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Llega turista.

Turista: (Hablando por teléfono) Oui, oui… mais oui… de acuerdo… (Entra golpeando a todo mundo con
sus maletas y hablando en voz alta) Está bien, sí… Entiendo… sí, sí, perfecto. Perfecto. Tengo
experiencia, sí, sí… No… Claro. Seguro. ¡Por supuesto! (Hacia B) No entendí nada, jeje. No me gusta
hablar por teléfono.

Suena el teléfono. Turista contesta.

Turista: ¡No mames, güey!, acabo de tener una llamada y no entendí nada… Me puse súper nervioso…
pues quién sabe, no le entendí… No sé, creo que… me dijo que “aujourd´hui”, pero ahorita lo Googleo.

B, irritado por ver al turista, se cambia de lugar. Entra más gente al metro de tal manera que Turista
vuelve a quedar al lado de A.

Turista: (En inglés) Uffff, sí que es difícil encontrar trabajo… Y más cuando uno no habla bien el idioma.
Do you speak english?... francais, c’est vrai? (en italiano le pregunta su nombre, después cambia a
español, lo dice también en francés y portugués)

A no responde.

Silencio.

Turista saca un gran diccionario llamado: Diccionario para sobrevivir en Montreal. 1001 idiomas que
usted debe saber. Turista le pregunta su nombre en árabe.

A levanta la mano pero Turista lo interrumpe.

Turista: Ah, no es cierto, era broma. Tú sí eres bien quebecois… No, no, me digas tu nombre… Te
llamas… Tienes cara de… Francois… Etienne… (Silencio. Ríe) Jaja, la verdad es que son los únicos
nombres franceses que conozco. Desde que llegué sólo he conocido puros latinos, que si en la epicerie,
que en la calle, que en el metro… Yo lo único que quiero es integrarme a la sociedad, conocer gente
quebecois y saber de la cultura pero es chistoso que uno llega a Montreal y me he encontrado de todo
menos franceses… (Saca una torta aplastada de su mochila y comienza a comer) ¿Quieres?, es receta
mexicana

Primera estación.
Se encuentra A en el vagón de pie y entra B. B

Segunda estación.
Amor de tu vida.
Tercera estación.
Conquista perdida.
Se encuentra A en el vagón y entra B.

Cuarta estación.
Violación.

Quinta estación.
Los extraños cantantes.
Se encuentra A en el vagón escuchando música a todo volumen y bailando. (“I feel good”)
Entra B, escuchando música y bailando. Cruzan miradas. Empiezan a interactuar. Uno baila, otro canta;
viceversa. Los dos bailan y los dos cantan. A y B se bajan del vagón y caminan hacia distintas direcciones.

Sexta estación.
Los viejitos.

Séptima estación.
Invierno.

Octava estación.
Turista. Se detiene el metro.

Novena estación.
La despedida

Entran A y B al metro discutiendo. A carga unas maletas porque se va a ir a vivir fuera del país. B
acompaña a A al aeropuerto tratando de convencerlo que se quede. Discuten, pelean, se besan,
discuten, se abrazan, lloran, se besan. B se baja en la siguiente estación dejando a A en el vagón y le
arroja el anillo con el que se comprometieron.
A sale del metro (A piensa que su vida no tiene sentido sin el amor de su vida. Estando en el metro, al
borde, piensa constantemente en la opción de saltar a las vías. B permanece en el metro. Recoge el
anillo. Lo observa, piensa, recuerda. Existe la incertidumbre. En la siguiente estación B decide bajarse y
decide no irse de viaje. A salta. B se baja del metro.

Se contrastan las emociones. A se encuentra con emociones contenidas, B lo contrario.

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