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Banco central

El Banco Central de Chile es un organismo autónomo, de rango constitucional, de


carácter técnico, con personalidad jurídica, patrimonio propio y duración indefinida.
Tendrá su domicilio en la ciudad de Santiago y podrá abrir o cerrar agencias, oficinas o
sucursales dentro o fuera del territorio nacional.

Objetivos del banco central


a) Estabilidad de la moneda. Evitar que el valor de la moneda se deteriore como
resultado de la inflación de precios, es decir, preocuparse de que la inflación sea baja y
estable.
b) Normal funcionamiento de los pagos internos. Es el conjunto de instituciones
e instrumentos que facilitan la realización de transacciones en la economía. Por lo general
se incluyen como componentes principales dentro de este el circulante y los depósitos a
la vista (cheques) en los bancos.
c) Normal funcionamiento de los pagos externos. Se entiende por pagos externos
el conjunto de transacciones que los residentes de un país realizan con no residentes,
las que a su vez se registran en la balanza de pagos. Luego, velar por su normal
funcionamiento significa evitar crisis de balanza de pagos que interrumpan dichas
transacciones.

Funciones y atribuciones
1. Emisión: El Banco Central tiene la potestad exclusiva para emitir billetes y acuñar
monedas. Los billetes y monedas emitidos por el Banco Central son los únicos medios
de pago con poder liberatorio, circulación ilimitada y curso legal en todo el país.
2. Regulación de la cantidad de dinero en circulación y de crédito: El Banco Central puede
abrir líneas de crédito, otorgar refinanciamiento y descontar y redescontar documentos
negociables en moneda nacional o extranjera, a las empresas bancarias y sociedades
financieras; fijar las tasas de encaje que, en proporción a sus depósitos y obligaciones,
deban mantener esas entidades y las cooperativas de ahorro y crédito; ceder
documentos de su cartera de colocaciones o de inversiones a bancos y financieras y
adquirir de las mismas, documentos de sus carteras de colocaciones o de inversiones, y,
finalmente, realizar operaciones de mercado abierto.
3. Regulación del sistema financiero y del mercado de capitales: El Banco Central está
facultado para regular las captaciones de fondos del público por parte de las empresas
bancarias, sociedades financieras y cooperativas de ahorro y crédito; fijar los intereses
máximos que puedan pagar las mismas entidades sobre depósitos a la vista; dictar las
normas y limitaciones a que deben sujetarse los bancos y financieras en materia de
avales y fianzas en moneda extranjera.. En las operaciones de crédito de dinero en
moneda nacional en que no es parte alguna de estas entidades, se puede pactar
libremente cualquier sistema de reajuste, sin necesidad de autorización del Banco
Central.
4. Facultades para cautelar la estabilidad del sistema financiero: Estas atribuciones son
fundamentalmente dos: 1° conceder a las empresas bancarias y sociedades financieras
créditos en caso de urgencia por un plazo no superior a 90 días, cuando estas presenten
problemas derivados de una falta transitoria de liquidez, operaciones que están dentro
de la función de prestamista de última instancia que corresponde a los bancos centrales,
y 2°, conceder créditos o adquirir activos a esas mismas entidades cuando hayan
presentado proposiciones de convenio o hayan sido declaradas en liquidación forzosa.
5. Funciones del Banco como agente fiscal: El Banco Central, a solicitud del Ministro de
Hacienda, puede actuar como agente fiscal en la contratación de créditos externos e
internos y en aquellas operaciones que sean compatibles con las finalidades de la
institución.
6. Atribuciones en materias internacionales: Participar y operar con los organismos
financieros extranjeros o internacionales; contratar toda clase de créditos en el exterior;
emitir títulos y colocarlos en el extranjero; conceder créditos a estados extranjeros,
bancos centrales o entidades bancarias o financieras extranjeras o internacionales,
cuando dichos créditos tengan por finalidad facilitar el cumplimiento de los objetivos del
Banco; y mantener, administrar y disponer de sus reservas internacionales, ya sea en el
país o en el exterior.
7. Facultades en materia de operaciones de cambios internacionales: formular y
administrar las políticas cambiarias. No obstante, las políticas de comercio exterior
corresponden al Pdte. de la R., las cuales son implementadas a través de diversos
ministerios y el Servicio Nacional de Aduanas. El Bco. Central mantiene, sin embargo,
sistemas de información de las operaciones de comercio exterior en relación con sus
implicancias cambiarias (retorno y liquidación de exportaciones y cobertura de
importaciones).
8. Funciones estadísticas: debe publicar oportunamente las principales estadísticas
macroeconómicas nacionales, incluyendo aquellas de carácter monetario y cambiario, de
balanza de pagos y las cuentas nacionales.

Consejo del banco central


La dirección y administración superior del Banco estarán a cargo del Consejo del Banco
Central, al cual corresponderá ejercer las atribuciones y cumplir las funciones que la ley
encomiende al Banco.
El Consejo, al adoptar sus acuerdos, deberá tener presente la orientación general de la
política económica del Gobierno.
Está compuesto por 5 miembros designados por el Pdte. de la R., previo acuerdo del
Senado. Duran en sus cargos 10 años, pudiendo ser reelegidos por períodos iguales,
renovándose uno cada 2 años. El pdte del Consejo, que también lo es del Bco, es
designado por el Pdte. de la R. de entre los miembros del Consejo por un período de 5
años, o el tiempo menor que le reste como Consejero. El Vicepdte es elegido por el
mismo Consejo de entre sus miembros y dura en el cargo el tiempo que este le señale.
Tanto el Pdte. como el Vicepdte pueden ser reelegidos.
El Consejo solo puede funcionar con la asistencia de al menos 3 de sus miembros, y sus
acuerdos deben ser aprobados con el voto favorable de la mayoría de sus asistentes. En
caso de empate, decide el voto del Pdte del Consejo. El cargo de Consejero es de
dedicación exclusiva e incompatibles con cualquier actividad, remunerada o no, que se
preste en el sector público o privado, salvo labores docentes o académicas.
Los Consejeros pueden ser removidos mediante acusación ante la C. de Ap. de Stgo.,
fundada en que el Consejero respectivo haya intervenido o votado en acuerdos que
incidan en operaciones de crédito, inversiones u otros negocios, en que él, su cónyuge,
o sus parientes hasta el 3° grado de consanguinidad o 2° de afinidad, inclusive, tengan
un interés de carácter patrimonial; o en que el Consejero haya incurrido en conductas
que impliquen un abuso de su calidad de tal con el objetivo de obtener, para sí o para
3°, beneficios directos o indirectos.
A la vez, el Pdte. de la R., previo consentimiento del Senado, puede destituir al Consejero
que se desempeñe como Pdte. del Consejo y del Banco, a petición fundada de, a lo
menos, 3 de sus miembros, en razón de incumplimiento de las políticas adoptadas o de
las normas impartidas por el Consejo.
Por último, el Pdte. de la R., también con previo consentimiento del Senado, está
facultado para remover a alguno o a la totalidad de los miembros del Consejo, basado
en la circunstancia de que el Consejero afectado haya votado favorablemente acuerdos
del Banco que impliquen un grave y manifiesto incumplimiento de su objetivo y siempre
que dicho acuerdo haya sido la causa principal y directa de un daño significativo a la
economía del país.

OPERACIONES BANCARIAS
La Ley General de Bancos DFL 3 (D.O. 19 de dic.1997.) y cuya última modificación es de
12 de enero de 2019, establece cuales son las operaciones que los bancos pueden
efectuar, enumerándolas en su Art. 69.
1) Recibir depósitos y celebrar contratos de cuenta corriente bancaria.
2) Hacer préstamos con o sin garantía.
3) Descontar letras de cambio, pagarés y otros documentos que representen obligación
de pago.
4) Efectuar cobranzas, pagos y transferencias de fondos.
5) Efectuar operaciones de cambios internacionales con arreglo a la ley.
6) Emitir cartas de crédito.
7) Avalar letras de cambio o pagarés y otorgar fianzas simples y solidarias, en moneda
nacional, con sujeción a las normas y limitaciones que imparta la Comisión.
8) Emitir letras, órdenes de pago y giros contra sus propias oficinas o corresponsales.
9) Emitir boletas o depósitos de garantía, que serán inembargables por terceros extraños
al contrato o a la obligación que caucionen.
10) Recibir valores y efectos en custodia, en las condiciones que el mismo banco fije y
dar en arrendamiento cajas de seguridad para el depósito de valores y efectos.
11) Constituir en el país sociedades filiales conforme a los artículos 70 y siguientes.
12) Los bancos podrán adquirir acciones o tomar participación en bancos o en empresas
constituidos en el extranjero, con sujeción a las normas contenidas en el artículo 76 y
siguientes. Podrán, también ser accionistas o tener participación en las sociedades a que
refiere el artículo 74.
13) Adquirir, conservar, edificar y enajenar bienes raíces necesarios para su
funcionamiento o el de sus servicios anexos. El banco podrá dar en arrendamiento la
parte de los inmuebles que no esté utilizando o los bienes raíces que requiera para futura
expansión.
14) Adquirir, conservar y enajenar los bienes corporales muebles necesarios para su
servicio o para la mantención de sus inversiones.
15) Emitir y operar tarjetas de crédito.
16) Prestar el servicio de transporte de valores.
Entre otras enumeradas en la ley.

COMISIÓN PARA EL MERCADO FINANCIERO


“La Comisión del Mercado Financiero (CMF) es un servicio público descentralizado, de
carácter técnico, dotado de personalidad jurídica y patrimonio propio, que se relaciona
con el Presidente de la República a través del Ministerio de Hacienda.”
Corresponderá a la Comisión, en el ejercicio de sus potestades, velar por el correcto
funcionamiento, desarrollo y estabilidad del mercado financiero, facilitando la
participación de los agentes de mercado y promoviendo el cuidado de la fe pública.
Asimismo, le corresponderá velar porque las personas o entidades fiscalizadas cumplan
con las leyes, reglamentos, estatutos y otras disposiciones que las rijan, desde que
inicien su organización o su actividad, según corresponda, hasta el término de su
liquidación; pudiendo ejercer la más amplia fiscalización sobre todas sus operaciones.

Su domicilio será la ciudad de Santiago, sin perjuicio de las oficinas regionales que pueda
establecer en otras ciudades del país
La Comisión estará sometida a la fiscalización de la Contraloría General de la República
exclusivamente en lo que concierne al examen de las cuentas de sus gastos.
FUNCIONES DE LA CMF
1.- Función supervisora: Corresponde al control y vigilancia del cumplimiento de las
normas legales, reglamentarias y administrativas.
2.- Función normativa: Corresponde a la capacidad de la CMF, de efectuar una función
reguladora, mediante la dictación de normas o instrucciones propias para el mercado y
las entidades que lo integran. Es decir, establecer el marco regulador para el mercado.
3.- Función sancionadora: corresponde a la facultad de la CMF para aplicar sanciones
frente al incumplimiento o violación del marco regulador como consecuencia de una
investigación.
4.- Función de desarrollo y promoción de los mercados: Corresponde a la capacidad de
promover diversas iniciativas para el desarrollo del mercado, mediante la elaboración y
colaboración para la creación de nuevos productos e instrumentos, mediante la difusión
de los mismos.

CONSEJO DE LA CMF
La dirección superior de la CMF está a cargo de un cuerpo colegiado, denominado
Consejo, integrado por 5 comisionados designados en la forma prevista en la ley: 1 de
los Comisionados es designado por el Pdte. de la R. y tendrá el carácter de Pdte. CMF y
Jefe de Servicio; y los 4 Comisionados restantes son designados por el Pdte. de la R.
mediante un D.S. a través del Ministerio de Hacienda, previa ratificación del Senado.
El mandato del Pdte. de la CMF durará hasta el término del período de quien lo hubiere
designado, en tanto el período de duración de los restantes Comisionados es de 6 años
en sus cargos, pudiendo ser reelegidos sólo por un nuevo período consecutivo y se
renuevan en pares cada 3 años.
El Vicepdte. es elegido por el Consejo de entre sus miembros, subroga al Pdte. en caso
de ausencia o imposibilidad temporal. El desempeño de las labores de comisionado
exigirá dedicación exclusiva y será incompatible con todo cargo o servicio, sea o no
remunerado, que se preste en el sector privado. No obstante lo anterior, el cargo de
comisionado será compatible con cargos docentes en instituciones públicas o privadas
reconocidas por el Estado hasta un máximo de 12 horas semanales.

ATRIBUCIONES DEL CONSEJO


1. Ejercer las atribuciones y cumplir las funciones que la ley le encomiende a la Comisión.
2. Establecer políticas de planificación, organización, dirección, supervisión, coordinación
y control del funcionamiento de la CMF, así como las de administración, adquisición y
enajenación de bienes, excepto aquellos inmuebles cuya adquisición o enajenación
requiera la aprobación del Ministro de Hacienda.
3. Dictar normas de carácter general, circulares, oficios circulares y otras resoluciones
que se requieran.
4. Resolver los procedimientos sancionatorios que se originen como consecuencia de la
formulación de cargos, aplicando las sanciones que correspondan, según el caso.
5. Dictar y modificar la normativa interna de funcionamiento del mismo.
6. Formular al Pdte. de la R., a través del Ministerio de Hacienda, las propuestas de
reforma a normas legales y reglamentarias.
7. Formular al Ministerio Público las denuncias que correspondieren por los hechos de
que tomare conocimiento en el ejercicio de sus atribuciones y que pudieren revestir
caracteres de delito, sin perjuicio de los deberes generales que sobre la materia
determina la ley.
8. Las demás que señala la ley.
EL MERCADO DE VALORES
En este mercado, los inversionistas buscan instrumentos en los cuales invertir y las
empresas o emisores requieren financiar sus proyectos. Ambos grupos negocian valores,
tales como acciones, bonos y fondos mutuos, a través de intermediarios (agentes,
corredores y bolsas de valores).

EL MERCADO DE SEGUROS
En este mercado, las personas o empresas pueden encontrar una gran diversidad de
seguros -ofrecidos por las compañías de seguros-, para protegerse ante futuras pérdidas,
ya sea de bienes muebles o inmuebles, así como la vida de las personas, entre muchos
otros.

BANCOS E INSTITUCIONES FINANCIERAS


Los bancos reciben y tienen en custodia el dinero que las personas y empresas depositan,
otorgan préstamos usando esos recursos y realizan inversiones entre otras actividades
que la ley les autoriza.

LEY GENERAL DE BANCOS


La Ley General de Bancos, contenida en el DFL N° 3, de 1997, del Ministerio de Hacienda
fue modificada por la Ley 21.130 (D.O. 12 de enero de 2019)
Corresponderá a la CMF la fiscalización del Bco del Estado de Chile y de las demás
empresas bancarias, cualquiera sea su naturaleza.
Banco es toda S.A. especial que, autorizada en la forma prescrita por esta Ley
y con sujeción a la misma, se dedique a captar o recibir en forma habitual
dinero o fondos del público, con el objeto de darlos en préstamo, descontar
documentos, realizar inversiones, proceder a la intermediación financiera,
hacer rentar estos dineros y, en general, realizar toda otra operación que la
ley le permita.

CMF tendrá la fiscalización de las empresas cuyo giro consista en la emisión u operación
de tarjetas de crédito, tarjetas de pago con provisión de fondos o de cualquier otro
sistema similar a los referidos medios de pago, siempre que éstos importen que el emisor
u operador contraiga habitualmente obligaciones de dinero para con el público en
general o ciertos sectores o grupos específicos de él.

Constitución de las Empresas Bancarias


Las empresas bancarias deben constituirse como S.A. en conformidad a la presente ley.
Para la creación de un nuevo banco, los accionistas fundadores deberán presentar un
prospecto a la CMF, el cual deberá ser acompañado de un plan de desarrollo de negocios
para los primeros 3 años de funcionamiento.
Aceptado se entregará un certificado provisional de autorización a los accionistas
fundadores que los habilitará para realizar los trámites conducentes a obtener la
autorización de existencia de la sociedad y los actos administrativos que tengan por
objeto preparar su constitución y funcionamiento.
Se considerará que la sociedad tiene personalidad jurídica desde el otorgamiento del
certificado. No podrá solicitarse la autorización de existencia de la sociedad transcurridos
10 meses desde la fecha de otorgamiento del certificado provisional.
Los accionistas fundadores de una empresa bancaria deberán constituir una garantía
igual al 10% del capital de la sociedad proyectada, mediante un depósito a la orden del
Pdte. de la CMF en alguna empresa bancaria fiscalizada por la misma.
Los accionistas fundadores estarán obligados a depositar en alguna de las empresas
bancarias fiscalizadas por la CMF y a nombre de la institución en formación los fondos
que reciban en pago de suscripción de acciones. Estos fondos sólo podrán girarse una
vez que haya sido autorizada la existencia de la sociedad y que entre en funciones su
Directorio. Los accionistas fundadores serán personal y solidariamente responsables de
la devolución de dichos fondos y su responsabilidad podrá hacerse efectiva sobre la
garantía a que se refiere el inciso anterior.
Los accionistas fundadores no podrán recibir, directa ni indirectamente, remuneración
alguna por el trabajo que ejecuten en tal carácter.
La LGB señala, además, los requisitos que deben cumplir los accionistas fundadores o
controladores de un banco.
La CMF, dentro del plazo de 180 días, podrá rechazar el prospecto por resolución fundada
en que los accionistas fundadores no cumplen los requisitos. Solicitada la autorización
de existencia y acompañada copia autorizada de la escritura pública que contenga los
estatutos, en la que deberá insertarse el certificado aludido, la CMF comprobará la
efectividad del capital de la empresa. Demostrado lo anterior, dictará una resolución que
autorice la existencia de la sociedad y apruebe sus estatutos.
La Comisión expedirá un certificado que acredite tal circunstancia y contenga un extracto
de los estatutos. El certificado se inscribirá en el Reg. de Comercio del domicilio social y
se publicará en el Diario Oficial dentro del plazo de 60 días contados desde la fecha de
la resolución aprobatoria. Lo mismo deberá hacerse con las reformas que se introduzcan
a los estatutos o con las resoluciones que aprueben o decreten la disolución anticipada
de la sociedad.
Cumplidos estos trámites, la Comisión comprobará, dentro del plazo de 90 días, si la
empresa bancaria se encuentra preparada para iniciar sus actividades y, especialmente,
si cuenta con los recursos profesionales, tecnológicos y con los procedimientos y
controles para emprender adecuadamente sus funciones. En esta misma oportunidad,
la Comisión deberá analizar el plan de desarrollo de negocios para los primeros 3 años
presentado junto con el prospecto.
Cumplidos dichos requisitos, la Comisión, dentro de un plazo de 30 días, concederá la
autorización para funcionar. Asimismo, fijará un plazo no superior a 1 año para que la
empresa inicie sus actividades, lo que la habilitará para dar comienzo a sus operaciones,
le conferirá las facultades y le impondrá las obligaciones establecidas en esta ley.
Durante el período de 3 años la CMF supervisará el cumplimiento del plan, el que podrá
ser modificado siempre que no se deteriore la situación patrimonial de la empresa.
Por exigirlo el interés nacional, ninguna persona podrá adquirir directamente o a través
de 3°, acciones de un banco que, por sí solas o sumadas a las que ya posea, representen
más del 10% del capital de éste, sin que previamente haya obtenido autorización de la
CMF.
Las empresas bancarias son instituciones de funcionamiento obligatorio con sujeción al
horario vigente. Ninguna empresa bancaria podrá iniciar, suspender o poner término a
sus operaciones sin previa autorización de la CMF.
Corresponderá a la Comisión fijar, mediante norma de carácter general, el horario
mínimo para la atención del público en el Banco del Estado de Chile y en el resto de los
bancos, el que deberá ser uniforme para todas las oficinas de una misma localidad.
Ninguna persona natural o jurídica que no hubiera sido autorizada para ello por ley,
podrá dedicarse a giro que, en conformidad a la LGB corresponda a las empresas
bancarias y, en especial, a captar o recibir en forma habitual dinero del público, ya sea
en depósito, mutuo o en cualquiera otra forma.
Los estatutos de un banco deberán contener las siguientes disposiciones, además de
las exigidas a las sociedades anónimas:
1) El nombre del banco, en el que podrá omitirse la indicación de que se trata de una
sociedad anónima.
2) La ciudad de la República en que se instalará su casa matriz u oficina principal, y que
constituirá su domicilio social, sin perjuicio de las sucursales o agencias que establezca
en conformidad a la ley. En esa ciudad deberán celebrarse las sesiones ordinarias de
directorio y funcionar la gerencia general de la empresa.
3) El número de los directores del banco y el nombre de los integrantes del directorio
provisional que deban ser designados por los accionistas.
4) El nombre y domicilio del gerente provisional y el subgerente que lo reemplazará en
caso de ausencia o incapacidad.

DERECHO DE COMPETENCIA
El Derecho de la competencia (Competition Law, conocido en Estados Unidos como
Antitrust Law) es la rama del Derecho que se encarga de regular el comercio mediante
la prohibición de restricciones ilegales, la fijación de precios y los monopolios. Su objetivo
es promover la competencia entre las empresas existentes en un mercado y el fomento
de la calidad de bienes y servicios al menor precio posible, garantizando una estructura
de mercado eficiente.
El objetivo del Derecho de la competencia es promover la "competencia justa" entre las
empresa.
Desde un punto de vista general, estas restricciones pueden ser de cuatro tipos distintos:
acuerdos horizontales entre competidores, acuerdos verticales entre compradores y
vendedores, el abuso de una posición dominante (monopolio), y las fusiones.
1973, se dicta el Decreto Ley Nº 211, el cual fija normas para la defensa de la libre
competencia en las actividades económicas.
El Decreto Ley Nº 211, creó tres instituciones destinadas a prevenir, corregir, investigar
y sancionar los atentados contra la libre competencia. La primera es la Fiscalía
Nacional Económica, a cargo de un Fiscal Nacional, que investiga las conductas
monopólicas, representa el interés general y vela por el cumplimiento de los fallos de la
Comisión Resolutiva; las Comisiones Preventivas (Regionales y Central) y, por último,
la Comisión Resolutiva, integrada por cinco miembros. Estas dos últimas entidades
son las que conocen, analizan y resuelven los casos de conductas contrarias a la libre
competencia.
El DL 211 tenía la facultad de tutelar tres materias a través de los órganos
antimonopolios, estas son; la libre competencia en el ejercicio de actividades
económicas, la libertad de trabajo y, la libertad de los trabajadores para organizarse,
reunirse o negociar colectivamente.

Antecedentes históricos, Ley Sherman.


inminente Imperio de los Trusts (se denomina trust la situación en que persona o
empresa posee o controla un número suficiente de productores de ciertos artículos que
permite controlar libremente el precio de él).

Determinaciones de la Ley Sherman


- Todo contrato, combinación en forma de trust u otra cualquiera, o conspiración para
restringir el comercio entre los diversos estados o con naciones extranjeras es declarada
ilegal.
- Toda la persona que monopolice o intente monopolizar cualquier ramo de la industria
o del comercio entre los diversos estados o con naciones extranjeras será considerada
culpable.
Marco Económico-Jurídico
La constitución de 1980, a gran diferencia de la de 1925, contempla una serie de
libertades que se denominan libertades económicas. Dentro de estas libertades
económicas encontramos la libertad para adquirir el dominio de toda clase de bienes, el
derecho de propiedad, el derecho a desarrollar cualquier actividad económica, el derecho
a la no discriminación arbitraria en el trato que deben dar el Estado y sus organismos en
materia económica.
Estas libertades conforman parte fundamental del orden público económico, ya que, en
ellas se encuentran dispersos principios y preceptos jurídicos que dan, por una parte, las
características de la economía pública y privada del país y, por otro, principios de la
propia Constitución, como es, por ejemplo, el principio de la subsidiariedad.
A. Derechos constitucionales con carácter económico
B. Derecho a desarrollar cualquiera actividad económica. Art. 19 Nº 21.
C. Igualdad de trato económico. Art. 19 Nº 22
D. Libertad para adquirir el dominio de toda clase de bienes. Art. 19 Nº 23.
E. Derecho de propiedad. Art. 19 Nº 24.
F. Propiedad intelectual e industrial. Art. 19 Nº 25.

Eficacia Legal
a) Recurso de Protección. Art. 20.
b) Recurso de Amparo Económico. Art. 19 Nº 21.
c) Recurso de Inaplicabilidad de las Leyes: art. 93 Nº 6 CPR.
d) Requerimiento de inconstitucionalidad ante Tribunal Constitucional del art. 93
CPR en relación con sus Nº 1, 4 y 16.
e) Reclamación y Recurso de Ilegalidad municipal: art. 136 LOC 18.695.
f) Recurso Especial de Ilegalidad: art. 69 LOC Banco Central.
g) Recurso de Reposición administrativo y Recurso Jerárquico administrativo art. 9
LOC Bases GAE, 18.575.

Situaciones en que se prohíbe constitucionalmente el monopolio.


Art. 19 número 21. Tal como estudiamos, este numeral consagra el derecho a
desarrollar cualquiera actividad económica que no sea contraria a la moral, al orden
público o a la seguridad nacional, respetando las normas legales que la regule.
Esta norma constitucional impide que cualquier ente económico pueda establecer
barreras de entrada al comercio, ya que, en virtud de esta garantía existe el derecho a
desarrollar cualquier actividad económica.
Art. 19 número 22. Al analizar esta garantía vimos que tiene como contenido la no
discriminación arbitraria en el trato económico que deben dar el Estado y sus organismos
en materia económica. Al consagrar la igualdad de oportunidades debilita la posibilidad
de la existencia de monopolios, esto debido a que se consagra constitucionalmente que
ningún ente económico tendrá preferencias o facilidades para establecer su comercio,
evitando, de esta forma, la posibilidad de acceder a monopolios en virtud de gozar con
facilidades para la instalación y/o funcionamiento de la actividad económica que se
desarrolla y, que tengan como base discriminaciones arbitrarias. Impide el surgimiento
de actividades monopólicas.
Art. 19 número 24. Esta es otra norma que, en cierta forma, prohíbe la formación
de monopolios. Recordemos que el Art. 19 número 24 consagra el derecho de propiedad
sobre toda clase de bienes, es decir, cualquier persona, natural o jurídica, tiene el
derecho de adquirir toda clase de bienes. De esta forma, no se puede prohibir a los
individuos adquirir, o bien, limitar este derecho, salvo las propias limitaciones que
establece la norma constitucional.
Situaciones en que se permite constitucionalmente el monopolio.
Art. 19 Nº 24 inciso 6. Propiedad minera. El Estado tiene el dominio absoluto,
exclusivo, inalienable e imprescriptible de todas las minas. De esta forma, es el propio
texto fundamental el que establece el monopolio del Estado sobre las minas que se
encuentren dentro de los límites de nuestro país.
Se configura, de este modo, un dominio pleno para el Estado, el cual le permite reservar
para sí la explotación de determinadas sustancias, como es el caso del cobre, que en el
último tiempo le ha otorgado grandes divisas a nuestro país, o explotar minerales por
medio de terceros, a través de concesiones.
Art. 19 número 25. Esta garantía consagra tanto la propiedad intelectual como la
propiedad industrial. En el caso de la propiedad intelectual, se tutela el derecho del
autor sobre sus creaciones intelectuales y artísticas, sean éstas de cualquier especie y
por el tiempo que determine la ley, el cual no será inferior a la vida del titular. El
derecho de autor comprende la propiedad de las obras y otros derechos tales como, la
paternidad, edición y la integridad de la obra, todo ello de acuerdo y en conformidad a
la ley. En tanto que, respecto a la propiedad industrial, se garantiza la propiedad
industrial sobre las patentes de invención, marcas comerciales, modelos, procesos
tecnológicos u otras creaciones análogas, por el tiempo que determine la ley. Pero esta
exclusión sólo puede tener un carácter temporal, ya que, una vez que transcurra el
tiempo de protección es de dominio universal.

El Mercado y la Competencia
COMPETENCIA PERFECTA
En un mercado de economía perfecta existen muchos vendedores y muchos
compradores, siendo muy probable que nadie, por sus propios medios, sea capaz de
imponer y manipular el precio. En estas condiciones los precios están determinados por
fuerzas impersonales de mercado. Por el contrario, se habla de competencia imperfecta,
cuando cualquier comprador o vendedor puede influir en el precio, el caso extremo de
competencia imperfecta lo representa el monopolio, tema que analizaremos con mayor
profundidad más adelante.
La competencia que se produzca entre un gran número de vendedores (competencia
perfecta) será distinta de aquella que se genere en un mercado donde concurra un
número reducido de vendedores (oligopolio). Y, también a aquel donde la competencia
es inexistente, y el mercado es controlado por un solo productor (monopolio). En
cualquiera de estos casos, los productores compartirán el mercado con un número
elevado de compradores. También caben las situaciones en que hay un reducido número
de demandantes u oferentes, como es el caso del monopsonio y oligopolio
respectivamente. En general, podemos afirmar que mientras mayor sea el número de
participantes, más competitivo será el mercado.
Factores o condiciones de la competencia perfecta
Para que este proceso se logre y opere correctamente, el mercado perfectamente
competitivo requiere que se cumplan las siguientes condiciones:

1. Existencia de un elevado número de compradores y vendedores en el


mercado.
Así, la competencia entre los compradores conducirá a que nadie pueda comprar a un
precio inferior al resto de los demandantes y, por otro lado, la competencia entre los
vendedores llevará a que ninguno de ellos pueda vender a un precio más alto que los
demás, ya que, si lo intentara la competencia del resto de los productores lo expulsaría
del mercado.
En competencia perfecta se supone que ningún vendedor ni comprador es lo
suficientemente importante como para afectar el precio del bien mediante cambios en
la cantidad que vende o compra.
2. Tanto compradores como vendedores deberán ser indiferentes
respecto a quién comprar o vender.
Este supuesto implica que el bien comprado o vendido es homogéneo, por tanto, cada
unidad de un determinado bien deberá ser idéntica a cualquier otra del mismo, de lo
contrario, el productor de algún bien o servicio ligeramente diferente de los demás
tendrá cierto grado de control sobre el mercado y, como consecuencia de ello, sobre el
precio de su producto.
El artículo de que se trata debe ser susceptible de comparación en los diferentes puntos
de oferta, dejando a los consumidores la libertad de elegir lo que compran.
3. Información de compradores y vendedores acerca de las condiciones
del mercado.
Los vendedores generalmente conocen el precio que los compradores están dispuestos
a pagar por los productos que éstos ofrecen. Por otro lado, los compradores o
demandantes conocen también el precio que los vendedores desean ofrecer por sus
productos. De este modo, es posible predecir el precio que equilibrará el mercado.
El precio de equilibrio es aquel que iguala la cantidad que los demandantes desean
comprar con la cantidad que los oferentes quieren vender. Una vez que este precio es
conocido, los consumidores no aceptarán comprar a un precio mayor y los oferentes
rechazarán vender a un precio inferior al de equilibrio.
4. Libre movilidad de los recursos productivos.
Facilidad de los factores; La movilidad de los factores es lo que permite aumentar o
disminuir la oferta de bienes, ya sea de un bien determinado o de bienes diferentes.
5. Libre entrada al mercado.
Este supuesto implica tanto la libre entrada, para aquellos nuevos empresarios que se
sientan interesados por producir un bien atraídos por las utilidades que genera, como la
libre salida de empresas en una industria del mercado, en el caso de aquellos
empresarios que deseen retirarse del rubro, porque la oferta es excesiva y las ganancias
ya no son atractivas, de esta manera, los productores ofrecerán aquellos bienes y
servicios que son rentables y para los cuales hay demanda.
La libertad de entrada o salida asegura que los recursos productivos se puedan asignar
a los sectores más eficientes.
Se supone también que en las industrias respectivas las empresas no actúan tratando
de establecer acuerdos entre ellas, es decir, no se da la colusión.
Cuando se cumplen simultáneamente las condiciones que analizamos anteriormente,
estamos en presencia de un mercado de competencia perfecta.
Ventajas de la economía de mercado
1. Las personas pueden elegir, producir y consumir según sus preferencias y
posibilidades.
2. El sistema de precios hará posible que un excedente o una escasez de bienes y
servicios no duren mucho tiempo.
3. El sistema de precios, para decidir que se debe producir, no requiere intervención
del Estado ni ninguna agencia de planificación.
4. Los individuos tienen incentivos financieros para actuar de forma productiva. Si
los productores lanzan al mercado lo que los consumidores desean, pueden
obtener grandes beneficios.
5. En la economía de mercado, la demanda de los bienes y servicios determina su
oferta.

Imperfecciones de la Competencia.
Con la competencia perfecta se logra una asignación eficiente de los recursos
productivos. Sin embargo, la competencia perfecta no siempre se alcanza. La
competencia perfecta representa el caso en el cual la empresa individual, al ser muy
grande el número de competidores, no puede ejercer ninguna influencia apreciable sobre
los precios. Existen distorsiones a la estructura de la competencia perfecta, creándose
situaciones que no reúnen las características de la misma. Los principales son el
monopolio, el monopsonio, la competencia monopolística, entre otros.

EL MONOPOLIO
El monopolio corresponde al caso extremo de la competencia imperfecta, sólo hay una
empresa y, por tanto, controla el mercado y fija los precios libremente, es decir, existe
un solo vendedor en un mercado determinado, que ofrece un producto respecto del cual
no existen bienes sustitutos y, como consecuencia de ello, tiene plena capacidad para
influir en el precio del mercado.
Puede haber monopolio por el lado de la oferta y por el lado de la demanda, sin embargo,
el tipo de monopolio más frecuente es el de oferta, el cual, para tener éxito se debe
tomar en cuenta de que no debe de existir la amenaza de entrada de otro competidor
en el mercado, teniendo amplia libertad para ajustar tanto el precio como la cantidad
producida en su intento de maximizar beneficios.
Condiciones o causas del monopolio

Control de un factor productivo o de una técnica de producción. Una empresa


puede tener de forma exclusiva un factor productivo, una técnica o una de las fuentes
más importantes de materias primas indispensables para la producción de un cierto bien,
controlando algo esencial que ninguna otra empresa puede obtener. Así es como en
nuestro país un ejemplo de monopolio basado en el control de factor productivo es
CODELCO.
Patente. La mayoría de los países del mundo tiende a la protección de los inventos
mediante algún tipo de sistema de patentes.
Una patente es un monopolio temporal, ya que, se le otorga al inventor el derecho de
fabricar en forma exclusiva un determinado producto durante un cierto tiempo también
determinado. Debemos tener en cuenta eso sí, que la patente sólo protege
monopolísticamente al producto en concreto, pero no impide que empresas
competidoras puedan producir sustitutos del producto en cuestión.
Las patentes tienen tanto costos como beneficios. costos; el monopolio normalmente
hace que los consumidores paguen precios más altos. Los beneficios; las patentes
permiten realizar un gran número de inventos que, de no existir este sistema de
exclusividad, no se realizarían.
Sin una patente, la competencia presionaría a la baja de los precios hasta que éstos
fueran iguales que el costo marginal. Como ejemplo de patente podemos señalar la que
se otorga a la empresa Microsoft.
Monopolio legal: En estos casos el carácter monopolístico de una empresa lo otorga
la propia ley, ya que, tiene el privilegio legal de vender un bien o servicio, y es ilegal que
otras lo hagan. Determinados servicios se conceden, por parte de las autoridades
gubernamentales o locales, en forma exclusiva a ciertas empresas, dando lugar a los
denominados monopolios legales. Este tipo de monopolio suele existir en áreas de
servicios públicos como los de energía.
Monopolio natural: Existe cuando una sola empresa puede abastecer al mercado más
barato de lo que podrían hacerlo dos o más, no siendo rentable para nuevas empresas
ingresar al mercado. Así, en general, los servicios de distribución de electricidad, entre
otros, son monopolios naturales.
Monopolio colusivo: Estamos en presencia de este tipo de monopolio cuando varios
productores forman una empresa única u operaciones comerciales unificadas para
imponer un precio más elevado de manera que, entre ellas, lleguen a acuerdos para
controlar el mercado.
Este tipo de monopolio puede ser ilegal o puede ser autorizado oficialmente, lo que
puede ocurrir cuando el control del mercado forma parte de una política económica, ya
sea expansionista, ya sea orientada a superar una situación de crisis económica.
En Chile, podemos señalar como ejemplo, la unión entre las empresas Lan Chile y
Ladeco, hace ya un par de años, y actualmente TAM y Lan.
Precios en el monopolio
Todo tipo de empresa tratará de maximizar sus beneficios. Cuando en un mercado hay
un solo oferente, es muy probable que éste pueda fijar libremente sus precios y si el
monopolista restringe la producción, es capaz de provocar escasez del bien, y aumentar
su precio, por esto es que se dice que el monopolista es precio decidor, por lo que, la
estructura monopólica no es eficiente y existe el concepto de que es indeseable.
En un mercado perfectamente competitivo, a cada comprador se le cobra el mismo
precio por cada unidad del bien (corregido en razón a diferencias de calidad y de los
costos del transporte). Cualquier vendedor que tratará de cobrar un precio mayor que
el precio corriente, se encontrará con que nadie le compra el producto. Sin embargo,
un monopolista puede estar en la capacidad de cobrarle a diferentes personas diferentes
precios y/o cobrar diferentes precios unitarios por unidades sucesivas adquiridas por un
comprador determinado.

Discriminación de precios en el monopolio


Esta situación se produce en los casos en que un monopolista cobra diferentes precios
a diversos clientes. Las condiciones para que se dé discriminación en los precios son
dos:
1.- Que el mercado pueda fraccionarse y que el monopolista sea capaz de
identificar cada una de sus fracciones o segmentos de mercado y,
2.- Que no exista reventa, es decir, que los consumidores no especulen con las
unidades del bien obtenidas a distintos precios.
La razón económica de que se discriminen los precios radica en que diferentes
consumidores están dispuestos a pagar a distintas cantidades de dinero por un mismo
bien, de forma que pueda ser rentable para el vendedor aprovecharse de ello. Ante tal
situación, el vendedor dividirá el mercado del bien en varios submercados, de hecho, en
tantos como funciones de demanda haya.

Efectos económicos del monopolio


En un mercado que no sea de competencia perfecta, el precio será superior al ingreso
marginal, provocando una situación en que el consumidor se encuentra forzado a pagar
un precio superior al que tendría que abonar en una situación de competencia perfecta.
Además, el productor monopolista, obtendrá un mayor precio en la medida de que el
bien que elabora tenga cierto grado de escasez, es por ello que un mayor precio supone
una menor cantidad producida y vendida. Esta disminución de la cantidad producida
pone de manifiesto la ineficiencia en la asignación de recursos que se produce en el
monopolio, en comparación con la competencia perfecta, ya que, el anterior reduce la
producción y eleva el precio.

Monopolios internacionales
A medida que aumenta la exportación de capitales y se amplían los nexos con el
extranjero, las esferas de influencias de los poderosos monopolios, crean las condiciones
propicias para el reparto entre ellos del mercado mundial. Se forman, de esta manera,
los monopolios internacionales.
Éstos son convenios concertados entre los más grandes monopolios de los diversos
países, acerca del reparto de los mercados, la política de precios y el volumen de la
producción. Muchos monopolios internacionales se crean con la participación activa de
los Estados, siendo éste uno de los medios más importantes de su expansión económica.
Análisis comparativo del monopolio y la competencia perfecta
Los supuestos que caracterizan a uno y a otro son los siguientes:
1.- En el caso de la competencia perfecta; existe un elevado número de empresas
en la industria y un elevado número de consumidores. En tanto, en el monopolio, existe
una sola empresa oferente.
2.- El producto que se lanza en el mundo competitivo es de carácter homogéneo,
en el monopólico el producto no siempre alcanza su mayor eficiencia y no existen
sustitutos muy cercanos para el producto en cuestión.
3.- En libre competencia no existen barreras a la entrada o salida de nuevas
empresas, lo cual no ocurre en el mercado imperfecto, ya que, la existencia de barreras
en la entrada y salida de nuevos oferentes es una característica típica del mercado
monopólico.
4.- En competencia perfecta no existe intervención estatal alguna, ya que, el
mercado se regula con su solo funcionamiento a través de la ley de la oferta y la
demanda. En tanto que en el mercado monopolista la intervención estatal es necesaria
tanto en su regulación normativa como en su funcionamiento y fiscalización. En Chile,
un ejemplo de su intervención, son las Superintendencias existentes, tales como la de
AFP o la de ISAPRES.
5.- En la economía de libre mercado, las personas pueden elegir que tipo de bien
consumir según sus preferencias, necesidades y posibilidades. Lo cual no ocurre en la
industria monopolizada, ya que, las personas están enfrentadas a un solo tipo de
oferente, por lo tanto, incapacitadas de poder optar entre varias posibilidades, no
existiendo indiferencia por parte de los consumidores ante quien comprar porque sólo
hay un mercado.
6.- En libre competencia, el precio es determinado por el propio sistema de mercado, a
través de la oferta y la demanda, en tanto que, en el monopolio, el precio lo determina
el único oferente del bien que se produce.

EL MONOPSONIO
El monopsonio implica un análisis del poder del mercado no desde el lado de los
productores, sino, desde el de los compradores, es decir, se trata de un monopolio visto
desde el punto de vista de la demanda, ya que en este caso es un solo demandante el
que debe absorber el bien o servicio producido por un gran número de oferentes.
Este tipo de mercado aparece cuando en un mercado existe un único comprador. El
comprador, al ser único, tiene un control especial sobre el precio de los productos, Esto
le permite al comprador obtener los productos a un precio menor al que tendría que
comprarlo si estuviera en un mercado competitivo.
También existe, en el análisis del poder del mercado referido al consumidor, el análisis
del oligopsonio, en el cual, en un mercado, no existe un solo consumidor, sino un
número pequeño de consumidores en los cuales se deposita el control y el poder sobre
los precios y las cantidades de un producto en el mercado. Por lo tanto, los beneficios
se concentrarían en los consumidores, pero no en los productores.
Los ejemplos de oligopsonio son más frecuentes que los de monopsonio puro. En nuestro
país podemos encontrar algunos casos en el medio agrícola, en donde productores de
fruta se encuentran en situaciones lamentables..
EL OLIGOPOLIO
Normalmente se entiende por oligopolio a una estructura de mercado en la que
participan pocos productores, tanto si producen un bien homogéneo, como uno
diferenciado. El caso extremo de oligopolio es aquel en el cual existen dos productores,
se denomina duopolio.
Una característica principal de este tipo de mercado es la capacidad que el empresario
tiene para influir sobre las decisiones de sus competidores a través de sus propias
acciones y de ser influenciado por las decisiones de sus rivales.
Un ejemplo clásico en esta materia son las denominadas “guerras de precios”.
Otra característica del oligopolio es la interdependencia mutua.
Al igual que en el monopolio, cualquier oligopolista puede utilizar como variable
estratégica la cantidad del producto o servicio que desea colocar en el mercado, o el
precio al que lo desea vender. En el primer caso, condiciona el precio que puede obtener
y, en el segundo, la cantidad que desea absorber.
Los mercados oligopolísticos suelen agruparse en dos grandes categorías, según tengan
o no el carácter de colusivo.

Factores que incentivan la colusión de los mercados oligopólicos


Como ya hemos indicado, la colusión es un acuerdo explícito o tácito de las empresas
de un mercado o industria para fijar los precios y la producción, o bien, limitar la rivalidad
entre ellas. Algunos factores que propician la colusión son los siguientes:

A. Las empresas que participan de este acuerdo deben ser de número reducido, ya
que en estos casos es más fácil negociar y detectar las posibles violaciones de
los acuerdos.
B. Los acuerdos colusivos a que arriben las empresas deben tener vigencia durante
largos períodos de tiempo.
C. El sistema legal que impere debe ser propicio o, al menos, no dificultar la
posibilidad de acuerdos explícitos que permitan aumentar los precios, o bien,
restrinjan la producción.
D. Facilidad para detectar las violaciones. Este factor se facilita si el acuerdo de las
empresas permite repartirse los clientes y asignar una determinada zona
geográfica a cada una de ellas y, de esta forma, detectar de forma más rápida
las posibles violaciones sobre precios de venta y cantidades vendidas.

La competencia monopolística
En este tipo de competencia, existe una cantidad significativa de productores actuando
en el mercado sin que exista un control dominante por parte de alguno de estos en
particular. La cuestión clave en este caso es que se presenta una diferenciación del
producto; es decir, un producto en particular, dependiendo del productor, puede tener
variaciones que le permitan ser, en algún aspecto, diferente a los demás productos
similares hechos por otras empresas.
Otra característica a destacar de la competencia monopolística es la de la fácil entrada
y salida a la industria por parte de los productores.
En los mercados de competencia monopolista, cada vendedor es capaz de diferenciar su
producto, aun cuando la cantidad de ofertas es amplia, del resto de los productos
ofrecidos por la competencia. El mercado de licores o de electrodomésticos son ejemplos
de competencia monopolística.
Ley Antimonopolios
La legislación antimonopolios ha sufrido diversas modificaciones, sin embargo, la más
importante y radical es la contenida en la Ley 19.911, publicada el 14 de noviembre de
2003, la que creó el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia. Sin embargo, la
constante evolución de los mercados, las grandes transacciones de dinero involucradas
en las nuevas formas de negocios que implican la participación de empresas de gran
tamaño han originado la dictación de diversas normas legales que modifican y
perfeccionan la redacción original del D.L 211, siendo la última la contenida en la Ley
20.945 publicada recientemente en el Diario Oficial; 30 de agosto de 2016.

1. Bien Jurídico Tutelado


El bien jurídico tutelado es la libre competencia. El Art. 1 de la ley nos indica que ésta
tiene por objeto promover y defender la libre competencia en los mercados.
Desde un punto de vista económico podemos señalar, en términos simples, que la libre
competencia es un sistema de economía en virtud del cual todos los agentes económicos
tienen participación en igualdad de condiciones, sea como oferentes de bienes o servicios
o, como consumidores de los mismos.
Doctrinariamente se entiende por Libre Competencia: “Conjunto de condiciones
jurídicas, económicas, científicas y sociales que permiten a los distintos
agentes económicos el libre ingreso o salida de un mercado determinado; sin
capacidad de los actores de influir decisiva y unilateralmente en la formación
de los precios” (Centro de Libre Competencia, PUC)
La finalidad de la legislación antimonopolios es promover y defender la libre
competencia.
El inciso 2 del Art. 1 de la ley nos indica que los atentados que se susciten en contra de
la libre competencia en las actividades económicas serán objeto de corrección,
prohibición o represión en la forma y con las sanciones establecidas en la presente ley.
La tarea de defender y promover la libre competencia en los mercados le corresponde
al Tribunal de Defensa de la Libre Competencia y a la Fiscalía Nacional Económica. Esto
como consecuencia del texto del Art. 2 que prescribe que a éstos organismos les
corresponde, dentro de la esfera de sus respectivas atribuciones, dar aplicación a la ley
en estudio.

2. Delito de monopolio.
Antiguamente, bajo el texto del original DL 211 de 1973, se establecía la existencia del
delito de monopolio en los Art. 1 y 2. Actualmente, nuestra legislación contempla que
el objetivo de la ley es promover y defender la libre competencia en los mercados. Tal
defensa se manifiesta en que los atentados contra la libre competencia serán corregidos,
prohibidos o reprimidos en la forma y con las sanciones previstas en la ley.
Basta la existencia de un hecho, acto o convención que, ejecutado, tienda a
menoscabarla. Esto se desprende de lo dispuesto en el Art. 3 de la ley al señalar que
cualquier hecho, acto o convención que impida, restrinja o entorpezca la libre
competencia, o que tienda a producir dichos efectos, será sancionado con arreglo a la
ley.
Con el mismo fin la ley determinó grandes atribuciones a los organismos
antimonopólicos, los cuales tienen facultad para corregir, prohibir, reprimir e incluso
sancionar los hechos o actos que impidan, restrinjan o entorpezcan la libre competencia,
o bien, como vimos, tiendan a hacerlo.
Concluimos que la ley es de aplicación general, comprendiendo a personas naturales o
jurídicas, chilenas o extranjeras, de derecho público o privado.
Formas de ejecución de la conducta. Es el Art. 3 el que contiene las formas en que
puede ejecutarse la conducta de monopolio al señalar que “El que ejecute o celebre
individual o colectivamente, cualquier hecho, acto o convención…”.
En cuanto a los hechos, la norma se refiere a cualquier conducta que se exprese
materialmente, ya sea que se ejecute con o sin la intención de producir los efectos
previstos en la ley. En cuanto a los actos, éstos se ejecutan unilateralmente, es decir,
basta la voluntad de una de las partes para que se produzcan los efectos y se ejecutan
siempre con esa intención.
En cuanto a las convenciones, éstas se realizan colectivamente requiriendo dos o más
partes para su celebración. Se realizan con la intención de crear, modificar o extinguir
derechos y obligaciones.

Requisitos de la conducta para su sanción. A través de un hecho, acto o convención


que impida, restrinja o entorpezca la libre competencia, así lo dispone el Art. 3 de la ley
en análisis.
Se entiende por impedir la disposición de imposibilitar, estorbar o dificultar la ejecución
de una cosa. Por restringir el hecho de reducir a menores límites, es decir, limitar. Y,
por entorpecer, la actitud de retardar, dificultar o turbar a otro, en este caso, la
actividad económica de un tercero.
Recordemos que para que las conductas sean sancionadas no es necesario que el daño
se produzca, ya que, también tendrán sanción aquellas conductas que simplemente
tienden o pudieren atentar contra la libre competencia, por tanto, atentan también a la
libre competencia los hechos o convenciones que tiendan a impedirla, restringirla o
entorpecerla.

La ley considera como conductas monopólicas las siguientes:


A. Los acuerdos o prácticas concertadas que involucren a competidores entre sí, y
que consistan en fijar precios de venta o de compra, limitar la producción,
asignarse zonas o cuotas de mercado o afectar el resultado de procesos de
licitación, así como los acuerdos o prácticas concertadas que, confiriéndoles
poder de mercado a los competidores.
B. La explotación abusiva por parte de un agente económico, o un conjunto de ellos,
de una posición dominante en el mercado, fijando precios de compra o de venta,
imponiendo a una venta la de otro producto, asignando zonas o cuotas de
mercado o imponiendo a otros abusos semejantes.
C. “Las prácticas predatorias, o de competencia desleal, realizadas con el objeto de
alcanzar, mantener o incrementar una posición dominante.”
La ley 20.945 de agosto último incorporó, además, el art. 3 bis:

“Podrán también aplicarse las medidas del art. 26, así como aquellas medidas
preventivas, correctivas o prohibitivas que resulten necesarias, a quienes:
a) Infrinjan el deber de notificación que establece el art. 48, esto es, la obligación
de notificar a la FNE, en forma previa a su perfeccionamiento, las operaciones de
concentración que produzcan efectos en Chile y que cumplan con los requisitos
copulativos establecido es el art. 48.
b) Contravengan el deber de no perfeccionar una operación de concentración
notificada a la Fiscalía Nacional Económica y que se encuentre suspendida de
acuerdo con lo establecido en el artículo 49.
c) Incumplan las medidas con que se haya aprobado una operación de
concentración, al tenor de lo dispuesto en los art. 31 bis, 54 o 57, según sea el
caso.
d) Perfeccionen una operación de concentración en contra de lo dispuesto en la
resolución o sentencia que haya prohibido dicha operación, de conformidad a lo
establecido en los art. 31 bis o 57, según corresponda.
e) Notifiquen una operación de concentración, de conformidad al Título IV,
entregando información falsa.”

Clasificación de las conductas sancionadas. Todas las conductas que señalamos


anteriormente, como contrarias a la libre competencia, son objeto de clasificación.

1. Conspiraciones horizontales.
Dentro de lo que se denomina conspiraciones horizontales se incluyen todo tipo de
conductas que signifiquen transacciones o acuerdos entre dos o más agentes
económicos competitivos entre sí, es decir, entre empresas que se relacionen dentro o
al mismo nivel de la cadena productiva o de distribución y, que restrinjan o pudieran
restringir la libre competencia.

A continuación veremos algunas conductas que caben dentro de este tipo de


conspiraciones.

a) Acuerdos horizontales de precios. Distintas empresas acordarán un precio


como único respecto del producto que ellas ofrecen con el objeto de actuar en
forma coordinada, de tal manera de enfrentar el mercado como si fueran un
verdadero monopolio. Esto es para que puedan obtener un precio mayor del que
podrían obtener si estuvieran dentro de un mercado con libre competencia.
Posteriormente, los integrantes del acuerdo, vuelven a los precios que tenían
antes del intento de ingreso de la nueva empresa.
b) Reparto de territorios o de zonas de mercado. Consiste en que los
integrantes de una determinada industria se adjudican acordadamente ciertas
zonas o territorios del mercado donde cada uno de ellos, en forma individual,
tiene derecho a ofrecer sus bienes o servicios en el caso de los oferentes, o a
demandar en el caso del monopsonio. El fundamento para sancionar este tipo
de acuerdos es que, ante el reparto de territorio, los agentes económicos
lograrían disminuir o, incluso eliminar toda competencia en cada zona, por
ejemplo cobrando precios excesivos, en perjuicio de quienes están obligados a
consumir u ofrecer un determinado bien o servicio dentro de dicho territorio.
c) Fusiones. Consisten en la unión de varias empresas, una combinación de ellas
con el fin de lograr un control monopolista del mercado. Las fusiones de carácter
horizontal son aquellas formadas por empresas de una misma industria que
A continuación veremos algunas conductas que caben dentro de este
tipo de conspiraciones.

desarrollan los mismos productos. Las fusiones de empresas tienen, en general,


gran potencial para eliminar o reducir al mínimo la competencia existente entre ellas
creando, de este modo, monopolios. Actualmente se encuentra en análisis la fusión
LAN – TAM. Sin lugar a dudas, las fusiones deben cumplir, al tratarse de una
concentración, con la nueva legislación incorporada en la última modificación legal.
d) Fijaciones de cuotas. Consisten en la existencia de acuerdos entre los agentes
económicos que se encuentren en un mismo nivel de la cadena de producción
de un determinado bien o servicio. Este acuerdo sólo permite que la producción
de un determinado bien tenga un tope o límite, impidiendo a las empresas
superarlo, se denominan carteles. Ocupan este límite de producción para
controlar el mercado mediante el control de la producción del bien y, de esta
forma acceder a la manipulación de los precios en su favor.
e) Propaganda y comercialización desleal. Aquella que denigra o menoscaba
al competidor. Se incluye también dentro de este concepto cualquier modo que
provoca o induzca a confundir con marcas o productos de la competencia o, que
se aproveche de la buena fe o inexperiencia del consumidor, generando efectos
sugestivos, falsas convicciones o impresiones erradas en el potencial comprador.
En este punto y aun cuando debemos interpretarlo en un sentido más amplio, nuestro
legislador ha regulado la Competencia Desleal, en la Ley 20.169.
Es así como en virtud de su art. 3, se entiende que, en general, competencia desleal es
toda conducta contraria a la buena fe o a las buenas costumbres que, por medios
ilegítimos, persiga desviar clientela de un agente del mercado.
En particular, y sin que la enumeración del art. 4 de la Ley 20.169 sea taxativa,
se considerarán actos de competencia desleal, entre otros, los siguientes:
A. Toda conducta que aproveche indebidamente la reputación ajena, induciendo a
confundir los propios bienes, servicios, actividades, signos distintivos o
establecimientos con los de un tercero.
B. El uso de signos o la difusión de hechos o aseveraciones, incorrectos o falsos,
que induzcan a error sobre la naturaleza, proveniencia, componentes,
características, precio, modo de producción, marca, idoneidad para los fines que
pretende satisfacer, calidad o cantidad y, en general, sobre las ventajas
realmente proporcionadas por los bienes o servicios ofrecidos, propios o ajenos.
C. Todas las informaciones o aseveraciones incorrectas o falsas sobre los bienes,
servicios, actividades, signos distintivos, establecimientos o relaciones
comerciales de un tercero, que sean susceptibles de menoscabar su reputación
en el mercado. Son también ilícitas las expresiones dirigidas a desacreditarlos o
ridiculizarlos sin referencia objetiva.
D. Las manifestaciones agraviantes que versen sobre la nacionalidad
E. Toda comparación de los bienes, servicios, actividades o establecimientos propios
o ajenos con los de un tercero, cuando se funde en algún antecedente que no
sea veraz y demostrable, o, cuando de cualquiera otra forma infrinja las normas
de esta ley.
F. Toda conducta que persiga inducir a proveedores, clientes u otros contratantes
a infringir los deberes contractuales contraídos con un competidor.
G. El ejercicio manifiestamente abusivo de acciones judiciales con la finalidad de
entorpecer la operación de un agente del mercado.
H. La imposición por parte de una empresa a un proveedor, de condiciones de
contratación para sí, basadas en aquellas ofrecidas por ese mismo proveedor a
empresas competidoras de la primera, para efectos de obtener mejores
condiciones que éstas; o, la imposición a un proveedor de condiciones de
contratación con empresas competidoras de la empresa en cuestión, basadas en
aquellas ofrecidas a ésta. A modo de ejemplo, se incluirá bajo esta figura la
presión verbal o escrita, que ejerza una empresa a un proveedor de menor
tamaño cuyos ingresos dependen significativamente de las compras de aquélla,
para obtener un descuento calculado a partir del precio pactado por ese mismo
proveedor con algún competidor de la primera empresa.
I. El establecimiento de cláusulas contractuales o conductas abusivas en desmedro
de los proveedores o el incumplimiento sistemático de deberes contractuales
contraídos con ellos.
Contra los actos de competencia desleal pueden ejercerse, conjunta o
separadamente, las siguientes acciones:
a) Acción de cesación del acto o de prohibición del mismo si aún no se ha
b) puesto en práctica.
c) Acción declarativa de acto de competencia desleal, si la perturbación
d) creada por el mismo subsiste.
e) Acción de remoción de los efectos producidos por el acto, mediante la publicación
de la sentencia condenatoria o de una rectificación a costa del autor del ilícito u
otro medio idóneo.
f) Acción de indemnización de los perjuicios ocasionados por el acto, sujeta a las
disposiciones del Título XXXV del Libro IV del Código Civil.
Cualquiera que resulte directa y personalmente amenazado o perjudicado en sus
intereses legítimos por un acto de competencia desleal podrá ejercer las acciones
señaladas precedentemente. Con todo, no habrá lugar a indemnización de perjuicios de
acuerdo con la Ley 20.169 si el demandado ya hubiese sido condenado a reparar el
mismo daño de conformidad con otro ordenamiento legal. Las asociaciones gremiales
que tengan por función efectiva la defensa de los intereses de agentes del mercado
podrán interponer, en interés de sus miembros lesionados por un acto de competencia
desleal, las acciones contempladas en las letras a) a c) del artículo anterior.

Las acciones de competencia desleal previstas en las letras a) y c) del artículo


5º de la Ley 20.169 prescriben en el plazo de 1 año contado desde la fecha en que
finaliza la realización del acto de competencia desleal, o desde que fue conocido, si ello
ocurrió con posterioridad.

La acción de indemnización de perjuicios prevista en la letra d) del artículo


5º prescribe en el plazo de 4 años contado del mismo modo. El ejercicio de alguna de
las acciones previstas en las letras a) a c) del artículo 5º interrumpirá el plazo de
prescripción de la acción de indemnización de perjuicios.

Será competente para conocer de las causas de esta ley el juzgado de letras en lo
civil del domicilio del demandado o del actor, a elección de este último.
Las acciones conferidas por esta ley se tramitarán de acuerdo con las normas del
procedimiento sumario, contempladas en el CPC, sin que sea aplicable lo dispuesto
en el artículo 681. Contra la sentencia procederán todos los recursos que franquea la
ley, de acuerdo con las reglas contenidas en el Código de Procedimiento Civil.
Si existe un indicio grave y preciso de amenaza o de ejecución de un acto de competencia
desleal, el tribunal, a solicitud de parte, podrá ordenar su suspensión inmediata, sin
perjuicio de las demás medidas precautorias previstas en el Código de Procedimiento
Civil.
Si la sentencia firme establece que han existido uno o más actos de competencia
desleal, el tribunal que la dictó deberá remitir todos los antecedentes del juicio al Fiscal
Nacional Económico, quien tendrá la facultad de requerir al Tribunal de Defensa de la
Libre Competencia, atendidas la gravedad de la infracción o la extensión del perjuicio
provocado, la aplicación de la multa correspondiente de conformidad con esta ley.
El Fiscal Nacional Económico podrá interponer la acción ante el Tribunal de la Libre
Competencia dentro de los 2 años siguientes a la recepción de los antecedentes.
La multa a que se refiere el inciso primero del art. 10 de la Ley 20.169 fluctuará entre 2
y 1.000 UTM, y se aplicará a beneficio fiscal. Para la determinación del monto de la
multa, se considerarán, entre otras, las siguientes circunstancias: el beneficio económico
obtenido con motivo de la infracción, la gravedad de la conducta y la calidad de
reincidente del infractor.
2. Conspiraciones verticales.
Las conspiraciones verticales son todas aquellas relaciones o transacciones existentes
entre dos o más agentes económicos que se encuentran vinculados a través de niveles
sucesivos de la cadena de producción. Mediante este tipo de conspiraciones se puede
alterar, manipular y, finalmente, afectar en forma negativa a la libre competencia.
Mediante estas prácticas, quien posee un control sobre una etapa del proceso productivo
puede abusar sobre su sucesor en la cadena de producción, traduciéndose este abuso
en el cobro excesivo de precios, ofreciéndoles precios muy bajos en el caso del
monopsonio, o bien, en la aplicación de condiciones contractuales que signifiquen abusar
de ese poder.

Podemos distinguir distintos tipos de conspiraciones verticales existentes


dentro de un mercado. Las más comunes son las siguientes:
a. Fijación de precios de reventa. El productor fija o establece el precio al
cual DEBE ser vendido un determinado bien o servicio al consumidor, pero éste
no es el consumidor final. El precio que se fija como límite puede ser tanto el
precio máximo o el mínimo. El inconveniente con la fijación de precios de
reventa, es que no deja en libertad de acción a los vendedores, provocando que
no se pueda dar el juego de la libre competencia.
b. Distribución exclusiva. El distribuidor o mayorista solicita al productor de un
bien o servicio determinado . La distribución exclusiva perjudica la libre
competencia, esto debido a que solo habrá un canal o medio para acceder al bien
que el consumidor requiere y, ese único medio es el que autoriza el fabricante,
impidiendo a los consumidores la posibilidad de elegir una opción que favorezca
mejor sus necesidades.
c. Integración vertical. Es necesaria la existencia de, al menos, dos empresas
que se relacionen entre sí por encontrarse ubicadas en etapas sucesiva dentro
de la cadena de producción de un determinado bien o servicio. En
consecuencia, un sistema está verticalmente integrado cuando los procesos
administrativos, entendiéndose por ello la producción, transporte o distribución
y venta de un determinado producto, se realizan por una misma empresa.
La integración vertical podría ser positiva para la sociedad, ya que, permite
obtener un proceso productivo más eficiente. Pero también existen integraciones
verticales que perjudican la libre competencia y, por lo tanto, se perjudica a los
consumidores, ello cuando actúa como incentivo para aumentar las ganancias
monopólicas. Una empresa puede querer integrarse verticalmente con otra para
aumentar sus ganancias monopólicas. En este caso la integración vertical sería
dañina para la sociedad, esto porque reduce la disponibilidad de bienes y
servicios para la población.
d. Discriminación. Aplicación de diferencias en las condiciones del mercado,
especialmente en cuanto a cobrar precios diferentes a ciertos y determinados
agentes económicos que los continúan en la cadena de producción, por
transacciones que son aparentemente iguales. Puede ser abusiva o de exclusión.
3. Abuso por poder monopólico.
Prácticas comerciales que atentan a la libre competencia y, en las que puede incurrir una
empresa con el fin de conservar o reforzar su posición en el mercado, es decir, se trata
de conductas mediante las cuales la empresa líder se aprovecha de la situación que
ostenta en el mercado, con el objeto de mantener o mejorar dicha situación, causando
perjuicios a otros agentes y obteniendo beneficios que no hubieran sido posibles sin la
posición de dominio. Entre ellas se encuentran el monopolio, la discriminación en materia
de precios, la fijación de precios predatorios, y las ventas atadas entre otros, pero la
definición de una práctica comercial como abusiva varía según el caso y el país. Es una
conducta anticompetitiva.
a) Monopolio. Existe monopolio en un mercado cuando sólo es uno el productor
de un bien o servicio determinado, o bien, se trata de un número reducido de
productores si es que damos a este concepto una interpretación amplia e
incluimos al oligopolio. Estos casos merecen ser investigados, por cuanto, no
conforme con estar en una situación privilegiada frente al mercado, es muy
posible que tal situación, a diferencia de los monopolios estudiados
anteriormente, se vea incrementada o mejorada por acciones de los propios
agentes.
b) Monopsonio. Es muy similar al monopolio, la diferencia es que se trata de uno
o pocos compradores y muchos vendedores u oferentes. Este único o pocos
compradores abusan y se aprovechan de tal situación para beneficiarse,
sobretodo, en lo que dice relación con las condiciones de pago o, sencillamente
con los precios de los bienes o servicios en cuestión, de tal manera de pagar por
ellos una cantidad muy inferior a la que podrían pagar si estuvieran en un libre
mercado.
c) Patentes. Las patentes permiten a sus autores el uso exclusivo y, por supuesto,
monopólico de sus invenciones durante un cierto y determinado período de
tiempo. Nuestra Constitución permite la titularidad de las patentes
estableciendo, de este modo, la existencia de monopolio autorizado
constitucionalmente, pero para que no se genere un monopolio absoluto e
indefinido y, para resguardar los intereses de la sociedad, la propia Carta
Fundamental, estableció que las patentes son otorgadas con carácter temporal.
Para evitar que el uso de dichas patentes puedan propiciar con mayor fuerza la
existencia de monopolios y cuando los antecedentes del comportamiento de la
industria dan sospecha de ello es que se considera necesario investigarlas.
Abuso por poder monopolico
d) Ventas atadas. También se conoce como ventas condicionadas. Las ventas
atadas implican que los consumidores de un determinado bien, para poder
adquirirlo, son obligados por el vendedor al cumplimientos de ciertas condiciones,
como es el que hecho de establecer que además debe adquirir otros, teniendo o
no relación con el producto que se pretende o volumen mínimo de compra del
bien o, el hecho de repetir la compra sucesivamente por un tiempo determinado.
e) Discriminación de precios. Cobro diferenciado de precios a los distintos
consumidores. Nos ubicamos en el contexto de que el oferente detenta la
calidad de ser el único oferente del bien y, por lo tanto, abusando de su condición
establece diferencias que lo favorecen, mejorando e incrementando su estatus,
en este caso, a través de la diferenciación en los precios aplicados a sus
consumidores.
f) Barreras a la entrada. aquella conducta que tiene por objeto impedir que
nuevos competidores tengan acceso a formar parte del mercado. Con ello se
logra impedir que exista competencia en la industria. Las barreras a la entrada
del mercado se logran a través de distintas conductas; la publicidad, el acceso
de los clientes al crédito que la empresa pudiera otorgar para facilitarles el medio
de pago, el capital que ellos poseen les facilita la posibilidad de acceder a
créditos, la depredación, en fin, todas aquellas conductas que pudieran constituir
una barrera para que nuevos competidores ingresen al mercado.
La existencia de barreras a la entrada no necesariamente significa ilegalidad, ya
que, hemos analizado diferentes casos en que ciertos tipos de barreras son
fomentadas e incluso protegidas por la ley. Son de este tipo de barreras las
patentes, la propiedad intelectual y la propiedad privada.
g) Dumping y precios depredatorios. Es un método de competencia desleal y
que es sólo de carácter temporal. Se produce cuando una empresa en un
esfuerzo por ganar mercado baja sus precios al mínimo con el objetivo de
eliminar a sus competidores. Una vez establecido como monopolista, y eliminados
sus competidores, eleva lentamente sus precios hasta establecerlos por sobre el
precio anterior en el mercado.

4. Abuso de poder por coordinación a través de la propiedad de acciones.


Este tipo de abuso se traduce en la concentración en un solo propietario de varias
empresas que se dedican al mismo rubro, lo cual, facilita la coordinación de las empresas
para actuar en la industria como una sola y, con ello mejorar la situación de monopolio
del propietario. También se considera como abuso de poder la posibilidad de coordinar
varias empresas de un mercado mediante la existencia de conglomerados, comités de
acreedores u otras instituciones que poseen participación común en una tercera
empresa.

5. Depredación mediante procesos jurídicos.


Consiste en la conducta de ciertos agentes destinada a causar pérdidas en sus
competidores mediante la demora intencionada en la tramitación de procesos judiciales
en los cuales se ven comprometidos. En nuestro país hemos visto algunos casos en
que la demora en procesos judiciales se produce por la infinidad de recursos interpuestos
por las partes, la mayoría innecesarios y, en que se pretende llevar la causa ante la Corte
Suprema para demorar aún más el proceso. Como vemos, en Chile, estas prácticas no
son ajenas.
6. Barreras de tipo legal.
Son aquellos impedimentos legales o regulaciones que impiden o hacen más costoso que
terceros entren al mercado, por ejemplo, restringir legalmente el número de oferentes
de un determinado bien o servicio. Se distinguen estas barreras de otras porque las
barreras de tipo legal se refieren básicamente a leyes y decretos dictados con ese
propósito.

7. Restricciones al ejercicio de no miembros.


Se ejercen sobre ciertos oferentes por no pertenecer a determinados sindicatos de
trabajadores, asociaciones de oferentes del mismo producto o de otro sustituto,
profesiones o gremios y, que impiden la libre mercado aun cuando sean idóneos para
operar en la industria. Un ejemplo de este tipo de restricción observamos en la industria
de locomoción colectiva o, antiguamente en que para poder ejercer la profesión era
requisito pertenecer al colegio de profesionales en cuestión.
Todas las conductas analizadas anteriormente son las que se consideran como
típicamente contrarias al libre mercado, por lo tanto, caben dentro de las hipótesis que
establece la ley como ejemplificatorias de conductas que atentan o menoscaban la libre
competencia. Es por eso que el legislador prefiere señalar que las conductas que indica
como ilícitas no son taxativas.

Órganos de la libre competencia.


Actualmente, los órganos de la libre competencia son el Tribunal de Defensa de la Libre
Competencia y la Fiscalía Nacional Económica.
Debemos recordar que antes de la dictación de la Ley 19.911 los órganos de la libre
competencia eran las Comisiones Preventivas y la Comisión Resolutiva.
Comisiones Preventivas eran órganos de carácter administrativo y cuya composición
consistía en un representante del Ministerio de Economía, quien la presidirá, un
representante del Ministerio de Hacienda, dos profesionales universitarios, un abogado
y un ingeniero comercial, elegidos por el Consejo de Rectores, y un representante de las
Juntas de Vecinos, elegido por los Presidentes de Uniones Comunales de Juntas de
Vecinos. Como vemos se representaba al poder ejecutivo, al mundo académico y a la
sociedad civil. Existían, también, las comisiones preventivas regionales. Estas
comisiones tenían dentro de sus atribuciones la facultad de aplicar medidas preventivas;
la suspensión temporal de convenios de reparto de cuotas de producción y zonas de
mercado, la fijación temporal de precios respecto de los bienes y servicios que
investiguen o, cualquier otra medida que tenga por objeto prevenir conductas que
constituyan prácticas monopólicas.
Respecto de la Comisión Resolutiva, éste era un órgano de carácter jurisdiccional y cuya
composición consistía en un ministro de la Corte Suprema, designado por este tribunal,
que la presidirá, un jefe de servicio designado por el Ministro de Economía, un jefe de
servicio designado por el Ministerio de Hacienda, un decano de una Facultad de Ciencias
Jurídicas y Sociales de una Universidad con sede en Santiago y un decano de una
Facultad de Ciencias Económicas de una Universidad con sede en Santiago. De esta
forma estaba representado el poder ejecutivo, judicial y el mundo académico. Podemos
señalar que, en general, correspondía a esta Comisión resolver los conflictos
relacionados con materias de libre competencia.
Tanto en las Comisiones Preventivas como en la Comisión Resolutiva, los integrantes de
su composición trabajaban ad honores y, con el apoyo de la Fiscalía Nacional Económica.
Tribunal de Defensa de la Libre Competencia.
El Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) está consagrado en los Arts. 5 y
siguientes del DL 211 modificado por la Ley 19.911.
Es el mismo Art. 5 de la Ley el que nos señala que el TDLC es un órgano de carácter
jurisdiccional, especial, colegiado e independiente, asimilable a una sala de la
Iltma. Corte de Apelaciones, cuya superintendencia directiva, correccional y
económica se sujeta a la Corte Suprema, cuya función será prevenir, corregir
y sancionar los atentados a la libre competencia. Por lo tanto, tiene dedicación
exclusiva a materias de competencia. Éste Tribunal se encuentra integrado por tres
abogados y dos economistas, todos expertos en competencia, quienes tienen el rango
de Ministros. El Tribunal tendrá el tratamiento de Honorable.

1. Integración del TDLC


El TDLC está compuesto integrado por cinco personas, las que deberán cumplir con los
requisitos que señala el Art. 6. Son los siguientes:
Un abogado. El abogado será designado por el Presidente de la República de una
nómina de cinco postulantes que confecciona la Corte Suprema. La nómina de
postulantes al concurso sólo se confecciona con personas con una destacada actividad
profesional o académica con especialización en materias de libre competencia, o bien,
en derecho comercial o económico, además los abogados postulantes deben acreditar
a lo menos diez años de ejercicio de la profesión. El abogado integrante del TDLC tiene
la función de presidir el tribunal.
Cuatro profesionales universitarios. Los profesionales universitarios deben ser
expertos en materias de libre competencia, dos de ellos deben ser abogados y dos
licenciados o con post grados en ciencias económicas. Respecto de su designación,
corresponde al Consejo del Banco Central, previo concurso público de antecedentes,
designar a dos de ellos. Los otros dos integrantes, también uno de cada área profesional,
deben ser designados por el Presidente de la República, quien elegirá al profesional
mediante la confección de dos nóminas, una para cada uno de los profesionales,
propuesta por el Consejo del Banco Central, estas nóminas también se confeccionan a
través de concurso público de antecedentes.
Acerca de los suplentes, el TDLC tendrá dos suplentes, uno de ellos abogado y el otro
licenciado o con post grados en ciencias económicas. La designación de los suplentes
la realizan El Consejo del Banco Central y el Presidente de la República. Cada una de
estas dos entidades designará un integrante suplente del tribunal, cada uno de ellos
representará cada área profesional y, el procedimiento a seguir para su designación será
el establecido en la letra b) del Art. 6 de la Ley.
A los integrantes del TDLC se les aplican las causales de implicancia y recusación
establecidas en el Código Orgánico de Tribunales. El Art. 11 inc 6° además señala que
en caso de ausencia o inhabilidad de alguno de los integrantes titulares del Tribunal
corresponde éste deberá ser reemplazado por el suplente designado que sea de la misma
área. En caso de que el Tribunal careciere de integrantes titulares o suplentes,
procederá la subrogación efectuada por ministros de la Corte de Apelaciones de
Santiago, de acuerdo a lo establecido por el Código Orgánico de Tribunales.
En cuanto a la duración del cargo que ejercen los integrantes del Tribunal, tanto titulares
como suplentes, permanecerán seis años en el cargo, pudiendo ser designados por sólo
un período sucesivo. El Tribunal se renovará parcialmente cada dos años siguiendo los
pasos establecidos en el Art. 6.
El Art. 12 señala las causales de cesación de las funciones de los integrantes
del Tribunal. Las causales son las siguientes:
a) Término del período legal de su designación;
b) Renuncia voluntaria;
c) Destitución por notable abandono de deberes;
d) Incapacidad sobreviniente. período de tres meses consecutivos o de seis meses
en un año.
e) No cumplir lo dispuesto en los incisos octavo y noveno del artículo 6° (obligación
de dedicación exclusiva para los ministros titulares y para los suplentes,
obligación de cumplir con la incompatibilidad con la condición de asesor o
prestador de servicios profesionales en materias que digan relación con la libre
competencia a personas naturales o jurídicas sometidas a la jurisdicción del
Tribunal.)

Las medidas c, d y e se harán efectivas por la Corte Suprema a contar de la petición del
Presidente del Tribunal o de dos de sus miembros, sin perjuicio de las facultades
disciplinarias que goza la Corte Suprema. La resolución que emana la Corte Suprema
debe señalar los hechos y los antecedentes en que se funda la destitución.
Si son más de ciento ochenta días los que restaren en el funcionamiento de sus funciones
y se produce la cesación del cargo, corresponderá efectuar el nombramiento del
reemplazante. El nuevo nombramiento debe efectuarse conforma a las normas
establecidas en el Art. 6 de la Ley. Si se trata de las causales de cesación dispuestas
en las letras b), c) y d) del Art.12, corresponderá al reemplazante ejercer las funciones
por el tiempo que restare en su cargo al integrante reemplazado.
Respecto a la remuneración mensual que perciben los integrantes del Tribunal, el
Art. 10 nos indica que será la suma equivalente a la remuneración bruta mensual de
carácter permanente del cargo de Fiscal Nacional Económico. Los integrantes suplentes,
en su caso, recibirán mensualmente la suma de 30 unidades tributarias mensuales y,
además, la suma de 10 unidades tributarias mensuales por cada sesión a la que asistan
en la que no concurra el titular correspondiente, con un máximo de 60 unidades
tributarias mensuales, cualquiera que sea el número de sesiones a las que hayan
asistido.
En el caso de ausencia injustificada, calificada por la mayoría de los demás miembros
del Tribunal, al ministro titular se le descontará un monto equivalente al 50% de lo que
haya recibido el suplente que lo hubiera reemplazado.

2. Funcionamiento del TDLC.


La ley nos señala en el Art. 9 el funcionamiento del Tribunal. El TDLC funcionará en
forma permanente fijando los días y horarios de sesión. La misma Ley indica que el
Tribunal tiene un mínimo de días de funcionamiento, el mínimo es de 3 días a la semana.
El Tribunal debe sesionar en sala legalmente constituida para la resolución de las causas
que conozca.
La sala se considera legalmente constituida cuando goza del quórum mínimo para
sesionar. En este caso, el quórum mínimo para sesionar será de tres miembros. Los
acuerdos adoptados por la sala serán mediante la simple mayoría, debiendo dirimir el
voto del presidente si es que se produce empate en los votos.
En todo lo demás, se deberá actuar conforme a las normas establecidas en el párrafo 2,
Título V del Código Orgánico de Tribunales, en cuanto fuere aplicable.
3. Atribuciones y deberes.
Las atribuciones y deberes que detenta el Tribunal de Defensa de la Libre
Competencia están establecidos en el ART. 18 de la Ley en estudio. Son los
siguientes:
1) Conocer, a solicitud de parte o del Fiscal Nacional Art. Primero Económico, las
situaciones que pudieren constituir infracciones a la presente ley;
2) Conocer, a solicitud de quienes sean parte o tengan interés legítimo en los
hechos, actos o contratos existentes o por celebrarse distintos de las operaciones
de concentración a las que se refiere el Título IV, o del Fiscal Nacional Económico,
los asuntos de carácter no contencioso que puedan infringir las disposiciones de
esta ley, para lo cual podrá fijar las condiciones que deberán ser cumplidas en
tales hechos, actos o contratos;
3) Dictar instrucciones de carácter general de conformidad a la ley, las cuales
deberán considerarse por los particulares en los actos o contratos que ejecuten
o celebren y que tuvieren relación con la libre competencia o pudieren atentar
contra ella;
4) Proponer al Presidente de la República, a través del Ministro de Estado que
corresponda, la modificación o derogación de los preceptos legales y
reglamentarios que estime contrarios a la libre competencia, como también la
dictación de preceptos legales o reglamentarios cuando sean necesarios para
fomentar la competencia o regular el ejercicio de determinadas actividades
económicas que se presten en condiciones no competitivas. En todo caso, el
ministro receptor de la propuesta deberá manifestar su parecer sobre ésta. La
respuesta será publicada en el sitio electrónico institucional del Tribunal, de la
Fiscalía y del Ministerio de que se trate;
5) Las demás que le señalen las leyes.
4. Procedimientos seguidos por el TDLC
Dentro de las atribuciones y deberes del TDLC, estos Tribunales deben conocer y fallar
distintas causas. Respecto de las que señala el número 1 del Art.18, es decir, situaciones
que pudieren constituir infracciones a la presente ley, el Art. 20 nos indica el
procedimiento que se deberá seguir. Respecto de las causas no contenciosas y de las
instrucciones que pudiera dictar el TDLC, indicados en el 18 números 2 y 3
respectivamente, se sujetarán a las normas de procedimientos que se indican en el Art.
31 de Ley.

a) Procedimientos respecto de asuntos contenciosos que infringen la ley.


El procedimiento será escrito, a excepción de la vista de la causa, público e impulsado
de oficio por el Tribunal hasta su resolución definitiva. El Art. 20 indica además, que las
partes deberán comparecer representadas en la forma establecida en el Art. 1 de la Ley
18.120, sobre comparecencia en juicios.

Inicio del procedimiento.


Respecto a las formas en que el proceso puede iniciarse, se señalan dos:
i. Por requerimiento del Fiscal Nacional Económico,
ii. Por demanda de un particular. En este caso, la demanda debe ser puesta de
inmediato en conocimiento de la Fiscalía.
El requerimiento o demanda deberá contener la exposición clara y
determinada de los hechos, actos o convenciones que infringirían la presente ley e indicar
el o los mercados en que incidiría la presunta infracción. En el evento que la demanda o
requerimiento no contenga las indicaciones señaladas previamente o cualquiera otra de
las exigidas por el artículo 254 del CPC y demás reglas aplicables, el tribunal dará un
plazo de tres días hábiles para que el demandante o requirente subsane dichas
omisiones. Vencido el plazo anterior sin haber sido subsanadas las omisiones, el tribunal
mediante resolución fundada podrá no admitir a tramitación la demanda o el
requerimiento.
Si el requerimiento o la demanda son admitidos a tramitación, se procederá a conferir
traslado a todos aquellos a quienes afecte, para ser contestado dentro del plazo de
quince días hábiles o el término mayor que el Tribunal señale, el cual no podrá exceder
de treinta días.
Inicio del procedimiento
Notificaciones. El Art. 21 nos indica que la notificación del requerimiento o de la
demanda, con su respectiva resolución, deberá ser practicada personalmente por un
ministro de fe. Se deberá entregar copia íntegra de la resolución y de los antecedentes
que motivan tal requerimiento o demanda. Si el Tribunal lo estima, sólo se entregará
un extracto de estos documentos.
La resolución que reciba la causa a prueba deberá notificarse por cédula. Transcurridos
30 días hábiles, contados desde la dictación de dicha resolución sin que ésta se hubiere
notificado, el Tribunal procederá a notificarla conforme lo establece el inciso 4° del art.
21.
Las demás resoluciones serán notificadas por cualquier medio seguro que las partes de
común acuerdo fijen y en subsidio por el estado diario. En el caso de que opten por
medios electrónicos, la notificación deberá suscribirse mediante firma electrónica
avanzada.
Las sentencias definitivas deberán notificarse personalmente o por
cédula.
Tendrán el carácter de ministro de fe para la práctica de las diligencias, además del
Secretario Abogado del Tribunal, las personas a quienes el Presidente designe para
desempeñar esa función.

Conciliación. Vencido el plazo, de 15 a 30 días, evacuado o no el traslado por los


interesados, el TDLC podrá llamar a las partes a conciliación. El Art. 22 nos señala que,
en caso de que se acordara la conciliación, el Tribunal se pronunciará sobre ella dándole
su aprobación, siempre y cuando la conciliación no atente contra la libre competencia.
Podrá deducirse el recurso de reposición que establece el Art.27 contra la resolución que
aprueba la conciliación. Tendrán interés en deducir recurso de reposición aquellas
personas que, si bien fueron admitidas a litigar, no hubieren sido parte del acuerdo al
que se llegó a través de la conciliación.
Prueba. En caso de que la conciliación fracasare o, de no estimar el Tribunal pertinente
este trámite, se procederá a recibir la causa a prueba por un término fatal y común de
veinte días hábiles. Respecto de la prueba, la ley nos indica que son admitidos los medios
de prueba que se establecen en el Art. 341 del Código de Procedimiento Civil. Señala la
norma, además, que será admisible también todo indicio o antecedente que a juicio del
Tribunal, sea apto para establecer los hechos pertinentes.
El Tribunal puede decretar la práctica de diligencias probatorias, en cualquier estado de
la causa y aún después de su vista, cuando estime que sea necesario o indispensable
para aclarar aquellos hechos obscuros y dudosos.
En caso de que las partes quisieran rendir prueba testimonial, éstas deberán presentar
una lista que contenga a los testigos. La lista deberá ser presentada dentro del quinto
día hábil contado desde que la resolución que reciba la causa a prueba quede
ejecutoriada. Sólo se admitirá declaración de 3 testigos por punto de prueba, salvo que
el Tribunal, a petición fundada al presentarse la lista, amplíe dicho número.
Todas aquellas diligencias a que den lugar la inspección personal del tribunal, la
absolución de posiciones o la recepción de la prueba testimonial, deberán ser practicadas
ante el miembro que el Tribunal señale como designado en cada caso, el que podrá
efectuar las preguntas que estime convenientes, impedir que las declaraciones y las
preguntas de las partes se desvíen hacia aspectos irrelevantes o inadmisibles y resolver
de plano las objeciones que le fuesen formuladas.
Respecto de las actuaciones probatorias que tengan que realizarse fuera del territorio
de la Región Metropolitana, pueden ser practicadas y conducidas a mediante el juez de
letras correspondiente al territorio en el cual tenga que practicarse la diligencia. Con
ello se garantiza la fidelidad de la diligencia y su rápida expedición a través de cualquier
medio idóneo. Las demás actuaciones que sean necesarias serán practicadas mediante
el funcionario de planta que sea designado para tal efecto por el Tribunal.
Las pruebas serán apreciadas por el Tribunal de acuerdo con las normas de la sana
crítica.
Una vez vencido el término probatorio, el Tribunal procederá a declararlo y ordenará
traer los autos en relación. El Tribunal además, deberá fijar día y hora para la vista de
la causa.
El Tribunal deberá oír a los abogados de las partes mediante los alegatos que éstos
efectúen, si es que lo solicitan.
Las cuestiones accesorias al asunto principal serán resueltas de plano, pudiendo el
Tribunal dejar la resolución de estos asuntos para la sentencia definitiva. Esta norma
no se aplica cuando se trata de medidas cautelares.
Medidas cautelares. El TDLC podrá decretar, de oficio o a petición de parte, todas las
medidas cautelares que sean necesarias para impedir los efectos negativos de las
conductas que se encuentren bajo su conocimiento y para resguardar el interés común
de la sociedad. Las medidas cautelares pueden ser decretadas en cualquier estado en
que se encuentre el juicio e incluso antes de su iniciación, por el plazo que se estime
conveniente por el Tribunal. Estas medidas serán decretadas con citación y, en caso
de generarse algún incidente éste se tramitará de acuerdo a las reglas generales y por
cuerda separada.
Las medidas cautelares que sean decretadas por el Tribunal tienen el carácter de
esencialmente provisionales, pudiendo ser objeto de modificación, o bien, dejarse sin
efecto en cualquier estado de la causa.
El requirente de la medida cautelar deberá acompañar, para su decreto, antecedentes
que constituyan a lo menos presunción grave del derecho que se reclama o de los hechos
denunciados. El TDLC podrá exigir caución al requirente de la medida para responder
en caso de que se produzcan perjuicios, cuando lo estime necesario.
La resolución que deniegue o conceda una medida cautelar será notificada mediante
carta certificada, excepcionalmente y por razones fundadas, el Tribunal puede ordenar
que dicha resolución sea notificada por cédula. Si se tratare de un medida cautelar
prejudicial, el fiscal o el solicitante de la medida cautelar deberá formalizar el
requerimiento o la demanda dentro del plazo de veinte días hábiles o, dentro del término
ampliado que fije el Tribunal, plazo que se contará desde la notificación de la resolución
que recae sobre la medida cautelar. De no efectuar la formalización del requerimiento
o de la demanda, quedará sin efecto la medida de pleno derecho. En el caso de existir
motivos graves, el tribunal puede ordenar que se decreten medidas cautelares, las que
podrán llevarse a efecto aun cuando no sean notificadas las personas contra quienes se
dictan. En tal caso, si transcurren cinco días sin que se practique la notificación de las
medidas, quedarán sin valor todas las diligencias practicadas. De existir motivo
fundado, el Tribunal podrá ampliar este plazo.

Resolución. Respecto de la sentencia definitiva, ésta deberá dictarse dentro del plazo
de 45 días, plazo que se cuenta desde que el proceso se encuentre en estado de fallo.
La sentencia definitiva deberá ser fundada, debiendo enunciar los fundamentos de
hecho, de derecho y económicos, con arreglo a los cuales se pronunciará. La sentencia
también deberá contener expresa mención de los fundamentos de los votos de la
minoría, si es que los hubiere.
En la sentencia definitiva, el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia
podrá adoptar las siguientes medidas:
a) Modificar o poner término a los actos, contratos, convenios, sistemas o acuerdos
que sean contrarios a las disposiciones de esta ley, es decir, a la libre
competencia;
b) Ordenar la modificación o disolución de las sociedades, corporaciones y demás
personas jurídicas de derecho privado que hubieren intervenido en actos,
contratos, convenios, sistemas o acuerdos a que se refiere la letra a) del Art. 26;
c) Aplicar multas a beneficio fiscal hasta por una suma equivalente al treinta por
ciento de las ventas del infractor correspondientes a la línea de productos o
servicios asociada a la infracción durante el período por el cual ésta se haya
extendido o hasta el doble del beneficio económico reportado por la infracción.
En el evento de que no sea posible determinar las ventas ni el beneficio
económico obtenido por el infractor, el Tribunal podrá aplicar multas hasta por
una suma equivalente a 60.000 UTA. Las multas podrán ser impuestas a la
persona jurídica correspondiente, a sus directores, administradores y a toda
persona que haya intervenido en la realización del acto respectivo. Las multas
aplicadas a personas naturales no podrán pagarse por la persona jurídica en la
que ejercieron funciones ni por los accionistas o socios de la misma. Asimismo,
tampoco podrán ser pagadas por cualquiera otra entidad perteneciente al mismo
grupo empresarial en los términos señalados por el artículo 96 de la ley N°18.045,
de Mercado de Valores, ni por los accionistas o socios de éstas. En el caso de las
multas aplicadas a personas jurídicas, responderán solidariamente del pago de
las mismas sus directores, administradores y aquellas personas que se hayan
beneficiado del acto respectivo, siempre que hubieren participado en la
realización del mismo.
d) En el caso de las conductas previstas en la letra a) Ley 20361 del artículo 3°,
podrá imponer, además, la prohibición Art. 1 Nº 13 b) de contratar a cualquier
título con órganos de la administración centralizada o descentralizada del Estado,
con organismos autónomos o con instituciones, organismos, empresas o servicios
en los que el Estado efectúe aportes, con el Congreso Nacional y el Poder
Judicial, así como la prohibición de adjudicarse cualquier concesión otorgada por
el Estado, hasta por el plazo de cinco años contado desde que la sentencia
definitiva quede ejecutoriada;
e) En el caso de la conducta prevista en la letra a) del artículo 3° bis, podrá aplicar
una multa a beneficio fiscal de hasta 20 UTA por cada día de retardo contado
desde el perfeccionamiento de la operación de concentración.

Para la determinación de las multas se considerarán, entre otras, las


siguientes circunstancias:
1. 1.- El beneficio económico obtenido con motivo de la infracción, en caso que lo
hubiese;
2. 2.- La gravedad de la conducta,
3. 3.- El efecto disuasivo,
4. 4.- La calidad de reincidente por haber sido condenado previamente por
infracciones anticompetitivas durante los últimos diez años,
5. 5.- La capacidad económica del infractor y
6. 6.- La colaboración que éste haya prestado a la Fiscalía antes o durante la
investigación.
Recursos. Las resoluciones que emanan del TDLC son susceptibles de recurso. El
recurso que se interpone, respecto de estas resoluciones, es el Recurso de Reposición,
el cual tramitarse incidentalmente, o bien, ser resuelto de plano por el tribunal. El Art.27
nos indica que el recurso de reposición no procede contra sentencia definitiva.
Este Art. también nos señala que en este tipo de procedimientos se puede interponer
Recurso de Reclamación. El recurso de reclamación sólo podrá ser interpuesto para
ante la Corte Suprema y contra sentencias definitivas que imponga alguna de las
medidas que contempla el Art. 26 de la ley en estudio o, las que tengan por objetivo
absolver de la aplicación de tales medidas. El recurso de reclamación deberá ser
fundado y puede ser interpuesto tanto por el Fiscal Nacional Económico como por
cualquiera de las partes involucradas en el proceso. Este recurso debe ser interpuesto
en el TDLC, dentro del término de diez días hábiles, plazo que se cuenta desde la
respectiva notificación, el cual puede ser ampliado con el aumento que corresponda al
lugar en que tenga su domicilio el afectado, si es que el domicilio fuere distinto al de la
sede del Tribunal. El aumento del plazo se determinará conforme a las reglas que
establece el Art. 259 del Código de Procedimiento Civil. Se ha establecido por esta ley
que la comparecencia de las partes no es necesaria para que siga el recurso como
interpuesto. Además, éste se conocerá con preferencia a otros asuntos y, la vista de la
causa no se suspenderá por el motivo establecido en el Art. 165 Nº 5 del Código de
Procedimiento Civil, es decir, la vista de la causa no se suspenderá por solicitarlo alguna
de las partes o pedirlo de común acuerdo los procuradores o abogados de ellas.
En el caso de que las partes decidan interponer el recurso, éste no suspenderá la
ejecución de la sentencia, con excepción de aquellas sentencias que impongan como
sanción una multa. La sala que conozca del recurso podrá suspender, mediante
resolución fundada, los efectos de la sentencia, ya sea total o parcialmente, cuando así
lo pide una de las partes.

Ejecución de las sentencias. Corresponderá en forma directa al TDLC la ejecución


de las resoluciones que emanen de él en virtud del procedimiento recientemente
estudiado. Para tal efecto, el Tribunal contará con todas y cada una de las facultades
que propias de un Tribunal de Justicia. En el caso de que el TDLC decrete en sus
sentencias, como sanción, la aplicación de multas, éstas deberán pagarse dentro de los
diez días hábiles siguientes a la fecha en que quede ejecutoriada la respectiva resolución.
Si este plazo se cumple y el afectado de la aplicación de la multa no acreditare el pago
de la misma, corresponderá al Tribunal, de oficio o a petición de parte, y sin forma de
juicio, apremiarlo según las normas que para ello establece el Art. 543 del Código de
Procedimiento Civil, es decir, arresto hasta por quince días o multa proporcional. El
Tribunal podrá repetir el apremio para obtener el pago de la multa.
Acción indemnizatoria de perjuicios. La acción de indemnización de perjuicios a
que haya lugar con motivo de la dictación por el TDLC de una sentencia definitiva
ejecutoriada, se interpondrá ante ese mismo Tribunal y se tramitará de acuerdo al
procedimiento sumario establecido en el CPC. Las resoluciones pronunciadas en este
procedimiento, salvo la sentencia definitiva, sólo serán susceptibles del recurso de
reposición, al que podrá darse tramitación incidental o ser resuelto de plano. Sólo será
susceptible de recurso de reclamación, para ante la Corte Suprema, la sentencia
definitiva.
Al resolver sobre la acción de indemnización de perjuicios, el TDLC fundará su fallo en
los hechos establecidos en su sentencia que sirvan de antecedente a la demanda. El
Tribunal apreciará la prueba de acuerdo a las reglas de la sana crítica. La indemnización
de perjuicios comprenderá todos los daños causados durante el período en que se haya
extendido la infracción.

Prescripción de las acciones. Art. 20.


La actual normativa distingue distintos plazos de prescripción:
a) Las acciones que se contemplen en esta ley tendrán como plazo de
prescripción 3 años. El plazo de prescripción se contará desde la ejecución
de la conducta que atenta contra la libre competencia, plazo que será
interrumpido por requerimiento del Fiscal Nacional Económico o, por demanda
de algún particular que sean formulados ante el TDLC.
b) Las acciones para perseguir las conductas previstas en la letra a) del artículo
3° prescribirán en el plazo de 5 años, y el cómputo de la prescripción no se
iniciará mientras se mantengan en el mercado los efectos imputables a la
conducta objeto de la acción.
c) Las medidas que se determinen para prevenir, corregir o sancionar un
atentado a la libre competencia, prescriben en 2 años, contados desde que se
encuentre firme la sentencia definitiva que las imponga. Esta prescripción se
interrumpe por actos cautelares o compulsivos del Tribunal, del Fiscal Nacional
Económico o del demandante particular. La prescripción de las acciones y la de
las medidas que se determinen para prevenir, corregir o sancionar un atentado
a la libre competencia, no se suspenden a favor de ninguna persona.
d) Las acciones civiles derivadas de un atentado a la libre competencia prescriben
en el plazo de 4 años, contado desde que se encuentre ejecutoriada la
sentencia definitiva.
Finalmente, el Art. 29 establece como normas supletorias a las contenidas en esta ley,
las normas dispuestas en los Libros I y II del Código de Procedimiento Civil, en todo lo
que no resulte incompatible con las normas recientemente analizadas.
b) Procedimientos respecto de asuntos no contenciosos.
El TDLC debe conocer los asuntos de carácter no contencioso que puedan infringir la
ley, sea a solicitud de quien tenga interés legítimo o, del Fiscal Nacional Económico, del
mismo modo conocerá de la emisión de los informes encomendados al TDLC. Para tal
efecto la ley ha dispuesto en el Art. 31 el procedimiento a que debe sujetarse este tipo
de causas.
El TDLC deberá publicar en el Diario Oficial y en un diario de circulación nacional el
decreto que ordena la iniciación del procedimiento, debiendo notificarse, por oficio, a la
Fiscalía Nacional Económica, a las autoridades directamente involucradas y a los agentes
económicos que, a criterio exclusivo del Tribunal, tengan relación con la materia. Todos
ellos y quienes tengan interés legítimo deben, en un plazo no inferior a 15 días hábiles,
aportar antecedentes al proceso. Si estas autoridades, organismos o personas no
evacuaran los antecedentes pertinentes dentro del plazo determinado por el Tribunal,
éste podrá prescindir de tal informe.
El TDLC podrá, de oficio o a petición del interesado, recabar y recibir todos los
antecedentes que estime como pertinentes y necesarios.
Una vez que esté vencido el plazo para la evacuación del informe, corresponderá al TDLC
citar a una audiencia, la cual tendrá el carácter de pública y se llevará a efecto dentro
de un plazo no inferior a 15 ni superior a 30 días contados desde la notificación que se
practicará mediante aviso publicado en el D.O. y en el sitio de internet del Tribunal, para
que quienes hubiesen aportado antecedentes puedan manifestar su opinión.
La notificación también deberá practicarse mediante otro aviso publicado en un periódico
local si es que la materia en cuestión se relaciona con una situación de carácter regional.
Las resoluciones o informes que dicte o emita el Tribunal en estas materias, podrán ser
objeto del recurso de reposición. Las resoluciones de término, sea que fijen o no
condiciones, sólo podrán ser objeto del recurso de reclamación. Dicho recurso deberá
ser fundado y podrán interponerlo el o los consultantes, el Fiscal Nacional Económico y
cualquiera de los terceros que hubieren aportado antecedentes.
Los actos o contratos ejecutados o celebrados de acuerdo con las decisiones del TDLC,
no acarrearán responsabilidad alguna en esta materia, sino en el caso que,
posteriormente, y sobre la base de nuevos antecedentes, fueren calificados como
contrarios a la libre competencia por el mismo Tribunal, y ello desde que se notifique o
publique, en su caso, la resolución que haga tal calificación.
Dictar instrucciones de carácter general.

Estas instrucciones deberán ser consideradas por los particulares al momento de ejecutar
o celebrar actos o contratos que tengan relación o pudieren atentar contra la libre
competencia. El Art. 31 de la ley señala que las instrucciones que dicte el Tribunal y los
informes que le sean encomendados en virtud de disposiciones legales especiales, se
someterán a las reglas establecidas para el procedimiento respecto de asuntos no
contenciosos.
Finalmente, se dispone en el Art. 32 de la ley que no generará responsabilidad alguna
en esta materia los actos o contratos ejecutados o celebrados en conformidad a las
decisiones establecidas por el TDLC. Sin embargo, se deberá responder si en forma
posterior y con nuevos antecedentes dichos actos o contratos son calificados como
atentatorios o contrarios a la libre competencia por el TDLC.
Esta responsabilidad se hará valer desde el momento en que se notifique o publique, en
su caso, la resolución que califique el acto o contrato como atentatorio a la libre
competencia. La norma nos indica además, que los Ministros que concurrieron a la
decisión no se entenderán inhabilitados para conocer los nuevos antecedentes que
generen este nuevo pronunciamiento.
El TDLC realizó su instalación en sesión solemne realizada el día 13 de mayo de 2004,
tiene sede en la ciudad de Santiago, realiza sus sesiones en sala, ordinariamente, tres
días a la semana.

Fiscalía Nacional Económica.

La Fiscalía Nacional Económica es un servicio de carácter público y


descentralizado, tiene personalidad jurídica y patrimonio propio, goza de
independencia respecto de todo organismo o servicio, sin embargo, se
encuentra sometido a la supervigilancia del Presidente de la República
mediante el Ministerio de Economía, Fomento y Reconstrucción.
La Fiscalía Nacional Económica (FNE), tiene como función principal la de investigar todo
hecho, acto o convención que tenga por objeto o tienda a impedir, eliminar, restringir o
entorpecer la libre competencia. Además, deberá poner en conocimiento del TDLC los
resultados de sus investigaciones, cuando la FNE lo estime procedente, con el objetivo
de que el Tribunal adopte las medidas necesarias, dentro de sus atribuciones, para evitar
o reparar las consecuencias y efectos que pudieren ocasionar los hechos, actos o
contratos contrarios a la libre competencia. Le corresponde también a la FNE la
promoción de la libre competencia, debiendo, para ello, crear en la sociedad cultura de
la competencia.
La Fiscalía Nacional Económica tendrá su sede en Santiago. Estará a cargo de un
funcionario denominado Fiscal Nacional Económico, que será nombrado por el
Presidente de la República mediante el proceso de selección de altos directivos públicos
previstos en el párrafo 3° del Título VI de la ley N° 19.882. Durará cuatro años en su
cargo, pudiendo renovarse su nombramiento por una sola vez.
El Fiscal Nacional Económico será jefe superior de la institución y le corresponderá la
representación judicial y extrajudicial del organismo, en el ejercicio de sus funciones, es
independiente de todas las autoridades y tribunales ante los cuales actúe.
El Fiscal Nacional Económico cesará en sus funciones por las siguientes
causales:
1. Término del período legal de su designación.
2. Renuncia voluntaria aceptada por el Presidente de la República.
3. Destitución por negligencia manifiesta en el ejercicio de sus funciones.
4. Incapacidad.

La remoción por las causales señaladas en las letras c) y d) será dispuesta por el
Presidente de la República, con el informe favorable de la Corte Suprema, a
requerimiento del Ministro de Economía, Fomento y Reconstrucción. El informe favorable
deberá ser emitido por el pleno de la Corte, especialmente convocado al efecto, y deberá
reunir el voto conforme de la mayoría de sus miembros en ejercicio.

a) Instruir las investigaciones que estime procedentes para comprobar


las infracciones a esta ley, dando noticia de su inicio al afectado. Con
conocimiento del Presidente del TDLC, la Dirección General de la PDI de Chile
deberá poner a disposición del Fiscal Nacional Económico el personal que éste
requiera para el cumplimiento del cometido indicado en esta letra o ejecutar las
diligencias específicas que le solicite con el mismo objeto. El Fiscal Nacional
Económico, con conocimiento del Presidente del TDLC, podrá disponer que las
investigaciones que se instruyan de oficio o en virtud de denuncias tengan el
carácter de reservadas.
Asimismo, el Fiscal Nacional Económico podrá disponer de oficio o a petición del
interesado, que ciertas piezas del expediente sean reservadas o confidenciales, siempre
que tengan por objeto proteger la identidad de quienes hayan efectuado declaraciones
o aportado antecedentes en conformidad al artículo39 bis, o que contengan fórmulas,
estrategias o secretos comerciales o cualquier otro elemento cuya revelación pueda
afectar significativamente el desenvolvimiento competitivo de su titular, o resguardar la
eficacia de investigaciones de la Fiscalía. Lo anterior es sin perjuicio que en un proceso
en curso y previo traslado, se aplique lo dispuesto en el inciso octavo del artículo 22, o
que se ordene por el tribunal otorgar copias de piezas del expediente que no se hayan
agregado al proceso, suprimiendo en ellas todas las referencias que pudieren revelar las
identidades u objeto de protección aludidos precedentemente.
El Fiscal Nacional Económico podrá disponer que no se dé noticia del inicio de una
investigación al afectado, con autorización del Tribunal de Defensa de la Libre
Competencia;
b) Actuar como parte, representando el interés general de la colectividad
en el orden económico, ante el TDLC y los tribunales de justicia, con todos los
deberes y atribuciones que le correspondan en esa calidad. Exceptúanse
las investigaciones criminales y causas de esa naturaleza.
Ante la Corte Suprema, el Fiscal Nacional Económico, por sí o por delegado,
podrá defender o impugnar los fallos del TDLC. Respecto de las investigaciones
practicadas por los Fiscales Adjuntos y de los cargos formulados por éstos, el Fiscal
Nacional Económico podrá hacerlos suyos, ejerciendo sus funciones acusadoras ante el
TDLC o desestimarlos, con informe fundado a esta misma;
c) Requerir del TDLC el ejercicio de cualquiera de sus atribuciones y la
adopción de medidas preventivas con ocasión de las investigaciones que la
Fiscalía se encuentre ejecutando;
Atribuciones y deberes de la FNE.
Las atribuciones y deberes de la FNE están establecidas en el Art.39 de la ley.
Son las siguientes:

d) Velar por el cumplimiento de los fallos, decisiones, dictámenes e


instrucciones que dicten el TDLC o los tribunales de justicia en las materias a que
se refiere esta ley;
e) Emitir los informes que solicite el TDLC, en los casos en que el Fiscal Nacional
Económico no la calidad de parte;
f) Solicitar la colaboración de cualquier funcionario de los organismos y servicios
públicos, de las municipalidades o de las empresas, entidades o sociedades en
que el Estado o sus empresas, entidades o sociedades, o las municipalidades,
tengan aporte, representación o participación, quienes estarán obligados a
prestarla, como asimismo, a proporcionar los antecedentes que
obren en sus archivos y que el Fiscal Nacional Económico les requiera, aun
cuando dichos antecedentes se encuentren calificados como secretos o
reservados, de conformidad a la legislación vigente, caso este último en que se
requerirá la autorización previa del Tribunal.
g) Requerir de cualquier oficina, servicio o entidad referida en la letra anterior, que
ponga a su disposición los antecedentes que estime necesarios para las
investigaciones, denuncias o querellas que se encuentre practicando o en que le
corresponda intervenir.
El Fiscal Nacional Económico también podrá recabar y ejecutar por medio de los
funcionarios que corresponda, el examen de toda documentación, elementos
contables y otros que estime necesarios;
h) Solicitar a los particulares las informaciones y los antecedentes que estime
necesarios con motivo de las investigaciones que practique. Las personas
naturales y los representantes de personas jurídicas a los que el Fiscal Nacional
Económico requiera antecedentes o informaciones cuya entrega pudiere irrogar
perjuicio a sus intereses o a los de terceros, podrán solicitar al TDLC que deje sin
efecto total o parcialmente el requerimiento.
Esta solicitud deberá ser fundada y se presentará a la Fiscalía Nacional Económica dentro
de los cinco días siguientes a la comunicación del requerimiento, cuyos efectos se
suspenderán desde el momento en que se efectúa la respectiva presentación.
El TDLC conocerá y resolverá dicha solicitud en su sesión más próxima, con informe
verbal o escrito del Fiscal Nacional Económico, y su pronunciamiento no será susceptible
de recurso alguno.
Quienes, con el fin de dificultar, desviar o eludir el ejercicio de las atribuciones de la FNE,
oculten información que les haya sido solicitada por la Fiscalía o le proporcionen
información falsa, incurrirán en la pena de presidio menor en sus grados mínimo a medio.
Para la aplicación de dichas penas, el Fiscal Nacional Económico remitirá los
antecedentes respectivos al Ministerio Público. Esta comunicación tendrá el carácter de
denuncia para los efectos del art. 53 del CPP. Quienes estén obligados a dar respuesta
a las solicitudes de información efectuadas por el Fiscal Nacional Económico e
injustificadamente no respondan o respondan sólo parcialmente, serán sancionados con
una multa a beneficio fiscal de hasta 2 UTM por cada día de atraso;
i) Ejecutar y celebrar toda clase de actos y contratos sobre bienes muebles e
inmuebles y sobre cosas corporales o incorporales que integren el patrimonio del
Servicio, incluso aquellos que permitan enajenar y transferir el dominio y transigir
respecto de derechos, acciones y obligaciones, sean contractuales o
extracontractuales;
Atribuciones y deberes de la FNE.
Las atribuciones y deberes de la FNE están establecidas en el Art.39 de la ley.
Son las siguientes:
Las transacciones a que se refiere el inciso anterior deberán ser aprobadas por resolución
del Ministerio de Hacienda, cuando se trate de sumas superiores a dos mil unidades de
fomento;
j) Llamar a declarar, o pedir declaración por escrito o por cualquier medio que
garantice la fidelidad de la declaración, ratificada al término de la misma por
quien la prestó, a los representantes, administradores, asesores y dependientes
de las entidades o personas que pudieren tener conocimiento de hechos, actos
o convenciones objeto de investigaciones y a toda otra persona que hubiere
ejecutado y celebrado con ellas actos y convenciones de cualquier naturaleza,
respecto de algún hecho cuyo conocimiento estime necesario para el
cumplimiento de sus funciones. Quienes injustificadamente no comparezcan a
declarar, habiendo sido previamente citados en conformidad a esta letra, serán
sancionados con una multa a beneficio fiscal de una UTM a una UTA.
k) Requerir de los organismos técnicos del Estado los informes que estime
necesarios y contratar los servicios de peritos o técnicos;
l) Celebrar convenios o memorándum de entendimiento con otros servicios públicos
y universidades, en materias de cooperación recíproca. Asimismo, celebrar
convenios con agencias u otros organismos extranjeros que tengan por objeto
promover o defender la libre competencia en las actividades económicas;
m) Convenir con otros servicios públicos y organismos del Estado la transferencia
electrónica de información, que no tenga el carácter de secreta o reservada de
acuerdo a la ley, para facilitar el cumplimiento de sus funciones. Asimismo y
previa resolución fundada del Fiscal Nacional Económico, podrá convenir la
interconexión electrónica con organismos o instituciones privadas. Del mismo
modo, podrá convenir esta interconexión con organismos públicos extranjeros u
organizaciones internacionales, con los cuales haya celebrado convenios o
memorándum de entendimiento.
n) En casos graves y calificados de investigaciones destinadas a acreditar conductas
de las descritas en la letra a) del artículo 3°, solicitar, mediante petición fundada
y con la aprobación previa del TDLC autorización al Ministro de la Corte de
Apelaciones que corresponda de acuerdo al turno, para que Carabineros o la
Policía de Investigaciones, bajo la dirección del funcionario de la Fiscalía Nacional
Económica que indique la solicitud, proceda a:

1) Entrar a recintos públicos o privados y, si fuere necesario, a allanar y descerrajar;


2) Registrar e incautar toda clase de objetos y documentos que permitan acreditar
la existencia de la infracción;
3) Autorizar la interceptación de toda clase de comunicaciones, y
4) Ordenar a cualquier empresa que preste servicios de comunicaciones, que facilite
copias y registros de las comunicaciones transmitidas o recibidas por ella.
Atribuciones y deberes de la FNE.
Las atribuciones y deberes de la FNE están establecidas en el Art.39 de la ley.
Son las siguientes:
La circunstancia de haber concurrido a la aprobación referida precedentemente, no será
causal de inhabilidad de los ministros del TDLC para conocer del proceso.
Para otorgar la autorización a que se refiere el párrafo primero, el Ministro de Corte de
Apelaciones deberá verificar la existencia de antecedentes precisos y graves acerca de
la existencia de prácticas de colusión, reunidos por la Fiscalía con anterioridad a la
solicitud de autorización para hacer uso de las facultades de esta letra. En la autorización,
se deberá especificar con precisión, la singularización de las medidas, el tiempo por el
cual podrán ejercerse y las personas a las que dichas medidas pueden afectar.
Las expresiones "fiscal" o "Ministerio Público" a que hacen referencia las disposiciones
del Código Procesal Penal, se entenderán hechas, para los efectos de la presente ley, al
"Fiscal Nacional Económico". Las referencias a "juez" o "juez de garantía", se entenderán
efectuadas al Ministro de la Corte de Apelaciones señalado en el párrafo primero de este
literal; las alusiones a "juicio oral" se entenderán al "procedimiento", y las efectuadas a
"imputado" se entenderán hechas al "afectado". En caso que la Fiscalía no cumpliere con
alguno de los requisitos o formalidades indicados en el párrafo cuarto, los afectados
podrán reclamar ante el Ministro de Corte de Apelaciones a que se refiere el párrafo
primero, el que resolverá de forma inmediata, en una sola audiencia, sin forma de juicio
y oyendo a las partes.
Los resultados de las actuaciones establecidas en el párrafo primero, no podrán ser
utilizados como medios de prueba en el procedimiento ante el Tribunal, cuando el
desempeño o ejercicio de ellas hubiere tenido lugar fuera de los supuestos establecidos
en la ley o cuando no se hubieren cumplido los requisitos previstos para su procedencia
y hubiere sido declarado así, en la forma señalada en el párrafo precedente, por el
Ministro de Corte de Apelaciones allí referido.
Los antecedentes que se obtengan en virtud del ejercicio de las facultades contenidas
en esta letra, no podrán ser utilizados por la Fiscalía en ninguna otra investigación, salvo
que medie una nueva autorización judicial;

Atribuciones y deberes de la FNE.


Las atribuciones y deberes de la FNE están establecidas en el Art.39 de la ley.
Son las siguientes:
ñ) Suscribir acuerdos extrajudiciales con los agentes económicos involucrados en
sus investigaciones, con el objeto de cautelar la libre competencia en los mercados. El
Tribunal tomará conocimiento del acuerdo en una sola audiencia, sin forma de juicio,
convocada especialmente al efecto, dentro del quinto día hábil de recibidos los
antecedentes, durante la cual podrá escuchar alegatos de las partes comparecientes al
acuerdo. El Tribunal deberá aprobar o rechazar el acuerdo en un plazo máximo de quince
días hábiles, contados desde la fecha de la audiencia. Estas resoluciones una vez
ejecutoriadas serán vinculantes para las partes que comparecieron al acuerdo y en su
contra sólo procederá el recurso de reposición, y
o) Fijar los umbrales y recibir las notificaciones a que se refiere el artículo 48,
sometiéndolas al procedimiento contemplado en el Título IV de esta ley;
p) Realizar estudios sobre la evolución competitiva de los mercados, en cuyo caso
podrá ejercer las facultades contempladas en las letras f), g), h), j), k), l) y m) de este
artículo y efectuar recomendaciones a órganos del Estado y agentes económicos. En el
ejercicio de las facultades contempladas en las letras h) y j) de este artículo, las personas
naturales y los representantes de personas jurídicas a los que el Fiscal Nacional
Económico pudiere irrogar perjuicio a sus intereses, podrán solicitar al TDLC dejar sin
efecto total o parcialmente el respectivo requerimiento en la forma establecida en los
párrafos segundo y tercero de la letra h);

Atribuciones y deberes de la FNE.


Las atribuciones y deberes de la FNE están establecidas en el Art.39 de la ley.
Son las siguientes:

q) Proponer fundadamente al Presidente de la República, a través del ministro de


Estado que corresponda, la modificación o derogación de los preceptos legales o
reglamentarios que estime contrarios a la libre competencia, como también la dictación
de preceptos legales o reglamentarios cuando sean necesarios para fomentar la
competencia o regular el ejercicio de determinadas actividades económicas que se
presten en condiciones no competitivas. Este tipo de proposiciones tendrán siempre
como antecedente una investigación o un estudio sobre la evolución competitiva de los
mercados;
r) Interponer querella criminal por los delitos establecidos en el artículo 62 y en el
inciso sexto del artículo 39 bis;
s) Dictar instrucciones a las que habrá de sujetarse el ejercicio de las atribuciones y
el cumplimiento de los deberes acerca de los que trata este artículo, y
t) Las demás que señalen las leyes.
El Art. 40 nos señala que el Fiscal Nacional Económico también podrá asumir la
representación del servicio cada vez que lo estime necesario, sea que la asuma por sí o,
sea que asuma tal representación mediante delegado, en cualquier etapa, instancia,
trámite o actuación ante los tribunales de justicia o, ante cualquier autoridad,
administrativa o municipal.
En los casos en que la FNE presente escritos o realice actuaciones ante el TDLC o ante
los tribunales de justicia, este organismo estará exento del pago de los impuestos que
establezcan las leyes. Los abogados que representen al servicio, podrán comparecer
ante los Tribunales Superiores personalmente.
Es deber de la Fiscalía recibir y practicar las investigaciones correspondientes que se
deriven de denuncias que formulen particulares y tengan relación e importen infracción
a la ley que está bajo nuestro análisis. En el caso de que se trate de materias que sean
de competencia de otras autoridades, la FNE podrá remitir tales antecedentes a la
autoridad correspondiente que deba conocer del asunto.
El Art. 42 de la ley dispone una sanción a todo aquel que realice actos que tengan como
finalidad el entorpecer las investigaciones que se cursen y desarrollen por la FNE. El
apremio consiste en el arresto de hasta por quince días. Para la aplicación de este
apremio se deberá practicar el respectivo requerimiento por parte del Fiscal Nacional
Económico, el que deberá contar con autorización previa del TDLC.
Beneficio de reducción o exención de multas por infracción a la Ley.
La ley 20.945 introdujo modificaciones a este beneficio, consagrado en el art.
39 bis, señalando: El que intervenga en alguna de las conductas previstas en la letra
a) del art. 3 podrá ser eximido de la disolución contemplada en la letra b) del art. 26 y
obtener una exención o reducción de la multa a que se refiere la letra c) de dicho artículo,
en su caso, cuando aporte a la FNE antecedentes que conduzcan a la acreditación de
dicha conducta y a la determinación de los responsables.

Requisitos:
1.- Proporcionar antecedentes precisos, veraces y comprobables que representen un
aporte efectivo a la constitución de elementos de prueba suficientes para fundar un
requerimiento ante el Tribunal;
2.- Abstenerse de divulgar la solicitud de estos beneficios hasta que la FNE haya
formulado el requerimiento u ordene archivar los antecedentes de la solicitud, salvo que
la Fiscalía autorice expresamente su divulgación, y
3.- Poner fin a su participación en la conducta inmediatamente después de presentar su
solicitud.

Para acceder a la exención de la disolución o multa, en su caso, además de cumplir los


requisitos señalados, quien intervenga en la conducta deberá ser el primero que aporte
los antecedentes a la Fiscalía, dentro del grupo de responsables de la conducta
imputada.
Para acceder a una reducción de la multa, además de cumplir los requisitos, quien
intervenga en la conducta deberá aportar antecedentes adicionales a los presentados
por el primero que haya acompañado antecedentes a la Fiscalía. En todo caso, la rebaja
de la multa que solicite el Fiscal en su requerimiento se limitará exclusivamente al
segundo que haya aportado antecedentes y no podrá ser superior al 50% de la multa
que de otro modo habría sido solicitada.
En su requerimiento el Fiscal individualizará a cada interviniente en la conducta que haya
cumplido con los requisitos para acceder a cualquiera de los beneficios a que se refiere
esta norma. Si el Tribunal diere por acreditada la conducta, no podrá aplicar la disolución
o multa a quien haya sido individualizado como beneficiario de una exención, como
tampoco una multa mayor a la solicitada por el Fiscal a quien haya sido individualizado
como acreedor de una reducción de la misma, salvo que se acredite durante el proceso
que dicho acreedor fue el organizador de la conducta ilícita coaccionando a los demás a
participar en ella.
En ningún caso este régimen de exenciones o reducciones podrá extenderse a la
indemnización de los perjuicios que tuviere lugar.
Procedimientos.
La FNE tiene dos mecanismos para imponerse respecto de las investigaciones que ésta
puede practicar. Los mecanismos son, la investigación por denuncia y la investigación
de oficio. Debemos también analizar el procedimiento a seguir en regiones.

Investigación por denuncia.


Se ha establecido que cualquier persona, natural o jurídica, está facultada para efectuar
denuncia ante la FNE respecto de la ocurrencia de hechos o actos que tienen relación y,
que a su juicio, atentan o tienden a atentar contra la libre competencia.
Las formalidades que se requieren para la presentación de las denuncias son,
indicar con claridad los siguientes antecedentes:
1. Identificación del denunciante, quien podrá solicitar reserva de su identidad.
2. El mercado específico en el que se desarrollan los hechos.
3. La individualización de los agentes económicos involucrados.
4. Los hechos que constituirían conductas contrarias a la competencia. Deberán
adjuntarse, dentro de lo posible, toda documentación que tenga el denunciante
y que se relacione con el hecho denunciado.

La tecnología existente ha permitido que, incluso, las denuncias puedan realizarse


mediante el portal que la FNE tiene en internet (www.fne.cl).
En virtud de lo expuesto en la denuncia y antecedentes que se acompañen, el Fiscal
Nacional Económico, resolverá si da curso a una investigación del mercado
correspondiente a la materia objeto de la denuncia. Corresponderá al Fiscal Nacional
Económico derivar a otro servicio, mediante oficio, los estos antecedentes si es que son
materia de competencia de este último.
Los denunciantes y denunciados podrán además, hacer presentaciones con objeto de
argumentar su posición frente al caso estudiado por la FNE o, para hacer llegar al Fiscal
los antecedentes que se encuentren en su poder con la finalidad de ilustrar la resolución
final a la que arribe el servicio.
El Fiscal Nacional Económico procederá a declarar el cierre de la investigación
una vez que las diligencias se encuentres agotadas y procederá a resolver lo
siguiente;
A. En el caso de que determine que los hechos no son constitutivos de infracción a
la legislación vigente que regule la libre competencia, dispondrá el archivo de los
antecedentes.
B. Si el FNE determina que los hechos si son constitutivos de infracción a la
normativa de defensa de la libre competencia, deberá proceder a deducir el
requerimiento correspondiente ante el Tribunal de defensa de la Libre
Competencia.
Investigación iniciada de oficio.
La Fiscalía Nacional Económica goza con la atribución de iniciar y realizar investigaciones
por su propia iniciativa respecto de hechos, actos o contratos que pudieren atentar
contra la libre competencia.
En virtud de esta atribución, el Fiscal Nacional Económico tiene la facultad de dictar
resoluciones que dispongan el inicio de la investigación relacionada con los hechos
descritos anteriormente, debiendo para ello, notificar esta circunstancia a las personas,
naturales o jurídicas, que tengan vinculación o se encuentren involucradas con la
investigación.
La FNE podrá practicar, en el curso de la investigación, cualquiera de las medidas o
diligencias que fueron analizadas en el procedimiento de investigación mediante
denuncia.

Una vez agotadas las diligencias, corresponderá al Fiscal Nacional Económico,


decretar el cierre de la investigación, realizado este trámite, se resolverá por
la Fiscalía lo siguiente;
A. Si la fiscalía está frente a hechos que, a su juicio, no constituyen infracción ni
atentan contra la libre competencia, se resolverá que se disponga el archivo de
los antecedentes.
B. En el caso de que la FNE determine que los hechos investigados si constituyen
conductas que atentan contra la libre competencia, corresponderá deducir el
respectivo requerimiento, el cual deberá ser formulado ante el Tribunal de
Defensa de la Libre Competencia.

Procedimiento seguido en regiones.

Además del Fiscal Nacional Económico, existen los denominados Fiscales adjuntos. La
nueva ley eliminó las Fiscalías Regionales y creó en su reemplazo la figura de los Fiscales
Adjuntos.
El Fiscal Nacional Económico tiene la facultad de designar Fiscales Adjuntos para poder
actuar en cualquier ámbito territorial y en los casos en que la especialidad, complejidad
o urgencia de la materia objeto de investigación así lo requiera. Además, estos fiscales
gozarán de las atribuciones que el Fiscal Nacional Económico les delegue.
Se ha dispuesto que, para otorgar más facilidades a los particulares, éstos puedan hacer
sus presentaciones dirigidas a la FNE, mediante el ingreso de las mismas a través de las
Intendencias Regionales o Gobernaciones Provinciales respectivas, en todas aquellas
situaciones en que el domicilio del peticionario se encuentre ubicado fuera de la ciudad
de asiento de este organismo, esto es Santiago. En el caso de tratarse de presentaciones
que deban hacerse dentro de un determinado plazo, se entenderán realizadas a contar
de la fecha de presentación de la misma en la correspondiente Intendencia o
Gobernación.
Para tales efectos, el Intendente o Gobernador respectivo, deberá designar a un
Secretario Regional Ministerial, jefe de servicio o abogado de su dependencia, según
proceda, para efectuar la recepción y emisión de dichas comunicaciones a la Fiscalía
Nacional Económica. La recepción y emisión que deba hacerse a la FNE deberán
practicarse dentro de las veinticuatro horas de recibidos los antecedentes.
Operaciones de concentración.
La nueva normativa reguló las operaciones de concentración, entendiendo por tal todo
hecho, acto o convención, o conjunto de ellos, que tenga por efecto que dos o más
agentes económicos que no formen parte de un mismo grupo empresarial y que sean
previamente independientes entre sí, cesen en su independencia en cualquier ámbito de
sus actividades mediante alguna de las siguientes vías:
a) Fusionándose, cualquiera que sea la forma de organización societaria de las
entidades que se fusionan o de la entidad resultante de la fusión.
b) Adquiriendo, uno o más de ellos, directa o indirectamente, derechos que le
permitan, en forma individual o conjunta, influir decisivamente en la
administración de otro.
c) Asociándose bajo cualquier modalidad para conformar un agente económico
independiente, distinto de ellos, que desempeñe sus funciones de forma
permanente.
d) Adquiriendo, uno o más de ellos, el control sobre los activos de otro a cualquier
título.
Deberán notificarse a la FNE, en forma previa a su perfeccionamiento, las
operaciones de concentración que produzcan efectos en Chile y que cumplan
con los siguientes requisitos copulativos:
A. Que la suma de las ventas en Chile de los agentes económicos que proyectan
concentrarse haya alcanzado, durante el ejercicio anterior a aquel en que se
verifique la notificación, montos iguales o superiores al umbral establecido
mediante resolución dictada por el Fiscal Nacional Económico.
B. Que en Chile, por separado, al menos dos de los agentes económicos que
proyectan concentrarse hayan generado ventas, durante el ejercicio anterior a
aquel en que se verifique la notificación, por montos iguales o superiores al
umbral establecido mediante resolución dictada por el Fiscal Nacional Económico.

A la notificación deberán acompañarse los antecedentes necesarios para identificar la


operación de que se trata y a los agentes económicos que toman parte en la misma y
su grupo empresarial; los antecedentes que permitan evaluar preliminarmente los
eventuales riesgos que la operación notificada pudiere significar para la libre
competencia; la declaración de las partes en la que indiquen que, de buena fe, pretenden
llevar a cabo la operación que se notifica, y los demás antecedentes que detalle el
reglamento dictado por el Ministerio de Economía, Fomento y Turismo.
Entendiéndose efectuada la notificación en forma completa, la FNE comenzará un
procedimiento de investigación, en el cual el notificante siempre puede ser oído y
proponer medidas de mitigación.

Dentro de los 30 días siguientes a la fecha en que se haya iniciado la investigación el


Fiscal Nacional Económico deberá:
Aprobar la operación notificada en forma pura y simple, si es que llegare a la
convicción que la operación no resulta apta para reducir sustancialmente la
competencia;
a) Aprobar la operación notificada, a condición de que se dé cumplimiento a las
medidas ofrecidas por el notificante, si es que llegare a la convicción de que,
sujetándose la operación a tales medidas, no resulta apta para reducir
sustancialmente la competencia, o
b) Extender la investigación hasta por un máximo de 90 días adicionales, mediante
resolución fundada, cuando estime que la operación notificada, de perfeccionarse
en forma pura y simple o sujeta a las medidas ofrecidas por el notificante, en su
caso, puede reducir sustancialmente la competencia.
Cumplido el plazo establecido sin que el Fiscal Nacional Económico hubiere tomado
alguna de las 3 decisiones señaladas, se entenderá que ha aprobado la operación de
que se trata. La autorización se considerará en los términos ofrecidos por el notificante,
incluyendo las medidas que éste hubiere propuesto.
Si se extendió la investigación, vencido el nuevo plazo, el FNE puede tomar las mismas
dos primeras alternativas, es decir, aprobar pura y simplemente, aprobar con las
medidas propuestas, o bien, prohibir la operación notificada, cuando concluya que la
misma cuenta con aptitud para reducir sustancialmente la competencia. En contra de la
resolución del Fiscal Nacional Económico que prohíba una operación, el notificante podrá
promover ante el TDLC, dentro del plazo de 10 días, contado desde la notificación de la
referida resolución, un recurso de revisión especial, que deberá ser fundado.
Sanciones Penales

La última modificación legal, publicada el 30 de agosto de 2016, revive una figura que
la modificaciones anteriores habían derogado, estableciendo, nuevamente, sanciones
penales en estas materias, así el art. 62 del actual DL 211 señala “El que celebre u
ordene celebrar, ejecute u organice un acuerdo que involucre a dos o más competidores
entre sí, para fijar precios de venta o de compra de bienes o servicios en uno o más
mercados; limitar su producción o provisión; dividir, asignar o repartir zonas o cuotas de
mercado; o afectar el resultado de licitaciones realizadas por empresas públicas, privadas
prestadoras de servicios públicos, u órganos públicos, será castigado con la pena de
presidio menor en su grado máximo a presidio mayor en su grado mínimo.
Asimismo, será castigado con inhabilitación absoluta temporal, en su grado máximo,
para ejercer el cargo de director o gerente de una sociedad anónima abierta o sujeta a
normas especiales, el cargo de director o gerente de empresas del Estado o en las que
éste tenga participación, y el cargo de director o gerente de una asociación gremial o
profesional.”
El DL 211 establece reglas especiales para efectos de la aplicación de atenuantes y
agravantes, en cada caso.
Así mismo, señala que estarán exentos de responsabilidad penal por el delito tipificado
en el art. 62 aquellas personas que primero hayan aportado a la FNE antecedentes de
conformidad al artículo 39 bis (delación compensada)
El requerimiento del Fiscal Nacional Económico individualizará a las personas exentas de
responsabilidad penal y dicha calidad será así declarada por el TDLC.
Para aplicar la exención, las personas deberán proporcionar al Ministerio Público y al
tribunal competente los mismos antecedentes que previamente entregaron a la FNE, y
deberán prestar declaración en calidad de testigo en la forma dispuesta por el art. 191
del CPP, declaración que será incorporada al juicio oral de la manera prevista en el art.
331 del mencionado Código.
Si el testigo legalmente citado no compareciere sin justa causa o se negare a ratificar su
declaración prestada ante la FNE, y así lo declarare el juez de garantía competente a
petición del Ministerio Público, o incurriere en alguna de las conductas previstas en los
art. 206 o 269 bis del Código Penal, será privado de la exención de responsabilidad penal
estudiada. En contra de la resolución del juez de garantía que privare de la exención de
responsabilidad penal procederá el recurso de apelación, que se concederá en ambos
efectos.
El Fiscal Nacional Económico deberá interponer querella en aquellos casos en que se
tratare de hechos que comprometieren gravemente la libre competencia en los
mercados.
El Fiscal Nacional Económico deberá emitir una decisión fundada en caso que decidiere
no interponer querella por los hechos señalados, aun cuando comprometieren
gravemente la libre competencia.
La interposición de la querella o la decisión de no formularla deberá tener lugar a más
tardar en el plazo de 6 meses, contado desde que se encuentre ejecutoriada la sentencia
definitiva pronunciada por el TDLC.
La acción penal para la persecución del delito descrito en el artículo 62 prescribirá en el
plazo de 10 años, contado desde que se encuentre ejecutoriada la sentencia definitiva
pronunciada por el TDLC.

1.- Aspectos preliminares.


a) Origen de la normativa de protección al consumidor en Chile:

El primer texto es el Decreto Ley Nº 520 dando origen a un servicio público


llamado Comisariato se Subsistencias y Precios dependiente del Presidente
de la República y poseedor de un conjunto de atribuciones, su propósito era
"asegurar a todos los habitantes de la República las más convenientes
condiciones económicas de vida".
El Presidente Carlos Ibáñez del Campo, mediante el DFL 173, sustituyó al
Comisariato por la Superintendencia de Abastecimiento y Precios (SAP),
a la cual le otorgó personalidad jurídica y patrimonio propio.
Siete años después, bajo la Presidencia de Jorge Alessandri Rodríguez, se la
volvió a sustituir, esta vez por la Dirección de Industria y Comercio
(DIRINCO), mediante el DFL 242. El nuevo organismo quedó radicado en el
Ministerio de Economía, Fomento y Reconstrucción y sus funciones fueron
centradas en la fiscalización: recibía denuncias de los consumidores,
comprobada su veracidad y, si era procedente, sancionaba al infractor. Para tales
efectos contaba con las atribuciones correspondientes y personal compuesto por
especialistas para emitir juicios y dictámenes técnicos sobre las características
de una amplia gama de productos y servicios.
El 22 de enero de 1974 se dictó el DL 280, cuyo mérito fue la sistematización en
un solo cuerpo legal de las diferentes figuras delictivas que constituían el llamado
delito económico y tenía como principal fundamento "resguardar la normalidad
de las actividades comerciales y productivas, permitiendo una sana competencia
del mercado que conduzca al país a un verdadero bienestar económico". Sin
embargo, este cuerpo legal no era propiamente una ley de protección al
consumidor.

En 1980 se declaró a la DIRINCO en reestructuración y, conforme a las


directrices del Ministerio de Economía de 1982, la labor del organismo fue
"procurar la orientación destinada a implementar acciones que permitirán la
transparencia del mercado mediante la información y educación de los
consumidores". Con el tiempo La DIRINCO perdió su función fiscalizadora.
El 24 de febrero de 1990 se publicó en el Diario Oficial la Ley Nº 18.959 dando
origen al actual SERNAC, señalando que se substituyen en el DFL 242 de 1960
todas las menciones a la Dirección de Industria y Comercio por la de Servicio
Nacional del Consumidor y, por lo tanto, todas las referencias que las leyes
efectúen a la Dirección de Industria y Comercio se entenderán hechas al Servicio
Nacional del Consumidor.
Sin embargo, el cambio sólo consistió en un nuevo nombre para el organismo,
más cercano a las funciones que debía desempeñar. No hubo una nueva
legislación que le fijara una estructura orgánica, ni tampoco atribuciones que le
permitieran llevar a cabo la labor que el Gobierno le había encomendado.
Así, el SERNAC asumió como una de sus funciones naturales la mediación en los
conflictos entre consumidores y proveedores, a pesar de no estar expresamente
consagrado en ningún texto legal.
Finalmente, con la promulgación de la Ley 19.496 sobre Protección de los
Derechos de los Consumidores, se reconoció expresamente la atribución de
SERNAC para mediar en los conflictos de consumo y se establecieron los
derechos y deberes de los consumidores.

b) Conceptos.
Antes de comenzar un estudio más profundo de esta disciplina, es necesario
conocer ciertos conceptos, tales como consumidor, proveedor, información
básica comercial, publicidad, anunciante, contrato de adhesión, promociones y
oferta.

1. Se denomina Consumidor al sujeto que adquiere bienes y servicios en el


mercado. A este sujeto también se le denomina cliente en relación al
establecimiento de comercio o aspecto objetivo de la empresa.
El consumidor constituye el sujeto de una disciplina jurídica cuyo propósito es la
protección de los intereses de dicha clase denominada Derecho del Consumidor.
Nuestra legislación define qué debe entenderse por consumidor en el Art. 1 Nº
1: “las personas naturales o jurídicas que, en virtud de cualquier acto
jurídico oneroso, adquieren, utilizan, o disfrutan, como destinatarios
finales, bienes o servicios”.
Para ser consumidor se requiere celebrar cualquier acto o contrato a título
oneroso que importe la compra, la utilización o el disfrute de bienes o servicios
de los cuales sea el destinatario final. Si los bienes o servicios se obtienen
mediante un acto jurídico a título gratuito (donación o comodato) o se adquieren
o se requieren como intermediarios para ser colocados o prestados a otros
operadores de la actividad económica, no estamos en presencia de un
consumidor.
2.- Por otra parte, el Art. 1 Nº 2 define qué debemos entender por proveedor:
“Las personas naturales o jurídicas, de carácter público o privado, que
habitualmente desarrollen actividades de producción, fabricación,
importación, construcción, distribución o comercialización de bienes o
de prestación de servicios a consumidores, por las que se cobre precio
o tarifa. No se considerará proveedores a las personas que posean un título
profesional y ejerzan su actividad en forma independiente.”

De esta forma, son proveedores tanto empresas públicas como privadas, siendo
necesario desarrollar cualquier actividad económica mencionada en el texto
legal, de forma habitual y cuyo destino sean los consumidores. Se excluye de
este concepto a la persona que tiene un título profesional y que ejerce su

actividad en forma independiente, como los abogados, médicos, cirujano


dentista, etc.
3.- Información básica comercial. El Art. 1 Nº 3 nos indica que son “Los datos,
instructivos, antecedentes o indicaciones que el proveedor debe
suministrar obligatoriamente al público consumidor, en cumplimiento
de una norma jurídica. Tratándose de proveedores que reciban bienes en
consignación para su venta, éstos deberán agregar a la información básica
comercial los antecedentes relativos a su situación financiera, incluidos los
estados financieros cuando corresponda. En la venta de bienes y prestación de
servicios, se considerará información comercial básica, además de lo que
dispongan otras normas legales o reglamentarias, la identificación del bien o
servicio que se ofrece al consumidor, así como también los instructivos de uso y
los términos de la garantía cuando procedan. Se
exceptuarán de lo dispuesto en este inciso los bienes ofrecidos a granel. En el
caso de venta de bienes durables se considerará, además, información básica
comercial la duración del bien en condiciones previsibles de uso, incluido el plazo
en que el proveedor se obliga a disponer de repuestos y servicio técnico para su
reparación. Tratándose de la prestación de servicios de despacho, el proveedor
deberá indicar claramente, antes del perfeccionamiento del contrato, el costo
total y el tiempo que tarde dicho servicio.
La información comercial básica deberá ser suministrada al público por medios
que
aseguren un acceso claro, expedito y oportuno. Respecto de
los
instructivos de uso de los bienes y servicios cuyo uso normal represente un
riesgo para la integridad y seguridad de las personas, será obligatoria su entrega
al
consumidor conjuntamente con los bienes y servicios a que acceden.”
Se trata de una información obligatoria, constituyendo un deber del proveedor
de poner esta información a disposición del consumidor, en sus productos o en
los lugares de venta o de prestación de servicios. Esta información es
determinante para el ejercicio de los derechos de los consumidores, pues si
carecen de ella, no podrían ejercer su libertad de elección, ni satisfacer sus
necesidades y utilizar correctamente los bienes adquiridos o los servicios
prestados. Por lo que la información debe ser veraz y oportuna, es decir, tiene
que estar disponible antes de adquirir el bien o de contratar el servicio, debiendo
indicarse el precio incluyendo el impuesto que lo grava, las características
relevantes del producto o servicio y las condiciones de contratación. Este deber
es distinto a la información voluntaria que los proveedores suministran a los
consumidores, para motivarlos a adquirir sus productos o a requerir la prestación
de los servicios que ellos ofrecen, denominada publicidad.
Este concepto debemos relacionarlo con lo contemplado en el Art. 32 del cuerpo
legal en estudio, el que nos indica:
Artículo 32.- La información básica comercial de los servicios y de los productos
de fabricación nacional o de procedencia extranjera, así como su identificación,
instructivos de uso y garantías, y la difusión que de ellos se haga, deberán
efectuarse en idioma castellano, en términos comprensibles y legibles en
moneda de curso legal, y conforme al sistema general de pesos y medidas
aplicables en el país, sin perjuicio de que el proveedor o anunciante pueda
incluir, adicionalmente, esos mismos datos en otro idioma, unidad monetaria o
de medida. Tratándose de contratos ofrecidos por medios electrónicos o de
aquellos en que se aceptare una oferta realizada a través de catálogos, avisos o
cualquier otra forma de comunicación a distancia, el proveedor deberá informar,
de manera inequívoca y fácilmente accesible, los pasos que deben seguirse para
celebrarlos, e
informará, cuando corresponda, si el documento
electrónico en que se formalice el contrato será archivado y si éste será accesible
al consumidor. Indicará, además, su dirección de correo postal o electrónico y
los medios técnicos que pone a disposición del consumidor para identificar y
corregir errores en el envío o en sus datos.”

4.- Publicidad. Es el Nº 4 del Art. 1 el que nos indica qué debemos entender por
publicidad: “La comunicación que el proveedor dirige al público por cualquier
medio idóneo al efecto, para informarlo y motivarlo a adquirir o contratar un
bien o servicio, entendiéndose incorporadas al contrato las condiciones objetivas
contenidas en la publicidad hasta el momento de celebrar el contrato. Son
condiciones objetivas aquellas señaladas en el artículo 28.”

La última parte de este numeral fue introducida por reforma de año 2004, con
el propósito de hacer más eficaz el control acerca de la publicidad falsa o
engañosa. La publicidad como mensaje cumple tanto la función de información
como la de motivación al público consumidor para determinarlo a contratar. Con
el propósito de proteger a los consumidores, la ley establece que la publicidad
debe ser fiel a la realidad de los productos o servicios que se ofrecen. La
publicidad debe ser veraz, poderse comprobar y contener expresiones que no
induzcan a error al consumidor. El art. 28 señala “Comete infracción a las
disposiciones de esta ley el que, a sabiendas o debiendo saberlo y a través de
cualquier tipo de mensaje publicitario induce a error o engaño respecto de:
a) Los componentes del producto y el porcentaje en que concurren;
b) la idoneidad del bien o servicio para los fines que se pretende satisfacer
y que haya sido atribuida en forma explícita por el anunciante;
c) las características relevantes del bien o servicio destacadas por el
anunciante o que deban ser proporcionadas de acuerdo a las normas de
información comercial;
d) El precio del bien o la tarifa del servicio, su forma de pago y el costo del
crédito en su caso, en conformidad a la normas vigentes;
e) Las condiciones en que opera la garantía, y
f) Su condición de no producir daño al medio ambiente, a la calidad de vida
y de ser reciclable o reutilizable.
“Art. 28 A.- Asimismo, comete infracción a la presente ley el que, a través de
cualquier tipo de mensaje publicitario, produce confusión en los consumidores
respecto de la identidad de empresas, actividades, productos, nombres, marcas
u otros signos distintivos de los competidores.”
En los casos de publicidad falsa o engañosa, el Tribunal podrá disponer, de oficio
o a petición de parte, la suspensión de las emisiones publicitarias y exigir la
difusión de la publicidad correctiva, a costa del mismo anunciante, que resulte
apropiada para enmendar errores o falsedades. (Art. 31).

5. Anunciante. Es el Nº 5 del Art. 1 el que nos indica: “Anunciante: el


proveedor de bienes, prestador de servicios o entidad que, por medio de la
publicidad, se propone ilustrar al público acerca de la naturaleza, características,
propiedades o atributos de los bienes o servicios cuya producción,
intermediación o prestación constituye el objeto de su actividad, o motivarlo a
su adquisición.”
El anunciante como sujeto activo de publicidad debe realizarla de acuerdo al
orden jurídico en vigencia, de manera que si éste es conculcado, deberá asumir
las consecuencias que ello comporta en el plano civil, penal y administrativo.
6. Contrato de adhesión. Art. 1 Nº 6: “Contrato de adhesión: aquel cuyas
cláusulas han sido propuestas unilateralmente por el proveedor sin que el
consumidor, para celebrarlo, pueda alterar su contenido.”
Este contrato es aquel en el que una parte se ve precisada a aceptar el contenido
del contrato redactado previamente por la otra, sobre la base de condiciones
generales, para regular uniformemente determinadas relaciones convencionales.
En nuestra unidad, el contrato de adhesión será estudiado en forma detallada,
más adelante.

7. Promociones. Art. 1 Nº 7 “Promociones: las prácticas comerciales,


cualquiera sea la forma que se utilice en su difusión, consistentes en el
ofrecimiento al público en general de bienes y servicios en condiciones más
favorables que las habituales, con excepción de aquellas que consistan en una
simple rebaja de precio.” Este numeral debemos relacionarlo con los arts. 35 y
36 de la Ley.
“Artículo 35.- En toda promoción u oferta se deberá informar al consumidor
sobre las bases de la misma y el tiempo o plazo de su duración. No se entenderá
cumplida esta obligación por el solo hecho de haberse depositado las bases en
el oficio de un notario. En caso de rehusarse el proveedor al cumplimiento de lo
ofrecido en la promoción u oferta, el consumidor podrá requerir del juez
competente que ordene su cumplimiento forzado, pudiendo éste disponer una
prestación equivalente en caso de no ser posible el cumplimiento en especie de
lo ofrecido.”
“Artículo 36.- Cuando se trate de promociones en que el incentivo consista en la
participación en concursos o sorteos, el anunciante deberá informar al público
sobre el monto o número de premios de aquéllos y el plazo en que se podrán
reclamar. El anunciante estará obligado a difundir adecuadamente los resultados
de los concursos o sorteos.”

8. Oferta. Art. 1 Nº 8: “Oferta: práctica comercial consistente en el


ofrecimiento al público de bienes o servicios a precios rebajados en forma
transitoria, en relación con los habituales del respectivo establecimiento.”
c) Ámbito de aplicación de la Ley de Protección al Consumidor (LPC).

El objetivo de la normativa es regular las relaciones entre proveedores y


consumidores, establecer las infracciones en perjuicio del consumidor y señalar
el procedimiento aplicable en estas materias. En definitiva, proteger a los
consumidores y usuarios ante la vulnerabilidad que ellos tienen frente a los
proveedores.
El Art. 2 de la Ley 19.496 señala:
“Quedan sujetos a las disposiciones de esta ley: a) Los actos jurídicos que, de
conformidad a lo preceptuado en el Código de Comercio u otras disposiciones
legales, tengan el carácter de mercantiles para el proveedor y civiles para el
consumidor; b) Los actos de comercialización de sepulcros o sepulturas; c) Los
actos o contratos en que el proveedor se obligue a suministrar al consumidor o
usuario el uso o goce de un inmueble por períodos determinados, continuos o
discontinuos, no superiores a tres meses, siempre que lo sean amoblados y para
fines de descanso o turismo; d) Los contratos de educación de la enseñanza
básica, media, técnico profesional y universitaria, sólo respecto del Párrafo 4º
del Título II; de los Párrafos 1º y 2º del Título III; de los artículos 18, 24, 26, 27
y 39 C, y respecto de la facultad del o de los usuarios para recurrir ante los
tribunales correspondientes, conforme a los procedimientos que esta ley
establece, para hacer efectivos los derechos que dichos Párrafos y artículos les
confieren. No quedará sujeto a esta ley el derecho a recurrir ante los tribunales
de justicia por la calidad de la educación o por las condiciones académicas fijadas
en los reglamentos internos vigentes a la época del ingreso a la carrera o
programa respectivo, los cuales no podrán ser alterados sustancialmente, en
forma arbitraria, sin perjuicio de las obligaciones de dar fiel cumplimiento a los
términos, condiciones y modalidades ofrecidas por las entidades de educación.
e) Los contratos de venta de viviendas realizadas por empresas constructoras,
inmobiliarias y por los Servicios de Vivienda y Urbanización, en lo que no diga
relación con las normas sobre calidad contenidas en la ley Nº 19.472, y f) Los
actos celebrados o ejecutados con ocasión de la contratación de servicios en el
ámbito de la salud, con exclusión de las prestaciones de salud; de las materias
relativas a la calidad de éstas y su
financiamiento a través de fondos o seguros de salud; de la acreditación y
certificación de los prestadores, sean éstos públicos o privados, individuales o
institucionales y, en general, de cualquiera otra materia que se encuentre
regulada en leyes especiales.”

La LPC también señala excepciones al campo de su aplicación, así lo dispone el


Art. 2º bis:
“Artículo 2º bis.- No obstante lo prescrito en el artículo anterior, las normas de
esta ley no serán aplicables a las actividades de producción, fabricación,
importación, construcción, distribución y comercialización de bienes o de
prestación de servicios reguladas por leyes especiales, salvo: a) En las materias
que estas últimas no prevean; b) En lo relativo al procedimiento en las causas
en que esté comprometido el interés colectivo o difuso de los consumidores o
usuarios, y el derecho a solicitar indemnización mediante dicho procedimiento,
y c) En lo relativo al derecho del consumidor o usuario para recurrir en forma
individual, conforme al procedimiento que esta ley establece, ante el tribunal
correspondiente, a fin de ser indemnizado de todo perjuicio originado en el
incumplimiento de una obligación contraída por los proveedores, siempre que
no existan procedimientos indemnizatorios en dichas leyes especiales.”

Se trata de actividades mercantiles que están sujetas a una normativa especial,


como ocurre por ejemplo con la actividad bancaria (Ley General de Bancos),
financiera, cambiaria (Ley sobre Mercado de Valores), de intermediación de
valores, de seguros, de medios de comunicación escritos, radiales o de
televisión, de telecomunicación (Ley General de Telecomunicaciones), etc. Sin
embargo, en las materias que estas leyes especiales no contemplan, como, por
ejemplo, publicidad, contratos de adhesión, organización de consumidores,
promociones, ofertas e información, son aplicables las reglas de la LPC.
Destacamos que se mantiene la vigencia de la LPC en lo relativo a la publicidad,
pago del precio a plazos, procedimiento en los juicios en los que se encuentre
comprometido el interés colectivo o difuso de los consumidores o usuarios,
incluido el derecho a solicitar indemnización mediante dicho procedimiento, el
derecho que le corresponde a cada consumidor para recurrir en forma individual,
de acuerdo al procedimiento que contempla esta legislación, ante el tribunal
correspondiente, a fin de ser indemnizado de todo perjuicio originado en el
incumplimiento de una obligación contraída por los proveedores, siempre que
no existan procedimientos indemnizatorios en las respectivas leyes especiales.
Se mantuvo la vigencia de las leyes especiales porque resulta conveniente, en
la medida que dicha normativa recoge la especialidad de distintos sectores de la
actividad económica mercantil y del mercado en el que les corresponde
participar.

d) Derechos y deberes del consumidor.

I. Derechos de los consumidores:

Algunos de los derechos son simplemente enunciados como la facultad de libre


elección del bien o del servicio, en tanto que otros, como el derecho a la
información y el derecho a la reparación e información, son ampliamente
reglamentados por la propia LPC. Por lo mismo, ciertos derechos y deberes serán
analizados con mayor detención a propósito de otros temas comprendidos en la
ley, como es el caso del derecho a la información y publicidad, a diferencia de
otros derechos y deberes que no justifican un estudio pormenorizado.

1.- Elegir libremente un determinado bien o servicio, Art. 3 a)


El silencio del consumidor no constituye aceptación en los actos de consumo. Se
deben celebrar actos de consumo con el comercio establecido.

2.- Acceder a una información veraz y oportuna, Art. 3 b)


Acceder a una información veraz y oportuna sobre los bienes y servicios
ofrecidos por el proveedor, su precio, condiciones de contratación y otras
características relevantes de los mismos.

3.- Derecho a la no discriminación arbitraria, Art 3 c)


Este Derecho contiene un principio de protección directa del consumidor, que se
revela útil en la práctica, toda vez que no puede ser arbitrariamente discriminado
por el proveedor. Su fundamento se encuentra en la garantía constitucional de
no discriminación arbitraria en materia económica. Resulta más fácil para el
consumidor defender este derecho ante el propio proveedor y si no se obtiene
satisfacción, recurrir ante el Servicio Nacional del Consumidor o ante el Juzgado
de Policía Local, que instaurar un recurso de protección ante la Corte de
Apelaciones respectiva, justificando el quebrantamiento de la garantía
constitucional de no discriminar arbitraria en materia económica.

4.- La seguridad en el consumo de bienes y servicios, Art. 3 d)


La seguridad en el consumo de bienes y servicios, a la protección de la salud y
el medio ambiente. Implica el deber de adoptar las medidas para evitar riesgos
derivados del uso o consumo de los bienes o servicios.

5.- Derecho a la reparación e indemnización, Art. 3 e)


Debemos destacar que estamos ante un derecho esencial en la perspectiva de
la protección del consumidor. Este derecho a la reparación exige que se trate de
una compensación adecuada, oportuna y debe comprender tanto los daños
materiales como los daños morales. Esto último es toda una novedad, porque
trata de una responsabilidad de origen contractual en la que generalmente no
se incluyen el daño moral.
Más adelante volveremos a este tema, cuando estudiemos las obligaciones del
proveedor y la seguridad en el consumo.

6.- Derecho a la educación para un consumo responsable, Art. 3 f) En


una economía de mercado tanto la empresa como el consumidor deben estar en
condiciones de actuar en procura de la protección de sus propios intereses. Así
como la empresa puede disponer de recursos para estudios de mercadeo y
elaborar todo tipo de estrategias lícitas para conquistar los mercados, el
consumidor tiene derecho a ser educado para realizar un consumo responsable.
La LPC, en su Art. 58 dispone que el Servicio de Protección al Consumidor tiene
que formular, realizar y fomentar programas de información y de educación al
consumidor, para que de esta suerte pueda consumir responsablemente, con
conocimiento e información acerca de los bienes y servicios que se ofrecen en
el mercado. El servicio público aludido está permanentemente realizando
campañas de información y divulgación dirigidas a los consumidores, a través de
los medios de comunicación.
Por otra parte, las organizaciones de los consumidores tienen entre sus
funciones la de difundir las disposiciones de la LPC y la normativa
complementaria, como así también la misión de informar, orientar y educar a los
consumidores para el adecuado ejercicio de sus derechos y brindarles asesoría
cuando la requieran.
Junto con el derecho a la educación para el consumo responsable, la letra f) del
Art. 3 de la LPC impone el deber de celebrar operaciones de consumo con el
comercio establecido. Este deber no tiene otra sanción que no sea que el
consumidor pierda todos los derechos que le confiere la normativa legal que
estamos comentando, porque queda inhabilitado para denunciar los abusos de
parte de los comerciantes ilegales, con quienes haya efectuado operaciones de
consumo.

Además, la Ley 20.555, D.O. 05.12.2011 agregó:

Son derechos del consumidor de productos o servicios financieros:

a) Recibir la información del costo total del producto o servicio, lo que


comprende conocer la carga anual equivalente a que se refiere el artículo 17 G,
y ser informado por escrito de las razones del rechazo a la contratación del
servicio financiero, las que deberán fundarse en condiciones objetivas.

b) Conocer las condiciones objetivas que el proveedor establece previa y


públicamente para acceder al crédito y para otras operaciones financieras.

c) La oportuna liberación de las garantías constituidas para asegurar el


cumplimiento de sus obligaciones, una vez extinguidas éstas.

d) Elegir al tasador de los bienes ofrecidos en garantía, entre las alternativas


que le presente la institución financiera.
e) Conocer la liquidación total del crédito, a su solo requerimiento.
g) Acudir siempre ante el tribunal competente conforme a las disposiciones
establecidas en esta ley. El proveedor debe informar al consumidor de este
derecho al celebrar el contrato y en el momento de surgir cualquier controversia,
queja o reclamación. Toda estipulación en contrario constituye una infracción y
se tendrá por no escrita.
Asimismo, son derechos de todo consumidor los consagrados en leyes,
reglamentos y demás normativas que contengan disposiciones relativas a la
protección de sus derechos.
Los consagrados en la Ley que regula la Portabilidad Financiera. (D.O. 09 junio
2020), sin embargo, fue eliminado en la modificación de la Ley 21.398.

La nómina de los derechos del consumidor y usuario ha sido complementada


por el
Art. 3 bis de la LPC, norma en virtud de la cual se admite por primera vez el
derecho de retracto, que faculta para poner término unilateralmente a un
contrato ya celebrado, en los casos y bajo las circunstancias que precisa esta
norma.
Es del caso mencionar que este Derecho de Retracto ha sido objeto de diversas
interpretaciones, incluso algunos autores estiman que sólo procedería en caso
de compra de bienes y servicios efectuadas a distancia.
Para efectos de docencia explicaremos el derecho de retracto en su
interpretación más amplia.
El consumidor puede poner término unilateralmente, sin expresión de causa, al
contrato en el plazo de 10 días contado desde la recepción del producto o desde
la contratación del servicio y antes de la prestación del mismo, en los siguientes
casos:

1.- En la compra de bienes y contratación de servicios realizadas en reuniones


convocadas o concertadas con dicho objetivo por el proveedor, en que el
consumidor deba expresar su aceptación dentro del mismo día de la reunión. El
ejercicio de este derecho se hará valer mediante carta certificada enviada al
proveedor, al domicilio que señala el contrato, expedida dentro del plazo
indicado en el en el encabezamiento;
2.- En los contratos celebrados por medios electrónicos, y en aquéllos en que se
aceptare una oferta realizada a través de catálogos, avisos o cualquier otra forma
de comunicación a distancia.
Sólo en el caso de la contratación de servicios, el proveedor podrá disponer lo
contrario, y deberá informar al consumidor sobre dicha exclusión, de manera
inequívoca, destacada y fácilmente accesible, en forma previa a la suscripción
del contrato y pago del precio del servicio (Ley 21.398)
Para ello podrá utilizar los mismos medios que empleó para celebrar el contrato.
En este caso, el plazo para ejercer el derecho de retracto se contará desde la
fecha de recepción del bien o desde la celebración del contrato en el caso de
servicios, siempre que el proveedor haya cumplido con la obligación de remitir
la confirmación escrita señalada en el artículo 12 A. De no ser así, el plazo se
extenderá a 90 días. No podrá ejercerse el derecho de retracto cuando el bien,
materia del contrato, se haya deteriorado por hecho imputable al consumidor.
En aquellos casos en que el precio del bien o servicio haya sido cubierto total o
parcialmente con un crédito otorgado al consumidor por el proveedor o por un
tercero previo acuerdo entre éste y el proveedor, el retracto resolverá dicho
crédito. En caso de haber costos involucrados, éstos serán de cargo del
consumidor, cuando el crédito haya sido otorgado por un tercero. Si el
consumidor ejerciera el derecho consagrado en este artículo, el proveedor estará
obligado a devolverle las sumas abonadas, sin retención de gastos, a la mayor
brevedad posible y, en cualquier caso, antes de cuarenta y cinco días siguientes
a la comunicación del retracto. Tratándose de servicios, la devolución sólo
comprenderá aquellas sumas abonadas que no correspondan a servicios ya
prestados al consumidor a la fecha del retracto.

Deberán restituirse en buen estado los elementos originales del embalaje, como
las etiquetas, certificados de garantía, manuales de uso, cajas, elementos de
protección o su valor respectivo, previamente informado.”
Cuando el precio del bien o del servicio se haya cubierto total o parcialmente,
con un crédito otorgado al consumidor por el proveedor o por un tercero, previo
acuerdo entre este último y el proveedor, el hecho de ejercitar el derecho de
retracto trae aparejada la resolución de dicho crédito. Si hay costos involucrados,
éstos son de cargo del consumidor, siempre que el crédito haya sido concedido
por un tercero.
En los casos en que el consumidor hace valer el derecho de retracto, el
proveedor está obligado a devolverle las sumas abonadas, sin retención de
gastos, a la mayor brevedad posible y, en cualquier caso, antes de los 45 días
siguientes a la comunicación del retracto. En el caso de los servicios, la
devolución comprende tan solo las sumas abonadas que no correspondan a
servicios ya prestados al consumidor a la fecha del retracto.
Así mismo, la citada norma dispone que habrán de restituirse en buen estado
los elementos originales del embalaje, como las etiquetas, los certificados de
garantía, manuales de uso, caja, elementos de protección o su valor respectivo,
informado previamente.
3.- En las compras presenciales en que el consumidor no tuvo acceso directo al
bien.
4.- Derecho a retracto de prestaciones de servicios educacionales, Art. 3º ter.
En el caso de prestaciones de servicios educacionales de nivel superior,
proporcionadas por centros de formación técnica, institutos profesionales y
universidades, se faculta al alumno o a quién efectúe el pago en su
representación para que, dentro del plazo de diez días contados desde aquél en
que se complete la primera publicación de los resultados de las postulaciones a
las universidades
pertenecientes al Consejo de Rectores de las
Universidades Chilenas, deje sin efecto el contrato con la respectiva institución,
sin pago alguno por los servicios educacionales no prestados.
Este derecho de retracto puede hacerse efectivo siempre que se trate de
alumnos de primer año de una carrera o programa de pregrado y acreditar, ante
la institución respecto de la cual se ejerce esta facultad, encontrarse matriculado
en otra entidad de educación superior.
La institución educacional en ningún caso podrá retener con posterioridad a este
retracto los dineros pagados ni los documentos de pago o crédito otorgados en
respaldo del período educacional respectivo, debiendo devolverlos todos en el
plazo de 10 días desde que se ejerza el derecho a retracto. En el evento de
haberse otorgado mandato general para hacer futuros cobros, éste quedará
revocado por el solo ministerio de la ley desde la fecha de la renuncia efectiva
del alumno al servicio educacional. El prestador del servicio se abstendrá de
negociar o endosar los documentos recibidos, antes del plazo señalado en el
inciso primero.
Con todo, la institución de educación superior, estará facultada para retener, por
concepto de costos de administración, un monto de la matrícula, que no podrá
exceder al uno por ciento del arancel anual del programa o carrera de estudios.

I.- Fundamento de los derechos del consumidor.


La razón de la existencia de estos derechos se encuentra en la circunstancia que
los consumidores constituyen un grupo protegido por el legislador, dejando de
ser considerados, como lo hizo el derecho mercantil clásico, simple clientela de
un establecimiento o empresa comercial.
La existencia de los derechos de los consumidores se basa en que, al igual que
la empresa proveedora está facultada para emplear toda clase de estrategias y
métodos lícitos destinados a promover la colocación de sus bienes y servicios en
el mercado, el consumidor tiene derecho a ser educado como tal para efectuar
responsablemente las operaciones de consumo, sin desventajas frente a ella.
Como los derechos están amparados por ciertas acciones, para el caso en que
ellos sean conculcados por los proveedores, el consumidor debe ejercitarlas
mediante el procedimiento establecido en la ley, con lo que logra una protección
de la que no disponía bajo la sola vigencia de las reglas del derecho civil y del
derecho mercantil emanadas de los códigos del siglo XIX. Es más, en su texto
original de 1997, la Ley N° 19.486 sólo disponía la protección individual de los
derechos de los consumidores y muy excepcionalmente daba lugar al ejercicio
de una acción colectiva.
Gracias a la reforma introducida en el año 2004, se incorporó en nuestra
legislación la protección de los intereses colectivos y difusos de los
consumidores, mediante la cual se logrará la adecuada solución de aquellos
conflictos que involucran intereses supraindividuales. Al establecer la
procedencia de acciones colectivas, respecto de las cuales se pronunciará una
sentencia, se logra poner en armonía un mecanismo procesal con la norma
sustantiva que consagra determinados derechos, los que de esta manera
adquieren una eficacia que antes no tenían. Por lo demás, en el derecho
comparado, estas acciones de defensa de intereses colectivos y difusos de los
consumidores habían sido admitidos hace ya bastante tiempo y aplicadas
efectivamente por los tribunales de justicia.

II. Carácter irrenunciable de los derechos del consumidor.

Para que la protección de estos derechos sea efectiva, la Ley dispone en el Art.
4° que ellos no pueden renunciarse anticipadamente por los consumidores.
La irrenunciabilidad anticipada de los derechos del consumidor no se contrapone
con la posibilidad de llegar a un avenimiento con el proveedor, en la audiencia
que se decreta en el procedimiento aplicable en esta materia, aunque comporte
el desestimiento del consumidor, porque ya ha ejercido sus derechos (Art. 51,
inc. 2° LPC) La renuncia que la ley no permite es la que se produce en forma
anticipada, por ejemplo, al celebrar el acto o contrato de adquisición de los
bienes o prestación de servicios.

III. Deberes de los consumidores.

Como contrapartida a los derechos de los consumidores, la LPC también


establece deberes, los cuales son:

1.- Realizar sus compras y contrataciones sólo en el comercio establecido.


2.- Leer detalladamente los contratos antes de firmarlos, de manera que pueda
comprender totalmente su contenido.
3.- Tomar sus decisiones de compra libre e informadamente.
4.- Exigir el cumplimiento de la publicidad. Lo que dice la publicidad es exigible
como parte del contrato. La publicidad debe ser veraz, comprobable y no inducir
a engaño.
5.- Rechazar los cobros por bienes o servicios que no haya aceptado.
6.- Informarse sobre los bienes y servicios ofrecidos en el mercado, su precio,
condiciones de contratación y otras características relevantes.
7.- Solicitar la reparación o indemnización por los daños materiales y morales
derivados de actos de consumo, y de acuerdo a los medios que indica la Ley.
8.- Adoptar las medidas que sean necesarias para evitar riesgos derivados del
uso o consumo de bienes o servicios.
9.- No hacer denuncias imprudentes en contra de proveedores, vale decir,
denuncias carentes de fundamento.
10.- Informarse y buscar los medios para acceder a la educación que le permita
un consumo responsable.
IV. Obligación y responsabilidades del proveedor.

Obligaciones.
La eficacia de los derechos de los consumidores depende asimismo de la
existencia y del cumplimiento de ciertas obligaciones de los proveedores.
Los deberes de los proveedores están previstos en el Art. 12 de la LPC: “Todo
proveedor de bienes o servicios estará obligado a respetar los términos,
condiciones y modalidades conforme a las cuales se hubiere ofrecido o
convenido con el consumidor la entrega del bien o la prestación del servicio.”
La novedad que aporta la ley de protección al consumidor se refiere a la
obligación de respetar los términos y condiciones de la oferta, porque en el caso
que ya se haya contratado, la obligación de respetar lo pactado proviene de la
fuerza obligatoria de los contratos, establecida en los artículos 1545 y 1489 del
Código
Civil.

La Ley 21398, Art. 1 N° 6, D.O. 24.12.2021 agregó un Artículo 12 C,


que entró en vigencia el 25-ABR-2022
“Artículo 12 C.- Los proveedores de vehículos motorizados nuevos deberán
informar al consumidor, de manera clara e inequívoca, antes del
perfeccionamiento del contrato de compraventa o de arrendamiento con
opción de compra, aquellas exigencias obligatorias justificadas para mantener
vigente la garantía voluntaria del vehículo. En el caso de que se exijan
mantenciones obligatorias, se deberá informar el listado de todas éstas,
incluyendo sus valores estimados, así como también una nómina de todos los
talleres o establecimientos de servicio técnico autorizados donde se podrán
realizar dichas mantenciones.
Los fabricantes, importadores y proveedores de vehículos motorizados
nuevos no podrán limitar la libre elección de servicios técnicos destinados a
la mantención del bien, salvo que se trate de mantenciones que, por sus
características técnicas específicas justificadas, deban ser realizadas por
talleres o establecimientos de servicio técnico expresamente autorizados.
El proveedor deberá proporcionar al consumidor otro vehículo de similares
características mientras dure la reparación de un vehículo motorizado, cuando
el ejercicio de la garantía legal o voluntaria conlleve privarlo de su uso por un
término superior a cinco días hábiles.”

La ley impone, así mismo, a los proveedores la obligación de no negarse


injustificadamente a la venta de bienes o a la prestación de los servicios
comprendidos dentro de su giro de negocios, en las condiciones ofrecidas, Art.
13 LPC.
Relacionado con el deber que acabamos de estudiar, existe la obligación del
proveedor de no actuar con negligencia en la venta de un bien o en la prestación
de un servicio, causando menoscabo al consumidor debido a faltas o
deficiencias, seguridad, peso o medida del respectivo bien o servicio, sancionado
como infracción a la LPC, en su Art. 23. Esta norma es importante en cuanto a
que en ella se basa la responsabilidad del proveedor por incumplimiento de sus
deberes hacia el consumidor.
El Art. 14 contempla la obligación del proveedor de informar expresamente al
consumidor cuando se expendan productos con alguna deficiencia, usados o
refaccionados o cuando se ofrezcan productos en cuya fabricación o elaboración
se hayan utilizado partes o piezas usadas, se deberán informar de manera
expresa las circunstancias antes mencionadas al consumidor, antes de que éste
decida la operación de compra. Será bastante constancia el usar en los propios
artículos, en sus envoltorios, en avisos o carteles visibles en sus locales de
atención al público las expresiones "segunda selección", "hecho con materiales
usados" u otras equivalentes.
El cumplimiento de estos deberes eximirá al proveedor de las obligaciones
derivadas del derecho de opción que se establece en los artículos 19 y 20, sin
perjuicio de aquellas que hubiera contraído el proveedor en virtud de la garantía
otorgada al producto.
Los sistemas de seguridad y vigilancia que, en conformidad a las leyes que los
regulan, mantengan los establecimientos comerciales están especialmente
obligados a respetar la dignidad y derechos de las personas.
La LPC en su Art. 15 impone además a los proveedores la obligación de respetar
la dignidad y derechos humanos del consumidor, al hacer funcionar los sistemas
de seguridad y vigilancia que en virtud de la reglamentación vigente se les
autorice mantener en sus establecimientos mercantiles. En todo caso, si se
sorprende a un consumidor en la comisión flagrante de un delito, los gerentes,
funcionarios o empleados del establecimiento se limitarán, bajo su
responsabilidad, a poner sin demora al presunto infractor a disposición de las
autoridades competentes.

1.- Obligación de garantía de los proveedores.


Los Arts. 19 y 20 de la LPC establecen la obligación de garantía de los
proveedores, que constituye un derecho a favor de los consumidores. Se trata
de una garantía establecida en términos generales y obligatorios, que
denominaremos garantía legal y debe distinguirse de la garantía voluntaria que
los proveedores pueden ofrecer por sus productos o servicios.

a) Garantía legal.
Se trata de una garantía que se caracteriza, en primer término, por ser general,
en cuanto a que comprende toda clase de bienes muebles duraderos, sin límite
de valor, esto es, desde automóviles, electrodomésticos y menaje hasta ropa,
calzado, joyas y juguetes, entre otros.
La segunda característica es que es obligatoria, en cuanto a que debe ser dada
por todo comercio establecido, sin excepción alguna.
Su tercera característica es que es limitada en el tiempo, en el sentido que el
comercio establecido tiene que responder, durante un plazo mínimo de seis
meses, contado desde que el consumidor recibió el producto, por la calidad o
idoneidad esencial de todos los bienes que ofrezcan al público, sin límite de valor,
haya o no haya póliza escrita de por medio y sin que quede supeditada a ciertos
aspectos específicos, Art. 21 LPC.
Los bienes que se consumen en el primer uso, como los alimentos envasados y
los productos farmacéuticos tienen garantía sólo por el período que señale su
envase o, a falta de mención, por el plazo máximo de 7 días, desde su entrega
al consumidor, Art. 21 LPC.
En el caso de las viviendas nuevas, no se aplica, respecto de la garantía, la LPC,
sino la Ley 19.472, sobre Calidad de la Vivienda.
Las pólizas de garantía voluntariamente otorgadas por el proveedor tienen la
vigencia que ellas establecen, si ese plazo es superior a tres meses.
La cuarta característica de la garantía legal es que produce efectos u opera
de pleno derecho, sin necesidad de ser convenida en forma expresa. Por el
solo hecho de venderse los productos tienen garantía legal, además de la
garantía voluntaria que pueda entregar el vendedor.
La quinta característica es que la garantía legal carece de formalidad
específica, no requiere póliza, de manera que el consumidor, para ejercer las
acciones propias de la garantía, debe acreditar el acto o contrato con la
documentación respectiva.
Cuando la venta o el contrato de que se trata ha sido celebrado en los últimos
tres meses y permite al consumidor elegir entre la reparación gratuita del bien,
el cambio por otro igual o la devolución del dinero, es obligación del proveedor
cumplir con la decisión que haya tomado el consumidor.
Este derecho alternativo puede ejercitarlo el consumidor, en forma inmediata, si
no hay póliza entregada voluntariamente por el proveedor o fabricante.
Tratándose de productos respecto de los cuales se haya dado una póliza de
garantía voluntaria por el fabricante o proveedor, el derecho del consumidor a
exigir el cambio del bien por otro igual o la facultad de reclamar la devolución
de lo pagado, pueden ejercerse cuando ya se haya hecho uso, al menos una
vez, de los mecanismos que contemple la póliza para solucionar la deficiencia y
éstos no hayan dado resultado satisfactorio o se presentan nuevas fallas.
La garantía legal obligatoria se ejercita en el lugar donde se efectuó la venta,
sin que el proveedor pueda derivarlo hacia otras oficinas ni imponerle otras
condiciones menos cómodas para el ejercicio de este derecho, que las que se
ofrecieron al momento de efectuar la venta, a menos que el consumidor las
acepte.
El plazo de vigencia de esta garantía, como así también el de la voluntaria, se
suspende durante el tiempo que dura la reparación y hasta la entrega del
producto al consumidor.
Finalmente diremos que la garantía cubre la falta de cantidad o de contenido
neto del producto. Así el Art. 19 señala: “El consumidor tendrá derecho a la
reposición del producto o, en su defecto, a optar por la bonificación de su valor
en la compra de otro o por la devolución del precio que haya pagado en exceso,
cuando la cantidad o el contenido neto de un producto sea inferior al indicado
en el envase o empaque.”
Art. 20 de la LPC, Contiene una larga enumeración de situaciones que traen
aparejada la responsabilidad para los proveedores y, en el caso en que ellas se
presenten en la práctica, los consumidores pueden optar entre la reparación
gratuita del bien o, previa restitución, su reposición o la devolución de la cantidad
pagada.
La ley 21.398 indica: “……a su arbitrio,…” quedando entonces, radicado en forma
expresa que la elección, entre las tres alternativas.
Analizaremos las hipótesis legales contenidas en la normativa legal estudiada:
a) Cuando los productos sujetos a normas de seguridad o calidad de
cumplimiento
obligatorio no cumplan las especificaciones correspondientes.
Los bienes que se tranzan en el mercado han de cumplir con determinadas
exigencias de seguridad o de calidad fijadas por normas reglamentarias, de
carácter obligatorio, dictadas por la autoridad económica. El proveedor de tales
bienes responde en caso de incumplimiento de dichas reglas de calidad o
seguridad, porque el consumidor que ha pagado el precio de ellos espera que
sirvan eficientemente a los fines para los cuales los ha adquirido. Si un
consumidor adquiere, por ejemplo, un calefactor eléctrico, espera que funcione
y que él no resultará electrocutado.

b) Cuando los materiales, partes, piezas, elementos, sustancias o


ingredientes que constituyan o integren los productos no correspondan a las
especificaciones que ostenten o a las menciones del rotulado;
Existen ciertos bienes que se fabrican con determinados materiales, partes,
piezas, elementos, etc. que deben corresponder con sus especificaciones o con
las menciones que se indican expresamente en el rotulado de los mismos, de
manera que si no están hechos conforme a tales especificaciones o rotulado, no
cabe duda que no van a servir al fin que se destinan por el consumidor o éste
debió haber pagado un precio inferior al que se le cobró por dicho producto, de
suerte que no cabe duda acerca de la responsabilidad del proveedor. Por
ejemplo, si un consumidor compra un par de botas de cuero en el % que se
indica en su rotulado y luego resulta que no es de ese material sino que de cuero
ecológico, se presenta el caso de responsabilidad del proveedor que estamos
estudiando.

c) Cuando cualquier producto, por deficiencias de fabricación,


elaboración, materiales, partes, piezas, elementos, sustancias, ingredientes,
estructura, calidad o condiciones sanitarias, en su caso, no sea enteramente
apto para el uso o consumo al que está destinado o al que el proveedor
hubiese señalado en su publicidad.
La situación prevista en la ley es lo suficientemente clara como para formular
comentario, por lo que nos limitaremos a señalar que ella se presentaría, por
ejemplo, cuando una persona compra un refrigerador con sistema no frost y éste
igual se produce, por una deficiencia de fabricación.

d) Cuando el proveedor y consumidor hubieren convenido que los


productos
objeto del contrato deban reunir determinadas especificaciones y esto no
ocurra; Se trata de un caso de incumplimiento contractual relativo al bien objeto
del contrato, respecto del cual se pactó entre proveedor y consumidor que debía
cumplir ciertas especificaciones, que en el hecho el bien no las tiene, por lo que
resulta evidente que no cumplirá con la función requerida y el proveedor debe
responder por ello. Por ejemplo, un mueble confeccionado a medida que luego
no cumple.

e) Cuando después de la primera vez de haberse hecho efectiva la


garantía y prestado el servicio técnico correspondiente, subsistieren las
deficiencias que hagan al bien inapto para el uso o consumo a que se refiere
la letra c). Sin perjuicio de lo anterior, no será necesario hacer efectivas las
garantías otorgadas por el proveedor para ejercer el derecho establecido en
este artículo. Este derecho subsistirá para el evento de presentarse una
deficiencia distinta a la que fue objeto del servicio técnico, o volviere a
presentarse la misma, dentro de los plazos a que se refiere el artículo
siguiente; (modificado por la ley 21.398)
El caso se presenta cuando un consumidor adquiere un congelador y éste no
funciona, recurriéndose al servicio técnico, que una vez prestado señala que
tenía malo el termostato, procede a substituir una pieza, pero no obstante la
deficiencia persiste por otra causa o vuelve a presentarse, antes de que
transcurran tres meses de haberse efectuado la primera reparación.

f) Cuando la cosa objeto del contrato tenga defectos o vicios ocultos que
imposibiliten el uso a que habitualmente se destine;
La situación prevista en la ley es suficientemente clara, por lo que sólo
indicamos, a modo de ejemplo, que ella tendría lugar cuando el consumidor
compra un televisor y éste por un defecto no mantiene fija la imagen en la
pantalla.

g) Cuando la ley de los metales en los artículos de orfebrería, joyería y


otros sea
inferior a la que en ellos se indique.
Ejemplo clásico de esta hipótesis legal es el caso de un consumidor que adquiere
un anillo de oro de 24 quilates y éste no corresponde a esa ley de fino.
Para los efectos de las situaciones previstas en el artículo 20 de la Ley de
Protección al Consumidor, se considerará que es un solo bien que se ha vendido
como un todo, aunque esté compuesto por distintas unidades, partes, piezas o
módulo, a pesar de que éstas pueden o no prestar una utilidad en forma
independiente una de otras. No obstante lo anterior, cuando se trata de su
reposición, ésta se puede efectuar respecto de una unidad, pieza o módulo,
siempre que sea por otra igual a la que se sustituye.

Ejercicio de la garantía legal.

Es el Art. 21 el que nos señala cómo se ejercita esta garantía.


El ejercicio de los derechos que contemplan los artículos 19 y 20, es decir, la
opción entre la reparación gratuita, su reposición, previa restitución, o la
devolución de la cantidad pagada, deberá hacerse efectivo ante el vendedor
dentro de los seis meses siguientes a la fecha en que se haya recibido el
producto, siempre que éste no se hubiere deteriorado por hecho imputable al
consumidor. Si el producto se hubiere vendido con determinada garantía,
prevalecerá el plazo por el cual ésta se extendió, si fuere mayor.
El consumidor que, en el ejercicio de los derechos que contempla el artículo 20,
opte por la reparación, podrá dirigirse, indistinta o conjuntamente, al vendedor,
al fabricante o al importador. Hecha la opción, el requerido no podrá derivar el
reclamo. Serán solidariamente responsables por los perjuicios ocasionados al
consumidor, el proveedor que haya comercializado el bien o producto y el
importador que lo haya vendido o suministrado. En caso de que el consumidor
solicite la reparación sólo al vendedor, éste gozará del derecho de resarcimiento
señalado en el artículo 22.
En cuanto al lugar en que el vendedor, fabricante o importador tiene que
responder del ejercicio de los derechos propios de la garantía legal, la ley dispone
que éste es el local donde se efectuó la venta o en las oficinas o locales en que
habitualmente atiende a sus clientes, no pudiendo condicionar el ejercicio de los
referidos derechos a efectuarse en otros lugares o en condiciones menos
cómodas para el consumidor que las que se le ofreció para efectuar la venta,
salvo que éste consienta en ello.
En el caso de productos perecibles o que por su naturaleza estén destinados a
ser usados o consumidos en plazos breves, el término para el ejercicio de los
derechos es el que está impreso en el producto o su envoltorio o, en su defecto,
el término máximo de siete días.
Por otra parte, el término o plazo establecido en la póliza de garantía voluntaria
y el plazo de seis meses de la garantía legal se suspenderán durante el tiempo
en que el bien esté siendo reparado en ejercicio de la garantía. Tratándose de
bienes amparados por una garantía voluntaria otorgada por el proveedor, el
consumidor, antes de ejercer alguno de los derechos que le confiere el artículo
20, deberá hacerla efectiva ante quien corresponda y agotar las posibilidades
que ofrece, conforme a los términos de la póliza. Este documento que contiene
la póliza de garantía producirá plena prueba si ha sido fechada y timbrada al
momento de la entrega del bien. Igual efecto tendrá la referida póliza aunque
no haya sido fechada ni timbrada al momento de la entrega del bien, siempre
que se exhiba con la correspondiente factura o boleta de venta.
En el caso de la devolución de la cantidad pagada, el plazo para ejercer la acción
se cuenta desde la fecha de la correspondiente factura o boleta y no se
suspenderá en caso alguno. Si se acordare la devolución una vez expirado el
plazo a que se refiere el Art. 70 del Decreto Ley N° 825 de 1974 Ley del IVA, el
consumidor sólo tiene derecho a recuperar el precio neto del bien, excluidos los
impuestos correspondientes. (Art. 70 L IVA “En los casos en que una venta
quede sin efecto por resolución, resciliación, nulidad u otra causa, el SII, a
petición del interesado, anulará la orden que haya girado, no aplicará el
tributo correspondiente o procederá a su devolución, si hubiere sido ya
ingresado en arcas fiscales.
Lo establecido en el inciso anterior no tendrá aplicación cuando hubieren
transcurrido más de seis meses entre la entrega y la devolución de las
especies que hayan sido objeto del contrato, salvo en los casos en que la
venta quede sin efecto por sentencia judicial. (Ley 21398, Art. 4 N° 2, D.O.
24.12.2021).
La devolución o no aplicación del impuesto a que se refiere el inciso primero
deberá solicitarse dentro de los treinta días siguientes a la fecha en que la
venta quede sin efecto.

Lo dispuesto en este artículo no regirá respecto a los tributos establecidos en


el Título II, artículo 40 (141) y Párrafo 3º del Título III, caso en el cual habrá
lugar a aplicar la norma del número 2º del artículo 21.142)”)

Por último, para ejercer estas acciones provenientes de la garantía legal, el


consumidor deberá acreditar el acto o contrato con la documentación respectiva,
salvo en casos en que el proveedor tribute bajo el régimen de renta presunta,
en los cuales el acto o contrato podrá ser acreditado mediante todos los medios
de prueba que sean conducentes.

b) Garantía voluntaria.

Se trata de la garantía que confiere el proveedor, que no está expresamente


regulada por la ley y es diversa de la garantía legal que hemos estudiado.
No obstante, la normativa de protección del consumidor, cuando reglamenta la
garantía legal, establece algunas reglas destinadas a regular la garantía
voluntaria que otorga el proveedor.
La primera regla aplicable a la garantía voluntaria es la contenida en el en el Art.
21, inciso 1° LPC, se refiere a su plazo y dispone que si el producto se hubiere
vendido con determinada garantía, aludiendo de esta forma a la garantía
convencional, prevalecerá el plazo por el cual ésta se extendió, si fuere mayor
al término de la garantía legal, que es de seis meses.
La segunda regla sobre esta materia es la del Art. 21 inciso 8° LPC, que establece
que el plazo que la póliza de garantía otorgada por el proveedor contempla, y el
de la garantía legal, se suspenderá durante el tiempo en que el bien esté siendo
reparado en ejercicio de la garantía.
La tercera regla está prevista en el Art. 21 inc. 9° LPC, que contempla la
compatibilidad entre la garantía legal y garantía voluntaria que entrega el
proveedor, de manera que el consumidor antes de ejercer alguno de los
derechos que le confiere la garantía legal, en virtud del Art. 20, tiene que hacer
efectiva la garantía voluntaria ante quien corresponda y agotar las posibilidades
que ofrece conforme a los términos de la póliza.
Por último, para ejercer estas acciones el consumidor tiene que acreditar el acto
contrato con la documentación respectiva, a menos que el proveedor tribute
bajo el régimen de renta presunta, caso en que podrá acreditarlo por todos los
medios de prueba que sean conducentes.

c) Garantía de prestación de servicios.

En materia de servicios prestados es posible distinguir asimismo garantía legal y


voluntaria.
Constituye un caso de garantía legal la situación prevista en el Art. 41 inc. 2°
LPC, que permite al consumidor reclamar del desperfecto o daño ocasionado por
un servicio defectuoso, dentro del término de 30 días hábiles, contados desde la
fecha en que se hubiese terminado la prestación de dicho servicio o, en su caso,
se hubiere entregado el bien reparado. En caso en que el Tribunal estime
procedente el reclamo, ordenará que se preste el servicio nuevamente sin costo
para el consumidor o, en su defecto, la devolución de lo pagado por éste al
proveedor, quedando subsistente su acción para obtener la reparación de los
perjuicios que haya sufrido.
El plazo mínimo de 30 días hábiles es el de garantía legal, pero nada impide que
se conceda un plazo mayor como garantía voluntaria del proveedor. En efecto,
según el Art. 41, inc. 1° LPC, el prestador de servicios, incluido el servicio de
reparación, estará obligado a señalar por escrito en la boleta, recibo u otro
documento, el plazo por el cual se hace responsable del servicio o reparación,
de manera que si ese plazo es mayor al término de 30 días hábiles de la garantía
legal de los servicios, prevalecerá el establecido por el proveedor.
De conformidad con lo establecido en el inc. final del Art. 41 LPC, para el ejercicio
de los derechos a que se refiere el párrafo 4°, “Normas especiales en materia
de prestación de servicios”, hay que estarse a lo previsto en el inc. final del Art.
21, es decir, en lo relativo a la forma de acreditar el acto o contrato para hacer
efectivo el reclamo.
d) Otras garantías.

Aparte de las situaciones establecidas en la LPC, en que el proveedor debe


responder de la garantía, en otros textos legales encontramos asimismo esta
obligación.
Por ejemplo, la Ley 19.472 sobre Construcciones de Inmuebles que reemplaza
el Art. 18 de la Ley General de Construcciones y Urbanismo: “Artículo 18.- El
propietario primer vendedor de una construcción será responsable por todos los
daños y perjuicios que provengan de fallas o defectos en ella, sea durante su
ejecución o después de terminada, sin perjuicio de su derecho a repetir en contra
de quienes sean responsables de las fallas o defectos de construcción que hayan
dado origen a los daños y perjuicios”.
“Los proyectistas serán responsables por los errores en que hayan incurrido, si
de éstos se han derivado daños o perjuicios”.
“Sin perjuicio de lo establecido en el N° 3 del artículo 2003 del Código Civil, los
constructores serán responsables por las fallas, errores o defectos en la
construcción, incluyendo las obras ejecutadas por subcontratistas y el uso de
materiales o insumos defectuosos, sin perjuicio de las acciones legales que
puedan interponer a su vez en contra de los proveedores, fabricantes y
subcontratistas”. “Las personas jurídicas serán solidariamente responsables con
el profesional competente que actúe por ellas como proyectista o constructor
respecto de los señalados daños y perjuicios”.
“El propietario primer vendedor estará obligado a incluir en la escritura pública
de compraventa, una nómina que contenga la individualización de los
proyectistas y constructores a quienes pueda asistir responsabilidad de acuerdo
al presente artículo. Tratándose de personas jurídicas deberá individualizarse a
sus representantes legales. Las condiciones ofrecidas en la publicidad se
entenderán incorporadas al contrato de compraventa. Los planos y las
especificaciones técnicas, definitivos, como asimismo el Libro de Obras a que se
refiere el artículo 143, se mantendrán en un archivo en la Dirección de Obras
Municipales a disposición de los interesados”.
“La responsabilidad civil a que se refiere este artículo, tratándose de personas
jurídicas que se hayan disuelto, se hará efectiva respecto de quienes eran sus
representantes legales a la fecha de celebración del contrato”.
“Las acciones para hacer efectivas las responsabilidades a que se refiere este
artículo prescribirán en los plazos que se señalan a continuación:
1. En el plazo de diez años, en el caso de fallas o defectos que afecten a la
estructura soportante del inmueble.
2. En el plazo de cinco años, cuando se trate de fallas o defectos de los
elementos constructivos o de las instalaciones.
3. En el plazo de tres años, si hubiesen fallas o defectos que afecten a
elementos de terminaciones o de acabado de las obras”.
“En los casos de fallas o defectos no incorporados expresamente en los
numerales anteriores o que no sean asimilables o equivalentes a los
mencionados en éstos, las acciones prescribirán en el plazo de cinco años.
Los plazos de prescripción se contarán desde la fecha de la recepción definitiva
de la obra por parte de la Dirección de Obras Municipales, con excepción del
señalado en el número 3, que se contará a partir de la fecha de la inscripción
del inmueble a nombre del comprador en el Conservador de Bienes Raíces
respectivo”.
Las causas a que da origen la aplicación del citado Art. 18 de la Ley General de
construcciones y Urbanización, se tramitan de acuerdo al procedimiento sumario
del CPC.

Responsabilidades
1.- Responsabilidad por omisión de servicio o por paralización.

La norma establecida en el Art. 25 LPC, contiene la prohibición al proveedor de


suspender, paralizar o dejar de prestar injustificadamente un servicio
previamente contratado, para disfrutar del cual previamente se hubiese pagado
un derecho de conexión, de instalación, de incorporación o de mantención. Un
ejemplo de estos servicios es el de televisión por cable.
El hecho de incurrir el proveedor en la prohibición trae aparejada su
responsabilidad y se le sanciona con una multa de 750 UTM.
Cuando el servicio que se suspendiere, paralizare o dejare de prestarse sin
justificación fuese el de agua potable, gas, alcantarillado, energía eléctrica,
teléfono o recolección de basura o elementos tóxicos, las empresas proveedoras
responsables son sancionadas con multas de hasta 1.500 UTM.
Ambos montos de multas fueron aumentados en modificación contenida en la
Ley 21. 081, publicada D.O. 13.09.2018
Finalmente, la norma del Art. 25 LPC, dispone que el proveedor no puede
efectuar cobro alguno por el servicio durante el tiempo que se encuentre
interrumpido y, en todo caso, estará obligado a descontar al consumidor el
precio del servicio en la proporción que corresponda.
Es necesario agregar que la citada Ley 21.081 de 2018 incorporó a la LPC el
artículo 25 A.- En los casos de suspensión, paralización o no prestación
injustificada de agua potable, gas, alcantarillado, energía eléctrica, teléfono o
recolección de basura o elementos tóxicos, el proveedor deberá indemnizar de
manera directa y automática al consumidor afectado, por cada día sin suministro,
con un monto equivalente a 10 veces el valor promedio diario de lo facturado en
el estado de cuenta anterior al de la respectiva suspensión, paralización o no
prestación del servicio. Dicho monto deberá descontarse del siguiente estado de
cuenta.
Se entenderá como un día sin suministro cada vez que el servicio haya sido
suspendido, paralizado o no prestado por 4 horas continuas o más dentro de un
período de 24 horas contado a partir del inicio del evento. En los demás casos,
el cálculo indicado anteriormente se hará de manera proporcional al tiempo de
la suspensión, paralización o no prestación del servicio.
Esta indemnización sólo tendrá lugar en aquellos casos en que las leyes
especiales respectivas no contemplen una indemnización mínima legalmente
tasada y se entenderá sin perjuicio del ejercicio por parte de los consumidores
del derecho contenido en la letra e) del inciso primero del artículo 3 (derecho a
la reparación e indemnización adecuada y oportuna de todos los daños
materiales y morales en caso de incumplimiento de cualquiera de las
obligaciones contraídas por el proveedor, y el deber de accionar de acuerdo a
los medios que la ley le franquea). Con todo, en la determinación de esto último
se tomará en consideración lo obtenido por el consumidor por aplicación del
presente artículo.

2.- Responsabilidad por sobreventa de entradas o sobrecupos de


transporte.
Se encuentra prevista en el Art. 23 de la LPC, y afecta a los organizadores de
espectáculos públicos, incluidos los artísticos y deportivos, que vendan una
cantidad de entradas que supere la capacidad del recinto de que se trate. Se
justifica la existencia de este caso de responsabilidad, toda vez que la realización
de espectáculos públicos, artísticos o deportivos atrae a multitudes y el hecho
de vender más entradas que la capacidad del local en que se desarrolla comporta
un grave riesgo para las personas que asisten a dichos espectáculos, como ha
quedado demostrado en la práctica con numerosos accidentes ocurridos por tal
razón, donde ha habido que lamentar incluso pérdida de vidas humanas. La
sanción por incurrir en esta hipótesis de responsabilidad consiste en una multa
de 2.250
Por las razones ya indicadas, la misma responsabilidad y sanción corresponden
a prestadores de servicios de transporte de pasajeros, con excepción del
transporte aéreo, que vendan sobrecupos.
En caso de denegación de embarque por sobreventa de pasajes aéreos, los
proveedores deberán informar por escrito a los consumidores, en el mismo
momento de la denegación y antes de adoptar una medida compensatoria:

a) Los derechos del pasajero afectado por la denegación y las razones


objetivas que justifican la adopción de dicha medida.
b) Las indemnizaciones, compensaciones y mitigaciones que consagran las
leyes para tales efectos y la forma en que el proveedor cumplirá con estos
deberes.
c) Los mecanismos de denuncias y reclamos de que disponen los
consumidores frente a los incumplimientos de estos deberes, ante la empresa y
ante el Servicio Nacional del Consumidor, así como los tribunales competentes
donde ejercer las acciones judiciales que correspondan.
d) Las multas por las infracciones de esta disposición.
e) Todas aquellas medidas y derechos que los proveedores consideren
oportuno y adecuado informar.

En caso de que el consumidor opte por la restitución del dinero, o que se


deba pagar multas o compensaciones, se procederá al pago en la forma más
expedita posible, en un plazo máximo de diez días hábiles contado desde la
denegación del embarque. El consumidor siempre tendrá la opción de recibir
dichos montos a lo menos en dinero efectivo o por medio de transferencia
bancaria electrónica.

3.- Responsabilidad por la seguridad en el consumo.

Los consumidores están expuestos a riesgos en su integridad física y en la salud,


como consecuencia de la adquisición de un producto o de la prestación de un
servicio.
Según el Art. 44 LPC, las reglas que ella contempla sobre seguridad de los
productos y servicios sólo se aplican en lo no previsto por las normas especiales
que regulan la provisión de determinados bienes o servicios.
El derecho del consumidor a la seguridad en el consumo está resguardado por
los Arts. 45 a 49 LPC, que contienen disposiciones destinadas a garantizar que
todo producto o servicio que se ofrezca en el mercado debe estar libre de riesgos
para la salud y la integridad de las personas, al tiempo de su adquisición y en lo
futuro, y, que, asimismo, no implique peligro para la seguridad de otros bienes.
De conformidad con lo establecido en el Art. 45 LPC, en caso de productos cuyo
uso resulte potencialmente peligroso para la salud o integridad física de los
consumidores o para la seguridad de sus bienes, el proveedor debe incorporar
en los mismos, o en los instructivos anexos, las advertencias e indicaciones
necesarias para que su empleo se realice con la mayor seguridad posible.
Tratándose de la prestación de servicios riesgosos, según el Art. 45 inc. 2º LPC,
el proveedor debe adoptar las medidas que resulten necesarias para que aquélla
se realice en condiciones adecuadas de seguridad, informando al usuario y a
quienes pudieran verse afectados por tales riesgos de las medidas preventivas
que hayan de observarse.
Si el proveedor no cumple las obligaciones sobre seguridad en el consumo o en
la prestación de servicios contenidas en la norma legal recién citada, se le
sanciona con multa hasta de 2.250 UTM.

4.- Responsabilidad del fabricante.

De acuerdo con lo establecido en el Art. 46 LPC, el fabricante, importador o


distribuidor de bienes o prestador de servicios que, luego de introducidos los
bienes o servicios al mercado, se percata de la existencia de peligros o riesgos
no previstos oportunamente, debe ponerlos en conocimiento de las autoridades
competentes, sin demora, a fin de que ellas adopten las medidas preventivas o
correctivas que correspondan, sin perjuicio de cumplir con la obligación de
advertir a los consumidores, Art. 46 LPC.
Cuando se declara judicialmente o se determina por la autoridad competente la
peligrosidad de un producto o servicio, o su toxicidad en niveles considerados
como nocivos para la salud o seguridad de las personas, los daños o perjuicios
que de su consumo provengan serán de cargo, solidariamente, del productor,
importador y primer distribuidor o del prestador del servicio, en su caso.
En todo caso, se exime de esta responsabilidad quien provea los bienes o
preste los servicios cumpliendo con las medidas de
prevención legal o reglamentariamente establecidas y los demás
cuidados y diligencias que exija la naturaleza de los bienes o servicios de que
se trate.
En el evento que un bien se declare peligroso judicialmente o por la autoridad
competente, el proveedor debe substituirlo, a su costo, por otro inocuo, de
utilidad análoga y de valor equivalente. Si no es posible efectuar el cambio, el
proveedor debe restituir al consumidor lo que hubiere pagado por dicho bien,
contra su devolución en el estado en que se encuentre.
El Art. 46 LPC es el único precepto que no hace responsable al proveedor, sino
que traslada el deber de seguridad en el consumo y la responsabilidad hacia el
fabricante, el importador o distribuidor de bienes o prestador de servicios, sin
establecer expresamente una orden para dirigirse en contra de ellos y sin
disponer que se trata de una responsabilidad solidaria, de manera que el
perjudicado debe elegir al sujeto contra el cual intentar su acción.

Sanción por incumplimiento de reglas de seguridad en el consumo.

Art. 49 LPC, El incumplimiento de las obligaciones relativas a la seguridad en el


consumo sujeta al responsable a las sanciones contravencionales
correspondientes y lo obligará al pago de las indemnizaciones por los daños y
perjuicios que se ocasionen, no obstante la pena aplicable en caso de que los
hechos sean constitutivos de delito.
Además, la ley autoriza al juez, en todo caso, para disponer el retiro del mercado
de los bienes respectivos, siempre que conste en el proceso, por informes
técnicos, que se trata de productos peligrosos para la salud o seguridad de las
personas, u ordenar el decomiso de los mismos si sus características riesgosas
o peligrosas no son subsanables.
Las reglas sobre seguridad en el consumo, contempladas en la LPC, constituyen
una innovación en nuestro derecho, porque con anterioridad a ellas sólo existían
reglas aplicables a ciertos productos específicos.

Los contratos de adhesión y las cláusulas abusivas.

Los contratos con cláusulas predispuestas por los empresarios y sujetos a


condiciones generales surgieron de las necesidades propias de la actividad
económica, caracterizada por el volumen de las transacciones y la velocidad de
circulación de bienes y servicios durante la era industrial y sobre todo en la
posindustrial. Con ello aparece el problema de dar una explicación a cerca de la
nueva clase de contratación, en la que “una de las partes propone o, más bien,
impone ciertas condiciones generales que forman el contenido predispuesto
del contrato, a las cuales la otra parte se limita simplemente a adherir”.

Por su parte, el artículo 3º de la Directiva europea Nº 13/93, de 5 de abril de


1993, considera abusivas las cláusulas contractuales que no se hayan negociado
individualmente si, pese a las exigencias de la buena fe, causan en detrimento
del consumidor un desequilibrio importante entre los derechos y obligaciones
que se deriven del contrato.
En los contratos de adhesión es donde se insertan con frecuencia las cláusulas
abusivas.

En nuestra LPC (Art. 1 Nº 6) se define el contrato de adhesión como “Aquel


cuyas cláusulas han sido propuestas unilateralmente por el proveedor
sin que el consumidor, para celebrarlo, pueda alterar su contenido.”
Lo característico del contrato de adhesión es que su contenido está formado por
condiciones generales que previamente han sido redactadas y escrituradas por
el predisponerte y a las cuales simplemente adhiere la otra parte, sin que tenga
derecho a elaborarlas negociarlas, estipularlas ni alterarlas, por lo que se le
denomina adherente. En un contrato de adhesión no existe la etapa de discusión
o negociación previa, sino que se expresa la voluntad para convenirlo o no, pero
no en relación con el contenido de sus estipulaciones. Así ocurre en los siguientes
contratos, que constituyen casos típicos de esta clase: transporte terrestre,
marítimo y aéreo, contratos de pasaje, contratos de cuentas corriente bancarias,
contrato de apertura de de crédito simple y para uso de tarjetas de crédito. Sin
duda que las partes de un contrato de adhesión no tienen el mismo poder
económico frente a la celebración del contrato. Aquella parte que es la dueña de
los bienes o que cuenta con los medios para prestar un cierto servicio, llamada
predisponerte, proponente o estipulante, es la que elabora redacta y escritura
las reglas del contenido del contrato y las condiciones generales, que luego se
imponen a la otra parte, que es la que carece de los bienes y quiere adquirirlos
o requiere del servicio de que se trata, llamada adherente, porque queda
sustraída de toda negociación y limita tan solo a adherir o no.
El ordenamiento jurídico nacional, junto con definir en la LPC qué se entiende
por contrato de adhesión, enumera y sanciona las cláusulas abusivas en el
Párrafo 4º,
bajo el epígrafe “Normas de equidad en las estipulaciones y en el cumplimiento
de
los contratos de adhesión” Artículo 16 y siguientes de la LPC.
Nuestro legislador ha seguido la tendencia imperante en esta materia, además,
llenó un vacío existente en nuestro ordenamiento jurídico, en el cual no existía
una definición de contrato de adhesión ni un tratamiento de cláusulas abusivas.
Sin embargo, la solución no es completa si consideramos que las normas de
equidad en las estipulaciones y en el cumplimiento de los contratos de adhesión
sólo se aplican en el dominio de la LPC, cuando el contrato se ha celebrado entre
un predisponerte que es jurídicamente un proveedor y un adherente que tenga
la calidad legal de consumidor, conforme el Art. 2 de la Ley. Si la parte adherente
en el contrato no es un consumidor, sino que otro proveedor, empresario o
comerciante, no podría invocar la normativa de protección contenida en la LPC.

I.- Requisitos de los contratos de adhesión.

Al igual que en toda clase de contratos, es posible distinguir en los contratos de


adhesión condiciones formales y de fondo.
Los requisitos de forma consisten en que el contrato, por lo general, es escrito,
en el documento que lo contiene figuran condiciones generales o una referencia
expresa a otro documento donde ellas están establecidas y las condiciones
generales están redactadas en el idioma del país de que se trata, en forma legible
y comprensible.
La LPC chilena recoge los requisitos de forma de los contratos de adhesión que
quedan sometidas a ella y particularmente las exigencias de legibilidad, de idioma
y de firmas. Así, el Art. 17 dispone: “Los contratos de adhesión relativos a las
actividades regidas por la presente ley deberán estar escritos de modo
claramente legible, con un tamaño de letra no inferior a 2,5 milímetros y en
idioma castellano, salvo aquellas palabras de otro idioma que el uso haya
incorporado al léxico. Las cláusulas que no cumplan con dichos requisitos no
producirán efecto alguno respecto del consumidor.”
Con todo, el requisito del idioma puede ser renunciado por el consumidor al tenor
del inciso 3º del Art. 17 LPC, que dispone: “No obstante lo previsto en el inciso
primero, tendrán validez los contratos redactados en idioma distinto del
castellano cuando el consumidor lo acepte expresamente, mediante su firma
en un documento escrito en idioma castellano anexo al contrato, y quede en
su poder un ejemplar del contrato en castellano, al que se estará, en caso de
dudas, para todos los efectos legales.”
La exigencia de la firma fluye del inciso final del Art. 17 al señalar: “ Tan pronto
el consumidor firme el contrato, el proveedor deberá entregarle un ejemplar
íntegro suscrito por todas las partes. Si no fuese posible hacerlo en el acto
por carecer de alguna firma, entregará de inmediato una copia al consumidor
con la constancia de ser fiel al original suscrito por éste. La copia así entregada
se tendrá por el texto fidedigno de lo pactado, para todos los efectos legales.”
Incorporó la ley 21.398 el siguiente texto al Art. 17: “Asimismo, los contratos a
que se refiere este artículo deberán adaptarse con el fin de garantizar su
comprensión a las personas con discapacidad visual o auditiva. Las cláusulas
que no cumplan con dichos requisitos no producirán efecto alguno respecto
del consumidor.”

Debemos mencionar, además, que la Ley 20.555, agregó los artículos 17 A a


17 L, los que fueron agregados dentro de la contingencia del caso La Polar,
incorporando nuevos derechos a los consumidores que celebran un contrato
de adhesión. Esta nueva normativa introducida por la mencionada Ley
contempla los siguientes derechos:
1.- Los proveedores de bienes y servicios cuyas condiciones estén expresadas
en contratos de adhesión deberán informar en términos simples el cobro de
bienes y servicios ya prestados, entendiendo por ello que la presentación de esta
información debe permitir al consumidor verificar si el cobro efectuado se ajusta
a las condiciones y a los precios, cargos, costos, tarifas y comisiones descritos
en el contrato. Además, toda promoción de dichos bienes y servicios indicará
siempre el costo total de la misma.

2.- Los contratos de adhesión de servicios crediticios, de seguros y, en general,


de cualquier producto financiero, elaborados por bancos e instituciones
financieras o por sociedades de apoyo a su giro, establecimientos comerciales,
compañías de seguros, cajas de compensación, cooperativas de ahorro y crédito,
y toda persona natural o jurídica proveedora de dichos servicios o productos,
deberán especificar como mínimo, con el objeto de promover su simplicidad y
transparencia, lo siguiente:

a) Un desglose pormenorizado de todos los cargos, comisiones, costos y


tarifas que expliquen el valor efectivo de los servicios prestados, incluso aquellos
cargos, comisiones, costos y tarifas asociados que no forman parte directamente
del precio o que corresponden a otros productos contratados simultáneamente
y, en su caso, las exenciones de cobro que correspondan a promociones o
incentivos por uso de los servicios y productos financieros.

b) Las causales que darán lugar al término anticipado del contrato por parte
del prestador, el plazo razonable en que se hará efectivo dicho término y el
medio por el cual se comunicará al consumidor.

c) La duración del contrato o su carácter de indefinido o renovable


automáticamente, las causales, si las hubiere, que pudieren dar lugar a su
término anticipado por la sola voluntad del consumidor, con sus respectivos
plazos de aviso previo y cualquier costo por término o pago anticipado total o
parcial que ello le represente.
d) Sin perjuicio de lo establecido en el inciso primero del artículo 17 H, en el
caso de que se contraten varios productos o servicios simultáneamente, o que
el producto o servicio principal conlleve la contratación de otros productos o
servicios conexos, deberá insertarse un anexo en que se identifiquen cada uno
de los productos o servicios, estipulándose claramente cuáles son obligatorios
por ley y cuáles voluntarios, debiendo ser aprobados expresa y separadamente
cada uno de dichos productos y servicios conexos por el consumidor mediante
su firma en el mismo.

e) Si la institución cuenta con un servicio de atención al cliente que atienda


las consultas y reclamos de los consumidores y señalar en un anexo los requisitos
y procedimientos para acceder a dichos servicios.
f) Si el contrato cuenta o no con sello SERNAC vigente conforme a lo
establecido en el artículo 55 de la Ley de Protección al Consumidor.

g) La existencia de mandatos otorgados en virtud del contrato o a


consecuencia de éste, sus finalidades y los mecanismos mediante los cuales se
rendirá cuenta de su gestión al consumidor. Se prohíben los mandatos en blanco
y los que no admitan su revocación por el consumidor.
h) Estos proveedores deberán informar, además, en términos simples, los
medios físicos y tecnológicos a través de los cuales los consumidores podrán
ejercer sus derechos y la forma de término del contrato, cuando corresponda,
según lo establecido en él y en la normativa aplicable. (Ley 21.398)
Los contratos que consideren cargos, comisiones, costos o tarifas por uso,
mantención u otros fines deberán especificar claramente sus montos,
periodicidad y mecanismos de reajuste. Estos últimos deberán basarse siempre
en condiciones objetivas que no dependan del solo criterio del proveedor y que
sean directamente verificables por el consumidor. De cualquier forma, los valores
aplicables deberán ser comunicados al consumidor con treinta días hábiles de
anticipación, al menos, respecto de su entrada en vigencia.
En caso de que los proveedores de bienes y servicios incumplan lo dispuesto en
el inciso anterior, el consumidor sólo quedará obligado a aquello que se le
informó en el contrato de adhesión en el momento de aceptar los términos y
condiciones de los bienes o servicios contratados.

3.- Los contratos de adhesión de productos y servicios financieros deberán


contener al inicio una hoja con un resumen estandarizado de sus principales
cláusulas y los proveedores deberán incluir esta hoja en sus cotizaciones, para
facilitar su comparación por los consumidores. Cabe señalar que se regulará
mediante reglamento el contenido y formato de esta hoja resumen.
4.- Los proveedores de servicios financieros pactados por contratos de adhesión
deberán comunicar periódicamente, y dentro del plazo máximo de tres días
hábiles cuando lo solicite el consumidor, la información referente al servicio
prestado que le permita conocer:
- El precio total ya cobrado por los servicios contratados,
- El costo total que implica poner término al contrato antes de la fecha de
expiración originalmente pactada,
- El valor total del servicio,
- La carga anual equivalente, si corresponde, y
- Demás información relevante que determine el reglamento sobre las
condiciones del servicio contratado.

Los proveedores no podrán efectuar cambios en los precios, tasas, cargos,


comisiones, costos y tarifas de un producto o servicio financiero, con ocasión de
la renovación, restitución o reposición del soporte físico necesario para el uso
del producto o servicio cuyo contrato se encuentre vigente. En ningún caso
dichas renovación, restitución o reposición podrán condicionarse a la celebración
de un nuevo contrato.
Los consumidores tendrán derecho a poner término anticipado a uno o más
servicios financieros por su sola voluntad y siempre que extingan totalmente las
obligaciones con el proveedor asociadas al o los servicios específicos que el
consumidor decide terminar, incluido el costo por término o pago anticipado
determinado en el contrato de adhesión.
Los proveedores de créditos no podrán retrasar el término de contratos de
crédito, su pago anticipado o cualquier otra gestión solicitada por el consumidor
que tenga por objeto poner fin a la relación contractual entre éste y la entidad
que provee dichos créditos. Se considerará retraso cualquier demora superior a
diez días hábiles una vez extinguidas totalmente las obligaciones con el
proveedor asociadas al o los servicios específicos que el consumidor decide
terminar, incluido el costo por término o pago anticipado determinado en el
contrato de adhesión. Asimismo, los proveedores estarán obligados a entregar,
dentro del plazo de diez días hábiles, a los consumidores que así lo soliciten, los
certificados y antecedentes que sean necesarios para renegociar los créditos que
tuvieran contratados con dicha entidad.
En el caso de los créditos hipotecarios, en cualquiera de sus modalidades, no
podrá incluirse en el contrato de mutuo otra hipoteca que no sea la que cauciona
el crédito que se contrata, salvo solicitud escrita del deudor efectuada por
cualquier medio físico o tecnológico. Extinguidas totalmente las obligaciones
caucionadas con hipotecas, el proveedor del crédito procederá a otorgar la
escritura de cancelación de la o las hipotecas, dentro del plazo de quince días
hábiles.
Los proveedores de créditos que ofrezcan la modalidad de pago automático de
cuenta o de transferencia electrónica no podrán restringir esta oferta a que dicho
medio electrónico o automático sea de su misma institución, debiendo permitir
que el convenio de pago automático o transferencia pueda ser realizado también
por una institución distinta.

5.- El consumidor afectado podrá solicitar la nulidad de una o varias cláusulas o


estipulaciones que infrinjan el artículo 17 B. Esta nulidad podrá declararse por el
juez en caso de que el contrato pueda subsistir con las restantes cláusulas o, en
su defecto, el juez podrá ordenar la adecuación de las cláusulas
correspondientes, sin perjuicio de la indemnización que pudiere determinar a
favor del consumidor.
Esta nulidad sólo podrá invocarse por el consumidor afectado.

6.- Los proveedores de servicios o productos financieros y de seguros al público


en general, no podrán enviar productos o contratos representativos de ellos que
no hayan sido solicitados, al domicilio o lugar de trabajo del consumidor.

7.- Los proveedores deberán informar la carga anual equivalente en toda


publicidad de operaciones de crédito en que se informe una cuota o tasa de
interés de referencia y que se realice por cualquier medio masivo o individual.
En todo caso, deberán otorgar a la publicidad de la carga anual un tratamiento
similar a la de la cuota o tasa de interés de referencia, en cuanto a tipografía de
la gráfica, extensión, ubicación, duración, dicción, repeticiones y nivel de
audición.

8.- Los proveedores de productos o servicios financieros no podrán ofrecer o


vender productos o servicios de manera atada. Se entiende que un producto o
servicio financiero es vendido en forma atada si el proveedor:
a) Impone o condiciona al consumidor la contratación de otros productos o
servicios adicionales, especiales o conexos, y

b) No lo tiene disponible para ser contratado en forma separada cuando se


puede contratar de esa manera con otros proveedores, o teniéndolos disponibles
de esta forma, esto signifique adquirirlo en condiciones arbitrariamente
discriminatorias.

El proveedor de productos o servicios financieros no podrá restringir o


condicionar que la compra de bienes o servicios de consumo se realice
exclusivamente con un medio de pago administrado u operado por el mismo
proveedor, por una empresa relacionada o una sociedad de apoyo al giro. Lo
anterior es sin perjuicio del derecho del proveedor a ofrecer descuentos o
beneficios adicionales asociados exclusivamente a un medio de pago
administrado u operado por cualquiera de los sujetos señalados.

9.- Cuando el consumidor haya otorgado un mandato, una autorización o


cualquier otro acto jurídico para que se pague automáticamente el todo o parte
del saldo de su cuenta, su crédito o su tarjeta de crédito, podrá dejar sin efecto
dicho mandato, autorización o acto jurídico en cualquier tiempo, sin más
formalidades que aquellas que haya debido cumplir para otorgar el acto jurídico
que está revocando.
10.- Los proveedores de productos o servicios financieros deberán elaborar y
disponer, para cada persona natural que se obliga como avalista o como fiador
o codeudor solidario de un consumidor, un documento o ficha explicativa sobre
el rol de avalista, fiador o codeudor solidario, según sea el caso, que deberá ser
firmado por ella. Este folleto deberá explicar en forma simple:
a) Los deberes y responsabilidades en que está incurriendo el avalista, fiador
o codeudor solidario, según corresponda, incluyendo el monto que debería
pagar.
b) Los medios de cobranza que se utilizarán para requerirle el pago, en su
caso.
c) Los fundamentos y las consecuencias de las autorizaciones o mandatos
que otorgue a la entidad financiera.

El incumplimiento por parte de un proveedor de lo dispuesto en los artículos 17


B a 17 J y de los reglamentos dictados para la ejecución de estas normas, que
afecte a uno o más consumidores, será sancionado como una sola infracción,
con multa de hasta 1500 UTM.

Los proveedores de servicios o productos financieros que entreguen la


información que se exige en esta ley de manera que induzca a error al
consumidor o mediante publicidad engañosa, sin la cual no se hubiere
contratado el servicio o producto, serán sancionados con las multas previstas en
el artículo 24 en sus respectivos casos, sin perjuicio de las indemnizaciones que
pueda determinar el juez competente de acuerdo a la presente ley.
La Ley 21.398 introdujo, además; “Antes de la celebración de una operación de
crédito de dinero, los proveedores deberán analizar la solvencia económica del
consumidor para poder cumplir las obligaciones que de ella se originen, sobre la
base de información suficiente obtenida a través de medios oficiales destinados
a tal fin, y deberán informarle el resultado de dicho análisis. Asimismo, el
proveedor deberá entregar al consumidor la información específica de la
operación de que se trate. Con todo, en las instituciones de educación superior
no podrá ofrecerse la celebración de contratos de operación de crédito de dinero,
que no tengan relación con el financiamiento de contratos de prestación de
servicios educacionales.”

Tratándose de los requisitos de fondo del contrato de adhesión, ellos conciernen


al contenido de las estipulaciones condiciones generales, y es allí donde
aparecen las cláusulas abusivas que el legislador sanciona generalmente con
nulidad parcial o total.

II.- Las cláusulas abusivas en la legislación nacional.


Antes de la promulgación de la Ley 19.496, que establece la protección de los
derechos del consumidor, el problema de la contratación bajo condiciones
generales y cláusulas abusivas quedaba entregado a las normas contenidas en
el Código de Comercio y del Código Civil, que no contemplaban reglas especiales
de protección para los consumidores.
Actualmente, nuestra LPC declara en el Art. 16 que no tienen efecto alguno las
cláusulas abusivas contenidas en los contratos de adhesión. Esta norma
representa una defensa efectiva del consumidor, cuando constituye la parte
adherente que ha celebrado un contrato de esta naturaleza con un predisponerte
que tenga la calidad jurídica de proveedor.
El Art. 16 de la LPC en su letra g) dispone que no producirán efecto alguno en
los contratos de adhesión las cláusulas o estipulaciones que “En contra de las
exigencias de la buena fe, atendiendo para estos efectos a parámetros
objetivos, causen en perjuicio del consumidor, un desequilibrio importante en
los derechos y obligaciones que para las partes se deriven del contrato. Para
ello se atenderá a la finalidad del contrato y a las disposiciones especiales o
generales que lo rigen. Se presumirá que dichas cláusulas se encuentran
ajustadas a exigencias de la buena fe, si los contratos a que pertenecen han
sido revisados y autorizados por un órgano administrativo en ejecución de
sus facultades legales.”

1.- Análisis de las cláusulas abusivas.


Según el artículo 16 de la LPC, las cláusulas abusivas son las siguientes:
“a) Otorguen a una de las partes la facultad de dejar sin efecto o modificar a
su solo arbitrio el contrato o de suspender unilateralmente su ejecución, salvo
cuando ella se conceda al comprador en las modalidades de venta por correo,
a domicilio, por muestrario, usando medios audiovisuales, u otras análogas, y
sin perjuicio de las excepciones que las leyes contemplen.”
La cláusula alude a dos situaciones muy claras, una relativa a la posibilidad para
el predisponerte de dejar sin efecto o modificar por sí solo el contrato, y la otra
concerniente a la alternativa de suspender unilateralmente su ejecución. Sea
que contemple una u otra situación, es una cláusula abusiva, porque, en el
primer caso atenta contra la regla del derecho común, contenida en el artículo
1545 del código Civil, según la cual el contrato es una ley para ambos
contratantes, por lo que no puede modificarse o dejarse sin efecto sino por
consentimiento mutuo o por causas legales.
En el segundo caso no parece justo dejar a una parte la facultad de suspender
la ejecución del contrato, aunque existen algunas situaciones de excepción
propias del contrato de compraventa, como cuando la venta se efectúa por
correo, a domicilio, por muestrario, por medios audiovisuales u otros análogos.
Constituyen ejemplos de las cláusulas abusivas que analizamos los contratos de
adhesión de suministro de telefonía móvil o celular, en los que se puede estipular
que el proveedor podrá poner término al contrato mediante aviso dado con 30
días de anticipación. Sin embargo, el usuario no podrá poner término al contrato
antes de 2 años contado desde su celebración, a menos que pague una cuota
de liberación de elevado monto. Otro ejemplo es el caso de los contratos de
servicios turísticos, en los cuales la agencia de turismo queda autorizada para
cancelar el viaje sin expresión de causa, lo que no puede hacer el cliente, so
pena de perder lo que haya pagado por el viaje o por hacer la reserva.

“b) Establezcan incrementos de precio por servicios, accesorios,


financiamiento o recargos, salvo que dichos incrementos correspondan a
prestaciones adicionales
que sean susceptibles de ser aceptadas o rechazadas en cada
caso y estén consignadas por separado en forma específica.”
Se trata de una norma mediante la cual se resta eficacia a una estipulación que
pretende dejar en la voluntad del predisponerte la facultad de modificar el precio
del bien o del servicio objeto del contrato, porque a su fijación convienen ambas
partes y no puede ser alterado por una sola de ellas.
La regla legal alude a variaciones destinadas a incrementar el precio por
servicios, accesorios, financiamiento o recargos, que no tienen por fundamento
prestaciones accesorias o complementarias susceptibles de ser aceptadas o
rechazadas en cada caso por el adherente y que estén consignadas por separado
en forma específica en el contrato. Si el incremento de precio obedece a
prestaciones accesorias aceptadas por el adherente, que están estipuladas en
forma específica y separadamente del precio del bien o servicio objeto del
contrato, la cláusula tiene plena eficacia. Un ejemplo de esta cláusula abusiva
se presenta cuando el proveedor, actuando como predisponente, impone al
consumidor adherente que el precio de la venta sea pagadero a plazo, por el
recargo de los intereses del crédito.

“c) Pongan de cargo del consumidor los efectos de deficiencias, omisiones o


errores administrativos, cuando ellos no le sean imputables.”
Un ejemplo de esta cláusula abusiva se presenta en el contrato de adhesión que
impone multas o suspensión de suministro al adherente por el atraso en los
pagos, aun cuando la responsabilidad por el retardo no provenga de dicha parte,
sino del banco efectuó el pago, institución que demoró la transferencia de fondos
a la empresa que cobra el bien o servicio.

“d) Inviertan la carga de la prueba en perjuicio del consumidor.”


La cláusula abusiva en este caso viola la regla del Art. 1698 del código Civil sobre
el onus probandi, que hay que entender constituye una norma de orden público,
en cuanto a que logra establecer el equilibrio entre las partes ante la prueba de
la existencia de las obligaciones o la extinción de ellas. Por ejemplo, estamos
frente a esta situación cuando el contrato obliga al consumidor adherente al
suministro telefónico, a probar que él no ha hecho las llamadas de larga distancia
que la compañía predisponerte le cobra, lo que le deja en notable desventaja.
Según la disposición legal citada, incumbe a la empresa telefónica acreditar que
se hizo la llamada, porque ella alega la existencia de la obligación al pago.

“e) Contengan limitaciones absolutas de responsabilidad frente al consumidor


que puedan privar a éste de su derecho a resarcimiento frente a deficiencias
que afecten la utilidad o finalidad esencial del producto o servicio.”
Un ejemplo de este tipo de cláusula es la que imponen las lavanderías o
tintorerías, cuando advierten que no responderán por los deterioros que sufran
las prendas durante el lavado o el teñido. Otro tanto ocurre con las empresas de
TV- Cable cuando imponen al consumidor la renuncia de acciones por cualquier
daño que sufra el inmueble por la instalación del servicio.
Las limitaciones absolutas de responsabilidad conducen a la falta de aplicación
del régimen de responsabilidad y sólo tiene cabida cuando la ley,
excepcionalmente, las admite. Pues bien, en este caso tales limitaciones carecen
de todo valor, porque dejan al consumidor sin derecho a indemnización, por
defectos que afectan la utilidad de un bien o a la finalidad de un servicio.

“f) Incluyan espacios en blanco, que no hayan sido llenados o inutilizados


antes de que se suscriba el contrato.”
En verdad, más que una cláusula abusiva, en este caso se trata de un requisito
de forma, que debió sumarse a los de escrituración, idioma y firma, a que alude
el artículo 17 de la LPC.

“g) En contra de las exigencias de la buena fe, atendiendo para estos efectos
a parámetros objetivos, causen en perjuicio del consumidor, un desequilibrio
importante en los derechos y obligaciones que para las partes se deriven del
contrato. Para ello se atenderá a la finalidad del contrato y a las disposiciones
especiales o generales que lo rigen. Se presumirá que dichas cláusulas se
encuentran ajustadas a exigencias de la buena fe, si los contratos a que
pertenecen han sido revisados y autorizados por un órgano administrativo en
ejecución de sus facultades legales.”

Esta disposición permite al juez declarar abusiva y, por ende, no producirá efecto
alguno, la cláusula que en contra de las exigencias de la buena fe, apreciadas
según parámetros objetivos, cause, en perjuicio del consumidor, un desequilibrio
importante en los derechos y obligaciones que surgen para las partes del
contrato, atendiendo a la finalidad del contrato y a las normas especiales y
generales que lo disciplinan. Se presume que las cláusulas cumplen las
exigencias de la buena fe cuando los contratos en los cuales ellas se encuentran
estipuladas han sido revisados o autorizados por un órgano administrativo, en
ejercicio de sus facultades legales. Esta presunción legal en la práctica no tendrá
mayor aplicación toda vez que son muy pocos los casos en los cuales los
contratos de adhesión son revisados o autorizados por órganos de
administración del Estado en cumplimiento de sus atribuciones legales.

El inciso final del Art. 16, agregado por la reforma de la ley de 2004, señala: “En
todo contrato de adhesión en que se designe un árbitro, será obligatorio
incluir una cláusula que informe al consumidor de su derecho a recusarlo,
conforme a lo establecido en el inciso anterior. Lo que se entiende sin perjuicio
del derecho que tiene el consumidor de recurrir siempre ante el tribunal
competente.”
De conformidad con lo previsto en el Art. 16 A, “declarada la nulidad de una o
varias cláusulas o estipulaciones de un contrato de adhesión, por aplicación
de alguna de las normas del artículo 16, éste subsistirá con las restantes
cláusulas, a menos que por la naturaleza misma del contrato, o atendida la
intención original de los contratantes, ello no fuere posible. En este último
caso, el juez deberá declarar nulo, en su integridad, el acto o contrato sobre
el que recae la declaración.”
La existencia de cláusulas abusivas en los contratos de adhesión debe originar
precisamente la ineficacia de las mismas, pero no de todo el contrato en el que
ellas están contenidas, puesto que se trata de proteger al consumidor o usuario,
quien puede tener legítimo interés en perseverar en dicho contrato, con las
cláusulas restantes. Se trata pues de un caso de nulidad parcial, a menos que
por la naturaleza misma del contrato, o atendida la intención original de las
partes, deba declararse la nulidad total de dicho acto o contrato, procediendo el
juez a decidirlo de esta manera.
A mayor abundamiento, de acuerdo a la redacción del enunciado del Art. 16 LPC,
la nulidad sólo afecta a las cláusulas o estipulaciones abusivas que en él se
describen y no al contrato en general, cuando dice textualmente: “No
producirán
efecto alguno en los contratos de adhesión las cláusulas o estipulaciones
que…” Art. 16 B de la LPC, “El procedimiento a que se sujetará la tramitación
de las acciones tendientes a obtener la declaración de nulidad de cláusulas
contenidas en contratos de adhesión, será el contemplado en el Título IV de
la presente ley.” Finalmente, la ley 21.398 incorporó un Art. 16 C: “Las cláusulas
ambiguas de los contratos de adhesión se interpretarán en favor del
consumidor.
Cuando existan cláusulas contradictorias entre sí, prevalecerá aquella
cláusula o parte de ella que sea más favorable al consumidor.”

2.- Formación del consentimiento en los contratos electrónicos.


Contrato electrónico es “Aquel que se realiza mediante la utilización de algún
elemento electrónico cuando éste tiene o puede tener una incidencia real y
directa sobre la formación de la voluntad o el desarrollo de la interpretación
futura del acuerdo.”
El Art. 3º de la Ley Nº 19.799, de 12 de abril de 2002, sobre Documentos
electrónicos, Firma Electrónica y Servicios de Certificación de dicha Firma, en
aplicación del principio de equivalencia funcional que la orienta, da plena validez
a los actos y contratos celebrados por personas naturales o jurídicas a través de
medios electrónicos y suscritos con firma de igual naturaleza.
Por su parte, el Art. 12 A de la LPC, establece que: “En los contratos celebrados
por medios electrónicos, y en aquéllos en que se aceptare una oferta realizada
a través de catálogos, avisos o cualquiera otra forma de comunicación a
distancia, el consentimiento no se entenderá formado si el consumidor no ha
tenido previamente un acceso claro, comprensible e inequívoco de las
condiciones generales del mismo y la posibilidad de almacenarlos o
imprimirlos.” Tanto en el caso de los contratos celebrados por medios
electrónicos como en la situación de las ofertas hechas mediante catálogos o
avisos, se trata de contratos entre ausentes, de manera que parece lógico que el
consentimiento se forme teniendo en cuenta este aspecto.
Como una forma de proteger al consumidor o usuario que celebra estos
contratos, quien por lo general requiere de una mayor tutela que el consumidor
o usuario que actúa en el comercio tradicional, porque debe tener una
preparación mínima esencial para utilizar los medios electrónicos a través de los
cuales expresa su voluntad, el legislador chileno ha querido que el
consentimiento, como elemento de existencia del contrato, no se considere
formado sino cuando el consumidor haya tenido con antelación un acceso claro,
comprensible e inequívoco de las condiciones generales del mismo, como así
también la posibilidad de almacenar o imprimir dichas condiciones. La adecuada
protección del consumidor en el comercio electrónico exige que las páginas o
sitios web estén construidos de tal manera que no induzcan a error al sujeto que
los visita, en cuanto al procedimiento para contratar bienes o servicios, de tal
suerte que por el solo hecho de visitarlas, de “cliquear” o de “aceptar” quede
perfeccionado un contrato y por ende obligado el contratante, exigiéndose una
expresión clara de la voluntad del consumidor o usuario de contratar.
Concordante con lo señalado, el Inc. 3º del
Art. 12ª de la LPC dispone que “La sola visita del sitio de Internet en el cual se
ofrece el acceso a determinados servicios, no impone al consumidor obligación
alguna, a menos que haya aceptado en forma inequívoca las condiciones
ofrecidas por el proveedor.”
En el inc. Final del Art. 12 A de la LPC se dispone que “Una vez perfeccionado
el contrato, el proveedor estará obligado a enviar confirmación escrita del
mismo. Ésta podrá ser enviada por vía electrónica o por cualquier medio de
comunicación que garantice el debido y oportuno conocimiento del
consumidor, el que se le indicará previamente. Dicha confirmación deberá
contener una copia íntegra, clara y legible del contrato.”

No debemos olvidar que en los contratos celebrados por medios electrónicos que
en aquellos que en los que se ha recibido una oferta por catálogos, avisos o por
cualquier medio de la comunicación a distancia, se admite, según el Art. 3º bis
el derecho de retracto, que debe ejercitarse cumpliéndose las exigencias
establecidas en dicha norma.

Información y publicidad en el Derecho del Consumo.

I.- El deber de información.

Tanto la información como la publicidad permiten llevar a cabo un consumo


responsable, de ahí que todas las normativas que protegen los derechos de los
consumidores y usuarios establecen el deber de informarlos adecuadamente y
reglamentan los mensajes que los proveedores dirigen, a través de todos los
medios de comunicación, con el propósito de inducir a la adquisición de los
bienes o servicios que se ofrecen en el mercado. Aun cuando la publicidad forma
parte de la información en sentido amplio, vamos a analizar por separado las
normas relativas a la obligación de informar y las concernientes a la publicidad,
contenidas en la LPC.

1.- La obligación de informar y su extensión.


Numerosos preceptos de la legislación sobre la materia imponen la obligación
de informar sobre los precios, de rotular los productos, de informar sobre los
resultados de los concursos y sorteos, de informar acerca de productos
peligrosos y de proporcionar la información comercial básica a los consumidores.
La norma del Art. 30 de la LPC obliga a los proveedores a dar conocimiento al
público de los precios de los bienes que expendan o de los servicios que
ofrezcan, con excepción de los que por sus características deban regularse
convencionalmente.

a) Información del precio.


De conformidad con el Art. 30 inc. 2º de la LPC, el precio deberá indicarse de un
modo claramente visible que permita al consumidor, de manera efectiva, el
ejercicio de su derecho a elección, antes de formalizar o perfeccionar el acto de
consumo.
Agrega la disposición citada que de la misma manera se enunciarán las tarifas
de los establecimientos de prestación de servicios. En el caso que los bienes se
exhiban en vitrinas, anaqueles o estanterías, se deberá indicar allí sus
respectivos precios.
El monto del precio deberá comprender el valor total del bien o servicio, incluidos
los impuestos correspondientes. Antes de que se formulara esta exigencia legal,
era una mala práctica comercial la de señalar los precios de los productos o de
los servicios sin incluir el IVA, para inducir a error al consumidor y al mismo
tiempo hacer una competencia desleal.
La ley 20.555, agregó, que, esta información (precio e impuesto respectivo)
deberá ser indicada en los sitios de Internet en que los proveedores exhiban los
bienes o servicios que ofrezcan y que cumplan con las condiciones que determine
el reglamento.
Cuando el consumidor no pueda conocer por sí mismo el precio de los productos
que desea adquirir, los establecimientos comerciales deberán mantener una lista
de sus precios a disposición del público, de manera permanente y visible.
Por su parte, el Art. 18 de la LPC establece que “Constituye infracción a las
normas de la presente ley el cobro de un precio superior al exhibido,
informado o publicitado.” En consecuencia, el proveedor debe respetar el
precio que ha exhibido o informado, según el Art. 30 de la misma ley, como así
también el precio que ha publicitado, conforme el Art. 18, ya citado.
Tratándose del proveedor que vende a crédito, el Art. 37 LPC lo obliga a poner
a disposición del consumidor las siguientes informaciones:
a) El precio al contado del bien o servicio de que se trate, el que deberá
expresarse en tamaño igual o mayor que la información acerca del monto de las
cuotas a que se refiere la letra d);
b) La tasa de interés que se aplique sobre los saldos de precio
correspondientes, la que deberá quedar registrada en la boleta o en el
comprobante de cada transacción;
c) El monto de los siguientes importes, distintos a la tasa de interés:
1. Impuestos correspondientes a la respectiva operación de crédito.
2. Gastos notariales.
3. Gastos inherentes a los bienes recibidos en garantía.
4. Seguros expresamente aceptados por el consumidor.
5. Cualquier otro importe permitido por ley;
d) Las alternativas de monto y número de pagos a efectuar y su periodicidad;
e) El monto total a pagar por el consumidor en cada alternativa de crédito,
correspondiendo dicho monto a la suma de cuotas a pagar, y
f) La tasa de interés moratorio en caso de incumplimiento y el sistema de
cálculo de los gastos que genere la cobranza extrajudicial de los créditos
impagos, incluidos los honorarios que correspondan, y las modalidades y
procedimientos de dicha cobranza.
g) Los efectos del incumplimiento del crédito concedido y los efectos
procesales del ejercicio de la acción ejecutiva en los casos que corresponda,
tales como el embargo, el retiro y remate de bienes, entre otros, de conformidad
al reglamento. Estas exigencias tienden no solo a lograr que la información al
consumidor sea más completa, sino que también no deje lugar a dudas, sobre
todo en lo relativo a los intereses de los saldos de precios, intereses moratorios
en caso de incumplimiento, gastos de cobranza extrajudicial, etc., todo lo cual
se había prestado a un considerable número de abusos por parte de los
proveedores y que habían sido denunciados a través de los medios de
comunicación social. Al incluir esta normativa en la modificación de 2004 se da
una respuesta oportuna y efectiva del legislador en orden a poner fin a estas
situaciones de abuso o para aminorar su ocurrencia. La solución definitiva a los
abusos relativos al cobro de tasas de interés que exceden el interés máximo
permitido estipular según la Ley 18.010, por el uso de tarjetas de crédito
emitidas por casas comerciales, sólo se puede lograr facultando a la
Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras para que se encargue
de la fiscalización de ellas.

b) Información mediante la rotulación de los bienes.


El Reglamento de Rotulación de Productos Alimenticios Envasados, contenido en
el Decreto Supremo Nº 297, del Ministerio de Economía, fomento y
Reconstrucción, de fecha 29 de julio de 1992, modificado por D.S. Nº 682, de
19 de noviembre de 1993, publicado en el D.O. de 27 de diciembre del mismo
año, define el rótulo señalando que se trata del “membrete, etiqueta, marca,
imagen u otras marcas descriptivas o gráficas, que se haya inscrito, impreso,
estorcido, marcado en relieve o en heco grabado o adherido al envase de un
alimento”.
Además, el aludido reglamento indica que “por rotulación se entiende el
conjunto de inscripciones, leyendas o ilustraciones contenidas en el rótulo que
informan acerca de las características de un producto alimenticio”.
La normativa sobre protección de los derechos del consumidor en nuestro medio
no impone expresamente la obligación de rotular, ella proviene del Reglamento
de Rotulación de Productos Alimenticios Envasados, citado precedentemente,
que en sus artículos 1 y 2 establece en general dicha obligación y en sus artículos
7, 10, 11, y 12 se encarga de regular exigencias de uso del idioma castellano,
de claridad en el uso de palabras e ilustraciones y que la información contenida
en los rótulos debe ser susceptible de comprobación. Además, existe el
Reglamento de Rotulación y Símbolos para el cuidado de textiles y vestuarios,
contenido en el D.S. Nº 26, del Ministerio de Economía, Fomento y
Reconstrucción, de fecha 22 de marzo de 1989, modificado por el D.S. Nº 236,
del mismo Ministerio, de fecha 22 de octubre del mismo año, que contempla
exigencias específicas para este tipo de productos.
El Art. 29 de la LPC se limita solamente a sancionar con multa de 5 a 50 UTM,
al fabricante o proveedor que estando obligado a rotular los bienes y servicios
que produzca, expenda o preste, no lo hiciere, o faltare a la verdad en la
rotulación.

Por otra parte, el Art. 33 LPC establece que la información que se consigne en
los productos, etiquetas, envases, empaques o en la publicidad y difusión de los
bienes y servicios deberá ser susceptible de comprobación y no contendrá
expresiones que induzcan a error o engaño al consumidor.

c) Información sobre resultados de concursos o sorteos.

La obligación de suministrar esta clase de información está consignada en el Art.


36 LPC, a propósito de la regulación de las promociones y sorteos. La norma
impone al anunciante el deber de difundir adecuadamente los resultados de los
concursos o sorteos.
Este deber legal de información nos parece adecuado que haya sido objeto de
norma expresa, sobre todo si se piensa que las promociones y sorteos se
emplean con demasiada frecuencia en la práctica mercantil para determinar a
las personas al consumo de bienes y servicios.

d) Información acerca de productos potencialmente peligrosos.


Tuvimos oportunidad de referirnos a este aspecto al tratar de la seguridad en el
consumo. El Art. 45 LPC establece que tratándose de productos cuyo uso resulte
potencialmente peligroso para la salud o integridad física de los consumidores o
para la seguridad de sus bienes, el proveedor deberá incorporar en los mismos,
o en instructivos anexos en idioma español, las advertencias e indicaciones
necesarias para que su empleo se efectúe con la mayor seguridad posible.
En el caso de la prestación de servicios riesgosos, deberán adoptarse por el
proveedor las medidas que resulten necesarias para que aquélla se realice en
adecuadas condiciones de seguridad, informando al usuario y a quienes pudieren
verse afectados por tales riesgos de las providencias preventivas que deban
observarse.
El incumplimiento de las obligaciones establecidas en los dos incisos precedentes
será sancionado con multa de hasta 2.250 unidades tributarias mensuales,
conforme modificación legal de 13 de septiembre de 2018.
e) Información comercial básica.

De conformidad con el Art. 1 Nº 3 LPC, la información comercial básica está


constituida por los datos, instructivos, antecedentes o indicaciones que el
proveedor debe suministrar obligatoriamente al público consumidor, en
cumplimiento de una norma jurídica.
Según la redacción de la norma modificada en 2004, cuando se trata de
proveedores que reciben bienes en consignación para su venta, éstos deben
agregar a la información básica comercial los antecedentes relativos a su
información financiera, incluidos los estados financieros cuando corresponda.
En la venta de bienes y prestación de servicios se considera información
comercial básica, además de lo que dispongan otras normas legales o
reglamentarias, la identificación del bien o servicio que se ofrece al consumidor.
Se exceptúan de la exigencia anterior los bienes ofrecidos a granel así como
también los instructivos de uso y los términos de la garantía.
La información comercial básica debe ser proporcionada al público por medios
que aseguren un acceso claro, expedito y oportuno. Respecto de los instructivos
de uso de los bienes y servicios cuyo uso normal represente un riesgo para la
integridad y seguridad de las personas, es obligatoria su entrega al consumidor
conjuntamente con los bienes y servicios a que accedan.
Por su parte el Art. 32 LPC exige que la información básica comercial de los
servicios y de los productos de fabricación nacional o de procedencia extranjera,
así como su identificación, instructivos de uso y garantías, y la difusión que de
ellos se haga, deberán efectuarse en idioma castellano, en términos
comprensibles y legibles en moneda de curso legal, y conforme al sistema
general de pesos y medidas aplicables en el país, sin perjuicio de que el
proveedor o anunciante pueda incluir, adicionalmente, esos mismos datos en
otro idioma, unidad monetaria o de medida.
De conformidad con lo previsto en el inciso 2ª del mismo Art. 32, cuando se
trate de contratos ofrecidos por medios electrónicos o de aquellos en que se
aceptare una oferta realizada a través de catálogos, avisos o cualquier otra
forma de comunicación a distancia, el proveedor deberá informar, de manera
inequívoca y fácilmente accesible, los pasos que deben seguirse para celebrarlos,
e
informará, cuando corresponda, si el documento
electrónico en que se formalice el contrato será archivado y si éste será accesible
al consumidor. Indicará, además, su dirección de correo postal o electrónico y
los medios técnicos que pone a disposición del consumidor para identificar y
corregir errores en el envío o en sus datos.
Es un conjunto de informaciones y medidas que era necesario establecer en
nuestra legislación, respecto de la protección de los derechos del consumidor o
usuario que adquiere los bienes o contrata los servicios a través de medios
electrónicos. Este consumidor puede creerse que es más “educado”, más hábil
o mejor informado que el consumidor corriente que actúa en comercio
tradicional, porque es capaz de manejar medios electrónicos. Sin Embargo, suele
tener más dificultades para contratar y por ello son bienvenidas todas las normas
precedentemente indicadas, respecto de los pasos que han de seguirse para
celebrar los contratos y los medios técnicos para corregir errores en el envío o
en sus datos.

f) Información relativa a venta de bienes defectuosos.


El deber de suministrar esta clase de información tiene su fuente legal en el Art.
14 LPC, que dispone que “Cuando con conocimiento del proveedor se
expendan productos con alguna deficiencia, usados o refaccionados o cuando
se ofrezcan productos en cuya fabricación o elaboración se hayan utilizado
partes o piezas usadas, se deberán informar de manera expresa las
circunstancias antes mencionadas al consumidor, antes de que éste decida
la operación de compra. Será bastante constancia el usar en los propios
artículos, en sus envoltorios, en avisos o carteles visibles en sus locales
de atención al público las expresiones "segunda selección", "hecho con
materiales usados" u otras equivalentes”.
Las frases que hemos puesto en negrita fueron agregadas en la reforma de 2004
con el propósito de obligar al proveedor para que proporciones una información
comercial más completa, a fin de que el consumidor o usuario pueda ejercitar
su derecho a libre elección de esta clase de productos, en mejores condiciones
al estar debidamente informado.
Tratándose del empleo de materiales usados en reparaciones, el Art. 40 LPC
establece que se entenderá implícita la obligación del prestador del servicio de
emplear en tal reparación componentes o repuestos adecuados al bien de que
se trate, ya sean nuevos o refaccionados, siempre que se informe al consumidor
de esta última circunstancia.

g) Información sobre promociones y ofertas.

Los conceptos de promociones y ofertas están definidos en el Art. 1 Nº 6 y 7 de


la LPC y ya tuvimos la ocasión de transcribirlos a propósito de las nociones
esenciales del derecho del consumidor.
Las promociones y las ofertas están reguladas en los Arts. 35 y 36 LPC.
Las promociones constituyen prácticas comerciales destinadas a motivar e
inducir al consumidor a la compra de ciertos bienes o a la contratación de
determinados servicios, que no consistan en una simple rebaja del precio, y las
ofertas dicen relación con el precio.
La norma del Art. 35 LPC exige informar al consumidor de las bases de las
promociones u ofertas y del tiempo o plazo de su duración. En virtud de esta
norma, no se entiende cumplida la obligación que el inciso 1º impone al
proveedor por el solo hecho de haberse depositado las bases en el oficio de un
notario. Antes de la reforma de esta norma era común que en la publicidad de
las ofertas y promociones se indicara: “bases ante notario…”, sin precisar ante
qué notario y de qué comuna se podían consultar dichas bases, con lo cual
evidentemente no se cumplía la obligación de informar adecuadamente sobre
ellas. Muchas veces los consumidores reclamaban el cumplimiento de las
condiciones de las ofertas o de las promociones y para excusarse de cumplirlas,
los proveedores se limitaban a señalar, por ejemplo, que el plazo de su duración
ya se había extinguido, circunstancia sobre la cual los consumidores no estaban
oportuna ni totalmente informados.
El inciso 3º del Art. 35 dispone: “En caso de rehusarse el proveedor al
cumplimiento de lo ofrecido en la promoción u oferta, el consumidor podrá
requerir del juez competente que ordene su cumplimiento forzado, pudiendo
éste disponer una prestación equivalente en caso de no ser posible el
cumplimiento en especie de lo ofrecido”.
En el caso de promociones cuyo incentivo consista en la participación en
concursos o sorteos, el anunciante deberá informar al público sobre el monto o
número de premios de aquéllos y el plazo en que se podrán reclamar. El
anunciante estará obligado a difundir adecuadamente los resultados de los
concursos o sorteos.
La exigencia de la publicación de los resultados de los concursos y sorteos se
condice con la exigencia de que la publicidad no debe inducir a error o engaño
al consumidor, conforme a las reglas del Art. 28 LPC.

II.- La publicidad.

El Art. 1 Nº 4 define publicidad como: “la comunicación que el proveedor dirige


al público por cualquier medio idóneo al efecto, para informarlo y motivarlo
a adquirir o contratar un bien o servicio, entendiéndose incorporadas al
contrato las condiciones objetivas contenidas en la publicidad hasta el
momento de celebrar el contrato. Son condiciones objetivas aquellas
señaladas en el artículo 28”. La publicidad, mientras cumpla con las finalidades
enunciadas en el concepto legal, ha de estimarse como una herramienta que la
práctica comercial ha empleado desde tiempos inmemoriales. Sin embargo, ella
puede ser usada en forma abusiva y engañosa, dañando a los demás
competidores de la actividad económica y a los consumidores, respectivamente.
Nuestra LPC sólo se ha ocupado de la publicidad engañosa, sin establecer una
definición de ella. Al respecto, la Ley Nº 18.223, que antecede a la actual
normativa y que fue derogada por ella en su Art. 7 sancionaba un caso
consistente en falsear las cualidades de los productos en la promoción o venta
de los mismos.
La pena consistía en una multa, cuyo monto se elevaba si la promoción del
producto se realizaba mediante propaganda masiva.
La actual regulación chilena también se limita a establecer reglas para atacar a
la publicidad engañosa, sin referirse para nada a la publicidad abusiva. Esto se
debe a que resulta lógico sancionar la publicidad engañosa dentro de la
normativa de protección de los derechos de los consumidores, porque
precisamente este tipo de publicidad induce a error o a engaño a estos últimos;
en cambio la publicidad abusiva debe estar regulada en la normativa sobre
competencia, toda vez que ella daña a los demás competidores y llega a
constituir una especie de competencia desleal. En el caso que la publicidad
abusiva constituya delito civil o delito penal, debe ser sancionada conforme a las
reglas del Código Civil y del Código Penal, respectivamente.

1.- Publicidad falsa o engañosa.

Se encuentra regulada en el Art. 28 LPC, que dispone: “Comete infracción a las


disposiciones de esta ley el que, a sabiendas o debiendo saberlo y a través de
cualquier tipo de mensaje publicitario induce a error o engaño respecto de:
a) Los componentes del producto y el porcentaje en que concurren;
b) la idoneidad del bien o servicio para los fines que se pretende satisfacer
y que haya sido atribuida en forma explícita por el anunciante;
c) las características relevantes del bien o servicio destacadas por el
anunciante o que deban ser proporcionadas de acuerdo a las normas de
información comercial;
d) El precio del bien o la tarifa del servicio, su forma de pago y el costo
del crédito en su caso, en conformidad a las normas vigentes;
e) Las condiciones en que opera la garantía, y
f) Su condición de no producir daño al medio ambiente, a la calidad de
vida y de ser reciclable o reutilizable”.
Es preciso tener en cuenta la definición de publicidad señalada en el Art. 1 Nº 4
de la LPC. De esta manera, el proveedor no puede cambiar las condiciones
objetivas contenidas en el Art. 28 LPC, bajo las cuales había publicitado sus
productos o servicios, al tiempo de celebrar un acto o contrato o relación de
consumo con el consumidor o usuario, por cuanto se entiende que ellas ya
estaban incorporadas al contrato y pueden haber sido determinantes para que
éste se celebrara.

2.- Publicidad que induce a error sobre identidad de empresas.

El Art. 28 A LPC, dispone que comete infracción a dicho cuerpo legal el que, a
través de cualquier tipo de mensaje publicitario, produce confusión en los
consumidores respecto de la identidad de empresas, actividades, productos,
nombres, marcas u otros signos distintivos de los competidores.
Se trata de una situación incorporada mediante la modificación de 2004, que sin
duda hacía falta contemplar, pues son numerosas las infracciones de esta
naturaleza que se presentan en la práctica, particularmente, en el ámbito del
comercio electrónico en que se ocupan de mala fe marcas comerciales como
nombres de dominio en Internet.

3.- Publicidad indeseada.

En virtud del Art. 28 B se sanciona la publicidad no deseada enviada por correo


electrónico deberá indicar la materia o asunto sobre el que versa, la identidad
del remitente y contener una dirección válida a la que el destinatario pueda
solicitar la suspensión de los envíos, que quedarán desde entonces prohibidos.
Los proveedores que dirijan comunicaciones promocionales o publicitarias a los
consumidores por medio de correo postal, fax, llamados o servicios de
mensajería telefónicos, deberán indicar una forma expedita en que los
destinatarios podrán solicitar la suspensión de las mismas. Solicitada ésta, el
envío de nuevas comunicaciones quedará prohibido.
En los casos previstos en esta norma, una vez que el consumidor o usuario ha
solicitado la suspensión de la publicidad no deseada, quedando ella en
consecuencia prohibida, el envío de nuevas comunicaciones sin duda constituye
una infracción a la LPC y, por ende, sujeta también a sanción.
4.- Sanción de la publicidad falsa o engañosa.

Según lo previsto en el Art. 24 inc. 2º LPC, “La publicidad falsa o engañosa


difundida por medios de comunicación social, en relación a cualquiera de los
elementos indicados en el artículo 28, hará incurrir al infractor en una multa
de hasta 750 unidades tributarias mensuales. En caso de que incida en las
cualidades de productos o servicios que afecten la salud o la seguridad de la
población o el medio ambiente, hará incurrir al anunciante infractor en una
multa de hasta 1.000 unidades tributarias mensuales”.
En caso de reincidencia, el juez podrá elevar la multa al doble. Se considerará
reincidente al proveedor que sea sancionado por infracciones a esta ley dos
veces o más dentro del mismo año calendario. Para la aplicación de las multas
señaladas en esta ley, el tribunal tendrá especialmente en cuenta la cuantía de
lo disputado, los parámetros objetivos que definan el deber de profesionalidad
del proveedor, el grado de asimetría de información existente entre el infractor
y la víctima, el beneficio obtenido con motivo de la infracción, la gravedad del
daño causado, el riesgo a que quedó expuesta la víctima o la comunidad y la
situación económica del infractor.
Con el objeto de asegurar el éxito de una denuncia por publicidad falsa o
engañosa, el actor podrá recurrir a la medida prejudicial prevista en el Art. 34
LPC, consistente en solicitar del juez competente se exija, en caso necesario, del
respectivo medio de comunicación utilizado en la difusión de los anuncios o de
la correspondiente agencia de publicidad, la identificación del anunciante o
responsable de la emisión publicitaria.
Todas las situaciones previstas en los Arts. 28, 28 A y 28 B, constituyen una
violación a la LPC y deben ser sancionadas si el proveedor incurre en ellas.

5.- Publicidad correctiva.


Ella supone que el proveedor anunciante haya incurrido previamente en una
situación de publicidad falsa.
En las denuncias que se formulen por publicidad falsa, el tribunal competente,
de oficio o a petición de parte, podrá disponer la suspensión de las emisiones
publicitarias cuando la gravedad de los hechos y los antecedentes acompañados
lo ameriten. Podrá, asimismo, exigir al anunciante que, a su propia costa, realice
la publicidad correctiva que resulte apropiada para enmendar errores o
falsedades. De esta forma aparece la denominada publicidad correctiva o
rectificatoria, destinada a subsanar los errores y falsedades que pueden influir
en la conducta del consumidor para realizar un acto de consumo no deseado o
bajo otras condiciones.

Prescripción de las acciones.

Las acciones que persigan la responsabilidad contravencional que se sanciona


por la presente ley prescribirán en el plazo de dos años, contado desde que haya
cesado en la infracción respectiva (Art. 26 de la ley). Con todo, las acciones
civiles prescribirán conforme a las normas establecidas en el Código Civil o leyes
especiales. Este plazo se suspenderá cuando, dentro de éste, el consumidor
interponga un reclamo ante el servicio de atención al cliente, el mediador o el
Servicio Nacional del Consumidor, según sea el caso. Dicho plazo seguirá
corriendo una vez concluida la tramitación del reclamo respectivo.
Las sanciones impuestas por dichas contravenciones prescribirán en el
término de un año, contado desde que hubiere quedado a firme la sentencia
condenatoria.
Procedimiento a que da lugar la aplicación de la LPC.

I. Introducción.

En principio, los consumidores o usuarios deben comenzar ejercitando sus


derechos donde ellos han sido violados, o sea, ante el proveedor, es decir, la
multitienda, el supermercado o el establecimiento mercantil donde hayan
adquirido el producto o donde se les haya prestado el servicio.
Sin embargo, es frecuente que los consumidores o usuarios no encuentren una
respuesta satisfactoria del proveedor o éste se niega a recibir sus reclamos, caso
en el cual tienen que ejercitar las acciones que la ley contempla para la
protección de sus derechos.

II. Reglas generales de procedimiento.

De acuerdo a lo establecido en el Art. 50 LPC, las acciones que emanan de esta


ley
se harán valer frente “a los actos o conductas que afecten el ejercicio de
cualquiera de los derechos de los consumidores”.
Se estableció un procedimiento simple de única instancia para los casos de
menor cuantía, destinado a resolver de una forma expedita y dentro de los más
breves plazos, las contiendas relativas a los actos del consumo de bajo monto.
Este procedimiento contempla un solo comparendo de conciliación, contestación,
prueba y sentencia, que se inicia con un requerimiento del afectado, en el cual
en síntesis debe individualizar a las partes, aludir a los hechos y formular las
peticiones al tribunal.
La gran novedad se encuentra en el establecimiento de procedimientos que
permiten el ejercicio de acciones de interés individual, de interés colectivo y de
interés difuso.

III. Objeto de las acciones.


Cuando se incumple la LPC, se da lugar a las acciones cuyo objetivo es sancionar
al proveedor que incurra en infracción, anular las cláusulas abusivas
incorporadas en los contratos de adhesión, obtener la prestación de la obligación
incumplida, hacer cesar el acto que afecte el ejercicio de los derechos de los
consumidores y obtener la debida indemnización de perjuicios o la reparación
que corresponda.

IV. Forma de ejercitar las acciones.

El ejercicio de las acciones puede realizarse a título individual o en beneficio del


interés colectivo o difuso de los consumidores.
Son de interés individual las acciones que se promueven exclusivamente en
defensa de los derechos del consumidor afectado.
Son de interés colectivo las acciones que se promueven en defensa de
derechos comunes a un conjunto determinado o determinable de consumidores,
ligados con un proveedor por un vínculo contractual.
Son de interés difuso las acciones que se promueven en defensa de un
conjunto indeterminado de consumidores afectados en sus derechos.

V. Acciones colectivas y difusas.

La existencia de esta clase de acciones se introdujo en nuestra legislación con


la gran reforma a la LPC el 2004.
Una de esas acciones es la que contempla el Art. 25, en el caso de un proveedor
que suspende, paralice o no preste, sin justificación, un servicio previamente
contratado y por el cual se hubiere pagado derecho de conexión, de instalación,
de incorporación o de mantención será castigado con multa. Si se trata de
servicios de agua potable, gas, alcantarillado, energía eléctrica, teléfono o
recolección de basura o elementos tóxicos. En esta situación, quien demanda lo
hace por un interés individual, que a la vez es común e interesa a un grupo
determinado o determinable de consumidores, vinculados entre sí por una
relación de base. La titularidad de la acción corresponde a aquellos que tienen
un vínculo contractual con el infractor, aunque la sentencia judicial que establece
la responsabilidad y la reparación pecuniaria sólo beneficiará al consumidor que
interpuso la acción y no se extiende al resto de los consumidores afectados.
Por otra parte, el Art. 45 LPC señala: que tratándose de productos cuyo uso
resulte potencialmente peligroso para la salud o integridad física de los
consumidores o para la seguridad de sus bienes, el proveedor deberá incorporar
en los mismos, o en instructivos anexos en idioma español, las advertencias e
indicaciones necesarias para que su empleo se efectúe con la mayor seguridad
posible. En lo que se refiere a la prestación de servicios riesgosos, deberán
adoptarse por el proveedor las medidas que resulten necesarias para que aquélla
se realice en adecuadas condiciones de seguridad, informando al usuario y a
quienes pudieren verse afectados por tales riesgos de las providencias
preventivas que deban observarse. El incumplimiento de las obligaciones
establecidas en los dos incisos precedentes será sancionado con multa. La
vulneración de los intereses difusos importa una situación jurídica de interés
público, lo que destinada a resarcir el interés lesionado, probando el daño
sufrido. En esta situación, la sentencia judicial sólo favorece al consumidor que
ejercitó la acción y no a todos los consumidores afectados, quienes deben
accionar individualmente.
La circunstancia que la sentencia no produjera efectos respecto de todos los
sujetos relacionados con un mismo hecho da origen a un incremento de
demandas judiciales por sobre la capacidad que el tribunal tiene para atenderlas,
tampoco reduce los costos del proceso judicial (costas). A esta situación se suma
que la falta de acciones y procedimientos colectivos incentivaba al proveedor a
violar las normas de protección del consumidor, toda vez que el costo de infringir
la ley es menor que el beneficio que puede obtenerse por no cumplirla.
Ante esta situación, en el año 2004 se introdujo una gran modificación a la LPC
admitiendo el ejercicio de las acciones y la instauración de los procedimientos
que protegen los intereses supraindividuales, esto es, aquellas que cautelan los
intereses colectivos y los intereses difusos, manteniendo las que amparan los
intereses individuales de los consumidores.
Esta reforma constituye una de las reformas más significativas que se han
introducido en la normativa de protección a los derechos de los consumidores y
usuarios, porque facilita el ejercicio de las acciones cuando los derechos que les
asisten han sido conculcados tanto a nivel individual, colectivo o difuso.
Resulta del todo pertinente señalar que, a propósito del gran impacto social,
tanto respecto a la situación de fondo que era la vulneración reiterada de
derechos del consumidor y de normas de derecho común, como por la cantidad
de consumidores afectados por el conocido Caso La Polar, se impulsó reformar
normas procedimentales contenidas en el Párrafo 2º de la Ley 19.496; Del
Procedimiento Especial para Protección del Interés Colectivo o Difuso de los
Consumidores, mediante la Ley 20.543 de 21 de octubre de 2011.

VI. La competencia para conocer las causas de consumo.

Según lo dispuesto en el Art. 50 A de la LPC, los jueces de policía local conocerán


de todas las acciones que emanan de la LPC, siendo competente aquel que
corresponda a la comuna en que se hubiera celebrado el contrato respectivo, se
hubiere cometido la infracción o dado inicio a su

ejecución, a elección del actor. En el caso de contratos celebrados por medios


electrónicos, en que no sea posible determinar lo señalado en el inciso anterior,
será juez competente aquel de la comuna en que resida el consumidor. Lo
dispuesto en el inciso primero no se aplicará a las acciones mencionadas en la
letra b) del artículo 2º bis, emanadas de esta ley o de leyes especiales, incluidas
las acciones de interés colectivo o difuso derivadas de los artículos 16, 16 A y 16
B de la presente ley, en que serán competentes los tribunales ordinarios de
justicia, de acuerdo a las reglas generales.

VII. Diversos tipos de procedimientos judiciales.

La LPC establece básicamente dos tipos de procedimientos:


1.- Procedimiento para la protección del interés se los consumidores en causas
de menor cuantía;
2.- Procedimiento especial para la protección del interés colectivo o difuso de
los consumidores.
Los procedimientos previstos por la LPC pueden iniciarse por demanda, denuncia
o querella, según corresponda a la acción que en ellos se haga valer.

1.- Procedimiento para la protección del interés de los consumidores


en causas de menor cuantía.

Como su nombre lo indica, su objetivo es proteger los derechos individuales de


los consumidores y se caracteriza por ser concentrado o sumario.
Este procedimiento se aplica a las causas cuya cuantía, de acuerdo al monto de
lo pedido, no exceda de 10 UTM, se tramitarán como procedimiento de única
instancia, por lo que todas las resoluciones que se dicten en él serán inapelables.
En las causas que se sustancien de acuerdo a este procedimiento de única
instancia, la multa impuesta por el juez no podrá superar el monto de lo otorgado
por la sentencia definitiva, Art. 50 G LPC.
Es competente el Juez de Policía Local, quien ordena notificar el requerimiento,
denuncia o querella, fijando día y hora para la audiencia de contestación y
conciliación. La denuncia, querella o demanda deberá presentarse por escrito y
no requerirán patrocinio de abogado habilitado. Las partes podrán comparecer
personalmente, sin intervención de letrado.
En su comparecencia, las partes podrán realizar todas las gestiones procesales
destinadas a acreditar la infracción y a probar su derecho, incluidas la
presentación, examen y tacha de testigos, cuya lista podrá presentarse en la
misma audiencia de conciliación, contestación y prueba.
En el caso que el juez estime que existen hechos sustanciales, pertinentes y
controvertidos, recibirá la causa a prueba por el término de 10 días, vencido el
cual se abre un plazo de 5 días para hacer observaciones a la prueba rendida,
transcurrido dicho plazo la causa queda en estado de ser fallada y deberá
dictarse sentencia dentro de los 15 días siguientes. En todo lo que no está
previsto por la LPC, se estará a lo previsto en la Ley. 18.287, que establece el
procedimiento ante los Juzgados de Policía Local y, en subsidio, a las normas del
Código de Procedimiento Civil.
Frecuentemente, los proveedores están organizados como empresas, las que
jurídicamente son personas jurídicas. Por esta razón el Art. 50 D LPC, dispone
que en aquellos casos en los que en virtud de esta ley se interponga demanda
en contra de una persona jurídica, su notificación se efectuará al representante
legal de ésta o bien al jefe del local donde se compró el producto o se prestó el
servicio. Será obligación de todos los proveedores exhibir en un lugar visible del
local la individualización completa de quien cumpla la función de jefe del local,
indicándose al menos el nombre completo y su domicilio
Por su parte, el inciso final del Art. 50 C LPC señala que para los efectos previstos
en la LPC se presume que representa al proveedor, y que en tal carácter lo
obliga, la persona que ejerce habitualmente funciones de dirección o
administración por cuenta o representación del proveedor a que se refiere el
artículo 50 D.
Debe entenderse que estas normas fueron establecidas con el propósito de
facilitar al consumidor o usuario la identificación del proveedor organizado como
persona jurídica y así poderse notificar demandas en su contra por infracción a
las normas de la LPC.

Denuncia, demanda o querella temeraria.

De acuerdo a lo previsto por el Art. 50 E de la LPC, En aquellos casos en los que,


en virtud de esta ley, se interponga ante tribunales una denuncia o demanda
que carezca de fundamento plausible, el juez, en la sentencia y a petición de
parte, podrá declararla como temeraria. Realizada tal declaración, los
responsables serán sancionados en la forma que señala el art. 24 de esta ley,
salvo que se trate de acciones iniciadas de conformidad a lo señalado en el Nº
1 del art. 51. En este último caso, la multa podrá ascender hasta 200 UTM,
pudiendo el juez, además, sancionar al abogado, conforme a las facultades
disciplinarias contenidas en los artículos 530 y siguientes del Código Orgánico de
Tribunales. Todo lo anterior es sin perjuicio de las responsabilidades penal y civil
solidaria de los autores por los daños que hubieren producido.
De conformidad a lo previsto en el Art. 50 F LPC, si durante un procedimiento el
juez tomara conocimiento de la existencia de bienes susceptibles de causar
daño, ordenará su custodia en el tribunal si lo estimara necesario. En caso de
que ello no fuera factible, atendida su naturaleza y características, el juez
ordenará las pericias que permitan acreditar el estado, la calidad y la aptitud de
causar daño o cualquier otro elemento relevante de los bienes o productos y
dispondrá las medidas que fueran necesarias para la seguridad de las personas
o de los bienes.

2.- Procedimiento especial para la protección del interés colectivo o


difuso de los consumidores.

De conformidad a lo previsto en el Art. 51 de la LPC, este procedimiento se aplica


cuando se vea afectado el interés colectivo o difuso de los consumidores. En
este procedimiento todas las pruebas que deban rendirse tienen que ser
apreciadas conforme a las reglas de la sana crítica, Art. 51 LPC.

a) Reglas especiales en la fase declarativa de responsabilidad.

Como antecedente previo es preciso comenzar señalando que la Ley 20.543


agregó al artículo 51 regla especial en cuanto a la forma de apreciar la prueba,
indicando el legislador que se apreciará la prueba conforme las reglas de la sana
crítica, siendo este un caso de excepción en la forma de apreciar la prueba en
los Juzgados de Letras Civiles.

El Art. 51 LPC indica que en esta etapa el procedimiento se inicia por demanda,
la que puede ser presentada por:
a) El Servicio Nacional del Consumidor;
b) Una Asociación de Consumidores constituida, a lo menos, con seis meses
de anterioridad a la presentación de la acción, y que cuente con la debida
autorización de su directorio para hacerlo, o
c) Un grupo de consumidores afectados en un mismo interés, en número no
inferior a 50 personas, debidamente individualizados.

Legislación supletoria sobre procedimiento.


La LPC no pudo haber regulado todos los aspectos del procedimiento aplicable,
en las causas relativas a las materias que ella contiene.
La normativa supletoria es la Ley Nº 18.297, sobre Procedimiento ante los
Juzgados de Policía Local. La legislación supletoria de la normativa sobre
Procedimiento ante los Juzgados de Policía Local, en las causas sobre derechos
de los consumidores permite resolver algunos problemas, como el caso del
proveedor denunciado que no es habido para notificarlo y que se resuelve en el
Art. 8º de la Ley 18.297, mediante la entrega de las copias de la reclamación a
cualquier persona adulta que se encuentre en la casa o en el lugar donde el
reclamado ejerce su industria, profesión o empleo, a condición de que se
acredite que se encuentra en el lugar del juicio y en su morada o lugar de
trabajo. No se requiere decreto previo del juez para proceder a la entrega de
estas copias.
La legislación supletoria del Art. 9º de la Ley 18.297 permite dilucidar la dificultad
acerca de la competencia de los Juzgados de Policía Local para conocer tanto la
denuncia infraccional como la acción civil en las causas sobre derechos de los
consumidores, siempre que, de acuerdo con el citado precepto, la acción civil se
haga valer, en este caso, al formular denuncia o al presentar la demanda escrita.
Las normas contenidas en esta ley se interpretarán siempre en favor de los
consumidores, de acuerdo con el principio pro consumidor, y, de manera
complementaria, según las reglas contenidas en el párrafo 4° del Título
Preliminar del Código Civil, Art. 2 ter.

Sanciones.
La LPC establece diversas sanciones que consisten ya sea en negar toda eficacia
a una cláusula abusiva inserta en un contrato de adhesión, en la orden de retirar
del mercado un producto peligroso para la salud o la seguridad de las personas
o en la orden de cambiar un producto defectuoso. Si en tales casos existe
además del incumplimiento una conducta negligente por parte del proveedor,
elemento que el juez determina según la experiencia o sana crítica, la infracción
de la ley se sanciona también con multa. Las multas son proporcionales a la
gravedad de la infracción cometida por el proveedor y en caso de reincidencia
ellas se pueden duplicar.
Sin embargo, en el caso de ciertas infracciones de especial gravedad las multas
son de mayor envergadura. Así, por ejemplo, si se trata de difusión de publicidad
falsa o engañosa, efectuada a través de medios masivos de comunicación,
cuando incida en las cualidades de productos o servicios que afecten la salud o
seguridad de la población o el medio ambiente, conducta que es castigada con
multa de alto monto. Lo mismo ocurre en el caso de negativa o de interrupción
injustificada de servicios previamente contratados y por los cuales se haya
pagado derecho de conexión, instalación o mantención.

Pago de las multas.


El Art. 61 de la LPC dispone que el pago de las multas favorecen al Fisco. En
efecto, la norma citada dispone: “Las multas a que se refiere esta ley serán de
beneficio del Fisco”.
A falta de norma expresa en la LPC sobre la forma en que deben enterarse las
multas, se aplica el Art. 22 de la Ley 18.297, que establece un plazo de cinco
días. Transcurrido el mencionado plazo, procede que se despache orden de
arresto contra el infractor, conforme el Art. 23 de la Ley 18.297.

El SERNAC

1.- Concepto.
El Art. 57 de la LPC señala: El Servicio Nacional del Consumidor será un
servicio público descentralizado, con personalidad jurídica y
patrimonio propio, sujeto a la supervigilancia del Presidente de la
República a través del Ministerio de Economía, Fomento y Turismo.
El Servicio será una institución fiscalizadora en los términos del
decreto ley
N° 3.551, de 1981. Asimismo, estará afecto al Sistema de Alta Dirección Pública
establecido en la ley N° 19.882 y se someterá al decreto ley N° 1.263, de 1975,
sobre Administración Financiera del Estado.
El Servicio se desconcentrará territorialmente a través de las
direcciones regionales. En cada región del país habrá un director regional,
quien estará afecto al Sistema de Alta Dirección Pública previsto en el Título VI
de la ley N° 19.882 y deberá acreditar título de abogado. También estará afecto
a dicho sistema el segundo nivel jerárquico del Servicio Nacional del Consumidor.
Adicionalmente, las direcciones regionales se considerarán funcionalmente
desconcentradas para efectos de ejercer las funciones señaladas en la letra d)
del artículo 58 de la presente ley.
La representación judicial y extrajudicial del servicio corresponderá al Director
Nacional, quién será el Jefe Superior del Servicio.

2.- Funciones.
El Servicio Nacional del Consumidor deberá velar por el cumplimiento de las
disposiciones de la presente ley y demás normas que digan relación con el
consumidor, difundir los derechos y deberes del consumidor y realizar acciones
de información y educación del consumidor.
Corresponderán especialmente al Servicio Nacional del Consumidor las
siguientes funciones:
a) Fiscalizar el cumplimiento de las disposiciones de la presente ley y de toda
la normativa de protección de los derechos de los consumidores.
Durante los procedimientos de fiscalización, los proveedores y sus
representantes deberán otorgar todas las facilidades para que estos se lleven a
efecto y no podrán negarse a proporcionar la información requerida sobre los
aspectos materia de la fiscalización.
En el ejercicio de la labor fiscalizadora, los funcionarios del Servicio deberán
siempre informar al sujeto fiscalizado de la materia específica objeto de la
fiscalización y de la normativa pertinente, y dejar copia íntegra de las actas
levantadas, realizando las diligencias estrictamente indispensables y
proporcionales al objeto de la fiscalización. Los sujetos fiscalizados podrán
denunciar conductas abusivas de funcionarios ante el director regional del
Servicio que corresponda territorialmente.
Los funcionarios del Servicio estarán facultados, en el cumplimiento de sus
labores inspectivas, para ingresar a inmuebles en que se desarrollen actividades
objeto de fiscalización, tomar registros del sitio o bienes fiscalizados, levantar
actas y dejar testimonio en ellas de quienes se encontraren en el lugar de la
fiscalización y, en general, proceder a la ejecución de cualquier otra medida
tendiente a hacer constar el estado y circunstancias de las actividades
fiscalizadas. Cuando se trate de fiscalización de sitios web, los proveedores
estarán obligados a facilitar los antecedentes relativos a éste que sean solicitados
por el respectivo funcionario del Servicio, los que deberán ser entregados en
formato digital.
Para el cumplimiento de lo dispuesto en el párrafo anterior, los funcionarios
del Servicio podrán solicitar, previa autorización del juez de policía local
correspondiente al local objeto de la fiscalización, el auxilio de la fuerza pública,
cuando exista oposición a la fiscalización debidamente certificada por el
fiscalizador.
Sin perjuicio de lo señalado en el párrafo anterior, la negativa injustificada a
dar cumplimiento a los requerimientos durante las acciones de fiscalización será
castigada con multa de hasta 750 unidades tributarias mensuales. La
procedencia de la justificación de la negativa será calificada por el Servicio.
Cuando con ocasión de una fiscalización el Servicio constate, respecto de una
micro o pequeña empresa en los términos del inciso segundo del artículo
segundo de la ley N° 20.416 que no haya sido sancionada por la misma
infracción en los últimos doce meses, una infracción legal o reglamentaria en
que no concurra alguna de las circunstancias agravantes previstas en el artículo
24, podrá conceder un plazo de hasta diez días hábiles para dar cumplimiento a
las normas respectivas, lo que deberá ser acreditado ante el Servicio.
El Servicio desarrollará sus actividades de fiscalización en conformidad a un
plan que elaborará anualmente, en el que priorizará aquellas áreas que
involucren un mayor nivel de riesgo para los derechos de los consumidores. Las
directrices generales de dicho plan serán públicas.
b) Interpretar administrativamente la normativa de protección de los
derechos de los consumidores que le corresponde vigilar. Dichas
interpretaciones sólo serán obligatorias para los funcionarios del Servicio.
c) Proponer fundadamente al Presidente de la República, a través del
Ministerio de Economía, Fomento y Turismo, la dictación, modificación o
derogación de preceptos legales o reglamentarios en la medida que ello sea
necesario para la adecuada protección de los derechos de los consumidores. El
Servicio acompañará a la propuesta un informe técnico que exprese los
antecedentes y razones en que se funda.
d) Citar a declarar a los representantes legales, administradores, asesores y
dependientes de las entidades sometidas a su fiscalización, así como a toda
persona que haya tenido participación o conocimiento respecto de algún hecho
que estime necesario para resolver un procedimiento sancionatorio, o tomar la
declaración respectiva por medios que permitan asegurar su fidelidad.
Si el citado debidamente apercibido no comparece, sin mediar justificación
plausible, el juzgado de policía local competente podrá ordenar su arresto hasta
su comparecencia.
e) Proporcionar información y absolver las consultas del Ministerio de
Economía, Fomento y Turismo, del Tribunal de Defensa de la Libre Competencia,
de la Fiscalía Nacional Económica y demás organismos relacionados con la
protección de los derechos de los consumidores.
f) Llevar a cabo el procedimiento consagrado en el párrafo 4° del Título IV
de esta ley.
g) Velar por el cumplimiento de las disposiciones legales y reglamentarias
relacionadas con la protección de los derechos de los consumidores y hacerse
parte en aquellas causas que comprometan los intereses generales de los
consumidores, según los procedimientos que fijan las normas generales o los
que se señalen en leyes especiales. La facultad de velar por el cumplimiento de
normas establecidas en leyes especiales que digan relación con la protección de
los derechos de los consumidores, incluye la atribución del Servicio Nacional del
Consumidor de denunciar los posibles incumplimientos ante los organismos o
instancias jurisdiccionales respectivas y de hacerse parte en las causas en que
estén afectados los intereses generales de los consumidores, según los
procedimientos que fijan las normas generales o los que se señalen en esas leyes
especiales.
h) Formular, realizar y fomentar programas de información y educación al
consumidor.
i) Realizar, a través de laboratorios o entidades especializadas, de
reconocida solvencia, análisis selectivos de los productos que se ofrezcan en el
mercado en relación a su composición, contenido neto y otras características.
Aquellos análisis que excedan en su costo de 250 unidades tributarias
mensuales, deberán ser efectuados por laboratorios o entidades elegidas en
licitación pública.
El Servicio deberá dar cuenta detallada y pública de los procedimientos y
metodología utilizada para llevar a cabo las funciones contenidas en esta letra.
j) Reunir, elaborar, procesar, divulgar y publicar información para facilitar al
consumidor un mejor conocimiento de las características de la comercialización
de los bienes y servicios que se ofrecen en el mercado. En el ejercicio de esta
facultad, se deberá tener especial consideración con lo establecido en el decreto
ley N° 211, de 1973, que fija normas sobre la defensa de la libre competencia.
k) Realizar y promover estudios en el área del consumo.
l) Llevar el registro público a que se refiere el artículo 58 bis.
m) Solicitar la entrega de cualquier documento, libro o antecedente que sea
necesario para fines de fiscalización, procurando no alterar el desenvolvimiento
normal de las actividades del afectado.
n) Celebrar convenios con municipalidades para que éstas coordinen y
gestionen las audiencias de conciliación obligatorias respecto de los casos de
denuncias presentadas en defensa del interés individual.
ñ) Las demás funciones y atribuciones que le asigne esta ley u otras. La
facultad de velar por el cumplimiento de normas establecidas en leyes especiales
que digan relación con el consumidor, incluye la atribución del Sernac de
denunciar los posibles incumplimientos ante los organismos o instancias
jurisdiccionales respectivos y de hacerse parte en las causas en que estén
afectados los intereses generales de los consumidores, según los procedimientos
que fijan las normas generales o los que se señalen en esas leyes especiales.
Los proveedores estarán obligados a proporcionar al Servicio los antecedentes y
documentación que les sean solicitados por escrito y que digan relación con la
información básica comercial, definida en el artículo 1º de la Ley 19.496, de los
bienes y servicios que ofrezcan al público, dentro del plazo que se determine en
el respectivo requerimiento, el que no podrá ser inferior a diez días hábiles.
LEY NUM. 19.911

CREA EL TRIBUNAL DE DEFENSA DE LA LIBRE COMPETENCIA

Teniendo presente que el H. Congreso Nacional ha dado su aprobación al siguiente

Proyecto de ley:

"Artículo primero.- Introdúcense las siguientes modificaciones al Decreto Ley Nº 211,


de 1973, que fijó normas para la defensa de la libre competencia, cuyo texto refundido,
coordinado y sistematizado fue establecido mediante el Decreto Supremo Nº 511, de
1980, del Ministerio de Economía, Fomento y Reconstrucción, y sus modificaciones, en
los términos que se señalan a continuación:

1) Sustitúyese el artículo 1º, por el siguiente:

"Artículo 1º.- La presente ley tiene por objeto promover y defender la libre competencia
en los mercados.
Los atentados contra la libre competencia en las actividades económicas serán
corregidos, prohibidos o reprimidos en la forma y con las sanciones previstas en esta
ley.".

2) Sustitúyese el artículo 2º, por el siguiente:

"Artículo 2º.- Corresponderá al Tribunal de Defensa de la Libre Competencia y a la


Fiscalía Nacional Económica, en la esfera de sus respectivas atribuciones, dar aplicación
a la presente ley para el resguardo de la libre competencia en los mercados.".

3) Sustitúyese el artículo 3º, por el siguiente:

"Artículo 3º.- El que ejecute o celebre, individual o colectivamente, cualquier hecho,


acto o convención que impida, restrinja o entorpezca la libre competencia, o que tienda a
producir dichos efectos, será sancionado con las medidas señaladas en el artículo 17 K
de la presente ley, sin perjuicio de las medidas correctivas o prohibitivas que respecto de
dichos hechos, actos o convenciones puedan disponerse en cada caso.

Se considerarán, entre otros, como hechos, actos o convenciones que impiden,


restringen o entorpecen la libre competencia, los siguientes:
a) Los acuerdos expresos o tácitos entre agentes económicos, o las prácticas
concertadas entre ellos, que tengan por objeto fijar precios de venta o de compra, limitar
la producción o asignarse zonas o cuotas de mercado, abusando del poder que dichos
acuerdos o prácticas les confieran.

b) La explotación abusiva por parte de una empresa, o conjunto de empresas que


tengan un controlador común, de una posición dominante en el mercado, fijando precios
de compra o de venta, imponiendo a una venta la de otro producto, asignando zonas o
cuotas de mercado o imponiendo a otros abusos semejantes.
c) Las prácticas predatorias, o de competencia desleal, realizadas con el objeto de
alcanzar, mantener o incrementar una posición dominante.".

4) Sustitúyese el artículo 4º, por el siguiente:

"Artículo 4º.- No podrán otorgarse concesiones, autorizaciones, ni actos que impliquen


conceder monopolios para el ejercicio de actividades económicas, salvo que la ley lo
autorice.".

5) Deróganse los artículos 5º y 6º.

6) Sustitúyese el Título II, por el siguiente:

"TITULO II

Del Tribunal de Defensa de la Libre Competencia

1. De su organización y funcionamiento.

Artículo 7º.- El Tribunal de Defensa de la Libre Competencia es un órgano jurisdiccional


especial e independiente, sujeto a la superintendencia directiva, correccional y
económica de la Corte Suprema, cuya función será prevenir, corregir y sancionar los
atentados a la libre competencia.
Artículo 8º.- El Tribunal de Defensa de la Libre Competencia estará integrado por las
personas que se indican a continuación:

a) Un abogado, que lo presidirá, designado por el Presidente de la República de una


nómina de cinco postulantes confeccionada por la Corte Suprema mediante concurso
público de antecedentes. Sólo podrán participar en el concurso quienes tengan una
destacada actividad profesional o académica especializada en materias de libre
competencia o en Derecho Comercial o Económico, y acrediten a lo menos 10 años de
ejercicio profesional.
b) Cuatro profesionales universitarios expertos en materias de libre competencia, dos
de los cuales deberán ser abogados y dos licenciados o con post grados en ciencias
económicas. Dos integrantes, uno de cada área profesional, serán designados por el
Consejo del Banco Central previo concurso público de antecedentes. Los otros dos
integrantes, también uno de cada área profesional, serán designados por el Presidente de
la República, a partir de dos nóminas de tres postulantes, una para cada designación,
confeccionadas por el Consejo del Banco Central, también mediante concurso público de
antecedentes.
El Tribunal tendrá cuatro suplentes, dos de los cuales deberán ser abogados y dos
licenciados o con post grados en ciencias económicas.
El Consejo del Banco Central y el Presidente de la República, en su caso, designarán
cada uno dos integrantes suplentes, uno por cada área profesional, respectivamente,
conforme al procedimiento señalado en la letra b) precedente, para lo cual se podrán
considerar las mismas nóminas y concursos previstos para el nombramiento de los
titulares.
Los concursos mencionados en las letras a) y b) precedentes, deberán fundarse en
condiciones objetivas, públicas, transparentes y no discriminatorias, establecidas,
respectivamente, mediante un auto acordado de la Corte Suprema y un acuerdo del
Consejo del Banco Central.
En caso de ausencia o impedimento del Presidente del Tribunal, éste sesionará bajo la
presidencia de uno de los restantes miembros titulares de acuerdo al orden de
precedencia que se establezca, mediante auto acordado del Tribunal. Asimismo, por ese
medio, se determinará el orden en que los suplentes reemplazarán a los integrantes
titulares.
El nombramiento de los integrantes del Tribunal de Defensa de la Libre Competencia se
hará efectivo por el Presidente de la República mediante decreto supremo del Ministerio
de Economía, Fomento y Reconstrucción suscrito, además, por el Ministro de Hacienda.
Es incompatible el cargo de integrante titular del Tribunal con la condición de
funcionario público, como también con la de administrador, gerente o trabajador
dependiente de sociedades anónimas abiertas o sometidas a las reglas de estas
sociedades, como asimismo, de sus matrices, filiales, coligantes o coligadas. Las
personas que al momento de su nombramiento ostenten cualquiera de dichas
condiciones, deberán renunciar a ella.
No obstante lo dispuesto en los incisos anteriores, el desempeño como integrante del
Tribunal será compatible con los cargos docentes.

Artículo 9º.- Antes de asumir sus funciones los integrantes del Tribunal de Defensa de
la Libre Competencia prestarán juramento o promesa de guardar la Constitución y las
leyes de la República, ante el Presidente del Tribunal, y actuará de ministro de fe el
Secretario del Tribunal. A su vez, el Presidente lo hará ante el Ministro más antiguo,
según el orden de sus nombramientos, y actuará de ministro de fe el Secretario del
Tribunal. Finalmente, el Secretario y los relatores prestarán su juramento o promesa ante
el Presidente.
Los integrantes titulares y suplentes del Tribunal de Defensa de la Libre Competencia
permanecerán seis años en sus cargos, pudiendo ser designados por nuevos períodos
sucesivos, conforme al procedimiento señalado en el artículo anterior. No obstante, el
Tribunal se renovará parcialmente cada dos años.
El Tribunal tendrá el tratamiento de "Honorable", y cada uno de sus miembros, el de
"Ministro".

Artículo 10.- El Tribunal de Defensa de la Libre Competencia tendrá su sede en


Santiago.

Artículo 11.- El Tribunal funcionará en forma permanente y fijará sus días y horarios de
sesión. En todo caso, deberá sesionar en sala legalmente constituida para la resolución
de las causas, como mínimo dos días a la semana.
El quórum para sesionar será de a lo menos tres miembros, y los acuerdos se
adoptarán por simple mayoría, dirimiendo el voto de quien presida en caso de empate. En
lo demás se estará a lo dispuesto en el Párrafo 2 del Título V del Código Orgánico de
Tribunales, en cuanto fuere aplicable.

Artículo 12.- La remuneración mensual de los integrantes titulares del Tribunal será la
suma de ochenta unidades tributarias mensuales. Recibirán, además, mensualmente la
suma de diez unidades tributarias mensuales por cada sesión a la que asistan, adicional
a las obligatorias establecidas en el inciso primero del artículo anterior. En todo caso, la
suma total que podrán percibir mensualmente no superará las ciento veinte unidades
tributarias mensuales. Los integrantes suplentes, en su caso, recibirán la suma de diez
unidades tributarias mensuales por cada sesión a la que asistan en la que no concurra el
titular correspondiente, con un máximo de cuarenta unidades tributarias mensuales,
cualquiera que sea el número de sesiones a las que hayan asistido.

Artículo 13.- Los miembros del Tribunal podrán perder su competencia para conocer
determinados negocios por implicancia o recusación declaradas, en virtud de las
causales contempladas en los artículos 195 y 196 del Código Orgánico de Tribunales.
En todo caso, se presume de derecho que el Ministro también estará inhabilitado
cuando el interés en esa causa sea de su cónyuge o de sus parientes hasta el tercer
grado de consanguinidad o segundo de afinidad; o de personas que estén ligados al
mismo por vínculos de adopción, o de las empresas en las cuales estas mismas personas
sean sus representantes legales, mandatarios, directores, gerentes o desempeñen otros
cargos directivos, o posean directamente o a través de otras personas naturales o
jurídicas un porcentaje de la sociedad que les permita participar en la administración de
la misma, o elegir o hacer elegir uno o más de sus administradores.
La causal invocada podrá ser aceptada por el integrante afectado. En caso contrario,
será fallada de plano por el Tribunal, con exclusión de aquél, aplicándose una multa a
beneficio fiscal de hasta veinte unidades tributarias mensuales al incidentista, si la
implicancia o la recusación fuere desestimada por unanimidad.
En ausencia o inhabilidad de alguno de los miembros titulares, será reemplazado
preferentemente por el suplente que corresponda de la misma área profesional.
Si por cualquier impedimento, el Tribunal careciere de integrantes titulares o suplentes
para formar quórum, se procederá a su subrogación por ministros de la Corte de
Apelaciones de Santiago, de acuerdo a lo dispuesto en el Código Orgánico de Tribunales.
A los miembros del Tribunal se les aplicarán los artículos 319 a 331 del Código
Orgánico de Tribunales, con excepción de lo dispuesto en el artículo 322.

Artículo 14.- Los miembros del Tribunal de Defensa de la Libre Competencia cesarán
en sus funciones por las siguientes causas:

a) Término del período legal de su designación;


b) Renuncia voluntaria;
c) Destitución por notable abandono de deberes;
d) Incapacidad sobreviniente. Se entiende por tal, aquella que impide al integrante
ejercer el cargo por un período de tres meses consecutivos o de seis meses en un año.

Las medidas de las letras c) y d) precedentes se harán efectivas por la Corte Suprema,
a petición del Presidente del Tribunal o de dos de sus miembros, sin perjuicio de las
facultades disciplinarias de la Corte Suprema.
La resolución que haga efectiva la destitución deberá señalar los hechos en que se
funda y los antecedentes tenidos a la vista para acreditarlos.
Producida la cesación en el cargo, si el tiempo que le restare fuere superior a ciento
ochenta días deberá procederse al nombramiento del reemplazante de conformidad a las
reglas establecidas en el artículo 8º de esta ley. En el caso de las letras b), c) y d)
precedentes, el reemplazante durará en el cargo el tiempo que restare del respectivo
período.

Artículo 15.- La Planta del Tribunal de Defensa de la Libre Competencia será la


siguiente:
Cargos Grados Números

Secretario Abogado 4° 1
Relator Abogado 5° 1
Relator Abogado 6° 1
Profesional Universitario
del ámbito económico 5° 1

Profesional Universitario
del ámbito económico 6° 1

Jefe Oficina de Presupuesto 14° 1


Oficial primero 16° 1
Oficial de sala 17° 1
Auxiliar 20° 1
Total planta 9

Adicionalmente, se podrá contratar personal en forma transitoria, cuando las


necesidades del Tribunal lo requieran, previa visación de la Dirección de Presupuestos.
El personal de planta del Tribunal se regirá por el derecho laboral común. Con todo,
tendrá el mismo régimen remuneratorio de dedicación e incompatibilidades del personal
de planta de la Fiscalía Nacional Económica. Sin perjuicio de lo dispuesto en el inciso
precedente, el personal que preste servicios para el Tribunal, tendrá el carácter de
empleado público, para los efectos de la probidad administrativa y la responsabilidad
penal.
El Secretario Abogado será el jefe administrativo y la autoridad directa del personal, sin
perjuicio de otras funciones y atribuciones específicas que le asigne o delegue el
Tribunal.
El tribunal dictará un reglamento interno en base al cual el Secretario Abogado
calificará anualmente al personal. En contra de dicha calificación, se podrá recurrir de
apelación ante el Tribunal dentro del plazo de cinco días hábiles contado desde la
notificación de la calificación.

Artículo 16.- El nombramiento de los funcionarios se hará por el Tribunal, previo


concurso de antecedentes o de oposición.
El Presidente del Tribunal cursará los nombramientos por resolución que enviará a la
Contraloría General de la República para el solo efecto de su registro. De la misma
manera se procederá con todas las resoluciones relacionadas con el personal.

Artículo 17.- Sin perjuicio de lo dispuesto en las normas de derecho laboral común, los
funcionarios que incurrieren en incumplimiento de sus deberes y obligaciones podrán ser
sancionados por el Tribunal con alguna de las siguientes medidas disciplinarias:
amonestación, censura por escrito, multa de hasta un mes de sueldo, y suspensión del
empleo hasta por un mes sin goce de remuneración.
Las sanciones deberán ser acordadas por la mayoría de los Ministros asistentes a la
sesión.

Artículo 17 A.- En caso de ausencia o impedimento, el Secretario será subrogado por el


Relator de mayor grado y, a falta de éste, por el Relator que tenga el cargo
inmediatamente inferior a aquél. El subrogante prestará el mismo juramento que el
Secretario para el desempeño de este cargo, ante el Presidente del Tribunal.

Artículo 17 B.- La Ley de Presupuestos del Sector Público deberá consultar


anualmente, en forma global, los recursos necesarios para el funcionamiento del Tribunal
de Defensa de la Libre Competencia. Para estos efectos, el Presidente de este Tribunal
comunicará al Ministro de Hacienda sus necesidades presupuestarias dentro de los
plazos y de acuerdo a las modalidades establecidas para el sector público.
El Tribunal mantendrá una cuenta corriente bancaria a su nombre contra la cual girarán
conjuntamente el Presidente y el Secretario.
En la primera quincena del mes de enero de cada año, el Presidente y el Secretario
Abogado del Tribunal de Defensa de la Libre Competencia presentarán rendición de
cuenta de gastos ante el Tribunal.
En materia de información financiera, presupuestaria y contable, el Tribunal se regirá
por las disposiciones de la Ley de Administración Financiera del Estado.
El aporte fiscal correspondiente al Tribunal será sancionado mediante resolución de la
Dirección de Presupuestos.

2. De las atribuciones y procedimientos

Artículo 17 C.- El Tribunal de Defensa de la Libre Competencia tendrá las siguientes


atribuciones y deberes:

1) Conocer, a solicitud de parte o del Fiscal Nacional Económico, las situaciones que
pudieren constituir infracciones a la presente ley;
2) Conocer, a solicitud de quien tenga interés legítimo, o del Fiscal Nacional
Económico, los asuntos de carácter no contencioso que puedan infringir las
disposiciones de la presente ley, sobre hechos, actos o contratos existentes, así como
aquellos que le presenten quienes se propongan ejecutarlos o celebrarlos, para lo cual, en
ambos casos, podrá fijar las condiciones que deberán ser cumplidas en dichos hechos,
actos o contratos;
3) Dictar instrucciones de carácter general de conformidad a la ley, las cuales deberán
considerarse por los particulares en los actos o contratos que ejecuten o celebren y que
tuvieren relación con la libre competencia o pudieren atentar contra ella;
4) Proponer al Presidente de la República, a través del Ministro de Estado que
corresponda, la modificación o derogación de los preceptos legales y reglamentarios que
estime contrarios a la libre competencia, como también la dictación de preceptos legales
o reglamentarios cuando sean necesarios para fomentar la competencia o regular el
ejercicio de determinadas actividades económicas que se presten en condiciones no
competitivas; y
5) Las demás que le señalen las leyes.
Artículo 17 D.- El conocimiento y fallo de las causas a que se refiere el número 1) del
artículo anterior, se someterá al procedimiento regulado en los artículos siguientes.

Artículo 17 E.- El procedimiento será escrito, salvo la vista de la causa, público e


impulsado de oficio por el Tribunal hasta su resolución definitiva.
Las partes deberán comparecer representadas en la forma prevista en el artículo 1º de
la ley N° 18.120, sobre comparecencia en juicio.
El procedimiento podrá iniciarse por requerimiento del Fiscal Nacional Económico o
por demanda de algún particular, la que deberá ser puesta en inmediato conocimiento de
la Fiscalía. Admitido el requerimiento o la demanda a tramitación, se conferirá traslado, a
quienes afecte, para contestar dentro del plazo de quince días hábiles o el término mayor
que el Tribunal señale, que no podrá exceder de treinta días.
Las acciones contempladas en esta ley, prescriben en el plazo de dos años, contado
desde la ejecución de la conducta atentatoria de la libre competencia en que se fundan.
Esta prescripción se interrumpe por requerimiento del Fiscal Nacional Económico o
demanda de algún particular, formulados ante el Tribunal.
Asimismo, las medidas que se determinen para prevenir, corregir o sancionar un
atentado a la libre competencia, prescriben en dos años, contados desde que se
encuentre firme la sentencia definitiva que las imponga. Esta prescripción se interrumpe
por actos cautelares o compulsivos del Tribunal, del Fiscal Nacional Económico o del
demandante particular.
La prescripción de las acciones y la de las medidas que se determinen para prevenir,
corregir o sancionar un atentado a la libre competencia, no se suspenden a favor de
ninguna persona.
Sin perjuicio de las disposiciones generales, las acciones civiles derivadas de un
atentado a la libre competencia prescriben en el plazo de cuatro años, contado desde que
se encuentre ejecutoriada la sentencia definitiva.

Artículo 17 F.- La notificación del requerimiento o de la demanda, con su respectiva


resolución, será practicada personalmente por un ministro de fe, entregando copia
íntegra de la resolución y de los antecedentes que la motivan. El Tribunal podrá disponer
que se entregue sólo un extracto de estos documentos.
Las demás resoluciones serán notificadas por carta certificada enviada al domicilio de
la persona a quien se deba notificar, salvo que las partes de común acuerdo fijen otros
medios seguros para practicar la notificación de dichas resoluciones. En el caso de que
opten por medios electrónicos, la notificación deberá suscribirse mediante firma
electrónica avanzada. Las resoluciones que reciban la causa a prueba y las sentencias
definitivas deberán notificarse, en todo caso, personalmente o por cédula.
Se entenderá practicada la notificación por carta certificada, el quinto día hábil
contado desde la fecha de recepción de la misma por el respectivo servicio de correos.
Tendrán el carácter de ministro de fe para la práctica de las diligencias previstas en
este Título, además del Secretario Abogado del Tribunal, las personas a quienes el
Presidente designe para desempeñar esa función.

Artículo 17 G.- Vencido el plazo establecido en el artículo 17 E, sea que se hubiere


evacuado o no el traslado por los interesados, el Tribunal podrá llamar a las partes a
conciliación. De no considerarlo pertinente o habiendo fracasado dicho trámite, recibirá
la causa a prueba por un término fatal y común de veinte días hábiles. Acordada una
conciliación, el Tribunal se pronunciará sobre ella dándole su aprobación, siempre que no
atente contra la libre competencia. En contra de la resolución que apruebe una
conciliación podrá deducirse, por personas admitidas a litigar que no hubieren sido parte
en ella, el recurso de reclamación a que se refiere el artículo 17 L.
Serán admisibles los medios de prueba indicados en el artículo 341 del Código de
Procedimiento Civil y todo indicio o antecedente que, en concepto del Tribunal, sea apto
para establecer los hechos pertinentes. El Tribunal podrá decretar, en cualquier estado de
la causa y aun después de su vista, cuando resulte indispensable para aclarar aquellos
hechos que aún parezcan obscuros y dudosos la práctica de las diligencias probatorias
que estime convenientes.
Las partes que deseen rendir prueba testimonial deberán presentar una lista de
testigos dentro del quinto día hábil contado desde que la resolución que reciba la causa a
prueba quede ejecutoriada.
Las diligencias a que dé lugar la inspección personal del Tribunal, la absolución de
posiciones o la recepción de la prueba testimonial, serán practicadas ante el miembro
que el Tribunal designe en cada caso.
Las actuaciones probatorias que hayan de practicarse fuera del territorio de la Región
Metropolitana de Santiago, podrán ser conducidas a través del correspondiente juez de
letras, garantizando su fidelidad y rápida expedición por cualquier medio idóneo. Las
demás actuaciones serán practicadas a través del funcionario de planta del Tribunal que
se designe al efecto.
El Tribunal apreciará la prueba de acuerdo a las reglas de la sana crítica.

Artículo 17 H.- Vencido el término probatorio, el Tribunal así lo declarará y ordenará


traer los autos en relación, fijando día y hora para la vista. El Tribunal deberá oír alegatos
de los abogados de las partes cuando alguna de éstas lo solicite.

Artículo 17 I.- Las cuestiones accesorias al asunto principal, salvo lo dispuesto en el


artículo siguiente, serán resueltas de plano, pudiendo el Tribunal dejar su resolución para
definitiva.

Artículo 17 J.- El Tribunal, de oficio o a petición de parte, podrá decretar en cualquier


estado del juicio o antes de su iniciación, y por el plazo que estime conveniente, todas las
medidas cautelares que sean necesarias para impedir los efectos negativos de las
conductas sometidas a su conocimiento y para resguardar el interés común. Estas
medidas serán decretadas con citación, y en caso de generarse incidente, éste se
tramitará en conformidad a las reglas generales y por cuerda separada.
Las medidas decretadas serán esencialmente provisionales y se podrán modificar o
dejar sin efecto en cualquier estado de la causa. Para decretarlas, el requirente deberá
acompañar antecedentes que constituyan a lo menos presunción grave del derecho que
se reclama o de los hechos denunciados. El Tribunal, cuando lo estime necesario, podrá
exigir caución al actor particular para responder de los perjuicios que se originen.
La resolución que conceda o deniegue una medida cautelar se notificará por carta
certificada, a menos que el Tribunal, por razones fundadas, ordene que se notifique por
cédula. En caso de que la medida se haya concedido prejudicialmente, el Fiscal o el
solicitante deberá formalizar el requerimiento o la demanda en el plazo de veinte días
hábiles o en el término mayor que fije el Tribunal, contado desde la notificación de
aquélla. En caso contrario, quedará sin efecto de pleno derecho.
Sin embargo, las medidas podrán llevarse a efecto antes de notificar a la persona
contra quien se dictan siempre que existieren motivos graves para ello y el Tribunal así lo
ordenare. En este caso, transcurridos cinco días sin que la notificación se efectúe,
quedarán sin valor las diligencias practicadas. El Tribunal podrá ampliar este plazo por
motivo fundado.
Sin perjuicio de lo dispuesto en los incisos precedentes, no regirá respecto de las
medidas prejudiciales y precautorias que dicte el Tribunal lo establecido en los Títulos IV
y V del Libro II del Código de Procedimiento Civil, salvo lo señalado en los artículos 273,
274, 275, 276, 277, 278, 284, 285, 286, 294, 296 y 297 de dicho cuerpo legal, en cuanto
resultaren aplicables.

Artículo 17 K.- La sentencia definitiva será fundada, debiendo enunciar los


fundamentos de hecho, de derecho y económicos con arreglo a los cuales se pronuncia.
En ella se hará expresa mención de los fundamentos de los votos de minoría, si los
hubiere.
Esta sentencia deberá dictarse dentro del plazo de cuarenta y cinco días, contado desde
que el proceso se encuentre en estado de fallo.
En la sentencia definitiva, el Tribunal podrá adoptar las siguientes medidas:

a) Modificar o poner término a los actos, contratos, convenios, sistemas o acuerdos


que sean contrarios a las disposiciones de la presente ley;
b) Ordenar la modificación o disolución de las sociedades, corporaciones y demás
personas jurídicas de derecho privado que hubieren intervenido en los actos, contratos,
convenios, sistemas o acuerdos a que se refiere la letra anterior;
c) Aplicar multas a beneficio fiscal hasta por una suma equivalente a veinte mil
unidades tributarias anuales. Las multas podrán ser impuestas a la persona jurídica
correspondiente, a sus directores, administradores y a toda persona que haya intervenido
en la realización del acto respectivo. En el caso de las multas aplicadas a personas
jurídicas, responderán solidariamente del pago de las mismas sus directores,
administradores y aquellas personas que se hayan beneficiado del acto respectivo,
siempre que hubieren participado en la realización del mismo.
Para la determinación de las multas se considerarán, entre otras, las siguientes
circunstancias: el beneficio económico obtenido con motivo de la infracción, la gravedad
de la conducta y la calidad de reincidente del infractor.

Artículo 17 L.- Las resoluciones pronunciadas por el Tribunal de Defensa de la Libre


Competencia, salvo la sentencia definitiva, serán susceptibles del recurso de reposición,
al que podrá darse tramitación incidental o ser resuelto de plano.
Sólo será susceptible de recurso de reclamación, para ante la Corte Suprema, la
sentencia definitiva que imponga alguna de las medidas que se contemplan en el artículo
17 K, como también la que absuelva de la aplicación de dichas medidas. Dicho recurso
deberá ser fundado y podrá interponerlo el Fiscal Nacional Económico o cualesquiera de
las partes, en el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia, dentro del plazo de diez
días hábiles, contado desde la respectiva notificación. Este plazo se ampliará con el
aumento que corresponda al lugar en que tenga su domicilio el afectado, si éste fuere
distinto al de la sede del Tribunal, de conformidad con la tabla a que se refiere el artículo
259 del Código de Procedimiento Civil.
Para seguir el recurso interpuesto no será necesaria la comparecencia de las partes. El
recurso se conocerá con preferencia a otros asuntos, y no procederá la suspensión de la
vista de la causa por el motivo establecido en el Nº 5º del artículo 165 del Código de
Procedimiento Civil.
La interposición del recurso no suspenderá el cumplimiento del fallo, salvo lo referido
al pago de multas, en lo que se estará a lo dispuesto en el inciso siguiente. Sin embargo,
a petición de parte y mediante resolución fundada, la Sala que conozca del recurso podrá
suspender los efectos de la sentencia, total o parcialmente.
Para interponer el recurso de reclamación, en caso que se hubiere impuesto una multa,
la parte sancionada deberá consignar una suma de dinero equivalente al diez por ciento
de la multa decretada. Sin embargo, cuando sea el Fiscal Nacional Económico el que
interponga el recurso, estará exento de este requisito.

Artículo 17 M.- La ejecución de las resoluciones pronunciadas en virtud de este


procedimiento, corresponderá directamente al Tribunal de Defensa de la Libre
Competencia el que contará, para tales efectos, con todas las facultades propias de un
Tribunal de Justicia.

Las multas impuestas por el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia deberán


pagarse dentro de los diez días hábiles siguientes a la fecha en que quede ejecutoriada la
respectiva resolución.
Si cumplido el plazo el afectado no acreditare el pago de la multa, el Tribunal deberá,
de oficio o a petición de parte, y sin forma de juicio, apremiarlo del modo establecido en
el artículo 543 del Código de Procedimiento Civil.

Artículo 17 N.- Las normas contenidas en los Libros I y II del Código de Procedimiento
Civil se aplicarán supletoriamente al procedimiento mencionado en los artículos
precedentes, en todo aquello que no sean incompatibles con él.

Artículo 17 Ñ.- La acción de indemnización de perjuicios a que haya lugar, con motivo
de la dictación por el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia de una sentencia
definitiva ejecutoriada, se interpondrá ante el tribunal civil competente de conformidad a
las reglas generales, y se tramitará de acuerdo al procedimiento sumario, establecido en
el Libro III del Título XI del Código de Procedimiento Civil.
El tribunal civil competente, al resolver sobre la indemnización de perjuicios, fundará su
fallo en las conductas, hechos y calificación jurídica de los mismos, establecidos en la
sentencia del Tribunal de Defensa de la Libre Competencia, dictada con motivo de la
aplicación de la presente ley.

Artículo 18.- El ejercicio de las atribuciones a que se refieren los números 2) y 3) del
artículo 17 C, así como la emisión de los informes que le sean encomendados al Tribunal
en virtud de disposiciones legales especiales, se someterán al siguiente procedimiento:

1) El decreto que ordene la iniciación del procedimiento se publicará en el Diario Oficial


y en un diario de circulación nacional y se notificará, por oficio, a la Fiscalía Nacional
Económica, a las autoridades que estén directamente concernidas y a los agentes
económicos que, a juicio exclusivo del Tribunal, estén relacionados con la materia para
que, en un plazo no inferior a quince días hábiles, éstos y quienes tengan interés legítimo
puedan aportar antecedentes.
2) Vencido el plazo anterior, el Tribunal deberá citar a una audiencia pública, la cual se
llevará a efecto dentro del plazo fatal de treinta días contado desde la notificación, la que
se practicará mediante un aviso publicado en el Diario Oficial, para que quienes hubiesen
aportado antecedentes puedan manifestar su opinión. Si la materia se refiere, en
especial, a una situación regional, la notificación también se practicará mediante otro
aviso que se publicará en un periódico local. El Tribunal arbitrará siempre las condiciones
necesarias para que todos los intervinientes puedan imponerse del expediente.
3) Si las autoridades, organismos o personas referidos en los números anteriores no
informaren en los plazos que el Tribunal les fijare al efecto, éste podrá prescindir del
informe.
4) De oficio o a petición del interesado, el Tribunal podrá recabar y recibir los
antecedentes que estime pertinentes.
Las resoluciones o informes que dicte o emita el Tribunal en las materias a que se
refiere este artículo, podrán ser objeto del recurso de reposición. Las resoluciones que
fijen condiciones que deban ser cumplidas en actos o contratos podrán también ser
objeto del recurso de reclamación.

Artículo 19.- Los actos o contratos ejecutados o celebrados de acuerdo con las
decisiones del Tribunal de Defensa de la Libre Competencia, no acarrearán
responsabilidad alguna en esta materia, sino en el caso que, posteriormente, y sobre la
base de nuevos antecedentes, fueren calificados como contrarios a la libre competencia
por el mismo Tribunal, y ello desde que se notifique o publique, en su caso, la resolución
que haga tal calificación.
En todo caso, los Ministros que concurrieron a la decisión no se entenderán
inhabilitados para el nuevo pronunciamiento.".

7) Derógase el Título III, pasando el actual Título IV, a ser Título III.

8) Sustitúyese el artículo 22, por el siguiente:

"Artículo 22.- El Fiscal Nacional Económico podrá designar Fiscales Adjuntos para
actuar en cualquier ámbito territorial cuando la especialidad y complejidad o urgencia de
una investigación así lo requiera.
Los Fiscales Adjuntos tendrán las atribuciones que el Fiscal Nacional les delegue.".

9) Introdúcense las siguientes modificaciones en el artículo 23:

a) En el inciso primero:

i) Suprímese en la columna Directivos Exclusiva confianza, el cargo de "Fiscal Regional


Económico", y los respectivos guarismos "4" en la columna grados y "12" en la columna
Nº de cargos.
ii) Sustitúyese el guarismo "25" del primer subtotal por el guarismo "13".
iii) Sustitúyese en la columna correspondiente al Nº de cargos profesional grado cuatro
el guarismo "2" por "4"; en el grado cinco, el guarismo "2" por "4"; en el grado seis, el
guarismo "1" por "4"; en el grado siete, el guarismo "1" por "3"; en el grado ocho, el
guarismo "1" por "2" y en el segundo subtotal el guarismo "7" por "17".
iv) Créase en la columna correspondiente a fiscalizadores, el grado 9 con N° de cargos
1, y sustitúyese en la columna correspondiente al N° de cargos fiscalizadores, grado 10,
el guarismo "1" por "2".
v) Sustitúyese en el tercer subtotal el guarismo "5" por "7".

b) En el inciso segundo:

i) Suprímense las palabras "Fiscales Regionales Económicos" y la frase "Título de


Abogado y una experiencia profesional mínima de 3 años".
ii) Reemplázanse las columnas "Profesionales" y "Los demás cargos", por la siguiente:
"Profesionales: Título de Abogado, Ingeniero, Contador Auditor o Administrador
Público, otorgado por una Universidad o Instituto Profesional del Estado o reconocidos
por éste, u otros profesionales universitarios con post grado en ciencias económicas, de
a lo menos dos semestres, otorgado por Universidades del Estado o reconocidas por
éste, incluidas las Universidades extranjeras. En todo caso, se exigirá siempre una
experiencia profesional mínima de 3 años.".

10) Suprímese el inciso segundo del artículo 26.

11) Introdúcense las siguientes modificaciones en el artículo 27:

a) Sustitúyense en las letras a), b) y h) las expresiones "de la Comisión Resolutiva" y "la
Comisión Resolutiva" por las expresiones "del Tribunal de Defensa de la Libre
Competencia" o "el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia", o "al Tribunal de
Defensa de la Libre Competencia" según corresponda.
b) En el párrafo tercero de la letra b) elimínase la expresión "por las Comisiones
Preventivas y", y sustitúyese la expresión "Fiscales Regionales Económicos y de los
cargos formulados por unas y otros" por "Fiscales Adjuntos y de los cargos formulados
por éstos".
c) En la letra c) sustitúyese la frase "de las Comisiones" por "del Tribunal de Defensa
de la Libre Competencia".
d) En la letra d) sustitúyese la expresión "las Comisiones" por "el Tribunal de Defensa
de la Libre Competencia".
e) En la letra e) sustitúyese la frase "soliciten la Comisión Resolutiva y las Comisiones
Preventivas" por "solicite el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia, en los casos en
que el Fiscal Nacional Económico no tenga la calidad de parte".
f) Derógase la letra i).
g) Agréganse las siguientes letras nuevas, a continuación de la letra j), pasando la
actual letra k), a ser letra ñ), reemplazando la coma (,) y la conjunción "y" con que finaliza
la actual letra j), por un punto y coma (;):
"k) Llamar a declarar, o pedir declaración por escrito, a los representantes,
administradores, asesores y dependientes de las entidades o personas que pudieren
tener conocimiento de hechos, actos o convenciones objeto de investigaciones y a toda
otra persona que hubiere ejecutado y celebrado con ellas actos y convenciones de
cualquier naturaleza, respecto de algún hecho cuyo conocimiento estime necesario para
el cumplimiento de sus funciones;
l) Requerir de los organismos técnicos del Estado los informes que estime necesarios y
contratar los servicios de peritos o técnicos;
m) Celebrar convenios o memorándum de entendimiento con agencias u otros
organismos extranjeros que tengan por objeto promover o defender la libre competencia
en las actividades económicas;
n) Convenir con otros servicios públicos y organismos del Estado la transferencia
electrónica de información, que no tenga el carácter de secreta o reservada de acuerdo a
la ley, para facilitar el cumplimiento de sus funciones. Asimismo y previa resolución
fundada del Fiscal Nacional Económico, podrá convenir la interconexión electrónica con
organismos o instituciones privadas. Del mismo modo, podrá convenir esta interconexión
con organismos públicos extranjeros u organizaciones internacionales, con los cuales
haya celebrado convenios o memorándum de entendimiento, y".

12) Derógase el artículo 28.

13) Sustitúyese en el inciso segundo del artículo 29 la expresión "las Comisiones" por
"el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia".

14) Sustitúyese en el artículo 30 la frase "La Fiscalía y las Comisiones Preventivas


deberán" por "La Fiscalía deberá".

15) Introdúcense las siguientes modificaciones al artículo 30 A:

a) En el inciso segundo sustitúyese la expresión "la Comisión Resolutiva" por "el


Tribunal de Defensa de la Libre Competencia".
b) En el inciso tercero sustitúyese la expresión "las Comisiones Preventivas, la
Comisión Resolutiva" por "el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia".

16) Sustitúyese el artículo 30 B, por el siguiente:

"Artículo 30 B.- Los asesores o consultores que presten servicios sobre la base de
honorarios para la Fiscalía Nacional Económica o el Tribunal de Defensa de la Libre
Competencia, se considerarán comprendidos en la disposición del artículo 260 del
Código Penal.".

17) En la letra d) del artículo 30 C, elimínase la frase "relativos a expedientes


tramitados ante las Comisiones y la misma Fiscalía,".

18) Suprímese el inciso final del artículo 30 C.

19) Derógase el Título V.

20) Agrégase el siguiente artículo 31, nuevo:

"Artículo 31.- Las presentaciones de los particulares dirigidas a la Fiscalía Nacional


Económica, podrán ingresarse a través de las Intendencias Regionales o Gobernaciones
Provinciales respectivas, cuando el domicilio del peticionario se encontrare ubicado fuera
de la ciudad de asiento de este organismo.
Si se tratare de presentaciones que deban hacerse dentro de determinado plazo, se
entenderán efectuadas desde la fecha de presentación en la respectiva Intendencia o
Gobernación.
El Intendente o Gobernador, según el caso, deberá designar a un Secretario Regional
Ministerial, jefe de servicio o abogado de su dependencia, según proceda, para la
recepción y emisión de dichas comunicaciones, dentro de las veinticuatro horas de
recibidas, a la Fiscalía Nacional Económica.".

Artículo Segundo.- El Tribunal de Defensa de la Libre Competencia será el continuador


y sucesor de la Comisión Resolutiva, para los efectos de conocer y resolver las materias
a que se refieren las siguientes disposiciones legales y reglamentarias: artículo 31 del
decreto con fuerza de ley N° 323, de 1931; artículos 90, N° 4, y 107 bis, inciso tercero, del
decreto con fuerza de ley N° 1, de 1982; artículos 47 B y 65 del decreto con fuerza de ley
N° 382, de 1989; artículo 29 de la ley N° 18.168; artículo 12 A del decreto con fuerza de
ley N° 70, de 1998; artículo 66 de la ley N° 18.840; artículo 51 de la ley N° 19.039; artículo
96 del decreto supremo N° 177, de 1991, del Ministerio de Economía, Fomento y
Reconstrucción; artículo 7° de la ley N° 19.342; artículo 78, letra b), de la ley N° 19.518;
artículo 4°, letra h), del decreto supremo N° 104, de 1998, del Ministerio de Transportes y
Telecomunicaciones; artículo 19 de la ley N° 19.545; artículo 414 del decreto con fuerza
de ley N° 1, de 2003; artículo 173, N° 2, letra b), del artículo único del decreto supremo N°
28, de 2003, del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Igualmente, el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia conocerá de las materias a
que se refieren las siguientes disposiciones legales y reglamentarias relacionadas con
las Comisiones Preventivas: artículos 14 y 23 de la ley N°19.542; artículos 3°, letra c), 4°,
letra h), y 46 del decreto supremo N° 104, de 1998, del Ministerio de Transportes y
Telecomunicaciones, y artículos 37, 38 y 43 de la ley N° 19.733.
Sin perjuicio de lo dispuesto en los incisos anteriores, el Tribunal de Defensa de la
Libre Competencia tendrá las atribuciones que otras disposiciones legales, no citadas
precedentemente, otorgan a las Comisiones Resolutiva y Preventivas, en su caso, en
materias de libre competencia en las actividades económicas.

DISPOSICIONES TRANSITORIAS

PRIMERA. La presente ley entrará en vigencia transcurridos noventa días desde su


publicación en el Diario Oficial.
Sin perjuicio de lo establecido en el inciso precedente, las Comisiones Preventivas y la
Resolutiva subsistirán, y continuarán conociendo los asuntos sometidos a su
consideración, hasta la instalación del Tribunal de Defensa de la Libre Competencia y
podrá el Presidente de la Comisión Resolutiva, para los efectos de la confección del
Presupuesto del Tribunal correspondiente al ejercicio 2004, efectuar la comunicación al
Ministro de Hacienda a que se refiere el inciso primero del artículo 17 B de la presente
ley, si dentro de los plazos correspondientes no estuviere instalado el Tribunal.

SEGUNDA. Prorrógase, por el solo ministerio de la ley, hasta la instalación del Tribunal
de Defensa de la Libre Competencia, el período de duración en sus cargos de los
integrantes de la Comisión Resolutiva y de las Comisiones Preventivas que venza a partir
de la publicación de esta ley en el Diario Oficial.
TERCERA. Dentro del plazo de noventa días a partir de la entrada en vigencia de esta
ley, deberá procederse al nombramiento de los Ministros que integrarán el Tribunal de
Defensa de la Libre Competencia y a la instalación del mismo, de acuerdo al
procedimiento establecido en esta ley.
CUARTA. Para los efectos de la renovación parcial del Tribunal de Defensa de la Libre
Competencia, el período inicial de vigencia del nombramiento de cada uno de los
primeros integrantes titulares será determinado por el Presidente de la República en el
correspondiente decreto de nombramiento, designando por dos años a un integrante
abogado y a un integrante licenciado o con post grado en ciencias económicas, por
cuatro años a un integrante abogado y a un integrante licenciado o con post grado en
ciencias económicas, y por seis años al abogado nominado como Presidente del Tribunal,
respectivamente.
Para los efectos de la renovación parcial de los integrantes que tendrán la calidad de
suplentes, el Presidente de la República determinará en el primer decreto supremo de
nombramiento de cada uno de ellos el período inicial de su vigencia, fijando dos años
para un integrante abogado y un integrante licenciado o con post grado en ciencias
económicas, y cuatro años para un integrante abogado y un integrante licenciado o con
post grado en ciencias económicas, respectivamente, a elección del Presidente de la
República.
El Presidente del Tribunal que se instale por primera vez, deberá prestar juramento ante
el Pleno de la Corte Suprema, el que deberá ser convocado especialmente al efecto, en el
plazo de cinco días a contar de la designación efectuada por el Presidente de la
República. Los demás integrantes del Tribunal de Defensa de la Libre Competencia,
prestarán juramento ante el Presidente del Tribunal, en conformidad a lo dispuesto en el
artículo 9° del decreto ley Nº 211, de 1973, cuyo texto fija el numeral 6) del artículo
primero de la presente ley.
QUINTA. Las causas de que estuvieren actualmente conociendo las Comisiones
Preventiva Central y Preventivas Regionales se seguirán tramitando, sin solución de
continuidad, ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia, con arreglo a los
procedimientos establecidos por las disposiciones vigentes al momento de su inicio. Los
citados organismos continuarán recibiendo el apoyo técnico y administrativo que les
preste la Fiscalía Nacional Económica hasta la entrada en vigencia de la planta
establecida en el artículo 15 del decreto ley Nº 211, de 1973, cuyo texto fija el numeral 6)
del artículo primero de la presente ley.
SEXTA. Las designaciones del personal de planta del Tribunal de Defensa de la Libre
Competencia se efectuarán dentro del plazo de sesenta días contados desde la fecha de
su instalación.
SÉPTIMA. Sin perjuicio de lo dispuesto en la disposición primera transitoria, las causas
en acuerdo que se encontraren pendientes ante la Comisión Resolutiva, serán resueltas
por los integrantes que hubieren estado en la vista de la causa.
OCTAVA. Facúltase al Presidente de la República para que, en el plazo de un año fije,
mediante un decreto con fuerza de ley del Ministerio de Economía, Fomento y
Reconstrucción, el texto refundido, coordinado y sistematizado del Decreto Ley Nº 211.
NOVENA. El gasto que represente la aplicación de esta ley durante el año 2003, se
financiará con cargo a reasignaciones presupuestarias de Servicios de la Partida
Ministerio de Economía, Fomento y Reconstrucción, y en lo que faltare, con cargo al ítem
50-01-03-25-33-104 de la Partida del Tesoro Público de la Ley de Presupuestos.
El aporte fiscal correspondiente al Tribunal de Defensa de la Libre Competencia para el
año 2003, será financiado en la forma dispuesta en el inciso anterior, se determinará en
un ítem del Programa Operaciones Complementarias de la Partida antes señalada, y su
presupuesto para dicho año será sancionado mediante resolución de la Dirección de
Presupuestos.".

Habiéndose cumplido con lo establecido en el Nº 1º del Artículo 82 de la Constitución


Política de la República y por cuanto he tenido a bien aprobarlo y sancionarlo; por tanto
promúlguese y llévese a efecto como Ley de la República.

Santiago, 20 de de octubre de 2003.- JOSE MIGUEL INSULZA SALINAS, Vicepresidente


de la República.- Jorge Rodríguez Grossi, Ministro de Economía, Fomento y
Reconstrucción.- Nicolás Eyzaguirre Guzmán, Ministro de Hacienda.
Lo que transcribo para su conocimiento.- Saluda atentamente a usted.- Alvaro Díaz
Pérez, Subsecretario de Economía, Fomento y Reconstrucción.

Tribunal Constitucional

Proyecto de ley que crea el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia

El Secretario del Tribunal Constitucional, quien suscribe, certifica que el Honorable


Senado envió el proyecto de ley enunciado en el rubro, aprobado por el Congreso
Nacional, a fin de que este Tribunal ejerciera el control de constitucionalidad respecto del
Artículo Primero, en sus números 2), 5), 6) -en lo que respecta a los artículos 7º, 8º, 9º,
10, 11, 13, 14, 15, incisos tercero y sexto, 16, 17, 17 A, 17 C, 17 K, 17 L, 17 Ñ, 18 y 19 del
decreto ley Nº 211, de 1973-, y 7); del Artículo Segundo, y de las Disposiciones
Transitorias Primera, Segunda, Tercera, Cuarta, Sexta y Séptima, del mismo, y por
sentencia de 7 de octubre de 2003, declaró:

1. Que la expresión "o reglamentarias" contenida en el inciso final del Artículo Segundo
del proyecto remitido, es inconstitucional y, en consecuencia, debe ser eliminada de su
texto.
2. Que el Artículo Primero, en sus números 2), 5), 6) -en lo que respecta a los artículos 7º,
8º, 9º, 10, 11, 13, 14, 16, 17, 17 A, 17 C, 17 L, 17 Ñ, 18 - sólo en su encabezamiento-, y 19
del decreto ley Nº 211, de 1973-, y 7); el Artículo Segundo -salvo la expresión "o
reglamentarias" de su inciso final-, y las Disposiciones Transitorias Primera, Segunda,
Tercera, Cuarta y Séptima, del proyecto remitido, son constitucionales, sin perjuicio de lo
que se señala a continuación.

3. Que el artículo 13, inciso quinto, contemplado en el numeral 6 del Artículo Primero del
proyecto remitido, es constitucional en el entendido de lo expresado en el considerando
OCTAVO de esta sentencia;

4. Que el artículo 17 contenido en el numeral 6 del Artículo Primero del proyecto


remitido, es constitucional en el entendido de lo expresado en el considerando DECIMO
de esta sentencia;
5. Que el artículo 17 C, Nº 3, comprendido en el numeral 6 del Artículo Primero del
proyecto remitido, es constitucional en el entendido de lo expresado en el considerando
DECIMOCUARTO de esta sentencia;

6. Que este Tribunal no se pronuncia sobre el Artículo Primero, Nº 6), en lo que respecta
al artículo 15, incisos tercero y sexto, artículo 17 K y al artículo 18 -salvo su
encabezamiento-, del decreto ley Nº 211, de 1973, y la Disposición Transitoria Sexta, del
proyecto remitido, por versar sobre materias que no son propias de ley orgánica
constitucional.

Santiago, octubre 8 de 2003.- Rafael Larraín Cruz, Secretario.

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