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Resonadores

¿QUÉ SON LOS RESONADORES?

Por sí mismos, los pliegues vocales producen un ruido similar a un zumbido, muy parecido a la
embocadura de una trompeta. El aparato resonador humano está formado por los espacios
huecos de las diversas estructuras que se hallan por encima de las cuerdas vocales; Es decir, la
garganta, la nariz, la boca y los senos para-nasales. La forma de estas estructuras, algunas de las
cuales podemos modificar conscientemente, cambia el sonido de ese zumbido y lo transforma en
el timbre único de la voz humana.

LA GARGANTA Y LA BOCA

LARINGO-FARÍNGEO

La laringe, y los pliegues vocales situados en ella, no sólo tienen la función de producir la fonación,
sino que también actúa como resonador. Merced a su pequeño tamaño, aporta al timbre
armónicos agudos.

RESONADOR BUCO-FARÍNGEO

Este es el espacio más grande en términos de volumen, y aporta armónicos graves, o dicho más
subjetivamente, cuerpo y profundidad a la voz.

Podemos modificar su tamaño voluntariamente, al elevar o descender la laringe.

LA MÁSCARA

Tal vez los resonadores más influyentes para un cantante con la voz educada sean los faciales.
Tradicionalmente se les llama “la máscara” por estar situados por detrás del rostro entre la
mandíbula superior y la frente. Cuando se activan, podemos notar como si los huesos de esa parte
de la cara fueran, efectivamente, una máscara vibrante.

PALADAR ÓSEO

Situado en la parte superior de la boca, puedes comprobar su presencia con tu lengua. No


podemos moverlo, al ser parte del cráneo, pero sí percibir perfectamente como vibra, y como lo
hace de manera distinta según la vocal que articulemos, o según la altura de la nota que
produzcamos.

A través del paladar duro se transmite la vibración a los dientes, por lo que se lo puede describir
como parte del aparato articulador.

RESONADOR NASOFARÍNGEO

Está por encima del paladar blando, y se activa con el movimiento de éste. Puedes comprobarlo
articulando una ‘N’ ,una ‘M’, ‘L’, o una ‘NG’ . Verás que en este último sonido, la parte posterior de
la lengua y el paladar blando se juntan, cerrando el tránsito de aire hacia la boca. Del mismo
modo, se puede producir una resonancia mixta, si se acerca mucho a la lengua pero sin llegar
tocarla, sin cerrar dicho tránsito de aire, como sucede en una ‘O’ francesa, (como al pronunciar
pardon).
LAS FOSAS NASALES

Son dos, y al igual que el paladar duro no podemos moverlas, sólo activar su resonancia
indirectamente.

LOS SENOS NASALES

Son espacios huecos en el cráneo, encargado de producir la mucosidad que protege las fosas
nasales. Tienen una enorme influencia en el timbre de la voz.

DEFECTOS DE LA RESONANCIA

Son aquellos que alteran el timbre, la calidad y el color de la voz y pueden ser ocasionados por:

 Mala disposición y desequilibrio en las cavidades de resonancia, velo del paladar caído,
desviación del tabique nasal, mala implantación dentaria, lengua excesivamente grande o
rígida, así como también padecer adenoides (inflamación de las amígdalas faríngeas),
sinusitis o cualquier otra afección nasal.
 El aplanar excesivamente la lengua o crear prominencia con ella impiden una buena
resonancia ya que ambas cosas retrotraen la laringe.
 La rigidez excesiva del cuerpo no deja que éste actúe como resonador.
 Nasalizar la voz provoca en ciertas personas sonidos estridentes y en otras una voz
gangosa. Ambas cosas son defectos provocados por un descenso más o menos
pronunciado del velo del paladar.
 Una excesiva concentración del sonido sobre un punto fijo puede también producir falta
de amplitud en la resonancia.
 Hablar con la boca excesivamente abierta o cerrada impide la correcta resonancia de los
espacios bucales.

CONSEJOS PARA ADQUIRIR UNA ADECUADA RESONANCIA

El buen uso de los resonadores es lo que proporciona intensidad y belleza al sonido, además de
ayudar a conseguir el adecuado timbre vocal con sus correspondientes armónicos.

 Para conseguirlo hay que intentar:


 Dirigir el sonido hacia el paladar duro contra los incisivos superiores, con objeto ce
concentrar el apoyo del sonido en esta zona
 Hacer ejercicios con la lengua, velo del paladar y labios con objeto de sensibilizar sus
capacidades fonatorias
 Buscar cada uno las zonas donde el sonido adquiere sus mejores vibraciones
 La resonancia justa se logra mediante una posición de equilibrio y mínimo esfuerzo
muscular y encuentra su marco de proyección en una correcta y flexible articulación y en
una dicción clara y precisa
 Sentir el sonido en la cabeza (máscara), no en la garganta. Buscar la sensación de que el
sonido flota en la cabeza desconectado de la garganta
 No olvidar que es del buen uso de los resonadores propiamente dichos de donde nace la
vibración que se produce en todo el cuerpo.

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