Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Ataud de Schrödinger - Lisandro Casiardi - 2014
Ataud de Schrödinger - Lisandro Casiardi - 2014
El Ataúd de Schrödinger
Índice
Preludio: El No-Mundo del Conocimiento, por Franco Vico………………………6
Gravissimo: Yo fui K………………………………………………………………………………8
Adagio: Stop your Kaization…………………………………………………………………...8
Andante: Nosotros vs. Ellos…………………………………………………………………….9
Moderato: Schrödinger y su gato…………………………………………………………….9
Andante: To be or not to be (dead)…………………………………………………………10
Vivace: Operación Maracaibo………………………………………………………………...15
Presto: The Masonic Connection……………………………………………………………16
Prestíssimo: La Incógnita Argentina……………………………………………………….19
Alegro prestíssimo con fuoco: La Egiptóloga…………………………………………....21
Rallentando: La saga social hegeliana……………………………………………………...24
Conclusiones a piacere: La violación schrödigeriana como Psy-Op…………..25
Sección de imágenes……………………………………………………………………………...27
Notas…………………………………………………………………………………………………….30
Agradecimientos y dedicatorias
A Isidora Grunge, por ser la luz en mi camino y el amor de mi alma.
A quienes me brindaron información para escribir todo esto y a quienes confiaron en mí para
publicarlo.
A Guillermo Canale por su asesoramiento y compromiso.
A Julián Andrade y Nanu Giménez, por la disponibilidad y buena onda.
A los Casiardi.
A todo el staff de El Heraldo Psicotrónico.
Preludio: El No-Mundo del Conocimiento
* N. de A.: Consciencia paranoica es un término acuñado por Jason Horsley, mejor conocido
como Aeolus Kephas. El mismo define una actitud mental para liberarse de la Realidad
Consensuada por medio de la magia en tanto cambio de la percepción.
Aeolus Kephas; Dando el Salto. 03/01/2013, Elheraldopsicotronico.wordpress.com
El Ataúd de Schrödinger
Las versiones no oficiales sobre la muerte
de Néstor Kirchner y su plausibilidad
por Lisandro Casiardi
Gravíssimo: Yo fui K
La semana posterior al 27 de Octubre de 2010 recibimos con mi novia a unos amigos para
cenar. La conversación de la mesa no tardó en derivar al tema de la desaparición física del ex-
presidente. Los hombres, amigos de años, ya habíamos leído y comentado las numerosas notas
de medios oficialistas y críticos, ya sea rescatando la gestión kirchnerista por sus puntos más
meritorios, o bien admitiendo lo preferible de su gobierno frente a las flacas y nefastas cortes
opositoras. Muchos de nuestros amigos eran de pensar que la situación política era incierta y
que era menester apoyar el gobierno de la viuda por cuestiones estratégicas. Algunos de mis
amigos más inteligentes y leídos habían linkeado en las redes sociales la contratapa de Mempo
Giardinelli en el diario Pág.121 y no me fue difícil inclinarme por dicha opinión, sobre todo
porque ellos no eran ni nunca habían sido grandes simpatizantes del gobierno, condición que
compartían conmigo y con el mismo Giardinelli, hasta ese momento.
En la cena, las mujeres, en cambio, se inclinaron unánimemente, sin pudicias, por una hipótesis
que me pareció en ese momento absurda. Ellas decían convencidas que Néstor Kirchner no
estaba muerto, que nunca nadie vio su cadáver, que el ataúd era más corto que su estatura, que
tenía razones para querer escapar, que luego de la derrota electoral de 2009 un muerto era lo
mejor que podía pasarle al desfalleciente oficialismo, etc., etc., etc.
Nos dedicamos a hacer chanzas al respecto y proseguir, mi amigo con relatos de la plaza llena de
deudos populares y su creciente sentimiento de argentinidad, y yo con mis imprecisas
impresiones políticas, influidas en parte por las opiniones de mis compinches más politizados.
Las chicas insistían y no escatimaban en cinismo para hacernos entender lo orquestado que
parecía estar todo y lo crédulos que no admitíamos ser. En los meses posteriores atestigüé y me
sentí tímidamente parte- indeciso entre la observación y el entusiasmo- de una primavera K
que luego juzgué necesaria para el ajuste definitivo de mi formación política, aunque mi
posición actual sea un resultado fallido de la “muerte” del ex-presidente. Desde cierto momento
en adelante comencé a juzgar la actitud de las damas durante aquella velada, como producto de
eso llamado intuición, que los varones tardamos o fallamos en desarrollar y por eso se adjetiva
tan extensivamente como “femenina”.
Conozco gente hospitalizada que podría redactar con el mismo tipo de ímpetu y terminología.
Más allá de mi sarcasmo, no pretendo desprestigiar per sé a esta publicación: quien esté libre de
locura que arroje la primera teoría. Sin embargo es necesario tener en cuenta que, por las
razones que fuera, algunos de sus posts han sido desmentidos por los hechos, como el que
afirma que la intervención quirúrgica de tiroides de CFK era una operación de cambio de rostro
para darse a la fuga19. Tal vez se trate de verdaderos insiders cuya sanidad mental ha sido
comprometida por sus experiencias, tal vez se trate de víctimas o victimarios de operativos
desinformativos que los trascienden. Tal vez se trate de bien o mal intencionados
desinformantes. En mi opinión nos encontramos en este caso frente a una operación
desinformativa que tiene por objetivo desprestigiar a quienes pueden ahondar con mayor
seriedad en ciertas líneas investigativas. Por otra parte, de más está aclarar que muchos de sus
posts, contrariamente al último señalado, se basan en evidencia comprobable, pero ese es el
encanto propio del desinformante: para vender 10% de pescado podrido tiene que estar
mezclado con 90% de material en buen estado y queda en uno separar la paja del trigo 20.
Cualquiera sea el caso, lo interesante es la coincidencia con las sospechas verbalizadas por
Salbucchi y con lo que veremos a continuación.