The Most Heretical Last Boss Queen - Volume 01 - Compressed

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Tabla de contenido
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Página de índice
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Derechos de autor y créditos
Capítulo 1: La princesa egoísta despierta
Capítulo 2: La princesa malvada y el cuñado adoptado
Capítulo 3: La atroz princesa y su familia
Capítulo 4: La princesa malvada y la orden de los caballeros
Capítulo 5: La princesa egoísta y el juicio
Capítulo 6: La belleza de las flores.
Historia paralela adicional
Epílogo
Boletin informativo
Capítulo 1:
La princesa egoísta despierta CUANDO MI VIDA pasó ante mi

ojos, lo encontré notablemente... normal. Eso no quiere decir que todo
fuera viento en popa, pero en comparación con la mayoría, era
bastante normal.
Después de ser aceptado en una universidad junior en mi último año de escuela secundaria, mi
El único verdadero dilema era cómo disfrutaría al máximo de mi descanso. Salté por la vida, soñando
despierto con volver a reproducir mi serie otome favorita desde el principio. Estaba tarareando para mí mismo,
fantaseando con todas las rutas y romances, cuando salí al cruce de peatones justo cuando un automóvil
atravesaba la intersección.
Así fue como terminó la vida tal como la conocía.
"¡Su Alteza! ¡¿Puedes oírme?!"
"¡Princesa Orgullo!"
Los sirvientes llamaron frenéticamente mi nombre. Acuné mi cabeza y me hundí en el suelo mientras el
mundo se desvanecía en la oscuridad a mi alrededor.
“¡Que alguien llame al médico! ¡Debemos contarle a la reina y al príncipe consorte lo que pasó!
"¡La princesa está herida!"
Mi nombre era Pride Royal Ivy. Yo era la hija de ocho años de la reina.
—la princesa primogénita de mi país. Al menos, así era yo aquí en el mundo de Our Ray of Light, el
juego otome que había planeado volver a jugar. ¿Pero por qué tuve que terminar siendo Pride,
precisamente? Ella no era sólo malvada y tortuosa. ¡Ella era la jefa final!
Me desperté en una cama lujosa. Me obligué a abrir los ojos y miré al techo mientras las sirvientas
Pasé rápidamente, entrando y saliendo corriendo de la lujosa habitación, discutiendo sobre detalles que
mi mente tambaleante no podía captar del todo.
Sólo me quedan diez años... No puedo creer que vaya a morir a la misma edad en
dos vidas diferentes.

Mi cabeza daba vueltas, tratando de separar los recuerdos de mi vida pasada de la realidad
que tenía ante mí. Por increíble que pareciera, realmente me había despertado en el mundo de un
videojuego. Conocía a los protagonistas, los personajes de fondo, incluso el escenario mismo.
Reconocí cada detalle.
Y supe que no viviría mucho.
Como Orgullo, destruiría el reino dentro de diez años y aterrorizaría a este

mundo como su jefe final. El destino decretó que marcara los corazones de los intereses
amorosos y pagara por mis crímenes con mi vida.
De hecho, este era el mundo de Nuestro Rayo de Luz. Fue una serie más larga que la mayoría
y, por lo que pude ver, estaba en el primer juego. Personas de todas las edades disfrutaron de “ORL”,
como lo llamábamos. Me enganché a la versión anime del tercer juego y ese enamoramiento creció
hasta que jugué cada entrega, desde la más antigua hasta la más nueva. Cada vez que lanzaban uno
nuevo, me lanzaba directamente a él.
Estaba obsesionado.
"¡Orgullo!"
Mi padre abrió la puerta de golpe y pasó junto a los guardias nerviosos.
"Padre…"
El príncipe consorte frunció el ceño... o, al menos, eso parecía. Todos los demás
confundieron su frente arrugada y su expresión seria con severidad, pero yo sabía lo amable que era
debajo de la superficie. Claro, podía ser estricto, pero amaba a su hija con todo su corazón. Echó a las
criadas y a los guardias fuera de la habitación para hablar conmigo en privado.
"¿Estás bien?" él me preguntó.
"Sí. De repente me empezó a doler la cabeza…”
“El médico dice que tu vida no corre ningún peligro, pero Rosa también estaba preocupada por ti”.
Como reina, Rosa Royal Ivy, mi madre, era la máxima autoridad del reino. No hace falta
decir que ella superaba a mi padre en ese sentido. No fue ninguna sorpresa que estuviera
demasiado ocupada para venir a verme ella misma incluso bajo estas condiciones.
circunstancias. Si bien mi padre siempre me dijo que me visitaría si podía, ahora sabía el
verdadero motivo de su ausencia.
"Padre."
"¿Qué es?" dijo, mirándome ansiosamente.
"Tengo una hermana pequeña que pronto cumplirá seis años, ¿no?"
Parpadeó, desconcertado, lo que sólo confirmó lo que ya sabía. Si esto

Realmente era el mundo de mi juego otome, entonces tenía una hermana menor: Tiara Royal
Ivy, la protagonista de toda esta historia.
"¿Como sabes eso?" Padre dijo.
Era la primera vez que veía tal sorpresa en el rostro de mi padre. Algo en mi pregunta lo
desconcertó, pero apenas había recuperado mis recuerdos, así que no estaba seguro de qué.
Espera, todo esto parece familiar de alguna manera...
"¿Podría ser?" él dijo. “¿Compartes la misma precognición que tu madre?

¿Es eso lo que te hizo colapsar?
Mi padre me miró fijamente, sin vacilar su mirada, y suavemente me apartó el pelo de la frente.
Había heredado los mechones carmesí de mi padre, pero los suaves de mi madre.
ondas.
“Sí”, reflexionó. “Mis felicitaciones, Orgullo. Esto prueba que eres el verdadero heredero.
al trono”.
Padre me sonrió, con lágrimas formándose en sus ojos. Yo mientras tanto traté de no llorar.
por una razón completamente diferente. Con unas pocas palabras simples, realmente lo había arruinado.
Ahora, todo lo que podía hacer era tratar de no gritar mientras comprendía la gravedad de toda la
situación.
¡Así es! ¡Estaba pensando en la infancia de Pride en el juego!
Verás, con esa simple línea sobre mi hermana, simplemente había marchado paso a paso hacia
mi propia perdición.
Nuestro Rayo de Luz se desarrolló en el extenso reino de "Freesia", una misteriosa

tierra y el único lugar en el mundo donde los humanos nacieron con características especiales
potestades. Naturalmente, eso incluía mi precognición. Si bien una de cada doscientas personas
heredaría algún tipo de poder, la precognición era la más rara. Pertenecía únicamente a aquellos en la fila
para el trono de Freesia y existía solo entre los miembros de la familia real, especialmente las
mujeres, y se manifestaba una vez cada pocas décadas. Muchos vieron la precognición como un
mensaje divino que ungía a nuestro próximo gobernante. En el juego, Pride se desmayó cuando tenía
ocho años. Cuando despertó, mencionó a una hermana menor que le habían mantenido en secreto.
Ella le dijo todo esto a su padre el mismo día que él planeaba revelar el secreto. Fue el momento en
que su precognición despertó y se ganó el título de futura reina de Fresia.
¡Pero eso es exactamente lo que me acaba de pasar!
Cuando los enamorados hablaron de esta escena, la llamaron “El momento que conduciría a una
tragedia inimaginable para nuestro reino”.
Incluso cuando el miedo se heló en mis entrañas, el rostro de mi padre se iluminó de alegría.
Pero sabía que las cosas estaban ocurriendo exactamente de la misma manera que en el juego.
Por muy culpable que me hiciera sentir, necesitaba una manera de hacer que esto pareciera cualquier
cosa menos precognición. Sin embargo, cuando abrí la boca, no se me escaparon palabras.
Mi padre notó mi expresión confusa, pero aparentemente la tomó por cansancio. “Descansa
un poco por ahora, Pride”, dijo. "Sé que todavía estás confundida, así que hablaremos de tu
hermana Tiara en otro momento".
Ofreció una sonrisa antes de levantarse y marcharse, seguramente de camino a contarle a la Madre de
este trascendental acontecimiento. En el instante en que salió, los guardias y las criadas volvieron a
entrar.
“Mi hermana…” murmuré. Me volví hacia la ventana y contemplé los jardines de abajo como si
pudiera escapar de esa manera. "Pero... ya sé todo sobre ella".
Por ejemplo, sabía que mi hermana menor, Tiara Royal Ivy, heredó la compasión y la gracia de
nuestros padres. Mi madre se comportaba con aplomo y sabiduría, mientras que mi padre, de buen
corazón, era su asistente. La pequeña y frágil Tiara era la protagonista de este juego, una dulce princesa
a la que había que mantener en secreto para protegerla de intentos de secuestro e asesinato.
Tiara… Incluso su nombre era lindo, a diferencia de “Orgullo”, un nombre tosco y autoritario.
Adecuado para el villano de la historia. Lloré sólo de pensar en ella, pero eso estuvo mal, muy
mal. Mi pequeño corazón simplemente no podía soportar las oleadas de emoción, y pronto
estaba sollozando desesperadamente, tratando de mantener los mocos y las lágrimas dentro de mí.
Me convertiría en el malvado jefe final y Tiara se convertiría en la
heroína.
Durante cada ruta del juego, Pride murió a manos del principal
caracteres. Incluso los finales "malos" simplemente hicieron que Tiara o un interés amoroso
tomaran el lugar de Pride. No importa cómo lo mirara, estaba condenado. Es más, me lo merecía .
Tiara y sus intereses amorosos eran personas buenas y honestas. No me atrevería a engañarme
hasta llegar a un mal final con mis recuerdos de vidas pasadas. Al final, Pride era tan completamente
malvada que no merecía nada mejor que la muerte. Por mucho que me encantara el juego, ciertamente
no era fanático de Pride cuando jugaba a ORL en la vida real. Los fanáticos de los intereses amorosos
odiaban especialmente a Pride, y parte de ese odio se filtró en mí.
ahora.
Arremetí contra la mesa al lado de mi cama, frustrado por encontrarme en el cuerpo.

de alguien a quien detestaba. Una criada se sobresaltó al oír la patada y el ruido de la mesa.
"Oh... lo siento", dije.
¡Disparar! Son cosas como estas las que se suman para convertirme en la reina malvada...
La doncella con los ojos muy abiertos simplemente arregló la mesa. "No hay necesidad de
disculparse", dijo con rigidez, lanzándome miradas nerviosas por un lado.
ojos.
Bueno, no es de extrañar. El orgullo (o, supongo, yo) no se contuvo en absoluto.

Las criadas. Había despedido a muchos e incluso había amenazado de muerte a algunos
si no me agradaban. Por supuesto, mi padre interceptó todos mis intentos de castigarlos.
El Orgullo normal habría enviado la mesa volando por la habitación y habría gritado a las
criadas que la arreglaran de inmediato, pero no podía actuar así, no mientras conservara mis
recuerdos de mi vida anterior. No quería ser así Orgullo. No podría ser así Orgullo. En el juego,
Pride usó la precognición para atormentar a los intereses amorosos y permitir que se desarrollaran
tragedias, pero yo quería tomar un rumbo diferente. Si tan solo supiera algo más que la existencia
de mi hermana. Si tan sólo supiera lo de mi padre... “¡Ah!”
Salté de la cama con un grito ahogado. Todas las criadas se volvieron hacia mí. Incluso los guardias
Afuera de la puerta entró corriendo a mi habitación. Un aluvión de voces me preguntó qué pasaba,
pero las hice a un lado.
"¿Dónde está padre?" Yo dije.
"Su Alteza Real acaba de salir para informar a Su Majestad de los acontecimientos de hoy", dijo una doncella.
me informó.
¡Esto es malo! A este paso, él...
“¡Detenlo ahora mismo!” Pedí. "¡No puede subirse a ese carruaje!"
"Pero Su Majestad está aquí en la residencia, así que no creo que necesite tomar un carruaje".
No sirvio. La doncella, atrapada aquí junto a mi cama, no se dio cuenta de la

Los planes podrían haber cambiado.
Corrí hacia la ventana y asomé la cabeza para ver el extenso jardín de abajo. Un solo carruaje
estaba estacionado frente a la casa. Mi padre se acercó solo, preparándose para ir a ver a mi madre.
Contrariamente a lo que afirmaba la doncella, mi madre estaba de regreso en el castillo principal
atendiendo asuntos urgentes, y ahí era precisamente donde mi padre planeaba ir.
¡No! ¡No puede llevar ese carruaje!
"¡Padre!" Grité.
Se quedó helado, pero luego simplemente me saludó con la mano.
¡No, no voy a decir adiós!
Tenía la intención de advertirle, pero él continuó, felizmente inconsciente. No podía seguir gritándole
que no subiera al carruaje. Pensaría que soy un niño lanzando un
berrinche.
En ese caso…
Puse mi pie en el alféizar de la ventana y me asomé más allá del marco. La agradable sonrisa
de mi padre se transformó en un miedo puro. Mi habitación, la habitación de una princesa primogénita,
fácilmente se elevaba más que una casa promedio. Una caída sería fatal.
"¡¿Su Alteza?!" —soltó la doncella detrás de mí. "Detente en..."

"¡Quedarse atrás!" Yo dije. "¡Será tu cabeza si me detienes!"
Me levanté para pararme en el alféizar de la ventana. Si perdiera el equilibrio, caería en picado

al suelo. El viento soplaba en mi contra, haciendo que mi largo cabello ondeara detrás de mí.
Apenas podía respirar, aparte de los sorbos de aire en pánico.
"¡Bájate de ahí, Orgullo!" Padre gritó muy abajo, con el rostro contraído por
terror.
Bueno, definitivamente llamé su atención. Gracias a dios.
Me estabilicé agarrándome a los postes y me obligué a respirar profundamente.
"¡Padre!" Le grité. “¡No puedes subir a ese carruaje! tiene un roto

¡Y tendrás un accidente antes de que puedas hablar con mamá!
Incluso desde la distancia, pude verlo parpadear confundido. Para el segundo

Hoy por primera vez, lo sorprendí con uno de mis pronunciamientos.
Apenas pronuncié las palabras cuando uno de los guardias me agarró y tiró
Yo de regreso a la habitación. Pero afuera, la voz de mi padre se elevó y exigió que
alguien inspeccionara las ruedas del carruaje.
Crisis evitada. Ahora puedo relajarme un poco.
Esta vez, al menos, frustré los acontecimientos del juego. En ORL, el padre de Pride.
Abordó el carruaje para correr hacia la reina e informarle de la precognición recién despertada
de Pride. Pero el carruaje se desplomó, hiriéndolo gravemente. Sobrevivió sólo lo suficiente
para contarle a la reina sobre el regalo de Pride con su último aliento. De alguna manera,
Pride nunca previó el accidente de su padre. Al menos no en el juego. Aquí, donde conocía toda la
historia, pude salvarlo. Fue realmente una bendición.
El guardia aflojó su agarre cuando se dio cuenta de que no me estaba resistiendo. Me

volví, aliviada, pero grité cuando vi a una criada acurrucada en el suelo llorando. Todos los demás
permanecieron congelados a su alrededor, con los rostros pálidos y sin sangre. Sólo ese
guardia parecía capaz de hablar.
“¿Está herida, alteza?” él me preguntó.
Antes de que pudiera responder, una criada mayor se paró frente a la que lloraba en el suelo. Ella
cayó de rodillas a mis pies.
“Ppor favor, Su Alteza, perdónela. Ella no tiene adónde ir, así que le ruego
Tú, por favor, muéstrale misericordia”. Ella tembló mientras se disculpaba una y otra vez ante mí.
Ups. Quizás se haya excedido allí.
Debería haber sabido que no debía lanzar amenazas, incluso en el calor del momento. Al parecer,
la criada creía que yo realmente la haría ejecutar por intentar detenerme en la ventana. Después de
todo, yo era la princesa heredera. Todos los que me rodeaban estaban a merced de mis caprichos.
Una vez más, los caprichos egoístas de Pride, mis caprichos egoístas, habían causado tanto dolor.
"Soy…"
Quería disculparme, pero cuanto más pensaba en ello, más me daba vueltas la cabeza. Incluso
el guardia que me había alejado de la ventana debía haberse estado preparando para algún tipo de
castigo, pero de todos modos había extendido la mano para proteger a la preciosa hija de la
reina.
"Lo... lo siento", dije.
Quizás las emociones eran demasiadas para el cuerpo de un niño de ocho años.
Algo se metió en mi pecho y sacó todo el aire de mis pulmones. Estallé en lágrimas antes de que
pudiera detenerme. El guardia y las criadas miraron desconcertados mientras yo sollozaba ante ellos,
balbuceando disculpas llenas de lágrimas.
Por los dieciocho años de experiencia que había adquirido en mi vida pasada, sabía exactamente
cuánto miedo podría infundir el poder en los demás y cuánto dolor podría surgir si ese poder se
usara en tu contra. Más que nada, quería grabar estos hechos en mi mente durante los diez años
restantes de mi vida, para nunca olvidar ni abusar de esta autoridad con la que había despertado.
Después de todo, yo era la princesa heredera de este reino.
Finalmente mi padre volvió a subir a mi habitación. Me consoló mientras lloraba hasta que me
calmé lo suficiente como para hablar, y me hizo jurar que nunca volvería a hacer algo tan imprudente.
Aunque confesó que los asistentes encontraron una rueda rota y otra defectuosa cuando
inspeccionaron el carruaje.
"Te debo mi vida. Gracias, Pride”, dijo, envolviéndome en sus brazos.

Casi tan rápido como logré dejar de llorar, las lágrimas volvieron a fluir.
Más tarde ese día, cuando mi madre regresó al castillo, mi padre le contó los acontecimientos
del día. En ese momento me convertí en el heredero oficial del trono, y la noticia de mis poderes
despiertos se extendió a la gente del reino. Cuando mi padre intentó preguntar a mis guardias y
sirvientas qué pasó exactamente, me puse entre él y los sirvientes.
“Todo fue mi culpa”, dije. “Estas personas sólo estaban cuidando de mí, así que si
Cualquiera merece castigo, soy yo”. Pero mi padre se limitó a sonreír y sacudir la cabeza, y me
di cuenta de que, en primer lugar, nunca había tenido la intención de castigar a nadie.
Esa noche, mi padre permaneció a mi lado hasta que me quedé dormido. Él no había hecho eso por
yo en años. Habló en voz baja y tranquilizadora, contándome sobre mi hermana menor, Tiara, como
si fuera un cuento antes de dormir. Dijo que había planeado hablarme de ella ese mismo día antes
de que yo mismo lo soltara. La conocería en un mes, en su cumpleaños, pero hasta entonces no la
vería mucho a ella ni a mi madre. Resultó que la reina tenía que pasar mucho tiempo cuidando a
la pequeña y enfermiza Tiara además de todas sus otras tareas.
Acarició mi cabello, tan parecido al suyo y al de mi madre, mientras describía más a Tiara.
“Tú y Tiara sois nuestras preciosas hijas. Nada podría cambiar eso”, dijo, con la mirada llena de
afecto.
Tuve que preguntarme si el Orgullo en el juego se convertiría en una reina malvada y corrupta
si su padre hubiera podido vivir y decirle cosas tan lindas todo el tiempo. Todavía era posible, por
supuesto, pero tal vez su amabilidad habría cambiado el curso de los acontecimientos para
ella.
Mi padre me advirtió que el ritmo de mis estudios se aceleraría ahora que me reconocían
oficialmente como heredero al trono. Recitó una lista de temas (gobierno, historia local, etiqueta,
procedimientos) y mis párpados se volvieron pesados como plomo. Me dejé llevar por el sonido de
su voz, el profundo estruendo de su tono tranquilizador mientras debatía si adoptaría un hermano
pequeño para que ahora fuera mi asistente.
Espera… ¡¿Un hermano?!
***
“No te perdonaré… ¡Nunca te perdonaré! ¡Voy a matarte!"

Un niño estaba llorando, sus ojos llorosos ardían de puro odio. Él miró fijamente
Se adelantó a una chica que se rió de él, una chica demasiado joven para suavizar su risa
y ser más femenina. Se agarró los costados mientras se reía del chico.
“¡Ah, ja, ja! ¿Qué tan tonto puedes ser? Nunca podrías matarme. Después de todo…"
Conocía a estas dos personas. No, fue más que eso...
Esa chica era yo.
Orgullo Hiedra Real. Ella... o mejor dicho, yo era la chica que marcó irreparablemente
los corazones de todos los intereses amorosos del juego. Mi hermana menor, Tiara, vendría a
curar sus heridas. Después de recibir mi castigo al final del juego, Tiara tomaría mi asiento
como reina y devolvería al reino el camino hacia la armonía junto con su interés amoroso.
Recordé esta escena del juego. Por lo que puedo recordar, fue el
recuerdo de uno de los intereses amorosos.
"¡¿Por qué me engañaste ?!" dijo el chico. “Ssólo… quería verla, eso es todo…”
El niño apretó los dientes, las lágrimas corrían por sus mejillas mientras yo lo señalaba y
aullaba de risa. Esa risa era demasiado grande, demasiado cruel, demasiado malvada para
caber dentro de una niña pequeña, pero ahí estaba yo. Mientras tanto, el niño seguía gritando
alguien.
“La extrañé. La extrañé mucho”, dijo el niño.
“¡Ah, ja, ja, ja! Oh, es cierto. Será mejor que mantengas esto en secreto”, dije. "No
que cualquiera escucharía a un ex plebeyo sucio como tú”.
Seguí riendo y el niño aulló hasta que su voz se volvió ronca. Encima
y una vez más gritó que me mataría.
Su nombre era... rancio. Stale Royal Ivy: el cuñado menor adoptado de Pride.
Alguien... Alguien que lo salve.
Él no había hecho nada malo, pero yo no podía hacer nada por él. Después de todo, yo
fue quien lo lastimó.
La que podía ayudarlo, la que era su única salvación de la vida que llevaba en el castillo, era
su cuñada menor adoptiva.
"Tiara…"
Abrí los ojos con un grito ahogado. Solo un sueño. Pero reconocí los eventos del juego.
En el momento en que desperté, mis doncellas se lanzaron a mi rutina matutina, empezando

por el aseo. Me miré a los ojos oscuros en el espejo y vi a una de las mujeres peinar mi cabello.
Esos ojos se parecían mucho a los de mi padre, igual que el rojo brillante de mi cabello, incluso
si las ondas provenían de mi madre. Mi padre estaba orgulloso de tener una hija que había
heredado tanto de él, pero no pude evitar pensar que la combinación de ojos morados y
cabello rojo brillante me hacía parecer una bruja o un jefe final. Luché por no hacer una mueca
ante el reflejo del malvado enemigo de ORL mirándome fijamente. Nadie quería ver algo así
temprano en la mañana.
En el juego, Pride tomó el trono rápidamente gracias a su precognición recién despertada,

aprovechando la oportunidad después de que su padre muriera en el accidente y su madre lo
siguiera por el dolor. Aún así, sentía rencor por la atención desproporcionada de su madre
hacia su hermana menor. Por lo tanto, Pride envió a Tiara a vivir en un castillo distante, creando
una vida de lujo para ella mientras gobernaba el país con puño de hierro. Los países vecinos
se preocuparon cada vez más a medida que Pride se convertía en dictador.
Pero todo eso no sucedería hasta dentro de diez años, el día del decimosexto
cumpleaños de Tiara. Mientras tanto, Tiara conoció a sus muchos intereses amorosos, curó el
trauma que llevaban en sus corazones y se enfrentó a Pride, profundizando la brecha entre
ellos. Con el tiempo, surgieron los propios poderes de precognición de Tiara, otorgándole la
misma marca divina de liderazgo.
“Princesa Orgullo… ¿Su Alteza?”
"¿Eh?"
La voz de la criada finalmente me arrastró de regreso al presente. Era la misma mujer

que había estado tan abrumada por el terror que había llorado en el suelo el
otro día. Ahora, ella suavemente me soltó el cabello, habiendo terminado de cepillarlo.
Sorprendentemente, ella no pareció odiarme por el incidente. En todo caso, ella
Se volvió más amable, más tierna mientras se reía y me decía que tenía todo el cabello
peinado.
¿Cómo nunca me había dado cuenta hasta ahora? Tengo una sirvienta tan maravillosa trabajando para
a mí. Ella es muy... Espera...
Ladeé la cabeza confundida. Ahora que lo pensaba, apenas sabía nada sobre esta mujer.
"¿Cómo te llamas?" Yo pregunté.
La criada arqueó las cejas antes de que pudiera recomponerse y sonrió.

dulcemente. "Lotte."
Me propuse preguntar los nombres de otros sirvientes mientras recorría el castillo esa
mañana. La criada mayor que había defendido a Lotte era Mary. El guardia que me había
sacado por la ventana era Jack. Me memoricé estos tres nombres: Lotte, Mary y Jack. Algo
tan simple, pero era como abrir las cortinas y dejar que el sol entrara en este lúgubre castillo.
Esta fue la primera vez que alguien, aparte de mi padre, añadió vitalidad a mi mundo.
Pasé gran parte del día así. No pasó mucho tiempo antes de que notara que el personal
me miraba un poco diferente. Yo todavía era la princesa primogénita, por supuesto, y la heredera
oficial al trono, pero ese no fue el único cambio. Corrieron rumores sobre cómo había salvado a mi
padre de ese viaje en carruaje.
“¿Esa princesita mimada finalmente aprendió a comportarse?”
"La malcriada princesa debe haber sido poseída por una diosa".
Algunas personas parecían creer que el desarrollo de la precognición era la razón

Mi personalidad cambió tan drásticamente. Me mordí la lengua y les dejé creer lo que
quisieran, aunque lo único que quería era decirles que estaban equivocados. No estaba poseída
por una diosa ni nada por el estilo; simplemente había recuperado los recuerdos de mi vida
pasada. Ciertamente, en el juego, la precognición hizo poco para mejorar la siniestra
personalidad de Pride. En todo caso, se volvió más vil. Pero ahora les parecía mucho más
competente para gobernar el reino en el futuro.
Por la tarde, ya no podía recordar el sueño de esa mañana, ni siquiera

aunque algo en ello parecía muy importante. Cuanto más lo pensaba, más me daba cuenta de
que los nombres de los intereses amorosos tampoco me venían a la cabeza. Sabía que
había cinco en total en la serie, incluidos ciertos personajes ocultos. Además, todavía
puedo recordar la trama del juego al repetirlo una y otra vez para obtener todos los finales.
Sin embargo, no recordaba muchos detalles sobre los intereses amorosos en sí. Mi favorito era
el tercer juego de la serie, que había repetido de vez en cuando, pero solo superé por
completo el primero y el segundo. Una vez cada uno. ¿Cómo podría olvidar los juegos que
había jugado tan obsesivamente en la vida? Incluso el día de mi muerte, había estado
soñando despierto con volver a jugar la serie desde el primer juego.
Está bien. Estoy seguro de que recordaré los detalles cuando conozca a todos, desde mi vida.
Sigue la misma trama que el juego.
Excepto que todo dependía de que esta vida fuera la misma que la trama del juego.
y bueno, ya había ido y cambiado eso. El mero hecho de que mis padres estuvieran
vivos demostraba que la desviación era posible.
¿Puedo realmente cambiar la historia del juego?
Fue un poco tarde para darme cuenta, pero me golpeó como una bofetada.
a la cara. ¿Qué más podría cambiar? ¿Cuánto podría cambiar?
No tuve mucho tiempo para pensarlo. Al día siguiente, durante la cena, mi padre dijo que
mi cuñado adoptivo, uno de los intereses amorosos del juego, llegaría al castillo en dos semanas.
Capitulo 2:
La princesa malvada y el cuñado adoptado CÓMO
TOTALMENTE deprimente.
Stale, mi hermano pequeño, finalmente debía llegar al castillo.
Todavía no podía entender la idea de tener un cuñado, ni siquiera uno adoptado. Quiero decir,
yo sólo tenía ocho años, un poco joven para ese tipo de cosas. Incluso traté de convencer a mi
padre de que lo dejara, pero él insistió en que respetáramos la tradición. En Fresia, la costumbre
exigía que el heredero al trono tuviera un asistente o sirviente especial, un niño adoptado en
la familia precisamente para este fin. Tenía que ser más joven que el heredero, lo que,
combinado con su género, lo haría no elegible para el título, incluso una vez que se
convirtiera en miembro de la familia real. Lo protegió de intentos de asesinato para que
pudiera desempeñar su función.
"Duro…"
Suspiré. Todavía encontré todo extraño. Probablemente Stale sufrió mucho después de ser
arrancado de su propia familia para servir a la mía.
Stale Royal Ivy había perdido a su padre debido a una enfermedad a una edad
temprana y pasó su infancia solo con su madre. Aunque era un plebeyo, él también poseía un
poder especial. Stale podía transportar cualquier cosa que tocara, incluido él mismo, como una
especie de teletransportación.
En el juego, Pride aprovechó el deseo de Stale de regresar con su madre para encerrarlo en
un "contrato de fidelidad", un trato horrible que lo obligó a obedecer todas las órdenes de Pride
sin falta. Ni siquiera era un asistente en ese momento—sólo era
una marioneta.
Por supuesto, no tenía ningún plan de hacerle pasar por algo así. Pero no pude evitar
preocuparme de que mis buenas intenciones significaran poco. Por un lado, ¿por qué
Stale escucharía a su nueva cuñada? ¿Y qué haría yo si no lo hiciera? ¿Me volvería como
ese otro Orgullo, el Orgullo del juego?
Una parte de mí temía que ella fuera la que me hiciera pensar en pensamientos tan
desagradables en primer lugar. En el juego, saboreó la ira y el odio de Stale. Al final, ella lo
obligó a cometer un acto del que nunca se recuperó.
“Su nuevo cuñado ha llegado al castillo, alteza”, dijo Lotte, sacándome de mis pensamientos
ansiosos. "A tu padre le gustaría presentártelo".
No tuve más remedio que seguirla hasta donde mi padre esperaba, con la mano apoyada en
en el hombro de un chico de cabello negro brillante y ojos oscuros. Stale tenía el mismo
aspecto que recordaba del juego, desde su piel pálida hasta el alto puente de su nariz.
Aunque ahora era joven, sabía que se convertiría en un hombre tranquilo, intrigante, con
gafas e inteligente. Parecía que las gafas entrarían en escena más tarde.
“Orgullo”, dijo el padre. “Esto está rancio. Será tu cuñado menor.

Es un año menor que tú y será tu mayordomo y asistente. Una vez que gobiernes, él
será tu senescal. Aunque es un plebeyo, su poder de teletransportación es bastante
impresionante. Espero que ustedes dos se lleven espléndidamente”.
Al principio no vi nada más que el personaje del juego, el Stale que esperaba.
Entonces noté algo que nunca vi en el juego y retrocedí un paso.
Todo en su apariencia era bastante normal, aparte de las esposas que le sujetaban
las muñecas. Sus manos no estaban completamente apretadas, pero aun así era una vista
impactante. Stale miró al suelo con una expresión sombría. Incluso un niño podría darse
cuenta fácilmente de que no eran esposas normales. Estaban hechos de algún tipo de
material brillante y decorados con joyas.
"Ah, ¿te asustaron las esposas?" Padre dijo. “Aunque siento lástima por el niño, esto es
necesario por ahora. Siguió escapando mediante teletransportación mientras viajábamos
aquí. Incluso hirió a un guardia en un momento. Parece haberse calmado por ahora, pero no
podemos permitir que vuelva a desaparecer. Estos grilletes le impedirán usar su poder
hasta que pueda celebrar un contrato de subordinación contigo mañana. Entonces ya no
tendrá sentido mantener las cadenas puestas”. Acarició el cabello de Stale mientras
hablaba, un gesto extrañamente tierno en comparación con sus palabras.
Tuve que recordarme a mí mismo que todo esto era normal en este mundo, independientemente de
lo que dictaba mi moral y ética de mi vida anterior. Incluso el “contrato de
subordinación” era sólo una parte ordinaria de lo que mi hermano menor
sus suegros podrían esperar. Ese contrato existía para que él nunca pudiera traicionarme. Era
una especie de vínculo que sólo se encontraba en nuestro reino y estaba respaldado por
encantamientos para que ninguno de los firmantes pudiera romper las condiciones del
contrato. Mi cuñado tendría que permanecer a cierta distancia física de mí en todo momento
y ser leal a mis órdenes.
El Orgullo del juego fue un paso más allá, obligando a Stale a firmar un vínculo de
“lealtad”. Se trataba de un vínculo más estricto que incluía la obediencia obligatoria a cada
orden. En ORL, Pride robó ese contrato del estudio de su padre muerto y lo cambió por
el supuesto "contrato de subordinación".
"Una vez que firmes esto, te dejaré ver a tu madre otra vez", le dijo.
A partir de ese momento, Stale estuvo condenado. Incluso si firmaba un contrato de

subordinación, el contrato de fidelidad más estricto siempre tenía prioridad. Stale, el plebeyo
de siete años que no sabía leer ni escribir más que su propio nombre, sólo se dio cuenta del
horror de lo que había hecho después de que se completó el contrato.
¡Pero yo nunca haría algo así!
Stale todavía estaba estudiando sus pies. Corrí a su lado y le tomé los grilletes.
Manos en las mías, dándoles un suave apretón.
"Soy Pride Royal Ivy", dije. “Es un placer conocerte, Stale. Seremos familia de ahora en
adelante, así que llevémonos bien, ¿de acuerdo?
Stale miró hacia arriba, parpadeando sorprendido antes de que su cabeza volviera a caer.
“Está bien…” murmuró.
¡¿Qué?! Espera, creo que ya he visto esto antes...
Mi sonrisa se marchitó. Me alejé de Stale cuando me di cuenta.
Pride dijo exactamente esas mismas líneas durante esta escena del juego. Más tarde, Stale habló
de su pasado y mencionó lo amable que había sido Pride cuando se le acercó, actuando
como una compasiva hermana mayor la misma noche que lo obligó a firmar ese contrato de fidelidad.
Lo sabía. Estoy atrapado en el mismo guión del juego, no importa lo que haga...
Me congelé, la desesperación brotó dentro de mí, y mi padre se paró frente a Stale.
"Debes estar exhausto por los acontecimientos del día", dijo. "Descansa para estar preparado para
mañana".
Luego mi padre llevó a Stale hacia su nueva habitación en el castillo. Pero algo
Sobre esto me sentí mal. En el juego, un asistente le presentó a Pride a Stale.
Entonces, ¿las cosas son diferentes porque mi padre está vivo ahora? Espera, ¿y no
pasó algo con ese asistente?
Busqué en mi memoria para encontrar al asistente de mi padre, pero no pude recordarlo.
el hombre. Mi padre me visitaba solo la mayor parte del tiempo, lo que significa que probablemente había
conocido a este asistente unas pocas veces como máximo.
¿Pero qué pasa con Stale?
Eché a correr, persiguiendo a mi padre y a Stale. Tenía que saber en qué habitación
¡Él estaría dentro, o de lo contrario mi plan fracasaría!
Mientras corría tras ellos, me di cuenta de que me dirigía directamente a la habitación debajo de la mía.
Mi padre me detuvo afuera de la puerta.
“Déjalo descansar por hoy. ¿Entender?" él dijo. Saludó a Lotte y Mary.
para acompañarme de regreso a mi habitación.
¡Pero eso no fue suficiente! Tuve que hablar con Stale antes de que firmara el
Contrato de subordinación mañana. Ya era tarde cuando Pride obligó a Stale a caer en su
trampa, lo que significaba que podría tener la oportunidad de hablar.

a Stale en algún momento de esta noche.
Lotte y Mary me llevaron a mi habitación, pero no me quedé mucho tiempo, alegando que
quería ver a mi padre. Me dejaron ir, pero en lugar de dirigirme directamente hacia él, me desvié
hacia su estudio. Al igual que en el juego, encontré guardias en mi camino. Y al igual que el
Orgullo en el juego, logré pasar de puntillas y entrar al estudio. Hice un rápido trabajo
rebuscando en la habitación, guardando mi premio dentro de mi vestido antes de escabullirme
de nuevo.
Ese no sería el final de mis actividades clandestinas esa noche. Stale no apareció en la cena,
sino que comió en su habitación debido a la fatiga. Más tarde, me colaría en esa habitación, tal
como lo hizo Pride en el juego.
Consideré brevemente una cuerda de sábanas para bajar por la ventana, pero las criadas y
los guardias ya me habían visto arrojarme por ella antes. Probablemente sería mejor no hacerles
pensar que estaba saltando de nuevo. Además, una princesa no podría comportarse de una
manera tan indigna.
Entonces, ¿qué hizo exactamente Pride? ¿Cómo llego a Stale como en el juego? Tendría
que…
Me di cuenta y una sonrisa se dibujó en mi rostro. Se desvaneció con la misma rapidez;

Realmente me estaba volviendo como Pride, la misma reina tortuosa que detestaba en el
juego. Sin embargo, no podía detenerme en ese pensamiento. Una vez que cayó la noche,
tomé un libro al azar de mi habitación y me dirigí a la habitación de Stale. Los dos guardias
estacionados afuera me miraron con las cejas levantadas.
"Su Alteza."
Les sonreí dulcemente. "Stale no sabe leer", dije, "así que me gustaría
para leerle este libro. Mi padre dijo que era una buena idea”.
Les había contado la misma historia a los guardias fuera de mi habitación. Era mentira,
ciertamente, pero usar el nombre de mi padre significaba que no podían detenerme. Dudaron
sólo un momento antes de hacerse a un lado.
"¿Duro? Estoy entrando."
La habitación estaba envuelta en una oscuridad total cuando entré. Una vez que la puerta
cerrado detrás de mí, me esforcé por distinguir cualquier cosa a mi alrededor. Sólo la tenue
luz de la luna que se filtraba a través de la ventana proporcionó alguna ayuda.
"¿Princesa Orgullo?" Dijo rancio. "¿Hay algo que necesites de mí?"
Lo encontré. Stale estaba sentado en su cama, abrazando sus rodillas contra su pecho.
Cuando me miró, parecía aún más agotado y cansado que esta tarde cuando llegó por primera
vez.
"Lamento molestarte tan tarde", dije. “Simplemente tenía que hablar contigo
antes de que firmaras el contrato mañana”.
Di paso a paso con cuidado hacia Stale, lentamente, tratando de no asustarlo. Fue
como acercarse a un animal salvaje sin que se asuste y salga corriendo.
"¿La princesa heredera quiere hablar conmigo?" dijo, ladeando la cabeza.
“Dime, Stale. Quieres ver a tu madre, ¿no?
Sus ojos se abrieron como platos. Todo el cansancio desapareció, reemplazado por una concentración nítida.
Espera, ¡esa es exactamente la misma línea del juego! Así es como Pride presenta el
contrato a Stale. Disparar.
Parecía que cada vez que seguía más de cerca la trama del juego, también podía recordarlo
con mayor claridad. Como ahora. Recuperé el objeto escondido en mi vestido y se lo mostré a
Stale.
"¿Qué es eso?" Sus ojos se abrieron aún más.
“Es la llave de esas esposas. Me colé en el estudio de mi padre y lo pedí prestado.

Ahora podrás huir”.
Sin esos grilletes, Stale podría teletransportarse nuevamente. En el juego, Pride obligó
que usara ese talento para asesinatos. Una vez incluso lo usó para transportarse a sí
mismo y a la heroína fuera del palacio. Ahora, con suerte, lo llevaría hasta su madre. Con el
dinero que seguramente había obtenido al entregar a su hijo, ella y Stale podrían escapar al
campo.
"No puedo hacer eso".
Ni siquiera respiré por un momento, aturdida y en silencio. "¿Por qué no?" yo finalmente
preguntó.
“Mamá dijo que ya no puedo ir a verla”, dijo. “Se supone que debo servir a Tu
Alteza, viva una vida feliz aquí en el castillo y olvídese de ella. si corro
lejos, mi familia enfrentará un castigo terrible. Eso es lo que me dijo la persona del castillo antes
de venir aquí. No quiero que castiguen a mamá”.
Sus nudillos se pusieron blancos mientras agarraba sus pantalones y miraba al suelo. Su
Los ojos brillaron con lágrimas reprimidas.
Veo. Por eso lo compró cuando Pride dijo que le dejaría ver a su madre.
Con el permiso oficial de Pride, su madre no enfrentaría castigo.
Lamentablemente, eso también era mentira. No podía hacer nada ante la amenaza que
pesaba sobre la familia de Stale. A un niño adoptado por la familia real nunca se le permitiría
visitar a los plebeyos. Tenía que ser protegido de asesinatos y secuestros y al mismo tiempo
ser un ejemplo de realeza honrada para los ciudadanos del reino. Había oído a los
adultos decir lo mismo, e incluso mi mente de ocho años podía entenderlo. Si la orden procedía
del castillo, estaba escrita en piedra.
"Cuando el hombre del castillo llegó por primera vez, quería que me fuera al día siguiente,
pero no pude hacerlo", dijo Stale. “Me escapé y peleé. Pero Su Alteza Real me concedió dos
semanas antes de que tuviera que irme, así que pasé ese tiempo hablando con mamá, y
cuando finalmente nos despedimos, no me arrepentí de nada. Ella me dijo cuánto me
amaba”. Stale se detuvo, con la cabeza colgando aún más pesada. En voz baja, añadió:
"Ella lloró tanto..."
Continuó: “Sé que elegirán a otro niño si logro escaparme. Tengo un amigo cuya única
familia es su hermana pequeña y tiene un poder especial como yo. No quiero que él termine
aquí”.
Apenas podía creer lo que oía. Stale tenía sólo siete años y ya sentía mucha compasión por
el bienestar de los demás. La vergüenza quemó mis mejillas, sus palabras quemaron mi corazón.
Lo animé a actuar de manera egoísta y él se negó rotundamente. Definitivamente no recordaba
esto del juego. El orgullo es... no, soy una persona terrible. ¿Cómo pude ser tan cruel con este
niño? ¿Cómo podría hacer que matara a su propia madre?
Una vez que se enteró de que la promesa de Pride de reunirlo con su madre era solo un
truco para lograr que firmara el contrato de fidelidad, Stale llegó a odiar a Pride por lo que
había hecho y, sin embargo, debido al contrato vinculante, tuvo que obedecer. ella cada orden.
Luego, el día antes del cumpleaños de Tiara, Pride cumplió su palabra de la manera más horrible
posible.
“Ranciado, ¿recuerdas mi promesa? Te dejaré ver a tu madre ahora”, dijo.

Luego ella le entregó el cuchillo. "Usa esto para matarla y asegúrate de que nadie te vea".
Los ojos de Stale se agrandaron y la boca se abrió mientras toda la sangre se le escapaba de
la cara.
Orgullo se rió. “¡Ahí está! Esa es la cara que quería ver”.
Incapaz de desobedecer sus órdenes, Stale asesinó a su madre y, al hacerlo, hirió su

corazón de una manera que nunca sanaría.
¿Es eso lo que le voy a hacer a él también?
Sin los recuerdos de mi vida pasada, tal vez. Tal vez habría sido tan cruel como Pride, buscando
torturar a Stale para que provocara una nueva reacción todos los días, usándolo como un juguete,
una diversión. ¿Podrían esos recuerdos salvarme de convertirme en esa clase de monstruo?
Observé al niño acurrucado frente a mí y la culpa me apuñaló el estómago. ¿Cómo podría

disculparme? Ni siquiera sabía de qué cosas horribles era capaz. Me quedé allí con la llave de las
esposas, sintiéndome inútil y ridículo.
"Muchas gracias por pensar en alguien como yo", dijo Stale.

presumiblemente notando que me quedé sin palabras. “Me alegro de que seas mi hermana mayor,
Princesa Pride. Es un honor. Pero no necesito esa llave que tienes, así que regresa a tu
habitación. Te veré mañana…”
Me lancé hacia delante y rodeé a Stale con mis brazos antes de que pudiera terminar. Era
delgado para ser un niño, incluso si era un año menor que yo. Sentí que podría romperlo si usaba
más fuerza. ¿Cuánta fuerza y cuánta bondad llevaba Stale en esos frágiles huesos?
Aunque no sería yo quien lo salvaría. Ese papel pertenecía a Tiara.
Sólo su compasión y amor puro podrían curar sus cicatrices. Cuanto más Stale encontraba formas
de protegerla (sin que Pride lo supiera, por supuesto), más su felicidad se convertía en su esperanza
en el mundo. No perdió el rumbo, ni siquiera cuando Pride le ordenó interferir en asuntos políticos o
llevar a cabo asesinatos usando su poder.
Con Tiara, él siempre fue el amable hermano mayor: un humano y nunca un
monstruo.
No pude salvar a Stale. No pude ayudarlo a escapar. Todo lo que pude hacer fue atarlo a
yo por el resto de nuestras vidas. En ese caso, al menos...
"Te prometo que no te causaré más sufrimiento", le dije. “¡Haré que todos en este reino, incluidos
tú y tu madre, puedan pasar cada día con una sonrisa en la cara! Lo juro mientras viva”.
Las lágrimas fluyeron libremente antes de que terminara de hablar. Qué vergonzoso.
Especialmente frente a Stale, quien debió contener tantas lágrimas en mi presencia. Me sequé los
ojos con el brazo y sollocé, todavía abrazándolo con fuerza.
Estoy siendo una hermana mayor confiable en este momento, llorando en un momento como este.
Stale permaneció en silencio en mis brazos por un rato. Entonces sonó un golpe en la puerta, probablemente
los guardias estaban aquí para hacerme salir.
Me alegro de haber logrado dejar de llorar.
Me separé suavemente de él. Stale mantuvo la cabeza erguida y me miró a los ojos.
La luz de la luna brillaba en la humedad de sus mejillas. Parecía que ninguno de nosotros había escapado
de esta conversación sin agua, pero se suponía que yo era quien estaba aquí para consolarlo, no al revés.
Sequé las lágrimas de su rostro con las yemas de los dedos.
"Lamento mantenerte despierto hasta tan tarde", le dije. “Buenas noches, rancio. Espero que consigas un
buena noche de sueño.”
Forcé una sonrisa.
Los labios de Stale temblaron, como si estuviera tratando de ofrecerme sus propias palabras de despedida,
pero no pude entender nada de lo que dijo.
Diez años más. Por lo menos, podría usar este tiempo para hacer todo lo que esté en mi poder.
poder como princesa heredera para mejorar las cosas para personas como Stale. Reforcé mi corazón en
torno a esa solemne resolución y salí de la habitación con ese voto en mi alma.
***
Al día siguiente, el día en que se suponía que íbamos a firmar el contrato de subordinación, Stale no se
presentó a desayunar. Un nudo de ansiedad se apretó en mi estómago, pero un poco más tarde, en el
momento elegido por mi padre, finalmente apareció Stale. No

Sólo eso, pero juraría que parecía... casi relajado. Incluso me saludó con un "Buenos días,
Princesa Pride" cuando llegó.
Más tarde tuvimos que firmar el contrato ante el padre y algunos otros testigos.
El lenguaje era seco y carente de sentimiento, pero aun así me estremecí al ver a Stale escribir
su nombre con tanta seriedad con las manos esposadas.
El asistente del padre estuvo a su lado durante la firma. Parecía bastante más joven que mi
padre con su cabello azul claro recogido en una cola de caballo y cayendo sobre un hombro. Unos
ojos azules, atentos y delgados, observaron el proceso.
Me tomó un momento recordar al hombre, pero cuando lo hice, casi me quedé sin aliento. Por
supuesto que parecía joven. Ése era su poder: el poder de la eterna juventud. Podía alterar su
edad a voluntad, aunque sospechaba que su forma actual representaba su edad real. En
comparación, mi padre parecía bastante rudo, aunque aún no tenía treinta años. Había oído que el
hombre era cinco años menor que mi padre, pero sentí que su brecha era aún mayor.
Espera un minuto. ¡Ninguno de los dos aparenta su edad en absoluto!
Todavía me estaba recuperando de eso cuando terminó la ceremonia. Supuse que sería mucho
más complicado; el ministro convocado a la ceremonia ciertamente lo hizo parecer así. Pero al final
lo único que tuvimos que hacer fue firmar el contrato y listo. No se derrama ninguna luz mágica.
Ninguna voz etérea retumbante. Ningún cambio físico en absoluto, aparte de mi corazón latiendo
un poco más fuerte y Stale presionando su mano sobre su pecho. Él debe haber sentido lo mismo.
Con eso, mi padre le quitó las esposas a Stale usando la llave que había robado anoche.
y reemplazado esta mañana. Stale apretó y abrió los puños, finalmente libre de ese peso extra.
“De ahora en adelante, seamos una familia feliz, hijo mío”, dijo el padre. Puso sus manos sobre
los hombros de Stale, y Stale le ofreció una sonrisa vacilante y un pequeño asentimiento.
En el juego, si Tiara terminaba con Stale, él se convertía en el príncipe consorte. Quizás ese no
sea un mal resultado para este reino. En ORL, Stale se convirtió en un hombre intrigante y amargado
debido al abuso y la manipulación de Pride, pero tal vez podríamos evitar eso aquí si sigo
mostrándole algo de amabilidad al chico.
Stale corrió hacia mí, lleno de energía. Era como si ese chico con el corazón roto que había visto la
noche anterior nunca hubiera existido.
“Espero que a los dos nos vaya bien juntos. Prometo protegerte a ti y a nuestra hermana menor”, dijo.
Puso su mano sobre su pecho como un caballero y sonrió mientras hablaba, mientras su padre estaba
detrás de él con una sonrisa de alivio en su rostro.
Esperar. ¡¿Un caballero?! Algo me molestaba sobre el parecido, pero

Decidí centrarme en el chico que tenía delante.
"Gracias, Stale", respondí. “Pero como ahora somos familia, no tienes que llamarme 'Princesa'.
¿Puedes llamarme 'Orgullo' en su lugar? El asistente de mi madre, mi tío, se dirige a ella sin ningún
título”.
En el juego, todos llamaban a Pride “Su Majestad” o “Reina Pride”, pero no quería que me
trataran como a un extraño. Sin embargo, Stale vaciló y parte de su exuberancia se desvaneció.
"Oh, pero yo... No, yo no..." tartamudeó.
"Su Alteza." El asistente de mi padre nos miró a Stale y a mí con expresión severa.
Vaya. Es guapo, incluso desde un ángulo inferior. Esperar. Creo que vi esta cara en
el juego anterior... ¿O fue más adelante en la serie?
“El Príncipe Vest, el senescal, puede referirse a Su Majestad por su nombre de pila, pero
ante los plebeyos, se dirige a ella como 'Su Majestad' o 'Hermana Mayor'”.
El príncipe Vest era mi tío, el cuñado menor de mi madre. como de madre

Mi mano derecha, poseía la misma cantidad de poder que mi padre, el príncipe consorte, lo que
lo convertía en un hombre de gran autoridad en el reino.
Veo. Casi nunca he visto a mi madre rodeada de plebeyos, así que no lo sabía.
"En ese caso, por favor llámame 'Hermana Mayor' cuando estés con otras personas y 'Orgullo'
cuando estemos solos", le dije a Stale. "Somos familia, después de todo, y eso nos hace iguales".
Dicho esto, extendí la mano para estrechar la mano de Stale. El padre, su asistente y todos los
testigos se quedaron boquiabiertos ante el gesto. Todos los testigos, que me conocían desde hacía
mucho tiempo, gritaron en shock. "¡¿Es esa realmente Su Alteza ?!"
"Está bien, hermana mayor", dijo Stale, aceptando mi apretón de manos.

"Bien bien. Parece que Su Alteza se ha convertido en una joven maravillosa desde la última vez
que la vi”, dijo el asistente del padre. “Pero no esperaría menos ahora que ha adquirido su
precognición a una edad tan temprana. Cuando escuché por primera vez que tus poderes habían
despertado, no estaba seguro de qué esperar”.
"¿Se supone que eso es un elogio, Primer Ministro Gilbert?" Padre dijo, una advertencia.
en su voz. Sin embargo, no me desanimé particularmente. Después de todo, Pride creció hasta
convertirse en una reina malvada y atroz en ORL.
El asistente de mi padre, el primer ministro Gilbert, se limitó a encogerse de hombros.
"Mis disculpas", dijo, inclinando la cabeza. “Ese fue un comentario inapropiado por parte
del primer ministro. Qué lástima que Su Majestad no pudiera estar aquí para verlo hoy. Es un gran día
para su querida hija, la princesa heredera. Bueno, todos sabemos lo ocupada que ha estado desde
que se decidieron las discusiones internacionales hace más de un mes. Por no hablar de Tiara...
Su padre le dio una palmada en la cabeza antes de que pudiera continuar.
Sí. Ahora me acordé de Gilbert, el asistente de mi padre. Ese discurso suyo me refrescó la
memoria y no de la mejor manera. Todavía estaba reflexionando sobre ello cuando mi padre llamó
a Lotte, Mary y las otras doncellas, así como a Jack y el resto de los guardias para que pudiéramos
regresar a la residencia del castillo. Durante todo el camino de regreso, sostuve la mano de mi
nuevo hermano, también la mano del hermano de la heroína.
***
En los tres días transcurridos desde que firmamos el contrato, Stale pasó casi todo
momento a mi lado, el perfecto hermano cariñoso. Como originalmente era un plebeyo,
todavía tenía mucho que aprender a leer, escribir y etiqueta, lo que de repente tuvo que ser
agotador. Pero a pesar de eso, cada vez que tenía tiempo libre corría a mi lado con una sonrisa si lo
llamaba por su nombre. Hicimos prácticamente de todo juntos, desde leer hasta deambular por
los jardines del castillo.
Yo también quería ayudar a enseñar a Stale, si podía. Mi propia educación fue minuciosa,
Por supuesto, pero me sentí mal por dedicarle aún más tiempo a las clases particulares.
Además, no quería cargarlo con los recuerdos de su madre. Siempre que nosotros
Estábamos juntas, traté de evitar el tema de las madres por completo. Realmente solo quería
hacer todo lo que pudiera para ayudarlo, pero no tenía idea de cómo lograrlo.
eso.
“Oye, Stale, juguemos juntos a la mancha. ¡Te haré una carrera hasta el jardín!
Salí corriendo, tratando de dejar atrás la melancolía que me agobiaba cuando
Pensé en su difícil situación.
“¡Ah, espera un minuto, Orgullo! ¡No es justo!" Stale me llamó.
Yo era bastante rápido, pero cuando él no se contenía, Stale siempre era más rápido.
probablemente por jugar a la mancha con otros niños, una actividad que rara vez disfrutaba.
Pero después de un corto camino, miré hacia atrás y no pude encontrar a Stale por ningún lado.
Reduje la velocidad, mirando a mi alrededor confundida.
"¡¿Duro?!"
Entonces lo vi tirado en el suelo y corrí a su lado para ayudarlo a sentarse. Estaba sonrojado y jadeando
por respirar, pero por lo demás parecía estar bien. Aún así, era evidente que algo andaba mal.
"¡Alguien ayuda!" Lloré. "¡El rancio duele!"
Los guardias se apresuraron mientras yo llamaba el nombre de Stale una y otra vez, pero él simplemente
murmuró y balbuceó incoherentemente. Jack tomó al niño en sus brazos y lo llevó de regreso al castillo.
Me apresuré a seguirla, Lotte y las otras doncellas me pisaron los talones.
Stale se había resfriado.
Afortunadamente, no fue nada importante, probablemente sólo fatiga, pero me pregunté si lo había
estado ocultando todo el día mientras se esforzaba demasiado por mí. ¿Cómo no me había dado cuenta
de que algo andaba mal hasta que se desplomó allí mismo, delante de mí?
Mientras mamá y papá estaban ocupados con su trabajo, sólo el tío Vest, el senescal,
Podría venir a ver cómo está Stale. Era la primera vez que conocía a Stale y, sin embargo, lo miraba
con mucha amabilidad, tal vez porque tenían la misma posición, la misma suerte en la vida. El tío Vest se
apartó el pelo azul de los ojos y se enderezó, caminando hacia donde yo esperaba fuera de la
habitación del enfermo. Estaba vestido impecablemente, como siempre, pero se agachó para
encontrarme a mi nivel.
"Estoy seguro de que estaba cansado después de dejar a su madre para venir a vivir a un lugar lejano".
castillo”, dijo el tío Vest, extendiendo la mano para acariciar mi cabello. “Recuerdo bien ese
sentimiento. Pero no te preocupes, mejorará una vez que pase unos días descansando”.
El tío Vest, que apenas tenía veintitantos años (dos años menos que mi madre), y
Vestido como un apuesto caballero, era realmente un hombre maravilloso. Casi deseé que hubiera
sido un interés amoroso en el juego... Bueno, no, el juego no comenzó hasta dentro de diez años
más o menos.
“No lo prohibiré por completo, pero no deberías entrar en su habitación. podrías atrapar
está resfriado y definitivamente no queremos eso”, dijo.
Me dejó con esas palabras y una sonrisa preocupada antes de regresar con mi madre.
Sólo después de que se fue me di cuenta de lo oscuro que se había vuelto el castillo. El sol colgaba
bajo en un cielo que rápidamente se vuelve azul y violeta. En medio de toda la conmoción, había
perdido por completo la noción del tiempo.
Le pedí al guardia que le dijera a Lotte que viniera a buscarme cuando la cena estuviera lista, luego
Regresó a la habitación del enfermo de Stale. Durmió tranquilamente, tal vez gracias a la
medicina que le dio el médico. Su rostro ya no estaba tan pálido tampoco. Suspiré mientras me sentaba
al lado de la cama, mirando su rostro, aliviada pero aún alerta. Este era realmente el interés amoroso de
Stale que conocía. Tenía exactamente el mismo rostro hermoso que él.
hizo en el juego.
Saqué mi pañuelo y le sequé el sudor de la frente, intentando no despertarlo. Stale se tensó, con las
cejas fruncidas como si tuviera dolor o tuviera una pesadilla. De hecho, se parecía exactamente a una de
las escenas del viejo Stale que recordaba del juego. Estaba inconsciente y gemía en sueños
mientras Tiara lo cuidaba hasta que recuperó la salud... Oh...
Jadeé cuando la escena volvió a mí. En él, Stale, dentro de diez años, tenía una
pesadilla sobre su pasado. Entonces, como ahora, padecía una especie de resfriado.
El orgullo se coló en la habitación del niño dormido.
“Hmph. Mi esclavo seguramente tiene algo de valor al resfriarse sin mi permiso”, dijo
mientras miraba a Stale, tal como lo estaba haciendo yo ahora.
“¿No tienes vergüenza de ser hijo plebeyo de una mujer plebeya?

Sabes, me pregunto… si te ordenara correr vueltas por el jardín hasta caer muerto, ¿lo harías?
Pride se rió mientras le limpiaba la frente con su pañuelo.
“Oye, volverás a la normalidad, ¿verdad? Tu vida me pertenece, ¿sabes?

Date prisa y mejora para poder jugar contigo de nuevo, ¿entendido? Mi adorable pequeña
esclava”.
Stale jadeó por respirar, incluso mientras dormía. Murmuró para sí mismo, pero no podía
recordar lo que se dijo en esa escena. Todo lo que sabía era que
Envió a Pride a un ataque de risa.
“¡Ah, ja, ja, ja! Qué hombre tan patético. Eres como un bebé. Eres un juguetito feo, vergonzoso y
vergonzoso. Eres mi esclava, cariño. Nadie necesita a alguien como tú. Madre y padre, si todavía
estuvieran vivos, incluso el tío Vest... ninguno de ellos te necesita en absoluto. Probablemente tu
propia madre ni siquiera te necesitaría. Lo único que haces es causarles problemas a todos”.
Continuó susurrándole al oído a Stale mientras él estaba perdido en su pesadilla.
“Pero como te compadezco, te haré el favor de necesitarte. Eres mi esclavo,

¿bien? Así que estaremos juntos por los siglos de los siglos…”
En el juego, fue entonces cuando Stale despertó y por primera vez le reveló un poco de su
doloroso pasado a Tiara, quien había estado cuidándolo mientras estaba enfermo.
Ah, lo hice de nuevo. Recreé otra escena del juego.
Aquí en el presente, fuera del juego, Stale gimió igual que en esa escena. I
Estaba ocupado preguntándome si las arrugas cada vez más profundas de mi frente me harían
parecer más a mi padre cuando comenzó a murmurar para sí mismo.
“Mmamá… Mmph… mamá…”
Las lágrimas brillaron en las comisuras de sus ojos. Me congelé, el pecho se oprimió mientras
Lo vi llorar por su madre.
¿Cómo podría Pride... ¿Cómo podría torturar a Stale cuando está así?
No pude comprenderlo. Sin embargo, sabía que ese otro lado de mí acechaba en algún lugar de
mi corazón.
¿Qué niño de siete años no extrañaría a su madre en circunstancias como ésta?

Sólo llevaban unos días separados. Cuando estaba en la escuela primaria durante mi otra vida, siempre
había niños nostálgicos que lloraban la primera noche de una excursión. Pero fue peor para Stale; nunca
volvería a ver a su madre. No le quedó más remedio que firmar el contrato y dedicarse a su nueva
vida. Debe haber estado reprimiéndose mucho estos últimos días. A pesar de que estudió mucho y se labró
la mejor vida que pudo en este castillo, el dolor reprimido dentro de él fue suficiente para enfermarlo.
Era sólo un niño, pero unos extraños le habían quitado toda su vida y no tuvo más remedio que soportarlo.
Sin embargo, en el tiempo que estuvimos juntos, no había visto ni una sola vez a Stale quejarse, llorar o
incluso fruncir el ceño. Cuanto más pensaba en ello, más oprimido se sentía mi pecho, hasta
que no pude soportarlo más.
No puedo hacer esto otra vez. Stale mantiene todo dentro de él. No puedo ser yo quien empiece a
llorar tan fácilmente.
Podía racionalizar como un adulto, pero estaba en el cuerpo de un niño. Las emociones
me abrumó. Bajé la cabeza, pero no podía apartar los ojos y las lágrimas se derramaron antes de que
pudiera detenerlas, cayendo directamente sobre el rostro de Stale.
Cuanto más intentaba obligarme a moverme, a soportar toda la tristeza, a mantener la
Lágrimas por dentro, más emociones se derramaban, hasta que las lágrimas se convirtieron en
sollozos absolutos. Stale apretó los ojos con fuerza y luego empezó a abrirlos. Jadeé y traté de
alejarme, pero ya era demasiado tarde: Stale estaba parpadeando.

a mi.
"¿Orgullo?" No presionó ni exigió respuestas, pero sabía que estaba confundido y
curioso por la vista que tenía ante él.
"Lo... lo siento", dije. "¡Lo siento mucho! Lo... lo siento... lo siento... lo siento, lo siento
Lo siento. Yo lo siento…"
Lamento que tuvieras que verme derrumbarme así, y lamento haberte hecho
jugar a la mancha, y lamento no haberme dado cuenta de que estabas enfermo, y lamento haberte
separado de tu mamá, y lamento no haber podido salvarlos a los dos... lo siento, puedo No hagas nada
para llenar el vacío en tu corazón.
Cuanto más lo pensaba, menos sabía por dónde empezar con mis disculpas.
Todo lo que pude hacer fue forzar desesperadamente un "lo siento" tras otro en una voz
que se había quedado ronca por los sollozos. Stale se quedó allí mirándome, completamente
despierto ahora. Una combinación de su propio sudor y mis lágrimas humedecieron su rostro.
"¿Qué quieres decir?" preguntó.
La pregunta que finalmente hizo hizo que me doliera el corazón en el pecho. Qué hacer
¿ te refieres a? Pensé. Cualquier cosa que dijera entonces sólo le haría daño. Además, no
estaba buscando su perdón. ¿Cómo podría? Pero cuando pensé en cómo serían las cosas si
no recordara mi vida pasada, cuando pensé en todas las cosas horribles que le habría hecho a
Stale, no pude contener las lágrimas.
“¡Ngh! Yo... lo siento... no puedo ser... una fuente de fortaleza en tu vida... y que no me di
cuenta de cómo te sentías... ¡Lo siento mucho!
Me las arreglé para sacar tanto antes de que volviera a derrumbarme por completo. Crucé
los brazos sobre él y me incliné completamente hacia adelante, ocultando mi rostro. Debía estar
ardiendo por el resfriado; el calor irradiaba a través de las sábanas cuando descansaba sobre
él. Me moví para enterrar mi cara contra el hombro de Stale, luego continué sollozando allí.
Al principio se estremeció, luego puso suavemente sus manos en mi espalda. Era difícil saber
cuál de nosotros era el hermano mayor en este estado. Stale era el que necesitaba consuelo y,
sin embargo, aquí estaba él, consolándome a mí. La vergüenza de mis fracasos, como
cuñada mayor y como princesa heredera, ardía dentro de mí. Stale no dijo nada, sólo me
abrazó. Tal vez estaba tratando de pensar qué decirle a una patética hermana mayor que le
había causado tanta preocupación.
Dentro de diez años, me convertiría en la reina malvada y nefasta y traería esto

reino a la ruina. Todavía no sabía si la persona que me detendría sería Stale o Tiara o uno de
los otros intereses amorosos.
Por más indefenso y patético que fuera, sólo había una cosa que decir en ese
momento…
“Si me convierto en una reina malvada… entonces quiero que tú… quiero que me mates…”
Mátame, antes de que tú y tu madre y mis dos padres y Tiara y

todos los demás en este reino... antes de que uno solo de ellos caiga en la miseria.
Eso fue todo lo que logré decir, luego mi voz se quebró por todo el llanto. I
Se deslizó en un sueño exhausto contra él. Cuando Lotte y Jack vinieron a buscarme, Stale
también estaba dormido. Debió haber sido un shock para Lotte y Jack encontrar a la princesa en
la cama con un chico con el que no tenía ningún parentesco consanguíneo, incluso si ambos
éramos niños . Medio dormida, murmuré y murmuré mientras Jack me levantaba de la cama y me
llevaba a sus brazos. Me desperté un poco mientras él me llevaba de regreso a mi habitación, lo
suficiente como para sentirme avergonzado por toda la terrible experiencia. Con la voz
espesa por el sueño, les rogué a él y a Lotte que no mencionaran nada de esto a mis padres.
“Por supuesto, alteza”, respondieron ambos con pequeñas risas.
Más aún, me di cuenta de lo tonto que había sido al no darme cuenta del tipo
personas que tuve a mi alrededor todo este tiempo, no antes de recuperar los recuerdos
de mi vida pasada, de todos modos.
***
Stale se recuperó por completo unos días después. Con el permiso de su médico,
Regresó a sus vigorosos estudios escolares y lecciones de etiqueta. Sin embargo,
cuando llegaba el momento de sus descansos, venía a visitarme. Ninguno de los dos habló jamás
de la noche que lo visité mientras estaba enfermo. Tal vez, a pesar de lo enfermo que había
estado, Stale ni siquiera lo recordaba.
La razón no me importaba; Sabía que él no tendría idea de cómo responder a mi

disculpa. Además, definitivamente preferiría que olvidara lo vergonzoso que había actuado
su hermana mayor delante de él. Quiero decir, le pedí a un niño de siete años que me matara.
El Orgullo que conocí por el juego claramente todavía era parte de mí. Nunca pude volver a la
habitación de Stale para verlo después de eso. En lugar de eso, traté de mantenerme ocupada.
Un día, después de terminar de almorzar, llevé a Stale a visitar a mi padre entre lecciones.
Al parecer, mi padre tenía algo que darle.
“Estas son circunstancias especiales. No puedes mencionarle esto a nadie, ni siquiera en

"El castillo", nos advirtió el padre, y luego le entregó a Stale un sobre cerrado.
Cuando Stale abrió el sobre y examinó el contenido, contuvo un grito de sorpresa. Sus ojos se
agrandaron y su boca se abrió mientras miraba una carta de su madre.
“Orgullo es quien pidió esto”, dijo el padre. “Ya prometimos

envíale a tu madre una compensación de las arcas del castillo, pero ahora ella recibirá una suma
global una vez al mes. Cuando se realice la entrega, podrá enviar una carta al castillo. Pero sólo
podrás escribirle una vez al año, el día de tu cumpleaños.
Por supuesto, mi padre y otros funcionarios del castillo revisarían las cartas de Stale, y él
Nunca podría hablar de ningún tipo de asuntos reales con su madre. La madre de Stale estuvo de
acuerdo con estas condiciones, nos dijo el padre, aunque probablemente tendría que repetir esa
parte otra vez.
Stale había roto a llorar antes de que pudiera terminar. Agarró su
La carta de su madre contra su pecho y gimió. Incluso yo, parada detrás de él con las manos
sobre sus hombros, retrocedí. Nunca lo imaginé siendo el tipo de niño que podía llorar tan fuerte.
Debe haber estado tratando de contenerse mucho todavía.
Le pregunté a mi padre si dejaría que Stale visitara a su madre, pero rechazó la idea, lo cual
no fue una sorpresa. Pero eso me llevó a la idea de las letras. En mi vida pasada tuve cosas como
Internet y las redes sociales que me permitieron mantenerme conectado con familiares lejanos,
incluso si no nos reuníamos en persona ni intercambiábamos llamadas telefónicas. Esperaba que
las cartas pudieran hacer lo mismo por Stale en este mundo.
Su correspondencia no podía convertirse en algo regular, pero al menos podían escucharse

unos a otros y tal vez incluso conectarse, aunque solo fuera un poco. Le había rogado a mi padre
una y otra vez que lo permitiera. Una vez que enmarqué la idea en un contexto político
(mencionando lo importante que era para la familia gobernante estar expuesta a las voces sin
filtros de las clases plebeyas), finalmente consideró mi idea.
El primer ministro Gilbert pareció un poco preocupado por la propuesta, pero una vez que
recibimos el permiso de nuestra madre, se rió y dijo: “Se necesita un gran carácter para ser reina.
Ustedes dos tienen una mente muy abierta”.
Parecía que mi padre se mordió la lengua ante esa pequeña broma, pero no podía decirlo.
De todos modos, al final todo salió bien, así que eso era lo único que importaba, ¿verdad?
Acaricié el cabello de Stale mientras lloraba. Se giró de repente y me dio un fuerte abrazo. Stale
siempre había aceptado mis muestras de emoción, pero esta era la primera vez que él mismo
iniciaba un contacto como este. Tal vez él realmente me había aceptado como
su hermana. Ahogó sus sollozos, dejando escapar sólo pequeños gruñidos de vez en cuando.
Le devolví el abrazo, pero la calidez que se extendía a través de mí no tenía nada que ver
con el contacto físico y sí con que Stale finalmente pareciera feliz.
“Madre, Padre y yo, y tu otra madre también, todos te queremos mucho.

mucho”, dije.
Lloró aún más fuerte, con el rostro todavía enterrado en mi vestido. El padre simplemente sonrió ante el
nosotros dos. Rancio... mi cuñado menor. Sólo podía esperar que él amara a Tiara de la
misma manera. Mientras lo sostenía, miré por la ventana y dejé que mis pensamientos se
dirigieran a la hermana que aún no había visto.
Stale nunca soltó esa carta, ni siquiera cuando se calmó y regresó a su habitación. Temí
que el gesto sólo le hiciera sentir aún más ganas de volver a casa, pero apareció
puntualmente cuando lo llamaron para cenar y parecía de buen humor.
Sin embargo... esa expresión en su rostro era algo nuevo, ni la melancolía como cuando nos
conocimos ni la sonrisa brillante y feliz que vi después de su llegada. Parecía más bien el Stale
del juego: tranquilo, silencioso, algo calculador. Pero tenía que estar imaginando eso, ¿verdad?
Después de eso, Stale también dejó de llamarme “Hermana Mayor” y “Orgullo” con tanta
frecuencia cuando estábamos en público, y en su lugar optó por dirigirse a mí como “Su Alteza”.
La idea de que se volvería más distante o incluso llegaría a despreciarme como en el juego
ardía mientras lo asimilaba y un miedo frío se filtraba por mi sangre.
En diez años más recibiría mi castigo.

***
Hiedra real rancia.
Repetí ese nombre en mi cabeza una y otra vez, asegurándome de haberlo hecho.
lo memorizó.
Nunca en mi vida había despreciado tanto el poder especial con el que nací. Mamá era
todo lo que me quedaba después de la muerte de papá, pero era una mujer amable, así que
viví una vida feliz con ella y mis amigos en la ciudad. Mamá siempre se jactaba de que mi
poder especial era extremadamente raro, pero lo único que realmente quería era ayudarla.
No éramos ricos, así que las únicas palabras que podía leer y escribir eran las que mi
Mamá me enseñó: mi propio nombre. Las cosas no fueron fáciles, pero con mi poder, algún día
podría encontrar trabajo y tal vez mejorar nuestra suerte en la vida. Mamá y los vecinos incluso
me dijeron que cuando creciera me convertiría en alguien importante, ya que aprendía muy rápido.
Sus palabras me llenaron de orgullo. Pero nunca hubiera imaginado el curso.

mi vida tomaría—y cómo tendría que dejar mi hogar para convertirme en alguien “importante”.
Cuando el mensajero del castillo dijo que yo sería el mayordomo de la próxima generación, no
tenía idea de lo que quería decir. Sonó increíble y, por un instante, la esperanza floreció en mi pecho.
Luego me volví hacia mamá y vi que todo el color desaparecía de su rostro.
El miedo cayó pesadamente en mi estómago cuando el hombre me dijo que sería adoptada y que
nunca volvería a ver a mi familia, que nunca volvería a ver a mamá.
No, no quiero dejar a mamá. Ella es la única familia que tengo. ella solo me tiene a mi,
y solo la tengo a ella.
Inmediatamente, quise usar mi poder para teletransportarnos a mamá y a mí lejos de aquí, pero
ella me detuvo antes de que pudiera actuar. No se podía desobedecer una orden del castillo. Mi
negativa sería un delito grave y toda mi familia pagaría el precio.
No tuve elección. Aún así, cuando me dijeron que solo tenía un día antes de presentarme en
el castillo, no pude pensar en otra cosa que escapar junto con mi mamá. Luego recibimos un
aplazamiento de dos semanas por parte del propio príncipe consorte.
Mamá se ausentó del trabajo. Pasamos cada momento de cada día juntos durante
esas dos semanas. Se las arregló para seguir sonriendo durante el día, pero por la noche,
después de acostarme, escuché sus sollozos ahogados provenientes de la otra habitación.
“No quiero dinero”, dijo. "Por favor, no me quites a Stale".
Se tapó la boca con ambas manos para poder llorar sin despertarme, pero yo lo sabía y nunca lo
olvidaría por el resto de mi vida.
Cuando llegó el momento de irme, ni mamá ni yo derramamos una sola lágrima. Absorbí sus
palabras de despedida, haciendo lo mejor que pude para mantener una sonrisa en mi cara como si ella
siempre lo hizo. Luego le dije que se cuidara y cuidara su salud y que siempre la amaría sin
importar el tiempo que pasara.
Mientras el carruaje se alejaba, mamá se desvaneció hasta convertirse en una tenue sombra en la distancia.
Luego se encogió aún más, como si se hubiera desplomado en el suelo.
"Lamento que hayas tenido que despedirte de tu único hijo mientras estaba esposado".
Quería decírselo, pero nunca tuve la oportunidad.
No podía sacar esa imagen de mamá de mi cabeza, ni siquiera una vez que llegué al castillo,
y tampoco podía saludar adecuadamente a Su Alteza Real.
Incluso la amenaza de muerte que se cernía sobre mí por faltarle el respeto al príncipe
consorte no fue suficiente para sacarme de mi estupor. Atrapado en la tormenta de mis
turbulentas emociones, todo lo que podía hacer era intentar permanecer de pie.
Incluso antes de todo esto, nunca fui muy bueno en cosas como cómo expresarme. Realmente
nunca me molesté en intentar mostrar mis emociones en mi rostro.
Parecía demasiado esfuerzo sólo por el bien de otras personas. Pero mamá siempre supo
exactamente cómo me sentía y a mis amigos no parecía importarles de ninguna manera.
Por supuesto, en ciertas circunstancias sonreiría como cualquier otra persona, como cuando
estaba con alguien que me gustaba o cuando alguien le daba trabajo a mamá o algo
así. Sabía que sonreír en ese tipo de circunstancias nos haría la vida más fácil a mamá y a mí.
Pero aquí, frente al príncipe consorte, simplemente no pude reunir la energía para forzar una
sonrisa.
Luego estaba la Princesa Orgullo. Había rumores en la ciudad de que la corona
La princesa había crecido malcriada. Dijeron que, a diferencia de la reina y el príncipe

consorte, ella era una joven princesa bastante egoísta.
Pero mi primera impresión cuando Su Alteza Real me presentó a Princess Pride fue
simplemente que era hermosa. Ondas rojas de cabello enmarcaban su rostro. Su piel era tan
suave, sus labios de un rosa brillante. Estaba de pie con tanta elegancia y serenidad que casi no
podía creer que fuera sólo un año mayor que yo. Sólo las esquinas agudas y vueltas de
sus ojos daban alguna impresión de crueldad.
Su Alteza Real explicó quién era yo y por qué estaba esposado, pero la Princesa Pride
estaba claramente perturbada por los grilletes. Mantuve mis ojos en mis pies todo el tiempo,
evitando su mirada crítica. Si iba a pasar el resto de mi vida a su servicio, no quería que ella
pensara que la estaba mirando o
algo. La idea de que la princesa me odiara era demasiado aterradora como para arriesgarme.
Pero entonces Su Alteza se acercó y tomó la mía, presentándose muy amablemente.
Sin embargo, eso no me impidió preocuparme de que la amistad fuera sólo una actuación, y
cuanto más lo pensaba, más crecía la desconfianza dentro de mí.
Me llevaron a una habitación y me acurruqué en una cama demasiado grande para mí,
aunque ciertamente no tenía esperanzas de dormir. Cuando cerré los ojos, vi el rostro de mamá
lleno de lágrimas y me dolió el corazón.
"¿Duro? Estoy entrando."
Me sobresalté cuando la Princesa Pride entró en la habitación. No podía imaginar lo que

ella querría de mí. Sinceramente, hubiera preferido que me dejaran en paz, pero no podía
ofender así a la princesa.
"¿Princesa Orgullo?" Yo dije. "¿Hay algo que necesites de mí?"
¿Qué podría querer ella de mí ahora mismo? A partir de mañana, me veré obligado a
Servir a su lado por el resto de mi vida. ¿Por qué quiere robarme el poco tiempo que me
queda para mí?
Cuanto más daban vueltas esos pensamientos en mi cabeza, más me enojaba.

Pero me tragué mi irritación; Nunca podría dejarla ver esos sentimientos. No me atrevería a
ofender a la princesa ahora.
"Lamento molestarte tan tarde", dijo. “Simplemente tenía que hablar contigo
antes de que firmaras el contrato mañana”.
Se acercó a mí lentamente, como un animal al que temía asustar. ¿Por qué no irrumpió,
como tenía derecho? Nada de esto tenía ningún sentido. La princesa heredera no necesitaba
ser amable con alguien como yo, no necesitaba hablar conmigo en absoluto. Podría simplemente
esperar un día y ordenarme lo que quisiera. Simplemente no pude entenderlo.
"¿La princesa heredera quiere hablar conmigo?" Dije, ladeando la cabeza.
"Dime, Stale", dijo. "Quieres ver a tu madre, ¿no?"
¡¿Qué?!
Mi corazón saltó a mi garganta. Me quedé mirando a Su Alteza, ahogando un grito de "¡Sí!"

Yo si quiero verla. Quiero verla más que nada.
Haría cualquier cosa por tener la oportunidad de volver a ver a mi madre. Todo lo que quería era
ver cómo estaba y decirle que estaba bien.
Su Alteza tenía una sonrisa extraña y tensa mientras me miraba. Luego metió la mano en su vestido
y, en la oscuridad, pude distinguir la forma de una llave apretada en su mano.
"¿Qué es eso?"
No, no puede ser… ¿Por qué la princesa heredera tendría tal cosa? si ella realmente
Tenía la llave de mis esposas, ¿por qué me la mostraría? Seguramente se dio cuenta de que
podía tomarlo por la fuerza y escapar en cualquier momento. Sin embargo, cada vez que hablaba, sólo
aumentaba mi confusión.
"Es la llave para esas esposas", dijo. “Me colé en el estudio de mi padre y
prestado. Ahora podrás huir”.
¡¿Me está ayudando a escapar?! ¡¿Pero por qué?! Por un momento, me pregunté si esto era todo
Sólo una broma cruel. Ella debe haber sabido que no podía simplemente irme.
“No puedo hacer eso”, le dije.
Fue la Princesa Pride quien esta vez se quedó con la boca abierta por la sorpresa. Parecía que
ella realmente quería ayudarme a escapar.
"¿Por qué no?"
¿Era tonta o algo así? ¿La familia real estaba completamente ajena a lo que le hacían pasar a
personas como yo? La ira amenazó con brotar dentro de mí ante el pensamiento, pero la reprimí y en
lugar de eso le conté a Su Alteza sobre mi madre y por qué no podía simplemente irme. Aún así, fue
difícil exponerlo todo tan claramente.
Seguía viendo esa imagen de mamá llorando en el fondo de mi mente, y las lágrimas me picaban los
ojos cuanto más hablaba.
No, no debo llorar. Tengo que ser fuerte, como mamá. Ella siempre lograba seguir sonriendo sin
importar nada. No puedo permitir que ningún miembro de la familia real me vea actuando tan débil.
Estaba sentada y agarrándome los pantalones. Mis manos se apretaron más en la tela.
mientras seguía hablando y conteniendo las lágrimas.
"Y sé que elegirán a otro niño si logro escapar", dije. “Tengo un amigo cuya única familia es su
hermana pequeña y tiene un poder especial como yo. No quiero que él termine aquí en mi lugar”.
Eso sólo haría que las cosas fueran aún más dolorosas para mamá y para mí. En cambio, tal vez
podría actuar cada vez más impotente hasta que Su Alteza cediera y me dejara ver a mamá.
¿Qué pasa si dejo de contenerme y lloro tan fuerte como quiero?
Si ella realmente fuera una persona tonta pero amable, existía la posibilidad de que concediera mi
deseo. Se rumoreaba que usó esa dulzura para convencer a su padre de que la adorara. Tal vez
podría darle la vuelta y usarlo contra ella. Un malvado plan empezó a tomar forma en mi mente. Miré
furtivamente a la princesa, tratando de no ser atrapada como lo hice. En el momento en que vi
su rostro, abandoné mi plan por completo.
Princess Pride parecía absolutamente afligida por el dolor. Recordé cómo se veía mamá
cuando nos despedimos. Ese dolor enjaulado, la fuerza que necesitaba para contener lo que estaba
sintiendo. Vi eso en Princess Pride ahora, esa dolorosa preocupación por alguien más.
¿Para alguien más? ¿Para mí?
Me sorprendió más la vista que cualquier otra cosa, pero al instante supe que no haría ningún
plan para manipularla. ¿Cómo podría engañar a alguien como ella para que me ayudara?
“Muchas gracias por pensar en alguien como yo”, dije. "Me alegra que puedas
Sé mi hermana mayor, la Princesa Pride. Es un honor. Pero no necesito esa llave que tienes, así
que regresa a tu habitación. Te veré mañana…”
Déjame en paz ya. ¿Qué puedes hacer por mi? Nada. No hay nada que puedas hacer para
ayudarme. Absolutamente nada—
De repente, Princess Pride me abrazó.
Al principio simplemente me quedé paralizado. ¿Por qué la princesa me abrazaría y por qué lo haría?
con tanta fuerza, y ¿por qué la princesa heredera de este país estaba tan cerca de mí en primer lugar?
¿Por qué esta chica lloraba tanto?

Una parte de mí todavía creía que todo era una broma o una broma de algún tipo. Sin embargo, la
oí sollozar y secarse las lágrimas. Si esto fue un acto, fue muy convincente.
“Te prometo que no te causaré más sufrimiento”, dijo en medio de un sollozo. “¡Haré que todos en
este reino, incluidos tú y tu madre, puedan pasar cada día con una sonrisa en la cara! Lo juro mientras
viva”.
Sentí la cabeza ligera. Nada de esto coincidía con nada de lo que había oído alguna vez sobre el
princesa. En la ciudad, todo el mundo decía que era una malcriada y una tonta, una mocosa
incapaz de ser la próxima reina. Sin embargo, aquí estaba ella hablando del bienestar de todos sus
ciudadanos, incluso de mí.
No podría ser la princesa egoísta y cabeza hueca que todos imaginan.

descrito. La Princess Pride ante mí parecía tan dedicada a trabajar para los ciudadanos de Freesia,
una verdadera princesa heredera.
Algo cálido brotó de mi pecho. Mi visión se volvió borrosa. ni siquiera había sentido
Así cuando tuve que despedirme de mamá.
Un golpe golpeó la puerta y la Princesa Pride, con los ojos ahora hinchados por el llanto, se alejó de
mí. Sólo cuando me secó las lágrimas de las mejillas me di cuenta de que yo también había estado
llorando.
"Lamento tenerte despierto hasta tan tarde", dijo. “Buenas noches, rancio. espero que consigas
una buena noche de descanso." Parecía que iba a empezar a llorar de nuevo en cualquier instante,
pero me sonrió mientras hablaba.
¿Por qué? ¿Por qué eres tan amable conmigo?
Quería preguntar, pero no podía pronunciar las palabras. Todo lo que logré hacer fue
Mírala mientras salía de mi habitación y desaparecía por el pasillo.
***
Al día siguiente, se suponía que debía firmar el contrato de subordinación, pero todavía estaba
aturdido por la noche anterior.
Me escondí en mi habitación toda la mañana. No pude volver a ver a la princesa, no después de

ese momento de anoche. Debería haberme asustado saltarme dos comidas seguidas de esa manera y
posiblemente enojar a la familia real, pero hoy me sentí más seguro de que me perdonarían por
algo así.
Aproveché el tiempo para ordenar mis pensamientos. La desesperación que me abrumaba justo
ayer no fue una carga tan pesada hoy. Tal vez simplemente había aceptado mi destino; tal vez
fue esa conversación nocturna con la princesa y la revelación de que ella era mucho más amable de
lo que sugerían los rumores. Tal vez fueron simplemente las lágrimas de alivio que derramé la noche
anterior. Cualquiera sea la causa, me sentí más ligero, incluso con esos grilletes todavía atando mis
muñecas. Cuando intenté sonreír, lo hice con facilidad y naturalidad.
Su Alteza no se parecía en nada a la princesa de la que había oído hablar en la ciudad.

Increíblemente, ella se preocupaba por personas como yo, personas como mis amigos y mi familia.
Su compasión era casi un inconveniente, pero al menos ahora sentía que la entendía.
Teníamos casi la misma edad y mis amigos mayores se parecían mucho a ella. Por extraño que
fuera comprenderlo, ella sería la próxima reina y yo sería su senescal, la segunda autoridad más
alta del reino.
Quizás algún día, si mantuviera el favor de la princesa, los dos podríamos

cambiar Freesia cuando la gobernamos. Como mínimo, podría permitirme ver a mamá por mi
cuenta, ya que no quedaría nadie que pudiera decirme que no, siempre y cuando Princess Pride lo
permitiera, por supuesto. Convertirse en reina aún podría cambiarla. Podría convertirla en
una gobernante egoísta y autoritaria. Pero si mantenía su lado bueno, tal vez podría influenciarla
para que cambiara algunas de las leyes y reglas por aquí. Con ese fin, también necesitaba
mantener a Su Majestad, Su Alteza Real y a la Princesa Tiara de mi lado. No podría predecir
con quién se casaría la princesa Tiara y qué sentiría el príncipe consorte por mí, pero si tuviera a
todos esos demás como aliados aún podría hacer que esto funcionara.
Princess Pride, la futura reina de Freesia, era la aliada más importante de todas.
Usaría mi puesto como su asistente en todo lo que pudiera, permanecería a su lado y me
aseguraría de ganarme su mayor favor. No parecía que fuera a ser difícil; Ella ya me gustaba. Ella
fue y me robó la llave de esas esposas e incluso lloró cuando le expliqué por qué no podía
usarlas. Sin mencionar esas cosas que ella me había dicho...
“Te prometo que no te causaré más sufrimiento. Lo haré para que todos en esto
reino, incluidos tú y tu madre, ¡podéis pasar cada día con una sonrisa en la cara! Lo juro mientras
viva”.
Realmente creí que ella quería decir esas palabras.

Vale, ya me he decidido. Trabajaré duro para estar del lado bueno de Princess Pride.
Creí que yo también podía hacerlo. Por vano que parezca, yo era bastante popular cuando
vivía en la ciudad. Tanto los niños como las niñas me cogieron cariño. Como sabía que
Princess Pride no era la persona egoísta que se rumoreaba, sabía que podía conquistarla
interpretando el papel del chico bueno, que merecía todos sus elogios. Todo por el día en que
pudiera volver a ver a mamá.
Alguien llamó a la puerta, interrumpiendo mis reflexiones. Ya casi era hora de

firma el contrato. Princess Pride me estaba esperando cuando llegué a la cámara
preparada para la firma. Su expresión preocupada se alivió cuando la saludé.
El ministro inició los trámites del contrato. Los grilletes hicieron que fuera incómodo cuando
llegó el momento de firmar mi nombre. Pero todos logramos superar la ceremonia.
Al final, mi corazón se aceleró. Podía sentir físicamente el nuevo vínculo entre Princess Pride y yo.
Alguien me quitó los grilletes y me froté las muñecas, que sentí más ligeras que nunca. Entonces
el príncipe consorte… o más bien, “padre”, puso sus manos sobre mis hombros.
“De ahora en adelante seamos juntos una familia feliz, hijo mío”, dijo.
Hice una pausa por un momento mientras asimilaba esas palabras. Yo era miembro de la realeza.
familia. A mí. Le devolví la sonrisa a mi padre, con cuidado de no parecer grosero como ayer.
“A partir de hoy, vivirás como la realeza, haciendo todo lo que esté a tu alcance para
ayudar a Pride y a la gobernanza de este país”, me dijo.
Padre sonrió y traté de devolverle la sonrisa. En el momento en que me dejó, corrí

a Princess Pride.
Sonrisa. Haz que se sienta orgullosa de ti. Seré la asistente perfecta y la perfecta
cuñado.
“Espero que a los dos nos vaya bien juntos. Prometo protegerte a ti y a nuestra hermana menor”,
dije.
Tal como esperaba, la princesa respondió con una sonrisa. Sí, puedo hacer esto, pensé.
Pero las siguientes palabras que salieron de su boca me tomaron completamente por sorpresa.
"Gracias, Stale", dijo. “Pero como ahora somos familia, no tienes que llamarme 'Princesa'.
¿Puedes llamarme 'Orgullo' en su lugar? El asistente de mi madre, mi tío, se dirige a ella sin ningún
título”.
¿Qué? ¿No te diriges a ella formalmente? Aunque recién nos convertimos en familia
¡¿ahora?!
Claro, el senescal (o mayordomo, como yo era ahora) podía dirigirse a la reina de manera
informal, pero eso era fruto de años de confianza mutua. Un asistente debe llamar a la princesa
heredera "Su Alteza" o "Princesa Orgullo". Como su cuñado menor, debería haberla llamado
"Hermana mayor". Pero si Princess Pride estaba en contra de todo eso, tenía que seguir sus deseos,
incluso si me parecía extraño estar tan familiarizado con la princesa. Especialmente considerando
todo lo que pasó la noche anterior…
Tropecé con mis palabras, tropezando con la extrañeza de toda la idea.

y sintiéndome muy tímido. Supuse que había llamado a chicas mayores por su nombre antes,
pero ninguna de ellas era princesa. Sin mencionar que ella era tan hermosa, amable y
compasiva…
"Su Alteza."
El primer ministro, que asistió como testigo a la ceremonia, volvió la cabeza

mirada aguda sobre nosotros dos. Aparentemente, nos sonrió, pero sus ojos eran extrañamente
fríos en comparación. Me moví bajo su atención.
“El Príncipe Vest, el senescal, puede referirse a Su Majestad por su nombre de pila, pero
ante los plebeyos, se dirige a ella como 'Su Majestad' o 'Hermana Mayor'”.
Para ser honesto, las palabras del primer ministro fueron un alivio.
Él estaba en lo correcto. Aunque nunca había escuchado a Su Majestad... nunca había escuchado a Madre hablar.
Había hablado antes con el senescal, sabía que esa era la forma adecuada de dirigirse a ella. Me
alegré de que el primer ministro fuera quien aclarara la confusión antes de que cometiera algún
tipo de error. Mi alivio duró sólo un instante antes de que la Princesa Pride una vez más hiciera un
pronunciamiento que me dejó desconcertado.
"En ese caso, por favor llámame 'Hermana Mayor' cuando estés cerca de los demás, y 'Orgullo' cuando estés presente".
estaban solos. Después de todo, somos familia, así que eso nos hace iguales”.
¿Aún quieres que te llame Orgullo? ¡¿Y qué quieres decir con “iguales”?!
Para el mundo entero, ahora éramos amo y sirviente con el contrato firmado. Sin
embargo, Pride siguió insistiendo en que podía dirigirme a ella como si estuviéramos en pie
de igualdad.
Rellené mi sorpresa a tiempo para estrechar la mano de Pride. Incluso logré

llámala “hermana mayor” como lo hice yo. Pero por dentro me sentí tan perplejo como
parecían los adultos que nos rodeaban. Mientras mi padre y el primer ministro hablaban, yo
estaba ocupado tratando de averiguar si realmente podría llamar a mi hermana “Orgullo” cuando
estuviéramos solos.
Sin embargo... tuve algunos problemas para superarlo la primera vez.
Inmediatamente después de firmar el contrato, Su Alteza me dio un recorrido por la biblioteca

del castillo. Hice lo mejor que pude, pero terminé agregando un tranquilo "Su Alteza" al final de mi
oración, aunque no estaba seguro de si ella lo escuchó o no.
La segunda vez, accidentalmente solté "Su Alteza" sin pensar.

La princesa simplemente sonrió y dijo: "Puedes llamarme Orgullo". Luego añadió: "Es casi la hora
de cenar, así que volvamos ahora, Stale".
La quinta vez, llegué hasta “Pri—” y la princesa sonrió tímidamente.

“Orgullo”, me corrigió. El tiempo después de eso, logré decir su nombre correctamente
mientras intercambiamos nuestras “buenas noches” y nos dirigimos a nuestras habitaciones separadas.
Luego llegó la octava vez. "Orgullo... de", tartamudeé. Fue un poco torpe
pero la princesa aun así sonrió y me invitó a unirme a ella para disfrutar del agradable
clima en el jardín.
Y luego llegó la decimoquinta vez.
“Orgullo”, dije, sin dudar ni vacilar. Incluso me sorprendió

Lo escuché, pero parecía que realmente veía a esta chica, mi hermana, simplemente como "Orgullo".
Por supuesto, hice otras cosas además de intentar aprender su nombre después de
firmar el contrato. También tuve que empezar a aprender a leer, escribir y etiqueta, antes
de pasar a las matemáticas y la historia fresia. Absorbí una avalancha de
información, pero disfruté trabajando en todas estas nuevas ideas.
Además, Pride y yo a menudo teníamos nuestras lecciones al mismo tiempo, aunque teníamos
diferentes profesores. Le pregunté a la mía qué estaba estudiando; Me dio un poco más de información sobre
ella. Los profesores parecían tener en gran estima la inteligencia de Pride. Aparentemente, aprendió
nuevos temas con bastante rapidez, incluso en comparación con otros nobles.
"Tus propias habilidades de memorización son bastante impresionantes, considerando que empezaste
sin educación alguna, Stale”, dijo la maestra.
No estaba seguro de cómo debería responder a eso. Nadie se sorprendería si alguien como yo, el
asistente y hermano menor de Pride, no fuera tan inteligente como la princesa heredera. Pero una parte de
mí quería alcanzarla y posiblemente superarla. Mejor eso que tenerla como tutora. Me estremecí ante
el mero pensamiento.
La vida en el castillo mantenía mis días y mi mente ocupadas. Hice mis lecciones, traté de dirigirme a
Pride por su nombre, memoricé todas las cosas que necesitaba aprender para servir como su asistente.
Pero al mismo tiempo siempre estaba calculando: ¿estaba diciendo lo correcto? ¿Estaba haciendo lo
correcto? Si Pride me ofreciera ayuda, ¿cómo podría rechazarla sin meterme en problemas? Y había
más en el horizonte, como las lecciones de esgrima que sabía que querrían que tomara algún día.
Pero cada vez que me detenía lo suficiente para preguntarme cómo estaba mamá, mi
El pecho se apretó alrededor de un dolor viejo y familiar.
***
Tres días después de comenzar mis lecciones, me desperté con la cabeza martilleando por todos estos
pensamientos contradictorios.
No, todavía tengo muchas cosas en las que debo concentrarme. No puedo simplemente quedarme en
la cama. Estudiaré mucho hoy para poder ver a mamá lo antes posible. Sólo tengo que decirles a todos
que me siento bien.
Me tomó toda mi energía actuar con normalidad durante mis lecciones de ese día. La mayor parte de la
información entraba por un oído y salía por el otro. Tendré que repetir todo esto por mi cuenta más tarde, me
di cuenta, pero no había mucho que pudiera hacer excepto seguir adelante.
Me dirigí a los jardines, donde le había prometido a Pride que la encontraría.

Haciendo todo lo posible para mantener mis piernas firmes mientras caminaba. Estar cerca de ella
siempre me tranquilizó un poco. Ella me saludaba con una sonrisa, se reía de las pequeñas cosas más tontas
y decía cuánto disfrutaba estar conmigo. Casi me recordó a estar con mamá. Sabía que una vez que
estuviera con ella, me sentiría un poco mejor.
Me encontré con Pride incluso antes de llegar al jardín. Ella había terminado sus lecciones
por el día también. Ella me saludó con su habitual sonrisa brillante. Incluso en mi estado de
agotamiento, no pude evitar corresponder el gesto.
"Oye, Stale, juguemos a la mancha", dijo. "¡Te haré una carrera hasta el jardín!"
Sin decir una palabra más, Pride echó a correr. La perseguí, pero
rápidamente se quedó atrás.
Tengo que ponerme al día. Tengo que ser más rápido. Más rápido en la etiqueta, más rápido en el estudio, más rápido
a crecer, más rápido en todo…
"¡¿Duro?!"
De repente, mi visión se volvió borrosa y blanca. Parecía que no podía abrir los ojos en absoluto.
En algún lugar fuera de mí, Pride estaba gritando. Podía oírla, pero no podía.
Distinguí las palabras mientras nadaba a través de una confusa incoherencia.
¿En qué... se supone que debo estar pensando?
MMamá...
Estaba soñando.
Mamá y yo estábamos juntas. Ella estaba de espaldas a mí mientras preparaba la cena.
como siempre.
Oye, olvídate de la cena. Finalmente estamos juntos, así que hablemos.
¿Cómo has estado, mamá?
He aprendido tantas cosas nuevas, mamá.
Mamá, el príncipe consorte es en realidad un buen hombre.
Y el Orgullo no se parece en nada a todos los rumores, mamá.
Mamá, ¿te trata bien la gente del pueblo?
Mamá, tienes suficiente para arreglártelas, ¿verdad?

Mamá, no seguirás llorando, ¿verdad?
Agarré la parte inferior de su camisa y ella finalmente se giró para mirarme.

"Solo espera, la cena estará lista pronto", dijo con una sonrisa.
Oh, gracias a Dios. Ella está sonriendo. Pero incluso cuando el pensamiento me golpeó, mamá
Dejó de cocinar y se dejó caer al suelo, rompiendo a sollozar. Me acerqué a ella. No llores.
Volveré a verte, mamá. Trabajaré muy duro. Mamá, ¿me estás escuchando? ¿Hola mamá?
Mamá…
"Ngh... Hng..."
Ella todavía estaba llorando.
Mamá todavía estaba allí llorando.
Algo se deslizó por mi cara, una gota pesada a la vez. Mis ojos todavía estaban cerrados, pero la
conciencia volvió lentamente y mamá se desvaneció, solo una figura en un sueño. Por alguna razón, el
sonido del llanto no se desvaneció con ella, como si hubiera usado mi poder para teletransportarme
de regreso a casa.
No llores, mamá. Estoy aquí contigo. Pero cuando abrí los ojos, fue
Orgullo y no mamá llorando encima de mí.
"¿Orgullo?"
¿Sigo soñando? ¿Entonces no era mamá llorando? ¿Por qué estoy aquí ahora? ¿Por qué ella está
llorando?
Luché por calmar mis pensamientos arremolinados, y mucho menos hablar. Todo lo que pude hacer
fue mirar a Pride, que parecía casi abrumada por la emoción mientras me vigilaba. Y cuando
finalmente habló, ofreció... un profundo remordimiento. No pude encontrarle ningún sentido en
absoluto. ¿Por qué lloraba tanto otra vez? Esa pregunta se quedó en mi mente mientras ordenaba
mis pensamientos.
"¿Qué quieres decir?" Yo le pregunte a ella.
Ante esta inofensiva pregunta, Pride apretó los labios con fuerza y sollozó.
de nuevo.
¿Por qué parece que se está reprimiendo tanto?
“¡Ngh! Lo... lo siento... no puedo ser una fuente de fortaleza en tu vida... y eso
No noté cómo te sentías... ¡Lo siento mucho! Sus labios temblaron mientras forzaba el
palabras fuera.
El orgullo se desplomó sobre mí y me abrazó. Su cuerpo, su olor y

Un peso suave invadió mis sentidos, dejándome demasiado avergonzado y nervioso
para moverme. Me congelé cuando el calor me invadió y la princesa lloró contra mi
hombro.
¿Pero por qué? Ella ya lloró mucho por mí esa noche. El orgullo es la razón por la que
Pasé de odiar la vida en el castillo a disfrutar cada día aquí. Ella siempre me decía lo buena
que era la comida, así que comencé a esperar con ansias cada comida con ella. Si no fuera
por ella, me habría aterrorizado el contrato de subordinación. Ella es la razón por la
que tengo alguna esperanza para el futuro. Ella me acepta tal como soy, me sonríe, me
necesita. Si eso no es una fuente de fortaleza, ¿cuál es? Ella sabía que yo estaba sufriendo y
comprendió mis sentimientos sin decir una palabra.
Cuando Pride me trajo la llave de las esposas esa noche, no solo estaba desconsolado
por el hecho de que nunca volvería a ver a mi mamá. Me sentía sola allí sin mi madre,
preocupada de que ella también se sintiera sola y devastada porque no había nada que pudiera
hacer por ella ahora que estaba completamente sola. Sentí que iba a estar sola para siempre,
que todo en mi vida sólo me traería más dolor.
Pero Pride dijo que nunca más me haría daño. Prometió que se aseguraría de que mamá,
yo y toda la gente del reino tuviéramos motivos para sonreír.
Y luego ella me abrazó.
Pride sabía incluso antes de que yo lo hiciera lo sola y herida que estaba. Ella había visto a
través de mí. Debió haber estado conteniendo las lágrimas todo ese tiempo, y por eso salieron
a borbotones esa noche.
Desde entonces, ella permaneció a mi lado, oró por mi felicidad, nos llamó iguales, me
habló por mi nombre y me animó a usar su nombre también. Ella me saludaba por las mañanas
y me daba las buenas noches cuando llegaba el momento de separarnos. A su alrededor,
tuve momentos de verdadera paz y consuelo en este lugar, momentos en los que mi
corazón no se sentía tan pesado. Ella me guiaba por la biblioteca o los jardines y, por un tiempo,
realmente no me sentía solo.
El orgullo llenó el agujero que había consumido mi corazón.

Entonces, ¿por qué se disculpaba? Ella fue quien me salvó.
Ni siquiera me di cuenta por un momento de que le estaba devolviendo el abrazo. Había tantas
cosas que quería decir, pero todas las palabras se atascaron en mi garganta. Ninguno parecía del todo
correcto. Todo lo que podía hacer era sentarme allí y abrazarla y esperar que eso transmitiera lo
que sentía.
Finalmente, se calmó lo suficiente como para hablar, y su aliento rozó mi oreja.
“Si me convierto en una reina malvada… entonces quiero que tú… quiero que me mates…”
Sus palabras me congelaron hasta la médula. Mi mente quedó completamente en blanco. Por
un tiempo, ni siquiera creí haberla escuchado correctamente. Pero algo en esas palabras me traspasó
el corazón.
¿Matarla? Yo nunca. No, no podría matarla. Nunca podría matar a alguien así.
persona amable y maravillosa.
Me senté allí tratando de ordenar mis pensamientos durante tanto tiempo que Pride realmente
se quedó dormido en mis brazos.
"¿Orgullo?" Lo intenté, apretándola suavemente. Ella no respondió.
¿Qué demonios tenía tan asustada a la pobre niña? ¿Cómo podría alguien tan cariñoso
e inteligente, ¿pensaba que de mayor se convertiría en una reina malvada y cruel? Simplemente no
podía creerlo. Pero si la persona que me había mostrado tanta bondad realmente temía este
destino, si realmente le agobiaba, entonces...
"Yo te protegere."
Se lo susurré en el hombro, sabiendo que no obtendría respuesta. Aún así, ese silencio
Esta declaración me llenó de determinación. La abracé un poco más fuerte, haciendo ese voto entre
nosotros.
Cuando me desperté a la mañana siguiente, Pride ya se había ido. el doctor

Vino a ver cómo estaba y me recomendó descansar unos días para estar seguro.
Eso estuvo bien para mí; Todavía estaba procesando la noche anterior. Una parte de mí ni
siquiera creía que fuera real. Sin embargo, las palabras y la calidez de Pride, y mi propia
determinación, todavía sonaban frescas y claras en mi mente.
Después de eso, el orgullo ya no vino a controlarme. Impaciente por volver a verla, le pregunté a
la criada (que hizo una reverencia y se presentó como Lotte) sobre ella cuando visitó mi habitación.
Lotte dijo que Pride se sintió demasiado incómoda al quedarse dormida en mi cama esa noche como
para volver a verme.
“La princesa nos ordenó que no informáramos a Su Majestad ni a Su Alteza Real para no
molestarlos. No hay nada de qué preocuparse”, dijo con una sonrisa burlona.
Ese fue el primer momento en el que realmente creí que todo lo que pasó esa noche era real y
no un sueño. Y eso fue... Bueno, no estaba seguro de qué
para llamarlo. Pero cada vez que pensaba en esa noche, mi pecho se calentaba de nuevo, como
si la fiebre estuviera regresando. Aunque me alegré de que no fuera así. A pesar de eso, se sintió
muy extraño no ver a Pride durante varios días. En el momento en que obtuve el permiso
del médico, volví a mi etiqueta y otras lecciones.
Regresé renovado a mi entrenamiento. Memorizar toda la información que me dieron me resultó

aún más fácil que antes. Y eso significó que podría volver a ver Pride. Mariposas revoloteaban en
mi estómago. La propia Pride lucía una sonrisa avergonzada. Pero ella rápidamente me dio
su sonrisa habitual y todos los nervios y la extrañeza se disiparon.
"Me alegro mucho de que estés mejor ahora", dijo. Al instante, me quité un peso de encima.
El orgullo no surgió esa noche. Pensé mejor en mencionarlo también. Si ella

No estaba dispuesto a hablar de eso, eso estaba bien para mí. Eso no disminuyó mi
determinación en absoluto.
Ese día, después del almuerzo, Pride y yo fuimos a ver a papá. Ella mantuvo sus manos en
mis hombros mientras nos acercábamos a él, como si me apoyara o me apoyara.
“Estas son circunstancias especiales”, dijo el padre. "No puedes mencionar esto a nadie,
ni siquiera en el castillo".
Dicho esto, me entregó un solo sobre. Rompí el sello, pero no tenía idea de lo que podía haber
dentro. ¿Quizás una invitación de algún tipo? ¿Por qué tendría que mantener algo así en secreto?
Saqué una carta del sobre y comencé a leer, con los ojos muy abiertos.
cada palabra. Lo leí una y otra vez, sin creer lo que veía. Era una carta, una carta de alguien
a quien estaba seguro de que nunca volvería a ver: mi mamá.
“Querido Stale”.
Conocí su letra de inmediato. Era la misma mano que me había enseñado a escribir mi
nombre. La única educación que recibí en la ciudad fue con esta misma letra.
¿Cómo puede estar pasando esto? Me dijeron que nunca podría verla ni escribirle.
de nuevo. Realmente pensé que era imposible, al menos por ahora. Por eso yo... Por eso yo...
Mi padre explicó que esta carta fue idea de Pride, pero casi ni lo escuché.
Un torrente de emociones encontradas me invadió.
¿Una vez al mes? ¿Puedo saber cómo le va a mamá una vez al mes? Puedo
¿Estás seguro de que ella está bien? ¡¿E incluso puedo responderle en mi cumpleaños?!
Esto iba mucho más allá de mi pequeño y tenue complot para servir como asistente de Pride con
la esperanza de algún tipo de buena voluntad en el futuro lejano. Incluso si ese plan funcionara,
pasarían años antes de que tuviera algún tipo de esperanza, pero había renunciado a cualquier otra
posibilidad. Mis manos temblaron mientras sostenía la carta, las implicaciones de las palabras en ese
papel las hundí. Mi gratitud hacia Pride y Father, mi amor por mamá y la alegría que surgió en mi
corazón fueron demasiado para contener, y pronto llegaron. saliendo de nuevo.
Nunca lloré tan fuerte en mi vida.
Las lágrimas corrieron por mis mejillas. No pude detener los fuertes e indecentes sollozos, pero en
ese momento ni siquiera me importó. Alguien me acarició el pelo, tratando de calmarme mientras
seguía llorando. Me volví y encontré a Pride sonriéndome. Al instante, la abracé.
¿Cuántas veces esta persona va a cambiar mi vida para mejor?
Todavía me daba vergüenza que Orgullo y Padre me vieran en tal estado, pero
Ya había pasado mucho tiempo del punto de reprimir todo esto.
“Madre, Padre y yo, y tu otra madre también, todos te queremos mucho.

mucho”, dijo Pride.
No podría soportar más amabilidad. Enterré mi cara contra su pecho cuando los últimos hilos de
control se rompieron y todas mis emociones se desbordaron. Mi voz resonó por los altos techos del
castillo, pero lo único en lo que podía pensar era en cuánto le debía a esta persona. Sólo protegerla
no sería suficiente. Tenía que pagarle por todo lo que había hecho por mí, incluso si eso requería el
trabajo de toda una vida.
Cuando pude, le di las gracias a mi padre, aunque mi voz sonó cruda y entrecortada.
Luego salí arrastrando los pies de la habitación con Pride a mi espalda. Cuando salimos, ella
susurró un recordatorio de que escondiera la carta en mi bolsillo antes de que los guardias y
Las criadas al otro lado de la puerta podían verlo. Incluso cuando lo hice todo
De regreso a mi habitación, no podía dejar de llorar. En el momento en que estuve sola, las
lágrimas amenazaron con volver a brotar, así que me tapé la boca con el brazo para
contener los sollozos.
Saqué la carta de mamá y la leí toda una vez más.
“Querido Stale”. Esas palabras por sí solas fueron suficientes para que se me llenaran los ojos de lágrimas.
de nuevo.
Me alegré mucho de haber estudiado lectura y escritura en el castillo. Lo que sabía antes de
venir aquí no me habría llevado mucho más allá de mi propio nombre. Ahora podía leer cómo
estaba mamá y cómo la gente del pueblo la ayudaba.
Dijo que estaba muy feliz de poder escribirme y que estaría contando los días hasta volver a
saber de mí. Ella escribió sobre su gratitud a Su Alteza Real por permitir esto y me pidió
que me mantuviera feliz y saludable.
Entre cada dos líneas, las palabras "Te amo" aparecían una y otra vez.
Leí esa carta lo que parecieron docenas de veces, secándome los ojos con la parte
inferior de la camisa y sollozando mientras avanzaba. Cuando sostuve el papel cerca de mi
cara, incluso pude percibir leves rastros del aroma de mamá en la sábana. Realmente es
mamá, pensé cuando la realidad me golpeó una vez más.
Pasó mucho tiempo antes de que finalmente pudiera separarme de la carta, pero
Sabía que eventualmente tendría que ocultarlo. Nadie más podría verlo o perdería
este precioso punto de contacto. Mientras buscaba, voces llegaron a mi habitación.
“¿Qué se supone que debemos hacer? El egoísmo de la princesa es exasperante”.
Las voces venían de la ventana. Mi habitación estaba un piso debajo de la de Pride.

Desde mi ventana podía mirar el camino que salía de los jardines y se extendía hasta la
puerta principal. Ahora, me senté junto a esa ventana, tapándome la boca con las manos
para mantenerme más silencioso.
"¿Estás seguro de que deberíamos discutir esto fuera del castillo?"
“El instructor me dijo que ni Su Alteza ni su hermano menor están estudiando en sus
habitaciones, así que no hay de qué preocuparse. Pero baja la voz. Si hablas tan alto, alguien
te escuchará”.
Apenas pude captar la conversación en voz baja. Uno de ellos llamado Orgullo.
Egoístas de nuevo, luego bajaron la voz. Por mucho que esforcé mis oídos, no pude oírlos
después de eso.
Sin embargo, algo en la situación no encajaba bien. Sin mis esposas, se me ocurrió una idea.
Por primera vez en mucho tiempo, invoqué mi poder y me teletransporté a un arbusto en el jardín
que esperaba que estuviera más cerca de los parlantes.
Tan pronto como aterricé, la conversación se agudizó. Alguien comentó con confianza que
ningún guardia sería tan tonto como para entregarlos incluso si escucharan algo. Aparentemente, se
había reunido un pequeño grupo, incluidas las dos voces más fuertes que acabo de escuchar. Sólo una
de las voces me sonaba familiar, pero me aferré a esa, buscando en mi memoria.
“Me opuse firmemente a esas medidas especiales. Sin embargo, la princesa y su real
Su Alteza me dio órdenes, así que debo mantenerlo todo en secreto”.
“Estoy seguro de que hizo todo lo posible, primer ministro Gilbert. Sin embargo, ¿deberíamos
¿Tomas esto como una señal de que la princesa heredera todavía no puede resistirse a satisfacer
todos sus caprichos?
"Sí. Es realmente desafortunado. Había escuchado rumores sobre su nueva madurez desde
que se manifestó su poder, pero parece como si hubiera estado arrastrando al Príncipe Stale por todo
el castillo desde su llegada, e incluso lo obligó a correr cuando no se encontraba bien. Quizás
esté celosa de la ya aparente destreza de su hermano menor en sus estudios”.
¡Gilbert!
Era el primer ministro. Lo había visto con mi padre el otro día. Necesité todo mi autocontrol para no
saltar de ese arbusto y confrontar sus mentiras allí mismo.
“Su Alteza Real lucha por rechazar las solicitudes de la princesa. En este caso, no dudó en
aceptar su petición especial. Sólo lamento no haber podido convencerlo de mis preocupaciones”.
"Primer Ministro, no es necesario que se culpe".
"¡El tiene razón! Aunque ella es la hija del príncipe consorte, esto plantea
preocupaciones por su eventual ascensión al trono”.
“Bueno, por eso es nuestro trabajo proteger y ayudar a los miembros de la familia real.
Princess Pride es todavía muy joven. Estoy seguro de que a lo largo del camino irá adquiriendo
ese papel”.
“Ciertamente tiene usted una mentalidad abierta, Primer Ministro Gilbert. No es ningún
misterio por qué fuiste elegido para tu título a una edad tan temprana”.
“Por favor, me halagas. Sin embargo, la familia real debe servir al pueblo del reino. Que el
príncipe consorte se doblegue a todos los caprichos e impulsos de su hija, bueno, parece que la
monarquía no tiene nada mejor que hacer que complacer a una niña pequeña, ¿no le parece?
Esto debe permanecer en secreto, pero el Príncipe Stale también se enfrenta a un trato
bastante vergonzoso. El niño es un plebeyo, sí, pero la princesa lo menosprecia y silenciosamente
ha estado buscando formas de acosarlo casi todos los días”.
Mis manos temblaron de rabia. No podía creer cómo siguió adelante con
estas mentiras descaradas. El orgullo nunca me había acosado, pero hablaba con tal autoridad
que todos parecían creerle.
“Sin embargo, incluso el maestro del Príncipe Stale ha reconocido la extrema sabiduría
del niño para su edad. No aceptará lo que tenemos que decir acríticamente, aunque ya parece
albergar preocupaciones sobre el futuro de la Princesa Pride como reina. Me duele ver a un chico
tan inteligente atrapado en una situación como esa”.
"Increíble. Incluso el joven Príncipe Stale puede verlo”.
“Si tan solo Su Alteza Real y Su Majestad se dieran cuenta también. Si mi

Si el registro nacional de poderes especiales propuesto se convirtiera en ley, finalmente
tendríamos una manera de saber qué poderes posee la gente de este reino. Sólo localizar
al Príncipe Stale por su rumoreado poder de teletransportación requirió el trabajo de muchos
soldados y una cantidad bastante considerable de dinero de los contribuyentes. Tales
gastos podrían evitarse si este reino tuviera un sistema de organización”.
Por todas partes sonaron murmullos de acuerdo.
“Pero sigo siendo el primer ministro. Incluso si Su Majestad no puede decirle que no a
su amado esposo, e incluso si ese esposo no puede evitar malcriar a su hija mayor, que
todavía no tiene el carácter requerido de una princesa heredera, tengo la intención de apoyarlos
a todos hasta que el fin. Ah, y por supuesto, esta conversación debe permanecer entre
nosotros, por el bien del reino”.
Entonces miré entre los arbustos y vislumbré el rostro de Gilbert. El

La gente a su alrededor asintió, pero vi la sonrisa astuta debajo de su sonrisa.
Con esas últimas palabras, Gilbert y los demás se dispersaron en diferentes direcciones.
Me teletransporté de regreso a mi habitación, luego me escabullí hacia la ventana para ver al grupo.
Algunos de ellos me resultaban familiares, pero no tenía muchos nombres. Eran simplemente
personas que había visto por el castillo aquí y allá.
No puedo dejar pasar esto.
Anhelaba salir corriendo de mi habitación y contarles a mis padres todo lo que acababa de oír.
Gilbert y el grupo que compartía sus ideales serían condenados a muerte por difamación de la
monarquía, o eso esperaba. De lo contrario, podrían salirse con la suya y seguir difundiendo sus
horribles mentiras. ¿Pero qué podría hacer? Nadie me creería, sin importar lo que les dijera. Mi
madre y mi padre definitivamente confiarían más en Gilbert que en mí.
¡Pero aún!
Las “medidas especiales” que había mencionado tenían que ser las cartas que
estaba intercambiando con mamá. A Gilbert no parecía importarle desobedecer flagrantemente
la orden de guardar silencio sobre eso, y mentir encima de eso para que sonara como algo nefasto.
Lo peor de todo es que todo ese grupo parecía creerle.
A pesar del decreto de Gilbert de mantener la información en secreto, seguramente surgirían
rumores. Incluso podrían salir del castillo y entrar en la ciudad.
El orgullo me lo había dado todo. Ahora esos chismosos querían que pareciera que ella era la
villana. Tanto desde dentro como desde fuera del castillo, Orgullo, Padre e incluso Madre recibirían
un golpe en su reputación. Todavía no había conocido a mi madre, pero mi padre era un hombre muy
amable y Gilbert tenía la intención de mancharlos a ambos, junto con Pride. Mi sangre hirvió ante la
mera sugerencia.
“Si me convierto en una reina malvada…” ¿ Por qué había sugerido eso? ¿Quién podría ser
mejor reina que ella? No importaba lo que promocionaran personas como Gilbert, yo me negaba
a creerlo.
Pero repito, ¿qué podría hacer? Los adultos no escuchaban nada ni a Pride ni a mí.
tuve que decir. Seguramente escucharían a Gilbert antes que a dos niños. Entonces, la
chica amable e inteligente que lloraba angustiada por el dolor de los demás, la chica que era
víctima de terribles rumores, sería aplastada por adultos malvados como Gilbert con su
palabras elocuentes y buena reputación. Ni yo ni Pride pudimos hacer mucho contra

eso, especialmente ahora que fui adoptado recientemente en esta familia. No tenía
reputación ni posición social ni palabras elegantes. No tenía nada. Podría estudiar,
pero eso no sería suficiente. Podría construir mi reputación, aprender a leer y escribir,
perfeccionar mi comprensión de los demás, pero eso tampoco bastaría. Incluso si me
asegurara de que Orgullo, Padre, Madre y la Princesa Tiara me amaran y me vieran
como un hijo y hermano bueno y obediente, eso no detendría el plan de Gilbert.
No, tuve que hacer más que eso. Tuve que convertirme en el más astuto y calculador.
persona en todo el reino. Tuve que aprender a manipular los corazones de las
personas para ganarme su confianza. Tuve que hacer todo el castillo, todo el reino,
amo la versión de mí que les vendí. Potencialmente, tenía que convertirme en alguien
que no era, pero valdría la pena si frustraba a Gilbert.
El orgullo no necesitaba seguir mis pasos. Era perfecta como ya lo era: inocente y
de buen corazón. Mientras ella permaneciera así, el reino algún día florecería bajo su
gobierno. Sólo tenía que aprender a ser lo suficientemente intrigante para los dos...
y algo más.
Había oído que Gilbert poseía el poder de la eterna juventud, lo que significaba que
Siempre estaría presente, incluso una vez que Pride y yo hubiéramos crecido.
Eso significaba que necesitaba implementar mi plan antes de que Pride tomara el
trono. Como mayordomo, tendría el poder de expulsarlo del reino sin importar lo que
dijeran sus lacayos. Aumentar mi reputación no sólo eliminaría a Gilbert, sino que
también elevaría el estatus de Pride una vez que sirviera a su lado en serio.
Ojalá mamá también supiera cómo era el Orgullo, pensé mientras volvía a sacar su
carta. Lo hojeé una vez más, buscando la sección donde escribió sobre el príncipe
consorte. Entonces, mamá sabe que papá fue quien le dio permiso para escribir una
carta, pero no sabe que Pride orquestó todo. Necesito incluir eso en mi carta
de cumpleaños. También le contaré todo tipo de cosas sobre Pride.
Luego escaneé un poco más y mis ojos se fijaron en las palabras "Te amo".
“Madre, padre, yo y tu madre también, todos te queremos mucho”.

Eso fue lo que Pride me había dicho, pero ahora era mi turno de devolverle ese amor.
No te preocupes. Me aseguraré de que estés a salvo, lo juré. Protegeré tu suave voz,

tu sonrisa, tu corazón, cada cosa maravillosa de ti. Pride prometió que, como reina, se
aseguraría de que toda la gente del reino, incluidos mamá y yo, fuéramos felices. Pero
me aseguraría de que ella también fuera feliz. Ya fuera mi princesa heredera, mi hermana
mayor o simplemente una chica que conocía, la protegería de adultos como Gilbert
sin importar nada. Si tuviera que corromperme para hacer eso, que así fuera, pero
nunca permitiría que su corazón puro se mancillara de la misma manera.
No fue sólo una promesa, fue un voto.
Mi nombre era Stale Royal Ivy.
Yo era el cuñado menor de la princesa heredera y el mayordomo de la próxima

generación. Existí para cumplir con esos deberes y servir al lado de Pride Royal Ivy.
Desde entonces, existí sólo para ella.

Capítulo
3: La atroz princesa y su familia “NGH… WAAAAAAAH…”
¿Quién es ese? Escucho a alguien llorar.
Los lamentos se elevaron dentro de una habitación a oscuras. Fui... Fui yo.
“Oh, ¿rancio? ¿Ya volviste? Seguro que fue rápido”.
Alguien se acercaba. No pude ver mucho a través de esa densa oscuridad,
pero sabía que era una niña.
Así es. Ella fue quien me ordenó matar a mamá y volver aquí.
Mamá parecía muy feliz, pero muy sorprendida cuando me vio por primera vez. le rogué
correr, pero ella no entendía. Ella simplemente se quedó allí y murió con mi cuchillo.
“Rancio… ¿Por qué?”
Su voz todavía resonaba en mis oídos. Ella cayó al suelo, sangrando profusamente, llorando.
brillando en sus ojos.
Me di la vuelta, incapaz de mirarla, y la dejé allí en el suelo. Entonces yo…

¡entonces yo… entonces yo… entonces yo…!
“Regresaste enseguida para que no te vieran, tal como te ordené. Qué
Buen chico que eres”.
Sus manos acariciando mi cabello me dejaron con náuseas. La alegría en su voz encendió una oleada
de ira asesina dentro de mí. Aullé como un animal, cogí el cuchillo con el que había apuñalado a mamá y
lo lancé directamente hacia la niña.
Ella ni siquiera tuvo tiempo de apartarse del camino antes de que mi espada alcanzara
su garganta... y se detuvo. No tuve ninguna duda ni renuencia a matar a la miserable criatura, pero
mi cuerpo estaba congelado y fuera de mi control.
“¡Ah, ja, ja! ¿Qué tan estúpido puedes ser? No puedes matar a tu maestro una vez que hayas
Firmé un contrato de fidelidad”, dijo.
Sólo escuchar su voz me da ganas de vomitar.
"¡¿Por qué?!" Yo pregunté. “¡¿Por qué me hiciste matar a mamá?! ¿Qué hice yo...? ¿Qué hice?
¡¿Mamá te lo hizo alguna vez?!

Ella simplemente se encogió de hombros, impasible ante mis gritos. “Nada, por supuesto. Lo
hice porque es muy entretenido. Ahhh, Stale, mi adorable pequeña esclava. Gracias a ti,
últimamente estoy pasando el mejor momento de mi vida”. Parecía una simple niña, pero esa risa
contenía una crueldad que chocaba con su imagen inocente.
“Entonces mátame”, dije. "Si hacerme sufrir es tan divertido, ¡¿por qué no me matas?!" En este
punto, la muerte sería una misericordia. ¿Cómo podría seguir viviendo en este mundo sin mamá?
"¿De qué estás hablando? Pensé que dijiste que me matarías cuando firmaste
el contrato de fidelidad, ¿no? ¿Pero ahora quieres morir? ¿Quieres estar con tu madre
muerta?
Mis manos temblaron alrededor del cuchillo. Si pudiera moverlo aunque fuera un poco,
podría matarla. Sería muy fácil pasar la espada por su garganta.
"Está bien, entonces aquí tienes un pedido", dijo. “De ahora en adelante, nunca podrás
quitarse la vida. Nunca podrás contarle a nadie lo que hiciste hoy ni tampoco esta nueva
promesa”.
"Qué…?"
Ella ni siquiera me dejaría morir.
"Oh, sí, esa es la mirada", dijo. "¿Por qué no mantienes esa mirada en tu
cara por un tiempo? Buenas noches, rancio. Asegúrate de limpiar toda la repugnante
sangre plebeya de esa mujer antes de la celebración del cumpleaños de mañana”. Ella giró
sobre sus talones, casi saltando fuera de la habitación.
Me desplomé justo donde estaba, cayendo al suelo y golpeando el suelo con mis puños. Me
quedé allí, furioso como una bestia herida, casi incoherente, aullando con todas mis fuerzas.
Anhelaba hundir ese horrible cuchillo en mi propio pecho y poner fin a mi dolor.
Desafortunadamente, lo único que pude hacer fue acurrucarme y seguir llorando. La ira, la
tristeza y el dolor se apretaron alrededor de mi corazón. Mi respiración se volvió irregular,
pequeños sorbos de aire entraban en mis pulmones aplastados por la agonía.
Esto es el fin. No quiero vivir más. Nunca le pasará nada bueno

Yo otra vez en esta vida. Mamá se había ido y, con ella, todo mi mundo. Además, el contrato
me encadenaba a la chica que me había obligado a matarla. ya no me quedaba nadie, no
uno sino el responsable de la muerte de mamá.
Si nunca hubiera nacido con este poder, estaría con mamá para siempre.
¿Por qué tuve que nacer con teletransportación? No lo soporto más. Quiero morir, quiero
morir, quiero morir, quiero morir, quiero morir, no puedo soportarlo, no puedo soportarlo, no
puedo soportarlo, no puedo ¡Tómalo, no puedo más! No me queda nada en esta vida. Nada.
Nada de nada, porque...
Porque estaré solo por el resto de mi vida.
Si pudiera morir, tal vez podría estar con mamá y papá. Sin embargo, mis órdenes me
obligaron a seguir viviendo.
“Mamá… lo siento… yo solo…”
Solo quería verte. Eso es todo lo que quería.
Ni siquiera había tenido la oportunidad de decirle que la amaba. En el momento en

que firmé ese contrato, el destino de ambos quedó sellado. Nunca perdonaría a esa chica
por lo que hizo.
No, ella no era una niña. Ella era un demonio con piel humana. Cueste lo que cueste,
me vengaré de la muerte de mamá. Destruiría a esa criatura malvada. Esa sería mi única
esperanza...
***
“Buenos días, alteza”.
Una doncella descorrió las cortinas y la luz inundó la habitación.
"Buenos días", dije, atontado y desorientado.
La luz del sol entraba a raudales por la ventana. Me acurruqué más profundamente debajo de las mantas
y me froté los ojos. ¿Qué fue eso hace un momento? Creo que tuve algún tipo de sueño.
Intenté desenterrar los detalles, pero todo lo que obtuve fueron fragmentos confusos.
“Estabas gimiendo mientras dormías. ¿Te sientes bien?" dijo la criada, pero ni siquiera
podía recordar si era un buen sueño o uno malo. Sin embargo, cuando me froté los ojos
encontré leves rastros de lágrimas.
No creo haber llorado ni una sola vez mientras dormía desde que llegué aquí. yo estaba todavía
preguntándome por la humedad alrededor de mis ojos cuando me arrastré fuera de la cama.
Bueno, definitivamente había llorado por otras cosas además de los sueños.
Mi cara se calentó cuando pensé en lo que había sucedido con Pride unos días antes.
Cuanto más recordaba, más avergonzado me sentía, pero algo más suave y cálido llenaba mi
pecho al mismo tiempo. Intenté quitármelo de encima mientras las criadas me ayudaban a
vestirme y repasar el horario del día.
Oh, es cierto. Hoy es…
“También haremos los preparativos finales para la fiesta de cumpleaños de la princesa Tiara.
mañana”, dijo la criada.
Princesa Tiara, la hermana menor de Pride. Ni siquiera había logrado conocerla todavía.
Me presentarían al mismo tiempo que el resto del reino.
“Muchas gracias”, dije. "La hermana mayor está deseando que llegue, y yo también".
Tiara Royal Ivy fue la segunda princesa. Había oído que estaba enfermiza. Como llano
Madre, padre, Pride y el resto de Freesia celebraron su cumpleaños, resolví cuidar a
la niña.
A pesar de…
Terminé mis preparativos matutinos y salí de la habitación. Todavía estaba reflexionando

sobre quién era Tiara y cómo sería esta fiesta mientras corría por el pasillo y
Llegó a una escalera.
"Buenos días, Stale", llamó una voz desde las escaleras.
Miré a la chica destinada a ser reina, la chica que ya lo decía en serio.

mucho para mí, la chica que podría cambiar todo este reino algún día.
"Buenos días, Orgullo".
Incluso si quisiera proteger a Tiara, mi primera prioridad siempre sería el Orgullo. Él

Era su felicidad y éxito lo que realmente necesitaba apreciar y reforzar.
Mañana era la fiesta de cumpleaños de la princesa Tiara. También sería mi primera vez.
conociendo a mi madre desde que fui adoptado en la familia, y la primera vez que Pride
ve a mi madre desde que se convirtió en la sucesora oficial. Para mí, ambas cosas eclipsaron
por mucho a Tiara.
Después de todo, todo lo que hice, lo hice por Pride.

***
En los días transcurridos desde que Stale se unió a la familia, demostró ser un aprendiz
sorprendentemente rápido. Estaba desarrollando un gran interés por la lectura de libros, por lo que
pasábamos menos tiempo jugando en los jardines y más tiempo estudiando en la biblioteca.
Ni siquiera desplomarse durante ese juego de la mancha contuvo su voraz apetito por más
conocimiento.
Cuando le pregunté al respecto, simplemente dijo: "Hay más cosas que nunca que quiero aprender".
Pero no podía quitarme la sensación de que algo en Stale era diferente.

desde que superó su resfriado. Estaba más tranquilo, más fresco, como si algo acechara bajo la
superficie. De hecho, se sentía igual que el chico intrigante que recordaba de su ruta en el juego
otome. Justo el otro día, cuando le pregunté qué quería hacer cuando se convirtiera en senescal,
una sonrisa siniestra curvó su boca cuando dijo: "Estoy emocionado de hacer una reelaboración
completa de todos los trabajadores y funcionarios del palacio".
No estaba muy seguro de lo que eso significaba, pero algo en ello me dejó inquieto.
Bueno, tampoco era como si Stale alguna vez le hubiera sonreído a nadie en el juego. En ORL,
reservaba sus sonrisas para las intrigas... o para Tiara. Era un tipo de personaje misterioso y genial.
Si bien el Stale que conocí aquí ciertamente tenía sus misterios, era mucho más amigable que en el
juego. Ya se estaba volviendo bastante popular entre el resto del castillo.
Abrí un libro de historia, decidida a no perder ante Stale en ingenio incluso mientras estudiaba
junto a él. El Pride of ORL aprendió rápido. Aunque malvados, sus perversos planes implicaban
estrategias intrincadas e inteligentes. Si no podía ser tan inteligente como Stale, el interés
amoroso más intelectual, tal vez al menos podría ser tan inteligente como el Orgullo del juego. Los
recuerdos de mi vida pasada me estaban ayudando con eso, impartiéndome conocimientos que no
tenía que volver a aprender aquí. Eso estaba bien para las materias académicas, pero ¿qué pasa con
cosas como la empatía? Ya había fracasado en captar los sentimientos de las personas que me
rodeaban hasta un punto francamente vergonzoso. Yo también necesitaría ese tipo de
habilidades si quisiera tener éxito.
Pasé día tras día estudiando con Stale, tratando de seguirle el ritmo, tratando de
mejorarme para evitar el desastre que se avecina hacia mí. Pero tenía que admitir que se sentía
extraño dar mis lecciones al lado del chico que podría matarme en diez años, si las cosas
salían como lo hicieron en el juego.
"Puaj…"
Qué deprimente. Suspiré para mis adentros. Estos pensamientos me atormentaban día
y noche, incluso cuando no estaba sentado junto a Stale en la biblioteca. Simplemente no podía
dejar de preguntarme cómo se desarrollaría todo esto ahora.
“¿Pasa algo, alteza? ¿Te sientes preocupado por

¿La fiesta de cumpleaños de hoy? Lotte preguntó mientras me ayudaba a vestirme.
Debí haber estado suspirando más de lo habitual, pero traté de restarle importancia. “No
es nada de eso. Estoy emocionado de conocer a mamá y a mi hermana. Supongo que estoy
un poco nervioso”.
No fue mentira. Realmente estaba emocionado de ver a Tiara y a mamá. Sin

embargo, agobiado por los recuerdos de mi vida pasada y sabiendo hacia dónde conducía todo
esto, era difícil estar muy feliz por esto. Tiara fue otra víctima más del tormento de Pride.
En el juego, después de la muerte del padre, la madre comenzó a deteriorarse. El orgullo jugó el
papel de una amable hermana mayor con su madre, pero se volvió dura y fría en el momento
en que estuvo a solas con Tiara. Día tras día, insultaba a su hermana menor, calificándola
de mancha inútil para la monarquía, y desgastaba la confianza en sí misma de Tiara. Una
vez que Pride heredó el trono, obligó a Tiara a vivir en una torre lejana, pero incluso allí Tiara
conservó su naturaleza compasiva y vivió una vida noble. Tímidamente se dirigió a Pride como
“Reina Pride” o “Su Majestad” debido a todo el acoso, pero al final del juego, después de que
Pride murió por sus crímenes, Tiara murmuró “Hermana Mayor” en cada ruta. Incluso después de
tantos años de tormento, Tiara lamentó Orgullo y la relación que nunca tuvieron.
Sabiendo todo eso, prometí que haría todo lo posible para que nada de eso sucediera. I
No quería molestar ni lastimar a Tiara. Pero ¿cuánto podía hacer cuando estaba
destinado a convertirme en el villano, el monstruoso jefe final? En diez años, Tiara detendría
mi alboroto y sanaría la tierra en el proceso.
Mi hermana era el único rayo de esperanza para los intereses amorosos y para todo el mundo.
del reino también.

***
Todo el reino salió a celebrar el cumpleaños de Tiara. Desde posadas y tabernas hasta
grandes plazas públicas, los fresianos surgieron en masa, entusiasmados por la nueva
princesa.
Naturalmente, el castillo albergaría la fiesta más extravagante de todas. Los monarcas

visitantes de tierras vecinas, nuestra propia nobleza e incluso algunos miembros de la clase
media llenaron el castillo hasta reventar. La música flotaba por todos los pasillos.
Espléndidos platos para untar esperaban a los invitados a cada paso.
Sin embargo, los únicos miembros de la familia real presentes en ese momento éramos yo.
y Madre, a quien aún no había visto gracias a que tuve que ajustarme el maquillaje, los
accesorios y la bata. Cuando salíamos a saludar a la gente, yo iba primero, seguido de Stale.
Tiara llegaría la última, acompañada por mi padre.
Me paré al pie de la escalera que conducía al gran salón y tragué saliva. Estaba
acostumbrado a este tipo de celebraciones, entre cumpleaños reales y eventos nacionales,
pero esta vez mi corazón golpeaba contra mis costillas.
"Hermana mayor."
Me volví y encontré a Stale parado detrás de mí con una agradable sonrisa en su rostro.
Este era su primer evento de este tipo, pero parecía completamente sereno y tranquilo, a diferencia de mí.
"No te preocupes. Estaré aquí contigo”, dijo.
“Gracias, rancio. Es bueno escuchar eso”, le dije.
No pude evitar devolverle su sonrisa tranquilizadora. Mi ritmo cardíaco disminuyó un

poco, sabiendo que él estaba a mi lado. Pero casi en el momento en que le devolví la sonrisa,
Stale se dio la vuelta.
"¿Qué ocurre?" Le pregunté, pero él desestimó mi pregunta, todavía negándose a

mirarme. El tinte rojo en sus orejas me hizo pensar que tal vez él era igual de
nervioso como yo.
"Um, yo... no dije esto antes, pero..." Se giró hacia mí con una expresión
esfuerzo, un extraño rubor le calentó la cara. “Te ves muy… encantadora”.
"¡Oh!" Parpadeé. “Ji, ji. Gracias, Stale. Tú también te ves muy guapo”.
Me tapé la boca con la mano como una verdadera dama, pero todavía no podía contener la
risa. Gracias a los recuerdos de mi vida pasada, dominé una risa digna en poco tiempo.
Con su atuendo formal, cabello negro cuidadosamente peinado y rasgos galantes a la vista,
Stale era realmente guapo. Era sólo un niño, pero sabía que, como uno de los personajes
románticos del juego, se convertiría en un hombre apuesto. Además, tenía un corazón muy
bondadoso. Debía haber estado nervioso, pero vino aquí y trató de calmar mis nervios
también. Mientras admiraba su mirada en silencio, Stale se quedó allí, nervioso.
Las criadas y los guardias que nos rodeaban sonreían para sí mismos mientras
escuchó nuestra conversación.
“Si bien hoy puede ser el debut de la Princesa Tiara, también es el debut de Princess Pride
como la nueva heredera al trono. No dudes en mantener la cabeza en alto hoy”, sugirió uno de
ellos.
Tenían razón. Tiara no fue el único motivo de esta fiesta; yo también tenía un papel principal
que desempeñar. Stale se aclaró la garganta y se enderezó y yo seguí su ejemplo, mirando hacia
adelante de nuevo y tratando de controlar los acelerados latidos de mi corazón. Pronto, los
guardias gritaron una orden y los cuernos hicieron sonar una fanfarria que resonó por todo el
pasillo.
Con un grito ahogado, corregí mi postura. La multitud que clamaba se quedó en silencio
cuando una voz fuerte y clara se elevó por encima del estrépito para anunciar "Pride Royal Ivy".
Era hora.
Lenta pero con gracia, avancé por la larga alfombra. Aplausos envueltos
por todos lados, mientras la multitud se separaba para que yo pudiera continuar mi ruta.
Lo siguiente que dijeron fue el nombre de Stale. Aunque era el príncipe mayor, Stale también
era mi mayordomo, por lo que me siguió como mi asistente. Los invitados que nos rodeaban
soltaron gritos de asombro cuando lo vieron por primera vez. Me imaginé que estaban
impresionados por la belleza y el aura que poseía, tan diferente a cualquier plebeyo común y
corriente. Además, ya nos habían visto a mí, a mi madre y a mi padre antes. Stale y Tiara
llamarían su atención hoy.
Lentamente, cerré la distancia entre mi madre y yo.

“Ha pasado un tiempo, ¿no es así, Pride? Mi querida hija”, dijo.
Rosa Royal Ivy me sonrió, enmarcada por las suaves ondas de su cabello rubio. Ella se
sentó en su trono con elegancia, mirándome con ojos plácidos. Era como una rosa blanca posada
sobre un estrado: majestuosa, hermosa y elegante, que inspiraba la adoración de todos los
que la rodeaban.
"Sí Madre. Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos. Me alegra ver
que te ves bien”. Hice lo mejor que pude para imitar su elegante sonrisa.
"Entonces este es el nuevo miembro de nuestra familia, ¿eh?" dijo, volviendo la mirada
hacia rancio.
"Sí, este es Stale Royal Ivy, mi cuñado menor", dije. "Hemos celebrado un contrato de
subordinación, por lo que él me ayudará por el resto de mi vida".
Stale ya estaba arrodillado cuando me di vuelta, esperando la respuesta de mamá tal

como le habían enseñado. Cuando mamá le pidió que levantara la cabeza y se presentara, las
respuestas de Stale fueron impecables. Todos los que nos rodeaban debieron quedar tan
impresionados como yo por cómo se comportó ante la reina.
Terminamos nuestras presentaciones oficiales y nos sentamos a un lado. El
La siguiente ronda de fanfarria resonó por el salón, anunciando a mi padre y a Tiara.

Tiara salió con su padre llevándola de la mano mientras los aplausos llenaban el salón.
Con su esponjoso cabello rubio y su piel pálida, se parecía mucho a mamá. Ella
Miró a la gran asamblea con ojos tranquilos y amables.
“Qué chica más hermosa”, dijo alguien.
"Vaya, ella se parece a Su Majestad", añadió otro espectador.
UH oh. Me estoy enojando un poco...
En mi vida pasada, nunca pensé dos veces que otros niños recibieran más atención que
yo. Pero algo acerca de ser Orgullo envió una punzada de celos directamente a mi corazón.
Tiara era tan linda, tan encantadora. Todos seguían comentando lo mucho que se
parecía a mamá. Desearía que dijeran lo mismo de mí, pero aquí nadie me comparó con mis
padres, a pesar de mi aguda
ojos y cabello rojo brillante.
¡No! No la intimidaré. ¡Definitivamente, definitivamente no la intimidaré! Centré toda mi atención en
mantener una sonrisa en mi rostro y aplastar esa voz mezquina dentro de mí.
Mientras tanto, Tiara bajó con cuidado por la alfombra, luchando por caminar en el
un tipo de vestido que nunca había usado antes. Ella y mi padre saludaron a mi madre una vez que
llegaron al trono y luego se volvieron hacia Stale y hacia mí.
“Orgullo, Stale”, dijo el padre, “esta chica es tu hermana menor, Tiara. Tiara, esta es
tu hermana mayor, Pride, y tu hermano mayor, Stale”.
Tiara parpadeó con sus grandes ojos dorados hacia nosotros en un rápido aleteo. rancio y me levanté,
acercándose a Tiara para saludarla. Yo fui primero, siendo su hermana mayor y todo.
“Tiara, soy Pride Royal Ivy. Cuidémonos bien unos a otros, mi querida hermana”.
Quizás su vida aislada la había vuelto tímida, pero cuando respondió, su voz apenas superaba un
susurro y mostraba una sonrisa tímida. “Soy Tiara Royal Ivy. Me alegro mucho de conocerte… hermana
mayor”.
¡Aaaah! ¡Tan lindo! No es de extrañar que todos amaran al protagonista de ORL. “Ella es la más
heroína simpática de toda la serie”, solía decir la gente. "¡Qué ángel!"
A pesar de ser la protagonista del primer juego, la popularidad de Tiara persistió entre los fans.
Esa voz desagradable en mi cabeza se calmó cuando me enfrenté a una persona tan linda y tímida.
chica. Stale, como el único interés amoroso que pudo verla de esta manera, tuvo que ser el más
afortunado de todos los personajes románticos. Tiara parecía una versión diminuta de Madre, perfecta
y linda en todos los sentidos.
Stale dio un paso adelante para saludarla a continuación. En este punto de la trama del juego, Stale
básicamente no tenía emociones, ya que acababa de matar a su madre la noche anterior.
“Mi nombre es Stale Royal Ivy. Es un honor conocerte, princesa Tiara. Espero verte más”, fue todo lo
que dijo en el juego.
Cuando Tiara lo vio así, se agachó para tomar las manos del niño arrodillado, le sonrió y se dirigió a él
como "mi hermano". Para Stale, que había perdido a todos sus demás familiares, fue la primera calidez o
amabilidad familiar que recibió en mucho tiempo. Tiara siempre se refirió a Stale como su hermano
después de ese día, y

Stale la cuidaba más que nadie. Incluso después de que Tiara fuera encerrada dentro de su
torre aislada, Stale hacía viajes regulares para visitarla, sin que Pride lo
supiera.
Esperaba que, al igual que en el juego, Tiara también pudiera brindar tanta
comodidad y calidez a este Stale. Nerviosamente, observé su primera interacción. Stale se
arrodilló en el suelo y tomó la mano de Tiara.
"Soy Stale Royal Ivy y me siento muy honrado de ser tu hermano mayor, Tiara", dijo.
¿Esperar lo?
Stale solo la había llamado "Princesa Tiara" cuando estaba conmigo y con la gente de
el castillo. Pero ahora, de repente, se dirigió a ella sin su título, y durante su primer
encuentro. Esperaba que fuera mucho más formal.
Por un momento, me pregunté si mi madre, mi padre o la nobleza de palacio estarían

Me molestó esto, pero nadie reaccionó hasta donde yo sé. De hecho, todos parecían
impresionados por los modales refinados y la presentación digna de Stale.
Sin embargo, estaba seguro de que Stale la llamó "Princesa Tiara" en esta escena
del juego. Sin embargo, supuse que aquí las cosas eran diferentes. Por un lado, en el
juego, Stale conoció y confió en Tiara. Por otro lado, en este punto de ORL, ya había
asesinado a su madre. Este Stale, libre del peso del matricidio, supo saludar a su
adorable hermana menor con amigable encanto.
“Orgullo, la princesa primogénita y tu hermana mayor, es tan maravillosa como

Madre y padre”, decía Stale, todavía sosteniendo la mano de Tiara. "Hagamos todo
lo que podamos para ayudarla, ¿de acuerdo?"
La sonrisa de Tiara se amplió y apretó la mano de Stale entre las suyas. “Sí,
hermano mayor”.
Todo lo que pude hacer fue mirar en completo shock.
Ciertamente Stale se había abierto más a mí aquí que en el juego, pero nunca
Imaginé que diría algo así en público. Aunque habló directamente con Tiara, toda la
asamblea estuvo pendiente de cada una de sus palabras. Efectivamente, Stale acababa
de declarar a la gente del castillo—no, a la gente del reino—que
Éramos más que simples hermanos y, en el proceso, expresó su aprobación hacia mí como
futura reina.
Mordí el interior de mi mejilla cuando las implicaciones me golpearon, conteniendo las lágrimas.
que amenazaba con brotar. Tiara volvió su mirada hacia mí. Stale fue el siguiente, pero pronto
mi madre, mi padre y todos los demás que observaban el proceso se centraron en mí. Tragué
saliva y di un paso tembloroso hacia Tiara.
"Gracias, Stale, y tú también, Tiara", dije. “Estoy tan feliz de tener tal
hermanos confiables”. Puse una mano sobre cada una de sus cabezas.
Eso es todo. Aquí es donde tengo que decir esas palabras. Pero… sabía lo que tenía que
hacer, las palabras correctas que decir, pero una parte desagradable y fea de mí, la parte de mí
que todavía era Orgullo, luchó contra mí. Respiré profundamente, reuniendo mi
coraje.
“Que nosotros tres, como hermanos, protejamos este reino y su gente para siempre”.
Al instante, un coro de vítores estalló en la sala. Se alzaron voces entre el alboroto,

gritando: "¡Viva la Princesa Pride!" y "¡Su Alteza, la princesa heredera!"
Nunca había oído semejantes vítores en toda mi vida.
Stale lució una sonrisa de satisfacción. Tiara extendió la mano y apretó mi mano en su cabeza,
asintiendo levemente. El padre aplaudió junto con el público. En cuanto a mamá, sonrió, miró a
papá… y luego aplaudió con todos los demás.
Casi no podía respirar. Mi boca se abrió cuando percibí este rugido de aprobación.
Los recuerdos de mi vida pasada hacían casi imposible creer lo que estaba viendo. Conocía
bien todos los chismes sobre el Orgullo, ya que los había escuchado desde muy joven. "Ella es tan
egoísta". "Ella es sólo una princesa mimada". "Ella no es apta para ser realeza". Nunca
nadie mostró un entusiasmo tan intenso por mí, ni siquiera en mis propias fiestas o eventos de
cumpleaños.
Madre se levantó de su trono por primera vez y se paró frente a mí. Me quedé boquiabierta,
alta, hermosa y llamativa. La madre apenas mostraba su edad.
Cuando habló, su voz se elevó por encima de la multitud, aunque no gritó.
“La gente aquí espera grandes cosas de usted”, me dijo. "Deseo

Asegúrate de no olvidar nunca este momento”.
Por supuesto. No hay manera de que lo olvide.
La madre fue la siguiente en mirar al público. En el momento en que levantó las manos, el silencio
Se apresuró a reemplazar el alboroto. Cuando habló, su voz resonó desde su esbelta figura.
“Hace un mes”, dijo, “Pride, la princesa primogénita, desarrolló la precognición que sirve
como prueba de su derecho al trono. Ella continuará mi legado y servirá como reina cuando
llegue su momento. ¡Por la presente reconozco a Pride Royal Ivy como la princesa heredera
de este reino!
En ese momento, me convertí oficialmente en el sucesor de Madre y heredé el poder que

venía con ese título. Stale y Tiara, como miembros de la familia real, también servirían y se
ganarían el amor del pueblo. No podía esperar un destino similar. Como Pride,
eventualmente fracasaría en mi misión de "proteger la tierra y su gente". Pero todavía me
quedaban diez años antes y juré que usaría ese tiempo para hacer todo lo que pudiera para
ayudar a Freesia y su gente.
Incluso si mis queridos hermanos al final me despreciaran.

***
Soporté una variedad de invitados, presentaciones y conversaciones educadas.

antes de que la ceremonia finalmente terminara y tuviera un descanso.
Acababa de salir de otra conversación llena de

Felicitaciones cuando el Primer Ministro Gilbert se acercó a mí. Dejo que mis hombros se relajen.
Era un hombre tímido y también asistente de mi padre; No necesitaba permanecer en
guardia. Incluso Tiara parecía relajada a su alrededor. Ella debe haberlo conocido antes.
Lo saludé asintiendo y le agradecí por organizar toda la fiesta.
"No hay necesidad de agradecerme, alteza", dijo. "Soy yo quien estoy agradecido de
ver a todos y cada uno de los miembros de la familia real aquí hoy en la misma habitación".
Su sonrisa fácil aún conservaba el aplomo perfecto que se esperaba del primer ministro. Su
Los constantes halagos me hicieron sospechar un poco, pero ¿cómo podría odiar al hombre?
¿Guardar el secreto de esas cartas entre Stale y su mamá?
¿Qué es esto? Padre e incluso Stale lucen un poco atemorizantes de repente... No podía
entender qué significaba su cambio repentino.
"Princesa Tiara, cuando te vi hoy, apenas podía creer que esto fuera
su primera aparición pública”, prosiguió el primer ministro Gilbert. “Pero es desafortunado,
¿no es así? Serías una reina tan excelente como la Princesa Pride, si tan solo poseyeras su
precognición para ti...
"Le ruego me disculpe. ¿Qué quieres decir exactamente con "desafortunado", Prime?
¿Ministro Gilbert? Interrumpido rancio.
¡¿Duro?!
Antes de que mi padre pudiera siquiera intervenir o corregirlo, Stale se colocó frente al primer
ministro Gilbert y lo fulminó con la mirada.
"Ah, mis más sinceras disculpas, Príncipe Stale", dijo Gilbert. “Solo quise decir que la
princesa Tiara mostró la máxima elegancia hoy, pero parece que fui bastante grosero con mis
palabras”.
El Primer Ministro ofreció una sonrisa encantadora y cambió de tema.

ignorando la evidente ira de Stale.
"Vaya, apenas te reconocí antes, Príncipe Stale", dijo. “En sólo unos pocos
Días desde la última vez que te vi, te has convertido en la viva imagen de la realeza. Nada me
encantaría más que tener la oportunidad de conversar contigo en algún momento. Me gustaría
saber sobre tu ciudad natal y sí, incluso sobre tu familia anterior, o los tipos de poderes
especiales que has encontrado entre la gente del pueblo en tu vida”.
“Gracias, primer ministro Gilbert. Sólo llegué hasta aquí con el apoyo de la maravillosa Princess
Pride”, respondió Stale. “Haré todo lo que esté en mi poder para ayudarla. Espero que también
me apoyes como el príncipe mayor . ¿Puedo contar con eso, primer ministro Gilbert? Stale se
apoyó en cada título, haciéndolos cargados de autoridad y planteando un desafío a Gilbert.
¿Qué está sucediendo? ¡Está dando mucho, mucho miedo!
Aunque Stale y Gilbert sonrieron, algo mucho más oscuro acechaba justo debajo de la
superficie de sus agradables expresiones. Stale parecía amenazar al primer ministro con cada
palabra, como si dijera: “Mi rango es más alto que el suyo. No te atrevas a menospreciarme”.
¿Podría ser ya tan protector con su hermana menor?
"Sí, por supuesto, Príncipe Stale", respondió Gilbert con voz tensa y tensa.
con malicia.
Esto no iba a nada bueno. Tiara ladeó la cabeza confundida y yo

La llevó unos pasos lejos, para que su conflicto no estallara en ese mismo momento.
"Ah, perdóneme", dijo Gilbert. “Princesa Pride, tu conducta en particular me robó

el corazón de todos los que te vieron. Por cierto, tengo un humilde
petición tuya, ahora que eres el heredero al trono. ¿Puedo escuchar su opinión sobre la
política de este reino? Por ejemplo, el tema de aquellos que poseen poderes especiales…”
¡Aporrear!
El primer ministro Gilbert se tambaleó y se frotó la cabeza, pero no fue Stale quien lo
golpeó. Mi padre llegó primero y se llevó al primer ministro arrastrándolo por el cuello.
“¿Estás bien, hermana mayor? Lo siento, dije demasiado hace un momento”, dijo Stale.
a mi.
“Nno, aprecio lo que dijiste, Stale, gracias. Yo solo…"
Abracé los hombros de Tiara, como si fuera un animal de peluche que pudiera apretar para
comodidad durante una tormenta.
"¿Tú sólo qué?" Dijo rancio.
"Rancia... has cambiado desde que llegaste por primera vez al castillo", admití. "Tú
Ahora me recuerdan al primer ministro Gilbert”.
"¡¿Qué?!" se atragantó. Sus ojos se abrieron como platos y el color desapareció de su

rostro. “¿Qqué te hace decir eso?”
Nunca antes había visto a Stale tan nervioso. Tenía la boca abierta como si no pudiera
encontrar las palabras para expresar su desconcierto.
"Bueno... ¿Te gusta... la forma en que... sonríes?"
"Siempre he sido malo con... mostrar mis emociones y cosas así", dijo Stale. "O
más bien… no puedo hacerlo correctamente…”
"¿Qué? ¿Es eso así? Lo siento, nunca me di cuenta de eso”, dije. Traté de animarlo a que lo
ignorara, pero sus hombros se hundieron y dijo: "No, sé que es algo que necesito dominar".
Dicho esto, se dio la vuelta. Podía oírlo murmurar en voz baja cosas como: "Cierto... Mi
cara tiene que ser... para que pueda..." y "Pero por qué Gilbert de todas las personas..."
Realmente no entendí nada de eso. No me había dado cuenta de que Stale luchaba tanto
por expresarse incluso antes de que Pride hiriera gravemente su corazón. Claro, el
Tuve problemas con eso en el juego y siguió siendo un personaje estoico incluso en su final más
feliz con Tiara, pero nada de ese trauma había ocurrido aquí. Entonces tal vez lo había interpretado
mal y realmente solo le estaba ofreciendo al primer ministro una sonrisa amistosa.
Con la culpa abrumándome, solté a Tiara y susurré: "Ve a animarlo".
Ella se acercó a él y tiró de su camisa. "Hermano mayor", dijo. Con los hombros todavía caídos, le
dio unas palmaditas en la cabeza. Fue una vista adorable, diferente a cualquier escena que haya visto
en el juego. ¿Cómo no apoyarlos para que eventualmente encuentren la felicidad juntos?
"Princesa Orgullo".
Me volví cuando alguien dijo mi nombre, sólo para encontrar...
"Oh, comandante".
Me esperaba un hombre corpulento vestido con armadura y casaca de caballero blanca. Lo

conocía de eventos anteriores. Era el comandante de la orden real. Detrás de él había dos
caballeros más, uno de los cuales tenía que ser el vicecomandante.
"Me conmovió increíblemente su discurso anterior", dijo. “Me gustaría felicitarte por tu nuevo
título de princesa heredera y desearle también un feliz cumpleaños a la princesa Tiara”.
El comandante inclinó la cabeza mientras hablaba. Todo fue demasiado para asimilar.
Nunca antes había ofrecido más que un saludo básico y ciertamente nunca un elogio.
"Bueno, gracias", respondí. "Me alegro mucho de oírlo".
Su sonrisa era tan hermosa como el resto de él. “El caballero ileso” había
Ojos azules brillantes y cabello plateado muy corto. Como su apodo implicaba, no tenía ni una
sola cicatriz gracias a su excepcional destreza en la batalla. Fue fácil ver por qué al observar su
estructura musculosa. En mi vida anterior, incluso podría haberlo etiquetado como "galán".
"En verdad, te has convertido en una joven maravillosa desde la última vez que nos vimos", dijo.
siempre el encantador.
Mi cabeza daba vueltas con un déjà vu mientras intentaba descubrir dónde recordaba esto.
hombre de. Podría haber sido el juego en sí, pero no había manera de que un hombre de su edad
fuera uno de los intereses amorosos. Él y el Primer Ministro Gilbert, ambos de entre 20 y 30 años…
algo simplemente se sentía mal en ellos.
“Espero que algún día mi hijo también pueda tener una audiencia con usted, su
Alteza”, añadió el comandante.
Sí, lo sabía. Puede que sea demasiado mayor para ser el interés amoroso en un juego otome.
pero su hijo no.
“¿Tu hijo también es un caballero?” Yo pregunté.
“Yo… desearía que ese fuera el caso”, dijo riendo y rascándose la cabeza.
UH oh.
Un poco desconcertado, sonreí y respondí: "Espero con ansias el día en que

puede presentarnos.”
Incluso mientras ofrecía la broma, algo en mis entrañas me decía que las cosas eran más
complicadas de lo que parecían.
***
"Albert... he estado pensando".
Yo, Rosa, la reina de Fresia, estaba agotada por mi día de asuntos oficiales en
La fiesta de cumpleaños de Tiara. Mi marido, Albert Royal Ivy, se reunió conmigo en mi dormitorio esa
noche.
"Simplemente no puedo creer cuánto ha cambiado Pride desde la última vez que la vi", dije.
Quizás simplemente había pasado demasiado tiempo desde que tuve tiempo de ver Pride. Sabía
que mi trabajo me había mantenido alejado durante bastante tiempo. Pero tanto Albert como yo
sabíamos bien que cuando Pride no estaba cerca de nosotros, ella era una niña increíblemente
egoísta y arrogante. Su reputación en el castillo había llegado a nuestros oídos hacía mucho tiempo.
“Te lo he estado diciendo, ¿no? Desde que despertaron sus poderes, ha sido diferente”, dijo Albert.
“El orgullo nunca antes habría podido convertirse en reina. Fue Tiara quien
Se suponía que heredaría el trono… hasta ahora”.
“Has cambiado de opinión. ¿Es por tu precognición? O es eso…"
“Mi criterio como reina y como su madre es lo que me hizo cambiar de opinión, por supuesto.
Por eso nunca visité Pride en persona. Creí que era Tiara, la segunda princesa, la que estaba
destinada a convertirse en la verdadera reina. Pero Pride sigue siendo mi hija y la quiero mucho, lo
que sólo hizo que fuera más difícil verla y saber que no era apta para ser reina. Especialmente
después de tener a Tiara. Si Tiara alguna vez desarrollara la precognición, habría tenido que
decirle a Pride que ella no era la heredera”.
Albert insistió una y otra vez en que debería visitar Pride más y mostrarle una
El amor de mi madre, pero no me atreví a llenarla de falsas esperanzas acerca de heredar

la corona. Lo envié a él y él la colmó de suficiente amor por los dos. Albert me mantuvo informado
sobre lo que estaba haciendo Pride, pero tan pronto como di a luz a Tiara, supe que Pride nunca
se convertiría en mi sucesor.
"Tenía dieciséis años cuando tuve mi primera premonición".
"Eso fue más o menos cuando nos conocimos", dijo Albert. No lo había notado acercarse, lo
suficiente como para murmurarme al oído y enviar una punzada de calor por mi columna.
Precognición. Había usado ese poder para prever muchas cosas. Mucho antes de que yo fuera
Incluso embarazada de Orgullo o Tiara, los vi a ambos en mis visiones.
Por supuesto, la precognición no era un poder fiable. Tuve visiones al azar.

A veces fueron tan trascendentales como los nacimientos de mis hijas; otras veces, eran tan
triviales como el tiempo de mañana. No podía controlarlo ni predecirlo. Las visiones simplemente
sucedieron y, si bien ocasionalmente influyeron en el futuro del reino, pocas reinas
realmente confiaron en ellas. Por un lado, algunos de nosotros los sufrimos constantemente,
mientras que otros experimentamos uno tal vez cada diez años.
“He previsto muchas cosas desde mi primera visión”, dije. “Sin embargo, uno
La premonición que persistió fue el Orgullo y un futuro más allá de la salvación”.
Nunca vi lo que pasó después de que Pride tomó el trono. Sin embargo, no podía soportar
contarle a Albert todos los horribles detalles de lo que sabía con certeza: que Pride se convirtió en
una reina malvada que disfrutaba del sufrimiento de los demás. Ninguna cantidad de amor o
castigo cambiaría ese resultado.
“Y sin embargo, desde que me hablaste de la precognición de Pride, dejé de hacerlo.

tener visiones sobre su futuro”.
No entendía cómo ni por qué, pero desde que Pride despertó a sus propios poderes,
su futuro no apareció para mí, como si hubiera sido desviado de su rumbo, borrado o
cambiado de alguna manera.
Y luego estaba la fiesta de cumpleaños de hoy.
Al principio, pensé que Pride simplemente estaba interpretando el papel de la princesa

perfecta, montando un espectáculo como siempre lo hacía. Pero cuando miró a Stale, supe con
certeza que algo era diferente. Había visto al niño hace tres meses, pero no sabía quién era en
ese momento. Simplemente apareció en mi visión de Pride, un niño con ojos muertos acunando la
mano de Tiara.
Esa misma escena se desarrolló cuando Stale saludó a Tiara en la fiesta de cumpleaños...
excepto que esta vez Stale había cambiado. El chico que vi en mi visión solo le ofreció a
Tiara la presentación formal más básica. Pero la escena real se desarrolló de manera
diferente, con Stale hablando con seriedad y familiaridad.
Luego estuvo su incondicional muestra de apoyo a Pride frente a toda la asamblea. Eso
también fue un cambio significativo con respecto a mis visiones. No podía decir con certeza qué
tipo de futuro presagiaba, pero ciertamente uno diferente al que había visto antes.
"Stale ni siquiera ha vivido en este castillo durante un mes entero y, sin embargo, hizo algo tan
algo por el bien del Orgullo”, reflexioné. “El futuro… cambió. Ella se convertirá en una
buena reina. ¿Pero cómo?"
Ante mi suspiro, la sonrisa de Albert se convirtió en una mueca. "¿Esto te preocupa?"
“Sí, lo hace. Siempre pensé que Tiara tomaría el trono, que Pride nunca podría ser reina.
Por eso los traté a ambos como lo hice. Especialmente Orgullo… no pude…”
Sostuve mi cabeza entre mis manos cuando las palabras me golpearon. No podría ser una madre para ella.
"Entonces es tal como dije, ¿no?" dijo Alberto.
Levanté la vista entre mis manos para mirarlo.
"Sí, claro, tenías razón", le dije. Sólo mi marido podía salirse con la suya
avergonzarme así. "Tú fuiste quien siempre dijo que Pride aún era joven, que el futuro
no estaba escrito en piedra y que ella aún podía convertirse en la excelente reina que
siempre quisimos que fuera".
Albert simplemente sonrió, la misma sonrisa amable y suave que había conocido y amado durante tanto tiempo.
En ese momento, sin embargo, la culpa que ya estaba anudada en mi estómago se retorció.
“No soy apta para ser madre… o reina…” dije. Me recosté sobre una mesa y Albert
puso sus manos sobre mis hombros.
"La forma en que trataste a Pride... Bueno, como su padre, no puedo decir que a
veces no fuera duro", dijo. “Pero como príncipe consorte y como su esposo, solo quiero
verlos reparar su vínculo en el futuro. No es demasiado tarde. Ella todavía es sólo una
niña”.
Lancé otro suspiro. “Pero siempre he desempeñado el papel de 'reina digna' con
Pride. Sería demasiado vergonzoso tratarla como trato a Tiara de repente”.
Cuando Pride era joven, fui yo, no Albert, quien la mimó. Ni siquiera confiaría en la
nodriza, insistiendo en que yo misma cuidaría al recién nacido. Así que, en realidad,
todo esto fue culpa mía. Cuando era niño, adoraban el orgullo. Nunca le dijeron que no,
nunca la regañaron; sólo recibió elogios y mimos. Por supuesto, ella creció y se convirtió
en una niña egoísta dispuesta a abusar de sus poderes y su posición. Aun así,
cuando finalmente me di cuenta de que Pride nunca podría convertirse en reina,
abandoné todos mis asuntos oficiales y lloré durante tres días y tres noches seguidos.
"Las cosas saldrán bien esta vez", dijo Albert en voz baja. “Me tienes aquí contigo,
¿verdad? No es necesario que pases por esto solo”.
Temblé, sacando fuerza de esas manos firmes sobre mis hombros.

“Alberto…”
Se arrodilló a mi lado y tomó mi mano, abrazándome fuerte.
"Te amo, Príncipe Alberto", le dije. “Estaría indefenso sin ti. No podría hacer esto sin
ti a mi lado”.
"Pensé que habíamos acordado que no me llamarías más así, aquel día en que
heredaste oficialmente el trono", dijo. “Y además… te amo aún más”.
Incluso después de todos estos años juntos, el calor enrojeció mi rostro ante sus
palabras. Albert me ayudó a levantarme. Apenas podía respirar, con el pecho apretado
por mi amor por este hombre. Sólo él llegó a verme así; sólo él conocía el lado
más suave y privado de la reina. Pero eso sólo pareció hacer que me amara aún más.
Capítulo 4:
La Princesa Malvada y la Orden de los Caballeros ¡ CLANG, CLANG! Metal

Chocaron en el jardín, interrumpidos por algún que otro grito o vítora.
“¡Por favor espera un minuto, Orgullo! ¡No hay necesidad de hacer esto conmigo!
Stale Royal Ivy, el príncipe mayor, tenía diez años.
"Hermana mayor, por favor asegúrate de tener cuidado".
Tiara Royal Ivy, la segunda princesa, tenía nueve años.
“No se preocupen ustedes dos. El instructor está aquí con nosotros”.
Y yo, Pride Royal Ivy, tenía ahora once años.
Habían pasado tres años en paz desde que recuperé por primera vez los recuerdos de mi vida
pasada. Stale no sufrió más dificultades; Tiara no fue desterrada a la torre de un castillo solitario.
Incluso pude ver a mamá más a menudo que antes.
Pasé mucho de ese tiempo estudiando. Recientemente terminé todos los libros de historia disponibles
en el castillo y comencé a sumergirme en libros sobre la ley fresia. No sólo fue interesante en sí mismo,
sino que también pude transmitir el conocimiento a Stale y Tiara. Disfruté enseñándoles. Incluso
encontré algunos fragmentos realmente interesantes, como cierta ley promulgada hace mucho,
mucho tiempo.
“Después de que se promulgó esta ley, no era raro que los cuñados se casaran entre sí, incluso
dentro de la familia real”, les dije. Tenía sentido, pensando en el árbol genealógico real.
"¡¿Qué?!" Stale había soltado. Al principio, su sorpresa me confundió; después de todo, yo

Sabía que se casó con Tiara en algunas rutas en ORL. Pero el Stale aquí no sabía nada de
eso, por supuesto.
Tiara también se había animado. "¿Eso significa... que tú o yo... podríamos casarnos con Big?"
¿Hermano Stale? ella dijo.
Antes de que pudiera siquiera asentir en respuesta, Stale había golpeado su cabeza contra la mesa
con una fuerza impresionante. Su cara se puso roja, sin importar cuánto intentara
esconderlo. ¿Tenía ya sentimientos por Tiara, incluso antes del juego? En ese caso, mi castigo a manos de
ellos podría llegar antes de lo que esperaba.
Ese pensamiento me persiguió desde ese día. ya no supe cuanto tiempo
Me había ido, pero lo único que podía hacer era seguir dando lo mejor de mí.
Pero ese día en particular no estaba leyendo. Stale y yo estábamos haciendo esgrima. Duro
Había estado estudiando los fundamentos durante algún tiempo, pero esta era su primera
oportunidad de experimentar el negocio real.
Mi intento anterior de asegurarle a Stale que todo estaba bien me valió una
enojado "¡Eso es lo que dijiste cuando te uniste a mi lección de defensa personal esta mañana
también!"
Sin embargo, estaba ansioso por recibir algún entrenamiento de combate. Mi padre insistió en que no
era algo que una reina necesitara saber y, con toda honestidad, sabía que tenía razón, pero no pude evitar
querer saber.
Además, había algo que necesitaba probar.
Así, me uní a Stale en su entrenamiento mientras Tiara nos observaba desde una silla a unos metros
de distancia. El instructor se centró principalmente en Stale, explicándole los conceptos básicos, después
de lo cual Stale se tomó un descanso. Aproveché la oportunidad y le pedí al instructor que practicara
conmigo mientras tanto.
Sorprendentemente, estuvo de acuerdo. Repasé mentalmente todos los consejos que le había oído.
Le di a Stale, luego di un paso adelante con mi espada lista. El instructor se acercó a mí y giró. Esquivé
su espada, luego me lancé para acortar la distancia entre nosotros, deteniendo su espada en el camino.
Un pequeño paso nos separaba. Puse mis pies y salté con todas mis fuerzas,
saltando sobre el instructor para aterrizar detrás de él. Se giró, empujando su espada, pero me aparté
del camino y usé la abertura para golpear su garganta.
Lo sabía.
El instructor se quedó con los ojos muy abiertos por la sorpresa. La boca de Stale quedó abierta. Tiara
Se tapó la cara con las manos mientras gritaba.
Ha pasado de nuevo.
Nunca antes había empuñado una espada. La mayor experiencia que tuve con la esgrima fue
viendo las lecciones de Stale. Sin embargo, mi cuerpo se movía por puro instinto e incluso le di
un golpe al instructor. No debería haber sido posible.
Lo mismo ocurrió esta mañana durante un combate de autodefensa. Nunca había hecho más que ver
a otros entrenar, pero cuando entrené con el instructor de Stale, esquivé cada golpe del hombre, esquivé
su agarre y salté sobre sus patadas, aterrizando en su espalda y sometiendo a un hombre adulto.
Temía saber qué había detrás de esto. El conocimiento se hizo un nudo en mi estómago.
Estaba usando mis “trucos de jefe final” para lograr estas hazañas milagrosas. Más que cualquier otra
cosa, esto era una prueba de que los recuerdos de mi vida pasada no eran sólo delirios.
Sabía por el juego que Pride era fuerte. Incluso se batió en duelo con los intereses amorosos,
empuñando espadas y disparando armas con asombrosa habilidad y precisión.
Hubo una escena en la que Tiara intentó lanzar un ataque furtivo contra su hermana, sólo para ser
tomada como rehén.
“¡Con mi precognición, lo veo todo!” El orgullo gritaría. Pero esa fuerza no provino simplemente
de la precognición. Por ejemplo, si un boxeador informa a su oponente que lo golpeará en tres
segundos, ¿qué probabilidades hay de que la otra persona lo esquive con éxito?
Ahora que era Pride, podía sentir su habilidad y conocimiento táctico dentro de mí. No necesitaba
entrenamiento para dominar el combate. Era el truco definitivo, pero ¿qué más podía esperar de una
malvada villana otome y del jefe final del juego?
En algunas rutas, Pride tuvo que luchar contra los propios intereses amorosos, incluido Stale. A veces,
intentaba poner fin a su sufrimiento hundiéndose una espada en sus propias entrañas. En realidad no
murió, aunque sangró profusamente mientras lucía una sonrisa sombría.
Pero en otras rutas, se enfrentó a Pride con la ayuda de Tiara.
Cuando consideré todo esto, no me sorprendió que tuviera una habilidad natural, tal vez incluso
sobrenatural, para la esgrima y la lucha. Aunque, francamente, asumí que los desarrolladores
simplemente crearon Pride OP sin pensarlo mucho.
“Sucedió de nuevo…” dijo Stale. "La hermana mayor es una mujer y, sin embargo, no tiene
necesidad de mí”. Stale sacudió la cabeza como si se estuviera amonestando a sí mismo.
Tiara corrió a consolarlo. “El instructor dijo que lo estás haciendo muy bien, Big
Hermano."
"No, nuestra hermana mayor es la única impresionante aquí", se quejó, claramente
decepcionado. "No tiene sentido si soy más débil que la persona que se supone que debo
proteger".
"Pero mi maestro dijo que eres el mejor del reino cuando se trata de
a estudiar, hermano mayor”. Tiara hizo lo mejor que pudo, pero no importa lo que dijera, Stale
simplemente colapsó aún más sobre sí mismo.
"Tiara tiene razón", dije, esperando ayudar. “Además, eres un niño, Stale. Estoy seguro de que lo harás
crecer para ser más fuerte que yo. Por no mencionar…"
Yo dudé. Tal vez sería mejor simplemente mantener la boca cerrada, pero Stale y
Tiara me estaba mirando, esperando que terminara.
"Si fuera una simple batalla de fuerza, entonces ciertamente no prevalecería", ofrecí.
Sin duda, Stale me dominaría algún día. Ya me había superado en altura y comenzaba a crecer. Sabía
que Stale en el juego se volvió bastante fuerte antes de su batalla contra Pride. Él, junto con muchos de
los otros intereses amorosos, finalmente prevaleció contra Pride al dominarla.
“Fuerza…” reflexionó Stale. Levantó la vista para encontrarse con mi mirada, finalmente saliendo de
su depresión.
“Sí, es cierto”, dije. “Por ejemplo, si un hombre me inmovilizara, habría
problemas para escapar de algo así”.
“Inmovilizado… por un hombre…” Solo estaba tratando de lanzar una hipótesis, pero Stale comenzó a
murmurar en voz baja, y todo el color desapareció de su rostro.
“Orgullo no”, murmuró para sí mismo antes de ponerse de pie y tomar su espada.
“Continuemos”, dijo. "Maestro, por favor reanude la lección".
Se enfrentó estoicamente a su instructor, con expresión firme y dura. El pobre instructor fue
Todavía tratando de estabilizarse después de pelear conmigo, pero rápidamente se preparó para entrenar a
Stale, quien esperaba ansiosamente la pelea.
Ese zumbido de anticipación en él despertó sospechas en mí. Es cierto que Stale estaba
acostumbrándome a la vida en el castillo, pero también se estaba convirtiendo rápidamente

en el hombre inexpresivo que conocía del juego. Aún así logró sonreír en público, pero fuera de
eso, su rostro cayó en esa terrible y vacía quietud.
Ahora aquí estaba él, repentinamente cuadrándose y ansioso por entrenar. Era esto
¿Todo para poder matarme algún día? Sus ojos brillaron con una intención mortal y no pude
evitar preocuparme.
"Hermana mayor." Tiara tiró de mi vestido. "No soy fuerte en absoluto, y no soy
¡Increíble como eres, hermana mayor, pero siempre estaré contigo!
Parpadeé ante su repentina determinación. Las lágrimas brillaron en sus ojos, pero ella
Apretó la mandíbula con firmeza. ¿Ella también? ¿Que esta pasando aqui?
“Estaré a tu lado para que no te pase nada malo”, dijo.
Sintiendo una pequeña punzada de culpa por haber sugerido un destino tan aterrador para
Yo mismo, como si estuviera dominado por un hombre, le acaricié el pelo. “Gracias, Tiara. No quise
asustarte. Pero no te preocupes, tenemos a padre, a Stale y a todos nuestros guardias y caballeros
para mantenernos a salvo”.
Parecía que Tiara realmente quería que nos conectáramos como hermanas. Mi corazón se hinchó
ante la sola idea. Ya se había vuelto más hermosa y femenina. Como en el juego, la enfermedad que
la aquejaba cuando era niña disminuyó a medida que envejecía, lo que le permitió convertirse en
una adolescente normal. Ella ya corría y jugaba conmigo y con Stale cuando salíamos a los jardines.
De hecho, pasaba la mayor parte de sus días con nosotros, incluso si no podía participar en cosas
como esgrima. Al ver su amor y determinación, anhelaba darle la relación fraternal
que evidentemente anhelaba.
Después de ese día, Stale se sumergió de lleno en lecciones diarias de esgrima y defensa personal.
perfeccionando sus habilidades. Me invitaron a entrenar con los instructores, pero no tenía motivos
para seguir practicando ahora que había demostrado que realmente vivía en el entorno de juego otome
que conocía. Tampoco quería interponerme más en el camino de Stale, así que cortésmente
rechacé sus ofertas. Lo último que quería era algún rumor acerca de que la princesa heredera era
una tirana salvaje. Era más importante para mí estudiar la etiqueta y el conocimiento que
necesitaría para convertirme en reina, pero antes de eso, quería enseñarle a Tiara todo lo que
sabía: ella era la que algún día gobernaría este reino.
Tiara también empezó a solicitar entrenamiento físico, tal vez queriendo seguir en mi
pasos después de verme actuar, y tomó bastante tiempo convencerla de que esas cosas no eran
necesarias para nosotros. Sólo se me permitió participar una vez, y eso fue con un permiso
especial. Si la enfermiza heroína y la segunda princesa realmente se engancharan al combate
cuerpo a cuerpo y a la esgrima, bueno, eso sería una prueba en sí misma.
***
"Hermana mayor, tu mano".
Stale se acercó a mí. Acepté su mano y dejé que me ayudara a bajar de nuestro carruaje.
Llegamos al campo de entrenamiento de la orden de los caballeros. Con Stale tan concentrado
ahora en el entrenamiento, su instructor lo había invitado a observar a los caballeros en su práctica.
Me uní y hice mi primera aparición como princesa heredera. Incluso Tiara planeó unirse a nosotros
una vez que terminara sus lecciones del día.
Aunque el campo de práctica estaba dentro del complejo del palacio, todavía necesitábamos un
carruaje para llegar hasta allí. El castillo se extendía, era tan grande que me recordaba a los parques
temáticos y las grandes estaciones de tren de mi vida anterior. No podía decidir qué mundo era
más extraño.
Mi madre vivía y trabajaba en una parte del palacio real, que conectaba a través de
pasillos a los edificios donde Tiara, Stale y yo pasábamos nuestros días. Un palacio
separado albergaba habitaciones para invitados, luego estaban los otros edificios para visitantes
de tierras lejanas o para uso especial de la realeza o la nobleza. Toda esa zona donde vivía la
familia real se llamaba “residencia real”, pero más allá había más mansiones y edificios para la
nobleza de nivel superior. Por lo tanto, necesitábamos un carruaje sólo para llegar desde la
residencia real al campo de entrenamiento de los caballeros, y no era un viaje corto.
“Muchas gracias por venir, Princesa Pride y Príncipe Stale”, dijo alguien.
Los caballeros estaban alineados a lo largo de un camino. Dos hombres esperaban al final del
Lane, uno de los cuales era el hombre que nos había recibido.
“Oh, no veo al comandante aquí contigo hoy”, dije.
Supuse que él sería quien nos saludaría, pero aparentemente había enviado a su vice
comandante en su lugar. El segundo hombre probablemente era el líder de un escuadrón.
“Mis disculpas, alteza”, dijo el instructor de Stale, que nos seguía.

“El comandante tenía asuntos urgentes que plantear. Debe asistir hoy a un ejercicio conjunto con los
nuevos reclutas de un país vecino”. Sonaba un poco nervioso y me di cuenta de que
probablemente lo había dicho antes de que él mismo pudiera informarme.
Estos “nuevos reclutas” eran ellos mismos aspirantes a caballeros. Sirvieron como tropas
de reserva antes de poder unirse al orden principal. En esta serie, o mejor dicho, en este mundo, los
reclutas eran seleccionados a mano para la orden, lo que significaba que debían demostrar una
habilidad especial.
Los caballeros aquí reunidos parecían uniformes con sus ropas blancas y armaduras
relucientes, pero una inspección más cercana reveló diferencias sutiles. Estos ligeros adornos
diferenciaban entre nuevos reclutas, fuerzas principales, vicecapitanes, capitanes,
vicecomandantes y comandantes. Si bien sutiles, los caballeros se tomaron muy en serio
estas diferencias, especialmente porque algunas tropas siguieron siendo "nuevos reclutas"
durante años antes de obtener alguna marca de distinción.
Según el instructor de Stale, un escuadrón de un reino vecino no se había presentado a los

ejercicios con nuevos reclutas hace unos días. Sin forma de contactarlos, el comandante partió
hacia ese reino con sus nuevos reclutas a cuestas. Mi madre y mi padre los siguieron poco
después, llevándose consigo un par de escuadrones. De una forma u otra, alguien tenía que
descubrir qué pasó, informar y decidir qué hacer a continuación.
"Señor. Carl, esta es mi hermana mayor, la primera observación de la Princesa Pride”, susurró
Stale para que sólo su instructor y yo pudiéramos escuchar. "Estoy seguro de que mi madre ya
sabía de esto, pero creo que Su Alteza también debería haber sido informada de antemano".
Su instructor, el señor Carl, inclinó la cabeza. "Tienes razón. Por favor, acepte mis
disculpas."
"Está bien", dije. “También sabía sobre los ejercicios conjuntos, así que debería haberlo hecho.
Confirmé los detalles por mí mismo”.
Me decepcionó un poco saber que no me reuniría con el comandante.

pero lo hecho, hecho hecho.
"La Princesa Pride siempre es muy comprensiva", dijo Stale con una sonrisa.
suavizando la incomodidad.
"El comandante me dijo que los entrenó a todos para ser los mejores caballeros", dije.
"Incluso sin su asistencia, estoy seguro de que mi observación de hoy será una experiencia
igualmente valiosa".
A pesar de la reprimenda algo dura de Stale, esperaba que mis palabras pudieran tranquilizar
a todos. Gracias a dios. No quería que pensaran en mí como una especie de princesa autoritaria.
"Siempre eres tan inteligente", me susurró Stale al oído desde atrás mientras el
vicecomandante nos conducía al interior de una torre. No estaba muy seguro de lo que quería
decir con eso, y su habitual expresión en blanco ciertamente no ayudó, pero parecía
complacido, así que con suerte fue algo bueno.
El señor Carl y el vicecomandante nos llevaron hasta el balcón de una torre desde donde
Podía mirar hacia abajo y observar los campos de entrenamiento. Los asistentes habían
preparado una lujosa silla para que yo descansara mientras observaba a los caballeros realizar
su calentamiento. Pronto progresaron hacia el sparring, el combate a caballo e incluso la
práctica con rifle.
Esto último me tomó un poco por sorpresa. En mi vida pasada, siempre me pregunté
si los caballeros realmente usaban armas de fuego. Hubo una escena en el juego en la que
Pride usó una pistola, por lo que no fue una sorpresa total para este mundo tener armas
de fuego. El vicecomandante explicó que si bien las tropas entrenaban principalmente en el
manejo de la espada, también se requería experiencia con armas de fuego para
convertirse en caballero. Stale se inclinó hacia adelante en su silla mientras el vicecomandante
hablaba, pendiente de cada palabra, con los ojos pegados a la escena.
Como era de esperar, los caballeros mostraron una forma perfecta durante sus ejercicios,
incluso sin el comandante presente. Blandían sus espadas con tanta pasión y talento, pero el
Orgullo del juego sólo las usaba para hacer la guerra a otros países y oprimir a sus propios
ciudadanos. Qué tonta era ella. El vicecomandante nos complació cuando lo acribillamos a
preguntas. Su actitud tranquila y apacible contrastaba marcadamente con la del comandante,
pero me encontré disfrutando de su paciencia y gentileza. Casi me recordaba al tipo de
hombre que trabajaba en una floristería en mi antigua vida. Mantuvo la capa superior de
su cabello rubio recogido hacia atrás, mientras que el resto le caía hasta los hombros. Con su voz
plácida y su comportamiento tranquilizador, me pregunté si en verdad no era más un estratega
que un soldado. Sin embargo, pude ver cicatrices asomando debajo de su armadura, prueba de su
experiencia en el campo de batalla. A través de él, aprendí sobre la cadena de mando, la preparación
para emergencias y cualquier otra cosa sobre la que deseaba molestarlo.
“Aunque todavía tienes once años, Princesa Pride, parece que el
Los rumores sobre tu sabiduría no son infundados”, dijo con una leve sonrisa.
Por un momento pensé que debía haberlo escuchado mal. Seguramente no podría estar
elogiándome sólo por hacer preguntas. “No, eso no es…” Empecé a negarlo cuando Stale intervino.
"Veo que está incluso bien informado cuando se trata de rumores sobre el castillo, Sir Clark".
él dijo. "Simplemente explica por qué lo nombraron vicecomandante".
¿Eh? Pensé que estaba completamente concentrado en los caballeros. ¿Estaba realmente
prestando atención a todo esto?
El vicecomandante, Sir Clark, sonrió y dijo: "Ese es muy conocido por todos".
Ciertamente era la primera vez que lo escuchaba. ¿A mí? ¿Inteligente? ¿Cómo surgió un rumor?
así empezar? Afortunadamente, la conversación cambió y pasamos una hora agradable simplemente
observando y charlando en la torre. Estaba a punto de levantarme, pensando que Tiara habría
terminado con sus lecciones y querría unirse a nosotros pronto, cuando un grito sonó abajo.
"¡Atención! ¡Atención!"
Cuando sonó el grito, Sir Clark se puso en movimiento. Bajó rápidamente la torre.
Lo seguimos, pero no pudimos seguir sus pasos aterrorizados. Finalmente, lo seguimos a un edificio
separado, la sala de estrategia táctica de la orden. Cuando llegamos, caballeros ansiosos llenaban el
espacio, yendo y viniendo. Algunas personas nos miraron con curiosidad a Stale y a mí, pero ninguno
tuvo tiempo de preocuparse por nosotros por mucho tiempo.
“¿Roderick está a salvo?” —preguntó sir Clark.
"¡Sí, señor! Una de las tropas está usando su poder para transmitir una transmisión desde
Comandante Roderick ahora”.
La transmisión contenía una solicitud desesperada de refuerzos. Al parecer, mientras

El comandante condujo a sus nuevos reclutas en su viaje hacia ese reino vecino, pero sufrieron
una emboscada en el camino. Varios caballos estaban muertos o inmovilizados y, aunque ninguno
de los soldados había muerto aún, algunos habían sufrido heridas graves en el ataque.
El vicecomandante se quedó congelado por un momento, obviamente atrapado entre su deber para
con su comandante y su deber para con la familia real. Técnicamente, tenía que protegernos a Stale
y a mí ante todo. Sería violar las reglas de caballería abandonarnos o enviarnos lejos, incluso
si fuera una emergencia. Por lo tanto, podríamos hacer su trabajo un poco más fácil simplemente
quedándonos con los caballeros, permitiendo que el vicecomandante nos cuide a nosotros y a
su superior al mismo tiempo.
Además, no podía quitarme la palabra “emboscada” de mi cabeza. La transmisión llegó como una
imagen flotando en el centro de la habitación, como un holograma, pero mágica. En él, el comandante
pedía ayuda y describía la terrible situación.
situación.
"¡El comandante nos ha enviado sus coordenadas!" gritó uno de los caballeros. "He
determinado su ubicación y ahora podemos transmitirle".
Los ojos del hombre brillaron de color naranja mientras invocaba su poder para producir la
imagen vacilante del comandante. Todo me recordó una videoconferencia de mi vida pasada.
“¡Roderick, soy yo! ¿Puedes oírme? ¡Dime qué está pasando!" dijo Sir Clark.
En la proyección, el comandante pareció reaccionar ante la voz de Sir Clark. Pero él

Todavía estaba concentrado en algo fuera de la pantalla, incluso mientras respondía.
"¡Si te escucho!" Dijo el comandante Roderick. “La situación no ha cambiado

desde mi último informe. Todavía no tenemos víctimas, pero cada vez vemos más heridos”.
“Nos estamos preparando para enviar refuerzos. La vanguardia de las fuerzas de poder especiales es
ya está en camino, y otros escuadrones saldrán tan pronto como estén preparados”.
“Ven aquí lo más rápido que puedas. A nuestros nuevos reclutas les está yendo bien, pero hay
Sólo puedo hacer mucho como el único soldado experimentado aquí”. El comandante desvió su
atención a otra parte por un momento y gritó órdenes.
“¿Qué pasa con el enemigo? ¿A quién te enfrentas? —preguntó sir Clark. Todo
La fría calma que había mostrado en la torre había desaparecido ahora, reemplazada por
urgencia.
"Creo que son un grupo de oposición", dijo el comandante Roderick. “Deben estar en contra de
nuestra alianza entre reinos. Primero dejaron caer una roca en nuestro camino desde arriba para que no
pudiéramos pasar. Desde entonces, los atacantes nos han estado disparando desde lo alto de los
acantilados. ¡Aquí somos presa fácil! Si intentamos retirarnos, tendremos que hacerlo sin cobertura.
Ahora mismo, el escuadrón ha formado un escudo para protegernos, pero es sólo cuestión de tiempo.
Estamos preparando todos los caballos que nos quedan para llevar a los heridos a un lugar seguro”.
"Ahora podemos enviar caballos desde el cuartel general a sus coordenadas", dijo Sir Clark.
“Deberían llegar en unos noventa minutos. La vanguardia ya está en camino y, aunque son sólo un
grupo pequeño, deberían llegar en treinta minutos. Tendrás que encontrar una manera de aguantar
hasta entonces”.
La vanguardia. Si pudieran llegar a tiempo, podría haber esperanza. Cada
uno de ellos tenía poderes especiales y había sido entrenado específicamente para una alta movilidad.
“Lo sé”, dijo el comandante Roderick. “Podemos lograrlo mientras todavía tengamos
armas y municiones… ¡Ahí!”
Se giró de repente cuando sonaron los disparos y se escuchó un grito distante. Desde el
En la forma en que señalaba, el enemigo debía haber venido desde arriba en los acantilados, lo
que significa que los caballeros sólo podían luchar con armas y no con espadas. Y eso significaba que
se les estaban acabando las balas y el tiempo.
“¿Qué pasa con Su Majestad? ¿Tenemos órdenes de ella? Comandante
—presionó Roderick.
"Hemos estado en comunicación, pero ella actualmente está fuera del reino con
Su Alteza Real”, respondió Sir Clark. "La Reina supuestamente ha negociado con su rey para
conseguirte más respaldo, pero..."
No llegarán a tiempo. Sir Clark no necesitaba continuar. todos escuchamos
esa horrible línea que cuelga silenciosa en el aire.

Dado que el comandante se había ido con nuevos reclutas, probablemente habían viajado lentamente.
Con toda probabilidad, estaban atrapados más cerca de nuestro reino que el siguiente. Las fuerzas de respaldo
de nuestros aliados no llegarían antes que las nuestras. Estaba seguro de que mamá y papá estaban haciendo
todo lo que podían, pero quería ayudar.

también.
“Así que los refuerzos les llegarán en treinta minutos como muy pronto. Pero lo que ellos
"Lo que más necesito en este momento son suministros", dije.
Sir Clark y el comandante Roderick dirigieron su atención hacia mí.
"¿Princesa Orgullo?" Dijo el comandante Roderick. "Por qué esta ella…?"
“Ranciano, necesitaré tu ayuda con esto. ¿Qué dices?" Yo pregunté.
“Lo que quieras, Princesa Orgullo”.
“Rápido, reúne todas las armas y municiones que necesitarán y tráelas.
Aquí”, ordené. "Stale puede usar su poder especial para enviarlos al campo de batalla poco a poco".
Ciertamente no sería rápido, pero la teletransportación de Stale nos brindó una oportunidad.
oportunidad de apuntalar las provisiones del comandante un poco más rápido.
Desafortunadamente, Stale sólo podía transportar el equivalente a su propio peso corporal como máximo y sólo a
lugares que había visto antes. Cuando fue adoptado por primera vez en nuestra familia, solo podía
teletransportar cosas a una distancia corta, por lo que ya estaba en el camino del crecimiento. Sabía que
su poder sería aún más fuerte en el futuro, hasta el punto de poder soportar tres o cuatro veces su peso, pero por
ahora enfrentaba algunas limitaciones estrictas.
Aún así, él era nuestra mejor esperanza.
Sir Clark habló: "Por favor, la princesa y el príncipe no tienen por qué preocuparse".
ellos mismos con…”
“En este momento, lo único que importa es asegurar que sobrevivan tantos caballeros como sea
posible”, interrumpí.
Aunque reacios, el comandante y los demás caballeros estuvieron de acuerdo. Sir Clark envió
Más de la mitad de sus hombres salieron a recolectar suministros lo suficientemente livianos para
que Stale pudiera transportarlos. Deseé que Stale pudiera traer de vuelta a algunos de esos soldados heridos durante
sus viajes, pero eso simplemente no era posible para él todavía. Nunca había salido del país
antes, e incluso si lo hubiera hecho, simplemente serían demasiado pesados incluso si se
quitaran la armadura. Como mínimo, podríamos conseguirles los suministros que tanto necesitaban.
Era hora de contraatacar.
***
No podía creer lo que veía.
En todos mis años como comandante de la orden, nunca había visto tal caos. Mis reclutas se
retorcieron en el suelo, agarrándose las heridas. El enemigo bloqueó nuestra ruta de escape. Nuestros
suministros se estaban agotando a un ritmo alarmante. La vanguardia llegaría pronto hasta
nosotros, pero su prioridad era la velocidad, no los suministros. Podríamos enviar algunas de nuestras
tropas a un lugar seguro, pero en ese momento, el rumbo de la batalla se volvería contra los que
quedamos. Quería que sobrevivieran tantos de mis hombres como fuera posible, incluso si eso
significaba que tenía que actuar como señuelo. Pero entonces…
"¡Comandante Roderick, hemos terminado de reabastecer las tiendas de munición!"
“¡Seguimos atendiendo a los soldados heridos! ¿Puedo enviar una solicitud de

¿Más vendajes?
“Logré detener la hemorragia. Me uniré a los demás en el frente”.
“Algunas armas acaban de llegar allí. ¡Que alguien los traiga!
Los soldados (mis soldados) gritaban a mi alrededor, pero no estaba seguro de cómo o si podía
ayudarlos. Me había ganado el apodo de “Caballero ileso”, pero aquí estaba inmovilizado con mis
tropas detrás de una barricada levantada apresuradamente, protegiéndome de los disparos, tratando
de atender a los heridos y disparando sólo ocasionalmente contra el enemigo.
Entonces, por algún milagro, empezaron a aparecer escudos, armas, vendas y municiones.
apareciendo de la nada. Mis nuevos reclutas verdes se quedaron boquiabiertos ante la vista, pero
pronto me di cuenta de lo que estaba sucediendo: este poder debía haber pertenecido al Príncipe
Stale.
Tenía que ser él. Cuando dije eso a las tropas que me rodeaban, dejaron escapar un
Vaya, la moral se disparó de repente.
Sabía que los niños adoptados por la familia real debían poseer un poder especial.
Algunos de ellos incluso representaban una amenaza si se utilizaban con malicia. Pero otra
cosa muy distinta era presenciar ese poder a mi alrededor en el fragor de la batalla. Además,
sólo la familia real conocía los detalles de la habilidad del príncipe; Yo mismo acababa de
enterarme de ello hoy. No era un secreto, pero tampoco era algo que el príncipe mostraría
públicamente. Algunos miembros de la realeza se llevaron el secreto de sus poderes a la
tumba.
Y luego estaba el Príncipe Stale.
Era famoso dentro del castillo por su sabiduría y discreción. había escuchado eso
Se ocupó de establecer relaciones amistosas con personas de todo el castillo, pero ninguno
de ellos conocía su poder. Incluso hubo rumores de que Princess Pride le prohibió divulgarlo a
nadie. Si intentaras preguntar directamente, él simplemente sonreiría y diría: "Estoy
preparado para revelarlo si eso es lo que Su Alteza desea".
Yo mismo lo había visto en todas las ceremonias a las que asistí. Princess Pride siempre le
dijo que no le importaba si él quería revelar su poder, pero él respondía: "Quiero usarlo cuando
eso es lo que quieres de mí, hermana mayor".
Así, en los tres años transcurridos desde que se unió a la familia real, el Príncipe Stale nunca
usó su poder frente a otros, ni lo hizo saber al público.
Qué as tan poderoso tenía escondido bajo la manga.
Probablemente no fui el único impresionado. Los otros reclutas, el vicecomandante

Clark y los caballeros al otro lado de la proyección debían estar temblando al ver lo que podían
hacer la Princesa Pride y su hermano.
¿Por qué la princesa heredera no había hecho uso del poder de Stale antes? Como
princesa, ella esencialmente poseía el poder de Stale. Incluso ahora, podría haber mantenido su
poder en secreto, pero se apresuró a utilizarlo. El príncipe no mostró reservas a la hora de seguir
su sugerencia, mostrando abiertamente su poder a pesar de que se había negado a revelarlo
hasta ahora.
Sólo se haría más fuerte con el tiempo. La juventud probablemente lo limitaba, pero aún podía
enviar artículos a lugares lejanos, sin importar cuán distantes fueran. El miedo se apoderó de mi
asombro mientras veía aparecer un objeto tras otro de la nada, nunca a más de tres metros de mi
alcance.
Pero, ¿y si el Príncipe Stale o la Princesa Pride... y si abusaran de esos poderes?
¿Por algo malo, como asesinatos? Un escalofrío recorrió mi espalda ante el pensamiento.
"¿Por qué no hacemos que el Príncipe Stale lance bombas sobre la posición del enemigo?" uno
Gritaron algunos de los reclutas.
"Estaré de acuerdo, si eso es lo que mi hermana desea", dijo el Príncipe Stale sin dudar.
Una pizca de miedo en su rostro.
La princesa respondió rápida y firmemente. "No, él no puede hacer tal cosa".
Incluso como comandante, suspiré aliviado. que hubiera
¿Pasó si ella realmente hubiera seguido un plan como ese?
Probablemente ella albergaba el mismo miedo que yo. Si el Príncipe Stale comenzara a matar
indiscriminadamente, podría convertirse en una amenaza más poderosa que cualquier ejército. Ciertamente
no quería que se acostumbrara a asesinar con un poder como el suyo que todavía estaba desarrollándose. Ya
dudaba que dudaría en quitarle la vida a una persona si la orden viniera de Princess Pride.
Semejante devoción inquebrantable insinuaba un contrato de fidelidad más que un contrato de
subordinación, pero dudaba que ese fuera el caso. Fue un sentimiento, un instinto visceral. No tenía pruebas,
pero estaba seguro de que el Príncipe Stale actuó más por devoción que por obligación.
Además, el Príncipe Stale claramente todavía tenía voluntad y propósito propios. Aquellos
bajo contratos de lealtad rara vez mostraban tal devoción voluntaria. Tales arreglos dejaban sus
acciones completamente bajo el control de otra persona, pero no fue así como actuó Stale. Honestamente,
mostró más determinación que incluso algunos de mis propios caballeros. Todo lo que hizo, lo hizo por la
princesa.
Por ahora, me concentré en los suministros que entregó. Evitaron que nos quedáramos sin munición
mientras luchábamos contra los emboscadores. Stale también entregó servicios médicos.
suministros para los heridos. Con lo que nos trajo pudimos resistir hasta que la vanguardia, y tal vez incluso las
fuerzas principales, llegaran para apoyarnos.
"Estoy realmente agradecido", dije, aunque no estaba seguro de que alguien me hubiera escuchado con la
La batalla continúa en todas partes.
No me refiero sólo a Stale. También me refiero a la persona que le ordenó que nos ayudara.
En primer lugar, Princess Pride.

***
“¡Príncipe rancio! ¡Esto es lo que necesitamos a continuación!
“¡Príncipe rancio! ¡Hemos traído los suministros médicos que solicitó!
“¡Príncipe rancio! ¡Háganos saber de qué otra manera podemos ayudar!
Vi a Stale enviar suministro tras suministro al campo de batalla, teletransportándose y

afuera. Siempre regresaba luciendo tan tranquilo como cuando se fue, pero planeaba
detenerlo si notaba algún tipo de daño físico.
Por ahora, no parecía afectado en absoluto. No podía creer lo fácilmente que mantuvo
usando su poder. Al mismo tiempo, anhelaba ser útil, pero poco podía hacer excepto
mantenerme al margen. No quería que los caballeros pensaran que era una princesa
inútil y que simplemente era una molestia, pero todos a mi alrededor parecían más
asustados que molestos.
"¿Qué pasa?" Dije, pero los caballeros solo negaron con la cabeza.
Se disculpó y se apresuró a dedicarse a otra tarea.
Espera… ¿ya me tenían miedo?
Con el intento de rescate en marcha sin problemas, Sir Clark dejó a sus soldados con
su trabajo y se acercó a mí. “Su Alteza, no puedo agradecerle lo suficiente por su ayuda”,
dijo con una humilde inclinación de cabeza.
“Es demasiado pronto para eso”, le dije. “Por vergonzoso que sea para mí decirlo,
hoy no he hecho nada. Deberías dirigir tu gratitud hacia Stale una vez que haya
terminado aquí”.
Sir Clark se limitó a mantener la cabeza gacha. “Con todo respeto, creo en todo
Lo que pasó aquí fue gracias a usted, Su Alteza. Una vez que todo esto termine,
pretendo expresar nuevamente mi agradecimiento, y también a Su Alteza, por supuesto”.
Negué con la cabeza, pero mientras lo hacía, me di cuenta de que el vicecomandante no era el único
que me miraba de esa manera. Sus caballeros me miraron furtivamente mientras se apresuraban de un
lado a otro.
"Sir Clark", dije, "¿es posible que a los caballeros... no les agrado?"
Menos personas se referían a mí a mis espaldas como la “princesa egoísta” ahora que hace
tres años, pero todavía circulaban rumores desagradables por el castillo.
Algunos incluso sugirieron que había obligado a Stale a firmar un contrato de lealtad, pero cada vez
que lo mencionaba, Stale simplemente se reía y decía: "No te preocupes por eso". Para él es
fácil decirlo; no se dio cuenta de que un Orgullo diferente había hecho exactamente eso. La
primera vez que lo escuché, todo mi cuerpo se puso la piel de gallina.
“No, no, en absoluto”, respondió Sir Clark. “Los caballeros simplemente están intimidados. O
más bien, están asombrados por tu presencia. Pido disculpas si te han hecho sentir
incómodo”. Él sonrió, pero a mí me pareció tenso. "También ofrezco mis disculpas por el
comentario irreflexivo de ese soldado antes, y le agradezco su sensata decisión".
Con eso, tenía que referirse a la proposición de que Stale arrojara bombas directamente sobre el
enemigo. Si bien muchos nobles podrían haber aprovechado esa oportunidad, incluido el Orgullo
del juego, me estremecí ante la idea de ordenarle a Stale que matara a otros. No quería que
tuviera que hacer eso nunca, si podía evitarlo. Las armas que teletransportó ahora eran para defensa
propia. Pero lanzar bombas sobre el enemigo significaría quitarles la vida directamente.
En este punto del juego, Pride ya había hecho que Stale matara a muchas personas,
incluida su propia madre, pero eso solo me hizo más decidido a que Stale nunca usara su
poder para quitarle la vida a alguien. Él no era malvado y tortuoso como yo. Era una buena
persona con buen corazón y merecía algo mejor que convertirse en un asesino.
"Ciertamente me sorprendí", admití. “Por favor, reprenda a ese soldado una vez que
lo hace de regreso. Bueno, supongo que el comandante ya lo hizo pero…”
De hecho, el comandante había rugido cuando ese soldado sugirió una bomba.
Todos en la sala se taparon los oídos y algunos palidecieron.
“Mis más sinceras disculpas, Princesa Orgullo. Me aseguraré de darle una buena reprimenda
también”.
"Sí por favor hazlo. Además, me gustaría pedirte que mantengas la naturaleza del poder de Stale.
a ustedes mismos tanto como sea posible. Preferiría que Stale usara su poder para sus propios
deseos y protección, en lugar de como un arma por el bien del reino”.
El vicecomandante parpadeó antes de recomponerse y asentir, una especie de

sonrisa adornando su rostro. "Por supuesto, Su Alteza".
“¡Vicecomandante! La vanguardia llegará al lugar en diez minutos”.
"Comprendido."
Gracias a dios. Esto cambiará el rumbo de la batalla, aunque sea un poco.
Stale continuó enviando armas y municiones al frente. Los caballeros, todavía asombrados
al ver la constante teletransportación, colocaron más paquetes de suministros ante él.
"Envía la mitad de las fuerzas en ayuda del comandante Roderick y la otra mitad para
las cimas de los acantilados para capturar al enemigo”, ordenó Sir Clark. “Sólo necesitamos uno
vivo para interrogar. No dejes que ninguno de ellos se escape”. Los caballeros gritaron su
asentimiento y Sir Clark se dirigió a la proyección. “Espere un poco más, comandante. ¡No
bajes la guardia!
Por lo que pudimos ver, el comandante todavía estaba agachado en el suelo.

ver. Mantuvo su posición y sólo se volvió para disparar al enemigo.
"No lo haré", respondió el comandante Roderick. “Dile a la vanguardia que el suelo

aquí está suelto. Estoy seguro de que la roca que nos arrojaron fue intencional, pero a
diferencia del nivel inferior donde nos encontramos, los acantilados deberán explorarse con
mucho cuidado”.
"Muy bien", dijo Sir Clark.
Esperar.
"¿El terreno?" Repetí en voz baja.
¿El suelo está suelto? ¿Por qué suena tan familiar?
“Allí el terreno siempre estaba suelto. Y ahí es donde mi…”
Algo de mi vida pasada, una línea de ORL, de repente sonó en mi cabeza. Fue uno de los
intereses amorosos que le describió su trágico pasado a Tiara. Asaltado por el recuerdo, reprimí
un grito.
Entonces grité: “¡No! ¡La vanguardia no debe subir a lo alto de los acantilados! ¡Esos
acantilados se van a derrumbar!
Todos los caballeros, Stale e incluso el comandante en la proyección se quedaron boquiabiertos.

hacia mí en puro shock. Pero ahora que salió a la luz, no había forma de retractarse.
“Acabo de tener una visión”, continué. “Esos acantilados se derrumbarán muy pronto, llevándose
consigo a los atacantes. ¡Nuestros caballeros están a punto de ser aplastados bajo todos los escombros!
No tuve tiempo para ser cauteloso. Según mis recuerdos del juego, ese acantilado
colapsaría independientemente de si llegaba la vanguardia. Pero nadie en la sala hizo caso a mi
advertencia. Se quedaron allí, atónitos y con los ojos muy abiertos, parpadeándome en total confusión.
Tuve que sacarlos de ahí, y rápidamente.
“¡Yo, Pride Royal Ivy, considerada heredera del trono por mi precognición, te doy mis órdenes!
¡Rápidamente! La vanguardia debe encontrar una ruta de evacuación y llevar a las tropas a un lugar
seguro lo más rápido posible”.
De repente, el hechizo se rompió y los caballeros entraron en acción. la proyección

pasó del comandante a la vanguardia, para que Sir Clark pudiera dar nuevas órdenes. Todos
los caballeros que transportaban suministros a Stale cambiaron de rumbo para ayudar con la
evacuación. En el momento en que terminó con la vanguardia, Sir Clark ordenó a sus caballeros
que lo conectaran con los otros escuadrones de respaldo en su camino hacia el
escena.
"Comandante Roderick, ¿escuchó eso?" dijo Sir Clark. "Sal de ahí

de inmediato. ¡Aléjate lo más que puedas de esos acantilados!
"Bien."
Pero el comandante no se movió en absoluto. Ladró órdenes para los nuevos reclutas.
huir de las líneas del frente y poner distancia entre ellos y los acantilados, pero el propio comandante
permaneció en el lugar.
"Me alegro de que hayamos colocado los escudos y las defensas que nos enviaste a nuestras
espaldas", dijo. “Conseguimos formar un muro a pocos metros de distancia que funciona como refugio
del fuego enemigo. Cualquiera que esté herido y no pueda moverse debe ir primero”.
“¡Comandante Roderick! ¡Te dije que salieras de allí también! el vicio

gritó el comandante.
Aún así, Roderick no hizo ningún intento de huir. “Me estás viendo a través de uno de los poderes
de la tropa, desde la perspectiva de la roca que se encuentra frente a mí.
Todos los demás se alejaron de los acantilados tanto como pudieron”.
“¡¿Entonces por qué no te mueves?!” preguntó Sir Clark, frenético.
" No puedo moverme". La voz del comandante Roderick llegó baja y débil y noté por primera vez lo
pálido que se había puesto su rostro.
¿Por qué no puede moverse? ¿Está herido?
Si ese fuera el caso, las tropas deberían haberlo llevado a un lugar seguro. El
El comandante era un hombre corpulento, pero no había razón para que los reclutas ilesos no
pudieran levantarlo.
"La roca inmovilizó uno de mis pies cuando la dejaron caer desde arriba".
"¡¿Qué?! ¡¿Esta roto?!" Las manos del vicecomandante Clark temblaron. Mi estomago
se hizo un nudo mientras imaginaba la situación del comandante.
“No está roto, sólo completamente inmovilizado. No puedo hacer nada para sacarlo.
Ni siquiera los nuevos reclutas consiguieron que la roca se moviera. Explotarlo solo me enterraría
bajo los escombros... Si tan solo me aplastaran el pie , entonces podría escapar”. El comandante sonrió
con demasiada indiferencia y añadió: “Antes de comenzar a transmitir, ordené a las tropas que me
dejaran atrás si era necesario y que no dijeran ni una palabra a ninguno de ustedes”.
Dicho esto, desenvainó la espada que llevaba en la cintura. Antes incluso de que tuviera tiempo de
Jadeando, el Comandante Roderick cortó hacia abajo, justo sobre su pie atrapado.
Grité y me tapé los ojos, pero cuando la espada cayó, no lo hicimos.
No oigo carne desgarrada, sino más bien el chirrido del metal contra el metal. Miré entre mis
manos. El comandante estaba sentado en el mismo lugar, su espada completamente impecable,
sin rastro de sangre por ninguna parte.
"Antislash", murmuró entre dientes.
No entendí. Me quedé allí aturdido hasta que uno de los caballeros de rostro sombrío
a mi lado ofreció una explicación.
"Es el poder especial del comandante", me dijo. “Nada puede cortarlo, por muy afilado que sea, y él
no tiene control sobre esa habilidad. En otras palabras, no puede cortarse el pie para escapar”.
"El caballero ileso". Así fue como mi padre lo presentó, pero yo lo tomé como un apodo resultante
de su destreza en el campo de batalla. yo nunca

imaginaba algo como esto. El mismo poder que lo había convertido en un comandante célebre ahora lo
atrapaba en una situación de la que sus tropas no podían salvarlo.
En cualquier momento, los acantilados podrían derrumbarse, o el enemigo podría venir a acabar con él.
Quizás si los refuerzos aniquilaran por completo a la oposición, podrían venir a ayudarlo, pero simplemente
no había tiempo.
Los caballeros en la sala murmuraron con incredulidad cuando la realidad del terrible escenario
se hizo presente. Algunos colapsaron en el suelo. Sir Clark intentó sugerir algún tipo de alternativa, pero el
comandante se limitó a negar con la cabeza.
“Lamentablemente, parece que se me acabó el tiempo”, dijo el comandante Roderick. "Estoy contando
Depende de ti encargarte de las cosas cuando yo no esté, Clark. Ahora que nadie les responde, el
enemigo probablemente me alcanzará en cualquier momento. Como caballero, me gustaría morir con...
"¿Esto es una broma?"
Una nueva voz interrumpió al comandante. Todos se giraron hacia el
sonido para encontrar un chico desconocido en la habitación.
Los caballeros intentaron sacar al niño, pero el comandante gritó: "¡Alto!".
"Él es Roderick... el hijo del comandante", dijo Sir Clark.
Los caballeros se congelaron. El vicecomandante se hizo a un lado, permitiendo que el chico
acercarse a la proyección de su padre.
¿Este niño es el hijo del comandante?
El niño no se parecía en nada al hijo de un comandante. Tenía la misma plata.
Cabello como el de su padre, pero largo y descuidado, cayendo hasta su espalda. Su flequillo cubría la
mayor parte de su rostro. Con su camiseta blanca y sus pantalones gastados, parecía más un granjero que
un soldado. Parecía un poco mayor que yo, tal vez unos trece años, pero era muy pequeño y delgado,
nada que ver con su fornido padre.
"¡¿Qué estás haciendo ahí?!" Preguntó el comandante Roderick, con los ojos muy abiertos.
“Un grupo de caballeros pasaban por los campos, así que vine a ver qué pasaba.
sucediendo”, dijo el niño. "¡Dime qué diablos está pasando!"
Así no debería ser la conversación final entre un padre y un hijo.
Vete, pero el comandante se quedó mirando a su hijo en silencio.

"¡¿Qué clase de padre estúpido eres ?!" preguntó el chico. “¿Qué pasa con mamá? Tenemos
que preocuparnos por ti todo el maldito tiempo y ahora tu tiempo simplemente 'se acabó', ¿eh?
Bueno, ¡vete al diablo con eso! ¡¿Te llamas ileso?! ¡Se supone que eres el comandante! ¿Cómo vas
a morir por algo como esto? Las duras palabras no enmascararon la angustia del niño. “Levántate.
¡Vete a casa y discúlpate con mamá mil veces!
"Lo siento, no puedo hacer eso", dijo el comandante Roderick. "Voy a morir como un caballero
Muerte aquí. Pero todavía me gustaría enseñarte una última lección de...
“¡No quiero tus estúpidas lecciones de caballero! ¡Ya te lo dije, nunca me convertiré
en caballero!
El rostro del comandante decayó un poco ante esto. Luego sonrió.
"Veo. Es tu vida”, dijo. “No tengo ningún deseo de obligarte a unirte a la orden. Sólo quería
que supieras lo que significa ser un caballero. Arriesgar tu vida por el bien del deber, tal como lo
hacen mis tropas y camaradas. Como tu padre, quería que apreciaras eso”. Dicho esto, el
comandante hundió su espada en el suelo y se levantó, con un pie todavía atrapado debajo de la
roca.
Pasos distantes sonaron a través de la proyección. Venían de los acantilados donde el enemigo
se había agazapado para disparar contra los caballeros.
“Finalmente te quedaste sin balas, ¿verdad? Tomó bastante tiempo”. Hombres vestidos como
bandidos aparecieron en los bordes de la proyección mientras los pasos se hacían más y más
fuertes.
"Corten nuestra transmisión", dijo Sir Clark en voz baja.
El caballero que había estado transmitiendo la señal recuperó su color de ojos original.
El comandante se rió entre dientes. "Buena decisión", dijo mientras nuestra imagen se acercaba
cada vez más para centrarse sólo en el comandante.
“¡Señor Clark! ¡¿Qué estás haciendo?!" gritó el hijo del comandante.
"Necesitamos obtener información de ellos sin renunciar a la nuestra".
Ahora completamente solo, el comandante se volvió para enfrentar a sus atacantes.

Se echaron a reír al ver su pie atrapado, pero el comandante ignoró sus burlas.
"Esos niños que lograron salir de aquí todavía tienen vidas que vivir", dijo el comandante
Roderick. “No te dejaré ir tras ellos. Tendrás que lidiar conmigo hasta que lleguen refuerzos”.
“Difícil charla para un tipo que no puede moverse, ¿eh? Te dejaremos vivir un poco más si prometes
cooperar”, se burló uno de los atacantes.
“Mírame, hijo mío. Mira los últimos momentos de tu padre... mi triunfo final como caballero.
El comandante se abalanzó y atacó al atacante más cercano. Se movió tan rápido que los
otros enemigos ni siquiera tuvieron tiempo de reaccionar, y luego siguió con otro golpe. Usó
su propio brazo como escudo, desviando golpes gracias a su poder especial, antes de clavar su
espada en el corazón de un enemigo.
Finalmente, los enemigos se reunieron para lanzar un ataque todos a la vez.
Oh, no…
Mis piernas temblaron mientras miraba la proyección. Stale corrió a mi lado y

me sostuvo por los hombros. Intentó alejarme de la escena, pero me negué a moverme. Esto
fue algo que tuve que presenciar.
El hijo del comandante dejó escapar un grito gutural.
“¡Váyanse al infierno, matones! ¡No toques a mi papá! ¡Los mataré a todos! Déjalo ir, déjalo
¡Ve, déjalo ir, déjalo ir, déjalo ir! Ataques de asfixia interrumpieron las palabras del niño, pero
siguió gritando a los enemigos que no podían oírlo. Las lágrimas corrían por sus mejillas,
mientras insulto tras insulto salían de su boca.
Sir Clark comenzó a transmitir órdenes a la vanguardia, que acababa de llegar al campo de
batalla. Les dijo que llevaran a las tropas jóvenes a refugiarse y luego evacuaran a un lugar
seguro antes de que los acantilados se derrumbaran. Sin embargo, no ordenó a ninguno de ellos
que fuera a ayudar al comandante.
No había nada que pudiera hacer. Me había comprometido a utilizar lo que me quedaba de
vida para hacer todo lo que pudiera por este reino, por mi pueblo. Pero estaba completamente
indefenso en ese momento.
La tragedia se desarrolló en cámara lenta. El comandante derriba a sus enemigos,

pero siguieron viniendo. Cada golpe se desarrolló con una lentitud agonizante. Podía ver cada
movimiento de su espada, cada expresión de terror en los rostros.
de sus atacantes. Entonces…
"¡Ese hombre!"
Mis ojos se fijaron en uno de los atacantes. Estaba detrás del resto de los enemigos, un hombre
de piel bronceada que observaba tranquilamente la lucha.
Él estaba en el juego. Lo recuerdo de una de las rutas… Es parte de un

grupo de criminales en mi reino!
Me lancé a la acción, tomando una espada más pequeña de la pila de armas.

una vez reservado para que Stale lo transporte. Luego me acerqué corriendo a la proyección.
El hijo del comandante Roderick ni siquiera se giró para reconocerme, permaneciendo pálido
y temblando ante la imagen de su asediado padre.
¡Estallido!
El niño se sobresaltó cuando sonó un disparo. El comandante Roderick cayó al suelo y los
atacantes a su alrededor gritaron.
¡Las armas le disparan! ¡Todos, retrocedan!
“¡Nooooo!”
Aullando, el niño alcanzó la proyección. Su mano se deslizó a través de él y se hundió en

el suelo mientras se elevaban más gritos. El niño golpeó el suelo con los puños y gimió de frustración.
Se giró para mirarme a mí y al resto de la habitación.
"¡Que alguien ayude a mi papá!" rugió. “¡¿No es él tu comandante?! Diferente a mí,

se supone que es especial, ¿verdad? ¡Así que sálvalo! ¡¿Por qué ninguno de ustedes, caballeros,
está haciendo nada?!” Los gritos de dolor del comandante se cortaron entre los gritos del niño.
“¡¿Por qué nadie puede salvar a mi papá?!” La ira estalló, dando paso al dolor que aguardaba bajo
la superficie.
El vicecomandante Clark y los demás caballeros no respondieron. Ellos simplemente

Miró a los atacantes, observando con asombro el último momento de su querido comandante. El
chico volvió a bajar la cabeza, y luego…
"Todo estará bien", dije, poniendo una mano en su hombro.
Se giró para mirarme y se sobresaltó al ver la espada.

“No dejaré que sufra ni una sola persona en mi reino”, le dije.
Antes de que alguien pudiera reaccionar, corté la espada hacia abajo, cortando mi falda en dos
mitades iguales para poder moverme más fácilmente. Mi cabello voló salvajemente a mi alrededor
mientras me giraba y gritaba: "¡Llévame a ese campo de batalla!"
La habitación quedó en silencio.
El chico me miró asombrado. Las bocas de los caballeros quedaron abiertas. Y Stale… cuando
lo encontré a los ojos, supe que entendía que había estado hablando directamente con él.
“¡No puedes, hermana mayor!” Stale protestó. "Tú eres el que vio el peligro
para ti en esa premonición, ¿no? Deberías saber mejor que nadie lo mal que puede llegar esto”.
"No te preocupes. Sólo confía en mí”, dije. Empecé a deshacer el sujetador de metal
mi falda rota.
Stale sacudió la cabeza con furia. "¡No! ¡Eres la princesa heredera! ¡Eres la última persona que
debería ir!
"Ésta es la única manera de salvar al comandante", dije.
Stale se estremeció. Sin embargo, por mucho que odiara asustarlo o preocuparlo, necesitaba que lo
entendiera. Lo agarré por los hombros, hablándole cerca para que sintiera el peso de cada palabra.
“Sólo tuve una premonición”, dije. “Aún puedo salvarlo si actúo ahora. puedo salvar
el padre de ese chico”.
Stale vaciló y supe que tenía que estar pensando en su propio padre y en la angustia que debió
haber pasado su madre cuando él murió. Aun así, dijo: “No, no puedo dejarte ir. ¡No puedo enviar a la
futura reina a un lugar como ese!
Apreté más mi agarre y lo miré fijamente a los ojos. “No quiero ser un
Reina malvada que se salva a costa de los demás”, dije.
La garganta de Stale se sacudió mientras tragaba. Había elegido mis palabras con cuidado, esperando
para recordarle esa promesa de hace tres años, una promesa que le hice mientras nos abrazábamos
y sollozábamos. Stale sostuvo mi mirada, incluso mientras más gemidos de dolor provenían del
comandante Roderick a través de la proyección. La risa burlona de su

Los atacantes lo siguieron rápidamente.
Stale apretó los puños. "¿Estás seguro de que estarás bien?"
"Lo prometo", dije.
Stale suspiró, pero luego se agachó para ayudarme con mi falda, enviándolos
lejos en un instante con teletransportación. Le di un último apretón en los hombros mientras
retrocedía y recuperaba una espada.
Pero Stale no me dejó ir del todo. Me rodeó con sus brazos, tirando de mí.
en un fuerte abrazo.
Al principio me estremecí. Luego me relajé en su suave y cálido abrazo. Stale apretó con
fuerza, respirando profundamente. Al instante siguiente, parpadeé y él desapareció.
O mejor dicho, lo hice.
En un momento, me quedé allí en los brazos de Stale. Al día siguiente estaba en el campo de batalla.
***
Bajé los brazos después de que Pride desapareció de su interior. Su calidez y
El olor persistió y me aferré a él tanto como pude. A mi alrededor, los caballeros murmuraron
con incredulidad. Pero no me importaba lo que pensaran de lo que acababa de hacer. Si Pride
me ordenara enviarla al campo de batalla, eso sería lo que haría.
"Mi princesa", murmuré, "todo será como deseas". Mientras yo
puede proteger tu hermoso corazón.
Con ese voto en mente, me coloqué cerca de una caja de explosivos y carbones. Si
Si las cosas fueran cuesta abajo, no dudaría en hacer llover el infierno sobre el enemigo.
***
Supongo que esto es todo para mí...
Después de todos mis años como comandante de la orden de caballeros, realmente había llegado
hasta un pie atrapado debajo de una roca.
Esquivé tantas balas como pude y disparé a los enemigos, con la esperanza de luchar durante mi
última resistencia. Pero había mucho que podía hacer si el enemigo mantenía la distancia. Quería
ponerme de pie para conseguir un mejor ángulo, pero

los hombres en los acantilados sólo tendrían un tiro más claro. Agacharse tampoco proporcionaría una
cobertura completa. Además de todo esto, mis piernas temblaban de cansancio y la sangre manaba de
una herida de bala. No me quedaba mucho tiempo, sin importar lo que hiciera.
Ahora seguros de su victoria, los hombres me apuntaron con sus armas y se burlaron.
No os reiréis por mucho tiempo, demonios. Su Alteza ha visto lo que pasó aquí. Todos ustedes se
unirán a mí bajo los escombros de los acantilados en cualquier momento.
Sonreí mientras se acercaban. Un enemigo arrugó la cara con ira. Apuntó directamente a mi cara y
disparó, pero la bala no estaba destinada a impactar; simplemente rozó mi mejilla, enviando un nuevo
chorro de sangre que goteó por mi barbilla. Los otros enemigos recargaron, pero no iba a dejar que
derrotaran al comandante de la orden de caballeros tan fácilmente. Levanté mi espada para
atacar, pero justo en ese momento…
“¡¿Eh?!”
Alguien gritó desde lo alto de los acantilados.
Todos se dieron vuelta hacia el sonido. Los dos hombres que se habían estado preparando para
dispararme desde los acantilados ahora dispararon en la dirección opuesta.
De repente, sus disparos cesaron y fueron reemplazados por gritos mientras se desplomaban. Incluso el
enemigo hizo una pausa, confundido por este giro de los acontecimientos. Pronto, solo quedó una
persona en lo alto de los acantilados.
¿Qué diablos está pasando? Me preparé para cualquier nueva calamidad que me esperaba, pero nada
podría haberme preparado para lo que vendría después.
¡Estallido! ¡Estallido! Se escucharon disparos desde el acantilado y los enemigos a mi alrededor

aullaron cuando las balas los alcanzaron en los brazos.
No tenía idea de lo que estaba pasando, pero no podía dejar pasar la oportunidad. Usé mi espada para
arrastrar una de sus armas hacia mí y luego la disparé contra mis enemigos.
El enemigo miró entre la cima del acantilado y yo, tratando de volver a la ofensiva. No sirvio. Ahora
llovieron balas sobre ellos desde dos ángulos, y pronto todos estaban retorciéndose en el suelo.
Los disparos cesaron y fueron reemplazados sólo por los gemidos de dolor de los hombres en el
suelo. Entonces, una pequeña figura saltó desde lo alto de los acantilados. ¿Pero cómo? Incluso el
enemigo había necesitado cuerdas y equipo para llegar hasta mí. ¿A quién en el mundo me estaba
enfrentando ahora? El enemigo se olvidó por completo de mí y se quedó boquiabierto ante la
figura que ahora se acercaba a nosotros.
No, no puede ser. Parpadeé y me froté los ojos, pero todavía no podía creer lo que estaba viendo.
“Parece que también te quedaste sin munición, ¿no? Me temo que acabo de agotar lo último”, dijo
la dulce voz de una joven. Ella sostenía una espada en una mano. Su falda, rota en dos, ondeaba al
viento como una guerra.
bandera.
“Prepárense para encontrar su fin, demonios”, dijo. Puede que pareciera joven, pero ese brillo
en sus ojos no pertenecía a una niña pequeña. Fue pura malicia e infundió miedo a los enemigos
que nos rodeaban. “Ese hombre es uno de mis súbditos”, dijo.
Sujetos… Pero eso significaba…
No, Su Alteza Pride Royal Ivy era la última persona que debería estar en un
campo de batalla. Una princesa heredera no tenía lugar aquí.
Mi boca se abrió.
Podría haberme enfrentado a los atacantes si estuviera libre, pero yo era el comandante de
los Caballeros. Eran hombres adultos con armas que sabían utilizar. No podía imaginar cómo
un niño los enfrentaba sin miedo. Y no una niña cualquiera: la princesa heredera. Quizás estaba
alucinando. ¿No la acababa de ver con los caballeros y Sir Clark en esa proyección? ¿Cómo llegó
ella aquí?
Todavía estaba ocupado boquiabierto mientras Pride se lanzaba a atacar, derribando a los
atacantes. Incluso con las faldas abiertas, su vestido obstaculizaba sus movimientos, pero aun así
esquivó las espadas enemigas e inmovilizó a un hombre tras otro. Incluso cuando la asediaron, ella
se escapó de su alcance, golpeándoles los pies. Su fino vestido se arrastró por la sangre y su
cabello rojo brillante se soltó, pero ella lo ignoró todo mientras aplastaba al enemigo. Ni siquiera las
balas la alcanzaron; ella esquivó cada uno sin esfuerzo.
"Eso es todo. Puedo usar esto”, se dijo a sí misma.

Cambió su espada por una pistola en el suelo, disparando a brazos y piernas.
Una vez que se quedó sin balas, tomó la siguiente arma y continuó, sin perder tiempo mientras
inmovilizaba a un enemigo tras otro.
Todos los hombres estaban tirados en el suelo y Pride todavía tenía algo de munición.
izquierda. Hace sólo unos momentos, me había enfrentado desesperadamente a todo un enjambre
de atacantes, pero ahora, ninguno de ellos seguía en pie. Pride ignoró mi sorpresa con la boca
abierta mientras examinaba a cada enemigo.
“¿Porpor qué?” Apenas reconocí mi propia voz ronca. Princess Pride finalmente se volvió para
reconocerme. "¿Por qué viniste aquí? Deberías conocer el peligro mejor que nadie”. Salió más duro
de lo que pretendía, pero la princesa no reaccionó.
"Stale me dijo lo mismo", dijo, luego volvió a revisar el
rostros de cada uno de los vencidos.
¡¿Porque porque?! Ella me había salvado la vida y, sin embargo...
“Todo este lugar está a punto de colapsar. Tú fuiste quien predijo...
Los propios acantilados temblaban y gemían a nuestro alrededor.
"¡Ahi esta!" La princesa Pride lloró. Al mismo tiempo, la endeble roca alrededor
Empezamos a desprendernos y luego a caer en cascada.
Eso es todo. Por segunda vez ese día, me entregué a mi inevitable
condenar. Al menos, con suerte, los nuevos reclutas habían salido sanos y salvos.
Desearía tener la oportunidad de decirles a mi esposa y a mi hijo cuánto los amaba.
ultima vez. Desearía haber muerto con honor como caballero. Pero todo lo que podía hacer era
quedarme ahí con la princesa y esperar a que los acantilados cayeran.
Ella era la hija de la reina a quien juré lealtad. Ella era la siguiente en la fila para tomar el trono como
reina. Pero ahora, mi propio error acortaría nuestras vidas. No puedo imaginar un final más vergonzoso
para un
caballero.
Por favor... Por favor, perdona a Princess Pride de alguna manera...
Dejé caer mi espada y le tendí la mano a Pride, quien ahora realmente parecía una niña indefensa
en lugar del temible guerrero que había estallado.

esta batalla. Quería envolverla en mis brazos y protegerla tanto como pudiera.
Al menos de esa manera podría morir como un verdadero caballero. Mi cabeza daba vueltas por la pérdida
de sangre, pero me aferré a ese último pensamiento mientras nuestro fin se precipitaba hacia
nosotros: “¡Comandante!”
Su grito me devolvió la cordura. Princess Pride sostuvo su espada contra

La garganta de un enemigo de piel bronceada y lo obligó a tambalearse hacia mí.
De alguna manera, en medio de toda esta matanza, él salió completamente ileso.
“¡Si quieres que viva, entonces agarra a este hombre y no lo sueltes!” Dijo el orgullo.
Con esa orden, se giró y le dio una patada al hombre en la espalda.
El atacante voló hacia adelante y cayó a mis pies. No tuve más remedio que obedecer las
palabras de la princesa, incluso si no las entendía, así que agarré al hombre y lo abracé tan fuerte
como mis brazos temblorosos me lo permitieron. Él luchó, exigiendo que lo liberara, pero
aguanté con todas las fuerzas que me quedaban. Princess Pride arrojó su espada a un lado y agarró
al hombre también.
"Si no quieres morir aquí, entonces usa tu poder especial de inmediato", dijo.
siseó. "Tienes que salvarnos a todos, o este también será tu fin".
El hombre se sobresaltó ante su demanda. “¿Cómo sabes eso?”
"¡Apurarse! ¿ Quieres que te entierren vivo con nosotros? El orgullo lo instó.
El hombre gruñó, pero dejó de luchar. Las piedras ya se acumulaban alrededor de nuestros tobillos
y se acercaban más rápidamente.
"¡Maldita sea todo!" el hombre maldijo.
Luego desaparecimos.
***
“¿Entonces aquí es donde estaba el comandante?”
Una hora y media después de que nos expulsaran del castillo, llegamos no
en un campo de batalla sino en una montaña de escombros.
Los acantilados habían desaparecido y los caminos estaban completamente bloqueados por
grandes rocas. Nadie viajaría entre estos reinos durante algún tiempo. El resto de la vanguardia y yo
usamos todos los poderes especiales que teníamos para llevar a los reclutas más heridos de
regreso al castillo. En todos mis años con los caballeros, nunca había visto algo como esto.
Decenas de heridos, un acantilado entero derrumbado, caballeros frenéticos por todos lados.
Ayudé a levantar a uno de los nuevos reclutas menos gravemente heridos y traté de llegar a un
lugar seguro.
“El comandante quedó atrapado debajo de la roca, así que se quedó atrás para comprar
Es hora de que escapemos”, dijo el recluta. Las lágrimas brillaron en sus ojos mientras señalaba
con un dedo tembloroso un área particular de los escombros. "Ese es el lugar. Allí estaba el
comandante”.
Tragué saliva. Ni siquiera el “Caballero ileso” podría sobrevivir a algo como esto.
Me mordí el labio inferior, tratando de mantenerme fuerte para el recluta que estaba a mi lado, pero no
pude evitar sentir que nosotros, en la vanguardia, habíamos llegado demasiado tarde.
El recluta y yo nos arrodillamos entre los escombros y comenzamos a cavar. Otros ya habían
asumido la tarea, todos buscando algún tipo de recuerdo que pudiéramos llevarle a la familia del
comandante.
"¡Capitán, escuché algo por aquí!" gritó un caballero. Saludó frenéticamente y todos
corrimos hacia él. Efectivamente, unas voces débiles nos llegaron a través de los escombros.
Nos tiramos al suelo y cavamos con toda la energía que nos quedaba, desesperados por
liberar a quien estuviera debajo de esa roca. Una esperanza salvaje surgió en mi pecho, pero cuando
llegamos a la fuente del sonido, no encontramos a un humano, sino una proyección de la sala de
estrategia en el cuartel general.
“¡Vicecomandante!”
Varios caballeros gritaron en estado de shock, pero Sir Clark no pareció escucharnos.
“Póngase en contacto conmigo tan pronto como vea este mensaje”, repitió durante
y una vez más.
El caballero a cargo de las transmisiones rápidamente estableció una conexión con

el vicecomandante. Finalmente capaz de comunicarse, el vicecomandante Clark recitó nuestras
órdenes.
Sir Clark dijo que la transmisión que estábamos viendo se transmitía gracias a
uno de los poderes especiales de la tropa. La transmisión comenzó hace una hora, con el lado del
comandante anclado a la roca inmovilizando su pie. Entonces, si la transmisión aún continuaba, el
comandante podría estar en algún lugar cercano. Sólo tuvimos que cavar hasta encontrarlo.
Sir Clark hizo todo lo posible para que pareciera una misión de rescate esperanzadora, pero todos
escuchamos el miedo y la ansiedad en su voz, incluso a través de la transmisión temblorosa.
También escuchamos algo como “Tú… también… alza…” pero el mensaje no estaba claro.
Aún así, inmediatamente nos pusimos a nuestra tarea, reuniendo a cualquier persona cercana que pudiera
ayudar a mover la enorme pila de escombros. Pero mientras excavábamos, encontramos fisuras recién
formadas en la tierra, y cuanto más escombros movíamos, más profundos eran los agujeros. Nos
movimos todo lo que pudimos, pero finalmente chocamos contra grandes rocas que formaron una cúpula
debajo de todas las demás rocas. La cúpula no era muy ancha, pero se extendía hacia abajo decenas de
metros. Desconcertados, nos reunimos a su alrededor, golpeándolo con los pies o con los pomos de
nuestras espadas. Sonó hueco, lo que sólo nos confundió aún más.
"¿Que es esta cosa?" alguien murmuró.
"Antes de la transmisión final, escuchamos que el hombre que acompaña al comandante Roderick puede
poseer algún tipo de poder especial", dijo Sir Clark. "Existe la posibilidad de que el comandante Roderick y
ese hombre todavía estén allí abajo".
¿El comandante estaba vivo? La sugerencia nos llenó de nuevas esperanzas y renovó nuestras
fuerzas para la monumental tarea que nos esperaba. Pero el vicecomandante nos tranquilizó y nos dijo que
emprendiéramos nuestra búsqueda con cautela.
"¿Hay alguien aquí?" Un caballero llamó.
"¡¿Comandante?!" Otro gritó mientras trabajábamos.
Finalmente, a unos dos metros de profundidad… ¡ Crack! Algo se partió y, sin más, la cúpula de
escombros se derrumbó. Saltamos lejos, sorprendidos cuando la cúpula se vino abajo.
Excepto que en realidad no se estaba desmoronando; se estaba abriendo como un huevo.
“¡Mira, el cielo! ¡El cielo!" Esa voz era demasiado aguda para ser la del comandante. Corrimos
de regreso a la cúpula, que todavía se estaba desmoronando.

Lo que reveló nos dejó a todos atónitos.
"¡Comandante!"
Varios caballeros gritaron. El nuevo recluta cayó de rodillas. Desde el otro lado de la proyección, el
vicecomandante se quedó con los ojos muy abiertos por la sorpresa mientras los caballeros se agolpaban a
su alrededor, desesperados por ver el nuevo desarrollo por sí mismos.

"Comandante, asegúrese de no soltarlo todavía", dijo la voz aguda.
Cuando la cúpula cayó, vislumbramos por fin al comandante. Estaba abrazando a uno de los
atacantes, quien nos miró a todos con indignación, claramente disgustado por sus circunstancias.
"No puedo creer que realmente hayamos logrado salir", dijo el comandante.
Aplausos estallaron a nuestro alrededor cuando vimos que nuestro comandante realmente estaba vivo y bien.
"Comandante, nos sentimos muy aliviados de verlo a salvo".
"Gracias a Dios."
"Es realmente un milagro".
“¿Cómo podríamos seguir sin ti?”
Un repentino alivio y alegría invadieron el antiguo campo de batalla. Nos llevó algún tiempo
recuperar la compostura lo suficiente como para darnos cuenta de que algo no estaba bien.
¿Quién era exactamente el dueño de esa voz aguda?
Ahora que la cúpula había desaparecido por completo, contemplamos una visión increíblemente
improbable: una niña. Esperó en total silencio mientras celebrábamos, mirando directamente al
comandante. ¿Quién era este niño?
Cuando abrió la boca para hablar, todos los ojos se dirigieron a ella.
“¿Puede alguien de la orden atender las heridas del comandante?” ella dijo. “Quien esté disponible
debe esposar rápidamente a este hombre para negar su poder. Si no tienes ninguno, haz que Stale te
envíe algunos de inmediato”. Cubierta de polvo y con un vestido roto, la chica era apenas más que una
silueta, pero ordenaba a los caballeros con autoridad. "También me gustaría ponerme en contacto
con la sala de estrategia".
"Comandante Roderick, ¿quién es esta chica?" Me atreví a preguntar.
El comandante dio un largo suspiro de derrota y dijo: “Esta es Su Alteza

Pride Royal Ivy, la princesa heredera de Freesia”.
Cada uno de nosotros estalló en shock. Caímos de rodillas, aterrorizados ante

haberle faltado el respeto a la realeza tan casualmente. Alguien se apresuró a atraparla
conectado con el vicecomandante como ella había solicitado.

***
RESUMEN DEL CASO: Los caballeros ambulantes fueron emboscados por un partido de oposición de unidad,
luego quedó atrapado en el derrumbe de un acantilado.
HERIDAS: Los más de 30 soldados, comandante Roderick.
MUERTES: Cero.
***
“Hermana mayor…” murmuré.
El orgullo se transformó en una amplia sonrisa al otro lado de la proyección.
Estaba a salvo. El alivio y el cansancio me invadieron al mismo tiempo. hice mi

Lo mejor era ocultárselo a los caballeros, pero tuve que cubrirme la cara por un momento y respirar
profundamente unas cuantas veces para calmarme para lograrlo. Mi corazón todavía latía con fuerza
en mi pecho, como lo había hecho desde el momento en que teletransporté a Pride.
Ella está viva. Gracias a dios, Pride está vivo. Ella realmente está a salvo. Ella va a volver a mí.
Se me hizo un nudo en la garganta y me ardieron los ojos. No, no puedo llorar todavía. Me limpié
los ojos cerrados con la manga y logré contener el resto. No podía soportar la idea de que alguien me
viera así, así que apreté los dientes y me obligué a no llorar. Pero estaba muy, muy asustada.
Realmente pensé que Pride podría morir. Y habría sido culpa mía enviarla a ese campo de
batalla. Ese miedo era absolutamente asfixiante. Cuando el acantilado se derrumbó y perdimos el
contacto visual, mi corazón se detuvo y realmente pensé que podría morir junto con ella. Me congelé
por dentro y por fuera, con el corazón latiendo con fuerza.
orejas.
“¡Roderick!”
Giré la cabeza ante el sonido de un grito de dolor a mi lado. Era el vicecomandante, llorando
abiertamente mientras veía aparecer al comandante en la proyección, de alguna manera sano y
salvo. Sir Clark se cubrió los ojos con una mano y se dejó caer en el suelo, con lágrimas corriendo
por su mandíbula. Sus hombros temblaron.
"Gracias a Dios", dijo con puro alivio.

Así que no fui el único que estaba aterrorizado. Tampoco éramos sólo yo y el vicecomandante.
Muchos de los otros caballeros estaban regocijados... y también derramaban lágrimas.
"¡Gracias a Dios que el comandante Roderick está vivo!" gritó un caballero. Se limpió su
lágrimas, levantó los puños y soltó un grito de alegría.
“¡Ella es increíble! ¡¿La princesa realmente sólo tiene once años?! otro
dijo el caballero. Él también estaba llorando, pero sonrió incluso mientras las lágrimas caían.
“¿De dónde diablos vinieron esos rumores? Ella no se parece en nada a la princesa mimada de
la que he oído hablar”, dijo otro, riendo con voz ronca.
La mayoría de los caballeros simplemente miraban con incredulidad entre su vicecomandante llorando
y el comandante que sobrevivió milagrosamente. Algunos se mordieron los labios y trataron de contener
las lágrimas, mientras que otros temblaron de pura emoción. Detrás de la puerta, un caballero estaba con
las manos sobre los hombros del hijo del comandante.
“Ahora todo está bien”, le dijo al hijo del comandante con una mirada cálida.
En la proyección, los caballeros que rodeaban al comandante parecían tan emocionados
que ni siquiera parecieron darse cuenta de que la princesa heredera estaba entre ellos.
Ellos también lloraron, incluso mientras celebraban y vitoreaban. Uno de los nuevos reclutas cayó de
rodillas y se deshizo en sollozos. Otro caballero le apretó los hombros y trató de sonreírle, pero no
pudo expresar la expresión antes de que él también se derrumbara. Tanto en la sala de estrategia como
en la proyección, nadie pudo contener su alegría.
Sin embargo, mi mirada se dirigió directamente a Pride. Estaba cubierta de barro, hasta
las puntas de su hermoso cabello carmesí. Llevaba su vestido desgarrado, hecho jirones por la batalla,
y una expresión fría y decidida. Mi corazón se apretó al verlo. Me di la vuelta, incapaz de seguir
mirando. No pude protegerla.
En mi estado actual, todo lo que podía hacer era enviarla sola al campo de batalla.
Esa realidad me devoró, cavando un agujero en mi pecho. Había jurado que cumpliría ese voto de
hace tres años, pero hoy aquí mismo, la pondría en peligro. Agarré mi camisa justo sobre mi corazón
dolorido y traté de contener la repulsión y el odio hacia mí mismo que subían por mi garganta.
***
Gracias a dios. Logré salvarlo.
Un caballero estaba usando su poder especial para tratar al aturdido comandante.

Las esposas apagaron el poder del enemigo que nos había protegido del deslizamiento de
rocas. Según todas las apariencias, estábamos a salvo. Cuando tuve la oportunidad de hablar
con Sir Clark, le pedí disculpas por actuar sin sus órdenes, pero le aseguré que ya
estábamos todos bien. Parecía como si estuviera luchando por elegir las palabras correctas.
Finalmente, simplemente sacudió la cabeza y se concentró en dar órdenes a los caballeros.
“¡Maldita sea! ¡ ¿Esa es tu princesa?! ¿Cómo diablos tienes un monstruo por

¡¿princesa?!" El enemigo gruñó. Un caballero se lo llevó, ladrándole para que vigilara su boca.
“Ustedes, bastardos, no estaban allí para verlo. ¡Es un monstruo!
Sus gritos cayeron en oídos sordos. Un caballero le puso una mordaza en la boca y lo obligó
a subir a un carruaje con destino a Freesia, el país de origen del hombre.
Val. Él no lo había dicho, pero sabía que ese era su nombre. En ORL pertenecía a una
organización enemiga. Naturalmente, al final del juego, cuando Tiara escapó de su torre y huyó
a la ciudad más cercana con su interés amoroso, Pride contrató a Val para arrastrar a su
hermana de regreso al castillo. Era un activo extremadamente útil para Pride, especialmente
porque Val poseía el poder de esculpir en barro.
En el juego, Val y su pandilla destruyeron la ciudad a la que huyó Tiara. Luego Val usó su
poder para bloquear a Tiara con paredes de barro. Cuando Tiara y su interés amoroso lograron
derrotar a los compinches de Val, Val se encerró dentro de una cúpula protectora de
escombros. Al final, Tiara y su interés amoroso simplemente lo dejaron así y escaparon. El
jugador nunca tuvo que volver a verlo.
A pesar de su agresión contra su propio país, el poder especial de Val lo delató como un
verdadero nativo de Fresia. Parecía joven, con ojos aún más agudos que los míos y dientes
como colmillos que dejaban una impresión amenazadora. Verdaderamente la imagen de un
villano, sin embargo, su poder le sirvió principalmente como defensa propia. En
realidad, nunca contribuyó a ninguna batalla.
Ese poder era con el que contaba cuando le ordené al comandante que abrazara a Val
durante el colapso. Para protegerse a sí mismo, sabía que Val tendría que protegernos a
nosotros también, incluso si su poder tuviera algún tipo de límite de tamaño. Sin
embargo, no tenía por qué preocuparme. En el momento en que Val activó su poder, se aclaró.
Fuera toda la roca que nos rodea, incluso la roca que sujeta el pie del comandante.
Tuvimos que esperar allí mucho, mucho tiempo antes de estar seguros de que el acantilado no estaba
va a colapsar más. Incluso entonces, temíamos que cayera sobre nosotros otra oleada de
escombros. Por un tiempo pensé que probablemente nos quedaríamos sin oxígeno, pero
esperaba desesperadamente que llegara ayuda antes de eso. Sólo cuando escuchamos las
voces de los caballeros sobre nosotros pudimos finalmente salir de esa cúpula.
Mientras tanto, Val me lanzaba todo tipo de insultos. En el juego, Val estaba
solo un simple personaje villano y probablemente al final fue ejecutado por sus crímenes.
Después de todo, él había sido responsable de horrores imperdonables.
Honestamente, fue un desperdicio. Val podría haber elegido cualquier otro camino en la
vida con un poder tan increíble como el suyo. Si tan solo hubiera tenido una oportunidad más...
"¡Princesa Orgullo!" Uno de los caballeros corrió hacia mí. "Te acompañaré a
el castillo. La vanguardia está aquí para ti, así que, por favor, ven conmigo”.
“Pero no estoy herido”, dije. "El comandante debería ser el primero en ser enviado a casa".
“El comandante Roderick regresará con la vanguardia tan pronto como estés a salvo en casa.
Por favor, ven conmigo por ahora”.
"Bueno, en ese caso, los nuevos reclutas deberían ir primero".
Los caballeros probablemente estaban nerviosos al tener a un miembro de la familia real en

un lugar como este. Entendí por qué querían priorizar mi seguridad, pero yo estaba
completamente ileso y quería que enviaran a los heridos a casa primero. Seguí discutiendo
con el caballero, hasta que se levantaron gritos a nuestro alrededor.
"¡¿Adónde vas?!"
"Por favor, no te hagas daño".
“Pero estás herido…”
Unos pasos marcharon hacia mí. El caballero delante de mí estaba mirando más allá de mí.
Ahora, la cara pierde color. Me di la vuelta.
“Comandante”, dije.
Pensé que todavía estaban curando sus heridas. Se acercó a mí sin camisa, su
abrigo de uniforme sobre sus hombros y vendas alrededor de su torso. Antes de que pudiera
siquiera sugerirle que fuera a descansar, se agachó y me levantó.
"¡¿Qué?! ¡Vaya!
Grité cuando el comandante me levantó en sus brazos y caminó hacia el

vanguardia. Su silencio fue aún más aterrador que la alternativa.
“Ppor favor suélteme, Comandante. ¡Estás herido! Luché por retorcerme

fuera de su alcance.
"Hay tantas cosas que quiero decirles", dijo el comandante Roderick. "I
No sé ni por dónde empezar. Realmente no lo hago. Pero por ahora debes regresar al castillo”.
¡Habla de miedo! Él está enfadado. ¡Puedo decirlo totalmente! Empecé a patear las
piernas, desesperada por alejarme, pero fue inútil.
“¡Ah! ¡Nooooo!” Dejé escapar un grito, más fuerte que cualquier otro anterior.
Los caballeros, aparentemente tan sorprendidos como yo por todo este espectáculo, se quedaron mirando
el comandante me llevó alrededor.
"No todos me miren", dije. "¡Apartar!"
Los caballeros obedecieron mi orden frenética, pero el comandante aun así no me decepcionó.
"¡Está bien, lo entiendo, lo entiendo!" Yo dije. “Haré lo que dices. Sólo ponme d
—Espera, no, mi ropa”. Mi voz se marchitó hasta convertirse en un gemido por
mi vergüenza.
Alguien… ¡Por favor, tráigame una muda de ropa! ¡Mis piernas están desnudas!
Apreté mis piernas, pero no había forma de evitarlo en ese momento. Yo fui quien me cortó la
falda para una mejor movilidad. Los cortes actuaban como hendiduras, que estaban bien por sí
solas. Pero mientras luchaba contra enemigos, rodaba por el suelo y salía arrastrándose de un
montón de escombros, toda esa actividad frenética destrozó mi falda, convirtiéndola en una minifalda.
No, más bien una falda de hierba. Una princesa con una falda de paja... ¿podría haber algo más
vergonzoso que eso?
Las largas capas de tela me cubrían adecuadamente cuando estaba de pie, pero ahora
que estaba boca arriba y pataleando, la falda no hacía mucho para proteger mi pudor.
Al darse cuenta de esto, el comandante finalmente me dejó nuevamente en el suelo.

Me alisé los jirones de la falda, pero eso hizo poco para calmar mi vergüenza. Me agaché y
murmuré en voz baja pidiendo ropa otra vez.
"¡No!"
¿Alguien acaba de reír? ¡¿OMS?! ¿Quién se rió de mí?
Cuando finalmente miré hacia arriba, no encontré soldados alborotadores, sino el

propio comandante Roderick. Se giró para ocultar su rostro y sus hombros temblaron de risa. La
alegría incluso se extendió a los otros caballeros cuando se dieron cuenta de lo que estaba
sucediendo.
Ahhhhh! ¡Qué grosero!
Obviamente solo me veían como una simple niña de once años y nada más, pero seguía
siendo la princesa heredera. Sabía comportarme como una dama adecuada. Además, ¿quién
no se sentiría mortificado si un grupo de personas casi se miraran por debajo de la falda? No
ayudó que en mi vida pasada fuera bastante sencillo. Nadie había visto siquiera mis pantorrillas,
y ahora toda una tropa de caballeros había visto mucho más que eso.
Quizás debería arrestarlos a todos por blasfemia aquí y ahora. El malvado Orgullo dentro de mí
tenía varias soluciones desagradables para esta situación, pero entonces...
Silbido.
Algo revoloteó a mi alrededor mientras el comandante me echaba la chaqueta sobre los

hombros. Era tan holgado y pesado que incluso se arrastraba por el suelo cuando me levantaba.
Aun así, cuando me lo puse a mi alrededor, funcionó como lo haría un vestido camisero. Con
este nuevo “vestido” para cubrirme, Roderick me levantó en sus brazos nuevamente.
Me llevó unos metros más, hacia un artilugio que parecía casi

como una motocicleta. Si recordé correctamente del juego, sólo la persona que creó el
vehículo usando su poder especial podría operarlo. Podía arrastrar carros que transportaban
personas o equipaje, y los pasajeros debían agarrarse de los hombros del conductor. Ahora, sin
embargo, la parte del vagón había desaparecido, reemplazada por una
asiento y asas.
Me senté y agarré las manijas. Detrás, el comandante y el

El resto de los caballeros se arrodillaron cuando me despidieron.
"Te veré en el castillo", dije.
El vehículo rugió y luego se puso en marcha.
Un grupo numeroso me esperaba en el castillo. Tiara y Stale estaban allí, por supuesto, al
igual que Lotte, Mary y el resto de mis doncellas. Jack estaba allí con mis guardias. Incluso Carl
el instructor, el vicecomandante y muchos de los caballeros me dieron la bienvenida. También
vislumbré al hijo del comandante escondido entre los caballeros.
Cuando Tiara vio por primera vez mi ropa sucia y andrajosa, rompió a llorar y se dirigió
directamente hacia mí. Mis doncellas y guardias palidecieron y me instaron a ir a mi habitación.
Pero ninguno de ellos se compara con Stale, quien parecía un poco enojado mientras se acercaba.
Probablemente lo había asustado más que nadie.
Justo cuando estaba a punto de disculparme, nos abrazó a Tiara y a mí y nos abrazó fuerte.
Ahora era lo suficientemente alto como para que yo encajara cómodamente en sus brazos. Me
sentí mal ensuciándolos a los dos, pero se aferraron a mí tenazmente con manos temblorosas
y no pude soportar separarme.
“Dijiste… Dijiste que estarías bien…” logró decir Stale, y lo abracé aún más fuerte. Había
jurado que nunca le causaría más dolor.
"Lo siento", le dije. “Pero realmente estoy bien. No estoy herido en absoluto. ¿No puedes?
¿Ves que estoy bien? Simplemente tropecé y caí, y de ahí vino todo el barro”.
Intenté sonreír y tranquilizarlo, pero él y Tiara sólo me abrazaron más desesperadamente.
"¡¿Cómo puedes decir que eso está bien?!" gritó Stale. “Fuiste tan imprudente. Si usted
Me equivoqué solo una vez, ¿quién sabe qué habría pasado?
Su voz tembló. Me aparté para mirarlo a la cara y encontré lágrimas brillando en sus
ojos. Hacía años que no veía tanta suavidad en su rostro. Debió haber estado observando esa
proyección con tanta ansiedad, incapaz de apartar la vista.
Incluso Tiara, que no había presenciado nada de eso, rompió a llorar.
Deseaba poder aliviar su dolor. Habían crecido considerablemente desde que llegamos por primera vez.
Me conocí, pero todavía tenían sólo nueve y diez años, más jóvenes que yo. Les había hecho
pasar por muchas cosas hoy, pero al menos ahora estaba a salvo.
Oh… de hecho regresé con vida.
Justo cuando sentí la tentación de relajarme, un escalofrío recorrió mi espalda. Stale tenía
razón: realmente podría haber terminado muerto si hubiera hecho un solo movimiento en falso.
Sintiéndome más asustado que durante el colapso del acantilado, abracé a Stale y Tiara
nuevamente, tratando de evitar temblar.
"Lo siento", repetí. "Tendré más cuidado la próxima vez".
Pero no podía prometer que eso nunca volvería a suceder. Por lo que sabía, podría
terminar haciendo cosas terribles en el futuro y lastimándolos a los dos, incluso si todo lo que
siempre quise fue evitar ese resultado a cualquier costo.
Incluso si eso significara que todo mi cuerpo necesitaba ser hecho pedazos.
"Princesa Orgullo".
Me saqué para enfrentar al vicecomandante y sus caballeros. “Vicecomandante, le

pido disculpas sinceramente por todas las molestias que le causé”. Era mi segunda disculpa,
pero al menos le debía esa misma cantidad. Sir Clark simplemente cerró los ojos y asintió.
"Fue tu premonición sobre el acantilado lo que salvó la vida de tantos caballeros", dijo.
“Todos y cada uno de nosotros estamos llenos de gratitud por su ayuda, así como por su asistencia
para enviar suministros al campo de batalla. Si lo permite, me gustaría encontrar tiempo
para discutir los eventos de hoy con Su Alteza y el Comandante Roderick en una fecha
posterior”.
"Sí, claro."
Podríamos intentar hablar de ello aquí, pero tendría que ordenar a todos estos espectadores
en silencio, y eso sólo me haría parecer un villano. En cambio, sugerí que nos
reuniéramos mañana. De todos modos, probablemente necesitaba resolver esto antes de
que mamá y papá regresaran de su viaje.
Me despedí del resto de los caballeros y las doncellas me escoltaron.

con Jack y los guardias a mi lado para protección.
Al final del desayuno de la mañana siguiente, recibí un mensaje de la sede de la orden,

solicitando una reunión conmigo si estaba disponible. Nuestra magnífica orden real fue más
rápida que nunca. Al parecer, el hijo del comandante también quería unirse a nosotros. No
estaba seguro de por qué, pero él había estado presente en los caóticos eventos de
ayer, así que no me molesté en mencionarlo cuando envié a un sirviente para confirmar mi
asistencia.
Nos reunimos en el salón del trono del castillo.
Como princesa heredera, solo se me permitió usar esta habitación una vez antes: un año
antes, cuando mi madre no estaba en el castillo. Sin embargo, era el mejor lugar posible para
hablar en privado con un grupo grande de personas, así que ordené a todos que despejaran
la habitación y les dije a los caballeros que se reunieran conmigo allí.
Cuando llegué, toda la orden, incluidos los nuevos reclutas, esperaban

a mí. El hijo del comandante incluso estaba en la parte de atrás. Sabía que algunos de
estos hombres todavía estaban heridos en la batalla; Vi varias vendas asomando por debajo
de sus uniformes y pude oler el antiséptico al pasar junto a ellos.
Se mantuvieron erguidos y se hicieron a un lado para despejarme el camino, y me dirigí
al trono con Stale y Tiara a mi espalda. Una vez que tomé asiento, con Stale y Tiara
flanqueándome, los caballeros se arrodillaron.
“Levanten la cabeza”, ordené, y todos los caballeros me miraron. "He despejado la

habitación, así que ahora solo estamos nosotros, junto con mis queridos hermanos". Esperaba
dejar a Tiara fuera de esto, pero eso fue antes de que la mirada llorosa en su rostro me
obligara a incluirla.
"Si hay algo que deseas decirme, esta es tu oportunidad de hacerlo", le dije.
siguió. "No te preocupes. Aquí nadie será castigado por decir algo inapropiado, no por
hoy”.
Los caballeros murmuraron y se movieron, pero debieron haber sido cautelosos porque
Todavía dudaba en hablar.
“Stale me ha dicho que has mantenido en secreto mi presencia en el campo de batalla. I

Gracias por su cooperación."
La historia de mis órdenes a Stale de enviar suministros al campo de batalla, mi

Tenía una premonición sobre el derrumbe del acantilado y mi orden de evacuación a las tropas ya
había llegado a mis padres a través de informes oficiales. Pero el hecho de que había visitado el campo
de batalla momentos antes de su destrucción, luchado contra el enemigo y pasado treinta
minutos atrapado en una cúpula solo con el comandante y uno de los atacantes seguía siendo un
secreto, afortunadamente. Mi madre y mi padre se pondrían furiosos si supieran que yo, un miembro
de la familia real, hice algo tan escandaloso. Incluso podrían dirigir parte de su ira hacia los
caballeros por permitirme involucrarme, lo que resultaría en castigos severos.
Por lo tanto, Stale instó al vicecomandante a mantener todo eso en secreto. Naturalmente, también
ordenó el silencio de los guardias, las criadas y el señor Carl, quienes me dieron la bienvenida ayer. El
Sr. Carl estaba especialmente interesado en guardar el secreto, ya que había sido mi escolta y la
de Stale a la práctica de los caballeros y no logró impedir que me fuera.
El comandante abrió la boca para hablar. “No, fue un acuerdo beneficioso para nosotros
también… Ahora comencemos. Le pido perdón, alteza, pero ¿dónde fue entrenado en esgrima,
armas de fuego y combate cuerpo a cuerpo?
Su pregunta tenía un profundo significado y habló lentamente, sopesando cada palabra. Me imaginé
que un hombre como él tenía curiosidad por saber cómo podía luchar de la forma en que lo hacía.
Tenía que darle una respuesta que pudiera aceptar sin revelar la verdad.
"Solo practiqué un poco de esgrima y combate de defensa personal cuando Stale recibió
lecciones de su instructor”, dije. "En cuanto a las armas de fuego, ayer vi a los caballeros
practicar con ellas en los campos de entrenamiento".
Una ráfaga de murmullos recorrió a los caballeros.
No estaba mintiendo. Realmente sólo había practicado esgrima y combate cuerpo a cuerpo una vez,
y el resto de mi experiencia provino de ver a Stale con su instructor.
Esa fue la mejor respuesta que pude ofrecerles. No podía decirles exactamente que estaba usando
los trucos de mi último jefe.
“¿Está bromeando?” murmuró un caballero.
"¿Eso es todo?" dijo otro.
"Espera, ¿entonces esa fue la primera vez que disparó un arma?"

“No puede ser…”
No podía culparlos por sus reacciones. Mi explicación dejó mucho que desear, pero fue la
mejor que tuve en ese momento. Sir Clark arqueó una ceja, claramente sorprendido por mi
respuesta, pero el comandante Roderick simplemente dijo: "Ya veo" y cambió de tema.
"¿Cómo supiste que ese hombre poseía un poder especial de Freesia?"

Preguntó el comandante Roderick a continuación.
“Lo vi en una premonición”, le dije. “Usó su poder para crear paredes de barro.
y protegerse del colapso”.
Una vez más, no pude decirle la verdad al comandante: que sabía todo sobre Val por
un juego otome. Probablemente eso ni siquiera significaría nada para él.
“¿Y por qué viajaste solo al campo de batalla?” Era aterrador lo rápido que seguían llegando
sus preguntas, pero hice lo mejor que pude para enfrentarlo golpe por golpe.
“Yo era el único en el cuartel general que podía llegar hasta ti lo suficientemente rápido.
Como sabes, mi hermano Stale solo puede teletransportar objetos que sean iguales o menores que
su propio peso. Así que no pudo enviar a ninguno de los caballeros, pero sí a mí.
"Entonces, ¿no deberías haber utilizado una de las tropas de transmisión para transmitir toda esta
información?" respondió el comandante.
“Ya habían evacuado cuando tuve mi premonición. no tenía manera de

sabiendo si llegarían a tiempo. También era el único que sabía cómo era el atacante, m…
"¡Aún!" Intervino el comandante Roderick, su voz resonó por toda la habitación.

"¡Eso hubiera sido preferible a enviar a la princesa heredera al campo de batalla!" Su ira
me picó los oídos; Incluso algunos de los caballeros retrocedieron.
“¡Incluso si nadie más hubiera llegado a tiempo, nunca debiste haber ido allí! ¡Necesitabas
contarle a la vanguardia sobre el poder de ese hombre y dejarnos el resto a nosotros!
"Oye, cálmate ahora", dijo Sir Clark, pero el comandante Roderick simplemente se lanzó
en.
“La vanguardia... no, cualquier caballero habría puesto sus vidas en riesgo si hubiera sido así.
¡Significaba mantenerte alejado de ese campo de batalla!
“Pero si las cosas salieran mal, tú y ese caballero habrían sido arrastrados entre los escombros.
Yo era el único que podía garantizar...
“¡Aceptaría con gusto tal destino! La vida de dos caballeros por la seguridad de un
¡La princesa es más que un comercio justo!
No pude reunir una respuesta. La vida de dos caballeros por la seguridad de una princesa.
Ese era el orden natural de las cosas aquí, y todos los caballeros en la sala probablemente
estaban de acuerdo con su comandante en eso. Pero aun así no pude.
“¿Entiendes la gran pérdida que sería para todos tu muerte?”

Gritó el comandante Roderick. “Piensa en tu posición. No me importa; ¡Tu miopía casi envió a
todo el reino a la desesperación!
Quería alejarme de su diatriba. Quería agacharme y esconderme. Pero me obligué a seguir

mirándolo a los ojos. Debe haber estado reprimiendo todo esto desde ayer. Merezco escuchar esto.
Sólo tengo que sentarme y escuchar.
“Somos caballeros”, continuó el comandante Roderick. “Somos las espadas y escudos que
protegen a la reina, al príncipe consorte y a Su Alteza. ¡Pero casi arrojas una terrible vergüenza
sobre toda nuestra forma de vida!
El comandante tenía razón. Simplemente había querido morir como un caballero. Mi más mínimo
error no sólo habría resultado en mi propia muerte, sino que también habría manchado la suya. Aun
así, no me sentó nada bien.
Mientras el comandante me regañaba, noté que su hijo me observaba desde el

rabillo del ojo. Su cabello revuelto cubría su rostro, por lo que no podía distinguir su
expresión, pero me recordó cómo se veía ayer dentro de la sala de estrategia, cuando pensó
que tendría que ver morir a su padre. Había gritado y suplicado que de alguna manera salváramos
al comandante Roderick.
“¡Tu vida tiene más valor que la nuestra!” Dijo el comandante Roderick.
No, tengo que contenerme...
“¡Con mucho gusto ofreceríamos nuestras vidas por ti o por cualquiera de los habitantes de este reino!”
¡No digas nada!

“Existimos para servir a la familia real y al pueblo. Nunca deberías actuar

en nuestro nombre así!”
El Orgullo que acechaba dentro de mí anhelaba arremeter contra las duras palabras
del comandante, pero mantuve la compostura, luchando por mantener el control mientras
absorbía el sermón.
“¡Olvídate de nosotros! Incluso si eso significa que debo morir, no deberías dudar
para mantenerse a salvo ante todo. No entiendes lo valiosa que es tu vida...
Quebrar.
Algo se rompió dentro de mí.
“Ya es suficiente”, dije. Mi voz salió más profunda y poderosa de lo que esperaba.
El comandante se detuvo al instante. Todo el salón quedó en silencio también, cada ojo
en mí solo ahora.
Ya había tenido suficiente. Realmente querían que me fuera y los dejara morir, incluso si
eso significaba que me verían como una princesa arrogante y egocéntrica. Incluso si eso
significara que los caballeros perderían su fe en mí y me considerarían incapaz de servir
como reina. Incluso si eso significara convertirme en la reina que vi en mi vida pasada, el
Orgullo que sacrificaría a cualquiera con una sonrisa en su rostro. Haría lo que fuera necesario
para evitar ese destino.
Me levanté y me enfrenté a la silenciosa asamblea.
“Es como usted dice, comandante”, dije. “Mis acciones miopes molestaron a muchos
pueblo, y os rescaté en contra de vuestra voluntad. Sin embargo…"
Puse mis pies y enderecé mi postura, a pesar del dolor en cada músculo gracias
a la aventura de ayer. Ignoré el dolor y puse todo lo que tenía en mis siguientes palabras,
proyectando mi imagen de princesa heredera.
“No eres el único al que salvé. ¡Te salvé a ti y a todos los caballeros que entrenarás a
partir de este día! ¿Sabes cuántos ciudadanos podrías salvar a lo largo de tu vida?
Él no respondió, así que respiré hondo otra vez y miré a los caballeros.
desde mi lugar ante el trono.
“¡Usted es el que no comprende el valor de su propia vida, comandante! ¿Tienes

idea de cuánto te aman, aprecian y confían en ti las personas en tu vida?
Toda la justa furia del comandante se disipó y sus ojos se abrieron como platos. Incluso Stale y
Tiara ya me estaban boquiabiertos.
"¡Pertenezco a la familia real!" Grité. “¡Soy la princesa primogénita y heredaré este trono! Mi
papel es vivir por el bien del pueblo. ¡Sois caballeros, sí! Eres nuestra esperanza, la luz que
protege directamente a los ciudadanos. ¡Cuando un solo caballero muere, se lleva consigo a
todos los que habría salvado!
Una vez que dejé salir mis emociones, no pude contener el flujo, y cada palabra que quería
decirle al comandante se derramó una tras otra.
“Incluso si fueras un simple soldado de infantería en lugar del comandante, te habría rescatado.
¿Cómo podía dejar morir a alguien cuando sabía que podía salvarlo? Nunca permitiré muertes
innecesarias si puedo evitarlo. Todos ustedes son ciudadanos de mi reino, así como son
caballeros, y mi pueblo es mi orgullo y alegría. Nuestro trabajo como realeza es proteger a todos
y cada uno de ustedes. Si os llamáis caballeros, entonces no os preocupéis por tener una muerte
honorable, sino por aquellos a quienes salvaréis en el futuro”.
Estaba jadeando cuando terminé. Aún así, miré a todos y cada uno de los caballeros por
turno, encontrando sus ojos muy abiertos con férrea resolución.
Quizás había ido demasiado lejos. Incluso después de asegurarles que esta habitación
era un espacio sin consecuencias, arremetí contra ellos. No podía decir si los hombres estaban
disgustados o simplemente en shock; todos y cada uno de ellos me miraron boquiabiertos. Pero
de cualquier manera, había una última cosa que necesitaba decir.
"Para concluir", comencé, parándome erguido y erguido. “Con el nombre de Pride Royal
Ivy, la princesa heredera del reino de Freesia, debo disculparme con todos ustedes.
Descuidadamente puse un pie en tu sagrado campo de batalla, dejé un desastre en tus manos
con mis acciones egoístas y abusé de mis poderes como princesa heredera para mis propios
intereses”.
Incliné la cabeza arrepentida. Los caballeros, junto con Stale y Tiara,

Respondió inmediatamente esta vez. Los miembros de la familia real no andaban simplemente
inclinando la cabeza como sirvientas reprendidas. El gesto tuvo un peso tremendo.
“Hermana mayor, como princesa heredera, tú…” comenzó Stale, pero levanté una mano.
"Somos los únicos aquí en este momento, Stale", le dije. "No podría hacer esto en un lugar
público, pero aquí puedo ofrecerles mis más sinceras disculpas".
Mantuve la cabeza gacha por un rato más, y cuando finalmente la levanté, el shock de los
caballeros no había disminuido en absoluto. Nadie ofreció una respuesta durante tanto tiempo
que comencé a preguntarme si debía despedirlos de la sala.
“Su Alteza, Princesa Orgullo”. Fue el vicecomandante quien finalmente rompió.

el silencio. Era la primera vez que hablaba hoy y parecía estar en guardia. "Si no vamos a
considerar esto como un escenario público y, por lo tanto, puedo hablar libremente con usted,
¿puedo ser el próximo en ofrecer mi opinión?"
Asentí y Sir Clark se levantó, pasó junto al comandante y se posicionó

él mismo directamente delante de mí.
“Les agradezco la ayuda que ofrecieron a la orden, y agradezco al Príncipe Stale por su
asistencia también”. Con eso, se arrodilló ante mí una vez más.
El comandante intentó intervenir. “CClark, tú…”
"Y además", continuó el vicecomandante Clark, alzando la voz para que todos pudieran oír, "yo
Le doy mi más profundo agradecimiento por salvar la vida de mi querido amigo el
comandante Roderick. No puedo agradecerte lo suficiente."
De repente, cayó al suelo haciendo una reverencia completa, con la frente contra las baldosas. Yo fui también
sorprendido al responder. Pero el comandante Roderick parecía aún más sorprendido.
"Como caballero, no puedo aprobar la participación de la familia real en un incidente como

el de ayer", dijo Sir Clark con los dientes apretados. “No hay lugar para la gratitud en algo tan
imprudente. Pero en lo que a mí respecta personalmente, deseo agradecerles aquí y ahora. Sin
sus acciones, no hay duda de que habríamos perdido a nuestro querido amigo”.
Otro hombre se levantó y se unió a Sir Clark en el suelo, a mis pies. A juzgar por su
heridas, supuse que era uno de los nuevos reclutas.
“Me avergüenza mucho que Su Alteza me haya salvado la vida”, dijo, apenas respirando
antes de agregar: “A pesar de nuestros propios fallos, al final no tuvimos que perder a nuestro
comandante. ¡Gracias, alteza!
Luego vino un caballero que había estado en la sala de estrategia, junto con uno de la vanguardia,
y luego un nuevo recluta detrás de él. Fue como si una presa hubiera estallado. Uno por uno,
vinieron a inclinarse ante mí y ofrecerme su gratitud. Al poco tiempo, todos en la sala,
excepto el hijo del comandante que estaba en la parte de atrás, se inclinaban ante mí.
El comandante se quedó helado, mirando boquiabierto a todos los caballeros que profesaban su agradecimiento.
todavía estaba vivo. Para mí, simplemente demostró lo amado que era.
Entonces, finalmente… su hijo se movió. Se levantó lentamente y se acercó al resto de

los caballeros desde atrás. Aunque obviamente no tenía experiencia en este tipo de sutilezas,
se inclinó en la misma reverencia silenciosa que las tropas.
La boca del comandante Roderick se abrió cuando su hijo se unió a la extraña
procesión.
Al ver el rostro del comandante, Sir Clark soltó una risita. "Creo que es hora de que nos
vayamos", dijo en voz baja. Se levantó e hizo una señal a los caballeros para que lo siguieran
fuera de la habitación.
Cada caballero se turnó para despedirse de mí antes de irse. Al final, sólo

Sir Clark permaneció, el último en alcanzar al comandante Roderick al salir.
“Um…” comenzó el hijo del comandante. Él estaba mirándome fijamente ahora

que la mayor parte de la habitación estaba vacía. “¿Puedo… decir algo también?”
A diferencia de cuando estaba en la sala de estrategia exigiendo que salváramos a su padre, el

El chico habló recatadamente ahora, en voz baja y vacilante mientras esperaba permiso.
"Oye", comenzó el comandante Roderick, pero el vicecomandante lo detuvo.
“Sí, adelante”, dije.
El chico empezó lentamente, un pensamiento a la vez. "Gracias por salvar a papá... quiero
decir, mi padre", dijo, volviendo la cara con timidez. Su largo cabello caía sobre su hombro y llegaba
hasta el suelo. "—nosotros... y... ¿para mí?"
"¿Qué es eso?"
Estaba demasiado callado para oír. Se sentó, pero mantuvo los ojos pegados al suelo.
“Yo… tengo un poder especial. Pero no es... un poder que pueda ayudarme a ser un caballero,
como el de mi padre. Lo único que sirve es para hacer crecer las cosechas… Su Alteza”.
El niño estudió sus manos. No había notado las manchas de suciedad hasta ahora, pero
se destacaron mientras el hijo del comandante se movía inquieto. Detrás de él, el Comandante
Roderick parecía estar haciendo todo lo posible por contener sus palabras, a pesar de que claramente
deseaba hablar, y algunos de los caballeros que se habían ido estaban espiando de nuevo dentro
de la habitación.
“No me parezco en nada a papá”, dijo el niño. “Soy una completa basura…”
Golpeó el suelo con el puño un par de veces, como si golpeara el suelo en lugar de sí mismo.
La sangre empezó a mancharle la mano junto a la tierra.
Despertó el recuerdo de nuestro primer encuentro. Había gritado insulto tras insulto a su padre en ese
momento, pero tal vez había estado dirigiendo esos insultos a sí mismo todo el tiempo. ¿Cuánto odio y
dolor se había infligido a sí mismo?
El comandante estaba apretando los puños ahora, mirando a su hijo con expresión de dolor.
expresión. Pero lo que vino después cambió su rostro por completo.
“Voy a seguir entrenando”, dijo el niño. “Aprenderé de las estúpidas lecciones de papá.
Entrenaré, pero…”
El chico levantó la cabeza por primera vez. Su cabello caía sobre su rostro, pero
sus ojos todavía me taladraban.
“¿Puedo… puedo convertirme en un buen caballero como papá algún día?” Las lágrimas brillaban
detrás de la cortina de su cabello. Su voz era ronca cuando añadió: "¿Incluso si empiezo ahora?"
Respondí a su grito. "Sí tu puedes." Ante eso, se quedó helado.
No ofrecí ese consuelo a la ligera; Convertirse en caballero no fue tarea fácil.
Probablemente había miles de personas en este reino incapaces de lograr ese sueño. Pero nada de
eso cambió lo que vi.
Estaba seguro de que el niño se convertiría en un caballero, un excelente caballero como su padre.
A pesar de su propio odio hacia sí mismo, se mantuvo erguido y se aferró firmemente a su sueño. Incluso
viviendo a la sombra de su padre, no retrocedió.

“Incluso si todos en este mundo rechazan tu sueño, siempre lo apoyaré”, dije. “Creo que puedes
convertirte en un caballero tan maravilloso como tu padre. A partir de hoy, mientras viva, esperaré el
día en que me encuentres nuevamente en esta habitación como un caballero”.
Di un paso hacia el niño que lloraba. A través de su cabello, sus ojos nunca me abandonaron.
"Déjame ver tu cara", dije mientras me agachaba frente a él. Extendí la mano y
Separó suavemente su largo y brillante cabello plateado.
Un par de ojos de un azul profundo me esperaban debajo, al igual que los ojos del comandante.
Aunque era mayor que yo, parecía un niño pequeño cuando lloraba y le acaricié el pelo con la
esperanza de consolarlo.
"Prometeme algo. Mientras esté vivo, estaré esperando que te conviertas en un caballero como tu
padre. No, estaré esperando que te conviertas en el tipo de caballero que sueñas ser. Así que cuando
llegue ese momento, por favor protege a la gente de este reino, a quienes amo tanto, y también a mi
querida familia”.
Puse mis manos en sus mejillas. Su piel estaba cálida y húmeda de lágrimas. Él
Tembló levemente, todavía ardiendo de determinación.
"Yo... no sé si... alguien como yo... podría hacer eso..." Le goteaba la nariz.
pero ni siquiera parpadeó cuando encontró mi mirada.
“Sí, puedes”, le aseguré. “Puedo ver lo bondadoso que eres cuando lloras por tu familia. He visto
tus manos desgastadas por el trabajo duro. Y encima de todo eso…”
Tomé su mano entre la mía. A diferencia de mis manos pequeñas y frágiles, las suyas eran grandes y fuertes,
entrecruzado de raspaduras y ampollas que debieron provenir de labrar los campos en sus
trabajos agrícolas. El chico se quedó boquiabierto ante el contacto, pero solo le di un suave
apretón. Era mi turno de instarlo. El niño encontró muchos defectos en sí mismo, pero aun así
aspiraba a ser nombrado caballero. Su ambición era palpable, todo su cuerpo irradiaba este admirable
deseo.
"Puedo ver lo mucho que deseas volverte fuerte", dije. “Tendrás éxito.
Estoy seguro de ello."
Una nueva ola de lágrimas se derramó por sus mejillas. “¡Ngh! ¡Ah!" Él volvió su rostro
Se alejó, sacudió la cabeza y dejó escapar un grito sin palabras. Pero entonces, de un trago,
Luché entre lágrimas para hablar.
“Lo haré”, dijo. “No importa cuántos años sean necesarios. ¡Me convertiré en caballero!
Y luego... Él le devolvió el apretón, con las manos cálidas, fuertes y ligeramente temblorosas.
“¡Y luego permíteme protegerte por el resto de mi vida!”
Tenía los ojos rojos por el llanto, pero se mantuvo firme mientras esperaba mi respuesta.
¿A mí? ¿Por qué yo? ¿Cuál era el punto de proteger a la niña que crecería hasta convertirse en una
reina malvada y atroz? A pesar de mis dudas, no podía negar la firme determinación del chico.
Sonreí. "¿Puedo saber tu nombre?"
"Arthur... Arthur Beresford, Su Alteza".
Arturo. Jadeé cuando escuché ese nombre.
Arturo Beresford.
¿Arturo? ¡Él es el Comandante Arthur, un interés amoroso del juego!
De la nada, recordé a Arthur y cómo había hablado del día en que el acantilado se derrumbó en
ORL. En el juego, Arthur sirvió como comandante de los caballeros.
Sin rival en su destreza física, fue el único interés amoroso que logró derrotar a Pride, el mortal jefe
final, en un concurso de espadas. ¡Su poder especial no fue inútil en absoluto! El podria…
Muchos detalles del juego inundaron mi mente. Pero ahora no era el momento para
eso. Lo dejé todo a un lado y me concentré en el presente.
"¿Princesa Orgullo?" Arthur estaba parpadeando hacia mí.
Arturo. No podía creer que el hijo del comandante fuera realmente uno de los jugadores del juego.
intereses amorosos. Pero…
De repente, mi sonrisa se hizo más amplia. ¡Qué alivio saber que realmente lo hará!
conviértete en un caballero.
"Arturo", dije. “No creo que tenga que esperar mucho para cumplir nuestra promesa de
Hacerse realidad."
Inclinó la cabeza hacia un lado confundido. Tal vez estuvo mal por mi parte ir
pero quería desesperadamente ofrecerle al niño algo de consuelo y motivación.

después de todo lo que había pasado.
"Acabo de tener una premonición", le informé, sosteniendo su mano aún más fuerte.
“Te convertirás en un buen caballero en un futuro próximo. Todos, incluyéndome a mí,
reconocerán tu fuerza. Creo que te convertirás en un caballero digno de protegerme”.
"Qué…?" soltó. Las lágrimas que llegaron esta vez fueron mucho más tiernas, más suaves.
“Te estaré esperando, Arthur. Sin embargo…"
Estaba seguro de que Arthur se convertiría en un caballero maravilloso, como en el juego.

Pero eso significaba que había algo más que tenía que decirle. Me incliné hacia delante y le
susurré al oído a Arthur.
“Si alguna vez me miras y ves a un enemigo del pueblo, no debes

Dudé en reclamar mi cabeza con tu espada”.
Por el bien del reino, vuelve tu espada contra mí.
Arturo se quedó estupefacto. Intenté soltarle las manos y ponerme de pie, pero él tiró.
yo de vuelta hacia él. "¡¿De qué estás hablando?!" gritó.
Oh no, eso volvió a sonar como una amenaza, ¿no?
"No te preocupes, esa última parte no fue una premonición", respondí, tratando de sonreír
mientras le dejaba tomar mis manos entre las suyas. “Debes convertirte en el tipo de caballero
que usa su espada para proteger a sus seres queridos. Ese es mi deseo para ti”.
Por favor protege a Tiara. Por favor protege a mi familia y a la tuya y a toda la gente de
esta tierra. Protégelos de la amenaza que algún día representaré para ellos.
Arthur se quedó sentado en silencio por un tiempo, pero finalmente asintió en señal de acuerdo.
y una vez más.
“Entiendo”, dijo. “Algún día me convertiré en un caballero. yo protegeré
usted y sus seres queridos. Protegeré a mamá, papá y a toda la gente del reino con todo lo que esté
en mi poder. ¡Ese es el tipo de caballero en el que me convertiré!
El Vicecomandante Clark se había acercado durante nuestra conversación, y ahora

Puso sus manos sobre los hombros de Arthur.
"¿Nos vamos?" preguntó suavemente.
Detrás de él, el comandante lloraba. No sabía cuando empezó. Se cubrió los ojos con esas grandes
manos suyas, pero las lágrimas se colaron entre los espacios de sus dedos.
Intenté acercarme a él, pero me dijo: "Su Alteza..."
"¿Sí?"
El comandante cayó al suelo a mis pies, presionando su frente contra el suelo con un ruido sordo.
"Gracias por salvar mi vida. Estoy tan feliz de poder ver a mis amigos, a mis tropas. Mi familia…” Los
sollozos interrumpieron sus palabras, y encontré su voz ahogada sorprendentemente similar a la de Arthur,
pero siguió adelante. “Pero más que eso… ¡Mi hijo se convertirá en caballero! Apenas puedo creer lo que
oigo”.
Arthur miró boquiabierto a su padre, sorprendido nuevamente por esta exhibición. Por un
momento, la habitación quedó en silencio aparte de los sollozos. Entonces el comandante forzó una frase
más: “¡Me alegro tanto de estar vivo!”
Me hizo más feliz que cualquier cosa que hubiera escuchado en todo el día. Las lágrimas picaron en
mis ojos. Me incliné para rodear con mis brazos al comandante, que estaba acurrucado tan pequeño
que incluso yo sobresalía sobre él.
Ese cuerpo había salvado y protegido a tanta gente. Sus tropas, los rangos superiores de la orden y
su familia lo amaban mucho por los sacrificios que había hecho una y otra vez por ellos.
Y, sin embargo, a pesar de todo lo que hizo, el comandante no sobrevivió al juego.

En ORL, los emboscadores rodearon al comandante Roderick. Entonces el acantilado

se derrumbó. Nunca tuvo la oportunidad de salvar a sus tropas o reconciliarse con su hijo.
Entonces me di cuenta del dolor que debió llevar en su corazón el Roderick del juego al morir ese
día.
Pero en este mundo, pude salvarlo.
"¡Gracias a dios!"
Abracé al comandante con fuerza, dejando que mis lágrimas fluyeran.

***
"Su Majestad, ¿puedo preguntarle algo?" dijo un caballero.
Estaba al lado de la reina, a mi lado, excepto que esta vez no era yo. Este fue el orgullo del
juego. Estaba viendo una escena, incapaz de cambiarla de la forma en que había comenzado a
cambiar las cosas en el mundo ahora. El hombre miró al frente en lugar de a la reina
mientras expresaba su pregunta.
“Cuando ese acantilado se derrumbó hace siete años… ¿Crees que eso fue realmente un
¿accidente?"
“¿Qué acantilado sería ese?” respondió la reina, aburrida.
Me tomó un momento, pero finalmente reconocí al caballero. Este era Arthur, su

Llevaba el pelo corto para parecerse más a su padre. Finalmente logró convertirse en el
comandante de los caballeros, y esta fue la escena en la que buscó la verdad de Pride. Sí, lo
recordaba bien... Esta horrible escena.
“Oh, por supuesto que fue un accidente”, dijo Pride, con voz carente de emoción. "I
Lo vi en una premonición incluso antes de que sucediera”.
“¿Una premonición? Entonces lo sabías de antemano. Entonces, ¿por qué enviaste a la

vanguardia a los acantilados en lugar de ordenarles la evacuación?
“Porque esos emboscadores fueron tras mis caballeros, lo cual no es diferente a perseguirme
a mí. Imperdonable. Todos tuvieron que morir. En realidad, una muerte rápida, una vez que los
acantilados cayeron. Si hubiera dado la orden de evacuar, los atacantes podrían haber
sobrevivido, ¿sabe? El orgullo reveló todo esto sin vergüenza. De hecho, ella sonrió.
Arthur apretó sus puños temblorosos, claramente reprimiendo la ira y el odio. Como
el comandante de la orden, era responsable de la seguridad de todos sus
caballeros. Pero ni siquiera pudo levantarle la mano a la reina, y parecía que ella lo sabía muy bien.
Aunque ella había revelado todo esto en una escena de flashback, estaba dolorosamente
Recordé cómo ella era... yo era... un completo demonio.
En el juego, cuando Arthur vio cómo esos acantilados se desmoronaban sobre su padre, Pride
simplemente dijo: "Mi más sentido pésame". Al igual que yo, ella sabía que el colapso era inminente.
Pero de todos modos envió a la vanguardia a los acantilados.
La escena cambió de repente.
"Ngh... Mngh... Ah..."
Una vez que Stale regresó, Arthur fue libre de dejar el lado de Pride. él se escapó
pero no llegó muy lejos, de pie bajo la lluvia torrencial tratando de hacer frente a las malvadas
palabras de la reina. Ella había dejado morir a su padre y a todos esos caballeros, y Arthur era
completamente incapaz de hacer algo al respecto.
Ahora Pride habló de esa horrible tragedia como si fuera un medio de

entretenimiento.
La odiaba a ella y a sí mismo, pasado y presente. ¿Cómo podría ella no hacer nada?
¿Cómo pudo quedarse impasible y dejar morir a tanta gente de su pueblo? Peor aún, ¿cómo
podría seguir sirviendo a una reina así?
Alguien, por favor sálvelo. No ha hecho nada malo. Apurarse. Date prisa y sálvalo.
Sólo tenía una oportunidad de salvación, una oportunidad de sanar su corazón roto.
y esa era la segunda princesa. Tiara.
***
"Urgh..."
Gemí mientras me miraba en el espejo, observando mis párpados pesados. Bueno, eso era de
esperarse después de lo mucho que lloré ayer. Aunque esa pesadilla tampoco me había ayudado a
recuperarme exactamente. Cuando Lotte me llamó para desayunar, gemí de nuevo,
temiendo enfrentarme a todos en ese estado. Temía comer fuera de mi habitación.
“Te ves mucho más hermosa que hace dos días, toda cubierta de tierra.
así”, dijo Lotte riéndose cuando me quejé.
Llamé a Mary, la criada veterana, y traté de explicarle mi dilema nuevamente.
"Sólo el Príncipe Stale y la Princesa Tiara estarán allí hoy, así que no te preocupes".
María me aseguró. "La reina y el príncipe consorte no volverán hasta esta tarde".
Parecía que allí tampoco encontraría simpatía. Sin otra opción, les dejé
Me hizo salir de la habitación y encontré a Tiara y Stale esperando en el pasillo.
"Buenos días, hermana mayor".
"Buenos días, Orgullo".
Sonrieron cuando me saludaron y yo les devolví la sonrisa.
“¿Cuáles son tus planes para hoy, Pride?” Dijo rancio. Tomó mi mano mientras
caminábamos por el pasillo. Fue amable de su parte ofrecerme una mano firme de esa manera,
pero deseaba que le diera prioridad a Tiara.
"Tengo que devolver la chaqueta que me prestó el comandante Roderick".
Le había pedido prestada la chaqueta después de que se derrumbaron los acantilados.

No sólo estaba cubierta de barro, sino que también estaba manchada de sangre del
comandante y de los atacantes. Afortunadamente, Mary había podido limpiarlo en sólo dos días.
"Entonces te acompañaré", dijo Stale.
“A mí también me gustaría ir”, añadió Tiara.
Nos acercamos al siguiente paso y esta vez cada uno de ellos tomó una mano.
Ambas se habían vuelto bastante pegajosas después de ayer, lo cual era un
poco vergonzoso para mí como hermana mayor. Me había comportado como un
tonto, gritándole al comandante, haciendo esa promesa con Arthur, incluso rompiendo a
llorar con el comandante Roderick. Además, había habido todo ese negocio con el hijo del
comandante. Durante el desayuno, recordé los nuevos recuerdos que había adquirido de él
en mis sueños.
Arthur Beresford tenía veinte años en ORL, lo que le hacía cuatro años.
mayor que Tiara. Al igual que su padre, Arthur era un comandante apuesto y heroico
con cabello corto plateado y ojos de un azul profundo.
A diferencia de aquí, en el juego, el comandante Roderick nunca sacó el pie de debajo

de la roca. Desesperado por proteger a sus tropas hasta que llegaran refuerzos, luchó solo
contra sus torturadores sin una sola arma mientras el joven Arthur tenía que mirar. Aunque
la vanguardia finalmente llegó, para alivio del niño, los acantilados se derrumbaron
inmediatamente después y aplastaron a su padre en el deslizamiento de tierra. Roderick
y Arthur nunca lograron reconciliarse en el juego, y Arthur nunca pudo demostrar que podía
convertirse en caballero.
Pride, que ya era reina en ese momento, se abrió paso en la estrategia.

habitación el día de la emboscada y dio sus propias órdenes crueles. Incluso exigió
que la vanguardia luchara contra los atacantes en los acantilados en lugar de ayudar al
comandante, quien se defendió incluso cuando los acantilados comenzaron a caer.
Y todo lo que Pride dijo ante el dolor de Arthur fueron esas dos frías palabras: "Mi
condolencias”.
Más adelante en el juego, cuando Arthur le preguntó sobre la verdad de lo sucedido.

Ese día, ella se rió y le dijo que envió a la vanguardia a los acantilados aun sabiendo
gracias a su precognición que se derrumbarían. Su deseo de eliminar a cualquiera que la
desafiara superaba con creces cualquier pizca de compasión por sus propios caballeros.
“El terreno allí siempre estuvo suelto”, dijo Arthur, sus palabras llenas de
desesperación y odio. “Y ahí fue donde mi padre perdió la vida. Pero morir así, abandonado sin
ningún motivo, nunca debería haber sucedido…”
El dolor de Arthur en el juego fue tan grande que incluso rechazó a Tiara al principio,
diciendo: “Por favor, no me toques. No quiero que nadie que comparta la sangre de esa mujer
me ponga las manos encima”.
En la horrible escena con la que soñé, Arthur destacaba bajo la lluvia y

Lloró sola hasta que Tiara corrió a su lado, convenciéndolo de hablar sobre su dolor y al
mismo tiempo respetando su deseo de que ella se abstuviera de tocarlo. En ese
momento, ella era como una diosa enviada del cielo.
Desearía haber recordado esto antes, pero todo esto sucedió en el

primer juego. Y Arthur cuando era niño no se parecía mucho al personaje del interés
amoroso. Se parecía mucho más a su padre en el juego y hablaba más formalmente, como
el caballero que era. Cada vez que Tiara elogiaba a Arthur
conducta, la descartaría como “una simple imitación de su padre”.
De hecho, fue el fallecimiento del comandante lo que lo motivó a buscar el título de caballero
en el juego. Ese día encendió un fuego en él, un deseo ardiente de sentirse más cerca de su difunto
padre y descubrir toda la verdad de lo que Pride había hecho. El era un
hombre atrapado en continuo tormento, anhelando imitar a su padre y convertirse en el perfecto
caballero, el perfecto comandante.
Logró ese objetivo en el decimosexto cumpleaños de Tiara. Desde el momento en que
conoció, ella comenzó a sanar su corazón. Por lo que puedo recordar, hablaba muy duramente
cada vez que Tiara estaba en problemas y cuando derrotó a Pride al final. El contraste entre su lado
brusco y tierno le valió muchos fanáticos entre los jugadores de ORL.
"Mi papá... era mi papá, y aunque he pretendido ser él, todavía sigo siendo
yo”, dijo más adelante en el juego.
Recordar todo esto también significó que recordé más acerca de su poder especial, que estaba
lejos de ser "inútil", como él afirmó. Tampoco entendía bien el poder del juego. Quizás tendría que
decírselo, pero sólo más tarde.
Descubriría la verdad cuando cumpliera los veinte años en cualquier caso.
"Orgullo, ¿por qué no te mueves?"
La voz de Stale me devolvió a la realidad. Parpadeé y me di cuenta de que estaba sentado
congelado en la mesa, con el tenedor parcialmente levantado. Tiara y Stale me lanzaron miradas
nerviosas.
“Hermana mayor, ¿tienes algo en mente?” me preguntó Tiara.
"Ssí, verás, solo me preguntaba si a Arthur le está yendo bien".
No podía decirles toda la verdad: que estaba recordando su historia de fondo desde
el juego. Pero realmente estaba preocupada por Arthur. Mis hermanos se miraron y luego sonrieron
al unísono.
"Estoy segura de que el señor Arthur estará bien", dijo Tiara.
“Tiara tiene razón. Hiciste mucho por él, Pride”, añadió Stale.
Debieron referirse a mi premonición de que él se convertiría en caballero. Claro, ese no era el tipo
de cosas que la realeza usualmente otorgaba a los plebeyos, pero aun así...
"No fue nada. Si algo tan simple le sirvió de motivación, eso me hace muy feliz”. Forcé otra
sonrisa, pero no parecía que estuviera engañando a ninguno de los dos.
“¿Qué diablos quieres decir?” Dijo rancio.
"Mostraste tanta compasión por un niño que era un completo extraño", señaló Tiara.
Algo en sus comentarios tenía implicaciones adicionales.
"Eres una persona maravillosa, hermana mayor".
"Deberías sentirte más orgulloso de tus acciones".
Sus elogios estuvieron cargados de suaves reprimendas. Mis hermanos eran almas tan amables.
Stale ofreció un comentario más sobre el asunto. “Además, me gustaría convertirme

más cerca del señor Ar... y de Arthur también. Un atisbo de sonrisa apareció en sus labios.
Stale y Arthur nunca desarrollaron una relación real fuera de su trabajo en el juego. De hecho,
Stale una vez llamó fríamente a Arthur "difícil de utilizar". Sus interacciones no fueron nada
agradables.
"Veo una oscuridad de increíble profundidad en ese hombre", le dijo Arthur a Tiara en el
juego, instándola a no confiar en Stale. Sin embargo, aquí estaba Stale, profesando su deseo de
hacerse amigo de Arthur. No pude evitar sentir una punzada de preocupación al saber
cómo se desarrolló su relación en el juego, pero con suerte no comenzarían a pelear desde
el principio. La sonrisa de Stale parecía genuina, pero también… pensativa.
Después del desayuno, completamos las lecciones del día con nuestros tutores. Al final de
Ese día, mis ojos ya no estaban tan hinchados.
Después de todos nuestros deberes, nosotros tres, junto con Jack y algunos otros guardias,
Abordó un carruaje con destino al campo de entrenamiento de los caballeros. Los hombres
siguieron sus pasos como de costumbre, incluso dos días después de la emboscada. Menos los
reclutas heridos, por supuesto.
Saliendo del carruaje, nos dirigimos hacia el terreno. El vicecomandante Clark, que había
estado supervisando los ejercicios, corrió a nuestro encuentro.
“¡Princesa Orgullo! Junto con el Príncipe Stale y la Princesa Tiara también”, dijo.
“Buenos días, vicecomandante”, dije. “Lamento pasar por aquí tan de repente. Me gustaría
para devolver algo que tomé prestado del comandante. ¿Está por aquí hoy?
Herido o no, el comandante Roderick no parecía del tipo que se queda tirado por ahí.
y descansar. En todo caso, seguramente estaría aquí, en el campo de entrenamiento.
“Sólo un momento, por favor. ¡Que alguien llame al comandante Roderick! Señor
Ordenó Clark. "La princesa Pride ha venido de visita".
Varios caballeros respondieron todos a la vez, todos tratando de acercarse para verificar la
reclamarse a sí mismos.
"¡¿La princesa Pride está aquí ?!"
"¿La princesa nos está visitando?"
“¡Oye, no me presiones, idiota! ¡Yo estaba aqui primero!"
Los hombres se apiñaron detrás del vicecomandante, tratando de mirarme.
Sintiéndome completamente pequeña, luché por no alejarme de sus ojos.
Los caballeros se arrodillaron, pero siguieron mirándome con avidez. ellos me habian visto
los últimos tres días seguidos, pero parecían tan afectados como la primera vez. Si querían mirar a
alguien, ¿por qué no admirar la belleza de Tiara?
"Princesa Pride, ¿qué te trae hoy a nuestro campo de entrenamiento?"
“Princesa Pride, permítame presentarme. Mi nombre es Alan."
"¡No actúes tan familiarmente con la princesa!"
“Su Alteza, ¿podría hacerme el honor de entrenar conmigo?”
"¡Se supone que no debemos hablar de eso, idiota!"
Sus peticiones, ofertas y elogios se superpusieron en una cacofonía. me volví hacia
Rancio en busca de ayuda.
"No sorprende que seas tan popular, hermana mayor", dijo Stale con una sonrisa.
¡Ese no es el problema aquí! ¡Por favor ayúdame un poco!
Todavía estaba dando vueltas buscando las palabras adecuadas para todos los caballeros.
solicitudes cuando vi al comandante corriendo hacia nosotros.

De hecho, aquí estaba Roderick Beresford, padre de Arthur, un interés amoroso en el
juego.
“¡Mis disculpas por el retraso, alteza!” él llamó. Se unió a los otros caballeros y se arrodilló mientras
intentaba recuperar el aliento. Una mancha roja le marcaba la frente.
No debería preguntar por la frente, ¡pero tengo muchas ganas de hacerlo!
"Lamento que el comandante deba presentarse en tal estado, alteza", dijo Sir Clark. "Ha estado
descansando debido a sus heridas, pero aparentemente todavía quiere entrenar con el resto de nosotros
y, bueno..." El vicecomandante se calló y se rió entre dientes. “Bebió demasiado anoche y,
además, comenzó a entrenar a su hijo al amanecer de esta mañana y luego se presentó en el campo de
entrenamiento de esta manera. Ha estado descansando adentro hasta ahora”.
"¡Clark!" Dijo el comandante Roderick, con el rostro sonrojado.
Sir Clark parecía totalmente imperturbable. “Los padres cariñosos pueden ser tan
molesto."
Fue agradable ver al comandante tan animado y escuchar que se encontraba bien.
términos con Arthur ahora.
"No estuve bebiendo solo hasta el amanecer, ¿verdad?" Comandante Rodrigo
replicó. Una vez más, no logró alterar la calma de Sir Clark.
“¿Entonces Arthur ya está recibiendo entrenamiento?” Yo dije.
“Sí, alteza”, dijo el comandante Roderick. “Se levantó al amanecer sólo para
tren. Mi esposa quedó tan sorprendida como yo al ver eso”.
El comandante sonrió para sí mientras contaba la historia. Los Caballeros
detrás de él lucían sonrisas similares. Me imaginé que estaban encantados de escuchar a su
oficial al mando mimar a su precioso hijo.
“Es tan hábil con la espada que nunca imaginarías que han pasado años desde que
la última vez que sostuvo una espada”, dijo efusivamente el comandante Roderick. Los caballeros
detrás de él se rieron. “¡No te rías! Oh, pero eso me recuerda. Bueno, supongo que también puedo
contarles esto a mis caballeros... Incluso esta mañana, mi hijo todavía estaba hablando de esto.
Su Alteza y cómo...
“¡Cállate, papá estúpido! ¡¿Por qué diablos les estás diciendo eso?!”
Un grito interrumpió al comandante a mitad de la frase. Me giré hacia el sonido, sólo

para encontrar a un Arthur con la cara sonrojada.
"¿Qué? ¿Qué estás haciendo aquí?" Dijo el comandante Roderick.
"Fuiste y dejaste esto en casa después de que terminamos de entrenar, y tuve que venir
Te lo traigo”, dijo Arthur. “¡Eres el peor, papá estúpido! ¡Será mejor que empieces a
disculparte conmigo!
Arthur arrojó una espada hacia su padre como si fuera un saco de patatas y no
una hoja afilada.
“Ya veo”, dijo el comandante Roderick. “Lamento haber olvidado mi espada, pero, hijo…”
"¡En serio, no puedo creerte!" Arthur interrumpió. Después de reprender al comandante,

dirigió sus ojos hacia mí. “Princesa Pride, sobre ayer…” Todo el calor había desaparecido
de sus palabras. En un instante, había pasado de ser un niño furioso a un súbdito
arrepentido de la princesa heredera.
"Buenas tardes, Arthur", dije con una sonrisa. Intenté tranquilizarlo, pero su rostro se
sonrojó en el momento en que me dirigí a él. "Me alegra ver que te ves bien".
"Gracias."
Era difícil creer que este fuera el mismo chico que conocí ayer en el salón del
trono. Quizás no podía hacer nada para evitar sentirse nervioso con alguien de mayor
estatus social, pero deseaba que no me tratara de manera diferente sólo por eso.
Además, a diferencia de ayer, hoy pude ver su rostro completo. Llevaba su largo plateado
Esta vez el cabello recogido en una cola de caballo. Ahora que lo veo así,
definitivamente puedo decir que es el mismo Comandante Arthur del juego.
"Me iré ahora", dijo Arthur, desviando la mirada.
“Oh Dios, Arturo. ¿Está usted seguro de eso? ¿No quieres quedarte y hablar con
¿Su Alteza un poco más? Dijo Sir Clark, con un tono burlón en su voz.
“¡Cállate, Clark! ¡Te patearé el trasero si vuelves a decir eso! Gritó Arthur, volviendo a sus
gritos ruidosos. En cambio, se volvió hacia mí. "Podremos hablar una vez que me una oficialmente a
la orden". Con eso, me ofreció una breve reverencia e hizo ademán de irse.
Arthur no podría participar en los ejercicios de entrenamiento hasta que se uniera a la orden, por
supuesto. Estaba de visita hoy como pariente del comandante, pero por lo general, cualquiera a quien
se le permitiera entrar al cuartel general tenía que tener un historial de entrenamiento intenso
en su haber. Debe haber sido por eso que él y el comandante estaban practicando juntos
en casa. Deseaba que hubiera algo que pudiera hacer por ellos...
"Por favor, espere un momento." Stale de repente habló, deteniendo a Arthur en seco
mientras intentaba irse. Arthur se giró, parpadeando ante la sonrisa con la que Stale lo saludó.
"Si tienes tiempo, ¿te importaría unirte a mí en mi propio entrenamiento?"
Fue una pregunta tan casual, pero apenas podía creer lo que oía.
Claro, dijo que quería acercarse más a Arthur, pero ¿y si

¿Convertirse en enemigos como en el juego?
El comandante Roderick parecía tan sorprendido como yo. "Príncipe Stale, lo que sea
¿Quieres decir?"
"He estado buscando un compañero con quien practicar", explicó Stale. "Señor. carl es
Soy un hombre ocupado, por lo que no he podido entrenar con él fuera de mis lecciones, lo cual es
muy desafortunado. ¿Qué dirías de intentarlo más tarde hoy? Si le conviene, incluso podríamos
convertirlo en un acuerdo regular. Puede parecer extraño practicar métodos que no son utilizados por
la orden real, pero creo que estudiar una amplia gama de técnicas de lucha nos ayudará a ambos a
volvernos más fuertes”. Stale le ofreció la mano a Arthur.
“Más fuerte…” reflexionó Arthur, luego extendió la mano y apretó la mano de Stale.
Sabiendo lo que sabía sobre el juego otome, este fue un acontecimiento impactante.
“Muy bien entonces, señor Arthur. Una vez que mi hermana mayor termine con su recado,
Únase a nosotros en el carruaje. Está bien, ¿no es así, comandante?
El comandante Roderick necesitó un momento para recuperarse antes de decir: "De

curso."
"¡Oh!" Tiara jadeó. "Así es. Aquí tienes, hermana mayor”. Ella me entregó un
paquete, y recordé para qué habíamos venido aquí en primer lugar.
Le di las gracias y luego le presenté el paquete al comandante. "Este es el

chaqueta que me prestaron el otro día. Gracias de nuevo por prestármelo”.
El aturdido comandante tomó el paquete y lo desenvolvió para encontrar su chaqueta.

adentro. "¡No!" Soltó una carcajada antes de girar la cara, pero sus hombros
temblaron de alegría. Seguramente estaba recordando ese incidente vergonzoso cuando
me recogió delante de todos sus caballeros.
Las tropas que nos rodeaban se taparon la boca y desviaron la mirada, pero estaba claro
que la risa del comandante había reavivado el recuerdo en ellos también.
El calor subió por mi cuello y apreté los puños.
“¡Ppor favor deja de reírte!” Lloré. Pisoteé mi pie, pero los caballeros también lo estaban.
muy lejos ahora. Stale y Tiara tenían la cabeza ladeada con perplejidad.
"¿Papá se está riendo?" Murmuró Arturo.
Las pequeñas risas estallaron en carcajadas y no hubo nada que pudiera decir.
podría hacer para detenerlo más. Metí a Stale y Tiara de regreso a nuestro carruaje con
un apresurado: "Estaremos en camino ahora".
Los caballeros nos despidieron apropiadamente, por supuesto, pero aún así sonreían
y se mordían los labios. Les devolví la mirada.
¡No le digas a nadie ni una palabra de ese incidente! Yo dije. Los hombres
Asintieron en señal de acuerdo... mientras se reían disimuladamente.
Me sentí muy aliviado de volver a subir al carruaje con Stale, Tiara y Arthur. Después
de un momento, el conductor agitó las riendas y nos envió de regreso al castillo y lejos de los
caballeros que se reían tontamente.
Qué situación tan humillante fue esa... Tal vez debería tener algo nuevo.
Ropa hecha por si alguna vez necesito más movilidad.
Sin embargo, al menos algo bueno salió de esa visita. Mi vergüenza a un lado,
Stale ganó un valioso compañero de entrenamiento en Arthur a partir de ese día. Eso me
desvió aún más del rumbo en comparación con los acontecimientos del juego. En esto
En ese momento, no tenía idea de adónde llevaría todo esto.
***
“¡Váyanse al infierno, matones! ¡No toques a mi papá!
Me dolía la garganta.
¿Dónde estoy?
En la proyección frente a mí, un grupo de hombres amenazadores rodearon a mi papá.

Le apuntaron con sus armas mientras papá gritaba para evitar que persiguieran a los nuevos
reclutas.
Bien. Estaba en la sala de estrategia de la sede de la orden.
¿Cuánto tiempo llevaba gritando? Los minutos pasaron sin esperanza de refuerzos para llegar y
salvar a papá. La vanguardia llegó tarde. Después de una hora de esto, a papá se le estaba acabando
la munición y apenas aguantaba. El rojo tiñó su uniforme blanco, el uniforme que siempre llevaba
con tanto orgullo, el uniforme que tanto admiraba.
"Sólo un poco más", dijo Sir Clark. "Espera un poco más, y el

La vanguardia...
Pero entonces, una chica habló por encima del vicecomandante. “Aquí están sus órdenes.
Coloca a todos los miembros de la vanguardia en la cima de los acantilados”. Intenté averiguar
quién era ella, pero su rostro estaba demasiado borroso en la proyección.
"Pero Roderick y las tropas no podrán..."
“La vanguardia puede matar primero a los enemigos en los acantilados, ¿no lo ves? ¿O planeas
desafiar una orden de la reina, vicecomandante?
¡Tienes que estar bromeando! Aunque papá ya está medio muerto. ¿No puedes ver eso, o
¿estás ciego? ¡Papá ya casi no puede gritar!
Estaba a punto de refutar a la reina cuando Sir Clark me agarró.
"Muy bien", dijo con manos temblorosas.
Casi no podía creer lo que estaba escuchando. La reina planeó dejar morir a papá.
Pero entonces la vanguardia llegó a las cimas de los acantilados, ofreciendo una nueva ola de
esperanza mientras se enfrentaban al enemigo. Lloré para que acabaran con los atacantes lo más
rápido que pudieran y salvaran a papá.
"¡Los acantilados!" Gritó papá.
La imagen de la proyección se volvió borrosa cuando los propios lados de los acantilados
comenzó a temblar.
“¿Qué…? Papá... ¡Papá, corre! I grité.
Grité tan fuerte que podía sentir el sabor de la sangre en la boca. Pero el colapso cortó el
transmisión corta. Papá nunca me escucharía. Y ni siquiera intentó
correr.
Comenzaron a llover escombros, pero papá simplemente ordenó a las tropas detrás de él que
se retiraran. Llegó demasiado tarde. El ruido de las rocas aplastadas ahogó sus gritos de miedo y
dolor mientras el acantilado los consumía.
"¡Correr!" Papá gritó una y otra vez con la última energía que pudo.
reunión. Y luego…
“¡Roderick!”
Esta vez fue Sir Clark quien gritó. Una sombra bloqueó la transmisión mientras algo se
cernía sobre papá. Miró hacia los acantilados con una sombría comprensión. Luego extendió una
mano hacia nosotros.
"Clark, dile a Arthur..."
CRUJIDO.
Antes de que la pantalla se volviera negra, vi algo más que horrible.

Papá se desplomó y una mancha roja salpicó el lugar donde había estado parado sólo un rato.
hace un momento.
¡Aaaahhhhhh!
Grité incluso antes de procesar lo que acababa de presenciar. Ni siquiera reconocí mi voz.
“¡Roderick! ¡Comandante!" Gritaron los caballeros. Pero sus llamadas no sirvieron de nada.
que el mío.
Papá se había ido.
Aplastado ante mis ojos.
“Ese era tu 'Caballero ileso', ¿verdad? Seguro que no hizo falta mucho para matar
él, ¿eh? Qué actuación más patética por parte del hombre que se supone que es el comandante”.
La chica de la proyección parecía casi divertida. Apenas pude procesarla
palabras. Quería correr. Quería reprenderla. Quería arrancarme el pelo. Pero todo lo que hice fue
quedarme ahí y gritar y gritar y gritar.
“¡El comandante Roderick luchó hasta el final para que nuestros nuevos reclutas pudieran salir!”
Sir Clark gritó, su voz cargada de dolor. Dio un paso adelante para mirar fijamente la proyección,
llorando y apretando los dientes.
"Hmm", reflexionó la chica. "Pero una muerte como esa no es nada de qué enorgullecerse, y todo
las otras tropas murieron de todos modos”.
Mi mundo se puso rojo. Si hubiera podido atravesar la proyección y estrangular a la reina en ese
mismo momento, lo habría hecho.
"Bueno, supongo que es bueno que la mayoría de los muertos fueran simplemente novatos", dijo.
“Siempre puedes reclutar nuevos caballeros. Y ahora que el comandante está muerto, puedes dar un paso
al frente y ocupar su lugar, ¿verdad? Parece bastante simple”. Ella ofreció todo esto como si fuera sólo
otro pequeño detalle trivial que alguien más debería resolver.
Mi papá y todos esos caballeros… ¿De verdad son tan desechables para ti?
“De todos modos, ese idiota de comandante fue responsable de todo lo que pasó hoy”, continuó la
reina. “Dejémoslo así. Rancio, finalice la transmisión ahora”. Un momento después, la proyección se
apagó y la niña desapareció.
"Mis condolencias." Esas dos palabras, las primeras palabras que dijo cuando vio
a través de la proyección, todavía resonaba en mi mente.
Ella lo supo todo el tiempo. Sabía de antemano cómo iba a morir mi padre y
a ella no le importaba en absoluto.
No pude soportarlo.
¡Él está muerto! ¡Papá está muerto! ¡Él era tu caballero! ¡¿Por qué no hiciste nada al respecto?!
Luchó tan duro por sus tropas, entonces ¿por qué tuvo que morir así? ¿Y por qué dices esas cosas sobre
él?
Toda mi vida, mi padre me había dicho que algún día podría convertirme en caballero, como
él. ¿Pero de qué servía todo eso ahora?
No. Alguien como yo nunca podría ser un caballero.
A mi alrededor, los caballeros gritaban, todavía gimiendo el nombre de mi padre o los nombres de
los nuevos reclutas. Algunos se quejaron abiertamente. Otros cerraron los puños como si quisieran
golpear algo. Algunos se cubrieron la cara con las manos. No había nada que pudiera hacer por
ellos.
En cuanto a Sir Clark... Quizás era el más angustiado de todos, se quedó solo y lloró
abiertamente. Sir Clark pidió a gritos que los equipos de rescate fueran al lugar del deslizamiento de
tierra y buscaran supervivientes, desesperado por no dejar que la muerte de mi padre fuera en vano.
Todo me parecía tan inútil. Nunca volvería a ver a papá. lo habia decepcionado
toda mi vida y nunca tuve la oportunidad de rectificar eso.
¿Es así realmente como quieres que terminen las cosas? Tu papá acaba de morir y esa chica
¡Ni siquiera le importa!
Pero yo no era un caballero. ¿Qué se suponía que debía hacer con la reina?
¡Maldita sea!
¿Qué podría hacer por papá? ¿Qué podría hacer por alguien? Yo era basura, aún más.
inútil ahora que cuando papá todavía estaba vivo. Al menos entonces había habido algo
Espero convertirme en un caballero como mi padre.
No, lo haré. Me convertiré en un caballero. Y luego me vengaré de la muerte de papá.
Seré como mi padre.
Me destruiré a mí mismo. Destruiré quien soy. Todo rastro de mí desaparecerá, hasta que no
quede nada más que papá.
Si pudiera vivir como lo hizo papá, tal vez podría convertirme en un caballero como él. Estaba
seguro de que nunca alcanzaría su nivel, pero al menos podía imitar al hombre al que me había
pasado la vida observando y emulando.
¡Me levantaría de mis propios defectos y me convertiría en un caballero!
No importaba si era un impostor de mala calidad. Iba a entrenar y actuar solo

como papá, hasta que fui lo suficientemente fuerte como para alcanzar...
Su.
La chica que deshonró la muerte de mi papá como caballero. ella la recibiria
castigo por mis manos.
Haría cualquier cosa para asegurarme de eso.

***
"¡Arturo! ¿Ya estás despierto? Eres muy madrugador”, dijo mamá cuando me fui.
mi habitacion. Ella ya había preparado la comida para el día.
Arthur Beresford era el nombre que me habían puesto mi mamá y mi papá.
"Ah, creo que tuve un sueño extraño o algo así, pero no recuerdo qué fue".
lo era”, murmuré. "Uf, qué manera de despertar".
Me froté los ojos. Me caí de la cama esta mañana y me desperté con lágrimas en los ojos.
mis mejillas, los vagos zarcillos de una pesadilla saliendo de mi mente mientras me despertaba.
Todavía no podía recordar el sueño, pero la inquietud acechaba dentro de mí.
Mamá sacudió la cabeza hacia mí, tratando de ocultar una sonrisa. ella ya estaba apurada
alrededor del restaurante que el abuelo le había legado. No necesitábamos el dinero gracias al
trabajo de papá como comandante, pero ella disfrutaba el trabajo y no quería renunciar al
restaurante que su padre le había confiado.
“Además, de todos modos, nunca podré relajarme hasta que tu padre regrese sano y salvo a casa”,
decía siempre.
No compartí su preocupación. Papá era fuerte, tan fuerte que nunca alcanzaría su nivel.
Una vez soñé con ser como él, con convertirme en caballero, montar a caballo y usar una espada para
defender el reino. Después de todo, me hizo sentir más orgulloso que cualquier otra cosa en el mundo.
Sus lecciones fueron duras y probablemente no adecuadas para un niño como yo, pero trabajé duro y
brillaba cuando recibía sus elogios. Nunca dudé de mí mismo, no cuando era joven. Pero un día
me di cuenta de que todo el entrenamiento del mundo, incluso el de él, no me iba a ayudar a
superar mi mayor debilidad.
Mi poder especial era simplemente inútil. Podría usarlo para hacer que los cultivos crezcan bonitos
y saludables, pero eso es todo. Un día encontré un campo de marchitos y podridos

plantas, pero tan pronto como las toqué, fue como si les diera nueva vida. Yo era muy joven en ese momento,
así que todo lo que sentí fue emoción cuando supe que tenía un poder especial, al igual que papá. Mis
padres estaban muy emocionados cuando se lo conté.
Pero por alguna razón fueron los únicos que reaccionaron de esa manera.
"Eso es una lástima, ¿eh?" otros dijeron.
Pronto crecí lo suficiente como para comprender la verdad: si bien el poder de papá hizo
él un caballero invencible, el mío simplemente me convirtió... en un granjero. Comparado con el
Caballero ileso y su anticorte, yo era prácticamente impotente. Mi habilidad ciertamente no fue útil en la
batalla. Ni siquiera podía controlar cómo crecían las plantas o qué tan rápido crecían. Mi poder simplemente
aseguró que estuvieran sanos. Que patetico.
Algunos decían que los poderes que sólo poseía el pueblo de Fresia procedían del mismo Dios, dones
divinos concedidos sólo a aquellos que eran dignos. Por eso nos aseguramos de que nuestra reina, nuestra
familia real y todos los de alto rango tuvieran algún tipo de poder.
Pero si todo lo que podía hacer era cultivar, ¿acaso siquiera los contaba?
“Hay muchos caballeros que ni siquiera tienen poderes. no es nada de qué preocuparse
acerca de”, dijo papá.
Eso no fue suficiente para satisfacerme. No quería convertirme simplemente en un caballero de base.
Quería ser tan fuerte como papá, o incluso más fuerte. Sin embargo, no importa cuánto entrené, no importa
cuánta práctica pusiera, mi poder débil e inútil siempre me detendría.
Era el abismo insuperable entre papá y yo.
Al principio, estaba demasiado molesto para seguir con mi práctica. dejé el
Ejercicios de entrenamiento que solía hacer cuando papá no estaba presente.
Si me acercara a mi padre en fuerza, entonces aún podría convertirme en un caballero, y
eso fue suficiente. Al menos, eso es lo que siempre decían todos los clientes del restaurante de mamá.
Pero el nombre de mi padre me seguiría así para siempre, siempre recordando a todos que yo no era
tan fuerte como él.
Cuanto más crecía, más temía esa brecha entre nosotros. No hay cantidad de duro
El trabajo me ayudaría alguna vez a alcanzarlo. Cuando finalmente le dije a papá que ya no quería
ser caballero, él quedó horrorizado y siguió exigiendo saber por qué. Inventé una excusa al azar,
pero él no se lo creyó ni por un segundo.
"¿Te estás rindiendo sólo porque no crees que puedas ser más fuerte que yo?" él dijo. “¿Eso
es lo único que te impulsó a ser caballero? ¿Superar a tu padre?
"Que te jodan", dije. “No sabes nada sobre mí. no lo sabes

como es."
Papá tenía razón, por supuesto, pero eso sólo me enojó más. Tiró a mi mezquino
La ambición volvió a mi cara, obligándome a enfrentarla, pero no estaba lista en ese momento.
La verdad era que quería proteger a mamá y papá.
Estaba celoso de papá y de su vicecomandante, Sir Clark, que estaba

hombro con hombro con él.
Quería crecer y luchar junto a mi papá. Quería ser como el hombre que
tan admirado. El hecho de que eso fuera imposible debido a algo completamente fuera de
mi control aplastó mi motivación.
Luchando por el reino como lo hizo papá, salvando a tanta gente como lo hizo papá,
protegiendo a aquellos que me importaban como lo hizo papá, haciéndome más fuerte
como papá... Quería ser un caballero que pudiera mantener la cabeza en alto, digno del
nombre de Beresford.
Mamá y papá me regañaron ese día. Simplemente salí corriendo, huyendo a los campos para
estar solo. En el fondo, realmente quería seguir siendo un caballero, y darme cuenta me hizo llorar.
Pero fue demasiado tarde. Dejo pasar años sin entrenar. Los nuevos reclutas tuvieron que postularse
cuando tenían catorce años, y sólo unos pocos lograron superar las rigurosas pruebas.
Luego también tuvieron que aprobar un examen. E incluso después de todo eso, es posible que el
orden no los elija. Por eso papá pasó tanto tiempo entrenándome cuando era niño.
Muchos nuevos reclutas pasaron una década preparándose antes de cumplir catorce años, e
incluso entonces, la mayoría no lo logró.
Estaba demasiado atrasado para siquiera empezar. Mientras tanto, mi padre se había convertido en el
comandante más joven en la historia de la orden. Incluso si intentara comenzar mis diez años de
entrenamiento ahora mismo, sólo sería una mancha en su reputación. ¿Qué edad tendría cuando finalmente lo
lograra, suponiendo que lo hiciera? Los caballeros más jóvenes todavía tenían edad suficiente para tener
sus propias familias. Tal vez, sólo tal vez, podría convertirme en un novato para entonces, pero mi
padre había sido el comandante más joven en la historia de nuestro reino. Ni siquiera nos comparamos.
Una vez me parecí bastante a mi padre, pero después abandoné la idea.
de convertirme en caballero, no podía soportar mirarme en el espejo y encontrar una pálida imitación
de él. En cambio, me dejé el pelo largo para poder ocultar mi rostro. Me olvidé del manejo de la espada
y me concentré en ser granjero. Me ocupé de los campos escondidos detrás de nuestra casa como medio
de escape. Al menos nunca me costaría poner comida en la mesa.
Pronto ya no hubo vuelta atrás. Mis manos estaban manchadas de tierra, mi cuerpo era demasiado
delgado para ponerme una armadura y un escudo y proteger a la gente. Ya era demasiado tarde para mí,
pero la frustración crecía cada día. Para todos los demás, parecía que me había rendido. Pero ese deseo
latente de seguir los pasos de papá me carcomía persistentemente.
Quiero ser más fuerte. Quiero ser un caballero, pensaba todos los días, no importa.
cuánto intenté no hacerlo.
Y todos los días, papá torcía el cuchillo preguntándome si realmente hablaba en serio.
sobre rendirse.
"No es demasiado tarde, ¿sabes?", decía. "Puedes comenzar tu entrenamiento de nuevo".
La rabia hervía dentro de mí cada vez que me preguntaba. No fue su culpa, pero todavía tenía que hacerlo.
Aprieto los dientes y me clavo las uñas en las palmas para evitar arremeter.
Cuando cumplí trece años, había estado trabajando en el campo durante un año completo. Era
incluso asumiendo la idea de ser agricultor. Papá todavía me molestaba a veces por eso, pero estaba
empezando a cambiar de opinión.
"Si este es realmente el camino que quieres en la vida, no te detendré", dijo.
"Los caballeros no tienen sentido", escupí. “Es muy vergonzoso poner tu vida en juego.
línea para proteger a una princesita mimada como ella. ¡Qué desperdicio de impuestos! De todos modos, al
final mueres, como un soldado común”. Le lancé todo tipo de insultos a papá,
pero nunca levantó la mano para silenciarme.
Y, finalmente, se rindió. Yo también me di por vencido. Fue un recordatorio demasiado doloroso: yo era
el peor heredero que podría haber esperado.
Quiero ser un caballero. Quiero ser un caballero, alguna voz en el fondo de mi mente
siguió gritando. Lo hice a un lado cada vez, apegándome a mi trabajo agrícola en lugar de entrenar,
sabiendo que solo era una vergüenza inútil para mi padre. En ese caso, tal vez estaría mejor muerto.
Estos pensamientos me acosaron día tras día.

afuera.
Si voy a morir, al menos quiero morir como un caballero, dijo esa voz, luchando contra mi
desesperación. Clavé mi azada en la tierra para distraerme de ese sentimiento.
"¡Apurarse! ¡El comandante necesita nuestra ayuda!
"¡No hay tiempo! ¡Tenemos que salvar al comandante y a todos los nuevos reclutas!
De repente, los cascos resonaron por los campos y los hombres gritaron de pánico.
Los caballeros pasaron corriendo en una ráfaga, demasiados para contarlos, y mi corazón saltó a mi
garganta.
"¡Salven al comandante!"
"¡Tenemos que salvarlos!"
Sus palabras finalmente asimilaron.
"¿Papá?"
***
Había estado muchas veces en la sala de estrategia del cuartel general de órdenes, pero hoy
Me sentí diferente. El portero me dejó entrar cuando le dije que era el hijo del comandante Roderick,
pero nunca me miró a los ojos. Todo el lugar se sentía mal. Había venido aquí lo suficiente cuando era
niño (para aprender de papá y Sir Clark) que el cambio en la atmósfera inmediatamente me puso en
guardia.
Esto me hace retroceder.
Papá solía decirme que algún día sería un cliente habitual aquí, su voz fuerte y orgullosa. I
Nunca pensé que volvería aquí después de renunciar a convertirme en caballero. Pero
Cuando esos caballeros pasaron antes, gritando alarmados, despertó en mí una preocupación que
simplemente no podía apagar. Le mentí a mamá y salí corriendo de la casa.
En el momento en que abrí la puerta de la sala de estrategias, se desató el caos. Me tambaleé
por un momento, pero nadie se dio cuenta de mí. Todos estaban concentrados intensamente en una
proyección y, mientras seguía sus ojos, vi a papá vacilar en la imagen.
“Lamentablemente, parece que se me acabó el tiempo. Cuento contigo para encargarte de las cosas.
cuando me haya ido, Clark. Ahora que nadie les responde, el enemigo probablemente me alcanzará
en cualquier momento. Como caballero, me gustaría morir con...
"¿Esto es una broma?"
Las palabras salieron antes de que pudiera detenerlas. ¿Fue esto real? ¿Eso fue realmente
¿Papá despidiéndose, diciéndoles a todos que estaba a punto de morir?
Los caballeros intentaron agarrarme, pero Sir Clark los detuvo. Me acerqué a la proyección, desesperado
por verlo con mis propios ojos. Papá parecía sorprendido, aterrorizado. Estaba sentado en el suelo,
totalmente derrotado. La escena era tan surrealista que apenas podía confiar en mis sentidos.
"Levántate", le dije. “¡Vete a casa y discúlpate con mamá mil veces!”
"Lo siento, no puedo hacer eso", respondió papá. “Voy a morir como un caballero aquí.
Pero todavía me gustaría enseñarte una última lección de...
"¡No quiero tus estúpidas lecciones de caballero!" Grité. “¡Ya te lo dije, nunca me convertiré en
caballero!”
¡No seré un caballero! ¡No aceptaré tus lecciones! Mientras… ¡Mientras estés vivo, nada más importa!
Miré mis pies, a cualquier cosa que no fuera el hombre desesperado y condenado.
en la proyección.
No. No quiero que papá muera.
"Veo. Es tu vida”, dijo papá. “No tengo ningún deseo de obligarte a unirte a la orden.
Sólo quería que supieras lo que significa ser un caballero. Arriesgar tu vida por el bien del deber, tal
como lo hacen mis tropas y camaradas. Como tu padre, yo

Quería que apreciaras eso”. El dolor y la tristeza tensaron su voz.
No podía enfrentarlo así, así que en su lugar estudié el suelo.
“Finalmente te quedaste sin balas, ¿verdad? Tomó bastante tiempo”, se rió una nueva voz.
Cuando me atreví a mirar hacia arriba de nuevo, un grupo de hombres rodeó a papá. los matones
Formó un círculo a su alrededor, acercándose lentamente, hasta que Sir Clark cortó el paso.
transmisión.
"Necesitamos obtener información de ellos sin renunciar a la nuestra".
Dijo Sir Clark con firmeza.
Estás bromeando, ¿verdad? Clark ha sido amigo de papá durante años, entonces, ¿cómo puede
mantenerse tan tranquilo durante todo esto? Lo fulminé con la mirada, al menos hasta que noté la sangre
goteando de sus puños cerrados y temblorosos. Por qué…?
Los matones se reían de papá, burlándose de él por haber sido tan tonto como para quedar atrapado bajo
una roca. Pero a papá no parecía importarle: nos daba la espalda y se dirigía a sus enemigos.
“Esos niños que lograron salir de aquí todavía tienen vidas por vivir. no te dejaré ir
después de ellos. Tendrás que lidiar conmigo hasta que lleguen refuerzos”.
¡¿Por qué estás pensando en eso ahora mismo?! ¡No puedes correr, ni siquiera puedes moverte! ¡¿Por
qué actúas tan tranquilo?!
Papá se abalanzó y acuchilló a sus atacantes. Aunque había practicado pelear con él muchas veces,
nunca lo había visto así: atacando con toda su fuerza a un enemigo real. Irradiaba brillo y poder, sin
siquiera un instante de vacilación: el hombre exacto que siempre había visto en mis sueños, desde que
era niño. Cómo hubiera deseado luchar junto a este hombre. ¿Pero qué estaba haciendo yo para
ayudarlo ahora?
Nada. Fui un inútil. Sólo podía quedarme de pie y verlo pelear.
Estaba completamente superado en número. Los atacantes lo rodearon como un grupo, presionándolo
para que retrocediera. Uno le apuntó con su espada y otro le apuntó con su arma a la cara con intenciones
asesinas.
Papá estaba a punto de morir.

“¡Esto no es gracioso! ¡Nunca dije que pudieras morir, papá! Grité. "Vete al infierno, tu
matones! ¡No toques a mi papá! ¡Los mataré a todos! ¡Déjalo ir, déjalo ir, déjalo ir, déjalo ir, déjalo
ir!
Empecé a gritar antes de darme cuenta. Parecía lo único que podía hacer, por inútil que
fuera. Aún así, seguí gritándole a la proyección, tratando de evitar la inevitable tragedia que se
desarrollaba ante mí, mientras casi sucumbía a la desesperación.
Ni siquiera había reunido el coraje para abrirme todavía con papá, para decirle mi
verdaderos sentimientos acerca de convertirse en caballero. Lo decepcioné y él perdió la
paciencia, se rindió y me abandonó... pero por alguna razón, quería que lo observara en sus
últimos momentos.
No. No puedo simplemente querer mirar. Quería que lucháramos juntos como caballeros. Este
¡No es así como se supone que debe terminar!
Pero no había manera de que yo le dijera nada de eso ahora. Estaba atrapado en
la sala de estrategias viendo morir a papá, como si me quedara atrapado en una horrible
pesadilla de la que no podía despertar. Quizás esto es lo que soñé esta mañana. Sentí que
mi mente intentaba distanciarse de la realidad.
Al ver la muerte de papá, mi odio por mi propia inutilidad no hizo más que aumentar.
royendo mis entrañas. Debería ser yo quien muera, no papá. Yo soy el que no vale nada.
¡Estallido!
Un crujido sordo me sacó de mis pensamientos. Alguien le había disparado a papá en el

pie. Cayó al suelo y sus enemigos se rieron a su alrededor, haciendo algún comentario
sarcástico sobre cómo funcionaban las armas contra él. Extendí la mano hacia él, por inútil que
fuera, y seguí gritando y gritando, tratando de alcanzarlo de cualquier manera que pudiera.
Mis piernas cedieron debajo de mí y caí al suelo, mi mano atravesó el aire. No pude alcanzarlo.
¡No importa lo que hiciera, no podía alcanzarlo, no podía alcanzarlo, no podía alcanzarlo!
“¡Ahhhhh!”
Golpeé el suelo con los puños y aullé.
Cuando me giré, todo lo que vi fue un grupo de personas vestidas como caballeros,
ese mismo uniforme que siempre esperé usar algún día, pero haciendo tan poco como yo
en mi patético estado.
"¡Que alguien ayude a mi papá!" Lloré. “¡¿No es él tu comandante?! Diferente a mí,

Se supone que es especial, ¿verdad?
Papá era especial. Él no era escoria como yo; tenía el poder más fuerte posible
para un caballero y las habilidades físicas a la altura. Fue uno de los elegidos. Entonces,
¿cómo podrían todos dejarlo morir así a manos de estos bastardos?
“¡Así que sálvalo! ¡¿Por qué ninguno de ustedes, caballeros, hace nada?! Por qué
¿Nadie puede salvar a mi papá?
Alguien… ¡Alguien que lo ayude! Tomaré su lugar si es necesario. No he podido decirle

nada todavía ni devolverle el dinero por todo lo que ha hecho por mí.
Pero juro que haré cualquier cosa si alguien lo salva. ¡Por favor, lo amo mucho! ¡Tienes
que salvarlo!
Ninguno de los caballeros se movió. Observaron la proyección con tanta impotencia

como yo. Todos estos caballeros con sus uniformes, su entrenamiento y sus armas,
todos estos caballeros a los que alguna vez soñé con unirme y, sin embargo, no eran mejores
que yo en ese momento.
El mundo se cerró a mi alrededor, oscureciendo mi visión en los bordes. Me

desplomé hacia adelante otra vez, sentado allí congelado y mudo. Ya era demasiado
tarde... No había nada que nadie pudiera hacer...
"Estará todo bien."
Alguien puso una mano en mi hombro. Miré hacia arriba, sin apenas creer lo que veía.
La chica parecía totalmente fuera de lugar entre todos los caballeros. Ella era joven,
incluso más joven que yo, y tenía el pelo rojo brillante.
“No dejaré que sufra ni una sola persona en mi reino”, dijo.
Desenvainó una espada, el arma antinatural en su pequeña mano, y cortó su

elegante vestido. Parpadeé, todavía sin creer lo que veían mis ojos o mis oídos. ¿Esta
chica realmente creía que podía hacer lo que los caballeros no podían?
"¡Llévame a ese campo de batalla!" dijo, levantando su espada.

En ese momento, ella parecía más un caballero que cualquier otra persona aquí. Ella
Parecía papá.
Todos en la sala miraron boquiabiertos a la chica. Me aferré a sus palabras, a su promesa de que no
dejaría sufrir a nadie, incluido mi padre. Oh, cuánto recé para que ella quisiera decir eso.
“¡No puedes, hermana mayor!” dijo un niño, su hermano pequeño. “Tú eres quien
Viste el peligro en esa premonición, ¿no es así? Deberías saber mejor que nadie lo mal que puede
llegar esto”.
¿Premonición? ¿De qué diablos estaba hablando este chico? su hermana mayor
se mantuvo firme, negándose a dar marcha atrás. Apenas podía seguir el ritmo. La princesa
heredera… ¿iba a salvar a mi papá? ¿O me había vuelto completamente loco, hundiéndome en alguna
fantasía imposible de salvación?
“Sólo tuve una premonición”, declaró la niña. “Aún puedo salvarlo si actúo ahora. Puedo salvar al padre
de ese niño”.
Allí estaba esa palabra otra vez. "Premonición." El hermano pequeño me miró
pero no pude leer su rostro impasible. Sacudió la cabeza nuevamente, murmurando algo sobre
negarse a enviar a la futura reina al campo de batalla.
"No quiero ser una reina malvada que se salva a expensas de los demás", dijo la niña.
Mis pensamientos estaban en total desorden.
¿Reina? ¿Cómo podría esta chica ser una reina? Los ojos del chico se abrieron como platos cuando
escuche eso. La pareja se miró fijamente en silencio durante un rato, mientras los gritos de papá
todavía llegaban a través de la proyección detrás de mí.
¡Apurarse! ¡Apurarse! ¡Apurarse! ¡Sube a un caballo si vas a salvar a papá!
Incluso con un caballo, no podía imaginar cómo llegaría a tiempo al campo de batalla.
Papá ya parecía completamente sin fuerzas. ¿Lo lograría siquiera si se fuera en este mismo momento?
¿Había alguna posibilidad de que ella pudiera salvar a mi papá?
Las preguntas pasaron por mi mente mientras los hermanos llegaban a algún tipo de acuerdo a mi
lado. La envolvió en sus brazos… y la niña desapareció en el aire.

“¡¿Espere, señor Clark?! ¡¿Qué fue eso?! ¿A dónde fue? ¿Por qué ella simplemente…?
Tartamudeé.
Todavía en el suelo, me volví hacia Sir Clark, pero nunca logré alcanzar el objetivo.
Resto de mis preguntas. Los caballeros que nos rodeaban también quedaron atónitos.
“No me digas…” le dijo Sir Clark al niño.
"Sir Clark, ¿qué le pasó a esa chica?" Yo pregunté.
Incapaz de levantarme, me arrastré hacia Sir Clark en el suelo.
"Príncipe Stale", dijo Sir Clark, con la boca abierta. "Él usó su teletransportación para despedirla".
Él bajó la mirada hacia mí.
“¿PPríncipe Stale?” Repití como loro. Ese chico no podría ser...
"Este es el príncipe primogénito, el Príncipe Stale", dijo Sir Clark. “La chica que acaba de
desaparecida es Su Alteza, Pride Royal Ivy, la princesa heredera”.
"¡¿Qué?!"
Ahogé un único sonido de sorpresa antes de quedarme en silencio.
¿La princesa heredera? ¡¿Ese niño pequeño?! ¿Por qué están aquí el príncipe y la princesa?
¿Eso significa que todo lo que dijo sobre las premoniciones y convertirse en reina era realmente
cierto?
Finalmente todo encajó en su lugar. Sir Clark ordenó a un escuadrón de respaldo que corriera
al campo de batalla, pero el Príncipe Stale lo detuvo. Los dos discutieron de un lado a otro hasta
que de repente un grito surgió de la proyección.
“¡¿Eh?!”
Esta vez el grito no fue el de papá. Otro hombre estaba gritando ahora.
Sir Clark, el Príncipe Stale y todos los caballeros se concentraron en la transmisión. Papá y
todos los atacantes que lo rodeaban miraron hacia los acantilados, pero no pudimos ver en qué
estaban tan concentrados a través de la proyección. Después de todo, solo teníamos una
pequeña imagen para guiarnos.
Se escucharon disparos, seguidos de gritos en lo alto de los acantilados.

¿Qué diablos está pasando?
Incluso papá estaba congelado en su lugar. Los caballeros prorrumpieron en una charla confusa.
“¿Podrían estar luchando cuerpo a cuerpo en lo alto de los acantilados?”
"No, se suponía que la vanguardia no debía subir allí".
"Entonces, ¿quién está disparando?"
"Mi hermana mayor."
Clark y yo giramos nuestras cabezas cuando el Príncipe Stale habló. Él miró fijamente
Fijamente en la proyección, agarrando una caja de pólvora explosiva.
De ninguna manera. ¿Esa chica es la Princesa Orgullo? ¿La Princesa Pride está disparando a esos
enemigos en los acantilados en este momento? ¡¿Qué diablos está pensando?! Ella es pequeña. No hay
manera de que ella pueda vencer a los hombres con armas de fuego. La matarán como si nada. He oído
que la princesa está malcriada, pero supongo que también tiene piedras en lugar de cerebro. No puedo
creer que estuviera tan desesperado como para pedirle ayuda. ¡Fui tan idiota!
Mientras pensaba en estos pensamientos, los disparos se callaron. Ella estaba
muerto. Estaba muerta y era culpa mía por rogarle que salvara a papá. La princesa era...
¡Estallido! ¡Estallido!
Sonaron dos disparos más. Los hombres que apuntaban con sus armas a papá de repente aullaron
de dolor, agarrándose los brazos y las piernas mientras caían. Papá hundió su espada en los hombres que
habían caído.
¿Qué diablos está pasando?
Sin palabras, me concentré en la proyección. El silencio invadió el campo de batalla hasta que se
acercaron suaves pasos. No podría ser posible. Milagros como ese no existían en este mundo.
Papá se puso de pie lentamente. Más allá de él, vislumbré un vestido familiar.
Era tan pequeña y de aspecto frágil. Ni siquiera era un niño y mucho menos un caballero.
Pero mis ojos no me engañaban: la pequeña princesa estaba frente a papá.
No había manera... Ella no podía ser la persona que acababa de aparecer como un héroe salido de
un libro ilustrado. Sin embargo, la imagen no cambió, y como la realidad

Me hundí, las lágrimas nublaron mi visión.
“Parece que también te quedaste sin munición, ¿no? Me temo que

Agoté lo último hace un momento”.
Era esa misma voz, esa misma voz que me había tranquilizado aquí en este
habitación.
"Estará todo bien."
“Prepárense para encontrar su fin, demonios”, dijo.
Se me puso la piel de gallina por todo el cuerpo. Me estremecí por sus palabras y la fuerza
de su presencia. La princesa heredera en realidad intervino y salvó a mi padre, a pesar de que
ella era a quien se suponía que todos estos caballeros, incluido él, debían proteger.
"Ese hombre es uno de mis súbditos".
No podía ver a través de mis lágrimas. No pude seguir sus palabras. Todo lo que pude hacer fue
llora de alivio.
Ella había llegado a tiempo.
Todo iba a estar bien. Ella realmente estaba ahí, y no era sólo
hipotético.
Su Alteza, Pride Royal Ivy.
La joven que se suponía que todos debíamos proteger.

***
Un hombre que había estado acechando detrás de la banda de matones se enfrentó a la princesa.
Él hizo un comentario sarcástico antes de atacar, pero ella giró su espada y saltó hacia su
pecho indefenso. La princesa giró y con un fuerte y húmedo corte, el hombre se desplomó,
agarrándose las piernas.
Nadie podía creer lo que estaban viendo, y menos yo. Un once años
La vieja estaba matando a hombres adultos sin la menor vacilación.
Princess Pride continuó su alboroto mientras mirábamos. Ella esquivó cualquier

ataque lanzado en su dirección antes de cortar a sus enemigos. Cada vez que su espada
destellaba, otro hombre caía y recibía un golpe mortal en el brazo o la pierna.
¿Cómo es esto posible?
Mi mente se volvió borrosa. Ni siquiera podía recordar cuánto tiempo había estado viéndola luchar
para defender a papá. Ella nunca disminuyó el paso, nunca retrocedió por la sorpresa o el miedo.
Ella superó a todos los enemigos que se atrevieron a desafiarla, la viva imagen de un caballero.
Aún así, tragué saliva cuando los matones la apresuraron. Perdí de vista su pequeño cuerpo.
dentro del grupo de enemigos. Entonces, la Princesa Pride resurgió, golpeando los pies de los
hombres, enviándolos hacia atrás y quitándoles las piernas con un movimiento de su espada.
"Woooooo."
Todos los caballeros en la sala aplaudieron cuando ella salió del grupo de atacantes.
"Increíble…"
Me quedé tan asombrado que la palabra se me escapó de los labios. La forma en que ella luchó fue
realmente hermoso. Ni siquiera las armas la detuvieron. Los hombres inmovilizados agarraron
armas del suelo y dispararon directamente a Princess Pride. Pero rápidamente como un rayo,
ella desapareció y las balas alcanzaron al hombre detrás de ella.
"¡¿Lo que acaba de suceder?!" dijeron varias personas. Obtuvimos nuestra respuesta cuando el
La princesa reapareció, cayendo desde arriba. De hecho, había saltado sobre las balas y ahora
volvió a caer.
"Eso es todo. Puedo usar esto”, se dijo a sí misma, tomando una de las armas con una sonrisa.
Ella cayó al suelo. ¿Alguien la había golpeado o había perdido el equilibrio? Todavía estaba
tratando de descubrir por qué cuando pasaron más disparos, seguidos de gritos de dolor.
"¡Qué habilidad!" dijo un caballero. “¿Fue Su Alteza realmente quien hizo todos esos disparos
que escuchamos antes?”
Al verla rodar por el suelo y disparar con una precisión mortal, tuve que creer que ella era la
persona que había eliminado a los enemigos en el acantilado.
Era fascinante mientras atravesaba al grupo de matones con movimientos antinaturales.
facilidad.
De repente me di cuenta de que ya no estaba temblando.
“¿Es ese su poder especial?” alguien preguntó.
“No, la princesa tiene precognición”, respondió otra persona. "No hay forma
ella también podría tener cualquier tipo de poder relacionado con el combate”.
“Pero su objetivo… ¡no creo que ni siquiera nosotros podamos lograrlo!”
Incluso los caballeros, los orgullosos caballeros elegidos por papá, no podían entender cómo una niña
pequeña estaba eliminando tantos enemigos por su cuenta. Mientras reflexionaban, la proyección se llenó
de enemigos caídos, hasta que solo la Princesa Pride y papá permanecieron en pie.
“Ppor qué…” dijo papá. "¿Por qué viniste aquí? ¡Deberías conocer el peligro mejor que nadie!
No podía creer que en realidad estuviera regañando a la chica que acababa de salvarle la vida.
pero mi alivio de que pudiera ponerse de pie y hablar superó ese sentimiento.
“Stale me dijo lo mismo”, le dijo la princesa. Imperturbable, caminó a través de la carnicería que había
causado.
Esperar. Papá está a salvo ahora, entonces, ¿por qué todos siguen molestos? Todo ha terminado n
— “Todo este lugar está a punto de colapsar”, dijo papá. “Tú fuiste quien predijo…”
¿Qué?
Me aferré a esas palabras, revolviéndolas, negándome a procesarlas.
Entonces se levantó un terrible estruendo, como si la tierra se estuviera partiendo. Los acantilados
Comenzó a descascararse, y pedazos de roca cayeron detrás de papá.
“¡Vicecomandante! Los acantilados están empezando a derrumbarse”, dijo un caballero.
"La vanguardia acaba de terminar de evacuar a nuestras tropas", informó otro.
"Los refuerzos que se dirigen al lugar pueden ver el derrumbe desde lejos".
“¡Vicecomandante! La vanguardia acaba de confirmar que no podrán asistir
la posición del comandante debido al deslizamiento de tierra”.
Los informes de los caballeros se superpusieron, uno tras otro para entregar el terrible
noticias.
¿Qué está sucediendo? Aunque ella derrotó a todos los atacantes de papá, ¡¿él todavía no está
a salvo?! Pero ella dijo que todo estaría bien...
El ruido en la habitación me hizo imposible exigir una explicación a Sir Clark o a cualquier otra
persona. De repente, los gritos se convirtieron en gritos de "¡Princesa Pride!" En la proyección, la
princesa pateó a uno de los atacantes hacia papá, luego dejó a un lado su espada y los abrazó a
ambos a la vez en un extraño abrazo.
"¿Qué está sucediendo?" Alguien dijo.
Los estruendosos acantilados hacían difícil escuchar a la princesa, pero escogí la frase “tu
poder especial” y un grito indignado del atacante abrazado entre ella y papá. Luego los escombros
se derramaron, cayendo a la vista hasta llenar la proyección. Tanto papá como Princess Pride
desaparecieron entre los escombros.
“¿Qué…? Ah… Aahh…”
Todo sucedió en un abrir y cerrar de ojos y al principio yo tampoco podía reaccionar.

aturdido por toda la experiencia.
“¡Ahhhhh!”
Cuando me recuperé lo suficiente como para responder, todo lo que pude hacer fue gritar.
***
¿Cuántos años debieron pasar después de eso? En realidad, probablemente fueron sólo unos
minutos. Pero me quedé allí, totalmente aturdido, durante tanto tiempo que no podía decir nada más,
gritando y gritando hasta que se me puso la garganta en carne viva y comencé a toser. Todavía estaba
en el suelo, desplomado y demasiado débil para levantarme. ¿Cómo se llegó a esto?
Mis pensamientos se volvieron lentos. La proyección estaba vacía ahora. Había estado
conectado a una roca que se desprendió en algún lugar durante el deslizamiento de tierra, pero
seguí mirando esa imagen vacía, esperando contra toda esperanza.
Sir Clark dio órdenes a los caballeros, exigiendo que comenzaran su búsqueda una vez que los
escombros se asentaran. También sumó refuerzos a las labores de búsqueda, una vez
Todos los nuevos reclutas estaban a salvo.
Me tomó un momento procesar lo que dijo Sir Clark. No fue una misión de rescate. Era
un grupo de búsqueda. Estaban buscando el cuerpo de papá y el de la princesa Pride.
Todos murieron algún día. No fui tan ingenuo como para no darme cuenta. Pero ¿cómo podría
¿esto pasa? Sacudí la cabeza, negándome a aceptarlo.
"Tengo que ir a salvar a mi hermana mayor", dijo el Príncipe Stale.
“¡No debes! Tranquilícese, alteza”, dijo Sir Clark.
Logré girar la cabeza lo suficiente para mirar al príncipe, que estaba pálido.
y temblando. “Hermana mayor… Hermana mayor…” repitió en voz baja.
También perdió a un familiar.
La muerte de Princess Pride sería una gran mancha en la orden. Parte de mi

Quería asumir la culpa de esto. Después de todo, ella sólo había ido a ese desafortunado
campo de batalla debido a mis súplicas y ruegos. Incluso estaba dispuesto a enfrentar la
ejecución por el destino al que había condenado a la increíble princesa.
Y luego estaba papá. Cuando mis pensamientos se dirigieron a él, mi desesperación se apoderó
de mí nuevamente. Había muerto tan fácilmente. Ni siquiera llegué a decirle nada. yo nunca
incluso…
"Póngase en contacto conmigo tan pronto como vea este mensaje", dijo Sir Clark. Estaba
pisando fuerte por la sala de estrategias, gritando las mismas órdenes una y otra vez en un
estribillo interminable.
Finalmente, los caballeros lograron ponerse en contacto con alguien. El

La proyección cambió. Los caballeros de la imagen proporcionaron una actualización sobre
la situación: acababan de llegar al lugar y evaluaron el montón de escombros mientras buscaban al
comandante y a la Princesa Pride.
"¿Por qué no salimos a tomar un poco de aire?"
Salté cuando un caballero se dirigió a mí. El hombre me prestó su hombro, que

Tuve que apoyarme para levantarme y salir arrastrando los pies de la habitación. Cuando
salimos, me apoyó contra una pared.
"Iré a buscarte si pasa algo", dijo antes de regresar al

sala de estrategia.
Me llevó aquí para que no viera el cuerpo de papá, me di cuenta, todavía tambaleándome. No
pueden mostrarle a un niño como yo un cadáver destrozado.
Pero tan pronto como ese pensamiento cruzó por mi mente, una imagen vívida de papá y la princesa
aplastados bajo una masa de piedra apareció ante mí y vomité en el suelo.
Patético.
Vacío por dentro, me apoyé contra la pared y miré al cielo. el murmullo
de voces dentro de la sala de estrategia aún lograron llegar hasta mí, pero ya no podía distinguir las
palabras.
¿Qué le voy a decir a mamá?
Ella lloraría cuando escuchara la noticia. Ella se iluminaba cada vez que él regresaba a casa.
Una misión larga, y ahora tenía que decirle que él nunca volvería. Aunque papá y yo siempre estábamos
peleando, estaba feliz de verlos juntos. No sólo nunca volvería a ver a papá, sino que probablemente
nunca vería a mamá sonreír.
¿Por qué no pude hacer nada?
¿Por qué estaba tan impotente?
Abracé mis piernas y presioné mi cara contra mis rodillas mientras la imagen de
Papá erguido y orgulloso inundó mi mente.
Estaba mirando, papá. Estuviste tan increíble. Te vi luchar para proteger tu
tropas, negándose a retirarse. Eras el héroe que siempre supe que eras.
Un héroe…
"¡Llévame a ese campo de batalla!"
La princesa blandió su espada con tanta majestuosidad. Irradiaba belleza mientras luchaba.
Princess Pride se enfrentó a todos esos hombres adultos, pero ella era más joven que yo. Él
Fue increíble. Pero ahora ella también estaba muerta. Mis dos héroes se habían ido.
Lo lamento. Lo siento mucho.

Lo siento, soy tan débil. Lo siento, lo único que puedo hacer es llorar. Lamento no haber podido
protegerte. Lo siento, soy peor que escoria, débil, patético. Lo siento, lo único que puedo ser es la víctima.
Me odio muchísimo.
Pero que si…
En ese momento, se levantó una conmoción en la sala de estrategia.
"¡No puede ser!"
"¡El comandante!"
Las voces se superpusieron. Sonaba como si hubieran encontrado el cuerpo destrozado de papá,
pero no quería saberlo. No quería escuchar sus gritos de disgusto. Empujé mi cara con más fuerza
contra mis rodillas y abracé mis piernas más cerca. Entonces la puerta voló
abierto.
¡Beresford! El caballero que me había acompañado estaba de pie junto a mí, sin aliento a pesar de la
corta distancia.
No, por favor, no quiero oírlo.
Me agarró por los hombros, obligándome a mirarlo a los ojos. "¡Es tu padre!" él
Gritó, claramente un manojo de nervios.
Pero ¿y si pudiera hacerlo todo de nuevo?
Me arrastró de regreso a la sala de estrategias. El caos gobernó el espacio. Los caballeros levantaron
las manos en el aire. Algunos gritaron; algunos lloraron. Y luego lo escuché...
"No puedo creer que realmente lo hayamos logrado".
La voz de papá.
Parpadeé, sin creer lo que vi en la proyección. Papá, parado ahí mismo
junto a Princesa Orgullo. Estaba cubierta de barro, pero sonrió mientras los caballeros corrían hacia
ella y papá.
Están vivos. Papá y la Princesa Pride están vivos.
Mi cuerpo se quedó inerte con un alivio abrumador. Me desplomé en el suelo y
estalló en lágrimas. A mi alrededor, la sala se llenó de vítores de pura alegría.
Pero ¿y si pudiera hacerlo todo de nuevo?

Esta vez, los protegería con mis propias manos: papá y la princesa.
y todos los demás que me importaban.
Sería como ellos.
La sala de estrategia nunca volvió a calmarse una vez que confirmaron que papá y
Princess Pride estaban a salvo. Sir Clark preguntó sobre las heridas de mi padre, descubrió
cómo llevar a la princesa a casa a salvo y debatió si debía informar a la reina y al príncipe
consorte. El príncipe Stale estaba a su lado, conferenciando en voz baja desde
tiempo al tiempo.
Finalmente, Sir Clark me dijo que la vanguardia estaba escoltando a Su Alteza y a papá
a casa, específicamente un caballero que se especializaba en transporte gracias a su poder
especial. Pensé que eso podría significar más teletransportación, pero Sir Clark dijo que el
viaje duraría treinta minutos. Durante todo este tiempo, el campo de batalla se había sentido
muy cerca debido a la proyección, pero eso me hizo darme cuenta de lo lejos que se
desarrollaba todo esto.
En el momento en que supimos que la Princesa Pride regresaría, el Príncipe Stale

desapareció, tal como lo había hecho antes la princesa. Le pregunté a Sir Clark al respecto y
me explicó el poder del príncipe. Tenía muchas preguntas, pero Sir Clark me detuvo y me
advirtió que mantuviera silencio sobre el tema.
En ese momento, estaba feliz de complacerlo, mucho más preocupado por ver a papá
sano y completo. Seguí a los caballeros cuando se dirigieron hacia el castillo, tan ansioso
como cualquiera por ver a la princesa.
El Príncipe Stale y una joven nos esperaban fuera del castillo, junto con una fila
de criadas y guardias. La niña probablemente era la princesa Tiara, la segunda princesa
nacida. Su rostro estaba muy pálido y se aferró a la camisa del Príncipe Stale como si
necesitara aferrarse a él para mantenerse de pie. Él le acarició la espalda y murmuró palabras
tranquilizadoras, aunque él mismo parecía bastante pálido.
Esperamos allí mucho tiempo. Finalmente, un vehículo extraño corrió hacia nosotros. Él
Se detuvo ante la asamblea y un caballero se bajó y le ofreció la mano a la Princesa
Pride para ayudarla a bajar del artilugio. La princesa Tiara tragó saliva.
Las criadas y los guardias respiraron profundamente. El barro cubría a Princess Pride de
pies a cabeza, excepto donde llevaba una chaqueta de caballero, demasiado holgada
para su delgada figura. El hermoso vestido que había debajo no era más que jirones, y la princesa
El ondulado cabello rojo de Pride caía como enredaderas de hiedra secas. No era un estado adecuado para
una princesa.
Es mi culpa, pensé y me di cuenta de que no tenía idea de cómo enfrentarla. me acobardé
detrás del resto de los caballeros y se escondió.
El Príncipe Stale y la Princesa Tiara corrieron hacia Princess Pride y rompieron a llorar.
cuando ella los abrazó. Incluso después de todo lo que acababa de pasar, la Princesa Pride era la que
consolaba a la gente ahora que había regresado.
¿Cómo puede estar tan tranquila con todo? Miré más de cerca y me di cuenta de
La princesa estaba temblando mientras abrazaba a sus hermanos.
Ella no era valiente ni invencible, pero se puso de pie y enfrentó el
enemigo con fuerza inquebrantable. Incluso tuvo el coraje de aceptar las debilidades de los demás.
Su resplandor en ese momento podría haberme cegado.
La gente llevó a la Princesa Pride y a sus hermanos al castillo. En el momento en que
desaparecieron adentro, Sir Clark se acercó para decirme que papá y la vanguardia estaban a punto de
llegar a la enfermería y unirse al resto de los reclutas heridos.
Ya había docenas de soldados heridos en la enfermería cuando llegamos.
Llegamos allí. Entre ellos, en una carreta que transportaba a los heridos, estaba mi papá. Pero
todavía no me sentía preparado para encontrarme con él cara a cara, así que me escondí detrás de los
caballeros.
Los hombres rugieron de alegría en el momento en que llegó papá. Los nuevos reclutas
desembarcaron primero. Luego, en el momento en que papá bajó, los caballeros lo asaltaron. Saludó a
todos y cada uno, todavía aturdido por la batalla. Sir Clark se colocó al frente del grupo y abrazó
a papá, gritando: "¡Roderick!". Pronto, el resto de los caballeros siguieron su ejemplo, tratando
de acercarse mientras gritaban el nombre del comandante que no podían creer que hubiera sobrevivido.
Me quedé al borde del camino, lanzando miradas nerviosas al grupo. Ojalá tuviera un vínculo con
él como lo tiene la orden. Es como si conocieran a papá mejor que yo. ¿Qué le digo siquiera?
“¡¿Comandante Roderick?!” alguien lloró, y esta vez no con júbilo.
Las piernas de papá cedieron bajo él. Se desplomó contra el hombro de Sir Clark.
completamente drenado. El resto de los hombres se apresuraron a llevarlo a la enfermería.
Finalmente, mi preocupación venció mi timidez; Corrí para estar al lado de papá. Seguía desplomado
contra Sir Clark, apoyándose en el hombro del otro hombre durante todo el camino hasta la enfermería.
El médico se apresuró a saludarnos y metió a papá en la cama de inmediato.
Esperamos ansiosamente las noticias, pero el médico regresó rápidamente y dijo que papá había
sido tratado en los acantilados y que no estaba en peligro de muerte.
“Probablemente se desplomó por el cansancio. Estoy seguro de que se recuperará pronto”, dijo Sir
Clark.
Sin embargo, papá todavía tenía que recibir más tratamiento antes de que lo llevaran a otra
habitación de la enfermería para descansar y recuperarse. Quizás sus heridas eran tan graves que
querían vigilarlo. Esperaba que le consiguieran una habitación especial porque era el comandante.
Dos caballeros custodiaron su habitación en todo momento, pero nos dieron privacidad cuando
finalmente fui a visitarlo. Sir Clark estaba demasiado ocupado para quedarse en la enfermería
una vez que las cosas se calmaron un poco, así que yo estaba solo.
Me apoyé contra la pared junto a la cama de papá en el momento en que llegué. Por un tiempo, yo
Solo escuché su respiración y vi cómo sus hombros subían y bajaban.
Papá está vivo. Él está aquí y está vivo. Mi visión se volvió borrosa por las lágrimas. Me desplomé
en el suelo, escondiendo mi rostro contra mis rodillas.
Realmente pensé que nunca lo volvería a ver. Pensé que era un adiós. Pensé que lo haría
Lo lamento por el resto de mi vida. Y una vez que acepté eso, la culpa casi me rompe. Recé por una
segunda oportunidad, una forma de deshacerlo y volver a intentarlo. Como caballero, papá se
había puesto en peligro mucho antes. Pensé que lo había aceptado.
Los caballeros lucharon y murieron; esa era simplemente la realidad de la procesión. Pero hoy tenía
que verlo de cerca. Y seguramente, esta no sería la última vez. Seguramente algún día volvería
a correr peligro de muerte. ¿Cómo podría reparar las cosas antes de esa fecha para no volver a
enfrentarme a esta culpa?
"... jue... Arturo... Arturo."
Alguien me tocó el hombro. Levanté la cabeza, adormilada por las lágrimas y el cansancio.
Sir Clark me estaba mirando con preocupación en sus ojos. ¿Me había quedado dormido? ¿Cuánto
tiempo estuve sentado aquí deprimido?
"Sir Clark", dije.
"¿Estás bien?" él dijo. “Si estás cansado, ¿qué tal si regresas a casa por ahora?
Estoy segura de que Clarissa está preocupada por ti.
Correcto.
Mi mamá, Clarissa, tenía que estar medio muerta de preocupación. Le dije que volvería
Pronto cuando me fui, pero ya había pasado la mayor parte del día. Todavía medio
dormido, me puse de pie, le pregunté a Clark la hora y me quedé helado cuando escuché la
respuesta. Corrí hacia la puerta, pero me di la vuelta en la salida.
Papá todavía estaba profundamente dormido. Lo miré, vi cómo un último suspiro subía a su
pecho sólo para tranquilizarme.
"Voy a despertarlo y darle un informe de estado", me dijo Sir Clark, después de haber
notó el gesto. "¿Te gustaría hablar con él antes de irte?"
Me enfurecí ante la presunción de Sir Clark. “No, no es necesario. Iré a ver a mamá y
Vuelve aquí”. Me di vuelta para irme y él dijo una última palabra.
"Está bien. Es bueno saber que regresarás”.
"Cállate", gruñí.
Conocía a Sir Clark desde que era un niño pequeño, pero todavía odiaba la forma en que actuaba como
él sabía todo sobre mí. No me molesté en dar más detalles después de la broma; Simplemente
giré sobre mis talones y me fui antes de que pudiera meterse más bajo mi piel.
Cuando llegué a casa, mamá estaba paseando. Aparentemente, ella había escuchado todos los
caballeros pasando por nuestros campos y eso solo la hizo preocuparse más.
"¿Qué pasó? ¿Visitaste la orden? ¿Está tu padre a salvo? ella preguntó.
Le aseguré que todo estaba bien; fue una simplificación excesiva,

pero eso alivió sus preocupaciones. La ansiedad volvió a tensar su rostro cuando le dije que
tenía que irme otra vez y que tal vez no regresaría por un tiempo.
"¿Por qué necesitas ir?"
“Voy a ver a papá”, le dije.
Su rostro destelló a través de emociones: sorpresa, duda, alegría. Le dije que papá era
en la sede si necesitaba algo, pero no preguntó más
preguntas esta vez.
Cuando accedió a dejarme ir, retrocedí tambaleándome por el camino y regresé.

a la enfermería. Papá estaba despierto y sentado en la cama, hablando en voz baja con Sir
Clark. Los vendajes cubrían la mayor parte de su cuerpo. Todavía parecía bastante golpeado,
pero me hizo un gesto con la mano cuando me vio, con los ojos muy abiertos por la
sorpresa. Me acerqué sigilosamente mientras Sir Clark continuaba entregando su informe.
Parecía que mañana tendrían una reunión formal con Princess Pride.
“Tienes razón, creo que deberíamos actuar rápidamente. Planeo informarle que me haré
responsable de sus acciones”, dijo papá. La determinación ardía en los ojos de papá. No estaba
exactamente seguro de por qué, y Sir Clark también lo ignoró.
"Muy bien", dijo Sir Clark asintiendo. “Si Su Alteza está disponible mañana,
Entonces se lo diremos”. Entonces, Sir Clark se volvió por fin para dirigirse a mí. “Hola,
Arturo. ¿A dónde ibas?
Maldito sea por ver a través de mí tan fácilmente. Sabía que quería mantener en secreto
que me había quedado junto a la cama de papá mientras él dormía, y en realidad él me
estaba cubriendo. De alguna manera, eso fue más frustrante que el simple hecho de revelarme.
“Fui a ver a mamá”, respondí.
"¡¿Tu que?!" Dijo papá, alzando la voz. “No me digas que le dijiste a Clarissa—tú
¿Le contaste a tu madre todo lo que pasó?
Sir Clark parecía estar reprimiendo una sonrisa.
"¡¿Qué demonios?! ¡Por supuesto que no se lo dije, imbécil! Yo dije. "Entonces tendría que
sentarme allí y calmarla durante el resto del día".
"Veo." Papá suspiró. "Eso es bueno escuchar."
"Pero se lo diré la próxima vez que la vea". El shock se renovó en su rostro, pero simplemente
siguió. “Lo juro, se lo diré. Le diré que fuiste y se te atascó el pie debajo de una roca, que te
aplastó un deslizamiento de tierra, que te dispararon y que te desplomaste cuando regresaste
al castillo. Ah, y le haré saber que estabas balbuceando sobre cómo estabas a punto de morir,
y durante toda esa vergonzosa perorata final, ni una sola vez mencionaste su nombre.
“¡Ppero pienso en Clarissa todos los días!” Tartamudeó papá, luciendo desinflado.
Ignoré su excusa. “Ella lloraría, ¿sabes? Y no te ayudaré cuando ella se enoje. Será
mejor que te prepares para que mamá te regañe cuando regreses a casa. Te dolerá, pero te lo
mereces, papá estúpido”.
Papá ni siquiera intentó replicar esta vez, con la boca abierta.
"Parece que esta vez no vas a salir de esto, ¿eh, Roderick?" Sir Clark se rió.
Así, Sir Clark confirmó que papá ciertamente se había topado con
muerte antes de ahora. Papá se quedó helado, claramente tratando de pensar en una manera de agitar todo esto.
lejos.
"No le mencionaré esto a mamá", dije, "con una condición".
Papá intentó levantarse de la cama ante esto, pero gimió cuando intentó
mover.
"Condición... ¿Qué quieres decir, Arthur?" —preguntó sir Clark.
Papá todavía estaba haciendo una mueca de dolor, pero se concentró en mí.
“Quiero volver a ver a Princess Pride”, dije. Papá y Sir Clark compartieron una mirada.
en esto. “La verás mañana, ¿verdad? Así que déjame ir también. Si no puedo unirme a la
reunión, al menos déjame verla de nuevo. No volveré a casa hasta que la vea, de ninguna
manera. De todos modos, le dije a mamá que no volvería hasta dentro de un tiempo”.
Papá y sir Clark mantuvieron una conferencia silenciosa, con la cabeza apoyada en las
manos y compartiendo una mirada de horror y resignación. Sabían que no me rendiría cuando
fuera terco.
"Clark..." murmuró papá.
"Muy bien", dijo Sir Clark. “Supongo que no puede doler. Presentaré una solicitud a Su Alteza”.
La victoria fue mía.
“'Está bien. Entonces voy a acostarme ahí afuera. Aseguré que conocerían mi
condición, me dirigí hacia la puerta.
“¡Espera un momento, Arturo! No tienes que irte”, llamó papá.
“Incluso siendo tu hijo, no merezco una habitación lujosa en el castillo”, dije. "Enfermo
estar bien afuera”.
Pasé junto a Sir Clark, quien me agarró del brazo para detenerme.
"¿Por qué eres como Roderick en todos los peores aspectos, Arthur?" Sir Clark gritó, su
voz rebotando en las paredes. "¡Compartes el más extraño sentido del honor!"
Intenté luchar contra ambos, pero me superaban en número y al final cedí.

Terminé pasando la noche en la enfermería de papá, ya que de todos modos necesitaba más
reposo en cama.
"¿Estás seguro de que no quieres una manta?" Papa dijo.
“¿Qué derecho tengo a pedir prestado algo así?” Rompí.
Habría mentido si dijera que no tenía frío, pero no era insoportable y más
Más que cualquier otra cosa, odiaba la idea de tomar prestados suministros del castillo
cuando ya estaba en su propiedad sin ser invitado. Tenía unas sábanas dobladas en el suelo. Eso
tendría que ser suficiente.
“¿Qué piensa decirle a Su Alteza cuando la vea?” papá preguntó

a mí.
"No se. Me voy a la cama, así que no me hables más, papá estúpido”, respondí.
alejándose y acurrucándose formando una bola.
La verdad es que no sabía lo que quería decirle. Sólo sabía que tenía
para verla de nuevo.
Papá no me molestó más y pronto me quedé dormido.
La siguiente vez que abrí los ojos, alguien me había tapado con una manta. Rápidamente
fingí estar todavía dormido, pero pude escuchar a papá soltar un gruñido de dolor mientras
regresaba a su cama.
Papá estúpido.
A la mañana siguiente, Sir Clark llegó después de sus deberes matutinos para informarme que
se me permitiría unirme a la reunión con Su Alteza.
***
Seguí al resto de la orden por los pasillos del palacio real. Candelabros
brillaba en lo alto. Los suelos estaban pulidos hasta dejarlos brillantes. Todo brilló y
brillaba y me encogí en la ropa sucia que había estado usando desde ayer. Papá y Sir
Clark se habían puesto su armadura, pero yo había rechazado todas sus ofertas de ropa limpia. No
era un niño pequeño indefenso. Incluso intentaron que me recogiera el pelo, pero me resistí,
demasiado aterrorizada por la idea de que toda la orden pudiera ver cuánto me parecía a papá.
La procesión recorrió el palacio hasta que encontramos altas puertas dobles que daban a la
sala del trono.
Princess Pride llegó justo a tiempo. Llevaba un vestido inmaculado, a diferencia de ayer, y
tenía al Príncipe Stale y a la Princesa Tiara flanqueándola mientras caminaba por un camino
creado por los caballeros.
Fue la primera vez que realmente me di cuenta de que esta chica era una princesa real. Ella
Prácticamente se deslizó hasta el trono, dando un paso cuidadoso tras otro, de otro
mundo en su elegante belleza. Era vertiginoso intentar equipararla con la chica del campo de
batalla de ayer.
Cuando pasó, papá, Sir Clark y luego el resto de los caballeros se arrodillaron. Hice lo mismo,
esperando con los demás mientras la Princesa Pride ocupaba su lugar.
“Levanten la cabeza”, dijo. Todos miraron a la princesa heredera. “Stale me ha dicho que has
mantenido en secreto mi presencia en el campo de batalla. Les agradezco su cooperación”.
Sir Clark había emitido una estricta orden de silencio. Incluso a mí me ordenaron no hablar una sola
palabra, ni siquiera a mamá o a mis amigos. Estaba feliz de hacerlo si eso significaba ayudar a la
orden y a la princesa.
“No, también fue un acuerdo beneficioso para nosotros”, respondió papá.
Se lanzó a una serie de preguntas, preguntándole si tenía experiencia previa en combate,

cómo sabía sobre el poder especial de un atacante, por qué fue sola al campo de batalla. Cuanto más
se prolongaba, más agresivo se volvía su interrogatorio.
Podría haber sido impactante ver a papá dirigirse así a una princesa, pero fue aún más impactante.
Más impactante cuando Princess Pride dijo que tenía casi cero experiencia en combate.
¿Cómo había matado a tantos enemigos entonces? Si esto era mentira, era terrible, pero nada
de esto tenía sentido. Mi cabeza daba vueltas con
confusión, pero papá siguió adelante y la conversación giró hacia la precognición de la princesa, los
límites de la teletransportación de Stale y detalles como ese.
"¡Aún! ¡Hubiera sido preferible a enviar a la princesa heredera al campo de batalla! El grito enojado
de papá resonó en la sala del trono, golpeando contra el alto techo. “Incluso si nadie más hubiera llegado
a tiempo, nunca deberías haber llegado allí. ¡Necesitabas contarle a la vanguardia sobre el poder de
ese hombre y dejarnos el resto a nosotros!
Sir Clark intentó calmarlo, pero fue inútil. Era evidente que papá ya había tomado una decisión e
iba a seguir gritándole, incluso a la misma persona que lo había salvado.
En cierto modo, tenía razón. Un miembro de la familia real no tenía por qué estar en
ese campo de batalla, y papá lo sabía mejor que nadie. La gente de este reino obedecía a la
familia real y les pagaba impuestos por algo más que una mera tradición. Cada caballero sabía que
estaban entrenando para proteger a la realeza, con su vida si fuera necesario. Revertir eso, tener una
princesa tratando de cambiar su vida por la de un caballero, era completamente absurdo, incluso si
estaba tratando de salvar a un comandante.
La Princesa Pride se mordió el labio como si estuviera reprimiendo alguna respuesta, pero papá
siguió hablando de cómo los caballeros arriesgaban sus vidas por la realeza, cómo la muerte de cualquier
miembro de la realeza podía sacudir a todo el reino. Papá incluso dijo que las acciones de la Princesa
Pride habrían deshonrado su muerte, como si estuviera destinado a morir en ese campo de batalla.
Que broma. La desesperación y la pérdida que sentí ayer siguen siendo igual de asfixiantes.
como era entonces. ¿Tienes idea de lo felices que están los caballeros de que estés vivo? ¿Tienes
alguna idea de lo que yo...?
"¡Olvídate de nosotros!" Papa dijo. “Incluso si eso significa que debo morir, tú
No deberías dudar en mantenerte a salvo ante todo. No entiendes lo valiosa que es tu vida...
Apreté el puño tan fuerte como pude, temblando por la necesidad de golpearlo y
haz que se detenga.
"Ya es suficiente", interrumpió la Princesa Pride.

Su voz resonó por toda la habitación, silenciando a todos, incluso a papá. A diferencia
de papá, su autoridad no era pura rabia. El poder de sus palabras recorrió a los caballeros
mientras ella se levantaba de su trono.
“Es como usted dice, comandante”, continuó. “Mis acciones miopes molestaron a mucha
gente y te rescaté de una manera que iba en contra de tu voluntad. Sin embargo…"
Habló en voz baja, su ira palpable, cada palabra aguda y fría como un carámbano
esperando caer. “No eres el único al que salvé. Te salvé a ti y a todos los caballeros que
entrenarás a partir de este día. ¿Sabes cuántos ciudadanos podrías salvar a lo largo de
tu vida?
La piel de gallina se extendió por mis brazos. Ella tenía razón. Ella no sólo había salvado
Papá; ella había salvado a todos los que él y sus caballeros ayudarían en el futuro.
“Tú eres el que no entiende el valor de su propia vida,

¡Comandante!" ella dijo. “¿Tienes idea de cuánto te aman, aprecian y confían en ti las
personas en tu vida?”
Ella comprende. Ella entiende cómo me siento. Ella entiende cómo todos nosotros
sentir y lo puso en palabras.
Temblé, pero por primera vez en días, no fue de miedo o tristeza.
"¡Pertenezco a la familia real!" Declaró la Princesa Orgullo. “Soy el primogénito

princesa, ¡y yo heredaré este trono! Mi papel es vivir por el bien del pueblo. Y ustedes
son caballeros. Eres nuestra esperanza, la luz que protege directamente a los ciudadanos.
Cuando un solo caballero muere, se lleva consigo a todos los que habría salvado”.
Me estremecí hasta los huesos. “Vivir por el bien del pueblo…” ¡Qué
acto de altruismo que fue. Incluso había llamado a los caballeros su "esperanza" y
"luz". Los caballeros eran la primera línea de defensa del pueblo. Incluso la muerte de
un solo caballero debería evitarse a toda costa.
Ella tenía razón en todo eso.
¿Cómo pudo vernos a todos tan fácilmente? Ella entendía los ideales de la
caballería a un nivel que pocos fuera de la orden alguna vez entendieron. Fueron esos
ideales los que primero me inspiraron, esos ideales que todavía admiraba en papá y anhelaba alca
“Incluso si fueras un simple soldado de infantería en lugar del comandante, te habría

Te rescaté”, continuó. “¿Cómo podría dejar morir a alguien cuando sabía que podía salvarlo? Nunca
permitiré muertes innecesarias si puedo evitarlo”.
No podía imaginar cuánto significaban sus palabras para los caballeros.
Entonces me di cuenta de que la Princesa Pride no había ido a ese campo de batalla por mí; Ese
día yo estaba en la sala de estrategia. Ella habría ido en cualquier dirección. No fue lástima. No, ella
fue porque pudo, porque era posible salvar a papá y ella lo sabía. Por simple que pareciera, requería una
fuerza y una valentía que apenas podía imaginar.
“Todos ustedes son ciudadanos de mi reino, así como son caballeros, y mi pueblo es mi orgullo y
alegría”, dijo. “Nuestro trabajo como realeza es proteger a todos y cada uno de ustedes. Si os llamáis
caballeros, entonces no os preocupéis por tener una muerte honorable, sino por aquellos a quienes
aún salvaréis en el futuro”.
A medida que sus palabras asimilaban, resonaban en mi mente, repitiéndose una y otra vez
mientras me estremecía ante ella.
“No os preocupéis por tener una muerte honorable, sino por aquellos a quienes aún salvaréis en el
futuro”.
Quería proteger a todos: mamá, papá, toda la gente de esta tierra. Por eso me desesperé cuando
me di cuenta de que nunca sería más fuerte que papá. ¿Cómo podría protegerlo si nunca estaría a su
altura? Anhelaba ser como él, pero en mi estado actual sólo podía causarle vergüenza y, por lo tanto,
había abandonado mi sueño de ser caballero.
Cuando pensé que papá iba a morir, ¿qué era lo que más me preocupaba? ¿Qué fue lo que en mi vida
me llenó de arrepentimiento constante, constante, constante?
“Quería ser un caballero. Quería proteger a la gente. Quería volverme fuerte”.
¿Quién fue? Quien me menospreció, diciéndome que avergonzaría a mi papá,

quien le echó toda la culpa y dijo que ya era demasiado tarde para convertirme en un
¿caballero? ¿Fue papá? No, él siempre decía que todavía había tiempo, que aún podía convertirme
en caballero si empezaba a entrenar ahora. La persona que constantemente me envenenaba con
negatividad, con la idea de que sería una desgracia, que era demasiado tarde para convertirme en
caballero, que no tenía ningún talento, que nunca sería como papá... era
a mí.
Ah… Ahí voy de nuevo.
No podía dejar de temblar. Me dejé caer al suelo y traté de concentrarme en la voz de la

Princesa Pride, aunque estaba soportando los efectos secundarios de mi epifanía. Se estaba
disculpando con los caballeros por sus acciones imprudentes. Sir Clark agradeció a la princesa por
salvar a papá, para mi deleite. Al menos alguien finalmente lo había dicho. Sin embargo, mientras
todo esto sucedía, la voz de la Princesa Pride seguía resonando en mi cabeza.
“No os preocupéis por tener una muerte honorable, sino por aquellos a quienes aún salvaréis
en el futuro”.
Los caballeros se inclinaron en el suelo ante la princesa, agradeciéndole por lo que había
hecho. Mi corazón se llenó de orgullo. Mientras tanto, papá permaneció congelado en medio de
todo esto. Yo también me levanté y caminé hacia la princesa. Había estado observando desde
atrás, así que no estaba seguro de si sería capaz de hacerlo bien, pero torpemente bajé al
suelo, presionando mi frente contra el suelo.
Estaba aterrado. Aterrado de no ser lo suficientemente fuerte para proteger a nada ni a nadie
que me importe en el futuro. Pero al menos tenía que agradecerle a la princesa por todo lo que
había hecho.
"Creo que es hora de que nos despidamos", dijo Sir Clark en voz baja desde algún lugar
encima de mí. Los caballeros salieron uno por uno a sus órdenes.
Mantuve la cabeza gacha y traté de mantener la compostura. ¿Qué pasa si me rindo?

otra vez, aquí y ahora, y perdí mi única oportunidad de salvar a las personas que me
importaban? ¿Qué pasa si fallo de nuevo?
“Um…”
Forcé las palabras. La Princesa Pride me miró. Ni siquiera estaba seguro de que ella
se acordó de mí. La última vez que me vio, estaba llorando a mares en la sala de estrategia
justo antes de que ella fuera a salvar a papá.
"¿Puedo decir algo también?" Yo dije.
No estaba lista para rendirme, pero estaba casi demasiado nerviosa para hablar. La
Princesa Pride, la princesa heredera, la futura reina, esperó a que continuara. No merecía hablar
con alguien como ella, y lo sabía mejor que nadie, pero
Tenía que seguir adelante ahora que tenía su atención.
"Oye", comenzó papá, pero Sir Clark lo detuvo.
Papá tuvo que estar aterrorizado por mí en ese momento. Podrían expulsarme del castillo si cometiera
algún paso en falso ahora, pero por lo que sabía, esta era mi última oportunidad de hablar con la princesa
por el resto de mi vida.
“Sí, adelante”, dijo la Princesa Pride.
De hecho, puedo hablar con ella.
"Gracias por salvar a papá... quiero decir, a mi padre", dije. Al menos lo había logrado
decir lo más importante.
Desafortunadamente, papá y Sir Clark estaban justo a mi lado. Mantuve la cabeza gacha, con las
mejillas ardiendo de vergüenza. Pero me moría por agradecerle desde ayer. Si no fuera por ella,
probablemente habría pasado mi vida agobiada por el arrepentimiento. Ciertamente no me habría
dado cuenta de mis verdaderos sentimientos en el

asunto.
"—nosotros... y... ¿para mí?" murmuré.
"¿Qué es eso?" ella dijo.
Esto fue. Tuve que confesar mis verdaderos pensamientos antes de que mis nervios se apoderaran
de mí, pero mi garganta se cerró antes de poder hablar. Cuando Princess Pride me pidió que lo repitiera,
me enderecé un poco, aunque todavía no pude reunir el coraje para mirarla. Con la cabeza gacha, dejé
que las palabras finalmente salieran.
"Yo... tengo un poder especial", dije. "Pero no es... un poder que pueda ayudarme a ser
un caballero, como el de mi padre. Lo único que sirve es para hacer crecer las cosechas… Su Alteza”.
Estudié mis manos en el suelo. No importa lo mucho que me lavé, la suciedad y el barro nunca
desaparecieron del todo. No eran las manos de un caballero, eran las manos de un patético perdedor
que ni siquiera había empuñado una espada en mucho tiempo. Ese doloroso recordatorio de mis
defectos se clavó en mi pecho como garras desgarradoras que me desgarraron, dejándome en
carne viva ante la princesa.
"No me parezco en nada a papá", dije. “Soy una completa basura…”
Golpeé mis puños con tanta fuerza que la sangre manchó mi piel junto con la tierra.
Unas manos tan débiles que se lastiman con tanta facilidad. Y cada palabra sólo me dejó sintiendo
más débil, más patético. Quería arrastrarme y esconderme.
Sé mejor que nadie que soy una escoria total. Sé que solo la estoy molestando al hacerle esta pregunta.
Ella simplemente me derribará de todos modos. Pero aún así, quiero escucharlo de ella, incluso si estoy débil
e inútil como estoy ahora.
“Voy a seguir entrenando”, dije. “Aprenderé de las estúpidas lecciones de papá. Entrenaré, pero…”
Por favor. Necesito una respuesta.
Incluso si no fuera la respuesta que quería escuchar, podría vivir con ella. pero ella estaba
Un héroe a mis ojos, como papá. Ella nos había salvado a los dos con sus acciones. Tenía que escuchar
esto de ella y de nadie más.
“¿Puedo… puedo convertirme en un buen caballero como papá algún día?” Yo pregunté. Mi visión se
volvió borrosa por las lágrimas no derramadas, y papá y la princesa se volvieron borrosos con ellas. “¿Incluso si
empiezo ahora?”
Qué patético y miserable debí parecer. Volví a llorar y gemir como en la sala de estrategias.
Por favor… Por favor… Prácticamente estaba rezando, esperando contra toda esperanza que Princess
Pride no arruinara mis sueños en ese mismo momento. Por favor, díganme... necesito la motivación para seguir
adelante, una razón para levantarme de rodillas y luchar de nuevo.
Escoria como yo ni siquiera puede sostenerse en pie por sí solo. Pero tú eres quien me ayudó a resolverlo
todo. Me salvaste de esta vida de mierda que he estado viviendo. Ahora que quiero volver a ser un caballero, tú
eres quien puede hacerme o deshacerme con tu... "Sí, puedes".
Me quedé helada.
Ella no dudó. Ella no se inmutó. Ella me miró fijamente y no importa.
Por mucho que traté de darle sentido, me di cuenta de que no estaba simplemente siendo educada.
¿Estaba soñando?
Cuando parpadeé, las lágrimas finalmente cayeron. Por un momento, mi visión se aclaró y
Podía ver a Su Alteza claramente.
“Incluso si todos en este mundo rechazan tu sueño, siempre lo apoyaré”.
ella me dijo. “Creo que puedes convertirte en un caballero tan maravilloso como tu
padre. A partir de hoy, mientras viva, esperaré el día en que me encuentres nuevamente en esta
habitación como un caballero”.
Casi no me atrevía a respirar. No pude haberla oído bien. Ella no sólo dijo que sí, sino que
también creyó que yo podía estar a la altura de papá. Y ella estaría esperándome. ¿Cómo fue esto real?
Ella era nuestra princesa heredera. Vivíamos en mundos separados. ¿Por qué esperaría por alguien
tan insignificante como yo?
De todos modos, no podía apartar la mirada ahora, temiendo que si parpadeaba todo esto
desaparecería. Sin embargo, no importa cuánto tiempo estuve arrodillado allí, la chica que me había
devuelto la vida de tantas maneras permaneció allí delante de mí, sonriendo.
"Dejame ver tu cara."
Ella vino elegantemente y se agachó cerca de mí. No la había visto tan de cerca desde que me
dio unas palmaditas en el hombro y me aseguró que todo estaría bien en la sala de estrategias.
Me quedé aún más quieto, incapaz de hacer más que parpadear mientras ella separaba mi flequillo.
Con sus delicados dedos y miró mi cara, la cara que tanto se parecía a la de mi padre, pero
manchada por la suciedad y la vergüenza. Había venido aquí con el pelo largo suelto para esconderme,
para alejarme de los ojos inquisitivos que buscaban comparar, y aquí estaba ella, mirándome
directamente a los ojos y acariciando mi cabello.
“Prométeme algo”, dijo. “Mientras esté vivo, te estaré esperando

para convertirte en un caballero como tu padre. No, estaré esperando que te conviertas en el tipo de
caballero que sueñas ser. Así que cuando llegue ese momento, por favor protege a la gente de este
reino, a quienes amo tanto, y también a mi querida familia”.
Allí estaba otra vez: esa declaración de que me esperaría. Ella realmente lo decía en serio. Y ella me
estaba esperando a mí, no a papá. A mí. Aunque miró un rostro que parecía muy similar al de papá, me
reconoció por mis propias habilidades, me pidió que protegiera a sus súbditos y a su familia, las
cosas que ella más apreciaba. Ella me eligió a mí, Arthur.
Me convertiría en el tipo de caballero que quería ser.
La alegría y el miedo me consumieron al mismo tiempo.
Deslizó sus manos hasta mis mejillas. Con dedos suaves y gentiles, acarició el rostro que
había estado desesperado por ocultar durante tanto tiempo.
"Yo... no sé si... alguien como yo... podría hacer eso..." tartamudeé.
A pesar de su convicción, no quería que se sintiera decepcionada más tarde. I

Quería desesperadamente estar a la altura de sus esperanzas, pero ¿era eso realmente
posible para alguien como yo? ¿Cómo podría proteger todo lo que ella apreciaba? A pesar de
sus palabras, la duda volvió a aparecer.
“Sí, puedes”, me aseguró. “Puedo ver lo bondadoso que eres cuando lloras por tu familia. He
visto tus manos desgastadas por el trabajo duro. Y encima de todo eso…”
Princess Pride agarró mis manos, cubiertas de rasguños y ampollas, sangre y

tierra, resultado de mi trabajo en el campo. Ella ni siquiera se inmutó y su mirada estaba
fija.
"Puedo ver cuánto deseas volverte fuerte".
Me desmoroné.
Cómo había deseado fuerza cientos, no, miles de veces. Cómo había agonizado por
ser débil, inútil, rota. Cómo había orado para que alguien se diera cuenta y me dijera que
era capaz, que era fuerte.
"Quiero ser fuerte. Quiero proteger a la gente. Quiero ser un caballero”. Había enterrado
esos sentimientos en lo más profundo de mi ser, ocultándolos todo este tiempo, mientras
deseaba desesperadamente que mi sueño se hiciera realidad.
Y aquí estaba una princesa, real realeza, viendo a través de todo eso,
Poner mis sentimientos en palabras.
¿Cómo llamaría a esto, sino salvación? La princesa me había devuelto la vida.

en más de un sentido estos últimos días, pero no tenía nada que darle a cambio. Aún así, tal
vez podría pedirle sólo una cosa más.
Con un sollozo y un gemido reprimido, declaré: “Lo haré. No importa cómo

muchos años son necesarios. ¡Me convertiré en caballero! Y luego…"
Yo era la persona menos adecuada en todo el reino para pedirle tal cosa al
princesa. Pero le apreté las manos y la enfrenté de todos modos.
"Y luego, por favor, permíteme protegerte por el resto de mi vida", le dije.
Me lo has dado todo. Por eso puedo preguntar esto. quiero devolver eso
amabilidad como puedo. No es mucho, pero es todo para ti. Quiero protegerte a ti y a todo lo
que aprecias sin descanso. Si esperas a que me convierta en caballero, lucharé por ti
mientras viva. Moriré como un caballero por ti.
Princess Pride se congeló, desconcertada por mi declaración. Quizás ella estaba

luchando por encontrar una respuesta, pero yo ya había tomado una decisión. Tal vez estaba fuera
de lugar, pero eso no me disuadiría. Pasaría mi vida protegiendo a esta persona. Lo sabía con
cada ápice de mi ser. Serviría a esta muchacha que mostraba tanta fuerza y nobleza, cuyo
nombre encajaba tan perfectamente con su regia personalidad. Pero por el momento lo único
que podía hacer era esperar su decisión. Después de un momento interminable, volvió a sonreír.
"¿Puedo saber tu nombre?" ella preguntó.
Con una pizca de esperanza ardiendo en mi corazón, respondí: "Arthur... Arthur

Beresford, Su Alteza".
Era el nombre que me habían dado mi mamá y mi papá, el nombre del hombre que
estaba aquí ofreciéndole su propia vida.
La Princesa Pride se congeló de nuevo y sus ojos se volvieron nublados y distantes, como si
Estaba recordando algo que casi había olvidado. ¿Es posible que nos hayamos conocido
antes?
"¿Princesa Orgullo?"
Princess Pride salió de allí, sacudiéndose. Cuando volvió a verme, una nueva alegría iluminó
su rostro. "Arthur, no creo que tenga que esperar mucho para que nuestra promesa se haga
realidad".
¿No muy largo? No tenía idea de lo que quería decir, pero habló como si fuera un
certeza, como si estuviera vislumbrando un futuro inevitable.
"Acabo de tener una premonición", anunció. "Te convertirás en un buen caballero

en el futuro cercano. Todos, incluyéndome a mí, reconocerán tu fuerza”. Ella apretó mi mano.
"Creo que te convertirás en un caballero digno de protegerme".
“Premonición”, lo había llamado. Realmente había ocurrido tan repentinamente. Princesa

El orgullo poseía el poder de la precognición y a través de ese poder declaró con
confianza que algún día yo sería su caballero, que sería un excelente caballero, cuya fuerza era
reconocida por el pueblo.
No es posible que esto sea real. Ella acaba de decirme de lo que seré capaz en el futuro. Con
una sonrisa en su rostro, me dijo que seré digno de protegerla. ¡Vio que tengo valor!
Mis ojos se abrieron con incredulidad. La alegría que surgió en mí abrumó todos los sentidos hasta
que las lágrimas corrieron por mis mejillas.
Alguien como yo... Alguien como yo puede proteger a Princess Pride...
“Te estaré esperando, Arthur. Sin embargo…” Ella se inclinó hacia adelante para susurrar.
mi oído. "Si alguna vez me miras y ves a un enemigo del pueblo, no debes dudar en reclamar mi
cabeza con tu espada".
Su voz era clara y fuerte, pero no podía creer las palabras que acababa de escuchar.
No podía prever un futuro en el que muriera a causa de mi espada. Rechacé la idea misma.
De ninguna manera… ¡Nunca, nunca, nunca, nunca! ¡Nunca podría lastimarla!
Princess Pride intentó levantarse, pero extendí la mano y la detuve.
"¡¿De qué estás hablando?!"
“No te preocupes”, dijo, “esa última parte no fue una premonición”. podría tener
suspiró con alivio. Al menos eso último no era parte de su premonición. “Debes convertirte en el
tipo de caballero que usa su espada para proteger a sus seres queridos.
Ese es mi deseo para ti”.
"¿Aquellos que amo?" ¡¿Entonces por qué me pediste que te matara?! Eres a quien quiero
proteger. Ya se lo había dicho y ella había dicho que yo era digno.
“Si alguna vez me miras y ves a un enemigo del pueblo, no debes
Dudé en reclamar mi cabeza con tu espada”.
¿Estás absolutamente seguro de que no fue una premonición?
Temblé ante la idea de que eso era parte de su visión, un destino del que ninguno de los dos
podía escapar. Pero ya había decidido prometerle mi vida, así que aceptaría cualquier orden que
ella diera, incluso esa.
"Entiendo. Definitivamente me convertiré en un caballero algún día. Te protegeré y
aquellos que te importan. Protegeré a mamá, papá y a toda la gente del reino con todo lo que esté
en mi poder. ¡Ese es el tipo de caballero en el que me convertiré!

Incluso si el mundo entero se vuelve contra ti, todavía quiero ser yo quien proteja.
tú. Si tu deseo es morir en mis manos cuando te conviertas en enemigo del pueblo,
entonces continuaré protegiéndote a ti y a tus seres queridos, incluso entonces.
Estaría allí para mantenerla en el camino correcto, para mantener su corazón noble y puro.
Nada se interpondría en su fuerza. Caminaría ese camino a su lado, protegiéndola a ella y a
las cosas que me importaban sin falta. Nunca, jamás la dejaría extraviarse.
Cortaría a cualquiera que intentara corromperla o interponerse en su camino. Y si la princesa,

la princesa fuerte y digna ante mí, alguna vez llegara al borde del colapso...
“¿Cómo podría dejar morir a alguien cuando sabía que podía salvarlo?”
Estaré allí para salvarte, sin falta, tal como tú me salvaste hoy. No importa las dificultades
que te sobrevengan, extenderé mi mano hacia ti y te rescataré como tú me rescataste.
Arturo Beresford.
Hice un voto sobre ese nombre, hice un voto en ese mismo momento. No importa el costo, yo
Protegería a la princesa hasta el final.
Con todo lo que tenía.
"Arturo."
La voz de Sir Clark me sacó de mis pensamientos. Me volví hacia él, más ligera que cuando
entré en esta habitación. Princess Pride deslizó sus manos de las mías, pero el fantasma de
sus dedos permaneció contra mi piel mucho después de que ella se fue.
Sir Clark puso sus manos sobre mis hombros. "¿Nos vamos?" él dijo.
Me cabreó que él siempre supiera exactamente lo que estaba sintiendo. señor clark
Tenía casi la misma edad que papá, pero actuaba como mi hermano mayor, y a veces…
a veces era exactamente lo que necesitaba.
Asentí y finalmente me puse de pie.
Realmente lo hice. Le dije todo lo que tenía que decir. Un enorme peso se quitó de mis
hombros. Mi cabeza daba vueltas a causa del mareo. Sir Clark tuvo que ayudarme a llegar a la
puerta, pero en el camino me di cuenta de que no tenía idea de dónde estaba papá.
"Su Alteza…"
Me giré al oír la voz de papá, pero el movimiento repentino hizo que el mundo entero girara.
Un ruido sordo resonó en la habitación cuando papá cayó al suelo y se golpeó la cabeza contra las
baldosas, inclinándose ante la Princesa Pride.
“Gracias por salvarme la vida”, dijo papá entre lágrimas.
Incluso después de que mi visión se estabilizó, me tomó un momento procesar lo que estaba
presenciando. Había visto a papá enojarse muchas veces, pero esta era la primera vez en toda mi
vida que lo veía llorar.
“Estoy muy feliz de poder ver a mis amigos, a mis tropas. Mi familia otra vez”.
Muchos momentos en la vida de papá fueron dignos de lágrimas: cuando dije cosas horribles
cosas para él, cuando pensó que moriría en ese miserable acantilado, cuando milagrosamente
regresó al castillo sano y entero. Pero nunca lloró en ninguno de esos momentos. Ahora lloró ante
mis ojos.
“Pero más que eso…”, dijo. “¡Mi hijo se convertirá en caballero! Puedo apenas
Créelo a mis oídos”.
¿A mí?
Mis ojos estaban tan fijos en papá que me olvidé de parpadear. Hasta hace sólo unos minutos,
siempre creí que era una decepción para él.
Cada vez que escuchaba "No te rindas" y "¿Estás seguro de esto?" de papá, yo
Supuse que ya había perdido la esperanza en mí y que sólo me consideraría una carga si cambiaba
de opinión y decidía convertirme en caballero. Estaba tan seguro de que sería una vergüenza para él.
Pero eso cambió cuando escuché las palabras de la Princesa Pride y me di cuenta de que papá
nunca se rindió conmigo. De hecho, ahora mismo...
"¡Estoy tan feliz de estar vivo!"
Papá estaba llorando por mí.
Tan eufórico como estaba por la afirmación de la Princesa Pride de que me convertiría en caballero,
Papá parecía igualmente encantado. Era todo lo que siempre había querido escuchar.
de su hijo; ¿Cómo había imaginado que sería una vergüenza para él? Incluso después de
tanto llorar, mi visión se volvió borrosa una vez más. Después de pasar una vida pensando que
estaba maldecida con un poder inútil y un futuro sin salida, de repente me sentí como la
persona más afortunada de la sala. Tenía un padre que me había esperado todo este
tiempo, una madre que me dejó ver el mundo, incluso el apoyo de un hermano mayor en
Sir Clark. Sin embargo, no pude ver todas esas bendiciones hasta que conocí a Princess
Pride. Me tapé los ojos, pero las lágrimas se me escaparon de las manos.
Después de todo este tiempo, todavía no era demasiado tarde para darme cuenta de lo afortunada que era.
Sin embargo, casi lo dejo escapar. Casi había perdido todas las cosas buenas de mi vida por
pura terquedad.
Me sequé los ojos con los puños y vi que el Príncipe Stale y la Princesa Tiara estaban
mirando a mi papá, que estaba acurrucado en el suelo, incluso más pequeño que yo.
Princess Pride sonrió y abrazó a mi padre, con lágrimas brillando en sus ojos mientras lo
abrazaba. Fue la primera vez que la vi llorar.
Incluso con toda la emoción y el drama de ayer, Princess Pride no había gritado ni
llorado. Pero hoy la vi enojarse. La vi reprender a papá por perder la esperanza y asumir que su
muerte era un resultado aceptable.
Ahora ella también estaba llorando, llorando no por sí misma, sino porque estaba tan
Feliz de escuchar a papá decir que estaba contento de estar vivo.
"¡Gracias a dios!" dijo, con voz tensa y tranquila. Aunque sabía que la había oído
correctamente. Entonces era como una diosa, con lágrimas brillando y el sol formando un
halo a su alrededor mientras consolaba a papá. Me aferré a esa imagen, quemándola en
mi corazón por el resto de mi vida.
Nunca quise olvidar esa vista, no mientras viviera.

***
"Papá estúpido".
"No me llames así dentro del castillo".
Papá y yo seguimos a Sir Clark y los otros caballeros por el pasillo después de salir de la sala
del trono. Supuse que papá se dirigía al campo de entrenamiento con los demás.
"Bien. Pero ¿qué piensa hacer al respecto, comandante?
Señalé a los caballeros delante de nosotros que todavía se frotaban los ojos hinchados. Ellos
murmuraron en voz baja para sí mismos.
“No puedo dejar de llorar”.
"Gracias a Dios. Nuestro comandante está a salvo”.
“Princess Pride es realmente maravillosa”. Cuando salíamos de la sala del trono, noté que la puerta estaba
entreabierta. Lo que significa que todos estos caballeros habían observado todo lo que sucedió allí. Podría
haberme muerto de vergüenza.
Ahora, Sir Clark dirigía a los parlanchines caballeros mientras papá se quedaba atrás conmigo. I
No podía soportar mirarlo, pero sentí que me sonreía.
"Entonces, ¿qué vas a hacer ahora?" preguntó papá, frotándose los ojos rojos con una
ceño fruncido.
"Me voy a casa. Mamá me está esperando”.
"No le digas una palabra de esto a tu madre".
"Puaj. Lo sé, obviamente”.
Intenté darme la vuelta, pero sus ojos me picaban. Tuve que adelantarlo.
"No me importa cuándo lo hagamos", dije antes de que pudiera hablar. “Siempre que hayas
Tengo tiempo… um…” Mi voz se convirtió en un susurro. "Por favor, empieza a ayudarme a entrenar de
nuevo".
Me negué a mirarlo, preparándome para su respuesta, pero nunca llegó. Cuando finalmente miré en su
dirección, tenía una mano sobre la boca y sus hombros temblaban.
"¡Papá!" Grité, asumiendo que él no había estado escuchando. Me respondió pegándome
en la cabeza. En toda mi vida, él nunca me había pegado. Me quedé más atónito que
enojado.
"Por supuesto que ayudaré", dijo, sonriendo suavemente por primera vez en mucho tiempo. “Estaré en
casa a primera hora de la mañana. Asegúrate de estar listo tan pronto como llegue allí”.
"Sí", dije, entumecido y sorprendido.

Continuamos en silencio. Cuando llegamos a las puertas de entrada, los sirvientes del palacio
nos las abrieron. Sintiéndome un poco molesta al darme cuenta de que él todavía me veía como una
niña pequeña, decidí alterarle un poco las plumas.
"Apuesto a que casi te matan muchas otras veces también, y nos lo ocultaste a mí y a mamá".
"¡¿Qué?! Nno, yo…” Su reacción fue respuesta suficiente.
"Lo sabía. ¿Tienes miedo de que mamá te regañe? Eres un bebé.
Papá murmuró algún tipo de excusa. Pasamos por la puerta, salimos del
castillo y nos dirigimos hacia las puertas de entrada al otro lado del jardín.
"Para que lo sepas, ya no podrás ocultármelo más", le dije. Sabía que simplemente no quería
preocuparnos a mamá y a mí, pero eso ya no iba a funcionar. "Porque estaré contigo en el campo
de batalla la próxima vez".
Papá se detuvo y abrió mucho los ojos. Tenía una mirada tan extraña que sonreí como si
un niño pequeño. Ni siquiera sabía que todavía tenía fuerzas para sonreír así.
Lleno de victoria, salí corriendo antes de que pudiera responder. I

Pasé corriendo junto a los caballeros, dándole una palmada en la espalda a Sir Clark mientras pasaba corriendo.
“¡No vuelvas a acercarte tanto a la muerte, no hasta que esté allí contigo! ¡Papá estúpido!
¡Y usted también, señor Clark! Grité por encima del hombro.
Luego seguí corriendo, corriendo con los ojos fijos sólo en lo que tenía delante.
***
"¡Ja ja! ¿Sigues con nosotros, Roderick?
Me reí, viendo a Arthur alejarse corriendo en la distancia, antes de llamar a Roderick. Mi viejo
amigo parecía completamente aturdido por los acontecimientos del día, y los caballeros comenzaban
a darse cuenta.
"Ninguno de ustedes se da la vuelta, ¿entendido?" Ordené antes de que las tropas pudieran tener
alguna idea.
¿Cuántos años han pasado desde que Roderick o yo vimos a Arthur sonreír así?
Sólo podía imaginar que Roderick se sintiera tan orgulloso como yo en ese momento.
***
"Ahí", murmuré para mis adentros mientras me enfrentaba al espejo.
Me aparté el largo cabello de la cara y lo recogí en una cola de caballo. No podía

recordar la última vez que había visto tanto de mi propia cara. El cabello se desparramó
sobre mi hombro ahora, pero eso no hizo que mi reflejo se pareciera menos a papá. Cuando
fruncí el ceño, el parecido sólo se hizo más fuerte. En algún momento, eso podría haberme
hecho entrar en pánico, pero ahora casi me sentía orgulloso del rostro que vi mirándome.
Suavemente alisé el pliegue.
Si me cortara el pelo, me parecería aún más a papá, pero no podía soportarlo. Ella
Había tocado este cabello, y juraría que mi cuero cabelludo todavía hormigueaba por el roce
de sus dedos. Pellizqué los extremos, aprobando el largo.
El mundo fuera de mi ventana estaba completamente oscuro, pero me quedé despierto

limpiando mi espada. Papá dijo que estaría en casa a primera hora de la mañana, pero
apenas dormí esa noche y me desperté temprano al día siguiente. Después de terminar con
mi cabello, limpié mi espada una vez más e hice un poco de entrenamiento por mi cuenta, la
primera vez que hacía algo como esto en tantos años.
"¡Arturo! ¡Tu... tu cabello!
"Te tomó bastante tiempo, papá estúpido".
El sol aún no había salido cuando papá regresó a caballo. Se quedó boquiabierto ante mi
pelo recogido. Él tampoco había visto mucho mi cara estos últimos años.
"Es más fácil moverse así", dije.
"Veo." Una sonrisa se filtró en sus labios. Uf, me recordó mucho a Sir Clark en ese
momento. “¿Dormiste algo?” preguntó.
“Sí, pero por alguna razón me levanté temprano, así que decidí calentarme mientras
esperaba”.
"Quería entrenar contigo lo antes posible". Me tragué esas palabras

aterrorizado de pronunciarlas en voz alta.
"De todos modos, ¿estás siquiera listo para enseñar?"
"¿Qué quieres decir?" Papa dijo. Había desmontado, pero todavía sujetaba las riendas
de su caballo. Mientras hablábamos, percibí el distintivo olor a alcohol en su aliento.
"Estabas bebiendo con Sir Clark otra vez, ¿no?"
"Era sólo un vaso".
Sí claro. No olería tan fuerte si te hubieras vertido todo ese vaso en la cabeza.
“Si ya estás calentado, entonces es perfecto. Empecemos”, dijo.
Con eso, papá y yo comenzamos nuestra primera sesión de entrenamiento en años. Empezamos
con cómo sostener y empuñar una espada. Lo muy, muy básico. Pero al final, me dejó entrenar con él.
Entre ejercicios, papá me contó todo sobre Princess Pride. No pude conseguir suficiente.
Me contó sobre su vida en el castillo, los rumores que circulaban a su alrededor, todo lo bueno y lo
malo. Sin embargo, comenzó con el sexto cumpleaños de la Princesa Tiara y luego pasó a los
inquietantes rumores que surgieron cuando la Princesa Pride era muy joven. Había oído este
tipo de cosas sobre ella en la ciudad, incluyendo los rumores sobre haber obligado al Príncipe
Stale a firmar un contrato de lealtad.
Pero todo eso sonaba completamente incongruente con la chica que acababa de conocer. Prometí
encontrar a quien había iniciado los viciosos rumores.
No podía recordar la última vez que había tenido una conversación tan larga con mi papá. Y el
entrenamiento fue aún mejor. No fue fácil conmigo ni por un segundo, obligándome a trabajar duro
durante cada pelea. No podría estar más feliz.
Aunque ni siquiera estuve cerca de vencerlo, cuando nos detuvimos, tenía una expresión de
sorpresa.
"Arthur, ¿realmente no has estado practicando con tu espada todo este tiempo?" él dijo.
¿Que se supone que significa eso?
Por supuesto que no había practicado. Apenas recordaba cómo sostener una espada antes.
me recordó. De hecho, todavía estaba usando la misma espada que había usado cuando era un niño
pequeño, aunque me había tomado una eternidad limpiar la maldita cosa lo suficiente como para usarla.
“No puedo creerlo”, dijo papá. "Realmente tienes más talento que yo".
Todavía estaba reflexionando sobre sus palabras cuando mamá vino a ver qué estábamos haciendo.
Ella parpadeó con incredulidad cuando le dije que estaba entrenando para convertirme en caballero. su mirada
Parpadeó entre papá y yo, pero papá se escabulló, diciendo que tenía que regresar al castillo.
Aunque ella claramente ansiaba una explicación, él había frustrado su intento de entrometerse
más.
Papá estúpido.
Incluso dejó atrás su preciosa espada. Tuve que ir a dejárselo después de

Desayunamos y labramos el campo. Durante el desayuno, mamá me preguntó qué me había
hecho cambiar de opinión acerca de retomar mi entrenamiento nuevamente, pero no sabía cómo
explicarme sin contarle todo sobre la emboscada. No sabía qué decir que no rompiera mi promesa
de mantener los eventos en secreto, así que simplemente me apresuré a hacer mis tareas del día
para poder ir corriendo al campo de entrenamiento de los caballeros.
"¡No te rías!" Papá estaba gritando cuando llegué.
Miré por la esquina de un edificio y casi me quedé sin aliento. princesa orgullo,
El Príncipe Stale y la Princesa Tiara estaban entre los caballeros.
Tonterías. ¿Debería volver más tarde? Después de todo lo que pasó ayer, yo
Realmente ya no tenía ni idea de cómo acercarse a la princesa.
"Oh, pero eso me recuerda", comenzó papá.
Su conversación mantuvo a todos distraídos mientras yo me escabullía y daba una vuelta por el
castillo. Con suerte, la princesa ya se habría ido cuando yo regresara.
Sin embargo, en el momento en que me di vuelta para irme, escuché a papá nuevamente.
“Incluso esta mañana, mi hijo seguía hablando de Su Alteza y de cómo…”
¡¿Qué?!
“¡Cállate, papá estúpido! ¡¿Por qué diablos les estás diciendo eso?!” Estaba gritando antes
de que pudiera detenerme, saliendo a la vista de todos: papá, los caballeros, incluso el príncipe y las
princesas.
"¿Qué? ¿Por qué estás aquí?" Papá me preguntó.
"Porque fuiste y dejaste esto en casa después de que terminamos de entrenar, y yo tenía
para venir a traértelo. ¡Eres el peor, papá estúpido! ¡Será mejor que empieces a disculparte!
Le arrojé la espada.
"Ah, ya veo. Supongo que dejé mi espada en casa. Lo lamento." la forma en que el
Me encogí de hombros como si todo esto no fuera gran cosa, sólo aumentó mi ira aún más.
Papá estúpido. ¿Por qué tuviste que ir y decirle eso a todo el mundo, sin mencionar a Princess
Pride? Debo decirle que mantenga la boca cerrada la próxima vez que estemos solos.
Ocupada con esos pensamientos, me tomó un minuto darme cuenta de que todavía estaba parada
justo frente a Princess Pride. En el momento en que me di cuenta, nos miramos a los ojos y toda la
sangre desapareció de mi cara.
“Princesa Pride…” tartamudeé. "Sobre Ayer…"
Oh no, tengo que decir algo, me insté, pero el embarazoso recuerdo de ayer me dejó
totalmente perdido. Papá estúpido, si no dijeras nada, yo... Espera, ¿me estoy sonrojando? Mierda,
no pensé que me volvería a encontrar con ella antes de convertirme en caballero. ¿Qué digo
siquiera?
Sin embargo, ella fue la primera en romper el silencio. “Buenas tardes, Arturo. Me alegra ver que te
ves bien”.
Murmuré un "gracias" mientras mi cara se ponía aún más caliente. Miré a los caballeros, pero
eso me proporcionó poco alivio. Me encontré con varias sonrisas, incluida la de Sir Clark.
¡Maldita sea!
"Me iré ahora", dije, asumiendo que eso era todo. Incliné la cabeza, con la cara ardiendo, y me
volví para irme.
“Oh Dios, Arturo. ¿Está usted seguro de eso? ¿No quieres quedarte a hablar con Su Alteza un poco
más? dijo Sir Clark.
“¡Cállate, Clark! ¡Te patearé el trasero si vuelves a decir eso!
¡Bastardo! ¡Me está tomando el pelo! Le daré un puñetazo la próxima vez que lo vea. Pero el daño
fue hecho. Estaba frente a la princesa nuevamente. Y la verdad era que quería hablar más con ella. Poco
me haría más feliz.
No era digno de eso todavía. No pude protegerla. “Podemos hablar una vez que yo
Únete oficialmente a la orden”, dije.
Me incliné una vez más y traté de irme.
"Por favor, espere un momento."

Frustrado de nuevo, pero al menos esta vez no fue Sir Clark. Más bien, Príncipe Stale
se dirigió a mí.
"Si tienes tiempo, ¿te importaría unirte a mí en mi propio entrenamiento?" él dijo.
¿Qué demonios? ¿El Príncipe Stale quiere entrenar conmigo? ¿Qué está sucediendo?
Papá preguntó qué quería decir Su Alteza con eso y el niño respondió.
inmediatamente y sin una gota de vacilación, como si realmente fuera digno de entrenar con un príncipe.
Incluso me ofreció un apretón de manos. Me quedé mirando su mano por un momento. No podía ser un
compañero de entrenamiento lo suficientemente bueno para él, pero sus palabras seguían resonando en
mi mente.
“Creo que estudiar una amplia gama de técnicas de lucha nos ayudará a ambos.
fortalecerse."
"Más fuerte." Eso fue todo. Quería ser fuerte. Papá pasaba la mayor parte de sus días con la orden
y practicar solo durante ese tiempo no sería suficiente.
Pero tal vez había una forma diferente en la que podía entrenar. Tal vez podría usar todo ese tiempo
perdido y dedicarlo a volverme más fuerte.
Por fin estreché la mano del Príncipe Stale y él sonrió. ¿Soy sólo yo o este niño?
¿Su sonrisa parece un poco sospechosa? Me está asustando.
Aún así, él era el hermano pequeño de Princess Pride y, por lo que escuché, había jugado
un papel importante en salvar a papá y al resto de los caballeros. Quizás estaba escondiendo o
reteniendo algo, pero el terror que había sentido cuando Princess Pride desapareció en ese
deslizamiento de tierra era definitivamente real. Eso fue suficiente para confiar en él por ahora.
"Muy bien entonces, Sr. Arthur", dijo el Príncipe Stale. “Una vez que mi hermana mayor haya terminado
con su recado, por favor únase a nosotros en el carruaje”.
***
"Entonces, um, ¿es esto?" Yo dije.
"De hecho", respondió el Príncipe Stale. “Tengo algunas espadas de repuesto aquí, así que por favor
toma lo que quieras”.
El Príncipe Stale me había llevado a una sala de práctica especial que usaba la familia real. Todavía
Cuando inspeccioné la habitación, suspiré. Era más pequeño que los espacios de práctica.
orden utilizado, aunque sería más que suficiente para una sesión privada. Sólo contaba con dos vestuarios,
uno para cada participante. Entre las espadas de práctica también había algunas armas reales, todas pulidas
hasta brillar. La habitación era tan lujosa que apenas parecía que alguna vez hubiera sido utilizada para un
combate real.
“¿Sucede algo, señor Arthur?” Preguntó el Príncipe Stale, seguramente habiendo contestado.
en mi mirada boquiabierta.
"Ah, no..."
No estaba seguro de cómo se suponía que debía responder ahora que estaba solo en una habitación.
con un miembro de la familia real. Al príncipe Stale no pareció importarle, pero retrocedí un paso,
demasiado abrumada por la incomodidad.
Extendió una espada de práctica hacia mí. “No necesitas estar tan nervioso. Es solamente
nosotros dos aquí ahora mismo”.
"Um, no tienes que ser tan educado", le dije tímidamente. “No soy del tipo
tipo de hombre que un príncipe necesita para comportarse lo mejor posible y no creo que deba llamarme
'Señor', Su Alteza…”
Que se dirigiera a mí de manera tan formal sólo empeoró todo. Debería haberme tratado como a
cualquier otro tema.
"Está bien, entonces tampoco necesitas hablar formalmente conmigo", Príncipe Stale.
dicho. "De todos modos, usted es mayor que yo, Sr. Arthur, entonces, ¿qué dice si ambos nos hablamos
como iguales?"
¡Espera, eso tampoco está bien!
No era una cuestión de edad. Papá y el resto de los caballeros hablaron con Prince.
Rancio correctamente, a pesar de que eran mucho mayores que yo. No podía andar hablando con
un príncipe como si fuéramos amigos.
“Está bien, entonces empezaré”, dijo el Príncipe Stale cuando dudé. “Cuando sientas que estás listo para
verme como un amigo, adelante y háblame como tal. Ahora mismo, voy a ser yo mismo contigo... Arthur.
La espeluznante sonrisa finalmente se desvaneció del rostro del príncipe. Su expresión quedó
completamente en blanco cuando levantó su espada.
¡Espera un segundo! Acabo de coger una espada por primera vez en años. no me digas
¡Ya quieres pelear!
El príncipe definitivamente ya quería pelear.
Se abalanzó sobre mí, dejándome sin otra opción que saltar a un lado y bloquear su espada.
No tenía armadura ni escudo para protegerme, así que solo tuve que apartarlo y seguir
moviéndome. El príncipe Stale tropezó, pero mantuvo el peso sobre el pie derecho para estabilizarse.
"Iba a parar antes de golpearte", murmuró. “Arthur, realmente no lo has hecho.

¿Has practicado esgrima?
Allí estaba de nuevo, la misma pregunta que papá le había hecho antes.
"Esta mañana fue la primera vez en años que toqué una espada, alteza".
Yo dije.
Todavía me parecía demasiado extraño ignorar su estado cuando hablé. El príncipe Stale parpadeó.
Luego bajó su arma.
"Lo sabía. Definitivamente quiero mantenerte como mi compañero de entrenamiento”. No tenía

idea de lo que se suponía que significaba eso. Pero ahora el príncipe Stale me observaba con vivo y
franco interés. "Además, me gustaría que usted hiciera el examen de ingreso a la orden el próximo
año", dijo.
“¿Qqué?” Grité.
¡¿De qué diablos está hablando?!
“Nde ninguna manera. No puedo hacer eso. No sé nada de lo básico y apenas puedo usarlo.
Una espada. Mi plan es comenzar con lo básico ahora y luego realizar el examen dentro de tres
años como mínimo”.
"No es que sólo puedas tomarlo una vez", dijo el Príncipe Stale. "Si usted
"Si no sobrevives el año que viene, siempre quedarán los años posteriores".
"No, pero incluso si lo tomo temprano, no lo haré..."
“Te apoyaré al máximo. Quiero verte como un caballero en un futuro cercano”.
¿Por qué? ¿Por qué dice todo esto? Me dolía la cabeza al intentar contemplarlo.
Éramos esencialmente extraños, pero aquí estaba él, el príncipe primogénito, jurando
apóyame para convertirme en caballero lo antes posible.
"¿Puedo preguntarte algo?" Dije, tratando desesperadamente de darle sentido a todo esto.
"Seguro."
“¿Por qué te importa si un tipo como yo se convierte en caballero? ¿Y el príncipe primogénito
realmente necesita a alguien como yo con quien entrenar? Cuando tu instructor termine de enseñarte,
¿no deberías dedicar tu tiempo libre a estudiar leyes y cualquier otra cosa que un miembro de la
familia real deba saber?
Los príncipes eran gente ocupada. Al menos eso lo sabía. El Príncipe Stale también era
originalmente un plebeyo, así que imaginé que aún necesitaba aprender todo tipo de cosas sobre ser
realeza. Incluso si decidiera entrenar, cualquier caballero sería un honor unirse a él y todos serían
mejores compañeros que yo.
“Para proteger a mi hermana mayor”, dijo el Príncipe Stale.
Mis pensamientos se detuvieron en seco. La respuesta le llegó de forma tan sencilla, tan inmediata...
y lo explicaba todo.
“Mi hermana mayor es muy fuerte”, prosiguió. “Pero lo que la viste
lograr fue en realidad su primer día en un campo de batalla real”.
Lo que ella “logró” ese primer día fue la destrucción completa de un ejército enemigo, además de
rescatar a papá.
"No tengo ninguna duda de que algún día volverá a hacer algo imprudente como ese", dijo.
agregado. “Mientras sienta que puede marcar la diferencia, lo intentará.
“Pero mi hermana mayor no es invencible. Ella misma lo ha dicho. 'Si fuera una simple batalla de
fuerza, entonces ciertamente no prevalecería'”.
La batalla volvió a pasar por mi mente. Vi a la princesa esquivando y esquivando ataques, pero ni una
sola vez tratando de dominar al enemigo de frente. De repente, eso tuvo mucho sentido.
"Al final, ella no es más que una dama, una que simplemente no puede confiar en la fuerza
física bruta para ganar", dijo el Príncipe Stale, como si hubiera leído mi mente. “Cuando la familia real
me adoptó, mi hermana mayor tenía sólo ocho años. Pero ya entonces ella ya tenía miedo de algo y ha
seguido teniendo miedo todo este tiempo”.
¿Asustado?
Eso me despertó un recuerdo, la princesa hablando cerca de mi oído, palabras

extrañas que no tenían sentido en ese momento. “Si alguna vez me miras y ves a un
enemigo del pueblo…” Un escalofrío recorrió mi espalda.
"No sé qué teme", dijo el príncipe Stale. “Pero lo único que puedo decir con certeza
es que algo en su vida acecha silenciosamente, amenazando con aplastarla. Por eso
estudio todo lo que me ayude a protegerla y paso tanto tiempo practicando con la
espada. Pero…” El Príncipe Stale apuntó su espada hacia mi pecho. "Todavía no
es suficiente".
Sus ojos oscuros ardían con ambición, demasiado agudos y concentrados para un simple
niño. Aun así, su voz se volvió más tranquila, e incluso su espada se desplomó,
representando sus emociones. Sombras cruzaron su mirada y recordé los rumores más aterradores
sobre Princess Pride que, incluso hoy, se enroscaban alrededor del castillo como serpientes.
“Quiero ser más fuerte. Lo suficientemente fuerte como para proteger a mi hermana mayor, pero soy
todavía demasiado débil. Incluso si me hago lo suficientemente fuerte como para ser su igual,
todavía tengo que volverme más fuerte. Quiero protegerla con mi vida. Pero ni siquiera eso es
suficiente. Si muero sin salvarla, todo será en vano”.
El Príncipe Stale dio un paso atrás y cargó contra mí, bajando su espada de
arriba. Lo bloqueé por reflejo y el metal resonó por la habitación.
“No será suficiente”, dijo mientras luchábamos. Él me miró, pero no a mí. Esa mirada era para él
mismo. “Los adultos pueden tener autoridad, disputas y formas de solucionar los problemas, pero
incluso si las usara para protegerla, aún así no sería suficiente. Si alguien más fuerte que ella
decidiera recurrir a la violencia…”
Leather gimió cuando el Príncipe Stale apretó con más fuerza. Apoyó su peso en
su espada, presionando la hoja más cerca de mi cara.
"No podría protegerla".
La punta tembló ante mis ojos. Retrocedí bruscamente, apartando su espada y

El príncipe Stale retrocedió.
"Arturo", dijo. “Sé que llegarás a ser fuerte. Más fuerte que yo, o mi
hermana mayor. Más fuerte que nadie”.
No podía entender por qué creía tal cosa. Tal vez tuvo algo que ver
con la precognición de su hermana. Claro, yo era el hijo del comandante, pero ni siquiera había
empuñado una espada en años.
Si, como él decía, la fuerza estaba a mi alcance, entonces la quería. No, lo necesitaba .
Para proteger a Princess Pride, necesitaba ser más fuerte que nadie.
Nunca había planeado tener al príncipe como mi compañero de práctica, y mucho menos
recibir tan grandes elogios de su parte. Y todavía…
“¿Puedo hacer dos preguntas más?” Yo dije.

"Tantos como quieras."
“¿Por qué haces tanto por alguien como yo? Se que eres ella
Asistente de Alteza, pero ¿por qué estás tan desesperado por protegerla?
Por muy grosera que fuera la pregunta, no pude evitar preguntarme. El príncipe era sólo su
asistente, un antiguo plebeyo adoptado por la familia real. Sin embargo, a una edad tan temprana, se
puso a su servicio. Eso, combinado con su misteriosa sonrisa, alimentó una incipiente
sospecha sobre sus verdaderos motivos. Esperé pacientemente a que continuara.
"Pensé que eras como yo", murmuró el príncipe.
Hice una pausa, confundida por su respuesta.
“Mi hermana mayor es la princesa heredera y le debo todo lo que tengo a ese hecho. No puedo
decirte los detalles, pero nunca olvidaré lo que ella hizo por mí, no por el resto de mi vida. Hice un
voto, no a nadie más, sino a mí mismo, de que la protegería, de que mi existencia siempre sería
por su bien”.
Me taladró, con los ojos brillantes de determinación. Tragué saliva y no me atreví a apartar su
mirada. Sin embargo, algo más persistía allí, el fantasma de un recuerdo, el peso de una carga invisible.
"No puedo confiar en mucha gente".
Sólo era un niño de diez años y, sin embargo, hablaba como si hubiera visto el rostro del mal.
***
"No puedo confiar en mucha gente".
Mientras hablaba con Arthur, volví a ver esa escena de hace tres años, cuando
Gilbert se reunió con sus subordinados para conspirar contra la princesa heredera.
La reputación no significaba nada si un hombre al que se tenía en tan alta estima podía llegar a ser
ser un traidor. Durante estos últimos tres años, me había preguntado qué trampas estaba
planeando Gilbert, qué planes estaba ideando. Significaba que no podía confiar en nadie en el castillo,
excepto en Pride, Tiara, Madre y Padre. Ahora contaba al comandante y al vicecomandante entre mis
aliados potenciales. Pero tenía que mirar a todos los demás con sospecha, incluido el tío Vest, Lotte,
Mary, Jack, el señor Carl y el resto del personal del castillo. Y el Primer Ministro Gilbert, por supuesto.
A pesar de mi cautela, había forjado tantas conexiones útiles como pude durante mi incursión en la alta
sociedad. Pero no confiaba en ninguno de ellos. No tenía forma de saber quién algún día traicionaría a
Pride, o quién ya lo había hecho.
Eso me dejó con pocos aliados. Esperaba que volverme fuerte por mi cuenta fuera
suficientemente bueno. Pero no fue así. El orgullo tenía demasiados enemigos potenciales. Luego, ayer
mismo, fui testigo de ese momento entre Arthur y mi hermana mayor, y me di cuenta de algo.
Este chico la protegerá.
Encontrarme con él de nuevo se sintió como el destino. Además de eso, y para mi sorpresa, él
realmente era fuerte. Arthur esquivó mi embestida en su primer intento y me obligó a retirarme. Yo apenas
había comenzado a estudiar los fundamentos de la esgrima, pero mi entrenamiento básico comenzó
hace años. El señor Carl dijo que me estaba yendo bien. Me dijo que tenía talento natural con la espada, que
lo estaba haciendo maravillosamente, que no estaba siendo simplemente educado. Por lo tanto,
cuando ataqué a Arthur, di todo lo que tenía, con la esperanza de hacer mella en sus defensas.
Pero no lo hice.
A pesar de no tocar una espada en años, Arthur me enfrentó golpe por golpe. Él parecía ajeno a
su potencial, pero yo no. Vi lo poderoso que podía llegar a ser, más poderoso que yo, más poderoso que
Pride. Más poderoso que…
"Por favor, permíteme protegerte por el resto de mi vida". En el momento en que hizo
esa honesta declaración...
"Sabía que podía confiar en ti", le dije. Arthur recibió esa noticia con los ojos muy abiertos.
“Cuando dijiste que la protegerías, lo decías en serio desde el fondo de tu corazón.

Para mí fue como una promesa”.
Era alguien en quien podía creer. Incluso Pride dijo que preveía un futuro en
cual Arthur era un excelente caballero digno de estar a su espalda.
Lo necesitaba. El orgullo lo necesitaba.
“Seré el escudo de mi hermana mayor que la protegerá de influencias políticas y amenazas invisibles.
Arthur, quiero que seas su espada y elimines a cualquiera que intente lastimarla por la fuerza”.
Arturo no respondió. Él simplemente se quedó allí, con los labios entreabiertos suavemente. ¿Aún dudaba
de mí?
“¿Crees que estoy mintiendo?” Yo dije. “¿Tratando de atraerte para que te unas a mí? Tu crees
¿Inventaría todo esto para controlarte a ti o a mi hermana mayor?
"Diablos, no, no creo eso", respondió Arthur, las palabras brotaron de él.
Finalmente, se dirigió a mí como a un igual.
“Está bien, entonces empezaré. Cuando sientas que estás listo para verme como un amigo, ve
adelante y háblame como tal”.
"No sé por qué sientes que le debes a Princess Pride o simplemente qué diablos ves en alguien como
yo..." dijo Arthur. Se encerró en sí mismo mientras hablaba, volviéndose más pequeño ante mis ojos. Al
mismo tiempo, levantó su espada.
“Pero te creo cuando dices que quieres proteger a Su Alteza. Puedo decir que eso es lo que realmente
hay en tu corazón. Quiero proteger a Princess Pride, y tú también. Por eso quieres volverte fuerte
conmigo, ¿verdad? Así que practiquemos juntos todos los días”. Sus ojos me taladraron, como si me
juzgaran.
En lugar de interrumpirlo, asentí de inmediato. el habia dicho
cada palabra que quería escuchar.
"¡Ja ja! Llamarnos 'espada' y 'escudo' y cosas así es realmente vergonzoso”, dijo Arthur.
“Los niños pueden ser muy molestos, lo juro. Pero…” Una sonrisa fácil apareció en su rostro. Por fin,
parecía relajado a mi alrededor. "Supongo que no odio que me llamen espada".
No pude resistir su sonrisa juvenil y me encontré devolviéndole la sonrisa. Su sonrisa brilló a través
de mí, iluminándome desde lo más profundo de mi corazón.
"Para que lo sepas, no estaba mintiendo acerca de cuánto tiempo ha pasado desde que sostuve una
espada,” continuó Arthur, rascándose la cabeza. “No quiero escuchar ninguna queja si no
puedo convertirme en caballero tan rápido como tú quieres. ¿Entendido, Stale?
“Ranciado”, me había llamado. En el momento en que el nombre salió de sus labios, me di
cuenta de que era la primera vez que me llamaban sólo por mi nombre desde que la familia real me adoptó.
Bueno, excepto por gente como Pride.
"Por supuesto", respondí. "Te volverás más fuerte y yo seré tu apoyo".

“¡¿Dejarás de actuar como si el futuro estuviera escrito en piedra?! Además, obtendrás
más fuerte conmigo ”.
Me apuntó con su espada y no tuve más remedio que responder levantando mi

propio.
“Tú también te volverás más fuerte, ¿verdad? Para Princess Pride”.
Estaba claro que todavía tenía cierta cautela hacia mí, pero al menos ahora sabíamos que
compartíamos una causa común.
“Te enseñaré todo lo que aprendo de papá y el orden, una vez que llegue.
Entonces, enséñame lo que sabes también. Tiene que haber cosas que pueda aprender, ¿verdad?
Como el estilo de esgrima de la familia real o el combate de autodefensa o algo así”.
Incluso si no fuéramos el tipo de personas que deberían enseñarnos unos a otros, siempre y cuando
fuera para lograr nuestros propios objetivos y proteger a la princesa, estaría bien.
"Sí. Gracias, Arturo”.
"Ningún problema."
Así forjamos nuestra inusual alianza. Pude ver algo de alegría en sus ojos, incluso cuando
su expresión era estoica. Hice lo mejor que pude para sonreír, pero Arthur se giró y se rascó la
cabeza nuevamente, refunfuñando para sí mismo.
"Oh. Una cosa más”, dijo Arthur.
Me miró fijamente, con una mirada repentinamente aguda. Su timidez de hace un momento
Se evaporó en un instante y me encontré dando un paso atrás.
“Ya no quiero ver esa sonrisa espeluznante. El que hiciste la última vez que te vi. Simplemente haz la
misma cara que pusiste cuando hablábamos de Princess Pride”.
Tragué saliva. Nadie había visto nunca más allá de esa sonrisa falsa que afecté, no hasta
ahora.
"¿Fue raro? Pensé que estaba sonriendo bastante nosotros...
"Diablos, no, no lo estabas", dijo Arthur. "Me hiciste pensar que tendría que vigilarte, pero supongo
que no das tanto miedo después de todo".

¿Aterrador? Nadie había dicho que esa sonrisa fuera aterradora hasta ahora. Si quisiera asustar
Ciertamente podía hacerlo, pero se suponía que la suave sonrisa que llevaba la mayor parte del
tiempo debía parecer genuina e inofensiva. Ni siquiera Princess Pride o Princess Tiara lo
comentaron.
"Has visto lo antipático que parece mi papá todo el tiempo, pero mamá en realidad tiene una cara muy
expresiva", dijo Arthur a modo de explicación. “Luego está toda la gente que viene a su restaurante.
Básicamente, he visto todo tipo de expresiones durante toda mi vida”.
Un restaurante. No sabía mucho sobre los antecedentes de Arthur, pero si su madre
Era dueño de un restaurante, tenía sentido que aprendiera a leer a la gente. Parecía casi dolorosamente
sensible ahora que lo entendía. Él debe haberla ayudado mucho, interactuando con los clientes de forma
regular y, finalmente, soportando todo tipo de superficialidad una vez que se descubrió su
rumoreado poder. Quizás por eso escondió su rostro con ese cabello largo, como si pudiera ocultar
parte de la información a su alrededor detrás de la cortina de su
cabello antes de salir corriendo hacia los campos que cuidaba.
"Estoy tratando de decir que estoy más acostumbrado a ver a la gente fría, como mi papá".
dijo Arturo. "No hay necesidad de que un niño como tú se obligue a ser amable conmigo".
Extendió la mano y me revolvió el pelo. Fue un gesto tan familiar, tan amistoso, que mis hombros
se hundieron lejos de mis orejas. En lugar de verme como el príncipe primogénito, me trataba como a un
niño normal tres años menor que él. Fue una experiencia completamente nueva para mí.
Parecía que realmente me ayudaría a proteger a la princesa.
"Está bien, entonces ¿quién enseña a quién primero?" Preguntó Arthur, levantando su espada
nuevamente.
Pero en ese momento no estaba pensando en espadas. La calidez del simple gesto de Arthur todavía
irradiaba a través de mí. No sólo tenía un confidente; Tenía un amigo.
"Arthur", dije, teniendo cuidado de dirigirme a él directamente. "Me alegro de haberte conocido". A
Una leve sonrisa apareció en mis labios.
"Es sólo una línea vergonzosa tras otra contigo", dijo Arthur. "Estás
peor que Sir Clark”.
Pero él se rió incluso mientras hablaba, y en ese momento supe que habíamos forjado una
vínculo que permanecería por el resto de nuestras vidas.
Capítulo
5: La princesa egoísta y el juicio “OH, STALE. ¿Estás entrenando?

¿Con Arthur otra vez hoy?
Acababa de terminar mis lecciones del día cuando me encontré con Stale en el pasillo.
vestido con su equipo de práctica habitual.
"Sí. Arthur dijo que esta hora del día se adapta mejor a su horario. Ustedes dos deberían
únete a nosotros, si tienes tiempo”. Stale nos sonrió a Tiara y a mí antes de apresurarse hacia la
sala de práctica.
Desde que él y Arthur entrenaron juntos ayer, Stale estaba poseído por
Pasión renovada. Le habló a Arthur como a un camarada, un amigo. Parecía más feliz que
nunca cuando Tiara o yo los vimos a los dos uno al lado del otro. Y lo mismo ocurrió con Arthur. El
chico tímido que había escondido su rostro detrás de su cabello se animó en el momento en que vio
a Stale.
"Parece que nos llevamos bien", explicó Stale cuando le pregunté qué pasó entre ellos.
Esa no fue una gran respuesta y me dejó un poco solo. Yo también

Me preocupaba que esta fuera la brecha que nos separaba, como en el juego.
Me volví y encontré a Jack, el guardia, corriendo hacia mí. Normalmente era un hombre
tranquilo, así que me sorprendió verlo tan nervioso.
Cuando se detuvo frente a mí, dijo: "Su Majestad lo ha llamado".

***
"Lamento llamarte aquí tan de repente, mi querida hija".
Nos reunimos en el salón del trono. Tiara me acompañó, sin querer irse de mi lado.
Parecía preocupada por dejarme estar sola, pero a mamá no le importaba, así que pensé que sería
mejor llevarla conmigo.
Madre estaba sentada en lo alto de su elegante trono, el asiento reservado para la

máxima autoridad del reino. Ella era la viva imagen de la dignidad y la gracia mientras
Miró a sus hijas. Su padre se sentó a su derecha y el tío Vest, el senescal, estaba a su
izquierda. El primer ministro Gilbert permaneció al lado de mi padre.
“No hay problema, madre. ¿Qué es lo que necesitabas?
“Quiero hablar sobre lo que pasó con la orden”, dijo.
Me estremecí, luchando por mantener la compostura. No hay manera de que ella sepa que yo
Fue a los acantilados, ¿verdad?
“¿Sabe usted que un hombre fue detenido después de la emboscada?”

—me preguntó mamá.
Gracias a dios. No se trata de eso. Reprimí un suspiro de alivio.
"Sí, lo sé", dije honestamente. Yo fui quien más o menos tomó

después de todo.
“Creemos que ese hombre—o mejor dicho, su organización—está directamente involucrado en

la desaparición de la orden real de nuestro vecino”.
El Primer Ministro Gilbert completó los detalles. "El plan era que nuestro vecino, el
reino de Anemone, diera la bienvenida a nuestros nuevos reclutas a su tierra", dijo. “Sus caballeros
guiarían a los nuestros por el país. Sin embargo, cuando sus caballeros no llegaron a la hora
prevista, el comandante de nuestros caballeros realizó una expedición de emergencia con un
grupo de nuevos reclutas a cuestas. Mucho antes de llegar a la frontera, un grupo de hombres les
tendió una emboscada”.
Eso también coincidía bastante con lo que recordaba. El señor Carl había dado
Me dio una explicación similar cuando fuimos a observar los ejercicios de entrenamiento
de la orden. El reino de Anemone, sin embargo... Algo en ese nombre me hizo sonar. Sabía que
recientemente habíamos formado una alianza con ellos, así que quizás haya leído sobre su reino
en un libro de historia.
“El hombre que arrestamos nos dice que trabaja para una organización que se opone
nuestra alianza. Tomaron prisioneros a los caballeros anemonianos, obtuvieron
información sobre nuestra propia orden y planearon la emboscada en los acantilados. Su
objetivo era eliminar a nuestros dos ejércitos simultáneamente”.
En otras palabras, todo era parte de un plan más amplio.
“Desafortunadamente, el prisionero sabía muy poco sobre los líderes de este

organización para la que trabaja”, añadió el Primer Ministro Gilbert.
Todo esto tenía sentido, pero ¿qué tenía que ver conmigo?
"Orgullo." Mi madre me llamó la atención. "Escuché de Albert que últimamente has estado
estudiando las leyes de nuestro país".
Eché un vistazo a mi padre, Albert. Parecía impasible mientras la esperaba.

continuar, pero una pequeña y extraña sonrisa apareció en la boca de Madre. Luego,
abruptamente señaló hacia un lado de la habitación con la punta blanca y pulida de su uña.
“Como próximo en la línea de sucesión al trono, debes llevar a este hombre a juicio”, dijo.
Anunciado.
A su señal, la puerta detrás de mí se abrió por segunda vez. Los guardias

arrastró a un hombre a la habitación. Una mordaza le cubrió la boca y una cuerda le ató el cuerpo.
Lo reconocí de inmediato: Val, el hombre al que había obligado a salvarnos a mí y al comandante
Roderick. Aun así, ni siquiera sabría su nombre si no fuera por mis recuerdos del juego.
Los guardias pusieron a Val de rodillas. Cuando me vio, sus ojos se abrieron como platos.
y luchó y gruñó, emitiendo un grito ahogado de "¡Monstruo!"
"El nombre del delincuente es Val", dijo el primer ministro Gilbert. “Afirma que el
Los caballeros anemonianos que capturó están vivos y detenidos en algún lugar lejos del lugar de
la emboscada”. Miró a Val con ojos gélidos. “Sin embargo, afirma que no puede explicar la ubicación
exacta con palabras. Si queremos rescatar a estos hombres, necesitaremos que él nos lleve allí”.
“Entonces, mi querida hija, ilumínanos”, dijo la Madre. “¿Cómo piensas

lidiar con este criminal?
Veo. Ella está poniendo a prueba mi capacidad como futura reina.
Tomé una respiración profunda. "En primer lugar", comencé, "el acto de tender una emboscada a la orden es
un delito grave en sí mismo. Los castigos apropiados van desde la cadena perpetua hasta la
ejecución. Considerando que sus acciones pueden haber afectado nuestra alianza con el reino
de Anemone, creo que la muerte es un castigo apropiado”.
Los ojos de Val se abrieron aún más, pero esto era simplemente la ley.
“Sin embargo, si él sabe el paradero de la orden Anemonian, entonces
puede hacer uso de un contrato de fidelidad”.
Estos contratos no eran una forma poco común de castigar a los criminales, aunque eran
exclusivos de nuestro reino. Era una forma útil de conseguir que alguien confesara toda la verdad de
cualquier información que tuviera. Un contrato de lealtad los obligaría a obedecer todas las órdenes de
su amo por el resto de su vida, lo que eliminaba cualquier amenaza de que volvieran a infringir la ley.
"Se me ocurren tres formas de castigar a este hombre", dije. “Primero, renunciamos a encontrar
a los prisioneros y lo condenamos a muerte. En segundo lugar, le hacemos firmar un contrato de
fidelidad, rescatar a los caballeros capturados y luego llevar a cabo su ejecución. En tercer lugar, le
pedimos que firme el contrato de fidelidad, rescate a los caballeros capturados y luego lo libere,
sabiendo que ya no puede perpetrar ningún crimen”.
Miré a Val, quien me devolvió la mirada con los ojos inyectados en sangre. La persona que fui en mi
vida anterior no sería capaz de equilibrar una decisión de vida o muerte como esta, pero la parte de mí
que era Pride sopesó fríamente las opciones. Fue un claro recordatorio de que seguía siendo la
reina despiadada y atroz del juego, sin importar lo que cambiara en este mundo.
A mi lado, Tiara me apretó la mano.
“Muy bien entonces, Orgullo”, dijo Madre. “Elige cuál de esos castigos
este hombre recibirá. Te dejo su juicio a ti como princesa heredera”.
Con un juicio tan severo ante nosotros, Madre se sentó allí tranquilamente, completamente
imperturbable.
“Los caballeros capturados deben ser rescatados antes que nada”, razoné.
“Aunque los nuevos reclutas de nuestros dos reinos no pudieron completar su entrenamiento conjunto,
Anemone sigue siendo nuestra aliada. De hecho, debido a que nuestro entrenamiento conjunto fracasó,
ahora más que nunca debemos demostrar nuestra lealtad salvando a sus caballeros”.
No podríamos abandonar a sus caballeros... no si todavía estuvieran vivos. si nos rendimos

Tan pronto como nuestros propios caballeros estuvieran a salvo en casa, nos verían como aliados
egoístas y poco confiables.
"Y luego…"
¿Ejecutaríamos a Val después de eso? Sin duda había cometido un crimen horrible.
Incluso si los acantilados no se hubieran derrumbado, su emboscada podría haber matado al
comandante y a todos esos caballeros. El caos debilitaría nuestra alianza con Anemone, que seguramente
era su objetivo. Además, ambos reinos se quedarían sin caballeros. Sin duda merecía la muerte por sus
transgresiones, pero…
Di un paso adelante, dejando atrás a una Tiara aterrorizada mientras me acercaba a Val y ordenaba
a los guardias que le quitaran la mordaza.
"Si hablas fuera de turno, haré que te ejecuten aquí y ahora", le advertí.
a él. "Responde mis preguntas y no digas nada más".
Por favor, no digas nada sobre lo que pasó en los acantilados, recé y luego lo miré a los ojos.
"Tú eres Val, ¿verdad?"
De cerca, noté nuevas heridas por todo su cuerpo. Debieron haber intentado sacarle la información
mediante tortura. Sin embargo, me miró desafiante a mí, la persona que había arruinado su misión y
había hecho que lo capturaran. Dentro de siete años, trabajó como subordinado de Pride, pero en el
juego, nunca fue capturado así.
Sin mi interferencia, probablemente habría sobrevivido al colapso del acantilado gracias a su poder y
habría regresado al reino en algún momento de los siguientes siete años. Mis recuerdos de mi vida
anterior bien podrían significar que su vida terminó décadas antes de lo debido. Aun así, no sentí
ninguna compasión ni culpa por eso.
"Hermana mayor", susurró Tiara.
Aunque la había dejado detrás de mí, ahora me arrepentía de haberla traído a esta habitación. Debería
enviarla de regreso a su habitación. No, ella es la que algún día se convertirá en la verdadera reina. Ella
necesita ver todo esto, incluso si es detrás de mí.
Parte del trabajo de la reina consistía en tomar decisiones difíciles.
Val había cometido un crimen grave. Su grupo secuestró a los caballeros anemonianos y tendió
una emboscada al nuestro. Incluso si nos llevara hasta los caballeros desaparecidos, sería sólo porque
lo obligamos a hacerlo. Dondequiera que fue, dejó un rastro de víctimas. Los caballeros anemonianos y sus
familias todavía estaban sufriendo en este momento.
"Val, dime qué sentencia de muerte prefieres".
Tenía los ojos desorbitados; el hombre estaba completamente desconcertado. No había ninguna razón para
Hacerle elegir entre la vida y la muerte, ya que la respuesta era obvia, pero necesitaba
escuchar algo de él.
“Si firmas un contrato de fidelidad, nunca más podrás cometer otro delito
otra vez”, dije mientras él se quedaba boquiabierto. “Tendrás un trabajo honesto,
confinado a este reino para siempre. Tu vida no se parecerá en nada a ésta, aunque sea
una vida. Si alguien te hace daño, nunca podrás tomar represalias. No importa lo fuerte
que alguien te golpee, no importa cuánto te quiten, nunca podrás levantar la mano. Para ti,
podría ser un destino peor que la muerte, si así lo eliges”.
Eso era cierto. Un contrato de fidelidad no le proporcionó ninguna salida fácil a Val. Su
tez más oscura ya lo hacía destacar en nuestro reino, y no me habría sorprendido si lo
hubieran tratado como un paria toda su vida. Estos pensamientos aparecieron en su rostro
mientras deliberaba.
“No quiero morir”, dijo al fin. “Firmaré ese contrato de fidelidad o lo que sea.
quieres. Mientras…"
Apretó los dientes y la humillación le retorció el rostro.
Asenti. Quería vivir, pasara lo que pasara.
"Muy bien. Le haremos firmar un contrato de fidelidad, momento en el cual podremos

sueltenlo."
La habitación quedó en silencio. Val, el primer ministro Gilbert, el tío Vest, mi padre y mi
madre... todos se limitaron a mirarme. Finalmente, mamá sonrió y me ofreció un gesto de asentimiento.
"Has tomado tu decisión, Pride", dijo.
Luego, la madre se acercó al tío Vest. Sacó un pergamino y un bolígrafo.

del bolsillo de su pecho y luego se los entregó.
"Mi querida hija. Acabas de otorgar tu juicio como la corona

princesa. Ahora debes ser tú quien ejecute el contrato de fidelidad”.
Cada vez que un contrato de fidelidad entraba en vigor, la reina asumía el papel de
el maestro." Esto impidió que alguien usara tales elementos de poder contra Su
Majestad. La propia madre había firmado contratos de lealtad entre ella y docenas de
criminales, y ahora quería que yo hiciera lo mismo con
Val.
Mi madre me presentó el pergamino. No necesitaba leerlo para conocer su

contenido. Firmaría con mi nombre y, una vez que Val hiciera lo mismo, tendría que
obedecerme por el resto de mi vida.
Tomé lápiz y papel, pero dudé. Una vez que firmé mi nombre, nunca pude retirarlo. Incluso
si fuera un criminal, estaba condenando a un ser humano a una vida de servidumbre.
Fue aterrador, para ser honesto. Estaba a punto de controlar la vida entera de alguien.
La atroz reina Pride le hizo exactamente lo mismo a Stale. Yo... Ella incluso trató a toda la
población de Freesia, no solo a los intereses amorosos, como peones para su beneficio.
Mis propios crímenes fueron tan horribles que hacían que los de Val parecieran
triviales en comparación, pero él sería el que estaría sujeto a este acuerdo.
Con manos temblorosas, agarré el bolígrafo y garabateé mi nombre. No pude evitar

temer que este fuera el comienzo de mi vida como Pride, la reina malvada. Pero si yo no
lo firmaba, mamá lo haría. Podría ejecutarlo después de eso. Tenía que ser yo quien hiciera
esto. Además, esta probablemente no sería la última decisión dura y cruel que tendría
que tomar. Queens condenaba a muerte a criminales todo el tiempo.
Val quería vivir, a pesar de su crimen. Quería vivir aquí, en este reino.
Ese era su deseo. Quería concederle esa gracia.
Iba a cometer crímenes atroces en siete años, y serían incluso peores que cualquier cosa
que Val hubiera hecho, pero antes de eso, todavía podría vivir como heredero al trono de mi
reino. Con el tiempo, sería yo quien merecería la ejecución, pero hasta entonces podría
pasar mis días con las personas que me importaban.
Quería que Val tuviera la misma oportunidad.
Terminé de firmar mi nombre y le pasé el bolígrafo al guardia. Deshizo el
ataduras y le entregó el bolígrafo. Val tembló incluso más que yo cuando firmó el contrato. En el
momento en que terminó, algo cambió, como si mis corazones y los de Val latieran al mismo tiempo.
El primer ministro Gilbert me pasó otro pergamino. El castigo de Val aún no había terminado.
Luego tuve que leer los numerosos términos del contrato para que él los escuchara. Un contrato de
fidelidad no podía romperse. El firmante no podía alejarse físicamente de su maestro una cierta
distancia sin permiso. Deben obedecer todas las órdenes de su amo.
Luego agregué mis propios pedidos. Val nunca podría cometer un crimen. él nunca podría
desafiarnos a mí o a mi familia, ni podría mentirnos, guardar secretos ni tratarnos con nada más
que respeto. Nunca podría utilizar la violencia, ni siquiera en defensa propia. Nunca podría
abandonar el reino sin mi permiso. Sólo podía vivir del dinero que ganaba con un trabajo real.
Tuve que enumerar todos estos términos en detalle. Simplemente decirle a Val que nunca podría
cometer un delito no era suficiente si el propio Val no consideraba ciertas acciones como
"criminales". Tuve que prohibir explícitamente cada delito: no podía robar. No podía reclamar nada de
lo que encontró en el suelo como propio. No podía aceptar dinero con falsos pretextos. No podía
hacer tratos que sabía que serían desventajosos para otra parte.
Fue más agotador de lo que esperaba. Aunque simplemente leí la lista de elementos
En el pergamino, mi garganta, mis ojos y mi mente se desgastaron con el tiempo. Las órdenes
obligarían a Val siempre que pudiera escucharlas, incluso si no estuviera procesando cada elemento. Por
lo tanto, me tocó tener cuidado con todas y cada una de las palabras y no omitir ninguna.
Tomó mucho tiempo revisar la lista completa. Pero incluso cuando finalmente
Llegué al final, había una cosa más que tenía que agregar.
“Te concedo permiso temporal para salir del reino”, dije. “También permitiré que la orden real te dé
órdenes. Debes hacer todo lo que esté a tu alcance para ayudar a los caballeros de manera segura y
regresar a Freesia. Pero tu maestro es tu prioridad. Pase lo que pase, debes quedarte con los caballeros
y
vuelve a tu amo dentro de siete días”.
Con suerte, esto permitiría a Val abandonar el reino con nuestros caballeros para rescatarlo.
Los caballeros de Anemone y regresan a mí sin falta.
Val nunca me dijo una palabra: ningún voto de odio, nada. Pero incluso cuando el
Los guardias se lo llevaron y ya no estaba atado a sus ataduras anteriores, pude verlo mirándome
con una mirada que me dijo que había algo que deseaba poder decir.
***
"Por cierto, Orgullo, escuché que nuestros caballeros regresaron sanos y salvos al castillo".
Fue el día después del juicio de Val. Cuando Stale me dio esa actualización, suspiré.
alivio.
Después de que dejó la sala del trono ayer, Val y los caballeros salieron directamente.
para rescatar a los hombres capturados de nuestro país vecino. Con el comandante Roderick
aún recuperándose, el vicecomandante Clark había dirigido la misión de rescate. Localizaron a
los prisioneros, los escoltaron a casa sanos y salvos y hoy regresaron a Freesia. Nuestros
oficiales aprendieron todo de uno de los soldados capaces de realizar proyecciones a larga
distancia. Esto les permitió ver a Val conducir a nuestros caballeros hasta los prisioneros y
ayudarlos a escoltarlos a casa.
Los caballeros capturados claramente habían sufrido. Algunos tenían heridas infectadas y
fiebres altísimas. Podrían haber venido a nuestra nación para recibir tratamiento, pero todos
suplicaron regresar directamente a Anemone. Me emocionó saber que regresaron con vida.
"Estoy seguro de que el comandante también está muy contento", dijo Stale. Me sonrió,
pareciendo sentir mi alivio.
"Todas nuestras tropas heridas no podrán descansar si ven a sus heridos graves
Comandante en pie y en movimiento”, había dicho el vicecomandante.
Bueno, después de todo, tenía razón. Aunque las heridas del comandante Roderick estaban en
La reparación con la ayuda de poderes especiales, solo para estar seguros, decidieron enviar
al vicecomandante en su lugar.
"Orgullo, ¿puedo ir contigo cuando entrevistes al criminal?" Preguntó rancio. I

Quería escabullirse, pero me clavó una mirada pesada. Ayer, se puso pálido cuando se enteró
del juicio por parte de Tiara.
"¿Por qué no me llamaste?" había dicho. “¿Dijo el Primer Ministro Gilbert

algo para ti? ¿Firmaste un contrato de lealtad con un criminal?
No le había ocultado la información por malicia. simplemente no quería

interrumpir su práctica con Arthur. Pero me encontré disculpándome cuando Stale me suplicó
que lo invitara cada vez que tuviera que reunirme con mi madre, mi padre o
Primer Ministro Gilberto.
En vista de eso, acepté que Stale se uniera a mí cuando entrevisté a Val. fue amable
que él se preocupara tanto por mí.
"Hermana mayor, ¿puedo unirme a ti también?"
Esta vez, la pregunta vino de Tiara, quien estaba apretando mi mano y

mirándome. Ayer le había tenido mucho miedo a Val, pero todavía estaba lo suficientemente
preocupada por mí como para unirse. Fui una hermana mayor muy afortunada.
Con mis hermanos a cuestas, regresé a la sala del trono para enfrentarme a Val nuevamente.
Se sentó de rodillas en el suelo y los guardias lo vigilaban. Se estremeció cuando nos vio.
No te preocupes. El contrato de lealtad hizo que él no pudiera hacernos daño, me recordé.

Pero la situación todavía me ponía nerviosa, así que les dije a Stale y Tiara que se pusieran
detrás de mí.
"Val, déjame oírte hablar", le dije. "Mientras estemos aquí, tira cualquier
insulto que tienes para mí. Dime lo que realmente quieres decir”.
Me acerqué a Val. Sus ojos marrón oscuro me miraron fijamente.
"Monstruo", escupió.
Val había sido testigo de mi alboroto en el campo de batalla. No me sorprendió

etiquetándome como un monstruo, aunque tuve que extender una mano para evitar que Stale
reaccionara.
“Serás liberado muy pronto”, le dije. “Dime cómo planeas vivir en el

mundo exterior."
Una vez completada la misión de rescate, los caballeros liberarían a Val de su

custodia. Gracias al contrato, no podía mentirme sobre sus planes. En cambio, se quedó
en silencio por un momento y luego respondió con un simple: "No he pensado en eso
todavía".
"Veo." Cerré los ojos, concentrándome, luego los abrí para mirarlo.
“Val, no tienes permitido hablar con nadie más de lo que pasó en los acantilados ni de lo
que hice ese día. Te ordeno que mantengas en secreto toda la información sobre lo que
hicimos. Finalmente, tengo dos órdenes más que darte, y puede que sean las últimas.
Val frunció el ceño, tensándose con anticipación. No podía desobedecer mi

comandos.
"Primero", dije, "si sientes algún tipo de emergencia, usa tu poder para
Protege a mi amada hermana, Tiara”.
“Orgullo, ¿qué estás…” comenzó Stale, pero lo ignoré.
Val hizo un pequeño ruido de sorpresa, pero ¿por qué no lo usaría para este propósito?
Podría usar su poder especial para construir muros de tierra altos y resistentes. Nos había
protegido al comandante y a mí del deslizamiento de tierra; Seguramente podría proteger a
Tiara de amenazas ordinarias. En el juego, Val protegió a Tiara de Pride varias veces.
Necesitaba aprovechar eso nuevamente, aquí y ahora, para asegurarme de que cuando me
convirtiera en el malvado y tortuoso jefe final, Tiara aún estaría a salvo. Después de todo, ella
sería la que reconstruiría el reino desde cero una vez que yo causara los estragos que
estaba destinado, ya fuera destruyendo el castillo, como en algunas rutas, o de otra
manera.
“Esta orden tiene la máxima prioridad”, declaré. “Mientras sigas

"Esta orden, mientras protejas a Tiara, puedes desobedecer cualquier otra orden que
te haya dado".
Este comando no era sólo para él. Si me volvía tan malvado que le ordené que le hiciera
daño a Tiara, necesitaba que me desobedeciera. Puede que Val no lo entendiera, pero eso
no importaba, siempre y cuando él obedeciera.
“Finalmente, el segundo orden…”
Val se tensó de nuevo, preparándose para otra orden extraña.
“Val, si te encuentras en problemas, si necesitas desesperadamente y absolutamente

ayuda, ven y habla conmigo”.
Parpadeó y se echó hacia atrás un poco, como si mis palabras lo hubieran golpeado físicamente.
Pero una vez más, no importaba si lo entendía o no.
“Esas son mis órdenes. Eres libre de irte, así que vete del castillo”.
Val se levantó aturdida y tropezó hacia la puerta. Se giró antes de lograrlo todo.
el camino a la salida.
"¡¿Que se supone que significa eso?!" él chasqueó. Una pregunta muy natural.
"Exactamente lo que parece", dije. “Si nunca te encuentras en problemas,

nunca tendrás que preocuparte por eso”.
Val negó con la cabeza, pero aceptó la orden. Finalmente, salió de la habitación, escoltado
por los guardias hacia las puertas principales del castillo.
"Orgullo, ¿por qué le ordenarías algo así a un criminal?" Duro

exigió.
“Hermana mayor, ¿por qué me mencionaste? ¿No eres tú quien debe protegerme?
Dijo Tiara.
Stale y Tiara me bombardearon con preguntas en el momento en que las puertas de la sala del trono
cerrado detrás de Val.
"Bueno, eres mucho más frágil que yo, Tiara", le dije. “¿Y qué pasa si ese hombre se mete
en algún tipo de problema y su contrato no le permite escapar, aunque finalmente sea libre?”
“¡Entonces eso es lo que se merece! ¡Es un criminal! Gritó Stale, y yo

empatizado con sus sentimientos.
“Aun así, ahora que está libre, es sólo otro más de mis súbditos”, dije.
Si no hubiera tenido información sobre los prisioneros, probablemente habríamos tenido que
ejecutarlo. Pero ahora podría vivir como un ciudadano normal del reino, a pesar de sus restricciones.
Y, sinceramente, quería ayudarle a hacerlo, si alguna vez necesitaba mi ayuda.
Stale no parecía convencido. Suspiró y dejó caer los hombros. "Muy bien. Así sea
él. Ese lado tuyo es la razón por la que yo…” Se detuvo, pero lo pillé murmurando en voz baja.
su aliento. "Tendré que estar aún más atento..."
¿Eh?
¿Ya estaba cada vez más cerca de convertirme en la reina malvada? ¿Stale ya
sospechaba de mí ahora que había hecho que Val jurara lealtad al igual que él? Queens tenía que
firmar contratos de lealtad todo el tiempo, pero si mis acciones ya habían puesto a Stale en guardia,
tal vez no tenía tanto control como pensaba.
“Hermana mayor…” Tiara tiró de mi mano. Cuando la miré, las lágrimas

Brillaba en sus ojos y sus labios temblaban. "¿Soy una carga para ti?"
¡¿Qué?! Agarré sus pequeños hombros.
"¡Por supuesto que no! Te quiero mucho, mucho, mi hermanita. ¿Por qué crees que
¿eso?"
"Vas a ser la reina, así que nadie merece más protección que tú", dijo. "Pero le ordenaste
a ese hombre que me protegiera porque soy muy débil".
Esa no era mi intención en absoluto, pero Tiara no lo entendió. Sabía por mi vida pasada que
Tiara necesitaba protección debido a los acontecimientos del juego, pero ahora la había
molestado.
“Lo siento, Tiara. Significas mucho para mí. quiero saber que eres
protegido. No quise darte una idea equivocada”.
Entonces la abracé y ella apretó sus diminutas manos en mi vestido.
¿Qué tengo que hacer? Primero Stale y ahora Tiara. ¿Qué pasa si ella piensa que la
desprecio en secreto? Apreté a Tiara con fuerza. Sabía por el juego que ella sólo quería que
Pride la amara, pero ya lo había arruinado.
"Te amo, Tiara", dije con firmeza. “Somos una familia y me preocupo por ti. Estás
mi única hermana. No importa lo que pase en el futuro, ahora mismo, lo digo en serio, desde
el fondo de mi corazón. Por favor creeme."
Incluso si dentro de siete años hago algo que nunca podrás perdonar. Incluso si te odio cuando
llegue ese día, o tú o los intereses amorosos me odian. Necesito estar seguro de que recuerdas
que ahora mismo te amo de verdad.
Por favor, nunca lo olvides: hubo un momento en el que te amaba.

Abracé a Tiara, como si pudiera grabar esos pensamientos en su corazón.
"Sí, hermana mayor", susurró, asintiendo contra mí.
El alivio me invadió. Extendí la mano hacia Stale, que había estado observando nuestro
intercambio en educado silencio, y lo acerqué lo suficiente para unirme al abrazo también.
Tropezó con nuestro abrazo.
“Yo también te amo, Stale. Eres mi único hermano. Incluso si pierdo el derecho a llamarme la
próxima reina, al menos espero que siempre me veas como tu hermana mayor, hasta el final”.
El rostro de Stale se sonrojó, tal vez porque estaba muy cerca de Tiara. Simplemente
lo ignoré y los abracé a los dos lo más cerca que pude.
Cuando llegó el momento de que me castigaran, esperé con

todo en mi corazón para que recordaran este momento.
***
“¡Ah! ¡Ahí están, hermana mayor!
Tiara señaló a lo lejos y tiró de mi mano alegremente. Seguí su dedo y vi dos figuras familiares
en medio de una pelea. Tiara y yo corrimos a verlos.
"¡Duro! ¡Arturo!" Llamé.
Stale y Arthur practicaron en la sala de entrenamiento de Stale. Ahora que todo ese asunto
con Val había concluido, Tiara y yo podíamos verlos pelear hoy. Hicieron una pausa cuando los
llamé y Arthur realmente se estremeció. Stale saludó y bajó la espada.
"Los estábamos esperando a ustedes dos", dijo Stale. “Gracias por visitarnos incluso
aunque estés tan ocupado”.
Me disculpé por la interrupción, pero Stale simplemente sacudió la cabeza y me dijo que de
todos modos estaban a punto de tomar un descanso. Intentó conseguir el acuerdo de Arthur,
pero Arthur se había congelado por completo, con los ojos muy abiertos y parpadeando entre
Tiara y yo.
“¡Príncipe! ¡Qu—! ¡Duro! ¡Tú!" tartamudeó.

"Oh, lo siento, olvidé mencionar que los invité a los dos a vernos", dijo Stale.
Hace apenas unos momentos, Arthur se había visto tan tranquilo y natural entrenando con Stale.
Pero la llegada de más miembros de la familia real lo puso tan nervioso que apenas podía
hablar. Bueno, Tiara era una chica especialmente hermosa.
"¡Dime la próxima vez!" le rugió a Stale.
"Lo siento", murmuró Stale encogiéndose de hombros. No parecía particularmente arrepentido.
Al menos Arthur habló casualmente con Stale. Parecía que se llevaban bien,
incluso conociéndose menos de una semana.
"Es bueno verte practicando tan duro, Arthur", dije. “Estoy muy feliz de que
Aceptaste ser socio de Stale, así que gracias por hacer esto. ¿Cómo te sientes? No estás
trabajando demasiado, ¿verdad?
Sabía que practicaba con el comandante de los caballeros, su padre. Llegar hasta el castillo tuvo
que costarle mucho tiempo y esfuerzo.
“¡Nno!” Arthur gritó y luego dio un paso atrás. “Estoy totalmente bien. mi cuerpo es solo
bien. Y me está ayudando mucho más que él, Su Alteza. Solo tengo mis cosas: mi papá con
quien practicar y Stale, él me enseña cosas nuevas”.
Arthur tropezó con sus palabras, claramente inseguro de cómo dirigirse a tanta realeza.
En seguida. Su mirada se posó tímidamente en el suelo y su rostro estaba sonrojado, pero una
sonrisa apareció en sus labios cuando mencionó a Stale.
"Gracias", dije. “Espero que cuides bien de Stale por mí. tiara y yo
Estaré feliz de verte todos los días, Arthur. ¿No es así?
“¡¿Ctodos los días?!” Arthur chilló.
“Correcto, hermana mayor”, intervino Stale. “Por favor, ven a visitarnos. Tenerte a ti y
Que Tiara nos mire será una buena motivación. ¿No estás de acuerdo, Arthur?
Le dio una palmada en la espalda a Arthur, pero Arthur se estaba poniendo más rojo por momentos.
Abrió la boca, pero ningún sonido logró salir.
“Si es una carga muy grande…” dije preocupada.

"¡Diablos, no, no es una carga, alteza!"
"Eso es un alivio", dije. "Stale también parece estar divirtiéndose desde que
Comencé a entrenar contigo. Tiara y yo nunca podremos ser tan divertidos para él”.
Sabiendo lo que sabía sobre el juego, fue extraño verlos acercarse. Pero estaba feliz
de que Stale tuviera un amigo, y además un niño cercano a su edad.
Sin embargo, de alguna manera, mi comentario puso nervioso a Stale. "¡Eso no es cierto!"
“No es nada malo”, dije. “Ambos lucen muy fuertes aquí. Es tan
Es impresionante verte entrenar”.
Sonreí mientras hablaba, pero los chicos sólo parecían más avergonzados, tal vez debido
recibir tantos elogios frente a Tiara. Ambos estaban tan rojos que podría haber salido
vapor de sus oídos.
"Me gustaría volver a verlo más tarde, ¿de acuerdo?" Dije, y ellos lograron asentir.
“Orgullo, por favor regresa y míranos”, dijo Stale. "Prometo que me vengaré
más fuerte de lo que soy ahora”.
"Yo también", añadió Arthur. "¡Definitivamente me convertiré en un caballero!"
Los dos pusieron sus manos sobre sus corazones y Tiara sonrió a mi lado. Yo también sonreí, pero un
dolor sordo me detuvo un poco. Sabía que algún día uno de estos dos, o quizás los dos juntos, pondría fin
a mi maldad.
“Hagan lo mejor que puedan”, les dije.
"Los apoyaré por siempre jamás, Stale y Arthur", dijo Tiara.
Stale, Tiara y Arthur. ¿Cómo podría pedir mejores compañeros que estos?
Aunque algún día mis acciones nos separaron, al menos por ahora, mi corazón estalló de gratitud por
su cariño.
Mi mundo había adquirido colores tan hermosos.

Capítulo 6:
La Belleza de las Flores “¿ ESTOS SON RECUERDOS para nosotros? ¿Orgullo?

¿Tiara?" Dijo rancio.
Cuando Tiara y yo entramos a su sala de práctica ese día, llevamos una variedad de
cestas, tantas que las criadas tuvieron que ayudarnos. Una simple observación esa
mañana se había convertido en un viaje de compras. Stale, que tenía casi diecisiete años, era
demasiado mayor para unirse a la excursión. Tuvo que quedarse atrás y ayudar al tío Vest.
Mientras tanto, había practicado con Arthur, aunque ahora vestía su vestimenta habitual
nuevamente.
Stale se subió las gafas de montura negra a la nariz y examinó las cestas.
sobre la mesa frente a él. Arthur estaba a su lado, ataviado con su uniforme de caballero,
que se había puesto para practicar a pesar de tener el día libre. Tiara y yo sonreímos ante las
reacciones de los chicos, sospechosos como si les hubieran entregado una caja sorpresa.
“¿Podemos abrirlos?” preguntó Arturo.
Tiara y yo asentimos y los niños levantaron las tapas de sus cestas. Soltaron un pequeño grito
de sorpresa al ver las flores en el interior.
Tiara y yo habíamos ido a una colina local famosa por sus flores para recogerlas. Duro
y Arthur sacó algunos de las cestas, mirándolos con curiosidad.
“Escogiste muchos para nosotros”, comentó Stale.
Sostenía pequeñas flores de color verde jade con muchos pétalos. Me recordaron a
cinerarias de mi vida pasada. Puede que hayan sido un poco “lindos” para alguien como Stale,
pero disfruté el color verde maduro y los pétalos brillantes.
Mientras tanto, Arthur sostenía un puñado de flores azules y blancas. Pensé que
El blanco hacía juego con su atuendo de caballero, mientras que el azul en el centro se
parecía a sus ojos. Los seis pétalos grandes, casi encadenados entre sí en su diseño,
me recordaron a los lirios de mi país.
"Son tan bonitos", dijo Arthur. "¿Elegiste esto para nosotros?"
"¡Sí!" Dijo Tiara felizmente, saltando ante la pregunta de Arthur. “La hermana mayor eligió
Los sacó a todos y ella hizo un trabajo maravilloso”.
“Los elegí basándome en sus significados en el lenguaje de las flores y en lo que pensé
les vendría bien a ustedes dos”, dije. "Representan cosas que siempre sentí que te describen".
Los chicos alzaron las cejas, claramente no familiarizados con el lenguaje de las flores.
"Explícaselo, hermana mayor", instó Tiara.
"Bueno", dije, avergonzado de que me pusieran en aprietos tan repentinamente, "las flores de Stale
significa "sabiduría", "los frutos del trabajo duro" y "un vínculo más fuerte que la sangre".
También…"
Recité los significados, contándolos con los dedos, pero Stale se quedó más quieto.
rígidamente cuanto más avanzaba. Apretó los labios formando una fina línea y apenas se
movió. ¿Todavía respiraba? Pensé que podría morir allí mismo. Se limitó a observarme mientras
repasaba la lista, lo que me dejó indeciso a la hora de explicar el significado final. Me quedé allí,
nerviosa, abriendo y cerrando la boca mientras reunía el coraje para decirlo.
“'Espero ser digno de ti'”, dije finalmente. “Ese es el último. Lo elegí porque quiero ser una
reina adecuada, digna de un mayordomo maravilloso como tú, y también una hermana adecuada.
Tiara siente lo mismo, por supuesto”.
Incluso mencionar la devoción de Tiara me llenaba de orgullo. Sonreí para tratar de defenderme.
de la timidez que se avecina. Pero Stale todavía parecía un poco aturdido, con el rostro inquietantemente en
blanco mientras nos miraba fijamente. ¿Estaba molesto?
Stale presionó el dorso de su mano contra su boca mientras el calor subía a su

mejillas, su respiración se aceleró y sus gafas se empañaron. Casi parecía incapaz de
mantenerse en pie. Era como si estuviera alcanzando las vertiginosas alturas de alguna gran
emoción, aunque eso parecía bastante improbable. En todo caso, pensé que podría morir
allí mismo. Chocó contra Arthur a su lado.
"Oye, ¿qué pasa?" Dijo Arthur, levantando a Stale con un brazo.
Stale se limitó a sacudir la cabeza, todavía de un rojo brillante desde la frente hasta el cuello. No
tenía idea de cómo reaccionar ante todo esto o qué le pasaba, así que simplemente recurrí a las
flores de Arthur.
“En cuanto a Arthur…” comencé.

Los hombros de Arthur se sacudieron como si temiera sufrir el mismo destino que
Stale. El color se filtró en sus mejillas mientras continuaba.
“Tu flor significa 'heroica', 'seria', 'fuerte y hermosa', que son todas
perfecto para ti, ¿verdad? Y…"
Arthur agarró la parte delantera de su uniforme, sosteniéndola como si estuviera

apretando su propio corazón. Se cubrió la cara con el otro brazo para ocultar el rubor que le
subía hasta la punta de las orejas, casi temeroso en su intento de ocultarlo. Seguí
describiendo las flores, incluso mientras Tiara se cubría la boca con las manos para evitar
reírse y evitar las reacciones inquietas y de cachorro del niño. Este niño también parecía
estar al borde de la muerte por alguna razón inexplicable. Aún así, estaba demasiado
ocupada superando mi vergüenza para prestarle mucha atención.
"'Me encanta el voto que hicimos ese día'...aunque eso es un poco diferente del
significado original”, concluí. "Sin embargo, no diría que es inexacto".
Arthur parecía a punto de implosionar. Sabía que el lenguaje de las flores era demasiado
(algunas personas incluso lo usaban para los votos matrimoniales), pero seguramente él
sabía que me refería al voto que hizo hace siete años de convertirse en caballero.
Aun así, permaneció allí temblando como una hoja, temblando hasta la punta de los dedos.
Siguió ocultándome su rostro; Por un momento, incluso creí ver un brillo de lágrimas en sus
ojos. Además, ¿era sólo yo o él estaba buscando algo con lo que poner fin a su sufrimiento?
Mientras tanto, la garganta de Stale se movía mientras aparentemente intentaba tragar

una y otra vez. ¿Qué les había hecho con un simple lenguaje floral? Seguí adelante de
todos modos, tratando de no sonreír ante su evidente incomodidad. El silencio se prolongó,
como una especie de extraño percance televisivo en vivo, y ninguno de nosotros parecía
capaz de dar el siguiente paso.
"Los lenguajes de las flores son encantadores, ¿no?" Dijo Tiara, ofreciéndonos a todos
un respiro.
Stale y Arthur lograron asentir. “Muchas gracias”, dijeron ambos.

voces roncas.
“Bueno, de todos modos”, dije, tratando de cambiar de tema, “Tiara hizo algo maravilloso.
¿No es así?
Ante eso, una de las criadas de atrás trajo otra canasta. En el interior había una delicada corona de
flores tejida con flores de colores. Stale y Arthur gritaron asombrados.
"No tuve suficiente tiempo para hacer uno para Big Sister", dijo Tiara tímidamente.
“¿Les gustaría a ustedes dos hacer uno?” Los chicos se congelaron, analizando las implicaciones
de su invitación. Luego asintieron y Tiara sonrió. "Por favor, míranos, ¿de acuerdo, hermana mayor?"
ella dijo.
Tiara se lanzó a su clase de cómo hacer coronas, dirigiendo mientras Stale y Arthur
elaborado en silencio. Retrocedí en silencio, tratando de no interponerme en el camino de nadie mientras
me unía a las criadas y los guardias al fondo de la habitación. Además, sabía lo intensos que podían
llegar a ser los chicos una vez que se proponían realizar una tarea.
Me contenté con mirar a Tiara, que había crecido tanto en los últimos diez años.
años. Ella, Stale y Arthur parecían muy felices juntos; No me atrevía a arruinar su paz. Finalmente,
dejaron de trabajar y Tiara aplaudió con alegría.
"¡Eso es maravilloso!"
"¡¿Ya terminaste?! ¡Déjeme ver!" dije, reuniéndome con ellos.
"¡Son muy, muy encantadores!"
Arthur y Stale habían vuelto a sus tonos normales, pero tan pronto como se dieron cuenta de que
su trabajo había terminado, sus rostros se sonrojaron nuevamente. Me acerqué lo suficiente para
mirar por encima de sus hombros las coronas que habían hecho.
"¡Qué hermoso en verdad!" Yo dije.
Tiara había hecho un excelente trabajo enseñándoles y Stale y Arthur habían asumido la tarea con
naturalidad. Sus coronas, una de jade y otra blanca y azul, podrían incluso rivalizar con las de Tiara.
"¡Son simplemente maravillosos!" Yo dije. "Ustedes dos... no, ustedes tres tienen mucho talento".
Las coronas de Arthur y Stale eran llamativas y austeras, especialmente porque los niños habían
Solo usé un tipo de flor cada uno. Me llené de orgullo por haberles recogido estas flores; Claramente,
había elegido correctamente. Junté las manos frente a mi pecho, resistiendo el impulso de saltar y animar.
Arthur y Stale se quedaron callados. De hecho, se mordieron los labios y miraron hacia abajo.
ocultar el color brillante de sus caras. Lo ignoré, mucho más interesado en evaluar su
excelente trabajo.
“Um…” dijo Arthur por fin. Extendió su corona hacia mí y Stale
hizo lo mismo. Mi boca se abrió ante la generosa y repentina oferta.
“Tiara dijo que no podía hacerte uno”, dijo Stale. "Entonces, si quieres, puedes quedarte con el
nuestro". Su cara se puso aún más roja mientras hablaba. Strain torció su voz y sus ojos se movieron
alrededor mientras decía: "Estos representan nuestros sentimientos por ti".
Arthur asintió, demasiado ocupado tratando de mantener el calor en su rostro para hablar.
Me quedé boquiabierto ante los regalos. Aquí estaba yo tratando de explicar el lenguaje de las
flores a los niños, pero luego le dieron la vuelta y usaron ese mismo lenguaje para ofrecerme regalos
tan amables. Nunca soñé que un gesto tan simple de mi parte daría como resultado regalos
tan preciosos.
"¿Está seguro?" Pregunté, una sonrisa comenzando a florecer en mi cara.
Los chicos asintieron vigorosamente.
"Por favor, téngalos", insistió Stale.
"Los hicimos para ti", dijo Arthur.
"Gracias. Estoy muy, muy feliz. ¡Los apreciaré para siempre!
Sonreí, alcanzando las coronas. Los ojos de los chicos se abrieron de nuevo, como si me
tuvieran miedo o algo así. ¿Mi cara realmente los amenazaba tanto? Tiara interrumpió antes de que
pudiera alcanzar las coronas.
"Creo que ambos te quedarán muy bien", dijo Tiara. “Así que, por favor, deja que mi
hermano mayor y Arthur te los coloquen en la cabeza. Quiero verte usarlas como coronas”.
Stale y Arthur inmediatamente se miraron en estado de shock. Luego, giraron sus cabezas
para mirar boquiabiertos a Tiara con horror. Tiara simplemente les sonrió dulcemente. El habitualmente
elocuente Stale abría y cerraba la boca como un pez dorado. Arthur agarró su corona con
intensa fuerza. Los dos se congelaron por completo, así que incliné suavemente la cabeza,
esperando poder ayudar. Por alguna razón, se apartaron cuando hice eso; pude verlo a través de las
curvas de mis pestañas. Yo dejo
Mi cabello ondulado cae sobre mis hombros, manteniendo mi cabeza gacha.
Finalmente, Stale se acercó y colocó con cuidado su corona sobre mi cabeza. Las flores
esmeralda acentuaban mi cabello rojo, un contraste brillante y brillante. Stale se movía tan lenta y
cautelosamente que era casi como una coronación. Podía imaginarlo allí en ese momento,
un honor que él mismo podría haber imaginado antes, pero en realidad debería haber estado
practicando con Tiara.
Arthur rápidamente lo siguió y colocó su propia corona encima de la otra. "Pperdóneme",

murmuró.
La corona de Arthur era un poco más grande que mi cabeza, incluyendo mi cabello, pero cuando
bajé un poco la cabeza, se colocó encima de la corona de Stale y permaneció allí.
El blanco y el azul se sumaron al toque de color. Levanté nuevamente la cabeza, ahora adornada
con dos coronas de flores. Tuve que ajustarlos para que se asentaran cuando me enderezara.
"¡Te ves preciosa!" Tiara me lo dijo.
Me enfrenté a Stale y Arthur, esperando su juicio también. ellos me observaron

con la boca abierta y el rostro pintado de escarlata. No estaba seguro de lo que vieron mientras
yo estaba allí de pie entre las flores que me habían puesto en el pelo, cada una con su propio
significado sentimental, pero pareció ponerlos nerviosos.
"Te ves encantadora".
"Te quedan bien".
"Te ves tan bonita."
"Es muy lindo."
Los chicos balbuceaban, las palabras se superponían, y ahora era mi turno de

sentirme avergonzada. Tener su atención en mí me hizo moverme de un pie a otro. No era una
chica linda y alegre como Tiara o algún delicado hada de las flores; Tenía dieciocho años y estaba
condenado a convertirme en el malvado jefe final de este mundo. Las coronas de flores no
me conviene.
Sin mencionar que estas flores en particular…
Cogí las cestas, todavía llenas de flores. Arranqué una flor de jade
y una flor blanca libre, luego las colocó en el cabello de Stale y Arthur,
respectivamente. Se estremecieron cuando mis dedos rozaron los mechones junto a sus orejas.
“Orgullo…” dijo Stale.
Los chicos alcanzaron las flores que les había pegado en el pelo y luego miraron
entre sí. Sonreí, satisfecha con mi trabajo.
"Sí. Lo sabía. Estas flores les convienen a ustedes dos más que a nadie en el mundo”,
les dije.
Las flores de jade brillaban contra los mechones negros de Stale, mientras que las flores azules y blancas
Las flores acentuaban el cabello plateado de Arthur.
"Realmente te quedan bien", añadió Tiara.
Los chicos simplemente parpadearon el uno al otro. ¿Cómo pueden ser tan impactantes las
flores? Luego empezaron a temblar y me preocupé de haber hecho algo mal. Pero esas flores les
quedaban tan hermosas. Stale, el chico sereno que a veces mostraba una sonrisa astuta, en
realidad se veía lindo con una flor en el cabello. Arthur, el chico musculoso de hermoso
rostro, parecía una joven doncella con pétalos atrapados en sus largas trenzas.
Quizás ellos tuvieron el mismo pensamiento porque de repente se echaron a reír.

Sus rostros se sonrojaron una vez más, aunque esta vez fue más por alegría que por vergüenza.
Ladeé la cabeza, sin palabras mientras ellos se reían a carcajadas, apenas capaz de dar
las gracias. No podría estar tan enojado por verlos tan felices. Además, me gustó saber que las
flores de sus cabellos hacían juego con las flores del mío. Sonreí, simplemente viendo reír a los
chicos, luego Tiara tiró de mi vestido.
"Te quedan muy bien", dijo Tiara, sus tiernos ojos dorados se llenaron de una
luz suave mientras sonreía. Su cabeza era la única sin adornos.
Metí la mano en la canasta y le saqué una corona más. Tiara parpadeó al principio, pero su
rostro se iluminó de felicidad cuando dije: "Pero te ves aún mejor".
Disfruté estar ahí con Tiara, Stale y Arthur, todos usando el mismo
flores como yo. Las criadas y los guardias observaron nuestro momento con ternura
familiar. Durante estos pocos momentos benditos, no tuvimos preocupaciones ni preocupaciones.
Nos reímos con total felicidad, simplemente disfrutando de la compañía del otro.
Nuestro pequeño y alegre grupo simbolizaba la paz misma de Fresia.

Historia paralela adicional “¡ESTADO! Lo siento, llego tarde”.
Me paré en la sala de práctica, haciendo mis preparativos finales. Saludé como Arthur
corrió hacia mí. Ya llevábamos un mes entrenando juntos, pero hoy era la primera vez que
Arthur llegaba tan tarde.
"Está bien", le dije. “Yo también llegué un poco tarde. ¿Pero te pasó algo?
“Cuando le dije a mi mamá que iba a entrenar a casa de un amigo, ella me agarró y me hizo
ponerme ropa adecuada”, dijo Arthur entre jadeos. Se inclinó y puso las manos en las rodillas.
Arthur solo le dijo a su mamá que "iría a casa de un amigo", pero ella
Con el tiempo debí haberme dado cuenta de que yo no era un amigo común y corriente.
Quiero decir, ¿cuántas personas tenían una sala de práctica en su casa? Probablemente fue
un gran shock. Pude ver por qué ella le obligaría a cambiarse la ropa con la que trabajaba en el
campo.
"Tenemos el permiso de mi madre para entrenar, así que no hay ningún problema", dije.
"¿No le has dicho a tu madre que vas a visitar el castillo?"
"Si lo hiciera, tendría que contarle todo, incluso sobre el colapso del acantilado y todo eso",
respondió Arthur. "Pero le prometí a papá que nunca diría una palabra sobre nada de eso".
"Veo." Todo esto probablemente sería bastante alarmante para la madre de Arthur,
especialmente si tuviera que enterarse del colapso del acantilado al mismo tiempo. “Lamento
que usted y el comandante tengan que guardarnos secretos. ¿Es una gran carga para ustedes
dos?
"¿Eh? No estamos haciendo nada malo. De todos modos, papá siempre está escondiendo cosas.
Además…” Arthur se enderezó y me miró con una mirada penetrante. Me dio un golpe en el
hombro con el puño. “Un niño como tú no debería preocuparse tanto por la familia de otra
persona. Vengo aquí porque me apetece, ¿sabes? Mamá tampoco intenta impedirme que
vaya.
Con eso, Arthur tomó una espada de práctica y me apuntó, provocando que
que yo haga lo mismo.
“Entonces date prisa y conviértete en un caballero”, dije. “Podremos vivir en
"El mismo castillo de esa manera, y será menos problemático vernos".
Reflejé la pose de Arthur. Él se abalanzó primero, pero bloqueé el ataque.
con una parada rápida.
"Oh, es cierto. Mis hermanas me dijeron que la próxima vez asistirán a tu examen de ingreso.
año para apoyar sus esfuerzos por unirse a la orden”.
"¡¿Eh?!" dijo Arturo. “¡Espera, espera! Realmente vas a hacer que tome eso.
¿Examen el año que viene?
Ignoré su arrebato y le apunté con mi espada al pecho. Saltó fuera del
forma.
“Te lo dije, ¿no? Quiero que te conviertas en caballero lo antes posible. No
"Preocúpate, todavía hay mucho tiempo antes de eso".
"¡No, no lo hay!" Dijo Arthur, su voz golpeando las paredes de la práctica.

habitación.
No valía la pena discutir, así que reprimí una sonrisa y me lancé al agua.
combate. Más tarde, cuando Pride y los demás llegaron para vernos entrenar, el más leve atisbo de
sonrisa se deslizó a través de mi máscara inexpresiva.

Epílogo ES MUY AGRADABLE conocerte. Mi nombre es Tenichi.
Me gustaría agradecerle por comprar The Most Heretical Last Boss Queen: De
Villana a Salvador.
Para mi gran honor, logré ganar la primera fantasía Iris NEO de Ichijinsha.
premio y pude publicar mi trabajo como libro. Todavía me parece un sueño, incluso
ahora. El hecho de haber llegado hasta aquí es gracias al apoyo que recibí de quienes
leyeron la versión en línea de mi historia.
Soy consciente de que el título es demasiado largo, pero el título de la versión en línea, La
reina del último jefe más herética que se convertirá en la fuente de la tragedia se dedicará
al bien de la gente con los poderes de la princesa y las trampas de mi último jefe. Salvaré a
quien pueda, fue aún más largo. Tal como lo revela el nombre, es una historia sobre una
reina horrible y siniestra que usa sus muchos poderes para el bien de los demás. No todos
los juegos otome son como este, pero personalmente, me gustan aquellos en los que la
mayoría de los personajes tienen pasados trágicos. Quería que todos supieran que esta
historia trataba sobre un jefe final que salva a los personajes principales en un juego otome
más oscuro, así que terminé con un título demasiado largo. No dudes en llamarlo "Última
Reina Jefe" o cualquier otra abreviatura que desees.
Ya había decidido cómo quería terminar la historia en los capítulos finales cuando comencé
a subir esas primeras secciones, pero para esta versión del libro, la historia solo continúa
hasta el punto en que Pride tiene trece años, aunque tiene dieciocho. en el nuevo capítulo
extra que escribí. Quería que las personas que ya estaban familiarizadas con la versión en
línea estuvieran satisfechas si también compraban este libro, así que puse un gran esfuerzo
en escribir contenido nuevo, organizar el texto y completar todo lo que pude. Por supuesto,
este libro habría sido genial solo con las ilustraciones de Suzunosukesama.
Me gustaría agradecer a Suzunosukesensei por las ilustraciones verdaderamente

maravillosas que hizo para este libro. Sus obras de arte son hermosas, adorables y sublimes.
Ella dio vida a los personajes exactamente como los imaginaba, lo que me hizo muy feliz. Los
revisé muchas veces, empezando por los bocetos, y siempre me llenaron de
alegría. Gracias por darle esperanza a este autor con tus divinas habilidades artísticas.
Finalmente, me gustaría agradecer a muchas personas desde el fondo de mi

corazón: cualquiera que haya comprado este libro, todos los lectores de la versión web
que se han quedado durante todo este tiempo, todos en Ichijinsha, todos
los que trabajaron en la publicación y novelización de este libro, mi editor, que me
trató con tanto cuidado, Suzunosukesensei, y mi familia y amigos, que siempre me
apoyan. Espero que todos puedan experimentar incluso la más mínima cantidad de mi gratitu
tú.
Y a mis lectores de buen corazón, espero tener la oportunidad de verlos a todos.

de nuevo algún día.
¡Gracias por leer!

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Derechos de autor y créditos

Capítulo 1: La princesa egoísta despierta

Capítulo 2: La princesa malvada y el cuñado adoptado

Capítulo 3: La atroz princesa y su familia

Capítulo 4: La princesa malvada y la orden de los caballeros

Capítulo 5: La princesa egoísta y el juicio

Capítulo 6: La belleza de las flores.

Historia paralela adicional

La princesa egoísta despierta CUANDO MI VIDA pasó ante mi

Así fue como terminó la vida tal como la conocía.

"¡Su Alteza! ¡¿Puedes oírme?!"

"¡La princesa está herida!"

mi mente tambaleante no podía captar del todo.

dos vidas diferentes.

Y supe que no viviría mucho.

Como Orgullo, destruiría el reino dentro de diez años y aterrorizaría a este

Mi padre abrió la puerta de golpe y pasó junto a los guardias nerviosos.

"¿Estás bien?" él me preguntó.

"Sí. De repente me empezó a doler la cabeza…”

"¿Qué es?" dijo, mirándome ansiosamente.

Parpadeó, desconcertado, lo que sólo confirmó lo que ya sabía. Si esto

"¿Como sabes eso?" Padre dijo.

Espera, todo esto parece familiar de alguna manera...

"¿Podría ser?" él dijo. “¿Compartes la misma precognición que tu madre?

¡Así es! ¡Estaba pensando en la infancia de Pride en el juego!

Nuestro Rayo de Luz se desarrolló en el extenso reino de "Freesia", una misteriosa

que su precognición despertó y se ganó el título de futura reina de Fresia.

¡Pero eso es exactamente lo que me acaba de pasar!

tragedia inimaginable para nuestro reino”.

hermana Tiara en otro momento".

pudiera escapar de esa manera. "Pero... ya sé todo sobre ella".

Arremetí contra la mesa al lado de mi cama, frustrado por encontrarme en el cuerpo.

"Oh... lo siento", dije.

Bueno, no es de extrañar. El orgullo (o, supongo, yo) no se contuvo en absoluto.

"¿Dónde está padre?" Yo dije.

¡Esto es malo! A este paso, él...

“¡Detenlo ahora mismo!” Pedí. "¡No puede subirse a ese carruaje!"

No sirvio. La doncella, atrapada aquí junto a mi cama, no se dio cuenta de la

¡No! ¡No puede llevar ese carruaje!

Se quedó helado, pero luego simplemente me saludó con la mano.

¡No, no voy a decir adiós!

"¡¿Su Alteza?!" —soltó la doncella detrás de mí. "Detente en..."

"¡Quedarse atrás!" Yo dije. "¡Será tu cabeza si me detienes!"

Me levanté para pararme en el alféizar de la ventana. Si perdiera el equilibrio, caería en picado

Bueno, definitivamente llamé su atención. Gracias a dios.

Me estabilicé agarrándome a los postes y me obligué a respirar profundamente.

"¡Padre!" Le grité. “¡No puedes subir a ese carruaje! tiene un roto

Incluso desde la distancia, pude verlo parpadear confundido. Para el segundo

Crisis evitada. Ahora puedo relajarme un poco.

El guardia aflojó su agarre cuando se dio cuenta de que no me estaba resistiendo. Me

“¿Está herida, alteza?” él me preguntó.

Ups. Quizás se haya excedido allí.

"Lo... lo siento", dije.

Después de todo, yo era la princesa heredera de este reino.

"Te debo mi vida. Gracias, Pride”, dijo, envolviéndome en sus brazos.

Espera… ¡¿Un hermano?!

“No te perdonaré… ¡Nunca te perdonaré! ¡Voy a matarte!"

Conocía a estas dos personas. No, fue más que eso...

Esa chica era yo.

“La extrañé. La extrañé mucho”, dijo el niño.