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El hogar, cuna del lenguaje 1 dominio del fuego eagende en el hemn= tre primitiva uns revs tendencia ala so- Gabilidu, Atraidos por el calor del hogar ¥ la proteceiin contra Tas fieras que lee ‘raporcionabs I tam, los grupos de hom= ‘es, mujeres y niios podian ne, thax 4} bogas, proloogar wu jormada una vee smoodhecida. Axripados en tomo a la so- sturided de fuego de eamparmento, podian ‘trabajar en la fabricacin de Ins armas y herramientas, cover fos alimentos, comner~ fos ¥ luego dormir; eo elisas riurosos +e acumucaba probablemente lo mi ccr- ‘4 posible del hogar. De esta manera, aque ‘bogar, ya se encendiers en el exteriar © el interior de Ia gruta, se convistié en el centro aiededlor del cual cristal una cexistencia end ver ma orieotada a la 50- lidavidad y al espritu de familia. Ademis, Tin obligaciin de mantener el fuego de wa ‘manera perinanente reform Ja. erodionte Jnpectancia del campamnento de base, que epresentaba un lugar, aunque provinio- til, doade las mujeres podian caidur de Jon bijos y al que regresaban los eszado- rex. A medida quo se desacrollaba el seo~ ‘ide det hogar doméatico, Jox miembrow del grupo debieron de sentirse estimule dos, por sus newsidades y experioncias outs, 2 atilirar cada vex mis le expe ‘in verbal. Al hacerlo, en Is reconfartan- teclaridad del fuego de canmpamento acele~ ‘aban uns evoluciéa. primordial, la del lengua

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