Nueva Zelanda: Ruta por la Isla Sur, a tu aire en coche

Descubre la Isla Sur de Nueva Zelanda, con sus fiordos y glaciares, y practica deportes extremos en la “capital de la aventura”

Viajar al punto geográfico diametralmente opuesto a Europa en el globo terráqueo es como imaginar una novela de Julio Verne. Nueva Zelanda, la
“tierra de la gran nube blanca”, como la conocían los maoríes, se ubica en el mar de Tasmania y tiene tantos rincones fascinantes que te parecerá el
escenario digno de un libro fantástico. Descubre la Isla Sur de este extraordinario país, repleto de parques nacionales y paisajes asombrosos. Te
enamorarán sus lagos como espejos, rodeados por abundante vegetación y altas montañas, con la imponente cordillera de los Alpes del Sur como
estandarte. No te pierdas sus fiordos y glaciares, maravillas naturales amenazadas por el calentamiento global del planeta. Y si te gustan los deportes
extremos, lánzate en paracaídas y disfruta de las vistas como un pájaro o practica “bungee jumping” en la zona de Queenstown, bautizada como la
“capital de la aventura”. La conducción por esta isla es un espectáculo. Recorrer la Milford Highway es una secuencia de estampas que jamás podrás
olvidar.

Salidas:

desde enero 2021 hasta diciembre 2021

Destinos Visitados:

Christchurch, Twizel, Dunedin, Queenstown, Lake Hayes, Wanaka, Lake Hawea, Haast, Franz Josef, Greymouth, Punakaiki, Westport, Nelson,
Blenheim, Kaikoura y Rangiora.

Categorías:

Naturaleza y Aventura.

Día 1: Ciudad de origen ­ Christchurch

Salida del vuelo desde la ciudad de origen hasta Christchurch. Noche a bordo.

Día 2: En vuelo.

Día 3: Christchurch

Llegada y recogida del vehículo de alquiler en el aeropuerto. Dirígete a la ciudad, población más grande de la Isla del Sur de Nueva Zelanda, ubicada
en la costa este. Su topónimo evoca a la Iglesia cristiana y es que fue fundada por miembros de esta religión de la Universidad de Oxford y patrocinada
por el arzobispo de Canterbury, que da nombre a la región. Se cuenta que la asociación tenía el utópico objetivo de crear una nueva Jerusalén en
Nueva Zelanda. Puedes visitar sus magníficos jardines y te recomendamos también su museo, donde se exhiben elementos históricos que evidencian el
protagonismo de esta ciudad en la exploración de la Antártida. De hecho, varias expediciones partieron del puerto de Lyttelton en el pasado. En el
centro de la ciudad puede verse la estatua dedicada a uno de los exploradores, Robert Falcon Scott, esculpida por su viuda. Alojamiento en
Christchurch.

Día 4: Christchurch ­ Twizel (Excursión opcional a Mt. Cook y glaciar de Tasman).

Salida hacia el sur de la isla atravesando el valle de Rangitata y Lake Tekapo hasta llegar a Twizel, a tres horas y media de camino. Te recomendamos
alargar la Ruta hasta el Mt. Cook, la montaña más alta de Nueva Zelanda, a unos tres cuartos de hora de Twizel, por donde necesariamente hay que
pasar. El monte Cook/Aoraki tiene una altura de 3754 metros y está ubicado en el Parque Nacional que recibe su nombre, de extraordinaria belleza
natural. Hay varios senderos alpinos que comienzan cerca del pueblo. Los vuelos panorámicos, los tours al glaciar de Tasman y la observación de
estrellas son magníficas opciones para disfrutar de esta zona. Alojamiento en Twizel.

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Día 5: Twizel ­ Costa Oamaru ­ Dunedin

Emprende la Ruta hacia la zona costera de Dunedin y Coastal Otago, de innegable belleza. Algunos las consideran capital ecológica de Nueva Zelanda.
La costa de Otago se extiende desde Waitaki, al norte de Oamaru, donde fascinan sus verdes prados y sus pueblecitos pesqueros. Oamaru está a una
hora y media al norte de Dunedin, pero vale la pena recorrer esta costa. En Oamaru es interesante su histórica arquitectura de piedra blanca. Una
visita obligada en esta zona son los misteriosos peñascos de Moeraki, grandes pedruscos redondeados que salpican la playa de Koekohe, a 40
kilómetros al sur de Oamaru. Los llaman “huevos de dragón” y algunas pesan hasta siete toneladas. Acaba el día en Dunedin, una hermosa ciudad
conocida como la Edimburgo de Nueva Zelanda por su patrimonio escocés. Lo cierto es que conserva en perfecto estado su legado victoriano. De
hecho, a 15 minutos en coche se ubica el castillo de Larnach, el único castillo de Nueva Zelanda y la mejor representación del estilo victoriano. Visita
este magnífico edificio construido entre 1873 y 1887 y que algunos tachan de maldito porque acarrea el suicidio de su propietario original y la muerte a
los 21 años de su hija. (Nota. Entrada no incluida. El coste de la entrada es de aproximadamente 27 dólares). Cerca de la ciudad podrás avistar a los
pingüinos más exóticos del mundo, y, en el cabo Taiaroa, la única colonia de cría en tierra firme del albatros real. (Nota. Conoce todos los secretos de la
naturaleza y fauna de la zona en el Royal Albatross Centre). Puedes finalizar la jornada de hoy cenando en el centro de la ciudad y degustando alguno
de los famosos vinos neozelandeses. ¿Eres más de cerveza? Entonces te recomendamos dirigirte a Speight's Brewery, donde podrás acompañar la
cervezas con deliciosos y generosos platos. Alojamiento en Dunedin.

Día 6: Dunedin ­ Queenstown

Prepárate para decir adiós a Dunedin. Antes de ponerte en Ruta, puedes aprovechar para realizar el último paseo por sus tranquilas calles salpicadas
de tiendas con propuestas eclécticas y deliciosos edificios de estilo eduardiano y victoriano. No olvides fotografíar los lugares más destacados que te
hayan quedado pendientes como la Catedral de St Paul y los espectaculares jardines que salpican la localidad. Proseguimos esta espectacular Ruta a
través de parajes llenos de belleza e historia. La Ruta de hoy finaliza en Queenstown, una activa ciudad conocida como la “capital de la aventura” en
Nueva Zelanda. Localizada a unas tres horas y media de coche, te aconsejamos llegar a buena hora para vivir una experiencia de pura adrenalina. No
te pierdas practicar paracaidismo en uno de los lugares más fascinantes del mundo para hacerlo. Estar a 12.000 pies de altura divisando como un
pájaro paisajes dignos de las mejores joyas artísticas, desde la avioneta primero y desde la caída después, será algo que no podrás olvidar jamás. Es
excepcional observar la inmensidad de la zona de Central Otago y las montañas nevadas que rodean espectaculares lagos, entre ellos el Wanaka. Si la
propuesta te impone, puedes optar por un salto biplaza con un experto. Si te gustan los deportes extremos, otra opción es practicar “bungee jumping”,
lanzándote al vacío con los pies sujetos. Queenstown tuvo el primero del mundo y saltar desde el puente Kawaru, en una caída de 43 metros hasta el
río, donde llegarás a mojarte, es una experiencia de infarto. Si viajas en invierno, podrás disfrutar del esquí, el snowboard y sugerentes excursiones en
las que caminarás con raquetas de nieve. Los paseos a caballo, el golf, el senderismo y el cicloturismo serán actividades recomendables para aquellos
viajeros que busquen actividades más tranquilas. Queenstown es también el destino perfecto para disfrutar del descanso y la relajación. Finaliza la
jornada contemplando las vistas más privilegiadas del Queenstown y el lago Wakatipu desde una góndola o disfrutando de una reparadora sesión de
spa. Alojamiento en Queenstown.

Día 7: Queenstown (Excursión opcional al Fiordo Milford Sound)

Día libre para seguir disfrutando de la localidad y sus alrededores. ¿Planes? En Queenstown encontrarás para todos los gustos y presupuestos. Siente
el aire limpio y una indescriptible sensación de libertad explorando los senderos que rodean la localidad; descubre el encanto y la historia que envuelven
al pueblo minero de Arrowtown; disfruta del agua realizando agradables cruceros por los lagos o animándote a practicar el paracaidismo acuático; visita
Kingston en un pintoresco y antiguo tren de vapor; realiza una sorprendente cata en las bodegas locales que salpican la zona; disfruta de unas horas de
compras en el corazón comercial de Queenstown... Para los amantes de las alturas, nada mejor que sobrevolar la zona a bordo de un globo
aerostático. Uno de los planes estrella en la zona es, sin duda, la visita al Fiordo Milford Sound, una excursión que podrás realizar gracias a tu coche de
alquiler. El Fiordo Milford Sound, considerado por algunos como la octava maravilla del mundo por el escritor británico Rudyard Kipling, autor de “El
libro de la selva” y Premio Nobel de Literatura. El fiordo se ubica en el extraordinario Parque Nacional de Fiorland, que a su vez está dentro del Te
Wahipounamu, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En línea recta desde Queenstown sería un camino rápido, pero precisamente
la orografía obliga a un rodeo de 3 horas y 40 minutos para llegar. El trayecto de ida y vuelta es largo, pero es en sí mismo un espectáculo. La Milford
Highway es una carretera que atraviesa paisajes increíbles y que parece llegar al fin del mundo, o a un mundo extraordinario por su belleza intacta y
virgen. Conocido como Piopiotahi en maorí, el fiordo es un lugar mágico, con enormes cascadas de caudal descomunal. Puedes tomar un barco desde
su pequeño puerto, en una ruta preciosa hasta el Mar de Tasmania, o alquilar un kayak y sentir la imponente presencia de montañas que llegan a 1.200
metros de altura. Con suerte verás también focas y pingüinos en libertad. Después de un fantástico día de Naturaleza, vuelve a la ciudad a reponer
fuerzas. Alojamiento en Queenstown.

Día 8: Queenstown ­ Glaciar Franz Josef

Continúa tu viaje hacia el norte atravesando los lagos Hayes, Wanaka y Hawea, tan hermosos que parecen sacados de un cuento de hadas. Pronto te
adentrarás en las montañas a través del paso Haast hasta llegar a la región de los glaciares en el Parque Nacional Westland. Aquí podrás visitar el
glaciar Franz Josef, de 12 kilómetros de longitud, que recibe el nombre de un emperador austriaco. Después de una caminata de 30 minutos, llegarás a
su tramo final, aunque puedes hacer excursiones desde el aparcamiento hasta diferentes miradores para observar magníficas perspectivas de este
espectacular río helado. La mala noticia es que el cambio climático lo está haciendo retroceder a pasos agigantados. Después de un largo día de coche
y paseos, te aconsejamos la experiencia única de relajarte en las Hot Pools, a menos de 10 minutos. Son unas piscinas naturales de agua caliente
situadas en el corazón de la selva. Dirígete después al municipio que lleva el mismo nombre, ubicado a 5 kilómetros. Es un pueblo pequeño y
entrañable, dispuesto a ser muy hospitalario con los visitantes. Alojamiento en Franz Josef.

Día 9: Franz Josef ­ Greymouth

Te aconsejamos hoy acercarte al glaciar Fox, a media hora en coche, que también puedes visitar. Ambos se ubican en los Alpes del Sur. Aprovecha
también para visitar el lago Matheson. Accedes a él por una carretera en dirección a la costa. Es bellísimo, como un espejo, y podrás divisar las geniales
vistas del Mt. Cook. Tienes varias opciones por esta zona de glaciares: escalar por sus paredes de hielo, visitarlo por dentro con un guía, o contratar un

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 Nueva Zelanda: Ruta por la Isla Sur, a tu aire en coche

paseo en helicóptero para divisar los espectaculares e inexpugnables rincones de esta zona declarada Patrimonio de la Humanidad. Por la tarde,
continúa hacia el norte recorriendo la costa oeste hasta Greymouth, a dos horas de camino. La Ruta en coche es fantástica. Greymouth es una ciudad
con una historia de búsqueda de jade, extracción de oro y dramáticas inundaciones de ríos. Si llegas a buena hora, y si no mañana, puedes visitar su
curioso museo local, donde se habla de la historia de la minería del metal precioso. Pero aún es más interesante hacer una excursión por el sendero
Elizabeth Track, que atraviesa una reserva paisajística y viejas minas de oro. Greymouth es el pueblo más grande de la costa occidental de la Isla Sur.
No te pierdas una visita a su cervecería local, casi una leyenda de Nueva Zelanda, y degustar una buena jarra. Alojamiento en Greymouth.

Día 10: Greymouth ­ Nelson

Te recomendamos recorrer la costa hasta llegar a la famosa formación Punakaiki Pancake Rocks, a unos 40 minutos, donde podrás disfrutar de uno de
los paisajes más espectaculares de Nueva Zelanda. Se encuentra a las puertas del Parque Nacional Paparoa. La traducción es algo así como “rocas de
crepes” y son formaciones calizas junto al mar, muy curiosas por los géiseres marítimos verticales que surgen con la entrada de la marea. Continúa
atravesando la Garganta de Buller, vía Westport hasta Nelson, a tres horas de camino. Y, por fin llegamos a Nelson, una de las ciudades más soleadas
de Nueva Zelanda. Sus idílicos paisajes costeros, sus bellas playas de arena blanca y dorada y su exuberante naturaleza convierten la zona en todo un
paraíso para disfrutar del senderismo y los deportes náuticos. La localidad desprende al viajero con una carismática aura creativa. Aquí viven y trabajan
centenares de artistas que encuentran es esta localidad y sus alrededores una inagotable fuente de inspiración. Descubre su arte local frecuentando
sus talleres y comercios artesanos. Quién sabe, quizá te vuelvas a casa con una obra de arte única. Aprovecha la visita para degustar su deliciosa
gastronomía, saborear sus cervezas artesanales y brindar con una copa de los aromáticos vinos locales. Alojamiento en Nelson.

Día 11: Nelson ­ Blenheim ­ Kaikoura ­ Rangiora ­ Christchurch

Ponemos rumbo hacia Christchurch bien temprano, pues hoy te espera un día de bastante recorrido. Hay que exprimir el viaje por esta tierra de las
antípodas antes de la vuelta a casa. El soleado pueblo de Blenheim, a hora y media de Nelson, es el lugar ideal para aquellos que quieren explorar la
cultura vitivinícola y gastronómica local. La siguiente parada será en Kaikoura, a 1 hora y 50 minutos, un pintoresco pueblo costero, perfecto para
encontrarte con la vida marina, caminar por la costa e hincarle el diente a un plato de cangrejo de río. El paisaje de Kaikoura es realmente espectacular:
el pueblo está en medio de las agrestes montañas Seaward Kaikoura y el océano Pacífico. En invierno, las montañas se cubren de nieve, lo que agrega
misticismo al paisaje. Antes de llegar a Christchurch, te recomendamos visitar Rangiora, a 2 horas y 20 minutos de Kaikoura. Es una ciudad que
permaneció ocupada por los maoríes durante muchos cientos de años, antes de la llegada de los europeos. Se puede llegar con facilidad a las playas
de la bahía Pegasus, y los ríos cercanos son famosos por la pesca y las caminatas. A unos 35 minutos aparece Christchurch, una parada indispensable
en toda Ruta por la Isla del Sur. Volvemos a disfrutar de jardines de idílica belleza y actividades tan sugerentes como la de realizar remo en el río Avon.
Pasea por su centro histórico cuajado de bellos edificios, interesantes restaurantes y tiendas donde, sin duda, encontrarás el recuerdo perfecto de este
viaje inolvidable. Acercarte en coche a la zona de Port Hills para disfrutar de bonitas panorámicas de la localidad y de la franja costera. Despídete de
Nueva Zelanda saboreando los deliciosos platos locales. Alojamiento en Christchurch.

Día 12: Christchurch ­ Ciudad de origen

Presentación en el aeropuerto con suficiente tiempo de antelación para devolver el coche de alquiler y vuelo de regreso a la ciudad de origen. Noche a
bordo.

Día 13: Ciudad de origen

Llegada. Fin del viaje y de nuestros servicios.

Servicios incluidos en el viaje

Vuelo de ida y vuelta.

Estancia en el hotel seleccionado en Christchurch.
Régimen seleccionado en Christchurch.
Estancia en el hotel seleccionado en Twizel.
Régimen seleccionado en Twizel.
Estancia en el hotel seleccionado en Dunedin.
Régimen seleccionado en Dunedin.
Estancia en el hotel seleccionado en Queenstown.
Régimen seleccionado en Queenstown.
Estancia en el hotel seleccionado en Franz Josef.
Régimen seleccionado en Franz Josef.
Estancia en el hotel seleccionado en Greymouth.
Régimen seleccionado en Greymouth.
Estancia en el hotel seleccionado en Nelson.
Régimen seleccionado en Nelson.
Coche de alquiler.
Seguro de viaje.

Servicios NO incluidos

Posible pago de peajes.

Actividades deportivas y de aventura.
Entrada a edificios históricos, museos, parques naturales, actividades y enclaves sugeridos durante el itinerario (algunos son gratuitos).

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Notas importantes

­ Recuerda que en Nueva Zelanda se circula por la izquierda..

­ ­ Conducir por Nueva Zelanda: 1. Para conducir en Nueva Zelanda necesitarás el carnet internacional, un trámite muy sencillo que puedes
hacer en cualquier oficina de Tráfico. 2. Las carreteras están en buen estado, pero la orografía obliga a dar mucho rodeo para llegar a algunos
lugares. 3. El respeto de los límites de velocidad (100 Km/h en carretera) y no consumir alcohol son aspectos importantes, con severas
sanciones por incumplimiento..
­ ­ Las habitaciones triples en Oceanía son generalmente habitaciones con dos camas individuales o una doble, en las que se instala una cama
plegable para acoger a la tercera persona, con las consiguientes molestias que ello supone, por ello, desaconsejamos su uso en la medida de
lo posible..
­ ­ Consultar la documentación necesaria para entrar al país..
­ ­ Las excursiones y visitas sugeridas para cada día son orientativas, pudiendo el viajero diseñar el viaje a su medida, de acuerdo a sus gustos
y necesidades..
­ ­ La tarjeta de crédito está considerada una garantía, por lo que, a veces, su uso es imprescindible para poder registrarse en los hoteles..
­ ­ Normalmente los hoteles disponen de cuna para los bebés. De lo contrario, tendrán que compartir cama con un adulto..
­ ­ Para la recogida del coche de alquiler se requerirá una tarjeta de crédito (no de débito) a nombre del titular de la reserva, quien además
deberá ser el conductor principal del vehículo..
­ ­ Es posible contratar guías expertos que te llevarán a pie, en helicópteros o aviones de esquí a los puntos más espectaculares de los
glaciares más conocidos. ¡Descubre auténticos valles de hielo que se extienden casi a nivel del mar y siente que la Edad de Hielo todavía está
en construcción en Nueva Zelanda!.

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