sufrir por algo.
—O alguien. —Harry completó.

Louis tenía la sospecha de que Niall estaba mal porque no aceptó su declaración de amor. Pero
habían quedado en amigos y todo se veía realmente genial. ¿Entonces qué le molestaba?

—Creo que lo mejor será volver a casa. —Louis soltó de repente sorprendiendo a su novio.

—¿Te sientes mal? —Harry se puso de pie y sus manos levantaron el rostro del ojiazul
obligándolo a mirarlo.

—No, pero siento que alguien estará muy mal pronto. —eso fue lo único que necesitó Harry para
tomar la mano de Louis y caminar de regreso a casa.

Rápidamente se detuvieron a comprar un café porque a Harry le comenzó a doler la cabeza.


Mientras él estaba con el vendedor el celular de Louis sonó espantándolo un poco. Harry se giró a
ver que pasaba.

—Es Zayn. —Louis le informó a su novio y este asintió— ¿Qué sucede? —el ojiazul se colocó el
celular en el oído y le habló a su amigo.

—¡Tienes que venir a casa! ¡Es una emergencia! —Zayn gritó tan fuerte que Harry logró
escucharlo.

—Por favor cálmate. Ya voy en camino. —Louis le informó y enseguida colgó.

—¿Él está bien? —Harry preguntó.

—No lo sé, estaba gritando. Necesitamos apurarnos. —Louis habló apresuradamente.

Harry pagó el café que había comprado y rápidamente corrieron hacia casa. Cuando llegaron
Louis vio algo que jamás había presenciado y sus nervios se pusieron de punta al no saber cómo
lidiar con la situación.

—¡Zayn! ¡¿Qué diablos estás haciendo?! —el ojiazul gritó horrorizado al ver como su amigo tenía
las manos en la cabeza mientras la movía bruscamente— ¡Pareces un loco!

—¡Lo estoy!

Louis se acercó a Zayn y con cuidado lo tomó de las muñecas. Harry se encaminó a ayudarlo
pero su celular sonó. Hizo una mueca.

—Contesta. Yo lo tranquilizaré. —Louis le dijo y Harry asintió corriendo hacia el pasillo para poder
escuchar a la persona que le llamaba.

—¿Rochelle? —Harry habló y el ojiazul logró frunció el ceño al recordar que Rochelle era la
amiga de Eleanor—. Oh, ya recuerdo. Nos vimos en la boda.

—¿Por qué le estará llamando? —Louis susurró para sí mismo.

Zayn increíblemente dejó de gritar y abrazó a su amigo. El ojiazul reaccionó y lo sujetó con
fuerza.

—Estoy asustado. —Zayn declaró.

—Tú nunca te asustas, Zayn. ¿Qué sucedió? —Louis lo miró con preocupación.

—Niall y yo...

—Te dije que no saldría nada bueno de esa estúpida apuesta. —Louis le reprochó suavemente
mientras le acariciaba la espalda.
—¡¿Podrías hablar más fuerte!? ¡No te escucho! —el grito de Harry hizo que los otros dos chicos
brincaran.

—¿Con quién habla? Sus gritos me están poniendo peor. —Zayn protestó.

—Con Rochelle. —Louis esbozó una mueca cuando pronunció el nombre.

—Diablos, que nombre tan horrible. Apuesto a que ella tiene que ver con Eleanor, ambos
nombres son horrendos. —el ojiazul lo miró con una sonrisa. Zayn ya comenzaba a recuperar el
sentido del humor.

—Joder Zayn, ¿estás bien? —Harry le preguntó mirándolo asustado.

—Tranquilo ricitos. Creo que tuve un momento de locura, pero gracias por venir... y también
lamento haber arruinado su cita.

—No digas eso Zayn. Sabes que siempre estaré contigo cuando me necesites. —Louis habló—
¿Quieres algo de tomar?

—Un poco de agua, pero yo mismo la busco. —Zayn enseguida se puso de pie y a paso lento
entró en la cocina.

—¿Quién te llamó? —Louis le preguntó a su novio en un tono serio.

—Uh... Rochelle, la amiga de Eleanor. —Harry se encogió de hombros.

—¿Y qué quería? —el ojiazul preguntó ahora en un tono celoso.

—Salir.
—¿Y qué le dijiste? —Louis seguía con el interrogatorio.

—Que no porque tenía otros compromisos. —Harry lo miró extrañado por el repentino cambio de
su novio.

—Bien, porque no quiero que la veas. —Louis anunció y Harry le sonrió divertido.

—Por supuesto que no la veré pero... ¿estás celoso? —las manos de Harry rodearon la cintura
del ojiazul mientras lo miraba a los ojos.

—¡Claro que lo estoy! Eres muy guapo y no quiero que nadie te aparte de mi lado. —Louis
comenzaba a hacer puchero.

—Eres tan tierno. —Harry apretó sus mejillas.

—Yo también quiero que me traten así. —se escuchó la voz de Zayn y Louis ladeó la cabeza
viendo por el hombro de su novio la expresión del rostro de su amigo. Todo daba a entender que
estaba hablando con la verdad... lo cual significaba que Zayn se encontraba mal porque estaba
enamorado.

¿Zayn enamorado? ¡Qué tontería!

Él era el tipo que sólo buscaba diversión de una noche, pero que jamás llegaba a ver a esa
persona más de dos veces, y mucho menos hablar bien de ella o preocuparse. Pero quizá su
forma de ver a las relaciones había cambiado, y el amor había llegado a su puerta.

Eso era la única explicación a su repentino y grave cambio de humor.

(...)

—Primo, quiero que ahora me lleves al aeropuerto. —Niall habló cuando vio a Harry atravesar la
puerta principal.

—Creí que te llevaría en la noc...

—Cambié de opinión. —lo interrumpió—. Ya tengo el boleto y el avión sale en dos horas. —le
informó.

—Bien, creo que no hay problema. —Harry esbozó una sonrisa torcida.

Niall sonrió satisfecho mientras cargaba su equipaje para llevarlo al jardín. Harry lo miró y estuvo
a punto de preguntarle que sucedía, por qué quería irse tan pronto. Aunque por la situación en la
que se encontraba Zayn suponía que Niall estaba en las mismas. Había palabras sin completar
entre ambos, y solamente ellos podrían resolverlo.

—¿Ya Harry? —Niall le preguntó parándose en el umbral de la puerta.

—Claro. —Harry dejó de pensar en la situación de su primo y se concentró en recordar el camino


hacia el aeropuerto.

Cuando ambos subieron al auto y el rizado encendió el motor un Louis preocupado salió de su
casa. Él le pidió que le diera un minuto con Niall y este bajó del vehículo molesto.

—Diablos Niall, creí que te irías más tarde. —Louis habló.

—Lo siento, pero decidí que sería mejor ahora. —se encogió de hombros.

—¿Y no planeabas despedirte de mí?

—Creí que la lo habíamos hecho. —volvió a alzar los hombros.


—Oh Niall, buen viaje, y recuerda que puedes venir cuando quieras. —Louis se apresuró a decir.

—Gracias, y adiós. —Niall no aceptó el abrazo del ojiazul y caminó de vuelta al auto.

Harry miraba la escena con el ceño fruncido. Vio que Niall parecía molesto con Louis... pero eso
era imposible; no por el hecho de que Louis fuera buena persona, sino porque había algo más
que hacía que Niall se comportara así con todos.

A mitad del camino Harry decidió romper con el silencio—. ¿Ya sabes que se acerca el
cumpleaños de Louis? —le dijo. Niall puso la mirada en su primo.

—Uh... sí. Es el 24 de diciembre, ¿no?

—Yep. Y quiero hacerle una fiesta sorpresa, y desearía que me apoyaras con algunas cosas.
¿Crees que podrás?

—Supongo que sí. —se encogió de hombros—. Depende...

Harry frunció el ceño—. ¿Depende de qué?

—De mi padre y de cómo vayan las cosas con él. Si me necesita en esas fechas supongo que no
podré venir.

—Pero es navidad. Nadie, ni el más loco trabajan en esas fechas. —Harry protestó—. Creo que
más bien depende de ti. De si quieres venir o no. —Niall frunció el ceño y dejo salir un pequeño
suspiro—. Pero ten en cuenta a Louis. Él se decepcionará si no te ve allí.

—Ya entendí Harry. —Niall habló un poco irritado.

—No quiero molestarte Niall, pero espero que regreses en el cumpleaños de Louis. No es por mí,
es por él. —Harry finalizó mientras tomaba la autopista con dirección al aeropuerto.
(...)

—Bien Zayn, estamos solos. ¿Hay algo que quieras decir? —Louis depositó dos tazas de té en la
mesita para después tomar asiento y observar a su amigo— ¿Y bien?

—Uh... ¿realmente quieres saber? —Zayn susurró y Louis levantó las cejas.

—Soy tu amigo y lo que más me importa es tu bienestar, así que quiero escucharte decir lo que te
tiene como un perro desnutrido y prometo no juzgarte aunque sea la cosa más ridícula.

Louis estaba hablando en serio.

—Te lo diré, pero quedará entre nosotros. —Zayn advirtió suavemente y el ojiazul asintió con la
cabeza desesperado—. Bueno... yo... tuve sexo con Niall. —soltó y al segundo sus ojos subieron
al rostro de Louis examinando su reacción.

—¿Pero qué diablos...? —Louis susurró en una voz muy baja. Levantó la mirada del suelo y
observó a su amigo—. Cielos Zayn, esto es es...

—¡No lo digas! ¡Yo lo sé! ¡Fue un error muy asqueroso! ¡Yo ni siquiera soy gay! —Zayn comenzó
a desesperarse.

—¡No iba a decir eso! —Louis lo interrumpió—. ¡Yo creo que es genial! —exclamó con una
sonrisa.

Zayn frunció el ceño—. ¿Por qué dices que lo es?

—¡Porque es un gran paso para los dos! Niall es un chico que le teme al amor desde que yo lo
rechacé, y tú nunca lo has experimentado... ¡Es la combinación perfecta! —Louis seguía gritando
lo feliz que se encontraba.
—¡Es un caos! Joder Louis, ¿no entiendes lo malo que puede ser?

La felicidad del ojiazul se convirtió en total confusión.

—¡Entiende que no soy gay! —Zayn siguió gritando.

—Y no lo eres. —Louis coincidió—. Pudieron haberlo hecho, pero eso no te convierte en uno. Lo
que quiero decir es que fue un error, ambos estaban desnudos, alterados después de esa
estúpida apuesta... y pasó. Pero no era algo que estaba planeado, por lo tanto no fue real y eso
no te convierte en gay. Tú sigues siendo Zayn hetero Malik, el chico que tiene sexo cada semana.
—explicó sin siquiera detenerse a respirar—. Lo hicieron, pero eso no tiene por qué cambiar tu
vida.

—¡Tienes razón! —Zayn gritó apoyando esa idea que había estado en su mente desde el
incidente y que ahora su amigo la estaba diciendo— ¡Voy a estar bien y seguiré siendo el mismo!
—se puso de pie y asintió con la cabeza desesperadamente.

—¡Así se habla! —Louis lo estaba apoyando y no creía en lo que estaba haciendo.

Zayn gritó unas cuantas cosas más mientras se dirigía hacia la salida. Louis lo siguió y se detuvo
en el marco de la puerta frunciendo el ceño al ver que Zayn estaba caminando como todo un
ebrio. Se paró en medio de la calle mientras seguía gritando. Las bocinas de los autos se hicieron
notar, sin embargo Zayn seguía perdido en su mundo. Louis sabía que cuando su amigo ocultaba
o negaba algo que realmente era verdad se ponía muy delicado. En esos casos había que darle
por su lado y por obvias razones decirle que estaba en lo correcto. De todos modos ya llegaría el
día en que se diera cuenta y afrontara los hechos, porque nadie le dijo que tuviera sexo con Niall.
No importa el que hubieran estado calientes; eso no justifica esa acción. Ambos eran culpables
en el mismo porcentaje, e increíblemente ambos estaban tratando de evadir cualquier comentario
acerca de ello.

Ahora Louis entendía por qué Niall se había apresurado en irse. Ni él ni Zayn querían verse los
rostros.
—Zayn, aunque lo niegues tú sabes que pronto terminarás haciéndolo de nuevo con Niall.
—Louis murmuró admirando por última vez la escena de Zayn, y cuando la puerta estuvo cerrada
pudo escuchar como sollozaba a la vez que golpeaba el pavimento.

Zayn estaba realmente perdido, y ya ni era bueno imaginarse el estado de Niall.

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pensando en nosotros (14).

Louis y Harry volvieron a salir. Era sábado, y el rizado le prometió que saldrían cada que llegara
ese día. Esta vez eligieron el parque, viendo como los niños jugaban con sus amigos y como los
árboles empezaban a perder sus hojas. El invierno se estaba acercando.

—Sabes que tu cumpleaños se está cercando, ¿cierto? —Harry habló.

—Por supuesto, no tengo Alzheimer. —Louis dijo. Harry río—. ¿Y qué hay de ti? ¿Sabes cuándo
es?

—Eso no se pregunta Lou. Claro que lo sé. —Harry se extrañó por la pregunta de su novio.
—Pues parece que es lo único que sabes de mí... —Louis susurró.

Harry alcanzó a escuchar y frunció el ceño— ¿A qué te refieres?

—Nada. Olvídalo. —Louis apartó la mirada.

—Dímelo. Necesito saber si hay algo que te molesta. ¿Es que acaso que yo te molesto?

—No. —Louis se apresuró a decir—. No es que moleste, simplemente me extraña.

Harry seguía sin entender de qué estaba hablando—. ¿Qué es lo que te extraña? Por favor
dímelo, te quiero ayudar.

—Es que no es algo que debas hacer si no quieres. Y si te digo tú lo harás solamente para verme
feliz. —el ojiazul explicó suavemente.

—¿Pero no somos pareja? Ellas hacen eso. Se ayudan mutuamente y se dicen todo por...

—Tú mismo acabas de decirlo. —Harry frunció el ceño—. Lo que me tiene así.

—¿Dije algo malo?

Louis negó con la cabeza—. Tú nunca dices nada, eso es lo que tiene mal. ¿Entiendes? —habló
con suavidad.

—¿Qué es lo que intentas decir Louis?

—Que no parecemos una pareja. —el ojiazul finalmente lo soltó. Los ojos de Harry mostraron
tremenda confusión... y decepción.
—Pero nosotros es-

—Por favor no digas que si lo parecemos porque eso sería una completa mentira. —Louis lo
interrumpió—. No te mientas a ti Harry, yo no lo hice conmigo.

—Escucha Louis. Yo te quiero, tú me quieres. ¿Qué eso no es suficiente para ser una pareja?

—No. Eso es una pequeña parte.

—¿Entonces qué es lo que quieres? ¿Qué te de un anillo de compromiso? —Harry habló con
incredulidad y Louis se ofendió.

—No quiero eso. Lo que quiero es que haya más comunicación entre nosotros.

—¿Comunicación? Diablos, ¡estoy hablando contigo en este preciso momento! —Harry explotó.

—¡No esa clase de conversación! —Louis ya estaba perdiendo los estribos— ¡No sé nada de ti!
¡Ni siquiera sé lo que te gusta comer en el desayuno! ¡¿Crees que a eso se le llama ser pareja?!

Harry suspiró entendiendo por fin.

—Con trabajo sé tú videojuego favorito y eso porque Niall me lo dijo. —Louis continuó.

—Lo siento Louis. En serio perdón.

—Con eso no se arreglan las cosas, pero supongo que no habiendo otra salida acepto tus
disculpas. —el ojiazul se alzó de hombros.

—Ahora entiendo y haré algo para mejorar nuestra relación. Empezaré diciendo mis gustos y
despu-

—No. No tienes que hacerlo solamente porque te sientes comprometido conmigo. Por favor no
hagas algo con lo cual no te sientas cómodo. —Louis lo interrumpió.

—Lo hago porque quiero salvar esta relación. Lo hago porque te quiero. —Harry tomó la mano de
Louis y la colocó sobre su pecho, justo en el lugar donde el corazón está—. ¿Escuchas esto? Los
latidos son solamente por ti. No hay nadie más que haga que mi corazón lata a una velocidad
extraña. Te quiero Louis, y necesito salvar nuestra relación.

(...)

—¿Así que eso le sucedió a tu hermana cuando fueron a la iglesia? —Louis preguntó entre risas.

—Lo juro. Fue la cosa más cómica del mundo. Por eso ahora ella no frecuenta esos lugares.
—Louis soltó carcajadas.

Llevaban más de una hora hablando. Primero tomaron el tema de la familia. Harry habló primero.
Dijo que tenía una hermana llamada Gemma y que ahora ella vivía en París porque su marido era
de allá. Luego contó de su madre; Anne, que vivía en Holmes Chapel y que tenía una pequeña
panadería, y que antes de comenzar con la universidad Harry trabajó allí. Al final habló de su
padre, diciendo entre lágrimas que él falleció hace tres años a causa de una leucemia aguda.

Cuando fue su turno, Louis no pudo evitar ponerse nostálgico. Aunque ya fuera adulto todavía
extrañaba a su familia, y en especial a ese grupo de niñas con cabellos rubios que le hacían
sonreír siempre. Recalcó que Charlotte era la mayor de sus cuatro hermanas, y que suponía que
ahora estaba en un intercambio europeo porque era muy inteligente y eso de los idiomas se le
daba bastante bien. Luego siguió con Felicite, exclamando que era bastante hermosa y que por
ello tenía a muchos chicos rogando de rodillas por su amor. Y las gemelas traviesas no faltaron.
Habló de la vez en que ellas el pastel para su cumpleaños, y aparte el de navidad. Y ambos
estuvieron exquisitos. Cuando llegó el turno de su madre, unas lágrimas brotaron porque le
causaba mucha tristeza hablar de ella. No la había visto en mucho tiempo y no sabía si las cosas
con ella habían cambiado. Era algo bastante difícil de adivinar, y aunque sonara loco, Louis
quería dejar las cosas como estaban. Cada quien en su lugar y de vez en cuando unas llamadas
telefónicas.
Después tomaron el tema de los gustos. Harry se sintió un completo idiota al no saber el color
favorito de su novio, y por ello Louis le recordó que no eran todavía una pareja completa en todos
los sentidos. Y entonces hablaron de ello; colores favoritos, comidas, bebidas, películas,
canciones y hasta de olores favoritos. Pero cuando hablaron de los disgustos, Harry se llevó una
gran sorpresa. No creía que su novio podría ser tan prejuicioso.

—Odio el frío, las cosas muy pequeñas, los globos, los payasos, las películas de autos, el rostro
de los japoneses, las canciones que llevan la palabra fuck, y también e-

—Diablos Louis. No sabía que odiabas la mayoría de las cosas. —Harry lo interrumpió mientras lo
miraba con incredulidad.

—Y lo que te dije solamente es un 15 por ciento de todo. —la voz de Louis sonaba con orgullo.

—Espero que no odies los rizos ni los ojos verdes, porque si no ya estoy jodido.

Louis rió—. Hoy es tu día de suerte. Amo esas cosas, por eso me gustaste desde el primer
momento en que te vi.

—¿Ah sí? —la sonrisa de Harry se intensificó—. ¿Y cuándo fue la primera vez que me viste?

—Uhm... fue un miércoles, cuando regresaba de la uni con Zayn, y ahí vi que estabas bajando
cosas de tu auto. En ese momento comencé a ignorar a Zayn solamente por enfocarme en lo
lindo que caminabas. —el rostro de Louis se puso rojo y Harry sacó su teléfono capturando esa
imagen—. ¿Qué haces? —habló avergonzado.

—Te ves adorable cuando te sonrojas, y siempre que no estés conmigo veré esa imagen y
pensaré en las posibilidades de teñir tus mejillas cuando nos volvamos a ver.

Las mejillas de Louis estaban por explotar—. No sabía que eras tan cursi Styles.
—Bueno, hoy aprendiste algo más. —Harry le guiñó el ojo y Louis definitivamente bajó la mirada.
La mirada coqueta del rizado lo mataría algún día.

(...)

Cuando regresaron a casa Louis encontró a Zayn en la cocina preparando un ¿licuado? Eso no
estaba bien...

—¿Qué rayos haces Zayn? —la voz de Louis salió de repente.

—Un licuado. —dijo con la mayor obviedad del mundo mostrando el vaso lleno del líquido.

—Eso ya lo sé. ¿Por qué rayos lo tomas? ¿Qué no recuerdas que odias la leche? —Louis miraba
cada uno de sus movimientos.

—Una vez dijiste que la leche te tranquiliza. Quiero ver si tiene el mismo efecto en mí. —Zayn
pasó al lado del ojiazul con dirección al sillón.

—No lo tomes. Eso no es para ti.

Zayn ignoró sus palabras encendiendo la televisión. Louis rodó los ojos.

—Bien. Haz lo que quieras Zayn. Si quieres tomar esa leche hazlo. Sólo te pido que no vayas al
bar a descargar tus lamentos en el alcohol. —Louis declaró llamando la atención de su amigo.

—¿Lamentos? ¿De qué diablos hablas? —Zayn se puso de pie y miró al ojiazul con las cejas
levantadas.

—Tú sabes perfectamente de lo que hablo. Desde que se fue Niall te comportas como una chica
en sus días. ¿Me dirás que miento?
—Tonterías. Estoy perfectamente bien. —Zayn tomó un sorbo de su licuado.

—¿Tomar leche le llamas perfectamente bien?

—Tú la bebes, así que no me eches en cara algo que tú haces.

—¡Pero la diferencia es que tú la odias! —Louis levantó el volumen de su voz— ¡Siempre la


habías odiado y es extraño que justo después de la partida de Niall la bebas!

Zayn se alzó de hombros—. Siempre dicen que el cambio es bueno, ¿no? Ahora me gusta la
leche, ¿y si la quiero tomar a ti en qué te afecta?

—Me afecta porque me hace quedar como un mal amigo al no poder ayudarte.

—No necesito ayuda.

—Sí la necesitas Zayn, y lo sabes. Da gracias que soy tu mejor amigo y puedo darme cuenta de
lo que escondes. Sin mí ya estarías en la oficina de un terapeuta. —Louis escupió.

—Creí que justo ahora tú te estabas comportando como uno. —intervino, y el ojiazul rodó los
ojos.

—Vale, enójate conmigo. Pero no lo hagas contigo mismo. —Louis le puso final a la discusión
dando vuelta caminando hacia su habitación.

—¿A qué te refieres? —la repentina pregunta de Zayn lo hizo detenerse.

Louis puso la mirada en su amigo, y ladeo la cabeza—. Puedes estar molesto con todo el mundo
por algo que tú causaste, pero no te atormentes a ti mismo porque eso te llevará a la perdición.
Sabes perfectamente que la apuesta fue tu idea, y desde ese incidente han ocurrido otros más
que te han puesto al borde de un abismo. Ahora tratas de evitar el estar en el filo perdiéndote en
la leche... ¿qué harás más adelante? ¿Tener sexo cada día para olvidar el que tuviste con Niall?
¿Ir en la calle y decirles a todos que estás bien? Eso sería engañarte, y verdaderamente no
podrías sopórtalo. Te volverás un loco que tendrá miedo a enfrentar todo. Siempre que haya un
problema dirás que estás perfectamente bien y rechazarás la ayuda de los seres que te aman. Si
quieres eso olvídate de volver a ser feliz.

Louis suspiró y volvió a retomar su camino dejando a Zayn con el corazón latiéndole a mil por
hora. Él mismo sabía que todas las palabras del ojiazul eran verdad. Todo era verdad. Extrañaba
tanto a Niall que ahora no podía dejar de ver una cabeza rubia cada que salía. Miraba al cielo y
recordaba sus ojos. Sentía el tacto de alguien y enseguida pensaba que se trataba de Niall.

¡Todo se volvió él!

Su mundo y su vida se estaban poniendo de cabeza, y si seguía ignorando ese sentimiento


caería en el abismo y ni el mismísimo Niall lo podría sacar.

Zayn se estaba enamorando. Y una vez más Louis le hizo ver que eso no era malo y que no tenía
por qué temerle. Finalmente Zayn estaba entrando en razón, y no importaban la cantidad de
palabras que utilizaría cuando volviera a ver a Niall. Todo se trataba de él, y eso era lo que
asustaba.

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hubiera sido tan feliz (15).


Las siguientes semanas de noviembre se pasaron rápidamente, y en un abrir de ojos ya se
encontraban en diciembre. En los primeros días de ese mes la relación de Louis y Harry llegó
hasta su punto más alto. Ya eran una verdadera pareja, y se podía notar en la forma en que sus
ojos se miraban y en cuanto a que ambos sabían prácticamente todo del otro. Louis estaba lleno
de felicidad y Harry también, porque si su novio era feliz él también lo sería.

La cabeza de Zayn seguía siendo un total nido de abejas. Todo el día se la pasaba pensando en
su problema con el chico rubio, pero jamás admitía que realmente estaba enamorado. Él no creía
que en realidad lo estuviera, pero no podía pensar en otra causa que hiciera que su ánimo
cambiara y que no tuviera ni ganas de respirar.

Mientras tanto, Niall se distraía un poco de sus constantes pensamientos al ver como la granja de
su padre iba mejorando, y con otra noticia de que ahora él mismo vendería árboles de navidad. Y
siempre que veía uno se acordaba de Louis y de la idea de Harry de la fiesta sorpresa.
Definitivamente iba a asistir, restándole importancia al hecho de encontrarse con Zayn.

Y Louis. Él se la pasaba visitando tiendas con su novio en busca de la perfecta decoración de


navidad. Era el día quince, y necesitaban apurarse si querían llegar con los mejores adornos, ya
que la gente solía llevarse los mejores entre esos días.

—¡Louis! —Harry entró por la puerta trasera y el nombrado frunció el ceño, pero antes de que
pudiera preguntarle por qué había entrado por allí Harry habló—. Niall si va a venir.

—¡No puede ser! —Louis chilló de alegría.

—Y también dijo que no te preocupes por el árbol, él lo traerá.

—¡No puede ser! —Louis seguía gritando. Harry rió.

Zayn escuchó todo desde la cocina y sonrió torcidamente. Quería ver a Niall, pero sobretodo
hablar acerca de lo que pasó ese día y por qué le estaba afectando de sobremanera. Verse con él
era la única salida, y Zayn no quería ser miserable en navidad.
(...)

El día esperado había llegado. Harry se movía con prisa por toda la casa, observando si algo
estaba fuera de su lugar aunque fuera por lo más mínimo. Era la primera vez que pasaba el
cumpleaños de su novio junto a él, y quería que todo saliera perfecto. Louis era perfecto y se
merecía algo de su categoría.

Zayn había ayudado en mucho. Desde la primera hora de la mañana se encargó de llevar a Louis
a desayunar, y después distraerlo con lo que fuera, cuidando de llegar a casa después de las
siete. A esa hora llegarían los invitados —que relativamente no eran muchos. Solamente unos
cuantos amigos de la universidad y contactos de Zayn ya que él dijo que si ellos llegaban la fiesta
iba a sobresalir aún más—, y Harry suponía que igualmente a esa hora tendría todo listo.

A eso de las tres de la tarde Louis llamó. Harry se encontraba terminando de colocar una gran
cantidad de globos que cuando todos dijeran palabras lindas hacia Louis caerían; tapizando toda
la sala haciendo que esta se viera como una piscina... una piscina de colores.

—¿Qué pasa Lou? —Harry habló.

—Quiero que estés aquí conmigo. —su voz se escucha apagada.

—No puedo cariño, estoy haciendo algo muy importante. —Harry se alejó de la bocina del
teléfono para maldecir cuando el último globo que faltaba por colocar se cayó.

—¿Y qué es eso tan importante para no estar conmigo? —ahora la voz de Louis sonaba molesta.

—No puedo decirlo Lou, pero es algo grande.

Enseguida un comentario sucio pasó por la cabeza de Louis y no dudó en soltarlo—. No me digas
que tiene que ver con tu pene porque juro que corro hasta allá y te lo corto.
Harry se carcajeó y sin querer sus pies se resbalaron en la escalera haciendo que cayera como
un costal de papas. El celular azotó en el suelo rompiendo gran parte de la pantalla, pero el que
verdaderamente estaba roto era Harry. Apenas y podía moverse.

—Joder... —él murmuró tocando la parte baja de su espalda.

—¡Harry! ¡Contesta bebé! —el grito de Louis hizo que Harry reaccionara y mirara a su alrededor
buscando el maldito aparato. Lo tomó y con dificultad lo llevó hasta su oído.

—Lou... —Harry apenas susurró.

—Diablos Harry. ¿Qué sucedió? ¿Escuché un golpe y... estás bien? —su voz sonaba
desesperada y preocupada.

—Estoy bien. —su voz se quedaba atorada en la garganta, haciendo que soltara leves jadeos de
dolor.

—Sé que estás mal, así que voy para allá. No te muevas.

—¡No! ¡Estoy jodidamente bien Louis! —Harry protestó con furia y el sonido del suspiro de Louis
se escuchó fuertemente en sus oídos.

—Bien Harry. Ah, y gracias por dejarme varado el día de mi cumpleaños. —Louis terminó la
llamada secamente y Harry chilló de la rabia. ¡Había hecho enojar a Louis en su puto
cumpleaños!

—Merezco morir. —Harry habló para el mismo—. Aunque creo que ya estoy muerto. —rió
amargamente mientras trataba de ponerse de pie. Su espalda le estaba matando y no había
nadie que le pudiera ayudar.

(...)
Después de tomarse una aspirina y lograr llegar hasta el sillón, limpió la pantalla de su teléfono
con la intención de lograr marcarle a su primo. Seguramente entendería que no podría pasar por
él al aeropuerto.

—¿Hola? —Harry preguntó notando que un número desconocido lo había llamado.

—¡Harry! —una voz chillona le puso los pelos de punta al rizado haciéndolo rodar los ojos—. Soy
Rochelle, ¿recuerdas?

"Mierda, sólo eso faltaba." Harry pensó.

—Claro... ¿por qué me llamas? —trató de sonar lo más amable posible, aunque muy dentro de él
quería mandarla a la mierda.

—Hoy tengo el día libre, y pensaba que quizás querías salir y...

—Lo siento Rochelle. Hoy no puedo. —Harry la interrumpió.

—Oh vamos Harry. Yo sé que quieres. —insistió.

—No, es no. —Harry ya estaba perdiendo los pocos estribos que le quedaban.

—Por favor, y sería la única cosa que te pediría dentro de mucho tiempo.

Harry pensó en su oferta. Si saliera con Rochelle ella podría llevarlo al hospital para que le dijeran
que hacer con el dolor de espalda, y luego regresaría a casa antes de las siete para recibir a
Louis. Sí, eso podría funcionar.

—Está bien. Pero primero llévame al hospital.


(...)

Zayn y Louis volvieron a caminar por el mismo lugar mientras veían como el sol se metía.
Después de las primeras horas todo se volvió aburrido. Louis se la estaba pasando de lo más
mal.

—Zayn, ¿ya podemos ir a casa? —Louis preguntó por milésima vez.

—No Lou. Ya te dije que no podemos. —Zayn respondió lo mismo y el ojiazul rodó los ojos.
Estaba irritado de tan sólo escuchar esa respuesta.

—¿No será que Harry está haciendo algo malo y tú estás siendo su cómplice?

—Déjate de esa tontería. Y por favor camina que aún nos falta visitar la tienda de regalos. —Zayn
habló con cansancio. ¿Pero quién no lo estaría después de caminar en círculos por más de tres
horas?

—¿Y para qué la tienda de regalos? —Louis seguía preguntando y molestando; eso estaba
terminando la paciencia de Zayn.

—¡Bien, tú ganas! En la tienda de regalos está el de tu cumpleaños. —Zayn le informó, y por


primera vez en el día el ojiazul sonrió.

—¡Pues vamos! —Louis dijo con emoción tomando la mano de su amigo para después jalarlo.

"Puto Harry. Más te vale que estés organizando una fiesta de ensueño." Zayn maldijo
mentalmente.

(...)
Niall respiró el aire tan típico del día de navidad al salir del aeropuerto. Llevaba consigo un
enorme árbol, y necesitaba un carrito de supermercado para poder moverlo. Suspiró y se sentó
en una banca, sacando su teléfono y marcando el número de su primo.

—¿Y ahora quién es? —Niall se encontró con un Harry molesto.

—Ya estoy aquí. ¿Cuándo llegas?

—No iré.

—Diablos Harry, dijiste que vendrías por mí. —Niall apretó los puños.

—Bueno, los planes se cancelaron. —la voz de Harry sonaba tan relajada que por un momento
Niall pensó que su primo estaba ebrio. Descartó esa posibilidad al acordarse de que era
cumpleaños de Louis y que era imposible que se pusiera así.

—Espero que recuerdes que traigo un enorme árbol.

—Creo que sí. ¿Y qué con eso?

Niall se golpeó la frente, y las personas de cerca lo miraron con el ceño fruncido.

—¡Qué no puedo irme en un puto taxi! ¡Necesito tu jodida camioneta! —gritó poniéndose rojo.

—Busca un transporte más grande o algo. —eso fue todo. Harry dio la llamada por finalizada.

"Te mataré Styles. Juro que ese será el regalo de cumpleaños que le daré a tu novio." Niall
estaba pensando en cometer homicidio en plena fiesta. Sería algo épico y bien merecido.

(...)
Louis y Zayn salieron de la tienda con un enorme oso de peluche que costó ochenta jodidos
euros. Zayn estaba que explotaba de la furia porque se suponía que ese no sería su maldito
regalo. Pero todo estaba saliendo mal y nadie lo notaba.

—Cielos Zayn... esto es hermoso. Muchas gracias. Es lo más lindo que me has dado. —Louis
lloriqueó.

—Te la debía. Después del medio café del año pasado creo que lo menos que podía darte sería
ese oso de ochenta euros. —Zayn fingió una sonrisa.

—¿Y ahora sí ya podemos ir a casa? —Louis preguntó después de un momento.

Zayn miró su reloj y notó que ya pasaba más de las siete. Sonrió al percatarse de que el tiempo
se pasó volando mientras Louis estaba eligiendo su regalo.

—Ahora sí ya podemos. —respondió prácticamente dando brinquitos de felicidad—. Y espero que


el jodido de Harry tenga todo listo... —susurró tan bajo que Louis no alcanzó a escuchar, aunque
de todos modos no lo haría. Ese oso estaba capturando toda su atención.

(...)

Todos los invitados ya se encontraban dentro de la casa. La música ya se escuchaba y las


bebidas pasaban por las gargantas de todos. Niall abrió la puerta de una patada mientras que con
una cuerda arrastraba al jodido árbol. Para él todo estaba jodido en ese momento, y más cuando
no vio a Harry por ninguna parte.

—¿Has visto a Harry? —le preguntó al primer chico que pasó junto a él.

—Ni idea.
—¿Entonces quién cojones te dejó entrar? —Niall frunció el ceño.

—La puerta estaba abierta.

Eso era imposible. Harry no era tan idiota, al menos que estuviera ebrio... Pero mierda, Niall lo iba
a terminar de matar si lo encontraba en esa situación.

Dejó el árbol en una esquina de la construcción y suspiró yendo a la habitación de Louis en busca
de los adornos. Cargó la caja y depositándola en el suelo comenzó a sacar todos las esferas y
colgantes con más brillo. Murmurando cosas entre dientes comenzó a adornar el pesado árbol.

Harry le debía una muy grande.

(...)

Zayn frunció el ceño cuando llegaron a casa. La música estaba demasiado alta que arruinaba
completamente la sorpresa de la fiesta. De reojo miró a Louis, quien también fruncía el ceño.

—Zayn, ¿qué sucede aquí?

—¡Joder! —el rostro de Zayn se arrugó mientras miraba a su amigo—. Escucha Louis, se supone
que no deba decir esto pero...

—Dímelo Zayn. Quiero saber por qué hay una fiesta fuera de control en mi casa. —Louis exigió
como dueño de la construcción

—Es tu fiesta. Harry la organizó para ti.

—¿Esta fiesta? —Louis no podía creer lo que sus ojos estaban viendo ni lo que sus oídos
estaban escuchando.
—Juro que no sé lo que pasa. —Zayn dijo enseguida.

—¿Y Harry? —Louis demandó.

—No lo sé. Supongo que allá dentro.

El ojiazul entró en la casa y todos le miraron. Louis los evadió y solamente buscó ese rostro que
anhelaba con ver desde la mañana. No lo encontró, pero al girar la mirada hacia una esquina notó
a alguien más.

—¡Niall! —exclamó con júbilo. El nombrado volteó y le dedicó una sonrisa torcida.

—Hey Louis. —eso fue todo lo que dijo. Louis se decepcionó por un momento hasta que se
percató del árbol de navidad.

—Wow, sí que es inmenso. ¿Tú lo adornaste?

Niall asintió con la cabeza—. Se suponía que otra personita lo haría, pero como ves desapareció.

—¿Hablas de Harry?

—Claro, aunque no espero verlo esta noche. Tu maldito novio me dejó varado en el aeropuerto, y
tuve que venirme en un jodido camión con muchas señoras gordas apestando a pavo. —Niall
escupió en el rostro de Louis como si él fuera el de la culpa.

—¿Sabes dónde está?

—Si supiera donde está yo no estaría aquí en este preciso momento. —Niall respondió de mala
gana.
Louis se ofendió por la actitud de Niall. Él dio media vuelta y siguió colocando el listón sobre el
árbol. Louis puso los ojos en blanco y camino entre la multitud, preguntando a cada uno si había
visto a Harry. Zayn entró después de minutos encontrándose con un Louis devastado, sentando
en la mesa de la cocina.

—Harry no está allá afuera. —Zayn le informó.

—Aquí tampoco.

Zayn tomó asiento a su lado y suavemente acarició la espalda de su amigo.

—¿Estás bien?

—No lo sé Zayn. No he visto a mi novio en todo el día, y después de horas me vengo enterando
que organizó una fiesta, pero los cumpleañeros parecen todos ellos, no yo. —Louis suspiró.

—Lo siento Lou. Yo hice lo que Harry me pidió porque hablaba de hacer la mejor fiesta del mundo
sólo para ti, pero no sabía que todo iba a terminar así. —Zayn se disculpó.

—No es tu culpa. En tu lugar yo igual hubiera llevado a mi mejor amigo a dar vueltas como idiotas
en la ciudad. —Louis bromeó y Zayn se relajó. Al parecer su amigo se estaba tomando todo el
incidente con calma.

—Pero te compré un oso... y un pastel. —los ojos de Louis se iluminaron.

—¿Un pastel?

—Espera un momento.

Zayn salió de la cocina y apagó la música callando los ruidos de todos. En un segundo ya estaba
de vuelta en la cocina con cientos de chicos; cada uno de ellos sonriendo torcidamente.

—Escuchen... —Zayn se subió en la mesa capturando la atención de todos—. Hoy es el


cumpleaños de mi buen amigo Louis, y quiero que ustedes se comporten, porque es su día
especial, no el de ustedes. Así que todos colóquense alrededor de Louis, y sin poner muecas
cantémosle feliz cumpleaños.

Y así lo hicieron. Zayn sacó del refrigerador un pastel mediano con una chistosa caligrafía sobre
él.

—¿Qué cojones? —Zayn habló al notar la barbaridad que estaba escrita en el pastel—. Yo no
compré esto. —le aseguró a Louis.

—Yo lo hice. —Niall entró en la escena mirando directamente a Zayn. Se aclaró la garganta—.
Cuando llegué aquí, él se estaba comiendo el pastel que tú compraste. —señaló a un chico y este
salió corriendo. Niall suspiró—. Y bueno, fui a la panadería y ese era el único que tenían.

—Está bien, no hay problema. —Louis dijo sonriendo.

—Pero Louis, aquí dice 'es navidad y mi deseo es que Santa Claus llegue y te golpeé con su
barriga'. —Zayn intervino leyendo una vez más la barbaridad escrita en el pastel.

—¿Y? No veo ningún problema. Como cumpleañero digo que ignoremos eso y nos dediquemos a
comer el pastel. —Louis siempre con ese ánimo que muchos envidiaban.

—Ya rugiste Tomlinson. —Zayn dijo, y Louis rió.

Y fue como en cámara lenta. El ojiazul sentado allí sin nadie a quien impresionar. Todos
alrededor de él cantando "Feliz cumpleaños a ti". Pero hay alguien que falta...

(...)
Después del pastel la fiesta continuó como al principio. Al parecer todos habían olvidado que se
encontraban allí debido a Louis, pero el alcohol era el único culpable en ese momento.

Louis entró al baño, sentándose sobre el retrete, mirando sus ojos cansados a través del espejo.
La puerta se abrió, y un preocupado Zayn suspiró llegando hasta su amigo.

—¿Todo bien? —él preguntó.

—Claro... todo genial. —Louis levemente se alzó de hombros.

—Lamento que Harry no esté aquí.

—Está bien Zayn. Seguramente él tuvo algo más importante que hacer. —Louis habló enseguida
tratando de evitar lo más posible ese tema.

—¿Quieres que me quede?

—No. Necesito estar solo.

Zayn entendiendo la situación de su amigo abandonó la habitación de baño. Louis se recargó en


la pared, mientras sus dedos jugaban torpemente. Pensó en lo que Harry le dijo cuándo hablaron
por teléfono. Recordó perfectamente esas palabras nerviosas de su novio: "No puedo decirlo Lou,
pero es algo grande.", y amargamente rió.

Louis confió en que Harry al hablar de algo 'grande' se refería a su cumpleaños, a un regalo muy
bien envuelto con un moño rebosando de belleza. Pero no, todo lo que el ojiazul obtuvo fueron
mentiras. Mentiras que estaban abriendo heridas y que jamás se cerrarían.

Y las horas pasaron. Louis tratando de no derrumbarse en el baño, mirando continuamente el


reloj sintiendo como el hundimiento comenzaba. Las lágrimas no tardaron en aparecer... y ya no
había nada ni nada que pudiera pararlas.
¿Qué es lo que haces cuando la persona que más significaba para ti es la única que no se
presentó?

Su teléfono vibró en el bolsillo de su pantalón, y con la mano temblando a mil por hora llevó el
aparato hasta su oído, mordiéndose el labio intentando no sonar devastado.

—Lo siento, no pude ir. —la voz de Harry se escuchó en el otro lado de la línea.

—Yo también lo siento.

Y en ese momento Louis supo todo.

ión y trasfondo detallados. La ficción general está dirigida a lectores mayores y tiene temáticas de
mayor contenido adulto."],"Werewolf fiction concerns itself primarily with the subject of werewolves
or other human/beast forms from folklore and monster myths. Werewolf fiction often focuses on
lycanthropy - the supernatural transformation of a human into a wolf - and its repercussions, but
may also include associated drama within the hierarchy of the pack and the struggle for the
protagonist to repress primal impulses and bestial urges.":["La ficción de hombres lobo se ocupa
principalmente con el tema de los hombres lobo u otras formas humano/bestia del folclore y de
mitos sobre monstruos. La ficción de hombres lobo a menudo se centra en la licantropía - la
transformación sobrenatural de un ser humano en un lobo - y sus repercusiones, pero también
puede incluir el drama asociado dentro de la jerarquía de la manada y la lucha del protagonista
para reprimir impulsos primitivos y bestiales."],"Historical fiction usually recounts a famed event of
the past or a memorable, recognizable time period as experienced by fictional characters, but may
also describe a historical figure (in their perceived likeness) that must deal with a variety of
imagined situations. Historical fiction attempts to accurately capture the essence of history and
realise as fully as possible the way the world once was. Striving for plausibility and authenticity,
historical fiction allows the reader to both live and learn history, often showcasing political or social
issues of the time.":["Una novela histórica recuenta un evento famoso o el pasado de un período
histórico memorable y reconocido, experimentado por personajes ficticios; pero también describe
una figura histórica (en su semejanza percibida) que debe lidiar con una gran variedad de
situaciones imaginarias. La ficción histórica intenta capturar de manera fiel la esencia de la
historia y representar tanto como sea posible el mundo que una vez fue. Luchando por mantener
cierta verosimilitud y autenticidad, la ficción histórica permite al lector vivir y aprender la historia, a
veces dejando a la vista problemas políticos o sociales de la época."],"Read the best in chicklit
and other stories for free. Discover the next top writer and connect with other readers. Download
to read on your mobile device and start reading wherever you go.":["Lee lo mejor en chick-lit y
otras historias de forma gratuita. Descubre al próximo autor destacado y conéctate con otros
lectores. Descarga la aplicación para leer en tu dispositivo móvil y empieza a leer donde quiera
que vayas."],"Could not associat

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no estoy brillando como las luces (16).

Todos se fueron al dar las seis de la mañana. Niall durmió en la casa de su primo y Zayn
abandonó el lugar con la excusa de no querer ver el rostro del chico rubio. Louis no dijo nada. De
todos modos quería estar solo. Necesita pensar. Aclarar las cosas...

Louis tenía media taza de té frente a él. Ya llevaba dos horas sentado en el sofá, viendo en
dirección a la puerta, esperando su llegada. Un pequeño suéter lo protegía del frío, pero el que
sentía en su corazón nadie se lo podía quitar. Ni siquiera él.

Escuchó el sonido de una bicicleta caer sobre el pavimento. Levantó la cabeza, sacudiendo sus
pensamientos que le impedían estar presente en la realidad. La puerta se abrió, y la temperatura
del exterior congeló por un simple momento la del interior. Ahí estaba él... parado y dentro de un
enorme abrigo, con la mirada clavada en el pequeño cuerpo de Louis.

—¿Quién te dio permiso de entrar? —el ojiazul cuestionó severamente.

Harry ignoró sus palabras y quitándose una colorida bufanda entró por completo—. ¿Por qué
mierda no has respondido ninguna de mis llamadas? ¿Tan siquiera has visto los mensajes?
—anunció.

Louis, la noche anterior había lanzado su celular contra la pared del baño, así que probablemente
a esta altura el aparato se encontraba destrozado.

—¿Piensas hablar? —la voz de Harry nuevamente se escuchó.

—Yo no soy el que tiene que hablar.

Louis tomó asiento y con sus manos temblándole sujetó la taza. De un sorbo pasó todo el té
sobrante.

—¿Qué quieres que te diga cuando tú me ignoras? ¡Te hable ayer por la noche! —Harry gritó.

—Estabas ebrio. —Louis le dio una rápida mirada y el rizado tragó fuertemente—. Las palabras
que dijiste no sirvieron de nada. Tenías alcohol en el corazón y mente. Estabas desorientado.
Nada de lo que dijiste fue cierto.

—¡En verdad lo siento Louis! —Harry suplicó entre lágrimas.

—¿Y qué quieres que te diga? Oh querido Harry, en verdad te creo y te perdono. ¡No lo haré
Harry! ¡Me rompiste el puto corazón! ¡Me dejaste solo!

—¡Lo lamento tanto! —Harry se acercó a Louis y este enseguida se levantó, alzando las manos
señalándole que se alejara.

—¡Era mi cumpleaños y Zayn me dijo que tú habías organizado la fiesta! ¡Y al final no llegaste!
¡¿Cómo explicas eso?!

—¡Fui al hospital! —declaró, y Louis frunció el ceño, mirándolo con incredulidad—. Ayer me
llamaste y te pusiste como loco porque no te dije en dónde estaba. Luego hiciste una broma
sobre mi pene y caí de las escaleras. ¡No podía ni moverme! —Harry se defendió.

—¡Pudiste haber llamado!

—Rochelle... yo...

—¿Estuviste con ella? Claro, ahora entiendo todo. —Louis estaba a punto de llorar.

—Ella insistió en que saliéramos, y pensé que sería algo rápido, pero después de estar en el
hospital me llevó a una especie de fiesta a las afueras de la ciudad.

—¿Esperas que crea toda esa mierda? ¿Por qué no dices que tuviste sexo con ella para terminar
esta tontería?

—¡Lo que te digo es verdad! —Harry protestó—. Eran más de las siete cuando me di cuenta en
donde estaba. Ella debió drogarme o algo parecido.... —Louis rodó los ojos—, por favor Lou,
tienes que creerme.

—¡Estuve esperando a que aparecieras por esa puerta! —el ojiazul chilló.

—Aquí estoy...

—¡Ayer, idiota!

—¡Ya te expliqué por qué no pude! Diablos Louis, ¿podrías dejar el dramatismo? —Harry pasó su
mano por el cabello claramente agotado de gritar sin conseguir absolutamente nada.

—Dejaría el dramatismo si se hubiera tratado de otro día, ¡pero era mi cumpleaños! ¡Todos
estuvieron aquí menos tú!
—Apuesto a que estuviste contento, porque Niall estuvo a tu lado, ¿no es así?

Louis puso los ojos en blanco—. ¡Él estaba igual que yo! ¡Lo dejaste plantado en el aeropuerto!
¿¡Qué mierda traías en la cabeza para hacer semejante cosa!?

—¡Ya te lo dije! ¡Rochelle hizo todo! —Harry insistió.

—Ella no hizo nada. Tú fuiste el único que decidió en tus malas decisiones. ¡Así que por una
maldita vez deja de culpar a los demás! —Louis escupió en su rostro.

—Entonces no vas a creerme, ¿cierto? —Harry habló con un nudo en la garganta.

—Estoy cansado. Esta fue la última gota derramada que te soportaré. Ya no más. Di que lo
sientes, pero ya no te creeré como lo hice antes. —Louis tomó un respiro y con tristeza
desbordándose por sus ojos anunció: —. Adiós Harry.

Y ese fue el final de semanas de amor. El corazón de ambos estaba más que destruido, pero ya
no había vuelta atrás. Ni siquiera una máquina del tiempo podría hacer que las cosas tomaran
otro rumbo. Todo estaba dicho; escrito en un papel que ni con el más potente fuego se destruiría.

(...)

Pasadas las horas llegó un mensaje. "Quédate conmigo..." Louis leyó esas palabras en la pantalla
de su celular y enseguida buscó otro pañuelo para pasarlo nuevamente por sus ojos. Con el
corazón destrozado, y aguantando el último aliento respondió: "Ya no llames. No contestaré."

Su cabeza volvió a la almohada. Allí era a donde pertenecía desde la noche anterior. Todo estaba
tan tranquilo, tan agotador y nostálgico. Y la foto de ambos aún permanecía en la mesita de
noche. Louis no podía dormir sin antes verla... pero ahora la lanzó contra el espejo, y lo único que
tendría de Harry serían los recuerdos. Intentaría dormir, pensando en lo feliz que pudo haber sido
si él hubiera entrado por la puerta, con esa sonrisa con hoyuelos anunciando un feliz cumpleaños.
Harry se había ido, y Louis no volvería a traerlo de vuelta.

(...)

Niall vio a su primo entrando con una faceta miserable. Quiso ayudarlo, pero Harry pasó a su lado
negándose instantáneamente. El chico rubio dejó de lado su orgullo y acudió por ayuda a la
primera persona que tenía en su lista de contactos, y la única que podía realmente ayudarlo.

—Hey Niall. —Zayn dijo apenado.

—Gracias por venir... supongo. —Niall sonrió torcidamente. Se hizo aún lado para dejarlo pasar.
Zayn suspiró y se retiró de un abrigo.

—Sabes que siempre estoy dispuesto a ayudar.

—Eso ya lo sé. —Niall sonrió recordando la vez en aquel estacionamiento del restaurante italiano,
como Zayn llegó y no se fue hasta que Niall estuvo mejor.

—Voy a sentarme. —Zayn habló al ver que el otro chico no estaba presente en la escena.

—Oh... uh, ¿quieres café o té? —Niall se sintió estúpido por haberse ido en sus pensamientos.

—No, pero gracias.

—¿Seguro? Porque puedo hacer uno y...

—Gracias Niall, pero así estoy bien. —Zayn lo interrumpió lo más gentil posible.
—Bien. —Niall tomó asiento en el lado opuesto a Zayn—. Harry está muy mal.

—¿Él está aquí?

Niall negó—. Dijo que saldría a caminar, pero conociéndolo seguramente se quedará en un motel
o algo para no venir y enfrentar las cosas.

—Louis no me abrió la puerta, y eso es señal de que está devastado. —Zayn anunció.

—¿Crees que fue por lo de ayer?

—Claro. Harry no fue a la fiesta que el mismo había organizado. Yo vi a Louis. Él estaba en el
baño, llorando y a punto de morir, y no estoy exagerando.

Niall suspiró—. ¿Qué es lo que haremos?

—No podemos hacer nada. —Zayn dijo enseguida—. Conozco a Louis y lo que hagamos no lo
hará cambiar de opinión. Es demasiado terco. Dime, ¿Harry lo es también?

—Demasiado. —Niall coincidió.

—¿Lo ves? Tú y yo no podemos cambiar lo que ya está hecho.

—Pero no quiero que Harry sufra.

—Tampoco lo quiero con Louis, pero me temo que no hay nada que hacer.

Niall entrelazó sus dedos—. Quizá intente algo con Harry...


—Adelante, y por favor avísame que sale de su plática. —Zayn finalizó poniéndose de pie.

—¿Ya te vas? —Niall se sorprendió de su propia voz.

—Tengo que estar al pendiente de Louis. ¿Sabes? Él es muy delicado y puede cometer cualquier
estupidez.

—¿Cómo el suicidio? —Niall preguntó temeroso.

—No creo que sea capaz de hacerlo... —Zayn respondió muy seguro de sus palabras, pero él no
era la mente de Louis para saber que pasaba por ella en momentos después de una ruptura de
relación.

—Tampoco creo que Harry lo sea.

—De todos modos creo que deberías ir a verlo. Sólo para estar seguros. —le ordenó y Niall
asintió.

Zayn caminó hasta la salida, y abriendo la puerta la voz quebrada de Niall se escuchó.

—¿Zayn?

—¿Sí? —se giró hacía el chico.

—Es bueno verte.

—Lo mismo digo. —le sonrió cerrando la puerta. Enseguida el frío se sintió y Zayn extrañó por un
momento la calidez de estar al lado de Niall.

(...)
Louis seguía recostado en su cama. Ese era el único lugar que conocía; estaba acostumbrado a
estar allí cuando quería evitar sus problemas. Y los problemas del corazón eran los más
frecuentes, y siempre dejaban heridas.

Su celular vibró, imaginándose que se trataba del chico con el que había terminado, pero le
sorprendió leer otra clase de palabras con un significado bastante distinto.

"Querido Louis, yo te dije que me iba a vengar. ¿Lo recuerdas? Bueno, ¿por qué no le preguntas
a tu ex novio? Jajaja. De igual manera ya estamos a mano, ¿no?"

Era la perra de Eleanor, lo supo en el instante que leyó la palabra vengar. Ella estuvo detrás de la
desaparición de Harry para no llegar a la fiesta, pero eso no significaba que Louis lo fuera a
perdonar. Jamás lo haría. Su mente y corazón estaban muy dañados, y no importaba la cantidad
de mensajes que Eleanor le mandara diciendo que ella era la culpable, porque Louis seguiría
pensando que el chico rizado era el único malvado en la historia.

Nunca jamás volveremos a estar juntos. Louis estaba consciente de lo fuerte que eran esas
palabras, pero iba a vivir con ellas el resto de sus días.

=================

will, o algo así (17).

Pasó un mes. Harry por su lado y Louis por el suyo. Miradas discretas eran lo único que
intercambiaban. ¿Dolor? Claro que sí. Había demasiado que hasta sobraba. Sus vidas estaban
dando un giro inesperado y eso se vio en los primeros días de enero, cuando Harry organizó una
fiesta y un chico se quedó a dormir. Eso le dolió a Louis, pero fingía una sonrisa diciendo que
estaba perfectamente bien. Al parecer Harry había olvidado al ojiazul más rápido que decir la
palabra sabotaje.

Zayn había estado al pendiente de su amigo unas doce horas al día; en las otras Louis estaba en
la universidad y Zayn tenía que ir a trabajar. Cuando el ojiazul regresaba a casa siempre
encontraba un tazón con sopa caliente; igual al que su madre solía hacer. Eso de alguna forma le
hacía sentirse en un hogar.

Niall mantenía lejanía con su primo. Él se había vuelto rebelde, más de lo que ya era. Nada le
gustaba y todo le molestaba. En una semana se había hecho más de cinco tatuajes, todos ellos
absolutamente extraños y hasta un poco absurdos a los ojos de Niall.

Harry no estaba avanzando... él estaba retrocediendo.

—Mueve tu trasero. Necesito el sofá limpio dentro de media hora. —Harry le ordenó de mala
forma a su primo.

—¿Y eso como por qué?

—Will viene.

El maldito Will. Un chico de baja estatura, con cabello castaño y con unos imponentes ojos
azules. ¡Era una maldita copia de Louis! Niall lo notó desde el primer momento en que vio al
chico. Era como el gemelo de Louis, y por supuesto Harry también lo sabía. Era tan inteligente
que hasta escogió a uno que también se pareciera en el nombre. Will y William, no había
diferencia.

Aparte de rebelde Harry también era un completo patán.

—¿Sabes Harry? No me agrada demasiado Will. —Niall anunció levantándose del sofá.
—¿Y? ¿Acaso te pedí tu opinión acerca de él? —Harry escupió.

—Creo que Will es una mala influencia.

Y Niall estaba en lo correcto. Él sabía que ese chico en cierta forma obligaba a Harry a hacerse
tatuajes y a fumar más de una caja de cigarrillos al día. Will llevaría a Harry al olvido, sino es que
ya ambos estaban por llegar.

—Cierra la puta boca Niall, y lárgate de mi casa.

Harry odiaba escuchar la verdad, y cuando lo hacía actuaba como un completo idiota.

—Como quieras primo, pero ten cuidado, ¿vale? —Niall quería romperle las pelotas, pero se
limitó a hablar con suavidad mientras caminaba hacia la puerta.

—Cuidado con tu culo, Zayn podría estársela metiendo a otro. —Harry habló con maldad,
ganándose una mirada asesina de su primo.

—Rezaré por tu alma, Harry.

—Seguro que sí. —Harry rió—. Aunque espero que mientras estés de rodillas ante el padre
hagas algo útil.

Niall azotó la puerta no aguantando más de ese demonio. ¡Harry se había convertido en uno en
tan poco tiempo! ¿Qué llegaría después? ¿Ir a prisión? ¿El suicidio?

¡No había vuelta atrás y todos lo sabían! Zayn y Niall, fueron los primeros en darse cuenta. Sus
respectivos amigos estaban yéndose por el camino equivocado que tarde o temprano los llevaría
a la muerte, y obviamente Harry sería el primero en llegar.
(...)

—¿Me pasas la caja de cigarrillos? Están sobre el refrigerador. —Harry le pidió a Will.

—¿Por qué tan alto? —Will frunció el ceño al ver que el rizado los tenía en un lugar difícil de ver y
de alcanzar.

—Por mi primo. Es un imbécil que odia verme fumarlos.

—¿El rubito mal teñido? —Will se carcajeó—. Sí que es un idiota, pero no negaré que tiene un
culito tan pequeño preciso para enterrarla.

—Si te lo quieres follar primero pregúntale a Zayn, él se ha tirado a media ciudad. —Harry
encendió un cigarrillo con el encendedor de Will.

—¿Zayn? ¿El mismísimo Zayn hetero Malik? No me jodas Harry. —Will habló con la mandíbula a
punto de caer.

—¿Por qué tanta sorpresa? ¿Acaso ya lo conocías? —Harry dio una calada a su cigarrillo.

—Claro Styles. Más de medio país lo conoce. Él solía pertenecer conmigo, en mi banda, pero
cuando entró a la universidad desapareció como una puta cobarde.

—Es una puta... y también un cobarde. —Harry coincidió.

—Diablos, esto amerita humo de cigarrillo.

—¿Quieres? —Harry le ofreció el suyo.


—Nah, necesito mariguana para poder procesar toda esta información repentina. —Harry rió y
Will salió hacia su vehículo.

Humo salía de la boca de Harry, llenando el pequeño espacio de la sala. No importaba. Desde
hace poco ese se convirtió en su olor favorito. Sus nervios se tranquilizaban, y sus recuerdos
desaparecían. En pocas palabras le hacía olvidar a Louis.

—Oh sí, esto definitivamente es lo mejor. —Will habló con entusiasmo mientras pasaba la puerta.

—Quiero una cerveza. —Harry pidió estirando sus músculos. Llevaba más de dos horas sentado.

—Aquí están. —Will sacó dos latas de su espalda. Harry chasqueó la lengua.

—Tu siempre impresionándome como un puto mago.

—No olvides decir el más sexy mago. —Will se subía su propio ego causándole a Harry varias
pero pequeñas risitas.

—El más sexy de todos.

(...)

Louis comía gelatina en su habitación mirando la TV. Había pasado la televisión de la sala hacia
allá, porque raramente salía de su habitación.

Sus ojos se estaban cerrando mientras intentaba leer la mayoría de subtítulos posibles. Un tipo
regordete hablaba acerca de la mejor comida en los Estados Unidos, y Louis frunció el ceño al
notar que él nunca le había cambiado a ese canal. ¿Acaso estaba iniciando una etapa de la
ansiedad? Nah, eso era para viejos con canas más allá del cabello.

Louis puso la guía de programación, esperando una película o inclusive alguna serie decente. Él
odiaba las series de comedia, porque todas ellas se le hacían absurdas. No entendía el porqué de
las carcajadas de los demás cuando las miraban.

—¿Lou? ¿Estás allí? —la voz de su único amigo se escuchó del otro lado de la puerta.

—Pasa.

—Hey, ¿qué tal tu día? ¿Bien, mal o excelente? —Zayn dijo con una sonrisa.

—Bueno, lo he pasado comiendo gelatina y viendo televisión. Adivina mi respuesta. —¿eso era
sarcasmo?

—Creo que te haría bien salir. ¿Vamos al parque?

Louis negó.

—¿Al cine? —Zayn insistió.

—¿Si no hay buenas películas en la televisión por qué crees que en cine las habrá?

Al parecer la actitud de Louis era lo único nuevo entre el cine y la televisión.

—Correcto. Yo saldré, traeré algo para cenar y compraré un juego de mesa. —Zayn sacó del
armario su chaqueta y viéndose al espejo se la colocó.

—¿Un juego de mesa? —Louis frunció el entrecejo.

—Tú amas los juegos de mesa. ¿O acaso también crees que no hay buenos en el
supermercado? —ahora Zayn había tomado la actitud de su amigo.
—Bien, trae uno.

Zayn dejó encerrado a Louis nuevamente. Tomó las llaves de su auto —el cual también era
llamado bebé, o pequeño Malik—, y salió de la casa de su amigo. Cerró su chaqueta al ver que el
viento comenzaba a venir con más fuerza. Y antes de subir al vehículo notó uno inusual sobre el
césped de Harry. Enseguida sus ojos se posaron en la puerta de su casa viendo como un chico
increíblemente parecido a Louis salía. Los ojos de Zayn se agrandaron al ver de quién se trataba.

—¡Zayn, hermano! —Will exclamó abrazándolo.

—¿Will? ¿Will Jones? —Zayn estaba jodidamente aturdido.

—¡Claro, bro! ¿Quién más sería? —Will rió.

—Diablos... no esperaba a verte por aquí. Me has sorprendido.

—Lo sé, yo tampoco a ti.

—¿Y qué haces aquí? —Zayn soltó la pregunta que había querido decir desde que lo vio.

—Visitando a mi novio. —Will se acercó al oído del chico, y retirando la goma de mascar de su
boca dijo—. En realidad no lo es porque yo odio esa palabra. Pero Harry insiste. —Will se alejó
metiendo el dulce nuevamente a su boca y encogiéndose de hombros.

—¿Harry es t-tu n-novio? —Zayn tartamudeó.

—Ajá. —Will dijo con indiferencia—. Ahora háblame del tuyo, Malik.

Zayn frunció el ceño—. ¿El mío? Yo ni siquiera soy gay.


—Oh vamos Zayn, estas en confianza. —Will le lanzó un guiño—. No le diré a nadie que babeas
por ese rubiecito. ¿Cómo es que se llama? Oh sí... Niall.

"¿Will ya conocía a Niall? ¡¿Pero cuando carajos sucedió todo esto?!" Zayn se preguntó
mentalmente.

—Niall no me gusta. —respondió con firmeza.

—¿Me han dicho que te lo follaste? Dame detalles de lo bueno que es. —Will se relamió los
labios.

—Mira Will, tengo prisa. —Zayn dio media vuelta abriendo la puerta de su auto. Will bufó a sus
espaldas.

—En fin, creo que tendré que preguntárselo.

Zayn apretó los puños mientras entraba a su auto. Will Jones no podía cometer esa estupidez.
Zayn sabía que Niall jamás le entregaría su culo a un patán como Jones, pero de cualquier forma
Zayn tenía que advertirlo.

Después de suspirar, Zayn vio como el idiota de Will entraba en la casa de Harry, dejando al
descubierto una enorme cantidad de humo blanco.

—Harry, estás jodido. Una vez que las garras de Will te atrapan jamás escapas.

(...)

Harry estaba molesto. Su rostro rojizo y su ceño fruncido lo apelaban. Tenía el celular en el oído,
mientras gritaba y regañaba al chico que horas atrás había pisado su casa.
—Dijiste que vendrías, hijo de puta. —Harry le reprochó.

—Bueno ricitos, me surgió un compromiso. —la voz de Will se escuchaba envuelta en una eterna
paz. Eso enojó más a Harry.

—Ojalá que te corten las pelotas. Me haría muy feliz.

William se carcajeó tan fuerte que hizo que Harry retirara el aparato de su oído. Tenía una risita
tan chillona.

—¿Si me cortan las pelotas quien se encargará de metértela?

—¿Por qué esperar a que te la metan cuando tú puedes meterla? —Harry contraatacó
ganándose un chasqueo de lengua por parte de Will.

—Chico astuto.

Louis apagó la televisión después de una maratón de Doctor House. Se despojó de su ropa
metiéndose a la cama con tan solo unos pantaloncillos. Estaba agotado. Había jugado hasta el
cansancio el maldito monopoly, mirando la expresión de niñato de Zayn. Después recargó su
estómago con comida japonesa, y a las diez de la noche ya quería sentir su almohada y sábanas.

Era más que justo. A menos que la vocecilla molesta de alguien dijera lo contrario.

Los gritos de Harry se escuchaban perfectamente. Y dejaba en claro que estaba enojado... y
quizá preocupado. Louis trató de no escuchar, pero su curiosidad fue más grande. Se levantó de
la cama y con sigilo caminó hasta la ventana, abriéndola un poquito.

—Ya Harry. Mañana estaré por allá. ¿Feliz? —el ojiazul alcanzó a escuchar una segunda que voz
que provenía del aparato que Harry sostenía.
—Estaría más feliz si tu culo estuviera en mi rostro ahora mismo. —Harry lloriqueó.

—También quiero eso, pero hoy no se podrá.

Escuchó el pesado suspiro de su vecino, y eso le hizo asomarse un poco más.

—Bien, tú ganas sexy mago.

—Mañana te haré un truco de magia en la cama que hará que quedes inválido de la cintura para
abajo.

Harry rió, y mierda, Louis había extrañado ese sonido.

—Buenas noches. —Harry finalizó la llamada tirando su celular.

Cuando las voces cesaron, Louis se puso de pie mirando con cautela la habitación de su vecino.
No había nadie, y eso hizo que Louis pudiera volver a la cama. Una sonrisa apareció, y el ojiazul
la agrandó al notar que se trataba de felicidad y una pizca de emoción.

Harry estaba enojado porque su novio no había llegado como lo prometió, y eso de alguna
extraña manera hizo feliz a Louis.

¿Qué se siente,Harry? ¿Qué se siente que la persona más importante para ti no se presentó?

=================

entenderte no es fácil (18).


Cinco meses pasaron desde aquella tarde de invierno en donde las luces de navidad aún
brillaban. Harry por fin había finalizado la universidad, y esa mañana de junio había ido a su
graduación junto con su novio.

Los anteriores meses fueron una tortura para Louis. Una verdadera tortura.

Enero fue frío, como el mismo mes se describía. Louis miraba cada noche la ventana de su
vecino, y algunas veces reía, pero la mayoría lloraba.

Febrero fue peor. Llegó el cumpleaños de Harry, y ese sábado él hizo una gran y ruidosa fiesta
que duró hasta las siete de la mañana. Louis miró como Will ocupaba su lugar al lado del rizado,
lo que significaba que ya no intervenía más en su corazón. Ya no más.

Marzo llegó rápidamente. Zayn no estuvo con Louis en esas cuatro semanas disculpándose, pero
recalcando que era el cumpleaños de su abuela y que posiblemente sería el último que pasaría
con ella.

Abril fue más triste que el del año anterior. Louis no se despegó de la cama ni por un momento.
Zayn le dijo que tenía depresión, pero el ojiazul respondió gritando que él estaba bien. Pero no lo
estaba, revivir los recuerdos de Harry no lo estaban ayudando.

Mayo, los primeros días fueron cálidos gracias al cambio de estación. ¡El verano estaba tocando
las puntas de sus pies! Sin embargo, eso no era suficiente para Louis. En cambio, Zayn no
paraba de llevar paletas heladas y mucho, pero mucho refresco, explicando que el cuerpo del
ojiazul necesitaba esos azucares. Al final de todo, fue algo divertido.

Junio, final de un ciclo académico. Louis sacó buenas notas porque él realmente era bueno en el
tema de la nutrición, y aunque no haya asistido a prácticamente todas las clases le dieron el pase
al siguiente y último año. Louis estaba feliz, por fin terminaría la universidad y podría largarse
hacia otra parte con tal de no seguir soportando el sufrimiento al ver a Harry. Pero el ojiazul no
contaba con que el rizado iba a llevarle la delantera.

(...)

Louis sabía perfectamente que el día anterior había sido la graduación de Harry. Se había
enterado gracias a diversos factores, pero el más importante fue su memoria; ella le había puesto
una especie de alarma mañanera, y gracias a eso Louis pudo ver como Harry salía de casa con
traje y moño, y obviamente percatándose de que Will iba junto a él; tan arrogante como siempre.

—Fue una completa basura. —Will anunció sacando un cigarrillo.

—Estoy de acuerdo. Fue como una fiesta de niñitas.

—Y realmente todos se veían estúpidos, excepto tú. —Will dio una calada y Harry sonrió
satisfecho.

Iban de regreso a casa, hablando sobre lo ridícula y aburrida que había sido la ceremonia de
graduación, hasta que Will sacó el tema del verano haciendo toser repentinamente a Harry.

—¿Ir contigo a California? —el rizado preguntó incrédulo.

—Claro. Un amigo tiene una fabulosa casa en la playa, y las fiestas que se arman allí son historia.
Si asistes a alguna automáticamente te conviertes en una leyenda. —Will habló con júbilo; como
si eso fuese lo más grande en el mundo.

—No lo sé... siento que no sería una buena idea.

—Dame una razón. —Will pidió.


—Está muy lejos de aquí.

—No empieces con eso, Harry. Dijiste que querías dejar esta asquerosa ciudad.

—Lo sé, pero...

—Puedes irte a vivir conmigo. —Will soltó.

—¿Qué? —Harry le miró horrorizado, temiendo el hecho de aceptar la oferta.

—Oh, vamos Harry. Las veces que has visitado mi departamento has dicho que te encanta. Y
pensé, ¿por qué no preguntarle al niño si quiere vivir allí? —Will lo miro expectante.

—Es muy lindo de tu parte Will, pero siento que es muy apresurado. ¿No crees?

—Nah, somos novios y no hay nada de malo en que quiera que mi novio esté conmigo las
veinticuatro horas del día. —Will declaró, aunque realmente sólo quería tener el culo de Harry
abierto para él.

—Tienes razón. —Harry le sonrió.

—¿Entonces qué dices?

—Iré contigo a California para el verano, y cuando regresemos viviré contigo.

(...)

—Vamos Lou, te divertirás. —Zayn seguía insistiendo mientras veía a su amigo meterse gomitas
a la boca.
—Calla Zayn, sabes que no me convencerás. —Louis dijo bufando.

—¡Pero es verano!

—¿Y? ¿Qué no puedo quedarme en casa? —Louis le miró de mala manera.

—Claro que puedes, pero eso te convertiría en un perdedor.

—Ya soy uno. Soy uno muy grande e imbécil. —Louis se insultaba a sí mismo, pero de cualquier
manera ya estaba acostumbrado.

—No lo eres. ¿Sabes que eres? Un chico hermoso con ganas de vivir. Así que mueve tu trasero y
sácalo al sol. Créeme que después de estos meses de intenso frío lo necesita. —Zayn llegó hasta
él y tiró de su brazo haciéndolo levantar del sillón.

—Necesito darme una ducha. —Louis protestó.

—Oh, pero claro que te la daré. —Zayn le lanzó un guiño mientras abría la puerta. Con sus
manos cubrió los ojos de su amigo, y en un dos por tres Louis ya estaba empapado; Zayn lo
había empujado hacia una pequeña piscina inflable.

—¡Jodido de mierda! —Louis chilló.

—Veo que tu vocabulario no ha cambiado.

Louis se cruzó de brazos a la par que salía de esa agua helada. Se encaminó peligrosamente
hacia Zayn, y el sonido de un auto le hizo dar media vuelta. Era el vehículo de Harry... mierda.
Ahí estaba él; bajando del vehículo con unos lentes negros, y a su lado su nuevo novio cubierto
de tatuajes.
—¡Zaynie! —Will gritó formando una sonrisa falsa en sus labios.

Zayn se limitó a sonreírle.

—Hoy fue mi graduación. —Harry anunció. En su tono había orgullo, y quizá una pizca de burla.

—Lo sé. —Louis habló bajito. Miró al rizado por un par de segundos, y en sus ojos vio todo un
infierno. Ya no eran verde esmeralda, ahora llegaban al verde oliva. Todo había cambiado.

—¿Quién eres tú? —Will se dirigió a Louis con esa sonrisa que lo caracterizaba.

—Uh, soy Louis. ¿Y tú?

—Will. —él habló guiñando un ojo. A Louis se le revolvió el estómago.

—Vámonos Will, llegaremos tarde. —Harry habló repentinamente tomando del brazo a su novio.

—Está desesperado. ¿Pero quién no lo estaría cuando California nos espera? —Will rió.

Louis sintió una punzada en el estómago. ¡Harry viajaría a otro continente! ¿Y eso era bueno, o
malo?

—¿California? ¿Pasarán el verano allá? —Zayn preguntó con sorpresa.

—Claro, bro. No hay mejor lugar que California. —Will respondió.

—Lo sé. Allá es el paraíso. —Zayn suspiró.

—Bueno, adiós. —Harry interrumpió jalando a su novio llevándolo hasta su casa. Louis suspiró.
—¿Estás bien, Lou? —Zayn le preguntó suavemente.

—Acabo de ver a mi ex y es como si él no me conociera. ¿Lo viste? ¡Ni siquiera me dedicó una
puta mirada! —Louis lloriqueó.

—Si lo vi, Louis. Harry parecía otra persona, pero no es su culpa.

—¿De qué hablas? —el ojiazul frunció el ceño.

—Ven. —Zayn tomó suavemente su mano y lo guió hasta la casa. Cerró la puerta y le indicó a su
amigo que tomara asiento.

—¿Y bien?

Zayn suspiró—. Todos los cambios de Harry se deben a Will. Ese tipejo es de lo peor.

—¿Lo conoces?

—Me juntaba con él antes de ir a la universidad. Conozco como es él. Conozco sus mañas de
manipular a la gente. —explicó.

—¿Y entonces por qué Harry se junta con él?

—¡Porque es igual a ti! —Zayn respondió enseguida.

—¿Igual a mí? Mierda... —Louis cerró los ojos. Recordó la rápida observación que sacó del físico
de Will, llevándose una gran sorpresa... y una inmensa decepción.
—Sus ojos son azules como los tuyos. Su cabello es parecido al tuyo. ¡¿Y viste lo que lleva en los
pies?! ¡Unos malditos vans!

—Ese maldito... —Louis murmuró.

—Aunque hoy no te haya mirado no significa que no te extrañe. ¡Te extraña como una jodida
puta, por eso se consiguió a un chico igual a ti!

—No lo puedo creer... —Louis susurró a punto de llorar—. Y-yo...

—Dilo, Louis. —Zayn le exigió.

—¡Odio a Harry!

(...)

Harry y Will ya estaban en el avión. Sentados esperando la voz del piloto diciendo que en un
momento despegarían. El rizado sostenía la mano de su novio, y eso le ayudaba a olvidar las
turbulencias que próximamente iba a haber. Cerró sus ojos, pensando en Louis, en que sus ojos
se veían azules como el cielo que verían en los próximos minutos. Vio sus labios y se imaginó
besándolos. Y sus manos, esas pequeñas manos que alguna vez pensó que sostendría por
siempre. Pero ahora estaba sosteniendo una muy diferente, y Harry no estaba seguro si la quería
sentir por el resto de su vida.

A estas alturas él no estaba seguro de nada.

—¿Harry?

La voz de Will le hizo abrir los ojos.

—¿Qué?
—¿Puedes soltar mi mano? Ya despegamos.

Harry miró hacia la ventanilla, y por arte de magia aparecieron unas nubes. Se sintió tonto por un
momento.

—Lo siento, Will. —el rizado se disculpó soltando una risita nerviosa.

Y bueno, al parecer Will tampoco quería sostener su mano por siempre. Ni siquiera quería
sostenerla por el resto del viaje.

LP

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¿Por qué sigo aquí? (19).

A los ojos de Harry, California era una especie de bahía con mucha arena que le entraba en los
pies. No le gustaba el clima de por allá, aunque las bebidas frías compensaban eso. Lo único que
le llamó la atención fue que había demasiados bares, y en ellos el ambiente se ponía genial. Y
prácticamente se pasaba todo el día allí, porque Will era un jodido obsesivo con el juego de
cartas. A él le gustaba apostar hasta por los codos.

No fue hasta la segunda semana del verano cuando comenzó a extrañar Doncaster. Pero quizá
sólo extrañaba a cierta personita, pero Harry no sabía que esa personita se la estaba pasando de
lo mejor.

Zayn finalmente logró convencer a Louis de ir a unas cabañitas a las afueras de Doncaster. En
las mañanas se mojaban y jugaban con pistolas de agua, por las tardes asaban pollo, o pescado,
y en las noches preparaban una exquisita fogata, con malvaviscos quemados directos a la boca.
Louis no podía creer lo genial que se la estaba pasando, pero todo mejoró con la llegada de Niall.
No lo había visto en semanas, y verdaderamente le echaba de menos. Y aunque Zayn lo negara,
su estadía también mejoró considerablemente.

—Están ricos los malvaviscos. —Niall habló metiendo uno al fuego de la fogata.

—Los mejores. —Louis coincidió.

—Todo aquí es genial. Zayn eligió bien el lugar.

—Creo que es la segunda vez que vengo, porque según él ya había venido, pero no recuerdo.

—Quizá Zayn te drogó y te arrastró inconscientemente. —Niall sugirió.

—Estoy pensando seriamente en eso. —Louis rascó su barbilla y su acompañante comenzó a


reír.

—Me alegra verte así, Louis.

—¿Así cómo? —el ojiazul sacó un malvavisco de la bolsa y lo colocó en su palillo para después
acercarlo al fuego.

—Feliz, en paz. Es genial que lo hayas superado.

Louis se congeló al recordarlo nuevamente. No había pensado en Harry en al menos 34 horas; lo


cual ya era un récord. Pero siempre habría circunstancias que le harían pensar en él, y
simplemente no podía evitarlas.

—Todavía tengo unas heridas, pero cerrarán con el tiempo. —Louis aseguró.

—¡Así se habla! —Niall exclamó haciéndolo sonreír—. Me alegro muchísimo por ti.

—Bueno, yo solo no he hecho el trabajo. Tú y Zayn me han ayudado bastante.

—Quizá yo no tanto. Me comporté como un idiota, y no sé si deba recibir tu perdón y...

—Tonterías, Niall. —Louis lo interrumpió—. No importa lo que hagas, siempre serás mi amigo.

—¿Y qué pasa si hago algo como lo que hizo Harry? —Niall bromeó.

—Probablemente te patearía el culo, y luego te odiaría. —Louis respondió sin pensarlo.

Niall lo miró con incredulidad, pero por el tono de Louis realmente se veía que estaba mintiendo.
Niall tragó duro mientras fingía una sonrisa aprobatoria.

(...)

California quedó atrás, y ahora estaban de vuelta en Doncaster. El camión de la mudanza ya


estaba sobre el jardín, subiendo cosa por cosa. Harry estaba desde la ventana observando todo.
Se encontraba muy nervioso.

—¿Son todas las cosas, Harry? —Will le preguntó desde el camión. Él se ofreció a cargar con
todas las cosas —pero por obviedad sólo lo hizo para mostrarle a su novio sus bien trabajados
músculos—, y el camión se lo prestó un amigo suyo.
—Faltan las de mi habitación. Voy por ellas. —Harry le anunció. Caminó hasta allí y con cuidado
tomó la última caja, en donde venían las fotos enmarcadas de su familia. Giró y quedó frente a la
ventana que alguna vez le dio la mayor felicidad del mundo. Harry se detuvo. Pensó en las
noches en que él y Louis susurraban un te amo, o un buenas noches. Eso era la vida, y ahora se
le estaba escapando de las manos.

—¡Harry, tenemos que irnos!

La voz de Will le hizo parpadear, pisando el suelo en donde se encontraba parado. Harry tomó un
profundo respiro, y cerrando la puerta sonrió nostálgicamente sabiendo que estaba por entrar en
una nueva vida, con una nueva persona. Harry sólo quería que todo mejorara, y estaba seguro de
que quizá con Will las cosas marcharían mejor.

—Estoy listo. —Harry habló cuando ya se encontraba dentro del vehículo. Will le sonrió y
encendió el motor, avanzando y dejando a todo y a todos atrás.

(...)

Louis lloró. Verdaderamente lo hizo. Jamás pensó que fuera tan doloroso ver partir al que casi fue
el amor de su vida. Tomó una almohada entre sus manos y la asfixió; sólo quería desatar su ira y
tristeza en algo que no tuviera vida... y bueno, Zayn no estaba allí para ello.

Harry se iba con Will, y Louis creía que eso ocultaba la tristeza que el rizado llevaba en su
interior. Y lo hacía porque Will si era una copia. Eso ya estaba más que claro, pero a Louis no era
eso lo que le dolía. Lo que verdaderamente lo hacía era saber que Harry estaba poniendo su
corazón en una persona que con el paso del tiempo lo destrozaría. Y Louis no quería quedarse
con los brazos cruzados, pero Harry ya no era de su propiedad. Es más, jamás lo fue, y eso dolía
aún más.

—Lou... me enteré que Harry se fue con Will. —la voz de Zayn le hizo girar hacia él.

—Lo sé. Los vi esta mañana.


—¿Estás bien?

—Claro. —Louis ladeó la cabeza—. ¿Podrías hacerme sopa, por favor?

—¿Con guisantes?

—Muchos. Por favor.

Zayn corrió hacia la cocina haciendo el pedido de su mejor amigo. Quería consentirlo. Quería
hacer que olvidara el hecho de que Harry se había ido, pero sabía que Louis jamás lo olvidaría
porque el nombre del rizado ya estaba tatuado en su corazón, y lamentablemente los tatuajes
eran para siempre.

Louis fue hasta su habitación, quitándose los zapatos y entrando en la cama. Se quedó mirando
el techo, haciendo muecas de dolor como una chica en su periodo. ¡Quería a Harry de vuelta! Y
también deseaba hacerle cosas ilegales a Will. Pero ambos estaban lejos, en algún lugar
desconocido para el ojiazul.

Suspiró rodando en la cama en busca de su teléfono. Lo tomó y miró su bandeja de entrada;


ningún mensaje. Sonrió sabiendo que jamás le llegaría uno porque en los últimos meses se había
comportado como una anciana con asma, la cual no podía salir de casa.

¡Pero Louis quería y necesitaba hacerlo!

Dejó de lado su estúpido orgullo y escribió el número telefónico de Harry en el destinatario. A


continuación metió el mensaje que su cabeza le había estado diciendo... y mandó el mensaje.
Listo. Su corazón latía a mil por hora con la ansiedad de conseguir una respuesta.

Louis. 3:40 pm.

Deseo que todo marche bien en tu nuevo hogar, y que sepas que por acá se te echará de menos.
Harry: 3:44 pm.

No necesito tus burlas. Métete esas palabras por el culo y déjame en paz.

Louis estaba asombrado. ¡Harry le había contestado el puto mensaje! Pero no de la forma en que
esperaba...

Louis. 3:50 pm.

Yo sólo quería... olvídalo.

Y después de eso Harry no respondió, y Louis no quería que lo hiciera de todos modos. ¿Tanto
había cambiado el Harry Styles que hace un par de horas aún era su vecino? Pero Louis sabía
que todo era su culpa. Él dejó marchar a Harry, y ahora que quería regresarlo ya no había vuelta
atrás.

0]

=================

AVISO LECTORES.

[editando] próximamente.
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un chico como yo (20).

Harry caminó desesperado en la habitación buscando su maldito teléfono. ¡Primer día en una
nueva casa y ya lo había perdido! Y no es como si se hubiera puesto ebrio para lanzarlo al
retrete. El teléfono debía estar frente a sus narices, pero Harry no estaba acostumbrado a buscar
cosas por el mismo. Cuando era menor, su madre era la encargada de encontrar todo. Y antes de
mudarse con Will, Niall tenía ese rol.

—Will, ¿has visto mi teléfono?

Harry entró en el garaje, donde su novio estaba ajustando algunas tuercas en el motor del
vehículo. Will levantó la cabeza y chasqueó la lengua.

—Está sobre el refrigerador. —le anunció.

—¿Y cómo por qué está allá? —Harry frunció el ceño.

—Ayer contesté un mensaje, y vi bien el dejarlo allí. Tu dejas allí mis cigarrillos, así que...

—¿Mensaje? ¿De quién?

—De ese chico que fue tu ex. —Will desvío la mirada, centrándola nuevamente en el auto.
—¿Y por qué respondiste algo que era mío? —Harry se paró junto a él cruzado de brazos. Will
rió.

—Porque dijiste que ese chico era molesto. Y bien, leí el mensaje y me pareció molesto.
—explicó, y la mirada de Harry decía que quería matarlo—. Así que le respondí para ahorrarte el
trabajo de mandarlo a la mierda.

—¿Lo mandaste a la mierda? ¡¿Pero qué carajo le escribiste?!

—Coge el teléfono y míralo por ti mismo. —Will le guiñó el ojo.

Harry gruñó en sus adentros y volvió a la casa. Como loco llegó a la cocina alzando su mano para
encontrar el teléfono. Cuando ya lo tuvo en sus manos entró rápidamente a sus bandejas de
mensaje.

—Maldito Will... —murmuró al ver lo que ese maldito había escrito.

Sin pensarlo más allá de una vez, Harry escribió disculpándose por el acto de su novio. Sabía que
lo más probable era que Louis también lo mandara a la mierda, pero el rizado confiaba en que el
chico aún conservaba esos modales que hicieron que alguna vez se enamorara.

Harry. 11:05 am.

Una disculpa por el mensaje anterior. Will lo mandó y lo supe hasta hace unos minutos.

La respuesta no llegó, y Harry se decepcionó un poco. Tenía inmensa curiosidad en saber lo que
pasaba por la cabeza de Louis, y en si llegaría a perdonarlo. Era algo de vida o muerte,
literalmente.

Harry entró en la ducha más tarde. Puso a volumen alto el sonido de su teléfono mientras le daba
un trato especial a sus rizos con un champú de marca con olor a kiwis. Salió de la caliente agua, y
el humo de esta entró en sus fosas nasales llenándolo como si estuviera aspirando el olor del té.
Colocó una toalla en su cintura y conectó la secadora. Sus rizos también necesitaban trato
especial después de la ducha.

Su teléfono vibró mientras una canción de pink floyd sonó. Esas dos señales significaban un
mensaje, y Harry tembló como cachorrito asustado.

Louis. 11:50 am

Créeme que está bien. Entiendo el que me hayas escrito eso al yo haberte enviado algo que no
debía.

Harry se golpeó la frente al notar que no había pasado sus ojos por el mensaje del ojiazul.
Rápidamente entró nuevamente en la bandeja, y su corazón se encogió al leer el significado y la
intención de las palabras del mensaje de Louis. ¡Le había deseado que le fuera bien en su nuevo
hogar! ¡Pero mierda... también le declaró que lo extrañaría! ¡Y claro que Louis debía y tenía todo
el derecho de mandar algo así!

Harry. 11:56 am

Louis, realmente yo no te mandé ese mensaje. No sería capaz de escribir una cosa así... Y
menos si se tratara de ti.

Harry suspiró dejando el teléfono. Desconectó la secadora y la guardó; más tarde se encargaría
de su cabello.

—¡Hoy iremos por unos tragos, Styles! —Will gritó del otro lado de la puerta.

—¿Y eso cómo por qué? —Harry le reprochó mientras buscaba en su maleta unos jeans y
camisa.

—Hoy andas muy preguntón, ¿no?


Harry rodó los ojos.

—Mis amigos quieren conocerte y yo quiero conocer la nueva bebida del pub. —Will le informó.

—Bien. Iremos. —Harry accedió. Sabía que una salida le caería bien.

—Ponte algo decente pero nada que vaya a despertar a las pollas de los demás. No quiero que
terminen follándote en el baño.

—Creí que te gustaban los tríos, Jones. —Harry rió.

—Will Jones adora los tríos. Pero no en el baño de un pub. —Harry rió más fuerte.

—Si sucede allí probablemente después se convierta en una orgía y...

—La ducha te pone cachondo, ¿no es así? —Will curioseó.

—Sólo lárgate, Will. —Harry pidió, y a los segundos los escuchó carcajearse.

Harry se centró en vestirse para después arreglarse el cabello que ya estaba un poco
electrificado. Gruñó por eso, pero otro gruñido más fuerte hizo que pusiera su mirada en la cama.
La pantalla de su teléfono se estaba encendiendo, anunciando un nuevo mensaje. Harry corrió
hasta allí y lo tomó con sus manos resbaladizas por la crema para manos que se había puesto
anteriormente.

Louis. 12:30 pm

¿Lo dices en serio?


"¡Tanto tiempo en responder sólo para que le enviara esa pregunta!" Harry se dijo mentalmente, y
luego se tranquilizó.

Harry. 12:32 pm

Nunca había hablado tan enserio. Will te mandó el mensaje, pero ya me encargaré de
devolvérselo.

Y vaya que le daría una lección al gran Will Jones. Quizá en el pub y con esa bebida que ansía
probar. Quizá algo dentro de ella que haga que sus piernas se debiliten para un buen show por la
noche.

Louis. 12:35 pm

No lo hagas. No quiero que ustedes discutan por mi culpa. En realidad el mensaje ya no tiene
importancia.

El ojiazul seguía siendo ese chico bueno e inocente que Harry llegó a conocer, y verdaderamente
le gustaba que nada en él haya cambiado.

Harry. 12:38 pm

Sí la tiene, Louis. Y Will ha hecho cosas peores, y de todos modos es como si yo tuviera la
necesidad de castigarlo por ello.

Louis. 12:44 pm

Sólo no lo lastimes, y gracias por tomarte la molestia de pedir disculpas.

El corazón de Harry casi se sale de su lugar al leer lo último. ¿En verdad ese era el Louis que
había dejado plantado en su cumpleaños? ¿En verdad Harry fue tan imbécil para hacer eso? El
rizado se arrepentía. Él se arrepintió desde que lo conoció, porque sabía a la perfección que
algún día le haría daño de la manera más vil posible.

Harry. 12: 49 pm.

Yo seré bueno con él... y era necesario que pidiera disculpas. No quiero que pienses que soy un
jodido idiota que dice cosas sin sentido.

Louis. 12: 56 pm.

Bueno, créeme que tengo más que claro lo que eres. Y tranquilo, todo está bien.

Harry. 12: 58 pm.

¡No, Louis! ¡Nada está bien! Soy un imbécil, un idiota, un maldito amnésico... Debí haber
llegado...

Harry no supo si enviar ese último mensaje fue lo mejor. Pero se estaba muriendo de las ganas
de saber cómo Louis estaba llevando ese incidente. Si aún tenía rencor en su corazón... porque
Harry aún tenía culpa y remordimiento en el suyo.

Louis. 1:10 pm.

Harry, no hables de ello. Fue un error que jamás debió haber pasado... pero tú hiciste que pasara,
y gracias a ello ahora ambos estamos en caminos distintos y mejores, ¿verdad?

Harry. 1:14 pm.

Eso supongo... pero quiero saber cómo va tu 'camino'. Sé sincero, Louis.


Louis. 1:17 pm.

Bien. Zayn está más cerca de mí y eso es bueno porque yo extrañaba a mi mejor amigo. La
universidad va genial. Todo genial. ¿Y qué hay de ti?

Harry iba a responder lo que de verdad sentía, pero un mensaje del ojiazul le hizo detenerse y
pensar.

Louis. 1:18 pm.

Supongo que a ti te va de maravilla. Terminaste la escuela y para celebrarlo te fuiste a California.


Encontraste a un chico y formaron una relación, y ahora vives con él. A mí todo eso me parece
estupendo.

Harry tragó duro. Quería hincarse frente a Louis y pedirle perdón a lágrimas. Realmente quería
eso... pero estaba claro que el ojiazul prefería seguir en su distante camino.

Harry: 1:25 pm.

Mi vida está estable. Will de alguna manera me está ayudando y eso me ha quitado un pequeño
peso de encima... pero hay algo que falta...

Louis: 1:26 pm.

¿Qué es?

Harry: 1:26 pm.

¿Puedo llamarte y decírtelo voz a voz?


Louis: 1:27 pm.

Supongo que sí

Harry ansioso lo llamó, y no tuvo que esperar mucho para que la llamara entrara.

—Hola, Louis. —dijo nervioso.

—Hey... —Louis estaba igual o más nervioso—. Vayamos al punto, por favor.

—Uh... tú me haces falta. —Harry se mordió el labio. Era diferente decírselo por llamada que por
mensaje. Muy diferente, y que incrementaba sus niveles de nerviosismo.

—Harry... b-basta. —el rizado podía sentir a Louis temblando.

—¿Por qué no me crees?

—Porque ahora tienes a Will. Con él debería ser suficiente considerando que se parece a mí...

Harry se quedó estupefacto. Louis lo sabía... en realidad todos lo sabían. No era difícil de asimilar
considerando una ruptura de relación previa.

—Él no se parece a ti... —Harry trató de encubrirse.

—¡Deja de mentir, Harry! ¡Admite que lo estás usando para olvidarme! —Louis gritó al borde del
llanto.

—No lo estoy usando para olvidarte.


—¡¿Entonces dime por qué estás con un chico como él?!

—Porque así siento que te tengo más cerca, Louis.

El ojiazul calló. Esa declaración no se la esperaba... y ahora todo era tan confuso. Harry finalizó la
llamada no soportando la presión y las ganas de llorar. Sabía que la había cagado como nunca, y
que Louis ahora tenía otra razón para no perdonarlo.

Will estaba complicando las cosas, pero ya era muy tarde para deshacerse de él.

=================

12:00 a.m. (21).

Los amigos de Will eran unos completos imbéciles. El más imbécil era Ricky llamado "La Roca",
porque decían que te golpeaba tan fuerte que era como si sintieras una verdadera roca. Harry lo
miraba con miedo, mientras "La Roca" le sonreía burlonamente. Y Will estaba como que no
notaba nada.

—¿Cuándo conociste al pequeño, Harry? —Ricky se dirigió a su amigo.

—Hace unos meses. Styles estaba destrozado. —Will habló burlonamente.


—No lo estaba. Sólo me encontraste en un mal momento. —Harry se defendió.

—Aw Will, eres como todo un héroe. —Ricky dijo, y el mencionado levantó las cejas, poniendo los
ojos en blanco.

—Ahora háblame de ti. ¿Cómo van las peleas? —Will cambió de tema.

—¿Eres boxeador? —Harry cuestionó con sorpresa.

—Prefiero que se refieran a mi como peleador. —Ricky pidió.

—Ha ganado muchas peleas. —Will anunció—. Pero ha perdido la mayoría.

Ricky lo fulminó con la mirada, riéndose forzadamente—. Mejor calla Jones. No quiero mostrarte
mis puños.

—Eso sería genial. —Harry murmuró bajito.

—Quisiera que te atrevieras. —Will lo retó.

Harry se levantó, presionando sus manos contra la mesa, llamando la atención de su novio—.
Voy por algo de tomar.

—Trame un trago. —Will le ordenó enseguida, para después devolver la mirada hacia "La Roca",
para continuar con esa 'estúpida discusión' sobre una posible pelea.

Harry se recargó sobre la barra, en lo que el barman le entregaba las bebidas. Sacó su teléfono y
sonrió al ver la última conversación que había tenido por mensaje. Era Louis. Allí seguían sus
mensajes —aunque era como si nunca los fuera a borra—, y eso le hizo sonreír.
Harry. 10:54 pm.

Hey Louis. Estoy en un pub, pero es de lo más aburrido. ¿Tú que haces?

Se sintió tonto al enviarlo, pero necesitaba saber si Louis aún tenía intenciones de seguirle
'hablando' después del pequeño malentendido de la mañana.

—¿Un whisky con trozos de naranja? ¿Quién toma eso?—el barman le preguntó haciendo que el
rizado levantara la mirada.

—Mi novio. Pero sólo ponle trece, sino él es capaz de golpearme, o quizá deje su amigo roca se
encargue de mí. —Harry le pidió al chico y este asintió algo curioso. El número de la suerte de
Will era el trece, y él odiaba que le dieran otra cantidad que no fuese esa. No importaba en qué
comida u ocasión.

El teléfono de Harry vibró, causando que sonriera porque ya sabía de quién se trataba.

Louis. 10:57 pm.

Estoy viendo una película que Zayn rentó, mientras meto mi mano en un bowl vacío en busca de
palomitas. Y no quiero ser grosero... ¿pero por qué me sigues hablando?

Harry. 10:59 pm.

Es genial que Zayn se preocupe por ti. Debo admitir que es un gran chico y que me equivoqué
respecto a él. Y uh... Quiero seguir estando en contacto contigo, ¿eso es tan malo?

—Aquí tienes chico. Trece trozos como pediste. —el barman le entregó dos copas y Harry las
sujetó metiendo el teléfono en su bolsillo.

—Gracias.
Harry giró, viendo a lo lejos la mesa de Will, dudando si regresar o no. Se percató de que el
ambiente con ellos se estaba poniendo cada vez peor, así que finalmente decidió retirarse,
aunque sea por unos minutos, no sin antes entregarle la bebida a su novio.

—¿A dónde vas, Harry? —Will cuestionó con el ceño fruncido al ver que su novio no tomaba
asiento.

—Afuera. Necesito respirar. —el rizado le informó dedicándole una sonrisa. La Roca comenzó a
reír y Harry se giró hacia el con una ceja levantada—. ¿Hay algún problema con el que yo salga a
tomar aire?

—Pareces una nena, y si sales probablemente te golpearían tanto que terminarías sin bolas. Y
Will te dejaría enseguida.

Will rió ante el comentario, para después beber un sorbo.

—Y yo digo que mejor cierres tu jodida boca o llamaré a alguien que te gane arriba del ring. Tu
eres pura 'pose', y llamarse roca es algo estúpido. —Harry escupió dejando con la boca abierta a
todos. Nadie se había atrevido a hablarle así al gran Ricky. Ni siquiera el mismísimo Will.

Harry les dio una última mirada para después atravesar la multitud de gente bailando con bebidas
sobre sus manos. Will sonrió sabiendo que su novio se había molestado. Le encantaba esa faceta
del rizado.

—Ese chico tiene agallas. —Ricky comentó.

—¿Por qué crees que lo hice mi novio? —Will dijo.

—Pensé que era por su cara bonita.


Todos rieron, volviendo a su respectiva conversación, olvidándose por un momento del pequeño
rizado.

Louis. 11:07 pm.

No lo sé. Realmente creo que hablar contigo me hace daño, y más después de tu declaración de
esta mañana.

Harry suspiró al terminar de leer el mensaje. Se sentó sobre la acera del estacionamiento,
sujetando con ambas manos el teléfono.

Harry.11:08 pm.

Pero a mí me hace bien hablar contigo...

Eso podría pasar como otra declaración.

Louis. 11:10 pm.

Yo realmente no sé qué tienes en mente. No sé si estas mandándome estos mensajes con la


intención de volver a jugar conmigo. Realmente no sé qué pensar de ti ahora.

Harry. 11:11 pm.

¡Jamás jugaría contigo, Louis! Estos mensajes los mando por mí, porque cuando tú me responses
sonrío y algo dentro de mí vuelve a iluminarse. Y sé que a ti te pasa algo parecido, aunque lo
niegues.

Y oye, son las 11:11, pide un deseo Xx


Louis. 11:13 pm.

Yo...uh... esto es complicado, pero... ¿Tu estas bien? Creí que lo estabas.

Y uh... ¿Podría desear que tú desearas uno?

Harry rió ante el 'deseo' del ojiazul. lo cumpliría.

Harry. 11:15 pm.

Yo estoy bien si tú lo estás.

Y uh... Ya que tu deseaste que yo deseara un deseo (? Lo haré. Deseo que estés afuera de mi
casa. Parado allí con una sonrisa sincera, para después escuchar un lindo 'Hola, Harry'

Louis estaba recostado sobre el sofá. La película ya había terminado y ni siquiera se molestó en
ver el final o apagar el aparato. Sus ojos y su cabeza estaban centrados en Harry y en sus
mensajes, en como ellos de alguna forma hicieron que viera muchas pequeñas estrellas.

Louis. 11:19 pm.

Ese es un deseo muy difícil... Quizá deberías intentar otro.

Harry. 11:21 pm.

Los deseos no se pueden cambiar, Lou. Tienes que cumplirlo ;)

Harry le había escrito 'Lou' más una carita feliz. Definitivamente la hora de su muerte se estaba
acercando.
Louis. 11:22 pm.

Lo siento, Harry. Simplemente no puedo hacerlo y tú mismo sabes la razón.

Harry dejo caer su teléfono mientras suspiraba. Todo iba excelente hasta que menciono ese tonto
deseo. ¡Pero en verdad quería ver a Louis! Quería arrodillarse y pedirle perdón hasta el
amanecer.

Sacudió la cabeza mientras se reincorporaba y comenzaba a caminar en dirección a casa. Le


importaba una mierda si dejaba a Will en el pub. Su cabeza y corazón tenían cosas más
importantes en que pensar.

Sacó su teléfono, y decidiéndose escribió el que sería el último mensaje de la noche... y quizá de
toda la vida.

Harry. 11:45 pm.

Okay, entiendo Louis. Pero sólo espero que sepas que hoy no podré dormir...

Louis leyó el mensaje con lágrimas. Estaba llorando de nuevo, y simplemente ya no podía seguir
escondiendo el hecho de que extrañaba a Harry más que a nada. Quería estar allí para él... ¿pero
cómo hacerlo cuando el rizado no estuvo allí para él en ese día tan importante?

El eco de sus pensamientos le gritaba que por una maldita vez olvidara el pasado y siguiera con
el futuro. Y ese futuro se basaba en perdonar a Harry para que su vida no se hundiera en ese
pozo donde no había devueltas. Louis tenía miedo, claro que lo tenía, pero no podía vivir toda su
vida con esa carga sobre la espalda. Él tenía que aprender a aceptar un adiós para poder recibir
un hola. Y nadie más que Harry se lo daría.

Louis se colocó el suéter que su madre le tejió hace años, y tomando un profundo respiro
atravesó la puerta. El cielo estaba oscuro y el viento más que helado. Eran más de las doce, y ya
nadie transitaba por las calles. Louis metió sus manos en sus bolsillos apresurando el paso,
mirando como algunas pequeñas estrellas lo seguían. Tenía frío, pero estaba seguro que cuando
sus manos tocaran las de Harry el calor inundaría su cuerpo nuevamente. Era algo que no se
podía explicar. Tenías que sentirlo para poder gritarle al mundo que era real.

Cuando llegó a la avenida principal sacó el papelito que había guardado por mucho tiempo. Allí
venía la dirección de Harry que anotó el día en que Zayn la encontró. Louis le dio las gracias a su
amigo en esa fría noche, y lo recompensaría más tarde con una buena taza de café.

Ahí estaba el departamento del que tanto todos hablaban, pero del que nadie se atrevía a visitar.
Louis sería el primero, y él estaba orgulloso de ello. No hubo necesidad de que entrara al edificio,
con tan sólo saber el número pudo ubicar la respectiva ventana fácilmente. Llegó hasta ella,
mirando la vista que esta tenía. Era linda, pero creía que a Harry le gustaba más la vista que solía
tener; un Louis con los pelos alborotados al despertar cada mañana.

Un papel sacó de su bolsillo trasero, y con el bolígrafo de 'la suerte' Louis comenzó a redactar las
palabras que en ese momento deseaba decir. Sonrió al momento en que colocó ese papel en la
ventana, pero claro, con ayuda de unos tabiques de piedra debajo de sus pies para poder llegar a
la protección de la ventana. Volvió a guardar sus manos en los bolsillos, retrocediendo para
ocultarse detrás de un arbusto. Louis esperaría la llegada de Harry, y con ello su reacción.

(...)

Harry pateaba piedras en el camino. Sus pies querían hacer de todo menos caminar. Suspiró
mientras veía como el humo de su boca se elevaba hacia los cielos. ¿Sería bueno estar allí? ¿O
cómo se sentiría ser un ángel volando sin problemas ni preocupaciones? Él lo pensó, pero luego
descartó la idea. Harry nunca sería eso porque seguramente con sus malos actos se iría al
infierno... ¿o ya estaba en él?

—Maldita la noche en la que te conocí, Louis Tomlinson.

Se conocieron hace meses, bajo los rayos de la luna llena en una madrugada fría y solitaria. Pero
ambos encontraron refugio y calor en los ojos del otro. Pasaron un lindo rato, y luego ese tiempo
se convirtió en todo un día de experiencias y besos sustentados bajo el maravillo poder del te
amo. Harry quería pronunciar esas dos palabras de nuevo, pero Louis no estaba dispuesto a
escucharlas.
Cuando llegó a casa levantó la mirada, viendo como las luces de los demás departamentos
estaban apagadas. Rió al saber que era como un completo vago al estar fuera de casa a estas
altas horas mientras todos los demás dormían plácidamente. Pero escuchó un sonido,
obligándolo a ver en dirección a la ventana de su departamento, y sus ojos saltaron,
desprendiendo miles de gotitas transparentes. ¿Acaso estaba en un sueño? Porque Harry sentía
que estaba viviendo uno... e increíblemente no quería despertar nunca.

Todo lo que he visto durante estas 18 horas han sido ojos verdes y cabello rizado. Y mi mente me
regaña diciéndome que debería ir hasta ti y conocerte mejor. Todo lo que dijimos fue "adiós", pero
sentí que deseabas regresar a casa. No es para mí el vivir de esta manera, y también sé que no
quiero seguir extrañándote de esta forma. ¿Puedes cerrar tus ojos e imaginarme allí parado, con
una sonrisa sincera mientras digo un lindo "Hola, Harry"?

Harry cayó de rodillas. Su corazón estaba latiendo muy fuerte, y su pecho sentía que ya no lo
podía resistir más. Sus ojos leyeron la cosa más preciosa, y se sentían realmente orgullosos de
ser los únicos en hacerlo. Y después de un momento los cerró, haciendo caso de lo escrito.
Quería ver a Louis allí. Quería sentirlo.

—No tienes que imaginártelo más. Aquí estoy parado, entregándote una sincera sonrisa, mientras
digo... Hola, Harry.

Harry giró exaltado. Esa era su voz. Allí estaba. Su deseo se había hecho realidad, y su primer
pensamiento fue querer parar el tiempo para vivirlo por siempre.

—¿L-Louis? —no estaba listo para hablar con él después de tanta emoción.

Louis tomó un profundo respiro y acortó la distancia. Sus labios buscaron los del rizado hasta dar
con ellos. Los tocó, los sintió calentando todo su mundo, porque de repente el frío se había ido.
Harry se lo había llevado.

Lágrimas resbalan de esos cuatro ojos. Manos torpes intentando tocar al otro. Y labios
despidiendo al dolor que los había atormentado.
Todo estaba tan tranquilo. Sólo ellos dos. Nada, ni en un millón de siglos importaría más que ese
momento.

Todo se había detenido, y el mundo entero estaba mirando a la pareja que había sepultado su
orgullo para liberarse y poder ser feliz. Estaban orgullosos.

Louis abrió los ojos primero, admirando al chico enfrente de él. Harry parpadeó, mientras una
débil sonrisa delataba lo feliz que se encontraba. Su deseo se había convertido en un maravilloso
hecho que había terminado con ese nudo que su corazón había creado para protegerse de la
tristeza.

—Espero que hoy puedas dormir, Harry.

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me perteneces (22).

Louis se sentía feliz. Había hecho algo de lo que jamás se arrepentiría. Fue testigo de esa sonrisa
con hoyuelos que alguna vez iluminó toda la ciudad. Vio el brillo de sus ojos, los cuales solamente
brillaban por él. ¿Podía pedir algo más?

El ojiazul estaba sentado sobre la mesa de la cocina, con los codos apoyados sobre ésta. Cabeza
gacha, pensando en todo y en las mejores soluciones para llevarlas a cabo lo más pronto posible.

Estos eran sus puntos:

1. Le había escrito una cursi carta a Harry diciéndole que lo extrañaba.

2. Harry lloró al leerla y eso le partió corazón.

3. Louis tenía más que claro que el rizado también lo extrañaba.

4. Pero aún tenía una duda... ¿Debía perdonar a Harry? ¿Debía correr hacia él y jamás soltarlo?

Todo se estaba volviendo tan complicado desde hoy por la madrugada. Quizá Louis no debió
haber ido... Pero quizá sí. Y los mensajes que Harry le había estado enviando no ayudaban.

Louis suspiró, atreviéndose finalmente a mirar los mensajes.

Harry. 7:17 am.

Cielos, Louis. No sé qué decir. Yo estaba tan destrozado porque pensé que jamás tendría tu
perdón, y tus palabras me quitaron las que quería decir... Todo fue tan sorpresivo que aún sigo
sin creer que haya sucedido. Gracias

Harry. 8:56 am.

¿Por qué lo hiciste?

Harry. 10:23 am.


¿En verdad sientes esas palabras? Yo si lo hago...

Harry. 11:25 am.

Louis, por favor contesta.

Harry. 12:55 pm.

Simplemente no me puedes evadir después de lo que pasó ayer.

Louis tecleó rápidamente una respuesta. En verdad se encontraba muy confundido para hablar
con el rizado. Y él, en estos momentos solo complicaba las cosas.

Louis. 1:10 pm.

Esas palabras las quise decir desde ese horrible 24 de diciembre. Sí Harry, te extraño muchísimo
que hasta duele en los huesos. Todo lo que leíste fue verdad. Sigo pensando en ti. Sigo
amándote porque jamás podría dejar de hacerlo. ¡Fuiste mi primer amor y ese simplemente no se
puede olvidar! Pero esto es tan confuso que me siento atrapado en una telaraña. Una parte de mi
me dice que vaya hasta ti y te perdone... Pero otra no me permite hacerlo. Esa parte quiere que te
siga odiando y.... Ya no puedo con tanta presión.

Louis apagó su teléfono queriendo paz por un momento. Frotó sus ojos, yendo hacia la cocina por
un vaso de leche. Zayn entró, aún en pijama excusándose con que era su día de descanso.

—¿Es por Harry, cierto?

Zayn lo conocía jodidamente bien.

—Ya no sé qué hacer, Zayn. —Louis bebió dramáticamente el vaso de leche.


—Lo sigues amando, ¿cierto? —su amigo le tocó el hombro, mirándolo con preocupación.

Louis asintió con la cabeza, aun queriendo negar su amor por el rizado.

—¿Y por qué no vas por él?

—Ayer lo hice. —Louis admitió, y los labios de Zayn se curvearon en una sonrisa.

—¡¿Qué hiciste exactamente!? —exclamó con la emoción a flor de piel.

—Harry comenzó mandándome mensajes, y en uno de ellos pidió un deseo que quería que yo
cumpliera. ¡Y maldición Zayn, se lo cumplí!

—¡Eso es genial, Louis! —lo animó.

—¡No sé si lo es porque ahora estoy más que confundido! —el ojiazul chilló llevándose las manos
al rostro.

—Escúchame Louis. —Zayn pidió tomando con cuidado sus manos llevándolo al asiento. Lo miró
directamente a los ojos mientras suspiró—. Amas a Harry, por eso hiciste eso. Y eso es genial
porque él ahora sabe que tu también estas mal después de todo lo que pasó. Así que este es el
momento de mandar a la mierda tu orgullo y perdonarlo.

Louis pestañeó sin dejar de mirar a su amigo. En él veía palabras sinceras que quería escuchar
desde hace mucho. ¿Entonces por qué todo el mundo estaba a favor con el perdón? ¿Y por qué
Louis no votaba por ello?

—No es tan fácil para mí, Zayn. Los hechos de mi cumpleaños pasaron en cámara lenta haciendo
que nunca los pueda olvidar. Harry fue el que creó todo, y terminó de arruinarlo al no presentarse
ese día.
—¡Debes olvidar ese tonto suceso! ¿Por qué sabes qué? ¡Esa no será la única decepción que
consigas en tu vida! Obtendrás muchas, y simplemente no puedes estar atado a ellas por
siempre. ¡Yo te he decepcionado y mírame, soy tu mejor amigo!

—Pero...

—¡Nada de peros, Louis! ¡Corre por Harry! ¡Váyanse lejos a disfrutar de su amor! ¡Sólo hay una
vida y no puedes desperdiciarla en el sofá viendo televisión! ¡Ellos pueden esperar, pero Harry
no!

—¿Por qué me dices esto, Zayn?

—¡Porque quiero que seas feliz, y cuando estabas con Harry lo eras! —Zayn tomó las manos de
su amigo y le dio unos pequeños golpes en sus mejillas—. Para ver si así reaccionas.

Louis rió.

—Gracias, Zayn.

—Deja los agradecimientos para después. Ahora muévete y ve en busca del rizado.

Y eso iba a hacer, porque entré más se tardara más se iban a complicar las cosas.

(...)

Harry había intentado mandarle mensajes a Louis, pero simplemente no podía. ¿Habría apagado
su teléfono? Si era así, Louis dejaba más que claro que se estaba comportando como un niñato,
porque simplemente no podía comenzar a ignorar a Harry después de lo sucedido ayer por la
noche.
—Tus amigos no son del todo agradables. —Harry le dijo a su novio mientras compartían
cigarrillo en el sofá.

—Bueno, ellos dicen lo mismo de ti.

—Pues me importa una mierda.

—Pues a Ricky no. ¿Te das cuenta de que le hiciste quedar mal frente a un pub repleto de sus
colegas?

—Él se lo buscó por ser tan idiota. —Harry se defendió arrebatándole el cigarrillo a Will.

—Jugaste con fuego, Harry. Ahora espera lo peor. —le advirtió.

—¿Y qué podría ser lo peor? ¿Qué "La Roca" me golpee? —Harry se carcajeó—. No lo creo.

—Pues no estés tan seguro. Te dije que Ricky no permite que lo insulten, y tú lo hiciste ayer, así
que más te vale ir buscando un hospital con lindas enfermeras.

—Soy gay, ¿recuerdas?

Will rodó los ojos—. Claro, por eso estoy aquí. —y ahora fue su turno del cigarrillo.

(...)

Louis caminaba a paso torpe, y las personas le dedicaban miradas extrañas porque su semblante
se notaba muy mal. Louis ignoró sus ojos y se concentró en visualizar otros completamente
diferentes.

Sacó su teléfono y mandó un mensaje. Un texto simple, pero con una respuesta muy importante.
Louis. 2:45 PM.

Harry, ¿crees que pueda ir a tu casa ahora?

Esperó respuesta mientras tomó asiento en la acera de un asilo. Le sonrió a los ancianos, y ellos
gustosos y extrañados le devolvieron la sonrisa. No era muy común que un joven se detuviera allí.

Harry. 2:47 PM.

¡NO! Es decir... Justo ahora no es un buen momento

Louis se enojó al leer la respuesta. Horas antes Harry le había rogado que volviese con él, ¿y
ahora no quería? ¿Qué rayos pasaba por la cabeza de ese chico?

El ojiazul no le texteó de vuelta. Se puso de pie caminando a paso veloz hacia esa dirección que
tenía en mente desde horas tempranas de la mañana. Le importaba una mierda si Harry no
quería verlo. Las cosas tenían que arreglarse si o sí.

Dio vuelta adentrándose en el barrio. Pasó junto a un grupo de chicos que se encontraban
fumando, y Louis hizo todo su esfuerzo para ignorarlos, aunque ellos no iban a dejar escapar tan
fácil a un chico como Louis.

—Hey nenita, ¿a dónde vas con tanta prisa? —habló uno que tenía rasposa la voz. A Louis se le
puso la piel de gallina.

—Uy, te está ignorando Ricky. —dijo otro.

Louis apresuró el paso aun sintiendo sus pisadas detrás de él.


—Cuando yo hablo exijo que me escuchen. —habló el de voz rasposa tomando del brazo a Louis,
para después estamparlo contra la pared—. Nadie ignora a "La Roca", niño.

—No sé quién eres... P-por favor déjame ir...

—¿No crees que se parece a Will? —cuestionó el acompañante de "La Roca".

Ricky chasqueó la lengua mirando el rostro tembloroso de Louis—. Tienen cierto parecido, pero
Will es un hijo de puta, y este niño es un hijo de mami.

—P-por favor... —la voz de Louis estaba a punto de quebrarse.

—Dime hacia donde ibas y con qué propósito. —"La Roca" exigió.

—¿P-por qué?

—Porque este es mi barrio y ningún niño de mami entrara sin mi permiso. Ahora habla.

—Voy hacia la casa de Harry.

Ricky de carcajeó—. ¿Harry Styles? ¿Ese jodido niñito? —Louis asintió—. ¿Y por qué necesitas
verlo?

—H-hablaremos de algunas cosas.

—¿Qué cosas? —"La Roca" curioseó.

Louis tragó duro, mirando por el hombro de "La Roca", percatándose de que de nadie de los que
pasaba planeaba ayudarlo—. Cosas entre él y y-yo...
—Déjame adivinar. ¿Él fue tu novio, niño?

Louis asintió mientras de mordía el labio.

Ricky rió exageradamente—. Bueno, ya que sé que fue tu novio, dime porque planeas buscarlo
ahora. —el ojiazul abrió la boca, pero la pesada voz de "La Roca" le hizo callar—. Pero Debes
saber que él está con Will ahora y ese puto es jodidamente celoso.

—Lo sé, y por eso he venido. Quiero aclarar las cosas con Harry y dejarle en claro que Will no es
el tipo de chico para él. —Louis finalmente habló sin titubeos.

—Sabes que él no te hará caso, ¿cierto?

—Harry es igualmente un hijo de puta. Ayer insultó a Ricky enfrente de un pub repleto de gente.
—habló el otro chico que solamente se había limitado a ver y escuchar.

—¿Te insultó? —Louis preguntó con sorpresa.

—Fue el primero que lo hizo desde hace años, pero no creas que todo esto se va a quedar así.
Harry Styles tendrá su merecido.

Louis palideció al escuchar aquello. Ese tipejo de unos dos metros iba a golpear el cuerpo de
Harry sin piedad alguna. Y mierda, eso era bastante malo a decir.

—¿No lo golpearas, verdad? —Louis habló con miedo.

—Oh pero claro que no. —Ricky respondió inmediatamente. Louis suspiro de alivio—. Lo mataré.

—¡No puedes hacer eso! —Louis salió en defensa del rizado.


—"La Roca" hace lo que se le dé la gana, y teniendo en cuenta que yo soy la roca entonces
puedo hacer lo que quiera.

—¿Pero por qué matarlo? Puedes... Uh... Tu- —Louis estaba en shock.

—¿Me ayudarías?

—¿Q-qué? —las palabras de Louis se quedaron atoradas en el fondo de su garganta.

—No necesito ser un jodido adivino para adivinar que Harry te trató como una mierda, ¿cierto?
—el ojiazul asintió levemente y Ricky sonrió orgulloso—. Por su mal trato buscas venganza, y yo
también. ¿Así que por que no unirnos? Dos contra uno siempre es mejor.

—No quiero lastimar a Harry.

—Él te lastimó a ti. ¿Por qué no querer venganza?

—Y-yo... —Louis tragó duro.

—Anda nene. Si haces esto conmigo, Harry sabrá que no debe meterse contigo y nunca más
volverás a estar con el corazón roto. ¿Acaso no quieres ser feliz?

Las palabras de "La Roca" entraron en los oídos de Louis, e increíblemente no salieron. Se
quedaron allí taladrando, diciéndole que las escuchara porque ellas eran la única esperanza. Pero
no, Louis sería incapaz de lastimar a Harry. Louis lo amaba, pero... Había algo muy dentro de su
corazón que decía que tenía que vengarse. ¿En verdad tenía que hacerlo?

—Lo haré, Ricky.


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(23).

[editando] próximamente.

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(24).

[editando] próximamente.

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(25).

[editando] próximamente.

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(26).

[editando] próximamente.

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(27).

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(28).

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(29).

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(30).

[editando] próximamente.

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(idk)

[editando] próximamente.
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no sé que será esto pero lo estoy editando

próximamente

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